Taxonomia de los trastornos de la personalidad a traves de rasgos - Mercedes Inda.pdf



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UNIVERSIDAD DE OVIEDODEPARTAMENTO DE PSICOLOGIA TESIS DOCTORAL: TAXONOMÍA DE LOS TRASTORNOS DE LA PERSONALIDAD A TRAVÉS DE RASGOS, MEDIDAS PSICOFISIOLÓGICAS Y NEUROPSICOLÓGICAS AUTORA: Mª DE LAS MERCEDES INDA CARO 2001 1 Agradecimientos Quiero agradecer al Dr. D. Serafín Lemos Giráldez su apoyo constante y aportación de ideas durante estos años de trabajo. A mis compañeros de equipo (Mercedes, Ana y José Luis) por su presencia a lo largo de estos años, durante los cuales nos hemos apoyado para poder llegar algún día a ser unos buenos investigadores. Deseo agradecer al Dr. D. Eduardo García Cueto los comentarios realizados en el apartado de método. Deseo mostrar mi agradecimiento a las personas que confiaron en mí cuando les pedí que colaborasen en la realización de esta tesis, sin las cuales hubiera sido imposible conseguir el objetivo final de este trabajo. A mi marido, padres y hermanos por apoyarme durante estos años y hacer que nunca perdiese la confianza y entusiasmo. También me gustaría recordar y agradecer a Dña. Mª Carmen Vietes por facilitarme siempre que pudo el acceso al material bibliográfico. Asimismo agradecer a los profesores del Departamento de Psicología que me mostraron su apoyo y empuje durante estos años. 2 Índice Introducción.................................................................................................................................6 Concepto de Personalidad y Trastorno de la personalidad: definición e historia..........................6 Clasificación de los trastornos de la personalidad en los manuales de la Organización Mundial de la Salud (O.M.S.) y de la Asociación Americana de Psiquiatría (A.P.A.) ...............................12 Semejanzas y diferencias entre la CIE-10 y el DSM-IV: .............................................................25 Epidemiología de los trastornos de la personalidad....................................................................29 La relación entre las variables edad, sexo y trastorno de la personalidad..................................37 Descripción de los instrumentos de diagnóstico más empleados...............................................41 Fiabilidad en el diagnóstico de los trastornos de la personalidad ...............................................43 Relación entre los trastornos del Eje I y los trastornos del Eje II ................................................52 Factores de riesgo etiológicos en los trastornos de la personalidad ..........................................55 Modelos teóricos .........................................................................................................................60 Modelos dimensionales de la personalidad ................................................................................67 Modelo del círculo interpersonal ..............................................................................................69 Modelo de Theodoro Millon .....................................................................................................72 Modelos psicobiológicos de la personalidad............................................................................75 Modelo psicobiológico de Gray .....................................................................................75 Modelo de Siever y Davis..............................................................................................76 Modelo de Zuckerman...................................................................................................77 Modelo psicobiológico de Cloninger..............................................................................77 Modelos de la personalidad basados en el análisis factorial ...................................................89 Modelo de rasgos psicodinámico de dos factores de Block y J.H. Block......................89 Modelo de tri-factorial de H.J. Eysenck .........................................................................90 Modelo de “ Los Cinco Grandes” ..................................................................................91 Neuropsicología y neurofisiología de los trastornos de la personalidad .....................................95 Genética de los trastornos de la personalidad ..........................................................................100 Establecimiento de objetivos y planteamiento de las hipótesis.................................................105 3 Método......................................................................................................................................107 Sujetos ......................................................................................................................................107 Instrumentos..............................................................................................................................109 Procedimiento ...........................................................................................................................112 Resultados ...............................................................................................................................113 Análisis de las características sociodemográficas ....................................................................113 Estudio de las diferencias de los rasgos de la personalidad, índices neuropsicológicos y psicofisiológicos en un grupo de sujetos con diagnóstico clínico de trastorno de la personalidad (grupo experimental) y una agrupación de sujetos sin ningún diagnóstico psicológico (grupo control) (Hipótesis 1 y 2) ...........................................................................................................113 Estudio del poder predictivo de los rasgos de la personalidad, de las variables neuropsicológicas y psicofisiológicas en el pronóstico de un diagnóstico categorial de trastorno de la personalidad (Hipótesis 3)................................................................................................120 Análisis de los clusters propuestos por el manual de la A.P.A. para agrupar los trastornos de la personalidad como grupos independientes unos de otros (Hipótesis 4)...................................122 Análisis del valor predictivo de los rasgos de la personalidad, las medidas neuropsicológicas y psicofisiológicas en el diagnóstico psicométrico de un trastorno de la personalidad (Hipótesis 5). ..............................................................................................................................................127 Estudio de la estructura factorial de los datos para determinar si se ajustan a una solución entre cinco factores (Modelo de “Los Cinco Grandes”), o una solución de tres factores (Modelo de clusters del DSM y de la CIE) (Hipótesis 6). .............................................................................131 Análisis factorial exploratorio del papel de las variables psicofisiológicas y neuropsicológicas en una estructura teórica de la personalidad (Hipótesis 7) ............................................................139 Discusión .................................................................................................................................147 Comparación entre ambos grupos y sus variables sociodemográficas ....................................147 Hipótesis 1: Comprobación de las diferencias existentes en los rasgos de personalidad entre dos grupos, uno diagnosticado clínicamente con un trastorno de la personalidad y el otro sin ningún tipo de alteración psicológica...................................................................................148 Hipótesis 2: Comparación de los dos grupos en cada uno de los marcadores neuropsicológicos y psicofisiológicos......................................................................................................................149 Hipótesis 3: Valor predictivo de los rasgos de la personalidad, de los marcadores neuropsicológicos y psicofisiológicos en el diagnóstico clínico de un trastorno de la personalidad..............................................................................................................................150 Hipótesis 4: Comprobación del carácter unitario y diferenciador de los clustrers creados en el manual de la A.P.A.; para la agrupación de los trastornos de la personalidad.........................151 Hipótesis 5: Valor predictivo de los rasgos de la personalidad, de los marcadores neuropsicológicos y psicofisiológicos en el diagnóstico psicométrico de un trastorno de la personalidad..............................................................................................................................152 4 .......................................................o..........................................................163 Hipótesis 7: Propuesta de un modelo neuropsicológico de la personalidad ......................................................223 5 ..........................182 APÉNDICE I: Gráficos de las variables sociodemográficas ....................................................214 APÉNDICE II: Gráficos de las variables de personalidad............. neuropsicológicas y psicofisológicas...............180 Referencias .167 ¿Categoría............................................................................. ................................................................................dimensión? .........................174 Conclusiones finales ............................................................................................................................................Hipótesis 6: Comprobación de los modelos de tres y cinco factores presentadas por las teorías oficiales de la personalidad ........................................................ ) quien describió cuatro fluidos corporales los cuales estaban asociados con patrones de personalidad específicos (por ejemplo la bilis negra era indicativa de melancolía). autocrítica.. es decir lo que entiende el autor por inteligencia. sociopatía. La historia de los trastornos de la personalidad se puede remontar a la época de Hipócrates (400 a. sentimientos y comportamientos que caracterizan el estilo de vida de un sujeto y su modo de adaptación al medio. perfeccionismo. Dentro del habla cotidiana se emplean conceptos de rasgos de personalidad de manera habitual de un modo descriptivo (“Ella es confiada y amigable”) o explicativo (“No ha terminado el trabajo a tiempo porque es bastante desorganizado”).Introducción Concepto de Personalidad y Trastorno de la personalidad: definición e historia La Personalidad es definida en la segunda edición del Lexicon of psychiatric and mental health terms (O. búsqueda de la novedad. generalizables (se dan en el ámbito de las relaciones sociales. el trabajo y la educación). asertividad. Las características claves de los trastornos de la personalidad se pueden definir como: comienzo temprano (típicamente en la adolescencia o en al comienzo de la vida adulta). han sido estudiados de manera muy puntual en esta década. de juicio y pensamiento lógico y la memoria. e intrapsíquicos e interpersonales. locus de control. alexitimia. Personalidad es un concepto usado habitualmente y cuyo significado es conocido por todo el mundo.C. era fundamentalmente de carácter fisiológico. estabilidad y cronicidad (aunque los síntomas individuales y su severidad pueden tener periodos de ascenso y descenso). también excluye de su concepto de personalidad la capacidad de entendimiento.. no obstante. 8ª ed) define la personalidad como “.el conjunto de sentimientos y valoraciones. impulsividad.. 1994). de desarrollo y de las experiencias sociales”. de sus tendencias y voliciones. etc. combinación. aunque él también consideraba aspectos ambientales. Schneider en su obra Personalidades psicopáticas (1980. Su teoría. dependencia.S. conceptos como autoestima.” En esta definición deja fuera los sentimientos o aspectos corporales. inteligencia e instintos corporales existe una relación de interdependencia.M. como “los arraigados patrones de pensamiento. Más aún. tales como el clima y la temperatura como la exacerbación o incluso la creación de los rasgos esenciales de los trastornos de la 6 . El estudio de las características comportamentales de las personas se ha venido desarrollando en todas las culturas. evitación del daño. A pesar de esta triple distinción Schneider deja claro que entre personalidad. los cuales son el resultado de factores constitucionales. 1985). La segunda afirmación que hizo fue que las personas que poseían estas características eran responsables de ellas y que sufrirían las consecuencias asociadas a este comportamiento. Fue Prichard quien. Esta definición sufrió de manera temprana varias modificaciones de la mano de conocidos psiquiatras de la época como Janet en Francia. simplemente señalaba que eran diferentes a las personalidades normales. Aunque estos individuos no estaban locos. son los originarios de los términos actuales de 7 . debido a que su juicio estaba claro y perfecto y no presentaba ideas delirantes. no eleva a estatus de enfermedad los diferentes tipos de trastornos de la personalidad. Juan Huarte de San Juan en su obra el Examen del ingenios para las ciencias (1991) realizó una de las primeras descripciones de las características de los individuos desde una perspectiva clínica. incluso en la época de los griegos identificando cuatro temperamentos.. el filósofo Teofastro realizó una clasificación de diferentes tipos de personalidades muy parecida a las clasificaciones actuales. Pinel en 1801. la cual era equivalente a una enfermedad mental. En todas estas clasificaciones se observaba un componente “antipático o desagradable” respecto del resto de las personas. Pinel usaba el término manie sans délire para referirse a las personas que sin tener ninguna conducta delirante tenían propensión de manera persistente. celta o árabe. La medicina siempre ha tenido como interés la clasificación de la personalidad. Prichard consideraba que tenían una alteración.. no se le podía considerar como tal. En el siglo cuarto a. (Tyrer et al.personalidad.c. tal como se entendía en aquella época. (señala el caso de un hombre que estando en un estado de cólera arrojo a una mujer contra la pared). los cuales se asociaban con cada uno de los cuatro humores (Widiger y Frances. inexplicable y repentina a realizar conductas violentas. Sin embargo. 1991). es decir se hacía énfasis en un componente de valoración social de estos trastornos. Prichard observaba que había personas que mostraban una pérdida de su sentido moral y que tenían dificultades para autocontrolarse. Pinel consideraba que este hombre a pesar de presentar un comportamiento característico de un enfermo mental. Prichard y Maudsley en Inglaterra y Benjamin Rush en EEUU. Así durante todo el siglo XIX el término locura moral era el término oficial de trastorno de la personalidad. que junto al concepto de degeneración de la moral definido por Morel (1860). en su obra Treatise on Insanity and Other Disorders Affecting the Mind (1835). Distinciones similares fueron hechas en la cultura asiática. fue el primero en distinguir trastorno de la personalidad (manie sans délire) de enfermedad mental. delimitó el concepto de locura moral. Con Kretschemer (1925) se da un paso más en esta nueva idea. Kraepelin (1921) fue el que acuño el término de personalidad psicopática en la 8ª edición de su famoso tratado Introducción a la clínica psiquiátrica. En 1868 Henry Maudsley dispuso el escenario para el actual concepto inglés de trastorno de la personalidad enfatizando en la idea. este autor no diferenció entre los trastornos del estado mental y los trastornos de la personalidad. 8 . 1997). como unos intentos de identificar las dimensiones básicas que expliquen los trastornos del Eje I y los de Eje II a la vez. existen puntos de vista diferentes respecto a la relación entre los trastornos de la personalidad y los trastornos mentales. Al mismo tiempo el término de degeneración tomado de la psiquiatría francesa fue introducido para explicar la base de ese comportamiento. En Alemania. esta idea estaba ya anunciando la postura actual sobre lo que se viene denominando trastornos del espectro esquizofrénico. como señala Tyrer (1991) “la categorización del trastorno de la personalidad no recibe un apoyo firme hasta la obra de Schneider”. En la psiquiatría alemana. De tal manera esta autor postulaba la existencia de un continuum que iba desde la esquizotimia a través de la esquizoidía a la esquizofrenia. A finales del siglo XIX. Los desarrollos en el campo de la investigación de la genética parecían dar peso a la idea sobre que los trastornos de la personalidad podían ser incluso una “disfraz de cordura” el cual estaba cubriendo un proceso patológico (Cleckey.psicopatología y trastornos de la personalidad (López-Ibor. Kraepelin (1907) define lo que llamo las formas frustradas de las psicosis mayores. En esta maravillosa obra describe diferentes tipos de trastornos de la personalidad. Sjobring (1973) propone un esquema para describir la personalidad basándose en cuatro dimensiones llamadas: estabilidad. estas ideas llevaron a la distinción entre personalidad psicopática y neurosis por un lado. Más tarde en 1930 en Escandinavia. En 1891 Koch introduce el término psicopatía para referirse a lo mismo que definió Prichard como locura moral. toma la idea de continuidad entre estos dos tipos de trastornos. este modelo fue ampliamente difundió por los países escandinávicos. Hervey Cleckley mantenía que los pacientes con psicopatía tenían un nivel de desajuste tal. que podían llegar a ser considerados como psicóticos. 1941). la presencia de un estado mental normal y la responsabilidad de la persona que lo padece. Este autor creía que los cambios que se producen en la personalidad pueden determinarse previamente mientras que los introducidos por otros procesos de enfermedad no. solidez. Jaspers (1925-1963) diferenció entre procesos de enfermedad y desarrollo de la personalidad. No obstante. validez y capacidad. y psicosis por el otro. Esta tesis de continuidad entre los trastornos de la personalidad y los trastornos mentales esta resurgiendo desde hace unos años. Pero como en todo. Esta definición la establece a partir del concepto cuantitativo de lo que es considerado como normal y como anormal mas que en el sentido valorativo. Lo que un principio parecía una clasificación sencilla empezó a complicarse cuando cada clínico individualmente enfatizaba aspectos diferentes. El describía 10 variedades de personalidades anormales. muchas de las cuales son similares a las definidas por el DSM-III y la versión 10ª de la C.A. Psicopatía fue estrictamente definido para describir lo que se llama en el DSM como trastorno antisocial de la personalidad. 1987) consideró necesario introducir criterios conductuales más específicos.. Se fueron desarrollando de manera gradual otras clasificaciones en otras lenguas. Joshua. 1994). teniendo en cuenta el espacio y el tiempo en que se desarrolla. bajo ella. los conceptos de psicopatía y trastorno de la personalidad tienen significados diferentes. es decir Schneider se da cuenta que el aspecto valorativo es importante para definir una personalidad como normal o anormal. El sistema de clasificación de Schneider ha tenido mucha influencia en los sistemas de clasificación posteriores. 1982. en japonés.-III no adopta el punto de vista de Schneider sobre que la personalidad anormal es una variante extrema de la personalidad normal.E. propone unas categorías conceptualmente distintas unas de otras y del concepto de personalidad normal. Dentro de la psiquiatría americana e inglesa. a la sociedad.M. El manual D. también la influencia de las teorías psicoanalíticas hicieron que aumentara la confusión. ruso y español. de un campo medio. También los considera como entidades distintas de los trastornos del estado mental. Varghese. Durante muchos años la ausencia de unos criterios de diagnósticos estandarizados 9 . pero no exactamente determinable.S. Forman. desviaciones. Para Schneider una personalidad anormal será considerada como una personalidad psicopática (trastorno de la personalidad) siempre que la persona sufra por su anormalidad o haga sufrir. el DSM-III clasificó los trastornos de la personalidad y los trastornos del estado mental en diferentes ejes y proporcionó una descripción precisa para cada diagnóstico.I. Para solucionar este maremagnum de ideas. imaginado por nosotros. Cuando se refiere al aspecto cuantitativo Schneider señala que una conducta es normal cuando es el término medio. Los factores teóricos que influyeron en Jaspers y en Schneider jugaron un papel muy limitado en el desarrollo de las clasificaciones. 1979) el comité del DSM-III-R (A. de las personalidades”. Estas personalidades anormales pueden llegar a ser consideradas personalidades psicopáticas o no. En su caso. En general las descripciones del trastorno psicopático y de los otros trastornos de la personalidad se basan en descripciones clínicas. Debido a que la fiabiliad de los diagnósticos era pobre (Mellsop.En 1923 Scheneider define las personalidades anormales como “variaciones.P. & Nee. Spitzer. (Livesley et al.. & Hicks. . dando como resultado la publicación de la CIE-10 (O. 1991).A. 1975) y los trastornos esquizoides y anacásticos (obseivo-compulsivo) derivan de la Fenomenología europea. b. 1971. La agrupación de esta variedad de alteraciones bajo un sólo epígrafe es sorprendente si se observa el origen de cada uno de ellos (Tyrer et al. Gunderson & Singer. Por otro lado los trastornos de la personalidad narcisista y límite tienen su orígen en las teorías dinámicas y en la psicoterapia (Hoch & Polatin.S.d. 1992) con la colaboración de mas de 195 centros en 55 países y la introducción de un sistema multiaxial de clasificación en el manual D.. Los criterios para el trastorno de la personalidad antisocial se derivaron de los estudios de seguimiento de muestras de niños hasta su etapa adulta (Robins. principalmente a partir de los estudios daneses sobre esquizofrenia (Rosenthal et al. sobre todo para la realización de estudios epidemiológicos. 1966). 1993): a. Kernberg.S. A. Esta nueva edición organizó las enfermedades mentales en dos ejes. A partir de este momento se empezaron a desarrollar una gran cantidad de investigaciones sobre sistemas de clasificación. (3ª e.) en 1971 en un Seminario sobre la Estandarización del Diagnóstico Psiquiátrico (1972) realizó cuatro recomendaciones (Girolano y Reich. 1980). 1975.P..S. Un mayor desarrollo de estudios sobre los sistemas de diagnóstico y clasificación de los trastornos de la personalidad y mayor número de datos epidemiológicos. aunque este término fue formulado por Rado (1953) en términos dinámicos. Kohut. estableciendo una distinción entre enfermedad y personalidad. el diagnóstico de personalidad evitativa tiene sus orígenes en el ámbito de la psicología académica (Millon. 1949. La introducción de un sistema multiaxial o multidimensional en el registro de los trastornos de la personalidad. Por estas dos razones la Organización Mundial de la Salud (O.. La consideración de entidades culturalmente específicas.M. 10 . El desarrollo de métodos de registro sobre la severidad de los trastornos. d.. 1969) y el trastornos de la personalidad esquizotípico tiene su origen en los estudios de genética.supuso un obstáculo para el estudio científico de los trastornos de la personalidad.M.M. 1971). Por otro lado. c. E. Como consecuencia del interés de los trastornos mentales en los temas de salud pública.-9-M. en los cuales se trataban temas monográficos.) La introducción de un apartado para los trastornos mentales no se realizó hasta la quinta revisión de la C.C.E. Con este glosario se quería definir cada una de las categorías de los trastornos mentales descritos en la C. (Clasificación Internacional de las Enfermedades) en 1938. Lo que respecta a la denominación de cada trastorno no se encontraron diferencias. este programa culminó en la publicación de la C. los trastornos mentales se incluyeron en la sección de las enfermedades del sistema nervioso y de los órganos de los sentidos. para ello la O.S.M.I.P. no se introdujo ningún cambio. Con esta octava versión se quiso conseguir establecer unos criterios de unificación para el registro de los trastornos mentales y minimizar las discrepancias existentes entre los distintos conceptos empleados. la Organización Mundial de la Salud realizó una revisión de la forma y el contenido de la clasificación.A. centrándose tanto en el tema del diagnóstico como del tratamiento y así hacer frente a esta necesidad que iba en aumento.E.S. trastornos de la personalidad y otros trastornos mentales no psicóticos (300-309).-8 los Trastornos de la Personalidad (301) se incluyeron dentro del epígrafe Neurosis. Los cambios realmente se produjeron con la publicación de la C.I.I.I. En la novena revisión. de la personalidad y otros trastornos mentales no psicóticos (300-316). En la C. En la C.I.E.-7 (1955).8 se reflejaron estos cambios (1969). En 1971 tuvo lugar en Tokyo el correspondiente seminario a los Trastornos de la Personalidad y adicción a sustancias. Esta nueva versión fue publicada en los Estados Unidos debido a que los clínicos y profesionales necesitaban una clasificación más específica que la que 11 . puso en marcha un programa para conocer los problemas que tenían los especialistas de diferentes países para emplear la sección de trastornos mentales de la C. C. Este programa de revisión se realizó a lo largo de los años 1965-1972. En el capítulo de trastornos mentales de la C.E.. la O.I.E.E. dividiéndolos en cuatro subcategorías: a) deficiencia mental.E.I. c) psicosis maniaco-depresiva y d) trastornos mentales restantes.I.-8.I.S. En la CIE-6 se creó una sección independiente para los trastornos mentales. en su sección V.-9 adoptada por la Asamblea de Salud Mundial en 1975 (O.E.M. convocó a un grupo de expertos de diferentes países con el fin de preparar un Glosario de trastornos mentales y guía para su clasificación. Cuando se realizó la séptima revisión del manual.M.S.) y de la Asociación Americana de Psiquiatría (A. En dicha revisión.M. Estas dos últimas versiones no recibieron mucha aceptación por la comunidad científica.Clasificación de los trastornos de la personalidad en los manuales de la Organización Mundial de la Salud (O. 1977).-9 se incluyen en el apartado Trastornos neuróticos.-8. a través de los cuales se llevaron a cabo seminarios en diferentes países. b) esquizofrenia. I. Esta nueva versión fue publicada en 1978. la O..S. en esta nueva clasificación los trastornos de la personalidad podrán ser clasificados en un Eje A. permite clasificar los trastornos de la personalidad junto con cualquier trastorno mental. Este Consejo fue patrocinado por la Academia Americana de Pediatras. Aún así. que se encargará de recoger los factores ambientales de los trastornos. las categorías diagnósticas son prácticamente parecidas a las del D.M..E.S. un eje B.S..E. 12 . La C. Cada eje podrá contener cuantos diagnósticos sean necesarios para definir la situación del paciente. el eje C. 1992). estas modificaciones fueron promovidas por el Centro Nacional de Estadística Sanitaria a través de un comité asesor del Consejo para la Clasificación Clínica. la cual no tiene un sistema de clasificación multiaxial.M.-9. En 1992 se publica la versión décima de la C.M.M.proporcionaba la C. En esta nueva edición se indica que un trastorno de la personalidad debe venir definido por una alteración a nivel personal y social (O. Colegio Americano de Médicos. el cual registrará el grado de incapacidad social y el funcionamiento ocupacional del sujeto y un tercer eje. este recogerá las condiciones clínicas. Colegio Americano de Cirujanos.I. Colegio Americano de Obstetras y Ginecólogos.S.E.. Asociación Americana de Psiquiatría y la Comisión de Profesionales de Actividades Hospitalarias.I. está desarrollando un sistema multiaxial pero diferente al del D. 1 Trastorno afectivo de la personalidad: 301.84 Personalidad pasivoagresiva 301.2 : 301.50 Trastorno histriónico de la personalidad. 301. 301. paranoide de la p. sin especificar. histérico de la p. CIE.6 T. P. 301. F60.30 Tipo impulsivo .8(b): 301.7 T. compulsivo de la p. Otras 301.7 T. 301.5 Trastorno histriónico de la personalidad: 301.21 Personalidad introvertida 301. esquizoide de la p.2 T.8 Otros trastornos de la personalidad.83 T.8(b): 301.8 Otros trastornos de la personalidad 301.8(b): 301. histriónico de la p.0T. 301. F60. histrionico de la p.59 Otros trastornos histriónicos de la personalidad. 301.4 T.22 Personalidad esquizotípica b 301.81 T.12 Trastorno depresivo crónico de la personalidad 301. 301. 301.0 T.6 T.4 T.6 T. con predominio de las manifestaciones socipáticas o asociales.9 Sin especificación 301. 3 301 Trastornos de la personalidad. F60. sin especificar. 301. 301. explosivo de la p.4 T. 301.0 T. explosivo de la p.50(c) T.2 T.8(b): 301.11 Trastorno hipomaniaco crónico de la personalidad 301.1T.5 Esquizofrenia latente 301.8(b): 301. paranoide de la p.51 Enfermedad ficticia crónica con síntomas somáticos.22 Personalidad esquizotípica 301.60. esquizoide de la p. 301. esquizoide de la p.7 T. 295. narcisista de la p.1 Trastorno afectivo de la p.2 Trastorno esquizoide de la personalidad: 301. asténico de la p. antisocial de la p.8 Otros trastornos de la personalidad 301. 301. 301.31 Tipo límite 301. 301 Trastornos de la personalidad.3 T. 301. 301. anancástico de la p.8 Otros trastornos de la personalidad 301.8: Otros trastornos de la personalidad c 301. esquizoide de la p.3 T. histérico de la p.10(d) Trastorno afectivo de la p. anancástico de la p. 301. 301.4 T. F60.8 Otros trastornos específicos de la personalidad F60. F60.6 T. 301.8 Otros trastornos de la personalidad. dependiente de la p. 301.5 T. d 301. 301.0 T. paranoide de la p. sin especificar 301.20 T. F60. CIE-10 1 1 (a) 301.8 Otros trastornos de la personalidad. anancástico de la p.9 Sin especificación. paranoide de la p.3 T. límite de la p. P. F.9 Esquizofrenia latente 301.2 T.13 Trastorno ciclotímico 2 13 .5 T. P.9 Y CIE 10 CIE-9-MC CIE-92 CIE-83 F21 T. asténico de la p. disocial de la p. 301.89. a 301. F60 Trastornos específicos de la personalidad. 295.3 T.10Trastorno afectivo de la personalidad. de inestabililidad emocional de la personalidad: .9 Trastornos de la personalidad sin especificación F61 Trastornos mixtos y otros trastornos de la personalidad 301. F60.7 T.5 T. esquizotípico de la p. 301. 301. 301. por dependencia 301.82 Personalidad Evitadora 301.20 Trastorno esquizoide de la personalidad.EQUIVALENCIA ENTRE CIE-8. explosivo de la p. ansioso (con conducta de evitación) de la p. 301. F60. con predominio de las manifestaciones socipáticas o asociales. El trabajo del DSM-I comenzó en Mayo de 1917. esto se podía ver reflejado en la utilización del término “reacción”.P.Los sistemas de diagnóstico oficial.M.A. 1998). (Coolidge. incluyendo una categoría titulada “Trastornos de la Personalidad”. Con el consentimiento del Comite Nacional de Higiene Mental (el cual pertenece a la Asociación Nacional para la Salud Mental). Desde 1948 a 1951 la A. sociológicos y biológicos. En esta primera edición se hizo hincapié en los aspectos psicobiológicos de los trastornos mentales. el ejercito necesitó una taxonomía más sofisticada para realizar una correcta clasificación y tratamiento de los soldados. psicólogos y psiquiatras han considerado la existencia de un continuum de funcionamientos. Este sistema no estaba pasado de moda. las reacciones psiconeuróticas eran en realidad diagnosticadas como psicosis menores.P. la primera edición del Diagnostic and statiscal manual of mental disorders (D.A.A. y esto explica.A. El objetivo inicial de la clasificación fue el resumir los datos estadísticos de los hospitales mentales. Con el comienzo de la 2ª Guerra Mundial. 1940). ya que en algún momento de las historias de las clasificaciones. 1952).) de la Sociedad Americana de Psiquiatría apareció en 1952. Este sistema incluía siete categorías diagnósticas mayores. asumió la responsabilidad oficial de mantener y publicar ese sistema de diagnóstico oficial. el porqué aparece el término estadístico en el título del DSM. De hecho.S. Este autor consideraba que los trastornos mentales representaban reacciones de la personalidad frente a factores psicológicos. particularmente los que iban de 1915 a 1940. y aquellos con una menor alteración en el comportamiento eran diagnosticados como neuróticos. El Comité Estadístico de la Asociación Americana de Psiquiatría (A. Incluso la Administración de Veteranos también realizó los cambios oportunos. En esta edición se definía de la siguiente manera un 14 . Tanto la Armada como la Marina realizaron sus propios cambios al sistema que existía en aquel momento. la A. definido por Adolf Meyer. Respecto al sistema de clasficación americano. incluyendo las orgánicas (con clara etiología fisiológica) y las psicógenas (de origen funcional o psicológico o con etiología desconocida) y se solía incluir un categoría única para los tipos patológicos neuróticos.P. culminado en la publicación de la primera edición del DSM (A. Se realizaron versiones de menor importancia en los años 1933 y 1942. De tal manera que aquellos pacientes cuyo comportamiento fuera severamente incapacitante eran diagnosticados como psicóticos.) (también llamado la Asociación Americana Medico-Psicológica) adoptó el primer sistema de clasificación del momento.. denominado psicosis con personalidad psicopática (Strecker & Ebaugh. fue el primer manual oficial de los trastornos mentales donde se recogía un glosario descriptivo de las categorías diagnósticas. estaban dominados por un gran número de categorías sobre psicosis.P. e incluso le comportamiento antisocial fue en un primer momento. trabajó fervientemente en la creación de una única versión. emparejadas con inflexibilidad. también puede estar persistentemente eufórico o depresivo. envidia y terquedad. Son personas muy inhibidas. Personalidad compulsiva: se caracteriza por preocupaciones excesivas y crónicas acerca de los valores internos o los establecidos por la sociedad (reglas). imparcialidad. incapaces de relajarse y demasiado implicados en el trabajo. Estas venían definidas como una categoría de trastornos de la personalidad donde los individuos eran: incapaces de mantener su equilibrio emocional e independencia bajo un estado de estrés causado por alteraciones en el desarrollo emocional. 2. La segunda subcategoría de trastornos de la personalidad recogía cuatro alteraciones. En algunas situaciones el trastorno se manifiesta por un patrón de comportamiento a lo largo de la vida. baja resistencia e incompetencia social. Personalidad inadecuada: se caracterizaba por respuestas inadecuadas a demandas intelectuales. muy dependientes e indecisas. En esta sección se incluían los individuos quienes “estaban fundamentalmente 15 . Se distinguieron los siguientes trastornos: 1. y un poco o ningún sentido de distrés.. Personalidad emocionalmente inestable: se caracteriza por una excitabilidad e ineficacia incluso en situaciones poco estresantes. frialdad. Personalidad esquizoide: se caracteriza por evitar las relaciones cercanas. con poca probabilidad para remitir. y que el mal desarrollo de la personalidad básica sea el factor crucial a distinguir. con un mínimo de ansiedad. 2..trastorno de la personalidad: caracterizado por el desarrollo de tendencias patológicas y defectuosas en la estructura de la personalidad. poca capacidad de valoración en situaciones de estrés. pensamiento autísta. con rabietas y con conductas destructivas. más que por síntomas mentales o emocionales. Personalidad pasivo-agresiva: consiste en tres subtipos: tipo pasivo-dependiente: son personas débiles de carácter. relaciones inestables debido a la poca capacidad de controlar su enfado. Personalidad paranoide: se caracteriza por rasgos de personalidad esquizoide además de tener una sensibilidad “exquisita” en las relaciones. La primera se denominaba “Tipos de personalidad cardinales” los cuales se definían como personalidades raras. fobia. Tipo agresivo: esta persona reacciona ante la frustración con irritabilidad. rígidas. emocionales y físicas. sociales. Dentro de esta categoría se establecieron tres secciones.Esta clasificación solamente será aplicada para los casos de trastorno de la personalidad en los cuales las características neuróticas (tales como ansiedad. poniendo malas caras y falta de resolución en las cosas que se les encomienda. suspicaz. celoso. Tipo pasivo-agresivo: son personas que expresan su agresividad a través de conductas pasivas como ineficacia intencional. ansiedad y culpa. e ilusiones acerca de la omnipotencia. Las alteraciones de la Personalidad son consideradas profundamente arraigadas. conversión. 3. Eran las siguientes: 1. La tercera subcategoría del DSM-I recogía cuatro tipos de “alteraciones de la personalidad sociopática”. Personalidad ciclotímica: se caracteriza por un estilo abierto alternando entre estados de ánimo de alegría y tristeza. Otros trastornos de la personalidad: este diagnóstico se reserva para cualquier rasgo de personalidad exagerado que no pueda ser clasificado en cualquier otra categoría... etc. 4.) sean relativamente insignificantes. juicios pobres. incapacidad para expresar enfado. 3. incompetencia. 4. a pesar que el esquema seguido fuera ateórico. transvestismo. En 1968 entró en vigor el DSM-II. Incluían: 1. Estos autores consideran que los cambios sufridos en el DSM no han sido orientados para conseguir un sistema de clasificación que estuviera en consonancia con una orientación teórica. Coolidge & Segal (1998) consideran que esta primera edición del DSM fue un punto de partida en el diagnóstico adecuado de los trastornos de la personalidad.P. Aunque esta primera edición del DSM fue un avance en el diagnóstico de los trastornos de la personalidad. Desviación sexual: incluye el diagnóstico de homosexualidad. Reacción disocial: son sujetos quienes tienen indifierencia hacia las normas sociales. La investigación posterior fue víctima de esta situación. sin tener lealtad o fildelidad hacia nadie. Reacción antisocial: son sujetos que están continuamente metidos en problemas y no parecen cambiar a pesar de la experiencia o el castigo. y en la Sección V se situaron los “Trastornos de la personalidad y otros trastornos mentales no psicóticos”. Este último fue considerado como un “síntoma habitual de trastorno de la personalidad.S. conductista. 3. fetichismo y conducta sádica sexual. los tests psicológicos para evaluar los trastornos de la personalidad se retrasarían durante unos 25 años más. El código numérico 301 fue el que se dio a los 10 tipos de trastorno de la personalidad. Las descripciones de los 12 tipos de trastornos de la personalidad consistían como mucho de dos párrafos y con cuatro o cinco frases.enfermos en términos de lo social y lo establecido por el momento cultural en el que vivían”. el diagnóstico de los trastornos individuales tenía una escasez de criterios esenciales y los trastornos en si mismos fueron propuestos sin un soporte empírico que garantizase un mínimo de fiabilidad y validez de constructo.M. el mismo camino siguió la categoría de alcoholismo (303) y adicción a las drogas (304).adicción al alcohol y a las drogas. Más aún.I. En Febrero de 1967 la A.A. como resultado de esto se publicó en 1968 la segunda edición del DSM.E. Con este sistema se comenzó la tradición del diagnóstico categorial de los trastornos de la personalidad. En esta segunda edición se establecieron diez categorías superiores de trastornos mentales. (Clasificación Internacional de Enfermedades) de la O. humanista. pedofilia. y se introdujeron términos diagnósticos amplios sin una estructura teórica particular. 4. en esta ocasión se eliminó el término “reacción”. Adicciones: se recogen dos tipos. a pesar del hecho que la historia de la psicología ha estado dominada por una gran cantidad de paradigma teóricos (por ejemplo. mandó realizar la primera gran revisión del manual a 120 psiquiatras. en consonancia con la 8ª edición de la C. En esta ocasión se definió el concepto general de trastornos de la personalidad 16 . Durante muchos años no existió ningún otro sistema parecido de clasificación en los Estados Unidos. 2. aunque ellos son capaces de tener fuertes lazos de lealtad hacia una persona o grupo. psicoanalítico. La categoría de desviaciones sexuales fue separada del grupo de trastornos de la personalidad asignándoles su propio código (302).). etc. pero ninguno describió algún cambió en los trastornos en el espacio de la vida. están presentes a lo largo de toda la vida. ya que a ellos no les acompañaba ninguna definición. soñar despierto. 10. 4. Es interesante hacer notar que sutil cambio fue realizado del DSM-I al DSM-II. y una incapacidad para expresar sentimientos normales de agresividad. Personalidad ciclotímica: son personas que muestran periodos alternos de depresión y euforia. falta de resolución. 2. DSM-II también incluyó dos categorías adicionales de trastornos de la personalidad: “otros tipos” y “tipo inespecificado”. autodramatismo. Otros características que se incluían eran pensamiento autista. DSM-I establecía que estos se daban a lo largo de toda la vida pero no hacía ninguna mención al comienzo del trastorno. 3. No obstante. terquedad e ineficiencia intencional. evitación de las relaciones cercanas o de competencia y excintricidad. Las diez categorías son las siguientes: 1. Son individuos rígidos. Personalidad pasivo-agresiva: caracterizados por una pasividad y agresión a través de un comportamiento obstinado. 8. muy inhibidos. 5. Personalidad inadecuada: se muestra por respuestas ineficaces a demandas emocionales. Ambas ediciones establecieron la cronicidad de los trastornos de la personalidad. tienen poco energía. e incapaces de aprender de experiencias anteriores. Coolidge & Segal (1998) indican que del DSM-I al DSM-II. suspicacia. incapaces de guardar lealtad. Personalidad paranoide: se caracteriza por una hipersensibilidad. Personalidad esquizoide: se manifiesta por ser reservado. cuatro fueron descartados y tres nuevos fueron añadidos. irresponsables. aislado de los otros. Generalmente. y suelen ser reconocidos en el momento de la adolescencia o anteriormente”. inestabilidad emocional. en repetidos conflictos con la sociedad. egoístas. incapaces de disfrutar de la vida y muy sensibles al estrés. Además tienen tendencia a ser seductores. Personalidad antisocial: se caracterizan por ser individuos sin socializar. celos y envidia además de una tendencia a culpar a otros y percibir intenciones malas en ellos. 7. 6. intelectuales. Personalidad asténica: son personas que se fatigan fácilmente. Personalidad explosiva: son típicos los arranques de furia exagerados y atípicos de personas con personalidad normal. y conductas de búsqueda de atención. Personalidad obsesivo-compulsiva: se presenta mediante una excesiva preocupación por lo establecido. presumidos y egocéntricos. y esto fue el simple añadido que los trastornos de la personalidad eran reconocidos en la adolescencia o en etapas anteriores.como sigue: “Este grupo de trastornos se caracteriza por un patrón de comportamientos maladaptativos profundamente arraigados que son perceptiblemente diferentes en calidad de los síntomas psicóticos y neuróticos. 9. Personalidad histérica: se caracteriza por una excitabilidad. El diagnóstico 17 . los cuales no son atribuibles a factores externos. siete diagnósticos permanecieron. preocupados por el trabajo y el deber e incapaces de relajarse. estos diagnósticos fueron solamente títulos. sociales y físicas a pesar de las habilidades ejecutadas en estas áreas. generalmente consistían en una o dos frases. depresión. El Eje III se utilizó para notificar los problemas o trastornos físicos. y el Eje II fue reservado para los trastornos de la personalidad y algunos problemas de la infancia. etc. pueden considerarse Trastornos de la Personalidad.) eran codificados en el Eje I. Por primera vez en la historia de la nomenclatura diagnóstica. Los clínicos se vieron más forzados que anteriormente a evaluar la posibilidad de trastorno de la personalidad en sus pacientes. hubo también un desarrollo revolucionario en la descripción y el diagnóstico de los trastornos de la personalidad. Se presentaron unas breves descripciones. El Eje IV se propuso para codificar los estresores psicosociales en la vida del paciente. en español fue publicado en 1983) se publica la 3ª edición del manual americano. Solamente cuando los rasgos de personalidad son inflexibles e inadaptados y causan algún daño significante en el funcionamiento social o ocupacional o distres subjetivo. esquizofrenia. En 1980 (versión inglesa. En este sistema el diagnóstico psiquátrico fue dividido en cinco ejes separados o dominios en los cuales se recogía información acerca de varias áreas importantes de funcionamiento. No obstante. el DSM reconoció que el estado psicológico del individuo podía afectar y agravar algún sistema físico (orgánico). y se exhiben en un amplio rango de importantes contextos sociales y personales. Y el Eje V se empleo para codificar el nivel del funcionamiento adapatativo del paciente durante el último año. En el DSM-III. De tal manera. trastornos de pánico. El DSM-III realizó una revisión formal de la definición de trastorno de la personalidad: Los rasgos de personalidad son patrones duraderos de percibir. Se estimaba que entre el 40% y el 50% de todos los pacientes con un diagnóstico del Eje I tendrían además un diagnóstico de personalidad Eje II. relacionarse y pensamiento acerca del ambiente y de uno mismo. este tenía que cumplir un número mínimo de criterios. La localización de los trastornos de la personalidad en el Eje II tuvo grandes consecuencias. Entonces surgió la necesidad de crear tests que evaluasen los trastornos de la personalidad siguiendo este sistema.categorial de los trastornos de la personalidad persistió a pesar de la escasez de criterios específicos para cada diagnóstico. esta supuso el mayor avance en el diagnóstico de los trastornos de la personalidad. paso de 134 en el DSM-II a 494 en el DSM-III. Con este eje. En esta versión se triplicó el número de páginas respecto a la versión anterior. la mayor novedad del DSM-III fue la introducción del sistema multiaxial. indicando que ningún criterio individual era considerado esencial. El paradigma diagnóstico cambió de una perspectiva psicoanalítica a una conductista. Las manifestaciones de los Trastornos de la Personalidad son generalmente reconocibles en la adolescencia o en periodos anteriores y 18 . Este eje se propuso para codificar cualquier trastorno físico relevante para el estado psicológico del paciente que sea pertinente para el entendimiento o manejo del caso. Los síndromes clínicos mayores (por ejemplo. Para que un paciente recibiese un diagnóstico de trastorno de la personalidad. El conjunto de criterios fue considerado ser “politético”. una lista específica de criterios numerados fueron presentados para cada trastorno de la personalidad. la escasa fiabilidad y validez del diagnóstico de los trastornos de la personalidad continuaba. mixto. compulsivo y pasivo-agresivo. aunque ellos pueden ser menos obvio en las etapas de la vida adulta avanzada o la vejez. Cinco nuevos trastornos fueron añadidos: esquizotípico. esquizofrenia). la hipótesis sobre que los trastornos de la personalidad podían ser menos graves en la época adulta y vejez. esquizoide. en tres clusters. Otro aspecto interesante en el diagnóstico de los trastornos de la personalidad fue el agrupamiento de estos. dependiente. aunque la mayoría de los pacientes no estaban limitados a un único trastorno. Y con ella empezó a introducirse la polémica sobre si en el diagnóstico de los trastornos de la personalidad se debería seguir un modelo categorial o dimensional. pero se sospechaba la presencia de un trastorno de la personalidad. Se creó una categoría única: “Atípicos. que los trastornos de la personalidad pueden ser una condición preexistente en los trastornos del Eje I (por ejemplo. Esta última sección se incluía aquellas situaciones donde había insuficiente información para establecer un diagnóstico específico. En resumen. límite. especificamente. el cual había cambiado a trastorno de la personalidad obsesivo-compulsivo en el DSM-II. y las personalidades asténica y explosiva. El cluster dramático. narcisista. El cluster extraño o excéntrico incluía los trastornos de la personalidad esquizoide. El DSM-III oficialmente estimuló el diagnóstico múltiple de trastorno de la personalidad siempre que el paciente cumpliese todos los criterios para cada trastorno que fuese codificado. Y el trastorno de la personalidad compulsivo del DSM-I. Solamente cuatro trastornos de la personalidad permanecieron desde el DSM-I: paranoide.continúan a lo largo de la vida adulta. es que el DSM-III establece. Otra novedad. La última gran novedad de esta tercera edición fue que tradicionalmente los clínicos establecían un único trastorno de la personalidad para describir a un paciente. La definición de trastorno de la personalidad también incluyó como novedad. evitativo y dependiente. antisocial y el pasivo-agresivo. también cuando un sujeto no cumplía el conjunto entero de criterios para un trastorno de la personalidad específico pero tenía características suficientes para varios trastornos de la personalidad. los cuales solamente hicieron su aparición en el DSM-II. Dos de ellos cambiaron sus nombres: el trastorno de la personalidad histérico pasó a denominarse hsitriónico (este nombre aparecía entre paréntesis en el DSM-II). emocional o errático reunía a los trastornos de la personalidad histriónico. o cuando el clínico percibía 19 . trastorno de la personalidad compulsivo. antisocial y límite. El cluster ansioso o temeroso agrupó los trastornos de la personalidad evitativo. narcisista. el DSM-III listó 11 categorías diagnósticas de trastornos de la personalidad. esquizotípico y paranoide. u otros trastornos de la personalidad”. Cuatro trastornos específicos fueron eliminados: el ciclotímico y la personalidad inadecuada. los cuales persistían desde el DSM-I. y que este trastorno de la personalidad preexistente debería ser codificado en el Eje II. frente a las 12 del DSM-I y las 10 del DSM-II. volvió a su nombre original en el DSM-III. En esta definición se reconoce la distinción entre rasgos de personalidad y trastorno de la personalidad. emocional o errático paso a denominarse cluster B. La última contribución del DSM-III-R fue el uso del apéndice B para introducir trastornos de la personalidad cuestionables o controvertidos. denigrante. Se creo un Apéndice B para aquellos trastornos que requerían una futura investigación. La categoría de “trastornos de la personalidad atípicos. con la excepción que el compulsivo volvió a denominarse obsesivo-compulsivo. Sin embargo. Por el contrario la personalidad autodestructiva. se dejó fuera la codificación de los rasgos de personalidad debido a que no se les consideraba trastornos mentales. rechazo de relaciones con gente aparentemente afectuosas. El cluster extraño o excéntrico del DSM-III se convirtió oficialmente en el cluster A permaneciendo los mismos trastornos. en el cual permanecieron los mismos trastornos.que el sujeto se ajustaba al diagnóstico de trastorno de la personalidad pero no encontraba listado en el manual. El trastorno sádico de la personalidad se caracterizaba por una conducta dirigida hacia las demás personas de una crueldad excesiva. no especificados”. Las once categorías permanecieron y se volvieron a codificar en el Eje II. Se le denominó de una manera alternativa como trastorno negativista de la personalidad. permaneciendo los mismos trastornos. con ausencia de empatía y respeto hacia ellos. Debido a la poca fiabilidad y la cuestionable validez e inutilidad. El cluster dramático. La revisión del DSM-III llevó solamente siete años y en 1987 se publicó el DSM-III-R. el trastorno pasivo-agresivo fue eliminado del cluster C y colocado en un Apéndice B. y rechazo de la ayuda propuesta por los demás. mixtos u otros” fue renombrada como “trastornos de la personalidad. A este apéndice se tituló “Criterios y ejes propuestos para estudios posteriores”. Los cambios realizados en esta tercera versión revisada estaban basados al menos parcialmente en un revisión sistemática de la literatura existente y en estudios empíricos. esta tendencia fue seguida en 4ª edición del DSM. en el futuro. de los cuales solamente un cierto número de ellos son necesarios par establecer el diagnóstico. En el DSM-III-R cada categoría de trastornos de la personalidad consiste entre 7 y 10 criterios y la presencia de 4 a 6 son necesarios para establecer un diagnóstico. En esta ocasión en el Eje II se encuentran los trastornos de la personalidad y el retraso mental. los criterios diagnósticos fueron revisados para formar una lista de síntomas para cada trastorno de la personalidad. La creación de este anexo fue debido a que se consideró que en el momento de la publicación del DSM-IV no se tenía la suficiente información que avalara 20 . Respecto a los trastornos de la personalidad se incluyeron los trastornos de la personalidad sádico y el autodestructivo. Mientras que el sistema categorial y multiaxial fueron mantenidos. Y el cluster ansioso o temeroso se llamó cluster C. proponiendo la realización. humillante y agresiva. se definían a las personas que tenían relaciones de perjudiciales e insatisfactorias. de trabajos de investigación. El DSM fue revisado durante siete años volviéndose a publicar en 1994 la cuarta edición. evitación de las situaciones placenteras. asténico (DSM-II). Solamente tres trastornos han permanecido desde el principio: paranoide. Apéndice A) y depresivo (DSM-IV). límite. adicciones (DSM-I). emotivo o errático: antisocial. explosivo (DSM-II). se concluye que 21 trastornos de la personalidad diferentes han sido descritos a lo largo de todas las ediciones. dependiente y obsesivo-compulsivo. Finalmente la clasificación de los trastornos de la personalidad según el manual de la Asociación Americana de Psiquiatría es el siguiente: x Cluster A. x Apéndice B. En este apéndice se introdujo un nuevo trastorno de la personalidad. Ocho trastornos aparecen solamente en una única versión del DSM. esquizoide y antisocial. dramático. tristeza y pesimismo. extraño o excéntrico: paranoide. Irónicamente. el trastorno depresivo de la personalidad. x Cluster B. No obstante. x Cluster C. histriónico y narcisista. baja autoestima. en las últimas tres versiones parece que se ha establecido cierta estabilidad en el sistema clasificatorio. 