Poesía Del Orinoco

March 17, 2018 | Author: flor_marina | Category: Creation Myths, Water, Homo Sapiens, Flood Myth, Venezuela


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ANTOLOGÍA comentada de la poesía del Orinoco COLECCIÓN POESÍA VENEZOLANA ANTOLOGÍAS República Bolivariana de Venezuela, Gobierno Bolivariano . Gobierno Bolivariano .ANTOLOGÍA comentada de la poesía del Orinoco Néstor Rojas República Bolivariana de Venezuela. ve / [email protected]. El Silencio piso 21. Teléfonos: 0212-377-2811 .0212-8084986 Correos electrónicos: [email protected] / www. Torre Norte. 2008 Centro Simón Bolívar.com / comunicaciones@elperroylarana. 2007 Fundación Editorial el perro y la rana.ve Edición al cuidado de: Dannybal Reyes Diseño de portada: Emilio Gómez Diagramación: Jenny Blanco Corrección: Rodolfo Castillo y Álvaro Trujillo Fotografía: Carlos Duque Hecho el Depósito de Ley N° lf40220078003998 Antología comentada de la poesía del Orinoco ISBN 978-980-396-723-9 . Caracas .gob.ve Páginas web: www.gob.elperroylarana.© Néstor Rojas © Fundación Editorial el perro y la rana.gob.Venezuela. . . En la búsqueda de la quimera . . llegaron españoles y franceses a las selvas del Orinoco “para fundirse con el paisaje orinoquense”. el mismo río2 fue la llamada a entrar en el secreto de su presencia. ha ejercido mucha influencia en la sensibilidad de quienes nacieron en los territorios del río. ¿Qué lazo unía al navegante con el infinito Orinoco. quienes han visto en el padre de los ríos venezolanos el símbolo de la permanencia. Deslumbrados los expedicionarios se internaron en los confines de las aguas para hallar el resplandor áureo del oro. El río que se va. pasaron o nacieron en sus orillas. La enseñanza del río ha quedado como un diálogo en las páginas de quienes tuvieron la dicha de acercarse a su fluir permanente con los ojos de la poesía. fluviante y serpenteante. cuando la angostura del Orinoco se llamaba Angostura1. Los conquistadores españoles le cantaron con entusiasmo. pasando por debajo del puente. Atraídos por el magnetismo de los minerales. La imagen de la Arcadia ancestral fue la fuerza que impulsó al hombre a la errancia en ese inmenso boscaje llamado América. en las orillas del Orinoco. cuyo escenario pronto se convirtió en selva. Para el poeta Luis Alberto Crespo. a entrar en él. Entre el ensimismado Colón y su silenciosa bitácora hubo una atracción por descubrir los secretos de ese río que rugía en su cercanía con el mar.11 En la búsqueda de la quimera El Orinoco siempre ha sido motivo principal de inspiración de los poetas y juglares. llegaron. Lo metafórico descubrió sus velos y también sus encantos. una y dos veces y muchas veces como en una sentencia que siempre está abierta. que se hallaba detrás del horizonte? . de la poesía y la fugacidad. pero siempre está allí. Durante los tiempos de la colonia. los que llegaron a ver el Orinoco buscaban el resplandor áureo o la oculta riqueza de una ciudad vestida en oro. ribereñas del Orinoco. PERO SE TRATA DE LOS TEXTOS CON TEMARIO ORINOQUENSE El Orinoco bordea el estado por el Norte y el Oeste y desemboca en el Atlántico. que ha sido escrita por los vencedores. donde “sus reyes se empolvaban de oro o se duchaban en una laguna de arenas áureas.. tras la huella de la quimera dorada: la ciudad de oro. poetas de otras tierras. sino a un enigmático territorio virgen que se parecía al edén soñado por los cristianos. a pocos pasos de las casas y los palacios salvajes de una ciudad llamada Manoa”. de aquí o de allende el mar.12 La historia. como para no quedarse e internarse en la selva . quedaron deslumbrados por la majestuosidad de esas aguas ocres y se inspiraron en esa gran serpiente de agua y piedra que serpenteaba . Pronto se dio cuenta que no había llegado a las Indias. que suponía abundante en aquellos parajes surcados por grandes ríos. Poetas guayaneses de diversas épocas. Como “río interminable. Entonces decidió cambiar la búsqueda de la canela y la pimienta por la del oro. nos trae la noticia que Colón llegó a estas tierras de gracia buscando el oriente por el poniente. En los ojos alucinados de los conquistadores las pepitas de oro eran imágenes por demás irresistibles. Esta investigación se realizó con el pretexto de indagar sobre la influencia que ha ejercido el Orinoco en la imaginería poética angostureña y de los territorios que le sirven de paisaje. en procura de nuevas rutas y especies. Apenas probó el agua del Orinoco en el golfo de Paria supo que estaba en la comarca del paraíso bíblico.” veía al Orinoco el poeta José Eugenio Sánchez Negrón. en cuyos cauces brillaban los más ansiados tesoros. quien también fue el cronista de Angostura.. se establezca Vuestra Merced y haga mudar allí todo el vecindario de Guayana. distante de la actual ciudad como treinta y cuatro leguas arriba del castillo. Año. Delta Amacuro. . En la antología del río también se incluyen los poemas de Andrés Eloy Blanco. pueblos y ciudades ubicadas en Anzoátegui. Pablo Neruda.. Monagas. donde el río Orinoco se estrecha a ochocientas varas.. 1764). quien dedicó todo un poemario al río padre y un poema del Premio Nobel de Literatura. Apure. adentrarnos en las aldeas. En la Mesa de Guanipa encontramos a los Kariña invocando a sus espíritus.13 a orillas de “la referida angostura. Por supuesto: tuvimos que andar y recorrer las riberas del Orinoco.” (Real Cédula de Carlos III. Amazonas y Bolívar para encontrar las voces del río y realizar la antología comentada. maraqueando. El canto que se elevaba como vuelo de zamuro se oía más allá de Cachama y se iba con el río. . Parte I POÉTICA DEL ORINOCO . . abriéndose.”. de esta serpiente con los ojos cerrados. mi hermano Narciso. oculto tras las nubes abigarradas.. “caída” del Adán que yo fui. decrece la intensidad. los colores se difuminan. ¿Acaso somos hijos de esta agua antigua que no duerme.. desde este espacio fluvial y vista desde arriba. nunca dos veces y ni siquiera una vez. esa visión del río solo cambia con la posición del Sol. Y en el momento divino. es la mirada del ojo: lo circular que avanza descubriendo sus señales. Sobre las olas que cabriolan como peces. de esta piedra primera con piel de culebra donde fueron escritos los signos de nuestro advenimiento? Este río que crece es el ombligo del “precipitado”. del éxtasis. a entrar en él. “ese esqueleto de un colibrí sobre la consola o escapulario con arena del Orinoco. en la orilla de la tierra que vela su caída. extendiéndose. Más acá o más allá. espejo de Heráclito. Su llamada nos invita a entrar en el secreto de su presencia. se pierden. Es la hora del limbo. donde cae el cielo como una metáfora de su propia belleza.. está el mismo río que nos ha enseñado inmemorablemente los oficios de la permanencia. se ennegrecen. de la contemplación desde el malecón. Es la palabra que vibra todos los días en mi lengua. Este río es tiempo que pasa y se queda. lombriz zigzagueante entre .. La enseñanza del río. el alma brilla con luz trémula cuando deja en tierra sus cántaros.17 La noche. A medida que se hunde. como en una sentencia que siempre ya está cerrada cuando pretendemos atenernos a ella y retenerla. es la enseñanza del fuego y de las cosas más bajas y más altas. Y allí. sus viejos huesos entre rocas antiguas. que soy. La poca luz de la tarde arroja sus destellos sobre las aguas. sus cambijas y collares. 18 caminos y árboles. Sus tinieblas son acuosas. es la metáfora de la vida que se da airosa como un penacho de plumas. a los perdidos. Este río es piragua veloz que no se mueve. ocre desgarradura entre piedras o metáfora infinita que se pierde en el mar. altanera. de mí! Cuánta fábula a manera de acontecimiento directo. a los gloriosos. Los espejismos. a los bienaventurados. paraíso. Este río es sueño de antiguos viajeros. algunas excursiones por lo intrincado y vasto de la selva. auríferas y agrarias. El río es una presencia que se revela cada día. embriagan los sentidos del que se planta maravillado a su orilla. es rama del árbol que antes vieron mis ojos. El río no huye. En un Ford negro nos condujeron a través del bosque y de las aguas hasta Ciudad Bolívar. berenjenas. al ‘profeta Enoc’ que andaba por aquellas soledades hablando del reino de Dios. flecha y arco de la pasión ya despierta. dios de un día que se fue y todavía esperamos. aunque va. Regiones acuosas. Mapa del cielo con claves de otros tiempos o vena de la tierra que late entre mis sienes. Caracas. El río es lo inesperado que culebrea entre árboles que gimen: “Y más allá de esto. Este río es camino a El Dorado. placenta del hijo que Ariadna conoció. El río es la ciudad. 1965). indomable. a los mustios. Nunca se . sigue los rumbos ya conocidos. mito que nombró Amalivaca. (* Los textos entrecomillados pertenecen a esta autora). arremolinadas. grandioso. terreno. transita por su propio cauce. Su voz. El río es la Madre y es el Padre que unifica sus fuerzas. es la selva colmada de cantos y misterios: “fuiste Orinoco en verdes fronteras primitivas” (*). plumaje del pájaro nunca visto jamás. ¡Ay. como una serpiente emplumada. a mis dos hermanos y a mí.” (Jean Aristeguieta. El río recibe a los que han gastado su tiempo. Al río van a parar todas las amarguras de los afligidos. es el cuerpo que se alarga con ojos en el pecho. en donde todavía vislumbro mapanares. papagayos. jagüeyes. Allí va veloz su sangre pardusca.En la antigua Angostura. El río es la evocación de la infancia: “. Todas las imágenes que fluyen son fugitivas. hacia otros ámbitos. sus sapoaras fulgentes. sus monstruos legendarios. cambia sin cesar en una lucha constante contra todos los muros que se le ponen enfrente. No hay recuerdos que no huyan de sus remolinos.19 entrega. “De arcanas posesiones emerge el Orinoco/ arrastrando caudales hacia la soledad/ y riachuelos le entregan a su visión terrible/ la violencia serena de sus lenguas de plata”. ¿Cómo podría ese titán destronado que es el hombre domar esa “sombra fluvial que pasa estremecida”? El río silvestre siempre se rebela. transcurrió mi segunda niñez y adolescencia. hacia ese mar dormido que borra las fronteras. Amaliva en desvelo cruzando la tierra. Sus seres mitológicos de la edad de Amalivaca.. de ébanos. abrazándola. ¿Cómo podría el poeta o el pintor grabar “en lajas milenarias que parecen fantasmas” esos presagios de oscuras facultades que se hacen abismos? El río es un “jardín sonoro” que atrae. Sobre él se posan las nubes rojizas inaugurando “las tardes guayanesas”. intensifica su fuerza. El río es Amalica reviviéndose continuamente. son la biografía de una ternura que no muestra sus detalles. Los silencios quedan convertidos en hojas desprendidas que aumentan el rumor que baja al mar. Transcurren veloces cambiando de forma. pero que encanta.. sus toninas amorosas. frente al Orinoco en su parte más angosta (ochocientos metros). No son capiteles de un tiempo pasado. . “Amaliva espejo de toninas de ébano/ Amalivaca seno donde el naufragio acecha/ Amaliva rostro que desafía el chubasco/ Amaliva escudo de sapoaras fulgentes/ Y después las tortugas en las playas dormidas/ las crecientes que arrastran los árboles las casas/ los ganados los nidos las maderas oscuras / Orinoco embrujado en el trópico errante”. 20 Los morichales. Él extasiado toma en cuenta el paso de las pequeñas gaviotas que pasan a ras del agua. Cambió la consigna y es otro el cielo. el sonido de su flauta . fluvial. solamente estima el fin del instante que fue para sus ojos un espejismo cambiante a color. Sólo la visión del puente—contra el cielo oscureciéndose— como un esqueleto de dinosaurio se alza a lo lejos entre luces de colores artificiales. Otro el que mira no ajeno a los santos custodios. casi silenciosas hacia el oriente. las consejas. todavía no ha sido cercenado por la mano temeraria del hombre. comprendieron mi vida de entonces. La orden ya fue dada. / como una serpiente vertebrada de piraguas. otra la orilla con sus espectros. los sueños. La vulgaridad siempre estuvo abolida de aquel transcurrir donde me encantaban las nubes. ¿Qué queda en la memoria de la poetisa de aquel paraíso añorado? El tiempo ido es sólo palabra que refleja un instante fugaz. las estrellas auténticas y las ‘estrellas’ del cine. las flores y frutas ardorosas del trópico. las excursiones a los campos.” Abelardo Gorrochotegui (1861-1927) La mirada se relaja complacida. Pero el río. / y a sus pies. otro el río con sus breves celajes. cuyo nombre me atrajo. está allí como siempre. es una diosa lacustre que hace saber su música. La noche es una mancha que se mueve. una tras otra. Una vez vi anclada en el Orinoco una goleta llamada Safo. el inmenso y poderoso. No se ha ido.. No juzga. “El anciano de la noche. llena de imágenes. / interminablemente pasa el río”. /untada por los colores vegetales que se pudren. “Cuando torne/a las riberas del raudal que baña/el pueblo donde vi la luz primera. los animales..”. imagen borrosa que se trae desde las profundidades de un pasado que solamente se vive en la recordación. / sobre una piedra del camino / sentado permanece. ”J. azulejos. que a tus pies deshoja/ galante y rendido/ la flor de tu verso. aparece la luz como un escándalo por la ventana del Este.. “y sirvió el Orinoco de pila bautismal. “En el agua aparecen los signos de una escritura ilegible Escritura de garzas de bejucos de caimán . La vegetación crece libre. oigo que me dice el poeta Matías Carrasco. Musculosa./ este río tan grande/ que desafía al mar/ y que con la mar. como una lombriz plateada ese “rumor inmenso/ como una tempestad/ que entre los recios árboles/ deslizándose va. M. quien llegó de Guasipati para sembrar en el viento de Ciudad Bolívar sus versos ya olvidados. vigorosa. dios del agua que se alimenta de hierbas. No hay sombras en el cielo multicolor..” Fernando Cova Fernández.del bravo Orinoco. “. Desde el chapitel de una de sus torres.. “El sol canicular quiebra en el río”. ya extinta. Corría el año de 1955. por siempre/ su voz unirá. atlética.. sin ningún esfuerzo.”. así despierta la tierra por estos lados del mundo.. El suelo verde empuja hacia arriba lo que está naciendo. Tampoco hay necesidad de cortar ramas para aclarar los árboles. Agosto Méndez. Y atravesando el encaje. el Señor de la Casa de Cristal lanza sus ojos al gigante Orinoco. ese otro bardo nacido en las Barrancas de Monagas en 1922 y muerto en Caracas prematuramente cuando apenas tenía 33 años. En la orilla han quedado los desperdicios y una moneda del César. Con cantos de pájaros. De ese tiempo sólo se recuerda la glorificación de una belleza con nombre de deseo: Susana Duijn. Es el río hablando por la boca. de Alarico Gómez. Por dondequiera lo verde se teje sin cesar.21 encantadora... Veo la luz de un cielo americano que tiene abultada la cerviz. que se inflama como si fuera dragón.. Eso lo confirma el nombre de Heráclito: ni es y a cada instante es otro. Los cristales de las puertas corredizas del balcón solo dejan ver la oscuridad de allá fuera. me eleva por encima de sus olas. Descubro el nivel de su peligrosidad. Ese Orinoco. que a más de uno seduce y hace caer. Lo contemplaron desde tierra firme con la certeza de que estaban ante un dios en forma de serpiente que venía de lejos. esas garzas. de cierto. dice tajantemente el cronista Américo Fernández en la página 13 de su libro Historia del estado Bolívar.a los mares. Pero.500 millones de años atrás no se sabía cómo corría el Orinoco sobre la tierra positiva formada por el Escudo guayanés-brasilero que era lo único que existía de la América del Sur”. sé que corre hacia el mar. Como cada uno de nosotros. pero como es llega a mí. tampoco lo sé. por lógica. hacia el Atlántico. Y los aparecidos rondan los . Allí ha estado siempre. esos pájaros y esos soles en las piedras milenarias lo conocieron muy bien. Allí está frente a mí. La apariencia o el engaño.22 Es espacio mostrando sus espíritus En la estela de bronce azul”. “Hasta 3. a lo veraz. Me atrae su fuerza. ¿Desde cuándo lo conoce el hombre? Quienes pintaron esos peces. altera mis neuronas. entre rocas. Dice el poeta Luis García Morales desde las páginas inmortales de El río siempre. No lo vi caer “gota a gota en lo profundo del bosque como rocío”. Si fue el Guaviare. no era el mismo de hace millones de años. se refleja entre los barrotes. Hoy su cauce ha decrecido. sé que más allá se entrega -no tan dócil. esos círculos. esos bejucos. Vieron el brillo mágico de su oro. La noche se hace más espesa. pero desconozco su trayectoria y origen. Se hicieron uno con él. Yo. Digo como Nietzsche cuando puso en suspenso el saber para dejar sitio al creer: pongo en duda las estimaciones superficiales y provisionales pese a todo el valor que acaso corresponda a lo verdadero. distinto. Dirán que este río no solo ha sido el Guaviare. acontecimientos. artesanías. armas y herramientas. reduce su nivel. profesores. el Eúfrates. funcionarios. ya muerto. los que se elevan y dejan la tierra en este instante de espectros. encontrarán estas cosas (extrañas) enterradas. lugares. Se hará una cronología del lugar autorizada por el gobierno de turno. Por su cuenta. Publicarán volúmenes y más volúmenes. multiplican sus esfuerzos para que algunos vean sus rasgos. guías turísticos y estudiantes copiarán y se aprenderán al caletre: fechas. él declina. Por su parte. libros y revistas con la intención de recoger los datos más importantes para perpetuarlos en la memoria colectiva del presente. los maestros. Mientras las sombras avanzan. de esa ciudad enterrada. dentro de mil años tal vez.23 territorios de la vida terrestre. hechos y anécdotas. aquí y allá. Los cronistas escribirán sucinta y amenamente sobre todo lo hecho y publicarán la historiografía local o regional resumida con las debidas ilustraciones y en lenguaje sencillo para que todos vean y no olviden la historia de ese hombre pasado. el Amarillo y el Ganges. los geólogos rebatirán teorías sobre la edad de esta tierra y propondrán otras más acorde con la verdad de sus conocimientos. de ese río ya seco y lean sus andanzas. Revisarán los tantos periódicos viejos. sino también el Meta. Otros en el futuro. ¿Quiénes escuchan en esta hora sus clamores? Allá van los que se despiden. Pasa entre las rocas silencioso. menos de la vida que late a su lado. Los doctores orgullosos de sus tantos posgrados tomarán los restos de los últimos . Y por supuesto el Mississippi. para llenar con eso ese vacío tan lleno del pasado. el Caroní. en diferentes sitios de la ciudad enterrada en búsqueda de las huellas de ese hombre. el Tigris. El río está en reposo aparente. Excavarán buscando más evidencias. Anotarán datos más datos acerca de todo. Bajo suelo van quedando los utensilios de los habitantes: sus cerámicas. avatares. Hemos abandonado nuestras tierras. pero también de África porque por allí quedaba el paraíso. llegados hace unos 15 o 17 mil años . Para los Piaroas. según las diferentes pruebas comprobada por el método del Carbono 14. venimos a vivir con ustedes. Hemos abandonado nuestras tierras. Venimos a vivir con ustedes. porque para los hombres todos de la selva es el agua la patria y el territorio de la sobrevivencia: . dejaron su territorio. de los venidos del interior de las islas del delta. recopilada por Fray Cesáreo de Armellada y Carmela Bentivenga de Napolitano y publicada en Literaturas indígenas venezolanas (Caracas. la parte de adentro y la costera para vivir con los hijos de las aguas de oro. Monte Avila. venimos a vivir con ustedes. Venimos a vivir con ustedes. de Asia. Venimos a vivir con ustedes”. dice solemnemente: “Vecinos del Orinoco. hombres también de la selva y de los tres ríos. Los que llegaron para vivir con las gentes del Orinoco. o Toto Macuare.24 moradores y los compararán con los primeros habitantes de Guayana. Una canción warao. atrás queda el recuerdo de los Atures. A su vez. hablarán los arqueólogos y antropólogos y dirán lo que siempre nos han dicho: que ese hombre que murió aquí mismo y se llamaba Andrés o Juan. Es la voz de los desarraigados de la selva. vino de allá lejos. 1975). Solamente el tigre lo calentará. aunque se le prometió una vida muy dulce. 1967). Pero su cuerpo se iba quedando frío. lejano en la selva. la que recoge la yuca y tuesta las tortas de casabe en el extenso Territorio Federal Amazonas. editada en Milán en 1959 por Giorgio Costanzo. sol y agua./ cuando la lluvia/ ponga brillantes las piedras”. Rafael Pineda lo reproduce en italo-venezolano Notas de inmigración. junto a la gran Piedra Negra. Es Sol para la canoa que remonta el río. El volaba. Caracas. Merica. la que es luna. Quizás Merica. tan liviano. la que vio el maquiritare en los ojos indígenas de un piaroa. no se vino a las piedras calientes del río. en Poesía de la selva del Orinoco. Sus pies fríos apenas si llegaban al suelo. Poesía de los indios Piaroas y posteriormente traducido por fray Martín Armellada. . cómo deseó irse a la orilla del Orinoco para danzar con Merica. “Cuando esté muerto/ quiero bailar con pies de niño/ cara a la luna. Y para los hombres todos de la selva es el agua”. tan sabio. aún conserve en su sangre la mariposa roja.25 “Para el hombre que espera es la Luna. ligero y silencioso. (Fragmento de una canción piaroa. la que tiene la mano como el tierno fruto de la palmera y el pie como la semilla del algodón. cuyo aliento tiene el sabor del ananás. remontaba las aguas. El viejo Menaue que danzaba en la hamaca. . Parte II POÉTICA DE LAS AGUAS . . . Pero las aguas del río siempre tocan las orillas de lo que ya se ha vivido. los recuerdos y se instalan persistente como materia del verso. / agua para el marinero de la mina: / aguafuerte. el agua bautismal y purificadora.. agua de frente. O el esqueleto de un colibrí sobre la consola. / agua del corazón puro y caliente. en ente cósmico y purificador y. Ya desde los primeros años. siempre hay un río. El río —como el mar— es la vida que no termina: el agua gira con una esperanza de vida eterna. no hacia la muerte. como bien lo canta el poeta Rafael Pineda (1926). Más tarde. dicho con palabras del poeta Alarico Gómez (1922-1955): “Agua del agua de las aguas tiernas. aguamarina.29 Agua de la infancia El Orinoco es. el poeta ve la posibilidad de la creación a través del sueño./ (. el agua es un elemento concreto que brilla y resuena en el lenguaje que se hace poema. / agua del malecón. rodea al poeta que vive a orillas de un río..”