Wallerstein - El Eurocentrismo y Sus Avatares

April 3, 2018 | Author: Diego Guevara | Category: Science, Europe, Historiography, Civilization, Western World


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CAPITALISMO Y GEOPOLÍTICA DELCONOCIMIENTO: EL EUROCENTRISMO Y LA FILOSOFÍA DE LA LIBERACIÓN EN EL DEBATE INTELECTUAL CONTEMPORÁNEO Walter Mignolo (compilador) Dipesh Chakrabarty Emmanuel Chukwudi Eze Enrique Dussel Abdelkebir Khatibi Aníbal Quijano Tsenay Serequeberhan Immanuel Wallerstein Slavoj Zizek coLEcc1óN El desprendimiento o Ediciones del �fJttm@ Center for Global Studies and the Humanities, Duke University � Capitalismo y geopolítica del conocimiento : el eurocentrismo y la filosofia de la ÍNDICE liberación en el debate intelectual contemporáneo/ Walter Mignolo ... [et.al.] ; compilado por Walter Mignolo. - 2a ed. - Ciudad Autónoma de Buenos Aires: Del Signo, 2014. PREFACIO A LA SEGUN D AEDICIÓN 7 296 p.; 14x21 cm. - (El desprendimiento / Walter Mignolo) PREFACIO ALAPRIMERA EDI CION 15 ISBN: 978-987-3784-07-1 INT RO DU C CIÓN 17 Walter Mignolo 1. Pensamiento Latinoamericano. l. Walter Mignolo JI. Walter Mignolo, comp. CDD 306 PARTEI 61 Fecha de catalogación: 14/1 1/2014 Eurocentrismo y modernidad (lntrodu�ción a las lecturas de Frankfurt) 63 Enrique Dussel Maghreb Plural 77 Con el apoyo de] Fondo Nacional de las Artes Abdelkebir Khatibi PARTEII 97 El eurocentrismo y sus avatares: Los dilemas de la Ciencia Social 99 Diseño de tapa e interior: Pablo J. Martillana Immanuel Wallerstein Ilustración de tapa: Pedro Lasch 111 ed.- Buenos Aires : Del Signo, 2009. Colonialidad del Poder. Cultura y conocimiento en América Latina 119 Aníbal Quijano © Ediciones del Signo. 2017 Postcolonialismo y el Artificio de la Historia: Anibal Troilo 942 5° 11 ¿Quién habla por los pasados "Indios"? 133 Buenos Aires - Argentina Dipesh Chakrabarty Tel.: 4864-2179 [email protected] PARTEIII 167 www.edicionesdelsigno.com.ar Un Ale�ato Izquierdista contra el Eurocentrismo 169 Slavoj Zizek Reservados los derechos para todos los países. Ninguna parte de la publicación inclui­ El Color de la Razón: do el diseño de cubierta, puede ser reproducido, almacenado o transmitido de ninguna La Idea de ª'Raza'' en la Antropología de Kant 195 fonna, ni por ningún medio, sea este electrónico, químico, mecánico, electroóptico, Emmanuel Chukwudi Eze grabación, fotocopia o cualquier otro, sin la previa autorización escrita por parte de la editorial. La critica al eurocentrismo y la práctica de la Filosofía Africana 241 Tsenay Serequeberhan Queda hecho el depósito que marca la ley 11.723 267 Colonialidad global, capitalismo y hegemonía epistémica Walter Mignolo Impreso en la Argentina - Printed in Argentina IMMANUEL WALLERSTEIN Dipesh Chakrabarty es por así decirlo otra historia. Su crític� al EL EUROCENTRISMO;� SUS AVATARES: ''eurocentrismo''proviene de la experiencia y de la toma de concien­ LOS DILEMAS DE LA CIENCIA SOCIAL1 cia critica en la historia del colonialismo inglés en la India. En este sentido, Chakrabarty tiene más en común con Quijano (y también con Immanuel Wallerstein 2 Dussel y Khatibi) que con Wallerstein. Es otra historia también en el sentido en que la lengua oficial de India es el inglés. Estamos, pues, La ciencia social!ha sida eurocéntrica a lo largo de su historia insti­ en la India Británica que tiene cierta equivalencia, aunque en distintas tucional, es decir, desde que existen departamentos dentro del sistema historias locales, con la América Hispánica o Latina. Mientras que en universitario que enseñan ciencia social. Esto no es sorprendente en la experiencia histórica de Quijano (y por experiencia simplemente lo más mínimo. La ciencia social es un producto del sistema-mundo quiero decir.la manera en que una persona reacciona ante los olores, moderno, y el eurocentrismo es constitutivo de la geocultura del mun­ las comidas, los sonidos y se alegra o se enoja por lo que ve alrededor do moderno. Además, como estructura institucional, la ciencia social y sabe del pasado gracias a -o desgracia por- esa inscripción de la se originó fundamentalmente en Europa. Utilizaremos, aquí, Europa cultura en el cuerpo que Je llega a uno desde el nacimiento y la fami­ más como una expresión cultural que como una expresión cartográfi­ lia, pasando por varias instituciones estatales) el español, su esJ:>añ�l, ca; en este sentído, en la discusión acerca de los últimos dos siglos, convivió y convive rodeado del Quechua, para Chakrabary el ingles nos estamos refiriendo principal y conjuntamente a Europa Occidental convivió y convive rodeado del Hindú, del Bengalíy del Urdu. Para y a Norte América. Las disciplinas de la ciencia social, de hecho, es­ Wallerstein, en cambio, su inglés convivió con-el inglés. Su aprendiza­ taban localizadas en su inmensa mayoría, al menos hasta 1945, sólo je del Francés y de algunas lenguas africanas fueron lenguas exterior es en cinco países -Francia, Gran Bretaña, Alemania, Italia, y ]os Esta­ • • • a su fonnación, aprendidas luego, lenguas con las que no se conv1v10, dos Unidos-. Incluso hoy, a pesar de la extensión global de la ciencia como en el caso de Quijano y Chakrabarty. social como actividad, la gran mayorí de los científi os sociales del -'º�-; pu�1ª__ a,,_ _ P.!'�l>!�Illa.s ��opeos, �r mundo continúan siendo europeos. La ciencia . social mergió en res- -r_- p�_ijf.§--��-�C.!!!ª!2rl.i..en._que Europa d�1,111naba la totalidad del sistema-mundo. Fue prácticam�pte in��!!��l.� que las restricciól)es del crisol� 4�ij�ro clel cuai·nacieron se @ r��ejaran en su e!�cción del tema, su teo:r._i�a�!�jii�m�-4i>JQgía y su epistemología. - '-No obstante, en el periodo • que comienza a partir de 1945, la des- colonización de Asia y Africa, sumada a la conciencia política repen- . tinamente acentuada del mundo no-europeo, ha afectado al mundo del conocimiento del mismo modo en que ha afectado a las políticas del I Este fue el discurso de apertura del Coloquio Regional de Asia Oriental, AIS, uThe Future of Sociology in East Asia'', 22-23 de noviembre de I 996, Seul, Corea. Co­ esponsoreada por la Asociación Sociológica de Corea y J a Asociación de Sociología Internacional 2 Wallerstein, lmmanuel, introductor de la noción de "sistema mundo-moderno'', es uno de los pensadores originales de la segunda mitad del siglo xx. Director del Centro de Investigaciones Femand Braudel, en Ja Universidad de Bringhamton, fue también Presidente de la Asociación Internacional de Sociología de 1993 a 1998. Fue también Director de la Comisión Gulbenkian que escribió el informe Abrir las ciencias so- "' ciales (traducido al español y publicado por Siglo XXI). Entre sus obras más recien­ tes podemos mencionar Afler Liberalism ( 1995), The End of the World os we Know it. Social Science for the Twenty-First Century ( 1999); y The