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April 4, 2018 | Author: paulaquinones | Category: Love, Truth, Philosophical Science, Science, Psychology & Cognitive Science


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NOVELAla paz Contigo encontré Isabel amaba a Paul y esperaba ser muy feliz a su lado; pero un día, él desapareció de su vida sin darle una explicación... NOVELA POR CORIN TELLADO I sabel dejó de mirarse en el espejo. Fue hacia la ventana y corrió la cortina. Su amiga Dora iba a llegar de un momento a otro. Era la única amiga que tenía. Claro, también estaba Paul Kelson, pero este era algo muy diferente en su vida. Tocaron a la puerta. Isabel abrió y su amiga Dora entró con rapidez. —¿No ha venido Paul, Isabel? —Todavía no. —Voy a recostarme un poco en tu cama. ¿Puedo? He tenido tanto trabajo en mi compañía. ¿Y tú? —También. Sabes que además de trabajar estoy estudiando. Me falta poco para graduarme de maestra. Voy a hacer los exámenes de inmediato para aspirar a una buena plaza. Una de mis profesoras me dijo que sería bueno buscar una plaza en un pueblo pequeño. Que se vive mejor, pues te dan la casa, y que se hace una buen labor. —Tienes que pensarlo bien, Isabel. Además, está Paul —le dijo sonriendo con malicia—. El también te roba tiempo. Isabel se echó a reír. Era muy joven. Tenía 22 años y llamaba la atención por su belleza. El pelo rubio, los ojos verdes, la boca de labios gruesos... Sin proponérselo, resultaba muy seductora. Dora e Isabel se habían conocido en un tren. Las dos habían ido a vivir a Irlanda, buscando mejores horizontes. Desde entonces, habían pasado dos años y se habían hecho muy buenas amigas. “Tú eres como mi hermana, Isabel”, le había dicho Dora. “Para mí, tú también lo eres”. 106 Cada una sabía que podía contar con la otra incondicionalmente. —Oye, Isabel, ¿cuándo se va Paul? —¿Irse, Dora? —le preguntó desconcertada—. No te entiendo. —Paul no vive en Dublín. ¿Acaso va a quedarse aquí por ti? —No, claro —dijo Isabel. Esa era una verdad en la que Isabel no había pensado. Se había limitado a vivir su amor por Paul, sin analizar las posibilidades que tenían para su futuro. —¿Vas a salir con Paul? —Sí, me espera y tengo que irme. Cuando regrese te buscaré en tu apartamento para que conversemos. Isabel se marchó. Paul la esperaba en su auto y, al verla, no descendió. Simplemente, abrió la puerta por dentro. —Paul, cariño... —Hola, querida. —¿Dónde me llevas esta tarde? —¿Te importa el sitio? —En realidad, no. Vamos donde tú quieras —le dijo mimosa. Para Isabel, era maravilloso haber conocido a Paul. Apoyó la cabeza en su hombro, mientra él conducía el auto. Cerro los ojos y recordó aque día, tres meses antes, cuando se encontraron. Ella trabajaba en una empresa durante el día como recepcionista, pues hablaba tres idiomas. Paul Kelson entró empujando la puerta de cristal. Era alto y fuerte, y se veía muy saludable. Se notaba que hacía deportes, pues su piel estaba dorada, como de alguien que pasa mucho tiempo bajo el sol. Para Isabel, Paul era un hombre sumamente interesante y sintió una atracción muy intensa desde que lo conoció. Paul se acercó a ella y le dijo: —Tengo una cita con el señor Ray. Mi nombre es Paul Kelson. —Siéntese, por favor. Le avisaré de inmediato —le dijo Isabel, sonriendo. —Gracias. Oye, cuando salga de aquí, me gustaría invitarte a comer. ¿Aceptas? —Yo... pues... —Soy un hombre serio y decente. ¿Cómo te llamas? —Isabel. —Bien, Isabel, te invito a cenar. Así tendré tu compañía. En esta ciudad no conozco a nadie. Y por favor, háblame de tú. —Está bien, acepto. Cuando salga, iré contigo, Paul. Así había empezado la relación entre ellos. Isabel se sentía la mujer más feliz del mundo. Con Paul, nada más deseaba. primió el brazo de Paul con fuerza. Este la miró asombrado. Notaba en Isabel cierta ansiedad que no era habitual en ella. —¿Qué te pasa, Isabel? —No lo sé. Me siento feliz y, a la vez, tengo miedo. —Vamos a ir a bailar. Nunca lo hemos hecho —le dijo Paul besándola en la boca. —Paul... —¿Sí? —Tenemos tres meses de estar saliendo juntos y he pensado que... no sé nada de ti. ¿Tienes familia, dónde vives? —Vivo en ua ciudad llamada Bantry y soy el gerente general de una empresa. En cuanto a mi familia, ¿Qué quieres saber? Me gustas mucho, Isabel, eso es lo que O www.vanidades.com vanidades. Es pronto. —Háblame un poco de ti. Hace más de una semana que no sabes nada de Paul Kelson. —Te siento extraño. 