¿POR QUÉ COOPERAMOS?Michael Tomasello afirma que los niños cooperan naturalmente, a diferencia por ejemplo de los chimpancés, que en situaciones experimentales demuestran cierta capacidad para el trabajo en conjunto pero fundamentalmente lo eluden. En este libro Tomasello individualiza los procesos psicolóicos que probablemente dieron sustento a las formas m!s tempranas de colaboración compleja entre los seres humanos, procesos que oriinaron nuestras formas de oranización cultural, desde el aumento de la tolerancia " la confianza, hasta la creación de estructuras rupales como las normas " las instituciones culturales. 1. Nacidos y (criados) para colaborar El autor inicia señalando uno de los debates de las civilizaciones en #ccidente$ si es verdad que la colaboración servicial entre seres humanos es espont!nea " la sociedad los corrompe % visto desde &ousseau' o , si m!s bien son eo(stas, reticentes a a"udar " es la sociedad la que los encauza hacia la colaboración %)obbes'. *mbas posiciones son tomadas por Tomasello, en parte, como verdaderas. +onsiderando la posición de &ousseau " alunos elementos adicionales, el libro presenta dos modelos$ modelo de Spelke para los comienzos " modelo de Dweck para las etapas posteriores. * partir del primer año de vida, los niños muestran su inclinación a cooperar " a ser ,tiles en varias situaciones. El modelo de -pel.e explicar(a esto como alo que no aprenden de los adultos, pero naturalmente les nace. Es m!s adelante de su desarrollo que el niño ve afectada su cooperación, esto por los juicios sobre la probable reciprocidad " la preocupación por la opinión de sus pares/ factores decisivos en la evolución de la cooperación humana. El moldeo de 01ec. considera que estos factores tienen luar en la internalización de normas de la cultura, que indican una forma de comportamiento espec(fica. 2or otro lado, el autor afirma que el af!n de cooperación se sostiene de fundamentos eo(stas, presentados en todos los oranismos viables que velan por su supervivencia " bienestar. Es as( como también es de considerar que el altruismo se da radualmente entre los seres humanos " en distintos !mbitos de actividad. Tomasello junto a 3elix 4arne.en señalan tres tipos de altruismo, basados en al,n tipo de mercanc(a. 2rimeramente el alimento, implica enerosidad " compartir, lueo facilitar alo que no est! al alcance implica servicio, finalmente el compartir actitudes " conocimiento sobre otros implica disposición a brindar información. Tanto el costo como los beneficios de cada uno son diferentes, as( como su historia evolutiva también es diferente. * continuación Tomasello presente su estudio basado en datos emp(ricos para saber si niños m!s pequeños " sus parientes m!s cercanos entre los primates son proclives al altruismo o no, " sus posibles formas de manifestarlo $ *"udar$ 5n rupo de infantes entre 67 " 68 meses est! frente a un adulto que no es pariente " que acaban de conocer, este adulto tiene una dificultad trivial " los infantes lo a"udan a resolverlo acerc!ndole objetos que no est!n a su alcance o abriendo la puerta si el adulto tiene las manos ocupadas. En un ensa"o se hizo esto mismo con un rupo de veinticuatro infantes de 68 meses, de estos 99 ofrecieron a"uda una vez e inmediatamente. El autor determino que si cambiaba el escenario, con otras condiciones de control espec(ficas, los niños no hac(an nada, lo que señala que en el primer caso no actuaron porque les usta levantar objetos o abrir puertas. 2ara a"udar a otros flexiblemente es necesario que los infantes perciban las metas de otros en diversas situaciones " que tenan la motivación altruista de a"udarlos. 