Sewell - La Revolución de 1848

April 2, 2018 | Author: Cashual | Category: Republic, Paris, Political Theories, Public Sphere, Political Science


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William H.Sewell, Jr Trabajo y revolución en Francia El lenguaje del movimiento obrero desde el Antiguo Régimen hasta ISJfS V e r s i ó n castellana de E n r i q u e G a v i l á n ñilíir Taurus Humanidades Título original: Work & Revoluñon in France índice © Cimbndge University Press. 1980 Prólogo 11 1. I N T R O D U C C I Ó N : L A HISTORIA SOCIAL Y E L L E N G U A J E D E L MOVIMIENTO O B R E R O 15 La paradoja del lenguaje corporativo. 18.—*La nueva historia social y el problema de la ideología». 2l.~Hi.storia y antropo- logía cultural. 29.—Ámbito del libro. 34. 2. L A S A R T E S M E C Á N I C A S Y E L ESTILO CORPORATIVO 37 La.s ciudades en una sociedad agraria, 37.—Las artes meváni- cas, 41.—Las corporaciones. 50.—Comunidad moral, 59.—Ti- pos de corTwrac iones. 66. 3. L A S H E R M A N D A D E S D E OFICIALES 69 1^ compagnie des griffarins. 12.—Cpmpagnonnage. 72.—Los oficiales y el lenguaje corporativo. R8. 4. L A ABOLiaÓN D E L PRIVlt.EG10 97 TAUHUS EDICIONES Las artes mecánicas y la lluslraiiOn. 100.—Las corporario- (D 1992, Enrique Gavilán ne.s atacadas y defendidas, 109,—1789: El asalto al privile- O 1992. Saniillana. S. A . gio. 117.—La abolición de la.s corporaciones. 127. Elfo. 32. 28027 Madnd I S B N : 84-306-0224-0 5. D E GENS DE MÉTIF.R A SANS-CULOTTES 137 Depósito Legal: M . 2.513-1992 Printed in Spain Corporaciones revolucionarias. 1.38.—El ascenso de los sans- cutottes. 147.—Trabajo y propiedad en la ideología sans-cu- DiscAo de cubiciu: Zimmcnnann Asociados. S. L. hite. 158. Todos lo» dcrrchos rcwrvados EsU publK»cirtfi no puede •CT reproducitti. ni en lodo ni en p«rte. ni rcgi(ir*da en. 6. U N A R E V O L U O Ó N D E [A P R O P I E D A D 165 o uuiamilida por. un »iicini de recuperación de infoon»ciíin. en ninfiin* forma ni por ningún medio. La propiedad bajo el Antiguo Régimen, 1 6 6 . ~ L a propiedad en tea mecántco. foloquimico. cicctrdnicn. magnéiico. la llusiractón. 173.—La piopiedad en la legislación revolucio- elecüvv^píKO. pof folocopi». o cumlquiCT otro. *m naría, 189.—La propiedad y las arles mecánicas, 196. el permuo previo por cKriio de la ediional. 7 7. L A SOCIEDAD INDUSTRIAL 203 hl (lesarrollü industrial francés, 207.—¿El artesano en decaden- cia?. 2W. 8. CORPORACIONES OBRERAS 229 Formas instilucionalcs, 230.--Variedades de corporaciones obreras. 240.—Temas persistenies-relactones alteradas, 251.— El lenguaje corporativo, 261. 9. L A REVOLUCIÓN DE J U U O Y LA EMERGENCIA DE L A CON- CIENCIA DB C L A S E 271 L a Revolución de Julio, 2 7 2 . — E l lenguaje de la asocia- ción. 280.—El movimiento obrero, 286.—«La hermandad de proletarios», 297. A Etien 10. PARADOJAS DELTRABAJO 303 Loui.s Villermé y el problema de lu desmoralización. 308.— Louis Blanc y lu organización del moviuiienio obrero. 309.— Charles Poney y la poesía del trabajo, 325. \ U . L A REVOLUCION DE 1848 335 La revolución de febrero, 3 3 7 . — L a C o m i s i ó n L u x e m - bourg, 345.—Las corporaciones republicanas, 350.—Hacia la guerra de clases, 363.—Después de junio, 371. 12. CONCLUSIÓN: L A DIALÉCTICA DE L A REVOLUCIÓN 377 Una lógica dialéctica, 377.—Conciencia de clase. 382. BIBLIOGRAFÍA 387 ÍNDICE DE MATERIAS 401 ÍNDICE D E AUTORES 413 8 11. La Revolución de 1848 La nación .se constituye desde este momenio como república; Todos los ciudadanos deben estar annados y defender las barrica- das hasta que hayan alcanzado el disfrute de sus derechos como ciuda- danos y trabajadores; Todo ciudadano adulto es guardia nacional; - « Todo ciudadano es elector; Libertad absoluta de pensamiento y prensa; Derecho de asociación política c industrial para todos... Hermanos, pcnnanczcamos serenos y dignificados como el dere- cho, como fuer/.a. en nombre de la libertad, igualdad y fratemiad hu- manas '. Fijado en las calles de París como d e c l a r a c i ó n de «El Pueblo S o - berano» el 24 de febrero, pocas horas antes de que el gobierno provi- sional proclamara oficialmente la Segunda R e p ú b l i c a , este cartel de- claraba la c o n t i n u i d a d de la R e v o l u c i ó n de 1848 c o n la t r a d i c i ó n r e v o l u c i o n a r i a francesa. E l « P u e b l o S o b e r a n o » e m p e z a b a p r o c l a - mando la r e p i í b l i c a y terminaba c o n una i n v o c a c i ó n a la libertad, igualdad y fraternidad; en medio exigía sus « d e r e c h o s como ciudada- nos». L o s derechos exigidos eran lugares comunes del republicanismo —sufragio universal, participación universal en la Guardia Nacional y libertad de pensamiento, pren.sa y a.sociación. Hasta q u é punto eran lugares comunes lo d e m o s t r ó pronto el gobierno provisional. Aunque total desconocedor del e f í m e r o cartel, procimniiria en su primer din tie existencia todos los derechos que el cartel especificaba. C u a n d o el pueblo soberano e x i g í a sus derechos c o m o ciudadanos, mediante de- claraciones explícitas o, simplemente, a p o d e r á n d o s e de las calles de la capital, todo.s sabían a q u é se refería. ' Lex MuraiUes. 1: 26. 335 Pero a l a inevitable exigencia de derechos c o m o ciudadanos, el 1848 c r e ó un amplio movimiento político de toda la nación en favor cartel añadía una exigencia m á s novedosa y peor definida: los dere- de una « R e p ú b l i c a demiJcrálica y social» —movimiento que, a pesar chos c o m o trabajadores. A diferencia de los derechos civiles, los de- de los continuos esfuerzob represivos de las autoridades conservado- rechos de los trabajadores no de especificaban en el cartel, excepto ras, s ó l o se e l i m i n ó c o n el violento segundo corte del coup d'élai de una referencia de pasada al « d e r e c h o de asociación políiica e indus- L u i s N a p o l e ó n en 1851 - '. A c e p t o toda esia hisioriografía revisio- trial». E l gobierno provisional r e c o n o c i ó de forma m á s vacilante los nista: realmente, inicié nu actividad investigadora con un estudio de derechos laborales. Improvisados en e l momento y otorgados bajo la R e v o l u c i ó n de 1848 en la ciudad de M a r s e l l a , estudio que desta- presión, los nuevos derechos del trabajo se convirtieron pronto en la caba )a importancia crucial de la revolución en la etapa posterior a j u - c u e s t i ó n central de la R e v o l u c i ó n . E l 25 de febrero, el día d e s p u é s de nio'. Pero si los efectos de la R e v o l u c i ó n se desplegaron u escala na- la p r o c l a m a c i ó n de la república, una inmensa multitud de obreros se cional y en varios a ñ o s , las transformaciones m á s importantes de la manifestó ante el H(>íel de Ville. obligando al gobierno provisional a conciencia obrera tuvieron lugar en las calles, en los mítines y en los reconocer fonnalmente «el derecho al trabajo» (le droit au ¡ravailj talleres de París entre febrero y j u n i o de 1848. Aunque París no era Esta manifestación y la respuesta favorable del gobierno iniciaron un toda Francia, sigue siendo l a clave de la R e v o l u c i ó n obrera de 1848. proceso de exigencias de la clase obrera y de respuestas gubernamen- tales que contribuyeron a promover una r e v o l u c i ó n social genuina. Fue una r e v o l u c i ó n social que se q u e d ó m á s en promesa y proyecto LA REVOLUCIÓN D E FEBRERO que en la transferencia efectiva del poder del estado. Para los obreros de París, e l men.saje eru claro: el irabajo había triunfado llnalmente y L a insurrección de febrero de 1848 e m p e z ó cuando funcionarios alcanzado su lugar a u t é n t i c o como base esencial del estado. Desde el de la M o n a r q u í a de Julio prohibieron un banquete reformista planea- decreto sobre el derecho al trabajo del 25 de febrero a los terribles do para el 22 de febrero. L a protesta popular contra ta p r o h i b i c i ó n días anteriores a la insurrección sangrienta de los obreros del 22 al 24 condujo p i o n t ü a brotes de violencia, y el 23 y 24 de febrero se levan- de junio, hubo un fantástico despliegue de e n e r g í a y a c c i ó n frenética. taron barricadas en los barrios populares de París. Tras inútiles inten- En esos cuatro me.ses los obreros de París se esforzaron ¡xir construir tos de reprimir la insurrección, L u i s Felipe a b d i c ó y h u y ó a Inglaterra un nuevo orden social completo ba.sado en el trabajo —desde la cons- el 24; esa m i s m a tarde se p r o c l a m ó lu república y el gobierno provi- titución de las nuevas corporaciones obreras a la e l e c c i ó n de obreros sional .se instaló en el Hotel de Ville. £1 gobierno provisional estaba para la Asamblea Nacional, desde la n e g o c i a c i ó n de tarifas a ta elabo- constituido jM)r una m a y o r í a republicana moderada y una minoría re- ración de proyectos generales para la o r g a n i z a c i ó n del trabajo, desde publicana radical, que iiicluíu al socialista L o u i s Blanc y a un m i t i - el establecimiento de asociaciones de productores a la configuración tanie obrero llamado Albert*. E n sus primeros d í a s , el gobierno provi- del poder obrero en la guardia nacional—, la acción confusa, agota- sional a c t u ó sometido a una continua presión de una inmensa multitud dora, alegre, contradictoria, generosa, desesperada que es el signo In- de obreros que .se reunía en tonio al Hotel de Ville. E n realidad, tue la confundible de una auténtica revolución. ' Viii. ^sitbfc todu. Aguihun, ¡ii48 ou l'apprenlissage de la républitfue, París. 1973, L a r e v o l u c i ó n obrera de 1848 tuvo lugar sobre todo en París en LM Kepuhlii/uf au villtitii- y /.^•^ Quarantthuitards. París, De Luna, Frederitk, cuatro meses, de fines de febrero a fines de junio. A l iraiar esta breve Thf f'iemh Republu under Cavuignac. /.'ÍJcí. Printelon, Nueva Jersey, 1969; M e m - e intensa primavera revolucionaria parisiense, iré contra la corriente maii, John M . , The Axony ojlhe Kepublii. The Repremion of ihe Lefi in Revotulionnary trame. HUKlHSt. New llaven. 1978. Prite. Roger. The French Second Republic: A de las principales tendencia.s de la historiografía reciente. Las mejores Social Hisioiy, Ijindres, 1972; Kevoluium and Reaition: IK4H and ihe Seiond French historias recientes de la R e v o l u c i ó n Francesa de 1848 han tratado de Republic. Londres, 1975; ¡84H in France. Uhaca, Nueva York, 1975; Vigier. Philippe. corregir l o que sus autores han visto — c o n buenas razones— como La Setonde Répubtií/ue dans la región atpine (2 vols.), París. 1963; Margadant. un énfasis inadecuado en París y en los espectaculares acontecimien- Ted W.. Freiuh Peasants m Revott. The Imurreclion of ISSI. Princcion, Nueva Jersey. 1979. tos políticos de la primavera de 1848. Esos estudios han demostrado * SeweII, «Sinicture o) ihe Wurking Class». especialmenie págs. .368-91 que lejos de ser un f e n ó m e n o esencialmente parisiense que t er m i n ó ' VJX mcjor üfntcsia breve subrc la Revolución Je Febrero sigue siendo Duvcau, con la represión de la i n s u r r e c c i ó n obrera de junio, la R e v o l u c i ó n de IR48. 336 337 p r e s i ó n de la multitud la que c o n v e n c i ó al gobierno provisional de Parece probable que la m a y o r í a del gobierno provisional no en- proclamar Inmediatamente la repiíblica en lugar de esperar a que una tendiera los talleres nacionales m á s que como «talleres de c a n d a d » A s a m b l e a Constituyente elegida decidiera sobre la forma de gobierno. rebautizados, c o m o expediente temporal para salvar a los obreros de E n la m a ñ a n a del 25 de febrero, el gobierno provisional e m p e z ó a la miseria en una é p o c a de gran pobreza. Pero el decreto que estable- organizar la a d m i n i s t r a c i ó n y e m i t i ó un c ú m u l o de tlecrctos. procla- cía los talleres no los basaba en la caridad: los basaba en un derecho mando la libertad de prensa, r e u n i ó n y a s o c i a c i ó n , anunciando la con- de todos los ciudadanos proclamado solemnemente, el derecho al tra- vocatoria inminente de una A s a m b l e a Nacional elegida por sufragio bajo. E n consecuencia, los obreros tendían a ver los talleres naciona- universal de los varones adultos, a k í l i c n d o la pena de muerte para los les c o m o un rasgo potencial mente j>crmanente de la nueva república. delitos políticos, etc. Pero la multitud en el exterior del Hdlel de Ville Esta idea de permanencia e importancia se reforzaba con el título de q u e r í a tamb i é n que el gobierno provisional adoptara Iniciativas espe- talleres nacionales. Designar a los talleres c o m o « n a c i o n a l e s » s u p o n í a cíficas en favor de los obreros. U n grupo de m an i f est an t es- co n si g u i ó que eran una institución fundamental de la república, como la A s a m - forzar la entrada en la sala iKupada por el gt>bicnio y e x i g i ó «la orga- blea Nacional o la guardia nacional. E l tcjTiiino «talleres n a c i m i a l e s » n i z a c i ó n del trabajo» y una garantía de « d e r e c h o al Irabajo». E l go- tenia t a m b i é n otro significado. L o h a b í a n utilizado por primera vez bierno provisional se mantuvo al principio dubitativo, pero al fmal se los .sastres en la huelga de 1833 para designar su asociación de pro- e n c a r g ó a L o u i s B l a n c la r e d a c c i ó n de un decreto garantizando el ductores*, y recordaba los «talleres sociales» de Louis Blanc. De aquí droit au travail (derecho al trabajo)*. L a redacción elegida por Blanc que en general se viera a los talleres nacionales, tanto por sus partida- tenía repercusiones de amplio alcance. rios c o m o por sus detractores, como primer pa.so en la d i r e c c i ó n de un sistema de a.scKlaciones de productores apoyado por el estado. El gobierno de la Rcpiiblica Francés.! se compromete a garantizar De esa forma las i m p l i c a c i o n e s del decreto que proclamaba el la existencia del obrero mediante el trabajo. derecho al trabajo iban mucho m á s allá de un alivio al paro. C o m o lo Se compromete a garantizar el trabajo para lodos los ciudadanos. Interpretaban los obreros de París y otras ciudades de Francia, estable- Reconoce que los obreros deben a.socian!C para disfrutar de los be- neficios legítimos de su trabajo*. cía el derecho al trabajo c o m o derecho humano fundamental. A d e - más, el reconocimiento de ese derecho p a r e c í a implicar una reestruc- A l publicar este decreto, el gobierno a s u m í a la responsabilidad turación radical de todo el orden social. L a a f i r m a c i ó n de que «los de dar trabajo a los parados. Pocos d í a s má.s tarde el gobierno anun- obreros deben asociarse para disfrutar de los bcnefiCÍo.s legítimos de ciaba que .se abrirían pronto los talleres nacionales para dar trabajo a su trabajo» s u p o n í a que estaban privados de ellos y que era necesaria los parados y que en las semanas siguientes se abrirían establecimien- la aso ci aci ó n —en otras palabras, una forma de control colectivo so- tos similares en las provincias. E l paro era ya elevado antes de la Re- bre la p r o d u c c i ó n — para resolver los problemas. C o n su decreto, el volución de Febrero, y lo e l e v ó aun m á s la crisis e c o n ó m i c a que ine- gobierno provisional parecía adoptar la idea de que la correcta organi- vitablemente s i g u i ó a la crisis política. Durante la primavera de 1848. z;ición del trabajo era tarea fundamental de la nación. E l Journal des los talleres nacionales fueron un recurso esencial para decenas de mi- travailleurs tomaba la voz de los obreros revolucionarios cuando, tres les de obreros a quienes había dejado sin irabajo la d e p r e s i ó n econó- me.ses y medio d e s p u é s , recordaba al gobierno de la república «el de- mica. L a mayor parte del trabajo de los talleres nacionales era labor creto del 25 de febrero, que afinna: .ve garantiza el trabajo al obrero, rudimentaria de pico y pala en obra.s p ú b l i c a s de dudosa utilidad; a esle decreto es el programa de la R e v o l u c i ó n de 1848. ¡Sí, gobernan- esle respecto ios talleres nacionales no eran muy diferentes de los alc- tes, en eso está la revolución!»'