Pasado - presente - Historia Latinoamericana-capitulo-2

May 20, 2018 | Author: Evelyn Quintana | Category: Industrial Revolution, Industries, Capitalism, United Kingdom, Europe


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36 1 SUSANA DE WQUE Y MIGUEL MAZZEQO'DonncU, Guillermo, "Apuntes para una teorfa del Estado" R, . • -'-S . ' . M . 4, diciembre de 1978. . ' vzs,a,w oao,ogro ,:xuano, Nº Oszl:ik, Osac, Lzf,m,,aaó11 dt! E11a,/q mtino B . ·· · · Afianzamiento y expansión del capitalismo. Oszlak OsC2r " Reflcx · . b cor;g, • .' uenos Aires, &.haoncs de Bclgrnno, 1985. • argentina" D • iones so re Ia ,ormaaon del E 5·tad0 1 /lo E . . .. Y a construccton·de la sociedad Un nuevo orden internacional (1850-1930) p . ' umn, &0110,m,o, Nº 47, vol. 21, enero-marzo de 1982 - omtntJero, J~ Carlos, Los IIJos de Gramsd, Rucnos Aires Gri·1albo 1999. _·, N1cos, Pq der poühco P o ulanr:z:is · J c/or,s sodoltJ 111 el Estado ' capitalista,' México, · Siglo XXI, 1997 Elena Marcaida y Mabel Scaltri.tti J>ucciarelli, Al fi d "C0 d · . re º• . ~.5erv:i ores, radicales e yrigoyenisras, un modelo (hipotético) de he- ~oru:i comparoda , en Ansaldi, W:ildo, Pucciarelli, Alfredo y Villarruel José C. Ar- ,!P'""º 111 ~ ~~z. de ~~I g11,"as, 1914-1945, Buenos Aires, füblos, 1993.' ' ' Tarcus, 1!oraao, L:i C":<t s del Estado populista. Argentina 1976-1990", &olidod E conómi- t:a, N 107, 1 de abril :il 15 de mayo de 1992. Therbom, G o- r2n, La .'·,1,o/ogro_ Web • del poderJ ti poder de lo itkologio, México, Siglo XXI, 1989. er, M:u, E c~"º':''ª Y S oaedad. Esbozo dt sociología comprtnIÍPo, México, Fondo d e Desde mediados del siglo XIX Argentina comenzó a transitar un proceso de C ultura Econorruca, 1996. profundos y variados cambios. Durante_esos años cob~ó forma _su Estado, se consolidó una economía capitalista agrana y se conformo una sociedad comple- ja y heterogénea. Tales transformaciones, si bien se vinculan con una dinámica local, no pueden explicarse sin entender los grandes cambios que, simultáneamente, experimen- taban Inglaterra, otros países de Europa occidental y Estados Unidos. El siste- ma capitalista, que en ellos se consolidó, terminó incorporando a su lógica a_la mayor parte del planeta, a través de la dominación colonial y .,de la división internacional del trabajo. 1. La Revolución Industrial El procesó de afirmación y e.xpansión del capitalismo se inició en Inglaterra, a fines del siglo XVIII, con la Revolución Industrial. E sta Revolución marcó una pro funda ruptura con el pasado, un cambio drásti- co y fundamental en las formas y métodos de trabajo y en las relaciones que establecieron los hombres en el proceso de producción. Rompió con formas productivas vigentes desde hacía siglos y pemútió el pasaje de una producción 1.i.mitada, que sometía a las sociedades a frecuentes hambrunas, a la producción de una cantidad tan abundante de bienes como nunca antes había conocido la humanidad. Las transformaciones fueron tao radicales y múltiples que muchos investigadores no dudaron en definirla como una de las revoluciones más au- ténticas de la historia de la humanidad'. l.a Revolución Industrial dio lugar a diferentes controvenüas. Una de ellas m,ide en si rL-almcntc se trató de una revolución, Mientra:; muchos historiadores la con~ideran como 38 1 ~:t.F.NA MIIRC".A ID,\ YMhlfül.Sc,u:11un1 "Fl Ak""'-A,"" l'Hru.,.~:x.•...,,,ti.. bién alentó el aumento d 1 · °'''-~,.. ·11,t · e "Ptoduc · · ~oa larga serie de cambios económicos, sociales, políticos y culturales sentaron na di oonalmcote construid CJon de hicno tal pod · . ~ en madera 'y,.~ !u · · / bases para el desarrollo en Inglaterra de la primera economía industrial del para cr resism, sin rom 'COtncnzaron ll fab _Jnaqlúna, de'--. P aneta. El grao despegue se produjo a fines del siglo XVIII, cuando el aumeo- vapor. Adetruis_, como consecu~';;; ª la nuc-.-a P<>tencia nc:u::sc~c~~- to de la dema n d a co¡orual · de telas de algodón impulsó sobre· todo a mercad eres rama textil, se 1ndustrializó la ·cinü de las nec«idadcg que b llnptimb el Y ~eSrros-artesanos a realizar cambios en la organización de la producción Los cambios no se deru•~er ., on qallí·. Lca con la . ProducCIOn · _quede~ · t a b a la textil~. constante crecinúento , d e aproV1Sion ." . ª nccesuiad de·-•-_ -"-'Car una UntUru. .. La necesidad . d e aumentar la oferta de productos y de elevar la producOVl · ºdad d e enorme masa de capitales q arsc de tnat:cnu . Ptoduc.c:ió,, en 1 , . . uc generaba la . p,:iau, Y de inv · f:os traba¡ado . res llevo· a reemplazar la producción artesanal por la organu:aoon · ·· to 10novac1oncs en el campo d e los tu.ns expansión de la ·lnuustna .... _ . t,-..;\cr:ur la abril_El ~tablec:im..iento del sistema de fábrica implicó, entre otras cosas, la _ a una nueva revolución dente d la pones y COtnunir~,; ___ -....,alcn. orgaruzaaón ~e los procesos de producción en grandes establecimientos urba- Desde fines de la ,lécada de 1820 L 0 e rcvolu · · -= cton: el fcnO<:atril, ' dando'··-- "'1!,&< d e . . Yuasta 18:>0 I n.1. nos, la mecaruzación, la extensión del traba¡· o asalariado así como el uso del tan te re ,enoviana que expandió la . ~-tena consnu ó un . eslabonamientos productivos . cu\ producc1on de hkno y c~:._ ~ - a un-por- V , apor como nueva fuente de energía. ·e1 VUl ados po \a ~uun y ~nuó Lamáquinade vapor, puesta a punto por James Watt hacia 1770, fue la pnme- · n es, vagones, locomotoras tena l ' t un do, con la fab · .. ll d . ' P enes y estacio tl<:1Clón de .rn fuente de energía sistemática, dirigida por la voluntad del hombre, que se no o e toda una serie de actI·VI·dades 1m . ul dncsy,portlo..... ~v, COn el de:,a P_~do don:mar y conc=trar en un punto en el tiempo y el espacio. La produc- hasta entonces . aisladas. El f~- .....:, perm1t1ó ~.ocal.ll.l P . sa ad as por -.......n de neas . \a con...;..:.. . · aon con to desde entonces con una potencia formidable, infinitamente mayor a pleo. asalanado, el acortamiento d l dis , ' Cinas, la expansión del . e as tanaas el b cm- todas las conocidas hasta entonces-'. y la 10tegración del mercado nacional. ' ª atal:arni.ento de los fletes E 5ta s tran?formaciones aumentaron significativamente la producción de telas De es te modo, el ferrocarril -expandi.end ose desd 1 \a de algod, 00 · al Oempo · · que alentaban el desarrollo de otras actividades. · Por e1em- ropa y el resto de los países del pla . . e ng tca:a por toda Eu- .• neta- un.pulso l . plo, el uso del vapor requirió la expansión de la producción carbonífera. Tam- de la Revoluc1on Industrial. Durante 1 e p~sa1e a una nueva fase . . f ormo, 1unto con la sideruro-i a segunda cmtad d-' . trans · r:,·ª, en el nudeo • . din· · <:6>si.glo XTV -~ se un quiebre mayor en la lústoria de Inglaterra y de l:i humanidad, otres la entienden como 10dustrialización'. anuco del proceso de una accle¡:ación del crecimiento económico en el m:i.rco de una evolución. Otra polémica Todas estas, transformaciones repercutíeron en el sector rural: el . . . interesante gira en tomo al rol jugado por Ja.s innovaciones tecnológicas. V l-asc Alejandra que ya verua siendo r~volucionado desde el siglo XVII . ~po uigl~, Giuliani: "La Revolucic,n Industrial en Gran Bretaña (1780-1850)", en Elena Marcaida tales y por una orgaruzación de tipo . · talis capi . . ta., reab10 un · ?ºt la 10vCIS1.on de cap1- (coon.l.), Est11dios dt Historio Etonómico y Social. Dt lo &vol11ció11 Ind1utriol o lo tre otras cosas, por la aplicación de abono • . nuevo 1m.pulso, en- ¡,lobolizoción neo/ibero/, Buenos Aires, Biblos, 2002 . s q1llIDlcos y la utiliz · · d herrarruentas y maquinarias que elevaron la P d . "dad aaon e nuevas 2 J .a escasa complejidad tecnológica, los bajos salarios y los precarios locales en donde se .. . . ro ucuvi, y el vo\ l bal e:<tablccieron las primeca.s f.ibricas permitieron que el impulso original de la industrializa-. de la produccton agrana. umen g o ción británica no estuviera a cargo de las grandes compañías de importación-exportación, Los cambios • no, se limitaron a la tecnoloola l:>" ' · · Yel comerao la producoon · En un sino de otros actores con menores recun;os económicos. El mundo de las finanzas se inte- p.taceso sunultaneo, la sociedad se transformó profundam t E el . 