Liderazgo y motivación en el fútbol y en las empresas.Una conversación con Carlos Bianchi. Por Joaquín Sorondo Después de finalizada su disertación sobre “Liderazgo y Motivación” en las Jornadas del Supermercadismo Argentino, el pasado 30 de septiembre, me reuní con Carlos Bianchi – Director Técnico de Boca Junior – para continuar charlando, café de por medio, sobre los principales factores del liderazgo y la motivación de la gente en entornos tan diferentes como el del futbol de alta competencia y una empresa de nuestros días. A continuación, el resumen de la charla Joaquín Sorondo: Considerando que una de las principales causas de la motivación es el logro, la manera en que los resultados se miden tiene una relación directa con el nivel de motivación obtenido. El jugador de fútbol tiene, a mi criterio, una gran ventaja sobre la persona que trabaja en una empresa: él tiene, a través del sistema de puntaje, una noción bien definida e inmediata sobre su nivel de desempeño; si el equipo hace más goles que su adversario, gana, sino pierde. Es así, en el fútbol el gol es la diferencia entre el éxito y el fracaso pero, además, es el principal estímulo del jugador. Sin el gol este juego no tendría sentido... ¿te imaginás un campo de juego sin arcos, un partido sin goles, donde un jurado, al terminar el partido, determinara al ganador en función del nivel de juego alcanzado? Cuando un jugador hace un gol, se produce una fuerte emoción en todo el equipo, afectando su moral, su confianza, su determinación para ganar. Lamentablemente, en las empresas los resultados no siempre se pueden medir tan claramente y, por otro lado, son a más largo plazo, dificultando de esta manera la percepción de ganar o perder. Salvo el caso de los vendedores, para el resto de los empleados, por lo general, es mucho más difícil “hacer goles”... Tal vez en las empresas se debería trabajar más en definir qué es un gol y cuántos hay que hacer para alcanzar algún objetivo; en el fútbol, el objetivo es ganar el campeonato, pero para ello hay que ganar los partidos de los domingos. Es como una suma de emociones que lleva a la gran emoción. Yo creo que en las empresas debería pasar algo parecido; si el empleado no se concentra en alcanzar las metas parciales con emoción –el equivalente al partido del domingo–, es difícil mantener una alta motivación por mucho tiempo. Es que ganar seguido (y ser reconocido por ello) es un gran aliciente para alcanzar algo grande... Por otro lado, creo que el fútbol tiene otra ventaja: además de los goles, el jugador tiene el aplauso; el empleado no tiene público que lo aplauda, que lo ovacione. Si bien tiene jefes, colegas y, en última instancia, toda una organización, su tribuna por lo general es silenciosa. Son pocas las empresas que tienen al aplauso –el reconocimiento público– como parte de su cultura. Mientras que la tribuna del fútbol es ruidosa, tanto por los aciertos como los desaciertos, en las empresas se escucha mucho más el silencio y la reprimenda. Son pocos los jefes y colegas que actúan en el aspecto positivo; la mayoría hace hincapié en las faltas y los errores. Parece que hacer las cosas bien –y hasta muy bien– no es razón suficiente como para recibir un elogio. Una de mis principales responsabilidades es hacerles ver a mis jugadores cómo han jugado; si han sido un “desastre” se los digo con todas las Carlos Bianchi: Joaquín Sorondo: Carlos Bianchi: Joaquín Sorondo: Carlos Bianchi: Yo hablo mucho con mis jugadores sobre esto y también les digo que por encima de todo está la institución. cada vez más. tengo que saber qué le está pasando en su vida profesional y. y lo que le pasa fuera del club afecta su nivel de juego. pensar en algún cambio. como responsable de esa gente. pero sin este punto de partida el resto es inútil. también. no tenemos tiempo para eso. incluso las estrellas inteligentes comprenden que los menos dotados son tan necesarios como ellos. cambiar a uno de sus integrantes no es sencillo. un jefe que no dedica tiempo a su gente es muy difícil que pueda obtener lo mejor de cada uno y. con la mayoría de los jugadores que no