Textos de Sociologia Del Desarrollo

March 22, 2018 | Author: Espacio De Politología Sociología Uce | Category: Truth, Mexico, Materialism, Certainty, Martin Heidegger


Comments



Description

l'.( /.(" ,~~j , ." '1 JI 1, i 1,. UNIVERSIDAD CENTRAL DEL ECUADOR ESCUELADE SOCIOLOGIA y CIENCIAS POLlTICAS MATERIA:'SOCIOLOGIA DEL DESARROLLO ;, :'"":-::-~}'?~' I TEXTOS: EL ANGEL DE LA HISTORIA Y EL MATERIALISMO HISTORICO: Bolívar Echeverría; . " íM OCTAVIO PAZ: MURALlSTA MEXICANO: Bolívar Echeverría; EL FANTASMA DEL DESARROLLO: Aníbal Quijano; ~ - ALGUNOS ELEMENTOS PÁRA REPENSAR EL DESARROLLO: Alberto Acosta y Jurgen Schuldt; --1." ,.í • "'r" ' r j¡ :I,¡ J ~ I 1, nismo, lo verdaderamente cercano de su Manifiesto para nuestra época parece estar precisamente en su radicalismo. En su radicalismo, el manifiesto de los comunistas habla de cerrar una historia y de comenzar otra. Este. programa que pudo tal vez parecer exagerado e irreal en el siglo XIX es ahora no sólo deseable y posible, sino urgente, vital. El único cambio VII. El ángel de la historia y el materialismo histórico /" / -v' \ \¿~~~~~~~-~:~.~~~~~.l:~~-~al£~~~~::f~:~P~~~~~1i~:: .. ~~~;;.; 9~~.~.~:.:~~~~.~~' J _." ..• ,."" •.. ...•..••...••...•. , ...." ..•. ,•..• "•••.. "" ..•• "" .••..•.. - ~~ord~~ ..Y-PF.9-f~P: ~.c:l~c:l,.~.i~!i~<ltori<?.s.0 ~ o I sólo económicos, sociales o PQ1.!!!f.Qs: exactamente como el cam\ bio al que llamaron hace ciento cincuenta años Marx y Engels en el Manifiesto comunista. ~ """ _ , •..• ." •• _ .. _ •••~ •• , .••••• _"-'0'" __ ••.•••..• , •.•..,., ..•• ,~.~., , "t f ti~ne Der Begriff des Fortschritts ist in der Idee der Ka.tastrophezu fundieren. Da} es "so weiter" geht, ist die Katastrophe. Sie ist nicht das jeweils Bevorstehende sondern das jeweils Gegebene 1 ... Walter Benjamin, Das Passagen-Werk, t. 1, p. 592 El pasaje más famoso del tardío texto de Walter Benjamin intitulado Sobreel concepto de historia -escrito sólo unos meses antes del suicidio al que orilló a su autor la persecución nacionalsocialista- es sin duda la novena tesis, de las dieciocho que lo conforman. Esta tesis se presenta al lector como la descripción comentada de una imagén alegórica que Benjamin dice recordar mientras escribe; la imagen del Angelus novus, pinta- . da por Patil Klee, a la que Benjamin sugiere allí rebautizar como "El áng~l de la historia". La tesis IX de Benjamin dice así: Hay un cuadro de KIee que se titula Angelus novus. Se ve en él un ángel, al parecer en el momento de alejarse de algo sobre lo cual clava la mirada. Tiene los ojos desorbitados, la boca abierta y las alas tendidas. El ángel de la historia debe tener ese aspecto. Su rostro está vuelto hacia el pasado. En lo que para nosotros aparece como una cadena J "Al concepto de progreso hay que fundamentarlo en la idea de catástrofe. La catástrofe consiste en que, las cosas 'siguen adelante' así como están. No es lo que nos espera en cada caso, sino lo que ya está dado en todo caso." Todas las citas de las tesis sobre la historia de Benjamin incluidas en los trabajos de este volumen proceden de Walter Benjamin, Tesis sobrela historia y otrosfragmentos, traducción y presentación de Bolívar EcheverrÍa, Contrahistorias, México, 2005. 116 ~:' . 117 , , ~Y' 't; de acontecimientos, él ve una catástrofe única, que arroja a sus pies ruina sobre ruina, amontonándolas sin cesar. El ángel quisiera detenerse, despertar a los muertos y recomponer lo destruido. Pero un huracán sopla desde el paraíso y se arremolina en sus alas, y es tan fuerte que el ángel ya no puede plegarlas. Este hura~~.p:_J9".<tr.r.ªs!I:a irresistiblemente hacia el futuro, al cuar~elve las espald~';"íñíeñtrlis-elclÍffiülü-ae"rulnas'áec'e a:ñté'eIfiásfu' ¿rcie1ü:"Este hútac'áh'Es lo que i¡osótros ~lamamospiogreso . .', '.' . ..." "I~ '"1:" ¡: ::':" "1 ::-\I~~; .~~ . . " • • '~.•• ' . !o I .' . ~ " .f ':'.l ; '\'~::::,~~j.~ .• ~r~>'.' ... ~qlW;.j •• .:~~' ..:::,; ," .' " "o. , ~~~r~~~.¡i: t.,t,','. :.'.-; ¡¡~: .. " ".,-; :!: .. ,:. ~. ", ". :'.:.. I~' ".. .• ,., ~:~:;;""'. ;] ~[;¡::~r:1}!' . '...• , ' " .~~;~¡1' :.;:. ';. "'td¡¡!il~ ~i0l:';,( " PauI Klee, Angelus nov1ts Conocemos la acuarela de IDee de 1920 intitulada Angelus novus, la misma que fue adquirida en 1921 por el autor de las Tesis, y estamos así en condiciones de compararla con la descripción que él afirma estar haciendo de ella. Cuando las confrontamos, constatamos sin embargo que no existe ninguna similitud entre las dos: la escena dramática, vertiginosamente dinámica, de la que Be~amin da noticia no se parece en nada al dibujo bidimensional, a la vez encantador y enigmático, del ángel tranquilamente suspendido en el aire que presenta el cuadro de Klee. En mi opinión, esta falta de coincidencia parece indicar que lo que Benjamin hizo con el ángel de Klee no fue en realidad sólo cambiarle el nombre, sino mucho más: sustituirlo por otro, un nuevo ángel, inventado por él. Podría decirse, incluso, que lo que Benjamin tenía ante los ojos como imagen de partida, a la que su invención habría de someter a alteraciones considerables, no estaba en verdad en el cuadro de Klee sino más bien en un viejo grabado del siglo XVIII. En efecto, en la serie de alegorías emblemáticas que contiene la Iconologie de H. F. Gravelot y Ch. N. Cochin (1791) -serie que Benjamin seguramente conocía, de la época de sus estudios sobre el drama barroco-2 hay una que lleva precisamente el nombre de El ángel de la historia. Vamos a suponer a continuación que esta alegoría -que obedece ya a un espíritu neoclásico (es decir, esclarecedor o didáctico) aunque esté 2 Antes hubo, entre otras muchas, la Iconologia de Cesare Ripa, de 1611, y antes aún, la Emblemática de Alciato, de 1552. ~,. 119 7'. realizada todavía "al estilo antiguo" (conmovedor o crÍptico)- es la que debió haber desatado la invención de la alegorías que describe Benjamin en su novena tesis. Hagamos entonces una nueva comparación y confrontemos ahora la imagen descrita por Benjamin con la del grabado de Gravelot y Cochino Lo primero que encontramos es que las similitudes entre ambas son básicas, de orden estructural: en a'mbas, la historia está representada por la figura de un ángel, un intermediario entre Dios y los humanos; en ambas, la mirada del ángel se dirige hacia atrás, hacia el pasado; en ambas, el paisaje que mira el ángel es una escena de destrucción y de ruinas; ~n ambas, el ángel de la historia está sostenido por un elemento que representa el flujo del tiempo. Las diferencias que distinguen entre sí a estas dos alegorías, la del grabado y la descrita por Benjamin, no son, pues, estructurales, sino únicamente de contenido; son, sin embargo, diferencias sustanciales y fuertemente significativas. Subrayo dos de entre ellas, que me parecen especialmente importantes: a] La alegoría que se inventa Benjamin no respeta la representación, que es evidente en la alegoría del grabado: la de una distancia contemplativa del relator de lo que acontece en la historia respecto de ese mismo acontecer; relator que sería precisamente el ángel y que (se sugiere) podría encarnar en historiadores como Tucídides, por ejemplo, cuyo libro descansa sobre el piso, junto a las monedas que emblematizan el bienestar material. b] La alegoría de Benjamin no respeta tampoco la separación que hay en el emblema original entre la representación del tiempo, por un lado, y la del progreso, por otro; la del primero, como el anciano portador de la guadaña (que al matar el presente lo convierte en pasado), sobre cuyas espaldas el ). ''': ;.':1.' '.::',~':t~(;i~',..". ..::'-", -_' " ..:':, _,6~\'<:¡ "; 1 ""iFii1il(ai¡íl¡¡¡iímim¡ii¡il'({¡':'¡i¡' 'ni¡'till"II;ill.:'iI;I!~'Ii"ilíli~lii,líii:'illll\iii'iHi)I:~itrMi l!Yj¡fi¡:- pi.ít\. ¡ JII!fllllilliUUllllUWJ ¡ lit! ¡tU l !J 1 "illtl jUllilll.U:Iu.:UIilJllliaühili~~lUlJ~ü\:f'!!::;: ~)~ ~\!\' i~ i:: .:', j" ~. ' :1';' ..... '", 1¡',o:. ,.)., ",;'.¡ ;.:i;, ~.!( " s Por alegoría entendemos aquí aquel elemento de una representación que está dotado de un valor translaticio, el mismo que remite, en paralelo, a un sistema de conceptos; por alegoría emblemática, aquella en la que dicho sistema se encuentra delimitado y fijado, r _",_ ~\. .~ H. F. Gravelot y Ch. N. Cochin, L'histoire 120 ~'t: ~, 1 ~'j ~.,.'.i.' ":,.-t¡ ángel, ceñido por el sol de la verdad, escribe su historia, y la d~l segundo, como la trompeta que anuncia y festeja las hazañas y que yace también en el piso, junto a lo que tales hazañas conquistan, esto es, las monedas del progreso material. Interpretando estas diferencias, podría decirse que, allí donde la imagen neoclásica introduce una separación clara entre . el acontecimiento y quien es su testigo, Benjamin reintroduce '\ '''-la "confusión" barroca entre ambos. El ángel no sólo presen1 cia el hecho histórico sino que está dentro de su acontecer, \ pretendiendo incluso intervenir en él, aunque sea en vano; \ está en vuelo, sus alas están desplegadas, henchidas por un \ viento huracanado que es el tiempo implacable del progreso. '-- Éste, asu vez, el progreso material, junto con la sabiduría emblematizada por el libro, no es sólo un resultado que el tiempo vaya dejando a su paso; el progreso, confundido con el tiempo, se ha identificado con él, y ahora lo determina y re-define a su medida: el tiempo, en la alegoría imaginada por Benjamin, es un viento general y poderoso que sopla destructivamente, de manera unívoca e indetenible. . El prestigio de la tesis IX entre los comentaristas de este escrito de Benjamin -especialmente entre los que creyeron estar afectados por la "condición posmoderna"- se debe sin duda al hecho de que ella introduce al lector en el tema más desafiante del conjunto de las Tesis en el plano de lo que se conoce como "filosofía de la historia", el de la crítica de la idea de pr?-g'!_~~~~. ..m'"'" ... """"- __ •__ ,+,,,., to (Mi intención en estas páginas e:S:c0!Uentar~!1:torno a la situaciÓii-te6iico~políiréa'aia querespoñde l<l'eríticade Benjarñin ti Idea de progres.o; en. torno a:la ubicadÓñ. de'esta crítica dentro del decurso dramático que le otorga'co'nereCión y senBdo.Ta-cati~a deB~~jamin a la idea de pro'g~eso es' sin dUda una aproximación teórica audaz y sugerente, y bastaría con tratarla como tal para que su importancia dentro de la discusión contemporánea saliera a relucir. Sin embargo, la pretensión de su autor va más allá de considerarla solamente como un tour de force teórico; él la entiende como una intervención, . tal vez enrevesada pero sí directa, en la historia: 'políiica~ co• la . .-,'_ o" - • • "_.- "'"' '. - ., -~ -' . -'." .:1', ••" .... -........... '. mo un iI1.Y.()~,'!~Ea.ITl:ie.~.toenla autorreproducción del principal de los-agen ú~sde esa historia que era para él el rp.ovimien to sOClalista:'ia:ÍZ<juieroá revolUCiona.ria. L~'tr~;formación teó'dca'que él quisiera alcanzar con su crítica a la idea de progreso no es una transformación dentro de la teoría como un campo de teoremas indefinido e indiferente, sino la transformación de una configuración o un episodio histórico concreto de ese campo teórico, constituido precisamente por la presencia de ese proyecto socialista revolucionario en el campo de la teoría. Se trata de la transformación de algo que para quienes hablan ahora, "después de la posmodernidad", resulta difícil de reconocer e identificar, pero que para él y sus contemporáneos era evidente y esencial; me refiero al "materialismo histórico". A nadie tendría por qué importarle hoy la crisis del "materialismo histórico", si éste no fuese más que aquello que se entendió formal u oficialmente bajo ese nombre durante los cien años que van del decenio de 1880, y el comienzo de la obra de Karl Kautsky, al decenio de 1980, y el final de la obra de Louis Althusser; si no fuera más que eso que, junto y a medias con la dialéctica materialista, se conoció como "marxis~ mo", y que fue efectivamente el marxismo tanto de la Segunda Internacional como del "socialismo real". De interés actual debería ser, en cambio, todo lo. que tiene que 'ver"coñ"aqueIlü'que poCfrTa-'namar;e el "materialismo hIstórico'-' irifor~a(o-'~ti'oflcTalyque es justamente aquella corif~guración'te?rica-~';;discursÍva cuya-'cri"sis'quisiera'supéúr Benjamiñ-ñiegl~ñ'te crítíea de "Ia-¡de'a."deprogreso: Laradícalididdel pl~t~'~mieñio b"e'ñjaiñínlanodeIl'situación crítica del "materialismo histórica" habla de una definición de este discurso que rebasa esencialmente la definición del mismo que suele invocarse corrientemente. La definición que Benjamin tiene del materialismo histórico sólo adquiere su verdadero perfil después de que el lector descifra esa otra alegoría que sus Tesis le ofrecen y que se encuentra en la primera de ellas, la alegoría del autómatajugadar de ajedrez. Es una alegoría que a primera vista resulta ex- .-" " sú l•••. , 122 123 ,. \ " traña y enigmática, y que a medida que se busca más en ella resulta ser una verdadera provocación. El "materialismo histórico" sería, según esta alegoría, un pseudo autómata: un enano corcovado, que es maestro invencible en el juego de ajedrez, pero que actúa en los salones bajo el disfraz de .un muñeco automático en traje de turco. Ylas claves que entrega Benjamin son.las.siguientes: eljuego de ajedrez es la filosoffa;'el enano .e:x.p_er~o aJeareze~<la en ii apariencia científi <io~poÍí. ~i~a que-debe'ostentar el materialismo histórico "profu~c:lS(. Esté "materialismo histórico" informal, "profundo", el discurso revolucionario de los trabajadores, es el verdadero autor de aquello que confiere al materialismo histórico visible una superioridad respecto de cualquier otra teoría, cuando se trata de descifrar el mundo de la modernidad. Él es el verdadero inventor de esa explicación imbatible del modo de producción capitalista que es la "crítica de la economía política". Sin embargo, para competir en el establishment de la teoría, ese rñátedalismo histórico profundo debe adoptar aparienCia d~üri'disó.irso 'ilustrado, ~.i.~!1:!lli,s~" bajo'erdrsfrazde"una ..Sólo "denCíá mafeÍ"Íali.stá""iifs'iórica"puede ponerse en consonancia con el espíritu de los tiempos. Debe fingir, porque de otro modo no podría dejarse ver; porqúesu presEncia veraad~ra es_.ª~.. j.!r:~'~tdeI1:está. ( lugar';, como la figura de un enano en la elegante sociedad"de los normales. Es ún ~is¿ürsOl.lt~pico-mesiañIEo: "que no puede decir su nombre", es ~?a "teología", dice Benjamin, que no tiene cabida,en el. salón de la t feorogla;'-a'mlifiecÓtürco'-e~s.' ia i'fuera'de" Oo. ttI flTosofia-mo"deina~ " Anónimo, Autómata jugador de ajedrez La alegoría del autómata jugador de ajedrez presenta al materialismo histórico como una cripto-teología. Implica así, por decir lo menos, una abierta provocación, pues hay que tener en cuenta que lo que pretende ofrecer es la representación simbólica de ur:!~ ..c:l5~,c:.g-in.~~,~':lE<I;~~. ~!:U~L?}.~~~ri.~g~!E93eUacq bJnismo más implacables, en una tradición discursiva antiteológica por-excelenCia. ¿Qué pretende Benjamin con esta provocación? ¿Qué es lo que quiere que se entienda por "teología"? 125 ~2~ .1 '\'f " Las Tesis de Benjamin no pretenden que el materialismo histórico abandone su disfraz de autómata, puesto que su empleo obedece sin duda a una necesidad, a una imposición ineludible de los tiempos. La discursividad cientifista parece ser una condición ineludible de la validez del discurso racional dentro de una época cuya misión consiste todavía en el desarrollo de la estructura técnico-científica de los medios de producción; una estructura que no puede afirmarse si no es como ne1"' gación de la estructura técnico-mágica de los mismos. Lo que ' ellas proponen es que la teoría de la revolución evite ~ en sü propii~~,!DPa.;__ ei~é s~ propI;,t-=fic~i~'1_.YJ!.Q~~ idéri~ique sólo con lamitad vi~ibledel autó~~t<l_~~.5L~~_.?e~~ encarnar: con el títere vestido de turco, con el "muñeco cient~i~~a';. que eÜ~s Iü-quisieran impedir es que é.triJ.-at~~laJ~s.ipo ,~\histórico olvide su propio secreto, esa identidad profunda a '\" l~g~eJa_historia a.djlldicapor ahora iaflguiaimpréi.~ii~~re \ ;de_~n.---,,~º?JlO teológico". --- Por lo demás, pienso que, cuando habla de la "teología" como la fuente secreta de la efectividad explicativa del materialismo histórico, Benjamin no predica el retorno a ninguna doctrina teológica, sea ésta judeocristiana o de cualquier otra filiación. Por "teología", Benj~~in __ !l:Q..2~~s:eentender un tratado sobreD1os, sinolin-determinado uso del discurso que p'ersigue una explicación ra~i~~~Tde-fOi~ac:onteceres-del mun-. dO;'ünuso-qu-¿-noreqüfe-repa~tir-del~- nulaciÓl1d~¡-azar~o a que, por el contrario, reconoce en él el fundamento contingente de la necesidad y el orden que son su horizonte de inteligibilidad. Un uso del discurso racional que es capaz de reconocer a lo otro como sujeto; de no vaciarlo y empobrecerlo reduciéndolo a mero objeto (naturaleza), a mero cúmulo de recursos naturales siempre renovables que están ahí "gratis", a disposición del hombre, el sujeto por excelencia, que parte del "misticismo materialista" propio de un trabajo humano "que no explota a la Naturaleza sino que es capaz de despertar en ella las creaciones que dormitan en su seno" -como el trab~o del escultor, que sólo "saca" del bloque de piedra la figura que ya estaba escondida en él. Un uso del discurso ra- ~():'~_e:~~ea ------ .._------- cion_~Lq'-:l~ capaz dei~cl!1ir una noción profana, no religioes ~~_,e.~l~sial, e "lo milagr()~s9:--0:-~iE::ª_lY1_~_<i~,j~~~~~'ii:.~r0i~(~1 d sentido de la obra humana se funda en la concordancia e identifica.~I~~~-éntr'é Ta-exp-¡:'ésíVídacfespon tii1ei de -lü-otroyla-expresividad propiamente human-a:: - ------.--------------.--. -"EstadefiñrdÓn de "teologia;;'la sugiere Benjamin claramente cuando ubica el punto central de la diferencia entre el materialismo histórico "profundo" y el materialismo histórico de la Segunda Internacional o de "la socialdemocracia", como prefiere llamarlo Benjamin, siguiendo en esto al filósofo Karl Korsch. E~!!t.?clave de esa divergencia está, segúrl~l, ~~}a manera de percibir y de concebIr el tiempO histÓricoo, dicho conmáiIi.ierza, en la resistéiicía ola ¿hú.idiciCi'ónante lás fiieiiasque -constriñen a los individuos modernos a experiel flujo temporal como el vehículo del progreso, como la'~ía-por-faque la vida adelanta eñla iínea continua de hi' suc~delosvencedoresén--ei eJerddü"dei ------------- ------ --------------- ._------------. -._-Par;ilfénjamiri, -la-aíferencia esencial entre el materialismo ! histórico oficial o socialdemócrata y el materialismo histórico : "profundo" o revolucionario está enque allí donde el primero expresa al trab~ador moderno en lo que tiene de "conformista", es decir, de aquiescente y sometido al continuum del progreso de las fuerzas productivas capitalistas,el segundo, en cam- ; bio, expresa a ese mismo trabajador pero en lo que tiene de ¡ comprometido con la ruptura de ese continuum El ángel de la_"':-. historia es un ángel rebelde, que se vuelvepara mirar hacia atrás y da las espaldas al futuro, resistiéndose al soplo huracanado del progreso. La continuidad histórica es la persistencia de ese soplo, al que Benjamin identifica como un soplo que viene del paraíso, como el vehículo de la complicidad que mantiene el Dios de la legitimación política con las clasestriunfadoras que se suceden en la detentación del dominio sobre la sociedad. Como quedó indicado al principio, 1~r.Hi_c.'l:_~.c:!lj~~~i~Ila c!~Jª_~d.~~_-ªe __ p:l:)gre_so __ s?l~_~~g~ien:s~.~~~_~~o leIl~ .~~~~ p la considera como crítica del progresismo propio del materiafismgJi1stÓIf~~---'~~oCialdemóf,;rq.ta". _... .,..... Benjamin pone en tela de juicio la idea de que existe un su- mentar . . . a-ornÍnlo:--. .---- ,,- 126 ~~ . 127 'f"•.•. jeto, la humanidad; un sujeto que no sólo progresaría sin fin, sino que lo haría de manera indetenible. Per~,.~.!:1_<:!:.(~i~~-'y"(l __ más al fondo, atañe a la noción misma de tiempo histórico 9...ue da's~s~~.Ilto.aesta,~dea del progreso: la p.ecüliar- ilaciÓn'-moderna del tiempo como un "espacio temporal",¿om'ü'un-':1mbito homogéneo y vacío dentro del cual "tienen lugai"'los-ac~~~ teciinientos. el ángel de la historia, en cambio, el tiempo de lo que acontece no es algo que sólo rodee al acontecimiento y sea exterior a él. El tiempo es una dimensión del propio acontecimiento; es siempre un tiempo pleno, un jetztzeit o "tiempo de la actualización momentánea", que se constituye por lo l que acontece "en" él. Aquello que constituye la plenitud del tiempo, aquello que hace que el tiempo no esté vacío, como en la noción progresista, sino lleno, sería, según las Tesis de Benjamin, 19--'-:p_<?.!encia mesiánica". Se trata de una capacidad que se encuentra en tod~cto humanoyqü.e,'-auriq~~ pu~d~-~e~,idéhi¡;~"n-ú'ii.