107 . Pero debes tener claro lo que Paul ha hecho. No estoy preparada aún. ¿verdad? “Todas dicen lo mismo”. Dos horas después. Cuando se despidieron. —Tú lo sabes todo de mí.. olvidaría a Isabel. Todavía recuerdo cuando salimos la primera vez. vete a descansar. Isabel iba a dejar una huella en su vida. Quiero sentirte junto a mí. No son capaces de ser honestos y de decir que se van. Isabel. —Déjame sola. Tendrá que darme una explicación por su actitud —dijo con firmeza. Dora no podía imaginar lo que ella sentía ante el desen- D más de 20 veces al hotel donde se hospedaba y siempre te han dado la misma respuesta: Paul pagó la cuenta y se marchó. Paul. pero no lo dijo. De pronto. le preguntó Dora a Isabel. No lo que nos rodea. Se sentaron en un rincón bastante íntimo. Isabel estaba nerviosa. Quisiera estar contigo esta noche. Isabel? ¿No quieres que te bese? —Claro que sí. ¿Qué te pasa? —¿Acaso no tengo derecho a amar? ¿No puedo estar con el hombre que quiero? —Sí lo tienes. Bueno. Isabel se apartó. Bueno. El viajaba una vez al año por asuntos de negocios y se quedaba en el lugar un mes de vacaciones. empezaste a buscarme todos los días. Paul. Paul pensó resignado que esa noche había sido su última oportunidad de hacer suya a Isabel. —Es que cada día que pasa te deseo más. —Yo también estoy solo. solo porque salían a diario y se besaban. ¿Vamos a mi hotel. con cobardía.. Dora. Nunca he hecho el amor con un hombre. El nunca le había pedido que fuera su novia y ella lo daba por un hecho. pensó Paul. ¿Cómo eres? ¿Cómo piensas? Paul se desconcertó. gaño que le producía la actitud de Paul. ¿Qué más esperas de ese hombre? Hace una semana que desapareció de tu vida. y esta se quedó desconcertada. Por eso susurró: —Un día. me moriría. pero pronto sería parte de su pasado. lo estaba hasta antes de conocerte. —No digas eso. quizás más fuerte que la de ninguna otra mujer. trabajo como recepcionista donde me conociste. Paul dio la vuelta y se marchó. —¡Qué cosas tienes. Isabel se sintió feliz. pero no pienso decírtelo”. Casi siempre los hombres que vienen por un tiempo y enamoran a una chica reaccionan así. Has llamado “¿Cuándo se va Paul?”. Dora. Dora se acercó a Isabel y le pasó un brazo por el hombro. Recuerda que el amor es entre dos personas. Isabel! Ven. que lo que vivieron fue bonito. Paul le pasó un brazo por los hombros y la besó de nuevo. Dora. Era un ave de paso. Esoy sola. Isabel. Fuiste un ave de paso para él. Tú lo sabes.. Isabel.com —Hasta mañana. Paul le dijo: —Vámonos. —No podré. Paul. —No pienses eso. No saben responsabilizarse de sus acciones y dejan detrás de sí mucho dolor. www. Paul. Sentía que algo se rompía en su interior. —Tal vez se hospedó en otro hotel. ¿por qué no vas a besarme? Paul pensó que Isabel era una chica ingenua. Dale tiempo al tiempo. No tiene amigos en Dublín. Paul pensó: “Y será nuestra despedida. ¿Acaso va a quedarse aquí por ti?” —Vamos a celebrar los tres meses que tenemos de conocernos. Dora. Convéncete y ya no lo esperes. Paul me pedirá que nos casemos y me llevará a vivir a Bantry. ora la miraba fijamente. —Tres meses. Paul la tomó del brazo y entraron en una sala de fiestas. mientras tanto. ¡Estaba tan dolida! No entendía la actitud de Paul. Eres mi novio. Isabel? Isabel lo amaba con locura y ansiaba hacer el amor con Paul. —Bailemos en silencio. Paul es y será mi único amor —le dijo con tristeza. Así nos fuimos enamorando. Paul. Paul la besó como nunca antes lo había hecho. —¿Qué te pasa. ¿Qué más esperas? Isabel no respondió. Isabel lo miró a los ojos y le dijo: —Si me dejas. —Eso piensas porque lo amas.. ¿puedes decirme por qué no te busca? —No lo sé. —Tal vez sufrió un accidente —dijo tratando de disculpar a Paul ante Dora—. —¡Isabel! Tú eres una chica muy sensata. vamos a bailar y disfrutemos juntos. aunque trataba de mantenerse serena lo más posible. Voy a ser maestra pronto y. —¿A cuántos has llamado ya? Isabel. Ya verás que pronto vas a olvidar esta relación y te enamorarás de nuevo. —Querida amiga. ella lo abrazó con fuerza. dejemos pasar más tiempo. con vehemencia. —Nunca me hablas de lo que sientes. Pero él no era hombre que se comprometiera en matrimonio. Paul no es así.importa. No le gustaban las chicas preguntonas. Después. que se hace tarde. Sabía que dentro de poco. Paul era el hombre que había soñado. que solo lograrás torturarte. me duele que sufras tanto por un hombre que no valoró lo que podías ofrecerle. —¿Por qué? No te conviene pensar. siempre y cuando él quiera estar contigo. pero yo sí voy a buscarlo. Se fue sin siquiera decirte adiós. Isabel. “El no vive en Dublín. Me iré mañana muy temprano. pero que llegó a su final. pero sintió en su corazón una especie de alerta y le dijo: —No. pues mis padres y mi hermano viven en España. de lo que esperas de nuestra relación. “Querida Isabel: Te escribí a muchas direcciones y no me respondiste. Me quedaré muy sola. pues hoy el alcalde es mi padre. eso es a largo plazo. sin apasionamientos. Acababa de regresar del trabajo. Paul. me iré a Bantry. por su parte. Y yo me muero por las chicas. pero no es rico. Ya todos aprobaron el nombramiento y ella llegará la próxima semana —dijo Frank Morton. Paul la despediría y ella necesitaba