21 . ansioso o temeroso: evitativo. Se eliminaron el trastorno autodestructivo y el sádico. las desviaciones sexuales (DSM-I). esquizoide y esquizotípico. el disocial (DSM-I). se definió como aquellas personas con un patrón de comportamiento y cogniciones depresivas. Apéndice A). sádico (DSM-III-R. Una vez hecha la revisión de como ha evolucionado la clasificación de los trastornos de la personalidad a lo largo del DSM. lo que se fue cambiando fue el nombre. el trastorno obsesivo-compulsivo conceptualmente se encuentra desde el principio. autodestructivo (DSM-III-R. criterios y ejes propuestos para futuros estudios: depresivo y pasivo-agresivo (negativista).la inclusión de estas propuestas como categorías oficiales. no especificados Personalidad autodestructiva (masoquista)1 Personalidad sádica1 -------------------------- P. Pasivo-Agresivo2 Trastornos de la personalidad. obsesivacompulsiva Pasivo-agresivo P.P. Esquizoide T. Dependiente T.P.esquizoide P.explosiva Categorías diagnósticas propuestas que requieren estudios ulteriores.P. Pasivo-Agresivo Trastornos de la personalidad. Esquizotípico T.P. histérica ------------------Antisocial P.P.P. Esquizotípico T. por Evitación T. Histriónico T.P. pasivo-agresiva --------------------- DSM-III DSM-III-R DSM-IV T.P. esquizoide P. mixtos u otros T.P. Antisocial T.P. DSM-II. Esquizoide T.P.P. Obsesivo-compulsivo T. Paranaoide T. Pasivo-Agresivo Trastornos de la personalidad atípicos.P.P. Antisocial T. Antisocial T.P. Histriónico T.P. esquizoide -------------------Compulsivo P. no especificados -------------------------- P. Esquizoide T. 1 22 --------------------------T.P. Paranoide T.P.ciclotímica ------------------------------------------------------------------------- ---------------------------------------------------- --------------------------------------- Inadecuado Ciclotímico Disocial Desviación Sexual Adicciones P. depresivo de la personalidad 2 ----------------------------------------------------- . inadecuada P. DSM-III. Narcisista T. Por Evitación T.P. antisocial Emocionalmente ------------------Inestable P. Paranoide P. por Evitación T. Dependiente T. Narcisista T. asténica ------------------------------------- T.P.P.P. Límite (borderline) T. Obsesivo-compulsivo T. Dependiente T.P.P. Compulsivo T.P.P. Narcisista T. Esquizotípico T.P.P. Histriónico T. DSM-III-R Y DSM-IV CLASIFICACIONES DSM-I DSM-II Parnoide Esquizoide --------- TRASTORNOS P. Límite (borderline) T. Paranoide T. Límite (borderline) T.P.P.P.TABLA DE EQUIVALENCIA DEL DSM-I.P.P. 2 Incluido en el capítulo “Criterios y ejes propuestos para estudios posteriores”. Kato (1988) indica que solamente tres categorías de trastornos de la personalidad han permanecido constantes a lo largo de los sistemas históricos de clasificación: el trastorno paranoide de la personalidad. En el criterio g) dice: “marcada preferencia por devaneos fantásticos. Otra diferencia es que en la CIE el trastorno esquizotípico de la personalidad está incluido dentro del apartado Esquizofrenia. CIE-10. DSM-III-R y DSM-IV). la misma razón se sigue para emplear el término ansioso por el de evitativo. utiliza el término anancástico en vez de obsesivo-compulsivo para evitar las posibles confusiones entre este trastorno de la personalidad y el trastorno obsesivo-compulsivo. Esta idea no es incluida en el diagnóstico de este mismo trastorno en el DSM-IV. (Schneider. El trastorno autodestrucitvo de la personalidad el cual fue considerado como una categoría diagnóstica independiente en el DSMIII-R. por actividades solitarias acompañadas de una actitud de reserva y de introspección”. Leonhard. El trastorno de la personalidad narcisista y el pasivo-agresivo son considerados en el DSM como categorías independientes mientras que la CIE son incluidos en la categoría Otros trastornos específicos de la personalidad.A. En segundo lugar. con el DSM-IV los umbrales establecidos se encuentran entre tres y cinco criterios que deben cumplir los sujetos para recibir el diagnóstico correspondiente. 1959.S. mientras que el DSM-IV clasifica el trastorno límite como una categoría específica. La CIE-10 utiliza el término disocial y no antisocial para prevenir las posibles connotaciones de estigmatización. En la CIE-10 en el trastorno de personalidad paranoide se incluye un criterio. Asimismo se pueden indicar las siguientes diferencias. (el f) el cual hace referencia a una idea de autoimportancia manifestándose en una “actitud autorreferencial constante”. DSM-III. CIE-8. la CIE incluye este trastorno dentro de la categoría trastorno de inestabilidad emocional de la personalidad. En el trastorno de personalidad esquizoide las diferencias entre los dos manuales esta en que en la CIE-10 se incluyen dos ideas que no están presentes en el manual americano. mientras que en la CIE-10 se requiere la presencia de al menos tres de los criterios establecidos. trastorno esquizotípico y trastornos de ideas delirantes. así la O. Tampoco se incluye en este manual el criterio a) de la CIE-10 que dice: “sensibilidad excesiva a los contratiempos y desaires”. y posteriormente eliminado en el DSM-IV. 1923. si se analiza cada uno de los criterios trastorno a trastorno se encontrarán claras diferencias.P. DSM-II. y en el manual de la A. En primer lugar los dos sistemas tienen umbrales diagnósticos diferentes. La primera.M. el histérico (histriónico) y el anancástico (obsesivo-compulsivo). También. Cie-9. es incluida como una subcategoría del trastorno de la personalidad dependiente en la CIE-10. es la presencia en estos individuos de “devaneos fantásticos”.x Semejanzas y diferencias entre la CIE-10 y el DSM-IV La nomenclatura utilizada para definir algunos trastornos es diferente. en lo referente a los criterios diagnósticos. se incluye dentro del eje II: Trastornos de la Personalidad. Y además se introduce un último criterio que hace referencia a un comportamiento de impulsividad en estos individuos: criterio i): “marcada dificultad para reconocer 23 . a menudo sobre contenidos dismórficos. estos dos comportamientos no se encuentran descritos en la CIE-10. En el trastorno de la personalidad antisocial el DSM-IV hace referencia a la presencia de estos comportamientos en la época adolescente y además indica que no se puede diagnosticar a menores de 18 años. y el criterio 3): “tiene dificultades para expresar el desacuerdo con los demás debido al temor a la pérdida de apoyo o aprobación. con alucinaciones visuales y auditivas intensas e ideas pseudodelirantes. Este mismo manual incluye un criterio que hace referencia a un componente de ansiedad social que no es incluido en la CIE-10. En el trastorno de personalidad por evitación los dos sistemas son bastante parecidos. Respecto al trastorno histrionico de la personalidad el DSM-IV incluye dos criterios que no son expresados en el manual europeo. el dinero se considera algo que hay que acumular con vistas a catástrofes futuras. que normalmente se desencadenan sin provocación externa. Y el criterio i): episodios. lo que da lugar a un comportamiento excéntrico”. incluso cuando no tienen un valor sentimental. Criterio 9):ansiedad social excesiva que no disminuye con la familiarización y que tiende a asociarse con los temores paranoides más que con juicios negativos sobre uno mismo. Respecto al trastorno de personalidad por dependencia el DSM-IV incluye mayor número de criterios y es más riguroso en los criterios diagnósticos. que no se encuentra en el DSM. criterio e): pedantería y convencionalismo con una capacidad limitada para expresar emociones. criterio i): la irrupción no deseada e insistente de pensamientos o impulsos. Y el criterio (7): adopta un estilo avaro en los gastos para él y para los demás. Asimismo se hace referencia a una limitación en la expresión de emociones. Así por ejemplo incluye el criterio 7): “cuando termina una relación importante. a la personas de las que se depende”. aunque en la CIE se puede encontrar el criterio a): “sentimientos constantes y profundos de tensión emocional y temor. Se trata del criterio 5): tiene una forma de hablar excesivamente subjetiva y carente de matices. En el trastorno obsesivo-compulsivo la CIE-10 hace referencia a un componente de inseguridad personal en su criterio a): falta de decisión.Por otro lado el manual europeo incluye el criterio c): “resistencia hacer peticiones. casi psicóticos. busca urgentemente otra relación que le proporcione el cuidado y el apoyo que necesita”. sexuales o agresivos. Nota: No se incluyen los temores o la retribución realistas”. ocasionales y transitorios. Respecto al trastorno esquizotípico se encuentran las siguientes diferencias: la CIE-10 incluye dos criterios. incluso las más razonables.y cumplir las normas sociales. que reflejan una profunda inseguridad personal. E introduce una idea de impulsividad. el criterio f): rumiaciones obsesivas sin resistencia interna. En el DSM se incluyen criterios más operativos como el punto 5): incapacidad para tirar los objetos gastados o inútiles. y el criterio 8): considera sus relaciones más íntimas de lo que son en realidad. Y el criterio e) de la CIE que hace 24 . Estos dos criterios no son incluidos en el manual americano. dudas y precauciones excesivas. semejante al criterio 7) del DSM en donde se indica “reacio a correr riesgos personales e implicarse en nuevas actividades”. En el trastorno de personalidad narcisista no se realiza ninguna comparación debido a que en la CIE no se establece ningún criterio. 25 . la diferencia es que en la CIE se hace referencia a un componente físico (“restricción del estilo de vida debido a la necesidad de tener una seguridad física). y respecto al trastorno de personalidad limite simplemente decir que en el manual de la CIE se realiza una mera descripción general de comportamientos. mientras que en la DSM se establece un criterio más general como el que “puedan ser comprometedoras”.referencia a una restricción del estilo de vida. 30 Tipo impulsivo ---------------------------------- 301. y CIE-10.P. Límite (borderline) 301. 301. F60. asténico de la p. no especificados ---------------------------------- Modificación clínica realizada en los EEUU.P.1T. CIE-9-MC.2 T.P.2 T.60. 301. Esquizotípico F.P.6 T. 301. esquizoide de la p. P.83 T. 301.9 Sin especificación 1 CIE-10 F60.7 T.7 T. debido al desencanto producido por la ausencia de especificidad del CIE-9. esquizoide de la p. 301 T. 301.7 T. F60. límite de la p. F60.P.22 T. T. Dependiente Trastornos de la personalidad. esquizotípico de la p. 301 T. esquizotípico de la p.6 T. Histriónico 301. disocial de la p. narcisista de la p. anancástico de la p. 301. histérico de la p. con predominio de 301. anancástico de la p.3 T. Esquizoide T. F60. T. F60. 26 .8 Otros trastornos de la personalidad 301.P.6 T. CIE 10 Y DSM-IV CLASIFICACIONES CIE-9 CIE-9-MC1 295.8 Otros trastornos de la personalidad 301.5 T. asténico de la p. ansioso (con conducta de evitación) de la p.8 Otros trastornos de la personalidad 2 DSM-IV2 301. T.9 Esquizofrenia latente TRASTORNOS F21 T. con predominio las manifestaciones de las manifestaciones socipáticas o asociales.31 Tipo límite T. . Antisocial 301.P.P.0T. Paranaoide T.8 Otros trastornos específicos de la personalidad F60. T.9.EQUIVALENCIA ENTRE CIE. paranoide de la p. 301.9 Sin especificación 301. F60. 301.82 T.4 T.4 T. histriónico de la p. dependiente de la p. Obsesivo-compulsivo T.81 T.4 T. Narcisista 301. paranoide de la p. 301. explosivo de la p.P. esquizoide de la p. paranoide de la p. 301.8 Otros trastornos de la personalidad. histérico de la p.3 T.P. Códigos CIE-9-MC. F60.P. por Evitación 301. socipáticas o asociales. anancástico de la p.2 T. de inestabililidad emocional de la personalidad: . por Evitación T.5 T. P.5 T.9 Trastornos de la personalidad sin especificación F61 Trastornos mixtos y otros trastornos de la personalidad T. o pueblos (Sethi et al. 1992). otro criterio fue seleccionar a los pacientes en las listas de los médicos generales y realizar la entrevista en casa (Casey & Tyrer. también se utilizó como criterio de selección de la muestra el coger poblaciones enteras.. 1972). 1989).7%. 1980) encontraron que la prevalencia media de trastornos de la personalidad era del 7%. mientras unos trabajos han utilizado entrevistas clínicas otros han seguido la preferencia del autoinforme. 1956). 27 . Los estudios de prevalencia han sido realizados mayoritariamente basándose en entrevistas clínicas no estructuradas con el paciente o con informantes cercanos. (1989) sobre la prevalencia de estos trastornos en América Latina. el estudio de Lundby (Essen-Moller. situándose la mediana en el 4. Por otro lado. se encontró que el rango iba del 3. esto explica el porqué se encuentra un intervalo entre el 0. si se analizan los diferentes trabajos se observa la variedad de técnicas para la recogida de información.1% en un estudio realizado en Taiwan (Lin et al.. El tipo y el tamaño de la muestra también han sido variopintos. 1963).7% en Perú. así como el empleo de población universitaria (Reich et al. 1986).8% de prevalencia en otro estudio realizado en el Midtown de NY(Langner & Michael. En una revisión de 20 estudios epidemiológicos llevado a cabo en unidades psiquiátricas de Europa y Norte América en 1950 (Neugebauer et al.. 1989) y el 9. 1988). en una revisión de Levav et al.Epidemiología de los trastornos de la personalidad Los estudios sobre la epidemiología en este campo resultan muy difíciles por la naturaleza de los propios conceptos y por el poco rigor metodológico que se ha seguido. Maier et al. unos solamente evaluaron a varones militares entre 18 y 20 años (Allbeck et al.. no obstante este estudio no excluyó a las personas que tenían una dependencia del alcohol o de las drogas. 1990. El criterio del estudio familiar también ha sido utilizado (Zimmerman & Corey.4% en Costa Rica al 10.. El mayor problema de estos estudios es la poca capacidad de comparación de sus resultados debido a que no se han seguido los mismos criterios en la utilización de los instrumentos de evaluación.. 395 Entrevista clínica según criterios escandinávicos 4. (1989) Alemania 1975-1979 1.1 Langner & Michael (1963) USA 1954 1.7 Dilling et al. (1992) 1. 1987) 28 11. 4.024 Entrevista clínica usando criterios europeos. 13 Bash & BashLiechti (1987) República Islámica de Irán 1963-70 1468 Entrevista clínica según criterios CIE-8 1. Informantes Lin et al. Criterios CIE-9. 1983) SCID-II: Structerd Clinical Interview for DSM-III-R Personality Disorders (Spitzer & Williams.550 Entrevista clínica según criterios CIE-8 6. (1989) China 1 2 5 2.666 Entrevista clínica y 4 CIS según criterios CIE-8 (1975-79) y criterios CIE-9 y DSM-III-R (19801984) 1946-1948 19.536 0.. Alemania 447 6 SCID-II según criterios DSM-III-R PAS: Personality Assessment Schedule (Tyrer et al. 2.010 Inventario según criterios DSM-I 0.8 0.1 1961-1963 39.4 Essen-Moller (1956) Suecia No Consta 2. 3. PSE y el 3 SFS .7 1980-1984 1. (1989) USA 1985 235 PDQ según criterios DSM-III Zimmerman & Coryell (1990) USA No consta 697 PDQ (a) y SIPD (b) según criterios DSMIII (a) 10. (1988) Suecia 1969-1970 50.5 . et al.1 Reich et al.1 Helgason (1981) Islandia 1957-1977 5. (1972) India No consta 2. 1979) PSE: Present State Examination SFS: Social Functioning Schedule CIS: Clinical Interview Schedule PDQ: Personality Diagnostic Questionnaire (Hyler & Reider. 5.0 Allbeck et al.080 Entrevista clínica según criterios escandinávicos 9.931 0.465 Entrevista clínica según criterios CIE-8 2.3 7 10. 1984) SIPD: Structured Interview for DSM-III Personality Disorders (Pfohl.8 Sethi et al.6 Casey & Tyrer (1986) Reino Unido No consta 200 PAS .1 (b)13. Estudios epidemiológicos sobre los trastornos de la personalidad Autor País Fecha de la evaluación Tamaño de la muestra Método de Evaluación Prevalencia (%) Bremer (1951) Noruega 1934-44 1.Tabla I. 6.3 Maier et al.660 Entrevista clínica basada en criterios americanos 9.691 Entrevista clínica 0. 7.4 Leighton (1959) Canadá 1952 1. encontrándose una prevalencia del 11. el 46% eran varones y el 54% mujeres. sin embargo no hubo diferencias entre las diferentes categorías de los trastornos de la personalidad. Por trastornos el dependiente y el evitativo fueron los más frecuentes. y que era la primera vez que tenían contacto con un servicio de psiquiatria. Mors y Sorensen (1994) examinaron la incidencia de trastornos de la personalidad entre 157 personas de edades entre 18-49 años. (2000) en una muestra de 300 sujetos de una unidad psiquiatrica estudiaron la prevalencia de trastornos de la personalidad durante un periodo de 12 meses.1. de desempleo y de problemas maritales en el grupo de personas diagnosticadas con trastorno de la personalidad. 1989).5% de las mujeres. La media de diagnóstico por paciente fue 2.T. Respecto a los factores sociodemográficos se encontró un mayor consumo alcohol. Se encontró que los rasgos esquizoides no cambiaban con la edad. más de la mitad sufrían también un trastorno de la personalidad. Los diagnósticos más prevalentes 29 .).1% en trastornos de la personalidad (Reich et al. Los hombres tenían unos índices de prevalencia del 9.3% en trastornos de la personalidad en una muestra de 447 personas evaluadas con el SADS-L (Schedule for Affective Disorders and Schizophrenia-Lifetime) y el SCID-II (Strutured Clinical Interview for DSM-III-R Personality Disorders). El funcionamiento social fue peor en aquellos que sufrían un trastorno de la personalidad que los que tenían un desarrollo normal de su personalidad. mientras que los dramáticos y ansiosos estaban asociados significativamente con la edad. mientras que el límite fue el menos prevalente. Los autores encontraron una prevalencia del 10.. El trastorno explosivo fue el más común. Se encontró una mayor prevalencia en los jóvenes.Casey & Tyrer (1986) seleccionaron a 200 personas de comunidades rurales y urbanas del Reino Unido. Entre las 16 personas que fueron diagnosticadas con un trastorno mental. Una muestra de 235 adultos fueron evaluados con el PDQ (Personality Diagnostic Questionnaire. no hubo diferencias en prevalencia entre las personas del medio rural y el urbano o entre hombre y mujeres. Marinangeli et al. Esta muestra fue evaluada con el PAS y se encontró que 13% tenían un diagnóstico de trastorno de la personalidad. Del total de la muestra el 23% recibieron al menos un diagnóstico de trastorno de la personalidad. Hyler & Reider.9% frente al 10. Respecto a las asociaciones entre el Eje I y el Eje II. se observaron entre los trastornos de ansiedad con el trastorno de la personalidad evitativo y los trastornos afectivos con el trastorno de la personalidad límite. Diferenciándose por sexos. (1992) evaluó una muestra de 109 familias al azar tanto en el Eje I como en el eje II. Los pacientes fueron evaluados con SCID-II-PQ (Structured Clinical Interview for DSM-III-R personality disorders.83 +/. Maier et al.8 años. Los resultados fueron que más de la mitad del grupo tenía al menos un diagnóstico de trastorno de la personalidad.se trata de un autoinforme). with Personality Questionnaire-PQ. 1988. 1984). Evaluados mediante el Present State Examination y el Personality Disorder Examination .93 (+/-D. La media de edad fue 45. Langener & Michael.8% (Reich et al. En el estudio de Baron et al. Los estudios orientados a cada trastorno en particular. los estudios han encontrado una prevalencia mayor de trastornos de la personalidad en población urbana y de niveles sociodemográficos bajos. Los índices de prevalencia oscilan del 0. (1990). Respecto al estudio de Baron et al.6% que encontraron Zimmerman & Coryell (1990) usando el PDQ.1992).3% (Baron et al.6% en parientes de pacientes con esquizofrenia crónica. Trastorno de la personalidad histriónico: Leighton en 1959 encontró una prevalencia del 2. (1989) y Zimmerman & Coryell. Maier et al. 1992. 1992). Los resultados de estos estudios fueron de 0.9%.. Trastorno de la personalidad paranoide: dos estudios son los pioneros en el estudio de la prevalencia de este trastorno.2% en su estudio del Midtown de Manhattan.4% respectivamente. Maier et al. 2. estos datos son similares a los encontrados en el estudio de Langener & Michael. obsesivo-compulsivo (30. En general en términos de características sociodemográficas. 1989.4% en los estudios realizados (Reich et al. además de un decremento con la edad. (1992) encontraron una prevalencia del 0.21% del estudio de Weissman & Myers (1980) al 4.. Nestadt et al.. 6. (1990) realizaron una evaluación entre 1541 adultos con edades entre los 1930 .6%. (1963). Trastorno límite de la personalidad: este es uno de los diagnósticos más estudiados. 1990).3%). (1985) la prevalencia de este trastorno en la población de parientes con esquizofrenia crónica fue del 14.. Zimmerman & Coryell. Reich et al. Este trastorno se ha encontrado con frencuencia en los grupos con un nivel socioeconómico bajo. trastornos fóbicos.. Swartz et al. (1992). Trastorno esquizotípico de la personalidad: en este trastorno Reich et al.6%. Trastorno narcisista de la personalidad: este tratorno es bastante polémico en cuanto a los estudios de prevalencia ya que mientras que algunos autores han encontrado una prevalencia del 0. 1963).9% a 15.7%) y el evitativo (25.. con una prevalencia del 4.. Zimmerman & Coryell.03% a 28. Reich et al. Trastorno de la personalidad esquizoide: en este trastorno la prevalencia oscila de 0. intentos de suicidio y esquizofrenia. (1990).4% a 1..6% respecitvamente. 5. 1985). Indices similares fueron encontrados (1.. 1989.fueron el límite (30. Este trastorno se ha visto que está asociado con otros trastornos como el abuso de tabaco. 3. En la actualidad la prevalencia de este trastorno oscila de 0. (1990) encontraron unas prevalencias del 3% y el 5. 1989. siendo el doble en la población femenina.. 1990.2% (Maier et a. (1989) y Zimmerman & Coryell. Zimmerman & Coryell. 1990.7%).4-0. 4. (1985) se encontró una prevalencia del 1. han arrojado los siguientes datos: 1. otros sin embargo no han diagnósticado ningún sujeto en sus estudios (Maier et al. Cuando se han realizado estudios familiares de pacientes esquizofrénicos las prevalencias ascienden al 7. Leighton en 1959 en su estudio del Condado de Stirling y Langer & Michael (1963) en su estudio en el Midtown de Manhattan.3-3%) en los estudios de Maier et al. divorciados o viudos. se encontró una prevalencia del 3. También se señaló ser más frecuente entre mujeres que entre hombres (Langner & Michael.8% en las mujeres). 8.03% en zonas rurales y el 0.7% (6. Trastorno disocial (antisocial) de la personalidad: en el estudio llevado por el ECA (Epidemiological Catchment Area Program) en Baltimore (EEUU) (1991) se encontró una prevalencia entre el 0. en adultos jóvenes y en personas que vivan en el medio urbano con un nivel socioeconómico bajo.4% y el 0. Reich et al.4% al 1. Maier et al. Trastorno de la personalidad por dependencia: en el estudio del Langner & Michael (1963) el 2.1% y 6.. 1989) los índices de prevalencia encontrados fueron del 0.3%.55 años con el Diagnostic Interview Schedule (DIS). El 84% tenían adicción a alguna sustancia. El 94% reportaron dificultades en su trabajo.. Trastorno de la personalidad evitativo: Zimmerman & Coryell (1990) señalan una prevalencia del 0. En la población de varones se halló un mayor número de casos (4.5%) que en las mujeres (0. 1963). Fue más común entre la población con una edad inferior a 45 años. (1989) y Zimmerman & Coryell (1990) encontraron unas prevalencias entre el 0. (1992) encontró una prevalencia del 1.1%. 9.5% de la población fue diagnosticado con este trastorno.14% en zonas urbanas. 31 .9% respectivamente. En un estudio realizado en China (Hwu et al. En un estudio realizado sobre 3258 adultos evaluados con el DIS (Bland et al. (1989) y Zimmerman & Coryell (1990) indican unos índices de prevalencia del 5. Se observó que este diagnóstico era más frecuente entre las mujeres. En todos los casos las conductas habían aparecido antes de los 20 años.. 1988). residentes en ciudades y que habían accedido a estudios superiores pero sin terminarlos.8%). Los casos se concentraban en las zonas urbanas y con un nivel socioeconómico bajo.5% en los varones y 0.5% y el 2.6%. siendo más frecuente entre varones que entre mujeres. Reich et al. se puede decir que la prevalencia media de este trastorno se encuentra en el 3% de la población general. 1. Respecto al estado civil se encontró un mayor número de casos entre las personas que eran viudas o solteras y también entre las más jóvenes. Los datos eran más elevados entre la población con edades entre los 1834 años e individuos separados. Como conclusión. conductas de violencia (85%) y graves problemas en el matrimonio el 67%.7% respectivamente. 0. 3 447 SCID 0. Trastorno pasivo-agresivo de la personalidad: Leighton (1959) en su estudio de Stirling encontró una prevalencia del 0.6 EEUU Coryell (1990) Maier et al. al. EEUU Baron et.9%.6. Estudios epidemiológicos para cada trastorno de la personalidad (continúa) Trastorno de la Autor País personalidad Paranoide Baron et.6 0 235 PDQ 0.8 376 SIB. al. EEUU (1992) 697 PDQ. Tamaño de la Alemania 32 .9.7 EEUU Coryell (1990) Maier et al.1 376 SIB. SADS-L 1.8-3% respectivamente. al. SIDP 0.8 697 PDQ. 1991) se encontró una prevalencia del 1. 7.1 235 PDQ 5. 376 Alemania (1992) Esquizoide Evaluación EEUU Coryell (1990) Maier et al.7 447 SCID 5.4 447 SCID 1. SADS-L 374 (1985) Reich et al.6 2. Tabla II.8 EEUU (1989) Zimmerman & PDQ 374 (1985) Reich et al. (1992) y Zimmerman & Coryell (1990) señalaron unas prevalencias entre el 1.7%. muestra Prevalencia (%) EEUU (1989) Zimmerman & Método de 374 (1985) Reich et al. 0. 0. (1989) y Zimmerman & Coryell (1990) reportan unas prevalencias de 6. SIDP 0.. 235 Alemania (1992) Esquizotípico 2.3 EEUU (1989) Zimmerman & SIB.4. SIDP 5. Maier et al. SADS-L 14. 11. En el estudio del ECA (Nestadt et al.4% y 4% respectivamente. EEUU Baron et.1 697 PDQ.10. Trastorno obsesivo-compulsivo de la personalidad: Reich et al. 3 EEUU 1541 DIB.6.7. DIS 1.4 EEUU 697 PDQ. SIDP 2. Prevalencia (%) (1989) Nestadt et al. SIDP 4. 1. (1992) Narcisista Reich et al.3 EEUU 235 PDQ 0. (1990) Zimmerman & Coryell (1990) Maier et al.8 EEUU 697 PDQ.Tabla II. SIDP 0. 3 Alemania 447 SCID 1.1 EEUU 810 SPE 2. Estudios epidemiológicos para cada trastorno de la personalidad (continúa) Trastorno de la Autor País Tamaño de la Método de muestra Evaluación EEUU 235 PDQ 2. (1989) Zimmerman & Coryell (1990) Maier et al. 0 Alemania 447 SCID 0 EEUU 511 SDAS-L 0. (1992) Límite Weissman & Myers (1980) Baron et. al. 374 SIB.4.1 personalidad Histriónico Reich et al. (1989) Swartz et al. (1992) 33 . (1985) Reich et al.9. 1.7 Alemania 447 SCID 1. SADS-L 1.2 EEUU 376. (1990) Zimmerman & Coryell (1990) Maier et al.6 EEUU 235 PDQ 1.1 EEUU 697 PDQ. 7 Koegel et al.010 4. SADS 0. (1989) Robins & Regier (1991) 1. EEUU 328 DIS 20. 3. (1990) República de 3.9 Zimmerman & Corea 1.2 4.1-3.0 EEUU 18. Evitativo Baron et.0 Myers (1980) EEUU 511 Helgason (1981) Islandia 5. 0.5 Bremer (1951) Noruega 1.8 (1988) China 11.4 Kinzie et al.004 DIS 0.258 DIS 3. (1992) Alemania 447 Chen et al.325 9.78(varones).1. 1.4 Lee et al.9.6 EEUU 1. Estudios epidemiológicos para cada trastorno de la personalidad (continúa) Trastorno de la Autor País personalidad Antisocial Stromgren (1950) Dinamarca Tamaño de la Método de muestra Evaluación Prevalencia (%) 49. Hong Kong 7. Hwu et al.395 EEUU 376.751 SADS-L 2. 0.996(rural) Coryell (1990) EEUU 697 PDQ.3 447 SCID 1.14 EEUU 235 PDQ 0.0 Baron et.1 EEUU Coryell (1990) Maier et al.930 0.03-0. al.2 Maier et al. (1993) DIS 2. 1. SADS-L 374 (1985) Reich et al.4 Essen-Moller Suecia 2.4. (1985) Bland et al.5 (1988) Canada 3. al.911 1.229 EEUU 376 (1992) 0 235 PDQ 0 697 PDQ. (1989) Reich et al. 374 SIB.4 (1963) Langer & Michael (1963) Leighton (1959) Weissman & SADS-L 0. SIDP 0.53 (mujeres) Alemania 34 .3134(ciudad) DIS 2.550 5.Tabla II.9 Canadá 1.6 EEUU (1989) Zimmerman & SIB. (1992) EEUU 131 SCID 0. SIDP 0. Tabla II. Estudios epidemiológicos para cada trastorno de la personalidad Trastorno de la Autor País personalidad Por dependencia Baron et. al. EEUU Tamaño de la Método de Prevalencia (%) muestra Evaluación 376 SIB; SADS-L 0 374 (1985) Reich et al. EEUU 235 PDQ 5.1 697 PDQ; SIDP 6.7; 1.7 447 SCID 1.6 EEUU 235 PDQ 6.4 EEUU 697 PDQ; SIDP 4; 1.7 EEUU 759 SPE 1.7 Alemania 447 SCID 2.2 EEUU 235 PDQ 0 EEUU 697 PDQ; SIDP 0.4; 3 Alemania 447 SCID 1.8 (1989) Zimmerman & EEUU Coryell (1990) Maier et al. Alemania (1992) Obsesivo- Reich et al. Compulsivo (1989) Zimmerman & 0.3 Coryell (1990) Nestadt et al. (1991) Maier et al. (1992) Pasivo-Agresivo Reich et al. (1989) Zimmerman & Coryell (1990) Maier et al. (1992) La relación entre las variables edad, sexo y trastorno de la personalidad Las investigaciones con poblaciones adultas han empezado a proporcionar información sobre la relación entre la naturaleza sexual y los trastornos de la personalidad (Corbitt & Widiger, 1995). Los estudios vienen señalando que la mayoría de los once trastornos de la personalidad parecen tener una distribución uniforme tanto en hombres como en mujeres, y que solamente, algunos trastornos se distribuirían de un modo diferencial entre varones y mujeres (Kass et al., 1983). Cuando se han empleado entrevistas estructuradas para diagnosticar los trastornos de la personalidad en pacientes ambulatorios se ha encontrado que los trastornos de la personalidad antisocial, esquizoide, esquizotípico, compulsivo, y el narcisista son padecidos más frecuentemente por varones (Reich, 1987; Alnaes & Torgersen, 1988; Zimmerman & Coryell, 1990). Y por otro lado los trastornos de la personalidad histriónico y el dependiente se encuentran más frecuentemente entre la población femenina (Reich, 1987; Zimmerman & Coryell, 1990). Coid (1999) en un estudio realizado sobre una muestra de 260 mujeres y hombres retenidos en un hospital de máxima seguridad y en prisiones inglesas por delitos graves, halló que el trastorno de la personalidad límite era más frecuente entre las mujeres y los trastornos naricisista, histriónico y 35 antisocial era más prevalente entre los hombres. Sin embargo, existen otros trabajos los cuales no presentan diferencias tan claras como los autores anteriores. Jackson et al. (1991) indicaron que no se podía hablar de diferencias entre hombres y mujeres respecto a la presencia o ausencia de un trastorno de la personalidad. Exceptuando, los casos del trastorno de la personalidad antisocial y esquizoide los cuales eran más predominantes en los varones. El mismo resultado fue hallado por Grilo et al. (1996). Estos autores evaluaron a 118 pacientes ingresados en una unidad psiquiátrica, encontrando que solamente se podía hablar de diferencias en la prevalencia de los trastornos de la personalidad, en función del sexo, en el caso del trastorno de la personalidad esquizoide y en trastorno antisocial de la personalidad; siendo ambos diagnósticos más frecuentes entre los varones. En el resto de los trastornos no se encontraron diferencias. Golomb et al. (1995) en un estudio con pacientes cuyo diagnóstico principal era depresión, halló que los varones poseían mayor número de rasgos naricisistas, antisociales y osbsesivo-compulsivos. Maier et al. (1992) también indicaron, una mayor prevalencia de los trastornos esquizotípico en varones y dependiente, pasivo-agresivo e histriónico en las mujeres. Grilo et al. (1996) en su estudio sobre las posibles relaciones entre sexo y trastorno de la personalidad tuvieron en cuenta la variable edad. De tal manera, estos autores señalan que la conexión entre estas dos variables en la época adolescente ha recibido muy poca atención; la mayoría de los estudios se han centrado en la población adulta. En un estudio realizado por estos autores sobre una muestra de 138 adolescentes, ingresados en una unidad psiquiátrica, con una edad media de 15.5 años, hallaron diferencias entre varones y mujeres en el trastorno de la personalidad límite (39% en varones vs 61% en mujeres) y en el trastorno narcisista (8% en hombres vs 0% en mujeres). En el resto de los trastornos, la distribución en función del sexo fue similar. Estos resultados llevaron a los autores a considerar los trastornos de la personalidad en esta época de la vida; como unas manifestaciones extremas de los valores culturales que tradicionalmente se asocian a cada sexo. La mayor proporción de rasgos límites entre las adolescentes estaría reflejando un inadecuado desarrollo de la conducta de afiliación y de cercanía interpersonal. Respecto a los adolescentes varones, la presencia de rasgos narcisistas estaría reflejando un desarrollo presionado hacia la independencia, poder y el control. Eppright et al. (1993) dieron cuenta de la prevalencia entre la población juvenil de rasgos de trastornos de la personalidad. Entre las mujeres encontraron que un 48% de una muestra de 21 mujeres delincuentes cumplían los criterios para un diagnóstico de trastorno de la personalidad límite; frente al 22% de 79 varones delincuentes. Myers et al.(1993) sobre dos muetras de 31 pacientes hospitalarios, una de varones y otra de mujeres observaron que: el 47% de las mujeres frente al 0% de varones cumplían los criterios para un diagnóstico de trastorno límite de la personalidad. Respecto al resto de trastornos; en ninguno de estos dos estudios se encontraron diferencias respecto al sexo. 36 Tanto el DSM-IV como la CIE-10 establecen que se puede establecer un diagnóstico de trastorno de la personalidad previamente a la etapa adulta (a excepción del trastorno antisocial de la personalidad, que tiene su homólogo en la niñez y adolescencia denominado “trastorno disocial”, esta distinción se realiza en el manual de la A.P.A.). El DSM-IV (A.P.A., 1994) establece que: “Las categorías de los trastornos de la personalidad pueden ser aplicables a niños o adolescentes en los casos relativamente raros en los que los rasgos de personalidad desadaptativos particulares del individuo parezcan ser tendentes a extenderse, a persistir y a no limitarse a una etapa particular del desarrollo o a un episodio de trastornos del Eje I. Habría que reconocer los rasgos de un trastorno de la personalidad que aparecen en la niñez y que a menudo no persisten de la misma forma en la edad adulta. Para diagnosticar un trastorno de la personalidad en un sujeto de menos de 18 años, las características deben haber estado presentes durante al menos 1 año. La única excepción es el trastorno antisocial de la personalidad, que no se puede diagnosticar antes de los 18 años”. La CIE-10 (O.M.S., 1992): “....Los trastornos de la personalidad tienden a presentarse en la infancia y adolescencia y a persistir durante la edad adulta. Por ello es probable que un diagnóstico de trastorno de la personalidad sea adecuado antes de los 16 ó 17 años...” El estudio de la personalidad durante la niñez y la adolescencia servirá para determinar si existe un continuo en el desarrollo natural de la personalidad o no existe tal continuo. En este sentido Grilo et al. (1998) comparando sus dos estudios de 1996 (descritos en los párrafos anteriores), encontraron que tanto el cluster A como el cluster B tuvieron la misma frecuencia tanto en la muestra de adolescentes como en la de adultos. Los trastornos del cluster A, en la medida en que forman parte del spectrum de la esquizofrenia, son los que se consideran que están conectados con un componente biológico, y este factor puede explicar esta continuidad a lo largo del desarrollo. Respecto al cluster C, se encontraron diferencias en el trastorno de la personalidad por dependencia y en el pasivo-agresivo. Respecto al primero, los autores consideran que en parte es lógico, ya que dentro de este trastorno se encuentran items que no son apropiados para la época adolescente; y consideran que los criterios de los trastornos de la personalidad necesitarían ser reformulados para que fueran más sensibles y específicos con los periodos del desarrollo. Por otro lado, estos autores establecen un continuo entre el trastorno de la personalidad pasivo-agresivo y el trastorno negativista-desafiante. Considerando que este sería el equivalente al trastorno pasivo-agresivo en la época adulta. En la medida que un niño no reciba tratamiento cuando se le detecta el trastorno negativista-desafiante desarrollará en la época adulta un trastorno de la personalidad pasivo-agresivo. 37 La descripción de los trastornos de la personalidad en la última etapa de la vida ha sido escasamente descrito. Esto viene reforzado por los propios manuales diagnósticos en los cuales se indican que los trastornos de la personalidad tienen su hegemonía durante la época adulta del individuo pero que se vuelven más atenuados en la etapa media del desarrollo, más aún, se indica que para establecer el diagnóstico, se requieren que los síntomas estén presentes. Si se toma todos estos datos en su conjunto no es de extrañar que sea singular el realizar diagnósticos de trastorno de la personalidad en la vejez (Clarkin & Abrams, 1998). Incluso, aquellos individuos que hayan tenido síntomas relevantes de un trastorno durante su época adulta, el umbral para establecer un diagnóstico se habrá perdido debido al efecto de atenuación. Solamente en el “síndrome de personalidad orgánico” del DSM-III y del DSM-III-R no se hizo explícito la edad o la duración de los síntomas, al igual que su diagnóstico sucesor del DSM-IV, “cambios en la personalidad debido a enfermedad médica”. Estos dos diagnósticos, se consideró introducirlos en una categoría diagnósticas diferente a la de los trastornos de la personalidad debido a que los síntomas de estas alteraciones de la personalidad no son evidentes desde los comienzos de la época adulta. Respecto al diagnóstico de la CIE-10 “trastorno de la personalidad orgánico” sucede lo mismo que con los manuales de la A.P.A. La asunción básica y central acerca de la condición imperecedera de los trastornos de la personalidad, definida sobre la base del concepto de rasgo, tiene escasos estudios empíricos longitudinales que puedan apoyar estas tesis, ha excepción del trastorno antisocial de la personalidad con el que se han realizado más investigaciones. Black et al. (1995, 1996) han examinado la estabilidad y los efectos de este trastorno en un grupo de 71 hombres dados de alta de un hospital psiquiátrico entre 1945 y 1970, cumpliendo todos ellos los criterios del DSM-III-R para el diagnóstico de trastorno antisocial de la personalidad. El periodo de seguimiento fue realizado desde 1986 a 1990, habiendo transcurrido una media de 29 años desde que habían sido dados de alta. Los autores encontraron que el 91.3% de los pacientes indicaron que habían “sentado la cabeza”; las razones para ello fueron: haber madurado, experiencias religiosas o la influencia de un mentor, la edad media para este cambio fue a los 40.3 años. Respecto al trastorno de la personalidad límite se ha considerado como algo propio del principio de la época adulta y bastante infrecuente en la vejez (Rosowky y Gurian, 1991). En general, se ha observado que el conjunto de trastornos reunidos en el cluster B son muy poco frecuentes en la senectud (Abrahams et al., 1994). Por otro lado, se encuentran los trastornos de la personalidad, dependiente, el obsesivocompulsivo y el pasivo-agresivo, estas tres alteraciones de la personalidad se han observado con bastante persistencia en la vejez. En el caso del trastorno de la personalidad dependiente, Loranger (1996) realizó un estudio entre las 3640 admisiones a un hospital psiquiátrico. Lo más relevante de este trabajo fue que las personas que habían recibido un diagnóstico de trastorno de 38 Las preguntas se agrupan por trastorno. los cuales persisten con la edad. 1979). El National Institute of Mental Heath Diagnostic Interview Schedule (DIS) (Robins et al..69 (Hyler et al. (Tyrer et al. consta de 24 itms. Pero esta explicación no puede ser aplicable a los trastornos de la personalidad obsesivo-compulsivo y el pasivo-agresivo. 1981) se desarrolló para el estudio epidemiológico ECA (Epidemiologic Catchment Area) de los trastornos del eje I del DSM-III.2%) y eran mayoría mujeres (el 69. (Zanarini. De tal manera Clarkin & Abrams (1998) consideran que los criterios del DSM son inapropiados para entender las dificultades de personalidad que surgen durante la senectud. Wisconsin Personality Inventory (WISPI). se valoran los criterios DSM-III mediante un autoinforme.. Cada criterio es evaluado por una o más preguntas sin explorar ninguna situación concreta. Descripción de los instrumentos de diagnóstico más empleados Personality Assessment Schedule (PAS). 1984) es un autoinforme que evalúa si se encuentran los criterios del DSM-III de trastorno de la personalidad en el paciente.6%).la personalidad por dependencia (342 pacientes) tenían una edad media superior a 40 años (el 51. 39 . La versión revisada incluye 152 items para los 11 diagnósticos de trastorno de la personalidad y para el autodestructivo. 1989). Consta de 44 items Diagnostic Interview for Personality Disorders (DIPD). consta de 101 items.. (Klein. se trata de una entrevista semiestructurada para ser empleada con una persona o personas. esto no sucede en el caso del trastorno de la personalidad por dependencia. Robins et al (1981) indicaron una fiabilidad interjueces de 0. que conozcan muy bien al paciente. La consistencia interna fue de 0. Las respuestas son dicotómicas (si/no). El Personality Diagnostic Questionnaire-Revised (Hyler y Reider. 1985). Consta de 360 items. se trata de una entrevista semiestructurada para evaluar en el paciente la presencia de criterios DSM-III-R.63 para el diagnóstico antisocial de la personalidad. La explicación podría ser que la mayor prevalencia de este trastorno entre las personas mayores es debido a las dificultades y limitaciones físicas que se va encontrando el hombre en la senectud. Este autor indicó que mientras que otros trastornos de la personalidad tienden a remitir en severidad a medida que avanza en edad la persona. 1983). y la evaluación del trastorno antisocial de la personalidad. 1987). se trata de una entrevista estructurada que sondea los 11 trastornos de la personalidad del DSMIII-R. Las preguntas están organizadas por diagnóstico. 3=criterios enteros del DSM). se procede a una valoración del conjunto de criterios de un diagnóstico y así sucesivamente.44 en el periodo de seguimiento (Pilkoins et al. con un rango de 0. 1988. Consta de 120 items. el Personality Assessment Form desarrollado por Shea et al. E incluye otra versión para la clasificación de los trastornos de la personalidad de la CIE-10 (153 ítems). estos son requeridos en la totalidad de las preguntas. Los evaluadores pueden realizar preguntas adicionales para clarificar respuestas ambigüas. (1987) para completar el SCID el cual se centraba en la evaluación de los trastornos del eje I. Siguiendo la línea del anterior se construyó otro instrumento. Este cuestionario recoge el diagnóstico de los 11 trastornos de la personalidad además del trastorno de la personalidad auto-destructivo del apéndice B. Se han encontrado altos indices de acuerdo interjueces. (1989).70 a 0. Reich (1989) indico una fiabilidad test-retest de 0. 1= rasgos medio. el yo. Este instrumento incluye una escala para cada trastorno de la personalidad (0= ningún rasgo. 1984. Esta prueba emplea una escala de seis puntos para valorar los once diagnósticos de trastornos de la personalidad y los dos diagnósticos provisionales del apéndice B. La fiabilidad interjueces fue de 0. 2=rasgo moderado. se trata de una entrevista 40 . Cada escala es precedida por las características más importantes del trastorno y cada valor de la escala se encuentra etiquetada con una amplia definición. Las preguntas se agrupan en áreas de interés: trabajo. Cosnsite en 175 preguntas de verdadero/falso. En 1996 se publica la versión en español de la International Personality Disorder Examination (IPDE) el cual se adecua a la nueva versión del DSM-IV (237 items). El Structured Clincial Interview for DSM-III-R (SCID-II) fue desarrollado por Spitzer et al..El Personality Disorders Examination (PDE). Estas cuestiones se introducen en modalidad abierta lo cual ofrece la oportunidad al individuo de responder abiertamente e introducir ejemplos. (Widiger. (1987) para evaluar rasgos de personalidad en un grupo de individuos depresivos.36 en el momento de la evaluación y de 0. Clinical Assessment Form. relaciones interpersonales. prueba de realidad y control de impulsos. Los propios autores ponen en alerta ante la poca fiabilidad diagnóstica. 1991).56. desarrollada por Loranger (1987.75 Personality Interview Questions (PIQ-II). 1987) propone la evaluación de los trastornos de la personalidad del DSM pero sin evaluar los criterios del DSM directamente. afectos. Dos instrumentos que han sido desarrollados para conseguir una medida de certeza del juicio clínico acerca si un paciente cumple los criterios para cualquier trastorno de la personalidad fueron el instrumento creado por Hyler et al. representadas en 20 escalas. 1991) El Millon Clinical Multiaxial Inventory (MCMI) (1983. Fiabilidad en el diagnóstico de los trastornos de la personalidad Fiabilidad diagnóstica del juicio clínico. algunos clínicos e investigadores han buscado caminos alternativos en la evaluación de la personalidad. se trata de una entrevista semiestructurada con informante o informantes. Respecto a la fiabilidad test-retest con un intervalo pequeño de tiempo entre las evaluaciones.semiestructurada al paciente para evaluar criterios DSM-III.01 a . datos de informantes. este autor señala que el índice de acuerdo entre entrevistadores fue de . 1989). Zimmerman observó sobre los trabajos revisados que un 80% de las evaluaciones realizadas alcanzaba un coeficiente Kappa de 0. refiriéndose a la realización de diagnósticos basados en “evaluaciones longitudinales expertas usando todos los datos disponibles” (longitudinal expert evaluation using all available data).70. datos pasados. (Clark. para evaluar la presencia de criterios CI-10 y DSM-III-R. y la fiabilidad test-retest fue de .41 sobre la presencia de un trastorno de la personalidad en general. Standardized Assessment of Personality (SAP). (Cloninger. de . En ausencia de un criterio verdadero de validez o un “gold standard” para el diagnóstico. entrevistas no estructuradas y entrevistas semiestructuradas sobre la presencia de un trastorno de la personalidad Cuando se establece un diagnóstico de cualquier trastorno uno de los aspectos que hay que tener en cuenta es la fiabilidad de ese juicio clínico. Consta de 375 items.54. consta de 106 items. datos observacionales desde el momento que está ingresado el paciente (o diagnosticado de trastorno de la personalidad) hasta que responde correctamente al tratamiento. Zimmerman (1994) en una extensa revisión presenta diversos puntos sobre este aspecto.60 y casi un 60% tenía un coeficiente de acuerdo inter-evaluadores de 0. 1990). En relación con la fiabilidad de las entrevistas semi-estructuradas. Schedule for Normal and Abnormal Personality Disorders (SNAP). y lo más importante para Spitzer. Esto supone tener en cuenta varias fuentes de información: información en el momento de la evaluación. Mellsop et al. (1982) indicaron unos coeficientes de acuerdo menores.49. Consta de 100 items. Spitzer (1983) sugirió lo que se ha venido denominando como el LEAD standard. Respecto a la fiabilidad de los diagnósticos realizados mediante entrevistas no estructuradas. en el cual se valoran criterios DSM-III y pautas dimensionales. 1987).61. (Pilgrim y Mann. este instrumento es un autoinforme para el paciente. Tridimensional Personality Questionnaire (TPQ). se trata de un autoinforme que debe responder el paciente. aquí se trataría de determinar la 41 . Cuando se establecía los índices de acuerdo para los diagnósticos individuales los coeficientes Kappa bajaron a un rango de . Con respecto a la validez de una única medida de evaluación. el trastorno que presentó mejor acuerdo fue el trastorno de la personalidad por evitación..concordancia entre los diagnósticos realizados por dos evaluadores distintos en dos momentos diferentes (test y el retest). Por trastornos. Pilkons et al.52). Los autores encontraron unos índices de fiabilidad entre 0.55 para la presencia de un posible trastorno de la personalidad. 1982. O´Boyle y Self (1990) entrevistaron a 17 pacientes depresivos con el PDE (Personality Disorder Examination) y el SCID-II en el momento de ingresar y cuando iban a ser dados de alta. 1987).45. en aquellos pacientes en los cuales existe un diagnóstico del eje I. 1970. 1965. El índice de concordancia fue de 0. (1991) evaluaron a 31 pacientes depresivos con el PDE. Zanarini et al. El coeficiente Kappa calculado por Zimmerman (1994) indicó una pobre fiabilidad para el PDE (k=0..58.26 y 0. Hirschfeld et al. El evitativo fue el diagnóstico en el cual los índices de concordancia fueron mayores. 1979. 12 con trastorno bipolar.66 y .57 oscilaron los índices Kapppa para el diagnóstico individual de un trastorno. Zimmerman (1994) calculó índice Kappa sobre la presencia o ausencia de algún trastorno de la personalidad. siendo de 0. Pfohl et al. una semana más tarde se repitió la evaluación y 6 meses después. (1991) (0. Piersma (1987) evaluo a 151 pacientes ingresados en un hospital: 83 con depresión mayor. hasta que punto cambia el diagnóstico de trastorno de la personalidad una vez que se ha dado de alta el paciente respecto al trastorno de eje I. 15 con trastorno de ansiedad y 1 con esquizofrenia. 19 con distimia y 21 con reacción de adapatción.. Estabilidad y fiabilidad del diagnóstico de trastorno de la personalidad: 42 . (1992) evaluaron a 30 pacientes bulímicas con el PDE antes y despues de 6 semanas de tratamiento. 1983. Kerr et al. (1985) encontraron unos índices de concordancia inter-evaluadores de .35). es decir. a pesar que se haya indicado a los pacientes que describan como es su manera de ser habitual. En estos casos los autores indican que la evaluación de la personalidad se va a encontrar sesgada. Liebowitz et al. (1990) entrevistaron a 36 pacientes depresivos con el SIDP durante la primera semana de hospitalización y en los 6 y 12 meses después. Lumry et al. El coeficiente K sobre la presencia de algún trastorno de la personalidad fue casi idéntico a los resultados de Loranger et al.67).16 y 0. el índice fue más elevado (k=0. Reich et al. con el PDE durante dos semanas.. (1991) entrevistaron a 84 pacientes con un estado depresivo moderado. Ames-Frankel et al. Loranger et al. Por trastorno.. Fiabilidad diagnóstica de la personalidad a través de los cambios en otros estados psicopatológicos Es un asunto bastante controvertido los índices de fiabilidad en las evaluaciones y posevaluaciones. el trastorno de la personalidad límite fue el que tenía una mayor fiabilidad (0. dejando el estado de crisis en el que se encuentran cuando acuden a la consulta (Coppen & Metcalf. Evaluó a estos pacientes cuando ingresaron y 1 ó 2 días antes de darles el alta. mientras que en el caso del SCID-II. Los índices de fiabilidad giraron en torno a 0.48. (1987) y Stangl et al.84. y entre 0.65). Loranger 1994) y un autoinforme (Millon Clinical Multiaxial Inventory II MCMI-II. El resto de los trastornos tuvieron unos índices de estabilidad por debajo de 0. debido al hecho de que los pacientes con un trastorno puede que tengan deseos de cambiar. los cuales fueron evaluados en su primer año de estudios. 6 meses o un año. Murphy et al. en el segundo y en el último año de estudios universitarios. En este estudio se partió de una muestra de 250 estudiantes universitarios.43 durante 1 año. de 0. Millon. Así los estudios longitudinales han demostrado que los rasgos de personalidad tienen una estabilidad de 2 a 30 años. Lenzenweger (1999) presenta los resultados de un estudio en el que se empleo un diseño longitudinal prospectivo multifase (multiwave) para evaluar la estabilidad de las características de la personalidad.69 durante 3 meses. El trastorno de personalidad esquizoide y el antisocial fueron los que mostraron niveles más elevados de consistencia con la IPDE.70. y empleando como métodos de evaluación una entrevista estructurada (International Personality Disorders Examination. El índice más elevado de estabilidad fue para el diagnóstico de trastorno de la personalidad límite (0. interactuar y reaccionar. Tyrer et al. Como se puede observar el problema de todos estos estudios es la poca homogeneidad de las muestras empleadas por lo que hace muy difícil la comparación de los resultados. sí debe encontrarse en los diagnósticos de trastorno de la personalidad.46). Overholser (1990) evaluaron a 25 pacientes con la primera versión del cuestionario de Millon y encontraron una estabilidad de 0. Los índices de estabilidad reportados por Costa y McCrae (1986) en la evaluación de la personalidad en personas normales fueron de 0. se encontraron los siguientes coeficientes de estabilidad: entre la primera y segunda evaluación había una estabilidad de 0. ¿Quién debe ser entrevistado? 43 . IPDE. mientras que con el Millon fueron los más consistentes el trastorno de personalidad antisocial y el pasivo-agresivo. durante un periodo de cuatro años. La evaluación con el cuestionario de Millon mostró unos índices de fiabilidad mayores: de 0. Pero lo que no se puede negar que una estabilidad de al menos.74 entre la segunda y la tercera y de 0. (1983) hallaron un índice de estabilidad de 0.72 durante 2 años y 9 meses. (1981) emplearon la International Classification of Diseases (ICD).77 entre la primera y la segunda. (1985) entrevistaron a 30 pacientes 3 años después de recibir el diagnóstico de trastorno de la personalidad.70 entre la primera y la tercera. 1987) . encontrando un índice de 0. actuar. Mann et al. La personalidad y los trastornos de la personalidad refieren características del estilo de vida del individuo que ha ido desarrollando a lo largo de su existencia. Aspectos sobre su manera de pensar. Con el IPDE. (1990) empleando el mismo cuestionario que Overholser (1990) encontraron un índice de 0. En su primera evaluación fueron divididos en dos grupos. Barasch et al. entre la segunda y la tercera de 0.66 y entre la primera y la tercera de 0.40. aquellos sujetos con un posible trastorno de la personalidad y las personas sin trastorno.57.66 durante un periodo de 176 días.En este apartado se revisa la estabilidad del diagnóstico de la personalidad pero sin estar subyaciendo ningún trastorno del eje I.61. Nadie duda que en el caso de los trastornos de la personalidad no se va a encontrar esta estabilidad. se obtendrán mejor del propio paciente. 1992) encontraron poco acuerdo entre la información obtenida por los pacientes y la obtenida por el informante (k< 0. Tampoco se puede excluir la posibilidad que los pacientes estén mintiendo o negando aspectos negativos de su conducta. las características definitorias de trastorno de la personalidad se basan en una perspectiva longitudinal de cómo los individuos actúan o reaccionan en diferentes situaciones. mientras que en otros aspectos como el interpersonal. El clínico juzga como fiable la historia que cuenta el paciente y en función de su estado mental o de la franqueza aparente del afectado procederá a considerar otras fuentes adicionales. Encontraron muy poco acuerdo entre ambas informaciones.35 para el diagnóstico individual de los trastornos de la personalidad y de 0. (1992. que los informantes indicaban una mayor patología en el paciente que el propio enfermo. además de la percepción que tienen de sus comportamientos y cogniciones. afectivas. Zimmerman indica que la fiabilidad en el diagnóstico de los trastornos de la personalidad aumenta cuando se emplean ambas fuentes. 