LITERATURA INCA1. MARCO HISTÓRICO Y CULTURAL La etapa incaica abarca desde el año 10,000 a.C. hasta el S. XVI d.C.,desde que se originaron las primeras culturas en nuestro continente hasta la llegada de los españoles. En este lapso de tiempo se ubicaron el desarrollo de dos culturas: Las culturas Preincas y la Cultura Inca. La última fue una cultura eminentemente agrarista con manifestaciones muy avanzadas y singulares: - En el campo económico, su enorme producción agrícola y su trabajo colectivo. - En el campo social, su admirable organización en ayllus. - En la ingeniería, su sistema vial, acueductos y edificaciones. - En el arte, sus tejidos y cerámica. - Su estructura política era vertical; el Inca ejercía una monarquía teocrática. La religión se caracterizó por ser panteísta. El Tahuantinsuyo fue la civilización más importante de toda América del Sur. Uno de sus grandes méritos fue reunir las experiencias y logros de los pueblos que la precedieron. Para el hombre andino de la época prehispánica, el tiempo y el espacio eran sagrados. Los accidentes geográficos que destacaban por su rareza fueron convertidos en divinidades dignas de adoración. Asimismo, los fenómenos de la naturaleza eran objeto de culto y motivo para la celebración de las fiestas rituales. 2. MARCO TEÓRICO Y CONCEPTUAL Buscando las definiciones que pudieran facilitar el entendimiento del tema a tratar, encontramos una definición de literatura según Francisco de Paula Canalejas, quien nos dice que “la literatura es la expresión de la belleza mediante la palabra” (1868, p.22). Si tomamos este concepto, todos los pueblos que tienen uso de la palabra oral o escrita hacen literatura. En consecuencia, nuestros antepasados incas o las culturas que subordinaron, hicieron literatura; la cual ha sido conservada por medio de la tradición oral. Ahora, si pretendemos definir a la literatura incaica, Luis Alberto Sánchez afirma que es toda aquella que “comprende…los hechos anteriores al descubrimiento” (1946, p.133). También podemos decir que, a pesar de que el Imperio Incaico no tuvo escritura sí se cultivó la literatura oral. Todas las obras eran contadas de padres a hijos como una tradición de la misma manera que se aprendía a trabajar la tierra y otros oficios. Los testimonios de la literatura incaica que se conservan en la actualidad pertenecen a su tradición oral y a las transcripciones realizadas por los conquistadores españoles o a sus cronistas como Cristóbal de Molina (conocido como El Cuzqueño), el Inca Garcilaso de la Vega y Felipe Guamán Poma de Ayala. El legado que lo Incas cultivaron en su literatura se debe a un variado compuesto de formas que individualizan tradiciones de la lengua quechua o runasimi. La facultad de las fuentes que se sustentan varía desde las recopilaciones antiguas y modernas. Es posible que lo textos incas precolombinos sean el crédito indisoluble de los acentos indígenas ligados ciertamente a la liturgia guerrera, la lírica intimista o a los asuntos religiosos. 3. CARACTERÍSTICAS - Fue oral, creada en los diferentes idiomas de los pueblos conquistados; ciñéndonos a Perú: Mochica, chimú, chavín, aymara. Quechua, el maya, el Nahuatl, en los imperios del Tahuantisuyo, Azteca y Maya respectivamente; el Guaraní en Paraguay, etc. - Fue anónima, porque al carecer de escritura no se conocen los autores. Sin embargo los creadores fueron los amautas y los haravicus. - Fue colectiva, por cuanto las canciones o himnos se entonaban por grupos en las faenas del campo, después de las acciones bélicas y en homenaje al sol. Siempre cantando y danzando. - Fue agraria, porque consideraban a la tierra como la “Mamapacha” de la cual recogían sus frutos con las técnicas de la agricultura. - Fue nostálgica, porque la forma de gobierno teocrático y los rigores del despotismo y la naturaleza, dejaban sellos indelebles en su alma. 4. LITERATURA OFICIAL Y POPULAR La literatura inca presenta dos facetas claramente distintas, propias de las dos clases sociales muy marcadas en esa época: una pública u oficial, y otra íntima o popular. La literatura oficial o pública tuvo como vocero al quipucamayoc y al amauta; la íntima o popular, al haravec o haravicus. El amauta fue un sabio cortesano, cronista de la corona. El haravicus o haravec, encarnaba la rebeldía estética, la sensibilidad inconforme, el