UNIVERSIDAD TÉCNICA DEMANABÍ ESCUELA DE MEDICINA DEBER MATERIA: PSICOLOGÍA MÉDICA TEMA: PERSONALIDAD NOMBRE: MARÍA BELÉN INGA VIÑÁN PORTOVIEJO 2017 PERSONALIDAD Es un constructo psicológico, que se refiere a un conjunto dinámico de características psíquicas de una persona, a la organización interior que determina que los individuos actúen de manera diferente ante una determinada circunstancia. PERSONALIDAD HISTÉRICA El término histeria procede de la palabra griega hystera (útero, matriz) y siempre se ha visto ligada al sexo femenino, si bien también los hombres puede padecer trastornos histéricos, aunque es mucho menos frecuente. El término histrión hace referencia a las máscaras de los actores del teatro griego, a la teatralidad y dramatismo con la que suelen comportarse este tipo de personas. CARACTERÍSTICAS: 1. Dependencia emocional. Tienen una necesidad imperiosa de “colgarse de alguien”. 2. Un impulso irrefrenable de llamar la atención. Si no lo consiguen, vendrán las tan temidas pataletas. Dependiendo del entorno en que se muevan, llamarán la atención. 3. Su primer arma siempre es la complacencia. Intentan dar todo lo que suponen que lo demás quieren.. 4. Percepción interesada: sólo ven lo que quieren o les interesa ver. No hacen introspección, odian mirarse a sí mismas. Actúan para atraer la atención y retenerla. Son actrices que hacen el papel que necesitan en cada momento. 5. Paradojas contínuas. De un gran y salvaje apego pueden pasar al más despiadado odio en la ruptura. De aparentar ser una mujer hipersexuada a ser frígida en la cama. 6. Relación de pareja muy difícil, imposible de comprender por el compañero. Hay una necesidad enfermiza de ser amada, pero la supuesta necesidad de dotar de seguridad a la relación se ve continuamente sorprendida por una necesidad paradójica de poner a prueba continuamente esa relación. 7. Toda histérica es inmadura. La madurez es el antídoto perfecto contra la histeria. 8. Sufren más que nadie y llevan este sufrimiento más como un orgullo que como un dolor. 9. Suelen buscar un cierto tipo de hombre: maternales. Están siempre a su disposición, siempre la comprenden. Son fácilmente manipulables y se convierten en los voceadores de su dolor. PERSONALIDAD EPILÉPTICA La personalidad es un constructo psicológico, en referencia a un conjunto dinámico de características de una persona que incluye particularidades físicas, sociales y genéticas que determinan a un individuo y lo hacen único. En el paciente con epilepsia también se han notificado cambios de la personalidad que se describen como una exacerbación de la personalidad premórbida con algunos elementos patológicos que según los que lo describieron, se produce en aquéllos de sufren epilepsia por alteraciones de los lóbulos frontal o temporal. CARACTERÍSTICAS: Emocionalidad, tendencias maníacas, depresión, carencia del sentido del humor, alteraciones de la sexualidad, ira, hostilidad, agresión, religiosidad, intereses filosóficos recientes, sentido del destino personal aumentado, dependencia, pasividad paranoia, moralismo, culpa, obsesión, circunstancialidad, viscosidad e hipergrafía, sin llegar a un acuerdo del número de rasgos que deben presentarse para diagnosticar este síndrome. PERSONALIDAD POSTRAUMÁTICA Se caracteriza por la aparición de síntomas específicos tras la exposición a un acontecimiento estresante, extremadamente traumático, que involucra un daño físico o es de naturaleza extraordinariamente amenazadora o catastrófica para el individuo. CARACTERÍSTICAS: 1. Reacciones disociativas (por ejemplo, escenas retrospectivas) en las que el sujeto siente o actúa como si se repitieran los sucesos traumáticos. 2. Malestar psicológico intenso o prolongado al exponerse a factores internos o externos que simbolizan o se parecen a algún aspecto de los sucesos traumáticos. 3. Alteraciones negativas cognitivas y del estado de ánimo asociadas a los sucesos traumáticos, que comienzan o empeoran después de los sucesos traumáticos, como se pone de manifiesto por dos (o más) de las características siguientes: 4. Creencias o expectativas negativas persistentes y exageradas sobre uno mismo, los demás o el mundo. 5. Percepción distorsionada persistente de la causa o las consecuencias de los sucesos traumáticos que hace que el individuo se acuse a sí mismo o a los demás. 6. Estado emocional negativo persistente (por ejemplo, miedo, terror, enfado, culpa o vergüenza). 7. Disminución importante del interés o la participación en actividades significativas. 8. Sentimiento de desapego o extrañamiento de los demás. 9. Incapacidad persistente de experimentar emociones positivas (por ejemplo, felicidad, satisfacción o sentimientos amorosos). 10. Alteración importante de la alerta y reactividad asociada a los sucesos traumáticos, que comienza o empeora después de los sucesos traumáticos, como se pone de manifiesto por dos (o más) de las características siguientes: 11. Comportamiento irritable y arrebatos de furia (con poca o ninguna provocación) que se expresan típicamente como agresión verbal o física contra personas u objetos. 12. Comportamiento imprudente o autodestructivo. 13. Hipervigilancia. 14. Respuesta de sobresalto exagerada. 15. Problemas de concentración. Bermúdez Moreno, José; Pérez García, Ana María; Sanjuán Suárez, Pilar (2003). Psicología de la personalidad: Teoría e investigación. Madrid: UNED. ISBN 84-362-4875-9. Volver arriba ↑ Feldman Robert S. Psicología con aplicaciones en países de habla hispana (2009)