trilladora y Venteadora de quinua

March 27, 2018 | Author: Maximiliano Da Rosa | Category: Quinoa, Engineering, Agriculture, Bolivia, Technology


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4 • El TribunoCAMPOPRIMERA SEMANA DE JULIO DE 2012 EL TRIBUNO CULTIVOSANDINOS b Tres estudiantes argentinos idearon una máquina que cambia radicalmente la poscosecha del cultivo. h El prototipo de MASEMA Fautapo I tuvo un costó de $55.000. h A futuro, con cambios menores en su estructura, podrá ser utilizada en los cultivos de chía y amaranto. Sangre joven para la trilla de quinoa BELISARIO SARAVIA OLMOS ElTribuno h CAMPO de Fortalecimiento al Complejo Quinoa de la Fundación Fautapo. La trilladora, en acción Masema Fautapo I -tal es el nombre de la innovadora máquina- salió rauda de Córdoba a Uyuni, luego de su veloz construcción. Una vez en Bolivia el prototipo se probó en parcelas de producción de quinoa real, ante la atenta expectativa de productores y profesionales que se mostraron sorprendidos e interesados en esta innovación tecnológica para el ancestral cultivo. Para la fabricación del prototipo se utilizaron conceptos de trillas convencionales, con cuidados especiales de acuerdo con la fragilidad de la panoja y el grano. En el proyecto se volcaron muchas experiencia del INTA en maquinaria agrícola, las cuales ayudaron al éxito logrado con la trilladora. Sus creadores aseguran que las pruebas confirmaron que los principios estudiados en la teoría eran válidos. La máquina, a pesar de requerir ajustes, ofrece un cuidado del grano inusual en las máquinas disponibles en el mercado. Prácticamente no se presentan roturas de grano, en tanto que lo usual en otras máquinas es calcular la rotura entre un 40 y 60%. Luego de la experiencia, los integrantes del proyecto planean concretar ajustes, en zaranda y venteo, para poner a trabajar la máquina ocho horas por día en noviembre con la cosecha de invierno, que se realizará en Salta y Jujuy. Pasadas estas pruebas consideran que estarán en condiciones de producirla en serie. “Este proyecto se considera una punta de lanza en el desarrollo de equipos para la cadena de valor de la quinoa”, afirma Lopensino. Además, agrega que existen previsiones para lograr sembradoras, desaponificadoras y equipos para agregado de valor al grano, como insufladora de grano (pipoquera), hojueladora y conformadora de barras energéticas, molino pequeño, así como la fabricación de dulce y fábrica de alfajores a partir de quinoa, aprovechando los valores nutricionales y la ausencia de gluten. En abril de 2011, tres estudiantes del último año de la carrera de Ingeniería Mecánica de la Facultad Regional de Córdoba de la Universidad Tecnológica Nacional visitaron la Puna salteña y jujeña. Durante el viaje, vieron a productores trillar y ventear a mano la quinoa, tal como hace miles de años lo hacían los antiguos agricultores. Maximiliano Paoli, salteño; Maximiliano da Rosa, misionero; y Juan Sebastián Ribotta, cordobés, quedaron impactados por el esfuerzo humano que demanda la tarea y esta fuerte impresión fue la movilizadora intelectual de un proyecto que tuvo como fruto una nueva tecnología para la trilla de quinoa. Se trata de una máquina de trilla y venteo que se traslada fácilmente a los lotes (cabe en un pequeño vehículo con espacio para carga), se instala con sencillez y permite la separación del grano de la planta, luego de que esta pasó por su periodo de secado en parvas. El funcionamiento se basa en un cilindro rotativo transversal, con muelas de plástico y goma, donde se separan tallos del resto de la planta. La separación de granos y trozos de planta se realiza mediante dos zarandas móviles: la primera separa los trozos mayores (sacapaja) y la segunda solo deja pasar los granos y partes menores a 3 mm de diámetro. Para el venteo y clasificación del grano por tamaño se utiliza un ventilador y un túnel de viento, que permite seleccionar dos tipos de granos -por tamaño y peso- y expulsar de la máquina las pequeñas partes de menor densidad al grano. El profesor Juan José Lopensino, doctor e ingeniero en Mecánica de la Universidad Tecnológica Nacional Regional Córdoba, fue el orientador para que el proyecto de los estudiantes llegara a buen puerto. Sobre el trabajo de sus alumnos, Lopensino destaca el “impacto social que podría causar el trabajo intelectual de la tesina”, como motor ideológico del proyecto. Además, señala la aparición en escena de distintos actores que se involucraron en el emprendimiento para que se pudiese concretar. A la iniciativa de Paoli, Maximiliano da Rosa y Ribotta, se sumó -aparte de la tutoría de Lopensino- el asesoramiento del IPAF-INTA de Posta de Hornillos, quien, de la mano del diseñador industrial Eduardo Orcasitas y la ingeniera Celeste Golsberg, aportó un importante bagaje técnico de manera totalmente desinteresada. Además, las fundaciones Fautapo de Bolivia y Pronorte de Salta hicieron posible el financiamiento para la construcción del primer prototipo y la primera trilla que fue llevada a cabo en Uyuni, Bolivia. “La aparición de las fundaciones Fautapo y Pronorte fue crucial para llevar a cabo físicamente el prototipo”, afirma el ingeniero Lopensino. Luego explica que cuando las fundaciones se interesaron en el proyecto el estado fenológico del cultivo de quinoa permitía un breve tiempo para realizar el prototipo y probarlo. Así, desde que se adquirió el primer material hasta que fue subida al vehículo para partir hacia Bolivia para ser testeada, se ocuparon 32 días en la construcción de la máquina. Lopensino destaca que la confianza mutua y el compromiso entre los participantes del proyecto fue uno de los pilares para su concreción, ya que no existía relación previa entre ellos. Además, no medió ningún tipo de contrato firmado y todo se realizó a base de la confianza. La participación de las fundaciones se dio en el marco de la Mesa de Cultivos Andinos y con la colaboración del Gobierno de Salta, a través de la Fundación Pronorte y el Programa de Apoyo a la Cadena Productiva de la Quinoa en los Valles de Altura y la Puna Salteña, además del Programa Antecedentes La agricultura familiar no tiene mucha asistencia de empresas de equipamiento para su ejecución, debido a la poca rentabilidad de la actividad, que muchas veces es solo de subsistencia. La quinoa está siendo promovida debido a las enormes cualidades alimenticias del grano y su adaptabilidad a condiciones climáticas extremas, como lluvias menores a 200 mm anuales. Este cultivo se conservó culturalmente en el NOA, gracias a familias que tradicionalmente lo produjeron para consumo propio. Impacto social El desafío asumido por los creadores de la Masema Fautapo I tuvo como gran aliciente el impacto social que podría provocar facilitar la tarea de poscosecha, hoy realizada manualmente. La trilla es efectuada por los hombres, mientras que el venteo lo hacen las mujeres. Esta máquina, de alguna manera, cumple con el concepto andino de chacha huarmi (la complementariedad de los opuestos), ya que realiza de manera conjunta lo que hombres y mujeres hacen en la poscosecha de la quinoa.
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