hombre que es de espíritu libre aunque controlado en sus actos externos. Ciertamente los amautas, maestros o filósofos, servidores del estado, a su vez historiador o poeta, tuvieron un rol fundamental para la difusión de los textos literarios precolombinos y para el desarrollo de la literatura quechua. Los conjuntos poéticos sean fábulas, mitos, leyendas, tradiciones, historias y poesías en sí, fueron también labor de los quipucamayoc que transmitían desde los quicus, el desciframiento recogidos de viva voz; se sabe también que estos contenidos fueron también el quehacer paciente de textos recogidos y traducidos por los cronistas, que en plena conquista y etapa Colonial cooperaron en la conservación de las especies literarias antiguas que se conocen. La vida familiar, el pastoreo, la época de la siembra y cosecha, los hechos de guerra destacados, actuaron como modelos inspiradores en le poesía que ciertamente fueron producidos por los amautas (por un lado), quienes se encargaron de cantar la muerte del inca; los actos oficiales del imperio, y además participaron en las festividades religiosas de sus dioses mayores. Fueron precisos a la trama lírica y el contenido poético. Midieron el verso breve (de cuatros líneas), como también aplicaron el poema rimado; de ahí el haylli religioso al Dios Wiracocha (dios sol), las divinidades menores, y el culto litúrgico. En parte estas celebraciones se programaban para los hechos oficiales, con recitaciones ante una multitud, donde a veces participaban los jefes principales, curacas, nobleza, y al que asistía el pueblo en pleno y la comitiva imperial que presidía; así mismo, coros y diálogos iban esparciendo versos sostenidos con particular acento de acuerdo a la ocasión. El género poético del harawi, escrito por los haravicus, mezcla el afecto por la tierra y por la amada. Se basaron en la contribución de originalidad ya sean en funciones públicas como también en los trabajos agrícolas, en las tareas colectivas de pastoreo de ganado, o en las edificaciones de bastiones monumentales. Eran de origen anónimo y de este modo guardo el y enriqueció la literatura quechua. Los haravicus, dotadas poetas del pueblo, también tuvieron cierta licencia particular. El harawi lastimero, sencillo en su dicción, ciertamente cantaban la vida del campesino y eran de origen anónimo. No se conoció autor alguno. El haravicus revestía dotes especiales de sencillez escogidos por sus dotes y talentos particulares; le conferían al urpi, amorosa evocaciones de ternura y desdicha ante la ausencia de la amada, donde la “palomita” señoreaba hasta el consuelo. Pero también los hayllis de origen sagrado y jubilar consistían en la participación de la pareja que mezclaban música y canto, poesía y coro, y en su ejecución plañían instrumentos musicales de uso cotidiano. 5. GÉNEROS LITERARIOS 5.1. GÉNERO ÉPICO En todos los pueblos existentes sobre la faz de la tierra las primeras manifestaciones literarias son de carácter épico porque los hombres se dedican a ensalzar a sus dioses y a sus jefes guerreros. En el incario hallamos manifestaciones de esta índole tanto en la costa como en los Andes. Cito como ejemplo el siguiente: EL MITO DE PACARITAMPU.- Se refiere a los hermanos Ayar. El poema es cosmogónico y a la vez histórico, pues trata de cuatro tribus cuyos jefes eran Ayar Manco que significa Jefe, Ayar Cachi que significa muerte y sal, Ayar Uchu que significa muerte y ají, y Ayar Auca u Hanca que significa maíz tostado; los cuatro jefes estaban acompañados de por sus respectivas esposas: Mama Ocllo que significa fecundación, Mama Rauro que significa el fuego, Mama Cora que significa mala hierba y Mama Huaco que significa hierba medicinal. El cantar nos refiere la salida de cuatro hermanos con sus respectivas mujeres: del cerro Tamputoco. Ayar Uchu se convertirá en cóndor en el cerro Huanacaure, y les dirá a sus hermanos que sigan adelante y que lo adoren en la fiesta de la virilidad. Ayar Auca se convertirá en estatua a la entrada del Cusco llamándosele “Cusco Huanca” que quiere decir “mojón de piedra”. Del mito se desprende la existencia de grupos organizados desde el Callao hasta el Cusco, después de una etapa de confusión y anarquía. Desde Pacaritampu avanzaron buscando la tierra más favorable y se establecieron en las tierras vecinas de Huanacaure. Y de allí se expandieron a todos los valles del Cusco. 