Simbolismo_Románico

March 16, 2018 | Author: Sergio Gonzalez | Category: Symbols, Late Middle Ages, Nature, Sculpture, God


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1Simbolismo Románico "El románico habla al corazón del hombre y a su inteligencia más profunda" (Jaime Cobreros) Introducción a los símbolos del románico Cuando se estudia el románico frecuentemente se admiran los aspectos estéticos que indudablemente tiene. Un autor francés dijo de este arte algo parecido a que el románico nos deslumbra por la armonía de sus volúmenes y la fantástica imaginación de su escultura. Un acercamiento que parece opuesto es el de aquellos estudiosos que analizan el románico y el arte medieval en general desde el punto de vista fundamentalmente simbólico. Es decir, ven en él el esfuerzo por crear verdaderos espacios sagrados donde revelar al alma humana lo transcendental, lo no manifiesto, mediante el símbolo. Ambas perspectivas, en realidad, coinciden. De hecho la admiración y hechizo que este arte causa en el hombre moderno, por encima de cualquier otro estilo artístico, se debe a que el románico es un arte unitario. Empleando unas formas artísticas sencillas logra transmitir un mensaje de armonía intelectual en quien lo percibe. En este apartado sobre la simbología o el simbolismo románico somos conscientes de que la empresa iniciada es harto compleja. Estamos frente a una de las más delicadas materias que se pueden tratar acerca del arte románico, y que ha llenado verdaderos tratados bibliográficos por eruditos en la materia. Todavía algunos recordamos el viejo libro de Champeaux y Sterckx "Introducción a los Símbolos" de la colección "Europa Románica" de Ediciones Encuentro y que, siendo para los autores una "introducción", llenaba casi 600 páginas de densa erudición sobre el tema. Otra dificultad añadida, además de la complejidad citada, es que la simbología románica y, por extensión el arte medieval, no permite realizar una especie de diccionario perfecto o guía precisa de equivalencias. No se puede expresar con carácter inequívoco que una determinada imagen representada en una iglesia o catedral "significa" o "quiere representar" algo concreto. De hecho, un símbolo no es un signo o una alegoría que quiere representar algo previamente convenido, sino es una unión entre lo manifiesto y lo no manifiesto que ha de ser descubierto por cada persona según su alcance espiritual, pudiendo llegar a evocar a personas diferentes mensajes muy distintos. Jaime Cobreros expresa, con admirable claridad, este concepto: "el error consiste en buscar claves interpretativas a los símbolos que desde portadas, capiteles y canecillos ofrece gratuitamente el románico. Esto sería puro reduccionismo por intentar hacer pasar por un esquema preconcebido la totalidad del significado simbólico" Sin embargo, si lleváramos este concepto de la "imposible interpretación inequívoca" de los símbolos a sus últimas consecuencias, sería imposible decir o escribir nada sobre el símbolo románico más allá de lo dicho y sin embargo hasta este gran autor, en sus obras, interpreta y descifra numerosos símbolos presentes en la arquitectura y escultura románicas de nuestras iglesias. Más bien lo que debemos hacer es insinuar posibles interpretaciones sin darles categoría de incuestionables, para orientar al observador hacia el símbolo e invitarle a desentrañar su mensaje, sacando sus propias conclusiones. De una manera coloquial podemos decir que el símbolo nunca "significa", sino más bien "sugiere" o "induce" un conocimiento "subyacente" a la realidad visible. En palabras textuales suyas: "Las formas y figuraciones que muestra el románico ni son caprichosas ni gratuitas. manifestaciones meramente decorativas. Situarnos en las formas de vida. Aunque en un momento determinado alguna mente culta de la época pudiera dar una interpretación puntual a estos temas. creencias y pensamientos de aquellos hombres nos ayudará a entender la intensa espiritualidad de la época que permitió la creación de muchas de las manifestaciones artísticas más admirables de toda la historia de la Humanidad. los creadores de la obra y los hombres corrientes. Si estos eminentes hombres cultos no valoraban el carácter simbólico de ciertas manifestaciones secundarias del románico. Bango