3 resaba, por el momento, por el gran comercio colonial. Dur:.m te milenios, la energía que requería la producción fue provista por el esfuerzo hu- en la ciudad, las formas tradicionales de relació n s cial fuen n campo y e. reemp\az.adas eron ° mano. Luego comenzó a utilizarse la cner¡,ría animal de caballos, bueyes o elefantes. Más tarde, hace aproximadamente unos mil años, se comenzó a utilizar además, la energía del "i 4 Tiempo después, · ¡ · hacia fines del siglo X1X, el dcscubrimiento de \a clcctñauau ·., ., aco· un viento y del agua. El vapor superó to talmente a estas fuentes de energía, revolucionando la nuevo ~uc eo dinámico: ~yo impacto en la producción fue tan grande. que se \o dio en prcxlucción. M:is tarde se desarrollaron nuevas formas de encr¡,1ía, desde la eléctrica hasta llamar Segunda Revoluc10n ln<lustrial. Las revoluciones no cesru:on desde entonce\\. \loco la nuclear. Cada avance cambió el sistema de producción y la evolución de la humanidad, después, el '.11otor: c~plosión rc.-cmp1azó a la máquina lle V"a{)Ot, generó e.\ automóvil'/ e pero todo comenzó en ese primer pa,;o c¡ue consistió en descubrir que la energía podía ser : u_n comple10 mccantco-petrolcro que fue una lle las bases del llesauo\lo productivo captada, regulada y dominad.a por el hombre. Véase Jorge Sdwarzcr: ÚJ induslri~ que siglo XX. Otras rcvolu'ciones conoció este sig\o: la del tran~iiorte (avión, nave ~ci:il), svpimoJ ,on1e1,11ir. U11t1 biJlorio polílico-sor:iol dt la ind11stria orgenti110, Buenos t\tres, nuclear, la de las comunicaciones y la informática. V b.sc Jorge. Schva=, op. cil Planeta, 1996. 40 / ll Ll·.NII MIIRCIIID/1 y M /U!EJ . S, .111~,un, 11 1 IIIN7.AMll)Ní 0 Y r,xr11 N S \ÓN D E L C/\1'\T /1 1.1$ 11<0 1 41 progresivam:nte por nuevos vínculos que dieron J rala .. dos clases basicas dd capitalismo· la bnnn, . eluga confonnac1o n de las fue creciendo un pensamiento que no sólo cuestionaba las interminables jorna- . . . -.,-es1a y proletanado. das de trabajo o d nivel de los salarios, sino que impugnaba al sistema caplta- A la vez, se produ¡eron cambios en la visión que h b - mismos y de su medio. El creciente dominio h om res y mu¡eres tenían de sí lista en su totalidad, en cuestión la noción tradicional de un mund ~ano sbobre ~ naturaleza puso . . . 0 lllllluta le regido po 1 l ta d di VUla. De la mcuesnonabilidad del do a la . .. r avo un- la hegemonía creciente dd pensamiento raci~al ; . cr~:cton se fue pasando a 2. El sistema de división internacional del trabajo de las concepciones religiosas. Nuevos princi i aent1 coy~ ~ue~cionamiento vidualismo y la fe en d progreso sin fin se fupoes, corno e~ utilitansmo, el indi- Inglaterra terúa desde el siglo XV1l una posición hegemónica en el mercado , ron const1tuye d h ' b. mentales y en un nuevo credo moral. n ~ en a 1tos mundial que derivaba, entre otras cosas, de la posesión de un vasto imperio colo- nial que se extendía por América, Asia y África. La Revolución lndustóal fortale- La urbanización, las migraciones internacionales y el poblanu· t d .. ·d · d J l en o e regione s ció ese liderazgo fntern acional y, bajo el impulso de su burgtiesía industrial, des- casi estertas e p aneta fueron también ra sgo di · · d l R 1 ·· - s SOJltl.vos del proceso desata- de mediados del siglo XIX, impuso en el mundo un nuevo ordenamiento econó- ·o por . . La instalació n de ¡as 1n ul · a evo uaon Industrial. · d u stnas · en las urbes y el mico, conocido con el nombre de división internacional del trabajo. · sun' fi caneo al avance del - capitalismo . en el agro ' así co el · · mo crecmuento demo- De acuerdo con este sistem.i, cada país debía especializarse en la producción de gra co,, entaron un_intenso ~xodo . de las pobL-iciones del campo a las ou · d ad es. los bienes que podía realizar con. "ventajas comparativas", para luego M b uc os de e s tos mtgranres se msralaron en las ciudades industn·al e intercambiarlos en el mercado externo. Dicho de otro modo, cada país tenía d · fi 'al · ~wrm~ _o, ¡unto a o a es y aprendices de!<:>~ gremios artesanales, el naciente proleta- que d edicarse a producir y vender aquello que hacia mejor y más barato: el rui~o. Otros no encontraron ocupaaon., pues la industria, crecientemeote me- resto debía adquirirlo en el mercado internacional o ruzada, n o alcanzaba a emplear a toda la mano de obra que el campo expulsa- El librecambio constituía una hei;ramienta fundamental para el funcionamien- ba. Paca 'estos trabajad?res, _~sí como p ara otros, procedentes de distintas regio- to de esta ~visió_n de tareas a escala internacional5. La bur,riesía industrial n_e s_de Europa, la enugraaon fue la válvula de escape an te una realidad que m glesa no solo lo 1Inpuso dentro de sus fronteras derribando las oposiciones de ntp1da y radicalmente se transformaba y los excluía. la hasta entonces protegida burguesía agraria, sino que también logró que otros A principios del siglo XIX, el crecimiento de la econorrúa y de las ciudades, países del Occidente europeo, que estaban en pleno proceso de industrializa- la riqu eza y el esplendor de los sectores b urgueses que lideraban las tran s for- ción., lo ado ptaran. maciones, tenían su conttaca.ra de explotació n , desarraigo y pnuperización en el nacienre proletariado. 5 El protcccionis_mo aduanero -es decir, b serie de repa ros a la imporución de productos La mecanizació n de las actividades permitió la explotación de lo s trabajadores 9ue un Esudo impone con el fin de prmcger l:i.s producciones nacionalcts- fue una de las en niveles nunca antes observad os en la historia de la h umanid ad. Los traba- c~ractcriscicas de la política cconómio de \m E.sudas modernos durante \os siglos XVI, jadores se vieron o bligados a ab and o n ar sus tradicionales m odos de v:ida: en las XVII YXVUL Fue apoyado por los jóvenes sectores buc¡.,'UDS<.-s de esos Estados y convenía, f.ábcicas, ruvicroa que ada p tarse a ua r:i ano de cr:abajo que ya no era marcado a la vez,ª . los mtcrcs<!s de los monarcas, guiados por oteo de los principios de la política como hast:2 ,e oron ces po r la ruituralez a sino po r "la tiranía d el r eloj" y por la mcr:antJhsu en curso: la posesión de meule,; preciosos como fun ci:.mento J e la cique7.a J e miqw.na; también debieron sopor tar cxteosí.simas ¡orruu:hs d e trabajo, en el un h ~ta~o, Y el uso ele la balanza comercial como medio para procur:ula. Est:i política cconorruca predominó en los países europeos hasta '-)UC \as transformaciones económicas marco de una férrc2 y muchas veces feroz discip.li.na bboraL Tuvieron, ade más, ge,ncra ron, uur:itte el siglo XVlll, las doctrinas faiocciticas y m:is tru:de \a economía que acostumbarsc a vivir de uo salario, descubrir d temor por e l desempleo y c~as1c:i '.nglesa. Est:is pregonaba n las bond:ides de la libertad comi.:rcial y de \a competen- lubitac. h.actJlado1, baráos sucios y pobres, a merced de n uevas enfermedad es y C\a il,mu:ida al tiempo que combaóan las reglamentaciones impuestas por el Estido, pues c~las --<l~- acuerdo con cs~a teo ría liberal- se oponían a las leyes naturalc,; que rigen la frccualccs q,iderniu Por rodo lo descripto, desde casi los iniaos de la Revolución Jndus_uial, los cu culac,o~ Yh u1_st~bu~on de la riqueza. Fue en este marco que comenzó a prospcrur el trabaiulores co.maua.roo a p:a.rocip:ar en movi.rrucoros de protesta, a_s1com~ a lib_rcc:i mb 10 : la elimmac,ón de tod<! tipo de restricciones en el comercio con otros países. V C-JSC Jase Ca rlos Chiaramonte: N oriouolismo y libtrofiimo 111 lo A rgentino J860-1880 · _:_..J:-•"s ,. pa.ttidos políácos nara luchar por aumentos salarta- o ~ en~ . r-- ch de di fl ueno, Airel<, Hysp:imérica, 1986. ' ' Je¡ y por m.qoas e.o w condiaoncs de tnbajo y de vicb. Entre mu os os, IIFI ANZ. I\MlENTO y F..Xl'ANSlÓN DELCo\l'ITAJ. l ~MO 1 4l 42 J !:J.ENA MAIKJ\IDA Y MAHl'.I.St:ALTRl'rll rril no sólo se extendió, por Gran Bretaña sino que , en poco 0· cinpo, conecto• a Muchas eran las ventajas que este sistema de ·especialización internacional toda E~opa. El tel~grafo, que comenzó a utilizarse en la décad:a de 1830, se entrañaba para Inglaterra: la concentración dentro de sus fronteras de las acti- difundio desde mediados . .del siglo XIX, revolucionando el campo de la s in,or · e _ vidades ligadas al pcogreso tecn~lógico; la aceleración del proceso de acumula- maciones y las comun1cae1ones. Por la misma época, las ttansfonnaciones en la ción a través de la importación de alimentos y materias primas más baratas que navegación maritim~ (vapor, bodegas en hierro, introducción de la hélice) pro- las producidas localmente; la apertura de nuevos mercados -los de los países de dujeron un acortanuento temporal de los viajes, un aumento de los volúmenes pr-oducción primaria::.. para su producción industrial excedentaria y la exporta- de mercaderías transportadas, así como una disminución muy significativa en ción hacia esos países de una importante masa de sus capitales, con el doble los costos de los fletes. objetivo de obtener altos rendimieµtos y de ajustar sus economías a las necesi- Las transformaciones técnicas no sólo permitieron la ampliación del volumen dades de la especialización. fisico