Los Giros de La Geografía Humana

March 25, 2018 | Author: Natalia Flores | Category: Geography, Science, Knowledge, Sociology, Social Sciences


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Geografía -HumanaDesafíos y horizontes Alicia Lindón Daniel Hiernaux Og OBRAS GENERALES ANTHROPOS AUNIVERSIDAD AUTONOMA METROPOLITANA UNIDAD ETAPALAPA Dugón de Clcml ,cmles y liumandadn LOS GIROS DE LA GEOGRAFÍA HUMANA Desafíos y horizontes ALICIA LINDÓN DANIEL HIERNAUX (Dirs.) Gerardo Bocco Paul Claval Béatrice Collignon Daniel Hiernaux Jacques Lévy Alicia Lindón Liliana López Levi Rocío Rosales Ortega Pedro Sunyer Martín Paula Soto Villagrán Angelo Turco Pedro S. Urquijo ANTHROPOS ina UNIVERSIDAD AUTONOMA METROPOLITANA Claamarm UMD IZTAILDMI ~de Unas &celas y Huta 10S GIROS de la Ge,,giati,. ■ E Ittinan.1 Dese tío , s Rl11111B.„. Mesh:, Utnserddad .103 p. , 24 .11 ',me. A11.1.1 LinJúnu In m1.1 ‘10.1,ipoln,na Ld.ip:d.ipa 1(110 UNA GEOGRAFÍA DANDO GIROS... A MANERA DE INTRODUCCIÓN (Obre, Genel.ile.i Bibliugralias ISBN, ' ■ 78-54-7650-551-9 Il bel rimis Daniel dlr. 1. Cc:os:ralla humano L Lindan. ,dina. Chmci..1., Sociales IIINC1,11.11 ■ 1 kutonorna Mettopolltaila lz.tapaldp I fl numanidada I Llericol IV Cole,,ton Primera edición: 2010 1111 Alicia Lindón Villoria et at. 2010 U.ANI-Iztapalapa. División de Ciencias Sociales v Humanidades, 2010 zu Anthropos Editorial, 2010 Edita: Anthropos Editorial. Rubí (Barcelona) iviv‘vanthropos-editorial.com En medición con la División de Ciencias Sociales v Humanidades de la Universidad Autónoma Metropolitana. Iztapalapa, México ISBN: 978-84-7658-993-9 Depósito legal: B. 26.839-2010 Diseño, realización y coordinación: Anthropos Editorial (Nariño, S.L.). Rubí. Tel.: 93 6972296 / Fax: 93 5872661 Impresión: Novagráfik. Vivaldi, 5. IVIontcada i Reixac Impreso en España - Priuted in Spain Todos los derechos re.,-;arvadas. Esta publicación no puede ser reproducida. ni en indo ni en parte, ni registrada en. o transmitida por, un de recuperación de iniurrnacidn, en ninguna [orina ni por ningún medio, sea mecánico, foloquirnico, electrónico. magnético, eleciro,-,ptico. por fotocopia. o cualquier otro. sin el permiso precio pur cuento de la editorial. Alicia Lindón y Daniel Hiernaux Universidad Autónoma Metropolitana, lztapalapa, México Las certezas que ordenaban el mundo más o menos hasta los años setenta parecen haber desaparecido, dejando el campo abierto a todas las suposiciones, las propuestas:y también al desconcierto e incertidumbre teórico, epistemológico, metodológico y técnico. Relatar, a manera de una película, todos los cambios que han trastocado el universo donde se desempeña la humanidad, sólo sería posible dejando en el tintero un sinfín de acontecimientos que nos obligan a tomar, día a día, decisiones no tradicionales, decisiones que no encuentran anclajes en las formas del pensamiento geográfico instaurado desde el pasado. Las ciencias que aparentemente eran la piedra angular del mundo moderno teñido de racionalidad, no pueden escapar a ese derrumbe de las certezas. Por una parte, el progreso científico ha modificado radicalmente los patrones de conocimiento. Por otra parte, las ciencias sociales tratan de construir nuevos patrones de comprensión de los comportamientos humanos que no pueden asirse de los mismos postulados que les daban certezas en un pasado, ni tan remoto. La geografía humana no escapa a esas sacudidas: se han presentado desde los inicios del siglo XIX, con el advenimiento de la geografía alemana y sus ilustres científicos tales como Alexander von Humboldt y Cai-1 Ritter. En los últimos veinte o treinta años del siglo xx e inicios del xxi, estas sacudidas han sido tan notorias que han afectado la solidez del andamiaje intelectual que había fundado el éxito de cierta geografía moderna. No es posible hablar de un corte radical entre una fase tradicional o «moderna» de la geografía humana y la situación actual. Sólo se pueden identificar momentos claves, publicaciones faro y tomas de posición que han resultado decisivos y que han sido los motores de una puesta en tela de juicio de la geografía tradicional. Muy frecuentemente las voces innovadoras inicialmente han sido rechazadas, para luego ser aceptadas crecientemente, en el mismo sentido en el que Hagerstrand planteara en su teoría de la difusión. Para analizas- esta situación en diversas disciplinas se ha recurrido a la expresión «giros». Así, la noción de giro no pretende afirmar que la dirección seguida sea clara, sino que la disciplina se mueve aparentemente hacia otro denotero. Tampoco se ha planteado la existencia de un giro, sino de múltiples giros que intentan dar- respuestas a las tendencias generales de las ciencias sociales, pero atendiendo las especificidades de la disciplina. LOS GIROS DE LA GEOGRAFÍA HUMANA 7 Alicia Lindón y Daniel Id,ernaux Una Esta obra se aboca específicamente a revisar la teoría geográfica actual desde esta perspectiva particular Es ampliamente conocido en la geografía humana que en diversos momentos históricos se han publicado obras teóricas o teóricometodológicas que se han presentado bajo la perspectiva de las nuevas tendencias, yen relación con ello la disciplina ha asumido reiteradamente la idea de una «nueva geografía». Tan notorio es el asunto que actualmente cuando se menciona la expresión «nueva geografía». sobre todo en el contexto de la enseñanza universitaria de la disciplina, parecería condición sine qua non aclarar a qué nueva geografía se refiere. Es significativo el asunto, más aún si se observa que en otras ciencias sociales vecinas no resulta usual hablar por ejemplo de una nueva sociología, o de una nueva psicología. de una nueva antropología... Tal vez esta necesidad de los geógrafos de postular cada tanto tiempo »nuevas geografías» tiene alguna relación con aquel prejuicio de que la geografía es muy antigua. En un sentido amplio, seguramente lo es. sobre todo si se asume como geografía aquellos tempranos desarrollos de los cartógrafos, o la cartografía de los navegantes del siglo XVI y mí, o más aún los interrogantes que algunos se formularon desde la antigüedad en torno a la relación del hombre con la naturaleza. En esta obra no desconocemos todas esas »viejas» y »nuevas» geografías, ni las nuevas tendencias con las que casi siempre han venido identificadas. En un sentido amplio los giros en la geografía humana podrían considerarse una nueva geografía. Sin embargo, el uso tan reiterado de la expresión, a nuestro entender, le resta potencial analítico para lo que aquí se trata de estudiar. Por otro lado, aquellas nuevas geografías de otros tiempos, y las consecuentes nuevas tendencias también de aquellos tiempos, han sido extensamente analizadas en numerosas obras ejemplares. Por lo que en esta ocasión no se aspira a revisitar aquello tan revisado por autores y obras clave de la disciplina. Por el contrario, nos abocamos a las transformaciones que caracterizan nuestro filo del presente. Por otro lado, los giros traen consigo algunas innovaciones que no estuvieron presentes en las nuevas geografías y las nuevas tendencias de otros tiempos: una de ellas es que los giros de los cuales nos hacemos eco no sólo expresan una renovación y revolución en las técnicas de investigación, como ocurrió en otros tiempos. También representan cambios radicales respecto al punto de observación del mundo por parte del geógrafo.' Otra innovación de estos giros es que con ellos por primera vez se replantea —implícita o explícitamente— el concepto de espacio que da sustento a las diversas aproximaciones en el sentido de incluir lo no material. Aquellas nuevas geografías, de una forma o de otra, se sustentaron en concepciones espaciales que privilegiaban la dimensión material. Las teorías geográficas abiertas a estos giros se hacen eco de lo que Benno Werlen denomina el segundo giro cultural (de finales del siglo xx). Ese segundo giro cultural, entre otras cuestiones, marca un acercamiento a las otras ciencias sociales como no se había observado en el pasado y con disciplinas con las que la geografía casi no había tenido diálogo. Éste es el caso de la lingüística, la psicología, la antropología. Con respecto a otras disciplinas con vínculos desde tiempo atrás (como puede ser la sociología), estos giros ayudan al diálogo con teorías y voces de esas disciplinas, que anteriormente eran ajenas al quehacer geográfico aunque no lo fuera la relación con cada una de esas disciplinas en sentido amplio. Por ello, en la actualidad el acercamiento de la geografía con disciplinas como la sociología se ha replanteado. 1. Otras disciplinas, como la antropología, han reflexionado sobre esta cuestión desde hace mucho tiempo. En el caso de la geografía humana recién parece llegar el interés explícito por el tema con estos giros de anales del siglo XX. 8 LOS GIROS DE LA GEOGRAFÍA HUMANA geografía dando giros... A manera de introducción En una obra reciente, el Tratado de geografía humana (ffiernaux c Lindón. 20061, se hace un balance del devenir de la geografía humana desde mediados del siglo xx. La búsqueda de respuestas a esta pregunta tampoco permitía recorrer las transformaciones ocurridas en cada rincón de la geografía humana (cada campo de la disciplina). La presente obra recoge el espíritu de aquélla por lo que respecta al interés en la reflexión teórica v teórico-metodológica. Sin embargo, el propósito de esta obra es más acotado, revisar algunos campos de la geografía humana o de la teoría geográfica exclusivamente en función de los mencionados giros de fines del siglo xx. Así emergen diversos interrogantes, por ejemplo: ¿cómo han sido integrados en la geografía humana, los mencionados giros, nacidos en otros contextos disciplinarios? ¿Cómo han adquirido sus propios matices en la geografía humana? ¿Qué campos de la geografía humana se han involucrado más intensamente en estos giros? ¿Cómo se reconstruyen esos campos de la geografía humana que se han abierto a los giros? Estas preguntas sólo son algunos de los numerosos interrogantes que han iluminado este trabajo, como se ve a lo largo de los capítulos. La obra también tiene otro propósito, como es el de reconstruir el devenir por medio del cual estos giros diversos, más que conducir a un desequilibrio o una desintegración de la geografía humana, parecería que están contribuyendo a la consolidación definitiva de la disciplina como parte de las ciencias sociales. Este devenir ha sido postulado por numerosos autores desde tiempo atrás, y es retomado por los autores de la presente obra. En un sentido amplio, en la idea del catálogo de disciplinas, se podría argumentar que la ubicación de la geografía humana en las ciencias sociales no es nada nuevo. Sin embargo. en esta ocasión nos referimos a la apropiación de procedimientos más bien teórico-metodológicos propios de las ciencias sociales: la integración de estos giros en la disciplina parecería que la orillan a aprender a apropiarse e integrar en su lectura del mundo la teoría social de manera plena y avanzar en la posterior teorización, por mencionar uno de estos horizontes de manera muy general. Este tipo de rumbo está lejos de rechazar, descalificar u olvidar todo el cuerpo teórico-metodológico construido por la disciplina previamente. Más bien estos procesos la colocan en la posibilidad de penetrar en rincones de la realidad geográfica antes no explorados. Con esta perspectiva general, el libro se estructura en dos partes: en primer término se presentan algunas contribuciones acerca de las transformaciones más bien generales de la disciplina y de las ciencias sociales que en ella influyen, ocurridas en las últimas décadas, que vienen denominándose giros, o que autores como Werlen denominan segundo giro cultural. Esta primera parte también incluye un repaso de las transformaciones del mundo que inducen estos cambios del saber especializado. Una segunda parte aborda estos giros, pero en diversos campos del saber geográfico. Esta primera parte se inicia con dos textos que asumen como objetivo la introducción de la temática general del libro: primero se plantea un texto teórico —de Alicia Lindón— acerca de los giros. Este texto se dedica a reconstruir una aproximación a los giros en las ciencias sociales yen la geografía humana en sentido amplio. Alicia Lindón observa la situación de la geografía humana previa a los giros, encasillada en una «jaula de hierro» —para utilizar la célebre expresión de Max Weber— tanto en términos teóricos como metodológicos, poco flexible y escasamente abierta al mundo del saber vecino. Esta circunstancia representó un obstáculo para que la disciplina pudiera emprender una renovación tal como se venía experimentando en las demás disciplinas sociales. De esta forma la autora presenta primero un repaso de cada uno de los principales giros producidos en las otras ciencias sociales. Posteriormente muestra cómo unos autores, LOS GIROS DE LA GEOGRAFÍA HUMANA 9 Una geografia dando giros... A manera de Introducción Alicia Lindón y Daniel Hiemaux que deliberadamente rompieron con el molde c las ataduras tradicionales de la geografía humana. se acercaron a esos giros y fueron apropiándoselos en la geografía humana. Como derivación de ello se fueron generando enfoques a veces denominados críticos, en otras ocasiones identificados como posmodernos. postestructuralistas, subjetivistas, constructivistas, posfenomenologieos Estas innovaciones se fueron integrando progresivamente en el quehacer de la geografía humana. Esta integración y verdadera reapropiación es lo que analizan los demás autores de esta obra en los capítulos posteriores con los matices propios de los distintos campos del saber geográfico. A continuación se presenta un capítulo de Daniel Hiemaux en el cual se realiza una revisión crítica de las transformaciones recientes más elocuentes de la geografía humana en términos generales. Si bien este capitulo y el previo son introductorios, son de naturaleza diferente. El precedente ubica el problema teórico de los giros en las otras ciencias sociales y su proceso de apropiación en la geografía humana. El segundo capítulo de esta primera parte, en cambio, se centra en problemáticas internas de la geografía humana, aunque relacionadas con los giros. Así, el texto Daniel Hiernaux se inicia con las siguientes preguntas: ¿de qué manera los geógrafos se han ubicado frente a estos giros?, y ¿en qué medida han producido nuevo conocimiento geográfico disparado por estos giros o, si acaso, sólo han importado a la disciplina conocimiento de las otras ciencias en las que se iniciaron los giros? A partir de unas reflexiones propias sobre los giros, el autor se pregunta si este camino no podría derivar en una escisión definitiva entre la geografía humana (integrada en las ciencias sociales) y la geografía física (relacionada con las ciencias de la tierra y las ciencias naturales en general). Los derroteros que se abren para la geografía humana son varios y van desde el racionalismo tradicional y exacerbado de la corriente «tecnológicacientificista», la geografía «en modo menor» en referencia a la llamada «geografía aplicada» y la posibilidad de una «geografía sensible> , al mundo. El autor reconoce que las tres opciones están abiertas y; en cierta forma, el curso de los próximos años dirá si coexisten, si unas se imponen o incluso si algunas de estas tres se desdibujan y se configuran otras. Finalmente, este capítulo recuerda la relevancia y la dificultad del proceso de transmisión del conocimiento geográfico, en un contexto complejo donde »todo cambia»: en otras palabras, se pregunta cómo orientar la formación de las nuevas generaciones de geógrafos. Una opción es hacerlo dando un lugar destacado a las innovaciones traídas por los giros y que aún no están instituidas. Otra opción es ofrecer formaciones menos reflexivas y profundas, pero más articuladas con las salidas al mercado de trabajo de tipo profesionalizante. Seguramente las respuestas a esas preguntas deberán partir del tipo de formación geográfica que se busque. El siguiente capítulo, de Paul Claval, tiene el mérito de los textos escritos por pensadores que a lo largo de una extensa trayectoria biográfica han desarrollado la capacidad comunicativa para expresar de manera muy simple procesos muy complejos. Así, Claval plantea no tanto las transformaciones en la teoría, sino una síntesis inicial muy ilustrativa acerca de las transformaciones en el contexto social e histórico (las transformacio- globaliza, tina sociedad que privilegia cada vez más el ocio -cumpliendo las predicciones que anunciaron Joffre Dumazedicrv Jean Fourastié hace décadas - . una crisis ambiental, una organización social que se transforma. una mayor relevancia de lo simbólico. entre otros cambios. son todas piezas clave para la geografía inmersa en los giros. Todos estos fenómenos y procesos difícilmente podían ser relevados por la geografía tradicional, tanto porque ese saber no había desarrollado esquemas teóricos en torno a estos nuevos y renovados fenómenos, como porque tampoco disponía de metodologías e instrumentos para trabajar estas dimensiones de la realidad. El planteamiento del autor no es pesimista, todo lo contrario: frente a los riesgos de disolución, a la pérdida de las viejas certezas, se asiste actualmente más bien a una profundización de la disciplina, a la multiplicación de sus campos y a un enriquecimiento sustancial por el contacto acelerado y progresivo con las demás ciencias sociales, que tanto demoró en frecuentar nuestra disciplina. Posteriormente, se presentan dos textos acerca de las transformaciones más fuertes de la geografía humana en este discurrir de los giros: un texto de Jacques Lévv y a continuación un texto de Angelo Turco. . Tanto el texto de Lévv- como el de Turco resultan particularmente relevantes para el propósito de esta obra porque aportan observaciones que trascienden la reflexión de las transformaciones de la geografía como disciplina en sí misma. En el caso de Jacques Eévy; su conocida apertura a otras disciplinas lo lleva a una lectura compleja de los actores, los objetos y los entornos, que supera el tratamiento que usualmente han tomado estas categorías en la geografía humana. En este sentido cabe destacar el interés de traer al ámbito de la geografía humana aportes de autores muy reconocidos como Bruno Latour. Esta reflexión —aunque sea abierta ven proceso de continuar construyéndose— ofrece un interés adicional al contenido que radica en un formidable impulso para repensar las transformaciones de la geografía humana en un contexto en el cual se rompen los moldes epistemológicos de la Ilustración que tanto han marcado nuestra disciplina, en búsqueda de otras interpretaciones. Así, Jacques Lévv inicia su trabajo con un recordatorio acerca de las certezas actuales sobre el concepto de espacio y la dimensión espacial de lo social. Este ejercicio tiene la virtud de poner sobre la mesa de discusión los consensos que se pueden asumir en este libro para luego avanzar en los diversos giros y en sus implicaciones para la geografía humana. La propuesta del autor se transparenta desde las primeras líneas, cuando expresa las siguientes palabras: «Propongo entonces una ontología constituida en torno a los actores, los agentes (entendidos como seres humanos no actores), los objetos (actantes pero no humanos): v los entornos». La intención es entonces reconstruir lo que usualmente se plantea de manera laxa y convencional como la relación «sociedadkspacio». El aporte de Jacques Léry se nutre de propuestas de autores que han contribuido a una verdadera revolución en los estudios sociales de la ciencia y de la teoría de la ciencia, como Bruno Latour que confrontó los modelos simplistas y dicotómicos de las ciencias, tales como el que enfrentaba al exteriorismo y al interiorismo. Al asumir Jacques Lévv la idea de los objetos como actantes, como operadores no humanos, y trasladarla a la geografía, rompe la tradicional visión disciplinaria que comprende los objetos como simples realidades nes en el mundo) que impulsaron a la disciplina a una nueva revisión. El título del capítulo de Paul Claval expresa nítidamente el propósito de su texto: «La geografía en recomposición: objetos que cambian, giros múltiples. ¿Disolución o profundización?». El profesor Claval nos ofrece un panorama amplio de las transformaciones del mundo que impulsan a la geografía en su reconstrucción. En efecto, un mundo que se físicas que sólo merecen ser localizadas en el espacio paratáctico. El autor muestra que el giro geográfico no es simplemente una transformación in- 10 LOS GIROS DE LA GEOGRAFÍA HUMANA LOS GIROS DE LA GEOGRAFÍA HUMANA terna de la disciplina. Dicha transformación se articula con un giro espacial de la socie2. Esta es una expresión de clara inspiración en Bruno Langur. 11 A freía Lindan y Daniel Hiernaux Una geografía dando giros... A manera de introducción dad. En el cruce de ambos procesos, el espacio adquiere un nuevo papel para cada fragmento social y pava la sociedad en conjunto. De gran interés le resultará al le.ctoria el esquema sobre los entornos y la ética desanollado por Lel v, en donde se sintetizan tres modelos opuestos de visiones del mundo, en el cual el espacio adquiere diferentes connotaciones: se trata del modelo agio-industrial, el neo-naturalista y el post-materialista. Así, Lety plantea que la intervención de los geógrafos no es neutra. antes bien obedece a ciertas lógicas relacionadas con estas tres visiones del mundo. El autor resume en las siguientes palabras el papel del científico [el geógrafo]: «Nuestro papel aquí no es el de refutar el derecho de los ciudadanos ordinarios a decidir, sino el de mostrarles, poner en evidencia, las consecuencias últimas de sus decisiones». A su turno, Angelo Turco prosigue v profundiza en este trabajo de rotura de los limites disciplinarios' pero sin perder la mirada disciplinaria. Así el autor desarrolla una reflexión propia de largo plazo sobre las transformaciones del concepto de espacio a través de la historia del pensamiento para arribar a la situación actual, en medio de los giros de finales del siglo xx. Con referencias complejas y una visión enciclopédica del pensamiento humano, nos obliga a la inmersión en una reflexión profundamente filosófica pero también aterrizada, porque remite directamente a las dos figuras narrativas (el espacio paratáctico y el espacio liminar) que guían, aun sin explicitarlo, las grandes corrientes de la geografía humana, aun si quienes las emplean no siempre estén atentos al sustrato filosófico de su propio quehacer' De esta forma, el texto de Turco nos ofrece la posibilidad de preguntamos cuáles son las figuras narrativas sobre el espacio que están contenidas —de manera implícita las más de las veces— en cada teoría geográfica y también en las diversas interpretaciones geográficas del mundo y sus fragmentos. La posibilidad de develar esos implícitos es significativa, no como simple tarea especulativa del pensamiento humano, sino para comprender los aspectos sobre los cuales puede avanzar o no una interpretación geográfica por las bases teóricas que la sustentan. Esto último resulta decisivo para esta obra porque las actuales tendencias de la geografía humana (como de casi todas las otras ciencias sociales) hacia la apertura temática impulsan al geógrafo a penetrar en aspectos de la realidad que en numerosas 3. Esta idea con la que identificamos el texto de Angelo Turco —la de romper los límites disciplinarios pero sin perder la mirada disciplinaria— ha estado presente y lo sigue estando en el pensamiento de geógrafos cuyos aportes a la disciplina han sido fundamentales. En ese sentido. resultan ilustrativas aquellas palabras de Allan Pred: »Soy totalmente indiferente a los limites disciplinarios de la geografía. pero estoy totalmente preocupado por la geografía corno una condición ontológica» [am totally unconcerned with the disciplinary limits of geography, but fully concerned with geography as an ontological condi tion. as an inescapable existential reality]. URL: http://geography.berkeley.edu/ PeopleHistory/faculty(AllanPred_inMemoriam.html#A Pred Geography Biography Page 4. En otros campos del saber. como la sociología, destacadas figuras se han planteado metas semejantes a la que aquí se comenta. Es el caso del trabajo totalmente reconocido de Jeffrey Alexander en la obra titulada Las Leonas sociológicas desde la Segunda Guerra Mundial. En el estudio introductorio de esa obra, el sociólogo americano se pregunta «qué está detrás de cada teoría sociológica», contenidos implícitos que terminan dando la razón de ser a cada una de las teorías. Esa reflexión de Alexander terminó por ser un verdadero faro porque encuentra que esos implícitos —que casi ningún sociólogo pensó en estos términos. pero que sí asumen— se relacionan con la idea que cada uno asume acerca del orden social y la acción social. La develación que hace Alexander de estos implícitos termina siendo la pista clave para comprender hasta qué punto se pueden articular diversas teorías (en aquel caso sociológicas), sin entrar en contradicciones. Aclarar - esta cuestión ha sido muy relevante para la investigación sociológica, más aún cuando todas las tendencias contemporáneas defienden de una forma o de otra el eclecticismo. 12 LOS GIROS DE LA GEOGRAFÍA HUMANA ocasiones resultan inaccesibles para los supuestos teóricos que se han tomado de partida. Un ejemplo difundido es pretender estudiar la construcción social de diferentes lugares cuando los supuestos teóricos de fondo conciben lo social como un agregado o una estructura. El estudio del proceso de construcción social del lugar es inalcanzable a través de conceptos como pueden ser el de población, porque los supuestos acerca del mundo de uno y otro son casi inconciliables. Frente a esta avidez por penetrar la realidad por sus diversos rincones, por girar la mirada, parecería que se dibujan al menos tres cursos de acción para el pensamiento geográfico: uno es aquel en el que se pretende mostrar apertura temática en la investigación empírica, cuando en esencia no se han ampliado ni girado los supuestos teóricos. Otro curso también frecuente es aquel en el que algunos geógrafos han realizado verdaderas rupturas en sus supuestos teóricos de fondo, a fin de penetrar en esas dimensiones de la realidad antes no advertidas. Aún habría otro curso posible que sería el de explorar con sagacidad epistemológica las posibles triangulaciones entre unas entradas y otras. Con inquietudes epistemológicas de este tipo, Angelo Turco aborda el tema de las figuras narrativas en la geografía humana: para el autor, las principales figuras narrativas de la disciplina son la del «espacio paratáctico», por un lado, y la del «espacio liminar», por el otro. Et capítulo pinta un fresco histórico de gran calidad y delicada erudición sobre la forma en que estas figuras narrativas se asumen en las ciencias yen particular en la geografía humana. El autor introduce así una perspectiva filosófica del espacio que no es frecuente en la disciplina: el espacio paratáctico es aquella figura narrativa que actúa a través de la yuxtaposición de objetos y lugares. El autor muestra que esta figura narrativa del espacio paratáctico adquirió hegemonía a la sombra de la modernidad. En las antípodas se encuentra la figura narrativa del «espacio liminar [que] incorpora toda la precariedad de una realidad geográfica absolutamente concreta, cuya complejidad reside, en última instancia, en la innovación que puede llegar a ser, más que en el "hecho" que se observa, o lo que ya es. En fin, el espacio liminar es el margen entre la superficie y la profundidad». Turco plantea así no sólo la complementariedad de las dos figuras sino la aceptación de la figura de la lirninaridad en la geografía humana actual, o por lo menos en ciertas corrientes de la disciplina abiertas a los giros. La segunda parte de la obra analiza los giros en algunos campos particulares de la geografía humana, sin pretender exhaustividad en cuanto a los ámbitos del saber geográfico aquí estudiados. En un principio se presentan dos capítulos dedicados a dos campos tradicionales de la geografía humana, como son la geografía económica (desarrollado por Rocío Rosales) y la geografía histórica (estudiado por Pedro Sunyer). En estos textos se pone en evidencia que, aun en los ámbitos del saber geográfico con fortísimas tradiciones, finalmente los giros han terminado por avanzar y movilizar el pensamiento geográfico. Ambos textos, tanto como los que se presentan a continuación de éstos, ilustran en buena medida lo que se viene presentando desde el inicio de la obra: esa profunda transformación de la geografía humana concierne no sólo al dominio epistemológico sino también al nivel metodológico e incluso técnico-metodológico. Además, resulta ilustrativo comprender los caminos por los cuales estos campos particulares muy tradicionales (al igual que otros que no se analizan en esta obra) están constantemente enfrentados a un proceso que parecería inacabable de reconsideración de sus fundamentos y proyección sobre nuevos horizontes. El texto de Pedro Sunyer ofrece una revisión crítica de las transformaciones recientes de la geografía histórica. Así, se presentan los debates que han animado este campo LOS GIROS DE LA GEOGRAFÍA HUMANA 13 A continuación el libro integra tres campos particulares de la geografía humana ampliamente involucrados en los giros. un bastión de la racionalidad tradicional en geografía humana. pueden resultar fragmentos densos de la misma. A pesar de lo tradicional y consolidado. como es la geografía urbana. sus observaciones son decisivas para comprender . Aunque el verbo hacer suele no ser frecuente en los estudios urbanos y en la geografía urbana en particular: nos interesa usarlo y enfatizado porque consideramos que es la forma más explícita de dar cuenta de las prácticas de los sujetos. La autora concluye que es la concepción del espacio con -ro construcción social el gran eje articulador de los diversos abordajes que han permitido una clara v contundente renovación del estudio de la relación entre la economía y el espacio. Reconoce la autora que los avances en la geografía urbana contemporánea han sido fragmentarios y heterogéneos. la relevancia de pensar la geografía urbana no sólo en términos de localizaciones y flujos en el territorio. Otro de sus aportes a esta geografía urbana en giro se ubica en su planteamiento de abordar la ciudad y el espacio urbano a través de las experiencias espaciales del sujeto habitante. como protagonistas y constructores de la historia pero también de las transformaciones del espacio. que ha dado lugar a nuevos derroteros para la geografía económica: en esa senda ubica el reconocimiento del mercado como una construcción social. elaborado por Béatrice Collignon. En este camino. encuentra que un núcleo relevante radica en la introducción del movimiento en sentido amplio (en la perspectiva vitalista). se presenta el campo de la geografía urbana. las transformaciones de la geografía económica han sido sustanciales. Seguramente para quien trate de dilucidar esa pregunta una pista de mucha ayuda será preguntarse por las figuras narrativas del espacio que están subyacentes en cada una de esas geografías urbanas muy consolidadas. que habían sido escasamente estudiados por el pasado— que devino en la aproximación dominante. como una forma de aproximarse y aprehender un «universo infinito». desarrollado por Paula Soto. 14 LOS GIROS DE LA GEOGRAFÍA HUMANA analizado por Alicia Lindón. y otro sobre la geografía de género. Todo lo contrario. Rosales señala la importancia del giro cultural que transformó radicalmente las certezas de este campo de la geografía humana. La autora analiza muy particularmente el encuentro fructífero entre la geografía y la sociología.y dimensionar los dilemas y las propuestas de los autores clave en el campo.. En esa búsqueda de alternativas geográficas urbanas herederas de los giros. cuestión poco estudiada por la geografía urbana tradicional. este campo no ha perdido vigencia. Así. A manera de introducción del saber geográfico en las últimas décadas. ésa es la meta última de toda esta obra. su propuesta de los escenarios urbanos constituye una aproximación teórico-metodológica a la ciudad de tipo holográfico. hasta tal punto que va no se parece a la versión clásica que se enseñaba hace algunas décadas y que todavía se sostiene en los programas universitarios más tradicionales. sino en toda la geografía humana La necesidad de «repensar» la geografía histórica que se planteara Baker desde 1972 a fin de construir otra geografía. es decir. para emplear la expresión de Angelo Turco. Sunyer demuestra así que la geografía histórica. Aun si el autor privilegia la evolución de la geografía anglosajona (que de hecho es la más creativa en esta concepción de los giros). Alicia Lindón nos introduce en uno de los campos más tradicionales V supuestamente consolidados de la geografía humana. Este giro positivista —o más precisamente la revolución cuantitativa— redujo notoriamente la impronta de la descripción geográfico-histórica que dominara durante las décadas previas no sólo en geografía histórica. se acerca considerablemente al giro subjetivista que han emprendido otras ciencias sociales. Algunas de las derivaciones teóricas de estos giros de la geografía económica se ubican en el estudio de la empresarialidad y la gobemanza industrial. Éste es el caso de destacados geógrafos —difíciles de encasillar— como John I( Wright y David Lowenthal.. temas que han cobrado un gran interés para la configuración de esta geografía económica que gira. La geografía urbana tradicional no es objeto de análisis en este capítulo.Alicia Lindon y Daniel Hremaux Una geografía dando giros. se reconstruye permanentemente intentando dar respuestas a las transformaciones urbanas de cada día y a la renovada central idad que adquieren en la vida social actual. La autora evidencia la necesidad de construir también «otra geografía urbana" («otra» en el sentido de la obra de Joan Nogué y Joan Romero) que tome en cuenta al sujeto y su subjetividad como parte del medio urbano. a lo largo del tiempo. El autor también saca a la luz las conexiones entre la geografía histórica y ciertas geografías humanistas o antecedentes de ellas. la autora desarrolla su propuesta de estudiar escenarios urbanos en los que se condensa esa vida urbana y la experiencia del sujeto que habita la ciudad. ir más allá del espacio paratáctico. en primer lugar. A esta tarea —un verdadero giro-. define el movimiento con las siguientes palabras: «puede ser comprendido como el devenir constante de la vida urbana que hace' (o construye) la ciudad a cada instante». sino sólo en aquella pequeña parte que está en sintonía con los giros de esta última parte del siglo xx. En última instancia. La autora presta particular atención a lo que denomina el giro institucionalista y evolucionista de este campo del saber geográfico. integrando la vieja discusión —de raíces heideggerianas— acerca del habitar. precisamente porque el libro no analiza lo tradicional y consolidado de cada campo. a la par de otros campos de la disciplina. Si bien estos escenarios no pueden dar cuenta de toda la extensión de la vida urbana. Otra cuestión —que va más allá de los objetivos del capítulo— seria indagar hasta dónde esa otra geografía urbana puede integrarse con las geografías urbanas va hechas. que es necesario no sólo deconstruir sino reconstruir el saber geográfico sobre la ciudad v la vida urbana. del actuar sobre el mundo de las personas. La autora destaca. Así. En la misma orientación que el capítulo de geografía urbana se ubican los textos de Béatrice Collignon y de Paula Soto: la primera remite a un tema olvidado en la geografía 5. finalmente es algo bastante próximo a lo que podemos observar en otros campos del saber geográfico: una toma de conciencia del atraso teórico y metodológico que debería de producir una renovación a fondo tanto en el dominio teórico como en el metodológico. En síntesis y nuevamente en concordancia con las tendencias planteadas en los otros campos de la geografía humana. Como lo analiza Rocío Rosales en este capítulo. asume la necesidad de construir una geografía en la encrucijada del individuo. se encuentra cada vez más sometida a presiones de renovación. Sunyer rescata la importancia del giro positivista que condujo a la hegemonía por cierto tiempo de lo que Ortega Valcárcel denominara la «geografía teorético-cuantitativista». Observa Rosales que la geografía crítica presentó una concepción del espacio geográfico/económico —con un fuerte sesgo hacia los sistemas mundiales y el poder. LOS GIROS DE LA GEOGRAFÍA HUMANA 15 . El trabajo de Alicia Lindón se aleja —clara y voluntariamente— de lo que fue (y es todavía) la geografía urbana tradicional. Esta concepción transforma el quehacer de la geografía económica al abrir nuevas perspectivas sobre la construcción social del espacio en sí. Así.se aboca en su contribución. Luego se incorpora un capítulo sobre la geografía de los espacios domésticos. Para dar contenido a esta reconstrucción de la geografía urbana. Sunyer muestra que se asiste actualmente a una apertura de los antiguos compartimentos estancos. La geografía económica. el lugar y la sociedad. siempre vistos como un recinto «sagrado» del cual toda interpretación geográfica era imposible. en particular.. Podríamos preguntamos si la hegemonía de la figura narrativa del espacio paratáctico que señala Angelo Turco no es justamente una de las consecuencias de la dominación masculina en la geografía. en vez del camino más sencillo de revisar las consecuencias de la existencia de este nuevo «mundo digital» —como.. y no sólo las del género. Sin embargo. El desafío que parece haber cumplido este trabajo es el de reconstruir la senda seguida por la geografía para acoplarse a esa ola de estudios sobre el género. la geografía del ciberespacio y de los mundos virtuales. la cibernética en general. A manera de introducción humana tradicional. sin por ello perder la identidad del trabajo geográfico. está sentando las bases para una geografía de los espacios domésticos. enfatiza la importancia de la transformación tecnológica de los últimos 30 años en las ciencias sociales y. logra ofrecer al lector una sugerente tipología de estudios. la autora destaca la obra que ha marcado un hito en la reflexión sobre las implicaciones sociales y espaciales de las transformaciones tecnológicas. el estudio geográfico del espacio doméstico hace posible legitimar la vida cotidiana como objeto de estudio geográfico. pero aun así se puede constatar su influencia. Sin duda alguna. Béatrice Collignon. la fractura digital y su distribución territorial en el mundo—. toma el camino de analizar las distintas aproximaciones teóricas producidas por la geografía y por las otras ciencias sociales. La autora repasa las diversas aproximaciones al ciberespacio producidas desde las ciencias sociales. para estudiarlo. Así. en concordancia con lo que expresan varios autores de esta obra. Aunque la autora no utiliza esta expresión. El capítulo de López Levi. la autora da cuenta de las formas de concebir el espacio virtual. El reto es tanto más fuerte cuanto el tema del género ha sido objeto de muchísimas publicaciones. pueden contribuir —en opinión de las autoras— a una saludable reconstrucción del trabajo geográfico y de la misma disciplina. esta segunda parte del libro incluye dos campos en los cuales los giros aún no han generado cambios tan profundos corno en los previos. Esto último nos permite preguntarnos si ello no dará paso a una nueva figura narrativa sobre el espacio para la geografía actual que mira el espacio virtual.Alicia Lindón y Daniel Hiemaux Una geografía dando giros. La autora abre así la puerta a fructíferos trabajos sobre los espacios domésticos (asociables también a la temática de la vida cotidiana. esta segunda parte se cierra con un texto de Gerardo Bocco y Pedro Urquijo dedicado a la geografía ambiental. particularmente desde los estudios culturales. Esta segunda denomina- 16 LOS GIROS DE LA GEOGRAFÍA HUMANA ción —geografía de género— al ser más amplia ha permitido integrar también una geografía de la masculinidad. invitan a cierto optimismo sobre el devenir de la geografía. a pesar de su fuerte peso en las anglosajonas. aunque apenas está esbozada. Por último. cuya evolución en la geografía humana ha sido desarrollada detalladamente por Alicia Lindón en el Tratado de geografía humana va mencionado) que enriquecerán las aportaciones geográficas a la teoría social. siguiendo los avances recientes de las geógrafas de género. demostrando que unos temas específicos. la lectura que ofrece la autora en parte emerge de los casos empíricos que ha estudiado (y que como todo caso conllevan especificidades notables). en la geografía humana. como ella misma lo afirma. a pesar de la proliferación de muestras de la relevancia del ciberespacio en la vida de cada día. plenamente articuladas con las que hace Alicia Lindón en su capítulo sobre geografía urbana. muestra que este campo se ha ido construyendo en un contexto de fuerte producción intelectual sobre el tema general de lo virtual. Al respecto podemos preguntarnos si acaso está ocurriendo una difusión al estilo de la que proponía Hagerstrand. Abrir de forma creciente la geografía humana a la dimensión de género es sin duda alguna un reto para nuestras geografías latinoamericanas. e incluso la transformación del ser humano en un complejo hombre/ máquina. En los últimos tiempos han florecido aportaciones sobre lo virtual. Asimismo. no es menos cierto que sentó bases que aún se mantienen. el de los espacios domésticos. estamos frente a «un futuro lleno de caminos por explorar». nuevos espacios» es el título de un inciso del texto que remite notoriamente a esta geografía que gira hacia la dimensión del género y que el presente texto contribuye a esclarecer en sus limitaciones. El trabajo de Paula Soto sobre la geografía de género parte de la necesidad de repensar las diferencias. El trabajo de Paula Soto ofrece una síntesis de las aportaciones de la geografía humana al tema del género. ya lo planteara Entrikin a través de su célebre neologismo: The «Betweeness» of Place. que es sin lugar a dudas Neuromancer de Gibson. algunas formas de abordar la relación entre la sociedad y su espacio. que ha tenido poca relevancia en las geografías iberoamericanas. nuestra disciplina está hecha de singularidades. los geógrafos no le han prestado suficiente atención o al menos no la necesaria como para producir conocimiento innovador sobre el asunto. En segundo término. A nivel conceptual. Sin duda alguna. retroalimentándose de sus significativas investigaciones sobre el espacio doméstico de los inuits y también del análisis de los estilos de vida actuales del mundo «moderno». a semejanza del anterior. «Nuevas preguntas. El trabajo de la autora señala. Estas propuestas. Liliana López Levi. Finalmente. en donde se pone en evidencia que aun un LOS GIROS DE LA GEOGRAFÍA HUMANA 17 . publicada por primera vez en 1984. y también lo que se ha avanzado desde la geografía humana. de «género». Más bien parecería que —una vez más— se constata la dificultad que los cambios de contexto y los giros diversos deben afrontar para ser reconocidos e incorporados en la geografía instituida. pero también en sus enormes potenciales para una geografía humana enfrentada a un giro cultural insoslayable. nuevos objetos. unas más académicas. Finalmente. por ejemplo. La autora pone en evidencia que. pero al mismo tiempo trata de remontar esas especificidades a través del análisis de lo singular que contienen y que por lo mismo puede estar presente en otros casos. Así. La orientación del trabajo de López Levi se adecua bien a la obra en conjunto en cuanto a que. Uno de ellos es un campo emergente de la disciplina. A continuación. por ejemplo. sino también una visión general. que ponen en tela de juicio muchas certezas tradicionales sobre lo humano. desarrollado por Liliana López Levi: el otro aborda la geografía ambiental. que la geografía tradicional ha estado dominada por la presencia masculina que le imprimió no sólo ciertas temáticas. Para la autora el espacio doméstico permite arrojar luz sobre la construcción de la dimensión espacial de las sociedades. la autora plantea que el análisis del espacio doméstico tiene la virtud de contribuir e impulsar un giro metodológico en la disciplina.. se propone —en la misma línea optimista y de reconstrucción del saber geográfico que desarrolla Alicia Lindón—desmenuzar las virtudes del análisis geográfico de los espacios domésticos. la autora ofrece un atinado seguimiento del tránsito de la geografía humana de las mujeres hacia una geografía a veces «feminista» y en otras ocasiones. otras más militantes y participativas. esta tarea se ha iniciado de manera muy reciente y es una de las tantas derivaciones de los giros que analizamos. a través de las voces de Gerardo Bocco y Pedro Urquijo. Si bien las concepciones del ciberespacio han evolucionado desde la publicación de ese libro fundador.otro» en la geografía humana. Esto último tiene la virtud de constituir al individuo común y banal en sujeto de estudio de la geografía. Por lo pronto. la geografía de género también abre la puerta a una profundización de las temáticas del . si bien ni pretenden ni podrían agotar la disciplina. Así. En última instancia la teoría (no sólo en la geografía. De igual forma. Los autores han logrado no sólo hacer preguntas pertinentes sobre lo que realmente es y trabaja la geografía ambiental. las geografías de género ofrecen un prisma enriquecedor para analizar la pobreza. una vez barridas las viejas bases epistemológicas de las disciplinas tradicionales. Luego.. una geografía que gira también debe asumir el reto de reconocer las voces de sus autores y sus especificidades. Todo autor está inserto en diversos contextos. que tan frecuentes se han hecho en las ciudades actuales. Por lo tanto un giro espacial de las ciencias sociales sin una interlocución con la geografía humana puede llevar a muchas confusiones y vacíos por ambas partes y diferir en el tiempo la comprensión profunda de la dimensión espacial de lo social. Si bien la empresa presenta serias dificultades por el atrincheramiento de ciertos grupos intelectuales dedicados a estudiar lo ambiental. como lo señalan atinadamente los autores. aunque actualmente nadie duda en reconocer que lo social es el gran productor del espacio. Por lo anterior. sino en todas las ciencias sociales) surge de la interpretación del mundo empírico y encuentra su destino al producir nuevas interpretaciones de otros fragmentos del mundo. SOF: sin domicilio fijo. es necesario reconocer que sería legitimo y esperable que numerosos lectores se pregunten: ¿qué ha sucedido con otros campos de LA geografía humana frente a estos giros? El libro no ofrece respuestas a este interrogante porque no se pretendía asumir la meta —meritoria pero inalcanzable— de la exhaustividad de campos del saber aeografico. ha 6. estos capítulos.. En algunos campos. las diferencias propias de cada campo estudiado se hacen insoslayables. se toma el eje de la relación de la geografía humana con las otras ciencias sociales. De hecho. por ejemplo. los giros pudieron florecer rápidamente porque han venido a constituir —en ocasiones— el enfoque desde el cual el campo de la disciplina se terminó de estrecho en la actualidad. como la sociología o la antropología. la geografía ambiental no ha conocido el éxito que podría esperarse en un contexto de fuertes controversias sobre el ambiente. la geografía humana se replegó durante largo tiempo en análisis del espacio notoriamente huérfanos de la dimensión social. la lenta evolución de la relación entre la disciplina y las otras ciencias sociales condujo a un acercamiento que se ha tornado más Por último. Antes que reflexionar en lo que ha ocurrido en diversos rincones de la disciplina. De manera semejante. la perspectiva de la geografía urbana aquí desarrollada podría ser una ventana para proyectarla N. como en la actualidad. los autores primero muestran cómo las ciencias sociales se configuraron a través de un desentendimiento radical respecto al espacio. no es menos cierto que se presenta en este texto una veta muy relevante sobre la necesidad de introducir la dimensión de lo «natural» y «ambiental» en el quehacer de la geografía humana de una manera más concluyente que lo que se ha hecho en el pasado. cristalizar. En este capítulo. cada capítulo presenta una peculiar lectura del tema de los giros a través de las especificidades del mismo. Ello constituye un giro en ciernes. Por otro lado. El libro termina con un trabajo. sino también sin diferencias de género ni de generación. consideramos que ofrecen pistas sucintas que pueden ser de gran utilidad para repensar espacialmente diversas problemáticas del mundo actual. sino también soslayan las interpretaciones más recientes producidas por la geografía humana involucrada activamente en los giros que se estudian en la obra.Una geografía dando giros.' muchas veces han tomado los rasgos propios del espacio doméstico occidental y burgués como la metáfora para confrontar esos otros espacios domésticos que un sujeto puede reconfigurar en la calle o en el espacio público. Esto no es una debilidad sino la expre- 18 LOS GIROS DE LA GEOGRAFÍA HUMANA LOS GIROS DE LA GEOGRAFÍA HUMANA sión de la riqueza de la singularidad. y a través del potente mecanismo de la analogía llevar a esos otros mundos domésticos interrogantes que emergen del estudio de Collignon. Esta evolución muestra también que las ciencias sociales tienden a construir su propia interpretación del espacio al margen de lo que la geografía humana viene desarrollando desde hace décadas. En otros campos menos construidos. sin embargo. muy instituidos y muy apegados a las dimensiones materiales. para abordar espacialmente diversas aristas del complejo mundo actual. en el que se gira la perspectiva de análisis. las otras ciencias sociales no sólo asocian los aportes de la geografía humana al pensamiento espacial más tradicional. Si se considera que la producción del conocimiento es una labor colectiva. iniciar una reflexión que otros podrían continuar en otras obras. Por otro lado. Gerardo Bocco y Pedro Urquijo son exponentes de una visión de la geografía ambiental que busca su acercamiento con la geografía humana. Los autores toman una posición clara al respecto: no habrá una verdadera geografía ambiental sin una clara articulación de la misma con la geografía humana y también con la teoría social en general. 19 . Con cierta dificultad para aportar algo más allá de las ciencias de la tierra. sea a través del concepto del «habitar» —ya señalado como central tanto en el capítulo de Alicia Lindón como en el de Béatrice Collignon— y con el referente ineludible de la obra del geógrafo Augustin Berque. que usualmente no sólo ha sido analizada aespacialmente (con énfasis económico). Quizás. entonces no sería difícil considerar que pueden producirse otras obras que den respuestas a todo lo que aquí no se llega a abordar. los giros han encontrado más resistencias. los geógrafos que han estudiado los espacios de los homeless o SDF. Los giros en la geografía humana también implican reconocer que el autor es parte del texto. de Alicia Lindón y Daniel Hiernaux. Así. O de igual forma podría contribuir a darle inteligibilidad a distintas situaciones y escenarios urbanos de la discriminación del otro diferente. Éstos son sólo unos pocos ejemplos que destacamos en cuanto a la potencialidad de estos desarrollos teóricos y teórico-metodológicos parciales. En este capítulo se presenta la compleja relación que ha acercado —y en ocasiones ha distanciado— la disciplina a las otras ciencias sociales. sino que abren pistas creativas sobre su relación con los giros de la geografía humana y con ésta en términos generales. como es el de lo ambiental. desde allí comprender diversas situaciones urbanas de violencia y miedo. no para hallar lo mismo sino para hacer surgir lo específico. En las ciencias sociales en sentido amplio. A manera de introducción Alicia Lindón y Daniel Hiernaux campo sólo parcialmente integrado en la geografía humana. el tratamiento de los espacios domésticos aquí planteado podría constituir un acervo teórico para penetrar en el estudio de otros espacios domésticos. El repaso que hacen los autores de la primera constituye un claro relato analítico de los tropiezos y los aciertos que experimenta la geografía en general cuando se propone estudiar el «mundo namraL›. actualmente sería difícil asumir la concepción del texto como un producto en sí mismo con independencia de su autor. Ése es el sentido de fondo de la obra. también resulta inmerso en las transformaciones y giros que analizamos. Por otra parte. con frecuencia desbordada por los avances de las disciplinas que se desprenden o se identifican con la ecología. Todos los capítulos reflexionan a partir de un mismo punto de partida —los giros en la geografía humana—. que se pueda lograr una mejor comprensión de la relación entre el hombre y la naturaleza. No se debería cerrar esta presentación sin destacar la relación de trabajo que se estableció con todos los autores de esta obra a lo largo de dos años. que ha sido un gran interlocutor y amigo en todo este proceso. otros con discursos más distanciados del fenómeno empírico. Algunos focalizan los actuales giros de finales del siglo xx de manera directa. Dr.Alicia Lindón y Dame! Hiemaux integrado en su pensamiento a otros autores y sostiene debates con otros. De igual forma es necesario agradecer a nuestra Casa Abierta al Tiempo. Así. El reto de reflexionar y avanzar en los giros que imbrican las ciencias sociales y la geografía humana es una línea de trabajo que apenas se inicia. yen particular al rector de la unidad. En particular. sin aspirar a recorrer todos y cada uno de ellos. cabe subrayar que mientras en numerosas obras recientes este asunto de los giros en la geografía humana se aborda de manera más o menos general. nuestro cálido agradecimiento a la Editorial Anthropos. mientras que otros optan por llegar a ellos como resultado de un largo devenir del pensamiento geográfico. la Universidad Autónoma Metropolitana en su Unidad Iztapalapa. Esa heterogeneidad también se expresa en los diferentes estilos de escritura de los autores: textos más extensos. así como por difundirlo extensamente en Iberoamérica. textos más elaborados. Unos con un discurso muy próximo a la realidad geográfica. Dr. Asimismo. textos más breves. sin concebirla como inagotable. más bien se ha tratado de un diálogo fecundo con todos y cada uno de los autores de tal suerte que el libro es auténticamente un producto colectivo. y más cercanos a la reflexión filosófica. por sus muestras de apoyo en el proceso editorial. textos más inconclusos y provocadores. Por otra parte. otros con debates más profundos en este ámbito. las características intelectuales propias de cada autor llevan a cada texto de esta obra colectiva por diferentes caminos para construir el conocimiento. y geográfico en particular. así como el interés por todo nuestro trabajo en torno a la geografía humana. nuestro más sincero agradecimiento a Esteban Mate. Unos con una discusión epistemológica más somera. aún contiene muchas posibilidades para la renovación del pensamiento científico en general. que reitera el interés por profundizar en el pensamiento espacial. 20 LOS GIROS DE LA GEOGRAFÍA HUMANA PARTE PRIMERA . ya que implícitamente siempre en un discurso están contenidos muchos otros que lo precedieron. Esta obra sólo pretende constituir un eslabón en este camino. la obra intenta encontrar un punto medio entre el carácter holístico que ha sido característico de la geografía y lo especializado. textos con fundamentación muy fuerte en otros pensadores previos y otros con pocas referencias a obras precedentes. Lejos estamos de haber llegado a una simple recopilación. De esta forma. asumiendo que esto último emerge en la línea de reflexión particular escogida —los giros— pero también en lo propio de cada campo del saber geográfico estudiado. Gustavo Levva Martínez. así como al Coordinador General del Consejo Editorial de Ciencias Sociales y Humanidades de la Unidad Iztapalapa. este libro trata de aportar algo a esa reflexión pero particularizándola en diversos campos del saber geográfico. al menos pocas referencias explícitas. Javier Velázquez Moctezuma. esperando que otras investigaciones sigan en esta senda que. interpretativo. con ciertas aproximaciones teóricas instituidas y refinadas en la disciplina. 2006). como el lingüístico. Con relación a lo metodológico. pragmático. al ampliar el objeto de estudio de la geografía.. Smith. que difícilmente • se podrían deslindar uno del otro: el teórico y el metodológico. replantear la posibilidad de comprensión del mundo espacialmente supone el reconocimiento de que. los giros de la disciplina —aun sin proponérselo— han venido a poner en vilo la definición de las fronteras del mundo. relativista (García Ramon. En cuanto a lo teórico. la ampliación del mundo geográfico nos enfrenta al problema de cómo estudiar lo que anteriormente no tenía estatuto geográfico. Pile y Thrift. algunas dimensiones de ese mundo. En otras palabras. LOS GIROS DE LA GEOGRAFÍA HUMANA 23 . humanista. los giros en la geografía humana replantean las posibilidades y formas de comprensión del mundo al atreverse a iluminar rincones de la realidad que no habían cobrado interés para el conocimiento geográfico. podrían resultar inaccesibles al conocimiento o al menos permanecer en la penumbra. Por ello. para emplear la conocida fórmula de Jacques Lévy (1994) y también de la geografía social francesa reciente (Veschambre. En un primer nivel estos giros ponen en tela de juicio las formas de producir conocimiento geográfico. A su vez. pictórico. epistemológicas y metodológicas que venimos denominando de manera genérica «giros >: el giro cultural. lztapalapa. es decir. ciertos niveles yio fragmentos. estos giros que se han instalado en la disciplina se vinculan con otros giros de la teoría social. Estos replanteamientos se pueden leer al menos en dos registros. biográfico.. 1995). Sin embargo. México La geografía humana de las últimas tres décadas está inmersa en un conjunto de transformaciones teóricas. las categorías y conceptos geográficos de los que nos valemos para descifrar las variadas y complejas relaciones de las sociedades con el espacio. esto también trae consigo la puesta en cuestionamiento de lo que puede ser conocido geográficamente.LOS GIROS TEÓRICOS: TEXTO Y CONTEXTO Alicia Lindón Universidad Autónoma Metropolitana. 1992. La propuesta de este libro —reflexionar y analizar el devenir de la teoría geográfica en términos de ese conjunto de giros— enfatiza el cambio de dirección en la forma de estudiar la relación espacio/sociedad o la dimensión espacial de lo social. Así. se observa que el replanteamiento de las formas de conocer necesariamente trae consigo una revisión de las estrategias metodológicas para acercarse a la realidad misma y descifrarla. semiótica narrativo. 1999. LOS GIROS DE LA GEOGRAFÍA HUMANA 25 . Sobre este tema de la omisión de los espacios domésticos en la geografía se puede consultar el trabajo de Béatrice Collignon en este libro. y ha existido desde largo tiempo. nuestra disciplina no les ha otorgado relevancia geográfica y. aun cuando actualmente recrudezca en ciertas ciudades. Se podría argumentar que al menos desde el nacimiento de la geografía moderna (en la segunda mitad del siglo xrx). alguna forma de espacio doméstico. no logramos una que sortee exitosamente las advertencias previas.'. en tanto que el énfasis de la expresión francesa radica en la ausencia de un domicilio fijo. Más allá de esas diferencias innegables. En este aspecto nos remitimos al texto de Claval en este libro. silencioso e inmóvil. la geografía no se había preguntado sino hasta hace poco tiempo cómo estudiar este tipo de espacios. en virtud de los giros. por lo mismo. excepto algunos avances muy recientes desarrollados por geógrafos que asumen inquietudes como las de este libro. se abordaba el asunto como si la ciudad diurna fuera toda la ciudad. No es difícil advertir que esta forma de proceder de la subdisciplina ha hecho invisible geográficamente más o menos la mitad de la ciudad. las calles muchas veces (por no decir casi siempre) han albergado mucho más que la circulación. un parque. que en ciertas dimensiones resultaba invisible para el geógrafo urbano.. se podría observar una circunstancia parecida con respecto a los espacios de la nocturnidad: la geografía urbana parecería haber estudiado la ciudad diurna. Estos giros de la geografía humana buscan respuestas al devenir cambiante de las sociedades contemporáneas y su relación con el espacio. La presencia de este tipo de espacios desde hace más de un siglo no impide reconocer que en la actualidad han cobrado mayor importancia en la vida social por todo lo relacionado con la instauración social del individuo: De esta forma. entre muchos otros. Si esto ha ocurrido con los espacios de los que la geografía no había relevado su existencia.. no se producen por una evolución interna de la geografía. la localización de actividades económicas. En español no se ha acuñado aún una expresión propia. 24 LOS GIROS DE LA GEOGRAFÍA HUMANA var esto con relación al espacio callejero de las ciudades que es apropiado como lugares de residencia: la residencia en la calle no es un fenómeno nuevo. al mismo tiempo. tal vez porque llegamos al tema más tarde y eso nos da la posibilidad de advertir los límites de las otras expresiones y. En este sentido. Sin embargo. 2. Tal como lo plantea Jacques Lévv en este libro. Esto se puede constatar. han expresado que la geografía ha estudiado la mitad de la humanidad asumiendo que se estudiaba a tos seres humanos. como si la ciudad nocturna sólo fuera la ciudad del Horno dortnierzs. la geografía parece redescubrir cuestiones antes no advertidas (Hiernaux. aunque no en términos de residencia.° 4. Sin duda alguna. el espacio urbano desierto. no menos oportuno resulta preguntarnos por lo ocurrido con aquellos otros espacios largamente estudiados por la disciplina: los giros han permitido observar fenómenos y preguntarnos por ellos. cuando con anterioridad a este movimiento del pensamiento geográfico se estudiaban esos espacios pero sólo en ciertos aspectos. la geografía urbana siempre ha estudiado el espacio de las calles. Cabe observar que la expresión en inglés hace referencia a la falta de hogar de estos sujetos. de igual forma. a pesar de que estos espacios han presentado diferencias en los mundos urbanos y rurales. la valorización del suelo urbano. en los que. o el espacio doméstico de los sectores urbanos medios que el de los sectores populares urbanos. Más bien surgen en el diálogo de nuestra disciplina con otras ciencias sociales y. ni mucho menos con estrategias metodológicas para darles inteligibilidad. 3. parcialmente. 6. por mencionar unos ejemplos. un área verde. un paso más en la reflexión permite observar que también puede resultar insatisfactoria si se considera que en muchas ocasiones estos sujetos poseen un lugar fijo en el cual habitan. no contamos con preguntas teóricas específicamente geográficas sobre la comprensión de éstos.. Hablamos de invisibilidad en el sentido en el que la planteara Odette Louiset (2001) en su análisis de las ciudades: en términos teórico-metodológicos.. Algo semejante podría plantearse para el caso del espacio urbano. lo relevante de este ejemplo para pensar los giros de la geografía humana radica en que. 5. Por otra parte. sino con referencia a temas como la circulación. Por ello. Así como algunas voces destacadas de las geografías de género. Otra igualmente fundamental y referida de manera directa a la ciudad y la vida urbana es la de Rerny. y también descubrir más espesura y profundidad en otros espacios estudiados con anterioridad pero sólo analizados en unos niveles y no en toda su densidad. de búsquedas innovadoras. los espacios de la intimidad o el cuerpo mismo. aun cuando sea una calle. como la de ktaria Dolors García Ramon. Al mismo tiempo es necesario subrayar que estas transformaciones en la disciplina no resultan de manera autónoma y ajena al mundo. de alguna forma tanto los espacios domésticos como los de la intimidad han sido parte del mundo. por ejemplo. En sentido más amplio nos remitimos a la obra de Collignon y Staszak (2004). 1992). a pesar de la existencia de ambos tipos de espacios (domésticos y de la intimidad) desde el pasado y de su acrecentamiento reciente. recién con los actuales giros de la disciplina —que rompen esquemas muchas veces aceptados pero pocas veces discutidos— algunos geógrafos comenzaron a plantearse sistemáticamente cuestiones como el estudio de las calles como residencia (a veces fija y semi-fija. otras veces denominados SDF (sin domicilio fijo) (Zeneide-Henry. Siempre ha existido el espacio corporal. En el contexto anterior. queremos señalar que en muchos contextos existe. 2006). se podría obser1. Por ejemplo. Algo semejante —aunque bastante más restringido— se podría plantear respecto a los espacios de la intimidad. Dicho de otra forma.' Algo semejante podría plantearse para muchos otros espacios objeto de estudio de la disciplina desde tiempo atrás. la afirmación de que estos sujetos no poseen hogar podría ser discutible si se amplía el concepto de hogar. los giros han venido a producir cambios en los horizontes que le permiten a la geografía descubrir y preguntarse por espacios que anteriormente no eran ni siquiera observados geográficamente. frente a la necesidad de comprender las transformaciones del mundo mismo. así como en los diversos grupos sociales: no se puede negar que no era (ni es) semejante el espacio doméstico rural que el urbano. desde la perspectiva de la nocturnidad. Sin duda alguna. y es algo propio del ser humano la configuración de las coordenadas espacio-temporales a partir del propio cuerpo. por lo mismo.Como derivación de lo anterior. Sin embargo. Respecto a la instauración del individuo nos remitimos a una obra clásica como la de Norbert Elias (1990). resultan invisibles para las aproximaciones geográficas legitimadas. como es el domicilio. Éste es el caso de Béatrice Collignon (2001) y Jean-Francois Staszak (2001) 3 para el ámbito particular de los espacios domésticos. 2002): Continuando con las ciudades. Voyé y Servais (1991a y b). parecería que la expresión francesa podría ser más pertinente porque coloca lá ausencia en un concepto de fuerte contenido formal. en ocasiones móvil) de ciertos urbanitas cada vez más identificados como hotneless (Sommerville. en el caso de los espacios turísticos. se podría plantear que sólo se ha estudiado la mitad del espacio urbano —el diurno— como si fuera todo el espacio urbano.Alicia Lindón Los giros teóricos: texto y contexto Algunos ejemplos de aspectos espaciales del mundo sobre los que los giros han puesto en discusión las posibilidades geográficas de comprenderlos pueden ser los espacios domésticos. una estación de trenes. 1997) y todavía otros sostenían que el sujeto no tiene que regresar porque nunca ha partido (Castoriadis. que necesariamente va más allá de los objetivos posibles del capítulo y de la obra misma. Por su parte —dentro de este giro— Searle estudió de manera particular los actos ilocutorios. John Austin y John Searle— sin duda alguna puede ser reconocido como la piedra angular de estas transformaciones de las ciencias sociales (Rorty. que desde un ángulo u otro han intentado dar cuenta de las sociedades actuales. en un segundo apartado. 26 LOS GIROS DE LA GEOGRAFÍA HUMANA fía contemporánea mostró la relevancia que adquiere el lenguaje en esa relación entre la conciencia y el mundo exterior Así. Los giros en las otras ciencias sociales En las ciencias sociales y la filosofía contemporánea las hiedes transformaciones sociales del siglo xx. Richard Rorty. En este sentido cabe recordar el señalamiento de Claude Ratlestin: da geografía es víctima de su evidencia' (Raffestin. Arfuch. Una de las expresiones derivadas —directa o indirectamente— del giro lingüístico es el pensamiento que ha venido a constituir el denominado giro pragmático. el énfasis se ubica en el estudio de los actos del habla en la perspectiva desarrollada inicialmente por Austin (1990) y continuada por Searle (1994 y 1997). aquellos que se hacen al hablar. para quien el lenguaje »posee un doble carácter es empírico. De esta forma. y [también] es trascendental. John Austin develó el error de considerar que los enunciados expresados por las personas sólo describen los estados de las cosas. otras veces como pensamiento postestructuralista. el lenguaje deja de ser aquello que está entre el yo y la realidad. En este camino el autor puso el foco de análisis en la intención —como por ejemplo pedir algo. a veces identificadas como pensamiento posmoderno. Aun así. En pocas palabras. Foucault. En última instancia. es una forma de revalorizar la perspectiva hermenéutica según la cual un texto cobra sentido dentro de un contexto. Otra vertiente del giro lingüístico es el denominado giro pragmático-trascendental. se presentan de manera igualmente esquemática e inevitablemente incompleta algunas de las formas de apropiación de estos giros en la geografía humana de las últimas tres décadas. 2007 [1975])— resulta enriquecedor que nuestra disciplina ya no siga el camino de aislarse de este devenir de la teoría social. En este caso. Así. que concebía de manera bastante directa y simple la relación entre la conciencia y el mundo exterior que es objeto de esa conciencia. Asimismo. . 1986). en esta propuesta el énfasis radica en las condiciones que permiten el acuerdo intersubjetivo v lingüístico respecto a la validez de lo que dicen (Habermas. 1998 [1967]). como lo hizo en otros tiempos.Los giros teoncos texto y contexto Alicia Lindón Con el contexto previo v a fin de repasar —muy esquemáticamente— algunas de las líneas de fuerza más destacadas en torno a los mencionados giros. Dicho sea de paso. sino que por el contrario se haya involucrado activamente en él. Se abría —en las ciencias sociales— el camino hacia las visiones construct ivistas. sobre todo de las últimas tres décadas del pasado siglo. a partir del giro lingüístico la comprensión del vínculo entre el mundo interior y el mundo exterior pudo dejar atrás los esquemas dualistas y dicotómicos que habían prevalecido durante largos años. ya que contiene categorías y esquemas que permiten darle forma y estructura al mundo» (Berthier. para pasara ser aquello que construye tanto el yo como la realidad (Scavino. 1991). al margen del resto de las ciencias sociales. 2002b). 2006). En este caso. esto muestra una relación fuerte entre nuestra disciplina y las restantes ciencias sociales. En ese contexto del pensamiento contemporáneo de la segunda mitad del siglo xx. otras como pensamiento critico y en no pocas ocasiones como nuevas visiones subjetivistas y constructivistas. 1987) los participantes en una relación interpersonal. se muestra que el lenguaje ordinario o natural da cuenta de grupos y comunidades sociales de pertenencia. es decir. para lo cual el hablante elige palabras específicas. aun cuando esto le haya implicado fragmentación interna y numerosos dilemas. Una revisión crítica y a fondo de estos giros en las ciencias sociales constituiría en si misma una empresa intelectual mayor. han sido acompañadas de nuevos discursos. Luego. 1991. renovadas propuestas teóricas. otros defendían el regreso del mismo (Touraine. en las ciencias sociales se postula de manera cada vez más frecuente la importancia de la imagen en la construcción del conocimiento (Sartori. todo ello es favorable porque es expresión de haber superado los tiempos en los que la disciplina parecía moverse exclusivamente por procesos de evolución interna. Si estas ideas fueron rechazadas inicialmente en la filosofía no podía esperarse que la geografía las admitiera presurosamente. 1999). característica del fin o la disolución del sujeto protagonista y constituyente (Jameson. La posibilidad de comprender el devenir de la geografía dentro de otros contextos. ordenar. sugerir. con su sesgo materialista. un apartado en el que se recapitula de manera muy somera sobre estos giros en las otras ciencias sociales. mostrando que los enunciados también hacen el mundo. este giro de la filoso7. Por ello. ya que nace del cúmulo de experiencias históricas particulares. Uno de sus principales méritos radica en haber permitido el cuestionamiento y la superación del pensamiento representacional. la geografía tampoco pudo quedar totalmente al margen de lo que este movimiento generó en las ciencias sociales contemporáneas. Michel Maffesoli —con diferentes raíces intelectuales. en notoria ebullición. En esta sintonía Casanueva y Bolaños (2009) plantean la existencia de un giro pictórico entendido como un acercamiento transdisciplinario para el cual el papel de la imagen se constituye en una fuerza clave para comprender las sociedades contemporáneas. relación que no siempre ha estado presente. resulta pertinente ubicar un hito: el giro lingüístico —nacido en la década de los sesenta en la filosofía contemporánea de la mano de autores como Ludwig Wittgenstein (en su segunda época). a continuación presentamos. mientras unos proclamaban la muerte del sujeto (Jameson. la relación entre el lenguaje y los grupos sociales de pertenencia adquiría relevancia. Un planteamiento semejante se expresó en la obra de Frederic Jameson (1999) cuando observó que las sociedades posmodernas se caracterizan por la expansión de la cultura de la imagen —la estetización— que constituye la ideología del consumo del capitalismo actual. 1968). Con el giro lingüístico. este autor desarrolla el concepto de actos del habla entendidos como prácticas. primero. Este apartado sólo aspira a constituir un esquema básico que pueda acompañar las lecturas de los siguientes capítulos.' Si bien toda esta efervescencia teórica ha generado tensiones entre diversos rumbos y horizontes posibles —por ejemplo. De esta forma el giro lingüístico replanteaba la concepción de la realidad y del conocimiento. como el de la filosofía contemporánea y el de las ciencias sociales. cuando el sesgo materialista y objetivista ha dado el tono a la disciplina durante largos años. la geografía es el texto y las otras ciencias sociales son el contexto. Desde los años noventa. interrogar—. 'lo es difícil advertir que en estas palabras la evidencia no refiere sino a las formas espaciales. más cercanas al sujeto— también forma parte del pensamiento posmoderno que LOS GIROS DE LA GEOGRAFÍA HUMANA 27 . han venido a constituir un contexto que ha ido penetrando en la geografía humana de manera creciente. Todas esas teorías. Uno de los aportes más relevantes es el de Habermas. 1998. la narrativa es una forma de construir la realidad. Tal como lo plantea Michael Rustin (2006): las ciencias sociales sólo recientemente advierten la importancia de la biografía. La geografía humana actualmente apenas dispone de estudios aislados en los que se revaloriza la biografía como enfoque o aproximación a la realidad geográfica (García Ramon. Y ello parecería haber contribuido al redescubrimiento de la biografía en las ciencias sociales aun cuando el hallazgo haya sido tardío. es puesta en palabras. 1989: 15-26). El historiador Francois Dosse ha8. en América Latina ya se han realizado tres encuentros internacionales que han llevado por título (y temática general) Los giros teóricos. Si las ciencias sociales —como la sociología (Rustin. las tramas de significados. Gergen 1991: Joseph. normativa. una vez que los atributos individuales han sido remitidos al contexto cultural. de un poeta (Barthes. el dilema estará en que las teorías lo conciban como lo que genera el control colectivo. Algunos autores —tales como Rustin (2006) desde el pensamiento social anglosajón. cuando esa experiencia es contada. o bien Leonor Arfuch (2002) desde el pensamiento latinoamericano— lo han denominado expresamente «giro biográfico». Sin lugar a dudas. los signos. sobre todo en sus inicios. las palabras. 1997. que reducen el actor a un «idiota cultural».. así como también por medio de la discursividad sobre su hacer en el mundo y de las motivaciones de la acción. en busca de la eficiencia. en la efervescencia de las últimas tres décadas del siglo xx algunas voces dentro del giro cultural y el pensamiento posmoderno comenzaron a interesarse de manera creciente por los procesos de individuación así como por el sujeto. tras un constante desprecio por parte del saber erudito.ar/evento. en este caso. es epistemológico y también es un giro metodológico. «sin duda demasiado relacionado con esa parte acordada a lo emotivo y a la intensificación de la implicación subjetiva» (Dosse. Más bien es una mediación entre lo social y lo individual. en todos los casos con un espíritu transdisciplinario explícito. el interés por el sujeto y la subjetividad renace en las ciencias sociales desde los años ochenta (Touraine.). Giddens. Como dijera Brunner (1988). 28 LOS GIROS DE LA GEOGRAFÍA HUMANA bla de una «explosión biográfica» ocurrida desde principios de los años ochenta. la cultura. Y dado que las biografías sobre todo se pueden comunicar al otro contándolas. egoísta y racional. El giro cultural —que se impulsa a la luz de las teorías posmodernas y postestructuralistas— contribuyó a deconstruir la perspectiva de la autonomía y la creatividad individual (planteada con anterioridad a este giro por las teorías subjetivistas. el giro biográfico ha venido articulado con el giro narrativo.'° 9. La referencia a la singularidad se refiere a las formas en las que lo social se especifica en una vida particular Por ello. Como lo ha advertido Rustin (2006: 42). en dos cuestiones que algunos autores —como Alexander— han reconocido como la clave para comprender las diferencias entre las diversas teorías sociales.. interpretativo y subjetivo han colocado en el centro de estudio al sujeto con su capacidad creativa y también con las sujeciones al mundo social del cual forma parte. estos giros múltiples —con los diversos matices que van adquiriendo en las diversas disciplinas sociales y según distintas filiaciones teóricas— parecería que siguen convocando crecientemente a la reflexión de los científicos sociales. han cambiado la orientación. En la última década. lo singular no es sinónimo de lo particular. a veces como significados manifiestos y en otras ocasiones como francamente latentes.lgspotm/ LOS GIROS DE LA GEOGRAFÍA HUMANA 29 . instrumental. acuña el neologismo. o bien. la subjetividad adquirían todo su potencial a la luz de la singularidad ] de cada individuo dentro de un mundo social que lo configura pero al cual también el sujeto transforma. http://svmvv. en Ciudad de México. Todo ello contribuyó a abrir otros senderos en los que la discursividad. objetiva. subjetiva. el individuo termina siendo analíticamente sólo un residuo carente de interés para esas aproximaciones. como algo interno a los individuos y negociable entre las personas (Alexander. Este último advierte sobre la centralidad de la reconstrucción narrativa de lo vivido. Más bien ocurrió lo contrario. narrativo. Estas dos cuestiones son el concepto de orden social y el de acción social. El individuo no quedaba muy lejos de aquella conocida expresión crítica de Harold Garfinkel (1967) respecto a las perspectivas (estructural-fu ncionalistas). 1988. El primero se realizó en Córdoba (Argentina) en el año 2006. emotiva. 9 Y a inicios de 2010 tuvo lugar el tercer encuentro de la misma convocatoria en la ciudad de Buenos Aires. al mismo tiempo que destaca el carácter holístico de la persona. 1977: 17).utp:/girosecbna. según Dosse (2007)— se aboca a las biografías y. En este sentido Alexander ha advertido que las posibilidades de comprensión del mundo que ofrecen las teorías difieren según conciban a la acción social como interna al sujeto.. idealista. el giro narrativo no ha sido ajeno al giro interpretativo que se plantea el problema de acceder a las tramas de significados que dan cuerpo a toda narrativa o relato y que orientaron la acción. Es el sujeto en esas tensiones quien construye y reconstruye lo social a través de la acción (las prácticas) y sus significados. como era usual en él. interaccionistas y la fenomenología schutziana. o bien si la conciben como externa al sujeto.org.). 2008). Lindón. En cuanto al orden social. materialista. De alguna manera se podría considerar que estos giros han movilizado. 2006)— se han demorado en reconocer el valor de la biografía como aproximación a la realidad social. de biografema: una serie de destellos de sentido que conforman una historia pulverizada del narrador. Así. En esencia este giro biográfico ha permitido comprender la emergencia de lo social en la singularidad de las biografías. Sería muy simplista asumir que el giro cultural desembocó en las perspectivas subjetivistas v del sujeto. No hay que olvidar que en los años setenta Roland Barthes —al influjo del regreso al sujeto. Por ejemplo. según este autor. como externo al individuo v previo a la acción. los giros biográfico. voluntaria. y que muy pocas veces se hacen explícitos. no-racional.Alicia Lindón Los giros teóricos: texto y contexto destaca la relevancia creciente de la imagen y lo estético en las sociedades contemporáneas (1993). No obstante.php?id= 7&num= 29 lO. Más relevante aún resulta reconocer que las visiones más radicales ligadas al giro cultural y al lenguaje terminaron por omitir al individuo.. En 2008 se realizó el segundo encuentro internacional sobre el mismo tema. 1995 y 1997. mientras en las humanidades todo lo biográfico siempre tuvo centralidad. de un pintor. Todo lo anterior fue produciendo en el conjunto de las ciencias sociales un movimiento que terminó siendo identificado como giro cultural. como la posibilidad de libertad. Del individuo se pasó al actor y del actor al sujeto social. 2007: 211. Así. mostrando que la trama de significados se termina de configurar después de la experiencia. Este redescubrimiento de la biografía es teórico. 2003. que subyacen en casi todas las teorías sociales. la situación de la geografía humana en lo biográfico está mucho más rezagada. al concebir la realidad social como enteramente estructurada. sensible. construida vio producida desde la discursividad.propuestaeducativailacso. que conciben al sujeto situado y se plantean que no es suficiente con reconocer que las prácticas construyen el espacio. Posiblemente. De esta forma.. 11. Uno de los méritos de estos acercamientos radica en la concepción del territorio como aquello que permite cristalizar c producir sinergias entre los actores. aunque también a la psicología social. 2005. Por ejemplo. En estas geografías del desarrollo local se observa una relevante apropiación de la figura del actor desarrollada en la sociología. Sabemos que la cultura estuvo presente en la geografía moderna desde sus inicios a finales del siglo Mx: Ratzel y Vidal de la Blache la incluyeron explíci- LOS GIROS DE LA GEOGRAFÍA HUMANA 31 . 1976. Este concepto de nanativización puede iluminar la comprensión de diversos territorios y territorialidades. Al mismo tiempo. Tuan. una inversión del interés» (Rochefort. Otra de las formas de girar hacia el sujeto se relaciona con el cuestionamiento de la racionalidad instrumental. Al mismo tiempo. 2007. 1999). estos giros en la geografía humana suelen otorgarle una renovada central idad al sujeto/actor. Bourdieu. Éste es el caso del camino geográfico en torno al estudio de los sujetos emprendedores. Nigel Thrift hablaba de la hegemonía de la cultura en las ciencias sociales y en la geografía (1991: 144) como un cambio. Posiblemente habría que reconocer que las geografías que giran hacia el sujeto encuentran un momento fundacional en la naciente geografía social francófona de los años sesenta. las geografías del miedo son una de estas vertientes que giran hacia el sujeto abordándolo en su vida cotidiana. 2001). El redescubrimiento del sujeto/actor/individuo ha constituido uno de estos giros de la geografía humana. algunos destacados geógrafos involucrados en este giro hacia el sujeto insisten en que sólo parcialmente ha sido logrado. los proyectos institucionales y las prácticas espaciales. Por ejemplo. también debe anclarse en el sujeto. 2006) también podría incluirse en este giro hacia el sujeto. 1981). 30 LOS GIROS DE LA GEOGRAFÍA HUMANA Otra perspectiva con cierta afinidad con esta última es la que en la geografía se ha desarrollado a la luz del desarrollo local. Se requiere dar un paso más adelante para comprender cómo es que las prácticas construyen el espacio (Lussault y Stock. esa omisión le otorga a la interpretación un carácter casi universal e indudable. Las geografías de corte constructivista constituyen otra perspectiva de este giro hacia el sujeto. 1977). 1998. En algunos casos. 1963: 20). Di Méo. las identidades para que de allí emerja lo local y el desarrollo loca! (Klein. a la antropología. sus acciones colectivas. el individuo. 2000. la persona. Un ejemplo son los planteamientos de deconstruir el saber geográfico acerca del mundo —lo que autores como Vincent Berdoulay (2000) suelen denominar los relatos geográficos— o la deconstrucción del saber dominante (Collignon. tal vez por el peso que han tenido las formas espaciales en la conformación del pensamiento geográfico. los trabajos de Michel Lussault (2007). En particular merece recordarse la célebre expresión de Renée Rochefort." han arribado a la geografía humana planteando desafíos no menores. Aún cabe subrayar que otra forma de girar hacia el sujeto es aquella que lleva a profundizar la dimensión sensible y la experiencia espacial misma (Buttimer y Seamon. 1999).Los giros teóricos: texto y contexto Alicia Lindón Los giros y la geografía humana En este devenir. La narrativización es aquella forma de interpretar el mundo (o sus fragmentos) en la cual se omite la identificación del sujeto que interpreta. 1993). Tal vez seria un exceso de esquematismo intentar perfilar algunos de los caminos que adquiere este giro en la disciplina. los alegatos a favor de la deconstrucción geográfica encuentran su razón de ser en lo que esos saberes legitimados han ocultado. Duncan y Ley. aunque en términos generales implican la construcción de un nuevo cuerpo teórico en torno al espacio en diálogo con lo producido sobre el asunto por las otras ciencias sociales (Lévv. Otra cuestión relevante al respecto es que este giro geográfico hacia el sujeto en estricto sentido no es uno sino varios con matices entre unos y otros. estas geografías de la vida cotidiana se interesan particularmente por las trayectorias espaciotemporales. Gumuchian et al. 1980. Uno de los mayores méritos de esta propuesta se halla en la inmersión en la teoría social (Giddens. Di Méo y Buléon han señalado recientemente: «La geografía no se puede contentar con tomar en cuenta a los grupos sociales. recuperando la tradición anglosajona de la lime Geography (Pred. así corno también la deconstrucción del saber cartográfico (Farinelli. o bien subjetivista— como la deconstrucción y la narratikización del mundo. otra parte del giro geográfico hacia el sujeto ha destacado la dimensión cultural para la comprensión del espacio (Philo. Goffinan) y el desarrollo de la propuesta geográfica que busca los puntos medios entre las aproximadones constructivistas de raíz interaccionista y las constructivistas más estructuralistas. De igual forma cabe subrayar que en términos generales las geografías de la vida cotidiana constituyen en sí mismas un giro hacia el sujeto y a veces también hacia su subjetividad (Berdoulay y Entrikin. las acciones orientadas a proyectos locales innovadores que terminan constituyéndose en acciones colectivas. 1991. Mencionamos algunos. no sólo en términos de prácticas espaciales sino también de sentidos y significados otorgados a las prácticas y a los lugares en los que se despliegan. De igual forma. con la cual se abría este camino: «la geografía social comienza con la inversión del orden de los factores [entre el espacio y la sociedad]. estos giros hacia el sujeto han impulsado el interés por reconocer y comprender lo inmaterial como parte de la realidad geográfica. 1998. a inicios de los noventa. Séchet. la magnitud de esta transformación sólo se puede dimensionar si se recuerda que en la geografía más legitimada lo inmaterial nunca había adquirido una clara relevancia. Por ejemplo. algunas ideas de fuerte peso en la teoría social v la filosofía contemporánea —al menos para aquéllas de sensibilidad posmoderna. En todos los casos. 1999. Veschambre. 2006. Ripoll. pero sin pretender agotar el giro hacia el sujeto en ellos. Asimismo. Otra perspectiva geográfica derivada del interés en el sujeto/actor es la desarrollada por Gumuchian acerca del actor tenitorializado. Todo ello se concreta en formas variadas de abordarlo según las temáticas en estudio. Hadev. en cambio extensamente ha sido anunciado (Debarbieux. y necesariamente supone un acercamiento a la sociología (al menos a aquélla sensible al actor). 2010). Minca. En este sentido. 2003). 1997. Yen particular está presente en las perspectivas herederas de la geografía económica. el actor» (2005: 39). como se plantea en el capítulo de Rocío Rosales. Klein y Fontan. 1975. que es replanteada con relación a las identidades territoriales. el acercamiento al actor territorializado aspira a mediar entre los planteamientos metodológicamente más holísticos acerca del sujeto histórico (de raíces post-marxistas) y otros planteamientos más anclados en el individualismo metodológico (Gumuchian et al. 2003 v 2004). En cada campo de la geografía humana estos giros han adquirido diferentes matices. Alicia Lindón lo aplica con relación a los suburbios y periferias (2007a). 1997 y 2006. Por ejemplo. En general. La geografía social francófona actual —con todas sus vertientes (Di Méo. una ruptura con algo previo.. 2003). que ha venido a sintetizarse en la fórmula «la dimensión espacial de lo social». 2002). la proximidad social. 1988. (Debarbieux. esas tramas de significados adquieren vida. son parte del inundo del hacer. aquella en la cual la pintura representa y muestra los paisajes. se empezaron a buscar alternativas que incluyeran lo inmaterial sin relegar por ello lo material. 1997. La hegemonía reciente de la cultura en la geografía desborda lo material. las narrativas y los relatos (Berdoulay. En estos casos. En esta perspectiva. Para una revisión crítica sobre lo iconográfico en la geografía se puede consultar el trabajo de Carla Lois (2009) LOS GIROS DE LA GEOGRAFÍA HUMANA 33 . 1978. edificios. omitiendo otro rasgo. Y estos juegos del lenguaje. aun cuando no es lineal ni directa. se ha apropiado en el estudio de los centros comerciales. El redescubrimiento geográfico de la inmaterialidad —que está en el centro de los giros que analizamos— ha contribuido al hallazgo del lenguaje (Olsson. palabras. saberes. 2007). 2003. abren caminos. 2006). lo material y lo no material (Staszak. Posiblemente. en donde reconstruye —con una perspectiva de geografía histórica— la forma en que las transformaciones en la noción de paisaje de la pintura contribuyeron a legitimar en el sentido común las relaciones de propiedad de la tierra. Aunque algunos años después del furor inicial. Sin embargo. Barnes v Gregory. le dan particulares sentidos a los lugares y así contribuyen a su construcción social. 2000. 1993). 2007b). en el lenguaje. el giro pictórico o iconográfico es uno de los que pudo ser integrado y reapropiado en la disciplina con más rapidez y profundidad por la larga tradición iconográfica y representacional que siempre ha formado parte de la geografía. talan bosques. 2007b).. los lugares también son construidos por los sentidos y significados que se les atribuyen. imágenes.Alicia Lindón Los lamente. la aeografía asume que el espacio no sólo es objeto de manufactura y modelado material. a veces desde niveles estructurales y en otras ocasiones desde el sujeto en su mundo cotidiano. Estas perspectivas —en las que nuevamente se destaca el trabajo de Denis Cosgrove (2008)— pueden considerarse parte de las transformaciones 12. e incluso asociando estilos de construcción de las viviendas con fantasías de la felicidad. nunca son ajenos a la sida práctica. se destaca la obra de Jean-Francois Staszak que ha penetrado en diversas expresiones de las artes plásticas (2004). la metáfora. 2000. En este sentido es importante reconocer que esta relación no ha sido reducida a la expresión más simple —la representacional—. El giro pictórico o giro iconográfico ha sido retomado intensamente por la geografía cultural. y los decires en el espacio. En otros términos. y particularmente en la relación entre la geografía y la pintura. sino que su construcción pone en juego procesos más complejos que integran lo inmaterial. en diversas ocasiones. Algunos trabajos característicos de este giro en la geografía son los de Lorenza Mondada aplicados específicamente al espacio urbano (2000).. Mondada. cultivan tierras. es decir. Este es el caso de las geografías urbanas que se han interesado por estudiar los procesos de promoción inmobiliaria de las gated conirrutnities con base en la imagen de las construcciones. en aquel tiempo cuando la geografía se interesaba por la cultura sobre todo lo hacía con relación a la cultura material. Claval. existen estudios geográficos que abordan la relación entre el lenguaje y el lugar desde otros ángulos. que luego se plasmaron en el territorio. Asimismo. las prácticas situadas en el espacio como lugar de enunciación (Mondada. por ejemplo. Este campo de estudios geográficos ha sido tan prolífico que resulta muy difícil citar sólo algunos trabajos. así como los de esta autora con Jean-Bernard Racine (1995). En otros términos. es decir. los sujetos no sólo construyen los lugares cuando levantan viviendas. la apropiación geográfica del giro lingüístico y pragmático ha permitido que autores como Lorenza Mondada pusieran en evidencia que la relación entre el espacio y el lenguaje se puede comprender en tres registros principales que son los siguientes: las palabras del espacio. 2007)» Otra perspectiva que da cuenta de la apropiación del giro pictórico e iconográfico en la geografía es la relacionada con las geografías poscoloniales: por ejemplo. fantasías. 1991. Dicho de otra forma. Los geógrafos han puesto en evidencia cómo. se pueden citar en esta perspectiva trabajos de Liliana López Levi.. 1980. 2006: 434-436). pero casi siempre en relación con la construcción de los lugares exóticos. En este aspecto el tema de fondo se halla en que esos discursos sobre los lugares proceden de prácticas espaciales particulares en dichos lugares y también anteceden a otras prácticas espaciales (Lindón. También en otros ámbitos de la geografía ha penetrado. Farinelli. 2005. 2007. a través de los tropos y retóricas tales como la metonimia. enfatizando algo. aunque también otros estilos de pintura han cobrado interés para los geógrafos. En el caso de la geografía francófona. es decir. Lévy y Lussault. históricamente. la geografía de las últimas dos décadas comenzó a explorar las relaciones mutuamente constituyentes de ambas dimensiones. Esta relación se ha hecho más intensa en torno al estudio geográfico del paisaje y la pintura paisajista. en la comercialización de lo visual. Otra forma de apropiación por parte de la geografía del giro pictórico se constata en el interés creciente de ciertos geógrafos por incursionar con profundidad creciente en las artes. 32 LOS GIROS DE LA GEOGRAFÍA HUMANA giros teóricos: texto y contexto en el estudio de lo que se ha denominado el culto de la imagen-mercancía. la apropiación del giro lingüístico en la disciplina ha permitido reconocer de manera explícita la capacidad de las palabras para construir los lugares. Isabel Rodríguez C humillas y Eloy Méndez (2006a y 2006b). asociando ciertos fenómenos con otros. En este camino se puede citar el trabajo pionero de Denis Cosgrove (1984). para usar la célebre expresión de Wittgenstein.. es decir. 1995). otra vertiente del giro pictórico es La que se abocó a las lecturas críticas y deconstruccionistas de los mapas (Harlev. Así. en los actos del habla. las prácticas que tratan el espacio como objeto de discurso. En la geografía iberoamericana también se puede destacar el trabajo de Joan Nolé —en este caso con un énfasis humanista— sobre el paisaje y la pintura paisajista de la comarca de Olot (Catalunva) (Nogué. (Gumuchian et al. En el caso mexicano. Lindón. a partir de los procesos de colonización: éste es el caso de los análisis geográficos que sacan a la luz el papel que jugó la imaginación para otorgarle expresión visual a las formas de la naturaleza y los paisajes que emergen con los procesos de colonización. el paisaje de la pintura es el que configura el paisaje geográfico. Lussault.. los decires sobre el espacio. se configuran. 2003. 2000 y 2007. los hallazgos teóricos iniciales casi siempre parecieron eclipsar el interés geográfico por lo material. hacia los años noventa. y que no es ajena al papel que en ella han jugado los mapas. También se construyen los lugares al hablar de ellos y hacerlo de cierta forma. o bien ciertas retóricas. Por ejemplo. 1997) como constructores de los lugares. la idea de fondo radica en que estos tropos. 2002. En particular se puede recordar su estudio geográfico de la obra de Paul Gauguin (Staszak. 2006). Así. Sin duda alguna. la relación entre las palabras y el hacer es indisociable. En este camino de apropiación del giro lingüístico y de otorgarle centralidad geográfica ala inmaterialidad. Por su parte. el papel de la imaginación para darle significado a una serie de cuestiones que se desencadenaron en el mundo. lo moral y la ética. Asimismo. que por la centralidad otorgada al sujeto de estudio o a ciertas condiciones propias de dicho sujeto comienzan a revalorizar la biografía como forma de comprensión del mundo (Molina. la construcción narrativa del otro como una exterioridad unitaria observable desde afuera (Duncan. 2008). en prensa. pero las trasciende y penetra en las geografías de diversos tipos de sujetos sociales particulares. pero evaluada desde la reflexión ética. que no se limita al carácter de técnica o herramienta. de modo tal que actualmente se ha legitimado una geografía de la moralidad (Lee y Smith. como las personas de la tercera edad. el trabajo. 2005). 2004). Sin embargo. el éntasis analítico se colocó en la producción de prácticas de resistencia y de liberación de ciertos sujetos subalternos. algunos desarrollos han participado de varios de estos giros tanto de manera simultánea como en diferentes momentos en el tiempo. se fueron integrando otros componentes como el género. y sin duda alguna esto acarrea una dificultad considerable para penetrar en el giro biográfico. Cunnan. Esto último es lo que se ha observado en ciertas geografías de género (García Ramon. cuestiones de género v la dominación ritasculina. y en el cruce de ambos se halla la imagen. Davidson. A su vez. En muchas ocasiones. tan ancladas en la geografía humana clásica. así como en ciertas geografías de la subalternidad y de la interseccionalidad. Por esto último. de igual forma. oprimidos. el post-apartheid. Más aún. Este devenir de los giros también se puede comprender en dos cursos de investigación complementarios pero diferenciados: uno de ellos es el que se focalizó en las geografías del bienestar. la corporeidad y la masculini34 LOS GIROS DE LA GEOGRAFÍA HUMANA dad (McDo \ vell. así como en cuestiones tales como la apropiación del espacio público por la performatividad corporal. algunos geógrafos han asumido algunos giros y luego los abandonan o matizan las posturas. y de acuerdo con sus mundos de relaciones sociales. 2004). entre otros. 2006). En buena medida esto se vincula con que la relación entre la geografía y la lingüística es francamente reciente. También se puede mencionar un giro hacia la corporeidad y las emociones que se alimenta con fuerza de las geografías de género (Davidson y Milligan. corporeidades. Esto hizo posible transitar desde las visiones universalistas del ser humano. cuando desde finales de los años noventa se pregunta si es posible hablar de un giro moral en la geografía. En otros casos. Algo relevante que se desprende de este devenir es que la centralidad que otros giros le habían otorgado a la subjetividad. 1996). como respuesta a los nuevos cambios en el mundo que se pretende hacer inteligible. los enfermos de sida. Un ejemplo conocido es el del geógra- LOS GIROS DE LA GEOGRAFÍA HUMANA 35 . pero también con relación a la autocrítica permanente de los intelectuales comprometidos en esta tarea y.Los giros teóricos. A pesar de los rezagos. los procesos institucionales de formación de los geógrafos casi nunca han incorporado el lenguaje. Por otro lado. moral y política. este primer acercamiento ha sido la forma de comenzar a abrirse hacia algo mucho más profundo como es el giro biográfico. texto y contexto Alicia Lindón que adquiere el giro pictórico o iconográfico en la geografía porque articulan el componente imaginario con lo visual. o bien en aquellas geografías centradas en el estudio de sujetos específicos. Posteriormente. en este curso parece desvanecerse y ser ocupada por el componente de la vida y la animalidad. con necesario esquematismo por la complejidad del asunto. la opresión. En algunos casos este curso del pensamiento fue alimentando las ya mencionadas geografías poscoloniales. la política. Nogué y Zusman. algunos geógrafos han cultivado el estudio de la intersección entre lo poscolonial y la condición de género. todo ello parece a veces articularse con la cuestión del cuerpo y la corporeidad a partir del dolor. Además esta revisión es parcial porque no ha dado cuenta de los innumerables cambios de rumbo que cada uno de estos cursos fue generando como respuesta a las nuevas perspectivas teóricas que iban surgiendo. 2004. Otra cuestión que se debe observar es que estas líneas que se han ido esbozando. no se deberían concebir como exhaustivas y excluventes. se enfatizó la colonización v las prácticas de reproducción de la subalternidad. Dentro de estos tumbos también se destacan ciertas investigaciones geográficas atravesadas por la mirada de género. 2004). El otro camino fue el que se orientó hacia la revisión de la propia práctica profesional del geógrafo. los derechos humanos. la bioética y la biopolítica. Berdoulay. de la exclusión y la opresión —considerando ejes analíticos tales como la salud. los valores. Esa herramienta técnica sólo les ha representado a los geógrafos el primer acercamiento a la discursividad. Una derivación de estos giros ha sido el redescubrimiento de las diferencias entre los sujetos que habitan los lugares (Smith. 1996. próximas y distantes. 2009. excluidos. Cosgrove. En ocasiones. 1998. la tortura. Una expresión de este curso del pensamiento geográfico se observa en planteamientos como los de David Smith (1997). la mutilación (Abrahamsson. en prensa). 1993. 1992. hacia la revalorización de la especificidad de los seres humanos en relación con sus identidades e identificaciones. Otra derivación de esta apropiación de los giros en la geografía se fue canalizando progresivamente en torno a la reflexión de la dimensión espacial del cruce de lo político. Con un rumbo semejante ciertos autores identifican estas perspectivas como la biologización de la política. 1993. En otros casos. con lo que algunos autores denominan el «giro animal'. Sin duda alguna estos nuevos derroteros se relacionan con algunas ideas de Gilles Deleuze. Este repaso no puede ser más que doblemente parcial: está incompleto porque necesariamente falta mencionar muchas otras derivaciones que fueron generando los giros de las ciencias sociales en la geografía y también otras derivaciones que se generaron como resultado de procesos internos de la propia geografía. 2008). Hanrey. sería muy reduccion ista afirmar que el empleo de entrevistas como herramienta técnica pueda ser asimilado a un giro biográfico. Esta revisión crítica de la práctica profesional se abocó tanto a la revisión del trabajo de campo con diversos tipos de sujetos sociales subalternos. el giro biográfico ha encontrado más dificultades para penetrar enraizar en la geografía humana que lo ocurrido con el pictórico o iconográfico. Este giro ha venido a articular las intersecciones entre cuestiones tales como la exclusión. 2007). Bondi y Smith. 2003). como también a la crítica de la práctica del geógrafo en cuanto a la forma de comprender el mundo por el prisma teórico empleado (Cosgrove y Domosh. conforme a sus múltiples y cambiantes posiciones en la-trama social. al menos parcialmente. En otros términos. la subalternidad. y otros directamente redefinen como el giro hacia la bestialidad. en las últimas tres décadas el auge de las metodologías cualitativas en todas las ciencias sociales también alcanzó a la geografía y así la investigación geográfica comenzó a acercarse a las narraciones y relatos por la vía técnica de las entrevistas. Por su parte. en ciertos círculos de geógrafos anglosajones se fue profundizando la reflexión espacial sobre lo moral y lo ético. rsin obstante. el giro biográfico ha ido penetrando en aquellas geografías sensibles al sujeto en sentido amplio (Bercloulav y Entrikin. Lindón. el poder y el control también ha venido a converger. Soja. Abrahamsson y Abrahamsson. el asunto de la ética. como los trabajos recientes de Maria Dolors García Ramon sobre las viajeras catalanas a África (García Ramon. Christian y Sebastian ABRAHAMSSON (20071. — (1997). FARINELLI. pp. París: Belin. Antonio (2006). El mamífero parlante. «Author and Authority: Writing the New Cultural Geography". 2000. Francois (2007).B. ELIAS. Fourier. ALEXANDER. Mark y Donald MITCHELL (2008). Loyola. Reading in Human Geography: the Poetics and Politics of hequiry. Joyce y Christine •IILLIGAN (2004). — (2002b). Ensayo [1975. 65-66." 14. en James Duncan y David Ley (eds.° 620. Barcelona: Paidós [1962. pp. Englewood Clifs. rt. pp. Buenos Aires: Tusquets. Barcelona: Gedisa. BARTHES. Vincent (1988). Una mirada catalana a TAfrica. n." 2. — y Martín VANTER (dirs. DUNCAN.). Londres: Croom Hel —(2008).). 1. South Africa». Cahiers de Géographie du Québe c. Cómo hacer cosas con palabras. en Roger Lee y David Smith (eds. Perspectives théoriques. James (1993). n. 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Iztapalapa. gira) hay una temporada (gira.LA GEOGRAFÍA HOY: GIROS. factores externos. Un cambio paradigmático importante puede ser el origen de esta nueva orientación que termina imponiendo una modificación sustancial de la cosmovisión de la época como fue el caso de la revolución copernicana. A su turno. El descubrimiento de América. ciertos científicos han conducido una reflexión de fondo cuyos sustentos se ubican claramente fuera de los senderos predecibles. actuó como hito y parteluz entre una concepción tradicional del mundo y las perspectivas revolucionarias que iban a derivarse de la nueva realidad geográfica. México Turn. En algunos casos. LOS GIROS DE LA GEOGRAFÍA HUMANA 43 . Tom) Every7. gira. Tom. under Heaven' En ciertos momentos de la historia de las ciencias sociales. Esto a su vez puede implicar una modificación radical del comportamiento disciplinario que se reflejará tanto en la manera de pensar la disciplina como en el método que la misma emplea. en ocasiones. la mundialización o globalización. con frecuencia. Sea a través de la reflexión epistemológica o de la experimentación paciente. se presenta como un factor en parte externo que determina nuevas con1. FRAGMENTOS Y NUEVA UNIDAD Daniel Hiernaux Universidad Autónoma Metropolitana. Este proceso normal. Toril) Arad a rime m evers propase. No siempre son avalados por la ciencia «establecida» por lo que. gira) . el resultado suele ser una nueva orientación del conocimiento capaz de imprimir un «giro» en la ciencia. «Para cada cosa (gira. A su turno. conduce entonces a lo que se conoce como «progreso científico Esta revisión y puesta en discusión de una disciplina también puede ser consecuencia de cierto malestar originado en los fundamentos epistemológicos con los cuales se ha conducido la investigación científica en el pasado. puede observarse una modi- ficación radical de las formas de concebir una disciplina que suele llevar a una inflexión en la trayectoria del pensamiento de la época. gira. algunos científicos presienten la existencia de enfoques distintos y aún no explorados y se dedican a construir los cimientos de una nueva orientación disciplinaria. esta actitud genera oprobio o represión. por ejemplo. superando las visiones radicalmente estructurales. desempeñó un papel similar para la sociología a mediados del siglo pasado. para ponerse al servicio de la «gente» en general con sus publicaciones de libros de gran difusión. Sin voluntad de ser exhaustivos ni de apuntar a las figuras más prominentes en este rumbo. si bien fue conocido desde principios de los años setenta en la geografía americana. entre 2. no dudan en despreciar la vía universitaria que ofrece el reconocimiento y la seguridad profesional. ciertas personas actúan como “electrones libres» por su interés en multiplicar la vinculación entre disciplinas científicas. Su papel de agitador de ideas fue notable. Esta forma de proceder se puede detectar desde la formación del pensamiento moderno en la geografía: en este sentido. dieron sentido y orientación a quienes deseaban abrazar una visión más humanista para una geografía que no podía desprenderse de su ropaje estructural (Tuan. 44 LOS GIROS DE LA GEOGRAFÍA HUMANA otros. Hace más de medio siglo. Esta mezcla de interés por el teatro. aun si su muerte temprana impidió que jugara un papel relevante en la construcción de una nueva orientación para la geografía posterior a la Segunda Guerra Mundial.ne-Claude Berthould (2007). Algunos. 2004). El libro de Da Cunha y Matthey (2007) es de hecho una recopilación de textos ofrecidos en naje a Jean-Bemard Racine. abriendo así la vía al enfoque « teorético-cuant itativista ■J que se desarrollaría en los años inmediatamente posteriores (Schaefer. como las artes por ejemplo. no solamente por su forma de «pensar el pensamiento». por lo menos (Claval. Los «agitadores de ideas» suelen ser intelectuales con una acérrima propensión a innovar. Muestra así una preocupación central por la constitución de una filosofía distinta. desde la soledad de un trabajo constante pero no altisonante. No todos los innovadores. halo Calvin° y George Perec. Finalmente. Por ejemplo. expresa claramente su trayectoria: dedicó su vida profesional a «. Jane Austen. aun si se discuten todavía y se aprecian nuevamente sus planteamientos sobre el concepto del espacio. aquellos que sacuden las certezas. una renovación similar fue notoriamente dirigida por F. Alejandro von Humboldt puede ser visto como el primero de los modernos. no duda en analizar de manera articulada a George Bernard Shaw. puede citarse a Ilya Prigogine (1996). lo que refleja su forma de pensar la geografía.apuntar a los márgenes para llegar a la esencia». a su vez. antes que imponerlo desde la cátedra formal. como el joven filósofo libertario francés Michel Onfray. Podemos recordar en este sentido el caso de David Harvey. En varios momentos se han dado estos golpes de ariete. Su discurso. y ello es válido para todas las disciplinas. editado por decenas de miles de ejemplares. sus audiolibros y su proyecto colectivo de una Universidad Popular (Onfray. Éste fue el caso de los flujos económicos hasta la introducción de una renovada dimensión cultural. aun así marcó decididamente la transición geográfica de mediados del siglo pasado y con esa única intervención pasó a la historia de la disciplina. Dos excelentes ejemplos de una promoción verdaderamente popular del conocimiento. Dentro de un mundo de las ideas cada vez más fragmentado por obediencias institucionales forzadas que imponen reglas estrictas de la comunicación y de clasificación del saber. 2001). Podemos recordar también el excelente trabajo de Racine y Walther sobre la geografía de las religiones (Racine y Walther. Cabe señalar que este autor. 1977). codirector de la Enciclopedia de la geografía de (1992). abre ventanas sumamente perspicaces e innovadoras para repensar las ciencias sociales (Becker.' La geografía no ha sido ajena a este tipo de situaciones. viniendo de un sociólogo profundamente marcado por las enseñanzas de la Escuela de Chicago. están condenados al oprobio y al rechazo de sus contemporáneos. que enarbola un espíritu universalista por el cual las fronteras disciplinarias son presentadas como creaciones fantasiosas de las instituciones. de la cual ha sido heraldo en el mundo francófono en los últimos 30 años. es decir. trajo a su disciplina propuestas de otros ámbitos. 1 Algunos científicos. LOS GIROS DE LA GEOGRAFÍA HUMANA 45 . el avance considerable en la difusión mundial del conocimiento local. 2004 y 2005). pretendía sacudir la geografía americana de finales de los sesenta. llega a impulsar la adopción de nuevos paradigmas científicos. partiendo de la idea que todos somos capaces de tener una reflexión filosófica. A su turno. Desde la geografía podemos recordar también el éxito de la «nueva geografía universal» de Eliseo Reclus (1830-1905) publicada inicialmente a manera de folletos semanales de más de 200. en alguna forma.000 ejemplares. a no respetar los límites en la forma de pensar impuestos por la geografía establecida. la generación de un conocimiento multilocal (en ocasiones premiado como se ha podido notar en el otorgamiento del Premio Nobel) o el reconocimiento de la existencia de un conocimiento universal son sólo algunos índices de un fenómeno importante que trastorna la evolución potencial de la ciencia en el siglo xxl y cuyas implicaciones se está muy lejos de haberlas estimado en todas sus facetas. más próxima a una realidad desigual para gran parte de la población (Merrifield.' home- 4. y para el caso de Antoine Bailly. en un libro reciente. quien ha ayudado a consolidar una visión crítica y renovada de la geografía humana.. es representativo de una tendencia reciente de difundir el conocimiento filosófico entre quienes no son «naturalmente» proclives a ello. Charles Wright Mills . también destaca el papel de Paul Claval para la geografía francófona quien. sino también por su relación con su público y por la forma de construir el saber con el mismo. cabe destacar el trabajo innovador de algunos personajes que podernos calificar como «agitadores de ideas» c que. Schaefer cuando criticó amargamente a la geografía tradicional. desde una visión radical y militante. y entre éstas y diversas formas de conocimiento. su capacidad innovadora puede ser afectada por las presiones de la institucionalidad geográfica. Podemos recordar también a William Bunge quien. como Yi-Fu Tuan. que vinieron a derrumbar las puertas de una pseudoseguridad disciplinaria así como las certezas científicas de la misma.. cuando criticó una disciplina enfundada en un estructuralismo que perdía progresivamente su sentido (1968). mientras que Immanuel Kant ocuparía el lugar del último (y de lejos no el mejor) de los g eógrafos tradicionales. por ejemplo. Este último. 