Movimientos Sociales Urbanos - Manuel Castells

June 20, 2018 | Author: Aldo Pecho Gonzáles | Category: Capitalism, Politics, Urbanism, Society, Democracy


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--LOS MOVIMIENTOS SOCIALESURBANOS Un análisisde la obra de Manuel Castells MIGUEL MARTÍNEZ LÓPEZ Universidad de Vigo PALABRAS CLAVE ADICIONALES Sociología urbana, Teoría, Contextos. . ADDITIONAL KEYWORDS Urban Sociology, Theory, Contexts. RESUMEN. Se examina aquí el estatuto teórico de la noción de 'movimientos sociales urbanos' (M SU), tomando como eje de discusión las contribuciones de Manuel Castel1s.En primer lugar, se evalúan las limitaciones que ha alcanzadoeste campo de investigación en las últimas tres décadas y el problema que se encuentra al explicar las transformaciones de los MSU tradicionales y la aparición de nuevos MSU. En segundolugar, se exponen las tres etapasteóricas en las que Castel1s concibió los MSU, desdesu caracterizaciónproactiva en el ámbito del consumo colectivo, pasando por la integralidad de las dimensiones (económicas,políticas y culturales) del significado urbano que podían transformar, hasta l1egara su casi disolución conceptual.A continuación se revisan con detal1elas críticas que recibieron sus concepcionesen cuatro aspectosfundamentales: autonomía de los MSU, análisis de sus efectos, poder explicativo de los contextos relevantes y centralidad analítica de las relaciones internas del movimiento (composición social, organizativa y contexto de redes de relación). En conjunto, en este artículo, se demuestraque algunas de las fructíferas líneas de estudio aportadaspor las investigaciones de Castel1sprecisan ser complementadasy refinadas teóricamente con las contribuciones críticas aquí recogidas aun cuando éstasno fueran integradas satisfactoriamenteen la evolución conceptual de aquél. ABSTRACT. The notion of 'Urban Social Movements' (USM) is examined here through the work of Manuel Castel1s.Firstly, we consider the limits reachedby this field of researchthe last three decadesin order to explain the transformations experimentedby traditional USM and the coming on new ones.Secondly,three theoretical stagesin the work ofCastel1sare identified. Thirdly, we revisit the four main critiques directed to Castel1son USM: autonomy ofUSM from other social struggles, the analysis ofUSM effects, the explanative capacity ofrelevant social contextsto the USM and the central emphasisgiven to its internal social relations (social origins, movements organizations and resources,etc.). As a whole, this paper tries to demonstratethat valuable theoretical contributions ofCastel1s must be complementedand modified by thesecritiques, even when this sociologist did not accept them in a congruent integration. E-mail: [email protected] Revista Internacional de Sociología (RIS) , . TerceraEpoca,n° 34, Enero-Abn1,2003,pp. 81-106. ! RIS REVISTA INTERNACIONAL DE SOCIOLOGíA N' 34,Enero-Abril, 2003 MIGUEL MARTÍNEZ LóPEZ INTRODUCCIÓN . En los estudiossobre los movimientos sociales(MS, desdeahora) de las últimas tres décadaspodríamosdibujar una línea ascendenteen la que la sociología y los movimientos socialesurbanos(MSU, desdeahora)tuvieron una intensapresencia inicial. Actualmente, podemosencontrarmuchasmás disciplinas de las ciencias socialesinteresadasen los MS en general,habiéndosediluido, en gran medida, la importancia de los urbanosdentro de eseconjunto. En parte ya fue diagnosticado esecambio a principios de la pasadadécada(Urrutia, 1992),con especialatención a lo ocurrido en Españadespuésde las primeras eleccionesdemocráticasmunicipales, y algunos estudiosposterioresreconstruyeronesahistoria insistiendo en las consiguienteslimitaciones de la interacción entre las asociacionesvecinales y las administracioneslocales (Navarro, 1998). La proliferación de nuevos MS y nuevas formas de participación urbana dieron lugar, a la vista de las escasas referenciasacadémicasdisponibles, a la idea de que los MSU desaparecierono dejaron de constituir un "problema social". Perono faltan los estudiosque ponen de relieve el continuo activismo de organizacionesciudadanaspreocupadaspor materias urbanísticasy de política local (Villasante, 1995). Por ello, se echa en falta, por lo menosen la sociología española,un esfuerzoteórico por entenderlas transformacionesde los MSU "clásicos" y el sentido de la aparición de "nuevos" MSU, revisando críticamente las aportacionesmás relevantesen estecampo. En ese sentido, planteamos aquí la necesidad de reconstruir la agenda de investigación sociológica sobre los MSU, delimitando las acciones colectivas que los especificarían, distinguiendo los problemas y contextos sociales que hacen pertinente su estudio, y afinando las estrategiasteóricas y metodológicas con las que conocerlos.En lo que sigue se examinaránlas concepcionesque ha formulado uno de los sociólogos más influyentes en esta materia, a lo largo de sucesivasobras (Castells, 1972; 1983; 1997). Veremos cómo en esa evolución han ido perdiendo importancia algunasrelevantesdimensionesde análisis y, a la vez, no se han integrado de forma satisfactoria las contribucionescríticas que se le dirigieron a las principales tesis de esteautor. Con estasnotasno pretendemos agotar, ni mucho menos, el perfil teórico del mencionadoprograma de investigación acercade los MSU. No obstante,el debateen torno a la obra de Castells facilita la tareay nospermite definir algunaslíneasfructíferas de análisisen vistas de alcanzareseobjetivo. El artículo se divide en cuatro partes. En el siguiente epígrafe expongo los principales rasgosy problemasconceptualesque existen en torno a la noción de MSU. Seargumentaráque la definición de los MSU ha pasadode una unidimensionalidad a otra (de ser valorados según sus efectos transformadoressobre una contradicciónprincipal del capitalismo,a serconsideradosdentro de los estrechos límites de las políticas urbanaslocales) y que la obra de Castells no es ajena a esaevolución, aunquetuvo la virtud de inaugurar una concepción de lo urbano, 82 la reestructuración económica de las metrópolis. . y de complementariedad. incidencia. otras. esa concepción de lo urbano como ámbito exclusivo del consumo colectivo (y más aún si se reducía únicamente a la 83 . y su retraimiento y reactividad generales en las diversas áreas urbanas del mundo y en la perspectiva de la nueva intemacionalización del capital.'l1'¡. como fenómenos centrales del cambio social. Sólo ~b'O'S t!~'ST>'\i~'S\'\i~'i'i)'ñ ~1'>'i'O~\i'ñiY1'Ó'O'¡. La horizontalidad se percibía cuando los efectos de las reivindicaciones por una "mejor ciudad" incidian en las desigualdades económicas y en las asimetrías políticas generales. la relación entre procesos de inversión productiva y de reproducción de la fuerza de trabajo. su "articulación integral y localista" de procesos económicos. que ayudó a situar a los MSU en relación a otros MS. a menudo obliteradas. como MS proactivos.). LA CIUDAD Y LO LOCAL Se debe a la renovación marxista de los estudios urbanos el que. de género. Como resulta evidente. pero en relación directa a la diversidad y contradicciones organizativas de su interior. 'l1 ~~ i~ ~'O'¡. que derivó en discutibles clasificaciones de los distintos MSU. En particular nos fijaremos en los problemas de: 1) la autonomía de los MSU con respecto a otros conflictos sociales (de clase. de la política local (el ámbito municipal o metropolitano del llamado "Estado local") (Saunders.RIS REVISTA INTERNACIONAL WSMOVIMIENTOS SOCIALES URBANOS- DE SOCIOLOt. etc. además de un marco en el que establecer la autonomía. LOS MSU: LA REPRODUCCIÓN. Urrutia. la sociología urbana bajo ese signo comenzó a incluir entre sus objetos de investigación fenómenos tan dispares como la planificación urbana. con las luchas de clases. En el tercer y cuarto epígrafes se examinan algunas de las críticas.~'Ó\~'i'. etc. culturales y políticos. 1999). se considerase a las luchas urbanas populares en un plano de igualdad. unas veces. 1977. de la misma fonna que lo intentaban o conseguían las luchas obreras.