del intercambio, sino también un cambio en la composición del comercio · Para los países de producción primaria, como Axgentina, el sistema implicaba, internacional y de su localización geográfica: los tradicionales cargamentos de \ en cambio, serias limitaciones, ya que los tornarla muy dependientes de la de- especias, metales ~reciosos y productos tropicales fueron desplazados de los \ manda y de las inversiones de los países industriales, quedarian relegados del primeros planos por los productos agropecuarios de los países de clima templa- ~ desarrollo cienóiico y tecnológico y organizarían toda su economía en torno a do, demandados crecientemente por hs poblaciones uroanas de los países la producción de uno o de unos pocos productos primarios". No obstante todo industrializados o en proceso de industrialización. ello, los principios del librecambio y de la división de tareas a nivel internacio- La integra ció o de la economía mundial que estas innovaciones alentaban, fue nal fueron adoptados y abrazados entusiastamente por sus élites modcrnizantes, además posible porque ellas coincidieron con otros dos procesos de suma im- ya gue además de traducirse en beneficios económicos concretos para ellas, con- portancia: las grandes ·corrientes migratorias y los movimientos intcrnacio- taban con la legitimación que brindaban los principales exponentes d'.1 pensa- nales ·de capitales. miento económico de la época. Dos grandes teóricos, como Adam Srrud:! :n Lz Como ya lo señalamos, los procesos de modernización que se operaban en los riqueza de )as nacionu (1776) y David Ricardo en Principios de ec~n~mta po- países del Occidente europeo expulsaban grandes cantidades de trabajadores, Jitica (1817), argumentaban en favor de la liberalización del comeroo 1ntema- que er~ a la vez atraídos por las posibilidades de ~pko y at aseen~ social cionaL Según ellos y otros pensadores liberales, la apertura de ~s fronteras nacionales y la integración creciente de la economía muo~ creanan nía intcmacional, la riHucza y la felicidad de todas las nao~~es. ~os _paises jóvenes" (como se llamaba entonces a los países de producaoo pnmana) po- . · · el camino que los condu- ~,art:1º- 1 que parecían ofrecer " países nuevos" , como Argennna, el sur de Brasil o Esta- dos Unidos. Como resultado de la combinación de estos factores (expulsión y atracción) se produjeron grandes migraciones internacionales. Ellas se CJCPli- can, sobre todo, por causas económicas, pero hay que tener en cuenta que, en algunos casos, influyeron sobre los migran tes otras motivaciones, como las po- drian transitar, explotando sus venta¡as comparaavas, , círia has U el nivel alcanzado por los países más avanzados de _la :Pº~-ª- . líticas y/ o las religiosas. Además de la aplicación qcl librecambio, el prnyecto de cs~e~lizacioa ecooo- El movimiento internacional de población fue favorecido por el desarroll~ de . . ·- -~o·onal pudo concretarSe por los avances tecnologicos que se produ- los transportes marítimos y la reducción operada en sus ~ostos. En~ pnno- m1ca m ~ · · · · El f, oca ;croo simultán.camcnte en los medios de tranSpOrte y comuOJcaoon. en - pio, predominó la emigración desde los l~es_que pomero ttansitaron_las innovaciones es decir los países europeos atlánticos. Luego fueron los paises ' , b\a .. s alcula q_ue mediterráneos los que expulsaron mayor cantidad de po ci_on. e c - . . ~ ue el p<>Jc:r de la.• naciones se basa dcs~e esta époc~ en entre 1850 y 1930 migraron, desde Europa hacia otros cont10entes, ~otre cm- 6 1'2ruJorgcSchvttzcr. quu."n plC1l- "I ._1_J J bbción y en~ dimen~-ion~s del tcrnto- ahd proJuct1v:i y ao en la cannu.t e Po cuenta y sesenta millones de trabajadores. Ellos resolvieron las nece 51'.13dcs de su capa . . .· . f.i.boles es poryuc goun de un recurso . ,_ . ,;on r:i;,ua:iuluncntc.- neo, ,-m ser . m ano de obra que tenían muchos países, como_por ejemplo Argentina,}.~ no, ._... pauai que · . d b riuucza que desborda de lu naaones _, . hl ,;uc-rte de apcu parte e --, od . · erimtentos del mercado mum.m,1. -LI . " Schvart.cr no son ricos por i;u poder pr uc- adaptar sus econonuas a 1os creaentes requ , . ttial hada .mtunu . o tJeflCl1 Jeiiarn,Uad~ ¡ ~ •. pucu os, wce • inJuSlt'WO · .. d b . ca que gcnenn los !)2Í6e5 desurollados; son Un vasto caudal de capitales también fluía desde lo~ ,pa1sesE111ddus U~os nvo A OO poiquc a.,;iool ullll. parte e n~ = t e sin futuro a La sombra de los .. · · E E y tambien en sta os ' . roductorc-1' y vivc.-n un p . · los países de producaon pnroana- n utopa ~ monopóli en rr.:slad~ reo.ns tu, no P . . _ p:1i2 rv-ngar b historia contcmporanca , . 1 vTV l ºtalismo entraba en su iase Rc8csiood '"1 d u d a ~ e IJlccro.an,~ ,-- las postrimeoas del sig o AJ.A, e cap1 ::cnz~Útd- é2sc JocJtC Schnt=, ,p. al --- --"'"- ....... - - - · - - '" "'-' "_,... I M I\Ul::LSCI\.Llltn-n AFIANZAMIENTO Y EXPI\NS10N U &:;L....,,u· 11 ,~ •..,_._ 1 ·- caracterizándose por la conforma . . d · cion e emp . que mtegniban sus producciones !10 . resas tndustriales de gran talla ·• . nzontal y/ 0 v · lm cia y el nacionalismo económico~, se lanzaron a la conquista de mercados y al traaon en 1a mdustria, en el comerci 1 ertlca ente. La ruta concen- bancarias engendró los l~st.r y los o ~ enli os_transp~rtes y en las actividades reparto del mundo. . . . El continente africano y gran parte de Asia y el Paofico fueron somendos a.l.a con el capital industrial e impu.Is d plao ~s, _el capital financiero se fusionó · · ' term.tnaaón de la red ferro,,.~..;- ª o por• h lic¡wd. ez generada en Europa porla dominación colonial o scmicolonial de los países industriales. Hacia 1914, casi 1 •= , se anzo ac1a otr . e] 85 por ciento de la superficie te~cstre y el 70 por ciento_de l~ població~ tar sus b eneficios, en un movún.iento L - os cont1.nentes para acrecen- mundial estaba bajo el control colonial de las grandes potenCllls. Solo el cont1- Hobson y Hilferding- den . . . q~e- ewn -retomando los estudios de L . . OlllJ.no tmpenalismo 7 nente americano (con las excepciones de Canadá y algunas zonas del Caribe) . os capitales mgleses fueron el motor d l .1 . quedó fuera de este reparto territorial a escala _p lane~- En ~éric~ Latina, la ·• e comp e¡o p Integraaon creciente de la ec . . h . onomJa mundial s ·roceso gue condu¡·o a la dominación económica por parte del mundo 10dustrial se realizaba s10 la nece- acia los llamados "países nuevos " b . . ~ onentaron principalmente sidad de una conguista formal, con el acuerdo de los sectores dirigentes rec::ursos naturales, como Canadá B co¡ a¡a de~sidad de población y grandes vernáculos9. y Africa del Sur. Otros países , rFas A:"gen~a, Australia, Nueva Zelanda Hacia principios def siglo XX, la situación que atravesaba el mundo distaba mucho . , como ranaa Swza Bélgi' . ciparon también activamente d l . . ' . ' ca o Alemania, partí- de asemejarse a la anunciada armonía internacional y a la equiparación entre países . e mov:r.nuento 1nte · aJ · Las tnversiones procedentes d E ' e uropa occidental . rnac1on de capitales. di · que pronosticaron los teóricos del liberalismo. Muy ~ej~s de :11º, podía distinguttse aquellos servicios y actividad , ten eran a localizarse en una acentuada dicotomía entre países poderosos y débiles, as1 como un aumento de frigoríficos o la minería pro;;:;_, ~~mo los ferrocaniles, las finanzas, los las tensiones gue, agudizadas por la rivalidad económica existente entre las poten- exportadoras. , e esa.rrollo de las economías primario- cias industriales, desembocaóan pocos años después, en 1914, en la Pémera Guerra A fines del siglo XIX, co · Mundial. mía int,.....,~c1· al . ~o ~on~ecuenaa de los procesos descriptos, la econo- ~ 00 te.rnuno cnstalizando e 0 · d · - -. f · , · . . un sistema e divis1on de tareas que unc1ono pracacamente hasta 1930 I l . t · d 1 us~ ·aliz d . . · ng aterra Y otros pocos pa1ses ~ os exportaban bienes 1ndustria1es, servicios y capitales al resto de os paISes e ~po~ban ---de~de estos últimos- productos primarios. 3. Las transformaciones políticas: al Estado liberal . del absolutismo monárquico ~ Coa -~ fuaaooanu~n~o del sistema, salvo en ciertas coyunturas críticas, la pro- La generalización de la producción industrial transformó radicalmente el con- ducaon Y d ~omerao mtemacional aumentaron de manera espectacular al tiem- junto de relaciones económicas y sociales y el capitalismo se estableció como !'