Essential Wallerstein (2000) donde se recogen sus trabajos más representativos, incluidos algunos de su etapa Africanista, anterior a 1974 99 CAPITALISMO Y GEOPOLÍTICA - PARTE 11 IMMANUEL WALLERSTEIN sistema-mundo. Una importante diferencia, hoy, y ciertamente, hace que los europeos han hecho algo meritorio, que es diferente de lo que al menos treinta años, es que el ''eurocentrismo'' de la ciencia social ha hicieron otros pueblos en otras partes del mundo. A esto se refieren sido atacado, severamente atacado. El ataque está, por supuesto, justi­ los investigadores cuando hablan del ''Milagro Europeo''3• Los euro- ficado y no hay duda de que, si la · iencia social va a hacer algún ro­ - peos· han lanzado tanto la revolución industrial, como el crecimiento greso en el siglo veintiuno, debe uperar la herencia eurocéntrica que sostenido, han lanzado tanto la modernidad, como el capitalismo, la distorsiona sus análisis y su cap cidad para tratar con los probl as burocratización, y las libertad individual. Por supuesto, necesitaremos del mundo contemporáneo. Si, no obstante, vamos a hacerlo, debemos definir estos tér111inos más cuidadosamente, y descubrir si fueron real­ examinar con cuidado en qué consiste el eurocentrismo, porque, como mente los europeos quienes lanzaron cualquiera de estas cosas que se veremos, es una hidra multicéfala que tiene muchas encarnaciones. supusieron novedosas, y de ser así, cuándo lo hicieron exactamente. No será fácil matar al dragón. Si no somos cuidadosos, bajo la apa­ Pero, incluso si coincidiéramos en la definición y la adecuación riencia de intentar combatirlo, podemos llegar a criticar al eurocen­ temporal, tanto como para poder hablar acerca de la realidad del fe­ trismo utilizando premisas eurocéntricas y, de ese modo, reforzar su nómeno, habríamos explicado muy pQco. Por eso debemos explicar pe1111anencia en la comunidad de investigadores. por qué los europeos., y no otros, lanzaron ese fenómeno específico, y por qué lo hicieron en ese determinado momento de la historia. En la búsqueda de tales explicaciones, el instinto de la mayoria de los inves­ l. Las Acusaciones tigadores nos ha hecho retroceder en la historia para suponer los ante­ • cedentes. Afirman que se debe probablemente a lo que sus ancestros Hay al menos cinco modos diferentes en los que la ciencia social hicieron, o fueron en el siglo x11, o en el siglo x a.c., o aún más atrás, ha sido eurocéntrica. La serie de categorías no resulta ser muy estre­ que los europeos en el siglo xv111 o en el siglo xv1 hicieron x--o los an­ cha, ya que se solapan confundiéndose, unas a otras, de varios modos. cestros que se atribuyeron, pues la ascendencia puede ser más cultural De todas fo11nas, puede ser útil examinar las implicaciones que se que biológica-. Todos podemos imaginar las múltiples explicaciones ocultan debajo de cada uno de los siguientes títulos. Se ha sugerido que, una vez establecido o al menos afi11nado algún fenómeno que que la ciencia social expresa su eurocentrismo en 1) su historiografia, ocurrido en el siglo dieciséis o en el diecinueve, nos obligaron a re­ 2) en la actitud provinciana de su universalismo, 3) en las afirn1aciones troceder varios lugares en la ascendencia europea como la verdadera acerca de la civilización (Occidental), 4) en su orientalismo, y 5) en variable dete11ninante. sus intentos por imponer la teoría del progreso. Esta afirmación se basa sobre una premisa. Cualquiera sea la nove- dad por la cual Europa se hizo responsable entre los siglos dieciséis y 1. Historiografía diecinueve, esta novedad sería algo bueno, algo que enorgullecería a _ Europa, algo que el resto de1 mundo envidiaría o al menos apreciaría. Esta es la explicación de la dominación europea del mundo moder­ Esta premisa por mucho tiempo no fue debatida., aunque no estuvo no, en virtud de los logros de carácter histórico específicos de Europa. oculta. Esta novedad es percibida como un logro, y numerosos libros Probablemente, la historiografia sea fundamental para las otras expli­ dan testimonio de este tipo de evaluación. caciones, pero también es la variante más obviamente simplista, y la No me parece poca cosa que la misma historiografia de la ciencia única cuya validez es más fácil poner en duda. Los europeos en los social mundial haya expresado semejante percepción de la realidad en últimos dos siglos han estado en la cima del mundo. En fu11na colecti­ tan alto grado. Esta percepción puede ser cuestionada, por supuesto, va, han controlado los países más ricos y más poderosos milita1mente._ en varios terrenos y lo ha sido cada vez más en décadas recientes. Se Han disfrutado de la tecnología más avanzada y fueron los creadores puede poner en tela de juicio la exactitud del panorama de lo que su­ primarios de esta tecnología. Estos l1echos parecen ser en su mayo­ cedió, dentro de Europa y en el mundo como un todo, entre los siglos ría evidentes, y son diflciles de refutar de una fo11na convincente. La dieciséis y diecinueve. Se puede cuestionar, con seguridad, la credi- cuestión es la que explica la diferencia de poder y de nivel de vida 3 Ver, por ejemplo. E. L. Iones. The European Miracle: Enviroment, Economics, and de Europa con respecto al resto del mundo. U�tipo de respuesta es Geopoliñcs in the History ojEurope and Asia. Cambridge, 1981. 100 101 CAPITALISMO Y GEOPOLÍTICA - PARTE 11 IMMANUEL WALLERSTEIN bilidad de los supuestos precedentes culturales de lo ocurrido en este procesos de equilibrio lineal, y que por medio del establecimiento de periodo. Se puede injertar el relato de los siglos dieciséis y diecinue­ tales leyes, como ecuaciones universales reversibles, sólo nos faltaba ve en un periodo más grande, agrandándolo varios siglos o decenas agregar el conocimiento de algún conjunto de condiciones iniciales de miles de años. Si uno lo hace, efectivamente, estaría planteando para pe1111itimos predecir el estado del sistema en algún momento fu­ que los logros europeos entre los siglos dieciséis y diecinueve parecen turo o pasado. menos sorprendentes, o parecen ser más bien una variante cíclica, o Lo que esto significaba para el conocimiento social parecía claro. parecen, en menor grado, logros que pueden ser atribuidos a Europa. Los científicos sociales podían descubrir los procesos universales que Finalmente, se puede aceptar que las novedades fueron reales, pero a explican el comportamiento humano, y cualquiera de las hipótesis que la vez discutir que fueron menos un logro positivo que negativo. ellos podrían verificar fueron pensadas para mantenerse a través del Este tipo de historiografia revisionista es en detalle frecuentemen­ tiempo y el espacio. La personalidad del investigador era irrelevante, te convincente, y tiende a ser acumulativa. En cierta medida, la de­ ya que los investigadores estaban