. Reconocer el trabajo como derecho licr.s de chariié (talleres de caridad), recurso tradicional de los gobier- fundamental, c o m o fundamento de la república, s u p o n í a un vasto y nos franceses en é p o c a s de paro generalizado'. radical programa revolucionario'". ' Gossez,J>5 Ouvriers, p í g s . 10-14. ' Vid capfiulo 10. • U% Murailles. I 36. ' De la edición de 4/8 de junio de 1848, citado en Gosse?.. Les Ouvriers. pág. 286. ' Vid. McKay, Dunald C . The National Workshops. Cambridge, Müsachuseits, " E.sta interpreiaci(Sn del decreto sobre el dcrccN» a tratwjar es muy próxima a la 1933. de Gossez en/Wíí., págs. 10-14. 338 339 E l decreto sobre el derecho al trabajo condujo, lógica e histórica- a resolver el problema del irabajo. Contra los deseos de la mayoría, el mente, a la o r g a n i z a c i ó n del trabajo. E l 28 de febrero, otra inmensa gobierno provisional se había visto forzado a declarar el « d e r e c h o al manifestación obrera se dirigió al Hotel de Ville, exigiendo un minis- trabajo», a abrir los talleres nacionales y a constituir la C o m i s i ó n L u - terio que se dedicara a la o r g a n i z a c i ó n del trabajo. Tras fuertes des- xembtjurg. A d e m á s , hizo otro gesto s i m b ó l i c o —convertir el palacio acuerdos en el gobierno provisional, se e s t a b l e c i ó un compromiso; en de las Fullerías, antigua residencia del rey, en «hogar para los trabaja- lugar de un ministerio, el gobierno e s t a b l e c e r í a una Commission de Kouvernmeiu pour les travailleurs ( C o m i s i ó n del gtibierno para Io.s dores inválidos» (Asile aux invalides du travail)''. E l gobierno provi- trabajadores) para anali/.ar el problema del trabajo y proptMier .solu- sional, cediendo al estilo r o m á n t i c o que caracterizaba la primavera de ciones a la p r ó x i m a Asamblea Nacional. Desde el punto de vista de la 1848, e v i t ó los compromisos concretos cuando pudo, pero c o m p e n s ó m a y o r í a reticente del gobierno provisional, una c o m i s i ó n de estudio, ese conservadurismo esencial con gestos grandiosos y un lenguaje que no s u p o n í a iniciativas inmediatas, era una fonna de ganar lienipti. elocuente. L o s obreros, al oír que o c u p a r í a n el palacio real y la C á - Pero desde el punto de vista de los obreros de P a r í s , el estableci- mara de los Pares y que en adelante se Ies garantizarían «los frutos le- miento de la c o m i s i ó n era otro compromiso solemne de parle del go- g í t i m o s de su trabajo», no sin razón, c o n c l u í a n que habían ganado la bierno. Esa i n t e r p r e t a c i ó n se veía animada por la r e d a c c i ó n del de- revolución y se les había reconocido c o m o pueblo soberano. Elimina- creto que anunciaba la c o m i s i ó n . das todas las restricciones a la libertad de prensa, expresión y asocia- ción, se dedicaron con entusiasmo a consolidar su victoria formando Considerando que la Revolución, hecha por el pueblo, debe ha clubes pt)líticüs, revitalizandü sus corporaciones, fundando periódicos cersc para él; y d e d i c á n d o s e a todas las formas de propaganda hablada y escrita. (Juc es lieinpo de poner fin a los largos e inicuos sufrimicmos de Así, la experiencia de los obreros en 1848 presenta el contraste m á s los irabüjadorcs; agudo posible con su experiencia de 1830. E n 1830 los obreros descu- Que la cuestión del trabajo es de iniponancia suprema; brían su unidad y su voz política c o m o respuesta a un cierre de las Qne no hay preocupaciones más elevadas y más dignas de un go- posibilidades revolucionarias. E n 1848 los obreros utilizaban la voz biemo republicano; [x>lítica adquirida a comienzos de los a ñ o s treinta, para forzar la aper- Que resulta paniculamiente adecuado para Francia estudiar ardien- tura del problema del trabajo desde el inicio de la revt)lución. temente para resolver un problema planteado hoy en todas las naeio- rtes industnales de Europa; L a gran profusión de escritos y discursos obreros en la primavera Que los modos de garantizar al pueblo los frutos legítimos de su de 1848 se b a s ó en las innovaciones conceptuales y retóricas de co- Irabajo deben tratarse sin demora, mienzos de los a ñ o s treinta. L a idea de que los obreros eran el pueblo El gobierno provisional de la República decreta: soberano porque realizaban todo el Irabajo útil de la sociedad, que los Se designará una comisión permanente, que M; denominará Comi- liabajadores son explotados y mantenidos en servidumbre por una sión del gobierno para los trabajadores, con la misión específica y ex- nueva aristocracia burguesa, que la propiedad privada de los medios presa de considerar su destino". de p r o d u c c i ó n constituye una nueva l o n i i a de privilegio, que el ú n i c o medio de emancipar a los obreros del e g o í s m o dominante es la a.so- Esta c o m i s i ó n , que h a b í a de incluir representantes de todos los ciación; este complejo de ideas, formulado originalmente por obreros oficios de París, estaría encabezada por dos miembros del gobierno y republicanos entre I8.ÍU y 1834. se c o n v i n i ó en la justificación co- provisional. L o u i s Blanc y el obrero Albert. A d e m á s , celebraría sus m ú n de la acción revolucionaria de la clase obrera en 1848; se convir- reuniones en el Falais de Luxembourg. la antigua sede de la C á m a r a de los Pares. A q u í h a b í a una profunda i n v e r s i ó n s i m b ó l i c a ; ¡en el tió en propiedad de las masas de obreros, que lo utilizaban como c i - nuevo r é g i m e n el trabajo sustituía a los pares como elemento m á s no- miento de su proyecto de r e p ú b l i c a de trabajadores. Pero aunque el ble del estado! discurso obrero en 1848 s e g u í a generalmente los mismos lemas que en la d é c a d a de 1830. había impt>rtantes diferencias en el énfasis. Una Por tanto, el 1 de marzo ta Revolución de 1848 se h a b í a conver- de ellas era el diferente peso otorgado a las ideas de «trabajo» y «aso- tido ya en una revolución «social» —es decir, una revolución dedicada " Us klitrailUs. I: 26. " Decreto del gobierno pioviaional. 25 de febrero de IH48. publicado en Les Mu- raiUes. 1: 31. 340 341 ciacirtn». L a a s o c i a c i ó n , t é r m i n o clave en el discurso obrero en los era la actividad humana esencial, negar a un hombre el derecho al tra- a ñ o s treinta, siguió siendo un principio fundamental en 1848. Pero las bajo era negarle su misma humanidad. L a misma premisa, que el Ira- agitaciones de los a ñ o s treinta habían convertido e l derecho de asocia- bajo era la fuente de toda riqueza y felicidad, subyace también a la ción en un rasgo normal del programa republicano, y toda restricción teoría de los obreros sobre la s o b e r a n í a popular. Esta idea fue parte al derecho de a.sociación se e l i m i n ó inmediatamente d e s p u é s de la Re- importante de l a r e t ó r i c a obrera revolucionaria en los a ñ o s treinta. volución de Febrero. Aunque la a s o c i a c i ó n siguiera siendo un valor Pero en 1848 se expresaba de forma m á s plena, elaborada y convin- central en la R e v o l u c i ó n de 1848. y a no era e l t é r m i n o clave de la cente. Q u i z á e l mejor ejemplo sea c l « M a n i f i e s t o a los delegados de controversia política. las Corporaciones (que son miembros de la C o m i s i ó n L u x e m b o u r g ) » , Ese lugar l o o c u p ó en la primavera de 1848 el «trabajo». S i el dis- escrito sólo dos semanas antes de l a insurrección de junio. curso sobre la «a.sociación» .se había codificado y asimilado en el pro- grama republicano básico entre 1834 y 1848. el discurso .sobre el tra- El pueblo, esa multitud de productores cuya herencia es la miseria, bajo no había producido ninguna solución estable y aceptada. Aunque el pueblo sólo ha exisiid<i hasta hoy para procurar a sus explotadores la nueva repiíblica proclamaba el « d e r e c h o al t r a b a j o » , se hacía de los di.sfrutcs que ellos, los parias de la sociedad, nunca han conocido. forma reticente y bajo una fuerte presión popular, y su significado y Sf, es con su trabajo como cl pueblo hace a los burgueses, los pro- consecuencias se s i g u i e r o n d i s c u t i e n d o . E n un e x t r e m o estaba el pietarios, los capitalistas; sf, es cl pueblo cl que hace a todas los feli- punto de vista adoptado por el ministro de obras p ú b l i c a s , encargado ces de la tierra. de los talleres nacionales, de que el derecho a trabajar sólo significaba El Estado, es decir, los hombres que gobiernan al pueblo, sólo existe a costa de los impuestos pagados por todos, impuestos cuya un derecho a un alivio para los parados. U n a interpretación m á s ex- fuente es evidentemente el productor. tendida entre los obreros era que a todos los ciudadanos debía garanti- Suprimid al productor, y aniquilaréis de un solo golpe a lo.s bur- zárseles un trabajo regular en el oficio para el que estuvieran prepara- gueses, los propietarios, los capitalistas, y llevaréis al E.stado a la ban- d o s " . E l Journal des travaillcurs hacía una i n t e r p r e t a c i ó n aun m á s carrota. radical. Para que el «DERF.CHO A L T R A B A J O inscrito en las proclamas se Por ello, el pueblo es cl Estado, ¿no es el productor,., soberano, convirtiera en una r e a l i d a d » , el Journal afirmaba, era necesario que productor de todas las riquezas?". «no se nos quite nada de lo que p r o d u c i m o s » " . A q u í el derecho al irabajo se e n t e n d í a que incluía el derecho a apropiarse del producto Siguiendo una forma de a r g u m e n t a c i ó n conocida desde el abate de! Irabajo; significaba un r é g i m e n de propiedad enteramente nuevo. S i e y é s , el manifiesto fundamenta firmemente su c o n c l u s i ó n : «L'éfat Aunque el derecho de asociación era un hecho en la nueva república c'est... ¡c producreur». A partir de la premisa básica de que c l Irabajo de 1848. el derecho al trabajo era el centro de la controversia política. es la fuente de toda riqueza, los obreros d e d u c í a n el doble funda- N o sorprende que el trabajo adoptara un papel tan preponderante en el mento de la r e p ú b l i c a que proyectaban en la primavera de 1848: e l discurso de los obreros. derecho al trabajo y la s o b e r a n í a del trabajo. L a premisa fundamental del discurso obrero en 1848 era que el C o n c l fin de llevar a la práctica la s o b e r a n í a del trabajo y asegu- trabajo era fuente de toda riqueza y felicidad, la actividad humana rar e l derecho al trabajo, era necesario establecer una o r g a n i z a c i ó n del esencial que h a c í a fructificar la naturaleza v o l v i é n d o l a útil para el trabajo adecuada. Ésta era, sin duda, la m i s i ó n específica de la C o m i - hombre. Éste era el fundamento del « d e r e c h o al t r a b a j o » . « E l paro sión L u x e m b o u r g . Pero los obreros elaboraron t a m b i é n sus propios —declaraba el Journal des travailleurs— es l a úlcera m á s horrible de proyectos teóricos para la o r g a n i z a c i ó n del trabajo. L o s escritos teóri- la o r g a n i z a c i ó n s o c i a l » ' ' . N o se debía simplemente a que el paro pro- cos adoptaron varias formas, de.sde los luaiMln-stos enviados al i'o- vocara dificultades y sufrimientos. Iba mucho m á s allá: S i el trabajo biemo provisional a artículos en los p e r i ó d i c o s , tratados breves, dis- cursos en los clubes políticos, m á s tarde publicados c o m o folletos o " Según Corbon. un impresor elegido para la Asamblea Nacional en 1R48, el dere- cho al trabajo «recibía generalmente la interpretación.., de que el estado debe trabajo panfletos, manifiestos electorales y peticiones presentadas a la C o m i - en su profesión a cada trabajador que lo p i d e . Citado en Oos.se/. Lcx ouviieis, pág. 57. sión Luxembourg. A veces se quedaban muy pegados a las cuestiones " Faure y Rancüre, Parole ouvriirc. pág, 299. " Citado en Gossc/.. Les ouvriers. pág. 28fi. " Reeditado en Faure y Rancifcre. ¿ a Parole ouvriire. págs 305-6, 342 343 que afectaban a un oficio determinado", h n ocasiones podían ser mara- ban p e r i ó d i c o s propios o. c o n m á s frecuencia, colaboraban activa- villosamente incoherentes. U n breve manifiesto sobre la organización mente en publicaciones radicales^'. Sobre todo, reformaron y revitali- del trabajo, enviado al gobierno provisional por un m e c á n i c o , llamaba a zaron sus propias organizaciones de oficio. L o s miembros de sectas imprimir ocho millones de francos en papel moneda, construir cien bar- rivales de compagnonnage, por ejemplo, establecieron un Club des cos de guerra, establecer «talleres nacionales pí)r tixias panes, incluso campagnons. que e l a b o r ó una c o n s t i t u c i ó n que unificaba a los com- en los btisques. hoy o m a ñ a n a si es p o s i b l e » , a convocar las quintas pügnons en una sola o r g a n i z a c i ó n . E l 20 de marzo p r o m o v i ó una ma- para 1848 («por ese medio pronto tendremos a Inglaterra en nuestras nifestación a m p l í s i m a en la Place de la République, donde se reunie- m a n o s » ) y, finalmente, a legalizar la piratería («si se permitiera la pira- ron, fraternizaron y d e s f i l a r o n , sin c o n s i d e r a c i ó n a rango, secta u tería e n c o n t r a r í a m o s cincuenta y cien ascxriaciones que a n n a r í a n y equi- oficio, unos diez m i l cimpagmms de todas las sectas hasta el Hotel de parían barcos a su costa, y darían grandes beneficios a la nación») 'V Ville, para ofrecer su aptiyo al gobierno