-cade_ ja'de-Sér-efec-ti~~;~~~ -~~p~cidad' p;~~~~t~"(i;-~umil' el compromiso, la "cita" que '~íene con el paSad~_i:q~~ lo tiene en deuda con él; de darle vigencia presente a ese pasado alcanzando así, él mismo, una Vi.geneiá"verigádOta:"en-é1~'-' En la alegoría del ángel de la historla,'el tIempo den.ngel está lleno; lo que lo colma es la catástrofe, que él mira con sus ojos espantados y experimenta con sus alas impotentes. Pero no sólo eso, lo colma también su propia resistencia mesiánica a esa catástrofe; la torsión de su cuerpo, que rompe con la corriente del viento del progreso y pretende redimir al pasado, remediar la devastación que hace de él una acumulación de escombros. Dos observaciones finales 1] Las Tesis de Benjamin -como sucedió también, dicho sea de paso, con las Diez tesis sobre el marxismo de hoy, que escribió Karl Korsch en 1950- pasaron inadvertidas por la opinión pública de izquierda, pese a que era ella la principal destinataria de su mensaje. Ahora, después de que la ineluctabilidad del continuum capitalista se ha cansado de autofestejarse sobre la tumba del "socialismo real", la actitud política de la izquierda parece buscar nuevas formas de manifestación. La redefinición de lo que es o lo que puede ser la izquierda quedaría seriamente disminuida si dejara pasar la oportunidad de captar y aprovechar la crítica radical a la vieja izquierda que estas Tesis de Walter Benjamin esbozaron hace ya sesenta años. 2] La crítica de la idea de progreso, que se inicia con la alegoría del ángel de la historia en las Tesis de Benjamin, impresiona sobre todo por la aseveración de que el viento del progreso es un viento de devastación, de que su paso por el mundo es una sola catástrofe. Muchos consideran esta radicalidad del planteamiento crítico de Benjamin como el fruto de una perdida del "sentido de realidad", y así resulta ser, sin duda, vistas las cosas desde la perspectiva del ethos realista que prevalece en la modernidad capitalista. Pero es un planteamiento que puede verse también como el resultado de una sintonía alcanzada por Walter Benjamin, en las condiciones muy especiales de su vida -en tanto que judío y comunista-, con un nivel efectivamente catastrófico de la realidad; un plano del escenario de la vida moderna que a comienzos de la segunda guerra mundial no podía ser evidente para todos, pero que hoy en día se ha vuelto ya más bien inocultable. Hay un libro reciente, de Carl Amery, que lleva el título de Hitler como precursor. Su autor afirma allí que el acontecimiento histórico que debiera ser tenido por el verdadero comienzo del siglo XXI, el que marca su sentido, es el acontecimiento que conocemos con el nombre de Auschwitz. De ser así, la radicalidad de la crítica benjaminiana del progreso sería una radicalidad que simplemente se había adelantado a su tiempo. 129 ~ .¡: i.. . p;~~ I Q q~e"-Ú~;;~el La "teología" escondida del materialismo histórico sería así la _.c~cia~cr:qü~~.tierie.~te-dis-cu~s_o-(re"perc}bl~ercon'~mao ola plenitud mesiánica del tiempo histó!,ico,. allí dOIlq~<._~.~~~ se"vuelve .aci':!~!,'~~~ decir,e.xig~I1t.e; allí do~.de,se.e.s.t.ab~~_<:_~._~l "inst<imt~9~1 .. peligro", es _,~~cir,q~mde el Cl:c.o.ntecer stá,.no..r e deCidirse eneCsentído de la claudicacióIlº_e_l}.J~.LQ.e la.I~_~i$=tencia o rebeldía ante el triunfo de los dominadores. ..... _ . i, l' I ~ 128 ~:, . 7~'-1' >1 j'" / ,...l- ,'-/-- XI. Octavio Paz, muralista mexicano l 1./" " La irrealidad de lo mirado da realidad a la mirada. Se ha dicho que el aparecimiento de El laberinto de la soledad en 1950 no sólo se adelantó a los resultados de la investigación filosófica sobre "la peculiaridad OIito1ógica de lo mexicano", en la que se encontraban empeñados entonces muchos de los mejores talentos filosóficos de México, sino que la volvió en cierto modo superflua. Mirmar tal cosa implica suponer que la meta que perseguía la filosofía moderna, representada por esos filósofos, y la meta alcanzada por el Laberinto de Octavio paz eran una y la misma -la dilucidación del "ser del mexicano"- y que; simplemente, este último supo alcanzarla. antes. Se trata, sin embargo, de una suposición que no se justifica. El "mexicano" que debía ser el tema del tratado filosófico y el "mexicano" que es el tema del Laberinto se parecen a primera vista, sin duda, pero son en verdad dos temas diferentes. Lo que sucede es que ese objeto similar pero sin embargo distinto sobre el que versaba el ensayo de Octavio Paz vino a ocupar el lugar de aquel otro objeto sobre el que los filósofos habían prometido un tratado a la opinión pública intelectual. Podría decirse que, con el Laberinto, el uso 1iterario-ensayístico del discurso reflexivo salió "por sus fueros" y se reposesionó de la tematización, es decir, de la definición del tema de lo mexicano, que el discurso cien__ tífico-filgsófico amenazaba con tomar a su cargo frente a esa opinión pública. Podría dech-se, incluso, que el modo "latinoamericano" o, si se quiere, "mexicano" de reflexionar, un 1 ~ .~ .•. ~L";£\ ._ .•j.i~~ . l ~~~ ;. ~E dad", Intervención en el Coloquio Internacional México, 20-27 de agosto de 2000. "Por El laberinto de la sole- ~: . 175 .,.' modo más bien literario de hacerlo, se demostró más ágil yatinado para hablar de lo mexicano que el modo científico-filosófico, venido casi directamente de Alemania.2 Pero el hecho de que el mexicano de factura literaria difiere del mexicano de factura filosófica resalta de mejor manera si se lo pone en cercanía de otro mexicano, el que los artistas plásticos de la generación inmediatamente anterior a la de Octavio Paz venían pintando y esculpiendo desde los tiempos de Vasconcelos. Más allá de su diálogo con los filósofos, el Laberinto parece mantener también una discusión implícita con ese otro tipo de "intelectuales", los muralistas mexicanos, especialmente Orozco, Rivera y Siqueiros, quienes,junto con los cineastas de la época -y dada su fama justificada y arrolladora- eran los formadores de la opinión popular más importantes y más efectivos de la sociedad mexicana. Los muralistas mexicanos intentaban d.ar_ll!!,~.~.9.I:<::E.~~ci~.al menóS~fc6~s~.iI~ .~ tacré>'iieirra~£I.óg!<;:_<ls ..cP1)£ú~asde la clas~polític.a'po~~~.Y.~!~Eiomifi~CPensada en imágenes visuales o traducida a ellas, su formui~~ión de la pregunta acerca de la identidad nacional, la historia y el proyecto del nuevo Estado fue durante los años de juventud de Octavio Paz el intento cuasi discursivo más vivo y compartible por todos de alcanzar lo que debía ser una toma de conciencia histórica. Pienso que no es aventurado decir que el Laberinto de Octavio Paz despliega ante el lector, a la manera de un mural mexicano, pero de plasticidad no visual, sino lingüística, un "tríptico" compuesto por diferentes escenas, en cada una de las cuales 2 Conviene recordar aquí que el uso reflexivo del discurso moderno no siempre yen todo caso es de orden científico-filosófico, no siempre tiene interiorizada la "revolución cultural" de la Reforma protestante. El recurso metódico de poner a la teología entre paréntesis, de reducir el significado "Dios" a una intensidad lo más cercana posible al "grado cero", aunque ha sido sin duda un recurso sumamente efectivo en el progreso de la racionalización moderna de la vida, no fue, sin embargo, un recurso empleado universalmente en esa racionalización. En ocasiones, como es el caso de la modalidad barroca de ese uso reflexivo maCiórlinterna de Hneó'16gía,'a' una'ré:a¿fiiúCíÓn.deEi"ide;td'e.ñlos:""' ..•. "" •••• ',,-.' '-~'~"'~":-....., ••• .,,,,.;~~ ••• '.;'. "':". '.C. '_'':'''''=:->''':;"-:1; _~ __ r Eepi~~n- las imágenes conceptuales se conectan entre sí y se invaden las unas a las otras alcanzando una síntesis aparente. El panel que podríamos llamar central y principal de este tríptico -en el que estarían los cuatro primeros capítulos y que está dedicado a describir la singularidad del mexicano- muestra una figura impresionante (hecha más bien con el trazo de un Siqueiros) que, bajo la "gran noche de piedra de la Altiplanicie", allí donde los "dioses insaciables reinan todavía", "está suspendida en el campo de gravitación de fuerzas contradictorias". Una figura que surge de la tierra o se hunde dramáticamente en ella, que es "madre y tumba". Es sin duda la parte más brillante y más compleja de la obra, en donde se encuentran los esbozos ya clásicos del pachuco en busca de identidad, del hombre hermético que, con la simulación y la máscara, protege ante los otros la sospecha de su propio vacío; es la parte del ensayo en la que el mexicano es el hombre que lleva el estigma de ser hijo de la ... Malinche,3 el hombre para quien la fiesta es un desafío a la muerte. La que sería el ala izquierda del tríptico (capítulos 5 y 6) concentra las escenas históricas y lo-hace en un ambiente sombrío como ciertos espacios de Orozco. Del virreinato al presente, en el que domina la representación de la Revolución mexicana -un movimiento al mismo tiempo "desesperado y redentor", "una portentosa fiesta en la que el mexicano, borracho de sí mismo, conoce al fin, en abrazo mortal, al otro mexicano"-, la historia de México, que "tiene la realidad atroz de una pesadilla", aparece como una serie trágica de repetidos intentos fallidos de "superar el estado de soledad". En el tercer panel, que sería el ala derecha del tríptico (capítulos 7 y 8), Octavio Paz ofrece al lector en una galería de retratos -empleando un recurso que en Rivera es irónico aldeano-, una apreciación panorámica de la intelliguentsia mexi- '1. '\ .. '\ deTdTscürso;-:serecur:¡:r(riñáS"b¡~;:¡-á'~a-trañsfor=! , 3 Algo de "escandaloso" tenía todavía en 1949 trasladar el término "chingada" del denso ambiente de la cantina a la atmósfera enrarecida de El Colegio de México; algo de esa invitación osada en sueños por los surrealistas para que los cosacos hagan beber a sus caballos en las fuentes de París. i f¡: 176 {'vt" ~".¡"'.. \ ¡1' \ ,. [<.1> t 6\ ~ 1'- •• ,,:. J -1 '''o,J v ,\''''r,.rf,,1 l:'~16 i¡"~ \(,~- \ \" \ f~(~.f.. \. 1'¿1 r.. . tq' T ' "'ti IJ 1. <1/l¡; .AJ¡ la i 0' 1) r) iJ I~'l~ 1,..., t " ¡., ! I r ""'';1 \) ':' tf. '.<J 'r', "'" ()"' o' • \""1-Ir _ ~ rj I,~ (_.GP 11,-0":'l I~:!'~:.\ () ,"[ / -"'<7 ~ '",," i"'b )/1 l ' r? ¡1 ((1;. .' .J . ~. { e ' \. )' I ¡~.():J •.l.r4f'/"\'''''''. 1/ ~ f ~.... I Ilt"l 1" , .. ¡Ol.-10; ,.., \... '/l I/\¡J ¡..;~;~ ,7? 1""1. F... l , .•.. .-'/ J e ¡"./ ¿; ''/ '''1;1 ! '~. ~ 1 V O P)~'" (~ lvt " ." \,f (,.••• 177 p~) r-.lf) VJ.--tl J . " ~. cana importante para él, en la que destacan Vasconcelos, Ramos, Cuesta, Reyes, O'Gorman, El panel, y con él el tríptico, terminan con un intento de ubicar las posibilidades políticas del Estado mexicano en el contexto de la Guerra Fría. Cerrado el tríptico, en el reverso unido de las dos alas, Octavio Paz entrega todavía una última escena -que lo mismo que conc1usiva podría ser introductoria-, intitulada "Dialéctica de la soledad", en la que esta experiencia, que sería "el fondo último de la condición humana", es representada como si fuera vencida por el amor. Fascinado, el lector debe quedar -yen efecto queda- sin palabras ante esta enigmática "figura en medio del paisaje", que Octavio Paz ha puesto ante él; la imagen conceptual del mexicano: una presencia que, al mismo tiempo que espanta, invita también a la empatía.4 La deslumbrante perfección del texto del Laberinto vuelve imposibIetOcar"algo eii"ércon-ía'C'~Í,ti.S~.1i.~,~q~i:~jlq:Im1?-iique üna-iñComprensi6ii-aermiS!ño"'~om.q~,UI)_ ,tgqo. La seducción que -eíñariaJeél"esta-pore~ci-;;~de la discr~pancia respecto de su contenido que el lector pueda ir teniendo a lo largo del libro. ¿A qué puede deberse esto? Pienso que al hecho de que el texto de Octavio Paz es un texto barroco, y que los textos barro~Qs~,eC::~,er.Ean sí ~;-Scomo'uñamÓñada;-e~nállí __ en para ersuadir,.. afSer-adiñlraaos;~ño~-'araTún(Elmeñi:ár.'--oaer_ ~._ ser I? ". -X -.,~J~._. _''''_~''''',_,~"",,_,"y~p ~ _ refutados. 'u.•.•... _-'0'. ._.•••• ( I 1; II ., <' .7. \-"'::) 17:._ ~ : :1 ~ -~ <. ¡;, I ¿. d ~ "o ';,'r'._. ~~ Profundamente escéptico respecto de las posibilidades de que un texto pueda ser verdadero por sí mismo, como conjunto de proposiciones adecuadas al objeto que pretenden describir; persuadido de que, sin una intervención sobrehumana reticente y misteriosa, sea de Dios o del azar, esa adecuación del intelecto a la cosa sería imposible, el discurso barroco no 4 Esta perfección intocable del Laberinto ha tenido consecuencias devastadoras entre muchos de los intelectuales latinoamericanos que se han ocupado de la historia cultural de México. El Laberinto ha sido para ellos un anteojo sin el cual México estaría condenado a la invisibilidad. descarta sin embargo la idea misma de "verdad", no se resigna a la inexistencia de la misma. El discurso reflexivo barroco pretende sorprenderla dentro de su ocultamiento insalvable, al que respeta sin reservas. Por ello, su método no es el camino directo, agresivo y en el fondo ingenuo de la lógica, sino la vía sutil y rebuscada de ese doble de la lógica que es la retórica; el camino que elige es el del arte, que sorprende a la verdad en su metamorfosis como belleza. Si, como decía Sarduy, es posible que "el eco preceda a la voz", que lo dado sea un "efecto retroactivo de lo por venir", no lo es menos que la certeza, que debería ser el efecto de la verdad en el recinto de la mente, sea la causa, si no de la verdad, sí de lo único humanamente posible, que es la puesta en escena de la verdad. Se alcanza primero, a través del simulacro, por la vía de la belleza, lo que debería ser el corolario del discurso, esto es, la certeza, el convencimiento, la persuasión en el ánimo del lector. Yla verdad, que debería ser lo esencial del discurso reflexivo, y de la que la certeza sólo debería ser su acompañante, viene, paradójicamente, más tarde. Una verdad sugerida como causa probable de la certeza: más probable cuanto más bello, más logrado, más "ingenioso", diría Gracián, es el efecto retórico que la provocó. Puede decirse que, de esta manera, la meta central del discurso cognoscitivo, la verdad, la adecuación del intelecto con el objeto, es relativizada de manera irónica. Lo que aquÍ está en juego no es la pragmática del discurso, sino su dramática, no es en la apropiación del objeto, sino su teatralización; es allí en donde, como simple destello, la verdad se deja a veces sorprender. El texto está presente, antes que nada, como objeto dirigido a la experiencia estética, como conjunto de imágenes que se perciben inmediatamente; sólo dentro de esta presencia, confundido con ella, el texto puede volverse el vehículo de una "visión mental", suprasensorial; la entrada a una comprensión teórica o reflexiva. Muchos y muy variados son los recursos barrocos que están a la obra en el texto en que Octavio Paz construye su imagen del mexicano como una imagen para persuadir y convencer. 178 ~t • 179 -t' Otros los podrán examinar mejor y con más tiempo. Yoquisiera mencionar uno de ellos, aunque sólo sea de pasada. Se trata del recurso que consiste en el cambio alternado de frases en tercera persona del singular y frases en primera persona del plural; frases en él y frases en nosotros: "El mexicano -dice el texto en tercera persona del singular- es un ser que se encierra y se preserva: máscara el rostro y máscara la sonrisa." "El hermetismo -dice en primera persona del plural- es un recurso de nuestro recelo y desconfianza." Yla alternancia continúa: Él: "El mexicano (contra lo que se supone), aspira a crear un mundo ordenado conforme a principios claros". Nosotros: "A veces las formas nos ahogan". Él: "El mexicano excede en el disimulo de sus pasiones y de ". SImIsmo. " Nosotros: "Nos disimulamos con tanto ahínco que casi no existimos [ ] también disimulamos la existencia de nuestros semejantes [ ]. Los ninguneamos". \ gul~.r,_~sJavoz del antropólogo, del sociólogo, del historiador: obj~,~Y'l-,}~¿oilclidonal,implacable. Es una voz preocup~d~'por laye.,rdad." '-""', Hay que aIi.adir a esto que no se trata solamente de una alternancia de voces, sino del l11anej()rí,tlllico de.esaalternan,cia, q~~.~s,siIl.dlld.a.magistraL La alternancia rítmica de estas dos voces le da al ensayo una musicalidad que lo vuelve excepcional y que es, en mi opinión, el primer y más amplio instrumento de su efecto persuasivo, de su capacidad de producir certezas. El swinging barroco que resulta de ello en el texto del Laberinto llevi-arle'dór-aUnaespe'de de "véftigo ante un objeto velozi:l1en~ te proteico; un objeto que está yendo y viniendo, una y otra vez, de la confesión a la crítica, de la búsqueda de la salvación a la búsqueda de la verdad, de la universalización del mexicano a la mexicanización del ser humano en general. Puede decirse, por otra parte, que este juego de alternancia se encuentra sobredeterminado por la necesidad de apelar a un interlocutor que es, é~ también, doble: por un ladoinexi~ canü"cdátirioamericano,Y por otro europeo. ' --ETL~beriniono' parece estar dirigido sólo al público en general, y particularmente al mexicano y latinoamericano, sino también, más íntimamente, al círculo concreto de amigos y conocidos de su autor en el París de esa época, el París del existencialismo. Octavio Paz parece reaccionar contra la actitud espontánea del europeo medio que percibe a los seres humanos no europeos como indudablemente subhumanos, una actitud que no está ausente ni entre los espíritus más osados del ambiente surrealista. Aceptado como obj~to deldiálogo,J19,f9mo interlocut()r del mismo; comó parte del fi.l.llIld(),no<,:()mo con'¿íeñ-aasohre el mundo,'e1'éscfltor"íáÚñoamericano en'Eu- ~,ropa n'ó"'ierrnlná de se'ntirse a gusto. Incluso entre l~~'i~ieiectualé'sque'representan 'a'fá 'a~t()crítica de Europa -que creen haber dado un salto mortal por sobre su propia sombra cultural- Octavio Paz observa la falta de un acercamiento al otro que lo respete en su ser diferente y no mire en él solamente una manera de ser no_e.uropeo. 'Ad~p~~d~'~na ti~ti~~ tradicional de los criollos america- Él: "El solitario mexicano ama las fiestas y las reuniones públicas". Nosotros: "Somos un pueblo ritual". Él: "La indiferencia del mexicano ante la muerte se nutre de su indiferencia ante la vida". Nosotros: "Estamos solos". Él: "El mexicano condena en bloque toda su tradición". Nosotros: "Nuestra historia, en ciertos momentos ha sido una encarnizada voluntad de desarraigo". Él: "El mexicano y la mexicanidad se definen como [...] viva conciencia de la soledad, histórica y personal". Como puede verse, en la parte más convincente del Laberinto predomina un texto en el que la voz que discurre se desdobla en dos'voces:-ra- primera voz,quehabla-en crelpTuraCes la-'derportavoZde'alg()'que p'areee'se'ruñ-a-'con_ fesió;¡ ~~leci:iva,autoCil Ücii; reflexiva;e'rltre orguIíc)say"coñlritao Es una voz como de:cQnfesiÓn pieoc{;~ada-p'-or la sa~".a.c;:ión. otra voz, en cambio:q'~~' h~blá-e'ri't;;~~ra'der sinLa L1 \ -pri;r;-~~~'-p~rsoni' eclesfaE ••..•__ , .•.__ ._._. __•..•...,~_. .....__ ... '-' _.. ~ .•.•_", _._ ..• ~.••_.'_A.~ .._, •.,..•. .• ' __ "~,,,_._ .• _ ••• '- --.-'. ' ••.••••.. '".--' ,....... ,"'" • • "., "', ••••.• K. ,~.' ••••.•.• ',••. , ••••••• .,h..•. __•••.~ •.••~;~."._ ••••••••.••.••.••..".,.••..•..•.•.••••••.••.••.••.•••• ~ _., ro 180 ~: . 181 '- ;, 4: n OS,~~J}_<lC:~, g~r..'!E_!:~_~~.~,l!t()_<?E~,~~~~ ~~,P'~~~~.ó ~~~.el ta grad __ ~-~~,<:t:~s,J:?:~~E.~.~P~~""q~~.,~.t;?I:l~, .. :~~!:l~i?:?_ª~P£lEt~~t;!~:_~~.h ? ~l?anidadpor el modo excIusivo, .. ropio o_c~,ntral de lo humano p eñ-geüeraCRetorri<i de Heidegger -a través ~i~f en er-qlle-domina el famoso libro El sery la nada de Sartre- la determinación de la esencia de los humano como la capacidad libre que emerge del estado de la derelictio, del estar desamparado en medio del ser, para crear para sí mismo un mundo dotado de necesidad, de sentido. Este concepto de la filosofía europea es el arma que Octavio Paz voltea contra los europeos. Se trata, dice, de una determinación fundamental de lo humano que en Europa sólo es posible encontrar en estado de traicionada y que en la inmediatez de ,la existencia mexicana, en cambio, puede ser encontrada de manera pura. La soledad del mexicano no se encuentra borrada, como en Europa, gracias al dispositivo antisoledad instaurado en el mundo por la técnica; dispositivo engañoso puesto que en verdad es la presencia humana la que se refleja en él de manera narcisista. "Nuestro sentimiento desoledadestájustificado", dice Octavio Paz, no T fITtroparlsii;ü temen te acotada por el compromiso de su autor con el nacionalismo del Estado mexicano posrevolucionario. Como es sabido, la nación~?~_e.~I1~_~~~~~_e_I]E~j!Raginaria cuya función coñs~ste-en paliar la necesidª.cl~~_l,lJ1!:l..i.<;lentidacrconcreti;'presente en el conjunto real de propietarios privados-que rodean una empresa conjunta d~aéüniüiaClón'de cá.£!!it,'_~p1peñada en afirmá~se' ~~n tr() elel m~E¿ad~,:lñii,iiªfal. Como entidad imaginaria que es, la nación moderna reúne con pretensiones de síntesis, y se autopropone como ideal a perseguir, un conjunto más o menos definido de rasgos humanos positivos; son rasgos que resultan, sin embargo, de la deformación de las características cualitativas de las comunidades reales -sean éstas de las tradicionales o de las que apuntan al futuro- que deben ser sacrificadas en la marcha de la empresa histórica capitalista. En efecto, el miembro típico de la comunidad llamada "nación" sólo existe en el plano de lo imaginario: los muchos tipos de alemanes, de italianos o de franceses, están obligados a volverse irreales para convertirse en el alemán, el italiano o el francés. Igualmente, el veracruzano y el michoacano, el sonorense yel yucateco, el oaxaqueño y el jalisciense, el guerrerense y el regiomontano, ¿cuánto de sí tendrían que sacrificar cada uno de ellos, es decir, en qué medida tendrían que volverse también ellos irreales, para existir todos de acuerdo al tipo imaginario de un sujeto nacional único? No cabe duda que la altamente improbable síntesis de la serie de características que Octavio Paz le atribuye a su figura del mexicano, y que da lugar a un sujeto inventado, "arbitrario", como dice el propio Octavio Paz, es una construcción que provoca, desafía e incluso irrita a quien busca confrontarlo con la unidad del sujeto nacional, comprobado en el uso oficial de la empiria sociológica o del archivo histórico. El mexicano del Laberinto no coincide con la imagen consagrada del mexicano. Visto desde las disciplinas correspondientes, el mexicano de Octavio Paz sería un héroe literario de sociologíaficción y de historia-ficción. Y sí lo es, en efecto, pero no un héroe novelesco, es decir, de ficción libre o desatada, sino un hé_-, ....•~ . .-...""""-' a iY .r i sÓfo"po¡:que"ae¿ti'V~m:~~~e"estam,91> ~.o!?~:'p';~~-~";omos-efeciiVaméiifedlferenies' sino porque estamoseiIve'idacra:la-in_ te'rñiíerÍe,'porque no--tene~os ~Ii'-Dios ni tÍn'sustíiuio'deDios, ;; j como'-;ierúi'lá"'ié'áil'ca, LaJ'igura éap~~ª~,p.~ii.ég.<7ino's:' -,-'-.'-""". hu'mana"que el ensayo 'd~ -Óctavio Paz presenta bajo el nombre de "el mexicano" ~,C;:,E~ic<l~~_,rn~n,~~~,p9.~émica dentro de eS<l,seriea~Il1irable de propuestas de,p?J1su:.u.cción deuñ-t'rpo'Ideal llamado el Hombre americano -piénsese en lamashdnant~'de -elia~,"i~de JoséE~~iq~eRodÓ_, que venían compitiendo entre sí desde que los criollos latinoamericanos debieron re-definir su identidad fuera del Imperio español, en el marco más bien liberal de una veintena de repúblicas y boJa la inspiración ineludible de un romanticismo que soplaba con fuerza desde el ''viejo mundo ". La figura del mexicano de Octavio Paz es una propuesta de definición de ese tipo ideal que no sucumbe al psicologismo sociologizado o historizado, usual en la confección de muchos personaJes típicos latinoamericanos; pero es una propuesta fuer182 ~- .. ~.: .. 