actuando como analistas neutrales. molición, o deconstrucción, puede volverse dominante, y tal vez una Y el Iocus de la evidencia empírica po4ía ser ignorado esencialmente, contra-teoría tome el control. Por ejemplo, esto es lo que parece estar siempre y cuando los datos fueran manejados correctamente, en tanto sucediendo -ha sucedido ya- con la historiografía de la Revolución que los procesos fueron pensados para ser constantes. Las consecuen­ Francesa, donde la así llamada interpretación social que ha dominado cias no fueron demasiado diferentes en el caso de aquellos investiga­ la literatura por lo menos un siglo y medio, fue cuestionada y luego dores cuyo enfoque era más histórico e ideológico .. en tanto asumieron declinó varios niveles en los últimos treinta años. Ahora mismo, esta­ la existencia de un modelo suby�cenfé al·•. esarroll� stór1 o. Todas mos entrando en el denominado cambio paradigmático de la historio­ las teorías de etapas -ya sea la de Comt�. · · Spencer ,· Marx, or elegir grafia básica de la modernidad. sólo unos pocos nombres de una'la,ga-rist - r.on .._._ entalmente No obstante, cada vez que semejante cambio ocurre, deberíamos teorizaciones de lo que ha sido llamado la interpretación Whig de la respirar profundamente, dar un paso atrás, y evaluar si las hipótesis historia, la presunción de que el presente siempre es el mejor de los alternativas son en efecto más convincentes y sobre todo, si en reali­ tiempos y que el pasado conduce forzosamente al presente. E incluso, dad rompen con las premisas decisivas subyacentes de las hipótesis los mismos escritos históricos empiristas, por mucho que proclamaran anterior1nente dominantes. En relación con la historiografia de los su­ la aversión a teorizar, tendieron a reflejar inconscientemente una teoría puestos logros europeos en el mundo moderno esta es la pregunta que de etapas subyacentes. deseo formular. ¿Qué es lo que se está proponiendo como sustituto? Ya sea en la for111a ahistórica de tiempo reversible de los científicos ¿Cuán diferente es este sustituto? No obstante, antes de que poda­ sociales nomotéticos o las teorías de etapas diacrónicas de los histo­ mos responder a esta importante pregunta, debemos examinar algunas riadores, la ciencia social europea fue resueltamente universalista al otras críticas al eurocentrismo. afirmar que sea lo que fuere lo ocurrido en Europa entre los siglos die­ ciséis y diecinueve, representó un patrón aplicable en cualquier parte, 2. Universalismo • ora porque· fue un· l<;>gro progresivo de· ta humanidad irreversible, ora porqu·e representó · e l cumplimiento de las necesidades básicas de la El universalismo es la perspectiva según la cual existen verda­ humanidad por medio de la disminución de los obstáculos artificiales des científicas que son válidas a través de todo tiempo y espacio. El para esta realización. Lo que has visto ahora en Europa, no es sólo lo pensamiento europeo de los últimos siglos ha sido en su mayor par­ bueno sino el rostro del futuro en todas partes. te fuertemente universalista. Esta fue la era del triunfo cultural de la Las teorías universalizantes siempre han sido atacadas en los terre­ ciencia como una actividad gnoseológica. La ciencia desplazó a la nos en que la situación particular, en un tiempo y un espacio particula­ filosofia como el modo de conocimiento más prestigioso y el árbi­ res, parecía no encajar en el modelo. Por otra parte, siempre han existi­ tro del discurso social. La ciencia de la que estamos hablando es la do investigadores que plantearon que las generalizaciones universales ciencia cartesiano-newtoniana. Sus premisas sostenían que el mundo son intrinsecamente imposibles. Pero en los últimos treinta años, se estaba gobernado por leyes detenr1inistas que'�tomaban la fo1111a de ha efectuado un tercer ataque contra las teorías universalizantes de la 102 103 CAPITALISMO Y GEOPOLÍTICA- PARTE íl IMMANUEL WALLERSTEIN ciencia social moderna. Se ha planteado que estas supuestas teorías dría sobre los pueblos no-europeos los.: valores y no1n1as que fueron � universales, no son universales, sino más bien �ctó.n del abarcadas por estas definiciones de civilización. En nombre de tales :S, p� tr�1:1 ���!9_rj�Q�Q9�j.9.�9��l como si_ f.t.!�!- �J:l'!!.Yersal. Joseph Needham valores, varios grupos en los países occidentales hablaron, en los 90, ñiúcho tiempo atrás designó como ''el error fundamental del eurocen­ del ''derecho a intervenir'' en situaciones políticas en diversas partes trismo... el postulado tácito de que la ciencia moderna y la tecnología, del mundo, y casi siempre en las partes no-occidentales . • que en efecto echó raíces ·-en-e1··-R_enacimiento Europeo, es universal y Esta serie de valores, más allá de nuestras preferencias para de- que de eso se sigue que todo es e�ropeo''.4 signarlos -valores civilizados, valores humanistas seculares, valores De este m_gdo.,. -a.�iencia socjal ha sido acusada de ser eurocéntrica modernos- impregna la ciencia social, como se podría esperar, dado en la medida en qu : _partiéularista. Más que eurocéntrica, se dijo que la ciencia social es un producto del mismo sistema histórico que que fu� provincian�..1Esto duele en lo más profundo, ya que la ciencia ha elevado estos valores hasta lo más alto de la jerarquía. Los cientí­ social {iitodern:;t -se enorgulleció de haber superado el provincialismo. ficos sociales han incorporado tales valores en sus definiciones de los En la niedídá. en que se considera este cargo razonable, es una crítica problemas -los problemas sociales, los problemas intelectuales- que mucho más fuerte que 1a mera proposición de que las afir1naciones consideran que valen la pena ser reivindicados. Los han incorporado universales no han sido todavía for1nu1adas de modo que puedan dar en los conceptos que inventaron y en los indicadores que utilizan para cuenta de cada caso. evaluarlos. Estos son los conceptos con los que analizan los proble­ mas. Los científicos sociales sin duda han insistido, en su mayor par­ 3. Civilización te, en que están intentando liberarse de los valores, en la medida en que reivindicaron que no estaban malinterpretando o distorsionando Civilización hace referencia a una serie de características sociales intencionalmente los datos por sus preferencias sociopolíticas. Pero que son contrastadas con el primitivismo y la barbarie. Europa Moder­ estar libres de valores, en este sentido, no significa que los valores, na se consideró más que una simple ''civi1ización'' entre diversas; se en los tén11inos de las decisiones acerca de la importancia histórica consideró -excepcionalmente o al menos especialmente- ''civilizada''. de los fenómenos observados, estén ausentes. Este es, por supuesto, Lo que caracterizó este estado de ''civilización'' no es algo sobre lo el argumento