Realismo Mágico y Mensaje Político en La Obra de GGM

March 30, 2018 | Author: ejael | Category: Gabriel García Márquez, Novels, Literary Realism, Latin America, Author


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N° 769 - Realismo mágico y mensaje político en la obra deGarcía Márquez 13 de Diciembre de 2011 ≈ 14:22 | tamaño de texto Por Graciela Maturo (Centro de Estudios Filosóficos Eugenio Pucciarelli- Academia de Ciencias; Universidad Católica Argentina) Nunca he podido hacer nada que sea más asombroso que la realidad Gabriel García Márquez I.- Redescribir la realidad e intervenir en la Historia Desde los años 70 hasta el presente, el realismo mágico latinoamericano alcanzó momentos de gran renombre y sustentación teórica, y luego fue perdiendo el interés de la crítica y actualmente es visto, por muchos lectores, como un movimiento desgastado. La gran figura ligada al mismo, aunque no necesariamente dependiente de su suerte, es sin duda Gabriel García Márquez, en cuyas novelas, cuentos, ensayos y guiones cinematográficos se encierra una reveladora visión de América Latina y una innegable defensa de su ethos cultural. La desmemoria, denunciada permanentemente por el novelista, ha llegado a incluir parcialmente su propia obra, que una crítica responsable tiene la obligación de rescatar, poniéndola al margen de prejuicios desmitificantes y de la trivialización cultural que nos acosa. a partir de los años treinta -por reconocer un hito cronológico-. el surrealismo. corrupción o muerte que caracterizan a los núcleos urbanos. iniciaba el enjuiciamiento de un mundo decadente al que Nietzsche y Spengler habían acusado de vaciamiento de la vida. que es su espejo crítico y se pronuncia como encubierta afirmación de identidad frente a la cultura de los objetos. Juan Rulfo. la otra. Siempre es posible percibir la realidad que nos rodea como un mundo externo y despojado de significación -y en tal caso ajeno a lo poético. la propia y específica del poeta. algunos escritores advirtieron la potencialidad mestiza de América. dejan de presentarse como polos inconciliables para la visión apocalíptica de los escritores que. como lo hicieron los románticos. América y Europa. si bien hizo alarde de experimentación formal. para evitar confusiones. antropológico y religioso. nunca negó su consciente revaloración de la cultura propia. encarnan un sostenido americanismo. es a mi ver equívoca en su aplicación a la “nueva novela” latinoamericana que. El surrealismo europeo. su peculiar ética de vida. la borrosa o nostálgica presentación de un horizonte de esperanza. La oleada novelística de los años treinta . Cabe una breve reflexión acerca de las variantes que se abren en la relación concienciamundo. Dentro de esta nueva corriente del pensamiento.Alejo Carpentier. asumiéndose como tal. que asoma como natural extensión de una cultura mágica donde lo milagroso y transmundano se hacen cotidianos. tradición e innovación. en América Latina. El nuevo continente. que lleva en sí la potencialidad de reconocer. Arturo Uslar Pietri. Zama (1956) y Los ríos profundos (1956) para advertir los signos de coetaneidad que unifican la problemática de la identidad latinoamericana. del creador de arte. que se hizo plena en el Romanticismo filosófico y literario y en su singular secuela. no completó ese movimiento hacia el origen que estaría destinado a reflorecer. la manipulación masiva o la mecanización de la existencia. las tradiciones de los pueblos. su anacronismo proveniente del subdesarrollo técnico ante la modernidad avasallante. su anticipada posmodernidad. tomada de la crítica de la vanguardia pictórica europea. a la cual.o bien captarla como una totalidad que nos incluye y sorprende permanentemente. aunque el “objetivismo” haya intentado experimentalmente tal incorporación. motivador en alto grado de los artistas americanos de vanguardia. algunos de nosotros dimos el nombre de transmodernidad. los síntomas de desorientación. venían a exponer el drama cultural y social de nuestros pueblos. Folklore y vanguardia. propia del habitar en el sentido heideggeriano. Antonio Di Benedetto o José María Arguedas. rescatando su identidad como encuentro de Oriente y Occidente. de otro modo. redescubriendo el sentido multiétnico y religioso de la región. no solo épico o lírico. Se trata de