2006). la posibilidad de un mayor intercambio entre científicos gracias a las nuevas tecnologías de la información. 3. Así se tendría que esperar hasta avanzados los años ochenta para que se le reconozca un papel preponderante en la renovación de la geografía humana. fragmentos y nueva unidad diciones de operación de las ciencias en el mundo articulado por redes. En este sentido. La expresión también podría ser aplicable a otros autores como Tuan. en diversas etapas de su trayectoria académica. Bruno Latour (2005) y Howard Becker (2009). Prácticamente fue un hombre de una sola obra. Una frase de An. en su contribución al homenaje a Racine. Erving Goffman. fue relativamente poco difundido por nadar a contracorriente del paradigma dominante —teorético-cuantitativista— de esa época. entre otros).Daniel Hiemaux La geografía hoy: giros. 2009). la literatura y las artes en general. El papel de esas personas será tanto más decisivo si cuentan con el reconocimiento en una disciplina particular a partir de la cual ejercen su papel de difusión de otros conocimientos y de encuentros interdisciplinarios con toda forma de creación. 2003 y 2007. Su posición lo llevó a que fuera expulsado de su universidad y sacrificara su carrera por predicar una geografía más cercana a la gente. En el mismo sentido podemos destacar otros personajes como Jean-Bernard Racine y Antoine Bailly. No todos los innovadores resultan entonces capaces de afrontar el duro reto de posicionarse frente a la corriente tradicional e instaurada en su disciplina. la obra recorre desde Georg Simmel a Peter Sloterdijk. por lo menos hasta ahora. 2006). También notaremos que el capítulo sobre Foucault (Villani. en un apartado titulado «Fragmentos». La cuestión central entonces podría ser: ¿de qué manera los geógrafos han reaccionado frente a las exigencias de estos giros v qué grado de autonomía o de dependencia se ha generado a partir de la adopción de los diversos giros en la geografía humana? En las páginas que vienen trataremos primero acerca del contenido de estos giros para el caso específico de la geografía. todavía mal enseñada y difundida. sin por ello recurrir mínimamente a las tradiciones disciplinarias que han intentado construirlo. El cuarto y último apartado resume nuestra posición personal frente a esos cambios. Esto constituye un elemento más que contribuye al detrimento de una reflexión geográfica constante y necesaria sobre los propios campos como tendencia general a prestar más interés al lenguaje en sí. sus fundamentos epistemológicos y sus formas de trabajo. 1996). Un buen referente y ejemplo de ello lo encontramos en el libro editado en 2009 por Thierry Paquot y Chris Younés. Sin duda alguna. Si bien el término «giro» es empleado como el lema del título de la obra de Lévy. Finalmente. por lo mismo. Le territoire des philosophes. No es éste el momento de lamentar esta situación que responde al endeble reconocimiento de la disciplina geográfica. pero no por ello han conllevado una refundación total de la disciplina y en todos sus campos. sino la señal de un cambio de orientación que a su turno puede dar pie al desarrollo de nuevas conceptualizaciones. de cara a las demás disciplinas. sea por el trabajo meritorio de esos agitadores de ideas. Sea por cuestiones externas. En efecto. de manera bastante significativa el autor no lo retoma en el glosario que presenta al final de la obra. Aunque sí señala la idea de bifurcación. lo que buscan indudablemente quienes proponen una lectura diferente de la geografía y son capaces. y son. A su turno. 2009: 7). decir. fragmentos y nueva unidad Daniel Hiernaux Cabe señalar que estos geógrafos v varios otros que no mencionaremos aquí. una obra muy relevante que reúne una gran cantidad de renombrados especialistas. alcanzar. queda el amargo sabor de que mucho del trabajo académico actual pasa por asaltos corsarios a buques propios. la idea que se tiene de la geografía desde fuera de la disciplina. situación que no tiene equivalente en las demás ciencias sociales: quien pretende introducir una dimensión económica en sus análisis. en cierta forma. cabe en esta ocasión analizar con más detalle la cuestión. 2003). pasando por' Bergson. es decir. además. a lo largo del cual permea justamente un espíritu diferente sobre la geografía humana. Foucault. las ciencias sociales han sido invadidas en tiempos recientes por propuestas innovadoras que trazan nuevos den -oteros. como el perfecto ejemplo del trabajo descriptivo de escaso interés. ni siquiera se atrevería a dejar de lado los aportes de las ciencias económicas. El tema de los «giros» es. se elude proponer una definición a la voz «giro». Entre aquellos que desde otras ciencias sociales integran consideraciones espaciales en sus análisis sociales se constata que las referencias a la geografía son escasamente tomadas en cuenta. será tiempo de reflexionar sobre los derroteros que se presentan en la geografía humana actual. y sólo aparece explícitamente cuando Paquot pretende encontrar el sentido dado a la palabra territorio en las La primera referencia a un «giro geográfico» se remonta a una corta introducción de Marcel Gauchet (1996) a un monográfico de la revista Le Débat. Situación que ha sido decisiva en el estigma que lleva. que propone una revisión de nuestra forma de pensar la geografía («pensar el espacio para leer el mundo» es el subtitulo de la misma). Posteriormente. de l'espace et des sociétés. una nueva visión del mundo que se ancla en lo cultural como línea de lectura transversal a todas las temáticas tratadas. es La idea del «giro» en sí no es un concepto geográfico. De tal suerte que se puede hablar de espacio en un entorno disciplinario. Los autores se abocan a lo que los directores de la obra denominan una «filosofía de la dispersión» (Paquot y Younés. No obstante tampoco debería asimilarse a una revolución interna. Hannah Arendt y Simone Weil). han sido abrevados por diversas escudas geográficas v se han movido notoriamente en el mundo académico mundial. En cambio. 2009: 161-176) no introduce ninguna referencia al debate entre el filósofo y el bien conocido Yves Lacoste. as LOS GIROS DE LA GEOGRAFÍA HUMANA LOS GIROS DE LA GEOGRAFÍA HUMANA 47 . casi como un «gancho» promocional. Benjamin. tendencias que impulsan a emprender bifurcaciones en la manera de concebir la geografía. cada cual analiza el pensamiento sobre el espacio de algún filósofo del siglo xx y finales del XLX. posición que se deriva de nuestra práctica profesional de la geografía humana. que marcaría un giro frente a la geografía previa. los giros han sido. Algunas de ellas son el giro lingüístico. La referencia a la geografía es por lo menos escasa. En otros términos. un aporte formidable para el replanteamiento de la geografía humana de este siglo xxi.La geografía hoy: giros. la obra decisiva que inscribe el tema en el pensamiento geográfico reciente es el muy conocido ciencias sociales (Paquot. pero también de la certeza de la necesidad de una renovación profunda en la geografía humana. paso a paso. no podemos más que saludar el mérito de esta obra. como lo señalaba justamente Foucault en el mencionado debate. Así. 2009: 9-27). Si bien libro de Jacques Lévy (1999). Notaremos también que en el Dictionnaire de la géographie. que ya hemos introducido en una obra anterior (Hiernaux y Lindón. un alto índice de legitimación de la disciplina es algo difícil de que dirige junto con Michel Lussault (Lévy y Lussault. la geografía actual afronta una serie de «giros». o el giro cultural como de trabajo de la disciplina. de dialogar con las demás ciencias sociales. sino que es pertinente también hacerlo hacia adentro ya que desafortunadamente muchos geógrafos suelen contentarse de una versión light de la disciplina geográfica. Posiblemente ello se relacione con que la voz «giro» se presta a diversas interpretaciones y. Giros los autores). Por una parte. es decir. una búsqueda del conocimiento en otros «pastizales disciplinarios» (la expresión es de 1. para muchos. modificando así. o bien Wallerstein en su obra Abrir las ciencias sociales (Wallerstein. Sin embargo. Derrida y tantos otros y otras («otras» aunque sólo se analice la obra de dos mujeres filósofas. un aggiornamento de la misma geografía humana. A ello debe agregarse que ese trabajo de legitimación no sólo debe realizarse hacia afuera. la geografía no ha demostrado tener la fuerza científica suficiente corno para ser el referente obligado de quienes desean integrar el espacio a sus dominios de estudio. en el primer número de la revista Hérodote (1976). el despertar de las ciencias sociales hacia la dimensión espacial (que se analiza en detalle en el ultimo capítulo de esta obra) plantea la existencia de un giro espacial que sólo en ciertos autores ha implicado una mirada hacia el quehacer de los geógrafos. ignorar la geografía cuando se introduce el espacio es algo tan frecuente que pasa desapercibido. que han abierto nuevas pistas. nos dedicaremos a reflexionar sobre la fragmentación de la disciplina. podemos repasar varias certezas en pos de derrumbarse. Antes del siglo XIX el espacio público era el espacio de casi todas las actividades del ser humano. aun al precio de modificar sus concepciones y sus métodos (Santos. 1991 [1968]). que no le quedaba más horizonte a la geografía que asumir este encuentro con las ciencias sociales.' Más aún. etiqueta que merecería ser analizada con mayor profundidad. El tema de las metodologías se asocia evidentemente a lo anterior no sólo las de representación. puede ayudar a explicar este fenómeno. categorizaciones son entonces algunos de los procedimientos que permiten. la geografía humana. es decir. sino la metodología de análisis. fragmentos y nueva unidad Finalmente. el giro más significativo para nosotros —desde la disciplina— es aquel giro geográfico por el cual la geografía admite actualmente que «. 2005). Así. Desarmada fi -ente a una nueva concepción del espacio que combine su esencia física con la dimensión subjetiva. además. tendencia concomitante a la dominación creciente de la burguesía sobre la vida social y económica del mundo capitalista avanzado. y una parte considerable de la producción geográfica no pasa de ser una descripción «ilustrada« que. su quehacer es considerado por la mayoría de los colegas como un trabajo etnográfico o psicosocial más que como una empresa auténticamente geográfica. evitando esconderse bajo la propuesta kantiana de una ciencia transversal que puede tomar de todo. La pobreza conceptual es evidente aún en la geografía actual. pero en cierta forma no se hace responsable de nada. A este respecto. El espacio. o el «sentido del lugar». antes que nada. Sólo a partir de ciertos análisis y algunas aportaciones de otras disciplinas se puede observar una reacción de algunos geógrafos en busca del anhelado Grial: «el sentido del espacio». cabe recordar la obra ejemplar de Milton Santos que señalaba. la definición de Roger Brunet del paisaje (1999). que puede analizarse pata entender las prácticas espaciales de los sujetos o de los productores institucionales (públicos o privados del espacio). En consecuencia. en el mejor de los casos. si bien se había planteado desde tiempo atrás. Enumeraciones. recurrir a las técnicas estadísticas esenciales —por sofisticadas que sean—que siguen siendo elementales en cuanto a la forma de captar la LOS GIROS DE LA GEOGRAFÍA HUMANA 49 . como la evidencia de la representación cartográfica para expresar fenómenos geográficos y la aparente neutralidad de la misma (Harley. nos ha evidenciado el potencial analítico del texto como estructuración de un lenguaje expresivo. aún actualmente y para muchos geógrafos. podría ser más oportunamente calificado como «archipiélago». Una revisión del pensamiento decimonónico. la observación del quehacer geográfico muestra la distancia entre esas palabras. aprehensible por la vista. por ejemplo. y sólo progresivamente se separa el espacio privado e íntimo del público. clasificaciones. 2008a ). Regresar sobre los conceptos fundacionales de la geografía en general y de la humana en particular. De tal suerte que la disciplina tendría. La primera anotación es que la geografía debe asumir su debilidad conceptual y teórica. asumir la necesidad de cierta modestia frente a lo que aportan las demás ciencias sociales y buscar la aplicación posible de sus propios conceptos es sólo parte del giro geográfico que algunos han admitido plenamente. La geografía tradicional se ha resguardado en las dimensiones de lo material y por ende de lo visible. es considerado como algo «predado».Daniel HIernaux La geografia hoy: giros. a la manera del sistema socioespacial isleño del Pacífico Sur estudiado por Joel Bonnemaison (2001). se encuentra muy lejos de ser asumida por la comunidad geográfica en sentido amplio.. Este giro representa una apertura que. desde 1968. Recurrir a los tropos de la retórica para construir un análisis geográfico alternativo del espacio puede ser una vía saludable pata la geografía humana que ha sido escasamente aplicada. ha sido escasamente asumida por los geógrafos: si bien algunos y algunas han demostrado la necesidad de penetrar en la esfera de la vida cotidiana y de la casa. Otro ejemplo es el tema de la escala geográfica: la escala «macro». para lo cual se ha hecho ya una crítica notable de los mapas y de sus bases subjetivas. período de construcción de las bases de la geografía moderna. que es una construcción hecha antes que nada por burgueses «sistémicos» (siendo Vidal de la Blache su representación paradigmática). Parte del giro geográfico descansa entonces indudablemente en la necesidad de regresar sobre lo que pensábamos que estaba claramente establecido. la geografía tradicional prefiere en muchos casos eludir la temática y seguir por sus veredas tradicionales. el concepto mismo de espacio. replica conceptos de otras disciplinas o temáticas sin analizarlos más que superficialmente: un ejemplo evidente surge cuando los geógrafos profundizan el tema de los barrios separados físicamente del resto de la ciudad por acciones directas de los promotores del espacio urbano o de los residentes: sin mayor análisis desde la geografía. De esta manera. Un ejemplo ilustra bien la anotación anterior: el giro lingüístico. la que otorga legibilidad a los objetos pequeños. Tal es. Nuevamente. . asumen que eso representa un «barrio cerrado». Sin embargo. y ello ha facilitado el tema de la metodología porque el objeto de trabajo es lo que se ve. no se permite traspasar el umbral de la casa y a lo más se limita a realizar tipologías de sus aspectos exteriores o analizar la morfología de su concentración. casi proféticas.« (Lindón e Hiemaux. y una realidad poco alentadora cuya responsabilidad recae en los geógrafos en general y quizás más particularmente en quienes enseñan una geografía tradicional que perpetúa las deficiencias atávicas y esconde las propuestas innovadoras. El espacio suele no discutirse. nuevos conceptos que se han desprendido de la necesaria discusión sobre la pertinencia de seguir concibiendo el espacio en la esfera de los «objetos físicos». en ese sentido. 2006: 9). Sólo apuntaremos lo siguiente para abrir la discusión: la idea de «barrio cerrado» en el fondo debela remitir sólo a la separación física del entorno inmediato.. aplicando a nivel barrial la metáfora de Pien-e Veltz (1999). se toma como existente en su materialidad. que explicar la localiza- 5. Seguramente estas palabras pueden ser asumidas actualmente como un discurso premonitorio que data de hace 40 años y que no ha resonado lo suficiente (Hiernaux.la complejidad del mundo actual requiere de los acercamientos interdisciplinarios y la construcción de nuevos cuerpos teóricos. cuando nuestra percepción del mismo y las emociones que genera son dimensiones relevantes que la mayor parte de los geógrafos no han evaluado como tales. Ha resultado particularmente difícil para muchos geógrafos percatarse de que la concepción tradicional de la geografía sobre el espacio se ha sustentado en la dimensión física del objeto «espacio» y en la distribución espacial de los objetos materiales en el espacio... la bien conocida «distribución de los objetos sobre la faz de la tierra» que durante décadas ha sido la definición fundamental del quehacer geográfico. ese paisaje que algunos reducen crudamente a lo que es visible. 48 LOS GIROS DE LA GEOGRAFÍA HUMANA ción de los fenómenos. las preguntas y consecuencias inmediatas que se derivan de este enfoque de los giros desde la geografía humana son múltiples v eminentemente complejas. Ahora bien. ha derivado en un cnncepto de cerrazón absoluta que contradice la realidad: más bien estamos frente a la posibilidad de entender que la ciudad funciona a partir de ramilletes de ínsulas que. se ha autolimitado. Una cita de Albert Demangeon es elocuente al respecto: «Renunciemos a ver a los hombres como individuos» (1956). una traba esencial es la escasez de discusión sobre la ontología misma del espacio. En síntesis. Ése es el detalle que algunos literatos como George Perec consideran como central en su presentación del mundo (Perec. es «efecto de humanidad» (Piette. El giro geográfico entonces debe plantearse como una reconstrucción radical de un marco metodológico «prestado y reconstruidos . Otro rumbo que se abre con los giros es el de la reflexión sobre el hecho de que. que solían escapar a la mirada del geógrafo tradicional: esos murmullos de la vida (Javeau. que difícilmente logran distinguir su bagaje del de las otras disciplinas «hermanadas». las cuales no han sido generadas por la geografía tradicional: es entonces cuando la idea de «préstamos. pero éste suele preferir la lejanía tranquila y descansada de una visión a pequeña escala. 1983). No cabe duda de que es en esos estantes de «estudios culturales» de librerías americanas donde podemos encontrar una parte sustancial de los trabajos geográficos que han perdido el rumbo. la geografía asumió rápidamente un mimetismo con el ámbito que la rodea. La introducción de esas dimensiones sólo se puede hacer mediante técnicas ad hoc. Esta constatación está todavía más presente cuando se entiende que la problemática ambiental ha conducido a darle prioridad a ciertas temáticas sobre las cuales la geografía. entre otras cuestiones. que no dude en introducir lo cualitativo. Sin embargo. ¿Hasta qué punto es conveniente sostener la enseñanza de las tradiciones geográficas si somos quienes las criticamos? Ésta es una pregunta que algunos nos hacemos a diario en el aula. que se relaciona con el giro gradual y creciente de la geografía hacia otras ciencias sociales como la economía y la sociología. que las dimensiones clasistas. es decir. Por supuesto. 2009). ciertamente. en todas las escalas posibles. es evidente que las ciencias de la tierra han devorado a los geógrafos físicos. no pueden dejar de lado la dimensión «humana» por el papel decisivo de la acción humana sobre el entorno. proponer una dirección adecuada puede ser extremadamente difícil. en el cual todo es válido. La escala grande en el sentido estricto de la geografía es finalmente aquella en la cual florece la vida humana que debería ser un centro de interés del geógrafo. encontrándose rodeada de miles de sirenas que atraen con melodías diferentes a todos los navegantes. estas minucias que ligan (Les tout petits !gens de Laplantine. Por ello las primeras voces que se han elevado en contra de la separación entre geografía física y geografía humana se remontan a un siglo. pero volviendo a situar los órdenes de importancia de las cosas y los procesos humanos sobre la faz de la tierra. planteada por Milton Santos. Una «ciencia de la tierra» -Ertikunde. el «modo menor» de Albert Piette. Es así como la división entre geografía física y humana se tornó ineluctable. lo que deja a ésta amputada de buena parte de su legitimidad científica. No debe extrañar entonces que se asista a un desprendimiento de las ciencias ambientales de la geografía tradicional. Parece además sugestivo que la escala «grande» sea la que se refiere a una visión cercana que permite distinguir las cosas pequeñas. acorde con el Zeitgeist legitimado. y las disciplinas se han difumi- 50 LOS GIROS DE LA GEOGRAFÍA HUMANA nado a favor de trabajos culturales que van desde los estudios poscoloniales a los estudios gay-lésbicos pasando por la astrología. Finalmente. no es capaz de presentar respuestas propias a partir de sus postulados tradicionales. 1996: 145). 2. racistas. un reto considerable frente a las tradiciones geográficas en la materia. la de la escala chica implica —al contrario— una visión reductora de las cosas. es decir. mientras que la renovación sólo es posible enfrentándose a lo instituido.Daniel Hternaux La geografia hoy: giros. No puede negarse esa situación evidente. en donde el detalle particular. La visión «lejana». Moviéndose en ámbitos de referencia tan distintos como las ciencias llamadas «duras» y las ciencias sociales y humanidades «blandas». esperan que la formación les otorgue esencialmente las bases legitimadas de la profesión que eligieron. trabajos pseudo-geográficos. machistas y «moderno-europeo-centristas» han pululado y dominado en la geografía. no podemos eludir el terna de la reproducción del conocimiento geográfico: cuando una disciplina se encuentra en un giro. en su mayoría. lo interpretativo y lo subjetivo: en suma. Las ciencias ambientales pueden ser vistas como la reunión de un dominio de conocimiento centrado en el entorno bio-terrestre. capaz de traducir la acción LOS GIROS DE LA GEOGRAFÍA HUMANA 51 . por lo menos en el estado actual de sus conocimientos y aportes. También conviene preguntarse hasta qué punto la enseñanza de una geografía distinta que no adquiere aún una legitimidad científica no es una suerte de fantasía para los estudiantes que. reducida a la materialidad. no hay conceptos ni escuelas de pensamiento. calificado casi unánimemente como depredador. Seguramente esa pregunta no tiene respuesta ya que un estatus profesional sólo puede provenir de lo instituido. también Macherey. localizarse sobre aspectos que la geografía tradicional ha ignorado regularmente: por ejemplo. de europeos más que de habitantes de otros continentes. donde los murmullos y los ruidos de lo cotidiano no distraen de la musicalidad que pretende encontrar —el geógrafo—en las estructuras. Fragmentos Que la geografía haya perdido su sacrosanta unidad es indudable. 2003. adquiere su valor pleno: la geografía debe pedir prestado y sincrónicamente construir su propia «caja de herramientas» para analizar la subjetividad y las dimensiones no «objetivas-físicas» del espacio geográfico y de la relación de la sociedad con el mismo. descubrir los objetos pequeños. Asumir el giro geográfico implica entonces. porque no penetra en aquellas minucias que constituyen la riqueza de la vida: se precisa construir una interpretación subjetiva. que aparecen en paralelo a la formación de las escuelas geográficas tradicionales. de « heteros» en vez de «hornos». a la cual nos remitimos anteriormente. según este autor. La fragmentación de la geografía como disciplina anteriormente unitaria es un proceso que se ha dado posiblemente desde el momento en que la disciplina misma pretendió adquirir un carácter científico. Hoy en día. lo que llama a pensar que ésa es la visión de «grandeza». La geografía tradicional. la que remite a las cosas minúsculas que se ubican en la trama socioespacial de la vida de los individuos. la geografía ha sido más un ámbito de hombres que de mujeres. formados por las escuelas geográficas tradicionales. El otro riesgo es que la geografía muestra grandes dificultades para reconstruirse y en algunos casos los geógrafos optan por fundir sus propuestas en un crisol «culturaloide». que conjuga disciplinas muy variadas como la biología o la geología. de blancos que de otros colores. fragmentos y nueva unidad realidad geográfica.como la que fue propugnada por Humboldt y Ritter difícilmente podría integrar todos los ingredientes que requiere el análisis de la relación entre la sociedad y el espacio. 1987). como parecería que ocurre con cierta geografía anglosajona. Todo el plano de lo inmaterial y de lo subjetivo escapa a esos análisis. adherirse a una puesta en cuestión sistemática de la disciplina plantea riesgos: una desazón evidente cuando se toma conciencia de que la geografía —la propia disciplina— es sólo el lejano recuerdo de una profesión anhelada. sino desde la bestialidad. obviamente. que ha corrido la suerte de los imperios coloniales: de grandes bloques se ha reducido a pequeñas insularidades que ante la dificultad de diálogo con sus pares dentro de la propia disciplina. las ciencias sociales y las humanidades no han encontrado en la geografía el referente científico que sustente sus interrogantes sobre el tema de la relación de la sociedad con el espacio. Más aún. estos planteamientos le otorgan una renovada centralidad a la naturaleza. el geógrafo no constituye un buen interlocutor para esas ciencias sociales. acaba por obligarnos a repensar la separación tradicional entre la geografía humana y la geografía física. La primera es el desconocimiento y la cerrazón: mantenerse en el dominio disciplinario sin prestar atención a esos juegos que se asumen como ajenos. La segunda suele ser la tolerancia total. la basura. En estos enfoques. Lo animal así aparece asociado con detritus. para terminar produciendo un «giro animal» (Deleuze y Guattari. el reflejo más directo de la división binaria cultura/naturaleza impuesta por el pensamiento moderno. el tema de la violencia social es replanteado como violencia natural. que no pueden partir de un punto común. sino como una deconstrucción del antropocentrismo. Manzagol (2003) como ejemplos relevantes y recientes en el mundo francófono. y quizás la más notoria. con escasas referencias a los textos geográficos sobre la materia. En el seno de esas nuevas colectividades científicas. cabe preguntarse cuáles han sido las respuestas de los mismos geógrafos. la muerte. Klein y Lasserre (2006). De esta forma. y que vuelve a plantear como punta de lanza el concepto de habitar. la tortura y sus espacios. lo que parece a todas luces una posición suicida para la comprensión de la dimensión espacial. que suelen ignorar si no menospreciar El uso libre de la voz «cartografía» en las ciencias sociales es un buen ejemplo de una metáfora que no debería dudarse en denominar como «maligna». por la emigración de sus miembros hacia esos grupos. Este curso del pensamiento geográfico. que devuelven al centro de la geografía la relación con la naturaleza desde unos fundamentos filosóficos orientales que ven la relación orgánica del ser humano con el medio. entre otros muchos. En resumen. De esta forma no es posible reposicionar a la disciplina en pie de igualdad con los aportes de las demás ciencias sociales. que podría ser. lo instintivo. En consecuencia. No se está afirmando que no existe una respuesta geográfica a esas temáticas. situación que no debería eludirse. porque desvirtúa los conceptos e teorías que sobre el asunto se han desarrollado en la geografía. aparecen en la geografía aquellas voces que se hacen eco de discursos como el de Deleuze acerca de la bestialidad.' no es menos cierto que el liderazgo de otras ciencias sociales es inconfundible en temas como el transnacionalismo. como también por las contribuciones de Béatrice Collignon y Liliana López Levi en esta misma obra). finalmente. se lo vacía de contenido y por lo mismo pierde potencial analítico. Por otro lado. De manera simultánea. si alguna vez pudo haberlo sido. biogeográfica o higrogeográfica. Así. No sólo prima el desentendimiento entre la geografía y las demás ciencias sociales sino también entre ellas. las situaciones poscoloniales o la vida cotidiana por ejemplo (este último caso subrayado ampliamente por Alicia Lindón en el Tratado de geografía humana. 6. Aun si no es imposible que a título particular algún especialista de las ciencias ambientales exprese un interés por las dimensiones subjetivas de la relación sociedad-espacio o por lo inmaterial en general. fragmentos y nueva unidad humana en acciones localizadas y medibles. con los experimentos médicos más recientes. la violencia. 1988: Deleuze. anticipa cambios sustanciales porque parece recordar que para la geografía humana la naturaleza no puede olvidarse bajo el manto de la construcción y producción del espacio. como ya se afirmó. Sobre la mundialización o globalización no podemos dejar de citar a Carroué (2002). las disciplinas sociales construyen una teoría propia de la 52 LOS GIROS DE LA GEOGRAFÍA HUMANA relación entre las ciencias sociales el espacio. el dolor físico. podemos señalar también que esta forma de repensar lo «natural» versus lo «cultural» tiene que ver además con las interrogantes que sugieren la aparición del tema de la robótica en su forma «cuasi» humana con los cyborgs y. LOS GIROS DE LA GEOGRAFÍA HUMANA 53 . pero no ya como la había abordado la geografía física en su clásica veta geomorfológica. Estas ideas proceden de varios frentes dentro de la propia geografía humana: por un lado. como sería una construcción aceptada del concepto de espacio. Se banaliza el término hasta quitarle su fuerza interpretativa más elemental. el regreso de la geografía humana a la naturaleza en este caso se hace a través de la integración de las dimensiones sensibles y subjetivas. que unas veces toma un rumbo totalmente tradicional y otras veces se orienta hacia una investigación enteramente multidisciplinaria. no obstante. Lévv (2008). por otra parte. se forman escuelas de pensamiento sobre el espacio a partir de los núcleos epistemológicos tradicionales de las ciencias sociales. aún incipiente. La tercera alternativa. 2000). discursos como el de Berque (1990. parecería entonces la más apropiada para dialogar con las demás disciplinas integradas. con los restos. otras voces «posmodernas» ponen en tela de juicio las oposiciones binarias propias del pensamiento de la modernidad La distinción «naturaleza/cultura» es puesta en crítica (por ejemplo Watts. Sin poder explayamos sobre el tema. construye metáforas espaciales que usa regularmente (Lacoste. Y adicionalmente es insuficiente porque está anclada en unas pocas voces de geógrafos abiertos a estos tiempos. Se asiste entonces a algo que había notado va Yves Lacoste en la entrevista a Foucault de 1976: cada autor recurre a la palabra espacio a su manera. Todo eso no es ajeno a la insuficiencia de las respuestas de la geografía frente a los temas candentes del mundo actual. opta por introducirse en otros ámbitos científicos. Así se llega a finales del siglo Al a la siguiente situación: cuando la geografía humana había acelerado su alejamiento de la geografía física y empezaba a consolidar su carácter como ciencia social en términos del siglo XX. La dificultad de entendimiento entre las disciplinas es evidente. En otros términos. Si bien podemos observar contribuciones convincentes de la disciplina en temas como la globalización por ejemplo. Frente a esas recuperaciones de «pastizales geográficos por rebaños de otras disciplinas». estas nuevas temáticas han inducido una fragmentación significativa del conocimiento geográfico. 1985 y 1988). para el ámbito anglosajón. es la constatación de la emigración —o la huida— de geógrafos hacia otras disciplinas. sino que suele ser tenue en cuanto al reconocimiento que logra dentro de la propia geografía. 2005) considerando que naturaleza y cultura son una «construcción social unitaria» (Wilson. La otra cara de estos procesos hay que leerla en el giro espacial. hasta el punto de asumir el uso pervertido de conceptos e introducirlo en el trabajo propio. lo animal tampoco se analiza a partir de los animales domésticos ni exóticos. 19911 sin por ello referirse a teorías geográficas o a la disciplina en sí. en la reflexión filosófica comienzan a florecer ideas que al llegar a la geografía vuelven a matizar ese alejamiento de lo natural. no es evidente que por ese interés pueda introducir esas dimensiones no materiales en sus análisis si no es de una manera reduccionista. 1991). Este tipo de análisis.Daniel Hiemaux La geografía hoy: giros. y más aún. Por ejemplo. En otro trabajo desarrollamos una reflexión en ese sentido con relación a la geografía del turismo. o Scott (1998). a la que se llama eventualmente para la representación cartográfica de la distribución del fenómeno geográfico u otras actividades secundarias (Hiernaux. El asunto más candente es la diferenciación profunda entre dos formas de ver el mundo que hemos descrito en otro ámbito como el recurso ala razón pura o la razón sensible (Hiernaux. no asumen la unidireccionalidad del pensamiento y de la acción humana. la entonación de la voz. esas descripciones son más racionalistas (la imagen de Google Earth con la máxima precisión posible es el símbolo de este deseo de conocimiento racional) o bien son usadas para persuadir al internauta o al «Horno vidente» a apoyar una causa determinada (el ambientalismo por ejemplo). que actualmente puede pretender erigirse en ciencia <raparte» a la cual sus seguidores suelen asignarle el nombre de «geomá54 LOS GIROS DE LA GEOGRAFÍA HUMANA y nueva unidad tica». de la calidad de nuestro desarrollo científico sustentado en nuevas tecnologías capaces de describir el mundo de una manera muy sofisticada y. una geografía sensible a los pequeños mundos de vida de las personas en la tierra. Por el contrario. son suficientemente científicos como para ser aplicados a lo cualitativo y a cualquier aproximación o dimensión de los procesos geográficos. aún más. la pregunta ineludible que emerge es acerca del devenir posible de la geografía para este siglo ni. fragmentos Dame! Hiernaux con toda evidencia la geografía suele ser la pariente pobre o peor reconocida. Asimismo. se asiste en los últimos lustros a un refuerzo sin precedentes de una geografía racionalista ultrapositivista: la evolución de las nuevas tecnologías de la información y la comunicación (NTIC) ha sido un hecho decisivo para este desarrollo. que se emparenta con el interés exótico que privó en el siglo XIX y que condujo al éxito de las grandes descripciones populares como la geografía universal de Eliseo Reclus. que podemos calificar corno «geografía sensible». no dejó de demostrar lo utópico ya de esta misma aventura. Frente a estas posturas se encuentran quienes se ubican en visiones que. No cabe duda de que una tarea central en el panorama actual es entonces la de recomponer la geografía como una ciencia más unitaria a partir de los fragmentos dispersos y en ocasiones contradictorios que se han desarrollado en las décadas anteriores. efímeras y fugaces.. son sólo el soporte. fruto de una razón que se considera «inexpugnable». tanto de manera individual como colectiva.la geografía hoy giros. si bien reconocen el carácter ineludible de la racionalidad como la lógica para analizar los procesos geográficos. yen la racionalidad causal de los procesos socio-espaciales. Esta orientación ha sido ya asumida por ciertos autores anglosajones pero dista mucho de haber sido aceptada satisfactoriamente por las escuelas francesas o en el ámbito iberoamericano. la primera ha asentado su posición de manera indeleble en la «modernidad tecnológica avanzada». sino que debe inferirse a partir de una realidad que transmite sea un discurso. La observación de las prácticas es un acercamiento a los detalles. va que suelen ser guiadas por creencias. Una vez más es posible observar que el reconocimiento de la relevancia de estos procesos antes citados conduce a algunos geógrafos a abandonar prácticamente su disciplina para seguir los caminos trazados en esas direcciones por otras. un ordenador conectado a Internet. se trataría tanto de «geo» como de «informático». Estamos entonces frente a una geografía que forzosamente debe abrir toda su sensibilidad receptiva para registrar lo aparentemente imperceptible. por lo que reconocen que algunas dimensiones no son medibles. el nombre busca el reconocimiento doble. son muestra de un nuevo interés por el mundo. asume la ineludible existencia de un vitalismo evidente en las prácticas humanas que se manifiesta en la misma producción social del espacio. Esas prácticas no pueden ser interpretadas mediante las mediciones y las causalidades propias de la razón positivista. sino más bien subjetivas. recurriendo a todas las tecnologías que puedan contribuir a un reconocimiento científico de este estilo. Esta última geografía. Como se señaló previamente. En efecto. y no ha podido ser desbancada por las nuevas corrientes que —sintéticamente y a falta de una mejor apelación— llamaremos «posmodernas». persiste una postura cientificista que aboga por una mayor cercanía con las ciencias «duras» y que concentra sus esfuerzos en adquirir un reconocimiento por imitación de ésas. Esto implica que el conocimiento no existe como tal. etc. 2008b). La actitud que requiere el científico es entonces de acompañamiento y de observación. Así. ha otorgado una cientificidad creciente a quienes se reconocen totalmente en los métodos cuantitativos. las fotos de Yann Arthus-Bertrand y los innumerables programas televisivos sobre descubrimientos. lugares exóticos. la fe en un progreso evidente de la descripción vulgarizada de la faz de la tierra. disponible para cualquiera que tenga una televisión. aunada a una capacidad creciente para analizar sistemáticamente datos «duros» de la epidermis terrestre. LOS GIROS DE LA GEOGRAFÍA HUMANA 55 . Todas estas dimensiones no son resultado de una conducta humana primitiva. o un teléfono de nueva generación con acceso a Internet. mitos. Por ende. 1999: 395). si bien dio frutos insoslayables. Su pretensión desborda los límites de su campo original desde el momento en el que algunos de sus exponentes asumen que sus procedimientos. no son claramente racionalistas. paisajes. sean físico-naturales o humanizados. Mientras que la última es fruto del regreso de cierto vitalismo que el positivismo decimonónico había condenado al exilio. imaginarios. Esta tentación que asumimos al emprender la producción del Tratado de geografía haruana hace unos años (Hiernaux y Lindón. en un formato ciertamente agradable y convincente. Derroteros En un contexto como el anterior. En cierta forma. 2006) fue en cierto sentido el fruto de un idealismo radical que. es decir procesos científicos avalados por el análisis computacional. sino de la esencia misma de lo humano. sea una práctica observable. cuando se puede observar que la geografía va se ha multiplicado en numerosas escuelas. Una revisión de esto no sería imposible de lograr a partir del acceso creciente a la información geográfica sobre lo que proponen las diversas escuelas de pensamiento. la peiformatividad particular del individuo en el espacio. 3. Sin embargo. La fragmentación no proviene solamente de la formación de escuelas distintas. 2006). sub-escuelas y líneas que parecería imposible ni siquiera enumerar y más difícil aún estudiar y sistematizar. o simples actitudes que escapan a los modelos racionales. el estudio geográfico de las prácticas humanas con relación al espacio se ve obligado a una actitud constructivista que es la que considera que el conocimiento «procede de la construcción de enunciados sobre realidades que tienen una existencia distinta del observador» (Lévv. El reconocimiento de esa nueva geografía racionalista que ondea entre el público popular y la hipertecnología ha sido tan grande. en la materialidad de la tierra y de la relación sociedad-espacio. en vez de búsqueda de comprobación de un sistema de hipótesis preestablecidas y obedeciendo a normas o leyes construidas como sistema explicativo general previo a la observación. incluyendo cuestiones como la gestualidad. se asiste también a la constitución de un nuevo Zeitgeist popular orientado a un nuevo conocimiento del mundo basado en las imágenes del mismo: la popularidad del canal televisivo de National Geographic. No puede realizarse esa renovación mediante la sumisión a visiones exclusivamente centradas en la subjetividad. La ruptura con este modelo educativo no pudo ser tampoco resuelta 7. de gramáticas espaciales como el juego del «lego» geográfico inventado por Roger Brunet. Finalmente. eurocentrista. la cual requiere sustancialmente de la geografía para sustentar sus análisis. Tiene sus lógicas. Quienes sostienen este tipo de enfoques parten de modelos simples. Sabemos hasta dónde han conducido las visiones fáusticas del mundo a la irracionalidad de la acción de la humanidad sobre la faz de la tierra. que a pesar de su creciente sofisticación por la posible asimilación de geometrías no euclidianas. Es esta geografía la que es demandada por las instancias de desarrollo científico y. racionalista. la que ha sido defendida a capa y espada por conocidos geógrafos. Quizás la visión tradicional de la unidad de la geografía. fuertemente descriptiva. entre otros). porque implican reiniciar en cero los fundamentos con los cuales se realiza el trabajo diario. y la repetitividad se impone al descubrimiento de nuevas vías de solución de los problemas. Tenemos entonces una asignatura pendiente más: la evaluación de lo logrado y de los errores que pueden haberse cometido. pero sin posturas predeterminadas y avasalladoras de la realidad misma. porque se autodefine como «la» vía principal de renovación de la geografía. Por otra parte. incluso su enojo. LOS GIROS OE LA GEOGRAFÍA HUMANA 57 . más allá de que esta vía sea una o varias. y en ocasiones colonialista. que «El hombre es la naturaleza que toma conciencia de sí m isma« (Reclus. Habían subrayado la necesidad de desprenderse de la transmisión de un conocimiento descriptivo de la tierra para aliar conceptos. Esta vía recoge una posición crítica con fundamentos en las realidades vividas y no en análisis exclusivamente estructurales con un discurso preestablecido. tan apreciada por quienes no quieren complicar la geografía y su propio pensamiento con reflexiones que estiman de poca utilidad (Brunet. frente a la educación geográfica tradicional de hace más de un siglo. 1997.Daniel Hiernaux La geografía hoy: giros. probablemente el escollo mayor sea la separación entre una visión tecnificada de la geografía. que son lo decisivo para todos los habitantes del planeta. No obstante. Esas voces no fueron oídas en su época y la transmisión del conocimiento geográfico no sólo se formalizó en otra orientación. en las consultorías privadas yen ciertos ámbitos académicos de nivel modesto en cuanto a sus aspiraciones teóricas. que puede resultar tan valioso para el conocimiento geográfico como los actos que transforman físicamente el espacio. por otro lado una visión sensible como la que describimos anteriormente. la que prevalece en el entendimiento de lo que es la geografía en el mundo del sector público. Esta vía podría ser el camino para reconstruir una geografía que funcione en diálogo con las ciencias sociales actuales. animada por el culto a la razón pura y la fe en la técnica. no se pretende acá agotar todo lo que se puede extraer de esa experiencia de la cual los mismos promotores y protagonistas hemos aprendido mucho y seguimos aprendiendo. Este tipo de enfoques y de métodos son los que dominan entre los geógrafos: no hay que olvidar que la mayor parte de los geógrafos egresados de las universidades se insertan en entornos laborales para los cuales la eficacia priva sobre la innovación. Cabe subrayar que esta postura también se alimenta plenamente de una concepción matemático-geométrica del espacio. Post-data No hay camino fácil ni una sola vía hacia la renovación de la geografía. sensible y atenta al mundo en todas sus dimensiones. 1905: 505). Tal vez esta tercera vía no sea la única salida. no se debería eludir la comprensión de los mundos de vida. que sólo se ha insinuado hasta ahora. como por ejemplo Phliponneau (2001). del mundo. la unión de su quehacer sobre el mundo físico y sobre la dimensión humana. opción por lo demás simplista para comprender la evolución de una ciencia. por ejemplo en la enseñanza media de la geografía. Sin embargo. que asume también la razón. metodologías y acercamiento a las realidades sociales. Éste es el ámbito de la geografía aplicada. Esta tercera vía es la que inspira cada uno de los capítulos de este libro y numerosas publicaciones anteriores de sus autores. o lo no expresado explícitamente. Quizás entonces debamos rechazar esa tecnificación que no explica ni remedia. susceptibles de ser representados en sistemas de información geográfica o técnicas similares. Esta vía se interesa en las Pequeñeces y lo no dicho. La tercera vía corresponde a aquella geografía «sensible». sino complica y distancia al hombre de su entorno vital. 4.' Cuando emergen dudas y las certezas tradicionales se derrumban. fragmentos y nueva unidad Esta vía podría denominarse «tecnológico-cientificista«. sean cualitativos o cuantitativos. ya que la articulación de procesos socio-territoriales de mayor alcance con el mundo de vida es una tarea de notoria com56 LOS GIROS DE LA GEOGRAFÍA HUMANA plejidad. ni a otras que reduzcan todo a indicadores. Las notas que siguen provienen en buena medida de la experiencia de la creación y desarrollo de la Licenciatura en Geografía Humana en la División de Ciencias Sociales y Humanidades de la Universidad Autónoma Metropolitana Iztapalapa en 2002. pero una razón abierta. Esta vía asume una racionalidad reconocida en la construcción del conocimiento geográfico a partir de las realidades concretas. sus modelos. se podría lograr mediante una geografía que integre lo ambiental con lo humano y que considere. Podemos recordar que Eliseo Reclus y Piotr Kropotkin en su tiempo ya manifestaban su incomodidad. Esa geografía aplicada puede ser atractiva Porque resulta simple y sustentada en recetarios espaciales que son aplicables tanto al análisis como a la propuesta programática en el campo del llamado ordenamiento territorial. El precio de seguir este derrotero es considerable: implica traducir la geografía humana en una mezcla de variables e indicadores socio-humanos. La otra vía. de paso. esa «coremánem. sino que se endureció hacia una visión particular. es la de la geografía en modo menor: es la geografía aplicada tal como se maneja en las instancias oficiales. Así se podría optar por una visión humanista del mundo. Esta vía. como lo dijo Reclus hace más de un siglo. torna en préstamo tradiciones de otras disciplinas v es sumamente invasora del resto de la geografía. sin por ello minimizar la relevancia de procesos de mayor alcance. no deja de ser una abstracción reductora del espacio y mucho más aún de lo vivido espacialmente. queremos expresar aqui algunas ideas personales sobre el tema de la transmisión del conocimiento geográfico en la época actual. no cabe duda de que la educación juega un papel fundamental para la transformación de las mentalidades. también sepulta cualquier capacidad para reunir los fragmentos separados de geografía física y humana. Su volumen de producción es enorme y su reconocimiento proviene del dicho de que «la geografía es lo que hacen los geógrafos». es decir. denominación bajo la cual se reúnen —quizás arbitrariamente— diversas corrientes o por lo menos posturas epistemológicas distintas. en este caso las de los geógrafos y geógrafas que se insertarán pronto en el mercado de trabajo. medirlos y subsumir la vida humana con toda su complejidad en un sistema mensurable y representable de micro-eventos «socio»-espaciales. ciertamente. Sin embargo. écrivains. Las ambiciones de la historia. Howard (2009). fragmentos y nueva unidad Daniel Hiernaux cabalmente en el marco de la crítica marxista de los sesenta c setenta. BEROUE. «Gaia-Graphein: des défis perrnanents». Joel (2001). 481-488. — (2000). París: Belin. aunque todo parece indicar que es una vía sin salida. 249-265. París: CTHS. en sus propios terrenos. no se trata de cubrir los créditos de los planes de estudio con materias de otras orientaciones disciplinarias. pp. Chicago: University of Chicago Press]. Otra dimensión es la aplicación de un enfoque constructivista en la enseñanza de la geografía. Colocar al hombre en su relación con el espacio hace de la geografía una ciencia «humana» o «social». tanto sociales como bio-físicas. La reproducción del conocimiento de otros sin el impulso para construir uno propio —aun cuando sea en el nivel que puede tener un estudiante cuyas bases teórico-metodológicas al ingresar a la universidad son necesariamente endebles— inhibe la capacidad creadora del estudiante. Por ende. Situar la geografía en el contexto de las ciencias sociales parece entonces una meta esencial que debería ser perseguida: la disyuntiva de ubicarla entre las ciencias «duras» sigue siendo fuerte para algunos. Antoine. raisons de géographes. En segundo lugar. lo que debe ser reivindicado como tal. Arme (2007). que se ve sometida a fuertes presiones por parte de otras disciplinas que parecerían invadir los espacios propios. Augustín (1990). LOS GIROS DE LA GEOGRAFÍA HUMANA 59 . BUTTIMER. Encyclopédie de la géographie. Al construirse aun como piedra de toque de una confluencia de intereses en torno a la relación entre la sociedad y el espacio. evitando la sustitución de «dioses» antiguos por nuevos dioses. frente a los desbordamientos de la geografía sobre otras disciplinas y de éstas sobre la primera. tal como se puede observar en la mayor 58 LOS GIROS DE LA GEOGRAFÍA HUMANA parte de los programas de geografía que carecen de una formación en la teoría geográfica v en la historia del pensamiento en la disciplina. 7-15. La ubicación de la geografía entre las ciencias sociales no es una simple asignación científica en cierta visión de las ciencias: es además el reconocimiento que la geografía es una disciplina que tiene en su centro el ser humano con la especificidad de pretender analizar en particular su relación con el espacio. La construcción del conocimiento en el proceso de enseñanza-aprendizaje es una tarea particularmente difícil cuando el sistema educativo previo a la universidad privilegia la acumulación del conocimiento en vez del encuentro crítico con el mismo. La théorie du paysage en France (1974-1994). para utilizar la expresión de Henri Lefébvre (Lefébvre. Roger (1997). chercheurs et représentations sociales). accesible de manera libre por la web. en términos generales.). Seyssel: Champ Vallon. y que por medio de una flexibilidad significativa se pueda empujar al alumnado a acercarse a las demás disciplinas. quienes desde un principio deben ser empujados a comprender. París: Economica. Por una parte. BRUNET. pp. BRAUDEL. Barcelona: Crítica. sobre la relación sociedad-espacio podrían hacer aún más complicada la situación. Fernand (2002). más que.) La ville et Furbain: des savoirs érnergents. se le debe reconocer a esa crítica una mayor cercanía con el espacio real. una mejoría sustancial de las condiciones de impartición de la docencia en términos prácticos. Ello implica desarrollar un sentido crítico sobre el conocimiento pasado tanto como sobre las aportaciones más recientes. debe reconocerse al mismo tiempo que el mayor interés por las dimensiones espaciales del mundo actual (y futuro) otorga a la geografía un rol fundamental en la construcción de un mañana más positivo que lo que podría presagiarse. La ville et Turbain: des savoirs émergents. Ello no se puede hacer desde afuera de la geografía misma. no se trataría de dar el conocimiento. Anne-Claude (2007). así como para construir la identidad del mismo estudiante. Robert PERRAS y Denise Puñarx (1992). véase también Lindón. Sin embargo. aunque en contraparte sus modelos interpretativos no le han permitido analizar más que ciertas dimensiones de la riqueza y la pobreza de la cotidianidad. Este acercamiento al pasado. en Antonio da Cunha y Laurent Matthey (coords. porque esa crítica no aportó elementos suficientes para reconstruir un modelo diferente. queremos cerrar este capítulo con una nota más bien optimista: aun si asumimos que la geografía muestra debilidades. «Viser les marges pour atteindre fessence». no debe dejarse de lado que otros procesos han contribuido a mejorar la calidad de la enseñanza. pp. cicuta adecuación de sus modelos generales a las escalas geográficas que permiten analizar el espacio con detalle. París: Belin/Reclus. y por ende para humanizar un mundo que parecería alejarse de esa misma noción. (1999). La segunda pregunta que habría que hacerse con relación a lo interdisciplinario es cómo acercar la geografía a las demás ramas del conocimiento. 20061. Telling About Society. Cornment poder de la société (artistes. parecería que la ausencia de un modelo único de saber y la hierre presencia de ciencias «competidoras». valorar y asumir el papel que los geógrafos y geógrafas jugarán en la sociedad de mañana. Lausana: Presses Polytechniques et Universitaires Romandes. la afirmación misma del valor y la necesidad de la disciplina geográfica se toma esencial: la geografía ofrece un potencial explicativo irreemplazable para el mundo actual y eso debe ser asumido no sólo por los profesores sino también por aquellos que están en proceso de formación. Ello no impide que la formación sea abierta. París: Belin. resulta más relevante por lo que ofrece en cuanto a la posibilidad de situar los aportes recientes en contexto histórico. promoverlo como una forma de otorgar al estudiante una formación de tipo enciclopédica —de dudosa utilidad—. sino lograr que éste se derive del encuentro del estudiante con dos aspectos fundamentales: la realidad del mundo y los análisis que la geografía ha podido realizar del mismo. Lausana: Presses Polytechniques et Universitaires Romandes. 1968. BECKER. Champs et contrechamps. como la existencia de una vasta información sobre la tierra v las sociedades en general. El acercamiento a lo multidisciplinario es un aspecto crítico: obviar lo disciplinario en la geografía es evidentemente peligroso. BONNEMAISON. La géographie culturelle. Bibliografía BAILLY. BERTHOULD. Dejando en este nivel las reflexiones sobre la transmisión del conocimiento geográfico. en Antonio da Cunha. la circulación del conocimiento científico avanzado por la misma red y.). Écouméne: introduction á rétude des milieux humains. Médiance de milieux en paysages. y Laurent Matthey (coords. cuando debería ser fomentada centralmente. sino que se debe a s egurar que cada campo geográfico enseñado remita a las aportaciones de las demás disciplinas que más la apoyan en su propia constitución y construcción permanente como campo. esta afirmación es defendible. Con todo lo afirmado en las páginas anteriores. la geografía es privilegiada: tiene en sus manos algunas claves para construir otro futuro.La geografía hoy: giros. París: La Découverte [2007. «Analyse des paysages et sémiologie« en Alain Roger (ed. París: Belin. Le Débat. JAVEAU. «El excepcionalisrno en geografía: un examen metodológico». Buenos Aires: Sociedad Argentina de Estudios Geográficos. t. Territoires. Toronto: Between the Lines Press. LATOUR. MANZAGOL. TUAN. Venrz. ( t 977). fragmentos y nueva unidad Daniel Hiemaux CARROUÉ. La ville et l'urbairr des saroirs érnergents. RACINE. L L'irnage-mouvernent. 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Ambas cuestiones no son ajenas a las mutaciones que experimentan las instituciones universitarias v los organismos de investigación en casi todas partes. Todo ello es el resultado de un cuestionamiento profundo de los postulados en los que se han basado largamente las ciencias sociales en general y la geografía en particular Con este artículo deseamos esbozar un panorama de estas mutaciones. Objetos que cambian Un mundo globalizado El mundo que los geógrafos tratan de comprender está cambiando. Había países y regiones modernizados. La concienciación de los problemas del desarrollo desigual.LA GEOGRAFÍA EN RECOMPOSICIÓN: OBJETOS QUE CAMBIAN. marca un giro: ¿acaso es aceptable ver cómo los nuevos medios. 1. Esta dinámica del pensamiento geográfico se expresa en la emergencia de dos inquietudes principales: una que se refiere a la evolución de los medios y de sus equilibrios. de los que dispone la humanidad. y otra que surge de la aspiración a una mayor justicia. Sus transformaciones no han dejado de acelerarse desde el inicio de la revolución industrial (Claval. Se evocarán las presiones económicas y ambientales que gravitan sobre nuestro mundo. las aspiraciones de la mayoría y la demanda de conocimientos geográficos que se van conformando. han conducido a la creciente diferenciación de los espacios: ciertas zonas del mundo estaban equipadas con medios de transporte y de comunicaciones modernos mientras que otras permanecían apartadas del movimiento. ¿DISOLUCIÓN O PROFUNDIZACIÓN? Paul Claval Universidad de la Sorbona-París 1 La dinámica actual del pensamiento geográfico refleja las rápidas transformaciones de un mundo de tan brusca globalización que la hizo adelantarse a la evolución de las instituciones y de las regulaciones. Ante todo. se analizan en este texto las fuerzas que remodelan la disciplina geográfica o la materia. Las transformaciones recientes de la economía perturban este bello esquema (Badie. energía. la modernización se ha convertido en algo realizable en todos los rincones de la superficie terrestre. Los únicos puntos que todavía se benefician de una ventaja son los que gozan de mayor facilidad en los enlaces a larga distancia: esto conduce a la metropolización. pero cuyo control democrático del poderse hace imposible. Por ejemplo. 1994). a la televisión. la logística y la distribución. giros múltiples. materias primas. Se ingresa en la vida activa más tarde que en el pasado se retira de ella más temprano que lo que se hacía anteriormente. antaño necesaria a lo largo de los itinerarios.La geografia en recomposición: Paul Claval La evolución técnica acelera las transformaciones a partir de los años cincuenta. Todo lo anterior modifica profundamente la producción: la parte que corresponde a los espectáculos. dado que la instrumentación de técnicas avanzadas y el acceso a las redes ya no están monopolizados por sitios y regiones localizados en la articulación de las redes. El resultado de estas mutaciones técnicas es espectacular. Aprovechan las nuevas facilidades de transporte y de comunicación para ubicar las operaciones de construcción y de montaje en los lugares en donde se paga menos por la mano de obra. que muchos ecosistemas no cuentan con la resiliencia suficiente para absorberlas y se encuentran profundamente modificados por contaminaciones que dejan de ser loca- LOS GIROS DE LA GEOGRAFÍA HUMANA 65 . La transformación de las técnicas productivas se extendía del sector industrial al sector agrícola. la transición hacia un mundo más democrático queda comprometida por la debilidad de la mayor parte de los nuevos Estados. ¿Disolución o profundización? La globalización se frenó durante un tiempo por las restricciones nacionales establecidas durante la primera mitad del siglo xx. al turismo o a la asistencia a los restaurantes se refuerza. a la concentración de algunas funciones importantes de la vida económica en los centros dotados con un gran aeropuerto. No va acompañada de ningún esfuerzo para sustituir la vigilancia ejercida por las naciones por alguna acción internacional. de la que ni siquiera se sospechaba su existencia. filtrarlas y controlarlas. Ya no es el caso: las grandes empresas tienden ahora a dividirse y a transferir a subcontratistas una parte cada vez mayor de sus actividades. Las telecomunicaciones prácticamente son instantáneas desde un extremo al otro del planeta. conlleva un deslizamiento de los empleos hacia los servicios y la disminución del tiempo de trabajo. de donde parten los viajes intercontinentales para destinos lejanos. Sociedades de ocio El aumento general de la productividad. Problemas ambientales cada vez más dramáticos La presión que la humanidad ejerce en el medio ambiente no deja de crecer: es el resultado del rápido aumento de la población causado por la modernización de la medicina. El automóvil da movilidad creciente a las personas en las cortas v medianas distancias. La evolución de las técnicas trastorna a las empresas: las de la primera mitad del siglo xx tendían al gigantismo porque su organización a través de redes internas de comunicación a distancia aseguraba transacciones a un costo inferior al que había que pagar cuando se pasaba por las redes públicas. Ya es posible comunicar instantáneamente cada punto de la superficie de la tierra con cualquier otro punto: la glocalización subraya el acercamiento de lo local a lo global. La desreglamentación que se generaliza a partir de finales de los años setenta facilita las transformaciones. Una gran excepción: los países que obtienen ingresos de las regalías pagadas por las compañías extranjeras que explotan sus riquezas naturales. que lentificaban los enlaces: los operadores sacan provecho de su posición para beneficiar a los primeros con las informaciones. La estructura de redes de transporte rápido y de comunicaciones también cambia: para asegurar la conmutación de un itinerario a otro. Técnicamente. Paralelamente a la revolución de los transportes pesados. para especializarse en el diseño. Entre la geografía de las horas de los períodos de trabajo y la geografía de las horas de los períodos de descanso se intercala una geografía del ocio. Los avances en las técnicas de conmutación dejan de requerir jerarquías muy complejas: como mucho se requieren dos o tres niveles. El tiempo de ocio se alarga. La jornada en la fábrica o en la oficina es más corta. Se empieza a hablar de globalización. Existe un fuerte cambio en los modos tradicionales de organización del espacio: las ciudades y el campo ya no difieren socialmente. La crisis financiera actual nos recuerda que no puede haber vida económica sin un mínimo de orden. en todos los lugares fue posible disponer de formas de energía concentrada. Desde la década de los cuarenta. al cine. mientras aquellos que habían tenido cierto éxito ven disminuir sus recursos conforme las empresas se reubican en otros lugares. Los contactos lejanos se establecen sin requerir de pesadas redes. la descolonización multiplica los Estados-naciones construidos con base en el modelo de aquellos que se habían establecido en Europa desde el siglo Klatt. y de la urbanización que se desprende del rápido incremento de la productividad en el sector agrícola. Una evolución del mismo tipo se perfila para las operaciones de lanzamiento en el mercado y para la investigación. Hace medio siglo del prodigioso auge. La oposición entre el centro y la periferia pierde su pertinencia. mientras el avión y el tren de gran velocidad aceleran los viajes lejanos. cada uno debía gozar de una soberanía absoluta en su territorio. productos alimentarios. La instalación de marcos plurinacionales siguiendo el modelo de la Europa unida es lenta: sus efectos son positivos pero todavía limitados. la organización se torna piramidal. 69 LOS GIROS DE LA GEOGRAFÍA HUMANA objetos que cambian. Las tareas domésticas comenzaron a aligerarse. Por consiguiente las transnacionales se multiplican. se conectan los aeropuertos locales con los Intbs. En principio. la del contenedor facilita el traslado de productos fabricados y reduce considerablemente los gastos ocasionados por la ruptura de carga. porque todos los grupos sociales tienen acceso a la misma información: lo anterior conduce a una suburbanización y a una rurbanización cada vez más amplia de la población y a un movimiento de contraurbanización (Berry. en el caso del transporte aéreo. El costo del transporte de los productos pesados disminuye rápidamente con el aumento del tonelaje de los barcos. con el diámetro cada vez mayor de los oleoductos v de los gasoductos c el aumento del voltaje de las líneas eléctricas. de la industrialización que consume abundante energía y materias primas. El mundo necesita cada vez más agua. De esta manera. 1976). es decir. Otros países escogen servir de pantalla para la actividad de los narcotraficantes y de los grupos terroristas que los financian. resultado de la mecanización y de la automatización. Pocos son los nuevos Estados que pueden recabar entre sus ciudadanos impuestos lo suficientemente elevados como para hacer vivir una administración v un ejército modernos. Desde ese momento. Son tales las descargas que proceden de las nuevas actividades. Las sociedades históricas se basaban en dos formas yen dos niveles de cultura: para los estratos populares éstas eran ampliamente orales. pero con la condición de que todos reconozcan que se existe como entidad original. pero donde los asedios de comunicación sustituyen —o c omplementan — las relaciones que se establecían dentro de las familias o en los vecindarios. El contexto institucional está en plena mutación. Cada uno vivía dentro de un marco que comprendía o donde se reconocía: ¿para qué preocuparse por los problemas de la identidad en los grupos en donde se transmitía automáticamente? La cultura de las élites daba más cabida a los preceptos morales. la geografía económica o la geografía del turismo ofrecen un arsenal eficaz para comprender las dinámicas en curso y las tendencias que de ellas se desprenden. La soberanía de los Estados está fuertemente erosionada. de la mayoría de las técnicas de producción y las reglas de vida dentro de las familias y de las comunidades locales. Tiene razón: la cultura ya no es tan sólo lo que da a cada uno el medio para actuar sobre las cosas y para integrarse a la vida colectiva. Al mismo tiempo. Las zonas suburbanizadas y 1-urbanizadas no se parecen a las zonas de densidad promedio de ayer. deben responder a preguntas que no se planteaban en el pasado: ¿en qué se fundamentan sus identidades cuando el universo se ha ampliado y las relaciones locales han perdido su función de anclaje? Se está dispuesto a participar en una aventura más global que en el pasado. Por lo tanto. 2006). Es irrealista como alternativa: ¿cómo enfrentarse al aumento de poblaciones si no se ponen en práctica nuevas técnicas? ¿Por qué rechazar lo que. no se cuestionan: globalización y glocalización subsistirán. Aceptan algunos de sus aspectos. A pesar de la hosquedad de los fundamentalistas y los grandes discursos acerca del shock de las civilizaciones. Nunca se había hablado tanto del patrimonio como actualmente. el crecimiento no puede proseguir a través de las mismas lineas recorridas desde la Segunda Guerra Mundial. La cultura se ha convertido en una señal de reconocimiento que se exhibe y que se trata de materializar. conduce a otras actitudes con respecto al pasado. Por motivos de justicia social. afectan a entornas cada vez más extensos y terminan por alterar el equilibrio global del planeta. La ecología. ponen mala cara a otros. a la filosofía y a la religión. Entonces el rechazo pasa a otro plano: se torna simbólico. ¿Disolución o profundización? Paul Clava) les. en ciertos países como Estados Unidos. Para los estratos de las élites se apoyaban más en lo escrito. a considerar ventaja? multiculturalismo como una Los grupos que rehusan simbólicamente el Occidente. limitando el recurso a las energías fósiles (culpables de la mayor parte de la emisión de gases de efecto invernadero) y aprovechando las energías renovahles. También son cualitativas: las ciudades y el campo han perdido sus especificidades. al presente y al futuro.La geografía en recomposición: objetos que cambian. reinterpretan el conjunto. La geografía de las décadas de los cincuenta y de los sesenta es incapaz de esclarecer las mutaciones de los marcos sociales. nunca nos habíamos preocupado tanto por los paisajes. en las sociedades modernas. 2000). giros múltiples. Las empresas no dejan de adaptarse a las nuevas condiciones del intercambio. Formas de organización sociocultural que cambian Para dar cuenta de la globalización y de los límites que de manera creciente afrontan las transformaciones que provocó. pero para seguir totalmente fieles a los modelos del pasado. la mayor parte de las sociedades se transforman. Al respecto. la radio. no se trata de renunciar al crecimiento. los aparatos de fotografía. deberían permanecer al margen de las corrientes de la vida moderna. La forma de distribución de la población que se ha ido estableciendo desde hace medio siglo tiene tal avidez de energía que habrá de reconsiderarla. la disminución de los costos del transporte y la casi instantaneidad de las transferencias de información. la comisión Brundlandt inventa. de imprimir en el terreno. no se debería negar que nuestro mundo es un mundo de hibridación y de mestizaje. Las técnicas de telecomunicación. Las culturas vernáculas aseguraban la transmisión de los saberes domésticos. los comportamientos y las costumbres. de las comunicaciones y de las técnicas productivas no se limita a trastornar la actividad ni la distribución de los hombres. 2003b). en 1989. renunciar al intercambio. la demografía. la expresión desarrollo sostenible (Claval. es conveniente reorientarlo. Es preciso recurrir a nuevas geografías para comprender estas dinámicas. ni siquiera deseable. Se aprendían las disciplinas indispensables para participar activamente en las extensas redes del poder que estructuraban la sociedad. económicos y culturales en los que se inscribe la vida actual. constituye indiscutiblemente un progreso. como también aquellos que se acomodan al mismo. 66 LOS GIROS DE LA GEOGRAFÍA HUMANA Con el asombroso cambio en los medios de comunicación. el ¿No es acaso esto lo que lleva. El progreso de los transportes. las ciudades ya no desempeñan el mismo papel. pero aún no se perciben bien las formas que adoptarán las reestructuraciones que requerirán de tiempo. las culturas populares de ayer fueron sustituidas por culturas de masa. autorizadas por el uso de formas concentradas de energía. El cambio de las cosas hace cambiar las actitudes. Don Mitchell habla de guerras culturales (Mitchell. Para definir la evolución deseada. las culturas de las nuevas élites dan más posibilidades a las ciencias y a las técnicas de la comunicación que a las creencias religiosas y a las formas tradicionales de la moral. poco ávidas de energía y poco contaminantes. bastan los métodos y los procesos perfeccionados por la geografía durante los dos primeros tercios del siglo xx: todo se desprende de las nuevas relaciones con el medio ambiente. Afecta a sus culturas. parapetarse en algún rincón aislado. Los geógrafos se encuentran más desconcertados cuando quieren llegar más lejos: las transformaciones recientes no son sólo cuantitativas. Otras sociedades endosan la modernidad pero la remodelan. mostrándose más económico. políticos. Las organizaciones transnacionales o multinacionales se multiplican. la telefonía móvil? Queriendo o sin querer. en donde la oralidad sigue desempeñando un papel importante. Los contactos que se establecen a través de Internet o del teléfono móvil tienen un impacto considerable. La naturaleza misma de las civilizaciones se modifica (Clava). Entre rechazo y adaptación: las dinámicas simbólicas ¿Cómo reaccionan los hombres ante los cambios rápidos que experimentan? Algunos rechazan el cambio. cuestiona las identidades que parecían apropiadas desde siempre. los medicamentos. No se trata de caminar hacia atrás: regresar a los modos de vida del pasado no es posible. la televisión. LOS GIROS DE LA GEOGRAFÍA HUMANA 67 . ciertos estratos de la población fuesen pobres podía escandalizar. que trascendiendo la explicación de lo real está encaminada a reformarlo. es cierto. las masacres. No deja de multiplicarse el número de departamentos. estas incursiones son mal vistas: la transdisciplinariedad sufre una regresión. Estas operaciones resultan costosas. 2) la crítica de los enfoques y de las actitudes propias de la civilización occidental. de expectativas de vida y el acceso a la educación o a la salud. la transdisciplinariedad. tualmente se practica menos que en el pasado. a los mapas. giros múltiples. etc. Su singularidad podía achacarse a la naturaleza. Para muchos de los primeros teóricos de la vida en grupo. 3. de movilidad. Nuevos estilos de investigación Desde finales del siglo xix. Esperan que la ciencia les explique la situación actual. Regreso al ideal de la Ilustración: la idea de ciencia crítica En el siglo xvIlt. Giros múltiples Cuatro series de giros han afectado la investigación en las ciencias sociales yen geogra- 2. su financiamiento suele proceder de los gobiernos locales o de las empresas que tienen que resolver problemas precisos y que se preocupan menos por hacer avanzar la reflexión fundamental que por obtener resultados fiables. se imponen nuevas actitudes: la evolución de los últimos 50 años. que gravitaban sobre su concepción de la ciencia. ¿Disolución o profunclizacton? Comunicación y sentido de la justicia La diversidad del mundo excitaba la curiosidad del público: éste estaba contento con saber cómo lograban vivir los hombres en condiciones que apenas podían imaginarse. La asistencia de otros colegas en el terreno. inspirada en la Ilustración. más que atenuarlas. Para guiarse recurren a la ciencia. de Thomas Hobbes a Jean-Jacques Rousseau. Hasta alrededor de los años cincuenta. 4) la reflexión profundizada acerca de las relaciones entre los objetos y los sujetos. Los grupos que descubrían los exploradores se encontraban instalados en entornos tan difíciles que su evolución resultaba más lenta. a llevar 68 a cabo encuestas. La investigación fundamental sufre las consecuencias. 3) el cuestionamiento de los fundamentos lingüísticos.. las desigualdades. Las investigaciones en el terreno tienden cada vez más a esta forma de trabajar. Requieren de soluciones. esta forma de olvidar las fronteras para ir al meollo de los problemas que practicaban los universitarios. en cierto sentido. hay que proceder a hacer levantamientos de terreno. LOS GIROS DE LA GEOGRAFÍA HUMANA 69 . institutos de estadísticas o de estudios demográficos. pero sin que se pudiese hacer gran cosa para mejorar su situación. los hombres descubren que son responsables de su destino. No faltan las señales que indiquen las profundas reestructuraciones en proceso. Es todo lo que puede reivindicar. ac- LOS GIROS DE LA GEOGRAFÍA HUMANA fía durante la última generación: 1) el regreso arrollador de la idea de ciencia «crítica». Basta con regresar a las primeras formas del contrato social para encontrar lo auténtico. Esto no ha hecho desaparecer —muy al contrario— las diferencias de ingresos. El aumento constante del número de investigadores incrementa el potencial de las encuestas. a cargo del levantamiento de mapas regulares. para conocer las opiniones. Se opone a la transdisciplinariedad. los comportamientos y las aspiraciones de la gente. Que ciertos medios. La investigación académica siempre ha ido acompañada de una investigación de Estado: servicios nacionales de cartografía. Los equipos de investigación se estructuran para responder mejor a las preguntas planteadas: recurren a especialistas procedentes de varias ciencias. dado que en todos los lugares se encuentran disponibles las mismas formas de energía y las mismas técnicas. de las ciudades. las hambrunas. la investigación geográfica se encuentra dominada por las instituciones universitarias.pero pesan en su evolución. No son sólo las transformaciones económicas del mundo las que ponen a prueba los saberes geográficos de ayer. El financiamiento de la investigación se modifica: para ir más allá de las cifras recabadas por los servicios oficiales. centros de investigación sobre los problemas del mundo rural. Nos gustaría que la geografía contribuyese a establecer más justicia e igualdad. Por otra parte. ¿Cuáles son los efectos de estas coexistencias? Cada uno conduce a definir mejor su ámbito: en la investigación académica tradicional. de los países de ultramar. no se puede permanecer inmóvil ante las calamidades. La mayor parte regresa en profunda rebelión ante las desigualdades patentes en su cercanía: ¿se puede dejar a tanta gente sumirse en la miseria cuando se dispone de medios de producción eficaces v de transportes rápidos? De este manera. y se ocupa de las distribuciones. En un equipo pluridisciplinatio. ciertas regiones. aún más rápido es el incremento de docentes–investigadores y de investigadores que se les asignan. Pero la coexistencia entre las disciplinas desalienta los esfuerzos encaminados a ir hasta el meollo de los problemas. permite una producción más sistemática de los datos y facilita la solución de tos problemas prácticos. espaciales y culturales de nuestros enfoques. Hoy se alaban las virtudes de la pluridisciplinariedad. Estas demandas resultan todavía más apremiantes porque ocurren en un momento en que la globalización aumenta las diferencias en las fortunas y las tensiones. Estas desigualdades ya no se perciben desde el ángulo de lo pintoresco o del exotismo. ha uniformizado el mundo. Las comunicaciones mejoraron hasta tal punto que los sitios lejanos ya no nos son desconocidos: muchos son aquellos que los frecuentan. en un planeta que se percibe como más pequeño y donde las presiones ecológicas nos sitúan a todos en un mismo plano. el progreso con frecuencia era generado por la caza furtiva en tierras de los otros. El geógrafo es el que sabe cómo hacer hablar a los paisajes. que denuncie los principios erróneos que son la causa de la desgracia de la humanidad y que indique las correcciones que deben hacerse. la mayor parte de los profesores participaban en la excursión interuniversitaria que les permitía seguir el movimiento de la investigación: ¡cabían en un autobús! ¡Ahora son más de mil quinientos! La evolución es general. las instituciones funcionan mal porque no cumplen con la lógica de un verdadero contrato social. en Francia. de las desigualdades. La lista no deja de extenderse. indudablemente le enseña otros métodos y otros procedimientos. aquellos que esclarecen la forma en que los individuos construyen su vida social. Aun cuando se realicen dentro de un marco universitario. La pluridisciplinariedad es una realidad.Paul Claval La geografía en recomposición: objetos que cambian. Estas mutaciones y cuestionamientos superan el marco de la geografía. sigue transformando los países largamente domi- LOS GIROS DE LA GEOGRAFIA HUMANA 71 . su expansión imperialista en particular? ¿No son acaso responsables de los totalitarismos nazis o comunistas. Se nutre con la difusión de la obra de filósofos y sociólogos como Henri Lefebvre. Para el posmodernismo. Gracias al posmodernismo. Con la aparición de la revista geográfica Antipode. Su ideal sale fortificado de la agitación universitaria de 1968. la publicación que Horacio Capel coordina en Barcelona desde hace 30 años. Los estudios poscoloniales muestran lo que permitió a Occidente dominar a las otras civilizaciones. atribuye a los universos que acaba de conquistar los vicios que se reprimen en él: la ociosidad. 2) Se asumía. Occidente se estructuró alrededor de filosofías de la historia y de ideologías del progreso. la relevancia del espacio se reducía (Jameson. controla las epidemias. De esta forma. los desarrollos narrativos propuestos por las ciencias sociales reflejan tanto las perspectivas que abarcan como las distribuciones y los procesos que pretenden explicar: los grandes relatos carecen de valor. 2003). Así. las decepciones con respecto a la Revolución Francesa condujeron a la ciencias sociales a escoger otro camino (Nisbet. porque se pasaba fácilmente de la observación a la vigilancia (Foucault. Éste es el tema central de los enfoques poscoloniales. etc. la geografía radical anglosajona se convierte en uno de los motores de renovación de la disciplina. Por ejemplo. lo que 70 LOS GIROS DE LA GEOGRAFIA HUMANA reducía el papel de la intuición y de la sensibilidad. en el sentido inglés del término: los «imaginarios» geográficos de las lenguas románicas (Gregory. la geografía deja de aparecer como una disciplina subalterna para las otras ciencias sociales: se espera de ella nuevos puntos de vista sobre el sentido de la vida y la dinámica de los grupos humanos. a principios de la década de los setenta. Gilles Deleuze. entidades como los Balcanes. Como lo mostró Robert Nisbet. Jacques Derrida. Desde Edward Said. Esto garantizó estos sistemas de pensamiento. hace desaparecer el hambre. El éxito de Geoctitica. Actualmente ya no se cree que el progreso forzosamente conduzca a la felicidad: alarga la vida humana. ¿ Disolución o profundización? Concebida de esta manera. 2003). Occidente se ve afectado a su vez. Los sociólogos de la escuela de Frankfurt propusieron. pero son nuevas formas de creencias. la vía seguida por Europa y por las sociedades que diseminó en otros lugares del mundo se singulariza. trataron de crear una «ciencia crítica» (Vanderberghe. pero vuelve los armamentos más temibles y los conflictos más sangrientos. La llegada de los nazis los obligó a partir al exilio. Michel Foucault. Su ambición empezó a ser más bien dar cuenta de lo existente que proponer itinerarios hacia la utopia. Muchos son los que ya tan sólo ven en las ciencias sociales como se practican a su alrededor una perversión burguesa de los grandes ideales de la Ilustración. gravita sobre sus instituciones y orienta su acción: cabe pensar en la India. La crítica de la modernidad abarca esencialmente tres puntos: I) se había sobredimensionado el peso de la historia en la explicación de las realidades sociales. oponía las ciencias a las humanidades c desvalorizaba las formas empíricas del conocimiento. las acusaciones siguen otra vía: la ciencia actúa de común acuerdo con las políticas de conquista porque les ofrece una justificación. Las culturas locales son brutalmente cuestionadas: ¿acaso no fracasaron? ¿Cómo resistir el impacto de ideas que se difunden con suma rapidez por estar refrendadas por el éxito de los invasores. El campo abierto conduce a los geógrafos a interrogarse sobre la génesis de las categorías que aceptaban como evidentes. en las primeras décadas del siglo xx. la multiplicación de las formas de encierro para reducir las resistencias (O'Thuatail. el cuestionamiento de Occidente destaca la relación entre los conocimientos científicos desarrollados por Europa y la dominación que ejerce en el resto del mundo. Es pervertido por el poder del que goza y del que se aprovechan los expatriados. la división del mundo en continentes. el Asia de los monzones. retomar el espíritu de la Ilustración. También se dedican a ver los cambios brutales provocados por estos nuevos contactos. en la cristiandad. impuestas por la forma de educación que establecen y multiplicadas por los intercambios que desarrollan? Los enfoques poscoloniales se dedican a estudiar las culturas mestizas v los saberes híbridos que se desarrollan en las zonas colonizadas o dominadas. giros múltiples. por lo que se dan a conocer sus ideas en el mundo anglosajón yen particular en Estados Unidos.Paul Clava/ La geografia en recomposición: objetos que cambian. 199 I ). Es particularmente vigorosa en Estados Unidos. Las ciencias ante el cuestionamiento de Occidente: los enfoques poscoloniales En el transcurso de los últimos 20 años. el trazo de fronteras y límites administrativos. muestra el eco de esta actitud en el mundo iberoamericano. en el islam. 1994). de manera errónea. Por ende. las ideologías. que la verdad científica era absoluta. la desidia. 1989). lo cual no dejaba de tener consecuencias en el orden social. Este tipo de enfoques tiene varios rostros. Cuando se evoca la construcción de Oriente por el orientalismo. 1984. En primer lugar. y la voluptuosidad sobre todo. Desde el siglo xvii. es conveniente invertir esta tendencia. De esta forma. ¿Acaso las ideologías pretendidamente científicas no avalaron ni facilitaron ciertas empresas dudosas de la civilización occidental. que enseña a desconfiar de las palabras y de las nociones de las que nadie ponía en duda su pertinencia. las que dan cuenta de los devenires colectivos y los orientan. el Norte y el Sur. el pensamiento occidental se volvia represivo y coercitivo. Said abre una gran vía a la nueva geografía: la de la «imaginación” geográfica. triunfa cada vez más sobre las enfermedades. La palabra clave de estos enfoques es la deconstrucción. es su fundamento «científico». los investigadores se tornaron más modestos. El cristianismo continúa respondiendo a las inquietudes de las conciencias individuales. que se cobraron tantos millones de víctimas? La crítica de Occidente a la que se dedican los posmodernos se remonta en el pasado en forma más o menos lejana. La construcción del otro revelada por las imágenes que Gauguin propone de Tahití o de las Islas Marquesas resulta reveladora desde ese punto de vista (Staszak. presentando una imagen negativa de las otras culturas. la reflexión científica sobre la sociedad no tiene por primera finalidad decir lo que conviene hacer para progresar. 1996). se responsabiliza el uso político de las técnicas de dirección y de control que la reflexión sobre la mirada ha hecho nacer desde el Renacimiento: por ejemplo. la cartografía. Las ciencias ante los cuestionamientos de Occidente: el posmodernismo Muchas civilizaciones están cimentadas en una religión que fundamenta su identidad. 31 Los saberes occidentales se apoyaban en la primacía dada a la vista. 1998-1999). Conscientes de la complejidad de las interacciones que funcionan en cualquier colectividad. el establecimiento de sistemas policiacos. las dinámicas que se van generando no se detienen con la descolonización: el cruce de culturas prosigue. en las máquinas-herramientas. En efecto. el humanismo. pero se refiere a todas. en el uso de los medios y el ordenamiento del espacio. ¿A partir de qué nace? De una doble constatación: ) las realidades recogidas por las ciencias del hombre c la sociedad son captadas a través de palabras. dan un sentido a la vida individual y colectiva. las ciencias sociales deben analizarse como construcciones de dos pisos: ponen en relieve el papel de las estructuras que enmarcan a los individuos. signos (y en un registro cercano. el arte. pero éstos no son increados. 2. etc. giros multiples. el universalismo [Müller. En los años noventa. su efervescencia. resulta semejante a las subdisciplinas que ya se distinguían. su radicalidad. limitan sus elecciones y gravitan sobre sus comportamientos. existe una lógica propia a los hechos de la cultura (Claval. Se comenta más en historia que en otras disciplinas. ¿Disolución o profundización? nados y aquellos que los habían conquistado. Los hechos de la cultura están conformados por imágenes y discursos. geografía social. tienen una dimensión mental y traducciones materiales en el hábitat. La economía no constituye obligatoriamente un campo casi autónomo de la actividad humana. desafiando los grandes paradigmas de las ciencias sociales e impugnando de manera virulenta la modernidad en sus fundamentos económicos industriales y tecnológicos. se empieza a hablar del giro espacial. que afecta a las ciencias sociales en general. 2006: 1. sino que han sido construidos por los hombres. El sentido de la vida individual y colectiva se lee tanto en la articulación de estas estrategias espaciales como en las convergencias que revela la flecha del tiempo. etc. 2003b): se basan en la transmisión de conjuntos estructurados de informaciones.l. pero más significativo para la geografía. la razón. en la medida en que la génesis de las identidades va causa problemas. a través de imágenes). geografía política. el creciente interés por los hechos culturales sólo marca un tiempo para introducir dentro de la geografía una subdisciplina. o en el vestir. que aísla a las personas. LOS GIROS DE LA GEOGRAFÍA HUMANA 73 . etc. La evolución se remonta a los debates del estructuralismo: que haya sistemas en la realidad social. 1991: 364).183). en los juegos de poder. La época de los giros Generalmente se califica como giros a la tercera serie de transformaciones que afectan a las ciencias sociales y la geografía.183). En los años ochenta. 2006: I . hacen causa común con la comunicación.. En forma más general. como un momento cumbre. ¿Qué es lo que expresan? El descubrimiento de que no se pueden construir las ciencias del hombre y de la sociedad al igual que las ciencias de la naturaleza porque llevan en sí realidades diferentes. Territorio y territorialidad se convierten en temas recurrentes de investigación. eternos. En una sociedad en donde la economía está tan ampliamente emancipada como en la nuestra. Los trabajos sobre la cultura se multiplican rápidamente en el transcurso de los años noventa. iniciativa de los actores sociales. a veces vehemente. El giro espacial confiere a la geografía un papel estratégico que jamás había tenido en el conjunto de las ciencias sociales: «debemos a Henri Lefebvre la noción del predominio del espacio en la era poscontemporánea» (Jameson. les cla seguridad y les permite afirmar su originalidad. la geografía cultural. en sus valores originados en la Ilustración: el progreso. 2006: 1. los límites que afrontan y las inflexiones impuestas por las lógicas narrativas a discursos hasta ese momento presentados como puramente científicos. sus contradicciones. la geografía política.184]. Como consecuencia. Las subdivisiones de la disciplina admitidas desde finales del siglo mx tales como geografía económica. El giro lingüístico recuerda la dimensión retórica de cualquier proceso científico. la semiología. toman en cuenta la historia dado que las estructuras nacen de la 3. La evolución es similar en Francia y en un gran número de otros países. Por lo tanto.Paul Claval La geografia en recomposición: objetos que cambian. La sociedad saca partido del alejamiento. La sociedad se inscribe en los medios que utiliza. el giro espacial es consecuencia del fin de las filosofías de la historia: el correr del tiempo no basta para develar la verdad de lo social. Lo que aporta la idea de giro cultural es una dimensión adicional: se trata de considerar que la cultura no se limita a agregar un nuevo capítulo a la materia. conocimientos y creencias. La lingüística. Esta historia conduce a la diferenciación de los hombres y de los sitios. el poder que ahí se ejerce. Para conservar su coherencia. o las critican y ponen en tela de juicio. como la geografía económica. 1952). la semiótica. El giro cultural obliga a repensar la cultura y a volver a estructurarla completamente. cuando se la creía totalmente desterrada de este campo desde Francis Bacon. De esta manera se desarrollarán las siguientes revisiones: L El giro lingüístico abre la ronda en los años ochenta. pero más bien breve. sólo son de un valor relativo. en las competencias por el prestigio. legitiman las instituciones que estructuran la sociedad. De aquí deriva lo que se conoce como teoría de la estructuración de Gidcfens (1984). El giro lingüístico destaca que «la experiencia humana y su relación con la realidad no pueden concebirse fuera de la mediación del lenguaje» (Müller. el mundo de habla inglesa se pone a discutir acerca de una New Cultural Geography. Este giro adquiere una forma más radical entre aquellos que consideran que «la realidad permanece fuera de todo alcance. la sociedad conjura los efectos de la distancia mediante la instauración de un orden simbólico que borra la diversidad (Gottmann. la economía está imbricada en el sistema de parentesco. en el alba de la modernidad. 2) Estas ciencias proponen discursos que se inscriben en la lógica de todas las formaciones narrativas y merecen ser estudiadas como tales. Los hechos de la cultura vinculan el presente con el pasado y lo orientan hacia el futuro. Permiten comprender las dificultades experimentadas por las ciencias sociales para delimitar sus objetos. sólo el lenguaje puede expresarla y el lenguaje constituye las realidades o incluso la realidad misma» (Müller. la narratología poseen un alcance que trasciende el ámbito de donde nacieron. En las sociedades estudiadas por los etnólogos y en muchas sociedades tradicionales.183. Es a través de esta apertura progresiva a las dimensiones culturales de los contactos desiguales como sin duda contribuyen más los estudios poscoloniales a la renovación de la geografía contemporánea. En su esencia. nadie lo duda. La curiosidad de los geógrafos por las dimensiones culturales de su disciplina no cesa de afirmarse a partir de la década de los setenta: se redescubren los lugares: la experiencia que ya se tiene de ellos reviste una dimensión fenomenológica de la cual se toma conciencia. domina v condiciona. permanentes. También las representaciones atraen la atención. la estructura que 72 LOS GIROS DE LA GEOGRAFÍA HUMANA [Liuguistic toru] se percibe primero en su dispersión. Esto puede repetirse en el caso de lo político o de lo urbano: las sociedades que concentran el interés de los etnólogos ignoran la ciudad. De esta preferencia conferida a la observación de las asociaciones entre actores heterogéneos. entre la ciudad y el campo. el espacio . el estudio especializado de los textos y de las imágenes tradicionalmente se ha vinculado con la critica literaria y con la historia del arte. no son variables autónomas. el papel de los instrumentos a disposición de cada uno de los actores..] de la misma manera pueden ser considerados como productos sociales mediatizados y mediatizantes. hoy este corte debe sobrepasarse: Nuestra argumentación se basa en dos hipótesis fundamentales: primero. 74 LOS GIROS DE LA GEOGRAFÍA HUMANA La geografía entera está hecha de textos e imágenes y a su vez estos textos e imágenes constituyen totalmente la geografía. 2006: 5]. la emergencia de nuevas interrogantes en la opinión pública y las mutaciones repetidas experimentadas por las ciencias sociales? ¿Acaso la disciplina no corre el riesgo de disolverse en nuevas constelaciones del saber? ¿A fuerza de enriquecerse y diversificarse.la distancia.. Al mismo tiempo.Paai Cía val La geografía en recomposicion objetos que cambian. Disolución o profundización? adoptan las empresas.] enfocar cualquier encuesta con una definición previa de lo que es humano y de lo que no lo es. 2006: 6891. Las interpretaciones al estilo de Jones III v Natter siguen siendo la minoría. se desprende principalmente una oposición a todo proceso que constituya lo «social'. surge a la luz la posibilidad de reteorizar la relación entre el espacio y las representaciones y así trascender la distinción actual entre teorías del espacio y de la representación [iones III y Natter. Para John-Paul Jones III y Wofgang Natter. los geógrafos saben que las realidades por las que se interesan tienen una dimensión histórica. refleja los procesos disciplinarios que hasta ahora han trabajado en la separación. sino que mediatiza las relaciones entre los individuos y la sociedad. Sin embargo. ¿Disolución o profundización? ¿Cómo afectan a la disciplina las transformaciones aceleradas del mundo. pero va en la misma dirección: un cuestionamiento radical de las perspectivas sobre la acción humana y el entorno_ 4. I. En este enfoque. durante largo tiempo de gran vigencia. y después. se van forrando los lazos y finalmente se articula el mundo [Linhardt y Munesia. la geografía se encerró similarmente dentro de límites y sus investigadores concentraron principalmente su atención en el carácter v en la variabilidad de las naciones. John-Paul Jones III y Wolfgang Natter han escrito: Los enfoques practicados en las ciencias sociales ponen en juego actores que experimentan el peso de las colectividades dentro de las cuales se mueven. de los paisajes y de los entornos [iones III y Natter. como objetos distintos de de las «imágeinvestigación. los textos [. así como la naturaleza y el volumen de la demanda. Como «representación« de la vida social. las herramientas de las que disponen. de lo que es natural v de lo que es artificial. 1986. LOS GIROS DE LA GEOGRAFÍA HUMANA 75 . También suelen ignorar el e ntorno material donde se toman las decisiones. reflejan los valores elegidos y las preferencias culturales. Desde tiempo atrás. por una parte del «espacio» y por otra parte de los «textos» y nes». y también retomada conjuntamente con Bruno Latour. esto supone admitir que no se pueden abordar los hechos sociales y su distribución en el espacio más que aceptando la idea de que son de naturaleza simbólica tanto como material. giros múltiples.. 239]. Hace a un lado la cuestión moderna del espíritu sustituyéndole por los equipamientos de la humanidad [Linhardt y Munesia. de lo que es común y de lo que es singular. las que se establecen en nuestros días va no conocen más que un COntillU11111 de densidades. el espacio puede ser tratado como un producto social que no sólo contiene. Muchos piensan que el peligro de la fragmentación de la disciplina es más real que el riesgo de la disolución.. no se puede comprender el fenómeno estudiado si se disocia el actor del marco y de los objetos movilizados por la acción. La historia también da cuenta de su naturaleza. La teoría del actor-red La teoría del actor-red todavía no ha tenido el mismo impacto en la geografía que la ola de los post y que la sucesión de cambios. como una categoría sustantiva a priori. El giro cultural ha venido a aportar la idea de que esta historia no supone simplemente la variación de los hechos sociales de acuerdo con una gama de amplitud y de magnitud. Que esta afirmación no sea evidente. Refiere las categorías generales y universales a la manera en que los mismos actores las producen. a las necesidades y las satisfacciones. 1992a. dentro de las cuales van a difuminarse las oposiciones cualitativas. Plantear que la geografía toma un giro cultural implica la aceptación de que la disciplina jamás podrá reducirse sólo a lo puramente cuantitativo de la oferta y la demanda. En una perspectiva epistemológica y ontológica que considera a las dos como productos del poder social y por ende como objetos interconectados de análisis. sino como un objeto de indagación. Es el objeto de la teoría del actor-red (Callon. La teoría del actor-red considera la explicación sociológica no como un recurso analítico. 1999: 2401. de las regiones. existe otra vía posible: Latour sustituye la división común de las ciencias sociales [entre fenómenos de «estructura» con frecuencia considerados corno los únicos elementos explicativos y fenómenos de «superficie»] por una atención a las «pruebas» que van conformando a los seres. por ejemplo. Esta teoría fue desarrollada inicialmente por Michel Callon. cuestiona su ontología y la del espacio en la que se inscriben. Dicho de otra forma. la geografía no avanza hacia la fragmentación? ¿Se vislumbra una reestructuración disciplinaria? El riesgo de disoluciónDesde hace una generación. 1992b):' Ésta impide f. las imágenes y la geografía se creó artificialmente en el pensamiento moderno. la geografía ha ampliado tanto sus perspectivas y ha diversificado tanto sus campos que a veces se tiene la impresión de que se va a perder en un magma donde se confundirían las humanidades y las ciencias sociales. 1999: La frontera entre los discursos. Dicha posición conduce a estos autores a recusar la mayoría de las categorías puestas en práctica por los geógrafos para comprender. y por la forma en que se valora el entorno o se lo percibe. hacer un balance de las frustraciones que se les imponen y darles oportunidades más equitativas. usar ardides con ellas. pero el capítulo que les dedicaba no estaba claramente vinculado con el resto de la disciplina. La geografía social estaba curiosamente estática: o bien se apoyaba en las estadísticas oficiales. o a las diversas manifestaciones de la sociabilidad. ¡Esta perspectiva ignoraba a las mujeres. a la arquitectura compleja que perfilan. es porque el pasado que refrendan no ha muerto. Las nuevas técnicas de comunicación. geografías vividas por las minorías. Más bien analiza el poder en todas sus formas: en unos casos el poder es el resultado del recurso a la violencia y a la amenaza que logra hacer valer. En esta perspectiva. en la posibilidad para otros de participar con mayor facilidad en ciertas formas de interacción. y el cuadro de la vida colectiva que trazaba sólo era válido por la noche. se sienten los espacios de escala mediana. Por ejemplo. La geografía de la primera mitad del siglo XX se dedicaba a las diferenciaciones que un observador exterior podía proponer dentro de un área dada. geografías de la ciudad y del campo vistas por aquellos que las viven o que las visitan. de su capital y de sus redes administrativas. El campo ya no es habitado por agricultores y campesinos de manera predominante. y de ser preciso. Quien tiene los medios de producción domina más o menos a sus empleados en su totalidad. los espacios más pequeños. cuando todo el mundo estaba en su domicilio y dormía. crean nuevas maneras de vivir el espacio. El paisaje habla al que lo observa o a quien lo atraviesa. este campo de la disciplina giraba alrededor del Estado. todos tienen acceso a un amplio conjunto de informaciones compartidas. ¿Acaso es posible entrever. Hoy. ponía en marcha un proceso lógico: la regionalización (Claval. Muchas veces está sembrado de ruinas y si los edificios antiguos de que consta se conservan celosamente. los avances de las telecomunicaciones. En las ciudades llama la atención la extensión. el maestro obtienen su influencia de su poder de persuasión y de la fuerza de las ideas que transmiten. Los estudios sobre los espacios virtuales se multiplican. Las posibilidades que se ofrecen no son las mismas para todos: hay interés por la geografía vivida por las mujeres. Los estudios regionales se hacen poco frecuentes. En un lugar. se vive la extensión. más bien se observa un continuara. pues calificaba como sociedades contra el Estado a las sociedades sin instituciones de poder como había observado en América del Sur. A la geografía le interesa conocer cómo se frecuentan. El orador. 76 LOS GIROS DE LA GEOGRAFÍA HUMANA Se han vuelto a examinar otros campos. El funcionamiento de las empresas no sólo depende de la lógica impecable de sus organigramas. También refleja el peso de las formas dominantes de la sociabilidad del lugar. La perspectiva actual es más amplia. Polanyi. pero su meta era prevenir la concentración del poder. La disciplina de ayer privilegiaba las escalas medias (como la regional) y olvidaba otras. sin embargo son donde el hombre-habitante ejerce sus talentos de acondicionador y debe arreglárselas con pequeñas delimitaciones. a la multiplicidad de papeles que desempeñan los actores y a la dimensión subjetiva de su pertenencia a tal o cual categoría. por los niños. de sus fronteras. La demanda la conforma la moda y. Es más bien un enriquecimiento. acompaña o contraría sus estados de ánimo le llena de alegría o de temor. giros múltiples. Con el automóvil. Los planteamientos han cambiado. etc. La política ocupaba tanto espacio como en nuestras sociedades. le recuerda el pasado. Actualmente. se busca conocer la manera en que se viven. Para la geografía. el campo de la geografía turística no ha dejado de ampliarse: la sedentariedad ha dejado de ser el modo de vida de casi toda la población. 1923-1924. geografía rural? Los antiguos marcos también han estallado en pedazos. En otros lugares se concibe como redistribución de las riquezas por parte de una autoridad superior las lecciones de Marcel Mauss y de Karl Polanyi finalmente se han comprendido (Mauss. más que favorecerla y utilizarla para reestructurar las relaciones sociales. ¿Geografía humana. Por ejemplo. En el pasado. ¿Disolución o profundización? ¿Enriquecimiento o fragmentación? La disciplina no deja de diversificarse. La renovación de la geografía política es todavía más completa: desde Ratzel. analizaba también los comportamientos electorales. El punto de vista de la disciplina frente al paisaje era funcional. el predicador. El enfoque político de la geografía ya no parte del territorio nacional y del Estado soberano. Internet y el teléfono móvil en particular. En otros lugares es aceptado y legitimado Todas las relaciones institucionalizadas acarrean consigo parcelas del poder. más bien depende del don y del contradón. pero no los estudiaba mucho. la cultura. 2007). Aunque hay que reconocer que viene acompañado de cierta confusión. Nuestras sociedades secretan nuevas formas de nomadismo. por los ancianos o por las minorías sexuales o étnicas para denunciar los millares de prejuicios de que son víctimas estas categorías. pero los trabajos sobre el territorio y la territorialización abarcan espacios de la misma escala. Insistía en los lugares. se replantean otros objetos clásicos de la disciplina. Contribuye a otorgar un sentido a la existencia de las personas de hoy. sacarles provecho. el suyo o el del grupo del que forma parte. de la vejez y de la infancia. a tal o cual clase. Se desarrollan nuevos campos: geografías de género. el teléfono móvil y la prolongación de la escolaridad. en diversos lugares la economía deja de regirse por mecanismos de mercado. Los juegos de la política están presentes ahí donde el Estado se encuentra ausente: Pierre Clastres (1974) ya lo había esbozado. 1992). Los procesos actuales son más sensibles ala diversidad de las instituciones. Con la civilización del ocio. se apropian. o bien sólo tomaba en cuenta las divisiones jerárquicas en castas o en clases sociales y sólo percibía las tensiones y los conflictos en juego entre ellas. de triunfar sobre la distancia y de jugar con las representaciones del espacio. Ignoraba lo que ocurría dentro de la casa o el apartamento. Es portador de un sentido. la geografía se interesa por la manera en que se percibe. cómo los individuos y los grupos los transforman con base en su propia identidad. se interesaba sobre todo por los adultos de sexo masculino entre su ingreso a la vida activa y la edad de su jubilación o de su desaparición: a ellos se debía la mayor parte de la transformación de los medios. se sueña. por lo tanto. los niños y los ancianos! Ahora. La oposición ciudad/campo ya perdió vigencia. a la geografía le interesaban los paisajes porque expresaban la actividad modeladora del hombre.Paul Clava! La geografía en recomposición: objetos que cambian. La diferenciación está en la facilidad de acceso para algunos a las actividades al aire libre. en el trasfondo LOS GIROS DE LA GEOGRAFÍA HUMANA 77 . La geografía de los lugares se ha teñido con nuevos colores a causa de su papel en la experiencia vivida de cada uno yen la construcción de las memorias individuales y colectivas. el paisaje constituye una realidad perceptual además de una realidad material. Internet. se memorizan y se asocian los lugares a los diferentes momentos de la vida de cada uno. La diversificación de los enfoques es el resultado de la renovación de las perspectivas en los campos analizados desde hace largo tiempo. ¿Acaso es una fragmentación lo que se desprende de este panorama? En nuestra interpretación no es así. Para completar los sistemas de creencias que brindan un sentido a la vida individual. Los giros negociados por las ciencias sociales y por la geografía desde hace una generación han conducido a rechazar estos postulados. perspectiva fenomenológica y geografía radical en los años setenta. ¿Se puede decir que por lo mismo están condenadas y que el pensamiento científico y el racionalismo que promovieron están prontos a desaparecer? Nada menos seguro que ello. Se simplificaba la visión del hombre en la que se basaban: se fundaba en la idea de que los actores tomaban decisiones racionales y bien informadas. en contacto con parientes y vecinos. el poder del que dispone le confieren una posición particular en el grupo en el que se desarrolla. giros múltiples. Así. La cultura que ha recibido lo une al pasado. Por lo tanto. Las mutaciones que van sucediéndose a partir de los años cincuenta rompen con el naturalismo y el positivismo. de saberes. No es «la revolución cuantitativa> . sino su enfoque en los mecanismos que actúan en la vida económica V en el papel que juega la distancia. Asimila e integra lo que lo rodea a su capital de prácticas. descansa. redescubrimiento de los lugares. 1982). reflexión. cabe preguntar: ¿cuestionaron cada una de estas sucesivas revoluciones. ríe. de conocimientos o de creencias. decisión. La descripción desempeñaba un papel esencial en este proceso. la que constituye la aportación principal de la nueva geografía. canta. su necesidad de certidumbre sobre las evoluciones colectivas: se construyeron ideologías. la disciplina en sus fundamentos? ¿Acaso no pueden leerse como una profundización gradual de los mismos fundamentos? ¿Qué nos permite decir que en cada etapa vamos avanzando un poco más en la realidad? La ampliación progresiva del devenir geográfico y de los métodos de la disciplina La atmósfera naturalista y positivista en la que la geografía humana se había desarrollado a finales del siglo XIX y principios del xx conducía a los geógrafos a partir de lo sensible y de lo visible: de los lugares y no de los hombres. del paisaje. geografías poscoloniales y giro cultural en los años noventa. homosexual. Come. del consumidor al productor (la demanda). mujer.. sus horizontes se abren porque va a la escuela. Nuestra disciplina ya no puede rehusar interesarse por el individuo. La ciudad se comprende como una máquina para maximizar las interacciones sociales más que como un conjunto construido (Clava'. porque se sustraían a la observación: comunicación. anciano. El hombre es también un ser de instinto. Así se analizaron los mecanismos sociales y las arquitecturas a las que dan nacimiento (Claval. Tal es el contexto en el cual se ejerce actualmente el racionalismo critico. Sin embargo. El hombre (niño. La geografía económica ya no se limita a describir las 78 LOS GIROS DE LA GEOGRAFÍA HUMANA actividades productivas de los hombres. le otorga un sentido al entorno material y a los paisajes en los que LOS GIROS DE LA GEOGRAFÍA HUMANA 79 . Al relatar la historia de nuestra disciplina. escucha radio y ve televisión.Los cambios contemporáneos de la escena mundial y el ascenso de las aspiraciones y de los nuevos ideales implican la actualización de nuestras formas de pensar. Esto conduce a interesarse en los procesos desatendidos durante largo tiempo. Piensa en el circuito económico en su totalidad. procura tener los medios para captar la totalidad de los mecanismos que entran en juego en la vida económica. también del mapa para captar el mundo desde arriba y para capturarlo en diferentes escalas. Y dotándose de una identidad. inmigrado reciente. No vive sólo en el presente. aprende a leer. animado por pulsiones profundas de las que no siempre es consciente. v del productor al consumidor (la asignac ión de los ingresos). pero no en la forma en que la sociología y la geografía social tradicionales percibían a los grupos humanos: la sociedad está en cada uno porque la ha aprendido descubriendo el entorno en el que crece. se afirma el peso de las ideologías del inconsciente. Su virulencia conduce a reconsiderar las bases filosóficas de éstas. geografías posmodernas y nueva geografía cultural en los años ochenta. porque es en la mente de cada uno donde se desarrollan la mayor parte de los procesos considerados. Los cuestionamientos de las ciencias sociales c de la geografía tal como aún se practicaban hace unos 30 o 40 años. La posición que ocupa.. 1981).La geografía en recomposición: objetos que cambian. se limitaba a las tipologías. esto era en la mayor parte de la geografía humana). Aferra su ser a los que lo rodean: su identidad es a la vez colectiva e individual. Las del progreso han muerto. desde hace 50 años se tiene la costumbre de subrayar las rupturas y las discontinuidades que la han afectado: crítica de la dimensión ideográfica de la geografía clásica y nacimiento de la nueva geografía en el cambio de los años cincuenta a los sesenta. los flujos de mercancías que generan v los mercados a través de los cuales se venden. de lo que fue y de lo que ha recibido. más tarde. El hombre es diverso porque la formación que ha recibido -v la experiencia que tiene del medio y de la vida social varían de un sitio a otro y de un momento a otro (Hagerstrand. las riquezas o los títulos que ha heredado. las líneas de fuerza de una construcción que correspondería a la profundización de la disciplina? ¿Una disciplina que se profundiza? 1. desde hace tres siglos. Es posible transferir este proceso a otros ámbitos: algunos se dedicaron a hacerlo en el transcurso de los años setenta. las sociedades occidentales han descubierto. Asimismo. Se interesa tanto por los flujos monetarios y de información (que son intangibles) como por los flujos tangibles. . conversa. memorización. pero la socialidad tiene raíces más profundas. El hombre es social porque es el receptáculo de lo que lo rodea. como lo subrayaba Vidal de la Blache. los juegos del poder y las diversas configuraciones que van a crear (Clava ► . lo que causa una visión más equilibrada del entorno y constituye un ideal que Europa. dominando la palabra. América y los lugares del mundo pueden compartir. va a anudar: el conjunto de lo que es. Los mecanismos que analizaba la nueva geografía (de los sesenta-setenta) combinaban la toma de decisiones individuales y las interacciones sociales. 2. fantasea. Otras van apareciendo y las sustituyen: el desarrollo se vuelve sostenible.. son el resultado de críticas cada vez más y más severas dirigidas a la civilización y al pensamiento occidental. de las formas. duerme. Ahí donde no era posible (de hecho. sueña. a su turno. etc. 1973).) objeto de la atención del geógrafo ya no es una simple máquina de producción o de consumo. Su naturaleza es social. la comprensión de las realidades sociales. 