1Índice I. Introducción. II. La causa Malvinas en sociedad. III. A modo de conclusión. IV. Anexo documental. V. Bibliografía. 2 I. Introducción En el presente trabajo monográfico se realizó una indagación exploratoria en base a cómo el Gobierno Argentino y la sociedad habían recibido a los veteranos de Malvinas, luego de finalizada la guerra, y cuáles fueron los beneficios (o no) que se le fueron otorgados, en relación a los servicios públicos, por ser considerados un sector social distinto. También observamos cómo es la relación actual del Estado y de los veteranos de Malvinas. Así pues, como tema elegimos investigar el impacto de la problemática social que presentaron los veteranos de Malvinas, en relación a las políticas públicas, y a cómo el Estado y la sociedad, tanto de 1982 como actualmente, lidian con este suceso. Como marco teórico, utilizamos determinadas citas que, a nuestro entender, contienen los aspectos más relevantes para la realización del presente trabajo. Una de ellas es que “la salud es un derecho humano y parte fundamental del derecho a la vida, así como un deber del Estado” 1 . Continuando con este tópico, Silva agrega que “la salud y la enfermedad son resultado de procesos sociales macro, que producen distintas modificaciones de acuerdo a las características socioculturales, educacionales y económicas de los pueblos. Asimismo está íntimamente relacionado con el papel de los gobiernos y la sociedad civil que hasta el día de hoy los margina (a los veteranos) en lo laboral y en la salud, en lo educativo y cultural” 2 . Otra temática que tratamos es la cuestión de la guerra y cómo influye ésta, no sólo en el significado per se de la muerte, sino en cómo ésta repercute en el ámbito familiar, y por ende, en la sociedad y el Estado. Esto lo podemos ver claramente a partir de la siguiente cita: “La guerra constituye, en efecto, la donación máxima de un familiar y la expresión más evidente de la desigualdad implícita en esta reciprocidad supuestamente igualitaria entre Estado y sociedad” 3 . Además, “el Estado debe compensar al ciudadano herido o a los parientes del muerto por haber tomado un hijo, un esposo o un padre de esa familia. Y si se trata de un herido, las Fuerzas Armadas tienen la obligación de garantizar tratamiento médico y psicológico por el tiempo que sea necesario” 4 . Son todos aspectos que nos llevan a pensar que “la inequidad social es un factor que agrava la situación de los ex soldados, ya que la mayoría de ellos 1 SILVA, María Alejandra. Trabajo infantil y salud: cien años después de Bialet Massé. Jujuy. 2004. 2 SILVA, María Alejandra. “Vivir la Guerra de Malvinas desde <adentro>: una historia familiar”. En la Sección Derechos Humanos. Boletín Virtual Enredando. Rosario. Santa Fe. 2006. pág. 25. 3 GUBER, Rosana. De chicos a veteranos. Memorias argentinas de la guerra de Malvinas. Buenos Aires. IDES/Antropofagia. 2005. pág. 43. 4 Ibídem. pág. 43. 3 provenía de sectores pobres y nunca pudo encontrar un empleo digno, lo que aumentó el estrés y la inseguridad que venían arrastrando desde el fin de la guerra.” 5 En base a esto, planteamos cómo la Guerra de las Malvinas (tomando como marco espacio- temporal la Argentina, y las Islas Malvinas, Georgias y Sandwich del Sur, entre 1980 y 1983 [más específicamente el año 1982], y la situación vivida por los ex combatientes, durante la guerra y actualmente) tuvo un fuerte impacto en la vida de los veteranos, teniendo en cuenta el “análisis” de las entrevistas realizadas y las fuentes tanto directas como indirectas que sirvieron para poder plantear el problema. También observamos la actitud del Gobierno Argentino y la sociedad, frente a los veteranos, cuando finalizó la guerra y actualmente, partiendo de algunas preguntas iniciales que fuimos respondiendo a lo largo del trabajo: ¿Cómo vivieron los veteranos la guerra?, ¿Qué actitud tuvo el Estado argentino al regreso de los soldados?, ¿Y el conjunto de la sociedad?, ¿Qué ocurrió después, durante la democracia, con los ex combatientes? Y en la actualidad ¿Cómo nos comprometemos como sociedad frente al tema? Con respecto a las fuentes directas, apelamos a los diarios de la época, revistas, y a las entrevistas realizadas a veteranos de Malvinas siendo éstos militares (de rango), testimonios de soldados raso (particularmente el caso de Juan Carlos Recheni), veteranos no reconocidos, y a un civil (con esto nos referimos a personas que pertenecen a la ciudadanía argentina, sin pertenecer al ámbito militar, ni haber participado activamente en la contienda), y así pudimos observar y analizar los distintos puntos de vista de los distintos actores sociales que vivieron directa o indirectamente la guerra. Las fuentes indirectas que utilizamos fueron distintos libros que nos brindaron información sobre los temas planteados anteriormente. Los elementos con los que trabajamos, y que nos resultaron de mayor atracción fueron noticias de diarios, y libros de autores que hacen referencia al tema a explicar. De este modo, planteamos como hipótesis cómo la Guerra de las Malvinas tuvo un fuerte impacto social e individual en los veteranos. Social, en tanto la falta de respuestas de reconocimiento hacia ellos por parte del gobierno y la sociedad argentina; individual, en tanto ellos esperaban una mejor acogida y gozar de mejores beneficios generales. A modo de cierre, redactamos nuestra conclusión del tema trabajado. Sin intención de cerrar esta temática, pues la consideramos compleja; y por otra parte, somos conscientes de las limitaciones del presente trabajo. 5 González, Cecilia. “Suman más de 500 suicidios de veteranos de Malvinas” [en línea]. Noticiasaollatino.com [consulta: 4 de junio de 2013] <http://noticias.aollatino.com/2012/03/27/suicidios-veteranos-las-malvinas/> 4 II. Antes de comenzar con el desarrollo de nuestro trabajo, presentaremos una breve reseña histórica: Hace 31 años, el 2 de abril de 1982, cerca de cinco mil soldados argentinos desembarcaban en las Islas Malvinas, dando inicio a un conflicto armado con Gran Bretaña, en el que murieron cerca de mil soldados argentinos (649) y británicos. La invasión del archipiélago, cuya soberanía era y es reclamada por Argentina, fue planeada por la Junta Militar, en momentos en que crecía el descontento popular por el deterioro de la situación económica y el conocimiento sobre las violaciones a los derechos humanos que amparaba el régimen militar. El gobierno del General Leopoldo Galtieri desoyó al Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas y al secretario de Estado de los Estado Unidos, Alexander Haig, quienes exhortaban a la retirada inmediata de las tropas argentinas. La Junta Militar basó su acción en las siguientes suposiciones: Que el Reino Unido no reaccionaría con violencia. Que EE.UU se mantendría al margen. Que se podría controlar la crisis y, por lo tanto, habría negociaciones por la cesión de la soberanía. Luego de unos días, Gran Bretaña enviaba una flota militar de más de 60 buques, con miles de soldados a bordo, muchos de ellos mercenarios, para recuperar el territorio tomado por los argentinos, que nunca imaginaron que todo desembocaría en una guerra, ya que, su soberanía no estaba en discusión para los argentinos sino su posesión efectiva en virtud de la ocupación británica. Pero la declaración no oficial de la guerra tomó lugar con el hundimiento del Crucero ARA General Belgrano, buque no combatiente, hecho ordenado por Margaret Thatcher. Las Naciones Unidas y el gobierno de Perú intentaron negociar un acuerdo de paz, pero las propuestas fueron rechazas tanto por el gobierno argentino como por el de la Primera Ministra británica, Margaret Thatcher. Después de 74 días de lucha y enfrentamiento, la guerra concluyó con la rendición de Argentina el 14 de junio de 1982. La victoria permitió a Thatcher recuperar su capital político y así ganar su reelección en el año 1983. Pero para la Argentina, la apabullante derrota y la sangre derramada en Malvinas dio lugar al fin de la dictadura miliar y al comienzo de un período de transición a la democracia. Tanto Gran Bretaña como Argentina reanudaron sus relaciones diplomáticas en 1990. A partir de esa fecha, ambas naciones han firmado convenios sobre exploración de petróleo y pesca en las aguas que 5 rodean el archipiélago, debido a un acuerdo llamado “política del paraguas”, el cual permite el desarrollo de empresas conjuntas sin discutir la soberanía de las Islas Malvinas. 6 Para comenzar, la Guerra de Malvinas (1982) dejó secuelas imborrables en la memoria y en la salud de muchos de los que fueron protagonistas de esa contienda. Actualmente, contamos con un saldo de lesiones físicas y psíquicas muy alto para lo que duró el conflicto (74 días); a los 649 soldados argentinos fallecidos [323 durante el hundimiento del crucero General Belgrano y 326 en el archipiélago], y 1068 heridos, se agrega el gran índice de suicidio, y aunque el Estado no tenga cifras oficiales, ronda alrededor de las 350 personas (quienes no pudieron superar y/o lidiar con la situación, una vez finalizada la guerra, en su gran mayoría soldados raso) 7 , y los 123 soldados argentinos N/N que se encuentran, hoy día, en Puerto Argentino. Pero, con respecto a la cifra de 350 suicidios (estadística realizada en 2006), durante el año 2012 se realizó nuevamente un estudio oficial que reveló que el 58 por ciento de los más de 20 mil ex soldados sufría de depresión y que tres de cada 10 reconocía haber tenido pensamientos suicidas. De hecho, actualmente se estableció que hubo más de 500 suicidios de veteranos de Malvinas hasta la fecha 8 . Muchas de las consecuencias se traducen en incapacidades y discapacidades; que hacen muy ardua la vida de estos veteranos que adquirieron las mismas por cumplir con un deber, a lo que se adhiere un entorno social indiferente, y muchas veces de discriminación. Asimismo, el Centro de Veteranos de Malvinas de Rosario aseguró que el 60 por ciento de los veteranos no pudo resolver su situación laboral tras el conflicto bélico, lo que agravó una paulatina reinserción social. También añadió que la tasa de suicidios es de 8,2 personas por cada 100 mil habitantes, pero en el caso de los veteranos de Malvinas el equivalente se dispara hasta un nivel de 108,7 por cada 100 mil habitantes. Con el fin de subsanar parcialmente el olvido en el que han quedado los veteranos, la presidenta Cristina Fernández de Kirchner inauguró en febrero de 2012 el Centro de Salud de Veteranos de la Guerra de Malvinas. 9 La guerra de 1982, breve pero intensa, constituye el único enfrentamiento militar convencional en el que participó la Argentina desde el último cuarto del siglo XIX. Es por ello que a partir de la derrota 6 PALERMO, Vicente. Causa Malvinas, diplomacia y guerra. Una mirada de la historia a la luz de contribuciones recientes. Madrid. Libros, Historia y Política. Volumen 16/2. 2006. 7 Galak, Oliver. ”No cesan los suicidios de ex combatientes de Malvinas” [en línea]. Lanación.com.ar. [consulta: 4 de junio de 2013] <http://www.lanacion.com.ar/784519-no-cesan-los-suicidios-de-ex-combatientes-de-malvinas> 8 González, Cecilia. “Suman más de 500 suicidios de veteranos de Malvinas” [en línea]. Noticiasaollatino.com [consulta: 4 de junio de 2013] <http://noticias.aollatino.com/2012/03/27/suicidios-veteranos-las-malvinas/> 9 Ibídem. 6 sufrida por las fuerzas armadas argentinas, el símbolo de Malvinas ha experimentado nuevas resignificaciones, que lo asocian a la muerte de cientos de jóvenes, a la frustración del orgullo nacional y al régimen militar más cuestionado de la historia Argentina. Pero a pesar de la gran cantidad de soldados conscriptos (10.000 aproximadamente) de 18 y 19 años, y 5000 soldados profesionales, y luego de mucho luchar, las tropas argentinas fueron derrotadas. “De esta manera la imagen de los jóvenes en la guerra de Malvinas sufrió un cambio fundamental a partir de la derrota de 1982. Héroes y depositarios de la esperanza nacional durante el conflicto, pasaron a ser víctimas de su inexperiencia a partir de junio de 1982. La guerra misma fue un elemento para sentar precedentes en la discusión política en el final del Proceso de Reorganización Nacional. Desde la sociedad, el fracaso posibilitó la crítica a instituciones que habían regido férreamente al país hasta ese momento”. 