44 .13 para algún trastorno de la personalidad en general. Dowson et al. Para que un individuo con un trastorno de la personalidad sea capaz de describir todo esto.40). en vez de una sola (Zimmerman. se puede observar que algunas características del paciente como las cognitivas. se obtuvieron un 57. (1986) hallaron unos índices de acuerdo en torno a 0. en múltiples fuentes de información. cómo perciben e interactúan en un medio de constante cambio. Dentro de esta solución intermedia. Quizás los pacientes sean más capaces de diferenciar su personalidad normal de un trastorno episódico del eje I. Las evaluaciones clínicas se basan.6% de trastornos de la personalidad. Cuando los autores basaban el diagnóstico en la información de la segunda fuente. Para los pacientes con trastornos del eje I es más fácil debido a que los efectos son más sobresalientes en sus percepciones y personalidad habitual. 1986).4%. En los dos estudios anteriores. es si es mejor evaluar al paciente o entrevistar a alguien que conozca muy bien al enfermo. los informantes proporcionaron una mayor patología que el propio paciente. Zimmerman (1994) establece varias razones para este punto. tiene que tener una capacidad de introspección y ser capaz de darse cuenta de los efectos de sus actitudes y comportamientos sobre sí mismo y los demás. normalmente. cuando se basaban en la información del paciente los diagnósticos disminuyeron a un 36. Tyrer et al.Una de las preguntas que se hacen los evaluadores en el campo de la personalidad. Con el dato añadido. En contraste a los diagnósticos del eje I. Y otra explicación puede se la falta de insight por parte de los pacientes. (1979) entrevistaron a 15 pacientes ambulatorios y a sus correspondientes informantes. de manera rutinaria. Como conclusión. los informantes puede proporcionar datos muy objetivos. Zimmerman et al. la información de segundas personas. La evaluación de estos trastornos presenta problemas adicionales que requerirán. Por otro lado los informantes realizan una descripción más precisa de la personalidad del paciente y no tan ideal como puede hacerlo el sujeto (que puede observar pequeños periodos de mejoría como el estado de su personalidad normal). de tal manera que las respuestas dadas por el paciente son revisadas por el entrevistador. el cual se utilizó como instrumento en un estudio transcultural de los trastornos de la personalidad (Loranger. 1983). 1988. 1992). fueron construidos para la evaluación de criterios DSM. Correspondencia con el DSM: muchos instrumentos evalúan constructos que se relacionan con el manual de la A. Por ejemplo el instrumento de Gunderson et al. y se observó que su contenido se solapaba con los criterios del manual diagnóstico pero que no recogía todos los criterios en su totalidad.. 1988) Por el contrario otros instrumentos como el IPDE (International Personlity Disorder Examination de Loranger et al. Excepto el SCID-II el cual se utiliza como instrumento de screening.. 1990.M. PDQ (Personality Diagnostic Questionnaire-4 de Hyler y Rieder.P. como instrumentos complementarios. si se seguían los criterios del DSM (Frances et al. como en su inicio el IPDE. (1987) para el trastorno de la personalidad esquizotípica. (1981) para la evaluación del trastorno de la personalidad límite. 3. se construyó antes de la publicación de los manuales DSM-III/DSM-III-R. Método de administración: tanto los autoinformes como las entrevistas semiestructuradas se suelen usar a la vez. Zimmerman (1994) establece nueve características en las que se pueden diferenciar los instrumentos de evaluación: 1. SIPD (Structured Interview for DSM-III-R Personalty Disorders de Pfohl y colbs. Requisitos del entrevistador: todos los manuales de la mayoría de instrumentos señalan que 45 .. si se seguían los criterios de los manuales resultaban con diagnósticos negativos y personas diagnosticadas negativamente con el instrumento resultaban con un diagnóstico positivo. 1984). Angus & Marziali. Como el instrumento de Gunderson (1981) para la evaluación del trastorno de la personalidad límite. 1984. SCID-II (Strucutured Clinical Interview for DSM-III-R de Spitez y colbs. o el de Claridge et al.. 4. 2. 1984. 1987). de este modo la entrevista se acortará. Ono & Okonogi. Cobertura del instrumento: algunas medidas evalúan uno o dos trastornos de la personalidad..S. pero no son iguales en cuanto a los criterios diagnósticos. De tal manera casos diagnosticados positivamente por este instrumento. 1992).A. Hay estudios que muestran resultados positivos en ese método de evaluación (Nussbaum. Otros en cambio realizan una evaluación de todos los diagnósticos del DSM. Loranger et al. DIB (Diagnostic interview for Borderline). 1991). Kavoussi et al. usado por la O. asi en la fase de entrevista el evaluador solamente preguntará acerca de los criterios que resultaron positivos en el cuestionario.¿Qué instrumento debe emplearse en el diagnóstico de los trastornos de la personalidad? A la pregunta anterior habría que añadir además ¿qué instrumento en concreto? y ¿Todos evalúan lo mismo o existen grandes diferencias entre ellos?. El SCID-II y el IPDE de los últimos cinco años. Organización del instrumento: por un lado hay instrumentos que tienen sus preguntas agrupadas en secciones como es el caso del IPDE. se trata de cómo. 1990). El DIPD evalúa conductas y actitudes de los últimos dos años a la realización de la entrevista. ante un mismo criterio de un trastorno de la personalidad.41 cuando se compara con el SCID-II. y en esta situación en qué umbral se encuentra el sujeto. El SCID-II presenta la posibilidad de que el entrevistador establezca si el ítem está ausente o presente. se puede encontrar diferencias en la manera de evaluarlo. Marco temporal: el tiempo en que es considerado para la evaluación de los síntomas también es diferente de unos instrumentos a otros. Hunt y Andrews (1992) encontraron 7. existen otras entrevistas en las cuales las preguntas son evaluadas individualmente y no en su conjunto. las cuales se basan en las respuestas a todas las preguntas de una sección. se encuentra índices de concordancia de .. fobia social o trastorno obsesivo-compulsivo. DIPD y el PDQ. x ¿Autoinforme o entrevista? Cuando se compara los diagnósticos de una autoinforme como el PDQ (Personality Diagnostic Questionnaire-4 de Hyler y Ryder. Mientras que otros instrumentos tienen sus preguntas organizadas por diagnósticos. De tal manera esto está señalando que individuos que sean diagnosticados positivamente en un instrumento no lo vayan a ser en otro. 9. 7. y de . Ambos sistemas tienen sus ventajas. en algunos instrumentos como el SIDP. se va recogiendo las puntuaciones. Así el PDQ considera que los síntomas deben haber estado presentes en los últimos siete años. o el SIDP.5% tenían trastorno de la personalidad de acuerdo con el PDE y el 67. aunque se considere que ciertas preguntas son determinantes para un criterio. 8. Puntuación: suele encontrarse dos grandes grupos de sistemas de puntuación. El SIDP también presenta un sistema de puntuación de 0 a 2. 6. Y por otro lado. Método de puntuación: el IPDE establece un sistema de triple respuesta de 0 a 2. como es el caso del SCID-II. 46 . En una replicación de este estudio con 40 pacientes con trastorno de pánico.36 cuando se comparó con el IPDE (Hyler et al. Otros instrumentos no presentan este nivel de adecuación en los sistemas de respuesta.las personas que realicen evaluaciones de trastornos de la personalidad tengan experiencia en métodos de evaluación. 1984) con el IPDE y el SCID-II. El DIPD tiene el mismo sistema de puntuación que el SCID-II.5% tenían trastorno de la personalidad según el PDQ-R. 5. Contenido: este punto es bastante crítico en cuanto que. ya que si no se plantearía la siguiente duda cuando se realiza un estudio de validación.Este acuerdo baja aún mas. que pacientes contestaron no a la pregunta sobre si alguna vez habían amenazado con suicidarse. Por lo que se tiene que empezar. ¿Que tipo de instrumento se debería utilizar? Principalmente. Zimmerman y Cornell (1990) obtuvieron resultados muy pobres en cuanto al acuerdo diagnóstico entre el SIDP y el PDQ en 696 parientes esquizofrénicos y controles sanos. Zimmerman (1994) considera que estas diferencias son debidas a los diferentes contenidos de los instrumentos. En este punto hay que señalar que la mayoría de los criterios diagnósticos del DSM no están basados en estudios operacionales. las evaluaciones de la personalidad normal como de la patológica se ha venido realizando mediante cuestionarios. Este autor señala la dificultad encontrada en las formas negativas en la redacción de los items de muchos cuestionarios. habría que estudiar cada instrumento por separado y ver en que población se está aplicando. En un estudio en el que se utilizaron los mismos instrumentos pero en población ambulatoria los índices de prevalencia fueron mayores con el cuestionario que con las entrevistas (paranoide: 39% vs 3%. narcisista: 32% vs 5%). los cuales deben ser detectados. Zimmerman halló. los resultados negativos sobre algunos instrumentos ¿qué están mostrando. Lo positivo es que estos cuestionarios pueden ser utilizados como instrumentos de screening. sino más bien. es a establecer una validez de constructo de los propios trastorno de la personalidad para poder luego construir correctos cuestionarios y entrevistas. histrionico: 37% vs 7%. pero ante la frase “Yo nunca he amenazado con matarme” respondieron “NO”. Así Hyler et al. por ejemplo. En todo caso estos resultados no se pueden generalizar. 47 . tanto en muestras de pacientes como en normales tienden a realizar un sobrediagnóstico de los trastornos de la personalidad. Por lo cual. lo que se plantea son dos tareas de validación. (1990) señalan que la prevalencia para cada trastorno de la personalidad evaluado con el PDQ-R fue mayor que con el PDE o el SCID-II (en algunos casos estas diferencias fueron muy grandes como en el trastorno de la personalidad evitativo: 24% vs 1%). Esto tienen sus puntos de vista positivos y los negativos. se derivan de un amplia y rica descripción clínica de fenómenos. Entre las ventajas que establecen es el menor coste de su aplicación (humano y de tiempo) y también por estar libres del sesgo del entrevistador. la poca validez de los criterios o la poca validez de los instrumentos?. Para este autor los cuestionarios. Zimmerman en una revisión que hace de los instrumentos de evaluación en 1994 señala que el problema fundamental en la validación de los instrumentos de personalidad comienza con los propios criterios diagnósticos de los manuales internacionales (DSM y CIE) los cuales se encuentran ellos mismos siendo objeto de estudio. lo negativo son los falsos positivos que se obtienen. por un lado los criterios diagnósticos y luego se daría un paso más en donde se validaría los instrumentos. cuando se comparan estudios realizados en muestras no clínicas. Entonces. los cuales hayan sido sometidos a estudios científicos rigurosos. 48 . o la cronificación del trastorno puede llevar a alteraciones de la personalidad. Como en todas las investigaciones hay resultados en las dos direcciones. Nuestro punto de vista es que.Zimmerman. siendo este la base del trastorno eje I. tanto entrevistas como cuestionarios. ¿Cuándo debería ser hecha la evaluación para detectar si existe un trastorno de la personalidad? Esta pregunta tendrá diferente respuesta según el paciente que vaya a ser evaluado. lo que habría que distinguir en estos tipos de pacientes es si el trastorno de la personalidad es un diagnóstico primario al problema del eje I (por ejemplo en el caso de las pacientes con trastornos de la alimentación o drogodependientes). y que se conozca de los mismos. y el clínico sospecha la posibilidad de que exista un trastorno de la personalidad. Desde aquí se añadiría que se empleen aquellos instrumentos. Zimmerman en su artículo de 1994 se centra en aquellas situaciones en las que se detecta un trastorno del eje I. en este mismo trabajo. que sirvan al entrevistador para comparar sus diagnósticos. se plantea la duda sobre si realizar la evaluación antes de que se establezca el tratamiento o después. la única recomendación que dice es que se utilicen las entrevistas clínicas que se estén empleando comúnmente y cuestionarios. tanto sus aspectos positivos como los negativos y que se sea consciente de sus limitaciones cuando se estén empleando. por un lado aquellos que consideran que si la evaluación se realiza después del tratamiento la posibilidad de establecer un diagnóstico de trastorno de la personalidad es menor que si se hubiese realizado antes. Perry. muchos estudios han demostrado una elevada fiabilidad interjueces. en ambas situaciones se debería encontrar los síntomas característicos de ese trastorno de la personalidad. En estos casos la modificación de ese trastorno del Eje I influirá directamente los rasgos de personalidad alterados. 1989). No hay que olvidar que una de las características de los trastornos de la personalidad es que son estables a lo largo del tiempo. Hogg. el curso y la respuesta a un tratamiento. permitiendo al clínico interpretar las respuestas del sujeto.Si el problema del paciente es que tiene una alteración de la personalidad. La otra situación que se puede encontrar son aquellos pacientes en donde el trastorno de la personalidad es un factor secundario. altos índices de fiabilidad (consistencia en el tiempo). en la etiología. y si aparentemente así pareciera. es decir que en un trastorno de la personalidad se dan descripciones homogéneas. Otra fuente de error sería la situación.. Las evaluaciones dimensionales. 1990. pero el problema central no habrá desaparecido. o quizás el momento vital de la evaluación. 1990. Fuentes potenciales de los errores de medida en los instrumentos de evaluación Se entiende por validez de constructo cuando los datos obtenidos convergen de un modo coherente. La discrepancia entre estas dos fuentes han sido descritas (Fiske. producto de otra alteración. demostraron. 49 . Hyler etr al. etc. Bien es verdad que a lo mejor algún signo o síntoma se encontrase atenuado tras haber sido sometido el paciente a terapia. más tarde o más temprano la persona volverá a consultar por otra causa o la misma. 1990). las cuales tienen. 1990) que las evaluaciones categoriales. Los autoinformes solicitan datos subjetivos. 1971) y han llegado a la conclusión sobre que hay que tener cuidado con la interpretación de los datos proporcionados con los autoinformes (Zimmerman & Coryell. 1984. no es la mayor fuente de falta de acuerdo entre los instrumentos. mientras que las entrevistas incluyen datos observacionales. y todos estos factores serían diferentes para otro trastorno de la personalidad (Blashfield. minimizando de este modo las fuentes posibles de error en la evaluación. Estas altas consistencias en los instrumentos sugieren que la varianza de los evaluadores debido a diferentes niveles de experiencia. ligeras correlaciones mas altas (Zimmerman. Esto sería verdad en el caso de los métodos de evaluación que implican un juicio clínico. La validez de constructo en los trastornos de la personalidad es una asignatura pendiente y por lo tanto obliga a validar cualquier prueba de medida en esta área. da lo mismo que se realice la evaluación antes o después del tratamiento. Respecto a la fiabilidad aunque también se plantean las dudas correspondientes. entrenamiento. 1981. Skodol. responderá positivamente a esta pregunta. Nurnberg et al. un hecho de mayor gravedad es que la presencia de un trastorno de la personalidad puede interferir gravemente en el tratamiento de un trastorno del eje I (Zimmerman et al. 1986.. Relación entre los trastornos del Eje I y los trastornos del Eje II Otro aspecto crítico relacionado con el diagnóstico de la personalidad y que suele ser empleado por los defensores de los modelos dimensionales es la comorbilidad entre los diagnósticos del eje I y el eje II. 1988). El formato de respuesta si/no se ha observado como otra posible fuente de error.Teóricamente. Primero. ¿Te han dicho alguna vez que pareces una persona poco profunda o superficial?... Esta pregunta representa un criterio para el trastorno de la personalidad histrionico.. T.. Otra fuente de error es la interpretación que realiza cada persona de las preguntas que se presentan en los autoinformes. 1991. en el mismo formato que es requerido por el entrevistador. Algunos estudios minimizando esta varianza (realizando dos evaluaciones diferentes el mismo día. 1991). Esto sugiere que los coeficientes de estabilidad test-retest son más bajos que las fiabilidades (consistencia) de los instrumentos. Reich y Green. severidad y prognosis de un trastorno clínico (Koenigsberg et al. profundamente las cosas?.1991). Algunos instrumentos son sensibles a los efectos del estado en que se encuentra el sujeto o los posibles cambios que le sucedan. Además la presencia de un posible trastorno de la personalidad puede afectar negativamente al comienzo. los diagnósticos de trastornos de la personalidad reflejan características del sujeto a lo largo de su vida las cuales deberían tener una alta estabilidad en un periodo corto de tiempo (Perry. 1990) han demostrado problemas de concordancia en el diagnóstico. Gabbard y 50 . Jenike et al.. (1987) y Pilkonis y Frank (1988) indicaron que los pacientes con un trastorno depresivo y un trastorno de la personalidad tenían una respuesta negativa al tratamiento. 1985. 1991). es poco probable que los individuos codifiquen sus percepciones y actitudes acerca de sí mismos. (1986) mostraron que pacientes con trastorno esquizotípico de la personalidad tenían peor respuesta al tratamiento para un trastorno obsesivo-compulsivo que los pacientes que no presentaban alteraciones en su personalidad. Hyler et al. Con la aparición del sistema de diagnóstico multiaxial del DSM-III se dio paso a la posibilidad de poder realizar más de un diagnóstico en un mismo paciente. Pfhol et al. (1989) encontraron que el trastorno límite de la personalidad era un factor de pronóstico negativo en el tratamiento de cualquier trastorno de ansiedad. De tal manera que existe la posibilidad de establecer un diagnóstico de un síndrome clínico del eje I y a la vez establecer un diagnóstico de trastorno de la personalidad (Jackson et al. Perry (1992) propone el siguiente ejemplo: la pregunta 79 del Diagnostic Interview for Personality Disorders es la siguiente: ¿Te has dado cuenta de que no sientes. Reich (1988) señaló resultados en la misma línea con pacientes que sufrían un trastorno de pánico y tenían un trastorno de la personalidad. Black et al. Millon. Perry considera que una persona que tenga una baja autoestima. la distimia y el trastorno de ansiedad fueron asociados con el cluster C (ansioso). Gershon et al. Las personas con trastorno mental orgánico presentaban diagnóstico del cluster A.A.A. Frangos et al. Oldham y Skodol (1991) señalaron que en aquellos pacientes con un diagnóstico primario de esquizofrenia. Los trastornos afectivos. 1983. 1983. Reich et al. 1962. En otros estudios como el de Allnaer y Torgersen (1988) se encontró un 81% de pacientes psiquiátricos ambulatorios diagnosticados con trastorno de la personalidad.. Por ejemplo. En un estudio de Barber et al. El porcentaje de trastornos de la personalidad fue del 67%. Entre los pacientes maníacos destacó el diagnóstico de trastorno de la personalidad histriónica y en menor proporción el trastorno de la personalidad esquizotípico. o trastorno delirante.. 1987).P. 1988. o trastorno psicótico breve. o trastorno esquizofreniforme.Coyne (1987) mostraron como el trastorno de personalidad antisocial era un predictor negativo de un ingreso hospitalario.P. 1987). (1986) un número significativo de pacientes agresivos de un hospital estatal fueron diagnosticados como pacientes de padecer un trastorno límite o de tipo límite. y se encontró que la resistencia al tratamiento era similar a la que presentaban los pacientes psicóticos. los pacientes con trastornos relacionados con el consumo de drogas y alcohol presentaron un mayor número de trastornos de la personalidad del cluster B (dramático-emocional) y del cluster C. 1989 Kendler. 1991). 1987. o trastorno psicótico no especificado o trastorno esquizoafectivo presentaban significativamente un mayor número de trastornos de la personalidad del cluster A (extraño-excéntrico). entre el trastorno de la personalidad límite y los trastornos afectivos (Pope et al. En los pacientes con trastorno afectivo unipolar se caracterizaron por presentar diagnósticos de trastornos de personalidad dependiente. (1991) estudiaron la comorbilidad existente entre los trastornos de la personalidad del cluster extraño con el síndrome esquizofrénico. evitativo y límite. 1988. Geller (1986)... 1985.. A. Kendler y Gruenberg. Lowing. 1980.. Widiger et al. 1984. De estos trabajos lo que se puede concluir que no se puede negar la presencia de un trastorno de la personalidad en pacientes con diagnósticos primarios del eje I. 1987).. Schulz et al. y en menor proporción se encontraban el trastorno de la personalidad histriónico. Estos autores hallaron que en el grupo de pacientes esquizofrénicos existían como trastornos de la personalidad prevalentes: el esquizotípico y el antisocial.. 1985.... Jackson et al. La personas con retraso mental tenían una mayor prevalencia de trastornos del cluster C. y la relación entre los trastornos de los clusters dramático y ansiosos con los trastornos afectivos. 1985). evitativo y el dependiente. existe fuerte relación ente el trastorno de personalidad esquizotípico y el síndrome esquizofrénico (Meehl. Oldham y Skodol 51 . Baron et al. Akiskal et al. Existe un gran soporte empírico para apoyar que ciertos síndromes del Eje I son más probables de estar asociados con ciertos trastornos del eje II (A.. y entre los tres clusters de personalidad y los trastornos de ansiedad (Friedman et la. y entre los tres clusters de trastornos de personalidad y los trastornos afectivos (Shea et al. dependiente y el límite. Drum y Lavigne (1987) describieron el carácter largo y complicado del tratamiento con pacientes límites en un hospital estatal. estás pequeñas alteraciones cristalizan convirtiéndose en comportamientos estables y persistentes con los cuales el sujeto interactua en su medio social. ¿puede ser debido a lo complicado de su tratamiento?. y en poder obtener criterios objetivos para su clasificación. Pero si se revisan las historias de pacientes que llevan años asistiendo a las consultas de los centros de salud mental se pueden encontrar que muchos de ellos son en realidad trastornos de la personalidad. Ya que si esta cuestión se plantea a partir de la práctica clínica.E se traspasen otros trastornos. donde uno de sus extremos se encontrarán los síntomas discretos que se manifiestan como un trastorno del Eje I.. Siever y Davis (1991) indican un razonamiento que puede ser útil para entender la diferenciación entre los trastornos del Eje I y del Eje II pero a la vez defender la idea de continuo entre estos dos grupos de alteraciones. Pero aquí surgiría la siguiente pregunta. Bien es verdad que si se realizase tal traspaso se solucionaría el problema de los múltiples diagnósticos de eje I y eje II. La solución. sistemas de agrupación alternativos. regulación afectiva.M.S. no se va a poder negar que en ciertas situaciones va a ser difícil establecer un único diagnóstico. control de los impulsos y modulación de la ansiedad. Si. entonces se puede considerar que estos sujetos tengan un 52 . y en el otro extremo del continuo se encontrarían manifestaciones más leves de una o más de estas dimensiones las cuales contribuirán al desarrollo de mecanismos de defensa específicos y estrategias de adaptación. Otro punto crítico es la presencia de trastornos de la personalidad en el eje I. no va estar en traspasar los trastornos del eje II al eje I.en su trabajo del 91 indican las reticencias que encontraron entre los profesionales a la hora de diagnosticar un trastorno de la personalidad en sus pacientes. lo que los teóricos de la personalidad deben empezar a replantearse es la definición de trastorno de la personalidad. como es el caso del trastorno de la personalidad esquizotípico en el manual de la O.I. es un patrón de comportamientos estables y persistentes que tienen su comienzo durante la adolescencia o incluso en etapas anteriores. ellos las definen como alteraciones en las dimensiones psicobiológicas de organización cognitivo/perceptual. y que afecta a todas las esferas de la vida. apareciendo en su historia otros diagnósticos como “esquizofrenia o trastorno de adaptación”. Ya que la diferencia fundamental entre un trastorno del eje I de uno del eje II. Bien es verdad que este trabajo fue realizado en el estado de Nueva York y que no se puede extrapolar a los profesionales españoles.. trastornos impulsivos y trastornos de ansiedad. Parten de la idea que los trastornos del Eje I se pueden agrupar en cuatro grandes categorías. encontrando. Si tal hecho sucede. trastornos afectivos.. sino que deberá estar en la mejor definición de cada trastorno. La causa. trastornos esquizofrenicos. Cada uno de estos conglomerados tendrán unas características centrales de comportamiento. De tal manera estas alteraciones se pueden distribuir por un continuo. y la posibilidad de que en versiones posteriores del DSM y de la C. esta negativa a no querer realizar dos diagnósticos viene establecida por razones teóricas o se ha concluido a partir de la práctica clínica. puede suceder que muchos de los individuos que son expuestos a ese factor no lleguen a desarrollar el trastorno en cuestión. Regier y Burke (1989) sugirieron unos criterios igual de estrictos: el factor de riesgo deberá preceder al desarrollo de la patología y estar consistentemente. La comorbilidad con el trastorno antisocial de la personalidad (Coid. para desarrollar un trastorno de la personalidad. Hill (1965) argumentó que para probar que cualquier factor ambiental es la causa de una enfermedad. debido a factores constitucionales. tener una temporalidad. Factores de riesgo etiológicos en los trastornos de la personalidad Cuando se habla de los factores de riesgo de una enfermedad hay que ser muy precavido para concluir que una serie de acontecimientos de nuestras vidas tiene un papel en la etiología de cualquier trastorno mental. factores heredados o factores secundarios debido a alteraciones neurobiológicas. El trastorno paranoide de la personalidad se considera como un trastorno del desarrollo del carácter. Por otra parte. Incluso cuando un acontecimiento ambiental se relaciona con una patología. los cuales se reúnen. existen muchos caminos para llegar al mismo resultado. Los equivalentes modernos a estos dos conceptos son el temperamento. Coid realizó un trabajo en 1999 para determinar cuales podrían ser los factores de riesgo. consistente. 1987). El 53 . este debería cumplir los siguientes criterios: ser convincente. Finalmente. Cuando se ha querido describir el origen de los trastornos de la personalidad se han reconocido tanto factores constitucionales como ambientales. de tal manera que sujetos con el mismo trastorno pueden haber estado expuestos a diferentes riesgos. por ejemplo. Hace 35 años. dando lugar al trastorno correspondiente. y el carácter. un gradiente biológico y tener coherencia teórica. considerado como una patrón de desarrollo de la personalidad dependiente de factores psicosociales (Rutter. La etiología en este campo de la psicología tiene una naturaleza multifactorial. (1997) sugirieron que los factores de riesgo pueden ser considerados una causa cuando estos son evaluados o medidos previamente y no después de que se haya desarrollado el trastorno mental. hasta que alcanzan un nivel de severidad tal. 1996) hace sugerir al autor la posibilidad de que compartan similares factores de riesgo ambientales. Kraemer et al. fuertemente y específicamente asociado con el trastorno en cuestión. siendo un trastorno de la personalidad una consecuencia de múltiples factores constitucionales y/o ambientales. Las relaciones entre los factores de riesgo y los trastornos mentales son muy complejas. específico. o ocurren durante una fase crítica del desarrollo.posible trastorno de la personalidad. Respecto a factores de riesgo ambiental. Las personas con trastorno antisocial de la personalidad tenían una historia familiar de trastorno de la personalidad. No se encontraron factores ambientales de riesgo. agresión sexual por un extraño. Coid (1999) no incluyó alteraciones durante el desarrollo. todavía. El trastorno límite de personalidad se asoció con una historia familiar de depresión. En el trastorno esquizotípico de la personalidad. El trastorno de la personalidad narcisista no presenta ningún tipo de alteración neuropsiquiátrica. En cuanto a los factores de riesgo ambiental. 1995). crueldad. Respecto a los factores de riesgo durante el desarrollo neurológico. El trastorno de la personalidad por evitación también guardó relación con problemas perinatales. Considera que no se ajusta al patrón que originalmente incluyó el comité para el DSM-III (Kalus et al. estados de pobreza. hallaron un predominio de problemas entre los padres. Y sí se observó un prevalencia familiar de esquizofrenia. El esquizoide guardó una relación. Fueron hallados antecedentes de delincuencia entre los padres. En general. el autor señaló que se encontró una relación entre el trastorno de la personalidad esquizoide y complicaciones perinatales. Esto le llevo a Coid a cuestionar la inclusión de este trastorno dentro del Eje II del DSM.trastorno antisocial de la personalidad también es considerado un trastorno del desarrollo del carácter. retraso motor y del discurso.. Coid (1999) no encontró alteraciones ontogenéticas entre las personas que padecen este trastorno. Estos elementos de riesgo fueron identificados por otros autores como los antecedentes típicos para un reincidente comportamiento de criminalidad (Farrington. dentro del trastorno de la personalidad por evitación. este trastorno se piensa que tiene un mayor número de factores de riesgo ambientales que constitucionales. pero esto. indicó que el trastorno de la personalidad antisocial se asoció con perdida parental en la niñez. 54 . En el trastorno histriónico de la personalidad se hallaron alteraciones en el desarrollo cerebral pero sin obtenerse unos resultados consistentes para considerar a esta alteración la causa de este trastorno. y sin embargo coincide con el patrón del diagnóstico de “trastorno del desarrollo” descrito por Wolff & Chick (1980). 1993). hermanos o hermanas delincuentes y padres criminales. discordía entre los padres. Asimismo. Esta asociación de comorbilidad entre estas dos alteraciones llevó a Coid a reafirmar la distinción realizada por Millon (1991) entre trastorno fóbico y fobia social. con una historia familiar de trastorno mental. está por confirmar. en sentido negativo. se encontró una historia de trastorno fóbico en la vida de estos sujetos. Por problemas perinatales Coid incluyó. Paris et al. El trastorno de la personalidad autodestructivo o masoquista también presentó una historia familiar de trastorno de la personalidad. De estos tres factores el que tiene un alto poder predictivo de un futuro trastorno límite de personalidad. parto prematuro. Lo curioso de este estudio. Asimismo. Modestin et al. fue que todos los sujetos que recibieron este diagnóstico también fueron diagnosticados de trastorno límite de la personalidad pero no al revés. Brown & Anderson. entre el trastorno de la personalidad límite y el resto de los trastornos de la personalidad. el trastorno de la personalidad autodestructivo podría ser considerado un subtipo más grave del trastorno de la personalidad límite. El retraso motor incluyó dificultades para andar antes de los dos años. Profundizando en los factores de riesgo ambiental. De todas estos factores se señalan que el abuso físico. McClellan et al. Este grupo de sujetos. comprendía falló para desarrollar un discurso normal antes de los tres años y/o una historia de terapia lingüística por un enlentecimiento en el desarrollo del habla durante la niñez. el sexual y el ser testigo de la violencia doméstica (Herrman et al. En el trastorno pasivo-agresivo de la personalidad se encontraron antecedentes familiares de trastorno de la personalidad. toxemia y parto provocado. situaciones de violencia doméstica. parto múltiple. hasta que punto. El autor sugiere futuras investigaciones para determinar. abusos físicos. circunstancias familiares deterioradas o de abandono.. es haber sufrido abusos sexuales en la niñez (Links & van Reekum. En el trastorno de la personalidad obsesivo-compulsivo se encontró una historia familiar de trastorno de la personalidad.El trastorno de la personalidad dependiente guardó relación con alteraciones perinatales y retraso en el desarrollo. Y retraso en el habla. Saunder & Arnold (1993). (1990). 1991). (1994). se observaron antecedentes familiares de trastorno de la personalidad. 1989). 1994. y con menor frecuencia entre los antecedentes de las personas con un diagnóstico de trastorno antisocial de la personalidad (Luntz & Widom. (1998) no encontraron diferencias en el número de experiencias infantiles traumáticas entre los pacientes con trastorno límite de la personalidad y otros trastornos. Sin embargo. se diferenció de las personas que únicamente recibieron el diagnóstico de trastorno límite de la personalidad. autores como Ogata et al. independientemente de otras experiencias traumáticas. (1995) y Laporte & Guttman (1996) indicaron diferencias respecto a la presencia de un mayor número de abusos sexuales. y no indicaron tener factores ambientales de riesgo. pero sin poder establecer si entre estos factores existía una relación genética o ambiental. son los factores de riesgo que se dan más frecuentemente en la niñez de las personas con trastorno límite de la personalidad. parto traumático o asfixiante. experimentar agresiones físicas e incesto. 55 . en tener un mayor número de adversidades durante la niñez. 1993). poco peso en el nacimiento. Otro modo de estudiar los factores de riesgo ambiental para desarrollar un trastorno de la personalidad es la información proporcionada por los propios pacientes sobre los recuerdos de aquella época. En las personas con trastorno de la personalidad límite. Modestin et al. 1991. y el nivel de control o sobreprotección paternal y maternal. concretamente valora dos dimensiones acerca del comportamiento parental. el único que tenía relación con estos factores de riesgo fue el trastorno de la personalidad dependiente. (1998) estudiaron las posibles diferencias en los factores de riesgo en función del sexo. el tipo de cuidado proporcionado por el padre y por la madre. ser testigo de violencia doméstica.. Los trastornos de la personalidad sádico y autodestructivo tenían a este grupo de variables entre sus factores de riesgo. Las personas con trastornos de la personalidad han mostrado niveles más bajos en la variable de asistencia paterna que las personas sin trastorno de la personalidad (Truant. se observó que los factores que parecen influir en mayor medida en un futuro trastorno de la personalidad fueron las actitudes de los padres. especialmente con el histriónico. abusos sexuales y/o abusos físicos. narcisista. 1994). En concreto. Respecto a los hombres. indiferencia/rechazo. 1991). En general. correlacionaban con una mayor frecuencia de trastornos de la personalidad del cluster B. 1979) ha sido empleado para evaluar estas variables. El Parental Bonding Instrument (Autoinforme sobre la vinculación o afectividad parental) (Parker et al. y dentro de este grupo en las personas con trastorno de la personalidad por evitación y en el autodestructivo (Mulder et al. y en concreto como eran las relaciones con sus padres. particularmente con el trastorno de la personalidad límite.. abusos físicos. se dieron situaciones adversas en la calidad de la asistencia parental y un excesiva sobreprotección (Zweig-Frank & Paris. se encontraron unas correlaciones altas entre los trastornos del cluster B y el grado de control del padre (a mayor control mayor riesgo de trastornos de la personalidad) y la calidad de la 56 . y negativas para la dimensión implicación/cuidado vs. Modestin et al. y niveles más bajos de asistencia paterna y excesivas conductas de sobreprotección en el cluster A (Paris. y con el cluster A. (1998) encontraron que las experiencias traumáticas durante la infancia (abusos sexuales. 1992). la variable abuso físico y/o sexual fue la que más influyó en el desarrollo de un trastorno de la personalidad. separación de personas significativas y hogares rotos). En el cluster C. Sin diferenciar trastornos ni clusters. El signo de las correlaciones entre los trastornos de la personalidad y las dimensiones de riesgo fueron siempre positivas para la dimensión control o sobreprotección familiar vs estimulación hacia la independencia. 1994). La calidad de la afectividad o vinculación parental correlacionaba con los trastornos de la personalidad del cluster B. Torgersen & Alnaes. se observaron niveles muy bajos en la calidad de asistencia materna en pacientes con trastornos de la personalidad del cluster A y del cluster B. en concreto esta deficiencia se daba en las personas con trastornos de la personalidad del cluster C. límite y autodestructivo. concretamente con el paranoide. De todas estos factores de riesgo. la personas tenían mas riesgo de desarrollar un trastorno del cluster B). los factores que indicaron la posibilidad de desarrollar un trastorno del cluster A fueron la presencia de abusos físicos. se concluyó que los factores que mejor predicían la posiblidad de desarrollar un trastorno de la personalidad en las mujeres fueron: el tipo de control ejercido por las madres y el ser testigos de la violencia doméstica. haber presenciado situaciones de violencia doméstica. abusos físicos y/o sexuales. Tanto en los hombres como en las mujeres el resto de la varianza vendrá explcado por factores de vulnerabilidad biológica. Las alteraciones del cluster A guardaron también relación con estas dos variables en el mismo sentido. Estas dos variables. así como los trastornos del cluster C. se encontró como factor de riesgo. estas dos variables explicaban el 21% de los trastornos de la personalidad en las mujeres. la separación de personas significativas. y factores sociales (Paris & Zweig-Frank. 57 . Respecto al cluster C. Los factores de riesgo para los trastornos del cluster B fueron la presencia de abusos sexuales. de abusos físicos y/o sexuales durante la infancia. Respecto a las mujeres.asistencia (cuanto peor fue el cuidado recibido por el padre. el grado de control del padre y la calidad de la asistencia por parte del padre explicaron el 38.2% de la presencia de trastornos de la personalidad en la época adulta. el tipo de control ejercido por la madre. y la calidad de la asistencia proporcionada por la madre. 1992). Los psicólogos cognitivos han descrito un modelo de categorización alternativo. El modelo de prototipos se ha mostrado ser mucho más adecuado que el modelo clásico en la representación de la realidad. 1979). que tiene una utilidad pragmática en la identificación de nuevos casos en las clasificaciones biológicas tiende a ser politético más que monotético. 1985). La gente tiende a clasificar personas. 1980). Las clasificaciones monotéticas son aquellas en las cuales las categorías difieren al menos. objetos. Las taxonomía en arqueología. Desde esta perspectiva se inhibirían la existencia de estereotipos. objetos o eventos. en una característica que es compartida por todos los miembros. las clasificaciones politéticas son aquellas en las cuales los miembros comparten una gran cantidad de características pero no necesariamente comparten las mismas características (Becker. 1970. Este modelo clásico de categorización. 1965. 1979. Kendall. La definición de criterio. 1982)... Sokal. En este modelo. y los límites se solapan (Cantor & Mischel. animales. la calidad de sus miembros es heterogénea. 1980 y Kendall. McCauley et al. 1976. 1982). 58 .. las características definitorias no son consideradas las necesarias o suficientes. Presly et al. La investigación psicológica ha demostrado grandes desventajas del modelo clásico de la categorízación.Modelos teóricos Establecimiento de prototipos La psiquiatría y la psicología vienen asumiendo que los criterios diagnósticos deberían definir síndromes homogéneos con límites inconfundibles y únicos (Robins & Guze. El intento de aislar categorías inconfundibles y homogéneas ha ayudado en el desarrollo de investigaciones para descubrir las causas y los tratamientos de los trastornos psiquiátricos (Robins & Guze. 1979. Estas faltas y fallos ha sido tradicionalmente mencionados por los críticos del diagnóstico psiquiátrico tradicional (Kanfer et al. es consistente con la tradicional conceptualización de los trastornos médicos como síndromes únicos y causas específicas (Kendall. 1970. Esto conlleva que una vez que una persona es situada en una categoría se tienda a exagerar las similitudes que guarda con los miembros de esa misma categoría e ignorar la variabilidad y posible inconsistencia intragrupo. biología y zoología tienden a ser politéticas. 1981). basándose en prototipos. Spitzer & Williams. 1959. sucesos en categorías homogéneas para simplificar la comunicación de información incluso aunque una taxonomía más complicada sea más adecuada (Cantor & Mischel. 1975). Hamilton. se enfatizaría la variabilidad intragrupo y la flexibilidad del diagnóstico (Widiger & Frances. 1973). y centrarse en las características estereotípicas de la categoría. Este modelo no implicaría que las categorías se definiesen de modo arbitrario. Blashfield & Draguns. Esta pauta seguida en las clasificaciones tradicionales. 1974). La simplicidad y facilidad de la comunicación ocasionada por la asunción de categorías homogéneas es adquirida a expensas de un fallo en el reconocimiento de rasgos discordantes y comportamientos idiosincrásicos (Cohen. se ha visto que no es la adecuada para la representación de personas. solamente cinco de los ocho criterios son necesarios para establecer el diagnóstico del trastorno límite de la personalidad. no se puede negar que en este modelo habría algún signo patognomónico. Koenigsberg. Por ejemplo no todos los pacientes 59 . Por ejemplo. El establecer diagnósticos múltiples no es extraño. (Frances et al.. d) inclusión de medidas del carácter prototípico. b. Aceptación de múltiples diagnósticos Un gran número de estudios empíricos han documentado que los pacientes que cumplen criterios para un trastorno de la personalidad. debe existir una homogeneidad en la pertenencia a esa categoría. b) criterios diagnósticos politéticos más que monotéticos. Esto incluye heterogeneidad en la definición del síndrome. se parte de una visión más realista y probabilísitca en sus expectativas. a. desde aquí solamente se requiere que las características definitorias de las categorías correlacionen en un nivel elevado con los miembros. tratamiento. los síntomas estarían en función de su valor en el diagnóstico y los miembros de estas categorías diferirían en términos de su carácter prototípico Cuando se ha aplicado este modelo al campo de los trastornos de la personalidad ha supuesto: a) la aceptación de múltiples diagnósticos. y son importantes para el diagnóstico. 1983. Empleo de criterios politéticos: En el modelo clásico cada miembro de la categoría debe poseer todas las características de esa categoría. El modelo de prototipos. si se piensa que la persona normal del mismo modo que puede exhibir diferentes rasgos de personalidad (por ejemplo en ocasiones se puede mostrar amigable y sociable mientras que en otras se presenta introvertido y dominante).. Gunderson et al. esto es. hay 93 combinaciones diferentes que establecerían el diagnóstico de trastorno límite de personalidad. pero no siempre. aunque claro está. porque la pertenencia en la categoría ocurrirá cuando solamente un subconjutno del gran número de criterios definitorios se presenten. Aunque el DSM-III cuando introdujo su Eje II aceptó la posibilidad de establecer diagnósticos múltiples. que algunas combinaciones son menos posibles que otras. suelen tener criterios para establecer otro diagnóstico de trastorno de la personalidad. etc. Sin embargo. El criterio politético ha permitido la opción de incluir síntomas que suelen estar presentes. 1983). A estos críticos les cuesta apreciar que los diagnósticos de personalidad se ajusten más al modelo de prototipos que al modelo clásico categorial. del mismo modo una persona tendrá diferentes rasgos de personalidad inflexibles e inadaptados. 1984. c) valoración de los criterios en términos de su importancia en el diagnóstico.sino que serían obtenidas a partir de estudios de correlación sobre su etiología. algunos críticos están molestos ante esta situación ya que ellos prefieren considerar cada trastorno de la personalidad como un síndrome discreto con unos límites claros y únicos y con una causa específica. Este modelo politético fue el que se incluyó en la versión tercera del manual DSM. si dos están en desacuerdo sobre si un paciente es hipersensible al rechazo. Por ejemplo. Habría tal variación dentro de la categoría. d. si los criterios politéticos permiten considerar una heterogeneidad intragrupo y un solapamiento entre-grupos. Por ejemplo en el antiguo DSM-III en donde se seguían criterios monotéticos. Inclusión de medidas del caracter prototípico: Una gran distinción entre el modelo clásico y el de los prototipos es el reconocimiento que cada miembro de una categoría diagnóstica es un miembro prototípico. Así algunos pacientes serán más típicos o representativos del constructo límite de personalidad que otros. El modelo de prototipos reconoce que algunos síntomas tienen unas correlaciones más altas con el trastorno que otros. dado que hay 93 modos diferentes en los cuales un paciente puede cumplir los criterios 60 . ellos no podrán estar de acuerdo en la presencia de la personalidad evitativa. puede haber clínicos que están en desacuerdo sobre la presencia de la alteración de identidad. sucederán situaciones tales en las que el conocimiento del diagnóstico del paciente no sería especialmente útil. La estadística es la herramienta más útil en la determinación de los diferentes pesos que se deben dar a los criterios para establecer un diagnóstico predictivo positivo. un paciente puede ser diagnosticado de trastorno límite de la personalidad sin presentar una alteración de la identidad. Widiger & Frances (1985) ya recomendaron que los criterios del Eje II siguiesen la línea politética. Este criterio también puede ser útil en conseguir diagnósticos más fiables. si siguen criterios politéticos. sin olvidar que algunos elementos son más típicos o representativos de la categoría que otros. Por ejemplo. Por ejemplo. De hecho. inestabilidad afectiva o relaciones intensas inestables.esquizotípicos se esperan que tengan ideas de referencia. el desacuerdo entre los clínicos respecto a la presencia o ausencia de un síntoma puede resultar en el desacuerdo respecto a la presencia o ausencia del trastorno. el desacuerdo sobre la presencia de un único síntoma es menos probable que afecte al acuerdo sobre la presencia o ausencia del trastorno. en el diagnóstico del trastorno de la personalidad por evitación. y sería objeto de los estudios empíricos el determinar el grado de esta asociación. Basándose en estas ventajas y en la consistencia metodológica. Cuando los criterios son monotéticos. pero este síntoma es uno de los indicadores que sirven de utilidad para la descripción de la alteración cognitiva. pero estar de acuerdo en que el paciente cumple los criterios para el diagnóstico de trastorno límite de la personalidad. que no se podría asumir homogeneidad respecto al tratamiento y las variables etiológicas. c. Valoración de los criterios en términos de su importancia en el diagnóstico: Cuando se adoptan categorías politéticas se puede establecer el diagnóstico a pesar que el sujeto no cumpla los criterios centrales de ese trastorno. Por el contrario. P. la cual está presente o ausente. hasta la revisión de su tercera edición. 61 . el número de criterios poseídos. estos indicadores deberían tener una amplia validez de constructo. 1957). Loevinger. se suele hablar de tipos de personalidad. esto es. idealmente. Y otro requisito necesario.. Esta información sería útil para los clínicos e investigadores. de tal manera que siguiesen las características de las personas prototípicas de la categorías a la hora de desarrollar tratamientos y estudiar el pronóstico de los sujetos. Muchas enfermedades se consideraban presentes o ausentes. Una manera de compensar esta situación es incluir una medida para determinar que un paciente es un miembro prototípico de esa categoría. a pesar que los criterios para el diagnóstico han provenido del mismo sistema. dividido por el número total de síntomas). La proporción sería considerada como un dígito adicional en el número del código de diagnóstico. lo que subyace al trastorno es considerarlo como una entidad dicotómica. Widiger & Frances (1985) proporcionan esta medida de “prototipicidad”. Primeramente.para un diagnóstico límite. Un individuo que no poseía el suficiente número de signos o indicadores se consideraba que no tenía el trastorno. En esta ocasión. Este modelo se vio que era particularmente relevante en las aplicaciones médicas. es bastante posible que los límites de un clínico o investigador serán distintos de los considerados por otros clínicos.A. era que debían ser un conjunto de características con una alta consistencia interna. De esta manera se podría saber si el paciente tiene una forma prototípica o atípica del trastorno. un amplio rango de manifestaciones observables del rasgo. el conjunto de criterios fueron desarrollados para ayudar a los clínicos en la toma de decisiones. 1991. 1992. Distinción entre categorías y dimensiones Dos modelos se suelen considerar como los relevantes en la conceptualización de los trastornos de la personalidad. El conjunto de indicadores proporcionaban. En el caso del manual de la A. Estos proponen establecer la proporción de criterios poseídos por el paciente (es decir. y la observación de un mayor o menor número de síntomas no alteraba la conclusión. Estos difieren considerablemente en las teorías que subyacen y están asociadas al modelo de medición (Livesley & Jackson. 1982. 1991). Cada diagnóstico del DSM puede ser descrito con un número de dimensiones (rasgos) (Livesley. relativamente estables y resistentes de la persona que son asumidos como los indicadores de la probabilidad por la que una persona realice un comportamiento u otro. la consistencia interna y la validez de constructo de los indicadores del rasgo (por ejemplo. 1986. En el caso de los tests que evalúan rasgos de personalidad. se sentirán más confortables con los diagnósticos categoriales (Frances. los comportamientos observables. probablemente. Con este método. alternativamente. en los cuales se diferenciarían los sujetos. Generalmente se reconoce que los rasgos no son directamente observables pero que tienen una gran responsabilidad en las diferencias individuales del comportamiento público. Millon. las respuesta a items de tests. Se observarán que determinados patrones de rasgos ocurrirán con suficiente frecuencia. Existirían solapamientos en los diagnósticos.1987). utilizando el Inventario Clinico Multiaxial -II de Millon (MCMI-II. 1987). Skinner y Jackson (1978) emplearon la metodología Q para demostrar que los perfiles establecidos por el MMPI (Minnesota Multiphasic Personality Inventory) podrían ser representados en el espacio mediante tres amplias dimensiones bipolares. Lorr y Strack (1990) crearon cuatro tipos de perfiles de pacientes mediante el análsis de cluster.Otro punto de vista que se ha adoptado. Del mismo modo. sino la posibilidad de describirlos mediante rasgos. La magnitud de esa puntuación indica la intensidad del rasgo dentro del individuo. 62 . es considerar un rasgo como un constructo unitario que se desarrolla a lo largo de un continuo. Así estos autores ya plantearon al igual que otro muchos (Costa y McCrae. al menos en parte. pudiendo ser representado este peso cuantitativamente mediante una puntuación. o que un número significativo de personas los tenderán a compartir.1992) la posibilidad de estudiar no tanto los trastornos de la personalidad como diagnósticos separados. Aunque muchos clínicos. y deberán cubrir un amplio rango de manifestaciones observables. Las puntuaciones en ítems individuales pueden ser reunidas para formar la puntuación global de una dimensión. Los individuos tienen un peso en cada dimensión. Livesley et al. Gundeson et al.. que describiese el contenido de los diagnósticos de los trastornos de la personalidad establecidos en los manuales. Y esta puntuación permitirá establecer juicios comparativos entre los sujetos. Sería posible agrupar los individuos que tienen similares puntuaciones en rasgos dimensiones. Podría ser posible desarrollar una taxonomía en términos de rasgos. Estos dos modelos no deben ser considerados como dos alternativas mutuamente excluyentes. tratar la clasificación como probabilidad más que como determinación. porque los diagnósticos tienen en común rasgos subyacentes.en clusters o. Desde este modelo la personalidad normal se cree que está gobernada por esos rasgos. los ítems suelen medir un rasgo particular de tal manera que deben estar correlacionados. la pertenencia a una categoría no es de carácter absoluto sino de un asunto de grado. ya que ellos intentan medir el mismo constructo. y las respuestas a entrevistas estructuradas) pueden ser evaluados. (1994) consideraron que los mismos rasgos gobiernan tanto la personalidad normal como sus alteraciones. Se consideran aspectos. El concepto de rasgo (termino original de Allport en 1937 como un modo de comportarse constante y persistente). Todas las definiciones de personalidad tienen en común. 1987) como aspectos importantes en el estudio de la personalidad de los sujetos los cuales no tienen que implicar patología en sí mismos (Girolano y Reich.) las cuales forman un rasgo. 1983). La interpretación de los rasgos y de su estructura ha sido sometida a muchas discusiones.Concepto de Rasgo. Hay autores que consideran a los rasgos como entidades establecidas convencionalmente para reunir una serie de aspectos del comportamiento. Esta covariación es la esencia de la estructura que forman los rasgos. Tellengen (1988) defienden que los rasgos y su estructura son variables causales las cuales proporcionan una explicación lógica sobre la consistencia de los comportamientos humanos. los cuales están determinados por el espacio y el tiempo. Messick (1981). de los transitorios los cuales pueden venir determinados por los primeros. El concepto de rasgo fue reconocido en la tercera edición revisada del DSM (A. 1981). (1994) indican cómo la distinción entre un punto de vista nomotético de uno idiográfico viene a discriminar entre los aspectos de la personalidad estables y permanentes (rasgos). Loevinger (1957). 