\~'ü'i\'l1'¡. etc. La complementariedad se encontraba cuando se aceptaba una cierta "división del trabajo": el sindicalismo de clasttTataría de conseguir cambios en el campo de la producción. durante los años '70 del pasado siglo. que recibieron las concepciones de Castells sobre los MSU. tambiénconocido como "sindicalismo del consumo colectivo") se especializaría en el ámbito de la reproducción de la fuerza de trabajo (Lojkine. Enero-Abril . 2003 en cuanto ámbito del consumo colectivo. 1981. particularidades. la apropiación cultural de los espacios. Los MSU aparecían.ÍA N'34. y 4) la rehabilitacion de la composición de clase social en el análisis de los MSU.mientrasqueel asociacionismovecinal o urbano(o. Para conceptualizarlos teóricamente se partió de la mencionada noción sobre "lo urbano". entonces. 2) la focalización de los análisis sobre los efectos y fuerza transfonnadora de los MSU. E'i\ cualquier caso.M~ ~'i\ %~'i\~~~~. En el segundo punto nos detenemos con algo más de detalle en las tres obras de Castells en las que se concibe la "centralidad funcional" de los MSU. 1986). 3) el manejo de los contextos sociales para explicar los procesos sociales en los que está implicado un MSU. De hecho.c~ J RIS REVISTA INTERNACIONAL OE SOCIOLlM. --. no obstante. un importante punto de desacuerdo se abríó en el momento en que se trataron de establecer las referencias empíricas diversas que comprendía la noción de MSU y la concepción del cambio social que se hallaba latente en el debate acerca de la centralidad o no de los MSU.en algunamedida.1 j:'" minorías étnicas. de la creaciónde cooperativas de viviendas por algunossindicatos.Para que a todas estasmanifestaciones les podamosatribuir el carácterde MS. etc.~~-". las acciones de ocupación de terrenos o de viviendas vacías.). el gasto energético. los conflictos con ¡ .destacadamente.las asociacionesvecinales. incluso con valoraciones en exceso optimistas. las movilizaciones ecologistas (ante la contaminación. desde las premisas básicas de la sociología urbana neomarxista.) y. etc. tampoco podemos aceptar el "particularismo" analítico dentro del ámbito urbano al que frecuentemente se les redujo. todos aquellos MS que tengan en las ciudades sus sedes organizativas. En todo caso.iA N' 34 Enero-Abril 2003 . . sus focos de protesta o el orígen social de sus activistas. sobretodo. desde los que a menudo se incide abiertamente en aspectos de la reproducción social y económica del espacio (cuidado familiar. servicios sociales de atención especializada.' . " '" MIGUEL MARTÍNEZ LÓPEZ "gestión" de los serviciossocialesproporcionadospor la administraciónlocal y de los equipamientosurbanosen que se ubicarían espacialmente)no asegurabaque los MSU o las luchas puntuales en interacción con las políticas urbanas. Es más. Al contrario. que apuntena problemasurbanoscomunesa ciudadesde un mismo Estado (o de varíos) y que esasdinámicasde acción colectiva se comuniquende alguna forma significativa entre sí. Pero.~ : ¡ ¡ . en numerosasocasionesse hace dificil trazar ! una línea de separación entre los MSU "clásicos" Y otros.por ejemplo.los problemasparticularesy localistas: es decir.deberíatratarsede acciones colectivasquetrasciendan. calidad de los alimentos. alternativa que promueve el movi- . como veremos después.sehan consideradocomo MSU "clásicos" casi todaslas luchas de barrios por la provisión de vivienda social o de equipamientos públicos (escolares y hospitalarios. donde reunir a los medios de comunicación. ese autor sugería análisis globales de esas dinámicas urbanas (locales) en las que los MSU constituían. las actividadesreivindicativas en el urbanismoy la apropiaciónsociocultural del espacioque protagonizan.. fuerzas centrales del cambio social.o de la defensade espaciosdondealojarseo I miento antiglobalización). Pero el anterior aserto no obsta para que no se puedan considerar las dimensiones urbanas de algunos MS que actúan en ámbitos ! ¡ ¡i del consumocolectivo (seríael caso. gestión de los residuos. no precisa mayor aclaración la tesis de que no pueden ser MSU. las organizaciones de propietarios frente a infraestructuras públicas o frente a la instalación de industrias en su vecindad. Por una parte. las protestas de inquilinos ante planes de renovación urbana.r' -- ~ c ---~-~ +~ .fueran centralesen la teoría o que se relacionasencon otros MS. No fue precisamenteesapérdida de centralidad de los MSU lo que se podía i : : encontrar en la obra de Castells hasta mediados de los años' 80. como el ecologista y el feminista. fundamentalmente). la gestión del transportepúblico. con una mínima coincidencia en un mismo 84 . cuando no reconfiguración de los MSU mediante nuevas alianzas con los gobiernosmunicipales ante los retos de la "globalización" (Borja y Castells.Parecería. Más bien. Esa línea de análisis ha dado lugar.acentuando el caráctercoyuntural de éstasy sus restriccionesinstitucionales (competencias. que poseamosun marco teórico en el que entendersu casuística. no es posible tratar como MSU a cualquier demandaasociativa o a cualquier campañade protestaen el ámbito reproductivo si no se observauna regularidad del mismo colectivo o la inserción de esasaccionesen tendencias más amplias en la misma o en otras ciudades y áreasmetropolitanas.fiscalidad. el objeto mismo a dilucidar por la investigación.en conclusión. Ya no desafiarían frontalmente. legalmenteasignados). las más recientesobras de Castells representaríanuna confirmación de esa caída. la cuestiónesencial.afectados. resultaríamás fructífero elaborar una exhaustivatipología de distintos MSU y una buenateoría holística sobre la sociedaden sus dimensionesestructuralese históricas para adoptar la necesaríadistanciaevaluativaque distingaaccionescolectivassingulares("grupos de presión". lo que defiendo aquí es que ni tan "revolucionario" era antes el papel de los MSU.sus efectosy sus contextosrelevantes.RIS REVISTA INTERNACIONAL LOSMOVIMIENTOS SOCIALES URBANOS. por tanto.Se trata. en el dominio reproductivo. 2002). ni tan "conservador" es ahora.aprovechándoseéstos. OE SOCIOLOGíA N'34. 85 o::. pues.Enero-Abril.. al tiempo que estamosponiendo de relieve la utilidad analítica proporcionadapor las nocionesmás básicasde la sociologíaurbananeomarxista. por 10tanto. En esesentido.a mi entender. Por lo tanto. Pero es convenientenotar que esosvínculos entre lo local y lo global son.Además. no podemosdejar de lado nuestrodesacuerdocon parte de esaescuelapara la que los MSU habrían pasadode un exageradoaugea un casi irrelevante declive.. de analizarlos procesossocialesque protagonizandistintos grupossociales en tanto que parte de un MS (activistas. los efectos de desigualdadgenerados por el capitalismo. c¿~ .Pero no es esa. 2003 ciclo histórico. a una perspectiva en la que cualquier acción colectiva antesconsideradacomo parte de un MSU.El hecho de "descubrir" MSU en la actualidado en el futuro nos exige. existenya MSUquesesalgandeloslímiteslocalistas (conintegración institucional y con fuerte dependenciadel sistemade partidos y de élites parroquiales) y que se adhieran a objetivos más globales de cambio social. sino que pasaríana ser consideradosmayoritariamentecomo unas "perturbaciones" más de la vida local y nacional con las que debencontar los gobiernos.) de MS más amplios (no necesariamentede "masas". recursos. simples campañasde voluntariado. Por otra parte. en acontecimientossemejantesdel contexto social con los que se relacionan y con predominio estratégicode vías no institucionales de acción (Martínez. ni tampoco necesariamente"proactivos" o "progresistas").colaboradores. que no . a menudo.además. es ahora concebidatan sólo con relación a las políticas urbanaslocales.de la decrecientefuerza e impacto público de aquéllos. etc. 1997).sus dimensiones.. en todo caso. simpatizantes. etc. mientras que para el caso en que los efectos eran de regulación (o controlo «reproduccióndel sistemaurbano»)y de reforma «<modificación de un elemento del sistemaurbano») reservabalas etiquetasde "participación" y "protesta".sobretodo las polltl- ". 1991) y el "significado urbano" de esasluchas dentro de dinámicas amplias que pueden llegar a oponerseal orden político y capitalista.esla que consideramosausente en la evolución teórica de Castells aunquese puedanencontrar en su obra algunas indicacionespara seguir por este camino y así lo han hecho algunos autores (Dunleavy. a ellos podrlan acumularselas contradiccionesdel sistema.Enero-Abril. gracias a la unión de los MSU con lo~partidos políticos de izqu~er~ y con lo~ sindicatos. 