10 Así es como la guerra constituye un hecho traumático para la sociedad en general. Es un suceso extraordinario que siempre deja secuelas. Genera daños irreversibles, físicos y psíquicos y sociales, tanto en las personas que participan directamente como en el grupo familiar. De modo que la vida de estos jóvenes, tuvo un antes y un después de la guerra en la salud, en su inserción social y significó una carga emocional importante para quienes participaron en ella, la relación con su familiares, amigos, conocidos, todo cambió por completo. Con la pérdida de la guerra, ya no se los consideraban héroes, sino que eran vistos y condenados simbólicamente por la sociedad, dándoles la espalda y evitando hablar sobre este suceso. Pero no todo es negativo. Hubo una seguidilla de institucionalizaciones que ayudaron a mejorar la situación de los veteranos. Por ejemplo, la creación de un Departamento de veteranos de Guerra en el Ministerio del Interior, en 1990, y en las distintas fuerzas armadas, y la incorporación de ciertos hitos de Malvinas al calendario público (el 2 de mayo, fecha del hundimiento del Crucero General Belgrano, por ejemplo, o el 2 de abril, instituido como Día del veterano y los Caídos en Malvinas). Se logró un cambio semántico muy importante: los “ex combatientes” son ahora “veteranos”, y el tono reivindicativo netamente político de sus agrupaciones de los años ochenta ha dado paso a formulaciones de un tono más difusamente social o asistencialista, mientras que en muchos casos comparten sus evocaciones y conmemoraciones con las fuerzas armadas, y asumen muchas de sus imágenes. Sin embargo, estas aparentes coincidencias han implicado una serie de concesiones que tiene consecuencias en el plano individual y colectivo, en particular en cuanto a la apropiación social de la 10 GUBER, Rosana. De chicos a veteranos. Memorias argentinas de la guerra de Malvinas. Buenos Aires. IDES/Antropofagia. 2005. pág. 25. 7 experiencia de guerra. Los veteranos observan que la guerra de Malvinas los atravesó como sociedad, se convirtió en una brecha cada vez más grande entre el pueblo y ellos mismos, sin embargo pareciera que a mayor “desmalvinización” más se han “malvinizado”, llenándose de símbolos y situaciones que sólo ellos entienden, y que tratan de enseñárselo a la parcela de la sociedad que sí desea escucharlos. Jorge Goeing, Mayor de la Fuerza Aérea (veterano de Malvinas), en la entrevista n° 4 estableció que “la gente que te miraba, algunos te saludan con honor, otros te preguntaban "che cobarde ¿cómo perdieron la guerra?", otros te decían "nos dieron los distintivos", pero eso lo tenemos que usar lo que peleamos, vos te la pasaste jugando al tenis, esos son los que ahora quieren ser los veteranos no reconocidos, que estaban por las dudas si nosotros caíamos, son los "veteranos continentales". Con la venida de la Democracia se reorganizó la cosa, hubo un movimiento “desmalvinizador”, pero ahora que ustedes estén acá escuchándonos es un logro grande.” Incluso se puede observar la tensión que se genera entre los soldados que se quedaron en el Continente, los que levantaron las famosas carpas en la Plaza de Mayo, y los soldados que estuvieron luchando en Malvinas. Los veteranos continentales son ex conscriptos quienes fueron trasladados al Sur durante la guerra, pero no lucharon en las Islas, pertenecen a la agrupación TOAS (Teatro de Operación del Atlántico Sur). Son los que reclaman ser reconocidos como veteranos de guerra y cobrar el mismo subsidio que los ex combatientes. En el 2008, se instalaron en Plaza de Mayo como forma de protesta y sostienen que están representando a 9000 soldados y unos 400 se turnan entre el día y la noche para cuidar que no los desalojen. 11 Los Veteranos de Malvinas Combatientes TOAS No reconocidos (ex conscriptos) reclaman el derecho de la condición de veteranos, un tratamiento especial en virtud de haber sido movilizados al sur, debido a las tareas de gestión y administrativas de la contienda, y además, un reconocimiento económico. A su vez, los veteranos establecen que “Malvinas es una gesta de todos”, y el hecho de no ser reconocidos mantiene a todos los veteranos desunidos por tener diferentes criterios respecto de quiénes pueden ser considerados veteranos de la contienda bélica contra Gran Bretaña para recuperar las islas. Es la ley 6.772 de Pensiones Honoríficas sancionada por la Legislatura provincial (Mendoza) en el año 2000 que contempla que tanto los militares y los conscriptos que actuaron en el continente haciendo tareas de apoyo como quienes estuvieron en el frente de batalla, con mayor riesgo de vida, recibieran la ayuda económica. Pero esto parece no cumplirse. 11 Salvo, Gustavo. “Cinco años de reclamo” [en línea]. Clarín.com [consulta: 06 de Marzo de 2012]. <http://www.clarin.com/ciudades/anos reclamo_0_877112309.html> 8 Raúl Moreno, miembro de la Asociación Veteranos y Combatientes de Malvinas San Miguel Arcángel, establece que “los veteranos de guerra que cumplimos funciones en el teatro de operaciones sur en el paralelo 42 aún hoy no tenemos resuelto el compromiso asumido el año pasado [2012] por el gobernador Francisco Pérez, quien dijo que iba a pedir la aprobación de la modificación de la ley para que nos comprenda a todos, que ya tiene media sanción en Senadores desde el 24 de julio pasado [2011]. Actualmente el proyecto está en la Comisión de Hacienda y Presupuesto de Diputados a la espera de que el Gobierno le dé el visto bueno para su sanción definitiva y así terminar con 30 años de desidia y discriminación, incorporando a todos los veteranos de guerra que están reconocidos por su armada y que cumplieron funciones bélicas en el teatro de operaciones y en continente y reúnen los requisitos para ser considerados veteranos”. 12 De esta manera, los veteranos no reconocidos que se encuentran en Plaza de Mayo siguen organizando marchas para ser escuchados y hacer frente a los “oídos sordos”. En 2009, le dijeron al diario Perfil que “siempre se nos ninguneó y se nos ocultó debajo de una alfombra” y “en frente del poder ejecutivo ni la Presidenta ni Randazzo se acercaron a hablar con nosotros para responder al reclamo”. Actualmente, en el campamento hay 9000 ex soldados que nunca llegaron a combatir en las islas durante el conflicto con Gran Bretaña, pero cumplían órdenes de operaciones de vigilancia y defensa en resguardo de las bases desde donde se atacaban a los británicos. Tulio Fraboschi, líder del campamento TOAS de Plaza de Mayo, estableció que “17 soldados que operaban en el litoral marítimo junto a nosotros, murieron durante la guerra. Hoy figuran en el total de 649 caídos. Fueron reconocidos como héroes de guerra. Entonces, ¿nos teníamos que morir para que nos reconocieran como combatientes?”, y agrega: “No hay verdaderos o falsos veteranos de guerra, si operaste en una zona de riesgo teniendo estado militar, sos veterano de guerra”. 13 Si bien hay muchos organismos de Derechos Humanos que apoyan el reclamo de los veteranos no reconocidos (la Iglesia Católica, los Veteranos de Tierra del Fuego, la Federación de Corrientes, entre otro), todavía el Estado (que plantea una cosa y hace otra) no está sabiendo cómo resolver esta cuestión, aspecto que se ha convertido en un asunto serio para la sociedad argentina. “Malvinas” fue una guerra conducida por un gobierno ilegítimo, responsable de gravísimas violaciones a los derechos humanos, y en tanto que derrota catastrófica, una herida al orgullo nacional. Esta matriz condicionó las formas en las que distintos sectores sociales incorporaron ese episodio histórico a sus visiones acerca del pasado 12 Testimonio de Moreno, Raúl. Asociación Veteranos y Combatientes de Malvinas San Miguel Arcángel. [en línea]. Combatientestoas.org. [consulta: 25 de junio de 2013] < http://www.combatientestoas.org/web/> 13 Caruso, Patricio. “Crece el fastidio de ex combatientes de Malvinas antes de la marcha por los 4 años de acampe” [en línea]. Perfil.com. [consulta: 05 de junio de 2013] <http://www.perfil.com/contenidos/2012/02/18/noticia_0023.html> 9 reciente, porque las guerras son situaciones que ponen a los Estados y a sus habitantes en diálogo acerca de sus identidades sociales y sus ideas de Nación. Aún cuando se trate de una victoria (aunque esta pueda ser tan costosa que se vuelve traumática, como para Francia fue la Primera Guerra Mundial), el conflicto bélico redefine las relaciones entre los individuos y sus sociedades. Una derrota acentúa estas tensiones. El fracaso en la guerra de las Islas Malvinas colocó a la sociedad argentina en una encrucijada, con el agravante de hallarse bajo un gobierno militar y en un momento en el que, producto del descrédito castrense, comenzaban a conocerse las atrocidades cometidas durante el llamado Proceso de Reorganización Nacional, sobre todo como consecuencia de un relajamiento en los controles a la prensa, las actividades de denuncia del movimiento de Derechos Humanos y la creciente presión de sectores como el sindicalismo. A las noticias sobre fosas comunes clandestinas y testimonios de violaciones a los derechos humanos que llegaban desde el exterior se añadieron, desde junio de 1982, los testigos del estrepitoso fracaso militar en el Atlántico Sur. Así pues, se historizan las políticas de memoria de distintos colectivos sociales que consideraron necesario establecer una postura acerca de la guerra de 1982, poniendo particular énfasis en las interpelaciones a sus conciudadanos hechas por las primeras asociaciones de ex soldados conscriptos tras la derrota. Con respecto a las tropas (soldados raso), tomamos como referencia el testimonio de Juan Carlos Recheni, soldado de Infantería n° 650, quien en 1982 a la edad de 18 años fue convocado al servicio militar obligatorio y reclutado en el regimiento de infantería 8 C con destino a Bahía Zorro (Islas Malvinas). Recheni trató de canalizar el dolor y el horror (en forma de poesía) que sintió durante la guerra en su libro Sentimientos de trincheras I y II. En la segunda parte, él cuenta cómo fue testigo de las injusticias y torturas a las que fueron sometidos por sus propios jefes; el sufrimiento por el frío, el hambre, el shock anímico; el trauma por haber matado y la impotencia de haber estado sometidos a la contienda. También expresa en su libro el por qué una guerra es la mayor presión psicológica y física a la que un ser humano puede ser expuesto. Cuando le preguntaron a Recheni si habían tenido algún entrenamiento previo, él respondió: “No, teníamos un conocimiento de manejo del fusil y la pistola, pero no teníamos demasiada práctica de tiro ni de combate ni nada de eso. Por eso nosotros éramos soldados rasos. El único entrenamiento era usar más o menos las armas como te dije y el tema de la orientación de la cruz del sur, en referencia a la guía por estrellas, que yo es el día de hoy que no sé orientarme de esa manera. Y bueno, básicamente eso, y de ahí nos fuimos, con una sola ración que consistía en dos manzanitas y 10 un sándwich; arrancamos a las once de la mañana, nos leyeron un comunicado del estado mayor conjunto -me acuerdo-. Y desde Comodoro partió casi la mayoría hacia las Islas en los aviones Hércules.” 14 Pero uno de los componentes notables de este testimonio es cómo logró superar esta etapa (la guerra) tan difícil y sin pensar que él podría ser el siguiente en morir. Recheni respondió: “Bueno, eso siempre fue así, allá se vivía el día a día, no se proyectaba el mañana. Se despertaba y se quería estar vivo al menos ese día, no sabías qué iba a pasar en la próxima hora siquiera, era tratar de sobrevivir el momento, dolor, hambre, frío, soledad, eso era lo más pequeño. Después tenías lo otro, el ser bombardeado permanentemente. Y con cada uno de los ataques era verse morir, era despedirse constantemente de los amigos; yo creo que la idea en común que había allí era que el que quedaba debía avisarle a los familiares del que caía. Yo vi chicos heridos gravemente, cómo mientras morían lentamente nos hablaban, nos pedían que avisemos a sus familiares, chicos desangrarse por heridas de bala y nosotros poniendo nuestros dedos en esas heridas para que pare de sangrar, y darnos cuenta que escupían sangre por la boca y nuestros esfuerzos por salvarlos eran inútiles. Y bueno, tantas cosas como esas te marcan. Y más solos, nosotros volvimos y nos quedamos solos.” 