Luciano Lutereau- Celos y Envidia. Dos Pasiones Del Ser Hablante

March 26, 2018 | Author: Agustina Fac | Category: Psychoanalysis, Jacques Lacan, Oedipus Complex, Psychosis, Envy


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FORO ANALÍTICO DEL RÍO DE LA PLATAMaterial de Circulación Interna - Biblioteca “Celos y envidia” Nueve proposiciones clínicas Luciano Lutereau Exposición presentada en APdeBA Ateneo de discusión en torno a Celos y envidia. Dos pasiones del ser hablante (Colección Voces del Foro) según una expresión habitual. La clínica psicoanalítica no se establece a partir de definiciones. De acuerdo con la enseñanza de Lacan. pero no para subsumir lo múltiple bajo la unidad. La clínica nunca confirma la teoría. cuando se verifica lo imposible de la experiencia bajo el concepto. la clínica propiamente dicha comienza cuando se advierte que las instancias de ese concepto poseen aún matices que son irreductibles a la definición. si algo distingue la mera experiencia de la clínica –en tanto esta última es el redoblamiento de aquella a través del esfuerzo de poner a prueba el concepto– es que la experiencia traza puentes intuitivos. esto es. mientras que la clínica es contra-intuitiva. Podría proponerse un concepto de cuyas notas fundamentales se desprenderían diferentes indicadores. ni la formación analítica puede tomar ribetes académicos: el psicoanálisis se transmite cuando se pone a prueba el saber consolidado. Por eso el psicoanalista no es un especialista o experto en psicoanálisis. dado que la elaboración teórica busca la determinación conceptual de la experiencia. sin embargo. la precede y la extiende hacia lo indeterminado. no es lo mismo que “teorizar”. y la clínica nace con la excepción. “Hacer clínica”.Celos y envidia Nueve proposiciones clínicas 1. avanza en dirección contraria a la metapsicología. tiende a la reunión de lo precedente con lo nuevo. es decir. que permitiría el reconocimiento de distintos “observables”. la clínica psicoanalítica “consiste en el discernimiento de cosas que importan”. Uno de los vértices de la metapsico2 . En este sentido. con aquello que justamente pone en cuestión el saber. sino que la relativiza. formula distinciones. 2. Podrían explicarse los celos a partir de la proyección. en tanto éste se encuentra causado por un punto oscuro que Freud llamó “Otra cosa” (Otra mujer). Esta orientación llevó a lo que Lacan nombró –en su artículo temprano “Los complejos familiares…”– como “complejo de intrusión”: el celoso apunta a la figura de un rival que compite por el amor del Otro. mientras que la clínica inicia en el punto en que el mecanismo no logra dar cuenta de la posición subjetiva. Desde la perspectiva freudiana los celos toman como referencia fundamental la relación entre hermanos. De este modo. incluso para donarlo a aquel que tiene que perderlo para poder estar con una mujer. pero esa estrategia no daría cuenta de la diversidad de los celos en la experiencia. que. La clínica psicoanalítica tiene en su centro la noción de sujeto –como conflicto y toma de posición ante el conflicto– a expensas de los modos típicos de tratar ese conflicto (o “representación inconciliable”. No es la única indicación. pero sí la más elaborada (y que se corrobora en sus historiales). Esta última indicación permite ver hasta qué punto los celos histéricos nada tienen que ver con los celos obsesivos. Así el complejo fraterno se encabalga en el complejo de Edipo. 3. de la misma manera que reconducir toda envidia a su variable fálica es un extravío clínico. los celos edípicos remiten a la pérdida amorosa. Estas últimas son celosas “por naturaleza”. en lugar de apuntar a un saber sobre el deseo. puede relativizarse la idea corriente de que los celos son algo propio de la histeria. Sin duda.Celos y envidia logía es la delimitación de los mecanismos psíquicos que explican determinados fenómenos. los celos son un síntoma típico de la histeria… pero a condición de que se pueda delimitar su estructura sintomática (y no se confunda cualquier tipo de celos con los celos histéricos): en los celos se manifiesta la pregunta histérica por el deseo del Otro. a la entidad narcisista que se consigue a través del amor. para darle el nombre freudiano) en que consisten las diversas estructuras clínicas. En este sentido. en la medida en que su posición en el complejo de Edipo distribuye que sea a través del ser-fálico que estabilicen su falta: ser el falo que no se tiene. Por esta vía es que una primera distinción que puede trazarse es la que diferencia entre los celos en los varones y los celos en las mujeres. se dirigen al reaseguro narcisista que sostiene la 3 . tienen en su corazón la presencia de una modificación en la representación simbólica del sujeto. y se revela como otra forma de la falta en ser. los celos obsesivos motivan y padecen la discontinuidad de escenas de desvalimiento subjetivo. No sólo cabría tener presente aquí la referencia lacaniana al modo en que el saber se determina como certeza en los celos psicóticos. Sería interesante discutir hasta qué punto una teoría generalizada de la envidia no es intrínsecamente un delirio paranoide. No se envidia lo que el otro tiene. no toda certeza es psicótica. Los celos histéricos se retroalimentan. 4. 