SATD 2 Capitulo II Tesis Doctoral

March 18, 2018 | Author: gustavoalonzojaime | Category: Planning, Democracy, Public Administration, Decision Making, Government


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UNIVERSIDAD YACAMBÚ VICERRECTORADO DE INVESTIGACIÓN Y POSTGRADO INSTITUTO DE INVESTIGACIÓN Y POSTGRADO DOCTORADO EN GERENCIASEMINARIO AVANZADO TESIS DOCTORAL II Capitulo II Autor: Jaime Gustavo CI Nº 11962050 Marzo 2014 UNIVERSIDAD YACAMBÚ VICERRECTORADO DE INVESTIGACIÓN Y POSTGRADO INSTITUTO DE INVESTIGACIÓN Y POSTGRADO DOCTORADO EN GERENCIA SEMINARIO AVANZADO TESIS DOCTORAL II Capitulo II Autor: Jaime Gustavo CI Nº 11962050 Marzo 2014 CAPÍTULO II REFERENCIAL TEORICO “El mundo no va a superar su crisis actual usando el mismo pensamiento que creó esta situación” Albert Einstein Las organizaciones están obligadas a definir estrategias que le permitan el acceso al mundo competitivo de hoy, y si estas estrategias no van acompañadas de las herramientas de gestión que garanticen su materialización, los esfuerzos serán inútiles. El éxito empresarial o institucional por lo tanto, exige una continua adaptación de la organización a su entorno y la competitividad se convierte en el criterio económico por excelencia para orientar y evaluar el desempeño dentro y fuera de la empresa. En ese sentido, la investigación planteada, que lleva por título Pensamiento estratégico prospectivo como herramienta para una gerencia municipal transformadora y transcompleja. Caso de estudio: Alcaldía municipio Ezequiel Zamora, estado Cojedes, asume como corriente gerencial, la Administración del cambio, que propone según Campos (2012), “una serie de estrategias para un aumento del desempeño en un entorno cambiante y globalizado, apoyándose en las estrategias del Desarrollo Organizacional” (p. 113). Por cuanto, las exigencias del mundo actual también influyen en la percepción de la gestión de las instituciones públicas. Dentro de este contexto, se presentan a continuación algunos estudios de doctorado o post doctorado relacionados con la investigación, originados en diversas universidades nacionales e internacionales, los cuales sirven de soporte y fundamentación a la misma, ya que se orientan al estudio de los factores que conforman este trabajo de investigación. Precedentes de la Investigación Precedentes Internacionales En primer lugar se cita el trabajo de Martí (2009), en su investigación titulada “Aproximación a la dirección estratégica corporativa de los grupos Prisa y Vocento a través de la aplicación del modelo Kase de decisiones estratégicas de los hombres vértices ”, tesis doctoral de la Universidad Complutense de Madrid, España, cuyo objetivo es estudiar la dirección estratégica corporativa de los dos principales grupos de comunicación españoles a través del modelo Kase de toma de decisiones estratégicas y su énfasis en la figura del hombre vértice desde un modelo explicativo válido. La metodología utilizada es la de un estudio exploratorio de caso que busca una descripción plausible de los parámetros de decisiones estratégicas de los principales responsables corporativos de los grupos de comunicación Prisa y Vocento. La principal conclusión de esta tesis doctoral se basa en que los mental squemata, concepto con un sólido entroncamiento en la literatura especializada sobre procesos cognitivos y su relación con la toma de decisiones, constituyen simplificaciones de la realidad compleja e influyen en las decisiones estratégicas cuando el decisor los utiliza para enfrentar situaciones nuevas y formular problemas. El análisis de los squemata estratégicos de los hombres de vértice ayuda a comprender la elección de determinadas alternativas estratégicas como respuesta a las fuerzas que operan en el entorno. La relación de esta investigación con la tesis doctoral que se realiza se basa en que ambas asumen la dirección estratégica como un factor clave en función del proceso de toma de decisiones asertivo para el logro de los objetivos organizacionales y especialmente por el énfasis que ambas investigaciones centran en los gerentes – hombres vértice en este campo de estudio. Asimismo Sarria y Becerra (2010), en su investigación titulada “Aplicación del enfoque prospectivo para la gestión del desarrollo local ” (2008), tesis doctoral de la Universidad de Cienfuegos de Cuba, la cual se plantea como objetivo establecer una metodología que permita trazar estrategias, políticas y acciones que contribuyan a impulsar el desarrollo en las localidades. El estudio asume la dimensión espacial del desarrollo aplicándose a la localidad y adopta la metodología propuesta por Michel Godet, la cual permite hacer un análisis de las tendencias considerando variables cuantitativas y cualitativas. Las variables fueron procesadas mediante el análisis estructural con la finalidad de establecer las relaciones entre las mismas. La investigación concluye en que la prospectiva asume una significación especial como fundamento para la planificación estratégica con el objetivo de impulsar el desarrollo. La relación de esta investigación con la tesis doctoral que se realiza se basa en la relación que ambas coinciden en el estudio de la prospectiva como herramienta promotora del desarrollo local o municipal, sus ventajas y beneficios para la gerencia y para los ciudadanos que hacen vida en las comunidades. Astigarraga (2012), “La función prospectiva en las organizaciones. Situación actual y tendencias de futuro ”, tesis doctoral de la Universidad de Deusto de San Sebastián, España; plantea como objetivo es Analizar el uso de la prospectiva, fundamentalmente en cuanto a la búsqueda y análisis sistemático de tendencias del entorno competitivo por parte de la empresa. La metodología empleada es exploratoria, bajo el estudio de casos, análisis de sistemas aplicados en empresas españolas. - Encuesta Delphi a expertos para identificación y análisis de tendencias de futuro. La principal conclusión del estudio se basa en que en el marco de la actual globalización cualquier empresa - y, por extensión, cualquier organización - se ve en la necesidad de elaborar estrategias que orienten sus líneas de actuación en el futuro a corto, medio y largo plazo, labor que