1991.principalmente. 1993.RIS REVISTA INTERNACIONAL MIGUEL MARTÍNEZ LóPtl etc. en el poder del Estado» (ibid.: Pakulski. etc. 1972: 312).La planificación urbana en general (el "urbanismo" o el "planeamiento urbano".lo que tienen en común. ti I : DE SOCIOLOCíA N' 34. ~¡. «regulandolas contradicciones no antagónicasy reprimiendo 'las antagónicas. tanto como sus condiciones sociales de posibilidad y sus efectosde largo alcanceen múltiples dimensionesde la realidad social. 1982. especialmente en sus momentos de reestructuración(Pickvance y Preteceille.Expresadoen otros términos. en las relacionesde poder comunitarias. en el ámbito de la reproducción de la fuerza de trabajo. Con relación a susefectos. es decir. que afectaranal corazón de las relacionessocialescapitalistasde dominación y a su manifestación en el sistema urbano? Según Castells. los MSU eran la contrapartidadirecta de la planificación urbanay eranevaluadospor susefectosde transformaciónsocial. en última instancia.).). Harvey. 1972: 317). Una estrategiacomo la pergeñadaen estepunto.o !¡ .sin embargo. etc. LOS MSU SEGÚN CASTELLS: ENTRE EL CONFLICTO POR EL VALOR DE USO Y LA REACCIÓN IDENTITARIA .inicialmente. por lo que sólo para estoscasos reservabala calificación de MSU.es decir. 1993).puestoquej~t.por esasdosprácticas. precisamosconocerla estructurade todaslas mencionadasluchasurbanasque coexistenactualmente(su regularidad. La política urbanaestabacompuesta. 86 . Los MSU serian las prácticas que tenderían«objetivamentehacia la transformación estructural del sistemaurbano o hacia una modificación sustancialde la relación de fuerzas en la lucha de clases. ¿Cómo llegaba un MSU a provocar efectos urbanos de largo alcance. Fainstein y Fainstein. podríamosdecir de forma equivalente) consistiria así en la intervención política en "lo urbano".) y su interacción con las políticas urbanas (en el nivel institucional. 2003 ~ -' ParaCastells. Mayer. en las dinámicaslocales del capital.no toda prácticapolítica de oposición social a la planificación urbanaterminabaen la transformaciónde la «ley estructural del sistemaurbano» (Castells. extensión. 1996).asegurandola realización de los interesesde la clase dominante» (Castells. respectivamente. pues. mayor essu importancia. a formas de autogestióny de control vecinal de sus territorios más próximos.con una fuerte autonomía con respecto a los partidos políticos.. por lo menos. la autoconstrucciónde viviendas. Los partidos.o derivadasde contradiccionesen estainstancia. más integrablesresultan en una regulación del sistema»(Castells. el éxito de los MSU se medirá ahora por su eficacia en transformar el "significado urbano" y no todo el sistema urbano. Mientras que el restode movimientos analizadossólo habríanconseguidoincidir en algunosaspectoso dimensiones 87 . conseguiría cambios sociales más allá de los pequeñosefectos locales cuando dichos MSU se aliaran con otros MS más centrales en la nueva etapadel capitalismo postindustrial (aludiendo aquí Castellsal caso del feminismo).Enero-Abril. sino únicamenteuna organización de reforma. 2003 cas y económicas:«cuanto mayor es el número de contradiccionesacumuladas. Los MSU empiezan a ser vistos como esencialmente"reactivos" y como "comunidades"fundamentalmenteimpotentesanteun contextoeconómicoglobal. aunque manteniendo relaciones mutuas siemprequecadaparterespeteel ámbitopropiodeaccióndela contraparte. Cuanto más situadasen lo económico son las contradicciones. mayor es su carga social. . Ahora reconoceráque los MSU ya no tienenun papelprotagonistaen el cambio social dentro de las sociedadescapitalistaso.servía de ejemplo histórico para caracterizar el éxito y prototipo de MSU que alcanzó esosniveles. sobre todo. ParaCastells. Los fracasosde las luchas urbanas en París también a finales de los años '60 y principios de los '70 eran valorados con el mismo baremo. El casode Chile hastael 11-Sde 1973-con susmovimientos de ocupación de tierras.. entre otras referenciasinternacionalesque tuvo en cuenta.Esa restricción estaráen lo propiamente"urbano" y no exigirá que los MSU se alíen necesariamentecon los partidos políticos o con los sindicatos de clase. Eso se conseguiría.posterioresanálisis del movimiento gay en SanFrancisco o del movimiento ciudadanoen Madrid durantetoda la décadade los '70.tendrian su parcela legítima en la política urbana en los sistemas democráticos. Contrariamente. Segúnesteautor.y no deberíanser observadoscomo parte de un "frente popular" ante la planificación urbana.cuantomáspuramentepolíticas o ideológicas.sólo el movimiento ciudadanomadrileño habríaconseguidouna transformaciónglobal del significado urbano.si la accióncolectiva sólo tiene efectos«puramente urbanos».precisamente.condujeron a Castells (1983) a concepcionesbien distintas sobre los MSU. la autoorganizacióncomunitaria de la comida y la relación de los dirigenesvecinalescon el Frente Popular que llevó al gobierno a Allende.sin encadenarentre sí la totalidad de contradiccionessociales. Esa transformación. 1972:321). de todos modos.que tienen unasfunciones más específicasy restringidas dentro de éste. pues.RIS REVISTA WS MOVIMIENTOS SOCIALES URBANOS.pues. departicipación y de protesta. aunquela transformación urbana que podrían alcanzar implicaría. Más bien. entoncesnunca podría constituirse un MSU. Sin embargo. potencialmentemovilizadora. INTERNACIONAL OESOCIOL~IA N'34. los espacioslibres. 1983: 406). entiendepor "significado urbano" <darealización estructural asignadacomo objetivo a las ciudadesen general (y a una ciudad en particular en la división interurbanadel trabajo) por el proceso conflictivo entre los actores históricos de una sociedaddada» (Castells. lo que estabaen contradiccióncon el concepto de ciudad destinadaal provecho. la preservacióndel cascohistórico.étnicamentebasadaso históricamenteoriginadas. 2) «La búsquedade la identidad cultural.). el transporte. esa redefinición de lo urbano que consiguió el movimiento ciudadanoabarcabareivindicaciones como la vivienda.el significado social definido de maneraautónomay la interacción personalcontra el monopolio de los mensajespor los medios de comunicación (.ese conjunto podría agruparse estructuralmenteen tres dimensionesmás básicas: la orientación hacia el consumo colectivo (servicios urbanos con valor de uso). en contradicción con el Estado centralizado y una administración territorial subrodinadae indiferenciada. por lo tanto.)En cualquier lugar dondeseprodujo la movilización..y demandasde participación política (Castells. 2003 MIGUEL M!RTÍNEZ LóPEZ parciales del mismo. 1983: 409).Enero-Abril.» (Castells.» 3) «La búsquedade un poder crecientepara el gobierno local.. la descentralización de los barrios y la autogestión urbana.una ciudadorganizadaen tomo a su valor de uso (.para este autor. de las funciones globales que cada espacio cumple para la reproducción del capitalismo.el cambio social sería. En otraspalabras. donde la deseabilidaddel espacioy de los servicios urbanosse distribuye de acuerdocon los niveles de ingresos. ¿quése quiere decir con "significado urbano"? En primer lugar. se añaden ahora como aspectos nuevos de lo propiamente urbano. En el caso de Madrid. A cambio. 1983: 430-431).. del mantenimiento o la creación de culturas localesautónomas. Al movimiento orientado hacia esteobjetivo lo llamamos comunidad. éstaiba dirigida a la mejora del consumocolectivo. pues. Las dos últimas dimensiones.» .la defensade la comunicaciónentrelas gentes. la enseñanza.RIS REVISTA INTERNACIONAL OE SOCIOLOGíA N' 34.«imponen un nuevo significado urbano en contradicción con el significado urbano institucionalizado y contra los interesesde la clase dominante» (Castells. el conjunto de las prácticas 88 .la salud pública. y la búsquedade la descentralizaciónpolítica y de la autogestiónvecinal: 1) «Lograr para los residentes.. fundamentalmenteuna cuestiónde redefinición del significado urbano: es decir. Aunque también se produzcan conflictos sociales en las áreasde la planificación de las funciones urbanaso en las del diseño de la forma urbana. Los MSU. Pero. la promoción de la vida cultural y asociativa. la organización asociativa y cultural de la vida comunitaria. 