Libro Los Chibchas Hijos Del Sol La Luna

March 21, 2018 | Author: Jhonnatan Romero Huertas | Category: Bogotá, Ecosystem, Colombia, Archaeology, Shamanism


Comments



Description

Los chibchas: hijos del sol, la luna y los Andes. Orígenes de su diversidad José V. Rodríguez C. Bogotá, Agosto de 2011 Rodríguez Cuenca, José Vicente, 1952 - Catalogación en la publicación Universidad Nacional de Colombia Los chibchas: hijos del sol, la luna y los Andes. Del mito a la historia natural/ José V. Rodríguez C. Bogotá: Instituto de Desarrollo Urbano (IDU): Universidad Nacional de Colombia, Facultad de Ciencias Humanas. Departamento de Antropología, 2011. 284 p, 55 il. 1. Arqueología indígena - Andes Orientales - Colombia. 2. Indígenas de los Andes Orientales (Colombia) - Vida social y costumbres. 3. Indígenas chibchas de los Andes Orientales (Colombia) - Orígenes. Los chibchas: hijos del sol, la luna y los Andes. Del mito a la historia natural Primera edición: Agosto de 2011 © José V. Rodríguez C. © Instituto de Desarrollo Urbano (IDU) © Universidad Nacional de Colombia Facultad de Ciencias Humanas Departamento de Antropología www.humanas.unal.edu.co/antropología ISBN: 978-958-719-937-6 Corrección de estilo: Zdena Porras Jandová Diseño y diagramación: Julián R. Hernández R. [email protected] Impresión y encuadernación: Julián Hernández, Taller Editorial Bogotá, D. C. Distribución: Unibiblos – Ciudad Universitaria Librería Torre de Enfermería Tels: 57-1-368 14 37 – 368 42 40 Siglo del Hombre Editores Cra 32 Nº. 25-46 Tels: 57-1-337 77 00 – 368 73 82 www.siglodelhombre.com Impreso en Colombia – Printed in Colombia Todos los derechos reservados. Prohibida su reproducción parcial o total por cualquier medio sin permiso del editor Al profesor Eliécer Silva Celis (1914-2007), pionero de las investigaciones en arqueología funeraria, bioarqueología, arqueoastronomía y chamanismo prehispánico chibchas. Fundador del Museo Arqueológico de Sogamoso (1942) y cofundador de la Universidad Pedagógica y Tecnológica de Colombia, UPTC (1953). Hijo del sol y de la luna; un Sugamuxi dedicado a la recuperación de la memoria del pueblo muisca. Contenido Presentación 13 Agradecimientos 15 Introducción 17 Capítulo 1 El territorio ancestral de los Andes Orientales 1.1 El espacio simbólico 1.2 El espacio biofísico 1.3 El espacio andino durante el Pleistoceno 1.3.1 Cambios climáticos durante el Holoceno 1.4 El espacio y el tiempo mítico de Bochica en la sabana de Bogotá 1.5 El espacio sabanero a la llegada de los conquistadores 23 23 26 28 30 30 32 Capítulo 2 Los primeros pobladores del altiplano Cundiboyacense 2.1. El poblamiento temprano del noroeste de Suramérica 2.2. Cambios climáticos y opciones de recursos 2.3 La producción lítica 2.4 Los recursos alimentarios 2.5 Las adecuaciones de los espacios de vivienda 37 37 41 43 45 47 Capítulo 3 Los primeros horticultores (II milenio a. C.) 3.1 Aguazuque y la neolitización en la sabana de Bogotá 3.2 Los recursos vegetales cordilleranos 3.3 La evolución de los horticultores 51 51 52 54 Capítulo 4 Los primeros agroalfareros: pobladores de valles de antiguas lagunas (I milenio a.C. a siglo VIII d. C.) 4.1 Cambios climáticos y surgimiento de los primeros agroalfareros 4.2 Los pobladores del entorno de la antigua laguna de La Herrera 59 59 63 4 Prácticas funerarias y chamanismo entre los chibchas 8. rituales funerarios y chamanismo en los Andes Orientales 8. la luna y los Andes (siglos IX-XVI d.4 El intercambio y la conexión de los Andes con los valles interandinos 83 83 88 91 95 Capítulo 6 Los muiscas del altiplano Cundiboyacense 6.5 El valle de Sogamoso 4.4.6 Los laches de la Sierra Nevada del Cocuy 129 129 130 130 132 133 134 134 135 135 136 139 139 144 154 .4.2 Los séké o mohanes: sacerdotes.7 El valle de Duitama 4.3.1 Paisajes andinos y adecuaciones prehispánicas 5.3 La organización social 5.3 Los pobladores de la llanura de inundación del río Bogotá 4.2 La transición entre los períodos Herrera y Muisca 5.2.3 Prácticas funerarias durante el Período Herrera 8.2 Prácticas funerarias y chamanismo precerámico 8.2.4.|6| 4.5 Pueblos independientes 99 99 102 104 106 108 Capítulo 7 Los chibchas septentrionales 7.6 El valle de Leiva 4.3 Los muiscas de Tunja 6.4 Los pobladores de Tunja 4.1 Las confederaciones muiscas 6.2.1 Las lenguas de los antiguos habitantes de la cordillera Oriental 7.4.4.1 Los abrigos rocosos de Tequendama 8. brujos y médicos 8.1 Madrid 2-41 8. C.4 Los laches 115 115 117 120 122 Capítulo 8 Cosmovisión.4.2 Los muiscas de Bogotá 6.5 Rituales funerarios 8.3 Aguazuque 8.2 Los chitareros 7.3 Los guanes 7.2 Checua 8.1 La tumba: reflejo del mundo de los muertos y de los vivos 8.3 Sobre la muerte y el más allá 8.) 5.4 Los muiscas de Sogamoso 6.4 Los sacrificios de los muiscas 8.1 Cosmovisión y rituales muiscas 8.8 Los orígenes de la población del Período Herrera 67 69 70 72 74 75 Capítulo 5 Los chibchas: hijos del sol. 3.3 Las poblaciones prehispánicas de Colombia en el ámbito mundial 9.10 ¿Vivían los chibchas mejor o peor que sus antepasados recolectores cazadores? 237 Capítulo 11 Esplendor.7 Los guanes 8.5 La salud de los cazadores recolectores 220 10.7 Síntesis de los orígenes poblacionales 154 155 156 169 169 171 176 178 179 183 186 193 197 198 Capítulo 10 Las condiciones de vida de la población prehispánica de los Andes Orientales 205 10.5 Tendencias temporales y espaciales en las prácticas funerarias de los Andes Orientales Capítulo 9 Orígenes y evolución de la diversidad poblacional de los Andes Orientales 9.2 El ocaso de los hijos del Sol 11.1 El esplendor de los usachíes.6 El cromosoma Y 9.1 El chamán como agente de salud 215 10.3. hijos del Sol y de la Luna 11.8 Los chitareros 8.3 El renacimiento de los hijos del Sol 243 243 243 243 247 253 Bibliografía 257 .4. ocaso y renacimiento del Sol de los chibchas 11.2 Variación intergrupal 9.3 Salud y cosmovisión indígena 214 10.1 Sobre los factores de la diversidad poblacional humana 9.|7| 8.1 Características físicas de los chibchas según los cronistas 205 10.4 Los indicadores de salud 217 10.5 El ADN mitocondrial 9.7 La intensificación de la agricultura y la salud 229 10.4.3.4 Los estudios dentales 9.2 Bioarqueología y condiciones de vida 210 10.1 Análisis intragrupal 9.9 Variación ocupacional de la salud 235 10.8 Variación social de la salud 234 10.3 Un estudio craneométrico 9.3.6 Horticultura y salud 222 10.2 Los orígenes de los primeros americanos (paleoamericanos) 9. Silva. J. 116 Tabla 9.. 2001). 1990.. 2010). Patrones funerarios según los períodos culturales de los Andes orientales. Rodríguez. y del mundo (Vargas. 55 Tabla 3. Variación de rasgos dentales de Colombia prehispánica y contemporánea.. 226 . Melton et al. 2010. A. 35 Tabla 2. 159 Tabla 10. Cambios socioculturales. 2007: 53). Dataciones radiocarbónicas del sitio arqueológico Madrid 2-41. 92 Tabla 8. Distribución de los tipos cerámicos por regiones y período. Ribeiro dos Santos et al. Norteamérica (Torroni et al. Áreas de las clases dentales y valores totales (TS) en grupos colombianos (Rodríguez y Vargas. Dimensiones craneales y dentales de Tequendama y Aguazuque (Correal. Prueba Kolmogorov-Smirnov entre grupos precerámicos. 65 Tabla 6. 1993) y Centro-Suramérica (Moraga et al. 195 Tabla 14. 178 Tabla 11. Clasificación de las lenguas chibchas según Constela (1993: 109). climáticos y biológicos en los Andes Orientales de Colombia. Datos de isótopos estables (nitrógeno y carbono) y frecuencia de caries en grupos de la sabana de Bogotá. 64 Tabla 5. 2005. 55 Tabla 4. 192 Tabla 13. Pueblos e indios tributarios chibchas en el Nuevo Reino de Granada en 1538 (Tovar. Frecuencia de indicadores de dieta. V.|8| Lista de Tablas Tabla 1.. 2010). 1987: 75). 188 Tabla 12. Frecuencias de haplogrupos mitocondriales en poblaciones de Colombia (Casas. 2007... Estratigrafía del perfil norte del Corte 2 de Madrid 2-41. 1996). salud y demografía en la sabana de Bogotá. 76 Tabla 7. En el horizonte CR2 se aprecia la arcilla blancuzca del fondo del antiguo lago y carbón de un fogón (Rodríguez. 2005). 81 Figura 14. Villa de Leiva. Bogotá 98 Figura 17. Corte 0 (Rodríguez . 80 Figura 13. Cráneos dolicocéfalos de Floresta.. Tunja (Pradilla et al.V. y Cifuentes. Sistema de canales y camellones de damero junto a Los Lagartos. Mapa con la localización de los grupos chibchas y vecinos hacia el siglo XVI. Vestigios líticos en el sitio de Goranchacha. 77 Figura 8. Laguna de la Herrera. correspondientes a los tipos Mosquera rojo inciso (izquierda) y Mosquera roca triturada (derecha). 78 Figura 9. 81 Figura 16. Mosquera. Fragmentos cerámicos excavados en el norte de Bogotá (La Francia).V. Sogamoso (arriba). 49 Figura 3. Madrid 2-41. 49 Figura 5. Estratigrafía del perfil norte del Corte 2. Cráneos deformados de Madrid (izquierda) y Duitama (derecha) del Período Herrera. 57 Figura 4. de 8000 años de antigüedad (Museo Arqueológico de Sogamoso MAS). Cráneos dolicocéfalos de Aguazuque. 81 Figura 15. UPTC. Huellas de antiguos canales en la hacienda Las Mercedes. 1992) y corte de la planta excavada por Hernández de Alba (1937: 16). 36 Figura 2. Cundinamarca (abajo). Cráneos dolicocéfalo (izquierda) y robusto (derecha) del Cocuy. Columnas alineadas (arriba) y falos líticos (abajo) en El Infiernito. 2005). 78 Figura 10. Copa esgrafiada. Boyacá. Fragmentos cerámicos del Período Herrera. Al fondo vista desde una terraza coluvial con cementerio precerámico en Malpaso (Vistahermosa). J. vestigio de posible vivienda tipo palafito (Madrid 2-41.. Cráneos dolicocéfalo (izquierda) y mesocéfalo (derecha) de Madrid . 57 Figura 6. 77 Figura 7. Templo del Sol. 79 Figura 12. 79 Figura 11..|9| Lista de Figuras Figura 1. Monquirá. Madrid 2-41. Madrid 2-41. Corte 18). y Cifuentes. Cráneos dolicocéfalos de Tequendama (arriba) y Checua (abajo). Huecos alineados. 112 . J. Figura 31. Figura 21. 2001). Soacha. Santander (Museo Horacio Rodríguez Plata. Entierro ritual boca abajo (arriba). posiblemente correspondientes a una pareja (Groot. Figura 24. Cráneos deformados de Tunja. Cundinamarca (Rodríguez y Cifuentes. Ofrenda ritual de pie humano sobre metate. Cráneos deformados de la Cueva de los Indios.| 10 | Figura 18. 1992: 67). y La Purnia 014. Aguazuque. Cráneos deformados de Bolívar. Boyacá (derecha). Figura 36. Figura 27. Soacha. Tumba 18 (arriba) de individuo incompleto. Figura 23. Tipos de entierros excavado en la UPTC. Mesa de los Santos. Santander (derecha). Boyacá (izquierda). Madrid 2-41. Figura 39. Mesa de los Santos. 1977: 132). Yacimiento ritual de Madrid 2-41. Santander (izquierda). 1990: 146). Figura 33. 2005). 1990: 145). Cundinamarca (Correal. Figura 28. junto a decenas de esqueletos. Ofrenda de cuerno de bóvido en estructura cónica. Entierro colectivo de Aguazuque.. Madrid 2-41. Figura 38. Cañón del río Chicamocha cerca del parque del mismo nombre. Templo del Sol en Monquirá. 112 113 113 114 114 126 126 127 127 127 160 160 161 161 162 162 163 164 165 165 166 166 . 2005). Figura 22. Cundinamarca (Correal. Excavaciones adelantadas en 1945 en predios del Templo del Sol (Eliécer Silva C. Madrid 2-41 (Rodríguez y Cifuentes. Entierro 11 del corte 0. 2005). Tunja (Pradilla. entierro infantil (abajo). Entierros 10 y 11 de Checua. Distribución de los grupos sociales de Portalegre según dos funciones canónicas discriminantes. Sogamoso. huesos largos pintados (abajo). Figura 30. Figura 34. Figura 32. Figura 29. Santander. y Soatá. Boyacá (colección UPTC). Entierros 12 y 13 de Tequendama (Correal y Van der Hammen. Cráneos T-28B (izquierda) y T-88 (derecha) de Portalegre. 2005). Vasijas halladas en un abrigo rocoso de La Purnia. Madrid 2-41 (Rodríguez y Cifuentes. Socorro). Figura 35. Madrid 2-41. 2005). Figura 26. Figura 25. Hunza a la llegada de los españoles según el Equipo de Arqueología de la UPTC (Pradilla et al. Entierro boca abajo de individuo masculino deformado. Soacha. Mesa de los Santos. Cráneos sin deformar de Cheva T-05 (Cocuy). 1992). Figura 37. Cundinamarca (Rodríguez y Cifuentes. 2005). Figura 19. Cundinamarca (Rodríguez y Cifuentes. Cundinamarca (Rodríguez y Cifuentes.) Figura 20. Torus auditivo en individuo 6300246 de Sogamoso. Distribución de los grupos mundiales masculinos según las funciones canónicas discriminantes craneométricas. afectadas por periostitis.. 1988). 167 Figura 41. Portalegre. 239 Figura 51. 168 Figura 43. afectados por traumas frontales. 240 Figura 52. 202 Figura 46. Defectos del esmalte en momia de la Mesa de los Santos. Soacha (señalada dentro del círculo) (Botiva. Distribución de los grupos mundiales femeninos según las funciones canónicas discriminantes craneométricas. Huellas de postes de planta de vivienda (abajo) y entierro infantil (arriba).| 11 | Figura 40. Dendrograma de correlaciones intergrupales craneométricas de América. 1990).V. Soacha (Rodríguez. 241 Figura 54. 2006). 1988: 28-29). Santander. Obsérvese que el esqueleto infantil no está desarticulado (señalado dentro del círculo) (Langebaek et al. Funciones canónicas discriminantes de variables odontométricas de grupos mundiales.. odontométricas y morfológicas dentales. con lesiones compatibles con tuberculosis. y Silos. Cundinamarca (arriba). Asia y Australia. Portalegre T-112. 241 Figura 55. Análisis canónico discriminante craneométrico entre grupos masculinos de Colombia. Santander (abajo). Tibanica. 240 Figura 53. 110. Bucaramanga). 239 Figura 50. epigenéticas. J. Entierro No. 202 Figura 47. Soacha (Botiva. 204 Figura 49. 168 Figura 42. Cráneos deformados procedentes de Cácota. 201 Figura 45. Dendrograma de distancias según variables craneométricas. Espondilolistesis en transición lumbosacra. Soacha. Tibias en sable de Madrid. 2009). Caries sicca en frontal por treponematosis de Aguazuque (Correal. Santander (Casa de Bolívar. 242 . 203 Figura 48. Vértebras afectadas por procesos infecciosos. 201 Figura 44. Distribución de las tumbas de Portalegre. Portalegre. Orígenes de su diversidad. . la luna y los Andes.| 12 | Los chibchas: hijos del sol. aportando pruebas para la construcción de la historia de la ciudad. curí y otros animales. Por esta razón se busca que la investigación desarrollada por el convenio entre la Universidad Nacional de Colombia y el Instituto de Desarrollo Urbano contribuya a la comprensión sobre los orígenes del poblamiento y posterior urbanización de la sabana. donde los criterios de sostenibilidad aseguran la continuidad y conexión de la estructura ecológica regional entre cerros y río Bogotá. y construían campamentos a orillas de los ríos para guarecerse de las inclemencias del clima. por otro lado. relato que se inicia desde los primeros habitantes que vivían en abrigos rocosos por el piedemonte de los cerros Orientales.Presentación E l Plan de Ordenamiento Zonal del Norte de Bogotá es una reglamentación integral que garantiza un desarrollo y protección del territorio con equidad. hasta los agricultores que convirtieron el pantano del río Funza (Bogotá) en parte de una red hidráulica para el manejo de las aguas. donde los criterios de equidad proveen el suelo necesario para vivienda de interés social.VIS y/o prioritaria VIP. teniendo claro de que esta zona de la ciudad conserva rastros con alto valor cultural. Esta es una de las diez Operaciones Estratégicas para la ciudad que definió el Plan de Ordenamiento Territorial POT. y. además de la carne de venado. mejorando la movilidad y concibiendo el Borde Norte en su conjunto como un punto clave para el fortalecimiento de la ciudad región. por una parte. productividad y sostenibilidad. con la finalidad. de garantizar la no afectación de zonas con un posible valor arqueológico e histórico. Por ser este uno de los pocos lugares que se conservan en estado natural es de gran importancia desarrollar un estudio arqueológico de las franjas por donde se estructura el proyecto. donde los criterios de productividad buscan fortalecer las actividades comerciales y de servicios ubicadas a lo largo del eje de integración regional Avenida Autopista Norte. los primeros grupos hortícolas que aprovecharon las raíces y tubérculos de la sabana de Bogotá para su alimentación. La fundación de Santafé en 1539 al pie de los cerros de . Dr. prácticas funerarias y condiciones de vida. Héctor Jaime Pinilla. configuraron el actual aspecto de la ciudad. el Instituto de Desarrollo Urbano (IDU) busca contribuir con el conocimiento sobre los pueblos que antecedieron la llegada de los españoles con el propósito de que la comunidad académica se enriquezca con ese saber ancestral y tome lecciones para el futuro. y los posteriores desarrollos urbanísticos que dependían de los vaivenes políticos.| 14 | Los chibchas: hijos del sol. Director del Instituto de Desarrollo Urbano (IDU) . sus adaptaciones medioambientales. Orígenes de su diversidad. Con la publicación del presente texto que trata de los orígenes de las sociedades chibchas que se asentaron en los Andes Orientales. Monserrate y Guadalupe siguiendo la tradición española de trazar cuadrículas a partir de una plaza central. la luna y los Andes. el profesor Germán Peña.].d. por lo cual apoyó la publicación del presente texto. en general. a quien dedicamos esta obra. como parte del proceso de socialización de los resultados del proyecto de Arqueología Preventiva sobre el trazado del POZ Norte de Bogotá. de la División de Investigación Sede Bogotá (DIB) de la Universidad Nacional de Colombia. nos brindó una cálida hospitalidad y una amable colaboración para el estudio de las colecciones. El Dr. nos ofreció largas y amenas conversaciones sobre su lucha por recuperar la memoria del pueblo chibcha. En la Universidad Pedagógica y Tecnológica . las excavaciones arqueológicas adelantadas en la penumbra de la noche para escapar de las furtivas miradas de los guaqueros y. pionero de las investigaciones bioarqueológicas precerámicas de Colombia. sobre su vida de investigador. Los resultados de las investigaciones se han podido materializar en este texto gracias a la colaboración de varias personas que facilitaron la revisión de las colecciones óseas de distintos museos del país y su contexto arqueológico. nos facilitó la revisión de la colección de Aguazuque. nos ofreció su asesoría científica en el estudio de los restos de cazadores recolectores que reposan en el Instituto de Ciencias Naturales de la Universidad Nacional de Colombia. La actual directora del Museo. y del Departamento de Antropología de la misma entidad que me ofreció el tiempo y el apoyo logístico necesarios para iniciar y continuar esta investigación en el transcurso de casi dos décadas de vida docente.p.e. la antropóloga Margarita Silva Montaña.Agradecimientos E sta investigación sobre los orígenes y condiciones de vida de las poblaciones chibchas de los Andes Orientales de Colombia ha sido posible gracias al apoyo financiero y científico de Colciencias. el actual coordinador del Instituto. El Instituto de Desarrollo Urbano (IDU) del Distrito Capital consideró pertinente contribuir con el conocimiento acerca de los antiguos pobladores de la sabana de Bogotá. Eliécer Silva Celis [q. entonces director del Museo Arqueológico de Sogamoso. la reconstrucción del templo del Sol. El profesor Gonzalo Correal Urrego. quien ha puesto todo su empeño por actualizar la obra museológica. críticas. el profesor Leonardo Moreno nos abrió el incógnito y fascinante mundo de los chitareros. Rodríguez y Héctor Salgado. Los estudiantes de varias generaciones de cursos de bioarqueología con sus inquietudes me motivaron para ampliar las pesquisas bioarqueológicas. doña Martha Hélida Ardila Díaz nos abrió las puertas y acogió con mucho cariño durante nuestra estadía por los pasillos. así como su actual director Dr. sabios conocedores de otras dimensiones del conocimiento. sugerencias y sabios senderos. la profesora Helena Pradilla apoyó la labor de análisis de la colección de referencia y su contexto arqueológico. sus prácticas funerarias y sus restos óseos. de Colombia (UPTC) con sede en Tunja.. Finalmente el investigador Jorge A. A todos. les debo mi conocimiento sobre los antiguos pobladores del Valle del Cauca. La fundación de Investigaciones Arqueológicas Nacionales (FIAN) del Banco de la República financió los estudios del yacimiento arqueológico de Madrid 2 . nos brindaron su colaboración en la revisión de las nuevas colecciones osteológicas prehispánicas. lo que me permitió rastrear las huellas de los chibchas en el tiempo y el espacio. . Clemencia Vargas y Ricardo Parra de la Facultad de Odontología de la Universidad Nacional de Colombia. subdirector técnico. 1999). Los profesores Héctor Polanco. la luna y los Andes. me introdujeron en el apasionante mundo de los dientes. Eduardo Rojas de la Casa de la Cultura “Horacio Rodríguez Plata” facilitó el estudio de la colección de cráneos de la Mesa de Los Santos.| 16 | Los chibchas: hijos del sol. En la Casa de Bolívar de la Academia de Historia de Santander. Gamboa evaluó una versión inicial de este texto. excavando contextos funerarios donde se podía indagar directamente sobre las relaciones entre el mundo ritual y el material. Benjamín Herazo. Santander. En el Instituto Colombiano de Antropología e Historia (ICANH) los entonces investigadores Ana María Groot y Alvaro Botiva. En Socorro el Dr. aportando valiosas sugerencias sobre la temática muisca histórica. además de la nueva generación representada por Sonia Blanco y Alexander Clavijo. Carlos A. con quienes compartí mis primeras incursiones bioarqueológicas hace más de veinte años. Diego Herrera.41 y la publicación de una versión inicial de este texto (Rodríguez. En la Universidad Industrial de Santander (UIS) de Bucaramanga. nuestros sinceros agradecimientos por su apoyo. me indujeron a prospectar el papel del chamanismo y la cosmovisión para entender el intrincado y misterioso mundo prehispánico. que resultaron emparentados con los chibchas. Al INCIVA y a sus antiguos colaboradores Guillermo Barney M. Mis amigos chamanes José Juan Matapí y José Dolores Malo. y Emilio Piazzini. que algún día hace casi 200 años recorriera el Libertador. Orígenes de su diversidad. sus enfermedades. morfología y tamaño. Con el fin de divulgar y socializar estos datos recientes. A raíz de la ejecución del Plan de Ordenamiento Zonal (POZ) del Norte de Bogotá. desde los primeros cazadores recolectores que habitaron en el actual territorio capitalino hace más de 10. a 800 d. sus condiciones de vida.). pasando por las poblaciones del período Herrera que iniciaron el desarrollo agrícola de la región (I milenio a. Las basuras excavadas en este sector nos han permitido abordar algunos aspectos de la cultura material y vida cotidiana de estos habitantes que permiten complementar la información recabada de las fuentes escritas y otras evidencias materiales. el IDU ha considerado importante aportarle a la sociedad colombiana un texto que dé cuenta de la problemática acerca de los orígenes de las poblaciones chibchas. especialmente restos óseos humanos pertenecientes a los antiguos ocupantes. como también del proceso de ocupación hispánica del piedemonte sobre la carrera 7ª de la ciudad. Esto tiene lugar especialmente sobre terrenos que antiguamente fueron ocupados por grupos humanos prehispánicos. la cosmovisión y prácticas funerarias. C.000 años.Introducción E l proceso de crecimiento de Bogotá ha exigido la incorporación de nuevas tierras para la construcción de grandes proyectos urbanísticos.) en los tiempos anteriores a la llegada de los conquistadores españoles en el siglo XVI. Para ello vinculó a la Universidad Nacional de Colombia mediante el Contrato Interadministrativo 018-2010. C. hasta la sociedad muisca que acometió la intensificación de la agricultura (800-1600 d. en forma de haciendas y quintas. se encontraron yacimientos que dan cuenta de la presencia de los antiguos pobladores. Como producto de la prospección y excavaciones arqueológicas adelantadas por el equipo de arqueología preventiva de la Universidad. el manejo del . C. el Instituto de Desarrollo Urbano (IDU) consideró pertinente atender las exigencias de la normatividad existente en la Ley General de Cultura respecto a la elaboración y aprobación de un Plan de Manejo Arqueológico que recupere información representativa acerca de los antiguos pobladores sobre el área de inclusión. Estos últimos se asentaron en la parte más elevada de la sabana de Bogotá. la luna y los Andes. La solución está en la preservación de los humedales que sirven de contención a las frecuentes inundaciones. Este evento. Soacha. se rompieron con fuerza las peñas de Tequendama. Estas inundaciones no son nuevas. con lo que se desaguó parte de la enorme laguna. y. que se convertiría en el pan de los muiscas. Chía. Quinientos años después. Cota y Mosquera. es importante conocer las respuestas adaptativas que en su momento desarrollaron las poblaciones chibchas y que les permitieron sobrevivir de manera exitosa. Por otro lado. En los años 2010-2011 hemos visto en Colombia los efectos de una gran catástrofe ecológica producida por las vastas inundaciones que han anegado miles de hectáreas.| 18 | Los chibchas: hijos del sol. los bosques para criar ganado vacuno y sembrar cereales del Viejo Mundo. por qué no. evento que se ha repetido durante varios momentos del desarrollo histórico de la sabana de Bogotá y que quedó plasmasdo en el mito de Bochica. Orígenes de su diversidad. Cajicá. debido a la presión de las aguas por la parte más baja de la sabana (Fontibón. base del desarrollo cultural. Bosa). a raíz de las recientes inundaciones que han afectado a los municipios de Bogotá. que hoy día reclama el río. Para regular las aguas. en el piedemonte de los cerros Orientales. sincrónico al acontecido en tiempos bíblicos. en reconstruir el antiguo . Este evento permitió cultivar el maíz. quedó plasmado en la tradición oral y mitos de los protochibchas. sistema hidráulico que los muiscas continuaron utilizando y ampliaron considerablemente hasta la llegada de los conquistadores. Hace 7500 años. político y económico de la región andina. además. que se extiende por Mosquera y Madrid. Hace cerca de 3000 años. los primeros cultivadores construyeron canales y camellones a lo largo de la llanura de inundación del río Bogotá. la población bogotana creció desmesuradamente. y fue asociado por los habitantes de esa época con el personaje mítico de Bochica. y afectando los intereses de los propietarios de las tierras más costosas que se hallan a lado y lado de los ríos. para evitar los cenegales donde se escondían los indígenas en las islas que sobresalían de la superficie pantanosa. durante el hipsotermal –cuando las temperaturas se elevaron en cerca de 2-3° C– el deshielo de los casquetes glaciares que cubrían los cerros Orientales del Distrito Capital produjo el “diluvio universal” de la sabana de Bogotá. expandiéndose por las partes bajas. talaron. conformando un enorme lago cuyo relicto se conoce actualmente como la laguna de La Herrera. causando pérdidas de vidas humanas y de bienes materiales. medio ambiente frente a las constantes inundaciones del río Bogotá y el impacto de la Conquista que condujo a su reducción demográfica y al surgimiento de los mestizos. actualmente.Introducción | 19 | sistema hidráulico de los muiscas. un culto solar muy similar y una red de intercambio comercial que permitió mantener lazos culturales y genéticos durante centenares de años antes de la llegada de los conquistadores. Sus huellas se aprecian en los actuales departamentos de Santander (Norte y Sur). sino que se mezclaran y dieran origen a los . donde se asentaron las primeras haciendas. maní y curí. el policultivo (maíz. Esta es la principal razón por la que estudiamos el pasado indígena. y. el empleo de abonos naturales. el proceso de hibridación biológica y la españolización de la sociedad condujeron a que los chibchas no se extinguieran. Gracias a la conjunción de varios eventos ambientales e históricos. ya sea perpendicularmente al río o en forma de damero (ajedrez). los chitareros de la provincia de Pamplona y los guanes de Santander. especialmente en lo referente a las lecciones de las normas adaptativas de los chibchas: nutrición balanceada basada en productos de alto contenido proteínico como la quinoa. una cosmovisión andina. plantas medicinales). frutas. donde se desarrolló la Campaña de Boyacá de 1819 que condujo a consolidar la Independencia. Fue tal la importancia de la lengua chibcha en el país. Los muiscas del altiplano Cundiboyacense. las sociedades chibchas de los Andes Orientales de Colombia lograron posicionarse durante el período prehispánico de Colombia como las más numerosas. tal como ocurrió con el quechua. que el conquistador. amarantáceas. En este territorio florecieron antes del siglo XVI culturas indígenas que aportaron plantas útiles (tubérculos de altura. el azteca y el tupí. Boyacá y Cundinamarca. al igual que en Mesoamérica y los Andes Centrales. todo ello enmarcado en un pensamiento que propende por mantener la armonía con la naturaleza y no por “explotarla” –en sentido literal de la palabra–. a un problema de comunicación con fines de reducción. al verse abocado. pensó en ella como una lengua general para todo el Nuevo Reino de Granada. la regulación del crecimiento demográfico que controla el consumo. fríjol. Este ejemplo nos demuestra que el estudio del pasado tiene aplicación en la solución de problemas del presente. fértiles tierras y mano de obra agrícola calificada y disciplinada que posteriormente aprovecharon los encomenderos y hacendados de la Colonia. las de mayor extensión territorial y las más desarrolladas en sentido socioeconómico. por sus orígenes comunes compartieron una familia lingüística chibcha. evangelización y aprovechamiento de los recursos nativos. técnicas de cultivo. las primeras industrias. fríjol y ahuyama) y la rotación de los suelos. importante centro económico del país. como pretende el mundo occidental. los laches de la Sierra Nevada del Cocuy. Sin embargo. la región más rica del país que produce casi el 40% del PIB total de Colombia. momificados y dentales) para el estudio de la variación biológica de los pobladores. Ver Lévi-Strauss. Los estudios antropológicos e históricos de esta región se han dedicado básicamente a escudriñar los aspectos culturales. Socorro) que ofrecen exposiciones permanentes e itinerantes. las investigaciones bioarqueológicas (historia natural) que aportan evidencias materiales (restos óseos. momias y restos óseos. la organización social y política. desde la etapa de los recolectores cazadores (Precerámico. el pensamiento primitivo son considerados por Claude Lévi-Strauss como un comportamiento lógico al igual que el de la sociedad occidental. los primeros 1 El mito y. de una fuerte disciplina laboral. santandereanos). la originalidad del pensamiento mitológico estriba en que desempeña un papel conceptual. Sogamoso (Museo arqueológico de la UPTC) y Bucaramanga (Casa de Bolívar). la comparación de la historia mítica con la historia natural nos ofrece un nuevo cuadro de los chibchas. la mitología. confirmada por la historia no escrita pero transmitida de generación en generación mediante los mitos de origen1. C y D). la luna y los Andes. del manejo ecológico milenario y de su cosmovisión. y. La producción material de los chibchas es muy vasta y se exhibe en los museos de Bogotá (Museo Nacional). mestizos andinos (cundinamarqueses.| 20 | Los chibchas: hijos del sol. 1989: 35. sin que diste mucho del pensamiento científico. De esta manera. de su historia antigua o prehistoria. pues opera mediante un sistema clasificatorio construido con base en la percepción sensorial. basados en las fuentes documentales de los cronistas. En este sentido. cuyo estudio nos puede arrojar luces acerca de las causas de su desarrollo económico y social. boyacenses. líticos. Poca atención se ha dedicado al problema de los orígenes de la población. Igualmente. así como en museos locales (Guane. 1988: 124. los mutes y los cocidos. nacionales e internacionales. con gran diversidad de muestras de orfebrería. milenios X-II a. 1982: 124. Pamplona. en fin. Orígenes de su diversidad. los mitos deben considerarse como una forma superior del conocimiento. textiles. en menor medida. apreciada tanto en la industria como en el campo. señalan una nueva y más objetiva visión: la microevolución de los ancestros chibchas en el transcurso de más de una decena de milenios. Algunos autores consideran que los habitantes vinieron en diferentes oleadas migratorias y que a cada cambio cultural corresponde un nuevo evento poblacional.). las mazamorras. en general. y el proceso de conquista y colonización. C. con un alto componente genético materno indígena (con casi el 80% de haplogrupos mitondriales indígenas A. B. Por esta razón. cerámica. Tunja. Se puede decir que la imagen del desarrollo prehispánico de Colombia se identifica en gran medida con lo chibcha. trazado en diferentes momentos históricos o escenas de su desarrollo. por ende. por lo menos la más fundamental. . herederos de la arepa de choclo. los mitos contienen imágenes de la realidad obtenidas de la experiencia cotidiana y. en datos arqueológicos y estudios lingüísticos. Sin embargo. desde 1942 hasta su deceso. con el fin de ubicar las principales tendencias de su cambio sociocultural. combinando las fuentes bioarqueológicas con las medioambientales y documentales (etnohistóricas. C. C. en los que se propuso brindar al lector una visión integral de la problemática antropológica chibcha con base en investigaciones sobre etnohistoria. Lache. El presente texto incluye actualizaciones sobre el ámbito del poblamiento temprano de Colombia y América en general. Don Eliécer Silva Celis dedicó. El pionero de las investigaciones bioarqueológicas del territorio chibcha es el profesor Eliécer Silva Celis (1914-2007). quien conjugó sus vastos conocimientos etnohistóricos con sus propios estudios arqueológicos y bioantropológicos (craneometría. arqueología y bioantropología de las áreas culturales Chitarero. Soacha). mediante el método comparativo y a la luz de una visión integral (holística. además de algunas aportaciones bioarqueológicas y genéticas. pero. interpretados a la luz comparativa de la antropología americana que se conocía en su época. Como ejemplo de caso para interpretar desde la perspectiva de la arqueología funeraria. paleopatología) de las áreas étnicas Chitarero (Silos). se revisó el sitio de Portalegre (Soacha. Cundinamarca) mediante análisis estadístico multivariado. etnográficas). Adaptaciones bioculturales (1999) y Los chibchas: Adaptación y diversidad en los Andes Orientales de Colombia (2001). por motivos de salud no alcanzó a presentar su escrito. El objetivo de este texto es abordar este vacío investigativo sobre los orígenes de la población prehispánica de los Andes Orientales de Colombia. multicausal).) y los chibchas (siglos IX-XVI d. multidimensional. infortunadamente.). desde los cazadores recolectores hasta las sociedades tardías. Aquí el Dr. la diferenciación social y el desarrollo del chamanismo. Chita) y Muisca (Villa de Leiva. Guane y Muisca. en el tiempo y en el espacio. Se incluye un capítulo adicional sobre prácticas funerarias con el fin de abordar la problemática de la evolución de los rituales mortuorios. y por su experiencia sobre el mundo chibcha. C. hasta la inserción biológica y cultural de los chibchas en los mestizos coloniales y republicanos. todas sus energías y tiempo a la reconstrucción del Templo del Sol y el respectivo Museo Arqueológico de Soga- . Eliécer Silva Celis jugó un papel muy importante al permitir el acceso a las colecciones óseas del Museo Arqueológico de Sogamoso (MAS). El presente texto complementa los ya publicados Los chibchas: Pobladores antiguos de los Andes Orientales. Lache (Chiscas. con el apoyo de Colciencias. Tunja. analizando la relación entre la historia natural (evolutiva) y mítica (tradición oral) de los chibchas.Introducción | 21 | agroalfareros (I milenio a. a siglo VIII d. Sogamoso. | 22 | Los chibchas: hijos del sol. la luna y los Andes. y a la consolidación de la espiritualidad de los colombianos. dedicación. igualmente. moso. tezón y ejemplo para las futuras generaciones de investigadores. acompañado con sonidos de caracoles y fotutos. . como un verdadero Sugamuxi. al estilo de los personajes indígenas. Orígenes de su diversidad. hasta el punto de que a su muerte fue velado en este sagrado lugar. Su principal objetivo era divulgar la cultura muisca de cara a la formación de una identidad cultural que respetara y valorara el ancestro indígena. a la recuperación de la información arqueoastronómica en El Infiernito. A este ilustre investigador del territorio chibcha hemos querido dedicarle el presente texto como homenaje a sus aportaciones. Bachué y otros personajes–. Sus cenizas yacen en el Templo del Sol y su obra perdurará en la memoria de las nuevas generaciones. Su obra fructificó. Villa de Leiva. y en su sepelio fue despedido por niños del Colegio Sugamuxi –que conocían y escuchaban con atención los relatos sobre Bochica. las cuevas y lo subterráneo. Dada la amplia diversidad de lugares para cazar. habitar. Esta simbología se ha venido desarrollando desde que la humanidad tuvo uso de razón. el espacio habitado por los humanos. connotaciones simbólicas construidas por la sociedades humanas como una forma de asegurar unos recursos suficientes para mantener su vitalidad. para lo cual se requería de un punto fijo. además de dimensiones físicas. donde los indígenas conciben el mundo de manera tripartita: arriba se encuentra la bóveda celeste con los astros dadores de vida y los espíritus con distintos tipos de poderes que pueden ser empleados por los chamanes para prote- . ya fuesen cerros tutelares. hace 40. 1972). cuando se fortalecen las manifestaciones rituales del Homo sapiens sapiens reflejadas en los enterramientos de cuerpos dispuestos en posición de descanso para el más allá. pescar. astros y dioses. recolectar. y en las sierras nevadas de Santa Marta y del Cocuy. Lo que se apreciaba con facilidad. junto a adornos personales y restos de animales (Binford. sin estructura ni consistencia. y las evidencias arqueológicas se remontan por lo menos al Paleolítico Superior.Capítulo 1 El territorio ancestral de los Andes Orientales 1. reunirse y enterrar a sus muertos. 1992: 25-26). todo debía estar en orden y orientado según puntos de referencia fijos y visibles cuando el sol iluminaba. desembocaduras de ríos.000 años. Ejemplo de esta percepción del espacio se encuentra en la Amazonia. el sol.1 El espacio simbólico E l espacio y el tiempo tienen. significativamente fuertes. el inframundo o mundo desconocido se relacionó con la oscuridad. junto a espacios no consagrados. animales y plantas se estableció como el centro. lagunas. un centro. equivalente a la creación del mundo (Eliade. cubiertos de ocre que simboliza la sangre que les dio vida. el mundo de arriba se convirtió en el espacio de la luz. o rocas erguidas en la inmensidad de las montañas. Esos sitios funerarios se convirtieron en espacios sagrados de identidad y arraigo territorial. 2002). las plantas y los animales terrestres. se construyeron observatorios astronómicos para reproducir el espacio sideral que se observaba (Villa de Leiva). 2007). y las vigas longitudinales se orientan como la Vía Láctea (Niño. con el fin de favorecer la reproducción de plantas y animales. De esta manera las poblaciones de selva húmeda y serranas han domesticado la naturaleza mediante un sistema simbólico. 1998). como también de los mismos humanos. 2004. el cielo reposa sobre pilares. Falchetti. sus paredes rocosas fueron empleadas para plasmar mensajes pictográficos (arte rupestre) durante las ceremonias chamánicas. Cayón. cubriéndolos con el color rojo del ocre que recuerda la sangre de la vida y de la muerte. o simplemente se erigieron piedras . dador de luz y de vida. y como lugares de sacrificios para ofrendar al astro solar. y que se establecen procesos sociales para su apropiación. donde se consagraban los caciques y sacerdotes. tal como se practica en las sierras nevadas de Santa Marta y del Cocuy. se convirtieron en mojones delimitadores de los espacios interétnicos. y las fuentes de energía para la comunicación con sus dioses. para elaborar instrumentos líticos y para enterrar a los muertos. o templos dedicados al astro solar (Sogamoso. Correa. como puntos geográficos visibles. los peligros que podían afectar tanto a los individuos como a la sociedad. sus atributos y fuentes de recursos. Esta estructura se replica en las viviendas. 2002.. Las lagunas se constituyeron en puntos de rituales grupales de iniciación y ablución. para acampar durante las arduas jornadas de cacería. visitadas aún hoy día por grupos sabaneros para ofrendar después de varias jornadas a pie. ger en sus prácticas curativas. Uribe. Los cerros tutelares. Orígenes de su diversidad. en la tierra habitan los humanos. además de ser el mundo de los muertos (Cabrera et al.. Los abrigos rocosos fueron utilizados para la socialización de los grupos nómadas de cazadores recolectores. la luna y los Andes. Reichel-Dolmatoff. Descola. bosques y cerros que los circundan. los bosques y los ríos. Allí donde no existían accidentes naturales para demarcar los espacios sagrados. 2005. 1999. tejidos y objetos de uso cotidiano. en lo que se conoce como la humanización del espacio y el establecimiento de relaciones sociales con el entorno (Cabrera et al. de la misma forma que el techo de una casa se apoya en horcones. 1999. Esto significa que los asentamientos se distribuyen según los ciclos reproductivos de los vegetales y animales. 2003.| 24 | Los chibchas: hijos del sol. los grupos montanos aprendieron durante milenios a reconocer su diversidad. Así como los indígenas de la selva tropical conciben y organizan el mundo según los ríos. o para atacar a los agresores. Chita) para las procesiones religiosas de grupos vecinos. en el mundo de abajo se hallan otros espíritus y animales subterráneos como las hormigas y gusanos. intercambiando bienes exóticos (chert. dado que las clases de poderes de cada grupo étnico se integran en una inmensa red de manejo de la selva tropical y de sus recursos. Santos y Otero. Para el caso de los uwa de la Sierra Nevada del Cocuy. sino como actores dinámicos que aprovechaban las oportunidades de la selva tropical. El universo es el macroterritorio de la etnia. las comunidades sacralizaron sus espacios y los conectaron mediante una intrincada red social administrada por chamanes. Por ello los indígenas del noroeste amazónico manejan la selva de manera ritual y mancomunada. la eficiencia de los chamanes se encuentra en el trabajo mancomunado. que pueden ser hombres o mujeres. o se excavaron pozos redondos y cuadrados para observar las sombras durante el atardacer y el reflejo del agua al anochecer (Madrid). Occidental (Gnecco. pues consideran que el daño a cualquier segmento de la selva amazónica afecta a todo el territorio (Cayón. Sin embargo. 1990. Estos espacios son controlados por chamanes. según el cual se celebran ceremonias con el fin de mantener el orden del universo mediante la observación de normas de conducta que siguen la tradición ancestral. 2002: 124). dentro de un espacio multiétnico regulado por relaciones sociales. el aprendiz consume otoba (awa). 2003. interviniendo sobre las plantas y animales. que es una . y que integran la vida cotidiana. Nieuwenhuis. 2000. no como sujetos sumisos de la naturaleza. López. con muchos sitios sagrados interconectados entre sí que dibujan un mapa de geografía chamanística. pues “tienen la responsabilidad de manejar su propio espacio sin transgredir los límites territoriales de las etnias vecinas ya que la unidad macro-territorial es el mismo yuruparí primordial. 2003) desde finales del Pleistoceno manejaron una territorialidad relacionada con la búsqueda focalizada de recursos. Los chamanes o karekas. Los cazadores recolectores de las cordilleras Oriental (Ardila. Salgado. 2004. delimitado por accidentes geográficos (ríos).El territorio ancestral de los Andes Orientales | 25 | paradas o menhires (Cocuy). posteriormente. 1984. las actividades sociales. conociendo los mitos y las técnicas de curación de las diferentes enfermedades mediante ciertas plantas medicinales. 1989) y Central (Aceituno. animales. buscando alianzas intergrupales. 2002). posiblemente plumas) y manipulando las plantas hasta lograr su domesticación. pero en esencia el pensamiento chamánico es un marcador de territorio. Correal. aprenden sus oficios desde la infancia. y el territorio no es más que el espacio propio de cada grupo étnico. Con el tiempo. Territorio es conocimiento y los seres que dependen de él están bajo la fuerza del pensamiento” (Cayón. cuyas funciones y poderes varían según el conocimiento que posean. políticas y económicas se organizan en torno a un calendario cósmico a lo largo del año. 2002: 120). los cuales conseguían durante períodos y espacios delimitados. sustancia iluminadora extraída del árbol otobo o awa-sira (Dialyanthera otoba) con el fin de favorecer su comunicación con el mundo primordial (Falchetti.2 El espacio biofísico El ecosistema es definido como el conjunto de organismos de un área. fuentes de recursos. que interactúan con el ambiente físico (abiótico). Reichel-Dolmatoff. Orígenes de su diversidad. También utilizan el yopo (akwa) y el tabaco mascado para fortalecer el alma. 2005: 43). alimentos. asociado con el mundo de abajo. comunicarse con sus seres y solicitar ayuda para los riesgos que deben enfrentar. fuerza espiritual del chamán en su comunicación con Sira.| 26 | Los chibchas: hijos del sol. Todos los humanos. fuerza y orden. con una diversidad biótica y ciclos . En estado de éxtasis. Conciben el mundo como una bóveda celeste. un mundo subterráneo y un mundo celeste (donde habitan los espíritus). el chamán se puede transformar en animales. Para los indígenas de la Sierra Nevada de Santa Marta una constante en su cosmovisión indígena es la existencia de un mundo tripartito. Por el contrario. 2003: 41-45). donde el conocimiento fue construido mediante conceptos sociales que le dieron vida. Los líderes espirituales (mama) pueden acceder a otras dimensiones mediante la meditación. la luna y los Andes. donde el flujo de energía configura una estructura trófica de “quién come a quién”. de ahí que los humanos deben solicitar su respectiva autorización para poder obtener la fuerza que poseen mediante la caza o recolección (Reichel-Dolmatoff. sus ciclos. generando respuestas adaptativas dinámicas. cada animal y planta tiene un “dueño” o espíritu guardián. animales y plantas. una población recién llegada habría estado desadaptada mientras conocía las propiedades de los recursos locales. Estas tradiciones son milenarias y se desarrollaron desde que los primeros pobladores arribaron al territorio de Colombia. 1993. Igualmente. sin que exista división entre la naturaleza y la cultura. deidad máxima del mundo de arriba. restableciendo la unidad entre humanos. o en ave. Vinalesa. garantizando la supervivencia de la sociedad hasta la llegada de los conquistadores. donde las montañas y los detalles arquitectónicos simbolizan la estructura del cosmos (Preuss. 1. lo suficiente como para dar tiempo a conocer todos sus secretos. dividido en un mundo terrestre. 1952). con el fin de explorarlas. materias primas y de sus riesgos. podemos concluir que la ocupación de estos espacios debe ser muy antigua. relacionada con el mundo de arriba. animales y plantas participan del mismo orden. 1985. Igualmente. sea en jaguar. nacional e internacional. cuyo levantamiento se produjo a raíz del plegamiento producido por el choque entre las placas continental y pacífica a finales del Plioceno (entre 5 y 2 millones de años atrás). en los ecosistemas existen factores estacionales y cíclicos (inundaciones. Leiva. sino también valores simbólicos. a su vez. Suárez) que recorren el territorio de sur a norte y viceversa. 1993). erupciones volcánicas. Tenza. entre procesos a nivel local. al sureste. Desde la perspectiva de la ecología humana. farallones (Yareguíes. al nororiente se extienden las sabanas de los Llanos Orientales y del Orinoco. el estudio de la relación entre las sociedades y el ambiente debe tener en cuenta. formas de racionalidad provenientes de la lingüística y la historia cultural” (Morán. Floresta y muchas más). Sin embargo. en las partes bajas se hallan sabanas (Bogotá) y valles de los antiguos lagos. produciendo momentos de presión ambiental (desbalance. desequilibrio. El ecosistema de los Andes Orientales está constituido en sus partes altas por montañas. sequías. Medina) y páramos (Sumapaz. antes que la energía utilizada para el mantenimiento del sistema. Sogamoso. en los estudios ecológicos se pretende analizar la naturaleza y la frecuencia de los factores que desequilibran el sistema. y los mecanismos empleados por las sociedades para responder a tales desequilibrios (Morán. sismos. La formación de los altiplanos de la cordillera Oriental está relacionada con la creación de la cordillera misma. regional. Por esta razón. Habitualmente. al occidente se dilata el valle del Magdalena. la parte media-norte de este último mantiene selva . Berlín). entre individuos y medio ambiente. donde se asientan las principales poblaciones (Tunja. En este sentido. Tota) y valles fluviales (Bogotá. es importante hacer un recorrido por la historia geológica de formación de los Andes Orientales de Colombia (Figura 1). Duitama. sistemas morales. sierras (Nevada del Cocuy). Siberia. cuando empieza la conformación de los depósitos de la formación Tilatá (Guhl. Habitualmente se piensa que en determinados ecosistemas el objetivo de las sociedades es incrementar la producción de energía útil para sí mismas.El territorio ancestral de los Andes Orientales | 27 | materiales. Chicamocha-Sogamoso. cambios climáticos bruscos) que desajustan la relación entre las sociedades humanas y el ambiente. la selva húmeda amazónica. estrés) en los cuales las sociedades deben aportar el máximo potencial de sus esfuerzos para reponer el equilibrio. “la relación entre individuo y sociedad. En su desarrollo deben ser incluidos no sólo procesos materiales. 1993: 64). Fúquene. pues el proceso adaptativo nunca podrá mantener un acoplamiento ideal con el medio biofísico. esa relación entre sociedad y ambiente es siempre imperfecta. La cordillera se encuentra bordeada de selvas húmedas y sabanas. lagos (Guatavita. 1975). plantas medicinales y tintóreas. hasta los 1000 msnm se extienden las tierras bajas tropi­cales. pesados y con poco filo. Los suelos de la parte plana son potencialmente aptos para la agricultura y la ganadería intensivas. hay que resaltar que la ausencia de herramientas metálicas y de la rueda condujo a grandes deficiencias tecnológicas que se manifestaron en el empeoramiento de las condiciones de vida de las poblaciones agrícolas. a pesar de esta potencialidad. y ofreció en épocas prehispánicas un abundante espacio para el cultivo de plantas. drenajes. y transportar todos los productos por intrincados caminos a sus espaldas debido a la ausencia de animales de carga. el cinturón de superpáramo se distribuye desde los 4000-4200 m hacia arriba. 1990. la luna y los Andes. y la cacería de animales de monte. mientras que la sur está cubierta de vegetación xerofítica o bosque seco tropical (Van der Hammen. como el caballo. El piso térmico del altiplano Cundiboya­cense o sabana de Bogotá. Así. riegos) (Guhl. especialmente entre los 1000 y los 2500 msnm. concluyó el principal levantamiento de la región. Sin embargo. el ganado vacuno y porcino. La distribución altitudinal de sus diferentes pisos térmicos ha generado una variación en clima y vegetación. Orígenes de su diversidad. y la altiplanicie de Bogotá quedó cubier­ta . desalinización. de uso estacional. entre los 1000 y los 2300-2500 m de altura se localiza la zona altitudinal del bosque subandino. pues tenían que roturar los campos con artefactos líticos.3 El espacio andino durante el Pleistoceno Hace aproximadamente tres millones de años. a finales del Plioceno. con inundaciones irregulares o periódicas que requieren para su explotación permanente de mecanismos de adecuación (control de inundaciones. la zona de páramo se extiende hasta los 4000-4200 m. 2006). y los bosques circundantes posibi­litaron la recolección de frutas silvestres. el asno. que han sido reportados también para tiempos prehispánicos (Bernal. húmeda (Carare). Boada.| 28 | Los chibchas: hijos del sol. Las lagunas y ríos constituyeron importantes fuentes de pescado que contribuyeron a mejorar la disponibilidad de proteína animal en la ración alimentaria antigua. 1. robles y otros géneros de árboles. entre los 2300-2500 m y los 3200-3500 m se encuentra la zona de bosque andino de encenillos. leñas y maderas. fue el más densamente ocupado. fue muy importante el vacío producido por la ausencia de grandes mamíferos domesticables. 1992). 1975: 23). Igualmente. aptos para una disponibilidad permanente de productos cárnicos y labores agrícolas y de transporte. 1963). y en otras descendiendo hasta replegarse por la zona más ancha en la región de Funza. la erosión.000 años a. el gran lago de la alti­planicie de Bogotá se secó. Entre los 21..000 años). conformando una vegetación de páramo seco. generó una de las tierras más fértiles del territorio colombiano (Van der Hammen. produciendo un clima seco y frío. hasta los 3800 msnm. La existencia de una inmensa área abierta que unía el altiplano Oriental con los valles interandinos.000 años a. favoreció la abundancia y el libre movimiento de megafauna.000 y los 14.000 años a. siendo una de las presas favoritas de poblaciones de cazadores recolectores. con variaciones altitudinales según la intensidad de las precipitaciones. ascendiendo hasta las rocas circundantes de la montaña en algunas ocasiones.000 años. el clima se torna considera­ble­mente frío.000-28. tanto en los Andes Septentrionales como en los valles interandinos durante este período fueron vitales para la supervivencia de la megafauna. colmillos y molares han sido fechados entre 25. P. la laguna se extendía por la parte central del altiplano. P. las dos áreas de vegetación abierta y seca del altiplano y valles interandinos se reducen y se separan por un bosque montano.). lo cual dificultó la ocupación humana del altiplano. hasta los 2000 m. y el de los glaciares.El territorio ancestral de los Andes Orientales | 29 | por un extenso lago que se ubicaba hacia los 2500 m de altura. Durante estos . Las temperaturas eran unos 6-8ºC más bajas que las actuales. El límite altitudinal del bosque se extiende muy bajo.000 años a. el clima se torna más húmedo y cálido. Los cambios climáticos. P. aunado esto a la disminución de las lluvias anuales. con una amplia vegetación de páramo seco (Van der Hammen. desciende el nivel de las aguas de las lagunas y llega a dominar la vegetación de páramo. que oscilan entre los 200 y los 400 m de espesor. fenómeno agudizado por la actividad predadora de los cazadores recolectores. Durante el Tardiglacial (14.000 y 11. como consecuencia del descenso gradual del nivel de sus aguas.000 a 10.000 hasta cerca de 14. Hace 18. con precipitaciones de lluvias menores que las actuales. La reducción del hábitat de la megafauna conduce a su aislamiento y posterior reducción. 1992: 69). los glaciares se retiraron. Al mismo tiempo el levantamiento del estrecho de Panamá produjo un intercambio de flora y fauna entre Norte y Suramérica. y 6ºC más bajas a 1500 m. conformando amplias áreas pantanosas. especialmente del extinto elefantoide mastodonte (Haplomastodon y Cuvieronius). el relleno y el desagüe producido por el río Bogotá al precipitarse por el salto de Tequendama. La formación de centenares de metros de depósitos lacustres. P. Hacia finales de este período. Durante el Pleniglacial Superior (26. cuyos huesos. eran 8ºC más bajas a 3000 m de altitud. Durante el Pleniglacial Inferior y Medio (55.). pero desciende poco antes de los 5000 años a..000-11. finalmente acontece el estadial frío de El Abra (11.C. C. 1000-700 a. C.4 El espacio y el tiempo mítico de Bochica en la sabana de Bogotá Según la tradición bíblica del diluvio universal. (finales del Precerámico) y 1250 d. Noé salvó a varias poblaciones animales en su arca cuando las aguas del Mediterráneo por el deshielo alpino .000 años a. con un clima muy similar al actual. 1. la temperatura fue 1-2ºC más alta. Los períodos secos ubicados en 3000 a.000-13. vuelve a incrementarse el límite altitudinal del bosque.000 años a. la luna y los Andes.). una época de notable sequedad. C. P. 1. y hace 3000 años llegó a ser algo más fría. P. aunque con algunas fluctuaciones menores de temperatura y precipitación de lluvias. P. Para la sabana de Bogotá se destaca entre el 700 y el 300 a. C. seguido por un estadial frío. (inicios de los chibchas tardíos). P. inicialmente se observa el interesta­dial de Susacá (circa 14. hace 6000-4000 años. el bosque invade la mayor parte de la región. Durante el óptimo del Holoceno.