Torviso se basa en textos de San Bernardo de Claraval y Aymeric Picaud. es imprescindible hacer un esfuerzo por situarnos realmente en la Edad Media. pensamos que el románico es una arte básicamente simbólico ligado a una época de intensas vibraciones espirituales. Esta época de casi un milenio de duración fue bautizada así despectivamente por los eruditos del Renacimiento.2 Otra sugerencia que queremos hacer desde aquí a nuestros lectores es que." Para este juicio. Para el gran estudioso Jaime Cobreros... y ha sido frecuentemente mal entendida y rodeada de tópicos que la han desvirtuado hasta llegar a nosotros como unos tiempos oscuros y bárbaros. En nuestra modesta opinión y sin ánimo de eclecticismos. omiten o desprecian la figuración escultórica del bestiario y de aquellas manifestaciones iconográficas no relacionadas con la propia Biblia. otra eminencia del románico y del arte medieval español. mensajes simbólicos. el alcance es total. a quien iba dirigida. antes de adentrarnos es esta temática. niega que haya que buscar en toda figuración escultórica románica. Ninguna manifestación artística del románico es casual. desatenderían tales fines. sino con frecuencia.que con más razón. Sobre todo en el románico clásico de grandes monasterios y rutas de peregrinación se construyó con arreglo a una intención de manifestación espiritual de elevado signo. El arte sagrado no puede permitir a sus constructores frivolidades de tipo profano ya que desvirtuarían totalmente aquél. sobre todo en los elementos vegetales y animales: "Se insiste mucho por una parte de los especialistas en el mensaje puntual de todos estos temas secundarios (vegetales y animales). Todo lo que construye o talla la civilización románica tiene una función transcendentalizadora" Sin embargo.. Siempre existe intención transcendentalizadora.. es lógico pensar -según Bango.. que siendo grandes eruditos de la época. el catedrático Isidro Bango Torviso. lo normal es que no haya en el deseo de los que han dispuesto su representación más que la simple intención de la decoración. . ¿Simbolismo o mero virtuosismo estético? Queda por expresar las distintas opiniones que importantes autores han realizado sobre el alcance del mensaje simbólico en el arte románico y medieval. En este sentido es apasionante -más que decepcionante. pues en lugar de letra griega "omega" talló un extraño símbolo indescifrable. en ocasiones.3 Otra cosa es que la pluralidad geográfica y temporal del románico generase la copia de elementos originalmente con valor simbólico y que al caer en manos menos cultas se usara de manera repetitiva y más decorativa que otra cosa. donde el autor talló ingenuamente esta figura sin conocer su significado preciso. Sin embargo. Un conmovedor ejemplo es el crismón de la portada la Virgen de la Peña de Sepúlveda. Tal es el caso del bestiario usado frecuentemente en el románico rural tardío donde.percibir este proceso de evolución y decaimiento del simbolismo románico al pasar de unos maestros a otros. una atractivo que ningún otro estilo tiene . percibimos su intención moralizadora. pero en otras más bien la representación de algo meramente ornamental. además de invertir la "S" del Espíritu Santo. a los amantes de este arte. hasta estas manifestaciones de ingenuidad y desconocimiento del románico rural nos siguen generando. los árboles. El oído del corazón permite percibir esa brisa ligera que nos anuncia el mensaje de Dios. y hay alternancias de luz y de tinieblas. no sólo son los libros los que describen la presencia de Dios. con sus aspectos variados. las flores. Tomar contacto con la naturaleza. y no en un edificio elevado por los atenienses. nuestros autores medievales podían admirar las miniaturas de un manuscrito de Isidoro de Sevilla. y el hombre atento. reconoce la presencia divina. evoca a los demonios como conocedores de los secretos de las hierbas y las simientes. gobernando el cielo y todo el cosmos como un sabio piloto que dirige una nave que está bien construida. las gotas de la lluvia. con sus nombres y las partes del cuerpo que rigen. el plumaje de los pájaros. Desde el siglo XI. Ya en el siglo I. Y también es en la naturaleza donde halla el hombre las plantas necesarias para conservar su salud y asegurar su curación de la