su empleo para ayudar a su familia. Con sus ojos recorrió el cuerpo de la chica. pues mi padre ya me dijo que tenía que empezar a trabajar. Pero no nos adelantemos a lo que vaya a ocurrir. Claro. Es un hombre real. Es la señorita Alicia. señor Kelson. Recuerda que llegó a tu empresa porque tenía una cita. —¿Ese es el hombre que tú conoces? —No conozco a un hombre frío.. ¿No sería mejor que olvidaras a Paul Kelson. lo sé. te hará sufrir. Nadie reconocería al hombre amoroso que estuvo con Isabel Hayes ni al que todos veían en Bantry y pensaban que era frío y calculador. pero puedes llegar a verme. Mag colgó. Isabel? —Voy a solicitar esa plaza. Debo ir al ayuntamiento. fácilmente. Había sido agotador. Tal vez a tu papá no le guste que te involucres en una relación con una maestra. En el fondo. Era lo que Paul Kelson tenía en su contra: la simpatía de Lewis y que todo lo había tenido en bandeja de plata.vanidades. www. Bantry no está lejos. Es joven. Tiene un buen porvenir. Cuando salieron del ayuntamiento. Te irás antes y llegarás a mi apartamento. salió del edificio y se dirigió al ayuntamiento. ojalá que la nueva maestra sea bonita. a secretaria dio la vuelta. Díselo a tu amiga. —Estoy más tranquila. Te diría que es un hombre frío. que siempre estaba sonriendo. L Paul. escuchó la voz de su amiga Isabel. pero al parecer es la misma persona. el hijo de Frank. trataré de responderte. Ahora tengo que formalizarme. y es la primera vez que va a ejercer como maestra. era un muchacho franco y él todo lo ocultaba detrás de una máscara de hipocrecía. Además. Es un pueblo pequeño. Dora? Por primera vez en muchos días notó un tono de alegría en Isabel. Rose”. —Nunca ignoré eso. lo odiaba: no era su empleada. Fue en ese momento que Paul la miró detenidamente. Vestía unos pantalones largos con una blusa escotada. Si lo hacía. te lo aseguro. Lewis se lacercó a Paul y le dijo: —Me gustaría hablarte. antes de salir de la empresa. terminando mi carrera. y yo también lamento dejarte. Vivo en Bantry. señorita Alicia. No te imaginas la alegría que me dio saber de ti. Todos votaron a favor. porque vive centrado en sí mismo. pues hay una reunión. Fíjate que no pude enviarle un email. Era modelo de anuncios de ropa deportiva. Era la estampa viva de la juventud. —Yo no puedo. —Tengo temor por ti. Avísame si deseas la plaza de maestra. —Me parece que debemos hacerle la vida agradable para que se enamore de Bantry. “Es un monstruo”. eres muy valiente. 108 Dora se quedó en silencio. Dora. debemos hacerlo. pero iba a ir a verte. La educación de nuestros niños debe ser primordial y si podemos apoyar a la maestra en todo. y yo me sentiría feliz de tenerte cerca. Si la logro. —La próxima semana alguien tendrá que ir a buscarla. Estoy muy ocupado —dijo Paul Kelson. —¿Puedo pasar. Le escribí y me respondió. de 27 años. todo quedó resuelto. Paul Kelson no es un mito. ¿Recuerdas cuando estudiábamos juntas? Fue una época muy feliz en mi vida. quien tenía un puesto en el gobierno—..NOVELA D ora estaba acostada en su cama. Iremos a un lugar apartado cuando terminemos el trabajo. De pronto. Supe que estuviste en Dublín y yo estaba en Londres. conozco un poco más a Paul Kelson. —Quiero que salgas conmigo esta noche. —Los he reunido para tratar el asunto de la maestra. — A mí no me interesa el dinero. el padre de Rose—. Dicen que algún día lo van a nombrar alcalde. Voy a casarme pronto y Julio no quiere que trabaje. —Pasa —le dijo—. —Oye. Mag era muy bonita —Lo llaman por teléfono. Respecto a lo que me preguntas.. —Puedo ir yo —dijo Lewis. —Eso lo dices porque nunca has carecido de él —le dijo con rabia. Isabel? ¿Has sabido de Paul? Te lo pregunto porque te veo feliz. Paul no es un hombre de novias. Lewis. Mi padre tiene influencias y podría ayudarte. El alcalde querrá que su hijo se case con una de las millonarias que hay en la ciudad. porque no tenía el de ella. Lewis era un hombre joven. pero no tenía valor. —Tengo otra idea. Mag quería decirle que no iría a su apartamento. —Señor Kelson.. ese Paul era diferente. No creo que Paul pueda hacer feliz a una mujer. No podía ir con un nombre falso. era su esclava. El tiene que darme una explicación. —Corta la llamada —dijo secamente. —Ten cuidado. Si es un hombre con doble personalidad o que oculta la verdadera detrás de una apariencia sin apasionamientos.. —A mí me parece muy bien —dijo Lewis Morton. pensó Mag. Es el gerente general de una de las empresas de mi padre. Isabel. Dices que una amiga tuya conoció a Paul Kelson y se enamoraron. Paul pensó que a él no le interesaba el asunto de la maestra. No se enamora a una mujer para luego salir huyendo. Y pensar que ante los demás tenía fama de comedido y de respetuoso. tiene 22 años. —Dora. Eres mi única amiga. pero yo siento tanto que te vayas. No. Dora. No puedo comunicarlo con el señor