provisional. Allí los compag- Pero la m a y o r í a de los tratados de los obreros eran intentos so- nons declararon que si la repiíblica se ponía en peligro, «todas nues- brios y razonados de encontrar principios para la o r g a n i z a c i ó n del tra- tras p e q u e ñ a s r e p ú b l i c a s f o n n a r á n una sola para servir como escudo a bajo, que se aplicasen a todos los oficios. Pocos eran genuinamenle nuestra Madre c o m ú n , y la T i r a n í a no p o d r á tocarla sin aplastar nues- originales — s o l í a n sintetizar o combinar argumentos y propuestas ya tros cuerpos e n s a n g r e n t a d o s » " . L a R e v o l u c i ó n de Febrero parecía ca- presentados por docenas de escritores e n los a ñ o s cuarenta - . Casi sin paz de realizar lo que los infatigables esfuerzos de A g r i c o l Perdiguier e x c e p c i ó n , p r o p o n í a n el establecimiento de asociaciones de producto- y otros reformadores habían sido incapaces: unir a las sectas hostiles res de uno u otro tipo. A s í . uno p r o p o n í a «la c o n s t i t u c i ó n de propie- en una sola hermandad. De hecho, los esfuerzos de unidad .se vieron dad para todos por medio del trabajo a s t K ; i a d o » ; otro c o n c l u í a que detenidos p<ir las dudas de los compaf^nons tradicioiialistas, y una vez « d e b e m o s , bajo c l título de A s o c i a c i ó n Fruicmal del Bienestar, fundar que la situación política .se volvió contra los obreros en mayo y junio, talleres e n todas las profesiones m á s c o n o c i d a s » . S i n embargo, otro las sectas del compagnonnage volvieron a sus divisiones tradiciona- proclamaba: « D e a q u í en adelante todas las empresas industriales, lo- les. Pero para entonces los compagnons habían quedado relegados por dos U ) S T R A B A J A I X ) R E S Dii A M B O S S E X O S , j o m a l c r o s , obreros, capata- el desarrollo de un m o v i m i e n t o mucho m á s vasto y m á s global de ces, ingenieros, empleados, directores, e s t a r á n A S O C I A D O S . » T o d a v í a corporaciones de obreros organizados. otro afirmaba como objetivo «la abolición de la e x p l o t a c i ó n del hom- bre por el hombre mediante la inmediata a s o c i a c i ó n de productores, mediante la c r e a c i ó n de talleres de obreros a s o c i a d o s » ' \, LA COMISIÓN LUXEMBOURG hablando y escribiendo dentro de la trama general establecida a co- mienzos de los a ñ o s treinta, los obreros .se concentraban sobre lotio en E l logro m á s importante de los obreros en la primavera de 1848, el tema del trabajo como se había elaborado e n los a ñ o s cuarenta. U el movimiento de las corporaciones, estuvo estrechamente vinculado a i d e o l o g í a de los obreros en 1848, en otras palabras, era de c a r á c t e r la C o m i s i ó n L u x e m b o u r g . Hl establecimiento de la C o m i s i ó n L u x e m - marcadamente sociali.sta. bt>urg fue imporlanle no sólo ptirque c o m p r o m e t i ó a la república en la E l m o v i m i e n t o obrero de la primavera de 1848 a d o p t ó muchas bú.squeda de solución al problema del trabajo, sino t a m b i é n por i n v i - formas. Junto a los d e m ó c r a t a s burgueses, los obreros participaban en tar a los obreros de París a colaborar en la tarea. Desde los inicios de cientos de clubes políticos que brotaron en París y en provincias des- la R e v o l u c i ó n de Febrero, las comunidades de o l l c i o habían actuado p u é s de la R e v o l u c i ó n de Febrero —clubes que representaban ideas c o m o unidades de la [Xilílica revolucionaria. L o s obreros que se mani- republicanas de lodos los matices concebibles-'"—. L o s obreros funda- festaron ante el Hotel de Ville el 25 de febrero se agrupaban tras las banderas de sus oficios, y en el resto del mes de febrero y en los pri- " Esto ocurrió, por ejemplo, con una petición a lu Comisión Luxembourg redac- meros d í a s de marzo, un oficio tras otro desfilaron en gigantescas ma- Uda por los cocineros y pasteleros, reproducida en LesMuraUles. 2: 4IÜ-2 " Ibid.. 1: 357. " Gosse/. Rémi, «Presse parisienne á deslinaiion des ouvriers (1848-1851)». en " Ibid.. 2: 8. 259; I: 462; Kaure y Ranciare, La Parole ouvriére. pág. 314. G o d e t h ü l . Jacques (cd.), LM Presse ouvriére. l8l9tHS0. vol. 23. Bihlioihéque de la • Sobre los clubes, vid. Amann, Peicr H . , Hevoluiion and Mass Deniocracy: The Révoluiion de IS-4IÍ. Lii R<x.-he sur Y o n . 1966. i>ágs. 123-90. Paris Club Movemeni in IH4H. Pnnccton, Nueva Jersey. 1975. " Citado por Truani. «Compagnonnagc». pág. 37. Vtd. también págs. 38-41 y 307-10. 344 V 345 nifestaciones ante el Hotel de Ville para jurar lealtad a la república y desfiles populares gigantescos. S e g ú n los c á l c u l o s c o n t e m p o r á n e o s , dar a conocer sus demandas y deseos al gobierno provisional. A l re- entre 150.000 y 200.000 manifestantes desfilamn ante el Hotel de Vi- conocer formalmente a los oficios como circunscripciones electorales lle. expresando su a[x>yo al gobierno provisional contra los manifes- de la C o m i s i ó n L u x e m b o u r g . el gobierno reforzaba el sentido de las tantes reaccionarios del d í a anterior y e x i g i e n d o un retraso de las corporaciones c o m o actores p ú b l i c o s legitimados. Esto, junto con la elecciones. C a s i todos los manifestantes marcharon por oficio, prece- a b r o g a c i ó n de toda restricción a la libertad de asociación, a n i m ó a los didos por la bandera de su corporación obreros a organizar sus corporaciones a mayor escala y de forma más Lájournéc del 17 de marzo fue un gran triunfo de los obreros pari- ambiciosa. E n los oficios sin o r g a n i z a c i ó n antes de febrero, la elec- sienses. E l mismo gobierno provisional se inclinó ante su poder; el die- ción de delegados a la C o m i s i ó n Luxembourg fue la ocasión para for- cinueve c o n v o c ó una sesión especial de la C o m i s i ó n Luxembourg. a la mar por primera vez una c o r p o r a c i ó n . Era probable que donde existía que acudieron en persona varios de sus miembros, para agradecer a «los algún tipo de o r g a n i z a c i ó n de ramo — c o m o en la m a y o r í a de los ofi- representantes de estas poderosas corporaciones la espléndida c impo- c i o s — sólo participara en ella una minoría de toda la fuerza de tra- nente manifestación» del diecisiete. E n esa misma sesión, el gobierno bajo; de aquí que a la asamblea general donde se elegía a los delega anunció el retraso de las elecciones a la guardia nacional hasta el 5 de dos para la C o m i s i ó n L u x e m b o u r g le s i g u i e r a h a b i t u a l m e n t e la abril, lo que s u p o n í a t a m b i é n la p o s t e r g a c i ó n de las elecciones a la elección de una c o m i s i ó n encargada de reconstruir la c o r p o r a c i ó n so- Asamblea N a c i o n a l ' . L a visita del gobierno y su anuncio suponían un bre una base m á s amplia y m á s d e m o c r á t i c a ' " . De esta fonna el nuevo reconocimiento oficial de la victoria de la Comisión Luxembourg y un gobierno republicano no sólo toleró las corporaciones obreras; al for- reconocimiento de la clase obrera organizada como fuerza principal de mar la C o m i s i ó n L u x e m b o u r g . p r á c t i c a m e n t e e x i g i ó la constitución la república. E l 17 de marzo elevó a su cénit el prestigio y poder de la oficial de las corporaciones. Sus delegados elegidos se convertían en Comisión Luxembourg, y en las semanas siguientes la comisión, los de- autoridades, y cuando se reunían en el Luxembourg no eran s ó l o una c o m i s i ó n de estudio promovida por el gobierno, sino un cuerpo repre- legados y las corporaciones a las que representaban trabajaron eufórica- sentativo, capaz de movilizar y coordinar a la clase obrera de París. mente en la creencia de que podían crear una genuina república obrera. L a C o m i s i ó n Luxembourg c o n s t i t u y ó de hecho a la clase obrera como A los ojos de los obreros, la C o m i s i ó n Luxembourg se convirtió fuerza pública. en algo mucho m á s grandioso que una c o m i s i ó n consultiva; .se convir- tió en una especie de modelo de la república futura. Hasta las eleccio- L a importancia revolucionaria de la C o m i s i ó n Luxembourg se de- nes a la Asamblea Nacional del 23 de abril, Ids delegados obreros en m o s t r ó de fomia espectacular el 17 de marzo, en la primera de una se- la C o m i s i ó n L u x e m b o u r g fueron los ú n i c u s representantes elegidos rie de imponentes manifestaciones que marcaron la vida política de la del pueblo en la república francesa. E n esas circunstancias, los obre- capital en la primavera de Í 8 4 S . L a manifestación de aquel día había ros veían la c o m i s i ó n como el grandioso e s p e c t á c u l o del pueblo go- sido convocada inicialmente por una c o a l i c i ó n de clubes y corpora- bemándo.se a sí m i s m o , como los « E s t a d o s Generales del Trabajo»'*. ciones obreras para exigir un retraso de las elecciones a la Asamblea Un p e r i ó d i c o radical lo e x p r e s ó de esta forma: « L a revolución es so- Nacional y a los oficiales de la nueva guardia nacional parisiense am- cial, se encuentra en su totalidad en la .sesión del uno de marzo en el pliada —demora que los d e m ó c r a t a s consideraban necesaria para or- I uxembourg, donde acudieron de 150 a 200 obreros para resolver con ganizar adecuadamente la c a m p a ñ a electoral—. L a marcha adquirió el gobierno cl gran problema de su d e s t i n o » " . Tampoco Louis Blanc una importancia a ñ a d i d a cuando los-miembros de las c o m p a ñ í a s de estaba dispuesto a desalentar esas interpretaciones. C o m o dijo en un élite de la guardia nacional se manifestaron el 16 de marzo, protes- discurso a la c o m i s i ó n el 28 de marzo: tando contra su a s i m i l a c i ó n en c o m p a ñ í a s constituidas democrática- mente. Intentando superar a los manifestantes reaccionarios del dieci- " E l mejor relato de lajournée del 17 de marzo es el de Amann, Revoluiion and s é i s c o n una asistencia imponente el diecisiete, los delegados del Mass Democracy. págs. 78-110. Sotwe cl papel de las corporaciones y .su.s delegados, Luxembourg trabajaron desesperadamente para movilizar a los talle- vid. Gosse?. t^s ouvriers. págs. 244-7. Vid. también Blanc. Louis. Pages d'hiMoire de res de la ciudad. E l resultado fue la mayor manifestación de un año de la révoluticn de février IS4M. París. I8.S0. págs. 89-94. " Blanc. Louis, Ui Révoluiion de février au Luxembourg. París. 1849, págs. 37-42. " Vid. ñgura 2. " Vid. Cosscz, Les ouvriers, págs. 36-7. Le Semeur. 17 de marzo, cilido en Gossez. Les ouvriers. pág. 23. 346 347 E s algo admirable que hayamos c o n s e g u i d o establecer ios Étals virtió en el principal escenario de lo que Trotsky l l a m ó « d o b l e po- Généraux du Feuple. E s t á i s a q u í en una asamblea de diputados, una d e r » " . Trotsky sostiene que para hacer avanzar las revoluciones m á s asamblea de Diputados de) l'ueblo. ¡Se establezca o no la Asamblea allá de su fase inicial, una clase revolucionaría debe encontrar institu- N a c i o n a l , c o n f í o en que ésta no perezca! •'. ciones a u t ó n o m a s donde pueda elalwrar una altenutiiva a las estructu- ras de gobierno. E n la fase radical de la R e v o l u c i ó n Francesa, de 1792 E n suma, la C o m i s i ó n Luxembourg se veía c o m o una especie de a 1794, el doble poder estuvo encamado en c l ayuntamiento y las sec- paralelo de la Asamblea Nacional, compuesta i x ) r representantes del ciones de París; en la R e v o l u c i ó n Rusa lo encamaron los soviets. L a trabajo nacional, cuya tarea e i a legislar la o r g a n i z a c i ó n del irabajo. o, R e v o l u c i ó n de 1848 tuvo mucho menos é x i t o y fue mucho menos ra- como lo expresaban los delegados de los ebanistas, elaborar «la cons- dical que las revoluciones francesa o rusa, de forma que no puede sor- titución del trabajo» '^ prender que sus instituciones de doble poder se desarrollaran mucho Esta idea de la C o m i s i ó n Luxembourg era indudablemente exage- menos. Pero ta breve primavera revolucionaria de 1848 v i o el naci- rada. L a autoridad de la comisión era en el mejor de los casos ambigua, miento de dos complejos de instituciones r e v o l u c i o n a r í a s que intenta- y aunque L o u i s Blanc acentuaba la grandiosidad y en sus discursos ron empujar la revolución m á s allá de los logros de febrero: los clu- daba por supuesto el carácter soberano de la C o m i s i ó n Luxembourg. bes y el movimiento obrero que r o d e ó a la C o m i s i ó n Luxembourg. en la práctica hizo lodo lo posible para limitarla a una c o m i s i ó n de es- Los clubes fueron una importante fuerza política en la frenética ludio. Sus discursos tenían un tono finnemente pairiarcal; subrayaba primavera de IS48. llegando a abarcar, en su cénit, a unos cien m i l la gran d i f i c u l t a d intelectual del p r o b l e m a del irabajo. y a d v e r t í a parisienses**. A d e m á s , su v o c a c i ó n de doble poder era completamente frente a la « p r e c i p i t a c i ó n » y daba por supuesto que los delegados explícita. E n palabras del C l u b Republicano de Trabajadores Libres: obreros le confiarían que interviniera con su sabiduría en su favor*". " L o s clubes son las barricadas vivas de la democracia... Por medio Fiel a sus escrítos prerrevoluc ion anos, Blanc interpretaba el papel de de los clubes, por medio de esta segunda Asamblea Nacional, en se- los obreros como esencialmente pasivo. De los tres delegados envia- s i ó n permanente, s i e m p r e a c t i v a , se ha de e r i g i r el n u e v o orden dos por cada c o r p o r a c i ó n , sólo uno debía participar en el «trabajo in- s o c i a l » " . S i n embargo, c o m o ha ob.servado su historiador m á s re- terno» de la c o m i s i ó n ; los otros habían de acudir simplemente a las ciente, su creatividad ideológica e institucional fue relativamente esté- asambleas períódicus generales. A d e m á s , las deliberaciimes cotidianas r i l . A c t i v o s en la o r g a n i z a c i ó n de manifestaciones y en la c a m p a ñ a de la c o m i s i ó n se l l e v a r í a n a cabo en un c o m i t é permanente cttm- electoral, analizando incesantemente las cuestiones políticas del mo- puesto solamente por diez obreros junto con U i u i s Blanc. Albert y un menio, hicieron i>oquísimo por erigir un « n u e v o orden social», en la grupo variado de « e x p e r t o s » en el problema del irabajo. que incluía a práctica o en la t e o r í a * . ios economistas Pecqueur, V i d a l , D u p o n i - W h l i e . W o l o w s k i y otros". Los resultados del movimiento obrero que .se d e s a r r o l l ó en tomo a A juzgar por las acias de los debates de esle c o m i l é . los delegados la C o m i s i ó n L u x e m b o u r g fueron mucho m á s notables. Mientras las obreros d e s e m p e ñ a r o n un papel muy reducido en sus discusiones'-. actividades de los clubes eran caóticas y sin cot>rd i n a c i ó n , las del mo- L a iniciativa proviene del estado y sus expertos ilustrados; la asam- vimiento obrero estaban mucho m á s unificadas, constituyendo, al final, blea de delegados obreros en la C o m i s i ó n Luxembourg había de dar un proyecto sorprendentemente coherente de t r a n s f o r m a c i ó n revolu- o p i n i ó n e información cuando se le pidiera y ratificar los planes una cionaria. L a iniciativa revolucionaria en el movimiento obrero prixre- vez elaborados. d i ó no de la C o m i s i ó n L u x e m b o u r g , limitada en su capacidad oficial a Por tanto, la C o m i s i ó n Luxembourg no era los Estados Generales la legislación para la o r g a n i z a c i ó n del irabajo, sino de las corporacio- del Trabajo que imaginaban los obreros parisienses. S i n embargo, a nes d e m o c r á t i c a s , que eran sus circunscripciones electorales. Sin em- pesar de sus deficiencias, en 1848, la C o m i s i ó n Luxembourg .se con- bargo, fue la c o m i s i ó n la que dio al movimiento obrero un foco y un " Citado en íbid.. pág. 225. " Trolsky. León. History of ihe Russian Révoluiion (3 vols,), Nueva York. 1932 " Us Muradles. I: 286, (versión espaiWla: llisioria de ¡a revolución rusa. Madrid, Sarpe, 1985). " Blanc. Révoluiion de février. págs. 21-2. 