1983: 313-314). Sin embargo. aunque podrían solaparse con éstas. De forma complementaria. Los datos recogidos. y sólo en algunos barrios era significativa la constante autoconciencia como clase obrera para el éxito de las reivindicaciones (Castells..431): «Cada movilización de barrio solía estar basadaen una clase. en conjunto. siempre que fuesen "integrales" en el sentido de articular esas tres dimensiones. aun cuando se enfrentabana menudo con la misma policía e intercambiabanmensajesde solidaridadinspiradospor una matriz política común: eran aliados. 2003 sociales de los MSU pierde trascendencia política en el resto de la ciudad y del sistema social y económico: ya no necesitaría transformar esas macrocontradicciones para ser un MS.» (Castells.) Las reivindicaciones comprendíantodos los aspectosde la vida menos el trabajo. 1983: 377). además. políticos y culturales. El tercer aspecto importante de ese estudio era el de los efectos obtenidos o provocados por esos movimientos.. Sin embargo. pero. 1983: 362. serían suficientes las "reformas" en los ámbitos urbanos sub/oca/es. se establecían tres elementos «operadores» de conexión con el resto de la sociedad: uno con matices de clase (la participación de clases profesionales en casi todas las asociaciones estudiadas) y otros dos sin ellos (la relación con los medios de comunicación y la relación con los partidos políticos. Tendrían una «base multiclasista»..En consecuencia. ideología. el movimiento. el protocolo metodológico seguido usaba las posiciones de clase y la conciencia de clase obrera de algunos barrios sólo como «variables de control» que permitían apuntalar los análisis referidos a las tres dimensionesbásicasy a los efectos y éxitos conseguidos en cada dimensión.) Los trabajadoresy los barrios libraban batallas distintas.su adhesiónde clase era una dimensión importante a la hora de definir cada movilización y de fomentar su dinámica en los barrios de clase trabajadora. en importancia analítica. comprendía una pluralidad de clasessociales. Por un lado. siendo esta última la más acentuada en el estudio) (Castells. Castells concluye que las luchas urbanas tendrían una entidad propia y que no serían reducibles a las luchas de clases. Castells rechazaba las explicaciones estructuralistas monocausales: el contexto histórico determinó las condiciones de posibilidad del movimiento.Enero-Abril. imagen y colaboración para producir efectos urbanos. 1983: 362-364). étnicas o de género. que antes tenían las alianzas de clase. le permitían veríficar que las clases medias no eran el componente mayoritario de las asociaciones vecinales de esa época. 1995) mejoraban sustancialmente el análisis sociológico pero parecían tomar el relevo. Estos «operadores» (que podríamos reconceptualizar como «mecanismos de mediación» entre las acciones movilizadoras del movimiento y los contextos sociales más inmediatos: Koopmans. en sus campafiasde organización colectiva. (. N'34. . pero también éste fue modificando ese contexto de 89 .. En segundo lugar. Lo esencial de los MSU sería la diversidad de miembros y simpatizantes que reúnen.RIS REVISTAINTERNACIONAL DE SOCIOL~iA LOSMOVIMIENTOS SOCIALES URBANOS_. no camaradas(. movimientos urbanos y comunidades locales. Al mismo tiempo. 1983: 444).. En el ámbito comunitario y cultural destacó.a pesar de la hostilidad de los partidos de izquierda [. Ahora bien.. este autor reconoce la multiplicidad de MS observados mundialmente en la última década. «Sepodría decir que Madrid cambió porque murió Francoy se establecióla democracia española. En el ámbito del valor de uso del espacio urbano se habían conseguido remodelaciones de barrios de chabolas. 1983: 433). 1997).] Toda la políticay la ideologíaurbanas fueron remodeladasen Españapor el Movimiento Ciudadano y de acuerdo con sus orientaciones. a veces.Y cuando en 1980-1981quedó en gran parte desmanteladoel Movimiento por la izquierda que había accedidoal poder y quedaronparalizadas algunas grandesreformas urbanas. Por esa razón usará ahora indistintamente la terminología de MSU. por todo el mundo seguían apareciendo MSU que iban tomándose el relevo mutuamente y que la crisis urbana seguía «viva y coleando». En el ámbito político se promovieron derechos de asociación. lejos de declinar. pero reserva su valoración como proactivos sólo a algunas modalidades de feminismo y ecologismo. especialmente.También cabe invertir el argumento: el Movimiento Ciudadano fue un factor decisivo para el establecimientode la democracia. sino casi todo lo contrario: sólo alcanzarían a influir en sus gobiernos locales. A partir de estas novedades conceptuales y de los ejemplos empíricos ofrecidos. . la izquierda entró en crisis» (Castells. los MSU ya no eran considerados como fuerzas revolucionarías. rehabilitaciones de viviendas públicas. Los MSU siguen siendo analizados como expresiones 90 . como con la censura impuesta por el propio régimen político dictatorial.Propusoasimismo una nueva serie de objetivos urbanossin el conocimiento y. Enero-Abril.2003 MIGUEL MARTÍNEZ LóPEZ modo tal que se crearon unas nuevas «representaciones sociales» que van a condicionar de nuevo las oportunidades y el desarrollo posterior del movimiento. En su más reciente y celebrada publicación (Castells. la recuperación de las fiestas populares y la dinamización de actividades culturales en cada barrio. 1983: 351-357). exigencias de descentralización administrativa y gran parte de los temas que enarbolarían después los partidos políticos en sus programas electorales (Castells. preservación del centro histórico y participación popular en los procesos de planificación urbana para frenar el acelerado y descontrolado desarrollo metropolitano. Castells sugería que el caso madrileño podía servir como modelo para el resto de MSU en relación con los cambios sociales "exclusivamente urbanos" que podían obtenerse.~ RIS REVI~A INTERNACIONAL OESOCIOLOGiA N' 34. rompiendo tanto con su ausencia producto del aluvión migratorio que arrastraba a poblaciones con desarraigo espacial. pero no en el ámbito estatal. su interpretación del ciclo histórico de protestas urbanas era que. y mucho menos en relación con los «imperios mundiales [de las empresas transnacionales] y las burocracias computerizadas» (Castells. 3) la organizaciónde la «supervivenciacolectiva» en barrios pobresde muchasciudadesy metrópolis del mundo (en forma de Estados del Bienestaralternativos). construidas mediante la acción colectiva y conservadasmediante la memoria colectiva. Por último. serála identitaria o cultural la que gozaráahora de mayor poder explicativo de estasorganizacionesurbanas.lo que 91 .no»).entre otras cosas.basadaésta. Enero-Abril DE SOCIOLOGíA . son fuentes específicasde identidades.pues. 2) su integración en el movimiento ambiental. En gran medida. por lo tanto. Se construyen refugios.«Así pues.a los movimientos nacionalistaso a los fundamentalismosreligiosos. aunqueresultaráevidenteque de ello sederivarátambiénuna exigenciade revisión teórica de lo queentendemos por "lo urbano".en las tecnologíasde la información y en la hegemoníade flujos financieros internacionalesal margen de cualquier control ciudadanoo estatal. LAS OLVIDADAS CRÍTICAS A CASTELLS: LOS PROBLEMAS DE LA AUTONOMÍA Y LOS EFECTOS DE LOS MSU Es dificil desligar el debatesobrela concepciónsociológica que forja Castells.de los fenómenosespecíficamenteurbanosy de los MSU entre ellos.Pero estasidentida- des. habrían continuado su repliegue localista casi a lo largo del mundo entero. ni tampoco se habría producido la esperadaunión con los MSU. Intentaremos ceñimos aquí a discutir el estatutode estosúltimos.aunquecon estudiosde casoa vecesmuy simplistas.Estarían muy limitados localmente ante la globalízacíón económíca. consolidaría su última línea interpretativa. sí. 2003 reactivas. según Castells.sonreacciones defensivas contralasimposiciones del desordenglobal y el cambio de ritmo rápido e incontrolable. la primera polémica que se puede reseñares la que aparecíaya explícita en lasprimerasy durascríticasde Castellsa Lefebvre. este autor señala que durante los años '80 y '90 predominaron cuatro tendencias:1) la integración de los MSU en los gobiernoslocales. Se constataríaahora que ningún MS habría conseguido la centralidad en su oposición al capitalismo. Y de las tres dimensionesdel anterior análisis "estructural".La misma caracterización. las comunidades locales. pero no paraísos»(Castells. en los aspectoslocalistasy menosglobales(las protestastipo NIMBY: «en mi patio trasero. y las potencialidadesde autogestión política (la tercera dimensión de su esquemaanterior) de los MSU se diluirían irremediablementeen las dinámicas de un capitalismo cada vez más compuesto de flujos y redestransnacionales.RIS REVISTA INTERNACIONAL LOS . 