15 Recheni sostiene que a través de sus libros y de sus escrituras, logra transmitir a la sociedad argentina lo que realmente pasó, y su experiencia como soldado de Infantería. Recibe el apoyo de su familia quienes lo acompañan en esta difusión de la causa Malvinas. En cuanto a cómo vivió él y sus compañeros la experiencia de la guerra, Recheni establece que sufrieron el abandono del Estado por casi diez años y escondían a los soldados, desnutridos y mal heridos en un principio. Es evidente que el hecho de no estar preparado mentalmente, psicológicamente y estratégicamente, marco a los veteranos, en especial a las tropas, en aquél entonces “chicos de la guerra”, de 18 y 19 años. Los veteranos fueron a defender la patria de su país, sin preparación, sin apoyo tecnológico, teniendo en cuenta que la brecha entre la vida y la muerte era mínima. En ocasiones, sufre más daños emocionales y psicológicos el soldado que vio morir o presenció cómo sus compañeros pierden partes del cuerpo, que ellos mismos. Como dice Recheni, son imágenes que marcan, al igual que los marcaron la indiferencia, la injusticia social y la discriminación por parte del Estado y la sociedad en su regreso. Muchos de los veteranos no se consideran como héroes de la guerra, sino como sobrevivientes, que luchan diariamente por el reconocimiento de haber luchado por su país, y no habiéndose sentido utilizados por éste. 14 Recheni, Juan Carlos. Testimonio [en línea]. Teladerayon.com. [consulta: 06 de junio de 2013]. <http://www.teladerayon.com/Articulos/Articulo.aspx?id=39792> 15 Recheni, Juan Carlos. Op. Cit. 11 Por otro lado, los veteranos de guerra argentinos, más allá de que no contaron con una asistencia psicológica e incluso médica, han padecido un enorme vacío social, como así también un proceso de desmalvinización política deliberadamente orquestado. Como lo estableció un veterano conscripto, Abdala, Enrique: “Hoy nos sentimos traicionados. Fuimos convocados, se nos pidió todo y a dos años de aquella fecha no se nos explican todavía las causas de la derrota. Sentimos que se quiere echar un manto de olvido sobre el pasado reciente y fuimos tratados de subversivos por negarnos a enterrar las banderas de la soberanía nacional y territorial y por enlazarlas con la bandera de liberación nacional y soberanía popular”. 16 Este concepto de desmalvinización, el cual escuchamos en las entrevistas realizadas, fue acuñado por el politólogo francés Alain Rouquie y fue utilizado en diferentes estudios desde junio de 1982. El fenómeno de la “desmalvinización” fue pensado y dirigido por la dictadura, pero no fue revertido en democracia. Comenzó con la visión de un conflicto bélico, como la guerra, despojado de sus principales actores, silenciando a los soldados apenas volvieron al continente. De esa forma los soldados se convirtieron en víctimas de la dictadura, de la guerra y del silencio, porque descargaron en ellos las culpas de la conducción política y militar que llevaron a la derrota. 17 Como Manuel Domingo Rodríguez, soldado del Batallón de Infantería de Marina N° 3”Almirante Videla”, manifiesta: “Esta guerra que nos atravesó como sociedad, se convirtió en una brecha cada vez más grande entre el pueblo y los veteranos de guerra, que pareciera imposible de achicar, especialmente en estos últimos doce años en que contradictoriamente hemos obtenido la mayor cantidad de beneficios [...] y es así que pareciera ser que a más desmalvinización más nos hemos malvinizado, llenándonos de símbolos y situaciones que sólo los veteranos podemos decodificar, uniformes, desfiles cada vez más castrenses, peleas entre centros, internas entre los centros, entre soldados, entre soldados y suboficiales, suboficiales y oficiales, etcétera.” 18 Y tomando las palabras de los veteranos que resignaron la idea de “desmalvinización”: “¿por qué Malvinizar? Porque hace siete años [1982] volvimos a izar la bandera argentina en nuestras Malvinas y enfrentamos al colonialismo anglo-yanqui. Porque cientos de compañeros quedaron en la turba y en las aguas del Atlántico Sur. Porque fuimos derrotados debido a la traición de las cúpulas militares y a la complicidad de los políticos cipayos [...] Porque tuvimos que soportar siete 16 Abdala, Enrique. Documentos de Post Guerra. Núm. 1. Serie de Cuadernos para la Malvinización. Centro de Ex Soldados Combatientes de Malvinas Buenos Aires. 1986. Pág. 5. 17 Bernal, Federico. “Desmalvinización” [en línea]. Aviacionargentina.net. [consulta: 07 de mayo de 2013] <www.aviacionargentina.net> 18 Dirección de Salud Mental. Programa de Salud del Veterano de Guerra Bonaerense. Malvinas entre el silencio y la palabra. Provincia de Buenos Aires. 2002. Pág. 38. 12 años de desmalvinización alfonsinista y de marginación para los ex combatientes [...] Porque la sangre de Malvinas debe servir para construir una nueva Argentina, sin Malvinas geográficas ni económicas ni políticas y sin <kelpers> argentinos.” 19 Por otro lado, se observa que a pesar de haber estado poco tiempo en un conflicto bélico (74 días), son muchas las consecuencias físicas y psíquicas en los ex soldados. No hay que olvidar que estuvieron expuestos a hambre o frío (86%), bombardeos, agua (72%), a explosivos (64%), esfuerzos físicos (66%), ruidos (81%), a riesgo de muerte (84%). 20 Por lo tanto, para modificar las condiciones de salud deben realizarse cambios sociales (políticas para favorecer el aumento de puestos de trabajo con salario digno, posibilidad de ingreso y buena calidad en los niveles educativos y servicios de salud, ejercicio de la ciudadanía con equidad y responsabilidad). De modo que la actividad de la salud pública no puede ser eficaz, y en algunas ocasiones, imposible de conseguir, a menos que se trate de influir en esas condiciones. Si bien, debido a la información adquirida por las entrevistas, los veteranos de Malvinas tienen leyes, una de ellas es la Ley de la Pensión Nacional de Veteranos, a través de la cual reciben un monto total de $6000 (información otorgada por el veterano Jorge, luego de realizada la entrevista) y también reciben la obra social PAMI diferenciada, sólo para los veteranos. Es decir, hoy en día, pueden acceder a mejores condiciones de los servicios públicos. De esta manera los soldados, al regresar al país, lo hicieron por la puerta de atrás, y de noche. La idea principal era que no sean vistos por la sociedad, ocultarlos. Pero éste aspecto no sólo afecto a los veteranos de rango, y a los veteranos no reconocidos, sino también a las tropas, es decir, a los soldados raso quienes sufrieron enormes consecuencias, entre ellas los suicidios. Y así, el testimonio de Roberto Antúnez, soldado del batallón de Infantería de Marina N° 5, dice: “Ubicados, entre abril y junio de 1982, en el sitio que debió colmar la eficacia de guerreros profesionales, los jóvenes conscriptos que en suelo isleño combatieron contra Inglaterra fueron rápidamente reducidos después de verse quebrantados por el sadismo de quienes tuvieron la ignorada responsabilidad de conducirlos. Este terrible papel, el de inmolado, lo comparte la juventud de nuestro país, primordialmente, con el obrero argentino [...] En lo que atañe a la juventud, la efímera pero 19 Malvinizar. Año 1, Núm. 1, Buenos Aires. 1989. 20 Cifras obtenidas en línea < http://www.aveguema.org.ar/> 13 conmovedora reconquista de las Malvinas prolongó el hábito autoritario de exigir el sacrificio de quienes debieran ser preservados” 21 Ya sabemos todo lo que implicó la Guerra de Malvinas en relación a los soldados, y los daños colaterales que se produjeron en ellos. Pero lo que más los afectó cuando regresaron fue la actitud del Gobierno Argentino y de la sociedad frente a ellos. Como dice nuestro entrevistado Juan Carlos Ianuzzo, Capitán de Navío (veterano de Malvinas): “…y la consigna era esconder a los heridos y a la gente, que venían flacos, mutilados, heridos, cansados, y eso no había que mostrarlo. Yo llegué a Buenos Aires de manera más insólita, si uno quería volverse en avión esperábamos un vuelo de Palomar, y si uno quería volverse por propios medios se volvía, consecuencia que llegue en Aerolíneas Argentinas, de civil y con la bolsa de combate al hombro, tomé un taxi, y llegué a mi casa a dormir, así fue mi arribo. Al día siguiente nos ordenan ir al Hospital Aeronáutico, a Psiquiatría, y a cada uno que se presentaba le daban quince días de licencia y un paquete grande de Lexotanil para tomar cada seis horas, consecuencias, no tomé nada y al día siguiente me fui a trabajar”. Esto se dio ya que en nuestro país se estaba contando una mentira: que la guerra la estaban ganando los argentinos. Tanto las revistas (Gente, Caras, etc.) y los diarios le transmitían al pueblo que “vimos rendirse a los ingleses” 22 , y que la victoria era argentina. Tal fue la sorpresa que se llevó la sociedad cuando los soldados regresaron al país, con las “manos vacías”. Es así como un movimiento socio- psicológico le hizo pensar al pueblo argentino que habíamos recuperado las Islas Malvinas, y al no ser ese el resultado, los que habían sido héroes por un corto tiempo, se habían convertido en víctimas de una ilusión perdida. Entonces, la sociedad fue reacia frente a los soldados en su regreso, los recibieron mal, quizás hubo alguna parcela que los felicitó y les demostró algún reconocimiento, pero en su mayoría, los trataron de cobardes y les reprochaban cómo no pudieron recuperar las Malvinas. Evidentemente, muchos de los veteranos no pudieron sobrellevar el trauma postguerra, ni el rechazo y discriminación por parte de la sociedad y del gobierno, y apelaron o al suicidio o a la locura. No obstante, los veteranos se mantuvieron firmes y poco después de la guerra, se comenzaron a dar los primeros intentos de organización de grupos de presión para así demandar al Estado una compensación económica en forma de pensiones. Desde las distintas asociaciones de ex combatientes pedían atención médica y un sustento que les permitiera la reinserción al seno de la sociedad. 21 Antúnez, Roberto. “Testimonio de soldado del batallón de Infantería de Marina N°5”. La Semana. (Buenos Aires). 28 de abril de 1987. pág. 33. 22 Gente y la Actualidad. (Buenos Aires). Nº 877. Abril de 1982. 14 Algunos de los reclamos fueron escuchados y sólo para hacer referencia a los últimos años, se levantó la carpa blanca en Plaza de Mayo (ya antes mencionada), irrumpieron en la Casa Rosada 23 , se realizaron distintas marchas 24 y a su vez, tomaron el PAMI 25 . Es así como estas distintas presiones lograron determinados avances en una mayor asignación de reconocimiento material y simbólico del sacrificio realizado por los veteranos. Vale resaltar que lo positivo de las pensiones es que son una solución en muchos casos, y que suplen el otro grave problema social que es la discriminación en los empleos. Y aquí haremos referencia a los que dijo uno de nuestros entrevistados, Juan Carlos, Capitán de Navío (veterano de Malvinas): “Los profesionales volvimos a nuestro trabajo dentro de las fuerzas armadas, pero los conscriptos y los soldados ya se iban de baja cuando terminó la guerra, y se quedaron sin trabajo por ser los pibes de la guerra. Había algunos que estaban mal psicológicamente y no estaba previsto ningún apoyo psicológico, por el estrés postraumático. A medida que fue pasando el tiempo esas cosas fueron solucionándose, en el 90 se les dio una pensión nacional a los conscriptos y a los civiles. Había muchos civiles que fueron a la guerra. Quedaron siempre excluidos el personal de oficiales y sub-oficiales de cualquier tipo de pensión, hasta que en el 2005 Kirchner accede a ampliar la pensión nacional a todos los veteranos y a partir de ahí las diferentes provincias van ampliando las pensiones, a excepción de muy poquitas que quedan, como la Capital Federal que no quiere extender el subsidio al personal de cuadro. Pero el resto de las provincias”. Las dificultades que “a la vuelta” enfrentaron en este ámbito, aquellos que no seguían la carrera militar tenía doble cara: la situación del país en la década del ´80 y su propia condición de “ex combatiente”. A penas comienza la democracia, surge una ley que obliga a los empresarios a contratar a los veteranos de Malvinas, pero los primeros no se avienen a la normativa impuesta. La discriminación social y laboral hoy en día continúa. Muchos de los veteranos aún hoy ocultan su identidad, y niegan su participación en la guerra de Malvinas para conseguir o conservar el empleo. 