una reafirmación de la pertenencia cósmica. Miguel Ángel Asturias.La expresión realismo mágico. esa corriente tuvo una nueva vuelta de tuerca: protagonizada por escritores en su mayoría provincianos como Gabriel García Márquez. por nombrar sólo tres notables figuras . Es esta segunda modalidad. En los cincuenta. buceo metafísico y apertura a nuevas modalidades técnicas. . Basta comparar La hojarasca (1955) con Pedro Páramo (1955). sino filosófico.anudó el pacto de la novela con el mito. El realismo mágico latinoamericano ofrece desde entonces dos facetas complementarias: una. desde La hojarasca hasta sus Memorias. en consecuencia. parcialmente amalgamados por la lengua española y los símbolos cristianos.El conflicto se instala sobre la incipiente modernización industrial de pueblos agrícolas y ganaderos. Y. agónica. lenta. espacios. expuesta a un destino de martirio. El delirio metafórico. Muestran a una estirpe maldita. símbolo de involución y degradación. publicadas muchos años después. El coronel no tiene quien le escriba (1958). y la irrupción de nuevos modos de vida -por ejemplo el american way of life difundido en agudo contraste con la miseria campesina y pueblerina-. milagrera. en fin. infernal. García Márquez accede naturalmente a la simbolización de su comunidad natal. y un compromiso político cada vez más exigente. la familia. el lujo expresivo a veces agobiante. que sólo se . mágico-realista. es la visión de los pueblos latinoamericanos que ofrecen La hojarasca (1955). acciones. Idílica. la poesía. anacrónica. imágenes. la confrontación de la extranjería invasora con modos peculiares de sentir la tierra. no son sino canales o instrumentos para una posición realista. la memoria afectiva. el canto. sometida a una visión crítica indeclinable. fundada en el diálogo cultural alrededor del árbol de la cruz y. cuyo último miembro nace con cola de cerdo. la reiteración de figuras. que toma tintes humorísticos. muerte y resurrección. la comunidad. en la cual cifra de alguna manera a toda la estirpe latinoamericana. Cien años de soledad (1967) y Crónica de una muerte anunciada (1981). La mala hora (1961). esa estirpe. La toma de conciencia de esta crisis y de sus pasos sucesivos informa la creación de Gabriel García Márquez. Instaura una América-Macondo. sin embargo. García Márquez vuelca en el coronel -inspirado en su abuelo militar. pero también en otros héroes americanos. densa y hermética. En 1958 apareció la segunda novela del escritor costeño. o el renaciente Simón Bolívar de El general en su laberinto (1989). “Isabel viendo llover en Macondo“dio lugar a su novela La hojarasca. construido por tres monólogos interiores que evocaban la vida de un personaje ausente cuyos restos estaban velando. La parábola. Era un relato estático. que es también una nación y un continente afectado por una aguda crisis económica. dio origen. de sello faulkneriano. héroe de la resistencia moral. uno de los primeros escritos de García Márquez. ya evidentemente tipificados. donde aparecen sus personajes básicos: el coronel.los contenidos del humanismo quijotesco y la utopía política latinoamericana. guarda figuras estoicas como el coronel. en nuestra lectura. En nuestra interpretación volvió a imponerse la simbólica cristiana. en este caso el coronel y su esposa. Los personajes.sostiene por el amor. . La mala hora es la nueva versión del micromundo que va trabajando el autor como imagen de un pueblo de provincia. en tanto reconocíamos la definitiva modelación del personaje fundamental del autor: el coronel. con una evidente proyección autobiográfica y simbólica. Isabel y el Niño. Nuevamente la figura de un muerto pesa sobre los personajes. Como es sabido. que desligaba al texto de pretensiones dogmáticas (Maturo 1972). social y moral. El coronel no tiene quien le escriba. a una hermenéutica gnóstico-cristiana. que culmina con el ingreso de la luz en un espacio cerrado. del delirio y la esperanza. La trayectoria. el autor acentuaba el tema de la identidad. fiestas. su pueblo. cuyos versos glosaba jubilosamente (no olvidemos que Cien años de soledad se publicó en el centenario del nicaragüense. su intensidad.remiten a una raíz bíblica. y con más amplitud. su patria y la Patria Grande. del novelista quedó casi borrada ante la aparición de su obra más ruidosa y difundida. con