1 El autor presenta cinco razones en las que a"udar a otros en problemas f(sicos simples es un comportamiento natural en seres humanos$ : El comportamiento aparece temprano$ entre los 67 " los 68 meses, antes de que sus padres les inculquen este tipo de conductas. Esto, reconociendo que en el primer año de vida los niños han visto a sus padres a"udarse entre s(. : 2arece que los premios " eloios de los padres no influ"en en comportamiento de los niños, estos se muestran dispuestos a a"udar %o no' cuando los incitan a hacerlo " cuando no. ;nvestiadores de diferentes !reas, entre estos, Mar. <epper %psicóloo de -tanford' afirman que la motivación intr(nseca determina el comportamiento. En caso de actividades ratificantes las motivaciones externas socavan la motivación interna " el incentivo se desplaza a factores extr(nsecos. : <os chimpancé muestran el mismo comportamiento que los niños$ un rupo de chimpancé criados por sus madres observaban cómo otro chimpancé necesitaba abrir una puerta " acudieron a su a"uda, esto sin esperar recompensa. Esto es muestra de que el comportamiento altruista no est! determinado por las condiciones culturales en las que crecemos. : =iños de culturas tradicionales que crecieron con poca intervención paterna brindan la misma a"uda que los niños del estudio. : *ctitud de a"uda por interés emp!tico$ las naturales reacciones de simpat(a o empat(a de los infantes ante tribulaciones de una v(ctima afectan su tendencia a a"udar. ;nformar$ >rindar información a sus semejantes no es una a"uda que puede brindar un chimpancé/ dar información que otro necesita solo lo puede ejercer el ser humano, en este caso los niños, a sus 69 meses "a dan información prelin?(stica señalando " haciendo inferencias a,n antes de saber hablar. 2or otro lado los simios que han aprendido aluna comunicación humana la usan para comunicarse con seres humanos. Tomasello menciona que los seres humanos intentan a"udar dando información sobre cosas que son pertinentes para sus interlocutores, no para s( mismos %esto es conocido como el principio de cooperación del filósofo Paul Gride). -ituación que no rie para los chimpancés, "a que sus llamadas de alarma son para su propio beneficio o el de su parentela, para obtener alimentos " para alertar acerca de un predador que se encuentra cerca. En cambio, los infantes humanos brindan información para a"udar " comprenden las comunicaciones imperativas de manera cooperativa, sin verlas como órdenes. +ompartir$ <os monos antropoides no son altruistas al compartir recursos valiosos como el alimento, no as( los seres humanos quienes son m!s enerosos con los objetos a los que les otoran valor. -e,n dos estudios %uno realizado por el autor " otro de la 5niversidad de +alifornia' a los chimpancés no les importa el alimento que consian o no sus conéneres, ellos reaccionan m!s por trueque/ mientras que niños entre los 9@ meses " la edad escolar escoen la equidad con m!s frecuencia que el eo(smo. *l alimentarse el chimpancé se apartarse del resto unos metros o cede su alimento en caso de hostiamiento o s,plica. +aso contrario ocurre con los infantes, quienes se complacen en dar " ofrecer objetos, m!s a menudo alimentos. =o obstante, es importante recordar que todo esto es una cuestión de rados$ el ser humano con hambre no se muestra eneroso, mientras que los chimpancés act,an como si siempre estuvieran hambrientos. =ormas " reciprocidad$ 2 <a socialización realiza un rol decisivo en la madurez de los niños, "a que las culturas tienen valores " normas sociales distintos " con efectos indudables. Es as( que la influencia del mundo social en los niños, se divide en dos conjuntos$ el primero es la experiencia social directa del niño$ su interacción con otros " lo que aprende sobre cómo interactuar con otros se,n sus reacciones " los resultados. <a reacción de cooperación le permite ver, en la ma"or(a de casos, una respuesta de cooperación/ esto lo motiva a seuir esa dirección, corriendo el rieso de que por esto se aprovechen de él " se haa m!s cauteloso. *s( empieza a haber al,n tipo de condicionamiento/ comparten si el beneficiario se ha mostrado amable " pertenece a su rupo. 5n seundo conjunto son los valores " normas del rupo cultural que los niños asimilan por modelaje, comunicación e instrucción. * nivel social esa asimilación es por de aceptación " admiración, el seuimiento de las normas es positivo/ mientras que a nivel evolutivo estas implican imposición, son punitivas. Esto al existir una escala de valores con la que se juza el accionar del niño. * esto Ervin Aoffman llama B control o manipulación de las impresiones” de donde nace el yo público, en el que basamos nuestras buenas actuaciones. En otras publicaciones se habla de que los primates no humanos tienen un sentido normativo de la justicia. Este sentido normativo de la justicia se comprueba al rechazar un alimento de menor calidad del que su conénere acaba de recibir, esto se ha interpretado falsamente a través de la comparación social " de un equivocado sentido de una injusta distribución. 