debería realizarse de forma periódica y sistemática, y en la que la prospectiva se ha revelado como instrumento clave de apoyo a ésta tarea. La relación de esta investigación con la tesis doctoral que se realiza se basa en que ambas coinciden en su orientación hacia el pensamiento estratégico y el pensamiento de largo plazo como garante de una planificación y dirección prospectiva que enlace la visión, misión, objetivos y el esfuerzo de las organizaciones hacia el logro de sus fines. Precedentes Nacionales En cuanto a los antecedentes nacionales de la investigación, se cita en primer lugar a Perozo (2010), en su trabajo titulado “Pensamiento estratégico y gestión del talento humano en gerentes corporativos”, tesis doctoral presentada ante la Universidad Rafael Belloso Chacín (URBE), plantea como objetivo determinar la relación entre pensamiento estratégico y gestión del talento humano en los gerentes corporativos de las empresas de servicio del sector petrolero del estado Zulia, según las teorías expuestas por Ohmae (2004), Nonaka y Takeuchi (2003), Mitzberg y Walters (2001), Morín (2001), Maurik (2001), Chiavenato (2000) entre otros. El tipo de investigación fue descriptiva y de campo asumiendo como diseño de investigación no experimental y transaccional. La población objeto de estudio fue de cuarenta y dos (42) gerentes pertenecientes a diversas empresas petroleras en el ramo. Se diseñaron dos instrumentos tipo cuestionarios escala Lickert, el primero de ellos versión PEGC-2005 con cincuenta y seis ítems y la última versión GTHEGC-2005 con cuarenta y uno. Su validación se obtuvo a través del juicio de expertos (10) en el área y la confiabilidad por el método de Alfa Cronbach. Las conclusiones del estudio demostraron que las empresas objeto de estudio se ubicaron en una categoría moderadamente eficiente en relación con la presencia del pensamiento estratégico; en cuanto a la caracterización de los procesos para la gestión del talento humano se determinó moderadamente eficiente, mientras la relación entre ambas variables se ubicó según la fórmula de Pearson en 0,195; lo cual indico una relación casi nula entre las mismas. La relación de esta investigación con la tesis doctoral que se realiza se basa en la importancia que ambos estudios otorgan al pensamiento estratégico como orientador efectivo de las acciones del talento humano del área gerencial en las organizaciones. Asimismo, Añez, Bozo y Gamboa (2009), en su trabajo titulado “Pensamiento estratégico en la formación gerencial del alto gerente municipal”, estudio postdoctoral realizado en la Universidad del Zulia, se plantean como objetivo estudiar la importancia del pensamiento estratégico en la formación de carácter gerencial del alto gerente municipal. La metodología empleada es de tipo descriptiva documental. El análisis evidencia que los programas de educación formal no enseñan a los gerentes lo que más necesitan para lograr el éxito; este debe desarrollar la costumbre de pensar estratégicamente, y debe ser un estimulante ejercicio mental. El gerente municipal debe ser esencialmente un estratega, con visión de futuro, que pueda interpretar y producir los cambios sin originar conflictos, donde predomine el interés colectivo. La relación de esta investigación con la tesis doctoral que se realiza se basa en la relevancia que ambas investigaciones otorgan al pensamiento estratégico como determinante en el éxito de la formación gerencial del denominado alto gerente municipal, a fin de optimizar sus funciones en la gestión de las instituciones públicas Dentro de este contexto, González (2009), en su investigación titulada “Hacia una Teoría hologógica sobre la formación universitaria hologramática desde la perspectiva del pensamiento complejo”, tesis doctoral presentada ante la Universidad Nacional Experimental de la Fuerza Armada (UNEFA), cuyo objetivo es descifrar las realidades fraccionadas dentro del variado mundo de las subjetividades individuales de los educadores, en relación a los procesos docentes que facilitan en la universidad, construyendo, finalmente, un marco multidimensional caracterizado por la presencia de un pensamiento que procura dar cuenta de la vida cotidiana del individuo y devela a partir de una realidad aprehendida hermenéuticamente -desde el enfoque de la complejidadpara transformarla en supremos espacios filosóficos, ontológicos, epistemológicos, cognitivos, praxeológicos, sociológicos y teleológicos, interarticulados transdisciplinariamente, procurando plasmar una mirada poliocular de la formación universitaria hologramática La metodología de la investigación obedece a un enfoque cualitativo que, en virtud de su carácter dialéctico y sistémico, posibilitó identificar la naturaleza profunda del mismo. La posición epistémica de la investigadora, es fenomenológica-hermenéutica con orientación compleja-dialógica, camino articulador o de autoconstrucción de conocimiento hacia el pensamiento complejo y el método, con una estrategia del pensamiento dirigido a la complejidad. La principal conclusión del estudia versa sobre todas las nuevas tendencias, las cuales siempre se entrelazan a modo de red y de espiral, y sugieren el establecimiento en el pensar redificado, biológico, cultural, social, de otros órdenes de pensamiento y epistemologías ante los desafíos de la era actual. La relación de esta investigación con la tesis doctoral que se realiza se basa en que ambas asumen al pensamiento complejo como generador de teorías de vanguardia en el área de formación gerencial, especialmente dentro de un contexto sistémico, integral y holístico. En este orden de ideas, Franco (2012), en su tesis doctoral “ El Pensamiento Estratégico en los Gerentes Basado en la Filosofía de los Institutos Autónomos del Sector Público ”, refleja como objetivo primordial internalizar el pensamiento estratégico en los gerentes con base en la filosofía de los Institutos Autónomos del sector público. La tendencia epistemológica en la que se enmarca este estudio para indagar sobre el pensamiento estratégico en los gerentes basado en la filosofía de los Institutos Autónomos del sector público del Estado Trujillo, es tipificada bajo el paradigma positivista, el