El DueloMarcela Rojas M. Nicole Ramírez S. Relevancia La vida y la muerte, son dos elementos que no se pueden separar, son inherentes al ser humano, no pueden excluirse una a la otra, sin embargo, el miedo y el arraigo cultural a la vida hacen de la muerte un tabú, por lo que no está permitido hablar ni reflexionar sobre ella. Duelo viene del latin dolium, que significa dolor, aflicción. Se habla de duelo frente a una reacción natural ante la pérdida de una persona, objeto o evento significativo. También, representa la reacción emocional y conductual de sufrimiento y aflicción frente a la ruptura de un vínculo afectivo. Incluye tanto componentes psicológicos, físicos y sociales, cuya duración e intensidad son proporcionales a la importancia y significado de la pérdida. Modelos de duelo Módelo de 3 fases (Robertson y Bowlby): ◦ Angustia y dolor ◦ Depresión y desesperación ◦ Desvinculación ◦ Estupor o fase de shock (incluida posteriormente como la primera de las fases en este modelo) (Bowlby y Parkes, 1970) Actualmente el más manejado posee 6 etapas ◦ Estupor ◦ Angustia y dolor ◦ Negación y búsqueda ◦ Culpabilización ◦ Depresión ◦ Resolución No son de aplicación universal, por cuanto no siempre se dan todas las fases, ni siguen estrictamente el orden establecido, debido a variaciones culturales. Modelos de duelo Modelo Médico (George Engel) ◦ Conceptualiza el duelo como una enfermedad, con síntomas físicos y psíquicos. ◦ No presenta consenso dado que existen importantes influencias culturales y sociales. Modelo del Trabajo del Duelo (Psicoanálisis) ◦ Sugiere un trabajo que se debe realizar con el individuo para lograr la adaptación a esta nueva realidad, en la que se ha perdido un objeto amado y recuperar la energía libidinal depositada en él. Modelo Sistémico ◦ Saca del centro de intervención al individuo, porque comprende que el duelo es un proceso eminentemente familiar, y que el contexto influye sobre todo el proceso. Duelo familiar “Proceso Familiar que se pone en marcha a raíz de la pérdida de uno de sus miembros” (Bowlby, 1980) La pérdida o amenaza de pérdida de un miembro es la mayor crisis que debe afrontar un sistema (Bowen, 1976) Conducta defensiva de la Integridad Familiar Poner en marcha los mecanismos necesarios que puedan mantener al grupo familiar: ◦ Reagrupamiento de la Familia Nuclear. ◦ Intensificación del contacto con la familia extensa o con personas cercanas afectivamente a la familia. ◦ Disminución de la comunicación con el medio externo. ◦ Apoyo socio-cultural a la continuidad de la familia. ◦ Exigencia de Tregua en los conflictos familiares. ◦ Conductas con frecuencia de debilidad reclamantes de protección. Reorganización familiar durante el duelo Reorganización de los sistemas de comunicación ◦ La muerte de uno de los canales de comunicación hace necesario el establecimiento de canales alternativos que permitan una relación adecuada. ◦ Mantener canales abiertos de comunicación evitará el aislamiento de los miembros de la familia y el exterior. ◦ No es lo mismo la desaparición de un miembro activo que de uno pasivo en las redes internas y externas. ◦ Una muerte pausada, permite el establecimiento previo de nuevos canales. Reorganización de las reglas de funcionamiento del sistema ◦ Número de reglas que sea necesario modificar ◦ De lo repentino de la muerte ◦ Del ciclo vital de la familia Reorganización familiar durante el duelo Redistribución de roles ◦ Puede ser la base de conflictos al interior de la familia; lo que dependerá de la importancia del rol que jugaba el fallecido dentro del sistema familiar. ◦ La muerte de quien jugaba un rol central de comunicación puede provocar desequilibrio en el sistema; un rol de ligazón, la desaparición de ese sistema familiar. Etapas del duelo familiar (Moss, 1991; Gilbert,1996) Adaptación a una nueva realidad ◦ Aceptación familiar de la pérdida, permitiendo y favoreciendo la expresión de la aflicción de todos los miembros de la familia. ◦ Evitar focalizar el duelo en un solo miembro de la familia. ◦ Reagrupamiento y encastillamiento de la familia para permitir la reorganización familiar; redefinición de los canales de comunicación y aceptación de la pérdida ◦ Reorganización de la relación con el medio externo ◦ Reafirmación del sentimiento de pertenencia al nuevo sistema familiar, no significa olvidarse del miembro fallecido, solo que ya no debe tener influencia en el funcionamiento de la nueva organización El manejo de la pérdida y del duelo en familias con niños Los niños viven la muerte, la pérdida y el duelo de manera diferente a los adultos, dependiendo su forma de reaccionar, en gran medida, de su grado de madurez psicológica y de la capacidad de los adultos en su entorno de manejar su propio duelo y mantenerse abiertos a las necesidades de sus hijos (Álvarez Gálvez, 1998) Duelo adulto, duelo infantil y etapas del desarrollo La manera de morir y la causa inmediata de la muerte alteran de forma diferente a las personas que presencian un fallecimiento en su seno familiar. Los adultos reflejan una sensación de pena y compasión, mezclada con impotencia, hacía el niño que ha perdido a un ser querido. Etapas de reacción a la pérdida Duelo adulto: ◦ Primera etapa: Shock ◦ Segunda etapa: Tristeza Impotencia Enfado consigo