. En los comienzos. en una revelación del tiempo: el transcurrir del río es un viaje. pulso vital. O un mar que se recuerda sin saber si existió o no.. / agua del toro azul de la corriente. . / agua de la balandra y de las piernas. Las aguas inundan su memoria. que va transformándose en un ritmo interior que se evade de la linealidad para hacerse tiempo en el poema. El río es ritmo. o el recuerdo de un río . el agua es solo la experiencia y el oficio. o un escapulario con arena del Orinoco. Desde esta infancia sostenida por el agua. En toda infancia hay un río. aguamiel. / agua de mar —que nunca de cisternas—.) entre los mereyales y en el río. sobre todo. sino hacia el cambio. transmutándose en río convertido en fuente de vida. Estas reminiscencias manifiestan la profunda afinidad con el agua que arrastra la infancia. Por la vía de la razón el hombre no se transforma en cualquier cosa sino sólo en aquello que como posibilidad existe ya en él. Al hacerlo verbalmente. a él le pedimos nuestro color fundamental. La conciencia se desarrolla unida al agua. que subsiste y aparece en el proceso de creación. Este renacimiento en el agua. Para Bachelard “el sitio en que se ha nacido es menos una extensión que una materia. El poeta reconoce provenir del agua y renacer en ella. Los poemas del río muestran los rasgos subjetivos del paisaje: allí el poeta intenta explicar su sentimiento profundo y verdadero. En él naturalizamos nuestras ensoñaciones. otorga a la vida un ímpetu inagotable. para Bachelard.30 El río hace ritmo y reloj que va marcando la vida de los que nacen y crecen viendo las aguas de su origen. gracias a él nuestro sueño cobra una sustancia justa. el agua dinamizada es un germen. puede también interpretarse como el renacimiento por el bautismo. Así. Percibe el mundo a través de los instintos. que el poeta siente. es un granito o una tierra. Por tanto. También. . reconoce lo real y se funde más con lo que el ama profundamente. junto a un sentimiento cósmico de universalidad: las imágenes se despliegan para finalmente desembocar en una afirmación de sentido cósmico sobre sus orígenes. es compensada por el arquetipo cuando se anuncia el fin de la infancia. un agua o una luz. la relación con la madre. que podrían simbolizar también los orígenes de la poesía referida al Orinoco. un viento o una sequedad. El agua se convierte en fuente de vida eterna”. la forma de relación más importante de la infancia. que el agua está ligada a los orígenes de los poetas nacidos a la orilla del Orinoco. .31 Se llega a la conclusión de que todo líquido es agua y toda agua es imagen sostenida activamente en las zonas más profundas del inconsciente simple del infante y que emergen desde las imágenes más conscientes de las aguas. en el lenguaje. Todo esto porque es lo orgánico lo que constituye los primeros centros de interés en el niño. Igualmente. la primera sintaxis está sujeta a una gramática de las necesidades. También el caos acuático se encuentra en la cosmogonía babilónica. Todos los seres han sido gestados en el agua. la cual tiene cualidades femeninas y masculinas. y en la cultura egipcia nos encontramos con el ‘nun’. Dios creó un firmamento entre las aguas y las separa unas de las otras.32 El agua madre Las aguas son el origen. y serán hasta el fin de todo ciclo histórico o cósmico. como para los aztecas. En los mitos cosmogónicos encontramos una apreciable cantidad de historias donde el agua es la fuente y principio femenino de la vida. hasta el sol. está representada por la lluvia que fecunda la tierra en las simbologías eróticocosmogónicas. El agua. que es la sustancia primera y húmeda. llamada también ‘amón’ (el agua primigenia). La tierra era soledad y caos y las tinieblas cubrían el abismo. ‘nun’ también significa: el nuevo flujo fecundante del Nilo. principio y fundamento de la poesía de los poetas aquí seleccionados. con los océanos ‘Apsû’ (mar dulce sobre el cual flotaría la tierra) y ‘Tiamat’ (que personifica al mar salado poblado de monstruos). Todo flotaba y flota sobre las aguas. donde las aguas verticales o ‘Tlaloc’ (dios de la lluvia) personificaban el impulso masculino fecundante. que le otorgan al agua una cualidad primordial. en combinación con el fuego. aguas primordiales que se presentan bajo diversas variables. pero el espíritu de Dios aleteaba en las aguas”. como ente germinativo. En la cultura védica las aguas son denominadas ‘mâtritamâh’ (las más maternas). Ella es la esencia y matriz de todas las formas de existencia. porque todos los días flota sobre el mar y se . que es inmortal. Ya en el Génesis aparecen las aguas como parte fundamental de la creación: “Al principio creó Dios el cielo y la tierra. Las aguas han sido desde los comienzos. y Cristo renace en el Jordán con el bautismo. unida al árbol dador de dones. maris stella” (Ave. entonces. Se dice en el Apocalipsis (Cap. El río es el símbolo de la creación para los antiguos.33 sumerge al anochecer en las aguas maternas. 22: 1-2): “El ángel me mostró un río de agua de la vida. donde también lo primero que existe es el océano original. Vemos. hay árboles de la vida. La creación del mundo y del hombre es la creación primordial. y a un lado y otro del río.). que los mitos arcaicos presentan al agua como origen esencial de la vida. para renacer al día siguiente. La presencia del agua como fuerza primigenia se da también de esta manera en la poesía referida al tema del Orinoco. Y esto nos conduce a la creación poética como paradigma de toda otra creación. una vez al mes. Con ese sentido y en la misma relación encontramos al agua como madre en diversas imágenes de la poesía referida al Orinoco. Las hojas de los árboles sirven para curar a las naciones”. . Por ejemplo. estrella de los mares). que dan doce frutos al año. La cosmogonía es el modelo de toda creación. Mitra nace a orillas de un río. como las que han llegado hasta nosotros desde los antiguos textos cuneiformes de los sumerios (milenios 3ero y 4to a. En medio de la plaza de la ciudad. Los cristianos asocian a la Madre de Dios con el agua en el comienzo de un himno: “Ave. que manaba del trono de Dios y del Cordero. límpida como un cristal.C. De las aguas surgieron los dioses. Hay otras culturas. En ambos planos. cumplen la misma función. purifican y regeneran. para todos los que aquí hemos nacido. sino que corresponde a “una reintegración pasajera de lo indistinto. de una vida nueva o de un nuevo hombre. mágico y medicinal por excelencia. Desde las más viejas tradiciones el agua ha sido símbolo cosmogónico. Tal como en la tradición cristiana el diluvio puede compararse con el bautismo. El poeta lo dice y lo dice la Biblia. donde las formas se deshacen y liberan elementos para producir nuevos estados cósmicos). esta muerte no es definitiva.34 Agua purificadora Los versos del poeta Abelardo Gorrochotegui (1861-1927) nos dicen que “Cuando torne / a las riberas del raudal que baña/ el pueblo donde vi la luz primera”. En ella reside la eternidad. Este simbolismo se halla tanto en el nivel cosmológico. biológico o soteriológico”. seguida de una nueva creación. en los cuales la humanidad se sumerge en el agua para dar lugar a una nueva época y a una nueva humanidad. según se trate de un momento cósmico. como dijera el también poeta Fernando Cova Fernández. Las aguas lavan los pecados. En estos niveles es donde el poeta nos muestra una preocupación cósmica por la destrucción del mundo y su única salvación posible a través del agua. El contacto con el agua provoca un nuevo nacimiento a . en los antiguos mitos y rituales la libación funeraria tiene su paralelo en las lustraciones de los recién nacidos o en los baños primaverales que otorgan salud y fertilidad. En cualquier contexto religioso en que se encuentren. Porque ciertamente el Orinoco ha servido de pila bautismal. (representado por el diluvio o sumersión periódica de los continentes. cuya representación es la segunda muerte del alma o muerte de iniciación por el bautismo. lo que conduce a una concepción cíclica del cosmos y de la historia. como en el nivel antropológico. donde Yavé habla a Moisés refiriéndose a los Levitas: “Procederás . Éste era llevado a cabo por la partera. El agua clara es símbolo natural de la pureza. etc. una gota de agua impura basta para ensuciar un universo”. Eliade. Tiene un componente moral”.. Pero purificarse no significa simplemente limpiarse en el sentido de higiene. a fin de que su corazón y su vida fueran purificados. invocándola para que lo limpiara de la suciedad que traía de sus padres. ya que el agua es la sustancia que absorbe todos los males. como en Números 8:7.35 través de rituales iniciáticos. En la Biblia encontramos numerosos ejemplos de purificaciones por medio del agua. capaz de comenzar una nueva vida. libre de pecado y sin historia. En el siglo XVIII la hidroterapia fue muy usada. Se inclina al bien. Con este poder de desintegración de las formas y anulación de la historia. El agua pura es una fuerza renovadora cuyo poder se mantiene en cada gota. la fuente de la juventud. un exorcismo contra el mal. sino más bien. las aguas son medios purificadores y regenerativos: aquel que se sumerge en ellas. Pero el agua.. Entre los aztecas prehispánicos se practicaba el bautismo como medio de purificación del recién nacido. muere y vuelve a renacer. El agua es más bien una voluntad que irradia pureza. según M. pues el agua poseía este don desde antes del comienzo del mundo. no tiene únicamente propiedades periféricas: “Despierta los centros nerviosos.. encontramos fórmulas míticas de una misma realidad metafísica o religiosa en el Agua de la Vida.) Una gota de agua pura basta para purificar un océano. produce curaciones por medio de ritos mágicos y asegura la resurrección de los muertos en los ritos funerarios. como también la liberación del sufrimiento. Así. Es por ello que para purificarse basta una simple aspersión: “Queda lavado moralmente el que es asperjado físicamente (. quien ofrecía el niño a la divinidad del agua. El agua es también fuente de energía. debido a su poder de asimilación y desintegración de las formas. y que todos. con la sola excepción de un hombre.36 de esta manera: harás sobre ellos una aspersión de agua lustral. que sería el antepasado mítico de la nueva humanidad. El sacerdote toca el agua con su mano y ora para que sea purificada. la divide con su mano y la rocía hacia las cuatro partes del mundo. ya que ambos descendieron a las profundidades de las aguas y salieron victoriosos. También se compara al bautismo con el diluvio y a Cristo con Noé.” En la tradición bíblica. convirtiéndolo en un nuevo Adán antes de la caída. Luego sumerge el cirio pascual en el agua y canta. Este descenso a las aguas es una prueba de iniciación paralela a las que se encuentran en otras religiones. los . ellos rasurarán todo su cuerpo. entra y bendice el agua de la pila “para que una primogenitura celestial. Después de las plegarias finales. concebida ya por esta bendición. También las aguas de la muerte aparecen en numerosas mitologías asiáticas y oceánicas. cualquiera sea la diferencia de edad o sexo.” También en Ezequiel 36:25 habla el señor Yavé a la casa de Israel: “Os rociaré con agua pura y os purificaré de todas vuestras inmundicias y de todos vuestros ídolos. sopla tres veces sobre ella en forma de cruz. Este simbolismo judeo-cristiano del bautismo no se contradice con el simbolismo acuático universal: Noé y el diluvio tienen como paralelo numerosos cataclismos que. según las tradiciones. reciban nueva vida por la fecunda virtud de la gracia”. han puesto fin a la humanidad. hace el signo de la cruz sobre ella. lavarán sus vestidos y se purificarán. salga del seno inmaculado de esta divina fuente para un nuevo nacimiento. El bautismo libera al hombre de la corrupción y del pecado. El sacerdote ofrece una plegaria. que era al mismo tiempo un descenso a las Aguas de la Muerte”. las aguas están ligadas a “una valorización del bautismo como descenso al abismo de las Aguas para un desafío con el monstruo marino. estas son ricas en gérmenes creadores. Al ser provocadoras de muerte y disolución. Este descenso tiene un modelo: el de Cristo en el Jordán. el niño hace este recorrido cuando recibe el agua sobre su cabeza. lo que enfatiza la idea de purificación. Este rito simboliza el matrimonio sagrado que es la fuente regeneradora del mundo y del hombre. Penetrar en esta fuente y traspasar su superficie es cruzar el mar nocturno del reino mitológico.37 sacerdotes rocían a los asistentes con agua bendita. Simbólicamente. Después es devuelto a los padres de su cuerpo físico. . el Espíritu de Dios y el Vientre de la Gracia. que son sus auxiliares. Su finalidad es un encuentro con los padres de su Ser Eterno. pero también hay en él un símbolo de renacimiento. guiado por el sacerdote y los padrinos. Así el agua femenina es espiritualmente fructificada con el fuego masculino del Espíritu Santo. De este modo el bautismo lava el “pecado original”. mantiene el intento de superar el tiempo a través del arte. La palabra es. pero el hombre moderno. Los pueblos primitivos intentaron dominar la temporalidad a través de sus concepciones míticas del tiempo sagrado. llego al verbo y entonces todo se pone en movimiento. pero con ella se puede detener al tiempo. para el poeta. Todas las civilizaciones llamadas tradicionales o antiguas están conscientes de haber perdido un paraíso primordial y se consideran en estado de caída. . Ellas integraban al individuo en sus estructuras con precisión. la proximidad del cielo a la tierra.38 Agua del tiempo El descubrimiento de los nombres es el comienzo de otro descubrimiento que para mí constituye una obsesión: el tiempo. perdida la fe en el mito. Y si más tarde nombre y verbo entran en otros tiempos que se acercan y se escapan. una paradoja: ella nace en el tiempo. y la sumisión de los animales que les obedecían. hay algunos rasgos comunes a todas ellas: la inmortalidad de los hombres. para las civilizaciones tradicionales. la perfección estaba en los orígenes y no en un porvenir improbable. la inutilidad de trabajar para obtener su subsistencia que lograban naturalmente. Así pues. me llegan a veces de manera más breve y otras más largas: entonces sé que nada hay que impida que el tiempo se detenga. creo e intento detener el tiempo. proporcionándole la sensación de ser indispensable donde se encontrara o para lo cual había sido preparado. Hay entonces. en todo caso. Aunque las características del mito varían de una civilización a otra. Si puedo nombrar. Si luego de nombrar continúo explorando. una voluntad expresa de regresar al estado primordial considerado como perfecto y. que es el río. más allá de las tradiciones.39 no avanzar más en la caída. Busca permanecer estable a fin de no aumentar la distancia que la separa de su arquetipo. hacerlo retroceder: no es más que devolverlo a sus elementos más simples. La concepción cíclica del cosmos y de la historia puede mostrarse en la tradición de los diluvios que reúnen la idea de resorción de la humanidad en el agua y la institución de una nueva época. que aniquilan la vieja humanidad y preparan la aparición de una nueva. pero sin otro contenido que los ayeres y los mañanas. En las civilizaciones tradicionales. Las fases lunares se encuentran en estrecha ligazón con las inundaciones y el diluvio. Sin duda existe un futuro y un pasado. dominada por hombres nuevos. El diluvio . a un estado primordial. sometido a la temporalidad que es ruptura y deterioro. porque el hombre. considera que ha llegado a ser: mortal. del devenir rítmico. con una nueva humanidad. de un punto al otro del espacio. Para el hombre primitivo es absurdo transcribir el tiempo en términos de espacio. Es por ello que en este tipo de civilizaciones el mito primordial es la única historia digna de interés: se confunde con la historia de la condición humana y recuerda en todo momento la integridad original del hombre. porque la luna es el símbolo por excelencia. sujeto a la carne y condenado al trabajo. a causa de su rompimiento con los dioses. evita aumentar el desequilibrio inicial causante de la caída. Esta concepción cíclica es confirmada también por la convergencia de los mitos lunares con los temas de la inundación y del diluvio. Una época es abolida por la catástrofe y una nueva era comienza. consciente de su origen celestial. de la muerte y de la resurrección. cada sociedad. Desplazar un objeto hacia el pasado no significa necesariamente llevarlo hacia atrás. todo contacto con el agua. la malévola patrona de las inundaciones y de los aguaceros. de latencias.40 es un fenómeno cósmico que se repite entonces por una necesidad cíclica. o sencillamente. El hombre encontró un modo de exorcizar la temporalidad y el deterioro: el mito. La vieja diosa. hablando incluso de una “destrucción” del lenguaje artístico. resume los momentos fundamentales del ritmo cósmico: la reintegración en las aguas y la creación. el artista. De hecho. símbolo temible de la muerte. cuando se practica con una intención religiosa. para aniquilar lo que no fue para él una vía eficaz de expresión. se corrompen y terminan por vaciarse de su sustancia. . Las aguas no pueden sobrepasar su condición de virtuales. la necesidad de exorcizar el tiempo. participan de la historia y del devenir universal. Todo lo que es forma deja de ser virtualidad. el dios negro se adelanta. la de las garras de tigre y el aspecto imponente. que encuentra su máxima expresión en el arte. En el arte occidental se han conocido transformaciones radicales. Por tanto. vuelve la vasija de las aguas celestes. de gérmenes. el deseo de regreso a los orígenes. que al perder su eficacia dio origen al símbolo. Los huesos cruzados. En el caso de la poesía de Guillermo Sucre. a menos que se regeneren por inmersiones periódicas en las aguas o queden sometidas al diluvio seguido de la cosmogonía. las formas caen bajo las leyes del tiempo y de la vida: adquieren límites. con una lechuza chillando encima de su temible cabeza. Debajo. destruye sistemáticamente lo que lo precede. del universo establecido. para instaurar algo diferente. en muchos casos. con su lanza que apunta hacia la tierra y simboliza la destrucción universal. decoran su falda. como una regresión al caos. y una serpiente enroscada adorna su cabeza. como asiento de la muerte y fin del transcurso. y agua-mar. Agrega el filósofo: “Diversas aguas fluyen para los que se bañan en los mismos ríos. Quisiéramos cerrar esta etapa citando las palabras de Heráclito: Como las aguas “entramos y no entramos en los mismos ríos: somos y no somos” (fragmento 49 a). agua. está sujeta a la desaparición. al evaporarse en las aguas. regeneración y temporalidad. como transcurso hacia la muerte. purificación. como posibilidad de remontar lo recorrido.41 se ha cuajado en diferentes símbolos en relación al agua (en cuanto es lo más fluyente ante nuestros sentidos): agua como símbolo de origen. como intento de detener el tiempo. Así el hombre se integra a la naturaleza. . El alma es lo más íntimo del hombre y. Y también las almas se evaporan en las aguas” (fragmento 12). Hemos afirmado la presencia del agua unida a la temporalidad en la poesía de Luis García Morales. agua. pero esta presencia se despliega de diferentes formas: agua-recuerdo. Sin otra transición que la del cambio estrófico. En una ráfaga se destruye en un instante la totalidad.42 Agua recuerdo La preocupación por la temporalidad aparece tempranamente como uno de los temas más recurrentes en la poesía de Luis García Morales. . se despliega vertiginosamente un agua imposible que gira sin continente que le pueda dar forma. y encuentra una primera concreción en el recuerdo. atemperando con cierta dulzura su realismo. aunque la costumbre nos haga entregar a nuestros muertos a la tumba o a la hoguera. donde nos disuelve lo más completamente posible. Esta disolución alcanza también a la naturaleza: así el paisaje se disuelve en la lluvia ante nuestros ojos. pues el deseo del hombre es que las aguas de la muerte se transformen en aguas de vida. Pero el agua es también un elemento de la nostalgia que puede impregnar la obra de un artista. Así. La muerte en el agua es la más maternal de las muertes. finalmente a la muerte. como en el caso presente. que su abrazo sea el regazo materno. según el pensamiento de Carl G. llegando a ser una nada sustancial. la tumba del fuego y la tumba del hombre. el mundo entero se funde bajo el agua. llevándonos lejos. Encontramos en la poesía de Luis García Morales una reiteración de la idea de fugacidad de la vida en el tiempo. La imaginación profunda desea que el agua participe de la muerte para que esta conserve su sentido de viaje. el inconsciente marcado por el agua soñará más allá de la tumba con una partida sobre las aguas. El agua confiere la muerte elemental. haciéndonos morir del todo. pero esta humaniza a la muerte. Jung. ya que el agua es sustancia de vida y también sustancia de muerte. El agua pasa como los días. muere con el muerto. . a merced del río que todo se lo lleva y de la rebeldía que el hombre experimenta en su nostalgia del tiempo que no se detiene. El agua es. así todas las almas subirán a la barca de Caronte. pues.43 Agua-río Existe en la tradición una idea que liga al agua con la muerte. . Parte III Poetas y poemas del río . . porque se murieron sin tocarlo. J. Los muertos de aquí no murieron de poesía. Fernando Cova Fernández (18841929). de ese trasiego de ires y venires solo quedaron los poemas dedicados al río Orinoco. contaminada. Ramón Isidro Montes (1826-1889). llena de paludismo y huesos amarillos. Agosto Méndez (1871-1944). para empezar la Antología de la poesía del Orinoco: “no moriremos de poesía/ nadie tiene la palabra aunque hablen/ o todos la tienen aunque callen”. llevaba al lugar donde estaba la muerte. ni viejos ni nuevos.47 Los que murieron en las tierras del Orinoco no dirán dónde quedaba exactamente El Dorado. Una tierra convertida en tronera. De los más antiguos ya ni los huesos quedan: se deshicieron bajo tierra. Los que aquí echaron raíces entendieron después que eso que resplandecía en las pupilas de los aventureros adentrados en la selva. malditos para siempre. Concepción Acevedo de Taylhardat (1855-1953). porque vieron el oro brotar de la tierra y llenar los bolsillos de los extranjeros. Héctor . Pero de ese trajinar de las