tipo de investigación es descriptiva. La población objeto de estudio son los gerentes de estos institutos. Los resultados obtenidos evidencian en el nivel gerencial, que no cuentan en su totalidad con una filosofía de gestión, que constituya una guía para la conducción de manera efectiva de tales instituciones. Este estudio se complementa con la tesis doctoral que se realiza por cuanto las dos sostienen que el pensamiento estratégico de los Gerentes si es realmente efectivo se hace parte integral de la Filosofía de las instituciones del Sector Público. Finalmente Álvarez (2009), en su estudio titulado “ Prospectiva Tecnoestratégica de la Investigación en las Universidades Autónomas Venezolanas”, tesis doctoral de la Universidad Nacional Experimental de la Fuerza Armada (UNEFA), que plante como principal objetivo construir a través del concepto de prospectiva tecnoestratégica el futuro deseado de la investigación en las Universidades Autónomas Venezolanas. La principal conclusión de esta investigación radica en la identificación de los factores que caracterizan la situación actual de las Universidades Venezolanas, para de allí determinar las “variables estratégicas” que las concretan y definen. Estas condiciones iniciales permiten señalar su proyección y evolución en materia de ciencia y tecnología por medio de los escenarios que marcan su posible evolución al horizonte del año 2025. Esta investigación se corresponde con la tesis doctoral que se realiza debido a su interés por estudiar las variables tecnológicas estratégicas que permitan construir una teoría gerencial con base en el pensamiento estratégico prospectivo que siente las bases de una gerencia publica transformadora y transcompleja. Referentes Teóricos Las fuentes bibliográficas utilizadas en esta investigación se centran en teorías acerca del Pensamiento estratégico prospectivo como herramienta para una gerencia municipal transformadora y transcompleja. Gestión De acuerdo a lo expresado por Sexton (1994) la estructura de la organización es “el plan para la disposición sistemática del trabajo” (p.124). De lo cual se desprende, que las empresas para lograr un buen funcionamiento, así como una efectividad y competitividad en el mercado, deben valerse de la organización, una manera de llevar y controlar las actividades que se desarrollan en la misma; es decir, que el éxito de la productividad empresarial se encuentra en su ímpetu de querer hacer bien el trabajo para así obtener los resultados esperados. Por su parte, Barnad (1994) define la organización de la siguiente forma: Organización simple y compleja, es siempre un sistema unipersonal de coordinar esfuerzos humanos; siempre con el propósito de unificar principios con la indispensable habilidad para comunicarse manteniendo al personal dispuesto y satisfecho, realizando el trabajo con eficiencia y unido en la consecución del propósito institucional. (p.10) De acuerdo a ello, se puede señalar que la organización desde el punto de vista general, empresarial o institucional, viene a ser la conjugación de muchos elementos entre sí, tales como: talento humano, recursos materiales, equipos, materia prima, los cuales es necesario su interrelación para lograr los objetivos planteados. Dentro de este contexto, parafraseando a Ruiz (2003), la administración, es la ciencia de la dirección de la acción humana dedicada a resolver las necesidades que emergen en la interacción social. Es así, como la administración se aplica a cualquier tipo de organización, sea grande, mediana o pequeña, lucrativa o no lucrativa, pública o privada, donde se requiere que se realicen actividades en conjuntos y se organice la utilización y dirección de los recursos disponibles: técnicos, físicos y humanos, con la finalidad de lograr eficientemente sus objetivos. En este sentido Quiroga (2001), señala que: La administración pública es un sistema social, es decir un conjunto de elementos en interacción constante que obedece a su propia lógica, distinta a cada una de las partes y que mantienen interacción con su medio. La administración pública no es un sistema cerrado en sí mismo, mantiene relaciones y cumple funciones en una sociedad global y en el sistema político vigente (p. 29). De allí que la gestión de la administración es el soporte que garantiza el buen funcionamiento de todas las operaciones en las organizaciones. Lo anterior en la medida que ella (gestión de la administración) como proceso es la columna para la gestión económica y para la gestión financiera, abarcando a la organización como tal en su dimensión interior. Desde esta óptica se puede precisar que la gestión de la administración como practica social y proceso, comprende funciones y actividades que se llevan a cabo para ayudar a materializar los objetivos y fines de la organización. Y su labor está referida fundamentalmente a procesos decisorios de la gerencia general y sus equipos, que como niveles organizativos en la estructura formal ocupan el nivel de ejecución. La gestión de la administración para esta investigación está fundamentada por procesos administrativos aunados al proceso racional de coadyuvar, con niveles de exigencia y esfuerzos, a lograr los fines y objetivos organizacionales influyendo sobre el comportamiento de los empleados. Todo dentro de un medio ambiente interno apropiado que facilite la realización de acciones por parte del factor humano; acciones que intentan lograr los objetivos y propósitos de la organización en general y los objetivos de las personas involucradas en todo ese proceso en particular. Dicha gestión se cimienta en la organización, que implica la coordinación de actividades que realiza un grupo de personas para alcanzar un objetivo común. Una buena organización no se limita a distribuir a cada quien sus tareas, ni a los factores físicos para ejecutar las labores, sino que combinan los tres aspectos a manera de cumplir eficazmente los objetivos trazados, es decir, asignan actividades específicas, las personas que las cumplen y las condiciones para que éstas se cumplan. De lo anteriormente expuesto, se puede inferir que el desenvolvimiento de la administración pública no puede estudiarse independientemente de los cambios