23 Diario La Nación, sección Política, 19/08/04. 24 Diario La Nación, sección Política, 27/03/06. 25 Diario La Nación, sección Política, 15/09/05. 15 Sin embargo, se conocen programas específicos que se hicieron a nivel local, como los municipios, intendencias, entre otros, para dar cuenta de la reinserción laboral, y cuando los conscriptos regresaron al país, a sus hogares en sus provincias, era escasa la profusión de empleos en relación a las oportunidades que ofrecía la capital. Por lo tanto, la oportunidad de obtener un trabajo y mantener la regularidad diaria en la vida de los veteranos, era un asunto complejo. Y tomando las palabras de los entrevistados, que vale resaltar que eran profesionales y ya estaban “preparados” para enfrentar psicológicamente una guerra, en el país no los recibieron mal, directamente no los recibieron. El Proceso de Reorganización Nacional (1976 – 1983, mejor conocido como dictadura militar), el cual apeló a la guerra como último recurso para mantenerse en el poder encarando un terrorismo de Estado, y el actual Gobierno Argentino Democrático (refiere al de Cristina Fernández de Kirchner), nunca tuvieron un acto de honor hacia los veteranos de Malvinas que sobrepase un discurso a modo de cadena nacional de la Presidenta de la Argentina. Si bien el 2 de abril es una fecha patria, y se mantiene feriado para poder consolidar la fecha en que comenzó la guerra, nunca se ha impuesto la tradición de realizar un desfile para mantener viva la memoria de los veteranos. La cuestión Malvinas fue tratada varias veces por el Congreso en democracia, y en 29 años se aprobaron 58 de los 452 proyectos de ley presentados. Más de la mitad de los proyectos se relacionan a la situación de los veteranos de guerra, y otra buena parte a cuestiones de “orden simbólico”, como la inamovibilidad del feriado del 2 de abril que se aprobó bajo el gobierno de Néstor Kirchner. Pero ninguna de las leyes aprobadas proponen solución alguna al conflicto, ni apuntan a un diálogo o a la negociación sobre la soberanía del archipiélago con Reino Unido. Algunas de las leyes sancionadas fueron: acuñación de moneda conmemorativa, modificación de la ley de feriado y celebración inamovible del 2 de abril, otra ley es la que definió los límites de la provincia de Tierra del Fuego, Antártida e Islas del Atlántico Sur y la que declaró Monumento Histórico el cementerio de Darwin, donde están enterrados los combatientes argentinos. 26 Luego de mucho luchar e insistir y tomar instituciones como el PAMI, todos los veteranos tienen el derecho de gozar de buena salud y de ser reconocidos como tales. Lucharon para poder conseguir sus derechos y para crear Centro de Veteranos de Malvinas en todas partes del país, una buena manera para compartir experiencias y generar espacios de contención entre ellos. También se construyó el monumento a los caídos en Malvinas en la Plaza San Martín, en Retiro, el cual mantiene viva la memoria de lo que, en 26 Niebieskikwiat, Natasha. “Malvinas: menos del 13% de los proyectos se convirtieron en ley” [en línea] Clarin.com [consulta: 01 de enero de 2013] <http://www.clarin.com/congreso/Malvinas-proyectos-convirtieron-ley_0_742125848.html> 16 parte, fue el suceso. Los veteranos hubieran querido que los recibieran como las personas que lucharon por su país, y que a pesar de no haber ganado la guerra, fueron los elegidos para defender el honor argentino. Como dijeron nuestros entrevistados, ya no hay rencores con el Estado por acciones que se tomaron o se dejaron de tomar, y de alguna manera, a través de imponerse y luchar por su salud y su reconocimiento de derechos, los veteranos lograron conseguir muchos beneficios económicos, políticos, y de salud, en especial teniendo una obra social PAMI diferenciada sólo para ellos. Hay que destacar que después de lo que sucedió en Malvinas, los primeros años la Gesta no tuvo reconocimiento, porque al volver la Democracia, por haber sido un acto de la dictadura, costó mucho ponerla en el lugar que se merecía. Pero gobierno tras gobierno la Gesta de Malvinas fue teniendo el lugar que tiene que tener en la historia de la Argentina, no por una cuestión bélica de la guerra en sí, sino por el reconocimiento a quienes estuvieron en las islas en ese momento. Como sociedad, nos podríamos comprometer junto a la causa Malvinas de la siguiente manera: acercarnos a los veteranos y que nos compartan sus experiencias y sus historias; conocer la historia detrás del telón, es decir, aspectos que no encontraremos en libros sino en la experiencia viva de gente que estuvo presente en el suceso; que haya un reconocimiento continuo (de todos los días) con respecto a Malvinas y sus veteranos, y que no se detenga únicamente en el 2 de abril. En el aspecto educativo, y como futuros docentes, sostenemos que el día de mañana cuando estemos frente a un aula con estudiantes, ellos deberían vivir la historia como se la tiene que vivir y que esta causa no caiga en el olvido. La mejor lucha es que los jóvenes hablen de Malvinas y esto es un rol central de la dirección junto con la Educación, como Institución. Las personas civiles, pertenecientes a nuestra sociedad, se acuerdan bien del conflicto bélico, y de las mentiras que se contaban para mantener ilusionado al país. Hasta el día de hoy siguen llorando la muerte de nuestros 649 soldados, y anhelan que la memoria no se pierda. Una de nuestras entrevistadas como “civil”, Betty Barrionuevo (quien derramó lágrimas durante la entrevista), nos contó en intimidad que el Cementerio de Darwin, el cual tiene su lugar en las Islas, es una pequeña parcela de tierra pero con grandes emociones que nos recuerdan que la guerra fue real, y que la Argentina no la perdió del todo. Los caídos y que actualmente están enterrados allí, de alguna manera, tanto en cuerpo y alma, los muertos y los vivos, siguen luchando para que ese cementerio se mantenga allí. Los argentinos se ganaron ese pequeño lugar, ese reconocimiento de honor. Como sociedad tenemos que recordarnos diariamente que “Malvinas” es un suceso que nos marcó fuertemente, que despertó en nosotros el sentimiento de 17 nacionalismo y patriotismo, ya que nuestro orgullo nacional fue herido e intentó ser quebrantado. Es cierto, los soldados podrían haber sido recibidos con los brazos abiertos, y pudieron haber recibido la asistencia correspondiente, tanto ellos como sus familiares, como las familias que perdieron a sus hijos, y como las esposas que perdieron a sus maridos. Es entendible que en aquél momento la atención no fue la indicada y mucho menos la actitud frente a los veteranos, pero la Argentina estaba atravesando un período de cambio tanto político, económico y social: estábamos renaciendo como país demócrata. Sin embargo, hoy en día, a pesar que aún siguen luchando para mantener viva la memoria de los veteranos de Malvinas, sus condiciones sociales y políticas son mejores. Fue tal su lucha para ganarse su lugar en la sociedad, y que sean reconocidos y respetados, que hoy en día, en parte, lo han logrado. Un ejemplo en sí, es el que alumnos, muchas veces futuros docentes, los escuchen y difundan la verdadera historia de los sucedido, y que a través de la educación, nadie va a ser ignorante respecto a la causa Malvinas, tan propia de la Argentina. Y a medida que se divulgue la palabra y las experiencias, a medida que nos acerquemos como sociedad a los veteranos y a la historia de la Guerra de las Malvinas, mayor será la posibilidad para lograr un cambio en nuestra mentalidad, en nuestra forma de ver y estudiar las cosas y mayor será el sentimiento de patriotismo, sólo a través de la verdad de la historia. III. A modo de conclusión El costo social fue fuerte y fue sentido enormemente por los veteranos de Malvinas. El 2 de abril es una fecha patria, pero no se hace mucho para conmemorarla: esto se refleja en un discurso de la Presidenta Cristina Fernández de Kirchner, a modo de “cadena nacional”. De alguna manera, se trata de recordar el valor y el heroísmo, inducido, pero heroísmo al fin, que vivieron los veteranos, que pusieron su cuerpo, su alma y su corazón en ese suceso. Pero la sociedad en general, los más jóvenes, no lo sienten en profundidad ya que no lo vivieron, no lo padecieron y muchas veces, no saben lo que sucedió. Las generaciones mayores lamentan en lo profundo de su ser por lo que tuvo que pasar nuestro país, por haber visto tantas muertes, que en definitiva no fueron en vano. Sin embargo, los veteranos de Malvinas, unidos por la guerra, están dispersos por el desbande de la posguerra, reunidos por la necesidad de protegerse del olvido, del silencio, del abandono, del desamparo, la indiferencia, el desagradecimiento, la ingratitud, y más que nada, del proceso de “desmalvinización”, el cual fue explicado anteriormente. 18 El hecho de que una guerra se pierda, en este caso la de Las Malvinas, no hay que castigar a los vencidos sino que hay que honrarlos por haber hecho lo mejor, y por dar su vida por su país. Lamentablemente, en nuestro país, mientras los valientes soldados argentinos estaban luchando en Malvinas, se estaba contando una mentira a través de los medios, como la TV o las revistas populares, tal es el caso de Gente que transmitía a los lectores que “vimos rendirse a los ingleses” 27 . Se decía que los argentinos estábamos ganando la guerra, cuando en realidad, estábamos perdiendo muchas vidas, mientras que los soldados argentinos luchaban hasta el último momento, como verdaderos héroes. Murieron con las botas puestas. Es evidente que el dolor más grande que tienen los ex combatientes no es la respuesta que tiene el gobierno frente a ellos. De alguna manera, ellos ya están resignados a que, luego de 30 años de la Guerra, no organicen desfiles en honor y respeto a los caídos en Malvinas y a los que fueron, lucharon y regresaron heridos tanto físicamente como psicológicamente. El gobierno los ignoró durante 10 años, hasta que en 1991 realizó un resarcimiento económico, otorgándoles una pensión, que hoy en día es tres veces más que lo que cobra un jubilado, y el derecho a una obra social especialmente para ellos, un sector diferenciado de PAMI. Es decir, los ex combatientes, económicamente, están bien sostenidos, además de que muchos de ellos siguen trabajando, pero la deuda que tenemos con ellos es social, tenemos que integrarlos a la sociedad en la que viven y por la que lucharon hace tres décadas. Entonces, ¿cómo podemos ayudarlos? Consideramos que una buena manera de hacerlo, como futuros docentes, es invitarlos a ellos a que vengan a nuestras aulas y que cuenten su historia. Una historia oculta y visible, una historia con doble cara. Nosotros, como futuros formadores de mentes, debemos tener el compromiso de contar la Historia de Malvinas como fue, la verdadera historia. Y para eso tenemos que seguir transmitiendo la acción de los veteranos, honrarlos a nuestra manera y explicarles a los alumnos cómo fue todo realmente. Los veteranos no son eternos, y como sociedad, nos comprometemos a mantener vivo el espíritu de los caídos y a homenajearlos como es debido, y con esto nos referimos a invitarlos a las clases para que no sean olvidados, para que la sociedad sienta lo que ellos sintieron, y para que aprecien la historia de nuestro país. Y cuando ya no estén, mantener su historia viva a través de la enseñanza de lo que fue la Guerra de Malvinas, y enseñarla como realmente fue, y no como se la dibuja. Literalmente, perdimos la guerra, pero ¿hasta qué punto?, como se preguntó nuestra entrevistada Betty Barrionuevo. El Cementerio de Darwin, custodiado por un argentino, es suelo argentino. Las 27 Gente y la Actualidad. (Buenos Aires). Nº 877. Abril de 1982. 