central de Heinrich Rickert sobre la lógica de lo que el que haya un consenso obvio, incluso entre los europeos. Para algu­ llama las ''ciencias culturales''5• No les es posible ignorar los valores, nos, la civilización estaba englobada en la ''modernidad'', es decir, en ni evaluando la importancia social de los hechos reales. el avance de la tecnología y el aumento de la productividad, adeinás Podemos estar seguros de que las suposiciones acerca de la ''civi­ de la creencia cultural en la existencia del desarrollo histórico y del lización'' que fueron planteadas por la ciencia Occidental y la ciencia progreso. Para otros, significó la autonomía creciente de lo ''indivi­ social, no eran completamente inmunes al concepto de la multiplici­ dual'' con respecto a todos los otros actores sociales -la familia, la · dad de ''civilizaciones''. Cuando uno plantea la cuestión del origen comunidad, e] Estado, las instituciones re1igiosas-. Para algunos, civi­ de los valores civilizados, cómo fue que han aparecido originalmente lización significó un comportamiento no-salvaje en la vida cotidiana, en el mundo moderno -como se ha argumentado- la respuesta casi costumbres sociales en su sentido más amplio. Y para otros, significó inevitable es, que ellos eran los productos de las antiguas y únicas ten­ la disminución o la reducción del ámbito de la violencia legitimada y dencias en la antigüedad y/o la Edad Media Cristiana, la herencia del de la ampliación de ]a definición de crueldad. Y por supuesto que, para · mundo hebreo, o 1a herencia combinada de ambas, lo que tiempo des­ muchos, la civilización involucró a todas o varias de estas caracterís­ pués se denominó y se reespecificó como la herencia judeo-cristiana. ticas en combinación. Muchas objeciones pueden ser, y han sido, hechas a esta serie de Cuando los colonizadores franceses en el siglo diecinueve habla­ sucesivas suposiciones. Que el mundo moderno, o el mundo europeo ron de ]a ''mission civilisatrice'', quisieron decir que, por medio de la moderno, sea civilizado, de la misma forma en que la palabra es uti­ conquista colonial, Francia -o para ser más general Europa- impon- lizada en el discurso europeo, ha sido puesto en duda. Si no, ahí te- 5 Heinrich Ricker, Der Grenzen der naturwissenschaftlichen Bregriflbildung, Tubin­ 4 Citado en Anouar Abdul-Malek, La Dialectique Social�París, 1972, p. 89 ga, 19,13 104 105 CAPITALISMO Y GEOPOLÍTICA - PARTE 11 IMMANUEL WALLERSTEIN nemos la notable ocurrencia de Mahatma Gandhi quien, cuando le concepto civilización, y se ha vuelto un:tema importante en la discusión preguntaron ''Sr. Gandhi, ¿qué opina de la Civilización Occidental?'', pública, a partir de los escritos deAnouar Abdel-Malek y Edward Said.6 contestó, ''Sería una buena idea''. En suma, el enunciado que dice que El orientalismo no era hasta hace mucho tiempo atrás una insignia de los valores de las antiguas Grecia y Roma o de la antigua Israel fue­ honor.7 Es un modo de conocimiento que encuentra sus raíces en la ron más propicios para estos denominados valores modernos de lo Edad Media europea, cuando algunos monjes intelectuales cristianos que fueron los valores de otras civilizaciones antiguas, también . ha se asignaron la tarea de entender mejor a las religiones no-cristianas, sido refutado. Y por último, que la Europa Moderna pueda reivindicar aprendiendo sus lenguas y leyendo cuidadosamente sus textos religio­ como su primer plano civilizacional, o a Grecia y Roma, por un lado, sos. Claro que se basaron en la premisa de la verdad de la fe cristiana y y a la antigua lsrae], por el otro, no es del todo obvio. En efecto, hubo de la conveniencia de convertir a los paganos; pero de todas maneras, por mucho tiempo un debate entre aquellos que han visto a Grecia o a tomaron estos textos seriamente como expresiones de la cultura huma­ Israel como orígenes culturales alternativos. Cada lado de este debate na, por más pervertidas que fuesen. ha negado la credibilidad de la alternativa. El debate mismo pone en Cuando el orientalismo se seculari�ó en el siglo diecinueve, la for­ tela de juicio la veracidad de ese origen. ma de esta actividad no fue muy diferente. Los orientalistas continua­ En cualquier caso, ¿quién hubiera argumentado que Japón podría ron aprendiendo las lenguas y descifrando los textos. Simultáneamen­ reclamar la antigua civilización índica como su precursora, aducien� te, seguían contando con una visión binaria del mundo social. En el do que ese fue el lugar de origen del Budismo, el cual se ha vuelto lugar relativo de la distinción cristiano/pagano, colocaron la distin­ una parte central en la historia cultural japonesa? ¿Están los Estados ción Occidente/ Oriente, o la distinción Moderno/no-Moderno. En las Unidos contemporáneos más cerrados culturalmente a las antiguas ciencias sociales, apareció una larga serie de importantes polaridades: Grecia, Roma o Israel de lo que Japón está respecto de la civilización sociedades militares y sociedades industriales, Gemeinschaji y Ge­ índica? Uno puede, después de todo, probar que la Cristiandad, lejos sellschaft, solidaridad mecánica y solidaridad orgánica, legitimación de representar la continuidad, marcó la ruptura decisiva con respecto a tradicional y legitimación racional-jurídica, lo estático y lo dinámico. Grecia, Roma e Israel. De hecho, los cristianos, hasta el Renacimien­ A pesar de que estas polaridades usualmente no estaban emparentadas to, presentaron, precisamente, este argumento. ¿Y no es la ruptura con con la literatura sobre el orientalismo, no deberíamos olvidar que una la Antigüedad todavía hoy parte de la doctrina de la Iglesia Cristiana? de las primeras polaridades fueron el estatus y el contrato de Maine, Sin embargo, en nuestros días, la esfera en la cual el argumento quién se basó en una comparación del sistema legal hindú y el sistema acerca de los valores ha comenzado a destacarse es la esfera políti­ legal inglés. ca. El Primer Ministro Mahathir de Malasia ha sido muy concreto al Los orientalistas se vieron como personas que expresaban diligen­ plantear que los países asiáticos pueden y deben ''modernizarse'' sin temente su comprensiva apreciación de una civilización no-occiden­ aceptar ninguno de los valores de la civilización europea. Sus opinio­ tal, consagrando sus vidas al estudio erudito de los textos para com­ nes han hecho eco ampliamente en otros líderes asiáticos. El debate de prender (verstehen) la cultura. La cultura que ellos entendieron de esta los ''valores'', también, se ha vuelto central dentro de Estados Unidos, manera era por supuesto un constructo, un constructo social de alguien como un debate acerca del ''multiculturalismo''. Esta versión del deba­ que venía de una cultura diferente. Es la validez de estos constructos la te actual ha tenido, inclusive, un impacto mayor sobre la ciencia social que ha sido atacada en tres niveles diferentes: se dijo que los concep­ institucionalizada, junto con el florecimiento de estructuras dentro de tos no concordaban con la realidad empírica; también que abstraían las agrupaciones de científicos universitarios que niegan la premisa de demasiado y de ese modo eliminaban la diversidad empírica; por últi­ la particularidad de algo llamado ''civilización''. mo, se afirmó que eran extrapolaciones de prejuicios europeos. 