° que_~ecu la brecha (tecnológica, científica, económica) entre los países sistema productivo dominante que expandió su lógica a todo el planeta. Este 10dustnalizados y d resto del mundo. modo productivo se organizó alrededor de instituciones tales como la propie- ~ d ~ , en el marco de transfonnaciooes tan profundas, fueron agudizándose las i dad privada, el trabajo asalariado, la producción para el mercado y una nueva nvalidades y tensiones entre las p otencias industria.les, alentadas sobre todo por 1 organización política: el Estado nacional. · la sobreoferta de bienes que producía la expansión de la industrialización a varios países del continente europeo, Estados Unidos y japón. Como consecuencia de dlo, muchos de estos países retornaron al proteccionismo, rechazaron el reparto 8 En Alemania, el economista Friedrich List, en su obra Sistema nadonal tk uonomía .Ínt.e.rnacional de tareas propuesto por Inglaterra y, reivindicando b. independeo- política (1841), observó que el liber:alismo, tan útil para Inglaterra, no era reproducible p:i.ra el caso alemán. Según List, las naciones más jóvenes, como Estados Unidos y Alema- nia, necesitaban proteger su desarrollo, especialmente su industria. Enrique Carlos Carey fue un continuador en Estados Unidos de las concepciones proteccionistlls de List. Soste- 7 Vl2di.mir füch Lcnio: El inrpuia/ú1110, jau I11perior dd ,opilalümo, Moscú, Lengu:is nía que no sólo debía protegerse la producción industrial, sino también la producción Extranjcns, 1966. l'ara an;tli;,,u o tn:- interpceraciones_sobre imperialismo, Marcel:i Lippi, agrícola. En lugar de la división internacional del trabajo, proponía la existencia de nacio- "w pcincipaJa teoá:15 interprct2tivas del imperialismo" y Paul.:i l. Solfa, "La conforma- nes independientes, donde se desarrollaran tod:is las actividades económicas. ción del meroado mundial cipit.tlista (1850-1914)", en Elena V. Marc:tida (coord.), op. 9 Véase Eric Hobsbawm: LA m1 rkl impmo 1875-1914, Buenos Aires, Critica, 1998. Tam- cit. bién Paula l. Sofla, op. cit., p. 114. · • AFI/I NZAMll1NTOY F.XPI\NSIÓNOEJ-Clli'ITI\USMO 1 •n or dar forma compacta a sus territorios y &1 ·•• _,_ _ lo preocuparon. P . . . . . - u:.uamcntc s La Umites. Los conflictos funlttofes d~ero~ _causas naaonalcs, Pronto se paro r construcción l d e esa nueva organizació n . 'di .. estuvo surcada de ¡un co-polinca P 0 ongados conflictos Salv G de la defensa del territorio a la co~qmsta ~tar, ge~eralizándose \a idea de que Holanda y Suiza, dond~ r<"o-i~n: u·rtu an _Bretaña y algunos otros países, como 'lid eno:egar la vida y rool'.1l'. en estas gestas . E uropa, reyes y nobles siguie -.:,- s aones politicas libera¡es, en el resto de era EstosVl\ o cambios . . poliricos no que_d aron res~gi.dos al con_tinente europeo. Euxo- n~s y necesidades de la burgu:º? cEonlltrol lan~o el E stado, trabando las aspiracio- Jlllco acrecentado por el desarrollo sia. ind0 anzo a esta úl · ~~w . , lo dí' fundió a escala universal el sistema de relaoones econó~ •cas ca · .. . . . ~ ~· los principios y valores de la sooedad burguesa, sino también sus ~ . nma, con un poder econó- li En el largo periodo que se ini . , ustnal, a la conquista del poder político. msW patrones , 1 políticos. Revolución, republica, . democracia, sufragio, igualdad ante tras la Primera Guerra M ~~ con la Revolución Francesa (1789) y culminó la ley, Estado-nación, voluntad popular son conceptos e instituciones que se to, las burguesías prota ~ 1914-191_8), en un proceso complejo y.violen- originaron hace más de dos si.gla s en EU!opa, con la Ilustración y la Revolución ~n.vilegios · ~e monarcas, goruzaron nobles revoluCI el . . sones contra el absolutism_~ real y los Francesa, y que co~tinúan hasta hoy vi.gentes en muchos países del globo. sistema capitalista en Y engo , que trababan su expansion y la del , general. Con nemas d · . paISes-, lograron hacer retr d la . . y uraaones diversas -según los ., oce er s 1nst:1tuci b l . . concepcion política d l E d . ones a so ut:J.stas e unplantar su dividuales (libertad de sta ?: consistente en la vigencia de las libertades in- e expres1on, de asociaci . d ., uria Constirución inviolabl on, e reuruon), la existencia de gobernantes y de la _ eda(gard~te de los derechos y deberes de ciudadanos y Bibliografía cutivo y ¡·udicial) elprop1e d pnvada) ' la division · · · d e poderes (legislativo, eje- !krgcron, J,oui,, l'urct, f-can,;ois y Ko"clkck, Reinhardt, La época d, los m1ol11do11es ,,,,.,,.. y erecho al voto1º. peas (1 780-1848), México, Siglo XXl, \97 6. Durante estos años tamb', fu . Camcron, Rondo, Historio económfro mundial. Desde el Poltoütico basto ti prmnt,, Ma- nisttación pública c~ntt~:::e e~on edificando las estructuras de ~a a ~- bllidad d l l Yuniforme, que otorgaba mayor eficaoa y pos1- drid, ,\ liam,a, 1990. . .d d e ,contto ª ES tado. Se consolidó, además un nuevo principio de lPO'i- Fiddhousc; David, Economía • imperio. Lo expansión de Europa (1830-191:), México, Siglo • enau estatal y una. nueva 1·dea d e soberarua: Dml 02 . . el poder ' del Estado ya no rest''di b" - XX.l , \ 978. . n monarca . en un colecovo deno~;~~d smo ~ o " naaon · · " , termino · · con e1 l·lob~bawm, Eric, Lo ,ro del Imperio '(1875-1914), Buenos Aíres, Critica, 1989. Hob~bawm, Eric, Lo era de la Revolución (1789-1848), Buenos Aíre$, Critica, \997. que comenzo a definirse no sólo a una comunidad política sino también a un 1-!obsbawm, Eric, Historio del siglo XX, Buenos Aires, Critica, 1998. grupo hu.mano que compartía una identidad, sustentada en una cultura, una Lande,, David, Progreso tecnológico y Revolución Industrial, Madrid, Tecnos, 1919. lengua y un largo pasado en común. · Marcaida, Elena, (coord.), E1tudios de Historio E conómica J Sodai. D, la Revolución bdus- Desde eotonces, la cuestión de la homogeneización cultural ocupó el primer . tria/ a la globaliz.oció11 neo/ibera/, Buenos Aires, Biblos, 2002. lugar eo la.agenda de los Estados. De alli, la preocupación par imponer una Momm,en, Wolfgang, Lo época del imperialismo. Europa (1885-1918), Mé)tico, Siglo XXl, lengu2 naoonal, por alentar la invención de un pasado -también nacional- y \983. por establecer una serie de rituales para noru:ar la patria y su pasado. La escuela Mori, Giorgio, Lo Revolución Industrial, Barcelona, Critica, \981 . Niveau, Maurice, Hiitoria de los hechos económicos cont,mporó11•as, Barcelona, Arie\, \98). fue uno de los inscrumentos privilegiados para crear y fortalecer los sentimien- Schva rzcr, Jorge, La industria que s11pimos conS'!,uir. U11a historia politico-sacial de la to de 02ci.onalidad industria argentina, Buenos Aires, Planeta, 1996. E1 territorio, junto con la lengua y la historia, wnbién pasó a definir la perte- nencia a U1l2 n.20óo. Durante la segunda mitad dd siglo XIX, los Estados se 1O DWU!tc awcbo tiempo, d sufugio estuvo timiDdo a ciudadanos que posma un cierto iúvd de ~ Su :unploción a otros !'Cctorcs soci2les siguió distintos átmos y vicisitu· des según J011 países- Por cjcroplo, aúc:ntnS en Jnglatern se amplió gndualroente a lo !acgo dd XIX '! ~ dd sigio XX, en Fnncia recorrió caminos mis abruptos y vuublcs. AJli fC vivió en U02 ~ de! vaivén encrc: 12 a:pmsión wúversal dcl voto {paO b WIOOef ~ ) y su .restricción trmpaol • La construcción del Estado nacional argentino (1852-1880) Elena Marcaida y Mabel Scaltritti Luego de la Revolución de Mayo de 1810, los intentos de sustitución del poder colonial por un Estado nacional bajo hegemonía porteña fracasaron. Los distin- tos gobiernos que se sucedieron durante la primera década revolucionaria no pudieron constituirse en la autoridad suprema de las poblaciones asentadas en el territorio del ex virreinato. En 1820 comenzó un nuevo ciclo, caracterizado por el triunfo de las tendencias secesionistas, la dispersión del poder, las gue- rras civiles y la polarización política entre unitarios y federales. Un nuevo intento de organización nacional se inició en 1852, pero fracasó por las desinteligencias entre los sectores dominantes de Buenos ~es y Entre Ríos, las dos provincias que habían logrado mayor desarrollo económico-social El conflicto se resolvió en 1861 y, pesde entonces, bajo la dirección de las élites porteñas, comenzó la construcción del Estado nacional. Veinte años después, luego de un proceso complejo, el Estado nacional había adquirido sus principa- les atributos. 1. Un largo petiodo de fragmentación política y económica A mediados del siglo XIX, mientras Europa se colmaba· de chimeneas, má- quinas Y rieles y el mundo tendía a una integración económica cada vez ma- yor, en el espacio rioplatense todavía no se había logrado·construir una uni- dad_ política. En su lugar, había un conjunto de provincias organizadas autonomamente, gobernadas por caudillos, unidas formalmente en una Con- federación y enfrentadas en luchas facciosas. ~a economía -fundamentalmente ganadera- era rudimentaria, atrasada y mar- ~al para el mercado mundial. El territorio estaba despoblado y la precaria 1;°fraestruc~a de caminos y transportes se manterúa prácticamente como en~ epoca colonial. El predominio de los sentimientos localistas y la fragrp.entación LA CONSTRUCCION D EL l:..rr11.oo ACIOMl'J.. ~.Joff\lt(> \ 5-l política se correspondían con . . incluía desde viejos unitarios y miembros de la GeOU2ción dd. l l1' que p.i:esentab · entre si an, en muchos una desart1culac1ón de las economías regionales, casos · · • con otros mercados que , mayor v1ncu 1aaon rales que_no compartían e~ centtalismo del ~edenlisrno roaisu. A se agrego en 1851, ad=s de tropas br:asil.c:ñ.:is y de la &.inda O . !