Kelson porque está en una conferencia —dijo Mag. pues tenía una figura espectacular. ¿Están de acuerdo en que haya enviado a acondicionar una casita que queda cerca de la escuela? Creo que la señorita Hayes se sentirá a gusto. Te quiere tu amiga. Así. —No.. Después de leerla. Nada me agradará más que enamorarla. Es muy serio y nunca lo hemos visto en fiestas. dedicada a mi novio. —¿Qué piensas hacer. Me asombró. Tengo una amiga que estudió conmigo y hace poco recordé que vive en Bantry. —Lo siento. que voy a leerte la carta de mi amiga. —Isabel —dijo Dora echándose a llorar—. —No te había visto desde hace meses. Mag —le dijo como si fuera una orden—. —Escucha. Estaba descansando.com . querida. Isabel entró. ¿Sabes? Me encantaría que solicitaras la plaza de maestra de aquí. —¿Qué pasa.. Era liso y un mechón le caía sobre la frente. le dijo: —Sí. estoy a tus órdenes. —Trataré de no defraudarlas. tal vez. —Mucho gusto. El también a ella y hubo como un parpadeo de desconcierto. pero me hubiera gustado que se pareciera a ti —le contó Lewis.. atractivos. —Mi madre murió cuando yo era muy pequeño. te lo aseguro. —¿Vas a enamorarme? Si es así no te consideraré mi amigo. Vio descender a una joven con un abrigo azul oscuro. Isabel. Yo también www. No deseo que empieces a enamorarme para luego irte a los dos meses. por favor. Fíjate en todos los detalles de la casa. aparece y no la quieres dejar escapar. —¿Por qué me dices eso? —Te vas a reír... ¿Puedo venir dentro de dos horas para invitarte a cenar? —No quiero molestarte. a conseguir mi objetivo —le dijo con suavidad. Los dos eran jóvenes. —Gracias. Isabel notó que Lewis tenía una risa contagiosa. Lewis. Isabel. No quiero tropezar con alguien en mi casa. A eso es a lo que vine. te presento a Isabel Hayes. Ella es muy buena y yo la quiero mucho. Subieron al auto de Lewis. tienes otro amigo: yo. Si quieres mi amistad. Me enviaron a buscar a la nueva maestra. la tendrás.vanidades. Se notaba que era un hombre transparente y sincero. Tenía que ser ella. —Gracias. —¿Ni amigos? —¿Qué clase de amigos? —Esos que se tienen y en los que puedes confiar. Lewis apretó su mano. debo irme. ¿Puedo contar contigo? —Sí. por eso voy a ayudarte a colocar tu equipaje. que quedó en Dublín muy triste por mi venida. Ella me lo contó. acuérdate de lo que hablamos. Isabel le respondió: —No. pero nada más. Lo hizo largamente. de color azul marino. —¿Tienes novio? La pregunta la desconcertó un poco. Se alejaron y se sentaron en una mesa apartada. ¿Cómo sería? Ojalá fuera bonita y no resultara un adefesio. ¿por qué no puedes serlo? Lewis consultó su reloj y le dijo: —Es tarde. Sabía que era joven. Aguardaba a la nueva maestra del pueblo.com —Eres muy bonita. pero ella ayuda mucho en el dispensario y hoy había muchos enfermos. No se enamora a una mujer para luego dejarla y salir huyendo” en que sus niños aprendan con la maestra. No quiero enredos amorosos.. él le dijo: —Mi hermana Rose hubiera querido venir.. —Mucho gusto. En el camino. solo tienes que decírmelo. pero me emociona tu presencia. distinguidos. —Vamos a recoger tu equipaje y después te llevaré a tu casa. Lewis Morton se pasó la mano por su pelo rubio. —De momento no voy a tratar de conquistarte. “Quiero ver a Paul. de repente. Vivo con mi padre y 109 . Siéntate. Isabel. —Qué bueno que eres hermano de Rose. Isabel se sentía nerviosa. Buscó entre los pasajeros. pero me costará. Estoy habituada a hacer mis cosas.. la nueva maestra. ¿No tienes novia? —No. —¿Vas a necesitar a una mujer de servicio. —Lo sé. pues a partir de ahora. —Gracias.S entado en la estación del tren. Se le acercó con rapidez. como si nada hubiera ocurrido. La otra amiga que tengo es tu hermana Rose. Después lo acompañó a la puerta. con un traje sport. como quedamos. inquieta. Lewis la tomó del brazo y se acercó a saludarlo. la retiró. pero luego. Deseo dedicarme en cuerpo y alma a los niños de Bantry. A nadie más. —Paul. Lewis. le dijo Isabel a Dora. Pero un día. Lewis se inclinó hacia adelante y la miró fijamente. “Voy a solicitar la plaza de maestra en Bantry”. —Bueno. Isabel iba muy bien vestida y Lewis también. —Lewis. —Dirás que soy un tonto y un ser impresionable. Lewis. —El gusto es mío. —Tengo a mi amiga Dora. Tenía 22 años. Mi nombre es Lewis Morton. pero trató de ocultarlo. Es lo único que deseo. Si algo no te gusta. Tus palabras son muy agradables para mí. Isabel vio a Paul enseguida. —Claro que sí. Las personas de aquí son cariñosas y tienen verdadero interés estoy un poco cansada por el viaje.. la mayoría de la gente está trabajando.. Ayúdame. —¿Isabel Hayes? —Sí. —Está bien. Después. Ojalá te guste este lugar y te quedes aquí todo el tiempo. Solo quiero pedirte algo: seamos amigos. —Será un placer. Ahora quiero dedicarme a mi trabajo y a recuperar mi paz. que te ayude? —No. Prefiero mi