que se producen en el medio político y social, ya que su equilibrio y estabilidad interna dependen del contexto en el cual se desenvuelven por ser sistemas abiertos. En ese sentido, las nuevas corrientes administrativas, han puesto un énfasis primordial en lo que se ha denominado enfoque de orientación al cliente. Desde este punto de vista una empresa será exitosa si ofrece un bien o Servicio de Calidad y logra satisfacer las necesidades de sus clientes. De igual manera, la reingeniería de negocios y el enfoque de calidad total, consideran dentro de sus esquemas conceptuales esta idea de orientación al cliente. Para ello debe quedar claro que la calidad es cumplir con los parámetros de producción y a su vez con las necesidades y expectativas de los clientes. Según Lozano (2007), la filosofía básica del aseguramiento de la calidad, es promover una Cultura de Prevención de forma tal que los problemas sean anticipados y eliminados antes de su generación. Cuando estas tendencias empezaron a cobrar fuerza, se pensó que no eran aplicables al ámbito gubernamental, tomándose como principal argumento la naturaleza diferente de las organizaciones públicas y las privadas. Aunque los objetivos de lucro en las empresas privadas, hacen que las técnicas y procesos aplicados en estas, no sean factibles de adaptar al ámbito gubernamental, que tiene objetivos sociales. Estos objetivos sociales se podría sintetizar en generar las condiciones necesarias para garantizar el bienestar de los ciudadanos, lo que coincide con el enfoque de orientación al cliente, sólo que aquí sería orientación al ciudadano. Todos los gobiernos enfrentan deficiencias en sus sistemas de planeación pues carecen de claridad estratégica y de la administración por proyectos. Más grave aún es el hecho de que los sistemas presupuestales y de contraloría están enfocados al control por actividades, no por resultados. Esto provoca exceso de controles hacia el interior, poca efectividad hacia el exterior, desperdicio de recursos y mucha dispersión de esfuerzos. La mayoría de los planes y programas son textos que no aterrizan en objetivos y metas concretas. Gobiernos más avanzados han incluido en su cultura la planeación estratégica (largo plazo) y la administración por proyectos (año en curso) y un sistema de control por resultados. Siendo las cosas así, resulta claro que es necesario que la administración pública genere sus propios sistemas y modelos que le permita controlar su gestión. La gestión está caracterizada por una visión más amplia de las posibilidades reales de una organización para resolver determinada situación o arribar a un fin determinado. Puede asumirse según Calvo (2006), como la disposición y organización de los recursos de un individuo o grupo para obtener los resultados esperados. Desde la perspectiva más general, es una forma de alinear los esfuerzos y recursos para alcanzar un fin determinado. En este sentido esta investigación asume el concepto de Puentes (2008), según el cual: La gerencia pública es el conjunto de conocimientos, métodos, técnicas y demás elementos que facilitan la toma de decisiones así como la conducción de las entidades públicas hacia el cumplimiento de los fines para los cuales fueron creadas, con miras a obtener los mejores resultados posibles para toda la población de un territorio determinado, sea este nacional, regional, departamental o municipal (p. 20). Es así como desde la perspectiva del presente estudio, con la gestión pública se busca incrementar su capacidad organizacional para responder a las nuevas demandas y de asumir nuevos valores en la cultura institucional que las torne eficientes y eficaces en el logro de los objetivos que hacen realidad el contenido de su misión propia. Por supuesto que para ello es necesario incrementar los niveles de planificación estratégica y control de gestión. Planificación Estratégica La planificación estratégica pública puede constituirse en la herramienta más potente para producir transformaciones profundas en la manera de diseñar y hacer gobierno en Latinoamérica. Este método puede transformar la política tradicional en una política moderno, dotada de un método serio y riguroso, que precede y preside la acción de gobierno; capaz de procesar los problemas de la realidad que se desea gobernar; diseñar operaciones, trabajar con escenarios y diseño estratégico y dotar a la oficina del gobernante de sistemas de alta dirección que garanticen la gerencia eficaz, eficiente y efectiva del plan de gobierno. Tal como lo señala Iveplan (2006): “Planificar es un proceso complejo y multidimensional que se da en un contexto signado por una concepción amplia del desarrollo según la cual se considera el aprovechamiento de la vocación y las del territorio” (p. 05). Es así como en la actualidad surgen nuevas tendencias en el campo de la planificación y la gestión, centradas en la participación de los involucrados (miembros de las comunidades beneficiadas o afectadas por las acciones a tomar) y procurando el mejoramiento de las capacidades institucionales, a fin de abordar los problemas y las necesidades del colectivo de manera eficaz y eficiente. Estas nuevas tendencias dejan atrás, la teoría de la planificación tradicional que está sustentada en los postulados de la ciencia económica, donde se considere como único recurso escaso el de tipo económico. Mientras que la planificación estratégica pública plantea un enfoque mucho más amplio del uso de recursos en el proceso de planificación y en el ámbito de gobierno. Los recursos económicos son importantes y hasta determinantes para una gestión, pero en el difícil arte de diseñar y hacer gobierno pueden darse situaciones donde el recurso económico es abundante y los escasos sean el político, el cognitivo o el organizativo y serán éstos los que determinarán el signo del balance de gestión de gobierno. El Municipio como entidad territorial de gestión. Justificación de los gobiernos locales En la Atenas antigua, considerada frecuentemente como la cuna de la democracia, los ciudadanos se reunían en asambleas citadinas públicas para votar directamente sobre los asuntos de la ciudad. Ahí nace el ideal de la democracia local que postula la