ambiciones y apetencias. Teodoro Cova Fernández (1893-1950). polvo se volvieron en cumplimiento de la bíblica sentencia. aunque tuvieron la palabra poética de algunos buenos poetas como. pero no tuvieron necesidad de decir dónde estaba ni para qué servía eso que enloquecía a la gente. porque los muertos no hablan. M. Los recientes sabían dónde quedaba el paraíso. oigo que me dice el poeta guayanés Guillermo Sucre en el poemario En el verano cada palabra respira en el verano. Más allá de la creencia de criollos y extranjeros expulsados de sus tierras: ¿qué quedó de El Dorado? Unos pueblos muertos excavados hasta el infierno. Abelardo Gorrochotegui (1861-1927). diezmados por la avaricia. como resplandores de una belleza cuyo significado no puede expresar ninguna palabra. María Cova Fernández (1874-1947). Por eso. Fue licenciado en Ciencias Políticas.queda el brío. 1856). RAMÓN ISIDRO MONTES (1826-1889).después de su muerte en 1891 por la Imprenta y Litografía del Gobierno Nacional. Sus versos. docentes y científicas y a la formación de los que después se convertirían en los fundadores de la intelectualidad guayanesa. Y sirven de pretextos musicales para exponer sus ideas patrióticas y bolivarianas. Las crónicas más consultadas dicen que el educador fue además cuentista y orador. al nacer el Sol. “Y juraron libertarnos:/ Cien y cien y más guerreros/ Desnudaron los aceros/ Para liberarte a ti. durante varios años a la promoción de las actividades culturales. quien fue su alumno./ Si los vencen. Ramón Del Valle Laveaux (1898-1942). José Sánchez Negrón (1927-1989).. Alejandro Natera (1926-1984). Argenis Daza Guevara (1939-1994). Desde esta institución (que funcionó desde 1840 hasta 1904 y que en 1896 fue elevado a la categoría de Universidad de Guayana) el humanista que fue Ramón Isidro Montes se dedicó.. Teniente de Ingenieros y especialista en Matemáticas y Latinidad.” Los recuerdos que de su patria tuvo Ramón Isidro Montes no se quedaron en su mente como vagas presunciones.48 Guillermo Villalobos (1911-1986). Alarico Gómez (1922-1955). Ciertamente pocos poemas suyos . se ajustan sonoros al molde clásico. rítmicamente orquestados. Compendio de Métrica y los Ensayos poéticos y literarios./ Por eso tantos valientes/ Cruzan tu gigante río. libro publicado. Arte de hablar y escribir correctamente la lengua castellana. Medicina y Literatura. como él dijera en su poema Recuerdos de mi patria. ni murieron. Es autor de tres obras: Compendio de Aritmétrica práctica para escuelas primarias (Caracas.. con prólogo del crítico Julio Calcaño. Fue el creador de las cátedras de Derecho. Se le recuerda como rector del Colegio Federal de Varones entre 1876 y 1884../ Es invencible el valor. ./ Que adormecieron mi cuna/ Tus brisas murmuradoras. y en caprichosa corriente Va rielando el morichal. tan hechicera levanta sus quejas como grillos./Ebrio de entusiasmo y loco. Pero la añoranza./ Yo deliro de placer. tus morichales. En tanto que enamoradas Las palmas de la llanura Vienen a ver su hermosura En el límpido caudal. Vasto Orinoco Una agua pura y serena Como un hilo de cristal Corre y labra lentamente Verde cuna de esmeralda.. Tú escondes en duras rocas La fuente del Orinoco. Desde el alma acongojada le cantó a su ciudad cuyos recuerdos lo acompañaron como lamentos que empañaron los placeres de la vida. como puro y halagüeño ese amor que alivió su pesar. Que comienza poco a poco ./ Que vi la luz de tu cielo/ Y tus auras aspiré.49 quedaron en la memoria de un pueblo que casi nada sabe de su historia../ Y que a tu pálida luna/ Niño inocente jugué:/ Al recordar tus encantos/ Tus palmas./ Tus aves y tus raudales. “Al recordar que he nacido/ En ese fecundo suelo. evocando su origen./ Las glorias tuyas de ayer/ Y que yo dormí al susurro/De tu gigante Orinoco. ya embriagado de entusiasmo y loco.. al “Vasto Orinoco”.” Y desde la tierra de la patria le cantó a su río. Para el poeta fue grato recordar los heroicos tiempos de una tierra que estuvo “atada en cadenas/ Por tiranos sin piedad”. M. Agosto Méndez. nació el 9 de julio de 1871. Tavera Acosta. M. era considerado una figura estelar en la poesía venezolana y un intelectual defensor de la cultura guayanesa y de la masonería. Nunca vivió fuera de Ciudad Bolívar. junto a Luis Alcalá Sucre y B. Abelardo Gorrochotegui (1861-1927). Y ya se extiende. ciencias y bellas artes en una antología preparada por el general Pedro Arismendi Brito La Poesía Lírica de Venezuela y donde aparecen además de Agosto Méndez. Un año después (1899) publica Siluetas literarias. fecundo y lleno de fuerte colorido” según palabras de Picón Febres.50 y dilatándose va. Es uno de los más importantes poetas guayaneses que ya en 1895 aparece en el Primer libro venezolano de literatura. es un mar. Poseía una cultura amplia y un dominio de la lengua que le facilitaban su dote de versificador. Ya es torrente. En 1898 aparece su primer poemario de apenas 23 páginas Cantos bohemios. En 1901 aparece Lampos y rosas y en 1903 Bronces y filigranas. ya ruge Como fiera encadenada. Su nombre aparece en La literatura venezolana en el siglo XIX de Gonzalo . los bardos guayaneses Félix Montes. Perteneció. AGOSTO MÉNDEZ. ya es cascada. Ya en 1906 había publicado seis libros de poemas y era considerado uno de los poetas más importantes de la poesía venezolana. Luis Felipe Vargas Pizarro y Federico Villena. a la que le cantó con un lirismo debordado “asaz. J.. El doctor en Medicina J. a quien llamaban “El príncipe de los poetas guayaneses”. Fue autor de la letra del himno del estado Bolívar y director de la Gaceta Médica. Ya es un gigante. al consejo de redacción de la revista Horizontes (quinquenario literario aparecido en Ciudad Bolívar en 1899).. M. y tienes el culto de la Patria dentro del corazón.51 Picón Febres. Pero J. vienes con lira de oro y piedra diciendo tu canción. la revista Horizontes fue consecuencia de la noble emulación provocada en Maracaibo. Al Orinoco Viejo raudal gigante. Agosto Méndez no sólo era poeta. De victoria en victoria. entusiasta por la Ciencia y por el Arte” que el 31 de Enero de 1899 creó el Centro Científico-Literario de Ciudad Bolívar. En 1941 salieron a la luz dos poemarios: Poemas libres y Canción de Otoño. La “poesía galante” de J. aparte de su profesión de médico. tienes todo lo grande. Murió el 9 de febrero de 1944. con visiones de artistas y ensueños de leyenda tejes tu rauda vida en un ir y venir. Publicó Perfiles médicos en 1899 (1922-1942). . De muy lejos. clarín del romancero que escribió con su acero nuestro Libertador. M. fuerza y honor—. todo lo bello. En 1911 publica Anaglifos. Agosto Méndez tuvo mucha repercusión en su época. de sierras y de montañas. patriarca de los ríos tropicales. Cumaná y Ciudad Bolívar por el éxito de la gran revista caraqueña El Cojo Ilustrado. cronista y compilador. de donde salió la revista Horizontes que duró hasta 1913. fue también prosista. de contienda en contienda. al punto de crear escuela. vocero de la raza latina —gloria. Formaba parte de esa “juventud pensadora e ilustrada. Motivos sentimentales apareció en 1920. Célebre fue la compilación de prosa y versos escritos en ocasión del memorable Centenario del Congreso de Angostura en 1919. Según refiere Manuel Alfredo Rodríguez en Lecturas guayanesas. Este poemario recoge poemas que van de 1932 a 1937 y fue prologado por José Ramón Heredia.52 y al ofrecerle pródigo.. En su primer libro Afluencias. tú eres la madre tierra. L. tu tributo al Atlántico. Desde lo intimista a los temas regionales. Posteriormente publica Mujer. sino como se recuerdan. Caracas. Trae un lema que es como la filosofía que sirvió de fundamento al poeta: “Las cosas no son como son. . desde las evocaciones líricas a las inquietudes sociales y políticas. con prólogo de J. F. publicado por la editorial de la Federación de Estudiantes Venezolanos. ya se perfila el estilo de una madurez que registra varios tonos e intenciones. Reyes Baena y con el que recibió el Primer Premio de Poesía en el concurso del Ateneo Guayanés en 1942. Ejerció la docencia y el periodismo.. en 1937. magnífico y romántico. Romances regionales guayaneses. Parte de esta experiencia se ve recogida poéticamente en el libro Barbechos y neblinas y Memorias en la bohardilla. Fue presidente del estado Bolívar y en 1948 ministro encargado del Ministerio de Educación. 1942. prólogo de Luz Machado. En 1943 da a conocer uno de sus mejores libros Jagüey. F. Jagüey es una colección de romances regionales guayaneses. en la voz de la América retando al porvenir! HÉCTOR GUILLERMO VILLALOBOS (1911-1986). publicado por la Contraloría en Caracas en 1973. tu giro formidable. con un jurado compuesto por J. Agosto Méndez. carrera que aprobó en 1930 en la Universidad Central de Venezuela. Cursó Derecho en la Universidad de Los Andes (1928-29). M. según apunta en la publicación.” Héctor Guillermo Villalobos vivió durante algún tiempo en la Colonia Tovar. Vargas Pizarro y Héctor Núñez S. editado en Caracas en 1943. del cual poco se sabe. Saldo romántico. Voces cóncavas de bodega por sobre el agua negra y quieta. . con quien se declaró fielmente vinculado y rinde homenaje en un poema. olorosos a sardinas.53 Entre las influencias que recibió su poesía. porque se ha encariñado con los viejos veleros cabeceantes y apacibles. él mismo hace evidente la obra poética del mexicano Ramón López Velarde. Hay que saber sentir la madrugada del puerto. Se hincha en el espíritu una ancha vela de frescor cuando sube del río ese aire que únicamente sopla en los puertos. donde el agua domesticada ya no quiere salir a viajar. a alquitrán y a sol. Puerto fluvial Hay que saber mirar la estampa de este puerto fluvial. Se adelanta de “¡Buenos días!” el amanecer indeciso: es la hora en que está llegando la “Carmen Luisa” y en que sale la “Bella Aurora” con su carga de plátanos y su casco pintado de nuevo. entre las cuerdas. cuando aún duermen las casas y los faroles dormilones de borda a borda. En 1954 publica en Madrid Soledad y en vela. Es la hora en que empiezan a humear su desayuno las mil cocinas marineras. izan las velas. En la madrugada del puerto sus voces guían la tarea: levan las anclas rechinantes. Noches de cuatro. El domingo marinero retrata para una postal iluminada . bolivarenses temerarios. marabinos veteranos. barcos veleros: ¡balandras. Tarde peligrosa de temporal. cobran los cabos. canción y caña. “Pecho e’ Paloma”: margariteños sanguíneos. Carga. el amo del “Buenaventura”. Descarga.54 Cabotaje pintoresco de capitanes con apodos “Pancho el Sordo”. cumaneses forzudos. maniobras firmes y violentas entre el laberinto de mástiles hasta que todo está en sitio y enfilan proa ¡río afuera! Cabotaje de agua dulce que se hace en casa llevando y trayendo cosas humildes y familiares: capitanes. “El Oriental”. que en una noche bota en tierra las ganancias de cuatro viajes. botes y piraguas! Navegación de Pedro Díaz. entre el lamento de los mástiles y el chapoteo rítmico del agua. Bregar de toda la semana. “Juan Timón”. “Caimán”. Un día sin brisa. Felipe Larrazábal (hijo). Pero hay alguien que cuida de izar en cada barco una bandera nuevecita. A Concepción Acevedo de Taylhardat. se le acredita ese mérito. Mirad esta agua lenta que vive entre los barcos: ¿no es acaso la misma de cien años atrás? (1937. al atardecer del domingo. Educadora por sobre todas las cosas que tuvo a Simón Rodríguez como el precursor del pensamiento en América. Esta incansable luchadora nace en Upata en 1855 y muere el 17 de junio de 1953. Reza la ficha póstuma que fue la primera mujer periodista de Venezuela. Heraclio Martín de la Guardia. a juicio de los investigadores de la literatura. Gente del Orinoco. el primer quincenario literario fundado y dirigido por mujer en nuestro país.55 la calma chicha de este puerto: amanece más tarde. quien en 1888 publica además Flores del alma. Todo se vuelve una costumbre a lo largo de tanta paz. con el toque de siete del Resguardo. Llama la atención la biografía de esta mujer que se enfrentó no sólo al general . entre quienes se encontraban Andrés Mata. De Afluencia) CONCEPCIÓN ACEVEDO DE TAYLHARDAT (18551953). esa misma bandera que los niños miran arriar. (Velia Bosch. y en su salón de tertulia literaria reúne a los famosos colaboradores de las columnas literarias de ambas publicaciones. aparece en 1895. Guillaume de Pichón y Antonio Herrera Toro”. Diego Bautista Urbaneja. Arpegios. 36 poetas guayaneses. Caracas. “En Caracas funda. Brisas del Orinoco es. Vida doméstica y antigua de mi puerto fluvial. dos periódicos: La lira y El Ávila. La mitad de los hombres se quedaron en tierra y la noche del sábado acostada con ellos. 1983). con un clarín distante. En prisión. torturado. sino también a la voracidad expansionista del Imperio británico que nos rondaba por el Esequibo. el capitán de artillería Leopoldo Augusto. ¡gallarda reina del indiano suelo! levántase altanera la faz alzando hacia el azul del cielo! II ¡Salve. Al Orinoco Dedicada al señor don Eduardo Blanco I ¡Salve grandioso río! sultán enamorado que custodias indómito y bravío. héroe en la Invasión de los Sesenta.56 Cipriano Castro. ni el choque con que tremen a su empuje sus murallas eternas. murió uno de sus hijos. De esa experiencia le quedó el recuerdo de lo imborrable: el sufrimiento. demarcarle rumbo . la ciudad inmortal que en tu ribera. ni la saña imponente. ni los monstruos que pueblan sus cavernas. III En vano pretendiera osado el hombre. sacrificado. cuando el turbión desenfrenado ruge. raudal potente! no al mar envidias las tonantes olas. rompiendo diques y salvando muros con furia incontrastable. atrevido. cuando ávido olfatea de la hembra altiva el ardoroso aliento! V Frenético. besar la orla de su regio manto. indomable. reclinada en su trono de granito! te mira indiferente. sultán audaz de la gentil Guayana. vencida por tu fuerza extrema! IV Gigante acariciado por la deidad que tu pasión excita. ruges desesperado. cual ruge el león que en libertad campea. do tu amada sentó sus reales sobre enhiesta cumbre! para vivir orlada del sol fulgente por la excelsa lumbre! VI Y hela allí indolente. el pedernal escalas. que ante tu arrojo de poder emblema toda la ciencia humana cede. crespa la cola y la melena al viento. porque en tu esfuerzo puedes.57 a tu marcha altanera. pero jamás cumplido ver el anhelo porque luchas tanto! . Es una de las poetas venezolanas más conocidas en el exterior. JEAN ARISTEGUIETA. 1893. Nació en Guasipati. y la campiña de fragantes flores. y dominada tu soberbia insana te arrastrarás jadeante. francés. . y cuya lira un día vibró a compás de tu corriente undosa con plácida armonía cual vibra el aura en la entreabierta rosa! Caracas. VIII Aquel que sobre el crudo fragor de la tormenta. estado Bolívar. inglés. bajo las plantas de la egregia indiana! IX La brisa gemidora lleva a ti el eco del suspiro amante de la infeliz cantora. Sus poemas han sido traducidos al griego. hebreo. aquel que de inmortales esplendores pobló la azul esfera. el iris tiende. a tu coraje rudo opondrá el freno de su voz tonante. que fue tu musa.58 VII ¡Y lucharás en vano por alcanzar la ambicionada meta! El que con sabia mano rige y domina la creación entera. Gabriela Mistral. Durante muchos años se dedicó.59 italiano. Juan Manuel González. Carlos Murciano. Gino Rovida. Juana de Ibarbourou. Por su calidad ha merecido la atención y elogios de críticos y poetas venezolanos y extranjeros como Lucila Velásquez. Lírica Hispana es el testimonio de fe de esa pasión que no conoció fronteras. Vicente Gerbasi. José Ramón Medina. Tiene una extensa obra poética que abarca varios títulos y casi cuarenta publicaciones. Le han sido conferidos numerosos premios en América y Europa. Germán Pardo García. Ángel Martín Sarmiento. Ida Gramcko. Vicente Aleixandre. ruso y portugués. Orinoco De la oscura belleza de su imagen secreta de la verde nostalgia de su perdida fronda escucho Río tu fragua tu ritmo despiadado la fulgurante espuma que inventa sortilegios oh desnudez primaria oh beldad que aprisionas Del invencible vértigo con espantos ahogados siento Río tu esquema tu fragor infinito la desbordada lengua del barro y sus afluentes oh acuoso territorio con sirenas de hierro La creciente que duele la lluvia milagrosa la caótica fuerza con subterránea savia padezco Río en tu curso en tu interna armonía la red de la tristeza el vuelo sin medida oh forma aterradora en agua convertida . a partir de 1943 y en compañía de Conie Lobell. Jean Poilvet. Sus poemas aparecen en diversas antologías y selecciones. a la promoción de la poesía venezolana por el mundo. Luis Pastori. Hugo Emilio Pedemonte. Kypros Chysanthis. Juan Liscano. Marcel Henart. 60 La indisoluble nube que el líquido evidencia la cautiva esperanza en lienzo indigenista las encendidas boras sus morados flotantes amo Río en tu huella de horizonte de paz oh paraíso ignoto que guardas la abundancia Eres la noche ciega que Amalivaca ahuyenta en su corcel de airada transparencia de mito eres vergel de fábula en agua fugitiva eres Río la fuerza prehistórica de Dios oh mundo del amianto y de la rebeldía Eres el remolino embriaguez que consume eres día de fluviales aventuras indómitas en tu pasión sellada por el filo del viento eres toda la vida en cauce que no cesa oh Río que circulas con prodigiosa gracia Eres melancolía en quimeras que trazan espejos embrujados naufragios y amuletos eres la huella humana que divaga en tiempo de espejismo para después yacer eres moriche en talla de anunciación doliente eres también sigilo de voraces caimanes eres plata fluvial en sapoaras henchidas eres tonina abriendo su heredad turbadora eres la curbinata con pedernal benéfico oh Río que transitas cual cóndor mis palabras De rodillas escribo esta visión ardiente que te ama que te arrulla que te interpreta y te busca temblando soy tu canto tu talismán sin fondo incontenible nexo con tu veloz presencia oh Río con la infancia guardada en tus abismos De rodillas te nombro escribo tu caudal -eres como la muerte por la sangre temida . Indómitas presencias de las aguas Me buscan me buscarán por siempre ellas las aguas de mi origen insaciable ternura por donde me difundo semejante al destino al deseo al amor Me buscan me buscarán por siempre ellas las terrenales seductora invictas cavidades fluviales de los grandes abismos donde la realidad es como una herida testigo en el vacío invento del hechizo Me buscan me buscarán por siempre El Orinoco inmenso su visión sin poniente sus crecientes sus furias sus lajas y secretos el Delta de su seno abriéndose al vacío del atlántico ignoto-interrogante Más allá el Caroní en lecho de metales con ímpetus temibles y caribes con plantas ardorosas que revelan las fragancias del trópico su enigma Me buscan me buscarán por siempre esas aguas desnudas de mi tierra El Cuyuní en oscura profecía de las dantas que existen en sus limbos junto a árboles que dan la miel y la tristeza Me buscan me buscarán por siempre El Paragua en su sino de brillantes con orquídeas y cauchos y araguatos frente a sus ninfas puras solitarias Me buscan me buscarán por siempre ellas mis treguas en la sed humana .61 -eres esencia viva por el amor ceñida -eres el arco iris de la patria Bolívar -eres Río la sigla del hechizo y su fiebre. acoge en tu regazo el verso vivo que en la mente siento.. Tú. refleja la pasión por el Orinoco. 1965) FERNANDO COVA FERNÁNDEZ (1884-1929). lírica como la de su generación.. Madrid.62 corrientes-sortilegios aguas mías del Cunaviche al Cunurí fluyentes en recintos dorados por relámpagos Me buscan me buscarán por siempre en Marhuanta con rocas y palmeras en el amarillento Orocopiche con mereyes guayabas y sigilos Me buscan me buscarán por siempre igual que el propio amor toca su fondo. Hermano de María y Teodoro Cova Fernández. purifica mi alma con tu aliento. Su poesía. que acoge en su regazo “el verso vivo que en la mente siento. que tiendes al ribazo la espumosa melena. también poetas. / purifica mi alma con tu aliento. febrero 1965.. y te aduermes de cara al firmamento. libre al viento. . que a la faz del piélago infinito llevas la historia que tu sena encierra. en el silencio augusto del Ocaso. Padre Orinoco. y conforta mi cuerpo con tu abrazo!. (Poema recogido en Poemas venezolanos. / y conforta mi cuerpo con tu abrazo!” Al Orinoco Gigante azul. Caracas. que le dieron un impulso importante a la cultura y periodismo upatenses. calla el gemir que por ondas pasa. Poeta nacido en Upata. Sus primeros 40 sonetos. Devuelve tu ilusión. El Molino. . los publica en 1945 bajo el sugerente título de Siembra en el viento. su descripción de ciertos ambientes. por cada herida. álbumes y periódicos regionales. casi ingenua de su presencia. En los ratos libres se dedicaba a la poesía. Con estas superficiales palabras define Horacio Cabrera Sifontes a este hombre de humor lapidario nacido en Guasipati el 24 de enero de 1890 y que en vida desempeñara el desagradable oficio de odontólogo. En vano los dolores de la vida Quieren romper tu lira milagrosa. Una canción vibrante y armoniosa. parecía contradecir la sencillez. dos en Tumeremo: El Trabajo y La Campana y uno en El Callo. Sobre el mismo dirá Mariano Picón Salas algunos generosos elogios. Llevas la gracia excelsa de una rosa. como fue heroica la nativa tierra y como fue perínclita la raza!. Quijote que en tu lanza suspendida. era agudo en sus observaciones. 