19 Malvinas son argentinas, pero en ese suelo están los caídos, los que dieron su vida por su Patria, los que son héroes. Entonces, quizás la guerra no la perdimos del todo, porque tanto las familias como los fallecidos siguen luchando, día a día, para que esos cuerpos no sean expatriados, porque justamente, no se puede expatriar lo que ya vive en su patria. Aunque, todavía, la causa Malvinas es una herida abierta para los argentinos. Así pues, los veteranos de guerra, y no Ex combatientes como se los suela llamar, “Ex” voz latina que la Academia de lengua Española califica como prefijo que denota la negación de lo que uno es, este prefijo desvincula al Veterano de Guerra de la causa de Malvinas, ocasionándole terribles daños psicológicos, ya que pareciera significar que ya no combatirá más por su patria, que ya no son útiles a su Nación. “Nuestros” Veteranos de Guerra deben ocupar el lugar de verdaderos héroes en la sociedad, mitigando en parte las heridas recibidas desde el 2 de abril de 1982 hasta nuestros días, solo entonces se podrá decir que las cicatrices y el dolor son parte de la memoria y podremos construir bases sólidas para reforzar nuestra identidad como ciudadanos al servicio de la Nación. IV. Anexo documental Para poder llevar a cabo este trabajo, decidimos recurrir a fuentes directas, como son las entrevistas. A través de estas, pudimos sostener nuestra hipótesis y contrastar lo obtenido con las fuentes indirectas con las que trabajamos. Así mismo, entrevistamos a un militar, siendo éste Capitán retirado del Ejército; una civil, esposa de un militar y profesora de francés; y dos veteranos, uno de ellos Capitán de navío y el otro Mayor de la Fuerza Aérea, ambos retirados. Entrevista n° 1: Barrionuevo, Betty. 83 años. Civil, esposa de militar y profesora de Francés, jubilada. Entrevista y transcripción: Luciano Moretti. Belgrano R. 9 de diciembre de 2012. P: Pregunta. BB: Betty Barrionuevo. P: ¿Cómo vivió usted la noticia de que iríamos a la guerra con Inglaterra? ¿Qué expectativas tenían la gente en general y usted? BB: Las expectativas eran lindas, eran importantes, porque por fin íbamos a recuperar las islas. Pero después, poco a poco, después de una gran concentración en la Plaza de Mayo comenzó la gran desilusión del pueblo argentino. Porque comenzamos a ver el fracaso de nuestras tropas mal preparadas para una guerra con un país tan importante como el Reino Unido. 20 P: ¿Por qué considera usted que la guerra se llevó a cabo? ¿Valió realmente la pena? BB: La guerra tuvo varios proyectos. Primero, por parte de una mujer muy ambiciosa que era Margaret Tatcher, en ese momento jefa del gobierno británico y que estaba decayendo en su poder, y la guerra de Malvinas la elevó a un rango que no tenía y así ganó las elecciones de 1983. Por la parte argentina, un hombre muy ambicioso que casi tenía los mismos problemas que ella. Quería perpetuarse por largos años en el poder. P: ¿Usted está de acuerdo con los soldados jóvenes que se mandaron desde la Argentina a las Malvinas? BB: Creo que fue una guerra improvisada en cuanto a los soldados que se mandaron. No eran soldados preparados para una guerra donde el clima es muy pantanoso, donde los soldados se hunden en el suelo que es la tundra y no tenían ropa adecuada ni armamento. Entonces creo que los que teníamos un poco de conciencia de los que se les estaba pidiendo a estos chicos, no estábamos de acuerdo en enviar a esos soldados tan chicos. P: ¿Qué trauma piensa usted que quedó en la sociedad? BB: En muchas generaciones posteriores…No olvidemos que hace 30 años que sucedió la guerra de Malvinas, no tienen un conocimiento muy profundo de las circunstancias. Pero los que tenemos muchos años que vivimos día a día hasta la terminación de la guerra ha quedado un dolor profundo y un fracaso de una situación que nunca se tendría que haber llevado a cabo. Porque no solo entró en esta guerra Inglaterra. Sino que en la Isla Ascensión EE.UU colaboró con la logística para la guerra y por la parte del sur también colaboró Chile con su territorio para ser asentamiento de las tropas inglesas. P: ¿Con respecto a los excombatientes considera que quedo una herida muy marcada? BB: Son víctimas de esta guerra. Yo he visto muchos soldados al poco tiempo de volver de la guerra mutilados, sin brazos, sin piernas, las mentes perdidas, con psicosis de guerra. Muchos se suicidaron también por no poder afrontar una sociedad que le dio la espalda. La pregunta tuya cual es. P: ¿Qué opina usted de los excombatientes? BB: Y que han quedado con grandes heridas. Heridas morales. Porque las otras heridas se pueden cicatrizar. Pero las morales siguen todavía. La indiferencia del pueblo argentino en esa circunstancia. Entraron por la puerta de atrás y creo que siguen en la puerta de atrás. Es duro decirlo pero… Están allá los restos de nuestros chicos. Un territorio que siempre pensamos que iba a ser nuestro y que lo consideramos nuestro. 21 Han quedado allá, las madres y las viudas lo han dejado, los restos, en el territorio, en el cementerio. Ese territorio es nuestro. No sé si terminó la guerra. Al quedar algo allá, tengo mis dudas. A lo mejor todavía…. Entrevista n° 2: Barrionuevo, Orlando. 85 años. Jubilado Capitán del Ejército. Residió en el continente. Entrevista y transcripción: Yasmin Perez Martinez. Belgrano R. 9 de diciembre de 2012. P: Pregunta. OB: Orlando Barrionuevo. P: ¿Cuál era su rango en el ejército en 1982 y de qué manera vivió usted la situación previa a la guerra? OB: Bueno, mi rango en esa época era capitán retirado del ejército y vivía una situación muy preocupante porque estaba en ¿posesión? De una potencia mundial que es el Reino Unido. P: ¿Por qué considera usted que la guerra se llevo a cabo?¿Cuáles fueron las causas para usted? OB: Bueno se trataba de una recuperación de un territorio que ¿? Años y pico es argentino, está dentro de la soberanía argentina y sería un éxito y una alegría para la población del país recuperar algo que es nuestro. P: ¿Qué opina usted de la guerra: estuvo a favor o en contra? OB: Y yo pienso que la guerra no había preparación militar adecuada por cuanto en la Argentina no existe un criterio para con las características del suelo y el clima de las Malvinas. El ejército no contaba con el equipo correspondiente al lugar adonde iban a efectuar su recuperación. P: ¿Usted cree que la guerra dejo un trauma social en la mayoría de la población? OB: Y yo pienso que si ha dejado un trauma social. Y considero que nunca se le dieron honores a los sobrevivientes ni a los muertos. Personal militar que corresponde a gente que ha estado en el frente de batalla, que le ha quedado una discapacidad además de los muertos y sobrevivientes que actualmente no son considerados como veteranos de guerra con su haber de guerra. P: ¿Y con respecto a los excombatientes? OB: Y creo que en general hoy en día se los ignora. No se hacen los honores que corresponden a hombres que han dado su vida para recuperar algo que corresponde a la Argentina. P: ¿Habría que hacer algo para que los excombatientes se sientan integrados a la sociedad? OB: Realizar los homenajes como los que se hacen en los países del Primer Mundo. El caso de Estados Unidos por ejemplo. P: ¿Quiere agregar algo más? 22 OB: Hay que darle lugar a las fuerzas armadas, que son las que defienden al país y están preparados para ella. Entrevista n° 3: Ianuzzo, Juan Carlos. 65 años. Veterano de Malvinas retirado. Capitán de Navío. Entrevista y transcripción: Joel Savastano. Barrio Norte. 10 de diciembre de 2012. P: Pregunta. JC: Juan Carlos. P: ¿Cómo fue el llamado de las fuerzas para participar en la Guerra de Malvinas? JC: El tema Malvinas se mantuvo en secreto hasta la fecha en que se zarpó, hasta el 2 de abril para muchos inclusive. Obviamente hubo un grupo de gente que tenía que conocer el tema porque tenía que planificar, tenía que preparar el material y entre esos estaba yo. Yo era oficial de la armada, ahora soy capitán de navío retirado, en aquella época era capitán de corbeta y era primer ayudante de una escuadrilla de buques de diferentes tipos, entre los cuales estaba el buque fundamental del desembarco, que era el buque cabo San Antonio. Pero me tuvieron que poner al tanto de que íbamos a recuperar las islas, porque además era jefe del destacamento naval de playa, que era el destacamento que reunía a todas las embarcaciones del desembarco, que son embarcaciones que habrán visto en las películas de la segunda guerra mundial donde los infantes de marina desembarcan en la playa. Yo tuve que ponerlas en condiciones, prepararlas, alistar las que estaban fuera de servicio, así que yo concurrí a Malvinas a bordo del cabo San Antonio a recuperar las islas. De cualquier manera me entere en la última semana, volvíamos de una etapa de adiestramiento en el mar, que fue particular porque fue la primer etapa de adiestramiento de la flota del mar y se hizo toda la práctica del desembarco anfibio y en las operaciones de los desembarcos anfibios es la última etapa de adiestramiento, porque reúne a toda la ejercitación de infantería de marina, de buques de aviación naval y sin embargo esa vez se hizo primero. Hubo una serie de hechos raros ese año que no se sabían porque sucedían, por ejemplo los pases de un destino a otro a fin de año, se hicieron en el mes de diciembre del año anterior, del 81, cuando en general nunca se hacían antes de febrero y se siguen haciendo en febrero. En diciembre del 81 ya estaban realizados todos los pases, lo cual era raro. Entonces yo me entere una semana antes y el 28 de marzo zarpamos para Malvinas, un domingo al mediodía, zarpamos en el San Antonio a bordo iban todos los vehículos de desembarco de los infantes, las lanchas, los anfibios y más de 800 hombres, con tanques de combustible, destructores, era una serie de buques que hace lo que se llama “la cortina”, que son buques que no tienen defensa, petroleros, portaviones, etc. y alrededor van todos los destructores y corbetas 23 movilizándose para detectar y atacar cualquier ataque aéreo o submarino que haya. P: ¿Estaban realizando el servicio militar o ya lo habían culminado? JC: Yo no hacia el servicio militar, yo era oficial de la armada, era profesional. Soy profesional. Yo el servicio militar no lo hice porque se me dio por cumplido estando en el liceo naval cuando era muy jovencito o en la escuela naval después. Había un montón de soldados que aun estaban realizando el servicio militar. Había clases nuevas y viejas, las clases viejas no se dieron de baja y se quedaron, fueron llamados a filas nuevamente y los nuevos recién entraban. P: ¿Cómo se ubicaron al llegar a las Islas? JC: El 2 de abril fue un desembarco anfibio efectuado por la infantería de marina. Había una sección del ejército a cargo del Coronel Seilneldin fallecido ya. Ese día y la noche anterior se desembarcaron por el sur de la isla buzos tácticos nuestros, que llegaron hasta el cuartel de los infantes de marina ingleses y no se encontraban allí. Después de ahí se desplazaron hacia la casa del gobernador. A las 4 de la mañana nosotros entramos con el San Antonio a los que se llama bahía Crusach y ahí venia toda la fuerza de desembarco. Primero el destructor Santísima Trinidad desembarcó buzos tácticos que fueron a Moody Brook que era el cuartel de los Royal Marines y otro grupo se desplazo a la casa del gobernador. Mientras tanto desde el submarino Santa fe desembarco un grupo de infantes que se movilizaron de incognito total a un sector de la playa y la marcaron, para que nosotros a las 4 de la mañana cuando llegáramos nosotros supiéramos el lugar donde teníamos que desembarcar. Este