1997: 83-87). la terminología que se adoptafinalmente es ya sólo la de "movimientos urbanos" o "comunidadeslocales".Aunque otros autoresbuscaronalgunospuntosde equilibrio entreambasposiciones. atribuye a las luchasétnicas. MOVIMIENTOS SOCIALES URBANOS. 1997: 88). 4) el control espacialy económico de los barrios por bandasjuveniles (Castells.- N' 34 . Éstos. defensivaso conservadoras. sobretodo. De hecho.enla mayoríadeloscasos. En concreto. 2003 REVI~A INTERNACIONAL OESOCIOLOGíA .a la luz de lo expuestoen el punto anterior. En el fondo. mientras que para Lefebvre podía haber múltiples actores participando en luchas específicamenteurbanas(por la creación de espacios libres y autogobernados)y el enemigoseríaprincipalmente el Estadoen tanto que garantede los fundamentosmismos de todo el sistema capitalista (la propiedad privada y las relaciones socialesbasadasen el valor de cambio). MIGUEL MARTÍNFl LóPEZ parececomprobarse.el ámbito de lo urbanoy de la intervencióndel Estado que en Castellsparecíarestringido al "Estado de bienestar"(aunqueesjusto notar que en el "sistema urbano" de Castells los procesosde reproducción de la fuerza de trabajo y la gestión política local articularían social y espacialmentetodos los procesoseconómicosmediante la planificación urbana). es que Castells le fue dandoparte de razón a Lefebvre.RIS N'34. el "optimismo revolucionario" que depositaen los MS basadosen la conquistadel espaciourbano (Harvey. y en las prácticas de "habitar" y de "apropiación" material y cultural del espacio. 1973:cap. reconociendola relativa "autonomía" de las luchas urbanasy la relativa "centralidad" de sus dimensionesidentitarias. en mayor medidaque como productode las determinacionesabstractas(generales) del sistema capitalista. aún desdeplanteamientosafines. Tales fenómenos ampliarían.318-330) y la carenciade una teoría sobrela dependenciadel urbanismoen general(inclu- 92 . el haberconsideradolas luchasurbanascomo más centralesincluso que las luchas de clase (debido a que el capitalismo habría evolucionado hacia una "sociedadurbana" atenuandomuchasde susprincipales contradicciones)y el concebir el espaciocomo producto de la actividad creadorade los sereshumanos. sobre todo.en consecuencia. en la vida cotidiana. Pero también es convenienteanotar que a esteúltimo se le ha criticado. sin embargo. 1984). y no sólo como planificador urbano o gestor de políticas públicas (Gottdiener. 1970) el carácter "ideológico" de su sociología urbana. de susproyectos.Veámoslo con un poco más de detalle. Por lo ya expuestoantes.Enero-Ablil . el predominio de la sucesiónhistórica de "modos de pensamiento. en las formas de organización comunitaria.de acción y de vida" sobre la sucesiónde "modos de producción".no se trataba de dos visiones mutuamenteexcluyentes. por lo tanto. La principal diferencia entreambosautoresestribabaen queparaCastellsexistiría un único actor (el proletariado) que participaría en dos luchasde clase(por el salario directo y por el salario indirecto) frente a dos enemigos(el capitalistay el gobernantedel Estado). En mi opinión. 5-6.no ha sido esala mejor solución.aunquela perspectivamás dialéctica y accionalistade Lefebvre indicaba. a mi parecer. como buena parte del modelo de articulación integral propuesto en La ciudad y las masas.no es dificil percatamosde la convergenciadel segundoCastells con esasideas de Lefebvre.de susmodosde habitar y de susrelacionesen la vida cotidiana. que la urbanización del espacio tenía un origen anterior al capitalismo y su valor de uso habría que buscarlo. sino que me parecen más útiles tanto los puntos de compromiso entre ambos. Castells (1972: 107-117) le criticaba a Lefebvre (1968. etc. En gran medida.porque hay políticas localeso estatalesque concentran una oposición común en varios lugaresy con varias formas de protestadentro de repertorios afines. de lo contrario.ya que seprivilegiaba el análisisexclusivo de la "fuerza social" de la movilización alcanzadapor el movimiento.seguiríapendienteen esacrítica el comprobar que tales luchas urbanasconstituyen MS porque son reiteradasen el tiempo o en el espacio..rechazaronlas mencionadasimplicaciones de esa categorizacióny.- RIS REVISTA INTERNACIONAL LOSMOVIMIENTOS SOCIALES URBANOS. las inversiones en capital fijo.era fácil quedarse sin objeto de estudio (a no ser que la mayoría de casosfueran MSU sólo "por defecto") (Fainsteiny Hirst. tambiénausente en las primeras contribuciones de Castells (posteriorestrabajos de Harvey. Pickvance (1975. la creaciónde nuevasnecesidadesy demandasen el consumo. DE SOCIOLOGIA N'34.etc..como si otras formas de participación urbanano produjeran cambios "significativos" y como si los extraordinarios casosde "auténticos" MSU pusieran tan alto el listón que todas las demásformas de MSU y "participación urbana" sólo fueran una imagen distorsionadade lo que podian llegar a ser. ya que. y 2) que no considerabalos efectosderivados de la relación del movimiento con las autoridadesestatales. 2003 yendo las accionesde los MSU) con respectoa dinámicasmásamplias del capital en el ámbito de lo "productivo" y de lo "mercantil" (la localización industrial. esaperspectiva le obligaba a considerar sólo los procesossocialesen los que se producían "grandes cambios estructurales".calificaron como MSU o simplemente como movimientos urbanos a todo tipo de organizacionesurbanas.pero dejantodavíaotro problemaquetampoco Castellstrató: los efectosde las movilizaciones hacia el interior del movimiento. sin embargo. 1995).En todo caso.protestasy actividades comunitarias.sin embargo. . razonaban. Muchos investigadores. En primer lugar.1994) llegaaunaconclusión semejante y añade queel análisis de los efectosy. del éxito de los MSU propuestopor Castells presentabados serios defectosmás: 1) que no exigía analizar en el mismo orden de prioridad las organizacionesy recursosorganizacionalesde quien componía el movimiento -porque lo principal eran las contradiccionessocialesenfocadas por el mismo--. 93 .). el análisis de las relacionesinternasentre los distintos colectivos (organizados o no) que constituyen el movimiento y la reproducción en su seno de estructurasde poder externas(Villasante. independientementede la escala o la intensidad de los efectos que producían. la especulacióncon los derechosde propiedad. Es decir. desdeel extremoopuesto. se trata de los efectosmenos visibles y no mantienenuna relación de necesidadcon la eficacia en alcanzarlos objetivos explícitos de los movimientos. Un segundo punto de polémica ha sido el énfasis de Castells en analizar los MSU a partir de sus efectos. Esascríticasme parecenválidas.Enero-Abril.Esto setraducíainicialmente en que los MSU sededicabana la revolución y otrasorganizaciones socialesde ámbito urbano a la participación y/o la reforma. sí serán integradospor Castells en parte de su interpretación sobre la evolución postfordista del capitalismo global). 1995). por lo tanto.1985. 