38. ** Amann, Révoluiion aiul Mass Democracy. pág. 325 " Ihid.. págs, 4-5. 22-4; Gosse/. Ux ouvriers. págs, 234-7. " Us Muradles. I: 281. " Blanc, La Révoluiion de février. págs, 9-14. 43-59. * Amann, Revoluiion and Mass Democracy. págS. 24-31. 348 349 centro de c o o r d i n a c i ó n c o m t í n . de los que c a r e c í a n los clubes. C o m o todos los obreros del ramo y estaban gobernadas por procedimientos lugar de reunión de los delegados de los oficios parisienses, la C o m i - d e m o c r á t i c o s . Todos los cargos o los delegados se elegían mediante sión Luxembourg fue una especie de realización del plan de «a.socia- sufragio universal dentro del ramo'* y los asuntos importantes solían ción de todos los oficios» esbozado por el zapatero Efrahcsn en 1833", debatirse y votarse en las asambleas de toda la corporación. L o s hoja- patrocinado por el gobierno. L,o que la C o m i s i ó n Luxemlxjurg le pro- lateros parisienses, por ejemplo, tuvieron l u . menos de doce asam- p o r c i o n ó al movimiento obrero en la primavera de 1848 no fue el l i - bleas generales entre febrero y j u n i o de 1848". E n los oficios dema- derazgo revolucionario, sino un aura de elevada utilidad pública y una siado grandes para tener asambleas generales frecuentes —ebanistas, trama institucional —las corporaciones d e m t K r á l i c a s . los delegados y pintores, cerrajeros y m e c á n i c o s , por ejemplo— las corporaciones .se un cuerpo deliberativo central— que p e r m i t i ó a los obreros construir organizaban por distritos urbanos, y cada distrito enviaba delegados un embrionario orden social y político alternativo. para formar un c o m i t é central del o f i c i o * . Unidades de un orden so- A d e m á s de la c o o r d i n a c i ó n de esfuerzos posibilitada por la C o m i - cial republicano, las corporaciones obreras se configuraron en forma s i ó n L u x e m b o u r g , el m o v i m i e n t o obrero difería del m o v i m i e n t o de dr |>cqueñas r e p ú b l i c a s con .sufragio universal y gobierno representa- clubes por la naturaleza y fines de sus componentes fundamentales. tivo como modo de actuación. Mientras los clubes eran organizaciones puramente voluntarias sin un Sin embargo, eran todavía reconocibles c o m o corporacione.-! y se electorado definido y sin poder sobre la vida diaria de sus miembros, denominaban a s í en el discurso c o n t e m p o r á n e o . Su continuidad con las corporaciones .se veían c o m o la e n c a r n a c i ó n institucional de las las antiguas formas de c o r p o r a c i ó n era sobre todo evidente en .sus comunidades de oficios y consideraban su o b l i g a c i ó n p r i m o r d i a l el prácticas de ayuda mutua, prácticas que las d i s t i n g u í a n como comuni- gobierno d e m o c r á t i c o de sus oficios. Esto significa que sus energías dades morales. Esto era lo que e n t e n d í a n ios obreros cuando denomi- se concentraban en el problema central de la R e v o l u c i ó n de 1848 — l a naban «filantrópicas» o « f r a t e m a l e s » a sus sociedades. L o s estatutos o r g a n i z a c i ó n del trabajo— y que las i d e o l o g í a s y los planteamientos de la Sociedad general política y filantrópica de m e c á n i c o s y cerraje- políticos generales de los obreros podían ponerse inmediatamente en ros explicaban que la asociación práctica en el gobierno de sus oficios. Mienira.s los clubes tendían a disipar sus e n e r g í a s en debatir todo tipo de cuestiones en abstracto, es filantrópica porque la Sociedad se crea como madre de todos sus las acciones y e s | í e c u l a c i o n e s de las corporaciones estaban disciplina- miembros, y porque en todo tiempo y en cualquier circunstancia debe das por las trabas inherentes a la creación y mantenimiento de institu- trabajar por sus hijos, para asegurarles en todos ios casos de falta de ciones. Esto daba a sus proyectos una solidez, una coherencia y un trabajo, enfermedad o ancianidad un bienestar suficiente para pcmiilir- poder de [jermancncia que contrasta abruptamente con el ruido y la Ics resistir la opresión de quienes son sus enemigos". furia efímeros de los clubes. Aunque se organizaban sobre la base del trabajo y carecían de base territorial, las corporaciones obreras eran el E l uso de las evidentes licencias imaginarias habituales no ofrece equivalente m á s p r ó x i m o , en 1848. de las secciones de 1792-4. Eran al duda: las prácticas de ayuda mutua debían considerarse creadoras de tieiTipo centros de iniciativa en las mayores batallas de la revolución y una comunidad moral entre los obreros o. en palabras de la corpora- unidades de gobierno por derecho propio. De a q u í que para saber lo ción de hojalateros, de « p r o p a g a r el buen espíritu de cordialida<l que que significaba para los obreros la R e p ú b l i c a Social y d e m o c r á t i c a en 1848 debamos examinar atentamente las corporaciones, que eran debía existir entre hombres de la mi.sma p r o f e s i ó n ' ' . su e n c a m a c i ó n institucional. Las corporaciones obreras de 1848 tenían todas las formas de auxi- lio habitual que proporcionaban las sociedades de ayuda mutua autori- zadas de la R e s t a u r a c i ó n y la M o n a r q u í a de Julio o las cofradías del Antiguo R é g i m e n : ayuda a los obreros enfermos y accidentados, y pcn- LAS CORPORACIONES REPUBLICANAS " Gos-wz. Les ouvriers. pág. 370. Las corporaciones constituidas por los obreros en la primavera de * Ihid.. pág. 156. 1848 eran d e m o c r á t i c a s y republicanas en su estructura. Abarcaban a " Ibid.. pág.s. 129. 141. 207. " Ibid.. pág. 209. '* Faure y Ranciérc, La Pamlf ouvriére. págs. 159-67. " Ibid.. pág. 156. 350 351 siones para los demasiado mayores para trabajar y para viudas y huér- c o m o un remedio contra las fuerzas disolventes del sistema e c o n ó - fanos. Muchas de las sociedades formadas en 1X48 uicluian también m i c o competitivo: la e x p l o t a c i ó n , la d e g r a d a c i ó n de las t é c n i c a s , la subsidios para los miembros en paro''. L o s h a b í a n incluido algunas s u b c o n t r a t a c i ó n , la creciente división del trabajo, la producción de ar- sociedades de ayuda mutua autorizadas de la R e s t a u r a c i ó n y la M o - tículos prél'ü-porier y otras prácticas que tendían a quebrar el oficio narquía de Julio, pero las autoridades no solían permitirlo porque po- en un m o n t ó n de talleres separados. Las tarifas, podía decirse, eran la dían utilizarse para apoyar a los huelguistas tanto como a los obreros solución de la clase obrera al problema de «la o r g a n i z a c i ó n del tra- en paro. Finalmente, aunque las sociedades habían perdido la práctica bajo». C o m o lo expresaba un carpintero parisiense: « L a dificultad de de denominarse s e g ú n el patrono, .solían mantener el rilo del emierru la o r g a n i z a c i ó n del trabajo es grande, sin duda. S i n embargo, hay un corporativo. F l cortejo fúnebre d e b i ó seguir siendo una fuerte afimia- medio de salir del laberinto; se conoce, tanto c o m o sus resultados. ción de .solidaridad para la AsiKiación comercial, laboral y fraternal H a b l o de la tarifa.» Esta o p i n i ó n era ampliamente compartida. «El de zapateros o para la Sociedad filantrópica de obreros de sastrería o ú n i c o medio de hacer felices a los o b r e r o s » , p r e t e n d í a un panfieto para la S e r i e d a d general de obreros del papel pintado de la república c o n t e m p o r á n e o , es « u n a sola tarifa en cada p r o f e s i ó n . . . establecida francesa", tanto c o m o para las sociedades de Saint Crispin o de Saint con el acuerdo de obreros y e m p r e s a r i o s » . Otro declaraba que «lodo H o n o r é o de la A s c e n s i ó n de la Virgen M a r í a durante ta Restauración trabajo debe estar iarifié (sujeto a tarifa) por el empresario y el traba- y la M o n a r q u í a de Julio. T a l como declaraban m e c á n i c o s y cerrajeros, jador, para abíilir la e x p l o i a c i ó n del hombre por el h o m b r e » . AI esta- la corporaciíin había de «acudir en ayuda de lodos sus miembros por blecer una tarifa, los obreros podían « i m p e d i r la competencia desleal todos los medios a nuestro alcance desde su a d m i s i ó n hasta su entie- que degrada el oficio, arruina al fabricante y reduce a la miseria a los r r o » " . Et entierro corporativo significaba que la c o r p o r a c i ó n seguía trabajadores»". p e r c i b i é n d o s e como un cueriHi moral pennanenie interesado en la to- E n particular en los d í a s y semanas que siguieron al 17 de marzo, talidad de la vida de sus miembros. los obreros de docenas de oficios redactaron regulaciones y las pre- L a c o n t i n u i d a d c o n las formas anteriores de las corporaciones sentaron a sus empresarios. E l paro muy extendido en la primavera de obreras fue t a m b i é n evidente en los intentos obreros de regular sus 1848 limitaba las presiones e c o n ó m i c a s que los obreros podían ejer- oficios. Las condiciones favorables creadas por la R e v o l u c i ó n de Fe- cer sobre sus patronos. P e r o se v e í a m á s que c o m p e n s a d o por su brero permitían realizar en pocas semanas lo que los obreros no ha- fuerza política. Rara vez tuvieron que ponerse realmente en huelga, y bían conseguido en tres d é c a d a s de lucha bajo la R e s t a u r a c i ó n y la cuando lo hicieron, recurrieron a la C o m i s i ó n L u x e m b o u r g para con- M o n a r q u í a de Julio. T a n pronto como se formaron las nuevas corpo- seguir la c o n c i l i a c i ó n . Habitualmente. las iniciativas obreras condu- raciones obreras, empezaron a presionar a los maestros en favor de cían directamente a negociaciones, generalmente emprendidas por los acuerdos públicos que garantizaran horarios m á s cortos, el control so- delegados oficiales del sector en la C o m i s i ó n Luxembourg — l o s dele- bre la contratación, regulaciones de las condiciones de trabajo y sobre gados obreros elegidos en la semana posterior al 1 de marzo y los de- todo salarios m á s elevados y m á s uniformes — a veces en fomia de un legados de los empresarios, a quienes se invitaba a acudir a la comi- salario diario fijo, pero con m á s frecuencia en fomia de tarifas"—. E l sión a título consullivo; tuvieron su primera sesión el 17 de marzo, el especial énfasis de los obreros en tas tarifas, en 1848, casaba con sus mismo día de la gran manifestación o b r e r a " — . L a atmósfera de esas reivindicaciones en los confiictos laborales de las dos d é c a d a s ante- negociaciones era generalmenle curtlial, y los acuerdos alcanzados so- riores y en especial de las grandes olas huelguísticas de 1833 y 1840. lían ser muy favorables a los obreros. Redactados como « c o n v e n i o s » Los obreros querían tarifas fijas uniformes, como se ha s e ñ a l a d o , no fonnales, muchos de esos acuerdos se fimiaban en una ceremonia p ú - sólo porque les garantizasen un salario digno, sino porque imponían blica ante las autoridades de la C o m i s i ó n L u x e m b o u r g , lo que les orden en el oficio al especificar y fijar precios para todas las opera- daba s i m t ú l l c a m e n t e el respaldo de lu autoridad del estado'\ ciones que p o d í a n realizar l e g í t i m a m e n t e . L a s tarifas se c o n c e b í a n " Ibid.. págs. 74, 81. 194, *' Vid. V. gr . Ibid.. págs. 176, 194. 199, 273-4. ** Blanc, IM Révoliaiim de février. págs. 26-37. " Ibid.. págs. 169. 176, 194. " Bjeiiiplüs de convenios se reproducen en Blanc. Louis. Pages dhisloire. pági- " Ibid.. pág. 213. nas 325-52, y Révétauons hisiorufues en réponse au livre de Lord Normanby {2 vols.), - Ibtd.. págs. 74, « I , 194. Bruselas. 1859. 2: 314-24. Vid. también Gossez, Us ouvriers. págs. 268-74. 