5. la envidia confronta todo índice de su verificación. Los celos no son la envidia. cabría plantear la pregunta por su diferencia con los celos. sino por lo que denuncian: la maledicencia ajena. por lo general. El delirio no es una pista falsa. un punto de certeza cerrado a toda dialéctica. Aquí es donde la envidia –de acuerdo con la Ética de Spinoza– demuestra ser una pasión triste y una forma del odio. esta distinción es exterior. en busca de sorprender el deseo Otro –si la histérica lo interroga. si los celos suponen un goce. al menos en la versión femenina de los mismos 4 . descuida que el punto central de la envidia radica en la suposición de un goce que se considera realizado en el otro. como no todo delirio es paranoide. cuyo correlato último es la envidia. Dicho de otro modo. el obsesivo lo acecha–) revela la degradación anal que la idealización encubre. De ahí que siempre haya algo paranoide en la interpretación que confirma la envidia. incluso en el interior mismo del psicoanálisis. Un punto aparte corresponde a los celos en las psicosis. Dado que la envidia apunta al ser. se detesta que el otro simplemente sea. No obstante. 6.FARP | Luciano Lutereau identificación ideal. Sin embargo. Una distinción esquemática podría afirmar que los primeros implican una terceridad mientras que la segunda apunta a una relación dual. los delirios celotípicos no fracasan por lo que toman como punto de partida. la envidia está polarizada por el ser. La envidia neurótica desconoce el trasfondo megalomaníaco. sino también la vertiente delirante con que muchas veces la psicosis expone lo fundamental de la estructura: los celos son reales. La particular adherencia que toman los celos en la obsesión (manifiesta en las más diversas conductas. el niño también puede valer como pene. La envidia del pene tiene como correlato un problema clínico central: sólo adquiere estatuto de falo todo lo que puede tener un valor de sustituto simbólico. según Freud. Este aspecto podría esclarecer muchos de los rencores inveterados entre ciertas mujeres y sus nueras. si bien incardinados en la experiencia. los celos tienen como referente el amor y la identificación narcisista. esa relación que. En este sentido. Por cierto. es la única que no incluye aspectos agresivos? 5 .Celos y envidia –tal como fue indicada más arriba–. 9. Podrían distinguirse tres tipos de envidia en función del objeto de goce: podría hablarse de una envidia fálica. Por cierto. mientras que la envidia se delimita a partir de su objeto como un modo de goce. para conversar en torno a la siguiente inquietud: ¿cómo pensar los celos y la envidia en una relación erótica que no puede ser reconducida al complejo fraterno. de forma literal. La mujer es “naturalmente” celos y… envidiosa por definición. una envidia oral y una envidia escópica. en el caso de la relación de la madre con el niño se puede pensar que el carácter fálico de este último tiene como condición la constitución narcisista. Una envidia freudiana. Esta línea de investigación requeriría un artículo específico. 8. sino que revela la correspondencia disimétrica entre la mujer y el hijo. El niño como falo se verifica en la satisfacción narcisista con que la madre se regodea en el discurso cotidiano al contar las hazañas o variaciones de su conducta. Ahora bien. en los celos también se goza –de ahí que Lacan inventara el neologismo jalouissance– pero el goce en los celos suele estar asociado al amor (y el saber). y que desborda la gratificación narcisista. que ameritaría que en ciertos casos nos preguntemos si se trata de “celos” o “envidia” del pene. En función de esta última observación presentaré un breve recorte clínico del tratamiento de una mujer de 50 años. mientras que en la envidia se goza de… 7. una envidia kleiniana y una envidia lacaniana. Dicho de otra manera. He aquí un punto menos explorado. en la medida en que éstas vendrían a privarlas de un objeto propio. Detengámonos en una breve disquisición. cuya verificación puede cernirse en la significación generalizada del niño como “posesión” de la madre. este último es el planteo freudiano. Secretaría del FARP Horario de atención: de lunes a jueves de 18 a 22 hs. En el seminario anual “Ética y Política del Campo Lacaniano” nos proponemos situar los alcances de las diversas instancias que componen nuestra comunidad analítica. la Escuela Internacional. Nuestra enseñanza se integra a la Red Internacional de Foros y a la Escuela de Psicoanálisis del Campo Lacaniano. . tanto en los seminarios como en los talleres donde practicamos el ejercicio de escritura y lectura de la casuística hasta extraer su lógica.com Colegio Clínico del Río de La Plata Formaciones Clínicas del Campo Lacaniano Director: Gabriel Lombardi Coordinadora: Cristina Toro Coordinador adjunto: Luis Prieto Ofrecemos una formación psicoanalítica de acercamiento sostenido a los textos cardinales con un marcado sesgo clínico. Teléfono: (011) 4964-5877 Dirección: Viamonte 2790 e-mail: secretariafarp@gmail. su sentido y sus usos posibles: el Colegio Clínico. el Foro y nuestra Red Asistencial. Sebastián Fernández Mores.Red Asistencial del FARP Desde el año 2007 el FARP ofrece tratamiento psicoanalítico a niños. Leonardo Itzik. adolescentes. Esta oferta toma los rasgos particulares de una institución que. adultos y parejas. Integrantes: Laura Salinas. Valeria Mercuri y Santiago Candia. orientada por la Escuela. Natalia Domínguez.  Material de circulación interna -Biblioteca Responsable de biblioteca: Eduardo Boyé Coordinador de Publicaciones: Luciano Lutereau Coordinador general del FARP: Pablo Peusner . transmite y promueve el Psicoanálisis.
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