4. Orientalismo 6 Anouar Abdel-Malek, La Dialectique Socia/e, Edward Said, Orientalism, New York 1978. (Hay traducción del libro de Edward Said, Edward Said: Orientalism, Prodhufi, S. A 1999.). Orientalismo refiere a una declaración estilizada y abstracta de las 7 Ver Wilfred Cantwell Smith "The Place of Oriental Studies in a University", Dio­ características de las civilizaciones no-occidentales. Es el anverso del genes, Nº 16, 1996, pp. l 06-11 106 107 CAPITALISMO Y GEOPOLÍTICA - PARTE II IMMANUEL WALLERSTEIN El ataque contra el orientalismo fue, de todos modos, más que un tico de Bentham, pasando por el Vereinfur Sozialpolitik y el Reporte ataque sobre una pobre erudición. Fue además una critica a las conse­ Beveridge, hasta las ilimitadas comisiones gubernamentales, el pro­ cuencias políticas de tales conceptos de la ciencia social. Se dijo que grama de posguerra de la UNESCO sobre el racismo, y las sucesivas el orientalismo legitimó la dominante posición de poder europea, es investigaciones de James Coleman sobre el sistema educativo de los más, que desempeñó un papel principal en el caparazón ideológico Estados Unidos. Después de la Segunda Guerra Mundial, el desarrollo del papel imperial de Europa en el marco del sistema-mundo moder­ de los países subdesarrollados fue el título que justificó la participa­ no. El ataque sobre el orientalismo se unió al ataque general sobre la ción de los científicos sociales de todas las persuasiones políticas en la reificación, y se alió con los múltiples esfuerzos para deconstruir las reorganización social y política del mundo no-occidental. narrativas de la ciencia social. Incluso, se ha sugerido que algunos El progreso no fue simplemente asumido y analizado; fue, además, intentos no-occidentales para crear un contra-discurso de ''occiden­ impuesto. Quizás, no sea tan diferente de las actitudes que discutimos talismo'' han sido ampliamente orientalizados, al igual que todos los bajo el subtítulo ''Civilización''. Lo que se debe subrayar aquí es que, discursos de elite del anti-tradicionalismo en China moderna, desde el a medida que ''civilización'' comenz�ba a ser una categoría que ha­ movimiento 4 de mayo hasta la manifestación de estudiantes de Tian­ bía perdido su inocencia y que suscitaba sospechas -principalmente namen en 1989 8 • Es allí donde el orientalismo, antes que socavarse, se después de 1945-, ''progreso'' como categoría sobrevivió y fue más sostiene. que un sustituto adecuado para ''civilización'', y por otra parte, esta categoría sonaba mejor. La idea del progreso pareció funcionar como 5. Progreso el último reducto del eurocentrismo, el comienzo del repliegue de las pos1c1ones. • • El progreso -su realidad, su inevitabilidad- fue un tema básico del La idea del progreso, está claro, siempre ha tenido críticos conser­ Iluminismo Europeo. Algunos podrían rastrear sus orígenes a lo lar­ vadores, aunque el vigor de su resistencia podría decirse que había go de la historia de toda la Filosofia Occidental9• En cualquier caso, caído dramáticamente en el periodo que va del 1850 al 1950. Sin em­ se volvió el punto de vista más general de Europa en el siglo x1x -e bargo, desde 1968 los críticos han salido al frente otra vez, con fuerzas incluso continuó siéndolo durante ]a mayor parte del siglo veinte-. La renovadas entre los conservadores, y con una recién descubierta fe en ciencia social, a medida que era construida, estaba siendo marcada la izquierda. Lo que resulta claro, no obstante, es que para muchos la profundamente con la teoría del progreso. idea del progreso ha sido rotulada como una idea europea, y de ahí El progreso se volvió la explicación subyacente de la historia del que haya sido atacada en el terreno de su propio eurocentrismo. Sin mundo, y la justificación de casi todas las teorías de etapas. Aún más, embrago, al empujar a Europa fuera del esquema, aunque no fuera del se volvió el motor de toda la ciencia social aplicada. Se nos dijo que progreso, este ataque se volvió bastante contradictorio por los esfuer­ estudiáramos ciencias sociales para comprender mejor el mundo so­ zos por parte de otros críticos no occidentales para apropiarse de él en cial, porque luego podríamos acelerar el progreso con mayor sabiduría todo el mundo no-occidental. en todas partes --o al menos podríamos ayudar a eliminar los obstá­ culos de su camino-. Las metáforas de la evolución o del desarrollo no eran solamente intentos para describir, sino que eran también in­ centivos para prescribir. La ciencia social se volvió el asesor, a veces, quizás, la sierva de los diseñadores de políticas (los responsables de formular las políticas de los partidos y de los estados), desde el panóp- 8 Xiaomer Chen. "Orientalism as Counterdiscourse. 'HeShang' in Post-Mao China''. Critica/ lnquiry, vol. 18, n º 4, Summer 1992, p. 687. 9 J. B. Bury, The Idea o/Progress. Londres 1920. Hay traducción en castellano, J. B. Bury, La Idea del Progreso. Madrid, Alianza, 1997); Robert A. Nisbet, History o/the Idea ofProgress, New York, 1980. (Hay traducción al castellano, Robert A. Nisbet, Historia de la Idea de Progreso, Barcelona, Gedisa, 1999.) 108 109 CAPITALISMO Y GEOPOLÍTICA - PARTE 11 IMMANUEL WALLERSTEIN 11. Los Reclamos delAnti-Eurocentrismo mayoría de estos argumentos es la teqría de las etapas del desarrollo - frecuentemente, su variante marxista-de la cual se deduce lógicamen­ te que las diferentes partes del mundo seguirían por caminos paralelos Las múltiples formas de eurocentrismo y las múltiples formas que. hacia la modernidad o hacia el capitalismo. Esta fo11na de argumento toma la crítica al eurocentrismo no llegan, necesariamente, a confor­ supone, por un lado, la distinción y la autonomía social de las diversas mar un imagen coherente. Deberíamos intentar hacer una evaluación regiones/civilizaciones del mundo, y, por el otro, su común subordina­ del debate central. Como hemos observado, la ciencia social institu­ ción a un modelo universal. cionalizada comenzó, en Europa, a desarrollarse como actividad. Ha Ya que casi todos los argumentos de este tipo discuten una zona sido acusada de pintar una imagen falsa de la realidad social, por com­ cultural dada y de su desarrollo histórico, seria un enorme ejercicio prender mal, exagerar en extremo, y/o distorsionar e� papel histórico