1970). políticas y humanas se vuelve más precisa y más eficiente.IDisolucion o profundización? Paul Claval de todo esto. Pretendía ser explicativa y lo era en la medida en que introducía mecanismos que en sí eran visibles y medibles. bebe. El mundo analizado por los geógrafos es a la vez material e ideal. ).L. Outline of the Theory of Structuration. La politique des Etats et leur géographie. La geografía adopta los colores de lo imaginario. es decir. Macmillan. Surveiller et punir. Espacio y poder. París: La Découverte. JAMESON. París: PUPS.(2002). 7-21. LINHARDT.). La geografía cultural. . société. «Latour Bruno. la reconstrucción en curso de la geografía requiere el análisis de los sueños y de los fantasmas de cada uno. París: Litec. en Sylvie Mesure y Pactrick Savidan (eds. Hace más de 50 años que la geografía religiosa aprovecha los trabajos de Mircea Eliade (Dardel. «The Sociology of an Actor-network: the Case of the Electric VehiLondres: cle». 275-324. «Mythe et imaginaire en géographie». París: Fayard. La société contre lEtat. renunciar a las ambiciones desmesuradas expresadas durante largos años.(2006). Paris: PUE Buenos Aires: Siglo FOUCAULT.(2008). LOS GIROS DE LA GEOGRAFÍA HUMANA 81 .(2007). 689-690. Además explora los otros lugares-tanto los más lejanos como los más cercanos. Debe reflejar sus aspiraciones. El núcleo alrededor del cual es posible la reconstrucción está en gestación desde hace casi medio siglo: su constitución se ha vuelto posible al tocar a su fin el positivismo y el naturalismo. «The Dynamics of Techno-econornic Nenvorks». La constitución de la sociedad: bases para la teoría de la estructuración. juegos políticos y razón de ser de las ciudades.Th. Brunn y Ute Wardenga (eds. . giros múltiples. ¿Disolución o profundización? se desarrolla. París: . París: Minuit. . 1952). . Deleuze & cíe et les mutations de la vie intellectuelle aux Etats-Unir. pp. así como el fragmento de la cultura que contiene y las raíces profundas que encuentra en el inconsciente de cada uno (Claval. Anthony (1991).Paul naval La geografía en recomposición: objetos que cambian. Conclusiones ¿Cómo concluir estas rápidas reflexiones sobre los giros de las ciencias sociales y la geografía? ¿Está amenazada la geografía por la disolución? ¡Con toda certeza no es así! ¿Con-e el riesgo de fraccionarse en direcciones cada vez más divergentes? Sí y no: su enriquecimiento requiere la diversificación de las curiosidades y de los campos que explora. 239-247. Paolo Saviotti y Vivien Walsh (eds. Le dictionnaire des sciences humaines. Por lo tanto. vol. . Dominique y Fabian MUNÉSIA (2006). en Dominique Foray y Cluistopher Freeman (eds. implican y conforman el espacio. Geografía de los imaginarios. Armand Colín. Stanley D. Dado que así le da consistencia a su ser. Buenos Aires: Eudeba [2003b. 80 LOS GIROS DE LA GEOGRAFÍA HUMANA Bibliografía Bertrand (1994). Regional Science Association. Frederic (1991). Paris: Armand Colín. en la vida colectiva. El mundo en el cual el hombre se encuentra inmerso no sólo está hecho para satisfacer sus necesidades.]. París: CHarmattan. Oxford: Blacicwell. Postmodernism and the Cultural Logic of Late Capitalism. 24. Geographical Imaginations.(1982). Cambridge: Polity Press]. Espace et pouvoir.). BER-11v. CUSSET. (1976). «Variété et irreversibilite dans les réseaux de conception et d'adoption des techniques». Perspectives géographiques. Géographie régionale. Eric (1952).(en proceso). Leipzig: Institut für Lánderkunde. El trabajo sistemático de exploración de los procesos y de los mecanismos que. La géographie culturelle. Los giros recientes han ampliado singularmente este campo: lo que se abre a la curiosidad son los juegos de la comunicación. vol. Londres: Academic Press. Genin . Papers of the HÁGERSTRAND. Paris: PUF. París: PUF. Cuando insiste en lo sagrado. La fin des territoires: essai sur le désordre international et sur l'elidiré sociale du respect. abriendo a-los creyentes ventanas a otro mundo. en la exploración de los procesos y de los mecanismos sociales e individuales que implican el espacio. Barcelona: Paidós [1991. pp. haciéndolos a ra vez atractivos y temidos. Fayard. Michel (1989).que permiten a los hombres dotarse con una visión normativa. . Michel (1986).). logra los recursos para proyectarse en el futuro. No se comprenden los entornos conformados por las sociedades si se ignora el imaginario que los habita. GIDDENS. CALLON. en los años setenta en lo que se refiere a la vida social.«Le développement durable: stratégies descendantes et stratégies ascendantes". que se dan así mismas todas las colectividades. of Regional Knowledges. ed. París: Gallimard]. French Theory: Foucault. De la région an territoire. Los geógrafos hasta ahora han dudado en explorar estos otros lugares. 19-34.(1992b). Religions et idéologies." ed. en Daniel Hiernaux y Alicia Lindón (dirs. Mapping the Dynamics of Science and Technology. Para ir más lejos por el camino de la profundización. Torsten (1970). Príncipes de géographie sociale. 16. Technical Change and Company Strategies. requeridas por las sociedades para juzgar lo que es y conocer lo que debe ser. París: -(1999). pp. Londres: Verso]. CLASTRES. La diplornatie des droits de lhomme: entre éthique et volonté de puissance. 4. «Space "and" representation». Implica tomar en cuenta las representaciones generalmente descuidadas porque no se refieren a realidades tangibles: las de los otros mundos.). The Constitution of Society. John Paul y Wolfgang NATTER (1999). «What about People in Regional Science?». économie. Pierre (1974). El posmodemismo o la lógica cultural del capitalismo avanzado.(1980). XXI. Géographie. en proceso).(2003a). 8. [1976. introduce en la comprensión de lo religioso el papel de lugares misteriosos que afloran en ciertos puntos. Buenos Aires: Amorrortu [1984. 1947». . México: Fondo de Cultura Económica [1978. París: Armand Colin. La géographie du yací' siécle. Nacimiento de la prisión. CLAVAL. pp. en Rod Coombs. París: PUF]. 2. 73-102. DARDEL. La logique des villes. GREGORY. . . pero no están condenadas las ciencias sociales y la geografía. Derrida. que privaban a la disciplina de la posibilidad de explorar lo que se sustraía a la observación. pp. París: Economica. Paul (1973).(1992a). de la representación y de la reflexión.(1981). en Anne JONES III.' ed. de la memoria. Francois (2003). Éstos deben cambiar. París: M. pero esto no forzosamente conduce a la desaparición del núcleo central. Jean (1952). Urbanization and Conntenírbanization. Beverly Hills: Sage. 415-443. . Los cuestionamientos que la sociedad occidental acaba de experimentar se refieren más al lugar que le había dado a las ideologías del progreso y de la historia que a las herramientas intelectuales que constituyen el racionalismo y la ciencia.Litec. Text and Image. en Michel Callon (edi. L'homme et la terne. La techa ologie et la richesse des nations. Social Construction Buttimer. Les tnythes fondateurs des sciences sociales. comenzó en los años sesenta en el ámbito económico. Barcelona: Anthropos-UAMI. GOTTIVIANN. Derek (1994). Vigilar y castigar. hay que vencer estos prejuicios. pp. pp. Brian J. De esta manera la geografía también llena el vacío que la separaba hasta ahora de las disciplinas del ordenamiento. Tiw Sociological Traditiort. Sabemos que no hay leyes generales del espacio. Sabemos que la extensión de un espacio no puede ser definida a priori. «Acteunreseau Le dictionnaire des sciences hito taines.Paul Clava] MAUSS. una elección de ordenamiento« (Lévy y Lussault. sino varias distancias y que la gran variedad de métricas. más que otras en el continente de lo social. PUF. el área. OTUATHAIL.186. en comparación con lo que existía y que anteriormente se llamaba «geografía». Sabemos que la geografía es una ciencia social y que la naturaleza no es la suma de las ciencias naturales. representa un cambio manifiesto en la historia de una disciplina que. sino la relación de los seres humanos con el mundo biofísico. raison de l'échaire dans les sociétés archatques».). Sabemos que no hay una distancia. 2003: 607-609). ENTORNOS: INVENTAR EL ESPACIO PARA LEER EL MUNDO Jacques Lévy Escuela Politécnica de Lausana York: Rinehart]. Karl (1992). Gearoid (1996). Une histoire critique de la sociologie allemande. La gran transformación. Buenos Aires: Amorrortu NISBET. París: VANDERBERGHE. no a priori. 2 vols.›. 1. La Découverte . sino problemática como la contemporaneidad de los individuos o de las sociedades que viven aparentemente en la misma época. Critica! Geopolitics.. Edward (1990). «Essai sur le don.. es una disciplina que se ha demorado en identificar sus posibles roles y tareas en el concierto de las ciencias sociales. Nueva ACTORES. 4-6. una elección política. (théorie de 1')». caracteriza a los espacios contemporáneos. Seleccionar una métrica en vez de otra. STASZAK. París: PUF. Sean-Francois (2003). sino como una expresión particular de lo que contiene y que el fondo del mapa ya es un mapa en sí mismo. que difícilmente sea posible aproximarse a él como una realidad externa a la sociedad. Sabemos que los espacios están hechos de varias capas y que la co-espacialidad de esas capas no es obvia y evidente. pp. Forme el. Sabemos que no hay relaciones espacio/ sociedad.Mauss. sino que en todos los casos se trata de leyes de la sociedad. Marcel (1923-1924). México: Fondo de Cultura Económica [1944. OBJETOS. es tomar un partido técnico. Sabemos que. POLANYL. Orientalism.183-1. París: Bréal. Es una dimensión transversal a lo social (Lévy. Sabemos que la escala se define. Don (2000). Cultund Geography: a Critica( Introdurtian. «Tournant linguistique et histoire.). Sabemos que todo esto. París: vie Mesure v Patrick Savidan (eds. La formación del pensamiento sociológico. la métrica es también modo de gestión. los orígenes políticos y económicos de ottestro tiempo. SAID. Frédéric (1997-1998). Londres: Routledge. al final.' territorios y redes. en Syb ie Mesure y Patrick Savidan (eds. no es sólo una piedra suplementaria añadida a una casa ya sólidamente construida. Madrid: Libertarias (1978. Orientalismo. en SvlMUNESIA. sino relaciones de las partes con el todo. Bertrand (2006). MITCHELL. La métrica es un modo de medida y de tratamiento de la distancia: «Modo de medida de la distancia. sino como una serie abierta de umbrales que toman el lugar de un conjunto de lugares. Robert (2003). MULLER. The Great Transformador!. Fabian y Dominique LINHARDT (2006). Le dictionnaire des sciences humaines. [1966. Empecemos no con un credo (creo) sino con un scio (sé). Nueva York: Basic Books]. Por ello es difícil no concordar con Daniel Hiernaux cuando sostiene en este mismo volumen que la situación actual de la geografía humana no sólo se trata de un aggiornamento. Londres: Routledge & Kegan Paul). L'Année Sociologique. Géographies de Gauguin. parece que está llegando a ser un departamento (o apartamento) del edificio común de las ciencias sociales. 82 LOS GIROS DE LA GEOGRAFÍA HUMANA LOS GIROS DE LA GEOGRAFÍA HUMANA 83 . Sabemos que el espacio es un componente de la vida social. pp. 1. 1994). Es una nueva casa que. Oxford: Blackwell. pero también de manera sincrónica. es posible preguntarnos: ¿qué es nuevo en este curso o decurso? Es que estamos transitando de la especie/ambiente a una unificación a través de la palabra «entorno». Debe incluir lo que hace. corno lo ha mostrado Béatrice Collignon a propósito de la posible integración de los espacios domésticos en una concepción integradora de la espacialidad de los individuos (Collignon. pero no son las únicas realidades sociales que actúan. un lugar puede alcanzar un estado de gracia. Los actores son los operadores dotados de la competencia estratégica. de! Augustin Berque concibe la «trayección» como: «la mediación histórica de lo subjetivo y lo objetivo. 2008)— de dos maneras: por un lado. también es un giro espacial de la sociedad.Jacques Lévy Actores. se puede re-encontrar la historia de forma diacrónica. 2006: 101).. en esencia expresan dos realidades distintas: por un lado. y además están los operadores no humanos. desde cierto punto de vista. Sabemos que habitar es más que vivir y sabemos que no somos los únicos en saberlo. porque incorporan las intencionalidades de los seres humanos que los han fabricado y. la lingüística estructural. También expresan la realidad que define el proceso humano de construcción de un marco de vida artificial del que los que lo sufren son también más o menos los que lo fabrican. Esta dicotomía es incapaz de dar cuenta de la realidad de la ecumene» (Berque. en el cual una especie puede o no vivir y prosperar. Sabemos que los actores individuales organizan sus universos espaciales con coherencias métricas y escalares que no podían existir antes. la que corresponde al marco que constriñe. de lo ecológico y lo simbólico. 84 LOS GIROS DE LA GEOGRAFÍA HUMANA 1. La cualidad de un lugar depende de la relación entre esas tres temporalidades en el presente. la que se desarrolla en la sociedad y que le otorga al espacio un nuevo papel para todos los componentes sociales y también le concede un nuevo papel para la sociedad en su conjunto. que no solamente «se las arreglan con el espacios'. las posibilidades de un desarrollo de la urbanidad en el lugar). Sin embargo. El límite es el que el dualismo moderno ha instituido entre el mundo interior subjetivo y el mundo exterior objetivo. 2001 y 2009). sich seines Verstandes ohne Leitung eines anderen zu bedienen [Kant. Ésta es la postura de la Ilustración que Kant define de la siguiente manera: Auflelarung ist der Ausgang des Menschen aus seiner selbst verschuldeten Unmündigkeit. lo que podemos llamar un giro geográfico es más que esa evolución interna. A continuación se argumentan las razones de este planteamiento. los agentes (entendidos como seres humanos no actores). cuando las tres dimensiones entran en resonancia. la apertura de los posibles espacios. Sabemos que el espacio es un recurso para un número creciente de habitantes ordinarios. Si los términos «ambiente» y «entorno» son empleados a veces como sinónimos. para la geografía. El giro geográfico toma todo su sentido histórico porque se encuentra. Unmündigkeit ist das Unvermógen. Por lo tanto. También existen operadores humanos que no son actores. A veces. ni para la dimensión espacial de lo social en las cuatro teorías estructuralistas más fuertes (el marxismo. sino también colocan los lugares y los vínculos entre éstos en el centro de sus proyectos de vida. interfieren con sus características propias con las intencionalidades de los actores. La primera mutación ocurre cuando se acaba por comprender que nuestra dependencia de lo que nos rodea es. el resultado de nuestra acción. fabricando su historia. Es el encuentro entre esa dinámica y otra dinámica. LOS GIROS DE LA GEOGRAFÍA HUMANA 85 . Un mundo de entornos Hemos entrado así en la edad de los entornos. No es tan difícil porque los cambios de la geografía no son independientes de las mutaciones más generales de la cognición de los mundos sociales. objetos. porque son involucrados en el mundo de la acción. lo que quiere. que son «actantesis —según la expresión de Bruno Latour (1991a. Es la mutación de sufrir en el actuar. ¿Qué es un entorno? Es un marco englobante sobre el cual los englobados actúan. resulta que uno de los retos fuertes que se presenta para la geografía actualmente es el de comunicar este giro a las otras ciencias sociales. 1978 (1784)J. es decir. 2000 f19901: 48). El fin de los estructuralismos y la emergencia de un paradigma «actoral» (centrado sobre los actores) no es. La minoría de edad estriba en la incapacidad de servirse del propio entendimiento sin la dirección de otro. Sabemos que las principales apuestas que están en juego (ciudad. Una vez que ese historicismo congelado ha sido conjurado. El paisaje de las ciencias sociales ha cambiado mucho en esas últimas décadas v el problema que se plantea a los geógrafos es el de integrar el vocabulario conceptual de la geografía dentro de la nueva situación de las ciencias sociales. el patrimonio urbanístico de un lugar). Más o menos explícitamente era parte del contenido del cambio teórico de la geografía. como actualmente sucede con el centro histórico de Ciudad de México. con el giro espacial. La idea expresada por tra(ns) es la de ir más allá de un límite. Ahora bien. centrada sobre una ciudad holográfica del individuo móvil. por una parte. para la geografía urbana que evoca Alicia Lindón en este mismo volumen. Propongo entonces. la importancia de las realidades inmateriales. [N. una información que llega después. una ontología constituida en torno a los actores. pasar al otro lado. La Ilustración es la salida del hombre de su minoría de edad causada por él mismo. todo lo englobado. Esa re-animación de 2.» (Berque. es más que un giro de la geografía. En particular ello no habría sido posible por una razón simple: no había lugar ni para una sociedad fabricándose por sí misma. por otro lado. mundo. los agentes. cada uno teniendo un predominio sobre el otro. lo que dice. expresan la realidad del espíritu del darwinismo. Sabemos que la mu ndial ización articula todas las escalas y da un nuevo sentido a los lugares. Por ejemplo. Esta idea es próxima a lo que plantea Augustin Berque (2000) a través de la expresión trayección) En este sentido. los objetos (actantes pero no humanos) y los entornos. Es un sistema de interacciones relativamente equilibrado entre el todo y las partes. no hubiera sido factible dentro del paradigma estructuralista. la antropología estructural y el psicoanálisis). una actualidad (por ejemplo. converge.. entornos: inventar el espacio para leer el mundo Sin embargo. la nueva geografía se encuentra confortable en una configuración que ha exorcizado la maldición de un historicismo sin historia y de un presente caído del cielo. de lo físico y lo fenoménico. Del latín tralectio: atravesado transferido. el entorno no puede entonces ser definido solamente con las características de lo engloban te. 1991b.y macro-eventos que allí ocurren) y una virtualidad (por ejemplo. la vida cotidiana de este lugar con los micro. En otra ocasión Berque expresa que la «trayección es la conjunción de lo físico y lo fenoménico que engendra la realidad en movimiento de la ecumene. Las relaciones entre los dos términos se despliegan en ambos sentidos. Cada instante es el encuentro problemático entre una realidad (por ejemplo. ambiente natural) conciernen e implican al espacio. lo que dicho sea de paso era un problema insoluble en el paradigma estructuralista. Los objetos no sólo son materiales. así como algunas realidades tales como los Estados. La técnica no se reduce a las tecnologías. A este enfoque lo venimos denominando «sistemismo dialógico» (Lévy. a partir del nuevo paisaje en el cual está integrada la casa). acerca de cómo queremos que sea la casa). 2. nos movemos dentro de estos entornos y somos sus usuarios.Actores. a partir del momento en que dispone de cierta capacidad financiera solvente. no se podría comprender cómo cambian las sociedades. religiosas. Así. Con ese enfoque se desmorona la idea de un entorno canónico. lo inmaterial y lo mental. Por otro lado. 1999.densidad» como una característica de la sociedad contemporánea que hace que cada acción desencadene una serie de retroacciones que encuadran y enmarcan la violencia de los actores. resulta ser un cambio o mutación mayor que permite dar por concluida la postura epistemologica según la cual la técnica es marginal. Entornos y ética La tabla de página siguiente muestra que en los debates sobre la sociedad existen por lo menos tres grandes modelos o paradigmas incompatibles entre sí. que se oponen en el debate público y que cada uno de ellos posee una consistencia significativa. en el sentido de darles vida otra vez. normas. Al incluir el entorno desaparece la noción de lo exterior inmanente. En particular. El espacio habitado es también un entorno. no se está haciendo referencia al autor de una obra de arte. La naturaleza es el mundo biológico y físico por cuanto concierne a los seres humanos. 2002). por lo menos en los países más desarrollados. por ejemplo. La tríada «actores-objetos-entornos» nos permite sobrepasar las fronteras entre lo material. La sociedad es. como lo plantea Paul Claval en este mismo volumen. como también para el cuerpo cuando es concebido como otra envoltura natural de los seres humanos. se plantea que una visión del todo no podría existir si no se incluyera la fuerza activa de las partes. Son también realidades ideológicas. que sabemos o pensarnos saber (por ejemplo. territoriales. Si lo englobado puede igualar la fuerza de lo englobante es porque es un operador determinado v la movilización organizada de sus recursos le permite una magnitud comparable a la de las fuerzas englobantes. el entorno contiene la idea de que los marcos que nos permiten aprehender las relaciones actoresactores. Un ejemplo de estas realidades sociales concebidas como externas es la idea de «naturaleza humana» o las hipotéticas «leyes del espacio». se puede constituir en el elemento decisivo de la definición de un entorno (por ejemplo. es decir. En esencia. el entorno de lo social. Antes bien. Hay numerosos actores. luego sobre ella el ser humano y luego sus objetos. pero todos somos responsables por lo que hemos decidido. El entorno no puede existir solo (o con vida propia y autónoma) porque está basado en la dependencia de la dupla entre lo englobante/englobado. la naturaleza no es una cosa sino una relación. Existen híbridos de entorno y actores (como lo son las organizaciones) e híbridos de entorno y objetos (como es el caso de las instituciones). valores. las Iglesias o las grandes empresas que pueden acumular los dos estatutos dobles. étnicas.. cuyas consecuencias son impuestas al prójimo. la irrupción de la conciencia ecológica no es la consecuencia del peligro que se presenta realmente. entomos: inventar el espacio para leer el mundo Jacques Lévy los objetos. Esto quiere decir que hay varias naturalezas porque hay varias relaciones posibles con el mundo biofísico. Vivimos en entornos en los cuales hemos inyectado una parte variable de nuestras intencionalidades. la historia del aborto en Occidente demuestra que un movimiento social horizontal consiguió cambiar concretamente la definición que la sociedad le daba a la vida humana. hace de ese paisaje otro paisaje. pero cada vez existen menos autores en el sentido que usa Sloterdijk (2006). culturas. En otras palabras. los actos unilaterales no tienen cabida. En esa tendencia. que sería la naturaleza sobre la cual estarían superpuestas e impuestas las obras humanas. incluso si requerimos por ello analizar todos sus contenidos para entenderlas. Así se puede comprender mejor de qué forma cambia la cuestión si se adiciona la noción de entorno a la dupla «actor-objeto». La cronología ya no determina el orden conceptual. el entorno integra e internaliza todas las realidades sociales que quedaban a veces metodológicamente corno algo externo al objeto. y al mismo tiempo los tomamos en cuenta en lo que respecta a su conservación y su porvenir. trascendente o indefinido. Un habitante individual único. Este autor del ine la . geopolíticas o de clase social. como lo pensaba la geografía clásica. La idea misma de desarrollo sostenible es refutada por la corriente neo-naturalista. Esto último sirve para mostrar que nos estamos moviendo en un universo político en que el principio dinámico ya no es una tensión entre principios morales compartidos por todos y diversas violaciones a esos principios por parte de lo que se llamaba intereses particulares. tiene una potencia de alteración considerable sobre el entorno que comparte con muchos otros habitantes. y cada vez más. Esto vale tanto para el ambiente natural en el sentido habitual de la expresión. Y esas naturalezas son entornos. sino al perpetrador de un acto aislable. Dentro de los que valorizan la conciencia ambiental existen orientaciones fuertemente antinómicas. los individuos ordinarios y anónimos de pronto adquieren un rol mayor porque ya no existen «profesores de moral» que sean lo suficientemente legítimos como para imponer. objetos. por excelencia. Esto es necesario para tomar en cuenta la historicidad: si no hubieran interacciones entre el contenido y el contenedor. transformamos la computadora (ordenador) que nos habían vendido en aquella otra a la cual le hacemos realizar muchas más tareas que las originales. las pertenencias y sumisiones comunitarias familiares. Peter Sloterdijk (2006) describe el mundo globalizado como un universo 86 LOS GIROS DE LA GEOGRAFIA HUMANA donde los actos unilaterales ca no pueden tener lugar. Somos todos técnicos cuando. En su libro In Weltinnenraum des Capital. La técnica en esencia constituye la intencionalidad de los inventores de los objetos. Por un lado. Una casa construida en un paisaje donde no había anteriormente ninguna construcción. El cambio mayor al que se asiste actualmente en ese sentido es la conciencia súbita y radical de la potencia de la acción humana en él. En ese caso perdería valor conceptual la noción cronológica según la cual primero fue la naturaleza. resulta que el desarrollo sostenible no es tan consensual como parece. aunque una lectura superficial las podrías plantear corno una misma perspectiva. Las normas morales compartidas ampliamente tienden a ser sustituidas por valores éticos que se van construyendo cotidianamente en la práctica de la acción situada. ¿Qué hacemos con los entornos? En la época de la sociedad reflexiva. actores-objetos u objetos-objetos son construidos diacrónica o sincrónicamente por esas mismas relaciones. Todo aquello que creemos. Entonces. debemos pensar la cuestión en términos de totalidades tan complejas como sean. porque nunca ha sido menor que el actual el riesgo natural directo. Por ejemplo. como puede ser un crimen. Sin duda el logro de ese movimiento social horizontal construye una definición que entra en contradicción frontal con el discurso LOS GIROS DE LA GEOGRAFIA HUMANA 87 . Mantener una actitud ética reconocida puede resultar una tarea agotadora porque nunca estamos en situación de liberamos tanto de nuestra responsabilidad acerca de lo que está englobado. Y este retroceso de la moral y avance de la ética se produce en una relación fuerte con la noción de entorno. eso será cada vez más difícil de alcanzar para el ser humano actual. en gran parte. una cuestión típica de la época de los entornos se puede formular en los siguientes términos: »Haz esto. En un artículo reciente. Esas definiciones éticas que emergen están en relación directa con entornos. objetos. afirmaban algunos investigadores. Así. entornos: inventar el espacio para leer el mundo de las religiones. sin duda alguna. en lo esencial. a largo plazo este desarrollo científico tendrá el costo social de la desvalorización de la imagen de la ciencia. Sin embargo. Los especialistas del entorno natural deben aceptar que también con el entorno societal cada acción provoca retroacciones potencialmente espectaculares. El espacio de hoy es. el resultado de las intenciones y las acciones de ayer. la siguiente: »eSerá esto lo que quieres hacer?». la consecuencia de las acciones iniciadas hoy. El tiempo transcurrió y esas predicciones no se cumplieron. solamente un conjunto heterogéneo y aleatorio de fenómenos biológicos y físicos que no existirían si algunas catástrofes destruyesen las sociedades. como también de lo englobante. Bruno Latour (2008) recuerda esta situación. La cuestión básica que un investigador se puede plantear podría ser. como lo hemos visto en el caso de las lluvias ácidas que. podría descansar un poco. Sabemos que no hay un Dios que castigue nuestra ubris y destruya nuestro Babel. Anteriormente. Sin embargo. El espacio de mañana será. más apegadas a una moral única. Asimismo. Frente a la sociedad. en un tema tan complejo. suele revelarse como una estrategia peligrosa. que luego resulta muy difícil de revertir. Deben ser capaces de proveer utensilios de información y de reflexión que permitan a los ciudadanos orientar el debate público y tomar las decisiones justas. es precisamente porque —con una expresión democrática o no— sus miembros así lo han querido. la naturaleza como realidad englobante no tiene significado sino como un componente del devenir humano. Esta forma de actuar. no hagas esto». Esto puede conducir a triunfos rápidos pero. Y aquí interviene la responsabilidad de los investigadores. Las tristezas de nuestro mundo provienen de las dificultades que nosotros tenemos para escuchar lo que ocurre y lo que se dice en el mundo cuando pretendemos ordenarlo. Si la sociedad hace elecciones. que puedan hacer accesible lo esotérico 88 LOS GIROS DE LA GEOGRAFÍA HUMANA LOS GIROS DE LA GEOGRAFÍA HUMANA 89 . Este tipo de procesos es lo que denominamos mutación de la moral en la ética.Jacques Lévy Actores. no hay naturaleza. conclusiones unívocas que generan un sentimiento de urgencia favorable frente a una acción pública radical. existía un principio de autoridad. si se ha podido escoger cierta dirección o rumbo en las decisiones. debían destruir en 10 años todas las selvas y bosques de Europa y América del Norte. Sin seres humanos. se debe a la creencia de que es útil ofrecerle al público. Ciertas actitudes de los climatólogos relacionadas con el cambio climático se podrían considerar como »pre-entornales» o «pre-éticas». La búsqueda de iiltrifISk values en la naturaleza es comparable a la astrología o a un uso simplificado del psicoanálisis: si yo pudiera escapar a mi responsabilidad sobre mí mismo y los demás. por ejemplo. eso significa que. simétricamente. podrían haberse invertido esas opciones. Estos especialistas suelen desarrollar una postura misionarla y una pedagogía de la simplificación que consiste en atenuar las incertidumbres de la investigación. atribuyendo los problemas a causalidades externas. por ello la moral está siendo sustituida por la ética. a largo plazo. toma decisiones que pueden derivar en efectos catastróficos. una autoridad superior que actualmente ya no existe. es decir. El autor agradece a Rodolfo Bertoncello la traducción de este texto. cosificaciones de las características naturales o antrópicas de la superficie terrestre. 3. v hasta ahora ineludible.3513]. fisreur at Pouchet: hétérogenése de l'histoire des sciences». sino di de mostrarles. intentemos contarla a través de dos estilos de representación que reflejan dos diferentes organizaciones conceptuales del mundo: el espacio paratáctico' y el espacio liminar. fin Weltinnenraum des Kapitals fiar eine philosophische Theorie der Gfibízlisiening. . EspacesTemps. lit). Paris Presses de la FNISP. Esta figura narrativa del espacio paratáctico conlleva articulaciones causales. en Michel Serres (dir. a las más complejas. Siguiendo esta 1. París: Bordas pp. Frankfurt: Suhrkamp. col. 2. por ejemplo: ¿será que quienes habitan ese espacio y toman el (res. Kemigsberg[Respuesrepregunta ¿qué es la ilustración?]. — 50e1.persee. localizaciones. 'Mesar.) en la producción y difusión de los conocimientos científicos. Eléments d'histoire des sciences. LOS GIROS DE LA GEOGRAFÍA HUMANA LOS GIROS DE LA GEOGRAFÍA HUMANA 91 . París: BelinfReclits. como muestran en Italia últimamente Farinelli (2003) y Marson (2008). permanece desligado de los problemas de investigación empírica y de la institucionalización de la disciplina. en Michel Serres (din).).'e da cuenta del «acto de colocación de algo junto a otra cosan. Arenales de Géographie. Historia de las ciencias. en una geograficidad que expresa la presenasa. Para una primera elaboración de estas categorías y para una discusión sobre su significado. sPasteur et Pouchet: la heterogénesis de la historia de las ciencias». 23-05. SL)TER. basado en un enfoque extemalista.). en rrestra libertad para inventarnos.. Casey (1997) abre perspectivas importantes desde el perfil filosófico pero. las consecuencias últimas de sus deci.ode lubina+) también toman el riesgo de hacerlo inhabitable para los demás? Asi podremos integrar el pensamiento de los actantes. Esto. en relación con la cual remitimos a Angelo Turco (1987).. poner en evidencia. París: Bordas. como ha dejado claro hace algunos años una discusión sobre el tema retomada por David Stoddart (1986) y David Livingstone (1992). 44. «Esprit des lieux et modéles culturels: la mutation des espaces domestiques en Arenque inuity .html -'?0071 >Parlez'vous développement durable?». coordenadas y. basadas en mecanismos de causalidad lineal o en redes de causación. Espéces d'espaces. . y a Béatrice Collignon. 4 El espacio paratáctico tiene que ver con secuencias. 423-445]. Médiance de miliettx en paysages. Filosofía de la historia. CortAos. Madrid: Cátedra. pp. laques (19941. vol. 08-06. Alicia Lindón y Daniel Hiernaux el enorme y profuso trabajo de revisión de la traducción del texto. Sobre estos temas. La referencia a esta última plantea el riesgo de una reconstrucción historiográfica unidímensional del pensamiento geográfico.' El interés por los modelos de representación espacial permanece vivo entre geógrafos y estudiosos de las ciencias del territorio. Boston: MIT Press.Akrustin (2000 [19901). México: Fondo de Cultura Económica. 4. también son ilustrativos los textos panorámicos de Johnson y Claval (1984) y el de Dunbar (2001). . en Michel Serres (ed. URL: http:// espacestempsnetidocument2347. el interés por una reconstrucción epistemológica a partir de la trama de figuras narrativas sobre el espacio se halla apenas en sus inicios. ] La palabra paratáctico deriva de parataxis (del griego). pp. Historia de las ciencias. Como todos saben. Kag.). &arrice (2001). nos remitimos a Turco (2000).19491. Dictionnaire de la géogaphie et de l'espace des sociétés. equipos de investigación.° 620: «Espaces do92. París: Belin. la geografía humana cuenta con una larga historia que puede narrarse de muchas maneras. Stupid!" or How Can we Modemize Modernization?». societá e turismo. 110. además del testo fundamental de Horacio Capel (1981). Actuel. Gramaticalmente se refiere a la técnica discursiva en la cual se yuxtaponen unidades sin emplear conjunciones. Slappemonde. etc. 553-573 [1989. los espacios.liti2S .P ■ PCS preguntarles. la necesidad de la institucionalización evoca la centralidad de las dinámicas de participación (comunidades científicas. resulta una exigencia q" 2Itrabaio científico. Thistoire des sciences.fr/web/revues/home/prescript/article/ 203003-4010 2001 num 110 620 1731 Domestic Spaces and Cultural Geography». París: - Belio. pp. -0991ot sklion punto de encuentro de la historia y de la física». Le rolinsatit géographique: penser l'espace pour lire le monde. Percor:SI di galajia. 477-501 [1989.t :mara alto simple lo complejo. -. [N. Limitándonos a la cultura occidental. tanto teórico como heurístico. URL: hup://www. L'espace legitime: sur la dimension géographique de la fonction politique. París: Editions de la \Aliene. EspacesTemps. FIGURAS NARRATIVAS DE LA GEOGRAFÍA HUMANA' Angelo Turco Universidad de Aquila Bbligrafia Isd'e(E. Madrid: Cátedra. desde las más elementales. 333 404. pp. en Doctor (edd.net . E:Mor. Sin embargo. Beantwortung der Frage: Was ist Atifidarung?.Peter (2006).html LUSSAULT (2003). papel aquí no es el de refutar el derecho de los ciudadanos ordinarios a Maar-.120034 ("lis the Development. . En relación con esta cuestión. las espacialidades y el pensaotero arena de los entornos. Más allá de las posiciones académicas observables en diversos países.1079 [1754]1. «Joliot: l'histoire et la physioue meless. Tra cultura. URL: http://espacestemps. Bolonia: Pátron. del espacio en nuestra condición humana. como los procedimientos estímulo-respuesta. ti.Ylil'ailCc' 11: soixante-dix mots pour le paysage. del E.Brubo(1991rn. hoy más que nunca.Duk. ra Mac( Serres (ed. es decir.net . Postenvironmentalism. como queda subrayado por la epistemología post-kuhniana. Immanuel ( I 784). el trabajo de Edward S.net/ doeument350. sParlerpolitique». n. -20121. Litartit. en Lorenzo Mercatanti (din). como queda subrayado por la epistemología post-kuhniana. en Michel Serres (ed. 3. en una geograftcidad que expresa la presencia activa. Dictionnaire de la géogaphie et de Vespace des sociétés. Postenvironmentalism Boston: MIT Press. en Michel Serres (din). L'espace legitime: sur la dimension géographique de la fonction politique. Béatrice (2001). y a Béatrice Collignon. Augustin (2000 [1990]). — (1978 [1784]). 08-06. Filosofía de la historia. El autor agradece a Rodolfo Bertoncello la traducción de este texto. — (2006). Esto. «Joliot: l'histoire et la physique mélés ». Mappemonde. Peter (2006). Immanuel (1784). Madrid: Cátedra. en Michel Serres (dir.' El espacio paratáctico tiene que ver con secuencias. resulta una exigencia mayor en el trabajo científico. Stupid!" or How Can we Modernize Modernization?». Beantwortung der Frage: Lilas ist Aufkltirurig?.) en la producción y difusión de los conocimientos científicos. México: Fondo de Cultura Económica. coordenadas y cosificaciones de las características naturales o antrópicas de la superficie terrestre. «Parler politique».). Más allá de las posiciones académicas observables en diversos países. Percorsi di geograft. pp.° 620: «Espaces domestiques». 493-513]. Im Weltinnenraum des Kapitals fur eine philosophische Theorie dar Globalisierung.. pp. FIGURAS NARRATIVAS DE LA GEOGRAFÍA HUMANA' Angelo Turco Universidad de Aquila Bibliografía BERQUE. EspacesTemps. el trabajo de Edward S. a las más complejas. — (1999). LATOUR. Paris: Presses de la FNSP. La referencia a esta última plantea el riesgo de una reconstrucción historiográfica unidimensional del pensamiento geográfico.net . Siguiendo esta - 1. en relación con la cual remitimos a Angelo Turco (1987).. Annales de Géographie. pp. la geografía humana cuenta con una larga his- oria que puede narrarse de muchas maneras.). es decir. poner en evidencia. Médiance de milieux en paysages. «Esprit des lieux et modeles culturels: la mutation des espaces domestiques en Arctique inuit». del espacio en nuestra condición humana. Gramaticalmente se refiere a la técnica discursiva en la cual se yuxtaponen unidades sin emplear conjunciones. y da cuenta del «acto de colocación de algo junto a otra cosas.Jacques Lévy y tornar en algo simple lo complejo. En relación con esta cuestión. URL: http://www. URL: http:// espacestemps.). tanto teórico como heurístico. en Jim Proctor (ed. Limitándonos a la cultura occidental. col. París: Belin/Reclus. pp. societa e turismo. «Domestic Spaces and Cultural Geography». Bolonia: Pátron. Mouvance soixante-dix mots pour le paysage. Casey (1997) abre perspectivas importantes desde el perfil filosófico pero. Elements d'histoire des sciences. como ha dejado claro hace algunos años una discusión sobre el tema retomada por David Stoddart (1986) y David Livingstone (1992). y hasta ahora ineludible. Sobre estos temas. Alicia Lindón y Daniel Hiernaux el enorme y profuso trabajo de revisión de la traducción del texto. como muestran en Italia últimamente Farinelli (2003) y Marson (2008). París: Bordas. como los procedimientos estímulo respuesta. basado en un enfoque externalista. etc. los espacios. basadas en mecanismos de causalidad lineal o en redes de causación. equipos de investigación. — (2008).a. Sin embargo. también son ilustrativos los textos panorámicos de Johnson y Clava] (1984) y el de Dunbar (2001). [N. intentemos contarla a través de dos estilos de representación que reflejan dos diferentes organizaciones conceptuales del mundo: el espacio paratáctico' y el espacio liminar. — (1991b).fr/web/revues/home/prescript/article/ geo_0003-4010_200 l_num_110_620_1731 — (2009).html — (2007) «Parlez-vous développement durable?». París: Belin. en Lorenzo Mercatanti (dir. SLOTERDUK. Esta figura narrativa del espacio paratáctico conlleva articulaciones causales.' El interés por los modelos de representación espacial permanece vivo entre geógrafos y estudiosos de las ciencias del territorio. Kónigsberg [Respuesta a la pregunta ¿qué es la ilustración?]. Para una primera elaboración de estas categorías y para una discusión sobre su significado. «Pasteur et Pouchet: hétérogenése de l'histoire des sciences». París: Belin. LOS GIROS DE LA GEOGRAFÍA HUMANA 91 . 4. Elements d'histoire des sciences. «Pasteur et Pouchet: la heterogénesis de la historia de las ciencias». Nuestro papel aquí no es el de refutar el derecho de los ciudadanos ordinarios a decidir. Jacques (1994). pp.net/document2347. «"It's the Development. hoy más que nunca. nos remitirnos a Ruco (2000). EspacesTemps. sino el de mostrarles. en Michel Serres (ed. localizaciones. en nuestra libertad para inventarnos. 23-05. Madrid: Cátedra. 90 LOS GIROS DE LA GEOGRAFÍA HUMANA Espéces d'espaces. 423-445]. Tra cultura.] La palabra paratáctico deriva de parataxis (del griego). por ejemplo: ¿será que quienes habitan ese espacio y toman el riesgo de habitarlo también toman el riesgo de hacerlo inhabitable para los demás? Así podremos integrar el pensamiento de los actantes.html — y Michel LUSSAULT (2003).). n. Historia de las ciencias. ■Joliot: punto de encuentro de la historia y de la física». las espacialidades y el pensamiento acerca de los entornos. 2. Bruno (1991a). la necesidad de la institucionalización evoca la centralidad de las dinámicas de participación (comunidades científicas. Frankfurt: Suhrkamp. 383-404. COLLIGNON. permanece desligado de los problemas de investigación empírica y de la institucionalización de la disciplina. KANT. además del texto fundamental de Horacio Capel (1981). Como todos saben. 553-573 [1989. LÉVY.net .net/ document350. URL: http://espacestemps. el interés por una reconstrucción epistemológica a partir de la trama de figuras narrativas sobre el espacio se halla apenas en sus inicios. del E. 110. Le tournant géographique: penser l'espace pour lire le monde. Historia de las ciencias. Actuel. 477-501 [1989. París: Editions de la Villette. desde las más elementales. — (2002).persee. vol. París: Bordas.). las consecuencias últimas de sus decisiones y preguntarles. sin olvidar a Franco Farinelli (1991). ámbitos culturales y grupos sociales (Cosgrove. la crisis de la modernidad. Este estilo de narrar el espacio favorece la consideración de estos complejos órdenes de disposición. En los diversos períodos históricos. La reanudación de este debate a partir del desarrollo de las nuevas técnicas geomáticas debe mucho a John Picldes (1995). El espacio liminar se interesa menos por las agregaciones topográficas que por los procesos de localización. la tradición herodotiana-estraboniana resulta ser un híbrido fecundísimo. dada una persistente vocación «filosófica» de la geografía. según lo han mostrado toda una serie de estudios realizados. A su vez. no es menos sensible a la verdad del mito. de las cuales destaca la importante sistematización aristotélica que distingue entre una «filosofía natural» y una «filosofía de la natu5. Por ello. para retomar la expresión de Jacques Lévv (1999). es la geométrica. Esta tradición es la más conocida y la más longeva. las religiones. que lleva la intención de proyectar sus aportaciones en donde se cruzan las humanidades y la ética pública.' Tampoco debemos olvidar las líneas de conocimiento geográfico desarrolladas en las enseñanzas del concepto de naturaleza. como en la antigüedad clásica. estos modos de representar el orden espacial del mundo se hallan siempre copresentes en la narración geográfica. en esa experiencia humana fundamental que trasciende el «estar-en-el-mundo» para convertirse en el «habitar-la-tierra». Se expresa a través de ambas figuras narrativas. combinando la lógica y el sentimiento. Para limitamos sólo a este autor. La acumulación de lo que se llama «conocimiento geográfico» es un proceso central en la construcción cultural de Occidente. así como algunas de las consecuencias que la dialéctica de las figuras narrativas provoca en nuestra disciplina y que se reflejan en el estatuto mismo del saber que produce y vehicula. En conclusión. olvidadas. 1999). las humanidades muestran una nueva sensibilidad hacia los fenómenos territoriales. por usar una expresión afortunada de Kurt Hubner (1990). mediante la institucionalización disciplinaria. entre las que sobresalen el paisaje. La convivencia de marcos conformacionales paratácticos y liminares se desplegó a veces de forma bastante equilibrada. pre-euclidiana o posteuclidiana). Con el advenimiento de la modernidad. Los modos de representación cartográfica son funcionales y más o menos técnicamente eficientes respecto de las formas narrativas que conocemos y que se suceden en los diversos períodos históricos. consagrado por el mismo padre fundador que. también muy conocida. Además. 1. que la modernidad había arrasado bajo el predominio del espacio paratáctico.Angelo Turco Figuras narrativas de la geografía humana figura narrativa del espacio. 7. Vale la pena apuntar esto de entrada porque la cartografía 92 LOS GIROS DE LA GEOGRAFÍA HUMANA es un instrumento y no es la causa de la afirmación de una u otra figura narrativa. nutren el espíritu del tiempo y se alimentan de él. Es un instrumento que después se hace autónomo en sus metodologías. En la comunidad de geógrafos. Una segunda tradición. Estas configuraciones ciertamente son elusivas. subrayando lo inadecuado que resulta el modelo paratáctico no sólo para la comprensión. Entre los numerosísimos trabajos sobre este tema. los más notables de ellos se remontan a la «revolución cuantitativa». Un factor central de esta revitalización del relato geográfico es la reconsideración de configuraciones antiguas de la territorialidad. si bien podría reconocérsele a la cartografía cierta autonomía epistemológica. la geografía en ocasiones ha construido auténticos modelos sintácticos. es decir. ningún tipo de espacio puede reducirse a los modelos de representación cartográfica (euclidiana. destaca el sólido marco de referencia preparado por el geógrafo Van Paassen (1957). con una instructiva reflexión del autor 10 años después de la de 1995 (Pickles. siguiendo recorridos autorreferenciales. en sus técnicas y en sus lenguajes. pero no por esto resultan menos incisivas en su geograficidad (geographicalness). conjugando los procedimientos de ubicación con sus efectos a escala múltiple. Comenzando con los tiempos antiguos. la razón cartográfica juega un papel crucial. este estilo enfatiza el cambio. mientras se muestra atento a las «historias» de las tierras de más allá del horizonte que se estratifican en el suelo como «geografías». asumiendo como referencia alegórica no tanto la física de los sólidos sino la de los líquidos y. impulsa la recuperación de una geografía plural. la de los estados gaseosos. 2003). no tanto en la naturaleza de las cosas. sino incluso para explicar los procesos territoriales.' En las páginas que siguen. aun si en los diversos períodos una de ellas pudo tener predominio sobre la otra. vale la pena recordar que el paradigma que inspira a la geografía siempre es geográfico y nunca cartográfico. el lugar. El segundo estilo de representación del espacio (liminar) se relaciona con las formas espaciales que incesantemente componen y recomponen la indeterminación de los fenómenos naturales y la imprevisibilidad de la historia humana. En esta dialéctica entre el espacio paratáctico y el espacio liminar. LOS GIROS DE LA GEOGRAFÍA HUMANA 93 . a veces bajo el dominio de un marco sobre el otro. para expresarlo con la fórmula siempre actual de Ilya Prigogine. dicha relación se invirtió hasta llegar a aceptarse. aún más. Queriendo simplificar podríamos decir que en el Medioevo el espacio liminar impuso su supremacía sobre el espacio paratáctico. cuya máxima expresión es la medición de la circunferencia de la Tierra . y sin embargo inmanentes —aunque también controvertidas—. Imagina estabilidades lejanas al equilibrio. Este segundo estilo deja un amplio espacio a la comprensión. La cultura clásica nos aporta diversas tradiciones de investigación en las cuales se mezclan arquitecturas conceptuales tanto de tipo paratáctico como de tipo liminar ó La primera de ellas es la herodotiana-estraboniana. consultar al menos Pickles (2004). ha puesto en cuestión esta hegemonía. Acerca de la Tierra como cuerpo celeste en el imaginario occidental. y aun reconociendo el valor de la persistencia. Herodoto es consciente de que la mirada puede captar de la realidad sólo aquello que es visible. la hegemonía en la ciencia geográfica contemporánea de un modelo de tipo paratáctico. Este tournant géographique (giro geográfico). las artes.. consúltese Denis Cosgrove (2001). insisten en la necesidad de prestar una mayor atención a la problemática de los estilos de representación. pero puede tener acceso a lo invisible sólo mediante testimonios e indicios que deben someterse luego a alguna elaboración discursiva (Hartog. 2006). esto determinó un movimiento hacia la recuperación del espacio liminar como figura narrativa de influencia cada vez mayor. Bajo el perfil de los estilos de representación.que llevó a cabo Eratóstenes. las estrategias discursivas de la geografía se entrecruzan con las técnicas. el ambiente. los lenguajes que los describen y las teorías que se proponen explicarlos. evocaremos algunos aspectos importantes de este itinerario narrativo. Por su parte. aunque ésta estuvo marcada por diferentes paradigmas. Entre las verdades axiomáticas y las verdades consensuales. que se intensificó en el último cuarto del siglo xx. Con sus lenguajes y sus retóricas. desde John Brian Harlev (1992) hasta Christian Jacob (1992). 6. desarrollando formas de categorización y texturas verbo-icónicas apropiadas. En resumen. sino en cuanto a la de los eventos.. entre otros. se convierte en hierro («hicimos la prueba nosotros mismos»). Las características territoriales. se puede recordar Janni (1984). Así los romanos elaboraron el concepto de locus amoenus (lugar ameno). se impone la idea de la topogénesis. permiten elaboraciones sensibles tanto a las razones del n ivtltos como a las del logos (Vilatte.' Una ulterior tradición. La intención retórica o pedagógica. es la que llamaríamos ontológica. que no contaban siquiera con una palabra específica para indicarlo. que remite a los célebres nombres de Marco Polo. La segunda tiene que ver con la formalidad de la naturaleza y se desarrolla a nivel de las interrogaciones fundamentales sobre la existencia y el devenir de los fenómenos. comenzando por Paolo Orosio. 9 La metáfora es un recurso descriptivo sumamente extendido (Bertrand. La antigüedad romana habrá de insistir en particular en la estética y en la armonía en el desarrollo de un pensamiento paisajístico. llegaran hasta la constitución de los imperios (Nicolet. que comprende observaciones y hechos. los documentos catastrales o las composiciones de alto valor literario. es percibida en todo su extraordinario espesor. cuando estas fintas caen. de una precoz geografía de los otros lugares (Hartog. superando el modelo de la polis. LOS GIROS DE LA GEOGRAFÍA HUMANA 95 . Sobre la discusión de la cartografía antigua. Estas citas de Mirabilia pertenecen a Jacobo de Sanseverino y se tomaron de un relato de viaje —¿verdadero?. incluso las aparentemente más 8. aun aquellos que son sólo mentales. Destacan también los análisis de la dialéctica topos/chora. También hav otro río —o quizás un pequeño lago— junto a una iglesia: si se introduce madera en sus aguas. pero de importancia decisiva para la episteme de una «ciencia geográfica» unificada. más allá de lo sorprendente que pudiera parecer. es sabida la reticencia de los helenos. Sobre los modos de constitución de una «geografía» en presencia de marcos conformacionales diversos. en relación evidente con el Gran libro de las maravillas. entre las cuales se encuentra Divelli no (Dublín). ¿imaginario?— que se remonta a inicios del siglo xv (14161418) y que hoy se conoce con el título de Pequeño libro de las maravillas. se señalan en el ámbito geográfico los trabajos de Mario Pinna (1988) y Jean-Franois Staszak (1995). 2007). 1988: 1-4). la maravilla que permite la palabra evocativa. que recurren a técnicas y géneros varios. En relación con el lugar. por su gran actualidad. sean textuales como los informes. también postula una forma específicamente territorial de otredad. De hecho. Glacken (1996). Sobre los registros de la geografía clásica y sus códices ampliamente aceptados de su narración. En relación con el paisaje. 1991. es maravilla) es. sin embargo. A estas líneas de conocimiento pueden asociase de alguna manera las ligadas a la biología y a la medicina. como lo llama Christian Jacob. con sus especulaciones sobre la influencia que el ambiente puede tener sobre el bienestar de los individuos y la salubridad de los asentamientos humanos. Sin una sólida noción de espacio público. el brillante alumno de Agustín. el recurso de ta personificación de los lugares. 1975). que estuvo en auge desde los tiempos de Lucrecio y se proyectó mucho más allá del ámbito histórico de la latinidad (Mugellesi." 2. El Occidente medieval diseña una compleja geografía propia. sean figurativos como el mapa. hechos visibles por Augustin Berque y que resultan cruciales para una reconsideración de la problemática del lugar (Berque. Por su parte. Simultáneamente. 1988. Borca. con baseen la cual se dibujan los mapas. que abarca registros culturales y técnicos diferentes y que permite pasar «de la construcción laboriosa del espacio a la conciencia del orden cósmico» (Jacob. pero hay auténticas maravillas: algunos son sumamente longevos (viven 200. 2000: Constantakopoulou. 2005). Fugére (1995) y Lestringant (2002). El tema de la insularidad como categoría descriptiva y nudo conceptual se representa con continuidad en la narración geográfica: Bouloux (2004). tales como la poesía y la tragedia. el landscaping dista de estar ausente en la geografía griega (Jacob. la idea de territorio se halla bien formada y resulta muy rica. en las reflexiones sobre las condiciones de aparición del espacio público. esta tradición se propone instituir las condiciones que hagan posible la comprensión de la «geograticidad» de la superficie terrestre. la construcción de la categoría del «otro» pe r lita no sólo un repertorio de usos v costumbres. Cuando se habla de una tradición ontológica de la geografía clásica. 1984). 1985). remitimos a las robustas síntesis de Harley y Woodward (1987). porque lo he hecho—lo inexplicabl e resulta del todo admisible: la experiencia vale corno prueba. puede consultarse la excelente obra de Cruz Andreotti."' Por su parte. 11. estilos de representación 10. En él se abren todas las posibilidades: todo lo que no es ordinario (y. Baste pensar. 9. La gente es muy pobre y salvaje. John Mandeville y Odorico de Pordenone (Sanseverino.Angelo Turco Figuras narrativas de la geografía humana raleza». Cresci Marrone. difícilmente la organización política habría podido elaborar formas territoriales que. además del conocido título de Clarence J. tema significativo por la cualidad específicamente geográfica de la polis griega (Lévéque y Vidal-Naquet. 1964). Por lo tanto. Arnaud (1989) muestra el juego entre los poderes de la palabra y de la figuración cartográfica. por lo tanto. no se trata sólo de territorio. A través de las especulaciones de pensadores como Platón y Aristóteles. se incluyen también complejas configuraciones de la territorialidad. 400 años). curiosamente menos conocida entre los geógrafos. 2000). que fue diluyéndose en los siglos sucesivos hasta perderse por completo en la edad moderna tardía (Turco. Sobre estas tradiciones. 1989). Más allá de la curiosidad que evoca —como también la despiertan otros libros parecidos— este pequeño libro resulta sumamente instructivo. como el lugar y el paisaje. descripciones y clasificaciones. Donattini (2000). 2007). Le Roux y Moret (2006). construida a partir de la larga transición del mundo antiguo tardío (Lozosky. Grandes figuras. Mythos y logos una alianza para decir el mundo En la antigua Hibernia. el rey de Inglaterra posee sólo cuatro ciudades. son parte integrante de ese «groplwin». 94 LOS GIROS DE LA GEOGRAFÍA HUMANA ligadas a la naturalez a . la complejidad de una «geo-grafía» y. La primera tiene que ver con la materialidad de la naturaleza y se desenvuelve a nivel de la investigación empírica. como lo ha señalado Christian Jacob. 2000: Merrills. Sin embargo. si caen en el agua se convierten en duraznos («que nosotros mismo s comimos») y si caen en tierra se convierten en aves («y nosotros mismos nos llevarnos vivas algunas de éstas a Inglaterra»). También hay un riachuelo en cuya orilla crece un arbolito con frutas que se asemejan a pequeñas patatas: sólo que. corno la insularidad. 2009a). buscan conjugar las veneradas tradiciones clásicas con conocimientos inéditos. 300. 1993). en la antigüedad clásica. El fuerte vínculo entre figuras narrativas de tipo paratáctico y de tipo liminar se ve reforzado en virtud de los modos mismos del relato geográfico. de una potencialidad constitutiva del existir propia de la superficie terrestre. plausible v desde el momento en que puedo dar testimonio de algo —lo digo porque lo he visto. Dematteis (1985). la magia con lo empírico. están las famosas cartas llamadas «T en O». Nathalie Bouloux (2002). Por otra parte. circulan portulanos y cartas náuticas en las que la exigencia de rigor que demandan las prácticas comerciales coexiste con toda una serie de otros tipos de preocupaciones: estéticas. retóricas. Piénsese. el Mundos Novus de Américo Vespucio es un todo compuesto de «cosas (res) que hemos hallado y que (no sólo) no se contaban entre las cosas que conocían los Antiguos (sino) que contradicen su opinión» (Vespucio. con el crecimiento de la población. Broc (1980). Milanesi (1984) y Randles (2000). Los mapas son el instrumento indispensable del descubrimiento y éste acrecienta los contenidos informativos de los mapas. pero el paradigma que lo sustenta científicamente cambia. Sabemos de lo largo y complicado que fue el paso de una cosmografía ptolemaica. En particular. En el tránsito del siglo XIX al xx. las relaciones y literaturas de viaje. La conquista de la hegemonía por parte de este modelo se inicia en la edad de los grandes descubrimientos. novelas y relatos de ambientación «exótica». 13. pero también en conocimientos considerados principalmente geográficos. llega a imponerse y a eclipsar otras preocupaciones que se conjugan con lo que durante siglos el sentido común consideró como «saber geográfico». pasando de una impostación exploratorio-cartográfica a una sistemático-institucional. el pensamiento mítico —o mítico-religioso— sigue acompañando a la geografía en el modo de pensar y de describir la tierra. En ciertos aspectos. El modelo narrativo del espacio paratáctico conserva su hegemonía. 1999). al final y más allá de la literatura. estimulando su producción y potenciando su eficacia. pero ordenada. En los orígenes de la geografía moderna: el paradigma exploratorio-cartográfico La cultura geográfica de la modernidad se halla profundamente marcada por el paradigma que llamamos exploratorio-cartográfico. creencias «maravillosas» y sentimientos religiosos. Como muestra para el caso italiano. 1990). si bien es cierto que tiende a afirmarse un estilo de representación paratáctico. 2005). 3. Desde nuestro punto de vista. la modernidad señala el advenimiento de un tiempo en el cual los geógrafos comienzan a representar un mundo en el cual todas las cosas están en su sitio. en las cuales el mundo está organizado conforme a los imperativos religiosos del centro. Para tener una buena idea de lo existente se puede consultar: Dainville (1969).' 4 En resumen."' Estos materiales conservan su interés como fuentes de in16. las revoluciones intelectuales habrán de ser radicales y relativamente rápidas: la forma de la Tierra. Sin embargo y aun sin ser el único filón de interés tradicionalmente cultivado por la geografía. es decir. tanto en el mar como en la tierra En su forma más apreciada (en tanto más precisa) bajo el perfil cognitivo y fiable. en otros aspectos y señaladamente en el caso del contenido físico y humano de estas mismas tierras y aguas. las modificaciones del conocimiento y de sus representaciones serán mucho más lentas y a menudo sólo parciales. Como bien lo han mostrado Glacken (19%) y posteriormente y para aspectos más específicos geógrafos como Wheatley (1969 y 1971). 1995). caracterizada por la medición y la explicación.' 5 12. Pero. en Ciriaco de Ancona. LOS GIROS DE LA GEOGRAFÍA HUMANA 97 . en la cual se mezclan observaciones. ideológicas. durante una buena parte de la edad modema. No obstante. y constituir el espacio en recurso. en Nicolás de Conti (Roux. en las mismas descripciones testimoniales se confunden las alegorías y las reconstrucciones literales. en Guillermo de Rubrick. Capel (1985). así como las formas y la posición de los continentes y de las aguas. que son el momento inaugural de la modernidad en Europa. alcanzando inclusive un notable favor del público. tienen su base en las tecnologías náuticas. Se trata de una rama antigua de la geografía que expresa la tensión por escrutar más allá de la línea del horizonte para conocer tierras y poblaciones con las cuales establecer nuevas relaciones. obras teatrales. las preocupaciones políticas con las creencias religiosas. En cambio. Se entiende que en la panoplia de los géneros textuales seria necesario agregar también obras literarias tales como diálogos más o menos «morales. Europa estará cada vez menos dispuesta a aceptar enunciados que no estén sólidamente comprobados en las zonas del mundo sometidas a su creciente influencia. pagando el precio de una intensa «revolución científica». consolidándose en el curso de los tres siglos siguientes. que a su vez están empeñadas en conciliar la herencia greco-romana con la bíblica (Randles. Jerusalén. 96 LOS GIROS DE LA GEOGRAFÍA HUMANA 3. Una geografía para la modernidad El espacio paratáctico no es una invención de la modernidad. todas las artes reflejan el imaginario del descubrimiento y participan en su incesante construcción. se dan a la tarea de describir la tierra en forma ordenada: ordenada de otra forma.. Con el Renacimiento y los grandes descubrimientos.. pero también busca establecer un método para conciliar diversos tipos de información. Racine (1993). estos conocimientos son recogidos por y encauzados a través de la cartografía. bajo el perfil comunicativo. sino que es moderada y a veces incluso fieramente rebatida por la argumentación metafísica (Denery. por ejemplo. como ya hemos visto. La literatura sobre esta transición es abundante en múltiples aspectos. ligados a la capacidad de no perderse. La argumentación lógica ya no es la reina indiscutible del acto demostrativo. Después de todo. libretos de ópera. la geografía se inserta en la lista de las ciencias humanas cultivadas en la universidad. tanto náutica como terrestre. 14. por ejemplo (Randles. Las bitácoras. Esto no ocurrió sin tempestades epistemológicas. pueden observarse circunstancias del mismo tipo en la cartografía medieval: por un lado.Figuras narrativas de la geografía humana Angelo Turco y formas argumentativas que plasman el espíritu del tiempo a través de narraciones entre las que se destaca la narración geográfica) Dicha narración mezcla lo concreto con el estupor. la diarística y las memorias de viaje se multiplican con el correr del tiempo.1. Por otra parte. se muestra capaz de responder —dados sus marcos de conformación— tanto a las necesidades políticas como a los aspectos económico-comerciales generados por los grandes descubrimientos. a una cosmografía post-ptolemaica. Los grandes descubrimientos. 15. Sin olvidar que las cosmografías están ligadas a las cosmologías. 1984: 89). para efectuar verificaciones empíricas siempre que los textos resulten demasiado contradictorios entre sí» La textura entre el espacio paratáctico y el espacio liminar en el relato geográfico es finísima y. Constituidos en comunidad científica en la segunda mitad del siglo xix. también es cierto que el espacio liminar continúa permeando la narración geográfica. La afirmación cada vez más decisiva de esta figura narrativa de la geografía humana debe verse en relación con los nuevos órdenes mundializados. con las capacidades técnicas que las sociedades europeas desarrollan para transformar la naturaleza en medio de producción. Y es así que los «libros de las maravillas» coexisten con libros en los cuales rige la observación descarnada. Convirtiéndola en la dimensión central de suis preocupaciones la nueva disciplina académica hace su entrada en la modernidad científica. áreas de influencia. dadas las apuestas culturales. en especial la sociología y la antropología (Capel. estudiosos corno Marc Son-e o Maurice Le Lannou sienten aún la necesidad de establecer las líneas a través de las que discurre (o debería discurrir) la relación entre la geografía y las diversas ciencias humanas (Sorre. Cierto es que en el curso del siglo xrail se lleva a cabo un capítulo importante en el proceso de formación del conocimiento geográfico «moderno». Pero un nuevo proceso irrumpe en el seno de la cultura geográfica. Existe en geografía. un dualismo entre una parte general.0 19. En el curso de unas cuantas décadas. 1961). geografía de Estado» ya supeditada a los intereses corporativos de las cortes europeas. 1981. de vocación teórica y sistemática y una parte regional (que la sistematización de Bernardo Varenio considera como «especial» pero que. los ecos se perciben hasta bien entrada la segunda posguerra cuando. 20. 1981). la competencia con otras ciencias humanas que atraviesan el mismo proceso de institucionalización en ese momento. los nuevos órdenes disciplinarios en las universidades. considerando la creciente orientación práctica de la geografía. Ethnologie Francaise. más tarde. Blais y Laboulais 2006). Livingstoney Withers. se comprenden mejor los términos de una lúcida disputa científica que. representación del espacio objetivo de la «ciencia real» y el espacio de las representaciones. cuantitativa y cartográfica. en el ámbito alemán. Se puede decir que devienen realmente útiles en la medida en que los cosmógrafos los codifican figurativamente como conocimientos cartográficos. puesto que ningún mapa lo representa» (Farinelli.Angelo Turco Figuras narrativas de la geografía humana formación. especialmente significativa para el nacimiento de la nueva geografía. se hacen sentir exigencias de orden sistemático. Se hace más explícita la relación con las doctrinas filosóficas que permiten encuadrar. Es difícil resumir de qué manera y a través de qué medios. 1999. Con especial referencia a Francia se pueden recordar los trabajos de Dainville (1964). desde las Américas hasta Asia oriental: se afirma un espíritu inédito del tiempo «geográfico». gracias al trabajo de personalidades tales como —limitándonos a Europa— Paul Vidal de la Blache en Francia o Fnedrich Ratzel en Alemania. Por ejemplo. ción de las disciplinas científicas en las universidades europeas y en los países influidos por los esquemas culturales de Europa. Para responder a las interrogantes a largo plazo relativas a la compleja relación entre la sociedad y el territorio. por ejemplo). busca poner en cuestión la hegemonía del paradigma exploratorio-cartográfico. Paul Claval. en lugar de ello. como en el campo de las ciencias 98 LOS GIROS DE LA GEOGRAFÍA HUMANA LOS GIROS DE LA GEOGRAFÍA HUMANA 99 . 1985). se ensancha conceptualmente oponiéndose a las pretensiones de una . Pero la batalla por la geografía pura está perdida: la geografía de Estado. se plasman en intentos que tienen en cuenta siempre mayores exigencias «puras« o «fundamentales». sino el proceso que la genera —sea natural o antrópico--. de que «el espacio de la nueva geografía no puede existir. esta nueva geografía. por otra parte. como es bien sabido (Broc. sólo en apariencia tautológico. prosigue gracias al esfuerzo de estudiosos de primer plano corno Pierre George y. pero también en términos del reparto de recursos académicos: cátedras. con sus proyecciones expansionistas. Sin renunciar a sus connotaciones naturalistas. sino ampliamente estimulados por inquietudes internas y. al tiempo que. promoviendo el argumento. en especial con el desarrollo de las técnicas de representación euclidianas. Pero los mapas también se convierten en necesidad social. de forma cada vez más incisiva. por lo tanto. Claval. industrialización). en su n. Esto favorece la constitución de comunidades de profesores e investigadores que se identifican cada vez menos con la exploración —profesional o aficionada— y que cada vez más. La transición paradigmática en la geografía de finales del siglo >a< Aun en la persistencia del marco paratáctico yen el momento de máxima expansión del paradigma dominante. tienden a establecer protocolos específicos de producción y de comunicación de la investigación. no requiere ya ser demostrado (Buisseret. Roble. A la luz de todo esto. Estos protocolos no se orientan únicamente o de manera prevaleciente al logro de fines inmediatos v utilitarios. El problema epistemológico es particularmente espinoso. desde un punto de vista epistemológico. autorrefei idas. incide en el modelo exploratorio-cartográfico. Su producción cartográfica. en donde lo que importa no es la posición dada (lage). uno destinado a revolucionar su perfil: la institucionaliza17. sino que debe recabarse sobre todo de una experiencia textual de su geografía (Bruckner. 1999: Mayhery 2000. se deja sentir. 18. 2006). Godlewska. 1992). Reconsiderando el asunto en términos de la reflexión de lefebvre (1973). por ejemplo. aparece en juego la ciamientos destinados a la enseñanza y a la investigación. socialmente muy consistente. finan- 3.° 4 del año 2004. el movimiento renovador se difunde en Europa y también más allá de ella. Esta noción no parece poder derivarse de conocimientos directos de tipo físico-perceptivos del territorio del Estado —son muy pocos los que tienen la posibilidad de viajar—. Más bien. 17 Por otra parte. Más aún. En lo que respecta a la escuela francesa de geografía (Berdoulay. será gustosamente indicada como «particular»). La puesta en paralelo de la geografía con otras disciplinas.2. de vocación empírico-descriptiva. el entusiasmo y las que se consideran como imperativos del momento desde el perfil político y/o social (expansión colonial. en definitiva. las cosas comienzan a cambiar. en contraste con las prácticas cognoscitivas que se apoyan en la improvisación. 1975. de hecho. 1975. Le Lannou. se convierte en ortodoxia científica. después. incesantemente recorrido por los fermentos sociales. 2006). la ciencia geográfica incorpora de manera cada vez más decisiva el componente antrópico en sus horizontes de indagación. va difundiéndose la sensación de que es necesaria una «personalidad geográfica» en relación con la idea misma de Estado. La Ilustración juega en esto su papel. más científica y menos operativa. en su fase de transición paradigmática. Y se inspiran cada vez más en constructos que no están orientados por instancias externas (políticas c económicas. espacios. 19 Esto en términos de doctrina. crecimiento urbano. El papel instrumental e ideológico de la cartografía en la construcción del Estado post-westfaliano. Konvitz (1987) y Petto (2007). La ampliación y el refuerzo de los ímpetus coloniales mantienen actual y cada vez más valioso el conocimiento producido por el paradigma exploratorio-cartográfico." La disputa cultural introduce un ethos en la historia del pensamiento geográfico que anticipa y prepara las fecundas controversias que habrían de sacudir la disciplina en el siguiente siglo. económicas y políticas subyacentes. Esto sin dejar de advertir los ecos de las disputas que oponen los grandes movimientos culturales: pensemos en la disputa entre el positivismo y el historicismo. cumplen a menudo una función científicamente auxiliar respecto de la cartografía. plenamente orientada a reducir la información territorial a sus dimensiones funcionales. mientras números monográficos de diversas revistas especializadas vuelven a proponer el tema hasta nuestros días. Este dualismo se encuentra en todas las disciplinas que se institucionalizan. de una «geografía pura« que propugna el predominio de un conocimiento territorial no referencial (banal) aunque locacional (teórico).'. 1998. a veces más bien de manera tímida. consagra el paradigma exploratorio como la mejor (y más eficiente) estrategia geográfica para el conocimiento del mundo. a caballo del nuevo siglo. La idea. Nos referimos a la gestación del filón más reflexivo de esa «geografía colonial» que. no parece preocuparse demasiado. general y regional— que se resume en una colocación ideal de inmediata percepción. Su preocupación conjuga dos exigencias prioritarias: por una parte. En lo tocante a Italia. especialmente en el punto en el que la indagación sobre el sentido del conocimiento alcanzado aborda no sólo las intenciones de quien lo produce. 1994. Sin olvidar que. a G. marca una contraposición sin solución entre el paradigma sistemático-institucional y el exploratorio-cartográfico. comparaciones. ciertamente heteróclitos y no siempre adecuadamente recogidos por las comunidades institucionalizadas. Un intento importante. 23. entre los siglos XIX y xx. contribuyen a determinar el modo —finalmente no normativo— con el que actualmente se ejerce la crítica y se desarrolla el conocimiento geográfico. dalla Vedova. figura destacada de la geografía italiana de la primera mitad del siglo XX. La hegemonía cultural del espacio paratáctico 24. formalizado 30 años más tarde por el racionalismo critico de matriz popperiana. 101 . además del ya citado trabajo de Capel (198 1). 1994. pero de dificilísima realización. Comenzando por Cristoforo Negri. a partir de la segunda mitad del siglo xLx. se perfilarán recorridos de reflexión crítica: en el caso de Italia." Una figura destacada en la mediación entre estas dos orientaciones paradigmáticas de las disciplinas geográficas es. que en esos años buscaba afanosamente dotar al conocimiento de África de un marco teórico que incorporara asimismo su geografía antrópica (Vidal de la Blache. pero duda en fiarse de ellos. casi totalmente desconocida en las demás disciplinas: la conjunción entre connotaciones propias de las ciencias físico-naturales con otras propias de las ciencias humanas. De modo ejemplar. se perfilarán recorridos originales de enriquecimiento de la geografía. Vidal aprecia los intentos de Frobenius y quizás incluso admira en él cierto valor intuitivo. Correnti. 1996. motivada por las necesidades de una demanda cognoscitiva contingente. en un Elisée Reclus. que sucede a las presidencias de figuras eminentes con perfiles diversos. Para limitamos a África. podríamos decir que el uso político de la geografía. 3. En particular. a estos efectos. Particularmente incisivos para el caso de Italia son los trabajos de Lucio Gambi (1972. una figura emblemática de esta convivencia es G. con gravísimo error metodológico. aun si nos limitáramos a los cánones de la época.P. Marinelli. sin embargo.que se interesan por la sociedad hasta el punto de asumir su total dirección. en el caso de Francia. discusiones. el de Frobenius. En este marco deben colocarse también aquellas prácticas coloniales concebidas para producir conocimientos funcionales para el expansionismo de ultramar. pues. un «geógrafo debidamente titulado»._. decididamente más inclinadas a lo operativo y-. 15 históricas. quien después del secretariado de la Sociedad Geográfica Italiana asume su presidencia: se trata de la primera presidencia de un profesor universitario. de un carácter imperialista más o menos explícito. desde luego. 1899). fundador de la Societá Geográfica Italiana. paradójicas. se pueden consultar los ejemplos más en detalle de dos grandes instituciones (Cameron. Empujado hasta sus últimas consecuencias. El ideal de una ciencia impoluta. sin embargo." La confusión. contextualizaciones. C. sino de quien concretamente se sirve de dicho conocimiento. Marsh en el caso de Estados Unidos o E. incluso a lo largo de la segunda posguerra. a favor de una geografía tropical menos expuesta a las derivaciones geopolíticas. da Cunha en el caso de Brasil. a pesar de sus aspiraciones de construir una «ciencia pura». La geografía. quienes habrán de denunciar sus efectos durante mucho tiempo. este ideal habrá de producir en los hechos algunas de las trampas más insidiosas que las ideologías imperialistas y el ímpetu colonial habrían de colocar en el camino de la evolución científica de la geografía (Soubeyran. En otros casos. Por otra parte. Como quiera que sea. Sobre las «sociedades geográficas» que surgen un poco por todas partes. no faltará la incitación a una renovación de problemáticas y metodologías que someta a discusión los fundamentos de la disciplina. Lucien Gallois. estaba en proceso de institucionalizarse en escuelas y universidades. y por su sucesor. como en el caso de la sociología o de la antropología. producirá también consecuencias positivas. antecesores de esas «eminentes personalidades» evocadas polémicamente por O. argumentaciones demostrativas de las cuales el paradigma dominante. 22. es útil recordar la crítica formalmente respetuosa pero implacable que Vidal hace de la obra de Frobenius. la «batalla de los Anales» (vívidamente reconstruida por Olivier Soubeyran) habrá de encargarse de liquidar. favoreciendo una transición sin rupturas. Estas problemáticas depuraciones parecen. como lugares de elaboración. anticipando con sus reservas de forma que merecería estudiarse a fondo ese aferramiento a las generalizaciones inductivas.3. Una suerte de cardinalidad epistémica encuadra. salvo por dejar languidecer el instituto y guiarlo de modo que muchos sospecharon si había un ideal absurdo de tener una geografía sin geógrafos. OTuathail (1996). atentísimo a todo lo que tiene que ver con la expansión europea y las tierras de reciente exploración. tan generosos quizás como ingenuos (Turco. En particular. el primero hecho con seriedad y quizás finalmente suficiente para eliminar los paralogismos hegelianos. Del mismo modo. le interesa tornar creíbles las descripciones empíricas a través de pruebas documentales. —entre geografía física y antrópica. 1980. 21. Driver. (Cerreti. Para los aspectos más propiamente geopolíticos Dodds y Atkinson (2000). sin embargo. perpetuó un infanticidio cultural contra la intuición arriesgada y no menos prometedora de Marcel Dubois. 1997). Cattaneo en el caso de Italia. El fundador de los Annales de Géographie es un estudioso de formación histórica. Godlewska y Smith. por ejemplo. 1983). durante mucho tiempo. basta pensar en un Arcangeto Ghisleri y. en distintos países los geógrafos se hallaban organizando tradiciones de investigación implantadas en realidades intelectuales e institucionales diversas. Fierro. Esto habrá de generar interminables discusiones las cuales. 100 LOS GIROS DE LA GEOGRAFÍA HUMANA LOS GIROS DE LA GEOGRAFÍA HUMANA Son diversos los principios que inspiran la concepción de la disciplina que. 2001). 2000). Bruneau y Dory. a veces de forma más clara. por su parte. en cierto modo. Paul Vidal de la Blache. 1992). programáticamente «apolítica». difusión y mediación cultural. Esta mezcla puede a veces crear algo de confusión e inclusive cierta crisis de identidad entre los geógrafos. En ocasiones. «. vale la pena recordar que en el seno mismo de la escuela de Paul Vidal de la Blache. que también está basado en la observación puntual. se percibe como altamente problemático en las nuevas corrientes que plasman la cultura geográfica. plantea una característica complementaria. Vale la pena citar a C. intérprete de la ortodoxia vidaliana. sin embargo. a quienes les resulta difícil acreditarse como «científicos»." La órbita de estas figuras de la mediación habrá de llenarse de personalidades y experiencias de lo más variadas.Angelo Turco Figuras narrativas de la geografia humana Resulta fácil comprender de qué modo las nuevas perspectivas vinculadas a la institucionalización de la disciplina habrán de continuar cruzándose con las vinculadas a las perspectivas exploratorio-canográficas. considerado tendencialmente como obvio desde el paradigma exploratorio-cartográfico. vigilar constantemente todas aquellas vertientes que pudieran llevar a teorías falaces en tanto que. 11 Es en este marco en el que adquieren un relieve muy especial aquellas personalidades que median entre las dos posturas. 25. la «nueva geografía. que se encargan de esterilizar de raíz la naturaleza visionaria de una geografía colonial abierta a proyectos y propuestas reflexivas. tienden a generalizar las observaciones locales. habrá de Formarse un embrión crítico muy importante en el periodo de la transición. tan célebres como nefastos culturalmente y que se negaban a morir tercamente en el colectivo imaginario de la edad colonial. La semántica de la función se halla muy lejos de ser un significado sin valor semiótico como a veces deja entender. sino cle un modo irreflexivo. Es sólo que la explicación se considera como evidente: ya está incluida en la descripción. el espacio paratáctico se convierte en un tipo de ciencia de lo plausible y adquiere su coherencia gracias a una semántica de la función que. sino también en la utilizada en la cartografía moderna. cotidiano. por su universalidad. Véanse los casos de Francia. por ejemplo. la exhaustividad) y lo analógico subyacente (la ideología. tipológicos o de otro tipo. Es por esto que el modelo descriptivo de los geógrafos se asemeja menos a una sintaxis que a una parataxis. 27. puede interactuar con otras semánticas que no podrían desplegarse completamente sin ella» Además. Roland Barthes." Es así que. 1664). 1849). antigua y prestigiosa (Bartoli. todo ello viene después. Me refiero específicamente a un conocimiento ligado a la visibilidad y.) 29. una casa próxima. así como la acción territorial que se liga a dichos aspectos. la retórica. identificado en su extensión. una casa nueva. verbo-icónico y retórico. puesto en paralelo con el «cuándo» de los historiadores). Los efectos sociales. Suecia y Estados Unidos. persiste una compleja estrategia de atención por parte de la Iglesia. requería de dos instrumentos principales: la «situación» y la «distribución». la estética). una casa destruida. entre otras cosas. ya sea en el valle frente a mí o sobre el mapa desplegado en mi 28. Por lo pronto. Celebrando el triunfo de la yuxtaposición sobre la conexión. a una estetización del conocimiento territorial que. siempre sensible a los problemas de la formación de los jóvenes. [N. se captan con la mirada. una casa lejana. Las causas. por lo tanto. Este espacio paratáctico no es más que la puesta en secuencia de áreas de algún modo «sensatas». inicialmente planteada en la lingüística y luego retomada en la teoría social a través de la etnometodología garfinkeliana. Por ejemplo. circunscrito y. [Al del E] La palabra recoupement. siempre coloca índices junto a los sustantivos. Notemos a este respecto que. un éxito duradero.dotado de dimensión espacial. aquella crianza de animales. 102 LOS GIROS DE LA GEOGRAFÍA HUMANA la geogralia humana Esta paradoja. La semántica de la función. Un segundo nivel tiene que ver con una tradición volcada a recuperar los contenidos «morales» de esta rama de los conocimientos humanos. más en lo general. No es que se desdeñe explicar. La distribución de los fenómenos sobre la superficie terrestre. va que éste se basa en una dialéctica potente v nunca resuelta entre lo lógico declarado (la medida. tanto en el interior de las comunidades académicas como ante el gran público. es necesario precisar que el vencedor es el componente «euclidiano» del conocimiento cartográfico. está dotada de una gran flexibilidad: en el fondo. Por ejemplo. por ejemplo. Galanti (1833 y 1846). los mecanismos de acción. porque en ellos ocurrieron eventos notables. sino abierto a las instancias de desarrollo y de articulación tenitorial que estaban siendo atizadas por fenómenos poderosos como la industrialización. permite excluir la concepción kantiana del espacio. por ello. En efecto.Angelo Turco Figuras narrativas de los geógrafos no renunciaron jamás a jugar un papel social específico y no limitado al campo de la investigación y de la formación. recordemos el aspecto pedagógico imito en el aprendizaje de la geografía y del cual la Iglesia. repetimos. Es una liberación del espacio absoluto la que comunica la idea de recoupement. el cementerio. analizados con acentos diversos.: se puede recordar que la perspectiva indexical. su existencia es autojustificante. por Baudelle. Explicación y comprensión. En resumen. las semánticas indexicales resultan decisivas para la construcción de una problemática del lugar como hemos tratado de mostrar en Turco (20086). la urbanización y las nuevas funciones sociales que el Estado comenzaba a asumir» Sin embargo. de ser posible. plantea que el lenguaje natural. sean éstos espaciales o sociales." concepto de la geografía clásica francesa. siempre «verdadera» puesto que se da como una evidencia observable y. habiéndose despertado el interés por la «física sacra» (Capel. la activación de nuevos procesos de territorialización. la «geograficidad» del relato geográfico quedaba garantizada a partir del momento en el cual el objeto de la narración era localizado en la superficie terrestre y . de encontrar articulaciones entre fenómenos o buscar intersecciones entre fenómenos conectados espacialmente. todas las cosas se hallan en su lugar. Schulten (2001). respectivamente. ya que más de un elemento —cada uno marcado por su propia función— puede ocupar total o parcialmente una misma extensión. se van eliminando de manera progresiva. para configurarse discursivamente a partir de una enunciación de elementos secuenciales. No es necesario insistir demasiado sobre la vocación cartográfica de este modo de ordenar el mundo. todo puede servir para algo. los itinerarios de peregrinación. 26. Se articulaba así —y se sigue articulando— una lógica de la representación y de la comprensión extremadamente rica en el mapa. especialmente a través de las congregaciones misioneras (jesuitas en primera línea) y. Estos elementos secuencialmente enunciados pueden yuxtaponerse con base en parámetros métricos. la superficie terrestre se reordena en este espacio paratáctico. 1985) en relación con la geografía. o se deje de interrogar por la génesis de las fenomenologías reificadas (o cosificadas). la precisión. la preocupación de fondo era más o menos la misma. Por lo anteriormente señalado. es decir. no tiene traducción directa al castellano: da cuenta de la estrategia de atar cabos. inventario razonado de los lugares de mayor interés para la Iglesia: pues en ellos actúan sus instituciones. no puede desinteresarse: en relación con Italia. porque constituyen referencias a las Escrituras o por otros factores (Matougues. consultar. que reside en el lenguaje cartográfico y conlleva una fértil problemática. en el que la complejidad tenitorial —depurada de sus elementos reticulares y simbólicos— es reducida a su expresión de componentes materiales. es suficiente agregar a la observación una pequeña dosis de sentido común para dar razón de tal «situación» y de tal «distribución»: en principio son ciertas. por ejemplo. el mito o lo sagrado no se consideran aspectos «geográficos» más que en sus componentes materiales e inmediatamente visibles: la iglesia. Esto ha ido a contracorriente de toda una variedad expresiva presente no sólo en las cartografías antigua y medieval. del E. medida Así pues. es lo que viene después. utilizada por el autor en francés en la versión original en italiano. Un importante nivel ulterior tiene que ver con la producción de este conocimiento por parte de los hombres y de las organizaciones de la Iglesia. introducía códigos figurativos de tipo métrico. también de tipo cromático. sin embargo. no parece haber jugado un papel demasiado importante en la transición paradigmática. articulada en varios niveles. le garantiza. o sobre su estado de procesos en interacción con otros procesos. termina por convertirse en un valor en sí mismo (el famoso «dónde» de los geógrafos. las relaciones recíprocas y retroactivas. sino mi casa. Ozouf-Marignier y Robic (2001). Reitmer (1821). por el sólo hecho de que existen y. 1835). Decimos precisamente «las cosas» ya que este modelo descriptivo (paratáctico) funciona al precio de una notoria reificación de la superficie terrestre de la cual los aspectos simbólicos. El primero de ellos tiene que ver con el campo de la «geografía eclesiástica». técnicos o simbólicos. esta semántica de la función sigue siendo irremediablemente pobre en sí misma. También aquí. protagonistas directos del avance de los conocimientos en las diversas partes del mundo. en el lenguaje natural o cotidiano no se dice casa. su casa. Buttimer y Mels (2006). este cultivo. a pesar de conocerse como «euclidiana». Después de todo. por ello. de los «viajes a título de razones religiosas» (Zuda. aun pasando por el cedazo de la geometría. Finalmente. que les otorgan características especiales. Volveremos sobre todo esto. El enfoque que hacía coherente y reconocible su modelo descriptivo.a fbrtiori cartografiable. parecería. LOS GIROS DE LA GEOGRAFÍA HUMANA 103 . el mito —presente aún. para proponer recorridos explicativos satisfactorios y en todo caso competitivos respecto de aquellos de que disponen las otras disciplinas sociales que acompañan a la geografía en el plano académico y político-social? En resumen. incluyendo los que llevan a la realización de cartas —sean topográficas o temáticas—. El crecimiento cuantitativo del conocimiento no se traduce siempre en una mejora de la calidad. el ultramar colonial juega un papel importante en el imaginario de las grandes potencias imperialistas. Otro indicio: la preocupación por separar el (nuevo) conocimiento geográfico. por ejemplo." Especialmente si ésta se nutre de mitos y se plasma en el territorio con sus concepciones metafísicas más que con sus obras materiales. las teorías resultan. más modestamente. Vale la pena recordar algunos de los indicios que parece más prometedor seguir para aclarar todo esto. De hecho. La institucionalización de la disciplina: algunas consecuencias epistemológicas mayores 4. por el paradigma exploratorio. inauguración de cursos universitarios). Por último. como es la necesidad de construir un lenguaje común reconocible en el momento en el que aprenden a concebirse y a funcionar como comunidad de investigadores. Lo denotativo. por ello. consúltese. 1995). o sea la apariencia sensible. Se trata de temas cruciales que podrían adquirir un nuevo impulso problematizador si se encuadran en una perspectiva analítica centrada en las figuras narrativas. Sin pretender abordar esta empresa enorme. es la ruptura de la alianza entre mythos y logos que. durante milenios. en su capacidad para elaborar programas de investigación en el sentido de Imre Lakatos o. En especial. Parecería que. En busca de una -ciencia normal» ¿Cuáles son los efectos de todo esto en la formación de la ideología disciplinaria? ¿Cuáles son las consecuencias en las diferentes escuelas que se disputan la supremacía intelectual? ¿Cuáles son las consecuencias en la actitud de los geógrafos hacia el «pensamiento teórico». predomina sobre lo connotativo y marcadamente sobre las motivaciones espirituales de la acción territorial. para usar la célebre expresión de Thomas Kuhn (1971). en cambio. Es por esta razón que los geógrafos no se preocupan cuando en sus análisis recurren a los nacionalismos o a los mesianismos universalistas en lo tocante. que impregna la práctica científica. En los estudios sobre el terreno. Sin embargo.1. A gran escala. ¿mediante qué recorridos la geografía se encamina a convertirse en una «ciencia normal. Para rematar esta expulsión. el interés v la racionalidad técnica marginan progresivamente el peso de las creencias y de los conocimientos no protocolarios y.. menos peligroso para la supervivencia de la disciplina. 1981). en primer lugar entre éstos. en relación con un intento serio y. del que buscaba superar las interpretaciones (más) estrechas» (Berdoulay. que se propone ser riguroso y austero. el positivismo acaba por funcionar no tanto como protocolo epistemológico. el relato geográfico paratáctico selecciona la idea de la política como diseño. si se considera a pequeña escala. al menos una tarea secundaria y dejada con gusto a otras disciplinas consideradas «más especializadas». dinámicas académicas (tácticas para el acceso a las cátedras y a los recursos para llevar a cabo trabajos de investigación). sin embargo. Las etapas que marcan la formación de la »école franvaise de géographie» . como pone de manifiesto Vincent Berdoulay. Frente a la enorme tarea esencial que representa la producción del dato de base —el lugar de las cosas— los problemas explicativos. La realidad tiende a ser explicada mediante causalidades de tipo lineal y no acumulativo. relata proyectos de ocupación en los que el cálculo. los mitos no son evidentes. eliminando al mismo tiempo la política como pasión civil. diseñando 104 LOS GIROS DE LA GEOGRAFÍA HUMANA los horizontes geopolíticos a la luz de diversos exotismos. especialmente en ocasión de manifestaciones solemnes (congresos nacionales e internacionales. toda injerencia mítica fue progresivamente desterrada del proceso de construcción de lo que hoy llamamos «ciencia geográfica». sino más bien como una especie de espíritu de la época. También es cierto que este devenir no ocurre igual en todas partes del mismo modo. los conocimientos locales. a la emisión civilizadora» o incluso a la «responsabilidad del hombre blanco». lo que tiene que ver con el mito y las ideologías sociales y políticas que se afirman en el cambio de siglo es bastante comprensible intelectualmente y. De manera más precisa. por ejemplo). 4. cuando se forman los grandes modelos descriptivos de la geografía institucionalizada. 4. con todos sus ecos metafísicos en el Erdkunde de Carl Ritter— va desapareciendo con gran rapidez del horizonte del pensamiento geográfico y prácticamente no tiene peso alguno a finales del siglo mx.Angelo Turco Figuras narrativas de la geografía humana escritorio. alimentada fuertemente. En el curso del siglo XIX. Acerca de las relaciones entre la «nueva misión» y la «nueva geografía». el mismo neo-kantismo «no contradecía en el fondo al positivismo. generan retóricas de aniquilamiento de la otredad. Esta exclusión conduce a una composición discursiva que.2. La exclusión del mito de la geografía institucionalizada Uno de los efectos más importantes de la institucionalización de la disciplina. aún no logrado.?. Al mismo tiempo se registra la paradoja de un empobrecimiento generalizado de la información acumulada y transmitida. sobre todo de origen literario y pictórico (Turco. por encima de todo esto se hallan las exigencias propias de los modelos de conocimiento funcionales a los intereses coloniales y a las estrategias religiosas «de la nueva misión» que. Las simbolizaciones territoriales no son inmediatamente captables y. lo que parece satisfacer los criterios lógicos de 30.. LOS GIROS DE LA GEOGRAFÍA HUMANA 105 . había anclado la descripción de la superficie terrestre. por lo tanto. si no una pérdida de tiempo de la abstracción. Mencionemos también lo que podríamos denominar el efecto perverso del mecanismo de la escala. en la nueva geografía institucionalizada. puesto que ella no se exterioriza en artefactos materiales dignos de atención. eventos emblemáticos (fundación de revistas. preocupada por alinear el discurso de la geografía con los cánones científicos de las demás ciencias sociales. dan testimonio de la existencia de un espíritu inquieto en este sentido. por ejemplo. cabe evocar al menos algunas de las consecuencias de la marginación de la liminariedad en el modelo descriptivo de la geografía institucionalizada. de una visión popular de las tierras lejanas. no interpelan de forma imperativa la conciencia científica del investigador. cada uno a su modo. Turco (2008a). Está aquella afirmación del pensamiento positivista y sobre todo su interpretación por parte de los geógrafos. las hipótesis. la razón mítica no se impone en sí al espíritu del investigador. aun si con frecuencia sea de forma elíptica. 32. a través de una generalización de casos particulares. tanto desde el . a dejar de lado el espacio paratáctico y permitir la reaparición del espacio liminar como ingrediente crucial de la imaginación científica de los geógrafos. inadecuado en relación con las expectativas sociales. Hubbard. en el momento en el cual otras disciplinas académicas practican el juego de la institucionalización a plenitud y se esfuerzan. ignorando las otras categorías causales. Desde este punto de vista. a partir de una serie de axiomas y postulados. el modo de problematizar los procesos territoriales. ésta debe apuntar a la naturaleza de la interrogación (problemática) y. se produce en la geografía una especie de conquista desde abajo de un modelo de producción científica formalizado por el racionalismo crítico y en particular por Karl Popper. por consecuencia. Esto encierra una pérdida de confianza en los modelos descriptivos de la geografía. una hipótesis de trabajo o. Racine y Raymond (1973). que comporta repliegues autorreferenciales y renuncias imaginativas. la minimización de los costos de transporte). según estos autores. en los casos más graves. cuando no racismo abierto). Isnarcl. De esto se deriva que la geografía se reduzca a su fenomenología funcionalista. de hecho. 5. las cosas no eran exactamente de esa manera y la geografía humana. Más bien. Christaller y Loésch expresan representaciones paratácticas. Roger y Sherman (2005). que es el espacio liminar. Weber.' 3 En el campo de las ciencias humanas. y coincide con un malestar territorial que golpea tanto a los individuos como al cuerpo social. se entiende por qué una explicación satisfactoria de la realidad no puede partir de la observación empírica (como en gran medida pretendía el paradigma dominante) y mucho menos a partir de la «simple» modificación de los instrumentos de observación (como sostenía. lo anterior. Es testigo de la inadecuación de la geografía para dar cuenta de las grandes transformaciones de la posguerra. por ejemplo. permanecen dentro de un paradigma dominante teóricamente pobre y. teorías y modelos extradisciplinarios. Es así que inclusive puede ocurrir que lo que en otra disciplina es sólo un enunciado especulativo. una afirmación propagandística. no concentra su atención en el sitio del otro. No hay duda. 1984). incluso en una era tan sensible como la colonialista. estos modelos son ambivalentes. en tiempos bastante recientes. de que los modelos de Von Thünen. se puede empezar a discutir en el contexto de esta nueva visión. por lo tanto.Angelo Turco Figuras narrativas de la geografía humana cientilicidad dictados por el positivismo. a la calidad de las conjeturas elaboradas como respuesta al cuestionamiento inicial (teoría) (Raffestin y Turco. por la otra hacen explícitas las reglas. 1978)» En resumen. haciendo «del otro lugar» una categoría analítica autónoma específica y fuerte de la geografía institucionalizada.lleva a una marginación progresiva de la historicidad y de lo político en el análisis de los procesos territoriales. la revolución cuantitativa). La crisis del espacio paratáctico y el retorno del espacio liminar La crisis del espacio paratáctico comienza a fermentar a partir de la segunda mitad del siglo XX. Hubbard. no puede hallarse una solución a través de ajustes instrumentales que. De hecho. Es precisamente el desplazamiento del focos desde la observación empírica hacia el refinamiento metodológico y desde éste hacia la teoría para llegar. lo que posibilita la critica y su re-escritura. Queremos subrayar con esto que la crisis del espacio paratáctico no es simplemente metodológica. entre las muchas panorámicas disponibles se pueden consultar las recientes de Castres. figura narrativa dominante de la geografía durante largo tiempo. Por otra parte. Sin embargo. cambia el esquema de localización." Lo que importa es ver la forma en que el espacio paratáctico. Entre los primeros y más eficaces manuales que sistematizaron las nuevas articulaciones paradigmáticas de la disciplina se señala el de Bailly y Beguin (2000 [1982]). De hecho. puede no asumirse explícitamente la territorialidad. 106 LOS GIROS DE LA GEOGRAFÍA HUMANA punto de vista teórico como metodológico. 33. sino que se recaban de manera deductiva. una y otro (crisis v malestar territorial) contribuyen a la desintegración del paradigma que ha legitimado toda una primera y larga fase de la ciencia geográfica institucionalizada. sin embargo. Kitchin y Valentine (2004). puesto que consideran sólo las causas «eficientes» de la sistematización aristotélica. no reflexivas. y un intensivo recurso a conceptos. Se hace necesario un cambio de perspectiva. Si se cambian unos (por ejemplo. se observa que en el seno de lo connotativo residual el desempeño (el hacer y el saber hacer) predomina sobre lo simbólico (los fundamentos culturales de la acción territolial). Esta dependencia se efectúa a menudo a través de la activación de estrategias analógicas centradas tanto en elementos físicos (los comportamientos humanos son determinados por el ambiente o se adaptan a él) como en elementos biológicos (racialismo. 31. por ejemplo. Sobre los fermentos intelectuales de la geografía humana. la racionalidad económica) u otros (por ejemplo. comenzando por Ratzel y Vidal de la Blache. Entre los anos setenta y ochenta del siglo pasado. sea importado a la geografía como una teoría bien comprobada. y gradualmente acompaña a la otra gran figura narrativa. la geografía humana se abstiene de participar en el estudio de la cultura de la otredad empleando sus propios medios. Es decir. También se observa en los modelos explicativos de la territorialidad una creciente influencia de los componentes de orden natural. operación sobre la que ha insistido especialmente Claude Raffestin (1976. pero se está obligado a subsumirla constantemente. Por otra parte. No es éste el lugar para evocar estas revisiones paradigmáticas de naturaleza muy diversa. sino que toca lo más profundo de la ideología disciplinaria: por esto. por lo tanto. ese tipo de causalidad produce explicaciones cada vez más banales de los hechos geográficos. en elaborar una problemática «del otro». el intento del cuantitativismo por recuperar los modelos normativos de localización de la tradición alemana presenta aspectos de novedoso interés. con una tendencia a cancelar toda referencia a la dimensión axiológica. que genera —en el interior de la disciplina— una larga temporada de revisión de paradigmas. éstas no se enuncian de modo apodíctico ni tampoco se construyen de manera inductiva. por lo tanto. no podía dejar de ser una geografía política. con un enfoque interdisciplinario. Si se recuerda que en el modelo popperiano la lógica del descubrimiento científico es guiada por la secuencia problemática-teoría-metodología-empiria. Jean-Bernard Racine lleva a cabo una obra pionera sobre este desplazamiento: French y Racine (1971). de la que la «revolución cuantitativa» constituye el evento de mayor ruptura. Esto ocurre de formas cada vez más implícitas y. Una mutación que involucre no sólo la metodología. Racine y Raymond (1981). Kitchin y Valentine (2008) y. Además de la afirmación de ideologías deterministas. Aun si en la visión de los fundadores. LOS GIROS DE LA GEOGRAFÍA HUMANA 107 . sino la misma teoría y todavía con mayor profundidad. No nos podemos sorprender entonces si se va difundiendo en la geografía paratáctica una verdadera ideología científica minimalista. Es en este surco problemático donde se lleva a cabo esa especie de revolución silenciosa que es el pasaje desde el marco conformacional del espacio paratáctico al del espacio liminar. dado que mientras por una parte vuelven rígida la representación. Bastará señalar al respecto que. De ello resulta un debilitamiento de la capacidad de teorización. pero en relación con el cual es necesario medir la pertinencia social. expresa su perenne condición de transición (Entrikin. Un margen posicional. sino que se expresan en una relación que no se halla situada necesariamente de forma unívoca. 4. En lo que nos importa aquí. se une el surgimiento de formaciones sociales del todo inéditas. 2." A la importancia creciente de los nuevos medios y de la red de redes. aun si esto fuera posible? O. Por lo pronto. En resumen. la mutación (la dislocación. también se pueden consultarlos trabajos de Tun Creeswell (2006). que recientemente ha retomado Dematteis (2008). puede haber un sentido liminar en la interfaz entre la acción territorial del sujeto y la de la colectividad. o la posmodernidad o la biopolítica. políticos. En especial fax. Pires (2005). en la dimensión política. 1991). las representaciones dominantes) de una configuración subyacente que espera ser puesta a la luz (depósito de significados. Irrupción de los nuevos medios electrónicos (media) en nuestra cotidianidad. El espacio liminar es el margen entre la superficie y la profundidad: es la remisión explícita al carácter semiótico de los ordenamientos y de los eventos geográficos que se incorporan en el discurso como epifenómenos (los significados. por último. Sobre estos ternas. 5. ¿debe procederse a un relato de la realidad geográfica «móvil» en formas lingüísticamente apropiadas y en consecuencia. En tercer lugar. un horizonte de sentido densamente cargado de valores concernientes a lo sagrado. Simbolización creciente de los procesos sociales. su ambigüedad. 1997. ordenador portátil. El cambio es una inmanencia que incorpora la lógica de la dislocación de la que habla Trevor Barnes (1996). por ejemplo. los actores que participan. es un espacio al margen. Claude Raffestin desde hacía tiempo había llamado la atención sobre la liminariedad de los espacios fronterizos (Raffestin. Sería imposible enumerarlos. no son exclusivos. que al mismo tiempo son procesos científicos. la mera posibilidad. a su vez. diversas transformaciones geográficas más o menos rápidas e intensas a partir de puntos privilegiados —nodalidad. cuya acción territorial no podría relatarse geográficamente siguiendo los esquemas narrativos del espacio paratáctico (Castells. es decir. especialmente importantes para las cuestiones que aquí tratamos. 1974). ciberespacios) con una problemática propia específicamente geográfica. hasta constituir tecnoespacios de relación (ciberpaisajes. al contrario. por ejemplo en un paisaje. 1998). los lugares puestos en juego. Si el espacio paratáctico era el de la permanencia. en una entidad puramente abstracta. La figura narrativa de la liminariedad espacial se enfrenta hoy en día con procesos de gran envergadura. Regreso de la espiritualidad. ¿Podemos contentarnos con «localizar» la relación. va no están todas en su sitio o no están siempre donde se hubiera esperado que estuvieran. entendida como fenómeno no sólo económico. la bibliografía geográfica ha ido creciendo rápidamente desde el número. La mundialización tie- 34. por ejemplo. semiosis ilimitada. el espacio liminar es el de la fragmentación y la recomposición. antes que nada. 35. y a los desarrollos ramificados elaborados por Ffindenburgo Francisco Pires y su equipo en la UERJ. como lo muestra de manera reciente Chiara Brambilla (2009). a la afectividad. 3. y por eso un campo de interacciones basado en el contacto físico: es el caso. La difusión de los nuevos medios se vincula estrechamente a la mundialización. pueden ser liminares aquellos ordenamientos territoriales que ponen en cuestión los órdenes existentes. está el umbral: el espacio liminar puede concebirse como un conjunto de valores críticos que inducen diversas morfogénesis. al mito. entre otras cosas a causa de la intensificación de los dinamismos territoriales. se pueden consultar Pires (2003). su dialéctica. 36. del consumo y de los intercambios simbólicos. 1997) y el libro pionero de Kitchin (1998). como la «sociedad de la información» descrita por Manuel Castells o las nuevas clases creativas descritas por Richard Florida. En este caso. 38. en la innovación que puede llegar a ser más que en el «hecho» que se observa. estos últimos aceleran su adecuación a las temporalidades sociales que. ¿cuál es el contexto geográfico de una relación? Piénsese." sino de un espacio fuertemente estimulado y mutable. Esto abre perspectivas extremadamente ricas para la geografía. cosificada e inmóvil. obedecen a los ritmos de la producción. tecnológicos. que se despliegan tanto en los «hechos» como en los «discursos». aunque vale la pena recordarlos en sus grandes líneas: I. Se trata no va de una realidad telúrica. entre los muchos trabajos. Entre los diversos estudios dedicados al tema. El núcleo duro de esta semántica de la liminariedad es «estar entre» —una betweem ness como diría Nicholas Entrikin— que expresa la importancia relacional de un lugar y. Para tener una visión no conformista de la geografía humana. de la Geographical Review (vol. En especial. tomando en cuenta las condiciones de su surgimiento. en las narraciones geográficas contemporáneas. inaugural de alguna manera. La semántica del término liminar puede dar significado a una gran variedad de fenomenologías que (en espera de alguna teoría general) pudieran ser objeto de conceptualizaciones particulares. de manera más amplia. como la legitimidad. por ejemplo.Figuras narrativas de la geografía humana Angelo Turco Ahora bien. poniendo en juego aparatos conceptuales pertinentes (Retaillé. la des-situación) es un dato estructural que no pode- mos limitarnos a postular o. Las »cosas eternas» del Principito. centros. Liminar. y las formas y las condiciones de su narratividad. remitimos a Turco (2002). círculo hermenéutico). ciudades— que. una extraordinaria revolución tecnológica que en muy poco tiempo ha rediseñado el mundo de la información y de la comunicación." Pero también un margen en muchos otros sentidos. es decir. «Aparición» de estratos de realidad que no se resuelven en un objeto. religiosos y. económicos. en última instancia. en todo caso. sino también por remitir a principios de justicia ambiental o a legitimaciones de contrapoder y mucho más. el territorio se convierte en un verdadero campo axiológico. 37. véase Phillips (2005). a considerar como evidente. lo específico de un mundo en el que las cosas se identifican cada vez menos por su materialidad y. en el poder o. basada en los postulados que se discuten. móvil. En pocas palabras. las fuerzas que intervienen. el espacio liminar es. asumiendo la complejidad. sino totalizador. culturales. es también el conjunto de procesos de los que se ha conservado lo no realizado. hoy ampliamente reconocida. a la multiformidad estética inspirada en las antiguas y nuevas culturas visuales. al mismo tiempo. no sólo en virtud de las relaciones de fuerza. que desde hace algunos anos diversos geógrafos han comenzado a explorar. sin embargo. de una frontera. cuya complejidad reside. 2009)?" 2. peor aún. El espacio liminar incorpora toda la precariedad de una realidad geográfica absolutamente concreta." En segundo lugar. 108 LOS GIROS DE LA GEOGRAFÍA HUMANA LOS GIROS DE LA GEOGRAFÍA HUMANA 109 . mejor aún. También puede ser un espacio liminar el existente entre la actualidad y la potencialidad: la historia y la territorialización no sólo son el conjunto de eventos que se han producido y sedimentado en el suelo. con la multiplicación y complejización de los respectivos programas que interactúan entre sí para formar una «red de redes». En las sociedades llamadas secularizadas y racionales. Sobre las transacciones metafóricas entre el tecnoespacio y el Viejo Mundo. como lo ha mostrado recientemente Christian Grataloup (2007). asociada con la «hiperselección». proteger. defender: y. la crisis de la territorialidad y. obligando a una especie de redefinición permanente de la relación locaUglobal. en la metrópolis elusiva (Lang. habitar ya no comporta la experiencia íntima de la seguridad. La explosión de la cuestión ambiental. «globalitarismo» es la expresión empleada por Milton Santos para indicar los impulsos hegemónicos internos al proceso de globalización. precisamente la «muerte de la geografía». Hoelscher y TUL 2001) sobre este tema de los cruzamientos interdisciplinarios (Light y Smith. simplemente." La recuperación de la capacidad de relatar el espacio liminar pasa entonces a través de una recuperación de la problemática del lugarf Este último debe sustraerse a la insignificancia a la que lo ha relegado el sentido común (todo punto/área de la superficie terrestre es un lugar) para convertirse. la acción política. Se trata de motivos vitales que pertenecen a cada uno de nosotros. puesto que el derecho del ambiente se especifica ahora como un derecho al ambiente (Bobbio. el ambiente se halla a su vez expuesto a erosiones cada vez más violentas. «el estado de ánimo en el que decimos: estoy seguro. si v a no se habita un lugar sino que. por así decirlo. estaba destinada a determinar. Castree (2005). primero entre los estadounidenses. en el cual la vinculación arcaica entre la historia humana y la presencia terrestre se fragmenta o regresa a formas de algún modo preculturales. pero es en la segunda mitad del siglo XX cuando se afirma de manera importante. se manifiesta en Europa de diferentes maneras en las ciencias humanas. de sentirse «absolutamente seguro». económica y cultural (Turco. 2001).' ) Esta conjunción de elementos no puede ser reconducida al marco conformacional del espacio paratáctico. partiendo de la base de teorías adecuadas de la medición: quien piensa en el Tercer Mundo debe saber elaborar cartografías capaces de combinar lo que actualmente parecen ser los dos criterios fundamentales de un tercermundismo duramente enfrentado a los impulsos de globalización: 3» países con escasas posibilidades de negociar las condiciones de su participación en los procesos de globalización. así. 1990): un derecho humano fundamental que. Esto se refleja en los sistemas de representación de los lugares. 