1920 MATÍAS CARRASCO. ya divulgados en revistas. Agosto Méndez Mi dulce y viejo bardo. “Lucía la modestia de un sabio.. apolonida De inspiración fecunda y candorosa.) Difícil era que a Carrasco se le ganara en la fuerza descriptiva de sus argumentos agrestes”.. Fue diputado por el estado Bolívar cuando serlo era un honor.. Fundó tres periódicos.63 y cuenta al corazón fiel y contrito. (. de estrella en estrella. puentes. Tampoco fueron lejos mis estudios. pues no pasaba de ser en la Ciudad del Orinoco. transcurrió lo mejor de mi vida. estado Monagas. triste y severo. alcanzarán el frío interés de nuestros hijos. Era yo enfermizo y doliente. concluimos que ni siquiera los tímidos reseñadores de libros. por el tono burlón que hiere y carcome. Cual blasón de tu lírica preclara: El Orinoco. si juzgamos por la hechura de sus poemas agresivos. Y en el bloque una garza pensativa. “Nació en Barrancas. un bachiller que hacía ruido y emborronaba cuartillas”. Fue la mía una infancia de niño pobre en la aldea venezolana. . Mi adolescencia llevó de su mano izquierda un libro de poemas y sus ojos buscaron en el cielo. infancia y adolescencia. Y en verdad. nebulosas formándose.64 Dulce y viejo maestro. yo auspiciara Cincelar en el campo de tu escudo. de esta manera lo da a conocer Velia Bosch. en Ciudad Bolívar. esos espectadores aburridos del futuro. pájaros. colinas. es uno de los poetas que más se acerca estéticamente al porvenir. En su corriente viva. periodista y biógrafo. quien murió a los 33 años. Alarico Gómez. por las noches claras. En Maturín se le tiene como un visionario. al Dios desconocido. los ya canonizados que le dedicaron breves líneas. Cuentista y escritor teatral en una disciplina en la cual excepcionalmente nuestros escritores han alcanzado verdadera calidad: la literatura infantil”. Poeta. ALARICO GÓMEZ. en 1922 y murió en Caracas en 1955. De la Piedra del Medio el bloque rudo. Mis amores de entonces eran rosas. “Semejante a muchos escritores guayaneses. como un adelantado. Mis padres eran seres nobles y puros. En su bibliografía se señalan como suyos los libros: Los dominios visuales (1956). Poemas para inmigrantes y turistas (1950).. Unidad hacia la rosa (1950). Sol de los soles en los cuarzos lentos. El sueño. Agua del agua de las aguas tiernas. . Fernando Peñalver gran ciudadano. Depósito de sales y de mieles. Unidad de las hondas pedrerías: tus amorosas manos son diez tallos: diez velámenes húmedos de aurora. A veces la ventisca se la suelta y la pone a dar aletazos. Balada de piedra y agua (o sea. En el color estás. Profundidad con árboles violentos.65 Se le conoce como el fundador. Y eres celeste multitud de oro abandonada en el amargo lloro. como en otros días. Estás aquí. con rostros fieles. La fuentecita encantada (teatro y cuento). que es un hecho de agonías —población de violetas y de gallos—. Y de la revista Minerva y Democracia.. La torre del homenaje. Envuelto en ella sale al viento y a la noche de los caminos. a la orilla de un muro de caballos. le encuentra ahora. Júbilo del regreso (1946). Ciudad. Arturo Uslar Pietri Invitación de mapas y laureles. mi canto a Ciudad Bolívar) En las viejas baladas el viajero tiene una capa. director y editor de El Orinoco y El Mercurio. Entre los vientos. porque para tu luz no hay día incierto. aguamarina. El merey. la arena sutilísima y sonora. mi nombre y mi camino. la tierna y dulce cosa matutina que fue mi escuela en la Ciudad dichosa del primer grado y su feliz rutina. agua de frente. Piedra del Medio.66 agua del malecón. porque no hay noche que tu fuerza borre. agua del corazón puro y caliente. que era Beatriz. Piedra de la Torre. la sapoara y el gentío entre los mereyales y en el río. Recuerdo ahora la pequeña cosa. agua de la balandra y de las piernas. rosa contenta. Luego mi adolescencia fue la rosa de una mujer llamada Josefina. agua del toro azul de la corriente. mi búsqueda. Caracas es mi frente pensadora. Maracaibo es el tiempo que en mí llora su soledad —la tierra del destino—. . agua del mar —que nunca de cisternas—. María o Dorotea del pensamiento fijo en una idea. San Rafael con ángeles burlones y San Isidro de encendida hora. y corre como un barco pesquero por el puerto. aguamiel. La cruz de mayo en el aire de canciones. piedra que va del viento a la tormenta. porque eres cerro azul. Recuerdo tu Congreso y tus balcones y tu sencilla gente pescadora. agua para el minero de la mina: aguafuerte. Piedra del Mediodía —pecho abierto—: por ti mi verso es amplia vida. libre viento: Ciudad. en tus ardientes fraguas! Yo estuve en el Congreso de Angostura con la sencilla gente de la barra. Invitación de mapas y caminos y noches estrelladas. eres también oro de trinos. Angostura. pero en su amor bebí fresco Liceo. que eran como el empuje de las aguas. Escuché las palabras de Bolívar. Vida y muerte las aguas —su inmanencia—. y todavía al recordar me veo con el asombro con que vi la estrella que era la cierva azul de mi deseo. fui tal vez cazador tras una huella. Madre de las Aguas.67 pero en Ciudad Bolívar soy ahora —soñador— aquel joven campesino que desnudaba el agua para verla en su más fina intimidad de perla. mía no es ella. y en su frente. (Estrella y cierva son antiguas luces sobre las cuales mayo ha puesto cruces).. Si de Angostura soy. el agua flabelada de la afluencia es tu celeste vena dividida. Cuidad Bolívar. ardes adentro. Voy hacia ti —de noche. . Con gotas como lezna sumergida. oh. el más hermoso río de la Patria: el Orinoco en él cantaba entonces como habitada altura de aire y bronces. cuando el alba se viste como un cuento y danza entre los coros campesinos su danza de encendido movimiento. Vi en los ojos del Héroe. Las aguas —su inmanencia—: muerte y vida. magnífica presencia. a toda hora—.. Nacida en Ciudad Bolívar en 1916. con la memoria de la lejanía. con rostros fieles. del mismo poema publicado en Los demonios visuales. He cantado tu piedra. En tus caimanes y en tu laja musgosa. tiene en su haber los libros Ronda. Saber que eres un hilo de la noria. con variantes sustanciales. Vaso de resplandor. Recorrer las columnas de tu historia y besar tu quemante geografía. Noble Ciudad. ilusión. rostro ciego. y relámpago que toca el arpa. que a la orilla del agua y bajo el fuego eres Ciudad Bolívar o Angostura. Autora de una extensa producción poética y ensayística. 1950) LUZ MACHADO (1916). Encaja en la atarraya —boca enemiga del pez—. y el campo amable de tu agricultura.68 piedra. Invitación de mapas y laureles. mi puro verso encaja en tu cielo. Estás aquí. Por eso te he cantado. y descuidarte menos. Variaciones en tono de amor. Canto al Orinoco. más bello ante los ojos del labriego. rostro que llora. Ciudad. Y es también una colina donde tú eres pastora y ocarina. Sonetos a . Cantarte es aprenderte de memoria. en tus aguas y en tu roca central. Mi canto es caja de música. o una estación frutal de poesía. tierra pura. río. es una de las voces más sólidas de nuestra poesía. Quererte más. Sonetos nobles y sentimentales. (Seleccionamos la segunda versión. Cantarte es ir por los caminos buenos. apareja. arrastra. en los terrenos baldíos. a lo que hace una década se llamó “el boom de la poesía femenina”. avanza y es furia y agonía y es inmensa y se escapa de la mano del hombre. . aquí mismo en las manos si la toco. con voz roja del hierro que la escucha el agua. en el pecho si beso la sed. se adelanta en formas de decir y asumir la palabra y el reino de lo cotidiano. desde lejos y desde más acá.  Creciente Desde lejos. temblando. Desde lejos. anda. crece. asida al claro signo de las lluvias. ahoga. Premio Nacional de Literatura 1987. irremediablemente. allá. crece. crece. extendida.69 la sombra de Sor Juana Inés de la Cruz y Retratos y tormentos. infatigable. crece. repitiendo el lenguaje de las raíces más profundas. emerge. Desde allí. abierta. lamiéndole los ruedos a las montañas con una lengua sorda y golosa y tremante. crece. aquí. jadeando. armónica. en la selva. con minerales. con la vida y la muerte. ya en los años 40. adelantando y hacia adentro y hacia arriba crece. en el llano. sube. Con su libro La casa por dentro. siempre. devota. puestos de manifiesto en los tres volúmenes de sus Crónicas sobre Guayana. con resinas. ha cultivado igualmente la prosa con estilo y elevado tono. desde ahí donde la afluencia son las sienes desesperadas que ya no pueden resistir más sueños. en los pies si la piso. devora. Y con su voz de selva que no la escucha el agua. crece. en el vientre si añoro las espigas. en sosiego. punzadora de luz y de altas lágrimas. fuerte de paz y de misterio. buscando las salobres rosa de la aurora. fugitivos de azar. Todas las noches Dios recuerda el caos y gime por el hombre en cada estrella. Entonces las mujeres sienten crecer bajo sus párpados ardientes amatistas y cerrarse sobre el vientre el anillo matriarcal de las constelaciones. El río corre tranquilo entonces. las sienes celestes se cubren de vastas violetas. Corre su sangre dulce por la única vena de la soledad pero ella basta para contener la confidencia estelar. La cabeza del hombre es otro caracol dormido donde el gusano recrea su baba luminosa y apenas vive en la palpitación estable y cálida. viene la voz del agua diciendo la belleza y todo bajo ella poseído se borra como un dibujo antiguo que devorara el tiempo. de inmensos pensamientos floreciendo en la clara raíz del [crepúsculo. Son la ciudad tendida en su madurez. Ni límites ni voces. laso de eternidad. El número y el nombre. Nada padece nada. están tendidos. . Y las criaturas por nacer despiertan en el breve delirio.70 con voz verde del viento que la escucha el agua. Nada conmueve el ámbito de la humedad. descubriendo en las primeras sombras el pubis de arena bajo el mugir lejano de los toros que vendrán a escarbar los jagüeyes nocturnos. Crepúsculo CUANDO el sol encierra sus caballos de oro. traductor y promotor cultural de amplia trayectoria intelectual. Hierbas. Fue director del Museo de Ciudad que funcionaba en la Casa del Correo del Orinoco. Ha merecido varias distinciones. Su obra literaria. El bajo Orinoco Contemplativa joven de los saurios contemplada a su vez por navegantes los pichones la aduana y la fantasía expulsión de rosarios por las ranas fortuita ceguedad parque de dogmas Tucupita a la rastra de Orinoco el rey agonizante de provincia en los pulmones de alto montepío. 1926). Poeta. Algunos títulos: Inmensas soledades del Orinoco (1968). periodista. (De: Canto al Orinoco. 1964) RAFAEL PINEDA (Caracas. narrador. condecoraciones oficiales y premios nacionales. Y nace el canto.71 Y bajo el aire el río lame la ciudad. cronista. el ensayo y la novela. Caracas. ensayista. Por las manos cogidas las muchachas bailaron a señal roja Blanca madre mía nubes disipando el tango de Gardel invulnerable y los tedeums en que sólo ponía media onza de carácter y otra al viento. pero hagamos la música con viejos conocidos y nos dirán tal vez si porvenir habrá tan sibilino que no pierdan las niñas la cabeza. . que abarca diversos géneros como la poesía. ha sido reconocida dentro y fuera del país. púrpura y magnolias. . Ramones rompió el fuego y el gracejo más digno de especiales circunstancias elogio de muchachas amoscadas por arte que improvisa tantas náyades ninfas toda la corte de Versalles. En autobús viajaron los enseres del espíritu y las propias muchachas resueltas a probar méritos grandes en caminos de fangos y en la gloria en satíricos tronos de Caracas donde dijeron antes los horóscopos quién medirá los senos como Venus y cuál circunferencia es Tucupita. los bosques de hamadriadas y sátiros aturden a las mises coronadas en abismo de aplausos y fotógrafos. el genio de sombrero. Por fin los ermitaños y juglares y cesto retumbante de los niños palabra favorita de muchachas creyeron descifrar bajo los arcos donde en el rojo brazo de Ramones reinas de plata encuentran el apoyo. y tal fue a demostrarlo en Tucupita visitando Orinoco ya cansino a punto de naufragio entre los mares. Respiración profunda en el cacao barcos de sal la pasta de cambures aliento de los bosques en el cuarto donde las aspirantes al concurso de Miss Venezuela enjundia frágil amores abandonan a las criptas y dicen mercenarios a los ojos.72 Por lo demás. no mires flores rugientes ni menos el gran silencio que a los ahogados arrastra a sus cuencas de diamante. ni las fuentes ráfagas brisa en puerto detenida ni los navíos que parten ni los que del mundo llegan. de piedra. agua menguante o creciente tendrás como la enemiga de sólo que alguno nombre o al pensamiento te venga y tú. aguas no toques púrpura verdoso río ni remolinos con ojos ni barca ni pescadores mires. contrincante firme enemigo de las aguas.73 No Me prohíben navegante Orinoco. Ni de escuchas conocía . aléjate de malecón tú solo o en la compañía corrupta quizás de dónde. Yo obedecí. a tus lecciones y vuelve de los libros a tu casa por vía de tu obediencia paralela al Orinoco. simplemente era un niño en este mundo. camina recto. y digo muerte porque es el fin. porque allí se niega el horizonte. luego. Fue director de Cultura del estado Bolívar. Los ruidos del mundo (1962) con el que obtuvo accésit al Premio Municipal de Poesía del Concejo de la ciudad de Caracas y Sonetos reiterativos (1975). correspondiente al estado Bolívar. secretario privado del gobernador. Nació en Caracas y se trasladó a Ciudad Bolívar. (De: Las inmensas soledades del Orinoco. docente y cronista de Ciudad Bolívar. sin color. Miembro correspondiente de la Academia Nacional de la Historia.74 entonces las libertades la del agua entre los hombres ni tampoco me sabía de la muerte prisionero. de la memoria. que lo cautivó para siempre. creció el árbol como un ángel inverso que se eleva. Los humos fluviales I En el valle enorme. levantaron la muerte de negro acantilado. Como periodista desempeñó la dirección en importantes diarios de la región como El Bolivarense y El Expreso. Demonios minerales. . 1968) JOSÉ SÁNCHEZ NEGRÓN (1927-1989). pero jamás ejerció el oficio. periodista . Se había graduado de abogado en la Universidad Santa María. Fue también investigador. Fue presidente fundador de la Asociación Venezolana de Periodistas y de la Asociación de Escritores Venezolanos. Publicó los libros: Los limos de la tierra (1950). y siento como el cielo se oscurece . interminablemente pasa el río. delegada de venados. porque la esperanza. El anciano de la noche. y nada y mar porque jamás se vuelve. y nada. y a sus pies. untada por los colores vegetales que se pudren. allí dobla las débiles rodillas y se sumerge en el humo del olvido. y enseguida pienso que una boa la sombra. pesados como bestias que olfatean las alas vegetales y las nubes es verdad también que adelante espera el hombre. La escalera de los ecos se alarga como un silbido que se pierde por el puente de las aguas sobre el lomo verde. como una serpiente vertebrada de piraguas. sobre una piedra del camino sentado permanece. esa puerta que se abre y da paso al único camino que no muere en parte alguna porque no termina nunca. El río. Pero si han quedado atrás los minerales.75 porque el libro de los ojos también se cierra. El río interminable. que es azul y nada. El río. 76 igual que las acuáticas raíces. Está escrito en el humo, en la piedra y sobre el limo: Yo soy. Tú eres. Él es. Yo soy la soledad del río que el tiempo sostiene entre sus manos. II Es la hora del primer vagido. Es el instante inmediato y previo puesto como el oído de un niño sobre la puerta de la vida nada hay, ni siquiera el nombre que la luz pondrá sobre la frente del río cuando asome. El silencio está quieto y crece y se levanta como una cruz enorme. Pero emerge el grito. Y los ángeles se asustan y no saben qué hacer con el silencio roto entre las manos. El río. El río. El río. El río. El río interminable. Sólo el humo puede unir sus sienes con el río cuando en la tarde húmeda de azules escribe en las alturas el nombre de los pájaros. Y luego, es una casa grande el verde acantilado de los árboles, a cuyo borde 77 se asoman mil ojos diminutos que repiten hasta la lata medianoche la respiración agónica de la luz que palpita en las luciérnagas. Y el tiempo que escribió en la piedra el destino de los cauces se fue luego y otro vino, y otro al fin y otro y otro sobre las rodillas minerales y ásperas del padre. El camino atraviesa los oscuros corredores de la infancia y la sombra iba pisando los talones al rosario, y cuando los pasos de las hojas se acercaban el río se envolvía la cabeza entre las sábanas del miedo. Y es por esto que el agua diminuta se puso de rodillas, ahogando 78 las hormigas entre aros y estampas de colores. Y no le faltó al río ni siquiera un perro moviéndole la cola. La casa quedó atrás. La cuna quedó atrás. Todo quedó atrás. Los caminos recorridos y la mesa grande del comedor primero, el venado de los sueños y las lianas angostas de la luz, donde el río colgaba sus trapecios. Todo quedó atrás, y decir atrás es empezar a caminar hacia la muerte. Pero ya la voz del bosque escrita por los ecos va diciendo: El río. El río. El río. Y todo se desliza, todo, por la enorme arteria que sueña con el mar. El nombre del río se aleja de la infancia cabalgando mariposas de colores. III La tierra tiene ahora un campanario y una plaza. Y ruedan los aros sobre las hojas secas del sendero. siembran los castigos del abierto catecismo en las orejas aterradas de otros ríos. y el polen de las flores. y un obispo enorme que da vueltas como una zaranda morada y musical en el abismo. lleva el viento entre abejas de la infancia desbandadas por el miedo. entre ángeles enfermos y delgados lirios. digo. y el río desvelado mira una zarza estremecida . quizás. que se le suelta al río el aro de las manos y rueda por canales verdes de agua putrefacta. y las calles están solas y es la sombra que camina con los pies ahogados. Voces de maestras. Es. Y es por esto. Los árboles son enormes cirios que oscurecen la casa de la tarde con la humareda roja que desprenden sus pabilos.79 Estampas vegetales cambia el río y en el viento huracanado que penetra por la puerta de la iglesia combaten los rugidos de los tigres con los débiles sollozos de los lirios. la medianoche. más adentro. 80 en el columpio de la soledad que reza con el cadáver de un rosario entre las manos. una cuerda o una piedra para golpear su corazón y sus pulmones. Y la amarilla lámpara de aceite mira. Y de sueños. . y de las ventanas con enormes bestias escondidas. es por esto. digo. y muy cerca de los ángeles un sol con rayos de oro. y le ponen en la espalda el cuaderno de los sueños y un plomillo de luz entre las manos. a cada instante. y en el silencio permanece oyendo caer la sombra de la lluvia en el valle bíblico. y las raíces de los árboles acuáticos acarician el rostro del insomne río. la que alumbra en el altar el pavor de las noches bíblicas. y escondió un poco. Cierra apenas la piragua de los párpados. en algún momento se alargara un palo. que el río ya no duerme. cuando las piedras cruzaron el oscuro cielo con un pesado vuelo de murciélago que sepulta el pecado de la adúltera. Y es por esto. digo. Y amanece al fin. la encorvada espada. porque el río dibuja en la pizarra un piélago [del mar que lo obsesiona. y unas aves. esperando que de las puertas cerradas de las casas. Y entonces el río temió al hombre y miró la calle larga y empedrada. oculto por el biombo de los nidos. con las piedras. y el río escondido entre las piedras fue hundiendo en el fondo de las sombras largas. . IV Si la mitad acuática de un ángel se arrodilla ante la espada de la piedra para no mirar los huesos verdes de la acústica que le quiebra a golpes de mandoble la mansedumbre de las alas. el río lloró sobre el hombro de los pájaros. las interminables muchedumbres bíblicas que a lapidarlo marchan. y esto fue lo que bajó al río de las calles empinadas. rodando por los aros de las plazas. seguramente surgirán al poco instante. del sueño. en el fondo. de los ojos. con los índices del Obispo y los Notables a envenenar sus aguas. La noche sobrevino al fin con sus huracanes de piraguas desatadas. de las casas.81 Y detrás del miedo. y los pájaros lloraron el río. sí. apenas miro. un apenas de espejo desvaído. y cada cosa.82 entre los remos. después se fue. sí. entre los remos fue guardando cuando le incendiaron la memoria y la esperanza. y atrás quedó la ciudad. para siempre sola. y allí puso con cuidado. una a una. las hojas del cuaderno y las estampas y el lápiz. El río. la camisa. en el fondo. . sus humanas lágrimas. allá en el fondo. el recuerdo de las islas. un apenas que camina por la noche en la punta de la sombra con sigilo. V ¿Es éste el cuerpo mío? ¿Es éste el mismo que sacude el polvo de la cuna como un sacristán que mueve en el campanario del olvido las alas pesadas de los lutos? ¿Es éste el cuerpo mío que miro navegar desnudo entre las islas? ¿Otras islas mi cuerpo ha conocido? Un delgado apenas. toda cosa. ¿Esto ha dicho el río o es mi voz que busca inútilmente lo perdido? Atrás. repito. otra vez las islas y este cuerpo nuevamente mío navegando bajo el hocico caliente de las bestias que clavan su sed en las riberas. VI ¿Qué se hicieron las manos de los ríos en la mesa de mis sueños. nasa espero. no sé si será detrás de una ventana. Este cuerpo mío entre las islas que me arrancan la savia de las ingles para germinar su soledad de verdes. bajo la dulce noche de grillos campesinos. quizás.83 Es un rostro. es porque en la memoria se me asoma el mismo de otros días. y si digo apenas. Las islas. entre leones y prostíbulos. es imposible que vuelva el rostro al ancla y los caminos. y si de esperar habría. que todo quede atrás. . apenas. o si fue. de mujer enferma con un mal de lirios el que recuerdo. ¿Es ésta la palabra. Que se abran las ventanas. y los acantilados de la soberbia que quiso tocar el cielo? ¿Qué se hicieron los índices del juicio que un día condenaron a las flores y a la libertad del viento? En esta heroica tempestad de la ceniza que ya no recuerda el fuego. qué se hicieron. y ahora pienso que la puerta de la vida no se abre con repique de campanas sino con el trueno de un féretro. . que gire con el viento hacia las legiones de mi luz que aguardan. Cerradme todo como un ciego. acaso. Atracad las puertas. o es el fin de la palabra? Quiero apretar aún el nacimiento contra el pecho.84 qué se hicieron? ¿Por qué. antes de tiempo han levantado el mantel que la vida me había puesto? ¿Las islas. nacimiento el vértigo? Que la sombra dé marcha atrás. dulcemente. mi cansado cuerpo se levanta y cae. al fin. y el manso desván de la memoria y las piraguas blancas que navegaron en el miedo? ¿Qué se hicieron las iras de las rocas que despedazaron mi cuerpo. ¿Pero es. ejerció la jefatura de redacción de la Revista Nacional de . atormentado el cauce. porque el cierto naufragio de su huella está esperando el mar con su enemiga. (De: Sonetos reiterativos. 1975) LUIS GARCÍA MORALES (1929). el río. 1950) I El río orinocando se desboca. orinocándose. el río. desbocándose el río. que a las islas va anudándose. Nació en Ciudad Bolívar. desbocándose. y el río ya navega casi muerto. ¿Por qué la tierra no apretó sus párpados? ¿Por qué nadie me pregunto si al mar quería? (De: Los limos de la tierra. Dejadme permanecer muy quieto envuelto en la semilla que esperando los relámpagos se queda la eternidad dormida. Y no verá jamás a su doncella naciendo con el nombre de la espiga para poblar de verde aquel desierto. va remontando el río un mar de roca hiriendo como un toro lo que toca. en 1958.85 Nada quiero. Formó parte del comité de redacción de la revista Sardio. que al dejarlas va alejándose de los vientres corneados en la boca. pero intensa y profunda”. Su obra.  