soledad. Lewis. porque lo habían dicho en el ayuntamiento. pero me parece que la tendré muy pronto —dijo mirándola. —¿Mi media naranja? No. Isabel. —No me digas que soy. pero. Espero que te sientas a gusto. Lewis se echó a reír. Fui a esperarla a la estación del tren. Ven a buscarme. hasta que Isabel. Una vez. soy yo. —A esta hora. —¿Eso te pasó antes? H acían una pareja espectacular. —¿Puedo quedarme un rato contigo? Me gustaría conocerte más. Te pasas la vida buscando a tu media naranja y. Estudiamos juntas. Entraron en un restaurante. —Yo nunca huyo. Paul. tiene mucho trabajo y quiere delegar en mí. tengo que irme. Ahora me voy a integrar a todos los negocios para poder manejarlos. Nada hay más grato que vivir indiferente a las manecillas del reloj. pero volveré otro día para continuar esta conversación. No supo cuándo se vio envuelta entre sus brazos. —Es difícil olvidar a una mujer como tú. Espero que nos llevemos bien. Lewis sabía demasiadas cosas. pero jamás las dijo. mirándola. —De Dublín lo hiciste. —Tal vez son los remordimientos. —Está bien. por favor. Nada recibí de ti. pero no quiero comprometerte.com . —Me gustaría visitarte de vez en cuando. —Vamos. Fue raro. No creo que me hayas olvidado. ¿Sabes lo que es para una mujer esperar “Isabel. eres demasiado lanzado. Como él es el alcalde. Todos. Desde que regresé de Londres. Buenas noches. P www. Acabamos de encontrarnos. Se trataba de Lewis. Paul? ¿Quién eres tú para hablarme y cuestionar mis actos? —Isabel. Paul. Cuando Lewis se marchó. Además. —Isabel. no debiste venir. —¿Paul va a estar bajo tus órdenes? —Sí. Parecía cortado. ¿Recuerdas la S —Por favor. pero tuve que dejarte pues tenía que incorporarme a mi trabajo. tan tierna y apasionada a la vez.NOVELA con mi hermana Rose. Desde que te vi no he podido dejar de pensar en ti. —Isabel. e despidieron en el portal. —No te preocupes. Dile a Rose que la estaré esperando. yo. Paul. —Querrás decir. Ni a su padre que tanto admiraba a Paul Kelson ni a los demás miembros del ayuntamiento. Tiene fama de ser serio y comedido. Pero ahora. Isabel quería saber más detalles de Isabel tuvo la sensación de que se había terminado su soledad. —¡Es el colmo! Mira.. Y cuando la abrazó.. pero ya eso pertenece al pasado. —Hablas en pasado. ‘—Decirte que te extraño y que me haces falta. —Lewis. No creas que soy un hijo de papá. Isabel sintió alegría. desde que huiste de Dublín sin darme una explicación. Te quise mucho. —No pretenderás que te siga amando después de tu partida. No se equivocó. creo que voy a enamorarme de ti”. Te aseguro de que no descarto esa idea. Isabel. Isabel. una aventura. sé razonable. creo que voy a enamorarme de ti. Siempre añoré la ternura de mi madre. lo mejor que puedes hacer es olvidarte de mí. no empezarás a trabajar en la escuela hasta la próxima semana. No sabemos el uno del otro desde que nos separamos en Dublín. Es lo que acordé con mi padre. Paul Kelson estaba ahí. Ahora voy a dejarte. pues no quería que él sospechara que ella tenía otro interés en Paul. Ningún hombre. Lewis fue a buscarme a la estación de trenes y ha sido muy amable en invitarme.. ¿por qué sales con él? —Me asombra tu cinismo. ensó que era Paul quien la llamaba. Lewis se puso de pie. Las otras mujeres que hay son las de servicio.. Fuiste muy imporante para mí.. —Estoy acostada. —Parece que no estás convencido de la seriedad de Paul Kelson.. ¿Ya estás acostada? Me gustaría hablar un poco contigo. Vas a vivir en Bantry y pronto te dirán quién soy. —Isabel. —¿Qué dices. —Isabel —susurró en su oído—. Lewis. Fui para ti un juego. ¿quién es ese hombre que acabas de presentarme? —¿Paul Kelson? Es el gerente general de una de las empresas de mi padre. —No tienes por qué venir a verme. le dijo Lewis. pero no durmiendo.. Cada vez se lo parecía más y más. pero me abandonaste. Soy un hombre muy ocupado y quería decírtelo. Paul. no me gusta meterme en la vida privada de la gente. —¿Bailamos? —le dijo de pronto. —¿Solo fama? —Bueno. Estoy en esta ciudad para trabajar como maestra y nada más. Paul.. —La verdad es que necesito hablar contigo. tan mimosa. Todos dicen que soy muy serio. Isabel. pues mi hermana Rose me dijo que quiere ir a visitarte por la mañana. —Pero tengo la sensación de que te conozco de toda la vida. —Es muy tarde. pero todo en él era falso. pero se equivocó. una llamada telefónica que no llega? ¿Te pusiste a pensar en el temor que sentí de que algo te hubiera pasado? Ni una carta ni un email ni una llamada. Empezaba a abrir su corazón ante su nuevo amigo y se sintió feliz de poder contar con él. —No quiero meterme en tu vida. ella tuvo la sensación de que se había terminado su soledad Paul y trató de preguntarle a Lewis con sutileza. Dime qué deseas. soy Lewis. vete de mi casa..vanidades. Por eso estoy feliz de que estés aquí. Necesito pensar. Lewis. A propósito. por muy ocupado que esté deja a la mujer con quien salió durante tres meses sin una explicación. mi papá vive diciéndome que busque una buena esposa y me case. Seré el asesor jurídico de Frank Morton. Creo que no merecí ese trato de tu parte. incluyendo a Lewis. por favor.. 