| 30 | Los chibchas: hijos del sol. Durante estos interglaciares.1 Cambios climáticos durante el Holoceno En los Andes.. P. El palinólogo Thomas van der Hammen (1992: 110) ha establecido que a partir del I milenio a. hay alternancia de climas fríos (estadiales) y cálidos (interestadiales). coinciden con significati­vos cambios culturales en la cordillera Oriental.000 años. hacia los 5500 años a. Alrededor de los 9000 años a.000 años a.). Estos cambios provocaron la deseca­ción de pequeños y poco profundos lagos del altiplano. posteriormente sobreviene el interestadial calien­te de Guantiva (12. P. se evidencia un descenso de las temperaturas medias anuales. los pantanos tomaron el lugar de la antigua laguna y el bosque descendió casi hasta el nivel existente actualmente. detectada por la reducción del lago (inicios del periodo Herrera). el Holoceno sobrevino hace cerca de 10. cuatro milenios. entre los 5000 y los 3000 años a.3.000-10. P. Orígenes de su diversidad. (extinción de la megafauna). aunque las zonas pantanosas permanecen abiertas.). el bosque montano alto llega a sobrepasar la cota de los 3000 msnm. las condiciones climáticas son favorables para las ocupaciones humanas.. el límite del bosque alcanza su posición más alta. pues el agua de ellos se empleaba en las labranzas y sementeras sin necesidad de desagüe. Sin embargo. éste castigó a los pobladores de la región haciendo crecer los ríos Sopó y Tibitó (Chocontá) que aportan mayor cantidad de agua. clamores y ayunos ofrendados en su templo. Mosquera. el Frío y. Chibchacum y Bochica que fue transmitido de generación en generación hasta la llegada de los europeos. Todas las aguas que descienden de los cerros que rodean la altiplanicie. donde rompen estruendosamente entre dos rocas. como han planteado algunos autores. desembocan en el río Bunza (Bogotá). y tienen una sola salida en el suroeste por la región de Tequendama. Una tarde soleada hizo aparecer el arco iris acompañado de un fuerte . Funza. especialmente en invierno. al igual que los hebreos. algo que no ocurría anteriormente. lo que produce un masivo deshielo de las nieves acumuladas en las montañas alpinas. más adelante. decidió ayudarles. y que en tiempos inmemorables fueron abundantes. Por la misma época y como fenómeno mundial. la que se anega por la creciente de los ríos que allí desembocan al Bogotá. con tanta fuerza. Bosa y Soacha. las gentes empezaron a aguantar hambre. hace cerca de 7500 años durante el hipsitermal. de su éxodo y avatares durante su travesía. ante nuestros ojos tenemos una tradición local muy profunda en el ámbito temporal que se remonta a varios milenios antes de la llegada de los conquistadores. dándonos una idea de la profundidad temporal de la tradición chibcha y de su permanencia en este territorio. III: 379-381) que la adoración al arco del cielo llamado Cuchaviva se relaciona con el mito de la gran inundación. que desaguan en la región del Tequendama a través de un estrecho rocoso que forma el famoso salto del mismo nombre. inundando durante buena parte del año Bosa. habrían conservado en su memoria mitos de otras regiones de donde habrían provenido. Al no tener alimentos y ser muy grande la población. se alcanzan las temperaturas más altas del Holoceno. Éste. Si los chibchas fuesen advenedizos.El territorio ancestral de los Andes Orientales | 31 | rompieron las barreras del estrecho del Bósforo. además de algunos cauces pequeños. como el Subachoque. inundando gran parte del mar Negro y sus poblaciones ribereñas. el Checua y el Sopó. Fontibón. que rebosan por la parte posterior. anegando gran parte de la sabana. Durante este período. Anota el cronista fray Pedro Simón (1981. En esta región se desarrolló el mito de Cuchaviva. y lo ubica en el contexto geográfico adecuado. compadecido por las penurias de los chibchas y agradecido por los sacrificios. Hontibón (Fontibón) y Bogotá (Funza). en la sabana de Bogotá tuvo lugar una gran inundación por la parte más baja y ancha que se extiende entre Madrid. Cuenta el mito que por algunas ofensas proferidas contra el dios Chibchacum. por lo que decidieron solicitar la ayuda del dios Bochica. 1. aunque temerosos por la amenaza de Chibchacum de que habrían muertes cuando apareciera el arco iris.]..| 32 | Los chibchas: hijos del sol. en las cuales se recogían al tiempo que los españoles iban a su alcance.. había valles habitables. bosques y sabanas con una gran diversidad climática y tierras adecuadas para la agricultura. llamada la Loma de los Ahorcados [. donde hay un gran lago y en que habitan las naciones de los tibaquiraes. (1956. no entraban dentro los españoles con sus caballos. viento. cucaitas [.5 El espacio sabanero a la llegada de los conquistadores A la llegada de los españoles. I: 273) Además de ese ambiente anegadizo. furaquiras y otras que por el mismo rumbo confinaban con las tierras de los caciques de Sáchica y Tinjacá. pues los caballos por su peso se hundían en el cieno y no los podían perseguir.] donde está fundada la Villa de Leiva.. pantanos e islas donde se refugiaban los indígenas de las huestes conquistadoras. la luna y los Andes. soras. por el valle que tiene a las espaldas. por no ser sumidos en el cieno y puestos en notorio peligro. una a la parte de oriente. se vio surgir al resplandeciente Bochica con forma humana y arrojar una varita de oro contra las rocas de Tequendama. porque como aquellas lagunas fuesen de grandes cenegales y tremedales. y los indígenas obligados a continuar con su culto a Bochica como dios benefactor.] o cuesta de la Laguna. y allí guarecían las vidas los que escapaban. cerros.. cinco leguas . la otra al occidente. cuando se cansa y quiere cambiar de lado. Al respecto. puede hacer temblar la tierra. Al sur de las dos colinas. unas lagunas o pantanos que cerca del pueblo de Bogotá había. señores libres y de la provincia [. Quedó así libre la tierra para “poder sembrar y tener sustento”. Orígenes de su diversidad. donde habitan los chibataes. la sabana de Bogotá estaba cubierta de lagunas. Fernández de Piedrahita describía así la región de Tunja: Cíñenla dos colinas rasas.. Bochica lo castigó obligándolo a sostener la tierra sobre sus hombros –antes apoyada sobre guayacanes–. para no ver de todo punto su ruina y destrucción.. Cuenta fray Pedro Aguado: Eranles favorables a estos míseros indios.. soracaes y otras naciones que se extienden hasta la cordillera que divide los llanos de San Juan de lo que al presente se llama Nuevo Reino. Por este hecho.. con lo cual se desaguó la región de la inundación. era aún más sano. especialmente en un vedado del señor principal de Bogotá. maíz. aves. por lo cual las poblaciones estaban separadas unas de otras. que es cuando el sol y hielos los dañan [. I: 91-92). frutas. aunque era más bien llana por la planicie aluvial del río Bogotá que se anegaba en invierno. fríjoles y “[. patos y agua potable de buena calidad. y aunque todas aquellas tierras son ásperas y dobladas. Tausa) existían varias fuentes saladas que proporcionaban sal comestible. En sus tierras crecían árboles que suministraban maderas.. aunque las que se extendían por la sabana de Bogotá casi estaban en forma de pueblo.. yerbas y flores que brindaban lo suficiente para el sustento nativo. bagre). tutas y otros muchos. La tierra de la provincia de Tunja era muy variable. poblado de robles. sardinatas... en Patiño. 1983: 65). señor poderoso y sujeto al Tunja [. pues tenía valles llanos. tenía su estado el cacique Turmequé. Al norte (Zipaquirá. por ser tan fértiles las ocupaban muchas naciones. buenos para madera. cuando el clima era seco. Generalmente era sano. icabucos. sotairaes. en los cuales asimismo se les da mucha diversidad de frutas que ellos tienen [. con algunas sierras. Las rozas y sementeras estaban a la puerta de las moradas. nogales y alisos. Estaba rodeada de importantes manantiales (Soya y Aguayo) y fuentes fluviales (Chicamocha y Sogamoso) y lacustres (Tinjacá o Fúquene y Guáquira o Tota) que proporcionaban variedad de peces (capitán..]” (Relación de Tunja de 1620. coca y tabaco.. y “[. que se dan mejor en los tiempos lluviosos y nublados que en los claros. tenzas y garagoas. (1973. muchos de ellos fértiles por la calidad de sus suelos.. hortalizas. en Patiño.. raíces. cedros.] las sementeras en este valle algunos años previenen se prestó los indios con sembrar en la tierra caliente que alcanzan y en el entretanto que se coge .. Nemocón.] alguna coca que traen y siembran en algunos valles calientes que alcanzan.. y lo mismo es en los frutos. que intercambiaban con los de tierras frías. y al norte era señor de los motabitas.. El territorio de la confederación de Bacatá era tierra fría. hasta confinar con el Tundama. Había abundancia de árboles frutales. Los indios de esta provincia que vivían en tierras calientes cultivaban algodón. aunque predominaban los cerros y cuestas.] A estos términos y calidades se reducían el señorío y estados del Tunja [. “de manera que el sol no pueda estar. tibanaes.El territorio ancestral de los Andes Orientales | 33 | distante. templados y calientes.. señor absoluto y poderoso [. como son los boyacaes. Venados había en abundancia.].]” (Relación de Popayán y del Nuevo Reino 1559-1560. animales de monte. pero existía veda estacional sobre su consumo.. pero cuando llovía o estaba cubierto de nubes. 1983: 339)..]. El temple era más sano que enfermo. pues los hielos y fríos no permitían el cultivo de otros productos. caracoles marinos.| 34 | Los chibchas: hijos del sol. La sal que se obtenía de diferentes fuentes saladas era intercambiada por oro. . se empleaban todos los pisos térmicos. adornos orfebres del valle del río Magdalena y cuentas de collar de la Sierra Nevada de Santa Marta (Langebaek. En las fuentes lacustres y fluviales se obtenía un pescado sin escamas. fríjol.]” (Descripción de la ciudad de Tunja. maíz de tierra caliente y frutales. batata. y frutales de los bosques subandinos. ambil).. hibia. pieles de felinos y recipientes para yopo de los Llanos Orientales. hacia la frontera de los panches de Conchima. Es decir. como anguila (capitán). cubio. ataviado con plumas de aves tropicales. la luna y los Andes. pieles (jaguar). y muchos cangrejos. mientras que los más templados lo eran para sembrar papa. como plumas (guacamayas). se hallaban fríos páramos donde se cultivaba predominatemente papa. De esta manera. Orígenes de su diversidad. tabaco. arracacha. ya en el siglo XVI los indígenas de los Andes Orientales de Colombia estaban globalizados mediante una red de intercambio que les conectaba con todo el país. 1983: 65). siendo los cálidos valles útiles para el cultivo de coca. 1996: 9). Al sur. No en vano a los conquistadores les llamó la atención en 1537 la parefernalia de un chamán del altiplano. en Patiño. esmeraldas y artículos exóticos. En los términos de la ciudad de Santafé de Bogotá había una gran diversidad de fuentes de agua salada que se explotaban para obtener sal comestible.. yuca. se sustentan con papas [. tinturas vegetales (bija) y sustancias psicotrópicas (yopo. algodón. C. laguna de La Agricultura más intensa. C. Sogamoso. Nemocón. Duitama. Aguazuque. VIII-VII milenios a. mastodonX milenio a. Pubenza. Inicios de Inicios del Holoceno y domesticación del curí. San Lorenzo (Duitama) Inicios de la agricultura (maíz). C. Candelaria. Más seco y cálido Vistahermosa tura (raíces del altiplano). Los Santos. C. Tequendama. Desarrollo de templos y observaDeformación craneal Goranchacha (Tunja). S. CRONOLOGÍA República PERÍODO Tabla 1. C. cación de lagos.ss XVI-XIX d. climáticos y biológicos en los Andes Orientales de Colombia. deseconstrucción de camellones. Bogotá. C. Cambios socioculturales. N. Infiernito (Villa de Leiva). Precerámico del deshielo Sueva. Conquista y Colonia Chibcha Tardío ECONOMÍA Y CULTURA Más cálido. mayor densidad demográfica. Período de transición. Floresta Temprano IX milenio a. caballo. entre nales. laches. C. Galindo. Estadial Fúquene Sogamoso ss XIX-XXI d. C. Cerámica incisa. generaHerrera. Portalegre. La Herrera. Interestadial Guantiva te. ss XIII-XV d. C. Braquicéfalo Muiscas. Río XVIII-XI milenios a. Caza (venado. Checua. Zipacón Herrera Temprano I milenio a. recolección. Silos BIOTIPO SITIOS Mestizo hipsi-braMúltiples quicéfalo Mestizo braquicéfalo. C. Estadial El Abra Tibitó. ellos. recolección. Tocogua. Funza Madrid 1. Menos cálido y más húmedo. Braquicéfalo (Sogamoso). caDolico-mesocéfalo Madrid 0. Cerámica incisa. Pequeña Edad de Hielo. Cocuy. Neusa VI-III milenio a. Calentamiento. curí. extinción de melido Dolicocéfalo gafauna). y estructuras líticas. Caza. Tunja. muy cáChía. Caza (venado. El territorio ancestral de los Andes Orientales | 35 | . Edificaciones coloniales español dolicocéfalo Agricultura intensa. recolección. pesca. Templo del Sol lización del maíz. menos húmedo. horticulDolicocéfalo Precerámico Tardío III-II milenio a. Hipsitermal. C. El torios astronómicos líticos. Braquicéfalo cerámica pintada Extractiva Calentamiento global. Templo de Herrera Tardío ss I-VIII d. guanes. El Abra. chitareros. Industria CLIMA Chibcha Temprano ss IX-XII d. C. otros). VELEZ R. . G ITA CH CHITAGA CHITAREROS ENA MESA DE LOS SANTOS GUACA A R. FUSAGASUGA SUTAGAOS R. SOACHA UP ÍA FOMEQUE 3. HORTA PANCHES S. SUTAMARCHAN LA PEÑA TÁ Ríos Principales R. la luna y los Andes.m 1.ANDRES R. C MUISCAS UBATE COLIMAS LAG. M TEQUIAS R.000 R. Mapa con la localización de los grupos chibchas y vecinos hacia el siglo XVI. DE TOTA LABRANZAGRANDE ZAQUE LAG. CASA CHITA JERICO ICA BELEN EL COCUY BOAVITA SATIVANORTE SUAITA LA BELLEZA SUBA SOATA ONZAGA ENCINO BOLIVAR LACHES CHARALA CH ITO R. META A ME FOSCA GUAYUPES HU PASCA 500 m.n. PA R.| 36 | Los chibchas: hijos del sol. R. F R.000 R.000 4. Poblaciones Actuales Lagunas COTAS R. ON OP R. LE R. CE GUIES LOS YARE CORD. ZULIA MPLO N A SAN CRISTOBAL TO R BE S CUCUTILLA BR IJA PAMPLONA MATANZA MUTISCUA UBICACION DEL TERRITORIO CHIBCHA EN EL MAPA DE COLOMBIA LABATECA SILOS R. GU Escala: AITIQ UÍA 0 75° Grupo Étnico Límite UBALA BO GO 5° SILVANIA TIBACUY ÍA CONVENCIONES BOGOTA AGUA DE DIOS AR UR ACHAGUAS ACHAGUAS GUASCA ZIPA TO C OS CAMPOHERMOSO GUATAVITA SUBACHOQUE SOPO TENZA CHOCONTA ZIPAQUIRA RAV TECUAS TAUSA SUPATA R. DE LA UVITA A CH MO DUITAMA TASCO MIN ER O SOGAMOSO R. 72° Figura 1. SUAR EZ B AYA GU MOGOTES SOCORRO OIBA CHIPATA FACATATIVA CHIA BÁ JA BO ON LANDAZURI MADRID R. 75° 74° 73° 8° CUCUTA R.000 2. SOGAMOSO BUCARAMANGA A TONA R. R. GUANES R. Orígenes de su diversidad. DE FUQUENE PISBA MORCOTE TUNJA CHIQUINQUIRA SACHICA SUSA 6° SOCHA FLORESTA PUENTE NACIONAL MUZOS NARE R. GUAC DAL YARIGUIES AG 7° BETULIA 74° 73° 15 30 45 60 Km.s. Central y . 1992) y estudios especializados sobre paleoecología (Van der Hammen.000 años de antigüedad (Correal. 2003.p. la salud y la enfermedad. Igualmente.e. 1990. cordilleras Occidental. Vargas. Orrantía. tecnología lítica (Nieuwenhuis. 1984. y los orígenes de la diversidad poblacional y su proceso evolutivo. 1985. entre ellas trabajos arqueológicos (Ardila. Correal y Van der Hammen. 1976. 1993.1. el suroccidente (Gnecco. 2002). 2010). paleontología (Ijzereef. el impacto de los cambios climáticos en el comportamiento de los cazadores recolectores –especialmente en la obtención de recursos faunísticos y vegetales–.d. 1977. la historia de Colombia se amplió en más de 10. y la evolución de la morfología craneal (Rodríguez. con pequeños reductos boscosos. 1981. Pinto. Este trabajo pionero inspiró otras investigaciones. Rivera. 2002). 1992). López.]. 1996). sino llanuras propicias para la pastura de grandes herbívoros. 2000). 2010. Esta información permite abordar la discusión sobre las diferencias regionales en el uso de los paisajes y tecnologías locales. 2003. 1992. 1972). 1989) y el valle medio del río Cauca (Aceituno. 1997. Santos y Otero. Groot. se posee una amplia información sobre el precerámico en el valle del río Magdalena (Correal.| 37 | Los primeros pobladores del altiplano Cundiboyacense Capítulo 2 Los primeros pobladores del altiplano Cundiboyacense 2. coordinado por el arqueólogo Gonzalo Correal U. 1991. Salgado. 1979.. Correal et al. 2000. 2003). J. Desde allí pudieron remontarse hacia el interior del país por el occidente (costa Pacífica. del Instituto de Ciencias Naturales de la Universidad Nacional de Colombia y por el palinólogo holandés Thomas van der Hammen [q. la cordillera Occidental (Cardale et al. El poblamiento temprano del noroeste de Suramérica G racias a las investigaciones adelantadas en el marco del programa “Medio ambiente pleistocénico y el hombre prehistórico en Colombia”. 1978). paleopatología y paleodemografía (Correal. 1989.. V. 2007) y dental (Rodríguez y Vargas. paleodieta (Cárdenas. Las primeras bandas trashumantes de cazadores recolectores en su búsqueda de recursos traspasaron el istmo de Panamá a finales del Pleistoceno cuando no existía cobertura boscosa tropical. 2003). La tradición norteamericana de dividir los estadios de desarrollo cultural en Paleoindio (hasta 5000 a. 1966).000 años. perezosos gigantes.000 años (Correal. fue un lugar de matanza y tasajeo de megafauna (mastodonte. Folsom y formas relacionadas (Willey.C. camélidos. huesos de megafauna (mastodonte) y artefactos fabricados por humanos. C. C. Correal et al. armadillos gigantes y otros) con puntas de proyectil lanceoladas tipo Clovis. información personal). centro (valle del río Magdalena. asociadas a puntas de proyectil de cuarzo lechoso. permitieron desarrollar sociedades con . Correal y Van der Hammen.000 años a.000-21. municipio de Tocaima. C. y a restos de grandes aves similares al ñandú). con una supuesta “Big Game-Hunting Tradition” o tradición de caza de megafauna (caballo americano. a 300 d. Los recientes estudios contextuales de los yacimientos precerámicos mencionados han roto con el tradicional paradigma arqueológico que se tenía sobre las sociedades de cazadores recolectores de la sabana de Bogotá. A los Andes Orientales pudieron haber ascendido por dos rutas: una por el norte (valles de los ríos Sogamoso-Chicamocha y Opón). Arcaico (5000-3000 a. restos de tortugas.).| 38 | Los chibchas: hijos del sol. 2005. dispersándose por la región meridional del altiplano Cundiboyacense. cercanas a los 17. 1981).) si se confirman las fechas obtenidas por Liliana Cajiao en el cañón del río Sogamoso.000 años. 1993. Tocancipá (Correal. con la ausencia de estaciones. C. valle del río Cauca). Este último yacimiento corresponde a un antiguo pantano en el que se conservaron polen y semillas. crustáceos. cordillera Oriental) y oriente (Llanos Orientales). P. 2003). extendiéndose por los Santanderes y Boyacá. la luna y los Andes. pedunculadas con muesca en una esquina. Formativo (3000 a. con diferente tipología craneal (paleoindio y amerindio) (Stewart. dada la atractiva diversidad de recursos de animales y plantas de los valles interandinos y montañas.). y por Gonzalo Correal y colaboradores en la vereda Pubenza.) y Tardío (300-1600 d. caballo americano) que podría encajar en la tradición norteramericana de cacería de grandes presas.. Este evento debió haber ocurrido durante el Pleniglacial Superior (26.). Cundinamarca. la presencia de abundante y diversa biomasa animal y vegetal domesticable.000 a 14. no tiene aplicación en los contextos andinos. por Tito Miguel Becerra en el sitio Tocogua. Boyacá (19. al sur. Ello obedece a que las características ambientales del trópico andino. A pesar de que el sitio de Tibitó. roedores. municipio de Duitama. mastodontes. la mayoría de sitios precerámicos andinos se incluye en tradiciones de grupos que eran más vegetarianos que cazadores. y otra por el valle del río Bogotá. Santander (15. Orígenes de su diversidad. 1973). y la conexión de los altiplanos mediante corredores con los cálidos valles interandinos en los que era posible hallar complementos alimenticios y materias primas. Tardío o Chibcha (siglos IX-XVI d. Cundinamarca. La población se torna más grácil y braquicéfala tipo mongoloide y se congrega en torno a pequeñas aldeas. C. se logró conservar megafauna hasta mediados del Holoceno. angosta y alta. 2003). culturales y biológicos percibidos en la sabana de Bogotá..). y en Chita. y rostro mesomorfo) se conserva hasta finales del I milenio a. con una clara intervención de los bosques y un oportunismo ecológico. a pesar de configurar una visión evolucionista en sentido biológico. asociados a artefactos líticos de tipo Abriense (Correal y Van der Hammen. pues el tipo paleoamericano (de cabeza alargada. Pubenza. C. los autores plantean que la existencia de una estatua de forma elefantoide con grandes colmillos y trompa en San Agustín. C. ni gradual ni generalizado. Esto obedece a que no existe coincidencia entre las secuencias biológicas y culturales. no es de tipo unilineal. De acuerdo con los cambios ambientales.). Huila. de dientes grandes y rostro mesomorfo. cuando surge la agricultura del maíz y otros productos como el fríjol y la achira.000-3. para las que los vegetales jugaron un papel muy importante desde el Holoceno temprano. Precerámico Temprano (hasta mediados del III milenio a. cuando surge la horticultura y la pesca como actividades de subsistencia importantes.000 a. C. al igual que el curí. donde se han hallado restos de mastodontes y megaterios fechados en 4. dolicocéfala.. hasta principios del I milenio d. C. datada hacia finales del I milenio a. 3. en cercanías de la antigua laguna de La Herrera (Madrid) (Figura 13). La población se ve afectada por un proceso de gracilización y de reducción del aparato masticatorio. Precerámico Tardío (finales del III milenio a inicios del I milenio a. La gente es robusta. Por otro lado.. C. cuyas características fueron similares a las descritas por los conquistadores europeos. podría estar demostrando la sobrevivencia en la memoria de algunos pueblos del suroeste de Colombia de tradiciones sobre la existencia de megafauna. C.Los primeros pobladores del altiplano Cundiboyacense | 39 | un patrón de subsistencia generalizado. podemos dividir la secuencia de las ocupaciones humanas prehispánicas en varios períodos: 1. en que prevalece la recolección y la caza.). hay que acotar que este cuadro. Formativo o Herrera (I milenio a. y por enfermedades infecciosas propiciadas por el crecimiento demográfico y la sedentarización. En algunas regiones con condiciones ambientales especiales. C. Sierra Nevada del Cocuy (Figura 14). como la cuenca baja del río Bogotá. como se ha reportado en el sitio El Totumo. C.). 2. a siglo VIII d. que comunica con el valle del río Magdalena. quizás debido a la . 4. Sin embargo. elementos con talla bipolar. amarantáceas. cuyo utillaje lítico incluía cantos rodados con bordes desgastados. C. 1998).. una vez se redujeron las áreas anegadas. percutores. de significado más ritual que doméstico. el nivel de desarrollo fue desigual en el ámbito continental. con lagunas.| 40 | Los chibchas: hijos del sol. Así. lascas laminares. sabanas.C. C. 2003: 100-104).. lascas y núcleos de cuarzo. La primera se extiende entre el 7000 y el 5500 a. con un temprano manejo de vegetales y alfarería (Santos y Otero.. en el valle medio del río Porce en la cordillera Central se reporta una secuencia cultural bastante dinámica. smiláceas. Este desarrollo desigual debe estar asociado a las diferencias temporales y espaciales en la capacidad de sustento de los ecosistemas. con utillaje que incluía martillos. cucurbitáceas. Durante esta fase se desarrolla la horticultura. condiciones que mejoraron notablemente a partir de mediados del siglo XIII d. en esta región el desarrollo. y denota un mayor manejo del bosque. se desarrolla la cerámica mediante el estilo conocido como Cancana (pequeños cuencos de paredes muy delgadas y vasijas de boca muy estrecha). el cambio cultural fue más lento (por ejemplo. La sabana de Bogotá solamente a partir del I milenio a. cantos con bordes desbastados. Entre el 3500 y el 2000 a. La segunda fase se ubica entre el 5500 y el 3500 a. Es decir. con ocupaciones estacionales de movilidad restringida. En segundo lugar. ñame nativo y batata. Orígenes de su diversidad. Los estudiosos de esta región han dividido el Precerámico en dos fases. tanto de la horticultura como de la alfarería. por ejemplo. la luna y los Andes. puntas de proyectil y raspadores plano-convexos. aunque a la postre el nivel de desarrollo sociocultural de los muiscas fuera más jerarquizado y con una población más numerosa y de mayor extensión territorial. placas de moler. el surgimiento de la alfarería) en la sabana de Bogotá que en la costa Caribe y el valle medio del río Porce (Antioquia). C. evidenciada por la mayor dispersión de plantas como manihot (yuca). pero ya con acompañamiento de cerámica del período Herrera. precisamente en virtud de la diversidad de biomasa vegetal y animal de los sistemas cordilleranos. artefactos con bordes retocados. habría dispuesto de una mayor extensión de tierras fértiles y una mayor disponibilidad de recursos agrícolas. La similitud en la forma de explotación de los recursos y en la propia tecnología lítica ha dado pie para sugerir que los recolectores horticultores precerámicos tuvieron continuidad genealógica en los alfareros del estilo Cancana (Castillo. C. hachas talladas con bordes pulidos. valles y lomas adecuadas para los asentamientos humanos. . presencia de variados recursos alimenticios que suplían las necesidades dietarias básicas sin necesidad de recurrir a la agricultura. antecedió en casi 2500 años a su similar de la sabana de Bogotá. malanga. maíz. C. un sitio de matanza y tasajeo de grandes herbívoros. recolectar moluscos y raíces. Sueva. como lo demuestra la ausencia de restos culturales en el horizonte 2. hacia los milenios XI-X a. Durante este largo período más cálido. mastodon­te. como se evidencia por los hallazgos realizados en los niveles inferiores de los abrigos rocosos de la región utilizados para guarecerse del frío. como se puede colegir por la presencia de percuto­res para machacar vegetales y por los restos de gasterópodos que abundaban en los riachuelos cercanos. El Abra). observan una continuidad de ocupación durante varios milenios. en las unidades estratigráficas de Tequendama. Checua (Nemocón) y Galindo (Bojacá). y adentrarse en los bosques donde abundaban los animales. raíces) jugaron un papel importante en la dieta de los recolectores cazadores. Tequendama. los cazadores recolectores pudieron adaptarse a las condiciones de la sabana de Bogotá y sobrellevar el rigor del frío subpáramo del estadial El Abra que sobrevino hacia el IX milenio a. Galindo). orientando la atención de las bandas de cazadores recolec­tores en los alrededores de los abrigos rocosos (Tequendama. Las temperatu­ras ascienden 2-3°C en comparación con las actuales (Van der Hammen.. preparar los alimentos y proveerse de vituallas y artefactos líticos. C. Durante este período se incrementa la densidad de ocupación. situados estratégicamente sobre colinas frente a antiguas lagunas y conectados a zonas boscosas. Las bandas de recolectores cazadores se ubican durante largas temporadas sobre terrazas elevadas frente a las antiguas lagunas sabaneras donde podían avistar las manadas de aves y roedores. C. los bosques invaden la sabana de Bogotá y desapare­cen las húmedas praderas donde antiguamente pastaban rebaños de herbívo­ros. venado) como la recolección (moluscos. La vegetación de áreas abiertas con praderas y pastizales propicia para los herbívoros favoreció algunas regiones de la sabana. ocurren grandes cambios climáticos. acampar. Cambios climáticos y opciones de recursos Durante el cálido interesta­dial Guantiva. Sueva 1 y de El Abra correspondien­tes a este período se aprecia igualmente una reducción del material cultu­ral.2. surgieron condiciones climáticas benignas que posibilitaron la ocupación del altiplano Cundiboyacense. lo que contribuye a la reducción de la megafauna. como lo señala la asociación de fogones y restos de fauna hallados en estos yaci­mientos arqueológicos. pero también en espacios abiertos (Checua. Con el advenimiento del Holoceno a principios del VIII milenio a. ubicados en El Abra. . Tanto la cacería de herbívoros (caballo. Entretanto. 1992: 109). El campamento temporal Tibitó 1 (Tocancipá) pierde su significado en calidad de estación de matanza y tasajeo. y en Tibitó.Los primeros pobladores del altiplano Cundiboyacense | 41 | 2. Esto no significa que se abandonen los abrigos rocosos como sitios temporales para acampar. Igualmente. guatin. tinajo. armadillo. Mosquera y Funza. C. especialmente hacia el III milenio a. C. La contemporaneidad en las ocupaciones de los abrigos rocosos con yacimientos a campo abierto (Checua. dada la diversidad de opciones alimentarias (lacustres. borugo. C. Durante el IV milenio a. que se intesifican hacia finales del Precerámico Tardío (II milenio a. las temperaturas . en la primera zona de ocupación correspondiente al VII milenio a. 1977: 169). aunque acompañados de una baja frecuencia de elementos líticos y restos de fauna. C. pues los presionó a buscar nuevas fuentes de alimentos en áreas abiertas.). especialmente en el entorno de la antigua laguna de La Herrera que se extendía por los municipios de Madrid. recolectando y cazando “por la misma altiplanicie y sus inmediatos alrededores” (Correal y Van der Hammen. En el yacimiento al aire libre de Checua. al igual que la presencia de restos de animales pequeños y moluscos. municipio de Nemocón. conejo. la luna y los Andes. topo. de bosques y sabanas). 1992: 62). de gasterópodos de hábitos terrestres. zorro). en donde podían establecerse durante tempora­das más prolongadas. lo que demuestra la gran variedad de posibilidades alimentarias de los antiguos pobladores y el papel del intercambio de objetos exóticos provenientes del valle del Magdalena. Cundinamarca. lo que condujo a una menor trashumancia y a la instalación de viviendas a manera de chusques en las riberas de los recursos hídricos. se registraron fogones y huellas de postes. Desde el V milenio a. Estos bruscos cambios climáticos incidieron en las estrategias económicas de los recolectores cazadores del altipla­no. situado sobre la cima de una colina. acusan un notable enfriamiento y una fuerte sequía seguida de un clima cálido. pues se aprecia hacia este período un incremento de los restos de animales pequeños (curí.. como lo indica la densidad de útiles en guijarros adaptados al procesamiento de vegetales. Orígenes de su diversidad. C. fluviales. la predominancia de la carne de venado y la presencia de fauna de regiones cálidas (jabalí y nutria). Galindo I) plantea asimismo que a partir del VII milenio a. apare­cen huellas evidentes de una ocupación más densa de los abrigos rocosos. C.. los moradores realizaban incursiones a lugares propicios para la obtención de recursos alimentarios complementa­ríos y materia prima para la fabricación de artefactos líticos.| 42 | Los chibchas: hijos del sol. C. ratón. Los diagramas de polen correspondientes al período entre los milenios IV y III a. cerca al río del mismo nombre. proceso acompañado por asentamientos en espacios abiertos en las riberas de ríos y lagunas. se incrementa el papel de la recolección en la esfera económica de este período. señalando un poblamiento esporádico y estacionario de pequeños grupos (Groot. ríos. cangrejos y moluscos. a orillas de una gran laguna del bajo río Sinú. pequeños platos planos de arcilla para tostar arepas y grandes tinajas para la chicha. el sitio de Aguazuque presenció sucesivas ocupacio­nes de grupos. recogiendo tortugas. 2. cambio reconocido en varias partes del mundo. Para la costa Caribe. practicaban una economía mixta. bosques ribereños y sabanas. y posteriormente aparecen metates en forma de artesa.) se presenta un período de fuerte sequía. y. lo cual permite inferir una secuencia raíces (yuca)/cereales (maíz) en el desarrollo agrícola de la región. Así. C. pescando en el mar y río. a juzgar por los restos culturales.Los primeros pobladores del altiplano Cundiboyacense | 43 | medias anuales llegan a su máximo. en el Canal del Dique. lo que ha permitido revaluar la clasificación tipomorfológica de los artefactos. y el surgimiento de la horticultura. indicativos del cultivo del maíz. Reichel-Dolmatoff plantea una sucesión de cultivos de yuca y maíz. grandes casas habitadas por varias familias nucleares. los pobladores de Monsú. cazando en los montes cercanos. de lagunas y de pequeños ríos. y hacia finales (3000 a. la relación entre los tipos “abrienses” –desbastados burdamente . existían en esa región asentamientos comunales del tipo maloca. aprovechando al máximo los recursos del mar. recolectando semillas y frutos de palmas. 1986). cerca del litoral. “durante más de dos milenios. el incremento de la recolección de moluscos. C. probablemente antes del 4000 a.3 La producción lítica La clasificación de los instrumentos líticos de los yacimientos precerámicos de Colombia se ha aclarado de una manera extraordinaria gracias a los estudios de las microhuellas de uso o traceología que se observan mediante microscopía electrónica de barrido. lagunas y esteros. manos de moler de diferentes formas y tamaño. en fin. cultivando yuca y otras raíces. los inicios de la cerámica. de Tequendama y otros de la Sabana de Bogotá y sus alrede­dores”. Como bien lo subraya Correal (1990: 255). y en zonas de bosques interrumpidos por sabanas (ReichelDolmatoff. en los que inicialmente se hallan grandes budares raspadores de sílex. el desarrollo de la pesca. Este cambio climático coincide con el desarrollo de los concheros en los litorales costeros y las ocupaciones ribereñas en el altiplano. Según el citado autor. cuyos patrones de asentamiento fueron diferentes a los de su anteceso­res los cazadores y reco­lectores que ocuparon los abrigos rocosos del Abra. durante la etapa Formativa los asentamientos se ubican en áreas con un amplio acceso a recursos alimentarios. 1977: 70). los cambios estacionales en el trópico no son tan drásticos como para generar desplazamientos a larga distancia–. y que los abrienses eran producto del desmejoramiento de la técnica de elaboración del mate­rial lítico. los cambios diacrónicos en la forma y función. se les puede encontrar junto a artefactos más elaborados de tipo tequendamiense. Se desvirtúa el carácter estacional de los abrigos –de hecho. y en todos los ecosistemas (Nieuwenhuis. allí donde se disponía de suficiente materia prima y de tiempo para su transformación. y los raspadores. se determina que los cazadores recolectores no eran pasivos espectadores de los cambios medioambientales. . en cuya preparación se empleaban raspadores laterales y cóncavos. Por esta razón.| 44 | Los chibchas: hijos del sol. y tuvieron una corta vida de uso. 2002: 81). empleados en las labores de tasajeo por cazadores especializados paleoindios. se caracterizan por su carácter oportunista funcional. se halla que el intercambio apuntaba más bien a los bienes exóticos (entre ellos el mismo chert del valle del Magdalena y animales exóticos). Del estudio traceológico se desprenden otras conclusiones interesantes. y su relación con los cambios medioambientales y los sistemas de ocupación de los espacios (Nieuwenhuis. pues al disminuir el número y el tamaño de los animales por la acción depredadora de los humanos durante el Holoceno. los artefactos abrienses fueron empleados durante milenios hasta la llegada de los españoles. Orígenes de su diversidad. por percusión en material grueso– y “tequendamienses” –con retoque a presión en material fino como el chert. con el procesamiento de pequeños mamíferos o pescado. se podían utilizar otros materiales en la preparación de las puntas de proyectil como el hueso. que también son abundantes en comparación con el altiplano Cundiboyacense. astas de venado. no esenciales para las necesidades domésticas. y que también podrían haber servido para el mantenimiento de redes sociales de intercambio. y se establece que los artefactos tequendamienses hallados en menor 2  Los artefactos con bordes cóncavos han sido asociados con el trabajo de la madera. 2002: 148). sino que eran más oportunistas ecológicos. o la madera endurecida. Finalmente. en las regiones donde abunda la buena materia prima como el chert del valle del Magdalena. el análisis microscópico de las huellas de uso ha planteado que los útiles abrienses corresponden simplemente a artefactos expeditos adecuados para cualquier tipo de trabajo doméstico –siempre que tuvieran un borde útil–. los triangulares.2 No obstante. la luna y los Andes. que permitía obtener instrumentos muy cortantes y punzantes–. Anteriormente se consideraba que los artefactos tequendamienses eran de origen pleistocénico. Es decir. incre­mentados en la composición del utillaje. con el tasajeo de la piel (Correal y Van der Hammen. debido a su carácter oportunista. que requirieron para su elaboración de un tiempo mínimo. consumen insectos. los cultivos y frutas el 15% y solamente el 12% es suministrado por la carne. grupo indígena considerado el último relicto de cazadores nómadas de selva húmeda tropical de Colombia.6% la recolección de insectos (Cabrera et al. la recolección abarca casi el 60% de sus eventos cotidianos.Los primeros pobladores del altiplano Cundiboyacense | 45 | cuantía no eran especializados y podían ser utilizados en varias tareas domésticas. entre ellas. los “eventos” o cualquier actividad de caza.6%. el 12. como forma de intercambio (Nieuwenhuis. con mayor biomasa animal que la sabana de Bogotá. termites. cultivos y frutas (10%). la caza el 21. donde casi el 80% de la energía la obtienen de la yuca brava –cuyo alto contenido de cianuro debe ser eliminado mediante el rallado y exprimido– y el resto de la carne y pescado (9%).. orugas. el pescado suministra el 45% de la proteína. prodigaron a los cazadores recolectores una amplia variedad de animales para . el venado y otros animales. Igualmente. se reparten de la siguiente manera: la recolección de vegetales (especialmente de frutos de palmas) ocupa el 32. caza. 2002: 152). Los bosques andinos de la sabana de Bogotá y las riberas de los ríos. de la pesca y horticultura. Inclusive los cazadores recolectores de selva húmeda tropical dependen en buena parte de los productos vegetales. Es decir. Para el caso de los nukak. pues dependían de varias fuentes de alimentos. De estos datos se concluye que los recolectores cazadores de la sabana de Bogotá eran muy flexibles en su modo de subsistencia. entre ellos de los animales de caza. y larvas de escarabajo o larvas de palma (Dufour. de la recolección de moluscos y vegetales.2% . hormigas. quebradas y lagunas. menos de la cuarta parte. Esta última es obtenida de manera preferencial de pequeños roedores como el agutí (Dasyprocta puntada) y la paca (Agouti paca).5% la recolección de miel y el 5. los tukano del Vaupés tienen un patrón de subsistencia basado en la horticutura. mientras que la caza. chukchi y otras poblaciones que habitan ambientes pobres en biomasa vegetal. la yuca brava el 21%. y le dedican una importante porción de sus actividades productivas a su recolección. Entretanto. Por su parte. 2. y al final.4 Los recursos alimentarios La dieta de la mayoría de poblaciones humanas. la pesca el 18. Es decir. 1990: 51). pesca y recolección. además del pecarí. ranas. captura. eran pragmáticos oportunistas ecológicos que aprovechaban todas las fuentes de recursos. 1999: 242).5%. es mayoritariamente vegetariana. excluyendo a los aleutianoesquimales. el 9.6% la horticultura. recolección o cosecha de alimentos. 1981: 25-27). y la especie domesticada Cavia porcellus (Pinto et al. También se incluían el borugo (Agouti sp. tanto de las comunidades precerámicas como de las agroalfareras. Cuvieronius hyodon) y el caballo americano (Equus amerhippus). gallinetas acuáticas (Porphyriops melanops bogotensis. Notiochelidon murina). Ixobrychus exilis). perdices (familia Phasianidae. desde la megafauna pleistocénica de gran tamaño como el mastodonte (Haplomastodon. Sus restos. palomas (Zenaida auriculata pentheria). Anisognathus igniventris lunulatus). En la ración de recolección se incluyen caracoles (Pleckocheilus succinoides. los muiscas limitaron su cacería mediante cotos de caza para que los caciques tuviesen carne cecina en los depósitos de armas para las eventualidades de la guerra. La distinción de estas tres especies en el registro arqueológico es muy difícil. Falconidae. muy apreciado hasta la llegada de los conquistadores y bien entrada la República. del que existen actualmente tres especies: dos silvestres. de pequeño tamaño pero muy abundantes. 2006).estuvieron presentes en la ración alimentaria permanente de las poblaciones prehispánicas. zorro (Urocyon cinereoargentus).. Colinus cristatus). fue el curí (género Cavia). águilas y halcones (Accipitridae. seguidos del curí (casi el 15%) y otros animales. Porphyrula martinica). Drymaeus laetus. cazar y atrapar. Orígenes de su diversidad. gorriones (familia Fringillidae.| 46 | Los chibchas: hijos del sol. Mazama sp). Chimborasiensis). En el paquete de aves tenemos garzas sabaneras (Ardeidae. golondrinas (familia Hirundinidae.ocupan casi el 80% del total de fragmentos óseos de los yacimientos precerámicos. que se extinguieron durante el Holoceno. Geranoaetus melanoleucos. Zonotrichia capensis) y chisgas (Carduelis psartria. . especialmente del venado de cola blanca. Pleckocheilus coloratus. colibrí (Colibri coruscans). hasta el curí y el ratón. Los roedores. aperos y taburetes. Falco sparverius). tráupidas (familia Tharaupidae. perro de monte (Potos flavus). tanto así que los primeros pobladores elaboraron instrumentos con sus huesos y cuernos. mirlas (familia Turdidae. aunque los estudios taxonómicos de María Pinto y colaboradores han establecido que se diferencian en el cráneo. runcho (Didelphis albiventris) y comadreja (Tayra barbara) de tierras más cálidas. la luna y los Andes.). Un animal que jugó un papel importante en la dieta. búho (Asioflameus). Drymaeus gratus. Pero quizá el animal preferido fuera el venado (Odocoileus viginianus. Carduelis spinescens). ranas (Hyla labialis labialis) y pequeños dendrobátidos (Colostethus subpunctatus) en las zonas pantanosas y húmedas (Correal. Oxiura dominicana. Turdus fuscater). el conejo (Sylvilagus brasilensis) y el ratón (Sigmodon bogotensis). patos (Anatidae. y su piel fue apetecida por nativos y conquistadores para la elaboración de calzado. Merganetta armata). Cavia anolaimae y Cavia guianae.como el curí (Cavia porcellus). 2000). cabe destacar que en 1943 el arqueólogo Eliécer Silva Celis recuperó unos restos óseos en una cueva de la vereda La Puerta. y Nemocón 4 de 5580 a. La variedad silvestre es mayoritaria. dentarios. en el nivel inferior de otro sitio a cielo abierto ubicado en Galindo. 1984: 21). se registra una adecuación del lugar para mejorar las condiciones del asentamiento humano y poder permanecer en el mismo lugar durante más tiempo. en el sitio a cielo abierto de Checua. Nemocón (Groot. se hallan en el nivel inferior de La Mana. aunque la presencia de la doméstica se reporta en varios yacimientos. asegurando así una mayor permanencia en el mismo sitio. En la segunda zona de ocupación del yacimiento de Checua correspondiente a los milenios VI y V a. como Tequendama 1 de 8970 a. 2006: 163).. y se realizaban enterramientos con una compleja disposición funeraria. 1979: 44). C. desde el Precerámico hasta los períodos agroalfareros. 1977: 162). se construían viviendas de forma circular de hasta de 7.Los primeros pobladores del altiplano Cundiboyacense | 47 | terceros molares. 1992: 45). La frecuencia de los restos de la especie silvestre Cavia anolaimae varió con regularidad durante todas las ocupaciones. C.. El terreno se preparaba mediante apisonamientos y relleno con areniscas. a pesar de la dificultad de reconstruir el proceso de domesticación mediante el registro arqueozoológico.. Para finalizar la discusión sobre el precerámico. a juzgar por la baja frecuencia de restos culturales (material lítico. combinándose su consumo con la forma doméstica Cavia porcellus. 1992: 66).. Floresta. artefactos en hueso). fauna. Boyacá. en la zona de ocupación IV de los abrigos rocosos de Tequendama (Correal y Van der Hammen. 2003: 192). Evidencias de tales adecuaciones. en un abrigo rocoso de Nemocón (Correal. fémur y cintura pélvica. lo que indica. cuyos cráneos (Figura 3).5 m de diámetro. 1992. Bojacá (Pinto. 2. que su presencia es más antigua de lo que se pensaba (Pinto et al. Chía (Ardila. escápula.5 Las adecuaciones de los espacios de vivienda En varios yacimientos arqueológicos precerámicos se han encontrado “pisos de piedra” o rellenos con cantos rodados que pretendían acondicionar la superficie de habitación para nivelarla y evitar el encharcamiento. la permanencia fue más prolongada que en el período anterior (Groot. Aunque la ocupación de este sitio siguió siendo estacionaria. a juzgar por su dolicocefalia.C. y en el abrigo rocoso del páramo de Neusa (Rivera. desgaste dental redondeado en dientes anteriores y el proceso de mineralización . C. Checua 1 de 5850 a. datadas entre el 6000 y el 3000 a. C. 9 ‰.4 ‰. del cual obtenía una extensa gama de tubérculos. lo que corrobora la hipótesis de un poblamiento temprano por la llanura aluvial del río Chicamocha. Como afirma Jared Diamond (1998: 463) “las asombrosas diferencias entre la historia a largo plazo de los pueblos de los distintos continentes. frutales. La presencia de una gran variedad de recursos locales de plantas y animales constituyó el punto de partida para su domesticación y la trayectoria de sedentarización de las sociedades de los Andes Orientales. materia prima para sus viviendas. C. P. (Beta-299693. y. de tubérculos de altura y frutas locales. posteriormente. . esta gente consumía una alta proporción de tubérculos de altura. evidente en los huesos. y de los más antiguos de Colombia. no se han debido a diferencias innatas entre los propios pueblos.| 48 | Los chibchas: hijos del sol. a favor de la de un recolector cazador del norte de Suramérica de amplio espectro.. y animales de monte. sino a diferencias en sus respectivos medios”. Estos datos corresponden a los cazadores recolectores más antiguos del departamento de Boyacá. que manejaba el bosque. A juzgar por el análisis de isótopos estables de 13C/12C con -21. por el contenido de 15N/14N de +8. La datación de un fragmento de cráneo (MAS 430098E) evidenció una fecha convencional de 7950±40 a. calibrada de 7040 a 6680 a. la luna y los Andes. Report Day 6/21/2011). deben corresponder a la etapa precerámica. tenía una dieta con un contenido importante de carne y grasas animales. Orígenes de su diversidad. Gracias a esta nueva información queda entonces superada la imagen estereotipada copiada de Norteamérica del cazador especializado paleoindio de finales del Pleistoceno y principios del Holoceno. gracias a la domesticación del curí desde principios del Holoceno. proceso que debió ser rápido en esta zona debido al relativo amplia extensión del altiplano Cundiboyacense. de 8000 años de antigüedad (Museo Arqueológico de Sogamoso MAS). Figura 3. | 49 | . Cráneos dolicocéfalos de Tequendama (arriba) y Checua (abajo). Boyacá. Cráneos dolicocéfalos de Floresta.Los primeros pobladores del altiplano Cundiboyacense Figura 2. | 50 | Los chibchas: hijos del sol. Orígenes de su diversidad. . la luna y los Andes. los cuales buscaron espacios más adecuados hacia el borde de la sabana de Bogotá.) 3. tendencia hacia la reducción del tamaño de la bóveda craneal). prepararon la base para una mayor manipulación de plantas silvestres. lo que incidió en una drástica modificación de su aparato masticatorio (reducción del tamaño dental y de la mandíbula. el conocimiento adquirido en el período anterior le permitió a los recolectores cazadores hacer énfasis en los vegetales y adecuar la industria lítica para su procesamiento. cantos rodados con bordes desgastados y molinos planos. Como lo señala acertadamente Gonzalo Correal (1990: 256). es quizás este incremento de la actividad recolectora. C. hecho sugerido por la presencia de restos vegetales calcinados correspondientes a plantas como la calabaza (Cucurbita pepo) y la ibia (Oxalis tuberosa) cuyo registro se encuentra asociado a la capa 4/2 fechada en 3850±35 a..” En fin. C.P.| 51 | Los primeros horticultores (II milenio a. como los tubérculos de altura. su desarrollo y posible aprovechamiento.1 Aguazuque y la neolitización en la sabana de Bogotá L os cambios climáticos en la sabana de Bogotá a finales del III milenio a. . hacia el IV milenio a. preparar sus redes de pesca y enterrar a sus muertos (Figura 4). es lo que se ha denominado el inicio de la “neolitización” en la sabana de Bogotá.P. en Aguazuque tenemos que “la recolección tuvo gran importancia como actividad de subsistencia a juzgar por la presencia de artefactos como yunques. a la domesticación de variedades locales. En este entorno. el factor que al ampliar la visión del entorno vegetal. La reducción de los pastizales debido al incremento de la cobertura boscosa por la elevación de las temperaturas produjo a su vez la disminución de los herbívoros. C. condujo a los grupos de la Sabana de Bogotá al desarrollo de prácticas hortícolas. percutores. que a la postre condujo hacia finales del II milenio a. C) Capítulo 3 Los primeros horticultores (II milenio a. Estos grupos habrían aprovechado las terrazas coluviales y colinas cercanas a las antiguas lagunas para avistar a los animales en los abrevaderos. Checua. como los tubérculos de altura). 2002: 15). Ijzereef. 1983). Sin embargo. Entretanto. Otro tanto ocurría en los sistemas cordilleranos Central y Occidental donde se han excavado evidencias materiales (cantos rodados con bordes desgastados o azadas) y paleobotánicas (polen. 1981). la posibilidad de que los Andes Orientales hayan sido un centro primario de domesticación de plantas (Bukasov. hibias) y la presencia de una gran diversidad de formas. C. C. pues por un lado se ha considerado que este ecosistema tiene un bajo potencial en recursos vegetales (Cárdenas. lo que se demuestra por la existencia de variedades silvestres de tubérculos comestibles (arracacha. y. como también de elementos traza (estroncio). 1990) y Zipacón (Correal y Pinto. sino que podrían haber establecido un patrón de movilidad entre tierras bajas y altas que los traía hasta el altiplano en busca de algunos recursos. había planteado la posibilidad de un temprano manejo de ellas. 2002. papa criolla. pero que esencialmente permanecerían en climas más templados y cálidos la mayor parte del tiempo.| 52 | Los chibchas: hijos del sol. Orígenes de su diversidad. almidones) que demuestran la gran di- . en Aguazuque (Correal. estudios de isótopos estables de carbono (13C) y nitrógeno (15N). la luna y los Andes. donde la oferta de plantas resultaría más diversa”. 1990: 305-307). por otro. Partiendo de la premisa de la baja productividad vegetal del ecosistema de los Andes Orientales. además. las evidencias materiales de uso de plantas se ubican tardíamente hacia el II milenio a.2 Los recursos vegetales cordilleranos El empleo de plantas por cazadores recolectores de los Andes Orientales ha sido objeto de una fuerte discusión. el consumo de plantas C4 (maíz y otras) se incrementó desde el I milenio a. pues ya un equipo ruso de los años 1930 con base en una amplia investigación pionera de plantas útiles y cultivadas de Colombia y Centroamérica. Felipe Cárdenas (2002: 68) plantea incorrectamente que los pobladores tempranos “tal vez no tenían ese ecosistema como base prioritaria para sus campamentos. los estudios genéticos botánicos indican otra alternativa explicativa. (Cárdenas. cubios. Floresta) hasta el Tardío (Aguazuque) y el periodo Muisca. apuntan a demostrar que la dieta alimentaria de los cazadores recolectores de esta región era predominantemente vegetariana (plantas silvestres de tipo C3. incrementándose el uso de productos cárnicos desde el Precerámico Temprano (Tequendama. La cacería habría ocupado un lugar secundario. fitolitos. 3. 1990. en Correal. El aumento de consumo de granos habría incrementado a su vez la frecuencia de caries como enfermedad infecciosa asociada a la presencia de carbohidratos (Tabla 2). señalando. 2004. según estudios paleobotánicos se han hallado restos de plantas comestibles como yuca (Manihot). La distribución de las azadas desde Panamá hasta el valle de Popayán por las cordilleras Occidental y Central. . en Aguazuque. Cano. 1998). además de cantos rodados con bordes desgastados.3 Estas evidencias demuestran que en las cordilleras Central y Occidental hubo una temprana manipulación de los bosques por recolectores cazadores. en contextos precerámicos. como el valle medio del río Porce (Castillo. pues el forrajeo de plantas implica un proceso de selección mediante la distribución de las semillas por las áreas de captación de recursos. y el valle de Popayán en el Macizo cordillerano (Gnecco.000-14. a juzgar por el utillaje lítico 3  Información personal de Carlos López. podrían plantear un origen común (Aceituno. como complemento a las actividades de la caza. lo que provoca la perturbación de la vegetación original. En Risaralda en los valles de los ríos Otún y Consota se han hallado restos de yacón. En los yacimientos antioqueños. con el respectivo crecimiento de herbáceas. el valle medio del río Cauca (Aceituno. en lo que se conoce como la “domesticación del bosque” (Aceituno.000 años) estuvo cubierto de sabanas con pequeños refugios boscosos. C. teniendo en cuenta que el istmo de Panamá durante el máximo glacial (hace 18. frutales y otras plantas comestibles. 2003: 169). smiláceas y maíz (Zea mays). cucurbitáceas. caza y horticultura habría posibilitado una conducta territorial flexible. 1998). El desarrollo de las prácticas hortícolas en la sabana de Bogotá se habría producido durante el II milenio a. lo que indica que la horticultura “debió desarrollarse desde los primeros milenios del Holoceno en los valles de la cordillera Central. placas de moler. La combinación de la recolección.) de la familia de las asteráceas. y martillos percutores.Los primeros horticultores (II milenio a. 2003: 174). 1989. el valle del río Calima sobre la cordillera Occidental (Cardale et al. López. marzo de 2008. hachas talladas con bordes pulidos. 2000). conocido también como “manzana de tierra” (Polymniasonchifolia Poepp. pesca y recolección […]” (Santos y Otero. Salgado.). la apertura de claros. y la temprana manipulación de plantas por recolectores cazadores. pesca. amarantáceas. y el uso del fuego durante las estaciones secas. y con un manejo simbólico del espacio en que el control y señalización territorial ancestral se podrían estar manifestando mediante enterramientos. lo que posibilitaba el tránsito desde Centroamérica hacia Suramérica.. 2003. C) | 53 | versidad de recursos vegetales aprovechados mediante desarrollo hortícola durante el Holoceno temprano y medio (VIII-IV milenios a. 2004) sobre la cordillera Central. C. 2003: 100). cantos con bordes desbastados. con procesos demográficos de escisión (la separación de familias del grupo ancestral cuando éste crece demasiado). (Correal. cuadro no observado durante el Precerámico Temprano. percutores. Durante este período se habrían presentado mutaciones que fueron seleccionadas positivamente en el nuevo contexto cultural vegetariano. para una economía de amplio espectro.. papa) (Correal. batata (Ipomea batata L. Se modifica la anterior tecnología lítica y surgen cantos discoidales horadados empleados como pesas para redes. 3. Precerámico Temprano (Checua. (Van der Hammen. Seguramente como consecuencia de los cambios ambientales y tecnológicos se producen dientes pequeños en este último grupo. en el patrón de subsistencia y en el comportamiento mismo de las sociedades horticultoras de la sabana de Bogotá durante el II milenio a. cantos rodados con bordes desgastados. 2. 1992: 110).. hibias. (yunques. 2010): 1. la luna y los Andes. Por esta razón. Tequendama): dolicocéfalos de dientes grandes (Figuras 2 y 3). Vistahermosa): época de drásticos cambios ambientales por la sequía de orden global que redujo el nivel de las aguas entre 3500 y 2000 a. generando más descendencia. éstas sufrieron profundos cambios que darían paso a formas más gráciles en la morfología craneal. molinos planos y posibles pesas para palos cavadores) y restos de plantas calcinadas (calabaza. C. por ende. tecnología lítica de cazadores recolectores. C. según el contexto ambiental. 1990: 256). C. yunques.| 54 | Los chibchas: hijos del sol. cantos rodados con bordes desgastados y molinos planos. dental y corporal. percutores para triturar o machacar. arqueológico y bioantropológico (Rodríguez y Vargas. con mayor variedad de alimentos como pescado y vegetales (posiblemente arracacha. La significativa reducción dental en casi todos los dientes del grupo Precerámico Tardío (Figura 5) debe estar relacionada con el incremento en el consumo de vegetales y pescado en la dieta alimentaria de la población entre el II milenio y primera mitad del I milenio a. cubios. habría sido seleccionada sexualmente. Floresta. consideramos que el Precerámico de los Andes Orientales se puede dividir en dos grupos. C.). cuya presencia se ha reportado en un abrigo rocoso de Zipacón hacia el 1320 a. Quizá para finales de ese periodo se habría introducido el cultivo de maíz (Zea mays L. . Precerámico Tardío (Aguazuque. 1990: 37-39. quizá porque la nueva apariencia de la gente sería más atractiva y. 247). Orígenes de su diversidad.) y aguacate (Persea americana). ibia).3 La evolución de los horticultores Además de las modificaciones introducidas en el utillaje. lo cual indicaría una temprana manipulación de plantas silvestres como etapa previa a la domesticación de las mismas (Cárdenas. al igual que de caries (Tabla 3).1 y 13C de -19. capitancito) en los ríos .8 y 13C de -18. también hay más prevalencia de caries por la mayor proporción en la dieta alimentaria de vegetales ricos en almidones.0 Tabla 3.| 55 | Los primeros horticultores (II milenio a. Floresta. Prueba Kolmogorov-Smirnov entre grupos precerámicos. en consecuencia. desde Tequendama I (10. En todos los períodos se aprecia un incremento en el consumo de carne.4 (Checua.9 0.. Potreroalto).) y Nemocón 4 se tienen evidencias de domesticación de curí (Cavia porcellus) (Pinto et al. con 15N en promedio de +8. 2006: 163). C. 1990). Kolmogorov-Smirnov Significado asintótico 15N 0.5 Caries 13C -19. En un individuo de Aguazuque datado en 775±35 años a. GRUPO Precerámico Temprano Precerámico Tardío Formativo Tardío (Muisca) N 13 19 3 27 15N +8.8 (Aguazuque) (Tabla 2).920 a. por su parte. 