1998). la asunción de Castells acercadel carácterprogresistade los MSU (ya seanproactivos. los MSU. las prioridades establecidasentre sus fines. sus enemigos. la concepción y selección de los medios estratégicosde acción y los conflictos grupales o personalesen su seno por imponer esasvisiones de la realidad (Rivas. porque sólo una parte del poder político estaría descentralizado en cada barrio y porque no se vincularían directamentecon las luchas de clases. En relación con los procesospolíticos. así como de las instituciones políticas (no sólo el gobierno municipal en general. Lo urbano y los MSU.valores. ¿quévínculos podemosconsiderar como hipótesis orientadorasde la investigación sobre los MSU. sus observadores. en efecto. combinarían el "sindicalismo de consumocolectivo" con la comunicación y con el poder (Castells. permaneceráen dicha concepciónun hiato que tampoco se vislumbra superadoen los últimos escritos. considerando el rango de connotacionesque tienen sus objetivos y la realidad que interpretan. como los examinadosal principio.) o desdefuera de él (su imagenpública).le impediría prestaratención a los procesosde definición de la realidad desdeel movimiento (sus proyectos. Como respuestaa ese problema. Pickvance (1985). y movimientos para accedera ellos (cuando existen. habría movimientos dirigidos a conseguirel control y la gestión de la vivienda y de los servicios urbanos. o algunasde las experiencias comunitarias "reactivas" que señaladespués).en la segundaetapateórica de Castells se incrementala noción de lo urbano. En una visión 94 . con la producción urbana guiada por los interesesde la acumulación capitalista y con la política urbana de cada ciudad? Para Castells.¿nose habríaperdido por el camino precisamenteel vínculo más directo de los MSU con las contradiccionesesencialesdel sistemasocial?Es decir. no podrían ser ya ni una simple prolongación de los conflictos productivos. étnicaso de género. sus aliados.RIS REVISTAINTERNACIONAL DESOCIOLlM. MIGUEL MARTÍNEZ LÓPIZ Además.etc. propuso una clasificación más específica. una opción posible consiste en revisar la taxonomía que se derivaba de los tres vectoresdel "significado urbano" cuando se generabanMSU sectoriales. pero esatransversalidad sería limitada.Por lo tanto. 2003 .Enero-Abril.iA N' 34. sino lo que distintos agentessociales(incluidos los variados miembros de los movimientos. Posiblementea consecuenciade críticascomo éstas. pues.etc. ni un modelo unificado y restringido del "significado urbano". por ejemplo. pero no se usan o hay desacuerdocon las reglas institucionales en las que se basasu gestión). Sin embargo. percepciones. distinguió entre movimientos para la provisión de vivienda y servicios urbanos(cuandono existen). En relación con el consumo colectivo. aludiendo tanto a los procesosde consumocolectivo (y de gestión política de ese consumo)como a las construccionesculturalesdel espacioy a la autoorganización política popular a escalaslocales o barriales.sino los procesos de planificación o de recaudaciónde impuestosen particular). a mi parecerde forma valiosa.) construyen a lo largo de un proceso continuo (aunqueno infinito) de conflictos socialesy de intervenciones espacialesy materiales. en su relación con las clasessociales. 1983:430-432). lo culturalo lo político. además de aquellosque articulen alternativasintegralesen las tres dimensiones). en este sentido. a menudovaloradocomo "defensivo" o "reactivo".A pesar de sus virtudes analíticas y complementariedad.¿nosefijan sólo en los efectosvisibles de los movimientos y no en los orígenessocialesde sus componentesni en sus proyeccionesideológicas (Lowe. como se verá a continuación. . El debateentreambosautores(Castells.Enero-Abril. acaso. estataleso interestatales).centroscomercialeso carreteras.tanto como un carácter exclusivista y discriminatorio.pero Pickvance separa la centralidad del Estado en cada movimiento y no presuponela homogeneidad y el progresismo transformador de los MSU.MSU de colectividades "afectadas" (algunosde los defensivosy conservacionistas. en todos los niveles de la tipología un debatepermanenteentre acción y conoci- miento. Avanzandosobre la tipología de Castells.o la okupación de viviendas y centros sociales contraculturales). y entreformas deconcebir larealidad urbanaque sepretendeapropiary transformarsocialmente(Villasante..por ejemplo) y MSU "alternativos" (quetendrían una proyección global.MSU globales(donde encajaríanalgunasde las demandasfeministas o de la ecología urbana. 1998.1985.-~ RIS REVISTA INTERNACIONAL WS MOVIMIENTOS SOCIALES URBANOS. como demoliciones.1986)pusode manifiesto que hay algunassemejanzasestructuralesbásicas. pero prácticas locales muy rupturistas con las instituciones. el nivel político no implicaría sólo los niveles locales.entrelapoblación y laplanificación.los problemas urbanosasí enfocadostambién de la incumbencia de otros MS no exclusivamenteurbanoscomo el feminismo o el ecologismo?.¿nohay. etc.estaríanlos movimientos defensivosanteamenazasfisicas a la vecindad.el nivel del consumocolectivo distinguiría ahora entre demandasde bienesy servicios que no existen y demandas por el uso de esosbienesy servicios. DE SOCIOLOGíA N'34.quedanpendientesalgunos parámetrosteóricos relevantespara entenderde forma holística los MSU.pero también aquellos sectoriales que limitan su movilización a resolver su propio problema de vivienda asequible. acaso.y el nivel comunitario. renovacionesurbanaso planes de desarrollo que implican construccionesde industrias.Pero. 95 c . mientras que Castells enfatizaría algunos de los aspectosde creatividad cultural y de autobogiernopolítico de las comunidadesurbanas. cuando existen pero son administradosde forma no equitativa. como las apropiacionesfestivas y anticapitalistasde las calles de Reclaim the Streets-McKay.1995)? Creo. permanecen.problemas de fondo en ambastipologías: ¿no son. que se podría denominar como de "proximidad espacial". sino también los de ámbito mayor (regionales. que convendríamás una distinción entre MSU secto- riales(comolosreferidos enlo económico.Pickvance.. incluiría acciones anteamenazasfisicas de la reestructuracióncapitalistay conflictos culturales que pueden tener un signo progresistaen la apropiación del espacio.o ante amenazassocialmentepercibidas. 1986)?.cuando no intentanuna completaarticulación entreesasdimensiones). como la instalación en un barrio de familias pobres. 2003 más materialista de la dimensión comunitaria.a mi entender. de una minoría étnica. de un grupo social marginado. hacia fuera y hacia dentro de los propios movimientos.íA N' 34. a la vez que se debe examinar el alcance transversal de sus efectos. sobre todo). sino que los usa de un modo exclusivamente con textual. 1993) o la refuerzan (como los movimientos conservadores de clases medias norteamericanas que se negaron a pagar impuestos en los '80: Fainstein y Hirst. Se decide ahora Castells por una teorización de rango medio en la que no espera encontrar leyes generales de funcionamiento de los MSU ni del sistema urbano independientemente de cada contexto (político. En concreto. cuando algunos aspectos contextuales de este caso son dificiles de encontrar en otros (como la ilegalidad de los partidos políticos en un régimen dictatorial. Una consecuencia de esa concepción es que acaba considerando unas pautas generales de los MSU a partir del caso del Movimiento Ciudadano de Madrid. LOS CONTEXTOS DE LOS MSU . el hecho de que se consigan amplios efectos visibles de transformación social del capitalismo. Pickvance (1985. 2003 MIGUEL MARTÍNEZ LóPEZ En conclusión. aparentemente en contra de sus propios postulados teóricos. 1995). le cuestiona que sólo tenga en cuenta aspectos contextuales cuando tienen efectos directos en los movimientos y sugiere.-- RIS REVISTA INTERNACIONAL OE SOCIOUM. en esa segunda etapa de sus estudios no dudó en observar un constante crecimiento de los MSU en amplias zonas del mundo. que el énfasis analítico se sitúe en observar las relaciones entre los movimientos y los aspectos contextuales que se consideren relevantes para entender el conjunto 96 .Enero-Abril. Sin embargo. sin prestar la suficiente atención a las particulares relaciones contextuales de cada indicio. si es que asumimos que todo movimiento precisa una cierta persistencia en el tiempo. las polémicas cuestiones hasta ahora presentadas nos indican la necesidad de precisar la articulación entre los distintos tipos de movimientos urbanos y las distintas dimensiones de lo urbano que implican. como parte del contorno en el que actúan los movimientos. En concreto. pues. por ejemplo). aunque sí es necesario evaluar en qué medida formulan demandas que cuestionan la dominante organización urbana o del espacio en general (Mayer. pero tampoco se deberían reducir los MSU a simples organizaciones comunitarias más o menos aisladas. en consecuencia. económico y cultural. No hay por qué presuponer el carácter progresista de los movimientos. es decir. centrando el análisis en éstos y no en las relaciones entre ambos. EXPLICATIVOS Y LAS RELACIONES INTERNAS Un tercer problema presente en las investigaciones de Castells es el referente a los aspectos con textuales de los MSU. la cuestión no es que esos aspectos estén ausentes de sus estudios. No es un criterio suficiente. una mínima coordinación o intercambio entre las organizaciones que lo componen o réplicas de organizaciones y movilizaciones en varios lugares de una ciudad o en varias ciudades al mismo tiempo. 