enfermedad. ya que las rocas y los árboles enseñan todas las cosas. las escamas de los peces. los hombres observaban los planetas. Así. rodeado de los signos del zodíaco. sino en la creación. el conocimiento de sí y del mundo le da acceso al modelo del que el mundo es imagen. puesto que entre ellas se ha introducido el pecado. el corifeo contiene el corazón de la totalidad de las cosas. a un santuario maravilloso en belleza y grandeza. sentiría un movimiento semejante al percibido en el seno de la naturaleza. Para los hombres de la Edad Media. como Elías. y sobre todo tenían conciencia de un ritmo del que no se podía escapar sino desgajándose del universo. es por tanto entrar en una economía de salvación. Al templo llegan las visiones y las voces que se oyen en los misterios. el hombre nunca puede permanecer insensible.4 SIMBOLOGÍA ROMÁNICA Marie Madeleine Davy La obra permite conocer al artesano. Dios es señor a la vez de la naturaleza y de la historia. según la afirmación de Hugo de San Victor. hija de Fanuel. oyéndole moler sus medicinas en un mortero con ayuda de un mazo. monje premonstratense convertido en cartujo. a la vez inquietantes y benéficas. la hierba de los campos. Y Abelardo. A la obra creadora de Dios corresponde la obra recreadora de la redención. el género humano está iniciado al misterio. San Bernardo nos dice que aprendió más en los bosques que en los libros. La naturaleza aparece así cargada de fuerzas misteriosas. Según Adam Escoto. Quizás como Ana. Dión Crisóstomo expresaba idéntico sentido mostrando cómo la naturaleza constituye una iniciación para el que la contempla. la naturaleza no está separada de la gracia. Si enviáramos –nos dice– un Griego o un bárbaro a un templo destinado a los misterios. donde se veía la posición de los siete planetas errantes. Allí donde la luz del sol y de los astros danza en torno a los hombres. El conocimiento del universo introduce al hombre medieval en el misterio de Dios y en su propio misterio. tenga que esperar . sino que todo el universo lo revela: las estrellas del cielo. Así. Adam Escoto dice haber visto a la maga coger flores cuando anochece y cruzar la llanura con su carga de plantas. En el universo. algunas miniaturas representaban el sol estrellado de rayos en el interior de un círculo. La observación de la naturaleza La correlación y la interdependencia de las diferentes partes del cosmos se presentan en numerosos temas. las arenas del mar. el pelaje de los animales. Así. las hojas de los árboles. en su Ética. El cosmos creado por Dios retorna a Dios necesariamente. y añade en alusión a un texto bíblico: «Podemos extraer miel de las piedras y de las rocas aceite». de los árboles y las piedras. Incluso cuando no hay ningún intérprete para explicar estos misterios. El universo es el espejo en el Que Dios se refleja. no se trata tanto de huir de los lugares habitados como de estar rodeado de una naturaleza que servirá de apoyo a su pensamiento contemplativo. porque da a luz sucesivamente a numerosas cosechas. madre. y como le está atento. la contemplación de la naturaleza se convierte en el umbral de una revelación interna.. Sus alas le permiten captar las energías cósmicas y cruzar los océanos alimentándose sólo de la luz solar. ¿No dijo ya San Juan en el Prólogo de su Evangelio: «En él estaba la vida y la vida era luz para los hombres» (In ipso vita erat. El hombre románico. Así. La naturaleza no nos permite saber lo que es Dios.) . et vita erat lux hominum)? Estos distintos símbolos. distingue a través de él la voz de Dios. Cuando los monjes cistercienses y cartujos construyen sus monasterios en lugares desiertos. Para Adam Escoto.. así como las lluvias y el sol que van a provocar el estallido del germen y su crecimiento. A menudo se entiende por este término a los intelectuales o los sabios que rara vez se benefician de sus propios descubrimientos. Algunos secretos deben permanecer en secreto. En cuanto a este término. recibe una enseñanza. la teofanía. su color y su perfume traducen su lenguaje. encuentra aquí su plena aplicación. pero sí que afirma su existencia. La tierra está cara al cielo del que recibe el rocío. 