183 ~ I~ roe correspondien te de.o tr()~ipo "<:l~. <:l~scurs<:>poéti_<:(),_.<:,!.9~.s.ur_ sollterariÜ eÍ1sá}iísdco, para el que lo ficticio no le viene a la c~~adesde afuera, de la~ente-c~~~do~~,~i~~: qli;;"esiá" sa-misma, que es un momento constitutivo "de"su:"i'eallCléia:"'" .La fíiurad~l mexicancide' b'ctaVIOPai ~'; ~;-~;bitr¡da en el sentido de que desprecie las leyes de la reflexión o se desentienda de ellas, sino en el sentido de que -barrocamente escépticojuega con la profunda arbitrariedad que hay en ellas. Resultado aparente de una necesidad ubicada en otro nivel, la arbitrariedad de la figura que aparece en el Laberinto es precisamente la que le otorga esa coherencia de un orden que podría Il<ln:<lr~e ,"~CÓI1~<:9_~"011C~P.tu~1 la iñi~n1'~~ci~~.h.~_ii-ª'?-a~s: de hace dncuenta ~ños un retopermanente para la reflexión crítica acerca d.e)<:l~cultura,)a histciiia yl<tpoIíticamexlcaIlas. Hay"q-üe"deéir, sin embargó~que p're'cisamente'-eff'üoclamen_ to de esta presencia crítica de la figura del mexicano propuesta por Octavio Paz es también, de manera trágica, el fundamento de su función ideológica. Si el ensayo de Octavio Paz tiene alguna limitación, ella está en su obediencia a la ilusión del nacionalismo moderno. Es éste el que, por encima y en contra de la concreción real de las poblaciones disciplinadas por el Estado moderno, pone a discusión el contenido de una entelequia vacía, la identidad de la nación. Es esa ilusión la que propone dar una forma, inventarle unos rasgos a ese sujeto que sería el miembro típico de la nación. y Octavio Paz, siguiendo este llamado, como muchos lo hicieron, en lugar de desconfiar de ella, de dudar de que sea la vía adecuada para la reflexión, se presta a llenarla con los rasgos fascinantes de esa creación suya llamada "el mexicano". De todos los caminos que estaban a disposición del discurso reflexivo para abordar "el sentido de las singularidades del país", el peculiar ethos moderno que rige la creación de las formas de vida mexicanas en la historia de la modernidad, elige tratar ese sentido y ese ethos por la VÍa de la construcción de un personaJe. Esta "personificación" de un ~E tO,9~~~ ,j~~~ll.~t.~l,lS.~!:1:~~(;lJ.izar~~_ co.~£.'iu]~fope'fs'oiialCo_ le5.~Y?!.>~~ ..d.esdi~llja_~~e.I1~~<llm.e..I1 ~.~'~'~'}'':l: " P;.<>'P.;I.~~~~'p~si~a:'d~,'~~ ilusión nacIOnalIsta., Al aceptar esta dusion, al presuponer al '.~- . .. -'. .... ..• ~ 184 eiilaco: sujeto nacional como efectivamente existente, OctavÍo Paz colabúi-eñ'ésa'desfiguáicion. .. '..' _.' .,,,.• ,,.,, :CiñiTS'mailusión Íla~ionalista que le da a Octavio Paz la oportunidad de construir esa imagen fascinante del mexicano hace de esta oportunidad un regalo envenenado; se cobra el servicio atando su reflexión a un horizonte político e histórico severamente acotado. Aunque llegue a decir, como lo hace en efecto, que "la mexicanidad será una máscara que, al caer, dejará ver al fin al hombre"; aunque el suyo sea un nacionalismo paradójicamente universalista -en las antípodas del racismo al que suelen llevar las exaltaciones nacionalistas de la identidad-,./< de todos modos, no deja de ser un nacionalismo moderno; lo' es, porque concibe la concreción de la vida social bajo la forro:;-! históric~. quees -- ..•.-..... ~.......... j". 1 dela ~OijcfecíópJmaginaiia-ati'ihuI(Ei'arsiYeto"'de'es<\'empresa f. r'1--'" _ ... ... ." ...•,.~ el Estado caRitalista. , .,., r l~1) t ~.... J-~~ "El ser humano en su condición fundamental de estar entregado sin protección alguna a su condición de libertad" -el Dasein en su Verlassenheit-: éste sería el núcleo de la experiencia del mundo en la vida contemporánea. Se trata de un tema filosófico planteado radicalmente por la ontología fenomenológica de Heidegger, y dramatizado ya, incipientemente, por el propio Heidegger en su obra El sery el tiempo. En la figura ensayística de "el mexicano y su orfandad", este tema es sometido por Octavio Paz a una reconstrucción poética que lo dramatiza plenamente, que'lo presenta como una figura vitalizada no sólo por su contradicción, sino por la consistencia de su contradicción; consistencia que le viene de la impronta inquietante de la vida concreta de México. Así, en lo que tiene de personaje de ficción ensayística, esta figura, a la que Octavio Paz llamó "el mexicano", este perso. naje protagónico de El laberinto de la soledad, tiene asegurado un lugar principal no sólo en la literatura hispanoamericana, ./:( sino en la literatura universal. .&-/ " el .. , -." -;. ~, .. ,-" . ......•• Lo • / ¿" ¡){I.J/i..J'd"'(( / ~(!) \"",.;~_ ! 0\.)..> Ó JI.>; J, i: l., '-..1(\\ \X Y'O ".' ~f...~ ~\b. ;> .•• (}\lNJ if .7 l' - Ql . ~:: . l.'~'''.~';.' ..{ -,' (' " . \ ..:, ~,t ')_/lr1';I"'\~\.-"..tt'.) ,...tl; .,.. ..1,'. o t \! ".lo,. ¡I, .'\c~l.q,.f .. .•.. H'~ ¡"'\ ~ { (1 185 j )(1 Ú ~~ ,~. (, ""'f Ut pictura poiesis La apertura que viene del barroquismo en su definición literario-ensayística del mexicano, al pasar al orden discursivo político, en el que el sujeto nacional moderno no es una ilusión inocente, sino todo 10C;ñ"trario:-rrega-aconvertirse en lo contrario: en un'a limitación. La mate"i-i~d~ q{;;~'stá hecha la fascinación de su figura del mexicano es, sin embargo, trágicamente, la misma que constituye también la razón de sus limitaciones como imagen de la realidad social, histórica y política de los pueblos de México. Nuevamente en la tradición de los criollos -para quienes la cultura vencida y acallada del nuevo continente era un espejo viviente de sus autoproyecciones utópicas-, Octavio Paz se sirve de una serie de rasgos impresionan tes pero a veces incompatibles entre sí de la cultura cotidiana de México para construir con ellos una vez más un argumento polémico dentro de la discusión europea. En contra del "cansancio cultural de Europa", un tema que se trata de manera obsesiva en la nve gauche del París de la posguerra, Octavio Paz recomienda una cura de autenticidad, un retomar una reflexión encarnada en la práctica a la condición fundamental de la existencia humana. El mexicano, como el tipo de ser humano que es capaz de tener la experiencia inmediata de esta condición estaría llamado, por un lado, a mostrar al europeo la salida de ese estado de fatiga y, por otro a encontrar en él una compañía auténtica que lo salvaría de su soledad ejemplar pero insoportable. XII. El olmo y las peras "i~' ... Los mexicanos habrían aceptado como autovaloración propia la ajena ignorancia de ellos... José Gaos ~~~~fÉ-;;ta-pregünta-quelii-quretÓ-a riuestr~~~~do-~uit;~ ral en los años cincuenta y sesenta del siglo XX -época en la que la globalización de estilo imperialista dejaba soñar todaVÍaa los Estados latinoamericanos en "acumulaciones de capital de cierta autonomía nacional", montadas sobre una "sustitución de importaciones" y encaminadas incluso al desarrollo de ciertas tecnologías propias- fue perdiendo virulencia lentamente en los decenios siguientes, a medida que el espíritu de autoafirmación nacionalista se debilitaba indeteniblemente. Se trata, sin embargo, de una pregunta inquietante, que desborda el estrecho campo de interés del nacionalismo y que ha seguido apareciendo por ello una y otra vez, bajo formulaciones diferentes, a lo largo de la historia más reciente de nuestra producción filosófica. La pregunta por la particularidad del quehacer filosófico en América Latina gravita claramente sobre dos artículos que quisiera comentar brevemente en estas páginas.l Se trata de dos artículos dedicados a la historia de la influencia que han tenido y tienen los filósofos y las escuelas filosóficas alemanas sol Ambos pertenecen al tomo colectivo que recoge los trabajos presentados en un simposio organizado en octubre de 1999 por la Cátedra Extraordinaria Guillermo y Alejandro de Humboldt, a cargo del doctor León Bieber (coord.), Las relaciones germano-mexicanas desde el aporte de los hermanos Humboldt hasta elpresente, El Colegio de México-Universidad Nacional Autónoma de México-Servicio Alemán de Intercambio Académico. México, 2001. ¿Es posible, y de qué manera, un discurso filosófico ~p:.bméri- 186 :.'" 187 C). 10 O Hans-Ulrich Bünger / Die/mar Dirmoser El fantasma del desarrollo en América Latina compatriotas. Por consiguiente, junto con la Editorial Nueva Sociedad de la Fundación Friedrich Ebert, presentamos este libro con textos para el debate. Los nombres de los autores hablan por sí solos. Estamos seguros de que sus análisis y sus planteamientos para un desarrollo alternativo -un verdadero desarrollo- despertarán el interés de un gran número de lectores en toda América Latina. Serán otra gota para minar aquellos intereses de los grupos dominantes que explican, en gran medida, el estado de postración que vive la región. Como decimos en Alemania: "la gota termina por romper la piedra". ¡Que así sea! .~ Aníbal Quijano Desarrollo es un término de azarosa biografía en América Latina. Desde la Segunda Guerra Mundial ha cambiado muchas veces de identidad y de apellido, tironeado entre un consistente reduccionismo economicista y los insistentes reclamos de todas las otras dimensiones de la existencia social. Es decir, entre muy dife~entes intereses de poder. Y ha sido acogido con muy desigual fortuna de un tiempo a otro de nuestra cambiante historia. Al comienzo, sin duda fue una de las propuestas más movilizadoras .de este medio siglo que corre hacia su fin. Sus promesas arrastraron a todos los sectores de la sociedad y de algún modo encendieron uno de los más densos y ricos debates de toda nuestra historia, pero fuel'On eclipsándose en un horizonte cada vez más esquivo, y sus abanderados y seguidores terminaron enjaulados por el desencanto. Ayer no más parecía no solo desprestigiado y en desuso, sino enterrado entre los escombros de esperanzas frustradas y de batallas perdidas, y bajo una densa pila de textos dedicados, unos, a testimoniar el desencanto y a la desmitificación del "discurso del desarrollo"!, y otros a convencernos de que fuera de la ganancia y del mercado todo es ilusión. Hoy, no obstante, se nos convoca a buscarlo una vez más entre las mallas de una nueva configuración de poder que se conoce con el nombre de "globalización". ¿Significa esto que desarrollo es, o podrá ser, nuevamente una bandera en el horizonte de las próximas contiendas por el sentido de la historia que viene? ¿O es más bien la evocación de un fantasma que, como el de Elsinor, podrá quizás presidir desde las sombras la intempestiva furia que ponga fin a la prolongada vacilación del Hamlet latinoamericano? De todos modos, esas preguntas se refieren no solo al futuro de América Latina. Después de varias décadas de experiencias, debates y frustraciones, y en un contexto histórico enteramente cambiado, su indagación no debe realizarse con los mismos supuestos, ni desde la misma perspectiva de conocimiento que presidió la controversia del periodo anterior, pues se expone a llegar al mismo ciego callejón de donde tal vez no salga. Algunas cuestiones son cruciales y requieren que las Hans-Ulrich Bünger Representante de la Fundación Friedrich Ebert en Ecuador y director del Ildis Dietmar Dirmoser Director de Nueva Sociedad -Le e:...:--¡ 5 ¿/ ,,-t-'-:1( ~A .. e-G., A' / ti..//\.;,j • .t('U " ."¡. -~\If "~ . _ .. /¿~--. J/. ..-..~'.--) .-. .".•.... ••~. ,t.-i' -z..-t .L.,,'L.~, /',J/U'L---..[) -. _ 0¿' '/Y (j ~l l' r".1 ,,/lo ' ~ .-'.< J/ ..,." .., , 1)-- .1 ~'->'?"'''<', J/C~ ~., .,,4 IJ (' .-..-¡;r....v r- D•• íf ~ .Á I ' ~e( ~ts(J..:-L </",J ejuc• - 4>y-t\( t ' tf-v. D''- - u-. .R. ~ (0;M l,.j , .t.."i"-J.r ¡/\f:.r;s;, ,~l.(}...,rv't J e- c.L-) j '-{) ',.J;.,. L/~_ -o.-( <::> fU j,..1/.. "1. 1 i:; j {J~'lb:, ]-,.' ;;L,?-~...-..? ....,.~-')...-..c.. . ,...ft!-;. (a..?""'€'~ (;:)'''-{r-1,.{ r 4 c 1. '. '~. /') .' {/ - ~ <c.' ,":') ) .•.•.". <. ~ ./'v,.(r¡.... ..\ \.J.>... . \. ,r/ /~ e.-ck "-/\11 . Lv v'~"": I /') t p~J.,~" , ' cL •• í" " ,--t'L" J. c't .ú. ".... / 1"'. . (..I~~.rl;(--(. I ~., ' ..~D\t' 1/ .. u' •..,Ji.L~t: ,_ 0-1 ••• .' l' Jo !.ir-,,,;;:-e D. '(\ tJ->--.~ ~ .'?At..., v,(» J u-<-.Ji <~ ,--q ,"/ " H ¡ P'""' "'" ,~, ~ 0-1~ J' A, ("~j¡;.,)" ,? h 11..' ~ (Jo ""ro" "'¡' -- V ~ <.•. 1:' r: ,p~ ':'~ v \j 1- -e f\7> ....v-Ul-.. . v.-,;0 //\P"t .. ,-v,,)-:l") u ' 21 ~.~ . r,J,.J0 1 · 1. Desdefinesde los años 70se había generalizado la desconfianzaen el "desarrollo".Véase, por ejemplo,uno de losperspicacesestudiosos del tema,MarshallWolfe:Elusive Development, StatisticalPublishingHouse, Unrisd-ECLA,Budapest,1981.Recientemente,a traductoradel l libro de GiovanniArrighi: Workers 0lthe World at Centun/s End, NuevaYork,1997,encontró que en portugués el título más apropiado era La ilusiio do desemlol"imento (Vozes,SanPablo, 1998).Un largo texto le dedicó al tema Arturo Escobar: La invención del Tercer Mundo. Construcción y deconstrucción del desarrollo, Editorial Norma, Bogotá,1998. , 12 O Anfbal ( Quijano El fantasma del desarrollo en América Latina O 13 abordemos en el mismo punto de partida del nuevo debate. A ese propósito, con los obvios límites de un trabajo de esta naturaleza, se dirigen las notas que siguen. único orden. mundial. En otros términos, es mundial, no puede existir de otr~lllodo, pero se "desarrolla" de fo~mas diferentes y en niveles distintos en diferentes espados~tiemp6s ócontextos históricos. 0, mejor,tales espacios-tiempos s~diferenpor-ermodo'y'errií-verdeese.patrón de P9d,er. . ¿Qué es pues lo que se desarrolla? 2 Clan Enfatermiriología co~vencional del debate sobre el desarrollo-subdesarrollo, ~¡ ,'.S'\) un .:1 ;ili patrón de"jjoirú ! Immanuel Wallerstein ha señalado más de una vez que !.£j~e.~!.~e.~~,!ol~a.1"!P.'!s país -una definida jurisdicción estatal sobre un territorio y sus habitantes- sino en el mundo capitalista actual algunos de tales espacios-tiempos son reconocidos como desarrollados, respecto de aquéllos que estarían en vías de desarrollo y,. en fin, de otros que simplemente se reconocen como subdesarrollados. En consecuencia, lo que está en debate acerca del "desarrollo" del capitalismo es una doble cuestión. En primer término, se trata de las condiciones trayectoria del patrón y determinaciones de poder históricas que expliy can la tan diferente capitalista en las regiones o; en otros té~mino~, u~a s~~iidad. Der~~tad~s'h~st~ hoy fas de: más opCIones, el patrón de poder vigente es, aún, el capitalismo, capitalista. esto es, la sociedad Dentro del debate sobre el desarrollo-subdesarrollo, ésa es una aseveración fundamentalmente correcta. En efecto, el capitalismo -un patrón de dominaciónexplotación-conflicto articulado en torno del eje capital-trabajo mercantizado, pero que integra todas las otras formas históricamente conocidas de trabajose constituyó con América, desde hace 500 años, como una estructura mundial de poder; se "desarrolló" desintegrando todas las configuraciones de poder previas, absorbiendo y redefiniendo aquellos elementos y fragmentos estructurales que le fueran útiles o necesarios, e imponiéndose exitosamente hasta la fecha sobre todos los posibles patrones alternativos3• Este patrón de poder se ejerce globalmente en todo el planeta desde sus comienzos. Pero no existe, ni existió en momento alguno de un modo históricamente homogéneo en todo el espacio mundial. Lejos de eso, por su propio carácter, el capitalismo articula múltiples espacios-tiempos o contextos que son histórica yestructuralmente desiguales y heterogéneos configura con todos ellos un mismo y países del mundo. En segundo lugar, si dadas sus actuales características y tendencias mundiales -o en otros términos su "globalización" - todavía es realista para los latinoamericanos a la práctica tentar el "desarrollo" condiciones capitalista en nuestros países, esto es, llevar posible en otras áreas. aquellas históricas que lo hicieron Estado-nación y desarrollo capitalista Si se investigan los elementos o rasgos que marcan la diferencia central entre tales áreas o espacios-tiempos, son insoslayables algunas comprobaciones: 1) que la --sociedad capitalista o patrón capitalista de poder -en los términos específicos del capital como relación social de producciónes más "desarrollada" en aquellos países donde el Estado-nación moderno es más democrático, más nacional y más fuerte; 2) que en todos los países con un "desarrollo" avanzado de ese capitalismo, el proceso que ha llevado hasta allí ha estado presidido por la constitución del Estado-nación moderno, no a la inversa4• En suma, la sociedad capitalista ha llegado a su mayor nivel de desarrollo lamente en aquell~s á~~as ~n his que también ha sido posible la plena constituci~n No existe y I . --1 so- 2. "La re-estructuración capitalista y el sistema-mundo" Lima, pp. 195-297. en Anuario Mariateguiano N" 8, 1996, ~,~ . 3. Los laberintos del debate contemporáneo hacen necesario insistir, aún, en lo que a esta altura de la historia debería ser obvio: que el capitalismo no es lo mismo que el capital. Se funda en éste, pero no se agota, ni, por lo tanto, se identifica únicamente con él. Capitalismo es la configuración mundial de poder-dominación-explotación-conflicto_ que se articula en tomo del capital, el cual es una relación específica de poder entre los controladores del trabajo asalariado y de sus respectivos recursos y productos. El capital es dominante dentro del capitalismo, mundialmente en consecuencia, pero en la historia desde América nunca ha existido solo, aislado, ni separado de las demás formas de organización del trabajo: esclavitud, servidumbre, pequeña producción mercantil independiente, reciprocidad. Se ha desarrollado dentro de esa configuración mundial de poder y no es probable que hubiera ocurrido de otro modo. Esa es la perspectiva que se deriva de la obra de Marx y que retorna al debate mundial por Wallerstein, principalmente, aunque ya estuvo presente en Latinoamérica después de la Segunda Guerra Mundial. D~sde.e':;~R-~!?pec;:tiva,ni.el capital, ni el capit~!i?ITI:0' s e decir, ninguno de los componentes del p.¡¡trónmundial de poder, ni la ubicación paiticular de lospiíses;régíónes; o'espacios-tiempos en la historia..... capitalismo ...-.. del mundial pueden ser entendidospbt'sepáradb: -'-. ..... . ... '. ....-. "-. y Estados nacionalizarlos o Estados-nación modernos. exeepdón'alguna esta regularidad histórica en ios ¿ltimos 500 años5• de sociedades Estado-nación a . Por consiguiente, la configuración fundamental de poder que se conoce como el moderno para el desarrollo de la sociedad capitaliscrucial hay una asociación ha resultado ta en todas partes del mundo, y en el orden capitalista 4. Una discusión de esas cuestiones en Aníbal Quijano: "Estado-nación. ciudadanía y democracia: cuestiones abiertas" en HeidulfSchmidt y Helena González (eds.): Democracia para una nueva sociedad, Nueva Sociedad, Caracas, 1998. 5. Eso incluye también a todos los países en los cuales la sociedad capitalista ha alcanzado un nivel de desarrollo importante, como en algunos Estados asiáticos, Australia, Canadá y Nueva Zelanda. Sobre este punto, de A. Quijano: "América Latina en la economía mundial" en Problemas del desllrrollo vol. XXIV N" 95, 10-12/1993, revista del Instituto de Investigaciones Económicas de la UNAM. México, yen Debate N" 31, 4-/19g4. Quito. 14 O Anrbal Quijano '" El fantasma del desarrollo en América Latina O 15 'k entre la cuestión del Estado-nación moderno y la cuestión del desarrollo. Dos preguntas principales siguen necesariamente a esas comprobaciones. Una indaga las determinaciones históricas que han hecho posible que tal Estado-nación se constituyera en unos países o grupo de países y no en otros: ¿e~.rq,:é.,eIl,~lg.unas áreas se han formado y desarrollado Estados-nación modernos y en otras no? La s~~ncia remite a 'ía actuación de tales determinaciones e~ nuestra expe¡:ienci~ historlca espeCífiCa: ¿qué ha ocurrido en y con América Latina respecto de esta cti:estlÓñT '. ,"Estado-nación y democracia Aunque a contrapelo de la reflexión dominante en este campo, es pertinente señalar que el Estado-nación moderno (objeto exclusivo de esta discusión) es, en lo fundamental, producto de la distribución democrática del control de recursos de producción, y de la generación y gestión de las instituciones de autoridad, entre los habitantes de un determinado espacio de dominación y en las condiciones del capitalismd. Es cuestión, pues, de un modo específico en que la sociedad capitalista asume determinadas características democráticas dentro de un espacio de dominación dado. Puesto que se trata de un patrón de dominación-explotación-conflicto, los habitantes de tal espacio de dominación están, por supuesto, en relaciones de desigualdad respecto del control de recursos de producción y de las instituciones y mecanismos de autoridad, en especial los de la violencia. En consecuencia, la democracia en la distribuCión de dichos recursos e instituciones no puede ser sino relativa y limitada. De todos modos, con toda la relatividad y con todos los límites inherentes al carácter del poder capitalista, la práctica real de esa democracia es una condición sine qua non de todo Estado-nación moderno consolidado. Dicho de otro modo, la ciudadanía requiere existir como un modo cotidiano de relación social, para funcionaF como un modo de relación política. En la sociedad capitalista, toda nacionalización de la sociedad y del Estado ha sido la resultante del proceso de democratización de las relaciones sociales y políticas entre los habitantes de un determinado espacio de dominación. Y ha sido, ante todo, el punto de llegada de prolongadas luchas de los explotados y de los dominados para lograr que se institucionalizaran relaciones sociales y políticas tan democráticas como fuera posible en las condiciones del capitalismo. Pero a ese resultado no ha sido ajeno el contexto histórico de implantación del capital y del :.':-- 6. Una discusión,más detenida de estos problemas en A. Quijano: "Estado-nación, ciudada. nía...", cito capitalismo. En Europa se trata de las relaciones del capital competitivo con las estructuras de poder del anden regime y las instituciones de los varios imperios locales, por un lado, y con el colonialismo y la colonialidad impuestas sobre el resto del mundo, por otro. Fue dentro de ese espacio de relaciones de poder que los explotados/ dominados de Europa tuvieron las condiciones para forzar a la burguesía a negociar los límites de la explotación-dominación, que es exactamente en lo que consiste la democracia dentro del patrón de poder articulado por el capital.'