1993). la cual permite realizar generalizaciones. etc.A. en la década de los noventa se empezó a realizar más hincapié en la perspectiva nomotética de la personalidad. La cuestión que se plantea es como de estos adjetivos terminan emergiendo un rasgo. Los rasgos son inferidos por métodos sistemáticos de covariación. que son estacionarios y cambiantes. (Buss y Craik. En 1937 Allport recoge más de 50 definiciones de personalidad además de ofrecer la suya propia: “La personalidad es una organización dinámica del individuo que le permite su adaptación al medio”. se tiende a describir en un conjunto de características (orientado artísticamente. Un rasgo es un atributo estable. y suele ser comparado con aquellos aspectos del comportamiento del individuo. La esencia de esta posición es que la consistencia de los 63 . Watson et al. persistente y habitual. intelectual.. Modelos derivados. el considerar la personalidad como un estructura interna. Tradicionalmente cuando se describe las características de una persona.P. organizada y característica en cada persona. los cuales hacen converger una serie de características. fue definido ya por Stein en 1921 como una parte determinada de la personalidad la cual es inferida de la totalidad del comportamiento de la persona pero no de la observación directa de su conducta. Allport enfatizó en su definición el carácter idiográfico e intraindiviual de la personalidad. (Messick. introvertido. etc. todos los nombres de rasgos del idioma inglés. etc. aparentemente. 1967 (citado en Goldberg. Otra manera de abordarlo fue el partir del hecho que el idioma en sí mismo es un sistema para clasificar comportamientos moleculares en conceptos molares (Watson et al. 1978).504 términos produjo un gran interés porque se presentaban. Cuando se planteo el modelo de los rasgos uno de las cuestiones era determinar los términos que iban a ser usados. agresivo.. 1993). En segundo lugar. Dentro de esta técnica estadística se pueden encontrar varias modalidades pero todas ellas tienen en común la obtención de factores los cuales son consistentes internamente.. la necesidad de una estructura simple y coherente.. 1987). pudiendo ser estos elementos items. En otras palabras esperaríamos de una persona ansiosa que también fuera angustiada. El concepto de persona emotiva depende esencialmente de la existencia de una serie de rasgos (características) en la misma persona. El vocabulario humano está repleto de términos que describen una gran variedad de rasgos. tests.. es decir los elementos que componen cada factor covarían. Para conseguir estas estructuras de rasgos los especialistas utilizan la técnica del análisis factorial. egocéntrica. No se trataba de formular teorías específicas sobre la estructura formal que describían y no pretendían demostrar mediante experimentos o estadísticas la precisión de sus hipótesis” (Eysenck. En general estas formulaciones de la personalidad trataban de buscar uniformidades de conducta en las vidas de las personas que podían observar.504 términos que claramente describían rasgos de personalidad (por ejemplo. Esta idea quedó ilustrada en el clásico estudio de Allport y Odbert (1936). quienes razonaron la idea que cualquier rasgo de personalidad debería existir en el lenguaje natural. desdichada. Ellos revisaron la edición de 1925 del Webster´s New International Dictionary e identificaron 4. El trabajo de Allport. y reducir estas uniformidades a una descripción de tipo categórico y continuo. conductas. De acuerdo con esto... proporcionaría un particular modelo de estructura de la personalidad. 1984) o seleccionando conceptos populares (Gough.).. el cual fue seguido por otros investigadores como Norman..comportamientos observados. la cual tiene una claro estatus ontológico. Ya que era imposible evaluar a las personas con todos los adjetivos determinados por Allport y Odbert. muchos investigadores percibieron que la investigación sistemática de este conjunto comprensivo de términos.” (Eysenck. Uno de los grandes defensores de esta forma de estudios de la personalidad fue Eysenck: “. este enorme conjunto de descriptores demostraron. el grupo final de 4. Sin embargo se podía observar claramente que estas teorías en cuestión eran de naturaleza esencialmente jerárquica. (1982) es importante en dos sentidos. Primero. 1978). . 1994). son indicadores de la estructura psicológica latente de la humanidad. de excitabilidad rápida. sociable. Algunos psicólogos del rasgo solucionaron el problema seleccionando conceptos derivados de modelos teóricos existentes (Jackson. Fundamentalmente se había observado que había 64 . y Golberg. están siendo objeto de investigación.ordinales o de intervalo. 1985) en cuanto que. No obstante..muchos de ellos que eran redundantes y querían decir lo mismo. Este progreso no se ha manifestado en otras áreas de la psicología. Modelos dimensionales de la personalidad Los investigadores han realizado grandes progresos en su búsqueda de un modelo estructural de la personalidad. También se eliminaron otros que tenían un carácter arcaico (Goldberg. a la hora de determinar los límites entre los estilos y los rasgos inadaptados de la personalidad (Eysenck. 1953. y las entrevistas estructuradas fueron desarrolladas para hacer más fiables tales diagnósticos (Pfhol et al. Muchas líneas de investigación han convergido para facilitar la integración de los métodos de diagnóstico categoriales y dimensionales. Loranger et al. 1987. esquizotípico y el evitativo se encuentran dentro del mismo factor. Primero. 1946) realizaron una reducción de los mismos mediante técnicas estadísticas. el modelo dimensional tiene la ventaja de proporcionar información más flexible. 1973). las cuales son de carácter nominal. Segundo. y muchas de las nuevas medidas están siendo desarrolladas cada año. el modelo dimensional facilitará la investigación por medio de escalas de medida. que las utilizadas por el modelo categorial. usando la metodología del análisis factorial sobre rasgos observados en individuos con trastornos de la personalidad (Livesley. además de docenas de inventarios ómnibus. 1982). específica y comprensiva. Los defensores del modelo categorial propusieron que un modelo dimensional impediría el esfuerzo necesario para revelar y validar los síndromes descritos y las causas específicas a cada trastorno. Mas aún. se ha visto en estudios de análisis factorial que por ejemplo. Después de todo. mientras los sistemas categoriales tienden a perder información y crear dilemas en las clasificaciones cuando los pacientes caen en los límites de las categorías. el trastorno esquizoide.. 1982). 1991). 1989. La clasificación de la personalidad en psicología ha seguido un modelo dimensional (Frances. 65 . los autoinformes fueron desarrollados para medir cuantitativamente las dimensiones de personalidad. El considerar cada trastorno de la personalidad como una dimensión sería algo incorrecto (Widiger & Frances. Presly & Walton. de cuáles son las dimensiones que mejor darán cuenta o definirán el conjunto de los trastornos de la personalidad. No obstante. incluso un examen superficial de las actuales revistas de personalidad revela que un enorme número de conceptos.que tienen más poder en la detección de relaciones de carácter empírico. Sin embargo se han encontrado con el límite de la investigación psicométrica. los criterios de diagnósticos explícitos fueron desarrollados para definir las categorías tradicionales de los trastornos de la personalidad. los investigadores en personalidad han creado miles de escalas de rasgos. de tal manera que autores como Cattell (1945. Cuando se acepta el modelo dimensional como el modelo adecuado surge la pregunta. x Emil Kreapelin en su interés por describir los síndromes básicos de su psiquiatría. Costa & McCrae. La disposición ciclotímica se podía manifestar a través de cuatro variantes: la hipomanía. Cinco factores. 66 . los valores morales tradicionales.Schroeder et al. Clark. 1985). Tellegen (1985) lo definió como frialdad. el irascible y el emocionalmente inestable. tesón y afabilidad. 1976. ningún consenso ha sido alcanzado en el número o contenido de las dimensiones necesarias para describir los trastornos de la personalidad. Tellegen. estas medidas dimensionales se ha visto que explican mucha de la variabilidad de los diagnósticos de los trastornos de la personalidad y que estaban de acuerdo con los informes independientes de los cónyuges y otros informantes. dos factores como son neuroticismo (vs estabilidad) y extraversión (vs introversión) son constantemente obtenidos. Pero la visión dimensional de la personalidad se haya en los primeros autores filosóficos como Hipócrates (siglo IV a. Existe menos consistencia en el contenido del tercer factor.. Eysenck y Eysenck (1976) lo describieron como inflexibilidad. Cuando se realiza un examen mediante análisis factorial sobre los datos obtenidos mediante autoinformes. 1992.C. dos factores adicionales se establecieron. dan cuenta de la mayoría de variabilidad de la personalidad entre los sujetos en la población general. la bilis negra. y otros aspectos de madurez y autorealización descritos por la psicologías humanistas y transpersonal. la sangre y la flema. 1992. En el popular modelo de los cinco-grandes.). la demencia precoz y la demencia maniaco-depresiva. sin embargo este modelo no capta alguna de las dimensiones de personalidad relevantes para la evaluación de los trastornos de la personalidad como la autonomía. el cual consideraba que todas las enfermedades procedían de un desequilibrio entre cuatro humores corporales: la bilis amarilla. Tercero. fue cuando definió los dos estados premórbidos a estos síndormes: la disposición ciclotímica que predisponía a la demencia maniaco-depresiva y el temperamento autísta que predisponía a la demencia precoz. Costa y McCrae (1992) como apertura a la experiencia. 1990) o en la población general (Eysenck & Eysenck. el depresivo. más o menos dos. A pesar del desarrollo en los métodos de evaluación. Las correlaciones positivas son máximas entre aquellos tipos cercanos en proximidad.x Ernst Kretschmer (1926) fue una autor que describió la estructura de la personalidad desde una perspectiva constitucional pero adoptando un punto de vista dimensional. x Sheldon (1940. que iba desde la esquizotimia a la esquizofrenia. Y tres grupos de dimensiones respecto al temperamento: la viscerotonía. 1942. el esquizoide y el esquizotímico tenían el mismo componente de temperamento pero en cantidad distinta. 1974. un trastorno de conexiones interpersonales. y no guardarían ninguna correlación entre ellas. se puede observar como los tipos localizados en extremos contrarios reflejan polos opuestos de una misma dimensión bipolar y tendrían correlaciones máximas negativas. Benjamin. La distancia desde el origen refleja la intensidad o severidad de las manifestaciones del sujeto en la dimensión. mesomorfa y la ectomorfa. 1954) siguió la misma línea constitucionalista y dimensional de Kretschemer. 1957. fundamentalmente. También se establece que las variables interpersonales tienden a relacionarse unas con otras en la forma de una estructura circular o “circumplex” (Leary. una que iba de la personalidad ciclotímica a la psicosis maniaco-depresivas y la otra. Kiesler. Se establece una dimensión general para este (interdependencia)-dominancia (estatus. Así por ejemplo. El identificaba tres dimensiones morfológicas básicas: la endomorfa. Krestchmer consideraba que los trastornos psicóticos eran acentuaciones de tipos de personalidad básicamente normales. Hay soporte empírico para considerar la hipótesis sobre que un trastorno de la personalidad es. control). la somatotonía y la cerbrotonía. 1982. paranoide y el heboide) Modelo del círculo interpersonal Desde este modelo cada trastorno de la personalidad se define como un estilo interpersonal característico. Así establecía dos dimensiones. 1983). Por otro lado los tipos perpendiculares unos de otros son polos de dimensiones ortogonales entre sí. Con la combinación de estos dos factores construyó lo que denominó los tres principales componentes de la psicopatología (afectivo. Wiggins. y decrece cuando alcanzan una relación perpendicular. Siguiendo a dos autores que defienden este modelo en la personalidad. Wiggins y Kiesler. 67 modelo que sería la de filiación . consideraba que el esquizofrénico. la narcisista por ser amigable además de hostil y la histriónica por su exagerado gregarismo y dominancia.En Wiggins se agrupan en ocho dimensiones mientras que Kiesler introduce 16 segmentos para describir la estructura de la personalidad. la paranoide por ser hostil-dominante. y 68 . Por otro lado se han encontrado ciertos casos en los que este modelo parece desvalido. El pasivo-agresivo se caracteriza por su comportamiento sumiso-hostil. Círculo interpersonal de Wiggins (1982) ambicióndominancia arrogantecalculador gregarioextrovertido calidezconcialiación frialdad-disputa reservadointrovertido modestoingenuo conformismosumisión Círculo interpersonal de Kiesler (1983) competitivo desconfiado dominacia arrogante frio exhibiconista sociable hostil simpático imparcial cálido inhibido inseguro sumiso confiado respetuoso Se han realizado muchos esfuerzos para relacionar esta teoría con el eje II del DSM. el evitativo por ser reservado-introvertido. La mayoría de los trastornos de la personalidad son fácilmente localizados a largo de este circumplex. la personalidad esquizoide por ser reservado-introvertida. con lo cual esto llevaría a establecer dos circumplex para este trastorno. o si el modelo interpersonal fallaría en la adecuada representación de todas las variables cognitivas y afectivas. 1993) establece su descripción de la personalidad en base a tres dimensiones ortogonales: la atención centrada en los demás. Otro autor que se enmarca dentro de esta orientación es T. la atención centrada en uno mismo y la atención introyectiva. titubeante. cooperativa-sobreconvencional. A pesar de estos problemas. Millon en su manual de 1994 realiza una revisión de otros teóricos que han seguido esta perspectiva en la descripción de la personalidad. Puesto que en ocasiones. Dentro de la perspectiva interpersonal. responsable-hipernormativa. 69 . se pueden presentar personas superficialmente amigables. este modelo se ha visto útil para la identificación y clarificación de estilos interpersonales de los diferentes trastornos de la personalidad. asocial. dócildependiente. Estas dimensiones fueron: rebelde-desconfiada. Benjamin (1974. Se considera que la dimensión de filiación-dominancia parece dar cuenta de la variabilidad existente entre los comportamientos interpersonales. agresiva-sádica. pero estas dimensiones no son suficientes para dar cuenta de la diversidad de los trastornos de la personalidad. Una dimensión adicional. Leary (1957) el cual construyó un sistema basándose en dos dimensiones. porque el polo negativo de la dimensión afiliación es una mezcla de hostilidad y comportamiento indiferente el cual no es adecuado para la descripción de las conductas de los criminales y de los que utilizan a los otros en su beneficio. que constituyen el concepto integral de trastorno de la personalidad. dominante-autocrítica. posteriormente las empleada por Wiggins y Kiesler: dominanciasumisión y amor-odio. Así por ejemplo. retraida-masoquista. competitiva-narcisista. H. sobre el nivel de alteración cognitiva se consideraría necesaria para la diferenciación entre estos dos trastornos. el ser reservados e introvertidos. el trastorno esquizotípico de la personalidad no se distingue del trastorno esquizoide en este modelo ya que ambos comparten un mismo estilo interpersonal.se ha planteado si el problema es que los trastornos del eje II serían una representación inadecuada de las variables interpersonales que son centrales para los trastornos de la personalidad. guiadas por la ambición. incorregible. Sullivan (1947) describió diez síndromes para describir los casos observados en la práctica clínica: No integradora absorta en sí misma. El trastorno de la personalidad antisocial es también difícil de describir en términos del modelo interpersonal. inadecuada. homosexual y crónicamente adolescente. negativista. que fueron.S. 1963. el origen (el yo o los otros) y los comportamientos instrumentales (activos frente a pasivos). A partir de estos conceptos Millon desarrolló su teoría de la personalidad. es la defensa de la falta de existencia de un caos en el tema de la personalidad. conductas que va adquiriendo el ser humano para conseguir un refuerzo positivo y evitar los estímulos aversivos. Estos comportamientos instrumentales indican el tipo de recompensa que las personas persiguen o evitan (placer-dolor). aspecto que ha sido muy criticado en este campo de la psicología. 1961 y Maddi. Este autor consideraba este aspecto de la psicología humana como patrones de afrontamiento. La ideas planteadas por este autor comenzaron ya mucho antes con la descripción de la polaridades actividad-pasividad. Millon estableció ocho patrones de afrontamiento básicos y tres variantes. desde esta perspectiva se plantea una relación bidireccional entre los dos componentes. Así las personas con patrones de comportamiento dependientes necesitan de la atención y apoyo de los demás. dónde buscan ese refuerzo (yo-los otros). Meumann. Kollarits. De tal manera Millon asigna papeles complementarios a estos dos factores. 1910. de tal manera que el comportamiento que tiene el niño va influir en las personas de su entorno produciendo en ellos una reacción que a su vez moldeará la conducta del niño. produciéndose esta interacción desde el momento en que la persona nace. siendo estos comportamientos instrumentales. los factores biológicos actúan como elementos que predisponen hacia un tipo de comportamiento o pueden ser limitantes. “los otros”. como han aprendido para poder elicitar ese refuerzo o para evitarlo (actividad-pasividad) y finalmente. Como señala en su obra de 1994 Millon incorporó a su teoría otro elemento que contribuye a la construcción de la personalidad.1974. 1932. McDougall. de tal manera que cuando no 70 . Millon de 1969 “Psicopatología Moderna”. en los otros o en uno mismo. Esto lo que pone de manifiesto. de tal forma. Kahn. sufriendo varias modificaciones a lo largo de los años. sujeto-objeto y placer-dolor (Weissman. dos personas que se desarrollen en un mismo ambiente podrán adquirir patrones de comportamiento distintos según sus disposiciones biológicas. El nombre de biosocial viene de la idea de Millon sobre que la personalidad y la psicopatología se desarrollan mediante la interacción de factores ambientales y organísmicos.Modelo de Theodoro Millon Este modelo tiene sus orígenes en el trabajo de Th. Esta teoría es conocida como la “Teoría del aprendizaje biosocial” de la personalidad. 1968. Así combinando estos tres aspectos: la naturaleza del refuerzo (positiva o placer frente a negativa o dolor). En esta relación Millon introduce un tercer componente. Fiske. 1912. Una idea importante en la teoría de Millon es que la influencia de los factores biológicos no se produce solamente al inicio del desarrollo del individuo sino que puede producirse en cualquier momento de la vida. Esto es paralelo a lo que se ha venido llamando patrones de comportamiento dependiente o independiente. Se plantea un feedback. dónde se va a buscar el refuerzo de las conductas. 1971). independiente. Por otro lado. En este esquema encuadró los once patrones de trastornos de la personalidad que se establecieron en el DSM. Planifican y realizan las estrategias necesarias para obtener el placer o la recompensa y evitar el dolor o el castigo. lo ilustró en una matriz de 4x2. A partir de estas tres polaridades Millon (1969) desarrolló su taxonomía de aprendizaje biosocial. Millon también describe a personas. estas tienen una gran confianza en sí mismas. Esta situación produce situaciones de tensión a estos individuos. Y por otro lado hay otro grupo de personas que son incapaces de experimentar placer. Estos dos últimos grupos Millon los denomina desvinculados. Otra gran distinción que establece Millon son las personas que obtienen instrumentalmente el refuerzo bien de un modo activo o de un modo pasivo. ya que muchas veces muestran unos patrones de comportamiento de sumisión y dependencia hacia los demás pero interiormente tienen sentimientos de necesidad de independencia. Millon también define las personalidades ambivalentes. Estos once patrones fueron divididos por el autor en dos grupos: ocho patrones de personalidad patológicas básica y tres patrones de personalidad patológica grave. es decir tienen unas conductas de anhendonia. Suelen presentarse como inactivas. son aquellos que no están seguros de que camino tomar y se encuentran en un conflicto permanente respecto a si depender de sí mismos o de los demás para la obtención del refuerzo. Las personas activas se caracterizan por un estado de alerta. estos individuos perciben todo aversivo hacia ellos. decisión y ambición en cuanto a sus comportamientos intencionales. ambivalente y desvinculado con la dimensión actividad-pasividad.consiguen esta atención se sienten tristes y con un gran malestar. están las personas con patrones de comportamiento independientes. 71 . esperan a que las cosas sucedan. tienen pocas ambiciones y persistencia y no suelen tomar la iniciativa en las acciones. esto les puede llevar a tener conductas de hostilidad hacía los otros. Se caracterizan por ser emprendedoras y resueltas en el control de las circunstancias de su entorno. vigilancia. Por el contrario las personas pasivas realizan pocas estrategias manipulativas para conseguir sus fines. las cuales tienen una incapacidad de experimentar placer o dolor. donde combina los estilos dependiente. y consideran que conseguirán el máximo placer y el mínimo daño si depende de ellas mismas la obtención del refuerzo. mezclados con sentimientos de culpa y vergüenza. Piensan que los demás van asumir su superioridad. Patrón pasivo-dependiente (personalidad sumisa de Millon. se siente superiores a las demás personas. 8. trastorno histriónico de la personalidad en el DSM): son personas que buscan con ansía el afecto de los demás. 5. Patrón activo-desvinculado (personalidad inhibida de Millon. de tal manera que les hace mantener un aire arrogante y sin pararse a pensar en esta situación o sin ser conscientes explotan a los demás en beneficio propio. trastorno de la personalidad por dependencia del DSM): son personas con una fuerte necesidad de los otros. Patrón pasivo-desvinculado (personalidad introvertida de Millon. trastorno de la personalidad por 72 . dándose la situación que esta superioridad esté basada en falsas premisas.A. 3. sin embargo a diferencia de los anteriores. 4. en cada contacto social que mantienen buscan una fuente de afecto y estimulación. Tienen una excesiva confianza en sí mismos. tienen escasa necesidad de afecto. Patrón pasivo-independiente (personalidad narcisista de Millon. 2. Patrón activo-dependiente (personalidad violenta de Millon. Esta ambivalencia la resuelven suprimiendo el resentimiento y mostrándose extremadamente respetuosas y cumplidoras. esta ambivalencia se muestra al exterior. trastorno pasivo-agresivo del DSM): son sujetos los cuales tienen una incapacidad para resolver conflictos. Patrones de personalidad patológica básica: 1. dependen de los demás para conseguir el afecto y la seguridad. Luchan arduamente por la ostentación del poder y desprecian a los demás. Patrón activo-dependiente (personalidad gregaria de Millon. son similares a la de personas pasivo-ambivalentes. 6. trastorno narcisista de personalidad del DSM): son personas que dirigen sus afectos hacia sí mismo. Se muestran al margen del resto del mundo y parece no experimentar ni placer ni dolor. esto les lleva a someterse a los deseos de los demás para no perder este afecto. Patrón activo-ambivalente (personalidad sensitiva de Millon. trastorno antisocial de la personalidad del DSM): son personas que han adquiriendo una desconfianza hacia los demás. Patrón pasivo-ambivalente (personalidad respetuosa. Realizan conductas extravagantes para conseguirlo lo que les da una apariencia de autonomía. pero en el interior de estas personas tienen miedo a estar solas. trastorno compulsivo de la personalidad del DSM): se trata de personas que se debaten entre la hostilidad que sienten hacia los demás y el temor a la desaprobación social. Así suelen mostrar comportamientos de ira y testarudez. 7. estas personas no tienen remordimientos de sus acciones ya que ven al resto de las personas como culpables. trastorno esquizoide de la personalidad en el DSM): son personas con ausencia de relaciones sociales. Millon plantea que el origen puede estar en un excesiva sobreprotección del padre durante la infancia. ya que la consideran falsa y poco digna de confianza. este sistema activa las respuestas motoras hacia las señales de demanda. Este tipo de respuestas considera Nigg (2000) que son inhibidas por el sistema de evitación activa. Miller (1959). y además. Se caracteriza por estados de ánimo alternantes. Se aíslan de los demás por un temor constante a que sus conductas puedan ser objeto de burla por parte del resto. 11. la persona experimenta estados de apatía y abatimiento y más adelante experimenta episodios de ira. Gray desarrolló un sistema con dos componentes básicos. mutuamente competitivos. 9. en respuesta a la no rescompensa o al castigo. La misión de este sistema sería desarrollar conductas de escapa o de defensa hacia la agresión. Suelen presentar conductas de automutilación. MODELOS PSICOBIOLÓGICOS DE LA PERSONALIDAD Modelo psicobiológico de Gray Partiendo de los principios del condicionamiento clásico y del modelo motivacional desarrollado por N. por tener un mayor déficit en sus competencias sociales. Estos dos factores tienen un soporte neurológico ascendente de fibras de dompamina.evitación del DSM): son personas que muestran temor y desconfianza hacia los demás. Suelen ser muy ambivalentes en sus sentimientos hacia los demás. 10. en revisiones de su modelo estableció un cuarto mecanismo importante en la regulación de la conducta. cuya representación neurológica se encontraba en el 73 .E. proyectándose desde las estructuras subcorticales hasta el cortex prefrontal. por la presencia de episodios psicóticos periódicos los cuales podían ser reversibles. Personalidad cicloide (trastorno de la personalidad límite del DSM): se trata de un patrón dependiente y ambivalente disfuncional. Suelen irritarse fácilmente y tendencia a provocar el enfado en los otros. Gray (1971. Gray (1982) describió el sistema de activación no específico. Millon estableció tres patrones más de personalidad que se diferenciaban fundamentalmente porque se consideraban de mayor gravedad psicopatológica. Millon también señala que temen perder su independencia. lo que les conduce a resistirse a la influencia y el control externos. El otro componente sería la conducta de evitación activa. a diferencia del grupo anterior sí tienen necesidad de mantener relaciones sociales. 1982. Gray. pensamientos y actos de suicidio. son la zona ventromedial del hipotálamo y la amígdala. Personalidad esquizoide (trastorno esquizotípico del DSM): se consideran personas que prefieren una situación de escasas relaciones sociales. ansiedad o euforia. 1991) desarrolló un modelo psicobiológico dentro del paradigma animal. Suelen presentar comportamientos muy excéntricos y suelen ser percibidos por los demás como personas extrañas o distintas. Uno de ellos denominado como activación conductual o sistema de aproximación. El tercer componente del modelo es el sistema lucha/huida. Personalidad paranoide (trastorno de la personalidad paranoide del DSM): se muestran con una desconfianza constante hacia los demás. Las estructuras neurológicas implicadas. Son propensas a expresiones excesivas de tensión y frustración y tienen pocas probabilidades de experimentar sentimientos de culpa o ansiedad. El factor impulsividad/agresión. Respecto a los correlatos biológicos de este factor Siever y Davis señalan que todavía no están muy claros. altos niveles de vasopresina. estaría reflejando baja actividad del sistema de evitación activa. presencia de desinhibición motora. muy sensibles a las situaciones y los cambios que se producen en su entorno. el cual es paralelo al sistema de aproximación de Gray. Estaba formado por los siguientes componentes: ansiedad/inhibición. imprudencia. Este centro será considerado por Gray como un centro comparador. 2000). para aprender de las consecuencias negativas de sus comportamientos. Esta inestabilidad en el humor dañaría su capacidad individual para mantener una autoestima estable. Este factor lo define como un conjunto de aspectos subjetivos y fisiológicos que anticipan un peligro futuro o de consecuencias aversivas para el sujeto. El componente ansioso podría ser debido a una sensibilidad excesiva al castigo. Se define por una predisposición para cambiar frecuentemente de estado de ánimo. se trataría de determinar la valencia del estímulo para así activar un sistema u otro. que la manía (caracterizada por una impulsividad extrema. la presencia de claves para la recompensa o para el castigo lleva a una mayor actividad y alerta y fortalece la intensidad de cualquier respuesta conductual que sea seguida de claves con un gran componente motivacional. Modelo de Siever y Davis Siever y Davis (1991) propusieron un modelo similar al de Gray. Esto es. el cual tendría su respaldo neurológico en la zona medial del hipotálamo. este primer factor es paralelo al sistema de evitación activa de Gray. discurso apresurado y relaciones inestables). Esta percepción temerosa de la realidad hace que se produzca un arousal más elevado y inhibición pasajera de la respuesta motora. Estas personas tienen dificultad para anticipar las consecuencias de sus acciones. siendo las personas que presentan conductas de este rasgo. Respecto a la aplicación en la psicopatología. este componente es considerado paralelo al factor Neuroticismo (Nigg. Este cuarto componente responde a la activación del sistema de aproximación o del sistema de evitación activa. En esta misma época Gray estableció un mecanismo de decisión. por ejemplo. El tercer factor que definen estos dos autores es el de Inestabilidad afectiva. Es decir. Estos sujetos desarrollan estrategias de afrontamiento para 74 . En este factor se describen umbrales muy bajos para responder a estímulos tanto de carácter externo como interno.sistema de activación reticular ascendente. Los autores presentan correlaciones de este factor con los niveles bajos de sertonina. y noradrenalina. combinado con una actividad elevada del sistema de aproximación. otra interpretación podría ser que la presencia de ese componente de agresividad reflejaría una baja activación del sistema de evitación activa además de una alta respuesta del sistema de lucha/huida. Gray (1991) sugirió. Se añadieron a los tres primeros. hostilidad-agresividad y nivel de actividad. El modelo original describía tres dimensiones de la personalidad que fueron postuladas como genéticamente independientes una de la otra. búsqueda de la novedad. Inicialmente. El factor búsqueda de sensaciones fuertes está relacionado con el factor de psicoticismo de Eysenck. Zuckerman et al. 1999). haciendo referencia al componente de emociones negativas. evitación del daño y dependencia de la recompensa. Estas dimensiones se llamaban. Esta dimensión refleja la capacidad individual para percibir y atender a la información importante. la organización cognitivo/perceptual. Las alteraciones en esta dimensión producen déficits en atención y procesos de selección que influyen en la evaluación cognitivio/perceptiva del individuo. se procesa la información basándose en experiencias previas y la selección de las estrategias apropiadas de respuesta. además de estudios psicométricos de la personalidad en individuos y sus gemelos. se sintetizó la información de estudios familiares y de gemelos. Cloninger quería conseguir una mayor comprensión de los trastornos de la personalidad.minimizar los efectos que les produce este exceso de sensibilidad. presentando además elevados niveles de dopamina. Con este paradigma. neuroticismo-ansiedad. persistencia. Y un cuarto componente.. El neuroticismo está ligado a la dimensión neuroticismo de otros modelos. un autoinforme de 100 items. Las bases biológicas de esta dimensión se centran en alteraciones en el sistema dopaminérgico. y de la adquisición de conceptos de la psicología humanística y transpersonal. pero no discriminaba consistentemente entre individuos con trastorno de la personalidad de aquellos con un pobre ajuste social y con perfiles extremos de 75 . El autor dio un paso ampliando el modelo a siete factores. 1987) se desarrolló en dos etapas. autodirectividad (autocontrol).. 1993. Esta extensión del modelo se basó en la síntesis de información acerca del desarrollo social y cognitivo. como los esquizofrénicos. búsqueda de sensaciones fuertes. Estos tres componentes se medían a través del Tridimensional Personality Questionnaire (TPQ). El factor sociabilidad correlaciona con extraversión y con el sistema de aproximación del modelo de Gray. Modelo psicobiológico de Cloninger Este modelo (Cloninger. estudios longitudinales. Los autores establecen que en estos sujetos se ha encontrado una hiperreceptividad del sistema noradrenérgico. estableciendo los siguientes componentes: sociabilidad. esta conclusión se obtuvo a partir de la presencia de este tipo de alteraciones en pacientes con síntomas psicóticos. Modelo de Zuckerman Zuckerman desarrolló su modelo en 1991 y ha realizado sucesivas revisiones del mismo (Zuckerman et al. estudios neurofarmacológicos y neuroconductuales de aprendizaje en humanos y animales. cooperación y autotrascendecia. Se observó que el modelo original de tres dimensiones distinguía entre subtipos de trastornos de la personalidad. y actuar intencionadamente. El aprendizaje ha sido definido como “la organización del comportamiento resultado de la experiencia individual” (Thorpe. mientras que en tareas de memoria perceptual (discriminación de información visual) la realizan igual de rápido que el resto de animales (Malamut et al. la memoria procedimental. se almacena en el sistema cortico-estriado. mientras que esta red de estructuras no se requiere para la retención de memoría implícita que es inintencionadamete recuperada sin algún recuerdo de situaciones experimentadas originalmente (Graf & Schacter. parecen ser esenciales para la consolidación de la memoria explícita que puede ser intencionalmente recuperada. El procesamiento hipocámpico y el almacenamiento a largo plazo en asociación con el cortex. el cual incluye las áreas corticales sensoriales y los nucleos caudado y putamen. como el condicionamiento operante de hábitos y respuestas afectivas. 1984. las cuales se representan mediante palabras. como el paranoide y el esquizotípico se negaban. El aprendizaje asociativo. el córtex entorrinal. imágenes o símbolos acerca de hechos y acontecimientos.personalidad. el núcleo talámico medio. Desarrollo del modelo: La personalidad ha sido descrita como una “organización dinámica dentro de los sistemas psicofísicos internos que determinan la adaptación a su ambiente” (Allport. Algunos trastornos de la personalidad. procesamiento y almacenamiento de la información de las experiencias vividas. 1937). implica procesamientos perceptivos presemánticos que codifica la información visoespacial y de carácter afectivo. Dos tipos de sistemas de memoria han sido diferenciados. Zola-Morgan et al. Un ejemplo de la separación anatómica de estos dos sistemas de memoria es que los monos con el sistema hipocampo-amígdalico extirpado presentan daños severos en tareas de memoria conceptual (de reconocimiento visual) donde se les presenta la información con un periodo de un 1 minuto de retraso.1985.. a esta memoria se llama memoria explícita. implícita o inconsciente. la memoria perceptual.Q. formación hipocampal. 1991).. tales mecanismos pueden operar independientemente de los procesos declarativos. y además algunos factores establecidos por otros modelos dimensionales no podían ser explicados por el T. 1956). Squire & Zola-Morgan. requiere tener una experiencia perceptiva de los hechos pero no implica un recuerdo 76 . Estudios de lesión en humanos y en otros primates ha mostrado que la información de los conceptos es procesada y almacenada en el sistema cortico-limbo-diencefálico que incluye las áreas sensoriales del córtex. No obstante. Bachevalier. las diferencias entre los individuos en sus sistemas adaptativos implicados en la recepción. Por un lado se tiene las experiencias conscientes. En contraste. cortex prefrontal ventromedial y el cerebro anterio-basal. 1990). la amígdala. definen la personalidad en general. 1986. los cuales tienen un significado concreto y unas relaciones funcionales unos con otros. En contraste con este tipo de información. que se pueden declarar verbalmente.P. intencionales o abstractos. dependencia de la recompensa y persistencia). Se considera el sesgo heredable en la inhibición e interrupción de conductas. en el cual la comunicación simbólica puede alterar experiencias del ambiente y de la conducta. el aprendizaje de conceptos.consciente o reconocimiento de las contingencias que modificaron el comportamiento. conductas pasivas de evitación. evitación del daño. dependencia de la recompensa. presumiblemente reflejando el sesgo de la herencia en el procesamiento de la información por el sistema de memoria perceptual. es la base heredable en el mantenimiento de conductas. La tercera dimensión temperamental. Las dimensiones temperamentales fueron definidas en términos de diferencias individuales asociadas al aprendizaje de respuestas a la novedad. aproximación social y dependencia de la aprobación de los demás. tales como preocupación pesimista en la anticipación de problemas futuros. Estas cuatro dimensiones serán referidas como factores temperamentales (búsqueda de la novedad. cooperación y autotrascendencia). sin embargo los otros tres factores se consideran dimensiones de carácter (autocontrol. y se manifiesta con conductas sentimentales. toma de decisiones impulsivas. 77 . En cambio. como es el aprendizaje verbal. desmedido acercamiento para conseguir una recompensa. La dimensión búsqueda de la novedad se ve como un sesgo heredable en la iniciación o activación de las conductas tales como la frecuente actividad exploratoria. sí implica un componente de recuerdo consciente. miedo a la incertidumbre y la timidez a los extraños y la rapida fatigabilidad. El segundo factor temperamental es evitación del daño. En este modelo psicobiológico. peligro o castigo y recompensa. cuatro dimensiones de personalidad implican respuestas autonómicas y preconceptuales a estímulos percibidos. pérdida fácil de la paciencia y evitación de la frustración. La autoestimulación con electrodos en neuronas dopaminérgicas está acompañada por una activación locomotora en animales y de experiencias subjetivas de placer y satisfacción en humanos (Heath.Estas tres dimensiones se reflejan en las variaciones de tres sistemas cerebrales descritos en la Tabla siguiente (Cloninger. La amígdala está implicada en las respuestas activas de evitación y preparación para la lucha. La conducta motora exploratoria y espontanea en los mamíferos en un ambiente nuevo. y entorrinal (Moore & Bloom. cingulada anterior. 1978). escape Inhibición conductual (evitación del daño) Serotonina Señales condicionadas de castigo o novedad Evitación pasiva o extinción Mantenimiento conductual (dependencia de la recompensa) Noradrenalina Señales condicionadas para una recompensa o alivio de un castigo Resistencia a la extinción Los rasgos de búsqueda de la novedad se ven controlados por los sistemas cerebrales que regulan las conductas de activación conductal o incentivos. 1980. Wise. la activación conductual está asociada con patrones particulares de medidas fisiológicas. incluyendo el septum. reciben los inputs de varias fuentes y proyectan impulsos al prosencéfalo. 1964. Fowles. via la amígdala y el caudado. Relación entre las dimensiones de personalidad y los sistemas cerebrales Sistema cerebral (relacionado con la dimensión de personalidad) Neuromodulador principal Estímulo relevante Respuesta conductual Activación de la conducta (búsqueda de la novedad) Dopamina Novedad Recompensa potencial Alivio potencial de un castigo Búsqueda exploratoria Acercamiento Evitación activa. 1976). concretamemte. en unión con el córtex y el hipotálamo. con un incremento de la tasa cardiaca y decremento de los umbrales sensoriales (Fowles. Las lesiones en el nucleo accumbens o en el 78 . Routtenberg. Los inputs dopaminérgicos incluyen vías ascendentes a la formación reticular y descendentes desde el hipotálamo. Las células dopaminérgicas del cerebro medio. en las proyecciones mesolímbicas (desde el tegmento ventral a las estructuras límbicas.). incluyendo las áreas medial central. 1980. 1987): Tabla 1. Obrist. Asimismo. 1978. Cloninger señala cómo en los mamiferos las proyecciones dopaminérgicas hacia el prosencefalo juegan un papel central en todas las funciones de la via nigroestriada. el nucleo accumbens y la amígdala). y las proyecciones mesofrontales (desde el tegmentum ventral al neocortex. está regulada por las proyecciones dopaminérgicas mesolímbicas. incluyendo un feedback desde el córtex cerebral. 1980. La noradrenalina parece ser el mayor neuromodulador de los rasgos que forman la dimensión dependencia de la recompensa. tales como las anfetaminas o la cocaína. en respuesta a estímulos novedosos que no son emparejados con recompensas. el incremento del aprendizaje de pares asociados por la liberación de norepinefrina ocurrirá principalmente. Este neurotransmisor juega un papel muy importante en el aprendizaje y memoria de nuevos pares asociados (Frith et al.tegmentum ventral llevan a la negación de los estímulos ambientales nuevos y a reducir la conducta espontanea y de investigación. Las proyecciones ascendentes serotoninérgicas desde el núcleo rafe hasta la sustancia negra inhiben las neuronas dopaminérgicas nigroestriadas. 1977. mientras que los antagonistas de dopamina. No obstante.. mas que señales de castigo condicionado o señal de frustración. septum y la formación hipocampal. tales como el sistema hipocampal. Las proyecciones colinérgicas del area tegmental ventral y el núcleo basal de la amígala. Respecto a la dimensión de evitación del daño se encuentra regulada por los sistemas cerebrales de inhibición de conductas. excitan el cortex prefrontal y estimulan la liberación de hormonas. en el comienzo de las recompensas o la compensación del castigo. desde el área tegmental ventral y el núcleo basal de Meynert (Cloninger. Crow & Deakin. y se proyecta a las estructuras límbicas e hipotalámicas. Esta diferencia sería atribuible a la inhibición del locus coeruleus por la serotonina en el comienzo del castigo. (Thiebot et al. Los agonistas de la dopamina. además del alcohol y opiaceos. incluyendo la amigdala. 1985). 1986). 79 . facilita las asociaciones condicionadas que se puedan realizar. facilitan la transmisión dopaminérgica y la activación conductual. y son esenciales para la inhibición condicionada de las señalas de actividad de castigo y frustración. reducen la conducta de exploración y refuerzan la anhedonia. pero se proyectan por casi toda las regiones del cerebro con ramas de axones muy elaboradas. que forman redes muy finas con muchas varicosidades (zonas que están marcadamente hinchadas o dilatadas). tales como el haloperidol. incluyendo el septum y el hipocampo. y proyecciones colinérgicas al neocortex prefrontal. se observa que la noradrenalina liberada. además del cortex prefrontal. Las neuronas serotoninérgicas del núcleo rafe se proyectan al sistema límbico. Las proyecciones frontoestriales reducen la actividad exploratoria inhibiendo las neuronas dopaminérgicas del núcleo caudado. bajo condiciones naturales. estudios con roedores indican un mayor efecto del sistema noradrenérgico en la formación de signos condicionados de recompensa o alivio de castigo. tales como la corticotropina y el cortisol. En general. o en la omisión de las recompensas esperadas (Warburton. 1984). mientras que las lesiones parciales pueden llevar a la hiperactividad (Stellar & Stellar. atravesando todo el neocortex. 1985). proyecciones serotoninérgicas desde el núcleo rafe en el tronco cerebral. Consecuentemente. El número de neuronas noradrenergicas es pequeño. La mayor vía ascendente noradrenérgica alcanza desde el locus coeruleus. 1985). 1987). Asimismo. la mayoría de las personas se concentran en los valores intermedios. pero las relaciones existentes en la variabilidad ambiental lleva a diferentes estructuras del comportamiento observado. lleva a la inhibición de situaciones inciertas o no familiares. la dependencia a la recompensa predispone hacia una continua búsqueda de recompensa. Las personas que no tienen una actividad basal reducida en el fascículo noradrenérgico se espera que respondan a las señales de carácter social y que persistan en las conductas de búsqueda de la recompensa incluso cuando sean frustrantes. Existen diferencias individuales en el grado de reacción a tales señales. la dependencia de la recompensa predispone al mantenimiento de las actividades familiares. Cloninger plantea relaciones entre estas tres dimensiones. Más específicamente. Así. Como resultado de esta influencia moduladora. La estructura del temperamento en este modelo fue inferida a través de una gran cantidad de estudios genéticos de personalidad en humanos. las influencias ambientales sobre la conducta de evitación del daño se comparten entre las otras dimensiones. Más aún. además de la evitación pasiva del castigo y la no recompensa. Las diferencias entre los individuos se basan en estas dimensiones. El comportamiento resultante es el equilibrio entre las conductas de aproximación y evitación pasiva. se manifiestan al comienzo de la vida. es decir. Las conductas de evitación del daño. Estos aspectos de la personalidad denotan rasgos que son normalmente considerados factores temperamentales porque son heredables. mientras que la evitación del daño predispone a la extinción del comportamiento. y estudios neurobiológicos sobre la organización funcional de las redes neuronales. mientras que la dimensión de evitación del daño lleva a conductas inhibidas o evitación pasiva. mientras que la búsqueda de la novedad lleva a iniciar actividades nuevas que sean potencialmente recompensadas. “Eso es bueno”). el comportamiento resultante es el equilibrio entre las conductas de mantenimiento y extinción. otra vez. que han sido previamente recompensadas. y el condicionamiento verbal del reforzamiento social se encuentra dañado en las personas que no son dependientes de las recompensas. en respuesta a las situaciones de frustración. y aparentemente. que regulan el aprendizaje clásico y el operante en las respuestas de los roedores a estímulos simples. en respuesta a estímulos novedosos. con connotaciones tanto apetitivas como 80 . Las variaciones genéticas de cada dimensión siguen una distribución gausiana o normal.Indicaciones verbales de aprobación (por ejemplo. sirven como una influencia moduladora en las conductas de búsqueda de la novedad y de la dependencia de recompensa. serían consideradas como señales condicionadas de recompensa. implican procesos de aprendizaje preconceptual e inconsciente. mientras que aquellos que tienen una actividad basal noradrenérgica elevada son más prácticos y más rápidos en detener su actividad cuando no es gratificante (Cloninger. la variación genética es independiente. la dimensión búsqueda de la novedad lleva a conductas de aproximación y de actividad. las cuales son observables desde la temprana niñez y son moderadamente predictoras del comportamiento de la adolescencia y de la vida adulta. a pesar de la frustración y la fatiga. con lo que . como resultado de una rápida reorganización conceptual de la experiencia. pero estos pueden ser modificados y condicionados por el resultado de cambios en el significado y lo que destaquen los estímulos que han sido determinados por nuestro concepto de identidad. De este modo. Este desarrollo lo establece en términos del insight del aprendizaje o reorganización del autoconcepto. y eran genéticamente homogéneos e independientes unos de otros. y a la vez promueven el comportamiento. Desde esta idea Cloninger (1993) establece cómo se desarrolla las dimensiones del carácter. sin embargo no correlacionaba con otros aspectos de esta dimensión (conducta sentimental. Los seres humanos procesan o convierten algunos inputs sensoriales en símbolos abstractos. atadura social y dependencia de la aprobación de los otros). 1987). se influye uno sobre el otro. La perseverancia. son inicialmente determinadas por los factores temperamentales. confirmaron esta estructura con la excepción que la perseverancia emergió como una cuarta dimensión independiente. originalmente. el cual puede a su vez modificar el significado y valencia del estímulo a los cuales la persona responde. Los estudios etológicos sugieren que el aprendizaje basado en el insight se desarrolla después del aprendizaje basado en el temperamento (Cloninger & Gillian. y por qué estamos aquí. por consiguiente. Aprender a realizar este proceso implica el desarrollo de una nueva respuesta adaptativa. En los seres humanos. quién y qué somos.aversivas. Los estudios realizados con el T. y resumir abstracciones que influyen en los objetivos conductuales y en las expectativas. Un estudio de gemelos confirmó que cada una de estos cuatro factores temperamentales tenían una heredabilidad entre el 50% y el 65%. mantener o detener conductas. se pensó que era un componente de la dimensión dependencia de la recompensa.Q. el desarrollo de la personalidad se parece como un proceso epigenético iterativo en el cual los factores temperamentales heredables. Desde esta perspectiva. el aprendizaje del insight incluye aprendizaje verbal. las características de la asociación estímulo-respuestas depende del significado conceptual y de lo sobresaliente del estímulo percibido. el desarrollo del temperamento y del carácter. inicialmente promueven la interiorización del aprendizaje del autoconcepto.P. se evaluaba como conductas de persistencia. Nuestras respuestas automáticas inconscientes para iniciar. y es definido como la aprehensión de relaciones. la adquisición de un conjunto de aprendizajes o como aprender. El insight implica la organización conceptual de lo percibido. Cloninger (1993) describe el carácter en términos de repuestas parciales para diferenciar conceptos como el yo. Tres aspectos del desarrollo del autoconcepto 81 se distinguen de acuerdo. como parte integrante de la humanidad o de la sociedad. en vez de culpar a otros y a las circunstancias. o la capacidad de un individuo para controlar. La autodirectividad puede ser formulada como un proceso de desarrollo con varias etapas o aspectos: 1) aceptación de la responsabilidad de las propias elecciones. Cloninger (1993) considera que la evaluación de la autodirectividad es crucial para el diagnóstico. cooperación y auntotrascendencia. o como parte integrante de la unidad de todas las cosas (esto es. 4) autoaceptación y 5) congruencia con la propia naturaleza versus desconfianza personal.persona identifique su yo: como individuo autónomo. el cual muestra que todas las cosas que forman parte de él son interdependientes). La dimensión denominada autocontrol (autodirectividad) era el factor clave para determinar la presencia o la ausencia de trastorno de la personalidad. y adaptar el comportamiento para ajustarse a la situación. Este concepto se refiere a la autodeterminación y fuerza de voluntad. 82 . 3) Desarrollo de habilidades y confianza en la resolución de problemas. de acuerdo con los objetivos y valores individualmente elegidos. el universo. regular. porque la baja autodirectividad es una característica común de todas las categorías de los trastornos de la personalidad. 2) Identificación de los valores y objetivos individuales versus falta de directividad en los objetivos. Cada aspecto del autoconcepto corresponde a las tres dimensiones del carácter que Cloninger denominó: autodirectividad (autocontrol). (1993) encontraron que puntuaciones bajas en este factor. Todas las categorías de los trastornos de la personalidad están asociadas con bajas puntuaciones en cooperatividad.) acerca de aspectos de la autodirectividad Subescala SD1 x x SD2 x x SD3 x x SD4 x x SD5 x x Contenido Responsabilidad vs Culpabilización Suelo sentir que soy víctima de las circunstancias.C. Svrakic et al. Mis actitudes están ampliamemente determinadas por influencias que están fuera de mi control. en individuos quienes se destacaban por tener puntuaciones altas o moderadamente bajas en el factor de autodirectividad. 4) compasión versus venganza.) acerca de aspectos de la cooperación Subescala Contenido 83 . tienden a ver el mundo y a los otros como hostiles y alienados. Preguntas de muestra del Inventario de Temperamento y Carácter (T. Por el contrario las personas cooperadoras sienten que forman parte del mundo siendo útiles. indicaban una gran probabilidad de trastorno de la personalidad.I. La mayoría de mis hábitos me impiden llevar a cabo objetivos que valgan la pena La segunda gran dimensión del modelo de Cloninger es la cooperatividad.C. mientras que las personas que no son cooperativas son descritas. serviciales y compasivos. Este factor fue diseñado para medir diferentes aspectos del caracter relacionados con agradar versus agresión propia y hostilidad. 2) empatía versus desinterés social. la probabilidad de un diagnóstico de trastorno de la personalidad fue aumentando a medida que sus puntuaciones eran más bajas en cooperatividad.I. Resolución vs Falta de objetivos Mi conducta está guiada por objetivos sólidos que yo he establecido en mi vida. Los individuos cooperativos son descritos como socialmente tolerantes. La mayoría de la gente parece tener más iniciativa que yo. no serviciales y vengativos. Preguntas de muestra del Inventario de Temperamento y Carácter (T. Este factor puede ser formulado como un desarrollo de procesos con varias etapas y aspectos: 1) aceptación social versus intolerancia. Iniciativa vs Pereza Suelo mirar con dificultad una situación cuando es un reto u oportunidad. como socialmente intolerantes. Las personas que no son cooperadoras. empáticos. Particularmente. Autoaceptación vs Autorrechazo Yo deseo estar mejor que lo demás Suelo desear ser más poderoso que los demás Congruencia vs Hábitos incongruentes Pienso que mis respuestas naturales son ahora más consistentes con mis principios y objetivos generales. Tabla 3. y 5) principios solidarios versus intereses propios. sintiendo la ayuda de los demás y el respeto mutuo. Suelo sentir que mi vida tiene poco sentido.Tabla 2. desinteresados en las otras personas. 3) ser servicial versus no serlo. 