6) que dice que no conviene arrojar perlas a los puercos. los árboles y las flores. dice Honorius Augustodunensis. comprende por qué es a la vez siempre virgen y madre: virgen. podría ser perjudicial para los otros. Y ya que las teofanías son apariciones divinas. pues como él se alimenta de luz. el hombre románico sabe que existen ciertos misterios que sólo percibe en la medida en que la inspiración le visita. la primera visión de Dios consiste en el conocimiento de su obra. Al pájaro también se le compara con el ángel. Esta verdad. Justifica la reserva que conviene observar. Comprende así que el universo es esencialmente un lugar de teofanías. (Con los «puercos» se designa comúnmente a los que buscan en el sentido horizontal. le golpean el hocico con la vara y le impiden cogerla. mientras la tierra se alza con la serpiente. Los elementos. VII. así. Por eso los místicos preguntarán a las flores de los prados como conviene glorificar a Dios. para oponerlo al otro e indicar su profundidad. y que de todas formas no podría comunicar. porque espera constantemente la semilla divina. en los que reconocemos a Dionisio a través de Juan Escoto Erígena. Las flores parecen mudas. La mariposa es corrientemente asimilada a un ángel. y los secretos más escondidos en él se nos descubren.5 durante ochenta años. ya que aquello que es una verdad en sí misma no debe ser desvelada ante los indignos o los no preparados para recibirla. pues gracias a él el cielo desciende. Cuando el hombre meditativo mira hacia la tierra. El verbo creador mantiene el movimiento del mundo. asume el mundo sensible e inteligible. posee gran resonancia. que es buena para unos. al hacerse hombre. permeable al sentido del universo. y sin embargo su belleza. El texto del Evangelio (Mat. «Theophania id est divina apparitio». los insectos. y exploran aquí y allá entre los deshechos sin dedicarse a estudiar en un plano que podríamos llamar vertical.. Cristo. el viento. o al menos sería perjudicial desvelarlos. Cuando el cerdo halla una trufa. y su encarnación es la más excelente de las teofanías. la naturaleza entera se convierte al fin en una de ellas. El secreto de la naturaleza En el universo todo puede aprenderse. manifiestan la influencia de los Padres que han intentado interpretar la Sagrada Escritura. que conocen nuestros autores medievales y que algunos emplean gracias a Juan Escoto Erígena. se convierten en materia de enseñanza. trovadores e imagineros celebraban ambos mitos reales. como de Pitágoras. La naturaleza acude hacia el hombre solar es decir. mas necesario sin embargo para la buena ordenación del universo. Citamos a este poeta del siglo XVII porque. Así ejerce un papel comparable al del sol. Los hambrientos grifos quisieron devorar el cebo que Alejandro había colgado sobre sus cabezas. El papel soteriológico del hombre frente a la naturaleza La naturaleza habla de Dios. Siempre es el mismo símbolo. En este mismo sentido. Esta noción será afirmada más tarde por Angelo Silesio. es posible descubrirlo. que . se desvían y arrojan polvo sobre la llama cuyo ardor y visión no pueden soportar. en términos poéticos. y aunque raramente se concreta de manera precisa. Si la naturaleza ordenada por Dios es dependiente del hombre. y que hablaba con los árboles. en el orden del nacimiento y el crecimiento. se veía al rey Arturo. el héroe de la Tabla Redonda. Pero este tema no pertenece sólo al cristianismo. y así fue como se echaron a volar.¿Para qué conocer las cosas del cielo cuando aún ignoras las cosas de la tierra?. todo corre tras de ti. Hombre. de modo muy emotivo. aire. En cuanto a los hombres que prefieren la sombra. Durante siete días subieron. y los había unido con un yugo enganchado a unos arneses de los cuales había colgado un asiento. Las traducciones de Julio Valerio transmitían la historia de dicho héroe. expresa una idea que recorre toda la época cristiana y que el siglo XII debió más que otro alguno contener. Pero avanza hacia el hombre en la medida en que éste es portador de la divinidad. y percibe el lenguaje del animal así como el de las flores y los árboles. en la catedral de Otranto. es porque el hombre ejerce un poder respecto a ella. Este sentimiento se presenta muchas veces en las obras de los autores del siglo XII. siempre hay en tu entorno un gran anhelo. se encontraba representado el famoso mito. Pequeño sol. ayudando a medir la importancia de las leyes