352 353 E l p r o c e d i m i c n l o fue tan efectivo que muchos obreros lo v e í a n C o n c e b i d a c o m o instrumento para buscar una o r g a n i z a c i ó n del como rasgo pennanenie de la nueva república francesa. É s e era. por trabajo al estilo de Louis Blanc —formular proyectos que un estado ejemplo, el p r o p ó s i t o de un candidato de la clase obrera a la A s a m - benefactor i m p o n d r í a a la indu.siria—, la C o m i s i ó n se v i o impulsada a blea Nacional. buscar una o r g a n i z a c i ó n del trabajo al estilo de los obreros parisienses —regulaciones detalladas e importante control obrero sobre los ofi- ¿Cómo pueden garantizarse los salarios? Mediante el estableci- cios de la c i u d a d — . « L a fuerza de las c o s a s » c o n v i r t i ó a la C o m i s i ó n miento de chambres syntUcales para cada vorps de mélier... compues- Luxembourg en giu-ante de una nueva o r g a n i z a c i ó n corporativa de la tas por patronos y obreros... El salario de cada tarea se establecerá industria parisiense. E n los meses de marzo y abril, en otras palabras, mediante convenio entre ellos.... se redactará una tarifa general, y esa la c o m i s i ó n fue no sólo una c o m i s i ó n de estudio, sino un Ministerio tarifa habrá de aplicarse a todas las localidades donde .se acepte, por- que el estado se encargará de garantizar su ejecución'". de Trabajo de hecho, un ministerio manejado por los obreros en lugar del gobierno. Pero si la C o m i s i ó n L u x e m b o u r g era la garante de los convenios A u n q u e la i n i c i a t i v a de este sistema de r e g u l a c i ó n corporativa negociados entre obreros y empresarios, su r e a l i z a c i ó n cotidiana .se provino casi exclusivamente de los obreros, es notable que encontrara dejaba a los o f i c i o s . « C a d a corps d'éíat», c o m o d e c í a un pantleto poca resistencia de los empresarios. E n parie se d e b i ó a que ambos c o n t e m p o r á n e o , se c o n v e r t i r á en « u n a especie de verdadero tribunal bandos creían que los obreros habían ganado la revolución. Pero la fraternal d i s c i p l i n a r l o » " . A s í . el convenio de los fontaneros con los buena d i s p o s i c i ó n de los patronos para » l r , t u z a r acuerdos revela al patronos especificaba que todas las infracciones o quejas de patronos menos una a c e p t a c i ó n parcial de una o r g a n i z a c i ó n corporativa de la u obreros h a b r í a n de denunciarse en la taberna donde se mantiene el p r w l u c c i ó n . A l fin y al cabo, los patronos estaban plenamente familia- registro de trabajo —para ser resuelto, probablemente, por algún lipo rizados con las ideas obreras, y muchas de las regulaciones impuestas de c o m i s i ó n b i p a r t i t a " — . S e g ú n los convenios ratificados p ú b l i c a - fonnalmente en los convenios de 1848 se observaban ya de mtxio i n - mente en marzo y abril de 1848, los oficios de París se transformaban formal en la m a y o r í a de los talleres. M u c h o s patronos simpatizaban en unidades de gobierno y arbitraje, que operaban bajo la é g i d a de un con el objetivo de reducir la competencia e imponer condiciones m á s estado benevolente. uniformes en el oficio. C o m o decían los fontaneros sobre sus empre- Las acciones militantes de las corporaciones obreras forzaron a la sarios en marzo de 1848: « A l g u n o s de ellos han firmado r á p i d a m e n t e C o m i s i ó n L u x e m b o u r g a intervenir en las dispulas laborales y aduar las larifas que hemos preparado. Las han encontrado razonables, nos como garante de los convenios entre obreros y empresarios. C o m o la hemos comprendido: pronto se r e c o n o c e r á que sólo deseamos lo que propia c o m i s i ó n declaraba: es justo, que t a m b i é n nosotros deseamos curar esa herida .social lla- mada competencia»**. E n ca.sos extremos, c o m o la sastrería, los pe- El carácter esencialmente social de la Revolución de 1848. la ne- q u e ñ o s patronos se unieron realmente a los obreros en una lucha co- cesidad urgente de refoniias económicas son tales que una Comisión m ú n contra los cnnfectionneurs (fabricantes de tejidos de c o n f e c c i ó n ) , instituida para elaborar propo.siciones legislativas, para hu.scar la solu- a quienes obreros y patronos v e í a n c o m o « e x t r a n j e r o s a nuestro es- ción del problema de la organización del trabajo. ,sc Iranslonna de tado {cíail»'". Pero incluso en los oficios donde la c o n f e c c i ó n no es- forma imparable, por la fuerza de las co.sas. en un tribunal superior de arbitraje y ejerce una especie de gobicmo moral por la libre voluntad y taba tan difundida, los patronos aceptaban las propuestas obreras de la expresa llamada de los trabajadores y los dirigentes de los negocios. r e g u l a c i ó n c o r p o r a t i v a c o n una resistencia .sorprendentemente pe- La comisión se encuentra así llamada a la teoría y a la práctica. queña. Había sin duda diferencias entre patronos y obreros. L o s con- Acepta ese doble papel... como una obligación*'. venios que gobernaban el trabajo en los talleres eran menos estatutos consensuados que tratados entre dos bandos opuestos. Obreros y pa- Declaración cicciorat del obrero fundidor Hallícr, citada en Gossez, Les ouvriers. pá$. 82. tronos estaban deseo.sos de aceptar por el momento una trama de re- " Coiníe. F. V . , Question de l'organisaiion du irawil. de la représentalíon indus- írielle cl de la représentalion ouvriére pour le travail. citado cii Ibid.. pág. 86. " Citado en Gossez. Les ouvriers. pág. 1.56. " Blanc. Révélaiions. 2; .122-3. " Sobre los sastres, vid. Ibid.. págs. !60-6. ciia procede de un delegado obrero " Le Moniteur universal. 28 de marzo de 1848. a una «asamblea corporativa mixta» el 13 üe marzo de 1848 (¡bid.. pág. 164). 354 355 g u l a c i ó n corporativa dentro de un r é g i m e n de propiedad privada. Pen> de maestros del Antiguo R é g i m e n , eran t a m b i é n nuevas en importan- n i n g ú n bando estaba indisculibiemente comprometido ctm la nueva tes aspectos. U n a novedad crucial era el destacado papel que a s u m í a n o r g a n i z a c i ó n industrial corporativa que t o m ó forma en marzo y abril en la vida política de la república. L o s obreros veían sus corporacio- de 1848. Algunos patronos continuaban prefiriendo la « l i b c n a d indus- nes no sólo como comunidades morales y medios de regular el oficio, trial» de la etapa anterior a 1848, y una vez que la balanza política se sino c o m o actores de la política revolucionaria. L o s estatutos de la volvió contra los obreros en mayo y j u n i o , muchos ignoraron simple- A.sociaclón fraternal y d e m o c r á t i c a de obreros ebanistas, por ejemplo, mente los c o n v e n i o s solemnes de m a r z o y abril y v o l v i e r o n a sus afimiaba que lu a s o c i a c i ó n se h a b í a fomiado no sólo «para discutir y prácticas anteriores. acelerar la o r g a n i z a c i ó n del trabajo» y « p r o t e g e r sus intereses morales T a m p o c o los obreros confiaban plenamente en el sistema que se y m a t e r i a l e s » , sino «para ilustrarse e instruirse sobre sus derechos po- d c s a n o l l ó en marzo y abril de 1848. Kn muchos oficios el inienio ile líticos y s w i a l e s » . L o s estatutos enunciaban como uno de los princi- alcanzar convenios con los patronos se complementaba con los Inten- pales objetivos de la a.scK-iación el mantenimiento de un « g o b i e r n o p o p u l a r y d e m o c r á t i c o » que « h i c i e r a i m p o s i b l e la c o n t r a r r e v o l u - tos de establecer asociaciones de productores. E ! caso mejor conocido c i ó n » ' ' . L o s estatutos de la Sociedad general, política y filantrópica fue el de los sastres parisienses, que establecieron un inmenso «taller de m e c á n i c o s y cerrajeros expresaba la misma c u e s t i ó n de forma m á s n a c i o n a l » corporativo que obtuvo una c o n c e s i ó n del estado para fabri- elaborada. car los uniformes de la guardia n a c i o n a l " . Incluso en los oficios que no hicieron intentos de fundar realmente asociaciones de productores en la primavera de 1848. los estatutos de las sociedades obreras .solían El gran principio de Frutcmidad para lodos es ta unión, la igualdad de derechos para todos sin distinciones y la libertad de pensar y decir incluir «la o r g a n i z a c i ó n del trabajo en talleres nacionales de la corpo- lu que uno piensa. ración» —o alguna d e c l a r a c i ó n equivalente— como uno de sus obje- ¡Ciudadanos, hemos conquistado esos derechos! Debemos hacer t i v o s " . L a Idea de establecer asociaciones de productores estaba gene- uso de ellos... Debemos formar la unión fraternal más perfecta,... me- ralizada en el movimiento obrero de 1848; se Incluía en los estatutos díante esa unión echaremos abajo lodo lo que pretenda defraudamos o y manifiestos de las corporaciones obreras, en panfletos escrilt)s puf violar nuestros derechos... Esta unión, finalmente, es tanto política cientos de autores de la clase obrera y en la C o m i s i ó n Luxembourg como filantrópica. misma. Pero en lugar de ver la p r o d u c c i ó n cooperativa como un don Ks polílicü, porque cada "no de nosotros debe conocer y seguir los de un estado benefactor, los obreros la veían c o m o una a m p l i a c i ó n del pasos del gobierno que hemos creado, en orden a poder discutir sus acciones y protestar contra quienes podían tender a aniquilar nuestros control p r á c t i c o sobre sus oficios. A l inducir a la C o m i s i ó n L u x e m - derechos... bourg a ratificar los convenios que p e r m i t í a n a sus corporaciones re- ¡Ciudadanos! Hemos abolido la monarquía; con tiempo, perseve- gular el trabajo en los talleres, los obreros se aseguraban que los pía rancia y con nuestra buena constitución, haremos que los déspotas gri- nes teóricos de la c o m i s i ó n se ba.saran en una sólida fundamentación ten con nosotros con todo cl corazón: del poder de los obreros. Alcanzar convenios con los patronos y go- ¡VIVA L A REPÚBLICA!**. bernar el oficio c o n ellos era un primer paso decisivo en la organiza- c i ó n d e l irabajo. Pero el objetivo final .seguía siendo el e s t a b l e c í De esta forma, las corporaciones s e r v í a n c o m o clubes políticos; miento de asociaciones que abolieran la d i s t i n c i ó n entre patrono y m a n t e n í a n una atenta vigilancia sobre las acciones del gobierno y es- obrero y convirtieran a lodos los que trabajaban en el oficio en pro- taban dispuestas a actuar cuando fuera necesario. pietarios colectivos de los medios de p r o d u c c i ó n . L a v o c a c i ó n política de tas corporaciones se r e v e l ó de forma elo- Así, aunque las corporaciones organizadas por los obreros en 1848 cuente durante la c a m p a ñ a electoral de abril de 1848. Cuando se acer- m a n t e n í a n evidentes conlinuidades con las corporaciones obreras de la caban las elecciones a la A s a m b l e a Constituyente, cada c o r p o r a c i ó n Restauración y la Moiiarguía de Julio, o incluso con las corjjoraciones se c o n s t i t u y ó en c o m i t é electoral, y como los clubes políticos, escu- chaban a una serie de candidatos que Iban de club en c l u b y de corpo- " Ibid.. págs. 164-6. Sobre otros inicnios. vid. págs. 131-i. 146. 149. 185. 312-3. " 1 J cita procede de la Sociedad general de la corporación de zapateros (ibid.. pá- " Ibid, pág. 141 gina 174). • Los eslalulos se reproducen en facsímil en Ibid , págs. 208-11, 356 357 r a c i ó n en c o r p o r a c i ó n en busca de votos. Pero las corporaciones esta- de la primavera de 1848. E n esos acontecimientos, los oficios partici- ban muy deseosas de elegir representantes del propio oficio. L a tenden- paban invariablemente c o m o unidades qti. narchaban tras su bandera. c i a de cada c o r p o r a c i ó n a proponer c o m o candidato a uno de sus Desde las manifestaciones del 25 y 28 de febrero al Hfitel de Ville, miembros pronto resultó alarmante para los delegados de la C o m i s i ó n pasando por el desfile triunfal del 17 de marzo, el tenso y descorazo- L u x e m b o u r g y para L o u i s B l a n c , que a d v i r t i ó que era necesario esta- nador enfrentamiento del 16 de abril y el desastro.so intento de insu- blecer una sola lista acordada. Caso contrario, aconsejaba Blanc. r r e c c i ó n del 15 de mayo, París se v i o expuesto a! e s p e c t á c u l o perió- dico de grandes procesiones populares en las que el pueblo soberano cada corporación se aferrará al candidato que haya nombrado, cada K presentaba c o m o un agregado de corporaciones obreras. A d e m á s , candidato querrá convertirse en candidato dennitivo. Como resultado, hubo otros innumerables desfiles y manifestaciones de corporaciones dispersión de votos, desunión en la elección, y si se va por este ca- individuales, en los que los obreros iban a presentar peticiones a la mino el pueblo será sacrificado una vez más... Debéis partir del prin- C o m i s i ó n L u x e m b o u r g , a manifestar su lealtad al gobierno provisio- cipio de que no estáis aquí como ccrrajcrtis. ebanistas, mecánicos; es- táis aquí como hombres del pueblo, que sois hcmianos. y que deseáis nal o a manifestar simplemente su .solidaridad y entusiasmo republi- llevar a cabo la liberación del pueblo'*. cano tras salir de una de las innumerables a.sambleas de oficio que puntuaron la primavera de 1848". En 1848 las corporaciones obreras L o s delegados de la C o m i s i ó n Luxembourg formaron un c o m i t é l o m a r o n p o s e s i ó n s i m b ó l i c a t n e n t e de las c a l l e s de la c a p i t a l , o c u - central de los obreros del departamento del Sena que e x a m i n a r í a los pando el espacio p ú b l i c o tradicional de la r e v o l u c i ó n , a n u n c i á n d o s e candidatos nombrados por cada oficio y establecería una sola lista de- solemnetnente c o m o actores p ú b l i c o s revolucionarios. finitiva. Tras larga d e l i b e r a c i ó n , el c o m i t é central p u b l i c ó finalmente Este protagonismo de los agnipamientos corporativos en los cor- su lista el día antes de la elección y e n c a r g ó a cada delegado que di- tejos callejeros revela la originalidad de la R e v o l u c i ó n de 1848 en re- fundiera los nombres dentro de su oficio"'. lación al A n t i g u o R é g i m e n y a la R e v o l u c i ó n Francesa de 1789-94. E n las pocas horas que quedaban, los delegados organizaron la Las corporaciones de oficio, con sus banderas e insignias, habían par- distribución de un m i l l ó n de copias de su lista por los talleres y con- ticipado en muchas ceremonias p ú b l i c a s del A n t i g u o R é g i m e n —por vocaron a los obreros a una asamblea en los Champa-Elysées en la e j e m p l o , entradas reales, coronaciones y ceremonias religiosas . m a ñ a n a del 23 de abril. Desde allí, en palabras de los delegados de C o m o en 1848. .se presentaban c o m o componentes diferentes o unida- los tipógrafos, «cada c o r p o r a c i ó n , bandera al frente, desfilará con or- des distintas del orden social. Pero había una enorme diferencia. Las den y todos irán a sus respectivos lugares de v o t a c i ó n a depositar la procesiones del A n t i g u o R é g i m e n incluían a otros muchos cuerpos; p a p e l e t a » * ' . Pero a pesar de ios esfuerzxjs de los delegados, los resul- e c l e s i á s t i c o s , nobles, diversos cuerpos de magistrados y autoridades, tados fueron decepcionantes. S ó l o uno de los candidatos obreros de la profesiones liberales, etc. Esos diversos cuerpos se d i s p o n í a n siempre C o m i s i ó n L u x e m b o u r g fue elegido. A g r i c o l Perdiguier, c u y o renom- en la j e r a r q u í a m á s estricta, con los e c l e s i á s t i c o s en un extremo y en bre c o m o escritor y reformista del compagnoitnage le h a b í a propor- el títro. inevitablemente, las corporaciones de oficio. A s í . cuando las cionado el apoyo de muchos otros clubes y c o m i t é s electorales. L a gens de mcder pariicipaban en una p r o c e s i ó n en el Antiguo R é g i m e n , c a m p a ñ a para elegir obreros para la A s a m b l e a fue un fracaso. Pero estaban reconociendo su p o s i c i ó n subordinada en una j e r a r q u í a polí- una de las causas del fracaso fue cl deseo de cada c o r p o r a c i ó n de te- tica y .social que culminaba en la iglesia y el rey. E n 1848 las corpora- ner un diputado propio en la A s a m b l e a y actuar c o m o unidad política ciones de o f i c i o , junto c o n los clubes p o l í t i c o s , d e m o c r á t i c a m e n t e a u t ó n o m a durante la c a m p a ñ a . « L o s o b r e r o s » , c o m o indica Gossez. constituidos, eran los únicos cuerpos constitucionales que iban en pn>- « c o n c e b í a n su r e p r e s e n t a c i ó n política por c a t e g o r í a s p r o f e s i o n a l e s » " . cesiones. y no observaban un orden de marcha determinado. Lejos de E l papel p ú b l i c o que los obreros otorgaban a sus oficios puede reconocer j e r a r q u í a .social o política alguna o la autoridad de la iglesia percibirse t a m b i é n en la gran s u c e s i ó n de desfiles y manifestaciones o el rey, las corporaciones de oficio .se pre.sentaban c o m o constituyen- • Citado en Ihid.. pág. 2.S4. tes iguales del pueblo soberano, fuente últim.! '.c UKia autoridad pí'hhca. •' B\anc. Pages dhisioiie. pÁ^&. 