1911. Es tonto prometer éxito a otras personas.C1 x C2 x x C3 x x C4 x x C5 x x Aceptación social vs Intolerancia Suelo aceptar a los otros como son. White. no hay un yo individual porque no hay diferenciación. incluso si ellos parecen ser personas sin importancia o malas. pero no diferenciaba a los pacientes que tenían trastornos de la personalidad de aquellos que no tenían. Amabilidad vs No-amabilidad Me gusta ayudar a encontrar una solución a los problemas para que todo el mundo salga adelante. principalmente en la etapa avanzada de la vida adulta. Empatía vs Desinterés social Con frecuencia me puedo imaginar en la situación de otro persona. incluso cuando son diferentes de mí. Me divierte vengarme cuando alguien me ha herido Principios vs Autobeneficio Todo el mundo debería ser tratado con dignidad y respeto. El autor considera que esta conducta está asociada con el propósito de conseguir una vida satisfactoria y una eficiencia personal. Svrakic et al. han sido unos comportamientos abandonados en los inventarios de personalidad. 1985). 1985). 1961.la persona es una parte activa e integrada en la evolución del cosmos. Por el contrario la autodirectividad y la cooperación fue más baja en toda la población con trastornos de la personalidad. Wilber. entre el yo y los otros. (1993) encontraron que este factor se encontraba de manera más disminuida en pacientes internos psiquiátricos que en adultos de la población general. Deseo que la gente no hable de todo lo que ha hecho. a pesar que las conductas de meditación son bastantes frecuentes en la sociedad. recientemente. Cloninger considera que. La deshonestidad solamente causa problemas si te pillan La última gran dimensión del carácter de Cloninger es la autotrascendencia. porque las personas que padecen este último trastorno tienden responder afirmativamente preguntas acerca de la percepción extrasensorial y otros aspectos de 84 . Esto implica un estado de conciencia unitaria en la cual todo es parte de una totalidad. ha proporcionado descripciones de las experiencias subjetivas y cambios en el comportamiento de gente que ha conseguido el estado de nirvana o autotrascendencia como resultado de las técnicas de meditación trascendental (Watts. Por otro lado la psicología transpersonal. En esta conciencia unitaria. Compasión vs Venganza Sería bastante amable más que conseguir vengarme cuando alguien me hace daño. La autotrascendecia se refiere a la identificación con todo lo existente como partes esenciales de un todo. Esta última dimensión puede ser útil para diferenciar el trastorno esquizoide de la personalidad del esquizotípico. Mucha información acerca de la conducta observable de individuos autotrascendentes ha sido escrita basándose en las vidas de los santos y los místicos (Underhill. de tal manera que puedo entender lo que realmente le pasa. 85 . o se demuestran por la observación objetiva. establece unas etapas en el desarrollo de esta autotrascendencia. la cual es posiblemente la fuerza divina de todos los fenómenos. no solamente las místicas: 1) auto-olvido versus experiencia auto-consciente. Cloninger (1993). Tal situación de absorción lleva a la identificación “transpersonal” con las cosas externas al yo individual. y fascinado por alguna cosa (Maslow. Esta situación transpersonal lleva a la aceptación espiritual o la comprensión de las relaciones que no pueden ser explicadas mediante razonamientos analíticos. Estas fases pueden ser simplificadas en experiencias básicas y comportamientos que han sido descritos en el amplio espectro de la gente y las culturas. Ellos experimentan el sentimiento de formar parte o ser guiados por una maravillosa inteligencia. intensamente concentrado. Al igual que las otras dos dimensiones. 2) identificación transpersonal (identificación con la naturaleza) versus autodiferenciación. y 3)aceptación espiritual versus materialismo racional. La persona se debe identificar (o sentirse en unión espiritual) con algo o con todo. La espiritualidad ha sido definida como ansiedad interna de ser inmortales de la humanidad (Shaku. 1971). 1906).la autotrascendencia. En tal situación. las personas olvidan donde están y pierden todo el sentido del paso del tiempo. La sensación de olvido de esta autotrascendencia ha sido descrita por la gente como la misma sensación que se percibe cuando alguien está absorbido. C. Identificación transpersonal vs Auto-aislamiento A veces. Aceptación espiritual vs Materialismo racional Parezco tener un sexto sentido que a veces me permite conocer que es lo que va a suceder. La importancia de la auto-trascendencia en el desarrollo del carácter es discutible en el comienzo de la vida. A menudo cuando miro una cosa normal. pero va adquiriendo una mayor importancia cuando la persona se enfrenta con problemas o encara la muerte. He realizado verdaderos sacrificios para conseguir que el mundo sea un lugar mejor. Subescala ST1 x x x ST2 x x x ST3 x x x Contenido Auto-olvido vs Auto-consciencia Suelo estar tan absorto con las cosas que hago que me abstraigo del espacio y el tiempo. He tenido momento de gran unión en los cuales de repente tengo un claro y profundo sentimiento de unión con todo lo que existe. La edad correlacionó altamente con la dimensión auto-directividad. las mujeres tenían puntuaciones más altas en cooperación y en el componente de auto-trascendencia. alguien que tenga puntuaciones bajas en auto-directividad y cooperación es probable que tenga un trastorno de la personalidad. y cooperación pero no con auto-trascendencia. la pobreza e injusticia. Preguntas de muestra del Inventario de Temperamento y Carácter (T. dependiendo de su caracter y circunstancias. Finalmente.) acerca de aspectos de la auto-trascendencia. y viceversa. explicando menos del 3% de la varianza de la escala. A veces. tengo el sentimiento que es una situación nueva. Los sujetos con variantes extremas de temperamento tienen la posibilidad de conseguir una buena adaptación. Respecto a la relación con variables sociodemográficas. como intentar prevenir una guerra. siento una conexión espiritual a otras personas que no puedo explicar con palabras A veces. he sentido que mi vida es guiada por una fuerza espiritual más fuerte que cualquier ser humano. No hubo diferencias entre los sexos en la dimensión autodirectividad o en otros aspectos del factor auto-trascendencia. Cloninger considera que el tener disponibilidad a este conjunto de medidas de la personalidad debería facilitar la evaluación y 86 . me siento conectado con la naturaleza de tal manera que todo parece ser parte un mismo organismo vivo.Tabla 4. El efecto del origen cultural en el carácter fue pequeño. Svrakic et al. hay que señalar que Cloninger en este trabajo de 1993 indica que las dimensiones del carácter ayudarán a clarificar los conceptos de trastorno de la personalidad.I. No obstante. Adoro el florecimiento de las flores en primavera tanto como ver a un viejo amigo otra vez. (1993) indican que solamente los síntomas del trastorno esquizoide de la personalidad estuvieron significativamente correlacionados con puntuaciones bajas en autotrascendencia. algo maravilloso sucede. aceptación espiritual. Los autores consideraron estos dos componentes como ortogonales. mientras que las dimensiones caracterológicas están mas relacionadas con el desarrollo del autoconcepto. entre los niveles medios del componente control del ego y niveles elevados del componente capacidad de recuperación. 1992. la cual Block y Block (1980) consideraron que era el yo control.H. social. Block y Block (1980) desarrollaron un modelo basándose en la idea del yo psicológico y en los postulados teóricos de Lewin (1935). Dos son las propiedades centrales de este sistema descritas por Lewin. La segunda característica central pera Lewin fue la elasticidad. moral y espiritual). Block y Block señalaron que este componente puede ser inadecuado para la adaptación en sus posiciones extremas. MODELOS DE LA PERSONALIDAD BASADOS EN EL ANÁLSIS FACTORIAL Modelo de rasgos psicodinámico de dos factores de Block y J. Block y Block denominaron el yo resistencia (capacidad de recuperación). pero varias investigaciones (Eisenberg & Fabes. Block J. Eisenberg. o determinar la manera como van a ser manifestadas conductualmente. procesamiento de la información y desarrollo (cognitivo. Fabes. decir que las cuatro dimensiones del temperamento están más directamente unidas a determinantes neurobiológicos y genéticos de la conducta. Guthrie & Reiser. además de facilitar estudios sobre la herencia. un bajo ego-control lleva a manifestar comportamientos impulsivos y un excesivo control puede llevar a desarrollar una psicopatía. Lewin establecía una interrelación entre los sistemas de la personalidad humana. Sus funciones serían contener o no contener las necesidades y tensiones psicológicas. Esto es. personal.clasificación de los trastornos de la personalidad. La primera es la permeabilidad. 87 . y así lo tomaron Block y Block. Con esto se hacía referencia a la capacidad dinámica de la persona para moderar su control y dirigirlo en la dirección más adecuada a la situación. Una mejor adaptación resulta en un aumento del yo resistencia y una peor adaptación hace que el yo resistencia disminuya. en prensa) han argumentado que existe una asociación. En resumen.H. La premisa fundamental es que las funciones del yo comprenden un sistema que media la relación entre las necesidades interiores y el sistema sensoriomotor (respuesta conductual). El factor de extraversión describe personas sociables. además de activas e impulsivas. La mayoría de los items de impulsividad que se recogían en el factor de extraversión o fueron eliminados del test o formaron parte del nuevo factor. durante muchos años. Eysenck El modelo teórico desarrollado por Eysenck & Eysenck (1985) asume que en unos pocos rasgos se pueden agrupar toda la estructura de la personalidad.Eysenck hipotetizó que estos rasgos se sustentaban o dependían de las variaciones en los umbrales de activación por el cual los sistemas corticales inhibían señales de activación provenientes del sistema de activación reticular. Watson y Clark (1993) propusieron un modelo con tres dimensiones etiquetadas como temperamento negativo. Zuckerman. no pertenecían al mismo factor (Guilford. 1991). 1991). aunque algunos investigadores han criticado que también se incluyeran aspectos sobre la búsqueda de sensaciones (Zuckerman. Este factor se describió como un componente de características agresivas. emocionalidad positiva (extraversión) y represión (bajo psicoticismo). Posteriormente. y desinhibición (versus represión). temperamento positivo. Teta & Kraft. Eyesnck en 1975 publicó una versión revisada de su instrumento (Eysenck Personality Questionnarie) en el cual añadió un tercer factor denominado psicoticismo. el instrumento de medida para este modelo (Eysenck Personality Inventory) incluyó los factores extraversión y de neuroticismo. quedarían reunidas las conductas de socialización.J. Kuhlaman. Joireman. y señales de activación del sistema límbico en el caso del factor neuroticismo. Eysenck postuló unas bases biológicas para sus factores.Modelo de tri-factorial de H. Modelo de Tellegen (1985) construyó un instrumento para medir emocionalidad negativa (neuroticismo). en el caso del factor extraversión. H. Esta estructura de tres factores ha sido ampliamente replicada partiendo desde modelos teóricos diferentes. extraversión y psicoticismo. Siguiendo los resultados de su análisis factorial y partiendo de los principios de aprendizaje de Paulov. Y se suele considerar una conducta desinhibitoria versus represión (Watson & Clarck. En el factor extraversión. 1975.J. El factor neuroticismo se refería a la estabilidad emocional versus a la tendencia de sentir emociones negativas tales como la ansiedad y el enfado u hostilidad. No obstante. H. 88 . 1993). antisociales e impulsivas.J.Eysenck (1947) desarrolló un modelo con tres grandes factores: neuroticismo. se observó que los componentes de impulsividad y sociabilidad. o un componente de psicopatía o de búsqueda de sensaciones asociales (Zuckerman. 1993). fueron dos psicólogos alemanes. sin embargo esta idea fue la precursora de los trabajos posteriores. lo que hizo que todo lo referente a temas referidos al comportamiento interior del ser humano fueran relegados del interés de la psicología y el campo de la personalidad también entró en este saco. hubo investigadores como Fiske (1949).. Norman (1963). Norman y Goldberg (1966) que fueron poco a poco construyendo una reputación bien sólida de este modelo. En los años 60. Y otra de las razones que se aluden también la dominancia de las teorías de Eysenck y Cattell en el campo del estudio factorial de la personalidad. Tupes y Chistal (1961). Tupes y Christal denominaron a estos factores como: surgency (extraversión). disposición y humor. Norman (1963). mediante la técnica del análisis factorial obtuvo los cinco factores. 89 .Modelo de “ Los Cinco Grandes” Digman (1990) en la presentación que realiza del modelo Five-Factor en la revista Annual Review of Psychology. afabilidad. tesón. y una de las causas fue el auge en estos años del conductismo.. (posteriormente se llamará a Journal of Personality). Más adelante.. temperamento. Una de sus contribuciones fuer la publicación en 1932 en el primer número de la revista Character and Personality. Digman (1990) aclara que el significado que McDougall atribuyó al término factor no es el mismo que se entiende ahora.la personalidad sería favorecida si se diferenciasen cinco factores distintos. estabilidad emocional y cultura. un texto en el cual se discutía sobre el significado de los términos carácter y personalidad. sin embargo este estudio no tuvo el impacto necesario. Thurstone (1935) realizó un análisis factorial de 60 adjetivos obteniendo cinco factores. Tupes y Christal (1961) también realizaron un estudio empleando la misma muestra en la cual se habían evaluado las 30 escalas bipolares de Cattell y demostraron la existencia de cinco factores. Lo que sucedió que después de los trabajos de McDougall fue cuando se enfatizó los trabajos en este campo. Desgraciadamente. Al final de este texto presentaba la idea pionera sobre la teoría de los cinco factores: :. carácter. existían todos los ingredientes necesarios para que este modelo saliera adelante. los cuales daban cuenta del concepto de personalidad. A pesar de este olvido. sin embargo no ocurrió. Durante muchos años este modelo no fue centro de interés para la psicología debido a que los focos de atención se centraban en el estudio de las teorías de Freud o de Erickson. Borgatta(1964). Klages (1926) y Baumagarten (1933) los que realmente influyeron en los trabajos posteriores de autores como Allport y Odbert (1936).estructura altamente compleja y que engloba muchas variables”. permaneciendo desconocida para el resto de la comunidad científica. conoció el trabajo realizado por estos dos autores y presentó una replica del estudio de Tupes y Christal. denominados. El estudio de Fiske fue realizado en la administración de veteranos y contando con Cattell como consultant. intelecto. el trabajo de estos autores fue publicado en una revista del ejercito americano. aclara que a pesar que fue McDougall el que ha recibido el título de pionero en los trabajos sobre la revisión de la terminología empleada en la personalidad. generosidad y apoyo emocional. x Afabilidad (cordialidad): se define los comportamientos confiados. Los autores también siguen los mismos pasos respecto a la cuarta dimensión estabilidad emocional. 1985) ha sido interpretada como un componente de valores humanos. Guilford y Zimmerman (1949) propusieron que el rasgo fundamental de esta dimensión era la simpatía. rencor y celos. Hampson. Existe un acuerdo respecto al número de dimensiones. indiferencia hacia los otros. Respecto a la tercera dimensión tesón. 1990. x Estabilidad emocional (neuroticismo): viene definido por el nivel de control emocional y control de impulsos de la persona. 1963. A esto contribuyeron tres líneas: una de ellas fue el revival por el interés en el campo de la personalidad. Digman y Takemoto-Chock (1981) juzgaron que la interpretación como conformidad agradable versus hostilidad no complaciente sería la más adecuada para esta dimensión. x Tesón (responsabilidad): refleja el grado de organización y persistencia manifestada por el individuo. Fiske (1949) consideró que la conformidad a las normas sociales era el componente central de este factor. egocentrismo. tales como altruismo. sin embargo esta concordancia no se encuentra en el significado de cada una de las mismas (Digman. 1986) y una tercera vía fue el análisis de los inventarios de personalidad. John & Goldberg. Y en el otro extremo de la dimensión se encontraría un componente de hostilidad. 1981. si se consideraba a la afabilidad y docilidad como los componentes más importantes. otro punto de interés se encuentra en la revisión sobre los términos empleados en este campo (Goldeberg. Costa y McCrae. definida por un componente de afecto negativo o según Tellegen (1985) emocionabilidad negativa. de aceptar ideas o valores diferentes a los suyos. considerándola como la paralela a la dimensión extraversión/introversión de Eysenck (1947). Norman. 1961. altruistas y que tienden a tener un buen carácter. 1988. 1980. Hampson. x Apertura mental (apertura a la experiencia): el grado en que la persona quiere conocer experiencias nuevas. debido a que uno de 90 . Goldberg. 1981. Existe un consenso respecto a la primera dimensión. La segunda dimensión afabilidad (Tupes & Christal.Fue en el comienzo de los años 80 cuando volvió a resurgir el interés por estas dimensiones. 1982. 1990). Digman y Inouye (1986) han señalado que el término inglés conscientiousness (escrupulosidad) es un término ambiguo. Como resultado de estas investigaciones se han obtenido los siguientes cinco factores: x Energía (extraversión): viene definido por la capacidad de la persona por establecer relaciones interpersonales y el nivel de actividad en su comportamiento. hostilidad. Por otro lado presentan una tendencia a desarrollar ideas y fantasías. En la dimensión de tesón se define como muy competente en las cosas que realiza. Por último. manifestándose mediante estados de ansiedad. No son personas abiertas respecto a sus sentimientos. honrado y sumiso. Digman y Takemoto-Chock. son personas poco calurosas en sus afectos y que tienden a estar solos. Son poco calurosos en sus relaciones pero sin embargo buscan emociones. Digman y Inouye. Trastorno de la personalidad antisocial: presentan comportamientos de tipo neurótico. 1967. sumisión. hace referencia a la segunda dimensión de afabilidad. nada abierto respecto a los sentimientos y acciones y es poco afable. al igual que los esquizoides.sus significados: persona que se guía por su conciencia y escrupulos. sentimentalismo poca autodisciplina. 1993). 1981. impulsividad y vulnerabilidad hacia episodios psicóticos.. Trastorno de la personalidad límite: fundamentalmente son personas con gran cantidad de rasgos neuróricos. 1993). depresión. 1986) también como “inteligencia” (Borgotta. como conductas de hostilidad. depresión. depresión y vulnerabilidad hacia episodios psicóticos. En estudios posteriores se empezó a realizar traducciones de los diagnósticos del manual de la A. Digman. altruismo. 1972. y disposición para la fantasía. Hogan (1986) ha agrupado bajo el término de “inteligencia” a los intereses culturales. Poco extravertido (o enérgico según Caprara et al. Trastorno de la personalidad paranoide: poco afable. con conductas 91 .. Hogan. en términos de los cinco grandes (Widiger. Trastorno de la personalidad esquizotípico: son personas con elevadas conductas de neuroticismo. 1969. Muchos estudios han encontrado un nexo de unión entre esta dimensión y el rendimiento educativo (Smith. poco caluroso en sus relaciones. modestia. poco confiado. presentan estados de ansiedad.. La última dimensión apertura a la experiencia ha sido interpretada como “intelecto” (Goldberg. esto es. decir que no son nada afables. Trastorno de la personalidad esquizoide: muy introvertido. flexibilidad de pensamiento. También. 1964) y apertura (Costa y McCrae. McCrae y Costa definen esta dimensión como una apertura hacia sentimientos y nuevas ideas. en relación con “la voluntad para conseguir” o simplemente “voluntad”. impulsividad. Bastante extrovertidos en sus relaciones. aptitud educativa e intereses creativos. 1985). 1993). según Caprara et al. vulnerabilidad hacia estados psicóticos. 1983. Wiggins et al. ausencia de conductas en grupo y de un comportamiento alegre. con rasgos neuróticos (o baja estabilidad emocional.A. 1981). En la dimensión de afabilidad se caracterizan por poca honradez.P. pero son cerrados en cuanto a sus sentimientos. Trastorno de la personalidad por dependencia: presentan niveles altos de ansiedad y depresión. de asertividad. Son bastantes confiadas. Trastorno de la personalidad histriónico: se trata de personas con conductas de hostilidad y con vulnerabilidad a los estados de tipo psicótico. Son bastantes propensas hacia la creación de fantasías. Son muy afectuosas en sus relaciones y mantienen conductas de gregarismo. Trastorno de la personalidad por evitación: se caracterizan por su nivel elevado de ansiedad. Y no tienden a finalizar las cosas una vez que las han iniciado. Respecto a la dimensión de afabilidad suelen ser personas poco honradas y altruistas. ni de asertividad. se definen como agresivas. Trastorno de la personalidad narcisista: en este grupo se reúnen personas bastante extrovertidas. suelen imponer sus puntos de vista. Tienen poca disciplina con ellos mismos. sin embargo. Manifiestan conductas de altruismo. muy abiertas en sus sentimientos y hacia acciones nuevas pero. en sus relaciones personales pero poco asertivos. buscan situaciones excitantes y son personas divertidas. son sumisos. Son activas. Pueden ser a veces muy calurosas en sus relaciones como no serlo.Baja honradez y sumisión. depresión y vulnerabilidad en su estabilidad emocional. Suelen obtener puntuaciones altas en rasgos relacionados con la capacidad de logro. así como vulnerabilidad en su estabilidad emocional. pero poco honradas y muy poco altruistas.de gregarismo. modestos y bastante tiernos en su comportamiento. Y suelen tender a las conductas o pensamientos fantásticos. No son modestas. 92 . Son bastantes pasivas en su comportamiento y no les gusta la búsqueda de situaciones excitantes. y comportamiento alegre. Suelen manifestarse bastante calurosos. ni tampoco tiernas. En su manera de proceder suelen tener niveles bajos en su capacidad de logro. Respecto al componente de su estabilidad emocional o neuroticismo. mantienen una actitud de menor apertura hacia situaciones nuevas. con posible tendencia a la depresión y vulnerables a los problemas relacionados con su estabilidad emocional. No manifiestan conductas de gregarismo. Neuropsicología y neurofisiología de los trastornos de la personalidad Se han realizado una gran cantidad de intentos por describir las bases biológicas tanto de la personalidad normal como de la personalidad anormal y de los trastornos de la personalidad (Eysenck. Eysenck. las cuales fueron evaluadas con el NEO. depresión. Gray. sobre todo en las zonas de los lóbulos frontales. las personas introvertidas tendrían una actividad cortical más elevada que las extravertidas. Contrariamente a lo obtenido en estudios anteriores. no suelen mostrar conductas muy abiertas hacia valores o puntos de vista diferentes a los suyos. regiones septales. Las técnicas en neuroimagen han permitido observar la actividad del flujo sanguíneo en procesos cognitivos y en estados mentales. y altos niveles de vulnerabilidad respecto a problemas en su estabilidad emocional. (1990). Stenberg et al. el lóbulo frontal. encontraron niveles más bajos de fluido sanguíneo cerebral. Se trata de personas bastantes competentes en sus actividades. Manifiestan pocas conductas de altruismo y sumisión. en el conjunto cerebral. (1984) investigaron la relación entre extraversión y flujo cerebral en 51 mujeres. 1970. Eysenck (1967. (1999) realizaron una investigación con 18 personas de la población. 1986. Esta última fue observada mediante la tomografia de emisión de positrones (PET) y la técnica de resonancia mágnética nuclear. Suelen ser personas bastantes asertivas. De acuerdo a estos dos modelos. El objetivo era examinar la relación entre la dimensión extraversión del modelo y la actividad cerebral. hallaron los mismos resultados cuando se trataba de mujeres de la misma edad que la empleadas por Mathew et al. Respecto al estudio del funcionamiento cerebral en personas sanas. Johnson et al. tienen una buena capacidad de logro. no se encontraron 93 . Estas técnicas han apoyado las diferencias en la actividad cerebral observada en las personas extrovertidas y en las introvertidas. Gray (1970. Este sistema se trataba de una espiral que incluía el sistema reticular ascendente. y no les gusta la búsqueda de situaciones de riesgo. (1990). Estos autores encontraron una relación negativa entre estas dos variables. en los lóbulos temporales de las personas extrovertidas respecto a las introvertidas. solamente. las mujeres más extrovertidas tenían niveles más bajos de flujo sanguíneo. 1986). Stenberg et al. Mathew et al.Trastorno de la personalidad obsesivo-compulsivo: manifiestan conductas de hostilidad. empleando la inhalación de xenón y sondas corticales. 1986) propuso que las diferencias entre las personas introvertidas y las extrovertidas resultaban de su impulso innato para compensar la sobreactvación o infractivación de las vías retículo-talamo-cortical. (1990) intentaron replicar los resultados de Mathew et al. y el hipocampo. (1984) en un grupo de 19 hombres y 18 mujeres empleando la tomografía computerizada de fotón único (mediante la utilización de xenón radiactivo). (1984). 1972) conceptualizó que los extrovertidos tenían un nivel más bajo de activación que los introvertidos en su sistema conductual inhibitorio. Stenberg et al.Five-Factor Inventory (1992). 1967. Cloninger. para la conceptualización de los componentes o elementos de la atención. Los estudios neuropsicológicos que emplean cerebros lesionados sugieren que la mayoría de los trastornos sensorio-perceptivos en pacientes con daño cerebral son causados por alteraciones de la atención. Estos autores concluyen que sí se puede hablar de un aumento del flujo sanguíneo en el lóbulo frontal en las personas que se caracterizan por rasgos introvertidos. también se encontró un aumento significativo de flujo sanguineo en el cortex frontal izquierdo y menos extenso en la zona medial 94 . Rosvold et al. Mirsky et al. 1992. se hallaron índices altos en la región temporoparietal y en la frontal derecha (Buchsbaum et al.. 1995) y la resonancia magnética nuclear (RMN) (Cohen & Servan-Schreiber.....T. (1991) atención sostenida es particularmente dependiente del tallo cerebral y de zonas talámicas. 1956.. 1972. Este modelo reemplazó el concepto global y difuso de atención por un grupo de cuatro procesos: focal-ejecutiva (focus-execute). Buchsbaum et al. el cual indicaba una mayor actividad cortical en las personas introvertidas y las de Gray.. La parte parietal inferior del cortex. Además. 1993.. 1986) y Gray (1970. 1981) y es consistente con los estudios anteriores de Eysenck. la tomografia de emisión de positrones (PET) (Cohen et al.. el cortex insular. Nuechterlein. Entre estas regiones se encontraron el surco cingular anterior.. en combinación. Pugh et al.. se halló que el cortex prefrontal. Siegel et al. Nestor et al. los lóbulos temporales derechos y el núcleo pulvinar del tálamo. 1991. principalemente basado en estudios de lesión. las regiones prefrontales dorsolaterales y el surco cingulado anterior están relacionadas con el componente de distraibilidad de la atención. cambio (shift) y codificación (encode). el área de Broca. implicadas en el componente focal-ejecuitvo de la atención. 1994.. El componente denominado por Mirsky et al. Siegel et al. El cortex frontal medial.P. el cual ya observó una menor actividad en el sistema inhibitorio cortical de los extrovertidos (lóbulo frontal e hipocampo). Reza et al. sostenida (sustain).. 1991) se ha visto ampliamente empleado en los estudios neuropsicológicos de la atención sostenida. En el análisis por zonas. Buchsbaum et al. el surco temporal superior y el nucleo caudado son partes del sistema cerebral. Breiter.P. El Continuous Perfomance Test (C. 1994.T.. Y la atención como proceso de descodificación de la información está relacionada con el hipocampo y la amígdala. Además. Siegel et al. 1987.correlaciones significativas entre la dimensión extraversión/introversión y la cantidad de flujo sanguíneo cerebral. 1990). 1996) incluyendo tanto versiones visuales o auditivas del C. 1988. 1997). 1988). 1986. 1993. varias regiones corticales correlacionaron con extraversión. con un decremento de los índices en el cingulado anterior (Cohen et al.. 1990. Cohen et al. en su conjunto. Schroeder et al.. (1991) presentaron un modelo neuropsicológico.. 1995. 1992. encontraron elevados índices en la zona prefrontal medial derecha. el cortex temporal derecho y el núcleo anterior del tálamo sí correlacionaron con el polo de introversión. Keilp et al. Estas ideas soportan las teorías biológicas de Eysenck (1981. el cortex insular derecho. Los resultados con la tomografía de emisión de fotón único (SPECT) (Berman et al.. derecha (Rezai et al., 1993). Siegel et al., 1995 encontraron una correlación positiva entre la ejecución y el metabolismo de la glucosa en la región frontal superior medial y en la temporal inferior lateral. Häger et al. (1998) evaluaron la capacidad atencional de 12 sujetos sanos de la población normal mediante el C.P.T.-versión doble T-(el sujeto debía responder siempre que apareciesen dos T seguidas en la pantalla). Mientras los sujetos realizaban la tarea se registró su actividad cerebral mediante una resonancia magnética nuclear. Se encontró activación en el cingulado anterior derecho, en el cortex prefrontal dorsolateral, en el surco temporal superior, en el núcleo caudado y en dos nucleos talámicos (dorsomedial y anterior). Se encontró una fuerte lateralización hacía el hemisferio derecho tanto a nivel cortical, como subcortical. Los autores dividieron a los sujetos según su ejecución en la prueba de atención sostenida (empleando como criterios divisorios la medida de sensibilidad y la de criterio de respuesta). En las personas con buenos niveles de atención sostenida se encontraron niveles de actividad cerebral en el surco frontal superior, en la ínsula anterior y en el tálamo (en estas estructuras la actividad fue simétrica); mientras que en el cingulo, en el lóbulo frontal medial y en el núcleo caudado la actividad se centro en el hemisferio derecho. Respecto a las personas con una ejecución peor en la prueba de atención sostenida, presentaron un patrón similar en el núcleo cingulado anterior, tálamo y el núcleo caudado. Sin embargo no se encontró actividad en la parte medial del surco frontal superior. Solamente se encontraron diferencias claramente significativas en el cortex prefrontal dorsolateral derecho. Estos autores concluyeron que se puede hablar de un patrón de activación derecho, no solamente a nivel cortical, sino también a nivel de las estructuras subcorticales. Van Horn et al. (1996) y Volz et al (1997) también demostraron una activación lateralizada derecha en sujetos que estaban empleando procesos atencionales. Respecto a las estructuras subcorticales, se ha observado que el tálamo y los ganglios basales están implicados en la modulación y mantenimiento de la atención (Schneider, 1984; Goldberg, 1985; Buchsbaum & Haier, 1987; LaBerge, 1995) de estas dos estructuras, el tálamo se asume como una de las estructuras que mayor peso tiene en los procesos atencionales (Heilman et al., 1994; LaBerge, 1995). Más concretamente la asociación atención-tálamo ha sido centrada en las regiones del hemisferio derecho por Frith & Friston (1996) mediante técnicas de resonancia. Häger et al. (1998) también relacionaron la atención con el tálamo, concretamente con los nucleos dorsomediales y anterior de ambos hemisferios. Estos nucleos son estaciones de relevo para el cortex cingulado anterior y el prefrontal dorsolateral. En una prueba donde se requería atención focal (Peterson et al. 1989), las areas activadas fueron el nucleo caudado y las zonas del tálamo anterior derecho. Por otro lado Siegel et al. (1995) indicaron un aumento de actividad cerebral en la zona medial izquierda del tálamo. En un estudio realizado por Van Horn et al. (1996) la actividad talámica pareció más simétrica, mientras que en el trabajo de Keilp et al. (1997) el patrón de activación talámico fue más en el hemisferio derecho. Otra estructura que junto con el tálamo juega un papel importante en los procesos atencionales es el núcleo caudado. Esto no es de extrañar, en cuanto 95 esta estructura neuroanatómica recibe las eferencias principales del córtex prefrontal dorsolateral (Alexander et al., 1986). Estudios realizados por Petersen et al. (1989) y por Corbetta et al. (1991) encontraron que el núcleo caudado se activa cuando realizamos tareas que implican tanto una atención focal como dividida. La lateralización también se encontró en el caso de esta estructura, con una mayor activación en el hemisferio derecho (Van Horn et al., 1996). Dentro de los estudios acerca de la fisiología de los trastornos de la personalidad se encuentran el papel de los neurotransmisores en la etiología de estos comportamientos. El sistema serotoninergico (5-HT) es considerado como uno de los impulsores del comportamiento agresivo y de la conducta suicida en los seres humanos. Concretamente, se ha encontrado una relación inversa entre estos comportamientos y los niveles de 5-HT (Coccaro & Kavoussi, 1996). Una reducción de 5-HT conduce a una reducción en la inhibición conductual, de tal manera que los impulsos agresivos son desinhibidos en aquellos individuos con un sistema serotoningérgico reducido (Depue & Spoont, 1986). Sin embargo, los investigadores no tienen muy claro, o existe bastante discusión, sobre cuáles son los sistemas responsables biológicamente de las conductas agresivas en los seres humanos. Se han sugerido como responsables a las catecolaminas (Eichelman & Barchus, 1975; Stolk et al., 1984; Coccao et al., 1991; Datla et al., 1992; Odway et al., 1994) y a los sistemas opiaceos (Post et al., 1984; Coid et al., 1983). Se ha encontrado relación entre los niveles de vasopresina y las conductas agresivas en hamsters (Ferris & Potegal, 1988; Potegal & Ferris, 1989; Ferris & Delville, 1994; Ferris, 1996; Delville et al., 1996; Ferris, 1997), en ratas (Koolhaus et al., 1990; Koolhaus et al., 1991; Haller et al., 1996) y en ratones de campo (Winslow, 1993). En el caso de los hamsters se observó que cuando se les inyectaba vasopresina en los nucleos anterior o ventrolateral del hipotalamo (Delville et al., 1996) desarrollaban un comportamiento agresivo o atacaban a los hamsters intrusos. Si se les trataba con un antagonista de la vasopresina se producía un bloqueo de las respuestas agresivas a los intrusos. Siguiendo estos estudios Coccaro et al. (1998) evaluaron la relación entre los niveles de vasopresina del líquido encefaloraquídeo (LCR) y la conducta agresiva, la relación entre los niveles de 5-HT y la conducta agresiva y la relación entre los niveles de vasopresina y 5-HT. Estas medidas fueron tomadas sobre una muestra de 26 personas diagnosticadas con trastorno de la personalidad mediante el DSM-IV y 26 personas de la población general sin problemas psiquiatricos. Los autores concluyeron que la actividad de la vasopresina está asociada positivamente con el comportamiento agresivo que tenga la persona, y particularmente con los comportamientos agresivos hacia las personas, en personas con trastornos de la personalidad. Además, hallaron unas correlaciones positivas entre las concentraciones de vasopresina en LCR y la historia agresiva durante su vida, los sujetos clasificados como agresivos presentaron niveles más elevados de vasopresina que los sujetos clasificados como no agresivos. Otro dato que se extrajo de este trabajo es la diferencia entre hombres y mujeres, siendo más fuerte la relación entre conducta agresiva y vasopresina en 96 varones. Apoyando estos datos se encuentran los estudios en personas con trastorno bipolar en los que sus niveles de vasopresina son bajos cuando se encuentran en la fase depresiva mientras que su concentración se eleva en la fase maníaca (Sorensen et al., 1985). Claridge (1967, 1985) indicó la presencia de una disminución en los sistemas de inhibición cortical y una menor resistencia al estrés en personas con rasgos sociopáticos. Del mismo modo Hare (1978) y Claridge (1985) indicaron que los sujetos con conductas impulsivas tenían una receptividad simpática más débil y una habituación más rápida en la respuesta de conductancia de la piel. La utilización de marcadores de tipo cognitivo pueden ser empleados para identificar genotipos y proporcionar índices superiores de la similaridad genotipica de los trastornos de la personalidad. Concretamente, en el trastorno de la personalidad esquizotípico, en el esquizoide y en el paranoide se han desarrollado gran cantidad de estudios (Kwapil et al., 1990: Posner et al., 1988) y también se emplearon indicadores como los potenciales evocados, concretamente estudios en los que se describe el potencial evocado P300 en personas esquizotípicas (Blackwood et al., 1991; Kidogami et al., 1992) y estudios de segumiento ocular (Grove et al., 1992). Dentro del conjunto de los trastornos de la personalidad, el trastorno esquizotípico de la personalidad es el que mayor número de correlatos neuropsicológicos han sido encontrados. Muchos de los estudios realizados en este trastorno han partido de personas que tenían esquizofrenia o que presenteban comportamientos de riesgo para desarrollar este trastorno. Respecto a la morfología cerebral; varias investigaciones han encontrado que en pacientes con un comienzo de esquizofrenia en la niñez existía un aumento en el volumen del ventrículo lateral y una disminución del volumen cerebral (Frazier et al., 1996). Estos autores en otro trabajo de 1997 confirmaron que esta disminución del volumen cerebral se podría relacionar con la mayor presencia de síntomas negativos del síndrome esquizofrénico. El aumento del tamaño en los ventrículos cerebrales en personas esquizofrénicas ha sido correlacionado con un peor ajuste premórbido, mayor número de daños sociales y cognitivos y una menor presencia de síntomas positivos (Siever et al.,1995). En personas con trastorno esquizotípico de la personalidad también se ha encontrado esta alteración. Siever et al. (1995) determinaron que las personas con este trastorno de la personalidad tenían un mayor volumen de los ventículos laterales en comparación con el resto de trastornos de la personalidad. En concreto, no se encontraron diferencias estadísticamente significativas en las personas con trastorno de la personalidad paranoide, ni en las personas con trastorno de la personalidad histriónico ni las que presentaban trastorno de la personalidad límite. La amplitud del P300 también se ha visto que es más pequeña en personas con trastorno esquizotípico de la personalidad; sobre todo en el lóbulo tempral izquierdo (Salisbury et al., 1996). La atención sostenida ha sido otra variable cognitiva que se viene intentando emplear 97 como un indicador de un posible trastorno de la personalidad. De los once trastornos de la personalidd el esquizotípico es el que mayor número de alteraciones presenta en el componente atencional; sin embargo cuando se ha estudiado el rendimiento de personas con otros trastornos de la personalidad, como el límite, histriónico y el obsesivo-compulsivo; no se ha encontrado que estos pacientes realicen peor una prueba de atención sostenida, como el Continous Perfomance Test, en comparación con personas sin trastornos de la personalidad (Rotiman et al., 1997). Otra variable cognitiva que ha sido evaluada en personas con trastornos de la personalidad ha sido la capacidad cognitiva para aprender conceptos y el grado de flexibilidad en el cambio de dirección de la respuesta. El trastorno esquizotípico de la personalidad también ha sido el más estudiado. Encontrándose que las personas evaluadadas en estas variables presentaban una ejecución peor en comparación con personas con otros trastornos de la personalidad (Trestman et al., 1995). Las personas esquizotípicas tienden a presentar respuestas de perseveración y errores de omisión. Estas diferencias también se observan en pruebas de ejecución motora como el Trail Making Test. Genética de los trastornos de la personalidad Freud (1959) en la etiología de la neurosis de carácter describió un conjunto de genes, influenciados por impulsos y experiencias particulares, aunque su teoría tenía como punta de lanza las experiencias vividas por el individuo. La formulación sobre que los trastornos de la personalidad son una combinación de un temperamento influenciado genéticamente, y un carácter desarrollado a través de la experiencia, ha sido de gran utilidad en los modelos que se han venido desarrollando hasta nuestros días (Rutter, 1987; Vaillant, 1987). Sin embargo, el papel de la genética en la etiología de varios trastornos de la personalidad ha sido considerado como un tema muy controvertido en el campo de la psicología. Nigg y Goldsmith (1994) consideran que las teorías psicobiológicas sobre los trastornos de la personalidad pueden enriquecerse con los resultados de la génetica conductual. De tal modo, estos autores realizan una revisión del estado actual en este campo, desde de 1980. A continuación, se presenta una revisión sucinta del resultado de este trabajo para cada uno de los trastornos de la personalidad. Trastorno de la personalidad esquizoide: algunos autores partiendo de la conexión entre este trastorno con el modelo de los cinco grandes han intentado establecer las bases genéticas del trastorno de la personalidad esquizoide. Este trastorno reflejaría puntuaciones extremadamente bajas en la dimensión de extraversión (Costa y McCrae, 1992), (Tien, Costa & Eaton, 1992; Trull, 1992). Desde los estudios que se han venido realizando con gemelos y en estudios de adopción, se ha podido constatar una influencia de componentes genéticos en el factor de la extraversión. Muchos estudios basándose en los inventarios de Eysenck han 98 se le ha considerado como el extremo del rasgo denominada afabilidad por el modelo de los Cinco Grandes (Costa y McCrae. En esta ocasión. uno relacionado con la esquizofrenia y otro con los trastornos afectivos..67 en una muestra de gemelos monozigóticos y dizigóticos.55 para gemelos monozigóticos criados juntos y correlaciones de 0. los autores Kendler y Hewit (1992) encontraron en un estudio en el que fueron evaluados psicométricamente gemelos monozigóticos y dizigóticos.10 (Pederson et al. como el Multidmensional Personality Questionnaire (M.56. Pope et 99 . es una dimensión separada como sugieren autores como Siever y Davis (1991).P. Partiendo de esta idea.32 y 0. como sugirieron Widiger y Trull (1992). Zanirini et al. que la influencia genética se encontraba en torno a 0. varios estudios familiares han demostrado la existencia de una dimensión de continuidad en los comportamientos esquizotípicos. mientras que en los gemelos dizigóticos las correlaciones descendieron hasta 0.48 y la influencia de los efectos de ambiente no compartido en torno a 0. Nigg y Goldsmith (1994) indican que todavía hoy en día existe una puerta abierta hacia si existe más de un modelo para explicar los componentes genéticos del trastorno de la personalidad esquizotípico. ni tampoco se realizó un estudio por separado de ambos grupos (pacientes límite con trastorno afectivo y pacientes límites sin trastorno afectivo de la personalidad). Respecto al trastorno paranoide de la personalidad. Lo que parece menos claro es si el componente de pensamiento extraño. encontrándose unas correlaciones entre 0. 1992). 1992). (1988) indican que el 75% de los pacientes diagnosticados como límites tuvieron una historia de depresión mayor y esto no fue controlado a la hora de la evaluación de sus familiares. Respecto al trastorno esquizotípico de la personalidad.. En otros estudios en los cuales se empleaban escalas más cercanas a este trastorno. existía una historia de depresión tanto en los pacientes como en sus familiares (Loranger et al. indican que siguiendo los estudios sobre prevalencia familiar del trastorno límite de la personalidad se encontró que había unas tasas mayores de este trastorno entre los parientes de pacientes límites.demostrado que en parejas de gemelos que han sido criados juntos o separados encontraron correlaciones de 0. Por lo tanto. 1982. se obtuvieron correlaciones más elevadas en las parejas de gemelos monozigóticos criados juntos y en el monozigóticos criados separados. En general.30 en gemelos criados separdos. Siendo las influencias ambientales entre 0.Q. aspecto muy importante para diagnosticar este trastorno. 1988).28 y 0. varios autores han examinado la heredabilidd de la esquizotipia evaluada psicometricamente (Kendler y Hewitt.71. Se postula la idea sobre que existan dos genotipos para la esquizotipia. o simplemente es una faceta secundaria del rasgo neuroticismo. se concluye que no existe una evidencia clara de una mayor prevalencia de trastorno límite de la personalidad entre los parientes de los pacientes diagnosticados con este trastorno. En la revisión realizada por Nigg y Goldsmith en 1994.) de Tellegen (1985). en los estudios que sí se ha hallado. 1978.35 y 0. los resultados encontrados en los estudios con gemelos univitelinos y bivitelinos fueron de 0. En estos estudios se igualaba el concepto de trastorno de la personalidad antisocial al de criminal. Criminales adoptados. Además. el cual interfiere con la maduración normal del individuo.74 y 0. 1987). En la mayoría de los estudios de adopción. Las correlaciones encontradas fueron de 0. y el tipo de conductas delincuentes eran delitos insignificantes contra la propiedad. 1999). En el trastorno de la personalidad narcisista no se ha encontrado enlaces de tipo genético. Así. Cadoret. En otros estudios realizados. sin historia de alcoholismo fueron asociados con padres biológicos criminales. (1991) hallaron índices elevados de comportamientos impulsivos y afectivos entre los familiares de pacientes límites. Y en varones se obtuvieron relaciones más bajas (0. produciendo alteraciones en la autoestima (Fernando. 1974. evaluando a gemelos monozigóticos y gemelos dizigóticos del mismo sexo.11 en gemelos monozigóticos y dizigóticos femeninos. mientras que los hijos de los criminales con consumo de alcohol tenían una historia frecuente de delitos con violencia.47). 1983). en cuanto un criterio de este diagnóstico es el consumo de alcohol y drogas.. los adoptados tenían mayor riesgo de desarrollar este trastorno (Crowe.53 y -0. Cuando se ha adoptado una visión dimensional del trastorno se han encontrado resultados más alentadores. 1998). Cadoret y Steart. 100 .47 las correlaciones en varones y similares correlaciones se encontraron en las mujeres (Cloninger y Gottesman. En el trastorno antisocial de la personalidad. se evaluaron los comportamientos de criminalidad y las conductas de abstinencia. En esta ocasión se encontraron diferencias genéticas y ambientales entre las personas con historia de delincuencia con y sin consumo de alcohol (Bohman et al. Togerson y Psychol (1980) encontraron evidencias sobre la heredabilidad de este constructo en mujeres pero no en hombres. Sin embargo se plantea que el origen de este desorden puede estar en el exceso de gratificaciones de esta época. Referente al trastorno histrionico de la personaldiad. La etiología de este trastorno se ha centrado en los estilos de crianza de los padres (Imbesi.al. si el estatus socioeconómico de los padres adoptantes era bajo. Silverman et al. 1991). se ha encontrado una relación entre el diagnóstico de trastorno antisocial de la personalidad en los adoptados y la presencia de este diagnóstico o de comportamientos antisociales en los padres biológicos.. Otras tesis que se han presentado es que se considera que la ausencia de la gratificación de las necesidades narcisistas que se dan durante la infancia y la adolescencia pueden llevar a desarrollar este trastorno. Se ha encontrado unos mayores índices de criminalidad entre los parientes biológicos que entre los adoptados de pacientes masculinos. Para este estudio emplaron un autoinforme. 1982). 1989). 1992) En relación con el trastorno de la personalidad por dependencia en un trabajo realizado por Reich (1989) en el cual se incluyeron 10 personas con este diagnóstico sobre una muestra de 48. La teoría del apego se ha visto que puede servir de vínculo para establecer unas posibles bases genéticas en este trastorno.. Esta teoría. Si esto es de este modo. Turner et al. Existe evidencia. 1982). se halló que siete de esos 10 tenían parientes con un diagnóstico de trastorno de la personalidad por dependencia.P. Algunos autores consideran que son dos entidades similares y que la distinción realizada en los manuales de la A. ansioso (van den Boom. es puramente de utilidad clínica. en sus manifestaciones más extremas. 1978. que parte de postulados psicodinámicos sobre la calidad de las relaciones tempranas entre la madre y el hijo. considerando una relación muy cercana entre estos diagnósticos (Holt et al.M. 1988. Kendler et al.. 1992. considera que este vínculo determina las diferencias individuales en el establecimiento de un apego seguro en los años posteriores (Ainsworth et al. Herbert et al. implicaría la existencia de una base genética en el desarrollo de un trastorno de la personalidad por dependencia. Bowlby. sobre que el temperamento (base fisiológica de la personalidad).. 101 .En el trabajo de Nigg y Goldsmith (1994) los resultados que se presentan sobre la heredabilidad del trastorno de la personalidad por evitación se realizan a partir de los estudios sobre fobia social. En varios estudios con gemelos se ha señalado la alta heredabilidad de la fobia social (Reich y Yates.S... y de la O. En estos estudios se consideraría el trastorno de la personalidad por evitación como una forma más severa de la fobia social generalizada.A. juega un papel importante en la formación de un apego inseguro. 1992). 1992. 1981) en los cuales se indican correlaciones insignificantes entre hermanos adoptivos. y 0. El primer estudio se centra en aspectos de rigidez. 1985. (1988) quien indicó unas correlaciones elevadas en la dimensión de restricción o represión en parejas de gemelos monozigóticos criados separados (correlaciones de 0. A parte de los estudios de gemelos para determinar las bases genéticas de los trastornos de la personalidad. 1984). antisocial y límite..22 para los dizigóticos. amor por el orden. La mayoría de los estudios en este trastorno se han realizado desde la perspectiva del rasgo. Mientras que en gemelos dizigóticos fueron 0. Así el estudio que más destaca es el de Tellegen et al. Sin embargo. 102 . estos resultados como señalan Nigg y Goldsmith (1994) deben ser tomados con cautela a la hora de ser comparados ya que emplean definiciones diferentes sobre el componente obsesivo. Y en las mujeres de 0.44 para los parejas monozigóticas. (1983) encontraron que entre los parientes de primer grado de los pacientes con trastorno límite de la personalidad existía una prevalencia elevada de los trastornos histriónico. preocupación por el orden. y del ambiental en un segundo plano. 1983. (1984) indicaba unas correlaciones en muestras de pacientes gemelos de 0. Estos resultados lo que sí indican es una influencia muy fuerte del componente genético. Mientras que en el segundo se define el componente obsesivo como pensamientos pesimistas. 1984).13 para las dizigóticas.. Por un lado se encuentran estudios en los que se indica una baja o nula heredabilidad de los rasgos obsesivos (Torgerson y Psychol.. por el aseo personal y conductas de revisión continuas.04 y 0.. En la misma línea están otros trabajos en los que se evalúa la heradabilidad del rasgo escrupulosidad (Loehlin et al. Soloff y Milward (1983) describieron un comportamiento excéntrico o peculiar entre los parientes de primer grado de pacientes límites.58 en gemelos monozigoticos criados juntos.Respecto al trastorno obsesivo-compulsivo de la personalidad los resultados son contradictorios. 1981. Pope et al.50 para las parejas de gemelos monozigóticos varones. Kendler et al. y 0.57) y de 0. también se ha estudiado los índices de trastornos de la personalidad entre familiares de pacientes con alteraciones en este campo. emociones restringidas y el rechazo de los otros. un superego demasiado severo. El componente familiar también se ha encontrado en los trastornos esquizotípico y esquizoide (Baron et al. (1995) detectaron que en un grupo de adolescentes con trastorno de la personalidad evitativo o límite existía una prevalencia elevada de estos mismos trastornos entre sus parientes de primer grado. 1980).25 para las parejas criadas separadamente y las criadas conjuntamente. Este incremento de trastornos de la personalidad entre los familiares de los pacientes también se ha encontrado cuando el diagnóstico de personalidad coincidía con un diagnóstico del eje I (Pfohl et al. mientras que otros trabajos como el de Clifford et al. Johnson et al. . A. evaluados a través del modelo de los “Cinco Factores” (FFM. del Manual Estadístico y Diagnóstico de los Trastornos Mentales..A. x Hipótesis: Si existen diferencias en los rasgos de la personalidad entre dos grupos de sujetos. Determinar el poder predictivo de los rasgos de la personalidad. 3. entonces estos tres grupos de variables deberán tener unos coeficientes estadísticamente significativos en la ecuación de regresión correspondiente. uno de ellos diagnosticados clínicamente con un trastorno de la personalidad y el otro sin ningún tipo de alteración psicológica. Costa. P. x Hipótesis: Si los rasgos de personalidad. DSM-IV. una compuesta por personas diagnosticadas clínicamente con un trastorno de la personalidad (grupo experimental) y otra formada por individuos sin ningún diagnóstico psiquiátrico (grupo control). 103 . T. Digman.Establecimiento de objetivos y planteamiento de las hipótesis Objetivo general: x En esta investigación se tratará de validar la clasificación categorial de los trastornos de la personalidad (evaluados mediante el Eje II. psicofisiológicas y de la personalidad. x Hipótesis: Si estos dos grupos de variables pueden ser consideradas como indicadores de diferenciación de los sujetos con y sin trastorno de la personalidad. 1990.P. entonces las comparaciones realizadas deberán resultar estadísticamente significativas. en dos muestras de sujetos. Determinar si existen diferencias en los rasgos de la personalidad. 2. T. y Widiger. Objetivos Específicos 1.1992). de las variables neuropsicológicas y de las psicofisiológicas en el pronóstico de un diagnóstico categorial de un trastorno de la personalidad. las variables neuropsicológicas y psicofisiológicas son predictores de un trastorno de la personalidad. entonces se deberá encontrar diferencias significativas en la comparación de los resultados obtenidos en un cuestionario que evalúa los rasgos de personalidad normal. así como en un grupo control. 