debatir la verosimilitud histórica de cada caso. Sin embargo, no pro­ de Europa, particula1111ente su papel histórico en el mundo moderno. pongo que lo hagamos ahora. Me gustaría hacer hincapié, no obstante, Los críticos plantean, fundamentalmente, tres tipos diferentes de en una limitación lógica de esta línea argumentativa, cualquiera sea la reclamos que son, en alguna medida, contradictorios. El primero, región en discusión, y señalar una consecuencia intelectual de carác­ plantea que cualquier cosa que Europa haya hecho, fue lo mismo que ter general. La limitación lógica es muy obvia. Incluso si fuera cierto lo que otras civilizaciones estaban haciendo en ese preciso momento, que muchas otras partes del mundo estuvieron recorriendo el camino hasta que Europa utilizó su poder geopolítico para interrumpir ese pro­ hacia la modernidad/capitalismo, a lo mejor estarían aún muy lejos de ceso en las otras partes del mundo. El segundo, es que lo que Europa él. Esto nos dejaría con el problema de dar cuenta del hecho de que hizo no es nada más que una continuación de lo que otros, desde hace fue Occidente, o Europa, el primero en alcanzar el objetivo, y, por lo mucho tiempo, ya estaban haciendo, a pesar de que los europeos ha­ tanto, le fue posible ''conquistar el mundo''. Volvamos, ahora, a la pre­ yan ascendido temporariamente a los primeros puestos. Y el tercero, gunta for1nulada originalmente: ¿Por qué la modernidad/capitalismo es que lo que Europa hizo ha sido analizado incorrectamente y some­ en Occidente? tido a explotaciones inadecuadas, las cuales han tenido consecuencias Claro que hoy existen quienes niegan que Europa conquistó el peligrosas tanto para la ciencia como para el mundo político. Los pri­ mundo, en un sentido profundo, en los terrenos en los que siempre meros dos argumentos, antes presentados, me parece que sufren de tuvo resistencia, pero me parece que esto fuerza nuestra lectura de la lo que calificaría como ''eurocentrismo anti-eurocéntrico''. El tercer realidad. Hubo después de todo, una verdadera conquista colonial que reclamo me parece que es indudablemente correcto, y merece toda abarcó una gran porción del globo. Hay, después de todo, reales indi­ nuestra atención. ¿ Qué tipo de extraño animal podría ser el ''eurocen­ cadores militares del poderío europeo. Y no hay duda de que siempre trismo anti-eurocéntrico''? Tomemos a cada uno ellos por separado. hubo múltiples fo1111as de resistencia, tanto activa como pasiva; pero si la resistencia fuera realmente tan extraordinaria, hoy no habría nada Lo post como primer pasado que discutir. Por otra parte, si insistimos demasiado en tratar a la in­ tervención no-europea como si fuese un tema, terminaríamos tapando A lo largo del siglo veinte, hubo quienes se plantearon que dentro todos los pecados de Europa, o al menos la mayoría de· ellos. Y me del marco de la ''civilización'' china, india, o árabe musulmana, sólo parece que esto no es lo que los críticos tenían en mente. por nombrar algunos ejemplos, se dio la existencia tanto de fundamen­ En cualquier caso, por temporaria que juzguemos a la dominación tos de orden cultural como de modos sociohistóricos de desarrollo que europea, todavía debemos explicarla. La mayoría de los críticos que pudieron haber llevado a la aparición de un capitalismo moderno con continúan con esta línea argumentativa están más interesados en ex­ posibilidades de crecimiento, o inclusive, que estuviera en el proceso plicar cómo Europa interrumpió un proceso autóctono en su propia de ser conducido en esa dirección. En el caso de Japón, el argumento parte del mundo que explicar cómo fue que Europa pudo hacerlo. A tal resulta ser, a menudo, aún más fuerte al afirmar que el capitalismo punto que, por intentar disminuir el mérito que obtuvo Europa por esta moderno realmente se desarrolló ahí, y coincidió temporalmente con acción, reforzaron el tema de que este supuesto ''logro'', realmente fue su desarrollo en Europa, aunque lo hizo por sep'arado. El corazón de la tal. La teoría hace de Europa un ''héroe diabólico''. No dudo que sea 110 111 CAPITALISMO Y GEOPOLÍTICA - PARTE JI IMMANUEL WALLERSTEIN diabólico, pero tampoco dudo que sea un héroe en el sentido dramáti­ que. en la construcción histórica de un sistema singular, solo fue una co del té1mino, por eso fue Europa la que hizo el esfuerzo final en la vanante mas. , carrera y cruzó la meta en el primer puesto. Y peor aún, hay una con­ Este último argumento me parece conceptual e históricamente secuencia, no muy debajo de la superficie, que, en cuanto Europa se erróneo. Sin embargo, no pienso volver a él.11 Deseo subrayar, sim­ descuide, los chinos, o los indios, o los árabes no solo podrían hacer, plemente, los modos en los que esto es otra fo1ma más de eurocen­ sino que harían lo mismo; es decir, lanzar la modernidad/capitalismo, trismo anti-eurocéntrico. Lógicamente, esto obliga a argumentar que conquistar el mundo, explotar recursos y pueblos, y desempeñar, ellos el capitalismo no es nada nuevo, e incluso algunos de aquellos que mismos, el papel de héroe diabólico. plantean la continuidad del desarrollo de la ecumene eurasiática, han Esta perspectiva de la historia moderna parece ser muy eurocén­ tomado explícitamente esta posición. A diferencia de la posición de trica en su anti-eu�ocentrismo, porque acepta la importancia -esto es, aquellos que sostienen que alguna otra civilización también se estaba su valor- del ''logro'' europeo, precisamente en los ténninos en que dirigiendo hacia el capitalismo cuando Europa obstaculizó el proceso, Europa lo ha definido, y simplemente afim1a que también otros pu­ el argumento aquí presente sostiene que todos juntos lo estábamos dieron haberlo hecho, o incluso que lo estaban haciendo. Por alguna haciendo, y que no hubo un desarrollo real hacia el capitalismo en la posible razón accidental, Europa les puso un límite provisional a los Era Moderna porque la totalidad del mundo -o al menos la totalidad otros, e interfirió por la fuerza con su desarrollo. La afi11nación de que de la ecumene eurasiática- ha sido, en algún sentido, capitalista por nosotros también podríamos haber sido europeos, me parece un modo varios miles de años. muy débil de oponerse al eurocentrismo, y en realidad reafirma )as Pennítanme señalar, en primer lugar, que esta es la posición clá­ peores consecuencias del pensamiento eurocéntrico en lo que respecta sica de los economistas liberales. Esto no es realmente diferente de al conocimiento social, lo que sostuvo Adam Smith: existe una ''propensión [en la naturaleza humana] a trocar, per1nutar, e intercambiar una cosa por otra'' 12• Esto Capitalismo eterno elimina las diferencias esenciales entre diferentes sistemas históricos. ' Si los chinos, los egipcios, y los europeos occidentales, todos ellos han La segunda línea de oposición al análisis eurocéntrico es la que estado haciendo históricamente las mismas cosas, ¿en qué sentido son niega que haya algo realmente nuevo en lo que Europa hizo. Esta línea civilizaciones diferentes, o sistemas históricos diferentes? 