110 última vez que nos vimos? Me fue difícil pensar en ti con amor y después ver la bajeza con que actuaste conmigo. —Oye. ¿Sabes? Lo único que me gustaría es que no salieras con Lewis. ¿Sabes? Lo mejor para estar en Bantry es que ninguno de los dos nos veamos.. Lewis. Isabel tuvo la sensación de que alguien la esperaba oculto en el jardín. No quiero que te vean salir de noche. No quería repetir esa experiencia. No está bien. Claro. Isabel se echó a reír. Ya la habían engañado una vez. y le decía que tenía que preparar las clases. Paul no vale la pena como hombre. —Basta. pero no funcionó. —Yo quiero ayudarte. —Te he visto varias veces con Lewis. Ese fue el email que le envió Isabel a Dora. Isabel empezó a trabajar como maestra. —No te rías de mí. —Te sientes ofendida. Paul. ya lo verás. sobre todo porque Rose vive aquí. Paul. a su lado disfrutaba mucho y se olvidaba de todo lo que le preocupaba. —Mi presencia aquí. Paul. querida Dora. Sueño con el día en que seas mi esposa. pero no de mi presente. —¿Estás aquí por mí? La pregunta fue directa. cuando todo está oscuro. y tienes razón. Te di mi amor y no lo apreciaste. pero tú destruiste mis sentimientos. Te he hablado antes de él. Isabel se sentía mal. Aquí encontrarás a alguien que te ame. —No te la estoy dando. No estoy preparada para amar de nuevo. —No te imaginas la alegría que me da tenerte cerca. Una vez a la semana las dos se escribían para seguir en contacto. Muchos niños asistían a la escuela y ella empezó a conocer a sus familias. hablarte. No tienes derecho a sojuzgar mi vida a tus caprichos. —Eres tan linda. Es una orden. diría la verdad a medias. otras no. lo vio de lejos. tengo que aceptarlo. no sabes lo que significan tus palabras para mí. vete. Eres parte de mi pasado. No estoy aquí para escuchar tus reproches. No quiero lastimarte y temo que puedo hacerlo. solo pienso en ti. Desde que te vi de nuevo. Deseo ganarte poco a poco con mi amor. me quisiste mucho. —¿Es un reproche? —No lo hagas más. Pasaron los días. Te fuiste sin despedirte de mí. ¿Sabes? Quisiera que te quedaras y que formes tu familia. ¿Qué hiciste en todo este tiempo? ¿No has tenido novio? —Me dediqué a trabajar y a estudiar. Paul. ewis la miraba con adoración. Con Lewis encuentro la paz que tanto necesitaba. Después. Lo malo es que va muy rápido y me insinúa que está enamorado de mí. Paul? —A verte. Un mes después.. por favor. Las dos amigas se abrazaron con fuerza. —No seas ridículo.. besarte? —Eso jamás lo lograrás. —No seas tan vanidoso. En realidad. así es la vida. Se levantó de pronto y se despidió. Isabel.vanidades. —Sí. Tú y una chica llamada Dora que vive en Dublín son mis únicas amigas. —Tengo que estar seguro de mis sentimientos —le dijo antes de marcharse. por favor.com C uando tocaron a la puerta. Me gustó la idea. Entró en silencio en la casa de Isabel y se sentó. No seré amante de nadie. Preferiría que fuéramos solo amigos”. Isabel? —Sí. —¿A qué has venido. Soy la maestra. pero me siento bien a su lado. jamás me llamaste ni me escribiste. Sí tuve un novio. basta. Es muy simpático y acaparador. se repitió la visita de Paul. que estoy ocupada. —Puedes irte. No me des una explicación que no te he pedido. En dos ocasiones. no eres casado. Paul. Pensaba volver a verte. ¿verdad? —¿Por qué no? Soy una mujer como cualquiera y a todas nos ilusiona el matrimonio y formar una familia. Tengo más de un mes de estar aquí y tú pusiste los límites desde el principio. ¿por qué vienes de noche. como si te ocultaras? Tú eres un hombre libre. ¿Crees que soy tonta? Fui una aventura en tu vida y. Isabel se asombró. Mi amiga Rose Morton me sugirió que luchara por la plaza en Bantry. Tengo amigas. —Lewis. Se puso de pie y abrió. Te quise con toda mi alma. Pensar que lo quise tanto y que creí en él. ¿Por qué no me invitas a salir a la vista de todos? —Isabel. Isabel no había vuelto a conversar con Paul. Para ti ni siquiera he sido una amiga. ¿no te dice nada? ¿No te das cuenta de que necesito verte. Conversaron durante horas. Siéntate. No huí de Dublín. www. Isabel. Isabel. con total indiferencia. Cuéntame un poco más de tu vida. pero el trabajo me absorbió por completo. Según tengo entendido. —¿Y qué pretendes. Isabel pensó en Lewis.Al día siguiente. —Está bien. pero a la vez tenía miedo. debo sentirme halagada por haber despertado inquietudes en el serio y aburrido señor Paul Kelson. a hablar con los padres para indicarles la mejor manera de ayudar a sus hijos. Rose. todos empezaron a sentir admiración y respeto por la maestra. Paul. pero él se hizo