. Bnel resto del mundo, el colonialismo primero, y más duraderamente la colonialidad, así como la menor o nula presencia inmediata del capital como relación social, sin perjuicio de su dominio global, han trabado continuamente las posibilidades de obtener las mismas condiciones para negociar entre dominantes y dominadas los límites de la dominación. De esas determinaciones proceden las necesidades y posibilidades de los procesos de democratización/nacionalización des,oCiedades y Estados éñ eáda espacio de dominación particular. En ese sentido, la ~iste~ática rela~ión histórica entre el proceso de desarrollo de la sociedad capitalista y del moderno Estado-nación en un espacio de dominación dado o país implica, necesariamente, el correspondiente desarrollo de la democra- I cia en las relaciones sociales y políticas, ya que el moderno Estado-nación es más \ nacional y más fuerte solo en tanto y en cuanto sea más democrática la sociedad, y en consecuencia también las formas y niveles de representación política en el Estado de todos y cada uno de los sectores de interés social. Las distancias entre los procesos reales de nacionalización de sociedades y Estados en el mundo capitalista, donde quiera que se encuentre su ubicación histórico-geográfica, su espacio-tiempo, hablan con toda claridad de las diferencias entre sus respectivos procesos de democratización en términos del control de recursos de prod ucción y de la generación y gestión de las instituciones de autoridad, inclusive en las regiones donde el proceso ha llegado más lejos. Así, en Europa occidental basta comparar el caso de Francia con los demás, España, por ejemplo. O, por otro lado, los países eurocéntricos (sea por su geografía o por su historia, corrio enel caso de Estados Unidos, Australia, Canadá) y los no-europeos, en particular los casos más recientes como Japón, Taiwán, Corea del Sur. Con todo, el resultado es que, si bien en unos más que en otros, en todos ellos la sociedad capitalista pudo ser llevada a una democratización suficiente como para cobijar modernos Estadosnación plena o satisfactoriamente constituidos y estables. ¿Por qué? Las cuestiones que han llevado a esa pregunta estuvieron sistemáticamente ~~.~I'!te~_c:lel debate en el periodo anterior a pesar de'q~~ 'Esfado':na"cÚSnstuvo e todo el tie~p(;imi:;(¡cado;-y deq'ueel n3:C:ionalismofue, sin duda, ~l eje la discusión y' de ros proyectos' y prácticas desarrollis'tas, pues el sentido final de todo proceso semejante estaba atado a la idea de desarrollo de un país o de un grupo regional de ellos. De allí el nombre mismo de las instituciones destinadas a su estudio, v.g. Comisión Económica para América Latina. ~s~sa_usenciasjl1djc::anque JC¡_, L~_ los probl~mas o ámbitos de experiencia correspondientes no, eran percepti,bles desde la óptica de conocimiento que presidía la discusión, \ ei de .. <t 16 O Aníbal QlIijano El fantasma del desarrollo en América Latina O 17 El carácter eurocéntrico del debate sobre el desarrollo El debate sobre el "desarrollo"-"subdesarrollo" es posterior a la Segunda Guerra Mundial y fue una de las expresiones de la reconfiguración del poder capitalista mundial en ese periodo. Dicha reconfiguración consistía, en primer término, en una relativa, pero importante, desconcentración-redistribución del control del poder, en particular sobre el trabajo, los recursos de producción y la autoridad política. Ese proceso era el resultado de la lucha mundial por la eliminación del colonialismo en Asia, África y Oceanía, y de la respectiva formación de nuevos Estados nacionales o por lo menos poscoloniales, en algunos casos mediante profundas revoluciones sociales y políticas, como enChina, la India, Argelia, Vietnam, Cuba y en algunas zonas de África. En algunos de esos casos, los procesos fueron pensados, incluso intentados, como opciones de ruptura con el patrón capitalista, aunque todos terminaron por seguir un cauce que, ya desde Rusia (1918-1925), llevaba a desembocar en el mismo océano capitalista por un distinto vertedero7. La aspiración al desarrollo se hizo virtualmente universal. Se convirtió, en la práctica, en una idea-fuerza, como Ortega y Gasset sugirió nombrar análogas aspiraciones motivadoras e impulsoras de movimientos y cambios mayores en la sociedad. Su debate se hizo también mundial, pero fue presidido por un conjunto de supuestos que resultaron comunes a todas las vertientes, no obstante sus grandes diferencias puntuales. La suposición dominante era que el desarrollo es una cuestión relacionada con países o regiones, no con un patrón de poder dado. Y éste, ya fuera asumido como dado por la mayoría o explícitamente cuestionado por una minoría, era también percibido en relación 'con países o grupos de ellos ..Ese supuesto fue la expresión de un cambio crucial en la perspectiva del conocimiento sobre la sociedad entre ambas guerras mundiales. Desde la Segunda Guerra Mundial, para casi todo el mundo el Estado-nación pasó a ser no solo una unidad de análisis, sino el enfoque mismo, una manera de percibir y estudiar los problemas. La perspectiva mundial elaborada desde fines del siglo XVIII, presente hasta la Primera Guerra Mundial, y característica de la obra de Marx, si bien no del todo abandonada, se convirtió en minoritaria. Por eso, sin duda, las preguntas comunes a las tendencias del debate, sobre todo du- rante su primera etapa hasta mediados de los años 60, se dirigían a identificar en cada país o en cada región los "obstáculos al desarrollo" y las formas de vencerlos o sortearlos. En América Latina, como se sabe, fueron dos las vertientes más difundidas. La "teoría de la modernización", acuñada principalmente en EEUU y asociada al estructural-funcionalismo y otra que podría reconocerse como la "teoría del imperialismo capitalista", asociada fundamentalmente al materialismo históricoS. La primera logró imponer como parte del sentido común universal, aún hoy vigente, la división de la experiencia de la humanidad en ciertas áreas específicas: economía, sociedad, cultura y política. Y otorgó a la cultura la condición' de sede y fuente de las explicaciones de las diferencias entre los grupos humanos respecto del" desarrollo". Tal cultura se refería, principalmente, a la manera de conocer y a la ideología, en especial la religiosa. Los "desarrollados" eran "modernos", "racionales" y "protestantes". Los "subdesarrollados" eran "tradicionales", no-protestantes, con racionalidad pre-moderna, si no francamente "primitivos". Algunos de los rasgos específicos de la sociedad capitalista moderna en los países "centrales" fueron propuestos como expresiones básicas de la "modernidad" y como el marco histórico insustituible del desarrollo económico: el principio de ganancia, el valor del dinero y del mercado, la idea de que el sentido de la vida es el trabajo y el consumo, el universalismo de la respectiva orientación valórico-normativa. Tales eran características de la "modernidad", de la "racionalidad", y se encontraban más en los pueblos protestantes que en los otrosY• Los rasgos opuestos han,pues, parte de la "tradición" 7. Entre mediados de los años 70 y fines de los 80 todos esos casos, sin excepción,fueron víctimasde la crisis del capitalismo mundial de ese periodo, por lo que terminaron unos desintegrándosetotalmente, y otros reintegrándoseexplícitamentea la estructura centraldel poder capitalista.Ese hecho, más que ningún otro, revela que nunca lograron en realidad abandonar el patrón capitalista, a pesar de sus muchas y muy importantes diferenciasparticulares.Desde la Segunda Guerra Mundial. ninguno de ellos sufrió agresiones militares. Porelcontrario,desarrollaron capacidad militarapreciablee inclusivellegarona organizarse en vastascoalicionesinternacionalesllamadas"campossocialistas".Elmás antiguo y militarmente más fuerte, la Unión Soviética,se desintegró en una suerte de implosión casi súbita, chocandocontra sus propios límites. '.~. 8. Nombre de la corrienteintelectual producida al finaldel siglo XIX por Engelsy los teóricos principalesde lasocialdemocraciaalemana,BernsteinyKautskysobre todo,caracterizadapor la hibridación de algunas de las propuestas de la herencia teórica de Marx en el marco del positivismospenceriano. A pesar de las muchas diferenciaspolíticas y puntuales entre sus variantes, el conjuntode la socialdemocraciaeuropea, incluida la rusa, asumió esa doctrina. Desde 1924,a la muerte de Lenin, se hizo aún más profundamente marxo-positivistay fue codificadabajo Stalincon el nombre de "marxismo-leninismo".Con talesnombre y características,tuvo hegemoníamundial en el movimiento llamadode "izquierda". Fue sometida a una nueva hibridacióncon el estructuralismo,especialmenteen el debate francésposterior a la SegundaGuerra Mundial. Después de la desintegracióndel" campo socialista"en Europa y de la admisión explícitadel carácter capitalistade China (estalinismode mercado,lo llama Kagarlitsky),su hegemoníamundial ha declinado. Pero en tanto no se llevea cabo un debate rigurososobre su historia y sus propuestas, lo que no ocurreahora bajolascendicionesdel neoliberalismo, puede regresar en la próxima crisis política mundial, como obviamente comienzaa ocurrir en Europa. 9. Comose sabe, la fuentemás inmediata de la perspectivade la "modernización"fueTalcott Parsons,sobre todo Structllre and Process in Modern Societies, FreePress,1960.Perolas fuentes originariasson MaxWeber,de quien elFondo de Cultura Económicapublicó,en 1944,la obra totalbajoel títulode Economía y sociedad, y KarlPolanyi:The Creat Transfomation, BeaconPress, 1957. 18 O Aníbal Quijano El fantasma del desarrollo en América Latina O 19 't. y eran los" obstáculos" a remover en el camino del" desarrollo". Desarrollo era, ante todo, modernización. La segunda vertiente atribuía al "imperialismo capitalista" primero, y más tarde a la "dependencia externa" o a la "dependencia estructural", la explicación de las diferencias entre "desarrollados" y "subdesarrollados". En esas propuestas estaba implicada la teoría de las clases sociales del materialismo. histórico, así como el discurso nacional de esa misma doctrina, aunque nunca fueron claras las relaciones entre uno y otra. En todo caso, sus más influyentes expositores, dentro y fuera de América Latina, manejaban el concepto de "imperialismo" para las relaciones de dominación entre países, asumidos por definición como naciones. En sus versiones más influyerites el debate sobre la "dependencia" se canalizó también por el mismo cauce, como lo señalara ya Francisco Weffort en ocasión del célebre Seminario de Santiago de Chile en 19691°. Puesto que en la "teoría de la modernización" en ningún casase intentó explicar por qué unos grupost~rlÍán una" cultura" en lugar del a otra, de alguna manera esa categoría aparece más bien como un modo de referirse a las diferencias "naturáles'¡' entri!1os "desarrollados" y los "subdesarrollados". Yen el materialismo histÓrico se atribuy~ al capit.al,,(o'al capitalismo entendido estrictamente como el si~tema del capital) caracteres inmanentes que actúan más allá y por encima de Ías a'edenes de las gentes, y de cuyos rasgos provienen el "imperialismo" y la propia "dep~ndenci~" externa o estructural. Así, una mistificada categoría de "cultura"fue confrontada con otra no menos mistificada de "capitalismo". I'J. Como veremos luego, debido a esa perspectiva cognitiva quedaron en la sombra algunos de los elementos fundacionales del poder capitalista mundial. Y los problemas discutidos pudieron percibirse solo de modo parcial y distorsionado, en particular las relaciones entre las instancias centrales del poder11,o -para usar los términos convencionales- entre economía, Estado, sociedad y cultura. _'" Aquel periodo de debate sobre el" desarrollo" -"subdesarrollo" ocurrió pues, en general, dentro del model() eurocéittiico de conocimiento que desde el sigloxvlI e~ ..i lino de los instrumentos principales del patrón mundial de poder capitalista. Y no solo en su primera fase, cuando giraba en el reducto del desarrollo económico, sino también, no obstante la importante ampliación de su campo de problemas, en su fase final en tomo del desarrollo económico-social. Ahora parece que se reabre el debate y a la vieja familia de categorías se han añadido las del desarrollo sostenible y el desarrollo humano. Lo que no parece, sin embargo, es que esa familia ampliada sirva en realidad para liberarlo de la vieja prisión eurocentrista. Y es dudoso que sin salir de ella pueda ser un nuevo debate realmente sostenible. El eurocentrismo está en._ ....;. plena crisis, sus dificultades inherentes han salido a flote en el mismo instante qu~ . la crisis del mundo que lo produjo y al cual ha servido y expresado por tanto tiempo. y su hegemonía mundial es ahora, final y quizás definitivamente, impugnada desde todos los ámbitos dominados, donde no solo vive la subalternidad, sino también comienza a constituirse una alternida'd. ." ! 1 ¡ '-:'" . ..}"'u~;l:¡l:r'~(' O. ¡'\:í' I I I ,:' el , ,.( Capitalismo mundial y colonialidad del poder Con América y el capitalismo se configuró un patrón de poder mundial cuyo mayor instrumento de dominación, y uno de sus basamentos, es la idea de raza como estructura biológica que diferencia a la población humana en inferiores y superiores porque está asociada a las respectivas capacidades de producción cultural, intelectual en especial. De ese modo fueron "naturalizadas" las antiguas ideas sobre "superioridad" e "inferioridad" de las gentes en relaciones de dominación. Sobre esa base durante los cinco siglos siguientes se clasificó a la población del planeta en "razas superiores" y "razas inferiores"12. Y esa clasificación se Las corrientesadversas de lo que dio en llamarse "dependentismo" desde la perspectiva del materialismohistóricose atrincheraron en esa suerte de modoproduccionismoque llegó a tener tan extendido dominio en la izquierda latinoamericanahasta la "caída del muro de Berlín".Pero esono cambianada de la propensión nacionalistadel debate sobre el desarrollo en términos de imperialismo o de dependencia. En la confrontación con la teoría de la modernizacióny sus derivaciones reduccionistasacercadel desarrollo económico,el movimiento hacia una visión que implicabala cuestión del poder, mundial y local,fue tambiénen gran medida resultado de la obra de teóricoslejanosdel materialismohistórico,pero lejanos también del abstracted empiricism (Milis),del positivismo y del estructural-funcionalismo. Como todo el mundo sabe, los más influyentes fueron José Medina Echavarría, desde su seminal Consideraciones sociológicas sobre el desarrollo económico, Cepal,Santiagode Chile, 1963, y Raúl Prebischcon una propuesta sobre la estructura "centro"- "periferia" del capitalismo mundial, de duradera y vital influenciainternacional.V.R.Prebisch:"Críticadel capitalismo periférico"en Revista de la Cepal, 1" semestre, 1976; Capitalismo periférico, crisisy transformación, FCE,México,1981. Una revisión de las tendencias del debate latinoamericanoanterior a la crisisde mediadosde losaños70,enAldoSolari,RolandoFrancoyJoelJutkovitz:Teoria, acción social y desarrollo en América Latina, SigloXXI,México,1976. y las agudas observacionesde M. Wolfeen Elusive Development, cit.Eltextoque Weffortpresentó al SeminariosobreDependencia,enSantiagode Chile,"Dependencia:¿Teoríade claseo ideologíanacional?"fuepublicado en Fernando Henrique Cardoso y F. Weffort(eds.): América Latina: ensayos de interpretación sociológica, EditorialUniversitariade Chile,Santiago, 1971. 10. ¡.~ • 11. Estáabiertootravez eldebatesobre la naturaleza delpoder entre lasgentesde estemundo, y requiere nueva indagacióny discusión.En esa dirección,A.Quijano:"ColonialityofPower and its Institutions", documento presentado al Simposio sobre Colonialidad del Poder, BinghamtonUniversity,Nueva York,abril de 1999, de próxima publicación. 12. Losresultados de las más recientesinvestigacionescientíficasen torno de la idea de raza, en Jonathan Marks: Human Biodiversity. Genes, Race and Histonj, Aldine de Gruyter, Nueva York, 1995. Sobreel origen probable de la idea de raza, A. Quijano:"Raza.etnia y naciónen Mariátegui:cuestionesabiertas" en Roland Forgues (ed.):'.c. Mariáteglli y Ellropa. La otm cara del descllbrimiento, Amauta, Lima, 1992. También mi texto:"¡Quétal Raza!"en Cambio social, identidades y jamilia, Cecosam,Lima, 1999. •• 20 O Aníbal Quijano El fantasma del desarrollo en América Latina O 21 4 articuló con el control del trabajo y con el control de la autoridad y de la subjetividad. Partiendo de la idea de "raza" se produjeron y distribuyeron las nuevas identidades sociales (indio, negro, amarillo, aceitunado, blanco, y mestizo) que fueron y en lo fundamental aún son el eje de distribución mundial de las formas de dominaciónexplotación-conflicto sobre el trabajo. Sobre la misma base se produjeron y distribuyeron también las nuevas identidades geoculturales (América, Europa, Asia, Africa, Oceanía, y en otro plano Oriente y Occidente), según las cuales se distribuyó el control del poder político y cultural en el planeta. El colonialismo fue el escenario y el marco que permitió la constitución de la idea de raza como el instrumento universal de clasificación social básica de toda la población del planeta. Y esa clasificación probó ser, hasta ahora, el más eficaz mecanismo de dominación dentro del poder capitalista mundial. De esa manera, ese patrón mundial de poder se constituyó en su carácter de colonial/moderno. Cuando el colonialismo fue eliminado, la relación colonial de dominación entre "razas;; ~o'soi~ ú? exting~ió, sino que en muchos casos se hizo mucho más activa y a.eClsíva'enTácó'rifigúració~~:el poder, desplazfudQse de una institucionalidad (ekcloñTiiismo)a ót~a (¡;~íses independientes y/o Estados-nación) yen consecuencúi!"eéltlietíláitdrise escala global. De eso da cuenta el concepto de coloniaEdad del poderlJ• y trabajadores asalariados, el mercado como piso y límite de las relaciones entre lo público y lo privado, el eurocentramierito también de la nueva racionalidad correspondiente al nuevo orden mundial y su hegemonía mundial. En esas condiciones, Europa se hizo también el eje de la elaboración intelectual de la experiencia colonial/moderna del conjunto del capitalismo. El resultado f~~' ¡ el eurocentrismo, una perspectiva de conocimiento tributaria por igual del~s nece~' i)':;,' sidades capitalistas de desmitificatión del pensamiento sobre el universo, y de las necesidades del "blanco" de legitimar y perpetuar su dominación-explotaciÓn sóbre las demás "razas" como superioridad natural. Eso incluía la apropiación de las conquistas i~teiectuales y te~ológicas de los pueblos colonizados. Pero, sobre todo, .. un modo de imponerles un espejo distorsionante que les obligara a verse con el ojo del dominador. El eurocentrismo ha tenido plena hegemonía mundial, aunque siempre controvertida dentro y fuera de Europa. En medio de la crisis del mundo capitalista, ha ingresado también en la crisis más radical de su larga historia14• Ninguno de esos procesos puede ser explicado, ni entendido, como producto exclusivo de las virtualidades inherentes al capital como relación social, ni de lo "europeo" como una cualidad "natural" particular. Fue la clasificación "racial" de las gentes según el nuevo p~der capitalista lo que realmente)levó' alvirtual mo~ nopolio "blanco" /"europeo" de la relación capital/salario, y de esa manera al monopolio de la producción iIi.dusti:ialdurante las primeras centurias del capitalis: m() éblopial. Hasta el siglo XIX Europa centralizó en su propio espacio las relaciones entre capital y trabajo asalariado, y en torno de ellas se articularon todas las demás formas de trabajo en el resto del mundo y, en consecuencia, las relaciones entre Europa y los demás pueblos del planeta. De ese modo se configuró un patrón de poder que podemos reconocer como capitalismo mundial, eurocentrado y colonial/ moderno. En esa perspectiva, la versión europea de la modernidad es la otra cara de la colonialidad del resto del mundo. y esa modernidad/colonialidad es la expresión central de la clasificación de la población mundial en torno de la idea de raza. no a: ,<:\ \ .) La colonialidad del poder fue determinante en el proceso de eurocentramiento del poder capitalista mundial. Por cierto, el traslado de las rutas mundiales de comercio al Atlántico, tras la formación de América, permitió la constitución de Europa como nueva identidad histórica y la hegemonía mundial de Europa occidental. Pero la virtual exc~usividad de la relación capital-trabajo asalariado para "europeos" o "blancos", mientras se imponían a las demás "razas" todas las otras formas de explotación, no podría explicarse solamente por la nueva geografía del tráfico comercial, ni por las tendencias inherentes a la relación social llamada capital. Fue dicho eurocentramiento del control del capital como relación social, y en consecuencia, de la producción industrial, lo que produjo en lo fundamental la división radical entre "centro" y "periferia", la concentración del desarrollo del capital y de su sociedad en ese "centro", la configuración del pod~r entre burguesía '/'. 