133-9. A este respecto, estaban preci.samcnie en la tradición de las gran- " Gossez. Les ouvriers. pág. 257. " Ibid. pág. 253. *• ibid.. págs. 19-20. 37-9, 174, 244-7. 265. 358 3.59 tles procesiones, ceremonias e insurrecciones de la R e v o l u c i ó n Fran- | P o r un instante este oficio hirió mi c o r a z ó n ; cesa. Pero t a m b i é n a q u í había un contraste acusado. Durante la Revo- pero q u é importa hoy en nuestra R e p ú b l i c a , l u c i ó n , y en particular bajo la r e p ú b l i c a radical de 1792 a 1794, el si el oficio m á s humilde es una función pública.]**. pueblo soberano o c u p ó las calles no c o m o una suma de oficios dife- rentes, sino c o m o « p u e b l o » indiferenciado. Agruparse tras la bandera De penitencia y signo de vileza bajo el A n t i g u o R é g i m e n a activi- de una c o r p o r a c i ó n habría sido declararse enemigo de la « R e p ú b l i c a dad útil y fuente de propiedad privada en la R e v o l u c i ó n Francesa, el U n a e I n d i v i s i b l e » , c o m o un «federalista» contrarrevolucionario. Esto trabajo se c o n v e r t í a a q u í en noble s e r v i c i o p ú b l i c o , no s ó l o funda- h a b í a cambiado totalmente en 1848. Para los obreros revolucionarios mento de la riqueza privada, sino en la m i s m a materia de la vida p ú - de 1848, el trabajo era la fuente de s o b e r a n í a , y la o r g a n i z a c i ó n del blica. A los ojos de los obreros, las corporaciones republicanas que trabajo a través de la a s o c i a c i ó n era el principio del orden social. Por organizaban y realizaban el trabajo de la nación se convertían en ins- tanto, tomaban las calles c o m o trabajadores asociados, agrupados en tituciones p ú b l i c a s , unidades'constituyentes y unidades de gobierno sociedades por o f i c i o , pero participando igualmente con todos los de la futura R e p ú b l i c a DemiKTática y S o c i a l . otros oficios en la gran a s o c i a c i ó n de la nación. Para ellos, las comu- E l movimiento Coqíorativo de los obreros que c r e c i ó en tomo a la nidades de oficio eran las unidades constituyentes del pueblo sobe- C o m i s i ó n L u x e m b o u r g d e s a r r o l l ó una v e r s i ó n p r o p i a y coherente, rano y de la república. A s í , ta fonna de sus procesiones revela espec- aunque fragmentaria e incompleta, de la república francesa. Esta re- taculannenie la diferencia entre la R e p ú b l i c a Una e Indivisible de los p ú b l i c a obrera no era solo o fundamentalmente una creación teórica, sans-culottes y la R e p ú b l i c a Social y D e m o c r á t i c a de los obreros re- aunque desde luego tuvo una vertiente teórica. Estaba encamada en v o l u c i ó n a n o s de 1848 las corporaciones creadas por los obreros, de la misma fonna que la « R e p ú b l i c a U n a e I n d i v i s i b l e » de los sans-culottes se encarnaba en L a v o c a c i ó n pública de las corporaciones iba m á s allá de la idea sus secciones. S i las secciones — c o n su activismo p ú b l i c o incesante, de que d e b í a n actuar p o l í t i c a m e n t e para apoyar la r e v o l u c i ó n . Las su v i g i l a n c i a continua de los cargos p ú b l i c o s y su infatigable b ú s - c o r p o r a c í t m e s en la primavera de 1848 eran vistas por los obreros queda de la igualdad— fueron microcosmos de la república que preten- c o m o unidades fundamentales de la r e p ú b l i c a . Desde ese punto de dían los sans-culottes, las corporaciones obreras de 1848 eran micro- vista, el trabajo era no s ó l o el respaldo esencial de toda la sociedad y co.smos de la República Social y D e m o c r á t i c a . Tomemos, por ejemplo, fuente de la s o b e r a n í a popular; era t a m b i é n una actividad intrínseca- la Sociedad general de obreros del papel pintado de la república fran- mente piíblica. Esta idea puede verse, por ejemplo, en la tendencia de cesa. N o sólo estaba organizada sobre principios d e m o c r á t i c o s y repu- las sociedades obreras a llamar a sus representantes fonctionnaires, blicanos, y todas las decisiones se adoptaban por medio del sufragio t é r m i n o u t i l i z a d o normalmente s ó l o para los empleados del estado universal del oficio, sino que sus estatutos incluían una d e c l a r a c i ó n en que realizan lo que los (raiiceses denominan «luiicióii p ú b l i c a » " . Esa miniatura de los derechos del hombre y el ciudadano. d e n o m i n a c i ó n p o d í a incluso extenderse a todos los obreros de un ofi- c i o . U n ejemplo es un manifiesto electoral, escrito en verso por un El principio de asociación es un derecho natural sagrado desde la obrero parisiense. Este aspirante a candidato a la A s a m b l e a Nacional tuiidación de nuestra gloriosa República... h a b í a empezado su carrera c o m o maestro de escuela, pero se c o n v i r t i ó Para cl trabajador, su única propiedad es su salario y su tiempo... en cuchillero cuando su vista e m p e z ó a fallar. Contaba que cuando se Las jK'rsonas (K'iosas |son| malos ciudadanos e indignos del nom- hizo cuchillero: bre de camaradas. L u Sociedad considera el irabajo del hombre como el producto más bello de su inteligencia; no quiere, no pide otra co.sa Un instant ce mélier fit hlessure á mon coeur; que Irabajo. Considera también sagrado el derecho a fijar tarifas de Mais qu importe aujourd' hui dans notrt Hépublique, acuerdo con los fabricantes. Si le plus humhle état est fonction publique. L o s fines de la .sociedad eran la ayuda mutua, el mantenimiento ** P«ri un ejcmplu de este empicu. vid el panfleto utuliulu ürganisulion du travad. de una tarifa, que h a r í a n respetar «los representantes de la industria por Confais. pintor de hrocha gorda, reeditad*) en Faure y Rancien:. Lu Parole ouvriére, pág. 332. Us Muradles. 2: M I . 36Ü 361 [ e l e g i d o s l . . . centinelas para la salvaguardia de los intereses de sus bras, el socialismo que abrazaban las masas de obreros franceses en h e n n a n o s » ; y la « o r g a n i z a c i ó n del trabajo», que definía como «la par- 1848 estaba conformado tanto por la práctica política concreta de las ticipación de los obreros en los beneficios del fabricante o c l desarro- corporaciones de obreros revolucionarios como por los proyectos abs- llo de su propia p r o d u c c i ó n » " ' . Esas corporaciones eran p e q u e ñ a s re- tractos y « u t ó p i c o s » de los teóricos socialistas. p ú b l i c a s , gobernadas mediante sufragio universal y basadas en la soberanía del trabajo y el derecho de a s o c i a c i ó n , r e p ú b l i c a s que orga- nizarían el trabajo en a r m o n í a productiva y m a n t e n d r í a n la solidaridad HACIA GUERRA D E CLASES fraternal entre sus ciudadanos mediante la protección y la ayuda m u - tua. O . para expresarlo a la inversa, los obreros veían ia futura R e p ú - A pesar de los infatigables esfuerzos de los obreros en la prima- blica Social y D e m o c r á t i c a como una versión m a c r o c ó s m i c a de las re- vera de 1848. su versión de la r e p ú b l i c a no fue nunca m á s allá de un públicas m i c r o c ó s m i c a s que habían creado en sus oficios. Compuesta proyecto incompleto. Pese a todo su retórico d o m i n i o sobre París, los de sociedades d e m o c r á t i c a s de obreros que incorporaban y organiza- obreros eran demasiado d é b i l e s para establecer su h e g e m o n í a política ban todo el trabajo productivo de la n a c i ó n , unidas por los mismos sobre el conjunto de Francia. E n parte se debía a que su ideología se sentimientos de fraternidad y las mismas normas de g o b i c m o republi- centraba de forma n o t a b i l í s i m a en sus intereses específicos. Pero i n - cano que m a n t e n í a n unidos a los obreros en sus corporaciones, coro- cluso en las ciudades donde la ideología de la r e p ú b l i c a social y de- nadas por una asamblea deliberativa que se constituía mediante los re- m o c r á t i c a e n c o n t r ó a m p l i a a c e p t a c i ó n , los movimientos obreros de presentantes de todos los oficios y que se encargaba de organizar el trabajo de la nación en su conjunto — a s í era la república que proyec- París y de provincias estuvieron mal coordinados. L o s obreros de casi taron e intentaron alumbrar \os obreros de Paris en tomo a la C o m i - todas las ciudades de Francia se aprovcchatmi de la R e v o l u c i ó n de sión de Luxembourg en la primavera de 1848. 1848 para afirmar el poder y la legalidad de sus corporaciones, y las corporaciones adoptaron con frecuencia un papel activo en la vida po- Esta proyectada república obrera era una m a t e r i a l i z a c i ó n del so- lítica. E n Marsella, por ejemplo, el c o m i t é central republicano, que cialismo de 1848. Esto es verdad en el sentido o b v i o de que partía del c o n s i g u i ó elegir una lista de candidatos republicanos a las elecciones, supuesto de que finalmente el trabajo se organizaría en asociaciones incluía representantes de las corporaciones obreras y de los clubes po- p o s e í d a s colectivamente por ios productores. Pero t a m b i é n lo es en líticos republicanos*'. H u b o a d e m á s versiones a escala reducida de ta otro sentido menos obvio. E l socialismo es algo m á s que la doctrina C o m i s i ó n L u x e m b o u r g en numerosas ciudades provinciales: L y o n , de que los medios de p r o d u c c i ó n han de poseerse colectivamente; el Marsella, L i l l e , Reims, Nanles, Saint-Quentin. Vaicnciennes y otras^. socialismo supone también que el irabajo, como fundamento de toda Pero esas comisiones provinciales no tenían vínculos directos con la vida social, debe ser el fundamento del orden político. De a q u í que el C o m i s i ó n Luxembourg y rara vez se acercaron a su a u t o n o m í a y auto- movimiento obrero de la primavera de 1848 fuera socialista en el sen- ridad. En Marsella, por ejemplo, la C o m i s i ó n de los Corps de Mélier tido de contemplar un estado s i s t e m á t i c a m e n t e construido sobre las la f o r m ó el delegado de la r e p ú b l i c a para cuestiones laborales, y instituciones del trabajo. E l socialismo, tal como lo desarrollaron los q u e d ó m á s o menos bajo su control; nunca llegó a ser un ceniro i m - obreros en 1848, s u p o n í a la idea de que el trabajo era una función pú- portante de actividad política a u t ó n o m a . L o s obreros de P a r í s y de blica, de que. por tanto, las corporaciones eran in.stituciones públicas provincias c o m p a r t í a n una perspectiva i d e o l ó g i c a c o m ú n y tenían or- con autoridad legítima para organizar c l trabajo asociativamente, y de que el estado m i s m o d e b í a formarse a partir de corporaciones de ofi- ganizaciones corporativas similares. Pero los movimientos obreros cio d e m o c r á t i c a m e n t e constituidas. Estas ideas, que iban a ser carac- provinciales c a r e c í a n de la a u t o n o m í a institucional que la C o m i s i ó n terísticas del socialismo de la clase obrera francesa en las d é c a d a s si- Luxembourg hizo posible en París, y sin v í n c u l o s formales, nunca .se guientes, derivaban de la práctica del movimiento obrero centrado en fundieron en un movimiento coordinado unificado. la C o m i s i ó n L u x e m b o u r g en la primavera de 1848"*. E n otras pala- Pero incluso si todos los movimientos de trabajadores hubieran estado perfectamente coordinados, es difícil imaginar c ó m o p o d í a n " Gossez, Les ouvriers. pág, 194. •* Sobre el «socialismo fedcraiivo de oficio» de la clase obrera francesa en los años " Sewelt. iSlruciurc of thc Working Class». págs. 345-6. que siguieron a 1848. vid. Moss. French Labor Movemeni. " Gossez, Les ouvrier.'í. págs. 62. 224. 362 363 haber impuesto su versión de la r e p ú b h c a al país. C o m o se ha seña- lado, unas tres cuartas parles de los ciudadanos de Francia vivían to- d a v í a en á r e a s rurales, y la agricultura, no la industria, era la actividad e c o n ó m i c a dominante de la nación. F n esas circunstancias, al menos en un r é g i m e n basadii en el sulragio universal, los obreros no podían esperar alcanzar et control del estado sin un imponante apoyo campe- sino. Una alianza entre los obreros y la población mral no era en ab- soluto imposible en Francia a mediados del siglo x i x ; el poderoso movimiento a escala nacional démoc-soc, cuyos éxitos han tratado tan h á b i l m e n t e los historiadores recientes de la Segunda R e p ú b l i c a , se b a s ó justamente en esa alianza Pero el intento s i s t e m á t i c o de exten- der el movimiento d e m o c r á t i c o al campo e m p e z ó en seno sólo des- pués de la derrota de los obreros parisienses. U n o de los legados m á s importantes de la gran R e v o l u c i ó n Francesa de 1789-94 lúe el miio de que París era s i n ó n i m o de la nación. Hasta que ese mito fue refu- tado de t ó r m a decisiva —en la derrota electoral de fmes de abril de 1848, la i n s u r r e c c i ó n abortada de mayo y el b a ñ o de sangre de ju- n i o — , los obreros parisienses imaginaban que p o d í a n construir una república social y democrática francesa en el limitado terreno de París. En el supuesto de que los campesinos y los obreros de provincias segui- rían automáticamente su dirección, apenas les concedieron m á s atención. E n p r i n c i p i o , los obreros v e í a n a los campesinos c o m o obreros como ellos, y en ocasiones sugerían incluso planes para «la organiza- c i ó n del trabajo a g r í c o l a » '•. Pert) no trataban de informarse .seria- mente sobre las condiciones del trabajo en la agricultura o de hacer contactos reales con los agricultores. Su[X)nían t á c t i c a m e n t e que los proyectos de p r o d u c c i ó n cooperativa y de o r g a n i z a c i ó n y representa- ción corporativa desarrollados a partir de la experiencia esjjccífica de U)s oficios urbanos eran aplicables al trabajo en general. Esta actitud se refleja perfectamente en una litografía c o n t e m p o r á n e a que celebra a Louis Blanc y a ia C o m i s i ó n Luxemtx>urg, reproducida a q u í en la figura 2. Titulada htats Généraux du Travail (Estados generales del trabajo), la litografía es un retrato de Louis Blanc, circundado por una elaborada orla alegórica. L a orla está compuesta por representaciones de las arfes, las ciencias, el comercio y la industria en las esquinas, de tílanc d i r i g i é n d o s e a los obreros reunidos en el Luxemtx>urg abajo, de un obrero en blusa, simtwlizando el trabajo, y Mercurio, simbolizando el comercio, d á n d o s e la mano ante una alegoría femenina de la frater- nidad arriba, y representaciones de diversos oficios a los lados. Entre " Vid. nota 2. FIGURA 2.