1993). a la par del derecho a la paz o del derecho al desarrollo. LOS GIROS DE LA GEOGRAFÍA HUMANA 111 . Además del célebre Vi-Fu Tuan (1977) y de las posturas de los geógrafos «humanistas» (Adams. como puede verse en el trabajo de Peet y Watts (1996). por ser intrínseca a todo proceso. habitar significa preservar. las arquitecturas jurídicas. Esta crisis genera representaciones opacas.Angelo Turco Figuras narrativas de la geografía humana ne una larga historia que los geógrafos están redescubriendo. con ello. Países que experimentan importantes niveles de exclusión social en el marco de los procesos endógenos de modernización política. Como es sabido. Una nueva crítica social comienza a adquirir una «geograficidad» que. se está en algún lado? Tres pistas parecen dramáticamente prometedoras al respecto: la fuga hacia la atopía. como notara Martin Heidegger. aun soñando la topofilia descrita por Tuan (2007). Paul Virilio retorna los temas de la velocidad y de la desaparición. La percepción social. Junto a la crisis de la topía como cualidad territorial. se incluye en las Constituciones de los Estados soberanos (Peces-Barba Martínez. La atopía quizás no sea algo absolutamente nuevo. cabe destacar el esfuerzo de diversos geógrafos. podemos decir que sin un anclaje firme en la base «territorial» (y no simplemente «natural»). Se forman redes de enorme complejidad entre las subjetividades. 1992). tanto en sus componentes como en su funcionamiento. se encuentra inerme frente a los procesos de degradación de la espacialidad. Sus declinaciones actuales asocian la velocidad vla mutabilidad de las relaciones económicas con lógicas extremadamente flexibles en las relaciones geopolíticas e integran cada vez en mayor medida los factores culturales. todo esto se erosiona: el contenido apotropaico del lugar se desvanece. Michel Foucault explora la idea de heterotopía. Oprimida entre valoraciones científicas y telarañas discursivas impregnadas de retórica. 6. en los nuevos marcos del relato geográfico. política o cultural (Santos. cuya mayor consecuencia es la puesta en escena de la «naturaleza social de la naturaleza» y. una extraordinaria manipulabilidad ideológica de las condiciones del habitar y de la mismísima acción política. al final. 40. la pérdida del paisaje. en el análisis de Alvin Toifler (1970). los movimientos colectivos. Massimo Guaini (2006) y Augustin Berque (2009). De hecho. 1998) señalamos los esfuerzos de geógrafos como Ti m Cresswell (1996. cuya naturaleza liminar no puede ignorarse. 1991). 41. Marc Augé plantea el problema de una negación del lugar («no lugar») tanto más radical por estar inscrita en la práctica misma del territorio. La incapacidad de esta figura narrativa para dar razón de la geografía humana contemporánea provoca una especie de pérdida del pensamiento espacial. En particular. Pero. es ese mundo sin calidad evocado por Eleonora Fiorarti (1995). la violencia sobre el ambiente. en su seno. con la crisis de la espacialidad paratáctica. 7. a despecho de la gran atención que actualmente se le dedica o quizás precisamente por ella. nada puede hacerme daño. permanece en un duro enfrentamiento con la geography of nosvhere (geografía de ninguna parte) (Kunstler. exige ser elucidada de forma sistemática. Y bien. angustia existencial. es decir. Sobre la naturaleza social de la naturaleza. La sensibilidad de los geógrafos hacia estos temas se ha manifestado durante mucho tiempo. 2009a). 2003) y en otras situaciones de desasosiego. cuidarse. la cuestión ambiental se inclina ante la bandera del conflicto (Faggi y Turco. En relación con la primera. en un país que se torna extraño par -a sus propios habitantes por efecto de lo que Vance Packard (1972) llama «la ultramovilidad». sean de naturaleza económica. En Francia. la desaparición de algo que Ludwig Wittgenstein ha descrito en una página célebre. por ejemplo. en una cualidad territorial y en un dispositivo de individualización (Turco. Llegando a la tercera pista. se entiende bien de qué forma la necesidad creciente de justicia ambiental que reclama la geografía popular (people's geography) moviliza nuevas articulaciones institucionales e inclusive nuevos procesos de legitimación política. 2009b). 2004). a la cual contribuyen estudiosos tales como Claude Raffestin (2005). la de las racionalidades múltiples y cada vez más heterocentradas que determinan el valor de los elementos localizados. ligada a la primera. privado de alguna manera de su sustancia cultural. Por lo tanto. anotemos que si la utopía es la negación puta v simple de los lugares de la historia. 42. cuando relata dos experiencias que vive a menudo: la «maravilla por la existencia del mundo» y la sensación. La misma crisis que. La crisis de la territorialidad permanece latente en las ciencias sociales de la posguerra y surge durante los años sesenta. operación mucho más ontológica que teórica. los hacen elípticos y francamente evanescentes. pase lo que pase» (Wittgenstein. su desaparición por ininteligibilidad. la eficacia narrativa del espacio liminar pasa a través de la reconquista de la configuración paisajística de la territorialidad. La geograficidad (geographicalness) ya no puede reglamentarse mediante normas jurídicas ordinarias. En resumen. si es que el término «cultura» se deriva del latín tolere. se une la del paisaje. entre los cuales Castree y Braun (1998 y 2001). más que nunca declinado en plural. 110 LOS GIROS DE LA GEOGRAFÍA HUMANA de si no hay nada que preservar. 2004) y Vincent Berdoulay y Nicholas Entrikin (1998). Por su parte. ¿qué suce- 39. hasta determinar su inconsistencia y -. modalidades de convivencia de tipo segregativo y. la desaparición del lugar. Los procesos a través de los cuales actualmente se despliega la mundialización obligan a repensar la cuestión del Tercer Mundo. la atopía proclama el colapso del hombre-habitante que. Se trataría de una filosofía de la acción territorial: una reflexión que confiere la geograficidad de la experiencia humana. no occidentales. Éstos radican en contextos de elaboración muy diferentes que. También es cierto que esta reconstrucción se relaciona con las preocupaciones de la geografía como ciencia social: una ciencia social que quizás decida concentrarse menos en los sistemas de reificación y un poco más en los sistemas de simbolización (Turco. los geógrafos podrían capitalizar ellos mismos filosóficamente su experiencia de investigación. aun cuando lo hagan desde perspectivas diferentes." Por la sustancia misma de sus interrogaciones y a la par de otras disciplinas sociales —como la psicología o la antropología. una crítica sistemática de la razón territorial: 14 43. por ser «culturas de expertos». bajo la pluma de Friedrich Hegel. el pensamiento fundamental que domina a los otros pensamientos «asignándoles su lugar». Este ethos no sólo encuentra alimento en los obstáculos científicos. Parece que a partir de aquí se pueden esbozar al menos algunas de las líneas conductoras de esta filosofía de la acción territorial. una suerte de transdisciplinariedad crítica que tiene poca relación con las tradicionales reivindicaciones normativas de la geografía. en el aire. La primera tiene que ver con la ética del discurso geográfico que podría presentarse como defensora de las tesis universalistas sobre la utilización de la naturaleza socializada y. La reflexión filosófica. como todos— sino más bien asumir responsabilidades públicas en el desarrollo de las discusiones. si bien es cierto que existe un tournant géographique en las ciencias sociales. 1996. en relación con los conocimientos geográficos tradicionales. el estatuto humilde pero precioso de «sustituto provisional» de las teorías empíricas que plantean. la sociología ola ciencia política— la geografía podría producir por sí misma la reflexión sobre el elemento filosófico que ella incorpora: junto a las incursiones en la filosofía de loS filósofos que nos cuentan cosas a veces interesantísimas sobre el espacio. como nos lo recuerda de manera oportuna Claudio Minca (2006). una práctica tanto cotidiana como proyectual. 44. sobre este tipo de base. como modalidad de comportamiento social. como lo es la territorialidad. en relación tanto con la gestión individual y colectiva de la cotidianidad como con la elaboración técnica y política del horizonte proyectual. David Harvey. la metáfora ritteriana del camino del sol. más bien. al estatuto ontológico del lugar o del paisaje o del ambiente. por ejemplo. Augustin Berque. y recordamos qué pudo 112 LOS GIROS DE LA GEOGRAFÍA HUMANA En resumen." Ignorar este desafío significa ceder a la tentación de administrar una suerte de renta disciplinaria: la geografía existe. religiosa o de otro tipo. acaba por conducir hacia la inanidad y/o el mantenimiento más o menos subrepticio de las representaciones tranquilizadoras y de los modelos de análisis del espacio paratáctico. En un contexto tan «garantizador» como el de la ética del discurso parece que pueden volver a proponerse las interrogantes de un interés profundo relativo. Por otra parte. Esta renta disciplinaria. por usar la expresión de Augustin Berque (1996). 47 Esto ocurriría sin enmascaramientos científicos. en efecto. si tardan en ponerse sobre la mesa. Denis Cosgrove. el paisaje y también. finalmente reconocidos y asumidos como tales. queda sin embargo una filosofía de la acción territorial que está particularmente interesada. Es precisamente aquí donde resulta totalmente pertinente el alegato de Jürgen Habermas sobre la función «vicaria» de la filosofía frente a las ciencias humanas (Habermas. Esto los coloca frente a frente con el carácter estratégico del conocimiento territorial. Una tercera línea se vincula con toda una serie de estudios que tienen que ver con la reconstrucción de los procedimientos a través de los cuales se ha llevado a cabo la territorialización en el marco de las sociedades. [N. por lo tanto. capaz sin embargo de desarrollar en su seno también una suerte de filosofía de la acción. 45. del Ti Proteiforme en tanto puede adquirir múltiples formas. Hoy como nunca. política. la geografía merece entenderse y asumirse de manera explícita como un intento intelectual. Claude Raffestin. 1999). La acción territorial. 46. Una segunda línea conductora tiene que ver con una función de mediación cultural. el territorio. el esfuerzo de conferir una coherencia narrativa al provecto concluyente del hombre: habitar el territorio. sino que se refuerza gracias a una creciente reflexión de los geógrafos sobre sus propias prácticas. David Harvey ha escrito páginas profundas sobre este tema (Harvey. económica. geógrafos como Gunnar Olsson. La ética del discurso permitiría a los geógrafos no tanto tomar decisiones morales —lo que ya están haciendo. pero con la fuerza de su estatuto relativamente débil de discurso práctico. Giuseppe Dematteis. Una ciencia social. en este campo. el problema de los fundamentos o que corren el riesgo a cada instante de caer en la trampa de los escepticismos. un continente tan viejo como poco sabio. por así decirlo. si su pretensión de hacer planteamientos en términos formalmente ortodoxos se adopta a ultranza o. a la cual los geógrafos no pueden sustraerse." Esto conduce a saber reconocer los núcleos universalistas de problemáticas que pueden elaborarse de manera empírica y desarrollar. 2003). es antigua. tienen un peso difícil de olvidar. esta filosofía de la acción territorial reflexiona sobre los problemas de valor planteados por una práctica espacial embebida de memoria histórica. digamos. sin embargo. configuraciones plurales de una matriz común. no puede reducirse a su perfil instrumental ya que existen otros perfiles que entran en juego con fuerza. A esta pulsión parasitaria se opone un auténtico ethos geográfico que entra en la connotación misma del toumant (giro) del que estamos hablando. sobre la naturaleza íntimamente espacial del pensamiento. Ésta habrá de asumir. Lopreno y Pasteur (1995). que finalmente significa «ser humanos sobre la tierra». Sabemos en qué se convirtió. LOS GIROS DE LA GEOGRAFÍA HUMANA 113 . podría haber llegado el tiempo de imaginar la geografía como una disciplina empírica. También debe decirse que. sin embargo. tanto individual como colectiva. sean éstos de base étnica. Pero también sabemos que pensar espacialmente la mutación social es una obligación arriesgada. en enfocar las bases comunes sobre las que se desarrolla históricamente el proceso hacerse con las interrogantes de Friedrich Ratzel sobre las búsquedas a ciegas de la modernidad. ambiental. transmitidas por las retóricas de su doble naturaleza «física» y «antrópica». Más allá de los resultados científicos. Junto a este ethos se puede evocar una perspectiva ulterior que el toumant (giro) abre a la geografía: la naturaleza profundamente filosófica de una territorialidad que flota sobre la misma definición del ser humano y de las condiciones de despliegue de su sociabilidad. Es el horizonte sobre el cual se mueven. De hecho. evocadas por David Harvey (1998 [19901) y por Raffestin. En términos habermasianos esto significa un discurso concerniente a cuestiones de justicia y no de verdad. no es menos cierto que todos estos lenguajes y conocimientos se ignoran recíprocamente. la geografía se halla hov en día frente al desafío de un cambio tan rápido como proteiforme. sobre el territorio. de ninguna manera se comunican entre sí. en su calidad de actores capaces de organizar discursivamente una reflexión sobre: I) el punto de ruptura «del acuerdo normativo» garante de cierto equilibrio socio-territorial dado: nos referimos a la injusticia ya no tolerable socialmente. Yi-Fu Tuan. aun estando. una filosofía de la acción territorial A la par de las otras ciencias sociales. los episodios que se han aireado en Europa. es importante y tanto peor para aquel que no lo tenga en cuenta. abandonaría su rostro imperial de plarzaniveiser. 2) los procedimientos capaces de garantizar la reglamentación consensual de una materia social tan opinable como los conflictos territoriales. 47. aún de manera más sencilla. según la convención kantiana.Angelo Turco Figuras narrativas de la geografía humana 6. 2003). BORCA. Roma: Societá Geografica Italiana. Baltimore: Johns Hopkins University Press. Theoty. Culture et savoirs géographiques en Italie au XTV siécle. Denis (ed. Géographies des colonisations: W-xx siécles. Paul (1998). Numa (1975). Géographies plurielles. the Athenian Empire and the Aegean World. La géographie des humanistes. Steven HOELSCHER y Karen TILL (eds. DODDS. CASTELLS. Turín: L'Harmattan Italia. de diversas escalas. 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PARTE SEGUNDA . ahora denominada darvinismo generalizado como una forma de diferenciarse del evolucionismo social que predominó en las ciencias sociales durante las primeras décadas del siglo XX (Aldrich. 1990. sobre la articulación entre las estructuras y la subjetividad de los actores. que tanto una como otra han compartido dentro de los debates en las ciencias sociales. México La geografía económica en particular está inmersa en el giro institucional (Amin y Thrift. 1993. instituciones. 1997. Hodgson et aL. Cumbers. al mismo tiempo que retoman las tradicionales preocupaciones de vinculación del territorio. Amin. 2003) y en el giro evolucionista (Boschma y Frenken. 2005). LOS GIROS DE LA GEOGRAFÍA HUMANA 123 . 2006.' En este contexto. Esta propuesta se ha apoyado en la teoría de la evolución. Thrift y Kris. Desde la sociología económica.APRENDIZAJE COLECTIVO. REDES SOCIALES E INSTITUCIONES: HACIA UNA NUEVA GEOGRAFÍA ECONÓMICA Rocío Rosales Ortega Universidad Autónoma Metropolitana. gobernanza industrial y empresarialidad. 2001. el presente capítulo organiza toda su argumentación con base en la compleja configuración que se produce entre el análisis epistemológico del mercado —esto significa la explicación de los supuestos que lo conforman—. Dalziel e Higgins. 1996). los trabajos de Hodgson han elaborado una propuesta más interdisciplinaria desde la perspectiva de estudios de la complejidad. Y estos dos giros están contribuyendo a ello notoriamente. Ambos están trayendo el resurgimiento de debates que habían quedado inconclusos tiempo atrás. La reflexión sobre los nuevos caminos de la interrelación entre la geografía y la economía requiere cada vez más una discusión de mayor profundidad teórica que permita comprender los supuestos epistemológicos y ontológicos. Amin. la geografía económica nuevamente encuentra un ámbito fructífero para replantear novedosas formas en las que el espacio interviene en la articulación de la acción económica. la economía y la sociedad (Granovetter. el análisis ontológico de los sujetos que configuran ese mercado y la epistemología espacial que se vincula a esas nociones de mercado e individuos. 1. Swedberg. 2008). 2001. 1999. McKinnon y McMaster. Por parte de la economía institucional y evolucionista. En este sentido. Éste es el caso de conceptos tales como el de aprendizaje colectivo. El surgimiento de nuevos conceptos en la geografía económica actual sólo se puede comprender cabalmente en el contexto de la discusión teórica sobre los giros epistemológicos y ontológicos que han ido conformando las ciencias sociales. el trabajo de Granovetter y las investigaciones más recientes de Swedberg han elaborado una reflexión mayor sobre la vinculación entre la sociedad y la economía. Jessop. lztapalapa. redes sociales. 2. un mercado que funciona en términos abstractos y universales ya que las leyes de la oferta y la demanda. LOS GIROS DE LA GEOGRAFÍA HUMANA 125 . capital y redes sociales. se produjo cuando los geógrafos se apropiaron de los principios que sustentan el positivismo que largamente dominó en las ciencias sociales (Claval. el tiempo y el espacio desaparecieron en toda la explicación. Gómez. aun cuando Polanyi ya observaba el mercado como una institución. Para aplicar la propuesta positivista al ámbito geográfico. En el cuarto apartado se analizan dos de las problemáticas que ha abordado la geografía económica. En términos epistemológicos entendió el mercado como el ámbito por excelencia del encuentro entre la oferta y la demanda. se estudia por un lado la empresarialidad entendida como la acción de los actores emprendedores capaces de transformar su entorno y. El giro positivista en la geografía económica El fortalecimiento de la geografía económica como disciplina científica que superaría la tradición descriptiva. En gran medida resulta paradójico que la geografía económica recurriera a la economía espacial y a la sofisticación de los métodos cuantitativos para asegurar su carácter científico cuando. del contexto histórico y por lo tanto independientes de los intereses de los diversos grupos sociales. el concepto de embeddedness (incrustamiento) desarrollado por Polanyi ha sido ampliamente recuperado en los trabajos clásicos de Mark Granovetter (1985.Rocíe Rosales Ortega Aprendizaje colectivo. la gobernanza industrial como una forma de articulación de la cooperación y la asociación entre productores en diferentes escalas. ambos 124 LOS GIROS DE LA GEOGRAFÍA HUMANA económica representados por las ciencias naturales y la lógica matemática. Hess. por lo tanto. el positivismo se constituyó en la visión epistemológica predominante en la geografía en general y en la geografía económica como su mejor expresión. 2001) y el estudio de las instituciones en el funcionamiento del mercado? 2. estables y universales. Al elaborar analíticamente con tal nivel de abstracción los procesos económicos. 2006). d) la búsqueda del conocimiento a través del reconocimiento de leyes universales o explicaciones generales (Gregory. 1. Pearce. De esta forma. Desde la sociología económica. el positivismo desarrolló la idea de que la realidad estaba al alcance de los sentidos. así como de la libre competencia. manteniendo de igual forma el supuesto del individualismo metodológico (Strassman. las rutinas. Burles. en el estudio de las instituciones. En este sentido. En términos ontológicos. El giro cultural: diálogos entre la sociología y la geografía económica En los debates sobre la explicación de las formas de organización del mercado en la sociedad y del papel de los individuos en el mismo. Así. redes sociales e instituciones: hacía una nueva geografía Los giros epistemológicos. así como también el supuesto del intercambio contractual entre individuos autónomos (al menos parcialmente). En la búsqueda de la separación de la ciencia y la filosofía. b) que la misma podía conocerse por medio de principios de comprensión igualmente fijos. Esto permitió unificar a la geografía en torno a los siguientes elementos comunes: a) la percepción de la realidad como elemento externo e independiente del sujeto cognoscente. 2006). por otro. Ésta es una referencia a un cambio previo pero que se requiere revisar para presentar la situación actual. las normas. Rosales.. 1981. 2008. el empírico y el lógico. la organización y el cambio de las instituciones económico-sociales que definen la vida de los territorios. neutral y científico. adquiría un estatus menor. Como se mencionó anteriormente. los cuales han convivido en una tensa interrelación entre las exigencias de la comprobación empírica y la elaboración de explicaciones universales con base en la lógica racionalista (Hughes y Sharrock. 1998). 2004). 1999). las actividades económicas fueron reducidas a fenómenos susceptibles de localización y representación en modelos matemáticos y gravitacionales con ayuda de la física. el costo de ello era la desaparición del espacio del horizonte analítico o. 1990). 2004. 1999). En cambio. Como propuesta filosófica social incluye diversas tradiciones como el empirismo. así como c) la separación entre la mente y la materia. que ha llevado a la redefinición de los temas de estudio de la geografía económica a través de conceptos como el de embeddedness. los hábitos. dos perspectivas han sido fundamentales para la sociología y la geografía económica: la tradición marxista (y neomarxista) y el trabajo fundacional de Karl Polanyi mediante su clásica obra /zr gran transformación. simultáneamente al apropiarse de esos principios teóricos. En el tercer apartado se explican y analizan los debates producidos por el giro institucional y evolucionista que se está presentando en las ciencias sociales y a los que la geografía económica no puede mostrarse ajena. representada por la geografía económica estadística y comercial. el aprendizaje y. los geógrafos se encargarían de argumentar a favor de la investigación empírica y causal (Ortega Valcárcel. se apropió del concepto del Horno oeconomicus y explicó el comportamiento humano con base en el principio de la racionalidad maximizadora. ontológicos y espacial configuran así el mapa conceptual a través del cual se presenta la forma en que la geografía económica de hoy en día se interesa crecientemente en la comprensión de las motivaciones. e) y el distanciamiento entre el lenguaje de sentido común y de la cotidianidad de los sujetos para constituirse en un lenguaje objetivo. conocimiento tácito (Gertler. el conocimiento y la verdad. 2001). En un quinto apartado se presentan las reflexiones finales sobre los cambios más importantes que está experimentando la geografía económica en comparación con los temas y metodologías que se abordaban a mediados del siglo pasado. en el mejor de los casos. el positivismo reconoce dos formas de conocimiento. yen las cuales el papel de los actores y su contexto histórico-social adquiere mayor relevancia. tanto sociólogos como economistas ubican en primer lugar la obra de Thorstein Veblen (Gallino. eran concebidas de manera libre de la política. y por lo tanto era posible establecer una clara diferencia entre el hecho y el valor como principal argumento a favor de la objetividad de la investigación científica (Rosales. En este camino. el primer apartado del capítulo realiza una muy breve presentación de las principales características que consolidaron la presencia del giro positivista en la geografía económica analítica a partir de los años cincuenta del siglo pasado. 2003. b) la relación directa entre la validez. el racionalismo y el naturalismo. 2000. Cabe recordar que los principales fundamentos filosóficos que nutrieron al positivismo indicaban: a) que la naturaleza es fija y estable. En un segundo apartado se presentan los debates y el diálogo entre la sociología económica y la geografía a fin de mostrar la presencia del giro cultural actual. las prácticas y los contextos que fomentan la innovación. 1984. 2004). La geografía económica que surgió en los años cuarenta y cincuenta compartió los supuestos ontológicos y epistemológicos de la economía neoclásica que se había ido conformando en el seno del positivismo. que ha enriquecido el bagaje conceptual de las ciencias sociales con el desarrollo y reflexión del concepto embeddedness (Ettlinger. la geografía económica se acercó más a las discusiones sobre la interrelación de la sociedad y la economía a través del análisis de las redes sociales y las instituciones. Nogué y Rufi. 1990): de esta forma el espacio quedaba reducido a un elemento determinado y configurado por la economía. En el contexto de la crisis económica mundial de los años setenta y ochenta. en la medida en que éste surge en el contexto de la crisis del fordismo y de la organización del sistema de acumulación flexible en donde los mercados de trabajo. Polanyi se diferencia de la tradición marxista en la medida en que presta mayor atención a las formas de interrelación entre el mercado. por la epistemología genética de 126 LOS GIROS DE LA GEOGRAFÍA HUMANA LOS GIROS DE LA GEOGRAFÍA HUMANA 127 . Para una breve revisión de los debates sobre el tema de las escalas. de tal manera que asume una actitud más abierta ante las demás disciplinas sociales y en particular se involucra en el análisis de las implicaciones espaciales de conceptos tales como embeddedness. continuó sobredimensionando el papel de la economía sobre la sociedad y el espacio. 2001: 20). la economía y la sociedad. 2000. temas que este campo de la geografía fue profundizando de manera paralela a lo que ocurría en la sociología económica (Thrift y Olds. que desarrolló en el estudio de la diversidad latinoamericana. dos tendencias contribuyeron de manera importante en la conformación de una geografía económica con carácter crítico:' la propuesta de sistema-mundo de Immanuel Wallerstein y el estudio de la división espacial del trabajo impulsado por Doreen Massey (1984). la geografía económica. fue posible reconocer la diversidad de formas de expresión de la relación entre el espacio. consideró que el nivel local —en relación con la escala global— podía proporcionar elementos para la comprensión de las variadas formas de organización económica que los grupos sociales recreaban en sus territorios. que la geografía económica crítica intentó desarrollar. En gran medida. para contribuir en la conformación de una visión del espacio como producción social. Se debe tener en cuenta que esta última cuestión hoy en día es uno de los principales temas de discusión en las ciencias sociales. el materialismo histórico geográfico (Soja. entre otros (Thrift y Olds. véase Brenner (1998. 6. en el proceso de cuestionamiento de la epistemología del mercado elaborada desde la economía espacial. Así es como también se genera un interesante debate acerca del carácter cultural o económico de la misma geografía económica (Thrift y Olds. Por un lado. la geografía crítica se nutrió más profusamente de tradiciones filosófico-humanistas que permitieron elaborar debates epistemológicos sobre el papel del espacio en la conformación de los procesos sociales. Amin y Thrift. Una excepción a esta tendencia se observa en los trabajos de Milton Santos (1996. Una línea de investigación que se derivará del análisis de los procesos estructurales y sus expresiones territoriales y por lo tanto particulares. en la diferencia. a través del estudio de la división internacional del trabajo. La incorporación del eje temporal permitió comprender la diversificación de las formas y las características que los mercados adquirieron en los diversos momentos históricos.Aprendizaje colectivo. A partir de esta propuesta. 2004). De esta forma se conformaron los locality studies o estudios de localidades. Sus características principales se encuentran definidas por algunos resultados de la psicología de la percepción. la geografía económica se desarrolló en dos direcciones principales. 1996. Por otra parte. sino que también recuperó la tradición del constnictivism& social que impulsaron dentro de la sociología del co5. La geografía económica conformada con base en el materialismo histórico incluyó la perspectiva temporal y. 2001). leung. Ettlinger. Han:ey (1998) analiza el posmodernismo como una lógica cultural del capitalismo tardío. de tal manera que las conformaciones territoriales devenían en simples reflejos de las estructuras económicas. En este sentido. Marston (2000) y Paasi (2004). 1996). Méndez. 1996. 4. que generaban nuevas formas de división espacial del trabajo (Santos. redes sociales e instituciones: hacia una nueva geografía económica Rocío Rosales Ortega Aunque ambas perspectivas coinciden en el papel fundamental de la historia para la explicación de los cambios que experimentan las sociedades en sus formas de organización de la vida económica. los actores y el papel de las instituciones en la regulación de la actividad económica. 1997). 8. Hess. La geografía económica de los años ochenta y noventa (influida por la llegada del posmodernismo a las ciencias sociales)? se interesará en profundizar el estudio de la espacialidad de las interacciones sociales que configuran y particularizan los territorios. Sin embargo. A partir de estas dos tradiciones. el concepto de escalas deja de entenderse como una noción de carácter técnico (la relación proporcional entre la realidad y la representación cartográfica) para constituirse en una expresión de la inter-elación de diferentes instancias de organización territorial de una economía organizada a nivel mundial (Méndez. 2001). 1989). será el desarrollo de las po3. Ambas perspectivas de estudio prestaron atención a los cambios en la organización de la producción. discurso geográfico en las ciencias sociales. 2000). los productos y las formas de consumo se vinculan de manera más compleja. la geografía económica establece un estrecho diálogo con la sociología de Mark Granovetter. Ortega (2000) reconoce que la llegada del posmodemismo implicó el cuestionamiento de las seguridades teóricas de la modernidad. Debido al carácter histórico de la propuesta marxista fue posible reconocer la combinación de diferentes formas de organización de la producción. Polanyi (1992) desarrolló explícitamente una argumentación mayor sobre los hombres y su organización social ante las nuevas formas de configuración de la vida económica representada por el capitalismo. 1997. en consecuencia. se desarrolló una concepción del espacio como reflejo de la economía (Santos. encontramos la geografía radical que se fundamentó en los principios del materialismo histórico. A diferencia de la geografía radical que recuperó el carácter político del marxismo dentro de la disciplina. capital social y redes sociales. De esta manera se abrió un margen de reflexión sobre el papel político y cultural de los actores sociales. 7. la escala es considerada más como una expresión teórico-metodológica de las interrelaciones de los procesos económico-espaciales que como una representación proporcional de un recorte territorial. lo individual. Los antecedentes del constructivismo parten desde el idealismo de Kant y el neokantismo así como desde su forma historicista con Vico y Hegel. con diversas estructuras espacio-temporales (Ortega. De esta forma. principalmente durante los años sesenta y setenta. Howitt (1998). 2000.' En su intento por incorporar la diversidad socio-espacial de los procesos económicos. 2001. la sociedad y la economía. En otros términos. 2003. Martin y Sunley. 2000) quien desde la geografía crítica destacó por su argumentación a favor de una relación interdisciplinaria tencialidades metociológicas del concepto de escalas. el estudio del proceso de conformación e interrelación de las escalas proporciona mayor flexibilidad a las variadas formas de inten-elación que los territorios pueden tener en diferentes etapas del tiempo : 6 En síntesis. así como un mayor acento en lo local. Mientras que en la década de los años ochenta y noventa. el materialismo histórico geográfico presentó un cambio tnndamental en la explicación sobre la organización del: mercado y el papel de los individuos en la constitución de la vida económica. quien no sólo continuó desarrollando la reflexión que Polanyi había iniciado con relación a la vinculación de las formas de vida social la organización de la economía a través del concepto de embeddedness.' En este sentido. aspecto que contribuyó a replantear el entre el espacio. una fábrica de lugares (Lévy. En gran medida. Gregory y Smith. El concepto de capital social continúa generando múltiples debates en torno a su definición. de las ciencias cognitivas y la sociología del conocimiento representados por el programa fuerte de David Bloor y Barry Barnes (Abbagnano y Fornero. A diferencia de la económica ortodoxa. demostrándose que puede generarse una gran heterogeneidad de interrelacio9. finalmente termina de vincular las reflexiones sociológicas con las expresiones territoriales que implicaron el estudio de los distritos industriales italianos. explicación y tratamiento metodológico. Por otra parte el análisis de las redes y los flujos en la geografía se ha convertido en un camino metodológico imprescindible para comprender la unidad del mundo y la diversidad de los lugares 1 0 El estudio de las redes sociales tiene diversos antecedentes y caminos para la investigación geográfica. esto es. Para una revisión más detallada de las múltiples connotaciones que se le pueden dar a la palabra embeddedness y. Esta veta de investigación que se desarrollará en la sociología económica. el mismo Polanyi llega a utilizar el concepto de disembedded. Así también. capital v redes sociales. El trabajo que desarrolla John R. coinciden en la explicación de la experiencia de los distritos italianos a través de la particularidad de los elementos no-económicos que se expresan en la estructuración de un territorio. Según Jacques Levy. para referirse a la posibilidad de que el mercado y la organización del trabajo. Así se llegó a afirmar que el estudio de la economía es una construcción social (Swedberg. Garófoli). Este concepto de capital social fue previamente elaborado por Bourdieu (1997) y Coleman (1990). a un tiempo rápido y un espacio más extenso que se impulsa bajo la globalización. En este sentido. En esta misma dirección. Para este autor. 2003: 155). y que Geoffrey Hodgson retorna. 2001). la sociología económica argumentará que la actividad económica es una de las diversas formas de acción social que realizan los individuos y-. las normas de reciprocidad. Berger y Thomas Luckmann con su obra clásica La construcción social de la realidad. 10. Santos. para el realismo crítico de Bhaskar es necesario recuperar para las ciencias sociales el análisis de la dirección de la causalidad en la explicación. titulado El mercado como construcción social. también considera la existencia de múltiples nacionalidades y motivaciones que dirigen el actuar de los mismos. los trabajos desarrollados por sociólogos (Bagnasco y Triglia) y economistas italianos (Beccatini. el auge del giro institucional y evolucionista en las ciencias sociales se encuentra engarzado con los debates filosóficos del realismo crítico impulsado por Bhaslcar. 2001) en donde se contextualizan las percepciones de los individuos. así como de las dificultades para identificar las relaciones causales que lo generan (Herreros. los sistemas productivos locales y los procesos de innovación se convierten en el principal eje de investigación de la geografía económica desde una perspectiva multidisciplinaria en donde las formas de organización económica se analizan con base en los cambios en las relaciones socio-territoriales. El estudio de las formas en las que la acción económica se estructura en cada territorio se convertirá en el tema central de la geografía económiJean Piaget.Rocío Rosales Ortega Aprendizaje colectivo. la mundialización debe considerarse una topogénesis. Hacking. Peter L. 2000). Por un lado. que se expresa por ejemplo en la organización del transporte. ya sea debido a la relevancia de los procesos cognitivas o a los marcos institucionales (marcos materiales según Hacking. de esta forma. 2000: 480. Searle argumenta en contra de la idea de que todo es socialmente construido (lo que define como construccionismo universal) y establece la diferencia entre procesos que son ontológicamente subjetivos y los que se pueden denominar epistemológicamente objetivos. 2006). el capital económico. 1999. el capital social puede entenderse como el conjunto de redes sociales que un actor puede movilizar en provecho propio. Por otra parte. 1997). En la geografía económica uno de los problemas de investigación clave consiste en comprender y explicar la interrelación entre los procesos individuales y colectivos que generan aprendizaje e innovación. se apoya en un cambio epistemológico sobre la explicación del mercado. 2008) así como el trabajo de Peter Berger Y Thomas Luckmann ([19681 2001). La diversidad de fuentes que alimentan esta tradición ha dado lugar a un continuo debate sobre el peso que debe darse a las percepciones generadas por los individuos. El concepto de embeddedneys (usualmente traducido al español como incrustado o insertado)° que utiliza Polaroi surge en el contexto de explicación de la forma en que las relaciones económicas se encuentran inmersas en un contexto histórico social como la economía pre-capitalista. se encuentran las referencias al carácter predominantemente material de las mismas. el capital cultural y el capital social. el trabajo de Arnaldo Bagnasco (1988). De manera tal que las redes han transformado sus formas de expresión de un tiempo lento y un espacio quizás más acotado. 2002. sobre todo. para continuar preguntándose sobre la dirección causal de los procesos sociales y por lo tanto acerca de la relación entre las instituciones y los individuos que dirigen el cambio social. En general. Le construcción de la realidad social. 2003). en el capitalismo. y que la geografía económica compartirá. véase Gómez (2004). En el proceso de configuración de las redes se combinan sus características. La extensión del paradigma constructivista en las ciencias sociales y también permeará la geografía económica: los mercados se explican así con base en la diversidad histórico-cultural en la que se configuran. De esta forma. el concepto de capital social comienza a tomar un papel destacado en las ciencias sociales por su potencialidad para abordar aspectos que no habían sido analizados durante el auge del positivismo en las ciencias sociales. redes sociales e instituciones: hacia una nueva geografía económica nocimiento. 128 LOS GIROS DE LA GEOGRAFÍA HUMANA cuy se desarrollarán las implicaciones espaciales del concepto embeddedness . En el proceso de explicación de la forma en que la economía capitalista parece convenirse en un sistema con reglas propias. Una de las más importantes críticas que se dirigen al constructivismo consiste en el carácter relativista del conocimiento (Hughes y Sharrock. Gran parte de las diferencias en torno a su definición parten del carácter más individual o bien más estructural. parte precisamente de analizar la forma como a través de la historia y la acción colectiva se definen instituciones que enmarcan o circunscriben las percepciones y formal de actuar de los individuos. Tanto las redes materiales como las sociales son interdependientes y se transforman en el tiempo y el espacio de acuerdo con el medio técnico-científico. los distritos italianos. LOS GIROS DE LA GEOGRAFÍA HUMANA 129 . tales corno la confianza. Se abandona la visión atomizada del individuo y el espacio. adquieren para generar sus propias reglas. Ostrom. las reglas formales e informales o las instituciones (Ostrom. así como en un cambio ontológico sobre el papel de los actores en la organización de la vida económica. La relación entre el individuo y el espacio comienza a ser concebida como el producto de la construcción de formas de interacción socio-espacial contextualizadas.. se encuentran las aproximaciones que destacan el carácter virtual o intangible de las redes sociales (Johnston. en donde su definición sustantiva se apoya en la desigualdad y por lo tanto en la competencia por los recursos. las redes y las formas de participación civil. Parte del problema teórico y social que se expresa en la comprensión y análisis del capital social se produce principalmente por la dificultad en encontrar un equilibrio entre el mercado y la sociedad en el contexto de las sociedades capitalistas. Searle (1997). para las implicaciones teóricas del mismo. Bourdieu fue quien primero identificó tres tipos de capital que los actores sociales se esfuerzan por controlar y acumular. la cooperación (acción complementaria orientada al logro de objetivos compartidos de un emprendimiento común). Desde la perspectiva desarrollada por la economía política espacial. que se fundamenta en el trabajo de T. 1990). ontológicas y metodológicas sobre el concepto de institución. 3. o un conjunto de ellas. el estudio de las cadenas globales de mercancías (Global Commodities Chains). es necesario reconocer que todavía hoy en día no contamos con una geografía económica institucional y evolucionista completamente articulada. y así estudia. El giro institucional y evolucionista El interés por el estudio de las instituciones tiene una amplia trayectoria de discusión en la geografía económica. tecnología.B. a partir del esclarecimiento de los supuestos ontológicos y metodológicos que definen las instituciones es como se puede evaluar el tipo de geografía económica-institucional que se está planteando. Ante este conjunto de múltiples y variadas propuestas de análisis institucional. que significa el predominio de las formas de organización del trabajo. de las cadenas de valor (Global Vahee Chains) y de la gobernanza industrial." De esta forma. De hecho. Para el análisis espacial de las redes. las redes débiles se pueden observar como una vinculación con otros grupos sociales que proporcionan mayor fluidez y flexibilidad a las relaciones sociales. mediante los aportes de Granovetter y Swedberg.Aprendizaje colectivo. comerciales y sociales entre empresas globales y locales. En toda red existen variadas posiciones —competencia y complementariedad— ocupadas por los diversos espacios contenidos en el territorio (Semitiel y Noguera. tuvo el mérito de 130 LOS GIROS DE LA GEOGRAFÍA HUMANA i nco rporar el estudio de las instituciones como producto de la interrelación entre los intereses económicos y los sociales. Dentro de la perspectiva del análisis de redes. las dos últimas con una fuerte expresión territorial. 2000). los grupos sociales y los lugares. relacionado con la organización de la estructura macroeconómica. social y político (Lipietz y Leborgne. las múltiples interrelaciones de las instituciones sociales en la vida económica. a saber: a) el paradigma industrial. las redes territoriales favorecen la cooperación entre los territorios en la medida en que sus interrelaciones se fortalecen dentro de un contexto regional. una tercera vertiente sobre el estudio de las instituciones se ha producido en los últimos 20 años por la relación que la geografía económica ha desarrollado con la economía y la sociología. Así también. reconociendo así la diversidad de formas de articulación territorial de los modos de regulación social (Martin. ye) el modo de regulación que se refiere a las normas y reglas institucionales para articular el funcionamiento económico. Esta teoría parte del análisis de tres aspectos sustantivos de la regulación de la actividad económica. Además de la estructura vertical u horizontal. De esta forma. Otra vertiente de institucionalismo que se desarrolla desde la ciencia política también está teniendo cierta presencia en la geografía económica. Las primeras son el resultado de una fuerte convivencia de larga duración en un mismo lugar. y por lo tanto estática. redes sociales e instituciones: hacia una nueva geografía económica Roció Rosales Ortega nes materiales (infraestructura. 2000: 241). Amin (2001). En tanto que las horizontalidades se refieren a las relaciones de cooperación. dificulta la apertura y vinculación con otros grupos de interés. En cambio. Según Granovetter (1973). Así también. asumimos que es necesario prestar mayor atención a las discusiones que se han producido sobre las instituciones para así comprender las diferencias epistemológicas. los grupos y los lugares distantes. encontramos que la economía institucional se puede diferenciar entre un «viejo» y un «nuevo» institucionalismo. Esta diferencia se fundamenta en la explicación que cada propuesta tiene sobre las instituciones. encontramos que la economía institucional. adoptada por la geografía económica para estudiar los diferentes modos de regulación social que se producen en distintos territorios (Jessop. las instituciones se explican como sistema de reglas sociales que estructuran las interacciones sociales y que se encuentran en continuo proceso de conformación (Hodgson. que también es expresión de relaciones de poder: Así también las redes pueden clasificarse como redes hierres y redes débiles. también es necesario estudiar la organización institucional de la política así como las relaciones de poder que se expresan en las instituciones económicas. Finalmente. a diferencia de la economía neoclásica. En el caso del «viejo institucionalismo». organizaciones— entre los que se registran flujos que definen determinadas estructuras que evolucionan. Al igual que las redes sociales. productivas y comerciales) v sociales (viejos y nuevos grupos sociales de pertenencia) que fomenten la conformación de la diversidad espacial. Una segunda vertiente de análisis institucional se desarrolló con el reconocimiento de la importancia de lo «socio-cultural» en la geografía económica. Veblen y que Hodgson recupera. 2001). En gran parte. Por lo tanto. los estudios sobre los distritos industriales italianos dirigieron la atención al estudio del contexto socio-cultural para la comprensión de las formas de organización de la producción y del trabajo en distintos territorios. que al mismo tiempo que favorece la comunicación y el logro de objetivos comunes. expresa las diversas conformaciones de redes productivas. que 11. es posible identificar tres principales vertientes. fue posible reconocer que las instituciones son un aspecto central en la construcción de la economía. según lo que mencionamos anteriormente. Cumbers. Una de ellas es la teoría del regulacionismo francés. b) el régimen de acumulación. desde la estructura y el funcionamiento de las empresas. LOS GIROS DE LA GEOGRAFÍA HUMANA 131 . empresas. Véase Martin (2000). Las redes territoriales pueden ser resultado de una integración regional que aproveche las ventajas de la proximidad física o bien redes asociativas que articulan territorios dispersos. McKinnon y McMaster (2003). el «nuevo» institucionalismo continúa basándose en el individualismo metodológico que define una naturaleza humana dada. A partir del giro cultural efectuado en la geografía y con los planteamientos de Thrift y Olds (1996) respecto al proceso económico replanteado como un proceso socio-cultural. las redes variarán según su composición. cercanía y compatibilidad de formas de vida (Santos. 2006). ha desarrollado un gran interés por las instituciones como un elemento clave en todos los niveles de funcionamiento de la economía. los conceptos de horizontalidades y verticalidades han contribuido a una reflexión más detallada acerca de las interrelaciones que se establecen entre los procesos de producción. 2003: 7). El institucionalismo sociológico con su estrecha relación con el constructivismo social ya había sido incorporado en el estudio del espacio económico. Aunque la propuesta regulacionista no logró ofrecer un análisis detallado de las características y evolución de la regulación socioeconómica más allá de las características del Estado. En este sentido. Según Jessop (2001). el institucionalismo sociológico se nutre de la reinterpretación de la acción económica entendida como una acción social. de las formas de subordinación y en ocasiones del sometimiento que se establece entre los procesos. hasta el funcionamiento de los mercados. Las vertí calidades dan cuenta de las formas jerárquicas de relación. constituida por nodos —instituciones. tamaño y dispersión. su extensa discusión y utilización en el análisis geográfico económico permitió encontrar nuevas y variadas críticas a la economía neoclásica. el territorio se define y se reproduce corno una red. Siguen elaborándose nuevas preguntas de investigación: por ejemplo. fue necesario teorizar las diversas formas o combinaciones entre estructuras institucionales lentas y dependientes de su trayectoria histórico-económica junto con las transformaciones coyunturales. La economía evolucionista a su vez tiene muy diversas lineas de interpretación. ¿cómo se constituye y se transfiere el conocimiento tácito?. razones y contextos que constituyen las decisiones y las formas de vida de los emprendedoLOS GIROS DE LA GEOGRAFÍA HUMANA 133 . se interesa en el estudio del papel de los diferentes tipos de instituciones en la definición del espacio económico y para ello se apoya en los conceptos de ambiente institucional y arreglos institucionales. el panorama económico de un territorio se proyecta mucho más allá que el mercado (Jessop. etc. pueden influir en la transformación de las prácticas sociales que constituyen a las instituciones. como la consideración de las formas de regulación social y la gobemanza de las economías regionales y locales son aspectos que la geografía económica institucional está estudiando. al mismo tiempo menciona que existen varias ocasiones en las que el mismo North ha ampliado el concepto de instituciones que definió inicialmente. normas y rutinas sociales (consumos culturales. así como 2) al reconocimiento de la complejidad de motivaciones." Junto con la economía institucionalista se ha producido un importante desarrollo de la economía evolucionista" que comparte con el institucionalismo histórico evolucionista (Martin. Jessop (2001: 1. 2000) el interés por analizar y explicar la conformación y cambio de las instituciones. la explicación de los procesos que caracterizan el capitalismo y sus formas particulares de expresión social). la geografía económica institucional que se está formando tiene varios ejes de discusión relevantes. redes sociales e instituciones: hacia una nueva geografía económica precede a la existencia de instituciones sociales (Hodgson. el lugar también juega un papel relevante. 13. El evolucionismo social de principios del siglo XX explicó y justificó las diferencias entre los individuos con base en la estructura genética de cada uno (ontogénesis) mientras que el evolucionismo que recupera Hodgson y al que a su vez denomina «darvinismo generalizado» compagina las disponibilidades biológicas y el contexto social para plantear las múltiples habilidades que pueden desarrollar las personas (filogénesis). d) la diferencia entre las perspectivas ideográficas y las nornotéticas. Caminos de la geografía económica: empresarialidad y gobemanza industrial 12. prácticas de trabajo socializadas. c) los problemas de vinculación entre la descripción empírica y la teoría. Al proporcionar una mayor flexibilidad en la interrelación entre la estructura y la agencia. A pesar de los posibles cambios elaborados por North. Así se ha podido comprender que la evolución incremental no es la única forma en la que el cambio institucional puede generarse.216) considera que este concepto expresa una destacada propuesta de reflexión de antinomias ontológicas que han caracterizado el análisis social durante varias décadas: a) la relación entre la determinación estructural y la agencia. así como antinomias epistemológicas. ¿por qué y cómo sobreviven instituciones y prácticas que no son favorables para el desarrollo económico?. etc. En cuanto a las aportaciones del estudio de las instituciones. rutinas y reglas que a su vez. las formas de transformación institucional se han analizado de manera más compleja.) que surgen como consecuencia del ambiente institucional. tanto los procesos socio-culturales que funcionan en las diferentes escalas de la organización económica territorial. En pocas palabras. costumbres. los sindicatos. ¿cómo y por qué se producen innovaciones sociales y tecnológicas en algunos territorios y no en otros?. tales como: a) la relación abstracto y concreto (por ejemplo. 2001). Si la trayectoria histórica (path dependence) es importante en la conformación de las instituciones. En este sentido. para los geógrafos económicos institucionalistas. El concepto de arreglos institucionales se utiliza para denotar las formas particulares de organización (tales como los mercados. Es importante considerar que los arreglos institucionales no sólo reproducen sino también pueden transformar el ambiente institucional (Martin. Según lo anterior. 4. b) la relación entre lo simple y lo complejo (acciones económicas simples y su vinculación con procesos económicos complejos). De manera tal que. Al encontrar que algunas instituciones persisten aun cuando ya no responden a las necesidades sociales y requisitos de desarrollo económico. que dan lugar a importantes cambios en la trayectoria que se venía produciendo en un territorio. y de hecho es uno de los temas más estudiados en la geografía económica actual. el estudio de la innovación (tecnológica y social) tiene un papel relevante. Aunque Hodgson debate en varias ocasiones con el neo-institucionalismo.) como a las estructuras formales de reglas y regulaciones. ¿de qué manera pueden transformarse trayectorias histórico-económicas que producen un encierro de los territorios? Estas y muchas otras preguntas son las que contribuyen a articular los fundamentos del institucionalismo y evolucionismo geográfico. El análisis del ambiente institucional se refiere tanto al sistema de convenciones informa- les.ROCÍO Rosales Ortega Aprendizaje colectivo. Finalmente. 2007). los principios epistemológicos del análisis económico no se alejan lo suficiente de la escuela neoclásica. dando lugar así a diversas transformaciones territoriales. las empresas. Las instituciones se caracterizan por ser dependientes de una trayectoria histórica y al mismo tiempo que reproducen acuerdos sociales. también son susceptibles de promover sus cambios. y b) el análisis de las escalas mediante el estudio de la relación global-local. 2001). de tal manera que pueden crear y transformar hábitos. Todavía son numerosos los temas con los que la geografía económica sigue contribuyendo al estudio de la interrelación entre el espacio económico y la configuración institucional. el neo-institucionalismo aborda el estudio de las instituciones como estructuras dadas dirigidas principalmente a disminuir los costos de transacción y aumentar la eficiencia económica. b) la relación entre el holismo y el individualismo (la vinculación macro y microsocial). 132 LOS GIROS DE LA GEOGRAFÍA HUMANA Para el estudio de la acción económica como proceso contextualizado espacial y temporalmente. En primera instancia. El interés por el estudio de la empresarialidad se debe en gran medida a dos aspectos: 1) al creciente debilitamiento de la noción del sujeto racional guiado por la relación costo-beneficio. se ha requerido del desarrollo de nuevos temas de investigación en los cuales la capacidad de los actores en relación con su entorno social genera importantes transformaciones en la organización económica de los territorios. Junto a la reflexión de la evolución económico-territorial. y finalmente los dilemas antinómicos metodológicos. tales como: a) las relaciones anascópicas (de abajo arriba) y katascópicas (de arriba abajo). Un segundo aspecto a considerar en la conformación de la geografía económica institucional es el énfasis en la evolución de la organización económico-territorial. los conceptos de empresarialidad y gobernanza industrial han profundizado en el estudio de la forma en la que los actores reproducen su acción económico-social. Esto significa que las instituciones también son dependientes del lugar en el que se constituyeron (place dependent). sin embargo Hodgson (2007) propone prestar atención a los supuestos ontológicos de esas propuestas para de esta forma comprender la manera en que los supuestos evolucionistas (relación entre la ontogénesis y la filogénesis) han ido cambiando la explicación del ámbito social. Bajo esta clasificación pueden ubicarse tanto el enfoque del estructuracionismo con base en el trabajo de Giddens (Chell. redes sociales e instituciones. Desde la historia económico-social. el cambio de enfoques de análisis se refleja en el cambio de conceptos. con diferentes énfasis. Véase Winn (2005) y Shane y Venkataraman (2000). el concepto de empresarialidad quiere añadir la posibilidad de creación de organizaciones dentro de organizaciones ya existentes. 134 LOS GIROS DE LA GEOGRAFÍA HUMANA la economía espacial que posteriormente y desde la perspectiva de los distritos industriales mars haitianos o los sistemas productivos locales. Este tema forma parte del estudio de 14. El concepto de CGM tiene sus orígenes en los aportes que Hopkins y Wallerstein elaboraron sobre el estudio de los sistemas de producción globales. la responsabilidad para llevar a cabo nuevas combinaciones de métodos. En oposición a la concepción atomizada de los individuos. 2004). 2002. no sólo como una cuestión meramente física sino también socio-cultural. insumos y mercados (el empresario innovador de Schumpeter). Humphrey y Sturgeon. en donde lo primordial es el reconocimiento de nuevas posibilidades. Así también. LOS GIROS DE LA GEOGRAFÍA HUMANA 135 . el tema de la innovación. En este sentido. Pe trobelli y Rabellotti. susceptibles de intercambio en el mercado. en donde la acción empresarial está sujeta a la normatividad que se expresa en instituciones. la disponibilidad para crear organizaciones. d) finalmente." Los conceptos de capital social y redes se convierten en importantes ejes de análisis de las interrelaciones de la vida económica y social que recrean los emprendedores. así como los mecanismos de coordinación globales de las diversas actividades de una industria o sector específico (Gereffi. 1985). 17. b) el proceso innovador como transmisión de conocimientos codificados. De aquí en adelante CGM. para mostrar las múltiples formas de articulación entre los elementos locales y globales que definen y diferencian la organización económico-social de los territorios. Giuliani. así como las aportaciones de la sociología económica de Granovetter y Swedberg. productos. instrumentación y gestión de las mismas. inicialmente impulsado por Schumpeter. que insiste en prestar mayor atención a la conducta individual y el desempeño en la toma de decisiones. Todas estas cualidades han hecho comprender a los emprendedores como actores que generan innovaciones y cambios. 2004). la geografía económica también se involucró en el estudio de las interrelación entre los recursos locales y globales por medio de la integración de redes globales de producción y/o comercialización (Helmsing. Tradicionalmente se define al empresario como el creador de nuevas organizaciones. verticales) así como también pueden cambiar en el tiempo. Así. en esta subdisciplina. la sociología y la geografía se han desarrollado los conceptos de cadenas globales de mei. constituir un capital social de carácter excluyente o incluyente. El énfasis en el elemento explicativo de esta relación marca sus diferencias. se ha pasado a considerarla como la habilidad para reconocer e instrumentar oportunidades. se interesan por comprender y explican junto con la sociología económica. Boschma. cadenas globales de valor y gobernanza industrial. 2008). Ante este panorama de enfoques. el estudio de las redes proporciona una visión estructural de la acción individual yen este sentido propone: a) analizar los actores y sus acciones de manera interdependiente. la forma y la potencialidad de las redes sociales podrán estar definidas por la etapa de desarrollo del emprendimiento y por la reputación del emprendedor (Cope et al. 2005. y siempre teniendo presente la articulación de las características locales con el contexto global. 2002). hacia una nueva geografia económica res (Vigo. Por otra parte. 15.. las explicaciones sobre la empresarialidad" han cambiado: de colocar la clave explicativa en conductas orientadas a un objetivo. 2004. no solamente en el mundo económico sino también en el social (Winn. de tal manera que revela su importancia a través de tres dimensiones: 1) las economías de aglomeración. Estas dos perspectivas. 2007). las condiciones socio-económicas. Actualmente existen diversos enfoques para el estudio de la empresarialidad (Kantis. Uno de ellos es el enfoque neoclásico. Sturgeon.Rocio Rosales Ortega Aprendizaje colectivo. en donde el entorno juega un papel muy importante. mientras que por otra parte se ha desarrollado un enfoque societal" en el que se brinda mayor atención al estudio de las redes como herramientas metodológicas para reconstruir y analizar la interrelación entre la acción individual. En interrelación con la constitución del capital social (que no necesariamente siempre es positivo) previamente mencionamos que las redes pueden ser muy diversas (fuertes. Justo. la cultura se analiza como elemento diferenciador de los significados y prácticas empresariales. De esta manera. y 3) los procesos de innovación. 2007). En este sentido. 2007). Caravaca et al. en cambio. las interacciones y vinculaciones que se establecen cada día en un territorio se consideran elementos fundamentales para el desarrollo de las habilidades que conforman una personalidad emprendedora (Stevart y Katz. 2004). Si concebimos al capital social como el conjunto de redes sociales que un actor puede movilizar (Bourdieu. c) los modelos elaborados mediante grafos estudian la estructura relacional de los agentes entre condicionamientos y oportunidades. como también las transformaciones tecnológicas que generan la continua renovación del capitalismo. ya sea en el interior de la empresa o también innovaciones de productos y gerencial. la empresarialidad se ha vinculado estrechamente con la capacidad de innovar De esta forma. La innovación parte de la difusión del conocimiento tácito que se transfiere a través de las relaciones interpersonales v no sólo en el mercado.cancías' 7 (Global Commodities Chain). de tal manera que se caracteriza como innovación social. De hecho. 2007. Cope et al. políticos y económicos (Simitiel y Noguera. débiles. El tema de la empresarialidad también está siendo estudiado desde el enfoque neoinstitucionalista que se desarrolla en la economía. la acción colectiva y las instituciones. Las economías de aglomeración consisten en el ahorro de costos en la actividad económica debido a la cercanía entre las empresas. ha adquirido múltiples modificaciones al ampliarse a las formas de organización social e individual vinculadas con los contextos tenitotiales que favorecen el desarrollo territorial. el estudio de las características de las redes se convierte en una de las herramientas metodológicas para comprender la forma en que el emprendedor vincula sus habilidades y potencialidades individuales con el contexto económico y social en el que se encuentra. La forma de acceso a las redes sociales también puede indicar el nivel de exclusión o inclusión que las caracteriza y de la misma forma. En este sentido. 2004). muestra visiones relacionadas de los procesos sociales. El territorio es el ámbito en donde se define y reproduce una red social. desde la economía. escenarios u oportunidades. vinculándose con la creación de capital social además del material (Chell. que recuperan la tradición del constructivismo social de Berger y Luckmann. horizontales. ha sido profundizado a través del estudio de la proximidad. para analizar los 16. (2005) desagregan el análisis de la innovación de la siguiente forma: a) innovación empresarial. b) las relaciones entre los actores permiten trasferencias materiales e inmateriales. así como la capacidad para afrontar la incertidumbre. y c) la innovación más como un proceso colectivo que individual.. la innovación se define como la capacidad de generar e incorporar conocimientos y condiciona no solamente el dinamismo económico sino también el territorial. 2005. 2005. 2) la confianza. Chell. 2007). la compleja interrelación que se produce entre los agentes y las estructuras sociales. Esto da lugar al surgimiento de un conocimiento territorialmente contextualizado que define el valor agregado de la cadena global de producción (Justo. 2004. Por otro lado. No se profundiza en el análisis de los intercambios tecnológicos y los procesos de involucramiento de las empresas de los eslabones más bajos de la red. Humphrey y Sturgeon. Petrobelli y Rabellotti. que controlan todos los eslabones de la red mediante la externalización de sus actividades productivas. en donde las redes globales de producción son coordinadas por empresas intensivas en tecnología (como empresas de fabricación de componentes automovilísticos y maquinaria pesada). en donde las particularidades territoriales adquieren mayor relevancia. 2004. Posteriormente. 2001). que buscan aprovechar las ventajas y capacidades técnico-productivas localizadas en los sistemas productivos locales. Gereffi. A pesar de que el enfoque de las CGM expresa una forma de articulación entre redes globales y redes locales mediante una relación de gobernanza. codificación y procesamiento que realizan los actores de los sistemas de producción locales integrados en las mismas. Gereffi (2001) propuso dos categorías de análisis para entender las formas de coordinación y organización de las CGM. En gran medida la GI se interesa por el estudio de los procesos de gobernanza que desarrollan las grandes empresas dentro de los sistemas productivos locales. sino más bien se integran a la misma a través de mecanismos de innovación y producción impuestos por las empresas líderes (Gereffi. 2005). de la empresa líder al resto de la cadena. Humphrey y Sturgeon (2005). En esta línea de argumentación. 2008). para analizar los intercambios de conocimiento codificado dentro de la red (Gereffi. Los teóricos de las CGV proponen diversas formas de abordar las relaciones de coordinación y gobernanza en las redes globales de producción. Desde esta perspectiva. 2004). Pérez. 2008. así como por la asimilación. 2005). que las cadenas globales de producción son desarrolladas y coordinadas por grandes empresas multinacionales. Humprhey y Sturgeon. 2004). De esta forma. sino también en cuanto a la transferencia y codificación del conocimiento que fluye por la misma. desarrollaron el concepto de cadenas globales de valor (CGV) con el fin de mostrar las múltiples formas de coordinación que se construyen en los contextos territoriales que articulan las cadenas globales de producción. 2008). por medio de la articulación funcional de estos sistemas. los dos últimos conceptos son los que expresan con mayor riqueza la complejidad que caracteriza las múltiples formas de inserción de estos sistemas dentro del contexto de la globalización. Este concepto reconoce la horizontalidad de las redes globales de producción. 1999). propuso las CGM dirigidas por el productor. Este concepto manifiesta. Así. En esta línea de argumentación. Desde esta perspectiva. procedimientos y normas de coordinación y asignación de recursos e información para las empresas de menor tamaño (Humphrey y Schmitz. Humphrey y Sturgeon. existe el reconocimiento de 136 LOS GIROS DE LA GEOGRAFÍA HUMANA que en cualquier eslabón de la cadena productiva puede desarrollarse un conocimiento específico valioso para la elaboración del producto final (Sturgeon. se encuentran las CGM dirigidas por los compradores. redes sociales e instituciones: hacia una nueva geografía económica Rocío Rosales Ortega flujos de bienes v servicios que se presentaban en una escala global (Sturgeon. estas últimas posibilitan la inserción de los sistemas de producción locales en las CGV. que consisten en redes productivas globales coordinadas y articuladas por empresas de diseño y/o comercialización que establecen redes de descentralización productiva y territorial en los países subdesarrollados (Gereffi. Por consiguiente. proporcionando a los proveedores de la red instrucciones detalladas y específicas sobre los procesos de producción. 2005. A partir de las limitaciones del concepto de CGM. En primer lugar. que es producto de una participación más activa de las empresas de todos los eslabones de la red no sólo en términos de gobernanza. Humphrey y Sturgeon. La segunda forma de coordinación que proponen es la gobernanza relacional. De aquí en adelante GI. Por un lado. proponen las relaciones de conocimiento entre las empresas líderes y los proveedores. Justo. los conceptos de CGM. Sturgeon. Esa relación vertical es lo que les permite externalizar sus operaciones y así obtener formas flexibles de producción. 2006. hacen referencia a las relaciones de jerarquía por medio de las cuales las empresas líderes de la red dominan la organización de la misma.Aprendizaje colectivo. Giuliani. Desde esta perspectiva. 2008: 6). Petrobelli y Rabellotti. Por último. dando la impresión de que no movilizan sus recursos territoriales en la formación de las ventajas competitivas de la red. 2001). que articulan múltiples escalas territoriales en la integración de las actividades complementarias de producción en torno a una industria o sector específico (Sturgeon. Las CGM y las CGV son diferentes ya que en las primeras la transmisión del conocimiento se presenta casi siempre en una sola dirección. mediante la cual las empresas líderes mantienen relaciones de reciprocidad organizacional con los proveedores de la red. el concepto de gobernanza industrialis se refiere a las formas de regulación o coordinación socioterritorial distintas al Estado. si bien se acepta que existe una empresa líder que coordina la organización y transferencia del conocimiento. En las segundas. A su turno. Gibbon. Gereffi. que les permiten la creación y utilización de los recursos territoriales locales a fin de insertarse en redes amplias de producción y comercialización (Benko. 2008. que pueden producir muy variadas formas de articulación. 2004. principalmente. que dan lugar a la formación de relaciones interempresariales. que les permitan reducir sus costos de operación y adaptarse de una mejor forma a los constantes cambios del mercado (Sturgeon. Helmsing. LOS GIROS DE LA GEOGRAFÍA HUMANA 137 . el conocimiento que circula por las cadenas globales de producción se produce tanto por la transferencia del conocimiento global (descontextualizado) que las empresas líderes transfieren a la red. Sin embargo. 2000. 2005. 2008. Boschma. la inserción de las empresas locales en las redes globales de producción se presenta de forma pasiva. Gereffi (2001) complementó los aportes de estos autores para definir las CGM como redes globales de producción coordinadas por una empresa líder. casi siempre se concentra en el estudio de las redes verticales. estas redes empresariales se convierten en mecanismos de gobernabilidad por medio de los cuales las empresas grandes desarrollan mecanismos de control. 2008. Giuliani. CGV y GI permiten entender la articulación socio-productiva de los sistemas productivos locales en la globalización. Sturgeon. el concepto de CGV pone un gran énfasis en la articulación y complementariedad de los elementos locales y globales que definen los procesos de aprendizaje colectivo en las cadenas globales de producción. Sturgeon. sistemas de reglas. que promueven las creación de modos de cooperación entre las pequeñas empresas locales. 18. 2005. 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[1997.° 3. n. daba cuenta de algunas de las tendencias que se avizoraban en el horizonte de la geografía a partir de la irrupción. y de la recuperación de otras ya existentes.Rock Rosales Ortega Servando GUTIÉRREZ RAMÍREZ y José L. Madrid: Espasa-Calpe [1978. Por urna geografia nova. URL: http://revista-redes. n. Por una geografía nueva. Más allá del hombre económico. Milton (1990). el marxismo. Universidad de Valencia. Innovation and Development. pp. Alicia Lindón. Meinig. [N.] I. 323 pp. YEUNG. STURGEON. 1983). R. TORRES FRANCO (2006a). STRASSMANN. WíNim. vol. Razón y emoción. vol. «Empresarialidad e instituciones: dos nuevas perspectivas del análisis regional contemporáneo». Butlin y R. 1983). Nueva York: The Free Press]. «New Economic Sociology: What Has Been Accomplished. Edward (1989). en Trevor Barnes y Derek Gregory (eds. 83 103. 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María y Pedro NOGUERA MÉNDEZ (2004). 244-256. en la prestigiosa revista británica Transactions of the Institute of British Geographers. 33. pp. pp. debidos a D. Henry Wai-Chung (2001). Laivton. la fenomenología. John R.' Asimismo. Acta Sociologica. THRIFT. Entre ellas menciona los estudios sobre el comportamiento (behaviourtsm). SANTOS. 3. París: CHarmattan]. 168-175. Diana (2004).Barcelona: Paidós Básica [1995.rediris. vol. Feber y Julie A. (1997). «Women Entrepreneurs: Can We Remove the Barriers». Antipode. ). a finales de 1960 y principios de 1970. «Los sistemas productivos regionales desde la perspectiva del análisis de redes». que han ayudado a hacer más comprensible lo desarrollado en este capítulo. 381-397. Valentina (2004). del geógrafo Henry Clifford Darby. 142 LOS GIROS DE LA GEOGRAFÍA HUMANA LOS GIROS DE LA GEOGRAFÍA HUMANA 143 . lztapalapa. «Refiguring the Economic in Economic Geography». había sorprendido a muchos por cuanto no había ocurrido de forma prevista desde el interior de la disciplina sino que había procedido del exterior. ligado al desarrollo tecnológico de esos años. VIEGO.° 40. La naturaleza del espacio. En relación con Henry Clifford Darby pueden leerse en el Journal of Ristorical Geography diversos artículos dedicados a su persona. Sobre los principales autores de la geografía histórica británica véase Phillips y Unwin (1985). En ese trabajo se hacía un recuento de lo que había sido la geografía histórica en Inglaterra desde el inicio de sus estudios en 1925 —junto a personalidades como Bernard L. Progress in Human Geography. Reading Human Geography. Con este texto trataba sin duda de justificar su trayectoria intelectual y arremeter con lo que consideraba una moda pasajera. «Does Economics Matter for/in Economic Geography?”. Instituto de la Mujer. Hablar de Henry Clifford Darby (1909-1992) es tratar con la personalidad que dominó el panorama de la geografía histórica británica' entre 1930 y 1970. los comentarios críticos realizados al texto original. Manning—' hasta 1980. «No existe un mercado libre: la retórica de la autoridad disciplinal en la economía». Bernard L. n. en 1934 abandonó esta enseñanza para dedicarse a la historia de las religiones. What Is Airead?». pp. del autor.es/html-v016/vol631tm SOJA. — (2000). reflejos de los cambios que se venían sucediendo en el mundo y de la creciente influencia de las ciencias sociales tanto en el mundo académico como en la sociedad (Darby. n. pp. 237 257. Una opinión semejante plantea Spate (1989). Revista Eure. (2008). 1920-1980: Continuity and Change». La construcción de la realidad social. En particular el volumen 15 (1). Un cambio que. pp. en particular a la Dra. (2005).lotimal. n. Londres . el existencialismo. 161-182. 7-21.W. enero de 1989. Manning ganó la cátedra de Geografía en la Universidad de Cambridge en 1921. Barcelona: Anthropos-UAMI. Madrid: Cátedra. pp. como aseguraba. Barcelona: Ariel. Nigel y Kris OLDS (1996). 41-63. Tras su deceso. Timothy J. SEARLE. «The Socio-sparial Dialectic». 6.Nueva York: Arnold. Richard (1997). International Journal of Technological Leaming. Sáo Paulo: Hucitec-Edusp]. Posteriormente. raison et émotion. 20. The Constructiorz of Social Reality. de 7 vols. Sin embargo. Ozouf-Marignier (1995). Utilizo la expresión empleada por Norton (1991 [1984]: 66). así como el número especial de la revista Hérodote (n. en el diseño de la concepción del espacio y su apropiación por parte de los grupos humanos. en el caso del movimiento cuantitativo de los años setenta y ochenta y del behaviourzsm (behavioural revolution. convertir el tiempo en la dimensión fundamental en el estudio de los procesos de configuración de territorios y regiones. Entre las primeras. Unwin. Baker (1994). 5 en el que parecía urgir darle un nuevo sentido a la existencia de la geografía histórica como especialidad— ha tendido a aprovechar los debates que se planteaban para el conjunto de la geografía humana y aplicarlos en sus estudios geográfico-históricos. entre otros publicados en el Journae of Historical Geography. y también con la que se practica en Alemania y los países de la Europa oriental. El término «cuarta dimensión» aplicado a la geografía procede muy posiblemente del texto de Hartshorne (1939: 351 (1751). coincido con otros autores que así lo han expresado (Baker. parecería que el investigador en esta área subdisciplinaria —salvo en un principio. Gregory. entre otros.' El hecho de centrarme en las dos primeras. conviene hacer una serie de aclaraciones sobre la perspectiva propuesta. 1945. Driver. sobresale un artículo de Jean-Robert Pitte dedicado al desarrollo de la geografía histórica francesa. Darby. Butlin (1993). amparada en el pensamiento regionalista y posibilista de Vidal de la Blache. lo cual superaría lo que se aspira desarrollar y plantear en este texto. En consonancia con una afirmación de W. a su vez. 5. en francés) habidos en el conjunto de la geografía. Transactions of the Institute of British Geographers han recogido desde los años sesenta los debates y las propuestas más interesantes acerca de las líneas de desarrollo de la geografía histórica. julio-diciembre. de ellas. menos aun son las que hacen uso de este término. Prince (1958). entre otros temas. 2003). en particular en la geografía humana. y también desde la sociología de la ciencia. 2000). Clout (2009). El uso del término «escuela» para referirme a ámbitos geográfico-históricos nacionales podría dar lugar a equívocos.' «Historical Geography in Britain.. los alcances de este artículo y sus limitaciones. Dennis (1991). el volumen de artículos publicados en estos últimos 40 años. Una de las cosas que me planteé era si estos «giros» se habían hecho explícitos como tales en los artículos de geografía histórica. ha sido emblemática sobre todo para el tipo de geografía histórica que se ha practicado durante medio siglo en el mundo anglosajón. Con respecto al desarrollo de la geografía histórica francesa se pueden destacar. y más recientemente en español por Perla Zusman. La palabra «giro» se emplea en relación con los aspectos culturales («giro cultural». 2006) se aplicaba en su integridad. En este contexto. 1988. así como el número de publicaciones que acogen temas geográfico-históricos. y se plantearon nuevas perspectivas a futuro para esta subdisciplina. desde 1970 hasta la actualidad. y la idea de que toda geografía era indiscutiblemente geografía histórica. Si bien es cierto que parecen existir unas características propias que han definido la geografía histórica de Estados Unidos y Canadá con respecto a la que se practica en los países europeos. La primera de ellas proviene de mi propia formación. al tiempo que otros están relacionados con el cada vez mayor interés que otras disciplinas de las ciencias sociales han mostrado también en estos últimos 40 años por los aspectos histórico-territoriales y espaciales de sus respectivos campos de conocimiento. que ha tenido particular incidencia en el desarrollo de esta subdisciplina en los países latinoamericanos. expuesta por algunos autores (entre ellos Whittlesey. estas últimas presentan diferencias entre sí. que me ha resultado pertinente ceñirme a las líneas desarrolladas en las escuelas británica y estadounidense de geografía histórica. habla también del «giro» geométrico). 6. principalmente en Reino Unido y Francia (Dennis. En este sentido. 1999. Darby (1983).° 74/75. de obligatoria revisión para quien se dedique a esta área del conocimiento. «movimiento». tournant. Antes de iniciar.S. Ha sido de fundamental importancia la consulta del Journal of Historical Geography (1975). enfoques teóricos y metodológicos que se están proponiendo. VI dedicado a las relaciones de la historia y la geografía dice: «The fact that an illustration of this relation requires a four-dimensional space reflecto the extrarodinary difficulty of producing a reasonable synthesis of the two points of view» (geográfico e histórico). como es el caso de México.] 7. Respecto a la geografía histórica del mundo anglosajón. con la obra Draining of the Fans (Wynn. he podido acceder cómodamente a publicaciones del ámbito anglosajón. tras el «desencanto» neopositivista. Downs.» esto es. Ha sido por estas últimas razones que me ha resultado importante dedicar un espacio a lo acontecido con la revolución cuantitativa en la geografía histórica. Un repaso histórico de la teoría tal como el que se propone en este artículo debiera tratar de abrazar las diferentes escuelas existentes. 144 LOS GIROS DE LA GEOGRAFÍA HUMANA 1 LOS GIROS DE LA GEOGRAFÍA HUMANA 145 . las características del propio objeto de la geografía histórica. 1994: 75). 1920-1980» (Darby. está la circunstancia de que en ellas se han hecho las críticas más acérrimas al desarrollo de la geografía histórica clásica. la británica y estadounidense. Pickles. catalana. requerirían de un proyecto de investigación de mayor envergadura que debiera abordarse desde la historia de la ciencia y de las ideas. En realidad se encuentran pocas alusiones y. y que así debía ser. revisar y analizar los diversos temas. pues fue un momento clave que abrió este campo a la reflexión sobre lo hasta ese momento realizado. Así títulos como Progress ir: Human Geography. responde a razones teóricas y logísticas. 1977. 1970). Baker (1980). 1994) dedicado a la geografía histórica en el que. la historia ha sido muy importante en los análisis geográficos. En el cap. Norton (1991 [1984]: 57) con respecto a la escasa reflexión teórica en geografía histórica. Es por estos motivos. cabe subrayar los siguientes textos: Prince (1971). si bien no he dejado de considerar otras tan relevantes como la francesa. Donzesday guarda relación con los estados de cuenta que el señor exigía puntualmente a sus vasallos.La geografía histórica y las nuevas tendencias en la geografía humana Pedro Sunyer Martín podría calificarse como su proyecto de vida. básicamente centrado en la figura de Roger Dion. Soy consciente de la honda influencia de la geografía francesa en la geografía española y sobre todo. principalmente. 1991. Domesday England (1952-1977). Area. Muchos de estos cambios han sido paralelos a los «giros» (turre en inglés. 1999) y espaciales («giro espacial». 1983) puede ser un buen punto de partida para iniciar la reflexión sobre los cambios teóricos y metodológicos que se han venido experimentando desde 1970 hasta la actualidad en el campo de la geografía histórica. 1983. Pickles. la geografía histórica tal como se ha entendido en el ámbito anglosajón ha permitido reflexionar sobre lo que se empezó a denominar la cuarta dimensión de la geografía. 4. en el período en el que este autor fue la figura indiscutible. [Cursivas P. o «movimiento» para el caso de la fenomenología (Billinge. pero también se utiliza en este sentido el término approach. y es en donde se han dado las aportaciones más emblemáticas en este campo. Más bien se utiliza el término «revolución». que ya han sido suficientemente abordados a lo largo de los capítulos de esta obra. Desde el punto de vista logístico. Claval (1984).M. 1991: 266-267 y 280). No obstante. Otra limitación de este texto proviene de las fuentes empleadas. un tema que empezó a desarrollar desde 1940. Una buena definición de cross secrion se puede encontrar en Clark (1962). como mínimo. en el que estamos repensando el sentido del concepto de patrimonio histórico y sobre lo que se quiere conservar y lo que conviene eliminar. Cox (2001). era consecuencia de varias aportaciones que coincidieron a mediados del decenio de 1950 y que tuvieron uno de sus mayores exponentes a principios de los años sesenta con la obra de William Bunge. dio una larga explicación en defensa de la descripción geográfica como método genuinamente geográfico (Darby. 1962). como destacaba Guelke. coincidieron los avances tecnológicos en los sistemas de cómputo. Sobre las personalidades dominantes en la escuela británica de geografía histórica. de esta geografía histórica para realizar generalizaciones de las que pudieran resultar teorías y leyes de carácter generalizable. pues murió poco antes de ver publicado incluso ese artículo.] sin embargo. 1974: 88). LOS GIROS DE LA GEOGRAFÍA HUMANA 147 . l2. (1971) y. entre otros. junto con otros autores como N. conocido como cross-sections. máxime cuando.R. Theoretical Geography (1962)» En geografía se suele destacar como momento clave en ese cambio de paradigma el debate planteado entre Alfred Schaefer y Richard Hartshome con respecto a la supuesta excepcionalidad de la geografía. con Carl Sauer al frente. Respecto a este debate entre los dos geógrafos norteamericanos destaca la crítica de Schaefer a Hartshorne (Schaefer.La geografía histórica y las nuevas tendencias en la geografía humana Pedro Sunyer Martin Mientras tanto. Sobre la obra de Bunge. Fue una obra rupturista con los enfoques tradicionales (historicistas. a veces violentamente. Algo así pareció acontecer con la revolución cuantitativa en geografía. Según Leonard Guelke (1975) no había tanta diferencia entre lo defendido por Hartshome en The Nature of Geography y lo propuesto por Schaefer. puede leerse Phillips y Unwin (1985). También dentro de cada ámbito nacional hav diferencias entre perspectivas y temas (Dennis. Baker (1969) y Baker et al. no parece de más señalar algo que puede ayudar a entender la acritud hacia esa forma tradicional de ejercer la geografía histórica. Desafortunadamente. 10. como es sabido. al mismo tiempo. La revolución cuantitativa. el principal foco de geografía histórica: finalmente. en Estados Unidos. 8. la geografía histórica estaba dominada principalmente por Henry C. La forma de hacer la geografía histórica se fundaba en un profundo trabajo de archivo y representación cartográfica de los datos.' La dificultad. con un extraordinario peso en la descripción geográfica. 1997). las características sociopolíticas de cada entorno nacional y las afinidades culturales. la descripción no tiene perspectiva temporal. con antecedentes en la del germano-polaco Ludwick Fleck (1935). en el que también algunos se inclinan por el más completo rechazo de lo pasado en aras de una supuesta exaltación de la modernidad (como viene sucediendo desde hace.(1964) 146 LOS GIROS DE LA GEOGRAFÍA HUMANA Paul Claval —quien ha valorado positivamente los enfoques clásicos de la geografía histórica— nos da una pista en referencia a las reconstrucciones históricas del tipo de las realizadas por Darbv en Domesday Book. transformarse. muchos de los discípulos de Hanshorne fueron paladines de las técnicas cuantitativas. Sobre ese debate puede leerse también Capel (1971). Aunque. dentro de la cual adquiría relevancia prácticamente un único método. es describir la geografía tal como se ofrecía a los contemporáneos. es decir. En países como Japón (Kinda. por la cual períodos relativamente estables de lo que él denominaba «ciencia normal» se veían súbitamente sacudidos. cuando no la imposibilidad. Establecer las características de un país o de una región en una fecha determinada. en numerosos aspectos. del carácter primario de su tratamiento y la carencia de autocrítica hacia la propia labor desarrollada. «las que gobiernan la distribución espacial de ciertas características en la superficie terrestre. las que hacen referencia a la organización espacial». Finalmente. por etapas revolucionarias que conllevaban el cambio del paradigma dominante. 0 Por un lado. condicionan el florecimiento de ciertas perspectivas e intereses temáticos de unos países con respecto a otros. Puede verse también Bem. en la geografía histórica de los países mediterráneos.R. Momentos como el presente —que se debate entre la veneración por lo tradicional y la de los tiempos pasados. puede revisarse K. con el mayor desarrollo de la estadística. Hanson (1958). condujo a que se cuestionara la geografía tradicional. 9. 150 años)— resulta conveniente reflexionar sobre los procesos históricos que han conducido a la configuración del mundo presente de una forma integral. 1997).. reconociendo con ello que los cambios en la ciencia se suceden de forma cuasi continua (Sunyer. 1994). En Gran Bretaña. no está de más volver a reivindicar el papel de la dimensión histórica en una época de cambios sobrecogedores tanto por la escala espacial de afectación como por la velocidad a la que se están sucediendo. durante muchos años era la escuela de Berkeley. que permitiría acabar con los interrogantes que dudaban de la cientificidad de la geografía. Posteriormente. señaló: «su interés está fuera de toda duda: son valiosísimos tanto para el geógrafo como para el historiador. años más tarde. 1993: ix-x). Allí apuntaba algunas de las líneas de desarrollo de la disciplina que estaban empezando a adquirir fortaleza. acerca de la aceptación acrítica de los datos de archivo. Darby. en una interpretación no continuista del desarrollo científico. la influencia de la geografía francesa ha sido considerable. de los modelos matemáticos y de los razonamientos lógicos que iban a permitir apostar por una geografía capaz de generar leyes. también por Norton (1984). Se trata del que podría caracterizarse como férreo dominio de una forma de hacer la disciplina que llevó a la irrupción de las nuevas generaciones v a su mordaz crítica» Parecía claramente que se estaba viviendo una revolución científica en el ámbito de la geografía de la mano de los nuevos enfoques teoréticos. la geografía histórica que asume estos desafíos deba replantearse. Coincide. más allá de lo expuesto en 1953. 1. Darby: en Francia era Roger Dion quien mantenía su cátedra de geografía histórica en el Collége de France (Pitte. y en particular en el ámbito de la geografía histórica. nada fundamentalmente nuevo han aportado a la geografía. que facilitaban el tratamiento de grandes volúmenes de datos. el propio Schaefer nunca logró rebatir la réplica de Hartshorne. Para finalizar este apartado introductorio. no tiene duración»» (Clava!. y satisfacen a ambos por el rigor con que fueron llevados [. continuistas v marxistas). ni tampoco han renovado sus métodos ni sus conceptos. Kuhn (1962) sentó un precedente fundamental en la comprensión de la evolución de las ideas científicas. De la revolución cuantitativa En la historia de la ciencia y de las ideas la impronta de la obra de Thomas S. en Canadá destaca Andrew H. Clark. A todo esto se pueden añadir algunos juicios negativos como los expuestos por Prince (1971). Kuhn matizó la radicalidad de sus ideas y aceptó la convivencia de las grandes revoluciones con «microrrevoluciones ›). Es ahí donde la geografía histórica tiene hoy un importante cometido. la India y otros de la Conzmonwealth ha tenido mucha influencia la geografía británica. de quien Kuhn incorpora algunas interpretaciones. al incorporar más actores y lugares en la comprensión de este mundo en el que vivimos. Butlin. En este sentido.. en un artículo publicado en 1962. 1971 [1953]) y la réplica en varios escritos de Hartshome (1955 y 1958). En definitiva. 1991. A esta pregunta ya habían tratado de responder otros autores previamente. sino más bien una evolución desde él A menudo se ha dicho que nada en el pasado suele parecer lo mismo para una generación que para otra." Repensar la geografía histórica No está de más recordar que. tuvieron que justificar intelectualmente su trabajo y existencia ante las críticas planteadas por la denominada nueva geografía (Guelke. Véase además Prince (1971). el primero de los cuales era la subjetividad de la descripción geográfica y la exposición verbalizada. con menos vehemencia que la que manifestaba Darby. 1983: 425). Darby. en los que se verifican los avances en ese campo. la situación en la que se encontraba la geografía histórica en esos años y valorar. 1983: 426]. L. el autor se preguntaba sobre la verdadera aportación de la revolución cuantitativa en lo teórico y lo metodológico a lo ya hecho en la geografía histórica hasta entonces (Darby. a la luz de la aportación de la corriente neopositivista. tanto por el volumen como por la capacidad de relacionar estadísticamente numerosos datos entre sí. Se trataban de superar así varios problemas de la geografía y sus métodos tradicionales. Finalmente. concluía que fue básicamente la aparición de los ordenadores lo que permitió unas posibilidades en el tratamiento de datos hasta ese momento inimaginables. Para Darby. Aunque. muchos de ellos rápidamente abrazaron «las técnicas computacionales y estadísticas» para sus estudios y conclusiones." Las cuasi periódicas revisiones sobre el estado de la geografía histórica que se habían venido haciendo a lo largo del siglo xx en el ámbito anglosajón. Revisaré los argumentos presentados por Baker. ya que presenta algunos resultados de las líneas que apenas esbozaba Prince. al menos. y que debían de preceder a la realidad. como Carl Sauer (1941). Aunque la frase se refiere a otro contexto. el ámbito anglosajón. en realidad. lo cual suponía un giro copernicano en los métodos geográficos. 17. 148 LOS GIROS DE LA GEOGRAFÍA HUMANA La revolución cuantitativa fue un momento muy oportuno para revisar. A. Prince (1973). sustituir el estatus de «único» de las regiones geográficas. Darby (1962). la proximidad entre la geografía y la historia. Todas estas obras están citadas en Prince (1973: 434). Lowenthal y F. Gregory (1976: 388) en su evaluación del impacto de la revolución cuantitativa en geografía. Contrariamente. previamente al advenimiento de la revolución cuantitativa. Así. 14. Darby (1953 y 1962).H. 2002: 671. para luego incidir en la valoración que se le hizo a la revolución cuantitativa desde la geografía histórica. concretamente en el capítulo introductorio con el que abre el libro. Luckerman. En el artículo ya mencionado de Darby. A esas críticas respondieron en diferentes tiempos prestigiosos geógrafos del momento de. Baker años antes (1972). al menos. puede verse Rucinque (2007). cuya actitud era semejante a la que adoptarían en «shopping in the quantitative methods marketplace». quien coordinó una obra titulada Progress in HistoricalGeography (1972). Algunos autores opinan que. señalaba. Esta cuestión se volvió a plantear años más tarde en relación con los sistemas de información geográfica en su aplicación a la geografía histórica (Holdsworth. como los de Andrew H. fue. Ogilvie (1952). 1975: 136). but Mis does not mean that a new view obliterates the past» (Darby. 13. La región pasaría a ser un laboratorio donde se comprobarían la factibilidad de los modelos conseguidos. son síntoma y resultado de la propia inseguridad disciplinaria en la que bogaba la geografía histórica. En concreto a la formación de un eje de colaboración entre las universidades de Bristol y Cambridge a partir del éxito de la revolución cuantitativa en la geografía británica. este geógrafo quiso hacer hincapié en que el novedoso enfoque neopositivista había sido menos revolucionario de lo que en un principio cabía esperar. como con el cuantitativismo. entre otras cosas.C. Aunque también son ejercicios intelectuales sanos que manifiestan la vitalidad del campo de estudio. y sin embargo. The Nature of Geography. donde se dedica un capítulo a la situación de la geografía histórica. Baker menciona su trascendencia por tratar de reunir concepciones antiguas y modernas de la geografía histórica. un investigador al que volveremos reiteradamente en este escrito. contrariamente a lo que había expresado Alan R. It has often been said that nothing in the past looks the same to one generation to another. «It may mean not a fracture with the past but an evolution from it. por el de «individualidad» (Schaefer. el acicate que hizo saltar por los aires la confianza de los geógrafos en la propia disciplina y cuestionaba. Clark (1954. Curry y D. publicado en un monográfico de Progress in Geography dedicado a la geografía histórica.C. la necesidad de la perspectiva temporal en los estudios geográficos y. mencionadas por Hugh C. las contribuciones de esta disciplina al conjunto de la geografía. Progress in Histori15. D. a fin de cuentas. 1953). los temas en los que la geografía histórica debía centrar su interés LOS GIROS DE LA GEOGRAFÍA HUMANA 149 . la geografía histórica había estado en medio de un debate que amenazaba su existencia y sentido. precisamente. 16. En relación con Hartshorne y la geografía histórica. continúa. sobre todo si se comparaba con sus contribuciones técnicas y metodológicas. Harley (1973). 1962). 2003: 486). y el debate titulado «Rethinking Historical Geography» («Repensar la geografía histórica»). Darby. texto titulado arropado por renombrados geógrafos como H. Clark (1954) y H. dentro de los estudios de geografía histórica: como Puede no significar una ruptura con el pasado. Estas leyes eran resultado de la aplicación del método deductivo. Baker. Derwent Whittlesey (1945). varios autores trataron de reflexionar sobre lo que había representado la revolución cuantitativa en la geografía histórica: ¿moda o paradigma?" Entre los numerosos autores que hicieron valoraciones sobre la aportación cuantitativa desde la geografía histórica me centro principalmente en Alan R. no hubo la temida fractura. la aportación intelectual de la geografía positivista era mínima. 1983: 426).'' La obra de Baker.La geografía histórica y las nuevas tendencias en la geografía humana Pedro Sunyer Martín expresara Capel (1971)." «la geografía nunca más volvería a ser la misma». con ello. la geografía tradicional y más la geografía histórica. por lo que la oposición real al cuantitativismo no era comprensible (Dennis. El interés para Darby del texto citado de Gregory es que éste utiliza uno de sus trabajos de Domesday Geography of South-east England y Domesday Geography of Northern E. Para este autor. de Richard Hartshorne (1939). y el segundo. De alguna manera. que sus practicantes creían que sus fuentes eran «objetivas y neutras» y que. En particular este texto cuenta con la ventaja de la distancia en tiempo con respecto a los análisis de Prince y Baker. la geografía histórica tradicional era «positivista y empírica». Prince menciona el clásico discurso de Sauer (1941) y otros. Sobre el artículo de Darby (1962). 18. en ese escrito. su aportación no había ido más allá de ese nivel técnico. Mí parece desprenderse del crítico artículo de John B. Harvey. la compra en el mercado de métodos cuantitativos. como Leonard Guelke. También puede consultarte William Norton (1991 [1984]). En uno de sus párrafos habla de los que fueron atraídos por la aplicación de las nuevas técnicas. En los años setenta. pero eso no significa que la nueva visión borre el pasado [Darby.H. algo que parecía haber sido superado. Baker et aL (1969)." No había habido para Darby un cambio de paradigma. como recordaba Darby (1983) remedando una de las sentencias del artículo de S. 1991: 267).C.ngland para mostrar una aproximación estadística aplicada a un campo aparentemente tan alejado de la geografía cuantitativa como es la geografía histórica. 19.M. la aplicación de modelos dinámicos (estocásticos): «Si queremos investigar el cambio. a grandes rasgos. el desarrollo del capitalismo y la configuración de los Estados contemporáneos. En referencia al término «nueva geografía». 1991 [19841: 66). no menores que los que vivimos en la actualidad. Schaefer (1953): la búsqueda de regularidades que pudieran generalizarse y devenir en leyes. sino. cuestión que ya había sido planteada en el debate entre Schaefer y Hartshorne. sociales. la necesaria finalidad útil de esta disciplina. 2006).D. más como respuesta a Guelke (1975) que a Baker (1972). la crítica de Baker hay que leerla positivamente. los vertical themes y la investigación histórica en el desarrollo de teorías. algunos autores corno Vila (1983: 289) y Vallega (1999: 132) lo consideran «poco afortunado».M. y que iban a dominar la escena de la geografía desde mediados de 1970. algo que parecía estar en la mente de muchos de ellos (Harley." La crítica. entonces debemos idear categorías de cambio para nuestro estudio: debemos centrar nuestra atención en eventos de cambio más que en eventos en cambio». y revisar lo ya avanzado. De su respuesta iba a depender. sirvió de caldo de cultivo para que los geógrafos se aproximaran a las aportaciones epistemológicas que se estaban haciendo en otras áreas de las humanidades y de las ciencias sociales. no en vano la autodenominada nueva geografía debía servir para esto. paralela a una concepción amplia del tiempo. 1993). a la geografía en una ciencia del espacio. como expresaba. Con esta misma frase finalizaban Alan Baker et al. 20. convertir. Las cursivas en la traducción del texto son de P. La crítica de Harley se dirigía a la superficialidad de los análisis hasta entonces realizados. el humanismo y el marxismo. «paradójicamente en geografía histórica lo que preocupaba era su futuro». económicos. tres temas: una definición amplia de geografía histórica. para Prince era otra de esas necesarias revisiones. la atención que se estaba otorgando a la percepción y experiencia del espacio (Butlin. dos autores. la aplicación de la teoría de sistemas.' Este Repensar era la propuesta de Baker (1972) para darle un viso de modernidad a esta disciplina. John B. No sólo se trataba de reducir la posible brecha con las nuevas tendencias planteadas en la geografía. del síndrome de estar a la «caza de la técnica» en referencia a aquellos que habían visto en ello la solución a los problemas con que abordar los estudios de geografía histórica. Baker se preguntaba qué habían representado los métodos hasta el momento empleados como los cross-sections. así como la inaplicabilidad de las teorías desarrolladas (Norton. sino que estos cambios debían servir para hacer de la geografía una ciencia menos excepcional. como veremos más adelante: Leonard Guelke (1975) y Derek Gregorv (1976). su abstracción de la realidad y su incapacidad para dar soluciones. ¿Quizás «un trabajo inútil cuando no irrelevante». la redefinición de los estudios histórico-regionales. o bien la creencia de que era posible aplicar los métodos de las ciencias naturales en las sociales. como había pretendido Fred R. al desinterés de los geógrafos históricos por repensar sus fundamentos teóricos. sin embargo. Por ejemplo. En él se defendía la relevancia de la perspectiva geográfico-histórica del mundo y la necesaria adopción de nuevos enfoques para revitalizar la disciplina. en el sentido de que urgía dar un giro sustancial a la geografía histórica si quería seguir siendo una disciplina con una base intelectual suficientemente asentada como para justificar su existencia y asumirse también como útil ante los graves problemas que se vivían en el mundo en esos años sesenta y setenta. 1976. principalmente. en Rethinking Historical Geography. Prince. la pregunta central la formulaba de la siguiente manera: ¿la geografía histórica es sobre todo síntesis o análisis?. 1972: 13). en particular. particularmente el conocimiento de los factores que rigen el cambio en los patrones espaciales. a grandes rasgos. no tanto a descubrir algo que renovara esta disciplina. afectando el desarrollo posterior de la geografía histórica. Naredo. Sus propuestas metodológicas contemplaban las aportaciones de otras disciplinas que habían incorporado las innovaciones teóricas y metodológicas del neopositivismo. Harley (1973) hablaba despectivamente de la creciente tendencia a adquirir técnicas y métodos. concretamente. esto trajo nuevos temas. Su envite fue recogido por. then we must devise categories of change for our study: we must focus our attention on events of change than in events in change» (Baker. Estos enfoques concluyeron. insuficientemente abordado por la geografía histórica tradicional. en definitiva. en dos grandes líneas de pensamiento. su artículo (1969). Robert Butlin. 1972). la aplicación de modelos parecía poder elaborar las ansiadas leyes de difusión o comportamiento espacial de hechos geográficos. así como a la falta de imaginación para idear nuevos métodos. A pesar de las aportaciones (discutidas) del cuantitativismo." El relativo long relaxation time. gran parte del futuro de esta disciplina. al menos. y sobre todo. según este autor. aunque con un mayor calado y con ánimo de cuestionar las bases de lo que a lo largo del siglo xx se había considerado como geografía histórica. los cambios en el paisaje y el pasado en La geografía actual e histórica. como decía Prince? (Baker. se recuperaron enfoques que ya habían hecho su aparición en la geografía hacía ya unos años. elf we want to investigate change. o al menos para tratar de entender los problemas del mundo. objetivando lo humano. así como una reconsideración de la forma de trabajar las fuentes. La reflexión sobre el futuro de la geografía histórica debía abordar. A. Este último. la influencia de las condiciones geográficas en el curso de la historia (1994: 73). el tema del poder y su representación. También planteaba Baker (1972) el reto del estudio del cambio. 150 LOS GIROS DE LA GEOGRAFÍA HUMANA LOS GIROS DE LA GEOGRAFÍA HUMANA 151 . era una forma de llamar la atención sobre métodos innovadores constituidos con recursos basados en la ciencia computacional pero sin un trasfondo teórico propio. aproximarse a los estudios del comportamiento. Phillips y Hugh C. sobre todo en lo que al estudio del cambio representaba. En concreto. sino a replantear su filosofía y metodologías ya que. el trabajo estadístico (técnicas no paramétricas). 1973).La geografía histórica y las nuevas tendencias en la geografía humana Pedro Sunyer Martín cal Geography (1972) y. políticos y ambientales (Ring." En definitiva. conjuntamente con las otras ramas de la geografía. el largo período de respuesta de la geografía histórica para asumir los cambios planteados desde la nueva geografía. Alan Baker aspiraba. su artículo «Repensar la geografía histórica» («Rethinking Historical Geography»). también estaba a la orden del día. antes ignorados. Y por último. En ambos casos.S. podían llevarla a un sinsentido. 21. eran las geografías del pasado. Sin embargo. predecir el futuro. pues no había un nuevo ensalzamiento epistemológico en ella. Entre ellas. como expresa Butlin (1993: xi). Así. el «hartazgo de la supuesta objetividad y cientificidad de los métodos y enfoques empleados». Tiene como inmediato antecedente el artículo The Future oí the Past (1969) firmado por voces muy críticas de los enfoques clásicos y partidarios de su renovación como el mismo Alan Baker. apostar por incorporar todos aquellos métodos y concepciones teóricas que permitieran esa actitud utilitaria de la geografía histórica. comprometidas todas ellas con la resolución de los problemas de la sociedad. 22. Wright paradójicamente no era precisamente un espíritu sospechoso de estas tendencias humanistas.Pedro Sunyer Martín La geografía histórica y las nuevas tendencias en la geografía El individuo / el lugar. además del artículo de Michael Handley (1993) e Innes M. aunque no de sus ideas. would reemerge and that there would be not merely coexistente (even that seemed threatened by the more ardent spirits for a time) but collaboration and some degree of synthesis of the old and the new." Como menciona Spate. La opinión de este autor se basa en la escasa repercusión en el uso del término como tal.Lyrne. siempre manifestó curiosidad por los aspectos humanos de la geografía.. va más allá de ella y la aproximaba a la historia de las ideas y a la geografía histórica tal como hoy la conocemos. Acerca de John Kirtland Wright (Cambridge. 1982). él se dedicará al estudio del comportamiento. sobre el territorio como la que otorga importancia a sus elaboraciones intelectuales fruto de la relación con ese espacio. nos puede ayudar a comprender en cierta manera lo acontecido en el campo de la geografía y. fue calificado por Prince (1971: 24) como el «avance más importante en geografía histórica en los últimos años». por extensión. derivado de las ideas de Wright y de Kirk. lo perciben. desde una perspectiva social de la historia de la ciencia. Finalmente. por ejemplo. 1981: 426).H. como ha expresado Norton (1991 [1984]:68). Harvey o William Bunge. fue seguido de cerca por David Lowenthal con su trabajo Geography. Los mismos defensores de las propuestas cuantitativas eran conscientes de la existencia de esas líneas y preveían su potencial. muy crítico con los enfoques clásicos. No son estáticos sino que también «actúan». Harvey en su dedicación a la geografía histórica aboga por el punto de vista del materialismo histórico. Brown y su Mirror for Americans (1943). Experience and lmagination (1961). Por este enfoque se pueden comprender las disciplinas científicas como corrientes de un río que están conformadas por conceptos. que otorgan importancia a su acción como individuo y como ser en sociedad. y por los paisajes humanizados más que por aquéllos desprovistos de huella humana alguna.K. acérrimo defensor de las técnicas cuantitativas. mensurable. [Traducción libre: Había siempre una fe en los viejos valores del humanismo. propugnaba en algunos artículos posteriores el papel de la ideología como estructurador del espacio y la necesidad de los enfoques del humanismo marxista en la comprensión del espacio (Baker. declaraban finiquitado el tiempo de la revolución cuantitativa y apostaron por una geografía radical (Capel." No obstante. LOS GIROS DE LA GEOGRAFÍA HUMANA 153 .]. que se ha visto como su continuación geosófica y el puente necesario con los estudios de geografía de la 25. 1891 . considerado por algunos autores como el precedente inmediato de los estudios de geografía humanística (Handley. Dos antecedentes de la línea humanista en geografía y sus ideas sobre la geografía histórica Ver el pasado a través de los ojos de observadores contemporáneos y del examen crítico de las observaciones realizadas de objetos. 27. adaptación y selección lo que permite la supervivencia de ideas y conceptos y.. Hugh C. más que sus acciones (Baker. Y con el individuo y la sociedad. Lowenthal (1969) cuenta un total de quince temas en los que puede clasificarse su obra. Wright. que consideran tanto su acción objetiva. lo crean. Interesan sus ideas y actitudes. métodos. (Spate. como el que propugnaba Stephen Toulmin (1977 [1972]). a William Kirk con su behavioural environment. que aunque él la hacía equivaler a la historia de la geografía. 1979. la sociedad / el espacio como protagonistas Junto a las ideas citadas de Kuhn. que recopila toda la información geográfica disponible para escribir una geografía de Estados Unidos en ese año. una historia del conocimiento geográfico pasado. había dedicado previamente al menos un artículo al papel de la imaginación en geografía (1962). «sería engañoso decir que [de ellos] ha surgido un punto de vista coherente que se constituya en alternativa eficiente y viable al positivismo». en donde quiera que radicara su valor verdadero. John K. Alan Baker.] 24. El individuo y la sociedad se vuelven. Posteriormente. de pronto. y reemergerían y su presencia no significaría sólo su coexistencia (aun siendo amenazados por los espíritus más ardientes del momento) sino una colaboración e incluso cierto grado de síntesis de los viejos valores con los nuevos.P. dice «There was always faith that older humanist values. 1994: 74). y no sin puntos de coincidencia» (Spate. trazaba (1971) muchas de las líneas que van a ser consideradas en el momento del desencanto positivista. En este repaso de la geografía histórica resulta interesante observar la coexistencia de diversas líneas de desarrollo y propuestas intelectuales junto con esa avasalladora tendencia neopositivista que parece dominar la escena inicialmente. tras el desencanto positivista. es decir. se recupera el lugar y el espacio. Es un proceso de mutación. resurgieron con más empeño. de las instituciones e investigadores a ellas ligados (Sunyer. También David W. 1947: 12). Prince. como decía el propio autor. estas perspectivas les recuerdan a las otras áreas de las ciencias sociales que «la geografía es una materia importante y que está en el corazón de los aspectos fundamentales de las realidades colectivas» (Claval. Wright y segundo. con el del «sentido espacial del ser humano» de Derwent Whittlesey (1945) y con su precedente Ralph H. le dan significado y valor al espacio. En el trabajo citado Terrae lncognitae: the Place of the hnagination in Geography (1947) conminaba a realizar una geosofía histórica. sí poco recordada como geógrafo físico y su interés demostrado por la representación cartográfica y los análisis estadísticos. En su reflexión sobre lo que supuso la revolución cuantitativa. por su concepto de geosofía." Me estoy refiriendo a aquellas que defienden el papel del ser humano. entendido como «el estudio del conocimiento geográfico desde cualquiera o todos los puntos de vista [. «una nueva revo23. El conocido geógrafo O. Keystone. Spate (1989) es más atrevido al decir que más que coexistencia hubo propuestas de síntesis. que versa sobre la reconstrucción que hace un imaginario habitante de Filadelfia. Por ejemplo. si no poco conocida. a John K. 1999: 245). 152 LOS GIROS DE LA GEOGRAFÍA HUMANA humana lución se estaba gestando de forma paralela a la revolución cuantitativa. proposiciones y teorías que afloran o se soterran en función de las condiciones del medio. tras un período de preocupación teórica por los modelos de organización espacial. 1997). protagonistas en la construcción del espacio y de sus elementos: lo experimentan. where they had real value." un término de poca fortuna aunque de honda repercusión intelectual relacionado. 