El río siempre I Cae gota a gota en lo profundo del bosque como rocío Y gota a gota desde lo profundo del bosque llega a mí II En el agua aparecen los signos de una escritura ilegible Escritura de garzas de bejucos de caimán El espacio mostrando sus espíritus En la estela de bronce azul Lenguaje inmóvil En la inmovilidad de la memoria Memoria dúctil En la voz perdurable de la piedra Y la piedra el guacamayo y el arcoíris Comulgan en el círculo de la serpiente ¿Qué mano remueve bajo las aguas Los oscuros mandalas de la sangre El duermevela de los espacios petrificados? ¿Qué mano escribe la aurora El día El ocaso La noche Debajo de esta carpa estrellada? . que fueron recogidos por Monte Ávila Editores bajo el título de Luis García Morales: Poesía. comprende dos libros: Lo real y la memoria (1962) y El río siempre (1983). “breve en verdad.86 Cultura y fue primer presidente fundador del Consejo Nacional de Cultura. Productor del programa radial El Cantar de los Cantares en la Emisora Cultural de Caracas. como escribe el poeta Francisco Pérez Perdomo. 87 Caigo en un remolino Me cubren hojas de sicomoro Una pálida niebla me cubre ¿Quién me ayuda a recuperar La transparencia El ave Los primeros carbones del aleluya? III a Adriano González León Estoy solo a orillas del río Me visita el terror secreto de la soledad Hay un fantasma fijo que me habita y me habla Soy cada vez más extraño a la vida Soy cada vez más piedra de la herencia La ciudad arde bajo un mereyal sombrío La ciudad arde en una esmeralda de mi memoria Entro a su sol y escucho su plegaria de granito El niño que me acompaña escucha El gemido nocturno de sus muros Rociados con sangre de vaca Estoy solo a orillas del río Las aves tejen y entretejen el cielo Las toninas soplan en los flancos de la marea Y en la vieja luz de mis huesos Tanta mirada perdida Tanta música desconsolada Brotando como flechas de la memoria Estoy desprovisto de senderos Llega un caballo conversando de hojas tiernas Llega el friso troquelado en cuero de tambor . 88 Llega un tigre que canta en lo alto de una mata Me vuelvo lejos Como si la historia nos estuviera soñando Como si el día fuera sin término Ante mí pasa una bala Pasa la página de un libro Pasa un camposanto Donde van despidiéndose Del ayer o del mañana Mis amigos Pasa una mariposa vestida de mi rostro Me siento mal frente a este hielo Que se desdibuja Frente a este humo Que se deshace y me transforma Escribo la estrella y desaparece Escribo el fantasma y es mi olvido Escribo mi nombre Y el agua pasa por encima Lavando su tiniebla El río El río siempre IV El agua se vuelve sobre sí misma Y me ofrece la identidad De tu transparencia El tiempo se vuelve sobre sí mismo Y me entrega el desorden De tu agonía . el río siempre? .89 Una mujer se vuelve sobre sí misma Nadando en un río sin luz Y yo entro de repente En una mancha De sangre V Me vigila el oleaje Me vigila una espuma sucia Me vigila un navío quejumbroso Yo leo en la arena las líneas De tu corazón torturado Leo tus ojos Soy nadie mirando tus ojos De animal torturado Soy un cocuyo ciego Estás dormida sobre el paraíso de un relámpago VI La lucha del sonido por dejar el silencio La lucha del granito por parecerse al agua El agua es el tigre que se deshace en el cielo cantando En el cielo de la palabra hay un ángel En todo ángel un animal palpita El celaje del pez despierta en la memoria del pájaro ¿Soy acaso este cuerpo de ahora O ese río de ayer que me habita El río. de costado.90 JESÚS SANOJA HERNÁNDEZ (1930). el buque carguero más grande del mundo asoma su cabeza. Su creación poética ha quedado postergada por una diaria tarea de análisis político. trabajos de notable valor ensayístico y documental sobre la realidad política y cultural del país. Natural de Guayana. en ese instante bajan almadías y fuegos fatuos ante el saludo de otras gentes. a qué altura. animal si rayas y en ese. ensayista y periodista. Donde el Orinoco cruza Ven. Poeta. pasa en aves el pensamiento hacia el Mar Negro. Obras: La mágica enfermedad (1969). como un papel en aire veo el guiño blando.  mantener un prolongado silencio en lo que a publicaciones se refiere. entonces. Afinca el estudio de las realidades sociales armado de una sostenida metodología. ha dado a conocer en las páginas de diarios y revistas donde colabora regularmente desde hace más de treinta años. entonces. es contigo. por cuál tierna zona los habitantes defienden su existencia. sitúa el labio en mi tetilla izquierda. Ha preferido. reconocida en los años 60 con el premio de la Bienal de Valencia a su libro La mágica enfermedad. pero aquí. se considera una obra acabada por el magnífico lenguaje. De frente. sin embargo. es autor de una obra poética de singular belleza en nuestro medio. X-azul-207. espada se finge luz y para siempre indica dónde amor. y sueño. Acaricia mi barba. sosiégate. Agudo crítico y observador político. en el cruce de ambos ríos. de opaco a brillante el ojo mira eclipses. una sustancia de paz . Poeta y ensayista. La máscara. la transparencia (1975). antes de caer. como ciega mano de infinito. 1963. Donde el Orinoco cruza. La mirada (1970). y sueño. mientras en otra orilla muere el pez o el sol anaranjado. entre plantas muertas y grúas de acero oscuro. se mueve el polvo de minerales y tiempos. cierra el corazón. En tal arena. . GUILLERMO SUCRE (1933). el brote que en lo tibio sucede largamente. las islas parecen costras del universo y los caminos se estrechan poco antes de tocar puerto o embarcaderos de plátanos y playas de tortugas. Borges. y un extraño se aleja y dice adiós y me quedo solo. como una operación de astro. Serpiente breve. mientras la parte sur del mundo se inclina. Agosto. mi pie se hunde. abre tus piernas. otra vez y sin remedio solo. mientras medito. ensayista. en el polen oliente de antaño.91 que se desliza por el agua. se declara en guerra. conocedor profundo de la poesía universal. el poeta (1969). desde arriba. ahora. sus estudios son fundamentales para la comprensión de los poetas y de la poesía contemporánea. y nuevamente entonces sueño. Fundador del grupo Sardio. (1988). Junta el deseo. Ha publicado: Mientras suceden los días (1961). preparan los huevos su sorpresa. La vastedad. (1977). Apenas perdura la luz. Apenas el río. y a las palabras: ¡oh redes vacías! Una ráfaga de tu olor me precipita. las despliegan: casi aéreas. más silenciosa. Herido más tarde como un tigre por el celo de la tierra. figuras perfectas que transparentan otro espacio. Es junio o julio o igualmente agosto y el río casi desborda por la ciudad. Los pescadores hacen molinetes con sus atarrayas.92 Mientras suceden los días I Atado como siempre a tu simetría de oscuro río que fluye entre mis manos. circulares. .. Tu cabellera y grandes arañas en mis ojos pervierten luego mi reposo. el movimiento de las hojas del otoño recién extinguido. (De: Mientras suceden los días. Ya no hay girasoles en tu pecho.. me sacudo las mojadas hojas que me dejas. lentamente van cerrándose al penetrar las aguas. Al atardecer ya está en el malecón. el movimiento de los árboles. Y más espesa. Y nuevamente soy el movimiento de los días. aferrada a esos pequeños amuletos que ha destruido el tiempo. después un viento grave me atempera. las piernas colgando sobre las aguas. sino lágrimas y otras caídas hojas del árbol de la noche. sin embargo. 1961) Todo empieza en un río y una ciudad reverberando sobre una roca. Ese día fue así. Seres cabalgaban sobre ellos y pronto se reunieron en la orilla. Sabe que algún día ya no estará allí. Desconocía el cansancio y las distancias las bebía con venados sobre los hombros. Lo siente: hay un dios con él. donde están los almendros. las torcazas vuelan o están suspendidas. No se conoce ese aire o esa luz para sobrevivirlos. Frecuentó los círculos poéticos de los años sesenta y sus textos aparecen en varias revistas de la época. Esa piel de las piedras. Tiene ahora catorce años y todo lo ha perdido. al final reaparecíamos dichosos y helados en las cosas. Poeta. Ha publicado sus poemas en ediciones limitadas y por su propia cuenta. transparentar el río. La noche era mi estrella. Los débiles estaban protegidos y nadie abusaba de sus fuerzas. y desde allí contempla el amanecer sobre el río: una barca sola sube o baja en el rebalse del atracadero. serenos! Traían hojas y brebajes para hacer sopores saludables entre sí. París. Un rostro ya tostado por el sol. Un dios. Solitario y hostil.93 Todo lo que piensa lo va grabando su silencio en un mármol blanco. Tirados. O hay un dios que es él. narrador y periodista graduado en la Universidad de la Sorbona. En los días de tormenta estaba permitido extraviarse. impermeables. Quiere fijar la luz. Ha venido a la vieja aduana de ladrillo. que está en él. Vadeábamos el río hasta lugares nunca explorados. (De: En el verano cada palabra respira en el verano. Levanta la mirada. . Uno de los poetas más misteriosos y crítico de la cultura guayanesa. cálida ya no volverá a tocarla. Un adolescente que conoce la muerte. 1976) HÉCTOR GIL LINARES. cuando vimos aparecer troncos que se dejaban arrastrar por la [corriente. ya también absorto. Nadie profanaba con palabras o miradas sin orden. ARGENIS DAZA GUEVARA (1939-1994). Nació en Tucupita. las piedras del borde. Delta Amacuro. Allí estuvimos hasta el amanecer. de esta copa de ejército y en mi mano el agua y los alimentos. En el primer reino todo era intenso y claro y la imaginación no [conocía límites. Sabían que éramos los sabios elegidos y podíamos algún día volver con la corriente. Era la luz en su esencia original! Nosotros.94 Traían un fuego vivo para los cuerpos hechos de un metal [llamado Al-Oloé. Nos impregnamos de su ley y con ella volvimos a las ciudades. La armonía arreció y el sopor se hizo dulce espeso hasta que no fue posible con los cuerpos del Al-Oloé. Poeta y ensayista. Estaba proscrito el frío donde los cuerpos pueden proporcionarse [fuego. Perteneció a la generación de poetas de los años sesenta. Las miradas caían como piedras. El mago El mago se tragó el río. Estábamos en su reino y el río imperaba. los cabellos de la campana. Todos inquirían por ser sus reglas violentadas. los esqueletos de vacuno y habló luego: iluminadas mis andanzas y esperanzador mi designio. . por no llevar falsas palabras como reglamento podíamos estar. estado Anzoátegui. que es su especialidad. cuyo objetivo principal es organizar un centro regional de información sobre literatura. En 1987 alcanza el Premio de Narrativa de la Bienal Literaria del Ateneo de Calabozo.95 Yo soy el mago ante quien las víboras tiemblan. cronista y articulista de opinión. mereció el Premio Fundarte de Narrativa. animales de humo pronto silbarán en los árboles de hierro y a su peso se desplomará el viento y su carne será retama. Fue fundadora del Centro de Actividades Literarias de El Tigre (1991) y del Centro de Estudios Literarios de la UNEG (1994-1995). ensayista. Narradora. el poderoso mago que no perdona. En 1986 obtuvo el Premio de Periodismo Literario “Fernando Pessoa”. Desde 1996 es miembro del Consejo Consultivo de la Fundación Francisco Herrera Luque. En 1985 fue mención en el concurso de cuentos del diario El Nacional. muchos de los cuales han sido premiados nacional e internacionalmente. con la obra Insomnio que se rompe en luz.  . El río. con conexiones informatizadas. da clases a estudiantes de posgrado en la UPEL Maturín o seminarios sobre Novela Venezolana Contemporánea. auspiciado por el Consejo Nacional de la Cultura (CONAC) y la embajada de Portugal. Nace en Caracas. Premio de Narrativa Bienal “Rómulo Gallegos”. en1951. y en los actuales momentos se dedica a la consolidación de la Fundación para el Fomento de la Literatura Regional Ramón Isidro Montes. MILAGROS MATA GIL (1951). Milagros Mata Gil ha publicado trece libros: 4 novelas y 9 ensayos. Ocasionalmente. Premio de Narrativa de la Casa de la Cultura de Maracay. Ha iniciado algunas empresas editoriales alternativas. de El Tigre. Yo soy ustedes. en este mismo año su novela La casa en llamas. 96 En 1988 su novela Memorias de una antigua primavera se hizo merecedora al Primer Premio de Novela “Miguel Otero Silva”, auspiciado por la Editorial Planeta Venezolana, S. A.; adscrita al Grupo Editorial Planeta Internacional. Estos hechos y su incansable trabajo, nos hablan por sí solos de Milagros, una de nuestras más fructíferas escritoras Agosto en el Orinoco “Agosto es el mes climáxico de los arcanos que derivan del río. Entre abril y septiembre transcurre el feroz ciclo de la creciente. El río cambia de colores y sus conductas: a menudo es ocre, casi como corriente de oro derretido bajo la luz del sol, sobre todo un poco antes del ocaso, cuando se despliegan los juegos esplendorosos de colores del sol poniéndose. En esas oportunidades, el tumulto los asigna: viene desde paisajes umbríos y lluviosos, arrastrando costra de selva, animales muertos, despojos. También suele ser de un azul casi negro, quieto y tenaz, como un espejo con remolinos y corrientes internas: sombrío. O alegre y estruendoso, con tonos azul claro, exhibiendo el paso de las toninas, el deslizamiento de las curiaras de pescadores, donde hombres audaces lanzan las atarrayas, apenas relámpagos dorados en el aire. Un segundo justo antes de herir con levedad el cuerpo fluvial. En agosto aparecen los pescadores, exhiben sus artes que durante el resto del año ejercitan de madrugada y con humildad. Los pescadores se transforman en seres del río, con la creciente. Cabalgan las frágiles curiaras, se elevan suavemente con el peso de la red,o, desde la orilla, lanzan los cordeles de nailon, con recta seguridad. En esos días la cosecha de pescado es memorable: uno ve apilados los plateados cuerpos del morocoto y la zapoara, los lisos cuerpos de los bagres, los tonos azules del bocachico y compra ese regalo de Dios con alivio y placer. Todo el espectáculo de la pesca en Agosto tiene su remate y recompesa en la contemplación del producto. Pero también en la minúscula verdad del hombre frente al río. A la altura de la antigua Laja de la Zapoara, el Orinoco corre con rugidos terribles: hay en ellos cólera y voces clamantes. La corriente choca con ferocidad 97 contra las piedras, contra el malecón.” (Fragmento de Elipse sobre una ciudad sin nombres, 1994) Navegaciones y regresos Primera navegación Cuando se ve el río, ese cuerpo que parece lámina metálica dotada de la vida del animal, es posible creer que él es cosa uniforme y homogénea. Hecha solamente del poder corporizado de las aguas que provienen del cielo, de la tierra y de todas partes, como se dice que es la sustancia de toda Divinidad. Pero no es así: el agua está hecha en verdad de trillones y trillones de minúsculas partículas. Más allá de la fórmula que consagra la ciencia, hay múltiples partículas navegando en la composición dialéctica que hizo la alquimia del Creador. Navegan allí organismos vivientes, extraños al ojo de los humanos mas sin embargo aposentados de su brevedad y su esencia. Navegan los restos de todas las muertes. Los desechos y los deshechos que vomita cada día la existencia. Y navega también el polvo, esa condenación a que nos convoca la religión bajo el recuerdo de la muerte. Hay un polvo ¿sepia, ocre, rojo quizá?, que navega en el río. Ana María Boileau Desde lejos se escucha la sirena. Voz profunda de la gabarra que va y viene desde Los Pijiguaos. A veces, sobre el planchón se ven los rojos promontorios de la bauxita. Otras, en el vientre metálico viaja la gasolina que, por el Apure, o por brazo del Casiquiare, llegará a Colombia. Cada vez que pasa la gabarra, todo se detiene en la ciudad. La miramos pasar con nostalgia. No solamente de puertos distintos, sino también de tiempos distintos. La gabarra va dejando una estela. Su bandera ondea como en un dibujo infantil. ¿Quién es el gobernante de esa ruta? ¿Cómo es el nombre del que navega? En Barrancas llegué a ver un navegante del río. Uno de esos seres legendarios, descendiendo de un remolcador, perdiendo de alguna manera su condición mágica al volverse terrestre. Imposibilitado de 98 caminar con garbo, como el albatros de Baudelaire. Aquí mismo, en plena Angostura, me tocó viajar con otro, a quien llaman El Caimán del Orinoco, capitán de una de esas barcazas multicolores que algunos llaman falcas. El hombre condujo hacia el Este. Su escueta tripulación era un muchacho despierto: su hijo. La proa se adentró hacia el espacio donde el río choca violentamente contra los pilares del puente, y aún más allá, para que él pudiera mostrarnos a nosotros, los visitantes, el hogar de sus toninas preferidas (Patricia se llamaba una de ellas). Era como un anfitrión feliz que muestra su casa. Recuerdo de ese viaje un peñasco negro y abrillantado por el sol, con signos grabados en lo alto. Recuerdo los helechos colgando de sus aberturas y deslizando sus preciosas hojas de encaje verde hacia el resplandor solar del agua. Recuerdo la familiar visión del animal broncíneo. Palpitando bajo nosotros. Rodeándonos. Acechándonos. Fascinándonos. Mareándonos. El Río, el Río. El Río es un universo. En él habitan millares de criaturas de variados tamaños y con diversísimas existencias. Todas se mantienen en cruel equilibrio. Nadie duda de que parte de ese equilibrio lo establece la Serpiente que se oculta bajo la Piedra del Medio, en el área de la angostura. Algunos dicen haberla visto. En sueños o en verdad, irguiéndose al amanecer desde el cuerpo del agua, sobre todo en la estación seca. En los patios se asegura que si la Serpiente lo quisiera, derribaría con las sacudidas de su cuerpo toda Ciudad Bolívar, comenzando por la Catedral. Dicen que la Serpiente es una especie de encanto o inteligencia acuática cuyos deseos son órdenes para aquellos que los pueden percibir. La gente acepta con naturalidad estos cánones. Cada tiempo de creciente, cada Agosto, se ve como normal que mueran algunos, reclamados por la atracción: por el vaho cegador de la Serpiente ¿y si la Serpiente fuera el Río? Menos normal fue el hecho trágico transcurrido en los días del inicio del año: dos niños, seducidos por la frescura del agua, fueron alejándose de la orilla y halados por uno de los remolinos. Hay en el Río regiones oscuras y fangosas llamadas pailas. Los remolinos crecen sobre ellas, se enroscan, se sueltan, languidecen. Como en un juego, como una máquina de juegos en Las Vegas, una de esas luminosas, parpadeantes y riesgosas máquinas, los remolinos juegan en la piel del y se estarán arremolinando los que gozan de verla atracar . La gente comentó el suceso en los autobuses. Cae sobre su cuerpo de agua la densa luz solar agonizante. todos hundidos en la misma atmósfera fluvial. Una muy ligera neblina gris se eleva desde el Río. Allí estamos muriendo. Porque convivir con un Río como el Orinoco implica una responsabilidad. abriendo las pailas para los encantados. hubo un unánime sentimiento de resignación. Federico Alfredo Castellano: La piedra del Río Son las seis de la tarde. No hubo nada que hacer. una cruel y total dependencia vida-muerte. Cinco miembros de una familia fueron atraídos. Hubo un escalofrío de piedad. sobre todo. Pero. Como los millares de seres que pueblan el animal de oro que corre allá abajo. sacrificados y jamás devueltos por el agua de oro. fueron a auxiliarlos. rumoreando contra el malecón. Hay un rumor de fantasmas a mi derecha. No hay nadie más. sonamos. tocadas por el resplandor del ocaso. Segunda navegación Tal vez busques entre las aguas que fluyen hacia las piedras del destino tu última hora. Uno a uno fueron tragados. brilla la luz trémula. también nosotros estamos allí. tu última imagen en el espejo de Heráclito. Sobre las olas que cabriolan el alma. Las nubes. vivimos allí. en los corredores del antiguo Puerto de los Blohm: habrá llegado una balandra. Un anciano se sienta recostado contra la baranda. Cuando los adultos que estaban con los niños en un plácido reposo festejante se dieron cuenta del peligro. Ya la noche penetra. el Río. tienen un breve ribete ígneo. El Río. viene penetrando desde el Este y se asoman las estrellas. en las plazas del mercado y en las esquinas. o una goleta. Pero sólo te verás como un reflejo disolviéndose en el cabrilleo del río. Surge una profunda intimidad entre los seres y las cosas. y también una unánime condena para aquellos que retaron el agua fluvial sin tomar en cuenta las consecuencias de sus actos.99 río. la animación del puerto se apagará lentamente y sólo quedarán los paseantes que discurren de sus cosas a lo largo de la Alameda. los ambiciosos. Los marineros descienden y se refugian del calor húmedo en La Tigra o El Canaima. los aventureros. Dice Especial para El Expreso. el Orinoco era la principal vía de comunicación: la que usaban los misioneros. el texto del ciudadano Pinto. El manuscrito ha llegado a este escritorio por los buenos oficios de Lourdes Maestracci. La gente comenta. o quizá paquetes de libros y revistas. los criadores de ganado. El Río. El anciano aún piensa. si queda tiempo. como si las manos de Maestracci se transformaran en una botella navegante del océano. cuando las penumbras comienzan a asentarse. Mañana bajarán las mercancías y. El Poeta ha muerto hace años y. cargarán de una vez las bodegas con la carga preciosa que se han de llevar. Según los antecedentes históricos del trabajo citado. Pinto R. los buscadores del Paraíso. sirve para ilustrar el tiempo aquél cuando Angostura era un puerto famoso 3. quien lo encontró en un escritorio de la Dirección de Cultura. A esta hora de la tarde. las primeras concesiones de navegación fueron otorgadas por el Congreso de Colombia en 1823 (pero antes. Humboldt y Walter Raleigh enten- . donde mujeres de olores fuertes hacen los honores. sólo bajarán la tripulación y los pasajeros. ansiosamente esperados. el Río. ya se sabe. Hay mensajeros de las damas que escudriñan el puerto con largavistas desde las celosías de romanilla. Fantasmas. Encuentro un manuscrito de Ángel L. en las casas de allá arriba. pero estaba