claves histórico-políticas que transforman su texto en acertijo. Cien años de soledad. Alcanzó efectos líricos. o la leyenda que circula en forma implícita y explicita entre la gente sencilla. sumidos en el subdesarrollo técnico y la dependencia económica. Cien años de soledad -novela que dio a conocer al escritor colombiano en el mundo y permitió relanzar su obra anterior. de la cultura latinoamericana. mostraban un grado notable de autoconciencia cultural y vocación política independentista. ya valiosa. lo he leído como velada alusión a sucesos históricos de la Argentina (Maturo 1977). y que podría también ser tomada como un homenaje a su figura y su americanismo). su progresiva y paciente tendencia a parodiarse a sí mismo pueden ser leídos como grafismo estético puro. su hipérbole constante. y son exponentes de una preocupación manifiesta por el mal y la redención. con su génesis y su apocalipsis. me he inclinado por la segunda posibilidad. excesos. los decires cotidianos. cultural y política. reuniendo y zurciendo como un nuevo aeda las historias grandes y menudas de su familia. desde una posición hermenéutica. o bien como llamada de atención hacia el contexto histórico-cultural que lo encuadra y revela. sus carencias. Por supuesto. valores. Su lenguaje aparentemente inocente. García Márquez construyó un espejo de América Latina.constituyó un verdadero manifiesto del realismo mágico. Era la expresión plena de una década crucial para el destino hispanoamericano: pueblos que. que se publicó en Buenos Aires en 1967. Por mi parte. al abrir el juego alegórico hacia Colón. antivalores. próximo a la conversación oral.no era ingenuo. Al mismo tiempo. A partir de entonces. sino entrecruzado de intencionalidad filosófica. . las tradiciones populares e incluso Rubén Darío. judeocristiana. Había redescubierto García Márquez un modo milyunanochesco de contar. El otoño del patriarca (1975) vino a mostrar al escritor en una fase netamente paródica y alegórica. dramáticos y humorísticos a través de un estilo exuberante que lo hizo famoso. posible alusión del novelista a su propio quehacer.La veta alegórica propia de García Márquez se prolongaría en las obras siguientes: Crónica de una muerte anunciada (1981). que crean un tejido barroco y reiterativo. El general en su laberinto (1989). citas encubiertas. que en 1902 destruyó el puerto de Saint-Pierre y sepultó a sus habitantes: el único que sobrevivió lo hizo en una celda individual invulnerable. pero rico y fascinante para quien. guiños políticos. A título de ejemplo. haya seguido las evoluciones del discurso garciamarqueciano. El amor en los tiempos del cólera (1985). Arriesga luego otra explicación de lo mágico: los “frijoles saltarines” no serían. como la que habla del volcán Mont-Pelé. García Márquez ha deslizado declaraciones. aparentemente. Memoria de mis putas tristes (2004)… Son obras plagadas de autorreferencias textuales. En uno de ellos (García Márquez 1981a). recordaré algunos textos publicados en Buenos Aires en 1981. el escritor defiende con humor su concepción mágico-realista como necesidad de adecuar su expresión a una naturaleza hiperbólica. Utiliza así con ironía la acepción más epidérmica del realismo mágico. concluye el autor. “Lo mágico es precisamente que la encierren“. . Del amor y otros demonios (1994). Doce cuentos peregrinos (1992). e inserta algunas anécdotas sugerentes. alusiones y contraseñas. mágicos. pues su movimiento es debido a la larva que encierran. discursos y entrevistas que encierran claves significativas de su obra total. siempre molesto para quien se niegue a llenar sus claros accediendo al juego propuesto. Entre una y otra obra. dotado de sensibilidad lúdica. esa vida-que-se-está-viviendo y que algunos novelistas se esfuerzan por capturar “en caliente”. no cuesta mucho. llevada a un alto grado de estilización humorística. en sus estudios sobre la historia y la novela. que en Cien años de soledad son los señalados en la frente -para nuestra lectura. son las del coronel. extiende las significaciones del texto. e incluirse una vez más en el cuento. esposa amada. el novelista ha bordado la imagen constante de su resurrección. y desliza que en México se vende “jarabe de ajolote”. En consecuencia. actualizando la figura de Bolívar como viva y actuante1. el militante. para