13.El concepto de colonialidad del poder fue introducido originalmente al debate en mi "Colonialidady modernidad/ racionalidad"en PerlÍ Indígena N"29,1992,Lima.Puede verse también de A. Quijano e I. Wallerstein:"Americanityas a Concept 01' the Americas in the ModernWorldSystem"en International ¡oumal o/Social Sciences N"134,11/1992,Unesco,París. Ahorahay un activodebate internacionalen torno de esascuestionesen reuniones académicas internacionales y una literatura creciente. Un texto reciente es el de Walter Mignolo: "Diferenciacolonialy razón poscolonial"en Anuario Mariateguiano N"10,1997,Lima. 14.Ladiscusión sobre el eurocentrismoy la urgencia de una descolonizaciónepistemológica formaparte del actualdebatemundialsobreel conocimiento.EnAméricaLatina,v. entreotros los trabajos de W. Mignolo:TIJe Dark Side o/ tIJe Renaissance, MichiganUniversityPress, Ann Arbor, 1995;Enrique Dussel: Ética de la liberación, México,1998;Edgardo Lander:"Modernidad, colonialidad,posmodernidad" en Anuario Mariateguiano N"9,1997, ima.Tambiénde A. L Quijano: "Colonialidad y modernidad/racionalidad", cit.;"Coloniality of Power and Eurocentrism" en Nepantla N" 2, 2000,próxima publicación, Duke University, Duke, NC; Mode1'l1idad, identidad y utopia en América Latina, Sociedad y Política Ediciones,Lima, 1988; "Colonialidad del puder y la experienciacultural latinoamericana"en RobertoBriceiioy H. Sonntag (eds.): Pueblo, época y desarrollo. La sociología de América Latina, Nueva Sociedad, Caracas, 1998. 22 O Ant'bal Quijnno El fantasma del desarrollo en América Latina O 23 10 fl. El Estado-nación en el capitalismo colonial/moderno y eurocentrado Aquellas condiciones históricas llevaron a que en Europa el capital se constituyera paulatinamente como relación social, mientras en el resto del mundo se imponía la reproducción de las demás formas de explotación del trabajo, redefinidas por sus posición y funciones nuevas en relación con el dominio del capital y del mercado mundial. En torno del eje capital/Europa se articularon la esclavitud, la servidumbre, la peq'ueilá'producciónmercimtilindependiente, ia reciprocid~d, y A'IDerica;'África y ASia'-Ese~s el patrón de poder coloriial/ moderno, eurocentrado; mundial y capitalista que persiste desde hace 500 años. De ese modo, en Europa occidental se fue configurando y desarrollando una estructura de poder en función del capital y del dominio europeo sobre el resto del mundo; y en ese mundo colonizado en función de las otras formas de dominaciónexplotación-conflicto del capitalismo mundial. Los procesos de clasificación social de la población ocurrían así en un doble canal: 1) en Europa, básicamente en los términos del capital (burguesía, sectores medios, asalariado urbano, campesinado) y entre una "raza" homogénea, "blanca"; 2) en el resto del m~do, en los términos de las relaciónes de esclavitud, servidumbre, reciprocidad, pequeña producción m~r¿¡úlHCsalari¿. y ju~to con las líneas precoloniales de clasificación, o sobre sus es~oinbros, erigía un nuevo patrón categorizador, fundado en la colonialidad del poder, que clasificaba entre "europeos" o "blancos" y las demás "razas" dominadas o "inferiores". se En Europa, por lo tanto, la experiencia social tendía a la mercantilización de las relaciones sociales cotidianas, a la secularización de la subjetividad y de la interacción intersubjetiva. Las formas de diferenciación y de organización de intereses sociales, y los cursos de sus conflictos, convergencias y antagonismos, tendían a procesarse en esas mismas líneas. La expansión del mercado en la etapa competitiva de la organización de los capitalistas, junto al combate al "antiguo régimen", facilitaron las luchas de los explotados del capital contra los capitalistas, pero también los obligaron a apoyar a sus explotadores contra las clases señoriales y sus rivales en la disputa por el control de territorios y de población. Ese es el contexto preciso que enmarcó los conflictos y negociaciones entre grupos burgueses por la distribución del control de los recursos y la generación Y gestión de las instituciones y mecanismos de autoridad pública. y entre todos ellos y los trabajadores por la distribución de ingresos, de acceso al mercado en términos de igualdad de todos los demás agrupamientos sociales, y de acceso a niveles y ámbitos, subalternos, pero no poreso menos reales, en las instituciones de autoridad pública. En cada país o espacio de dominación en donde esos procesos pudieron ser profundos y duraderos, y en especial allí donde produjeron revoluciones que permitieron depurar el carácter del poder de las relaciones señoriales de dominación, los procesos de democratización de las relaciones en la sociedad, del control más o'ffiéñósdifundldo de recursos de'producCfÓñ,'perinitiero"n-también una difusión relativamente importante del control sobre las instituciones de autoridad pública, es decir, de representación política, en los términos de la jerga de la llamada ciencia política actual. Todos esos procesos, llevados a cabo en espacios estables de dominación, produjeron relaciones intersubjetivas particulares, sentidos de pertenencia a espacios-tiempos singulares, que se han denominado identidades nacionales, Esto es, la democratización de la sociedad y del Estado ha corrido parej~_con,i) sus nacionalizaciones, en el sentido específico de los Estados-nación modernos. En cambiO, en las regiones donde fueiÍnpuesta la colonialid'ád, las tenaéncias de configuración del poder fueron sus prisioneras todo el tiempo. Para comenzar, porque las relaciones del capital como tal eran necesariamente más débiles o fragmentarias o vinculadas a sectores no-industriales, dada la centralización de tales relaciones en la sociedad de Europa. Luego, porque en esas condiciones, el mercado y las exigencias de relativa democratización del control de recursos de producción, y sobre todo, por supuesto, el acceso al control democrático de las instituciones de autoridad, estaban bloqueados por el dominio colonial. La democratización de las relaciones sociales cotidianas requiere en todas partes que unos y otros se reconozcan como de la misma naturaleza. La colonialidad del poder, la clasificación" racial" de la población hace literalmente imposible toda democratización real. Por eso, como lo muestra sin atenuantes la experiencia latinoamericana, el desarrollo de Estados-nación en esos países solo ha sido viable de modo parcial y precario. Si hay algo de incompleta biografía en estas tierras es, justamente, el Estado-nación. Y mientras la colonialidad del poder no sea erradicada, ese proceso no podrá culminar, porque ella actúa de un modo específico sobre la cuestión del Estado-nación moderno y América Latina es uno de sus espacios más definidos15• Dependencia histórico-estructural: la experiencia de América Latina r }, El "mercado interno" en el periodo del capital competitivo no solo fue un resultado de la actuación del capital, sino también de los conflictos y negociaciones político-sociales .•La ciudadanía, como igual representación jurídico-política de desiguales en todos los otros ámbitos del poder, se constituyó, precisamente, sobre esas bases. Los grupos sociales que en América Latina conquistaron el control del poder en el momento de la Independencia eran los "blancos" de la sociedad. Y aunque en cada uno de los nuevos países eran una reducida minoría, ejercían la dominación y la explotación sobre una abrumadora mayoría de indios, negros y mestizos. Éstos no tenían acceso al control de ningún recurso de producción importante, o fueron 15. He discutido estas cuestiones en "Colonia lité du Pouvoir el Democratie en Amerique Latine" en Fulure Anlerieur: Amerique Lnline: Democratie el E~c1usion, Ed. L'Harmaltan, París, 1994, y en "América Lntina en la economía mundiar, dI.' •• 24 D Anfbal Quijano El fantasma del desarrollo en América Latina O 25 J incluso despojados del que habían tenido durante la Colonia, y se les impidió toda participación en la generación y en la gestión de las instituciones políticas públicas, del Estado, pues. Así, la colonialidad del poder fue la base misma de la sociedad. Con el control concentrado de los recursos de prod ucción y de las instituciones y mecanismos de autoridad política, tales "blancos" no solo se percibían y se sentían distintos de los indios, negros y mestizos, sino que se consideraban, por raza, nat.uralmente superiores y próximos a los demás "blancos", esto es, los europeos. Por sus intereses de explotación, y por la categorización racial, asumían necesariamente que sus intereses sociales y su cultura eran directamente antagónicos a los de esa inmensa mayoría dominada, pues el control del poder lo ejercían, precisamente, sobrela base de esa colonialidcia. la clasificación social de la poblaciól1' ' En consecuencia, tanto en la dimensión material como en la intersubjetiva de las relaciones de poder era imposible que los intereses y las afinidades de los dominadores de los nuevos países tuvieran alguna cpmunidaq, es decir alguna posible área o esfera común, por mínima que fuese, con los intereses de los dominados, no solo ti y no tanto en el ámbito interno de cada espacio de dominación o país, sino, ') precisamente, respecto de los intereses de los grupos dominantes de los países del r centro, en Europa o fuera de ella. " de )'-> r:;;/ ¡\ , La imposibilidad de la democracia en la sociedad, dada la colonialidad del po,~ der, hacía igualmente imposible la nacionalización de esa sociedad, pues para eso debe haber un espacio significativo, real o simbólico, donde todos los sectores de la sociedad, esto es del patrón de poder vigente, tengan o perciban algo en común, una comunidad. La identidad nacional es la expresión de esa forma de relación de poder. Y en el Estado-nación moderno, sin excepción conocida, la democratización de las relaciones sociales y políticas es el espacio común y la fuente de toda identidad nacional; si no, se trata sola y banalmente de la nacionalidad legal. Dada esa configuración de poder, toda posible democratización, por reducida que fuese, implicaba una descolonización de las relaciones de poder, la erradicación de la idea de "raza" como mecanismo básico y universal de clasificación social de la población. Y el hecho era que, en casi la totalidad de los nuevos países, la fauna dominante no era siquiera una proporción amplia de la población, como ocurría por ejemplo en EEUU, donde las víctimas de la colonialidad del poder eran minoritarias. En América Latina, los dominantes, los beneficiados de las relaciones coloniales de poder eran una muy pequeña minoría. El nuevo Estado era, por lo tanto, el de una de las "razas", no el del conjunto de la población, ni siquiera de una parte mayoritaria. En consecuencia, no podía ser nacional. Eso explica por qué en América Latina en su conjunto -aunque con muy importantes particularidades y distancias entre los países- durante todo el siglo XIX los grupos dominantes articularon sus intereses exclusivamente a los de sus pares, la burguesía "blanca", especialmente la de los países más poderosos como Inglaterra y Francia, y más tarde EEUU, y en medida alguna a la de los sectores dominados de la población de sus propios países. No se trataba de una subordinación a la burguesía del centro, sino de una comunidad de intereses fundad'a en ,-" ••• ,"'_." •• ~ • ,. o" ':, 0_, •.••• • • •• ~ ••• la colonialidad del poder dentro del capitalismo mundial, La subordinación vino después, ya que todaarticulacÍón de intere;~~ entre los grupos dominantes latinoamericanos Ylos europeos solo podía ocurrir con los primeros como socios menores. Esa condición de socio menor en la asociación de intereses con la burguesía del centro era por cierto el resultado de la política colonialista de los tres siglos anteriores, que extrajo riquezas y trabajo de manera gratuita de los territorios y poblaciones americanas, y que en las áreas llamadas ahora andinas, y que formaban el Virreinato del Perú, consistió, desde el comienzo del periodo borbónico en el Imperio Español, casi enteramente en un saqueo continuo de recursos y en la eliminación de las bases de la previa gran producción manufacturera, minera y de agricultura comercial, Todo lo cual, además, se combinó con el abandono del Pacífico en el tráfico comercial mundial y la ascensión hegemónica del centro y norte de Europa en el capitalismo mundial, Pero los efectos de esa política colonialista fueron reproducidos además con agravantes por la nueva articulación dependiente fundada en la colonialidad del poder. En América Latina, la colonialidad del poder bloqueaba en los "blancos" dominantes todo propósito de desarrollar el capital como relación social, ya que eso habría implicado asalariar a las "razas" colonizadas, y el eurocentramiento del capitalismo había impuesto una clara división "racial" del trabajo. Los indios y los negros eran siervos o esclavos, y ésa era la base del poder de los dominadores de los nuevos países. La producción industrial, con todas sus implicaciones en las relaciones sociales materiales e intersubjetivas, estuvo excluida durante largo tiempo, hasta que las necesidades del capital monopólico y la exportación de capital del centro a la periferia la hicieron necesaria. Cuando también los mestizos de esa clasificación colonial fueron ganando espacio en esa configuración de poder, por medio de largos y con frecuencia sangrientos conflictos y regímenes militares, se hizo visible todo el peso del eurocentrismo en su perspectiva de conocimiento, en su actitud frente a los blancos, indios y negros, y en toda su política dentro de y respecto del capitalismo mundial. La política de la dependencia no fue solamente reproducida, sino acentuada y profundizada, y se transformó en subordinación desde la crisis mundial en el tránsito del capital competitivo al capital monopólico alrededor de 1870, cuando casi todo aquello que las oligarquías "blancas" habían conservado como su heredad colonial fue pronto entregado a la nueva voracidad del capital monopólico noindustrial, procedente del centro. La colonialidad del poder y su correlato, la dependencia histórico-estructural de la sociedad capitalista en América Latina, quedaron duraderamente articuladas al nuevo dominio del capital del centro. Es de esa configuración de poder en el capitalismo, fundada no en la imposición sino en la comunidad de intereses, a su vez asentada en la colonialidad del poder, ,,(.. local y global, de lo que da cuenta el concepto de dependencia histórico-estructural. •., Esta es, rigurosamente, un componente de la colonialidad del poder en el capitalismo mundiaPh. f: 26 O Anrbal Quijano Elfantasma del desarrollo en América Latina O 27 '" f\o No hay modo de negar o de ocultar, no importa bajo cuál máscara ideológica, que la colonialidad del poder es aún, a pesar de todos los cambios, elemento central de la sociedad en América Latina. Los espacios ganados desde la revolución Mexicana y en especial desde la Segunda Guerra Mundial, no fueron suficientes, ni \ enteramente estables, ante todo porque las luchas estuvieron regidas por una idea \ eurocéntrica del Estado-nación. Yahora corren el riesgo de ser devueltos al dominio de la 'colonialidad en las condiciones de la "globalización" del patrón de poder imperante. La cuestión del Estado-nación y sus relaciones con el desarrollo sigue abierta al debate. del capitalismo en todos esos países o regiones es crecientemente recortada y en la mayoría de ellos anulada en todo el periodo en curso. El capitalismo mundial necesita hoy más que antes del Estado, pero lo quiere lo menos democrático y nacional posible. Las tendencias a una continua reconcentración del poder, de los recursos y del Estado así lo exigen, puesto que toda democratización del control de recursos y de la autoridad pública, por limitada que pudiera ser, implica necesariamente una tendencia a su desconcentración y redistribución. .. Durante el periodo del capital competitivo, el patrón de poder capitalista pudo servir en Europa como marco de procesos de democratización en las relaciones tanto materiales como intersubjetivas que configuraban la sociedad del capital, mientras imponía regímenes represivos y arbitrarios a los demás pueblos del mundo, y fue sobre la base de la sobreexplotación facilitada por el colonialismo y la colonialidad que la burguesía europea pudo hacer a sus clases medias, a sus grupos menos fuertes y a los trabajadores más organizados, el tipo de concesiones que desembocaron en el conocido Welfare State. Sin duda la reconcentración creciente y continua del poder dentro del capitalismo mundial afecta más a las poblaciones que no lograron conquistar plenamente el Estado-nación. Pero implica una polarización incesante de la distribución de los recursos y la riqueza (ya 80% del producto de todo el mundo es apropiado por solo 20% de la población mundial y la concentración aumenta continuamente). Es para llevar a cabo todo eso, y para defenderlo y reproducirlo, que la burguesía global requiere que 80% de la población mundial esté sometida a Estados no-nacionales, esto es, no-democráticos, como aparatos de administración de un vasto conglomerado de poblaciones distribuidas en países, áreas, regiones, en tomo del control de los grupos globalizados de la burguesía, operando por mediación de un reducido grupo de Estados-nación centrales. Desde esa perspectiva, el patrón de poder capitalista, la sociedad capitalista, no tiene en nuestros países ninguna posibilidad de desarrollo distinta de la que produce esa incesante concentración de poder, des-democratización de las relaciones sociales, polarización social, inmiseración de cada vez mayores proporciones de la población. Toda otra imagen sería necesariamente engañosa. Los pueblos de América Latina, los dominados y explotados en primer término, todos aquellos para los cuales la dominación, la explotación, la discriminación son los problemas centrales de la especie, se encuentran ahora ante la necesidad de decidir si ése es todavía el camino deseable. A la hora de la globalización Me restringiré aquí a discutir dos cuestiones mayores: 1) el carácter contrarrevolucionario de la reconfiguración del poder capitalista que ahora se conoce como "globalización"; 2) el dominio de la acumulación especulativa en ese proceso. Uno de los rasgos centrales de la "globalización" es una reconcentración del control de los recursos de producción y del Estado que pone término a un periodo de amplia des concentración y, en buena medida, de redistribución de ambos resortes de poder societal. Eso ha sido posible por la derrota mundial de los movimientos sociales que procuraban la profundización y aun la radicalización de los procesos de democratización del poder capitalista mundial (o su destrucción), así como por la desintegración de regímenes y organizaciones políticas rivales de los centros del capitalismo mundial, como en el caso del "campo socialista" en Europa. En el comando de esta contrarrevolución mundial están los grupos de la burguesía financiera que han llevado a niveles sin precedentes la acumulación especulativa y que tienden al máximo desarrollo del carácter predatorio de ese modo de acumulación. La combinación de ambos rasgos de la llamada" globalización" implica, para lo que está aquí en discusión, la presión por la des-democratización y, de ese modo, por la des-nacionalización de la sociedad y del Estado en todos los países en donde, debido a la colonialidad del poder, el proceso del Estado-nación no pudo consolidarse. En la medida en que esas presiones aumentan, la posibilidad del desarrollo ¡;. 16.No escapa a la observaciónque esteconceptoes pariente, pero en lo fundamental diferente, del de la dependencia estructural en cualquiera de sus versiones (Cardoso-Faletto,Dos Santos).Con áreas puntuales de convergenciacon este último,que fue el que ganó presencia hegemónicaen eldebate latinoamericanoy mundial de eseperiodo,elconceptode dependenciahistórico-estructuralparte de una perspectivade conocimientodistinta y aunque no omite lacuestióndel Estado-nación,implicauna perspectivaglobaly toda lahistoriadelcapitalismo. El despliegue gradual de la teoría de la colonialidad del poder sin duda volverá a traer al debate la cuestión de la dependencia. .•. 248 O JoséLuis Coraggio '; Algunos elementos para repensar el desarrollo. Una lectura para pequeños países1 Schuldt,Jürgen: Dineros alternativos para el desarrollo local, Universidad del Pacífico,Lima, 1997. Tetelboin H., Carolina: "La otra cara de la política social en Chile" en Carlos Vilas (coord.): Estado y políticas sociales después del ajuste. Debates y alternativas, Nueva Sociedad/UNAM, México, 1995. W AA: Construyendo la ciudad con la gente. Nuevas tendencias en la colaboración entre las inicilltivas comunitarias y los gobiernos locales, Habitat International Coalition, 1998. 1 !I.lberto Acosta y Jürgen Schuldt Creo que las limitaciones reales de la economía tradicional del desarrollo no provinieron de los medios escogidos para alcanzar el crecimiento económico, sino de un reconocimiento insuficiente de que ese proceso no es más que un medio para lograr otros fines. Esto no equivale a decir que el crecimiento carece de importancia. Al contrario, la puede tener, y muy grande, pero si la tiene se debe a que en el proceso de crecimiento se obtienen otros beneficios asociados a él. (.. .) No solo ocurre que el crecimiento económico es más un medio que un fin; también sucede que para ciertos fines importantes no es un medio muy eficiente Amartya Sen, Premio Nobel de Economía1998 El punto de partida de cualquier propuesta alternativa pasa por reconocer que la actual situación socioeconómica y aun política no es deseable para la mayoría de los habitantes de los países subdesarrollados y que las transformaciones demandadas para superar el subdesarrollo no pueden llevarse a cabo de la noche a la mañana. Hay necesidad, es cierto, de respuestas de corto plazo a partir de la compleja realidad actual, pero que tengan siempre en su mira los cambios estructurales requeridos en un horizonte de largo aliento. A modo de ejemplo, la reducción de la inflación no puede darse postergando la reactivación sostenible del aparato productivo y tampoco la redistribución del ingreso y los activos. La transformación de la economía, tanto como la superación de las estructuras concentradoras del poder económico y político, así como de las actuales institucionalidades gubernamentales centralizadoras y excluyentes, que se condicionan mutuamente, están en la base de una alternativá de desarrollo. Alternativa dirigida a establecer los fundamentos sólidos de crecimiento económico, solidaridad social y ecológica, y democracia genuina. Y que tendrá que buscar salidas a las actuales formas de dependencia económica, caracterizada por una tendencia hacia la reprimarización de la mayoría de las economías subdesarrolladas, cuyos nocivos efectos sobre el ambiente constituyen férreos obstáculos para el desarrollo. Desde 1. Estas líneas recogen algunas reflexionesplanteadas y publicadas en diversos espacios y países comoparte de un procesosiempre inconcluso,en tanto cualquierpropuesta alternativa requiere ser repensada una y otra vez, al tiempo que debe ser confrontada en un amplio y sostenido debate Una aproximaciónconjunta al tema la presentaron los autores en: InflaciónEnfoques y políticas alternativos para América Últina y el Ecuador, Cap.7,Libresa-Ildis,Quito 1995. .