el desentendido. lo capté desde que te fuiste y me abandonaste sin una explicación. Ojalá otra mujer pueda hacerte ver cómo debe comportarse un hombre decente. —Gracias.. Rose se despidió de Isabel. Lewis la llamaba diariamente y la invitaba con frecuencia a cenar. Paul la miró y sonrió. “Tenías razón. porque tampoco voy a creer en ti. pero ninguna tan sincera como tú. Hoy voy a salir con Lewis. Ahora. —Eres muy linda. sin poder evitarlo empezó a llorar por el desengaño que había experimentado. —¿Por qué? —El primer día te dije que tuve un desengaño amoroso. Ante ella estaba Paul Kelson. Eso sí. Eres la mujer que más me ha inquietado en la vida. Le agradaba mucho y la inquietaba con su entusiasmo. Que cuando te sientas libre para empezar otra L 111 . Nada justifica lo que me hiciste. —Basta. Por eso estoy aquí. Me siento un poco sola en este lugar. me ha ayudado a olvidarlo poco a poco. pero ¿eso era amor? Lewis se merecía a una mujer que lo amara sin dudas. Quedó paralizada por la sorpresa. El hombre que me quiera se casará conmigo. claro. eso me basta. Me he enamorado perdidamente de ti. que fue muy dolorosa en su vida. Isabel. pasa. Me has tratado con total indiferencia y yo capté tu mensaje. Isabel. Isabel la esperaba y estaba preparada para responderla. —Eso es lo que deseas. nunca pude olvidarte. Rose llegó a verla. Pero en fin. Paul? ¿Una relación a la vista de todos o a escondidas? Paul no respondió a su pregunta. Todavía me estoy recuperando. acepto tu explicación. —Vaya. A veces Isabel aceptaba. Solo el tiempo sana las heridas. Verlo en su ambiente y observar cómo se comporta conmigo. Me dijo que aquí tendría la oportunidad de desarrollarme en mi carrera. Dos días después. aunque me haya dolido. Isabel. Era de noche y estaba preparando las clases que impartiría al día siguiente y no esperaba visitas. —¿Puedo pasar. Además. Cuando Isabel se quedó sola. Isabel. Lewis. pues no te lo mereces. Ella tendrá que aclarar ese asunto o será despedida. debido a la diferencia que hay entre ambos. Contigo encontré la paz que tanto necesito. Que te amo y deseo casarme contigo en un futuro. Nunca pensé que recibir a. Sí.. —Isabel es decente. —Isabel. pero ha venido algunas veces. Lewis la besó en la boca con una gran ternura.com . la gente quiere que des una explicación de quién es ese hombre. Voy a decirles a todos que ese hombre soy yo. Te conté mi vida. Lo que conozco de ella como maestra me parece magnífico. —¿Cómo estás.NOVELA relación de pareja. El semblante de Lewis reflejaba una seriedad inusitada en él. —No. —Está bien. Confía en mí y todo saldrá bien. Ellas esperan que la maestra tenga un comportamiento intachable. estaba en R 112 casa de Isabel. Lewis. —¿Qué dices. Voy a contarte mi historia sentimental con Paul. ¿Es cierto? Isabel palideció. ose miró a su padre de manera interrogante. para que nos conozcamos. pero cuando vi cómo era en realidad. ese hombre me perjudicara tanto. —Debiste ser sincero conmigo. Quiere convencerme para que vuelva con él y eso jamás sucederá. querida: ¿tú conoces mucho a la maestra? —¿A Isabel? Sí. Nadie hablará más de la maestra. Cuando terminó de hablar. —¿Qué pasa. —Entonces. Lewis Morton. el amor que sentía por él se desvaneció. Lo único que te pido es que me permitas visitarte y que salgamos juntos.. Se trata de Isabel Hayes. Quiero hacerme cargo de la gerencia general de tus em- F www. —¿Paul? —Sí. pero había algo en mí que me alertaba en su contra. —¿Quién es él. Ese día. —Dicen que un hombre te visita por las noches. Ella no había querido aceptarme.. Tú sabes que esta es una ciudad muy pequeña y que la gente habla de todo el mundo. —¿Hicieron el amor? —No. Necesito hablarte. —¿Y tú. pues no quiero que se cometa una injusticia por mi culpa. —Estoy enamorado de Isabel. Isabel. —Lo sé y no quiero meterme en ese asunto por tu amistad con ella y también por Lewis. por su parte. Lewis. Lewis? No puede ser. No te imaginas las veces que ella me pidió que no llegara a visitarla y no le hice caso. —Eres un gran hombre. —¿Otra vez? —No se trata de mi amor. hijo? —Bien. pero las madres de los niños hablan. pero no lo encontró. Nadie sabe quién es. ¿Ya lo sabe tu hermana Rose? —No. pero entre él y yo jamás habrá nada de nuevo. Primero quise contártelo a ti. solo lo sabremos tú y yo. Eres educadora de niños. Déjame ayudarte. —Pues estoy disgustado. Se quedaron en silencio un rato. Lewis. ¿Has oído el refrán “pueblo pequeño infierno grande”? Todo lo que pasa aquí se sabe al día siguiente. Le había dicho con mucha seriedad que necesitaba hablar con ella. Lewis la abrazó y le dijo: —Siempre supe que Paul no era un buen hombre. porque confío en ti y serías incapaz de hacer algo indebido. Quiero entregarme por amor y solo al hombre en quien pueda confiar plenamente. Lewis. sepas que estoy aquí.. —Hijo. —¿Has vuelto a ver a