referirse a una esposa antes repudiada y ahora rehabilitada y amada. a partir de esas indicaciones. los gestos sempiternos. La hermenéutica. pero también los militantes de la liberación latinoamericana. ¡Cuánto nos siguen diciendo las ficciones de García Márquez sobre el incierto destino de los latinoamericanos. Él es el cronista del acontecer profundo del subcontinente en los tiempos difíciles de su liberación. es sólo rodeo. abandonada o esperada. siempre en espera. así como su esperanza “a pesar de todo”. El escritor colombiano expande su ficción hacia la realidad vivida. explícita con Crónica de una muerte anunciada: “Poco antes de morir -escribe.Álvaro Cepeda Samudio me dio la solución final de la crónica de una muerte anunciada: Bayardo San Román volvió a buscar a Angela Vicario… Están viviendo juntos en Manaure…” ( ). que se reconoce como profundización histórico-cultural de una obra escrita. en una América convulsionada. incorpora al lector. El general en su laberinto. orienta a sus lectores hacia el fondo verídico de las novelas: la metáfora. Paul Ricoeur.reconocer una visión alegórica de América Latina. Podemos aplicar a toda la obra de García Márquez una frase suya: “Comprendí que la historia tantas veces diferida había vuelto esta vez para siempre. La historia del pasado y la del presente.vuelven a ser indicados como protagonistas de la historia real. García Márquez narra el encuentro de sus personajes con un descendiente de amadises. no nos ha dicho otra cosa. América . los cristianos descendientes del que murió atado al castaño. tender una conexión entre Ángela Vicario y Fermina Daza. camino oblicuo a la verdad. Luego. los Buendía. apuesta siempre al sentido unitario de la creación literaria. afirma. justifican una ficción esperpéntica. y que no podría seguir viviendo un solo instante sin escribirla” ( ). lo conjuga con la historia viva. Otro texto de García Márquez (1981b) abre una interesante relación con dos novelas. Los hijos dispersos del coronel Aureliano Buendía. donde lo argumental cede su paso a un diálogo intenso y movilizador entre autor y lector. el referido al ajolote mexicano. y -más allá de los referentes históricos que podamos rastrear. Sobre la marcha histórica del héroe hacia su muerte. relación implícita con respecto a El amor en los tiempos del cólera. lo cual le es útil para reafirmar los vínculos entre ficción y realidad. en los comienzos del milenio! Para el escritor. que anticipa en muchos aspectos una ficción ulterior. Otras claves muy interesantes nos acerca este texto. farsesca.También entabla un diálogo incisivo con un cuento de Cortázar. los conflictos irresueltos. La frustración de Bolívar. cuyo abuelo fue muerto por el suyo. transformando la textualidad narrativa en “camiones de doble fondo”. puso en marcha el mensaje activo al lector. Veintidós años del devenir latinoamericano. 1970-1992: más de dos decenios de vida personal. sueño utópico. tal como dicho prólogo lo anuncia. la novelística de los años 70 -con el antecedente de El banquete de Severo Arcángelo de Leopoldo Marechal. dulcificado en instantes de humorismo o en arrebatos líricos heroicos. estos relatos se imponen globalmente al lector. No hay novela más vívida. y así han vuelto a percibirlo los creadores del siglo XX. conformando una unidad novelístico-poética. la mitificación -a veces hiperbólica o cómica.Latina es un continente crístico. esperanzas y desengaños. No podía dejar este libro de tener un cierto sabor amargo. las revelaciones. como lo puso en evidencia a partir del siglo XVI la novela occidental. destinado al martirio y la victoria moral.. . pasajes de la vida política. en suma. luchas.del héroe. la metáfora como comprensión de la historia presente. Así lo percibieron los primeros novelistas de América al plasmar sus “nuevas” o “historias verdaderas”. bordeando la genialidad o el panfleto. problemas y perspectivas aparecían envueltos en un lenguaje metafórico que llegaba a parodiarse a sí mismo. la Parusía. En un nuevo ciclo. la literatura política. cuyo entramado reposa en tácitas experiencias autorales y en un mensaje histórico que se muestra y se oculta con sutileza artística. II. la destrucción. tal el tiempo narrado. (1965). misteriosa e inesperada que la historia misma. es más.Las metáforas de la Historia en Doce cuentos peregrinos