~ 250 O Alberto Acosta / Jiirgen Schuldt el punto de vista socioeconómico, la consolidación de estructuras rentísticas, que esta dependencia provoca, es otra de las limitaciones para conseguir un adecuado nivel de vida para las mayorías. Indudablemente, el éxito de la reorientación de la economía y la política en cualquier país está supeditado a la correlación de las fuerzas internas, a la dinámica económica internacional y, sobre todo, a quienes tengan la responsabilidad de Conducir el Estado en ese periodo. Pero este esfuerzo solo tendrá éxito si los grupos y fracciones perjudicados por el aperturismo y liberalización a ultranza (los perdedores de la "globalización") logran organizarse en torno de un proyecto común, incluyente, desconcentrador y descentralizado. El presente ensayo está inspirado sobre todo en la realidad de un país andino subdesarrollado relativamente pequeño, como es Ecuador. En estas líneas, sin embargo, se aborda el tema de una manera más amplia, procurando ofrecer elementos de reflexión para países pequeños en general, con menores posibilidades de lograr su desarrollo a partir de estrategias más autónomas, autodependientes o autocentradas, como podría darse en economías más grandes; como de hecho sucedió en el caso de muchas de las principales economías desarrolladas del mundo. Algunos elementos para repensar el desarrollo. Una lectura para pequeños paises O 251 A .•. ~ ~ :1 :¡ 1: • La presencia de sistemas de producción atrasados que caracterizan la heterogeneidad estructural del aparato productivo. • Los escasos encadenamientos productivos y sectoriales, en particular de las actividades de exportación con el resto de la economía. • La concentración productiva en bienes no elaborados para surtir el mercado externo, a pesar de los vaivenes de los precios internacionales en esos sectores primarios, que además son intensivos en capital y poco absorbedores de fuerza de trabajo . • La carencia de una adecuada integración entre las diversas regiones de cada país, sobre todo en términos de infraestructura e intercambio productivo. • La absorción de los ahorros de las provincias más pobres por las más acomodadas, generando una "causación circular acumulativa" (Gunnar Myrdal) que empobrece más y más a los unos a costa de los otros. • La ausencia de un sistema moderno de ciencia y tecnología, base para el desarrollo de ventajas comparativas dinámicas. • El mal manejo administrativo del Estado y una marcada arbitrariedad burocrática. • La reducción paulatina de los de por sí reducidos gastos en políticas sociales, en especial, en salud y educación . • Las masivas ineficiencias del sector privado. • La corrupción generalizada en toda la sociedad, tanto en el sector público como en el privado. Sin embargo, el punto crucial de una alternativa será replantearse el objetivo mismo del desarrollo. No se puede seguir buscando simplemente el aumento cuantitativo de algunas variables económicas sobre bases de un frágil y (casi) imposible equilibrio macro. Seprecisa definir con claridad su objetivo final, esto es, el bienestar de la sociedad, a partir de una serie de principios rectores claramente comprendidos: eficiencia económica y social; competitividad sistémica; equidad económica, social, de género, étnica e intergeneracional; solidaridad y responsabilidad; así como sostenibilidad ambiental. Para ponerlo en términos de Amartya Sen, no cuentan las cosas que las personas puedan producir durante sus vidas, sino lo que las cosas hacen por la vida de las personas: "El desarrollo debe preocuparse de lo que la gente puede o no hacer, es decir si pueden vivir más, escapar de la morbilidad evitable, estar bien alimentados, ser capaces de leer, escribir, comunicarse, participar en tareas literarias y científicas, etc. En palabras de Marx, se trata de 'sustituir el dominio de las circunstancias y el azar sobre los individuos, por el dominio de los individuos sobre el azar y las circunstancias"'. Una convivencia sin miseria, sin discr'iminación, con un mínimo de cosas y sin tener a éstas como la meta final. El acento no está tanto en lo que la gente puede "tener", sino en lo que la gente puede "hacer y ser". Hay que revalorizar las cosas, para priorizar la manera de actuar: los "funcionamientos" (functionings) de la sociedad y de las personas, según Sen. La preocupación principal debe centrarse en lo que las personas y las comu- I ! Lineamientos básicos de una estrategia alternativa de desarrollo Objetivo final de una estrategia alternativa de desarrollo debería ser la construcción de una sociedad democrática y sostenible. Esto supone la incorporación de toda la población como ente activo de la vida nacional, a partir de un proceso participativo para su conversión en ciudadanos y ciudadanas, permitiendo su acceso a un nivel de vida acorde con sus necesidades y satisfactores. Esta incorporación consciente de las masas a procesos en los que sean actores de su presente y de su futuro, potenciará las fuerzas productivas, generará efectos de encadenamientos internos e incentivará la creatividad y el uso racional de los recursos disponibles y también de los que permanecen ociosos, al tiempo que reducirá la dependencia de las exportaciones primarias. Lo anterior implica conocer las limitaciones que han conducido al subdesarrollo, Cohel fin de superarlas o al menos disminuir sus consecuencias más nocivas. A los múltiples factores coyunturales, tanto internos como externos, que afectan a los países subdesarrollados, debemos añadir otros aspectos estructurales de vieja data, que se han agudizado especialmente con el continuismo de las políticas de inspiración neoliberal. Estos factores no pueden pasar desapercibidos si realmente se quiere encontrar respuestas estructurales. Aquí puntualizamos algunos de los más sobresalientes, mutuamente interrelacionados: • La debilidad del mercado interno, provocada especialmente por los bajos ingresos y las enormes desigualdades en la distribución de la riqueza. La creciente pobreza de las masas está. confrontada con una mayor concentración del ingreso y los activos en pocas manos. :,!". .. 252 O Alberto Acosta / ¡Urgen Schuldt " 1 Algunos elementos para repensar el desarrollo. Una lectura para pequeños pa(ses O 253 ~ nidades pueden hacer en un ambiente de creciente libertad que permita el rescate consciente de las "capacidades" (capabilities) y "derechos" (entitlements)2 por parte de los individuos y de la sociedad, no la imposición dogmática de algún modelo predeterminado. . El desarrollo, visto desde esta perspectiva (planteada por el mismo Sen)3 implica la expansión de las potencialidades individuales y colectivas, las que hay que descubrir y fomentar. No hay que desarrollar a la persona, la persona tiene que desarrollarse. Y para lograrlo, como condición fundamental, cualquiera ha de tener las mismas posibilidades de elección, aunque no tenga los mismos medios. El Estado corregirá las deficiencias del mercado y actuará como promotor del desarrollo en los campos que sea necesario. Ysi el desarrollo exige la equidad, ésta solo será posible con democracia -no un simple ritual electoral- y con liberta,d de expresión, verdaderas garantías para la eficiencia económica y el logro del bienestar. En suma, la alternativa exige rescatar la dimensión ética para que la economía vuelva a ser ciencia. No interesa solo la evolución de la economía medida en variables cuantitativas, como el PIE, sino cómo lapolítica económica afecta la vida de la gente. Para Sen, "por ello un fenómeno económico como el desempleo tiene una vertiente ética porque es socialmente injusto". Por eso también el asunto no estriba simplemente en cómo combatir la pobreza, sino en cómo establecer sociedades fundadas en principios de real equidad, lo cual implica un proceso de reconstrucción de la sociedad que elimine los sistemas y las estructuras que generan la desigualdad en sus diversas formas. Así las cosas, para diseñar una propuesta de desarrollo alternativo habría que buscar una aproximación realista al contexto histórico del momento presente, despojándolo de sus mitos y falsedades, para desde allí proyectar una estrategia de desarrollo realizable y deseable para el conjunto de la sociedad, que asuma lo que es posible hacer en las actuales condiciones -lo alternativo-, sin perder de vista una necesaria utopía orientadora, aquella ansiada vocación utópica de futuro. Configuración de un mercado doméstico de masas La transformación del aparato productivo debe estar dirigida a estimular el ahorro interno (ante las crecientes limitaciones del mercado externo y los flujos financieros foráneos para nutrir las actividades productivas), la inversión equilibrada y el desarrollo de las fuerzas productivas. El capital externo en ningún caso será (ni ha sido) el factor determinante del desarrollo. Este se ha conseguido fundamentalmente con el esfuerzo propio en términos de ahorro doméstico, de una conveniente utilización de los recursos y capacidades disponibles, así como de una institucionalidad acorde con los objetivos planteados. Un papel fundamental recae en el mercado interno, a partir del cual urge procesar una nueva inserción internacional, a fin de modificar tanto los patrones de consumo domésticos como la canasta de exportaciones, diversificándola y añadiéndole valor agregad04• Para el desarrollo del mercado interno, las políticas deben tender a hacer coincidir las demandas con las ofertas de bienesJinales, intermedios y de capital a su servicio. Y esta oferta, a su vez, debe constituirse sobre la base de la dotación interna de recursos y de tecnologías adecuadas en términos sociales yecológicoss. Transferencia de excedentes a los sectores tradicionales ,y desarrollo local Para superar la baja productividad de los segmentos productores de bienes de masa provenientes de los estratos "tradicionales"6 -en los que se concentra la mayoría de la población económicamente activa-, se requieren inversiones masivas. Pero su financiamiento no puede provenir de ellos mismos, porque prácticamente no generan excedentes (ni se apropian de rentas diferenciales, ni producen ganancias suficientes). Ello obliga a transferir excedentes -al menos por una década- de otros segmentos productivos, básicamente de los que explotan recursos naturales (fundamentalmente para el mercado externo) y también de aquellos segmentos modernos urbanos que producen bienes suntuarios. Mientras los segmentos tradicionales no generen ganancias sustanciales, los productores de bienes primarios (primordialmente los exportadores) deben cum- ',,:-. 2. Estetérmino también ha sido traducido como"titularidades". 3. En esta misma línea de reflexión podemos incorporar las ideas del desarrollo a escala humana de Max-Neef, Elizalde y Hopenhayn, así como las propuestas de desarrollo autocentradopara los países andinos deSchuldt. 4. Este tipo de reflexiónresulta aún más urgente para un país como el Ecuador,condenado a asumir una dolarizaciónunilateral que de hechova a limitar más el espaciopara desarrollar estrategias orientadas a superar las graves dificultades que se derivan de la dependencia externa.Tengamospresente que la renuncia a la moneda nacionalconstituye la pérdida de la políticamonetaria y cambiaria,lo cual forzarála reprimarización del aparato productivoy la precarizacióndel trabajo:la selección"racional"de tecnologíaspor parte de los empresarios se inclinará por el uso de la dotación de los factoresde producción disponibles, trabajo y naturaleza, los cualesse caracterizanpor sus bajoscostos-trabajo- y por su generosarentanaturaleza. 5.Siguesiendo válido el principio segúnel cualla división del trabajoviene determinada por el tamañodel mercadointerno, que en muchoscasoses estrechono tanto por el número de sus habitantes, como por aquella concentración(excesiva)de la riqueza en pocas manos que .conlleva una gran marginación estructural de las mayorías. El olvido de esta realidad probablemente esté en el origen de nuestro subdesarrollo.Por lo tanto, una propuesta como la aquí esbozada tendrá mayor viabilidad en relacióndirecta con el nivel de equidad que se logre. 6. Segmentourbano tradicionaly segmentorural tradicional,compuestos especialmentepor pequeñas y medianas empresas del campoy la ciudad, campesinos,artesanos,comerciantes informales,cooperativas,empresas de autogestión,etc. 7 ~ Algunos elementos para repensar el desarrollo. Una lectura para pequeños países ¡i O 255 1 ~ ; o ~ ~ !;r ;~ plir una función central: otorgar recursos -especialmente divisas- para asegurar la reproducción del sistema, pero también transferir parte de sus excedentes hacia los segmentos tradicionales, de elevada productividad del capital, menos intensivos en importaciones, más intensivos en empleo, encargados de satisfacer la demanda de alimentos y servicios del mercado interno y las más de las veces menos depre~adores del ambiente. Estos son puntos determinantes para una concepción alternativa. Esa transferencia debe darse en un nuevo marco de organización sociopolítica y cultural de los grupos populares, a efectos de asegurar su constitución en sujetos sociales. Esto permitirá el desarrollo de sus propias fuerzas productivas y su constitución en dinamizadores del proceso sociopolítico. El eje del sistema de acumulación, en términos de gestión estatal, de política económica, así como de reformas jurídico-administrativas y estructural-institucionales, deberá estar concentrado en dos segmentos que habrán de promoverse en la "fase de transición": los que producen bienes primarios para la exportación, con elevadas rentas diferenciales (el segmento petrolero o minero, p. ej., y el rural moderno); y los que producen bienes de masas (el segmento urbano tradicional, el rural tradicional y, en menor medida, determinadas ramas del segmento urbano moderno). Un manejo diferente y diferencia dar en lo económico exige también cambios en lo social que no se agotan en el campo de la simple racionalidad económica de las políticas sociales. Su reformulación y orientación debe basarse en principios de eficiencia y solidaridad, fortaleciendo las identidades culturales de las poblaciones locales, promoviendo la interacción e integración entre movimientos populares y la incorporación económica y social de las masas diferenciadas, las que a su vez pasarían de su papel pasivo en el uso de bienes y servicios colectivos a propulsoras autónomas de los servicios de salud, educación, transporte, etc., impulsados desde la escala local-territorial. En lo político, este proceso contribuiría a la conformación y fortalecimiento de instituciones representativas de las mayorías desde los espacios locales y I?-1unicipales,y ampliándose en círculos concéntricos hasta cubrir el ámbito nacional, para hacer frente a la dominación del capital financiero y de las burocracias estatales, que se han ido constituyendo en los principales grupos reacios al cambio. Esto implica ir gestando, desde lo local, espacios de poder real, verdaderos contra poderes de acción democrática en lo político, en lo económico y en lo culturaF. A partir de ellos se podrán forjar los embriones de una nueva institucionalidad estatal, de una renovada lógica de mercado y de una nueva convivencia societal. Ellos servirán de base para la estrategia colectiva que debe construir un imaginario de desarrollo nacional: el tan ansiado proyecto nacional de desarrollo, que no podrá ser una visión abstracta que descuide a los actores y las relaciones presentes, reconociéndolos tal como son hoy y no como queremos que sean mañana. Adicionalmente, desde la óptica nacional, en la medida en que se reduzca la dependencia externa de políticas económicas "recomendadas" por el FMI o el Banco Mundial, orientadas a conseguir en forma acelerada e ingenua una apertura radical de nuestras economías, se profundizará la descentralización de las decisiones políticas, con lo que se potenciarán las capacidades locales. Integración del sector exportador al resto de la economía A medida que se expande el mercado interno los productores, aun los exportadores (en especial de recursos naturales), tendrán un interés cada vez mayor en vender en el propio país, sea bienes finales o sea insumas, para la industria orientada a satisfacer la demanda de la gran mayoría de la población. Incluso tendrán incentivos para procesar sus productos dirigidos a ese mercado doméstico en expansión gracias a la creciente capacidad de compra de las masas. Ello hará que a la larga -y ésta es otra meta central de la estrategia alternativa-, el sector exportador se integre completamente a la economía nacional, lo que a su vez le permitirá desarrollar líneas de producción de mayor competitividad internacional, una vez explotado el mercado interno o paralelamente a su desarrollo. Una integración que necesariamente tendrá que redundar en una nueva forma de convivencia con la naturaleza, como eje de un verdadero desarrollo sostenible. A medida que se potencia el mercado interno, al aumentar la calidad y cantidad de los productos, éstos pueden ir introduciéndose paulatinamente en el mercado mundial. Esto exige desarrollar las capacidades competitivas internamente para poder hacerlo mejor en el ámbito internacional, y el prerrequisito ineludible consiste en desarrollar un moderno complejo de ciencia y tecnología en el país. Al perder su carácter de enclaveS, el sector exportador permitirá generar -a través de los efectos de encadenamiento productivo hacia atrás y hacia adelante, así como de demanda y fiscales- mayores ingresos y empleo en los demás sectores y segmentos de la economía, rompiendo el círculo vicioso que los agobia. En cambio, ~ ~ ~ 'f. r p 11 t 1 f ' 1: ~ J '~ ir i ~ 1. 1 ~: . 7. Si realmente se desea construir una sociedad diferente, se requiere una propuesta contrahegemónica que replantee democráticamentelas actuales estructuras socioeconómicasy políticas,para afectar,en definitiva,elpoder dominante.Tareabásicaen laconstrucciónde un desarrollo alternativo. Tareaque no se resuelvecon "el asaltoal poder", sino con la construcción democráticade los poderes contrahegemónicosque sean indispensables. 