~cdc,. ióo Entre los obstáculos uc d d lización d 1 d . q ' es e 181 D, consp1raban contra la unidad y la ce.ntra- figura dete~ante: la del gobernador de la provincia de Entre r;;,,w.. una e po er, pesaban -scgu' n Ose O 1 k . l . . José de UrqU1Za. • Jt1$to Guanto a proyect lí . _ ar sz a - mas que as diferencias en Urquiza rompió su alianza con Rosas a raiz de las contradic,.; fico la h os .po Deos ' una sene d f: · · e :¡ctores como el a1slam1ento geogra- • _ __ _ -ones que su pro- . , - eterogene.xdad cultural 1 difi . vincia y, parocularmente, los terratcruentes y saladcristas entrcrm.n q ue unp ·d··í ld Y os erentes llltereses económicos locales, zaron a tener con Las políticas exclusivistas de Buenos Aires Si b" ?5 comen- de la Co efi dan e -. es:urollo de v ín cuJos ma~nales · entre las distintas regi·ones - · 1et1 estos com- a e eraooa 1_ partían :ºn los sec~ores domrnantes port~os ~l interés por d desarrollo de l:a Precisamente, uno de los obstá ul ganadena y por el intercambio con los paJ.Ses 1ndustriales, reclamaban la lih d d lí - e os mayores para la construcción de una uní- navega.bilidad de(os óos para comerciar directamente con iogkses otr e~ d a P. ttca Y de un Estado n aciona · l lo const1~1an - · los mtereses - 0 ropeos sin la intermediación porteña. Hacia 1850, los pujantes y ~ eu de los sectores 0 m.tnantes de Buenos Aires d os en la, figura de su gobernador Juan M anu el d e Rosas. , encarna . lid . . g ~ ' entrernanos, con un er progresista y acovo, emprendieron el camino de la Rosas l d mantenía desde 1829 d • un po er omnunodo sobre Buenos Aíres y había rebelión. dogra o. extender su influen c13 · so b re e1 resto . d e las proV10oas. . . Representante ~los lntereses de l~s terratenientes y saladeristas de la provincia de Buenos es, ~osas se oporua a toda forma de unidad política. Tenúa que esa búsqueda 2. La década de desunión. La conformación de dos condu7era _ a la reapar:ició n d e los coa fü ctos y- luchas aviles · · que habían caracte- unidades políticas nzado las _. dos p nmeras · d eca - da s d e V1"da 10dependiente · y que, a la vez, frenara la ~~s~on qu_e la economía bonaerense venía manifestando desde 1820. La opo- E~ 1852, en la ha~ de Caseros, Rosas_ ~e vencido y su derr~ento pareció SlClOo a la Wlldad, tanto de Rosas como del sector terrateniente-saladerista que deJar libre el carruno para la coastrucoon de un Estado nacional, es dccn, un él represe~taba, respondía también al interés de mantener, bajo la égida de poder centralizado capaz de ejercer monopólicamente la violencia, el control Buenos Aires, el monopolio portuario y de la Aduana porteña, así como las político y administrativo; apto para difundir los elementos simbólicos de la nquezas y privilegios que de ello derivaban. nacionalidad y para generar y garantizar las condiciones para el desarrollo de Pero esta política de Rosas y de los grandes terratenientes bonaerenses comen- una economía capitalista, integrada al mundo y centrada en la agroexportación. zó a ser cuestionada por muchos sectores y sobre todo por intelectuales que, Sobre todo ello, existía un extendido.consenso que ab:u:caba no sólo :a prestigio-- teniendo 9 _n a conciencia clara sobre los cambios que estaban atravesando Euro- sos intelectuales y a los sectores dominantes del Litoral, sino también a los pa y ,Estados Unidos, comenzaron a considerar que Rosas era una traba para la terratenientes de Buenos Aires, ~ronto pasados al campo de los vencedores. rpod~.nización económica, la inserción de la región en la ecooonúa internacio- nal y la institucionalización del orden. Es por eso que, desde fines de la década 2 La "Generación del 37" esraba formada por hombres como Juan Maria Gutiémz, Juan de 1840, s~ fue formando una amplia y compleja coalición antirrosista que \ Bautista Alberdi, Esteban Echeverria y Domingo Faustino Sarmiento. Confocmaron un grupo preocupado pot entender los enfrentamientos que, desde la Revolución de Mayo, habían impedido la organización del país. A diferencia de los unitarios, el pmb\em:i. pan fata iotcrprcmción de O;;car üszlak complejÍ1/.a un.a ví.,;ión muy cxtcmlida en la historiografía ellos no radicaba en la persona de Rosas. El verdadero problema residía en desentraña.e el ar!,Jt.-ntina, que explica las décadas de dC$unión como consecuencia del enfrentamiento secreto de esa sociedad que los unitarios habían ignor:i.do y que Rosas parecía interpretar entre dos conc1..-pcioncs política:., la unitaria y b federal . Vcásc O sear Oszlak: Lafarmadó11 fielmente. Movidos por esa convicción, los hombres de la Generación de 1837 se lanza.ron lki EJtado arg,ntino, Buenos Aires, Ediciones de Belgrano, 1985. Por su parte, José Luis a indagar los caracteres de la realidad social rioplatense: los ámbitos en \os que residían la Rome ro, en ::u o bra L,m ide01 políticas en la Argt1tti1ta, Buenos Aires, Fondo de Cultura "civilización" y la "barbarie", el despoblamiento del pcis, \a herencia hispana, cte. En Eco nómica, 1987, analiz:1 el conflicto no sólo en términos poh"ticos sino también cultura- principio, trataron de influir sobre Rosas, aspirando a transformarse en su guía intelec- tual, peco no tuvieron éxito, sufriendo persecuciones, muerte y exilio. les. 52 f E.Lfil<A MARCAIDA Y MAJIE.LSCAJ.:111.lTll '"" CON,mucc16N oa l!SThDQ NhC ION hl. l\1tGt;N17NO 153 Pa.ra todos estos actores, la construcción del Estado era una condici.ón indis~en1- babía logrado tejer con las fin . par~ eXJ?~ndir a anzas y el com . . sable para atraer los capitales y la mano de obra necesanos concretar el proyecto de unidad . croo lntetnacionale · nacional s, no se podá:i ganaderia, impulsar las actividades agácolas y lograr una moderruznc1on de la E sa es la conclusión a la que ap .. .. arentemente ll • J infraestructura que permitiera incorporar más tierras a la producción e mtegrru: po litlco y militar de la Confederació . ego usto José de Urquiza lid ., . los e¡erc1tos _ n, q111enenPav · , cr portenos y se retiró d l 0 n, en 1861 se en& . los dispersos mercados regionales en un mercado nacional. .. . . e campo de batalla . . , ento a h E luc a. ntendio, qU12a, que la lucha d b' da El Estado debería además poner fin a la presencia indígena en la pampa Y en pract1.camcnte sin d e la rse en Otro . b' ar vastos territorios de la Patagonia y el Chaco, una presencia inquietante que me dios, como los parlamentarios ya qu . s am ltos y por otros . l . . , eenV!rtuddelas .. limitaba la ocupación productiva de cierras fértiles y creaba - por sus incursto- tuc1ona es, las ptoVUlcias podóan tener ma O • prescnpa.ones consti- ' d e negociaciones 1ograr -a traves . . y conse y na en el Senado de la N aaon .. y nes violenta~ condiciones poco seguras para la producción. 10 que no se h b' zar por otras vías. nsos- a 1a podido alean- Paradójicamente, esos consensos básicos -que comenzaron a concretarse en 1853 con la sanción de la Constitución nacional- no impidieron que muy pronto Luego de Pavón, lps sectores dominantes port - Mí.tre, 1ruc1aron . . . enos, encabezados po B lo . volvieran a estallar los conflictos y las guerras civiles. Como consecuencia de un nuevo intento organizad ula . r ano me · div · or, que pa tmament 1 • · ello, el " país" quedó dividido en dos unidades políticas: por un lado Buenos c Iwr a ersas fracaones burguesas del litoral B •.:_, 1. . e ogro in- Aires y, por el otro, la Confederación, en la cual confluían el resto de las provin- B a¡o· 1 · ul d Uvi..u Ye lntenor del país. e unp so e esta compleja e inestable alia b la . . · · nza Y so re base de oertas cias bajo el liderazgo de Justo J osé de U rquiza. 