1993: 189). En particular. Keighren (2005). lo usan. Estos conceptos adquieren a partir de los años setenta un papel protagónico en la definición del ser humano en toda su integridad. junto con ellos. 26. T. del concepto véase Handley (1993). el enfoque evolutivo en la historia de la ciencia y de las ideas. si bien. Al mismo tiempo. En relación con la «poca fortuna. William Norton (1984) repasaba críticamente lo que había supuesto la aportación positivista para la geografía histórica y presenta algunas de las líneas que ya se estaban siguiendo en esta ciencia." Geógrafo interesado desde temprana edad por la relación entre la geografía y la historia. con toda su complejidad y dimensión. Prince (1971)y Norton (1991 [1984]) ya habían hecho su aparición en los años cincuenta y. 1989: XVIII). En particular citan. 1969) puede verse un amplio resumen de su biografía en el obituario escrito por David Lowenthal (1969). por su formación. John Kirtland Wright (1891-1969) es recordado entre otras cosas. 1989: xviii). Algunas de las ideas que presentaron. en el de la geografía histórica en el periodo correspondiente a la segunda mitad del siglo JCK. Sobre Ralph Brown y su aportación a la geografía histórica de Estados Unidos puede verse Meinig (1989): Mirror for Americans: Likeness of the Eastern Seaboard in 1810 (1943). la naturaleza y expresión de las ideas geográficas pasadas y presentes» (Wright. primero. por el modo como funciona la memoria. 1975). 18-31. 29. de esta tradición procede el peso considerable concedido a la intuición. no sólo tal cual es. históricos o no. 30. sobre todo para esta última. y la recuperación de la complejidad del ser humano frente a las tendencias reduccionistas del positivismo. Norton. Esta línea de pensamiento fue expuesta en un artículo poco difundido por esos tiempos titulado «Historical Geography and the Behavioural Environment» (1952). El recuerdo de los paisajes perdidos —la nostalgia—. 1993: 186). la necesidad de conservar a veces a ultranza aquellas reminiscencias materiales de ese pasado —la «tangibilidad del pasado» o. Es sobre esta distinción que los geógrafos. su aplicación a sus necesidades y objetivos era compleja (Billinge. 1961). Muchas de las líneas de las que habla Lowenthal en este artículo tuvieron relevancia años más tarde en la consideración de los aspectos de la psicología ambiental. la geografía histórica era la historia de sucesivos entornos percibidos que debían ser recuperados a efectos de comprender la evolución del espacio geográfico en su complejidad (Kirk. Kirk comprendió la existencia de dos mundos. escrito como respuesta a la controversia sobre el método (Methodenstreit) en las ciencias sociales. 154 LOS GIROS DE LA GEOGRAFÍA HUMANA La geografía histórica y las nuevas tendencias en la geografía humana Las ideas de Kirk abrían un mundo de posibilidades. La raigambre del pensamiento de Lowenthal en Wright se ha manifestado en numerosas ocasiones. Si era posible considerar las geografías de cualquier persona. También es conveniente recordar que muchos de los colaboradores de esta última obra (Geographies of the Mind) han desarrollado la línea humanista en geografía. 1976: 616) que planeaba sobre la investigación en las ciencias sociales. del espacio. El ser humano actúa en el medio en función de su forma de ver el mundo que le rodeaba (Guelke. desde el punto de vista de los hechos físicos. y cómo ésta se vincula con los objetos (la arqueología del pasado). ungidos por las ideas básicas de la fenomenología. por ejemplo. Buttimer (1976). 2. o «mundo de la experiencia inmediata previo a las ideas de la ciencia» (Entrikin. 1985). 1977: Gregory.M. Sin embargo. por ejemplo: Tuan (1976). De esta perspectiva los geógrafos recuperan conceptos como el de Verstehen. 1976: 620) cuyo sentido será profundizado años más tarde por Alfred Schutz. surtirán nuevos enfoques en su aplicación a la geografía que tratarán de hacerse efectivos también en la geografía histórica aunque sin mucho éxito. en gran manera. 1977: 60. 1989: 11). Lowenthal firmó también su obituario en Geographical Review (1969) y le homenajeó en una obra colectiva (Lowenthal y Bowden. 90 Su base principalmente estaba en la fenomenología y. desde el punto de vista metodológico. También es fundamental la recuperación del concepto de «lugar» como «centro de significación» o «foco del arraigo de las emociones humanas» (Entrikin. en referencia a que el observador aplica un punto de vista empático con relación al individuo o los individuos que habitaban un lugar. LOS GIROS DE LA GEOGRAFÍA HUMANA 155 . 1971. el tema cultural. sobre todo. y del tiempo. nota 1). Su importancia radica. García Blanco (1985).. el concepto de Verstehen utilizado por Weber proviene de una perspectiva neo-kantiana. iniciada en 1883 por Menger (fundador de la escuela austríaca de economía) y Dilthev Un debate que. animaba a sus colegas a describir el entorno. Trabajos como el mencionado. en la fenomenología existencialista. mejor. En este sentido. según Gregory (1978: 163)— eran de gran interés para los geógrafos. De igual forma. Este artículo fue publicado inicialmente en la ¡odian Geographical Society: Silver Jubilee Souvenir and N. sino en términos de cómo es observado y pensado. 1989: 26. dinámico— cambia con nuestra actitud y forma de ver el mundo presente. experiencias individuales o colectivas. estrecha. 1989). diferente de la fenomenológica. 1976.. Geography. el real y el percibido (phenomenal environment y behavioural envirortment). hacer tangible el pasado (Lowenthal. individual y colectiva. entendida como una forma de conocimiento capaz de llegar a la esencia de los objetos (de conocimiento) a través de su auto-presentación en la conciencia. nos permiten recobrar. Experience and hnagination (1961). 48. Spate. Entrikin (1976). Los continuadores de ambos. 1976: 616). 31. el lenguaje como forma de percibir el mundo y comunicarlo. directas o indirectas. en las reflexiones que se suscitaron dentro de la geografía histórica en aras de buscar alternativas que fueran aplicables a los objetivos de la subdisciplina. El segundo enfoque del que hacía mención que va a adquirir relevancia es el denominado behavioural environment desarrollado en la geografía inicialmente por William Kirk y derivado de la mayor consideración que desde la geografía se daba a la percepción del entorno por parte del ser humano. Constituyó una alternativa viable y atractiva frente al positivismo (Entrikin. véase cap. 1978). 28. pp. En ellos Lowenthal se preocupa por los mundos del pasado y la forma como fueron percibidos por sus coetáneos. Varios aspectos de este denominado «giro trascendentalista» —trascendental turn. mecanicista y determinista visión del hombre» (Entrikin. como indica J. El «giro humanista" en geografía y la geografía histórica La geografía humanista se ha visto como una reacción a la desmesurada «objetiva. inauguran toda una línea de trabajos que culmina con The Past Is a Foreign Country (1985). pp. debían reflexionar y en donde el concepto de «valor» adquiría una honda significación. 1976). 1977. Max Weber trató de «obtener un punto de partida para un análisis propio del fundamento lógico de las ciencias de la cultura» (García. también era posible recuperar sus historias. Present Place: Landscapes and Memory (1975). Subrahmanyam Memorial Voltam (Prince. su memoria. como planteaba Wright. 3 ' Asimismo. mundo de la vida. vol. Gregory. en particular. Sin embargo. 1978. no alejadas de las propuestas de Wright. Para él. Rickert. En relación con el complejo concepto de humanismo en geografía desde principios de los años setenta se publicaron algunos trabajos tratando de circunscribir la geografía humanística. reconocidos bajo el genérico nombre de geógrafos humanistas." Precisamente Lowenthal ha sido quien ha contribuido con sus escritos a darle una dimensión geográfico-histórica al concepto de geosofía de Wright. Pero también sobre los usos del pasado y su elegibilidad a los ojos del presente: no somos capaces de leer el mensaje que llega a nuestros días a través de esos testimonios pasados. 1989). ' XVI) que permita la autonomía del conocimiento histórico frente al de las ciencias naturales. pero también Past Tirne. entonces. 357-371) y posteriormente reimpreso en el libro de Boal y Livingstone (1989). como apuntan algunos especialistas (Billinge." notoriamente influido por las teorías psicológicas de la Gestal t. en las primeras líneas de una de sus más destacadas aportaciones (Lowenthal. Boal y Livingstone. mundo de vida. 1985.1 Pedro Sunyer Martín percepción (Handley. Billinge. apareció en una versión más breve en Geography (1963. la experiencia individual y colectiva. En virtud de estas teorías desarrolladas por Koffka y Kóhler. Basándose en aspectos lógicos metodológicos del filósofo FI. Max Weber desarrolla este concepto en la segunda parte de su ensayo Roscher y Knies y los problemas lógicos de la escuela histórica de economía (1903) (Weber. si bien los argumentos teóricos de la fenomenología resultaban muy atractivos tanto para la geografía como para la geografía histórica. diacrónico. El primero de ellos es independiente del elaborado en la mente humana. esta perspectiva le permite a la geografía integrar el concepto de Lebensivelt. trascendió del ámbito de la economía al conjunto de las ciencias sociales. 1991 1984D. entre ellos el paisaje. Harrison y D. 1990: 282). el uso de fuentes subjetivas. años más tarde. 1977: 64). 1978) y.Pedro Sunyer Martín La geografía histórica y las nuevas tendencias en la De esta manera. Sin embargo. por R. Concretamente. la «estructura del discurso tiene un significado que trasciende la contingencia histórica» (Gregory. del contenido con el que las formas sociales lo que permitía 34. puede leerse varios de los artículos publicados por este autor desde 1974 en los AnnaLs of the Association of American Geographers. el de repensar la geografía histórica. a partir de la respuesta desarrollada por Derek Gregory (1976) y. al estructuralismo de Jean Piaget y Claude Lévi-Strauss (Billinge. 1977: 63). . Según Guelke (1975). Pese a la escasa aplicación empírica del idealismo y del estructuralismo en la geografía histórica. 33. Por otro lado. 1979: 76). Pero descubrir la estructura de la sociedad no era tarea sencilla ni evidente. racionalizar y explicar el mundo. Gregory argumenta que difícilmente esta concepción de la historia resultará satisfactoria para el especialista ya que «no se puede divorciar el examen del discurso hecho por los historiadores. Según Butlin (1993) y Ogborn (1999) el idealismo defendido por Guelke fue un punto de vista que tuvo poco éxito. en las ciencias sociales debía tratarse de hacer lo mismo. Así. no tanto del marxismo. que circunscribían sus acciones (Gregory 1976: 295). a la fenomenología social de Alfred Schutz (Gregory. si bien su presentación no pasó desapercibida y desencadenó una larga polémica. y la recuperación de la metodología del materialismo histórico y la reflexión geográficohistórica desde la teoría crítica del neomarxismo de Habermas y la escuela de Frankfurt (Butlin. y el escaso énfasis en la dialéctica entre el todo y las partes (Billinge. 1993). Se pretendía la representación de los hechos (psicológicos. en el caso de las fuentes. no era tanto su utilización sino la forma corno el investigador se aproximaba a ellas con sus acciones y creencias. el recurso a la fenomenología parecía amparar formas de hacer que no hubieran sido aceptadas dentro de posiciones científicas tradicionales: se justificaba la atipicidad de las fuentes y los datos propios de la geografía histórica para evitar la formulación de hipótesis de trabajo. esto es. Derek Gregory en los diversos artículos dedicados a la fenomenología (Gregory. esta concepción parte del sujeto. con lo que. y buscar patrones en la conformación de los paisajes a partir del pensamiento de los actores que los crearon (Harrison y Livingstone." pero también el deseentramiento del sujeto y junto con él la desaparición del autor. lejos de las aventuras teoréticas. pues ayudan a entender el desarrollo de esta subdisciplina en los años siguientes. si se relacionaban con las estructuras profundas. 156 LOS GIROS DE LA GEOGRAFÍA HUMANA LOS GIROS DE LA GEOGRAFÍA HUMANA 157 . En un artículo publicado en 1975. como afirma Giddens (1990). como concepto sintagmáti- 32.. 1978: 169). al menos aquella que no aportase elementos para hacer comprensible la estructura. en la elucidación de unas «estructuras del lite-norld [Lebensweld» necesarias para arraigar las acciones y experiencias individual o colectiva. si es que tienen alguna. aparentemente las únicas lineas teóricas capaces de superar el enfoque nomotético del positivismo en geografía. Ante esta situación. de alguna manera. véase Guelke (1974 y 1976). conocer las ideas permitiría comprender mejor la acción humana en el medio. (Gregory. Algunas de las cuestiones que planea Giddens al respecto son las siguientes: «¿Qué es la escritura y en qué medida contribuye la propia escritura a la autonomía de los textos? ¿Qué relación tienen. preocuparse por la validez de la reconstrucción realizada —todos los puntos de vista podrían ser válidos— o desdeñar tratamientos científicos (Billinge. Pero quizá más importante para la geografía histórica es la posibilidad que concede esta corriente a la comprensión de sucesos y contextos del pasado en cualquier momento. del «yo». pues según él. Entre las aportaciones del estructuralismo están la reflexión sobre el significante a expensas del significado y sobre la escritura. Entendido significante y significado como las partes constituyentes del signo lingüístico (paralelo al de lengua-habla) este esquema permite la búsqueda de otros binomios. geografía humana superar las limitaciones de las ideas de Husserl en su aplicación a la investigación histórica. El idealismo se basa en la noción de que tras las acciones humanas. Su objetivo era descubrir las categorías insertas en acciones y discursos que permiten al ser humano aprehender. subyace el pensamiento racional de las ideas y las ideologías. desaparece la historia. identificar las estructuras estables de la vida social para entenderlas. 1978). conviene reparar en sus ideas. y su condición respectivamente sincrónica y diacrónica. 1976). que constituye el tejido social. concluye que es al estructuralismo donde. ambos enfoques acabaron por encontrarse (Gregory.G. Livingstone (1979). las intenciones del autor al escribir los textos con la interpretación que posteriormente se hace de ellos? ¿Debe una "teoría del texto" ser esencialmente una teoría de la lectura?» (Giddens. 1976." Propone regresar a los estudios de carácter regional a fm de aterrizar las investigaciones geográficas en la realidad. Collingwood reflejado en su obra The Idea of History+ (1946). porque. tras el comportamiento humano. en particular. Entre éstas estaban los conceptos de infraestructura y superestructura de Marx que Lévi-Strauss recuperaba. como indica Derek Gregory. entre ellos funcionaba siempre un esquema conceptual «confinado en los límites invariables de la mente humana v su sentido innato de clasificación . tampoco el estructuralismo de Lévy-Strauss le satisface y finaliza en una crítica razonada que le aproxima al marxismo. co-paradigmático. No se trataba de una respuesta contra la fenomenología de Husserl aunque contuviera elementos críticos hacia ella. creencias. Del idealismo al enfoque marxista El idealismo filosófico desarrollado por Leonard Guelke se plantea también como una propuesta alternativa al enfoque fenomenológico (idealismo fenomenológico) y al marxismo. sincronía-diacronía que. finalmente. Lévi-Strauss entendía los intercambios sociales como tipos de lenguaje o formas de comunicación. 1978: 169). El estructuralismo de Lévi-Strauss resultaba de la aplicación del análisis lingüístico de Ferdinand de Saussure a las ciencias sociales." Así.T.. atemporales. Al respecto. De la misma manera que la lingüística estructural de Saussure diferenciaba entre la largue (el lenguaje) v la paro/e (el habla). etc. y no del mundo externo. en la búsqueda de explicaciones reductivas. Gregory. Mark Billinge ha subrayado la cadena de malentendidos que tal filosofía acarreaba entre los especialistas. Guelke ofrece una respuesta al reto planteado por Baker años antes. como se ha dicho.N. según él. así como su aplicación incompleta. «parecen susceptibles de una aplicación mayor que la que tenían en su entorno original». Las experiencias del individuo del mundo fenoménico sólo podían trascenderse. Finalmente. Por ejemplo en aspectos básicos como la disquisición sin presuposiciones previas —la fenomenología no admite formulaciones a priori—. entre ellos. conduce la reflexión de Schutz. 1977. pues se inserta en la maraña de afectividades. estructura-coyuntura. sociales) en forma de modelo. todos ellos elementos importantes en el momento de considerar las fuentes empleadas por el historiador y el geógrafo histórico. Autores como Leonard Guelke y Derek Gregory trataron en diferentes artículos de reflexionar sobre aquellos elementos de la fenomenología que pudieran ser rescatables para la geografía histórica. El resultado fue una serie de propuestas que comprendían desde el idealismo de R.1978: 167). a su vez.La geografía histórica y las nuevas tendencias en la geografía humana Pedro Sunyer Martín revisten» (Gregory. Con respecto a la obra y la aportación de Henri Lefebvre puede verse los artículos publicados en la revista Veredas (n '8. puesto que el hombre va a desaparecer. - - De la «time-geography. también algunos enfoques de la geografía histórica como los mencionados previamente. Uno de los elementos criticados de Marx ha sido su conocida «aniquilación del espacio por parte del tiempo». 1991: 187). Norton. Short. 2004. las produce y reproduce (Butlin. Gregory. de poner en evidencia. Una de estas ideas fuertes para el campo en estudio. Gregory. trata de suplir la ausencia del espacio en el pensamiento del alemán. cuestionaba el principio de autoridad de ciertas líneas de pensamiento sobre otras. negando con ello. la imposibilidad dentro del materialismo histórico para la existencia de una geografía histórica del capitalismo (Gregory. Se trata de entender la sociedad y sus productos entre ellos el espacio a través de la concepción materialista de la historia. ya que: sociedad (1984). 1991: 187). entre ellas están aquellas que se asocian a la reproducción y transformación de las propias estructuras sociales. 1982). permite las relaciones humanas. como lo que no se expresa y permanece oculto. y con ella el surgimiento de las posiciones ideológicas ligadas a El fin de la historia de Fukuyama (1989). como las de Jacques Derrida y Gilles Deleuze. quien hablaba de un «marxismo humanista» al conjuntar el análisis del cambio histórico con la preocupación por la justicia social ( Baker. proletarización. Alicia Lindón y Blanca Ramírez. 1983. Como elemento central está el capitalismo. tanto lo que se dice o escribe. en un grado inigualado hasta ahora. 1988: 265-266). Por un lado. precisar el modo de articulación de las formaciones sociales. A finales de los años sesenta en las ciencias sociales y en la filosofía se inicia la revisión de algunos de los principios que habían sustentado además de muchas otras disciplinas. Quizás una de las definiciones críticas más acertadas del postestructuralismo es la expuesta por un estructuralista como Jean Piaget al caracterizarlo como un «estructuralismo sin estructura» (Piaget. (Fernández Leost. En última instancia. sus estructuras únicamente son esquemas figurativos y no sistemas de transformaciones que se conservan gracias a su autoajuste [Piaget. al tiempo de introducir el marxismo en la última de las ciencias sociales que lo incorporó. 1971: 115]. Su crítica al estructuralismo le conduce a dos posibles opciones que permitirían superar la limitación del planteamiento estructuralista ligado únicamente a la teoría de las superestructuras. este enfoque fue arduamente criticado por varios motivos: primero por el excesivo reduccionismo del papel del ser humano como agente. entre ellos la geografía humana y. el desprecio de las funciones y. perspectiva a la que Anthony. pues a partir de su idea de hacer un «materialismo geográfico histórico». que se asocia con privación. 1981. El método de la decónstrucción deriva en parte de la relevancia que Derrida le daba al texto. Y sobre todo. es la de la muerte de la historia. de Alan Baker quien en uno de sus trabajos denostaba del punto de vista «claramente burgués» que había empleado en sus artículos su antecesor Henry C. A pesar de que sirvió y está sirviendo de base para investigaciones de geógrafos históricos o geógrafos que han contribuido a este campo (Pred. Es el caso. 1978: 172). así como de ciertos métodos. En cuanto a los aspectos positivos. en una práctica que ha sido calificada como «perversión hermenéutica> . sino también espacial. Darby (Baker.. entre algunos otros). la negación del propio sujeto. este enfoque cuestionaba las bases que conformaron la división actual de las ciencias sociales (Dear. tal como menciona D. Esto condujo al desarrollo de posiciones criticas y a las filosofías postestructuralistas. En segundo término por la desconsideración de los procesos sociales que organizan la dimensión social y temporal (Butlin. 2004) por Daniel Hiernattx. 2004. para autores como Harvey y Gregory —siguiendo la tradición de Henri Lefebvre (1991 [1974]). Una de las ideas fuertes que trajo el postestructuralismo fue la necesidad de deconstruir el saber largamente construido.a los enfoques postestructuralistas Una de las aportaciones más emblemáticas en geografía humana que está siendo considerada en geografía histórica es aquella que trata de aproximarse a la experiencia del mundo seguida a través de las trayectorias biográficas. que diseña el mundo a su imagen y semejanza. Uno de sus recientes trabajos. en su más amplio sentido. mercantilización. La proposición de Harvey no deja de ser loable. 1971: 110). 2005). Giddens dedica un extenso capítulo en su obra La constitución de la 35. que si bien no es un autor reconocido como geógrafo histórico. También las aportaciones de David Harvey. que se cobija inevitablemente en el pensamiento sobre la posmodernidad. Entre las contribuciones a la geografía histórica con este enfoque se encuentra la realizada por el citado Baker. producto de la sociedad y que. Se trataba de descubrir los límites que impone el lenguaje a nuestra forma de pensamiento. 2006).. Con este término pretendía el geógrafo sueco [. Daniels y Nash. 1979. Roberto Donoso. el postestructuralismo reconocía al lenguaje como base del conocimiento pero se criticaba la perversidad inherente a una forma de utilizarlo de manera que reproducía situaciones hegemónicas y de privilegio. que nos LOS GIROS DE LA GEOGRAFÍA HUMANA 159 . Esta idea tendrá repercusiones en la geografía histórica y en la geografía humana en general. El espacio. quizás la más importante. La alusión a Marx no es gratuita en geografía histórica. la geografía humana (Gregory.1 retiene del estructuralismo todos los aspectos negativos: la desvalorización de la historia. ha sido considerado como un ejemplo de aplicación del método del «materialismo histórico geográfico» (Basset. como condición previa a interrogarse sobre los marcos de referencia contenidos en ellas.35 dejó de ser el componente pasivo sobre el que se desarrollaba la acción de la historia para constituirse un elemento activo. 1991 [1984]: 76). El marxismo sirvió como crítica a la geografía histórica tradicional y como elemento de reflexión acerca de la construcción del espacio. La aceptación de las propuestas postestructuralistas impacto directamente en los debates internos de las disciplinas sociales. 1993: 51). por ejemplo. han contribuido también a este campo y con esta perspectiva. supuso un duro golpe a la racionalidad del pensamiento moderno y acabó de un plumazo con los debates entre las diferentes comentes existentes en los diversos campos de las ciencias sociales. Entendida la biografía personal como un trayecto no sólo temporal. Segundo. la geografía histórica. 1993). en consecuencia. Paris: Capital of Modernity (2003). Se trata de lo que el geógrafo Torsten Hagerstrand denominaba geografías temporales (time-geography). 158 LOS GIROS DE LA GEOGRAFÍA HUMANA unir una serie de conceptos que envuelven y modelan las experiencias individuales y colectivas en los contextos temporal y espacial. El postestructuralismo. El postestructuralismo buscaba liberar la investigación de finalidades últimas o justificaciones finales. proporcionar unos lineamientos claros de los dominios susceptibles para el análisis lingüístico. iherefore. Ogborn. De aquí en adelante Journal. Véase editorial del Journal of Historical Geography. 1999). y en el que ni los datos más objetivos conservados en forma de estadística o cartografía están libres del pecado original que supone haber sido creados por la mano humana. a la muerte de la memoria y a un presente plano. En ese editorial Baker recordaba el objetivo fundamental de apertura intelectual de su origen. porque no hay justificación ni hacia el pasado ni hacia el futuro» (Alonso. LOS GIROS DE LA GEOGRAFÍA HUMANA 161 . de lo que había sido «diez años antes». En este texto editorial se afirmaba con rotundidad un proyecto de geografía histórica más avanzado. se beneficiará de la amplia tendencia [. como escribía Heffeman. a la sociedad y al espacio. El texto original dice: «Historical geography is. De igual forma. las categorías y jerarquías conceptuales con las que el investigador aborda un tema no hablan tanto de la naturaleza de las cosas como de nuestro sistema intelectual. la crítica hacia la herencia de la modernidad. Meinig. la apertura hacia temas desconsiderados con anterioridad y a discursos alternativos. y a la influencia de las condiciones geográficas en el curso de la historia (Darby. lugares. el trabajo de archivo y la interpretación del paisaje. como tarea urgente. Leonard Guelke advertía sobre la posibilidad de que hubiera una disolución de la geografía histórica. 1997: 2). Contrariamente a los que llamaban la atención sobre el caos conceptual y las amenazas a la integridad intelectual de la disciplina. aboye ah. por ejemplo. las relaciones hombre-medio (Guelke. recuperan algunas de esas propuestas posmodernas. Esta advertencia. El texto original dice: «I shall seek to ensure that the Journal remains an outlet not only for considerad and original research but also continues as a forttm for vigorous debate in which the "borders" of geography. Por ello. 1994: 73). likely to benefit from a widespread tendency to question the conyentional intellectual categories thmugh which the modem world has been interpretad and conceptualized». Este texto significaba una vuelta más de tuerca sobre las intenciones iniciales de la publicación mencionada. El texto original dice: «No particular dogma about the nature of historical geography was to be promoted: the study of no problem. experiencias e interpretaciones de lugares en el pasado así como su cultura mental y material» (Baker. The Journal of Historical Geography (1975) En 1997. se comprometía a «Asegurar que el Journal continúe siendo un medio no sólo para investigaciones originales y consideradas sino un foro que permita un intenso debate. que es seriamente debatida por Miles Ogborn (1999). John B." Esa misma apertura también implicaba despreocuparse por precisar los límites disciplinarios ni controlar su tránsito. al que dedicaremos nuestra atención en los dos próximos apartados. histoty and several others disciplines besides are habitually transgressed and subyerted» (Heffeman. en consecuencia. 38.Pedro Sunyer Martín La geografía histórica y las nuevas tendencias en la geografía humana libraba. cuando la revista era dirigida por Alan Baker. «en la que toda vileza puede ser aceptada. Hardley (1989). la historia y otras disciplinas vecinas sean habitualmente transgredidos y subvertidos (Heffernan. se pasaba a una geografía históri39 Traducción libre de Pedro Sunyer. 160 LOS GIROS DE LA GEOGRAFÍA HUMANA El problema de fondo sobre el que alertaba Guelke era el proceso de deconstrucción de la disciplina. Paralelamente a la absoluta relativización que han propugnado los teóricos de la posmodernidad. Muestra de todo ello es la explosión temática que vive. Los temas de la geografía histórica De lo explicado hasta ahora puede observarse que hemos partido de una geografía histórica de luces limitadas. Así. a los cambios en el paisaje. de propugnar un «enfoque ecléctico y liberal». 1999: 98). 1987: 1). 1962. reconfiguraciones y deconstrucciones» (Heffeman. ideológicas y económicas. más que nunca. 1997. con comprensiones individuales o colectivas. Driver (1992). Desde su punto de vista esta «híbrida arena disciplinaria en la que se considerarán históricamente espacios. Mayhew (2007. De un enfoque. estaban colapsando dando lugar a una mayor fluidez (potencialmente liberadora). Heffernan iba más lejos al afirmar la naturaleza híbrida de la subdisciplina: La geografía histórica es. 1997: 233. Otros autores. desde su posición marxista y neomarxista. a otro en el que se da papel protagónico al individuo y al lugar. no tanto porque las avalara enteramente sino porque le permitían recuperar lo que para él debía ser la preocupación básica de la geografía histórica. para arribar a otra de amplias perspectivas. al mismo tiempo estas posturas posibilitaron. Sauer. iba a redundar directamente en la situación actual de la geografía histórica. Clark). en Baker. Esto ocurriría «si no hay un núcleo disciplinario en términos de "cómo las personas se han relacionado con la Tierra"» (Guelke. sobre todo. el Journal estará abierto a aquellas colaboraciones preocupadas de forma separada o conjunta con el análisis y la síntesis (respondiendo a una pregunta que se hizo en 1973)." 36. que en resumidas cuentas se basaba en la neutralidad del dato. 37. La revista ahora reconocía tácitamente los cambios que había experimentado la geografía histórica en los 20 años transcurridos entre 1975 y 1997. una tarea impostergable. viene al caso por el editorial desplegado ese mismo año en el Journal of Historical Geography' 6 escrito por Michael Heffernan.) a cuestionarse las categorías intelectuales convencionales que el mundo moderno ha interpretado y conceptualizado. 2003: 149). que es hacia donde parecía conducir el postestructuralismo. 2009) Mayhew y Elizabeth A. 1997). Clark (2004). como explicaba Lledó. ambientes y paisajes». 1997: 2). Traducción libre de Pedro Sunyer. en opinión de Heffeman. Charles Withers (2000). Ogborn.. como Michael Dear (1988). Uno de los autores críticos con las propuestas ya no postestructuralistas sino posmodernas en sentido amplio ha sido David Harvev quien. a hybrid discipline and is. en la que: «ningún dogma particular acerca de la naturaleza de la geografía histórica iba a promoverse: el estudio de ningún problema específico. la geografía histórica se beneficiaba de un mundo en el que «las tradicionales alianzas disciplinarias. De una geografía histórica que debía ceñirse a las geografías del pasado. 1987: 1). período o lugar del pasado iba a ser prohibido» (Baker. period or place in the past was to be prohibited«. 39 Más bien. el Journal of Historical Geography. en una de sus obras (Harvey. una disciplina híbrida y. Robert J. correspondiente a ese año.. 1989) recela de las posibles aportaciones de esta corriente. un caleidoscopio de reformulaciones. Guelke retomaba las aportaciones de los clásicos (Darby. Ya no se trataba únicamente. como las estructuras políticas. en el que los límites de la geografía. abierto a «aquellos que tuvieran algo interesante que decir acerca de la geografía de un área en un tiempo pasado». como escribían John Patten v Andrew Clark. sobre todo en su crítica nacida del llamado giro cultural: las fuentes empleadas en geografía histórica requieren de una profunda revisión. Traducción libre de Pedro Sanyer. entre muchos otros. causó a los geógrafos europeos el descubrimiento que realizaban sus colegas norteamericanos del concepto de «lugar» (lieux. algo que era perfectamente comprensible desde la noción de pays. Para tener un panorama más completo compara los resultados con los de otras cuatro bases de datos más que recogen los temas de investigación desarrollados en el mundo anglosajón (Estados Unidos. Las definiciones de lo que debe ser la geografía histórica varían con respecto a las escuelas y las líneas de desarrollo que se sigan (Dennis.. la alienación. han tratado de extraer líneas generales del desarrollo de la disciplina a través de los múltiples y variados artículos publicados. Mientras tanto la geografía histórica francesa. en la línea de Turner. y las ricas y fecundas relaciones con otros campos disciplinarios próximos. la trama de campos y el modo de delimitación [. como lo proponía el director del Journal en 1997. En este apartado quiero ofrecer un panorama general de los temas abordados en las investigaciones geográfico-históricas. Por supuesto. por lo que suponía este término en experiencia geográfica. Así. en general). Más interesante resultan las temáticas abordadas en la publicación en esos años. elementos particulares del paisaje (tipos de edificación). Uno de ellos es el debido a Hugh C. en el Journal of Historical Geography. mucho más variados y acordes a los tiempos que están viviendo las ciencias sociales y. entre otras cuestiones. como las denominó Fernand Braudel (1949). en relación con la geografía histórica francesa. Geographical Review. no sólo francés. del argumento de que toda geografía es geografía histórica (Whittlesey 1945) se transitaba a una geografía histórica de naturaleza híbrida con otras disciplinas. Baker (1980) y Claval (1984) hablan de una clara preferencia de los geógrafos francófonos por un mundo que se sabía en extinción. Los temas abordados por la geografía histórica francesa parecen haberse ido incorporando lenta pero indefectiblemente en el Joumal of Historical Geography. 1991: 266. Por su lado. Varios trabajos me han orientado en la dificultad de encasillarlos. que con motivo del congreso de la UGI en Montreal (1972). y lo mismo sucede con los temas que se pueden abordar.]: los fundamentos de la vida económica. 1993). Prince (1982). como explica Dennis. Éstas se centran en aspectos económicos y sociales del ámbito rural y urbano. entre ellos. Estas diferencias entre las escuelas nos pueden ayudar a entender. 162 LOS GIROS DE LA GEOGRAFÍA HUMANA Finalmente. Naylor (2005. un poco al compás del papel marginal de la geografía norteamericana centrada en las necesidades de la planificación. de los artículos de geografía histórica que se publicaban en los Annales. Estudios sobre la territorialidad. 2003. de la rotación y el barbecho 1. Landscape. seguidos muy de lejos por los temas ambientales y metodológicos. sino también sus debates y reseñas. las de »larga duración». como apunta Claval. 2006). Prince (1982) sobre el período 1975-1981 de los artículos. Budín. Emerge de todo esto. a los cambios habidos en la sociedad a escala mundial ocurridos aproximadamente en los últimos 30 años. la geografía histórica británica ha sido mucho más sensible a las discusiones más amplias de la geografía humana y ha incorporado muchos de sus criterios. como la historia que se practicaba en los Anuales. principalmente. Las monografías regionales de inspiración vidaliana. los sistemas de información geográfica y las imágenes satelitales. subyace un silencioso y lento estrato histórico» (Claval. la historia. así como el apasionamiento que tuvieron [los anglosajones] por Vidal de la Blache (Claval. Miles Og- LOS GIROS DE LA GEOGRAFÍA HUMANA 163 . Mayhew (2008). en el que clasifica no únicamente los artículos publicados en el Journal of Historical Geography entre f975-1985. Canadá. Dennis (1991) para los mismos ámbitos. Algunos de estos textos han tenido como finalidad mostrar la vitalidad del campo disciplinario de la geografía histórica. 1984: 235). la nacionalidad del autor v el centro académico de origen. habla. como es la vida rural.. en realidad. los temas geográfico-históricos habían tenido su recepción —y aún la tienen— en varias publicaciones. por ejemplo Baker (1994) para Estados Unidos y Gran Bretaña. 1999: 243). la historia y la psicología. Otros temas y períodos son mucho más esporádicos. inglés) y el de «sentido de lugar». entre otras. de una publicación que tuvo un considerable eco entre investigadores estadounidenses y británicos y. con un ánimo menos analítico. En el primer caso. y el del xvIn. en primer lugar. 2004). sólo pudo incorporarse a través de la fenomenología social. quienes comenzaron a reflexionar sobre las estructuras «cuasi-estables» de los mundos del pasado.La geografía histórica y las nuevas tendencias en la geografía humana Pedro Sunyer Martin ca que aspiraba a ser total. a veces las provincias." Las escuelas nacionales y sus temas En primer lugar vale la pena mencionar la diferencia en cuanto a los temas desarrollados entre las diversas escuelas nacionales. Los períodos de la historia más atractivos fueron el de los siglos xtx preferentemente. Dennis (1991: 266-267) pone de relieve que los geógrafos históricos norteamericanos se habían dedicado con mucho ahínco a temas tradicionales. La aportación radical. Por su parte. franceses. la fascinación de los estudios sobre la frontera. recuperaban una historia olvidada por los historiadores: «Arrojaban luz sobre patrones de comunidades tenitonales. el papel de los nutritivos cereales. La recuperación por parte de los geógrafos de esta historia no pasó por alto a los historiadores de la escuela de los Annales. el número de artículos que bajo esta temática se publican y la variedad de publicaciones que acogen escritos de carácter geográfico-histórico dificultan sobremanera su concreción en títulos temáticos escuetos. la relevancia de la gente común y su medio. países de la Cornmonwealth. el período abordado. Los temas de la geografía histórica El estudio realizado por Hugh C. en menor grado. 40. como Annals of the Association of American Geographers. sino europeo. estudios de caso local. Reino Unido. El propio carácter de la subdisciplina. Claval (1984) y Pitte (1994) para Francia.. no tuvo tanta incidencia en Estados Unidos como sí la adquirió en Gran Bretaña. a las que cita este autor.. tenía en la revista de historia de los Anuales su principal nicho. Nueva Zelanda. debates y reseñas publicados durante su etapa como redactor del Joumal of Historical Geography. Holdsworth (2002. destaca Prince (1982) que muchos se encuentran en los márgenes de la geografía. observa Prince (1982). y que representaba un elemento estable dentro de la cambiante fisonomía del paisaje. la comarca. las mentalidades son algunos de los temas más abordados. como lo hacen Ogbom (1999).]... el sentido del lugar. bajo la espléndida vida de poblaciones y acontecimientos registrados en los documentos diplomáticos. Otros autores. Los agrupa según el tema. me han sido de utilidad los textos que han abordado la evolución de la geografía histórica en ámbitos regionales particulares. y contrariamente. francés: place. entre otros. la sorpresa. como construcción social que es. en la actualidad se trata de poner énfasis en nuevas formas de organización espacial y en otros criterios de análisis regional. 2009). Conocer las diferentes escalas a las que funcionan ciertos procesos puede arrojar un haz de luz sobre su funcionamiento y evolución. muestran la creciente amplitud de temas que sobre geografía histórica se van publicando en diferentes revistas norteamericanas y son partidarios de potenciar esa interdisciplinariedad que había ido afianzándose en la geografía histórica y que manifestaba Heffernan en su editorial de 1997. como quiera que se considere este término. es un profundo admirador de la tradición de la geografía regional francesa y su perspectiva histórica_ Este trabajo tiene como más inmediato antecedente en la geografía estadounidense en la obra de Ralph Brown Historical Geography of the United States (1948). nutren un enriquecido discurso sobre cada uno de los temas mencionados. a saber. De honda tradición sobre todo en la geografía francesa que. Su frecuente papel como frontera. en una polémica que se remonta a las criticas expresadas en los años cuarenta del siglo pasado por Richard Hartshome. Por su parte Ryan (2004) incide en la relevancia del estudio de las geografías del pasado y de la conformación del conocimiento geográfico (imágenes geográficas y forjamiento de la identidad territorial —nacional. todos aquellos lugares poco habitados. que permitan comprender los patrones históricos espaciales. Alan Baker (2005) aprovecha la aparición del conjunto de los cuatro gruesos volúmenes del proyecto de Meinig para hacer una reflexión sobre la geografía regional histórica. El tema de la escala. más allá de las unidades estatales. Con ello. estos espacios. regional—). muchos de los cuales preservan sus raíces que se remontan más allá de la historia y cuyas fuentes de información suelen ser las procedentes de la tradición oral. el de la declaración del año 2002 como Año Internacional de las Montañas. las montañas. Los otros colectivos sociales. Ogborn reconoce explícitamente la influencia de las posiciones del postestructuralismo. permite recuperar «la otra mitad» de los actores de la geografía v de la historia (Butlin. dice. minusvalorados por la escasa valoración que se ha hecho de su protagonismo en la configuración del mundo presente. En particular. las selvas. físicos y junto con ellos las diferentes definiciones de «enfermo»). cultural. en su concepto de larga duración. También suelen ser espacios de frontera y por lo tanto marginales en la organización estatal. como investigadora. sus recur- sos. la geografía regional es una especialidad que. Son geografías de espacios exteriores y organización de espacios interiores (McIntosh y Forsberg. Valora extraordinariamente el trabajo realizado y saca a relucir las dificultades a las que tiene que hacer frente el especialista en geografía regional: debe de conjuntar ida noción teorética de síntesis con el problema práctico de la descripción geográfica» (Baker. a saber. muchos de cuyos protagonistas habitan esos espacios. La geografía regional —uno de los acercamientos preferidos por la geografía histórica desde el siglo xix— ha servido para justificar geopolíticamente el ejercicio del poder y del dominio territorial. que presentan unas condiciones de vida difíciles. En general. que han demorado la penetración humana y su colonización —todos ellos inexpugnables y espacios para la aventura— y que se han ido incorporando poco a poco mediante su reciente valoración (económica. los enfermos (mentales. y en el impacto que tuvieron todos ellos sobre la escuela geográfica francesa. Perla Zusman (2006). coyuntura y acontecimiento que organizan su análisis..Pedro Sunyer Martín La geografía histórica y las nuevas tendencias en la geografía humana born (1999) y James Rvan (2004). espacios y lugares. Un caso emblemático es el de las montañas que ha tenido un proceso de revalorización a partir de varios hechos. Superada en gran parte esa polémica. Junto con la perspectiva de género y con el trasfondo del problema del poder. también se recuperan tantos otros actores que han moldeado el espacio terrestre. como ha señalado. Se superaban así los temores de una deconsttucción disciplinaria y la reconfiguración con límites precisos. The Shaping of America (1998-2002). Un trabajo señero en este sentido es el realizado por Donald Meinig. o parecen ser. Ogbom (1999) pone el ejemplo de cuatro temas abordados también desde otras disciplinas. 1993: 67). esta consideración de la mujer en sus múltiples aspectos. Robert Butlin (1993: 68) habla de la necesidad de realizar una geografía histórica de las comunidades. como apunta Baker. Nio en vano. mientras que rescata de la geografía francesa su interés por descubrir las raíces de las actuales estructuras espaciales. así como los conceptos de espacio. de Foucault. los grupos indígenas entre tantos otros —colectivos religiosos. como los ancianos. En este sentido. en la trilogía estructura. desde su creación como espacio diferenciado en el siglo mit. la forma en la que ambos elementos se fueron mutuamente moldeando. como pretendía Guelke (1997) y Ogborn (1999) y que ha permitido aproximarse hacia este campo a profesionales de otras disciplinas. se inspira en los trabajos del historiador francés Fernand Braudel. han sido. entre ellos. adquirió en los últimos 30 años del siglo /ex un nuevo auge con enfoques más innovadores. sino más bien resultado de las tensiones existentes entre las fuerzas estructurales y las prácticas humanas. pero también como partícipe en la historia. 1999: 103). por un lado. social. su forma de incorporación a la sociedad presente. dividiendo a sus poblaciones y haciendo incomprensible su existencia y características.) bajo un término tan eufemístico como el de «servicios ambientales». dice Marston (2000). Las nociones de representación y poder. Entre los temas que parecen preocupar actualmente a algunos geógrafos históricos existen dos que son. para Ogbom (1999). los humedales (los lugares «malsanos» y su definición). Algo semejante puede decirse de los lugares marginados tales como los desiertos. también se han rescatado otros actores. la historia social y cultural. en Progress in Human Geography. los relacionados con 164 LOS GIROS DE LA GEOGRAFÍA HUMANA LOS GIROS DE LA GEOGRAFÍA HUMANA 165 . como explica Claval (1984). límites disciplinarios. En definitiva. entre otros. los polos. los homosexuales. Sin dejar de ser espacios construidos socialmente. la herencia y la memoria. sus habitantes. trató de explorar en los vínculos históricos entre los hombres y su medio. el imperio. en la reorientación de los tan manidos discursos de la geografía histórica clásica (Ogborn. las deconstrucc iones y reconfiguraciones de la disciplina se basan en un modo de entender las geografías del pasado. los gitanos. lugar y paisaje. Meinig. tiene muchos devotos pero pocos practicantes debido a la dificultad de su realización. han sido objeto de sucesivas valoraciones geográfico-históricas.. Los problemas de esta línea de estudios en geografía venían de la necesidad de un mayor rigor en los análisis practicados que condujeran a la formulación de leves. principalmente la historia. culturales— y sus geografías están siendo considerados en las investigaciones que se están practicando ya desde hace unos años. pero también de otras posiciones ideológicas como el feminismo. 2005: 634). un rico legado que sirve como fuente para los geógrafos interesados en la comprensión del mundo. la historia ambiental. contrariamente a lo que evoca la geografía regional. Ligado a los espacios marginales. está implícito en la construcción del espacio: no es un armazón jerárquico preordenado. en muchas ocasiones fragmentados. ideológicos. que hasta hacía poco habían sido marginados en nuestra comprensión del mundo. en particular. alabado por Alan Baker en una reseña publicada en el 'mima! of Historien! Geography (2005). no posee respuestas inherentes. y de ambientalistas en lo geográfico-histórico ambiental. lo efímero de su vida. 2002: 114.] los escritores en cuestión. este breve listado de temas. esta tendencia se refleja en publicaciones que tratan de dar mayor trascendencia a la propia biografía de autores relevantes dentro de la geografía. aunque cuestiona su «novedad». sólo aquéllas provenientes del analista» (Pearson y Colier. a partir de la publicación Journal of Historical Geography. necesariamente limitado. en inglés). ni ha habido tanto aprecio por las novelas y los relatos que tengan como fondo un escenario geográfico próximo o conocido.) que hicieron de su día a día y de sus reflexiones sobre cuestiones diversas. al menos. un tema de por sí clásico dentro. la geografía histórica está recalando en fuentes hasta hace poco inusuales y que pueden llegar a poner en entredicho una forma de hacer ciencia que trate de descubrir leves y normas generalizables_ Tal como lo ha presentado Simon Naylor (2008).] depends on the willingness of the researcher not to forsake the traditional methods and techniques appropriate to the analysis of a diverse range of sources. Ello obliga a los creadores a realizar productos tipo fast-food. funcionarios del Estado. Los clásicos trabajos de Man's Role in Changing the Face of the Earth (1956) o los posteriores de Clarence Glacken. Sin embargo. Paradójicamente. Como puede observarse. Por otro lado. Furthermore. coto de los geógrafos. 4' Otras fuentes aplicables a los SIG histórico-geográficos son cualquier soporte digital o digitalizable como pueden ser fotografías. reconoce que ciertos conceptos como el de naturaleza. en estos últimos años.. como si hurgando en ella se pudiera comprender mejor la relación entre las vivencias personales y sus aportaciones. y que 41. en consecuencia. si bien algunos trabajos revelan su utilidad. Además. pues la construcción de bases de datos y la generación de cartografía han sido los medios con los cuales los geógrafo-históricos siempre han realizado gran parte de su labor. Aunque también cobran interés las biografías o. [Traducción libre de P. como George Perkins Marsh. de una calidad no siempre contrastada al no poder darle al objeto de creación el tiempo necesario para su madurez. Esta situación no es exclusiva de las producciones artísticas sino de muchísimos otros aspectos de la vida actual. Ese interés por los escenarios históricos fue en primer término la principal preocupación de los geógrafos históricos de finales del siglo XIX y principios del XX. trasluce un mundo temático cada vez más extenso y atractivo para los especialistas en geografía histórica y para cuantos quieran comprender los cambios a través del tiempo en la organización y modelado del territorio y el espacio. Traces on the Rodhian Shore (1996 [1967]) no dejan lugar a dudas del interés que la geografía histórica tiene por lo ambiental. 2003). por ejemplo. «The success or failure of the application of GIS [. Simon Naylor (2008) retoma la preocupación de Holdsworth. puede observarse. se puede plantear una reflexión final que no sólo se refiera a este campo del saber geográfico sino también a la perspectiva histórica en los tiempos actuales. Siguiendo la evolución que ha tenido la geografía humana en general hacia una mayor consideración de ta «experiencia del espacio». Sin embargo. En cuanto a la aplicación de los SIG en lo que se ha dado en llamar sistemas de información geográfico-históricos (Historical GIS. cine.. exposiciones. Naylor (2006) Rucinque y Velásquez (2007) los han puesto de manifiesto con bastante claridad. 1 as técnicas de SIG permiten inferir datos en los que hay ausencia. como ahora. vídeos. que no llega ni a asimilar ni a recordar su contenido. nunca como ahora se han hecho tantos esfuerzos por la conservación del patrimonio —cualesquiera que con este término se quiera significar— y nunca. John K. Este autor ha mostrado las aportaciones de geógrafos en esa línea. 2003: 488). En relación con el primero de estos temas. desde la seguridad de la ficción.. la vivencia de aventuras inimaginables en la corta biografía de cada uno de nosotros.La geografía histórica y las nuevas tendencias en la geografía humana Pedro Sunyer Martín los del medio ambiente y los de la aplicación de los sistemas de información geográfica (SIG) a los temas geográfico-históricos. en Holdsworth. hay escritores que se lamentan del actual afán de consumo de los productos artísticos. Pongo por caso que recientemente en Barcelona se han puesto de moda recorrer los escenarios de algunas novelas recientemente populares en un afán de reconstruir los escenarios imaginados por 167 . y a un ansia desmedida de cumplir con el objetivo de consumir objetos de cultura.. Donald Meinig. medio ambiente y paisaje habían sido. Reflexiones finales Actualmente. 2002. se han leído tantas novelas históricas. detectar o poner en relieve comportamientos irregulares. de instituciones y de economías territoriales..M.S. se menciona que las nuevas tecnologías de la información permiten tratar inmensas series de datos contenidos en los archivos y de manera rápida. Este autor hace referencia principalmente a los trabajos de Knowles (1993). un mayor interés de los especialistas en geografía histórica por lo local y lo particular. pues no hay tiempo. only those of the analyst» (Pearson y Colier." Si eso es así. de la literatura geográfica anglosajona (George Perkins Marsh es un buen ejemplo). Naylor es partidario de una cooperación entre ambas líneas. por ejemplo. a ello se agrega la posibilidad de relacionar tipos de datos entre sí y generar de forma automática cartografía de buena calidad y resolución. Entre las ventajas. se amplían considerablemente las posibilidades de aplicación de este instrumento a la geografía histórica. han sido vistos con cierta suspicacia. 2003). expuestos a un público cada vez más voraz. concebidos como instrumento.) y. hasta hace poco tiempo. Finalmente. su éxito o fracaso «depende más del deseo del investigador de no abandonar los métodos tradicionales y las técnicas apropiadas para el análisis de una amplia gama de fuentes. Wright. y se aboca a tratar de revivir el tiempo y el espacio propios. el papel que se le otorga a las divisiones político-administrativas en la explicación de fenómenos ambientales o el problema de la identificación de la escala adecuada explicativa de ciertos hechos geográfico-ambientales. it has no inherent answers. libros. en Holdsworth. así como las debilidades del movimiento histórico ambientalista al desconocer la relevancia. la recuperación de aspectos biográficos de las personas anónimas (mercaderes y comerciantes. Holdsworth (2003). la consecuencia lógica es pensar que el ciudadano de este mundo tan occidental y de capitalismo tan exacerbado en el que vivimos tiene la inexcusable necesidad de regresar mediante la imaginación a experimentar lo que ya no es dado hacer. Así. la microhistoria y la microgeografia. 166 LOS GIROS DE LA GEOGRAFÍA HUMANA LOS GIROS DE LA GEOGRAFÍA HUMANA 42. según dicen los expertos. de la distinción entre espacio y lugar en geografía. así como la relevancia del «lugar» como objeto de conocimiento.. más bien. y no únicamente por la posibilidad de tratamiento de los datos y su salida gráfica (Holdsworth. la base de naciones e imperios. en cualquiera de sus formatos (cine. 2003: 488). algunos geógrafos opinan que están en competencia con la historia ambiental (Holdsworth. Más bien. n. vol. La mirada cualitativa en sociología: una aproximación interpretativa.' 2. DARBY. 31. «Contemporary Humanism in Geography». 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José María Luis Mora. Application and Re-evaluation. Quizás la mejor definición que puede ofrecerse a estos últimos 40 años de evolución de la geografía histórica en el mundo es mediante el título de una conocida obra de Koyré. BUTIIMER. (2001). «Évolution de la géographie historique en Grande-Bretagne et en Amérique du Nord». cómo vivían ese espacio y ese tiempo tales personas. pp.H. Evolución de la geografía humana. ya fuera mediante la búsqueda de modelos de comportamiento o de leyes explicativas de los comportamientos humanos.nodulo. pp. Anne (1976). 6. pp. Annals of the Association of American Geographers. «The Problem of Geographical Description». . México: Instituto de Investigaciones Dr. — (1982). pp. Barcelona: Universidad de Barcelona.). 27-38. «Lifepaths: Geography and Biography». a la sociedad como núcleo donde se inserta el individuo. Frederick W y David LIVINGSTONE (1989). «Geografía histórica e ideología». vol. ENTRIKIN. Alan R. 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México Como ya se ha planteado repetidamente. acompañando la constitución o la consolidación —según el caso— del campo mismo. epistemológicos y metodológicos de las otras ciencias sociales no era tan notoria. Esta circunstancia muestra una ruptura con el devenir de la disciplina en otros tiempos.INVIRTIENDO EL PUNTO DE VISTA: LAS GEOGRAFÍAS URBANAS HOLOGRÁFICAS DEL SUJETO HABITANTE Alicia Lindón Universidad Autónoma Metropolitana. Esta inmersión de la geografía humana actual en los giros es una empresa por demás compleja. Mientras tanto en otros campos. uno de los dilemas se presenta en los siguientes términos: por un lado. En ciertos campos de la disciplina han influido más unos giros que otros. el fenómeno real denominado ciudades y vida urbana ha experimentado fuertes transformaciones en las últimas tres o cuatro décadas. Esto parece impulsar a la geografía urbana a penetrar en los giros a fin de poder hacer inteligibles los nuevos fenómenos urbanos. Iztapalapa. sobre todo por dos razones: por una parte. porque la disciplina a lo largo del siglo >0( ha avanzado sustancialmente en la especialización en diversos campos del saber geográfico. esos giros no tienen un único rumbo. si el fenómeno estudiado cambia profundamente es adecuado buscar nuevas aproximaciones para interrogarlo. los giros se han insertado de manera natural. y además en unos campos —sobre todo los más consolidados— las resistencias a girar han sido considerables. la geografía humana no ha permanecido al margen de las transformaciones sociales recientes del mundo y de los giros de las otras ciencias sociales con los que se ha tratado de ofrecer respuestas a esos cambios sociales. En este capítulo se indagan algunas temáticas y nuevos rumbos surgidos a raíz de los giros en el campo particular de la geografía urbana. emergentes o más recientes. Por otro lado. al menos en cuanto a esos aspectos novedosos. Y por otra parte. En este campo y según lo previamente señalado. Por lo cual. A ello se suma una peculiar circunstancia: en el estudio de las ciudades con perspectivas espaciales existe otro campo del saber —muchas veces superpuesto parcialmente con la geografía urbana— que se suele denominar estudios urbanos. en los cuales por un lado las transformaciones del mundo no eran tan radicales como las actuales y por lo mismo no ponían en vilo el saber hacer tan intensamente. Esta circunstancia hace que los estudios urbanos. las áreas más consolidadas de este campo del saber geográfico se posicionan frente a los actuales giros con reticencias y resistencias. En la geografía urbana lo cuantitativo no sólo modeló el espacio urbano a la usanza de las tendencias de los años cincuenta y sesenta del siglo xx. En la cuarta parte se esboza un particular camino que integra en la geografía urbana el sujeto y el movimiento constante de la vida cotidiana. ya que una parte considerable de la geografía urbana no resulta de este giro cultural de finales del siglo )0( sino de circunstancias previas. 2. Estas geografías aspiran a acompañar de cerca el fenómeno estudiado. Por ejemplo. se deja flotando la idea de una geografía urbana holográfica que pueda complementar las miradas corológicas de larga duración en la geografía urbana. retomando la idea planteada por Michel Maffesoli (1993) con relación a su sociología. también han exigido una revisión constante de nuestras formas de comprender esa realidad. a diferencia de la geografía urbana. como suele ocurrir con la geografía histórica. antes que reafirmar algunas estrategias muy diseñadas y estandarizadas replicables en diversas investigaciones empíricas. precisamente porque sus miembros muchas veces proceden de otras ciencias sociales más inmersas en los giros que la geografía humana. integrando y apropiando estos giros. pero afín a los giros. o al menos erosionada. Un emergente de todo ello es que esa consolidación de la geografía urbana puede resultar confrontada. por los actuales giros que encuentran espacio urbano y vida urbana donde aquellas aproximaciones consolidadas ni siquiera lo sospechaban. en este capítulo lejos de abordar las reticencias.Alicia Lindón Invirtiendo el punto de vista: las geografías urbanas holográficas del sujeto habitante fuerte presencia en América Latina. al menos en parte. se presentan algunas reflexiones sobre el carácter holográfico de los escenarios urbanos como otra opción teóricometodológica. lastres y también los aciertos de todo lo consolidado. que no aspira a constituir más que una forma de aproximarse al asunto entre muchas otras posibles. cada vez más compleja. estas geografías urbanas asumen que lo urbano es mucho más que lo que usualmente se ha colocado bajo la lupa de este saber. imposible de resolver en un capítulo.' Por último. nos centramos en aquello que se hace eco de los giros de finales del siglo xx. todos los esquemas explicativos relacionados con las ciudades globales. ahora de su bcampos dentro del campo de la geografía urbana. son algunas de esas nuevas pistas producidas en los años noventa. maestría y doctorado) dentro de los límites exclusivos de la geografía humana. densa y cambiante. por lo mismo.los geógrafos suelen seguir trayectorias de formación académica en las cuales transitan formalmente por otras disciplinas. Ante todo ello. 176 LOS GIROS DE LA GEOGRAFÍA HUMANA LOS GIROS DE LA GEOGRAFÍA HUMANA Con el contexto presentado. convergen científicos sociales procedentes de las diversas disciplinas y no exclusivamente geógrafos. años más tarde también generó nuevas propuestas. hayan mostrado cierta apertura a los giros que nos atañen. esta tendencia de los primeros está permeando en la segunda. de espíritu notoriamente posmoderno. Se podría plantear en este sentido. que se configuraron sobre las bases que las visiones económicas —asociadas con la revolución cuantitativa—. Por la estrecha relación entre los estudios urbanos y la geografía urbana. Esa revisión crítica —en el sentido de la vigilancia epistemológica del propio observador— implica pre- 1. aún se encuentran trayectorias académicas cerradas sobre la geografía en todas las instancias educativas formales. En este aspecto habría que agregar que actualmente —sobre todo en Latinoamérica-. Así. Una de las características centrales de estas geografías urbanas resultantes de los giros es la de buscar concepciones e interpretaciones bastante próximas a la ciudad como experiencia y la vida urbana misma. En el segundo apartado se trata el tema del movimiento constante en que está envuelta la vida urbana y la ciudad misma. del segundo giro cultural (1993. Sin embargo. Las geografías urbanas holográficas también permitirían aproximaciones capaces de analizar lo urbano en diferentes escalas.' aunque éstos también integran a veces el campo en cuestión. imponiendo conceptos distantes a la realidad estudiada y que. en el primer apartado de este capítulo se aborda la perspectiva general de los giros de finales del siglo xx en el campo de la geografía urbana. 3. lo que crea mayor apertura hacia los giros. Esto se relaciona con la tendencia a trayectorias educativas que no se inician y terminan (licenciatura. 2010). En un tercer apartado se revisa la renovada centralidad del sujeto para la geografía urbana que se transforma y se interesa por la ciudad en movimiento. Por otra parte. Más frecuente aún resulta este tipo de trayectorias que pasan por vanas disciplinas en las distintas etapas educativas. Nos referimos al «acompañamiento» de esta geografía urbana respecto a la realidad. Por todo ello. 2003). en aquellos geógrafos interesados en el campo de lo urbano (Lindón. Al mismo tiempo. En otros campos de la disciplina. En los estudios urbanos. De esta forma más que la reconstrucción de la geografía urbana posiblemente estos giros anuncian nuevas fragmentaciones. lo que han emergido son tensiones: en ocasiones se presenta interés por renovar e incluso refundar el campo. que las ciencias que acompañan están en las antípodas de las ciencias que tratan de controlar la realidad estudiada. se rechaza toda posibilidad de acercamiento con los giros. antes que encapsularlo en esquemas lógicos que dejen fuera del análisis buena parte de lo urbano. Frente a la posibilidad de reconstruir la geografía urbana por apropiación espacial de los giros. o como los denomina Benno Werlen. cabe observar que los giros de finales del siglo XX en términos metodológicos parecerían impulsar la multiplicación de estrategias teórico-metodológicas en la investigación empírica. 1. por otro lado encontramos una circunstancia que favorece la tendencia opuesta: la geografía urbana es un campo del saber geográfico bastante consolidado. moviéndose de unas a otras pero sin olvidar la escala del espacio vivido. la competitividad de las ciudades. La revisión de toda la geografía urbana sería una empresa mayor. En buena medida ese caráctér consolidado se debe a la apropiación que ha hecho la geografía urbana de las propuestas y enseñanzas de la revolución cuantitativa. Estas geografías urbanas holográficas de igual forma adquieren valor para la búsqueda de descripciones densas y también para indagar patrones. mutilan analíticamente lo que tratan de comprender. Este apartado presenta una particular búsqueda de respuestas a cómo conocer geográficamente la ciudad a través de escenarios urbanos. Eso que desborda los enfoques clásicos. parecerían impulsan a la geografía urbana de manera muy activa hacia los giros que estudiamos. y que resulta un desafío teórico-metodológico considerable. a través de aquello que aparece en el holograma socio-espacial observado y también se reitera en otros contextos.' como han hecho frecuentemente algunas de las geografías urbanas más tradicionales. no debe ser mutilado analíticamente sino incluido como parte del desafío comprensivo. La geografía urbana y los giros 177 . Esta particularidad aunada ala circunstancia previamente comentada (los cambios en la ciudad y la vida urbana). con miras a discutir y producir aproximaciones geográficas cercanas al fenómeno en estudio. Por ello. legaron al estudio geográfico de la ciudad. resulta necesario tener en cuenta que la relevancia creciente de lo urbano y la aceleración e intensificación de la urbanización en el mundo actual. Aunque el objetivo de este libro (y del capítulo) es de carácter teórico y no tanto metodológico. Pero en otros casos. esa tarea se alejaría del objetivo general de la Obra. Tal vez ello no sea ajeno a que lo urbano desborda los límites de cualquier disciplina. es válido preguntarnos —con un espíritu bourdiniano de vigilancia epistemológica— si todo ese acervo construido por la geografía urbana sigue man- teniendo su capacidad explicativa a la luz de los giros con los cuales la disciplina se inserta en el cambio. 5. en prensa). integrada. Posiblemente. omiten. Precisamente. 2006a). Entendemos la expresión de espacio geográfico en términos relativos en la perspectiva del contenedor con contenidos (Bailly y Beguin. y que en muchos casos continúan manteniendo considerable potencialidad analítica. apropian. Un tercer nivel analítico son las formas espaciales con las cuales se relaciona el sujeto urbano. La otra cuestión que adquiere centralidad en la geografía urbana que se reconstruye con los giros. En esta perspectiva resulta difícil —o más precisamente.' y por ello ha cultivado un saber externo y aéreo del espacio urbano. 6. En el mismo texto el autor señala que dentro de ese abanico de opciones. el de civitas o sociedad urbana y el de polis o comunidad política (Capel. Sin embargo. sobre todo a partir de mediados del siglo ?0(. Horacio Capel a mediados de los años setenta planteaba que los tres sentidos que puede tener la ciudad son el de urbs o espacio físico urbano. En cuanto a la centralidad del sujeto. y no exclusivamente en uno de ellos. la consolidación de este pensamiento geográfico sólo se puede sostener enteramente respecto a cierta geografía urbana. como se hizo en la geografía humana con el concepto de ser humano o. 4 Por esa misma consolidación del campo. como ha sido frecuente. articulada e instituida. supone reconocer numerosas diferencias y especificidades. actualmente se cuenta con numerosas teorías.. antes que reducirlo a generalidades. ese acervo se ha construido contraponiendo y a veces confrontando visiones. para el campo particular de la geografía urbana se expresan en dos temáticas principales. En este contexto de geografías urbanas a veces consolidadas y otras veces no tanto. sólo se han realizado avances parciales y 4. Uno de ellos es el «actuar de los sujetos en la ciudad. 2007b). por ejemplo: ¿cuáles son las perspectivas que se abren a partir de los giros. esta geografía urbana consolidada también se puede identificar con aquella que se sustenta en una concepción del espacio geográfico en términos relativos. frente a lo cual el interrogante no se demora: ¿cuál sería esa geografía urbana consolidada? Aunque una respuesta a esta pregunta excedería lo que en estas líneas se busca desarrollar acerca del asunto. Por ejemplo. Resulta relevante observar —para nuestra discusión— que el mismo autor casi dos décadas más tarde (2003) advirtiera que el estudio geográfico de la ciudad debe realizarse en estos tres niveles. Esto implica que los actos del habla son considerados como prácticas. La reflexión acerca de estos temas desde la geografía urbana requiere del reconocimiento del carácter consolidado del campo disciplinario. nos podemos preguntar por el impacto que están teniendo los giros en nuestro campo de estudio. Una de estas temáticas es la centralidad del sujeto. Para abordar esta temática nos ubicamos en una ventana analítica que denominamos «concepto ampliado de movimiento». aun cuando no sea de los más antiguos. En la geografía humana en sentido amplio (lo que incluye la geografía urbana) todo lo relativo a la vida cotidiana y el sujeto son cuestiones emergentes (Debarbieux. afrontan. El análisis del sujeto para esta geografía urbana que gira resulta conveniente concretarlo al menos en tres planos analíticos. En otros términos. 178 LOS GIROS DE LA GEOGRAFÍA HUMANA LOS GIROS DE LA GEOGRAFÍA HUMANA 179 . Y esto. De esta manera. aunque no por ello monolítico. con todo lo que se pone en juego en esas actuaciones (el sentido) y también las formas espaciales que las actuaciones (las prácticas) generan. transforman.Invirtiendo el punto de vista: las geografías urbanas holográticas del sujeto habitante Alicia Lindón guntarnos si nuestros abordajes son los más adecuados para seguir haciendo inteligible el mundo urbano de cara a sus transformaciones continuas v constantes. no resulta difícil reconocer que en los últimos años se han ido gestando otras geografías urbanas que no toman como punto de partida ninguno de los que acabamos de mencionar. 2000). se cuenta con un saber hacer relevante e instituido. y no caer en lo más conocido y estudiado como los usos del suelo urbano» (1987: 95).. Lindón. a través del concepto de población. No obstante. en buena medida esa consolidación se relaciona con los interrogantes y desafíos que la expansión de la urbanización fue generándole al conocimiento geográfico." El otro plano analítico en el que se concreta la consideración urbana del sujeto es precisamente la subjetividad urbana. imposible— presentar una geografía urbana abierta a los giros y. 1997a y 1997b. la inclusión del sujeto urbano en la geografía urbana se constituye en un medio para tejer un puente entre este campo del saber geográfico y la perspectiva de la construcción socio-espacial de la ciudad y lo urbano (Lindón. de sus fragmentos y hablar acerca de lo que se hace en la ciudad. al mismo tiempo. En suma. utilizan. Para fundamentar la idea de la consolidación de la geografía urbana en el caso mexicano se puede revisar un texto reciente de Alicia Lindón (2010). en el caso específico de la geografía urbana? Los giros que afectan a la geografía humana en general. nuestra búsqueda radica en una geografía urbana que gira y se reconstruye desde la cotidianidad de los habitantes: nos orientamos hacia la reconstrucción de una de esas otras geografías —para retomar la expresión de Nogué y Romero (2006)— que se han ido produciendo en estas últimas décadas al intentar acercamientos sensibles al sujeto y sus experiencias espaciales en la ciudad. como es la concepción de espacio dominante. la geografía urbana que gira su rumbo ha encontrado en la subjetividad urbana una trama que entrelaza las actuaciones de los urbanitas (las prácticas). la consolidación estaría en aquella geografía urbana muy apegada a la concepción de la ciudad como concentración de población y también como localización de actividades económicas. Dicho de otra forma. o bien si lo son para hacerlo inteligible en sus diversos vericuetos y fragmentos. al menos en aquella geografía urbana con sesgo demográfico. considerando que esto incluye no sólo todos los tipos de prácticas espaciales sino también hablar de la ciudad. conceptos y también herramientas técnicas del que seria imposible dar cuenta en un capítulo de una obra colectiva. También caben otros interrogantes. Así. podríamos adelantar que esa consolidación se relaciona con la geografía urbana que es tributaria de la geografía económica y de la geografía de la población. Dicho de otra forma. Al respecto nos remitimos a Mondada (2000 y 2006). En este sentido las palabras de David Ley resultan oportunas porque perfilan un horizonte para esta geografía urbana: «hacer una geografía de la vida cotidiana de la ciudad es rescatar el movimiento. y cada una de ellas a su vez se despliega de varias formas. La consolidación del campo de la geografía urbana no resulta tan notoria si se considera toda esta heterogeneidad que ha acompañado a la geografía urbana en su devenir. Dicho de otra forma. es la del «movimiento». 1975). esa trama de sentido en la cual se mueven y actúan los urbanitas (Lindón. es decir. La otra es la cuestión del movimiento. lo específico de la geografía es el estudio de la urbs. ante todo se debe considerar que el sujeto se concreta en la figura del habitante de la ciudad. Esto sólo constituye un ejemplo del carácter no monolítico y cambiante de la geografía urbana. Si esto se aborda desde otro ángulo. por encima de todo. poder. y más recientemente también como flujos de servicios. no se debería perder de vista que desde los tempranos tiempos de Ratzel (siglo /cric). diario. 1976) que devino en uno de los grandes capítulos de la subdisciplina. del tradicional interés por las formas espaciales (los fijos. aquellos que por las tecnologías de la información no consumen tiempo. sino de larga data.. conocimiento. cuya primera edición en portugués se remonta a 1978. estos análisis se realizan en términos de cosas que se miden. En el caso particular de los flujos de bienes se puede recordar que han sido objeto de análisis sobre todo por parte de la geografía urbana de orientación económica. Estamos refiriéndonos al tema de los flujos en Milton Santos según una de sus últimas grandes obras. De igual forma. aunque actúan en el espacio. nos abocamos a presentar una perspectiva propia que integra ciertos avances realizados desde distintas voces de la geografía francófona. la velocidad y la inmaterialidad frecuente que adquieren en la actualidad estos flujos. relacionados con las redes informacionales. más rápidos» (Santos. 2003. también identificado como el modelo de ciudad difusa/dispersa y a través de muchos otros neologismos. En casi todos los casos. información y conocimiento. las ciudades en redes.I. Éste es el caso de la movilidad espacial trabajo/residencia que ocurre dentro del ciclo de las 24 horas. Santos cita textos propios previos.. se replantean y buscan ampliar el conocimiento espacial del mundo urbano. o también otros textos publicados inicialmente en portugués a lo largo de los años ochenta. mundiales. como Por una geografía nueva (1990).lo y Muñoz. La construcción material del suburbio supone una forma de movimiento de la ciudad y de los lugares de residencia. En todos estos estudios el tema del movimiento espacial ha estado presente porque la expansión constante de la ciudad más allá de sus límites. 1995). Los flujos son un resultado directo o indirecto de las acciones y atraviesan o se instalan en los fijos [. estacional. 2001 y 2004. Soja. Aun en el caso de las personas. 1999. En la última década y media. Frente a este curso del pensamiento. Los flujos y la movilidad espacial de las personas en diferentes lapsos de tiempo. 1998). este tipo de procesos ponen en juego movimientos cotidianos que derivan de la vida en ese nuevo suburbio (Nel. cuando antes —o en generaciones previas— lo habían hecho hacia las afueras (Ley. en el lenguaje santosiano).. Una derivación del estudio de la movilidad residencial a lo largo de la trayectoria de vida de los habitantes de la ciudad es la que se ha interesado por el fenómeno conocido como genniticación. información. Así. 2000. Así. Así. 2003. 225).Alicia Lindón Invirtiendo el punto de vista: las geografias urbanas holográficas del sujeto habitante fragmentados. información o conocimiento— analíticamente es abordado como si lo que se mueve fueran cosas en el sentido amplio de la expresión. las pinceladas que siguen tienen el sentido de avanzar en una de las tantas posibles reconstrucciones entre otras. Una derivación de este interés geográfico ha sido la revisión de esos desplazamientos en términos del costo económico que supone dicho movimiento. 198 I ).]. A pesar de la heterogeneidad. GhorraGobin. los flujos vinieron a representar para la geografía urbana una innovadora apertura en ese complejo camino de acercamiento al movimiento (Claval. el movimiento ha estado presente en la geografía urbana a través del interés por estudiar la movilidad espacial y también los flujos. En este sentido. 7 Los flujos son una forma de movimiento muy importante en las ciudades. Efectivamente. La naturaleza del espacio. De hecho. anglosajona e iberoamericana. se puede recordar que los flujos básicamente se han analizado como flujos de bienes. más numerosos. En muchos casos este proceso ha sido estudiado desde la reestructuración urbana y la renovación de los centros históricos con un sesgo en las políticas urbanas. Más recientemente también ha sido fuerte el interés geográfico por estudiar el movimiento espacial en términos de flujos de servicios. como es el caso de Metamorfosis del espacio habitado (1996) o también Pensando o espaoz do homem (1982). aun cuando los ciclos de tiempo en los que ocurre ese desplazamiento sean diversos (las 24 horas. constituye la conjunción de varias formas de movimiento. la geografía humana en general se ha interesado por el movimiento espacial y ello ha constituido uno de los rasgos intrínsecos de la disciplina. el capítulo de la geografía urbana denominado gennificación también ha recogido el asunto del movimiento.). y también desde algunos rincones de las otras ciencias sociales sensibles al asunto que nos atañe. más que una revisión de esos avances fragmentados de una geografía urbana así renovada.. la subdisciplina generó un nuevo desarrollo teórico relevante en torno al estudio de lo que tal vez se podría denominar la suburbanización del suburbio. más o menos desde los años ochenta. también constituyen una línea de larga tradición en la geografía urbana. Monclús. ni desencadenado a partir de los mencionados giros. Incluso. las ciudades informacionales y ha constituido uno de los frentes del trabajo en la geografía urbana reciente más reconocido y difundido (Hall. En última instancia esta perspectiva propia asume el desafío que advirtiera Michel Lussault: no sólo es necesario deconstruir el saber geográfico sino también reconstruirlo (Lussault. 2000: 53). y por lo mismo en la geografía urbana. usualmente estudiada en la geografía urbana bajo el rótulo de conmuting. o un mecanismo para mover algo de un lugar a otro. los flujos son hoy cada vez más diversos. Nos referimos a la idea de «cosa» en la más pura tradición durkheimiana: «tratar los hechos sociales como cosas». Esta línea de análisis ha estado muy asociada al interés de la geografía urbana por conocer las ciudades globales. es decir. anual. La geografía urbana y el movimiento Desde algunas perspectivas desarrolladas en nuestra disciplina se podría considerar que el interés por el movimiento no es nuevo en la geografía urbana. el tratamiento de los flujos y la movilidad —sean personas.. se puede recordar la insistencia de Milton Santos en que la mirada geográfica no se debe limitar al estudio de los fijos. A partir de estos abordajes se ha planteado el estudio de los desplazamientos instantáneos. Otra ha sido el análisis del desplazamiento desde la perspectiva del consumo de tiempo que trae consigo esa forma de movilidad espacial. A modo de síntesis rápida y no carente de esquematismo. de trabajo y de otras actividades como los servicios que utiliza el habitante de la ciudad: se trata de movimiento en cuanto a los patrones de localización de diversas actividades. sino que también debe avanzar en el análisis de los flujos.. Este tipo de estudios también ha considerado el caso del movimiento de la información. pero cabe subrayar que el autor venía desarrollando este tema desde años antes. rezaba la regla del método que tan cara le resultara a Durkheim. se cuantifican y 180 LOS GIROS DE LA GEOGRAFÍA HUMANA 2. para Santos el «espacio es un conjunto de fijos y flujos [. LOS GIROS DE LA GEOGRAFÍA HUMANA 181 . semanal. En todos estos casos. 7. bienes. Seguramente también se podrían perfilar otros rumbos de las geografías urbanas que giran. en esa misma obra. movilidad y flujos de personas. En otros casos la gentrificación ha sido analizada desde la perspectiva del movimiento de los habitantes de la ciudad que en cierto momento de su trayectoria biográfica desplazan su residencia hacia los centros. que no sería factible revisar en esta ocasión. el movimiento ha sido concebido como una forma de desplazamiento. Este tema ha sido una forma de abordar la suburbanización (Berry. 1998). más amplios. 2004. 9 cuyo aval y principal mecanismo de legitimación ha sido la cartografía: desde arriba (a vuelo de pájaro). 2007: 19). sino a través del producto material que generan. deseos. 2007b). la movilidad espacial y los desplazamientos. la ciudad es movimiento incesante. Así. que difícilmente podría ser identificado como un geógrafo «urbana. No es difícil responder que parecería que se trata de dos realidades diferentes. es posible observar la superficie en extensión.Alicia Lindón Invirtiendo el punto de vista: las geografias urbanas holográf ices del sujeto habitante en consecuencia se traducen en un dato agregado. representaciones. se hace referencia a cantidades de personas tal como podría ser un volumen total de mercancías que se mueven de un lugar a otro. lo anterior muestra los límites de los abordajes que pueden llegar a mutilar analíticamente el fenómeno que denominamos movimiento. según el nivel socio-económico de sus residentes. En esa perspectiva lo más relevante suelen ser los puntos de origen. 2001). con la sola condición de estar en el punto de observación adecuado.' Metodológicamente esta perspectiva se complementó con una mirada geográfica desde afuera y desde arriba o «icariana». 9. o al menos invisibilizarlo (Louiset. ha resultado natural reducir el movimiento del discurrir de la ciudad al desplazamiento de una cosa de un lugar a otro. Siempre elocuente sobre el asunto. 12. la ocupación espacial destaca la inmovilidad. de destino. la ampliación de la concepción de movimiento parece constituir uno de los desafíos fundamentales. afectos. cabe preguntarnos: ¿qué relación tienen las distribuciones de grupos y sujetos sociales en los barrios y zonas de la ciudad —por ejemplo.. Esto no supone que aquellas formas instituidas en la disciplina para pensar el movimiento en el espacio de la ciudad no fueran y sigan siendo relevantes. 2007)."' por las transformaciones en la vida urbana misma. 11. para usar la metáfora de Paul Claval. Así entendido el movimiento no ha sido un tema de estudio usual en la geografía urbana. Por ejemplo. La ciudad en movimiento sería así el conjunto de múltiples expresiones condensadas del tiempo y el espacio. que en esencia son formas de movimiento. Manuel Delgado (1999: 38) ha señalado que su forma de estudiar lo urbano es en términos de la «ciudad practicada».. Así. 2007) y también por la tradición geográfica de pensar el espacio sobre todo como formas espaciales. La concepción de la ciudad como movimiento también implica acercamos analíticamente a lo efímero y lo fugaz (Hiemaux. incluso en los instantes en los que no se desplaza. 2007). El actuar del sujeto en la ciudad es una forma de movimiento. y los lugares en los cuales se despliegan las prácticas (Lindón. esto representa cierta innovación ya que ha predominado el interés por las formas que perduran y se presentan más o menos estáticas. Manuel Delgado se ha referido a esta concepción del movimiento en la ciudad caracterizándolo como un «temblor que constituye la naturaleza de lo urbano [. o de acuerdo con el uso del suelo— con el torbellino de la vida en esa misma ciudad en un momento del día en particular. nos interesa usarlo y enfatizarlo porque consideramos que es la forma más explícita de dar cuenta de las prácticas de los sujetos. En esta perspectiva. aun cuando sea un agregado de personas (lo que finalmente ha generado el concepto de población. Dicho de otra manera. el movimiento es el constante discurrir de la vida social. Como advirtiera Angelo Turco. estas concepciones han producido una «notoda reificación de la superficie terrestre» (2000: 288): el espacio urbano ha sido concebido como yuxtaposición de elementos. aunque del pensamiento científico). por ejemplo. El desembarco de los giros en la disciplina también ha hecho posible preguntarnos por la problemática del movimiento pero desde otros ángulos. Este asunto se torna muy relevante porque la diferencia no procede tanto del fenómeno real (la ciudad o el fragmento estudiado) sino de la forma de estudiarlo. En cambio.. ya que esta noción enfatiza la forma espacial resultante de la práctica. el mediodía? (1997: 8). 2006a. del actuar sobre el mundo de las personas. Las prácticas conllevan el movimiento constante porque constituyen el hacer mismo del sujeto. el medio de transporte. sus fragmentos. Para las geografías urbanas involucradas en los giros (que son una forma de movimiento. Para un análisis más detallado de la concepción paratáctica del espacio nos remitimos al trabajo de Angelo Turco en este libro. La tradición filosófica clásica ha enseñado que el movimiento es el acto de modificación de algo. sobre todo. 182 LOS GIROS DE LA GEOGRAFÍA HUMANA LOS GIROS DE LA GEOGRAFÍA HUMANA 183 . Las geografías urbanas que le otorgan centralidad al sujeto habitante de la ciudad (como se plantea en esta perspectiva afín a los giros) aspiran a conocer y comprender esas otras formas de movimiento que animan la vida del sujeto habitante de la ciudad y el espacio urbano. Paul Claval se ha referido a esta visión tan arraigada en la geografía a través de la figura mitológica del vuelo de fcaro (Claval. Resulta significativo que la geografía urbana durante largo tiempo se haya interesado precisamente en la ciudad ocupada. En el análisis de la ocupación espacial. Más bien la cuestión que emerge es el reconocimiento de que la vida en la ciudad también implica otros tipos de movimiento que no están recogidos en la perspectiva de los flujos. Aunque el verbo hacer suele no ser frecuente en los estudios urbanos y en la geografía urbana en particular. Sin embargo. por ejemplo. Parafraseando a Turco se podría decir que el espacio urbano ha sido concebido por la geografía (implícitamente) sobre todo en términos «paratácticos» (2000: 289). que constituyen las acciones ocurridas en esas unidades espacio-temporales. Tal vez por la «pesadez de la materialidad de la ciudad» (Lacarrieu. las prácticas no se analizan en sí mismas. El sujeto resulta indisolublemente ligado al movimiento en sentido amplio porque el discurrir de la vida es movimiento. Veamos con cierto detenimiento esta idea de movimiento que busca no reducirlo al desplazamiento de un lugar a otro.] Una vitalidad urbana» (Delgado. Desde la perspectiva de la geografía urbana. el clásico texto de Simmel de 1908 sobre la vida en las metrópolis. Al mismo tiempo. las formas espaciales constituyen el esquema de pensamiento de lo urbano más difundido. el costo y el tiempo de traslado. la cantidad que se mueve. y parafraseando a Constancio de Castro. Esto no niega que esa mutilación que resta visibilidad analítica a ciertos aspectos que podemos denominar 8. imaginar la ciudad y. Esta visión rescata las enseñanzas de Torsten Hagerstrand. 10." Tal vez por esto. las prácticas diversas y banales. el investigador observa desde afuera porque la concepción del mundo como cosa supone que cualquiera puede captarla externamente por su expresión material (cosa). y seguir el trazado de estos flujos. es el permanente obrar de los sujetos y la capacidad de la psique humana de crear y recrear en cada instante flujos. tan incorporado en la geografía humana). las constantes interacciones entre las personas. En otras palabras. El movimiento puede ser comprendido como el devenir constante de la vida urbana que hace" la ciudad en cada instante. las ciudades —que estudia la geografía urbana— desde hace más de un siglo han sido caracterizadas por la aceleración. y no tanto a través de la perspectiva que el autor denomina la «ciudad ocupada». son ampliamente conocidos los estudios de geografía del transporte (frecuentemente reconocido como un subcampo particular de la geografía urbana) en donde se analizan las personas que se desplazan entre un lugar de origen y otro de destino como si fueran un dato agregado. que también puede ser concebido como el hacer cotidiano. Dicho de otra forma. o como dice Bourdin: «Todo se juega en lo cotidiano» (Bourdin. muchos habitantes del espacio urbano en ciertas circunstancias sólo lo usan. el concepto de sujeto incluye un segundo aspecto (que no está presente en el concepto de actor): el sujeto se refiere a un ser que experimenta el mundo (de ahí la relación entre el sujeto y la subjeti- LOS GIROS DE LA GEOGRAFÍA HUMANA 185 . De esta forma. este autor subraya que la heterogeneidad de la oferta de la ciudad obliga al sujeto a decidir en todo momento:" «el individuo de la civilización metropolitana es llevado por el flujo de la oferta urbana. La geografía urbana y el giro hacia el sujeto El movimiento en la perspectiva planteada responde al hecho de que los sujetos desarrollan su vida en la ciudad como un constante hacer. No obstante. 1999: 36). En un mundo como el actual. 2007: 81). y por otro también del habitar. Esto vuelve mucho más difícil la organización de su vida cotidiana. por citar un ejemplo. ya que sólo se puede ser habitante de algún lugar. Esas retroalimentaciones transdisciplinarias también son expresión de que fenómenos complejos y multifacéticos como las ciudades difícilmente podrían hacerse inteligibles al investigador limitado a un solo campo disciplinario. habitamos otros lugares además de aquel (o aquellos) en el (los) que residimos. El sujeto experimenta una sujeción a un mundo social. consumo frecuente. por cierto. Todo lo anterior nos lleva a reconocer que se habitan lugares como aquellos en donde se trabaja. corno Anthony Giddens (1997). Más bien. Tomando en cuenta todo lo previamente planteado resulta que el movimiento en la ciudad y el sujeto-habitante están intrínsecamente ligados a la vida cotidiana. que se resiste a ser reducida a simples dicotomías. Esta heterogeneidad de formas de habitar muestra la necesidad de especificar el tipo de habitar en cada fragmento urbano que se estudie. 3. La figura del habitante también requiere de otras aclaraciones adicionales..). de desanclajes extendidos y también de múltiples nuevos anclajes (Radkowski. sea periódica o única. Y al mismo tiempo. consumo ocasional. Sin duda alguna. parece pertinente independizar el habitar del residir." Frente a estas perspectivas. En suma. consumo cultural. se requiere una ampliación de la noción de habitar: por un lado. Alain Bourdin ha observado la necesidad de «estudiar la metrópoli de los individuos a través de la experiencia individual» (Bourdin. consigo mismos y con las formas espaciales. que la casa en la cual se reside. la experiencia de habitar un lugar suele desbordar el simple uso. si se considera al habitante a través de la noción de habitar como arraigo profundo a la tierra. Estas palabras de Bourdin resultan elocuentes de la importancia del sujeto y su perspectiva para comprender la ciudad. En otras palabras. Pero sólo constituyen un tipo de habitante y. 15. También se habitan lugares a los cuales se acude para el encuentro con personas locales. en prensa). sin negar que el residir constituye una de las formas posibles del habitar. aquellos en los cuales se consume (con toda la diversidad que esto implica: consumo de primera necesidad. o aquellos lugares a los cuales se asiste para realizar una visita. La figura del habitante se constituye así en una unidad compleja entre el sujeto y el lugar. sino en el contexto de las sociedades de la modernidad avanzada. Por ello. En cambio. también es importante descifrar aquellas formas de habitar efímeras y sin afecto ni apego por el lugar. Esa incertidumbre y las decisiones con las cuales el individuo la afronta. La figura del habitante también permite evitar la tan reiterada noción del usuario del espacio urbano. 2007).. El concepto de sujeto social parece resultar más amplio que el de actor. cada vez menos frecuente. 14. 2007): el habitante reúne de manera indisociable el sujeto y el espacio. aún existen sujetos de ese tipo. Su experiencia se diferencia de la de todos los demás. Por otro lado. Al plantear la cuestión en estos términos. un permanente interactuar con los otros.Invirtiendo el punto de vista: las geografías urbanas holográficas del sujeto habitante Alicia Lindón 13. 2002)." Asimismo. vidad) y que está relacionado con otra entidad. cuando en la búsqueda de su propia geografía urbana sostenía que «una geografía de la vida cotidiana de la ciudad es una forma de rescatar el movimiento» (1983: 95). Por ello se habla del sujeto histórico como aquel que construye la historia. En cuanto a la figura del sujeto parece importante especificado como «sujeto-habitante» (Lindón.. el diálogo con otras disciplinas es enriquecedor. consumo suntuario. no sería oportuno seguir concibiendo el habitar con un dejo de romanticismo en el sentido del sujeto anclado a su tierra. en el cual la movilidad espacial se ha tornado insoslayable. Esto también muestra que para esta geografía involucrada en los múltiples giros. Esta figura se retroalimenta del concepto de sujeto por un lado. la figura del habitante parece más adecuada para comprender la experiencia espacial en la ciudad. al mismo tiempo pueda contribuir a comprender otras dimensiones. cuyo énfasis radica sólo en la capacidad de actuar. Sin embargo. una alternativa para la geografía urbana abierta a los giros es precisamente la de pensar y descifrar la ciudad desde la cotidianidad de sus habitantes. A pesar de estos planteamientos pioneros 184 LOS GIROS DE LA GEOGRAFÍA HUMANA «estados transitorios de lo urbano» (Delgado. Este tema ha sido extensamente analizado por otros autores. 2007: 81). 2003: 29). que se convierte en un problema social y urbano» (Bourdin. La figura del habitante es una de las entradas analíticas de mayor potencialidad para comprender el espacio (Lussault. Por otro lado. se debe reconocer que Bourdin no asume una mirada geográfica. una geografía urbana que integre estas perspectivas nos coloca en el horizonte que ya planteaba David Ley a finales de los años ochenta. en buena medida es una incertidumbre espacial y las decisiones también son de tipo espacial. por los cuales sólo circulamos. ya que no se habita de igual forma un lugar de paso. afronta la incertidumbre del sentido de elegir en todo momento. De igual forma somos habitantes de los lugares por los cuales transitamos. desde sus experiencias espaciales en constante curso de producirse y reproducirse. sino más bien se posiciona en una sociología abierta a la comprensión del espacio urbano. en tiempos de acelerada movilidad espacial. aunque en casi todos los abordajes no se lo ubica como referencia directa a la ciudad y la metrópolis (como lo hace Bourdin). al replantear el concepto de sujeto en términos del sujeto-habitante se incorpora así la espacialidad por la vía del habitar. Alain Bourdin (2007) está parafraseando intencionalmente el título de la conocida obra de Norbert Ellas La sociedad de los individuos (1990). resulta que es posible abordar el habitar de un sujeto fuera de su lugar de residencia. el concepto de sujeto social retiene ese vínculo con la acción (igual que el de actor) a través del propio concepto gramatical de sujeto: es quien ejecuta la acción o de quien se habla. es en los individuos —entendidos como sujetos sociales de existencia espacial— en donde residen los fundamentos de ese movimiento o fluir constante de la ciudad (Gumuchian et al. y también para esta geografía urbana envuelta en los giros. Por ello. Por ello. Seguramente. como es el caso de la distribución espacial de cierto fenómeno en un área de extensión. la potencialidad analítica del concepto se restringiría a esos sujetos escasos y raros en una época de movilidad espacial ampliada. el sujeto alude a la capacidad creativa (actuar) y a la sujeción a un mundo social. Sin duda alguna. Tal como planteara Jesús Ibáñez (1994). 2007: 12). Lorenza Mondada. a las formas edificadas. móviles y sólo visibles desde algunas miradas:" son los «escenarios urbanos» que condensan la ciudad y la vida urbana de manera siempre incompleta y parcial. más que partir de lo desarrollado teóricamente en este campo del saber. esas líneas de tiempo se pueden definir en diferentes escalas temporales. porque para poderlo captar en su totalidad debería detenerse lo que se mueve. también habrá que tomar en cuenta que esas formas espaciales rígidas pueden ser resignificadas a la luz de la dinámica de la vida urbana que ellas alojan. Isaac Joseph. Estos escenarios son concebidos en la perspectiva de la unicidad. es decir. En tanto que la noción de la unicidad expresa un límite discontinuo o quebrado. el lenguaje. De igual forma esta geografía urbana podría nutrirse del trabajo realizado en otros ámbitos del saber de las ciencias sociales interesadas en la ciudad. aun sin que ello traiga consigo un cambio en la materialidad misma. emerge y se cristaliza en la vida cotidiana del habitante de la ciudad. la reconstrucción de la geografía urbana hacia el sujeto habitante. Por otra parte. El movimiento. requiere de la inmersión en otras fuentes. la imagen. 17. 2007) planteó el concepto de «lugar-movimiento» en referencia a los diversos usos y apropiaciones que pueden realizarse de cierto lugar. Sin duda alguna. precisamente porque lo que se buscaba observar era sólo lo material. 1981. Tal vez esas resistencias se relacionan con tres cuestiones que han sido muy fuertes en este campo particular del saber geográfico: la legitimidad que ha tenido la reducción de lo social a lo poblacional. 2007) de la metáfora dramatúrgica. De la geografía humana también recupera el trasfondo de ciertas perspectivas humanistas. para tejer los hilos más o menos sueltos de esta geografía urbana en giro. el movimiento puede transformarlas: así. 2006b). un camino metodológico alternativo —que nos resulta más ajustado a la perspectiva que se 186 LOS GIROS DE LA GEOGRAFÍA HUMANA viene desarrollando— es el de aproximamos a ese movimient o cotidiano en instantes. que nunca podrá desprenderse del tiempo. Por todo lo anterior. que constituye el instante en el cual el estudioso lo observa. entre muchos otros. para apropiarnos de otros elementos y luego regresar a la propia geografía urbana con otro acervo. este campo de la disciplina ha sido bastante refractario a dicha transformación. esta noción de escenario urbano también se inspira en la idea pionera de Anne Buttimer según 16. Más bien se trata de salir de la subdisciplina hecha y legitimada. LOS GIROS DE LA GEOGRAFÍA HUMANA 187 . lo registra. en fragmentos espacio-temporales minúsculos. David Seamon. Además de los diversos usos y apropiaciones. las pistas clave para esta peculiar geografía urbana podrían hallarse en otras geografías que no necesariamente se identifiquen como urbanas. Ése es nuestro sesgo geográfico. sin olvidar lo material. Michel Lussault. antes que darles el estatuto de únicos. El concepto de escenario realza la espacialidad a costa de la temporalidad. dicho de otra forma. Allan Pred. la reducción del espacio a la localización y la reducción de la ciudad a la materialidad. una aproximación a la ciudad en esta lógica del movimiento sólo se puede lograr parcialmente. éstas sean unas opciones entre muchas otras. el sesgo metodológico fija el punto de observación del fenómeno que adopta el investigador y. el movimiento cotidiano en la ciudad a lo largo de una línea de tiempo histórico podría llevar a interrogantes del estilo del siguiente: ¿cómo se ha «movido» cierto aspecto de la vida cotidiana de los habitantes de una ciudad en una línea de tiempo dada? El movimiento cotidiano en la ciudad también podría abordarse en la línea de tiempo del ciclo anual. el sociólogo Isaac Joseph (1994. En nuestra perspectiva ese instante es espacio. cuyos límites son porosos. que ha sido retomada para estudiar el espacio urbano por autores como Isaac Joseph y Manuel Delgado. pero que estén abiertas a estas transformaciones que denominarnos giros. El carácter denso se puede comprender en la perspectiva holográfica según la cual «un lugar contiene otros lugares . El movimiento se produce en formas espaciales. el espacio y sensibles a estos giros. casi todas las innovaciones del pensamiento se deben distanciar de lo que poseen para regresar de otra forma. 2007b). Posiblemente por esta conjunción de sesgos." Esta noción de escenarios urbanos es tributaria de varias herencias intelectuales: de las otras ciencias sociales. Esa inmersión no supone una pérdida de identidad del propio campo de la geografía urbana. concebir la ciudad como realidad material observable desde arriba y desde un punto de observación siempre externo. generando preguntas como la que sigue: ¿cómo se «mueve» algún aspecto de la cotidianidad de cierta ciudad a lo largo del año? Posiblemente. se requiere de la inmersión en ciertos ámbitos de las otras ciencias sociales y también en otros campos de la propia geografía humana. sin perder por ello el carácter denso." (Lindón. la subjetividad. las formas espaciales y el movimiento resultan mutuamente constituyentes. Aunque al mismo tiempo. integra la herencia goffmaniana (Goffman. Sin embargo. explícitamente orientados a una profunda renova- ción de la geografía urbana y en sintonía con los mencionados giros. entre otros. A su vez. con sus actores y acciones. En última instancia. Ese instante urbano es un asunto clave para estas geografías urbanas del movimiento en sentido vitalista y del sujeto. por lo que el fenómeno en cuestión —el escenario— nunca estará totalmente demarcado. Éste puede ser el caso del pensamiento de geógrafos como Nigel Thrift. Al respecto. todas las formas materiales pueden ser apropiadas de diferentes formas y para usos diversos. Ese movimiento cotidiano puede estudiarse como un proceso o.Alicia Lindón Invirtiendo el punto de vista las geografias urbanas hOlográf ices del sujeto habitante de Ley v también de otros autores. según los sujetos que intervengan en cada momento. 4. Así. por ejemplo. En otras palabras. son ilustrativas las palabras de Manuel Delgado: el «espacio que genera y donde se genera la vida urbana como experiencia» (Delgado. esto no niega la integración de otras ideas desarrolladas desde la propia geografía urbana... que se suceden en ciertos fragmentos espacio-temporales. implica que aquello que está inmerso en esta dinámica siempre será inaprehensible. La articulación de estos tres sesgos ha contribuido fuertemente a que la geografía urbana sólo con muchas dificultades pudiera escapar a la tentación aérea: ver la ciudad desde el aire. Esta forma de aproximación a la ciudad lleva consigo el reconocimiento de la imposibilidad de conocer la ciudad de manera exhaustiva y en toda su extensión. en consecuencia sólo se puede captar el movimiento en un instante. Los escenarios urbanos constituyen una condensación del movimiento en fragmentos de espacio y tiempo. a través del reconocimiento y el desciframiento de múltiples condensaciones de espacio-tiempo. tal como ha sido esbozado. como por ejemplo las propuestas de David Ley. seria factible abordarlo a través de una línea de tiempo. Esos fragmentos se pueden denominar escenarios urbanos (Lindón. En este registro se podrían encontrar aportes de autores como Erving Goffman. En particular. Los escenarios urbanos El movimiento producido en la ciudad y también producido por la ciudad misma. Con una inquietud semejante respecto al movimiento y la ciudad. La unidad implica que ese fenómeno posee un límite definido dentro del cual se aloja lo (Mico. que lo contienen y lo pueden condicionar. En suma. el puesto de venta de productos de un vendedor ambulante. como sucede con la profundidad social de los lugares de memoria colectiva. en nuestra perspectiva los escenarios urbanos ni se reducen a los lugares de la ciudad observables en cualquier momento. a los valores y la memoria» (1976: 284). el escenario estaría dado por la exclusiva materialidad del lugar. y posteriormente el mismo lugar —en tanto localización y formas espaciales—puede constituir otro escenario con otros actores o incluso con los mismos.. podría llevar a concebir estos escenarios como enteramente dominados por lo coyuntural. Seamon. un escenario urbano puede incluir otras formas materiales menores (objetos diversos) que llevan consigo los actores. defienden y exploran. Por ello. Una interpretación de lo anterior demasiado rápida. vienen a constituir las prácticas espaciales. se pueden suceder numerosos escenarios en un ciclo de 24 horas. como por ejemplo las mujeres. Un escenario urbano necesariamente también incluye actores y acciones. 2003).. en un fragmento de tiempo. con lo urbano (Giannini. Los escenarios urbanos serían burbujas de espacio-tiempo en las cuales ciertos personajes se desempeñan de diferentes maneras. pero se constituye a partir de lo que ciertos actores ponen en juego en ese lugar en un fragmento de tiempo. conocidas y legitimadas. los múltiples encuentros (en el sentido situacional goffinaniano de la interacción cara a cara). también con el significado social que ese lugar posea. 2004). que han recurrido de diferentes formas a los escenarios urbanos (Tello Robira.Invirtiendo el punto de vista: las geografías urbanas holográficas del sujeto habitante Alicia Lindón la cual el espacio vivido son puntos de una superficie topológica. utilizar. 19. En esta categoría de formas materiales que se incorporan coyunturalmente al lugar se pueden considerar aquellos objetos que están presentes como pertenencias de los actores. o sin ese vínculo— constituye el conjunto de las formas espaciales de un escenario. ni tampoco son circunstancias enteramente coyunturales. También integra otras formas materiales (objetos diversos) que coyunturalmente se incorporan en el lugar. Se hace referencia a la situación y al carácter situacional en el sentido goffmaniano de la expresión. pero en los cuales en cierto instante ocurren encuentros particulares de diversos actores. Más bien constituyen lugares materialmente dados y observables en cualquier momento. aquella interacción cara a cara que ocurre en un espacio y un tiempo. Desde esos escenarios se hace y rehace la ciudad en cada instante. esta perspectiva de los escenarios urbanos converge con otras geografías urbanas actuales que se interesan en sujetos particulares. un autobús o distintos vehículos. como así también objetos abandonados o incluso otros que aparecen allí para ofrecerse a la venta. La reproducción de la ciudad da cuenta del mantenimiento en el presente de pautas que proceden del pasado. En la perspectiva planteada los escenarios urbanos efectivamente tienen anclaje en un lugar. con algo que emerge y con algo que se busca de manera consciente o no» Por lo anterior. en los que emerge lo social «situado» de manera específica yen ese proceso se efectúa la construcción social del lugar. El uso de las palabras producción y reproducción no es azaroso. la localización o incluso por cierta carga de sentido socialmente reconocida en el lugar. con lo desconocido. 1979. con toda la materialidad que ello implica y también con la carga simbólica que conlleva cada lugar. además. y que también pueden tener presencia en el lugar sólo circunstancialmente. 188 LOS GIROS DE LA GEOGRAFÍA HUMANA puede recrear ese fragmento de ciudad de manera diferente a lo establecido y esperado. Pero también en un escenario se pueden crear nuevas pautas urbanas. Los cuerpos —o los sujetos-cuerpo (Seamon. De igual forma.] son puntos específicos que responden a la intencionalidad humana. con lo heterogéneo. En todo escenario urbano se integran ciertas formas espaciales:el escenario en parte incluye las formas urbanas constniidas y con cierta perdurabilidad. manejar [. 20. Las acciones. vinculadas a los actores por pertenencia o portación. Así se da la construcción del escenario. Es importante no subsumir los actores en su hacer. Pred. A pesar de los marcos socialmente reconocidos. la producción expresaría la innovación y la reproducción el mantenimiento del orden previo. 1997). está infinitamente abierta (2004: 592). Sin embargo. no es ésa la perspectiva que se plantea. Por último. como expresara Buttimer (1976). en toda situación siempre es posible la transgresión. dentro del cual funciona un marco (trame) que supone cierta estructuración. el actor se constituye en el LOS GIROS DE LA GEOGRAFÍA HUMANA 189 . como por ejemplo un automóvil. Si así fuera. lo conquistan. para la perspectiva de la espacialidad de la vida cotidiana. en esta perspectiva se destaca la acción. todo lo que se moviliza en un escenario puede contribuir a reproducir las tendencias urbanas instauradas. 1979)— vienen a constituir formas espaciales cambiantes que se hacen parte del escenario y de su performatividad (Berdoulay. defender. 1977. en ellos se produce una miríada de ajustes e improvisaciones. el sujeto que en ese escenario y a través de esa acción y otros recursos se constituye en algún personaje. circunstanciales o ligadas al lugar. Aun cuando la acción da cuenta del actor. por lo que la fabricación del espacio antes que cerrada. Thrift. tiene la posibilidad del encuentro con el otro. cada uno con una perspectiva particular. Aquello que se pone en juego tiene relación con el lugar materialmente dado. Los escenarios urbanos no constituyen lugares emblemáticos de la ciudad que de manera pre-establecida el geógrafo pueda definir como focos de observación. Sin embargo. Más bien se trataría de lo situacional dentro de ciertos horizontes de sentido y estructuras sociales que suelen ser bastante estables y que son traídas a la situación por los actores. explorar. Las retomamos de la teoría social: la reproducción social corresponde a lo que se vuelve a realizar de acuerdo con pautas dadas. ese lugar no deviene en un escenario particular de manera permanente sino en una circunstancia dada. como suele ocurrir en ciertos análisis. el transeúnte. lo que se hace en un escenario —que es la dimensión esencial del movimiento que anima el escenario— y. en prensa. Por su parte. Por ello. mientras que la producción social seria la construcción de acuerdo con pautas diferentes a las instituidas y legitimadas. se puede considerar que las formas espaciales del escenario también incluyen la corporeidad de los actores. Los escenarios urbanos se constituyen sobre todo —aunque no exclusivamente— en diferentes espacios abiertos o exteriores o al menos parcialmente abiertos. lo apropian. aunque siempre están estructurados [socialmente]. se 18. lo usan. pero la cristalización es indisociable del componente situacional derivado del encuentro de actores allí en cierto momento. Los espacios exteriores resultan particularmente relevantes para comprender la ciudad en movimiento porque es en ellos en donde el habitante. manejan el espacio. un rasgo esencial de esta concepción del escenario radica en que incluye todo lo anterior. aun cuando sea efímero. o incluso la basura que suele presentarse en las calles y espacios públicos en general. pero que también pueden ser recreados en la misma situación. como formas efímeras que ocupan y apropian lugares. es decir. Con un sentido bastante próximo a lo expresado se puede recordar que para el geógrafo británico Nigel Thrift. en un mismo lugar materialmente definido y dotado socialmente de ciertos significados. De igual forma. que la persona puede «conquistar. Toda esta heterogeneidad de formas materiales —fijas y móviles. Es usual que estos escenarios reproduzcan la ciudad» aunque en ciertas ocasiones o en ciertos aspectos se puede producir un fragmento de ciudad según pautas no esperadas?' En última instancia. a reactualizar lo ya instituido en un nuevo instante yen cierto lugar. los movimientos corporales. De esta forma. mientras que en otros son áreas más extensas. sobre sí mismo y sobre la situación vivida. como David Ley (1985). 190 LOS GIROS DE LA GEOGRAFÍA HUMANA lugar a ciertos sujetos.. pueden resul ignificativas porllu. en barrios identificados por ser el lugar de residencia de élites de cierta condición étnica. por citar un caso frecuente que ha llegado a constituir guetos en diversas ciudades del mundo." El marcaje también puede resultar a través del estilo de las construcciones edilicias de un lugar que denota o connota la apropiación del lugar por parte de cierto grupo social. el conflicto se puede perfilar como una disputa p or el territorio entre varios tipos de actores. están aquellas formas de apropiación del espacio urbano extremadamente efímeras. De hecho. ya sea individual o colectiva. el resultado materializado en el espacio (Claval. los excluidos del territorio apropiado) respecto a la apropiación espacial puesta en juego. Sin embargo. las prácticas recuperan e integran la concepción activa de la cultura. aun cuando la apropiación espacial excluya o aleje a algunos actores. cuando las acciones son analizadas como actividades. o también puede mostrarse una forma de control del lugar. De esta forma es posible una geografía urbana que se centre en el estudio de escenarios urbanos. la apropiación del espacio en la ciudad suele venir asociada al marcaje de los lugares. Esto suele ocurrir. o incluso diametralmente diferentes. 