5na correcta interpretación no necesita del elemento de comparación social, "a que los primates no poseen una estructura normativa. <os seres humanos se atienen a dos rupos de normas sociales$ normas de cooperación %junto a normas morales' " normas de ajustes al rupo %con normas constitutivas.' <os niños, con respecto a las normas morales, juzan mal acciones en donde una persona hace daño a otra, pero también respetan normas convencionales que no remiten a nin,n prejuicio. Ellos no se limitan a seuir normas como las encuentran, sino que en situaciones nuevas indaan lo que se espera de ellos para ser consecuente con las normas. 2ero, Cpor qué los niños respetan las normas socialesD, esto lo responde Eean 2iaet, siuiendo a 0ur.heim, al afirmar que esta obediencia proviene de$ 6. <a autoridad$ que viene de la interacción con adultos. 9. la reciprocidad$ nace de interacciones con los pares. <as verdaderas normas basadas en reciprocidad sedan en la etapa preescolar cuando los niños empiezan a ser conscientes de los otros " de s( mismo como aentes autónomos. #tras investiaciones afirman no sólo la conciencia de las normas sociales, sino su acatamiento " esfuerzo por hacerlas cumplirlas. También afirman que las normas no solo controlan el orden social, sino que también son relas que crean un jueo que es solitario " no cooperativo. 2or otro lado los niños aprenden de los adultos cómo se aplican las normas, pero ellos extraen conclusiones normativas de cómo juarlas. )acer cumplir las normas es un acto de altruismo al buscar el beneficio del rupo cuando se intenta que el transresor vuelva al cauce. El autor suiere que el respeto de los niños por las normas sociales no es solo por su sensibilidad a la autoridad " a la reciprocidad. 0esde niños tienen una racionalidad social al identificarse con los otros al percibir que “l es yo” " el "o %self' como uno entre una multitud. Es as( como la socialización moldea tendencias altruistas para lueo aprender a ser selectivos, hacia personas que no se aprovechen " devuelvan el favor. 2. De la ineracci!n social a las insi"ciones sociales# 3 En investiaciones actuales sobre la evolución del comportamiento humano el tema central es cómo sure el altruismo. El problema se da en que el individuo que se sacrifica no renuncie a su existencia " la de su proenie " en que deba de haber aluna compensación al sacrificarse. Existen evidencias de que el castio por no cooperar estabiliza la cooperación, esto siendo el castio un bien p,blico al obtener la sociedad un beneficio por el costo que paa la persona castiada. 2ero esa persona hace eficaz su castio al hacer Blo que se debeF. Esto indica que la amenaza por castio no se traduce inmediatamente en un comportamiento altruista. El altruismo, entonces, tiene un papel secundario ante el mutualismo el cual contiene los actos en que todos somos beneficiarios de la cooperación, pero solo si trabajamos juntos. Esto, en casos concretos, imposibilita el aprovecharse uno del otro "a que cada uno es imprescindible para llear al objetivo. Esto puede demostrar al mutualismo como un !mbito protee " como la cuna del altruismo humano. Entre los monos antropoides falta mucho por llear a actividades colaborativas de ran escala. 2or Eoan -il. " otros sabemos que las sociedades de primates no humanos se caracterizan por el parentesco " el nepotismo junto a una saludable cantidad de dominación en la ma"or(a de casos. Esto da como resultado que cualquier acto cooperativo observado entre ellos se basa en el cooperativismo o reciprocidad directa. También >rian -."rms indica que la creación de una colaboración de tipo humano sobre esa reciprocidad directa no asume que los individuos estiman sus propios beneficios " los contraponen a los del rupo, sino que se hace por el rédito que cada uno obtiene. 