8. Laexplotaciónpetrolera constituyeun ejemploprecisode lo que losenclavesrepresentan. Además, la lógicade su funcionamientoestá determinada por presionesexternasque no se ajustan a las realidades locales,sea porque la demanda de crudo se derivade rasnecesidades del mercado mundial antesque de los requerimientoslocales,o seapor las presionespara incrementar las exportacionesdestinadas a sostener la transferenciade recursospor concepto del serviciode la deuda externa,u otras transferenciasatadas a losinteresesde los capitales internacionales.Por lo demás, la elevada renta petrolera facilitaun ambienterentísticoen el cual no urgen cambios profundos en el campo fiscal. " 256 O Alberto Acosta / Jürgen Schuldt '11 ¡ Algunos elementos para repensar el desarrollo. Una lectura para pequeños pa(ses O 257 f en las estrategias pasadas y actualmente en boga, dirigidas a fomentar casi exclusivamente las exportaciones, se tiende a ahogar en gran medida las capacidades empresariales locales (normalmente poco aprovechadas) y la producción para el mercado interno, a través de la contención y aun disminución de los salarios reales, así como mediante esquemas que aseguran el establecimiento de sistemas de creciente flexibilización depredadora de las relaciones laborales9, a fin de mantener o expan:dir una competitividad internacional espuria para las exportaciones. Aquí cabría mencionar la otra vía -también equivocada- para mejorar la competitividad: el deterioro del medio ambiente, provocado por un esquema expoliador que da más importancia a los rendimientos cortoplacistas que a cualquier otra consideración de largo aliento. Ejemplos de esta aseveración abundan en los campos petrolero, minero, pesquero, bananero, cacaotero, cafetalero, camaronero ... En todos los casos de éxito en el desarroll<;>de economías a partir de la exportación de bienes primarios resultó crucial la capacidad de generación de innovaciones y tecnologías (de punta, intermedias o tradicionales) adaptadas a las condiciones locales 10. En esos países, al expandirse con el tiempo el sector exportador ysus conexos, a la par que aumentaban los salarios se fue desarrollando también una demanda interna pujante de bienes de consumo masivos y sencillos que a la larga -a medida que aumentaba el ingreso promedio de las mayorías- se fueron sofisticando. Con ello se incrementó la rentabilidad de las inversiones, atrayéndolas hacia la producción de alimentos elaborados, gaseosas, vestimenta, bienes de consumo duradero, etc., sustituyendo las importaciones, y estimulando encadenamientos en el consumo. Poco a poco, con el fin de nutrir a las industrias productoras de bienes de consumo, surgieron segmentos de producción de equipo, maquinaria e insumas para cubrir las demandas de aquéllas y las necesidades de infraestructura productiva (encadenamientos de la inversión). Luego de varias décadas de esa estrategia, tales economías alcanzaron un nivel de "madurez", entendido como una diversificación e interacción inter / intrasectorial crecientes, aprovechando cada vez más economías de escalas y desarrollando ventajas comparativas dinámicas. Los endaves exportadores, concretamente, fueron adquiriendo coherencia interna, la economía dual fue dando paso a una economía integrada nacionalmente, cuyo desarrollo dinámico provino de un ímpetu interno, endógeno al desarrollo de sus propias fuerzas productivas y debido a la expansión del mercado interno de masas, lo que contrasta con las economías de plantación o de monocultivo, así como también con las sustentadas en la creciente explotación de recursos mineros, como las petroleras, por ejemplo.'Definitivamente, no se concibe la expansión del empleo interno (y las consecuentes alzas salariales) como una fase posterior, a ser conseguida luego de alentar las exportaciones en el largo plazo. Tampoco se puede esperar que la lógica del mercado mundial genere estos encadenamientos virtuosos de manera espontánea, menos aún con una "globalización" que no es globall1• Experiencias históricas muestran que con base en una explotación extensiva e intensiva del mercado interno poco a poco se puede acceder eficazmente al mercado internacional, gracias al desarrollo de una competitividad auténtica en materia de bienes procesados. Mecanismos para la transferencia de excedentes Un aspecto en extremo complejo de esta propuesta consiste en la transferencia de recursos a los segmentos tradicionales. Ello exige una infraestructura estatal eficiente y altamente descentralizada. Los mecanismos para realizar tal transferencia pueden ser varios: impuestos, subsidios, exoneraciones, crédito dirigido, ahorro forzoso, políticas sectoriales, controles de precios, asignación de inversiones, etc. Cabe añadir las políticas de precios, crediticia y cambiaria, como mecanismos para lograrlo sin intervención del Estado en los detalles. Aquí quizás la propia "sociedad civil" debería asumir esta tarea al menos en parte, en especial desde los gobiernos locales. El mayor esfuerzo recaerá en municipios, organizaciones barriales, comunidades campesinas y urbanas, gremios, organizaciones de consumidores, de artesanos, de medianos y pequeños empresarios, etc. En esa dinámica "dual" de acumulación que se propone, la economía dependerá crecientemente del más estable mercado interno; y no exclusivamente del errático mercado internacional. Aquí juega un papel crucialla integración andina de mercados subregionales ampliados, lo que exige una nueva concepción para esa integración, que no requiere necesariamente la bendición de los respectivos gobernantes, ni el visto bueno de una institucionalidad burocrática supranacional. Más allá del impulso que se puede esperar de esas instancias, hay que propiciar un proceso diferente de integración, menos elitista y cupular, en el cual participen amplios sectores de las respectivas sociedades. . Este fortalecimiento de los mercados internos y SU ampliación vía integración subregional generarían mejores condiciones para la inversión, tanto por la estabilidad relativa que ofrece el mercado nacional-subregional, como por su creciente ' ..•. 9. Acompañadamuchas veces de una contracciónindiscriminadadel gasto público, lo cual ahonda las tendenciasrecesivas. 10.Dinamarca,Suecia,Finlandia, Canadá o Australia. 11.Laglobalización,vista con el lente neoliberal,niegala posibilidadde una alternativa como la esbozada en estas líneasy es, por lo tanto, otro de aquellosmitos instrumentalizados para justificaratropellos,para ocultar responsabilidadespolíticasy para legitimarlos interesesde los países desarrollados,de las empresas trasnacionalesy hasta de las elites del mundo subdesarrollado. Sirve, desde su marco cultural de aparente validez universal, para dirigir y reorganizar elmundo en funciónde losrequerimientosdel grancapital.Yfunciona,pues, casi comouna excusapara ocultar loslogrosdel capitalismohistóricoen términosde desigualdad de ladistribución,en tanto "ha implicadouna creaciónmonumentaldebienesmateriales,pero tambiénuna polarizaciónmonumentalde larecompensa",comolocomprendióya enlosaños 80 Immanuel Wallerstein. ~ 7 258 O Alber/o Acos/a / Jiirgen Schuld/ Algunos elemen/os para repensar el desarrollo. Una lectura para pequeños países O 259 ~, ",7' tamaño, el menor riesgo que entraña y los menores recursos relativos que se necesitarían en cada caso. La estructura del mercado se desconcentraría respecto de la que caracteriza la dinámica actual, en donde unos pocos oligopolios concentran la acumulación del capital en cada país, y con ello la distribución del ingreso nacional y los patrones "nacionales" de consumo. En ese esquema la inversión no solo permitirá aumentar la productividad "en general", sino la de aquellas ramas pata las que 'se gestarían incentivos, en especial dentro de los sectores tradicionales, tal como se señaló anteriormente. Una mayor (no exclusiva) concentración de la estrategia en un mercado interno masivo y descentralizado, sin menospreciar la exportación de recursos naturales o de sus derivados, asegurará una mejor distribución de la población en el territorio nacional, reforzará los lazos de interacción entre las diversas comunidades geográficas, dinamizará las ferias locales y territoriales, potenciará las iniciativas locales, etc. Ello permitiría que las regiones más pobres retengan los excedentes (financieros y humanos) en mayor cuantía, en vez de que éstos se extraigan de ellas, como sucede ahora. La expansión del mercado interno y el desarrollo local-territorial irían de la mano en este punto. Como se ve, desde este programa -que se sustenta en "Ios de abajo" - surge con inusitado vigor el concepto de lo local (pues los conceptos de valle, microcuenca, cuenca, microrregión y región desempeñan un papel básico). Este esquema fomentará también, en forma natural, la interrelación creciente entre el segmento urbano tradicional -que podría producir bienes de capital a pequeña escala y bienes manufacturados sencillos- y los sectores rurales, tanto moderno como tradicional, que además ofrecen alimentos básicos e insumas para la industria. Tal interrelación se asegurará, por el lado de la demanda, porque los patrones de consumo de los que trabajan en esos segmentos son similares y, por el de la oferta, porque el tipo de producto que fabrican y las tecnologías que usan concuerdan mejor con los bajos ingresos de sus respectivas poblaciones. Pero, además, la acción del Estado -modernizado y democratizado, no simplemente "privatizado" -debería estar encaminada a reforzar decididamente ese encadenamiento (sectorial y territorial), toda vez que sería el esquema central y guía para la gestación del mercado nacional! subregional de masas. Ello haría posible reducir, poco a poco, la dependencia de esos segmentos -inicialmente relativamente atrasados- de los insumas y bienes finales del segmento urbano moderno, con lo que presumiblemente se generaría una dinámica propia y relativamente autodependiente entre los segmentos productivos dirigidos al mercado interno (rural tradicional y urbano tradicional, así como de parte del rural moderno), lo que a la larga también incorporaría a los sectores exportadores a esa dinámica endógena de expansión de la economía nacional. Así las cosas, se deben replantear por igual el Estado y el mercado, sin dogmatismos paralizantes. La salida no pasa por lograr menos Estado y más mercado, como sugieren los neoliberales. Tampoco se puede retornar a una heterodoxia estatizante. Es preciso conseguir un Estado y un mercado mejores en función de los objetivos nacionales que se planteen. El Estado, entonces, no tiene que ser necesa- riamente más grande o más pequeño, sino mejor en términos cualitativos. Se puede afirmar que se requiere menos Estado en su concepción burocrática/paternalista y más capacidad de gobierno en términos de participación social y, naturalmente, de los resultados que se obtengan para satisfacer las necesidades colectivas y nacionales. Integración nacional y competitividad internacional Un esquema de ese tipo llevaría en forma relativamente rápida a un adecuado empleo de la fuerza de trabajo, con lo que las remuneraciones irían en ascenso, al ritmo que aumente la productividad y que sus frutos sean adecuadamente distribuidos (ésta es una condición básica para mejorar el nivel de equidad que consolida el aparata productivo). Es en ese momento cuando se pondrá a prueba la crea tividad de los pequeños y medianos empresarios y campesinos, que se verán obligados a incorporar innovaciones ahorradoras de trabajo. En este caso, la innovación -en especial cuando se trata de pequeñas empresas- se haría de conformidad con las disponibilidades de recursos de cada país. Sin embargo, una respuesta duradera al tema del desempleo y subempleo exige pensar, más temprano que tarde, en recortes del tiempo de trabajo y en cambios en los patrones de consumo, lo que representa una profunda transformación en el propio estilo de vida: una posibilidad lejana en países subdesarrollados como los nuestros mientras las elites dominantes persigan -equivocadamente- esquemas comparables a los existentes en las naciones más desarrolladas12• En los primeros años de aplicación de un esquema alternativo como el aquí esbozado, el crecimiento del PIB no sería muy importante (medido en el ámbito nacional). No se registrarían espectaculares tasas de expansión del segmento urbano moderno. Pero el impacto de las tasas de crecimiento elevadas del segmento rural tradicional y del segmento urbano tradicional tendría un efecto contundente a esa escala, que es lo que finalmente interesa, cuando menos en el corto y el mediano plazo. El segmento urbano moderno se sostendría en la medida en que tenga la capacidad de ajustar sus procesos de producción -hoy muy intensivos en importaciones- a las nuevas demandas de la población (paulatinamente habrá que impulsar un nuevo estilo de vida acorde con el equilibrio ecológico) y a los modificados precios relativos, lo que probablemente obligaría a las empresas más grandes y 12.En estepunto hay que rescatar la vinculaciónde "la colonialidaddel poder" (A.Quijano) y el desarrollo.Visión que se mantiene aún a finesdel siglo xx, cuandose sigue tratando de "leer" nuestra realidad como-si-fuera-Europao como-si-fuera-Estados nidos: la realidad U actualde lossectoresdominantes.Por otrolado, estacolonialidadmantienela "insanablelacra de la percepcióneurocentristadel dominante sobre el dominado,quebloquea la admisiónde tal dominado comootro sujeto" (Quijano).Colonialidadque ha perdurado en nuestrospaíses como una base del poder y a la vez como causa de nuestra debilidadestructural. " f 260 O Alberto Acosta / Jiirgen Schuldt modernas a reducir el margen de ganancia tan elevado que tienen actualmente y a buscar mejoras estructurales en el campo de su productividad. Desde esta perspectiva "sistémica", la competitividad internacional solo podrá alcanzarse a partir de la integración nacional (en lo económico, político y SOcial);es decir, sobre la base de una "competitividad nacional", en primera instancia. Esta visión s~ ampliaría con el ámbito subregional. Tal competitividad necesariamente estaría sustentada en una fuerte e interrelacionada articulación c\eactores y procesos socioeconómicos que se irían moldeando unos 'a otros en el transcurso de su evolución, incluyendo los efectos recíprocos de 't sobre las estructuras sociales y demográficas del país. Para que se establezcan las bases de una auténtica gestión autónoma para un mayor" control nacional de la acumulación" (Amin) se requiere por lo menos de una generación. Este camino, que debe pensarse adecuadamente13, es relativamente lento desde la perspectiva fondomonetarista en términos de resultados cuantificables, pero muy veloz y eficiente en una visión nacional de largo alcance, en función de expandir las capacidades productivas y organizativas de una sociedad. En materia de reestructuración productiva, los objetivos y criterios para esbozar (y evaluar) las transformaciones deben, por lo tanto, orientarse a: 1.Explotar el potencial subutilizado que ofrece el mercado interno y los recursos internos disponibles. 2.Contribuir a modificar los patrones de consumo de la población (actualmente sobreinfluenciados desde y hacia afuera). 3. Redistribuir ingresos y activos, reorientar y descentralizar el capital y reforzar la pequeña y mediana propiedad. 4.Estimular el ahorro interno (privado y público) y también el externo (pero sin confiar exclusivamente en éste), buscando disponer de financiamiento interno para los programas básicos de desarrollo, más que para pagar la deuda externa, repatriar utilidades y pagar regalías. 5. Reorientar los flujos de inversión, utilizar plenamente los recursos productivos, convencionales o no, y establecer una concatenación dinámica sectorial-especialmente entre el agro y la industria- y entre sectores productivos domésticos -en particular de los segmentos rural y urbano tradicionales- que, a su vez, refuercen los efectos multiplicadores y aceleradores de la inversión. 6. Plantear una, política de reordena miento espacial que integre programas de vivienda y generación de empleo, transporte y suministro de energía, sistemas de comunicación y re asentamiento de empresas en diversas zonas del país, y no prioritariamente en los polos de desarrollo existentes. Algunos elementos para repensar el desarro/lo. Una lectura para pequeños palses O 261 7. Reestructurar y usar racionalmente las fuentes de energía, particularmente las renovables, incluidas las no tradicionales. Urge, entonces, una política de precios de la energía que no se oriente exclusivamente por razones fiscalistas o se diseñe para asegurar elevados niveles de rentabilidad empresarial en el sector. Esta política debe ser un pilar para la descentralización tanto como para impulsar esquemas productivos sostenibles. 8. Fortalecer el sistema de ciencia y tecnología y adoptar una adecuada mezcla tecnológica que incremente la productividad de los factores productivos y que permita el uso óptimo de los recursos escasos; en armonía con la naturaleza. Este punto es especialmente importante para satisfacer los requerimientos de competitividad, de descentralización y de generación de empleo. 9. Contener el poder del Estado y, en especial, de los grandes grupos económicos privados, estimulando una mayor competencia interempresarial en el interior de los sectores y los segmentos productivos; y en sus relaciones con el poder establecido, con una activa e informada participación de la "sociedad civil", sobre todo a través de adecuados mecanismos de control y de la gestación de poderes compensatorios. 10. Desestimular la migración (en especial de los jóvenes) del campo y los pequeños poblados a las grandes urbes (y al extranjero), privilegiando el desarrollo de las ciudades pequeñas e intermedias, y dando respuestas concretas a los problemas rurales, que no se agotan en temas agrarios. Aquí cabría diseñar esquemas productivos que prioricen la, manufactura o elaboración de productos primarios in situ, previo a su transporte. 11. Proponer con creciente fuerza un replanteamiento integral de la cuestión ambiental para asegurar el suministro adecuado de recursos y materiales, y también enfrentar el tema de los residuos de una manera no contaminante, dentro de un análisis intergeneracional y que tampoco descuide la existencia de otras especies no humanas; todo en un ambiente de masiva internacionalización de las externalidades ambientales como otro de los factores que se complica aún más con la "globalización". 12. Replantear la situación del endeudamiento externo (e interno), que en la actualidad representa un peso insostenible para las finanzas públicas de muchos países. Esto implica la construcción de una estrategia activa y creativa, destinada a suspender o al menos reducir drásticamente el servicio de la deuda, y que además incluya propuestas para el manejo y contratación de nuevos créditos externost4• 14. A pesar de las limitaciones formales en este campo, en realidad se puede pensar en :~' 13.Sindesmerecerlaspotencialidadesdel mercadoy lascapacidadesde autoorganizaciónde laeconomíadesdesusbasesproductivas,hay que resaltarla importanciaque tieneun proceso democráticode planificaciónen todos los ámbitos,desde el localal nacional. innovadoresmecanismospara enfrentarestereto:nuevos esquemasderenegociación, ompra c de papelesde deuda, posiblescréditos-puenteo hasta una moratoriaconcertada,todo esto sin dejar de denunciar el carácter inmoral y odioso de deudas que en muchoscasosya estarían pagadas. Los límites están señalados por la creatividad de las propuestas, la claridad de las mptas v. DorSUDuesto, voluntad políticapara salir del atolladero de la "deuda eterna". la , ''''lo 262 O Alberto Acosta / ¡¡¡rgen Schuldt Como complemento el reclamo acreedores 15. Algunos elementos para repensar el desarrollo. Una lectura para pequeños pa{ses O 263 al tratamiento ecológica, de la deuda (financiera) en la cual los países externa cabe incorporar subdesarrollados son los de la deuda Se requiere una visión integradora que reconozca tanto los probables escenarios nacionales e internacionales de conflicto y las demandas reales de seguridad, como posibles espacios para potenciar el desarrollo. Urge una concepción de desarrollo que considere el momento histórico, la realidad política, económica y cultural de cada país, de la subregión y del mundo. Es cada vez más apremiante una reformulación del proceso de integración subregional y aún regional en marcha, para ampliar el campo de acción de sus aparatos productivos a partir de profundas reformas internas que potencien sus mercados domésticos y que permitan un accionar más inteligente en el concierto internacional. Uno de los mayores conceptualización integración americana resultado tegración ración trasnacional escollos de la integración subregional andina ha sido su de tipo mercantil. La exportadora de inspia la economía nortecomplejo, cuyo como un ejercicio económico, o para conseguir mayormente .. ' ~ " Una concepción estratégica para participar en el mercado mundial La búsqueda de un nuevo régimen social de acumulaci6n es esencial para enfrentar la inflación, la recesión y los demás problemas que encara la mayoría de las sociedades subdesarrolladas. Esto conduce a diseñar una concepción estratégi. ca de participación en el mercado mundial como parte del proceso nacional-local de desarrollo. Un enfoque que exige incorporar por igual consideraciones económicas, sociales y culturales y que debe ser una programación que guíe y ofrezca una serie no solo debe servir para relanzar una estrategia de criterios tanto para el corto como para el mediano y largo plazo. Por lo tanto, esa estrategia tendrá que ser suficientemente flexible como para enfrentar las turbulencias del mercado mundial, las transformaciones que se deriven de la nueva revolución tecnológica, la complejidad creciente de fenómenos geopolíticos en el ámbito mundial empeño cabe aprovechar todas las ventajas comparativas dinámicas, limitaciones y dificultades que se y aún los p,olifacéticos retos internos. En este capacidades disponibles, así como desarrollar en especial si se tiene presente la serie de derivan de una "globalización" que excluye un simple acercamiento en medio de un proceso de reordenamiento no está claro. La integración andina, latinoamericanista, tiene que apuntar geopolítico como parte de un esfuerzo de ina objetivos más amplios y profuny fortalecer la democrapacífica de las monedas económicas -tal como voluntaria de parte de dos en un esfuerzo concertado por vencer al subdesarrollo cia. Ya es hora de pensar en la posibilidad de una supresión nacionales y en un acercamiento real de nuestras políticas sucede en Europa- como parte de una estrategia de cesión sistemáticamente a la mayoría de la población mundial y que presenta un creciente antagonismo de los intereses del Norte y del Sur; antagonismo que se reproduce aiín dentro de los países subdesarrollados. manera abierta o solapada, Todo en un ambiente imperiales donde afloran, de una las intromisiones y trasnacionales. nuestras soberanías nacionales a cambio de la construcción de una soberanía más amplia y eficiente, la andina 1~.Hay que hacer posible el establecimiento y la vigencia de esquemas de acumulación y reproducción ciudadana, nacionales y andinos que se sustenten los regímenes autoritarios y en una mayor participación que excluyan represivos, que superen los dogmas y contradicciones neoliberales, para lo cual se tendrá que avanzar en las transformaciones económicas, sociales y políticas que cada sociedad requierel7• 15. Esta deuda ecológica se originó con la expoliación colonial-la tala masiva de los bosques naturales, por ejemplo-, proyectada tanto en el "intercambio ecológica mente desigual", como en la "ocupación del espacio ambiental" por el estilo de desarrollo de los países ricos. Además, hay que incorporar las presiones sobre el medio ambiente ocasionadas por las exportaciones de recursos naturales -normalmente mal pagadas y que tampoco asumen la pérdida de la biodiversidad, para mencionar otro ejemplo- de los países subdesarrollados, exacerbadas últimamente por los crecientes requerimientos que se derivan del servicio de la deuda externa y de la propuesta aperturista a ultranza. Propuesta que, al estimular al máximo las exportaciones, ha devenido en promotora y aceleradora de los monocultivos, del uso incontrolado de agro tóxicos, de la deforestación masiva, de la mayor e indiscriminada presión sobre los recursos naturales. Adicionalmente, desde la lógica fiscal de los programas de ajuste estructural y de las p.olíticas de estabilización se han reducido sustantivamente las escasas inversiones destinadas a aquellos proyectos de protección y aun de restauración ecológica que serían indispensables para reducir la sobreexplotación de la oferta ambiental. Y la deuda ecológica crece también desde otra vertiente interrelacionada con la anterior, en la medida en que los países más ricos han superado largamente sus equilibrios ambientales nacionales transfiriendo directa o indirectamente "polución" (residuos o emisiones) a otras regiones, sin asumir pago alguno. Todo enmarcado en un contexto donde se precisa asumir la creciente intemacionalización de las extemalidades. Con esta propuesta se busca ilustrar una posibilidad para la discusión, más que plantear un conjunto específico y bien aquilatado de medidas. Lo importante es resaltar la viabilidad (ya que la necesidad es más que obvia) de una alternativa específica a las actuales políticas económicas ortodoxas para estabilizar y reactivar l' J I~~ li :1 't 'l rr ¡. 