participación activa y directa de los ciudadanos en los asuntos locales. Este ideal de la democracia local también formó parte de las ideas políticas y filosóficas en los inicios de las democracias occidentales. Así, por ejemplo, los fundadores de los Estados Unidos de América consideraban los “Town Meeting”, aquellos espacios públicos en los que los habitantes de una ciudad se reunían para decidir sobre las políticas y el presupuesto de su ciudad, como la verdadera forma de la democracia. Formas similares encontramos en América Latina, tanto en la época precolombina como en la colonia, bajo la forma de “cabildos abiertos”. En Inglaterra, el padre del liberalismo británico en el siglo XIX, John Stuart Mill, era un ferviente defensor del gobierno local por considerarlo la forma más accesible de la democracia, el lugar donde las personas comunes tenían la mejor posibilidad de ver la democracia en acción y aprender cómo funciona la misma mediante la participación directa. Para John Stuart Mill, el gobierno local democrático educa a los ciudadanos en el ejercicio práctico de la democracia así como en el manejo de intereses comunes y la persecución de motivos públicos. A pesar que las democracias modernas han tenido que desarrollar formas de representación y de delegación del poder de decisión, el ideal de la democracia local ha perdurado en el tiempo y sigue siendo, en mayor o menor grado, una aspiración de las democracias contemporáneas. Pero, a diferencia de la Atenas antigua, en la actualidad, la participación directa de los ciudadanos en los asuntos locales es una condición necesaria, pero no suficiente para la legitimidad democrática de un gobierno local. La legitimidad democrática resulta del respeto y fomento de todos los derechos de participación e inclusión de la población, incluyendo el derecho a elegir a sus autoridades locales, así como el derecho a ser elegidos como autoridad local. El que los gobiernos municipales surjan de elecciones limpias es la base para que puedan ser dotados de autonomía e independencia, de personalidad jurídica propia, presupuesto propio y normas propias de funcionamiento y todo esto es, a su vez, un elemento indispensable para el desarrollo de la democracia y la ciudadanía así como para acelerar el desarrollo socio-económico del país respectivo. El municipio en la historia de Venezuela ha jugado un papel significativo, no sólo en la Colonia con su práctica autonómica, sino en su dimensión política a propósito de la Independencia y de la génesis de la República. De igual manera la presencia del municipio en particular y de las entidades locales en general, así como su caracterización en la historia constitucional de Venezuela, de alguna manera sirven de elementos para identificar el paradigma político de las distintas Cartas Magnas y el momento histórico-social que ha vivido el país. En opinión de Corredor y Díaz (2008): De las 26 Constituciones que ha tenido la República, durante el período que corresponde a los años de 1811 hasta nuestros días, la presencia del municipio constituye un elemento a evaluar para caracterizar el modelo político del momento, el rol del parroquiano en la construcción de la patria cotidiana y la dimensión histórica política de la República (p. 02). A partir de la Constitución de 1961 se establece la responsabilidad del Estado venezolano sobre la organización y división político territorial de los municipios y demás entidades locales, bajo la concepción de un Estado Federal y un gobierno democrático, representativo, responsable y alternativo. Por su parte la CRBV (1999), contempla directamente 16 artículos que comprenden el quehacer de las entidades locales en su jurisdicción, además del resto de artículos que regulan la dinámica de la gestión pública e involucran al municipio. Asimismo el municipio se asume como paradigma político de la democracia representativa, protagónica y participativa, donde la comunidad, además de elegir a sus representantes participa, es protagónica, revoca y es corresponsable. La soberanía reside en el pueblo y es intransferible, ejerciéndose directamente e indirectamente mediante el sufragio universal. El paradigma de la democracia participativa venezolana se define en términos de “democrático, descentralizado, alternativo, pl uralista y de mandatos revocables”. En la actualidad, y especialmente en Venezuela, el municipio está ganando protagonismo como agente portador de poder y facilitador del desarrollo local. Institucionalmente el municipio en Venezuela es considerado como “la unidad política primaria de la organización nacional de la República, que goza de personalidad jurídica y ejerce sus competencias de manera autónoma, conforme a la constitución nacional y la Ley Orgánica del Poder Público Municipal de 2005”. (CRBV, 1999: Art. 168 y LOPPM, 2005: Art. 2). Es por eso que el municipio venezolano, como persona jurídica pública territorial, tiene la facultad de administrarse y gobernarse a sí mismo dentro de su competencia, cumpliendo fines públicos específicos y haciendo uso para ello de normas y órganos de su propio gobierno, refiriéndose dentro de estos términos a la autonomía. La Carta Magna (1999) y la LOPPM (2005) señalan que la autonomía municipal comprende tanto la elección de sus autoridades, la gestión de las materias de su competencia y la creación, recaudación e inversión de sus ingresos, así como el ordenamiento y la organización jurídica municipal, con la finalidad de impulsar el desarrollo social, cultural y económico sustentable de las comunidades locales, según los fines del Estado venezolano. Igualmente plasman que comprende crear parroquias y otras entidades locales; crear instancias, mecanismos y sujetos de descentralización conforme a la constitución nacional y la Ley; asociarse en mancomunidades y demás formas asociativas intergubernamentales para fines de interés público determinado; legislar en materia de su competencia, y sobre la organización y funcionamiento de sus distintos órganos; controlar, vigilar y fiscalizar los ingresos, gastos y bienes municipales, así como las operaciones relativas a los mismos; impulsar y promover la participación ciudadana en el ejercicio de sus actuaciones y las