buque era el rompe hielos Ibizar hizo un segundo desembarco de gente con posterioridad del desembarco principal, denominado desembarco administrativo, cuando ya está tomada y afianzada la cabeza de playa sin que haya oposición. El primer grupo de gente del San Antonio se dirigió con el Coronel Seineldin a limpiar el aeropuerto, que estaba vacío, con una pequeña resistencia y en la pista habían puesto obstáculos para que no aterrizara ningún avión. En esta toma, a las 6 de la mañana, es atacado el grupo de buzos tácticos y fallece el Capitán de Corveta (luego de fallecido, de Fragata) Pedro Giachino y son heridos gravemente el teniente de fragata García Quiroga y el Cabo enfermero Urbina, después no hubo ninguna otra baja en el desembarco, la única baja que hubo fue argentina que fue el Capitán Giachino, no hubo ninguna baja inglesa, ni heridos. Esa era la premisa básica del desembarco, que era un desembarco incruento, o sea que no haya muertos, ni destrozos, ni nada. Ahí se tomo la isla y se cumplió lo que iba a ser la Operación Rosario, que iba a ser tomar la isla… 24 tomar no, recuperar la isla, esa palabra es importante no confundirse, porque uno toma lo que es ajeno y recupera lo que es propio y Malvinas es nuestra. La operación rosario era recuperar las islas, dejar una pequeña guarnición, retirarse todas las fuerzas y ponerse a hablar de vuelta sobre soberanía con Inglaterra. Esto no se dio así, Inglaterra envió una fuerza muy grande y a eso hubo que contestarle poniendo más gente nuestra sobre la isla y eso complicó el tema. Eso prácticamente fue la declaración de guerra, porque no hubo declaración oficial. La declaración extra-oficial fue el hundimiento del Belgrano, ordenado por Margaret Tatcher, a pesar de la propuesta de paz de las tres banderas que había hecho el presidente de Perú Belaunde Terry, que de alguna manera Argentina había aceptado , la cual no aceptó Inglaterra y ordenó el hundimiento del Belgrano. Eso fue determinante y no se habló más. Ahí ya venía la flota inglesa que no tenía intenciones de dar la vuelta, eso fue hasta el 1º de mayo, ahí se fueron instalando las posiciones, la artillería, los diferentes regimiento de ejércitos, de marina, los buques, en fin, se fue desplazando todo. El 1º de mayo, que yo estaba en la isla, porque yo fui al desembarco, volví al continente y luego volví a Malvinas, como comandante militar de un buque logístico de la empresa Elma, que había sido movilizado y llevado a todo tipo de abastecimiento munición, víveres. También estuve el primero de mayo donde los ingleses iniciaron el ataque a las cuatro de la mañana. El ataque con aviones estratégicos Vulcan sobre el aeropuerto, no tuvo suerte y las ocho de la mañana ya los ataques de los aviones Harrier se sucedieron en forma ininterrumpida durante todo el combate. Yo zarpe de ahí a las once, yo estaba adentro de la isla. Estuve amarrado tres días, descargué todo y esa noche todavía no pasaba nada. Me vine porque tenía que cargar agua y acá se inicia el ataque de los Vulcan y de los Harrier, que venían de todos lados. A este lugar no podía entrar cualquier buque por que había que entrar por un lugar muy pequeño, nuestro buque con sus limitaciones pudo entrar y amarrase acá. Dentro de las once de la mañana los ingleses piden la rendición de puerto argentino, por supuesto que nadie le contesta. En ese momento el ataque aéreo hace un párate, y zarpo y salgo y comienzo a navegar las islas, bien pegado a la costa, porque yo ya me volvía. Acá afuera estaba el buque Carcarañá, un buque logístico que me sigue hasta el final de la pista y cuando llego al final de la isla soy atacado. Yo pensé que era atacado por aviones ingleses pero no, no fue así, fui atacado por aviones propios. Me tiraron cuatro bombas, tres explotaron en el agua, estaban convencidos de que todo lo que navegaba era ingles de acuerdo a la información que tenían. Una de las bombas quedo adentro de una bodega sin explotar, que 25 nos dimos cuenta que la teníamos recién al otro día a la mañana, porque era de noche y ya no se veía nada. También fuimos ametrallados por los aviones, con muy buena puntería, pero por suerte no pasó nada y no hubo ningún herido. Después de eso ya volví al continente, por eso te digo que no fui tomado prisionero, ni nada. P: ¿Qué sintieron mientras estuvieron enfrentándose a los soldados británicos? JC: Yo te voy a contar lo que sintieron lo que estuvieron ahí. Los soldados rasos en general sintieron un gran honor en defender a la parte de nuestro territorio y sobre todo lo que hablan de los chicos de la guerra, es una ofensa para ellos, porque ellos se comportaron como unos héroes, como valientes, con gran coraje, no eran ningunos chicos. Los ingleses también tenían pibes de 17 años en combate, no éramos los únicos con chicos jóvenes, pero siempre hay una tendencia a menospreciar lo que se hizo. Se sentía mucho la diferencia tecnológica y las limitaciones logísticas propias de un país como Argentina, que no estaba al nivel de Inglaterra apoyada por EE. UU. por la Otan, por Chile...Había mucha diferencia, estuvimos combatiendo contra tres enemigos y ya combatir contra Inglaterra era una locura. Inglaterra uso la isla Ascensión como apoyo logístico, entregada por EE.UU. y esto le acorto mucho el trayecto, porque excepto Chile el resto de los países no le dio cabida a los aviones. P: ¿Cuáles fueron sus mayores sufrimientos? JC: Yo no tuve sufrimientos. Yo estaba en un buque, pero llamémosle restricciones severas como la falta de agua, la falta de higiene. En fin, todas cosas lógicas de una guerra… A veces no comíamos, un plato de comida por día comíamos, pero hay que pensar que hay que llegar con la comida de los centros de distribución, atravesando el frente de combate cuando son bombardeados constantemente. Entonces había sufrimiento por escases de comida, higiene, etc. Eso no implica que no haya habido falta de logística, ni que no haya habido personas militares que hayan cometido indisciplinas, negligencias. Lo que quiero que quede claro es que no era algo generalizado que faltaba comida. Yo en el buque veía contenedores y contenedores de víveres, que en algunos hubo errores de estiaje que hicieron que se pierda la comida, pero la comida iba, pero después había que distribuirla. La falta de vehículos y todo lo demás afectó su correcta distribución. P: ¿Cómo vivieron la toma de prisioneros? JC: Yo no fui tomado prisionero. Yo creo que los ingleses se comportaron profesionalmente y 26 correctamente. Cumplieron con todas las normas de la convención de Ginebra, a tal punto que pagaron el sueldo diario que le corresponde pagar a un prisionero de guerra. Obviamente la cantidad de gente que había prisionera hizo que estuvieran apilados, pero no cometieron atrocidades, respetaron jerarquías… yo creo que se cumplió normalmente con la toma de prisioneros. Habrá habido excesos de algún tipo seguramente, pero no era generalizado. P: ¿Cómo fue el trato de los ingleses? JC: Fue normal dentro de las normas de un prisionero de la convención de Ginebra, no digo que te iban a dar Champagne y jamón crudo. P: ¿Cómo los recibieron en Argentina cuando culmino la Guerra? JC: Pésimo, peor no podrían habernos recibido. Típico de la exaltación propia del argentino de creer que o es todo o es nada. Maradona mete un gol y era Dios, sino metía un gol en el partido era un desastre. No se dieron cuenta que lo que tendrían que haber aplaudido o apreciado era el esfuerzo que hicieron los veteranos en el combate. No le salió absolutamente nada fácil a los ingleses, le hemos hundido grandes buques, han sufrido castigos muy, muy graves en tierra, batallones y regimientos enteros. Recibieron saldos muy negativos en la pelea. Eso habría que haberlo reconocido y acá nos dieron vuelta la espalda, entramos por la puerta de atrás. No solamente la ciudadanía, sino que las fuerzas también. Nos cerraron las puertas, nos llamaron los locos de la guerra… pero esto sucede en todos lados como en EE. UU. Con la guerra de Vietnam. Los profesionales volvimos a nuestro trabajo dentro de las fuerzas armadas, pero los conscriptos y los soldados ya se iban de baja cuando terminó la guerra, y se quedaron sin trabajo por ser los pibes de la guerra. Había algunos que estaban mal psicológicamente y no estaba previsto ningún apoyo psicológico, por el estrés postraumático. A medida que fue pasando el tiempo esas cosas fueron solucionándose, en el 90 se les dio una pensión nacional a los conscriptos y a los civiles. Había muchos civiles que fueron a la guerra. Quedaron siempre excluidos el personal de oficiales y sub-oficiales de cualquier tipo de pensión, hasta que en el 2005 Kirchner accede a ampliar la pensión nacional a todos los veteranos y a partir de ahí las diferentes provincias van ampliando las pensiones, a excepción de muy poquitas que quedan, como la Capital Federal que no quiere extender el subsidio al personal de cuadro. Pero el resto de las provincias sí. Se abrieron líneas de préstamo a los veteranos de bajo interés, se dio prioridad para obtener trabajos en 27 administración pública, becas de estudio, etc. Se fueron dando una serie de elementos que colaboraron ampliamente con el veterano y dejaron de pulular los veteranos conscriptos por la calle dando lastima. Pero todavía lo que no se dio y lo que más desean los veteranos es el reconocimiento moral por parte de la ciudadanía. A pesar de que la ciudadanía haya cambiado la forma de ver a los veteranos y sabe separar la decisión política del esfuerzo que hizo el veterano en batalla. A medida que pasan los años, la ciudadanía va teniendo otra forma de ver al veterano y de valorarlo y apreciarlo. Pero todavía no hay un reconocimiento moral a todos los veteranos. Hace poco fuimos a los Boy scouts de argentina, que es una rama de boy scouts internacional y nos entregaron una plaqueta de reconocimiento y realmente sentimos estar reconocidos. Cuando recibimos la plaqueta todos se pusieron de pie para aplaudirnos y eso es gratificante. P: ¿Como fue el inicio de los Centros de Ex combatientes? ¿Cómo funcionan? ¿Cuál es su función? JC: Hay infinidad de centros, asociaciones, federaciones. Algunos están legalmente acreditados como nosotros, inscriptos en la inspección general de justicia, con presentación de balances, asambleas anuales, todos los chiches… y hay otros que son grupos de veteranos que se juntan en algún pueblo, en alguna ciudad del interior. En todos lados donde haya más de dos veteranos, hay algún centro de veteranos. La misión siempre es la misma, mantener el contacto con los veteranos, mantener la llama de Malvinas encendida, el recuerdo a los 649 muertos. En fin, no hay centros de veteranos que hagan ayudas económicas, es solamente un problema moral. El primer centro que se formo fue la casa del veterano de guerra, que ya esta media venida a bajo, no funciona administrativamente bien. En el 2002 se funda este centro, tenemos 2900 socios, de los 2900, 2500 son veteranos de guerra y hay otros 400 socios que quieren colaborar con la causa. Nuestra misión como ya te dije es mantener la llama encendida de Malvinas, hacer ceremonias, actos, mantenemos una gran cantidad de entrevistas como esta con una gran cantidad de colegios, vamos a los colegios por requerimientos de ellos. Para el 30º aniversario hemos tenido una gran cantidad de periodistas de todo el mundo que han venido a pedir entrevistas. El proyecto es apoyar a los veteranos en lo que necesiten, de apoyo legal, médico… no es que nosotros tengamos médicos, pero nos contactamos con el PAMI, un PAMI diferencial, mucho mejor y con un centro de salud nuevo que inauguro la presidenta este año. Todos los hospitales militares tienen la obligación de atender a cualquier veterano. Hay una serie de hechos que mantenemos vivos. Todos los años vamos a capilla del señor para un jardín de infantes, no le decimos que no a nada. No 28 le decimos que no a nada porque son ustedes los que van a tener que seguir con el tema de Malvinas, porque nosotros estamos más cerca del arpa que de la guitarra y el día que nos vayamos todos los veteranos