1, 16. La dolarización unilateral de la economía ecuatoriana, producto de la incapacidad de sus elites para diseñar y aplicar políticas económicas eficientes, apunta en la dirección contraria a la buscada por el proceso de integración andina. 17. En el ámbito del desarrollo local-territorial, especialmente en las zonas fronterizas o de su influencia, los efectos de la integración pueden causar transformaciones profundas en la medida en que las poblaciones tradicionalmente marginadas no sean simples espectadoras de las grandes transacciones comerciales y financieras, u objeto de las políticas "populistas" de sus respectivos gobiernos, Cómo transformar a estos grupos humanos, respetando sus características, en actores de la integración, luego de haber sido las principales víctimas socioeconómicas de repetidos enfrentamientos o ancestrales olvidos de los poderes centrales, es uno de los desafíos planteados. 1; 1, [1 Ir' L' ii ~¡ ¡; Iii 1:\ 'í! I[i 1 1'; ',¡ \. 'j 264 O Alberto Acosta / Jürgen Schuldt una economía, procurando simultáneamente participar activa y creativamente en los ricos y complejos procesos de cambio universal. Porque hoy en día, desafortunadamente, todos parecen estar convencidos de que existe una sola opción para participar en el mercado mundial: la neo liberal, como fin último de todos los esfuerzos para lograr el desarrollo. Por otro lado hay que salirse de la trampa planteada por quienes creen que el problema para lograr el éxito de las políticas neoliberales es de "gobernabilidad", entendida ésta como un esquema que Jacilite la consolidación del nuevo régimen social de acumulación en ciernes, sostenido en una mayor orientación hacia el mercado mundial -con una apertura y liberalización a ultranza- y en una menor injerencia de propuestas de inspiración nacional. Como sabemos por la experiencia de las últimas décadas, esta visión neoliberal exige una creciente concentración de la riqueza, con miras a promover el ahorro, que financie nuevas inversiones, que ofrezca nuevos beneficios y garantías al capital externo, que acepte una mayor flexibilización laboral y un menor peso de la organización sindical y social en general. Además, provoca el fortalecimiento del gran empresariado privado (nacional y trasnacional) en detrimento de la pequeña y mediana empresa, así como de los espacios empresariales comunitarios. Todo lo cual desemboca en un acrecentamiento del poder en manos de pocas personas: el hiperpresidencialismo, viable sobre bases de creciente autoritarismo y debilitamiento democrático. Algunos elementos para repensar el desarrollo. Una lectura para pequeños pa(ses O 265 ." •• La equidad como base y motor para el desarrollo Las reformas institucional-estructurales básicas deben estar dirigidas especialmente a mejorar la distribución del ingreso y de los activos, para de esta forma potenciar aún más la constitución de mercados internos. Esta es una tarea que conduce a mercados más competitivos, eficientes y transparentes, por cuanto incorpora a una creciente masa de consumidores y contribuye a una mejor distribución de las hasta ahora excesivas utilidades. El Estado reformado, con una creciente participación de la propia "sociedad civil", será el encargado de procurar la distribución más amplia posible del patrimonio y de consolidar cuantitativa y cualitativamente los servicios sociales de educación, salud, seguridad social y vivienda, incorporando criterios de equidad económica, social, cultural, ecológica y, por supuesto, geográfica. Con la reforma del Estado se crearían las condiciones para la reforma de la sociedad. Sin embargo, no es el Estado el que define el papel de la sociedad y de sus organizaciones, sino son éstas las que deben definir el papel del Estado. Las soluciones no vendrán desde arriba y tampoco desde afuera. Aquí mencionamos algunas reformas y medidas consideradas como las más importantes, presentadas en un orden que no necesariamente significa priorización: 1. Reforma del Estado y de los mercados. Un nuevo y vigoroso aparato estatal, íntimamente vinculado al mercado y a la "sociedad civil", deberá ser pilar del desarrollo. Sin negar la vigencia del mercado, lo intolerable es su transformación en el eje central de la economía y de la sociedad, como pretenden los neo liberales. En ese sentido hay que transformar los mercados sobre la marcha, poniéndolos al servicio de las prioridades sociales mediante una creciente y consciente participación popular, con el fin de fomentar sus potencialidades de inJormación, conocimiento y cultura. El acceso de los sectores mayoritarios a los mercados. capitalistas será un reto de difícil (quizás imposible)IH solución, considerando que son sumamente desiguales las posibilidades existentes en ellos. Además, hay que tener presente que el Estado debe ser profundamente transformado, puesto que jugará un papel destacado en un camino alternativo de desarrollo, tal como sucedió en todos los casos de desarrollo exitoso; siendo mucho más decisiva su intervención en los países pequeños y en los que más tarde incursionaron exitosamente en el mercado mundial. A contrapelo de las lecturas dominantes y después de haber considerado al Estado únicamente como problema, es hora de enfocarlo como solución. 2. Territorialización del país. Esta es una tarea compléja e indispensable si se quiere superar los estrechos y en parte anacrónicos límites provinciales, departamentales o cantonales, existentes en muchos países subdesarrollados. En este empeño recaen los esfuerzos para lograr una adecuada distribución espacial así como la descentralización, procurando, en todo momento, que la integración internacional no ahonde la desintegración nacional. El concepto mismo de la descentralización debe ser repensando. Esta no es una opción especialmente jurídica y tampoco se agota con la redistribución de los recursos financieros. Aquí urgen respuestas mucho más amplias, con un claro contenido político por cuanto está en juego la disputa del poder y la misma redistribución de los ingresos y de los activos. Igualmente cabe reflexionar sobre la regionalización o territorialización del país a partir de una serie de parámetros que no se circunscriben únicamente a las fronteras internas actualmente existentes. Hay otros factores mucho más importantes: geográficos, biodiversidad, hidrográficos, así como culturales. 3. Reforma agraria y reforma urbana. Estos son instrumentos orientados a limitar el acaparamiento de tierras agrícolas o urbanas, con el fin de optimizar las potencialidades productivas y culturales que se derivarán de su redistribución. Igualmente, con estas reformas se quiere garantizar y legalizar la propiedad de aquellos segmentos poblacionales más débiles y desprotegidos, afectados por la precariedad en la tenencia de la tierra. Además, en estos procesos cabe incorporar la variable ambiental, con el fin de impedir concentraciones de tierra que favorezcan situacio- :'~ ' 18.El mercado capitalista,además, carecede un horizonte adecuado de tiempo,prioriza los caprichosde grupos privilegiadossobre los satisfactoresbásicosy sinérgicos,distribuye mal o llegainclusoal despilfarro,y hasta se ha convertidoen motor de la degradaciónambiental. Una situaciónhastacomprensiblesi se aceptaque el capitalismoes "un sistemade valores,un modelode existencia,una civilización: acivilizaciónde ladesigualdad" GosephSchumpeter). l .) 266 O Alberto Acosta / ¡¡¡rgen Schuldt Algunos elementos para repensar el desarrollo. Una lectura para pequeños países 1 O 267 ~ .. r nes que generan una depredación sistemática, como podrían ser las plantaciones de monocultivo. 4. Reforma educativa. En este campo se precisan cambios radicales en términos cuantitativos y particularmente cualitativos, así como la constitución de un sistema científico-tecnológico integrado acorde con la estrategia propuesta. Las inversiones y la cobertura en esta área deben ser masivas, asegurando el acceso a todas las personas, procurando, eso sí, priorizar la atención a las necesidades de los habitantes tradicionalmente marginados. En este punto urge el desarrollo de tecnologías apropiadas a los procesos que aquí se describen. .5. Reforma tributaria. Este es otro tema importante que reclama una amplia transformación incorporando bases reales de igualdad, proporcionalidad, progresividad, simplicidad y sostenibilidad. Para mejorar la calidad de la incidencia estatal es necesario mejorar la calidad y el grado de autonomía del instrumentario fiscal utilizado e incrementar los índices de tributación a fin de ampliar la disponibilidad de recursos y poder atender las crecientes demandas sociales. De allí se desprende que el combate a la evasión tributaria y a la corrupción en el manejo de la cosa pública es un tema crucial. No está de más repetir que los criterios ambientales no pueden estar ausentes de esta reforma. 6. Reformas con enfoque de género y étnico-culturales. En este ámbito urgen propuestas que respeten las diferencias, ofrezcan igualdad de oportunidades y. promocionen acciones positivas para superar el machismo, la discriminación, el abuso, el racismo y la subordinación existentes en muchos países. 7. Recuperación de la autonomía de lapolítica económica. Uno de los problemas más críticos en los últimos años radica en la creciente pérdida de soberanía en términos de política económica. Esta situación, explicable por los procesos de internacionalización de los flujos y decisiones económicos, se ha complicado "ún más con la aplicación de los esquemas de ajuste neoliberal, inspirados en el denominado Consenso de Washington; situación que en el caso ecuatoriano, por ejemplo, ha alcanzado su máxima expresión con la dolarización oficial (unilateral) de su economía. Esto obliga a repensar y recuperar el instrumentario de política económica, con el fin de ampliar los espacios de definición, decisión y gestión de cada país. ¡i: Ir ¡ \ Ir ( 8. Amplio combate a la comlpción. Si realmente se desea impulsar un nuevo estilode desarrollo es necesario superar la corrupción generalizada y sus complejas secuelas. El enfoque meramente moral y jurídico del problema no es suficiente. Es preciso descubrir e individualizar en toda la sociedad las prácticas corruptas, que dependen de mecanismos que les garantizan no solo la necesaria funcionalidad sino también el ocultamiento, la temida impunidad)19. Hay que reforzar la idea de que 19.La corrupción existe tanto en los ámbitos público como privado. Pretender ubicarla en uno .nln de ellos. es otra forma de alentarla. en la medida en que se fortalecen la transparencia y la participación ciudadanas, se robustecen los espacios para combatir la corrupción. En este camino largo y complejo habrá que arriesgarse con acciones propias y concertadas, discutiendo y proponiendo salidas en los temas planteados, así como en otros igualmente importantes como podrían ser la democracia, los derechos humanos, la planificación, el papel de las Fuerzas Armadas, la autonomía de poderes, el deterioro ambiental, el papel de los medios de comunicación y la acción de la "sociedad civil", la calidad de los bienes y servicios y el respeto al consumidor. Este esfuerzo para impulsar la equidad deberá complementarse con respuestas políticas que generen espacios y formas de participación igualitaria para los segmentos de la población actualmente marginados, en las diversas instancias de poder político y económico, tanto público como privado. Seguir una estrategia de desarrollo de este tipo pondría a un país pequeño en condiciones de plantear un esquema diferente de acumulación, ajustado a sus necesidades y especificidades (y que además podría ser decidido democráticamente). La ingenuidad de las actuales estrategias del BM, del BID y del FMI, así como también de la Cepal, radica precisamente en la creencia de que toda la economía puede, de la noche a la mañana, incorporarse activamente a la "nueva" división internacional del trabajo, cuando en realidad la "globalización" en marcha margina tendencialmentey en forma estructural a la mayoría de la población y a partes sustantivas del propio aparato productivo. El camino debe ser otro, aceptando el tránsito por un proceso paulatino, que requiere de un horizonte de preparación y bases de equidad, incluso para que los mercados "funcionen". Y con seguridad no solo habrá que marchar por un camino diferente, sino que la meta final deberá diferir de los imaginarios (imposibles) del neoliberalismo. No se trata de estimular simultáneamente el desarrollo de todas las ramas productivas y de cada uno de esos sectores, sino preferentemente de aquéllos que -vertical y horizontalmente integrados- permitan configurar varios núcleos económico-tecnológico-financieros. Esos núcleos, endógenamente constituidos, surtirían tanto bienes de consumo masivo, como equipos, insumos y bienes de capital integrados a aquéllos. Se trata, por ende, de una reconversión-industrial y agrícola -en un sentido muy amplio- dirigida sustancialmente a revitalizar el mercado interno/subregional y a garantizar una creciente inserción de las actividades exportadoras en la economía nacional. Esto permitiría generar un crecimiento endógeno de la economía, evidentemente sin menospreciar las exportaciones, que necesitan ser diversificadas e integradas a otras ramas locales. Esta tarea implica un esfuerzo de largo aliento y de profundas transformaciones, cuyas connotaciones adquirirán una creciente urgencia en la medida en que se profundicen las condiciones críticas desatadas internacional y nacionalmente en el campo social, ecológico y hasta económico. Paulatinamente se perfila la necesidad de revisar el estilo de vida vigente en el ámbito de las elites y que sirve de marco orientador (si bien inalcanzable) para la mayoría de la población; una revisión que tendrá que procesar, sobre bases de real equidad, la reducción del tiempo de traba- \., .• 268 O Alberto Acosta / ¡ürgen Schuldt jo y su redistribución, así como la redefinición colectiva de las necesidades en función de satisfactores ajustados a las disponibilidades de la economía y la naturaleza20• Más temprano que tarde, aun en los mismos países subdesarrollados (no se diga en los desarrollados) téndrá que darse prioridad a una situación de suficiencia, en tanto se busque 10 que sea bastante en función de 10 que realmente se necesita! antes que de una eficiencia siempre mayor-sobre bases de una incontrolada competitividad y un desbocado consumismo- que terminará por hacer imposible el sostenimiento de la humanidad sobre el planeta. Como se ve, el desafío es elaborar propuestas que sean viables en tanto que be~eficien a las mayorías -y con la participación activa de las propias mayorías-, desde posiciones muchas veces tremendamente débiles, procurando construir una sociedad sin excluidos y sin exclusiones, al tiempo "quese consideran los retos existentes en el escenario mundial y en el subdesarrollo nacional/ subregional. Propuestas que, sumadas a 10 largo de un proceso continuado, permitan a los sectores populares apropiarse gradualmente de su futuro, de 10 que viene por delante. Algunos elementos para repensar el desarrollo. Una lectura para pequeños países O 269 f" Bibliografía De la amplia literatura disponible sobre la cuestión del desarrollo proponemos una selección mínima de textos y autores, que ofrece a los interesados adentrarse en este fascinante terreno: Acosta, Alberto: El Estado como solución, ndis, Quito, 1998. Acosta, Alberto: "Elementos para repensar el desarrollo-Una lectura para pequeños países" en Desarrollo N° 105,9/1998, Barranquilla; en Documentación Social N° 113, 10-11/1998,Madrid; en la serie de publicaciones del Programa Interdisciplinario de Población y Desarrollo LocalSustentable de la Universidad de Cuenca N° 7, 1999;en el libro Jóvenes mujeres Uderes del área andina, compilación, Bogotá, 1999. Acosta,Alberto.y Jürgen Schuldt: La hora de la reactivación-El mito de lafalta de alternativas, Serie Dialogando con los líderes ecuatorianos del siglo XXI, Escuela Politécnica del Litoral, Guayaquil, 11/1999. " Altenburg, Tilman, Wolfgang Hein y Jürgen Weller: El desafío económico de Costa RicaDesarrollo agroindustrial autocentrado como alternativa, Departamento Ecuménico de Investigaciones (DEI),San José, 1990. Amin, Samir: La desconexión-Hacia un sistema mundial policéntrico, lepala Editores, Madrid,1988. Barkin,David: Riqueza, pobreza y desarrollo sostenible, Centro Lindavista, Ed. JUS,México, 1998. Coraggio, José Luis: Economía urbana-La perspectiva popular, Serie Propuesta, Abya-Yala, Flacso/lldis, Quito, 1998. Coraggio, José Luis: Política social y economía del trabajo-Alternativas a la política neoliberal para la ciudad, Universidad General Sarmiento, Miño y Dávila Editores, Buenos Aires-Madrid,1999. Chiriboga, Manuelet al.: CambIar se puede-Experiencias del FEPP en el desarrollo rural del Ecuador, FEPP/ Abya Yala, Quito, 1999. De Roux, Francisco: "Esbozo de un marco general de estrategias alternativas" en VV AA: Escenarios y caminos para América Latina, Fondad, Bogotá, 1993." Fajnzylber, Fernando: "Sobre la impostergable transformación productiva de América Latina" en Pensamiento Iberoamericano N° 16, 7-12/1989, Madrid. Iguiñiz, Javier: "Hacia una alternativa de desarrollo" en VV AA: Escenarios y caminos para América Latina, Fondad, Bogotá, 1993. Lefeber,Louis:" ¿Qué permanece aún de la teoría del desarrollo?" en Desarrollo Económico vol. 31 N" 122, 7-9/1991. Martínez Alier, Joan: De la economía ecológica al ecologismo popular, Nordan Comunidad/ Icaria, Montevideo, 1995. Max-Neef, Manfred, Antonio Elizalde y Martín Hopenhayn: "Desarrollo a escala humana-Una opción para el futuro" en Development Dialogue número especial, Cepaur / Fundación Dag Hammarskjold, 1986. Portes, Alejandro y A. Douglas Kincaid (eds.): Teorías del desarrollo nacional, Ed. Universitaria Centroamériéana, San José, 1991. " Quijano, Aníbal: La economía popular y sus caminos en América Latina, Ed. Mosca Azul, Lima, 1998. Schuldt, Jürgen: Ecuador: Estrategias para una Política de Comercio Exterior, CAAP (Serie Diálogos), Quito, 1994. Schuldt, Jürgen: Repensando el desarrollo: hacia una concepción alternativa para los países andinos, CAAP, Quito, 1995. Schuldt, Jürgen: Dineros alternativos para el desarrollo local, Universidad del Pacífico,Lima, 1997. Schuldt, Jürgen y Alberto Acosta: Inflación-Enfoques y políticas alternativos para América Latina yel Ecuador, Libresa-Ildis, Quito, 1995. SenAmartya: "Los bienes y la gente" en Comercio Exterior vol. 33N° 12,12/1983, México. Sen'Amartya: "Cuál es el camino del desarrollo" en Comercio Exterior vol. 35 N° 10,10/ 1985,México. Sen, Amartya: Sobre ética y economía, Alianza Editorial, Madrid, 1989. Sen, Amartya: Nuevo examen de la desigualdad, Alianza Editorial, Madrid, 1995. Senghaas, Dieter: Aprender de Europa, Ed. Alfa, Barcelona, 1988. Sunkel, Osvaldo (ed.): Desarrollo desde dentro, Fondo de Cultura Económica, México, 1991. 20.Lasnecesidadesson limitadasy finitas,lossatisfactoresson ilimitados:Max-Neef,Elizalde v Hopenhayn. Documents Similar To Textos de Sociologia Del DesarrolloSkip carouselcarousel previouscarousel nextDiseño de modasresumen teoria de la organizaciónEL MUNDO INVISIBLE Y LA GUERRA - LEON DENISteoría de las organizacionesPrograma Curso Sociología Del Desarrollo IILA TEORIA DE LAS ORGANIZACIONESEl Neoliberalismo y La Sociologia Del Desarrollo - PortesreflexionTeoría de las Organizaciones . 4ADCA La Plenitud Hemos LlegadoRodoTrabajo Sociología Del DesarrolloJuan Acha Culturas Estc3a9ticas en Amc3a9rica LatinaRimbaud Para PrincipiantesEntrevista Sobre La Esencia Del Arte.Trabajo Arte Chicano v 2.0JovellanosEnsayo - ImplicacionesComplejidad Publicación Trimestral Número 31 Julio Septiembre 2016 RevistaacevedoManual Del AprendizDe la Escritura, los Libros y la LecturaEducación y DesarrolloPractico Nº 2 Filosofia de La HistoriaCuaderno EPIC 6 Progreso1.Las leyes sociales de Gabriel Tarde.docxEspañolCurso de FilosofiaLa Postmodernidad BuenisimoJUDITH CINGOLANI Influencia de La Mujer...More From Espacio De Politología Sociología UceSkip carouselcarousel previouscarousel nextEXPOSICION 1.1Anti HistoriaProcesos mundiales6 Pruebas Ciencias Sociales Saber ProBOLETINMallas Curriculares de Las Carreras de Sociologia y de Politica 2013Metodología para las ciencias sociales2Procesos mundialesGUIA GENERAL a TODOS Competencias GeneralesCOMPENDIO SOCIOLOGIA CLASICA (1)Cien CIA PoliticaExpo Acreditacionducacuion fisicaPaco de Lucia Guitar Tab 14 SongsMETODOLOGÍA DE LAS CIENCIAS SOCIALESBOLETIN ENFOQUES 1Lineas de Investigacion Regimen Politico-rafael Correa.2.(2012)BOLETIN ENFOQUES 2BOLETIN ENFOQUES 3Reglamento Ubterno de Sanciones Por Consumo de Bebidas Alcholicas2013-06-26 (8)BOLETIN ENFOQUES 52013-06-26 (1)Reglamento de BecasTaller Actaulizacion EpistemologiaReglamento Derecho de TachaReglamento de Tercera MatriculasReglamento Ubterno de Sanciones Por Consumo de Bebidas AlcholicasBOLETIN ENFOQUES 4Reglamento de Practicas EstudiantilesFooter MenuBack To TopAboutAbout ScribdPressOur blogJoin our team!Contact UsJoin todayInvite FriendsGiftsLegalTermsPrivacyCopyrightSupportHelp / FAQAccessibilityPurchase helpAdChoicesPublishersSocial MediaCopyright © 2018 Scribd Inc. .Browse Books.Site Directory.Site Language: English中文EspañolالعربيةPortuguês日本語DeutschFrançaisTurkceРусский языкTiếng việtJęzyk polskiBahasa indonesiaSign up to vote on this titleUsefulNot usefulYou're Reading a Free PreviewDownloadClose DialogAre you sure?This action might not be possible to undo. Are you sure you want to continue?CANCELOK
Copyright © 2024 DOKUMEN.SITE Inc.