demás actuaciones relativas a los asuntos propios de la vida local conforme a su naturaleza. Es importante señalar que el municipio venezolano además de contar con la autonomía antes mencionada y con competencias específicas desarrolladas ampliamente por el ordenamiento jurídico incorpora la participación ciudadana al proceso de definición y ejecución de la gestión pública y al control y evaluación de sus resultados, en forma efectiva, suficiente y oportuna. En la construcción de una nueva dinámica de la gestión pública, resultado de los preceptos constitucionales de 1999, la participación ciudadana junto con la información y la capacitación, constituyen el eje impulsor de los procesos de transformación política, económica y social del país. Gestión Pública Municipal Existe una extensa aceptación para determinar la eficacia y eficiencia de la gestión pública municipal con base en indicadores de calidad que establezcan como óptima la conducción del proceso político. Estos criterios de calidad deben servir también para delimitar formas democráticas y no democráticas del ejercicio del poder y la autoridad, por lo que, normativamente, su selección se orienta también en las formas de ejercer el poder y la autoridad que se esperan y exigen de un régimen democrático. Actualmente se cuenta con una amplia lista de criterios de esta naturaleza. Pero también existe consenso en la necesidad de concentrase en un número más o menos reducido de criterios para no caer en trampas culturales o en la otra trampa de moverse fuera de lo operable. Del amplio número de criterios de calidad existentes actualmente, y parafraseando a Puentes (ob. cit.) se describen a continuación los que se consideran más relevantes: A) Participación: el grado en que los gobiernos locales surgen de elecciones limpias, por un lado, y el grado de involucramiento de la población en la formulación, ejecución, monitoreo y evaluación de las políticas y proyectos municipales. Por su cercanía a la población, la democracia local posibilita una mejor calidad de participación, ya que sus resultados son, por lo general, más concretos y tangibles y, además, existe una mayor motivación de la población para involucrase en los asuntos públicos municipales. B) Transparencia: El grado de claridad, apertura y apego a las reglas y regulaciones con el que las autoridades municipales toman las decisiones y manejan los asuntos y recursos del municipio. C) Rendición de cuentas: El grado en que las autoridades locales se responsabilizan ante la comunidad y los órganos de control estatal por lo que dicen y hacen. La cercanía del gobierno local a la comunidad, así como la familiaridad y conocimiento de sus miembros posibilita también un control social más efectivo y una sanción más expedita en caso de malos manejos. D) Eficiencia y efectividad: El grado en que los escasos recursos humanos y financieros son asignados y utilizados rentablemente, en base a prioridades claras, sin desperdicio y dilación y orientados al logro de resultados positivos para la población. E) Inclusión: El grado en que las reglas se aplican a todos por igual, se garantiza un acceso equitativo a los servicios públicos municipales y los beneficios del desarrollo local se distribuyen equitativamente en la población. Legalidad: El grado en que las autoridades locales se someten a la ley y actúan apegados a esta, incluyendo el respeto de los mecanismos institucionales establecidos por ley para ejercer materialmente los derechos de participación y control social. Dentro de este contexto, estos criterios de calidad permiten integrar una democrática y eficiente gestión municipal, en el sentido que una gobernanza local es buena, solo si es a la vez democrática, por lo que se usan ambos términos como sinónimos. Ahora bien, estos criterios de calidad no caen del cielo, sino que se producen y reproducen en el proceso político como consecuencia de las acciones de los actores políticos en un contexto político y cultural determinado. Por tal razón, estos se pueden tratar también como resultados del accionar político, por lo que una tarea fundamental de las autoridades locales electas consiste en generar estos resultados mediante acciones políticas concretas. De aquí se desprende que, para que una gestión municipal sea buena no basta que las calles estén limpias, el transito sea ordenado, los cementerios funcionen se cobren los tributos, la población tenga acceso al agua, etc. etc. Este viejo concepto del municipio, aunque necesario, ya no es suficiente. Una gestión municipal moderna tiene que aceptar ser evaluada también por su capacidad para producir y garantizar los criterios de calidad de la gobernanza local mencionados anteriormente. Pensamiento Estratégico El pensamiento estratégico según Robert y Días (2000), “es un proceso que ocurre en la mente del ejecutivo y le permite visualizar cómo será el aspecto de la organización en el futuro, y donde los integrantes de la misma se convierten en elementos claves (p. 58). El pensamiento estratégico permite incorporar los valores, la misión, la visión y las estrategias en la toma de decisiones y efectuar una revisión de los mismos ante las exigencias de las nuevas realidades y escenarios. Proporciona un sentido acerca de la posición que debe ocupar la organización en el futuro, de manera que las acciones que emprenda sean coherentes y compatibles con la filosofía de la misma Cuando se estudia el pensamiento estratégico se tiende a confundirlo con el concepto de planeación estratégica, diversos autores han escrito sobre la diferenciación entre ambos conceptos, Ohmae,(1998) define el pensamiento estratégico como “la combinación de métodos analíticos y elasticidad mental utilizados para obtener ventajas competitivas” (p. 13), para Pereira (1999) el pensamiento estratégico es un método para encontrar una visión u obtener una “vigorización perpetua” para esa visión. Con relación a la planeación estratégica, Friedmann citado por Rosales (2001) considera que “la planeación puede ser concebida como una práctica profesional que busca la manera de concretar formas de conocimiento con formas de acción” (p. 11), debiendo operar los eventos reales de cada día, en vez del futuro, y