111st1tuoones bonaerenses y de los recursos financiero d . · s proce entes de Buenos Durante casi una década, Buenos Aires y la Confederación lucharon por Aires y de Londres, el Estado nacional comenzó a afumar l hegemonizar los rumbos del proceso de modernización, creando un clima polí- · · · · al · entarnente su pre- senoa 111st1tuaon_ y a e¡ercer una dominación creciente sobre la sociedad. El tico inestable que hacia peligrar el desarrollo de las actividades económicas, la proceso no fue ·sunple ni armónico. Siguiendo los análisis de Os o 1-u iniciativa privada y hasta la misma vida. dri d . d car szw., po. , amos ear que proceso de construcción del Estado nacional se caracte_ nzo por una gran complejidad y por la magnitud de los recursos violentos puestos en juego. Ello fue así por distintas razones: " 3. La cons trucción del Estado nacional Por un lado, el extendido consenso existente entre los sectores dirigentes Con la rcio.i~ción de las luchas p arecía que, una vez más, los intereses sobre la necesidad de organizar el país no se tradujo en la eliminación o el localistas se impondrian y que se perpetuaría una siruación de empate entre aquietamiento de sus en&entámientos políticos. Sus luchas facciosas sólo las provincias, sin que ninguno de los sectores en pugna pudiera imponerse al declinaron en 1880, cuando lograron sellar un pacto de dominación estable. conjunto. Por otra parte, la construcción _del Estado nacional, es decir, la instancia Pe:ro las cosas ha bían comenzado a cambiar. Desde los últimos años del ro sismo suprema de poder en u.na sociedad, suponía expropiar a varia4os actores y sobre todo durante la década de 1850, se fueron gestando condiciones distin- sociales de poderes y funciones que tradicionalmente ejercían. Las tareas de ta.Salas prevalecientes desde 1810-1820. La creciente integración de Buenos construir un ejército nacional y un aparato recaudador de alcances naciona- Aires y d Ll.tocal aJ mercado mundial (con _la exponación de lanas, cueros y otros productos pecuarios), las posibilidades que creaba la apertura al mundo y d 2WI1C!nto de los lazos económicos entre las regiones, fueron creando un con- \ les, de lograr el monopolio de la emisión monetaria o el establecimiento de una justicia en última instancia enfrentaron al naciente Estado nacional COl1 los gobiernos provinciales. Además, la necesidad de conocer_y controlara senso a.ntcS inexistente sobre las necesidades de La unión. sociedad que se estaba constituyendo, de regular las relaoones e~tte No obstanti: ello, Buenos Aires y b Confederación trataron de constituirse, individuos, de asegurar La previsibilidad en-las transacciones, de unifo cada wia pot su lado, en Estados m~emos. Los rc:sul.ta~os fueron ~uy ~ ~es. ciertas prácticas, de imponer y legitimar la dominación ~onfo~ f La Cookden.ción fncasó en sus mten tos de constru.u el aparato msarucional ideo tidad nacional obligó al Estado a legislar, establecer codigos, regis~ c.:smw. fü:odarncotalmcotc por la insuficiencia de sus recursos económicos. Sin d COOCW'SO de Buc:aos Aires, cuyas instituciones prosperaban estimulad.as po r d c.rrcimicnro cspecacub.r de su economÍ2 y por los lazos que La provincia 3 O sear Oszlak, op. di. 52 ¡ ELENA MARCA IDA Y MAllELSCAL:l1UTl1 LA CONST11ucc16N . OEJ.. tlSíAOQ NACJON , I\J. IIRCENlJMQ I SJ Para todos estos actores la construcción dd Estado era una condición indispen- babia logrado tejer con las fin anzas y el com . . sable para atraer los ca~itales y la mano de obra necesarios para expandir la concretar el proyecto de unid d . ercio J.otcmacionalc , a nacional s, no se podri2 ganadecia, impulsar las actividades agrícoL,s y lograr una modernización de la Esa es la conclusión a la que ap · ,. .. arentemente 11 , J infraestructura que pemutiera incorporar más tierras a la producción e integrar polittco y militar de la Confedera . . . ego usto José de Urrn,i~ .,_._ .• . - Cion, qmen en Pav, -:i-a, üUCr los dispersos mercados regionales en un mercado nacional los e¡ercttos portenos y se retiró d 1 on, en 1861 se enfr , h E .. . . e campo de batalla , . ' coto a El Estado debería además poner fin a la presencia indígena en la pampa Y en luc a. ntendio, qwza, que la luch d b' dars pcacncamente sin dar di a e la eenotr ~-L · vastos territorios de la Patagonia y el Chaco, una presencia inquietante que me os, como los parlamentarios ya qu . os =ttos y por otros . , e en VlitUd de la . limitaba la ocupación productiva de tierras fértiles y creaba -por sus incursio- tuctonales, las provincias podrian tene , 5 prescnpciones consti- 1ograr -a traves , d . . r mayona en el Sen d d la .. nes violentas- condiciones poco seguras para la producción. e negoc1ae1ones y cense l ª O e Naaon y nsos- o que no se h b' . Paradójicamente, esos consensos básicos -que comenzaron a concretarse en 1853 zar por otras vías. ª ta podido alean- con la sanción de la Constitución nacional- oo impidieron que muy pronto Luego de Pavón, lps sectores dominantes port • . . . . caos, encabezados por B lo . volvieran a estallar los conflictos y las guerras civiles. Como consecuencia de Mitre, 1r11c1aron un nuevo intento organizad ula. . arto me · div · or, que pa tlnamcnte logro' · ello, el "país" quedó dividido en dos unidades políticas: por un lado Buenos clwr a ersas fracciones burguesas del litoral O: · 1 cl . . io- Aires y, por el otro, la Confederación, ea la cual confluían el resto de las provin- Bajo el impulso de esta compleja e inestable . . . afu.:v; y blntenlai..~~ del país. y so re U'd.lie de aems cias bajo el liderazgo de Justo José de Urquiza. t.nstltuciones bonaerenses y de los recursos financieros p d d . . roce entes e Buenos Durante casi una década, Buenos Aires y la Confederación lucharon por Aires y de Londres, el Estado naoonal comenzó a afinnar 1 hegemonizar los rumbos del proceso de modernización, creando un clima polí- · · · · al · . . .. entamcnte su pre- sencia t.nstJ.tuoon. y a e¡ercer una dom1naoon creciente sobre la SOCle · dad. El fu tico inestable que hacía peligrar el desarrollo de las actividades económicas, la proc~so no ~ s1mple ni armónico. Siguiendo los análisis de Osear Oszl.ak3, iniciativa privada y hasta la misma vida. podríamos deor que el proceso de construcción del Estado nacional se cancte- rizó por una gran complejidad y por la magnitud de los recursos violentos puestos ea juego. Ello fue así por distintas razones: ~ 3. La construcción del Estado nacional Por un lado, el extendido consenso existente entre los sectores dirigentes Con la rei.ni~cióo de las luchas parecía que, una vez más, los intereses sobre la necesidad de organizar el país no se tradujo en la eliminación o el localiscas se impondrían y que se perpetuaría una situación de empate entre aquietamiento de sus enfrentamientos políticos. Sus luchas facciosas sólo las provincias, sin que ninguno de los sectores en pugna pudiera imponerse al declinaron en 1880, cuando lograron sellar un pacto de dominación estable. conjunto. Por otra parte, la construcción .del Estado nacional, es decir, la instanw Pero las cosas habían comenzado a cambiar. Desde los últimos años del ro sismo suprema de poder ea una sociedad, suponía expropiar a variacj.os acton:s y sobre todo durante la década de 1850, se fueron ~es~do con~ciones distin- sociales de poderes y funciones que tradicionalmente ejercían. Las ureas de 1 tas a bs prevalecientes desde 1810-1820. La creoente tntegraoon de Buenos construir un ejército nacional y un aparato recaudador de alcances naciona- Aires y d Litoral al mercado mundial (con _la exportación de lanas, cueros y les, de lograr el monopolio de la emisión monetaria o el estable~eoto de otros productos pecuarios), las posibilidades qu~ creaba la apertura al mundo y d aumento de Jos lazos económicos entre las regiones, fueron creando un con- \ una justicia en última instancia enfrentaron al naciente Estado naoonal con los go biemos provinciales. Además, la necesidad de conocer Ycootrobr \ la so antes inexistente sobre las necesidades de la unión. sociedad que se estaba constituyendo, de regular las relaciones ~tre os ~ obstante dio, Buenos Aires y la Confederación trata.roo de constituirse, individuos de asegurar la previsibilidad en-las transacciones, de uniformar . .' . . .. d · · · y conformar uns c:ach um por su Lado, en Estados m~cmos. Los ~ s fueron ~uy ~ e s . ciertas praco.cas de 1mponer y legttunar 1a ollll.Daoon . La Coofedcr2ción fDcasó co sus mtcntos de constnur el apararo .10st1tucionaJ , . bl ;.,:i;,...os registrar a identidad nacional obligó al Estado a legislar, esta ecer cvu.oe, ' . al. fundameotwnen te por la insuficiencia de sus recursos económicos. Sin d coacuno de Buenos Aires, cuyas instituciones csta . prosperaban éstimuladas por lo ,___ la · · d c:rccimÜ:nto espectacular de su ecoaomia y por s a.uvs que · provmaa 3 Osear Oszlak, op. al. 54 / ELENA M/\RCAIDJ\ Y MAJlaSCAJ:rnn-n . Ó N O l'.L 1,s-r /\00 N I\CI O N/\J. 11.RGl tNTINO 155 1.1\ CONSTRU CCI - los habitantes desde el nacimiento hasta la muerte y a tomar un rol decisivo , · · de la mayor parte de la po blación en la educación. Todo esto implicaba avances del Estado sobre normas esta- ricos terratenientes, provoco el extea:nuuo . . h . - . díg . d , la . alidad a los sobreV1V1entes. Mue os invesnga- blecidas por la costumbre y la tradición, y produjo enfrentamientos con la in ena y con eno a margm ·di . arla como un genoc1 o. Iglesia y otras instituciones civiles. dores e intelectuales no dud an en carac te OZ , • La construcción dd Estado implicaba además incursionar en áreas novedos En la década de 1880 fueron sometidos los indígenas del Ch;.c?