1994) utilizando medidas neuropsicológicas. Evaluar las características neuropsicológicas y psicofisiológicas de pacientes diagnosticados con trastornos de la personalidad mediante el Eje II del DSM-IV. 5. x Hipótesis: si las variables psicofisiológicas y neuropsicológicas juegan un papel importante en la construcción de un modelo factorial de la personalidad.4. para determinar el papel de las variables psicofisiológicas y neuropsicológicas en la construcción de un modelo factorial de la personalidad. P. Digman. 7. x Hipótesis: Si los tres grupos descritos en el manual de la A. entonces deberán aparecer con pesos iguales o mayores que las variables de personalidad en los factores obtenidos en el análisis. entonces en una comparación de sus rasgos de personalidad. comprobando el valor predictivo de las dimensiones del Modelo de los “Cinco Factores” (FFM. T.. para agrupar a los trastornos de la personalidad. 1994) son entidades con características propias. Determinar si los cluster establecidos en el DSM-IV (A. evaluados psicométricamente. junto indicadores neuropsicológicos sobre los once trastornos de la personalidad del DSM-IV (A.P. entonces deberán obtenerse entre tres y cinco factores en los análisis factoriales correspondientes con una adecuada estructura dentro de cada factor. T. Costa. Se realizará el correspondiente análisis factorial.P.A.. 6. son entidades diferentes unas de las otras. Poner a prueba un modelo dimensional de los trastornos de la personalidad como alternativa al sistema categorial tradicional del DSM-IV. y Widiger. 104 .A..1994 ). características neuropsicológicas y psicofisiológicas deberán obtenerse resultados estadísticamente significativos. las variables neuropsicológicas y psicofisiológicas son de utilidad para el diagnóstico psicométrico de un trastorno de la personalidad. para determinar si se iguala al modelo de tres factores del DSM o al de cinco establecido por el Big-Five.A. 1990.P. 1994). x Hipótesis: Si los rasgos de personalidad. x Hipótesis: si la estructura de los datos obtenidos en la muestra de estudio se corresponde con la solución presentada por alguna de las dos teorías expuestas.. entonces estos tres grupos de variables deberán poseer unos coeficientes estadísticamente significativos dentro de la ecuación de regresión líneal múltiple. Se explorará la estructura factorial de los datos obtenidos en la evaluación psicométrica de los trastornos de la personalidad. Finalmente. Respecto a la ocupación laboral.05).2% tenían un nivel de bachillerato. era la categoría que ocupó el tercer puesto. un 17.5% no tenían descendencia.6% de mujeres. Estos dos grupos formaban el grupo experimental y el grupo control respectivamente.6% de separados/divorciados.2%. frente al 5.4% personas evaluadas tenían un nivel de bachillerato.7% y sin estudios se encontraba una única persona. La diferencia en el tamaño de las muestras fue debido a la mayor dificultad en la obtención de personas para el grupo control. había un 9. con una edad media de 31.4% de varones y 70.45). con 29.6% con formación profesional y un 5. el 88.2% de las personas tenía un trabajo por cuenta ajena. seguido por un 35. 7. por un lado. le seguía la de casado (26%) y finalmente.5% amas de casa. se encontró que un 40. a esta. De las diecisiete personas.9% con graduado escolar.8% de casados. Así.4% eran estudiantes y un 5.9% eran parados.2% de solteros respecto a un 11. a este dato le seguía las personas con graduado escolar. Respecto al grupo control (Apéndice I). 105 . el 27. un 41.6% tenían un hijo. el 64. la media de la edad fue de 29.Método Sujetos La muestra de sujetos estuvo formada por 104 personas (Apéndice I) de la comunidad autónoma del Principado de Asturias.64 años (Sx=11. 87 pacientes diagnosticados de trastorno de la personalidad (el 83. En la variable estado civil.06 (Sx=7. En la variable sociodemográfica número de hijos.6%). el 29.4%) y 63 mujeres (60. en este grupo la distribución de frecuencias fue la siguiente. las personas con estudios de formación profesional se engloban en un 6. únicamente de 55 personas de la muestra total se pudo obtener esta información. el 46.8% era profesionales liberales y un 1% pertenecían a la categoría de jubilado/pensionista. Había un 88.7% del total.2% no tenían ningún hijo. Se encontró que el 36. La distribución por sexos fue de 41 varones (39. que se agruparon en un 31.9% eran estudiantes. mas de la mitad de la muestra se agrupaba en la categoría de soltero (un 64. El nivel de estudios también fue recogido en el proceso de evaluación. Las fuentes de este trabajo fueron dos.7% estaba en paro. 9.4%). seis del total tenían 2 y solamente una persona de las que se tenía esta información tenía tres hijos.7% eran personas que trabajaban por cuenta ajena. Los estudios universitarios. 4.3%).7%) se obtuvieron de los Servicios de Salud Mental del Principado de Asturias (tanto públicos como privados) y 17 personas procedentes de la población general (16.3% con estudios universitarios. Respecto al nivel de estudios.9% que tenía uno y la misma proporción dos. 12. Respecto a la ocupación laboral. con un 20. se obtuvo que el 33.4%). ansiedad. el 8% bajo neurolépticos y el 3. Entre los trastornos del eje I se encontró. eran un 40. el 27.6% con trastornos del eje I.6% de antidepresivos y ansiolíticos. dependencia de alcohol. psicosis. debido a que si no constaba en la historia clínica. y 1. En este segundo grupo. fue difícil de obtener.6% estaban bajo el tratamiento de antidepresivos.8%) frente al 28. se recogieron otros datos de interés más clínico.59). frente a un 10. el propio paciente o sus familiares no tenían siempre la información en el momento de la evaluación.1% jubilados/pensionistas. el 42.8%.1%. 5.8% sin tratamiento. trastorno delirante y demencia.7% tenían 2.3% de los pacientes tenían antecedentes familiares de trastorno de la personalidad. las personas con estudios universitarios con un 17. En el estado civil sucedió lo mismo que en el grupo control. Hubo dos pacientes que se agruparon dentro de la categoría de trastorno de la personalidad no especificado. el 12. la edad media fue de 32. Respecto a la distribución de los trastornos de la personalidad. Respecto al nivel de estudios. 14. epilepsia.3%) recibieron un diagnóstico del cluster A. se halló que 22 personas (25.4%).6% estudiantes. depresión mayor. el mayor número de personas se agrupó en la categoría de bachiller.En el grupo experimental (Apéndice I). en el 21. seguido por la categoría de graduado escolar con un 36. si bien este dato.15 (Sx=11.4% con ansiolíticos. con 41. el 27.5% de separados/divorciados. En este sentido se obtuvo que el 52. En la variable ocupación laboral.9% de los pacientes recibían tratamiento frente al 44. el mayor porcentaje de personas caen dentro del grupo de no descendencia (un 26.9% amas de casa.2% no tenían antecedentes. De tal manera. el 27. También se consideró registrar la existencia de antecedentes familiares. En la variable número de hijos.2%.2% y finalmente las personas con formación profesional que eran un 4.4% de varones y 58. estado distímico.6% de mujeres. síntomas neuróticos. al igual que en el grupo control.7% profesionales liberales (autónomos) y 1. en algunos casos. 39 del cluster B (44. trastorno obsesivo-compulsivo.5% eran trabajadores por cuenta ajena. 5. 8% parados.7% de casados y el 11.1% tenían 3 hijos. Del grupo de pacientes que recibían psicofarmácos.8% era un dato desconocido y el 17.3% que tenían un hijo.8%) y 23 del cluster C (26. como fueron si recibían tratamiento psicofarmacológico. 106 . y en caso afirmativo de qué tipo. más de la mitad de la muestra estaba formada por personas solteras (un 59.6% y sin estudios el 1. 9%). Millon II (MCMI-II). Antisocial. Alteración (Z). El cuestionario mide tres dimensiones: Desajuste. El factor Estabilidad Emocional esta formada 107 .V. Agresivo/Sádica. 2 como narcisistas (2. Por último. Narcisista. La dimensión de Energía está compuesta por las subdimensiones de Dinamismo y Dominancia. Síndromes clínicos de gravedad severa-(Pensamiento Psicótico (SS). Borgogni (1993). C. Extraversión y Psicoticismo. Estabilidad Emocional (define el grado emotividad. Esos items integran 26 escalas diferentes incluidas en varias categorías: Escalas Básicas (Esquizoide. 2. Depresión mayor (CC). Histeriforme (H). Pasivo/Agresiva y Autodestructiva). Cada una de estas cinco dimensiones viene definida por dos subdimensiones. Este instrumento ha sido concebido de acuerdo con las teorías que ponen de manifiesto un modelo de cinco factores en la descripción de la personalidad. 10 sujetos fueron diagnosticados como histriónicos (11. Histriónica. Abuso de Alcohol (B). Avila-Espada y M. Hipomanía (H). Sinceridad (X) y Validez (V)). Delirios Psicóticos (PP)).de G. 1987) en su adaptación castellana de A. Instrumentos En la primera fase fueron utilizados los siguientes dos instrumentos: 1. Caprara.Dentro del cluster A.4%). mientras que las puntuaciones altas indican baja ansiedad) y Apertura Mental (hace referencia al componente cultural de la persona. 10 con trastorno de la personalidad esquizoide (11. Personalidad Patológica (Esquizotípica. Afabilidad (componente altruista de las personas.89. Compulsiva.9%) fueron diagnosticados con trastorno de la personalidad paranoide. La validez predictiva oscila entre el 58 al 80 por 100 y la fiabilidad test-retest oscila entre el 0.9%). Consta de 175 items en una escala de verdadero y falso. generosidad). El factor Afabilidad por las subdimensiones de Cooperación/Empatía y Cordialidad/Amabilidad.3%). y 24 como límites (27. y escalas psicométricas (Deseablidad (Y). dentro del cluster C. Síndromes Clínicos de gravedad moderada-(Ansiedad (A). Neurosis depresiva (D). Cuestionario “Big Five” -BFQ.6%). Tesón (el grado de autocontrol o autorregulación de las personas). (Millon. 6 personas recibieron el diagnostico de trastorno de la personalidad por evitación (6. Barbaranelli y L. y neuroticismo. 10 de trastorno de la personalidad por dependencia (11. Es un cuestionario que abarca la totalidad de los trastornos de la personalidad recogidos en el DSM.5%) y 6 con trastorno esquizotípico (6. Inventario Clínico Multiaxial de Th. Los cinco grandes factores se denominan: Energía (se corresponde con el término clásico de extraversión). Respecto al cluster B.80 y el 0. Abuso de Drogas (T).9%). Consta de 132 items con cinco alternativas de respuesta. 3 como antisociales (3.5%). Fóbica (Evitación). García García. el grado de interés por adquirir nuevos conocimientos). Límite y Paranoide). Dependiente. La dimensión de Tesón esta compuesta por Escrupulosidad y por Perseverancia. 6 pacientes (6. en sentido negativo.5%) y 6 como obsesivo-compulsivo (6. El feedback visual es: respuestas correctas vvvv. la flexibilidad mental y la planificación: a. cada una con 10 respuestas correctas. amarillo y rojo) escritos con tintas de diferente color. La duración de cada estímulo es de 0. Una vez emitida la respuesta no se puede modificar y solamente sirve de aprendizaje para la carta siguiente.) (Grant y Berg. El feedback auditivo es: respuestas correctas un tono de frecuencia 2000 Hz y en respuestas incorrectas de 20 Hz. La prueba proporciona tres tipos de resultados globales: número de respuestas correctas. Una prueba de atención sostenida.C. respuestas incorrectas x x x x. La persona recibe un feedback auditivo y visual para indicarle si está contestando correcta o incorrectamente.(versión CONCPT): en la que va apareciendo letras de manera 108 . 1981). 1956). tiempo de reacción de respuestas ante estímulos congruentes (en los que coincide el nombre y la tinta del color) e incongruentes. forma y número). es de 1. azul.por: Control de las emociones y Control de los Impulsos. Se pueden obtener varias medidas. Test de Stroop (Stroop. En la segunda fase se aplicaron las siguientes pruebas neuropsicológicas informatizadas: 1. el intervalo entre estímulo es de un segundo y el tiempo que tiene para responder. los cuales hacen referencia a nombres de cuatro colores (verde. la cual consiste en número de respuestas dado fuera de la “ventana de respuesta”. entre ellas el porcentaje de respuestas correctas. la finalidad de esta escala es proporcionar una medida de la posible tendencia de la persona a mostrar un perfil falseado de sí misma (escala de sinceridad). número de respuestas incorrectas y el número de categorías que se han sido completadas. 2. La prueba consta de 6 categorías.S. El cuestionario presenta una escala de Distorsión (D) con 12 items. Dos pruebas que exploran funciones ejecutivas frontales y que evalúan la capacidad para formar conceptos. La prueba no cambia de criterio de clasificación hasta que se ejecutan 10 respuestas correctas.3 segundos. Y finalmente Apertura Mental esta compuesta por Apertura a la cultura y Apertura a la experiencia.T. El Test de Clasificación de Cartas de Wisconsin (W. En ambos tiene una duración de 1 seg. 1935): esta prueba evalúa la capacidad de cambiar la dirección de la respuesta ante las modificaciones de las demandas externas. Se presentan al sujeto 100 estímulos verbales. de carácter visomotor: el Continuous Perfomance Test (Rosvold. La prueba consiste en lo siguiente: cuando la tinta del color coincide con el nombre del color debe pulsar el botón derecho del ratón y cuando no coincide debe pulsar el botón izquierdo. b. en la prueba se llama “ventana de respuesta”. En esta prueba trata de evaluar la función cognitiva abstracta y requiere clasificar unas cartas en base a tres criterios que inicialmente se desconoce (color. Heaton. y una medida llamada times out.1 segundos. respectivamente.1948. En la siguiente prueba la persona debe realizar sumas y restas sencillas. definida dentro del marco de la Teoría de Detección de Señales y que hace referencia a la capacidad del sujeto para discriminar el estímulo señal del resto de los estímulos contextuales. Ambos instrumentos pertenecen al programa de Biofeedback BIOSOFT que proporciona la firma BIOCIBER. Cuanto más alto es el valor indica que la persona tiene un criterio conservador. En ambas situaciones se trata de observar la variación de los índices fisiológicos ante una situación de frustración. En la parte final de la prueba las sumas y restas se presentan tan rápido que al sujeto no le da tiempo a responder. que independientemente de la respuesta que emita el sujeto.050 segundos y el tiempo entre cada letra fue de 1 segundo. que es el intervalo de tiempo que transcurre desde que la persona ve el estímulo hasta que emite la respuesta. A prima.sucesiva y continuada y se debe pulsar el botón derecho del ratón siempre que aparece la letra “P” (estímulo señal) y “T” (estímulo diana) seguidas. Mientras se registran estos dos índices psicofisiológicos la persona ejecuta dos pruebas en un PC 486. También se registró la frecuencia cardiaca a través del CARDIOBACK CY-450. Cada letra aparece en la pantalla durante 0. El número de ensayos diana (aquellos donde siempre después de la “P” va la “T”) es de 15 y el número de ensayos falsos. Este instrumento recoge la temperatura corporal y la resistencia electrodermal 2. Y por último. con lo cual se registrará como errores. el ordenador responderá que su respuesta es siempre incorrecta debido a que únicamente tiene dos alternativas de respuesta: responder “azules” o “rojos” pero no podrá contestar que hay el mismo número de cuadrados azules y rojos. Falsas alarmas (o errores de comisión) cuando la persona aprieta el botón al aparecer la “P” pero sin ir seguida de la “T”. La tarea está organizada en cuatro series de 100 estímulos. es también de 15 por serie. Llega un momento que el número de cuadrados es igual en ambos colores de tal manera. (aquellos en los que aparece la “P” pero sin ir seguida de la “T”). Entre las medidas psicofisológicas: 1. S. cuanto más bajo. es el número de respuestas correctas. 109 . Se evaluó la resistencia eléctrica de la piel a través del THE-RES CY-750. que también pertenece a la Teoría de Detección de Señales y es el criterio de respuesta.L Este programa fue ejecutado en un PC 486 de 66 Mhz. el Tiempo de Reacción (TR). que es una medida de sensibilidad. un criterio liberal. Una de ellas se trata de una serie de pantallas sucesivas con cuadrados rojos y azules y se le pregunta al individuo cuántos cuadrados azules o rojos se le presentan. Beta. Se han obtenido las siguientes medidas: hit. ). de que no fueron obtenidas medidas familiares. 1ª Fase: se llevó a cabo en un Centro de Salud Mental del Principado de Asturias. En colaboración con el especialista. según el momento de la investigación. un PC 486 de procesador y un Pentium. Inc. En ella se encuentran dos ordenadores. Cuando el familiar no había cumplimentado el cuestionario correspondiente. Con el grupo control se siguió el mismo orden en la aplicación de las pruebas.Procedimiento El estudio se llevó a cabo en dos centros. ambos tienen instalado el software del paquete informático STIM (suministrado por NeuroScan Technical Center.) antes descritas. Luego se les citó individualmente para que realizasen la segunda fase en los laboratorios de la Facultad de Psicología de la Universidad de Oviedo. y el Continuous Perfomance Test. se citó a cada paciente y a un familiar para realizar una primera valoración sobre su diagnóstico. que incluyen un conjunto de pruebas neuropsicológicas informatizadas. también se le citaba para que acudiese a esta segunda fase. en donde se tuvo el primer contacto con los pacientes. 110 . (entre ellas el Winsconsin Cardsorting Test. En una sala próxima se obtuvieron las medidas psicofisiológicas. el Test de STROOP. 2ª Fase: esta etapa se realizó en una cabina de investigación de la Facultad de Psicología de la Universidad de Oviedo. etc. con la excepción. en el grupo control.09.Resultados 1.05). antisocial. neuropsicológicas y psicofisiológicas discriminaban entre dos grupos. mientras que en el grupo control los estudios eran de mayor nivel.72). En la variable estado civil no se observaron diferencias significativas (phi=0. y en el grupo experimental se halló una distribución normal en todas las variables con excepción de los trastornos de personalidad dependiente. todas las variables tenían una distribución normal.36). En el estudio de la variable edad fue empleada la prueba U de Mann-Whitney debido a que esta variable no seguía una distribución normal. Análisis de las características sociodemográficas Para poder comparar el grupo control y el grupo experimental. ni en la distribución del sexo (F2= 12. como tampoco en el número de hijos (F2=4. Estudio de las diferencias de los rasgos de la personalidad.96. Para ello se procedió a realizar los correspondientes análisis mediante la prueba no paramétrica F2. 2.50. se encontraron igualdad de varianzas entre el grupo control y experimental en todas las variables a excepción de los trastornos antisocial y autodestructivo de la personalidad.05). Respecto al cuestionario de Millon.258.5.05). En el nivel de estudios. p >0. Respecto a la ocupación laboral no hubo diferencias entre ambos grupos (F2= 3. pasivo-agresivo. Respecto a la distribución de hombres y mujeres no hubo diferencias significativas (phi=-0.05). p >0. sí se encontraron diferencias significativas (F2=7.354.C. Respecto a las diferencias entre los grupos de trastornos de la personalidad.05). El nivel de significación estadística considerado en toda esta investigación ha sido el de un D= 0. 111 .14. había una gran diferencia en el número de sujetos de los dos grupos y no se cumplía el principio de homocedasticidad (F= 4. p>0. En esta variable las diferencias indicaron que las personas con trastornos de la personalidad tenían principalmente un nivel de graduado escolar. p<0.04. p=0. homocedasticidad y tamaño de los grupos. Previamente.=95%). índices neuropsicológicos y psicofisiológicos en un grupo de sujetos con diagnóstico clínico de trastorno de la personalidad (grupo experimental) y una agrupación de sujetos sin ningún diagnóstico psicológico (grupo control) Se procedió a un segundo análisis. p < 0. Esta prueba indicó que no existían diferencias significativas entre estos dos grupos respecto a la edad (U=657.05). sin embargo.05 (N. no se encontraron diferencias en la variable edad (F2=7. p >0. narcisista. p=0. La distribución de las variables sociodemográficas en los tres cluster fue homogénea. se consideró determinar si ambos grupos se diferenciaban en sus variables sociodemográficas. para comprobar hasta qué punto las variables de personalidad. Con relación al supuesto de normalidad.05). p >0. experimental y control. se procedió a comprobar los supuestos paramétricos de normalidad (Test de Kolmogorov-Smirnov). y la medida de tasa cardiaca. 1987) Grupo control ( Grupo experimental Prueba de contraste 17) ( 112 87) . agresivo/sádico. Comparación del grupo control y experimental en el cuestionario MCMI-II (Millon. límite y paranoide. no tenían una distribución de normalidad los aciertos y las respuestas emitidas fuera de tiempo del Stroop. falsas alarmas. Todas las variables tenían una distribución normal. 2. tesón y apertura mental. En el grupo experimental.: y en la prueba Wisconsin en el número de respuestas correctas. En el supuesto paramétrico de normalidad.T. para controlar esta desigualdad se consideró oportuno realizar un análisis de covarianza. la igualdad de sujetos no se cumplía debido a que en el grupo control se reunieron 17 personas y en el experimental 87.T. esquizotípico.autodestructivo. del compulsivo. todas las variables tenían una distribución normal. con excepción de las variables aciertos. y los individuos que alcanzaron un título universitario fueron equivalentes a 18 años en sus niveles de estudios.P. Para este fin. las respuestas correctas y el número de categorías completas del Wisconsin. la medida de sensibilidad y el criterio de respuesta del C.P. en el grupo control. En las variables neuropsicológicas y psicofisiológicas se hayaron igualdad de varianzas entre los dos grupos de comparación en todas las variables. (Tabla 1). antisocial. afabilidad. Asimismo. Teniendo en cuenta estos resultados. exceptuando los aciertos del C. Las personas que tenían el graduado escolar se hizo equivalente a 8 años de escolaridad. siguiendo una línea estricta no sería factible el empleo de pruebas paramétricas. las respuestas correctas y el número de categorías completadas del Wisconsin.. falsas alarmas. En el cuestionario “Big-Five”. introduciendo la variable “nivel de estudios” como covariable. a excepción del trastorno de la personalidad histriónico. y sensibilidad de la prueba C. del narcisista.1. los aciertos. pasivo/agresivo y el trastorno de la personalidad paranoide.P.T. se transformó el “nivel de estudios” en una variable cuantitativa denominada años de escolarización. En el apartado anterior se señaló que estos dos grupos se diferenciaban en su nivel de estudios. se hallaron igualdad de varianzas entre el grupo control y el experimental en todos sus componentes. los que habían cursado hasta bachillerato fueron equivalentes a 12 años.. pero se ha considerado que en aquellos casos en los que se cumplía el principio de homocedasticidad se podía considerar la utilización de técnicas paramétricas. exceptuando las variables energía. Tabla 1. Análisis de las diferencias en los rasgos de la personalidad (Hipótesis 1) Respecto a la valoración de la personalidad mediante el cuestionario MCMI-II se encontraron diferencias estadísticamente significativas en todas los trastornos de la personalidad. p=0.16 Narcisista 41. p=0.55 66.20 0.08 Esquizotípica 31. Media D.76 F p 6.80 Histriónica 57.10 53.63.13 30.55 Autodestructivo 29.08 0.14 18.35 20.58 56.28 23. p=0.00 0.47 52.70 Agresivo/Sádico 50.30 Dependiente 30.(n=17) (n=87) Media D.73 Límite 28.88 31.68 Evitativa 31.96 14.65 24.91 49.00 1.08 0.15 23.06) y el paranoide (F=8.78 0.01).28 En este análisis de covarianza también se pudo determinar.00 11.41 0.29 26.08 0.00 10.33 0.06 26.T.15 31.005).71 34.12 0.47 2. agresivo/sádico (F=4.16 67.59 Pasivo/Agresivo 48.53 26.31 27. Se encontraron resultados estadísticamente significativos en el trastorno de la personalidad antisocial (F= 6.45 Paranoide 53.54 64.21 54.03).39 25.06 0.00 20.51. 113 .55 0.73 0.35 32.59 29.20 76.38 Compulsivo 50.31 Antisocial 39.46 3.58 26. Esquizoide 62.90 55.01 21.13 0.04 23. pasivo/agresivo (F= 3.80 20.93 26.94 22.12 0.53 28.47 31.26.52 0.21 0.46 56.57. p=0.16 0.T.07 60.67 29.00 19.71 20. sobre que trastornos de la personalidad se producían los mayores efectos de los años de escolarización.63 53. Se realizaron comparaciones con una técnica no paramétrica en las variables que no existía homocedasticidad entre los grupos.5.5. evitativo. afabilidad. esquizotípico y límite. afabilidad (U=531. p=0. p=0. U=524. U=223. se realizaron comparaciones mediante técnicas no paramétricas.08). p=0.00). p=0. De esta segunda comparación se puede concluir que existen diferencias en los rasgos de la personalidad “normal” entre personas con un diagnóstico clínico de trastorno de la personalidad y los individuos sin diagnóstico clínico de trastorno de la personalidad. y estabilidad emocional. Tres de estos trastornos.En los trastornos de la personalidad antisocial y autodestructivo en los cuales no se cumplía ni el principio de homocedasticidad ni el de normalidad. esquizoide. encontrándose los mismos resultados. dependiente. p=0. 114 . p=0.5. autodestructivo. y en el subcomponente escrupulosidad (Tabla 2). En este análisis se encontraron diferencias entre los dos grupos de sujetos en seis trastornos de la personalidad. encontrándose los mismos resultados (antisocial.5.00).07). Respecto a las dimensiones de personalidad según el modelo Big-Five se encontraron diferencias en todas las dimensiones evaluadas con excepción del factor energía.5.00). esquizotípico y límite son considerados como los trastornos de la personalidad con un mayor componente psicótico y de mayor gravedad clínica. tesón (U=390. Energía (U=538. apertura mental (U=412.07. esquizoide. autodestrucitivo. 71 9.01 19.97 115 F P 2.75 49.16 19.76 11.00 9.82 11.34 10.00 3.02 9.34 64.01 38.75 49.32 58.81 50.57 0. 51.00 12.07 0.76 9.05 50.88 0.28 11.00 2.40 43.15 0.T. Comparación del grupo control y del grupo experimental en las dimensiones del modelo “Big-Five” Grupo control Grupo experimental Prueba de contraste (n=17) Energía Dinamismo Dominancia Afabilidad Cooperación Cordialidad Tesón Escrupulosidad Perseverancia Estabilidad emocional Control de las emociones Control de los impulsos Apertura mental Apertura a la cultura Apertura a la experiencia (n=87) Media D.28 51.08 12.29 9.00 4.24 11.71 0.06 11.79 44.32 0.06 9.00 16.13 13.98 13.28 0.31 60.71 12.80 12.85 41.42 0.26 42.00 1.00 15.18 0.88 10.67 0.44 14.95 52.78 46.79 40.94 8.45 17.06 12.55 11.77 10.79 0.29 0.06 10.73 48.00 26.82 11.14 39.40 0.22 41.06 10.09 18.35 33.10 63.Tabla 2.52 47.79 48.49 10.70 0.42 0.67 50.00 9.18 49.T. Media D.32 38.03 .01 51.09 14.47 10.23 49.54 54.79 31.92 11. en el número de errores de comisión (falsas alarmas) (F=4.04).T. y en la medida de sensibilidad (F=3.S.88. teniendo el grupo control unos índices de sensibilidad mayores que el experimental (U=218.20 errores de comisión (falsas alarmas) mientras que las personas con trastornos de la personalidad tuvieron una media de 2. Se consideró emplear la prueba U de Mann-Whitney por las mismas razones que en las variables de personalidad. p< 0. p=0.01).001). 116 . (F= 3.C. Respecto al efecto de los años de escolarización sobre estas variables se observó influencias sobre dos resultados de la prueba de atención sostenida.73.5.81 errores de comisión (U= 391. las diferencias se hallaron únicamente en la prueba Continuous Perfomance Test. El grupo control tuvo una media de 0.2. p=0. p< 0. También existieron diferencias en la capacidad para discriminar la información relevante de la irrelevante (medida de sensibilidad).01).03.05). Se encontraron diferencias en el número de aciertos (cpt. (U=399.5.05) Si no se controlaba el efecto de los años de escolarización.2. Respecto a las otras medidas neuropsicológicas y psicofisiológicas no se encontraron diferencias entre ambos grupos.hit). Análisis de las diferencias en los componentes neuropsicológicos y psicofisiológicos (Hipótesis 2) Referente a las variables neuropsicológicas y neuropsicológicas no se encontraron diferencias estadísticamente significativas (Tabla 3).p=0. p< 0. y en el número de errores de la prueba W. 048 0.20 0.S.02 2.25 14.T.33 0.18 0.P.32 0.82 380.05 0.70 5.: criterio de respuesta C.35 57.C.73 1. Media D.46 1.35 58.84 0.90 0.01 0.06 3.Tabla 3.24 -0.31 0.T.P.016 0.83 0.72 0.: tiempo de reacción W.68 0.: respuestas correctas W.T.35 0.T: número de categorías completas Tasa cardiaca (pendiente) Resistencia eléctrica de la piel (pendiente) 117 Grupo experimental (n=87) Prueba de contraste Media D.17 0.35 1.T.59 742.T.94 0.15 0.00 20.98 55.T.33 362.86 87.99 0.T.53 1.38 0.81 6.49 130.31 759.67 0.21 2.P.90 0.70 0.18 8.07 1.53 8.98 124.02 0.74 10.98 0.75 0.91 0.28 .67 12.: sensibilidad C.01 0. F p 89.C.60 0.0147 0.T: errores W.11 0.23 8.97 0.20 791.59 97.P.65 7.92 40.07 5.:aciertos C.33 22.P.96 0.C.24 1.T.76 46.34 14.S.027 0.97 -0.56 0.19 0.41 711.03 0.:falsas alarmas C.S.04 0.36 79.16 16.58 0.004 0. Comparación del grupo control y del grupo experimental en las variables neuropsicológicas y psicofisiológicas Grupo control (n=17) Stroop: aciertos Stroop: respuestas fuera de tiempo Stroop: tiempo de reacción estímulos congruentes Stroop: tiempo de reacción estímulos incongruentes C.20 0.88 117. Tabla 4. así como el de las variables neuropsicológicas y las psicofisiológicas en el diagnóstico clínico general de un trastorno de la personalidad. las variables neuropsicológicas y las variables psicofisiológicas. Para conseguir este fin se realizó una regresión logística.88 . el diagnóstico categorial de trastorno de la personalidad mediante el cuestionario MCMI-II entre 118 .Como conclusión de este análisis es que una vez que se controla las diferencias en los años de escolarización. Esta técnica va introduciendo una a una las variables siempre que cumpla un determinado criterio. Se realizaron otros dos análisis de regresión logística introduciendo en el primero de ellos. se consideró oportuno determinar el valor predictivo de las variables de personalidad.16% para la muestra total. de 45.11 11. el componente atencional está claramente influenciado por los años de escolarización que tenga un individuo.0116 . En el momento que ninguna variable tenga una correlación significativa con el criterio se detiene el proceso.93 .E. Variables predictoras de un posible trastorno de la personalidad Variables Pesos S.45% para el grupo control y de un 95.38% para el grupo experimental.89 El porcentaje de clasificaciones correctas fue de un 88.33 -. de las variables cognitivas evaluadas.38 14.68 1 1 1 . En esta técnica se va observando el cambio en la bondad de ajuste del modelo a medida que se van introduciendo las variables.0027 .0001 R -. Wald df Sig Control de las emociones Dominancia Constante -. Estudio del poder predictivo de los rasgos de la personalidad.11 9.26 Exp(B) . 3. Se consideró como variable dependiente la pertenencia al grupo natural de procedencia (muestra sin trastorno de la personalidad y muestra diagnósticada clínicamente con trastorno de la personalidad). Se consideró el método Adelante Condicional como procedimiento de inclusión de las variables en la ecuación de regresión. no se puede indicar que los sujetos con un diagnóstico clínico de trastorno de la personalidad difieran en marcadores cognitivos respecto de los que no han recibido diagnóstico clínico.04 .04 3.00 6. de las variables neuropsicológicas y psicofisiológicas en el pronóstico de un diagnóstico categorial de trastorno de la personalidad (Hipótesis 3) Observadas estas diferencias.13 -. El criterio elegido es el denominando condicional. y como variables discriminantes se consideraron las dimensiones y subdimensiones del modelo big-five. Las variables que resultaron ser las más adecuadas para clasificar a un individuo con trastorno de la personalidad o sin trastorno fueron: control de las emociones (subdimensión de estabilidad emocional del big-five) y dominancia (subdimensión de energía del big-five) (Tabla 4). Asimismo. 72%. Se ha incluido entre las variables discriminantes el modelo de Millon Variable Pesos S.33 8.003 . Variables predictoras de un posible trastorno de la personalidad Variable Pesos S.E. respecto al grupo control fue del 63.05 4.09 . 119 . y patológicas).16 -.007 .85 .16 15.10 . En el segundo caso fueron introducidos entre las variables discriminantes los grupos creados por Millon para agrupar los trastornos de la personalidad (independiente.06 . También en estos dos casos las otras variables del modelo de los cinco grandes fueron consideradas como variables redundantes. Las variables discriminantes fueron las mismas que en los casos anteriores (Tabla 6).72%. Wald df Sig R Dominancia Control de las emociones Constante -. Variables predictoras de un posible trastorno de la personalidad.007 .85 El 63.29 -. en el grupo de personas con trastorno de la personalidad quedarían clasificados correctamente el 96. Wald df Dominancia Control de las emociones Constante -.05 4. Las tres regresiones logísticas realizadas indican que a la hora de predecir un diagnóstico clínico parece tener un mayor peso el factor de neuroticismo (control de las emociones) y los comportamientos de asertividad (dominancia) sobre otras dimensiones de personalidad y por encima de los indicadores neuropsicológicos. dependientes.000 -.33 Exp(B) .33 8.20 7. desvinculados.E.0003 R Exp(B) -.85 El porcentaje de clasificaciones correctas con esta ecuación de regresión será del 91. ambivalencia.16 -.003 .64% de los sujetos sin trastorno de la personalidad estarían correctamente clasificados en ese grupo.16 15.68 12.64% y para el experimental del 96.68 12.67%. Tabla 6.06 . obteniéndose el siguiente resultado (Tabla 5): Tabla 5. El porcentaje total de clasificaciones correctas fue de 91.33 .las variables predictoras.67%.85 .94 1 1 1 Sig .20 7.29 -.93 1 1 1 . 120 . p<0.05).001). Respecto a la subdimensión dominancia se volvió a repetir estas diferencias (F= 7. p<0. Se comprobó que discriminaban el cluster A y el grupo control (p<0.05). entre el cluster B y el grupo control (p<0.A.05).05) y el cluster B y el grupo control (p<0.05). entre el cluster A y el grupo control (p<0.001). Para el ANOVA de un factor se empleo la prueba de Sheffé y la técnica de Gibbons (1993) para las situaciones de no cumplimiento de los principios paramétricos.20.P. p<0. se encontraron diferencias en la subdimensión perseverancia (F=4. Con relación al modelo dimensional se encontraron diferencias entre los tres clusters y el grupo control en dinamismo (F=7.001). p<0.68.05). p<0. p<0.05). En control de sus impulsos también se observaron grandes diferencias (F= 11. entre el cluster A y el grupo control (p<0.05) y el cluster C y el grupo control (p<0.61.05). Respecto a control de las emociones (F=14.82. Se realizó un análisis por pares y las diferencias se centraron entre el cluster A y el grupo control (p<0.4.04. En los casos en los que se cumplía la homocedasticidad de las varianzas se empleo una ANOVA de un factor.41. p=0. se volvieron a repetir las mismas diferencias entre el cluster A y el grupo control (p<0. las diferencias fueron entre el cluster A y el grupo control (p<0.09). p<0. En la dimensión tesón también se encontró diferencias (F2=13.05). entre el cluster B y el grupo control (p<0. En los casos en los que resultaron diferencias estadísticamente significativas se realizaron las pruebas a posteriori.05) y el cluster B y el grupo control (p<0.05) y el cluster B y el grupo control (p<0. Se dio un paso en los análisis de resultados. Análisis de los clusters propuestos por el manual de la A. encontrándose diferencias entre el cluster A y el grupo control (p<0. En la dimensión estabilidad emocional se encontró que la dimensión en su conjunto arrojaba atisbos de diferencias entre los clusters y el grupo control (F=2.001).05).001).05). En sus componentes. en cooperación (F=5.01).05) y entre el cluster B y el grupo control (p<0. En la dimensión afabilidad las diferencias se encontraron en sus dos componentes. entre el cluster B y el grupo control (p<0.46. entre el cluster A y el grupo control (p<0.53. En este segundo componente se vuelven a repetir las diferencias. En cordialidad (F=7.07. Para ello se procedió a un análisis de varianza de un factor con cuatro niveles (los tres clusters clínicos y el grupo control).p<0.05).05). Debido a que en algunas variables no se cumplía la homogeneidad de las varianzas y los grupos tenían desigual número de sujetos se consideró emplear la prueba no paramétrica de Kruskal-Wallis. Sin embargo en sus dos dimensiones aumentaron. para agrupar los trastornos de la personalidad como grupos independientes unos de otros (Hipótesis 4). intentando precisar hasta qué punto cada una de las variables independientes que se habían utilizado en el estudio diferenciaban unos cluster de otros y el grupo control (Tabla 7).01).05) y el cluster B y el grupo control (p<0.05) y entre el cluster C y el grupo control (p<0. 05).05).001). 121 .05). Estas diferencias también se hallaron en su componente apertura a la cultura (F=3. las diferencias se centraron entre el cluster B y el grupo control (p<0.En la última dimensión apertura mental también fueron muy apreciables las diferencias entre los tres clusters clínicos y el grupo control (F2=17. Respecto a la comparación por pares. entre el cluster A y el grupo control (p<0. estas diferencias se centraron entre el cluster A y el cluster C (p<0.46. entre el cluster B y el grupo control (p<0.01) mientras que en apertura a la experiencia no discriminaron los grupos. Concretamente.05). p<0.05) y el cluster C y el grupo control (p<0. p=0.94. T.57 Cooperación 54.32 57.90 29.47 10.13 10. Análisis de varianza de las puntuaciones en el modelo de los “Cinco Grandes”.56 33.92 14.Tabla 7.06 9.35 9.05 42.22 42.35 11.12 58.14 F=1.10 69.61 11.83 21.45 44.20 F=5.36 12.46*** Afabilidad 51.30 13.22 20.78 Perseverancia 49.98 47.19 Control de las emociones 50.68*** Apertura mental 48.65 15.T.T.54 14.85 41.73 41.41** Escrupulosidad 48.71 F2=15.06 11.55 F= 7.77 41.78 51.38 F=3.88 10.70 F=14.93 39.82 11.29 9.34 69.83 20. Media D.62 Dinamismo 52.35 34.54 F=7.67 18.14 10.09 11.52 41.62** Estabilidad emocional 50.05 ** p< 0.96 11.81 13.18 38.94 11.43 64.72 12.79 31.16 65.94** Apertura a la experiencia 47.79 44.82 41.79 10.15 F=2.88 21.06 10.75 18.61 10.83 9.06 10.04 * p< 0.86 34.71 41.65 11.82*** Control de los impulsos 51.06 12.78 14.13 6.72 F2=4.96 15.48 41.24 13.19 10.06 F2=13.46 21.83 53.001 122 Comparación por pares A y control* B y control* A y control* B y control* A y control* B y control* A y control* B y control* A y control* B y control* A y control* B y control* A y control* B y control* C y control* A y control* B y control* C y control* A y C* A y control* B y control* B y control* C y control* .56 41.61 10.61 18.70 42.67 14.19 54.08 8.01 33.47 F2=6.54*** Dominancia 49.04*** Tesón 49. Energía 51.61 13.12 F=7.22 15.43 11.25 10.31 62.13 8.94 8. obtenidas en los tres clusters del DSM-IV y en el grupo control Grupo control Cluster A (n=22) Cluster B (n=39) Cluster C (n=23) Estadístico Media D.32 34.22 10.77 29.09 62.06 F=11.71 9. Media D.76 9.46 8.82 11.76 11.96 13.40 37.01 ***p< 0.73 43.90 59.69 44 12.86 47.95 F=2. Media D.79 39.T.63 10.75 F=4.89 60.40 41.80 39 9.15 38.07** Cordialidad 49.46*** Apertura a la cultura 50. 05). 123 . (F2=7. Al igual que en la situación anterior no se encontraron diferencias estadísticamente significativas (p<0.35.05) en las comparaciones por pares Y en el número de aciertos (F2=7.27.05) en las comparaciones por pares.05). En las falsas alarmas. en la capacidad de discriminar la información relevante de la irrelevante (sensibilidad) (F2=21.05). p<0. y entre el cluster C y el grupo control (p<0. p<0. los tres clusters y el grupo control discriminaron en tres medidas de atención sostenida. Centrándose estas diferencias entre el cluster A y el grupo control (p<0.05).Este mismo análisis se realizó para las variables neuropsicológicas y psicofisiológicas (Tabla 8).08.05). entre el cluster B y el grupo control (p<0. p=0. En relación las medidas neuropsicológicas.001). Las pruebas a posteriori indican que no existen diferencias estadísticamente significativas (p<0. 14 6.50 370.022 0.14 17.23 77.98 54.98 0.24 13.45 1.61 24.93 5.37 C.53 1.18 0.T.: sensibilidad 0.16 0.35*** C.81 793.027 0.53 42.099 0.97 C.66 12.51 F2=2.59 723.01 ***p< 0. Análisis de varianza de las puntuaciones en las variables neuropsicológicas y psicofisiológicas obtenidas en los clusters del DSM-IV y en el grupo control.70 13.05 0.68 0.06 3.01 119.T.97 0.21 4.0104 0.29 89.0044 0.37 14.20 776.39 F2=7.16 -0.05 5.82 373.09* C.75 0.T.97 8.17 7.T.95 22.74 46.26 19.T.51 F2=0.015 0.35 1.65 94.39 131.93 62.022 0.039 0.23 8.04 88.T.001 124 F=0.19 F2=1.32 0.71 796.97 0.:falsas alarmas 0.36 Stroop: respuestas fuera de tiempo 8.: tiempo de reacción 362.45 0.94 0.35 0.35 57.18 5.60 5.61 0.69 Wisconsin: respuestas correctas 58.P. Media D.T.86 83.76 48.25 1.18 F2=1.05 40 20.026 0.P.P.24 -0.27* C.44 124.36 F=1.Tabla 8.80 55.38 F=0.07 5.51 Stroop: TR a estímulos incongruentes 759.71 21.58 F=0. Media D.74 132.29 Wisconsin: errores Wisconsin: número de categorías Tasa cardiaca (pendiente) Resistencia eléctrica piel (pendiente) * p< 0.41 17.98 0.71 57.49 130. Grupo control Cluster A (n=22) Cluster B (n=39) Cluster C (n=23) Estadístico Media D.005 F2=21.T.59 97.01 8.98 F=0.24 0.26 92.77 F=0.01 749.25 14.74 7.20 0.:aciertos 14.P.P. Stroop: aciertos 89.72 1.80 Stroop: TR a estímulos congruentes 711.05 14.80 392.73 F2=7.15 0.38 144.022 0.078 -0.74 F=0.27 1.54 3.52 0.69 741.47 Comparación por pares A y control* B y control* C y control* .T.68 8.53 8.023 0.22 -0.: criterio de respuesta 0.74 11.56 0.05 ** p< 0.42 0. Media D. las medidas neuropsicológicas y psicofisiológicas en el diagnóstico psicométrico de un trastorno de la personalidad (Hipótesis 5). Siguiendo con el análisis anterior se procedió a realizar una regresión múltiple para determinar cuales de las variables independientes (modelo de los “Cinco grandes”. 5. ya que no se encontraron diferencias estadísticamente significativas en todas las dimensiones de la personalidad ni en las variables neuropsicológicas. 125 . neuropsicológicas y psicofisiológicas) predecían la puntuación de un trastorno de la personalidad evaluado psicométricamente (Tablas 9-11).A partir de estos análisis se vislumbra que los cluster de los trastornos de la personalidad no son entidades totalmente excluyentes. Se consideró pertinente emplear el método de pasos sucesivos para eliminar las posibles relaciones de multicolinealidad existentes entre las variables predictoras. Sin embargo sí se puede hablar. Análisis del valor predictivo de los rasgos de la personalidad. que en estas muestras la categoría de trastorno de la personalidad reúne comportamientos diferentes a los expresados en la población normal. 09 0.12 Grupo experimental (n=87) Esquizoide Esquizotípico Paranoide Variables R2 Beta Dinamismo 0.31 -0.26 126 .26 0.: falsas alarmas Tasa cardiaca Control de los impulsos Afabilidad Dominancia Energía Estabilidad Emocional Stroop: tiempo de reacción a estímulos incongruentes R2 Beta 0.34 -0.81 1.00 0.P.51 0.Regresión lineal múltiple en la muestra entera Variables criterio: trastornos de la personalidad del cluster A Variables predictoras: modelo de los “Cinco Grandes”.33 0. pruebas neuropsicológicas y psicofisiológicas Grupo total (n=104) Variables Esquizoide Esquizotípico Paranoide Dinamismo Escrupulosidad Apertura mental Control de las emociones Dinamismo R2 0.78 0.02 0.43 -0.35 Dinamismo 0.81 0.37 -0.Tabla 9.T.63 0.07 0.34 Grupo control (n=17) Variables Esquizoide Tesón Esquizotípico Ninguna variable Paranoide C.19 -0.21 0.55 0.31 Años de escolarización Control de los impulsos Control de las emociones Apertura a la experiencia 0.84 -0.30 0.44 -0.23 -0.33 Años de escolarización Apertura a la experiencia Cordialidad 0.21 0.52 Beta -0.34 -0. T.65 -0.62 0.51 0. pruebas neuropsicológicas y psicofisiológicas Grupo total (n=104) Variables Histriónico Narcisista Antisocial Límite R Wisconsin: categorias Escrupulosidad Dinamismo Estabilidad emocional Energía Control de los impulsos Apertura a la cultura Tesón Afabilidad Stroop: tiempo de reacción a estímulos congruentes Resistencia eléctrica de la piel Años de escolarización Dominancia Perseverancia Apertura mental Estabilidad emocional Afabilidad W.: aciertos Control de impulsos Cordialidad Energía Afabilidad Tesón Tasa cardiaca 2 0.30 -0.24 -0.32 0.41 -0.78 0.30 -0.28 Años de escolarización Apertura mental Estabilidad emocional Afabilidad C.: criterio de respuesta Estabilidad emocional Perseverancia 0.36 0.89 Beta -0.63 -0.73 -0.31 -0.72 0.43 -0.: criterios de respuesta Estabilidad emocional Perseverancia Grupo control (n=17) Variables Histriónico Narcisista Antisocial Límite 0.46 -0.47 Grupo experimental (n=87) Variables Histriónico Narcisista Antisocial Límite R C.61 -0.28 -0.41 0.42 -0.32 -0.46 0.36 -0.88 0.45 -0.99 0.58 127 Beta -0.T.: falsas alarmas Afabilidad Tesón Dominancia Stroop: tiempo de reacción a estímulos congruentes Afabilidad Escrupulosidad Resistencia eléctrica de la piel Años de escolarización Dominancia Control de las emociones Control de los impulsos Energía 2 2 0.52 -0.36 0.17 -0.41 -0.55 -0.P.44 0.62 0.38 0.99 0.P.35 0.41 -0.33 0.: errores C.C.28 -0. Regresión lineal múltiple Variables criterio: trastornos de la personalidad del cluster B Variables predictoras: modelo de los “Cinco Grandes”.49 -0.P.18 -0.26 Beta -0.27 -0.30 -0.Tabla 10.52 0.25 -0.P.28 -0.68 0.56 0.T.T.27 .58 -0.T.S.56 -0.63 0.70 0.28 -0.60 R C. 128 .57 0.P.27 En las muestras empleadas en este estudio.071 0.22 0.55 -0.87 Grupo control (n=17) Variables Dependiente Evitativo ObsesivoCompulsivo Ninguna variable predictora Dinamismo Stroop: tiempo de reacción a estímulos congruentes C.41 -0. los mejores predictores de un diagnóstico psicométrico de los trastornos de la personalidad parece ser indicadores clínicos de la personalidad.40 -0.26 0.40 -0.34 0.51 0.23 0.48 -0.30 0.T.27 0. Regresión lineal múltiple Variables criterio: trastornos de la personalidad del cluster C Variables predictoras: modelo de los “Cinco Grandes”.P.99 0.18 R2 Beta 0.25 R2 Beta 0.36 0.55 0.: falsas alarmas C.Tabla 11.21 -0.24 0. pruebas neuropsicológicas y psicofisiológicas Grupo total (n=104) Variables Dependiente Evitativo ObsesivoCompulsivo R Apertura a la cultura Afabilidad Energía Stroop: aciertos Control de las emociones Dinamismo 2 0.28 -0.46 Escrupulosidad Apertura a la experiencia Stroop: respuestas fuera de tiempo Apertura mental Stroop: tiempo de reacción a estímulos incongruentes Beta -0.T.27 Grupo experimental (n=87) Variables Dependiente Evitativo ObsesivoCompulsivo Apertura a la cultura Stroop: aciertos Tasa cardiaca Control de las emociones Energía Stroop: respuestas emitidas fuera de tiempo Tesón Stroop: tiempo de reacción a estimulos incongruentes 0.28 0.30 -0.22 0.27 -0.: aciertos Cordialidad Escrupulosidad Perseverancia 0.16 -0. sin embargo los resultados no son los mismos cuando se trata de personas con o sin diagnóstico clínico de trastorno de la personalidad.29 0.84 -.30 0. se planteo la posibilidad que la clasificación que se había venido siguiendo no fuera la correcta y que la estructura de estos datos fuera distinta.23) Límite (.85) Paranoide (.14) Narcisista (.81) Pasivo-Agresiva (.45) Estabilidad Emocional (.82) Histriónica (-.41 3.16) Histriónica (-. Estudio de la estructura factorial de los datos para determinar si se ajustan a una solución entre cinco factores (Modelo de “Los Cinco Grandes”).14) Apertua mental (.69) Total 4.21) Esquizoide (.27% de la varianza total.30) Afabilidad (-.16 74.23) Dependiente (-.20 3.50) Pasivo-Agresiva (-.90 47.57 16.36) Evitativa (-.87) ObsesivoCompulsiva (.17 .17) Antisocial (-.72 45. El método de extracción fue ejes principales con rotación oblimin.50) Dependiente (.70) Autodestructiva (-.90 18.32) Histriónica (.12) % acumulado 27.45 Narcisista (.84 66. Estructura factorial obtenida Factor 1: Factor 2: Personalidad personalidad con Agresiva déficit en su implicación social Sádica (.716 % de la varianza 27.33) Tesón (.46) Tesón (.76 % acumulado 28.72) Paranoide (.39) Dependiente (.34 5.04 % de la varianza 28.24) Evitativa (.27 Tabla 13.71 6.13) ObsesivoCompulsiva (.3 1.81) Afabilidad (. Tabla 12.11) .64) Energía (-.99 68.51 80.89) Esquizoide (.17) Pasivo-Agresiva (. Factores obtenidos en un análisis factorial de ejes principales y rotación oblimin Autovalores iniciales Sumas de las saturaciones al cuadrado de la extracción Factor Total 1 2 3 4 5 5.31) Autodestructiva (.28 61.48 3.23) Afabilidad (.10) Límite (.66) Narcisista (-.47 72.28) Esquizotípica (.19) Estabilidad Emocional (. Para ello se procedió a un análisis factorial (Tablas 12-13) introduciendo las variables de personalidad del cuestionario de Millon y del modelo de los Cinco Grandes.01 1.99 3.33 8. Se obtuvo una estructura de cinco factores de primer orden.72 17.98 Factor 3: personalidad básica Factor 4: personalidad obsesiva Factor 5: personalidad no asertiva Energía (.31) Estabilidad Emocional (-.72) Evitativa (.73) Esquizotípica (.11) 129 Sádica (-. los cuales explicaban el 80.19) Energía (.17) Tesón (.84) Límite (-.67) Apertura mental (.16) Apertura mental (-.46) Límite (.16) Antisocial (.33) Autodestructiva (.50 1.79) Narcisista (.94 18.16) ObsesivoCompulsiva (.20) Histriónica (.11) Autodestructiva (.23) Estabilidad emocional (-.6.17) Evitativa (. o una solución de tres factores (Modelo de clusters del DSM y de la CIE) Considerando los resultados hasta este momento.16 3. 44 .85 70.05).968 130 00.47 . En el factor 2 (personalidad agresiva) (Gráficos 1-2) se encontraron diferencias en las respuestas emitidas fuera de tiempo (p=0. Como segundo paso.35 49.30) Personalidda no asertiva (.53) A partir de estas puntuaciones factoriales se realizaron dos grupos.98 en la medida de sensibilidad de la prueba de atención sostenida (p<0. En el factor 1 no se encontraron diferencias estadísticamente significativas. aquellos sujetos que estaban por encima de la media y en otro grupo se reunieron aquellos sujetos cuya puntuación factorial estaba por debajo de la media. en cada una de los tres factores resultantes.978 factor (Gráficos 3-5) el cual recogía las dimensiones de personalidad básica y rasgos obsesivos.20 9.: sensibilidad fuera de tiempo emplear la prueba no paramétrica U de Man-Whitney (Gráficos 1-5).972 FACTOR 2: Personalidad agresiva 4 0. Respecto al tercer 120.61 .43) Personalidad básica (.43) Personalidad obsesiva (.22 1. Factores obtenidos Factores de segundo orden Factor 1 Factor 2 Personalidad agresiva (. 100.52 Total % de la % varianza acumulado 12. La solución de tres factores explicaba el 70.32 24. en el nivel de sensibilidad de la prueba de atención 80.T. para conseguir este fín se consideró oportuno Gráfico Gráfico 1 2 Stroop: respuestas C.P. Se utilizaron las puntuaciones factoriales en vez de las puntuaciones directas ya que de este modo se tienen en cuenta los pesos reales de cada variable en cada factor obteniendose una para cada sujeto y/o grupo más coherente en el nivel de cada variable estudiada. se procedió a estudiar si las variables neuropsicológicas y las psicofisiológicas discriminaban entre los grupos de nueva creación.39) Factor 3 Personalidad con déficit en su implicación social (.001).97 20.67 20.90 26.06).54 4. Factores obtenidos en un análisis factorial de ejes principales y rotación variamax Autovalores iniciales Sumas de las saturaciones al cuadrado de la extracción Factor Total 1 2 3 1.24 Tabla 15.04 % de la % varianza acumulado 25.Se consideró oportuno la posibilidad de realizar un segundo análisis factorial de segundo orden para así determinar si los datos del estudio se podían ajustar a una solución de tres factores (clasificación clásica en los manuales de psicopatología).05).20 12. y 14 0. y en la medida de la resistencia eléctrica de la piel (p<0.34 21.27 1. Por un lado.976 se encontraron diferencias en el número de aciertos (p=0.52% de la varianza total (Tablas 14-15) Tabla 14.974 sostenida (p<0. 60.966 No agresivo No agresivo Agresivo Agresivo .56) Personalidad obsesiva (-.01).32 25. 4 14.1 -0.P.25 No obsesivo Obsesivo .P.978 0.35 No obsesivo Obsesivo Gráfico 4 C.5 14.T.65 14.966 0 No obsesivo Obsesivo -0.: sensibilidad 0.: Aciertos 14.05 -0.15 -0.45 14.974 0.6 14.976 0.97 Gráfico 5 Resistencia eléctrica de la piel 0.968 0.972 0.55 14.2 131 -0.T.Gráfico 3 C. Y en la medida de la resistencia de la piel. pero peor que los sujetos del grupo central. En la medida de sensibilidad se encontraron la misma relación. A pesar que la prueba de Gibbons (1993) no mostró diferencias estadísticamente significativas. en las mismas variables independientes.972 0.001) de la prueba de atención sostenida.971 0. los sujetos del percentil 25 ejecutaron mejor la prueba que los del percentil 75.Considerando este análisis se procedió a realizar una segunda división apartir de las puntuaciones en los tres factores. y entre las personas del percentil 75 y 2.975aunque no fueron estadísticamente significativas empleando el método de 0. En esta ocasión se agruparon los sujetos en tres grupos.01).05).97 0. Gráfico Respecto 7al número de aciertos.01).T. En el criterio de respuesta de la prueba de atención sostenida (p=0. las diferencias fueron en la misma 0.5 0. Los sujetos del grupo central cometieron un mayor número de errores que los sujetos del percentil 25 (p<0. Para este análisis se seleccionó la prueba de KruskallWallis (Gráficos 6-13). se puede observar en los gráficos que las diferencias se centraron entre los sujetos del percentil 25 y el grupo medio.978 3 central (p<0. y los que se encontraron entre el 50% central. En la comparación por pares se volvieron a repetir los mismos resultados. y entre las personas del percentil 75 y el grupo 0.05).P.979 sujetos del percentil 25 y el percentil 75 (p<0.:C. se encontraron diferencias en los errores de comisión de la prueba de atención sostenida (p<0.977 dirección. Con relación al segundo factor (Gráficos 8-10).T. los sujetos del percentil 25 y el percentil 75. Respecto al factor 1 (Gráficos 6-7).969 132 Percentil Percentil 25 2550% central 50% central Percentil Percentil 75 75 .05). así como en Gráfico 6 C.: falsas sensibilidad alarmas la medida de la resistencia eléctrica de la piel. Se compararon estos tres grupos de cada factor.974 Gibbons (1993).05). y la medida de sensibilidad (p<0.5entre 0. los que puntuaron por encima del percentil 75. Los grupos fueron diferentes en la ejecución de la prueba Wisconsin.05). aquellos que puntuaron por debajo del percentil 25.P. y este grupo central respecto a las personas del percentil 75. En la medida de sensibilidad también se hallaron diferencias significativas entre los tres grupos (p<0.973 1 0.05) y entre el grupo de sujetos del 50% central y los que se situaron en el 25% superior del factor (p<0. personalidades no asertivas y las personalidades con défict en su implicación social. sí se puede observar que el grupo medio (50% central) se diferenció respecto a los sujetos del percentil 25 y las personas del percentil 75.05). En el factor 3 (Gráficos 11-13) se encontraron diferencias en el número de aciertos (p<0. entre las personas del percentil 25 y el grupo central y entre los dos grupos extremos. concretamente en el número de errores (p=0. se diferenciaron en el número de respuestas emitidas fuera de tiempo (p<0. las personalidades agresivas.976 el grupo 2central 0.05) y que los sujetos del percentil 75 aunque las diferencias no llegaron a ser estadísticamente significativas en esta segunda comparación. el percentil 25 y el percentil 75. Centrándose estas diferencias entre los dos grupos extremos (p<0.05) a pesar que la prueba a posteriori de Gibbons (1993) no indicó diferencias estadísticamente significativas.5 0 0. diferencias entre los 3. F ACT1.5 OR 1: Personalidad no asertiva y/o déficit en la implicación social FA 0. 