2008). David Ley y Roman que los gralitis en ciertos casos llegan a expresar el control de un territorio delictivos. Ésta es una forma de apropiación efímera pero es posible que se repita cíclicamente. En ese proceso por el cual el actor conecta subjetivamente un escenario coaolro. Mondada y Racine. Asimismo es necesario tener en cuenta que los escenarios urbarios pueden constituirse en lugares de conflicto con relación a las apropiaciones espaciale s que en ellos se producen. en cambio no ocurre lo mismo con los trazos del pasado. Basta con recordar que la esencia del clásico concepto geográfico de género de sida estaba anclada en las «actividades que siempre remiten a la acción o las prácticas sociales. 22. y a veces reconfigura diversas identidades entre las cuales se mueve alternativamente en relación con lo que persigue y con los otros que participan del escenario. Con este acercamiento la cultura —lejos de las visiones para las cuales se reduce a lo materializado o las concepciones superorgánicas y casi inmutables— es puesta en juego en cada práctica que emerge dentro de tramas de significación. LOS GIROS DE LA GEOGRAFÍA HUMANA por (1974) mostraron de ciertos grupos 191 . El sentido que adquiere un escenario para un actor o el sentido de una práctica espacial que allí se despliega se puede referir tanto al instante presente del escenario y sus prácticas. La geografía siempre ha estudiado las acciones de los sujetos. 2008: 7). a un poder» (Veschambre. 1999)— no sólo se recrean a sí mismos en ese proceso de actuación. el sentido que le dan a esas prácticas espaciales y al lugar mismo. por ejemplo cada día o ciertos días de la semana. En estas ocasiones. llegando a reconstruir la historia de una ciudad por sus personajes. primero se las estudió en las zonas rurales y luego en las ciudades. 2006. cuando se imprimieron no se buscaba la marca pero el paso del tiempo de dio un valor particular. en unos casos se trata de apropiaciones de lugares muy demarcados y de pequeña extensión. tal objeto. Por ejemplo. como una forma de ejecutar algo con relación a un lugar. tan usual los barrios identificados en el lenguaje urbano como gated communities. Ejemplo de las primeras suele ser la apropiación de aquellos barrios cuyos residentes por largo tiempo manifiestan la pertenencia a cierto grupo social identificado por alguna condición particular como puede ser la étnica. cuando el sujeto así lo requiera como diría Schutz (1974). algo orientado a otros y también con relación a un saber hacer que se podrá volver a poner en práctica. que puede realizarse de diversas maneras. sea en un pasado más o menos lejano o reciente. los actores y sus acciones situadas despliegan distintas formas de apropiación del espacio urbano. En otras ocasiones. estos análisis se han realizado a lo largo del tiempo. El conflicto entre actores puede resultar del rechazo de ciertos actores sociales (por ejemplo. incluso de límites difusos. la acción interesa en sí misma. sean lugares distantes o próximos. también puede realizarse un marcaje del lugar con signos corporales y extracorporales. 2007: 64-67).Invirtiendo el punto de vista: las geografías urbanas holográficas del sujeto habitante Alicia Lindón personaje de un escenario. Son numerosos los estudios en los cuales se ha identificado a las ciudades a través de personajes característicos. como en los casos en los que se interpone una barrera física que impide o restringe el acceso a ese 21. En otras palabras. lo que se pone en juego es aquello que los actores persiguen con su hacer. o negociaciones implícitas entre los sujetos sociales involucrados. 2008) y cristalizados también como una memoria del lugar. El cuerpo suele ser el medio por el que la apropiación se concreta. Las marcas que se imprimen en el espacio actualmente casi siempre son intencionales. por la que abogaran destacados geógrafos. Asimismo. Así. 2003) para «significar lugar. a una institución . como pueden ser los grafitis. como también a otros escenarios y lugares que forman parte de las experiencias vividas por el actor. En un estudio sobre la ciudad de Filadelfia. 2008. así que que podrán contener las claves para interpretar la acción en e como las formas de relación con el lugar y con los otros en ese P yate. Esos personajes —héroes en el sentido bajtiniano" (Bajtín. Asimismo. representada p or diversos objetos físicos que indican por quienes está apropiado ese lugar: En otros casos las formas de apropiación se establecen en términos simbólicos: la producción y el us o de símbolos dotados de que tal espacio. Las formas de apropiación del espacio urbano. Mientras que en nuestra aproximación. Se puede recordar que el héroe —de la novela— en el sentido bajtiniano refiere a una perspectiva sobre el mundo. Esas perspectivas pueden dar el tono del escenario. reconociendo los personajes que allí representan los sujetos. como suele ocurrir con la apropiación de una banca en un parque: la apropiación de ese espacio se mantiene durante el tiempo que puede llegar a permanecer allí un visitante del parque. En todo escenario. Esta cuestión 21. Algunas son de larga duración y otras son efímeras. puede no generar conflicto y ser reconocida como acuerdos sociales tácitos. está asociado simbólicamente a un grupo. Ripoll. como formas de apropiación del espacio. se caracterizan porque «reposan sobre la expresión material de un poder» (Veschambre. Como han señalado varios autores (Veschambre. que mediante las prácticas que desarrolla. interesan más por su producto. pone en juego una identidad. 1995). González Arrili (1967). con los cuales puede expresarse la apropiación y un sentido de territorialidad hacia el lugar. 2008: 7). por ejemplo. la apropiación espacial presenta una «dominanre material» (Ripoll V Veschambre. Estas conexiones entre lugares distantes yl también entre experiencias pasadas y otras actuales. en ocasiones.5:1 el presente. también crean la ciudad. o bien." Las prácticas y el personaje revelan indirectamente lo que se pone en juego en el escenario. Incluso a veces. y lo mismo de una Prálica pasada en un escenario a otra presente en otro escenario. también puede transferir el sentido de un escenario a otro. tal «una eficacia social y política» (Debarbieux. Otro tipo de marcaje es el que deriva de los trazos asociados al pasado (Veschambre. por la obra. Una muy usual en las ciudades es a través de inscripciones diversas. un escenario puede relacionarse para el actor con otros escenarios semejantes en algún aspecto. En el extremo opuesto. La geografía siempre ha estudiado las acciones de los sujetos. incluso de límites difusos. reconociendo los personajes que allí representan los sujetos. Incluso a veces. sobre tí mismo y sobre la situación vivida. En ese proceso por el cual el actor conecta subjetivamente un escenario con otro. Así. En otros casos las formas de apropiación se establecen en términos simbólicos: la producción y el uso de símbolos dotados de sima eficacia social y política» (Debarbieux." El marcaje también puede resultar a través del estilo de las construcciones edilicias de un lugar que denota o connota la apropiación del lugar por parte de cierto grupo social. en barrios identificados por ser el lugar de residencia de élites de cierta condición étnica. como formas de apropiación del espacio. En estas ocasiones. representada por diversos objetos físicos que indican por quienes está apropiado ese lugar. llegando a reconstruir la historia de una ciudad por sus personajes. un escenario puede relacionarse para el actor con otros escenarios semejantes en algún aspecto. 2008) y cristalizados también como una memoria del lugar. están aquellas formas de apropiación del espacio urbano extremadamente efímeras. Las marcas que se imprimen en el espacio actualmente casi siempre son intencionales. De hecho.Alicia lindón Invirtiendo el punto de vista: las geografías urbanas holográficas del sujeto habitante personaje de un escenario. Con este acercamiento la cultura —lejos de las visiones para las cuales se reduce a lo materializado o las concepciones superorgánicas y casi inmutables— es puesta en juego en cada práctica que emerge dentro de tramas de significación. 2008. 1995). tan usual los bancos identificados en el lenguaje urbano como gated comrnunifies. Una muy usual en las ciudades es a través de inscripciones diversas. como también a otros escenarios y lugares que forman parte de las experiencias vividas por el actor. por citar un caso frecuente que ha llegado a constituir guetos en diversas ciudades del mundo. en ocasiones. Como han señalado varios autores (Veschambre. 190 LOS GIROS DE LA GEOGRAFÍA HUMANA lugar a ciertos sujetos. Ejemplo de las primeras suele ser la apropiación de aquellos barrios cuyos residentes por largo tiempo manifiestan la pertenencia a cierto grupo social identificado por alguna condición particular como puede ser la étnica. algo orientado a otros y también con relación a un saber hacer que se podrá volver a poner en práctica. mientras que en otros son áreas más extensas. Se puede recordar que el béroe —de la novela— en el sentido bajtiniano refiere a una perspec tiva sobre el mundo. también crean la ciudad. 2008: 7). En el extremo opuesto. Asimismo es necesario tener en cuenta que los escenarios urbanos pueden constituirse en lugares de conflicto con relación a las apropiaciones espaciales que en ellos se producen. en cambio no ocurre lo mismo con los trazos del pasado. también puede transferir el sentido de un escenario a otro. o también puede mostrarse una forma de control del lugar. también puede realizarse un marcaje del lugar con signos corporales y extracorporales. lo que se pone en juego es aquello que los actores persiguen con su hacer." Las prácticas y el personaje revelan indirectamente lo que se pone en juego en el escenario. que mediante las prácticas que desarrolla. Asimismo. En todo escenario. la apropiación del espacio en la ciudad suele venir asociada al marcaje de los lugares. como en los casos en los que se interpone una barrera física que impide o restringe el acceso a ese 21. LOS GIROS DE LA GEOGRAFÍA HUMANA 191 . el sentido que le dan a esas prácticas espaciales y al lugar mismo. David Ley y Roman Cybriwslcy (1974) mostraron que los grafitis en ciertos casos llegan a expresar el control de un territorio por parte de ciertos grupos delictivos. En otras ocasiones. Esas perspectivas pueden dar el tono del escenario. Otro tipo de marcaje es el que deriva de los trazos asociados al pasado (Veschambre. tal lugar. primero se las estudió en las zonas rurales y luego en las ciudades. está asociado simbólicamente a un grupo. pone en juego una identidad. El sentido que adquiere un escenario para un actor o el sentido de una práctica espacial que allí se despliega se puede referir tanto al instante presente del escenario y sus prácticas. que siempre remiten a la acción o las prácticas sociales. Ésta es una forma de apropiación efímera pero es posible que se repita cíclicamente. puede no generar conflicto y ser reconocida como acuerdos sociales tácitos. o incluso diametralmente diferentes. De esta forma. Mondada y Racine. sean lugares distantes o próximos. como una forma de ejecutar algo con relación a un lugar. a una institución. Esta cuestión 23. 2006. y lo mismo de una práctica pasada en un escenario a otra presente en otro escenario. Son numerosos los estudios en los cuales se ha identificado a las ciudades a través de personajes característicos. a un poder» (Veschambre. aun cuando la apropiación espacial excluya o aleje a algunos actores. los actores y sus acciones situadas despliegan distintas formas de apropiación del espacio urbano. por ejemplo cada día o ciertos días de la semana. ya sea individual o colectiva. como suele ocurrir con la apropiación de una banca en un parque: la apropiación de ese espacio se mantiene durante el tiempo que puede llegar a permanecer allí un visitante del parque. como David Ley (1985). 2003) para «significar que tal espacio. cuando las acciones son analizadas como actividades. la apropiación espacial presenta una «dominan- te material» (Ripoll y Veschambre. El cuerpo suele ser el medio por el que la apropiación se concreta. con los cuales puede expresarse la apropiación y un sentido de territorialidad hacia el lugar. cuando se imprimieron no se buscaba la marca pero el paso del tiempo de dio un valor particular. Por ejemplo. Asimismo. y a veces reconfigura diversas identidades entre las cuales se mueve alternativamente en relación con lo que persigue y con los otros que participan del escenario. el conflicto se puede perfilar como una disputa por el territorio entre varios tipos de actores. Algunas son de larga duración y otras son efímeras. por ejemplo. Las formas de apropiación del espacio urbano. González Arrili (1967). El conflicto entre actores puede resultar del rechazo de ciertos actores sociales (por ejemplo. sea en un pasado más o menos lejano o reciente. por la obra. Esto suele ocurrir. las prácticas recuperan e integran la concepción activa de la cultura. cuando el sujeto así lo requiera como diría Schutz (1974). 1999)— no sólo se recrean a sí mismos en ese proceso de actuación. tal objeto. 2007: 64-67). los excluidos del territorio apropiado) respecto a la apropiación espacial puesta en juego. se caracterizan porque «reposan sobre la expresión material de un poder» (Veschambre. De esta forma es posible una geografía urbana que se centre en el estudio de escenarios urbanos. Ripoll. así como las formas de relación con el lugar y con los otros en ese presente. Estas conexiones entre lugares distantes y también entre experiencias pasadas y otras actuales. o negociaciones implícitas entre los sujetos sociales involucrados. 22. el resultado materializado en el espacio (Claval. la acción interesa en sí misma. estos análisis se han realizado a lo largo del tiempo. Esos personajes —héroes en el sentido bajtiniano" (Bajtín. en unos casos se trata de apropiaciones de lugares muy demarcados y de pequeña extensión. pueden resultar significativas porque podrán contener las claves para interpretar la acción en el lugar en el presente. o bien. Mientras que en nuestra aproximación. Basta con recordar que la esencia del clásico concepto geográfico de género de vida estaba anclada en las «actividades». por la que abogaran destacados geógrafos. 2008). como pueden ser los grafitis. En otras palabras. 2008: 7). En un estudio sobre la ciudad de Filadelfia. Sin embargo. que puede realizarse de diversas maneras. interesan más por su producto. El conocimiento del lugar (conocimiento espacial de sentido común. resulta de la experiencia que el individuo tenga con ese lugar. o adquirido a través de la experiencia espacial) puede referirse a las formas espaciales. del habitante de la ciudad. considerados ajenos. 2002: 38) de los diferentes sujetos y la visibilidad que pueda adquirir para los otros la práctica de un sujeto. Más bien. la interioridad rápidamente puede tornarse exterioridad en un instante posterior. Este aspecto —la configuración material de la visibilidad— también resulta central para estas geografías urbanas porque es un concepto —entre otros— que expresa la fusión —o integración— del sujeto-habitante y la forma espacial: los arreglos particulares que adquieren las formas espaciales le pueden dar visibilidad al sujeto o reducírsela. aun cuando se trate de una manufactura evanescente. que de una u otra forma se pueden medir. para la visión aérea tradicional. los sujetos pueden construir interioridad existencial en donde existe exterioridad material. Asimismo. esto indica que cuando el análisis de la ciudad se hace en este camino ni los flujos ni la perspectiva corológica dan el tono. el sujeto puede utilizar las formas espaciales para tener mayor o menor visibilidad. 192 LOS GIROS DE LA GEOGRAFÍA HUMANA LOS GIROS DE LA GEOGRAFÍA HUMANA 5. que esencialmente se proyecta hacia el futuro. De allí que muchas geografías afines a los giros han planteado la comprensión de los lugares corno si hieran textos. Todo ello perfila piezas de estas geografías urbanas que giran v cambian el punto de observación respecto al tradicional mirador de la disciplina. del conocimiento de la ciudad en su extensión territorial.Alicia Lindón Invirtiendo el punto de vista: las geografías urbanas hd ográt Ices del sujeto habitante puede ser interpretada como una suerte de intertextualidad muy peculiar. La interioridad y la exterioridad de los lugares co-existen por varias cuestiones: una de ellas es que en el tiempo efímero que puede generarse un escenario. pretenden evitar lo que Paul Claval ha denominado la «tentación aérea». En ocasiones. para Relph. Así. a las formas de socialidad que lo caracterizan. los escenarios pueden resultar invisibles o cuasi invisibles. Otra cuestión por la que la interioridad y la exterioridad no son categorías dicotómicas es porque. Por lo anterior. De esta forma. Por todo lo anterior. lo interno y lo externo no deberían ser reducidos al efecto de una estructura material cerrada a modo de recinto o su ausencia. Esto no quiere decir que sean opuestas a esas miradas. Se avanza así hacia geografías urbanas que cultiven análisis geográficos desde el punto de vista del habitante. Esta dimensión constitutiva del escenario viene a plasmar una de las formas en las cuales se funde lo material del espacio con la subjetividad del actor respecto al lugar. Aunque las visibilidades también se generan con relación a otras materialidades circunstanciales. a rasgos culturales del lugar. necesariamente se alejan de la visión corológica del espacio urbano. antes que hacerlo desde arriba y desde afuera de lo que está en juego en cada instante de la vida en la ciudad. en un mismo instante y en un mismo lugar. Relph construyó así una tipología de «exterioridades» e «interioridades» en la cual cada tipo presenta una diferencia de grado con el siguiente. de la observación aérea de la ciudad. Dicho de otra forma. esos lugares se concretan en las voces de quienes hablan de ellos. es decir. De igual forma. al tipo de habitantes. en la permanencia fugaz o más prolongada del actor en el escenario. Dicho de otra forma. Por eso es un presente denso y. Con respecto a los actores de un escenario es importante tener en cuenta que las expresiones verbales. Un aspecto importante a tener en cuenta para la reconstrucción e interpretación de los escenarios. como puede ser un edificio. Lo interno y lo externo. que se pueden traducir como interioridad y exterioridad. este presente también contiene la semilla del futuro a través de la intencionalidad de la acción. Aunque en última instancia. la aproximación a la ciudad a través de los escenarios urbanos requiere de la inversión del punto de vista del estudioso: los escenarios urbanos invitan a comprender la ciudad desde el sujeto que la habita porque los escenarios son manufactura y creación de los sujetos. Relph habla de una «exterioridad existencial». Así. y viceversa. se integra en el presente. la interioridad y la exterioridad se pueden considerar una pista analítica para explorar la visibilidad de un actor en un escenario. También toman distancia respecto de la ciudad vista a través de los flujos. en la forma de interacción con los otros. La especificidad radica en que se trata de relaciones entre lugares y no entre textos. sean mayores o menores. Hacia una geografía urbana holográfica Las geografías urbanas que se abocan a descifrar la ciudad desde este tipo de caminos. En cambio. Cuando los lugares carecen de sentido. tenso entre el pasado y el futuro. De alguna manera el pasado se constituye en presente. Dicho de otra forma. sino a la subjetividad espacial sobre lo interior y lo exterior. De estas nociones el autor derivó los conceptos de insideness y outsideness (1976: 49-55). En este sentido se puede recordar que el geógrafo humanista Edward Relph estudió esta cuestión considerando que incide y outside no refieren a lo interior o exterior de los escenarios en sentido físico. gestuales y corporales revelan saberes prácticos situados: expresan conocimiento sobre el lugar (Thibaud. 1985): el pasado se actualiza. «la descripción geográfica que presenta la Tierra desde el punto de vista 193 . es comprender cómo se configura materialmente la visibilidad (Thibaud. y todo lo hablado siempre es un texto. Esos saberes sobre el lugar influyen en el hacer de los actores. Estas visibilidades de los sujetos y sus acciones en buena medida resultan de las formas urbanas propiamente dichas. Cada tipo de interioridad/exterioridad da cuenta de la relación del sujeto con el lugar desde el ángulo de lo abierto y lo cerrado. Esa fusión se plasma en los «saberes acerca del lugar» (conocimiento de sentido común sobre el lugar). o bien puede confrontarse con la visibilidad no deseada que le dan las formas espaciales. este tipo de perspectiva sobre el presente de los escenarios —de raíces fenomenológicas— ha sido denominada presente tenso (Daniels. la geografía urbana que se interese por descifrarla ciudad a través de sus escenarios tendrá frente a sí el enorme desafío de interpretar las miradas territorializadas e informadas del lugar que expresan los actores en cuestión. las interioridades y exterioridades de Relph están lejos de las perspectivas dicotómicas (abierto/cerrado). las que perduran. Y de igual forma podría ocurrir lo inverso. los sujetos pueden construir interioridades con relación a unos sujetos y exterioridades con respecto a otros. luego leerla desde los flujos y todavía complementar ello con una lectura holográfica de escenarios urbanos. Para estudiar los escenarios urbanos. menos aún deberían serlo actualmente de cara a los giros de la geografía urbana. Pero es factible leer la ciudad corológicamente. 2002: 35). como ocurre con otras visiones de indoor y ourdoor. también. la exterioridad y la interioridad parecen constituir otra clave de interpretación. a las actividades que allí se realizan. estas geografías urbanas del urbanita. La visibilidad de los sujetos y sus prácticas se relaciona con lo abierto y lo cerrado de los lugares. si la interioridad y la exterioridad no eran categorías opuestas en el pensam iento de Relph de los años setenta. que podría ser experimentada tanto en un lugar abierto físicamente como en uno cerrado. Alicia Lindón Invirtiendo el punto de vista: las geografías urbanas holograticas del sujeto habitante de Lar° [...3 el viaje aéreo elimina buena parte de la información que forma parte de los contextos de la vida de todos los días» (Claval, 2007: 63-64). Si los escenarios urbanos son considerados en sí mismos como realidades únicas e irrepetibles, pueden tener un valor metodológico desde la perspectiva del detalle y la particularidad. Sin embargo, en este planteamiento adquieren toda su potencialidad interpretativa cuando son considerados de manera holográfica, es decir, asumiendo que un escenario habla de sí mismo (lo particular) y también de otros escenarios (lo singular). Un escenario contiene y condensa otros fragmentos de la ciudad. Entonces, este tipo de geografías urbanas que integran los múltiples giros contemporáneos de las ciencias sociales y las humanidades vienen a constituir una expresión del constructivismo geográfico, que deconstruye los esquemas legitimados y se atreve a buscar nuevos caminos y en ocasiones esos nuevos esquemas los complementa con los previos. Los escenarios configurados en espacios abiertos, aunque también aquéllos perfilados en espacios cerrados como pueden ser los domésticos, y de igual manera los espacios-circuitos del transeúnte (sus itinerarios), pueden interpretarse como hologramas en los cuales se concentran y encadenan diversos procesos urbanos, que terminan siendo constitutivos de las ciudades (Lindón, 2007b, 2008b). La perspectiva holográfica resulta una salida metodológica de gran potencialidad para descifrar la complejidad de los lugares y sus escenarios (Lindón, 2007b) en movimiento, aunque también ha sido exenxamente cultivada en la geografía. Esta perspectiva implica asumir la imposibilidad de conocer la ciudad en cada rincón, en cada fragmento, de manera sistemática y extensiva. Esta perspectiva requiere la valorización intelectual del fragmento de ciudad, con el horizonte de descifrar figuras y microcosmos urbanos de gran densidad holográfica aunque necesariamente incompletos y parciales. Esto no constituye una pérdida de conocimiento. En esencia, con otro tipo de acercamiento —como los de carácter corológico u otros— tampoco es posible conocer el todo, aun cuando se ha mantenido largamente la fantasía de que ciertas geografías urbanas permitían conocer toda la ciudad y la totalidad de lo urbano por el sólo hecho de que el mecanismo explicativo básico asumido actuaba sobre la extensión territorial. En estricto sentido, cuando se logra un conocimiento in extenso de la ciudad siempre es al precio de abordar el espacio urbano como si tuviera escaso espesor, o hacerlo sólo en algunas de sus dimensiones, ligadas casi siempre a lo material (las formas espaciales más tradicionales). Otras dos cuestiones que se derivan de los abordajes de la ciudad desde los escenarios urbanos son las siguientes: por un lado, la necesidad de no excluir del estudio de los escenarios aquellos lugares que no son espacios públicos: los espacios domésticos también albergan escenarios urbanos, aun cuando la dificultad metodológica para observarlos sea considerable y muchas veces resulte francamente imposible acceder a ellos. Esta consideración se relaciona con la evidencia —a menudo soslayada— de que la ciudad también incluye los espacios residenciales, los espacios domésticos, tos espacios de la intimidad... La ciudad no se limita a las calles y los espacios conexos a ellas, como parques y plazas. En el caso de los escenarios de los espacios residenciales, una cuestión relevante desde la perspectiva urbana será reconocer si se vinculan con escenarios exteriores, si 24. Aun cuando los espacios domésticos en gran medida corresponden a espacios interiores, también existen algunos espacios domésticos exteriores. 194 LOS GIROS DE LA GEOGRAFÍA HUMANA tal conexión está ausente, o bien, cómo se vinculan los escenarios interiores y exteriores. El hallazgo de esas conexiones permitiría indagar si los escenarios interiores al espacio residencial se reproducen en espacios abiertos y exteriores; o incluso, si los escenarios exteriores se reproducen en los espacios interiores. Esto tendría la ventaja de ir más allá de la desgastada dicotomía público-privado, que además de resultar frecuentemente superada por la vida urbana (Ostrovetsky, 2001) también tiene la debilidad adicional de encasillar la espacialidad por lo que denota la palabra misma. En cambio, la opción de analizar la cuestión desde las interioridades y exterioridades (siguiendo los aportes de la geografía humanista) —en las cuales lo material es parte y no el todo— permite descifrar situaciones urbanas en donde lo interior o lo exterior no se definen exclusivamente por lo material, sino también por las prácticas y el manejo simbólico que hacen los sujetos de los lugares. Ese manejo resulta de las prácticas con las cuales los sujetos llegan a abrir lugares materialmente cerrados, o bien a cerrar lugares físicamente abiertos. Otra cuestión que también resulta relevante para una geografía urbana atenta a los escenarios urbanos es que más allá de los escenarios de los espacios exteriores y los de los espacios residenciales y sus conexiones, aún habría que tener en cuenta los espacios circulatorios construidos en torno a los sujetos que se desplazan por la ciudad. No es posible dar cuenta de estos escenarios de los espacios circulatorios a través del estudio clásico del transporte o los flujos de movilidad espacial en la ciudad. Estos escenarios surgen en situaciones espacio-temporales configuradas como recorridos por la ciudad. A pesar de lo usual que resulta la reducción de las interacciones con los otros de un individuo que se desplaza a las mínimas requeridas, la experiencia del transeúnte continúa siendo relevante en la vida urbana, incluso aun cuando el incremento del automóvil la debilita. La experiencia espacial del transeúnte es constructora de estos escenarios de desplazamientos, aunque también sería importante contemplar otros escenarios de desplazamientos que se generan en los diversos medios de transporte. Todo lo anterior sólo constituye un primer planteamiento de lo que pueden ser algunas piezas claves de una geografía urbana que piensa la ciudad desde el espacio habitado y vivido por el urbanita como fragmentos espaciales en constante movimiento. Esta geografía urbana se sustenta en una concepción espacial no euclidiana, ni de simple reflejo ni tampoco contenedor, incluso más allá de la concepción del espacio producido históricamente. Es una geografía urbana alimentada desde concepciones del espacio como construcción social (Ley, 1978, 1981 y 1989; Lussault, 2007; Lindón, 2007b) realizada por el sujeto en su cotidiano habitar la ciudad. Esta geografía urbana abierta a los giros asume de lleno el acercamiento con las otras ciencias sociales (Chivallon, 2000; Turco, 2000; Lindón, 2008a). En parte ese acercamiento es una forma de integrar lo que las otras ciencias sociales han aportado a la comprensión y el conocimiento del espacio, la espacialidad y la dimensión espacial de las sociedades. Además, es una forma de fortalecer lo que es el punto más débil de la geografía humana en general, que es la comprensión de lo social, en este caso la comprensión de los sujetos urbanos y sus prácticas espaciales. Las geografías urbanas de esta naturaleza requieren análisis de lo social de manera más compleja que el simple agregado (como puede ser el concepto de población) o la sociedad como estructura. En esta senda es condición necesaria para la geografía penetrar en la discusión acerca del sujeto social y la acción social. La inclusión del movimiento en sentido amplio no excluye las formas tradicionales del movimiento, como los desplazamientos y flujos. Las incluye y también se pregunta LOS GIROS DE LA GEOGRAFÍA HUMANA 195 Miela Lindón Invirtiendo el punto de vista: las geografías urbanas holográficas del sujeto habitante por el movimiento en términos vitalistas, aquel que constituye una dinámica constante, el movimiento como el transcurso o el fluir constante. Para la geografía urbana esta concepción vitalista del movimiento también implica comenzar a interesarse más por los tiempos efímeros porque es en ellos donde se desarrolla el devenir constante. Esta ventana de la temporalidad -el tiempo efímero- ubica a la geografía urbana más legitimada en ciertas dificultades porque casi todas las formas de estudiar el tiempo en la ciudad corresponden a los ciclos más largos, sobre todo los ciclos históricos, casi siempre abordados a través de periodizaciones y mediciones diversas. Por último, y como derivación de lo previo, las geografías urbanas que asumen este tipo de desafíos requieren de transformaciones metodológicas de fondo a fin de producir nuevo conocimiento en esta perspectiva vitalista. Estas búsquedas metodológicas se orientan hacia lo cualitativo, hacia los acercamientos a la realidad geográfica con espíritu interpretativo, comprensivo, hennenéutico." En esencia, las geografías urbanas holográficas esbozadas requieren del acompañamiento de giros metodológicos que integren las aproximaciones cualitativas que le dan visibilidad analítica al sujeto y a su experiencia espacial. En síntesis, avanzar en las geografías urbanas vitalistas y holográficas supone una encrucijada de múltiples desafíos: teóricos, epistemológicos y metodológicos. Estas geografías urbanas holográficas no serían simplemente una alternativa más humanista que se pregunte por la subjetividad y los significados de los lugares, por la memoria de los lugares, las formas de apropiación del espacio.... Más bien, se trataría de indagar cómo se conjugan todos esos componentes y otros (como las formas materiales) en diversas situaciones urbanas y cómo complementar este tipo de conocimiento geográfico con otros de larga tradición que siguen siendo relevantes para comprender otra parte de la multifacética realidad urbana. Bibliografía ABBAGNANO, Nicola (1996). Diccionario de filosofía, México: Fondo de Cultura Económica. BÁJT1N, Milan (1999), Estética de la creación verbal, México: Siglo XXI. 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Traces et mémoires urbaines: enjewc sociaux de la patrimonialisation et de la démolition. Londres: Routledge. Más allá de su interés intrínseco. Agradezco muy calurosamente a Alicia Lindón y Daniel iiiernaux su invitación a participar en esta publicación colectiva. Lariaciones sobre un parque temático: la nueva ciudad americana v el fin del espacio público. Territoires. Bruno (1993). «Language and the Making of Place: a Nairative-descriptive Approach». pp. organizados. «apropiados» (Staszak. en Steven Pile y Mike Keith (dirs. TURCO. en Mary Nash y Diana Marre (eds.° 4. Nigel (1997). Evocar—aunque sea rápidamente—las razones principales de su tardío surgimiento permite visualizar todo el alcance de su estudio. y entonces el desafío puede ser el de mostrar por qué resulta importante interesarse en el mismo. « Movement-space: Changing Domain of Thinking Resulting from the Development of Nem. los espacios domésticos decididamente se integran en esta segunda alternativa. Regards en action: ethnométhodologie des espaces publics. pp. 2. París: Belin. pp. . Son parte de los últimos que ingresaron en la lista de los espacios objeto de estudio de los geógrafos. 65. Vi-Fu (1975). 287-299. abril.Bilbao: Servicio Editorial del País Vasco. 151-165. pp. vol. 113-145. 2001: 348). pp. DE LAS VIRTUDES DE LOS ESPACIOS DOMÉSTICOS PARA LA GEOGRAFÍA HUMANA Béatrice Collignont Universidad de París 1 Pantheon-Sorbonne Hablar de las virtudes de un tipo de espacio en el marco de una disciplina que hizo del espacio uno de sus conceptos claves desde hace unos treinta años. diciembre. Vincent (2008). la meta podría ser la de poner de manifiesto que el concepto mantiene todo su valor para el avance de esta disciplina. Londres: Routledge [1988. VESCHAMBRE. Géographies á Cerisy. Econonzy and Society. Sozialgeographie. Society. 582-604. Jean-Paul (2002). Rosa (2003). diferenciados. se trate de un espacio ignorado durante mucho tiempo por la disciplina en cuestión. La expresión espacio primero (espace premier) da cuenta de la casa entendida como el espacio de las primeras experiencias del niño.). 33. n. WERLEN. — (2004). Rennes: Presses Universitaires de Rennes. vol. así como por la calidez de su recibimiento desde el aeropuerto y durante toda la estancia. «Géographie culturelle et tournant culturel». (1991)." 2. TELLO ROBIRA. París: A la Croisée. esprit des lieux. territorialité. «Pragmatiques de la ten-itorialité: compétence. Espacios «antrópicos». su valor como objeto de investigación también reside en lo que estos espacios pueden aportar a la geografía humana en su conjunto. espacios del cuerpo humano y «espacios primeros»-. «La ciudad como escenario de representación cultural: prácticas urbanísticas de perpetuación». jerarquizados. — (2003).4nnats of the Association of American Geographers." 4. TUAN. «Place: an Experiential Perspective». Action and Space: an Alternative Human Geography. n.Alicia Loción — (2004 [1993]). Expressive Embodiment and Dance». Aufl: Haupt Verlag]. Logiques de Tespace. 81. — que. trascendiendo el interés por el objeto mismo (el tipo de espacio estudiado). 200 LOS GIROS DE LA GEOGRAFÍA HUMANA LOS GIROS DE LA GEOGRAFÍA HUMANA 201 . ). pp. Sorkin (ed. «The Still Point: Resistance. en ese caso. THRIFT. Géographie et Cultures. y en particular las primeras experiencias espaciales. «Por el interior de la exópolis: escenas del condado de Orange». Barcelona: Gustavo Gili.o espacios de las primeras experiencias de todo ser humano. en Martin Vanier (dir ). 684-696. 7-27. Geographies of Resistance. Geographical Reviere. vol. n. 37-44. territorialisation. science. Igualmente agradezco a los estudiantes de geografía humana de la Universidad Autónoma Metropolitana Iztapalapa por la calidad de la discusión comprometida que establecieron a partir de mi presentación de la ponencia (que constituyó una versión primera de este capítulo) y por sus intervenciones a lo largo de todo el coloquio. pp. n. «Topogenése: la généalogie du lieu et la constitution du territoire». en M. Rennes: Presses Universitaires de Rennes. THIBAUD. pp. 1994. el estatuto de posible objeto geográfico. 1997. su territorialización a través de la política y lo social. no es tanto el espacio el que ocupa el núcleo de la reflexión. El interés reside en la forma en que la casa. el espacio doméstico atrajo en algunos lugares la atención de unos cuantos geógrafos. se dijo con quizá demasiada premura que el «espacio. El geógrafo italiano Franco Farinelli (2006) muestra que el viaje de Cristóbal Colón hacia occidente literalmente crea el espacio para los europeos. con lo que se asume que los otros lugares no son para ellas. Al respecto. Con otra perspectiva. que se abría así hacia el infinito. v por otra la geografía fenomenológica (y/o humanista). separados. espacios masculinos preservados en un interior dominado por lo femenino. queda definida por algunos (hombres) como el lugar predilecto de los demás (las mujeres). figura destacada de la hurnanistic geography (geografía humanística) angloparlante. bajo el impulso de unos cuantos investigadores convencidos de su legitimidad y que se organizan en lo que podría denominarse una verdadera campaña de promoción a favor de la geografía del interior: un monográfico de los Anuales de Géographies en 2001 (Staszak). las normas que lo rigen. son para los demás. Vi-Fu Tuan. como lo muestra Michel Lussault en su reciente obra Ehomme spatial (El hombre espacial) (2007). el desafío para la disciplina no se limita a integrar este nuevo objeto de investigación. 204 LOS GIROS DE LA GEOGRAFÍA HUMANA En mi opinión. transformarlo en una simple extensión neutra. prueba de que los investigadores estaban listos y que la barrera era ante todo institucional. mientras el taller y el garaje. entre el ámbito privado familiar y el ámbito público del trabajo y de las relaciones sociales. para convertirse en una entidad autónoma. que con frecuencia se observan sin tratar realmente de explicarlas. para retomar un concepto propuesto entre otros por Jacques Léyy (2003) y de manera más reciente por Michel Lussault (2007). no ha habido el suficiente interés por la espacialización.j 1994: 52) o «no es determinante» (Lussault. 1997: 95) o por lo menos donde la distancia «no es un concepto pertinente» (Lévy. se trataba de mostrar que la estructuración social fundada en la desigualdad de género se expresa en la estructuración espacial de las sociedades: con esta perspectiva el espacio doméstico se comienza a analizar como un espacio de la reclusión para las mujeres. el estudio de los espacios domésticos puede ayudarnos a comprender las modalidades de la construcción de la dimensión espacial de la sociedad y así permitimos participar en la reflexión abierta sobre el tema. Lussault. son expresiones concretas de esto. las modalidades de diferenciación que hacen que un lugar único se fragmente en otros múltiples. dada la fuerza del tabú que rodea a los microespacios.capital espacial». Sin embargo. un lugar de encierro que limita sus experiencias geográficas del mundo que las rodea y reduce otro tanto sus competencias espaciales y su . sino la dimensión espacial de la construcción social de las identidades de género. En particular se puede recordar que Jacques Pezeu-Massabuau parte de su experiencia con las casas japonesas (1981) para desarrollar una amplia reflexión sobre el sentido del espacio doméstico. entre otros). entre esos muros el niño pequeño aprende progresivamente a desprenderse de su madre c posteriormente de sus padres. la geografía fenomenológica se interesa asimismo por estos interiores. 2007). Esta autonomía. desde los años ochenta. y la relación específica que teje ahí el hombre con su entorno. Christine Chivallon plantea con toda claridad las bases de la reflexión sobre la articulación de los procesos sociales y de los procesos espaciales cuando muestra la forma en que el espacio materializa lo social (Chivallon. En cambio. como el primer espacio de la experiencia del «ser-enel-mundo» de prácticamente cualquier ser humano.' de los antropólogos es el equivalente al «territorio» de los geógrafos. la creación misma del espacio. entendida como una «caja». En estas geografías angloparlantes en plena expansión. distanciados unos de otros por la inserción de un espacio entre ellos. las celdas múltiples separadas por la distancia. Así se reconoce que la cocina es el espacio femenino por excelencia. un coloquio en 2002 con la publicación de un libro en 2004 (Collignon y Staszak). Se advierte que ese lugar está fragmentado recién en los años noventa. 2000). Ahí está en juego. lo que significa vaciar el espacio geográfico de su sustancia. En efecto. por la creación de un intervalo. considera la casa y el hogar como los elementos centrales de la geografía y del ser geográfico (2005 [19961. Ahora bien. Por supuesto otros tomaron en cuenta la dimensión cultural de lo espacial. James Duncan también aborda estos temas de manera muy temprana (Duncan. 1982). Sin haber jamás dedicado una obra específica al tema. el paso del lugar —de la celda única donde se «anula» la distancia (Retaillé. 2007: 99)— a los lugares. De manera casi sorprendente. de un espaciamiento. pero con perspectivas muy específicas: por una parte la geografía feminista. el individuo y lo íntimo en geografía. Para las geógrafas feministas. del globo al plano. En Francia. los geógrafos se interesan por el espacio. la geografía de los espacios domésticos tiene sus «virtudes» para la geografía humana en su conjunto y se cuenta entre los más poderosos agentes de su renovación. en unos cuantos años. Retaillé. al hacer estallar la concepción de un mundo enclaustrado en sí mismo. LOS GIROS DE LA GEOGRAFÍA HUMANA 205 . Se pasa de un mundo-lugar a la extensión terrestre.De las virtudes de los espacios domésticos para la geografía humana Beatnce Collignon Comienzos: incursiones feministas y fenomenológicas Cierto es que. constituye. la construcción del individuo. cuando la gender geography (geografía de género) entra en las casas para interesarse por la organización de los espacios interiores. lo que a mi parecer es demasiado escaso (Lévy. 1998) se concentra la atención en la relación entre el interior y el exterior. los procedimientos a los que se recurre para crear el espacio a partir de los lugares. En el marco de un enfoque integrado en la nene cultural geography (nueva geografía cultural) de principios de los años ochenta. las lógicas económicas y culturales de su organización y de su producción. se elaboran en el mismo y se transmiten. iniciada desde hace casi una década por algunos geógrafos franceses. se mostró que el espacio se construye y regula diferentemente según las culturas. Se ganaría mucho si se leyese el espacio doméstico como la experiencia de un proceso similar. el desafío es todavía mayor porque esas diferencias se expresan particularmente en el campo político. Ami entender. Virtud 1: arrojar luz sobre la construcción de la dimensión espacial de las sociedades Desde los arios setenta. los aportes del estudio geográfico de los espacios domésticos rápidamente se reconocieron en Francia. En estos análisis (véase la síntesis de Mona Domosh. al alba del siglo 'pu el espacio doméstico adquiere. literalmente implica la fabricación de espacios. implica lograr el aprendizaje de colocar el otro a distancia. Emprender investigaciones de ese tipo que permitan comprender mejor las diferencias culturales de las relaciones con el espacio. un aporte intrínseco. pero con otra óptica muy diferente a la de los estudios feministas. sin duda alguna. Por supuesto. que por ello nos resultan absolutamente naturales. Ello nos conduce a replantear la pregunta clásica: qué es el espacio geográfico. En la banalidad de los gestos y las decisiones de cada día se afirma y también evoluciona la relación mencionada más arriba: cada sociedad construye y mantiene con el espacio el sentido LOS GIROS DE LA GEOGRAFÍA HUMANA 207 . en su labilidad. Asimismo. y en su carácter reticular. pero también donde se conforman permanentemente nuestras reglas sociales y se reinventan. y en particular en las referidas a los conflictos espaciales. a la cama de 160 cm de ancho. en su dimensión axial en donde el espacio es lo que permite circular entre los lugares. la sala donde se nos dice «te estás durmiendo. lo que se sabe sobre los valores que han organizado el espacio primero de los individuos y los espacios en conflicto. 2006) la vida cotidiana sigue siendo descuidada por la mayoría de los geógrafos. En ciertas culturas —por ejemplo entre los inuit (Collignon. uno puede extenderse y el otro retraerse. De 206 LOS GIROS DE LA GEOGRAFÍA HUMANA de los espacios domésticos para la geografía humana esta forma se puede convertir en observatotio de calidad (por supuesto. cuando no se sustituyen por dispositivos más fluidos. del año. una frontera. pero es una dimensión que no debiera ignorarse. en otras partes —por ejemplo. pero también entre cuerpos con relaciones más distantes. 1994. Este aprendizaje temprano de la rigidez o de la flexibilidad de los espacios y de las funciones de los lugares. En estos interiores. constantemente remodelado por sus habitantes. en todas las escalas. Su estudio nos insta a considerar el espacio. Esto resulta todavía más importante porque nuestras sociedades contemporáneas a escala tanto individual como colectiva. día a día. Entre las críticas que se hicieron a un trabajo hoy fechado y también muy marcado por el contexto de las relaciones internacionales estadounidenses de la posguerra. la más interesante me parece que es la de la tendencia esencialista subrayada por Hall. la pregunta acerca del sentido que le dan las sociedades y del papel que le atribuyen. Se debe al humorista René Goscinny haber representado magistralmente esta manera tan francesa de vivir el espacio doméstico (Goscinny y Sempé. espacio y lugares están en constante interacción y. no por eso deja de estar en constante transformación. la organización del espacio doméstico influye en la fluidez del espacio. Dicho de otra manera. ya no como algo construido «para siempre» sino como algo en construcción permanente. Ahora bien. si el espacio doméstico está culturalmente regido y normado. de los límites más o menos fuertes de su apropiación. sobreentendido «no se duerme aquí. Por el contrario. de la semana. Es por ello que el espacio doméstico es. en mi opinión. una demarcación. ¿acaso no influye en nuestros comportamientos. su organización interna. las culturas compartidas. sino en la cocina o en el comedor». es decir. la casa se transforma en una suma de lugares donde el espacio no sirve tanto para vincular sino más bien para separar y delimitar los contornos de los lugares y las funciones bien definidas. ésta es la sala y no la habitación». en su forma. pero es también «la habitación donde no se come porque no se come en la habitación. La casa ideal. relaciones íntimas. también sigue siendo muy descuidada por los geógrafos la vida cotidiana que se desarrolla en los espacios domésticos. y a la inversa. tomar en serio las modificaciones de la métrica más íntima es recurrir a otras escalas para comprender mejor la construcción de la dimensión espacial de las sociedades. 2008 [1960]). estrictamente anónimas. al igual que la ciudad ideal es la promesa de una vida totalmente tranquila. entre los inuit y entre los bretones. en la sociedad francesa— se valoriza la dimensión lineal del espacio. sería provechoso preguntarse cuál es la relación entre la construcción de las identidades individuales y colectivas y las diferentes formas de concebir el papel del espacio —eje o línea: rígido o lábil— en nuestras primeras experiencias geográficas. La interacción lugar/espacio es una especie de respiración. según los momentos del día. entre dos personas. Retaillé. en el espacio público? Me parece que sería provechoso integrar en la lectura de las dinámicas espaciales. permanentemente dan muestras de lo que cabe denominar una verdadera «fe en el espacio». Cabe plantear la hipótesis de que esto influye también en la distancia considerada aceptable entre dos cuerpos adultos despiertos. 2007) del espacio doméstico. que consideran que no ofrece mucho interés para la disciplina. pudiéndose multiplicar los ejemplos. sin ser el único) de las influencias recíprocas del campo social y del campo espacial en la dinámica de las sociedades. cuyo ritmo cambia según el momento observado. Tomemos un ejemplo sencillo. Trabajar no con la casa sino con los espacios domésticos es colocar el espacio en el corazón mismo de este trabajo. habitar es un habitus y Pierre Bourdieu mostró bien que todas las ciencias sociales —por lo tanto la geografía incluida— ganarían con la deconstrucción de estas maneras de actuar tan ancladas en nosotros. El estudio de las dinámicas funcionantes «en la casa» revela toda la riqueza de lo cotidiano donde se transmiten. por otra parte y por momentos. a la vez. no se trata de crear un criterio único. Lussault. su mobiliario y su decoración. los franceses están pasando rápidamente del lecho conyugal de 140 cm de ancho (que progresivamente se impuso a partir de los años cincuenta en detrimento de la cama de 110-120 cm). un lugar privilegiado de la reproducción social. una vez cruzado el umbral de nuestras puertas. esta crítica conduce a preguntar acerca de la evolución en el tiempo de las normas de la métrica. Por ende. entre aquellos que sostienen. de la estación. 2001)— yio en ciertas clases sociales. es la promesa de la felicidad familiar que nada podría quebrantar. las habitaciones están poco marcadas por la monofuncionalidad y las puertas. En el espacio doméstico. existe un rasero con el que cada uno de nosotros construimos gradualmente nuestra relación con los otros cuerpos y su definición del espaciamiento «normal» entre dos cuerpos. es particularmente interesante observar que según las culturas (pero también según los ámbitos sociales). lo que cambia considerablemente el tamaño de la distancia asumida como «normal» entre dos cuerpos adultos en reposo. tamaño. se debe tomar seriamente si se desea comprender al «hombre espacial». y también de la producción y la invención social. Bajo la influencia del modelo sueco difundido por la famosa cadena de muebles (MEA. 1997. el espacio no tiene las mismas funciones y la autonomía no adquiere el mismo sentido. En efecto. es «el sillón de papá».Séatnce Collignon De las virtudes Por ende. Dicho de otra forma. No obstante y sin hacer juegos de palabras. Edward T. Existe una «métrica» (Lévy. Hall (2003 [1966]) mostró el carácter cultural de esta métrica: la distancia «normal» entre dos cuerpos no es la misma en América del Norte yen Japón. Es «mi habitación». El espacio pierde labilidad. Dicho de otra forma. Por ilusorio que esto sea. y la habitación donde se envía al niño que grita o patalea (o patea a su hermana) «a calmarse». Virtud 2: legitimar la vida cotidiana como objeto geográfico A pesar de algunos estudios muy convincentes (Lindón. donde la línea es una separación. vete a acostar». la idea recurrente de que los problemas sociales y personales podrían solucionarse actuando en el espacio. sólo en muy pocas ocasiones se cierran. a los intervalos. En los medios más acomodados como en la clase media superior. Se reintroduce así la madera. Además. Así. la distinción ya antigua en los medios burgueses entre «el baño de los padres» y el de «los hijos» tiende actualmente a difundirse a toda la clase media y quizá dentro de poco tiempo entre las clases populares. Sin embargo. la tina o bañera desempeña un papel periférico.1 Béatrice Collignon distinción estricta entre la pila de la cocina y el lavabo del baño. tal como se plantea en los enfoques de Pierre Bourdieu y Michel de Certeau. el cuerpo propio pero también el del otro. que es la de ser mucho menos estáticos que el espacio público. Los ingenieros y arquitectos las han transformado profundamente desde la década de los cincuenta. ya sea en forma de una gran mesa. la geografía de lo banal. cuando en realidad se escoge la que los publicistas han logrado imponer en un momento dado como la cocina «de nuestros sueños»: hiperfuncional ayer. y después a una nueva distinción entre el lavabo y la ducha. del tiempo. se acondiciona. tanto en Europa como en América del Norte. al igual que en las otras. Se les atribuye el delicioso aroma (soñado) de la «sala» de las granjas de antaño. en cuanto la cocina modelo entra en la intimidad del hogar. se pasó en 50 años de la jofaina. Se «atesta» el espacio con objetos decorativos y plantas. bajo el efecto de tres cambios casi concomitantes: el incremento de las geografías feministas. los geógrafos empiezan gradualmente a hablar de los individuos. El análisis de la vida cotidiana en los espacios domésticos revela hasta qué punto la casa es un «espacio regulado» (Pezeu-Massabuau. sin que por esto los espacios domésticos dejen fuera lo colectivo. De esta manera se puede analizar el papel de lo espacial en la elaboración de lo social. la ducha o el WC. en este caso la construcción de la alteridad. abierta y amigable hoy. porque la práctica del baño de inmersión jamás se cotidianizó hasta el punto en el que lo hizo la ducha. donde se lavaban tanto los platos como los cuerpos de toda la familia. así en el tercer milenio es casi impensable en estos contextos de clases medias altas pensar en compartir la cama ni tampoco la habitación. incluso en ocasiones la emergencia. el lavabo. e incluso de lo trivial. La distancia entre el cuerpo de la mujer en la cocina y el conjunto de objetos —las herramientas necesarias para la «producción» de la alimentación del hogar— estaba estrictamente calculada para limitar al máximo los movimientos «inútiles». Otra virtud del espacio doméstico para la geografía humana reside en situarse en el cruce de los deseos individuales con las normas sociales. de esas mismas normas bajo la influencia de los dispositivos espaciales. La posmodemidad ingresa así en nuestra cotidianidad por vías muy diferentes a la difusión de las nuevas tecnologías de la información (Internet en particular) en las que tiende a centrarse la atención de los geógrafos. Así también cabe preguntarse cuál es la evolución del lugar del baño en las vidas cotidianas. pero también menos estáticos que los otros espacios privados. En Europa. y la dimensión individual. dentro del mismo movimiento. se vive. La labor cotidiana de la madre de familia en su hogar debía doblegarse ante la misma eficacia y rendimiento que lo hacen las labores cotidianas del obrero en su fábrica. se acondicionan rincones poco útiles. Las normas que rigen nuestros quehaceres y nuestras posiciones en la casa según las actividades ahí practicadas. decididos a convertirlas en espacios hiperfuncionales. este objeto de estudio geográfico hace posible la afirmación. antes que las cocinas exiguas y enajenantes. De nuestro interior se puede decir que es un espacio sujeto a influencias. se cruza con ternas que hoy se reconocen como de alta importancia a otras escalas. Hoy en día va no es el mismo. Permiten analizar los procesos de elaboración de estos liabittis a través de la referenciación de la ubicación en el espacio de las normas sociales. conforme al modelo de la organización de las líneas de montaje de las grandes fábricas. De nuevo. El incremento del capital económico va a la par con el aumento de espacio apropiado por el cuerpo de cada quién y. Al mismo tiempo. En la esfera angloamericana. Por otra parte. por consiguiente. ridiculizadas desde 1958 por Jacques Tati en la famosa película Mon ancle (Mi tío). que da a la distancia. a una 208 LOS GIROS DE LA GEOGRAFÍA HUMANA De las virtudes de los espacios domésticos para la geografía humana Virtud 3: legitimar la geografía del individuo banal La vida cotidiana se desenvuelve en dos dimensiones: la dimensión social. a las circulaciones y a los cierres. ya se tiende a asociar sistemáticamente un baño a cada habitación. En los espacios domésticos el individuo tiene mayor libertad que en el exterior para interpretar las normas a su manera y transformarlas. a la flexibilidad o la rigidez con la cual define la función y apropiación de los lugares. y comprender que la dinámica de la relación entre estas dos dimensiones es mucho más compleja que la simple «ubicación en el espacio» de las normas sociales. de la negociación y de recursos financieros. 1993). valioso indicador del cambio de la relación con el cuerpo. Nuestros interiores reflejan más cercanamente las sensibilidades de una época. que en ocasiones se tiende a reducirla a los enfoques geográficos más sociológicos. el lavabo sirve sólo para lavar ciertas partes del cuerpo (las manos. En esta evolución. Sin embargo. creemos escoger la cocina que corresponde a nuestra personalidad. Este reconocimiento del individuo es reciente. el mismo análisis revela la amplitud de los desvíos de que es objeto este espacio regulado. en particular en el marco de la geografía social y de la geografía cultural. según la invención de cada quién. invariablemente se doblega a la personalidad de sus habitantes y es cuando la geografía se encuentra con el individuo. Es así como la evolución de las cocinas indica claramente nuestra relación con la modernidad. ya no domina como amo y señor. pero también se integran las canastas de mimbre v otros objetos de decoración que evocan aquellas granjas. o de bancos que se prefieren a las sillas. Hoy en día. se contribuye a revelar todo el valor de lo cotidiano para los análisis geográficos. permaneció así asociada a un ritmo más bien semanal que diario. el espacio funcional no desaparece pero. el rostro y los dientes) y para el afeitado de los rostros masculinos. Las aportaciones de la construcción de lo cotidiano doméstico como objeto geográfico no se limitan a este aspecto. a partir de la década de los ochenta. que forma parte de nuestros habitus. imperceptiblemente pasaron por una modificación radical de nuestros habitus del habitar la cocina. en función de modelos a los que uno se adapta pero también uno los adapta sin que siempre se tenga conciencia de haberlo hecho (como ocurre con todo lo cotidiano). donde la disposición y los ritmos se inscriben en normas sociales y a la vez contribuyen a modelarlas. al mostrar desde esos interiores cómo evolucionan las normas y los valores imperceptiblemente. desvíos que contravienen la norma y hablan de toda la complejidad de nuestras construcciones espaciales y de nuestros habitus geográficos. en los medios populares. el cultural tum (giro cultural) y la ola posmodernista que inunda I LOS GIROS DE LA GEOGRAFÍA HUMANA 209 . El interés de estudiar este tema en el marco de los espacios domésticos procede de su ventaja. que forma parte de los múltiples desvíos de la norma. Las transformaciones son menos difíciles de instrumentar aun si requieren. con una reducción del lugar que se deja al otro. Hoy se prefieren los grandes espacios donde se puede tanto comer como pasar veladas enteras platicando con los amigos. se habla del «hombre» (con mayor frecuencia que de la mujer). entre quienes las resistencias siguen siendo fuertes ante lo que se percibe como una renuncia al enfoque social de los temas espaciales y territoriales. Estos actores. En este sentido. esto implicará repensar el trabajo del geógrafo/a. mediante la observación de los cuerpos en movimiento. demostrando su capacidad para configurar espacios de la libertad en su beneficio. No tendría nada interesante que decir. ¿se transitará en las próximas décadas de los grupos sociales a las personas. casi en el mismo momento se presta mayor interés a los actores geográficos. no son cualquier individuo. que son el principal material de las investigaciones. donde las distancias entre los cuerpos inanimados (los muebles) son el fruto de reflexiones que pueden ser muy profundas y basarse en mediciones extremadamente precisas. 1996 [1980]). pero se trata de un hombre genérico. Es un espacio regulado. Pensemos en el análisis espacial. La virtud del estudio del espacio doméstico de cara a la cuestión del individuo en geografía no es asumirlo como insoslayable. más cualitativos y más sensibles a la dimensión personal de los discursos. y particularmente los coloca en la primera línea para negociar el giro que se abre con respecto al reconocimiento del individuo como sujeto autónomo. de cambiar el papel pintado. estos espacios constituyen un objeto privilegiado para concretar las propuestas elaboradas de diferentes formas. de los individuos en la ciudad. Este juego. es decir. armado de tal o cual concepto. El espacio doméstico. En este caso. como lo han demostrado muchos estudios etnográficos. 211 . actores institucionales o políticos. desde la perspectiva de la geograficidad de los espacios domésticos. Ahora bien. sobre todo ninguna acción determinante en el espacio. de los lugares a las sociedades. Los métodos de los geógrafos no parecen estar adaptados para analizar los microespacios. que actúa de tal o cual forma. La adopción de esta aproximación ubica así el estudio de los espacios domésticos en el corazón de las transformaciones actuales de la geografía. En la geografía francesa. el problema no es metodológico sino epistemológico. sin por ello dejar fuera lo social. en estos estudios. es posible optar por ignorar la dimensión individual del espacio doméstico y estudiarlo únicamente en su dimensión social. por lo mismo. Los actores reconocidos como dignos de interés geográfico. La comprensión del espacio doméstico y de sus dinámicas sacaría mucho provecho de un estudio que movilizara las herramientas del análisis espacial. o que expone las razones que le llevaron a escoger tal vivienda en lugar de tal otra. queda mucho por hacer para que el individuo sea realmente tomado en consideración por los geógrafos. también se van elaborando nuevas formas de escribir que ponen en primer plano tanto al autor —geógrafo/a— como a los actores. Lejos de seguir las normas heredadas y reproducir idénticamente los modelos impuestos. El individuo banal queda al margen en estos trabajos. en los años 1950-1970. Cabe la duda. en función de la cual actúa geográficamente en los lugares. socioeconómicas) y se presta particular interés al otro en su construcción a través de una mirada y un discurso dominante. No existe «determinismo del objeto» de la misma forma en que no existe «determinismo geográfico» y. Esta función es la que hace que haya interés en sus acciones geográficas y que se descuide. trabajar sobre los espacios domésticos invita a tomar en serio a esos individuos actores geográficos. Plantear esto no deja de ser un particular eco de los resultados de los trabajos de Michel de Certeau y su equipo. antes que la geografía. quienes. Resulta más difícil pasar del individuo específico al individuo genérico y la geografía de los interiores se convierte verdaderamente en esa geografía del interior a favor de la cual abogaba Jean-Franeois Staszak en 2001. y de los medios a través de los cuales se puede articular lo individual y lo colectivo. tanto por la corriente fenomenológica como por las posmodernistas y poscoloniales. la dimensión propiamente personal de sus decisiones. privilegiando así tal o cual aspecto. entre los ocupantes de la misma casa. pero de hecho todo el espacio doméstico se organiza mediante un juego de distancias. pero también se expresa la dimensión individual de los gustos y razonamientos prácticos. Ya no se trata simplemente de introducir una nueva escala —micro— y una nueva temporalidad —también micro-. y la posibilidad de ascender a lo social sin perder la complejidad de la persona. de las modas lideradas por los grandes productores de culturas populares o de culturas más elitistas. gracias al despliegue que hace de múltiples microestrategias y tácticas espaciales (De Certeau et al. como ya lo mencioné.De las virtudes de los espacios domésticos para la geografía humana Béatnce Collignon todas las ciencias sociales. Por lo tanto. para quien se interese en hacerlo así. son aquéllos con poder. en el espacio que se vive. Trabajar en esta dirección es todo antes que neutro. Seguramente. Quienes siguen este camino son cada vez más numerosos.en la geografía. se expresa la influencia de las normas y de los valores sociales y culturales. culturales. se conciben no como individuos sino como titulares de una función. según un enfoque dialéctico que pone en oposición el «nosotros» frente al «ellos». por lo que no estaríamos bien armados para estudiar este particular terreno. del que desiste con dificultad la misma postcolonial geography. los espacios y los territorios. en especial en el marco de las investigaciones sobre el ordenamiento. Se trata de replantear el sentido mismo de la geografía. así como no dejaron fuera los lugares en el anterior movimiento? Por ende. Si ya se pasó en la disciplina. como todo espacio. regula también las relaciones entre los cuerpos animados. sino una forma de seguir un enfoque que lo tome en serio en tanto que objeto de estudio. de encuestas y de entrevistas. Anteriormente se habló de las cocinas funcionales de la arquitectura moderna de la década de los cincuenta. está organizado. de intercambiar la habitación por la sala. revelaban cómo el peatón se burla de los recorridos impuestos por el ordenamiento de la vialidad.. 210 LOS GIROS DE LA GEOGRAFÍA HUMANA LOS GIROS DE LA GEOGRAFÍA HUMANA Virtud 4: contribuir a la renovación de los métodos Una de las primeras razones esgrimidas por los geógrafos para arrojar el espacio doméstico fuera de su ámbito de competencia es la de la escala. porque si el análisis espacial no penetra en los espacios domésticos es porque éstos no le interesan. cada geógrafo/a es quien decide aprehender el objeto a través de tal o cual punto de vista. En el discurso del habitante que legitima tal o cual disposición de su casa la decisión de agregar una ventana. sea que la habiten o sean simples visitantes. cada individuo elabora una interpretación personal. Se van desarrollando nuevos métodos de investigación. Aun cuando se manifiesta interés en las prácticas de los habitantes. el individuo es borrado. En Francia. En la geografía angloamericana se habla menos de los individuos que de las comunidades (étnicas. Este rechazo se puede explicar a través de la definición de la geografía que prefiere el análisis espacial y. una pared. porque el conjunto de las ciencias sociales hoy afronta el tema de la integración del individuo en su campo de análisis. de redefinir su objeto. El/la habitante parece mucho menos enajenado/a por las construcciones discursivas y los modelos dominantes de lo que podría pensarse. aun cuando ciertamente son individuos. nuestra dificultad. La imagen del cascarón nos refiere a tos trabajos de Abraham Moles (1972) sobre los diversos «cascarones» con los que se rodea el ser humano y a través de los cuales construye su relación con el mundo que lo rodea. a otras escalas de la construcción social. el número de participantes es limitado. colocar en el centro del trabajo de campo ese sentido adquirido por los espacios para sus habitantes. particularmente en las Américas. Y en esto consiste la otra dificultad. una vez producido el espacio. la confrontación entre los discursos v las prácticas es relativamente sencilla. Así. Dado que todos habitamos en alguna parte. para quien así lo desee. el estudio de los espacios domésticos no deja de referirnos a otros espacios. elemento neutro sobre el fondo del cual se despliega la vida humana. tomar lo anterior en serio implica que se vuelvan a redistribuir los papeles con acierto y no sólo que los investigados se conviertan en investigadores. mencionada al principio de este texto. sino que los investigadores puedan transformarse en investigados. No obstante. estar atentos a la dinámica intrínseca de los espacios domésticos. El terreno está listo. en diferentes escalas. Para concluir con una nota específicamente francesa. a las encuestas. como geógrafos. Así como la geografía clásica había establecido un método preciso de lectura de los paisajes y de representación como imagen. he hablado anteriormente de una «fe en el espacio» ampliamente compartida. Ahora bien. o análisis que se desplacen entre la escala media y la escala del plano amplio con una neta predilección por el plano panorámico. se presenta un terreno privilegiado para una renovación radical de los métodos del trabajo de campo. Por una parte. invitados a compartir su punto de vista y a relatarse. las más de las veces claramente delimitado por muros. es decir. a acercarnos con el riesgo de colocarnos del otro lado de la pantalla. en cierta forma protege a la geografía humana de la esencialización de las culturas y de los grupos sociales. se olvida rápidamente que es el fruto de una construcción social y se lo considera como algo dado. el análisis espacial no podría explicar todo sobre los mismos. entre lo privado y lo público. muy concretamente. más vastos. Los desafíos sociales se traducen en desafíos espaciales. su importancia para la disciplina se debe a su banalidad. en diversas escalas. porque en ellos es donde se cruza lo que pertenece a la más secreta intimidad y lo que se debe a las normas y a los valores culturales así como a las reglas 212 LOS GIROS DE LA GEOGRAFÍA HUMANA LOS GIROS DE LA GEOGRAFÍA HUMANA Conclusiones 213 . Una de las soluciones propuestas es el desarrollo de alianzas. Ésta lleva la marca de cierta tendencia a tratar lo político. a las entrevistas. está filtrado por lo que podría llamarse el «cascarón» de la casa. Aquí. Esto forma parte de los giros metodológicos pendientes aún en la geografía o. con los otros objetos de investigación es constante pero indirecto. donde el vínculo con el exterior. Es un espacio que se puede calificar como poroso. en mayor medida. La geografía radical primero. Y este último constituye un peligro que constantemente acecha incluso a los investigadores más cautelosos. a observar con otra mirada los lugares y los microespacios. de las ciencias sociales. La idea del cascarón se refiere a la cualidad de la porosidad mencionada un poco más arriba. y que resulta esencial para comprender que lo doméstico es un lugar de diálogo constante entre el interior v el exterior. dado que todos somos acondicionadores de nuestros interiores. Evidentemente este método debería integrar las aportaciones del constructivismo. y asumir un verdadero giro metodológico que muchos reconocen como necesario pero que permanece aún bastante tímido en la práctica de En suma. han criticado todos los enfoques de la geografía humana demasiado dominados por el objeto. para solucionar los problemas sociales actuando en el espacio. no deja de haber dificultades. El primer plano nos constriñe a agudizar la mirada. el espacio doméstico se revela ahora como un objeto que queda muy lejos de estar cerrado en sí mismo. Estos espacios invitan. en donde cada uno a la vez sea observador y observado. también es propicio para la renovación de los métodos de investigación en geografía. sin imponerlo. que con un amplio barrido de una porción del espacio se puede describir desde el punto de vista exterior. a las ideologías. el estudio de los espacios domésticos no deja de referir al «yo investigador y al yo habitante». y más bien ser observados. la casa surge como un laboratorio para elaborar y para probar nuevos métodos. esta producción da forma. transferibles después a otros espacios más complejos y posteriormente como una buena escuela para enseñar estos métodos una vez consolidados. Pero. y éstas son de dos órdenes. a mi entender. las interpretaciones que hacen y las recomposiciones que se generan. motivo por el cual es tan relevante para la geografía humana. las geografías feministas y de género después y las geografías posmodernistas más recientemente. a «las grandes interrogantes» de la geografía contemporánea y. En particular. sino la instrumentación de una verdadera investigación colaborativa y participativa. como un «ahí está». Como lo subraya Christine Chivallon (2000). más espaciados. aun si se interesase por los espacios domésticos. investigador e investigado. Otorgarle sus cartas de nobleza para permitir el estudio de la vida cotidiana y de los individuos es justamente obligarse a interrogar siempre la banalidad de los espacios para revelar toda la carga cultural. La finalidad no es un simple cambio de papeles entre unos y otros. entre el individuo y la sociedad. social y política. Al igual que el estudio de los espacios domésticos es propicio para la geografía de los individuos. por inversión perversa.De las virtudes de los espacios domésticos para la geografía humana Béatrice Collignon investigación. En un inicio. Más bien aconsejan el reconocimiento del sujeto como tal. Nos recuerda también la cualidad. y constituye el corazón de los giros que envuelven a la disciplina en el alba del tercer milenio. diré que son esos estudios los que pueden convertirse en un sitio privilegiado para reconciliar la geografía cultural con la geografía social. a veces. y desde el principio nos coloca en esta doble posición de investigador/ investigado. con lo colectivo. a los constantes cambios que ahí se producen bajo el impulso de sus propios habitantes. del espacio doméstico como espacio primero a partir del cual se construyen todos los demás espacios del individuo. y la producción del espacio materializa tanto lo social como lo político. sin que sea indispensable. No obstante. Por otra parte. Dicho de otra manera. Nos corresponde negociar de la mejor forma posible este giro. sin perder el control pero decididamente. Tal corno ya se dijo. a otros transcursos del tiempo. que ellos también se sometan a la observación. Espacio cerrado. para trabajar a escala micro porque hemos sido formados para análisis a mediana escala. el espacio es restringido a pesar de sus mil recovecos. la geografía contemporánea debe instrumentar un método para leer esos espacios comunes de lo cotidiano. apenas iniciados. de proyectos elaborados y realizados conjuntamente por investigadores e investigados. puertas v ventanas. a la vez la más importante y la más rica a mi parecer. Elaborar estos métodos en el marco de los espacios domésticos presenta la ventaja de permitir controlar mejor las etapas que en un medio abierto. la producción del espacio naturaliza esas ideologías porque. Augustin. Cross Cultural Perspectives. Francoise y Xlarion SÉGAUD (1983). 356-400. 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Mélanges offerts á Claude liviStrauss á l'occasion de son 60" anniversaire. se observa que su instrumentación resulta más difícil de lo que podría pensarse en un principio. Le petit Hicolas. «Geografías de la vida cotidiana». N. 10-18]. La invención de lo cotidiano I: El arte de hacer. . vídeo de 19' con subtítulos en español. PxuL-Lévv. espace revé. Sin embargo. Le monde du géographe. DUNCAN.persee. sagesse. Roma: RadioRai2. 383404. n. Cvbergeo. Esprit des lieux et modeles culturels: la mutation des espaces domestiques en Arctique inuit». pp. Actes du colloque de Cerisy-la-Salle. a pesar de las voluntades notorias por avanzar en este sentido. libération.Arts de (aire. LUSSALLT. En este sentido. sería más apropiado pensar un diálogo entre las geografías de género con el giro cultural y posmoderno. a través del denominado giro cultural (cultural ami) y el giro posmoderno (postmodern ami). considerando la importancia que desde mediados de los años ochenta adquiere la dimensión cultural en la geografía humana en general. teórica y metodológicamente. la notable presencia que adquiere la relativización del conocimiento. LOS GIROS DE LA GEOGRAFÍA HUMANA 217 . nos preguntamos por las implicaciones que estos procesos han tenido en el replanteamiento de las geografías de género como campo del conocimiento de la disciplina. En el segundo apartado se analizan los debates teóricos en tomo al giro cultural y posmodemo en sus vinculaciones con las geografías de género. México En las últimas décadas la producción teórica feminista en geografía está experimentando cambios y transformaciones que se expresan en nuevos centros de interés. la influencia del giro cultural y el giro posmoderno respectivamente. como diferentes momentos que permiten ubicar los objetos tradicionales de la reflexión de género en el marco general de la geografía humana. que son parte de las discusiones que han llevado a revisar las relaciones entre el espacio. expresan cuestiones que van más allá de una renovación temática del campo. el reconocimiento de la diferencia y la heterogeneidad. 1. Finalmente y a modo de cierre.LOS GIROS DE LAS GEOGRAFÍAS DE GÉNERO: RE-PENSANDO LAS DIFERENCIAS Paula Soto Villagrán Universidad Autónoma Metropolitana. lztapalapa. se dibujan algunas reflexiones que esbozan horizontes y posibles desafíos para re-pensar las coordenadas de las geografías de género en estos nuevos escenarios. Más allá de una visión reduccionista de tipo causa y efecto. el abandono de las explicaciones estructurales. Por lo anterior. el género y la identidad. la representación de la alteridad y algunos aspectos relacionados con replanteamientos metodológicos. Sin embargo. trazamos un camino en el que se revisan primero las distinciones entre la geografía de la mujer y las geografías de género. este trabajo tiene un propósito acotado que se organiza en tomo a la pregunta siguiente: ¿qué significa analítica. el apartado aborda tres grandes cuestiones: el papel del analista (geógrafo/a). pues hay influencias mutuas. en las geografías de género?' Para abordar lo anterior. En este sentido. Este apartado busca reconstruir un contexto teórico y empírico en el cual se ubican ciertas transformaciones en el pensamiento feminista en geografía. es decir. 19891). La denominación geografía de género (gender geography) surge entonces cuando se asume el valor analítico y explicativo del concepto de género para comprender las formas en que las diferencias entre lo femenino y lo masculino se expresan en distintas 2. sus mundos. Dicho en otros términos. bajo la constatación de que la mitad del género humano había sido excluido de la producción de conocimiento bajo los diferentes paradigmas teóricos. quedando silenciado el punto de vista de las mujeres (Bondi. LOS GIROS DE LA GEOGRAFÍA HUMANA 219 . Sin embargo. García Ramon. sin ofrecer explicaciones sobre estas condiciones espaciales de vida. sin embargo. 1995: 14). por ello desde la perspectiva de este autor la denominación más adecuada sería geografía feminista. impide identificar su campo y perfil epistemológico. La categoría de género. diseñar estrategias de investigación y que. 1992: 191).. La autora enarbolaba así la idea de que la condición de mujer es el resultado de una cultura determinada. No obstante estas tempranas observaciones. Así. problemas y objetos La reflexión de género en la geografía humana ha tenido uno de los más rápidos desarrollos teóricos y empíricos dentro de los campos del saber geográfico. 1992). adolecía de limitaciones. Esta posición teórica. 2005). En este sentido en nuestro análisis utilizamos la noción de geografías de género. De las geografías de las mujeres a las geografías del género y/o geografías feministas Antes de iniciar este análisis es importante tener en cuenta que el uso de acepciones como «geografías de género» y/o «geografías feministas» responde más bien a una discusión generada en los países latinos. áreas sustantivas y estrategias metodológicas que han dado forma a proyectos intelectuales diversos. llega una a serlo» (Beauvoir. 1989. algunas geógrafas afirmaron que «las mujeres fueron invisibles para la geografía» (Sabaté et al. se puede consultar Bondi y Davidson (2005). 1989a. 1998 [19491: 15). Su objeto de análisis se materializó en la descripción empírica de la situación y posición de la mujer. sus "mundos"?» (Karsten y Meersten. Tal como han afirmado algunas geógrafas. experiencias y estrategias de las mujeres si no hemos identificado previamente sus espacios. 1. pues bajo esta designación se pone énfasis en la construcción social del género. en esta perspectiva se comenzó a advertir que las diferencias no son el resultado de la biología sino de la construcción social y cultural permanente que se elabora de ellas. nos encontramos necesariamente con la especificidad histórica y geográfica de estas relaciones» (Karsten y Merteens. 1989. Podemos encontrar matices en las estructuras teóricas. Monk y Hanson. han contribuido a la consolidación del análisis del género en la disciplina. entre otras el profundo carácter descriptivo que contribuyó a «mapear» literal y metafóricamente las restricciones que afrontaban las mujeres. todos ellos. que es propia del término género en español. 1993. sus actividades. esta perspectiva geográfica se dedicó a documentar a la mujer en toda su diversidad. El objetivo de este proyecto fue el de poner en el centro del análisis geográfico el problema de la visibi218 LOS GIROS DE LA GEOGRAFÍA HUMANA lidad de las mujeres. 2006. el tránsito de estos intereses sociales al mundo académico de la disciplina se concretó en los años setenta. Maria Dolors García Ramon (2006) considera que pese al carácter «militante» (en términos del movimiento feminista) que podría tener la adjetivación feminista para estas geografías. a continuación hemos considerado oportuno distinguir entre la geografía de las mujeres y las geografías de género como momentos distintos del pensamiento que han permitido demarcar objetos. La estrategia central de la geografía de las mujeres consistió en «agregar mujeres» en tanto sujetos de análisis y agentes de conocimiento (Nelson y Seager. Existe acuerdo en que las geografías de género se fueron urdiendo como campo de investigación de la geografía humana desde finales de los años setenta. sería simplista hablar de las geografías de género como un campo del saber geográfico indiferenciado. Monk y Ramon. La geografía de género en el contexto de la disciplina: momentos. Así. sus percepciones. 1987: Monk y Hanson.Paula Soto Vollagrán Los giros de las geografías de género: re-pensando las diferencias 1. 2008). «la geografía ha considerado a la sociedad como un conjunto neutro. 1989. Así. la geografía de las mujeres. El paso siguiente fue la incorporación de la perspectiva para la cual el género es un constructo social y cultural que permite explicar las desigualdades. «Al enfocar las relaciones entre la mujer y el hombre como construcciones sociales. se caracterizó por un interés creciente en las cuestiones relacionadas con la condición femenina y sus espacios. de la mano de los «estudios de la mujer» en lo que empezó a identificarse como el proyecto de la geografía de las mujeres (wometz geography). Nelson y Seager. Este esfuerzo geográfico por hacer visible la vida de las mujeres. asexuado y homogéneo. algunas estudiosas se preguntaban «¿cómo vamos a analizar las percepciones.1. debido a los aportes teóricos que ambos términos han realizado. pues para las geógrafas anglosajonas ambos términos son usados indistintamente. pero que escapan al objeto del trabajo. Para este autor la carencia de connotación sexual. sin reconocer e indagar en las profundas diferencias que se dan entre los hombres y las mujeres en la utilización del espacio». Las primeras concepciones acerca del género provienen del célebre planteamiento de Simone de Beauvoir «No se nace mujer. Evidentemente este debate tiene más aristas que las aquí mencionadas. y no una condición esencial.' hacía referencia a las construcciones sociales y culturales que se elaboran en torno a la diferencia sexual. frase con la cual la autora desafiaba el determinismo biológico. Todo ello ocurrió cuando las geografías anglosajonas fueron estimuladas por los fuertes movimientos sociales a favor de la igualdad de las mujeres. Las geógrafas de género han focalizado sus investigaciones de modo directo en el papel de la mujer en la organización del espacio. En efecto. 2000. desde sus inicios. las premisas universalistas y esencialistas sobre las cuales se había conformado la disciplina geográfica asumían como un presupuesto que la experiencia masculina equivalía a la experiencia de la totalidad humana. precisar conceptos. Por ello. lo que impulsó la constitución de un campo del conocimiento vinculado con lo femenino (Ortega Valcárcel. como la transformación de las diferencias de sexo en una condición social. donde ubicamos algunas de las transformaciones a nivel teórico que serán abordadas en los siguientes apartados. Para analizar las temáticas de interés de este campo de estudio. Bowlby. como lo afirma Ortega Valcárcel (2000). Por su parte. el concepto de género sigue siendo una categoría en permanente debate. lugar y género. Sin embargo en el contexto iberoamericano la palabra feminista a veces ha adquirido una connotación «peyorativa». Para profundizar en algunas de las dimensiones y conflictos de interpretaciones de los usos asociados al pensamiento geográfico y en sus relaciones con los conceptos como espacio. también se trabajó en la producción de datos acerca de sus roles. como un imperativo para llenar el vacío en la producción del conocimiento geográfico que había prevalecido hasta ese momento. 2005). en el contexto intelectual español las dos expresiones —geografía de género y geografía feminista— se emplean de manera intercambiable. en esta década se aprecia claramente esbozado el uso del concepto de género en tanto diferencia social. estrechamente entrelazado con otros campos de la disciplina geográfica y también con otras ciencias sociales. 2006. LOS GIROS DE LA GEOGRAFÍA HUMANA 221 . económicos y políticos. enfoques teóricos y temáticas de la reflexión de género en la geografía humana. En este caso el foco de interés se halla en las formas en que los discursos establecen distinciones entre los individuos y tos grupos. La construcción discursiva por su parte se refiere al proceso social por el cual estas categorías son producidas y fijadas en los objetos. En esta perspectiva se pone énfasis en la relación entre los hombres y las mujeres en las estructuras espaciales e históricas de carácter patriarcal. las plazas. Asimismo también nos interesa recuperar otra distinción de las geografías de género que han sugerido Dixon y iones (2006). En este sentido. etc. 1995). para precisar que este ámbito del conocimiento geográfico no representa un cuerpo uniforme ni homogéneo de saberes. la introducción del enfoque de género trae consigo el supuesto de que las identidades no contienen esencia femenina ni masculina. la significación de las diferenciaciones espaciales. De esta manera los siguientes apartados conjugan momentos. 1989b). en las personas v en los significados. Quintero. Por el contrario.Los giros de las geografías de género: re-pensando las diferencias Paula Soto Villagrán escalas dentro de los procesos geográficos. McDowell. Evidentemente este trazado no pretende ser completo y exhaustivo. Primer momento: los años setenta Los años setenta han estado muy influidos por la perspectiva de la geografía de las mujeres y su intención de visibilizar la experiencia femenina. Aun así. tanto en el ámbito del trabajo corno en los procesos urbanos en sentido amplio. La idea de discurso es central en esta mirada. en cualquiera de sus versiones.. creencias y prácticas intelectuales. Sabaté (1984a. Al mismo tiempo. Para ello exploran intersecciones entre múltiples ámbitos. en los países latinos su incorporación ha sido tardía y parcial. Según estos autores. Con ello no se renunciaba a la posibilidad de construir una epistemología propia y una metodología específica. edad. De igual forma. En tercer lugar.2. Por otra parte. Aun cuando se superponen parcialmente. desde la investigación geográfica se requiere una visión amplia que permita relacionar determinadas formas de 220 LOS GIROS DE LA GEOGRAFÍA HUMANA identidad de género con otras categorías analíticas tales como la etnia. Pratt. estos años expresan la predilección por algunos temas clásicos de la geografía cuantitativa que se manifiesta en el marcado interés por las regularidades (García Ramon. 2006). fecundidad. configuradas principalmente alrededor del trabajo. su introducción orienta el análisis hacia la desnaturalización de las clásicas dicotomías tales como público-privado. Monk y Hanson (1989). los lugares de esparcimiento. 4. Pero más allá del cuerpo. 2006). Al mismo tiempo se ofrecen algunas pistas para comprender el momento por el que cruzan las continuidades y las renovaciones en el ámbito del espacio y el género. inclusive el Estadonación. los centros comerciales. los autores ubican los análisis geográficos feministas que se orientan al estudio de la dimensión espacial de las diferentes experiencias de vida de los hombres y las mujeres. y sobre todo entre el espacio privado y el espacio público. 1987. En términos de la clasificación de Dixon y iones (2006). Por el contrario. En la versión de estos geógrafos. individual/social. 1. entre las cuales el cuerpo aparece como el «nivel más elemental de penetración del poder. la introducción del concepto de género permitió visibilizar entramados de relaciones de poder que cruzan las relaciones espaciales. abierto-cerrado. 1984b. la comunidad. En primer lugar. el barrio. es posible encontrar aspectos en común que permiten analizar el camino recorrido. que en la práctica se superponen en la multiforme configuración de campos empíricos en las geografías de género. clase. más bien delinea algunos puntos de partida para poder visualizar las transformaciones que ha traído el giro cultural y posmoderno a la reflexión de las geografías de género. todos ellos pueden ser analizados como variaciones geográficas de la masculinidad. la tercera línea de investigación es aquella que toma el género como construcción social (gender as a social construction). En la geografía anglosajona la discusión de género comenzó hace más de veinte años. 1989a: 10). que siempre dejan sus marcas materiales y simbólicas en la identidad ( Monk y García Ramon. 2006). En este sentido. producción-reproducción. su introducción trae consigo la adopción de las nociones de masculinidad y feminidad (Prats. nacionalidad. los espacios domésticos. composición familiar y trabajo (Prats. culturales. Un camino en la reflexión de género en geografía' Es ineludible reconocer que la incorporación del enfoque de género en la geografía en los diferentes países e instituciones no ocurrió de manera simultánea (García Ramon. entre los objetos naturales y tos objetos elaborados. La introducción del concepto de género. y es entendida como una particular estructura que se relaciona —la mayor parte de las veces— con un orden binario que establece diferencias en torno a naturaleza/cultura. Bowlby (1989). 1999). Esta denominación parece más ajustada a la propuesta que conlleva este trabajo sobre la reflexión teórica del género en la geografía en el contexto del giro cultural y posmoderno. se constata una disposición a concentrarse en aquellos trabajos 3. Pensamos más bien en momentos analíticos que en ocasiones coinciden con límites temporales no lineales. la feminidad y sus significados (Massey. subjetivo/objetivo. estos autores puntualizan un segundo uso del término género. 2008). las diferencias internas muestran un campo del conocimiento diverso. se multiplican los emplazamientos materiales y simbólicos del poder: los puestos de trabajo. 1993. marca una clara peculiaridad en el análisis geográfico. Algunos trabajos que analizan el desarrollo de la geografía de género en especifico en diferentes contextos internacionales pueden encontrarse en García Ramon (1989a. Coincidentemente con esta orientación. la playa. aquel que da cuenta de una relación social (geruder as a social relation). Las geografías de género se pueden concebir según estos planteamientos corno aquellas que «están interesadas en el estudio de las desigualdades socioespaciales-ambientales derivadas de los diferentes roles asignados por la sociedad a hombres y mujeres» (García Ramon. el lugar donde todas las esferas de poder se concentran» (Bru. de ahora en adelante se utiliza en este trabajo la acepción geografías de género en plural. 2000). las geografías que han tomado el concepto de género como centro del análisis lo emplean desde tres miradas que difieren entre sí. entre tipos de experiencias y significados. es posible distinguirlas analíticamente: bajo el título del género como diferencia (gender as a difierence). En segundo lugar. centro-periferia. 2006: 465). la incorporación del sexo como una variable para el estudio de la población fue un enfoque dominante que contribuyó a desagregar los datos demográficos y permitió establecer patrones de comparación entre países y regiones considerando variables tales como migración. será en los ochenta cuando adquieran mayor solidez y se extenderán a otras latitudes. Estas características deben ser vistas con cuidado. 1983).. En este sentido se ha constatado que las mujeres destinan mayor tiempo para los mismos recorridos que los varones. por la apertura temática y de aproximaciones metodológicas que trajo consigo. pues la geografía de género señala que los procesos que aparentemente parecen ser económicos no lo son exclusivamente y que en el entramado de las causalidades sociales. 1989). Jonhson. con independencia de que éstas trabajen fuera del hogar o no» (Sabaté. Al mismo tiempo las relaciones de género han sido vinculadas con el marco más amplio de la estructuración de clase.). explotación y subordinación de mujeres y niños a través de las relaciones de género (Dixon y Jones. las migraciones. Díaz Muñoz. No obstante. En este enfoque la concepción de género ha sido entendida como una relación social (Dixon y Jones. tales como la condición socioeconómica. Este trabajo muestra cuestiones interesantes en cuanto a las diferencias de género. Este autor explica que la menor movilidad y conocimiento de la ciudad se da entre las mujeres que trabajaban fuera del hogar —comparativamente con relación a tos hombres y amas de casa— debido a que éstas tienen que realizar. el estatus socioeconómico y la calidad de vida (Monk y Hanson. por ejemplo. 1986. Existe una clara tendencia del enfoque a explicar la subordinación de la mujer desde una base materialista relacionada con la producción y la reproducción. entre otras (Sabaté. Asimismo podemos identificar como una línea de investigación que se extiende en los años ochenta aquella que analizaba la posición desventajosa de las mujeres en el mercado laboral como una forma de contribuir a la segregación sexual en las oportunidades de trabajo (Monk y Hanson. lo que condiciona que sea la mujer quien realice la mayor parte de movimientos por compras y servicios (como asistencia a centros sanitarios. La percepción será otra de las temáticas que adquieren interés en las geografías de género de los años ochenta. en el caso inglés. el conocimiento del entorno. también se observa cierta continuidad de los temas anteriormente abordados (Bowlby. 1989). la interiorización del espacio exterior. El feminismo socialista se desarrolla en torno a tres objetivos: 1) hacer una crítica de las opresiones diferentes pero interrelacionadas del patriarcado y del capitalismo. 6 Estos trabajos se extenderán en la década siguiente examinando principalmente las dimensiones del empleo femenino en los procesos de reestructuración industrial. 1989).Los giros de las geografías de género: re-pensando lag diferencias Paula Soto Villagrán que muestran las dificultades espaciales que afrontan las mujeres. Segundo momento: los años ochenta 5. Éste es el caso de la geografía norteamericana que incorpora un análisis diferencial en las pautas de desplazamiento. 1989). Otro enfoque característico de esta década. mientras que los varones perciben mejor los límites administrativos de la ciudad y los amplían a las carreteras que confluyen en Segovia. el lugar del trabajo doméstico en la economía capitalista. tal como lo plantea Rose (1993). El patriarcado es un término usado para describir las relaciones sistemáticas de dominación. Con ello la movilidad potencial femenina se ve inhibida por la reducción del tiempo cotidiano. Posteriormente en la geografía española se observará un creciente interés en este tema de estudio. también se debe reconocer que ha 222 LOS GIROS DE LA GEOGRAFÍA HUMANA LOS GIROS DE LA GEOGRAFÍA HUMANA 223 . pues existen otras categorías que problematizan estos resultados. la movilidad y la percepción de los espacios urbanos: dos hombres y mujeres utilizan de forma distinta ese espacio exterior. 2006). además.. los cambios internos del capitalismo y la construcción del entorno. el hogar podría ser al mismo tiempo un lugar de la reproducción y también de la producción. McDowell. 2002). 1993). y sus efectos en las relaciones de género. el papel de las ideologías patriarcales como factor que refuerza o puede transformar las construcciones de roles del hombre y la mujer en los procesos de producción y reproducción (Bowlby. A pesar de su relevancia. 2) desarrollar un método explícito y adecuado para el análisis y el cambio social derivado de una concepción más abierta del materialismo histórico: 3) incorporar el reconocimiento de la importancia de las ideas de un análisis materialista de la determinación de los asuntos humanos (Ritzer. según la división sexual del trabajo. la edad. los trabajos del hogar. También se discutirá la necesidad de considerar la forma en que el género puede matizar los resultados de una política regional de empleos. En esta etapa se consolida tanto la investigación empírica corno la teórica. 1989: 21). 1983). 2002: 409). Muy ligado a lo anterior en esta década resulta altamente significativa la influencia de la geografía cultural-humanista. e incluso comprender sus incidencias en la reorganización del espacio económico nacional (Massey. 1984: 43). será el marco de análisis marxista para la interpretación de la posición económica de la mujer en la sociedad capitalista. Finalmente. Así la producción y la reproducción han configurado un foco preponderante para los estudios urbanos feministas (McDowell. las investigaciones de estos geógrafos muestran que el espacio subjetivo de las mujeres expresa un espacio vivido más reducido. que vincula la posición de la mujer. conjugadas en un proceso inseparable. 1993. 1985). De ahí que una problemática fundamental de la división productivo-reproductivo sea la separación paradójica entre los espacios del trabajo y el hogar pues. El entorno urbano será privilegiado para analizar tos comportamientos individuales. Si bien es indudable que la investigación de geografía de las percepciones venía desarrollándose en Estados Unidos desde finales de los años setenta (Monk y Hanson. Segundo. el campo de acción. Un punto de partida es el clásico trabajo con parejas de clase media de Everitt (1974). Es importante explicitar que las relaciones entre la geografía feminista y el marxismo fueron más fértiles en Inglaterra que en Estados Unidos. Primero. el nivel de instrucción. con lo cual la percepción del espacio será muy distinta para hombres y mujeres. desde el punto de vista de las experiencias de las mujeres. las relaciones de género juegan un papel crucial (García Ramon. 2006. 1989). En este periodo observamos un florecimiento de temas y enfoques en las investigaciones que involucran la mirada de género en el interior de la geografía. lo que permite la fundación de un campo específico. sobre todo poria marcada tradición de feminismo socialista. De este campo de investigación de carácter marxista surgen dos preocupaciones fundamentales según Bowlby (1989). Es importante notar que estas discusiones van ligadas a la idea de superar la separación entre la geografía económica y la social. más lineal y organizado alrededor de una sola calle. Por último se ha analizado el peso del trabajo doméstico en la reproducción de relaciones sociales de dominación y subordinación (Massey. llevar a los niños a la escuela. A través de estos planteamientos se han explorado los efectos de las interconexiones entre el patriarcado' y el capitalismo. las mujeres desarrollan itinerarios que conducen insistentemente a sus alrededores. Si consideramos la percepción de la distancia también se expresan diferencias. Un trabajo con carácter pionero en este contexto es el de García Ballesteros y Bosque Sendra (1989) sobre Segovia. 6. en diferentes lugares y tiempos. 1980. que replanteó el concepto de espacio en términos de construcción social y simbólica (Entrikin. Como parte de estas transformaciones podemos identificar tres perspectivas teóricas que cuestionan algunos presupuestos tradicionales de la concepción del espacio y abren campos que contribuirán a la renovación de las geografías de género. 1985: 137).' (García Ramon. Lindón. Luna. Todo ello ha abierto el diálogo con diversas tradiciones intelectuales y disciplinarias interesadas en el espacio. al igual que en toda la disciplina. como formas de subvertir los discursos hegemónicos y las visiones dicotómicas. La cultura deja de tener un carácter residual. que con su interés general por comprender los mecanismos del poder y la identidad. ha permitido situar críticamente las relaciones entre el conocimiento geográfico y el poder. Esto ha llevado a atender de manera particular cuestiones como la escritura y el análisis textual. 2. En estos casos. LOS GIROS DE LA GEOGRAFÍA HUMANA 225 . pues se afirma que los métodos cuantitativos y el uso de técnicas estadísticas están relacionados con formas de conocer de tipo patriarcal que suelen reflejar jerarquías de valores respecto a la posición de hombres y mujeres (García Ramon. 2007). donde se rescata el valor de los paisajes interiores en la búsqueda de la identidad personal (Monk Hanson. la interacción entre paisajes interiores y exteriores. Sabaté. De esta forma la incorporación de lo no material en el estudio del espacio y la espacialidad ha sido un eje estructurador del giro cultural (Lindón. Una segunda perspectiva es la que plantea la idea del espacio como una producción de significados. Este sentido inmaterial del espacio entronca perfectamente con el sentido del giro cultural. geografía política y geografía ambiental (Philo. el espacio constituye un «mapa» de significados. las aventuras más allá de los paisajes suburbanos. Al mismo tiempo. Los giros en la geografía humana: un contexto para la perspectiva de género El movimiento intelectual denominado giro cultural (cultural turn). Por su parte el giro posmoderno (postmodern turn).' La concepción del espacio como experiencia desarrollada en el pensamiento anglosajón por autores como Tuan (1974). 1989: 38). qué lugares son valorados. Comienzan a circular así en la geografía humana conceptos como el de eclecticismo y relativismo (Lindón e Hiernaux. De igual modo desde la reflexión posmoderna surge la defensa de la diferencia y el relativismo. y que por lo mismo no atiende a la diversidad la diversidad. Por último. contestan y constituyen» (Nogué y Albet. ciertas categorías y temas de las geografías de género. Este desplazamiento teórico va a afectar a la disciplina en su conjunto. 20051. códigos con los cuales los significados son construidos. que desde finales de los años noventa envuelve a la geografía humana. 1991. Este análisis literario da cuenta de la forma en que la descripción detallada de las habitaciones. 2006). poniendo énfasis en la producción de significados. como ha sido destacado por numerosos geógrafos. transmitidos y entendidos (Jackson. 2006). 1999). ha sido propicio para que las discusiones de género se reconozcan como contribuciones a la teoría geográfica. 2008b). Algunos de los temas impulsados por esta perspectiva son las diferentes formas de uso y apropiación del espacio por parte de los hombres y las mujeres. sino que penetra en lo interior. el paisaje no sólo se analiza desde la perspectiva de lo exterior. la indagación acerca de qué lugares son frecuentados por unos y otros. transforman en un ámbito clave las diferencias espaciales construidas a través del discurso (Kramsh. abre en la geografía feminista variadas líneas de investigación. y revaloriza el punto de vista del sujeto que habita el lugar. Un ejemplo es el análisis de tres novelas australianas. La preeminencia que adquiere la cultura es considerada como un avance para comprender de mejor forma la construcción del espacio. Sin embargo se considera que esta larga tradición de la geografía humana no ha logrado incorporar integralmente dentro de su análisis la dimensión de género en la experiencia humana (Bondi y Davidson. se puede citar el redescubrimiento del sujeto y la subjetividad social implicada en la experiencia espacial. con qué lugares se identifican las mujeres y los hombres y qué sentimientos asocian a estos lugares. Para esta mirada. es necesario precisar dos cuestiones que se perfilan en la década de los ochenta y que servirán para alimentar la discusión de los años noventa (a la que dedicaremos los próximos apartados). interrelacionado con el giro cultural. el giro cultural y el giro posmoderno con su preocupación por la diferencia. ya que permitió debatir cuestiones como los méritos del cambio cultural dentro de las llamadas geografía económica. 1999. y como un mecanismo a través del cual las personas transforman el mundo material en un mundo de símbolos a los que se da sentido y atribuye valor (Kramsh. 224 LOS GIROS DE LA GEOGRAFÍA HUMANA cual las transformaciones se experimentan. han invitado a repensar y reelaborar las posiciones teóricas. 1989b. 1984b). En primer lugar. Una tercera perspectiva es la que recupera algunos planteamientos de las teorías post-estructuralistas (Norton. Esta perspectiva resulta afín a los estudios culturales. 2004: 159). según Claudio Minca (2002). la idea de la casa como un espacio abierto o cenado. 2006). La segunda cuestión que se comienza a fraguar es la idea de pensar las diferencias dentro de las experiencias de las mujeres. 1999. Los paisajes interiores de las casas son estudiados en cuanto a los elementos que para las mujeres reflejan su sentido del lugar y despiertan sentimientos específicos. la migración hacia otros países y la construcción de paisajes imaginarios. Resulta innovador el examen de la dimensión geográfica en las obras literarias femeninas. Este contexto de los giros cultural. Fernández Christlieb. La primera es que se manifiesta una clara cercanía con los métodos cualitativos de investigación. 2006). Buttimer y Seamon (1980). el giro geográfico hace referencia a «la construcción de un nuevo edificio teórico en torno al concepto de espacio en fuerte relación con otras ciencias sociales» (Lindón e Hiernaux. se relaciona en términos generales con el elevado interés y sensibilidad por la dimensión cultural de los objetos geográficos. posmoderno y geográfico. 1989). se cuestiona la idea de «la mujer» como categoría universal. en otros términos: «la geografía humanística no va más allá de un estadio de empatía que no insiste suficientemente en el análisis de las relaciones de poder y desigualdad en la sociedad. son vistos como búsquedas de autonomía y mecanismos para sobreponerse a la opresión: «Para todas ellas los interiores que valoran se abren a un mundo más amplio y más salvaje donde encuentran su verdadera identidad» (Monk y Hanson. «ahora es vista como el medio a través del 7. En otro orden de la discusión. 1999). 1999).Paula Soto Villagrán Los giros de las geografías de género: re-pensando las diferencias sido un camino poco transitado en el campo del género. entendidos como actos políticos. los significados y el discurso. En esta perspectiva humanista algunos estudios de geografía de género se han interesado por temas como el sentido del lugar y el paisaje. Buttimer y Seamon. la deuda con los estudios feministas respecto a cuestiones de posicionamiento y poder. localizables y de objetividad encarnada. que comentamos. 2005). con diferencias.éstos se encuentran entrelazados. A continuación se dibujan algunos debates teóricos y epistemológicos que dan cuenta de diversas orientaciones. Tal como lo afirman algunas geógrafas.1. la geografía feminista y posmoderna. Con el compromiso hacia valores emancipadores. de quienes narran y cuestionan sus propios contextos. e incluso la forma en que las ciencias sociales. que a continuación se analiza. si se asume que el conocimiento es parcial y situado (Haraway. pues sostienen que las perspectivas de género han estado implícita y explícitamente centradas en las mujeres blancas. En este sentido si bien es correcto. sobre todo en aquella perspectiva interesada en el concepto de género como una construcción social (Dixon y Jones. y en particular la geografía ha hablado de ellos (Minca. Por ejemplo. 2000: 45). nacionalidad. Estos lugares están implicados en procesos culturales. 2000). trae consecuencias internas a las geografías de género. Para las geografías de género estos planteamientos tendrán una profunda repercusión. de primer mundo. se desestabilizan algunas categorías a través de las cuales la geografía feminista venía pensando las relaciones de género. 2006). relevando la complejidad y multiplicidad de las experiencias de «las mujeres». 1997). por un lado. y será la base de una comprensión más completa y menos deformada del mundo que nos rodea. Bondi. 1996). Por otro. Mohanty (2002).El «punto de vista tortinista». Se perfila esta idea de manera más clara en lo que Sandra Harding (1996) denomina el «punto de vista feminista»" y que. Bondi. sino como una posición discursiva. Harding. (García Ramon. 2002). que pueden «localizarse» en diferentes contextos históricos y geográficos (Johnson. 9. La cuestión del papel del analista y los conocimientos parciales La afinidad de intereses entre las teorías de género y posmodernas en lo relativo a la construcción social del conocimiento. del homosexual. los esfuerzos feministas en geografía que ya venían de una u otra forma considerando las dimensiones culturales en la organización del espacio. las geógrafas feministas reconocen que es significativo considerar aquellos lugares en los cuales se ubican ellas mismas como analistas sociales. según Harding (1996). Las geografías de género. los discursos. de clase media. 2002). 2006). la consideración del contexto sociocultural en el que el conocimiento es producido y la experiencia es corpórea y sexual. respuestas y problemáticas que han llevado. 2006). debió adaptarse a diversos contextos culturales y tuvo que vincularse con categorías como las de edad. El reconocimiento del papel activo del analista en la construcción del conocimiento geográfico. en palabras de García Ramon. Uno de los aspectos primordiales de cuestionamiento de la crítica geográfica feminista ha sido la negación del sujeto histórico por parte del posmodernismo (Ortega Valcárcel. Ante un objetivismo que aboga por una razón universal «masculina» libre de contaminación de las particulares condiciones de vida social y personal. Spivak (2008). Anzaldúa (1989) y Moraga (1989) vuelven a pensar el significado de «la mujer». 2004. 1993. llegando a ignorar las relaciones de poder y las diferencias entre las propias mujeres (Nelson y Seager. el giro cultural y el giro posmodemo En este contexto de discusión. esta idea llevó a la pérdida de inocencia en cuanto a la objetividad del saber geográfico. dentro del feminismo ha habido un giro cultural que «ha consistido en situar sus ideas sobre la especificidad y la singularidad justo en el centro de un nuevo trabajo comparativo» (McDowell. políticos y experiencias vitales. 1990). que sea producto exclusivo de la razón y de la lógica» (García Ramon. neutral. La cuestión de la alteridad y la representación del «otro/a» 8. 1996). Otro aspecto nodal que comparten el giro cultural y posmoderno es la discusión sobre el otro y su representación. bell hooks (1996). se aumentará las posibilidades de objetividad en la ciencia.Los giros de las geografias de género: re-pensando las diferencias Paula Soto Villagrán 2. 2006: 341). a un profundo cuestionamiento entre el saber y el poder en la producción del conocimiento geográfico de género. En primer término. En este sentido surge un particular interés en recuperar las voces marginales de las «otras». porque ninguna teoría tu discurso puede pretender tener un valor universal en un mundo dividido y fragmentado en múltiples áreas culturales y diferentes comunidades (Nogué y Albet. debido a la importancia que la dimensión cultural y la reflexión posmoderna' imprimen en el estudio de la espacialidad. también es nece- sacio reconocer que este modo de ver el mundo desde específicas localizaciones o «localizaciones encamadas» (Rose. comparten una visión crítica «del pensamiento racionalista y de sus pretensiones totalizadoras y universales. que a menudo han sido ignoradas. 