En julio del 92 lanzó García Márquez estos doce cuentos precedidos de un prólogo que ostenta también una textura narrativa. Concurre a ello la remisión a otras obras del autor. las que motivaron rechazos tan arbitrarios como poco sensibles a la índole de lo poético. Un presidente latinoamericano en el exilio. oscuramente sospechadas. próximo a volver a su patria para morir al menos en acción de servicio.La imaginación. he llegado a pensar que tal vez fueran esas implicancias. proyección metafórica y audacia imaginaria. Quienes hemos aplicado una hermenéutica histórica a las novelas de García Márquez no tenemos porqué asombrarnos del seguimiento político del autor a los procesos reales del subcontinente ni de su deliberada mitificación de una figura histórica que pertenece a la política argentina. pero no hubo referencias a sus implicancias políticas. es el personaje que se impone en el primero de estos relatos. . Sin embargo. entretejen estos cuentos incisivos. El tono farsesco de estas páginas invita al lector a descifrar enigmas apenas encubiertos. su proyecto es “ponerse al frente de un movimiento renovador por una causa justa y una patria digna” ( ). amplificar simbólicamente las imágenes devolviendo su pleno alcance a la alegoría. tendidos hacia el presente latinoamericano de su gestación. la ironía. en especial El amor en los tiempos del cólera y El general en su laberinto. a ratos deslumbrantes. ese procedimiento desprestigiado en los últimos tiempos y revitalizado por la intencionalidad política. No deja de llamar la atención que esta obra del escritor colombiano fuera duramente criticada en su momento en los grandes diarios capitalinos de la Argentina: se la juzgó mezquinamente en cuanto a su lenguaje. y hacia el de nuestra relectura. historificar gestos y figuras. una suave ambigüedad que no destruye el compromiso de fondo. la vieja prostituta que se coloca una rosa roja en la oreja para recibir a distintos visitantes en Barcelona. en todo el libro. se acentúan las escenas dramáticas protagonizadas por distintos personajes: Prudencia Linero -de nombre que resulta familiar a los lectores de García Márquez. La mujer -cuya belleza radiante en el avión se alterna con momentos de vulgaridad. A partir del octavo cuento. “Espantos de agosto” nos traslada a Arezzo. Se trata casi de un juguete y en el fondo de un alegato a favor de lo mágico-real. Dentro de una atmósfera lúdica que siembra claves de lectura. en la campiña toscana. como la historia misma. comicidad y dramatismo. donde el cronista y su mujer viven un suceso mágico. Lázara Davis. Ella vela por los sueños de la familia e intercambia sueños delicadamente con el poeta Pablo Neruda (así como en el primer cuento Aimé Césaire entrega un bastón al magistrado. al castillo del escritor venezolano Otero Silva. cansancio. La bella. El escritor refuta las críticas del racionalismo y apuntala la tesis fundamental del libro: la historia misma produce cada día sorpresas. pero a la vez la heredera de un mandato inconcluso y el punto enigmático en que el mandato se tuerce. y usa un equívoco anillo de serpiente con ojos de esmeralda. mutaciones. silenciosa urdidora del destino o bella durmiente a la espera del despertar: ella es imagen de América. es posible reconocer en este personaje al propio escritor. dejándose abierto el final. bajo distintos nombres y disfraces. una mujer que se alquila para soñar. relaciones intertextuales y agudas referencias históricas llena de significación a la figura femenina omnipresente que se convierte en guardiana de la memoria colectiva. ora en la mano izquierda. ora en la derecha. milagros. “Tramontana”. subrayando la viva relación de la literatura y la política). Pero volvamos a ese primer relato en que se abren los “tiempos fuertes”. En “Solo vine a hablar por teléfono”. cifra también repetida en las ficciones del autor. el niño se suicida. de diversa estructuración. el mago Saturno. La extensión arquetípica a que es afecto el autor de Cien años de soledad hace legítimos esos juegos e inferencias. En el cuento siguiente. para viajar a Zaragoza y vivir sucesivas peripecias de rapto y cortejo hasta quedar presa en un severo claustro que finalmente se desmorona. se imponen imágenes de destrucción: el viento arrasador sopla en Cadaqués. contemplada silenciosamente en un