habían logrado buenos resultados en campañas anteriores. Yo he tenido dos experiencias –una en Vélez y otra en Boca– en las que. sin embargo. pero si han jugado muy bien se los hago notar con la misma intensidad. el club. es como generar ese fuego sagrado del que hablabas. tiene que generar ese fuego sagrado. Mi tarea es convencerlo de que puede. Pero se paga.. Claro. primero hay que concentrarse en todo lo que yo. debo hacer y.letras. acordar la manera de alcanzarla. ya que mi responsabilidad no termina en las primeras explicaciones. salimos campeones… Joaquín Sorondo: Carlos Bianchi: Convenciéndolos de sus cualidades. Pero esto es recién el principio. y si no me entienden. ya que él es una persona. la persona se carga de una fuerte energía positiva que conduce a una alta motivación. pero para ello tengo que mostrarle el camino. El técnico es el responsable –y yo asumo esto con placer– de que sus jugadores den lo mejor de sí mismos.. La actividad del jefe como “coacher” es tan importante como las otras. Es mejor para el funcionamiento del equipo producir los menores cambios posibles y. además. Cuando alguien tiene claro qué es lo que se persigue y sabe cómo lograrlo y. Exactamente. tengo que decirles cómo quiero que juegue el equipo y qué tiene que hacer cada uno en la cancha. recién después. Para que el jugador rinda hasta su máximo potencial tiene que creer en sí mismo. No se trata de cambiar simplemente a aquellos que no rinden. nosotros pasaremos. Joaquín Sorondo: Carlos Bianchi: Joaquín Sorondo: Carlos Bianchi: Joaquín Sorondo: . ejecutar y controlar parece hoy incompleto. han sido aquellos capaces de comunicar una visión general y bien clara de lo que se pretende y. Los mejores jefes que he conocido a través de los años. El dicho diario “cargar las pilas” lo dice todo. pero la institución permanecerá... El tradicional esquema de planificar. por otro lado. tendré que insistir hasta que lo comprendan. Hoy se está comprendiendo.. Otra cosa muy importante en nuestra actividad es hablar permanentemente con el jugador. recibe el trato adecuado y la libertad suficiente para llevar adelante las acciones necesarias. el valor del trabajo en equipo a partir de la complejidad que día a día van adquiriendo los negocios. a partir de allí. en su vida privada. No podemos dividir al jugador en dos.. ya que se deben dar otros factores para que la persona alcance el éxito. Cuando el equipo funciona bien. En las empresas mejor dirigidas se habla hoy de la actividad de “coaching” como una de las mayores responsabilidades de los jefes. es mucho más económico. Cada jugador tiene que ser plenamente consciente de que el equipo está por sobre cada uno de los miembros. Armar un buen equipo es difícil y hay que dedicarle mucho tiempo. Un jugador no es fácil de reemplazar. ¿cómo puedo liderar gente de una manera efectiva? No. Yo creo que hay dos tipos de capitanes: los de fuerte personalidad. primero. Hoy se habla mucho de que los seres humanos tenemos dos tipos de inteligencia. pero la suma de las pequeñeces moldea un estilo personal que puede ser positivo o negativo.. Pero la única manera de enseñar ciertas cosas pareciera que es a través del ejemplo. que es lo que más se ve. que hablan mucho. hace sentir al jugador respaldado cuando te ve al lado suyo. pero preferí quedarme en la concentración con mis jugadores. Yo creo que la gente no se puede equivocar cuando tiene un buen ejemplo. En uno de los países en que trabajé. Después de todo. si no puedo ponerme en los zapatos del otro. nos habían ganado. Pero esto requiere de la humildad para saber que no sabemos… Carlos Bianchi: Creo que esto tiene que ver con la mentalidad de la gente. En mi experiencia. si no comprendo qué le pasa a la gente. no se puede. aprendemos lo que debemos hacer. como técnico. pero sí el ejemplo que se transmite. el domingo teníamos que jugar contra San Lorenzo y. en los dos casos. los hechos. cuando tengo que elegir al capitán del equipo pienso en todas estas cosas: tengo que analizar. y esto es. y aquellos callados. Esto tiene. Pienso que aquí entra en juego algo que caracteriza a los que saben. más