1991. los diferentes pensamientos de género responden que el conocimiento es construido subjetivamente y se encuentra estructurado dentro de un contexto social y cultural desde el cual se elabora la descripción del mundo (Alcoff y Potter. si se considera que no existe un conocimiento "real" que sea universal. Así pues. sostiene que la experiencia social marginal de las mujeres puede transformarse en un punto de vista para conocer y resistir la producción androcéntrica de la ciencia. Es oportuno precisar que el acercamiento de las geógrafas de género con el giro posmoderno en la disciplina ha estado y está sujeto a continuas revisiones. al mismo tiempo que no recuperaba la diversidad cultural de las realidades que existen junto a las relaciones de clase y que se cruzan con otras estructuras locales y globales. En segundo término. Haraway (1991) ha denominado «conocimientos situados». que habían sido muy utilizadas en las geografías que concebían el género como una relación social. según Jackson (1999). del latino. se encuentran con algunas de las reflexiones de los giros de la geografía humana. Desde esta perspectiva. según Jackson (1999). objetivo. De esta manera se pensaron nuevamente categorías como la de clase y la de patriarcado. la teoría queer pone énfasis en la relación entre el patriarcado y la heteronormatividad (Dixon y Jones. sexualidad. han dado lugar a destacados desarrollos en tomo a los métodos y la renovación temática misma. Por ello es fundamental visibilizar otras formas particulares que sirven de contexto en la producción de conocimiento de las geógrafas. Por ejemplo. tienen particulares efectos para la investigación geográfica. será una característica fundamental del giro cultural. etc. La categoría de patriarcado también se pone en cuestión por la forma de comprender la supremacía masculina que victimizaba a las mujeres. el lugar no es concebido como una simple localización material. De manera que los anos noventa vendrán a dibujar renovadas miradas en las geografías de género. reconocer teóricamente que la raza es una construcción social donde lo blanco ha sido domi- 226 LOS GIROS DE LA GEOGRAFÍA HUMANA LOS GIROS DE LA GEOGRAFÍA HUMANA 227 . La categoría de clase social como omnicomprensiva de la situación de vida de las mujeres. Esto contribuyó a la relativización del conocimiento y a la revitalización del discurso de la diferencia y la alteridad en la propia geografía feminista. En efecto. De esta forma adquirió mayor fuerza el punto de vista de la mujer. así como las relaciones de poder en que. Por el contrario existen investigaciones que muestran manipulación. dar legitimidad a la voz de la «otra» y a sus miradas son planteamientos que sugieren acercamientos más cercanos a la realidad de las diferencias. hay apreciaciones compartidas con respecto al cuestionamiento en este campo de la pertinencia de recurrir a los métodos y enfoques tradicionales de investigación. 2008). nociones abstractas y descripciones totalizantes ha contribuido a reorientar el pensamiento feminista hacia planteamientos históricos. Tal como lo plantea Soja (2001). Klahn. El reconocimiento de esta situación ha reclamado transformaciones profundas. 2006). De este modo surgieron fuertes encuentros de las geografías de género con los métodos cualitativos. aunque están permanentemente en debate (McDowell. Efectivamente las geografías feministas han buscado una relación de colaboración y no de explotación con sus participantes. Si bien no parece haber acuerdo con relación a la existencia de una metodología feminista de investigación. 2006). en ciertos contextos investigativos la balanza del poder no necesariamente se inclina a las investigadoras. 2006. el análisis del discurso. Precisamente las entrevistas. a la relación con el otro/a. dominio y distancia de las propias informantes. LOS GIROS DE LA GEOGRAFÍA HUMANA 229 . Para reducir la asimetría de poder entre el investigador y el sujeto investigado.. son percibidas como más afines a los temas de investigación de las geografías feministas. la reflexividad. Sabaté. 2000. 2002. 2000). La resistencia de la propuesta posmoderna a aceptar grandes teorías. de manera que la relación de investigación es una construcción social y de poder que poco a poco ha puesto en duda la mayor cercanía. 2000). difuso v fluido (Mássey.Paula Soto Villagran Los giros de las geografías de género: re-pensando las diferencias nante. desestabilizar el privilegio del autor (Geertz. En otra dimensión metodológica se reconoce que las relaciones entre las mujeres no están libres de las diferencias de poder propias de la relación entre el investigadoría y el sujeto de estudio'° (McDowell. En este devenir. Si bien se reconoce que en la mayor parte de los casos la investigadora porta mayor poder en relación con los sujetos. con su formulación universal y su carácter abstracto (Ortega Valcárcel. 1999). En efecto. se da paso así a la concepción del lugar como dinámico. 2002). dado que el género es una construcción que se produce y se mantiene en el discurso (Butler. los significados de la feminidad y la masculinidad. De ahí la insistencia en que la investigadora o el investigador se ubiquen en el mismo plano crítico que el objeto explícito de estudio. 1995. y se articulan algunas propuestas claves para comprender los procesos de investigación de género. ligados a la espacialidad del género. 1987. los grupos de discusión. neutral y universal en que se sustenta. Un segundo elemento fundamental es que el giro atento a los problemas de la representación. Estos métodos se consideran privilegiados para la deconstrucción de textos y de los discursos geográficos sobre los géneros (Rose. 1998. para comprender la configuración de los paisajes y del espacio en general. García Ramon. ha supuesto la denuncia del carácter occidental del discurso feminista tal como éste ha prevalecido. Tal como señalamos anteriormente. Prats. así como las intersecciones que se producen en las opresiones y en las identidades son formas de proveer a las geografías de género —entendidas en plural— de nuevas herramientas teóricas y metodológicas para ampliar y retroalimentar la:comprensión de los procesos espaciales que afectan a los esquemas de relación entre los hombres y las mujeres (Dixon y Jones. Se empiezan a dejar atrás las perspectivas estructurales de las relaciones de género que tienden a abordar la situación de las mujeres como el resultado de explica10. el concepto de lugar recupera presencia y se lo reconoce corno privilegiado para observar las sutilezas de procesos culturales discretos. sumergidos en el «murmullo» de una visión unilateral y unívoca del espacio geográfico (Minca. Monk y Hanson. se considera que las creencias y comportamientos culturales de las investigadoras de género moldean los resultados de sus análisis. la fluidez de la subjetividad. principalmente en la resignificación de la relación con las «otras» cuyas vidas son indeleblemente racializadas y colonizadas. Desde esta perspectiva. Pratt. son considerados como métodos más sensibles al objetivo de otorgar voz a muchos actores silenciados. 1989). Kobayashi v Peake. La deconstrucción del «otro/a». el análisis textual y visual. 2001. 2002. ocultando cuestiones como las creencias y prácticas del investigador (McDowell. para explicar las experiencias de las mujeres y su visión del mundo (Monky García Ramon. 1992. Más allá de límites fijos. situando de modo crítico la cuestión de las relaciones entre el poder y el saber geográfico. 2005). De tal suerte que la búsqueda metodológica se ha orientado a encontrar métodos sensibles a los discursos. 2002). 2000. De hecho convergen las geografías de género y en general todas las geografías más afines al giro cultural en la crítica al método «científico» por la posición objetivista. La microgeografia se reposiciona y con ello las mujeres son revalorizadas como sujetosagentes. más vinculados a las condiciones concretas de grupos en ámbitos determinados (Ortega Valcárcel. Prats. las obras literarias. De hecho la relación que se establece entre ambas es vista como una parte significativa del proceso de investigación (McDowell. la renovación de los métodos se ha orientado hacia lo cultural. entre otros. juegan con la cuantificación para provocar una atención en las audiencias mayoritariamente masculinas (Quintero. Un punto fundamental que en este contexto se plantea es cómo afrontar las relaciones de poder que se establecen entre la geógrafa y las participantes en 228 LOS GIROS DE LA GEOGRAFÍA HUMANA la investigación. culturales. el compromiso. Valentine. Con el giro cultural y el posmodernismo la reflexión metodológica en la geografía se potencia. Las geografías de género. estas aproximaciones han mostrado ser insuficientes e inadecuadas como fuentes de información y análisis. Moss. Las aproximaciones cualitativas atentas a los aspectos subjetivos. así como debates sobre diversas formas de marginación. en sus inicios y con el objeto de darle visibilidad y presencia a las mujeres en la producción geográfica. la naturaleza discursiva y construida de ellos (Ortega Valcárcel. entre las mujeres en situaciones de investigación (McDowell. 2006. 1992). las múltiples localizaciones. locales. Finalmente un tercer aspecto que tiene implicaciones metodológicas es el asunto del cambio de escala. 2006). 2000). la fotografía. 2000). 2008). La cuestión de los métodos feministas Las transformaciones a nivel epistemológico v teórico también se manifiestan en cuestiones de orden metodológico. 2000. los métodos resultan centrales. los medios de comunicación. Sin embargo y teniendo en cuenta la evolución de la investigación de género en la geografía. Así se ha ido incluyendo en las agendas de las geografías de género el análisis de nuevas intersecciones en tenias relacionados con la visibilidad c la voz. para poder estudiar el espacio es necesario «el lugar». la etnografía. llegando a acercamientos con el cine. comunión e incluso «hermandad. McDowell. tanto como lo hacen los de los investigadores sexistas y androcéntricos (Harding. han transformado el carácter mismo de la investigación de género en geografía. 1999). 2000. y de hecho se ha llegado a plantear que las geografías del género han sido «pioneras» en su incorporación dentro de la disciplina (García Ramon. 1990). fragmentados a menudo contradictorios. 1993). encarnadas en la experiencia espacial de género. en estos casos interesan las imágenes genéricas de los espacios urbanos como es el caso de la asociación entre lo femenino y el barrio. Complejizando el análisis del miedo femenino. agencia y creatividad en la vida cotidiana desde la subjetividad espacial: se pone el énfasis en la importancia de volver a imaginar espacios y lugares donde el trazado de un centro y una periferia. los imaginarios femeninos del miedo y la seguridad son explorados en estudios recientes a través de la experiencia agorafóbica. la identidad y el lugar. un interior y un exterior. suponen una exclusión femenina en el acceso a paisajes urbanos (exclusión visual). imágenes vinculadas directamente con estereotipos y roles de género (Segovia. Estos trabajos muestran cómo la prostitución. — Los espacios urbanos como anclaje de las geografías de género han constituido un objeto primordial de análisis. Las discusiones internas empezaron a concentrar su atención en el estudio espacial de grupos minoritarios que muestran la diversidad tanto entre las propias mujeres. 1996). a la diversidad de otredades. En particular. Posteriormente una temática clave ha sido la comprensión de las prácticas y los significados de las mujeres que habitan los espacios urbanos. En este mismo orden de indagación. entre otros. 2006). como en otros grupos con los cuales comparten la condición de subalternidad. Prats. 2000). el paisaje. el espacio y la sexualidad resulta altamente transgresor en tanto permite incrementar la visibilidad de sexualidades disidentes.la creación y recreación de representaciones genéricas de la ciudad. 2006a. 1995). al plantear profundas críticas a la heterosexualidad como norma. 2006b. por ejemplo. la investigación se dirigió hacia la relación entre el cuerpo y el poder. permite pensar posibilidades de rebeldía. movedizos y contingentes. el trabajo femenino en la industria maquiladora y el trabajo ambulante." Estos temas habían tenido insuficiente atención antes de losaños noventa. una nueva aproximación de las geografías de género plantea que desde el cuerpo es posible generar discursos y prácticas alternativas (Bru. un desorden caracterizado por el temor intenso que lleva a eludir espacios y situaciones sociales. De esta forma. 1998). 230 LOS GIROS DE LA GEOGRAFÍA HUMANA propias del capitalismo (Nogué y Albet. 2008a). a las diferencias físicas entre los hombres y las mujeres y al dualismo entre lo público y lo privado. En este mismo orden de ideas. Así. Tal como lo han mostrado Bell y Valentine (1995).2. el cuerpo asociado al consumo se ubica como el núcleo de interés geográfico (McDowell. Sin embargo. se superponen en la conformación de las dimensiones emocionales. a la multiplicidad de encuentros y experiencias propias de la vida urbana (Lindón. los gays y lesbianas han luchado para rechazar la existencia de espacios heteronormativos. De manera semejante lo ha evidenciado el análisis de la fronteriza ciudad de Tijuana (López. las representaciones como elementos imprescindibles a la hora de teorizar sobre la relación entre la anatomía y la identidad social. Nuevas preguntas. También se han dado otros estudios que han avanzado en analizar otras formas de resistencias simbólicas de grupos homosexuales a través de la observación de pequeños actos. La idea de los espacios paradójicos en el sentido de Rose (1993). Algunos autores han interpretado estas prácticas como tácticas para subvertir la concepción de espacios heterosexuales dominantes (Bell y Valentine. gracias a la óptica de escuchar y dar voz al «otro/a». así como las formas de uso y apropiación de los espacios públicos y también acerca del uso del tiempo en las ciudades (Ortiz Guitart. Aunque cuerpo y corporeidad en muchas ocasiones son tomados como sinónimos. En primer lugar. En este contexto las mujeres son reconocidas como grupo especialmente sensible a este temor (Bankey. una segunda línea se abre hacia el examen de las representaciones sobre la ciudad con relación a los imaginarios y subjetividades femeninos. 2006. asimismo fue fértil para reubicar los focos de interés de las geografías de género. la masculinidad. fomenta la idea de mercancía como una poderosa herramienta para reforzar la naturaleza genérica de las culturas del consumo. posicionan a las mujeres con un papel activo en. cómo se valora el entorno. o lugares de turismo internacional gay o lésbico. la vida cotidiana. también puede considerarse como un lugar de la resistencia. 1989. Por otro lado. se ha abordado la relevancia adquirida por los centros comerciales como espacios de la sociabilidad y de relación interpersonal de las mujeres. En este contexto los estudios queer han venido a brindar nuevos matices en lo referente al poder. 2. nuevos objetos. considerándolas como víctimas pasivas más que como dueñas de sus propias vidas (Monk y Hanson. la identidad. 1999. los distritos comerciales gays. a partir de los rápidos cambios económicos de finales del siglo xx. como por ejemplo besarse en espacios públicos. En este sentido. El cuerpo idealizado y deseado a través de estereotipos femeninos v masculinos. 2006). que se presentó muy favorable para ampliar las discusiones teóricas y epistemológicas. 2002. como intentos de vincular la sexualidad con algunas dinámicas 11. La intención aquí es mostrar cómo un momento y un contexto de renovaciones como fue el giro cultural y posmoderno. así como su papel como puntos de referencia para La pertenencia y diferenciación identitaria de género (Jackson. LOS GIROS DE LA GEOGRAFÍA HUMANA 231 . nuevos espacios Los debates teóricos que han acompañado a las geografías del género a partir de los años noventa son evidencia del dinamismo y fertilidad del campo. En esta línea de análisis del consumo. 2008a). espacios multidimensionales. el vínculo entre el cuerpo. 2004). Así. 1998). Bondi. el consumo. Si bien el cuerpo se concibe como el lugar donde todas las esferas de poder se concentran. sólo se puntualizan algunos desarrollos empíricos que se constituyen en ejes centrales del replanteamiento en el interior de las geografías de género. coincidimos con McDowell (2000) en diferenciar ambos conceptos y considerar que corporeidad tiene mayor eficacia en tanto logra captar el sentido de la fluidez. Como las temáticas son variadas. que muestra la transformación de los procesos urbanos a partir de la presencia de las mujeres. las identidades se perciben como más o menos elegidas y promueven la idea de que las personas pueden llegar a hacerse a sí mismas (Dixon y Jones. a finales del siglo xx el cuerpo y la multiplicidad de experiencias corporizadas reaparecen a través de diferentes órdenes de indagación. debido a que se los consideraba una de las discusiones más complejas en el pensamiento feminista y casi siempre asociada a intrincados asuntos de la subjetividad. algunos casos empíricos a nivel latinoamericano nos muestran que los modos de habitar periférico asociados entre otros al miedo. 2000). — Como punto de partida se recuerda la diferencia entre el cuerpo y la corporeidad. se han comenzado a estudiar los barrios residenciales gays. surgen estudios que se interrogan acerca de la forma en que se vive y se practica la ciudad. Lindón. Ortega Valcárcel. a partir de cuestiones como los desplazamientos y el acceso a los servicios. En sus inicios se interrogan acerca de las condiciones materiales de la vida cotidiana que contribuían a las inequidades de género. Podemos identificar una multiplicidad de temas claves: el cuerpo. En segundo lugar. 2005).Paula Soto Villagrán Los giros de las geografías de género: re-pensando las diferencias ciones estructurales. Los giros de las geografías Paula Soto Villagrán — Los estudios de la masculinidad y su espacialidad transforman la idea previa de que el sujeto era sinónimo de mujer. De este modo, si bien los campos de análisis del género en la geografía habían sido analizados dominantemente por perspectivas centradas en las mujeres (Quintero, 1999), se nota recientemente un interés por abordar también la construcción espacial de la masculinidad. La perspectiva en estos casos parte del reconocimiento de que la masculinidad no está naturalmente dada. Por el contrario, también da cuenta de una construcción social formada por ideas acerca de lo masculino como opuesto a lo femenino (Dixon y Jones, 2006). Esta construcción social es producida y mantenida por diferentes instituciones, tales como la familia, la escuela y el Estado, y en diferentes espacios, domésticos, el lugar de trabajo y las calles, entre otros. Algunos trabajos vinculados al consumo postulan la relación entre la crisis de la masculinidad y las diferentes representaciones que elaboran los lectores de revistas masculinas (Jackson, 1999). También encontramos análisis de las identidades de género condicionadas al puesto de trabajo (McDowell, 2000). Asimismo se examinan recientemente cuestiones de género vinculadas al turismo, analizando aspectos espaciales de la oferta-consumo sexual entre los hombres, en contextos turísticos (López y Carmona, 2008). Estos estudios sobre la masculinidad, aunque minoritarios aún, comienzan a complementar el carácter relacional y comparativo de la categoría de género y sus consecuencias en el entorno. — Una perspectiva reciente toma la situación de niños y niñas con relación a la geografía de género, considerándolos como grupos sociales cuyas voces no habían sido atendidas como parte de la vida social. Esto permite comprender el habitar de niños/as y jóvenes. En este sentido algunas de las novedosas líneas de investigación de lo que se ha venido a denominar «geografías de la infancia» incluyen cuestiones como las siguientes: la proliferación de tecnologías de protección, que amplían la vigilancia y el control dentro de la frontera doméstica, el retroceso de la asistencia social, el mantenimiento de las desigualdades de clase, raza y nacionalidad, que estimulan el desequilibrio en el intercambio de dinero, amor y cuidados (Katz, 2006; Ortiz Guitart et al., 2008). — Por otra parte, podemos ver una línea de trabajo muy enraizada con el compromiso multidisciplinario que ha acercado las geografías de género a otras ciencias sociales. Si bien en un sentido amplio este diálogo interdisciplinario no es realmente nuevo (Nelson y Seager, 2005), lo renovado radica en las fructíferas alianzas que se han establecido entre las geografías feministas y otras tradiciones intelectuales que promueven marcos de interpretación de los fenómenos que se desmarcan de las tradiciones disciplinarias (Reguillo, 2004). En este caso se trata de planteamientos periféricos en geografía, como lo observa Enric Mendizábal (1999). Nos referimos a las geografías poscoloniales. A modo de ejemplo un problema recientemente abordado en el cruce de la geografía feminista y la geografía poscolonial ha sido el estudio crítico de las narraciones de viajeras del siglo xtx y principios del siglo xx (García Ramon, 2002, 2006; Zusman, 1999; Noguéet al., 1996). Según estos autores es posible encontrar en dichos relatos la condición de ambigüedad de las mujeres (resistencia y complicidad simultáneamente frente al proyecto colonizador). Esta ambigüedad constituye un recurso que les permite mayor libertad de acción y de palabra, cuestión que difiere de los hallazgos realizados en los relatos masculinos. La complejidad viene dada por las experiencias de clase, raza, nacionalidad y género, cuyas interconexiones impiden afirmar que por su condición de muje232 LOS GIROS DE LA GEOGRAFÍA HUMANA de género: re-pensando las diferencias res sean menos racistas y más criticas al colonialismo. Estos geógrafos analizan también el estatus de las mujeres y sus diferentes procesos de socialización en cuanto a su incidencia en el carácter de los viajes que emprenden y sus relaciones coloniales. Otro ejemplo de análisis interdisciplinario surge a partir de nuevos marcos de interpretación de los procesos migratorios. En el cruce entre los estudios queer, la crítica literaria, el pensamiento geográfico de género" y los estudios de la cultura en Latinoamérica, se ha comenzado a estudiar espacialmente las prácticas autobiográficas de mujeres. A través de los escritos mestizos y bilingües de escritoras chicanas," centroamericanas v latinas se examina el cruce de la migración, la subjetividad y el espacio. Textos como Borderlandsd.a frontera (Anzaldúa, 1999) y Esta puente, mi espalda (Moraga y Castillo, 1989) muestran historias de identidad construidas desde la dispersión, los desplazamientos y experiencias multilocales. Son historias localizadas, donde el yo construye una identidad en relación con el lugar: «los textos, explícitos en su priori zación de categorías espaciales, redirigen la perspectiva de la protagonista desde un "yo en el tiempo", como el locus privilegiado de la enunciación, a un "yo localizado"» (Klahn, 2005: 187). Estos estudios muestran el despliegue de una política de la localización, re-escriben espacios domésticos, el hábitat, las ciudades y los barrios, dibujando espacios de la colonización, de la exclusión y la marginalidad. La especificidad del yo se encuentra en conocimientos y posiciones situadas en la intersección entre dos culturas v entre dos territorios. Se genera así una escritura y una narrativa que toma la diáspora" y lo híbrido (Barros y Zusman, 1999)" como lugar de la producción. En estos estudios se reconoce el espacio como un territorio físico, simbólico y político, fundamental en todos los casos para la construcción de la subjetividad. Así, se vienen produciendo miradas que afrontan los planteamientos de la identidad que tomaban el formato de discursos unitarios de etnia, nación y género. 3. A modo de cierre: horizontes y perspectivas El pensamiento de género en la geografía, con todos sus matices, ha mostrado la importancia y la riqueza de considerar la condición de género como clave para interpretar la realidad espacial de nuestra sociedad. Si se retorna la pregunta inicial —¿qué significa analítica, teórica y metodológicamente la influencia del giro cultural y el giro posmoder12. A nivel latinoamericano podemos afirmar que hay pocas geógrafas/os que se dediquen a los estudios de género, por lo tanto no podemos hablar de un campo consolidado e institucionalizado (Veleda y Lan. 2007). Sin embargo, las discusiones sobre el espacio y el lugar desde la mirada de género se pueden ubicar en una producción más bien deslocalizada disciplinariamente, o que fluctúa entre la sociología, la arquitectura, la antropología, al mismo tiempo los estudios de la cultura han sido los que han hecho contribuciones significativas. 13. La literatura chicana como movimiento que lleva generaciones de escritores/as de distintos géneros, una literatura contestataria que nana historias no contadas de pueblos silenciados. experiencias de un pueblo que se identifica como perteneciente a una comunidad imaginada (Klahn, 2005: 179). 14. La diáspora en el sentido de una historia de dispersión, mitos/memorias de la tierra natal, alineación con un país que los recibe, deseo del regreso, apoyo sostenido a la tierra natal, identidad colectiva definida (Clifford. 1999). 15. Entendidos como procesos socioculturales en los que estructuras o prácticas discretas, que existían en forma separada, se combinan para generar nuevas estructuras, objetos y prácticas (García Canclini, 2001). LOS GIROS DE LA GEOGRAFÍA HUMANA 233 Paula Soto Villagrán Los giros de las geografías de género: re-pensando las diferencias no, respectivamente, en las geografías de género?- se observa que las geografías feministas se renuevan y reestructuran tanto en sus reflexiones teóricas como en sus campos de estudio. Se puede afirmar así que la heterogeneidad ha llegado a ser un rasgo característico de las geografías de género actuales_ Asimismo, se aprecia el interés explícito por visibilizar la contribución de las geógrafas feministas al pensamiento y al análisis geográfico en general. Para finalizar cabe subrayar algunos aspectos imprescindibles para comprender el momento por el que atraviesan actualmente algunas continuidades y discontinuidades de las geografías de género. Entre ellos destacan los siguientes: La reflexión acerca del giro cultural y su revalorización de la diversidad territorial: el interés geográfico por las minorías, la renovada presencia del lugar, la atención a aspectos de la vida social hasta entonces no abordados (sexualidad, identidad, deseo, entre otros), dirigieron los cuestionamientos de las geografías feministas dentro del campo. Todo ello intensificó un desplazamiento intelectual hacia lo discursivo, la identidad y el poder. El giro posmoderno por su parte ha propiciado una creciente atención a la política del conocimiento, hacia la relativización de las grandes explicaciones de los fenómenos y el reconocimiento de la subjetividad del geógrafo/a, así como ha enfatizado las complejas relaciones de dominación, oposición y reapropiación (Kramsch, 1999). A partir de voces racistas, sexistas, colonizadas, aparecen claramente sujetos múltiples que reclaman una autoridad originaria para representarse a sí mismas (Haraway, 1991). Esto ha permitido deconstruir la categoría de sujeto femenino y de experiencia espacial femenina y masculina como singularidades. Estos nuevos procesos culturales han planteado a las geografías de género sugerentes desafíos: se han ampliado los objetos de análisis (pero también se mantienen las continuidades de las décadas anteriores). Al mismo tiempo se han empezado a revisar los métodos de investigación (cualitativos, discursivos, representacionales) y se multiplican las discusiones sobre los alcances de la producción académica del conocimiento geográfico. Es imprescindible finalmente subrayar que los debates que sustentan estas múltiples rupturas y giros dentro de las geografías feministas han sido desiguales territorialmente. El predominio de la geografía anglosajona es evidente. En orden a los alegatos del giro cultural por situar las diferencias en todas sus formas, debemos reconocer que los desequilibrios ponen a las perspectivas iberoamericanas en una posición de desventaja, lo que ha sido significativo en el retraso con que llegan los debates conceptuales. Sin duda alguna, este trabajo aún deja un conjunto de tareas pendientes y desafíos disciplinarios, quedan muchas preguntas e interrogantes por resolver y realidades no documentadas aún. Hemos dibujado algunos caminos analíticos, apenas »un mapa» que se propuso acercar, de una manera particular y restringida, estas temáticas, entre otras que no han podido abordarse. Bibliografía «Feminismo cultural versus postestructuralismo: la crisis de la identidad en la teoría feminista», Feminaria, año II, n.° 4, Buenos Aires, pp. 39-48. - y Elizabeth POTTER (1993), «Introduction: When Feminisms Intersect Epistemology», en Feminist Epistemologies, Nueva York: Routledge, pp. 1-14. 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Madrid: Editorial Síntesis. pp. En esta perspectiva es necesario tener en cuenta que las sociedades actuales están cada vez más tecnologizadas. la preocupación por entender las nuevas realidades lleva a indagar en la subjetividad y las tramas de sentido que orientan a la sociedad en la vida diaria. México El mundo se transformó de manera importante en las últimas décadas. Documents d'Análisi Geográfica. el mundo tecnologizado de la era de la información v las comunicaciones. en la conformación de los mundos virtuales. al contacto con otros individuos. sus relaciones con el mundo tradicional y los cambios en la conceptualización misma del espacio. después de que William Gibson (1984) publicara su libro Neurotnancer. para otros este mundo tecnologizado está produciendo distopías. entonces. Documents d'Análisi Geográfica.Paula Soto Viiiagran VELEDA. de los celulares y del Internet han llevado a una especie de utopía con nuevas pautas para establecer comunidades más democráticas. 240 LOS GIROS DE LA GEOGRAFÍA HUMANA LOS GIROS DE LA GEOGRAFÍA HUMANA 241 . enmarcado en la historia del pensamiento occidental de los últimos años. el surgimiento de nuevas divisiones de clase en función de su acceso a la tecnología (las clases digitales) y la constitución de un mundo que facilita los abusos del poder y las prácticas criminales. tanto en lo relativo a la producción y consumo de tecnología como en lo que respecta a la configuración de los espacios resultantes de la misma. Zusliax. así como a la creación de nuevas formas espaciales y nuevas configuraciones identitarias. en los cambios ocurridos a partir de la masificación de las nuevas tecnologías. 99-118. n. «Estudios de geografía del género en América Latina: un estado de la cuestión a partir de los casos de Brasil y Argentina». Desde entonces el ciberespacio y los mundos virtuales han pasado de la literatura al mundo vivido. con un mayor acceso al conocimiento y a los recursos. n. pp. Para algunos. La discusión se viene centrando. donde introducía la idea de un espacio virtual. en la funcionalidad y estructura de los mismos con base en dinámicas económicas. «Posteolonial Geographies».'" 49. se han visto influidas por el debate epistemológico. en la naturaleza humana. Xochimilco. CIBERESPACIO. Entre la comunidad académica. tanto sociales como regionales. políticas y sociales. Desde la geografía y los estudios espaciales se ha planteado el reto de explorar las nuevas configuraciones territoriales que implica ese espacio. 237-240. Perla (1999).° 34. bajo las pautas de la ciencia ficción. de la esfera militar a la vida cotidiana. en la conformación y dinámica de nuevos espacios tecnológicos. Susana v Diana LAN (2007). pp. Las diversas explicaciones planteadas desde enfoques multidisciplinarios e interdisciplinarios. tales como la pornografía y el terrorismo. del mundo de los negocios al de la discusión académica. también el refuerzo de las desigualdades y los desequilibrios. Sin embargo. MUNDOS VIRTUALES Y TERRITORIOS DEL SABER Liliana López Levi Universidad Autónoma Metropolitana. Aunque el ciberespacio requiere un espacio digital complejo que va más allá de Internet. políticas y culturales. hace una periodización en la cual destaca una etapa que denomina era de la comunicación electrónica y de los medios de entretenimiento (como la radio. En este sentido. 2007: 48. sitios donde los cibernautas juegan a vivir. The Palace. Sin embargo. con base en los ordenadores. Desde la imagen inicial del ciberespacio plasmada por Gibson en su novela (1984) se han mantenido ciertas semejanzas con lo que ha llegado a ser hoy en día. WorldsAway. Son mundos parecidos a los entornos de realidad virtual. Con ello. unas que se complementan. ínter Space. siempre y cuando tengan acceso a la infraestructura de red que sustenta el sistema. ha modificado las prácticas sociales y las formas de percibir el entorno. que permitían la interacción vía texto. ciberlugares. si se está en un sótano en Vancouver. en torno al ciberespacio y los mundos virtuales. There. el ciberespacio actual funciona como una dimensión espacial superior que permite las relaciones sociales entre las personas. del ciberespacio y los nuevos mundos virtuales en los territorios del saber. Este nuevo espacio social tiene nuevas implicaciones económicas. data de 1995 (Dodge y Kitchin. de vivirlo y de representarlo. cespacio. dista mucho del que se había establecido históricamente. Hemp. El sitio ofrece.000 usuarios (Lin y Gong. y finalmente se abriría otra época desde 1984. real). se encuentren en un escenario lúdico e interactúen entre sí en un mundo ficticio. para el acceso a la información. como los teléfonos móviles. ciberciudades. WorldsChat. de canales de comunicación. en particular con los ordenadores. los lugares de juego también han sido importantes. donde se introduce la idea de ciberespacio. mapas del ciberespacio y cibercartografía. la distancia entre los individuos o actores que se relacionan en su interior se establece en función de nuevos parámetros. con los primeros desarrollos de realidad virtual y la publicación de Neuromancer de William Gibson. El espacio social que emerge. Al mismo tiempo ha tenido su propia evolución. con el uso de goggles o por medio de vínculos al centro nervioso. mundos virtuales y territorios del saber Independientemente de cómo sean valorados e interpretados estos cambios producidos. En aquella obra se trataba de un sistema cartesiano de datos que servía para la interacción e intercambio de información por parte de individuos y empresas. en particular dentro del medio geográfico. De los anteriores. entre los que se destacan el correo electrónico. Las potencialidades de los tableros de anuncios y los MUD. está compuesto por diversos medios de interacción y vinculación social. para la realización de operaciones financieras o para jugar en línea. se vieron incrementadas por la aparición de mundos alternativos que ofrecen experiencias semejantes a las que podría desarrollar una persona en su entorno. Después. Todos éstos permiten la comunicación entre los individuos. con base en el pensamiento de Stone. como en los mundos a los que nos enfrentamos. El ciberespacio y los mundos virtuales que se crean en su interior no sólo significan modificaciones en las formas de abordar el espacio. de formas de relación. 1998). el correo electrónico ha sido el más exitoso. Con base en lo anterior. a la cual se podía acceder mediante una terminal individual. como dijera Benedikt (2001: 30). a la fecha. AlphaWorld es uno de los más antiguos universos virtuales. independientemente de que se conocieran previamente entre sí o no. Al igual que en Neuromancer. V-Chat. CyberGate y Online Traveler. su existencia es indiscutible y abren las puertas para múltiples aproximaciones teórico metodológicas. Burrows (1997: 236). los tableros de anuncios (bulieting boards). La interfaz era una red de ordenadores. 200 lb: 154). por tanto. ha traspasado las fronteras de Internet y la realidad virtual para involucrar a otro tipo de aparatos. pero que dan cuenta del impacto de la tecnología en las ciencias. cibergeografía. Entre los investigadores que abordan la temática. en un garaje en Texas. como consecuencia. las listas de correos. descritos por los escritores cyberpunk. la TV y el cine). sus relaciones con el mundo tradicional y los cambios en la conceptualización misma del espacio. en los años sesenta y setenta. otras que se oponen. los multi user domains (MUD). En su interior. una comunidad de cientos de miles que chatean y LOS GIROS DE LA GEOGRAFÍA HUMANA 243 . encuentran pareja o gastan dinero (eso sí. de manera tal que para la proximidad y la vecindad es más importante el idioma de comunicación que la distancia física. a través de un ordenador. Sin embargo. los mundos virtuales y los lugares de juego (Dodge y Kitchin. así como también se han producido cambios en la dimensión espaciotemporal de las sociedades. Desde la geografía se ha planteado el reto de explorar las nuevas configuraciones territoriales. los chal rooms. seguiría —según este autor— un cambio. desde sus propios ordenadores. Algunos temas emergentes relativos a estos cambios son la creación de mundos virtuales. se habla de geografías virtuales. ambientes virtuales. 2001a: 195) y para el año 2000 había alcanzado 800. sin importar. Sims Online. tanto en la conformación de la estructura social. Internet como herramienta para afrontar ciertos problemas políticos. sin importar su posición física. vidas paralelas. Tecnológicamente se ha sustentado en forma 242 LOS GIROS DE LA GEOGRAFÍA HUMANA diversa. Se trata de juegos de rol diseñados para que un grupo de usuarios. 2007: 42). donde predomina la importancia de las tecnologías de la información y la comunicación. es más relevante el acceso simultáneo a un ordenador que un pasado común. 2001: 2). que habría comenzado a principios de 1900. en un taxi en Nueva York o en un apartamento en Roma. depende de tecnologías tales como los satélites. de concebirlo. ha llevado a cambios muy drásticos en la cultura contemporánea. sino que también se han constituido en una brecha generacional entre quienes nacieron con la tecnología incorporada en su cotidianidad y quienes todavía tienen dificultad para interactuar con las máquinas. de conformación de lugares y territorios. El ciberespacio y los mundos virtuales El desarrollo científico y tecnológico.Liliana López Levi Ciberespacio. el ciberespacio implica nuevas formas de vida cotidiana. su uso desde la geografía médica y las nuevas formas de representar virtualmente tanto el territorio (en términos tradicionales) como el ciberespacio. Deuxiéme Monde. 2001a: 195. Es un espacio para las discusiones en grupo. Entre los universos virtuales se encuentran AlphaWorld. Muchos jugadores han desarrollado una adicción por el ciberespacio y pasan horas simulando ser alguien más. El ciberespacio del siglo xxi también está sustentado en una red de ordenadores remotos y. sobre todo a partir de los avances en términos de información y comunicación. la naturaleza de las comunidades en línea. el presente trabajo se dedica a revisar y discutir las diversas interpretaciones y disputas que se dan en la esfera académica. viviendo una vida que no existe fuera de la virtualidad (Rheingold. World of Warcraft (Dodge y Kitchin. a hacer negocios. buscan amigos. geografía de la sociedad de la información. Ruiz. la llamada red ha sido la principal manifestación del mismo. edifican. sean éstas en el mundo material.cornAvatch ?v-BFCpsxb6m8s Los residentes de Second Life pagan en dólares Linden por esos productos y servicios.' En la actualidad.cornAvatch ?v=63cU8TgMe7Q. con un promedio de 20. En ellos quedan reflejados lo que sus creadores o usuarios son. por su parte. El personaje puede ser parecido o antagónico a su referente. Sin embargo. Véase por ejemplo http://mx. 2007: 47).' Ciberespacio: sujetos. Diversas compañías conocidas fuera del ciberespacio han decidido establecer un centro de negocios en estos sitios. a mediados de enero de 2009. sueñan. las circunstancias.youtube. se ha hecho cotidiano en el ciberespacio (López Levi. entre otras cosas.000 dólares al año [Hemp. La interacción social en estos mundos alternativos requiere de un alter ego. en términos espaciales. nos da una idea aproximada de la popularidad y el uso de estos lugares. En el caso específico de Second Life.com/ 2.000 personas ganan dinero real con sus negocios. planear. desean. el espacio está presente en tanto haya vínculos sociales de coexistencia y acciones.com/watch?v=aqq9X2j02jk y http://trix. Se trata de una identidad alternativa que ofrece la posibilidad del anonimato. la gente compra diseños de avatares. tuvieron tanto éxito que sus creadores han dejado sus trabajos de la vida real. no perder tiempo en los desplazamientos. y http://mx. sobre todo diseñadores de moda y corredores inmobiliarios. comunidades. el lugar tenía registrados más de 16 millones y medio de «residentes») Otro ejemplo. como U2 o Suzanne Vega. World of Warcraft. al cual se le diseñan las características. hacen nuevos amigos y juegan. “Second Life: Virtual Presidential Campaign Headquarters». comerciar. 2002: 302).com/ 3. el peso pueden manipularse con el mouse (Hudson-Smith et al. paga viajes virtuales. la densidad. para hacer lo mismo que hacen los grupos fuera del ordenador discutir. más de 3. el hecho de entrar en lugares sin recurrir a una puerta. 5.000 suscriptores que pagan y otros 100. una combinación entre personas del «mundo real» o habitantes de la Tierra. como los franceses SarkoZV V Le Pen durante sus campañas políticas de 2007 y los norteamericanos Hillarv Clinton. La dinámica no significa la inexistencia de una dimensión espacial ni de sus vínculos característicos. 2001: 2). carecen y absorben del medio. es un juego que reúne. o en el universo virtual. ver en el interior de los objetos. 2007: 5).youtube. los mundos construidos en el ciberespacio son espacios que al ser sociales se estructuran a partir de los actores que los integran y. Los habitantes de estos mundos son seres post-humanos. Sin embargo. lo que significa que dichas tecnologías pueden ser vistas como liberadoras para aquellos que están social. Paul Hemp (2007: 46) afirma que los usuarios de estos universos paralelos pueden llegar a pasar más de 40 horas por semana en estos sitios y «se calcula que hay más de 10 millones de personas que gastan de 10 a 15 dólares al mes para suscribirse a ambientes en línea y el número se duplica cada año». económicas y culturales. compran. algunos grupos musicales famosos. Según dicho autor. chismear. Algunos avatares emprendedores. que ofrece una serie de posibilidades que antes sólo hubieran podido ocurrir en el marco de la ciencia ficción. que crece a una gran velocidad. geografías. «Obama in Second Life». De hecho. el ciberespacio se conforma a partir de los actores sociales que interactúan en su interior. muchas leyes de la física. encon- I. las comunidades virtuales que se conforman reflejan de una forma u otra las dinámicas externas al universo creado en el ordenador. Aunque el ciberespacio pone en cuestión las estructuras tradicionales del espacio. y desde el mundo del espectáculo. llamado avatar. uno de los más exitosos es Second Lile Este lugar es un mundo virtual. Barak Obama y John McCair? en 2008. por lo que la gravedad. por ejemplo. se han incorporado desde la política candidatos. «Los avatares no comen. 4. por ende. Hemp (2007: 46) habla de unos «65. Por ejemplo. son cotidianas. pero que ahora.youtube. es decir. creado en 2003. actores y territorios Fluri (2006: 91) afirma que el ciberespacio ni está completamente separado de los espacios físico-sociales ni podemos decir que los refleja en su totalidad. Algunos autores afirman que las nuevas tecnologías ofrecen a los usuarios un acceso a la información y posibilidades de comunicación que los hace «libres de las restricciones materiales y sociales de sus cuerpos. pues estos universos alternos han demostrado tener gran potencial como negocio. terrenos. pero no siempre. con personajes diseñados con gráficas en 3D (Lin y Gong. no duermen ni van al baño. En estos sitios. muchas relaciones en el mundo virtual acaban en matrimonios en la vida real y la posesión de tierras enciende a veces desagradables disputas» (Hemp. hasta el punto de llevar a algunos a hablar de su aniquilación. Por lo mismo. Se trata de personas que se vinculan a través de pantallas y textos. 2006: 537-542). La falta de materialidad en el ciberespacio yen los mundos virtuales llevan a violar y reinventar. intercambiar conocimiento. Ruiz (2007:43 y 48). destaca que la media de edad de los consumidores es de 35 años y tienen un poder adquisitivo que les permite gastar entre 60 y 70 euros. 244 LOS GIROS DE LA GEOGRAFÍA HUMANA Los LOS GIROS DE LA GEOGRAFÍA HUMANA 245 . Como espacio social. exploran. El número de residentes no necesariamente equivale al número de usuarios en un sitio. Los comerciantes pueden cambiarlos (a tasas fluctuantes) por dinero contante v sonante del mundo real en diversas bolsas en Internet. miles de dólares cambian de manos mensualmente. apoyarse emocionalmente. estar en varios lugares al mismo tiempo o ver lo que ocurre a grandes distancias en el mismo momento. generalmente tiene forma humana.youtube. donde a pesar de plantearse como una utopía se gestan fenómenos tales como el terrorismo. dentro del ciberespacio. material o físicamente en desventaja» (Valentine y Holloway. Véase http://www. según Ruiz (2007: 42).000 miembros invitados».comAvatch ?v=kKnzxl3FpoY8drfeature-related. aparecer o desaparecer a voluntad. enamorarse. tanto físicas como de personalidad. Véase http://nnevcsecondlife. situaciones y preocupaciones del mundo físicamente concreto hacen eco en estos lugares. mundos virtuales y territorios del saber Liliana López Levi construyen territorios virtuales donde interactúan con sus semejantes. offline. con el ciberespacio e Internet. Véase httpfirnx. Un espacio de estas características se conforma con base en la simulación tecnológica de una dimensión espacial superior. De acuerdo con Linden Lab. identidades.activeworlds. 2007: 47]. Los vínculos entre el mundo en línea y el físicamente concreto no se rompen. el tamaño del mercado para los usuarios de los juegos en línea es de 752 millones de euros. actores e instituciones y de sus acciones políticas. pues una persona podría entrar en él con dos avatares diferentes. pero sí logran crear relaciones serias: adoptan niños. 8 millones de personas de todo el planeta.Ciberespacio. espacios se conforman a partir de sus actores y de las relaciones entre sujetos.. donde el consumo es una actividad por excelencia. casas. aquéllas sobre la configuración de redes globales. entre otros. vivirlo. en concordancia con el acto denominativo” (1992: 48). Las comunidades virtuales interactúan socialmente. el mapa precede a la realidad. desde fans del mundo del espectáculo hasta grupos tradicionalmente excluidos. sino la conformación del territorio. 1998). Aunque algunas comunidades virtuales establecen enlaces con el mundo no digital. cyberpunks. incluso en las implicaciones de sus propias tecnologías geográficas. es decir. la interacción entre éstos con el mundo físico. aprovecharlo. en la filosofía de la ciencia. materializarlo. y también se han desarrollado estudios urbanos sobre ciberciudades. mundos virtuales y territorios del saber Liliana López Levi trar y perder amigos. mundos virtuales. con base en Soja (1997). Para los geógrafos ha sido muy importante la forma en que el ciberespacio modifica las relaciones espacio-temporales y la creación de nuevos espacios sociales que El aumento y la amplia difusión de las tecnologías de la información y la comunicación en la vida cotidiana han llevado a una gran cantidad de discusiones. la información y el conocimiento. la discusión sobre la corporalidad. la discusión se centra en la naturaleza humana. Igualmente. El hecho de darle una toponimia o nombrarlo de alguna manera es asumirlo como una extensión lingüística e imaginaria. en la conformación y dinámica de nuevos espacios. la pertenencia. Sin embargo. Entre los temas emergentes. En los mundos virtuales el cuerpo se convierte en un gráfico tridimensional que se diseña. utilizado. Todo ello con la limitante de que no se pueden traspasar los límites de la máquina. El paso de un planeta Tierra material a los mundos virtuales construidos en el ciberespacio donde. sin importar la relación que guarda con el dueño del mismo. robótica. antropólogos y politólogos se han preocupado por la dimensión espacial de la identidad. vida artificial y nanotecnologias. se programa. La investigación científica. Los geógrafos se han interesado poco en las implicaciones espaciales de las telecomunicaciones. hackers. El cuerpo es un principio de identidad. Se habla de nuevos sujetos tales como los cyborgs. la distribución geográfica del desarrollo tecnológico y el acceso a las nuevas tecnologías. tener tentáculos. Sociólogos. existen investigaciones sobre la teoría literaria de la ciencia ficción y la literatura ciberpunk. la imagen que deseamos tener. En términos del ciberespacio. un elemento simbólico: un deseo. la privacidad. Los lugares construidos dan cabida a todo tipo de grupos sociales. en su mayoría se conforman como universos en sí mismas y son un ámbito de identidad y pertenencia. de acuerdo con Currv (1998: 2) el tema ha sido poco estudiado. el uso de modelos. la manera en que el ciberespacio y los mundos virtuales han sido abordados desde el campo de la sociología. la fiabilidad. al mismo tiempo. 2006: 9-10). Los mundos virtuales son en su mayoría públicos. recorrerlo. se podría decir entonces «es sustituido por . entre otros. A partir de ello. para luego mostrarse. mostrarlo. ser semimetálicos o interactuar con criaturas inexistentes. porque esta denominación sólo es válida para el cuerpo físico. las nuevas formas de relación social. la de las comunidades virtuales y la de la ciudad. como los queer. aproximaciones e interpretaciones desde el ámbito académico para estudiar el ciberespacio. política y cultural (Bell. distopías. desde las teorías de la posmodernidad. interactuar con él. En el espacio social donde los individuos se relacionan en primera instancia a través de su cuerpo.Ciberespacio. Para los 246 LOS GIROS DE LA GEOGRAFÍA HUMANA LOS GIROS DE LA GEOGRAFÍA HUMANA carecen de las cualidades tradicionales de los lugares (Kitchin. los de teoría social. se reúnen. concebirlo y percibirlo. establecen lazos comunes. los hackers. como diría Baudrillard. De igual forma se han desarrollado estudios sociológicos sobre los usuarios y su impacto en las nuevas tecnologías. desde la multidisciplina. para el presente apartado. un espacio que de acuerdo con Armando Silva (1992: 51) es. «No puedes besar a nadie ni nadie puede golpearte en la nariz. El ciberespacio y sus consecuentes mundos virtuales han sido vistos desde diferentes ángulos del saber: desde el realismo. introducirse en un ágora. es decir. postestructuralistas y la geografía crítica. se define y reconoce ciertos límites. la historia de la ciencia y la tecnología con énfasis en la computación. desde los estudios culturales. se han analizado las redes. es decir. Al compartir un espacio conforman una nueva esfera de lo público. en la funcionalidad y estructura de los mismos con base en dinámicas económicas. se discuten las implicaciones en la reconceptualización del espacio. una imagen. la del ordenador. como poder volar sin aparatos. de mundos virtuales. los espacios del ciberespacio. los enfoques posthumanistas. el acceso y la exclusión dentro del ciberespacio. políticas y sociales. la apropiación del territorio implica. además hacen borrosos los dualismos entre la realidad-virtualidad y la naturalezatecnología. físico y mental y sirve de marco a partir del cual un individuo o grupo social se reconoce. sin embargo. Armando Silva destaca dos formas de apropiación: «la de nombrar y la de recorrer. se alejan de la intimidad y se insertan en una comunidad de cibernautas que. abarca. Para ello habría que reconocer cuatro niveles o escalas: la del cuerpo. y dentro de ello quedan las acciones de nombrarlo. lo que valoramos. coquetear y crear. En particular nos interesa. el que está frente a un teclado. de los estudios culturales y de la geografía humana. las personas y la tecnología. frontera electrónica. las investigaciones urbano-regionales. pues deja de ser una parte tangible y comienza a ser —no es el cuerpo ya. Territorios del saber diversos enfoques en tomo al ciberespacio 247 . los problemas de género. los cyberpunks. así como de realidad virtual. queda reflejado quiénes somos. utopías. implica no sólo la construcción de un espacio cibernético. la construcción de las identidades. incorporarlo y marcarlo. comunidades intelectuales o disidentes políticos. el trabajo de las ciencias de la computación y otras cibertecnociencias que incluyen el desarrollo de hardware y software. nuestras propias expectativas y las de quienes nos rodean. en donde se ha destacado la dimensión socio-cultural del cambio tecnológico. teóricos de la cultura. dejar una impronta. mientras que lo otro implica darle una entidad física. inteligencia artificial. pero con las mismas finalidades. así como estudios enfocados en los medios. los estudios feministas. utilizarlo. en los cambios ocurridos a partir de la masificación de las nuevas tecnologías. cuestionado. en la relación de las personas con la máquina. la máquina que nos sirve como interfaz. las que abordan la conformación de los'espacios virtuales. que en términos del ciberespacio queda trastocado. autopista de la información. la comunidad. hacen cosas parecidas a las que hacen fuera pero incorporan otras posibilidades. pero muchas cosas pueden pasar dentro de estas fronteras« (Rheingold. así como el impacto de Internet y la realidad virtual en la vida cotidiana. Las tecnologías de la comunicación y el ciberespacio han sido analizadas por su capacidad para transformar nuestras ideas tradicionales sobre las formas de comunicación. conforman identidades. bajo otros parámetros. en el marco de estas disciplinas. habitarlo. la democracia. 1998: 386). sentirlo. así como las transformaciones espaciales y territoriales de las dinámicas producidas. un sitio para la interacción y el intercambio. la teoría feminista. la teoría queer. se ha ocupado del impacto de la automatización digital en la geografía y también ha reflexionado sobre la cibergeografía. En un libro sobre los horizontes de la geografía humana. los edificios. López Levi (2006). que generaban un cambio fundamentado en la fluidez espacio-temporal de los sitios de producción y consumo (Kitchin. sobre todo en relación con grupos de niños y adolescentes y su interacción con Internet y los mundos virtuales. En términos de ciberespacio permiten lidiar con estructuras mágicas al mismo tiempo que con las terrestres. lo puro. política v social del mundo capitalista occidental y las tecnologías de la información y la comunicación dieron la pauta para el análisis del desarrollo económico y urbano-regional. 1997: 339). este autor desarrolla cuatro líneas de análisis que le permiten examinar el ciberespacio como parte del mundo 3. la discusión sobre las tecnologías de la información y la comunicación ha sido desarrollada por autores británicos que pertenecen o están asociados a CASA (Center for Advanced Spatial Analysis) de Londres. En particular se puede citar un número de la prestigiosa publicación geográfica periódica The Geographical Review (1997) y otro de ACME (2006). El tercer eje de análisis es la historia de la arquitectura y su desmaterialización. Véase httOisewss.htm 7. Las tecnologías del ciberespacio. tenían un lugar en el análisis académico del mismo. «Las geografías reales están siendo transformadas a través de las comunicaciones virtuales. encuentros y otras posibilidades. sin embargo. el de la naturaleza y sus propiedades físicas. Por la misma época. trabaja con ellos. la economía de la información. las memorias. así como a la conformación de nuevos espacios de interacción social (Kitchin. El ciberespacio es. Desde Hispanoamérica. de la Universidad de Buenos Aires. El segundo eje de análisis es el de la historia de la tecnología de las comunicaciones. Por su parte. las nuevas tecnologías llevan a cambios culturales de gran relevancia. dichas tecnologías se infiltraban en la sociedad. los periódicos. los mercados. las películas. 22). las instituciones. entre los deseos y la realidad. A partir de lo anterior. entre ellos Michael Dodge y Michael Batty. con los sentimientos. En particular hubo un auge en la discusión de la problemática desde los estudios culturales.netteongres200 4/index_es. por tanto. ha analizado la relación entre el ciberespacio y la geografía humana. Si se considera la temática desde el punto de vista institucional. es decir. La primera es la de lo mitológico y empieza con las estructuras mentales comunes a un grupo social. Para este autor. en términos de tecnologías de la información y comunicación. A inicios de los años noventa se comenzó a analizar el ciberespacio. Si analizamos la producción académica. las comunicaciones telemáticas.esigeocritisn/sn-170. eran vistas como agentes transformadores. el papel de las transnacionales en la reestructuración del espacio. real y de estructuras públicas que son el producto de las mentes que interactúan entre sí y con el mundo natural. el mundo 2. 1993: 15. desde un punto de vista cronológico. Véase http://seseseub. el material. a su vez. zonificación y jerarquía espacial. mundo 1. mundos viduales y territorios del saber autores implicados en estas nuevas líneas de reflexión. la economía y la política del mundo occidental y. las leyes. los sueños. que diluyen las fronteras entre los hechos y la ficción. que crean arquetipos de lo bueno. las experiencias. lo ideal y lo justo. son ejemplo de ello el Coloquio Internacional de Geocrítica' de 2004 y el grupo «alada nuevos territorios?» reunido en el marco del II Congreso online del Observatorio para la Cibersociedad 7 del mismo año.Liliana Lopez Levi Ciberespacio. También en Gran Bretaña. las que se comunican a través del lenguaje y la representación y que luego derivarán en la construcción de mitos. redes. Mei Po Kwan (2002) reflexiona sobre el papel de las nuevas tecnologías. y el mundo 3. 2004b). la última etapa de evolución del mundo 3. Michael Clark afirmaba que las tecnologías de la información cambiarían nuestras ideas sobre el espacio y el tiempo. una serie de estructuras que. los mundos virtuales y sus implicaciones. identificado con lo subjetivo y la conciencia. la filosofía. donde la materialidad se desvanece. donde discutía el tema de la compresión del espacio-tiempo y sus implicaciones tanto en la modernidad como en la posmodernidad. En Estados Unidos. desde su perspectiva. Gustavo Buzai (2003. En este sentido. el cual. por mucho que se desarrolle. en tanto que las geografías virtuales están siendo reinventadas en la red y tienen poca o ninguna similitud con la geografía de la realidad» (Batty. desde los departamentos de Geografía de Sheffield y Loughborough. desde la Universidad Estatal de Ohio. y que eso llevaría a reconceptualizar conceptos claves de la disciplina como el de la localización. la automatización. En este último se incluye el lenguaje.(2003: 58) se reflexiona a cuentagotas en torno a ello. de la Universidad Autónoma Metropolitana en México. Sarah Holloway v Gill Valentine se han ocupado del tema. relaciones. 2004a. Las implicaciones geográficas de las ciencias de la información y la comunicación son innegables y van más allá del uso que los geógrafos le dan a la tecnología. no va a reemplazar a las estructuras más antiguas del mundo 3. 1998: 393-394). imágenes. que es el objetivo. En el marco de las ciencias sociales y los estudios culturales existe una gran cantidad de libros y artículos que abordan el ciberespacio. mientras que la cibercartografía ha sido desarrollada en el Centró Geo de la Ciudad de México. David Harvey publicó su libro The Condition of Posinodernity (1990: 260-307). de los medios técnicos mediante los cuales se representan las entidades abstractas (los eventos. desde la geografía son pocos los autores que se centran en la discusión de los diversos aspectos del mismo. del análisis de las imágenes de satélite y la cartografía automatizada. de acuerdo con Benedikt. sino que viene a sumarse a ellas. en este contexto. textos. Donna Haraway y Howard Rheingold. En él toma como punto de partida un esquema de Karl Popper en donde establece la existencia de tres mundos: el. podríamos partir de los años ochenta cuando el debate en geografía. en Irlanda. Rob Kitchin del National Institate of Regional and Spatial Analysis. recursos. En ese tiempo la globalización se hacía cada vez más presente en las esferas económica.html 248 LOS GIROS DE LA GEOGRAFÍA HUMANA como para abordar problemas de los patrones de empleo. a pesar de que durante la última década el mundo virtual ha inundado la geografía de información. Michael Benedikt (2000: 29-43) publicó su artículo «Cyberspace: First Steps» por primera vez en 1992. en conjunto con investigadores de diversas disciplinas. afirma que el ciberespacio va a LOS GIROS DE LA GEOGRAFÍA HUMANA 249 . las matemáticas. Entre los esfuerzos por analizar el tema en el colectivo se encuentran algunos números especializados de revistas o coloquios académicos. así 6. las ideas). el ciberespacio y la reconfiguración del espacio-tiempo y la cotidianidad. Los primeros referentes para muchos fueron Michael Benedikt. 1998: 388). en fin. que es uno objetivo. Es importante mencionar que para dicho autor el ciberespacio. voces. se centraba en el gran auge de los sistemas de información. De acuerdo con Pan. El geógrafo advertía que dicha compresión era generada a partir de las presiones ejercidas por la acumulación del capital. debía fundamentarse en el realismo como marco epistemológico adecuado (Clark. así como eventos que han girado en torno al impacto territorial de las tecnologías. el arte. En Latinoamérica. alimentan a los mundos 1 y 2. entre las posibilidades y las probabilidades.cibersociedad. 1997: 40). mundos virtuales y territorios del saber . El tercer grupo se integra con estudios de caso desarrollados desde la economía política y la geografía crítica. remontar la dicotomía entre el espacio absoluto y el relativo. A esto. ha sido considerado como el pilar del ciberfeminismo. del ciberespacio en sí mismo y de los mundos virtuales. de la Universidad China de Hong Kong. Los mundos virtuales. lo físico y lo no físico. Se trata de mundos anclados a un espacio concreto de la realidad. por su parte. entre la naturaleza y la cultura. que transgrede las fronteras entre lo humano y lo animal. con bases teóricas feministas. por su parte. En medio de esta polémica Andrews y Kitchin (2005: 320) anotan la necesidad de re-teorizar. estaría el ciberlugar como el resultante del impacto de la infraestructura del ciberespacio en aquélla del espacio tradicional. En términos de los universos alternativos. definen la geografía virtual como «la disciplina que estudia las características y leyes en torno a los ambientes geográficos virtuales. entre lo natural y lo artificial. señalan. Este libro. Andrews y Kitchin (2005: 319) afirman que las tecnologías de la comunicación yen particular del han objetado que. como aquel que adquiere exis- 250 LOS GIROS DE LA GEOGRAFÍA HUMANA LOS GIROS DE LA GEOGRAFÍA HUMANA - 251 . también se reconfiguran nuevos parámetros. El cuarto eje de análisis es el de las matemáticas. aunque Internet altera la lógica espacial de las sociedades modernas. Todo ello llevaría a la reestructuración de la corporación y de sus patrones de empleo. De hecho. la sustitución. Dearden y Batty (2007: 3-4) distinguen entre mundos espejo y mundos virtuales. 2000: 43). escribió The Virtual Community: Homesteading in the Electronic Frontier (1998) y ha sido un referente para el tema de la identidad y la construcción de comunidades virtuales. Haraway coloca en el centro de su discurso al cyborg. Los ambientes geográficos virtuales desarrollados a partir de los avances tecnológicos en términos de visualización. la ruptura de dichos dualismos de la modernidad y el significado que todo ello tiene en la teoría feminista. modelos que existen en el interior de las máquinas. se aniquilan ose encogen. son espacios que preceden a la realidad. pero no tienen un referente concreto en la Tierra. entre el cuerpo y la mente. Cyborgs and Women: The Reinvention of Nature en 1991. la verdad y la ilusión. Este organismo tendría la capacidad de transgredir los dualismos de la cultura occidental que han sido el sustento del dominio masculino de las mujeres y que ahora son desafiados por la tecnología. El otro gran referente teórico es Donna Haraway (2000: 291-324) y su texto Cyborg Manifesto publicado en su libro Sirnians. desde la geografía. los geógrafos El primer grupo de trabajos: en la discusión de algunos términos clave en geografía y el surgimiento de nuevos conceptos para abordar la temática que nos ocupa. complementación o elaboración de la infraestructura física basada en tecnología digital. como diría Baudrillard (1983). Son simulacros. Hui Lin y Jianhua Gong (2001: I). El texto concluye afirmando que «el ciberespacio tendrá profundos efectos en la llamada cultura postindustrial y las recompensas materiales y económicas serán enormes para aquellos que conciban e implementen primero y de manera más adecuada sistemas ciberespaciales» (Benedikt. Internet ha profundizado las divisiones socio-espaciales que conocíamos tanto a nivel local como global. es decir. a gran escala. En su construcción del mito de la identidad política. Es una criatura que va más allá del género. socialistas y materialistas. El cuarto grupo se constituye con los trabajos que se insertan en el tema desde los estudios culturales y las teorías de la posmodernidad. la cual entiende «a partir del uso de las redes de información y comunicación. Sin embargo. para este autor. Howard Rheingold. En el marco del ciberespacio. Esto se debería a la instantaneidad que permite una reorganización de las actividades económicas y de los servicios en particular.Ciberespecio. así como la relación e interacción entre los ambientes geográficos virtuales v: los ambientes geográficos reales». el trabajo a distancia (teletrabajo) y las operaciones de back office. personas que diseñen las estructuras. arquitectos que proyecten edificios electrónicos. principalmente de los espacios reales y virtuales que se encuentran física y conceptualmente entre las pantallas de los ordenadores». que sería «un organismo cibernética híbrido entre la maquina y el organismo. Batty (1997: 40) también distingue los lugares y el espacio que son el dominio tradicional de la geografía. En él se condensan la imaginación y la realidad material. Liliana López Levi requerir de planificadores y organizadores. como el espacio que se encuentra en el interior de los ordenadores y sus redes. En términos del espacio. Para abordar estos desarrollos analíticos desarrollados desde todos estos campos del saber. Por su parte. tienen las características y parecen lugares existentes. de la geometría y del espacio. en cambio. gráficas en 3D y elementos sociales como la percepción y el comportamiento (Hui Lin y Jianhua Gong. gráficas en 3D y realidad virtual otorgan la estructura para que agentes post-humanos vivan y trabajen. la vida cotidiana en el ciberespacio y la cultura en línea. emerge del anterior y utiliza dichas máquinas para su comunicación. Los primeros se refieren a modelos programados de alguna porción de la realidad que puede ser representada digitalmente. años más tarde. es decir. datos. de la espacialización de las operaciones aritméticas y algebraicas y de la reconsideración del espacio en la luz. Para otros autores. la autora discute el significado de la corporalidad en el mundo de la alta tecnología. Internet han replanteado la posibilidad de un colapso del espacio-tiempo. la mayor parte de los libros y artículos fueron elaborados en la última década. 2001: 2). habla de la cibergeografia. para luego ser manipulada. de las nuevas formas de conformación del mismo y de las implicaciones de la tecnología. para comprenderlo ahora en términos ontogenéticos. Este autor se refiere a la geografía virtual como «el estudio del lugar como espacio etéreo. El ciberespacio. lo masculino y lo femenino. sus procesos en el interior del ordenador y la manera en que este espacio interior al ordenador transforma los lugares fuera de él (Batty. a través de la automatización de las oficinas. Milton. la realidad y las apariencias. El quinto conjunto incluye aquellos estudios que se dedican a la representación digital de la superficie terrestre. Michael Batty diferencia entre las geografías en el interior de los ordenadores y aquellas que se generan a partir de las redes. entre el organismo y la máquina. una criatura de la realidad social al mismo tiempo que una criatura de la ficción». a continuación se clasifica la producción académica en cinco grupos a partir de los enfoques teóricos y de las temáticas abordadas: el primero de ellos se refiere a aquellos que disertan en torno a conceptos clave en geografía. El segundo grupo da cuenta de los aportes que se centran en problemáticas urbano regionales y en el papel de las tecnologías de la información y la comunicación desde el realismo o el marxismo. no se elimina el espacio. Y por último. afirman autores como Hui Lin y Jianhua Gong (2001: 2) que la importancia de conceptos tales como el de distancia geográfica y el de lugar decrecen. En el marco de las ciencias sociales y los estudios culturales podemos identificar el inicio de los años noventa como el momento en el que se escribieron varios textos clave sobre el asunto. Gustavo Buzai (2004a). cespacio (cspace). Dichos ambientes geográficos están compuestos de estructuras de información. Hudson Smith. lo civilizado y lo primitivo. En este sentido el autor plantea otro espacio. El geógrafo David Harvey (1990) es uno de los referentes centrales para los autores que abordan el ciberespacio desde la geografía y los estudios territoriales.lboro. 2002: 408). se dan nuevas aproximaciones teóricas a la forma en que se aborda el espacio real y el espacio virtual. se abre la necesidad de ahondar en la forma y funcionalidad de la infraestructura. para el cual las relaciones e interacciones en el ciberespacio requieren considerar asuntos centrales como la inequidad en la distribución y en el acceso a Internet. se fundamenta en el marco de la economía política de la ciberctdtura. aquéllos insertos en la geografía económica urbano-regional. Con ello. políticas y simbólicas de la sociedad» (Castells. el ancho de banda. se caracteriza por su franca oposición a los discursos utópicos que se centran en la aldea global y las comunidades virtuales. el lenguaje utilizado para describir el entorno está lleno de metáforas espaciales: navegar. Dicho espacio de flujos «está conformado por circuitos de impulsos electrónicos. Las estructuras materiales del espacio de flujos. la relación entre el ciberespacio y la vida cotidiana se entiende a partir de la dinámica capitalista de la sociedad industrial avanzada y de las tecnologías a merced de los intereses de las corporaciones (Dodge y Kitchin. históricos y geográficos para integrarse a las redes. Se trata de análisis que generalmente se desarrollan desde las teorías identificadas bajo la denominación de realismo. de la transformación de las regiones. 2006). en el mundo de hacer creer. y aunque las estructuras tradicionales del espacio no están presentes. como consecuencia de la forma en que las dos dimensiones fundamentales de la vida humana. cables y todo aquello que hace posible el funcionamiento de Internet.Liliana López Levi I tencia continuamente a través de las prácticas humanas. En estos estudios se abordan las implicaciones de las tecnologías de la información en la economía global. La economía política también considera los fuertes vínculos existentes entre sociedad y tecnología. aquel que integra estudios desarrollados desde la economía política y la geografía crítica. conectividad. Así para Castells el espacio de flujos funciona a través «de secuencias de intercambio e interacción determinadas. es el concepto con el cual se da cuenta del espacio que «viene a sustituir al espacio de los lugares. 252 LOS GIROS DE LA GEOGRAFÍA HUMANA Ciberespacio. su localización. afirma la autora. ir adelante. las redes que conforman. aunque en ocasiones también desde el marxismo. en particular en las estrategias económicas. Castells analiza las nuevas formas espaciales a partir del desarrollo tecnológico. Desde esta perspectiva. la crítica los ha caracterizado como trabajos que carecen de marcos epistemológicos sólidos ni están sustentados empíricamente: muchas veces tienen bases deterministas. El primero —la virtualidad real— daría cuenta de «un sistema en el que la misma realidad (esto es. las características demográficas de los usuarios. en el que las apariencias no están sólo en la pantalla a través de la cual se comunica la experiencia sino que se convierten en experiencia» (Castells.uk/gawc/ I LOS GIROS DE LA GEOGRAFÍA HUMANA 253 . En el caso de tecnologías como Internet. que se ha titulado Globalization and librld Cities Research Neuvork. Castells desarrolla dos conceptos clave sobre el asunto en estudio: uno es el de la virtualidad real y el otro el espacio de flujos. la virtualidad real y el sistema mundo que caracteriza a la globalización son la base geográfica del ciberespacio. En particular es relevante su discusión sobre la compresión del espacio-tiempo. También se puede incluir en esta perspectiva los estudios sobre el asunto desarrollados por el sociólogo Manuel Castells (2002). se ven alteradas por el nuevo sistema de comunicaciones» (Castells. en cambio. los ubica en el marco del capitalismo y sus modos de producción. la existencia material/simbólica de la gente) es capturada por completo. Para analizar los aportes de Manuel Castells al tema que nos ocupa es necesario recordar que para el autor el espacio «es el soporte material de las prácticas sociales que comparten el tiempo» (2002: 443). En este sentido. una vez que lo local se desprende de sus significados culturales. que flota sobre nosotros. 2001: 154). no se asume que el espacio tradicional sea aniquilado por la tecnología. que circula entre las paredes. según Dodge y Kitchin (2001: 25). Desde esta perspectiva.' La infraestructura en la cual se apoya el ciberespacio es mucho más concreta de lo que pareciera: las redes de ordenadores. Como ejemplo se puede destacar el trabajo dirigido por el geógrafo Peter Taylor. que la tecnología llevará al progreso y que lo posible es realizable. visitar. sumergida de lleno en un escenario de imágenes virtuales. etc. 2001: 26). en los patrones de empleo yen los procesos de reestructuración urbano-regional (Holloway y Valenune. atrás. esto afecta a la producción del espacio porque se modulan —a través de Internet— las condiciones mediante las cuales se crea y recrea el espacio. son ateóricas y empíricas. 2002: 445). No son virtuales como los lugares con los que se relaciona el cibernauta y existe poco conocimiento sistemático al respecto. nodos y ejes y en lo social por las élites gestoras dominantes. es decir. el espacio y el tiempo. El segundo grupo de trabajos. en las redes de soporte. pues consideran que las diferentes esferas de la vida social están determinadas por la tecnología. En esta obra. En este sentido. Se produce así una nueva caracterización del territorio en tiempos de la globalización. Los diversos textos que siguen esta tendencia centran su interés en las ciudades. donde las empresas se constituyen en actores centrales. la penetración del mercado. En términos del espacio virtual. en el tráfico. mundos virtuales y territorios del saber El tercer grupo de estudios que hemos construido. sino que diferentes lugares (en el sentido tradicional) se incorporan de una manera diferente a la economía de la información global. Mientras que el espacio de flujos. es un espacio físico. la proximidad no se da por la distancia. de nodos y vínculos que tienen posiciones en el espacio geográfico. los dispositivos electrónicos tienen un soporte que se desliza por los océanos. desarrollado por su grupo de investigación. estudia la globalización y la forma en que la tecnología ha reconfigurado el mundo. los enlaces telefónicos. que ejercen las funciones directrices en torno a las cuales se organiza el espacio en cuestión» (Castells. en las rutas. Para esta crítica aquellas visiones se basan en el supuesto de que todos nuestros problemas tienen soluciones técnicas. Véase http://www. entrar. Todas estas cuestiones han sido subrayadas por autores como Dodge y Kitchin (2001a1. entre otros. visiones que. 2002: 446-448). al que generalmente llaman «real». 2002: 406). para este autor. Detrás de esto se halla el tema de los patrones de desigualdad que crean un nuevo sistema de clases fundamentado en el acceso desigual a la información y que vuelve a dividir a la población en términos digitales (Bel. se concibe el espacio como una práctica social. repetitivas y programables entre las posiciones físicamente inconexas que mantienen los actores sociales en las estructuras económicas. 8. Por ello. es decir. El ciberespacio. en particular su obra La era de la información. Dichas investigaciones muestran la influencia del mundo virtual en el mundo físicamente concreto. Con esta perspectiva. Sin embargo. las dinámicas urbano-regionales y tecnologías de la información. con un enfoque teórico ubicado dentro del realismo geográfico.ac. sino por el vínculo entre las páginas web. que para Livecchi (2006: 127) está compuesta por la infraestructura de servidores. El punto de vista materialista. así como la representación del ciberespacio y de los mundos virtuales. En este sentido. virtualidad. Las identidades y la formación de comunidades son analizadas por Burrows (1997). Asimismo están los estudios de Jennifer Fluir (2006). cómo se vigila el sistema. en la interrelación entre lo humano y la máquina. China y México han usado la información y conocimiento geoespacial para explorar diversas perspectivas teórico-metodológicas en la conformación de productos concretos (Reyes. El cuarto grupo de trabajos se ha centrado. Con ello dan cuenta de la base material que sustenta el ciberespacio. de los mundos virtuales y ficticios que se crean en este entorno. Uno de los problemas abordados por este conjunto de estudios es el de la descorporalización y las implicaciones que ello tiene en las relaciones sociales construidas (Holloway y Valentine. Se discute. De ahí. Para dichos autores. el autor establece los vínculos entre el ciberespacio y otros espacios sociales. entonces. Ahora bien. analizado por Oliver Froehling (1997). La forma de relacionarnos se transformó y las estructuras geográficas que daban soporte a los espacios habitados tradicionales no son las mismas de antes. la biotecnologia y la ingeniería genética con la producción de organismos cibernéticos. en los cuales grupos académicos de diversos países como Canadá. Se han LOS GIROS DE LA GEOGRAFÍA HUMANA 255 . Conclusiones Con el surgimiento de la cibernética. 2001: 154). en términos políticos. en las nuevas formas de relación y la resignificación del espacio público. La problemática en cuestión también es vista desde Singapur en un artículo de Lily Kong sobre la religión y los vínculos que hay entre sus prácticas y la tecnología. los PC y las redes. que antes no se podía transformar. Desde su perspectiva (2006: 90). el análisis y mapeo de lo anterior otorga elementos para entender qué es y quién controla la infraestructura. Andrews y Kitchin (2005) retoman a Haraway y su noción de cyborg. cuando se introdujo el término de cibercartografía en el léxico de la disciplina. tacto y. en relación con el apoyo y las relaciones organizadas a través de Internet. de ser posible. Desde este marco. 2005: 76). y al cuerpo. desde la posmodernidad. y ser parte de un paquete analítico y de información (Taylor. durante la 18. olor y sabor). de los usuarios y su distribución territorial. en relación con la tecnología. En general la producción geográfica de este grupo se ha desarrollado en el campo urbano-regional y cultural. para analizar el vínculo entre 254 LOS GIROS DE LA GEOGRAFÍA HUMANA Internet y los cuidados de los pacientes. El quinto grupo establecido en este trabajo es el de las investigaciones desarrolladas en torno a la representación gráfica y cartográfica de los rasgos. ambos autores vinculan la cirugía cosmética. ampliar el rango de temas de interés social. desde el ámbito geográfico son más escasos aunque también están presentes. La cartografía se ha potenciado con el desarrollo tecnológico. Se reconoció. el lugar y la configuración política de las relaciones entre grupos religiosos (Kong. quien estudia específicamente el movimiento cyberpunk y sus vínculos con la teoría social posmoderna. Con ello. En el análisis de la corporalidad. quién tiene acceso. Entre las nuevas características estaba la de considerar a los mapas como productos multidisciplinarios. para establecer las conexiones con campos del saber tales como la enfermería y la medicina. mundos. Milton. En estas investigaciones se analiza la creación de los mundos-espejo mencionados por Hudson-Smith.' Conferencia Internacional de Cartografía realizada en Estocolmo. con énfasis en el ciberespacio. en temas tales como la identidad y la conformación de comunidades virtuales. quien plantea el uso que grupos marginados le dan a Internet. ser altamente interactivos. María Fannin (2006) analiza la forma en que las parteras y comadronas se han promovido como práctica global. más allá de las fronteras de sus propios Estados y naciones. Otro ejemplo de grupos en resistencia abordado en The Geographical Review es el del levantamiento zapatista de 1994 en Chiapas. por sus siglas en inglés). Desde ahí surge la cuestión de los límites borrosos entre la naturaleza y la tecnología y lo que significa ser un humano. no sólo a la representación del medio físico. Dearden y Batty (2007: 3-4). En una perspectiva semejante. es importante señalar el cambio en su conceptualización que se produjo en junio de 1997. Sin embargo. En particular. desde la sociología y los estudios culturales. las utopías. en la cultura cyborg y cyberpunk. que a su vez eliminan prejuicios sociales de género. con referencia a la representación gráfica y cartográfica del ciberespacio y de los mundos virtuales en su interior destaca la obra de Michael Dodge y Rob Kitchin Atlas of Cyberspace (2001a. en particular para el caso de la Asociación Revolucionaria de Mujeres de Afganistán (RAWA. poder e inequidad? ¿Se distribuyen equitativamente los bienes de las nuevas tecnologías? ¿Las nuevas formas de ser que las tecnologías de la información y la comunicación ofrecen son tan buenas como parecen a primera vista?' (2006: 3). se deriva una serie de artículos en la revista ACME (2006) que ahondan en la condición de la mujer. los medios ambientes virtuales y las nuevas manifestaciones culturales cyberpunk y cyborg y su relación con la teoría social y los estudios culturales. de raza o de discapacidad. Por su parte. los mundos virtuales y los retos que ambos imponen a las formas socio-culturales. la programación. 2005: 2-3). McBeath y Webb (1997) abordan la relación entre los imaginarios de lo urbano y el ciberespacio y las metáforas que se conforman en torno a los conceptos de ciudad. existen numerosos artículos. virtuales y territorios del saber Desde la geografía crítica. utilizar formatos multimedia y tecnologías de la telecomunicación. A partir de dicha propuesta se han construido artefactos de alta tecnología que han sido llamados atlas cibercartográficos.Liliana López Levi Ciberespacio. ya que permiten a la gente reinventarse. lo que ahora puede ser elegido o modelado. Mike Featherstone y Roger Burrows (1996) analizan el ciberespacio. Valorie Crooks (2006) aborda el manejo de la información y de la enfermedad en línea. características. la corporalidad y si los nuevos espacios virtuales son utopías que conforman grupos de identidad. La autora destaca la importancia de los sitios web para enfrentar las visiones hegemónicas y para alzar la voz. Entre éstos se destaca el trabajo de Reena Patel (2006). el ciberespacio no es ni un ideal utópico ni un sitio dominado por fuerzas totalitarias. comunidad. recurrir a un esquema multisensorial (visión. También en el enlace con la geografía médica. pues es justamente el cuerpo. entonces. fenómenos y procesos del planeta en el ciberespacio. 2001: 404-413). 200112). el mundo cambió. así como las relaciones con los médicos. quién lo usa y para qué. Retorna Internet como agente para la resistencia política. Boyer abre algunos cuestionamientos: «¿puede la tecnología en sí misma cambiar las relaciones de género. así como en las utopías y distopías. quien analiza la industria de los call centers en la India y sus trabajadoras. la necesidad de modificar el pensamiento del cartógrafo frente ala importancia que el mapa adquiría en la era de la información. oído. «Introduction: Gender. URL: http://www. 22 (3). Imagining Cities: Scripts.5 (1). vol.° 2. pp. Rob Krrattu (200 lb). «"1 Go on the Internet. Simulations. Desde la ciencia ficción. pp.. por lo que frente a la geografía humana por venir se abren muchas vetas epistemológicas y caminos teórico-metodológicos por explorar. consultado el 2 de enero de 2009. Area. México: Siglo XXI. «Geographv and Nursing: Convergente in Cyberspace?». Nursing Inquiry 12 (4).kitchin. «Placing Cyberspace: Process of Americanization in British's Children Use of the Internet». DE ANDRÉS.htm. Roger (1997).ub.ucl.ac. Oxford & Cambridge: Basil Blackwell. «Ciberespacio. abril. n. Gill VALENTINE (2001). HARAWAY. Cyberculture Theorists: Manuel Castells and Donna Haraway.pdf. Londres & Nueva York: Routledge. URL: http:// www.asa. México: Expansión Grupo Editorial.com. BOYER.(2004b). Progress in Human Geography. «The Cyberspace "War of Ink and Interne( in Chiapas. natural/ artificial c real/virtual. (1993). un futuro lleno de caminos por explorar. URL: http://www.ar/buzai/publicaciones/FG-250 . CyberspacelCvberbodies/Cyberpunk: Cultures of Technological Embodiment. «Towards Geography of Cyberspace». Londres & Nueva York: Routledge. Esta circunstancia resulta de la creciente importancia del ciberespacio en la vida social como un asunto muy reciente.html. Rob Kritutrí (2005). consultado el 20 de septiembre de 2008. 153-160. vol. BENEDIKT. «Geografía y ciberespacio. Jennifer (2006). Expansión.html. Robert (1998). HOLLOWAY. Digital Places. donde se borran las fronteras entre lo humano y la máquina.html. The Cibercultures Reader. Londres & Nueva York: Routledge. «Cyborg Manifesto: Science. BAUDRILLARD. Michael (2000). consultado el 20 de septiembre de 2008.c. la discusión teórica en torno al asunto es corta. 45-51. «Geography and Information Technology». No podemos predecir el avance tecnológico y la influencia que éste tendrá en nuestras vidas cotidianas ven nuestro pensamiento. Nueva York: American Geographical Society. «"Our Website Was Revolutionary". 316-324. ACME: An International E-Joumal for Critical Geographies. FANNIN. URL: http://www. A partir de las implicaciones que las tecnologías de la información y la comunicación tienen en el mundo actual. nuevas posiciones». Más bien se trata de un cuerpo multi e interdisciplinario que cada vez toma mayor importancia y que se presenta como un campo emergente de la discusión. en Gregory Derek y Rex Walford. CLARK. 291-307. 29. . «Introduction: Cyberspace and Geographical Space». vol.° 170 (58). Oliver (1997). Nueva York: American Geographical Society. Economía. Donna (2000). consultado el 2 de noviembre de 2008. David (1990). Horizons in Human Geography. . que aun cuando el desarrollo de dicha realidad se ha gestado a lo largo de las décadas.° 966. 5 (1). 139-145. Virtual Spaces of Representation and Resistance». pp. 5 ( I ). Daniel (2006).acme-journal. 5. que poco a poco se ha hecho realidad. t de agosto. Madrid: CSIC. Londres Si Nueva York: Routledge. Londres & Nueva York: Routledge. Tirso (2002).gepama. BELL. Gavin. en particular en las nuevas formas de configuración espaciotemporales. abordada por relativamente pocos autores y todavía no se ha consolidado en geografía.° 1. nuevos lugares. consultado el 1 de octubre de 2008. 291-324. consultado el 12 de agosto de 2008. The Cibercultures Reader. La discusión de lo anterior ha dado pie a algunos pensadores para cuestionarse la relación que como sociedad tenemos con las máquinas y la forma en que éstas cambian la configuración y dinámica de las dos dimensiones en las que nos ubicamos: el espacio y el tiempo. HEME'. aún no se puede hablar de escuelas del pensamiento. William Gibson (1984) imaginó las pautas de un espacio virtual. Los estudios sobre el ciberespacio y los mundos virtuales son relativamente nuevos en geografía y a pesar de que el análisis se retorna desde enfoques epistemológicos específicos. William (2000). Revista Elec- trónica de Geografía y Ciencias Sociales.netkongres2004/index_es. Estudios Geográricos. Michael (1997). pp. VIII. queda. «Global Midwifery and the Technologies of Emotion».org/ index. 250. 28 de mayo. KITCHIN. n. en David Bell y Barbara Kennedy.htm. CASTELLS.4n International E-Journal for Critica! Geographies. Michael (1998). vol. «Virtual Geography». The Royal Geographical Society / The Instante of British Geographers / Wiley Blackwell. Sage. en Sallie Westwood y John Williams. 33. consultado el 13 de marzo de 2006. The Condition of Postmodernity. «Cuando los clientes se llaman "avatares"». 70-88. vol. BURROWS. de Barcelona. Londres: Sage. tiene pocos años de haberse masificado en la manera en la que lo ha hecho.(2004a). vol. Paul y Barney WARF (1997). 87 (2). URL: http://wwwcibersociedad. sociedad y cultura. 256 LOS GIROS DE LA GEOGRAFÍA HUMANA _ Bibliografía ADAMS. Nueva York ACE Books. entre lo natural y lo artificial. CURRY. 235-248. pp. Homo cybersapiens. 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Londres Si Nueva York: Routledge. 23(5). Howard (1998). MCBEATH..ohistate. WEBB (1997). and the Digital». Scripta Nava. Revista Electrónica de Geografía y Ciencias Sociales.° 1. «La gran estrella del siglo 30G: la telefonía móvil y sus múltiples territorialidades».° 2. Posteriormente se presentan ciertos argumentos acerca de esta concepción de una geografía ambiental cercana a las ciencias sociales y a las dinámicas sociales. Vanda (2004). siquiera parcialmente. Paul (1997).cons.° 170 (7).htM VALENTINE. pp. en Fraser Taylor (ed. 193-218. y también reconociendo su acercamiento creciente a las ciencias sociales. entendido como parte de la geografía humana. consultado el 27 de agosto de 2008. el trabajo trata de aportar algunos elementos que expliquen.° 1. Hester (2003). The Cibercultures Reader. Crista M. Information Technologies and the Geographies of Everyday Life».edafaculty/mIcwan/Paper/Kwan_UG2002. Cambridge: Polity Press. 536-553. 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Imaginarios urbanos: cultura y comunicación urbana en América Latina. Londres. Oxford: Association of American Geographers. Middle States Geographer. Mei-Po (2002). «Cyberspace through Thick and Thin: Virtual Places and the Locational World». Londres & Nueva York Amold.sbs. Barcelona: Universidad de Barcelona. Jesús (2007). estas tesis han reconocido que ambos sistemas están sutilmente articulados bajo el enfoque de las esferas «dialécticamente interconectadas» por flujos de complementos y suplementos (Pálsson. se analizan algunas relaciones entre los dos ámbitos científicos.secondlife. Annals of the Association of American Geographers. SOJA. LÓPEZ LEY''. consultado el 14 de diciembre de 2008. se presenta el contexto teórico de aquella parte de la geografía que ha venido construyendo vínculos y articulaciones con las ciencias ambientales. pp. Boston. n. 126-133. vol. 33. el surgimiento de la geografía ambiental como un campo del saber geográfico inserto en los «giros» de las disciplinas sociales y de la geografía. En el mejor de los casos.). The Geographical Review. 404-413. 249-260. UEDA. Washington: Association of American Geographers. Heidelberg. «Exploring Virtual Geographic Environments». Graham. «Religion and Technology: Refiguring Place. Oxford. San Francisco. pp. París. Urban Geography. El País Semanal. La tendencia hacia tesis integradoras de estos dos ámbitos (social y natural) se viene constatando desde los LOS GIROS DE LA GEOGRAFÍA HUMANA 259 . n. junio. 7. Nueva York. LIN. «Cybercartography from a Modeling Perspective». pp. VI. Shawn (2000). Geografía y ciencias ambientales En el ámbito científico de lo ambiental existe una tendencia a privilegiar modelos integrales. The Virtual Community: Homesteading in the Electronic Frontier. pp. enfoques y procedimientos metodológicos que permitan aproximaciones más afines a las complejas realidades del mundo actual.4. Cultural Geography in Practice. «Yo y mi otro yo». El trabajo está estructurado de la siguiente manera: en primer lugar. The Instante of British Geographers.rheingold. Armando (1992). Cybercartography: Theory and Practice. Urquijo Universidad Nacional Autónoma de México El propósito de este trabajo es reflexionar acerca del campo del saber denominado geografía ambiental. Así. San Diego. Éste es el caso de la noción de «evolución cultural». Por un lado. años más tarde Friedrich Ratzel postuló el papel central de la geografía en las problemáticas sociales. o de carácter mixto o híbrido. enfatizaba que la disciplina debía ser una ciencia de los lugares de los hombres y no de los hombres en sí (Relph. ésta fragmentación no borró totalmente la idea de la geografía como ciencia puente ni su carácter naturalista y ambientalista (al menos en un inicio). «metabolismo cultural». Al mismo tiempo en que se discutía la fragmentación de los campos de la geografía desde aquellas últimas décadas del siglo xix y las primeras de la centuria pasada. En dicho contexto surgieron las llamadas ciencias ambientales o disciplinas híbridas. cuestionamiento de tipo ontológico. estas afirmaciones vidalianas también habría que ubicarlas en relación con el otro polo de su disputa intelectual. a pesar del interés por el ser humano. en el interior de cada uno de los dos campos. No obstante. por ejemplo. Entre ellos se pueden recordar los casos de 1. en aquellos años de definición de los alcances y límites de la disciplina geográfica. además. «naturaleza híbrida». especialistas de los campos biofísicos. las propuestas de análisis híbridos no han sido resultado único del surgimiento de las ciencias ambientales: tan sólo la geografía tiene más de cien años postulando enfoques integradores de lo social y lo ambiental. Al considerar el objeto de su conocimiento corno un dato. 1987). 2009). esa geografía sacrificó parte de sus posibilidades relacionales. Por otro lado. Mendonca. los análisis de tipo integrador se resuelven con construcciones semánticas de cuestionable confección (Escobar. hasta otras más cercanas a la ecología. la geografía ambiental muy bien se puede reconocer como parte de este grupo de campos emergentes. Entendemos que sería más relevante ubicar el problema en las ideas acerca de ese mismo mundo biofísico. también el medio podía ser transformado por la actividad del hombre (Fernández. 1981. Esto incluye sus efectos sobre los organismos. Al mismo tiempo. entre la sociedad y sus espacios. 2000). ni en la geografía humana ni en la geografía física. más inclinado hacia la vertiente humana. 2000. 1999). se vienen poniendo de manifiesto ciertos vacíos epistémicos y ambigüedades conceptuales propios de este campo de las ciencias ambientales. estas investigaciones están sustentadas en información de tipo cuantitativo. 2004. Aun con los caminos más o menos bifurcados en los inicios de la geografía moderna. Si bien es innegable que a lo largo del siglo xx. Como veremos más adelante. como fue el caso de Paul Vidal de la Blache. el cuestionamiento sería más bien de tipo epistémico (Urquijo y Barrera. No obstante. En el inicio de la geografía moderna. 2004). así como el impacto de la actividad humana sobre el medio. «socioambientes». es decir. por mencionar sólo algunas de ellas. en la geografía se presentó una bifurcación que marcó caminos independientes entre la geografía física y la humana. En parte esto se debería a la falta de distinción entre la «naturaleza» como cosa —suppositio simplex— y la naturaleza corno concepto :—suppositio naturalis— o como nombre —suppositio personalis— (Jacorzynski. No obstante. Las ciencias ambientales casi siempre han sido vagamente definidas. Este geógrafo francés. la disciplina en general —cargada hacia la vertiente física— se ocupó sobre todo de la morfología del medio. sin cuestionar la influencia del sujeto en su constitución. Específicamente se interesan en las interacciones entre los componentes físicos. principalmente biólogos y ecólogos. Dicho de otra forma. más o menos afines a los modelos teóricos construccionistas y al denominado »giro cultural». han planteado que la naturaleza carece de sentido en sí misma (Castree. Así. sin aportar contenido ni hacer referencias a las causales de orden social.Gerardo Bocco y Pedro S Urquijo La geografía ambiental como ciencia social años sesenta y setenta del siglo xx cuando. se descartaba totalmente el otro componente. LOS GIROS DE LA GEOGRAFÍA HUMANA 261 . «un enfoque que atribuye a los fenómenos naturales la causalidad de los desastres.' De acuerdo con Hortensia Castro y Perla Zusman (2009: 139). 2009). Si bien la perspectiva construccionista en este ámbito del saber ha contribuido a superar las posiciones que consideraban a la naturaleza como algo universal y desprendido de la sociedad. que entiende a la sociedad solamente corno receptora del impacto de un fenómeno». 2000). concebidas como las directrices de las percepciones y las intervenciones del ser humano en el ambiente. Se exploraba así un enfoque holístico en el análisis de la relación entre la sociedad y la naturaleza. esto es. «biocultura». 2005). La cuestión de fondo no debería radicar en la preexistencia o no del mundo biofísico sin la intervención humana. hay cierto acuerdo en que su objeto de estudio es el medio físico y el papel que desempeñan los seres humanos en él. De esta forma se privilegió la dimensión ambiental como objeto de conocimiento. De esta forma. 260 LOS GIROS DE LA GEOGRAFÍA HUMANA Sin embargo. la propuesta de Ratzel no fue del todo aceptada En el debate de las ideas surgieron otros postulados sobre la especificidad de la geografía. como algo que existe en sí mismo y no en su relación indisoluble con el sujeto que lo percibe y transforma. Así. entre otras. en el contexto de la crisis ecológica global —caracterizada por diversos procesos de deterioro ambiental—. se presentaron casos significativos de especialistas que continuaron postulando la condición holística de la disciplina. han llevado el análisis integral de lo social y lo ambiental al extremo de considerar la existencia de la realidad biofísica en términos prediscursivos y presociales. y suelen estar bastante cargadas de terminologías biológicas aplicadas de manera más o menos arbitraria a ciertos fenómenos y elementos socioculturales. Paul Vidal de la Blache explicaba que. se trató de una «perspectiva fisicalista». algunos especialistas realizaban esfuerzos por ponderar el principio integrador de la disciplina. tomando las bases desarrolladas por Alexander von Humboldt y Carl Ritter. Ortega. aquella geografía todavía estaba muy apegada a lo físico y a la naturaleza (Ortega. Sin embargo. interesados en las visiones integradas de lo social y lo ambiental —pero distantes de las teorías sociales— han realizado investigaciones del tipo de las crónicas monográficas en las cuales analizan fenómenos sociales. En estos casos. con la sociología durkheimiana en auge en esa época. se generó la aparición de movimientos sociales y estructuras de gobierno que ofrecían posibles soluciones o respuestas a la crítica situación. diversas aproximaciones desde aquéllas muy ligadas a la ingeniería. tales como la ecología política. Existen. En general. En la geografía francesa. si bien el ser humano quedaba condicionado por el medio. y en menor medida a las ciencias sociales y las humanidades. Sin embargo. enfoque que aquel autor denominara antropogeografta. la historia ambiental. Vale la pena aclarar que éste no fue el caso de la geografía humana. capaces de establecer vínculos orgánicos ecuménicos entre el objeto y el sujeto de su conocimiento. privilegiando el análisis de las relaciones entre la sociedad y la naturaleza (Ortega. Aguilar y Contreras. Más bien se hacía una valoración polarizada de lo que debía ser elemento dominante en el análisis geográfico. 2009). han ido configurándose conceptos que evidencian las preocupaciones de diversos investigadores o grupos de investigación por formular estrategias de análisis integrales e interdisciplinarias. la economía ecológica. este intento de superación de la dicotomía ha desembocado en posturas muy próximas a la negación de la naturaleza (Castro y Zusman. algunos científicos sociales. químicos y biológicos del medio. Physical Geography. y se ha manejado el de paisaje —o incluso el de región— como un nivel más de agregación biológica. La ecología. dedicado a temas como el rol del fuego en el cambio de uso del suelo —en los albores de la humanidad—. analiza lo que se conoce como las cuatro tradiciones de investigación en la geografía. que ya estaban muy bien establecidos desde décadas atrás. pero limitada a enfoques ya transitados. Frolova y Bertrand. El segundo es la obra editada por Thomas (1956). Por otro lado. por tanto. es pertinente destacar la denominada man-land tradition (tradición hombre-territorio. por ejemplo— ni la cuestión de la escala. cuyo vértice y posición rectora esté ocupado por la visión dada por las ciencias sociales (incluyendo allí la visión de aquellas disciplinas que giran hacia la geografía por su interés en lo espacial). Sin embargo. 2006). como un campo de la geografía orientado a las ciencias ambientales. con el ambiente percibido y modificado (Berque. quien concebía la geografía como una suerte de ecología humana. con la contribución de Carl Sauer —pionero de la geografía cultural en la década de los años treinta del siglo xx—. El espacio se concibe como un produdto cultural. porque lo que hoy consideramos como medio natural contiene una gran porción de historia humana. la historia natural de la urbanización. Sin embargo. desde los primeros años de estructuración del pensamiento geográfico moderno se reconocía a la disciplina como un instrumento epistémico apropiado para la articulación de lo estructural que es parte del sujeto que percibe y modifica. Quedaría sin resolver el problema del «desde dónde» se formulan las grandes preguntas que guían la actividad científica y su relación con la sociedad y su cultura. que se vale en buena medida de las herramientas de la geografíafísica y sus técnicas. Mans Role in Changing the Face of the Earth. el de Carl Troll. encontramos un papel central para la geografía como ciencia social (y no como ciencia de la tierra) en una perspectiva que no se limite a la simple integración horizontal de lo social y lo ambiental. De ellas. Urquijo La geografía ambiental como ciencia social Hartan Barrows (1982 [1923fi. pues es la «mirada» de la colectividad humana la que le da sentido al fenómeno natural. En descargo de los ecólogos. sin perder de vista el rigor de toda investigación académica al mismo tiempo que incorporaba una fuerte apertura hacia los avances tecnológicos. En este sentido. defensor de la geografía regional con una mirada netamente corológica.= La geografía ambiental. Tres obras pueden ser consideradas como hitos en la construcción del pensamiento geográfico ambiental. una tarea pendiente sería la reconsideración del análisis del uso del suelo —tan recurrido hoy en día para las predicciones ecológicas en tiempo y espacio— como un camino teórico y operacional pertinente para esas aproximaciones integradoras. el texto de Goudie (1981) The Human Impact on the Natural Environment (que ha sido reimpreso por sexta vez en 2005). haciéndolo inteligible (Fernández. que en muchos casos confunden nuevos rótulos con antiguos conceptos. preocupada por la cuestión aplicada. En términos generales. la diferenciación entre la historia natural y la historia humana deja de tener sentido. no ha incorporado una reflexión conceptual rigurosa sobre ambas dimensiones. y como una ciencia de síntesis. Más bien concebimos este papel en una perspectiva de integración vertical. siempre la separación entre la sociedad y la naturaleza ha resultado muy problemática por dos razones básicas. Por otro lado. Así se ha confundido el concepto ecosistema con el de paisaje. herramienta esencial de la geografía y que no pocas veces ha sido reducida a un problema matematizable. La primera es el libro de Marsh (1874) con el sugerente título The Earth as Modified by Human Action: Man and Natura. más bien. Por ejemplo. En este sentido y a riesgo de caer en apreciaciones muy simplistas. Pattison ofreció un esquema ideal para la formulación de marcos conceptuales coherentes. habrá que señalar que los geógrafos. Esto no quiere decir que fenómenos naturales tales como la fotosíntesis o la ley de la gravedad no existan en sí mismos. la deforestación. aun cuando son los seres humanos quienes les dan nombre y explicación. no han tenido la fortaleza institucional para debatir estos asuntos. realizado en 1955. interpretaciones o resemantizaciones. en los que retorna la antigua tradición del trabajo integrado entre lo ambiental y lo social. dentro y fuera de La geografía. En el momento en que los seres humanos combinan su cotidianidad con el entorno físico o biológico. a pesar de haber sido poco reconocido en nuestro medio. que fuera revisado por Lewis en 1976. como tradicionalmente visualizamos a nuestra disciplina. con métodos más o menos punteros en cuanto a lo tecnológico. que proporcionen desde lo social las herramientas analíticas y técnicas para contestar las preguntadas formuladas en el nivel superior. o más propiamente. más atractiva para propios y extraños. la erosión y la calidad de las aguas.Gerardo Rocco y Pedro S. Finalmente. fundador de la ecología del paisaje a mediados del siglo xx (Troll. ha intentado experimentar un giro hacia el tema ambiental y. 2009). Un caso más o menos semejante puede ser el del geógrafo alemán Alfred Hettner (1927). La construcción de la geografía ambiental 2. En primer lugar. constituye un intento por reubicar lo ambiental como un asunto fundamental para la geografía humana. que a través de sucesivas generaciones se manifiesta en sus territorios y paisajes mediante intervenciones. Este trabajo. 2006). 262 LOS GIROS DE LA GEOGRAFÍA HUMANA LOS GIROS DE LA GEOGRAFÍA HUMANA 263 . por ejemplo. objetiva o universal. la obra editada por Thomas deriva de un simposio en Princeton. que por cierto actualmente se ha constituido en una relación de sumo interés para otras disciplinas. El asunto clave más bien radica en conocer las ideas y los conceptos que se tienen sobre el mundo que recurrentemente se pretende convertir en «natural» (Saurí y Boada. el medio natural resulta una construcción humana constante. Otro antecedente relevante para el campo de la geografía ambiental es. al menos en México. En segundo lugar. Todo ello sin considerar las connotaciones territoriales tratadas en diversos sistemas clasificatorios sobre el terreno —uso de suelo. Esta breve enumeración podría iluminar un camino relativamente poco socorrido por los enfoques emergentes. En geografía. sociedad-naturaleza). la geografía ambiental corre el riesgo de convertirse en otra geografía física. Nueva Jersey. incluyendo el uso de herramientas de observación del terreno y análisis de la información derivada. el impacto de la actividad humana sobre los mares y las costas. esta distinción es difícil de sostener porque el medio natural no es una realidad única. como la anglosajona y la francesa en particular— hacia la relación entre la sociedad y la naturaleza. se debe recordar que en 1964 William Pattison escribió un artículo que ha sido vital en la geografía contemporánea. 1995. que han quedado plasmados (carentes de una adecuada síntesis) en la bibliografía anglosajona a partir de los trabajos de Forman en una re-creación de la ecología del paisaje. Todos estos temas están hoy en el centro de la discusión ambiental. al menos los físicos. una característica de la geografía en general ha sido su mirada tradicional —presente en diversas escuelas. sin duda alguna. ha tratado de girar hacia lo espacial. la geografía ambiental. en 1971. Esto no desmerece o descarta la importancia de los postulados y modelos propios de la geografía física o de las tecnologías espaciales que tienen una participación fundamental en la investigación geográfico-ambiental —como puede ser la geomorfología. Sin embargo. el retorno a la geografía es un camino más que pertinente para la construcción de nuevos modelos de análisis mixto. como hemos señalado líneas arriba. Desde el punto de vista conceptual y metodológico. A diferencia de la geografía física y sus campos de especialización. los aspectos distintivos del paisaje y los bienes que constituyen la herencia cultural. también destaca la obra de Glande y Georges Bertrand (2002 ) Une géographie traversiére• l'environnement á travers territoires et ternporalités (traducida al español y publicada en 2006 por la Universidad de Granada como Geografía del medio ambiente). tanto en Europa como en América Latina. Dicho con otras palabras. como en el caso de la Universidad de Utrecht. Asimis4. la geografía y su larga experiencia como ciencia «puente» resulta ser una disciplina por demás fundamental. Hacia los años sesenta el vocablo incorpora. el análisis de degradación de suelos. es importante «deshibridar» para después hibridar de manera orientada yen un sentido más consecuente con la realidad. exosfera o tecnosfera.. en el cual un individuo o un grupo social se desarrollan. en los Países Bajos. agua y suelo— y sus interacciones recíprocas. En general. Por ello. El estudio geográfico-ambiental se ubica en la sociedad. escrito por sugerencia de Horacio Capel. humano y natural. LOS GIROS DE LA GEOGRAFÍA HUMANA 265 . considerando los cambios o alteraciones ambientales como procesos medulares (Aguilar y Contreras. presente tanto en la tradición human environment o man-land. El ambiente es. departamentos académicos o secciones de uniones geográficas. una fuerte presencia de lo ambiental en geografía. y de acuerdo con una exhaustiva revisión bibliográfica presentada en otro trabajo (Bosco. hace explícito el origen de un pensamiento geográfico que tiende a la integración de lo social y lo ambiental. biosfera.— sino que. de un departamento de Geografía en la Universidad de Boston. En algunos casos la expresión geografía ambiental da cuenta de un simple sustituto de la expresión geografía física.> (Glick. esta expresión intenta establecer un puente entre las dos ramas tradicionales de la disciplina. más bien. en los márgenes inciertos de las disciplinas sociales y naturales. se generó la primera definición técnica de este término en su versión anglosajona con el fin de describir las condiciones sociales y naturales susceptibles de actuar sobre los organismos vivos y las actividades humanas. uno de los antecedentes inmediatos de la geografía ambiental es la geografía histórica. así. etc. donde los conceptos utilizados son los de geosfera. para el caso de la geografía anglosajona. tal como lo postulan otras disciplinas sociales (Eden. como es el caso de la geografía urbana ambiental. 2006).La geografía ambiental como ciencia social Gerardo Eiocco y Pedro S. haciendo referencia a la creación. realizadas por especialistas durante décadas. libros. en la práctica. Esta obra representa una exposición por demás ilustrativa de las relaciones entre la geografía y las ciencias ambientales. especialmente en el mundo anglosajón. no abundan planteamientos claros acerca del rol de este posible campo disciplinario. Urquijo 2003). Tal es el grado de polisemia de la expresión geografía ambiental.hypergeoir. Esta idea funciona bien a escala local y es equivalente al término «medio» —rnilieu. sino también el compromiso con la negociación de la política ambiental. en francés— a escala global. 2007). la investigación debe tener corno meta no sólo la producción de conocimiento específico. tesis. ni parece haber una definición sólida del marco ni una presencia institucional coherente medida en términos de artículos. se han acuñado otras nociones tales como geografía ambiental aplicada. más por convención que por convicción. Ello no implica que no exista. En los campos híbridos. En otros casos. En el marco de las ciencias ambientales. La geografía ambiental abre así un campo de discusión que trae consigo la necesidad de repensar las perspectivas y las herramientas para el estudio integral del vínculo indisoluble entre la sociedad y la naturaleza en su dimensión espacial. Por ejemplo. abióticos —aire. palabras «clave». 264 LOS GIROS DE LA GEOGRAFÍA HUMANA En cuanto a su etimología. consultadas en febrero y marzo de 2007. las ciencias ambientales rechazan las posturas antropocéntricas egoístas y oscilan hacia un ecocentrismo universalista igualmente radical. consecuencia de las complicaciones existentes en la hibridación de los componentes sociales y naturales. Algo similar ocurre con la fusión de departamentos de Geografía con los de Geociencias. sin una auténtica convivencia entre ellos. El enfoque de Troll ha influido el desarrollo de la perspectiva geográfica en la ecología del paisaje. Por otro lado. así como en otras ciencias sociales y en las humanidades. 2009). y en particular la de tipo cultural. como tal. Hacia los años veinte del siglo pasado. el tema del ambiente en geografía es de particular importancia y nos permite vislumbrar que un camino sólido para este derrotero es la mirada social. cuando se trata de establecer los antecedentes del actual pensamiento geográfico-ambiental. Una de las primeras menciones a la geografía ambiental como un campo disciplinario se presenta en el texto de Thomas Glick (2004). El término anglosajón environment deriva directamente de la palabra francesa.' A diferencia de la relación entre geografía y ambiente. dentro del cual se incluyen muchos elementos. Más recientemente. Por ello. I as ciencias ambientales resultan así en un conglomerado comprensivo pero indefinido. el quehacer interdisciplinario y transdisciplinario se ha encontrado con limitaciones tanto en el plano teórico como en el metodológico. Definiciones sobre el tema tomadas de www. el término francés environnernent' encierra la idea de «aquello que se encuentra alrededor. en los conglomerados conceptuales de las ciencias ambientales donde se toman propuestas o elementos de varias disciplinas sin mayor preocupación por las teorías específicas de los campos en los que emergen. en los albores del nuevo siglo. o se la ha sectorizado. el medio físico construido. En ese momento se proponía que el departamento debía «superar la antigua y dificultada división de la geografía ambiental [y no Física].. deben buscarse sobre todo en la geografía humana. 2004). el estudio del cambio de coberturas. en la perspectiva de construir ámbitos de reflexión y de acción tanto interdisciplinarios como transdisciplinarios. 