2002: 45.105 Como lo evidencian los análisis de isótopos estables del Precerámico Temprano.213 0. P. Posiblemente la domesticación del curí y la incorporación del pescado incrementaron el consumo de proteína animal en los grupos sedentarios. particularmente entre los precerámicos (especialmente para 13C).6 -11.1 +8.8 +9.0 para 13C.5 12. tenían grandes pesquerías (capitán.8 -12. reducción en el consumo de plantas C3 (tubérculos de altura) y. P. 57)..1 5.0 +10. Las diferencias entre ambos es significativa. Tequendama. aumento de plantas C4 (maíz y otros). con alto contenido de proteína animal (15N). la principal característica alimentaria durante este período era la dependencia de la recolección de plantas silvestres tipo C3 (tubérculos de altura). y con 15N en promedio de +8. lo que indica consumo de plantas C4 (maíz y otras gramíneas) (Van der Hammen et al. C) Tabla 2. Checua (7530 a. Datos de isótopos estables (nitrógeno y carbono) y frecuencia de caries en grupos de la sabana de Bogotá.3 14. Los muiscas.4 -18. con diferencias significativas entre todos los grupos. Como se ha planteado desde la perspectiva zooarqueológica. se reporta un valor de -11.).892 0.404 13C 1. se evidencia un cambio sustancial en el clima y en el patrón de subsistencia de las poblaciones precerámicas del altiplano Cundiboyacense.C. la economía de mayor espectro (caza. C. este proceso no fue general para toda la región. con su conocimiento de plantas.). y molares más grandes que los de Aguazuque (Rodríguez y Cifuentes. y permite establecer una mayor territorialidad en la captación de recursos. se reporta un esqueleto (No. la luna y los Andes. No obstante. . posibilita una mayor socialización del núcleo familiar ampliando el período de aprendizaje. lo que debió ejercer una presión selectiva sobre el tamaño de los dientes. pesca. 1981. tendiendo hacia su reducción.. Orígenes de su diversidad. Este período. 2005). mayor capacidad de supervivencia. C. permite procrear más hijos. y lagunas de la sabana de Bogotá.C. (Figura 13). con retraso en el crecimiento de las crías. pues en Madrid 2-41. En el campo social. cultivos) tiene ventajas adaptativas. III: 368).0 y 13C de -15. C.| 56 | Los chibchas: hijos del sol. con dieta vegetariana de tubérculos de altura.8. cerca de la antigua laguna de La Herrera. recolección. (2500-1000 a. lo que a su vez lleva a ampliar las relaciones sociales con otros grupos más extensos. En fin. y el surgimiento del Formativo (período Herrera). y especialmente en el II milenio a. pues la reserva de vegetales facilita el sedentarismo. 11) fechado en 150±50 a. sentó las bases para el desarrollo de la agricultura del maíz hacia el I milenio a. con valores de 15N de +9. a los que ofrendaban para que no se agotaran sus recursos (Simón. Es decir que desde finales del III milenio a. especialmente de los molares y premolares. Al fondo vista desde una terraza coluvial con cementerio precerámico en Malpaso (Vistahermosa). Laguna de la Herrera. Mosquera. C) | 57 | Figura 4. . Cráneos dolicocéfalos de Aguazuque.Los primeros horticultores (II milenio a. Figura 5. la luna y los Andes.| 58 | Los chibchas: hijos del sol. . Orígenes de su diversidad. Estos pobladores regulan las aguas de lagunas y ríos para diferentes labores. con aumento de las precipitaciones.) y. permitiendo los asentamientos de los primeros agroalfareros.1 Cambios climáticos y surgimiento de los primeros agroalfareros E l período comprendido entre los milenios V y III a. pantanos y llanuras aluviales.C. (Van der Hammen. batata (Ipomea batata L. 1992: 110). existen claras evidencias de manejo de plantas en la Sabana de Bogotá.). y entre 750-350 y 200-100 a. A principios del I milenio a. Mosquera. Funza) por el salto de Tequendama –como lo describe el relato del mítico personaje de Bochica. entre ellas rituales y agrícolas. En algún momento de este último período se aprecia la evacuación de parte de la antigua laguna de La Herrera (municipios de Madrid. de aguacate (Persea americana). y por el aumento de la temperatura en 1-2⁰C. C. marcó cambios considerables en el clima por la reducción de las precipitaciones. inclusive debieron construir viviendas tipo palafito (Figura 7).C. 1992: 226). señales de deforestación por actividades agrícolas se manifiestan entre 1000 y 550 a. M. especial­mente. Estos períodos secos se repiten hacia principios del II milenio. como la calabaza (Cucurbita pepo) y la ibia (Oxalis tuberosa) en la capa 4 de Aguazuque. como en el yacimiento de Aguazuque (Precerámico Tardío) o en Madrid (Herrera Temprano). (Van der Hammen. Bukasov (1981) indican que la amplia variedad de . el descenso del nivel de los ríos y lagos. 1983).) 4. Durante el I milenio a. Por otro lado. totumo (Crescenta cujete L. a siglo VIII d. como se ha planteado para el sitio Madrid 2-41 (Rodríguez y Cifuentes.) en el límite inferior de la capa 1 de Zipacón (Correal y Pinto.C el clima se torna ligeramente más frío. los estudios botánicos de S. C. ampliándose las zonas pantanosas en los lugares más bajos. de maíz (Zea mays L.Los primeros agroalfareros: pobladores de valles de antiguas lagunas | 59 | Capítulo 4 Los primeros agroalfareros: pobladores de valles de antiguas lagunas(I milenio a. favoreciendo la ocupación de los bordes de lagunas. C. C. por lo que las riberas de los ríos y pantanos atraen a los antiguos pobladores de la sabana de Bogotá en búsqueda de recursos acuáticos. quien rompe la roca con su vara–. 2005). 2001). tendrá que aplicar muchas tecnologías desarrolladas a partir de las condiciones del área de origen (Morán. con­vierten a la cordillera Oriental en centro primario de domestica­ción de plantas. recientemente instalada. 1987: 118).| 60 | Los chibchas: hijos del sol. En nuestro caso apreciamos que la sociedad desarrolló tecnologías autóctonas en la domesticación de plantas nativas que aplicó en la introducción de nuevos productos agrícolas. el crecimiento demográfico y la organización de aldeas. este territorio se puede incluir dentro de los centros primarios de domestica­ción de animales (curí). el sedentarismo. y por consiguiente. C.2 personas por km². Se calcula un estimativo conservador de 3 a 6. el maíz –cuya forma doméstica parece tener procedencia alógena a juzgar por la monotonía de las variedades colombianas– fue fácilmente introducido y adaptado a las crecientes necesidades de una población más numerosa y sedentaria. S. muy por debajo de la capacidad de carga del bioma circundante. 1995. la luna y los Andes. especies y la existencia de formas silvestres de arracacha (Arracacia xanthorrhyz­a). Los conocimientos adquiridos sobre el entorno durante milenios permitieron este proceso de domestica­ción. contrariamente a lo que se había planteado anteriormente (Cardale. y quizá de ibia y ulluco (Melloca tuberosa). Es bien sabido que cuanto mayor sea el tiempo de ocupación de un ambiente estable por parte de una población. como se ha podido establecer mediante estudios regionales sistemáticos en los valles de Fúquene. A su vez. y por consiguiente los habitantes pudieron sostenerse con los . 1987). Nemocón y Tausa para abaste­cer una población básicamente agrícola y sedentarizada (Cardale. En el I milenio a. y explota salinas en Zipaquirá. rybini y S. 1981). Sin embargo. El clima menos caliente y más húmedo ejerció una nueva presión ecológica sobre los moradores del altiplano. brindando mejores condiciones para la agricultura intensiva del maíz. boyacense). 1993: 22). 1937) y Valle de Leiva (Figura 12) (Silva. esta población era muy dispersa. transformando la economía de apropiación en una de producción de alimentos dentro del propio territorio de ocupación. Orígenes de su diversidad. se observa una población social y económi­ca­mente organizada que construye estructuras líticas en Tunja (Figura 11) (Hernández de Alba. lo que demuestra que efectivamente la densidad era muy inferior a la considerada por Cardale. Además. Sobre la base de esta tradición agrícola. cubio (Tro­paeolum tuberosum) y papa (Solanum andigena. mayor será su grado de adaptación a diversas presiones ambientales. tendrá que aprender sobre las nuevas condiciones ambientales.8 individuos por km². una población migrante.7 a 10. y una aproximación más amplia de densidad demográfica de 7. Susa y Leiva (Langebaek. 5%). Boyacá. Osborn en La Sierra Nevada de Chita o Cocuy. sin calzado. pues hace referencia a la aparición de un personaje veinte edades antes de la llegada de los españoles (cada edad era de 70 años). Otro estudio regional en la sabana de Bogotá refleja. Silva Celis en Jericó. lo que se aunaba a la salvajina de los montes circundantes.6%).Los primeros agroalfareros: pobladores de valles de antiguas lagunas | 61 | cultígenos producidos en las labranzas cercanas a sus asentamientos (Langebaek. 2005: 126). de allí regresó a Sogamoso . Pérez (2001). Serrezuela (Madrid) y Zipacón. que seguramente se podía consumir libremente. Bogotá. Pérez en el área adyacente al río Chicamocha (Sativasur. dada la ausencia de presiones ecológicas en virtud de la baja densidad poblacional. pues debajo de ella las tierras se anegaban. posiblemente el material reportado por Pérez en el valle del río Sogamoso.C. el Zipaquirá desgrasante tiestos (12. curíes. A. vestido de túnica. Soatá. C. Las amplias lagunas eran ricas en patos. especialmente de la columna. Este período estaría comprendido entre el I milenio a. 1992). 2006: 139). unos asentamientos dispersos y de baja densidad demográfica de los sitios Herrera distribuidos a lo largo de los ríos Bogotá y Chicú. Chita. el Mosquera rojo inciso (2%) y atípicos del valle del río Magdalena (Rodríguez y Cifuentes. Entró por Pasca desde los llanos. 1995: 84). Moreno en Mutiscua (Norte de Santander). causados por tener que soportar cargas muy pesadas durante el transporte de agua. La mayoría de sitios Herrera reportados hasta el momento están por encima de la cota de los 2550 msnm. Pradilla y colaboradores en Tunja (Boyacá). Los tipos cerámicos más frecuentes en los sitios tempranos de la sabana de Bogotá son el Mosquera roca triturada (casi 80%). Tunja carmelita ordinario/Cuarzo abundante). Jericó. Covarachía). P. Castillo. peces y crustáceos que conformaban la variada despensa proteínica de los pobladores Herrera. Bray en la cueva La Antigua (Santander). L. luego pasó a Bosa y desde allí cruzó a Fontibón. la cerámica temprana está representada principalmente por el tipo con decoración incisa (Covarachía inciso-impreso. entre Cota y Suba (Boada. en la vertiente oriental de la cordillera Oriental. V. el Zipaquirá rojo sobre crema (3. Para el norte del altiplano. es decir. por lo menos en las temporadas de lluvias. C. y la cerámica incisa registrada en Jericó y Socotá. Era de cabello y barba larga. como sucede en las poblaciones ribereñas (Sotomayor. E. además de los problemas osteoarticulares. hacia el siglo I d. la tradición oral de los muiscas se remonta al período Herrera. H. Los problemas gastrointestinales con toda probabilidad fueron la principal causa de morbilidad. y el siglo VIII d. como el venado. N. igualmente. Socotá. lo que incluye los materiales reportados por W. Por otro lado. Becerra en Duitama. sal y otros productos alimenticios. según anota Pablo F. hasta llegar a la provincia de Guane. todas las aguas de los ríos que penetran a la sabana tienen una sola salida por el valle de Tequendama.| 62 | Los chibchas: hijos del sol. golpeando con una vara de oro la roca que impedía el paso de las aguas. 1997: 1158. y sobre ella actúan los procesos pedogenéticos que dan origen a nuevos suelos. cuyos suelos se formaron a partir de una arcilla blancuzca (horizonte CR2). 1992: 226). posteriormente. Orígenes de su diversidad. la tradición hace memoria de la época de inundación del valle de Bogotá y la veneración de que fue objeto el arco iris Cuchaviva en agradecimiento por haberse presentado el desagüe del antiguo lago. según los estudios palinológicos (Van der Hammen. 1981. el fondo de la laguna conserva la arcilla lacustre. además de normas de conducta y otras tradiciones. Este fenómeno se puede apreciar en el yacimiento de Madrid 2-41. El dios. En época de sequía las aguas eran utilizadas para irrigar las labranzas y sementeras. Sopó. C. la luna y los Andes. en su honor los caciques construyeron santuarios y tumbas. según la leyenda. dado que. Xubchasgagua o Bachué4. 1981. el carácter plano de la región configura corrientes sinuosas fácilmente inundables en sus orillas. Era llamado por unos Bochica. Este evento natural debió haber ocurrido entre el 1000 y el 550 a. Tibitó). llamada Chíe. quien los habría engendrado antes de convertirse en serpiente y desaparecer en el fondo de una laguna (Castellanos. Simón. Fontibón y Bogotá. fue quien. y a partir de esta época se ampliarían las posibilidades ecológicas para los cultivos (entre ellos del maíz). un día soleado decidió ayudarles. Igualmente. y ofrecieron sacrificios y ayunos en su honor. III: 380). ser utilizados por los grupos humanos aledaños (para elaborar cerámica o montículos rituales). por otro. y. Cuando una masa de agua queda atrapada por el obstáculo derruido de alguna montaña. por un lado. Los indígenas le rogaron al dios Bochica para que les socorriera. pero durante la inundación los ríos Sopó y Tibitó se rebosaron por castigo del dios Chibchacum. a la postre. Luego vino una mujer. Huitaca. especialmente por los lados de Bosa. para unos terceros era Xué. Al fin “quedó la tierra libre para poder sembrar y tener el sustento. les enseñó a hilar y a tejer mantas de algodón. que posteriormente fue cubierta por cenizas volcánicas (horizonte A3b3p3) y suelos de diferente origen (natural y antrópico) (Figura 6) (Rodríguez y Cifuentes. 4  Esta diversidad de nombres puede cottesponder a diferentes versiones regionales del mismo mito. y ellos obligados a adorar y hacer sacrificios como lo hacen en apareciendo el arco […]” (Simón. apiadándose de ellos. Con sentido geográfico cuenta el cronista fray Pedro Simón que en alguna época la sabana se inundó por el crecimiento de los ríos que la surcan (Bogotá. por otros Neuterequeteua. . al romperse súbitamente la barrera por la presión de las aguas. y finalmente desapareció. III: 375-376). los que pueden. 2005: 107). 1970: 171-223). 6) ha ofrecido una gran variedad de recursos de flora y fauna. la laguna de La Herrera (Figuras 4. el florecimiento de las artes (entre ellas los tejidos de algodón). el intercambio de sal). cuyo desarrollo fortaleció el surgimiento. su morfología craneal corresponde a la de los cazadores recolectores (dolicohipsicefalia). tortugas. divididas por un canal central y conectadas por otros canales transversales. además de fragmentos decorados de la región del valle del río Magdalena (Guamo). como para agroalfareros tempranos (Broadbent. consistente en estructuras piramidales al oeste y cónicas al este. curí. 11 de 150±50 a. se . C. rituales y actividades económicas (por ejemplo. y por un complejo observatorio astronómico excavado. de la sociedad Muisca. y de alimentos energéticos (raíces y juncos) y reguladores. flexionada. crustáceos) que proveía la laguna y los ríos Subachoque y Bogotá. (Unidad 0). el ajuar consiste en cerámica típica del período Herrera. animales pequeños. pues los recursos hídricos eran suficientes para proveer de proteína. Zipaquirá desgrasante tiestos. hacen suponer que durante milenios sus pobladores dependieron exitosamente de la caza. Los cuerpos yacen en posición lateral. 1987. 4. Cundinamarca. recolección y pesca. se obtuvo una fecha del entierro No.2 Los pobladores del entorno de la antigua laguna de La Herrera Desde que se inició su desecamiento. Mosquera rojo inciso) (Figuras 8. artefactos líticos (una preforma de punta de proyectil entre otros) y cerámica típica de este período (Mosquera roca triturada. tanto para recolectores cazadores de su entorno (Correal. y que la agricultura surgió muy posteriormente. No obstante. 9).Los primeros agroalfareros: pobladores de valles de antiguas lagunas | 63 | la expansión de las poblaciones. 1990). y en menor cuantía del período Muisca. se localizó un yacimiento polifuncional con asentamientos de las dos fases de desarrollo del periodo Herrera (Rodríguez y Cifuentes. En Madrid. 2005). Zipaquirá rojo sobre crema. El sitio temprano corresponde a un enterramiento colectivo acompañado de huesos de animales (venado y otros). La diversidad de recursos (aves. y. leyes. según la tradición oral. sus fértiles suelos de origen lacustre y volcánico posibilitaron el surgimiento de las primeras manifestaciones agrícolas y el desarrollo de los primeros asentamientos europeos. La fase más tardía se caracteriza por enterramientos individuales extendidos. un milenio después. peces. y los animales de monte (venado y otros) de los cerros cercanos. En esa época se presentaban erupciones volcánicas que se depositaron sobre el material impermeable. C. de color pardo oscuro. con tonalidad entre parda gris y oscura. 259738 1590±40 d. que continúa con un suelo B compuesto por cenizas volcánicas de color pardo amarillento. En la estratigrafía de los suelos se identificaron varias ocupaciones. La reciente corresponde al horizonte A1. Beta Analytic Fecha convencional Fecha calibrada Período 204120 150±50 a. pues el fondo original es de arcilla gris de tipo pantanoso. la luna y los Andes. adornos de caracol marino. asociado a copa esgrafiada Nicho 65-80 cm Canal 120-130 cm. y encima del carbón se colocó un material arcilloso amarillo. C. El horizonte A3 puede coincidir con la primera ocupación sobre el fondo del antiguo lago. Orígenes de su diversidad. - Herrera Temprano 259737 730±40 d. tiene una delimitación semicircular en arcilla blanca. y cuernos de bóvidos y restos de caballo. 680 a 890 d.. En el fondo del antiguo lago en el Corte 2 se ubicó un fogón elaborado cuando éste se secó. Figura 6). pero no se hallaron evidencias materiales de ello. e inclusive se presenta deformación craneal intencional (Unidad 1) (Figura 15) (Rodríguez. Estratigrafía del perfil norte del Corte 2 de Madrid 2-41. el cual se mantuvo sobresaturado de agua (tixotropía). con abundante materia orgánica y ceniza volcánica (38 cm). C. 1440 a 1640 d. hallaron instrumentos líticos y de hueso. ambos transportados. lo que plantea la importancia del sitio ritual hasta la época Colonial. V.| 64 | Los chibchas: hijos del sol. restos de animales con huellas de corte. La morfología craneal de los entierros corresponde a la típica muiscoide (braquicefalia). J. 2007). C. Herrera Tardío Colonial Muestra Entierro 11. Tabla 4. una pieza orfebre. sobresaturada de agua (Tabla 4. No. y es seguida por un horizonte A2 de la última ocupación prehispánica. C. asociado a huesos de bóvidos . Posteriormente se observa un horizonte AB de transición de ceniza volcánica. Textura franco arcillosa. Color 10YR 2/3. Color 2.110 ppm. Limite gradual ondulado.5Y 2/1. Textura franco arcillosa. En este perfil. pH de 8. violeta. Hay que acotar que los suelos se intoxicaron con la ceniza volcánica. grisáceas. SCa 48. Corresponde a la época del desecamiento del lago (arcilla lacustre). Color 10YR 3. Na 3. Transición franja de desocupación. sin estructura por apisonamiento.7. Estuvo más tiempo expuesto a la intemperie y fue trabajado. apisonado. Mg 17. Suelo muy trabajado. Textura franco arcillosa. La gente no lo habitó durante mucho tiempo. Color 10YR 4. cenizas. aunque no tanto como los superiores.5. Altos contenidos de carbonato de calcio. Carbón. Dataciones radiocarbónicas del sitio arqueológico Madrid 2-41. Límite abrupto irregular.6. Fósforo total de 525 ppm. Textura arcillosa.5. Contiene ceniza volcánica. Sin estructura. K 14. pH de 8. Nódulos de material cementado que pueden ser naturales o artificiales. negras. fuertes y finos. Estructura de bloques subangulares.6 (arcilla lacustre). además. Estructura migajosa. manchas amarillas.5Y 7. Suelo con gran actividad antrópica. pH de 8.3. Color 2. Límite abrupto ondulado casi irregular. pH de 8.5/4. se presentó un período relativamente largo de transición entre el ambiente lacustre y el seco. Estructura de bloques subangulares fuertes y finos. Gris.4.0. Contiene ceniza volcánica.5. Fósforo total de 2. Color 10YR 3/4. Textura franco. pH de 8. violeta. Posiblemente fue ocupado pero no hay evidencias materiales. Cotiene ceniza volcánica. Fósforo total de 2. Estructura migajosa.875 ppm. Raíces fuertes que penetran hasta los niveles de las arcillas lacustres. Fósforo total de 3. Más claro. produciendo una sobresaturación de cationes de Mg y Na tan alta que se deterioró la fertilidad del suelo. Límite gradual ondulado. pH de 8.| 65 | Los primeros agroalfareros: pobladores de valles de antiguas lagunas Tabla 5. En el contacto entre la ceniza y el fondo lacustre (horizonte C) tenemos una mezcla de los dos materiales. se presenta un 16% de arcilla en el primer horizonte muestreado (A2bp) que indica también una mezcla de ceniza volcánica con otros materiales. probablemente aluviales. Fósforo total de 366 ppm. lo que puede significar que cuando el lago se secó. Textura francoarcillolimosa. Textura franco arcillosa. Límite claro y plano.5/6 más claro. Profundidad (cm) Horizonte 00 – 07 0 07 – 20 A1 20 – 38 A2bp 38 – 50 ABbp1 50 – 75 Bb2p2 75 – 106 A3b3p3 106 – 115 C 115 – 118 CR1 118 – 120 CR2 Características Pasto kikuyo. pH de 8.5YR 2. CCC 37. Límite gradual. Color 7.5/2.0. Límite gradual y ondulado. Ca 18. Estructura de bloques subangulares finos. Textura arcillosa. Estructura migajosa. Contiene ceniza volcánica. Fósforo total de 2.5. Color 10YR 2.125 ppm. que corresponde a la aparición de los primeros vestigios humanos (fogones) en el área.5/3. Fósforo total de 904 ppm.185 ppm.8. Contiene restos de carbón que provienen de una quema sectorizada (arcilla lacustre). Estructura afectada por la quema.5. Contiene ceniza volcánica. esto hace .5/2. dolicocéfalos. a juzgar por los estudios de isótopos estables. con bajo índice de caries. los grupos asentados en el entorno de la laguna de La Herrera se apropiaban de los recursos de caza y recolección. con deformación cefálica y similitud física con los grupos muiscas. gasterópodos. Las estructuras de la Unidad 1 permiten inferir un espacio adecuado para manifestaciones simbólicas. las evidencias óseas corresponden a fragmentos de venado y curí. se manifiesta la importancia que tuvo el sitio hasta la época colonial. el ajuar funerario consistía en cerámica tipo Herrera. y colocaron sendos cuernos dentro de dos estructuras cónicas –sin alterar su forma–. la luna y los Andes.| 66 | Los chibchas: hijos del sol. cerámica y materia prima lítica procedente de esta región. Las características físicas oscilan entre la mesocefalia y la braquicefalia. por lo tanto. como se desprende de la presencia de animales. Orígenes de su diversidad. siguiendo la tradición de Tequendama (Correal Van der Hammen. curí.. y en la ocupación superior predomina el curí y disminuye el venado. Posteriormente. (Tabla 5). Galindo (Pinto. durante esta época se reducen los contactos con el valle del río Magdalena. se presenta una continuidad con los tipos descritos para la sabana de Bogotá en cuanto al período Herrera. restos de animales y líticos. 1990). Sus entierros eran colectivos en posición de decúbito lateral derecho. 1984) y Aguazuque (Correal. Desde el punto de vista ritual. lo que sugiere un incremento en el consumo de plantas cultivadas. los entierros se practicaban de forma individual. 1992. se destruye la estructura (Tabla 4). Checua (Groot. que los suelos tiendan a deflocularse (disgregarse) y que.C.C. 2000). donde Gutiérrez y García (1985) identificaron formas geométricas elaboradas en los . conjuntamente con cerámica vidriada. En la fase temprana del período Herrera hacia finales del I milenio a. En este grupo hay mayor incidencia de caries. con los miembros flexionados y cabeza hacia el este. y plantas silvestres y cultivadas. consistentes en huesos modificados de bóvidos. Físicamente eran robustos. pues en tiempos hispánicos individuos conocedores del carácter sagrado del sitio realizaron ofrendas en el canal. como venado. En cuanto a la cerámica. con los cuerpos extendidos (Figura 34. 1977). aves. En el nivel más bajo. peces. aunque hay alguna presencia menor de materiales del Muisca Temprano (Funza cuarzo fino). 38). afectados por treponematosis –posiblemente sífilis–. en la fase tardía. como se colige también por la presencia de metates y objetos de molienda. 2003). hacia el I milenio d. Chía (Ardila. Mantenían estrechos contactos con el valle del río Magdalena. como las registradas en cercanías de Funza. que conforman un triángulo con el entierro de un niño del corte 2 (Tabla 5). Cota. y la forma triangular de las bases invertidas de la pirámide se asociaría a representaciones que consideraron características estilísticas de figuras triangulares recurrentes en la simbología muisca. que sirvieron de alimento a cazadores recolectores y pescadores. Los camellones y canales en tierra fría (Tiawanako. compuesta por un canal que separa una línea de formas cónicas (al este) y varias piramidales y montículos cuadrados de arcilla blanca (al oeste) (Figura 35). guachupa). Para las investigadoras.3 Los pobladores de la llanura de inundación del río Bogotá El río Bogotá en tiempos prehispánicos fue muy rico en recursos de peces (capitán. Los montículos alineados de arcilla blanca podrían ser el equivalente a los bancos donde los sabedores se sentaban durante sus rituales. ya sea triangular. de forma serpentina. fueron adaptados para la agricultura mediante la construcción de camellones. donde la ofrenda del pie humano colocada sobre el canal podría tener la idea de reforzar la capacidad de transitar por esos mundos. Bolivia y Tenochtitlan. vistas en planta como triángulos cubiertos de tierras negras. las piramidales los astros del firmamento y la luz del poder. Suba y Bogotá. La estructura. capitancito. México) cumplen varias funciones. estas formas a su vez se encontraban asociadas a un canal.Los primeros agroalfareros: pobladores de valles de antiguas lagunas | 67 | pisos arcillosos. comunicándolos con el fondo de la antigua laguna (la arcilla blanca). con longitudes que llegaban a alcanzar hasta un kilómetro y con achuras de hasta 10 metros (Boada. y los canales transversales la comunicación entre ellos que puede realizar el chamán. cuyo diseño era de diferentes formas. entre ellas la de regular las aguas durante las inundaciones y sequías. 2006). los fértiles suelos de la llanura de inundación del río en los municipios de Funza. viendo las estrellas reflejadas sobre el agua que se empozaba en los respectivos huecos durante la noche. y en corte. puede estar reflejando la cosmovisión tripartita de esta comunidad: las formas cónicas pueden semejar el inframundo –las cuevas oscuras–. rectangular o irregular. tanto en los diseños de la cerámica como en los textiles. similares a pirámides invertidas que contenían material cerámico y restos óseos de animales. aves y plantas. moluscos. De día podían observar las sombras proyectadas por el sol para realizar las respectivas mediciones solares. 4. la forma esquematizada correspondía al trazado de una serpiente que se extendía a lo largo de 36 metros. trapezoidal. Durante el período Herrera. y la de mantener la temperatura nocturna estable para evitar las heladas que pueden . unidas por canales pequeños. curí. con un tamaño medio de 2. sirve para abonar la tierra de los camellones. Como resultado. distanciados entre sí dos kilómetros en promedio. C. Funza. afectar a las plantas. Los cultivos. el uso del policultivo. el cieno del fondo de los canales. pues las aguas se calientan durante el día y retienen el calor durante las noches. proceso que se intensifica significativamente durante el Muisca Tardío. según los estudios palinológicos. intensificar la productividad agrícola y reducir los riesgos climáticos que produjeran escasez de alimentos. hasta que se conforman núcleos poblacionales grandes. generando una cobertura protectora. Suba.7 ha. finalmente.). A partir del período Muisca Temprano se aprecia un incremento de la densidad poblacional. se identificaron dos sitios con materiales correspondientes a grupos humanos anteriores a la etnia de los muiscas. (Beta 299694). la limpieza permanente de los canales y la fertilización de los camellones. se alternaba con la opuesta. Chía. el cual se fue ampliando durante los periodos posteriores hasta alcanzar los límites máximos en el periodo Muisca Tardío (800-1600 d. La gente del periodo Herrera adaptó el paisaje inundable mediante la construcción de un pequeño sistema de camellones. Fontibón. enriquecido con los desechos de las plantas descompuestas. C. Bogotá). Inicialmente los asentamientos se habrían establecido sobre la orilla occidental del río. los cuales empiezan a unirse unos con otros. 2000). La muestra cerámica analizada es bastante diagnóstica (Figura 10) y comparte estilos . cuando esta orilla se llenaba. este sistema requiere de mantenimiento para sostener la productividad. 2006: 157-166). C. como la rotación de los suelos.| 68 | Los chibchas: hijos del sol. correspondiente al período Herrera. alternados con caseríos más pequeños y viviendas dispersas (Boada. (UE 2. calibrada de 340-540 d. Sin embargo. Dichas evidencias se encontraron sobre las lomas cercanas a la carrera 7ª de la hacienda La Francia con fecha de radiocarbono convencional de 320 d. nivel 20-30 cm). la luna y los Andes. El proceso de colonización de la llanura del río Bogotá fue lento debido a la presencia de masas de agua. Esta labor exige de coordinación política para poder administrar la mano de obra necesaria. 2011). Orígenes de su diversidad. la productividad de las cosechas se incrementa casi en diez veces en comparación con los sistemas tradicionales (Matos.. especialmente en la parte suroeste más baja (Cota. Esta estrategia tecnológica surgió de las unidades domésticas con el fin de evitar la humedad. eran de maíz y fríjol. En los reconocimientos y excavaciones arqueológicas efectuadas en el proyecto de Arqueología Preventiva del Plan de Ordenamiento Zonal Norte de Bogotá (Rodríguez et al. reduciéndose además la distancia entre los asentamientos. rodeado por una serie de colinas como la de los Ahorcados y San Lázaro hacia el oeste. a 25 metros de este sitio. restos óseos de niño muy fragmentados. está compuesta por siete columnas de piedra enterradas a 80 cm de profundidad sobre la arcilla amarilla. con grupos de a dos piedras alrededor de cada una. en lo que se conoce actualmente como el pantano (Figura 20). y que el mito de Goranchacha se debe remontar a “un tiempo muy anterior al de la Conquista”. aunque deteriorado por actividades agrícolas modernas. No obstante. en lo que se conoce como Templo de Goranchacha y Pozo de Donato. El mito de Goranchacha. referido por fray Pedro Simón (1981. lugares excavados por Gregorio Hernández de Alba (1937). anterior al de los fabricantes del Templo del Sol (Hernández de Alba. III: 419-421). que cruza cerca de la construcción lítica de Goranchacha. de 155 cm de altura. y en el centro. Durante la excavación. que el autor atribuyó al personaje mítico de Goranchacha. La construcción (Figura 11). hoy día Universidad Pedagógica y Tecnológica de Colombia (UPTC). también existen evidencias de ocupaciones correspondientes al período Herrera en la parte baja. El autor sugiere que. 1937: 15). muy cerca de la columna norte. en el interior de este círculo se hallaron huellas de maderos que formaban un semicírculo interno. el investigador halló tiestos con decoración incisa y pintada. un fragmento de mano de moler y. la huella de un poste central más grande. emba- . que conforman un espacio circular de 380 cm de diámetro. La parte baja del valle se inundaba. especialmente en predios de la Normal de Tunja. tenía dos fuentes de agua. carbón. además del valle del río Magdalena. La región de Tunja ha sido conocida por la densidad e importancia de los asentamientos muiscas (cacicazgo del Zaque). y Chulo.4 Los pobladores de Tunja Esta región es un valle orientado en sentido norte-sur.Los primeros agroalfareros: pobladores de valles de antiguas lagunas | 69 | con la registrada en otras regiones del altiplano como Zipaquirá y Chía. es el de un personaje que fuera engendrado por una doncella de Guachetá. esta construcción debió haber pertenecido a gente que vivió antes de los muiscas. Hernández de Alba halló un círculo más grande de ocho columnas líticas. por sus características. 4. zona denominada el Cercado Grande de los Santuarios. Más al norte. La parte alta estaba dividida por tres barrancos (quebradas) que servían de límites para la ciudad colonial. está irrigado por los ríos La Vega (Farfacá). 82 cm de ancho y 27 cm de grosor. Tunja desgrasante calcita y Tunja rojo sobre gris o crema (Pradilla et al. donde lo hacía venerar con frecuentes sacrificios”. “hizo edificar un templo a su padre el sol. Sogamoso. Fue criado en la propia casa del cacique hasta los 24 años. con la entrada desde el este. hay contradicciones entre la monumentalidad indicada para un templo del Sol y las evidencias halladas por Hernández de Alba –apenas 380 cm de diámetro–. la luna y los Andes. a quien hallaron los conquistadores (Simón. 2007.| 70 | Los chibchas: hijos del sol. con capacidad para muy pocas personas. . Un reciente hallazgo en predios de la UPTC de entierros de este período apoya la idea del uso de orfebrería en esta época temprana. Orígenes de su diversidad. Como se puede apreciar. No hay dudas de que la construcción es una casa en forma de espiral de tipo ritual. Pradilla. pues alcanza tan sólo el 2% del total (255 fragmentos de un total de 10. información personal. debido a la noticia de la llegada de los españoles a la costa Caribe. 1981. en las cuadras de Porras. y de derecha a izquierda en forma de caracol. En la parte alta de la UPTC. la presencia de cerámica incisa es muy escasa. infortunadamente destruida (Figura 20). por ejemplo. que era un pueblo más grande. y en su lugar nombraron como cacique a Munchatocha. 1992: 96). entre la filiación al período Herrera sugerida por el autor y la carencia de pruebas fehacientes. posiblemente para la realización de alguna ceremonia preparatoria antes de pasar a la construcción mayor que se hallaba más al noroeste. y entre la antigüedad de la cerámica –que no se describe con precisión– y la temporalidad propuesta por el cronista. Goranchacha desapareció de la escena. III: 422). edad en que salió para Ramiriquí. Dice el cronista que cerca de las postreras casas de Tunja. para ingresar de espalda.5 El valle de Sogamoso La sociedad Muisca en el siglo XVI estaba constituida por un conjunto de unidades políticas centralizadas en Bogotá. y otras 5  H. dos se quedaron en el camino de Ramiriquí y otras dos en Moniquirá..704). de las cuales supuestamente solo tres llegaron al sitio. Gobernó con gran severidad. Duitama. hacia donde organizaba procesiones cuyo recorrido duraba tres días desde su cercado que se ubicaba en el convento de San Agustín. razada por los rayos del sol. Afligido por esta noticia. Para la construcción solicitó siete columnas de piedra. entre ellos. ahorcando a los que faltaban a sus leyes en el cerro de La Horca. en el sector de Laboratorio-La Muela la proporción de fragmentos es muy baja.5 4. Tunja. pues pensaban que la existencia era permanente. las artes e industria. El Sugamuxi era el supremo jefe religioso. pero mascando con frecuencia coca. tapa de laja). lo que no fue suficiente. También veneraban las montañas. Para los muiscas el sol era la criatura más lúcida. iluminando la noche. la luna era su mujer y compañera. pero. comiendo poco. a juzgar por las prácticas funerarias. 1981. y en medio otra persona vestida de azul. sin casarse. Su gran predicador fue Neuterequeteua. quien les enseñó las leyes. los muiscas. éstas son muy similares durante ambos periodos (tumbas de pozo oval. así que los caciques Sogamoso y Ramiriquí de Tunja. 2001. celebraban durante el solsticio de invierno la fiesta del huan. cuerpo en posición sedente o lateral. supremo sacerdote. y oficiaba las diferentes ceremonias revitalizadoras de la sociedad. cuevas y plantas. quienes se preparaban desde muy niños para esos menesteres. donde cada uno tenía sus actividades según las había poseído en vida. vivían en moradas especiales con gran recogimiento y abstinencia. 1981). dejando por heredero al Sugamuxi. III: 410). . Juan de Castellanos (1997: 1157) narraba la esmerada dedicación de los xeques (ogques) a sus oficios religiosos. lagunas. en algún momento todo era oscuridad. Silva. todos cantaban y bebían chicha por invitación del cacique (Simón. especialmente de Sogamoso. respetados y muy consultados por toda la comunidad sobre sus afecciones del cuerpo y alma. Según la tradición muisca.Los primeros agroalfareros: pobladores de valles de antiguas lagunas | 71 | independientes. Solamente existían el sol y la luna. y los indígenas obligados a adorarlos. su ocupación se habría iniciado durante el periodo Herrera. con casas. y los rituales de enterramiento de los grandes caciques. cuando se habría desarrollado el culto al astro solar mediante la dedicación de templos especiales. su sobrino. donde marchaban doce personas vestidas de rojo. decidieron hacer a los hombres de tierra amarilla y a las mujeres de una hierba alta de tronco hueco. mandó Sogamoso a Ramiriquí para que alumbrara el mundo desde un cerro. Infortunadamente. no existe una información más detallada de las excavaciones de los años 1940 que permita diferenciar las ocupaciones Herrera y Muisca. A juzgar por dos fechas obtenidas alrededor del actual templo del Sol (Rodríguez. con guirnaldas y chasines. Para iluminar el cielo. quien se comunicaba en una lengua especial con los otros sacerdotes. fuentes de agua y ríos. labranzas y una cotidianidad reposada. Por esta razón. adorada por ser el dador de los recursos y benefactor omnipotente. y quien falleció después de un largo peregrinaje por Sogamoso. por lo que él mismo se subió al cielo y se hizo luna. Bochica o Xue. Consideraban que al morir una persona su cuerpo se descomponía. en recuerdo y memoria de este suceso ocurrido en el mes de diciembre. pero su alma bajaba al centro de la tierra. los lugareños lo evacuaron hacia la laguna. con una buena visibilidad de los astros. con un alto grado de contenido de nutrientes y pocas limitaciones si se emplean sistemas de irrigación (IGAC. en una casa de adoración había una estatua maciza de oro fino que representaba a un niño de aproximadamente tres años de edad. con clima seco por la baja pluviosidad y alta luminosidad. Las investigaciones arqueológicas adelantadas en el sitio de El Infiernito por Eliécer Silva Celis (1981. igualmente orientados este-oeste. Roble. Al ver que un cura español con otros indígenas de servicio iba a robar el tesoro. debido al intensivo uso de sus suelos para la agricultura de gramíneas del Viejo Mundo (trigo. dispuestas con separaciones de 38 cm. de ahí que estos dos lugares hayan sido elegidos como centros cósmicos de orientación astronómica (Figura 12). de acuerdo con el estudio de suelos. 1986) condujeron al descubrimiento de dos centros con funciones astronómicas y rituales. y parcialmente por el Sutamarchán. En época prehispánica ofrecía fértiles valles aptos para la agricultura. 1999). Sáchica. muchas mantas de algodón fino. 1981. el segundo está integrado por gruesos monolitos tallados. y a la explotación de minas de arcilla para la elaboración de tejas y vasijas de barro. Esta región posee la mayor duración de la luz solar. III: 368-371). Orígenes de su diversidad. El primero está conformado por hileras de 56 columnas líticas alineadas este-oeste. que en el pueblo de Iguaque. 4. tejos y cintillas de oro fino con figuras humanas y de animales. de rituales de fertilización (mediante falos líticos) durante los ciclos agrícolas. Los intentos por encontrarlo desaguando la laguna fueron infructuosos para los españoles (Simón. cebada). Actualmente. Al pie de cada columna se hallaron ofrendas de . y las noches más iluminadas. donde según la leyenda vivían las figuras míticas de Bachué –llamada también Furachogua por sus buenas obras– y el muchacho con quien salió de las mismas aguas. separados cada 65 cm. por ser suelos bien drenados. la luna y los Andes. Boyacá. La majestuosidad de algunos templos muiscas era tal (Figura 18). el proceso de desertización es alarmante. pinos y eucaliptos. está irrigado por los ríos Leiva. y muchos pedazos de barras. Cane. y de la vida social y religiosa.6 El valle de Leiva El valle de Leiva se localiza en la parte noroeste del territorio muisca de Tunja. donde lo escondieron a buen recaudo. las planicies aluviales de los ríos Sáchica-Leiva poseen las tierras más adecuadas para labores agrícolas (Clase I).| 72 | Los chibchas: hijos del sol. que contribuyen a su desecamiento. al igual que el valle de Sogamoso. incluida cerámica decorada supuestamente asociada a festividades. en un medio ambiente de escasa pluviosidad como el de Villa de Leiva. . Reichel-Dolmatoff (1986: 238). Como plantearía G. Langebaek. Estas dataciones condujeron al autor a pensar que el desarrollo cultural Muisca debió haber sido antecedido por un tiempo prudencial. lo que desde luego no es sorprendente si tenemos en cuenta la gran antigüedad de construcciones astronómicas en América”.. Cerca a estas construcciones se han hallado tumbas megalíticas asociadas a cerámica del período Herrera. De tres fogones hallados frente a las columnas. similar a lo hallado en Stonehenge. entonces. “la edad de la construcción se remonta a la de la cerámica de tipo Formativo. 540±195 y 930±95 a. Al respecto hay que señalar que un estudio arqueológico sistemático alrededor del Parque Arqueológico de El Infiernito evidenció que la mayor concentración de material cerámico del período Herrera se halla en el noreste y sur del actual Parque Arqueológico. aunque su presencia es muy escasa (Salge. 2007: 79).C. y se obtuvieron sendas fechas de 230±140. 1989). 1995. 2001.Los primeros agroalfareros: pobladores de valles de antiguas lagunas | 73 | cuentas de collar de concha marina. con el fin de intervenir y controlar los factores climáticos que incidían en la productividad de las cosechas. la intencionalidad de las ofrendas y su asociación con las estructuras líticas podría indicar que las construcciones megalíticas sí corresponden a este período. y que la construcción de las monumentales obras talladas en piedra de El Infiernito representen un esfuerzo extraordinario de los muiscas por adentrarse en los dominios estelares. lascas y fragmentos líticos. si aceptamos estas fechas. Paz del Río y otros lugares. al parecer realizados antiguamente con objetivos rituales (incluían restos de animales. a manera de un computador de acontecimientos cósmicos. por lo que “no es imposible. al igual que las de Goranchacha en Tunja. se dataron restos de carbón vegetal mediante radiocarbono. entidad conocida por errores de procedimiento que pudieron falsear las fechas (Becerra. Sutamarchán. 1981: 14). Ramiriquí. correspondientes al período Herrera. ocre y maíz). Lleras. A pesar de que los contextos fechados no contenían cerámica que permitiese asociarla al período Herrera y establecer los estilos característicos de su época. Tibaná. Gran Bretaña. Según el autor. que los pasos iniciales y fundamentales con los que se inicia la civilización chibcha se sitúen a mediados del segundo milenio antes de la era cristiana” (Silva. y que la datación se realizó en el Instituto de Asuntos Nucleares de Colombia. las sombras proyectadas por las columnas servían de orientación para el seguimiento del sol en el horizonte durante los solsticios y equinoccios. Un estudio regional sistemático en el valle de Leiva ha permitido abordar la problemática de los cambios sociales en el tiempo. C. Sin embargo. y las lomas de Los Patíes.. donde se refugiaron los indígenas cuando entraron los españoles en el siglo XVI (Aguado. debido a las limitaciones en la pluviosidad. . el cambio más notorio se aprecia en la transición del Muisca Temprano a Muisca Tardío –donde se observa también mayor diferenciación jerárquica–.4 a 22.7 El valle de Duitama Este valle se ubica en el antiguo pantano de Duitama. posteriormente. y plantear que durante el período Herrera la región estuvo habitada por grupos pequeños dispersos por los fértiles valles de los ríos que la irrigan. el cual durante el invierno se inundaba conformando un ancho lago. Una posibilidad interpretativa es que ambos sectores corresponderían a dos utas complementarias. Una de ellas estaría ubicada en el sector oriental y otra en el occidental. se observa un apreciable incremento de la población y de uso de los suelos. Orígenes de su diversidad. Surba y Chiticuy. allí afloraban algunas islas descubiertas de agua pero cubiertas de juncos. el valle de Leiva jugó un papel secundario con relación a otros valles de los Andes Orientales. Esta distribución de los materiales cerámicos estaría reflejando quizá una expresión dual de esta sociedad. el autor plantea que desde la perspectiva agrícola. que pasa de 0. y otra occidental relacionada con el poniente. 2001: 69-71). El valle está surcado por los ríos Chicamocha. y esta última se destacaría por presentar mayor densidad de fragmentos de jarras especializadas en el servicio de chicha. con una zona oriental asociada con la salida del sol. el tamaño de la población se reduce en el período Colonial (Langebaek. I: 298). y está rodeado por varias formaciones montañosas como la cuchilla de Laguna Seca.| 74 | Los chibchas: hijos del sol. que crece de 21. 4. con su centro ocupado con menor intensidad. no obstante. Hacia finales del I milenio d. durante el período Muisca Temprano. al oriente de Boyacá. y del área de ocupación. la luna y los Andes. a la manera de “plazas”.7 ha a 34. a juzgar por el aumento de la densidad de tiestos.437%).8 ha (incremento de 160%). 1999). Buenavista y El Cordón (IGAC. Este mismo reconocimiento regional ha evidenciado que El Infiernito está integrado desde la ocupación Herrera por dos concentraciones anulares. los páramos de Pan de Azúcar y La Rusia. 1956. 2001: 230). Otra explicación es que las dos concentraciones corresponden a dos períodos diferentes (Herrera y Muisca). de tal profundidad que cubría a una persona de pie.8 (incremento de 9. ubicándose una en el sector occidental y otra en el oriental (Langebaek. C. que la población de este período se comunicaba mediante una lengua macrochibcha. En la fase tardía se aprecia una compleja cosmovisión reflejada en la construcción de sitios ceremoniales para observaciones astronómicas y la realización de rituales al astro solar y de fertilidad. Los tipos cerámicos son similares en toda esta región. Duitama cuarzo fino y Duitama desgrasante gris. y cronológicamente se ubican entre el I milenio a. 4. es originario del valle del Magdalena (Paepe y Cardale. 1990). típico del suroccidente del altiplano (Tabla 6) (Becerra. pero la gran diferencia estriba en que el tipo Mosquera rojo inciso. con variantes regionales. C. robustez) (Figura 13) y culturales de los horticultores. el desarrollo cultural de esta región no posee signos ni de ruptura temporal ni de migraciones masivas tardías de pueblos foráneos. Reichel-Dolmatoff. con la diferencia de que no se encuentra el tipo Mosquera rojo inciso. las fiestas y la propia sociedad (Silva. con cerámica tipo Duitama desgrasante calcita. 1981). 2001: 153). Por consiguiente..Los primeros agroalfareros: pobladores de valles de antiguas lagunas | 75 | El estudio arqueológico regional de este valle ha evidenciado la presencia de sitios de baja densidad poblacional sobre las laderas de las lomas. retiene rasgos biológicos (dolico-hipsicefalia. inclusive. con templos y conjuntos líticos. Sus enterramientos mantienen una mayor cercanía con el mundo animal. 1995. pues al aumentar la dependencia de las plantas se hizo necesario el conocimiento de los ciclos reproductivos para la organización de la agricultura.8 Los orígenes de la población del Período Herrera En general. correspondientes al Período Herrera. Duitama calcita arenoso. Se podría pensar. 1956). característico del suroccidente de la sabana de Bogotá. correspondiente al I milenio a. similar a la reportada en la sabana de Bogotá y la región de Tunja. y el siglo VIII d. y hay más evidencias de contactos con el valle del río Magdalena. como se había insistido anteriormente (Lleras. C. los asentamientos del Período Herrera son muy dispersos y poco densos (de aquí la dificultad para encontrarlos). La fase temprana de este período. recolectores y cazadores (tipo Aguazuque). contrariamente a lo que se ha planteado sobre los orígenes de las poblaciones chibchas de los Andes Orientales. Se distribuyen por las partes altas de los valles conformados por las antiguas lagunas del altiplano Cundiboyacense. Duitama cuarzo abundante. sino un proceso microevolutivo y de complejización a partir de los horticultores tipo . Duitama desgrasante tiestos. Guatavita desgrasante tiestos Cerámica Región media Vidriada Porcelana Guatavita desgrasante gris Guatavita desgrasante tiestos Valle de Tenza gris Suta naranja pulida Chibcha Temprano Tunjuelo laminar Funza cuarzo fino Arenoso burdo Funza cuarzo fino Arenoso fino Desgrasante calcita Cuarzo fino Desgrasante gris Período Herrera Tardío Herrera Temprano Cronología Ss IX-XIII d. C. Boada. Cardale. 2005. 2001. Tabla 6. Cerámica Región sur Colonial Vidriada Ss XVI d. Distribución de los tipos cerámicos por regiones y período*. 2001.Moderno Porcelana Guatavita desgrasante Ss XIII-XVI gris Chibcha Tardío d. dando lugar al conocimiento del comportamiento de las plantas y animales que condujo a su domesticación. 1987. C. I milenio a.| 76 | Los chibchas: hijos del sol. . C. Mosquera roca triturada Zipaquirá rojo sobre crema Desgrasante calcita Zipaquirá desgrasante Desgrasante tiestos tiestos Mosquera rojo inciso Atípicos Cerámica Región norte Vidriada Porcelana Micáceo Villanueva Oiba rojo sobre naranja Carmelito burdo Micácea fina Micácea roja Ocre sobre crema Covarachía inciso impreso Chicamocha inciso impreso *Becerra. Pérez. Langebaek. C. Aguazuque. la luna y los Andes. Orígenes de su diversidad. 2001. C. 2006. Ss I-VIII d. Rodríguez y Cifuentes. Los primeros agroalfareros: pobladores de valles de antiguas lagunas Figura 6. Estratigrafía del perfil norte del Corte 2, Madrid 2-41. En el horizonte CR2 se aprecia la arcilla blancuzca del fondo del antiguo lago y carbón de un fogón (Rodríguez, J.V., y Cifuentes, 2005). Figura 7. Huecos alineados, vestigio de posible vivienda tipo palafito (Madrid 2-41, Corte 18). | 77 | | 78 | Los chibchas: hijos del sol, la luna y los Andes. Orígenes de su diversidad. Figura 8. Fragmentos cerámicos del Período Herrera, Templo del Sol, Monquirá, Sogamoso (arriba); Madrid 2-41, Cundinamarca (abajo). Figura 9. Copa esgrafiada, Madrid 2-41, Corte 0 (Rodríguez , J.V., y Cifuentes, 2005). Los primeros agroalfareros: pobladores de valles de antiguas lagunas | 79 | Figura 10. Fragmentos cerámicos excavados en el norte de Bogotá (La Francia), correspondientes a los tipos Mosquera rojo inciso (izquierda) y Mosquera roca triturada (derecha). Figura 11. Vestigios líticos en el sitio de Goranchacha, UPTC, Tunja (Pradilla et al., 1992) y corte de la planta excavada por Hernández de Alba (1937: 16). | 80 | Los chibchas: hijos del sol, la luna y los Andes. Orígenes de su diversidad. Figura 12. Columnas alineadas (arriba) y falos líticos (abajo) en El Infiernito, Villa de Leiva. Los primeros agroalfareros: pobladores de valles de antiguas lagunas | 81 | Figura 13. Cráneos dolicocéfalo (izquierda) y mesocéfalo (derecha) de Madrid 2-41. Figura 14. Cráneos dolicocéfalo (izquierda) y robusto (derecha) del Cocuy. Figura 15. Cráneos deformados de Madrid (izquierda) y Duitama (derecha) del Período Herrera. | 82 | Los chibchas: hijos del sol, la luna y los Andes. Orígenes de su diversidad. | 83 | Los chibchas: hijos del sol, la luna y los Andes (siglos IX - XVI d. C) Capítulo 5 Los chibchas: hijos del sol, la luna y los Andes (siglos IX-XVI d. C.) 5.1 Paisajes andinos y adecuaciones prehispánicas H acia el sur de la cordillera Oriental se localiza la sabana de Bogotá, compuesta a su vez de diversos paisajes que tuvieron distintos patrones de asentamiento. Por un lado, está el piedemonte de las montañas, de origen coluvial, con planos inclinados, cuya adecuación para habitación y uso agrícola requiere de aplanamientos de las laderas (terrazas para cultivos, plataformas para viviendas, canales de riego). En su parte central, se extiende la terraza fluviolacustre que se formó cuando se secó la antigua laguna, cuyo principal problema es el encharcamiento en sus partes centrales, y como no recibe aportaciones de nutrientes por coluviación, su uso exige de la rotación de los suelos. Por otro lado, tenemos la llanura de inundación de los ríos, especialmente del río Bogotá, la que, debido a los constantes desbordamientos durante el invierno, requiere de adecuaciones hidráulicas para el cultivo y control de las aguas. La terraza fluviolacustre se considera un paisaje de planicie, con pendientes que varían entre 1% y 3%, y comprende una amplia área no confinada, con diferencias de altura de entre 1 y 10 metros (IGAC, 2002, I: 67). La planicie está conformada por planos de inundación y terrazas, con depósitos variables de ceniza volcánica y de sedimentos finos y medios que constituyen la base del material basal del cual se han originado los suelos de este sector (IGAC, 2002, II: 314). Esta terraza se formó cuando se secó la antigua laguna, cubriéndose de sedimentos en descomposición en ambiente húmedo; posteriormente, evoluciona un suelo BC en ambiente seco; luego, uno B también en ambiente seco, y de aquí se forman los horizontes antrópicos A (Figura 6). La vegetación predominante en la altiplanicie de la sabana de Bogotá era el bosque seco montano bajo (bs-MB) que se extendía desde Soacha hasta Gachancipá, con biotemperaturas medias entre 12 y 18°C y lluvias inferiores a 1000 mm no permiten un adecuado drenaje.V. Teusacá y la laguna La Herrera). 2010). debido al carácter impermeable de la arcilla. El horizonte A3 (38-55 cm) está compactado por su uso intensivo en época prehispánica. agua. Este sitio se ubica en una terraza alta fluviolacustre (TAFL) que presenta un talud hacia el río Bogotá. estas arcillas. J. valores medios del Muisca Temprano y muy altos del Muisca Tardío. resulta más apropiado para la ocupación. 2006. También hay planicies aluviales cercanas a los cerros que limitan con los meandros (ríos Checua. con excelentes propiedades para la agricultura. a su vez. I: 96). además de artefactos líticos de molienda (Boada. et al. La morfología del suroeste de la sabana de Bogotá se caracteriza por la presencia de terrazas de planicie fluviolacustre. lo que limita su uso agrícola. 2010). lavados y abandonados por cambios de cauce. materias primas). Estas terrazas no son totalmente planas. con tenores elevados de fósforo total (3250 ppm). a juzgar por el contenido de fósforo total (3660 ppm) (Rodríguez. de ligeramente planas a ligeramente onduladas. Este bosque ha desaparecido y ha sido reemplazado por cultivos agrícolas y ganadería semintensiva. en el centro de la terraza se forman encharcamientos. por su inclinación. con sectores plano. Por esta razón. permitiendo . en la llanura de inundación del río Bogotá. et al. los coluvios y los taludes eran. La terraza se formó a partir de arcillas gruesas de origen lacustre que quedaron descubiertas una vez se secó la antigua laguna a mediados del Holoceno. 2002. Suba. Bogotá.V. Bojacá. Las Mercedes es un claro ejemplo de una antigua área fluviolacustre. poseen suelos compuestos formados por acumulación de materiales. cuyo suelo se desarrolló sobre la arcilla lacustre que anteriormente cubría la sabana de Bogotá. pero se asentaba lo suficientemente lejos como para evitar el encharcamiento de sus viviendas. pues el agua se escurre. la luna y los Andes. el talud. Sobre ella se estructuró un suelo que desembocó en una pedogénesis de tres horizontes A. los sitios ideales para habitación. al año (IGAC. y se aprecian depresiones en las que las arcillas son más profundas y los horizontes A son más gruesos. En la hacienda Las Mercedes.| 84 | Los chibchas: hijos del sol.cóncavos –cubetas– afectados ocasionalmente por encharcamientos de corta duración.. J. en términos geomorfológicos. No obstante. el A2 (18-38 cm) presenta igualmente una alta actividad humana. con baja frecuencia de tipos del periodo Herrera. Orígenes de su diversidad. Balsillas. Los meandros de los ríos. por su carácter impermeable. Rodríguez. La población de este sitio habitó cerca del cauce para aprovechar los recursos del río Bogotá (pescado. se han localizado altas densidades de materiales cerámicos.. manteniendo más seca la tierra (Figura 17). Este sistema de cultivo requiere de la rotación de las tierras y la fertilización de los suelos con el cieno recogido durante la limpieza del fondo de los canales. y paralelos al curso natural del río en las curvas cerradas de los meandros. 2006: 133). y. aunque las del valle de Bogotá eran casi en forma de pueblo (Fernández de Oviedo. quenopodiáceas (posiblemente quinoa). a juzgar por los estudios palinológicos. evitando así la erosión que puede generar la agricultura intensiva.000 hectáreas de la llanura de inundación del río Bogotá (Boada. C) | 85 | el cultivo de raíces profundas. maíz y fríjol. III: 125). orientadas ya sea perpendicularmente o en diagonal. consistentes en varias franjas cortas y paralelas de tierra separadas por canales que unen otros conjuntos de franjas de tierra. C. Cota. 2006: 88). 