13 • Al elimi­ argumentativa comienza por seña1ar que Europa Occidental, a partir nar los méritos de Europa, ¿queda algún mérito restante para alguien, de la tardía Edad Media, e incluso desde mucho tiempo antes, fue a excepción de la pan-humanidad? un área marginal, periférica, del continente eurasiático, cuyos logros Pero a la vez, lo peor de todo es que por medio de la apropiación de culturales y papel histórico estuvieron por debajo del nivel de muchas lo que Europa moderna hizo por el balance de la ecumene eurasiática, otras partes del mundo -tal como e] mundo árabe o China-. Esto es estamos aceptando el argumento ideológico esencial del eurocentris­ indudablemente cierto, al menos en un primer grado de generaliza­ mo, que la modernidad-o el capitalismo- es milagrosa, y maravillosa, ción. Se hizo, entonces, un cambio muy rápido para situar a Europa y que simplemente se suma a lo que todos han estado haciendo-de uno moderna dentro de la construcción de una ecumene o estructura mun­ u otro modo. Al negar al mérito europeo, negamos también la.culpa dial que ha estado en proceso de creación por varios miles de años10• europea. ¿Qué hay de tan terrible en la ''conquista del mundo'' por Esto no es inverosímil, pero la coherencia sistémica de esta ecumene parte de Europa, si no es más que la última parte del avance en progre- ya tiene que ser establecida, al menos desde mi punto de vista. De este modo, 11egamos al tercer elemento de la secuencia. Se dice que a partir I 1 Como lo hizo ya en Immanuel Wallerstein, "The West, Capitalism, and the Mordern World-System", Review, voi. xv, nº 4, Oto.fto 1992, pp. 561-619. de la previa marginalidad de Europa Occidental y de la construcción 12 Adam Smith, The Weakh o/Nations (1776], New York 1939, p 13(Existe una milenaria de la ecumene del mundo eurasiático, se sigue que lo que edición bastante reciente en español: Adarn, Smith, La Riqueza de las Naciones, sea que haya sucedido en Europa Occidental no fue nada especial y Madrid, Alianza, 1997.) 13 Para una ver una perspectiva contraria, Cfr. Samir Axnin, "The Ancient World­ 1 O Ver, varios autores en Stephen K. Sanderson, ed., Civilizations and World Syslems: System Versus the Modern Capitalist World-System", Review, voi. xtv, nº 3, Verano Styding World-Historical Change, Walmut Creek, CA, 1995. 1991, pp. 349-85. 112 113 , CAPITALISMO Y GEOPOLITICA - PARTE 11 - IMMANUEL WALLERSTEIN ••• so de la ecumene? Lejos de ser una fonna de argumento que cr1t1ca a esta versión particular de un sistema e�plotador. Considero que el he­ Europa, esto implica un elogio hacia ella que, al haber sido una parte cho de que China, India, el mundo árabe y otras regiones no avanzaran ''marginal'' de la ecumene, al final aprendió la sabiduría de los otros hacia el capitalismo, es una prueba de que fueron -por sus méritos -más ancianos- y la aplicó satisfactoriamente. históricos- mejor inmunizados contra la toxina. Convertir sus méritos Y el mincher tácito continúa inevitablemente. Si la ecumene eu­ en algo de lo que tengan que excusarse es, para mí, la quintaesencia rasiática ha estado siguiendo un solo camino por miles de años, y el del eurocentrismo. sistema mundo capitalista no es para nada nuevo; entonces, qué posi­ 4 Permítanme ser claro, creo que en todos los sistemas históricos ble argumento existe, tal que indique que este camino no continuará mayores -''civilizaciones''- siempre hubo un cierto grado de mer­ por siempre, o al menos por tiempo indeterminado. Si el capitalismo cantilización y por lo tanto de comercialización. Como consecuen­ no comenzó en el siglo dieciséis -ni en el dieciocho-, entonces es se­ cia, siempre hubo personas que buscaron ganancias en el mercado. guro que no va a terminar en el veintiuno. Personalmente, no lo creo, Pero hay un mundo de diferencias entre un sistema histórico en el cual y he expuesto los argumentos, recientemente, en varios artículos14 • El existen algunos empresarios, o comer�iantes, o ''capitalistas'', y uno punto principal que me interesa destacar aquí, no obstante, es que esta en el cual el ethos capitalista y su práctica son dominantes. Antes del línea argumentativa no es de ningún modo anti-eurocéntrica, en la me­ sistema-mundo moderno, lo que ocurría en cada uno de estos otros dida en que acepta que la serie básica de valores que han sido postu­ sistemas históricos era que cada vez que los estratos capitalistas se lados por Europa en su periodo de dominación mundial, en realidad hacían demasiado ricos, o demasiado exitosos, o demasiado molestos niega y/o socava, de ese modo, los sistemas de valores en competencia en las instituciones existentes, otros grupos institucionales -cultura­ que eran, o son, respetados en otras partes del mundo. les, religiosos, militares, políticos- los atacaban, utilizando tanto su considerable poder, como sus sistemas de valores para hacer valer la El análisis del desarrollo europeo necesidad de dominar y contener a los estratos concebidos en función de las ganancias. Como resultado, estos estratos se vieron frustrados Creo que tenemos que encontrar profundas bases para enfrentamos en sus intentos de imponer sus prácticas en el sistema histórico, como al eurocentrismo en la ciencia social, y profundos modos de perseguir una prioridad. Con frecuencia, eran despojados grosera y bruscamente ese objetivo. Para que la tercera fú1ma de crítica -que afir111aba que lo del capital acumulado, y, en todo caso, les hacían rendir reverencia a que Europa hizo, fue analizado incorrectamente y sometido a explota­ los valores y las prácticas que ellos inhibieron. Eso es lo que quiero ciones inadecuadas, que tuvo consecuencias peligrosas tanto para las decir por las antitoxinas que contenía el virus. ciencias sociales como para el mundo político- sea válida creo que te­ Lo que sucedió en el mundo occidental es que, por una específica nemos que comenzar por cuestionar el supuesto de que lo que Europa serie de razones que fueron pasajeras --o bien coyunturales, o bien ac­ hizo fue un logro positivo. Pienso que nosotros mismo tenemos que cidentales- las antitoxinas estuvieron menos disponibles o fueron me­ dedicamos a· construir un· cuidadoso balance de lo que .ha sido reali­ nos efectivas, y el virus se propagó rápidamente. Luego, se demostró zado por la civilización capitalista durante su vida histórica, y evaluar a sí mismo ser invulnerable a los intentos posteriores para invertir los si los pros son, en efecto, mayores que los contras. Esto es algo que efectos. La economía-mundo europea del siglo dieciséis se volvió irre­ una vez intenté, y alenté a otros a hacer. 