en los archivos del poeta José Eugenio Sánchez Negrón. los alucinados y los fugitivos: don Manuel de Centurión ya imaginó el curso atravesado de ricos buques de esplendoroso velamen y hombres como Berrío. Estamos solos. y está fechado el 26 de julio de 1979.100 y descargar. solitario. El olor es vivo y en oleadas. de rostro y profesión desconocidos. Los mensajeros buscan esquelas. indaga por cartas o noticias de allende el mar. La noche ha cerrado su perfume sobre la ciudad y nada resiste ya de la hoguera crepuscular. las sagradas casas de Angostura La Vieja. Dentro de un rato. A partir de 1843. a pesar de la Guerra de Independencia. Goleta Zoyla (nacional). cargado de lastre. se produjeron las siguientes entradas y salidas. Bergantín goleta Carlos (nacional). Salidas: Balandra Libertad I (nacional) con destino a Trinidad. procedente de Trinidad. Bergantín goleta Atrevido (nacional) procedente de Barbados. Nombres como Caicara. Soledad. cargada con 103 toneladas de lastre. Elbers y Suckley. cargado con 121 toneladas de lastre. Cabruta. San Fernando de Atabapo. Las Misiones. Goleta Joven Atanasia (nacional) procedente de St. Esas concesiones representan un esfuerzo del gobierno republicano por dar cierta continuidad y solidez a una serie de aconteceres económicos que. las entradas y salidas de los buques se hacen más numerosas: el Río es el camino del oro: el camino del Dorado: sus fuentes son metáfora del Paraíso. habían sido poco afectados y representaban una fuente estratégica de riquezas. Balandra Rosarito (nacional). Guayana. Es entonces cuando comienzan a atracar en las orillas de Angostura los famosos vapores de chapaleta que tanto se admiran en las fotos de Rojas. Thomas. Bergantín Anne Emilie (bremés) procedente de Liverpool cargado con 230 toneladas de diversas mercancías. San Rafael del Delta y Tucupita. procedente de Martinica. procedente de Trinidad. Yaya. Los Barrancos. cargado de lastre y sin pasajeros. cargado de lastre y con un solo pasajero. Las concesiones fueron otorgadas a los empresarios Hamilton. Con una flota pequeña de bergantines goletas. Baste para imaginarse aquellos días el reporte de una semana de movimiento en el puerto de la Aduana de Angostura: en la última semana de Diciembre de 1843. .101 dieron y apreciaron el valor de esa corriente: hasta la muerte estuvieron dispuestos a seguirla: hasta la entrega de la estirpe). eran frecuentemente mencionados y sabidos. cargada con 98 toneladas de mercancías. Entradas: Bergantín goleta Emilia (nacional). procedente de New York. se cumple un tráfico activo por todo el Orinoco navegable y hasta Trinidad. cómo los balcones. cargada de lastre y una familia de pasajeros. eran también embarcaderos eventuales en tiempo de creciente. Thomas. de bordas poco elevadas. y un cangrejo en cada uno. gráciles. se extendían hacia el río. cómo los sótanos de la Casa Blohm. pero útiles para llevar cargas. Bergantín Estery Sophie (alemán). órdenes en lenguas tan variadas como las banderas. la Casa Liccioni o la Casa de las Doce Ventanas.102 cargado con 23 mulas. Una goleta es una embarcación fina. El bergantín goleta es aquél que usa aparejo de goleta en el palo mayor. Los vapores de chapaleta. ligeras. con dos palos. con destino a Hamburgo. tiempo de agua baja y de sequía. con destino a Trinidad. se internaban con vigorosas estelas rumbo hacia el Oeste y el Sudoeste. ¿Cómo sería la circulación en Agosto. La noticia tomada del texto de Pinto es de Diciembre. sin pasajeros. Barcos de banderas lejanas. Todas naves elegantes. cargado con 57 reses en el puerto de Soledad4. Las curiaras y las falcas debían maniobrar hábilmente en el tráfico fluvial. Balandra Rosarito (nacional). Toda la ciudad de Angostura miraba íntegra hacia su puerto: aún hoy eso se nota en la agonizante arquitectura5 de los corredores del Paseo Orinoco: cómo se abrían los corredores. sombreados con preciosas romanillas de madera. amplios para el tránsito de la gente y para la acomodación de los bultos. cuando la Piedra del Medio pareciera a punto de desaparecer bajo el caudal? . y a veces tres. Intenso velamen. Bergantín goleta Orión (nacional) con destino a St. que fungían también de paquebotes. cargado de frutos cosechados en la Provincia. Uno se imagina la profusión de velas en el río. Mercancías llenas de olores distantísimos. Un bergantín es buque de dos palos y vela cuadra o redonda. Bodegas amplias. sensualidad. de obra desmontada. La mayoría de la gente ha olvidado. La aduana funcionaba y los marinos mercantes. No hay más cuerpo allí. que casi habían sucumbido al descuido y el olvido. Son un cuerpo extraño donde antes había carnosidad vital. tan distintas como las lenguas de los capitanes . y allí se bailaba los fines de semana. quizá se llamaba Apure. Menos el de la escritura. quedan pocos que puedan documentar su desconfianza en la nostalgia y el recuerdo. hasta finales de los años 60 llegaban aún los buques. había dos rocolas: una de ellas dedicada solamente a tangos. Ahora no. Atracaba en el hoy pseudoembarcadero de las curiaras que viajan hacia y desde La Encaramada. por supuesto. a Gardel. y. se toma consciencia de esa sensación de escenario vacío. eran los heroicos defensores del romántico bastión de lo portuario. y pusieron allí vida joven. En la otrora aduana funciona un puesto de la Naval. al que se accedía subiendo tres altos escalones y atravesando unas puertas batientes. Al puerto de San Félix llegan ahora los barcos de gran calado y con banderas distintas. Había otro bar. En ese bar. vestidos con el uniforme de los marineros de la República.103 Tercera navegación El puerto ahora está en silencio. La gente desconfía de su extrema pulcritud y su marcialidad. Y sus oficiales de porte erguido y caminar seguro. bajando por la escalera del Mirador. el Cyrnos. Había un barco donde funcionaba un bar. Falcas y curiaras y la gabarra de Los Pijiguaos son los únicos barcos que hoy pasan frente a Angostura. hombres de uniforme kaki. en el Paseo. Muchachos que izan y arrían la bandera con impecable puntualidad. ese fenómeno que asegura la pervivencia de una cultura y da vigor a las raíces. donde se reunía la marinería. No ha existido el respaldo de la oralidad. De cualquier manera. Rescataron las instalaciones. En verdad. La gente mira con desconfianza a esos capitanes de blancos uniformes y su tropa. que se tiene frente al animal de oro. un poco aislada del resto del mundo citadino: muchachos con el pelo muy corto. Mientras se desgranan en el texto estas evocaciones. Ante ese Río todo es siempre un intento de entender. Por lo tanto. Todo el conjunto es armonioso y apolíneo. El Río. Un ejercicio hermenéutico. pasa altivo. La roca es la que está ante la Piedra del Medio: una tan cuidadosamente señalada por las crecientes sucesivas. puede escuchar una resonancia en diálogo: son la memoria del aire y la pétrea encontrándose. el abrumador peso de la humedad y los olores que provienen: del ancestro memorioso. La ciudad se hizo sobre rocas similares. Hay en ella visibles rayas horizontales. es también testimonio de su capacidad de sobrevivencia. Y es la eterna potencialidad de la catástrofe y la muerte. Un espacio que no desea violentar la ardua luz solar. además. Y algún día esa Divinidad solicitará la absoluta devolución de cuanto nos diera y. entretanto. Éste es un espacio que asume totalmente la fuerza exterior que le dio vida y circunstancia.104 y las tripulaciones. La advertencia de que todo lo que tenemos ha sido dado en préstamo por una Divinidad cuya correspondencia cercana es fluvial. Si uno se acerca a la roca. Uno escucha el rumor secreto en la brisa. La huella en la piedra es cicatriz. sobre todo en los días esos en los que sopla el barinés. Él permanece. 6 . Es posible escribir algo como esto: La inundación duró tantos siglos que aún la atmósfera guarda la memoria del agua. Paradójicamente. Es una expectativa sin dejar de ser un pasado remoto y remoto y más remoto. Uno siente la corriente pasando entre los miembros del cuerpo. con creces solicitará todas las ganancias que le corresponden de su inversión. Porque éste es un espacio donde predominan líneas rectas y sencillez de la forma. bien trazadas y remarcadas en colores pertenecientes al ocre que se destacan sobre el fondo negro ígneo. la ciudad íntegra es recordatorio de lo que el hombre es capaz de hacer: sus peores y sus mejores actos. Y quizá no existe ya el aura romántica. del omnipresente Río y de la presentida selva (esos son los fundamentos de las estéticas que han ido surgiendo en esta parte del mundo). Se vive en sus riberas con una sensación de perenne metafluvialidad. 105 Cuarta navegación Las riberas del Orinoco conservan el triste recuerdo de la aventura humana. de la llegada y la partida. de la expedición desenfrenada. espectadores de magníficos shows. él era el escenario donde toda acción tenía su puesta en escena. ¿Quién quiere. las de la cuenca toda. textos por Héctor Bujanda y Luis Alvis El progreso ha traído como consecuencia que la gente de la ciudad diera la espalda al Río. Las autoridades de la ciudad. discuten y negocian para repartirse las . eran afortunados. La fila del tráfico citadino inunda el Paseo. en el desván donde se ocultan las miserias. Fingimiento. motores humeantes. Es incontrolable la invasión de las alimañas en las ruinas. llamáranse esos como se llamaran y estuvieran ubicados en cualquier espacio ribereño. quién puede. mejores aún que los que se representaban en los escenarios de las grandes ciudades. Del folleto Orinoco. miles de toneladas de basura son lanzadas a las riberas del Río. Ahora. pendiente de sus cosas: de la defensa contra todo y el cumplimiento de los puntos más bajos de la escala de Maslow? Desde el vientre enfermo de la ciudad. Los compradores de oro susurran cantilenas al paso de cada transeúnte. Antes. Los habitantes de sus refugios portuarios. Las casas antiguas están ocupadas por oficinas públicas donde la burocracia crece como un hongo. Nadie protesta. Gente que recala eventualmente y se va y a quienes no les importa el Río. Dicen que los que las lanzan allí son invasores foráneos: buhoneros que han arrastrado su camión de baratijas a lo largo de caminos y poblados de toda naturaleza. ahora mirarlo. Nadie parece darse cuenta. Los autobuses del transporte público viajan con disc music a todo volumen. La compacta percusión de los bajos altera los nervios doloridos de ciertos pasajeros sensibles. privilegiados. Muerte: el Río se ha transformado en el receptor de las aguas pútridas. Quizá los pescadores. sino casi cualquier enclave ubicado en las orillas desde el delta hasta las fuentes. Compacta (y dolorosa) percusión. Taberna Editores). FRANCISCO ARÉVALO (1959). escarba y escarba. que siempre la devuelve. Mientras tanto. Llega. Taberna Editores). Brote (1989. los que verdaderamente se enriquecen son aquellos que están en oficinas dotadas de climatización artificial. hito para que venga otro de su misma especie. los indios que en él basan toda su existencia hayan sido los justos que han impedido que su enorme cuerpo se mueva. Ediciones Alsur). Es autor de los libros Nadie me reina en estos parajes de hormigón (1993. entrega en manos de los funcionarios el peso en oro de la tierra que escarba: diez gramos por cada tonelada de destrucción. A veces. beben cerveza helada en la carretera hacia el sur. Luego. está la Serpiente. comiendo carne asada con cachapa. devastando con el líquido movimiento de sus vértebras el desastre en que se ha convertido no solamente la ciudad. Con la voz de garimpeiros se designa a casi toda plaga bípeda de apariencia humana que. al basurero. escarba. Sur (1995. La búsqueda del Dorado ha llegado a extremos desenfrenados. El Orinoco es para ellos un nombre escueto al lado de las cifras. pero también al precioso cuerpo de agua que traga siempre la luz. dirigiendo sus transacciones millonarias por la Red. con una microcomputadora portátil de altísima resolución. destruye. Dan la espalda a la ribera.106 cuotillas de poder. que ella se enrosque y eleve su cabeza. Alcoholes de la otra iglesia. poemario con el cual obtuvo . las mujeres que aún van a lavar a las orillas. de las nostalgias. el Río. Siempre áspero (1989. o en la cubierta de yates soleados. Otras. los capitanes de las barcazas multicolores. Ediciones El Cogotúo). sus huesos quedan bajo la tierra escarbada. cuya amenaza nunca ha acabado. se va. El Río. envenena lo que escarba y aun su propio alimento. sin saber nada de los fantasmas. en persecución del oro y del diamante. Poeta y narrador nacido en San Félix. o algo semejante. Quizá porque nadie piensa que el Río pueda algún día terminar. comulgando bajo la luz de ese espíritu que resplandece en los bares y en los bajos fondos de la clandestinidad y la abyección. conformado una trinidad que tiene su propia biblia y también su propia iglesia. no al paraíso de los bienaventurados. irónico y terriblemente mordaz. Un poemario inédito. Las nubes son barcazas oscuras que cargan con premoniciones en esta ciudad de humos violentos . desnudo. sin artificios. poco dado a los refinamientos. sino al infierno de los perdidos y derrotados. Camino buscando ebriedad Temiendo a los círculos de luz Me acerco a la línea telúrica del río que trae a mis manos piedras que se adentran por las grietas de mis evocaciones Anoche tropecé con un muro azul eufórico Erigido por manos y cuerpos de utilería Que apresuraron mis tragos señeros y la piedra que entumece palabras Anoche fue un baladí perdido en las faldas frívolas de un país de comiquitas. Francisco Arévalo es un poeta incómodo. Ha publicado dos novelas. Su lectura indudablemente nos remite. Su malhumor corroe como un flujo irreverente los fundamentos de esa frivolidad que se ha institucionalizado. En sus poemas el desarraigo va de la mano de la ironía y la soledad. Es precisamente en Alcoholes de la otra iglesia donde encontramos al poeta sin poses. El libro de las piedras. A la misma decadencia que es el signo del país que somos. ya ha sido mencionado en algunos certámenes literarios por su calidad poética. SOY UN REMOLINO de movimientos helados que busca en las pardas lajas donde reposan esqueletos maléficos las claves para entender el torrente de suplicios que deje escapar una multitud de rostros blancos abismales.107 dos importantes premios nacionales de poesía. 108 y hombres castrados que manejan frenéticos escorpiones acerados. Soy de este sur invadido por bárbaros segadores del verde que pare la tierra a golpe de aullidos nocturnos y ojos ensangrentados. Soy de esta ciudad de rostros empedrados y buques quejumbrosos que navegan aguas pesadas, en círculos, albergando en sus camarotes almas en pena. Soy de esta ciudad de tragos amargos y mujeres teatralmente edulcoradas. Orinoko Ya trazada la quietud del sueño Se erigen en el horizonte Barcos que albergan vagabundos incansables Ebrios de tanta variación Y es que no es fábula que nace Del fucsia o del morado amanerado Mi río no se parece en ningún puerto Entono su mágico himno nocturno Mientras la Flor silvestre se derrama Sabe de la guerra del camino espinoso de la paz Es cuna de insomnes y suicidas cansados del tiempo No vive la codicia frente al Mississippi al Nilo En sus orillas he escuchado los más nobles valses de Strauss Leído Walt Whitman y sentido libre en un país de oprimidos y harapientos Le he susurrado a mi eterno amor La invulnerable verdad y es que el reflejo de su figura en el agua se me está convirtiendo en obsesión que en nada envidia un trazo de la mejor época de Picasso Mi río sabe que los poetas le conversan en serio 109 Sabe aguardar y esperar Es confidente de blancos y negros secretos. (De: EL libro de las piedras. 1995. Inédito) ABRAHAM SALLOUM BITAR (1953-2005). Nació en Ayoun El Wadi, Siria, el 18 de noviembre de 1953. Ha publicado los siguientes libros: Palabras, sueños, innominaciones (1984, edición del autor) (poesía); Mística del principio de la noche (Ediciones Alsur, 1992, gobernación del estado Bolívar) (poesía); La llama en vela (Editorial Predios, 1993) (aforismos); Quién sino diez (1996, edición del autor) (poesía); Entre el día y el sur (Editorial Pequeña Venecia, 1997, Caracas) ( poesía); Lo que somos (1999, edición del autor) (poesía y prosa); Hincar el tridente (conjuntamente con los poetas Francisco Arévalo y Pedro Ostty) (Edición de los autores, 2001). Murió amando a su río, casi en agosto, el final del viaje. El río Luego de haber pasado luego que el tiempo se contraiga y la luz regrese a su casa en el punto sin distancia y el ave huya sin alas de la ciudad en ceniza y la muerte desaparezca como espejo y canto y los amantes distraídos de la noche definitiva olviden el tiempo la memoria la caída y en el arca apenas sucedan sombras y silencios y los hombres suden la música por la voz del castrado y el toro en la constelación pierda las costas y abra ese antiguo deseo el mar como abismo y desierto 110 y la noche arribe a decir índice y luna y el día sea con el náufrago el ángel que se asombra como cuerpo y ocaso y Dios canse al nombre pronunciado por la vejez de la lengua y contraiga el mal de la ausencia sólo el griego viéndose en la lejanía de la duda pronuncia el aforismo. El río de agosto I Ayer Agosto comenzó su lenta ausencia Y los ojos que miran el oleaje Saben del animal sagrado Que va a dormir en las melancólicas profundidades Donde los que nunca volvieron Reposan junto a la silenciosa voluntad De la noche. II Agosto es el final del viaje Que las aguas han emprendido El Aforismo que imagina el desterrado La casa que los fantasmas poseen Para que los vivos sean la sombra Del circular fuego Y la orilla donde viejos barones Construyeron el mito del adiós Que el viajero comparte con la nostalgia. ensayista. Al entrar encuentro la casa que alguien Destruye en la mirada del escorpión Mientras en el número la bestia recoge su veneno Y dando al nuevo nombre la palabra perdida Sé que es vano llegar y quedarse. Es poeta. Egresado en Derecho por la Universidad Católica Andrés Bello. De aquel desierto que en el árbol Fue la pasión del cuerpo queda aún La noche del miedo imaginado. Presencia Cruzo el río y vuelvo La otra lengua va con el ave a la ciudad Donde renace el temblor y el instinto.111 III Antes del verbo En el principio Una gota recorre la pausa del índice Señalando el asombro Y anuncia el sermón de la montaña La multiplicación de los peces La inclinación de la muerte A despertar el olvidado olor de la Rosa Y al tiempo que sólo existe cuando soñamos Que es vana la espera y el laberinto. Fue participante del Taller Calicanto y cofundador del grupo de poetas Guaire. Ahora cuando el que huye no sabe dónde El antiguo pez se silencia en la mesa Que el evadido dispone como conquista Y la raíz crece en el sueño del suicida. RAFAEL ARRÁIZ LUCCA (1959). narrador. periodista y editor. cronista. Ha desem- . supieron de nuestra sed y allí quedamos viendo el mar desde la playa. Libros de ensayos: Venezuela en cuatro asaltos (1993). Es autor de una Antología de Poesía Venezolana (1997). de El libro del amor (Antología de poesía amorosa universal. Vuelta(s) a la patria (1997) y Los oficios de la luz (1998). Cabo Verde Hacia el Atlántico por el Orinoco fuimos dejando atrás el agua dulce donde el Almirante aseguró haber hallado el Paraíso. pero no hubo árboles para astillar un nuevo viaje. Las Islas de Cabo Verde. 1997) y de la selección Veinte poetas venezolanos del Siglo XX (1998). Varios meses navegamos hasta que la tierra estuvo a la distancia. Batallas (1995). Caracas.112 peñado diversos cargos burocráticos. Por casa tuvimos el destierro del sol en su trayecto y por lenguaje el silencio. 25 poemas (1997). Creció entre nosotros la costumbre de observarnos: la causa que nos trajo a este archipiélago fue hundiendo de nuevo sus raíces. Fundarte. Trece lecturas venezolanas (1997). Ha sido presidente de Monte Ávila Editores y director del Consejo Nacional de la Cultura. Terrenos (1985). áridas como un viejo desengaño. (De: Almacén. Almacén (1988). 