-. ~ªª.~~.mas, (como el relevamiento estadístico, la colonización, la instalación de ferroc:~ los indígenas fueron expropiados y muertos en nombre de _la c~acton · ~s · · rtar mano de obra barata para los 1ngeruos y los obra1es n:iles, la promoción de o~as obras de in~aestructura y comunicaciones) que so b revivieron apo on para responder a las necesidades regula tonas y de servicios de una sociedad madereros. Para la élite dirigente, el indígena -así co_mo el ga_u cho- era un y una economía en creciente expansión. sujeto no integrable al nuevo orden que se pretendía cons~- , Además de estas estrategias represivas, simultánea y comb~adam~nte, fueron Esta labor expropiadora, que intentaba legitimarse desde una pretendida1·d en_ impulsadas otras estrategias consensuales, como la cooptacto~ de aenos secto- ..:e . , Clllcaaoa entre el Esta~o y ~l interés general, fue llevada a cabo entre 1862 y res dirigentes del ~terior a través del otorgamiento de substdi~s a los gob1er- 1880,_durante _las presidencias de Bartolomé Mitre (1862-1868), Domingo nos provinciales, el acceso a puestos de dirección del Estado naoonal, el.~pleo Faustmo ~arm1ento (1~68-1874)_y Nicolás Avellaneda (1874-1880). Requirió público o la intervención federal. Todos estos recursos fueron utilizados poner en Juego estrategias represivas, pero también un complejo haz de recur- selectivamente para favorecer a los aliados locales de los grupos q~e ejercían el sos consensuales, ya_ ~ue la exp~encia acumulada desde 1810 demostraba que gobierno nacional. esta nueva co_nstruccton no podía fundarse sólo en la fuerza o en pactos endebles Es de notar que muchas de esas élites locales, al aceptar la cooptacióni se conso- y efimeros. S1 la fuerza era necesaria para asegurar el monopolio de la violencia lidaron a nivel local e incursionaron en la política nacional, pero al precio, en y d control territorial, la creación del consenso aparecía como un factor esen- muchos casos, de condenar a su provincia al atraso y la marginación.,' ya que las cial c:n la consolidación del ensayo iniciado en 1862. políticas económicas impulsadas por el Estado nacioní31 beneficiaban sobre todo La fuerza represiva del Ejército nacional fue utilizada en principio contra algu- al área pampeana. nos caudillos del Interior y del Lltoral. Durante la década de 1860 y la siguien- También el E stado ganó w1 creciente consenso catre diversos sc!ccores sociales a te, c:1 Ejército nacional en formación ahogó en sangre la resistencia de algunas través, por ejemplo, del establecimiento de normas que introducían regularidad provincias al proyecto de organización nacional. Es el caso de las sublevaciones y previsibilidad en las actividades económicas, y la puesta en marcha de obras y de los caudillos Chacho Peñaloza en La Rioja, de Felipe Varela en la zona cuyaoa, servicios como los ferrocarriles y los telégrafos, que estimulaban la expansión de La Rioja y Catamarca, de Ricardo López Jordán en Entre Ríos y de decenas de la ~conomía y un aumento de la riqueza que no sólo beneficiaba a los sectores rebeliones más. Para dominar esta situación e intervenir en favor de sus aliados terratenientes. locales, durante la década de 1870, el Estado nacional fue asentando regimien- Por m~dio de recursos ideológicos vehiculizados sobre todo a través del aparato tos en las distintas provincias. · educattvo, el Estado trató asimismo de afianzar un sistema de creencias valores ....,.,,., El instrumento represivo también fue ampliamente empleado contra los indí- Yno~as de conducta que, ·a la vez que creaba sentimientos de pert~n:ncia a la ~ genas. Pai:a la época en que se estaba construyendo el Estado nacional, casi la Naaon, generaba consenso para el nuevo sistema de relaciones sociales y el mitad del territorio sobre el que Argentina reclamaba soberanía estaba en ma- esquema de dominación en vigencia. La "penetración ideológica" se operó so- -~ bre todo a partir de la década de 1880, cuando el Estado dirimió en su favor la nos indígenas: la región del Chaco, la Patagonia y una franja central que, de luch~ contra la Iglesia, Y puso bajo su dirección el área educativa. En 1884 se E este a oeste, incluía el sudoeste de la provincia de Buenos Aires, la actual pro- vincia de La Pampa y zonas del sur de las provincias de Córdoba y Mendoza. En 1879 el Ejército nacional emprendió la conquista de las tierras indias de la sana?nó la ley 142~ de Educación común, que estableció la enseñanza gratui- ta, laica y obligatona.4 ~ - -é;; pampa y la Pata.goma. En sólo dos años salió victorioso, aprovechando las ven- ,u é; tajas que Je otorgaban la posesión de rifles de repetición, d ferrocarril y el tclégt:afo. La "conquista dc:1 desierto", nombre dado a esta campaña por los 4 Hacia la misma_é~oca se privó a la lgbia del manejo del registro de nacimiento$ y ~ "1t eoccdorcs, permitió el reparto de vastísimos territorios entre unos pócos y ;utrt~s, Y se l_cg,slo el matrimonio civil, con lo que el Estado incorporó importantes áreas e a vida cotidiana que se hallaban b,ajo juri$dicción eclesial. , ,... ~ "! 4 ~ ------·--- I .A CONSTllUCOÓI< , Di~.l'STAJ)O NhO<INM . 4U"'o&l11HQ I S7 56 ¡ ELENA MARCAIDh Y MJ\B l"'l.SCALllllTll Buenos Aires ruvo que disolver sus cuerpos mili Es importante insistir en dos aspectos centrales de este proceso: uno se relacio- de su capital, la ciudad de Buenos Aires. ta.res Y aceptat .b fcdttaJización na con la nacionalización de una población compuesta ya en ese tiempo por una En 1880, entonces, el Estado nacional estab . . de centralización del poder y de centraliz . ~ cond·150 _twdo; CD un doble proceso • buena proporción de inmigrantes, y el otro tiene que ver con el control social, es decir, con la construcción de la legitimidad del propio Estado nacional. El . ac1on e control, hab'12 1 d zar su aparato rnstitucional, ejercer una 50 1.-__ ,_ . . . al · '-'=ama 1ndisputad ogra o afian- · el · Estado en formación necesitaba construir su legitimidad, es decir, las condicio- c1on e unponer su. autoridad en todo el t emtono . . naaonal, . ªr~-1.-1 ª wv do lDtcma.- ne~ ?ara ser aceptado por la sociedad como autoridad suprema, indiscutida, monopo lio de 1a vtolencia y en la posibilidad de t'......a en tl . , d l" crear consenso en ta legituna. La acción de la escuela pública y luego la del servicio milit:u: obliga- engta en garante e progreso" y aseguraba el .desarro11o cap1blista . . ' ·argentino. nto se tono fueron fundamentales en la creación de sentimientos de pertenencia a la N~ción Y en la imposición de normas y valores que hicieran posible el acata- m1ento de la autoridad estatal 4. Una constru<¡ción particular En el transcurso de este proceso largo y conflictivo se constituyeron progresiva- mente las instituciones que fueron asegurando un ejercicio cada vez más efecti- El Estado . .que .se había . consolidado en 1880, ª uucrcncu .J:c · d e los arquctip ' • vo de la autoridad, así como la reproducción material del Estado. Ejemplos de casos mgles y frances, fue construido "de arriba haCL, · aba'¡o,, , siendo . el artífice ICOS ello son la construcción del Ejército nacional; la creación de la Corte Suprema d 1 l mnto · e as c as~s y de la estructura social cuant ' 0 d e ¡ª m oderruz:aoon · ·. cconó- de Justicia, de la Contaduría General de la Nación y de la Dirección General de m1ca. Aduanas; la sanción de los códigos civil, penal y comercial y la creación del . S . b autores han reflexionado sobre este tópico. por e¡emp Distintos · Lo, Jorge Pcdc- Registro Nacional de las Personas, de la administración central de cemente- nco a ato sostuvo que el Estado argentino fue · el rios, así como de los ministerios, de las secretarias de Estado y de los poderes to de sociedad futura que el produ~to .. de una socimad e asdun . em~tº.!1,~, un proycc- e:nstcnte . w-.udo Ansaldi legislativo y judicial -adaptando . . un concepto . , utilizado por Antonio G r.unso· par:1 la Italia · del El proceso de construcción del Estado nacional argentino concluyó en 1880. Risorgzment<r-. c:u:acte=o , . el proceso abierto con la O · · · N · rga012aao1\; aooml como Para esos años, ya habían sido doblegadas las montoneras del Chacho Peñaloza, una . revoluaon pasiva. . -Sostuvo que ' en este tipo de revoluaones, · el tnOSlto • · de Felipe Vai:ela y Ricardo López Jordán, últimos