Trastornos del Lenguaje y Comunicación

March 20, 2018 | Author: ligia jimenez | Category: Autism, Aphasia, Asperger Syndrome, Clinical Psychology, Psychology & Cognitive Science


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Descripción de los trastornos del lenguaje y la comunicaciónExisten trastornos del habla que perjudican la comunicación no verbal, se ve afectada directamente la voz, la articulación, la comprensión y la expresión simbólica. A continuación vamos a describir las alteraciones que se dan en el lenguaje y la comunicación ya que son muchas y se ven comprometidas de dos o más funciones.  Trastornos del habla y la articulación  Trastornos de la articulación y expresión del habla  TRASTORNOS DEL RITMO Y LA FLUIDEZ En cuanto a trastornos del ritmo y la fluidez del lenguaje hablamos de: Tartamudez o disemia: Se refiere a un proceso fisiológico en el cual la persona presenta repeticiones de la palabra completa y sin espasmos. Se clasifican en los siguientes grupos: Tartamudez tónica: Se caracteriza por la interrupción total del habla durante cierto tiempo (espasmo o inmovilización muscular), produciéndose a continuación una emisión repentina de la expresión verbal. Tartamudez clónica: Se trata de repeticiones involuntarias, bruscas y explosivas de una sílaba o grupo de sílabas durante la emisión verbal. Tartamudez tónica - clónica: Se dan las características de las dos anteriores. Es la más frecuente. Si en cambio hablamos de fluidez nos encontramos con: Espasmofilia: Alteración de la fluidez normal de las palabras, produciéndose el bloqueo o repetición de una o más sílabas. Se acompaña de movimientos corporales que denotan tensión. Farfullero o habla taquillita: Consiste en un habla precipitada, producto de la cual, no se entiende lo que la persona dice. Se observa en pacientes ansiosos, y en algunos casos, en niños con retraso mental .Dentro de este trastorno también podemos hablar de las disfonías en la que la persona afectada persona titubea y tiene la voz ronca, estas se dan cuenta de su problema al reírse, cantar o susurrar, Para definir y entender estos conceptos.  Afasias: La afasia consiste en la pérdida total o parcial de la capacidad de hablar como consecuencia de una lesión ocurrida en las zonas del cerebro destinadas al lenguaje. Se trata de una falla en los centros del lenguaje. Palabra hablada, la escritura o los signos. Sin embargo, el afectado conserva la inteligencia y los órganos fonatorios. La afasia es el trastorno del lenguaje que se produce como consecuencia de una lesión o daño cerebral. Se trata de la pérdida de capacidad de producir o comprender el lenguaje, debido a lesiones en áreas cerebrales especializadas en estas funciones. Puede ser un trastorno durante la adquisición del lenguaje en los niños o una pérdida adquirida en los adultos. Se relaciona exclusivamente con el lenguaje oral. El término afasia, que fue creado en 1864 por el médico francés Armand Trousseau (1801-1867), procede del vocablo griego ἀφασία, ‘imposibilidad de hablar’. La disfasia es un trastorno del lenguaje equivalente a una forma menor o indeterminada de afasia elación con las palabras aisladas. }  Trastorno específico del desarrollo del lenguaje TEL El Trastorno Específico del Lenguaje (TEL), también denominado disfasia, es un problema evolutivo del procesamiento del lenguaje. Puede afectar tanto a la expresión como a la comprensión de los mensajes verbales y tiene un perfil clínico y un desarrollo evolutivo muy diverso. Puede ser difícil de diferenciar del retraso simple del lenguaje a edades tempranas, por lo que es frecuente que el diagnóstico se retrase. Es más frecuente en niños que en niñas en una relación de 3 a 1 aproximadamente. Resulta difícil establecer su prevalencia en un porcentaje exacto, (entre el 1 y 7 %) porque en numerosas ocasiones va ligado a otros trastornos.  Trastornos del lenguaje secundarios a otras condiciones Son todos los retrasos en la aparición del lenguaje debido a trastornos de origen auditivo, psicoactivo, neurológico o retardo mental. Dentro de los trastornos secundarios de origen neurológico habría que destacar la disfasia porque este término no ha dado lugar a muchas equivocaciones. En primer lugar a un gran error, se le hace sinónimo del término “afasia congénita” produciéndose un gran error ya que afasia es la perdida de la función del lenguaje en un sujeto que tiene estructurado su lenguaje; es absolutamente inadecuado emplear este término en niños que presentan un retardo en la aparición de su lenguaje, porque en ellos el problema no es que se ha perdido una función ya adquirida, si no que no se ha desarrollado o lo ha hecho como retardo. Son todos los retrasos en la aparición del lenguaje debido a trastornos de origen auditivo, psicoactivo, neurológico o retardo mental. Dentro de los trastornos secundarios de origen neurológico habría que destacar la disfasia porque este término no ha dado lugar a muchas equivocaciones. En primer lugar a un gran error, se le hace sinónimo del término “afasia congénita” produciéndose un gran error ya que afasia es la perdida de la función del lenguaje en un sujeto que tiene estructurado su lenguaje; es absolutamente inadecuado emplear este término en niños que presentan un retardo en la aparición de su lenguaje, porque en ellos el problema no es que se ha perdido una función ya adquirida, si no que no se ha desarrollado o lo ha hecho como retardo. En la afasia la lesión deshace una estructura y por ello comparte una regresión funcional. En el niño que presenta un retardo en desarrollo de su lenguaje, el problema no puede consistir nunca en una pérdida de estructuras, sino en todo caso en una dificultad en el desarrollo de las mismas. Esta dificultad puede estar provocada fundamentalmente por un hecho lesionar madurativo (encefalopatía con natal) que impida la estructuración anátomofuncional del corte cerebral. Con lo cual el lenguaje como proceso de comunicación y de simbolización dentro de un marco relacional puede perder la dinamicidad y la agilidad como sistema de adaptación que lo caracteriza, teniendo que partir de una rigidez y escasez de elementos en su desarrolló que es fruto directo de la lesión.  