1988) . Pesadumbre de Bridgetown (1992). Ha publicado los libros: Balizaje (1983). Litoral (1991). Poemas ingleses (1997) y Reverón. Autana Más allá de la vuelta final de río. Corazón de obsidiana Todo vuelve a detenerse el sol se sumerge en el río para surgir purificado de sus aguas. Señas personales. poemas. La eternidad se respira al vuelo. Licenciada en Letras de la Universidad Central de Venezuela. Es autora de Solasombro. Al alcance de los vientos y de los treinta y dos rumbos en que se desflora el horizonte. se vive su misterio. En los extremos confines de tu cuerpo. Así. poemas. Conga de dos lunas (1992). Puedes verlo amarrado a la corriente puro como la obsidiana. En medio del esplendor vegetal. Sortilegios (1994).113 DIANA LICHY. Solitario oficio de horas desnudas (Premio Fundarte. guión cinematográfico. . Nacida en Caracas en 1960. el recogimiento. me pierdo de lado adentro de la montaña sagrada.1992). mi corazón sumergido en el paisaje. detrás del vuelo de la última garza. Se ha desempeñado como guionista de cine y televisión. Solitario oficio de horas desnudas (1993). El río se encabrita. el viento le da forma. los Timotocuicas. permanece. lo encrespa y azuza como a un animal acosado para después hacerlo reventar contra las lajas. Aquí los Caribes. y sólo el río. Dorado I Aquí reposan los vencidos. Pero la tormenta pasa con sus aspavientos. eterno. se mezclan y hermanan .114 Aquí terminan las preguntas comienzan los caminos Palo de agua El río se metaliza frente a la tormenta. Las gotas revientan en su superficie que se ha vuelto de bronce. aquellos que con ojos de luciérnaga enfrentaron las tormentas y elevaron sacrificios pero se dejaron despedazar por los falsos nuevos dioses. los Maquiritares. Su trabajo académico fue asesorado por el filósofo José Manuel Briceño Guerrero. enfebrecidos por la codicia. Es historiador egresado de la Universidad de Los Andes con una tesis sobre Émile Michel Cioran. les queda el vértigo de ser una sola carne amasada al abrigo de los sueños. Es celosa la endeble embarcación y nada más admite dos personas de mediano peso. con el que obtuvo el premio de poesía “José Ramón del Valle Laveaux”. Dieter es hijo de una mujer propensa a la melancolía enamorada del hechizo que produce en ella los laberintos de agua que crean los crepúsculos deltaicos y de un sacerdote alemán que viene hasta el bajo delta en una extraña expedición camuflada con fines científicos. aquellos quienes llagados por la soledad. Parece que el padre de Dieter llega al caño de Araguao en un submarino no se sabe aún en cuáles circunstancias. Pero hoy al crujir como astillas los restos confundidos de sus huesos. Dieter contempla un atardecer orinoquense desde el celoso borde de una frágil curiara en pleno caño de Araguao en bajo delta. Ediciones Alsur. sucumbieron bajo el peso de tantas historias fabulosas. (De: Solasombro. Escribe para la revista española Casi Nada. 1993. El caño de Araguao es un remanso de agua rodeado de inmensos borales . convocada por la Dirección de Cultura del Estado Bolívar) Rafael Rattia. Actualmente se dedica a escribir poesía y ensayos críticos de imaginación.115 en un mismo río de sangre con los conquistadores. pez emblemático en la alimentación diaria de todo habitante de Araguao. llamado el negro guilán realiza su labor profiláctica mensual entre la población guarao que va al dispensario a que le extraigan las muelas dañadas de tanto comer moriche. lanzando bolsas plásticas que contienen uvas. así lo entiende el vecindario de Araguao. El gigante vapor de bandera norteamericana suele pasar por el frente de la casa de Dieter los sábados a punto de 5:00 de la tarde. para los efectos. Las manos de Dalia exhiben una asombrosa destreza en las labores de pesca y preparación del Morocoto. poco importa. Mes terrible para los habitantes del majestuoso Orinoco. manzanas. Siempre será bien recordado el negro guilán porque los maraisas decían que se acordaban de Dios solamente cuando el dentista les sacaba una muela o un diente. La pasión de Dieter es acercarse al vapor.116 circunscritos por tupidas galerías de manglares. Todas las semanas pasa el vapor por el frente del caño Araguao bañando la casa de madera que habita Dieter construida sobre las aguas de la creciente de agosto. Porque. El barco saluda. que Dieter de ahora en adelante vivirá en una casa semejante a un palafito que es a la vez dispensariomedicatura y hogar. No es ocioso decir además. es bueno saber que todos los meses de agosto el Río Padre se ensoberbece y empieza a crecer hasta elevar su cuerpo más arriba de las escaleras de madera que sirven de frontispicio a la medicatura. situado en la parte más alta del corredor fluvial que comprende el triángulo El Toro-Sacupana-Sacoroco. peras y uno que otro objeto extraño que cae al agua en gesto de amable cortesía de los viajantes del vapor. La madre de Dieter se llama Dalia y el nombre del padre. El dentista. Anuncia su paso con un melancólico rugido que estremece las entrañas de la casa-hospital que sirve de habitáculo a Dieter y a su vez sirve de medicatura ambulatoria a los pocos vecinos que habitan la breve hilera de casitas ribereñas del caño de Araguao. pues las inundaciones hacen estragos en los riberas del Orinoco. A partir de una de esas tardes alguien que viaja . (un barco grande y ancho se llama vapor) no sin sigilo y con mucha precaución por la fuerza de las marejadas que produce su paso. justamente. El gran vapor que saluda tristemente los sábados ¿qué transporta?. en la tercera orilla del río. enseres y atavíos varios entre los que vienen gruesos volúmenes de libros y videos. Tal vez. ¿qué lleva en su vientre esa mole de hierro? Cada fin de mes llega a casa de Dieter una lancha con medicamentos. Aún hay por esos predios acuáticos filibusteros y contrabandistas que protagonizan asaltos y crímenes a bordo de las pequeñas embarcaciones que integran el transporte fluvial del bajo delta. buscan una mina de titanio y uranio que la imaginación de los habitantes de Aragua sitúan en el caño Karosimo. existe un cementerio de gringos y canadienses que anduvieron a finales del siglo pasado explotando ricas minas de oro y hierro que transportaban en inmensos cargueros con destino desconocido.117 en el vapor deja caer un pequeño bulto que contiene folletos y libros en pequeño formato que luego. ¿Qué busca esa gente del agua dulce que manejan las lanchas llamadas balajúes? ¿Qué enigmas buscan resolver esos fantasmales motoristas que hablan una mezcla de inglés tití. con guarao y castellano? ¿ Por qué se aventuran por tan intrincados caños y cañitos habiendo tanta llanura fluvial libre y despejada Orinoco afuera? Los maraisas que pescan morocotos al frente de la isla de Sacupana dicen que son mulas de los carteles de Guyana que trafican con drogas y contrabandean mercaderías por los caminos de agua que son el vivir y que van a la mar océano que es el morir. Dieter lee muchísimo durante el día. en la margen oeste del caño Karosimo. quién sabe si será así. porque además de lector Dieter es un obseso del videismo. resultan novelas y breves antologías de cuentos cortos que sirven de alimento espiritual a Dieter. una vez abiertos. Únicamente durante algunas tardes Dieter se vuelve clarividente. Dieter es videísta sin ser vidente. sobre todo en las tardes cuando la marea está alta y la corriente transcurre con un fluir escéptico y tenaz que recuerda al tiempo heraclíteo incesante. . Por cierto. las bombachas de borales marchan lentamente bajo el triste ralentí de los ojos de Dieter. Lee de todo Dieter. y detalla densos puñales cortando el rostro del tiempo en la superficie de la gran masa de agua. Dieter lee diez o quince páginas del Breviario y se reconforta hasta sentir una leve ebriedad de ánimo capaz de soportar el taedium vitae que nulifica a cualquier nativo. Las imágenes plásticas rielan sensiblemente aguas abajo como una erótica fruta de moriche. son compañías infaltables en las salidas y paseos vespertinos del inefable Dieter.118 Cuando a Dieter se le irritan los ojos de tanto leer y necesita hacer una pausa para refrescarse los ojos cierra el libro y proyecta su vista en lontananza. La lancha surtidora. El principio de la cuádruple raíz de razón suficiente. Un cómodo bibliobongo es la pequeña piragua de Dieter que se desplaza dulcemente por entre la majestuosa ribera del Orinoco mientras el mismo se expande verticalmente y el río interior de la memoria de Dieter crece y se extravía por meandros infinitos de quereres indiferentes. los fragmentos inéditos de Heráclito y una biblia resumida en idioma guarao. trae el Breviario de Podredumbre. cual ojos del vigía. esa summa aforística que ha salvado a muchas adolescentes del vacío y de la dulce tentación de la muerte por sus propias manos. Las niñas que estudian en el Colegio Sagrada Familia siempre llevan en sus morrales pequeños precis de suicidologie que ayudan a vivir al borde de la franja quemante del gran llamado. A Dieter le fascina contemplar la bóveda celeste en el brillor estrellado de la serena corriente y eso le deleita tanto que son las 11 de la noche y Dieter aún ceba el anzuelo morocotero mientras su mirada se derrite en la dilatada lámina celeste que forma la sábana nocturna salpicada de miríadicos botones brillantes . así la llaman los vecinos de Aragua. Un lento detenimiento transcurre en el sobrecogimiento de la cálida tarde. Mientras el río hincha su vientre en el rictus naranja de la lánguida tarde Dieter lee hasta adormecerse en el banco de la curiara. desde etnosiquiatría y metafísica indígena hasta literatura serbia o rumana. la presencia de Dios en tales parajes desolados. Dieter habla con propiedad sobre Otto Weininger. alemanes. Para sorpresa de suecos. Nerval. Pescar es para él un pretexto para pensar y meditar sobre el sentido del devenir. franceses y belgas que recalan por el delta. Dieter siente irrefrenables ganas de recrear las impresiones que causa en su ánimo y sensibilidad y se dispone a escribir. Dostoiewsky. Dieter se entera de los acontecimientos de la guerra de los Balcanes. Dieter navega doble: en el ciberespacio y sobre la delicada piel acuática del Orinoco hinchado de agosto. Gustav Guerrero lee gustosamente los editoriales de la prensa europea con una impecable prosodia en la que da muestras de una impresionante sintaxis oral que adhiere a Dieter al pequeño pero potente radio traído de la República Cooperativa de Guyana por contrabandistas de palma manaca y chinchorros de moriche. primero observaciones sueltas e inconexas en torno a los autores que lleva la lancha de fin de mes o los que deja a su paso el vapor de los sábados por la tarde. Cioran. Von Kleist. Samuel Beckett. Por las mañanas Dieter escucha los programas noticiosos y culturales que emite diariamente Radio Francia en la voz de Monsieur Gustav Guerrero.119 que bañan los ojos de Dieter mientras pesca. Por las tardes en derredor de un fogón improvisado para espantar las plagas que caen como nubes sobre los habitantes de Aragua. Dieter cita pensamientos del filósofo de la desesperación y aforismos de Lichtenbert o poemas de Fernando Báez editados en una pequeña máquina conectada a un procesador que funciona gracias a un dispositivo colocado por Dieter que funciona con energía solar y que conecta a un audífono vocal celular para leer hipertextos en internet y enviar o recibir correo a y desde cualquier parte del orbe. Schopenhauer. aguas abajo. la incertidumbre y la indeterminación del ser o de ser tan sólo un ser. Paz. en plan de turismo de selva y de aventura. Michaux. A veces se torna metafísico Dieter y se abandona a lucubrar inagotables ensoñaciones . la naturaleza de la melancolía. De tanto leer. la tristeza de la poesía. Así. no Varadero de Cuba sino Varadero de Yaya. Dieter teje menudas urdimbres de evocaciones griegas y guaraos quien sabe con qué propósitos y encalla en los arrrecifes de su frágil memoria indómita acuatiforme. Este último caserío ribereño situado justamente al frente de Barrancas del Orinoco. pues era justo que se proporcionase un buen descanso después de tanto esfuerzo intelectual y tantos días dedicados a la pesca y a las agotadoras jornadas del salado de kilos . Un topos ouranos es navegado por el delirante barco alucinado de la memoria deseante de Dieter. La madre de Dieter es una mujer propensa a la melancolía y profundamente depresiva y si no se ha suicidado aún es gracias a su sempiterno pasatiempo de extraerle veneno a las culebras corales que se enrollan en las bases que sirven de pilotines a la casa sobre el agua donde habita Dieter. Dicen que ese cangrejo despierta cada veinte años cuando a algún indígena se le enreda un anzuelo en el cuerpo del mítico animal. ignotos mares mnémicos se hacen navegar por la memoria. es famoso por la recurrente aparición de un caimán a orillas de la playa más concurrida de Varadero. ¿saben?. Dieter quiso aprovechar el Día del Escritor para disfrutar a plenitud un largo fin de semana. en el intenso fragor de la lecturas Dieter descubre un cangrejo azul cogido por su anzuelo de diamante en una de sus patas carnosas y de dura textura. A Dieter le fascina ir a descansar a Varadero porque la familia Lema prepara las comidas que le gusta y es acogedor el trato que le brindan cuando decide ir a pasar algún fin de semana a Varadero.120 abstractas que lo avientan a lugares insólitos sin moverse de la diminuta curiara. Poco a poco. Mientras Dalia almacena veneno coralino. donde también hay arenas blancas como en el de allá. Cuando el cangrejo despierta nacen diez ríos del tamaño de Boca Grande. Un veinte y nueve de noviembre. siempre termina accediendo a las cordiales invitaciones de esa cálida familia que tiene en Varadero. esa inmensa llanura de agua de más de veinte kilómetros que está cerca de Varadero. Aunque le cuesta «despegarse» de su caño de Araguao. son reflexiones aforísticas que versan sobre los temas (banales o metafísicos) que ocupan a la humanidad: la muerte. el amor. cuando súbitamente. Poeta y librero.121 y kilos de pescado para comercializar en los alrededores del caño de Araguao. lapa asada y demás carnes silvestres que tanto prolifera en Isla Misteriosa que es el verdadero nombre de la montaña que rodea a Varadero. Dieter se bañaba de lo lindo y gozaba como Dios manda en las blancas arenas de Palital. Más que poemas. La noche levita Cara a cruz la apuesta Asaltan la suerte El río agitándonos las venas Desde el agua El alma Junta las voces del naufragio Las llamas hablando Fuego crujiente y nocturno Fuego del naufragio Y en el río Que es la sangre . fue engullido por las inmensas fauces del Caimán. Su reciente libro publicado. el ser o no ser hamletiano. Pedro Ostty (Ciudad Bolívar. reúne los textos poéticos escritos durante los últimos años. playita adjunta a las orillas de Varadero cuando ya tarde. Caracas. 2001). sin mayor preocupación. tarde en la tarde Dieter nadaba hacia fuera. más allá del cantil. Entonces era justo que Dieter disfrutara de tres intensos y soleados días de playa y de suculentos platillos de iguana en coco. 1958). nadie se dio cuenta de ello. Dieter se perdió en la noche infinita de las entrañas del animal. Escritos laterales (Fondo Editorial La Hoja de la Calle. Nació en El Tigre. me vuelvo pantanoso. el 26 de febrero de 1960. Bajo el Sol gozo la lenta quemadura. En su orilla me hago piedra que lo mira pasar. Me junto con el agua. Es autor de varios libros de poesía. silenciosamente me convoca a su orilla. doy vueltas. húmedo. guabinoso. Tomo el color de las aguas . esponjoso. giro entre olas como pez cachicamo. que se llena de huellas como hoja muriéndose. la piel que se tuesta. estado Anzoátegui. movedizo. en Ciudad Bolívar. que se despoja de sus jugos siderales. Venezuela. Poe Orinoco El Río todos los días me llama. Ha sido colaborador de diarios y revistas de su país y del exterior.122 Que es el cosmos El madero Otra vez Contra el naufragio JULIO MATA (1960). Fue coordinador de las páginas culturales de los diarios El Expreso y La Tarde. . los juncos. Pasan por debajo del puente por donde pasamos. las calabazas. Las aguas son el viaje. Las aguas se abren como manos abiertas. Las aguas deshacen como el viento. negroazul como el cuervo de Poe que grazna encima de las aguas de ese río cabeceando. los montes con sus cantos. abandoné las serpientes. tiznado. el más allá con sus espacios misteriosos. como el tiempo: las piedras. inagotable. las hojas. Me pongo ahumado. Sangre negra El Río no es la raíz: es el arraigo tiempo que somos. la tierra con sus surcos.123 y el sabor del pijotero. Un día Tomé el camino que siguieron las aguas. la hija con sus llantos. y a los zamuros escondidos en los farallones. . se me apaga la voz desde la soledad que soy que me habita. Cuando no estoy con las aguas es porque escribo en un apartamento de un cuarto piso con chiripas sedientas sin luz ni ascensor. me hago viejo. Encaramado vivo como mosca. A la orilla de este río que nunca descansa se me infla el intestino. me hago amargo y obstinado. Para ver la Gran Serpiente que jamás regresó y que nunca veremos. me asfixio. Pájaro soy sobre una piedra verde que unos vecinos sedientos llaman Torre Araguaney de Marhuanta.124 Un día me vine y dejé los arenales para buscar El Dorado. me ahogo. Tierra caliente Sobre esta piedra caliente. Encima de estas rocas calientes A orilla del río lagartija yo soy. en 1955. seleccionada. ANDRÉS ELOY BLANCO. Fue uno de los poetas que más éxitos y reconocimientos ha obtenido dentro y fuera de Venezuela. aunque se va. Nació en Cumaná en 1897 y murió trágicamente en Ciudad de México. En 1923 se da a conocer internacionalmente al ganar el Premio Internacional patrocinado por la Real Academia Española de la Lengua por su canto Canto a España. rayados y coporos por unos pocos reales. de mi vida tan flaca. si no fuera por esa carne blanca y amarilla que sabe a Jardín de flores en racimos? Las aguas del Orinoco Frente a mis ojos de conejo se mueve el río. Ahogados terminan los que no pueden resistir la luz encandilante del agua. Toda su obra poética. de mi alma tan débil. (devaluados por supuesto).125 Yo nací un poco más allá Nací del otro lado de ese río que me ha otorgado la dicha de vivir comiendo pijoteros. Inflados de humo y licor se rejuntan los aldeanos. Alegre mi corazón se pone cuando lo ve pasar y se eleva por encima de las aguas. ¿Qué sería de mi estómago mordido de úlceras. la recoge . paisanos. Como serpiente pasa rumoroso. Beben en homenaje al río que no pasa. Todos los días salgo a pasear por el malecón que en agosto se llena muy vistoso de gentes que sólo vienen y van entregados al vicio de morirse. Canto al Orinoco Invocación al dios de las aguas Dios submarino. Como político ocupó la presidencia del Congreso de la República y fue ministro de Relaciones Exteriores. Dios fluvial. Cultivó el cuento y el ensayo. Señor de la Casa de Cristal. Dios argonauta. vuelo del Ibis que cruza del mascarón de Argos al mastelero de la Santa María.. Dios Marinero. que tiendes a las manos de la Armonía el río de tu música. Le escribió al Orinoco un extenso poema en 1927 y publicado en Poda y por separado en 1973 por Casuz Editores. Dios infuso en el lago blanco de la nube alinderada de azul. Fue doctor de Ciencias Políticas por la Universidad Central de Venezuela. como una flauta. largo.r. Caracas. Dios de espuma en el crespo del corderillo. Dios lacustre. bajo la presidencia de Rómulo Gallegos. donde nace el Río . río tendido de Volturno a Cristo.126 con el título de Poda. Dios del río de estrellas que de Oriente a Occidente cruza de noche el cielo. s.l. Dios zahorí. Dios tormentoso en la melena del león. Expresión de agua de tus mil expresiones. estancado en la pupila del tigre. Dios del agua combatiente en el crinado Niágara y el sospechoso Dardanelo: tiende la diestra. Dios del agua. uno en el tritón y en la garza y en la dulce corbeta y el áspero crucero. Es autor de varios poemarios y libros de crónicas. hacia los manantiales sonoros.127 y la zurda. pero le cabe el cielo y sería el naufragio de una hormiga. rueda en una quebrada. hacia el tibio remanso del Orinoco de agua beligerante brotado de tus sienes. una semilla de agua. la mitad de lágrima de una sonrisa. con el vapor de la mañana. sudado de tus poros ¡en el sábado de tu primer descanso! La órbita del agua Vamos a embarcar. para el viaje de la gota de agua. amigos. apenas. llueve en el pico de una montaña. esmalta los retoños. Señor del Agua. Para nosotros no es sino un punto. amigos. una semilla de luz. la órbita de la gota de agua: de la cresta de una ola salta. Viejo Comandante. como el ojo de un pájaro. sube a la costa de una nube insular en el cielo. . Vamos a seguir. Es una gota. abrillanta las hojas. como una playa. viaja hacia el Occidente. donde desemboca —en un cristalino arco de Brahma— tiende el ánfora de las manos. blanca. 128 se sazona en el juego de las frutas caídas. sigue hacia el Este en la marea baja. desemboca en el Río.. con ese dolor de eternidad de los que se salvaron del Diluvio. En la playa candorosa alza su boca abierta el Capitán del Río.. viejo Neptuno. Casiquiare es la mano abierta del Orinoco y Orinoco es el alma de Venezuela que le da al que no pide el agua que le sobra y al que venga a pedirle. corta en dos la sabana. Bestiario El caimán Es el Capitán del Río: viejo zorro dormilón. como el Océano. Casiquiare Ciudadano venezolano. amigos.Volveremos mañana. y al quedarse sin nada desembocó en la Muerte. grande. hace piruetas en los remolinos y en los anchos remansos se dilata como la pupila de un gato. el agua que le queda. llega al mar. . brinca en las cataratas. Casiquiare es el símbolo de ese hombre de mi pueblo que lo fue dando todo. va corriendo hacia el Este. a la cresta de su ola y hemos llegado. Quizás no entra al Río porque no la dejan y se embosca en la orilla. como el mango de marzo.. Viejo zorro. compadre del filósofo. oculta como una mala intención. sospechoso. ¡como el lomo de un libro. El caribe La diezmillonésima parte de un tiburón multiplicada diez millones de veces. gota de tempestad. El caribe es la distancia más corta que hay del Río a la Muerte. El temblador Bólido entre dos aguas..! La raya Alacrán de orilla. . se pasmó con el frío. gato de agua—el alma de algún gato hundido— o más bien un rayo que cayó una noche y cuando iba hacia el fondo. comadre orillera. que al quitarse la cáscara. enconosa. como una mala lengua.129 como si fuera echando hacia los cielos las almas de los que se ha comido. nos la pone en la puerta. . Las garzas ¿Es una nube? ¿Es un punto vacío en el azul. como traílla. es todo un cauce: entra al Orinoco la cascada viva. de nervios. la boca en el río.130 La boa La cola en el árbol. de crines. nos saluda el Abuelo. El mono Desde el árbol más alto donde se toca el cielo..? No. es un bando de garzas. por siete caminos vienen en tropel.. el segundo.Son las novias del Río. colgado de la cola al pico de una estrella. Los tributarios Siete caballos. sin rienda ni silla. con las manos tendidas. los sietes caballos llegan hasta él. amigo mío.. espesos de espumas. Él los ve llegar: El primer caballo le ofrece sus ancas para cabalgar. el otro. en la floja nariz que palpita le da un humo blanco con calor de hogar. el tributario de carne. como una traílla de grandes mastines.... como las del mar. dale sus espumas blancas. con el anca nevada de una garza llanera. Guardajoyas del misterio: el Caura y el Guaviare y el Vichada y el Meta. vio el engaño del Yagual y la astucia de Las Queseras. antemurales de la Tradición. y el sexto murmura y el séptimo grita y Orinoco es todo lo que llega al mar. breñal por donde se mete el Cristo buscando ovejas. buen amigo de Ulises. Los cuatro primeros son las guardias de las Fuentes. zarzal de la limpia rosa misionera. caballos de San Marcos de los ríos de América. El quinto es la piedra que va monte abajo. Caminos arduo de los Conquistadores. cuatro potros inmóviles en las cuatro esquinas de su tumba abierta. El sexto es un caballo alegre. la trinchera del indio. de azogue el ijar. potro desbocado. los Sacerdotes de la Palabra Secreta. Bucéfalo de América. milagro de la Conquista. Caroní despeñado. cola y crines negras. el Arauca de plata fue el Caballo de Troya de los ríos de América. piedra de diamante. luminosa piedra. Y el séptimo fue el río que bajó de los Andes .131 el cuarto se encabrita y el quinto relincha. El río de las siete estrellas Una pumé. que hacen un río de verdura entre el azul del Arauca y el azul del Meta. la hija de un cacique yaruro. Entre los gamelotes nos echamos al suelo. casi se me murió de amores cuando le dije la Parábola del volcán y las siete estrellas. por las tierras verdes. caballo del Prodigio. que tomó Las Flecheras. no sé si era mi alma que alumbraba a la noche . cimarrón de la Hazaña. y sentiste sus manos fuertes como dos riendas y marchaste con el hombre triste que te pesaba como un mundo.. Quiero recordar un poco aquella hora inmortal entres mis horas buenas: sobre la sabana los cocuyos eran más que en el cielo las estrellas.. espoleado por la Leyenda. no había luna... ¡y tan pequeño como era! Y así fue que tu espalda marchó Alonso Bolívar y fuiste el Rocinante de los ríos de América. Apure es el Pegaso de los ríos de América.132 y cruzó el llano. pero estaba todo claro.. fue conmigo una noche. coronados de yerbas y allí en mis brazos. porque un hombre triste se aferró a tu lomo.. en el lomo le floreció un Centauro injerto de tritón. Y a ti vinieron los siete caballos y entraron los siete por tus siete estrellas y tus siete heridas se te iluminaron cuando detuviste tu carrera. 