mismo (a) Enfado contra la persona fallecida Enfado contra el destino Miedo Desesperanza Intensa ocupación con el pasado Negación de futuro ◦ Tercera etapa: Recuperación Etapas de reacción a la pérdida Duelo infantil: ◦ Implica toda la gama de emociones, con frecuencia sentimiento de culpa y fantasías de recuperación. ◦ Culpa del “superviviente”. ◦ Miedo a morir ◦ El duelo “normal” infantil se parece al duelo “patológico adulto” ◦ No parece haber rumiación sobre el pasado, las fantasías del futuro incluyen la negación de la pérdida y la identificación de la persona fallecida Reacción a la muerte por edades 0 -1.5 años ◦ Ambivalencia de emociones en el cuidador del niño ◦ Mayor vulnerabilidad para depresiones en la vida adulta 1.5 - 4 años ◦ No existe concepto de muerte ◦ Fantasías de omnipotencia, comienzo de emociones autoconcientes. ◦ Miedo al daño y abandono Reacción a la muerte por edades 5 - 9 años ◦ La muerte se personifica en un “ser poderoso” contra quien se puede ganar o perder ◦ Intensos sentimiento de culpa y rabia ◦ Somatización y “acting out” ◦ Miedos intensos 9 - 13 años ◦ Comprensión de la causalidad, universalidad e irreversibilidad ◦ Vivencia intensa de la omnipotencia de los padres y de sus reacciones emocionales ◦ Parentificación voluntaria Adolescentes Las reacciones son muy parecidas a las de un adulto Una familia en proceso de duelo es una familia en crisis, la que puede comenzar con la pérdida repentina de un ser querido o con el sólo diagnóstico de una enfermedad. La pérdida de un ser querido abarca un enorme potencial destructivo. Pérdida del padre La pérdida del padre implica todavía en la gran mayoría de los casos, aparte del caos sentimental, una situación de angustia financiera, y muchas veces una perdida adicional de estatus. La madre tiene que hacer frente a las exigencias externas a la vez que a su reacción emocional de duelo. Pérdida del padre Ver a la madre deprimida e inaccesible sin otros recursos para satisfacer las necesidades de cercanía emocional puede tener efectos devastadores, sobre todo en las fases de desarrollo temprano, que implican una intensa búsqueda de vínculo. Suelen presentarse sentimientos negativos, tanto de tristeza como de hostilidad hacia la madre, que no se relacionan conscientemente con la pérdida del padre, aunque se puede suponer que tengan su origen en ella Pérdida de la madre En edades por debajo de 8 años, es muy normal que el niño o la niña incluya rituales secretos en su vida que implican la convicción de una posible vuelta de la madre fallecida y una forma de comunicación con ella. Algunos hijos, cuando ven a su padre llorar de pena, viven la escena con auténtico terror, mientras que otros se quedan resentidos precisamente por no haberlo visto llorar la muerte de su mujer. Pérdida de un hermano o una hermana La muerte de un hermano es una experiencia determinante en la vida de una persona, especialmente cuando ocurre en la infancia. (Fanos, 1996) Las reacciones son intensas y abarcan la formación misma de identidad del niño o de la niña. Pérdida de un hermano o una hermana Dos reacciones emocionales llaman la atención: ◦ Pérdida temprana de confianza en la omnipotencia de los padres. ◦ Convicción de que los padres en realidad hubieran preferido al herman@ muert@, y que ellos viven por desgracia. Perder a un hermano en una familia nuclear implica ver a los padres desesperados e impotentes, presenciar sus conflictos alrededor de la pérdida y muchas veces afrontar una separación o un divorcio. Trabajo terapéutico en Terapia Familiar Fásica Parte de la idea de pasos sucesivos que se adaptan a las necesidades de la familia y sus miembros. La fase inicial denominada Fase de Resolución, se ocupa de la disminución o desaparición del síntoma por el que la familia ha buscado ayuda. Submetas en el trabajo con el duelo Encontrar un lenguaje común. Reestablecer y encontrar nuevos marcadores de estabilidad para la convivencia familiar. Abrir canales de comunicación para todas las emociones. Crear rituales que permitan elaborar la pérdida y finalizar el duelo a su debido tiempo. Aumentar la memoria colectiva y señalar buenos recuerdos. Submetas en el trabajo con el duelo El terapeuta debe utilizar varios espacios terapéuticos para permitir la diferenciación de los miembros de la familia. Puede trabajar con subsistemas a la vez que integrar el trabajo realizado en sesiones conjuntas. La utilización de técnicas no verbales como juegos, es imprescindible cuando hay niños pequeños en la familia. “Un mundo que se puede explicar, aunque con malas razones, es un mundo familiar” (Camus, 1955) Conclusión La muerte de un ser amado, de un miembro de la familia o de la red social cercana, es un acontecimiento que afecta profundamente no solo a los individuos que la componen, si no a todo el sistema familiar, desde un punto de vista sistémico la pérdida de un miembro es la mayor crisis a la que debe hacer frente un sistema, ya que amenaza su existencia. Referencias bibliográficas Revista Mosaico, Junio 2002 “El manejo de la pérdida y el duelo en familia con niños” (Annette Kreuz Smoliniski) Revista Mosaico, Junio 2002 “Hacia un modelo familiar de duelo” (Fdo. Roberto Pereira Tercero) Bowlby, J. (1980) La pérdida afectiva. Paidos, Barcelona, 1993