que debe ser normativa, innovadora, política, transaccional y basada en el aprendizaje social. Igualmente, Rosales (2001) considera que la planeación estratégica “es un proceso por el cual las organizaciones desarrollan instrucciones y actividades tendientes a determinar metas y objetivos a través del análisis del ambiente interno y del entorno” (p. 72), por lo cual adoptan cursos de acción específicos y asignan recursos, para hacer posible la obtención de las metas de la organización. En tal sentido, Mintzbarg (1998) diferencia la planeación estratégica del pensamiento estratégico, estableciendo que la planeación estratégica se centra en el análisis y se relaciona con la articulación, elaboración y formalización de las estrategias existentes, y el pensamiento estratégico enfatiza la síntesis usando la intuición y la creatividad para crear una perspectiva integrada de la empresa. Cuando se analizan las organizaciones se observa que el hombre no sólo actúa individualmente sino también como representante de esa organización, y de esta forma se estudia el pensamiento estratégico a nivel individual. Las organizaciones se encuentran hoy operando en un contexto estratégico caracterizado por informaciones incompletas (que impiden recurrir a reglas racionales y bien conformadas de optimización) a causa de la complejidad del entorno económico y social con el cual debe interactuar. El cambio tecnológico y social genera complejidad del contexto decisional y este hecho produce incertidumbre. El gerente debe gestionar esta incertidumbre, aprender a convivir con ella, en entornos crecientemente inestables, inciertos y de alto nivel de conflicto. Durante mucho tiempo se ha creído que para tomar buenas decisiones estratégicas bastaba con tener datos precisos y oportunos sobre el pasado y el presente, pronósticos expertos sobre el futuro y tiempo para analizar estos datos. De tal forma el error de un modelo se explicaba por la inexactitud de los datos. No obstante tal tradición de pensamiento, el hecho hoy es que la estructura misma de los modelos utilizados para la toma de decisiones también entra en cuestión. Hoy en día asistimos al fin de las certezas o fin del riesgo cero. El colapso de la certeza significa el colapso de la planeación extrapolativa, basada en supuesto de que el mañana es exactamente como hoy. Es importante reconocer que el futuro ya no es estable y se ha convertido en un blanco móvil. Wack (1985), el fundador de la escuela de la planeación por escenarios, afirmaba que en la cultura empresarial de los años cincuenta y sesenta, admitir la incertidumbre en la toma de una decisión gerencial era ser visto como un “incompetente” o un “no profesional”. Sin embargo, desde los años ochenta se ha ido cambiado la percepción acerca de la incertidumbre. Esta ya no es considerada hoy como una desviación ocasional, temporal, de una predicción razonable; en cambio se le considera como una característica estructural y básica del ambiente o del entorno. La incertidumbre siempre existe y puede ser cuantificada mediante probabilidades, o ser comprendida y descrita cualitativamente. Por tanto, el mejor acercamiento al asunto consiste en aceptarla, tratar de entenderla, gestionarla y hacerla parte de nuestra forma de razonar. De esta forma, en el contexto actual resulta imperativo combinar el ejercicio de la planeación estratégica con el desarrollo del pensamiento estratégico. El tema del pensamiento estratégico ha interesado a la ciencia en el curso de los últimos sesenta años. Si bien al inicio de los años cincuenta el tema era objeto de estudio exclusivamente de las disciplinas administrativas y matemáticas, hoy es un ámbito de investigación interdisciplinar, en el cual confluyen también las disciplinas filosóficas y psicológicas, las ciencias cognitivas y la inteligencia artificial. El Pensamiento estratégico, puede entenderse, en forma general según Mant (1996), como “la capacidad para resolver con éxito los problemas en forma individual y colectiva, vale decir, para asumir una tarea de alto nivel de complejidad, tomar decisiones estratégicas con autonomía y responsabilizarse por sus resultados en el futuro” (p. 13). El pensamiento estratégico se enfoca en examinar la naturaleza, contexto, proceso y factores determinantes de las decisiones estratégicas, las cuales se distinguen de las decisiones rutinarias u operativas. El pensamiento estratégico en el marco de la gestión pública Encarando a la supervivencia de las organizaciones públicas, los modelos tradicionales en el campo de la estrategia se orientaron hacia aspectos como los costos, los gastos y la rentabilidad. En contraste con lo anterior las nuevas realidades, complejas y alejadas del equilibrio impulsan el desarrollo de aproximaciones o modelos explicativos más integradores que al considerar la existencia de múltiples factores contextuales así como resultados posibles, generan un crecimiento verdaderamente sostenible. En esta medida, Pérez (2004) explica que el pensamiento estratégico se consolida hoy como un concepto incluyente y comprensivo. Bajo las actuales condiciones de cambios acelerados propios del actual entorno global, la investigación sobre pensamiento estratégico enmarcado dentro de la gestión pública; se plantea como una de las tantas vías posibles o solución pertinente a los problemas de dirección, que enfrentan actualmente las organizaciones públicas de Venezuela. En ese sentido, el pensamiento estratégico pretende contribuir a que la gestión pública sea óptima en cuanto a la eficiencia, eficacia, transparencia, disciplina fiscal, discrecionalidad, rendición de cuentas, economía y calidad al menor costo. Se describe desde varias percepciones, la planeación prospectiva y estratégica como instrumento de gestión estratégica, táctica y operativa capaz de producir un escenario a futuro óptimo y deseable en todos los aspectos, de tal manera que se logre viabilizar en las sociedades, economías y conocimiento, visualizando la información como una forma de contribuir a la mejora de la calidad de vida universal. Dentro de este contexto, Cornelis (2007), considera que “l a prospectiva estratégica inicia su desarrollo como concepto en los años 90, donde