133 o la noche que alumbraba a ella; estábamos ceñidos y hablábamos y el beso y la palabra estaban empapados de promesas y un soplo de mastranto ponía en las narices ese amor primitivo del caballo y la yegua. Ella me contaba historias de su nación, leyendas que se pierden entre los siglos como raíces en la tierra, pero de pronto me cayó en los brazos y estaba urgente y mía, coronada de yerbas, cuando le dije la Parábola del volcán y las siete estrellas. Fue en el momento en que evocamos al Orinoco de las Fuentes, al Orinoco de las Selvas, al Orinoco de los saltos, al de la erizada cabellera que en la Fuente se alisa sus cabellos y en Maipures se despeina; y luego hablamos del Orinoco ancho, el de Caicara que abanica la tierra, y el del Torno y el Infierno que al agua dulce junta un mal humor de piedras, y ella quedó colgada de mis labios, como Palabra de carne que hiciera vivo el Poema, porque le dije, amigos, mi Parábola, la Parábola del Orinoco, la Parábola del Volcán y las Siete Estrellas. Y así fue: La Parima era un volcán, pero era al mismo tiempo un refugio de estrellas. Por las mañanas, los luceros del cielo se metían por su cráter, y dormían todo el día en el centro de la tierra. Por las tardes, al llegar la noche, 134 el volcán vomitaba su brasero de estrellas y quemaban prendidos en el cielo los astros para llover de nuevo cuando el alba viniera. Y un día llegó el primer llanto del Indio: en la mañana del Descubrimiento, saltando de la proa de la carabela, y del cielo de la raza en derrota cayó al volcán la primera estrella; otro día llegó la piedad en el Evangelio y del costado de Jesucristo, evaporada de tristeza, cristalina de martirio e impetuosa de Conquista, cayó la segunda estrella. Después, recién nacida la Libertad, en su primera hora de caminar por América, desde los ojos de la República cayó al volcán la lágrima de la tercera estrella. Más tarde, en el Ocaso del primer balbuceo, en el día rojo de La Puerta, nevado del hielo mismo de la Muerte cayó el diamante de la cuarta estrella. Y en la mañana de la Ley, cuando la antorcha de Angostura chisporroteó sobre la guerra, despabilada de las luces mortales, sobre el volcán cayó la quinta estrella. Y en la noche del Delirio, desprendida de Casacoima, Profetisa de la Tiniebla, salida de la voluntad inmanente de Vivir, estrella de los Magos, cayó la sexta estrella. Y un día, en el día de los días, en Carabobo, bajo el Sol de los soles, voló de la propia cabeza del Hombre de cabeza estrellada como los cielos y en el volcán de la Parima cayó la última estrella. 135 Pero ese mismo día sobre la boca del volcán puso su mano la Tiniebla y el cráter enmudeció para siempre y las estrellas se quedaron en las entrañas de la tierra. Y allí fue una pugna de luz, una lucha de mundos, un universo en guerra, y en los costados de su tumba, horadaban poco a poco su cauce las siete estrellas; que si no iban hacia el cielo se desbastaban con sus picos la trayectoria de las piedras. Hasta que llegó una noche en que rotos los músculos del gran pecho de tierra, saltó de abismos, cayó en una cascada, se abrió paso en la erizada floresta, siguió el surco de las bajantes vírgenes, torció hacia el Norte, solemnizado de selvas, bramó en la convulsión de los saltos, y se explayó por fin, de aguas serenas, con la nariz tentada de una sed de llanuras, hacia el Oriente de los sueños el Orinoco de las Siete Estrellas. Angostura En Angostura, el río se hace delgado y profundo como un secreto, tiene la intensidad de una idea que le pone la arruga a la Piedra del Medio. En Angostura, el agua tiene la hondura de un concepto y acaso aquí es el río la sombra de Bolívar, metáfora del alma que no cabe en el cuerpo. Ved cómo viene, río abajo, pensad algo en el río sin vallas y sin puertos, aquella luz que te encrespó los músculos y te erizó los nervios y sacudió tus hondas fibras desde la planta de Maipures hasta el puño de Macareo? ¿No era la Patria acaso? ¿No era la Patria misma? La patria secular que te nació en tu seno y vivirá en los siglos. Angostura gallea su jarifa prestancia para gustarle al Héroe guapo que tenía los ojos negros. caluroso como el Desierto. La barca es un instante en la vida del agua. subiendo la cuesta hacia la ciudad. Y cuando subió la escalera. un sorbo de hombre apenas. eterna como el Mundo. la gota primeriza donde nace el Orinoco del Ensueño. con el pinchazo de la avispa que quiere conocer su avispero. y cuando volvió hacia la playa con la República en el pecho. vedle hundir en el suelo el tacón fino. una hoja en un árbol. hacia la cumbre del Congreso. en una playa primitiva atracó la canoa. seguidle. una nota en un trueno. una pluma en un vuelo. ¿qué fue.136 ancho hasta el horizonte. y en la barca venía la esperanza de América. las casas se endomingan de banderas y de letreros. de Soledad arriban canoas con mujeres como cestas con mangos y mereyes del tiempo. Y llegó aquí. Orinoco. porque si un día se nos muere te devolverás del Océano. . un revuelo de campanas anuncia su llegada. a Angostura. que la primera leche de los labios destila. . siete rostros adolescentes en las siete ventanas de las estrellas de la Autonomía. y allí ven el milagro de la Tierra. Canta con ellas la niñez de la Patria. y así fue como el río dio su franja de cielo que preside la danza de las siete provincias. y en la mitad un río azul. baja de las estrellas el primer rubio que cose en los maizales el botón de la espiga. hacia el Norte. La palabra Guayanesa no está en el coro de las siete ninfas. el oro virgen da una franja amarilla.137 Coro de las provincias Violento de armonía. y ellas invierten el camino del cielo y hacia Oriente navegan como las siete cabrillas. sobre el cielo de Miranda horadado de mástiles mientras navega la escuadrilla. rojas de Reconquista. en el tono de la resaca. y allí se ven copiadas y en su centro se anidan. Pero danzan sobre la yerba azul de fantasía. en el aula republicana danza el coro de las provincias. de un lado. del otro lado. las pampas del Oriente. Evocación indígena Subiendo hacia San Félix. bien cerrados. llega el coro de las siete provincias. donde el río enseña. Cantan. donde el río enseña dos dientes. como un día domingo. Por el estrecho tempestuoso las tres carabelas avanzan. clara como la mañana. por los montes. la primera lección de Historia. amigos. una sombra se levanta.138 los dos puños de Piar exprimiendo la Hazaña. Y entonces recordé. . simple clase de Historia. sencilla como el día de la primera novia. abiertas las piernas sobre el Delta. buscaba flores Sorocaima. otra vela se iza en las espumas que abanican las piedras de la costa de Paria. subiendo hacia San Félix vimos el arco iris que hacía el arco indio sobre su cuerda de aguas. para su novia. el Orinoco de muslos mojados. las tres carabelas vienen pero del lado de los indios las veinte bocas las aguardan. en que nuestra leyenda nos inaugura el alma: Recordad la primera lección: nos dice que Colón nos descubrió en su tercer viaje y habla de las corrientes aquellas que detuvieron a Colón. aquella lección de Historia que leímos en la infancia. Y al enfilar hacia el Océano libre. aferrado al suelo que sus tesoros guarda. que tiene oro en los pies y el Sol en las espaldas y la cabeza entre los cielos. con misa de ocho y ropa almidonada. mientras. sueño de las primeras madrugadas. clase de Historia que nos cuenta el día en que venían las carabelas de España. Simple clase de Historia. ajeno a todo lo que del mar viniera. . cauce de la guerra. que en la Fuente no llenas el hueco de las manos ¡y luego eres el sueño de un mar sin continencia! Río brujo. Río de pensar cómo puede haber tanta agua en la tierra. ¡trasudamos en vueltas y revueltas! No he de poner mis manos sobre tu lomo. sangre del Corazón de América. río de las siete estrellas. Río de Angostura. que te pintas de todos los cielos. La barca futura Río de las Siete Estrellas. río colérico de los saltos. espejo de esta alma nuestra. . incansables como tú de horizontes. planicie pampera. ¡cuando la Esperanza sea! Río de nosotros. no he de pintar tus riberas. ¡aorta que no sale del corazón! Río delgado de las fuentes. Río de Barrancas. por la cual. Río de La Urbana.139 en una mano tiene un arco y con veinte flechas dispara. camino del Libertador. tiende el arco iris y lanza veinte flechas si vuelan veinte garzas. Río de nuestra Esperanza. nuestro espejo mismo. y tiende el arco indígena. y luchan las tres naves por avanzar y en vano porque en el Delta le rechaza el viejo indio autónomo que nació en la Parima y creció en la Guayana. Río de San Félix.. sí. solución de gloria. que ya vendrá el Maestro caminando por ellas. donde tú venías. hacia la barca del Pretérito. en la derecha levantas el brazo de las selvas. que son el diezmo de las cumbres para el culto de las praderas. como los niños campesinos con su vapor de cuerdas. no he de tocar tus aguas.. de parda vela y el bauprés sangrado. . tu propia barca. Sólo quiero ensanchar los ojos hacia el desfile futuro que por tus aguas navega y hacia el desfile del pasado. como Moisés entre sus mimbres. Por los montes andaba la Patria sin bautismo. piloto de ti mismo. por donde Dios quiso llevarlo. donde venía la Patria recién nacida. no he de caminar por tus ondas. timonel de tu barco. abierto el pecho por tus Siete Estrellas. Caracas fue la cuna y Angostura la eternidad. La barca del pasado Y ahora. tus millones de gotas. vuelvo los ojos hacia la síntesis del Canto. hacia la realidad y la promesa hacia la barca de Antonio Díaz y hacia el hondo sueño en que sueñas con la proa del acorazado. con el barco de acero que avanza hacia tus fuentes aureolado de velas y parada en el tope la paloma del Iris.140 que si en la izquierda tienes el corazón de las ciudades.. mi llanto manado de una herida nueva. Orinoco de las Siete Estrellas: cayó en tus aguas mi parábola como un llanto en el fondo de una mano abierta. Río de la Patria de las Siete Estrellas. mi Parábola desnuda.. Nace como Ricardo Neftalí Reyes Basoalto el 12 de julio de 1904 en Parral. En octubre de 1920 adopta . y entre tus aguas se fundió contigo y fue contigo un solo llanto y un solo rugido tenaz. Su trenza era la espiga del escudo y tú eras el caballo sin paz. Te cabalgó. y en las bocas se hace veinte patrias más y se asoma a tus veinte labios cuando se va acercando al mar y el mar alza en ostias su mejor espuma y en las veinte bocas te pone sal. Padre del Agua. 1904 – 1973). Aguas del Orinoco. hijo de doña Rosa Neftalí Basoalto de Reyes y de don José del Carmen Reyes Morales.141 cuando llegó a los llanos. Y bajaste con ella. Surcaste las tierras crucificadas y en Angostura le diste tu agua lustral y seguiste con ella: ¡allá va la República!. Si el mar te bautiza con la sal del mundo. te caiga en el fondo y a la mar se vaya y en el mar se espume y suba en la niebla y en la nube viaje y en la montaña llueva y salte en la fuente y a tus aguas torne y arda en el brasero de tus Siete Estrellas. curva de caminar.. noviembre de 1927. Pablo Neruda (Chile. Elliot. Ese mismo año es presidente del Ateneo Literario del Liceo de Temuco y prosecretario de la Asociación de Estudiantes de Cautín. aparecen en 1934 Las Visiones de las hijas de Albión y El viajero mental.142 definitivamente para sus publicaciones el seudónimo de Pablo Neruda. traducidos por Pablo Neruda. En abril de 1933 aparece El hondero entusiasta y Residencia en la tierra (1925 – 1931). Isla Negra. S. En la revista Cruz y Raya. En 1927 lo nombran cónsul ad honórem en Rangún (Birmania). En 1923 la revista Dionysios que dirige Aliro Oyarzun. En 1961 el Instituto de Lenguas Romances de la Universidad de Yale (EEUU) lo nombra miembro correspondiente. de William Blake. En la Revista de Occidente (Nº LXXXI. . que luego encabezara Residencia en la Tierra. marzo. parte de ellos integraran Crepusculario. publica cuatro poesías de Pablo Neruda. El 28 de noviembre obtiene el primer premio en las Fiestas Primaverales de Temuco. En 1921 viaja a Santiago a seguir la carrera de profesor de francés en el Instituto Pedagógico. En 1971 recibe el Premio Nobel de Literatura. Homenaje a Pablo Neruda de los poetas españoles. Este cargo honorífico ha sido concedido entre otros poetas a Saint John Perse y T. las tres últimas integrarán El hondero entusiasta. El 22 de noviembre de 1952 recibe el Premio Internacional de la Paz por su poema “Que despierte el leñador”. El 14 de octubre obtiene el primer premio en el Concurso de la Federación de Estudiantes de Chile por su poema La canción de la fiesta. Prepara dos libros de poemas que no publica: Las ínsulas extrañas y Los cansancios humildes. 1930) aparecen “Galope muerto”. libro escrito durante esos años. pero que no se publica hasta 1933: Crepusculario. de Madrid. En 1924 publica Veinte poemas de amor y una canción desesperada. en 1973. Muere en Chile. En 1925 en la revista Claridad (mes de julio) publica “Galope muerto”. “Serenata” y “Caballo de los sueños”. tu ancho rumor. entrar en tus tinieblas bautismales. patria de raíces. de un secreto como una sangre. déjame en tus márgenes de aquella hora sin hora: déjame como entonces ir desnudo. déjame hundir las manos que regresan a tu maternidad. río de razas. de las pobres y altivas soledades. a tu transcurso. 1976) . Orinoco de agua escarlata. tu lámina salvaje viene de donde vengo. de un silenciosa madre de arcilla.143 Orinoco Orinoco. (De: Canto General. . 3. entre las cuales el estado Bolívar formaba. Diego de Ordaz fundó Santo Tomé de Guayana en 1532 en las cercanías de lo que es hoy San Félix. Es el río que limita al estado por toda su parte norte y está ligado íntimamente a la historia de Guayana.: Entradas y salidas de buques por los puertos habilitados de la Provincia de Guayana durante el . Se toma como fecha de su fundación en la Angostura del río el 22 de mayo de 1764. en el año 1864. En el año 1887 es segregado de la Provincia de Guayana el actual estado Delta Amacuro. junto a los estados Amazonas y Delta Amacuro. En 1777. la Capitanía General de Venezuela estaba conformada por seis provincias. En 1579 desaparece hostigada por los ataques del pirata holandés Adriano Jasón. cumpliendo órdenes de Sir Walter Raleigh la quema en 1618. Pinto R. En 1889 se dio la separación y establecimiento de la autonomía de los estados Apure y Guayana y es a partir de la Constitución de 1901 cuando se cambia el nombre de estado Guayana por estado Bolívar.145 Notas 1. Luego de la separación de 1856 del Territorio Federal Amazonas. la Provincia de Guayana pasó. Ángel L. La reconstruye Antonio Berrío en 1591 y el inglés Kegnals. En 1764 es mudada a la Angostura del Orinoco. Su nombre en idioma nativo significa “Padre de todos los ríos” es el principal del estado y su mayor afluente y gran motor de su economía es el Caroní. En 1881 Guayana se convirtió en una de las nueve grandes entidades políticas en que se dividió el país. a llamarse estado Guayana. recibiendo el nombre de Gran Estado Bolívar. conformado por Guayana y Apure. cuya capital recibía el nombre de Angostura (hoy Ciudad Bolívar). Los conquistadores españoles la vuelven a reconstruir. la Provincia de Guayana. 2. pp. Las leyes y ordenanzas han frenado ligeramente el avance de las bolas tumbaedificios y sus variantes modernas. Pero nadie sabe por cuanto tiempo. Este texto es un fragmento de la presentación que hizo quien esto escribe a la obra conque el artista Ramón Antonio Morales Rossi participó en la IV Bienal de Artes Plásticas de Guayana. . Trabajo citado.146 quinquenio 1844-1849. en 1997. 2-3 5. 6. 4. 1979 (copia mecanografiada). Ciudad Bolívar. El progreso amenaza con la picota las viejas y frescas casa de corredores. Venezuela. estado Anzoátegui. en 1989 con el libro Poemas al pie de página. Los Trabajos del tiempo (Fondo Editorial de la Secretaría Sectorial de Cultura del estado Aragua. Mención en el Concurso de Poesía de la Casa de la Cultura de Maracay en 1987. 1988). Maracay. de la Dirección de Cultura del estado Bolívar. 1992). Francia. Sepia. estado Anzoátegui). 1996). Ocre (Fundarte. Se desempeñó como coordinador de redacción del periódico Mundo Oriental. entre los cuales destacan los obtenidos en el Concurso de Poesía “José Ramón del Valle Laveaux”. Su trabajo creador ha merecido premios y menciones en diversos certámenes literarios nacionales e internacionales. con el libro Revelaciones. En 1992 obtuvo la Primera Mención Poesía en la I Bienal Nacional de Literatura “Mariano Picón Salas” de Mérida. coordinador de formación y promoción del Centro de Estudios Literarios de la Universidad Nacional Experimental de Guayana. el 27 de febrero de 1961. En el año 1993 se hizo acreedor del Premio de la Bienal de Poesía de . Ha publicado: Transfiguraciones (Fondo Editorial Miguel Otero Silva. Diario de El Fulmar (Monte Avila Editores. Venezuela. con el poemario Ocre. Acompañó a la representación de Venezuela que participó en 1995 en el Festival de Biarritz. 1993).147 Noticia sobre el autor NÉSTOR ROJAS (1961). Ha sido colaborador de diarios y revistas de su país y del exterior. 1985. Nació en El Tigre. Estudió Letras y Filosofía y Literatura Contemporánea en la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM) y Literatura Irlandesa en Irlanda (1993-1997). con el poemario Friso de máscaras. 1994). Hexagramas del vértigo (Fondo Editorial “Miguel Otero Silva” del Ateneo de El Tigre. (Fundación “Rómulo Gallegos”. Fue director del Centro de Actividades Literarias (CAL). Mención en Concurso Nacional de Poesía “Marco Aurelio Rojas” de la Universidad de Carabobo. En 1993 ocupó la Dirección de Cultura de la Alcaldía del Municipio Simón Rodríguez de El Tigre. con el poemario Héctor en el jardín del infierno. 1995. Obtuvo el Primer Premio en la Bienal Literaria Mención Narrativa. En 1996 se hizo acreedor del primer premio de poesía de la Bienal de Maracay con el libro Los trabajos del tiempo y de la Bienal de Escritura Mención Poesía “Ramón Palomares” del Ateneo de Escuque. Es el autor de esta investigación patrocinada por el Consejo Nacional de la Cultura (Conac) sobre las voces poéticas referidas al tema del Orinoco. del Ateneo de El Tigre. Colabora regularmente en periódicos regionales y nacionales. Su nombre aparece en varias antologías de poesía latinoamericana. su libro Los hexagramas del vértigo. Se desempeñó como coordinador de cursos y seminarios del Instituto Superior de Artes Visuales “Armando Reverón” de Ciudad Bolívar. Con el libro Diario de El Fulmar fue mencionado en el concurso de poesía Fundarte. redacción.148 Guayana con el poemario Correspondencias formales. incluyendo una preparada por el reconocido crítico Julio Ortega. Actualmente es director de Fundaletra y Fundación Poesía. donde facilitó los cursos de ortografía. obtuvo el premio de poesía de la Bienal del Ateneo de El Tigre. oratoria y las cátedras Filosofía del Arte e Investigación. . En 1996 obtuvo la Bienal Mención de Honor en el Concurso de la Casa de la Cultura de Maracay con el libro Los salmos de Esbeel. con el cuento “Archivo apócrifo por correo electrónico”. En 1994. en 1989. Casa de la Cultura “Simón Rodríguez”. Su trabajo en Artes Plásticas es conocido en el extranjero. . . M. Poética de las aguas 27 Agua de la infancia El agua madre Agua purificadora Agua del tiempo Agua recuerdo Agua-río 29 32 34 38 42 43 Parte III.Índice En la búsqueda de la quimera 9 Parte I. Agosto Méndez Al Orinoco 50 Héctor Guillermo Villalobos Puerto fluvial 52 Concepción Acevedo de Taylhardat Al Orinoco 55 Jean Aristeguieta Orinoco Indómitas presencias de las aguas 58 49 51 53 56 59 61 . Poética del Orinoco 15 Parte II. Poetas y poemas del río 45 Ramón Isidro Montes Vasto Orinoco 48 J. Fernando Cova Fernández Al Orinoco 62 Matías Carrasco Agosto Méndez 63 Alarico Gómez Balada de piedra y agua 64 Luz Machado Creciente Crepúsculo 68 Rafael Pineda El bajo Orinoco No 71 José Sánchez Negrón Los humos fluviales I 74 Luis García Morales El río siempre 85 Jesús Sanoja Hernández Donde el Orinoco cruza 90 Guillermo Sucre Mientras suceden los días 91 Hétor Gil Linares Desconocía el cansancio 93 62 63 65 69 70 71 73 74 85 86 90 92 93 . Argenis Daza Guevara El mago 94 Milagros Mata Gil Agosto en el Orinoco Navegaciones y regreso Primera navegación Segunda navegación Tercera navegación Cuarta navegación 95 94 96 97 97 99 103 105 Francisco Arévalo Camino buscando ebriedad Soy un remolino Orinoko 106 Abraham Salloum Bitar El río El río de agosto Presencia 109 Rafael Arráiz Lucca Cabo verde 111 Diana Lichy Corazón de obsidiana Autana Palo de agua Dorado I 113 107 107 108 109 110 111 112 113 113 114 114 . Rafael Rattia 115 Pedro Ostty La noche levita 121 Julio Mata Poe Orinoco Sangre negra Un día Tierra caliente Encima de estas rocas calientes Yo nací un poco más allá Las aguas del Orinoco 122 Andrés Eloy Blanco Canto al Orinoco Invocación al dios de las aguas La órbita del agua Casiquiare Bestiario El caimán La raya El temblador El caribe La boa El mono Las garzas Los tributarios El río de las siete estrellas Angostura Coro de las provincias Evocación indígena La barca futura La barca del pasado 125 121 122 123 123 124 124 125 125 126 126 127 128 128 128 129 129 129 130 130 130 130 132 135 137 137 139 140 . Pablo Neruda Orinoco 141 143 Notas 145 Noticia sobre el autor 147 . . . . en Caracas durante el mes de septiembre de 2008. . La edición consta de 3.Este libro de la Colección Poesía venezolana se terminó de imprimir en la Imprenta de la Cultura.000 ejemplares.
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