quien va a defender Malvinas? el gobierno? No. Entonces son ustedes los que tienen que defendernos independientemente de los aspectos políticos porque lo importante es que no hay que mezclar en una misma olla todas las cosas que han pasado en este país, porque luego sacamos una conclusión errada. En el bicentenario los veteranos de guerra que habrían tenido una hermosa oportunidad de desfilar frente al pueblo, no fueron invitados y los pocos veteranos que se metieron en el pésimo desfile que ustedes vieron, lo hicieron de prepo, porque nadie los invito. Ese proceso de “desmalvinizacion” que aún existe. P: ¿Tiene alguna Ley que los ampare con relación a lo laboral y económico? JC: Si hay diferentes leyes, desde ese punto de vista todavía faltarán cosas que se pueden afinar, pero estamos bien. Esta la ley de la pensión nacional de veteranos, hay leyes provinciales y hasta municipales. Hay leyes sobre las becas, de los préstamos a bajos costos. Está legislado en todas las provincias el tema de los veteranos de guerra. P: ¿Reciben alguna pensión, si fuere así de cuanto es y cuando se las entregaron? JC: Recibimos una pensión nacional, equivalente a 3 pensiones mínimas de tres jubilados y respecto a los conscriptos, lo mismo. En aquella época era un monto chico y después se dictaminó la equivalencia a las tres pensiones de los jubilados, por lo cual cuando los jubilados tienen un aumento, nosotros también. El veterano que tienen pensión nacional y pensión de alguna de sus provincias y los conscriptos en particular tienen la opción de trabajar en administración pública tienen un suplemento por ser veteranos. Por lo cual económicamente no tienen problemas. Entonces si ven un veterano en la calle pidiendo limosna, denúncienlo, porque ese no es veterano de guerra. También una buena pensión diferencial de PAMI, económicamente no podes tener problemas. Además es toda gente que trabaja en algo, aunque no sea en administración pública, en algo trabajan. Algunos han quedado mal de la cabeza, incluso cuando uno iba a presentarse a algún lado como veterano de guerra, te decían “¿Ustedes son los locos de guerra?”. También hubo 500 suicidios por estrés postraumático. Hubo gente que quedo muy mal. 29 P: ¿Para poder pedir trabajo sienten que tienen que ocultar su condición de Ex combatientes? JC: Eso cambió, limitaciones las tiene cualquiera, pero no por ser veterano. En general no está ese prejuicio instalado. P: ¿Cómo se siente usted luego de haber pasado por tanta historia frente al gobierno y la sociedad? JC: El gobierno no nos interesa que nos honre ni nada, pero nos gustaría mucho poder desfilar frente a la sociedad. EE. UU. hizo eso después de quince años de finalizada la guerra de Vietnam, donde también eran llamados locos de la guerra, eran discriminados, por más que ellos tenían hospitales para veteranos, cosa que nosotros no tenemos. Después de quince años los hicieron desfilar por la Quinta Avenida, la avenida más importante de EE. UU. frente al pueblo, nosotros ya no tenemos esperanza. Pero sería interesante. En Rusia todavía estaba el régimen comunista y los veteranos de guerra que andan con todas las medallas tienen acceso a algunos determinados lugares donde el resto de los rusos no tienen acceso, solamente por ser veteranos. O sea los veteranos son considerados en todo el mundo, nosotros… ¿Qué querés que te diga? P: Bueno, muchas gracias por todo, Juan Carlos. Entrevista n° 4: Goeing, Jorge Alberto. 73 años. Veterano de Malvinas retirado. Mayor de la Fuerza Aérea. Entrevista y transcripción: Luciano Moretti. Barrio Norte. 10 de diciembre de 2012. P: Pregunta. J: Jorge. P: Le vamos a hacer una serie de preguntas, ¿cómo fue el llamado a las fuerzas para participar en la guerra de las Malvinas? J: Yo tenía conocimiento previo al dos de Abril, tenia conocimientos de algunos movimientos que se estaban haciendo en la guerra, o preparándonos para recuperar las Malvinas, mi destino era Líneas Aéreas del Estado, una de nuestras escalas era Malvinas, yo había estado viviendo circunstancialmente en las islas, así que tenia conocimientos de la topografía, del clima, conocía, había estado alojado en Malvinas. P: ¿En el suelo había tundra, no? J: Si, era un páramo muy chato, muy agrete, mucho viento y frio. Nosotros habíamos comprado una casa para el jefe de LADE, para que viva en Malvinas, habíamos hecho una licitación internacional, que había comprado una casa pre armada en Brasil, y se trajo a Comodoro Rivadavia y se llevó en avión, era una 30 casa de zona cálida para Malvinas, diez doce grados bajo cero, nieve tosca, la casa se rajo toda, entramos en juicio y era pintoresco, porque la jueca y los abogados iban a Malvinas, toda una curiosidad, traerse un souvenir para comprar. Teníamos conocimiento de que los Ingleses algo se palpitaban, y cortaban la energía eléctrica del aeropuerto durante las noches, entonces dijimos "vamos a mandar un grupo electrógeno" en avión, para uso de la agencia, pero para las comunicaciones especialmente. Eran tan secreto, que se compro en secreto, se cargo en la bodega del avión en Palomar, hasta Aeroparque, y salió como vuelo de línea, llegó a Comodoro Rivadavia, subieron y bajaron pasajeros, no había lugar para el equipaje, se bajó el grupo electrógeno y el avión se fue para Malvinas, termino la guerra y el aparato seguía ahí de tan secreto que fue. La recuperación iba a ser el primero de Abril, por razones meteorológicas se retrasó unas horas y fue el dos de Abril, no se pensaba en una guerra, para nada, tanto es así que excepto una escuadrilla de aviones e interceptores que habían llegado al sur, pero todos los aviones de combates, bombarderos estaban uno en Paraná, otro en Mendoza, otro en Tandil, y la recuperación, que flameen las tres banderas, ONU, Argentina e Inglesa, terminó en guerra. Rápidamente hubo que recalcular y empezar de nuevo, hubo fallas de estrategia, falta de conocimiento topográfico, no sabían que si mandaban tanques se iban a hundir en la tundra, no teníamos pista de aterrizaje excepto Puerto Argentino que fue el primer objetivo que trataron los ingleses de bombardear, no lo lograron pero rompieron un poco la pista, tuvimos que operar los aviones desde el continente, a 600 kilómetros de diferencia. P: ¿Usted se quedó acá? J: Yo tuve que ir a Paraná, estaba en Buenos Aires, para hacerme cargo del bombardero Camberra, siendo en total once aviones, tuvimos que ir a Trelew, operábamos desde allí, recibimos distintas ordenes, más que nada bombardear buques, líneas de desembarco, cortar la línea de abastecimiento, pero el avión Camberra era inglés, así que ellos lo conocen perfectamente, no se podía esconder nada, era un avión de la Segunda Guerra Mundial, y así que tuvimos que poner la viveza criolla, volábamos de noche, pegados a las olas del mar, radares apagados, silencio radioeléctrico y llegando a la isla prender todo y atacar, los sorprendimos, cuando ellos se dieron cuenta de la estrategia comenzaron a derribarnos, nosotros golpeamos primero y ellos después golpearon más fuerte. Como decimos los argentinos, lo atamos con alambre, y así fue toda la guerra, les hicimos mucho daño a los ingleses. Yo conocía Malvinas, y la guerra termino yo estando en Malvinas pero mientras tanto 31 nosotros no veíamos argentinos, se planificaba el vuelo decolábamos once de la noche, estábamos sobre Malvinas una y media, dos de la mañana, teníamos cinco minutos de factor sorpresa antes de que fuésemos detectados por los radares, así que atacábamos y escapábamos hacia Trelew de nuevo, y así lo fue durante toda la guerra. P: ¿Usted ya era profesional, había hecho el servicio militar? J: Yo ingresé en el 21, en el 61 ya tenía veintiún años de fuerza aérea, tenía cuatro mil horas de vuelo, ya había volado los bombarderos Camberra cuando casi entramos en guerra con Chile. Tuvimos que adaptar las armas, nuestras bombas no eran para barcos, sino para instalaciones o pistas, atacábamos barcos de aluminio, la bomba entraba por un costado y salía por la otra sin explotar, tuvimos que adaptar la tecnología. P: Tuvieron que adaptar la tecnología, en cambio los ingleses en ese sentido estaban mejor. J: No eran los ingleses, era la NATO (OTAN), los aviones Harrier, los subieron en la isla de Ascensión adaptados por Estados Unidos, con armamento sofisticado gracias a EEUU, entonces nos enfrentábamos contra el mundo, Chile les daba información sobre de colajes nuestros, EEUU apoyo logístico... P: Perú nos quiso ayudar. J: Perú nos dio ayuda, nos quiso dar ayuda, desde el año 78', cuando estábamos por entrar en conflicto con Chile, los peruanos intentaban entrar desde la frontera norte, intentando recuperar la zona que, según ellos, Chile le había robado a Perú, entonces colaboraban con nosotros, nos dieron un avión que nunca llego a volar porque llego semidescremado, pero al menos no era un enemigo, le podíamos dar la espalda. P: Chile nos boicoteó. J: Exactamente. P: ¿Cómo se ubicaron al llegar a las Islas? J: Nosotros éramos más que nada raíles aéreos, cuando ya la Fuerza Aérea no tenía capacidad para llegar porque el aparato enemigo estaba totalmente desplegado, portaaviones que incluso uno fue hundido y reconocido más tarde, entonces el comandante de la Fuerza Aérea nos dijo que vallamos a Malvinas y hagamos una apreciación sobre el terreno para ver que podíamos hacer, tarde, porque cuando yo llegué a los siete días fue la rendición, puedo decir que viví de cerca el último asalto inglés a Puerto Argentino, nosotros le llamamos el día de máxima resistencia, los últimos cien metros hasta Puerto Argentino les costó varios días de combate a los ingleses. 32 La infantería marina, regimiento 7 de La Plata, peleó hasta agotar la munición, cuando se agoto la munición se tomo la decisión de rendirse, sino hubiese sido una masacre total, pero ojo, el campo quedo lleno de ingleses, ellos escribieron un libro llamado "No picnic", ellos venían de picnic, sabiendo que llegaban tomaban las Malvinas y se termino todo, pero no, les costó dos meses y medio y varias vidas ingleses, y es feo, es feo ver morir gente inglesa, y tu propia tropa, chicos de dieciocho y veinte años que no fueron cobardes, pelearon como grandes combatientes, el miedo siempre estuvo, si no hay miedo no hay conciencia, pero pelearon mano a mano contra tropas especiales ingleses, por eso el primer reconocimiento era para la tropa, nosotros éramos profesionales, ellos no. P: ¿Qué sintieron, desde su punto de vista, cuando estaban enfrentándose a los soldados británicos? J: No me da vergüenza decir miedo, miedo a la muerte, a no ver a la familia. Mucha adrenalina, eso hace que uno combatiera, pero cuando estabas frente al enemigo, el miedo se iba, después uno analizaba "ah, de esta misión no volvió fulano, no volvió este, no volvió el otro, fueron cuatro aviones, volvió uno, derribaron tres...", ahí es cuando uno tiene miedo, ¿cuándo me toca a mí?, pero miedo y respeto, yo estaba charlando con un piloto inglés eyectado porque lo derribamos en su primer misión, no sabía por qué peleaba, dónde peleaba, tenia veintitrés años, lo único que pedía es que le avisáramos a su novia y a su familia de que estaba vivo, nada más, lo devolvimos a la Cruz Roja Internacional, tenía exactamente el mismo miedo que nosotros. P: ¿Cuál fue el mayor sufrimiento? J: Cuando termina todo, que uno no pensaba que iba a terminar así, y yo estaba en el buque Irizar (ARA Almirante Irizar Q-5 RHAI - Rompehielos) ayude a evacuar alrededor de mil heridos del hospital de Malvinas al buque hospital, de los mil murieron muchos, de gangrena, amputaciones, y cuando uno ve, que van los chicos jóvenes te da mucho sufrimiento, después la impotencia, llegar a Buenos Aires, a nuestro país y ver una indiferencia total. Yo vine en mitad de la guerra, a traer al prisionero, los deje en Aeroparque el veintitrés de Mayo, un día Sábado, entonces me dijeron si quería ir hasta mi casa para saludar a mi señora, me llevaron con un auto, salude y volví, yo vivía en Recoleta, yendo por Libertador veía los boliches y confiterías abiertos, el mundial de futbol y yo pensaba, ¿sabrán que acá a tres mil kilómetros está muriendo gente? y no, si las revistas decían que íbamos ganando, se Vivian dos realidades, una Argentina pendiente de mundial y había una vida normal, teatros, partidos, una vida totalmente normal. 