1959. El primero consiste en obras hidráulicas a lo largo de las áreas anegadizas de los ríos. y por esta razón las poblaciones estaban algo apartadas unas de otras. son los sistemas agrícolas. Para este sitio de las Mercedes se ha planteado que las viviendas eran aisladas y los caseríos dispersos. Igualmente. También los hay de forma irregular y lineal que se irradian hacia la terraza fluviolacustre colindante. y durante el período subsiguiente se amplía en otro 50% con relación al período anterior. Se ha reportado en Pueblo . las cuales retienen la humedad y fertilidad de los suelos. El segundo sistema de cultivo consiste en terrazas escalonadas sobre las laderas de las montañas. con el fin de incrementar la productividad agrícola. Al respecto se han reportado al menos tres sistemas agrícolas intensivos. La construcción de este sistema hidráulico (Figura 16) se habría iniciado en el periodo Herrera durante el I milenio a. C. el cual ha sido registrado entre Funza. lo que implica a su vez contar con cierto excedente agrícola para poder alimentar a los comuneros con chicha y platillos de comida (Boada. Un aspecto a tener en cuenta que brinda una importante información no solamente sobre la evolución de la organización social y económica de los pobladores chibchas del altiplano.XVI d. Fontibón y Bogotá. asociados a camellones de cultivos (Figura 17). se cultivaban solanáceas (posiblemente papa). Adicionalmente. con una cobertura de más de 15. Entre ellos tenemos los camellones ajedrezados o de damero (Figura 16).. Suba. sino también sobre el grado de adaptación de los paisajes andinos.) se amplía considerablemente el sistema de canales en casi un 500%.Los chibchas: hijos del sol. la luna y los Andes (siglos IX . Durante el período Muisca Temprano (siglos IX-XIII d. Hay que acotar que en las referencias etnohistóricas se describe que cada indio tenía sus rozas y sementeras a la puerta de su morada. exige al comienzo de una alta inversión de mano de obra que se puede concentrar mediante el sistema de minga. puede tener parches donde las arcillas son más superficiales y se presentan problemas de drenaje. rica en arte rupestre y enterramientos de momias en cuevas. la luna y los Andes. El cañón del Chicamocha es ardiente y seco por la baja pluviosidad. con grandes áreas estériles . y especialmente cerca de Tunja (Haury y Cubillos. 1953: 83). margen izquierda del río Cravo Sur. apuntan a evidenciar que el sistema de terrazas no exigía de un sistema social con un rígido control o “fuerte dirección” (Haury y Cubillos. cortos y paralelos que siguen la dirección de la pendiente. Boyacá.. Un tercer tipo de adaptación de los suelos consiste en surcos o pliegues de terreno. pero tiene gran cantidad de sitios de arte rupestre y enterramientos (Tabacal. Su construcción inicial exigía de la remoción del horizonte (aproximadamente los primeros 50 cm) hacia abajo. La Peña. Chocontá. Este último sistema es de menor escala.| 86 | Los chibchas: hijos del sol. conocida como la región de ocupación del grupo étnico Guane. muy poblada. Tocancipá. Hacia el norte tenemos un paisaje montañoso y escabroso modelado por los cañones de los ríos Chicamocha-Sogamoso. posiblemente para cultivo de maíz y papa. Suárez y Sogamoso.5 metros. La tercera zona. 2005: 204). al occidente de la mesa. Salazar. pero luego el mantenimiento lo puede realizar la familia nuclear o extensa encargada de la tenencia de una parcela. y en la parte alta el raspado exponía la arcilla impermeable. que corresponde a los taludes que descienden abruptamente sobre los ríos Chicamocha. Sopó. El segundo paisaje. La Purnia. abundantes en vegetación de arbustos y matorrales. al inicio se requiere de una gran concentración de mano de obra que se puede aunar mediante la minga de comuneros. llegando inclusive hasta los 3000 msnm. En esta última región las terrazas se ubican en los 2650 msnm y se extienden varios centenares de metros hacia arriba. pero con escasez de lluvias. Viejo (Facatativá). El primero es ondulado y está conformado por cañadas poco profundas. Esta región tiene tres paisajes bien diferenciados (Pinto et al. dependiendo de las condiciones locales. Al igual que en el sistema anterior. es una región de depresión. produciendo un amontonamiento escalonado de tierra permeable cerca de los límites más bajos de la terraza. con longitud en promedio de 18 metros y anchura de 1. Orígenes de su diversidad. Con este sistema se concentra la humedad y se posibilita la coluviación que deposita permanentemente nutrientes sobre las terrazas. donde destaca una meseta denominada Mesa de los Santos. reportado en la Salina. El Pozo –Bárcenas–. y una sola familia nuclear lo podía construir y hacerle mantenimiento. 1953: 86). Borboso y Las Tapias). y con agua suficiente para irrigar los cultivos. no es apta para la agricultura por sus pendientes y escasez de lluvias. 1994: 20). Santander. Los hallazgos de pequeños basureros y de pequeñas plataformas para viviendas en medio de las terrazas separadas entre sí. municipio de Mongua (Silva. Peña Blanca. tabaco y pimentón. con fríos y escarpados páramos. carapali. explotaban la microverticalidad. se adquirió por la presencia de sitios de almacenamiento de granos de maíz. Vélez y Puente Nacional se caracterizan por paisajes más andinos. Mogotocoro y Bixa. Esta adaptación del paisaje explicaría el hecho de que los guanes hubiesen escogido las zonas altas y secas –hoy día poco aptas para el cultivo y los asentamientos humanos como consecuencia de la tala de los bosques. a la llegada de los españoles el clima era agradable. morado. Los valles de los ríos Poima. los españoles llamaron a los naturales de estas provincias chitareros” (Aguado. con productos diversificados según la localización térmica.. Oiba y Oibita son más húmedos y están cubiertos de bosques de pomarrosos. además de que se pueden utilizar las hojas para . y no las húmedas y fértiles regiones de los valles intercordilleranos. las regiones de Barbosa.Los chibchas: hijos del sol. I: 463). la yuca se cultivaba en climas cálidos. Entre tanto. El nombre de Silos. Hacia el sur. donde habitaron los chitareros. Por otro lado. tumbaque. Mientras que la papa se producía en las tierras altas de Arcabuzaso. con menos cuidados agrícolas. El nombre chitarero lo adquirieron de la misma palabra nativa que denota al calabazo lleno de chicha de maíz y yuca.] y por salir con tanta cantidad de ellos. sin frío ni calor. la luna y los Andes (siglos IX . en un circuito de más de doce leguas (Castellanos. chulpi. el maíz permite una mayor producción de energía por unidad de superficie que los tubérculos y otros cereales. Hay que resaltar que el desarrollo agrícola de los Andes Orientales se vio dinamizado por la producción de maíz (Zea mays L. 1956. quienes. desde los productos de clima cálido hasta los propios páramos. al igual que sus vecinos chibchas. Cácota. con buenos vientos.XVI d. C) | 87 | y erosionadas. canguil. morocho) que pueden producir hasta dos o tres cosechas en tierras cálidas. Santander. negro. La lenta maduración del grano permite consumirlo tierno y mantenerlo en la planta a manera de almacenamiento. las labranzas por doquier eran irrigadas mediante acequias que conducían aguas claras desde lo alto de la montaña. blanco. guarumos y acacias. A pesar de localizarse en tierras escabrosas y pedregosas. alternadas con pequeños valles fértiles.. cultivados actualmente con tomate. especialmente por la existencia de una gran diversidad de variedades (amarillo.). con el que andaban los aborígenes: “[. 1997: 1241). los fértiles suelos producían abundantes y virtuosas plantas que producían frutos olorosos durante todo el año. asido a la cintura. el maíz constituía el centro de la actividad económica. el cultivo intensivo del tabaco y el incremento de la densidad demográfica–. que reúne una serie de ventajas respecto a otros cultígenos. Más al norte se localizan las montañas de Norte de Santander. con el maíz se puede preparar chicha.. 1990: 85). Valle. y menores que en tubérculos.| 88 | Los chibchas: hijos del sol.2 La transición entre los períodos Herrera y Muisca Existe un vacío de información en los Andes Orientales entre los siglos VI-VIII d. C. sequías. cuyas erupciones causaron enormes daños (Gill. convirtieron este vegetal en el alimento preferido por las poblaciones prehispánicas (Estrella. al igual que en otras partes de Colombia. hambrunas y desplazamientos poblacionales. forraje y los tallos para construcción. mutes. al igual que la Quimbaya en la cordillera Central. C. en fin. México. lo que servía para alimentar a los viajeros. Bolo-Quebrada Seca en el valle del río Cauca. relacionados con la reducción de los lagos en los Andes. Su alto valor en hidratos de carbono y la compensación de su bajo valor proteínico. 2008: 289). C. pérdida de cosechas. según las evidencias arqueológicas. una gran catástrofe de la cual nunca se repondría esta región. Th. la luna y los Andes. mazamorras. . En las mitologías europeas entre el 536-545 d.. tortillas. lo cual estuvo precedido por profundos cambios ambientales que incluyeron erupciones volcánicas. Andes Centrales y posiblemente en el ámbito global. C. como se ha registrado en el río Bolo. Mesoamérica. Para el caso de Colombia. Sus granos tostados y la harina se pueden transportar fácilmente durante varios días. Palmira. En la región maya se produjeron. habas) y quinoa (con elevados valores proteínicos). 5. mediante la inclusión en la dieta alimentaria de leguminosas (fríjol. Orígenes de su diversidad. con el consecuente despoblamiento de varios territorios. Este período coincide con la finalización del Formativo y el surgimiento de la sociedad Muisca. se narran eventos de dragones. Van der Hammen (1992: 110) reporta dos períodos secos en los bajos ríos Magdalena. coladas. La caída de un grueso horizonte de cenizas volcánicas de casi un metro de espesor. especialmente de lisina. entre los siglos VI-VIII d. producto de drásticos cambios que generaron frío y sequías mundiales severas. Cauca y San Jorge entre 450-550 y 1200-1300 d. Tardío en el Tolima. Finalmente.. panes y tamales. En el glacial Quelccaya de Perú se registran estos mismos períodos de fuerte deshielo entre 570-610 y 1250-1300 d. y otras tantas. C. Sonso en la cordillera Occidental. sismos y calentamiento del clima. que produjeron bajos niveles en estos ríos. las plagas que le pueden afectar son menores en climas templados que en los cálidos. bolas de fuego y lanzas ardientes que podrían asociarse al bombardeo de una tormenta solar que a su vez despertó volcanes como El Chichón de Chiapas. 1992: 54). el patrón de asentamiento continúa siendo básicamente disperso. especialmente por la región de Villa de Leiva. Básicamente. coca. la luna y los Andes (siglos IX . tabaco y otros bienes exóticos. donde no se aprecia una gran diferenciación social en las prácticas funerarias (Boada. que inicialmente fue causante de un período de presión ambiental. lo que favoreció la expansión territorial. Portalegre (Botiva. Tunjuelo laminar y Cuarzo abundante. 2000: 47). Lo suelos estudiados de Madrid evidencian una fuerte presencia de ceniza volcánica en casi todos los horizontes. aunque de extensiones limitadas. Silva. Durante este período se amplían las áreas de canales y camellones en las orillas del río Bogotá.. 2006: 148). Pradilla et al. Sutamarchán y Ráquira. amplió la extensión de los campos aptos para la agricultura y la ubicación de viviendas. Romano. y la jerarquización social bastante flexible. especialmente en las partes bajas. 2001.. Pasados muchos años. C. C) | 89 | debió desplazar a los antiguos pobladores hacia las montañas para evitar la toxicidad de las plantas y las aguas. 1992. ocasionando los primeros indicios de erosión de los suelos del altiplano.. Si bien es cierto que hay evidencias de pequeños poblados (Henderson y Ostler.Los chibchas: hijos del sol. lo que permite incrementar la producción de maíz. 1945). 2001. En estas condiciones. fríjol y otros productos agrícolas (Boada. 1992) y Sogamoso (Buitrago y Rodríguez. con el que se podía incorporar a la esfera de consumo productos de tierras calientes. se conoce la fase final de su desarrollo por los cementerios excavados en Tunjuelito (Enciso. que en algún momento fue inclusive intoxicante (Figura 6). a la postre se convirtió en una buena oportunidad ecológica. la producción de sal aporta un elemento muy importante para el intercambio comercial. A partir del siglo XIII d. dados los incipientes sistemas agrícolas usados en esa época (Van der Hammen. 2003). C. 1987). al disminuir las anteriores áreas anega­dizas del altiplano Cundiboya­ cense. como algodón. aptos para la agricultura intensiva. 1988) y Candelaria la Nueva (Cifuentes y Moreno.XVI d. En este ámbito se desarrolla la población del período ubicado cronológicamente entre los siglos IX-XII d. Por su parte. se tala el bosque para ensanchar los campos de cultivo y construir viviendas. También se han excavado grandes cementerios que incluyen enterramientos tanto del período Herrera (muy pocos) como del Muisca. la población pudo regresar y aprovechar la fertilidad de los nuevos suelos. y una vez sepultadas las cenizas por depósitos eólicos y aluviales. conocido por los tipos cerámicos Funza cuarzo fino. en Tunja (Pradilla. 1996). como las terrazas fluviolacustres de la sabana de Bogotá. pues fertilizó los suelos y. Pradilla et al. 2005. Este fenómeno. se aprecian todas las características que definirán posteriormente y hasta la llegada de los españoles a lo que se conoce como sociedad . denominado Muisca Temprano. con los valles de los ríos Opón.). es decir. Es probable que en su proceso de expansión los muiscas se hayan enfrentado a otros grupos rivales también en expansión que habrían ascendido por el valle del río Magdalena. Estas últimas no permane­cieron aisladas. 1995). de donde ahora se sacan”. pues mientras que Eliécer Silva C. Esta última idea ha sido compartida por varios investigadores de esta región. La Guajira). III: 403) cuando afirmaba “que habiendo sido los moscas señores de aquellas tierras de los muzos antes que ellos se las quitaron. C. aunque también en similitudes en la organi­zación social. Durante este período se aprecia un notable incremento del tamaño poblacional y de la jerarquización social. Gerardo Reichel-Dolma­toff (1956: 271) había anotado en los años 1950 que éstos constituían “grupos recién venidos de las tierras bajas y que solo durante los últimos siglos anterio­res a la Conquista Españo­la. fenómeno muy común en las sociedades prehispánicas. la luna y los Andes. las normas generadas por las sociedades a partir de una cosmovisión andina de mucha antigüedad que se remonta a varios milenios. 1983). (1968. sino que incorporaron a sus técnicas de produc­ción alfarera. quienes consideran que todos los chibchas de la cordillera Oriental de Colombia arribaron hacia el siglo IX-X d. elemen­tos de otras culturas a través del intercam­bio. se construyen grandes cercados y se amplía la vasta red de caminos que conectaba con los Llanos. identificada por los tipos cerámicos Guatavita desgrasante gris y Guatavita desgrasante tiestos. que bien pueden corres­ponder a paralelos o convergen­cias cultura­les y ecológicas. textil y de cons­trucción. condujo a una gran diversi­dad cultural en tiempos . Muisca Tardía (siglos XIII-XVI d. y los préstamos cultura­les obtenidos de las sociedades vecinas con quienes intercambiaban productos exóticos. lítica. El surgimiento de la sociedad muisca ha desper­tado serias controversias. C. y que lanza en ristre hayan desplazado hacia las partes altas a los muiscas. y en cambios en los patrones de asentamiento. Orígenes de su diversidad. yopo). tabaco. Chicamocha-Sogamoso y Magdalena. desplazando o absorbiendo a los grupos del periodo Herrera (Langebaek.. lograron una precaria unidad en un terri­torio recién ocupado”. Esta interrelación entre lo interno. Lleras. bastante antiguo. Empero. especialmente psicotrópicos (coca.. 1981) aducía que los chibchas ya existían en el I milenio a. y con el páramo de Sumapaz. estas hipótesis se sustentan básicamente en rasgos formales de la decoración de la cerámica (por su similitud con la cerámica pintada del período Portacelli del medio río Ranchería. 1987: 25.| 90 | Los chibchas: hijos del sol. orfebre. C. como se deduce del relato de fray Pedro Simón (1981. como lo evidencia la presencia de caracol marino (Strom­bus) proveniente del litoral Caribe en el sitio Zipacón (Correal y Pinto. pudieron tener y tuvieron muchas y muy finas esmeraldas del cerro de Itoco. 1959. et­nohistó­ri­cos y bioantropológicos. III: 107). zaque (jefe. que tenía un área de 3-4 leguas de ancho por 12 leguas de longitud (Fernández de Oviedo. zipa (jefe). amo. las guerras. También había mujeres cacicas como Fura. que caracte­rizó a los Andes Orientales de Colombia. muy estimada y respetada. y gobernada por un jefe llamado sihipkua” (Gamboa. sibintiba (capitán mayor).. la luna y los Andes (siglos IX . El cacique6 se denominaba sihipkua y los capitanes o auxiliares del cacique o señor principal se llamaban tyba. dignatario de Hunza). la construcción de santuarios. Este último era muy poderoso y era el mayor y universal señor de todos los otros caciques de la tierra y valle de Bogotá. ya sean simples o compuestas. usaque (dignatario). Boyacá y Cundinamarca. cacique). compuesta por una o varias capitanías. príncipe. y todo el conjunto lo estaba a un gran señor. los tyba tenían mucha infuencia sobre su parentela. 5. como Tunja o Bogotá. vejez y dirección (Ghuisletti. 1954: 232. los cotos de caza y los tributos personales. Estos cacicazgos tenían múltiples conflictos entre sí por la movilidad de la gente.Los chibchas: hijos del sol. El cacicazgo muisca era muy flexible y se le considera “una entidad política autónoma. gesha (jefe de guarnición fronteriza) y tiba denotaba soberanía. las tierras de cultivo. A juzgar por los datos arqueoló­gicos. lo que generaba enfrentamientos que a veces desembocaban en la aplicación de la guerra de tierra arrasada contra los perdedores.XVI d. 2010: 89). aunque mante­niendo cierta homogenei­ dad intragrupal delimitadora de las fronteras con grupos lingüís­ticos no afines. gente) tenía diversas categorías de jefes: sihipkua (jefe. se colige que el desarro­llo histórico del altiplano Cundi­bo­yacense estuvo marcado por los profundos cambios ambientales acontecidos durante el I milenio d. . varios valles estaban supeditados a un cacique. y que en cada valle había un señor que lo gobernaba y que le daba su nombre. quien gobernaba en Furatena. donde en un peñol (tena. y por la relación entre las pautas genera­das por las mismas sociedades y los préstamos culturales que condujeron a una gran diversidad intergrupal. C. El cacique organizaba las fiestas. señor. tibaroge (capitán menor).3 La organización social Cuando arribaron los españoles al altiplano Cundiboyacense se dieron cuenta de que éste estaba conformado por numerosos valles apartados unos de otros. la reali6  La sociedad muisca (ser humano. 1983: 237). realeza. marido) existía un santuario muisca en que se ofrendaba oro (Relación de la región de los indios muzos y colimas. en Patiño. C) | 91 | prehispánicos de los actuales departamentos de Santander (Norte y Sur). y habitualmente cuidaban de los santuarios de los antepasados. vecindario de los muzos. 341-392). había señores de 10. y le ofrecían mantas.147 527 48. cuyos combatientes estarían entre 40. adelante a cuatro días hallaron 2000 casas. animales. en lo que se conoce como tamsa (Gamboa. pues mientras que a un día de jornada del altiplano los españoles encontraron 500 casas en un valle. Bogotá. Duitama o Tundama. Guatavita.726 4.000 y 100. poseer cotos de venado para la cacería y vestir mantas especiales. 20. La población total podría ser de 250. oro.000 habitantes. si tenemos en cuenta que.| 92 | Los chibchas: hijos del sol. Podía tener varias mujeres.000 habitantes. Sogamoso.552 52. Las comunidades.000-750.000-500. Pueblos e indios tributarios chibchas en el Nuevo Reino de Granada en 1538 (Tovar.008 Tasa de mantas 9. podía reunir hasta 10.130 124. sal.000 hombres en el campo de batalla. Es decir que en total la población muisca supeditada a estos dos grandes señores podría llegar a los 450.000. Somondoco.772 33. Estas cifras pueden ser muy exageradas debido a que los conquistadores quisieron resaltar su valor militar al enfrentarse mediante un pequeño puñado de hombres a grandes ejércitos de nativos.172 En 1538 había 60 repartimientos en Tunja y 55 repartimientos en Bogotá que fueron asignados a vecinos encomenderos. Duitama.000 y 50. y de 200. de acuerdo . la luna y los Andes. a su vez.000 personas en Bogotá. 20. en el primer valle podían residir cerca de 2500 personas y en el segundo aproximadamente 10.000-250.647 14. y algunos nucleados en torno a los cercados de Tunja. El tamaño y poder de las poblaciones variaba. Provincia Santafé Tunja Vélez Pamplona Total Vecinos 55 73 38 57 223 Pueblos 57 110 74 110 351 Indios tributarios 36. Pasca y otros pequeños poblados.000 en Tunja.000 vasallos. además. hayo (coca). según el cronista. dispersos por valles. le hacían mantenimiento a las labranzas y cercados del cacique.000 combatientes. y cada pueblo tenía 10. zación de las labores comunitarias para el mantenimiento de canales y caminos. el intercambio de bienes en los mercados comunales y la aplicación de justicia según las normas tradicionales. la disposición en sitios reservados y los ajuares exóticos. plumas y otros objetos preciosos.000. Si en cada casa habitaban cinco personas. era objeto de tratamientos especiales durante su enterramiento. Orígenes de su diversidad. como la momificación. Tabla 7. podía poner entre 50. según los cronistas.679 20. 1987: 75). animoso y mejor armado de todos gracias a sus luengas lanzas y que pertenecía a la provincia de Tunja. el más belicoso.000 y hasta 30. 2010: 129). 30. 100 o más casas. Ancachacha. Madrid. Valegrá. Cúcuta.008 tributarios (Tabla 7). paredes de bahareque (guadua aplanada y entretejida o algo similar.000 (Tabla 7). Las casas eran construidas en material perecedero. La Miel. que para aquella época eran muy grandes (Bogotá. Oiba. chusques.Los chibchas: hijos del sol. Además. que incluía a Sogamoso. la de Vélez (Agatá.000 habitantes.XVI d. Chiscas. como las que se han formado a raíz de los aguaceros producidos por el fenómeno de La Niña entre 2010 y 2011. antes de la pestilencia. recubierta con un material de barro y fibras) y techo de paja a dos aguas. C) | 93 | con la fertilidad de sus tierras. Neusa. Chequisa) y algunos grupos indígenas de los Llanos (1400 tributarios). Sogamoso. y en las islas que se formaban entre los pantanos. Cácota. Chitagá. lo que la hacía la más grandes del distrito y la más abundante en mantenimientos. La provincia de Santa Fe tendría. Fontibón. Tona. la casa podía durar unos quince años o más. para un total de 263. Cheva. Cochavita. La provincia más numerosa sería Tunja. pero el techo había que empajarlo cada cuatro . Panqueva. con vigas de madera. Otros cálculos apuntan a mostrar que la población chibcha del Nuevo Reino de Granada podría alcanzar alrededor de 620. si a cada tributario le computamos cinco personas por familia (se afirmaba que en cada bohío habitaban de cuatro a seis personas). Ura. Chipatá. En estas islas se podían ocultar fácilmente de la persecución de los conquistadores debido a que sus entradas estaban cubiertas de juncos. Paipa. Arcabusazo. de vara en tierra. barito y otra vegetación de pantanos. Soaca. especialmente al sur (Funza. Teusacá.235 habitantes. Como la sabana de Bogotá era anegadiza debido a las inundaciones que producían sus ríos.000. aproximadamente 73. mientras se producía la cosecha de papa (Tovar. Charalá. La causa por la que las casas estaban apartadas unas de otras era que cada familia tenía las sementeras cerca de la puerta de sus bohíos. Bosa. la luna y los Andes (siglos IX . Chinácota. cerca de 183. Bochalema. Mosquera. en terrazas coluviales y fluviolacustres altas. Táchira y otros) llegaría a los 100. 1987: 75). la de Pamplona (Silos. Cuscaneva. y debido a la existencia de los relictos de la antigua laguna pleistocénica que inundaban buena parte de los valles. porque poseían sembrados en tierra caliente donde cultivaban productos propios de esas regiones como la yuca y coca. las poblaciones se asentaban en la partes elevadas. Moniquirá y otros pueblos). lo que exigía de un adecuado y constante mantenimiento. Cocuy. Frío. Si las vigas eran de guayacán. como los poblados de Duitama.000 habitantes si nos atenemos a la Relación de 1560. Chusbita. Juan Amarillo y otros). Chía y Funza. en los piedemontes. los pueblos de la Sierra Nevada del Cocuy (Guacamayas. Labateca. obtendríamos la cifra señalada. en la que se calculaban 124. que estaban rodeados de enormes lagunas. Soacha). Duitama. Chita. Amonga. tal como relatan Alonso Ruiz Lanchero y colaboradores en la Relación de Trinidad de los Muzos..| 94 | Los chibchas: hijos del sol. no era por herencia de mando. aunque los maderos que sostenían las gavias alcanzaban entre 8-10 varas (aproximadamente 700 cm). sino por un criterio de selección muy simple: quien fuese valiente y brioso. III: 187-188. es decir. con las paredes pintadas con mucho primor. Para el caso muisca. era obedecido y reconocido como jefe. la mujer recogía a sus hijos y se devolvía a su sitio materno. con cercados7. uno de sus sobrinos 7  Los cercados eran de forma cuadrada. y luego instalaba la casa. de manera que se consideraban “hermanos de armas” con los del otro repartimiento con los que se casaban. o cinco años. 1983: 225). haciéndose señor o cacique. Se describe en la Relación de Trinidad de los Muzos que los indígenas no vivían en pueblos ni en casas permanentes. Orígenes de su diversidad. Pradilla et al. al morir el marido. Es decir. Entre los muzos la manera como una persona llegaba al poder de una parcialidad. La causa por la que se practicaba este sistema de parentesco exogámico era la consolidación de una red de amistad entre parcialidades. Saxipa. Había casas chicas y otras grandes según la calidad del morador o señor de la casa. Sin embargo. pero de determinados pueblos. de manera que allí donde labraban su sementera allí misma construían su casa. cuando murió Bogotá durante los enfrentamientos con los conquistadores. es decir el cacique mayor con sus súbditos y familias. Tenían calzadas o carreras que se orientaban hacia determinados sitios rituales (Simón. sino en barrios y parcialidades. donde el mando se transmitía por línea materna al sobrino hijo de hermana. 1983: 246). patios y muchos aposentos en su interior para vivienda y pertrechos. tomando el apellido de la madre. debido a que se casaban fuera de sus propios apellidos. pues tenían el mismo apellido. lo heredaban de la madre (matrilineales) (Patiño. esta situación se podía presentar en las parcialidades. y las de los caciques mayores eran como alcázares. con el cual preparaba chicha para convidar a sus vecinos a grandes fiestas. Igualmente eran los familiares por línea materna los que vengaban la muerte de cualquier persona. existe alguna similitud en la manera como emplazaban los asentamientos. . la luna y los Andes. con su mujer que provenía de otra parcialidad. 1992: 38). las paredes elaboradas de cañas entretejidas de dos brazas y media de altura (aproximadamente 420 cm). es decir. capaz de sembrar una mayor cantidad de maíz. la longitud del cercado podía alcanzar los 400 metros por lado y lado. con buen arcabuco (bosque) vecino de donde obtener materias primas y fuentes de agua. donde se albergaba toda una corte. pero no en las capitanías ni en la provincia mayor. de 1582 (Patiño. Por esta razón. el marido primero seleccionaba un terreno adecuado y fértil para sembrar. Si bien es cierto que tanto la organización social como el clima son muy diferentes entre los muzos de tierras cálidas (vecinos de Furatena) y los muiscas de tierras templadas. 4 El intercambio y la conexión de los Andes con los valles interandinos A pesar de las diferencias interétnicas. estos se dedicaban a la minería fluvial aprovechando la presencia de grandes vetas de oro. con ellos. quizo gobernar alzándose con todo el oro y riquezas de su tío cuyo paradero conocía muy bien. trompetas y flautas para evitar los eclipses y hacer regresar la luz. yéndose con muchos guerreros hacia las sierras del lado de los panches. sin que sea primero Chía” (Fernández de Oviedo. oro y otros productos exóticos de tierras cálidas. los súbditos de Bogotá no lo reconocieron. El otro mercado se ubicaba al norte en territorio del cacique Sorocotá en la provincia de Vélez. tunjas. tabaco. III: 404).Los chibchas: hijos del sol. que sus vecinos muzos les llamaban nipas. 1981. pues si para el tiempo que fiaban sus mercancías no se les acudía con la paga. donde tenían dos grandes mercados o ferias. que ocupaban ambas riberas entre los ríos Coello y Lache. chipataes. III: 403). 5. Sin embargo.XVI d. 1956. Los muiscas eran tan buenos comerciantes. los chibchas realizaban intercambios con grupos vecinos. ya que tenía que ser el sobrino de Chía. III: 122). a quienes les rendían tributo. Mariquita y el sur del Nuevo Reino de Granada. sogamosos. no como a dioses sino como a progenitores. fuese creciendo la deuda por . III: 403) que “eran grandes logreros. 1981. Uno era al sur. en cercanías de Neiva. y también para repeler las tormentas y el mal tiempo. a donde acudían los indígenas bogotaes. especialmente con la sal que producían en enormes cantidades y con la que obtenían algodón. es decir “mercaderes”. los chibchas intercambiaban orfebrería por mantas finas. que fundían y labraban para elaborar preciosas piezas orfebres. C) | 95 | y capitán general. sal y esmeraldas. a quienes invocaban con sus tambores. agataes. Esta región era la principal fuente del oro que usaban los chibchas del altiplano y que transportaban los indígenas de Pasca (Simón. Como padre y madre primigenios tenían al sol y a la luna. guanes. “porque ninguno puede ser Bogotá. Afirmaba el cronista fray Pedro Simón (1981. era ley que cuantas lunas pasasen del tiempo señalado. especialmente del valle del río Magdalena. tierra de los yaporoges o poinas. saboyaes y otros más con los frutos de sus tierras para intercambiar por el oro que extraían los agataes y sus vecinos que ocupaban la vertiente del río Magdalena (Simón. cuyo intercambio llegaba hasta recónditos territorios como Barrancabermeja (La Tora). la luna y los Andes (siglos IX . C. por ejemplo en el alto valle de Tenza entre Tunja y Bogotá. Además del sistema de mercados. 2005: 327).| 96 | Los chibchas: hijos del sol. hacia el suroeste de la sabana de Bogotá. se abandonaban las tierras (Bermúdez. tanto de la cordillera Oriental (Cocuy. y a su inversa. donde mientras que las descripciones etnohistóricas las refieren como tierras del Zaque (Tunja). políticos. puesto que todos necesitaban de productos que solamente se daban en otros pisos térmicos. De esta manera. se han hallado piezas orfebres de fabricación Quimbaya. la cerámica reportada en excavaciones arqueológicas es de estilo sureño (Zipa). mitades. que pertenecían a otros grupos lingüísticos (Karib). la luna y los Andes. Duitama.. en el templo del Sol de Sogamoso. se excavaron fragmentos cerámicos decorados provenientes del valle del río Magdalena (Rodríguez y Cifuentes. Santanderes) como del valle del río Magdalena. una vez recolectadas las cosechas. . aunque el patrón funerario es de tipo septentrional (pozos simples ovales con tapa de laja) (Lleras. Hunza. la obtención de productos exóticos para resaltar la posición social. De esta manera. Este intercambio buscaba la ubicación de excedentes económicos. Las redes de intercambio jugaron un papel importante en la consolidación de los lazos comerciales. tumas de la Sierra Nevada de Santa Marta. Boyacá. en Facatativá. sociales. tanto al interior de las confederaciones muiscas (Bacatá. 1992). Cundinamarca. 1989: 106). a pesar de la profusión de descripciones sobre las diferencias entre muiscas y panches. existió el intercambio de ofrendas en sitios sagrados para los chibchas y otros grupos vecinos. 1992). Haury y Cubillos (1953) reportaron cerámica del valle del Magdalena. Orígenes de su diversidad. Al interior de las confederaciones muiscas existían igualmente fronteras fluidas. Otro caso interesante se refiere al hallazgo de un esqueleto femenino (T-110) (Figura 42) con características físicas panchoides en un cementerio muisca del siglo XIII d. con que muchas veces venía a hacer el número de la deuda crecidísimo sobre lo que valía lo que la habían contraído”. religiosos y militares. en Tocaima se hallaron vestigios provenientes de la sabana de Bogotá (Mendoza y Quiazúa. en Madrid. como con comunidades vecinas chibchas. enterrado de manera diferente al resto de tumbas (Botiva. 1989). la participación en ceremonias religiosas y el fortalecimiento de los lazos de amistad. conchas marinas y adornos líticos del Cocuy (Silva. tanto en contextos funerarios como domésticos. en un sitio ritual del período Herrera. 2005). Sugamuxi). Esta situación obedecía a que las fronteras entre los distintos grupos étnicos eran fluidas y dinámicas. existían tierras de nadie en Subachoque donde se cultivaban temporalmente productos de tierras cálidas que requerían de asentamientos transitorios para su cuidado. XVI d. y el presunto papel civilizador de las tropas conquistadoras al reconciliar bárbaras tribus. ni en el ámbito cultural ni en el biológico. pues intercambiaban bienes exóticos y mujeres. Esta imagen dista de la versión de los cronistas europeos sobre el estado de guerra permanente en que supuestamente vivían las comunidades indígenas.Los chibchas: hijos del sol. la luna y los Andes (siglos IX . C) | 97 | Estas evidencias documentales y arqueológicas señalan que las poblaciones prehispánicas no vivían aisladas. dentro de una pauta de exogamia matrimonial. . Bogotá (Fotografía aérea del IGAC 1956. la luna y los Andes. en Boada. 2006: 93). Foto 869.778. Figura 16.| 98 | Los chibchas: hijos del sol. Sistema de canales y camellones de damero junto a Los Lagartos. Orígenes de su diversidad. Vuelo C . . y sus cuerpos momificados y cubiertos con muchas ofrendas orfebres. J. arracacha y batata. a conde (Simón. 9  Ver síntesis en Rodríguez. tenían varias mujeres. heredaban por línea materna el cacicazgo. con varias viviendas para sus allegados. chuguas. por ejemplo. que arqueológica8 y bioantropológica9. y disfrutaban de cotos de caza de venado. Duitama) supeditaban unidades políticas menores. usaban mantas pintadas vedadas al común del pueblo. con una productivi­dad alta en virtud de las tierras tan fértiles y climatológi­camente privilegiadas.Los muiscas del altiplano Cundiboyacense | 99 | Capítulo 6 Los muiscas del altiplano Cundiboyacense 6. Tibacuy. 1981. III: 391). . según el clima). a virrey. eran enterrados en sitios ocultos con grandes pompas. finalmente. pues según su linaje detentaban diferentes títulos equivalentes a los nobiliarios españoles: el cacique de Bogotá ostentaba un título equivalente a rey. los cronistas señalaron que los muiscas habían alcanzado un alto nivel de jerarquización social. Así. Guatavita y Ubaque equivalían a duques.V. el de Suba. La economía de los muiscas se sustentaba en la explotación de varios pisos térmicos para la producción e intercambio de diversos cultígenos (maíz. la domesticación de curí y quizá de patos.. recibían tributo.1 Las confederaciones muiscas S obre las poblaciones que ocupaban el altiplano Cundiboyacense en el siglo XVI (Figura 1) existe mucha mayor cantidad de información escrita recabada por los cronistas de Indias e historiadores. organizaban la sociedad. vituallas y armas. la guerra y las celebraciones festivas con grandes cantidades de comida y chicha. de tal manera que los caciques de las principales confederaciones (Bogotá. papa. la cacería 8  Ver síntesis en Boada. 2001. cubios. Sogamoso. Los caciques no eran iguales. 2006: 35-58. ibias. poseían cercados que rodeaban sus aposentos. Lo producido en los cultivos era complementado mediante el intercam­bio con grupos vecinos de diferentes pisos térmicos. Tunja. por su parte. 1979. es decir. pues los caciques tenían cercados como alcázares con muchos aposentos y patios en su interior. como lo describieran los cronistas del siglo XVI. Los matrimonios eran poligínicos. la residencia de los miembros de una misma línea vista en generaciones consecutivas se alterna. III: 195). pudiendo el novio tener tantas mujeres cuanta disponibilidad económica y social poseía. Los matrimonios se realizaban. esperándose. En realidad. cuyo poder lo heredaba el sobrino. hijo de la hermana del cacique. Orígenes de su diversidad. y mantenimiento en corrales de venado y otros animales de monte. 1998: 15). el denominado “hermano de la madre”. los miembros de la misma unidad de filiación de la generación anterior.| 100 | Los chibchas: hijos del sol. Los asentamientos eran tanto nucleados en pequeñas aldeas. La vivienda era de madera con techo de paja a dos aguas. pues se tenía la certeza de que el hijo de la hermana era del mismo linaje (Simón. una disminución de la variación intergrupal y un incremento de la variación intragrupal para el sexo femenino. por consiguiente. de acuerdo con la regla de residencia avunculocal (Correa. formaban parte del grupo local. y la pesca y la recolección de crustáceos e insectos. que se mantenía mediante . tal como se aprecia en sistemas matrilineales. de quienes aquellos reciben sus derechos. ella retornaría al grupo doméstico al que pertenece su propia madre. endógamos en sentido interlocal. 125). según la jerarquía del jefe de casa. Este sistema genera una mayor movilidad de las mujeres. 1964: 33-34). teniendo en cuenta que la alianza se realizaba entre grupos sociales y no entre individuos. mientras que los hijos varones permanecen con el padre (Correa. adornados de pinturas (Fernández de Oviedo. 2004). 1981. aunque “no existía ninguna desaprobación en contra de matrimonios entre personas de la misma parte” (Broadbent. ya que proceden de diversos pueblos y nunca son originarias de la localidad del cónyuge. grupos exógamos matrilineales a nivel intralocal. como dispersos en casas aisladas integradas por grupos nucleares. Respecto a la organización social y política de los muiscas se ha planteado que los grupos domésticos estaban constituidos por familias nucleares. entre miembros de diferentes bandos. un conjunto de hermanos residía con sus esposas e hijos en unidades domésticas próximas encabezadas por un hermano mayor. algunas casas eran chicas. en donde una vez casada la hija. y otras grandes y mayores. No se ha confirmado la existencia del “Valle de los Alcázares” ni de palacios. por lo general. La unidad de la organización social muisca estaba constituida por las capitanías o parcialidades. El lugar de residencia de la familia era avunculocal (residencia en la comunidad del hermano de la madre). lo que se pretendía era garantizar el control del poder político en el seno de determinados linajes. y variaba en tamaño. la luna y los Andes. ] en lo que acuden a reconocer a sus caciques. sometiéndose a confederaciones o reinos: Bacatá... el cacique de Bogotá era sucedido en primer lugar por el sobrino residente en Chía. Así. Duitama y Sugamuxi al norte. Los caciques estaban igualmente jerarquizados e influidos militar y políticamente.] el dominio que los caciques solían tener antiguamente sobre los indios. en cuanto grupo de descendencia local. las hijas de su hermana y los hijos de ésta. 1998: 10). 1983: 65).Los muiscas del altiplano Cundiboyacense | 101 | el intercambio de mujeres. como Moniquirá. Ráquira.]. el de Sogamoso era de Tobasía. Hunza. matrimonio.]”. es en hacerles sus sementeras y cogérselas [. según la cantidad de gente. al centro. este es el señor principal y a quien todos los capitanes y demás indios reconocen y están sujetos [. “[.. en la Relación de Tunja de 1610 se señala: [. refiriéndose al vedado de venados que poseían los grandes señores para su despensa (Patiño. son capitanías en los pueblos. el cacique de Cáqueza procedía de Fustoque o Chuquene. empero cacique no hay más de uno en general en cada pueblo. residencia y sucesión. pues su existencia exigía de contrapartida para su propia reproducción en la filiación. ni podía tener ni poseer oro ni traelle sin licencia de su cacique y señor [. . la unidad de linaje reposaba en un conjunto de jefes de grupos domésticos relacionados por consanguinidad común que estaban regidos por un “hermano mayor” (Correa. el sucesor de Tunja provenía de Ramiriquí. era muy grande. Suta y Sorocotá.. Así. Algunos pueblos mantenían su carácter independiente.. en algunos hay tres y cuatro y más capitanes.] las parcialidades de los indios.] que ninguno podía poner su manta pintada ni comer carne de venado ni matalle y si lo hacía era castigado gravísimamente.. al sur del altiplano.. En tanto que grupo doméstico. Las unidades análogas estaban articuladas entre sí. pero ya se ha reducido a tan pequeño que ahora es ninguno [.. y de esta manera se establecían grupos locales alternativos para la sucesión en los cacicazgos. Un grupo de capitanías constituía una unidad mayor denominada por los españoles pueblo o cacicazgo. Firavitoba o Coasa. (Patiño... Según su jerarquía y magnitud se dividían en capitanías menores (uta) y mayores (sybyn)... la unidad del linaje descansaba en la relación entre el hermano de la madre. Por otro lado. los centros religiosos de Guatavita y Sogamoso ejercían un gran poder político en el mundo muisca. 1983: 361) Era tal la sujeción de los indígenas por parte del cacique. Orígenes de su diversidad. incluyendo a Tausa. 2005) (Figura 18). Simijaca y Saboyá. Su sucesor Nemequene continuó la expansión hacia las regiones de Ubaque y Guatavita –este último subordinaba Tocancipá. Hacia el sur (Sumapaz) había unos páramos muy fríos donde la gente se mantenía solamente de turmas (papa) y raíces debido a los continuos 10  Exceptuando el Cercado Grande de los Santuarios de Tunja (Figura 20) (Pradilla et al. 1943. cacique de Bogotá. 2010: 59). El Zipa Sachanmachica inició las guerras de expansión. que subordina a su vez a otros jefes. también le respetaban algunos panches de la ciudad de Tocaima y algunos indios de los Llanos que le traían cada año sus tributos (Tovar. la luna y los Andes. las investigaciones arqueológicas no evidencian la presencia de grandes aldeas o centros urbanos. 1956. Reichel-Dolmatoff. 1992).. Sogamoso. extendiendo sus dominios hacia el norte hasta el pueblo de Chocontá. sujeta a Ubaté (Falchetti y Plazas. 1943) (Figura 41). . posiblemente la zona de la hacienda las Mercedes en Suba (Boada. 2009. la jerarquía política encaja en el modelo denominado “modular” o “celular”. estableciendo allí guarniciones de guechas para salvaguardar su territorio. Al contrario. Esto se confirma por el hecho de que las fronteras eran muy fluidas y dinámicas. los datos históricos y arqueológicos permiten reconstruir una sociedad no muy jerarquizada que no se ajusta al modelo de unidades políticas centralizadas en manos de un poder único. 1973: 41). el postrero de Bogotá (Aguado. y sometió a Fusagasugá y a su aliado Tibacuy. además.. Posteriormente. I:280). animales exóticos). por el hecho de que los asentamientos se ubicaban en valles separados por montañas y zonas anegadizas que impedían altas concentraciones poblacionales. 2006) (Figura 17) y Soacha (a juzgar por los enormes cementerios excavados desde los años 1940) (Langebaek et al.2 Los muiscas de Bogotá La frontera entre los muiscas de Tunja y Bogotá se hallaba entre Turmequé. otros tubérculos) y cálidas (algodón. Sin embargo. tabaco. Suesca y Chocontá–. en el que el control territorial no es muy estricto ni continuo (Gamboa. Silva. 6. coca. y Chocontá. Monquirá. Susa. quienes recorrieron toda la sabana de Bogotá en los años 1940 cuando ésta no estaba tan urbanizada.| 102 | Los chibchas: hijos del sol. conectadas mediante un amplio sistema de intercambio de productos de tierras templadas (arracacha. El Zipa. era el jefe principal de esa tierra. y era respetado y obedecido por todos los demás caciques que le tenían como señor. papa. en torno al templo del Sol (Silva. dominó a los caciques de Ubaté. Igualmente. primer pueblo de Tunja. 1987: 77).10 como lo habían advertido Haury y Cubillos en 1953. Une. Guasca. Suesca. De esta manera. a la llegada de los españoles los dominios del Zipa (sihipkua) cubrían los territorios de Saboyá al norte.F. el Zipa y el Zaque (Pérez.000 hombres de guerra. pues le tenían “como a mayor señor y de mayor linaje. Chiguachí. el capitán Céspedes encontró las tierras de los panches de Conchima cuando iba en busca de nuevos descubrimientos en las fronteras de Bogotá. Antes de la expansión del señor de Bogotá. Guatavita. Algunos hallazgos realizados en la región del alto río Guatiquía. motivo de intercambio con sus vecinos por intermedio de comerciantes especializados. entre los que se destacaban los de Guasca. 1981. en la vía hacia los Llanos. límite con panches y sutagaos. el primero solamente alcanzaba 2000.. En el Interrogatorio sobre el pleyto entre Gonzalo Suárez y Pero Vázquez por los indios de Ycabuco [ca. frontera con los muzos. aunque contaba con el apoyo del Ramiriquí.Los muiscas del altiplano Cundiboyacense | 103 | hielos. Sopó. III: 324). Pasca. o de que se tratara de un territorio independiente políticamente. Por esta razón. . Machetá. 1993. III: 173). 1986). junto al repartimiento de Bogotá se mencionan Boza. pues mientras el último lograba juntar más de 30. sangre y prendas” (Simón. al sureste hasta los páramos de Atravesado y Chingaza y los farallones de Medina. desviándose hacia la derecha hacia el poniente. Cota. Chía. el poder religioso de Guatavita primaba sobre el poderío militar del Bogotá. Al Guatavita se supeditaban los poblados del valle de Gachetá. 1550]. al nordeste hasta Chocontá. Juan Rodríguez Freyle narraba en 1636: […] Bogotá era teniente y capitán general de Guatavita en lo tocante a la guerra. Fusagasugá y Pasca. En alguna época anterior a la conquista. 1990. por lo que se plantea la posibilidad de que la región estuviera ocupada por un grupo dependiente de los caciques muiscas. Ubaté y Symyjaca (Tovar. que delimitaban la frontera natural con los guayupes (Falchetti y Plazas. pues sucedió que los indios de Ubaque. por poseer el centro religioso más importante del mundo muisca. P. Hontibón. 1986: 120). algodón y oro. entre ellos sal. Sáenz. coca. Fosca. pero ligado culturalmente al mundo muisca (Escobar. al sur hasta Tibacuy. 1973: 42). debido a su supremacía numérica el Bogotá terminó conquistando y avasallando al Guatavita. estos límites no eran fijos y dependían de la situación política entre el Guatavita. Chipaque. señalan la afinidad del material cerámico local (Guatavita desgrasante gris y desgrasante tiestos) con la tradición alfarera muisca. Chocontá. el cacique de Guatavita era respetado y reverenciado. Lo cierto es que Guatavita disponía de una gran variedad de productos por su acceso a diferentes microclimas. localizado en la laguna de Guatavita. y todos los de aquellos valles que caen a las espaldas de la ciudad de Santa Fe. y rico y victorioso volvióse a su casa. Con la victoria a sus espaldas.. advertido de las intenciones de su adversario. sujetó los contrarios. ordenándole [. convirtiendo al señor de Bogotá en un jefe muy poderoso –máxime cuando existían profundas diferencias entre el Tunja. lo que les impedía conformar una sola unidad política. la luna y los Andes. La aparición de las huestes españolas impidió este proceso de integración político-militar que pudiese haber finalizado con la extensión de los dominios del Zipa (Londoño.] para cuyo remedio despachó sus mensajes a Bogotá.. trajóselos a obediencia..] juntase sus gentes. El Zipazgo estaba dividido en varias unidades medias de poderío similar. y con el más poderoso ejército que pudiese entrase a castigar los rebeldes [. 6. entró en el valle y tierra de los rebeldes [. Nemequene. y al calor de la fiesta de celebración del éxito militar y henchido por el clamor de sus súbditos decidió supeditar al Guatavita. y tomando las armas contra él para su defensa [. el Duitama y el Sogamoso. cacique de Hunza. sucesivamente integraron en un dominio que se extendía desde Chocontá hasta Fusagasugá.] En cuya conformidad. y con este ejército pasó la cordillera. negándoles la obediencia y tributos. extendía sus dominios absolutos sobre los valles cercanos a Tunja. Fusagasugá. los Cojines del Diablo.000 indios de pelea a enfrentar los ataques de panches por el sur y la entrada de los españoles por la provincia de Vélez. narra Rodríguez Freyle (1985: 43). el teniente Bogotá juntó más de treinta mil indios..000 hombres –cifra muy exagerada para la época– con los que doblegó fácilmente al Guatavita y a sus aliados. que Saguanmachica. dos mercados y varios sitios rituales. donde existían al menos diez cercados. su señor. haciendo en ellos una gran matanza y atrayéndolos a su obediencia.3 Los muiscas de Tunja El Zaque (usaque). 1988: 26-27). (1985: 31-34) El Bogotá se enalteció con esta victoria. El Bogotá para ese entonces había juntado 40. su teniente y capitán general. Tisquesusa y.. organizó un ejército de dos mil guerreros. Orígenes de su diversidad. Hacia el occidente abarcaba los valles de Cucaita y Sora. 1992: 21). también solicitó ayuda al Ramiriquí de Tunja. finalmente.. se habían rebelado contra Guatavita. Saquesazipa. cobró los tributos de su señor. . como el Pozo de Donato.] alcanzó la victoria..| 104 | Los chibchas: hijos del sol. el Bogotá partió del campo de Guatavita con más de 50. las Moyas y La Cuca (Figura 20) (Pradilla et al... Este. que en él parece se había encerrado toda la dificultad de la conquista y pacificación de los indios de la provincia de Tunja. De aquí. Lenguasaque. Tunjita y Upía. Garagoa y Somondoco. Totaguaquira (pueden ser Tota y Guáquira). Pues estuvo con muchas rebeldías hasta muchos días después que los demás estaban ya pacíficos. Ubeyta. Sachica. Garagoa. que su acceso fuese disputado por varios grupos étnicos. No obstante. Monquirá. Sora. era considerado uno de los repartimientos más importantes. quizá mediante el sometimiento a la supremacía numérica y bélica del Zaque. Sin embargo. Junto al repartimiento de Duitama en el Interrogatorio sobre el pleyto entre Gonzalo Suárez y Pero Vázquez por los indios de Ycabuco (Tovar. Tibasosa. se hallaba el territorio de Tegua. Onzaga. Susacón y otros pueblos (Falchetti y Plazas. Es probable. el conquistarlo [. IV: 105): Fue siempre el cacique Tundama o Duitama. muy buenas para la cría de ganado y la siembra de maíz (Tovar. Soatá. Ramírez y Sotomayor.. ubicado en un valle sobre el río Chicamocha. Guacheta. 1973. Hacia el sureste de Tunja. Y así fue necesario tomar de propósito para que él lo estuviera. entonces. Toca. de defenderse y no reconocer a nadie vasallaje. pero dependiendo de su poderío y lejanía del centro del poder político podían asumir posiciones evidentemente independientes. Machetá y Chocontá. mucho menos lo hizo ante sus vecinos muiscas.] aunque siempre con determinación. 1965: 47). y otros que ocasionalmente se supeditaban al dominio del Zaque. por ser la puerta de entrada al territorio muisca. 1993. por ser tan belicoso. Saquençipa. Soatá. A Duitama se supeditaban Cerinza. Turmequé. sino de todo el mundo chibcha. Como ya hemos dicho. Al respecto comentaba Pedro Simón (1981. los valles de Tenza.. se deduce que si el indómito Tundama no se doblegó ante los españoles. que mantenía relacio- . allí se sembraba coca en abundancia. menos poderosos. III: 174) se mencionan Honzaga. La lengua duit que allí se hablaba era un dialecto chibcha bastante diferenciado (Ortiz. Vaganique. Tundama (Duitama). 1993. 1989: 187). sobresalió por su lucha de independencia ante vecinos y españoles. Chiramyta. III: 181). tan valeroso. pues era un poblado fuerte. Cuqueyta. Sus tierras resultaron de gran fertilidad.Los muiscas del altiplano Cundiboyacense | 105 | hacia el sur. no solamente de la provincia de Tunja. Chitagoto. entre el altiplano y el llano en los valles de los ríos Lengupá. como Villa de Leiva. Subta. la frontera con el Bogotá estaba en una zona más allá de Turmequé. Boza. de vital trascendencia en el comercio prehispánico. existían varios pueblos independientes. se encontraba en la zona de influencia de la provincia de Tunja. Paipa. por ejemplo. Soacá. Bachué o amparo de todas las legumbres. Cosquetivá. la luna y los Andes. leopardos. supremo agorero y cabeza de los jeques. Pisba. y zonas de explotación de sal en Vijua. Recetor (Boyacá) y Chámeza (Casanare). Somondoco. guacamayas. Luego cubrían la cabeza de la figura con un bonete redondo o de cuatro picos. figuraría como aliado y no como sujeto al Tunja (Londoño. También tenían figuras humanas de barro. Busbanzá. sitios con iconografía rupestre entre 700 y 1800 msnm. Pérez y Huertas. con cabellos largos o cortos. Labranzagrande. de ambos sexos. papagayos y panes de sal. 2005). otras de barro blanco o de cera. sigue en discusión. Orígenes de su diversidad. con barbacoas y poyos a la redonda. quien tenía a su cargo la premiación de los más valientes) se encontraba oro. esmeraldas. Chibchacum. gusanos. Cuchaviva o arco iris. lagartijas. Firavitoba. a quienes proveía de algodón. señalado por su gran importancia religiosa entre los muiscas por encontrarse allí el denominado Templo del Sol. III: 378-379). Cravo.| 106 | Los chibchas: hijos del sol. Úmbita y Tota en el alto Upía. Gámeza. Coasá. Dentro de las ofrendas a sus diferentes dioses (el sol. enterramientos. miel. Santa María. nes comerciales con Guatavita. principal centro religioso muisca. mosquitos. Incluía los pueblos de Campohermoso. ya sea de plumas o de barro. cera negra. Garagoa. el jeque las enterraba fuera del templo (Simón. Bombazá. El nivel de independencia de Sogamoso. yopo. 2005. 6. 1981. monos. maní. de esta manera. maíz. el Tunja recibió ayuda del Sogamoso en su lucha contra el Bogotá con más de 12. Sus yacimientos arqueológicos consisten en múltiples terrazas para viviendas. por cuya cabeza colocaban ofrendas orfebres que representaban serpientes. huecas. De acuerdo con el cronista Juan de Castellanos (1997: 1161). donde predomina la cerámica Valle de Tenza gris que corresponde a la etnia muisca (Huertas.4 Los muiscas de Sogamoso La mayoría de templos muiscas eran simplemente bohíos. totumas. donde se colocaban figuras orfebres. pintores y tejedores. En el suelo tenían una vasija donde también colocaban ofrendas. Una vez llenas ambas vasijas. para enfrentar a Nemequene. Tota y otros pueblos . Nencatacoa o dios de las borracheras. Gómeza. de madera y pintadas sobre mantas de algodón. Los Cedros. Macanal. raposas. Bochica. Chaquen. ranas. aves y otros animales. 1992:9). caracoles marinos y cuentas de piedra traídas desde la Sierra Nevada de Santa Marta. lo que señala la importancia del intercambio de bienes rituales entre los grupos andinos. A Sogamoso se sujetaban Betéitiva (que a veces tributaba al Tundama).000 hombres de guerra valientes. hormigas. En su interior tenían adornos orfebres. 1997). Casi 470 años después fallecería un venerable personaje. En cierta colina alta del templo tenían puestos unos platos o patenas de oro que resplandecían cuando les daba el sol. I: 294). haciéndolos visibles desde muy lejos. Hacia el norte se pudo extender hasta Jericó. docente e investigador de la cultura muisca. 1989: 186. Se dice que su incendio continuó durante más de un año por la presencia de gruesos maderos y la cantidad de paja y espartillo que contenía. aunque en esta región no está clara la delimitación entre muiscas y laches (Pérez. existió otro templo del Sol en un valle al lado de la cordillera. la principal fuente de documentación para el inicio de las investigaciones arqueológicas eran los cronistas.F. Zamora y otros. con adornos de oro y otros objetos. 19). P. Piedrahita. que decían los indios ser dedicado al dios Remichinchagagua. El piso y las paredes estaban recubiertos en espartillo. Cuando llegaron los españoles a Sogamoso a finales de agosto o principios de septiembre de 1537. provincia de los laches. 1987: 22).. repitiendo la visión cósmica del mundo muisca. Ramírez y Sotomayor. arqueólogo. 1956. Tovar. En esa época. la forma y tamaño de los bohíos y . a quien veneraban mucho con sus ciegas supersticiones e idolatrías” (Aguado. 1956. 1973: 62. En su interior. con el fin de liberar las manos para saquear mayor cantidad de tesoros. Oviedo. por lo que con base en la acuciosa lectura de Aguado.Los muiscas del altiplano Cundiboyacense | 107 | (Falchetti y Plazas. Castellanos. se trataba de reconstruir la geografía de los relatos. el techo estaba trenzado en paja. los dos soldados que penetraron a hurtadillas aprovechando la oscuridad de la noche provocaron el fuego que reduciría a cenizas una de las construcciones más veneradas por los muiscas. I: 338). don Eliécer Silva Celis. el profesor Silva dedicó su vida a la ubicación de los vestigios del Templo del Sol para recuperar su memoria para la posteridad. Ávido lector de las crónicas de Indias y ferviente creyente en el espíritu religioso de los muiscas. En la sierra nevada del Cocuy. quien desde 1942 hasta su deceso dedicaría todas sus energías y tiempo a la reconstrucción del Templo del Sol (Figuras 18. además de alguna información etnográfica recabada por algunos curiosos del siglo XIX. al igual que ricos enterramientos de personajes principales (Aguado. Los cronistas se maravillaron con este templo por su “extraña grandeza y ornato. Simón. se maravillaron con un templo construido sobre recios maderos de guayacán provenientes de los llanos Orientales (Figura 18). caracoles marinos y cuentas de piedra. y las entradas eran muy pequeñas y orientadas hacia los cuatro puntos cardinales. los españoles encontraron momias dispuestas sobre andamios. Al dejar las antorchas sobre el piso elaborado con tejido de esparto. pues los españoles no . Orígenes de su diversidad. Cheva. pues la planta hallada no era circular sino rectangular. Cochavita. Ura. lo que señala las buenas relaciones entre las provincias de Tunja. además. Según los datos obtenidos del informe del Ministerio. piezas de oro y otros objetos. Acotó también que la presencia de huesos humanos bajo los troncos no constituía prueba de la presencia del templo. sino de parte del cercado. 