Trastornos del lenguaje secundario a otras condiciones El autismo Es un trastorno del neurodesarrollo caracterizado por alteración de la interacción social, de la comunicación (tanto verbal como no verbal) y el comportamiento restringido y repetitivo. Los padres generalmente notan signos en los dos primeros años de vida de su hijo.3 Estos generalmente se desarrollan gradualmente, pero algunos niños con autismo alcanzan sus hitos del desarrollo a un ritmo normal y luego sufren autismo regresivo. El autismo es altamente heredable, pero la causa incluye tanto factores ambientales como susceptibilidad genética . En casos raros, el autismo está fuertemente asociado con teratología (agentes que causan defectos de nacimiento) Las controversias rodean a las otras causas ambientales propuestas;7 por ejemplo, las hipótesis de vacuna son biológicamente implausibles y han sido refutadas por estudios científicos. Los criterios de diagnóstico requieren que los síntomas se hagan evidentes en la primera infancia, típicamente antes de los tres años.8 El autismo afecta el procesamiento de información en el cerebro alterando cómo las células nerviosas y sus sinapsis se conectan y organizan; cómo ocurre esto, no está bien esclarecido.9 Es uno de los tres trastornos del espectro autista (TEA); los otros dos son el síndrome de Asperger, que carece de retrasos en el desarrollo cognitivo y del lenguaje, y el trastorno generalizado del desarrollo no especificado (TGD-NE), que se diagnostica cuando no se cumplen la totalidad de los criterios para el autismo o el síndrome de Asperger. Las intervenciones tempranas de conducta, cognición y habla pueden ayudar a los niños con autismo a ganar habilidades de autocuidado, sociales y comunicativas. A pesar de que no existe una cura conocida, existen casos de niños que se han recuperado.11 No hay muchos niños autistas que vivan de forma independiente después de alcanzar la edad adulta, aunque algunos llegan a tener éxito.12 Se ha desarrollado una cultura autista, en la que algunos individuos buscan una cura y otros creen que el autismo debería aceptarse como una diferencia y no tratarse como un trastorno.  Mutismo selectivo  Trastornos del lenguaje no verbal  El caso de María. María es una niña que desde pequeña tenía un vocabulario muy maduro aparentemente para su edad, con una gran habilidad en la memoria auditiva literal. Aunque leía relativamente bien presentaba muchas dificultades para comprender el texto. Los padres, desde las etapas preescolares, se dan cuenta de que algo no marcha bien. Tiene dificultades de relación con sus iguales, es muy torpe a nivel motriz (tanto a nivel de motricidad gruesa como fina) y esto se reflejaba en el juego (no le gustaban las actividades muy movidas con sus compañeros y, por supuesto, la gimnasia). Posteriormente, en las actividades como la escritura que precisan de motricidad fina, presentaba dificultades para escribir recto o respetando los márgenes. María puede perder las cosas con facilidad o caérsele de las manos. Le cuesta mucho adaptarse a nuevas situaciones y entiende las cosas literalmente, lo que le comporta muchos malentendidos. A medida que se ha hecho mayor, las dificultades de aprendizaje se han incrementado, especialmente en todo lo que precisa orientación en el espacio, estructurar el dibujo y la escritura, las operaciones matemáticas sobre el papel, moverse o manipular objetos, etc. Todo ello además le comporta un gran sentimiento de incapacidad y su autoestima está por los suelos. María es una niña de la que podríamos sospechar la presencia de un TANV. El TANV (Trastorno del Aprendizaje No Verbal), es menos conocido que otros trastornos del aprendizaje como pueden ser la dislexia o la digrafía. Una de las razones es que, en principio, las habilidades verbales y la lectura se hallan dentro de unos valores normalizados y por ello el trastorno puede pasar inadvertido o confundido con otros problemas. Otro factor que no facilita su diagnóstico es que este trastorno no consta en los manuales diagnósticos (DSM-IV TR) por lo que no tenemos definidos los diferentes criterios diagnósticos y por ende ningún estudio oficial sobre la prevalencia aproximada de los mismos, si bien se supone que es de menor frecuencia que otros trastornos del aprendizaje como señalamos más abajo. Actualmente, si quisiéramos diagnosticar en base a manuales diagnósticos tendríamos que ubicarlos como “Trastorno del desarrollo de la coordinación” o incluso dentro de “Trastornos generalizados del desarrollo no especificado”. Aun así hay cierto consenso internacional de la existencia de este trastorno y numerosas referencias al respecto
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