vuelo nocturno se prolonga en María dos Prazeres. Son alusiones a . vemos a María de la Luz Cervantes ausentándose de la casa de su esposo. decadencia. La esposa de Homero. y con la excepción del penúltimo. Aparece en Viena como Frau Frida. conductor de ambulancias. como diría Arnold Toynbee. Sólo la acompaña su perro Noi. Hallamos en él la sutil relación del Presidente con el colombiano Homero Rey. es la primera modulación de la figura femenina a cuya continuidad apostamos.Un mundo de contraseñas e indicios. se esfuma o se malogra.es la protagonista oculta de la novela-enforma-de-cuentos que estamos comentando. el portero se ahorca. y esa visita es relacionada con el envenenamiento de diecisiete ingleses.a turistas franceses. cuento construido con la técnica disparatada del folletín pero con una rigurosa lógica interna. trasladado a una escala cómica. no familiar ni aceptable -se nos dice en otra parte.visita al Papa en Nápoles. dejando una huella de sangre sobre la nieve entre Madrid y París. es una experiencia decisiva: este nuevo contacto puede permitirnos redescubrirla. a desecharla como algo desactualizado y ya visto. “La luz es como el agua” es el nombre del penúltimo cuento. .. que se abre tímidamente a la esperanza.tiempos de sequía y desgracia. al que vemos afirmarse en la pura imagen. La anécdota es simple: los niños. que atañe al destino de América Latina en el convulsionado final de una época. ella reaparece bajo la imagen de Nena Daconte. aparece apuñalada. institutriz alemana. decepcionados. al quedar solos en una casa de Madrid. que en su momento hemos estudiado y trabajado con deslumbramiento. En cierto modo. nos permite relacionar estas imágenes y secuencias. en un juego de sustitución de identidades. inducida por el autor desde el prólogo y desde otros momentos de su labor. en el verano siciliano.El humor político de García Márquez Releer después de varias décadas la obra de un escritor. El resultado es la creación de un interrogante lúcido. intentando su interpretación a la luz del momento histórico al que sin duda apuntan. la Sra. en este rápido recorrido por un juego de figuras y alusiones. Quien vive y esplende es Fulvia Flamínea. Forbes. con el dedo herido por una rosa. ponen en marcha el desborde de la luz que chorrea por las ventanas. Una hermenéutica de la obra. confirmarla y ampliarla. Análogamente. si no fuese que entre las hendijas de su armazón se filtra la luz irracional y obstinada de un adviento. se nos impone el estallido surrealista de lo imprevisible irrumpiendo en la amarga sequedad de los tiempos. Podría titularse esta obra Llanto (o planto) por América. Finalmente. o bien inducirnos. podemos otorgarle un más amplio alcance. y un pathos elegíaco. Al inscribirla en la visión apocalíptica que ha caracterizado toda la obra garcimarqueciana. III. he seguido disfrutando de los dones de su prosa. El giro fue repetido por periodistas vernáculos. llegué a preguntarme. de un escritor que se haya silenciado desde que lo estudiamos. M. que había puesto el acto de escribir “en piloto automático”. por el contrario. y García Márquez tampoco podía ser exactamente el mismo. practicando una lectura igualmente literal y sin vuelo alguno. se trata de un narrador que ha seguido produciendo esporádicamente cuentos. novelas. en ese momento traducida al inglés. dedicándoles algunos comentarios parciales. mensajes periodísticos. nosotros también. pero eso no justifica a mi juicio la subestimación manifiesta de los últimos años por parte de algunos voceros de gran audiencia. En el 2006. el premio Nobel sudafricano. En el año 2005. diciendo que se trataba de un escritor sin novedades. Coetzee. e incluso el espíritu lúdico apto para leer alegorías? . en este caso. Michiko Kakutani del New York Times -cuyas expresiones fueron difundidas por la prensa local de Buenos Aires. y la continuidad de sus preocupaciones políticas y filosóficas. sin mayor conocimiento ni compromiso crítico. a los cuales estuve siempre atenta. muchas veces autoimitada y parodiada.No se trata. Memorias de mis putas tristes. memorias.leyó con muy escasa comprensión la novela de García Márquez. relacionó a la novela con relatos de amores seniles y hasta con casos de pedofilia. ¿se habrá perdido totalmente la sensibilidad simbólica. Por mi parte. El mundo cambiaba. En todo