1994). concluía que los materiales recolectados había que analizarlos en laboratorio para una mayor precisión. la luna y los Andes. Cocuy. Cierto señor Peñuela agregaba. Sogamoso y Cocuy. 2005: 180). además de que no correspondía con los relatos sobre la arquitectura muisca. que la supuesta forma del techo era como la de las pagodas nepalesas y japonesas (Montaña. Durante tres días de excavaciones se sacaron a la luz huellas de 80 cm de diámetro de madera procedente de los llanos de Casanare. Don Eliécer Silva revisó con detalle el informe presentado en marzo de 1924 por una comisión integrada por Gerardo Arrubla y el general Cuervo Márquez. Chiscas.| 108 | Los chibchas: hijos del sol. planteando al Centro Histórico de Sogamoso que lo que describían los autores no eran las huellas del templo. sobre la presencia de huesos humanos cerca de estos postes. quienes habían sido enviados por el Ministerio de Instrucción Pública para analizar los hallazgos del señor Izquierdo en su terreno de Sogamoso. consistentes en huellas de columnas de madera. que la información recabada en predios del señor Izquierdo no era compatible con una quema como la descrita por los cronistas para el templo. pues según la tradición muisca los sacrificios se realizaban igualmente durante las construcciones de los cercados y bohíos. apoyándose en la información de los cronistas. Chusbita) fueron incluidos dentro de la Provincia de Tunja con el fin de tasar el número de tributarios. Agregó que la forma del techado o cubierta no se podía deducir con los datos encontrados. el investigador Silva. El profesor Silva abordó con visión crítica el informe. Panqueva. 6. recintos rituales. Chita. y que más bien en terrenos aledaños se apreciaban huellas de un gran incendio. como cenizas y carbones en gran cantidad (Silva. los objetos depositados como ofrenda. según ellos fidedignos.5 Pueblos independientes En las Relaciones Geográficas algunos pueblos laches (Guacamayas. y reportes. las acciones allí realizadas y los vestigios que se podían hallar mediante excavaciones arqueológicas. .. Ramírez y Sotomayor (1989). Pérez. Habría que definir el carácter independiente de estos caciques.. Gachantivá y Sorocotá. debe tener en cuenta la flexibilidad cronológica.. las localidades menores se fueron integrando con las mayores. espacial y cultural de sus fronteras. político. Sutamarchán y Chiquiza. 1989)(Figura 1).] no solamente eran diferentes en los ánimos. eran muy diferentes. hemos simplificado el mapa aproximado de distribución.. P. Guasca. eran tan pocos que se enten­dían muy poco los unos de los otros [. III: 434). Al incrementarse el poderío económico. Sogamoso. por la gran diversidad de poderes locales.] no tenían lengua común en sus tierras sino que cada pueblo hablaba con su idioma . 1992) y recientes resultados arqueológicos y etnohistóricos (Moreno y Pabón. militar y demográfico de algunas regiones como Bogotá. Sora. la elaboración de un mapa de distribución de las comunidades chibchas de los Andes orientales hacia la llegada de los españoles. Ubaque y Fusagasugá. 1997. se colige que el proceso de surgimiento y consolidación de la sociedad muisca no fue homogéneo. Otros pueblos como Saquencipa (localizado en la jurisdicción de Villa de Leiva).. Las dos confederaciones más fuertes. de intereses rentistas que trataban de beneficiar a sus propias localidades y se apegaban a aliados estratégicos en la medida que se agudizaban las contradicciones entre los grupos enemigos. Sáchica y Tinjacá eran señores libres (Tovar. Los cronistas también resaltaron estas buenas relaciones (Simón. Guatavita. Por su parte. 1992: 12).Los muiscas del altiplano Cundiboyacense | 109 | fusionarían enemigos ni poblaciones culturalmente disímiles (Tovar.F. con poderío local. como bien lo explica fray Pedro Simón en sus Noticias Historiales: [. 1992. considerado también independiente. teniendo en cuenta las propuestas de Falchetti y Plazas (1973). Así.] sino también en las len­guas. Bacatá y Hunza. Por esta razón. Ubaté. 1987: 87-88). Londoño (1987) agrega Samacá. Ramírez y Sotomayor. Chiquinquirá. lo que le brindaba el acceso a una gran variedad de productos. Bacatá (Bogotá). 1970). Todo el territorio se encontraba fragmentado en unidades de tamaño medio. Hunza (Tunja). 1981. Para nuestro caso. porque aunque convenía en algunos vocablos. Lo cierto es que antes de la llegada de los españoles el territorio muisca era un mosaico de cacicazgos de regular tamaño integrados por Tundama (Duitama). Falchetti y Plazas (1973: 45) añaden los caciques de Moniquirá. Saquenzipa. gozaba de una privilegiada posición estratégica por la cobertura de climas cálidos. trayendo sangrientas guerras entre los dos [. Londoño (1988. Aquí riñen los datos etnohistóricos con los arqueológicos (Londoño. templados y fríos. Ráquira.. Monquirá. 1983: 72).. las cuales compartían con sus vecinos. de 1559-1560. También era más numerosa en todos los mantenimientos y en naturales.... aprovechaban los recursos de climas más templados. no saben la del rincón de Suesca. e incluso guarniciones para vigilar la frontera común. pues se hablaba en toda la sabana que ahora llamamos Bogo­tá [. en la Relación de Popayán y del Nuevo Reino. comienzan mil diferencias [.E. En determinadas temporadas explotaban también las cotas bajas del sistema subandino a su alcance (por debajo de los 1000 msnm). 2006:41). Ortiz (1965: 46) cita una réplica de fray Diego Malo de Molina al arzobispo fray Luis Zapata de Cárdenas: Es imposible que verdaderamente la sepan por ser diferentes lenguas. lo que dificultaba su aprendizaje. desde la perspectiva ecológica las sociedades chibchas descritas se especializaron en la explotación del sistema andino. y sucedía con los guayupes. mujer ha sido transcrita como fucha en el sur y fura en el norte (González M. La de Tunja.. El territorio de estos últimos participaba tanto de los altos de la cordillera como de 11  Loslingüístas señalan la presencia de una alternancia fonética ch-rr entre el sur (ch) y el norte (rr). y en un valle suele haber dos o tres lenguas. por ejemplo. la luna y los Andes. de la misma suerte y trato y manera de vivir y ritos y ceremonias que los de Santa Fe.]” (Patiño.] Si lo tenían de ventaja los bogotaes que se entendía un poco más su lengua.] son los señores y caciques desta ciudad y los naturales. pues. Por ejemplo.. hasta el ecosistema andino propiamente dicho (2300-2500 a 3200-3500 msnm). tenía más valles calientes donde se daba algodón con el que hilaban y tejían mantas. . diferen­te [. Algo semejante ocurre hoy con los uwa (Osborn.11 El lingüista Sergio E. se afirma que a pesar de haber guerras entre los caciques de Tunja y Bogotá. Pero se subrayan las diferencias climáticas entre ambas provincias.] en saliendo de la sabana y sus pueblos a cualquier parte. de manera que si algún clérigo sabe en alguna manera parte de la lengua Bogotá. 1995). Estos últimos empleaban una táctica similar. IV: 158) Los estudiosos de las lenguas chibchas en el siglo XVI advirtieron la diversidad de dialectos que se hablaban en el altiplano Cundiboyacense. ni Nemocón. mayores van siendo las diferencias hasta venirse a no entender unos a otros....| 110 | Los chibchas: hijos del sol.] y cuanto más se van desviando de ella. además de explotar ambientes de tierras cálidas. sin haber diferencia ninguna [. ocupando desde las partes altas del ecosistema del bosque subandino (1000 a 2300-2500 msnm).. “[. (1981.. Empero. Orígenes de su diversidad. y en otros valles lo mismo. De esta manera. pero representaba al mismo tiempo una franja de permanente conflicto por las disputas territoriales. para arriba está toda la serranía que cuelga y depende de la cordillera.]” (Aguado. por cuanto las poblaciones se beneficiaban de los aportes de ambos biomas. denominada ecotono. la cual es tierra no muy escombrada ni rasa.. I: 587). constituía un ambiente bastante propicio para el hábitat. 1956.. porque ”[. .. y a partes sabanas [.] desde donde el pueblo (San Juan) está puesto.Los muiscas del altiplano Cundiboyacense | 111 | lo bajo de los llanos. donde toda la más de esta gente Guayupes están poblados. La zona de transición o efecto de borde entre dos ecosistemas.. porque partes tiene y cría en sí grandes montañas. Figura 18. la luna y los Andes.| 112 | Los chibchas: hijos del sol. Orígenes de su diversidad. . Huellas de antiguos canales en la hacienda Las Mercedes. Sogamoso. Templo del Sol en Monquirá. Figura 17. . . Excavaciones adelantadas en 1945 en predios del Templo del Sol (Eliécer Silva C.Los muiscas del altiplano Cundiboyacense | 113 | Figura 19. Hunza a la llegada de los españoles según el Equipo de Arqueología de la UPTC (Pradilla et al. 1992).) Figura 20. la luna y los Andes.| 114 | Los chibchas: hijos del sol. . Cráneos deformados de Tunja. Figura 21. Orígenes de su diversidad. Cráneos T-28B (izquierda) y T-88 (derecha) de Portalegre. Figura 22. Soacha. Boyacá (colección UPTC). | 115 | Los chibchas septentrionales Capítulo 7 Los chibchas septentrionales 7. E. se agrega el problema de la inexistencia de una tradición escrita por parte de los antiguos habitantes que hubiera podido dejar un léxico para estudios comparativos.1 Las lenguas de los antiguos habitantes de la cordillera Oriental A l llegar los españoles al altiplano Cundiboyacense encontraron que había una gran diversidad de lenguas entre los propios muiscas. se diferenciaban aún más “de la lengua general de Tunja”. especialmente de la lengua que hablaban los jeques o sacerdotes. Los propios curas se quejaban de que no podían aprender la lengua moxca dado que en un mismo valle solía haber dos o tres lenguas. 1981. La ventaja de los bogotaes era que tenían una lengua más unificada que se hablaba en toda la sabana de Bogotá. tanto así que los habitantes de Bogotá y Tunja se diferenciaban porque “no tenían lengua común en sus tierras sino que cada pueblo hablaba con su idioma diferente […]” (Simón. que era diferente de la popular. . por ejemplo hacia Chita. la extinción de numerosas lenguas que se hablaban en la cordillera Oriental debido a la reducción demográfica de la población nativa. pero al salir de ella empezaban las diferencias. Y si se dirigían hacia los extremos de la cordillera. III: 158). Por otro lado. Acosta Ortegón. no se podían entender con la gente del rincón de Suesca ni de Nemocón. 1965: 46). mayores eran las distinciones lingüísticas. Finalmente. los diccionarios muiscas elaborados en su momento por el padre Lugo. Por esta razón. y a medida que aumentaba la distancia. Uricoechea y otros presentan diferencias que pueden obedecer a que su fuente proviene de “lenguas distintas”12 del propio muisca (Ortiz.. al sometimiento a las nuevas costumbres culturales impuestas por los con12  La variante lingüística de la zona sur (Santa Fe) fue la que se declaró como lengua genera muisca (González M. 2006: 42). de manera que si aprendían la lengua de Bogotá. Cuitiva y Toquilla. guasika. Familia Rama Duit-muisca Tunebo Aruaca Cuna Chibcha Dorasque-chánguena Guaimí-bocotá Boruca Viceíta Guatuso Rama Misquito Paya Lengua Muisca Duit Tunebo Kogui (kaggaba) Ika (arhuaco) Wiwa (malayo) Kankuamo Cuna Dorasque Chánguena Guaimí Bocotá Boruca Bribri Cabécar Guatuso Rama Misquito Paya Región Altiplano Cundiboyacense Cocuy Sierra Nevada de Santa Marta Colombia-Panamá Panamá Panamá Panamá Panamá Costa Rica Costa Rica Costa Rica Costa Rica Nicaragua Nicaragua Honduras 13  Para el grupo Muisca existen varios diccionarios que permiten un adecuado abordaje de la problemática lingüistica (Guisletti. tunja y tumeka. Sínsiga (Chita. con varios dialectos (Casanare) 5. subaske. Orígenes de su diversidad. Clasificación de las lenguas chibchas según Constela (1993: 109).| 116 | Los chibchas: hijos del sol. y a la prohibición en el siglo XVIII de hablar en lenguas aborígenes. para los grupos Guane. sin embargo. la luna y los Andes. Duit (Tundama) 3. guane. Tabla 8. quien incluyó seis grupos13: Grupo chibcha 1. Chibcha o muisca o moska (sabana de Bogotá. Chisgas) 4. Boyacá y Sarare) 2. quistadores. Tunebo. 1954). Chitarero y Lache las evidencias son muy escasas. chitarero. Una amplia síntesis de las clasificaciones de la familia lingüística chibcha la presentó Sergio Elías Ortiz (1965: 34-37). ha impedido contar con buena fuente de información para la reconstrucción lingüística. como morkote. . lache. Varios dialectos extinguidos. Dobokubí (serranía de Perijá) 6. kogui (kaggaba). Las relaciones macrochibchas con chocó. con la separación entre el paya (Honduras) y las lenguas chibchenses meridionales. conjunto de comunidades independientes. los chitareros (provincia de Pamplona). tunebo. guambiano. ika (arhuaco). colorado. Moreno. ya se habría presentado la división de las lenguas chibchenses: vótica. kamsá. 1992. ístmica (entre Panamá y noroeste de Colombia) y magdalénica (Colombia). La familia lingüística chibcha se extiende desde Honduras hasta Colombia con relaciones probadas. 1995: 47). bocotá. Norte de Santander. chimila. katío. muisca. se inició hacia el IV milenio a. Estados Unidos. kuna. ocupaban la cuenca alta del río Zulia. en las regiones llamadas en la actualidad provincia de Soto. hasta el cono sur. aunque se ha propuesto la inclusión de algunos probables grupos desde Florida. al oriente de la provin­cia de Guane. Los estudios glotocronológicos. en lo que se ha denominado el microfilo payachibcha. wiwa (malayo). aunque no se descarta “que las poblaciones chibchenses establecidas al este del Magdalena hayan resultado de inmigraciones a los territorios que ocupaban en el momento de la llegada de los europeos” (Constela. los laches (Sierra Nevada del Cocuy) y los guanes (Mesa de Los Santos). Pabón. que presentan las mismas dificultades que el reloj molecular. Tanto sus relaciones comerciales y culturales como su delimi­tación geográ­fica se están definiendo principalmente con base en documentación escrita (López. 1992.Los chibchas septentrionales | 117 | Sin embargo. los probables grupos chibchas de la cordillera Oriental son los yukpa (Perijá). Adolfo Constela (1993: 107) plantea que hay que distinguir entre las relaciones probadas con certeza (Tabla 8) y las probables. Las lenguas con relaciones probadas son barí. 1992). en Pamplona. es decir. guaimí. nutabe. sin ninguna duda. bribri. y en menor medida en datos arqueológicos que permitan precisar sus delimitaciones cronológicas y es- . térraba-téribe. guatuso. Moreno y Pabón. C. boruca. A finales del III milenio a. cuaiquer. la lengua ancestral de los chibchas. andaquí. muestran que la fragmentación del protochibchense. cofán. cabécar. betoi. 2007. dorasque. yanomama y guarao no se han confirmado y continúan en el nivel de probabilidad. kankuamo (atanquero). 7. los muiscas corresponderían a grupos chibchas. C. adolecen de una precisión cronológica. paez. Este desarrollo lingüístico parece que no estuvo acompañado de migraciones a gran escala ni de invasiones. rama y paya.2 Los chitareros Los chitareros. De esta manera. Hacia el norte cubría las cuencas de los ríos Cucutilla. otros estaban en clima templado sobre las riberas de los ríos. La Plata. La vivienda se ubicaba en distintos pisos térmicos. Servitá. tilísticas (Calle y Rodríguez. Los cronistas delimitaron la provincia de los chitareros en términos muy generales. entre otros (Moreno y Pabón. 1961. apartados unos de otros. 1956. cubriendo una amplia franja hasta el río Suratá. Este territorio incluía los pueblos de indios de San Andrés. Rochereau. Ima y Bochagá. Chopo. Labateca. comunidades del piedemonte andino que se extendía desde el río Tunebo. cerca a fuentes de agua y en posiciones estratégicas. IV: 256) afirma que “toda comarca del término de esta ciudad en su circunferencia. como Chinácota. Igualmente hay dudas sobre los límites con los guanes. San Cristóbal y el Torbes. 1938). II: 446). Silos y Carcasí no pueden incluirse con certeza dentro del mismo grupo étnico. California. Charta. hasta las estribaciones de la Cordillera de Mérida. Moreno. En el valle de Rábicha. estos pobladores se extendían desde las cuencas altas de los ríos Guaca y Servitá. la luna y los Andes. Por otro lado. que goza de tierras muy frías. Por otro lado. tuvieron como vecinos a los tunebos o tames. Matanza. es doblada y acomodada para toda suerte de frutos de Castilla y de la tierra”. Algunos se ubicaban en los valles que declinan más a calientes que a fríos. 1992. Orígenes de su diversidad. y abarcando las tierras del complejo minero colonial de Vetas y las Montuosas Alta y Baja. bajo Chitagá y Ulagá (Pabón. 1992: 8).| 118 | Los chibchas: hijos del sol. Esta Provincia de los chitareros “es de toda serranía y algunas muy altas como las que llaman los Páramos de Pamplona” (Aguado. Por este sector. Leonardo Moreno (1992: 46) afirma que los pueblos de Arboledas. y los valles de Zulia y Cúcuta. El río Guaca dudosamente se ha registrado como la divisoria entre chitareros y laches. extendiéndose hasta San Cristobal y el Estado de Táchira en Venezuela. Guaca. Simón (1981. Los asentamientos eran dispersos. y que permiten establecer un dominio visual sobre el paisaje. Suratá y San José de Miranda (antiguo Tequia y Carcasí. Según el historiador Silvano Pabón (1992). ampliando sus dominios hasta Venezuela por los valles del Táchira. Guaca. La frontera étnica norte y nororiental está poco definida. 1992: 12). posibles fronteras étnicas). muy calientes y otras bien templadas. Para Fernández de Piedrahita (1973. que se han señalado desde la parte baja del río Suratá hasta el páramo de Santa Bárbara en la cabecera del río Umpalá. “los umbrales de la Provincia de los chitareros corre entre los de Tunja y Mérida por cuarenta leguas de longitud”. Labateca y Toledo. hacia los ríos Valegrá. I: 446). posiblemente más nucleados. mientras que Moreno y Pabón (1992: 5) señalan al río Listará o a la serranía existente entre los dos como posible límite étnico. . y Pamplonita. Hacia el oriente. Silos. los chitareros se asentaron en los valles del Chitagá. Tona. región de forma triangular por la delimitación por lomas y quebradas. batata. Las frutas son: curas. palmitos y miel de abejas criadas en los árboles. II: 357). (1956. 1992). casi canafístola. guamas que es una fruta larga. que son poco menores que los paujiles. 1996: 81). piñas. Las casas de los principales seguían el principio de los cercados muiscas. que mantenían relaciones pacíficas. batatas. de la cual hacen un betún que parece almagre o bermellón con que se pintan los cuerpos y las mantas que traen vestidos. guayabas. con palos y cañas de carrizo y ramas de otros árboles. con 3-5 viviendas asociadas a fuentes de agua (Moreno. hay también pavas de la tierra. tenían el poblado en medio de un valle. (1981. que es una semilla de unos árboles granados. II: 320) Los habitantes del valle de Santiago (Pamplona). las paredes se formaban de maderos gruesos. panizo. frisoles.Los chibchas septentrionales | 119 | Mutiscua. todo muy tupido y tejido. uvas silvestres como las de España. Vivían en torno a pequeños barriezuelos de 8-10 bohíos. con clima más cálido que frío. pequeños grupos de descendientes comunes. se han encontrado aterrazamientos (tambos) para vivienda en zona de laderas. aunque con enfrentamientos bélicos esporádicos (Langebaek. La mitad de las paredes desde el piso les hacían incrustaciones de piedra. ahuyama. independientes entre sí. II: 466) La base de su organización política la constituían las denominadas parcialidades. y sembraban maíz. yuca. que son unos animales como muy grandes ratones. 1956. caimitos. algodón y legumbres. con un máximo de 20 viviendas. encañadas con las partes de dentro y fuera y organizados con mezcla que hacían de barro y paja. Los mantenimientos son maíz. etc. raíces de apio. Al respecto fray Pedro Simón anotaba: La vivienda consistía en bohíos en forma rectangular y cuadrada cubriéndola con paja. venados y conejos. Pedro Aguado los describe de la siguiente manera: Los rescates de que estos indios usan es el algodón y la bixa. La tierra era muy fértil. papagayos. porque ignoraban el arte de la teja. yuca. sin que existiese principal ni señor que los rigiera. Las aves son: paujiles que son unas aves negras del tamaño de las pavas de España. los ríos eran ricos en pescado (Aguado. curíes. guacamayas de la suerte de papagayos. En cuanto a la alimentación y rescates (comercio). El cronista Aguado comentaba que: . .| 120 | Los chibchas: hijos del sol. 1996: 19-20). I: 81) Como señalamos anteriormente. Orígenes de su diversidad. grande y furioso. Mogoticos y Chicamocha (Figura 23). no tanto. Llegan sus términos por la parte del norte al Río del Oro [. La orden de gobierno que entre sí tienen es que en cada pueblo obedecen al indio más rico y más valiente. Este último nombre dio origen a la designación de la provincia de Guane.. sobre los denominados chitareros se dispone de muy poca información. en el poblamiento del siglo XVI sobre esta provincia . (1981. y según Simón tenía la siguiente extensión y delimitación: Tiene de circunferencia más de diez o doce leguas que comienzan desde una singla o cordillera que corre norte-sur hacia la parte del este. siguiendo los cursos de los ríos Pienta-Fonce. al oriente limitaba con las tierras de los muiscas por las cotas bajas de la cordillera Oriental.] los naturales de este valle no tenían cacique. (1956. conquistada en 1540 por el capitán Martín Galeano. ni en toda la provincia de los indios que los españoles llamaban chitareros lo tiene. por el occidente y noroeste limitaba con la región de los yareguíes. El territorio de los guanes se extendía por la cuenca media y baja del río Suárez. 7. la cual corta el río Sogamoso. cuya división eran las cotas altas de la cuenca del río Suárez. para pasar al Río Grande de la Magdalena.]. la luna y los Andes. y éste tienen por capitán en sus guerras. IV: 21) Los límites de la provincia de Guane se pueden establecer de la siguiente manera: al norte limitaba con el territorio de los chitareros por la Mesa de Los Santos y Ruitoque. y las investigaciones arqueológicas son muy incipientes.. [.3 Los guanes A la llegada de los conquistadores españoles a la región santandereana. y otro que llaman Chalala. pasando por el río Chicamocha (Sube) hasta el curso medio del río del Oro. caudaloso.. la quebrada Macaligua y el río Pienta (Guerrero y Martínez. recibiendo primero cerca de esta tierra de los guanes el río de Suárez. en la cordillera de Los Cobardes o de Los Yareguíes. la mesa alta bien espaciosa denominada de Gérida estaba habitada por una pobla­ción cuyo señor se llamaba Guanentá. por el sur se separaba de la región muisca por el río Oibita. Por otro lado. 1996: 1242).. G. Lubigará. En estos personajes recaía la organización social. 1994). y al oriente y sur con los muiscas. maní. política y militar. Por otro lado. con algunas reservas. legumbres y frutales. A. habas (icaraota). 1995). Guanentá. Estaban encabezados por un cacique y varios capitanes. coca (hayo). en la zona de influencia guane. por ser paisajes más apacibles que los inferiores de la cingla (Figura 23) (Castellanos. Macaregua. cuyos nombres han sobrevivido como toponímicos en veredas y municipios. se ha señalado la ausencia de grandes aldeas y el reducido tamaño de los cementerios. lo que desmentiría la idea de que la provincia de Guane hubiese sido un manantial de naturales (Martínez. guanábana. aguacate. el acceso a los recursos hídricos que servían como ejes de los sistemas de comunicación y delimitación territorial. Así. Choaguete-Bobora. Coratá. a juzgar por la forma de las tumbas de pozo con cámara lateral y el tipo de cráneos hallados. La región de Betulia. No en vano se ha planteado que la concentración de sitios con arte rupestre y zonas de enterramiento en áreas cercanas a fuentes de agua. Jerirá y Sube (Guerrero y Martínez. Butaregua. Guanentá fue conocido como un cacique de gran poder a quien se supeditaban otros indios principales. 1995).. tabaco. Las antiguas acequias construidas por los indígenas fueron utilizadas posteriormente por los españoles para irrigar sus cultivos de plantas importadas. adecuada para el cultivo de trigo. . La misma Mesa de Géridas era llana. parece que existió un factor de competencia y de defensa de los dominios en la escogencia de las zonas altas. de buen temple para la salud humana. y el control de varios pisos térmicos para allegar diversos productos agrícolas.Los chibchas septentrionales | 121 | tuvieron mucha influencia los vecinos de Pamplona y los indios de Ortún Velasco. G. Chalalá. En general. apta para la ganadería. cebada. podría incluirse. pero parece que su dominio se extendía solamente sobre la Mesa de los Santos (Martínez. Además de las adaptaciones bioculturales introducidas por los humanos. al noreste con los tequias. ají.. piña. Las encomiendas que se establecieron en la provincia de Guane fueron las de Moncora (Guane). pitahayas y cacao. yucas (jatrofa). los guanes limitaban en este orden: con los chitareros al norte. pacificador de las sierras nevadas de los chitareros. papas. los accidentes naturales que antiguamente separaban grupos étnicos hoy día demarcan los actuales departamentos de Boyacá y Santander. corresponde a líneas de demarcación territorial (Pinto et al. Los guanes sembraban maíz. La vivienda se ubicaba teniendo en cuenta el dominio estratégico del paisaje. bien irrigada por cristalinas aguas. 1996: 20). al oeste con los yareguíes. como en el caso de La Purnia. A. fríjol. tomate. Los guanes se diferenciaban socialmente a través de sistemas jerarquizados. localizados entre los ríos Sogamoso y Opón. a su vez. De acuerdo con la Relación de Popayán y del Nuevo Reino. a donde acudían los comerciantes de ambas provincias para realizar sus transacciones. como ha anotado Otero D’Costa (Rodríguez. H. Las investigaciones arqueológicas que permitan constatar la extensión territorial de la población guane son muy fragmenta­rias. Orígenes de su diversidad. a pesar de ser chibcha. las estribaciones de la Cordillera Oriental.. el Cañón de los ríos Chicamocha (Figura 23) y Suárez y la Mesa de los Santos. ubicados en la parte septen­trional de la provincia de Tunja. 1990). la luna y los Andes.4 Los laches Los cronistas mencionan a los laches. colindando con la provincia de Pamplona. y en la parte sur de la actual provin­cia de García Rovira (Rodríguez.. H. de 1559-1560. los conquistadores . la Cordillera de los Cobardes. al norte. ritos y costumbres que los de Tunja (Patiño. costumbres y lengua. El idioma de los guanes. Con el maíz elabora­ban chicha. 1978). Con los vecinos del norte. intercambiaban sal por oro. 1983: 79). Con los muiscas inter­cambia­ban sal. Por cuanto esta labor de intercambio la efectuaba personal masculino especializado. los naturales de esa provincia eran diferentes en lengua y nación de los de la provincia de Vélez. los chitare­ros. las posibilidades de intercambio genético entre los guanes y las poblaciones circunvecinas eran muy reducidas. genético: al oeste. 7. también realizaban intercambio comer­cial. pues las mascaban con frecuencia combinadas con polvo de cal que guardaban en pequeños calabacillos. desde el río Chicamocha hacia la parte norte de Soatá. carecen de fechas tardías que faciliten relacionar la etnia arqueológica con la histórica. los que. cuyos restos se han encontrado en algunos yacimientos arqueológicos (Cifuentes. sin generar contactos masivos. en la hoy llamada provincia de Gutiérrez en el Departa­mento de Boyacá. mazamorras (zuque) y tortillas cocinadas o tostadas. con los yareguíes. y se concentran particularmente en la Mesa de Los Santos y en el Cañón del Chicamocha. lingüísticas y culturales. tejidos y otros productos en sitios de trueque ubicados en Puente Nacional. No sobra decir que las fronteras naturales de la provincia de Guane permitían un perfec­to aislamiento geográfico y. Las hojas de coca eran muy apetecidas.| 122 | Los chibchas: hijos del sol. limitadas además por las barreras geográficas. eran del mismo trato. diferentes en trajes. bollos envueltos en hojas (bijao). por ende. al sur y este. 1978). De acuerdo con los cronistas. tenía notables diferen­cias lingüísticas. el valle del mismo río dividía el territorio lache del muisca. afluentes del Chicamocha. Por el norte y nordeste. que separaban la comarca de los laches de los dominios septentrionales de los muiscas. tequias. laches y muiscas. todo muy tejido y tupido. I: 333). pero se señala el río Manco como su límite natural. eran diferentes en lengua y traje de los laches (Aguado. como la deformación frontoccipital oblicua. los límites son imprecisos. Susacón y Sátiva (Falchetti y Plazas. Las poblaciones del Valle de los Cercados o de Tequia. Por el noroeste.Los chibchas septentrionales | 123 | encontraron los principales núcleos laches en la comarca alta y fría comprendida en su mayor parte por las estribaciones occidentales de la Cordillera Oriental. en la cuenca alta del río Chicamocha. 1956. Tequia y Pamplona fueron consideradas provincias aptas para el mantenimiento de españoles. de probable supeditación muisca. Jericó constituye una zona limítrofe entre muiscas al sur y laches al norte (información personal del arqueólogo Pablo Pérez). 1956. El . en la zona denominada Nevado de Chita o Guicán. Por otro lado. ocupado por un grupo étnico diferente (Aguado. algunos cráneos procedentes de cuevas de Soatá (probablemente según el profesor Eliécer Silva Celis) y que reposan en el Museo Arqueológico de Sogamoso. y guardaban amistad con varios grupos llaneros. ipuyes y caquetíos. Otro problema surge con la vinculación de Boavita. y son considerados chitareros (Moreno y Pabón. En el Cocuy se hallaba la residencia del cacique principal llamado Acaima. donde los señores principales tenían sus casas cercadas de palos y cañas. Sin embargo. nombre antiguo de la localidad santandereana de San José de Miranda. III: 170). como los achaguas. 1992: 4). Por el sur y suroeste confinaban con las tierras del Tundama. el territorio llegaba hasta poco antes del valle de Tequia. siendo parte de la trayectoria del río Chicamocha la divisoria natural entre ellos. y la cabeza pequeña y poco dimórfica sexualmente. I: 333). Al occidente de dicho valle se localizan las poblaciones muiscas de Soatá. entre ellos por guanes. alcarrizos y otras ramas. 1973: 49). los laches se confundían con los tunebos o tames. 1993. Quizás en alguna época antes de la conquista española este valle del Chicamocha fue poblado por varios grupos étnicos. que según los cronistas tenía cerca de 800 casas de morada. como lo dispuso el capitán Suárez cuando remitió a Gerónimo Aguaya a poblarlas con ochenta hombres (Tovar. pues el diccionario geográfico lo incluye dentro del dominio de Soatá. al este del cañón. del cual dependían los cacicazgos de Ura (actuales veredas de Puebloviejo de Ura. Esta tierra fría estaba irrigada por los ríos Chitano y Nevado. denotan rasgos guanoides. Por el norte. La casas tenían las paredes toscamente elaboradas de piedra y las cubiertas y techos eran de paja. Morcote. Labranzagrande. El Tambor. Pisba. el cronista Pedro Simón menciona que los indígenas de los valles de Sáchica y Sogamoso frecuentaban la Casa del Sol locali­zada en la provin­cia de los laches. La Casa del Sol quedaba detrás del pueblo del Cocuy. 1973: 50) incluye a Chita. P. y para ellos los laches que ocupaban el occidente de la Sierra Nevada del Cocuy a la llegada de los españoles también fueron uwa. disminu­yendo la variación genética entre laches y muiscas. municipio de Jericó). cuya pertenencia étnica no podemos precisar. Chilcal y parte de la vereda El Moral en los municipios de Jericó y Chita). según varios autores.] a donde acudían con ordinarias y ricas ofrendas todos estos indios de estas dos provincias de tierras frías como adora­torio común. “[. Ogamora (veredas Bácota.. 1981. E. el profesor Eliécer Silva Celis (información personal) afirma que la cerámica proveniente de Labranzagrande es de tipo muisca.. Paya. se ha señalado la gran importancia que para la mitología de los tunebos actuales tiene la Sierra Nevada del Cocuy (Osborn. La Ovejera y La Estancia. lo que favorecía el flujo génico intergrupal. Chusvita y Guáquira) y Chita (Pérez. 1997: 14). De esta manera.. Güicán. las estribaciones orientales de la cordillera estuvieron habitadas por grupos chibchas afines. y tanto o más frecuentado que el de Sogamoso y tenido en la misma o mayor veneración” (Simón. Paul Rivet en su estudio lingüístico de 1924 (Falchetti y Plazas. Tapias y El Juncal).F. P. dentro de los grupos de habla tunebos. De esta información se colige que al menos en ciertas temporadas religio­sas. tunebos y laches. Orígenes de su diversidad. Guacamayas y otras. La lengua . II: 305). También había caciques en Panqueba. Chiscas.. Támara. y por consiguiente miembros de la misma comunidad. eran una misma comunidad (Pérez. Además. 1997: 173).F. cerca al río Chitano. lo que resaltan los cronistas no era la frecuencia de los enfrentamien­ tos bélicos entre laches y muiscas. Los uwa. Cocubal. Fabita. 1995). 1985. Por otro lado..| 124 | Los chibchas: hijos del sol.. 1990. 1956. Cheva (veredas de Tintoba. las relaciones entre estos vecinos eran amistosas. El Espino. Güicán. Silva (1945) señala que las pocas diferencias que entre laches y tunebos notaron los españoles “pueden indicar la posibilidad que entre lache y tunebo exista más que un parentesco lingüístico”. sino la belicosidad de los primeros: “[. A pesar del señalamien­to de permanentes confrontacio­nes bélicas entre laches y muiscas. Chiscas. Por ejemplo. I: 265). la luna y los Andes. Es decir que los tunebos se autodenominan uwa. Guacamayas y Jericó. Chusvita (veredas Sagra. Ten.] esta gente Lache habían dado en el reino de atrás muestra de gente más bellicosa y briosa que los Moxcas […]”(Aguado. y como lo criaban de aquella manera salían tan perfectas hembras en el talle y ademanes del cuerpo. y ejercitaban los oficios de mujeres con robusticidad de hombre.. (Fernández de Piedrahita. regiones de páramo como las de Silos. al igual que lazos culturales y una cosmovisión que se remonta a un ancestro antiguo común: el sol como deidad originaria y la luna como su consorte de donde habrían surgido todos los descendientes chibchas. Las exploraciones arqueológicas adelantadas en el territorio de los laches por Eliécer Silva Celis en la década del 40. no los diferencian de las otras mujeres. Santander. Lucas Fernández de Piedrahita describe esta rara práctica cultural: Entre los laches [.] tenían por ley que si la mujer paría cinco varones continuados sin parir hija. 1965: 47). por lo cual en llegado a la edad suficiente los casaban como a mujeres. y preferíanles los Laches a las verdaderas. ..Los chibchas septentrionales | 125 | sínsiga que se hablaba en Chita era un chibcha muy diferenciado y se trata de un dialecto del subgrupo tunebo de la familia lingüística chibcha (Ortiz. en cuanto a criarlo e imponerlo en costumbres de mujer.] Tal era el melindre con el que se ponían la manta y los que demostraban en los visajes al tiempo de hablar con otros hombres. han permitido ahondar en la discusión sobre las características culturales de este grupo. de que seguía de que la abominación de la sodomía fuese permitida en esta nación del Reino y solamente [. compartían una familia lingüística común. y amplias sabanas como la de Bogotá. por Ann Osborn en la del 80 y por Pablo Fernando Pérez en la del 90. eso es. y a éstos llaman Cusmos. pero.. mesetas rodeadas de profundos abismos como la de Los Santos. 1973: 53) A pesar de la diversidad de ambientes que ocupaban los pueblos chibchas. desde las sierras nevadas en el Cocuy. que cualquiera que los viese.. por cuanto no existen fechas de radiocarbono cercanas cronológicamente a la época de la llegada de los españoles. Dentro de las costumbres culturales de los laches resalta la práctica de convertir al quinto varón de la familia en niña y que criaban como tal. pudiesen hacer hembra a uno de los hijos a las doce lunas de edad. es difícil asociar estos hallazgos arqueológicos con la etnia lache. la luna y los Andes. Figura 24. Mesa de los Santos. Santander.| 126 | Los chibchas: hijos del sol. Cañón del río Chicamocha cerca del parque del mismo nombre. Vasijas halladas en un abrigo rocoso de La Purnia. Orígenes de su diversidad. Figura 23. junto a decenas de esqueletos. . y La Purnia 014. Boyacá (izquierda).Los chibchas septentrionales | 127 | Figura 25. Cráneos deformados de la Cueva de los Indios. Figura 27. . Boyacá (derecha). Santander (izquierda). Santander (Museo Horacio Rodríguez Plata. y Soatá. Cráneos sin deformar de Cheva T-05 (Cocuy). Santander (derecha). Figura 26. Mesa de los Santos. Cráneos deformados de Bolívar. Mesa de los Santos. Socorro). la luna y los Andes.| 128 | Los chibchas: hijos del sol. . Orígenes de su diversidad. en las que colocaban la chicha y las comidas (bollos de maíz. contexto ambiental y su incidencia sobre los humanos). el espíritu debía nutrirse. yopo. la sociedad (organización y posición social). además de ocre. para continuar sirviendo a las deidades de acuerdo con los oficios desempeñados en vida. o vasijas de cerámica. como las creencias (cosmovisión. por lo que en la tumba junto al cadáver se colocaba chicha. La creencia de las sociedades prehispánicas de que lo que muere es el cuerpo mientras que el alma o espíritu va a descansar a lugares agradables. enfermedades. yuca y otras raíces) con que se iban a alimentar en ese otro mundo. El fallecimiento de la mujer durante el parto y del varón al filo del pedernal –en la guerra o en sacrificios– eran considerados como las muertes más dignas. es lo que permite hallar diferentes artefactos líticos y de hueso. la luz a la oscuridad. borrachero) que permitían una comunicación más rápida con el otro mundo. la gente (edad. demografía. el orden al caos. la cultura material (estilos de los artefactos elaborados de distintos materiales. parentesco biológico) y el medio ambiente (recursos alimentarios. el mundo de los muertos. la muerte se concibe como algo consustancial con la vida. o domésticas. habitualmente de tipo ritual. concepción del mundo. alimentos y objetos que el . en las que se elaboraban sustancias psicotrópicas (hayo o coca. rituales funerarios y chamanismo en los Andes Orientales 8. como parte del ajuar funerario en las poblaciones precerámicas. sexo. estatura.Cosmovisión. de la vida y de la muerte). y aunque es temida por el misterio que la rodea. Dentro del pensamiento dual de los indígenas. yagé. el cielo al inframundo y lo masculino a lo femenino. según la manera de muerte. en el que la vida se opone y necesita de la muerte. rituales funerarios y chamanismo en los Andes Orientales | 129 | Capítulo 8 Cosmovisión. Durante ese proceso.1 La tumba: reflejo del mundo de los muertos y de los vivos L as prácticas funerarias constituyen una inagotable fuente de información sobre varios aspectos de las poblaciones del pasado. adornos personales). se acepta como una nueva forma de vida en otro mundo al que llega el espíritu una vez consumido el cuerpo. el dador de vida. Rodríguez. y está datado en 8140 a..1 Los abrigos rocosos de Tequendama En la hacienda Tequendama. occiso había utilizado durante su vida.2 Prácticas funerarias y chamanismo precerámico El registro mortuorio más antiguo de Colombia se excavó en Sueva. el dios supremo. La tumba. de energía y de calor. Cundinamarca. temidos por sus poderes. lascas como tapa). Junín. 1994. el inframundo. 1991). se aprecia un cambio de la cosmovisión que se refleja en nuevas formas (pozo. y posee como ajuar funerario ocre. Cundinamarca. veneran al astro orientando sus casas. 34) (Ruz. Gonzalo Correal y Thomas van der Hammen excavaron un abrigo rocoso que contenía 21 enterramientos en el corte Tequendama I. morteros y otros objetos usados por los chamanes. de los cuales nueve contaban con huesos largos . extendida. permite al mismo tiempo el retorno al útero dador de vida. orientación (hacia el movimiento del sol buscando su luz o energía) y tratamiento del cuerpo (cubrimiento con ceniza o cremación). restos de fauna (venado) y lascas triangulares alrededor de la cabeza (Correal. volantes de huso si había sido tejedora (Becerra. el ocre de color rojo con el que se recubrían los cuerpos de los muertos en algunos grupos precerámicos y agroalfareros. metates y manos de moler usados en el procesamiento del maíz y raíces. eran enterrados boca abajo –el quinto punto cardinal– para que sus energías se quedaran en la tierra y no perturbaran el mundo de los vivos (Figuras 32. hijos del sol. J. con el cuerpo en posición flexionada y la cabeza hacia el oeste. fragmentos de mineral de hierro. Los chamanes. templos. según su oficio: armas líticas si había sido cazador. C. 2001). posición (sedente. Orígenes de su diversidad. posición fetal y tratamiento del cuerpo solamente con ocre en los yacimientos precerámicos y primeros agroalfareros. a la vez que se considera como la casa de los muertos. conjuntos líticos y tumbas hacia él. la luna y los Andes. cámara. a 2570 msnm.2. proveedor de los ciclos climáticos y de los productos alimenticios. los muiscas.V. boca abajo). refleja la dualidad de la sangre que se derrama cuando se nace (la alegría) y cuando se muere (el duelo). 8. municipio de Soacha. 2005). de luz. 8.| 130 | Los chibchas: hijos del sol. El entierro es de tipo primario. Finalmente. en la vía que comunica la sabana de Bogotá con el valle del Magdalena. De tumbas de pozo simple (ovales). El entierro 14 (7500-5500 a. hay que acotar que no se reportan huellas de corte en los huesos que indiquen una intencionalidad en la manipulación de los cuerpos para su consumo. cuerno). los niños se hallan todos en posición sedente. tres individuos son femeninos. y que morían en este lugar pues. C. . El entierro 1 de Tequendama II. El uso del color rojo del ocre podría estar señalando una temprana asociación de este color con el duelo. partiendo de analogías etnográficas de algunos pueblos de los Llanos. los deudos tuvieron tiempo para acomodarlos antes de que los fenómenos cadavéricos los pusiera en estado de rigidez. ocre y caracoles. La posición varía entre de decúbito lateral (4). ocre. femenino maduro. no obstante. occidente y oriente. y allí mismo se enterraron los miembros de las bandas de cazadores recolectores que buscaban refugio. tal como lo practicaron varios milenios después los muiscas. Los autores han asociado la presencia de dientes y huesos largos dispersos y aislados en varias partes del refugio como “práctica de endocanibalismo ritual funerario”. tenía como ajuar un caracol. como si retornaran a la situación fetal. dorsal (4) y cuclillas (2. La mayoría de enterramientos se hallaba en la zona de ocupación VIII (entierros 1. 16. cuatro masculinos y cinco infantiles. quienes durante algunas festividades se bebían las cenizas de los antepasados con el fin de incorporar las virtudes y esencia vital del muerto en el mundo de los vivos (Correal y Van der Hammen. Los individuos adultos de ambos sexos enterrados en posición dorsal poseen mayor número de elementos de ajuar (líticos. Aunque no se descarta esta posibilidad. 18. (Correal y Van der Hammen. La orientación de los cuerpos es igualmente variable. Aunque la muestra es muy pequeña. como también restos calcinados. 11. en la que los difuntos se dirigen hacia otro mundo donde requerirán de instrumentos de piedra y hueso para realizar sus labores cotidianas.Cosmovisión. huesos. 10. hacia el norte. instrumentos de huesos y cuernos de animales.C. a juzgar por la articulación de los cuerpos. El ajuar consiste en artefactos líticos. correspondientes a esqueletos infantiles). 3. 17. se pueden realizar algunas observaciones que no se deben tomar como generalizaciones.) consiste en cinco falanges incineradas con fractura longitudinal. con los miembros flexionados. para el entierro 7. Las tumbas son en su mayoría de pozo simple. sin un patrón definido. los enterrados en posición lateral solamente poseen líticos. infantiles). 20). El abrigo se utilizó como vivienda temporal y taller durante varios milenios. y quizá una visión hacia la muerte como parte de la vida. 7. 1977: 125-152). o circular (3. 9. 2. rituales funerarios y chamanismo en los Andes Orientales | 131 | y los demás constituían elementos aislados del esqueleto poscraneal. 1977: 125). En cuanto el sexo. los esqueletos 12 y 13 (Figura 29) tienen fechas respectivas de 5285±60 y 4070±45 años a. C. con planta de forma oval alargada (9 en total). con una fecha de 3855±50 a. al que le faltan la tibia. 1992: 77). para ubicar posiblemente cañas o chusques que se enterraban unos 10-15 cm de profundidad. hay que pensar en la posibilidad de que al excavar el pozo para otras tumbas.2. es decir que tenía un alto consumo de tubérculos de altura. Destaca la asociación de los esqueletos 10 y 11 (Figura 30). en posición flexionada sobre el lado derecho. asociados a estos dos entierros se hallaron restos de fogones. En la primera zona de ocupación correspondiente al VII milenio a. Los 12 entierros descubiertos en este lugar se hallaron en posición de decúbito lateral. La vivienda se colige por la distribución espacial de los huecos y por el apisonamiento del suelo. Orígenes de su diversidad.7%. pues el primero (masculino adulto). con una ligera inclinación hacia el interior de la estructura (Groot. El esqueleto 8 tenía una piedra sobre el cráneo. se registraron fogones y huellas de postes. situado sobre la cima de una colina. Como ajuar se reportan artefactos líticos y de hueso. reposa entre las piernas del No.| 132 | Los chibchas: hijos del sol. Nemocón. con los miembros flexionados. y calibrada de 4720-4520 a. 2000) excavó durante dos temporadas un yacimiento precerámico al aire libre. Las características físicas de los pobladores son similares a las de Tequendama por su dolico-hipsicefalia. y se obtuvo una fecha convencional (Beta 278827) de 3820±40 a. la presencia de cuerpos desarticulados puede corresponder más bien a ofrendas de ancestros destacados con el fin de resaltar la filiación étnica.. con una secuencia cronológica extendida entre aproximadamente 8500 y 3000 años antes del presente. Cundinamarca. aunque acompañados de una baja frecuencia de elementos líticos y restos de fauna. Checua. aunque el esqueleto 12 (masculino adulto) se localizó sobre el lado izquierdo. los entierros anteriores se hayan podido trastocar. C. por consiguiente. 8. Ana María Groot (1992. C. posiblemente por haber sido enterrado en posición ventral con . C. la luna y los Andes. El sitio consiste en entierros y huellas de vivienda a campo abierto. El esqueleto 7 (femenino adulto) se halló trastocado. mayoritariamente sobre el lado derecho. orientados indistintamente hacia diversos puntos cardinales. y. cerca al río Checua. El esqueleto T-12 se dató mediante radiocarbono.2 Checua En la finca Extremadura. Igualmente. 11 (femenino adulto). señalando un poblamiento esporádico y estacionario de pequeños grupos. con una proporción de 13C/12C de -19. el peroné y el pie izquierdos. con los miembros superiores flexionados. perteneció a una persona de características chamánicas. 1990: 142). temida en vida. el color de la muerte desde el Paleolítico Superior. y entre ellas el esqueleto de un hombre de aproximadamente 40-45 años de edad. se localizó un enterramiento ritual consistente de un cráneo completo con sus vértebras cervicales articuladas. correspondientes a una mujer de aproximadamente unos 30 años de edad.C. Soacha.. un frontal. los objetos rituales colocados .Cosmovisión. en posición bocabajo. fueron cuidadosamente biselados y decorados con incisiones perpendiculares a estos. Estas evidencias del registro arqueológico de Checua demuestran la gran variabilidad de las prácticas funerarias de la época precerámica. y las piernas abiertas y dobladas. en las que no se sigue un patrón estándar ni en la posición ni en la orientación. líneas paralelas. El cráneo perteneció a un individuo masculino adulto. Cundinamarca. por lo que se le enterró boca abajo para que sus energías se proyectaran hacia el interior de la tierra. a la que le falta la pierna izquierda (Figura 30). y junto a la región basal.2. círculos. único por sus rasgos en la región Andina. muslos y piernas. recubierto con pintura roja. Los bordes de los huesos. rituales funerarios y chamanismo en los Andes Orientales | 133 | los miembros flexionados. cortados en las epífisis. Consideramos que este entierro. muy robusto. Gonzalo Correal excavó un complejo funerario colectivo dispuesto en círculo. dos parietales y un occipital humanos. al lado derecho. el quinto punto cardinal. que reposa sobre el muslo derecho de la mujer. antebrazos. 8. Un niño (esqueleto 5) yacía sobre el cráneo fracturado intencionalmente del esqueleto 6 (femenino adulto). también presentan decoración con pintura blanca. Uno de los parietales tenía una concentración de ocre rojo. 10 y 11. de donde se obtuvo una fecha de 2080±35 a. consistente en 23 individuos (Figura 31). rellenas de pintura blanca (Figura 32). Llama la atención el grado de interpretación simbólica del mundo fúnebre alcanzado por los pobladores. En la unidad estratigráfica 4/1. no manifiesta lesiones traumáticas. Debajo del cráneo se hallaron huesos largos correspondientes a brazos. reflejado en los enterramientos Nos. quizás por haber sido empleado como recipiente para este pigmento (Correal. puntos blancos aplicados sobre negro).3 Aguazuque En Aguazuque. por las suturas. Sobre las superficies se dibujaron figuras en pintura blanca nacarada (volutas. La dolicocefalia. Sueva. 11 (Figura 33) que se encontraba en posición de decúbito lateral derecho con la cabeza hacia el este. Floresta. a su lado. C. dada la tradición del sitio. de manera ordenada. desarrollo de enfermedades infecciosas como la treponematosis) entre finales del III milenio y principios del I milenio a. El segundo es un conjunto ceremonial consistente en un canal y estructuras piramidales al oeste y cónicas al este orientadas entre 22-25º NW (Figura 35). Chía) y tardíos (Aguazuque. cuando la sociedad había desarrollado formas más complejas e individuales. 2005). Vistahermosa) de la Sabana de Bogotá (Rodríguez y Cifuentes. Su cronología estaría tentativamente entre el I milenio d. lo que señala la importancia del sitio hasta la época colonial. ya que se trata de un enterramiento colectivo realizado indudablemente por un sepulturero y sus seguidores en el transcurso de varios centenares de años. El primero consistía en un enterramiento colectivo de 11 individuos dispersos exceptuando el No. la misma posición y el mismo tratamiento mortuorio. culturales (desarrollo de la horticultura. y la Colonia. combinan colores blancos. En general. proceso de sedentarización) y biológicos (proceso de gracilización. Orígenes de su diversidad. se construyó un .3. con tres entierros individuales (uno de ellos con deformación cefálica). aquí se localizó cerámica de tipo Herrera y cuernos de bóvidos hispánicos como ofrenda (Figura 37).| 134 | Los chibchas: hijos del sol. siguiendo unas mismas prácticas rituales de colocar los cuerpos de los difuntos en el mismo lugar.3 Prácticas funerarias durante el Período Herrera 8.C. un pie humano articulado sobre un metate (Figura 36) y una posible planta de vivienda de tipo palafítico sobre el borde de la antigua laguna. la luna y los Andes. Esto acontecía en un momento de drásticos cambios ambientales (incremento de las temperaturas medias anuales y disminución de la pluviosidad).C. este sitio descuella por sus particularidades. el grado de robustez y el desgaste dental los aproxima a los grupos precerámicos tempranos (Tequendama.1 Madrid 2-41 Este yacimiento arqueológico consiste en un montículo funerario y un conjunto ceremonial. Durante la segunda fase de ocupación. negros y rojos que pueden significar la vida y la muerte. 8. crecimiento demográfico. Checua. El ajuar consistía en fragmentos cerámicos del período Herrera y restos de animales. consistentes en huesos humanos decorados. padecía de treponematosis y su fecha es de 150±50 a. algunos de procedencia española–. mal controlada. Otra tumba de la misma forma incluía un individuo adulto deformado. Con la luz empezó a amanecer y comenzaron a criarse cosas. La cabeza presenta deformación frontoccipital erecta. todo era oscuridad en el universo. la tumba tenía además dos nichos circulares. 8. de donde salió posteriormente. En este yacimiento se excavaron varias tumbas más. la cabeza en sentido nordeste. En su interior se localizó abundante cerámica. Como el sol era la . gran cantidad de restos de animales –entre ellos. Además. lo primero que Chiminigagua creó fueron unas grandes aves negras. uno a la cabeza y otro a los pies. con los miembros inferiores flexionados sobre el cuerpo (Figura 38a). A juzgar por esta peculiar manera de enterramiento.Cosmovisión.4 Prácticas funerarias y chamanismo entre los chibchas 8. La tercera tumba incluía a un individuo masculino adulto sin tronco ni pelvis. integrado por un canal que se extiende por más de 30 metros de sur a norte.1 Cosmovisión y rituales muiscas Los indígenas del Nuevo Reino de Granada creían que antes de que existiese cualquier cosa. que contenían material cerámico y lítico (Figura 38b). Para los españoles. huesos humanos dispersos. pudo poseer rango heredado. un fragmento de vasija globular y huesos de animales. y un conjunto funerario dentro de un nicho circular compuesto por un metate cuadrangular y sobre su superficie los huesos de un pie humano (Figura 36). con una anchura de 90-100 cm. como se colige por la deformación cefálica. debió ser una persona a quien tanto en vida como en la muerte se le temía.4. mirando hacia el quinto punto cardinal (Figura 34). planteando quizás que no conocían muy bien la técnica de deformación. a las que mandó por todo el mundo para producir luz con sus picos. y la luz estaba “metida en una cosa grande” llamada Chiminigagua. donde yacía el esqueleto de una niña en posición de decúbito dorsal extendido. este nombre equivalía a un Dios Señor Omnipotente creador de todas las cosas. y cuadradas al oeste. Más tarde fue ampliado hasta alcanzar el horizonte AB. con la cara boca abajo. Una de fosa semicircular con pozo semirectangular. rituales funerarios y chamanismo en los Andes Orientales | 135 | conjunto ritual y de observación astronómica. y que manifesta una dualidad: formas redondas al este. material lítico. pequeños instrumentos líticos pulidos. y siempre bueno. por lo que se prefirió inhumarlo de tal manera que sus energías quedaran orientadas hacia el fondo de la tierra y no pudiera perturbar la paz de los vivos. Bachué y su esposo se despidieron de los humanos. Por esta razón. y la lluvia en el elemento fertilizador. y quemaban moque y trementina. esmeraldas. a quien veneraban como a su dios principal y a quien en sus templos ofrendaban sacrificios de criaturas humanas. como era su esposa y compañera. Por otro lado. cuya fertilidad dependía de la tierra y del agua. los muiscas se trepaban a una montaña especial destinada para los rituales de lluvia. siendo la base económica de los chibchas la agricultura. los muiscas se consideraban hijos del sol. Finalmente se convirtieron en grandes serpientes que se sumergieron en las profundidades de la laguna. lugar de páramos y densa neblina. ya ancianos. III: 367-368). especialmente en el río Bogotá (Bosa). pidiendo se congelaran las nubes para que lloviera y no aguantasen hambre. De esta pareja surgieron rápidamente los humanos. brujos y médicos Los sacerdotes de la religión de los muiscas eran los séké (Ghisletti.2 Los séké o mohanes: sacerdotes.4. Tan pronto como amaneció en una hondonada de la laguna de Iguaque. surgió Bachué o Furachogua. oro. esparciendo las cenizas por el aire. donde tenían sus pesquerías (Simón. la luna y los Andes. De aquí surgió la costumbre de venerar las aguas y realizarles sacrificios. La tierra se convirtió en la gran madre creadora. término que por su difícil pronunciación los españoles convirtieron en jeque. En tiempos de sequía. después de muchos años. su mujer –de ahí que los ídolos muiscas fueran de ambos sexos. 8. Estos . siendo representada en los menhires y falos inseminadores hallados en diversas partes de los Andes Orientales.| 136 | Los chibchas: hijos del sol. especialmente sobre el culto a los dioses. a él se debía adorar. en un sitio montañoso llamado Tabaco. con quien vivió en una casa que construyó en la parte llana de Iguaque hasta que el muchacho cumplió la edad para casarse con ella. Orígenes de su diversidad. como también a la luna. también era objeto de veneración. estos elementos fundamentales para la supervivencia fueron ritualizados. la semilla que traía vida a las plantas. quien sacó consigo a un niño de cerca de tres años de edad. criatura más hermosa. la mayor y más costosa ofrenda era la sangre humana. 1981. mantas y otras cosas. con la que se alimentaba al sol con el fin de que éste fuese condescendiente con la gente. cosa buena). y chogua. que era ofrecida en los puntos más elevados para facilitar la comunicación con el astro principal. pues de cada parto nacían cuatro o seis hijos. 1954: 327). mujer buena (del vocablo fura. no sin antes darles una plática sobre los preceptos y leyes. la luna. Sin embargo. mujer. después de los cuales le horadaban la nariz y orejas para colocarle zarcillos y narigueras (caracuríes) de oro. peñas. arcilla blanca. 