2ara pasar del modelo de -il. al modelo de -."rms el autor señala tres propósitos b!sicos$ +oordinación " +omunicación$ Esto implica el desarrollo de habilidades " motivaciones conitivo:sociales en los seres humanos primitivos para comunicar " coordinarse hacia metas comunes hacia la división del trabajo, a esto llama intencionalidad compartida. <a ma"or(a de las especies sociales forrajean en rupo m!s que nada para defenderse de predadores. Esta defensa interrupal " contra predadores es una actividad colectiva en muchas especies de mam(feros. Tanto los chimpancés como los randes simios hacen estas cosas, por lo que nace la preunta sobre en qué medida sus actividades colectivas se parecen o difieren de la colaboración humana. *l compartir actividades cooperativas los individuos deben poner atención a sus intenciones, pero también deben tener una meta en com,n, coordinar roles respectivos inclu"endo a"udar a que el compañero pueda llevar a cabo su rol. 2or otro lado los niños plantean una meta con su compañero, funcionando como un BnosotrosF después del primer año de edad. Esto tanto en los jueos sociales como en tareas instrumentales, plante!ndose metas compartidas con un adulto. Experimentos realizados por Tomasello indican lo siuiente$ : <a meta com,n no se alcanza hasta que todos los interantes se benefician. : <a ma"or(a de niños se muestran comprometidos con la meta com,n en un contexto donde no ha" control, "a que en situaciones de control no ha" colaboración. : <a intervención de roles indica que los infantes humanos comprenden la actividad conjunta viéndola. En cambio los chimpancés comprend(an su acción desde una perspectiva en primera persona " la de su compañero en tercer persona sin comprender la actividad conjunta en sus roles. : 2ara actividades en colaboración los individuos coordinan tanto sus acciones como su atención, pero no se limitan a prestar atención a cuestiones que tienen que ver con la meta com,n "a que también tienen perspectivas individuales. <a noción de perspectiva depende de la existencia de un foco intencional conjunto que lueo se puede contemplar de otro modo. : En la comunicación humana la perspectiva individual en la atención conjunta desempeña un papel fundamental, cosa que entre los randes simios no ocurre. =o ha" pruebas de que los monos antropoides puedan recorrer una lectura recursiva de la mente " esto es porque no participan en actividades con metas en com,n. 4 !l autor presenta la "ipótesis de #ue las acti$idades concretas de colaboración en ni%os pe#ue%os son e&emplos representati$os de las primeras acti$idades colaborati$as de la e$olución "umana. Tolerancia " +onfianza$ =in,n avance de cooperación pudo darse sin surir cierta tolerancia " confianza, con respecto a los alimentos. *l presentarse el alimento en masas compactas " aisladas, aparece la dominación. <os chimpancés viven de frutos " otros alimentos veetales que se presentan en masas no mu" compactas " son un recurso mu" valioso, es as( que sure la competencia. #tros cazan en rupos a los monos colobos, es en la caza rupal donde ha" verdadera colaboración. *l haber una ,nica porción la disposición para colaborar desaparece. En el caso de los niños el alimento amontonado no causa preocupación aluna, lo que hacen en dividirse el alimento casi sin reñir. En un caso un niño se apropió de casi todos los caramelos que hab(a conseuido junto a su compañero, el despojado protestó " el acaparador cedió. Ga al tener porciones equitativas no ha" protestas. <os chimpancés al cooperar reiteradas veces sin obtener nada se niean a continuar " el esfuerzo conjunto fracasa, esto porque un chimpancé acapara todo el alimento. !sto contrasta con la "ipótesis de #ue los ni%os "allan di$ersas maneras de repartir los premios e#uitati$amente para mantener la cooperación. 