133 . : criterio de respuesta 0.6 0.2 0.3 0.1 0 Percentil 25 50% central Percentil 75 Gráfico 10 Wisconsin: errores 60 50 40 30 20 10 0 Percentil 25 50% central 134 Percentil 75 .FACTOR 2: Personalidad agresiva Gráfico 8 Stroop: respuestas emitidas fuera de tiempo 15 10 5 0 Percentil 25 50% central Percentil 75 Gráfico 9 C.5 0.4 0.T.P.7 0. 25 Percentil 25 50% central 135 Percentil 75 .2 -0.964 0.T.T.4 14.1 -0.15 -0.978 0.976 0.3 14.968 0.2 Percentil 25 50% central Percentil 75 Gráfico 12 C.7 14.: aceirtos 14.974 0.972 0.: sensibilidad 0.05 -0.97 0.6 14.966 0.FACTOR 3: Personalidad obsesiva Gráfico 11 C.P.5 14.P.962 Percentil 25 50% central Percentil 75 Gráfico 13 Resistencia eléctrica de la piel 0 -0. 8 18.0 2.Cuando se realizó una nueva agrupación de los trastornos de la personalidd sí se encontraron indicadores neuropsicológicos y fisiológicos en los que se diferenciaban las personas con y sín alteraciones de la personalidad.13 3 4.76 Apertura a la experiencia 0.56 7 1.5 74. De esté análisis se obtuvieron once factores.0 77.1 61.7 55.20 Porcentaje de varianza Porcentaje Acumulado 18. FACTOR 1: Personalidad básica I Variables Pesos Cooperación 0.0 3.9% de la varianza total.0 6.47 10 1.5 4.8 12.5 3. se realizó otro análisis factorial (Tablas 16-27).24 4 3.7 6.1 41.71 Dominancia 0.98 8 1.69 9 1.2 31. Tabla 16.90 2 5.60 136 . principalmente el componente cognitivo atencional y la resistencia eléctrica de la piel sirvieron para diferenciar a los sujetos.66 Cordialidad 0.81 Apertura a la cultura 0.0 10.72 Escrupulosidad 0.9 79. 7.9 Tabla 17.30 5 2.60 Control de los impulsos 0. Factores obtenidos Factor Eigenvalue 1 7.81 Perseverancia 0.7 66.0 70. introduciendo además de las variables de personalidad.81 6 2. Análisis factorial exploratorio del papel de las variables psicofisiológicas y neuropsicológicas en una estructura teórica de la personalidad (Hipótesis 7) Finalmente.8 4. El objetivo de este análsis fue realizar un estudio exploratorio sobre una posible estructura de personalidad neuropsicológica.27 11 1.1 7.8 49. los cuales explican el 79. las variables neuropsicológicas y psicofisiológicas. 40 Cordialidad -0.75 Personalidad Límite 0.36 Personalidad Histrionica 0. FACTOR 3 : Personalidad agresiva Variables Pesos Personlidad Agresivo-Sádica 0.79 Personalidad Narcisista 0.84 Personalidad Paranoide 0.35 Tabla 19.84 Personalidad Esquizotípica 0.61 Estabilidad Emocional -0.56 Personalidad Limite 0.40 Personalidad Dependiente 0.33 137 .50 Personalidad Antisocial 0.61 Control de los Impulsos -0.55 Personalidad Pasivo-Agresiva 0.74 Personalidad Pasivo-Agresiva 0.63 Personalidad Dependiente 0.71 Control de las Emociones -0. FACTOR 2: Personalidad evitación de daños (no asertiva) Variables Pesos Personalidad Autodestructiva 0.Tabla 18.87 Personalidad Evitativa 0.75 Personalidad Antisocial 0. 90 Continous Perfomance Test: falsas alarmas -0. FACTOR 5: Razonamiento abstracto Variables Pesos Wisconisn: categorias completadas Wisconisn: respuestas correctas Wisconisn: errores cometidos 0.82 Tabla 22.90 Tesón 0.83 Apertura mental 0.87 0.90 Continous Perfomance Test: sensiblidad 0. FACTOR 4: Personalidad básica II Variables Pesos Energía 0.87 -0.Tabla 20.82 Afabilidad 0. FACTOR 6: Atención selectiva Variables Pesos Continous Perfomance Test: criterio de respuesta 0.80 138 .78 Tabla 21. 41 0.35 0. FACTOR 8: Con déficit en la implicación social Variables Personalidad Esquizoide Personalidad Histrionica Dinamismo Personalidad Narcisista Cordialidad Personalidad Evitativa Dominancia Personalidad Esquizotípica Tasa cardiaca (Pendiente) Pesos -0.59 Continous Perfomance Test: tiempo de reacción 0.68 0.39 0.Tabla 23.35 -0.92 Stroop: tiempo de reacción a estímulos incongruentes 0.54 Tabla 24. Atención focal-ejecutiva Variables Pesos Stroop: tiempo de reacción a estímulos congruentes 0.72 0.30 -0.91 Stroop: respuestas correctas 0.30 139 .38 -0. FACTOR 7: Percepción. 83 Continous Perfomance Test: tiempo de reacción -0.60 Dominancia 0..34 Tabla 27. FACTOR 9: Factor obsesivo. FACTOR 10: Atención sostenida Variables Pesos Continuous Perfomance Test: aciertos 0.31 0.53 0.35 0.Componente de flexibilidad Variables Stroop: times out Personalidad Compulsiva Sroop: respuestas correctas Personalidad Dependiente Personalidad Paranoide Escrupulosidad Pesos 0.72 0.68 -0.34 140 .Tabla 25. FACTOR 11: Medidas psicofisiológicas FACTOR 11: medidas psicofisiológicas Variables Tasa cardiaca (pendiente) Resistencia eléctrica de la piel (pendientes) Estaboilidad emocional Control de las emociones Pesos 0.72 -0.60 0.37 Continous Perfomance Test: sensibilidad 0.34 0.31 Tabla 26. Factor 1 Variables Pesos Componente obsesivoFlexilidad 0.47 0.56 Con déficit en la implicación social 0.43 0.39 Tabla 29.33 Tabla 30. Tabla 28.Debido al número tan elevado de factores se realizó un análisis factorial de segundo orden (Tablas 28-32). La solución obteninda fueron cinco factores los cuales explicaron el 45. Variables Indices psicofisiológicos Razonamiento abstracto Personalidades Agresivas Personalidad básica II Atencion selectiva Pesos 0.36 -0.52 -0. Factor 3 Variables Personalidad básica I Atencion selectiva Pesos 0.46 141 . Factor 2.43 0.82 0.5% de la varianza.45 Atencion sostenida Atención selectiva 0. 142 . Factor 5 Variables Personalidad eviatación de daños (no asertivas) Pesos 0.F.84 0.88 Como fue indicado en el apartado de procedimiento. Atención focal ejecutiva Personalidad Agresiva Pesos 0. refieriendose a la conducta del paciente. Para ello se procedió a realizar correlaciones de Pearson entre las puntuaciones de los pacientes y las de los familiares en este cuestionario (Tabla 33). se estimó oportuno pedir que un familiar completará el cuestionario B.Tabla 31.32 Tabla 32. Factor 4 Variables Percepción.Q. Esto se utilizó como un indicador para determinar la fiabilidad de las respuestas de los pacientes. a Cultura A. Correlaciones entre las puntuaciones de los pacientes y sus familiares en el cuestionario B.56 P= .000 .Tabla 33.76 P= .000 .70 P= .53 P= .000 Escrupulosidad .impulso A.emocio C.000 Cordialidad .000 Afabilidad Tesón Estabilidad Emocional Apertura Mental Dinamismo Dominancia Cooperación Afabilidad Tesón E.000 Perseverancia .000 Apertura a la cultura .50 P= .000 . Mental C.71 P= .70 P= .81 P= .F.73 P= .68 P= .43 .63 P= .000 . Perseve.Emocio A.experien .53 P= .000 Apertura a la experiencia 143 .81 p= .Q.000 Control de las emociones .000 Control de los impulsos . Dinamismo Dominancia Cooperación Cordiali Escrupu.000 .70 P= . (n= 86) FAMILIARES PACIENTES Energía Energía .000 .000 . 1991. límite. estado civil. 144 . antisocial. en los que los trastornos esquizotípico. antisocial y obsesivo-compulsivo fueron más frecuentes en varones y los trastornos histriónico. mientras que las personas con un trastorno de la personalidad narcisista presentaban un CI elevado.. Respecto a la distribución de los trastornos de la personalidad diagnosticados categorialmente se puede observar que el trastorno límite es el más prevalente. Sin embargo en este trabajo no se ha profundizado en este tema debido a aspectos de restricción de intereses. 1996). Los sujetos con trastorno de la personalidad esquizoide o esquizotípico predominantemente no tenían hijos y eran de clase social alta. no se encontraron diferencias significativas entre el grupo de pacientes con trastorno de la personalidad y el grupo control respecto a las variables edad. 1983.I... Sin embargo Coid (1999) sí encontró relaciones entre las variables sociodemográficas y los trastornos de la personalidad. la influencia de la inteligencia en el desarrollo humano. ocupación laboral y número de hijos. Sin embargo en esta muestra sí se obtuvieron las tendencias encontradas en otros trabajos (Tabla 34). En este estudio no se encontraron tales diferencias.I. dependiente y pasivo-agresivo tenían un cociente bajo de inteligencia. Jackson et al. E incluso realizó un análisis respecto al C. Este resultado es acorde con otros estudios como el de Widiger y Rogers (1989). evitativo.. encontrando que las personas con un trastorno de la personalidad paranoide. Grilo et al. El DSM. que fueron los segundos más frecuentes. En esta investigación también se encontraron resultados similares respecto a la distribución de las variables sociodemográficas en los sujetos con y sin trastorno.personalidad. (1998) sobre una muestra de 90 pacientes se encontró que el trastorno de la personalidad límite fue el más frecuente. En un estudio de Modestin et al. en el que el 15% de los pacientes hospitalizados y el 8% de los pacientes ambulatorios tenían este diagnóstico. lo que está en consonancia con otros estudios en los que también se deja claro la escasa relación entre los trastornos de la personalidad y la variable sexo (Kass et all. frente al 14% de los trastornos paranoide y evitativo. Este autor señaló que entre las personas con trastorno de la personalidad límite era frecuente estar soltero y sin hijos. Este último dato se presenta como una línea de investigación que siempre ha estado presente a lo largo de la historia de la psicología. Y por lo tanto no es raro que en el campo de los trastornos de la personalidad haya sido analizada la relación C. 26% de los pacientes recibieron este diagnóstico.Discusión Análisis de los resultados Comparación entre ambos grupos en las variables sociodemográficas Como se señaló en el apartado de resultados. la CIE y otros muchos trabajos indican que unos trastornos de la personalidad son más prevalentes en los hombres y otros lo son más en las mujeres. Las personas con trastorno de la personalidad antisocial y autodestructivo pertenecían a un nivel social bajo. sexo. Como ya se había indicado.9%) 50 (58. por evitación y por dependencia fueron más frecuente en las mujeres. Distribución de los trastornos de la personalidad por sexo Trastornos de la personalidad Sexo Varón n(%) Mujer n(%) Total n(%) 3 (50%) 3 (50%) 6 (100%) Paranoide 5 (50%) 5 (50%) 10 (100%) Esquizoide 4 (66. con poco gusto por la vida social. siguiendo a Avia (1992) se puede afirmar que este grupo está formado por personas con un escaso equilibrio emocional. En este sentido hay que señalar que en el trastorno de la personalidad paranoide cuando no se controlaba el efecto de los años de escolarización se obtenía un nivel significativo del 7%.3%) 24 (100%) Límite 2 (33.7%) 14 (58. encontrándose que en casi todas las dimensiones y subdimensiones el grupo de individuos con trastorno de la personalidad presentaron conductas más deficitarias que el grupo control.7%) 1 (33.7%) 2 (33. El primer análisis realizado fue la comparación de los dos grupos en las escalas de personalidad del cuestionario de Millon. esto es. en el análisis de la regresión lineal se ha podido determinar que los años de escolarización que tenga una persona influyen en sentido positivo.3%) 4 (66. no es recomendable fiarse de sus palabras y promesas. Además.7%) 2 (33.1%) 86 (100%) Total Hipótesis 1: Comprobación de las diferencias existentes en los rasgos de personalidad entre dos grupos.7%) 6 (100%) Por evitación 3 (30%) 7 (70%) 10 (100%) Dependiente 4 (66. 145 . se trata de “malos sujetos” (no se puede contar con ellos ante las situaciones difíciles). En los trastornos paranoide.3%) 6 (100%) Obsesivo-compulsivo 1 (100%) 1 (100%) Pasivo-agresivo 2 (100%) 2 (100%) No especificado 36 (41. se debió considerar la variable años de escolarización como covariante debido a que era una característica en la que se diferenciaban ambos grupos.límite. cuantos más años de estudio menor sintomatología paranoide.3%) 6 (100%) Esquizotípico 1 (10%) 9 (90%) 10 (100%) Histriónico 1 (50%) 1 (50%) 2 (100%) Narcisista 2 (66. Tabla 34. Estos dos grupos de personas fueron comparados en los rasgos que describe el modelo de los “Cinco Grandes”.3%) 3 (100%) Antisocial 10 (41. uno diagnosticado clínicamente con un trastorno de la personalidad y el otro sin ningún tipo de alteración psicológica. esquizoide y narcisista hubo el mismo número de varones y mujeres. y son poco abiertos de miras. los datos sí muestran una mejor ejecución del grupo control sobre el experimental (APENDICE II). En la prueba de razonamiento abstracto Wisconsin. el grupo control tuvo una tasa más elevada de aciertos. menores tiempos de reacción y respuestas emitidas fuera de tiempo en la prueba Stroop.). En la tasa cardiaca se ha considerado también tomar este índice como resultado a valorar. Singularmente. En esta comparación también se empleo la técnica del análisis de covarianza. las personas sin trastorno de la personalidad se recuperaban mejor que los individuos del grupo experimental (APENDICE II). Las personas con un trastorno de la personalidad presentaron peores índices en su atención sostenida que los individuos sin diagnóstico. Como se ha podido observar en la Tabla 3 no existieron tales diferencias en ninguno de los marcadores neuropsicológicos ni en los psicofisiológicos.Siguiendo los resultados encontrados en estos dos primeros análisis se podría decir que no es recomendable descartar el diagnóstico categorial de trastorno de la personalidad. 146 . Dentro de la prueba de atención sostenida (C.P. Cuanto más elevado es este valor mejor será la recuperación del sujeto.T. por término medio. Hipótesis 2: Comparación de los dos grupos en cada uno de los marcadores neuropsicológicos y psicofisiológicos Con esta segunda hipótesis se pretendió poner a prueba si dos grupos de personas que se diferenciaban en el diagnóstico clínico de trastorno de la personalidad también se distinguían en otros indicadores más objetivos que los rasgos de la personalidad. que el grupo experimental. la relación entre atención sostenida y el rendimiento escolar tambíen puede ser inversa. porque la tarea de estudiar exige largos periodos de concentración. Las personas sin trastorno de la personalidad tuvieron un mayor número de aciertos. El efecto de los años de escolarización no es sorprendente. ya que una persona que haya dedicado más años de su vida a el estudio es normal que tenga una atención sostenida mejor desarrollada. cuando no se controló el efecto de los años de escolaridad se encontraron diferencias en la prueba de atención sostenida. En la resistencia eléctrica de la piel se ha tomado como valor indicativo la pendiente. y al igual que en la prueba anterior emitían más rápidamente sus respuestas. A pesar de la ausencia de diferencias estadísticamente significativas. Las personas con trastorno de la personalidad tuvieron mejores índices de recuperación en la tasa cardiaca. a parte de los resultados anteriormente comentados. este índice indica el nivel de recuperación del sujeto a la línea base. Igualmente. mientras que en la medida de la resistencia eléctrica de la piel fue al revés. completaron un mayor número de categorías y cometieron un menor número de errores. ya que tanto en el modelo de Millon como en el de los “Cinco Grandes” los sujetos han sido totalmente diferentes. los sujetos sin trastorno de la personalidad adoptaron unas respuestas más conservadoras. pensando en la posibilidad de que con unos instrumentos psicométricos. 1994). Hipótesis 3: Valor predictivo de los rasgos de la personalidad. neuropsicológicos y psicofisiológicos. Con esta idea se planteo la tercera hipótesis. Bossé & Spiro. Trull. Esto no quiere decir que este objetivo sea un callejón sin salida sino que habrá que realizar estudios con un mayor número de personas. cuya magnitud se traduce en su elevada prevalencia y en el gran número de demandas de asistencia sanitaria. Hipótesis 4: Comprobación del carácter unitario y diferenciador de los clustrers creados en el DSM-IV.De este segundo grupo de análisis se puede concluir que si se emplean marcadores externos y objetivos como los neuropsicológicos y psicofisológicos. cuando el volumen de pacientes es grande. En el caso de los trastornos de la personalidad es más aguda la cuestión debido a la problemática personal de larga duración. El empleo de la técnica de regresión logística para poner a prueba un modelo categorial de la personalidad fue empleado anteriormente por otros autores (Trull y Sher. sobre todo en el grupo control. 1984. con la que llegan los pacientes a las consultas. para lo 147 . 1988. Dentro de la práctica clínica diaria. no se puede hablar de una definición estrictamente categorial del trastorno de la personalidad. El objetivo de este cuarto análisis fue ampliar los hallazgos en las hipótesis 1 y 2. debido a que los trastornos mentales son uno de los principales problemas de salud pública con los que se encuentra la sociedad actual. los profesionales demandan un instrumento o método que les permita poder pronosticar rápidamente si un sujeto puede presentar un trastorno psicológico o no. Watson & Clark. se pudiera construir una batería de pruebas que de manera objetiva. para la agrupación de los trastornos de la personalidad. Aldwin. y poder tomar las medidas necesarias. e introducir medidas más finas en las pruebas de evaluación. 1992). permitiesen determinar la presencia o ausencia de un diagnóstico de la personalidad. Sin embargo. de los marcadores neuropsicológicos y psicofisiológicos en el diagnóstico clínico de un trastorno de la personalidad. hay que señalar que no se consiguió el objetivo con el que se planteo esta hipótesis de estudio. El poder llegar a construir un instrumento que permita un primer diagnóstico objetivo y fiable en psicología va a continuar siendo necesario. El resultado obtenido en las tres regresiones logísticas realizadas fue que el nivel de control emocional y los comportamientos dominantes fueron los mejores predictores de la presencia o ausencia de un trastorno de la personalidad. ya que en otros estudios se encontró que esta dimensión es la que más relación tiene con las alteraciones de la personalidad (Levenson. y la dificultad de la intervención terapéutica. Respecto al componente emocional no es extraño su peso específico. Los sujetos del cluster A y B se definieron como individuos que suelen faltar a sus promesas con mayor frecuencia y ser menos perseverantes en las actividades empezadas. Este resultado concuerda con la idea de que los individuos de este cluster presentan el control emocional y conductual más bajo de todos los trastornos de la personalidad. y por ello han puntuado menos en la dimensión apertura mental. esquizotípicos y paranoides son menos extrovertidas que los sujetos del cluster dramático. Las personas del cluster ansioso presentaron un comportamiento menos creativo y fantasioso que los individuos de los otros dos cluster. los sujetos del cluster A menos activos y dominantes. así como las esquizoide. por adquirir nuevos conocimientos. El cluster dramático mostró las puntuaciones más bajas en esta dimensión. al igual que en el histrionico. Respecto a la primera dimensión energía. 148 . siendo. Esta diferencia no es sorprendente. los tres clusters de personalidad se diferenciaron de las personas del grupo control. los trastornos antisocial y narcisista poseen entre sus características principales ser agresivos e impulsivos. También este resultado es concordante con los criterios del DSM y CIE. ya que para estas clasificaciones. Asimismo. En la dimensión afabilidad. Sin embargo. en la subdimensión apertura a la cultura las diferencias se centraron entre el grupo control respecto a los cluster dramático y ansioso. una de las características del trastorno límite es la inestabilidad emocional. en donde se describe cambios frecuentes del estado de ánimo. hay que destacar que los cluster A (extraño) y B (dramático) se diferenciaron respecto al grupo control. por ejemplo. Esta misma diferencia se encontró entre las personas del cluster dramático y el grupo control. mientras que las puntuaciones referidas a la dimensión apertura mental se estén refiriendo a los posibles intereses por experimentar sensaciones nuevas. evitativo y obsesivo-compulsivo pueden ser bastante reacios a enfrentarse a esas situaciones. Esta subdimensión evalúa los comportamientos relacionados con los intereses de tipo cultural. siendo las personas de estos grupos los que tenían un menor control de sus emociones y de sus impulsos. En la dimensión control emocional.cual se compararon los tres cluster del DSM-IV en las dimensiones de los “Cinco Grandes” y en los marcadores neuropsicológicos y psicofisiológicos. que las personas sin trastorno de la personalidad. como era de esperar. y estos aspectos puede que estén ligados al nivel de estudios y por ello las personas del grupo control han obtenido puntuaciones más altas. ideas o culturas diferentes. Los trastornos de la personalidad del cluster B (dramático) obtuvieron una puntuación más elevada en el factor energía que los otros dos clusters de personalidad (extraño y ansioso). Los trastornos dependiente. ya que por definición las personas dependientes y evitativas. las personas del cluster extraño presentaron un menor número de conductas solidarias y afectivas que el grupo control. De estos resultados se concluye que los sujetos de los cluster A y B son los que se diferenciaron claramente, a nivel cualitativo de las personas sin trastorno de la personalidad. Sin embargo, los trastornos de la personalidad del cluster ansioso se diferenciaron a escala cualitativa de los casos control, principalmente en los rasgos neuróticos; mientras que en el resto de las dimensiones guardan cierta similitud. Los clusters no fueron diferentes en los marcadores neuropsicológicos y psicofisiológicos. Sin embargo, sí hubo diferencias en la prueba de atención sostenida entre los cluster A, B y C respecto al grupo control. Las personas con estos trastornos de la personalidad emitieron menos respuestas correctas que los sujetos sin trastorno de la personalidad. En el número de falsas alarmas, las personas con trastorno de personalidad dramático (B) o ansioso (C) realizaron un mayor número de errores que los individuos sin trastorno de la personalidad. Las personas del grupo control discriminaron mejor la información relevante de la irrelevante que los sujetos de los cluster clínicos. Estos índices no diferenciaron unos cluster de otros, pero si se observa la Tabla 8 y en la gráfica del Apéndice II, se puede comprobar que en general el rendimiento fue mejor en el grupo control que en los tres clusters. Puede que este tipo de variables refieran diferencias cuantitativas más que cualitativas, y que por ello no hayan sido percibidas con esta técnica de análisis. Hipótesis 5: Valor predictivo de los rasgos de la personalidad, de los marcadores neuropsicológicos y psicofisiológicos en el diagnóstico psicométrico de un trastorno de la personalidad. Con este objetivo se pretendieron estudiar las relaciones a escala cuantitativa de los rasgos del modelo de los “Cinco Grandes”, los marcadores neuropsicológicos y psicofisiológicos, sobre los trastornos de la personalidad evaluados en el DSM-IV. Este análisis fue llevado a cabo en tres grupos: (1) la muestra total, (2) el grupo control, y (3) los sujetos con trastorno de la personalidad diagnosticados clínicamente. Conviene tener presente que los resultados de la muestra total deben ser tomados con cautela debido a la desproporción que existe entre los dos grupos, control y experimental, habiendo un mayor número de personas en el grupo experimental que pueden sesgar los hallazgos. Realizando estas tres regresiones se perseguía el siguiente objetivo: si se considera que no existe una distinción cualitativa en las características de la personalidad deberemos encontrar resultados similares en las tres regresiones múltiples, esto es; en la muestra total donde no se diferencia en función de un diagnóstico clínico, en el grupo control y en el grupo de personas con diagnóstico clínico de trastorno de la personalidad. Como se puede observar en las Tablas 9 a 11 no manifestaron tener valor explicativo las 149 mismas variables para la muestras total que para los dos subgrupos de sujetos. Esta diferencia puede estar indicando que, en realidad, sí existen discrepancias cualitativas entre los rasgos de la personalidad de sujetos sin alteración clínica e individuos con alteraciones psicológicas. Igualmente, no se puede descartar que el efecto de los distintos tamaños de los grupos puedan estar influyendo en los resultados. A pesar de esto, en algunos de los trastornos se encontraron resultados coherentes. En el grupo de personas con diagnóstico clínico se encontró que tanto en el trastorno de la personalidad esquizoide como en el esquizotípico la dimensión dinamismo (subfactor de la dimensión energía), fue la que tuvo un peso más significativo en la predicción de estos trastornos (con un 44% y un 37% de la varianza total). En la muestra total se encontró que el factor dinamismo fue igual de importante en la predicción de estos trastornos. La relación de este factor con estos trastornos fue en sentido negativo, es decir, las personas que tuvieron menor presencia de conductas dinámicas y de relación se caracterizaron por puntuar más alto en las personalidades esquizoides y esquizotípicas. En relación con este resultado, Wiggins y Pincus (1989), Costa y McCrae (1990) encontraron correlaciones negativas entre la dimensión energía (extraversión) y los trastornos esquizoide y esquizotípico. En la muestra de sujetos normales, el componente más importante fue la dimensión de tesón (explicó un 81% de la varianza total). La relación significativa entre el trastorno de personalidad esquizoide y la dimensión de tesón también fue encontrada en el estudio de Costa y McCrae (1990). En el trastorno de la personalidad paranoide se encontró que la subdimensión control de los impulsos y control de las emociones junto con los años de escolaridad se hallaron entre las variables con mayor peso. En el estudio de Costa y McCrae se encontraron resultados parecidos, pues la dimensión neuroticismo (estabilidad emocional) correlacionó positivamente con ese trastorno. Wiggins y Pincus (1989) encontraron correlaciones positivas entre la dimensión de energía (extraversión) y el trastorno de personalidad histrónico. Costa y McCrae (1990) hallaron los mismos resultados. Del mismo modo, en esta investigación se encontró que en el grupo experimental (personas con diagnóstico clínico de trastorno de la personalidad) la dimensión energía fue la que tuvo un peso positivo más elevado a la hora de predecir el trastorno histriónico de la personalidad, y en el grupo total se repite parcialmente lo mismo, con la inclusión del componente dinamismo como variable con mayor peso. La dimensión estabilidad emocional igualmente fue incluida en la ecuación de regresión, de la muestra total, con un peso negativo. Costa y McCrae, 1990 también incluyeron la dimensión de neuroticismo (estabilidad emocional) entre las variables con mayor peso en la alteración histriónica. 150 Finalmente, al igual que los autores anteriores, el componente tesón se incluyó como variable predictora de los rasgos histriónicos en el grupo control y en el experimental. Este dato es particularmente interesante, ya que el estudio de Costa y McCrae fue realizado sobre una población no clínica, al igual que el grupo control de este trabajo. En el trastorno narcisista de la personalidad, la dimensión energía tuvo un peso importante. Wiggins y Pincus (1989) y Costa y McCrae (1990) también encontraron altas correlaciones entre este trastorno y la dimensión extraversión (energía). Wiggins y Pincus describieron correlaciones negativas entre este trastorno y la dimensión de afabilidad. Asimismo se puede observar en la Tabla 10 que en las ecuaciones de regresión de los sujetos sin trastorno de la personalidad y en la muestra total se encuentra a la dimensión afabilidad como una de las variables con mayor peso predictivo de este trastorno. También estos autores indicaron correlaciones negativas entre los rasgos narcisistas y el factor de neuroticismo. En este mismo sentido, en el grupo total se encuentra una de las subdimensiones del factor neuroticismo (estabilidad emocional), la subdimensión control de los impulsos, que junto con tesón y energía son las variables que mayor peso tienen en la predicción de este trastorno. Trull (1992) publicó un estudio en el que evalúa a 54 pacientes ambulatorios mayores de 18 años con el NEO-PI (Costa y McCrae, 1985), el MMPI-PD (Morey et al., 1985) y el Personality Diagnostic Questionnaire-Revised (PDQ-R; Hyler & Ryder, 1987). También se les evalúo mediante una entrevista semiestructurada, el Structured Interview for DSM-III-R Personality Revised (SIDPR; Pfhol, Blum, Zimmerman, & Stangl, 1989), la cual evalúa la presencia de criterios de trastorno de la personalidad, y determinó correlaciones positivas entre la dimensión neuroticismo y el trastorno de personalidad narcisista y correlaciones negativas con la dimensión afabilidad. Estos resultados están indicando que los datos obtenidos en esta investigación, en donde sólamente se encontró que la tasa cardiaca fue un buen predictor del trastorno narcisista dentro del grupo de personas con un diagnóstico clínico de trastorno de la personalidad, tienen que ser tomados con mucho cuidado y no se pueden considerar de ninguna manera concluyentes, ya que otros trabajos sí señalan relaciones significativas, entre la personalidad narcisista y las dimensiones de los “Cinco Grandes”. En la predicción del trastorno de personalidad antisocial se encontró la dimensión dominancia y apertura mental como las variables con mayor peso predictivo. Wiggins y Pincus (1989); Costa y McCrae (1990) y Trull (1992) obtuvieron las mismas correlaciones positivas entre las dimensiones de energía (extraversión) y apertura mental en relación con los rasgos antisociales. La variable nivel de escolarización resultó ser en los tres grupos un buen perdictor de este trastorno, de tal manera que se ha encontrado que los años de escolarización son un factor de protección a la hora de desarrollar un posible trastorno antisocial. La resistencia eléctrica de la piel fue una variable preditora en el grupo total y en el grupo control, indicando que a mayor 151 resistencia de la piel menor presencia de rasgos antisociales. La subdimensión del factor tesón, perseverancia, resultó tener un peso negativo significativo en la ecuación de regresión del grupo total. Wiggins y Pincus (1989), Costa y McCrae (1990) y Trull (1992) también encontraron correlaciones negativas entre este trastorno y la dimensión tesón. La estabilidad emocional se ha visto como un rasgo importante a la hora de predecir este trastorno de la personalidad; bajos niveles en este factor indican un mayor riesgo de presentar conductas antisociales (Wiggins y Pincus, 1989; Costa y McCrae, 1990). Respecto al trastorno límite de la personalidad, la dimensión estabilidad emocional es la que tiene un mayor peso en el pronóstico de este trastorno; tanto en la muestra total como en los subgrupos se encontró un alto poder predictivo de este factor (Wiggins y Pincus, 1989; Costa y McCrae, 1990; Trull, 1992). También, se halló que el criterio de respuesta del C.P.T. fue una variable que podía predecir este trastorno, en el sentido siguiente: cuanto mayor fuese la puntuación en esta variable (criterio conservador), el individuo tendrá una posiblidad menor de presentar características propias de un trastorno límite de la personalidad. Como se describió en la parte de instrumentos, se determinó que cuanto menor es la puntuación en la variable criterio de respuestas se considera que la persona adopta un criterio liberal en sus respuestas. Por lo tanto, en este resultado se indica que las personas límites tienden a adoptar patrones liberales en sus respuestas. El factor afabilidad es la dimensión que mejor predice el trastorno de personalidad por dependencia en la muestra total. Del mismo modo, Wiggins y Pincus (1989); Costa y McCrae (1990) encontraron correlaciones positivas entre dos factores. Estos autores también hallaron correlaciones positivas con la dimensión de neuroticismo; lo que significa que las personas con características dependientes en su personalidad se caracterizarán por presentar rasgos neuróticos (bajos niveles de estabilidad emocional). 152 extraversión (energía) y afabilidad. Los individuos esquizoides fueron personas meticulosas y fiables en sus comportamientos. Las características esenciales del trastorno de la personalidad paranoide fueron elevados niveles de control en sus estados de tensión asociados a experiencias emotivas pero niveles bajos de control en su comportamiento. control de las emociones. Mientras los autores anteriores muestran en sus estudios una fuerte relación de este trastorno con la dimensión neuroticismo (estabilidad emocional). resultaron introducidas variables atencionales y ejecutivas en la ecuación de regresión. El trastorno de la personalidad esquizoide implicó una menor tendencia a presentar comportamientos dinámicos. también se encontraron que los indiviudos con mayor presencia de conductas neuróticas tenían un mayor número de características de este trastorno. con unas correlaciones múltiples de 0. se ha observado que las variables energía y estabilidad emocional fueron las dimensiones con mayor peso en la predicción de los trastornos de la personalidad evaluados psicométricamente.77. 1989. presencia de una disposición favorable a la novedad. 0. Las personas que presentaron menor control en sus reacciones emocionales tuvieron más riesgo de desarrollar un trastorno de personalidad por evitación. En el trastorno obsesivo-compulsivo de la personalidad es dónde mayores diferencias se han encontrado entre los resultados de esta investigación y los presentados por otros autores. En la Tabla 35 se puede ver como quedaron definidos los trastornos de la personalidad mediante el modelo de los “Big Five”. en esta investigación fue la dimensión tesón y su subfactor escrupulosidad los que más importancia tuvieron en la predicción de este trastorno.59 y 0. interesados por las cosas y por adquirir nuevos conocimientos. Asimismo. Estas personas se caracterizaron por ser sujetos informados. 1990. Costa y McCrae. con poca facilidad de palabra. Trull (1992) también encontró que las dimensiones que mejor explicaban la variabilidad en la sintomatología de los trastornos de la personalidad fueron: neuroticismo (estabilidad emocional). respectivamente. en el mismo sentido que los trastornos dependiente y evitativo. En la Tabla 36 la cual muestra los resultados que describen Costa y Widiger (1994) se puede observar que la relación de este trastorno con la dimensión apertura fue inversa.El trastorno de la personalidad por evitación guardó una estrecha relación con una de las subdimensión de estabilidad emocional. pudiendo considerar las cosas desde puntos de vista diferentes a los suyos. En los trabajos de Wiggins y Pincus.60. Resumiendo. tanto en la muestra total como en el grupo experimental. 153 . Finalmente. Las personas que presenten comportamientos dinámicos. 154 . poco cooperantes y cordiales hacia los demás.Los individuos con un trastorno de la personalidad esquizotípico fueron definidos por el modelo de los “Big Five” como personas con ausencia de conductas extravertidas además de un bajo nivel en el control de sus estados emocionales. así como poco ordenados y reflexivos. Y poco perseverantes y tenaces en sus comportamientos. fue un trastorno donde se presentaron comportamientos cooperativos y altruistas. sobresalir y hacer valer sus puntos de vista sobre las demás personas. El trastorno histriónico de la personalidad se definió por comportamientos muy dinámicos y abiertos hacia los demás. Por el contrario. El trastorno de personalidad por dependencia se definió por presentar comportamientos poco dinámicos. Presentaron signos de ansiedad. impulsividad e irritabilidad y altos niveles en la dimensión apertura mental. poco cordiales y poco altruistas. El trastorno límite de la personalidad estuvo definido por bajos niveles en su control emocional. Las características esenciales del trastorno antisocial de la personalidad fueron comportamientos dominantes. dominantes. También se trató de personas poco cooperativas. desordenados. dominantes y con poco interés por adquirir nuevos conocimientos y mantenerse informado. que les gusta imponerse. Este dato puede estar indicando la disposición favorable que pueden presentar estos individuos hacia las novedades. poco perseverantes y tenaces en las actividades que realizan. Y con poco control en sus estados emocionales. poco fiables y meticulosos en sus acciones. El trastorno de personalidad por evitación se caracterizó por un ausencia de comportamientos dinámicos y activos así como por bajos niveles en el control de las emociones. es decir. tanto en lo referente al control de sus emociones como al control de sus conductas. con escaso control de sus emociones y mantengan una disposición favorable para estar informados o adquirir nuevos conocimientos. Y mantener una actitud poco favorable a ponerse en el puntos de vista de otras personas o por conocer ideas o valores diferentes a los suyos. tendrán altas probabilidades de presentar un trastorno de la personalidad narcisista. rígidos y preocupado por el orden. activos. activos. el trastorno obsesivo-compulsivo de la personalidad se caracterizó por presentar comportamientos escrupulosos. Se trató de personas con altos niveles de ansiedad e impulsividad. comparando ambas tablas resumen se observan semejanzas y diferencias pero hay que tener en cuenta que fueron realizadas partiendo de fuentes diferentes. 1994) 155 .Tabla 35.Trastornos de la personalidad DSM-IV y el Modelo de los “Big-Five” Paran Esquiz Esquit Antiso Límite Histrio Narcis Evitati Depen Ob-Co Energía A B dinamismo B B A B dominancia A Afabilidad B B A cordialidad cooperación Tesón B escrupulosidad A B A perseverancia B B Estabilidad emocional B B control de las emociones A B B B control de los impulsos B B Apertura mental A A A apertura a la experiencia A B apertura a la cultura A B A= altos niveles B= bajos niveles En la Tabla 36 se presenta el cuadro resumen que hicieron Costa y Widiger (1994) relacionando los diagnósticos del DSM y el modelo “Big-Five”. y la Tabla 36 de Costa y Widiger fue obtenida a partir de las descripciones de los criterios diagnósticos presentados por el DSM-III-R y de las descripciones realizadas en la literatura publicada sobre los trastornos de la personalidad (Costa y Widiger. La Tabla de esta investigación (Tabla 35) se obtuvo a partir de los análisis de regresión lineal múltiple de la hipótesis 5. . .. que seguramente se identificaran mejor por sus cualidades idiosincrásicas.. Trastornos de personalidad del DSM-III-R y el Modelo los “Los Cinco Grandes” (Costa y Widiger. (Avia. Bien es verdad que este modelo “. 1992).el enfoque léxico lo que pretende es detectar las pautas y regularidades más comunes que se utilizan para evaluar a la mayoría de los sujetos”. Con esto lo que se quiere decir es que cuando se desarrollan teorías nomotéticas de la personalidad se persigue establecer puntos de unión y un cuerpo teórico que permita a los profesionales poder determinar las características que puede desarrollar un sujeto en particular y 156 B .Tabla 36.puede no ser el más adecuado para describir a sujetos particulares. 1994) Paran Esqui Esqui Antis Límite Histri Narci Evita Dep Obc Extraversión cariñoso sociabilidad Seguridad en sí mismo actividad búsqueda de excitación Emociones positivas B B B B B B B B B B A A A A A A A A A A A/B B B B B A B B A B B Afabilidad confianza franqueza altruismo docilidad modestia sensibilidad B B B B B B B B B B B A B A B B B B A A A A B B B B B Escrupulosidad competencia rigidez responsabilidad perseverancia autodisciplina Indecisión A B A A A A B B B B B A B B A Neuroticismo ansiedad hostilidad depresión inhibición (timidez) Impulsividad vulnerabilidad A A A B B A/B A A B A A A A A A A A A A A/B A A A/B A A A A A A A A A A A A B A A B A A A A A A Apertura fantasía estética sentimientos acciones ideas valores A= altos niveles B= bajos niveles B B B B A A B B El modelo de los cinco factores no tiene por qué ser considerado el mejor modelo teórico para explicar las diferencias individuales y predecirlas. 1979. 1984. Friedman et al. dos trastornos considerados por Millon como de patología grave. en todos los trastornos del cluster dramático y en el trastorno obsesivo-compulsivo. evaluaron a 72 sujetos de 13. 1992. Ludolph. Eppright. Behar & Stewart. Lofgren et al. Bernstein et al. Behar & Stewart. 1993. 1990. Atlas. 1991. 1991. Atlas & Wolfson. desvinculación. Así. 1987. Kutcher & Korenblum. En el mismo sentido. 1990. 1993 evaluaron a una muestra de adolescentes de la comunidad y hallaron que aquellos con trastornos de la personalidad tuvieron mayor probabilidad de presentar problemas escolares. 1994... 1993. 1993. 16 y 18 años de edad.. 1994. Gualtieri et al. Grilo et al.. Brent et al. una cuestión que surge es cuál va a ser el poder predictivo de la evaluación de conductas o trastornos de la personalidad sobre el riesgo de continuar con un trastorno de la personalidad en el futuro. Garnet et al. Así se encontraron en el trastorno paranoide. mayor número de contactos con la policía y problemas en el trabajo. 1990... 1990. Los marcadores neuropsicológicos y psicosifisiológicos pueden ser útiles para discriminar a los sujetos con una psicopatología más grave o impulsiva a corto plazo.. 1995. 1996. 1991. Myers et al.. 1995. 1973.. 1989. Paris... Estos estudios han encontrado que los trastornos de la personalidad en la adolescencia están asociados con niveles elevados de depresión. Utilizando el Toronto Adolescent Longitudinal Study. 1995. Pinto et al. 1995. Westen et al. enfado. 1992... Mattanah et al. 1998. Grilo et al. 1990. Los autores encontraron que la presencia de trastorno de la personalidad en esta muestra estaba asociada con altos niveles de angustia y daño. 1982. Brent et al.describirlas... Wixon et al. La validez de los diagnósticos de trastorno de la personalidad durante la adolescencia permanece incierta... dentro de este grupo se encuentran el trastorno paranoide y límite.. Respecto al papel de los marcadores neuropsicológicos y psicofisiológicos han funcionado como variables predictoras en aquellos trastornos de la personalidad que tienen un mayor número de comportamientos externos. 1996. 1998). pobre 157 . ansiedad... Westen et al. Gualtieri et al.. Marton et al. 1982. Marttune et al.. Burket & Myers.. Johnson et al. las cuales consideran correcto el realizar un diagnóstico de personalidad durante al adolescencia siempre que se presente un cuadro de comportamientos estables. Grilo et al. 1990.. Westen et al. En los últimos años ha habido un aumento de trabajos en los que se evalúan los trastornos de la personalidad en poblaciones clínicas de adolescentes (Bradley.. Korenblum et al.. ya que si no la psicología se convertiría en un conjunto de explicaciones individuales sin ningún sentido. alteraciones cognitivas y daño. 1990. 1983. 1987. McManus et al. 1984. 1996. Brent et al. 1993. Kutcher et al. y que no se limiten al periodo de desarrollo del adolescente (Masterson. Cuando se habla de estudios predictivos. que indiquen conductas problemáticas en el futuro. Runeson &Rich. Shapiro.. 1995. McManus et al. Johnson et al. 1992. Meijer et al... 1994). a pesar de las premisas del DSM-IV y de la CIE-10. 1995. Famularo et al. El primer problema surge cuando se plantea la validez y fiabilidad de un diagnóstico de este tipo durante la adolescencia. En el estudio de Bernstein et al. Con los únicos factores que se asociaron fue con un mayor consumo de drogas y un mayor número de hospitalizaciones psiquiátricas. en estudios con muestras de adolescentes ingresados en unidades psiquiatricas. 1992). y los síntomas y signos durante estos periodos de crisis no están reflejando un modo perdurable del funcionamiento del individuo. no se puede concluir que todas las personas que tienen problemas con el desarrollo de su personalidad en su época adolescente serán futuras consumidoras de una sustancia adictiva.. 1995. durante los periodos de crisis los pacientes se caracterizan por tener una psicopatología muy elevada en comparación con los periodos asintomáticos (Hirschfeld et al. 1990. Además. Respecto al consumo de drogas. Reich. como Bernstein (1993) han encontrado que los diagnósticos de trastorno de la personalidad durante la adolescencia tienen una escasa estabilidad longitudinal. Windle. Estos estudios también indican que los trastornos de la personalidad ocurren con la misma frecuencia en adolescentes y adultos. De tal manera. Lofgren et al. Garnet & Levy. más que un daño crónico en el adolescente. Levy et al. 1987). agresividad y neuroticismo. realización de suicidio. Una alternativa que se plantea para la evaluación de la personalidad en la población adolescente es el empleo de una aproximación dimensional. Las investigaciones realizadas con muestras de adolescentes de la comunidad sugieren que. 1993. desesperanza y poca confianza en sí mismo. Matttanah et al.. y su estabilidad a largo plazo es bastante dudosa (Korenblum et al. 1990. 1994.. 1995). aunque los trastornos de la personalidad son prevalentes. 1983. (1999) consideran que el diagnóstico de trastorno de la personalidad durante la adolescencia tenía muy poca validez predictiva respecto a futuros trastornos de la personalidad. 1993). no se encontraron diagnósticos estables a largo plazo (Wixon et al. se han encontrado que la evaluación dimensional de los trastornos de la personalidad en la adolescencia tiene una mayor validez que el modelo categorial (Widiger. 1994). 1999). Sin embargo. 1990).. tienen validez concurrente y son diagnósticos estables durante un periodo de uno a dos meses (Mattanah et al. 1990 y Bernstein. Levy et al. intentos de suicidio.. se señala que a pesar de la poca estabilidad de los diagnósticos en la época de adolescencia. La adolescencia es un periodo de turbulencias (Garnet et al. otros estudios ya han confirmado este mismo resultado: el mayor consumo de drogas entre adultos que en su adolescencia habían sido diagnosticados con un trastorno de la personalidad (Shelder & Block. tales diagnósticos servirán como buenos predictores de una posible psicopatología futura o de un pobre desarrollo (Petti & Vela. Incluso. indicando que las alteraciones de la personalidad reflejarán un trastorno en un momento señalado del desarrollo. 1991)...autoconcepto. Igualmente.. (1993) se encontró que los diagnósticos de personalidad en adolescentes no tenían una persistencia de más de dos años. Sin embargo. Otros autores.. un número de estudios han 158 . pobre respuesta al tratamiento y rasgos de búsqueda de la novedad. . Moffitt y Stouthamer-Loeber (1994) encontraron que puntuaciones elevadas en el factor energía (extraversión). hasta llegar al trastorno de personalidad. Y los problemas en el comportamiento interno venían indicados por bajas puntuaciones en tesón y altas en neuroticismo. Por ejemplo. pero es improbable que sean completamente isomórficos. Robins. John. 1978). y concretamente al DSM (Levy. pasando por una personalidad anormal. Se parte del supuesto de que los trastornos de la personalidad serán fenomenológicamente similares a los trastornos de la personalidad de las personas adultas (Kernberg. Se produce la siguiente paradoja: el DSM-IV y la CIE-10 establecen que los trastornos de la personalidad tienen su comienzo durante al adolescencia o al comienzo de la vida adulta. Cicchetti. sin embargo. eran indicadores muy fiables de problemas en el comportamiento externo. El modelo de los “Cinco Grandes” ha sido descubierto de gran utilidad para el estudio de la personalidad durante la infancia y la adolescencia (Nigg. Otras críticas que se plantean a los manuales de diagnóstico internacionales. 1987). se deberá establecer un modelo de continuidad desde la personalidad normal. se considera que los trastornos de la personalidad durante la adolescencia requerirán un sistema clasificatorio que incorpore una perspectiva de desarrollo. 1993). Caspi. 159 . cuando se procedió a construir los criterios de cada trastorno se partió de estudios experimentales realizados con personas adultas. y como los trastornos de la personalidad se derivan o parten de las alteraciones producidas a lo largo del desarrollo. 1980. 1999). 2000). y puntuaciones bajas en afabilidad y en tesón. es que la escasa validez predictiva de los trastornos de la personalidad del DSM puede ser debida por la insuficiente atención prestada a la compleja etapa de la adolescencia (Rutter & Shaffer. Por lo cual.encontrado una mejor validez predictiva en adolescentes con trastornos de conductas cuando se emplea un modelo dimensional que cuando se adopta una metodología categorial (Hinshaw et al. Se puede considerar que los trastornos de la personalidad histriónico y esquizoide son dos extremos del factor energía.69). En este grupo se encontraban el trastorno de personalidad límite. Kass et al. pasivo-agresivo y naricisista.. Tyrer y Alexander 1979. 1973. evitativo y autodestructivo. mientras que en esta investigación el trastorno paranoide se incluye en este factor agresivo. histriónico. El segundo factor lo denominaron asocial.23). El factor 1. se empleó la metodología del análisis factorial y se obtuvieron cinco factores de primer orden y tres de segundo orden. pasivo-agresivo y el paranoide. antisocial. 1991). y el segundo fue el trastorno de pesonalidad histriónico (-0. Este resultado puede considerarse apoyado por la presencia de la dimensión energía (-0. La diferencia es que en el trabajo de Dowson y Berrios el trastorno paranoide de la personalidad se agrupó junto a los trastornos de personalidad esquizoide y esquizotípico. 1988. Se puede considerar a estos dos trastornos los polos extremos de una dimensión. paranoide. 160 . Uno de estos factores lo llamaron antisocial. Schorder y Livesley. En este segundo factor se encontró el trastorno de la personalidad por evitación junto a los trastornos de personalidad esquizotípico y esquizoide. en cuanto que los trastornos que más pesan son el trastorno de personalidad sádico. denominado personalidad agresiva. esquizotípico. Para ello. esquizoide. antisocial. la cual está indicando que fundamentalmente este factor evalúa una conducta de extraversión en sentido negativo. Este factor se podría asemejar al factor 2 de esta investigación designado como personalidad con déficit en la implicación social. Estos autores hallaron que uno de los factores resultanes de su análisis factorial estuvo formado por los trastornos de personalidad paranoide. El factor aquí obtenido se puede considerar en esta línea. de tal manera que el trastorno histriónico sería el polo positivo (presencia de relaciones sociales) y el trastorno esquizoide el polo negativo (ausencia de relaciones sociales). Otros autores también han identificado un factor que implicaba un comportamiento impulsivo y sociopático (Walton y Presly. fue similar a la estructura encontrada por Dowson y Berrios (1991).67). 1985. Mulder y Joyce (1997) realizaron un análisis factorial a partir de los datos obtenidos en una muestra de 148 sujetos y obtuvieron cuatro factores. ya que también en esta ocasión el trastorno de la personalidad esquizoide es el que tiene un mayor peso (0. narcisista.Hipótesis 6: Comprobación de los modelos de tres y cinco factores presentadas por las teorías oficiales de la personalidad Como se planteó en el apartado de resultados y a lo largo de toda la investigación se ha puesto en duda la agrupación de los trastornos de la personalidad realizada por el DSM. Hyler y Lyons. La agrupación de los trastornos ha sido bastante diferente a la propuesta por los manuales oficiales. incluyendo al trastorno de la personalidad esquizoide. por ello se procedió a realizar una nueva agrupación. Este mismo resultado fue obtenido por Dowson y Berrios (1991) en un trabajo realizado sobre una muestra de 74 pacientes de un servicio de psiquiatria. fundamentalmente por el peso tan elevado de los trastornos de personalidad por depenencia y el autodestructivo.50). con comportamientos de miedo y dependencia. En un primer factor se agruparon las personalidades con déficit en su implicación social y las personalidades no asertivas. por ejemplo. infantilismo. El factor 4 fue denominado como personalidad obsesiva debido a que fue el trastorno de la personalidad obsesivo-compulsivo el que obtuvo un peso mayor (0. autodestructiva y esquizotípica. Es decir.Volviendo a esta investigación hay que señalar que se obtuvo un tercer factor. Parker (1998.72). Estos autores también encontraron un factor sociopático. irresponsabilidad y vulnerabilidad). así como tímidos y con deseos de mantener relaciones sociales. Este trastorno. tanto por exceso como por defecto. La característica común a estos dos grandes grupos de trastornos fue la presencia de deficit en sus relaciones interpersonales. y otro denominado pasivo-dependiente (definido por dependencia. falta de inventiva. etc). personalidad básica. no olvida los insultos. 161 . sospecha repetida e injustificadamente que su cónyuge o su pareja le es infiel. reunieron a los trastornos de la personalidad por evitación. debido a las características de los pensamientos paranoides (alberga rencores durante mucho tiempo. Mulder y Joyce (1997) obtuvieron un factor que lo llamaron asténico. Uno de ellos fue el factor anancástico caracterizado por rasgos de rigidez y escrupulosidad. por dependencia. A partir de estos cinco factores de primer orden se obtuvieron tres factores de personalidad de segundo orden. Mulder y Joyce (1997) también encontraron un cuarto factor titulado por estos autores como anancástico. Sin embargo no se puede concluir que son independientes de los trastornos de la personalidad ya que también estuvieron presentes en el resto de los factores. también se puede considerar que tiene un componente obsesivo. seguido por el trastorno paranoide de la personalidad (0. Tyrer y Alexander en un estudio realizado en 1979 sobre una muestra de 130 pacientes encontraron una solución de cuatro factores. En esta investigación se encontró un factor similar al cual se le asignó el nombre de personalidad no asertiva (factor número cinco). En este grupo reunieron a individuos ansiosos. en el cual se reunieron los “Cinco Grandes”. otro esquizoide. injurias o desprecios. 2000) indica la existencia de un modelo de cuatro factores en el cual el trastorno de la personalidad obsesivo-compulsivo se encontraría aislado en un cuarto factor. En el factor 2 de segundo orden se encontró que los sujetos con rasgos agresivos e impulsivos emitieron un menor número de respuestas fuera de tiempo y discriminaron peor la información relevante de la irrelevante en la prueba de atención sostenida. (1985) y Hyler & Lyons (1988) han interpretado difícilmente este cuarto factor. 