exponentes -y quizá los más haoa la modernidad se realizó "desde :u:riba" y por lo tant fu eli · y . ul l ., , o, e llSta pru:ad..igmáti.cos- de la lucha del Interior y el Litoral contra el centralismo por- anopop ar: E Estado asum.10 un rol central en la dirección de las ttansforma- teño. Tai:obién habían sucumbido los indígenas del Sur y, en el año 1880 preci- ctones, susntuyendo fa acción de clases o fracciones de clase~ sai:oente, el Estado nacional logró vencer a los más acérrimos defensores de la Daniel Garci~ Delgado sostuvo que una caracteristica cen~ de la relación autonomía porteña, dando· fin a la última y más difícil resistencia a su auton- Es~do Y sociedad en Argentina es que el Estado determinó fuertemente a la c:1.ad. sociedad, apareciendo como modernizador, revolucionario, transformador o En una siniación aparentemente paradójica, la provincia que había alentado y garante de ~n orden repr~sivo, pero en todos los casos con una gran influcnci2 defendido el centralismo, fue la que resistió más tenazmente los avances del Esta- sobre 1~ soa~dad. Extendiendo t-tles consideraciones para el conjunto de Amé- do nacional, pru:a terminar siendo sometida al poder que había ~on_trib_uido a nea Latma, di¡o que, a diferencia de otras situaciones consideradas paradigmáticas engendrar. Efectivamente, la construcción _del_Es cado naoonal habi., sido unpul- en las que u~a soae · dad. civil' r ela tlvamente · fuerte y homogénea se organizó en _] _ los sectores r1;..;,_ntes de la provmoa de Buenos Aíres. Ese Estado en Estado nacional, en diversos países de la región, este úl~o ha cumplidQ o sauapor ~- . , ., · · fíormaaon fue c-n~do su autoridad en un proceso swmlt'lfleO de concentraoon a~ . del poder y de expropiación de los poderes provinciales. Pero, rruen~s el Estado . cumple el papel de agente aglutinante de la sociedad civil. La estrucniiaaón , ,> der afirmaba su autoridad sobre sectores creoentes de L'l iba caneen traOdo Po , . . .. 5 Jorge F. Sábato: Lo formació11 de lo clase dominante 111 la Argmtino, Buenos Aires, CISEA- · dad ~, ... n sus ámbitos de actuación, ciertas fracaones dirigentes de Bue- so0e y ere~ · · la 'dida d G EL, 1988. ,L. el de la autonomía porteña comenzaron a resistJ.r per e nos n.ues, c osa 5 ' . 6 Waklo Ansaldi: "Soñar con Rousseau y <lespcrtllr con Hobbc$: una introducción al estudio · · tribucioues de su provincia en manos de su retoño, el Estado nac10- funaooes y a lE. · · · 1 <le la formación del Estado nacional argentino", en WJ!do Ansaldi y _lol;é Luis Mcxcoo: oal. En l 880 tuvieron lugar los combates decisivos en los que e ¡eroto ~ac~ona Estado Y soriedad m el pe11samimto narior,a/, Buenos Aires, C:inta.ro, 1989. • , 1. tropas de Buenos Aires. Como resultado de ello, b provmoa de venao a 1,'1S 58 ¡ FJ. F.NA MARCA IDA y MAíll:J.SCAI :m.n·n I..A CONS'ffiUCCIÓN D ~ L E.\'TADO NACIONAL • MC,llNJlNO 159 social_y política relativamente precaria de diversos países latinoamericanos en- operaba como coto de caza cerrado y los asuntos nacionales eran ttatlld · · e mili. . os como contro un apoyo 1ndispensable en el Estado, que pasó a constituirse así en refe- problemas de re des d e re1ac1on 1a ares para servtt y satisfacer a u , rente Y participante obligado de una vasta gama de transacciones económicas, restringido de intereses y de individuos privilegiados de la oligarquía.ªE~~ políticas Y sociales, y en piedra de toque de las ideologías, posiciones políticas do -cautivo de esta clase- adoptó el rol de modernizador y portador de un Yestrategias de desarrollo7 • En esta misma linea de razonamiento, Enzo Faletto progreso que se identificaba con el mundo cultural europeo occidental los sostuvo que, en América Latina, el Estado es no sólo la expresión política de la cambios alentados no eran_tanto ~roducto _de un consenso nacional como del sociedad y del poder en ella existente, sino que además organiza al conjunto de proyecto y vol~ntad de la elite, ~ecc1onalizad?s verticalmente y como nega- la sociedad". ción de lo antenor, ya que pretendieron constnur una Nación contra su pasad . que a parnr más bien . de e'llfl . o, Bar:rington Moore, en sus análisis sobre la transición al capitalismo, observó que los países habían recorrido, básicamente, tres grandes vías en tal proceso. La p~era vía era la que habían recorrido países como Inglaterra, Francia o Estados Unidos, donde, con caracteristicas propias en cada caso, habían tenido lugar revoluciones burguesas. En escos procesos, un grupo social con base eco- nómica independiente destruyó los obstáculos que se oponían a la versión de- Bibliografía mocrática del capitalismo. Desarrollándose desde la dinámica social, pudo con- tar o no con el apoyo de las clases altas rurales según los casos, pero modificó Allub, Lcopoldo, Orígenes del 011/oritorismo tn Amirica Latino, México, Katún, 1983. ,\nsaldi, Waldo, "Frívola y casquivana, mano de hierro en guante de seda. Una propuesta~ profundamente las estructuras económicas anteriores. La segunda vía también concepruar el término de oligarquía en América Latina", Terceras Jornadas lntercscuelas/ desarrolló eJ capitalismo, pero dio en lo político formas autoritarias. Los casos Departamen tos de Historui-de Univer,;idades Nacionales, Facultad de Filo,;ofia y Letras, alemán y japonés fueron los más obvios. Representaron ambos (el Imperio ale- UBA, septiembre de 1991. mán e fine s del siglo XIX y el Japón de los Meiji luego de 1873) revoluciones Ansa ldi, Waldo y Moreno, José Luis, Estor/o y sociedad en el pensamiento 11acio1104 Buenos "desde arriba". El Estado, manejado por las clases propietarias tradicionales, Aires, Cántaro, 1989. • introdujo las reformas, fundamentalmence porque no existían allí los sectores Flobbio, Norberto, Estado, Gobierno y Sociedad, México, Fondo de Cultura Económica, 1989. burgueses capaces de generarlas. No se modificaba en tales situaciones la pro- Hubbio, Norberto y Matteucci, Nicola, Di;cionario dt Política, México, Siglo XXl, 5a. ed., 1987 . piecbd de la tierra. Finalmente, la tercera vía fue aquella que, como en Los ~asos Hotana, Na talio, "El federalismo liberal en Aigcntina: 1852-1930", en Cannagnani, Mai:cclo de Rusia y China, condujo al "comunismo". La importancia del traba¡o de (comp.) , Federalismos loti11oomerico11os: Mixico/ Brasil/ Argenli110, México, Fondo de Ban:ington Moore se funda, entre otras cosas, en~ relaci~n que el au~or_ esta- Culrura Económica, 1993. bleció entre la profundidad y el carácter de los cambios sociales y econonucos y Hotana, Natalio, El orr/111 co11sm;ador, Buenos Aires, Sudamericana, 1985. la cooscruccióo de 13 democracia policica9 . . De Sagastiábal, Lcandro, Marcaida, Elena, Scaltritti, Mabcl y De Luque, Susana, Argentina En Argentiwl, las consecuencias de una cons trucción realiza~ :·desde arnba" 1880-1943. Sociedad y E stado. Aproximaciones a s11 est11dio, Buenos Aires, C.E.L., 1995. c. --dameotal import2Dcia canco en el .ruvel de la políuca como en el García Delgado, Daniel, Estadoy Sociedad, Buenos Aires, Flacso, 1996. fu croa d e: u•u . d .. d Ga[CÍa Dclgac.lo, Daniel, Estado & So.-iedod, lo nl(tva rtlación o partir del ca~bio tst111d1m,I, de Ja csuucrura y d funcionamiento que d mismo Es~do fue a. qumen o. Bueno. Aires, Tesis-Norma, 1996. _ Según Dwci Gum Ddgado; el Estado ~cio naJ arg~ono mostro escasa au- Gomstiegui de Torres, Haydeé, A rgmtino. Lo organiz.oció11 nacio11al,. Bueno. Aires, Paidós, . - ·-'- la clase que le dio origen- El gob1emo se escructuraba y too oD:Wl respecto uc 1972. Moorc, Barrington, Las origt11es de lo dictadura y la democracia, Barcelona, Pcrún.~ilm, 1976· Onlak, Osear, La formación del Estado Of'l,tntino, Buenos Aires, Ediciones de Belgrano, 19S5. Cñnid R. G:uda Ddg3do: El14.d, & Soatdad, lo ,u,rw rrladón a partir dtl (ombio n - 7 rn,a,,,al. B.ucnm ~ TeJd-- orm2. 19'96. . .... ' , _ ..... ~ ¡ .1. J ·~---',._co América Lnirui", Sa.ntJ:igO, D1v1s1o n de D esa- E.,uo F ~ '"r ~ u u &.;al.lUv . . Socw de CF.l'Af.., mimco. P. 18, Ol l)aaicl G:um IJdrdo, ofl al. . r-roUo . .1. ,_ 1:d4t1,m,.J li, dm,om1da, fuccclooa, Pcmnsul:i, ~aningtoo M_ooc,c; r.,, "18"'1 ..,. 111 cu 1 O Daniel Garcia Delgado, op. cit., p . 45 9 1976. Documents Similar To Pasado - presente - Historia Latinoamericana-capitulo-2Skip carouselcarousel previouscarousel nextopperaciones.pdf287171553-ASE.docLa Revolución IndustrialPresentaion.clase.1.unidad.2.1502257278.ppt2. La Revolución IndustrialCambio RevolucionarioLas Revoluciones Industriales.LA REVOLUCIÓN INDUSTRIALRevolución Industrial IREVISION TEMATICA.docxDesarrollo Historico de La SeguridadEnsayo Economia PoliticaRevolución IndustrialRevolución Industrial del Siglo XVII1. 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