15 Mi propio balance es sobre mediablemente capitalista. Y una vez que el capitalismo se consolidó todo negativo, y, por lo tanto, no considero que el sistema capitalista en ese sistema histórico, una vez que ese sistema fue gobernado por la · haya sido una prueba del progreso humano. Más bien, considero que prioridad de la incesante acumulación de capital, adquirió una espe­ ha sido la consecuencia de una ruptura en las barreras históricas contra cie de resistencia contra los otros sistemas históricos que le pe11nitió 14 Immanuel Wallerstein, Después del liberalismo, México, 1996; Terence K. expandirse geográficamente antes de absorber fisicamente el globo Hopkins and lmmanuel Wallerstein, coord. The Age of Transition: Trajetory o/ the entero, este fue el primer sistema histórico, que jamás h ya existido, ) World-System, 1915-2025, London 1996. · 15 Ver immanuel WaUerstein, ''Capitalist Civiliza.tion", Wei Lung Lecture Series . en lograr este tipo de expansión total. El hecho de que e capitalismo II, Chínese University Bulletin, nº 23; (Hay traducción al castellano: El futuro de la haya tenido esta clase de importante avance en la arena: europea, y civilización capitalista) B Capitalismo histórico, Méxié'ó, Siglo XXI, 3ra. ed.• 1998. que luego se haya expandido hasta cubrir el globo, no significa, sin 114 115 , CAPITALISMO Y GEOPOLITICA- PARTE II IMMANUEL WALLERSTEIN embargo, que esto fuera inevitable, o deseable, o progresivo en algún rocéntricas. Cualquier argumento que'ltefuerce esta separación de las sentido. Desde mi perspectiva, no fue ninguno de estos. Y un punto de dos culturas, sostiene, por lo tanto, al eurocentrismo. Si uno niega la vista anti-eurocéntrico debe comenzar por afinnarlo. especificidad del mundo moderno, uno no tiene un modo convincente Preferiría, por consiguiente, reconsiderar lo que no es universa­ de abogar por la reconstrucción de las estructuras de conocimiento, lista en las doctrinas universalistas que han surgido de aquel sistema y., por consiguiente, tampoco tiene un modo convincente de llegar a histórico que es verdaderamente capitalista, nuestro sistema-mundo alternativas inteligentes y materialmente racionales para el sistema­ moderno. El sistema-mundo moderno ha desarrollado estructuras de mundo actual. conocimiento que son significativamente diferentes de las estructuras En los últimos veinte años o más, la legitimidad de este divorcio de conocimiento anteriores. A menudo, se dice que lo diferente es el ha sido puesta en duda, por primera vez, de un modo significativo. desarrollo del pensamiento científico. Pero parece claro que esto no Este es el significado del movimiento ecologista, por ejemplo. Y es es cierto, ¿cuán magníficos son los avances científicos modernos? El la cuestión central subyacente en el ataque público contra el eurocen­ pensamiento científico antecede al mundo moderno, y está presente en trismo. Los cuestionamientos han derivado en las denominadas ''gue­ todas las zonas civilizacionales mayores. Esto ha sido magistralmente rras científicas'' y ''guerras culturales'', las cuales, con :frecuencia, han demostrado para China en el corpus de trabajo que lanzó Joseph Ne­ sido., ellas mismas, oscurantistas y confusas. Si vamos a aparecer con edham.16 una estructura de conocimiento reconciliada, y por consiguiente no­ Lo que es propio de las estructuras de conocimiento en el sistema­ eurocéntrica, es absolutamente esencial que no nos desviemos por ca­ mundo derno, es, más bien, el_�9ncepto--de--f-as�QS..Q_ulturas''. Nin­ minos laterales que eludan esta cuestión central. Si vamos a construir gú_Jtotro sis· ma históric<>,,,.ha iníciado un divorcio tan importante entre un sistema-mundo alternativo para el único que hoy está por precipi­ / ciencia, or un lado, y la filosofia y las humanidad�,1por el otro; o tarse a una crisis, debemos tratar simultánea e inextricablemente las l""'t"'fli�· ·a mejor caracterizadQ c��o una s�p.3raeión de la búsqueda cuestiones respectivas a lo verdadero y a lo bueno. de lo verdadero y la búsqueda de lo· 1:iüenó ·y lo bello. Es más, no fue Y si estamos a punto de hacer eso, debemos reconocer que Europa, tan fácil conservar este divorcio dentro de la geocultura del sistema­ en efecto, hizo algunas cosas entre los siglos dieciséis y dieciocho que mundo moderno. Llevó tres siglos para que el cisma fuera institucio­ realmente transfom1aron el mundo, pero en una dirección cuyas con­ nalizado. Hoy, sin embargo, es fundamental para la geocultura, y para secuencias negativas, aún hoy, están sobre nosotros. Debemos dejar construir las bases de nuestro sistema universitario. de intentar privar a Europa de su especificidad sobre la falsa premisa Este cisma conceptual le ha petmitido al mundo moderno proponer de que la estamos privando de un mérito ilegítimo. Todo lo contrario. el concepto bizarro de los especialistas neutrales, cuyas evaluaciones Debemos admitir enteramente la particularidad de la reconstrucción objetivas de la realidad pudieron construir las bases, no sólo de las europea del mundo, porque sólo después será posible ir más allá de decisiones de ingeniería -en el más amplio sentido del término- sino eso, y arribar esperanzados a una visión más inclusivamente univer­ también de las alternativas sociopolíticas. Al proteger a los científicos salista de la posibilidad humana, una que no evite ninguno de los di­ de la evaluación colectiva, y al unirse, en efecto, con los tecnócratas, ficiles e imbricados -problemas de perseguir, en conjunto, lo bueno y liberó a los científicos de la mano muerta de una autoridad intelectual­ lo verdadero. mente irrelevante. Pero simultáneamente, los sacó de las subyacentes decisiones sociales más importantes, de las que hemos venido hablan­ do durante los últimos 500 años, desde aquel sustan�fvo deb te cien- ,.- tífico -tan op sto a lo técnico-. La idfa de que 1� ciencia stá más acá y que la decisiones sociopolíticas ,están más allá, es e concepto .1, nuclear que ostiene al eurocentrismd, ya que las únicas propos1c10- • • nes universalistas que han sido aceptables, son aquellas que son eu- 16 Joseph Needham, Science and Civilization in China, s�mbridge desde 1954 en adelante. . 116 117 Documents Similar To Wallerstein - El Eurocentrismo y Sus AvataresSkip carouselcarousel previouscarousel nextproblemadelpasado.pdfLa Idea Del Progreso en Giambattista VicoPierre Vilar-Los Diversos Contenidos Del Término HistoriaHistoria de La CulturaEl problema del pasado es el futuro.docxMillas,Jorge-El desafio Espiritual de la Sociedad de Masas.pdfDoce Personas Reflexionan Sobre El Siglo XxLa Institución UniversitariaFilosofía de La HistoriaPROGRAMA_2014.pdfHistoria Periodoncia1. Historia & Progreso (W. 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