2ara que la evolución de habilidades complejas " para una colaboración en la que se beneficiaran todos, los seres humanos dimos un paso inicial que alteró el perfil comportamental de los randes simios$ competencia por el alimento, poca inclinación por compartir comida " ausencia total de d!divas. Dentro de las "ipótesis #ue permitieron al ser "umano ser m's tolerante y menos feroz en la competencia por el alimento est' la e(plicación del forra&e en donde la colaboración se fue "aciendo imprescindible) los indi$iduos menos competiti$o y m's tolerantes ad#uirieron una $enta&a adaptati$a. También las sociedades de cazadores " recolectores son iualitarias, expulsando o matando a los prepotentes/ lo cual facilitó un proceso de auto domesticación. 3inalmente est! la crianza cooperativa que atiende a los niños/ esto en simios antropomorfos ocurre al ser la madre la que da el 6HH por ciento del cuidado a sus cr(as, pero entre los seres humanos la cifra baja al @H por ciento. =ormas e ;nstituciones$ 0os estudios recientes reistran dos comportamientos afines entre los primates$ primero, el rupo de monos se dieron cuenta de quien colaboraba " quien no, as( evitaban eleir al que no lo hac(a, para optimizar el provecho obtenido en la colaboración sin castiar al chimpancé que no prestaba a"uda. <ueo, se comprobó que si un chimpancé le roba alimento a otro, la v(ctima impide a toda costa que el ladrón disfrute del alimento. 2ero en todo esto no ha" reistro de que terceras partes imponan al,n castio. Mu" contrario a esto, los seres humanos se rien por dos normas sociales fundamentales$ las de cooperación " las normas de ajuste al rupo. 0e estas, el autor propone la "ipótesis de #ue las acti$idades colaborati$as similares a las #ue actualmente comparten los ni%os pe#ue%os fueron la cuna de las normas sociales de *ndole cooperati$a+ y esto por dos caracter*sticas imprescindibles, las normas tienen una in$estidura e(terna) #ue puede pro$enir del temor al casti-o) aun#ue en ellas tambin pesa una dimensión racional. Esto implica una identificación rupal con la meta, en donde si aluien no colabora todo el rupo fracasa. Es as( como el vior de las normas cooperativas deriva del reconocimiento mutuo de nuestra interdependencia " de las reacciones naturales que tenemos ante nuestras frustraciones " las de otros. Esta interdependencia permite asumir roles intercambiables con un objetivo com,n, que va enerando expectativas mutuas que resultan en juicios normativos neutrales con respecto al aente. *parte de las normas de cooperación, el comportamiento humano se rie por normas de ajuste al rupo, que tienen como motivación el parecerse unos a otros para ser parte del rupo, ser aceptados. +omo rupo debemos seuir ciertos procedimientos, que anteriormente han sido eficaces, " debemos diferenciarnos de 5 otros rupos que no conocen esos procederes. Todo esto se apo"a en la culpa " en la ver?enza, que presuponen al,n tipo de normas sociales que implican procesos de coevolución biolóica " cultural. &obert >o"d indica que los problemas de competencia se transforman en problemas de coordinación al existir normas " castio. En este contexto, se da que los represores esperan " desean que uno de sus miembros comparta sus alimentos, as( que deber! coordinar sus expectativas " deseos con los de ellos para evitar el castio. 2or otro lado, las realidades convencionales en las instituciones sociales dependen de un tipo especial de imainación " de comunicación simbólica. Esta comunicación empezó con el esto de señalar en actividades conjuntas, lueo sure la necesidad de comunicarse con respecto a cosas que no eran del aqu( ni del ahora dando orien a los estos icónicos, los cuales llevan al consenso de una realidad simbólica creada por convención pero difieren de las normas sociales t(picas que obiernan el comportamiento social. .a si-uiente "ipótesis) dentro del modelo de Silk para los monos antropoides y el modelo de Skyrms para los seres "umanos) supo #ue si pudieron -enerar las formas de $ida ya conocidas) los /omo Sapiens tienen #ue "aber comenzado con acti$idades colaborati$as en una *ndole #ue los otros primates no pudieron realizar por limitaciones emocionales o co-niti$as. <as actividades colaborativas son el ermen de los juicios normativos acerca de derechos " obliaciones neutrales respecto al aente, también de los diversos tipos de división del trabajo " de asinación de estatus dentro de las instituciones sociales, de ah( que son consideradas el orien de la cultura humana. 