del conocimiento. sino que es de origen universal. De Alejandro. El que penetra en el conocimiento ve abolirse de inmediato los tabiques que separan los diferentes reinos. que le anunciaron su muerte próxima. Al fin encontró a un genio que le dijo: . y el hombre posee un papel soteriológico en relación a ella.6 La leyenda de Alejandro resonaba en todas las memorias. que es un don divino. mientras que Alejandro seguía manteniendo el asta levantada. Igualmente. operándose por él una especie de liberación. sino el héroe de una historia oriental importada por un griego de Egipto. ángel. precisa Angelo Silesio: Si posees al Creador. siendo intermediario entre el Creador y la creación que le está sometida. Alejandro había hecho ayunar durante tres días a dos grifos enormes. y juglares. tierra y río. Pero este Alejandro que poblaba los sueños no era el de Plutarco. todo siente amor por ti. Todo corre hacia ti para llegar a Dios. la naturaleza que no está deformada reconoce la presencia divina y se precipita hacia aquel que la encierra. cuando escribe: Hombre. cerca de la imagen de Alejandro. Portador de una inmensa asta provista en su extremo de un hígado de animal. cada vez más arriba. el rey se sentó allí. fuego. Por ello el hombre tiene una misión que cumplir respecto a la naturaleza: liberar al universo de las cadenas que le esclavizan. sol y luna. hacia el que posee la luz porque reconoce su principio. se decía que entendía la lengua de los animales. En Otranto. En cuanto que éste se ha convertido en el cristóforo. y que no puede provenir exclusivamente de la voluntad humana. Así la naturaleza avanza hacia el hombre. sus rubias trenzas imitan a los rayos solares. Las chicas jóvenes tienen cabellos dorados. la eternidad es esencialmente luminosa. San Agustín transmite por su parte las influencias neo-platónicas referentes a la belleza de la luz. De este amor de la luz se desprende una pasión por la claridad. los estoicos. brilla el sol sobre el ejército. Toda la antigüedad presta el mismo testimonio: Platón. sino también en la liturgia que celebra el encanto del día. la noche se compara con el diablo. La importancia de la luz en la época románica constituye el tema de un posible y gran libro. respecto al universo cumple además un papel soteriológico: cambia el mundo. como las mariposas y las flores. Perceval y Bohort se encuentran a la aurora bajo los muros de Sarras. Cristo. siendo imagen satánica. Además el color simboliza una fuerza ascensional en ese juego de luz y de sombra. y encuentra el símbolo en las mitologías y cosmologías orientales de Persia y Egipto. Según la doctrina cristiana. Galaad. Del mismo modo. con lo que el hombre descubre la «piedra filosofal» que le permite transmutar todo en oro. Ningún viviente habita en esas altas torres tan brillantes que se dirían hechas de rayos de oro del sol. Por el contrario. Al estar integrado en los distintos reinos.7 liberando a la tierra. flamea como el sol. bucles de seda flameantes y semejantes al oro. comprende necesariamente su lenguaje. Phil. que es el redentor del hombre. «¿Qué ocurrirá –pregunta San Bernardo– cuando las almas se separen de sus cuerpos? Creemos –se responde– que quedarán sumergidas en un inmenso océano de luz eterna eternidad luminosa (pelago oeterni luminis. Pero hay una presencia solar magnificada. que es aquí claramente tradicional. y acaricia los ventanales. En la literatura románica. blanco. según frase de San Pablo (cf. en los frescos de Tournus. Los elementos de la naturaleza En la contemplación de la naturaleza capta el hombre el sentido de la luz. los alejandrinos y también los gnósticos. salvando al hombre salva al mundo. rojo y bermellón) y dos colores compuestos (violetas).. tan característico de las iglesias románicas. Para el pensamiento románico. Al tratar sobre la casa de Dios se verá su papel. En el Cantar de Roldán. También los caballeros aparecen bellos como el sol. ha podido enumerar ocho colores simples (azul. es decir. Entre los místicos. marrón. cuya grandeza ya la Biblia señalaba. y no sólo en la iglesia. I. la espada de Roldán. Estudiando los frescos de Berzé la Ville. Fernand Mercier. en su obra sobre la pintura cluniciense. sino que la acompaña para mejor ponerla de relieve y colaborar en su expansión. la salvación