5.2. GÉNERO DRAMÁTICO El Inca Garcilaso de la Vega, en la primera parte de sus “comentarios reales” dice que: “los amautas que eran los sabios, no carecía de habilidad en la composición de comedias y tragedias, las cuales se representaban en los días de fiesta y de grandes solemnidades, ante los reyes y señores de la corte” “el argumento de las tragedias versaba siempre sobre hazañas militares, sus batallas y victorias y sobre las proezas y glorias de soberanos y héroes pasados”. “las comedias se refería a la agricultura, a las labores del campo, a las cosas de hogar y ala vida de familia”. Citaremos el resumen de la obra Ollantay: El general de los ejércitos incas, Ollantay, se ha enamorado de Cusi Coyllur (Lucero Alegre o Estrella ), hija del inca Pachacútec (El restaurador del mundo). Nadie, salvo otro Inca, puede casarse con ella, pero el general se expone y, pese a los augurios en contra, decide pedir la mano de Cusi Coyllur. La madre de la princesa oculta sus amores, su boda secreta. El sumo sacerdote Willka Uma descubre a Ollanta y los peligros de la ira del Inca. Esta es la introducción. A partir de aquí los amantes, ya separados, son obligados a refugiarse. Cusi Coyllur es encerrada en la casa de mujeres, Acllahuasi, y Ollantay huye a la ciudad que lleva su nombre, Ollantaytambo, y allí se atrinchera. El Inca cuenta con sus ayudantes, generales como Rumi Ñawi (Ojo de Piedra); Ollanta con los suyos, como Urqu Waranqa (Mil Montañas ). La primera batalla trae como consecuencia la derrota de Rumi Ñawi. Tiempo después, el Inca Pachacutec muere sin haber conseguido sus propósitos: derrotar a Ollantay; le sucede Túpac Yupanqui (El estimado por la realeza ). Rumi Ñawi, mediante una trampa, consigue apresar a Ollantay. Además la princesa tiene a su favor a una de las vírgenes del Sol, la Cortesana del Acllahuasi, Pitu Salla, pero como fiera oponente a la dura Mama Qaqa (Madre Roca). Eso hace posible que, tras diez años de férrea prisión, aun conserve alguna esperanza de salir de ella. El desenlace llega cuando Ima Sumaq (Bella Niña), de diez años, conoce a su madre y acude ante la presencia del nuevo Inca, su tío, que tiene preso a Ollantay y sus generales. Ollantay es perdonado por Sumo Sacerdote, que siempre hace de pacificador. El Inca se interesa más tarde por la mujer encadenada, reconociendo en ella a su hermana y oye de sus labios su penosa historia. Entonces el Inca perdona a todos, reconcilia ante todos a los esposos y les desea larga vida juntos. 5.3. GENERO LÍRICO - EL HAYLLI Era el canto del triunfo: va de exaltación religiosa, ya de la guerra y ya de la cosecha; por eso es que se les agrupa en tres órdenes: religioso, militar y campesino. Según Garcilaso, la palabra haylli significa “triunfo”. Felipe Huamán Poma de Ayala ha recogido nos versos que atribuye al Inca Yupanqui, que dicen: “Beberemos en el cráneo del traidor, de sus huesos haremos flautas; de su piel haremos un tambor; usaremos sus dientes como un corral; después bailaremos” - EL HARAWI Es el canto de los “haravicus”, poetas del pueblo. Dentro hay varias especies que mencionaremos a continuación: EL AYMORAY, está constituido en adoración al campo: las siembras y las cosechas: “Ya se enciende, mi sol tu cabellera de flor dorada envolviendo nuestro maizal. El tierno tallo ya amarillea… panti roja, flor hermosa la verde planicie reverdece voltea, hila… Tu plumaje es dorada red, planicie verde de rojo adornos de todas las flores el jardín amarillo engalanada tú, vega hermosa y florida” EL HUACATAQUI, es una composición pastoral en la que se relieva la figura de los animales domésticos: “Vicuñita, vicuñita dame tu pelo de nieve” LOS URPIS, son canciones de las “palomitas”. Comprende el amor erótico y también el amor a la tierra, al hogar, a la familia. Es una poesía que refleja muchas veces la nostalgia del mitimae y su esperanza de volver alguna vez al hogar: “Con el furgor sagrado llegará el día de reunirnos entonces con nuestros amigos tendremos fiesta y alegría” EL AYATAQUI, es el canto de la muerte. En la “Danza coral de las ñustas a la muerte del Inca Atahualpa” tenemos un ejemplo clásico de ayataqui: “Lloremos, lágrimas de sangre lloremos con desesperación, a gritos, lloremos que el sol para siempre la luz de sus ojos quito”