3. Donde con$l"yen la biolo%&a y la c"l"ra El n,mero de seres humanos aumentó con la aparición de la aricultura " la vida en ciudades. Es ah( donde el suren oranizaciones cooperativas, problemas nuevos, las clases sociales como manera de oranizar la división del trabajo " los rituales reliiosos que fomentan la cohesión rupal. Todo esto hasta llear a la sociedad industrial " su complejidad. * pesar de lo anterior nadie atribu"e a ninuna adaptación biolóica los cambios en las sociedades humanas, "a que parecen de (ndole sociolóica por su escasa anti?edad " porque al surir los seres humanos modernos estos "a estaban esparcidos por todo el lobo. <a ma"or(a de las complejas formas de cooperación de las sociedades industriales modernas descansan sobre la habilidad " motivaciones cooperativas que evolucionaron de las interacciones de rupos pequeños. Esto reconociendo diferencias fundamentales entre los v!staos humanos " los simios/ en donde los niños ha en ala de un altruismo mu" diferente del de los chimpancé " otros randes simios, quienes no son especialmente enerosos con el alimento. #tra diferencia es la forma de colaboración de los niños con sus conéneres , la forma de plantearse metas comunes con otros en las que comprometen normativamente ambas partes, cómo determinan con otros individuos dominios de atención conjunta " terrenos conceptuales comunes, " crean rupalmente realidades institucionales simbólicas con fuerza deóntica a entidades que de otra forma ser(an inertes. Evolutivamente, los humanos crean pautas de conducta que suscitan expectativas mutuas " que, ontoénicamente, los niños internalizan. Esto como muestra de que la ontoenia humana implica una dimensión cultural ausente en la ontoenia de los primates. 0e ah( que el chimpancé puede desarrollar las habilidades conitivas " sociales que caracterizan a su especie en una ran diversidad de contextos sociales/ mientras que el niño, no se transformar(a en una persona que se desempeña normalmente con capacidad para participar del !mbito cultural o careciera de las motivaciones para hacerlo , sino contara con una cultura humana. 4. 'oro de disc"si!n( 6 Eoan >. -il.$ Menciona las diferencias, señaladas en el cap(tulo 9 de este libro, entre simios " seres humanos que pueden afectar su respectiva capacidad para cooperar. <os randes antropoides puede diriir conjuntamente su atención/ la tolerancia " la confianza entre ellos son m!s limitadas que en sociedades humanas " su participación en actividades que dan beneficios rupales es menos frecuente. -il. area dos puntos m!s a esta lista$ : -olo los seres humanos oranizan la cooperación en rupos numerosos de individuos cu"as inclinaciones no son perfectamente concomitantes. +uando los intereses, del individuo " su rupo, son perfectamente concomitantes la colaboración rinde réditos ma"ores que la acción individual, sin haber presiones selectivas que alteren esa interacción. <o anterior se considera, sin olvidar, que las circunstancias que suren en la naturaleza no son tan n(tidas/ el enaño sure cuando los intereses de ambas partes no son perfectamente concomitantes. * esto -il. llama la maldición de traba&ar en comisiones. : <os seres humanos se preocupan m!s por el bienestar de otros individuos. 2ara Tomasello las inclinaciones sociales altruistas nacen de los beneficios que brinda la cooperación mutualista, aunque para -il., estas nacen de$ la crianza cooperativa, selección natural por rupos, reciprocidad indirecta, entre otros. *l haberse desarrollado estas inclinaciones altruistas, ha" una plataforma para rasos derivados de la conición " la socialidad humanas que Tomasello, " sus colaboradores, han reistrado minuciosamente$ atención compartida, confianza " tolerancia, participación en actividades que benefician a todo el rupo. +arol -. 01ec.