la anticipación de la prospectiva se pone al servicio de la acción estratégica y proyecto de la empresa o institución; evolucionando su concepción a la fecha hacia un enfoque de pensamiento estratégico” (p. 45). Ahora bien, el pensamiento estratégico o prospectiva como lo señalan Kadi y Escola (2012), permite analizar los posibles escenarios que se abren al entorno y una vez seleccionado el escenario, apuesta articular las acciones estratégicas pertinentes. Siendo el futuro la razón de ser del presente, teniendo que preocuparse por el futuro, porque es allí donde van a vivir y tienen que vivir bien, ello implica cultivar el pensamiento estratégico global. Siendo entonces, la construcción del futuro la visión de largo plazo, la transformación productiva y la transición hacia una sociedad y economía del conocimiento posible, probable y deseable en un escenario optimista; aunque según Palacios (2008), “los actuales desafíos enfrentados a nivel mundial en el orden económico, social, político e institucional se han visto agravados por la velocidad y magnitud de los cambios provocados por las nuevas tecnologías, la información y el conocimiento ” (p. 90). Prospectiva estratégica La Prospectiva Estratégica, también conocida como la escuela francesa, fue impulsada por el Dr. Michael Godet, miembro de LIPSOR. En este caso se propone un rompimiento con el pensamiento de los métodos anteriores básicamente en dos aspectos: El futuro no depende de la evolución de las tendencias sino de la relación que existe entre los factores del sistema, actores y objetivo. En efecto bajo esta perspectiva el futuro con los posibles escenarios futuribles se darán en función a cómo interactúan los agentes mencionados anteriormente, esto no deja de lado la importancia de las tendencias, pero indica que la relación entre los agentes tales como factores del sistema, actores y objetivo condicionará su comportamiento y por lo tanto el desarrollo de los eventos. No existe un solo futuro sino varios escenarios futuribles posibles, debido a lo mencionado en el punto anterior, se puede concluir que el comportamiento de los agentes que determinan el futuro del sistema puede ser variado, por lo tanto, no existe un único futuro sino varios futuros, lo que en prospectiva estratégica se conoce como “escenarios futuribles”, lo cual representa una gran evolución con respecto a las técnicas estudiadas anteriormente. En otras palabras, lo que se busca con la prospectiva estratégica no es pronosticar un futuro y estar resignado a él, o prepararse para afrontar ese futuro; al contrario la esencia de la prospectiva estratégica consiste en construir el futuro deseado lo que se conoce como escenario apuesta. Trabajar con Prospectiva Estratégica implica también el trabajo con expertos, convirtiendo lo cualitativo en cuantitativo mediante sus herramientas de trabajo; estas herramientas se encuentran detalladas en el libro “Caja de Herramientas de la Prospectiva Estratégica” del Dr. Godet (2000); sin embargo, el trabajo básico se puede realizar con las siguientes técnicas: A) Análisis MICMAC, en donde se identifican los factores claves y sus relaciones mediante las matrices de impacto directo o el indirecto. B) Análisis MACTOR, en donde se identifican los principales actores, objetivos del sistema, la relación entre actores x actores y actores x objetivos. C) Análisis de escenarios, en donde se identifican las principales hipótesis según los factores claves, según ellos se construye en los principales escenarios futuribles y luego se analizan en forma probabilística en su ocurrencia, seleccionando el escenario apuesta. Dentro de este contexto, la prospectiva, conocida como prospective en lengua francesa, foresight en lengua inglesa o prospecçao en lengua portuguesa, la definen Medina y Ortegon (2006), como: Un proceso de anticipación y exploración de la opinión experta proveniente de redes de personas e instituciones del gobierno, la empresa y las universidades, en forma estructurada, interactiva y participativa, coordinada y sinérgica, para construir visiones estratégicas de la ciencia y la tecnología y su papel en la competitividad y el desarrollo de un país, territorio, sector económico, empresa o institución pública (p. 85). Se entiende entonces que la prospectiva es una disciplina para el análisis de sistemas sociales, que permite conocer mejor la situación presente, identificar tendencias futuras y analizar el impacto del desarrollo científico y tecnológico en la sociedad. Con ello se facilita el encuentro entre la oferta científica y tecnológica con las necesidades presentes y futuras de los mercados y de la sociedad. A la par, los ejercicios movilizan a los diferentes actores sociales para generar visiones compartidas de futuro, orientar políticas de largo plazo y tomar decisiones estratégicas en el presente, dadas las condiciones y las posibilidades locales, nacionales y globales. La prospectiva se constituye así en un campo en plena evolución, de intersección entre los estudios del futuro, el análisis de políticas públicas y la planificación estratégica. Fundamentalmente busca aclarar las prioridades gubernamentales y de la región, sector o cadena productiva bajo estudio. Pero su propósito más amplio, parafraseando a Gavigan (2002), es promover un gran cambio cultural, una mejor comunicación, una interacción más fuerte y una más grande comprensión mutua entre los actores sociales para pensar su futuro y tomar decisiones desde el presente. . Referencias consultadas Álvarez, A. (2009). Prospectiva Tecnoestratégica de la Investigación en las Universidades Autónomas Venezolanas. Tesis doctoral de la Universidad Nacional Experimental de la Fuerza Armada (UNEFA). Añez, S. Bozo, F. y Gamboa, L. (2009). Pensamiento estratégico en la formación gerencial del alto gerente municipal . Estudio postdoctoral. Universidad del Zulia Astigarraga, E. (2012). La función prospectiva en las organizaciones. Situación actual y tendencias de futuro . Universidad de Deusto de San Sebastián, España. Campos, E. (2012). Corrientes de la administración. Primera Edición. México: Red Tercer Milenio. Corredor C. y Díaz G. (2008). 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