cósmica operada por el hombre exige que el hombre. Únicamente los espíritus bienaventurados conversan dentro de ellas». Nacido de nuevo. «En lo más alto de la ciudad santa se erige un templo prodigioso que llamamos el Palacio Irreal. y la belleza de los colores es extraordinaria en miniaturas y vidrieras. Los hombres de la Edad Media estudian la estructura luminosa del universo. verde. y Durandal. brillante. y mate en Sint-Savin. La interpretación de los colores se remite a las normas de la antigüedad. cuando el hombre se encuentra en el séptimo grado de la contemplación de la verdad. ofrezca al Cristo una humanidad por añadidura. lo salva. «despierto». donde la sombra no es el reverso de la luz. et luminosae oeternitatis)». Así aparece. la luz del sol se capta por la vidriera. el Verbo es llamado también Lumen de lumine. Según Guillermo de San Thierry . asume y capta las energías cósmicas. 20). amarillo. En el interior de la iglesia románica. la palabra claro (cler) . negro. puede ejercer esta obra salvadora. En la descripción de la Jerusalén celeste de la Búsqueda del Grial. evocando las pinturas egipcias arcaicas. Luego es por Cristo y con Cristo como el hombre románico se convierte en redentor del mundo. como en San Bernardo. Hay que representar al hombre en piedra. e imitar los temas orientales de una iconografía muy amplia. pero el contacto con la naturaleza es lo que permite explicitarlos. y la tierra por una azada y una flor. Así. el hombre románico no los repite. el cabello o la barba son blancos como «flores en abril o flores del espino». disponer de modelos. En un capitel de Cluny. Los trabajos de los meses ofrecen muchos ejemplos de este orden. la simbolizan dos trazos ondulados. estando decorado con los signos de la luz y las tinieblas. Por lo demás. sentado generalmente sobre un monstruo marino. que tiene dos cabezas. adoptando a veces las facciones de la mujer borgoñona o picarda. insertarlo en una inmensa decoración y. Los elementos de la naturaleza aparecen representados en las miniaturas y en piedra. En otra miniatura del siglo XII perteneciente al monasterio de San-Hubert en las Ardenas. tela. y la zona que lo rodea contiene cuatro vientos alegorizados por cabezas. naturalmente. tierra. la inspiración le traspasa y le conmueve. representando la escena de la vendimia con todos sus detalles: recogida de los racimos y prensado de las uvas. tres de las cuales soplan y la cuarta sonríe. El fuego. y cuando el pintor o el escultor están en armonía con la naturaleza y con su Creador. El Jordán indica el elemento agua. Los vientos soplan en las miniaturas o en los capiteles. según la costumbre. el Sol y la Luna. se distingue en el centro la figura del año. porque no basta con la imaginación. los atributos del fuego son el sol y la luna. al retomar los símbolos bíblicos y profanos. y numerosas comparaciones ponen en evidencia la blancura. el agua está representada por una rama y una urna. También está representada por Neptuno. . numerosos temas descritos en los textos o esculpidos en las iglesias románicas muestran en el hombre románico una extraordinaria observación de la naturaleza. originario de la abadía de Moutiers. Destacaremos un capitel borgoñón. la tierra está personificada por un sembrador. y también se encuentra en la representación del bautismo de Cristo. y en un manuscrito de las visiones de Santa Hildergarda en la biblioteca de Heidelberg. y el místico románico puede contemplar la continua manifestación de Dios. En cuanto al agua. y éstos se hallan en el interior del ser. que a menudo se aleja de su sentido primitivo. De ahí la necesidad de copiar los más diversos objetos: madera. los del aire una bola y un cuerno. está representado por llamas. Un especial cuidado en la observación vuelve más vivo este tema antiguo. por consiguiente. En el arte del siglo XII.Saint-Jean. o que amamanta sapos o serpientes. Así.8 es frecuentemente empleada. Así la tierra aparece representada por una mujer que alimenta animales o niños. Así el universo no sólo cumple una función de espejo sino también de escalera. cada pincelada o cada golpe de cincel es expresión de la vida. sino que participa a través de ellos en los símbolos eternos de la humanidad.
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