ese hombre que tanto quisiste? —Sí.. —Estás muy callado. De lo contrario. papá. Pero hay algo más.. —Eso me basta. sino su reputación. Tenía el rostro serio. Paul Kelson va a hablar con Isabel. Las madres esperan que tengas una moral intachable. Sin pensarlo dos veces. Jamás me opondría a tu felicidad. Lo llamó a su celular y no le respondió.. —Sí. —No. Esto lo vamos a guardar en silencio. papá. No siempre. es cierto que un hombre viene por las noches. —Quisiera hablarte. Eres lo más valioso que tengo en mi vida. Dame la oportunidad de irte ganando con mi amor. —¿Qué te ocurre. de mi familia que vive en España. eso no me preocupa. hija. pero has expuesto el buen nombre de esa muchacha. Isabel se estremeció. tanto en los social como en lo económico. Rose se fue muy preocupada y decidió buscar a su hermano Lewis para contarle lo que estaba pasando. Pero ¿sé todo de ti? —Creo que sí. Te lo aseguro. aunque a los dos les parecieron siglos. papá? —Lo que oíste. yo. —Citaré a reunión en el ayuntamiento. papá? —Dime. porque se oculta en la oscuridad de la noche. esperándote. He llegado a su casa para que nos conozcamos más. Lewis se marchó y fue directamente a ver a su padre. —Lo es. —Lo dicen. del desengaño amoroso que tuve. Quiero casarme con Isabel. El me lo pidió. pero no se apartó de él. —Quiero ser sincera contigo. Es una gran persona. —¿Te preocupa la amistad de Isabel con Lewis. rank Morton miró a su hijo sorprendido. Hubo un silencio que duró unos segundos. te despedirán. ¿Qué más quieres saber? Dímelo.. Estoy cansada de decirle que no espere nada de mí. Yo soy el hombre que la visita por las noches.vanidades. He escuchado que acosa a las mujeres que trabajan para él. Los ojos de Isabel se llenaron de lágrimas. abrazó a Lewis y le dijo emocionada: —Gracias.. porque teme que tú no la quieras para que sea mi esposa. Rose. papá. Lewis. No es justo para ti. Me han comentado que un hombre visita a Isabel por las noches. Fuimos amigas y estudiamos juntas. papá. Lewis? ¿Qué esperas de mí? —Que me ames. Jamás permitiré que te aparten de mi lado. —¿Se trata del hombre que amaste? —Sí. Lo quise mucho. ¿por qué lo recibes? —El se aparece y me pide que hablemos. ¡Ah! Se me olvidaba. papá? Te aseguro que si ellos dos llegaran a algo me sentiría feliz. todo se solucionará. pero nadie ha presentado cargos en su contra. Isabel? —Paul Kelson. pero solo el tiempo dirá si podré amarte. Ahora me doy cuenta de que era una trampa suya. pero no la censures. Isabel. Lewis? —De mí lo sabes todo. —Lo sé y me apena.. No voy a engañarte. —¿Qué dices. —Es la mujer que amo. Al decirles que vas a casarte con ella. papá. Lewis. —Hola. Lewis la tomó desprevenida y la besó inesperadamente en la boca.. a tu lado. .vanidades. Espero que la boda sea más pronto de lo que esperamos.. Lewis e Isabel se miraron fijamente.. no te queda más remedio que aceptar lo que te propongo. Nos hemos comprometido y vamos a casarnos. Rose Morton no podía controlarse. Te conviene aceptarlo. ternura. Ahí lo necesitamos. Espero que lo acepte. tengo que hablarte. no sabes cuánto te amo. Me gustaría que enviaras a Paul Kelson a la sucursal que tienes en el norte. ¿Sabes? Mi padre va a ofrecerte un traslado. Paul lo miró con odio y se marchó. —Te equivocas.. ¿Hasta dónde había llegado Lewis por defenderla? —No hemos hablado de eso todavía. pues no está marchando muy bien. Su amiga querida iba a convertirse en su cuñada.. sino por lo que pensaras de mí. FIN E www. Lewis se lo dijo primero a papá y después a mí. Isabel vio llegar a Paul Kelson. Era la primera vez que lo hacía de día y no había ido a su casa. —Y yo también a ti.com 113 .presas. —Isabel. se lo tenían bien calladito. pero como no tienes a nadie. el hombre que me inspira paz. porque no quiero verte más en Bantry. ¿Qué más podía desear? —Isabel. Isabel se puso nerviosa. —Isabel. Isabel me tiene a mí. Cuando quedaron solos. Te visitaré y seremos felices. Paul —se escuchó la voz de Lewis—. Hablaré con Paul de su traslado. pero no porque tuviera que irme y empezar de nuevo en otro lugar. ntró en la escuela dando gritos de alegría. Yo no me casaré. En ese momento supe que no quería perderte. sino a la escuela. tuve miedo. Todo lo que anhelo tener en mi esposo. ella se acercó a él y lo besó. pasión. Es lo que he soñado siempre: que sigas mis pasos. Todos estamos felices con el compromiso de ustedes. —No te imaginas lo feliz que me hace escuchar que quieres hacerte cargo de todo. pues no nací para la responsabilidad del matrimonio. Eres mi verdadero amor. De pronto. Te propongo que regreses a Dublín. Las madres de los niños quieren que te vayas de aquí. Cuando me dijiste lo que la gente decía. Cuando se fue el último niño. pero jamás imaginé que fueras tan mezquino. Nunca confié en ti como persona.
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