33 P: Se vivían dos realidades, acá se contaba una mentira. J: Claro, y como era tan lejos, acá no sonaba ningún disparo, era una guerra, algo que se combatía en el Sur. P: ¿O sea que el país no sabía lo qué estaba pasando? J: No, porque salía la revista Gente, algunos periodistas por televisión que decían "hoy derribamos tres aviones ingleses", y no, estábamos haciendo hilacha allá en el sur y de golpe, la sorpresa, se rindieron las tropas argentinas, pero ¿cómo, si estábamos ganando? P: ¿Cómo vivieron la toma de los prisioneros? J: Bien, primero con temor, cuando yo los vi entrar, la madrugada del día catorce, yo estaba en Puerto Argentino, y esa noche fue de fuegos artificiales toda la noche, los buques ingleses tiraban bengalas y la noche se hacía día, y detrás los cañonazos ingleses, y de golpe el silencio, empezaron a pasar personas al costado mío, tipos con uniformes ingleses, pasaban decían "Good morning, Sir", me escondí la pistola en la cintura y me puse el camperón encima, ellos saludaban, sabían diferenciar personal militar de la tropa, nos permitieron tener el arma, una palabra de honor tácita de no usarla, a los soldados si los desarmaron. P: ¿Usted fue tomado prisionero? J: No, yo me dediqué a evacuar heridos, el asunto era que cuando iba a evacuar podía caer prisionero, llevábamos la gente, cada uno tiraba para su fuerza, había que subirlos a los helicópteros y lo llevábamos al ARA Almte. Irizar, entonces un sub-oficial que nunca supe quien era, me dijo "suba señor, que a poco metros detrás suyo están los ingleses" y me tira la mano, yo lo agarré, me subí y el helicóptero se fue, esa persona que nunca supe quien fue me salvo de ser prisionero. No paso nada, yo tengo compañeros que cayeron prisioneros, ningún desmán, eso sí, un saquito de té para cuatro, los llevaron en un buque y los repartieron por distintos puntos, a algunos le sacaron el arma... P: Se portaron bien. J: Muy bien, los ingleses demostraron ser ingleses, les daban de comer las mismas raciones de combates que le habían dado los argentinos, o sea ellos mismos comían sus propios víveres así que si la comida estaba mala, era argentina. P: ¿Cuál era la palabra de honor? J: Hay códigos internacionales, que no se respetan con las guerrillas, como la franja de Gaza, o las 34 FARC, pero si entra en combate, por ejemplo, no se combate durante la Navidad, es una cosa escrita y tomada en cuenta, si yo soy prisionero y soy un oficial de una fuerza, no puedo falsear mi honor ante las tropas inglesas, porque eso puede terminar en mi fusilamiento, si yo tomo un prisionero inglés lo tengo que tratar exactamente igual, hasta el día de hoy tenemos contacto con veteranos ingleses y nos tratamos exactamente igual, incluso en ésta asociación hay veteranos ingleses como socios, ellos nos ven con mucho respeto, y nosotros a ellos, ellos fueron mandados por Tatcher, nosotros por Galtieri, uno con la botella de whisky y la otra con la botella de vino. Se engolosinaban con el eufemismo. P: A Tatcher le salió bien, salió reelecta. J: Claro, pero no se iba a entrar en guerra, que hizo Tatcher, hundir un barco, el General Belgrano, que no estaba en combate, es como si hubiese sido que derribaran un avión de Aerolíneas Argentinas, un submarino nuclear siguió durante veinticuatro horas a ese buque viejo, era un tiro al pichón, dos misiles por orden de Tatcher y ya está. P: Argentina no había atacado nada antes de ese incidente. J: No, para nada, se recupero Puerto Argentino sin ninguna baja inglesa, y solo dos bajas argentinas. P: El trato de los ingleses durante la toma de prisioneros fue profesional. J: Si, porque ellos tenían gurcas, o sea mercenarios, que combatió hasta llegar a Puerto Argentino, los que entraron eran paracaidistas o tropas de elite. P: ¿Como fueron recibidos en la Argentina? J: Mal, mejor dicho, no nos recibieron. Observación: Responde al instante. P: Y cuando dicen que los recibieron por la puerta de atrás, ¿a qué se refiere? J: Te doy un ejemplo bien clarito, yo en el buque Irizar, estaba bien, no estaba herido, cuando sale a navegar con mil heridos y algunos se iban muriendo, le pregunto al comandante a dónde íbamos, y él me responde "mire, por mi iría a Puerto Belgrano, así desembarcamos sin que nos vean", no éramos la barrabrava quilombera, eso me llamo la atención, "la otra opción es Comodoro Rivadavia o Santa Cruz", después de un día y medio navegando, envían un helicóptero a Comodoro Rivadavia para avisar que desembarcábamos ahí, era un día hermoso y atípico, y la consigna era esconder a los heridos y a la gente, que venían flacos, mutilados, heridos, cansados, y eso no había que mostrarlo. Yo llegué a Buenos Aires de manera más insólita, si uno quería volverse en avión esperábamos un vuelo de Palomar, y si uno quería volverse por propios medios se volvía, consecuencia que llegue en Aerolíneas Argentinas, de civil y con 35 la bolsa de combate al hombro, tomé un taxi, y llegué a mi casa a dormir, así fue mi arribo. Al día siguiente nos ordenan ir al Hospital Aeronáutico, a Psiquiatría, y a cada uno que se presentaba le daban quince días de licencia y un paquete grande de Lexotanil para tomar cada seis horas, consecuencias, no tomé nada y al día siguiente me fui a trabajar. P: Claro, por el trauma postguerra. J: La gente que te miraba, algunos te saludan con honor, otros te preguntaban "che cobarde ¿cómo perdieron la guerra?", otros te decían "nos dieron los distintivos", pero eso lo tenemos que usar lo que peleamos, vos te la pasaste jugando al tenis, esos son los que ahora quieren ser los veteranos no reconocidos, que estaban por las dudas si nosotros caíamos, son los "veteranos continentales". Con la venida de la Democracia se reorganizó la cosa, hubo un movimiento “desmalvinizador”, pero ahora que ustedes estén acá escuchándonos es un logro grande. P: ¿Cómo fue el inicio de los centros de ex combatientes y cuál es su objetivo? J: En principio, fuimos condecorados cinco años después por el Congreso, a mi la condecoración me la dio Álvaro Alsogaray, fue un reconocimiento interesante, el Congreso nos dijo que esperaron tanto porque no tenían fondos. A partir del año 2000 se le dio el reconocimiento a la tropa, que es excelente, y luego a los profesionales. Ahora hay una gran puja de poderes, nadie se había ocupado de Malvinas, ahora los delegados quieren beneficios económicos, el gobierno se puso firme afirmando que el que no le vio la cara al enemigo no recibe los beneficios, pero ahora donde uno llega a decir que es veterano lo ven con cariño, con honor, es lindo ser llamado a una entrevista, a una radio. P: ¿Hay leyes que los ampare en lo psicológico, lo económico y lo laboral? J: Lo que dijo Ianuzzo, yo cobro la pensión de retiro, la mención honorífica, es mucha plata, yo no me puedo quejar, tengo la atención de la fuerza, la atención personalizada de PAMI, no la de los jubilados, sino la de una prepaga, no tengo derecho a quejarme. P: ¿Cómo se siente usted luego de haber pasado todo lo que paso? Con respecto al gobierno y la sociedad. J: Bien, uno deja los rencores de lado, yo tengo setenta y tres años, y si alguien me dice de salir a protestar contra el gobierno yo respondo que ya hice lo que tenía que hacer en mi momento, por mi país, eso de hay que hacer, vayan y hagan no, yo ya lo hice, se lo dejo a los jóvenes, la antorcha del patriotismo, lo dijo Ianuzzo, ¿yo qué expectativa de vida tengo? P: Bueno, muchas gracias, Jorge. 36 V. Bibliografía ABDALA, Enrique. Documentos de Post Guerra. Núm. 1. Serie de Cuadernos para la Malvinización. Centro de Ex Soldados Combatientes de Malvinas Buenos Aires. 1986. Pág. 5. BERNAL, Federico. “Desmalvinización” [en línea]. Aviacionargentina.net. [consulta: 07 de mayo de 2013] www.aviacionargentina.net BARRIONUEVO, Betty. 83 años. Civil, esposa de militar y profesora de Francés, jubilada. Entrevista y transcripción: Luciano Moretti. Belgrano R. 9 de diciembre de 2012. BARRIONUEVO, Orlando. 85 años. Jubilado Capitán del Ejército. Residió en el continente. Entrevista y transcripción: Yasmin Perez Martinez. Belgrano R. 9 de diciembre de 2012. CARUSO, Patricio. “Crece el fastidio de ex combatientes de Malvinas antes de la marcha por los 4 años de acampe” [en línea]. Perfil.com. [consulta: 05 de junio de 2013] <http://www.perfil.com/contenidos/2012/02/18/noticia_0023.html>. Diario Clarín, Segunda edición, año XXXVII, N° 12.971, viernes 2 de abril de 1982, Buenos Aires, República de Buenos Aires., 80 páginas. Ibídem, sábado 3 de abril de 1982, Buenos Aires, República de Buenos Aires, 104 páginas. Diario Clarín (23/07/2012), Malvinas: menos del 13% de los proyectos se convirtieron en ley, en http://www.clarin.com/congreso/Malvinas-proyectos-convirtieron-ley_0_742125848.html [último acceso: 01/01/2013]. Diario La Nación, sección Política, 19/08/04; 27/03/06; 15/09/05 GALAK, Oliver. ”No cesan los suicidios de ex combatientes de Malvinas” [en línea]. Lanación.com.ar. [consulta: 4 de junio de 2013] <http://www.lanacion.com.ar/784519-no-cesan- los-suicidios-de-ex-combatientes-de-malvinas> GUBER, Rosana. De chicos a veteranos. Memorias argentinas de la guerra de Malvinas. Buenos Aires. IDES/Antropofagia. 2005. pág. 43. GOEING, Jorge Alberto. 73 años. Veterano de Malvinas retirado. Mayor de la Fuerza Aérea. Entrevista y transcripción: Luciano Moretti. Barrio Norte. 10 de diciembre de 2012. GONZÁLEZ, Cecilia. “Suman más de 500 suicidios de veteranos de Malvinas” [en línea]. Noticiasaollatino.com [consulta: 4 de junio de 2013] <http://noticias.aollatino.com/2012/03/27/suicidios-veteranos-las-malvinas/> Gente y la Actualidad. (Buenos Aires). Nº 877. Abril de 1982. 37 IANUZZO, Juan Carlos. 65 años. Veterano de Malvinas retirado. Capitán de Navío. Entrevista y transcripción: Joel Savastano. Barrio Norte. 10 de diciembre de 2012. Malvinizar. Año 1, Núm. 1, Buenos Aires. 1989. Revista La gaceta malvinense, año 11, N° 40, Marzo 2012 (Edición 30 años del suceso), Órgano de prensa y difusión de la Asociación Veteranos de Guerra de Malvinas (Aeguema). Revista Sociedad, año 10, N° 33, Mayo/Junio 2012, Publicación periódica de la Sociedad Militar. Revista Sociedad, año 10, N° 35, Noviembre/Diciembre 2012, Publicación de la Sociedad Militar. PALERMO, Vicente. Causa Malvinas, diplomacia y guerra. Una mirada de la historia a la luz de contribuciones recientes. Madrid. Libros, Historia y Política. Volumen 16/2. 2006. Programa de Salud del Veterano de Guerra Bonaerense (2002), Malvinas entre el silencio y la palabra, Provincia de Buenos Aires, Dirección de Salud Mental. Salvo, Gustavo. “Cinco años de reclamo” [en línea]. Clarín.com [consulta: 06 de Marzo de 2012]. <http://www.clarin.com/ciudades/anos reclamo_0_877112309.html> SILVA, María Alejandra. “Vivir la Guerra de Malvinas desde <adentro>: una historia familiar”. En la Sección Derechos Humanos. Boletín Virtual Enredando. Rosario. Santa Fe. 2006. pág. 25. SILVA, María Alejandra. Trabajo infantil y salud: cien años después de Bialet Massé. Jujuy. 2004. SILVA, María Alejandra. Salud de los Veteranos de Guerra de Malvinas: miradas, sentires y propuestas. Presentado en el “VIII Ciclo Anual de Ateneo Patología Comparada” Coordinado por el Dr. Julio R. Piva y el Lic. Carlos Virasoro. En el Museo Provincial de Ciencias Naturales F. Ameghino. Santa Fe. 1 de diciembre. 2006. SILVA, María Alejandra. “Los ex combatientes de Malvinas: derechos reclamados, derechos ganados y derechos adeudados”. En la Sección Derechos Humanos. Boletín Virtual Enredando. Santa Fe. 2006. Testimonio de RECHENI, Juan Carlos [en línea]. Teladerayon.com. [consulta: 06 de junio de 2013]. <http://www.teladerayon.com/Articulos/Articulo.aspx?id=39792> Testimonio de MORENO, Raúl. Asociación Veteranos y Combatientes de Malvinas San Miguel Arcángel [en línea]. Combatientestoas.org. [consulta: 25 de junio de 2013] < http://www.combatientestoas.org/web/>