allá del aporte concreto –que en este caso no significó nada espectacular ya que empatamos–. por ejemplo. a mi entender. su humildad. y los estudios nos dicen que la principal causa de éxito se debe a un buen desarrollo de lo emocional. más valor que mil cursos de capacitación y comunicados al personal. etc. el partido era muy importante por la revancha y por la posición en la tabla. por lo que no me sentí cómodo estando en otro lugar que junto a mi equipo. veo que mucha gente no toma demasiado en serio el valor de lo simbólico.Ninguna persona inteligente puede decir que lo sabe todo. Hay conductas que únicamente se modifican cuando. a través de las pequeñas acciones identificamos a los buenos líderes. Dependiendo de lo que necesite el equipo elegiré uno u otro pero. no tenemos más que mirar a nuestro alrededor… El otro día.. yo tenía arreglado un viaje al Sur. los jugadores creían que “se las sabían todas” y para mí. las posibilidades de grandes decisiones no se dan todos los días. pocos días antes. no importa tanto la forma de ser –ya que todos somos distintos–. que lideran básicamente con el ejemplo. Este tipo de actitudes. por ejemplo. qué tipo de imagen quiero trasmitir. si no soy capaz de percibir las emociones de los demás. Esto es un modesto ejemplo de lo que hablamos… Modesto pero contundente. que gritan. cómo está integrado el equipo. se me hacía muy difícil formar un buen equipo. tienen un valor superlativo en un mundo donde las palabras se han ido vaciando de contenido. se debe dar una condición: que el capitán trabaje en Joaquín Sorondo: Carlos Bianchi: Joaquín Sorondo: Carlos Bianchi: Joaquín Sorondo: Carlos Bianchi: . las conductas. quién comprende perfectamente lo que quiero dentro de la cancha. la racional y la emocional. Es que la mayoría de las veces se transmite más con lo que no se dice que con las palabras. a través del ejemplo. Vivimos experimentando en un mundo de cambio vertiginoso donde lo único que no cambia es el cambio. el caudal de conocimientos que requiere cualquier organización es tan amplio y especializado que sin un trabajo de colaboración coordinada los objetivos son inalcanzables. le damos un peso desmedido a lo racional y olvidamos lo emocional. yo. y si no hace las cosas bien la que sufre las consecuencias de mi enojo es la empresa.. me quedo sin trabajo. poniendo la oreja. . Carlos se fue caminando con su humildad y su sabiduría ganadas durante años dirigiendo equipos en la Argentina y en Europa. él está arriba y el otro abajo. Por eso creo que tenemos que estar al lado de ellos. aquí se parece más a la actitud de servicio de la que hablabas… Pero es que no puede ser de otra manera. pero ellos son los que juegan el partido. por lo general. brindándoles todo lo que necesiten para que puedan lograr los objetivos... en pocos días enfrentaban a River… . muchos hablan hoy de una relación de sociedad entre la empresa y sus empleados.te vas a otro banco! Y si mis jugadores no ganan los partidos. todos tenemos debilidades personales y flaquezas.. Carlos Bianchi: Joaquín Sorondo: Carlos Bianchi: Había pasado más de una hora desde que comenzamos con el primer café. uno manda y el otro obedece. tiene que tener una actitud de servicio hacia los demás… Joaquín Sorondo: En las organizaciones.. como primer responsable. si los empleados no cumplen.beneficio del equipo. yo con algunos de mis jugadores he hablado más que con mi hijo. Pero a raíz de los profundos cambios que se están produciendo en el mercado. las organizaciones inteligentes comienzan a cambiar. Yo le atribuyo a mi trabajo personal no más del 30% en los resultados. donde los jefes deben ponerse a disposición de sus dirigidos. Y me parece que en una empresa pasa lo mismo... aconsejándolos con nuestra experiencia. cuando voy a mi banco. el que me atiende es un empleado. Yo les puedo decir lo que hay que hacer. El jefe se percibe por sobre el empleado. Mirá. en su cabeza daban vuelta las ideas que tendría que volcarle a sus jugadores. el concepto de autoridad está más estereotipado. los factores más importantes del éxito de un equipo de fútbol son sus jugadores.