—Los Estados Generales del Trabajo. Fuente: Bibliothéque Na- " Vid.. V. gr.. Us MuraHles. 2. 276. tionale. 364 365 esos oricios, la agricultura, simbolizada por una pala, una g u a d a ñ a y para vencer todas las dificultades. E n parte era e x p r e s i ó n de la sensi- una gavilla, se traía en paralelo exacto a unos veinte oficios —sastres bilidad r o m á n t i c a c o n t e m p o r á n e a , pero era también una reacción con- coir-una pieza de tejido y unas tijeras, impresores con una prensa, al- tra la crueldad sangrienta de la Primera R e p ú b l i c a Francesa. U n o de bañiles con una paleta y una artesa, cerrajeros con una llave, una ce- los primeros actos del g o b i c m o provisional fue distanciarse del Terror rradura y una lima, etc.— L o s agricultores en el mundo mental de los aboliendo la [lena de muerte para todos los delitos políticos. Frente a obreros parisienses de 1848 eran simplemente otra c o r p o r a c i ó n fra- la crueldad de Robespierre y los sans-culottes, los revolucionarios de ternal de obreros. Aceptados como c o m p a ñ e r o s trabajadores en abs- 1848 encontraron un modelo alternativo de cambio revolucionario en tracto, eran ignorados de hecho. Cristo y los primitivos cristianos. U n a r e v o l u c i ó n social autentica y Esta tendencia de los obreros parisienses de asimilar a todo tipo duradera, c r e í a n , d e r i v a r í a de los ejemplos inspiradores del sufri- de trabajo y a toda la c i u d a d a n í a francesa a sí mismos se intensificaba miento paciente y el martirio, no de la violencia y el odio. S e g ú n la por la generalidad abstracta de la retórica revolucionaria. E n un nivel «Profesión de fe del pueblo o r g a n i z a d o » , escrita por un tejedor de ta- los obreros c o m p r e n d í a n cl trabajo realizado concretamente por los pices poco d e s p u é s de la R e v o l u c i ó n de Febrero, la república traería artesanos especializados. Pero t a m b i é n utilizaban el t é r m i n o de forma finalmente la a r m o n í a , la paz y la abundancia. abstracta, de una manera coherente con la tradición revolucionaria, para referirse a toda la variedad de actividades útiles emprendidas por Pero mientras .se espera ese feliz momenio, es necesario que todo el pueblo soberano: trabajo no cualificado, agricultura, servicio do- el mundo sufra, para sufrir menos tiempo, y que se ayuden unos a mé.slico. comercio c incluso actividades puramente intelectuales. En otros, sobre lodo cl tendero y el trabajador... Enlonces empezará la 1848 t é m i i n o s como « o b r e r o s del p e n s a m i e n t o » (ouviicrs de ia pen- obra de regeneración de la raza humana, el evangelio del pueblo, tan sée) y «trabajadores de la c a b e z a » (travaillcurs de la tete) eran de uso puro como cl primero, vendrá a iluminar el universo; como cl de c o m ú n " . Esta definición abstracta y,universal del trabajo p e r m i t í a a Cristo, ha dado, y volverá a dar. si es preciso, sus mártires, y después los obreros proyectar sobre el conjunto de la sociedad — c o n preten- levantará su grandeza mediante la man.sedumbre sobre las ruinas del sión de r i g o r — esquemas elaborados a partir de su perspectiva de despotismo cla.se específica. L a justicia, insistían, e x i g í a que todas las actividades productivas de la nación fueran realizadas por a.sociaciones corporati- E l obrero, el inártir d e l siglo XIX, era la figura central de esle vas igualitarias en las que los medios de p r o d u c c i ó n fueran de propie- drama religioso y revolucionario; su papel era nada menos que sacer- dad colectiva. De esa forma todas las desigualdades de r e m u n e r a c i ó n dotal. A s í , la d e c l a r a c i ó n electoral de un t i p ó g r a f o incluía un apos- y poder y todo individualismo e g o í s t a serían abolidos en una anno- trofe a la blusa del obrero: «¡Blusa!, noble casulla del obrero, infati- niosa república igualitaria de productores. De esta manera los obreros gable .sacerdote de la i n d u s t r i a . » E l obrero, investido de su blusa, p o d í a n proponer una ideología de su clase como un evangelio de re- conquistaría el mundo no por la fuerza, sino por la palabra: « V o s o t r o s conciliación social y a r m o n í a universal, que beneficiaría a los «obre- poseéis el mundo, el poder de la palabra, herramienta milagrosa que ros de la c a b e z a » tanto c o m o a los « o b r e r o s m a n u a l e s » y a los agríco- rehizo el mundo hace dieciocho siglos, en el fuego centelleante de la las tanto como a los artesanos. E l universalismo abstracto de la forma caridad celestial: que nunca e n m o h e z c a s » " . L a r e v o l u c i ó n , en esta v i - de e x p r e s i ó n de los obreros contribuía a dotarles de la c o n v i c c i ó n re- s i ó n , era un f e n ó m e n o religioso tanto uu. . > político y se llev;iría a volucionaria esencial de que sus actos se e m p r e n d í a n en bien de la cabo tanto por la p r e d i c a c i ó n , el ejemplo moral y la c o n v e r s i ó n espiri- humanidad, a s í como en bien de su clase. Pero c o n t r i b u í a también a tual como por la lucha y la fuerza. impedirles ver la estrechez sustancial de sus llamadas. Cuando los obreros parisien.ses se pusieron a consinitr una repú- blica social y d e m o c r á t i c a en torno a la C o m i s i ó n L u x e m b o u r g , sus L a universalidad de la fomia de e x p r e s i ó n de los obrenjs era inhe- acciones estaban envueltas en un aura de a b n e g a c i ó n , generosidad y rente a la tradición revolucionaria. Pero esa universalidad se mezclaba fraternidad. S i n embargo, sus esfuerzos — s i n considerar su creencia con un estilo r o m á n t i c o específico de 1848. con un gu.sto por el gesto en que sus actos estaban motivados por un deseo de a r m o n í a social grandio.so y el sentimiento noble y una creencia en el poder del amor " ¡bid.. 1: 125. " Us MuraiUes. 1: 474; 2; 291. " Ibid.. 2: 26. 366 367 universal y de que sus proyectos eran aplicables u ni versal mente— punto las caracterizaba c o m o doctrinas que ofrecían remedios «contra pronto dieron paso a implacables conflictos de clases que les dejaron esa enfermedad llamada trabajo que ha afligido al hombre desde el aislados y envueltos en la batalla en defensa de su pretendida repú- comienzo de esta e x i s t e n c i a » —una v a l o r a c i ó n notablemente distor- blica de obreros. L a retórica obrera de a r m o n í a y c o n c i l i a c i ó n pudo sionada de un movimiento cuya raison d'éire era el « d e r e c h o al tra- haberles convencido a ellos de que sus proyectos serían aceptados por b a j o » P a r a T o c q u e v i l l e . «el p u e b l o » era naiuralmenie desordenado; todos los ciudadanos sinceros y patriotas, pero las viejas clases gober- se d e d u c í a , por tanto, que las ideas que desarrollaran o adoptaran se- nantes de Francia —no s ó l o los m o n á r q u i c o s y ex m o n á r q u i c o s , sino rían monstruosas. C o n esa visión de la clase obrera, la entrada de los t a m b i é n ntuchos smceros republicanos burgueses— veían en ello un obreros en la escena política adoptaba el tono de una i n v a s i ó n bár- ataque a la m i s m a sociedad. L o s obreros, d e s p u é s de todo, deseaban bara. Tras la R e v o l u c i ó n de Febrero, observaba Tocqueville, París es- r e t ó r m a r p r á c t i c a m e n t e todas las instituciones básicas. A ú n m á s alar- taba mante, pretendían redefinir d r á s t i c a m e n t e la naturaleza y derechos de la propiedad. 0 ) n todo lo generoso que resultaba el lenguaje en que en manos de quienes no tenían nada... En consecuencia, el terror ex- se expresaban esas intenciones, eran un ataque no s ó l o al poder polí- perimentado por las otras clases fue máximo; . . . l a única comparación serian los sentimientos de las ciudades civilizadas del mundo romano tico, sino al p(xler social y e c o n ó m i c o de la b u r g u e s í a . « L a propie- cuando se ciiconiraritn repentinamente en poder de los vándalos o los d a d » , c o m o expresa Tocqueville en sus recopilaciones sobre la Revo- godos"*. lución de 1848, era «el fundamento de nuestro orden s o c i a l » ; abolir la propiedad privada era derribar la s o c i e d a d " . A q u í los con.servadores L a m i s m a imagen se repetía tras la gran m a n i f e s t a c i ó n obrera del veían las consecuencias revolucionarias de los proyectos de los obre- 1? de marzo. C o m o lo expresaba el Counier francais: « L a capital ros c o n m á s claridad que los propios obreros. L o s obreros, que esta- t e m b l ó al ver a estas hordas decididas, silenciosas que no necesitaban ban a favor de la t r a n s f o r m a c i ó n de los derechos de propiedad, ptKlían otra cosa que su propio impulso para derrocar sin combate las mismas considerar esa m e d i d a beneficiosa para todas las cia.ses al mismo bases de la s o c i e d a d » " . L a b u r g u e s í a , en esta metáfora, se c o n v i r t i ó tiempo; las clases propietarias, cuya h e g e m o n í a estaba amenazada, lo en defensora de la misma civilización, moralmente obligada a actuar e n t e n d í a n mejor. contra las hordas b á r b a r a s de la clase obrera que amenazaban con i m - A d e m á s de entender que los obreros pretendían destruir la socie- p(Hier una nueva edad media. dad tal c o m o estaba constituida, a los conservadores les m o v í a tam- Dada la estrecha base de apoyo de los obreros y la hostilidad de bién un profundo temor y repugnancia hacia los obreros - t e m o r y re- las clases m á s poderosas de la sociedad francesa, la victoria de los pugnancia ya tropezados en los escritos de V i l l e r m c — . L a burguesía obreros en la p r i m a v e r a de 1848 forzosamente d e b í a ser e f í m e r a . veía a los obreros c o m o incapaces de disciplina y razonamiento, nece- Mientras los obreros, durante marzo y abril, utilizaron su nuevo pres- sariamente desordenados, salvo bajo el d o m i n i o de sus superiores. tigio y su m a n i t i e s t ü ptKler para imponer un nuevo r é g i m e n industrial T(X:queville, en casi tiMJos los aspectos un observador de mente singu- en sus oficios y trazar las bases i d e o l ó g i c a s e institucionales de una larmente despierta, era a q u í típico de su clase. Hablaba de un «desor- república social y d e m o c r á t i c a , los conservadores dentro y fuera del den inaudito en las ideas del p u e b l o » " p r o v o c a d o por la R e v o l u c i ó n gobierno provisional unían fuerzas y esperaban la oportunidad de mo- de l e b r e r o : «Hste desasosiego natural en la mente del pueblo, con el dificar el equilibrio político. L o s reveses políticos de los obreros em- fermento inevitable de deseos, ideas, necesidades e instintos de la pezaron con una m a n i f e s t a c i ó n gigante el 16 de abril, que esperaban multitud, c o n s t i t u y ó la fábrica en la que los innovadores aderezaron que recrease el efecio del 17 de marzo. Pero esta vez el gobierno pro- esos modelos tan monstruosos y g r o t e s c o s » P e r o el d e s i n t e r é s altii- visional g u a r n e c i ó el trayecto con guardias nacionales armados y hos- nero de Tocqueville respecto al contenido de esos « i n n o v a d o r e s » ma- tiles, q u e cercaban a los obreros y les i n t e r r u m p í a n c o n gritos de nifiesta claramente que sus juicios eran enteramente a priori. E n un « ¡ A b a j o L o u i s B l a n c ! » y « ¡ A b a j o los c o m u n i s t a s ! » Proyectada como " Tocqueville, Alexis de. Recollecuons. Carden Ciiy. Nueva York. 1970. pág. 95. " Ihid. pÁg.^. " Ibid.. pág. 93. " Ibid.. págs. 90-1. " Ibid.. pág. 95, " Citado en Gosse/, Les ouvriers. pág. 247. 368 369 d e m o s t r a c i ó n del dominio obrero sobre la capital, la m an i f est aci ó n del brero. Su d i s o l u c i ó n significaba, por tanto, el definitivo abandono por 16 de abril r e v e l ó , por el contrario, su d e b i l i d a d " . Ivsa debilidad se la Asamblea Nacional de la república social. Disolver los talleres na- d e m o s t r ó de fonna mucho m á s decisiva en las elecciones del 23 de cionales era anular c l « d e r e c h o al trabajo», el derecho fundamental abril. L o s candidatos de la C o m i s i ó n L u x e m b o u r g no consiguieron sobre el que se c o n s t r u í a la v e r s i ó n obrera de la r e p ú b l i c a . Para los ganar en París, y a d e m á s conservadores y moderados ganaron en pro- obreros, el decreto del gobierno del 21 de junio era una violación del vincias de forma general. Desde el 23 de abril estaba claro que el contrato solemne forjado entre c l gobierno y et pueblo el 25 de fe- movimiento obrero parisiense sólo representaba a una p e q u e ñ a mino- brero. V i o l a d o e.se contrato, et pueblo no tenía otro curso que la insu- ría del pueblo soberano. Sus proyectos políticos y sociales resultaban, rrección. A s í . de la misma forma que la gran agitación obrera de co- por tanto, terriblemente vulnerables. m i e n z o s de los a ñ o s treinta t e r m i n ó en un levantamiento armado Si el 16 y el 23 de abril pusieron c l movimiento obrero a la defen- cuando el gobierno r e s t r i n g i ó el sagrado derecho de a s o c i a c i ó n , la siva, los acontecimientos del 15 de mayo lo iban a derrotar. L a insu- agitación obrera de ta primavera de 184« e n c e n d i ó las llamas de la i n - rrección abortada del 15 de mayo e m p e z ó como una manifestación en s u r r e c c i ó n cuando el gobierno a n u l ó el derecho sagrado al trabajo. favor de la independencia de Polonia, organizada principalmente por Pero donde la rebelión obrera de 1834 fue breve y fácilmente sofo- los clubes; cuando d e g e n e r ó en un d é b i l golpe r e v o l u c i o n a r i o , ta cada, el levantamiento de junio de 1848 fue largo y sangriento. D u r ó asamblea nacional se a p r o v e c h ó del desastre para disolver la C o m i - cuatro d í a s , alcanzando en su ápice el control de casi toda la mitad sión L u x e m b o u r g y procesar a Louis B l a n c " . Desde entonces ha.sta oriental de París, y sólo fue sofocado con un despliegue gigantesco de la insurrección de los obreros en los « D í a s de j u n i o » , los