1956. cobre. Además de los templos. pues cada pueblo tenía su propio jeque. I: 254). levantaba con ambas manos la figurilla envuelta en algodón. ráfagas de viento. existían lugares sagrados como lagunas (entre ellas. quien le investía como sacerdote. pasaba al sobrino hijo de hermana (Aguado. También le enseñaban las ceremonias y observancias de los sacrificios durante doce años. cuando volvía a su casa se . especie de academia donde aprendía el arte con un anciano que le hacía ayunar todos los días con mazamorra sin sal ni ají. se desnudaba completamente. Cuando alcanzaba la edad mediana. gusanos. mosquitos. el futuro séké era sacado de su casa y confinado en otra apartada. diademas. mono o papagayo. llamada cuca. una que otra vez podía consumir un pajarillo llamado chismea. Al otro día. el jeque mascaba tabaco y ordenaba a quien quería presentar las ofrendas ayunar durante varios días determinados. Guatavita). se regresaba hasta donde había dejado su manta. La herencia del cargo. mandaba elaborar figuras en oro. y la licencia para ejercer el oficio de jeque en toda su tierra. solicitando remedio para ella. textil u oro. luego con sigilo recorría los veinte pasos y llegando al lugar del santuario. rituales funerarios y chamanismo en los Andes Orientales | 137 | ministros eran muy reverenciados. Una vez finalizado el ayuno. 1981. los cuales estaban elaborados en madera. Posteriormente se acercaba hasta la casa del cacique. luego se ponía de rodillas y arrojaba la ofrenda al agua. hombre y mujer. o la colocaba en alguna cueva o la envolvía dentro de la tierra.Cosmovisión. lagartijas. el jeque se detenía a veinte pasos. dispuestos en pareja. tigres. de águila o serpiente. temblor en las manos. vasos de diferentes composturas. o alguna sardinata de los arroyos. raposas y aves. entregándole el poporo y la mochila de la coca (hayo) y algunas mantas finas y pintadas. que consistían en figuras de serpientes. III: 383). adornados con mantas. el que ofrecía pagaba por el trabajo dos mantas y algún oro. Organizaban las ceremonias del pueblo y sus ofrendas. o truenos y rayos. casquetes. u otras dualidades. hormigas. y cuidaban y vivían en los santuarios con sus ídolos. monos. sin dar la espalda. A la ceremonia de iniciación le acompañaban muchos indígenas hasta una quebrada limpia. como zumbido en los oídos. ranas. brazaletes. Cuando algún poblador quería sus servicios. hilo o barro. donde se lavaba todo el cuerpo y se vestía con finas mantas nuevas. y observaba si escuchaba alguna señal. arroyos. cera. bailes y sacrificios para que empezara a ejercitarse (Simón. al igual que entre los caciques. que llegaban a ser dignas de veneración cuando alguien recibía de ellos señales a su paso. decía algunas palabras manifestando la necesidad del que ofrecía. Finalmente hacían fiestas con bebida. cerros y otras partes de singular atractivo. Cuando se acercaban al lugar de ofrenda. ceremonia que se realizaba de noche. y luego se iba a su casa. hallándome en el valle de Sogamoso en una doctrina que está a nuestro cargo. con que bailan puesto a las espaldas asido con las manos por los pies. y si corre derecha. (Simón. con el cual. mohanería endiablada. 1981. y por el contrario si torcida. que por ser fuertes. llamada Tota. Durante este proceso hablaban y dormían poco. 1981. una escobilla. y de ellas otras sin moler y un pedacito de espejo de los nuestros encajado en un palito. III: 386). medio bufón y atruhanado. le hice desvolver la poca ropa que traía y le hallé en una mochila los instrumentos del oficio. premiando a quien acertase al corazón o en los ojos. VI: 118) . es buena señal. que ellos llaman el Fo. aprovechando la noche para meditar mascando hayo. toman de aquellos polvos y los echan en las narices. para lo que pretenden adivinar. que tienen estos instrumentos. Orígenes de su diversidad. la cual miran en el espejillo. un viejo llamado Paraico. Hallamos también en la casa de uno un pellejo de zorro con su cabeza.| 138 | Los chibchas: hijos del sol. la luna y los Andes. Y así. cerca de la puerta de la iglesia. un hueso de venado al sesgo por la mitad y muy pintado. Los séké también se encargaban del entierro de los caciques. al que solamente ellos acudían. encontré. y si alguna persona osaba asomarse. y convidaba a sus parientes a celebrar con chicha (Simón. Con estas señas exteriores hemos venido a hallar muchos en aquel valle. Sogamoso. Límpianse aquello después con la escobilla y la ceniza que también se han echado en la cabeza. hecho a modo de cuchara. y péinanse el cabello. era amarrada contra un palo y flechada. ya que a pesar de la edad la conservaban (Castellanos. Además de sacerdotes que oficiaban en templos. Fray Pedro Simón ofrece una de las mejores descripciones del poder y prácticas de los mohanes en la región de Tota. lavaba y se cambiaba la vestimenta que había utilizado durante el ayuno. que eran un calabacito de polvos de ciertas hojas que llaman yopa. lo traen todos muy rapado y limpio de barbas los que la tienen. cuando hacen sus mohanerías. 1997: 1157). El mambeo de hojas de hayo (coca) con polvo o cal de ciertos caracoles en poporo (calabazuelo que contiene un palillo con el que se extrae el polvo y al untarse con la saliva se pega en el borde superior) era parte del proceso de meditación de los jeques. existían mohanes en las comunidades alejadas de los grandes centros religiosos. lleno de paja. saliendo de decir misa. hacen salir luego una reuma que les cuelga hasta la boca. pues les ayudaba a mantenerse en permanente vigilia y con gran vigor durante sus ceremonias sagradas. soportando durante largas horas la sed y el hambre. Boyacá: Los días pasados. el cual además les ayudaba a preservar la dentadura. Y teniendo noticia era mohán. para que esté el labio de arriba más desocupado. metates y manos de moler usados en la molienda del maíz. 1987). pues solamente moría el cuerpo y las almas eran inmortales. Cuando las almas salían del cuerpo. Los muiscas pensaban que el mundo era inacabable. Usme (Becerra. desarrollo y muerte. el entramado de las parihuelas o ataúd fungía como la barca de telaraña. y al igual que aquí. por lo que mediante el culto a la muerte se rinde. pasando primero un gran río en balsas de telaraña –por eso no osaban matar a las arañas. los cuales son acompañados mediante rituales especiales que contribuyen a la cohesión del grupo social. 1988). tanto los buenos como los malos. culto a la vida. poseían casas y labranzas a donde iban a descansar. Tales manifestaciones funerarias se han apreciado en los cementerios de Portalegre. 1997: 1156). Candelaria la Nueva (Cifuentes y Moreno. 2010) y de Tibanica. de la hacienda El Carmen.4. Soacha (Langebaek et al. Allí cada quien tenía el lugar predestinado. a la entrada del pozo se colocaba la tierra amarilla y en el fondo la tierra negra por donde el difunto tenía que transitar al centro de la tierra. comida. bajaban al centro de la tierra por unos caminos y barrancas de tierra amarilla y negra. resucitando y viviendo después de la misma manera que lo habían hecho en este mundo. por lo que colocaban múcuras con chicha.4. 8.3 Sobre la muerte y el más allá Para las comunidades prehispánicas la muerte era concebida como un proceso más dentro de un ciclo vital constante. La tumba (el pozo) por lo visto era una representación de la cueva del inframundo. Es decir. la muerte se considera germen de vida. en el que la persona que muere adquiere una nueva condición en el lugar predestinado para su descanso. Este tipo de creencias llevaron a que el cronista fray Pedro Simón supusiera que los muiscas habían sido evangelizados en tiempos anteriores a la llegada de los españoles.Cosmovisión. para que pudiera alimentarse durante el recorrido al inframundo y tuviera instrumentos con que trabajar. a su vez. Estas creencias se manifestaron en las prácticas funerarias. la muerte no es la negación de la vida. rituales funerarios y chamanismo en los Andes Orientales | 139 | 8. Soacha (Botiva. 2009). En este sentido. pues no hacían diferencia en esa calidad (Castellanos.. volantes de huso para hilar y otros artefactos empleados en vida por el difunto.4 Los sacrificios de los muiscas El sacrificio humano es definido como: . sino la continuación de los ciclos vitales de nacimiento. sea la de regular. (González. debe alimentar a los dioses con la sangre y corazones de guerreros. el principal producto alimentario.| 140 | Los chibchas: hijos del sol. Y. o arena de los ríos circundantes para que ofrezcan buena agua. Si eventualmente acontece un desequilibrio –crisis o desajuste ambiental–. Y. 1994: 110). la destrucción. Mediante la selección de las víctimas –el chivo expiatorio–. recolección y almacenamiento de productos. y de la evitación de las sequías. debe conocer el calendario climático para regular los ciclos de roturación. […] la inmolación. de la productividad de las plantas. inundaciones y plagas. de la vida de un ser humano. libera energía que se transmite de la víctima a todos los seres.. para sostener la bóveda celeste. todo envuelto en hojas de mazorca. . el espacio ritual y el momento oportuno. así como a su propio “señor”. regulación y estabilización de la sociedad es quizás la parte más destacable del sacrificio humano (González. por ejemplo. Esta función de transferencia de energía. Si los problemas son graves. esto se realiza por medio de la aportación de la energía necesaria para que exista un equilibrio adecuado en el cosmos. para alimentar y vivificar a una deidad. por diversos medios. El chamán o sacerdote en las sociedades agrícolas que dependen de la fertilidad de los suelos. en la cosmovisión mexica los dioses crean a los humanos y les proporcionan alimentos. 1994: 28) Así.. como la de todo ritual. su sacrificante. lo que incluye a la sociedad. El sacrificio humano. Para tal efecto. asegurando su reproducción y el alimento de los propios humanos. para fecundar la tierra. ramitas o semillas de árboles propiciadores de las lluvias. niños y ancianos (González. sobre todo cuando se presenta de forma violenta. lluvias y riquezas en un estado de armonía. siembra. Sin embargo. a fin de establecer un intercambio de energía con lo sobrenatural para influir en el mundo natural y el sobrenatural y reproducirlos. para hacer morir y renacer a una deidad y a lo que encarnaba.. pero para la conservación del equilibrio en el orden de la sociedad y para que ésta surja pujante y establezca su poderío y su sacralidad sobre todo el mundo conocido. sea en forma de piedrecillas. se pretende aligerar las tensiones internas. reconociendo los momentos propicios para solicitar la fertilidad de los campos. doncellas. Orígenes de su diversidad. rivalidades y desajustes. se debe acudir a los sacrificios para mantener el orden. Y. debe ofrendar lo más preciado para la vida humana que es la vida misma. animales y plantas. la luna y los Andes. los rencores. de aquí que una de las funciones más importantes del sacrificio. una misma víctima podía servir para: […] expiar y sobrevivir en el más allá. 1994: 33). ofrenda objetos rituales a los falos inseminadores del campo. así fueran paisanos. los oferentes (sacrificantes. hay que abordar los roles de las víctimas (sacrificados). el segmento de la sociedad que se podía eliminar libremente. prístinos. asegurando así el nacimiento de nuevas plantas y nuevas vidas humanas (Díaz Barriga. y por eso eran los mejores intermediarios con los astros. Sin embargo. niños de comunidades foráneas. cumplía la función de regenerar la tierra y su fertilidad. los niños ocupaban un lugar importante. viviendas sagradas) y los momentos (habitualmente durante los desajustes del orden cósmico. los organizadores (sacrificadores. las niñas hijas de los señores principales de cada pueblo eran consideradas las más puras. los amigos de los castellanos. el cronista . pues fueron considerados traidores a la causa libertadora nativa. Por esta razón.Cosmovisión. personas deformes. Mientras tanto. ya que todos ellos. guerreros). 2003: 19) Para comprender mejor el papel del sacrificio humano en una sociedad determinada. 2009: 242). delincuentes condenados a muerte. rectangular u oval). fueron objeto de enterramientos particulares. Cronológicamente la infancia cubría los primeros 12 a 13 años de edad del individuo. (Graulich. los espacios (montañas. en tiempos de guerra o en la consagración de espacios sagrados). a diferencia de los jóvenes y adultos que tenían que ser purificados para el sacrificio. darles las gracias. caciques. como collares y dijes). rituales funerarios y chamanismo en los Andes Orientales | 141 | para aplacar los dioses. a la llegada de los españoles. como por el ajuar (casi siempre compuesto de adornos personales. tanto por la forma de la tumba (habitualmente de pozo simple. Al morir. luego de los cuales este ingresaba al sistema productivo de la sociedad. aunque algunos fueron momificados y deformadas sus cabezas como signo de estatus heredado (Silva. niñas hijas de señores principales. en fin. y por quien nadie reclamaría. reconocer su superioridad y poner de manifiesto la dependencia del hombre. en este caso el sol. sacerdotes). la limpieza de las casas y otros oficios menores. los niños despertaban sentimientos especiales. Las víctimas eran generalmente enemigos presos en las guerras. y. 2005: 338). ya que eran considerados puros. la expiación de ofensas. hechiceros o sacerdotes que fracasaban en sus predicciones. Dentro de las víctimas. pues con su inmolación debajo del poste principal de las casas de los caciques fertilizaban la nueva vivienda (Figura 40). augurando un buen futuro para sus moradores. sin importar su rango. jugando se aprendían los oficios domésticos y se apoyaba a los padres en menesteres ligeros como el acarreo del agua. la inmolación de infantes a las deidades encargadas de suministrar los recursos básicos para la supervivencia de la gente. como lo describió fray Pedro Simón. al igual que los actores y su estatus social. una niña bien compuesta en cada uno. o por su contenido. ya sea por su tamaño. Soacha. donde se han hallado restos infantiles bajo pisos de vivienda. (Simon. el oficiante es el cacique y las víctimas las niñas importantes. aunque articulados.]. sin señal de habérseles arrojado el poste sobre la cabeza (Figura 40).. Después de acabada. soltaban los palos sobre ellas y las iban macizando con tierra. Cundinamarca (Langebaek et al. Para su dilucidación tendríamos que estimar de manera adecuada el sexo de los restos infantiles hallados en los pisos de viviendas. podrían ser los padres del infante fallecido por causas naturales.. acabado el hoyo.. en los hoyos que hacían para poner aquellos palos gruesos que usaban en medio del bohío y a las puertas del cercado. Usaban todos los indios estas fiestas siempre que estrenaban casas nuevas. convidaba el cacique a todo el pueblo para una gran borrachera que duraba muchos días [. Para el autor esta ofrenda demuestra la naturaleza esencialmente matriarcal de las instituciones y creencias chibchas. y diferenciar el rango de las mismas. . y en el primero. (2005: 180) en Monquirá. Otras evidencias se han excavado en Tibanica. cerca del templo del Sol. 2009). III: 394-395) Evidencias materiales de estas ofrendas se encontraron a 140 cm de profundidad debajo del poste central de una vivienda excavada por Eliécer Silva C. y el sacrificio. que quizá tuvo la oportunidad de acceder al libro quinto suprimido del texto de fray Pedro Aguado (I: 255) sobre la espiritualidad de los muiscas: Cuando se hacía de nuevo la casa y cercado del cacique.]... Si bien es cierto que el objetivo es el mismo. Sogamoso.| 142 | Los chibchas: hijos del sol. la cimentación de la vivienda. pero cada cual con gastos según su posible [. y la consagración de la vivienda mediante su cimentación con sangre humana. 1981. hacían entrar. porque decían consistía la fortaleza y buen suceso de la casa y sus moradores en estar fundada sobre carne y sangre humana. ya que en el segundo caso. y estando las niñas dentro de los hoyos. sin importar su sexo. en el que se mata a un infante intencionalmente para enterrarlo en el hueco del poste central de la vivienda. Orígenes de su diversidad. la luna y los Andes. donde se hallaron restos humanos muy desmenuzados pertenecientes a un infante. por ejemplo cuando se muere un niño y se le entierra debajo de la casa para consagrarla aprovechando la pureza infantil. los medios son diferentes. Estas diferencias apuntan a distinguir entre ofrendas humanas. hijas de los más principales del pueblo que estimaban en mucho se quisie­sen servir de ellos para aquello el cacique. Estas ceremonias se organizaban en los tiempos secos para aplacar la furia del astro solar mediante alimento para que no retuviera las lluvias (Aguado. 1956. a donde llevaban en una gran procesión a los niños capturados durante las guerras con los enemigos. Sogamoso y Guatavita para realizar un festejo. enterrando la sangre y el cuerpo (Simón. quería pedir a sus . atuendos y sacrificios se encuentra en El proceso contra el cacique de Ubaque en 1563. Londoño. ocurrido en el poblado donde residía el jeque Popón. pues consideraban que el espacio era muy pequeño. III: 384). templos. 1981. mayor la grandeza del cacique. a quienes confinaban durante un tiempo en ciertas casas y los alimentaban especialmente. donde apartándose los jeques del resto de la gente. sus ofrendas. todo lo tenían cubierto de bija. al llegar al lugar del sacrificio. y el principal destinatario era el sol. 1981. Con estos cuerpos-trofeo los jefes pretendían consolidar su poder. había de morir. a la que le tenían mucho aprecio. además. pues colocaban a las víctimas en la parte alta de unos maderos a manera de gavias de navíos. Desde abajo flechaban a las víctimas. Si así ocurría. e infundir respeto entre sus vasallos y miedo entre sus enemigos. Simón. a quien ofrendaban de manera especial. lo que era interpretado como una buena señal (Simón. el más reconocido y venerado de la región (Casilimas. pues ya estaba viejo. Quizás uno los mejores relatos sobre la ritualidad de los muiscas.Cosmovisión. y deseaba hacer sus honras fúnebres en vida. IV: 339). Entre mayor era el cercado y el número de sacrificados. procesiones. Salían con los primeros rayos del sol y. III: 385). 2001. se consideraba que había sido comido por el sol. y en otras oportunidades quedaba insepulto en la cumbre. que se hallaban en las entradas y esquinas de las casas. I: 255). no en templos. Recogían la sangre en una totuma y con ella untaban las peñas iluminadas. 1981. ésta salía desde el cercado del cacique hasta un cerro alto. Las ofrendas y sacrificios que hacían los caciques eran diferentes. para que lo consumiera el sol. Luego bajaban el cuerpo y con la sangre. sino en las altas cumbres que miraban al oriente. y los jeques recogían en totumas la sangre que se escurría por los maderos. Entre la medianoche y la madrugada de un día del mes de diciembre de 1563 el cacique de Ubaque convidó a los de Bogotá. tendían al muchacho en el suelo sobre una manta rica y allí lo degollaban con unos cuchillos de caña. rituales funerarios y chamanismo en los Andes Orientales | 143 | Las ceremonias sacrificiales masivas eran organizadas por los sacerdotes. El cuerpo del difunto algunas veces era colocado en cuevas o sepulturas. tiraban las piedras iluminadas por el sol. número de participantes. 2001. desfilaban danzando por una carrera que tenían muy limpia y de tal anchura que cabían dos carretas. armas. usando máscaras de diversos materiales (totuma. Londoño. tocando flautas. coronas de plumas. cuca u opaguen. cantando. Se dice que esta riqueza era poca comparada con la de los caciques principales. La lengua que usaban durante las ceremonias era la de “cantares de Sogamoso”. pitos. más hacia la superficie. 8. pues los conquistadores fueron los primeros saqueadores del país. vestidos y telas con que hacer otros en rompiéndose aquellos con que los enterraban”. 2001. 2001). y desconocida para los seculares.. caracoles y otros fotutos. pues lo prefería a sufrir los maltratos de los españoles y el tener que servir a estos. y su avidez de oro les condujo a excavar cuanta tumba localizaban. El viento que llegaba de este valle a Bogotá era muy característico y le había dado el nombre a esta provincia. como se estilaba en la provincia de Tunja. También ofrendaban esmeraldas. conque lo cubrían con sólo una cuarta de tierra encima. cascabeles. III: 327) relata que a los muertos se les enterraba con sus “[. Durante estas ceremonias “los dichos indios invocan y llaman a los demonios para que les digan lo que hacen los indios muertos y si han menester algo e qué es lo que por allá pasa” (El proceso. los cronistas incluyen prolijas descripciones. 2001: 59). el viento también representaba a Bochica. Orígenes de su diversidad. por lo que se confinaban en un bohío especial llamado cococa. Fray Pedro Simón (1981. vestidos de diversas formas. a quienes supuestamente extraían el corazón estando vivos.] comidas y bebidas. del Cocuy y de los Llanos. chitareros (Santander). cuero). Frente a la puerta del cercado del cacique de Ubaque –bohío del coyme– había una avenida muy larga de unos 10-12 pasos de anchura por donde desfilaban los indígenas. mantas coloradas y piezas orfebres (Casilimas. Los miembros de baja jerarquía eran enterrados en los . dioses que muriesen todos los muiscas.| 144 | Los chibchas: hijos del sol. sino arriba. cuya riqueza se arrojó según la leyenda al pozo de Donato. de uso exclusivamente ritual. Durante estas ceremonias acostumbraban sacrificar muchachos de 15-16 años adquiridos de grupos panches (valle del río Magdalena).4.. redecilla. la luna y los Andes. bailando. bebiendo chicha y portando pendones. latón. que les producía vómitos y diarrea. en número de 5000-6000. plomo. Como psicotrópico empleaban el yopo (yopa). como posiblemente sucedió con el de Tunja. tejidos de palma.5 Rituales funerarios En cuanto a las prácticas fúnebres. con forma de felinos y otras representaciones. El oro del difunto no se enterraba con el cuerpo. calabazos. rituales funerarios y chamanismo en los Andes Orientales | 145 | campos envueltos solamente con una manta. 1959. Posteriormente. eran . así como los muertos no pueden huir. lo que no encaja en el patrón sureño de las prácticas funerarias (Becerra. practicaban la momificación. La práctica ritual más llamativa fue la momificación de los cuerpos de los personajes principales. mochila para el hayo. 1974. Tunja (Pradilla et al. cofia de pelo humano o de algodón. como la mocoba. III: 139. Los yukpa de la Serranía de Perijá.. Correal. Finalmente el cuerpo era envuelto con varias vueltas de mantas muy liadas entre sí (Epítome. llama la atención sin embargo por la complejidad de sus entierros. 2001) (Figura 39) y Sogamoso (Silva. militar y hasta cotidiana de los chibchas. orientación. Langebaek et al. nariz y boca. posición y tipo de ajuar. 1987). Algunos personajes. sea de laja o de armagasa de ceniza y arcilla. los laches de la Sierra Nevada del Cocuy y los muiscas de Boyacá-Cundinamarca. política. agujas de hueso. dado que presenta varias combinaciones en cuanto a forma de las tumbas. como en Samacá (Boada. 1988. Ello lo hacían con el fin de acrecentar los ánimos de los vivos e instarlos a no desertar del campo de batalla. los restos se hallan en diferentes museos de la región andina donde son objeto de admiración y espanto. A los primeros conquistadores les llamó la atención la presencia de cuerpos momificados que los indígenas de Bogotá portaban en andas durante los enfrentamientos contra ellos. La cavidad abdominal era rellenada con objetos preciosos como esmeraldas y tejuelos de oro. posiblemente los caciques y su parentela. Las momias de estos personajes eran custodiadas en templos especiales.Cosmovisión. los cuerpos se colocaban en posición fetal sedente dentro de tumbas de forma oval con tapa. 2005). pues sería una gran vergüenza abandonar esos memorables huesos (Fernández de Oviedo. que se extraía de unos higuillos de leche pegajosa. al igual que los ojos. los guanes de la Mesa de los Santos. 2010). 406). El proceso de momificación incluía la evacuación de las tripas e intestinos y su reemplazo con resinas. poporo. con el cadáver en decúbito dorsal y miembros extendidos (Botiva. excavado recientemente. Pradilla. donde eran colocadas sobre estantes junto a los adornos personales del difunto (plumas. en Tovar. los chitareros de Santander. Simón. sobre cuya sepultura plantaban un árbol para deslum­brar el sitio. En cambio. 1981. En el norte del altiplano. 1945. III: 126-127). el cuerpo era secado mediante ahumamiento sobre barbacoas. 1992. mantas pintadas). según el caudal de cada uno.. El cementerio de Usme. 2009). pertenecientes a ancestros que se habían destacado por su valentía. 1995. la mayoría de enterramientos excavados en el sur de la sabana de Bogotá se caracterizan por ser de fosas rectangulares. quizá porque ocupaban un lugar central en eventos importantes de la vida religiosa. 1544. cosida la boca con un hilo macizo de oro. 2003: 61-62). llena de tejuelos de oro. Cuando el difunto era un cacique. eran reverenciados en los templos dedicados al sol como el de Sogamoso (Figura 18). Se afirma que los señores principales eran enterrados con sus criados y criadas vivos. porque ésta era la mayor demostración y fineza de amor que había entre ellos. Orígenes de su diversidad. “la inmortalización se obtenía a través de la momificación. 1981. En los entierros se vestían mantas coloradas y se teñían los cabellos con bija. la cual habían abierto con anticipación en lugar secreto desde el mismo momento en que el muerto había sido elegido como heredero. así el cuerpo y el espíritu sobrevivían. Simón. no conocían la gravedad del hecho a que se ponían” (Simón. Estas momias podrían ser imágenes de los personajes muertos. sino que se los colocaba sobre la sepultura. que debió pertenecer a algún señor principal. 8. III: 256). entidades vivas que empleaban los mismos espacios y recursos que los vivos. los españoles hallaron en una sepultura de una casa antigua y despoblada.5. la momificación artificial proporcionó un lugar donde el alma podía habitar.| 146 | Los chibchas: hijos del sol. Otros personajes. De este modo. vestidos y telas para hacer otros si se rompian aquellos con que los enterraban. Los muiscas de Tunja En esta provincia de Tunja no se enterraba a los indios con sus objetos. Unas eran abiertas en bosques y espesuras. hasta la sepultura solamente asistían los sacerdotes. pero dábanle primero a los vivos un zumo de cierta yerba con que privados de sentidos. En cuanto a los sacerdotes. por lo tanto se consideraba a las momias como entidades vivas” (Arriaza. pues el rojo era el color del luto. cubriéndolos con un poco de tierra. eran custodiados para ser exhibidos durante las confrontaciones bélicas. otras en .1.4. Con la momificación. que venían a pesar todos dos mil libras de oro fino (Aguado. quizás guerreros que se habían destacado. 1981. la gente pretendía preservar las cualidades espirituales y orgánicas de los personajes destacados por su valentía (guerreros). o por su cargo religioso (sacerdotes) o político (caciques). armas. cuyas cualidades se quería aprovechar. inhumados en cuevas junto a “las mujeres y esclavos que más le querían. pensando que el alma sin cuerpo no se puede retener. III: 407). además de sus comidas y bebidas. en consecuencia. 1956. la luna y los Andes. I: 290. las más antiguas del mundo. una mochila alargada de palma. durante las exequias bebían chicha según la capacidad de producción de maíz del difunto. Como se ha afirmado para las momias Chinchorro de Chile. con el cuerpo sentado con los miembros flexionados contra el pecho. con armas. Ana M. en algunas oportunidades las cubrían con las aguas de ríos o lagunas. Una vez cubierta la sepultura. aves). cubriéndolas con más tierra. curí. El ajuar consiste de collares (lidita. Boyacá. de las cuales cinco corresponden al período Herrera Tardío. colocaban encima a tres o cuatro mujeres vivas de las más queridas. morriones. también vivos. rituales funerarios y chamanismo en los Andes Orientales | 147 | sierras elevadas. En las excavaciones adelantadas en predios del Cercado Grande de los Santuarios de la Universidad Pedagógica y Tecnológica de Tunja (UPTC) por el equipo de Helena Pradilla y colaboradores. se hallan múcuras o vasijas de cuello largo. El tipo de entierro es directo. metates. con aplicaciones de figurinas antropomorfas sobre el cuello y de animales sobre el cuerpo (especialmente ranas). copas). Los enterramientos extendidos son más comunes durante el período Herrera. o de arcilla endurecida. sin ninguna decoración.. huesos de animales. petos. 2001. 1992). de forma cónica o cilíndrica (Figura 39). la mayoría de las tumbas son de pozo circular u oval. Pradilla et al. Para que sus mujeres y siervos no sintieran la muerte. y en la parte del fondo colocaban al cacique sentado en un dúho. Las tumbas eran muy profundas. cuarzo. líticos (manos. Encima de las tumbas se observa una tapa hecha de laja de arenisca. En El Venado. posteriormente iban los criados que mejor le servían. 1997: 1163-1164). No existen diferencias por sexo –aunque las tumbas con estructuras dobles suelen ser de mujeres asociadas a niños–. caracoles. también hay en menor proporción vasijas domésticas. cuencos. con la mochila terciada sobre los hombros con el poporo y el hayo. torteros) y esmeraldas. y múcuras de chicha. y a los niños se les recubre solamente con ocre. con una cavidad que suele tener hasta 60 cm de profundidad.Cosmovisión. El enterramiento femenino N49/63 estaba asociado a una alcarraza con decoración incisa en el asa. y cubiertas de carbón. huesos de animales (venado. ornamentado con mantas y ricas joyas de oro. Si la persona moría por herida de serpiente. brazaletes. la autora menciona la existencia de tumbas dentro del horizonte enterrado antiguo. Boada (2007) excavó 34 tumbas. finalmente iba la última capa de tierra. de manera que los pies y la cadera tocan al mismo tiempo el piso. oro). municipio de Samacá. y otras más recientes encima del mismo (Pradilla. Respecto a la temporalidad de los enterramientos. le colocaban encima cruces para señalar el sitio (Castellanos. También se hallan pequeñas fosas (semicámaras) y nichos. o en urnas (neonatos) asociadas a tumbas femeninas. vasijas (múcuras. En cuanto a los recipientes. conchas marinas. de 65-80 cm de diámetro. La posición predominante es la sedente. quince . los embriagaban con tabaco y hojas de borrachero que le agregaban a la chicha que les ofrecían. cuencos. con una cámara donde yace el cuerpo junto al ajuar funerario. incluso por el término de cinco años como lo establecía la norma. y la fecha para el sitio es de principios de nuestra era. Las tumbas del período Muisca Temprano presentan características similares a las del período anterior. Los muiscas de Bogotá Según el tipo de muerte se consideraba la suerte del difunto. el marido prodigaba a su mujer principal con buenos tratos y regalos durante el tiempo de casados y en los últimos pasos de su vida. Para reducir el período de continencia. señalando quizá una mayor participación de este género en la esfera económica (Boada. 1997). 2007: 194). La orientación de la cabeza es hacia el sureste. occidente y sur. al Muisca Temprano y quince al Muisca Tardío. porque según la tradición había pasado sin dolores esta vida. Los recintos del primer período fueron construidos dentro del área residencial. especialmente en los pozos circulares. Entre tanto. Algunos cuerpos evidencian huellas de emplasto de ceniza. a juzgar por la mayor cantidad de objetos en el ajuar.2. Algunos de los cuerpos tenían una cobertura de ceniza u ocre salpicado (Boada. Ponían cruces sobre las tumbas de los muertos por picaduras de serpientes ponzoñosas. Orígenes de su diversidad. los cuerpos estaban dispuestos en posición sedente. puesto que era ella la que mandaba y gobernaba en la casa. es decir corresponden al período Herrera (Rodríguez. 2007: 108). conchas. C. cuentas de piedra verde. . 8. Si la que moría era la mujer principal del cacique. y cuencos decorados con incisiones en calidad de ajuar. metates.4.| 148 | Los chibchas: hijos del sol.. podía dejar medidas de restricción para que su marido no se juntase con ninguna otra mujer. con una laja elaborada de armagasa de ceniza como tapa. en tumbas de pozo oval con cuerpos en posición sedente. Todos los cráneos presentaban deformación frontoccipital (Figura 15). y son de pozo de forma oval o circular. caracoles marinos y algunas cuentas de oro. Al parecer. izquierdo o dorsa– en los ovales. y fetal horizontal –lado derecho. fragmentos de vasijas con carbón en su interior. El ajuar hallado es muy escaso y consiste en copas. hay una tendencia hacia un mayor reconocimiento del estatus de la mujer.5. ollas. pues tenían por dichoso al que moría de algún rayo o por otro accidente o muerte repentina. las del período Tardío se diferencian en la medida en que algunas presentan forma de pozo oval o circular. jarras. Formas similares se han reportado en la vereda San Lorenzo Bajo (Chucua). El ajuar consiste de vasijas y cuentas de collar con cuentas marinas. la luna y los Andes. municipio de Duitama. orientados predominantemente hacia el sur y este. Los cuerpos se hallaban en posición de decúbito dorsal extendido. 1974). boca y ombligo les ponían algunas esmeraldas y tejuelos de oro. lo cual era demostración de amor. dormidas por los xeques con tabaco y borrachero. y la ubicación de esta solamente la conocían los xeques.Cosmovisión. III: 406-407). terciada la mochila del poporo y el hayo (coca). también se ponían vasijas con chicha y otros mantenimientos. El cronista Juan de Castellanos (1997: 1162) recogió una interesante tradición sobre el entierro de Nemequene. Una vez cubierto el cadáver con tierra. otras en las elevadas sierras. Se cubría con tierra. envolviéndolos en mantas finas. completando el relleno de la tumba. En el sitio Portalegre de Soacha. se les lloraba por seis días en sus casas. Algunas se excavaban en las espesuras de los bosques. La mayoría de tumbas son de pozo rectangular simple. 42). sus armas. La mayoría de tumbas excavadas en la sabana de Bogotá son de pozo de forma rectangular. y en la mano un pedazo o tiradera hecha de oro. antes de la llegada de los españoles. el 10% estaban cubiertas de lajas. y por el cuello les colocaban cuentas de collar. cuatro o más). Durante el sepelio los dolientes lloraban. a estos acompañantes les daban el zumo de cierta yerba. Junto al cuerpo en la cueva disponían a las mujeres y siervos del cacique que más le querían. y unas terceras en sitios cubiertos posteriormente con las aguas de algún río o laguna. Cundinamarca. según los bienes de cada uno. 1981. 2000: . múcuras con chicha. nariz. enterrados también vivos. lo que ha sido interpretado como reflejo de la división de este asentamiento en dos grupos sociales (Boada. Las tumbas eran profundas. colocaban encima los cuerpos de las mujeres más allegadas (que podían ser tres. enterradas supuestamente vivas. con que los privaban para que no sintieran la muerte. algunas poseen tapas de laja (Correal. poco profundas (Figuras 41. porque a los caciques se les momificaba. para recordar la que arrojó Bochica desde el arco del cielo para dar paso a las aguas de este valle. esta vez de los siervos más cercanos. y en la parte superior de la tumba se ubicaban otros cuerpos. muerto durante los enfrentamientos sostenidos con el Tunja. y se colocaba en la parte inferior al zipa sentado sobre un dúho. rituales funerarios y chamanismo en los Andes Orientales | 149 | Eran varios los modos con que enterraba a los difuntos. poniéndoles a la redonda muchos bollos de maíz. cantaban. Álvaro Botiva (1988) excavó un total de 130 tumbas y cuatro plantas de vivienda. ornamentado con mantas. con los cuerpos extendidos en posición de decúbito dorsal. bebían chicha. joyas y armas. Se afirma que la sepultura se abría desde el momento en que el cacique era consagrado como heredero del zipazgo. y luego se les enterraba en cuevas preparadas de antemano. En los ojos. comían bollos de maíz y mascaban coca (Simón. tocaban fotutos. orejas. volante de huso. por cuanto el comportamiento funerario es muy complejo y depende de la variación de distintos componentes (cosmovisión. Dos esqueletos (Nos. orfebrería). los datos bioantropológicos (Rodríguez. forma. canastero. adulto mayor. aguja de hueso. quizá por haber tenido una manera de muerte particular. edad. tomando como base los informes de campo.01 como nivel de significancia) para evaluar la relación entre los diferentes componentes de la arqueología funeraria en lo que atañe a la tumba (tamaño. 28). cuentas de hueso. manos de moler. 28. lajas).| 150 | Los chibchas: hijos del sol. huesos animales. estatus social. V. copas. orientación. cuerpo (sexo. cuenco. J. Por su parte. se conformó una base de datos con 125 tumbas de las 130 excavadas en 1987 por Álvaro Botiva (1988: 28. ollas globulares de dos asas. jarras. cántaro. edad. punzón. Para tal efecto. cuentas de concha. sin que sea necesario proponer hipótesis y modelos previos (Shennan. artefacto de molienda. cuentas de collar de concha marina y algunos artefactos líticos (volantes de huso. cuencos. cuentas para collar. 7 y 108) se hallaban en tumbas de pozo circular con los cuerpos flexionados. señalando la particularidad de su enterramiento. metates y un hacha). el individuo No. Estas pruebas orientan sobre las diferencias. mientras que los volantes de huso lo estarían a las mujeres. por lo que se hace necesario aplicar el análisis estadístico multifactorial. Los ganchos de lanzadera y las agujas de hueso parecen estar asociados a los hombres. deformación. 88 (Figura 22b). uno de ellos (28B. pruebas no paramétricas (Kruskal-Wallis y Kolmogorov-Smirnov) para afirmar la correspondencia entre distribuciones de las distintas variables. que tiene la ventaja de permitir la ordenación de los datos para establecer qué tipo de estructura emerge. El ajuar estaba compuesto por mocasines. Orígenes de su diversidad. número de individuos. El análisis de conglomerados jerárquicos permite clasificar . enterramientos dentro de planta de vivienda) y ajuar (ocre. manera de muerte). jarra. y el análisis de correlación de Pearson (varía entre 0 y 1. se analizó desde la perspectiva de la arqueología funeraria.. articulación. posición. vasija. p<0. la luna y los Andes. mocasín. 1992: 245). el de mayor edad de todo el asentamiento. se hallaba en toda la mitad de una planta de vivienda. sexo. gancho de lanzadera. Aprovechando que este cementerio es grande y dispone de buenos datos de la excavación. olla de dos asas. Llama la atención la tumba colectiva No. filiación étnica. con el fin de obtener los estadísticos descriptivos (frecuencias). el más corpulento) fue recubierto con una sustancia resinosa (Figura 22a). pero no las explican. Ésta se procesó mediante el programa estadístico SPSS versión 18. copa. un neonato y dos individuos masculinos adultos muy robustos. 1994) y la sistematización de Ana María Boada (2000). 29). pues está integrada por una mujer mayor. con tumbas de pozo simple de forma rectangular (97.6%) y el alto (18. sino que deduce la disimilitud o proximidad de los grupos y el nivel de importancia de las variables a partir de nuevas funciones. por estar en diferentes escalas (Shennan. Se parte del principio de que los miembros de un grupo tienen entre sí similitudes que no comparten con los no miembros (para el caso nuestro. tumbas de grandes dimensiones con mucha gente enterrada junto al cacique). contrariamente a lo que refirieron los cronistas del siglo XVI acerca de la existencia de caciques con bienes suntuosos (orfebrería.Cosmovisión.6%) ocupan un estatus especial. El análisis discriminante. cuerpos en posición de decúbito dorsal con los miembros extendidos (94. 7.6%). piedras preciosas. . entre los que el más frecuente es el rango bajo (37. Menos del 10% de las tumbas tenían ajuar. por su parte. 1992: 200). estos grupos corresponderían a divisiones sociales de la población objeto de estudio). Este cementerio está integrado primordialmente por individuos adultos (72%). el análisis multifactorial no opera con supuestos. basándose en la medición de la inversión de energía. lo que señala que en general este grupo no tenía una gran acumulación de bienes exóticos y no gozaba de un estatus elevado dentro del conjunto de la sociedad muisca. A diferencia del modelo procesualista (Binford. donde a mayor estatus debe corresponder un mayor tamaño de la tumba. el intervalo de distancias euclídeas al cuadrado y la estandarización mediante puntaciones Z.4%) tienen una significativa presencia. y orientación hacia el sur (49. La población se distribuye en varios rangos. y construye un conjunto de variables (funciones canónicas discriminantes) a partir de las variables originales que maximizan las diferencias entre los distintos grupos (Shennan. Mediante el análisis de conglomerados jerárquicos se establecieron cinco grandes enjambres.4%). El análisis discriminante permite establecer cuál es el grupo que más difiere y qué variables son las más discriminantes. caracoles marinos.6%) y este (40%). los niños (21. 2000: 32) que parte del principio de que existe un isomorfismo entre la complejidad del comportamiento mortuorio y la complejidad de la sociedad.6%). lo que demuestra el singular cuidado que hacia ellos tenía la población. entre los que el rango alto está constituido por las tumbas No. rituales funerarios y chamanismo en los Andes Orientales | 151 | las diferentes tumbas según la totalidad de variables (taxonomía numérica según medidas de similaridad). aunque el medio (21. 1972) aplicado a Portalegre (Boada. 1992: 285). es un procedimiento de disección (división) que ubica los casos en cierto número de grupos. momificación. y ninguna tumba sobresale por características especiales (por su tamaño y ajuar). mayor número y categoría de los objetos. mediante el método de vinculación intergrupos. y mayor presencia de artefactos foráneos. mayoritariamente femeninos (48%). En el caso de los varones. 32. Entre más grande sea la persona. 2000: 31). señalizándose el sitio mediante lajas sobre la tumba. por lo que no se les puede considerar bienes exóticos. podría corresponder a dos segmentos o mitades de la sociedad (Boada. Orígenes de su diversidad. cuencos. 27. El cuerpo de la tumba No. cántaros. el grupo social. y se relaciona con el número de individuos. como suelen postular los procesualistas. 115 y 124. la luna y los Andes. Lo mismo sucede con las cuentas de concha. 1990). 83. 35. 57. 8. por lo que no puede ser un indicativo de inversión de energía. Llama la atención que los mocasines constituyen un elemento relativamente popular. 96. Entre tanto. medio (11. estos grupos se diferencian según la presencia de ajuar. pues se hallan en los estratos infantil (7. La idea de que la orientación de los cuerpos. canasteros. la deformación cefálica y el número de individuos enterrados conjuntamente. la orientación y la presencia de lajas sobre ella. y en menor medida hacia el sur y norte. 68. cuyo uso fue muy popular en los rituales mortuorios de los grupos de cazadores recolectores y horticultores de la sabana de Bogotá (Correal. habitualmente sin ajuar funerario. orientados ya sea hacia el este o el oeste. ganchos de lanzadera y artefactos de molienda. podría tratarse del dueño de la vivienda. 25. el grupo social (en este caso alto). y para poder colocar las lajas hay que abrir aún más los pozos. En el caso de los niños. 21. Según el análisis discriminante. la deformación cefálica y la presencia de cántaros en el ajuar. pues no existen diferencias estadísticamente significativas en la distribución de ninguna de las variables –excep- . sería una manera de ofrendar (no sacrificar) la casa con la energía renovadora y pura de los niños.01) (Figura 28). 45. los individuos enterrados dentro de las viviendas son niños o varones adultos. el rango bajo se caracteriza por no poseer ajuar. cuyo deceso y posterior inhumación pondría fin al uso habitacional. Elementos tales como el ocre.1%).4%). 31. jarras. 27A. son exclusividad de este rango. la edad (adultos). En general. 58. 50. no tiene sustento en el análisis estadístico.6%) y la este (40%). El ocre. y particularmente en el alto (26. Vale la pena destacar que el tamaño de la tumba medido mediante el volumen depende significativamente de la edad.| 152 | Los chibchas: hijos del sol. desarticulado y en un pozo de forma oval. el sexo. por lo que se le puede considerar un ancestro de importancia para ser colocado como ofrenda. con prevalencia de la sur (49. 28B. mayor será el tamaño de la tumba. 108 (Figura 41) ocupa un lugar singular (denominado grupo especial) debido a que se halla en el interior de una planta de vivienda. agujas de hueso. tiene escasa presencia en Portalegre (2. sin importar su rango social. 29. copas. bajo (10.2% son mujeres).1%).4%). el sexo (el 65. huesos de animales. estos factores están correlacionados significativamente con el volumen de la tumba (p<0.6%). contenía 75 tumbas. Llama la atención que los pocos individuos orientados hacia el oeste son primordialmente masculinos. El tercer cementerio. con los cuerpos flexionados. localizado en la margen derecha de la quebrada Ombachita (Morcá). mientras que los orientados hacia el norte. Sogamoso Los enterramientos en alrededores del Templo del Sol en Monquirá. Por el contrario. no poseen ajuar funerario. y difieren significativamente de los de la sabana de Bogotá. con un 48% de tumbas de corte cilíndrico. en posición sedente o de lado. instrumentos musicales (fotutos de caracol) y adornos personales (pectorales. narigueras). 4. con los miembros recogidos contra el pecho. La diferencia con las primeras estriba en que la mayoría presenta una laja de piedra de forma cuadrangular como tapa de la tumba. pues las tumbas son de forma oval o circular. Eliécer Silva C. ni en la tumba ni en el ajuar funerario. En el segundo. evidencia que no se aprecia una notoria inversión de energía. presenta la misma tendencia. a pesar de la variabilidad entre individuos. La calidad y cantidad de objetos. en las que solamente un individuo presentó posición extendida irregular. de corte poco definido (18%) y de corte cilíndrico (8. incluidos los foráneos. se observan las formas de pozo circular (50%). Portalegre (Soacha) y Candelaria la Nueva (por la vía al Llano). ni la idea de control de recursos escasos o acumulación de riqueza como fuente de poder (Boada. rituales funerarios y chamanismo en los Andes Orientales | 153 | tuando la orientación. con 236 tumbas. Un análisis estadístico de los cementerios excavados en Las Delicias (cerca al río Tunjuelito). oval (22%). de las que el 55. 2000: 42). (1945) excavó en los años 1940 un total de 692 tumbas. pintaderas (sellos de rodillos). 8. El primer cementerio. indican el lugar destacado .4. con 160 tumbas. No se apoya la tesis de una fuerte jerarquización sociopolítica.Cosmovisión. cabezas antropomorfas.9%). Sogamoso. son muy similares a los de Tunja y Samacá.3. sexo y rango heredado. Aquí se presenta un ajuar exclusivo consistente en estatuillas de piedra o cerámica antropomorfas y zoomorfas. Boyacá.5. Aquí se podría pensar en diferencias asociadas a la manera de muerte u otro elemento de la cosmovisión.4% presenta forma de pozo oval y el resto de pozo de corte cilíndrico. los hallazgos indican que algunos caciques muiscas basaban su preeminencia en logros personales y en fuentes diferentes al control de recursos. Se destaca la denominada necrópolis No. igualmente pocos. La diferenciación social estuvo basada en la dimensión de edad. En seis cementerios. que es la más pequeña de las seis estudiadas. 3) momificación (Chiscas. Las excavaciones adelantadas en la década del 40 por Justus Wolfrand Schottelius (1955) en la Cueva de los Indios.4. IV: 48). tumbas y sitios de vivienda en los municipios de Jericó. Varias estructuras en piedra corresponden en concepto del autor a cimientos de viviendas de aproximadamente 2 m de diámetro. Orígenes de su diversidad. bebidas. que ocupaba esta necrópolis (Silva. I: 338). Pérez (1997. Socotá y Chita. El primero de ellos se caracterizaría por la cremación y sepultura secundaria en vasijas funerarias. 2001) ha registrado varios yacimientos que incluyen menhires.| 154 | Los chibchas: hijos del sol. y solamente un individuo presentaba posición extendida. los menhires corresponderían a sitios ceremoniales y vías de peregrinación de encuentro de diversos grupos durante las estaciones (Osborn. pictografías. con 118 tumbas. 8. a modo de silos. 4) cremación (Chiscas). salvo que las bocas de los sepulcros estaban a un lado en la barranca y no por la parte de arriba. residencia y obtención de recursos agrícolas.4.6 Los laches de la Sierra Nevada del Cocuy En la Sierra Nevada del Cocuy los laches tenían un templo del Sol donde había muy ricos enterramientos y de mucho oro (Aguado. Chita. siervos y pertenencias. En el norte de Boyacá. 1999. Jericó). predominan las posiciones sedente y lateral (derecha o izquierda). según lo lograron establecer algunos españoles durante la Conquista (Simón. En el sexto cementerio. ubicado a siete cuadras de Sogamoso. Eliécer Silva (2005: 333-344) describe varias prácticas funerarias: 1) inhumación en cuevas o grutas naturales (Jericó. mujeres. 1995). el autor cree que hubo una época en . la luna y los Andes. 2) inhumaciones individuales en fosas ovales o elípticas. plantearon la existencia de dos períodos. o simplemente depositados en el suelo y cubiertos con tierras revueltas o basurales (Jericó). con 181 enterramientos. Pablo F. Chiscas). 2005: 171). En el quinto cementerio. 8. con sus comidas. 1956. igualmente predomina la posición sedente y la forma de pozo oval. correspondientes a cuatro zonas altitudinales de ceremonias.7 Los guanes Los entierros entre los guanes eran similares a los de los pobladores de la sabana. 1981. municipio de los Santos. En tanto que los laches explotaban el sistema económico de microverticalidad a través de la división del año en cuatro estaciones. En la finca San Lorenzo del municipio de Oiba se hallaron cinco tumbas de características similares a las anteriores. dando fin al luto y austera vida (Aguado. habría de morirse. Lo mismo debía cumplir la mujer en caso de que muriese el marido. 1955: 2). 1989). una momia encima de la otra. Siguiendo sus huellas. atadas con nudos en la cabeza y en los pies. “como pescado en lata”. . el patrón de enterramiento es de tumbas de pozo con cámara lateral. Si la mujer moría y el marido quedaba vivo. En la finca El Choro del municipio de Villanueva se excavaron varias tumbas de pozo con cámara lateral.Cosmovisión. 1956. En el relato de los descubridores de la cueva. como husos. con variaciones en el tipo de cráneo y en la tecnología de la cerámica y de las telas. y una vasija de origen muisca. en Cadavid. este debía evitar bañarse y limpiarse durante diez lunas o meses –que contaban mediante nudos en una cabuya gruesa–. Curití. rituales funerarios y chamanismo en los Andes Orientales | 155 | que los cuerpos eran enterrados enteros. Guapota. y. Oiba. y utensilios de ocupaciones femeninas. armas. envueltas en grandes mantas. C. donde se obtuvo como ajuar vasijas tipo Harina de avena. En general. que ofrece serias dudas.8 Los chitareros Los chitareros del valle de Santiago (Pamplona) consideraban que si un padre azotaba a su hijo. También se presentan casos de cremaciones (Guapota) y momificaciones (Oiba) (Sutherland. regresó con un trapo en el hocico. con fecha siglo XII d. al igual que cuando se casó. En los municipios de Villanueva. echado adelante. el viudo o la viuda realizaba ceremonias. según su relato. El período más reciente está representado por los entierros de cuerpos momificados en posición extendida. Jordán. tipo Valle de Tenza gris. colocadas en posición tendida. regocijos y borracheras. sin momificación o con una momificación deficiente. C. en inmediaciones de viviendas. Junto con las momias vieron los hermanos Bárcenas mucha cerámica. rojo sobre fondo amarillo. y rojo sobre fondo rojo-naranja. los hermanos Bárcenas. 1972. y había de comer solamente de manos de otra persona. si no tenía quién le ayudase en esto. localizadas en cimas de lomas.4. El Encino y Charalá se han excavado tumbas poco profundas de pozo con cámara lateral. con fecha del siglo XIV d. Tras un año. Pinchote. 8. se agachaba para recoger los alimentos con la boca. añadiendo los tipos cerámicos poroso y micáceo. incluida una en forma de botella. por montones”. II: 359). se afirma que el descubrimiento se hizo cuando su perro. se llegó a un sitio donde había ”momias. “un telar” (Schottelius. Chía). El quinto se distingue porque los enterramientos están emplazados en cuevas o abrigos rocosos que sirvieron de osario para deposiciones colectivas. C. la luna y los Andes. las piedras de moler. especialmente de venado –el animal totémico por excelencia de estos cazadores . El cuarto está conformado por entierros secundarios colectivos o individuales depositados en urnas ubicadas en cámara lateral de planta oval. y Valegrá en el municipio de Mutiscua. Gachalá. si era varón. La región de Mutiscua es rica en enterramientos. De este tipo se ha localizado una gran variedad en La Chorrera.5 Tendencias temporales y espaciales en las prácticas funerarias de los Andes Orientales Como se colige de la descripción de las prácticas funerarias de los Andes Orientales. Durante el Precerámico Temprano (VIII-III milenios a. Nemocón.) los enterramientos se realizan. A esta categoría pertenecen los enterramientos hallados en la loma de la Cruz. El primero corresponde a tumbas de pozo con cámara lateral única o múltiple. en las prominencias montañosas que avistan hacia el norte. Era prohibido saquear las tumbas. 8. ubicado en cercanía a viviendas dispersas. y en diferentes orígenes y condiciones ambientales. Los de la parte plana se han encontrado en la zona de Cariongo. 1992: 132-133). localizadas en pequeñas planaditas de valles o quebradas. con enterramiento de un individuo. cerca de Bucaramanga.| 156 | Los chibchas: hijos del sol. en la manera como se concebía la vida y la muerte. por lo cual si alguien era pillado en esta acción. que contienen por lo general un nicho. el recubrimiento del cuerpo con ocre. y si era mujer. era muerto por los ofendidos con sus propias manos. y Galilo. Allí se han establecido varios tipos de entierros (Moreno. adulto o infantil. Orígenes de su diversidad. cerca a Pamplona. la posición del cuerpo flexionada. sin que nadie más se lo estorbara. tanto en abrigos rocosos (Tequendama. La manera de entierro era en pozos abiertos según el tamaño del difunto. caracterizándose por ser de pozo. Silos y Pamplona. cubriendo todo con tierra. como en colinas estructurales frente a antiguas lagunas (Checua). El segundo también es de pozo con cámara lateral. y el ajuar consistente en artefactos líticos y restos de animales. predominando las tumbas de pozo simple oval. Cúcano y Tapaguá en Mutiscua. en Pamplona. Sueva. El tercero corresponde a enterramientos individuales o colectivos en tumbas de pozo con cámara lateral abovedada. diferente del de las lomas. existe un proceso de diferenciación temporal y espacial que debe estar relacionado con cambios en la cosmovisión. le colocaban todas sus armas. de forma oval. ya que algunos grupos cercanos a la laguna de La Herrera (de donde toma su nombre este período) conservan sus prácticas funerarias heredadas de sus antepasados cazadores-recolectores. Durante el I milenio a. como también de la tecnología lítica. C. y se señalan lugares apropiados para su culto.) se evidencian cambios sustanciales en el patrón de subsistencia. ya sea de laja. La manipulación de cadáveres contaminados por las enfermedades infecciosas como la treponematosis debió afectar a los propios sepultureros. quienes se encargaban de los procedimientos funerarios de la comunidad. cuyo . La existencia durante tantos milenios de un mismo patrón mortuorio está señalando la presencia de sepultureros que seguían una misma norma aprendida de generación en generación. igualmente. El crecimiento demográfico y la sedentarización condujeron a un mayor contacto entre estos grupos con economía de amplio espectro. otros señalizados por columnas líticas (Villa de Leyva). que fueron afectados por enfermedades infecciosas que debieron causar preocupación y temor en sus portadores por las consecuencias físicas y psicológicas de las mismas. podría señalizar el temor por la salida de los muertos de su tumba. de ahí el desarrollo de observatorios astronómicos. y al ocre y al color rojo como señales del luto. como si con la muerte se quisiera retornar a la forma como surge la vida humana. algunos excavados (Madrid). El gran astro solar es reverenciado por su capacidad de fertilizar los campos. por lo que empieza a formar parte fundamental del ajuar. recordando el útero y la posición fetal. que eran organizados por chamanes. se aprecia una transición que no fue ni homogénea ni sincrónica. arcilla o argamasa de ceniza. sino que se disfruta de una vida en el más allá. y la cerámica foránea se convierte en un bien exótico. asignándose un espacio reservado para estos rituales. pues brindaba buena parte de la ración de proteína animal. que ahora se apoya en la horticultura de tubérculos de altura y en la pesca. C. que incluye artefactos de molienda y pesas para las redes. La tapa de las tumbas. en los campos se colocan falos líticos como símbolo de vitalidad. Hacia la primera mitad del I milenio d. es decir. bajo una cosmovisión muy similar. C. Durante el Precerámico Tardío (II milenio a. rituales funerarios y chamanismo en los Andes Orientales | 157 | recolectores. se fortalece el conocimiento astral. Durante este período se excavan tumbas más profundas.Cosmovisión. temidos y a su vez protegidos por la sociedad. Los enterramientos se realizan cerca de los sitios de vivienda. se considera que no se muere. apreciado. el cuerpo en posición sedente. pescadores y horticultores. concibiendo la muerte como un retorno a la posición fetal del nacimiento. pues las sociedades empiezan a depender en mayor medida de los cambios estacionales para orientarse en el proceso de siembra y recolección de las cosechas. cerca de una concentración de arte rupestre. por ser escasos. tradición que fue continuada y fortalecida en el periodo Muisca (800-1600 d. que parecen corresponder a los estratos más bajos. A pesar del fortalecimiento del poder sacerdotal. tanto por la forma de la tumba. que generaron a su vez tiempos de crisis. sacerdotes que custodiaban los templos dedicados al astro solar. de ahí la intención de retenerlos bajo objetos pesados. Mesa de los Santos. objetos suntuosos y varios individuos alrededor.) por los ogques o jeques. C. Igualmente se aprecia un proceso de acentuada jerarquización social. según los cronistas. aunque no se ha evidenciado en los cementerios excavados hasta el momento. Durante otro período de transición entre los siglos V y VIII d. con enterramientos suntuosos para los caciques (momificación. y no por la simple y desleznable tierra. deambular podría afectar el sueño de los vivos. Este personaje sí podría corresponder a los descritos por los cronistas como perteneciente a la alta jerarquía.