este tiempo. J. o desde su grado de novedad estilística. simbologías y lenguaje. la Patria Grande. el Nuevo Mundo. de intrínseco valor poético. según él mismo ha referido. a su propia obra. la muerte del relato. progresivamente. abierto a la lectura literal. con algún hermetismo. Por cierto. Tal vez sea esa aproximación a su mundo. Esta novela o nouvelle. la condena de las utopías. la obra de García Márquez no se presenta como lenguaje directo. Sólo quedaba la vía del amor en un escenario apocalípticosurrealista. trabajo menor. en general. . según entiendo. volvía a ser el objeto privilegiado de sus preocupaciones. La casa. Desde sus primeros trabajos venía a decirnos el colombiano algo así como: “Esto somos. signada desde su fundador. amada y esperada por su viejo amador. cuando faltaban aún muchas otras obras de la producción garciamarqueciana. Pierre Mabille y Alejo Carpentier. y a toda América Latina. refuerza la unidad significativa de la obra del colombiano. Creo que no se reflexiona suficientemente sobre qué significa esa vuelta al mito y el origen de la cultura en el contexto intelectual moderno y posmoderno que decretó. la que nos preparaba -o no. Gabriel García Márquez había empezado a elaborar fragmentos de una primera novela. un mensaje político que. El descubrimiento del mito le abría el acceso al mundo simbólico-religioso y lo inclinaría también a una literatura no directamente realista o naturalista. vía que recorrimos en 1972 y ampliamos en el 77. no todos alcanzaron a oír2. comprometida con la historia latinoamericana. remitiendo. y se abrirían al juego de la farsa. Así la bella Delgadina de la novela mencionada. Lectores de Faulkner también lo fueron de André Breton. dejando entrever agudas críticas sociales. la borradura del sujeto. que el texto exagera en farsesca caricatura. y nuestro destino se hace casi imposible en este tramo de la historia mundial. a una condena mundana. puede ser de nuevo la cándida Eréndira. marco permanente de su creación. atado al castaño. que se llamaría La casa. García Márquez enviaba a la Argentina. si se aprecia desde el punto de vista estético. En suma.para recibir mensajes subrepticios como el enviado con su último libro. Memorias de mis putas tristes. es decir. de final de época. el exilio del mito.” La historia de los Buendía era la historia de nuestra gente. mensajes políticos o embozadas elaboraciones poéticas. pero significativamente ligada a un realismo profundo. una América Latina contemplada. el escritor ha abusado a veces de sus propios recursos.Recordemos que Gabriel García Márquez perteneció. el fin de la historia. virgen quinceañera dormida y a la espera del príncipe. Sus cuentos y novelas adoptarían la forma de parábolas y sagas. desoído por muchos lectores. a un grupo interesado en el mito y en la literatura nueva norteamericana y europea. En los años 40. llevándolo a sus 90 años. en Barranquilla. tan pobremente interpretado por la crítica de los diarios y. por el contrario invita siempre a una fenomenología simbólica y a una hermenéutica histórica. en la segunda mitad del siglo XX. todo adquiere un nuevo sentido cuando se lo articula con una visión mítico-religiosa. En el comienzo de la década del 70. doblemente comprometido. Puede hablarse -muchos lo han hecho. superficialmente cómoda de la realidad. en suma. que culmina en el actual proyecto de la integración regional. Al autor sólo le quedó la opción de cristalizar su modo hiperbólico. abriendo en la labor de García Márquez la fase de la “escritura en clave”. Julio Cortázar y otros escritores comprometidos con una nueva jugada política.. que utilizó los “mecanismos” retóricos. y engendraba el ciclo del “dictador humanista”. inversión del “dictador autoritario” de Valle Inclán y Asturias. y el inicio de sus memorias. Los cuentos de García Márquez. con la defensa del humanismo -vale decir la fe. generando su autoparodia. hoy desgastada. la poesía. a Rocamadour. a mi ver. la hipérbole. comprometida con un nuevo tramo de las luchas políticas. nueva etapa política revulsiva para América Latina. El otoño del patriarca. cuyo fruto lo constituyeron novelas de diversa envergadura. que entra naturalmente en conflicto con la mirada racionalista.Como toda gran obra. han acompañado su trayectoria novelística.y la acción política liberadora de América