obreros se fuerza armada. U n o s m i l quinientos insurgentes murieron, y otros esforzaron en vano por salvar algunos restos de la r e p ú b l i c a s(x:ial. doce m i l fueron detenidos y encarcelados". Nada podía demostrar de Los delegados de la C o m i s i ó n Luxembourg intentaron mantener la d i - forma m á s contundente la fuerza y la hondura del movimiento obrero rección central del movimiento obrero.fundando una ScKiedad de cor- de la primavera de 1848 que el terrible sacrificio de vidas y libertades poraciones unidas y un p e r i ó d i c o , el Journal des ¡ravailleurs"*. Pero que le dieron fin. é s t o s nunca alcanzaron nada parecido a la autoridad de la C o m i s i ó n Luxembourg. C o n un gobierno hostil a los obreros, los convenios so- lemnes establecidos en tantos oficios parisienses ya no p o d í a n mante- DESPUÉS DE ;UNIO ' . . . nerse y los patronos los violaban normalmente. N o es sorprendente que el humor del movimiento obrero ,se volviera torvo y amenazador Los Días de Junio y su represión redujeron a ruinas el movimiento a medida que los notables logros de febrero y marzo se evaporaban en obrero parisiense. M i l e s de militantes murieron o fueron detenidos, se mayo y junio. puso a París en estado de sitio, se cerraron los clubes políticos, dejaron E l sentimiento de traición de los obreros llegó al límite el 21 de de publicarse muchos p e r i ó d i c o s radicales, las corporaciones obreras junio, cuando et gobierno e m i t i ó un decreto aboliendo los talleres na- se retiraron en desbandada, y la Asamblea " a^ ional a c e p t ó la dicta- cionales. L o s latieres nacionales, con todos sus defectos p r á c t i c o s , dura de E u g é n e de Cavaignac, el general que había sofocado la rebe- eran la materializac i ó n s i m b ó l i c a del « d e r e c h o al trabajo» establecido lión de junio. Durante varios meses, todo lo conseguido en ia prima- por el gobierno provisional al día siguiente de la R e v o l u c i ó n de Fe- vera de 1848 p a r e c i ó perdido. Pero cuando v o l v i ó a la capital cierto aire de v i d a p o l í t i c a normal en c l o t o ñ o de 1848, el m o v i m i e n t o " Para los reíalos del 16 de abril, vid. Duvcau, I84S. págs. 87-92, y Gossez., Us obrero r e s u r g i ó gradualmente. Aunque no r e c u p e r ó ni ta magnitud ni ouvriers. págs. 260-4, " I^s acusaciones conlra Blanc luvicron que ser descsiimadas en seguida ptir falla el entusiasmo desbordante de la primavera de 1848, el movimiento de pruclws. Sobre cl 15 de mayo, vid Amann. Pctcr. «A Jotirnée in thc Making: May obrero v o l v i ó a .ser una fuerza con la que h a b í a que contar. E n las 15. I848-. en Journal of Modern Hi.Uory. 42 (marzo de 1970). 42-69. y Hevoluiion and nuevas circunstancias p o l í t i c a s , sus formas y actividades se vieron Ma.tj Democracy. págs. 205-47; Duvcau. IMS. págs. 113-25; Gossez. Us ouvriers. págs, 264-6. " .Sobre los Dfas de Junio, vid. Duveau, IH48. págs, 132-56; Tilly y l ^ s . H U pcu " En Go.ssez. Us ouvriers. págs, 292-3, se publica un facsímil del manifiesio de la pie de Juin 1848.; Caspard. Cierre. «Aspccts de la lutte des classes en 1848: le rccmle- Swicdad de la.s corporaciones unida.v. Varios largos fragmentos del Journal des travai- menl de la Gardc Nationalc mobile». en Revue hislorique. 511 (iulio-sepliembre de lleurs se reeditan en Faure y Ranciare. U Parole ouvnére. págs. 298-323. 1974); 81-106. 370 371 ineviiablemenie modificadas. Aunque las corporaciones fundadas en ron manteniendo vínculos fratemales entre sf. Esta voluntad de solida- la primavera de 1848 perdieron parte de su aura pública y de su parti- ridad entre oficios se manifestaba en toda una serie de instituciones c i p a c i ó n de masas, la m a y o r í a c o n t i n u ó funcionando hasta el coup constituidas para unificar y coordinar las actividades de diversas cor- d'état de L u i s N a p o l e ó n en diciembre de 1851, proporcionando ayuda poraciones: el banco del pueblo, el sindicato general de asociaciones, mutua, tratando de hacer cumplir las tarifas y las condiciones unifor- la c á m a r a del irabajo, ta mutualidad de obreros, la solidaridad y la mes en los talleres y realizando negociaciones con los maestros y or- unión fraternal de asociaciones*'. C o m o puede deducirse de la rápida ganizando huelgas y boicoteos. Pero buena parte del esfuerzo dedica- sucesión de estas organizaciones, ninguna de ellas logró la autoridad do a la política y a obtener el respaldo de la C o m i s i ó n Luxembourg y de la C o m i s i ó n L u x e m b o u r g c o m o centro del m o v i m i e n t o obrero. el estado en la primavera de 1848 se d e d i c ó ahora al establecimiento Pero su m i s m a proliferación indica t a m b i é n cuan general era el deseo de asociaciones de productores. S i n poder contar ya con el aptjyo del de acción unificada. estado para realizar sus proyectos, y sin esperanzas inmediatas de vic- De a q u í que, aunque los medios y el tono del movimiento obrero toria por la fuerza amiada, los obreros trataron de construir una repú- c a m b i a r a n d e s p u é s de j u n i o de 1848. la v i s i ó n esencial s i g u i e r a blica social y d e m o c r á t i c a organizando «la r e p ú b l i c a en el taller»*». siendo notablemente constante, l-os obreros continuaron luchando en C o m o lo expresaba un sastre: « L a lucha armada queda suspendida, re- favor de una sociedad y un estado compuestos de corporaciones de sulta i n c l u s o i m p o s i b l e , ¡ b i e n ! , no nos desanimemos; empleemos obreros fratemales, d e m o c r á t i c a m e n t e organizadas, trabajando armo- otros m e d i o s . . . Juremos en su nombre vengar a los muertos dedi- niosamente en la gran tarea nacional del trabajo productivo. Los pro- cando todas nuestras fuerzas en favor del socialismo práaic(x»*\ yectos creados pitr los obreros en los últimos a ñ o s de la Segunda Re- l ^ j o s de abandonar la lucha, los obreros intentaron levantar su re- p ú b l i c a tienen en conjunto un aspecto f a m i l i a r . A s í , el B a n c o d e l pública de forma independiente, fuera de las instituciones del estado pueblo, un proyecto de cooperativa financiera fundada en 1849 para b u r g u é s . Continuaron concibiendo sus corporaciones como institucio- unir los esfuerzos de las asociaciones de productores, iba a incluir un nes públicas y el trabajo realizado por sus a.sociaciones como una fun- « S i n d i c a t o general de p r o d u c c i ó n , compuesto por delegados elegidos ción pública. A s í . el t é n n i n o «funcionario» c o n t i n u ó apareciendo en en cada indu.siria», que «constituiría la c o r p o r a c i ó n libre y d e m o c r á - sus escritos. E l Almanaque de las nuevas corporaciones, redactado en tica como un r é g i m e n absoluto y definitivo para todos los trabajado- 1851, afirmaba: res»*'. E l mismo a ñ o un « E n s a y o p r á c t i c o sobre la o r g a n i z a c i ó n del trabajo aplicable a la industria del b r o n c e » declaraba que cada oficio A la idea de pura resistencia a la baja de los salarios (los obreros] debe reunirse ^ han artadido la idea de a s o c i a c i ó n c o n una perspectiva de [xjsesióii de los instrumentos de trabajo, asociaciones que tienden a elevarles a la c o n d i c i ó n de funcionarios de las c o r p o r a c i o n e s " . para regular sus intereses, defender sus derechos, darse un poder ba- sado en elecciones, cubriendo jerárquicamente todo el camino hasu el poder central que será el organizador y director del trabajo... [este po- O . en palabras de otro obrero, los miembros de las asociaciones der| dependerá de una comisión de delegados de diferentes indus- «se hacen, como trabajadores, funcionarios de t o d o s » "\e la d i - trias". solución de la C o m i s i ó n Luxembourg q u e b r ó tcxlos los v í n c u l o s insti- tucionales entre tas corporaciones obreras y el estado, los obreros veían E n 1850, el p e r i ó d i c o Le Socialisie expresaba una visión similar t o d a v í a sus asociaciones c o m o cuerpos p ú b l i c o s . Las corporaciones de un gobierno del trabajo. obreras y las asociaciones de productores que patrocinaban continua- ** Citado en Gossez, Us ouvriers. págs. 155-6. Sobre los csiaiulus de una de esas Que la Asamblea Nacional se convierta mediante el sufragio uni- asociaciones, la Unión de estivadores y descargadores del puerto de Le Havre, vid. versal organizado y cl voto por sectores en un vasto congreso de traba- VauTc y kanciére. Lu PmuU ouvnére. págs. 427-34. jadores de todos los sectores, en una representación directa y universal " (nado en (iossez. Us ouvriers. pág, 316. del trabajo nacional, siempre re.sponsable y revocable, cuyos mandatos " Citado CM Ihid.. pág. 355. * Goiücz, Us uuvners. págs, 334-51. " - l i e s difrcrcnies fonnes ilc rai»MM:iatiun ouvríirc», por cl obrero de sastrería Fie- " /Í>(J . pág. 336. rre Wahry. rccdiuidü en Faure y Ranciére. Ui Parole ouvriére. pág. 441. " Ibid.pág. 1.54. 372 373 sean imperativos; de esa forma ministerios y administraciones serían las exigencias de la legalidad republicana. Pero L u i s N a p o l e ó n ignoró sólo ministerios y administraciones de las diversas funciones del tra- todas e.sas ataduras. Di.solvió la A.samblca Nacional, hizo una purga bajo, libremente centralizado". de todas las autoridades que no le s e r v í a n c o n lealtad, c l a u s u r ó los clubes y los periódicos radicales, ilegalizó las corporaciones obreras, Y en septiembre de 1851, el socialista Fierre Lcroux se dirigía a excepto las .s<KÍcdades de ayuda mutua auHjrizadas. y e n c a r c e l ó , des- un banquete general de la c o r p o r a c i ó n de tipógrafos. Se sintió impre- terró o puso bajo vigilancia a miles de militantes republicanos y so- sionado, decía, por cialistas. E l aparato represivo del Segundo Imperio fue mucho m á s eficaz y m á s duro que cl de la R e s t a u r a c i ó n o et de la M o n a r q u í a de cl progreso de la idea de corporación.... de corporaciones organizadas Julio, y durante toda una d é c a d a d e s p u é s del coup d'état, las corpora- a la vista de la República sobre un modelo republicano... ¿No habéis ciones obreras tuvieron que oKservar la clandestinidad m á s estricta oído a los delegados de los tipógrafos de Bruselas, Ginebra. Turín de- simplemente para s o b r e v i v i r . L o s logros institucionales del m o v i - ciros que adoptan vuestra esperanza y vuestro objetivo de fomiar un miento obrero de la Segunda R e p ú b l i c a no fueron mucho m á s durade- día un solo cuerpo con vosoiro.s?... Pronto se conocerá en toda Europa ros. Las corporaciones obreras d e m o c r á t i c a s fundadas en 1848 fueron que es en ASOCIACIÓN en tomo a los instrumentos del trabajo, .según destruidas en 1851. y aunque unas pocas a.sociaciones de prcxluctores las diversas funciones de la ciencia, del arte y de la industria, como se encuentra la verdadera sociedad humana, la que hace solidarios a to- sobrcviviertm al golpe, quedaron aisladas, reducidas y a la defensiva. dos los hombres, liberándolos así. Sois vosoinis. ciudadanos, el ger- Pero aunque pocas de las creaciones institucionales de los obreros men de la corporación de tipógrafos, anunciáis al mundo la fonnación pudieron sobrevivir a la represión de los a ñ o s cincuenta, las pautas es- de esa función .social... La profesión, así comprendida, es una reli- tablecidas y las ideas elaboradas de 1848 a 1851 tuvieron un efecto gión... Sí, habéis hecho una gran invención que se considerará en los duradero. Entre 1848 y 1851 el socialismo t o m ó forma por primera siglos por venir como el mismo invento de Gulenberg... ¡deseáis pro- vez c o m o movimiento de masas, y los movimientos obrero y socia- clamar la REPÚBLICA TIPOGRÁRCA! [cstruendosos aplausos]. Entonces, lista francés de los a ñ o s siguientes continuaron llevando la marca de dueños colectivos de los instrumentos de trabajo, no habrá ya un mo- sus o r í g e n e s . C o m o ha demostrado B e m a r d M o s s . la visión de la fu- narca entre vosostros y seréis socios**. tura sociedad .socialista como una federación de sectores gobernados d e m o c r á t i c a m e n t e que poseían colectivamente los medios de produc- Por tanto, la futura repiíblica del trabajo se fundaría en corpora- ción d o t n i n ó el movimiento .socialista y el movimiento obrero francés ciones d e m o c r á t i c a s y republicanas, organizadas c o m o asociaciones hasta la Primera Guerra M u n d i a l " . Este « s o c i a l i s m o federalista secto- de productores y vinculadas mediante representantes elegidos en un rial», como lo denomina M o s s , p a s ó por i r - i , h.is transformaciones en estado solidario de obreros. E n la visión de Fierre Leroux, al menos, el siglo XIX, desde el proudhonismo moderado y pacífico de la sec- la república del trabajo superaría incluso las fronteras nacionales, con- ción francesa de la Internacional en los a ñ o s sesenta, a los efímeros virtiendo a lodos los trabajadores del mundo en una familia armo- proyectos socialistas de la C o m u n a de P a r í s , hasta el c o l e c t i v i s m o niosa y productiva. L a idea de una r e p ú b l i c a obrera, que s u r g i ó ini- revolucionario de los a ñ o s posteriores a 1880. Esta visión es sobre cialmente en el m o v i m i e n t o en torno a la C o m i s i ó n L y x e m b o u r g , todo evidente en el anarcosindicalismo de la Confédération Genérale s i g u i ó siendo el leitmotiv del socialismo de la clase obrera hasta el du Travail. pero subyace t a m b i é n a los programas de todas las otras mismo ftn de la Segunda R e p ú b l i c a . Incisiones del socialismo francés de fines del siglo x i x y comienzos Sin embargo, la continuidad del movimiento obrero q u e d ó defini- del XX — l o s Broussists, Guesdists y Allemanists, las Bourses du Tra- tivamente rola por c l coup d'éíüt de L u i s N a p o l e ó n en diciembre de vad y el Partí Ouvrier—. S ó l o con el estallido de ta Guerra M u n d i a l , 1851. L a represión que s i g u i ó al coup d'état fue mucho m á s desas- la R e v o l u c i ó n Bolchevique y la fundación del partido comuni.sta. el trosa para los obreros que la que siguió a los Días de Junio. A los go- socialismo francés a b a n d o n ó definitivamente la visión sociali.sta cor- biernos conservadores que gobernaron en Francia d e s p u é s de junio de porativa asumida en 1848. 1848 les estorbaron en sus intentos de reprimir el movimiento obrero " ¡bid.. pág. 370. " Moss, French Labor Movemcnl. " Ihid págs. 3ft0. 389. 374 375 Documents Similar To Sewell - La Revolución de 1848Skip carouselcarousel previouscarousel nextLa revolución rusaTrabajo Poderes Del Estado de Chiletrabajo poderes del estado de chile.docLos SovietsDERECHO AL TRABAJO Y DERECHOS LABORALESVergara. 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