$ 01ec. señala el cap(tulo 6 del libro, en donde Tomasello sostiene que a partir del año de edad los niños est!n naturalmente dispuestos a a"udar, a brindar información " a ser enerosos, " que esas cualidades no son producto de recompensas o de al,n entrenamiento enculturación. Esto asumiéndolo como alo natural, en donde los adultos no intervienen. * esto llama modelo de Spelke para los comienzos del desarrollo y modelo de Dweck para las etapas posteriores, reconociendo en su hipótesis que -pel.e fue quien elaboró " fundamentó la opinión de que ran parte de los primeros conocimientos %conocimientos nucleares', son innatos. Es as( como su hipótesis afirma que el niño est! dotado de conocimientos nucleares sobre cosas como objetos, los n,meros " el espacio. También señala, dentro de la hipótesis de Tomasello, que para presentar arumentos sobre esta hipótesis se tendr(a que comprobar que, antes del año de edad, no existen procesos en los cuales los niños se muestren sensibles a las pr!cticas, los deseos " los valores de los adultos, " que no intentan actuar en conformidad con ellos. Ga que no es dif(cil que el niño los asuma como propios/ al ser intr(nsecamente ratificantes " requieren m(nimo apo"o externo, en especial en situaciones como las que el autor puso a prueba en sus investiaciones. >rian -."rms$ *firma que el supuesto de un conocimiento com,n es mu" fuerte para los seres humanos. En cambio, Tomasello habla de un Bterreno com,nF, que es una exiencia m!s modesta. El terreno com,n se define en términos de creencias comunes, que no necesitan ser creencias verdaderas. +on respecto a esto ha" alo mucho m!s importante$ el terreno com,n implica ascender su ,nico nivel en la jerarqu(a de creencias compartidas. -in duda, los seres humanos son capaces de hacer ese recorrido. Elizabeth -. -pel.e$ 7 -pel.e presenta sus comentarios acerca de la explicación de Tomasello sobre las hazañas conitivas de nuestra especie " realiza dos comentarios mu" puntuales$ : <as similitudes, entre simios " seres humanos, sobre comprensión de los objetos " de nuestros conéneres, descubiertas por Tomasello esclarecen la naturaleza de nuestras capacidades " su evolución en los fundamentos mismos de nuestra vida material " social. : <os seres humanos hacemos alunas cosas con nuestra mente de primates$ emprendemos actividades que nin,n otro animal desarrolla. +omo por ejemplo, solo los seres humanos han desarrollado un sistema provechoso que implica el concepto de n,mero natural " se basa en un procedimiento iterativo para contar. 2or otro lado, Tomasello ha ideado un triple enfoque comparativo para estudiar la conición humana. 2rimeramente compara las actitudes conitivas de distintas especias animales, indaando las habilidades " propensiones comunes a todos los animales e investiando las que son exclusivas de los primates, los randes antropoides " los seres humanos. <ueo, compara actitudes conitivas de niños de diversas edades para descubrir cuantas suren m!s tempranamente en el desarrollo " qué posibilidades entrañan. 2or ,ltimo, el, lin?istas " antropóloos comparan los actos conitivos de niños " adultos de distintas culturas para distinuir las aptitudes universales comunes a todos los seres humanos de las que dependen de la herencia cultural " las circunstancias. -us investiaciones con niños " chimpancés demuestran que, si bien el uso de herramientas es un (ndice importante de nuestras capacidades, no es su fuente oriinal. El perfil humano del uso herramientas sure después de la aparición de formas de comunicación, exclusivas de nuestra especie. &efiriéndose al lenuaje Tomasello no niea que este sea una herramienta conitiva importante, sino de lo contrario, afirma la necesidad de explicar cómo se adquiere el lenuaje " que nuestra capacidad primienia para compartir intenciones con otros constitu"e una explicación. 0icho esto, el lenuaje no es producto de ninuna facultad innata determinada por los enes, sino una facultad construida por los niños en el transcurso de sus interacciones con otras personas. Es el lenuaje el producto : no la fuente: de nuestro modo humano de cooperar " comunicarnos. Tomasello, Michael. %9H6H' 0Por #u cooperamos1 2rimera Edición, >uenos *ires, Iatz Editores. 8