Latina. el Supremo (1974). elegíaco. como lo han hecho -especialmente al comienzo de su trayectoriasus artículos y ensayos. profética y política. No es ahora el momento de examinar ese rico caudal de parábolas iluminadoras y agudos análisis de base histórica y sociológica. la proliferación imaginaria. Libro de Manuel (1973). remitían a Alejo Carpentier. o con el clima posmoderno adverso a las utopías. El Relato daba cuenta del grupo formado en su momento alrededor del editor Carlos Seix Barral. el mito. e incluso algunos guiones cinematográficos. fuentes y relaciones epocales. tales como El recurso del método (1974). Yo. Sin embargo.del escritor costeño como de un hábil urdidor de metáforas. reunidos en sucesivos volúmenes. y por parte del colombiano. para convertirse en creador de una moda estética novedosa. que aportan luces sobre su creación. etc. Se trataba de una apuesta grupal. que he considerado clave del boom político-literario. . la reiteración de frases y emblemas reconocibles. García Márquez dio a la prensa el Relato de un náufrago. Esos textos corroboran la unidad y coherencia de su pensamiento. Cien años de soledad instaló el apogeo y la ruina de su propio lenguaje. tragicómico. Alusiones al maestre Santiago. consciente del trasfondo mágico del cosmos y de la historia. Buenos Aires: CELA. Nº 29. Ver Graciela Maturo: América Latina en su laberinto. No obstante. en Actas del Congreso de la Universidad de Macerata. no totalmente colonizado por la racionalidad moderna. “Desde entonces empecé a medir la vida no por los años sino por décadas. dentro del realismo mágico latinoamericano. cuya reedición ampliada la hizo la misma editora en 1977. 1991. García Márquez sigue siendo. 1990 y en Colección Ensayos Breves. proclamado en 1949 con visos de manifiesto cultural por Alejo Carpentier. en cambio. si esta palabra no se hallara tan ligada a un movimiento netamente europeo. cuando desperté vivo la primera mañana de mis noventa años en la cama feliz de Delgadina. una familia de pueblos. edición de su obra crítica sobre el autor. Editorial García Cambeiro). de Gabriel García Márquez. Se lo reconoce. se me atravesó la idea complaciente de que la vida no fuera .García Márquez merecería ser llamado surrealista. guardando ante el mundo una extraordinaria dignidad humana y un potencial imprevisible. La de los setenta fue temible por una cierta posibilidad de que fuera la última. o de un realismo avant la lettre. Exagerando sus contrastes. en nuestra apreciación. NOTAS *Graciela Maturo. La de los cincuenta había sido decisiva porque tomé conciencia de que casi todo el mundo era menor que yo. el autor de Cien años de soledad es un realista profundo. el profeta del martirio y la resurrección de un mundo histórico. escritora e investigadora. publicó en 1972 Claves simbólicas de García Márquez (Buenos Aires. nos ha presentado esa sociedad en sus aspectos de pobreza técnica y contenidos mágico-religiosos. Actualmente prepara una 3ª. Una aproximación hermenéutica a la novela El general en su laberinto. también de la realidad sorprendente de un subcontinente multiétnico. Alejado de un realismo social. La de los sesenta fue la más intensa por la sospecha de que ya no me quedaba tiempo para equivocarme. “Algo más sobre literatura y realidad”. Claves simbólicas de García Márquez. edición. 1977. Buenos Aires. Barcelona: Odós. “El cuento del cuento”. Buenos Aires. Conferencias y artículos. de Gabriel García Márquez. 30 de julio. Nº 29. Gabriel. 1990 y en Colección Ensayos Breves. Clarín. 1972. ────. Buenos Aires: CELA. ────. (García Márquez 2004: 103) BIBLIOGRAFÍA GARCÍA MÁRQUEZ. Martin. Buenos Aires: F. García Cambeiro.algo que transcurre como el río revuelto de Heráclito sino una ocasión única de voltearse en la parrilla y seguir asándose del otro costado por noventa años más”. 1981b. Cultura y Nación. [Este artículo fue escrito para la revista peruana Ajos y Zafiros] . García Cambeiro. Una aproximación hermenéutica a la novela El general en su laberinto. Clarín. MATURO. 2ª. 1991. Buenos Aires: F. En Actas del Congreso de la Universidad de Macerata. Trad. Ives Zimmermann. Claves simbólicas de García Márquez. ────. 1994. América Latina en su laberinto. Cultura y Nación. Graciela. HEIDEGGER. 1981a. 10 de setiembre.
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