1988. con un cuarto factor el cual incluyó al trastorno de personalidad compulsivo (Hyler & Lyons. Este factor aparece como el contraste entre aquellos trastornos que se caracterizan por la organización y la autodisciplina (por ejemplo. los resultados de Wiggins y Pincus (1989) demuestran cómo este cuarto factor obtenido por Kass et al. el trastorno obsesivo-compulsivo de la personalidad) de aquellos que se caracterizan por una falta de autodisciplina (el trastorno antisocial de la personalidad). En el factor 3 se halló que los sujetos con rasgos obsesivos tuvieron menos aciertos en la prueba de atención sostenida. A posteriori. Se realizaron las divisiones de los sujetos a partir de los factores de segundo orden obtenidos para poner a prueba los dos modelos que están en discusión. Kass et al.85. No obstante. en un segundo conglomerado las personalidades no asertivas y las personalidades con défict en la implicación social (conflictos sociales) y en un tercer conglomerado se reunieron las personalidades obsesivas y los “Cinco Grandes”. La división de los sujetos por encima y por debajo de la media del factor pretendió hacer referencia al modelo categorial (se tiene un trastorno o no se tiene). 1985). Se empleo el método jerárquico y la solución obtenida fue: en un primer conglomerado se encontraron las personalidades agresivas.81). siendo esta dimensión una de las variables con mayor peso predictivo del trastorno de personalidad obsesivo-compulsivo. el categorial y el dimensional. Kass. llegando incluso a rechazarlo considerándolo un artefacto metodológico.En el segundo factor se reunieron las personalidades agresivas y las personalidades obsesivas. Skodol. en el factor que incluyó a los trastornos de la personalidad menos graves. Spitzer & Williams. (1985) y Hyler y Lyons (1988) puede ser interpretado como la dimensión tesón del modelo de los ““Cinco Grandes”. Siguiendo esta idea. Finalmente la explicación sobre la reunión en un único factor de la personalidad básica y personalidad obsesiva. puede ser debido a que dentro del factor de primer orden personalidad básica las características obsesivas de la personalidad sean las que más estén influyendo. no se diferenciaron en ninguno de los indicadores externos. Intentos anteriores para identificar las dimensiones básicas más sobresalientes del Eje II han concluido que existen tres dimensiones principales (representadas en el DSM-III-R como tres clusters). menores índices de discriminación y 162 . se realizó un análisis de conglomerados con los cinco factores de primer orden para confirmar la solución de tres factores. Charles. encontrándose que la característica comúm era el componente de agresividadimpulsividad. desde el punto de vista social. En el factor de primer orden personalidad básica el rasgo “tesón” es uno de los que más peso tiene (0. además también se encuentra apertura mental con un peso de 0. la capacidad para discriminar la información relevante y la irrelevante fue descendiendo a medida que se tenía una mayor ausencia de conductas asertivas y/o un aumento de comportamientos conflictivos a nivel social. (2) las personas que se encontraban entre el percentil 25 y el 75. es decir ante una situación de estrés su resistencia de la piel disminuyó en mayor grado que los sujetos sin rasgos obsesivos. En factor 1 de segundo orden se encontro que tanto los sujetos con un mayor número de conductas no asertivas y/o sin implicación social (percentil 75) como los que tenían comportamientos de asertividad y/o conductas de integración social (percentil 25) cometieron un menor número de falsas alarmas. a través de las puntuaciones en el criterio de respuesta de la prueba de atención sostenida se ha podido determinar que los sujetos agresivos y/o impulsivos (percentil 75) tienden a adoptar una postura más conservadora en sus respuestas. Siguiendo con la idea de que la personalidad se desarrolla a lo largo de un continuo se realizó una segunda división entre los sujetos. Aunque esta actitud conservadora se acentúa entre las personas con niveles más bajos en comportamientos agresivos y/o impulsivos. Respecto al factor 2. se encontró que las personas muy agresivas y/o impulsivas (percentil 75) emitieron un menor número de respuestas fuera de tiempo que los sujetos sin este tipo de comportamientos. y en el otro extremo se encontrarían las personas muy asertivas e implicadas socialmente las cuales presentan una atención selectiva y sostenida muy desarrollada que les impide responder ante situaciones no apropiadas. De esta primera comparación se deduce que el componente atencional es el que mejor discrimina entre los sujetos con trastornos en su personalidad de los que no presentan psicopatología.una menor recuperación en los índices de su resistencia eléctrica de la piel. Por otro lado. Asimismo. La explicación de este resultado puede ser que las personas que no son capaces de reafirmar sus posturas o que no se implican socialmente tienen un menor repertorio conductual ante cualquier situación. siendo estos sujetos los que ejecutaron mejor la prueba Wisconsin. y (3) las personas con puntuaciones en el factor superiores al percentil 75. 163 . el cual incluyó fundamentalmente rasgos de personalidades agresivas y/o impulsivas. En cada uno de los factores se establecieron tres grupos: (1) las personas que estaban por debajo del percentil 25. que los sujetos situados en el grupo central. Sin embargo. Este autor encontró que los trastornos que tenían unas correlaciones más significativas con la dimensión de Cloninger evitación de daños fueron los trastornos de la personalidad límite. esquizotípico. auto-destructivio y obsesivo-compulsivo. como Cloninger (1987) o Siever y Davis (1991). donde se encontraban energía.5% de la varianza. se realizó un análisis exploratorio en donde se introdujeron las variables de personalidad y los indicadores neuropsicológicos y psicofisiológicos. A partir de estos resultados se puede concluir que cuando los trastornos de la personalidad de los manuales oficiales se reagrupan basándose en criterios cuantitativos sí se encuentran diferencias objetivas entre ellos.Finalmente. perseverancia. en el factor 3. Este factor reune a una serie de trastornos con escaso control en sus emociones ante situaciones estresantes. en donde se reunieron dominancia. El factor 2 recibió el nombre de evitación de daños por las semejanzas encontradas entre este resultado y el trabajo de Svrakic (1987). escrupulosidad. cooperación. en los indicadores psicofisiológicos se encontró que los comportamientos obsesivos o rígidos se traducen en peores índices de recuperación fisiológica ante situaciones que generan estrés o ansiedad. afabilidad. cordialidad. que reúne aspectos obsesivos o rígidos de la personalidad se puede concluir que los sujetos con un exceso de comportamientos rígidos discriminan peor la información relevante de la irrelevante. Hipótesis 7: Propuesta de un modelo neuropsicológico de la personalidad Como continuación de los trabajos de otros autores. Estos factores fueron el factor 1. apertura a la cultura y apertura a la experiencia. control de los impulsos. evitativo. se obtuvieron once factores de primer orden que explicaron el 79. Como ya se indicó en los resultados. pero que el tener ciertos rasgos obsesivos no interfiere en las tareas que requieren atención sostenida. ya que en estos resultados se encontró que los sujetos del grupo central tuvieron más aciertos y mejores índices de sensibilidad en la prueba de atención sostenida que el grupo con menor presencia de rasgos obsesivos. 164 . Se puede observar que dinamismo.9% de la varianza y cinco factores de segundo orden que explicaron el 45. Dentro de los factores de primer orden hay que indicar que las variables del modelo de los “Cinco Grandes” se agruparon en dos factores independientemente de los trastornos de la personalidad y de los indicadores neuropsicológicos y psicofisiológicos. tesón y apertura mental. dependiente. control de las emociones y estabilidad emocional no se encuentran en ninguno de estos dos factores. y el factor 4. y con unas personalidades poco asertivas. Los autores lo definen como un patrón de conductas de excesivo perfeccionismo. La explicación a esta inclusión podría significar que el trastorno de la personalidad por dependencia conlleva una conducta sumisa externa pero podría plantearse la hipótesis acerca que las personas con esta alteración estén desarrollando una lucha interna por no perder esos vínculos externos que les son tan necesarios para desarrollarse. 1981). los cuales se caracterizan por la ausencia de relaciones con otras personas. lo que puede venir explicado por la polémica que Widiger et al. y la dimensión de extraversión-introversión de Eysenck (Eyseck & Eysenck. 1983). un estilo cognitivo rígido. actividad compulsiva. los cuales en un análisis factorial de los criterios diagnósticos de los trastornos de la personalidad del DSM-III obtuvieron tres dimensiones de personalidad. se ha denominado así debido a que recoge una serie de trastornos en los cuales las relaciones interpersonales son un punto clave. (1987) describían sobre si el componente compulsivo es un aspecto dominante o sumiso de la 165 . debido a que se incluyen la personalidad compulsiva como trastorno con mayor peso. (1992) realizaron un análisis sobre la estructura de la personalidad en dos muestras. uno de ellos fue llamado rechazo. 1985).Livesley et al. Los autores incluyen a los trastornos paranoide y narcisista en este factor. además de otras variables como escrupulosidad y el trastorno paranoide. este último trastorno se caracteriza por la rigidez que tienen las personas en sus pensamientos. Esta investigación y el trabajo de Livesley et al. es decir. El factor 9 encontrado en esta investigación iría en el mismo sentido. lo que les produce esas ideas delirantes. O tal vez este resultado puede ser producto del simple azar. la dimensión yo-los otros de Millon (Millon. se incluye a los trastornos esquizoide y el evitativo. En el polo negativo. (1987). Esta dimensión de implicación social se ha encontrado parecida a la dimensión de afiliación del modelo circumplex (Kiesler. Otro comentario sobre esta dimensión es la inclusión inesperada del trastorno de la personalidad por dependencia. y en el polo positivo se encontrarían los trastornos histriónico y narcisista. El nombre de este factor ha sido tomado prestado del trabajo de Widiger et al. Obtuvieron quince factores. que estas personas presenten conductas de agresividad pasiva. Ambos trastornos también se encuentran en el factor personalidad agresiva de esta investigación. Este componente podría asemejarse con el factor 3 de primer orden obtenido en esta investigación. (1992) tuvieron otro punto en común a través del factor compulsividad encontrada por estos autores. El componente times out del Stroop indica que las respuestas se han emitido fuera de tiempo debido a la obsesión o rigidez por producirlas correctamente. una de la población general y otra clínica. denominado personalidad agresiva. En este factor se incluyó el trastorno de la personalidad por dependencia. Livesley incluye en este factor a personas con una actitud combinada de enfado y culpa y con una tendencia a externalizar un sentimiento de culpa y a sentirse merecedor de atención y tratamiento especial. El factor 8 designado como personalidades con déficit en la implicación social. Y por último. esta prueba fue construida para el estudio del razonamiento abstracto y la flexibilidad en las respuestas. se ha considerado este factor un conglomerado de índices motores-perceptivos y atencionales. 4ªedición española) se dedica un capítulo para describir una gran cantidad de estudios en los que se muestra pequeños indicios sobre la relación de respuestas vegetativas y el factor de neuroticismo. Más adelante. al haber demostrado Eysenck (1978) la existencia de correlaciones significativas entre el factor neuroticismo y los marcadores biológicos.P. Fundamentos biológicos de la personalidad (1978. Eysenck. 10 y 11 recogen cada uno de los marcadores neuropsicológicos y psicofisiológicos. En el factor 7 se han reunido los tiempos de reacción de la prueba Stroop y C. esto es. la presencia del trastorno de la personalidad por dependencia en este factor puede que esté completando la definición de esta dimensión. El mismo autor indica que hay bastante confusión respecto a esta relación.T.P. Los factores 5. Kiesler (1982) sitúa este trastorno dentro la dimensión sumisa.T. 6. 1963. En el factor 6 se reunieron los índices de la prueba C. Un dato que se considera de interés es la distinción entre los dos componentes de la atención. que suelen querer hacer valer sus puntos de vista y opiniones sobre los demás.T. 1964). y dominancia del modelo de los “Cinco Grandes”. En el factor 10 se congregaron los indicadores de la prueba del C. mientras que Wiggins (1982) lo sitúa en la dimensión dominante.T. Debido a esto.J. debido al solapamiento entre los síntomas del rasgo de neuroticismo con el rasgo de introversión que se producía entre pacientes neuróticos 166 . requieran unos elevados niveles de atención sostenida por los requisitos de sus conductas. los investigadores comprobaron que la prueba del Wisconsin es indicadora del rendimiento de las zonas frontales y prefrontales de la corteza (Milner. De tal manera.personalidad. En el libro de H. La sutil diferencia respecto al factor 6 puede encontrarse en la variable tiempo de reacción del C. que puede que evalúen fundamentalmente el componente de la atención sostenida.P. el factor 11 agrupa a los índices psicofisiológicos junto con la estabilidad emocional y control de las emociones del modelo de los “Cinco Grandes”. 1993). 7. Este resultado no es inesperado. en el se han recogido los tres resultados de la prueba Wisconsin Card Sorting Test. La interpretación podría ser que las personas que tienden a ser más dominantes en su comportamiento. El factor 5 se denominó razonamiento abstracto. en donde el sujeto debe discriminar la información relevante de la irrelevante (falsas alarmas y sensibilidad) y adoptar un estilo en su respuesta (criterio de respuesta).P. Incluso se ha observado que las ejecuciones de los pacientes frontales son diferentes dependiendo de la zona y naturaleza de la lesión (Mountain y Snow. Las personalidades asociales (déficits en las conductas de implicación social) guardan relación con los indicadores de atención sostenida y atención selectiva. el factor 1 reunió a los trastornos que se caracterizaban por rasgos obsesivos y los trastornos que se definían como alteraciones en las relaciones sociales.” Respecto a los factores de segundo orden. se encuentran otros trabajos como los de Katkison (1966) y Wing (1965) que compararon las variaciones de la conductancia de la piel en sujetos normales y pacientes neuróticos y encontraron “. En el cuarto factor se encontraron los índices neuropsicológicos motores-perceptivoatencionales junto con las personalidades agresivas o antisociales. en el factor 5 se agruparon las personalidades no asertivas o con conflicto emocional.. junto con las dimensiones de atención sostenida y atención selectiva.. Salvando este punto crítico.hospitalizados. Y por último.halló diferencias signifcativas en el ritmo de apaciguamiento que era más lento en los neuróticos que en los normales o los psicóticos”. que los sujetos normales vuelven rápidamente a los niveles de reposo mientras los neuróticos muestran un aumento de la conductancia. neuróticos y psicóticos y “. En esta misma línea. Otra variable neuropsicológica que también ha sido necesaria para tener una ejecución eficaz en las pruebas neuropsicológicas y psicofisiológicas empleadas es la memoria operativa. Este ritmo de apaciguamiento sería el tiempo que tardaban los sujetos en volver a su estado normal después de una situación de evaluación. antisocial. De estos resultados. índices psicofisiológicos y la prueba Wisconsin.G. narcisista.. indicadores motores-perceptivo-atencionales.. flexibilidad en la ejecución de tareas (funciones frontales).B. se puede concluir que las personalidades agresivas tienen una marcada relación con indicadores neuropsicológicos asociados a funciones de razonamiento abstracto. los sujetos con trastornos de la personalidad mostraron una peor recuperación que los sujetos del grupo control en la prueba fisiológica de la resistencia de la piel. pasivo-agresiva) junto con los factores de personalidad básica. Y las personalidades con rasgos obsesivos se relacionan con indicadores de atención sostenida y atención selectiva. Estas parecen no tener ninguna relación con indicadores de tipo neuropsicológico y psicofisiológico. Como se pudo observar en la discusión de la hipótesis 2. debido a que el sujeto debe mantener la información necesaria activa para poder 167 . El factor 3 agrupó a las subdimensiones del modelo de los “Cinco Grandes” junto al factor de atención selectiva. El factor 2 reunió al grupo de personalidades agresivas (agresivo-sádica. Eysenck señala un estudio realizado por S. paranoide. indicadores de atención selectiva (lobulo parietal posterior). y marcadores psicofisiológicos.Eysenck (1956) en el cual comparó la respuesta galvánica de la piel (medida a través de la conductancia) en sujetos normales. En el factor antisocial (personalidades agresivas) se encontraron correlaciones positivas estadísticamente significativas (p<0. Los datos de los que se debe tener conocimiento son: los postulados teóricos y empíricos del modelo que se va a someter a prueba. 1994). 1988). 1987. Millon y Davis (1998) realizaron una crítica al empleo de la metodología factorial para describir la estructura de la personalidad. 1989. las correlaciones entre los constructos.ejecutar correctamente la prueba. Como se indicó en la descripción del modelo de Cloninger. En este estudio se ha empleado la técnica del análisis factorial. la conexión entre los constructos y sus medidas. El factor asocial (conductas de implicación social) correlacionó negativamente con dependencia de la recompensa de Cloninger y psicoticismo de Eysenck. así la idea será conseguir conexiones directas entre los cuatro factores obtenidos. En las hipótesis 6 se encontraron paralelismos entre la solución encontrada en esta investigación y la de Mulder y Joyce (1997) y de Tyrer y Alexander (1979). Estos 168 . Noller. debido a que ha sido el instrumento por excelencia cuando se ha querido poner a prueba una determinada estructura de la personalidad y en la defensa de sus modelos dimensionales (Goldberg. Entre estas se pueden incluir las propias soluciones factoriales indeterminadas. Consideran que las conclusiones que se realizan a partir de los factores obtenidos con esta técnica son meras descripciones superficiales. y las correlaciones entre los errores de medida. este autor encontró relación entre sus dimensiones y tres neurotransmisores del SNC. Zuckerman. Kulhlman y Camac. Peabody y Goldberg. 1990. los defensores del análisis factorial confirmatorio consideran que la metodología exploratoria tiene sus límitaciones. esos neurotransmisores y las estructuras cerebrales implicadas para poder establecer las bases neuropsicológicas de la personalidad. el factor anancástico (personalidad obsesiva) correlacionó positivamente con persistencia y negativamente con dependencia de la recompensa de Cloninger y no guardó una relación significativa con el modelo de Eysenck. Sin embargo. las cuales no explican el verdadero mecanismo sobre cómo se relacionan los elementos de cada factor. y la menor flexibilidad cuando se comparan las soluciones obtenidas. Sin embargo la crítica que se puede realizar al análisis factorial confirmatorio es que se necesita disponer de una serie de información previa a la realización del análisis. Law y Comrey. El factor asténico (personalidades no asertivas) correlacionó positivamente con la dimensión evitación del daño del Cloninger y extraversión y neuroticismo de Eysenck. Los primeros autores realizaron un estudio de comparaciones de esta solución de cuatro factores con el modelo psicobiólogico de Cloninger y Eysenck. por último. en este mecanismo cognitivo parece que tiene un papel las estructuras que se encuentran a nivel del lóbulo temporal. mientras que la mayor ventaja del análisis factorial confirmatorio es la aportación de pruebas de significación y los índices de ajuste para las hipótesis planteadas (Church y Burke.01) con el factor búsqueda de la novedad de Cloninger y el factor psicoticismo de Eysenck. Y. el problema de la estimación de las comunalidades. Precisamente. debido a que son meras estructuras numéricas de unas observaciones realizadas. psicológico o ambiental que permiten validar esos factores resultantes. de tipo biológico. Livesley (Millon 1998) también adopta una postura crítica. Individuos que satisfacen los criterios para el diagnóstico de trastorno límite de la personalidad según el DSM serán diagnosticados por los profesionales que siguen la CIE de otro trastorno de la personalidad. ya que cuando se emplea la técnica del análisis factorial el único objetivo es poder encontrar de manera objetiva y fiable una estructura de la personalidad. Considera que hay que tomar muchas decisiones subjetivas cuando se emplea la metodología del análisis factorial como la elección del método de rotación. Blashfield (1990) indicó que la correspondencia a la hora de clasificar sujetos según el DSM-III-R y la CIE-10 era muy baja. La crítica realizada por Millon y Davis puede ser vista un poco desproporcionada. de tal manera que se podría pensar que la escasa fiabilidad existente en el diagnóstico de los trastornos de la personalidad sea debida a la diferencia de criterios de los que se parte. Una cuestión que no se ha tratado en esta investigación. Muy pocos estudios han comparado las aproximaciones de los dos manuales oficiales. Una de las explicaciones empleadas para criticar el diagnóstico categorial de los trastornos de la personalidad son los bajos índices de acuerdo interevaluadores. y finalmente indican que “. 1982. Esto hubiera servido de comparación respecto a los criterios del DSM-IV y habría sido una muestra experimental de la existencia de discrepancias en ambos sistemas. el refinamiento de definiciones diagnósticas imprecisas. Si se observan cada una de las diferencias entre estos manuales. Pero se puede plantear la siguiente hipótesis: Si se quiere llegar a una unificación en el diagnóstico en los trastornos de la personalidad. uno de los puntos de partida será crear criterios únicos por parte de los diferentes manuales diagnósticos de clasificación.. 1989)... como el histriónico (Kroll et al. sino también para especificar por qué un esquema es preferible a otro”.autores consideran que tampoco proporcionan explicaciones sobre la etiología y desarrollo de los trastornos. solamente en tres trastornos de la CIE-10 (disocial. pero por otro lado emplea esta técnica como herramienta útil en el estudio de la personalidad y sus trastornos. por supuesto que hay que recurrir a otros elementos para explicar los factores obtenidos. Bateman. hubiera sido diagnosticar a los pacientes del grupo experimental siguiendo los criterios de la CIE-10. El acuerdo fue 169 . se puede llegar a la conclusión de que son bastantes numerosas. y que hubiera completado los datos y al hilo de la introducción. la selección de poblaciones de pacientes y la denominación de los factores derivados del análisis. el DSM y la CIE.es necesaria información extraestadística no sólo para entender el carácter de estos trastornos. es cuando se concluye que esa estructura podría ser la apropiada para definir la personalidad y sus trastornos. dependiente y anancástico) fueron asignados más del 50% de los sujetos a sus categorías correspondientes en el DSM-III-R. cuando se encuentran indicadores externos. Cuando se diferenció por clusters. se encontró que mientras tres sujetos fueron diagnósticados con la CIE-10.S. dos lo fueron con el DSM. evitativo.menor en los trastornos límite (30% de acuerdos). respecto a este segundo diagnóstico sí se encontraron diferencias significativas (p<0. Esta discordancia explicó el 48% de las diferencias en el diagnóstico principal. Este surge cuando un sujeto recibe un diagnóstico en uno de los sistemas pero no cumple los criterios mínimos para ser diagnosticado en el otro sistema. 170 . Sara et al. igualmente la CIE tiende a establecer un mayor número de diagnósticos.005). Respecto al diagnóstico principal de trastorno de la personalidad no se encontraron diferencias entre los dos sistemas. dependiente. dependencia de sustancias y trastornos de la personalidad. esquizoide. Como se indicó en la introducción. histrionico. (1996) realizaron comparaciones entre cada trastorno y sus criterios. evitativo (33% de acuerdos) e histriónico (39% de acuerdos).M. antisocial. de la muestra total. trastornos de la alimentación. Sara et al. Los más frecuentes fueron. Para estos autores los criterios que se recogen en la CIE para el trastorno de la personalidad paranoide son más amplios que en el DSM. Diez de los 34 sujetos que recibieron un diagnóstico de trastorno de la personalidad recibieron el mismo diagnóstico en los dos sistemas. y obsesivo-compulsivo. Los autores realizaron varias comparaciones. evitativo y el obsesivo-compulsivo) y las diferencias fueron en la misma línea. Volviendo a los trastornos que aparecen en los dos sistemas. Se realizó esta misma comparación con los trastornos que aparecen en los dos sistemas (paranoide. (1996) compararon los criterios de la CIE-10 y del DSM-III-R sobre una muestra de 52 pacientes ambulatorios pertenecientes a unidades de trastornos afectivos. incrementándose en los diagnósticos “accesorios”. siendo la CIE-10 la que realizó un mayor número de diagnósticos que el DSM (38 vs 19). Hubo un buen acuerdo entre los dos sistemas sobre sí existía o no un trastorno de la personalidad. El sistema CIE tiende a concretar un mayor número de diagnósticos (p<0. dependiente. la CIE-10 introduce un criterio que hace referencia a una marcada preferencia por devaneos fantásticos y el sujeto que recibió este diagnóstico cumpliendo este criterio. suele ser frecuente encontrar un segundo diagnóstico de trastorno en estos pacientes. Los dos criterios que están presentes solamente en la CIE-10 (sentimiento de autoimportancia y sensibilidad excesiva a los contratiempos y desaires) tuvieron un efecto significativo en el número de sujetos que recibieron este diagnóstico siguiendo la CIE-10. paranoide. límite.05). encontrándose que cuatro de los diez sujetos que recibieron este diagnóstico cumplían el primer criterio y todos el segundo. Como es sabido. Dieciséis personas recibieron el diagnóstico de trastorno de la personalidad por evitación. El DSM fue más estricto que la CIE. en el DSM fue diagnosticado como esquizotípico. Respecto al trastorno de personalidad esquizoide. 34 sujetos recibieron 92 diagnósticos. debido a que incluye criterios más exhaustivos. Las diferencias entre estos dos sistemas fueron debidas al efecto del umbral. lo que es esperable debido a que en el manual americano se deben cumplir un mayor número de criterios que en el manual de la O. . Sara et al... nueve con la CIE y dos con el DSM. En el trastorno de personalidad obsesivo-compulsivo cuatro sujetos recibieron este diagnóstico con los dos sistemas. Para responder a esta cuestión se parte de la triple distinción entre personalidad normal.o. estos autores plantean que podría ser aceptada esta comorbilidad sí se admitiera que diferentes o incluso facetas aparentemente contradictorias de la personalidad pueden manifestarse según el momento.dimensión? A lo largo de este trabajo de investigación. 1998). (1996) concluyen afirmando que el primer paso que se deberá realizar es una estandarización de los umbrales diagnósticos. o si se adoptara un modelo jerárquico. personalidad anormal y trastorno de la personalidad. ya que esto contribuiría a conseguir un acuerdo entre los dos sistemas. ¿Categoria. Para terminar. Estos rasgos son el resultado de la interacción de disposiciones biológicas y de la historia de aprendizaje del sujeto. La personalidad normal representa un patrón profundamente incorporado y que se muestra a través de rasgos cognitivos. Respecto a la problemática sobre el diagnóstico múltiple de trastorno de la personalidad. afectivos y conductuales que persisten por largos periodos de tiempo..cinco en ambos sistemas. se ha querido establecer la validez de los diagnósticos categoriales de los trastornos de la personalidad. se plantea la siguiente pregunta que intenta resumir la controversia categorial vs dimensional dentro del campo de la personalidad y sus trastornos: ¿Existe un continuo desde los rasgos de personalidad normal hasta los trastornos de la personalidad del DSM-IV? (Parker. 171 . y se han ido presentando una serie de datos bibliográficos y resultados que han podido aportar una pequeña luz sobre el estado actual del problema. 1997) . Esto es un ejemplo. tiene una sensación subjetiva de satisfacción y eficiencia y tiene la habilidad de autorrealizarse o de alcanzar sus potencialidades. es decir. se desarrollan de acuerdo con los mismos principios y mecanismos que están involucrados en el desarrollo de la conducta normal. se puede hablar de un posible trastorno de la personalidad. que deben hacer referencia a algún tipo de disfunción nociva para la propia persona o para los demás (Wakefield. de 140 es tan “anormal” como una persona con un C. simplemente. y los patrones de conducta del individuo tienen un efecto negativo sobre su salud. normal la media estadística es 100. a causa de diferencias en las disposiciones biológicas y en las influencias ambientales. algunos individuos aprenden hábitos desadaptativos cognitivos.I. tiene percepciones de si misma y del entorno autofrustrantes que le impiden interactuar con normalidad. Las tres características básicas que se han venido incluyendo como definitorias de un trastorno de personalidad son: cronicidad. pero puede servir para entender la idea en la cual se hace hincapié: a la hora de valorar una conducta como normal o anormal hay que considerar la esfera cualitativa. de 140 que uno de 60.I. En esta definición. desde una perspectiva cualitativa. Sin embargo. perseverancia e inadaptación. se pude concluir que tiene rasgos infrecuentes pero no un trastorno de la personalidad. si se considera que en el C. En el caso del C. Desde esta perspectiva la conducta anormal es cualquier conducta que se desvía de la norma esperada o aceptada. Así cuando una persona.I. de 60. anormalidad y trastorno. PERSONALIDAD NORMAL Ÿ PERSONALIDAD ANORMAL Ÿ TRASTORNO DE LA PERSONALIDAD Esta triple distinción puede ponerse en tela de juicio y distinguir simplemente entre personalidad normal y trastorno de la personalidad. se puede ver claro. Estos se verían como conceptos relativos más que como categorías nominales discretas.I. Si el estilo de personalidad no es inflexible o inadaptado entonces se trata de un rasgo de 172 . Con esta triple distinción se quiere poner de manifiesto la idea del continuo en la definición de normalidad. mientras que otros individuos no lo hacen. afectivos y conductas manifiestas. se vería como un concepto estadístico. Sin embargo. es preferible poseer un C. Tanto la conducta anormal como la presencia de un trastorno. Estas tres características se consideran necesarias para establecer un diagnóstico de trastorno de la personalidad. a pesar de presentar puntuaciones extremas en un cuestionario o respuestas inadecuadas en una entrevista.El concepto de personalidad anormal tiende a diferenciarse del concepto de personalidad normal desde un punto de vista cuantitativo. falta determinar los aspectos cualitativos. que la persona con un C.I. Sin embargo. consigue con su conducta una adaptación al entorno social de forma efectiva y eficiente. cuando la persona tiende a afrontar las responsabilidades y las relaciones cotidianas de forma inflexible y con conductas desadaptativas. cuando los pacientes varían en términos de característica definitorias y cumplen los criterios para otro trastorno de la personalidad. esta dificultad se verá incrementada. El modelo de los prototipos seguido como sistema de diagnóstico por el manual de la A. ya Widider & Frances introducían el concepto de los trastornos de la personalidad como variantes extremas de los rasgos de personalidad que se distribuyen a lo largo de dimensiones. Se puede entender la personalidad como los aspectos que son observables en un individuo. De tal manera. 1983). cuando lo que se debería establecer es el grado por el cual un síntoma está presente o el grado por el cual un estilo de personalidad particular es inflexible o inadaptado. si no es crónico o no tiene un comienzo temprano debería ser considerado un diagnóstico del eje I (Widiger & Frances. como una estructura externa que está reflejando esquemas internos del aparato psíquico. esto afectará a los índices de prevalencia de los trastornos así como a la identificación de las posibles etiologías y a los tratamientos (Widiger & Kelso. Respecto al diagnóstico múltiple. y por otro lado. Carrasco (1997) describe tres significados de personalidad. lleva consigo el aceptar que los miembros que entran dentro de cada categoría son heterogéneos. La tercera acepción del concepto de personalidad sería considerarla como un fenómeno estable y global del psiquismo que transcurre 173 . indicaron que el DSM-III empleaba un modelo categorial para clasificar los trastornos de la personalidad a pesar de no existir límites claros entre el concepto de trastorno de la personalidad y la personalidad normal. Otra segunda concepción sería considerar la personalidad como una estructura interna. En el eje II se establece si los síntomas están presentes o ausentes para un determinado trastorno. ya que si es difícil identificar una etiología o terapia para un trastorno en particular. Estos autores indicaron que en la revisión de la tercera edición del DSM debería ser incluido una clasificación dimensional de los trastornos de la personalidad. consideraron que con la elección del modelo dimensional en el diagnóstico de los trastornos de la personalidad la existencia de la categoría trastorno de la personalidad no especificado no sería pertinente ya que todos los individuos tendrían la radiografía de su personalidad según las puntuaciones obtenidas en las dimenisiones correspondientes.personalidad.P. ni tampoco existir limites entre los diferentes trastornos de la personalidad. Asimismo. Así. Widiger & Frances (1985) ya indicaron que esto en sí mismo no es un problema. 1985) . si se consideran los trastornos de la personalidad como variantes extremas de rasgos a lo largo de un continuo. como la base biológica a partir de la cual se desarrollan todas las características psicológicas. al menos como un apéndice. Widiger y Frances realizaron las primeras críticas a las características definitorias de los trastornos de la personalidad. es bastante posible que una persona presente diferentes rasgos inflexibles e inadaptados que terminen manifestándose en diferenes tipos de trastornos de la personalidad. En este trabajo de 1985. Enlazando con la idea anterior.A. se consideraría como una organización interna que predispone al sujeto en su desarrollo. 1983). y en donde el paciente será evaluado en varias dimensiones al mismo tiempo (Gunderson. Livesley indica que ha habido cuatro situaciones o problemas universales que han sido y siguen siendo básicos para conseguir una buena adaptación. ofrece una definición de trastorno de la personalidad como un fallo tripartito que implica a tres ámbitos de funcionamiento separados pero interrelacionados. para desarrollarse como una figura de apego y establecer relaciones de afiliación. una definición satisfactoria del concepto trastorno de la personalidad debería derivar de la comprensión de cuales son las funciones o roles de la personalidad normal. Así. Esto implicaría que el trastorno de la personalidad debería ser definido y evaluado independientemente de la estructura de rasgo de la personalidad. que definió como: 1) El ambito del yo (self-system). considerando que el trastorno de la personalidad es una forma más de un trastorno mental. Livesley. Para este autor. y dejar el Eje II para describir los rasgos de personalidad que tienen una significación clínica. y el fallo para conseguir soluciones adaptativas representará algunas de las alteraciones centrales del trastorno de la personalidad. territorialidad (sentimiento de pertenencia) y temporalidad (todo lo referente a la perdida o separación). Así. hay muchas que son universales a la humanidad. y 3) El ambito de las relaciones sociales. para poder ir avanzando y pasar a los periodos siguientes del desarrollo. este autor considera que las soluciones para resolver estas cuatro cuestiones del ser humano son parte importante en el desarrollo de la personalidad.paralelo a los demás fenómenos psicológicos del sujeto. en cada etapa de la vida. se trataría de un fallo para establecer relaciones de intimidad. Basándose en esta idea. considera que esta categoría deberá resituarse en el Eje I. De tal manera. pudiendo interaccionar ocasionalmente. El autor sigue su argumentación estableciendo cual será la mejor estructura de rasgos de 174 . Livesley (1998) propone que será mejor hablar de trastorno de la personalidad y no de trastornos de la personalidad. Estos universales serían: establecer una identidad y jerarquía (se trataría de los aspectos relacionados con la dominancia vs sumisión dentro de la especie humana). sería un fallo del individuo para establecer relaciones estables e integradas de uno mismo y los otros. Para resolver esta cuestión Livesley plantea el punto de vista de Cantor (1990) sobre que la personalidad es mejor entenderla como las maneras de solucionar los cometidos más importantes que tienen los individuos a lo largo de su vida. Dentro de estas situaciones de adaptación. enlazando con esta teoría. 2) El ámbito de las relaciones interpersonales. Con la distinción entre el diagnóstico de la personalidad y la evaluación de la personalidad se apoyaría la abundante evidencia empírica sobre que las características fenotípicas del trastorno de la personalidad se distribuyen a lo largo de una representación dimensional. problemas que todo el mundo en una cultura o grupo determinado debe solucionar. es necesario afrontar y encontrar soluciones efectivas a un problema dado. se entendería como un fallo para desarrollar la capacidad de un comportamiento prosocial o cooperativo. estas tareas o problemas deben ser resueltos para conseguir un desarrollo adaptativo. Algunas de estas situaciones son pruebas idiosincrásicas que se imponen las personas a sí mismas y otras son culturalmente impuestas. la comorbilidad existente entre todos los trastornos de la personalidad. alteración cognitiva. autolesiones. (1994) enfatizaron la idea de una ejecución inflexible e inadecuada en “el universo de la vida en pruebas de identidad. como él presupone. cuando lo correcto sería hablar del déficit en estrategias en la resolución de problemas. en la definición de los trastornos de la personalidad. siempre existirá en los trastornos de la personalidad un fallo para aprender de la experiencia. Millon (1986) postuló un gran número de parámetros como la inflexibilidad. y causar malestar a los otros. intimidad y afiliación”. lo que él denomina estilo de personalidad y funcionamiento alterado. crueldad. desarrollando un instrumento denominado Dimensional Assessment of Personality Pathology-Basic Questionnaire (DAPP-BQ). Parker (2000) en un editorial de la revista Psychological Medicine. pero no justifica. mientras que las visiones anteriores identificaban esferas generales alteradas. problemas de conducta. apego inseguro. Estos 18 rasgos fueron reducidos a una estructura de cuatro factores denominados: alteración emocional. búsqueda de estímulos.la personalidad y el modo de cómo obtenerla. problemas de identidad. La opción que él plantea es la revisión de múltiples instrumentos empleados para identificar la estructura de la personalidad. Este instrumento evalúa 18 rasgos de la personalidad (ansiedad. Parker (2000) considera que el DSM-IV indica los requisitos que llevan a desarrollar comportamientos cuyo resultado son situaciones de angustia. inestabilidad afectiva. resistencia. para comprender mejor el modelo de trastorno de la personalidad. que tienen los individuos con trastorno de la personalidad. De las ideas aportadas por Parker se puede concluir que. funcionamiento no efectivo. Estas muestras sobre cómo se puede definir la personalidad y sus trastornos sirven para entender que lo importante es que. evitación social. expresión restringida. relación. narcisismo. inhibición y compulsividad. evitación de la intimidad. La dimensión afrontamiento podría ser un ejemplo. rechazo. malestar personal. clínicamente significativo. ya que los estilos de personalidad comparten un componente de inflexibilidad y persistencia. no habrá que hablar tanto de esferas de comportamientos como de conductas o qué componentes de su funcionamiento se encuentran alterados. Livesley et al. Esta característica será algo común a todos los trastornos y a los tres clustres de la personalidad. sumisión y suspicacia). indica que en las descripciones actuales de la personalidad se suele confundir dos componentes. La categoría trastorno de la personalidad estará siempre asociada a un funcionamiento alterado. compulsividad. La diferenciación realizada por Parker lo único que indica es un componente común a todos los trastornos de la personalidad. así 175 . comportamiento disocial. es decir. Parker (2000) plantea la posibilidad de definir los trastornos de la personalidad como manifestaciones conductuales inapropiadas al contexto y no como unas expresiones extremas de los rasgos de la personalidad normal. reducción de oportunidades. cuando se analice la personalidad y sus características. Este autor señala que los índices tan elevados de solapamiento encontrados en los trastornos de la personalidad son debidos a la confusión entre estos dos conceptos. que de una de sus conductas. 176 . cuando se plantean los estudios de validación de las clasificaciones actuales.como sus trastornos. se deberá tener en cuenta en qué nivel de análisis se están realizando esos estudios. De esta manera. como sería el exceso de impulsividad. No es lo mismo el explorar los índices de fiabilidad de categorías como el trastorno de la personalidad límite. una pregunta que se deberán realizar los investigadores es ¿sobre qué idea de personalidad se están realizando los estudios?. Así como considerar que esas características son la base de otras conductas o son simplemente máscaras que se emplean para interactuar con el mundo exterior. Después de esta revisión de los resultados y de aspectos críticos que pueden estar influyendo en la definición de los trastornos de la personalidad se finaliza este trabajo con las siguientes conclusiones. Conclusiones finales x Se deberá seguir manteniendo las diferencias cualitativas dentro de la psicopatología de la personalidad. Principalmente entre los trastornos considerados tradicionalmente de mayor gravedad psicológica (cluster extraño y el cluster dramático). x Los rasgos de personalidad, indicadores neuropsicológicos y psicofisiológicos introducidos como predictores de un diagnóstico psicométrico de trastorno de la personalidad han explicado entre un 16% y un 100% de la varianza total. Este resultado está indicando que no se pueden descartar estos componentes en la descripción cuantitativa de los trastornos de la personalidad. x Los resultados tan discrepantes encontrados entre las regresiones logísticas y las regresiones múltiples están mostrando que sí existe una diferencia entre el diagnóstico categorial de un trastorno de la personalidad y un diagnóstico psicométrico, de tal manera que el objetivo de los investigadores será conseguir que se reduzca tal discrepancia creando instrumentos de evaluación fiables y válidos. x Tanto los análisis factoriales exploratorios como en los confirmatorios (O`Connor y Dyce, 1998) parecen indicar que la estructura de la personalidad está formada principalmente por cuatro factores: antisocial, asocial, asténico y anancástico (Mulder y Joyce, 1997). x El trastorno de la personalidad paranoide parece guardar una estrecha relación con los trastornos que tienen un carácter antisocial. x El trastorno de obsesivo-compulsivo de la personalidad forma una entidad diferente del resto de los trastornos de la personalidad. x Los grupos de trabajo del DSM y de la CIE deberán llegar a conseguir que se establezcan criterios de diagnóstico idénticos en los trastornos de la personalidad. x El sistema dimensional deberá intensificar sus estudios para conseguir una clasificación operativa de la psicopatología de la personalidad que tenga una aplicación fiable y eficiente; para convertirse en un modelo alternativo y/o complementario al sistema categorial. 177 x Las visiones categoriales y dimensionales de la personalidad no deberían considerarse como puntos de vista antagónicos sino complementarios. Pelechano et al. (1995) indican que se podrían describir dimensiones e introducir puntos de corte a partir de los cuales se establecería si una persona presenta o no un trastorno de la personalidad. x Los indicadores biológicos para el estudio de la personalidad y sus trastornos deben ser entendidos como marcadores externos que sirvan para validar comportamientos, y no como factores determinantes fijos de una estructura de la personalidad. Como conclusión final se puede indicar que en la problemática de los trastornos de la personalidad habrá que buscar en los orígenes de su definición, y sobre todo observar que las cuestiones que se están debatiendo hoy en día, como es la definición de trastorno de la personalidad, su etiología, y el debate ferviente de los sistemas de clasificación, ya se empezaron a discutir y plantear hace casi treinta años. Tyrer en una editorial de la revista Psychological Medicine de 1987, realiza una pequeña revisión a los problemas: clasificación categorial vs dimensional, el flujo de trastornos del eje II al eje I y del eje I al eje II; la fiabilidad y validez del diagnóstico de trastorno de la personalidad. Finalmente, termina su editorial de una manera esperanzadora escribiendo: “...El eje II es, en este momento, un desgarbado adolescente, se está empezando a ver su potencial, pero a la vez es patoso y torpe, y puede que sea considerado como algo ridículo. Sin embargo, está madurando rápido y dentro de poco deberá ser capaz de mantenerse por sí mismo entre sus colegas más maduros, de la familia de la gnosología psiquiátrica”. Hoy en día, persiste el interrogante sobre, ¿si se ha logrado esa madurez del Eje II que esperaba conseguir Tyrer hace 23 años?. Nuestro punto de vista es que no. 178 Referencias Abrahams, R. C., Rosenthal, E., Card, C., & Alexopoulos, G. S. (1994). 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GRÁFICO 3 DISTRIBUCIÓN DE LA VARIABLE NÚMERO DE HIJOS Grupo total (n=104) Desconocido 47.2% (n=15) Grupo con trastornos de personalidad (n=87) Desconocido 56.4% (n=23) Tres hijos 1.8% (n=6) Un hijo 9.9% (n=1) Dos hijos 5.6% (n=10) Grupo control (n=17) Un hijo 5.1% (n=49) Tres hijos 1% (n=1) Ningún hijo 36.1% (n=1) Dos Hijos 5.3% (n=9) .3% (n=49) Ningún hijo 26.5% (n=38) Dos hijos 5.9% (n=1) Ningún hijo 88.7% (n=5) 214 Un hijo 10. 2% (n=7) Grupo con trastornos de personalidad (n=87) F.9% (n=1) E.Universitarios 35.1% (n=1) Graduado escolar 31.6% (n=4) E.Universitarios 17.2% (n=21) F.7% (n=33) Bachiller 40.3% (n=6) F.2% (n=35) Sin estudios 1.GRÁFICO 4 DISTRIBUCIÓN DE LA VARIABLE NIVEL DE ESTUDIOS Grupo total (n=104) Estudios Universitarios 20.7% (n=7) Sin estudios 1.6% (n=3) Bachiller 41.1% (n=1) Graduado escolar 36. 17.4% (n=42) Grupo control (n=17) Graduado escolar 5.P.P.P.2% (n=15) Bachiller 40. 6.8% (n=32) 215 . 4. 7% (n=11) Grupo con trastornos de personalidad (n=87) Estudiante 27.4% (n=5) Parado 5.GRÁFICO 5 DISTRIBUCIÓN DE LA VARIABLE OCUPACIÓN LABORAL Grupo total (n=104) Estudiante 27.7% (n=8) Por cuenta ajena 51% (n=53) Grupo control (n=17) Estudiante 29.1% (n=1) Parado 8% (n=7) Por cuenta ajena 48.2% (n=42) 216 .5% (n=13) Parado 7.9% (n=13) Jubilado/Pensionista 1.9% (n=1) Por cuenta ajena 64.1% (n=1) Ama de casa 12.6% (n=24) Ama de casa 14.9% (n=29) Jubilado/Pensionista 1. 7% (n=45) Sin tratamiento 48.4% (n=3) Neurolépticos 8% (n=7) Antidepresivos y Ansiolíticos 12.3% (n=42) Tipo de psicofármaco Ansiolíticos 3.GRÁFICO 6 DISTRIBUCIÓN DE LA VARIABLE TRATAMIENTO PSICOFARMACOLÓGICO ENTRE LAS PERSONAS CON DIAGNÓSTICO CLÍNICO DE TRASTORNO DE LA PERSONALIDAD Con tratamiento 51.6% (n=11) Antidepresivos 27.3% (n=42) 217 .6% (n=24) Sin tratamiento 48. 8% (n=19) Sin antecedentes 17.3% (n=29) 218 .GRÁFICO 7 DISTRIBUCIÓN DE LA VARIABLE ANTECEDENTES FAMILIARES ENTRE LAS PERSONAS CON DIAGNÓSTICO CLÍNICO DE TRASTORNO DE LA PERSONALIDAD Desconocido 21.6% (n=24) Trastornos de la personalidad 33.2% (n=15) Eje I 27. 5% (n=10) Obsesivo-Compulsivo 6.6% (n=24) Histriónico 11.3% (n=22) Cluster B 44.1% (n=1) Dependiente 11.9% (n=6) Evitativo 6.4% (n=23) No especificado 2.5% (n=10) Antisocial 3.GRÁFICO 8 DISTRIBUCIÓN DE LOS CLUSTERS Y DE LOS DIAGNÓSTICOS CLÍNICOS DE LOS DIFERENTES TRASTORNOS DE LA PERSONALIDAD Cluster C 26.1% (n=1) No especificado 2.3% (n=2) Desconocido 1.8% (n=39) Pasivo-Agresivo 1.1% (n=1) Cluster A 25.9% (n=6) .4% (n=3) Narcisista 2.9% (n=6) Desconocido 1.5% (n=10) Límite 27.3% (n=2) Paranoide 7% (n=6) Esquizoide 11.3% (n=2) 219 Esquizotípico 6. NEUROPSICOLÓGICAS Y PSICOFISIOLÓGICAS 220 .APÉNDICE II GRÁFICOS DE LAS VARIABLES DE PERSONALIDAD. 7733 60 50 40 30 20 10 0 Histriónica Narcisista Antisocial 221 Agresivo/sádico Sin diagnóstico Con diagnóstico .0000 pp==00..0000 80 70 60 50 40 Sin diagnóstico Con diagnóstico 30 20 10 0 Esquizoide pp==00.0011 pp==00..4466 pp==00.CUESTIONARIO DE MILLON pp==00..0088 Dependiente pp==00....7788 Evitativa pp==00.. ..1155 70 pp ==00...0000 pp ==00..0000 Autodestructivo 70 pp ==00..CUESTIONARIO DE MILLON pp ==00.4477 60 50 40 Sin diagnóstico Con diagnóstico 30 20 10 0 Compulsivo pp ==00.2288 60 50 40 30 20 10 0 Esquizotípica Límite Paranoide 222 Sin diagnóstico Con diagnóstico .0000 Pasivo/Agresivo pp ==00. 0088 Dinamismo pp ==00.0000 pp ==00.0000 Dominancia 70 pp ==00.0000 60 50 40 30 20 10 0 Afabilidad Cooperación Cordialidad 223 Sin diagnóstico Con diagnóstico ..MODELO DE LOS “CINCO GRANDES” pp ==00.0000 60 50 40 30 Sin diagnóstico Con diagnóstico 20 10 0 Energía pp ==00.0099 pp ==00.. .2266 Escrupulosidad pp ==00.0000 60 50 40 30 20 10 0 E.0000 Perseverancia pp ==00..0000 70 pp ==00.MODELO DE LOS “CINCO GRANDES” pp ==00.0000 60 50 40 Sin diagnóstico Con diagnóstico 30 20 10 0 Tesón pp ==00..Emocional C.impulsos 224 Sin diagnóstico Con diagnóstico . emociones C.1133 pp ==00.. 0000 pp ==00..0033 60 50 40 Sin diagnóstico Con diagnóstico 30 20 10 0 Apertura mental Apertura cultura 225 Apertura experiencia ..MODELO DE LOS “CINCO GRANDES” pp ==00.0000 70 pp ==00. 5 89 88.5 86 Sin diagnóstico Con diagnóstico Respuestas fuera de tiempo 12 10 8 6 4 2 0 Sin diagnóstico Con diagnóstico 226 .5 88 87.TEST DE STROOP Aciertos 89.5 87 86. TEST DE STROOP Tiempo de reacción a estímulos congruentes 750 740 730 720 710 700 690 Sin diagnóstico Con diagnóstico Tiempo de reacción a estímulos incongruentes 800 790 780 770 760 750 740 Sin diagnóstico 227 Con diagnóstico . 5 0 Sin diagnóstico Con diagnóstico Sensibilidad 0.PRUEBA CONTINOUS PERFOMANCE TEST (C.5 1 0.98 0.4 14.2 Sin diagnóstico Con diagnóstico Falsas Alarmas 3 2.97 0.975 0.5 2 1.8 14.965 Sin diagnóstico Con diagnóstico 228 .) Aciertos 15 14.T.6 14.P. P.3 0.5 0.2 0.6 0.1 0 Sin diagnóstico Con diagnóstico Tiempo de reacción 385 380 375 370 365 360 355 350 Sin diagnóstico 229 Con diagnóstico .4 0.) Criterio de respuesta 0.7 0.PRUEBA CONTINOUS PERFOMANCE TEST (C.T. C.5 5.S.) Respuestas correctas 59 58 57 56 55 54 Sin diagnóstico Con diagnóstico Errores 48 46 44 42 40 38 36 Sin diagnóstico Número de categorías completadas 5.35 5.PRUEBA WISCONSIN CARD SORTING TEST (W.T.45 5.3 Sin diagnóstico Con diagnóstico 230 Con diagnóstico .55 5.4 5. 016 0.164 -0.178 -0.166 -0.015 0.168 -0.172 -0.014 Sin diagnóstico Con diagnóstico Resistencia eléctrica de la piel -0.174 -0.17 -0.0155 0.PRUEBAS PSICOFISIOLÓGICAS Tasa cardiaca 0.0145 0.176 -0.18 70 60 50 Sin diagnóstico Con diagnóstico 40 Sin diagnóstico Cluster A 30 Cluster B Cluster C 20 MODELO DE LOS “CINCO GRANDES” 231 Afabilidad Energía Cooperación Dinamismo A y control* A y control* 10 0 Dominancia Cordialidad . 05 ** p < 0.01 *** p< 0.001 232 .A y control* B y control* A y control* B y control* * p < 0. 001 233 Control de los impulsos Cluster C .05 ** p < 0.MODELO DE LOS “CINCO GRANDES” A y control* B y control* 70 A y control* B y control* 60 50 40 Sin diagnóstico 30 Cluster B Cluster C Cluster A 20 10 0 Tesón Escrupulosidad A y control* B y control* C y control* Perseverancia A y control* B y control* Cy control* 60 50 40 30 Sin diagnóstico Cluster A Cluster B 20 10 0 Estabilidad emocional Control de las emociones * p < 0.01 *** p < 0. 001 234 Apertura a la experiencia Cluster B Cluster C .MODELO DE LOS “CINCO GRANDES” A y C* A y control* B y control* 70 B y control* C y control* 60 50 40 Sin diagnóstico Cluster A 30 20 10 0 Apertura mental Apertura a la cultura * p < 0.05 ** p < 0.01 *** p < 0. TEST DE STROOP Aciertos 90 89 88 87 86 85 84 83 82 81 80 Sin diagnóstico Cluster A Cluster B Cluster C Respuestas fuera de tiempo 14 12 10 8 6 4 2 0 Sin diagnóstico Cluster A Cluster B 235 Cluster C . TEST DE STROOP Tiempo de reacción a estímulos congruentes 750 740 730 720 710 700 690 Sin diagnóstico Cluster A Cluster B Cluster C Tiempo de reacción a estímulos incongruentes 800 790 780 770 760 750 740 Sin diagnóstico Cluster A Cluster B 236 Cluster C . ) Aciertos 15 14.974 0.968 0.976 0.5 1 0.PRUEBA CONTINOUS PERFOMANCE TEST (C.8 14.5 3 2.2 14 13.5 0 Sin diagnóstico Cluster A Cluster B Cluster C Sensibilidad 0.T.978 0.972 0.P.6 14.4 14.966 0.98 0.97 0.5 2 1.5 4 3.8 Sin diagnóstico Cluster A Cluster B Cluster C Falsas Alarmas 4.964 Sin diagnóstico Cluster A Cluster B 237 Cluster C . 2 0.P.T.1 0 Sin diagnóstico Cluster A Cluster B Cluster C Tiempo de reacción 395 390 385 380 375 370 365 360 355 350 345 Sin diagnóstico Cluster A 238 Cluster B Cluster C .3 0.6 0.PRUEBA CONTINOUS PERFOMANCE TEST (C.) Criterio de respuesta 0.7 0.4 0.5 0. T.5 5.S.) Respuestas correctas 59 58 57 56 55 54 53 52 Sin diagnóstico Cluster A Cluster B Cluster C Errores 50 40 30 20 10 0 Sin diagnóstico Cluster A Cluster B Cluster C Número de categorías completadas 5.PRUEBA WISCONSIN CARD SORTING TEST (W.3 5.25 Sin diagnóstico Cluster A Cluster B 239 Cluster C .55 5.45 5.4 5.C.35 5. 25 Sin diagnóstico 240 Cluster A Cluster B Cluster C .015 0.01 0.05 -0.1 -0.025 0.02 0.15 -0.005 0 Sin diagnóstico Cluster A Cluster B Cluster C Resistencia eléctrica de la piel 0 -0.PRUEBAS PSICOFISIOLÓGICAS Tasa cardiaca 0.2 -0. 241 .
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