1986) orienta la parte fuerte de su crítica a Castells hacia ese punto. marginación y represión ejercidaspor el Estado o por empresas privadas. tiempo. las ideologíaspolíticas a escalalocal y las relaciones de cooptación. Enero-Abril . La virtud de esemodelo de análisis reside en la formulación de criterios de evaluación de la relación entre los movimientos y sus contextos significativos. 3) el contexto político en la medida en que existan movilizaciones políticas más amplias que las de los movimientos. Para Pickvance. Lowe consideraque: 1) ningún modelo serefiere a las estructurasde poderurbanas que puedenmarcar de forma oculta la agendapolítica y. En estaúltima propuesta. por lo tanto. Como sepuedever en el casodel movimiento de okupación. por lo que la simple presenciade MSU o su crecimiento cuantitativo no significa que esos movimientos seanrelevantesen su contexto. 2002). Por otra parte.Pastor.por lo menos. a pesar de la advertenciateórica. menosvisibles queotroscomola legislaciónespecífica(civil o penal)queafectaa esapráctica o las situacioneslaborales y económicasde la población joven vinculada a ese movimiento (Martínez. el modelo de Pickvance pareceintegrar todas las críticas que le dirige Lowe (1986: 152-186)acercade la necesidadde tener en cuentala base social de los movimientos. 1998).aunque su conflictividad urbana y su relación con otros MS hayan sido decrecientes(Alberich. Pero Lowe también mantieneuna crítica a toda tentativa exclusiva por modelizar los procesossocialesrelevantesparala explicación de los MSU. Un ejemplo de ello es el mantenimiento e incluso el crecimiento del movimiento vecinal en Espafia en las dos últimas décadas. sepuedendistinguir contextosrelevantesparaexplicar el MSU como la "condición juvenil transitoria" o las limitadas competenciasmunicipales en materia de vivienda.. 97 . la no-acción de los movimientos.4) el desarrollo de las clasesmedias y de sus recursosen habilidades profesionales. como el desempleoo los cambios culturales promovidos por otros MS (los juveniles o pacifistas. contactos. 2) la acción tolerante o intolerante del Estado hacia los movimientos. independientementede quedichos aspectoscontextuales tengan efectos visibles sobre el movimiento. el tipo de ideologías de clase o segúnotros parámetrosque esténactivos en la política urbana. y su intervención en materias de consumo colectivo. y se dan variaciones dentro de cada país que puedendar lugar a la coexistenciade distintos tipos de movimientos (por ejemplo. por . 2003 de procesossocialesimplicados. ejemplo).y la efectividad institucional y de los partidos políticos para encauzarlos conflictos sociales. dinero y afiliaciones asociativas.cinco dimensionescontextualesrelevantescon relación a los MSU: 1) los periodosde rápidaurbanizaciónqueconllevancarenciasurbanas de vivienda o servicios públicos.. 1993.RIS REVISTA INTERNACIONAL WS MOVIMIENTOS SOCIALES URBANOS. DE SOCIOLOGIA N'34. parece continuar la insistencia en los "efectos visibles" de las relaciones entre los movimientos y sus contextos. 2) no es posible decidir qué sociedadesson las excepciones o la regla con respectoal modelo.5) los aspectoseconómicosy sociales que favorecen u obstaculizan el desarrollo de los MSU. Aparte de los problemasparticularesque halla en los modelosde Castellsy de Pickvance. podrían identificarse. pero estánseveramentelimitados por su incapacidadpara mantenersu movilización en el tiempo y susobjetivos programáticossin caer en la "rutinización" o absorciónpor parte de la política institucional y de las políticas públicas de la Administración. pero que. Villasante et al..Éstaestambién la perspectiva de Fanstein y Hirst (1995) quienessugieren-a pesar de aceptarla mencionada posición dual de Castells. ~ RIS REVISTAINTERNACIONAL DESOCIOl~iA .. en Europa y Norteamérica (aunqueseríamuy discutible su validez.. el frecuentefinal de los MSU con la transformaciónde susorganizacionesy activistasen proveedoresde serviciospúblicos.La ambigüedadresidiría. N' 34 Enero-Abril 2003 . pasando a considerar una mayor autonomía de los MSU como una parte más de la esfera de la «sociedadcivib>. sino también con relación a las consecuenciasque se derivan de ellos. los vínculos reales con corrientes de nuevos MS como el pacifismo y el ecologismo en Alemania. enuncian las siguientesconclusiones(o "pautas de convergencia") de sus análisis de MSU. 1986: 189-193). 1994): 1) Los MSU pueden obtener impactos sustanciales en la política local o nacional. 1993).. y la constante relación de los ciclos de protesta con las políticas económicasy cambios en los modelosde acumulacióncapitalista(Mayer. . Creo. ya que en la esfera política (en el Estado) los partidos tendrian sus propias funciones. 1995). Con frecuencia.-é". En concreto. De ese modo. por lo tanto. la policía y las empresasmultinacionales ejercerianuna dominación que ningún MSU puedeeludir.en marcosde reestructuracióneconómica. se argumenta. desde los años '60 hasta mediados de los '90.por ejemplo). en todo caso. y seriannecesariosotros MS y «operadores organizacionales»(massmedia y profesionales)para catalizar cambiosdesdelas basessociales(Lowe. a grandesrasgos. en las experiencias latinoamericanas:Friedmann. que lo más importante de su contribución es el hacer explícitos los problemas de la evolución teórica de Castells no sólo con relación a sus limitados análisis contextuales.que un análisis comparativo de las relacionesentre movimientos y contextos puede hacersetambién en base a efectos no visibles pero probablementemás explicativos que otros aparentementemás visibles (en cantidad de personasmovilizadas o protestasrealizadas. De ahí que sostengaque los MSU continuarian siendo una fuente de cambio social. no se diferencia mucho del conjunto de cuestionesenunciadas por Pickvance.Castells esquivaria el problema de la relación entre los MSU y las nuevas situaciones laborales para la clase obrera. : :'rf MIGUEL MARTÍNEZ WPEZ movimientos por los derechosétnicos y por la exclusión racial al mismo tiempo: Fainstein y Hirst. pero difusa: es decir. Por esasrazones. que en realidad no podrían producir cambio social alguno por sí mismos. en que más autonomía conceptual de los MSU significaría más dependenciareal de otros actores. 1992. 98 " ~':'~ -" . Otros analistastoman mayor distanciafrente a esaposición de Castellsy optan por indagarcontextualmenteen: la heterogeneidadde experienciasde MSU existentes. por ejemplo. Lowe propone una agenda de temas políticos y sociales que tienen una relación relevante con la movilización de los MSU.. Más aún. incluso con partidos políticos. desconocidospor muchosde los comentaristasinternacionalesde la obra de Castells (Villasante. Desde estosplanteamientos se sugería. 1998). 1998) o en su modalidad extrema. 1989). 2) El principal foco de tensiónde los MSU seda en la relacióncon los gobiernos locales. 1990).- ii~~~-:~~-~~ RIS REVISTA INTERNACIONAL WSMOVIMIENTOS SOCIALES URBANOS. los MSU muestranuna incapacidadsistemáticapara establecercoaliciones duraderascon otros colectivos. dequesecentraría másenel proceso demovilización que en las relacionescontextualesdel movimiento). . en la metodología de análisis adoptada(a pesar.omitidas. la caracterizaciónde la composición de esemovimiento como interclasista tampoco habría tenido en cuenta la diversidad de estilos y de comportamientos de las distintas organizacionesque integraban y dinamizaban el movimiento. independientementede su ideología o de otros aspectos. 4) Aunque existe una amplia proclividad a que las clasesmediasprotagonicen la mayoría de los MSU. de forma contradictoria.o bien a carecerde los recursosbásicos(públicos) para proseguir sus movilizaciones. Nt 34 Enero-Abril 2003 el propio Estado se encargade adoptar las innovacionesde los MSU para suministrar servicios públicos.. que las cuestionesde clase social y de diversidad 99 ~ .. colateralmente. y puede conducirles o bien a ser cooptadospor éstos. aunque. Se trataría de entendercómo en dicho estudio de caso no se aclararía suficientementela composición de clase y organizativa del movimiento. 