1998. la geografía ambiental se dedica con énfasis al análisis espacial sin desconsiderar la relación indisoluble de la sociedad y la naturaleza. 2001). los recursos naturales bióticos —fauna y flora—. no ha alcanzado solidez epistemológica ni conceptual. de la cual se ha beneficiado a través de los estudios locales y regionales sobre la organización territorial de sociedades diversas. Aun en otros casos aparece como más cercana a la geografía humana (Bracken. Por tanto. Como la geografía histórica. las referencias explícitas se dan en torno a la relación geografía-ambiente expresada en la creciente transformación de algunos departamentos de Geografía en análogos de Geografía y Ciencias Ambientales. la geografía ambiental se ocupa de las transformaciones en el tiempo de unidades espaciales determinadas. concentrando su enfoque en la ecología humana. enlazándose con otros campos teórico-sociales. corno en la geógraphie et milieu de la tradición francesa. tanto para propósitos teóricos como aplicados. 3. Como un péndulo. • Relaciones políticas: el juego de poderes que dictan las elecciones sociales en materia de manejo de recursos. que más bien lo padece. Estas relaciones se podrían clasificar tal como propone Berque (1986). Los ambientes terrestres son. el suelo. El concepto de ambiente es espacial pero también reconoce una dimensión temporal: el ambiente resulta. la antropología. En este sentido. el desafío radica en contribuir a una visión sólida de gran sustento teórico. Así. una reubicación de lo ambiental en la geografía humana. lo que le da sentido a esta unidad es lo que llamamos cultura. lo que le otorga coherencia y orientación al conjunto completo de dimensiones de la geografía ambiental. c) El nivel interdisciplinario: participando en la reflexión generada en las ciencias sociales y en las ciencias de la Tierra. en efecto. una unidad pertinente para su análisis es el paisaje. si se prefiere. la historia y la sociología han llevado a un nuevo paradigma basado en el concepto de la ecumene. De esta forma. el reposicionamiento de lo ambiental desde las ciencias sociales. Se trata de aportar en la formulación de las grandes preguntas. asimismo. de acuerdo con Kent Mathewson (1998). Por otro lado y de acuerdo con Bertrand y Bertrand (2006) se puede señalar que la geografía. emergente. El ambiente puede entonces ser el resultado de una negociación entre actores sociales y aptitudes territoriales. b) El nivel disciplinario: afirmando las particularidades o la identidad de la geografía. poniendo al alcance todo el conjunto de conocimientos y prácticas geográficas. y puede ser privatizado. como un posible correlato del concepto de ambiente.). etc. La geografía ambiental es. y c) las calidades y cantidades de los recursos naturales que permiten la actividad y creatividad humana. tiene un espacio para su desarrollo y al cual contribuir. con su énfasis ambiental. Desde el punto de vista de la sociedad. resulta de las sucesivas intervenciones humanas a lo largo de la historia y pre-historia. mediante el reposicionamiento del geógrafo y el reconocimiento de su aporte en estos debates. pero desde una perspectiva específica. Más que preocuparnos por la validez o existencia institucional de un campo emergente de la geografía llamado geografía ambiental. ambivalentes y ecosimbólicos: existen a la vez como dimensión espacial (en su vertiente biofísica) y como expresiones simbólicas (en su vertiente fenoménica). forestales. que responden a intereses igualmente diversos. vale la pena observar que la sociedad y su ambiente es el conjunto de estas relaciones. el tema ambiental en geografía encierra un conjunto de ejes temáticos recurrentes. considerada como el sostén de la vida humana. cada visión. Entre estos dos polos y sus matices se evidencian los distintos modos de entender las transformaciones del entorno. Ésta es la razón de la aparición de un nuevo paradigma. b) las cualidades específicas de los paisajes. que ha funcionado. además de diferenciar con claridad la investigación básica de la aplicada. y por ello constituyen una unidad. • Relaciones estéticas: las percepciones y representaciones que una sociedad elabora de su ambiente. el agua. Los enfoques para abordar estos temas pueden variar de una investigación a otra. El ambiente es no sólo lo que «rodea». de la larga historia de la co-evolución de las especies sobre el planeta. sin abandonar las herramientas que nos ha dado la geografía física y que resultan potentes para comprender lo ambiental. para los ecólogos y biogeógrafos. necesariamente contribuyendo a la teoría social. • Relaciones tecnológicas: las actividades a través de las cuales cada sociedad maneja la ecurnene. Según la consideración de David Harvey (1996). pescadores. a saber. muchas veces con resultados pesimistas y otras tantas con conclusiones triunfalistas. La sociedad y su ambiente son una sola cosa. Es importante señalar. renunciando con ello a la pretensión de abarcar la totalidad de la problemática ambiental en todas las escalas espaciales y temporales. cuyo objetivo central es el análisis de las relaciones entre la sociedad y el ambiente. en la cual «el medio» no se define como un objeto sino como una relación entre la sociedad y sus espacios. un reposicionamiento de lo ambiental en la geografía como ciencia social o. y en parte también para ofrecer respuestas parciales que deberán sintetizarse en aquel nivel superior. lo factual y lo sensible. a la vez. LOS GIROS DE LA GEOGRAFÍA HUMANA 267 . en años recientes ha surgido una conceptualización derivada de la geografía e influida por la fenomenología. Por otro lado. entendido como una totalidad recursivamente interpretada desde la conciencia práctica de los grupos localizados en el lugar. pero actúa cada vez menos para el individuo. Urquijo La geografía ambiental corno ciencia social mo. en diálogo con aquellas disciplinas interesadas en esa dimensión además de la geografía. También reflejan la complejidad que supone el estudio de las múltiples formas de percibir e interpretar el mundo. una investigación declaradamente ambiental no debería soslayar un abordaje sólido y fundamentado de la dimensión espacial (Bertrand y Bertrand. La cultura es. la espacial o territorial.Gerardo Bocco y Pedro S. cada nivel de reflexión. El ambiente es controlado por la sociedad. Es la cultura lo que otorga el sentido ecumenal a los ambientes terrestres que integran el objeto de estudio de la geografía ambiental. además. constituye una unidad: la sociedad y su ambiente conjugan todas esas relaciones. Asimismo. más que preguntarnos sobre un giro en la mirada de la geografía inclinada hacia la geografía ambiental. 2006). debe responder a ciertas exigencias a fin de mostrar su capacidad para renovar o enriquecer las problemáticas ambientales. etc. 266 LOS GIROS DE LA GEOGRAFÍA HUMANA • Relaciones ecológicas: el aire. sobre todo en tres niveles: a) El nivel epistémico: mediante una participación más activa y creativa en la formulación de ideas sobre la temática y. Sin embargo. sino también un «producto de aquello que es rodeado». • Relaciones axiológicas: los valores y las normas ambientales. De este modo. El ambiente es cada vez menos un objeto natural que puede ser aprovechado directamente por un porcentaje cada vez menor de la población (agricultores. lo ecológico y lo simbólico. El ambiente es más bien el objeto de un aprovechamiento indirecto y a menudo no está localizado. 2000). En efecto. a veces es difícil de percibir. Se trata de: a) la estabilidad de la biosfera. que geógrafos como Angustio Berque han denominado paradigma ecumenal (Berque. incluyendo activos reproducibles y agotables. de tal forma que la frontera entre ambos aspectos es vaga. se constatan dos tendencias: por un lado. que el ambiente es una noción polisémica y probablemente en crisis. siguiendo y parafraseando a Alicia Lindón y Daniel Hiernaux (2006). En esta propuesta esquemática. se puede afirmar que los ambientes terrestres revelan simultáneamente lo físico y lo fenoménico. el conjunto de los ambientes de la Tierra constituyen la ecurnene. una ciencia relacional. Las aportaciones ambientales inter y transdisciplinarias que persiguen visiones articuladas con la geografía. «El último difusionista». MARSH. se inicia con la consideración acerca de que son las actividades humanas las que desencadenan los principales cambios en los ecosistemas y en los servicios que de ellos se derivan. Sally (1998). BRACKEN. [reimpresión de la edición de 1874].). . n. lau: Ferdinand Hirt. . pp. 35 de julio. Chávez. The Dictionary of Hamar! Geography. Zamora: El Colegio de Michoacán. París: Hazan.° 78. este fortalecimiento aun debe extenderse a los centros de educación superior a nivel regional. 254-269. Bibliografía AGUILAR. Tratado de geografía humana. ORTEGA VALCARCEL. Geografía e meio ambiente. como en las de carácter físico-ecológico. en Ron Johnston. Los horizontes de la geografía. « Physical and Environmental Geography«„Área. 125-127. pp. 22. Le sauvage et l'artifice: les japonais devant la nature. de tal manera de poder retener la fineza de la problemática ambiental local sin perder de vista la perspectiva científica global. La mayor parte de la bibliografía especializada en temas como el cambio de uso del suelo. de inmediato. Noel (2000). Ihre Geschichte. Liberation Ecologies. Boletín del Instituto de Geografía. Alfred (1927). «Introducción: la geografía humana. ORTEGA CANTERO. Gociv. 268 LOS GIROS DE LA GEOGRAFÍA HUMANA JACORZYKSKI.). Progress in Human Geography. crucial para la humanidad en este siglo. Homenaje a Milton Santos. Madrid: Biblioteca Nueva.). (2009). n. LINDÓN. Sin embargo. 261-296. Miguel y Carlos CONTRERAS (2009). ambiente y geografía ambiental«. Teoría de la geografía. Entre los sueños de la razón. la historia y la sociología pueden enriquecer el debate teórico de la geografía y su aplicación empírica. Conclusiones Además de contribuir a las ciencias ambientales a través de la perspectiva territorial o espacial del análisis del ambiente. Nueva York: Scribner. «Naturaleza y cultura: ¿dualismo o hibridación? Una exploración por los estudios sobre riesgo y paisaje desde la geografía». col. CASTREE. Octavio González y María Ventura (eds. Finalmente. Augustin (1986). BERTRAND. HARVEY. El pensamiento geográfico.La geografía ambiental como ciencia social Gerardo Bocco y Pedro S Urquijo En este sentido. Oxford: Blackwell. Hortensia v Perla ZUSMAN (2009). 85-102. and Co. pp. BresHETFNER.(1995). Une géographie traversiére: renvironnement á travers terri toires et tenzporalités. Progress in Human Geography. Bocco. vol. París: Gallimard. Claude y Georges BERTRAND (2006).). México: Cámara de Diputados / Centro de Investigaciones y Estudios Superiores en Antropología Social / Pornia." 1. el desafío debería consistir en aportar a la formulación de las grandes preguntas desde prácticas específicas. pp. LOS GIROS DE LA GEOGRAFÍA HUMANA 269 . Louise (2006). Andrew (1981). Justice. Marina y Georges BERTRAND (2006). ihr Wesen und itere Alethoden. Die Geographie. José (2000). en particular reteniendo una perspectiva integradora. En el caso de México. tanto en las cuestiones socio-económicas y culturales. Zamora: El Colegio de Michoacán / Embajada de Brasil / Facultad de Filosofía y Letras UNAM / Universidad de Guadalajara. Geografía del medio ambiente. ri. «Geografía ambiental». 46-68. puedan incluir los resultados de sus investigaciones. Alicia y Daniel HIERNAUX (2006). respetando los alcances en cada nivel de formulación teórica. Nature and the Geography of Difference. Uncertainty and the Environment». «Environmental Issues: Nature versus the Environment».° 3. »<Fuentes para el estudio de la geografía cultural». Derek Gregory. tal como podría ser el caso de la geografía ambiental. Geografía humana y ciencias sociales. en Carlos Téllez y Patricia E. en Richard Peet y Michael Watts (eds. Barcelona: Ariel. se pasa a enfoques notoriamente biofísicos. 425-432. Los aportes de la antropología. Barcelona: Anthropos-UAMI. Kent (1998).° 2. En cambio. pp. pp. «La geografía como ecología humana». . los geógrafos físicos u otros especialistas en aspectos biofísicos del ambiente. consideramos que cabe retener las grandes visiones en torno al problema ambiental.es/geocrit/srdsn-170-78. pp. pp. como el acervo de saberes que ofrezcan un acervo teórico en el cual. Geografía y cultura. Nicolás (1987). n. la apuesta se puede ubicar en las ciencias sociales (de allí el acento necesario en la geografía como tal). olvidando el enunciado inicial. «Cultural Landscapes and Ecology 1995-1996: of Oecumenics and Nature(s)«. por ejemplo. CASTRO. en Martha Chávez. 79-85. Gerardo (2007). Revista Electrónica de Geografía y Ciencias Sociales.. (2004). MATHEWSON. pp. George Perkins (1874). París: Belin. vol. en M. Progress in Human Geography. Witold (2004). González y M. . Investigaciones Geográficas. pp. en Josefina Gómez Mendoza (comp. 170. Paisaje y teoría. todo debería orientarse a fortalecer la investigación y docencia en estos temas. ESCOBAR. Oxford: Blackwell. 107-130. Londres: Routledge. Ventura (eds. BARROWS. ponencia presentada a la Cátedra de Geografía Humana Elisée Reclus. Thomas F. Debates de la geografía contemporánea. Arturo (1999).). The Human Impact on the Natural Environment. Zamora: El Colegio de Michoacán. Scripta Nova. MENDONA. vol. «Geografía y paisaje». 115-128. «¿Quién estudia ese espacio? Una reflexión sobre la geografía y los intereses de las ciencias». con una contribución sólida en términos de las ciencias sociales. 38. y dejar de lado las miradas encerradas en los pequeños campos epistémicos de disciplinas emergentes. Filosofía y antropología de las relaciones entre hombre y ambiente. n. Federico (2005). Geraldine Pratt :y Michael Watts (cds. El énfasis que ha venido cobrando la investigación ambiental en geografía bajo perspectivas cobijadas en las ciencias sociales resulta pertinente para albergar los esfuerzos de especialistas en diversas disciplinas relacionadas con el saber geográfico. pp. la geografía ambiental se enriquece por sentar al mismo tiempo las bases que la particularizan. URL: wwwub. Francisco (2004). Olivera (coords. Man and Nature or Physical Geography as Modified by Human Action. Una relación reexaminada. O. Les raisons du paysage. Sáo Paulo: Contexto.° 22. Barcelona: Aritiu -opos-UAMI. Harlan (1982). pp. «Constructing Nature: Elements for a Poststructuralist Political Ecology». vol.° 70. 25. El pensamiento paisajero. «Emironmental Issues: Knowledge. Madrid: Alianza.1itm GOUDIE. Madrid: Alianza Editorial. «Algunas reflexiones sobre geografía. EDÉN.(2009).). México. «Nature«. FROLOVA. París: Arguments]. Granada: Universidad de Granada [2002. Londres: Blackwell. BERQUE.(2001). Geografta humana y ciencias sociales. n. 537-540. Armstrong. incluso en revistas eminentemente biológicas.(2000).). un camino a recorrer». FERNÁNDEZ. Una relación reexaminada. 135-153. David (1996). Tratado de geografía humana. en Daniel Hiernaux y Alicia Lindón (coords. Dicho de otra forma. Écoumene: introduction á l'átude des milieux humains. 7-22. realizar un somero seguimiento a lo largo dei siglo xx del acercamiento entre la geografía humana y las otras ciencias sociales. Con este horizonte una de las primeras cuestiones que nos resulta necesario destacar es que esta relación es relativamente reciente. y Narciso BARRERA (2009). Rational Landscapes and Humanistic Geography. Orientalismo. así como del debilitamiento e incluso desaparición de esta relación en ciertos momentos del siglo XX. n. analizados en este libro de manera general yen los campos particulares del conocimiento geográfico. si la geografía humana —que asume como su objeto de estudio la relación espacio/sociedad o la dimensión espacial de lo social— no se abre a las teorías sociales. Journal of Geography. pp. en Philippe Descola y Gísli Pálsson (coords. SAURÍ. Jr. ya que durante mucho tiempo primaron los desencuentros. THOMAS. pp. Gaceta Ecológica. Urquijo Gísli (2001). . 270 LOS GIROS DE LA GEOGRAFÍA HUMANA LOS GIROS DE LA GEOGRAFÍA HUMANA 271 . Carl (2003). Pedro S. en esencia no surgen desde adentro de la propia disciplina. Ello no deja de resultar paradójico si se tiene en cuenta que el objeto mismo de estudio en ambos casos siempre ha sido muy próximo.) (1956). lztapalapa. en una perspectiva más amplia de diálogo y contraste con aquellas transformaciones de las ciencias sociales que las acercan —y a veces alejan— al espacio y la dimensión espacial de lo social. 211-216. Por su parte. 2 vols. pp. n. en donde tienen su inicio todos estos giros. Andamios. n. «Historia y paisaje: explorando un concepto geográfico monista«. Una propuesta desde Cataluña». «Ecología del paisaje». (1964). (ed. 315-328. Revista de Investigación Social.. William D. México: Siglo XXI.. William L. vol. de manera sucinta. paternalismo y comunalismo«. este libro quedaría sumamente trunco si no se planteara una revisión y reflexión acerca de la relación de la geografía humana y las otras ciencias sociales en sentido amplio. David y Martí BORDA (2006).° 41. Edward (1981).Gerardo Barco y Pedro S. 10. RELPH.<The Four Traditions of Geography. los giros y transformaciones que han recalado en la geografía humana contemporánea. Mans Role in Changing the Face of the Earth. 80400. pp. Nos planteamos entonces. «Sostenibilidad y cultura campesina: hacia modelos alternativos de desarrollo rural. pp. Con el horizonte de avanzar en los encuentros entre estos campos del saber. La temporalidad responde sencillamente a que es en este siglo cuando las ciencias sociales se formalizan en el sentido contemporáneo y también lo hace la geografía humana. COMPARTIR EL ESPACIO: ENCUENTROS Y DESENCUENTROS DE LAS CIENCIAS SOCIALES Y LA GEOGRAFÍA HUMANA Alicia Lindón y Daniel Hiernaux Universidad Autónoma Metropolitana. 227-252. 63. aun cuando en la geografía humana adquieren matices propios. México Como se ha planteado en los diferentes capítulos de este libro. Chicago y Londres: University of Chicago Press. Londres: Barnes and Noble Books.` 5. Esta historia de desencuentros constituye un obstáculo al conocimiento ya que la vida social lleva consigo como algo inherente el espacio. los caminos que no se cruzaban ni siquiera en un punto.. De modo tal que si las ciencias sociales estudian un fenómeno social cualquiera y no incluyen analíticamente su espacialidad. PALSSON. y corno cierre de esta obra. sino que le llegan desde las otras ciencias sociales.° 68. vol. Boletín de la Asociación de Geógrafos Españoles. tendrá una comprensión muy limitada de lo social. Perspectivas antropológicas. RAMSON. URQUUO. Naturaleza y sociedad. las sintonías diferentes.). resulta oportuno ubicar estos múltiples giros de la geografía humana. se produce una suerte de mutilación del fenómeno que se quiere comprender. Por ello. «Relaciones humano-ambientales. 71-84. TROLL. Desde una mirada geográfica autocrítica y orientada al reposicionamiento de la disciplina y considerando la labor de buena parte de los geógrafos. También subraya Wallerstein que la geografía.Compartir el espacio: encuentros y desencuentros de las ciencias sociales y la geografía humana Alicia Lindón y Daniel Hiernaux Existen antecedentes de un interés de las ciencias sociales —que se remontan a inicios del siglo xx— por lo que actualmente se define como el objeto de estudio de la geografía humana. a este primer momento lo identificamos a través de una situación de interacción emblemática: en el primer número de la revista de geografía politica y geopolítica Hérodote. consideramos que la situación y los desacuerdos son altamente significativos sobre la incomunicación que prevalecía en ese momento —no tan lejano desde la perspectiva del devenir del conocimiento social— entre las ciencias sociales v la filosofía contemporánea.' ello no fue motivo suficiente para tender un puente entre estos dos ámbitos del saber científico. el problema de fondo no era que Foucault no diera relevancia al espacio (cuestión que desde mediados de los sesenta había manifestado explícitamente). y la geografía humana.. cartografías. por otro (Foucault. 2. 2000). sino que no asociaba a la geografía con el espacio. Y el sexto momento. Desde la perspectiva de la comunidad geográfica se podría buscar la forma de descalificar el planteamiento de Wallerstein. que más bien parecería que se podría llegar a una configuración diametralmente opuesta: una nueva fusión profunda que podría subsumir la geografía humana dentro de la sociología. Ésa es la tarea central de este texto. Más aún. Por ejemplo. I. de modo tal que el segundo es previo históricamente al primero. el geógrafo Lacoste evidenció que el pensamiento del propio Foucault sobre el poder incluía el espacio. por un lado. Foucault planteó que la geografía era una disciplina bastante secundaria y que quienes se dedican a describir la tierra no tienen mucho que aportar a las ciencias sociales v al mundo científico en general. De modo que la situación de incomunicación entre la geografía y las otras ciencias sociales es protagonizada nada menos que por dos personajes muy fuertes en cada uno de sus campos del saber.. en los que priman a veces los desencuentros y en otros se avanza en los encuentros. Por ello no tenía méritos suficientes como para que fuera escudriñada por una «filosofía arqueologizante» sobre la formación de los saberes. etc. e incluso en la jerga de las ciencias sociales y en la suya en particular. 1992). Más allá del curso que tome esta situación. mapa. la situación parece alejarse aceleradamente de esa incomunicación. Utilizamos la expresión teoría social en el sentido propuesto por Anthony Giddens (1995: 16-19).. la geografía queda ausente del núcleo de análisis. a partir de obras recientes. A inicios del siglo XX. resulta difícil negar las palabras de Wallerstein. uno en las ciencias sociales y la filosofía contemporánea.] haciendo frecuentemente el papel de apéndice de la historia» (1996: 31). En este contexto. y el otro en la geografía humana contemporánea. Se podrían citar muchos otros ejemplos de este divorcio entre las otras ciencias sociales y la geografía humana. Momento 1: ¿no hay encuentro? Más que un período de tiempo. se puede constatar una superposición cronológica. En el tercer momento se muestra un tiempo en el que las ciencias sociales se hicieron fuertemente a-espaciales. En realidad. Tanto se está revirtiendo la situación de cara al futuro. Más allá de lo específico de este encuentro v sus personajes. el fundador y director de la misma —el geógrafo francés Yves Lacoste— publicó una entrevista que le hiciera a Michel Foucault. paisaje. en la obra publicada en 1996 Abrir las ciencias sociales. lo que ha ocurrido en el pasado y que ha permitido llegar a la actual situación. como por ejemplo territorio. es decir. en el año 1976. sintética y poco analítica. en 1976. lugar. Para ello. lo que está a nuestro alcance en este momento es revisar lo que se ha caminado. los hemos manejado de esta forma porque entendemos que el inicio marca una circunstancia emblemática en la que emerge el desencuentro entre dos personajes muy reconocidos. En aquel contexto. En esta obra. sostiene que la «geografía parece anacrónica por su propensión generalista. dando la espalda a esos intereses iniciales en torno al espacio y posiblemente proyectando ese momento de desencuentros entre voces fuertes. Wallerstein termina por definir la geografía —al igual que la historia— como prácticas antiguas (1996: 31). Actualmente. A pesar de este aparente desajuste entre nuestros momentos y una supuesta línea de tiempo en el sentido tradicional. se cierra el texto con algunas reflexiones acerca de los horizontes posibles de estos desencuentros y encuentros entre la geografía humana y las otras ciencias sociales. en cierta forma Lacoste confronta a Foucault por no haber considerado a la geografía en su célebre arqueología del saber (Foucault. El cuarto momento da cuenta de un regreso a la espacialidad en las ciencias sociales ocurrido a finales de los años setenta y los ochenta. pero sin que por ello se produjese el acercamiento con la geografía humana. Inmanuel Wallerstein analiza con notoria ilustración la evolución de las ciencias sociales y la necesidad de «abrirlas».. debido a que en esos tiempos la geografía humana no definía así su objeto de estudio. El segundo momento se desplaza hacia atrás en la línea de tiempo para evidenciar que con anterioridad había elementos de acercamiento entre las otras ciencias sociales y la geografía. Este primer momento marca el desencuentro insoslayable que primaba en los años setenta del siglo xx. 1980). era frecuente recurrir a expresiones de cuño geográfico. Ese momento fuerte de desencuentro permite observar hacia atrás en la historia de esta relación y también hacia delante. de gran trascendencia. Probablemente por esta razón la geografía permanece [. una época o un lapso. Por último. hemos decidido diferenciar seis momentos en el tiempo. por ejemplo. el espacio. nunca han sido componentes de primer rango de las ciencias sociales. la geografía humana aún no terminaba de perfilar su objeto de estudio en esta senda porque todavía era muy fuerte el interés por terminar de describir la superficie terrestre. El quinto momento muestra el acercamiento de cierta geografía humana a las otras ciencias sociales. Estos seis momentos no están organizados con una linealidad cronológica. 272 LOS GIROS DE LA GEOGRAFÍA HUMANA LOS GIROS DE LA GEOGRAFÍA HUMANA 273 . Sin embargo. Yen los últimos. junto con la psicología y el derecho. da cuenta del reconocimiento explícito de la teoría social' hacia todo lo que la geografía humana ha dicho y puede decir acerca de la comprensión de las sociedades contemporáneas desde su dimensión espacial. en una sociología del espacio como plantean algunos autores (en particular véase Gieryn.] como una suerte de pariente pobre [. aunque no fueron así retomados y potenciados. Michel Foucault e Yves Lacoste. En esta disputa. 5. 4. la influencia y la confrontación con Henri Bergson lo llevó a reflexionar sobre el espacio. pioneros. resulta ser un elemento clave no sólo de las transformaciones sociales de la segunda mitad del siglo xix. sobre la existencia del espacio o de un vacío entre los seres y las cosas. la Grofisttidt de la sociología alemana. Un caso que no se debería omitir es el del sociólogo francés Maurice Halbwachs (18771945)' Aunque su inquietud central se construyó en torno al estudio del tiempo. sino una pieza medular constitutiva de la formación del pensamiento sociológico contemporáneo. y rápidamente notamos que en la fundación de la sociología se presenta una profunda preocupación por el tema del espacio. en América Latina la difusión del pensamiento de la escuela de Chicago es previa y se asocia con el desarrollo del campo de estudio conocido como estudios urbanos. En todas estas investigaciones está presente un análisis —aún tenue— de la territorialidad como relación profunda y constituyente de lo social entre el sujeto y el territorio. pero todavía muy asociado al locus y a la especificidad de cada parcela de la superficie terrestre. el gueto judío analizado por Wirth (1928). quien significativamente no participó de este pensamiento social interesado en el espacio urbano. Son conocidas las descripciones biográficas de Maurice Halbwachs como un niño inquieto y curioso que leía a Julio Verne acompañado de un atlas. el proceso de urbanización y el surgimiento de las grandes ciudades o metrópolis. En el caso del pensamiento de Simmel. en la misma universidad se encontraba inserto un geógrafo. Ernest Burgess. Louis Wirth. aun cuando para esa época Vidal de la Blache había introducido el concepto de lugar. los hobos de Anderson (1923). Cabe subrayar que en el pensamiento francófono en buena medida fue Yves Grafmeyer quien abrió el interés por esta tradición del pensamiento social. que se desarrolló de la mano de este fuerte interés por el espacio. Posiblemente esto se relacione con el hecho de que en ese tiempo (19001930) la geografía aún no asumía claramente que la «superficie terrestre» —su objeto de estudio— pudiera replantearse bajo el concepto de «espacio». en la cual reunió sus principales ideas fundadoras de la sociología moderna. Hay que recordar que entre la primera generación de «sociólogos» de la escuela de Chicago fue frecuente una etapa de formación inicial en Alemania. Esta tradición del pensamiento social fue iniciada por el filósofo (sociólogo y psicólogo) alemán Georg Simmel. Es importante observar que si bien ese interés pionero por el espacio permite a las ciencias sociales abrirse al tema. aún estaba muy interesada en la descripción de la superficie terrestre. o Charles Booth (1840-1916) en Inglaterra. Grafmeyer y Joseph. en sus interrogantes ontológicos sobre el ser y su esencia. También se pueden recordar algunos otros célebres pensadores de la primera mitad del siglo xx. 6 obra póstuma. casi siempre cristalizado como espacio urbano. no tendió ningún puente interdisciplinario con la geografía humana. o incluso desacreditados. entre otros. A su turno yen obras anteriores a las de Simmel. No es despreciable notar que la filosofía griega.. podemos situarnos en el origen de las ciencias sociales modernas. Publicada por primera vez como obra póstuma en 1950 por PUF. En ese desarrollo Simmel (1939) introducía diversas categorías espaciales como claves explicativas del tipo de vida social de la modernidad que avanzaba. En buena medida todo ello fue motivado por el auge que iba cobrando el funcionalismo parsoniano desde finales de los años treinta y que terminaría en franca hegemonía y notorio desplazamiento del interaccionismo previo.. fueron planteamientos muy relevantes. porque en ese tiempo se dedicaba a la geomorfología. publicado en español en 1986. Entre ellas se puede recordar la densidad de las interacciones sociales en el espacio metropolitano. también es sabido que una década después toda esa tradición había sido relegada y empezaba a pulverizarse buscando refugio en diversas universidades americanas. La situación planteada se puede matizar si se realiza una revisión a largo alcance de la historia de las ciencias sociales: éstas se han interesado en diferentes tiempos por el espacio como dimensión constitutiva de la vida social. pero que resultaron alternativos o bien periféricos. En La mémoire collective. 4 Otra cuestión no menos relevante es que esta tradición de la teoría social no llegó a constituirse como el pensamiento hegemónico de su tiempo o sólo lo hizo con cierta fugacidad. que tanto interesaron a Shaw (1930). En este sentido cabe destacar una tradición de la teoría social de finales del siglo XIX e inicios del siglo xx. es decir. no dudaron en abordar los problemas sociales de su tiempo desde perspectivas sociológicas en ciernes que no dejaban de lado el espacio y sus nuevas configuraciones como un elemento central de las transformaciones sociales de la época. Este trabajo fue objeto de un capítulo importante de su Sociología. sobre todo en los años veinte-treinta. en sus despliegues de la teorización sobre la dimensión espacial. En el caso del pensamiento americano de Chicago.Alicia Lindón y Daniel Hiemaux Compartir el espacio: encuentros y desencuentros de las ciencias sociales y la geografía humana Momento 2: eppur si muove. pensadores como Frédéric Le Play (1806-1882) en Francia. De modo tal que el interés por el espacio en esas ciencias sociales de la época no las acercaba a la geografía que finalmente. Aunque también han contribuido a su difusión más amplia textos emblemáticos como d de Ulf Harinerz. u otros posteriores como Jean-Michel Chapoulie (2001). incluso el interés por lo abierto y lo cerrado en términos espaciales. Así. los outsiders estudiados por Becker (1963). ya había levantado un tema espinoso: ¿existe el espacio? Esta pregunta llevó a debates significativos en la fundación del pensamiento occidental. Carl O. como el conocido caso de las pandillas estudiadas por Thrasher (1927). Posiblemente. las distancias no sólo físicas sino también sociales y emocionales entre los urbanitas. 274 LOS GIROS DE LA GEOGRAFÍA HUMANA LOS GIROS DE LA GEOGRAFÍA HUMANA 275 . Sauer (1889 1975 ). 1979). a inicios del siglo xix. Frederick Thrasher. en esa época. o el Jack roller y diversos tipos de delincuentes. Georg Simmel (1858-1918) desarrolló una auténtica sociología del espacio». Sin retroceder tanto en el tiempo. que luego no fue recuperada por la sociología clásica. aunque también contribuyen a esta tendencia autores como Isaac Joseph (por ejemplo. realiza numerosos avances en torno al espacio como parte intrínseca de la vida social muchas veces a través del análisis de ciertos sujetos sociales (frecuentemente marginales o integrados socialmente de manera parcial). Cabe subrayar que la sociología urbana producida en el Departamento de Sociología de aquella universidad. que luego terminará siendo casi uno de los padres fundadores de la geografía cultural. Más bien. y luego fue retomada por la conocida escuela de Chicago de los años veinte y treinta del siglo xx. dedica un capítulo a la relación entre la me- - 3.' particularmente de la mano de Robert Ezra Park. 6. incluso mucho antes de la aparición de las mencionadas obras y también con posterioridad a ellas. es ampliamente conocido que en su tiempo las figuras de Durkheim y sobre todo la de Weber lo opacaron. Roderick McKenzie. Otra expresión de la desconexión de las ciencias sociales interesad as en el espacio y la geografía se puede observar en el hecho de que mientras en el Departamento de Sociología ido& de Chicago de inicios del siglo xx los sociólogos iniciaban un acercamiento al espacio urbano (y fundaban la sociología urbana). Compartir el espacio. encuentros y desencuentros de las ciencias sociales y la geografía humana Alicia Lindón y Daniel Hiernaux moría colectiva y el espacio (Halbwachs, 1997). Con anterioridad, en Los marcos sociales de la memoria (2004), publicada inicialmente en 1925, es extenso en ejemplos y referencias sobre la memoria espacial. Tal vez por haberse acercado al espacio desde la memoria, el énfasis se ubicó en el espacio como lo que perdura de las sociedades. No obstante, no se puede olvidar que la geografía francesa de la primera mitad del siglo xx también se interesó por el espacio y los lugares como lo que perdura, y no tanto como lo que se transforma. Las palabras siguientes muestran la sensibilidad de Halbwachs hacia el espacio, en parte a través de la noción de lugar: Las imágenes espaciales juegan un papel en la memoria colectiva. El lugar ocupado por un grupo no es como un pizarrón sobre el cual se escribe y luego se borran cifras o figuras. [...] El lugar ha recibido la impronta del grupo y recíprocamente. Todo el devenir del grupo se puede traducir en términos espaciales, y el lugar ocupado por el grupo no sólo es la reunión de todos sus términos. Cada aspecto, cada detalle de este lugar tiene asimismo un sentido que sólo es inteligible para los miembros del grupo porque todos los fragmentos del espacio que ellos han ocupado corresponden a diferentes aspectos de la estructura y la vida de su sociedad o, al menos, a lo que en ella es más estable [Halbwachs, 1997: 196]. Estos prolegómenos, a veces más sociológicos y otras más filosóficos, se acompañaron de otros semejantes producidos en la antropología, la psicología (que generó en América Latina la mal denominada psicología ambiental con un fuerte interés espacial), la economía (que en un momento dado se tomó «espacial» a través de voces como la de August Losch o Francois Perroux, por ejemplo). En otros términos, el espacio ha estado presente extensamente en La teoría social. Sin embargo, sería exagerado afirmar que el espacio haya estado presente de manera permanente y sostenida, tratado como un tema central de las ciencias sociales. Para retomar el del caso de la sociología, no se requieren demasiadas búsquedas para evidenciar que la tradición clásica, tanto durkheimiana como parsoniana, omiten el espacio para la formación del núcleo duro de sus teorías sociológicas. Y fue con estas teorías como se formaron —aespacialmente— generaciones de jóvenes sociólogos durante décadas. IVIás aún, sería ingenuo plantear que ha adquirido frecuentemente el carácter de dimensión explicativa de la realidad social. Más bien, la tendencia dominante ha sido la de asociar el espacio a lo empírico, a los hechos mismos. Sin duda alguna, esto no ha sido ajeno al desinterés de los propios geógrafos por teorizar el espacio y la espacialidad como categoría explicativa del mundo. Momento 3: la nueva evaporación del espacio en las ciencias sociales Desde los años cuarenta del siglo xx y hasta los años setenta, la teoría social legitimada se desinteresó del espacio y/o de la dimensión espacial de lo social, al tiempo que se concentraba en el estudio de las estructuras y los sistemas sociales. En todo caso, fue la teoría weberiana de inicios del siglo x-x la que caminó por un rumbo diferente al de las estructuras y los sistemas. La propuesta weberiana abría así la ventana del individuo como forma de comprensión de lo social. No obstante, esta teoría sólo incluía al individuo a través de la acción social, pero sin plantearse la espacialidad de la acción social. Luego, desde los años sesenta del siglo xx, las teorías neomarxistas regresaron con mayor fuerza sobre las estructuras que las funcionalistas (y el estructural-funcionalismo) ya habían enaltecido. Todo esto implicó un olvido espacial. Por su parte, la geografía 276 LOS GIROS DE LA GEOGRAFÍA HUMANA humana en ese tiempo reducía el espacio a la localización, de modo tal que si en algún rincón de la teoría social había un interés espacial esto se resolvía de manera muy simple: ¿dónde se localiza un fenómeno en cuestión?, o bien ¿cuáles son los factores de la localización de algún fenómeno en cuestión? Las razones de este devenir son por lo menos de dos ámbitos: la primera es que la formación de las ciencias sociales en el curso del siglo xrx y hasta bien avanzado el siglo XX estuvo orientada por la dominante temporal, que desdibujó el espacio. Este énfasis le permitió a las ciencias sociales desarrollar relevantes conceptos, como la «idea de progreso» (Nisbet, 1996). Pero también muchos otros conceptos clave del siglo xx encuentran su esencia en la regencia del tiempo, un caso particular es el concepto de desarrollo y todas las expresiones con él emparentadas como, por ejemplo, crecimiento: así, desarrollo y crecimiento son procesos y, por lo mismo, se desencadenan temporalmente y su análisis requiere de enfoques históricos. Esa centralidad del tiempo también estuvo presente en el pensamiento de Marx y se asoció intrínsecamente a su perspectiva de fondo, de tipo evolucionista. Marx, en sentido estricto, no sacó a lá luz la dimensión espacial de las sociedades capitalistas. El sesgo aespacial de Marx se reprodujo en el pensamiento social neomarxista de la segunda mitad del siglo xx. Este sesgo llevó a un autor —de raigambre marxista pero al mismo tiempo explícitamente interesado en el espacio— como Henri Lefebvrev a realizar notorios esfuerzos en su libro El pensamiento marxista y la ciudad (Lefebvre, 1983), intentando encontrar y mostrar que Marx y Engels habían pensado, al menos, algunas cuestiones sobre el espacio. Esta larga noche espacial del pensamiento social también puede comprenderse desde la perspectiva de lo no dicho por quienes debieron haberle dado su relevancia a la dimensión espacial, los geógrafos. Los geógrafos no han sido la punta de lanza del avance de las ciencias sociales y muy tardíamente se han interesado por reflexionar sobre su objeto de estudio, el espacio. En este sentido, la labor del geógrafo latinoamericano Milton Santos ha sido decisiva (1990, 2000). Sin duda alguna, muchas otras voces anglosajonas y francófonas han coincidido en la necesidad de teorizar el espacio, pero en todos los casos se trata de voces más o menos de las últimas tres décadas. Así, buena parte de los geógrafos de ese tiempo en el que filósofos como Lefebvre lanzan el tema espacial (los años sesenta y setenta del siglo xx) mantenían su apego a la tarea descriptiva, ofreciendo al lector interminables y detalladas monografías de todos los rincones del planeta. Los conceptos empleados, por lo general más operativos que medulares, la ausencia de un pensamiento analítico y abstracto, los hicieron presentarse y mantenerse en el tiempo como aquellos especialistas por excelencia en la descripción, considerando además que resultaban menos interesantes que ciertos literatos —que también describieron la superficie terrestre— como Julio Verne. Ello no niega las notables excepciones durante esa larga noche de la espacialidad, pero esos casos raros no fueron fácilmente asimilados por el mainstream geográfico, donde reinaron liderazgos tan fuertes e imponentes como los que hacían y deshacían la teoría social en otras disciplinas. Por ejemplo, el notable Paul Vidal de la Blache, no muy diferente en cuanto al rol en su campo que Emite Durkheim en la sociología, su contemporáneo y con el cual emprendiera una disputa célebre. 7. No es casual que Lefebvre se interesara por el espacio si se tiene en cuenta que construyó su comprensión de las sociedades modernas desde la vida cotidiana, que necesariamente conlleva una dimensión espacial. LOS GIROS DE LA GEOGRAFÍA HUMANA 277 Compartir el espacio: encuentros y desencuentros de las ciencias sociales y la geografía humana Alicia Lindón y Daniel Hiemaux Momento 4: un regreso a la especialización de las ciencias sociales La apertura de Michel Foucault hacia el espacio (aunque no hacia la geografía) para comprender la posmodemidad —planteada desde los años sesenta, pero profundizada con la publicación del clásico texto sobre la heterotopía en los ochenta (1984)— representó un hito relevante para la revalorización contemporánea del espacio en el conjunto de las ciencias sociales. Parafraseando a Foucault se puede señalar que, en la medida en que el tiempo resulta cada vez más controlado a través de los artificios de la modernidad, el espacio —por otra parte, inseparable del tiempo— cobra una centralidad creciente. De hecho, el avance en la comprensión científica del tiempo introducido por la física cuántica, por ejemplo, ha mostrado que no es posible separar conceptualmente el espacio del tiempo, al contrario, es una «espuma espacio-temporal» indisociable (Prigogine y Stengers, 1997). En esta perspectiva, Michel Foucault señalaba que el tiempo había sido a la modernidad lo que el espacio era para la posmodernidad. Sus palabras resultan ilustrativas: Uépoque actuelle serait peut-étre plutót l'époque de l'espace_ Nous sommes á l'époque du simultané. nous sommes á l'époque de la juxtaposition, á l'époque du proche et du lointain, du cote á cóte, du dispersé. Nous sommes á un moment oir le monde s'éprouve, je crois, moins comme une grande vie qui se développerait á travers le temps que comme un réseau qui relie des points et qui entrecroise son écheveau [Foucault. 19M: 46]. Precisamente será en este trabajo publicado inicialmente en 1984 en francés donde el filósofo francés desarrolle su conocido concepto de heterotopía.' Esta cuestión fue retomada a finales de los ochenta por el geógrafo Edward Soja, cuando advertía en su obra Pos tmodent Geographies que así como se había construido una teoría social crítica con un énfasis en el tiempo, el desafío posmoderno estaba exigiendo que una nueva teoría social crítica incluyera de manera central el espacio (Soja, 1989). En este devenir de una espacialización creciente del pensamiento social, el geógrafo Peter Gould ( I996) afirmaba que el siglo xxi sería el «siglo espacial, se evoluciona hacia una fuerte conciencia espaciotemporal 1..1 un tiempo en que la conciencia de lo geográfico volverá a adquirir una presencia destacada en el pensamiento humano». De tal manera que a finales de los setenta y más aún en los ochenta del siglo xx, asistimos a una nueva espacialización de las ciencias sociales (Lindón e Hiernaux, 2006). Una primera observación con respecto a este «regreso al espacio y el lugar» índica que con frecuencia ello ha ocurrido de la mano de autores que podemos calificar como periféri- 8. Este texto resulta de una de dos conferencias radiofónicas pronunciadas por Michel Foucault el 7 y el 21 de diciembre de 1966, en France-Cedture, en el marco de una serie de emisiones sobre utopía y literatura. Posteriormente, el autor redacta el texto en la primavera de 1967 en Túnez, a raíz de la invitación que recibe del Cercle d'Études Architecturales para intervenir como conferenciante. No obstante. durante muchos años Foucault se negó a la publicación de este texto y apenas pocos años antes de su muerte, Des espaces atares se publicó por primera vez en francés (1984), y dos años después en inglés (Of other spaces) y en abril de 2010, en español, con el título Utopías y heterotopías, en el n.` 51 de Fractal, Revista Trimestral. También fue incluido en la obra póstuma (sujeta a numerosas controversias por el rechazo expreso del autor a la publicación de obras póstumas) en la que se integraron diversos textos resultantes de entrevistas y conferencias, titulada Dits e écrits. Esta obra fue publicada inicialmente en 1994 en 4 vols. y luego, en una segunda edición, en 2001 en 2 vols., en ambos casos a través de Gallimard. 278 LOS GIROS DE LA GEOGRAFIA HUMANA cos con relación a las corrientes más legitimadas en el pensamiento social. La idea de una «marginalidad creadora» (bogan y Pahre, 1991) que es capaz de generar la innovación, es pertinente en este discurrir de las ciencias sociales. En cierta forma, ocurre algo semejante en las nuevas perspectivas teóricas de la geografía humana, que hacen un camino inverso a las ciencias sociales, es decir, un acercamiento creciente y gradual a las formas de pensar y analizar el mundo propias de la teoría social. De hecho, para muchos geógrafos actuales, la geografía humana indiscutiblemente forma parte de las ciencias sociales. A lo largo del presente libro, sus autores han esgrimido argumentos y ejemplos significativos de este acercamiento entre la geografía y la teoría social, construyendo puentes hechos para durar. Este resurgir del interés por el espacio en la teoría social de los años setenta y más aún en los ochenta, con voces relativamente periféricas, inicialmente y en parte fue algo así como un regreso a las ideas de Simmel y sus continuadores, por ejemplo en la escuela de Chicago. Aunque, afortunadamente, también se retroalimentó de otros aportes —posteriores a Simmel— y del espíritu posmoderno y se fueron generando así avances considerables en el conocimiento social sobre el espacio y la espacialidad. Asimismo, habría que considerar que esta búsqueda y redescubrimiento de Simmel que hacen ciertos teóricos sociales en la segunda mitad del siglo xx, usualmente no surgen de un interés explícito por el espacio. Nuestra hipótesis al respecto más bien se orienta en el sentido de que en estas teorizaciones el espacio surge sin ser buscado. El interés de esta parte de la teoría social más bien se definía en torno a la saturación de las grandes teorías estructurales que habían perdido el sujeto, fuente de toda creatividad e innovación social, por el peso que asignaban a las estructuras. De modo tal que el reencuentro con viejas ideas como las de Simmel se relaciona estrechamente con la búsqueda del sujeto, el actor. Es muy conocida la difusión que adquirió en los años ochenta la expresión tourainiana del «regreso del actor» (Touraine, 1987), otras veces replanteado como el «regreso del sujeto». El regreso al sujeto produjo un reencuentro con lo cotidiano, y la comprensión de la vida cotidiana resulta indisociable de la espacialidad. De esta forma, para aquellos autores que buscan la comprensión de las sociedades contemporáneas otorgándole centralidad al sujeto, en los ochenta no sólo estaban las bases pioneras planteadas por Simmel y otros clásicos, sino también otros desarrollos teóricos realizados desde el sujeto y la subjetividad con posterioridad a Simmel, como es el caso de la obra de Alfred Schutz. La teorización de este autor de origen austríaco sobre todo fue desarrollada entre los años cuarenta y cincuenta, es decir, en su exilio americano, 9 aunque algunos textos fueron elaborados anteriormente, en los años treinta. A pesar de la fortaleza teórica que dejara el filósofo austríaco, en esos años casi no tuvo resonancia en Estados Unidos. Seguramente ello no fue ajeno al auge del funcionalismo en ese tiempo y en aquel país. Pero será desde finales de los sesenta cuando su obra se difunda, sobre todo a partir de la publicación del emblemático libro de sus dos discípulos, Berger y Luckmann (1968), La construcción social de la realidad. Incluso, antes de mediar los años setenta, se habían traducido al inglés y al español buena parte 9. El hecho de que Schutz realizara su gran desan-orlo teórico tras su llegada a Estados Unidos (en 1939), implicará un matiz relevante. Schutz incorporó en sus planteamientos muchos elementos del pragmatismo americano (William James) y también del interaccionismo simbólico (desarrollado inicialmente en la escuela de Chicago). LOS GIROS DE LA GEOGRAFIA HUMANA 279 Alicia Lindón y Daniel Hiernaux Compartir el espacio: encuentros y desencuentros de las ciencias sociales y la geogratia humana de los textos de Schurz, ''' lo que le dio al pensamiento del filósofo austríaco un notorio reconocimiento después de su muerte. En estos desarrollos teóricos, el tema del sujeto —que constituía el nuevo norte de los pensadores de los años ochenta que buscaban trascender las teorías sociales que se calificaban como saturadas— venía inserto en el Lebenswelt, mundo de vida o mundo de la vida cotidiana. Y el mundo de la vida cotidiana en esencia incluye al sujeto con su subjetividad, los otros que forman parte de ese mundo y las dos coordenadas básicas del sujeto: el tiempo y el espacio (el aquí y el ahora de la fenomenología social), todo ello entretejido en la intersubjetividad. De esta forma, desde los años setenta y ochenta encontramos en la teoría social autores que tratan el espacio como parte constitutiva de la sociedad y que recuperan bases teóricas de autores como Simmel y Schutz, aunque también van más allá de esas ideas seminales. Éste es el caso de Michel Maffesoli, Jurgen Habermas, Erving Goffman (en este caso con cierta antelación) y Marc Auge, por nombrar algunos autores muy relevantes en este camino, pero no los únicos. El espacio no constituye un desafío en sí mismo para estos pensadores. Es un hallazgo no buscado un emergente natural del énfasis en el sujeto en el mundo de su vida cotidiana. Por eso, paradójicamente esta espacialización de sus teorías no acerca a estos autores a la geografía. Actualmente, nos podría resultar incomprensible que el desembarco de estas teorías sociales en el espacio no llevara al diálogo con la geografía. Pero se puede apreciar esa situación como esperable si se considera que estos autores nunca asumieron que su pensamiento fuera sobre el espacio. Por otra parte, no es difícil suponer que estos autores concibieran a la geografía como lo hiciera Foucault frente a Lacoste, cuando la geografía misma tenía aún dificultades para asumir de manera contundente y extendida que su objeto de estudio fuera el espacio. Erving Cofín tan (1922-1982) es uno de los sociólogos del siglo xx que, sin proponerse producir una teoría social de corte espacial, se encuentra con el espacio a partir del análisis de las microsituaciones, de las interacciones cara a cara entre las personas. De hecho, su construcción teórica está totalmente entrelazada con la espacialidad: por un lado, replantea el concepto fundante de los interaccionistas de «interacción social» en'el de «situación de interacción social», definiendo a esta última como la interacción social integrada en un contexto particular de espacio y tiempo. Y posteriormente, la situación goffmaniana» va a recoger uno de los núcleos de su teoría: el planteamiento de que lo macro (los consensos, los acuerdos, los códigos sociales) emerge y se negocia en cada situación de interacción. De modo tal que la sociedad se produce y reproduce en las situaciones de interacción, con la espacialidad que le es inherente. Tal fue el peso de este aporte, que muchos autores lo consideraron el iniciador de una perspectiva que se ha dado en llamar «situacionismo metodológico» (Knorr-Cetina y Cicourel, 1981), y precisamente la situación alude a una espacialidad intrínseca. Otras expresiones de la fuerza del espacio en la teoría goffmaniana se hallan en la misma metáfora dramatúrgica, en donde el «escenario» es el espacio en el cual los actores interactúan, y manejan diferentes elementos (incluso materiales) que integran en ese espacio a fin de darle más credibilidad y fuerza a su actuación. Dentro de la propia 10. En este sentido cabe destacar la importante labor que realizaron Thomas Luckmann. Arvid Brodersen y Maurice Natanson. El primero de ellos para integrar y completar el trabajo que quedara inconcluso a la muerte de Schutz (Schutz y Luckmann, 1977). Y, por su parte, Natanson y Brodersen . ara integrar como textos articulados los manuscritos que dejara Schutz de lo que inicialmente se en inglés como Collected Papers I y ti, y que en español constituyeron El problema de la realidad ,acial y Estudios sobre la realidad social (Schutz, 1974e, 1974b). 11. Este equívoco es frecuente entre ciertos geógrafos —de hecho el propio Guy di Méo lo ha advertido (1999: 83)— porque no sólo desvirtúa el planteamiento inicialmente goffinaniano, aunque retomado por Giddens, sino también porque indirectamente muestra la persistencia de una geografía muy limitada en su comprensión de la teoría social, que se obstina en traducir todo al lenguaje geográfico tradicional. Una geografía que pretenda reposicionarse en el concierto de las ciencias sociales no puede permitirse esas libres interpretaciones de la teoría social. 280 LOS GIROS DE LA GEOGRAFÍA HUMANA metáfora dramatúrgica no sólo se presenta el espacio como escenario, sino también como fachada, es decir, el espacio detrás de la actuación o tras bambalinas (1981). Algo semejante se puede comentar con relación a las denominadas «regiones anteriores N' posteriores», que si bien algunos geógrafos han leído de manera muy superficial y directamente desde el viejo concepto geográfico de región (generando un equívoco)," en realidad remiten a una forma de expresar la espacialidad de la interacción de un actor con su audiencia, refiriéndose a lo que la audiencia ve y lo que se encubre detrás. Como ha señalado el geógrafo Guy di Méo (1999: 83) en su relectura de Goffman-Giddens. «el espacio se regionaliza respecto del cuerpo humano 1...1 regionalizar un lugar - quiere decir, para el actor social, significado». En este camino, Di Méo ejemplifica la regionalización de la casa entre regiones del día y regiones de la noche, como referencia a prácticas definidas por la espacio-temporalidad. Al mismo tiempo el espacio que se concreta como espacio público también se constituye en el foco del análisis goffmaniano, tanto desde la perspectiva de la visibilidad que supone el espacio público abierto, como desde la estrategia de los actores para construir demarcaciones simbólicas en él y así cerrarlo a través de la interacción cara a cara. El peso que le da al espacio público este autor es tan fuerte que influye en los comportamientos de las personas, en el actuar (1970, 1979). También se puede observar que el análisis goffmaniano del cuerpo en toda situación de interacción (con su kinésica, proxémica y gestualidad) viene a constituir una expresión misma de la espacialidad. Dicho de otra forma, abría así Goffman el antecedente de toda una línea de geografía cultural muy reciente, para la cual el espacio último (o primero) de la persona es el cuerpo. De igual forma, otro de los temas de gran interés para Goffinan como fueron las denominadas «instituciones totales» (psiquiátricos, cárceles, monasterios o hasta un buque en altamar), lo aborda desde una espacialidad insoslayable, ya sea la de la institución total en su conjunto, o bien las microespacialidades de sus diversos rincones, cargados simbólicamente (1992). La relectura de Goffman desde el espacio parecería incompleta si no se incluye el trabajo de Isaac Joseph (1988, 1999), uno de los autores contemporáneos que ha hecho una revisión espacial más interesante de la obra de Goffman, desde la sociología urbana. Por su parte, Michel Maffesoli ha asumido un papel no ortodoxo en la sociología desde sus primeras obras, cuando afrontaba la omnipresencia del pensamiento marxista, por ejemplo en sus trabajos sobre la dominación (1976). Ya sea en sus análisis sobre el viaje, la orgía y la fiesta (1982) o en aquéllos más recientes acerca del mal (2004a), Maffesoli mantiene en filigrana constante la presencia del espacio, sin por ello menospreciar la dimensión temporal, que aparece de manera central tanto en sus primeros trabajos —por ejemplo, su destacada obra La conquista del presente (1979)— como en otros recientes, por ejemplo El ritmo de la vida (2004b). Este interés de Maffesoli por el espacio, por un lado se puede entender desde su perspectiva del individuo que lo lleva a la vida cotidiana (con la tradición schutziana que LOS GIROS DE LA GEOGRAFÍA HUMANA 281 Particularmente relevantes resultaron los trabajos sobre el concepto de lugar desarrollados por la geografía humanista anglosajona de los años setenta y ochenta (Relph. 2000. Dentro de su campo disciplinario. Se trata de un aporte sumamente interesante para la construcción de estos vínculos entre la geografía y las otras ciencias sociales. soslayando la centralidad del espacio. de manera por lo demás laxa y poco formal. Un caso particular que merece ser citado. es decir. como la de habitar (desarrollada inicialmente por Martin Heidegger y recuperada en la geografía de la mano de Eric Dardel [1990] desde mediados del siglo xx) con otras ideas espaciales muy actuales. Una de sus líneas de análisis sobre el espacio. Seamon y Buttimer. Dentro de este tipo de sociologías de la vida cotidiana. Por ejemplo. Esto ocunía de manera simultánea a que muchos otros tomaran la expresión como un acierto que no requería análisis. En esta línea. desde la filosofía contemporánea también se debería incluir la obra en 3 vols. desde los años veinte del siglo xx (Hannerz. sin duda alguna. Así. este auge del concepto de lugar (a veces popularizado casi como una noción de tipo coloquial) como una de sus derivaciones encontró un regreso. Este rápido repaso de algunos autores que reconocemos como emblemáticos en su tratamiento de lo espacial dentro de la teoría social. sino hacia los movimientos espaciales del sujeto en su cotidianidad. obligó a otros autores a reflexionar con mayor profundidad sobre el «lugar« y el «sentido del lugar». 1976. por citar algunos ejemplos. este antropólogo redescubre el espacio urbano. que ha tenido una gran aceptación en las ciencias sociales: el espacio es para este autor lo que permite la co-existencia entre los individuos (2003a. Así este tipo de posiciones Vi talistas. o al menos haber reactivado esa discusión. no sólo en la etnografía sino en todas las ciencias sociales. discusión ni mucho menos revisión. de particular riqueza y complejidad. según se considere el asunto— de desarrollar un concepto en apariencia anodino y simple. el individuo (en su concepción. 2005). revisión y proyección de estos desarrollos geográficos pioneros acerca del lugar produjeron. y a quien aún no se le ha reconocido lo suficiente el aporte. de Peter Sloterdijk. en este caso los pequeños murmullos del espacio. No se puede negar que muchas veces estos desarrollos en torno al concepto de lugar tuvieron cierta relación con la provocación introducida por Augé en 1992. que para los antropólogos siempre había resultado más o menos soslayada. Esto no niega que ciertos autores han identificado el interés de la antropología por la ciudad desde la escuela de Chicago. sociólogos como Claude Javeau también han profundizado en la dimensión espacial (1982). Claude Javeau. 2003b. Marc Augé. Queda pendiente reconocer muchos otros aportes que han contribuido de una forma u otra a sacar a la luz y problematizar la dimensión espacial de la vida social. Incluso. funcionalista y sistémico cuyas explicaciones del mundo suelen aparecer como descorporizadas y distantes del individuo y su mundo de vida. Sin entrar aquí en detalles sobre la solidez de este concepto. en su trayectoria intelectual puede no haber sido más que una digresión de corte simmeliano. 2007 y 1977.Compartir el espacio: encuentros y desencuentros de las ciencias sociales y la geografía humana Alicia Lindón y Daniel Hiemaux integra). que contribuye a revalorizar filosóficamente el espacio bajo la metáfora de las «burbujas». merece ser incluido en las perspectivas sociológicas que sin buscarlo contribuyen a la construcción de puentes entre la geografía humana y las otras ciencias sociales. en parte tomando como punto de partida los estudios del historiador Pierre Nora (Javeau. Su sociología de la persona es una sociología del cuerpo (embodied según la terminología anglosajona). no podemos dejar de reconocer que tuvo un impacto considerable sobre el pensamiento social acerca del espacio. En el caso de la antropología. En suma. Aun reconociendo a los «etnólogos de la ciudad» de aquellos tiempos. Un caso más o menos diferente es el de Marc Augé. en las voces de geógrafos pioneros en el tema. 2000. otros autores han producido avances teóricos destacados y profundos respecto al espacio. pero que en definitiva viene a sumarse a esta renovada espacialización de las ciencias sociales con considerable repercusión. el de haber movilizado el pensamiento sobre el asunto. 1980). Por lo mismo. Nora. 1997). incluyen el espacio como un elemento central: parafraseando a otro sociólogo de la vida cotidiana. quien analiza el espacio a través del habitar y el nomadismo. Maffesoli ha contribuido a reposicionar el espacio como parte de la vida cotidiana que mueve y reconstruye las complejas sociedades actuales. se puede afirmar que la contribución de Marc Augé no ha sido tanto la construcción de conceptos contundentes de tipo espacial. sino la de abrir una puerta que desde tiempo atrás era necesario haber abierto en las ciencias sociales en sentido amplio y en la misma geografía humana. casi como una suerte de revelación desde el Olimpo del conocimiento social. la ciudad pensada desde los espacios subterráneos pero habitados. la geografía humana incluida. reflexiones mucho más profundas que el planteamiento de estilo cliché de Augé sobre los no lugares (Butz y Eyles. la travesía en el espacio y en algunos espacios en particular. en términos de un trabajo etnográfico de la ciudad. El regreso. como la del nomadismo. 1996. su desafío e innovación no era el redescubrimiento del sujeto (como le pasó a buena parte de la sociología) sino el redescubrimiento de la ciudad. 1997. 1998). Tuan. aunque no han logrado la difusión de Augé. Di Méo. Un etnólogo en el metro fue una obra que en poco tiempo logró el estatuto de clásica. porque integra ideas fundantes para la geografía humana. como el caso del metro (1986). y por lo mismo.Hubert Radkowski (2002). Augé tuvo el acierto —o desacierto. su autor expresa no sólo una inquietud hacia la vida cotidiana. es el estudio de los «lugares de memoria». De modo tal que habría que ubicar el interés de Augé por lo espacial dentro del surgimiento y consolidación de la antropología urbana: al redescubrir la ciudad. 1986). ubicadas en las antípodas de aquéllas de tipo estructural. sin por ello perder el valor mencionado. no deja de ser ilustrativo de lo que se planteaba al inicio de este apartado (estos autores se encontraron con el espacio sin buscarlo) el hecho de que en los últimos trabajos Augé se orienta al análisis del tiempo y a la memoria. una revisión y a veces una arqueología de lo desarrollado con anterioridad a Augé acerca del concepto de «lugar«. aun sin hacerlo desde una perspectiva declaradamente espacialista. Berque. Finalmente. un etnólogo tradicional en un primer tiempo. o el movimiento espacial en lugares abiertos como los Jardines de Luxemburgo (1987). Debarbiewc. En esta obra. 282 LOS GIROS DE LA GEOGRAFÍA HUMANA LOS GIROS DE LA GEOGRAFÍA HUMANA 283 . el autor nunca perdió el rumbo del sujeto. el de «no lugar». en la obra del mismo nombre (Augé. Hablar del «no lugar». se puede expresar que se asiste a un reconocimiento de los «pequeños murmullos del mundo» (1987). tuvo una influencia decisiva para que su disciplina comenzara a observar el espacio. Esto permite hipotetizar que posiblemente esa reflexión inicial valiosa sobre el espacio y el lugar. sin duda alguna la antropología que se focaliza en la ciudad no es el campo de estudio más antiguo de la disciplina. Esferas. 1992). Y por otro lado. lo cotidiano y la corporeidad resultan indisociables del espacio. es el de Georges. Este caso es diferente porque Augé procede de la antropología. la persona) lo conduce a la centralidad del cuerpo. siempre resultará incompleto. Por ello. o incluso al sustrato en el cual están los fenómenos sociales. En todo caso. Más bien. que han ido ubicando a la geografía humana en nuevos derroteros. la que se ubica desde la vida cotidiana). quien concibe la relación de la humanidad con el espacio desde un renovado concepto de ecumene. tendiente a construir un nuevo edificio teórico acerca del espacio. posiblemente porque la disciplina no tiene niveles de institucionalización tan intensos como en las viejas universidades de otros lugares del mundo. Damos prioridad a esas otras aperturas de las ciencias sociales al espacio. ya que en el pensamiento geográfico esta expresión ha tendido a reducirse a sinónimo de neomarxista LOS GIROS DE LA GEOGRAFÍA HUMANA 285 . En este último sentido también hay que tomar en cuenta que en las comunidades académicas de geógrafos ha sido poco común el tránsito por varias discipli284 LOS GIROS DE LA GEOGRAFÍA HUMANA el espacio' encuentros y desencuentros de las ciencias sociales y la geografía humana nas. 14. en el cual se integren las teorizaciones sobre el espacio producidas en las otras ciencias sociales. También con una particular apertura filosófica hacia lo oriental se puede recordar el caso del geógrafo francés Augustin Berque (2000)." Ha sido frecuente. económicos o políticos (loque en la geografía se ha identificado como el espacio contenedor). al menos hasta tiempos recientes. la espacialidad con toda su complejidad. En todos los casos los geógrafos que se abren a ciertos aportes de las otras ciencias sociales han sido voces particulares: por ejemplo. o bien se dejaron seducir por las promesas de una nueva ciencia integral. aún inconcluso. semióticos. incorporar sus esquemas de producción de conocimiento y un discurso propio pero al mismo tiempo compartido. aunque casi siempre han tendido a hacerlo de una manera muy simple. Al respecto se puede recordar que Jacques Lévy. incluso. dentro de la formación disciplinaria. percibe y piensa el espacio (1977). Seguramente sería forzada una interpretación de esta naturaleza. uno de estos geógrafos que se abren al pensamiento social de manera contundente. en concepciones más complejas. con muchos lastres v dificultades. Posiblemente. no relevamos esa otra parte de la teoría social que reduce el espacio a su mínima expresión. la apertura a los aportes sobre el espacio producidos fuera de la geografía se constata en geógrafos con una formación amplia en las ciencias sociales. la geografía humana se ha visto movida fuertemente por esas aproximaciones al espacio que provienen de las otras ciencias sociales y las humanidades. más densas. tanto que termina girando favorablemente su nimbo. los planes de estudio tampoco suelen abrir más que a niveles elementales la formación hacia otras ciencias sociales. En el caso de América es donde los planes de estudios muestran más apertura. En otros casos. sino a ciertas voces. Superado ese primer momento. que las trayectorias educativas de los geógrafos con niveles más altos de formación estén enteramente replegadas en la propia disciplina. Cada capítulo de este libro señala algunos de estos esfuer12. por la influencia del pensamiento neomarxista. y a profundizar y afinar las propuestas geográficas que emanan de los mencionados giros. Como se ha demostrado a lo largo de este libro. Empezar a dejar atrás esto le permitió iniciar el acercamiento a las demás ciencias sociales. consideramos fecundo el planteamiento de Jacques Lévy" (1999) del inicio de un giro geográfico dentro de la propia disciplina. Esas tendencias al repliegue dentro de la disciplina no contribuyen a esa apertura de l a geografía hacia las otras ciencias sociales interesadas en el espacio. 13. relativistas. subjetivistas. A partir de la primera pista esbozada por Marcel Gauchet (1996). se fue sedimentando un interés más sólido y sostenido. que también terminó por perder lo específico. que empezó a generar avances innovadores. que la simple localización. Por ello. en América Latina es donde más se ha fracturado esa tendencia en las trayectorias educativas monolíticas de los geógrafos. una espacialidad no reducida al carácter de contenedor o de la simple localización. es decir. Es bastante frecuente también en el caso de la antropología. desarrollando el concepto de topofilia como a apego o amor por los lugares (1990). como también las tendencias nomotéticas de la modelización cuantitativa. es un proceso gradual. todos estos intentos más o menos logrados de espacializar la teoría social. No obstante. sin vínculos con la tierra« (1898-1899)— estos desarrollos teóricos de las últimas décadas del siglo xx revierten esas constataciones y por lo mismo muestran un panorama alentador tanto para las ciencias sociales que se espacializan. así como esas ideas que bloquearon tanto tiempo el devenir de la disciplina: la de ciencia puente y la de ciencia síntesis. Varias disciplinas sociales son las que han concebido la formación en estos términos. El «giro» en la geografía empezó entonces a tornar un carácter radical:" se abandonaba tanto la vieja geografía ideográfica tradicional. son numerosos los autores que han iniciado —como dijera Jacques Lévv (1999)— la construcción de este edificio teórico sobre el espacio en diálogo con las otras ciencias sociales. penetró en varias disciplinas durante su formación universitaria (Lévy. y además. Radical en el sentido amplio de la expresión. reduciendo el espacio a la localización. En cambio. culturales. Además se puede tener en cuenta que. desde los años setenta y más aún desde los ochenta. Ese acercamiento es complejo ya que no se debe perder la especificidad en este tránsito. También otras teorías sociales de tipo más estructural han manifestado interés por el espacio. los geógrafos que asumieron estas posturas fueron proclives a perder la espacialidad y terminar produciendo discursos propios de las otras ciencias sociales pero no geográficos. En un primer momento. en los años setenta. no han sido ajenos a la geografía humana como se ha visto a lo largo de este libro.Alicia Lindón y Daniel Hiernaux Compartir Si anteriormente todo parecía indicar que para la teoría social el espacio no estaba presente —lo que ya había sido expresado a finales del siglo xix en una fiase célebre del geógrafo alemán Ratzel: «La mayoría de los sociólogos estudian al hombre como si se hubiera formado en el aire. quien desde una cosmovisión oriental y una notoria apertura al mundo del conocimiento replantea los conceptos de lugar y espacio desde la perspectiva del individuo como ser que siente. marcados profundamente por cosmovisiones peculiares aunque también por un caudal de conocimiento filosófico destacado. que habían sido progresivamente aceptados en ciertas orientaciones de las ciencias sociales. la geografía humana ha ido dejando en el olvido sus perspectivas de autonomía entendida como aislamiento y omnisciencia. Así. es la que dio ese giro hacia la espacialidad. en el caso de la sociología ha resultado mucho más «natural» que las trayectorias educativas transiten por varias disciplinas. Sin duda alguna. como es el caso del geógrafo chino-americano Yi-Fu Tuan. este proceso no ha involucrado de una vez a toda la geografía humana. otras lecturas de la búsqueda del interés espacial en diversas teorías sociales se preguntarán si solamente la teoría social que se construye desde el sujeto y la acción social (es decir. la geografía humana fue penetrando lentamente en los denominados giros lingüísticos. 2007: 141). como para la geografía humana que se involucra en estas nuevas reflexiones. Momento 5: la apertura de la geografía humana hacia las otras ciencias sociales Sin duda alguna. Al mismo tiempo. Otra parte de la disciplina ha abordado adicionalmente el segundo espacio. pero al mismo tiempo que incluya las estructuras que lo constriñen aunque no le impiden innovar. LOS GIROS DE LA GEOGRAFÍA HUMANA 287 . el autor ha reflexionado extensamente sobre el territorio y la territorialidad. 15.' 5 se accede a un nivel analítico aún más complejo: estamos en el nivel conceptual del «espacio vivido». A ello se puede agregar el hecho de que es precisamente el trabajo de Lefebvre que menos difusión había adquirido fuera del ámbito francófono. en un caso concreto. Esta propuesta teórica. En cierta forma su pensamiento se mueve en el mismo sentido que el de Di Méo. que integra los dos previos.. como también de Maurice Halbwachs respecto a la influencia de las formas espaciales (como formas materiales) en la construcción de las ideas y el pensamiento sobre el espacio. Percibido es simplemente lo que reconocen nuestros sentidos. en particular. cualquiera que sea la singularidad de su territorialidad. según el autor. no omite la integración de las voces de destacados geógrafos contemporáneos. Este geógrafo anglosajón construye su propuesta teórica en una perspectiva que denomina trialéctica. En resumen. Esta trayectoria progresiva es relevante porque muestra que la producción de esa teoría espacial no puede ser el esfuerzo de un autor en una obra. cuando el geógrafo analiza. Y el espacio concebido implica un ejercicio del penSamiento del sujeto respecto al lugar en cuestión. También destaca el espíritu teórico integrador de la dimensión material del espacio junto a la inmaterial. aquel que integra el primero. 1991. Pero de igual forma se integran en su teorización elementos procedentes de Michel de Certeau con relación al carácter táctico de las prácticas cotidianas. yen particular Thirdspace (El tercer espacio).Alicia Lindón y Daniel Hiemaux Compartir el espacia encuentros y desencuentros de las ciencias sociales y la geografía humana zos. urbanistas y otros actores que toman decisiones en el diseño del espacio urbano. había sido poco analizado hasta dos décadas más tarde de que se publicara por primera vez. Esta articulación de aportes fundantes de las ciencias sociales contemporáneas y de la filosofía (Merleau-Ponty. como es La producción del espacio de Henri Lefebvre. sea desde el enfoque particular de un campo de la misma. es decir. la vista. sino más bien es el resultado de una trayectoria intelectual que integra muchas otras voces y que se prolonga en una biografía y posiblemente más allá de ella. es decir. encontrando las concepciones más simples del espacio. 2005: 85). Su gran apuesta teórica sería el estudio del tercer espacio.. una suerte de dialéctica pero entre tres términos: el primer espacio. En otros términos. es necesario que los agentes y actores los signifiquen de manera conjunta» (Di Méo y Buleón..). el espacio que percibimos y nuestro hacer en el espacio constituyen el espacio de vida. Para que estos lugares. Ambos casos pueden leerse desde este interés por construir ese cuerpo teórico robusto sobre el espacio. asociados o no. el autor transita a otro concepto más amplio e incluyente: el «espacio vivido». sea desde una perspectiva más general sobre el tránsito de la geografía humana hacia una ciencia social con plenos derechos. Espacio imaginado y concebido no es lo mismo que percibido. la mayor parte de la geografía se ha limitado a estudiar el primer espacio (las prácticas espaciales. Gumuchian. un acuerdo implícito [.. pero en diálogo con voces fuertes de la teoría social. aquel espacio que conciben los planificadores.. Para Soja.. «la geografía social»—. Este segundo espacio también se podría denominar. pero inspirado en la teoría social. las formas espaciales o simplemente todo lo material del espacio que puede ser percibido). y de Garfinkel con respecto al peso de lo discursivo. y el otro es la propuesta de Edward Soja sobre el tercer espacio. al menos hasta que Soja lo revisita. el olfato. El primero de ellos es la teorización que produce Cuy di Méo sobre el territorio v el espacio. En cuanto al territorio. tanto de la tradición francófona (como Raffestin. Otro aspecto a destacar de este considerable esfuerzo teórico es que ha sido confrontado y aterrizado empíricamente en diversos estudios de casos. otro esfuerzo de teorización considerable producido desde la geografía contemporánea. aunque difiere del sentido que le otorga Di Méo a esa misma expresión. 1999.] consiste en afirmar que. es la obra de Edward Soja. De este concepto.). y la del espacio geográfico objetivado que los desafíos sociales resignifican permanentemente (Di Méo y Buleón. aun cuando en algunas de ellas esté más presente que en otras (Di Méo.. junto con el espacio imaginado y concebido.. una de las más ambiciosas y holísticas que ha producido la geografía contemporánea —o como prefiere denominar Guy di Méo. que puede ser fantasioso. 2000). se constituyan en territorio. es decir. un primer nivel conceptual del desarrollo de Di Méo es el espacio de vida como un concepto aglutinador.. para nuestro autor. es decir. Husserl. A continuación nos limitamos a recordar dos esfuerzos teóricos (uno francófono y otro anglosajón) ejemplares en esta senda no sólo por su envergadura. tanto el espacio percibido por las personas como el espacio por ellas practicado. su propuesta plantea que «hablar de territorio [. En este camino teórico. como algunos aspectos de las obras de Giddens y Goffnian con relación a las prácticas y su rutinización. Hágerstrand. sino por la difusión y trascendencia que han adquirido. publicado en 1996. la identificación común de los lugares. representaciones del espacio (representaciones de los urbanistas pero luego plasmadas como formas espaciales). El espacio de vida será el concepto con el cual Di Méo plantea la articulación del espacio percibido y el espacio practicado. Cuando en el espacio de vida se integran analíticamente también las relaciones sociales espacializadas (o espacio social según el autor). el segundo espacio y el tercero. siempre existe entre ellos cierta connivencia. También se alimenta de Berger y Luckmann en lo relativo a la perspectiva constructivista. Sin duda alguna se trata de una teoría geográfica muy en sintonía con la perspectiva giddensiana. Esta obra tiene entre sus méritos el de alimentarse de una obra monumental de la teoría social contemporánea. destacando que esta última (la relación del sujeto con el territorio) debe ser comprendida en tres dimensiones: la existencial de la relación del sujeto con su lugar. En otras palabras.) como de la anglosajona (Sack. 286 LOS GIROS DE LA GEOGRAFÍA HUMANA Este acuerdo lleva consigo. la de dimensión de la co-determinación dialéctica del sujeto con su contexto social. el segundo y también la perspectiva del habitante que realiza sus prácticas en ese espacio por otros concebido pero por él vivido y por casi todos percibido. cualquiera que sea la movilidad de sus habitantes. el tacto: mientras que imaginado supone la inclusión del trabajo de la imaginación.. para ir incorporándole otras de mayor complejidad y terminar en un concepto de espacio integral y multidimensional. Veamos con algo más de detenimiento esta propuesta teórica. El trabajo teórico del geógrafo francés Guy di Méo se ha ido plasmando a través de varias de sus obras. la integración de ambos da cuenta del «espacio de vida». Frémont.]. Este tercer espacio (el concepto más holístico de Soja) también se denomina en esta propuesta teórica espacio vivido. 2005: 83). Harvey. el gran esfuerzo teórico de Di Méo en este sentido se puede expresar como una búsqueda de construir una teoría espacial que parta del sujeto. Como se planteaba más arriba. va integrando gradualmente aportes centrales de la teoría social. En términos muy escuetos se puede señalar que el tercer espacio de Soja sería el nivel más complejo de concebir el espacio. es factible que los geógrafos busquen «ascender» a las ciencias sociales. Nos referirnos al emblemático diálogo-discusión de Anthony Giddens (desde la sociología) y Torsten Hágerstrand (desde la geografía). por los personajes que acercó y por las consecuencias que ello tuvo. En otras palabras. hay otros autores que desde las ciencias sociales y la sociología en particular también giran su mirada hacia la geografía. pero entendidas como reproducción y producción socio-espacial. éste ha sido menos frecuente. a un estatuto científico más reconocido. A ello se suma el hecho de que el giro espacial de las otras ciencias sociales les suele conferir a los geógrafos cierta legitimidad (Séchet y Keerle. En este sentido algo que merece ser destacado de manera particular es el hecho de que esta geografía asume como propios los principales retos de la teoría social pero 2planteados espacialmente: algunos geógrafos asumen la meta de producir teoría acerca de la reproducción y producción social. el de la teoría social. se puede citar el destacado trabajo reciente de Michel Lussault sobre la «construcción social del espacio» (2007). entre otros. Pero. acudiendo a las otras ciencias sociales y a la filosofía. el hecho de asumir conceptos y modos de análisis propios de las ciencias sociales suele ser visto por los propios geógrafos como el camino para llegar a una mayor calidad analítica. Aunque. aunque el caso de Giddens es de particular significación por el peso que tiene dentro de la propia teoría social. región. sería imposible. Todo ello suele dificultar los acercamientos integradores. En otro extremo encontramos el trabajo de los economistas. o incluso un uso metafórico de los conceptos geográficos y no sólo el de espacio. ya que son muchos otros los geógrafos que han hecho —sobre todo en tiempos recientes— esfuerzos de teorización relevantes. también es necesario destacar que de manera paralela desde la teoría social se ha dado cierto acercamiento a la geografía. y ciertos procesos corno el equilibrio se tornan una quimera considerando el espacio. es decir. por el trabajo colosal de lectura que ello exige (fuera del campo de conocimiento propio del geógrafo) y además. La otra tendencia que se constata es el surgimiento de una jerga espacial confusa. que lleva consigo un mal uso de las palabras. Por un lado se debe destacar que en los años ochenta. sino también el de lugar. Por ejemplo. Así. Momento 6: el encuentro de las ciencias sociales y la geografía humana Lo planteado en el apartado previo implicó avances considerables. cabe considerar que para los científicos sociales la introducción del espacio suele generar ruido en los modelos analíticos concebidos de manera aespacial y frecuentemente poco dúctiles para integrar la espacialidad más allá de la simple localización. como Allan Pred y Nigel Thrift. Incluso ha lamentado que los teóricos sociales omitan el espacio en el análisis de las sociedades (1995). en este tiempo la geografía ya había orporado. el antropólogo. como es el caso de lo imaginario— se torna una tarea ardua. tal como lo piensan ciertos geógrafos humanistas. Así. perdura en las otras comunidades científicas. terri- LOS GIROS DE LA GEOGRAFÍA HUMANA 289 . 2009: 89). pero no se puede olvidar que el espacio sólo era concebido como un plano geométrico homogéneo. o al menos con voces destacadas de la geografía que se interesan de lleno por el tema de la producción y reproducción socio-espacial. Este debate fue altamente significativo porque expresó mucho más que lo coyuntural. es altamente significativo que el reconocimiento de la importancia del espacio para comprender la producción y reproducción de las sociedades no se pretenda lograr sin el diálogo con la geografía. más prestigioso (si pensamos que la geografía humana no era respetable como lo señalaran Wallerstein o Foucault). descriptiva. abordar nociones que no proceden de la geografía —aun cuando puedan resultar muy fecundas para la refundación o la ampliación de los horizontes de la disciplina. en este sentido vamos a referir un acercamiento que ha sido de particular relevancia. territorio. Por ello podemos observar dos tendencias fuertes en las ciencias sociales con relación a la integración del espacio: por una parte. Sin embargo. Como muy atinadamente señala Roux. sólo podemos quedar en deuda con esas valiosas voces. las concepciones sobre el espacio están tensionadas entre extremos distantes. 288 LOS GIROS DE LA GEOGRAFÍA HUMANA Anthony Giddens no es el único teórico social que ha girado hacia la geografía en tiempos recientes. 1 fb. ese trabajo suele ser mal visto dentro de la propia comunidad bajo la clásica expresión descalificatoria “eso no es geografía» (Roux. y el de Michel Roux sobre la geografía de la complejidad y lo imaginario (1999). En ese sentido. puente. síntesis. sin embargo. en la perspectiva de autores como Hágerstrand y también muchos otros. resulta más difícil que los científicos sociales se interesen a fondo por la geografía. sino discutiendo directamente con esta disciplina.Compartir el espacio: encuentros y desencuentros de las ciencias sociales y la geogratia humana Alicia Lindón y Daniel Hiemaux Un ejercicio de exhaustividad en esta vía de las teorías geográficas que integran teoría social. las respuestas más interesantes surgen de otra neración de geógrafos formados con el maestro sueco de Lund. particularmente la escuela de Lund (Pred. Sólo a modo de ejemplo. y termina proponiendo una «sociología del espacio». la se debía producir teoría para comprender el comportamiento espacial del ser humano. 19961. Mientras tanto. La espacialización de las ciencias sociales —es decir. Es el caso de los modelos explicativos de los economistas sostenidos en el análisis de variables económicas con variaciones temporales: el espacio irrumpe desestabilizando el modelo. retorna conceptos centrales. la geografía más innovadora había asumido que su objeto de estudio se constituye en torno al espacio. en los que se produce este encuentro y debate. 1981 y 1984). cada disciplina construye su concepto del espacio a partir de las premisas básicas de su disciplina. para quienes el espacio no es más que un plano abstracto euclidiano. sobre el cual se posicionan (localizan) los objetos y por el que atraviesan los flujos. que arrastran consigo notorias diferencias metodológicas y técnicas. Por otro lado. Los trabajos pioneros de la ciencia regional atestiguan este interés por el espacio desde los años cuarenta. Desde América Latina éste fue uno de los planteamientos más sostenidos en el tiempo por dilton Santos (Santos. suele acercarse más a los conceptos de lugares y de espacio vivido. Mientras la mayor parte de los geógrafos realizaban (y muchos lo siguen haciendo) un trabajo fuertemente descriptivo. cercano a la realidad concreta. el «giro geográfico de las ciencias sociales— es quizás más difícil de concretar que los diversos giros de la geografía hacia las ciencias sociales: la explicación es simple. 1999: 33). De la misma manera actúan los psicólogos. evidentemente. Thomas Gieryn (2000) se acerca a los planteamientos de muchos de los geógrafos actuales más destacados. El espacio agrega una dimensión tangible y al mismo tiempo intangible que ha resultado más sencillo omitir. En el otro extremo. ya que el estigma de la geografía como ciencia ideográfica. indudablemente. Además de estas cuestiones de prestigio propias de las comunidades científicas. Aunque el sociólogo Giddens inicia este diálogo con el geógrafo Hágerstrand. 290 LOS GIROS DE LA GEOGRAFÍA HUMANA Momento actual: a guisa de conclusión LOS GIROS DE LA GEOGRAFÍA HUMANA 291 . Martínez López. etc.Compartir el espacio: encuentros y desencuentros de las ciencias sociales y la geografía humana Alicia Lindón y Daniel Hiernaux torialidad. una cuestión básica e inicial que se requiere de manera necesaria si de construir esos puentes se trata. Gans. entonces las palabras pierden el potencial develador. Sin embargo. Esa minusvalía ha llevado a la geografía a encasillar sus acercamientos empíricos al mundo a través de fuentes indirectas: las estadísticas y los datos agregados diversos que producen las distintas instancias institucionales. para el giro geográfico de las ciencias sociales. cuando critica esos excesos posmodernos. más bien agranda distancias Al mismo tiempo. Lévy habla atinadamente de una zona euro de las ciencias sociales. 2000. Este trabajo arduo de construcción de puentes apenas se encuentra en curso. también peligroso. si bien existen avances (Gieryn. encontrar los puentes necesarios y existentes entre ellas. en cuanto a las formas de ubicarse frente al mundo que se pretende comprender y en cuanto a las formas de darle inteligibilidad. Sin embargo. realmente refuerza la concepción del espacio geográfico como algo dado [o predado a lo social] [Smith.. «localización». es que la geografía se asuma como ciencia social en el sentido contemporáneo de la expresión. observaremos que están muy dispuestos a utilizar expresiones como «cartografias» con relación a casi cualquier relato de algún territorio. Sin duda alguna. será muy difícil la construcción de esos puentes con las otras ciencias sociales. Esto permitiría avanzar los puentes desde la geografía hacia las ciencias sociales. En esa perspectiva. Si leemos a los autores de tinte posmoderno. su negación. incluso. Ése es un desafío fuerte para la geografía humana que actualmente quiera trabajar en el acercamiento a las otras ciencias sociales. también es innegable que son casos más o menos sueltos. de manera libre. el concepto de territorio se ha impuesto como una evidencia en el vocabulario de las ciencias sociales.). y asumiendo la necesidad de evitar que el concepto de espacio y sus derivados naufraguen en los discursos vacíos y pseudo-científicos. Si la geografía mantiene sus aspiraciones de ciencia puente entre las humanidades y las ciencias naturales. básicamente todas aquellas formas que implican un acercamiento con los sujetos sociales. o para los múltiples giros de la geografía humana hacia las ciencias sociales. Al menos visualizamos las siguientes: Una de estas posibles estrategias es la de abrir la geografía a las demás ciencias sociales. lo que ha sido un lastre considerable para los geógrafos que han practicado estos acercamientos es haberlos empleado para ocultar su dificultad para penetrar en la realidad de otras formas. la reciente agitación sobre la metáfora espacial en la teoría social y la critica literaria («mapeamiento». es pertinente reflexionar sobre algunas estrategias urgentes. De igual forma se suele referir al lugar como simple expresión de la localización. esto exige procesos formativos de los geógrafos con una mayor profundidad y conocimiento de las ciencias sociales y sus procedimientos teórico-metodológicos. pero además muestran el desconocimiento de la teorización existente. no parece constituir un enriquecimiento para nuestra comprensión del mundo. Para ser precisos. 2007): este uso y abuso de palabras de origen espacial (conceptos en la geografía humana) puede resultar de dudosa utilidad para las ciencias sociales en general. el uso libre que da la espalda a los esfuerzos teóricos de largos años. o bien el consabido acercamiento a los documentos históricos. cuando paradójicamente a inicios del siglo xx los geógrafos vidalianos eran científicos que se involucraban en el mundo estudiado. de los caminos preestablecidos y esquemáticos. no podemos más que apoyar c apoyarnos en las palabras de Carlos Reynoso (2000). Ninguna de estas dos formas de acercamiento a la realidad es menos válida que otra en sí misma. y que las más de las veces cargan con el lastre del manual o. 2005). por lo menos desde la geografía. «posición relativa». En el caso de las ciencias sociales uno de los principales desafíos será el de erradicar esa práctica de uso libre de la palabra espacio. Al respecto se puede observar que no resulta simple azar el hecho de que existan tan pocas obras en geografía humana sobre metodología de la investigación geográfica. Otro gran desafío que aún tiene frente así esta geografía humana que se acerca a las otras ciencias sociales es la profundización de ese deslizamiento de las descripciones hacia niveles más analíticos. Desde las ciencias sociales. 1992: 61]. sin terminar de asumir la potencialidad de todo concepto para confrontar el fenómeno empírico. o lo que es más preocupante. a veces muy apegado al pensamiento posmoderno. la geografía necesita romper con sus tendencias que la llevaron a una minusvalía en el trabajo de campo. Por el lado de la geografía. más que desafiar [las concepciones tradicionales]. 2002. porque lleva a los geógrafos a la constatación de que el uso de las mismas palabras no es garantía de comprensión mutua sino un simple vaciamiento de contenidos. que lejos de girar hacia lo geográfico ha transformado las voces geográficas en meros referentes para elucubraciones no espaciales. Como parte de este nuevo rumbo y de esta forma de producir conocimiento. Ése es un uso metafórico de la expresión que lejos de acercar a los especialistas en el espacio y la espacialidad. iluminador. con desconocimiento u omisión intencional de todos los rudimentos del arte cartográfico. cuando en las otras ciencias sociales ocurre el otro extremo. indudablemente ambas partes tienen que participar activamente para lograr avances sustanciales. hasta el punto de que se pierde de vista en qué medida su definición es una problematización plural» (2009: 31).. y para la geografía en particular. sería un avance en la construcción de estos puentes si las ciencias sociales se abren hacia la comprensión de la realidad concreta sin eludir la dimensión espacial. Cuando cualquier palabra sirve para dar cuenta de cualquier fenómeno. o hacerlo sinónimo de cualquier ámbito de relaciones sociales. Sin duda alguna no apostamos por la moda actual del uso y abuso del concepto de espacio en todas sus declinaciones. o sus formas de trabajar con descripciones de todo y siempre superficiales. No negamos el valor y la importancia de la polisemia de las palabras. en esta perspectiva se ubica el espíritu laxo. En este sentido nos hacemos eco de las palabras de Neil Smith: Mi principal preocupación es que sin una discusión explícita sobre el espacio y la espacialidad. es decir. Al respecto. Una de sus derivaciones está presente en las palabras de Ozouf-Marignier: «en las últimas décadas. que es la proliferación ad infinitum de obras que se reconocen desde su título como metodologías de la investigación social. En esta construcción de puentes. sin problematizar. denunciados también por no pocos geógrafos (Lévy. Todas estas formas de introducir el vocabulario espacial son de un considerable reduccionismo. La mémoire collective. 1. abril. Buenos Aires: Biblioteca de ciencias sociales. 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Marie-Thérése Genin. nations. De igual forma ha publicado sobre América del Norte y sobre Brasil (La conquéte de l'espace américain: da Mayflower á Disneyworld.SOBRE LOS AUTORES Bocco es geógrafo por la Universidad Nacional Autónoma de México. del Instituto Nacional de Ecología-SEMARNAT. Litec. Flammarion. Ha sido nombrado Doctor Honoris Causa en numerosas instituciones de Ginebra (Suiza) a Tsukuba (Japón). Presses Universitaires Paris-Sorbonne. entre ellas el prestigioso Premio Internacional Vautrin Lud (instituido por el Festival Internacional de Geografía de Saint-Dié-des-Vosges). 2008). maestro y doctor en Ciencias (Geografía Física) por la Universidad de Amsterdam. Desde 1995 es investigador titular en la Universidad Nacional Autónoma de México (campus Morelia). 2007) e historia de las ideas geográficas (Histoire de la géographie franlaise de 1870 d nos jours. en 1996. Religion et idéologie. 1968). Es miembro del Sistema Nacional de Investigadores (nivel 2) en el área de geociencias. Es un eminente geógrafo de reputación mundial. Nathan Université. La fabri- LOS GIROS DE LA GEOGRAFÍA HUMANA 297 . Armand Colin. 1978). la geografía regional (Géographie régionale: de la région au territoire. Nathan Université. PUF. «pequeño Nobel» de la geografía. Nathan. Correo electrónico: gbocco@ciga. Entre 2001 y 2005 fue director general del área de investigación en Ordenamiento Ecológico y Conservación de Ecosistemas.unam. la geografía política (Espace et pouvoir. y desde 2007 ejerce de primer director de su Centro de Investigaciones en Geografía Ambiental. Sus líneas de investigación son geomorfología y manejo de recursos naturales en comunidades rurales. comisionado por la Universidad Nacional Autónoma de México. 1981). Estos intereses lo han conducido a indagar sucesivamente en diversos campos de la disciplina. grands espaces: géographie générale des ensembles territoriaux. y geografía ambiental. 1973). 2005. se ha dedicado particularmente a las aproximaciones culturales en geografía (Géographie culturelle. 1989. Es especialista en epistemología (Epistémologie de la géographie. Ha recibido numerosas distinciones. Genin y Litec.mx GERARDO PAUL CLAVAL es profesor emérito de la Universidad de París-Sorbona. tales como la geografía económica (Régions. 2006). con Serge Wachter et al.rtico central canadiense». dedicado a los Imaginarios urbanos. The City (Ashgate. 1996). Universidad de Alberta. 1999). Presses de Sciences Politiques / EspacesTemps. 2000. italiano. la geografía urbana (en particular. Landscapes 1nd the Environment. Sus líneas de investigación son «La investigación cualitativa y la subjetividad espacial». EspacesTemps / Centre Georges Pompidou. de las ciudades y de la urbanidad. Sus líneas actuales de investigación son: turismo y espacio (en particular. Ejerce de profesora-investigadora titular del Departamento de Política y Cultu. Actualmente ejerce de profesora asociada (maitre de conféences) en el área de Geografía de la Universidad de Paris 1 Panthéon-Sorbonne y tamtién es profesora visitante. 1992 . Ha sido profesor del Instituto de Estudios Políticos de Paris (19892007) y profesor invitado en Nueva York (NYU)..' ed. Entre sus publicaciones recientes desta:an Espaces domestiques: construire.Levy@epflch ALICIA LINDÓN es doctora en Sociología por el Centro de Estudios Sociológicos de El Colegio de México. codirigido con Sylvain Allemand y Franeois Ascher). con Pierre Brunei. monográfico de L'Infonnation Géographique. Ha publicado en francés. así como integrante de la Comisión Académica del posgrado de Estudios Laborales de la misma institución. 2006. coordinado con Margarita Zárate).com LÉvrI fue alumno de la Escuela Normal Superior (Cachan). Durante 2008 ha co-coordinado un número de la Revista Iztapalapa. Europe: une géographie (Hachette. 2009). Es geógrafo y urbanista. desde 2006. la geografía de lo político.com LILIANA LÓPEZ LEVI es doctora en Geografía por la Universidad Nacional Autónoma de México. Sáo Paulo (USP). Échelles de thabiter (dir. dirigido conjuntamente con Denis Retaillé_ Correo electrónico: barcdue@tin. el dossier «Eine geographische Wende» (revista Geographische Zeitschrift. Es codirector de la revista EspacesTemps. 1994). Es consejero científico de la revista Poderes JAQUES 298 LOS GIROS DE LA GEOGRAFÍA HUMANA Locales y miembro del comité de redacción de la revista Political Geography. enjeu contemporain» (La Documentation Photographique. 2003.ition du Brésil: une grande puissance en devenir. Karthala. 2001). Edmonton: CCI Press. Beatrice. Le monde: espaces et systémes (con MarieFranQoise Durand y Denis Retaillé. en el nivel Hl. Durante 2007 ha sido editora invitada de un monográfico de la revista Eure de Instituto de Estudios Urbanos y Territoriales de Chile. FNRS. Plaza y Valdés Editores y la Universidad del Caribe). Los Ángeles (UCLA). «la ética en el trabajo de campo geográfico». La Sorbonne Nouvelle. 1998). Es doctora en Geografía (1994) por la Universidad . inglés. 2004). 74-1. Milton Santos. 2. 1995). así como responsable del Área de Sociedad y Territorio del Doctorado en Ciencias Sociales de la Universidad Autónoma Metropolitana. 2000. Repenser le territoire: un dictionnaire critique (12Aube. «los espacios domésticos». son la teoría del espacio de las sociedades.lindon@gmail. 1997. Jean Morval). Penser l'espace pour lire la vieillesse (PUF. En el ámbito de la investigación es miembro fundador del área de investigación Espacio y Sociedad de dicha universidad. 1993). portugués. Es exalumna de la Escuela Noria' Superior de Fontenay-St.Collignon@univ-parisl. «Le terrain».net . urbanismo y ordenamiento» de la Universidad de París III. Correo electrónico: danielhiernaux@gmail. Barcelona (2006. en la Facultad de Letras y Filosofía de la Univeridad de Bolonia. posee maestría en Estudios Urbanos por El Colegio de México y es licenciada en Geografía por la Facultad de Filosofía y Letras de la Universidad de Buenos Aires. Es profesor-investigador titular del Departamento de Sociología de la Universidad Autónoma Metropolitana Unidad Iztapalapa impartiendo docencia en la licenciatura en Geografía Humana de la cual fue fundador así como en el posgrado en Estudios Sociales. Codirige la colección Espacios en Sociedad de Presses Polytechniques et Universitaires Romandes. Dictionnaire de la géographie et de Vespacerdes sociétés (Belin. philosophe du rnondial. español. Presses de Sciences Politiques / Dalloz. L'invention du Monde (din. orientación «Geografía. con una atención particular en la cartografía. Frorn Geopolitics to Global Politics (ed. 1999). director. Claudine Attias-Donfut. profesor en la Escuela Politécnica Federal de Lausana en la cual dirige el laboratorio Chgros. Correo electrónico: . 2008). que ha dirigido conjuntamente con Daniel Hiernaux. Juan Pablos y UAM Iztapalapa (2008. el dossier «Nouvelles géographies» (revista Le Débat . Nápoles (IUO). entre otros. Las segundas residencias en México: un balance (2010. fin et suite (con Patrick Garcia y Marie-Flore Mattei. Ejerce de profesora-investigadora titular del Departamento de Sociología de la Universidad Autónoma Metropolitana. 2005). Tratado de geografía humana. codirigido con Michel Lussault). «La ciudad a través del habitante y la vida cotidiana» y «Las geografías constructivistas». Les seas du mouvement (Belin. Unidad Xochimilco. codirigido con Michel Lussault). Frank Cass. IÉATRICE COLLIGNON Sus principales líneas de investigación son «los saberes geográficos vernáculos y el saber :ientífico». ruso y húngaro. Asimismo. Entre sus publicaciones de los últimos años destaca el Tratado de geografía humana. Es miembro del Sistema Nacional de Investigadores en el nivel III.. Belin. 2. noviembre de 1996). Presses de Sciences Politiques. Pertenece al LOS GIROS DE LA GEOGRAFÍA HUMANA 299 .e París 1 Panthéon-Sorbonne. citoyen do local (PPUR. con una tesis sobre «El saber geográfico de los inuit del . «La carte. Mondialisation: les rnots et les choses (con el grupo Mondialisation del Gemdev. dedicado a Los imaginarios de la dominación y la resistencia. Entre sus quinientas publicaciones pueden señalarse: Révolutions. de Europa y de la mundialización. es investigadora de la Unidad Mixta de Investigación (UMR2NRS) Géographie-C nes. Le monde pour cité (Hachette. la gentrificación y los centros históricos) y la geografía cultural (con una investigación en curso sobre los pasajes cubiertos de París). habiter. 2006. la epistemología de la geografía. «la construcción espacial de la alteridad y de la 'xclusión a través de un estudio cruzado de las ciudades francesas e italianas del Norte». dirigido :onjuntamente con Jean-Franwis Staszak. También es codirector del Colegio de Humanidades. Correo electrónico: Jacques.. 2005. Se interesa por la epistemología de las ciencias sociales y sus métodos..• ra. alemán. Equipo ERGO (Epistemología e Historia de la Geografía). con Patrick Poncet y Emmanuelle Tricoire). Cloud.fr DANIEL HIERNAUX-NICOLAS obtuvo su grado de doctor en Estudios Latinoamericanos. Logiques de l'espace. 2007). publicado en 2006 por Anthropos.. México (Cátedra Reclus) y Sydney (Macquarie University). Knowing Places: the Inuinnait. 2008). campus Iztapalapa. Asimismo. 2004. représenter.it .claval@wanadoolr obtuvo la agregación en Geografía en 1989 (habilitación para dar tases de enseñanza secundaria y superior en Francia).a ed. París: Bréal. esprit des lieux (Belin. Le tournant géographiqtte (Belin. 103 pp. Últimos libros publicados: Espacios y transnacionalistno. 1991). el turismo residencial). Sus principales centros de interés. coordinado con Alicia Lindón). Our Inhabited Space (dir. Colabora con diversos periódicos c cadenas de radio. Es miembro del Sistema Nacional de Investigadores del CONACYT. 2004. PUCA. 1991). Géographies du politique (dir. 2008). L'espace légitime (Presses de la FNSP. Anthropos.). Egogéographies (LHarmattan. Correo electrónico: alicia. En las actividades de docencia es coordinadora y fundadora de la licenciatura en Geografía Humana. Instituto José Marta Luis Mora. societá. n. El Colegio de la Frontera Norte. Su principal área de estudio es la región de la Huasteca potosina. geografía histórica y los vínculos entre la naturaleza y la religión. 1993). Desde 1992 es director de la revista Terra d'Africa. Ha impartido cursos de licenciatura y posgrado en la Universidad Autónoma Metropolitana. Sus líneas de investigación se centran en la «metodología y la epistemología de la investigación geográfica». Correo electrónico: evilili@yahoo. Ejerce de profesora-investigadora titular a tiempo completo en la Universidad Autónoma Metropolitana. Colabora como profesora de asignatura en el Colegio de Geografía de la Universidad Nacional Autónoma de México v al el posgrado en Geomática del Centro de Investigación en Geografía y. Environnement. Governance. Es miembro fundador de la Asociación de Historiadores de las Ciencias y las Humanidades. campus Iztapalapa. Correo electrónico: psurquijo@ciga. XII. 2009. Franco Angel. y maestro en Historia de México por el Instituto de Investigaciones Históricas de la Universidad Michoacana (UMSNH). 2008.° 29-30.com kNGELO TURCO es profesor ordinario de la cátedra de Geografía de la Facultad de Letras Filosofía de la Universidad de Aquila desde 1986. Cursó también la maestría en Estudios Mesoamericanos en el Instituto de Investigaciones Filológicas de la UNAM.uanímx ■ PEDRO SUNYER MARTÍN es licenciado (1987) y doctor en Geografía e Historia (1993) (especialidad Geografía) por la Universidad de Barcelona (premio extraordinario de doctorado. Universidad Nacional Autónoma de México. Correo electrónico: paula. en 2001. 2002. cultura política y geografía electoral. 111-123. sviluppo. culture. Desde 2003 es profesor asociado de la Universidad de Abdou Moumouni de Niamev. En 1997 se integró como profesor-investigador a la Universidad Nacional Autónoma de México (Área de Estudios Ambientales del Centro Tecnológico Aragón FES-Aragón) a través del Programa de Cooperación Jóvenes Doctores de la Agencia Española de Cooperación Internacional y la Asociación Nacional de Universidades e Instituciones de Educación Superior (ANUIES). La Haya. con énfasis en Manejo Integral del Paisaje-UNAM.soto. Geomática ring. Actualmente es profesor de asignatura en la licenciatura en Ciencias Ambientales-UNAM y de la maestría en Geografía.Sistema Nacional de Investigadores con nivel II. Milán.unam. Turín. Atlante del turismo sostenibile in Africa. Asimismo «Lo sviluppo locale: un percorso di recerca sul rapporto tra territorio e attori social». México. Correo electrónico: peresunyer@live. vol. en 1996 y 1997 en la Universidad de Pau et des Pays de I'Adour. Territoire» en la Universidad de Pau et des Pass de l'Adour. y «la conflictividad ambiental y las políticas del pai300 LOS GIROS DE LA GEOGRAFÍA HUMANA LOS GIROS DE LA GEOGRAFÍA HUMANA 301 . Poder y Territorio. Milán. Es miembro del Sistema Nacional de Investigadores (SNI) de CONACYT. espacio y cultura urbana. Franco Angeli.com saje».it PEDRO URQUIJO es licenciado en Historia por la Facultad de Filosofía v Letras. Cultura. historia ambiental. Es maestra en Planeación Regional por el Institute of Social Studies. Universidad Nacional Autónoma Metropolitana. pp. Asimismo ha sido investigador asociado en el laboratorio del CNRS »SET . publicado en 2010 por Plaza y Valdez y co-coordinado con Pablo Chanca Malázquez. Pau et des Pays de l'Adour (Francia).uniyaq. territorio. Realizó una estancia de investigación post-doctoral en Geografía Humana en el Departamento de Sociología de dicha universidad. donde participa como miembro del área de investigación Espacio y Sociedad y docente en la licenciatura en Geografía Humana.turco@cc. 2007 (conjuntamente con Lina Calandra). Entre sus libros recientes destacan: Africa subsahariana. desarrollo local.v@gmail. Fue reconocido en 2009 con el Premio Marcos y Celia Maus de Investigación Histórica. Es miembro de comisiones de tesis de doctorado de las universidades de Ginebra. Es autor de diversas publicaciones referentes a la teoría e historiografía del paisaje. en la línea de investigación de Historia Ambiental. Sus líneas de investigación son geografía histórica y geografía de la montaña.Société. Adscrito al Centro de Investigaciones en Geografía Ambiental desde 2004. Su principal línea de investigación es la geografía de género. Es un reconocido especialista en la territorialidad africana. Sviluppo Locale. y doctora en Geografía por la Universidad Nacional Autónoma de México. Sus líneas de investigación son imaginarios y territorio. Correo electrónico: angelo. Entre sus publicaciones recientes destaca Desarrollo local: teorías. Cooperazione arnbientale in Africa Occidentale. campus Iztapalapa.mx PAULA SOTO VILLAGRÁN es maestra y doctora en Ciencias Antropológicas por la Universidad Autónoma Metropolitana. en donde ha colaborado hasta 2007. en el nivel I. en donde ejerce la docencia en la licenciatura en Geografía Humana y en investigación en el área Espacio y Sociedad. otorgado por la Facultad de Filosofía y Letras de la UNAM y el Fideicomiso Maus. Tamavo». género y trabajo. campus Iztapalapa. Barcelona y Burdeos. Ha sido profesor invitado en la Universidad de París X-Nanterre (1994). Correo electrónico: [email protected] ROSALES ORTEGA es licenciada en Sociología por la Facultad de Ciencias Políticas Sociales de la Universidad Nacional Autónoma de México. Unicopli. Níger. Actualmente es profesora-investigadora titular del Departamento de Sociología de la División de Ciencias Sociales y Humanidades en la misma universidad. políticas y experiencias. Es miembro del Sistema Nacional de Investigadores.com. Milán. Desde 2008 es profesor-investigador titular del Departamento de Sociología de la Universidad Autónoma Metropolitana. Sus líneas de investigación son: sistemas productivos locales. espacio. con un énfasis en las dimensiones políticas y culturales. Jorge L. . fragmentos y nueva unidad. ¿Disolución o profundización?. por Liliana López Levi La geografía ambiental como ciencia social. entornos: inventar el espacio para leer el mundo. por Alicia Lindón y Daniel Hiernaux 7 PARTE PRIMERA Los giros teóricos: texto y contexto. por Paul Claval Actores. por Alicia Lindón y Daniel Hiernaux 217 241 259 271 Sobre los autores 297 LOS GIROS DE LA GEOGRAFÍA HUMANA 303 . por Paula Soto Villagrdn Ciberespacio. por Béatrice Collignon 123 143 175 201 Los giros de las geografías del género: re-pensando las diferencias. A manera de introducción. por Pedro Sunyer Martín Invirtiendo el punto de vista: las geografías urbanas holográficas del sujeto habitante.ÍNDICE Una geografía dando giros. redes sociales e instituciones: hacia una nueva geografía económica. mundos virtuales y territorios del saber. por Alicia Lindón De las virtudes de los espacios domésticos para la geografía humana. por Jacques Lévy Figuras narrativas de la geografía humana. objetos. por Daniel Hiernaux La geografía en recomposición: objetos que cambian. giros múltiples. por Alicia Lindón La geografía hoy: giros.. por Angelo Turco 23 43 63 83 91 PARTE SEGUNDA Aprendizaje colectivo. por Gerardo Bocco y Pedro Urquijo Compartir el espacio: encuentros y desencuentros de las ciencias sociales y la geografía humana. por Rocío Rosales Ortega La geografía histórica y las nuevas tendencias de la geografía humana. como en las formas particulares en las que han sido apropiados y reformulados —teórica y metodológicamente— en los diversos campos del saber geográfico. humanista. los giros de la disciplina —sin proponérselo— han puesto en vilo la definición de las fronteras del mundo al ampliar el objeto de estudio de la Geografía. México). interpretativo. ISBN 978 84 7658-993-9 9 I I 1 1 II 1 5 8 9 9 39 a. Por ello.esde la década de 1980. Los giros han puesto en tela de juicio las formas de producir conocimiento geográfico. la Geografía Humana está inmersa en un conjunto de transformaciones teóricas. La presente obra ha sido dirigida por los profesores-investigadores ALICIA LINDÓN y DANIEL HIERNAUX (Univ. relativista. revisa estos giros.anthropos-editorial.. www. o bien descubren la espesura y profundidad en espacios estudiados desde tiempo atrás pero sólo en algunos niveles y aspectos. Esta obra. sino en el diálogo con otras Ciencias Sociales y. tanto en sus orientaciones teóricas más generales. al mismo tiempo. epistemológicas y metodológicas que se suelen denominar «giros)>: el giro cultural. fruto de la reflexión de autores destacados de la Geografía Humana actual. frente a la necesidad de comprender las transformaciones del mundo actual. Replantean las posibilidades y formas de comprensión del mundo al iluminar rincones de la realidad que antes no habían cobrado interés para el conocimiento geográfico. las categorías y conceptos geográficos largamente empleados para descifrar las relaciones de las sociedades con el espacio.com . Autónoma Metropolitana- lztapalapa. Estas transformaciones no resultan de un proceso interno a la disciplina..
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