| 158 | Los chibchas: hijos del sol. C. Soacha). ajuares exóticos. en un abrigo rocoso de La Purnia. los que. entierros en sitios especiales). Sogamoso) y del sur (Bogotá. cuya sucesión fue institucionalizada. la luna y los Andes. afluencia de profetas y la popularización de la religión plasmada en centros ceremoniales permanentes. Sin embargo. posición y orientación de los cuerpos. son muy difíciles de hallar. se observan cambios climáticos sustanciales relacionados quizá con erupciones volcánicas en la cordillera Central. . continuaron persistiendo chamanes en la periferia del área muisca que preservaron prácticas antiguas. un telar. como en el ajuar. extendidos y sin deformar. Orígenes de su diversidad. Santander. se halló una momia con deformación cefálica junto a mantas pintadas. Durante este período se observaron diferencias significativas en las prácticas funerarias del norte (Tunja. C. circular Ausente JERARQUIZACIÓN III-II milenio a. IX-IV milenio a. Cosmovisión. XIII-XVI d.C. C.VII d. C. circular Cerámica Orfebrería Líticos pulidos Cerámica Orfebrería Líticos pulidos Cerámica Orfebrería Líticos pulidos Individuales Oval. Precerámico Temprano Lateral flexionado POSICIÓN ENTIERROS Restos de animales Líticos Ocre Restos humanos Restos de plantas TIPO Y FORMA DE LAS TUMBAS Precerámico Tardío (Horticultores) AJUAR Colectivos Oval. Muy jerarquizada Muy jerarquizada Presente Presente Ausente Herrera Temprano Lateral flexionado Colectivos Oval. rituales funerarios y chamanismo en los Andes Orientales | 159 | .C. Rectangular Oval. circular CRONOLOGÍA Restos de animales Líticos Ocre PERÍODO Tabla 9.Sedente flexionado mara lateral pequeña al Lateral (Sogamoso) norte. Herrera Tardío IX-XIII d. circular Lateral flexionado Sedente Extendido Cerámica Orfebrería Ocre Incipiente Colectivos Lateral Montículos funerarios flexionado colectivos Restos de animales Líticos Cerámica incisa I milenio a. Extendido Rectangular Cerámica Orfebrería Líticos pulidos Extendido Flexionado Individuales (Tunja) Oval y circular con cá.Presente VIII-IX d.C.C.C. XIII-XVI d. C. Patrones funerarios según los períodos culturales de los Andes orientales. Muisca temprano sur Muisca Tardío norte Muisca Tardío sur Muisca Temprano norte IX-XIII d. | 160 | Los chibchas: hijos del sol. 1977: 132). Orígenes de su diversidad. la luna y los Andes. . Figura 28. Distribución de los grupos sociales de Portalegre según dos funciones canónicas discriminantes. Entierros 12 y 13 de Tequendama (Correal y Van der Hammen. Figura 29. rituales funerarios y chamanismo en los Andes Orientales | 161 | Figura 30. Cundinamarca (Correal. 1992: 67). . Entierros 10 y 11 de Checua.Cosmovisión. posiblemente correspondientes a una pareja (Groot. Soacha. Figura 31. Entierro colectivo de Aguazuque. 1990: 145). Orígenes de su diversidad. la luna y los Andes. Soacha. Entierro ritual boca abajo (arriba). 2005). Cundinamarca (Correal. 1990: 146). huesos largos pintados (abajo). Entierro 11 del corte 0. .| 162 | Los chibchas: hijos del sol. Aguazuque. Madrid 2-41 (Rodríguez y Cifuentes. Figura 32. Figura 33. rituales funerarios y chamanismo en los Andes Orientales | 163 | . Madrid 2-41 (Rodríguez y Cifuentes.Figura 34. Cosmovisión. 2005). Entierro boca abajo de individuo masculino deformado. | 164 | Los chibchas: hijos del sol.Figura 35. Yacimiento ritual de Madrid 2-41. . 2005). Orígenes de su diversidad. Cundinamarca (Rodríguez y Cifuentes. la luna y los Andes. Madrid 2-41. . Ofrenda de cuerno de bóvido en estructura cónica.Cosmovisión. Cundinamarca (Rodríguez y Cifuentes. Cundinamarca (Rodríguez y Cifuentes. 2005). rituales funerarios y chamanismo en los Andes Orientales | 165 | Figura 36. 2005). Ofrenda ritual de pie humano sobre metate. Madrid 2-41. Figura 37. 2001). Figura 38.| 166 | Los chibchas: hijos del sol. Cundinamarca (Rodríguez y Cifuentes. Figura 39. 2005). . Tunja (Pradilla. la luna y los Andes. Orígenes de su diversidad. entierro infantil (abajo). Madrid 2-41. Tumba 18 (arriba) de individuo incompleto. Tipos de entierros excavado en la UPTC. rituales funerarios y chamanismo en los Andes Orientales | 167 | Figura 40. Obsérvese que el esqueleto infantil no está desarticulado (señalado dentro del círculo) (Langebaek et al. Tibanica. Huellas de postes de planta de vivienda (abajo) y entierro infantil (arriba). 2009)..Cosmovisión. Soacha. . Entierro No. Distribución de las tumbas de Portalegre. . 1988: 28-29). 110. Soacha (señalada dentro del círculo) (Botiva. la luna y los Andes. 1988). Figura 42.Figura 41. | 168 | Los chibchas: hijos del sol. Orígenes de su diversidad. Portalegre. Soacha (Botiva. Para la etnogénesis todo grupo étnico. existen tres propuestas denominadas cladogénesis. pues el poblamiento de Polinesia es muy reciente. El desarrollo de las poblaciones polinésicas sería un ejemplo de ello. sociales y su propia . Es decir. en lugar de tener un ancestro único. En tanto que la lengua.1 Sobre los factores de la diversidad poblacional humana L os orígenes de la diversidad poblacional del Homo sapiens sapiens han sido explicados mediante diferentes modelos teóricos. endogamia). la cladogénesis afirma que las poblaciones humanas están organizadas en unidades discontinuas que presentan un mosaico de lenguas. evolucionando lentamente en el ámbito cultural y biológico. en los cuales se discute el papel de los mecanismos genéticos de la evolución (mutación. La cladogénesis (clados = ramificación) supone que la divergencia o ramificación de las sociedades humanas es el mecanismo habitual mediante el cual se forman nuevas lenguas. nuevos grupos humanos y nuevas culturas. posee orígenes múltiples. El modo de vida continental provoca la formación de comunidades mixtas desde el punto de vista genético. demostrando cierta estabilidad en su desarrollo. deriva genética.| 169 | Origentes y evolución de la diversidad poblacional de los Andes Orientales Capítulo 9 Orígenes y evolución de la diversidad poblacional de los Andes Orientales 9. pues son semejantes lingüísticamente y desde el punto de vista genético. la cultura y los genes evolucionan de modo paralelo y constante en el tiempo. como también la participación de los procesos culturales (exogamia. 1997)(Moore. etnogénesis y difusionismo (Cavalli . flujo genético). 1995). aunque pueden sufrir recomposiciones radicales que les permiten reestructurar totalmente sus instituciones económicas. Al respecto. cultural y lingüístico. dos poblaciones procedentes de la misma sociedad progenitora deberán parecerse a ella y entre sí. rasgos genéticos y tipos culturales.Sforza. políticas. lo que confirmaría las relaciones históricas reveladas por los estudios arqueológicos. Los contradictores de este modelo afirman que este ejemplo es excepcional. pero que tienen un ancestro único. selección natural. mantendrá vínculos bastante laxos con la difusión lingüística y cultural. lengua. o a un flujo genético de un amplio período de evolución (Moore. la nucleación en aldeas y la diferenciación social. Fisher. rasgos lingüísticos e ideas culturales. En la dilucidación de los orígenes de la diversidad de las poblaciones humanas los investigadores se enfrentan a la dificultad de poder distinguir los efectos de los cambios rápidos. aunque los movimientos migratorios no son en absoluto indispensables para su propagación. herramientas o genes entre distintas comunidades se difundieron mediante préstamos. Como ejemplo se señala la formación de las poblaciones muskogies a partir de vestigios de natchez. las poblaciones humanas son permeables. en genética es difícil diferenciar si un gen debe su presencia en una determinada población a una súbita migración. que eran grupos distintos según su lengua y organización social. Según el difusionismo. 1995: 722). condujo a un nuevo modo de vida caracterizado por la sedentarización. técnicas y su organización social y política. se mencionan los buriatos de Siberia. Por su parte. En este ámbito surgen algunas enfermedades infecciosas como la tuberculosis. shawnies. Por su parte. Hay que destacar que la adopción de la agricultura constituyó un nuevo medio cultural que generó numerosos cambios en las poblaciones que la incorporaron. pues al cabo de varias generaciones las lenguas nativas o mixtas pueden presentar rasgos parecidos a las lenguas de evolución lenta. especialmente de cereales. alabamas. Para los difusionistas. 1995. la luna y los Andes.| 170 | Los chibchas: hijos del sol. poniendo fin a los procesos de etnogénesis (Moore. y sus límites son frecuentemente franqueados por genes. y parte de la idea de que un gen adaptativo con creciente tasa de incremento en el grupo humano alcanza con el tiempo rápidamente las poblaciones vecinas. de aquellos otros que derivan de procesos lentos. al igual que enfermedades de privación debidas a la estratificación social y al énfasis en los productos vegetales . y los mongoles y hunos de Asia. Colin Renfrew plantea que la invención de la agricultura posiblemente supeditó las poblaciones humanas a lugares determinados. por consiguiente. dejando a su paso su lengua. biloxis y timucuas. 719). las técnicas. Igualmente. desarrollada ante todo por Ronald A. Como ejemplo. debido a que el énfasis en el consumo de productos vegetales. la treponematosis y la caries. entre otras. Este tipo de cruce es conocido en el ámbito de la demografía como “regla de las esposas de guerra”. se plantea que las poblaciones europeas de agricultores y conductores de carro que hablaban una lengua protoindoeuropea atravesaron Europa hace 90004000 años. Orígenes de su diversidad. El intercambio sería no solamente genético sino también lingüístico y cultural. La noción de difusión se ha impuesto también en genética en lo que se conoce como “teoría de la ola”. mediante cruce o por flujo génico. El mapa genético de las poblaciones humanas. cresta distal del trigonido. dientes). los cambios climáticos globales acontecidos durante el Holoceno en América. V. Como el sustrato predominante en los indígenas era el mongoloide del noreste asiático. La braquicefalización (redondeamiento de la cabeza) se ha asociado a diferentes fenómenos. 9. En consecuencia. en Palmira. el abandono de la cuna. que en el ámbito americano se presentó predominantemente entre los milenios II-I a. Valle (estadio del Deportivo Cali) y en Madrid. como también en baja California. ambientales y culturales han participado en el surgimiento de la variabilidad biológica de las poblaciones humanas. México (Pericú) y en botocudos de Brasil (González. Por otro lado. en general.Origentes y evolución de la diversidad poblacional de los Andes Orientales | 171 | (defectos del esmalte.. la deprivación alimentaria. 1993. Rodríguez. C. los factores climáticos y la reducción de la presión muscular masticatoria (especialmente de los maseteros) como consecuencia del mejoramiento en las técnicas de procesamiento de los alimentos (Beals et al. Hanihara. apiñamiento. Pucciarelli. condujeron a la gracilización (pedomorfismo) reflejada en la reducción longitudinal del neurocráneo y del tamaño del aparato masticatorio (mandíbula. que en las poblaciones circunárticas se relaciona con la adaptación al riguroso frío polar. Las posiciones al respecto han variado históricamente desde quienes vieron en los pueblos indí- . Cundinamarca. pliegue acodado). el nuevo modo de vida adquirido. la sedentarización y.. pues la morfología continuó siendo predominantemente mongoloide (incisivos en pala. 1983.. la hibridación poblacional. la adopción de la agricultura. Al parecer. el balance energético del neurocráneo y la encefalización (al reducirse el tamaño del esqueleto facial se incrementa la proporción del neuracráneo). 2007). por ejemplo en la Sierra Nevada del Cocuy. las incursiones nómadas.. J. en virtud de la plasticidad somática se producen formas corporales más gráciles. C. pómulos prominentes). la heterosis. et al. Sin embargo. tales como el pedomorfismo. el ensanchamiento de la cabeza y del rostro produjo el proceso global denominado mongolización (rostro aplanado y ancho. protostilido. hiperostosis porótica).. en el ámbito dental las modificaciones se presentaron ante todo en el tamaño de esta estructura. con dientes más pequeños y un marcado proceso de braquicefalización por la reducción de la presión muscular sobre el neurocráneo.2 Los orígenes de los primeros americanos (paleoamericanos) El interés por los orígenes de los primeros americanos ha suscitado serias controversias desde que el Nuevo Mundo fuera descubierto en el siglo XVI. el incremento de la estatura. 2003. R. podemos afirmar que varios fenómenos biológicos. aunque algunas formas dolicocéfalas persistieron durante el I milenio d. 2004). Orígenes de su diversidad. Los evolucionistas. J. las poblaciones andinas desde Venezuela hasta la Puna. tronco trapezoidal alto). Igualmente. por lo cual han tratado de establecer las rutas de migración de uno a otro continente. sea por el cono sur. 1938. 1924). como los aleutiano-esquimales de Norteamérica y los fueguinos del extremo continental de Suramérica. genas una de las tribus de Israel. que se asemejan en el rostro y en la misma forma de la cabeza. 2007). Rochereau. 2007). 1957. malayo. Polinesia y Europa. consideran que esta fue modificada por procesos evolutivos locales. esta hipótesis acepta que el surgimiento de la variación biológica tiene su origen en los procesos evolutivos. con lo que se descarta el papel realizado por los procesos evolutivos en el surgimiento de nuevas formas. como Australia. como lo plantearan a principios del siglo XX algunos franceses (Rivet. producto de presiones selectivas causadas en tiempos antiguos por la adaptación a diferentes ecosistemas americanos. se han propuesto varias migraciones de origen europeo. que daría inicio a los amerindios mongoloides (braquicéfalos) (Neves et al. y llanos y desiertos de Perú-Chile. Respecto a los orígenes de los primeros americanos las hipótesis oscilan entre el difusionismo (migracionismo) y el evolucionismo. la luna y los Andes. que comparten rasgos adaptados a la hipoxia de altura (nariz angosta. hasta las tesis contemporáneas que postulan una migración siberiana o varias migraciones desde distintas regiones. si bien aceptan que una variante protomorfa (mesomorfa. 1957). una proveniente del sureste de Asia a finales del Pleistoceno. El esclarecimiento de este tema es importante. pues arroja luces sobre los mecanismos evolutivos y culturales que influyeron en el surgimiento de una gran variedad de pueblos indígenas. Verneau. o mediante dos migraciones. además de los efectos producidos por el aislamiento en determinados nichos y por las migraciones posteriores por los valles interandinos (Rodríguez. V. y otra desde el noreste durante el Holoceno. la Guajira. australo-melanesio y polinesio (Rivet. y en tiempos más recientes por la adopción de la agricultura. Es decir. y los grupos sabaneros del suroeste de Estados Unidos.. Los defensores de la primera opción interpretan la marcada similitud de la forma craneal (dolico-hipsicefalia) de paleoamericanos y aborígenes australianos como una relación de ancestro-descendencia. que se parecen en el tipo físico y modo de vida adaptado al rigor del frío circunártico. Melanesia. de manera que las nuevas variantes son producto de los efectos mutacionales fijados por la selección natural dentro de un proceso de adaptación a las nuevas condiciones cli- . que habría dado origen a los paleoamericanos.. ya que cada nueva variante biológica o cultural tendría su origen. Esta hipótesis es la más difundida por la simpleza de su explicación.| 172 | Los chibchas: hijos del sol. en diferentes migraciones. generalizada) muy antigua penetró inicialmente a partir del noreste de Asia. C. representaba a su parecer un núcleo histórico que conservaba recuerdos de sucesos acaecidos en un pasado remoto (de cerca de dos milenios de antigüedad). Lo mismo se puede plantear para los ecosistemas de montaña. de cráneo alargado. Sin embargo. sal y carbón mineral. el protostílido y la cresta distal del metaconido (Tami). la rotación de los incisivos laterales. rostro mesomorfo y robusto. C. y rostro ancho y aplanado de tipo mongoloide. B. rasgos que se aproximan más a la población antigua del sureste del lago Baikal y sureste de Asia. ambos complejos son homogéneos según el ADN mitocondrial. Para el caso de Colombia.14 El segundo es el de los amerindios. por otro lado. C. El primero es el de los paleoamericanos –grupo más antiguo–. y IV d. igualmente. que corresponde a los indígenas contemporáneos. . y en que el nivel de desarrollo sociopolítico que estos habían alcanzado no podía haber sido obtenido en un período muy breve. Sin embargo. En lo que sí están de acuerdo los estudiosos de la problemática del poblamiento temprano de América es que existen dos grandes complejos morfológicos craneales. que pese a estar incompleto. y que se había originado a partir de las migraciones masivas que se habían sucedido en una etapa anterior a la llegada de los españoles (Reichel-Dolmatoff. alto y angosto (dolico-hipsicefalia). y. son mongoloides según la morfología dental. 1956). apoyándose. que son de cráneo redondo. como ampliaremos más adelante. La explicación sobre la existencia de estos dos complejos se ha dado a la luz de las dos hipótesis ya mencionadas (migracionismo y evolucionismo). entre otros). el profesor Eliécer Silva Celis se proyectaba como un asiduo defensor de la gran antigüedad de la sociedad chibcha de los Andes Orientales. hay que anotar que desde los años 50 del siglo XX se consideraba que la sociedad muisca se había desarrollado tardíamente entre 1000 y 1500 d.Origentes y evolución de la diversidad poblacional de los Andes Orientales | 173 | máticas y culturales. según los cuales la obra civilizadora de Bochica. consistente en la enseñanza del arte de los tejidos y la 14  Existieron relictos de forma paleoamericana tanto en la sabana de Bogotá (Madrid) como en la Sierra Nevada del Cocuy (Chita). ya que todos se caracterizan por la forma de los incisivos en pala. Este proceso puede ocasionar formas similares por convergencia evolutiva. por un lado. C y D en forma predominante. como las circunárticas. sabana y costeros. en el mito sobre Bochica. y otros rasgos del Complejo Dental Mongoloide. 1963). pues poseen los mismos haplogrupos A. desarrollan características afines por la adaptación al frío polar. entre los siglos II a.. y dientes grandes. Silva Celis se basaba en los cálculos de los cronistas. de tal manera que poblaciones que ocupan ecosistemas extremos. (Angulo. como el pliegue acodado. en el profundo conocimiento que los chibchas tenían sobre su medio ambiente y sus recursos (explotación minera de esmeraldas. | 174 | Los chibchas: hijos del sol, la luna y los Andes. Orígenes de su diversidad. alfarería, además de otras prácticas, se había presentado veinte edades atrás (cada edad con 70 años), es decir, 1400 años antes (hacia el siglo II d.C.) según fray Pedro Simón (1981, III: 374), o en el I d.C. de acuerdo con lo narrado por Vargas Machuca. Posteriormente, apoyado en una fecha de 310±50 d.C. obtenida de maíz carbonizado de un depósito profundo en cercanías del Templo del Sol, Silva Celis corroboraba sus afirmaciones, por lo que ubicaba los albores de los muiscas entre el 500 a.C. y el 500 d.C., es decir, en el período Herrera (Silva, 1968: 196). Concluía sobre esta problemática que “el ascenso de los Chibchas o Muiscas desde el umbral de los sencillos cazadores-recolectores, que los precedieron en la altiplanicie colombiana, hasta el elevado nivel en que los encontraron los españoles, constituye uno de los más fascinantes capítulos de la historia de América precolombina” (Silva, 1968: 210). Durante varios lustros persistió la idea sobre el origen tardío de los chibchas a partir de migraciones provenientes de tierras bajas (Langebaek, 1987; Lleras, 1995; Reichel-Dolmatoff,1956); inclusive, para algunos valles como el de Leiva se ha llegado a plantear que la gran diferencia entre la cerámica de los períodos Herrera y Muisca sería el producto de un cambio abrupto por diferentes oleadas colonizadoras (Boada et al., 1988). Sin embargo, los estudios bioantropológicos han desvirtuado esas tesis y apoyado la idea de Silva Celis sobre un origen endógeno a partir de cazadores recolectores y plantadores que conocieron las propiedades de los recursos vegetales del altiplano y se asentaron permanentemente en esta región mediante un proceso microevolutivo. La datación de un enterramiento de alrededores del Templo del Sol en 190±40 d.C. (Rodríguez, J. V., 2001: 260) estaría señalando que el uso ritual de este espacio se remonta al período Herrera, y que tuvo continuidad durante el período Muisca hasta la llegada de los españoles, tal como se manifiesta en el hecho de que se halla cerámica tanto de uno como de otro período, practicado por una misma población en diferentes épocas. Excavaciones arqueológicas realizadas en Madrid, Cundinamarca, confirman esta hipótesis (Rodríguez y Cifuentes, 2005). En general, los orígenes de la población temprana de Colombia se relacionan con la problemática de los orígenes de los primeros americanos, que ha suscitado diversas posiciones, que se pueden agrupar en torno a cuatro problemas: 1. El tiempo, 2. El espacio, 3. El tronco ancestral, y 4. Los procesos biológicos que le acompañaron. Respecto al tiempo de entrada de los primeros pobladores, las posiciones se han dividido entre los que apoyan una cronología superior a los 12.000 años de anti- Origentes y evolución de la diversidad poblacional de los Andes Orientales | 175 | güedad (Pre Clovis), y aquellos más conservadores que se basan en fechas cercanas a este margen (Clovis) (Politis et al., 2009). Para el valle de México se han propuesto fechas hasta de 35.000 años para Chimalhuacán, y cercanas a 12.000 para Peñón III, Tlapacoya y Metro-Balderas (Pompa y Serrano, 2001), aunque dataciones recientes las han reducido considerablemente hasta 11.000 años (Politis et al., 2009). En cuanto al espacio o lugar de procedencia, se ha discutido sobre un origen predominante del noreste asiático (Hrdlička, 1923), y la posibilidad de admitir influencias de Australia y Melanesia (Neves, 1989; Neves y Pucciarelli, 1991; Neves et al., 2007; Pucciarelli, 2004), y de la propia Europa (Begley y Murr, 1999). Igualmente, se debate sobre si el paso por la región de Beringia y la penetración al continente americano se hizo por el corredor interglacial (Laurentia y Cordillera) o por la vía costera (Gruhn, 1989). En lo pertinente al tronco ancestral, se ha planteado que los primeros pobladores (paleoamericanos) no se caracterizan por rasgos muy mongoloides, lo que podría interpretarse como indicio de un origen diferente respecto de las poblaciones asiáticas, posiblemente australoide (Neves et al., 2007), inclusive polinesio (Begley y Murr, 1999), o simplemente que la primera oleada migratoria se presentó en un tiempo muy profundo cuando las poblaciones de Siberia Central (cercanas al lago Baikal) no se habían diferenciado morfológicamente (protomorfas) (Rodríguez, J. V., 2001) o se habían mezclado entre mongoloides y caucasoides (hibridación) (Kozintsev et al., 1999). Mientras que los aleutianos-esquimales y los grupos Na-Dene son 100% mongoloides (rostro aplanado, pómulos sobresalientes), las poblaciones de Centro-Suramérica lo son en cerca de un 85%, y los paleoamericanos en apenas un 65% (Rodríguez, J. V., 1987). Con relación a los mecanismos evolutivos que incidieron en los orígenes de la variación poblacional americana, cabe resaltar que no se excluye la influencia de los procesos adaptativos a condiciones geográficas específicas, lo que habría conducido a una reestructuración morfométrica, especialmente del esqueleto facial (Powell y Neves, 1999; Pucciarelli, 2004: 242). En este sentido tenemos grupos muy mongoloides con rostro bastante ancho y aplanado (circunárticos); otros menos mongoloides (noreste de Norteamérica, Centro-Suramérica), inclusive con tenues rasgos australoides (paleoamericanos); o caucasoides (sioux de Estados Unidos, guanes de Colombia). Por su parte, Neves y colaboradores han venido planteando desde hace dos décadas que los paleoamericanos se derivaron de una población del sureste asiático generalizada que no fue ancestral a los indígenas | 176 | Los chibchas: hijos del sol, la luna y los Andes. Orígenes de su diversidad. americanos contemporáneos, o contribuyó muy poco con su morfología, y que el proceso de reestructuración in situ jugó un papel muy limitado (Neves, 1989). 9.3 Un estudio craneométrico Los estudios craneométricos aportan información acerca de las principales diferencias o similitudes del rostro (órbitas, nariz, maxilar, mandíbula, arco cigomático) y bóveda craneal de los grupos humanos, midiendo alturas, anchuras, longitudes y ángulos de proyección. Mediante análisis estadístico multivariado se establece el grado de semejanza y de dispersión de los grupos comparados, cuya proximidad se puede interpretar a la luz de cercanía biológica o de convergencia adaptativa. Los principales estudios del área macrochibcha de Colombia han aportado valiosa información a la discusión sobre los orígenes de la población prehispánica, controversia que ha girado en torno al difusionismo y al microevolucionismo, al igual que alrededor de la discusión sobre el poblamiento temprano de América. El análisis estadístico multifactorial de varios grupos de Colombia en comparación con otras regiones de América, Asia, Australia, Melanesia y Polinesia, ha permitido plantear una variación geográfico-morfológica distribuida en tres grandes conglomerados: 1. Paleoamericano-Centro-Suramérica, que correspondería a la primera oleada migratoria procedente de la región Pribaikal en Siberia, de tipo mesomorfo (combinación de rasgos mongoloides y australo-caucasoides), ocurrida en un período cercano a los 20.000 años, cuando surgió en Siberia la variante dental sinodonte (dientes en pala). 2. Norteamérica (praderas y bosques), con rasgos cercanos a los polinesios, quizá por convergencia adaptativa. 3. La variante circunártica, que incluye la Great North-West Coast (GNWC) de Norteamérica, y Tierra del Fuego en Suramérica (Ona, Yamana, Alacaluf ), además de los aleutianos-esquimales, morfológicamente próxima a las poblaciones del NE de Asia (Chukchi, Yakut, Buriat, Evenk), que habría surgido mediante un proceso adaptativo a regiones circunárticas. La estimación del sexo y la edad de las muestras analizadas directamente por el autor (Rodríguez, J. V., 2001, 2007) se estableció según Buikstra y Ubelaker (1994), tratando, en lo posible, de observar totalmente el esqueleto de cada individuo. Las dimensiones craneométricas fueron obtenidas según la técnica de R. Martin (Rodríguez, J. V., 2001), que presenta algunas diferencias en cuanto a la altura facial superior (medida según Martin de nasion a alveolare, y no a prosthion) Origentes y evolución de la diversidad poblacional de los Andes Orientales | 177 | y al ángulo nasomalar medido entre frontomalarorbital a diferencia de frontomalar anterior de W. W. Howells (1973, 1989). Las medidas empleadas abarcan todas las dimensiones de la bóveda craneal y esqueleto facial (diámetros, cuerdas o longitudes, anchuras, alturas, subtensas o alturas de coordinación y ángulos). Se excluyeron los radios (medidos desde el agujero acústico externo), pues presentan una alta correlación con las demás medidas, por lo que se constituyen en lastre estadístico (Rodríguez, J. V., 2001). La técnica de medición se ha venido calibrando desde hace más de veinte años para evitar los errores intra-interobservador. Desde la perspectiva metodológica, son varios los problemas en el estudio craneométrico del poblamiento americano, entre ellos los asociados al tamaño de las muestras, la excesiva preferencia por la bóveda craneal y la falta de una mayor cobertura geográfica en los procedimientos comparativos. Por ejemplo, si se comparan los paleoamericanos con europeos y australianos usando variables básicamente de la bóveda craneal, indudablemente aparecerán altas correspondencias por efecto de la dolicocefalia; pero si se añaden muestras del centro de Siberia y un mayor número de variables faciales, los resultados serán diferentes, pues el análisis estadístico descartará las dos primeras regiones. Así, Powell y Neves (1999) emplean 15 variables, de ellas 9 (60%) de la bóveda craneal. Cuando se acude a las faciales para evitar el sesgo de la deformación craneal, el conjunto de rasgos se reduce a unos pocos, como han procedido Rothhammer y colaboradores (1984, 1990) y Cocilovo y Guidón (2000), quienes utilizan tan solo 7 rasgos faciales. Por esta razón, dado que la mayor similitud entre australo-melanesios y paleoamericanos es de tipo neurocraneal, al tener este componente un peso específico mayor, siempre tenderá a conectarlos morfológicamente en los dendrogramas de correlaciones, aun si se aplican las medidas craneofuncionales (González, R., et al., 2001, 2003, 2008). Estas últimas tienen el sesgo de mostrar solamente los perfiles faciales y neurocraneales, sin profundizar en el conjunto facial y en las medidas de proyección, que son más discriminantes. Respecto a los rasgos de proyección facial (ángulos frontonasal, nasomalar) y nasal (ángulos simótico, dacrial), ya desde inicios del siglo XX se había planteado su gran utilidad para diferenciar grupos poblacionales según el grado de aplanamiento (Woo y Morant, 1934) y para medir el grado de mongolización de grupos americanos (Rodríguez, J. V., 1987). Por estas razones, en el presente análisis se trató de incluir el mayor número de muestras que cubrieran toda América y regiones vecinas de Siberia, Australia, Mela- | 178 | Los chibchas: hijos del sol, la luna y los Andes. Orígenes de su diversidad. nesia y Polinesia, analizando el comportamiento de una batería de rasgos más amplia, con mayor peso específico en el componente facial, y con muestras de mayor tamaño. Tabla 10. Dimensiones craneales y dentales de Tequendama y Aguazuque (Correal, 1990; Rodríguez, J. V., 2001). TEQUENDAMA GRUPO SEXO VARIABLE M AGUAZUQUE F M F Anchura frontal máxima 109,0 7,6 104,4 4,0 112,4 7,1 105,9 3,3 Altura mastoidea 25,7 4,4 19,5 0,7 26,9 4,1 22,1 3,0 Anchura mastoidea 13,3 1,1 11,0 2,8 12,4 2,1 11,1 3,3 Anchura bicondilar 122,1 4,7 110,0 7,1 116,9 3,6 110,7 4,7 Anchura bigoniaca 93,5 8,5 88,0 1,4 89,8 7,4 86,1 5,3 Longitud mandibular 78,3 3,6 78,5 5,0 71,0 4,9 Altura mentoniana 37,5 4,8 34,8 3,8 32,7 3,1 Altura cuerpo mandibular 30,3 5,2 29,4 2,7 26,7 3,8 Grosor cuerpo mandibular 12,3 2,2 10,2 1,3 9,7 2,1 Anchura mínima rama 36,4 2,2 34,6 2,5 32,2 2,4 Altura rama ascendente 64,8 3,3 64,5 3,4 58,1 4,2 Altura proyección de rama 64,8 3,3 62,9 4,9 54,6 6,8 Ángulo rama ascendente 118,0 9,2 119,6 6,2 123,8 8,0 Área molares superiores 372 322 Área molares inferiores 382 326,8 Área premolares superiores 146,5 125,7 Área total 1335 1176 33,0 2,9 9.3.1 Análisis intragrupal Las muestras se analizaron independientemente por sexo, teniendo en cuenta solamente los individuos adultos. Con los datos se estructuró una base bajo el programa SPSS versión 18, con variables numéricas y categóricas, y se la sometió a: análisis de estadísticos descriptivos; correlaciones bifactoriales para observar las relaciones entre las variables; pruebas para muestras independientes (KolmogorovSmirnov, Kruskal-Wallis) para evaluar las diferencias entre sexos y grupos; análisis fmo. dacrial. Las anchuras faciales (bicigomática. La función incluye en orden de tamaño las longitudes de la base del esqueleto facial y malar. 2000. la orbitaria. Los ángulos faciales se . biorbitales nasal. bicigomática. igualmente. cuerdas. orbitaria. OCS. orbital y nasal. Mediante la prueba Mann-Whitney se excluyen también el ángulo NFA. análisis factorial para identificar aquellos factores que expliquen la mayoría de varianza observada. cigomaxilar. biorbital. método de Ward. Según la prueba Kolmogorov-Smirnov. 9. Entre tanto. como la altura nasal y orbital no son apropiados para diferenciar entre sexos.Origentes y evolución de la diversidad poblacional de los Andes Orientales | 179 | discriminante para evaluar la pertenencia espacial y temporal. nasal. parietal (PAC) y occipital (OCC).7% de los individuos masculinos y el 100% de los femeninos.05 y que permite clasificar correctamente el 94. cigomaxilar y orbitaria. encontramos que las anchuras (biauricular. exceptuando las subtensas (FRS. estandarización mediante puntuaciones Z) para observar la clasificación de los distintos grupos ilustrados mediante dendrogramas. siendo un modelo de pronóstico muy acertado. basioprosthion. alturas y subtensas se ubican en el segundo y tercer componente. ZMA). fmt. transversa máxima. sobresale la del proceso mastoideo. interorbitaria. malar y maxiloalveolar. y la nasoalveolar. Las variables se estandarizaron previamente según las puntuaciones Z (Pietrusewsky. bicigomática. las anchuras faciales frontal mínima. fmt. 1992). biastérica. MLS) y ángulos (NMA. la anchura del foramen magno y la altura orbital.2 Variación intergrupal Al comparar todos los grupos colombianos masculinos. fmt. maxiloalveolar) son las variables más apropiadas para diferenciarlos en el primer componente. y las craneales frontal mínima y biauricular son las más adecuadas para esta diferenciación. al igual que su anchura. la proyección supraorbitaria y la altura nasal. fmo. fmo. biorbital. Las longitudes. la profundidad de la fosa canina (FC) y la anchura simótica. Aplicando un análisis discriminante se produce una sola función canónica discriminante con significado asintótico menor de 0. frontales máxima y mínima. De las longitudes. los ángulos y las subtensas. Shennan. de las alturas. las cuerdas frontal (FRC). prácticamente todas las variables participan en la diferenciación por sexo.3. la proyección glabelar y supraorbitaria. De las alturas. y de conglomerados jerárquicos (distancia euclídea al cuadrado. zma). son discriminantes las del foramen magno. Formativo (Herrera. GLS. NLB. OMF. Los Santos. . se compararon grandes agrupaciones. entre ellas 19 que dan cuenta de las dimensiones en longitud. y en el cuarto los ángulos faciales. NFA. tardíos y precerámicos. Cocuy). Se usaron 43 variables. FRC. Los dendrogramas construidos a partir del análisis de conglomerados jerárquicos con los componentes principales obtenidos del procedimiento factorial. Esto significa que la diferenciación espacial es más importante que la temporal. las Figuras 47 y 48 muestran una gran cercanía entre los grupos de los Andes Orientales. BNL. Centro (Quindío. agrupan en el cuarto componente. Se aprecia que los muiscas y otros chibchas se agrupan en un conjunto mayor con los precerámicos y Centro. se procedió a aplicar un análisis de taxonomía numérica mediante conglomerados jerárquicos. EKB. y. Checua. SSS. NAH. en menor medida. OCS. BAU. muiscas del norte (Tunja. FOL. También se aplicó un análisis factorial para establecer qué conjunto de variables explica mejor la variación y cuáles son los grupos más disímiles. FOB. Con alguna variación. por lo que estos últimos deben compartir un ancestro común (Figura 45). PAC. DKB. señalando que en alguna época debieron compartir un tronco ancestral común. NMA. OFB. la agrupación NE se distancia de todas las demás. ZYB. un poco menos lo hacen el Formativo del Valle del Cauca y el conjunto SW. altura y proyección de la bóveda craneal (GOL. MLS. BBH. Valle del Cauca Tardío). Valle del Cauca Temprano). que fueron sometidas a un análisis discriminante para establecer la posibilidad de construcción de modelos diagnósticos según el conjunto de características observadas (Figura 43). IOB. MFB. Sogamoso) y del sur (Bogotá). SOS. entre ellas chibchas del norte (Silos. FTB. La altura y la anchura del proceso mastoides no son muy discriminadoras entre grupos. ASB.| 180 | Los chibchas: hijos del sol. entre tanto. En el primer componente se ubican básicamente las anchuras. Los cinco primeros componentes explican el 71. Perijá). MXB. ilustran sobre las relaciones entre los distintos grupos colombianos. XFB. Guajira. tanto masculinos como femeninos. Nariño) y NE (Caribe. Orígenes de su diversidad. en el segundo y tercero las longitudes y alturas. Precerámico (Tequendama. XML. OFS. Para obtener una visión más regional. MDHd) y 24 del rostro (BPL. anchura. con los del Valle del Cauca (Temprano y Tardío) y Huila. Floresta. pues el Precerámico se agrupa con los grupos tardíos de los propios Andes Orientales. WMH. OBH. NLH. MDH. XCB. ZMA). ZMB. SIS. SW (Huila. Para abordar la problemática intergrupal (regional). FRS. OCC. la luna y los Andes. MXL. utilizando la distancia euclídea al cuadrado y construyendo los dendrogramas mediante el método de aglomeración de Ward. Aguazuque).1% de la variación total. mientras que en el femenino con los del Valle del Cauca.3 del individuo de la cuadrícula F6/7 de la Unidad 1). Jericó. 1987. la población del período Formativo (Herrera) refleja el proceso de microevolución entre los horticultores (dolicocéfalos) y agroalfareros (braquicéfalos). Boyacá. Como hemos venido argumentando desde hace dos décadas (Rodríguez. 2001. Además. son completamente braquicéfalas debido a la deformación cefálica intencional de tipo tabular oblicua. asume una posición indefinida. Esto señala que la población del período Formativo se encontraba en un proceso de recomposición morfológica de su estructura craneal bajo fuerzas selectivas. por un lado. pues en el dendrograma masculino se aglomera con los chibchas. V. y principios del I milenio d. retenidas en algunos espacios como la antigua laguna de La Herrera. por otro. La hipótesis de la hibridación por la aportación de migraciones de otras regiones no tiene sustento. se evidencia la conformación de un conglomerado poblacional de tipo andino (chibchoide) diferente a sus vecinos de tierras bajas –lo que señala la gran profundidad temporal en su estructuración–.C. Entretanto. el índice cefálico de la muestra de Cheva. especialmente con la de la etapa temprana. J. Su posición incierta obedece a que la muestra es muy pequeña y presenta una amplia variabilidad. los análisis craneométricos apoyan la hipótesis de continuidad biológica entre los paleomericanos y los agroalfareros tempranos y tardíos. donde el índice cefálico oscila entre la dolicocefalia de algunos individuos de Madrid 2-41. por otro. el esqueleto facial configura las típicas características morfológicas que predominan en los muiscas. en las que. 2007). y. . ya que. por un lado. evolucionó a formas braquicéfalas de las poblaciones agroalfareras tardías. Igualmente.. oscila entre 75. y Tunja (UPTC). de características dolicocéfalas de los cazadores recolectores. el contexto cultural está relacionado con las tradiciones cerámicas del Período Herrera. Duitama.Origentes y evolución de la diversidad poblacional de los Andes Orientales | 181 | El grupo Herrera (Formativo) ubicado temporalmente entre finales del I milenio a.C.4 en el entierro 11 del Corte 0) y la braquicefalia con deformación cefálica intencional –frontoccipital tabular oblicua– (96. pues. las muestras de Chucua (San Lorenzo Abajo). aunque se aproxima más –por poseer las menores distancias– a los precerámicos (especialmente Aguazuque). Cundinamarca (72. Boyacá. y. se establece además un parentesco también con la población del Valle del Cauca.2. Con la nueva información. por lo menos en los Andes Orientales. se aprecia que los paleoamericanos se aproximan más a los andinos tempranos y tardíos que a los de los valles interandinos y costa Caribe. especialmente en lo referente a la bóveda craneal.4 y 82. andinos (particularmente Muisca de Tunja) y del Valle (Temprano y Tardío). lo que explicaría la diferenciación entre el norte y el sur –siendo el norte más heterogéneo que el sur–. se habrían aislado entre la cordillera de Los Cobardes o Yareguíes. es decir. Algunos grupos. pero que a la postre fueron atractivos para sus vecinos. Los primeros pobladores habrían penetrado por el istmo de Panamá cuando las condiciones climáticas configuraban un ambiente de sabanas con relictos boscosos que facilitaban el desplazamiento de grupos humanos. Así. De esta manera. Santander) en entornos geográficos montañosos. Andes y valles interandinos con la consecuente adaptación milenaria a esos ecosistemas. Santander. se podrían plantear unas rutas de poblamiento del territorio colombiano. Del istmo de Panamá se habrían extendido hacia el sur por la costa Caribe. diferentes de los de los muiscas. sociales. aunque heterogéneo en el ámbito interregional. la luna y los Andes. habrían ascendido por el valle del río Magdalena.. especialmente en las regiones cordilleranas (Rodríguez. constituyeron los principales mecanismos evolutivos del proceso de conformación de la variabilidad poblacional prehispánica de Colombia. lo que explicaría también la conservación de un componente andino (chibchoide) relativamente homogéneo a nivel intrarregional. Orígenes de su diversidad. la escisión de linajes hacia la Orinoquia. del tronco andino se habrían desprendido algunos grupos que traspasaron la cordillera Central y ascendieron por el valle del río Cauca. Con el tiempo. J. habiendo tomado el curso de los ríos Opón y Sogamoso-Chicamocha hacia los Andes Orientales. Posteriormente. Finalmente. J. el cañón del Chicamocha y las estribaciones NW de la cordillera Oriental. abriendo la posibilidad de su penetración genética mediante los intercambios matrimoniales con los muiscas septentrionales. 2007). 2005). Como se sabe por las fuentes etnohistóricas. V. compartiendo lazos sanguíneos después. con una rama desplazándose hacia la península de la Guajira y otra hacia el interior del país. extendiéndose hacia el sur de esta región. donde se han evidenciado rasgos guanoides (Rodríguez. políti- . por lo que sabaneros (Orinoquia de Venezuela y Colombia) y andinos comparten un tronco ancestral remoto común. y por el sur por el valle del río Bogotá.. especialmente de la provincia de Tunja. como los ancestros del grupo étnico guane de la Mesa de Los Santos. las migraciones tempranas desde Centroamérica (paleoamericanas) y las tardías hacia la cordillera Central (de origen karib). hacia finales del Pleistoceno y principios del Holoceno.| 182 | Los chibchas: hijos del sol. lo que explicaría la gran similitud entre andinos y vallecaucanos. grupos de procedencia karib habrían influido en el valle del río Cauca. V. las redes de intercambio jugaron un papel importante en la consolidación de los lazos comerciales. y el aislamiento de algunos grupos (en la Mesa de Los Santos. desarrollando rasgos muy específicos. 2004: 688). Australia. y. BBH. también se diferenciaban de los muiscas. con las variables obtenidas de los componentes principales (cinco craneales: GOL. OMF. FMA. Melanesia y Polinesia. NLH.3. NAH. Sin embargo. Japón. Hunza. Australia-Melanesia y Zhoukoudian-Teshik Tash. Bacatá y Hunza. . los laches de la Sierra Nevada del Cocuy. I: 332-333).. MFB. como es la posición taxonómica de los grupos locales en el ámbito suramericano y del Nuevo Mundo en general. 27). ZYB. militares y biológicos. 26. donde los análisis craneométricos y epigenéticos (rasgos no métricos) de grupos arcaicos del norte de ese país demuestran que la variación poblacional es el resultado de fuerzas evolutivas que operaron durante cientos de años. se diferenciaba por su hermosura. Mongolia). compostura. gracia. como con comunidades vecinas chibchas y de otros grupos lingüísticos. empleando 84 muestras masculinas de América. El análisis factorial construye cinco componentes principales que representan el 76. El primero se subdivide a su vez en cinco enjambres. muy distante. evidencia la conformación de dos grandes conglomerados: América y su raíz ancestral. por otro. Duitama. donaire y piel más clara. 1965) y de poseer un Templo del Sol a donde acudían en romería los indígenas de Sáchica y Sogamoso. Las dos confederaciones más fuertes. Por su lado. como lo destacara el cronista Juan de Castellanos (1997: 1242). eran muy diferentes (Simón. la etnia guane desarrolló rasgos muy particulares en cuanto a su aspecto físico (Figuras 25. a causa de la gran diversidad de poderes locales. la deriva y las migraciones (Cocilovo et al. transformando el genoma ancestral por efecto del aislamiento geográfico. por un lado. tanto dentro de las confederaciones muiscas (Bacatá. podemos pasar a un nivel de análisis más complejo. Por su parte. 11 faciales: BPL. 1981. Sugamuxi). Asia (Siberia. ZMA. eran diferentes cultural y somáticamente. como apuntaba Pedro Aguado (1956.Origentes y evolución de la diversidad poblacional de los Andes Orientales | 183 | cos. el proceso de surgimiento y consolidación de la sociedad muisca no fue homogéneo. NLB. IV: 158). XCB. BNL. SIA) mediante distancias euclídeas al cuadrado y el método de correlaciones intergrupales.6% del total de la variación. OBH. Algo similar se ha propuesto para Chile. religiosos. 9. a pesar de ser de la misma filiación lingüística chibcha (Ortiz.3 Las poblaciones prehispánicas de Colombia en el ámbito mundial Una vez abordada la problemática del poblamiento regional de Colombia. pues. El análisis intergrupal de conglomerados jerárquicos. Siberia. NFA. El primer componente incluye básicamente medidas lineales (longitudes. y a ambientes tropicales la similitud entre Paleoamericanos y Amazonia con Pacífico y Australia-Melanesia. Patagonia y Siberia están muy próximos entre sí. es decir. Pacífico y Australia-Melanesia. a valles interandinos.5).6). . En los últimos pasos. Al conglomerado Pacífico (Polinesia. Este análisis discriminante señala de una manera evidente la afinidad biológica entre paleoamericanos y arcaicos. el grupo Paleoamericano del Sur se aproxima a los grupos de Amazonia (Botocudo. no representa una forma primitiva de los primeros pobladores asiáticos. especialmente la Botocudo (Amazonas). Formativo (F=2. planteando que esta región presenta en el ámbito continental un poblamiento más antiguo con relación a Norteamérica. aunque se aproximan a los del Caribe. Zhoukoudian (Paleolítico Superior de China. el segundo vincula el diámetro anteroposterior máximo. Circunártico y Siberia. cigomaxilar. anchuras) que son la mayoría del total de 16 variables. a pesar de la discusión existente sobre su protomorfia. Por las distancias Mahalanobis. Arcaico (Sur y Norte) (F=1. pero se separan por la función 1.5). orbital y el ángulo nasofacial incrementan las diferencias entre grupos.2% de los grupos masculinos de América. circa 26. las anchuras bicigomática. y la existencia de relictos. Australia-Melanesia y el Paleoamericano Norte constituyen los grupos más disímiles por ambas funciones. También indica que la convergencia adaptativa a un medio ambiente de frío riguroso explicaría la afinidad fenotípica entre Patagonia. Pacífico (F=1. los americanos se integran en un gran conglomerado. con las más antiguas. la luna y los Andes. alturas. de Australia-Melanesia se distancia un poco más (F=4. aunque Patagonia. Orinoquia y Caribe se aproximan entre sí. orbitaria.7).000 años). descartando la supuesta discontinuidad. bicigomática.3). Zhoukoudian. Andes Norte y Orinoquia (F=3. Los grupos de valles interandinos se distancian del resto americano por la función 2. nasofacial). relaciona las poblaciones centro-suramericanas. cuarto y quinto incluyen las dimensiones angulares. y. perfilados como las poblaciones del Pacífico. F=0. especialmente por la función 1 (anchuras nasal. al igual que de Siberia (F=4. Tardío) se aproximan a Siberia. apuntando quizás a convergencia adaptativa en ambientes tropicales. Circunártico y Norteamérica (Arcaico. y el tercero. Asia. y la anchura bicigomática y frontal mínima. Según las funciones discriminantes obtenidas que clasifican correctamente el 88. en menor medida. Orígenes de su diversidad.5). longitud basioprosthion) que representa básicamente las dimensiones transversales faciales.5). Circunártico. comparten rasgos mongoloides lineales (Figura 44). señalando que poseen rostros menos aplanados que los mongoloides. Ainu) se integran por la función 2 (ángulos nasomalar.| 184 | Los chibchas: hijos del sol. sabanas) y estocásticos (el aislamiento en determinados ecosistemas) explicarían el proceso de diferenciación de las poblaciones americanas. Formativo. janti. y una gran antigüedad. Caribe) y la afinidad cronológica (Paleoamericano-Arcaico).Origentes y evolución de la diversidad poblacional de los Andes Orientales | 185 | En consecuencia. Mientras que Norteamérica (tardío) se aproxima a Arcaico y Paleoamericano norte. además de procesos adaptativos a diferentes ecosistemas (circunárticos. especialmente a las arcaicas y a algunos grupos aislados (Pericú en California y Botocudo en la Amazonia). de acuerdo con los resultados del análisis discriminante. que clasifica correctamente el 81. magdalénico).C. aunque el análisis craneométrico apuntaría a fechas más antiguas. ístmico. andinos. selváticos. Arcaico y Formativo sur. 1987). Na-Dene y Aleutiano-Esquimal. con mayor a menor antigüedad (Greenberg. los grupos andinos observan una gran similitud con Paleoamericano. El ángulo nasomalar y la longitud basioprosthion son las variables que incrementan las diferencias en los últimos pasos discriminantes. mansi). valles interandinos. En síntesis. pero se distancia significativamente de Zhoukoudian. En el análisis discriminante. los resultados son similares. Pacífico. y tiene una amplia extensión y heterogeneidad (andinos. El grupo amazónico Botocudo parece representar una forma arcaica. los paleoamericanos (con características físicas representadas en Colombia en las muestras de Tequendama. Arcaico sur y Andes norte. Floresta y Aguazuque) morfológicamente son más cercanos a las poblaciones centro-suramericanas. se ha propuesto la existencia de tres grandes grupos lingüísticos que corresponderían a tres oleadas migratorias principales: Amerindia. Zhoukoudian y Australia-Melanesia son los grupos más disímiles. que a las poblaciones del Pacífico y Australia-Melanesia. pues se aproxima a todos los demás. Sierra Nevada de Santa Marta) desde Centroamérica hasta Suramérica. Teshik Tash y Australia-Melanesia. la participación de un tronco ancestral común (Paleoamericano-Centro-Suramérica). 1995). El grupo Formativo observa las menores distancias con todos los americanos. y también a las de Siberia occidental (ket. En fin. a juzgar por la afinidad entre los grupos precerámicos y tardíos. Siberia y Pacífico. Suramérica se caracteriza por la mayor diversidad lingüística. Esta afinidad estaría reflejando la relación ancestro-descendiente o una convergencia adaptativa con grupos . Los Paleoamericanos del sur se aproximan a Arcaico norte. remontándose la dispersión del protochibchense hacia los milenios IV-III a. según la glotocronología (Constela.5% de los grupos femeninos. Orinoquia. Amazonia. Desde la perspectiva lingüística. la proximidad geográfica (Andes. Checua. a grandes rasgos se repiten las conclusiones obtenidas para los grupos masculinos. aunque existen algunas diferencias (Figura 45). La familia Chibcha consta de tres grupos chibchenses (vótico. las de la base de la bóveda craneal (nasiobasion) y esqueleto facial (basioprosthion) son las más apropiadas. tanto a nivel intragrupal (sexual) como intergrupal. especialmente en la diferenciación de mongoloides (de rostro aplanado) y australoides (rostro prógnato y más perfilado. cigomaxilar. la convergencia adaptativa a ambientes circunárticos de la GNWC o Na-Dene y Patagonia).| 186 | Los chibchas: hijos del sol. Desde la perspectiva metodológica. Las migraciones desde Siberia –al parecer por un solo evento mayor– a CentroSuramérica. la deriva genética de pequeñas poblaciones aisladas (como podría ser el caso del grupo guane). En cuanto a longitudes. orbital. con la nariz muy aplanada y corta). se aprecia el alto valor discriminante. la luna y los Andes. como también de la bóveda craneal no afectada por la deformación cefálica intencional (frontal mínima. especialmente faciales (fmo. y la ausencia de reestructuración genética y de microevolución en los orígenes de la diversidad poblacional de los indígenas americanos. desde el paralelo 55° norte hasta el cono sur. de las dimensiones transversales (anchuras). constituyeron los principales mecanismos evolutivos que moldearon la estructura genética de las poblaciones amerindias. 9. y la rápida expansión de los paleoamericanos por la región desprovista de casquetes glaciales de América. Orígenes de su diversidad. la reestructuración genética por la adaptación a distintos ecosistemas (entre otras.4 Los estudios dentales Las dimensiones dentales se han empleado en diversos estudios de la antropología dental para observar el pasado y presente de las poblaciones humanas y sus ten- . la amplia heterogeneidad en la bóveda craneal (dolicocefalia y braquicefalia) en las muestras del Formativo (período Herrera) y su proximidad con los paleoamericanos (tipo individuo 11 de Madrid 2-41) estaría evidenciando un proceso de reacomodamiento in situ acontecido en el paso de los horticultores (tipo Aguazuque) a agroalfareros tempranos (Herrera). En síntesis. fmt. simótico) tienen valor intergrupal. protomorfos de Siberia. nasal). y los desplazamientos migracionales muy tardíos por los valles interandinos de Colombia (posiblemente karib). habiéndose retenido sus rasgos en algunos grupos como Botocudo de Brasil y Pericú de California hasta tiempos modernos. biauricular). el aislamiento con retención de rasgos arcaicos (Pericú de Baja California y Botocudo de la Amazonia). Por otro lado. se descartan las hipótesis sobre el origen australo-melanesio de los paleoamericanos. Los ángulos faciales (nasomalar y cigomaxilar) y nasales (nasofacial. bicigomática. En la bóveda craneal. grosor del cuerpo mandibular) (Tabla 10).. (Rodríguez y Vargas. y se reduce la altura mentoniana. Vargas. Un estudio comparativo del tamaño de los dientes de varios grupos prehispánicos que incluye las áreas de molares (AUM. especialmente en la discusión sobre la continuidad o desaparición del neandertal según la tasa de reducción del tamaño de los dientes (Brace. Estas aplicaciones se apoyan en la ventaja que tienen los dientes al conservarse muy bien en el registro fósil de los homínidos. 2010). 1984. especialmente de la mandíbula (anchuras bicondilar. también se evidencia una tendencia hacia la braquicefalización y la reducción del aparato masticatorio. sus tendencias evolutivas y el impacto de los cambios en los patrones de subsistencia en el tamaño de los dientes. 1991). El cuerpo mandibular se angosta.4% en 2400 años para Oaxaca (Christensen. Checua. 1991. 1989). determinados diámetros son característicos de ciertas poblaciones. 1999: 306). mínima de la rama ascendente.Origentes y evolución de la diversidad poblacional de los Andes Orientales | 187 | dencias evolutivas. C. ALI) y del tamaño total (TS) entre grupos precerámicos tempranos (Tequendama. incisivos (7. lo que permite su diferenciación. con poca incidencia del medio ambiente.9%) hacia el II milenio a. 2010). especialmente en el grupo masculino . y porque las dimensiones dentales están influenciadas genéticamente. lo que señala que durante este período se registraron grandes transformaciones biológicas (Rodríguez y Vargas. premolares (16. igualmente. premolares (AUP. Vistahermosa). pero en el caso de los Andes Orientales apreciamos que casi en 1500 años alcanza 11. incisivos (AUI. ALC). Kieser.9% en total. caninos (3. bigoniaca.1%). altura mentoniana y de la rama ascendente. Zoubov y Jaldeeva. para estudiar el dimorfismo poblacional y sexual en los procesos de identificación humana (Harris y Nweeia. evidencia una drástica reducción del tamaño de los molares (16. Floresta) y tardíos (Aguazuque. Esta reducción es muy abrupta. ALM). ALP). También se ha usado para analizar las relaciones biológicas entre diferentes poblaciones prehispánicas e indígenas contemporáneas. cifra muy elevada para los estándares internacionales. 2010. y de 4. 1980. 