3) A pesar de las llamadasa las alianzas de clase o con otros MS. sobretodo. por ejemplo). en gran medida. lo que se ha pretendido simular en muchasde las iniciativas municipales de promoción del voluntariado o en la llamada "planificación estratégica"(Martínez. Este autor señalaba. sus dinámicasinternasmás relevantes. Villasante et al. DE SOCIOLOGíA . véansesus intervencionesen la obra colectiva editadapor Touraine. no por puntual (con respectoal casoempírico del Movimiento Ciudadano de Madrid en la Transición) resulta a mi entendermenospertinente para señalar problemas teóricos de fondo.comohemos apuntado. su especificidad histórica y. 1984. 1999). que las mayores capacidadesmovilizadoras se observaron en los barrios mayoritariamente obreros. afirmaba que los MSU tenían predominantemente una base interclasista y que separabanclaramente sus actividades urbanas de las más específicamentelaboraleso de clase (para mayor claridad sobreestepunto. 5) El nexo común de todo tipo de MSU. Esos dos aspectosson los que sí pusieron de relieve otros analistas del mismo movimiento.por contra. las propuestasdel "municipalismo libertario" (Biehl y Bookchin. existen también muchos basadosfundamentalmenteen identidades étnicas o según otras identificaciones (en relación con la vivienda. . La última cuestión problemática de los análisis de Castells que quiero mencionar.es una constantedemandade participación ciudadanaen las tomasde decisionesmunicipalesy en la gestiónurbanalocal (cuyos ejemplosmás evidentesserían los "presupuestosparticipativos") (Abers. Esa explícita (aunque débil) continuidad histórica vendrá dada también. las tipologías de la vida cotidiana de las distintas vecindades.. . así como en una cierta continuidad con luchas reivindicativas más aisladas y concretas que tuvieron lugar incluso durante las primeras décadas del franquismo. en todos los temas comunitarios. formando incluso "multimovimientos 100 sociales": las Comisiones Obreras de barrios. muy diferentes de los conflictos de otros barrios. donde el desconocimiento entre vecinos es mayor. conviene detenerse un poco más en esas contribuciones alternativas que pueden ser de utilidad general para guiar sucesivos análisis. sobre todo. donde la gente no sólo se autoconstruyó sus chabolas. 1984: 92-97).RIS REVISfA INTERNACIONAL DESOCIDLOGIA . y de una decisiva importancia. de conocerse todos. Para explicar las dinámicas sociales que permitieron la organización en cada barrio. de vida en las calles. precediendo a la explosión de los años sesenta. Palomeras.que la tipología del barrio. sino a todas la relaciones de convivencia y vecindad en el plano "comunitario". y podrá explicar el surgimiento del asociacionismo de los '60 y '70. sino que tiene como elemento de complejidad. todo esto posibilita unos movimientos asamblearios y de contacto diario y hablado. sino que se ayudaron unos a otros durante veinte y tantos años.O sea. que actúancomo detonadoresy mantenedoresdel con- . la luz. Por otro lado. flicto. de la vida cotidiana: «La relación entreproducción del espacioy movimientos socialesno es mecánica. se concretaría la diversidad del Movimiento Ciudadano dando cuenta no tanto del interclasismo de sus miembros. de trabajar en la construcción un alto porcentaje (lo que implica relaciones en el barrio para saber de trabajos fijos o de chapuzas).. Y en un barrio además de casas bajas. como de los distintos papeles desempeñados en cada barrio por asociaciones no estrictamente vecinales. por acontecimientos y tendencias más globales. la solidaridad fue algo muy natural. a la fuerza.. Pero no nos aclara ni las formas ni los momentos. donde convocatorias con panfletos o carteles se hacen imprescindibles» (Villasante.] Por ejemplo. Por lo tanto. Villasante sitúa primero los MSU en el contexto de toda su diversidad asociativa interna y externa. 1984: 108-111). carencias básicas en los barrios periféricos de las áreas metropolitanas con rápido crecimiento inmigratorio) (Villasante. etc. N' 34 Enero-Abril 2003 MIGUEL MARTÍNEZ LÓPEZ organizativa debían ser incluidas como dimensiones centrales de los MSU y no sólo como "variables de control". ni los agentesprincipales. no sólo en la casa.nos lleva a la clave de las reivindicaciones y de los motivos de contradicción entre los usuarios y el sistemaeconómico y político. sino en el agua. las parroquias. procedentes de otros países (corrientes cristianas progresistas. [. radicalismo de izquierdas distanciado de la Unión Soviética. . si sólo seconsideradesdela producción del espacio. visibilización de nuevos colectivos marginados a partir de mayo del '68 y. este autor proponía atender no sólo a las reivindicaciones más manifiestas. RIS REVISTA INTERNACIONAL LOS MOVIMIENTOS SOCIALES URBANOS. OE SOCIOLOGíA N' 34. trataría de conocer la forma concreta que adoptan los conflictos. para lo cual se compondrá un esquema de redes de relaciones sociales cuyos elementos básicos (élites. por lo menos hasta 1979 (Villasante. sectores activos. grupos animadores. Debido a su alta «movilidad. para explicar lo que tenían de verdaderamente novedoso y el clima de euforía que representaron. 1984: 119). versatilidad y formas muy locales de aparecer y de organizarse». A las dimensiones de la vida cotidiana y a las redes de relaciones entre distintos sectores en los barrios.. etc. igualmente preeminente. La lucha contra la dictadura y la ruptura democrática promovida serían. .pero lo peculiar de la etapaque va de finales de los añossesentahastafinales de los setentaes que se abrieron posibilidades de experimentar desde los barrios unas luchas y unas movilizaciones que seentendíancapacesde suponeruna transformaciónradical de la ciudad. habría que añadir el sentido global que tenían los proyectos de transformación social insitos en los movimientos: su horízonte político. y a lo que hay que añadir que la perspectivade la caída de la dictadura 101 . bases potenciales y procesos de comunicación con los respectivos "imaginarios" de cada colectivo) contextualizarían de forma más global el proceso de movilización del MSU. Esto animaba a los grupos. sino que serían los «comunicadores informales» quienes decidirían finalmente si la vecindad se moviliza o no (Villasante. Por último. los comerciantes. Por otro lado. 1984: 111-113). las cooperativas. más allá de sus reivindicaciones concretassobre el consumo colectivo. en el caso de los llamados "sectores activos" (a veces denominados "comunicadores informales" y "colaboradores" con el movimiento) se llega a considerar que estos colectivos sociales. 1984: 115). sus alternativas de sociedad y de ciudad. sin duda bastante politizados. que actuaban en los barrios. preocupados por luchas concretas más que por grandes ideologías o transformaciones sistémicas. los motores (o «analizadores») del movimiento. lo que lo cohesionará como tal. como se conocen en la literatura sobre MS: Tarrow. trascendiendo las luchas concretas. debido a que las estructuras de éstos eran suficientemente rígidas como para no poder imponer líderes locales y consignas demasiado sectarias. Con base en esas redes se podrían observar dinámicas sociales latentes como la impermeabilidad de la mayoría de asociaciones (los "grupos animadores" compuestos por activistas conscientes de los problemas generales) a la dominación por los partidos políticos.Enero-Abril. 2003 las asociaciones deportivas y escolares. serían las "claves de los conflictos" urbanos. no sólo complementarían la labor de los grupos formales (las "organizaciones del movimiento". puesto que estaban encargados de descentralizar la difusión y la movilización a ámbitos mínimos de la calle o de bloques de viviendas. según este análisis. (Villasante. las escuelas de educación popular. En tercer lugar. una línea de análisis de estos movimientos. Villasante proponía un análisis de los contenidos más latentesde los movimientos. «Siemprehubo movimientos ciudadanospor problemasconcretos. 1994).
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