2010) (Tabla 11).2%). Las apófisis mastoideas se angostan y se alargan. La rama ascendente se angosta y el ángulo se amplía para la inserción de un músculo masetero de menor tamaño. caninos (AUC. entre ellas la posición filogenética de los diferentes homínidos. Además de la disminución del tamaño dental.3%) y total (11. Rodríguez y Vargas. la frente se amplía por la reducción de la presión lateral de los músculos temporales. ya que se ha planteado que la reducción en Homo sapiens es de 1% por cada 1000 años (Brace et al. Brace et al.1%). 1986. 1990. por consiguiente.. 0 54.0 69.0 66.4 60.0 71. C. 3500-750 Aguazuque a.2 1256.0 136. México.7 114.2 116.2 23 310.1 68.8 113. C. 5000-3500 Tequendama a.300-1600 moso d.0 382. GRUPO CRONOLOGÍA No. donde en muestras que abarcan una época desde el Formativo Temprano (1200 a. C.7 356.1 1272. Muisca Soga. 750 a.0 1182. J.5 114. Muisca 800-1600 Tunja d.0 67.8 1238. 2010).7 15 350.6 129.8 72. 2007). más marcada en los dientes posteriores que en los anteriores.7 105.0 51. surge la caries como enfermedad que se intensificará posteriormente en las poblaciones agrícolas (Polanco et al.Herrera 800 d. C. 350-1600 Cocuy d.2 66. AUM ALM AUP ALP AUC ALC AUI ALI TS 28 372.4 129.4 71. C.2 53.0 67.4 66.2 51.0 67.1 331.9 55.) se observa una reducción del TS (tamaño dental total) de 1320 mm² a 1262 mm². Orígenes de su diversidad.0 66.4 137.4 367.0 113. C. Tabla 11. como consecuencia según el autor de un proceso de adaptación a un nuevo modo de vida.0 147.0 106.8 125. C.8 54. C.3 64.0 16 336.1 361.4 1197.1 114.5 24 334. C. Los 800-1600 Santos d.4 10 346.6 1248. C.0 71.2 50 340. C.5 68.5 206 342.9 108.8 110.5 Un cuadro similar se ha reportado en Oaxaca.6 53.0 68.. C. 800-1600 Silos d.3 115.0 104. con intensificación de la dependencia de la agricultura (Christiensen. En los Andes Septentrionales de Venezuela la denominada “revolución Neolítica” se ubica precisamente en el II .0 121. C.0 326.1 51.8 362. C.8 69.) hasta el Posclásico (1200 d. la luna y los Andes.2 1258.0 114.6 63. equivalente a 4. 1999: 308).9 1335. Valle del 800-1600 Magdalena d.| 188 | Los chibchas: hijos del sol.8 363. Finalmente.3 67. Áreas de las clases dentales y valores totales (TS) en grupos colombianos (Rodríguez y Vargas. (Rodríguez.3 366.4 94 355.0 67.0 114.0 68.0 358.3 120 344.Temprano 500 d.8 1247.9 38 324.7 112.0 146.4 56.2 106. C. Mestizo 1985 d.0 68.3 111.5 354.4% en casi 2400 años.3 56.0 42 322.5 122.9 1241.3 120. 1992a).0 106. Muisca 800-1600 Bogotá d.3 118.5 109.9 142.0 66.1 67..1 1176. C.0 51.0 117.7 136.0 367. V.6 127.8 68.7 56.2 126.0 54 344. 800-1600 Valle Tardío d.0 114.0 72. C.5 1292.0 112.6 117.1 130.8 1283.6 366. Valle 500 a. según el método de Ward. mientras que las menores en Valle del Cauca Tardío y Aguazuque. Macrodonte. A raíz de los drásticos cambios ambientales entre 2500 y 1000 años a. C. 2002). 2003). los dientes con una superficie oclusal más simplificada serían más efectivos (Zoubov y Jaldeeva. C. 2010). Asia y Australia-Melanesia mediante la técnica estadística multifactorial de conglomerados jerárquicos (distancias euclídeas al cuadrado. 1989: 205) o la “presión selectiva” por el cambio de modo de vida debido a la intensificación de la agricultura (Christiensen. pero los caninos e incisivos más pequeños. En el ámbito morfológico se observa un incremento de la rotación de los incisivos centrales entre Tequendama (66. los valles interandinos poseen los molares y premolares más grandes. Los premolares superiores más grandes se ubican en Cocuy y Tequendama. como también del apiñamiento. Los caninos inferiores de mayores dimensiones se aprecian en Tequendama. lo que incidió en el tamaño del arco alveolar. (Sanoja y Vargas. la población de la sabana de Bogotá se vio obligada a depender más de los tubérculos de altura y del pescado como fuente de proteína. evidencia la conformación de tres grandes enjambres de poblaciones: 1. Melanesia. 1989: 205). al parecer por grandes cataclismos geológicos (Schoch. generando apiñamiento. exceptuando los superiores (Vargas. situación en la que la ventaja selectiva la tendrían los dientes pequeños. 1984). y los más pequeños en Valle del Cauca Tardío. En Colombia prehispánica las mayores áreas de los molares superiores e inferiores se observan en Tequendama. esta época coincide con el ocaso generalizado de las culturas de la Edad del Bronce. los de menor tamaño en Aguazuque y entre los mestizos. Valle del Cauca Temprano y Aguazuque. 2. Los incisivos inferiores más grandes se observan en Herrera. en sentido espacial. Valle del Cauca Temprano y en mestizos. . Los incisivos superiores más amplios se destacan en Tequendama.Origentes y evolución de la diversidad poblacional de los Andes Orientales | 189 | milenio a. distancias reescaladas). la “selección negativa” (Zoubov y Jaldeeva. Los Santos y Tequendama. los inferiores en Silos y Tequendama. Nueva Guinea y África antigua). que vincula los grupos con los dientes más grandes del mundo (Australia. Los caninos superiores de mayor tamaño se hallan en Cocuy. En el Viejo Mundo. Mesodontes. entre tanto. para el caso de la caries.7%) y Aguazuque (100%). La comparación del tamaño dental de las muestras prehispánicas de Colombia con otras de América. y los más pequeños en las poblaciones tardías.. Este fenómeno ha sido asociado por diferentes autores con el “probable efecto mutacional” (Brace. Es decir. 1999: 307). los más pequeños están de nuevo en Valle del Cauca Tardío y Aguazuque (Tabla 11). Las frecuencias de incisivos en pala y rotación más bajas se ubican en autralo-melanesios. y en menor medida con el Valle del Magdalena. 3. Circunártico y noreste de Asia. la cúspide 6 (C6M1) y la cúspide 7 (C7M1) en molares inferiores de varios grupos de América. europeos. . El análisis de rasgos dentales como la rotación de los incisivos (WIN). conforma dos funciones canónicas discriminantes de las cuales la primera incluye los rasgos mongoloides más diferenciadores (SHO. 2001. Entre tanto. la cúspide 4 (C4M2) en molares superiores. Según las distancias Mahalanobis. la tercera el pliegue acodado (DWR) y C7M1. Los Santos. Perú y mestizo bogotano. Muisca y Valle del Cauca. que asocia a China. Microdontes. tanto prehispánicas como contemporáneas. V.| 190 | Los chibchas: hijos del sol. Indígenas prehispánicos de Colombia. los grupos Chibchas están más próximos al grupo Precerámico y a los indígenas de Suramérica. J. Asia. Las funciones canónicas discriminantes separan estos grandes grupos en tres conglomerados: 1. además de Java y África contemporánea. precerámicos y valles internadinos. los incisivos en pala (SHO). 2007). la luna y los Andes. Silos). Por el tamaño dental. el pliegue acodado (DWR). Ainu. y un poco más distantes de los indígenas contemporáneos y prehispánicos de los valles interandinos. lo que separa ambas líneas evolutivas (Figura 46). Indígenas de Norteamérica. incluidos los precerámicos. polinesios y mestizos. el hipocono (HYP).. una muestra arcaica de Kentucky. lo que concuerda con los estudios craneométricos (Rodríguez. y al grupo esquimal (Perzigian. Las distancias de los indígenas son más pequeñas con el noreste de Asia y mucho más distantes con el sureste de Asia. los mestizos de Bogotá se aproximan más a los afrodescendientes y a europeos según la variación morfológica dental (Tabla 12). mestizos y afrodescendientes colombianos. 5. 1976). la cresta distal del trigonido (DTC). Sureste de Asia y Oceanía. Orígenes de su diversidad. C6M1 y DWR). africanos. y África. contemporáneos. la cúspide de carabelli (CAR). 3. donde se incluye la gran mayoría de poblaciones americanas. 2. África y Europa. la cuarta la cúspide C4M2 (Tabla 12). Respecto a Colombia. la segunda los rasgos caucasoides (C4M2 con valores negativos. las frecuencias más altas de cúspide 7 en M1 se hallan en africanos. Tequendama se aproxima a Indian Knoll. Europa. el protostílido (PRO). Este cuadro de diferencias por el tamaño dental según el análisis discriminante distingue de manera contundente a Australia y Melanesia de los grupos americanos prehispánicos. 4. lo que confirma lo propuesto mediante procedimientos craneométricos y odontométricos. Suramérica. se evidencia una gran afinidad entre los grupos Chibcha septentrional (Cocuy. WIN). Estados Unidos. 2. la proximidad temporal. por ende. la reducción del tamaño de los dientes durante el II milenio a. pues para el caso de Colombia. Greenberg et al. pues la afinidad dental y. doble pala. Pucciarelli. y la gracilización del aparato masticatorio. 2008. cresta distal del trigonido y el protostílido. Durante el poblamiento inicial se habría presentado un efecto genético de cuello de botella que habría acentuado los rasgos del Complejo Dental Mongoloide en los indígenas americanos. Dentro de las tendencias evolutivas se aprecia la braquicefalización que acentuó los rasgos craneales mongoloides (Rodríguez. 1996. como efecto de los cambios en los patrones de subsistencia. Tampoco se corrobora la presunción de las diferencias entre los paleoamericanos y los indígenas tardíos (Powell. 2003. dando lugar a una gran diversidad de grupos según los ecosistemas ocupados y sus relaciones etnogenéticas. es en su orden Esquimal-Aleutiano.. Este proceso incidió en el aumento de la frecuencia de la cúspide 7 del primer molar inferior. 2006. se habrían acentuado en la población paleoamericana con relación a la ancestral. se relacionan biológicamente. 3. V. la pala. muy afín al noreste de Asia.. 1984): 1. tubérculo dental. 2007). y la variación morfológica de América se puede distribuir según la propuesta tripartita. Una vez asentada la población paleoamericana por todo el continente. 2004: 240). Aleutiano-Esquimales. Turner. pero siempre en el ámbito del Complejo Dental Mongoloide (Pompa y Padilla.. próxima al noreste de Asia –y no al sureste–. . con muestras más grandes que las reportadas. siendo el tronco ancestral de todos los amerindios desde el paralelo 55°N hacia el sur y de parte de Norteamérica (Plains). 1999). Powell. por lo que rasgos tales como la rotación de los incisivos superiores centrales..Origentes y evolución de la diversidad poblacional de los Andes Orientales | 191 | Estos análisis no comparten la hipótesis sobre una relación filogenética de los paleoamericanos con las poblaciones del sureste de Asia (González et al. 1984). 2007. corresponden al patrón mongoloide (Hanihara. se habría visto afectada por procesos locales que la reestructuraron y moldearon. 1968) o sinodonte (Turner. 1990). por ende del patrón sundadonte (Haydenblit. Neves et al. 1993. 1993). con relación al noreste de Siberia. y. 1986. J. Todos los indígenas. Powell y Neves. Paleoamericana.C. Na-Dene y el resto de América (Greenberg. 1987. tanto antiguos como recientes. Na-Dene de la GNWC. los más tardíos en arribar. 8 9.3 50 24.7 8.5 41.3 21 16.8 10.9 35.1 4.4 5.5 33.2 78.1 47 95 20 92.7 66.9 65 95.6 61.1 1.3 80.3 40. 2010).2 10.7 42.1 3.4 42.6 0 0 4.1 65.9 52.4 98.7 8.4 44.1 97.3 12.2 2. Tabla 12.4 57.6 20.3 52 42.7 4.9 75 73.3 Chibcha 70 contemp.7 82.3 38.2 33.7 19 4.4 91.5 41.5 22.7 19. Variación de rasgos dentales de Colombia prehispánica y contemporánea.1 30.4 0.8 76.7 septent.6 5. y del mundo (Vargas.4 8.1 Herrera 100 Chibchas 84.5 4.5 16.9 92.3 24.8 41.6 99.5 11 7. Valle 59.2 50 39.7 92.6 3.5 54.2 99.3 32. la luna y los Andes.6 17.7 5.1 24.9 79.9 43.9 8.3 13.6 92.5 38.8 68.9 17.6 98.5 25.7 38.6 6 Al penetrar la población en el territorio colombiano.9 32.2 48 37 31.9 17.4 8.9 31.3 12.5 7.7 9.4 13.4 28.4 32.6 29. En el territorio de la cordillera Oriental los grupos de horticultores dieron .2 98.2 47.8 11. Orígenes de su diversidad.2 15.6 5. GRUPO/ WIN RASGO Amur 50 NE Siberia 35 Esquimal 24 Aleutiano 25 Na Dene 38 Indígena 50 norteamericano Indígena 50 suramericano Muisca 70.5 41.6 100 30.1 44.4 África 6.6 9 74.2 44.5 10.7 95.3 70 16.5 6.9 14 7.9 38.3 5.6 51.2 7.8 10.9 4.8 100 40 100 25 20 16.1 26 67.7 13.6 56.6 subsahariana África sur 4 Europa W 7 Jomon 20 Ainu 20 China 25 Melanesia 16 Australia 7 Polinesia 20 SHO CAR HYP C4M2 DWR DTC PRO C6M1 C7M1 100 97.3 3.7 4.7 0 100 43.8 3.8 27.2 61.9 16.5 29. Mestizo 41.6 Cauca Valle 100 Magdalena Precerámico 83.1 10.1 51.9 49.7 32.5 5.8 32.1 73.6 5.2 9.6 38.7 70.1 4.9 22.6 37.8 7. flujo génico).3 7.9 37.7 9.6 17.9 33.1 Bogotá África norte 7.8 1.9 20 8.3 16.3 60 13.4 79.3 90 42.4 24.2 99 24.| 192 | Los chibchas: hijos del sol.6 60.9 42.3 90 96.8 86.2 5.6 79.5 60 80 16.6 60.2 4.7 27.5 7.9 17.6 91.4 6.2 42.3 16 16 7.6 100 100 44.2 80 16.9 12.4 67.1 5 8 17.9 25 17.2 15.7 3.8 55.9 89.7 25 100 55. se produjeron procesos etnogenéticos similares a los acontecidos en el resto del continente americano (deriva genética.5 98. las distancias son mayores con los grupos de los valles interandinos tardíos (Valle del Cauca y del Magdalena). flujo génico). sin participación foránea posterior. se hereda exclusivamente por línea materna. Estos a su vez se aproximan a los chibchas septentrionales (Sierra Nevada del Cocuy. Providencia. especialmente de los incisivos rotados y en forma de pala. reduciéndose la influencia del Complejo Dental Mongoloide. Con la llegada de los españoles. distanciándose de los tardíos del Valle del Cauca y del Magdalena. 9. Los mestizos se asemejan entre sí (Bogotá. Tunja. Cartagena) y presentan distancias pequeñas con los afrodescendientes. los españoles y los africanos. Posteriormente. conocidas como HVS I y HVS II. y un poco menos con los muiscas de Bogotá. Entre tanto. Delgado. especialmente Tumaco y Providencia. como consecuencia de sus propios eventos biológicos (migraciones. Guatavita. especialmente con los primeros. presenta 16. epigenéticos.. Irish. los pobladores del Valle del Magdalena desarrollaron características diferentes. 2007. se produjo un proceso de mestizaje entre los grupos ancestrales indígenas.5 El ADN mitocondrial El ADN mitocondrial es un pequeño genoma circular que se conserva en el interior de las mitocondrias de las células. Los Santos y Silos). Dentro de sus atributos se encuentra que posee . Al analizar todas las muestras prehispánicas de Colombia mediante los rasgos craneométricos. Estos comparten un tronco ancestral común con los grupos del Valle del Cauca y del Magdalena. Esta distribución señala que los grupos andinos comparten un tronco ancestral común con los precerámicos y tempranos del Valle del Cauca. Duitama).) y a los grupos precerámicos Temprano (Tequendama) y Tardío (Aguazuque).Origentes y evolución de la diversidad poblacional de los Andes Orientales | 193 | origen a los primeros agroalfareros.569 pares de bases (pb). La posición de este último puede estar afectada por el pequeño tamaño de la muestra y por su alto grado de heterogeneidad. apreciamos que los muiscas de Tunja y Sogamoso son muy cercanos entre sí. Tumaco) están más próximos entre sí. a juzgar por las pequeñas distancias. al Valle del Cauca Temprano (500 a. Estos últimos (Guapi. C. 1997). deriva genética. quizás por haber permanecido con menor mezcla poblacional. ya que incluye tanto muestras dolicocéfalas (Madrid. C. Chita) como deformadas (Chucua. a 500 d. y en el ámbito mundial presentan mayor afinidad con las muestras de África subsahariana (Bravo et al. que fueron influenciados por migraciones tardías de grupos de lengua Caribe. además del Herrera. y posee una región control D-loop con dos segmentos que tienen tasas de mutación más altas que las codificantes. odontométricos y morfológicos dentales (Figura 47). 2003. Macaregua. siendo un indicativo de continuidad . Lalueza et al. el No. Ribeiro dos Santos. ubicada cronológicamente en el período Herrera.5% de los varones y el 65.| 194 | Los chibchas: hijos del sol. En esta muestra se observó un alto índice de diversidad (nucleótica y haplotípica) y diferencias con otras poblaciones actuales. 2007. Butaregua.. China. En ellos se encontraron 9 haplotipos caracterizados por 11 sitios pólimórficos comparados con la CRS.. Orígenes de su diversidad. Melton et al.. 1985). 41% de B. Mientras que los haplotipos 2. posiblemente guanes (Casas.0% de otros tipos. el A contiene 5 haplotipos. Santander (Keyeux et al.. de los cuales solo 6 se pudieron amplificar) procedente del yacimiento Madrid 2-41. lo que apoya la hipótesis de una alta exogamia y flujo génico con los vecinos muiscas (Casas. 2002. B. el No. Choaguete y Guanentá de 1734-1810.1% de las mujeres habían preferido los matrimonios con personas de otras parcialidades. la luna y los Andes. 6 y 9n son los más frecuentes en América. En 33 individuos campesinos de Butaregua. 2002) se halló una distribución similar. 1999. el No. señala que todos los individuos son homogéneos en la secuencia de su HVS-I (todos los 6 individuos son del haplogrupo B). valor medio de D (24%). 2010: 101). el No. 4 en Huétar.7% en mujeres). reporta 35% de haplogrupo A. C. y no presentan mutaciones. y que se conserva muy bien en material arqueológico (no se degrada fácilmente). Esta práctica se conservó en tiempos coloniales y republicanos tempranos. Coratá. el No. sin importar su correspondencia cronológica. 24% de D y 0. el B tres y el D uno solo. tal como lo atestiguan estudios de archivos parroquiales de parcialidades indígenas de Guane. Keyeux et al. 8 no se halló en ninguna otra parte. C. D).0% de C. lo que indica que pertenecieron al mismo linaje materno durante el período que ocuparon las inmediaciones de la antigua laguna de La Herrera entre finales del I milenio a. inclusive de otros grupos étnicos (11. 0. 7 en población de Yungai. Ubigará. y mediados del I milenio d. Torroni et al. sobre matrimonios de indígenas con otras parcialidades guanes. lo que permite hacer estudios comparativos. C. 1996. entre ellos muiscas (Lucena.6% en varones y 23. 1974: 191). El estudio de una muestra (11 individuos... Mongolia y Australia. 3 se halla en Bella Coola y mayas. Mocora. el No. 1997. incluyendo varios grupos amerindios (Fernández. con una alta frecuencia de haplogrupo A (64%). baja de A (12%) y ausencia de C. 2010). donde el 61. El análisis de ADNmt de 17 muestras de La Purnia (Mesa de los Santos). por lo que contamos con numerosos estudios de todas las poblaciones mundiales (Wallace et al. 1993). una elevada tasa de mutación y gran polimorfismo (mayor que el ADN nuclear). El análisis filogenético de todas las muestras arqueológicas de Colombia demuestra que éstas se agrupan según el haplogrupo (A. 5 en China y Siberia. muiscas. 1 en poblaciones mongoles. . Ribeiro dos Santos et al. SA Xavante SA Brasil 4000-500 a.1 0 2 21 1 3 0 5 0 0 0 0 0 0 3. Silva. Col Kogui. SA Chile <5. Melton et al.P.. Muestra /Haplogrupo mtDNA Chukchi. 2007. 1996).7 21.7 25..2 5 0 B 0 0 0 13 44 21 23 22 0 0 0 0 80 66. 2010.1 29 21 33 0 8.. C.2 0 11.1 0 0 0 0 5 0 0 21.6 0 0 38.3 14...7 0 0 0 2 0 0 0 0 0 0 0 22. SA Mapuche SA Fueguino SA n 66 154 41 39 91 91 79 21 24 39 19 15 5 12 27 17 5 49 46 48 40 50 82 205 120 57 36 25 26 60 68 208 45 A 68. 1993) y Centro-Suramérica (Moraga et al.3 7. Dominicana 500-1300 d. Norteamérica (Torroni et al.C.9 5. Col Aymara SA Cayapa SA Perú 550-400 a.2 60 3. P.9 30.1 0 0 10. SA Perú 1000 d. Frecuencias de haplogrupos mitocondriales en poblaciones de Colombia (Casas.4 35 35 7.2 84 0 0 34. 2005.7 22.9 41 40 27. Tabla 13.2 90.7 11.9 90 49 6 49 77 73 0 3 0 7 0 0 51.9 37 65 90 68 15 5 29 8.5 0 10 72 40 65. 2007: 53).6 0 0 0 0 390 12 22 2. Siberia Dogrib (Na Dene) NA Haida NA Cheyenne NA Pima NA Maya CA Kuna CA Embera CA Rep.| 195 | Origentes y evolución de la diversidad poblacional de los Andes Orientales biológica de las poblaciones que ocuparon los Andes Orientales.3 39 56 Otros 9.5 32 36 11 9 22.000 a.4 20 00 C 10.6 0 72. sin que se descarte la posibilidad de influencia genética posterior (Silva.6 2 7 18 40 13 0 0 78.4 16 16. A.1 26 0 2.1 1.4 24 0 14.3 3 0 . SNSM Col Ijka SNSM Col Arsario SNSM Col Ticuna. 2007).8 35 60 47.000-500 a.6 19.C. A.9 68 79 60 20 16.7 0 26.P SA Chile 6. Caribe Taíno Cuba Ciboney Cuba Precerámico Col Formativo Col Chibcha prehispánico Col Mesa de los Santos Col Sierra Nevada Cocuy Col Contempor Col Wayuú.8 33 42 D 12. denominado X. a pesar del pequeño tamaño de las muestras. 15  En la costa colombiana incluiría el componente masculino africano. Ver Rodríguez. en lo que podríamos denominar la ancestralidad “madre América y padre España”. 2010). La posibilidad de ingreso de poblaciones tardías portadoras del haplogrupo A. 2003). y que ha sido hallado en muestras arcaicas de Norteamérica. A su vez.. Por su parte. La distribución de los haplogrupos mitocondriales en poblaciones colombianas muestra que el haplogrupo A. Esta distribución podría estar señalando que las primeras poblaciones –los paleoamericanos y sus descendientes de Centro-Suramérica– serían portadoras de los haplogrupos B. decrece. los haplogrupos C y D se mantienen con frecuencias estables en el tiempo (Silva. El tamaño de las muestras es tan pequeño que genera sesgos estadísticos. Orígenes de su diversidad. . A. 2010). 2005). por el contrario. 2004: 39-66. especialmente de los grupos Precerámico y Herrera. mientras que el B..| 196 | Los chibchas: hijos del sol. con aportación femenina indígena y masculina (cromosoma Y) hispánica. V. Estas diferencias se pueden interpretar bajo dos perspectivas: 1. 2007). et al. 2. Esta diferencia se ha explicado con la posibilidad de que las poblaciones antiguas tuviesen una mayor diversidad mitocondrial que la estimada. En el continente americano se aprecia un predominio del haplogrupo A en Norteamérica. M. Llama la atención que la distribución de frecuencias de haplogrupos mitocondriales de las poblaciones agroalfareras y contemporánea mestiza sean muy similares. el haplogrupo C predomina en Cuba prehispánica con posible origen suramericano (Lalueza et al. B. ausente en las muestras Precerámica y Herrera (Tabla 13). J.. mientras que el haplogrupo D predomina en la Amazonia y en la Patagonia. que son muy escasos en comparación con el Agroalfarero. o que hayan surgido procesos mutacionales que hayan dado origen a nuevas formas (Moraga et al. aunque en la Sierra Nevada de Santa Marta podría ser el producto de procesos de aislamiento genético muy antiguo. aunque se puede explicar por el hecho de que el proceso de mestizaje de la población colombiana vinculó mujeres indígenas y conquistadores españoles. C y D.15 Por otro lado. en la Sierra Nevada de Santa Marta (SNSM) y en Puerto Rico (Díaz. se incrementa con el tiempo. predominante en los dos primeros grupos. con poca presencia de A. incluyendo las muestras más antiguas de Colombia. mientras que las migraciones más tardías aportarían predominantemente el haplogrupo A. la luna y los Andes. el haplogrupo B predomina en la región Andina. C y D en su mayoría.. según se reporta en la muestra de la Sierra Nevada del Cocuy de posible origen étnico Lache (Uricoechea. se reportan dos individuos (uno del período Herrera y otro del Agroalfarero) con un haplogrupo desconocido diferente a los tradicionalmente conocidos como A... . Otra migración procedente de Siberia meridional (Amur y mar de Okhotsk) traería el haplotipo RPS4Y-T y el subhaplogrupo M45a. Como los haplotipos 1.. 1990. Los autores concluyen que tanto los varones como las mujeres arribaron al Nuevo Mundo en al menos dos oleadas migratorias coherentes. La primera habría partido de Siberia central. 10. asociado a la variante M173. asociado a varios marcadores. el cual habría dado origen en Beringia al haplotipo M3 que cruzó hacia el Nuevo Mundo. el cual se ubicaba exclusivamente en los indígenas de Norteamérica (observado también en mongoles).000 años atrás (Schurr et al. según el reloj molecular. Para los autores. los primeros migrantes pudieron portar el haplotipo 10 protocaucasoide.. y los haplogrupos mitocondriales C y D. tienen las frecuencias más altas en el sur de Siberia central. atravesando Chukotka. 2002: 204). Esta conclusión se obtiene de que la línea M45a de cromosoma Y. que se hallaba en un 30% de los casos.. precursora de la línea americana M3. 20 y 32 estaban ausentes en China y Japón. hallado en Norteamérica y en algunos grupos de la región del centro de Siberia (Ket. 1998). Altai.000 años.000 y 16.000-30. mediante un origen único de tipo mongoloide. seguía por frecuencia el haplotipo 10. portando el haplotipo M45a. la primera con origen en el sur de Siberia central y la segunda más tardía del sureste de Siberia (Lell et al. a algún momento entre 34. se propuso una ruta migratoria de los primeros americanos por el noreste asiático. Los estudios iniciales (Santos et al.Origentes y evolución de la diversidad poblacional de los Andes Orientales | 197 | Estos estudios señalan de manera contundente el origen genético siberiano de la población aborigen americana. 1999) indicaban que el haplotipo predominante en América y Asia era el 31. Mongolia).. Lell y colaboradores (2002: 196-206) con base en un estudio más amplio propusieron que los amerindios provenían de dos grandes migraciones de origen siberiano. esta habría contribuido con el pool genético de los Na Dene y amerindios de Norte y Centroamérica. Starikovskaya et al. y el haplogrupo A se halla en Chukotka. cuyos inicios se remontarían. luego estaba el haplotipo 20.6 El cromosoma Y El cromosoma Y se transmite por línea paterna y su polimorfismo se emplea para analizar los orígenes de los linajes masculinos. hace aproximadamente 20. 9. hace aproximadamente 7000-9500 años. La mutación del locus DYS199 que produjo el haplotipo 31 pudo ocurrir durante el Pleistoceno en las poblaciones de Beringia. Posteriormente. con un proceso de diferenciación una vez atravesada la región de Beringia. | 198 | Los chibchas: hijos del sol. Esto significa que son específicos y se han distanciado de estas poblaciones en virtud de varios procesos biológicos.100 a 17.8%). . mediante una sola gran migración ocurrida entre 10. ya que los indígenas norteamericanos se asemejan más a las 16  Esta premisa ha sido muy discutida. Los indígenas americanos presentan diferencias significativas con los australomelanesios. G. y están presentes por hibridación posterior. Orígenes de su diversidad.4%. Mientras que en Asia se han encontrado 30 haplogrupos. que se concentra en Na-Dene (GNWC de Estados Unidos). como el cuello de botella que disminuyó la variabilidad original (Malhi et al. 2. la luna y los Andes. común en el este de Asia. La ampliación de las muestras por parte de Zegura y colaboradores (2004) estableció que en amerindios predomina el haplogrupo Q (76. En el año 2002 se estandarizó la nomenclatura del cromosoma Y (YCC 2002).16 9. malayos.000 y 30. en América se han descubierto solamente 17. F.. y en menor medida con los siberianos (Figura 48). en dos individuos del Holoceno medio de Norteamérica.. luego se observa el C (5.000 años atrás. La comparación de más de 100 grupos mundiales evidencia la presencia de convergencia adaptativa.200 años (Zegura et al. y al parecer es posterior a la Conquista por hibridación con europeos (R-P25). I y J son muy escasos.4%). los estudios genéticos demuestran de manera fehaciente un antiguo origen amerindio por una población fundadora desde el centro de Siberia. y que el haplogrupo específico amerindio es el Q-M3.7 Síntesis de los orígenes poblacionales 1. lo que indica menor variabilidad. Hay que señalar que otros estudios han detectado el hasta hace poco desconocido haplogrupo M. de manera que los haplogrupos quedaron designados por letras desde la A hasta la R. ambientales y culturales. lo que evidenciaría que la diversidad genética ancestral era mayor y que se redujo por procesos posteriores. el R solo se halla en un 13. En fin. siendo el C-P39 específico de estas poblaciones. africanos y europeos. pues no tiene en cuenta la incidencia de los factores estocásticos durante el poblamiento inicial de América. 2004). con un promedio de 17±5% de mezcla. Este estudio concluye que el origen amerindio obedece a una sola migración mayor (single polymorphic founding population) desde las montañas de Altai en Siberia en un tiempo de divergencia aproximado de 10. Los haplogrupos E. según el denominado “reloj molecular” que parte de la premisa de que la tasa de mutación es constante en el tiempo. pero comparten un tronco ancestral común con poblaciones antiguas de Siberia central (río Lena). 2007). 000 años. Aquí la microevolución y no las migraciones sería el proceso que dio origen a nuevas formas corporales. como consecuencia de cambios en el patrón de subsistencia. Este proceso acepta la restructuración genética in situ. Significa que otro mecanismo evolutivo.Origentes y evolución de la diversidad poblacional de los Andes Orientales | 199 | poblaciones de Polinesia. 4. con menor prognatismo y menor anchura nasal. jugó un papel importante en la formación arcaica de variantes locales. 3. incidió el efecto de cuello de botella y. Ket. Magdalena) y en las sabanas de la Orinoquia. Todos los indígenas americanos pertenecen al Complejo Dental Mongoloide (elevadas frecuencias de incisivos en pala). las del Circunártico a Siberia Oriental (Chukchi. 6. Existió un proceso microevolutivo entre los paleoamericanos. Mansi). 7. pero el esqueleto facial es muy diferente. 11. las poblaciones precerámicas tardías y primeros horticultores de Centro-Suramérica. 5. El aislamiento temprano de algunos grupos produjo otro tipo de variación (guane en la Mesa de Los Santos). Los paleoamericanos por la bóveda craneal son muy similares a los autralomelanesios y polinesios. Es decir. y a los Ainu. 9. Su proceso de reducción dental se presentó hacia el II milenio a. sin cambiar la morfología dental mongoloide. los Paleoamericanos. C. posteriormente. cuando surgió el Complejo Dental Mongoloide. como la deriva genética. Australia-Melanesia es un grupo particular. Yakut. braquicefalización y reducción del tamaño del aparato masticatorio (especialmente de dientes y mandíbula). Se observa un proceso adaptativo a los distintos ecosistemas (circunártico. . Evenk). andino. 10. con dientes más pequeños que los australo-melanesios. pues es mesomorfo. cuya morfología se extendió posteriormente a algunas regiones mediante cruce genético. selvas). La protomorfia de los paleoamericanos es compatible con un origen muy antiguo de hace aproximadamente 20. Las migraciones tardías (karib. 8. con mayor énfasis en el consumo de plantas. el de fundadores. La adaptación mediante un proceso de mutaciones y selección natural fijó nuevas variantes somáticas. Tras la penetración a América por Beringia. a los grupos arcaicos del río Lena en Siberia. al igual que el del Paleolítico (Figura 48). las de Centro-Suramérica-Caribe a Siberia Occidental (Janti. C. Los cambios tecnológicos durante el Formativo propiciaron un proceso de gracilización. sabanas.). arawak) introdujeron nuevas variantes en los valles interandinos (Cauca. comparten un tronco ancestral común. especialmente a finales del Precerámico Tardío (II milenio a. sedentarios y demográficamente numerosos. Brasil. Se diferencian del patrón caribe de los valles interandinos de períodos tardíos. la luna y los Andes. 14. California. Las muestras de los Andes Orientales comparten un patrón morfo-métrico muiscoide con los grupos antiguos de esta región por poseer un ancestro común. posiblemente en la Serranía de Perijá) debido a que la microevolución fue diferencial en el tiempo y en el espacio. Botocudo. pesca y recolección retuvieran los rasgos paleoamericanos (Madrid.| 200 | Los chibchas: hijos del sol. Es posible que la deformación cefálica intencional hubiera surgido como una forma de adaptación cultural de algunos relictos de robustos cazadores recolectores que quisieron imitar a los exitosos agricultores. de ahí que algunos grupos que presentaban buenas fuentes de recursos de caza. Chita en el Cocuy). Estos tres conglomerados biológicos están señalando tres procesos etnogenéticos diferentes. 13. 12. También del patrón orinoco de la península de La Guajira y Llanos Orientales. ya braquicéfalos y gráciles. Existen relictos de rasgos paleoamericanos (Pericú. Orígenes de su diversidad. Cundinamarca. . | 201 | . Distribución de los grupos mundiales masculinos según las funciones canónicas discriminantes craneométricas. Figura 44. Análisis canónico discriminante craneométrico entre grupos masculinos de Colombia.Origentes y evolución de la diversidad poblacional de los Andes Orientales Figura 43. Funciones canónicas discriminantes de variables odontométricas de grupos mundiales. Figura 45. Orígenes de su diversidad. Distribución de los grupos mundiales femeninos según las funciones canónicas discriminantes craneométricas. . Figura 46. la luna y los Andes.| 202 | Los chibchas: hijos del sol. epigenéticas. odontométricas y morfológicas dentales. .Origentes y evolución de la diversidad poblacional de los Andes Orientales | 203 | Figura 47. Dendrograma de distancias según variables craneométricas. Knoll 59 Pickw ick 60 Sambaquis 53 Botocudo 52 Pericu 78 Río Lena 76 Ainu 69 Australia 66 Tolai 67 Kennew ick 58 Zhoukoudian 79 Teshik Tash 80 Paleoamericano. Siberia Oriental. Francisco 12 Arkansas 18 SW USA 23 Tew a 22 Texas 20 Aguazuque 64 Tequendama 65 Lagoa Sa 63 I .Suramérica Chicama 41 Morro Uhle 51 Morro 1 50 Muisca 33 Silos 36 Paucarcancha 42 Herrera 37 Valle Tempra 38 Valle Tardío 39 S. Ainu Australia . Asia y Australia. Dendrograma de correlaciones intergrupales craneométricas de América. la luna y los Andes. Patagonia. Polinesia Siberia Occidental Taino 28 V Magdalena 40 Tlatelolco 24 Guanajuato 26 Perijá 31 Guajira 32 Old Zuñi 21 Coahuila 25 Arcaido Low 49 Hort Andino 44 Hort Low 46 Atacama 47 Chancay 48 S.| 204 | Los chibchas: hijos del sol. . 0 Arikara 9 Ponka 10 Siouan 11 Cheyenne 8 Piegan 7 Cañaveral 15 Captiva Isla 16 Huron 6 Belleglade 17 Lousiana 19 Otamid 62 Moriori 68 Guam 70 Evenk 73 Baikal 77 Aleut 2 Kitoi 74 Río Angará 75 Esquimal 1 Chukchi 71 Yakut 72 Haida 3 Río Negro 55 Atapasco 5 Tlingit 4 Paraná 54 Río Chubut 56 Fueguino 57 Sacramento 61 Janti 81 Ket 83 Mansi 82 Siboney 27 Cocuy 35 Suriname 29 La pica 30 5 10 15 20 25 Norteamérica.Melanesia Figura 48. Damián 43 Arcaico Andi 45 Centro. Orígenes de su diversidad. Barbara 14 Los Santos 34 S. Cruz 13 S. y ante todo en las evidencias bioantropológicas deducidas del análisis de los restos óseos. La existencia de una cosmovisión que concebía el mundo de manera práctica e integral.1 Características físicas de los chibchas según los cronistas La descripción del aspecto físico de las poblaciones chibchas aporta al esclarecimiento de la calidad de vida de los grupos que se acoplaron al medio andino durante milenios de años. y. el chamán.Las condiciones de vida de la población prehispánica de los Andes Orientales | 205 | Capítulo 10 Las condiciones de vida de la población prehispánica de los Andes Orientales S e puede afirmar que cuatro factores contribuyeron a que las condiciones de vida de las poblaciones americanas prehispánicas fueran superiores a las del Viejo Mundo: 1. animales y astros. 10. por ende. materia prima y plantas medicinales. en la información etnográfica y arqueológica. algo importante fue la existencia de un bioma rico tanto en animales como en vegetales que proveyó de fuentes suficientes de alimentos. debían integrarse de manera armónica con la naturaleza para sostener su vitalidad. dentales y momificados. de regulación del crecimiento demográfico. La reconstrucción de las condiciones de vida de las poblaciones prehispánicas se apoya en los datos etnohistóricos. Finalmente. 2. que no separaba el universo de los humanos del de las plantas. por lo que la sociedad y el depositario del conocimiento. y. su posible filiación etnogenética. Finalmente. La existencia de la institución del chamanismo que desarrolló un conocimiento milenario encaminado a sostener de manera saludable la sociedad y a sus integrantes. 3. Las prácticas ritualizadas y los mitos que permitían mantener las tradiciones culturales como elemento esencial de la reproducción del conocimiento. al mismo tiempo. También ayuda a evaluar el grado de similitud o diferencias somáticas entre los diversos grupos. su grado de adaptación y la efectividad de las estrategias que desarrollaron para enfrentar las diferentes condiciones ambientales y culturales. sirve . 4. (Manrique. por ser la dieta nativa básicamente vegetariana. 1937: 72). condujeron a la extinción del indígena y a la importa­ción de esclavos africanos. Orígenes de su diversidad. según ellos. altamente calórica y con bajo contenido en proteínas de origen animal y calcio. sus hábitos alimentarios y sus costumbres culinarias. de constitución física muy endeble y de mentalidad muy escasamen­te desarrolla­da […]. lo que produce pelagra (Zubiria. no conocían los vegetales andinos.. Según la posición del mencionado autor y del pensamiento popular. 1986). Algunos de estos cronistas ni siquiera visitaron el Nuevo Reino de Granada y solamente se limitaron a recibir los informes de los soldados y escribientes para después convertirlos en narraciones que se remitían a la Corona española (Fernández de Oviedo.| 206 | Los chibchas: hijos del sol. estas crónicas tempranas están cargadas de apreciaciones subjetivas. y la falta de un espíritu batallador que opusiera resistencia al conquistador. la principal causa de su fácil conquista. para refutar o corroborar las versiones de algunos viajeros y médicos republicanos que consideraron a los indígenas biológicamente subdesarrollados por su baja estatura. y débiles y miserables. especialmente los tubérculos de altura. V. rutinaria. Sin embargo. Para finales del siglo XVI y principios . tenemos que no es difícil juzgar a los chibchas como un pueblo de gentes débiles. complementándolos con sus propias apreciaciones (Aguado. razón que habría sido. lo que: […] demuestra la extremada timidez de nuestros indígenas. A principios del siglo XIX el médico Julio Manrique aducía que los muiscas eran microcéfalos y de baja estatura. dado que los españoles no entendían las lenguas aborígenes. la luna y los Andes. y si a esto le agregamos los datos antropológicos que nos suminis­tran los esqueletos estudiados. Otros llegaron a afirmar que la calidad de vida de los chibchas era muy precaria. 1956). enfermizos por su dieta hipercalórica e hipoproteínica. además. Para evaluar estas hipótesis se puede acudir a las descripciones de los cronistas sobre los diferentes pueblos que visitaron en el siglo XVI. Otros obtuvieron informes avanzados de correligionarios que habían llegado con anterioridad. supuestamente más fuertes y más resistentes para el trabajo pesado de minerías y plantaciones (Rodríguez. oro y mujeres. la supuesta debilidad física y mental. 1959). 1988). baja en hierro y grasas animales. J. con sobredependencia del maíz y sus derivados que generan problemas nutricionales por la mala absorción de la niacina y del triptófano. ni tampoco entendían las prácticas culturales enmarcadas en una cosmovisión muy diferente a la del caballero medieval que buscaba conquistar tierras. 1978. adornos. 1975. emitiendo por consi­guiente un concepto bastante halagüeño de ellas. los cronistas acompañantes casi siempre resaltaban la condición de las apetecidas mujeres nativas y su afición a los conquistadores. por tanto. aunque siempre manteniendo la perspectiva medieval católica (Castellanos. 1983. excluyendo las pintorescas referencias respecto a algunos “gandu­les” y “peque­ños gigantes”. especialmente con los guanes de la Mesa de Los Santos. con bien poca o ninguna diferencia de costumbres y habilidades […]”. Estas crónicas se han complementado con descripciones tomadas de Visitas.Las condiciones de vida de la población prehispánica de los Andes Orientales | 207 | del XVII ya se entendían las lenguas chibchas y se tenían varios relatos sobre los indígenas del altiplano que algunos religiosos cultos. 2004. por lo general. La forma del rostro. defor­mación cefáli­ca. Gamboa. 2001). Tovar. grado de corpulencia de sus guerreros. quienes vivían en la Nueva Granada y la conocían desde hacía muchos años. V: 51). calvicie. Friede. Relaciones Geográficas y del Archivo de Indias que a manera de inventario han permitido ahondar en algunos aspectos concernientes a la organización económica. La descripción que los cronistas dieron sobre los chibchas apunta a mostrar algunas diferencias entre los distintos grupos de la cordillera Oriental. lo que les permitió tener una visión más amplia de las problemáticas indígenas. Santander. la descripción de los varones aborígenes. especialmente en lo que respecta a las dife­rencias somáticas entre las distintas comunidades de esta región. política y vida cotidiana de los indígenas (Correa. las descripciones surgidas durante los prime­ros encuentros con los nativos caribeños deberían extenderse al resto de poblaciones. V: 463-464): . social. Restrepo. A su vez. tuvieron la oportunidad de leer. 1987. proporciones corpo­rales y principales enfermedades han quedado ocultas para la posteridad. canicie. 1996. Simón. Así. no son positivas. diferencias que se acentuaban con sus vecinos panches y con otros grupos caribes. Hernández. 1972. como consideraba fray Pedro Simón (1981. Al estar conformadas las tropas españo­las únicamente por hombres. Patiño. y. Sin lugar a dudas. 2010. “[…] quien ve un indio ve a todos los de este Nuevo Mundo. vestimentas y otras prácticas culturales. 1981). Langebaek. sus potenciales enemigos. Villate. al parecer del propio cronista Simón (1981. todos serían. La mayoría de cronistas españoles daban por sentada la creencia generalizada según la cual los aborígenes americanos no presenta­ban mucha variabilidad. y sus mitos y leyendas. La caracteriza­ción somáti­ca de las poblaciones nativas es muy escasa y se limita a algunas observaciones sobre la carencia de pilosidad facial. 1995. quienes opusieron una valerosa resis­tencia a las huestes españolas. pecho y narices. bien agestados y de color como los demás indios”. aunque los hombres algo bajos y morenos.| 208 | Los chibchas: hijos del sol. costumbres y en que eran más altos y fornidos. y en común todos de buenos ingenios para letras y lo demás” (Simón. Aguado (1956. tanto la descripción etnohistórica como la osteológica evidencian una amplia variabi­li­dad somática. En lo que sí estaban de acuerdo los cronistas era sobre la gran diferencia en cuanto a las características físicas. particularmente con los vecinos de los valles interandinos y de las provincias de “tierra caliente”. Usan de sus alcoholes. de gran verdad en sus contratos. los más conocidos. Respecto a los muiscas. especialmente sus mujeres que eran apetecidas por las huestes españolas. Orígenes de su diversidad. como veremos más adelante. Los guanes eran muy diferentes. mayor estatura y más gráciles. en especial las mujeres de bellos rostros y buen parecer. del que se dispone de muy poca información. conque realzan su hermosura y son aficionadísimas a los españoles. gallardas y bien preciadas. se diferenciaban de los muiscas en traje. […] gente membruda y bien dispuesta. nariz aguileña. consignaron el mayor número de descripciones con elogios y hasta versiones exageradas sobre su “blancura” . Pero. pues mientras el autor del Epítome y los españoles Fernández de Oviedo y Herrera afirman que no eran tan morenos aunque sí más altos que otros pobladores de las Indias. fue el de los chitareros. de prácticas deformatorias de la cabeza. las descripciones son variables. Sus vecinos laches de la Sierra Nevada del Cocuy son igualmente poco conocidos. pues a las más les llegan hasta los pies. la luna y los Andes. Tráenlos más largos las mujeres. que se los cortan. lengua y costumbres de los guanes respecto a sus vecinos. 1981. lengua. a pesar de ser de la misma filiación lingüística chibcha. compuestas solamente de hombres sedientos de oro. y de pintura y adornos faciales. en orejas. aunque se sabe que. que acentuaban la diferenciación. Pedro Simón. a pesar de incluir una amplia descrip­ción del mundo muisca a duras penas y en forma sucinta se refiere a ellos como “hombres y mujeres de buen cuerpo y parecer. y aun dentro del propio territorio de las confederaciones muiscas. Por ello. aventuras. pillaje y muchas ganas de sobrevivir en estas indómitas y desconocidas tierras. I: 425) los describe como “[…] gentes de mediano cuerpo. de piel más clara. Pedro Aguado (1956. III: 53). Usan de cabellos largos si no es cuando van a la guerra. dadas las especiales características de las mujeres guanes. quizá por el paisaje montañoso de difícil acceso en que habitó. I: 53) planteaba que la gente “[…] es más serranilla y pequeña de cuerpo que las demás del Reino”. Uno de los pueblos más desconocidos. Adornan bien su rostro con varias joyas de oro. Simón describe a los mismos guanes de la siguiente manera: Son los indios tan bien dispuestos. en especial las mujeres. mientras que los panches las deformaban con tablillas en la frente y colodrillo. De que hicieron demostración con sus bríos. gracia y donaire en su hablar. (Castellanos. (Simón. especialmente a los terri­bles y corajudos panches. Al respecto. aire. que en dos o tres meses suelen salir tan ladinas y hablarla con tanta propiedad como un hijo de un mercader de Toledo […] era la (gente) más lucida de todos aquellos valles. las cabezas de los muiscas eran redondas. gracia. los cronistas destacaban dentro de los muiscas la presencia de mozos gallardos llamados guechas. como también a los españoles. del mucho y buen algodón que crían. los rostros aguileños y facciones de linda y agraciada compostura. generalmente lampiños. de buenas caras y más blancos que colorados. Juan de Castellanos destaca su hermosura. atinosas para todo y tan fácil en aprender nuestra lengua castellana. bien dispuestos. curiosa. inclusive del porte de los españoles. aunque algunos pocos tenían barba. blancas y bien dispuestas y más amorosas de lo que era menester. en especial con los españoles. primor que yo jamás he visto. por su parte. una ceñida y otra como por capa anudada. “[…] rodan­do unos sobre . membru­dos gandules de “terrible estatura y fortaleza”. donaire y atavío […] Tienen disposición y gallardía y es gente blanca. limpia. Algunos de estos últimos fueron alcanzados por los dolorosos golpes de los gandules muiscas. tan bien articulados los vocablos como si les vinieran por herencia. 1981. armados solamente de un nudoso bastón. enfrentaban a los intrusos de los grupos bélicos vecinos. con las dos puntas encima el hombro izquierdo. y se diferenciaban en todo de los muiscas por cuanto eran más altos y fornidos. y las que sirven a los españoles es de maravillar cuan brevemente toman el idioma castellano. Vístense de mantas. compostura.Las condiciones de vida de la población prehispánica de los Andes Orientales | 209 | semejante a la de las damas de Castilla. en las otras naciones de las Indias. que eran de mucha hermosura y aseo en su vestir. los colimas y muzos del noroeste de la región muisca eran considerados descogotados. trompicando cuesta abajo. 1997: 1242) Por su parte. Del mismo modo. donaire y blancura: Eran a las demás aventajadas en la disposición y hermosura. Las mujeres son de muy buen parecer. IV: 22-23) Los panches del valle del río Magdalena eran muy distintos en cuanto a costumbres y aspecto físico. quienes con su brío y fuer­zas. a quienes les pagaban sueldos. dentales y momificados. y los agujeros de los labios y narices eran también para poner de los mismos. por consiguiente. porque donde quiera que sabía de todos los pueblos de sus vasallos había alguno de las prendas y portes que hemos dicho tenían. sueltos. aunque entre ellos y sus vecinos caribes eran más las diferencias. 1981. valientes. donde se mostraba cada uno quien era. otros. Estos indios guechas son buscados y allegados de todo el reino de Bogotá.| 210 | Los chibchas: hijos del sol. la luna y los Andes. a estos temidos guerreros: […] hombres de grandes cuerpos. el Bogotá establecía en Fosca. facciones del rostro. Con base en estas evidencias materiales . Por tal razón. Estos andaban siempre trasquilado el cabello. IV: 83-84). los enviaba a estos presidios. 1981. III: 213-214) De estas descripciones se desprende que los chibchas se diferenciaban en lengua. especialmente las que colindaban con los belicosos panches. 10. color de la piel y en estatura y. los hacía venir a su presencia. porque asiéndolos de ellos con ellas. determina­dos y vigilantes. tantos canutillos de fino oro se colgaban en las narices y labios. sin cabellos. por el gran inconveniente que es traerlos largos cuando en las guerras llegan a las manos. que quiere decir en su lengua valiente. Orígenes de su diversidad. con quienes sostenían encendidas enemistades. y según sus obras era cada uno honrado del rey que solía pagarles muchas veces con hacerlos caciques de algunos pueblos donde faltaba el legítimo heredero […] Andaban estos guechas. trajes. Tibacuy y Ciénaga. y a la redonda de todo el circuito de las orejas atravesados por otros agujeros que tenían muchos canutillos de finísimo oro. pero aquí no se lo ponían hasta que iban matando indios panches.2 Bioarqueología y condiciones de vida La bioarquelogía es el estudio del comportamiento de las sociedades del pasado a partir de sus restos óseos. con la facilidad que se derriban los bolos con la bola […] dando vueltas ya de pies ya de cabeza […]” (Simón. instruyéndolos en lo que habían de hacer. costumbres. horadadas las narices y labios. no constituían una sola unidad somática. de manera que cuantos indios mataban. (Simón. y por ello eran seleccionados para salvaguardar las fronteras. con facilidad son rendidos los que los llevan largos […]. motilones. plazas aventaja­das por mejores soldados. al sur de su territorio. Los guechas eran los más fornidos y valientes entre los muiscas. la salud y la enfermedad. 2006. se pueden evaluar hipótesis y proponer inferencias sobre la dieta y nutrición. Pechenkina et al. si bien se diferencian en terminología. 2001. interpretándolo como un “desajuste fisiológico resultado del empobrecimiento de las . 2006). Las perspectivas. la sociedad puede amortiguar las presiones ambientales mediante prácticas de reciprocidad e intercambio comercial (para obtener recursos de diferentes pisos térmicos). 1985. 2007).. La calidad de vida de las poblaciones del pasado es un buen indicador para medir su grado de adaptación a los continuos cambios ambientales y sociales. de una u otra manera tienen en cuenta la relación entre los grupos humanos. pues el medio ambiente siempre es cambiante a causa de fenómenos estacionales. en general.. apuntan en la misma dirección: el medio ambiente aporta los recursos (alimentos. por ejemplo. 2007. El modelo biocultural retoma el concepto de estrés de la fisiología. y. Los autores que han abordado la problemática de la calidad de vida de las sociedades del pasado. desequilibrio. 2006). 1997). 2007). 1993) y biosocial (Márquez y Hernández. la demografía. 1990). Cohen y Armelagos. y las perspectivas biocultural (Goodman. desajuste ecológico) (Goodman y Martin. y a la reconstrucción de la adaptación y comportamiento de las sociedades antiguas y contemporáneas. sequías. Danforth et al. el medio social. 1993: 19). para apreciar el impacto de la colonización europea de los pueblos indígenas de América (Larsen.. finalmente. Hutchinson et al. 1993. V. en el caso del supuesto colapso de la sociedad maya (Wright... sobre los estilos y condiciones de vida de las poblaciones del pasado (Larsen. Ubelaker. Rodríguez. el estudio de las condiciones de vida se ha aplicado para evaluar hipótesis sobre el papel del medio ambiente en el deterioro de la calidad de vida de poblaciones antiguas. 2002) o desde la perspectiva histórica (McKeown. 2000: 2). A su vez. Estas posiciones se han planteado desde la ecología humana (Morán. anuales o cíclicos (Morán. teniendo en cuenta que la adaptación nunca es perfecta. para estudiar el impacto de la agricultura y la sedentarización sobre las poblaciones horticultoras (Alfonso et al. las actividades físicas. con base en el concepto de estrés (presión ambiental. o convertirse a su vez en fuente de presión mediante discriminaciones sociales. los diferentes organismos según su historia genética pueden manifestar inmunorresistencia o sensibilidad a determinadas enfermedades. vectores de enfermedades).Las condiciones de vida de la población prehispánica de los Andes Orientales | 211 | provenientes de sitios arqueológicos contextualizados en el tiempo y en el espacio. materia prima) y las limitaciones climáticas (inundaciones. el medio ambiente y las condiciones de vida. como indicador del cambio social y de estatus entre diferentes grupos sociales prehispánicos (Márquez y Hernández. J. Márquez y Storey. y lo adapta a los estudios antropológicos de la salud y condiciones de vida. 2007. 1994). 2007. La medición del grado de estrés se realiza mediante el estudio de indicadores múltiples. distribución geográfica). en cambio. recursos naturales. . Tiene en cuenta. Rodríguez. la resistencia de los huéspedes (inmunorresistencia a determinadas enfermedades). El estrés continuo debilita al organismo. y lo puede conducir hasta el colapso (falla total del sistema. caries. muerte) si no se activan los mecanismos sociales reguladores. “en términos de biomasa vegetal y animal. traumas) como del dental (defectos del esmalte. el medio ambiente y las prácticas culturales. 1977. aspectos demográficos (tamaño. esperanza de vida. 2002. 3. su énfasis principal es sobre los aspectos sociales y biológicos. enfermedad periodontal). pues a diferencia del mundo occidental. se diferencia en que caracteriza el ecosistema específico en que habita cada sociedad. el medio ambiente (clima. desgaste. mediante las consecuencias demográficas del estrés (mortalidad infantil. en la que se considera la enfermedad como un desajuste con el medio ambiente y la propia sociedad (Descola. estos cuatro componentes “marcan los límites más amplios para el análisis de la determinación de la salud” (Márquez. 2000:6). El enfoque biosocial se apoya en los conceptos de “modo de vida” –las condiciones materiales de existencia de los diferentes grupos humanos– y de “estilo de vida” –la manera como los grupos plasman su situación objetiva de acuerdo con su tradición cultural. Los elementos que se tienen en cuenta para el análisis son la organización social (por medio de la cual organizan los procesos para la apropiación de los recursos. La ecología humana. la luna y los Andes. la cultura y la ideología). además. 1993: 25). tasa de crecimiento. pero también las limitaciones o factores estresantes). o generar más presión mediante discriminaciones de grupos sociales). mediadas por la cosmovisión de cada grupo étnico. como la economía. haciéndole perder su capacidad de trabajo. vectores de parásitos) y el genoma. las comunidades indígenas tienen una visión integral. 2006) Por consiguiente. Orígenes de su diversidad. la tecnología. altitud. En este sentido. igualmente. Si bien las perspectivas biocultural y biosocial incluyen la dimensión ambiental en el estudio de la salud. procesos líticos. la política. 2006: 33). La presión del ambiente (que provee los recursos necesarios para la supervivencia de las sociedades. la cosmovisión de los pueblos y sus conocimientos sobre la salud. probabilidad de muerte). de supervivencia y de reproducción. el estrés es el producto de tres factores claves: 1. circunstancias ambientales” (Larsen. estructura por edades. 2. requiere de un enfoque multidisciplinario que integre las relaciones entre los humanos. en condiciones de productividad de los suelos y clima” (Morán. tanto del tejido óseo (hiperostosis. Reichel-Dolmatoff.| 212 | Los chibchas: hijos del sol. periostitis. los sistemas culturales (que pueden amortiguar los efectos ambientales mediante filtros que permiten obtener más recursos. La respuesta del individuo a las enfermedades dependerá tanto de la resistencia del organismo como del grado de virulencia del parásito. 1991). edad. generando desequilibrio – estrés–. y ha impuesto a su vez tabúes y otras formas de control social que eviten su agotamiento (Harris y Ross. afectan la cultura. según su nivel nutricional. Mediante una nutrición adecuada de acuerdo al sexo. impidiendo el desmesurado crecimiento poblacional. o cuando empieza a crecer y a consumir desbordando los recursos ambientales. como las fluctuaciones climáticas diarias. según su grado de adaptación (Morán. Los estímulos ambientales. la necesidad de disponer de ellos ha frenado la intrusión en distintos espacios ambientales. demográficos y sociales. se pueden producir fallas en el sistema –desadaptación–. estado reproductivo y fisiológico o actividad desempeñada. los patrones de subsistencia y otros atributos. entonces. el tamaño de las poblaciones humanas prehistóricas lo ha determinado el tamaño de las poblaciones animales. El grado de adaptación de una población se mide. el concepto de adaptación es muy importante. Cuando una población se acerca a la capacidad sustentadora límite al punto de generar deficiencias proteínicas y calóricas. particularmente a las enfermedades infecciosas (Little. la estructura social. se elimina el estrés retornando a la homeostasis. favorable o desfavorable. en el segundo.Las condiciones de vida de la población prehispánica de los Andes Orientales | 213 | En los análisis de la relación entre medio ambiente. “comiéndose el bosque”. estacionales o cíclicas. 1985: 183). su estado de salud-enfermedad y la efectividad de los mecanismos controladores del crecimiento demográfico en los períodos de fluctuaciones ambientales. conduciendo entre otros a procesos de fisión-fusión (la separación de algunos miembros de la aldea ancestral y su unión con otros grupos para conformar nuevos asentamientos) y a conflictos bélicos por los recursos circundantes como medio . el comportamiento humano. que a su vez estuvo condicionado por la cantidad de alimentos vegetales que brindaba el bioma (unidad ambiental). como la desnutrición y la salud deficiente. 1995: 149-167). 1993: 18-21). sociedad y biología desde la perspectiva de la ecología humana o ecología antropológica. las poblaciones han respondido exitosamente a la presión del estrés. se destapan los mecanismos reguladores. En esencia. Por cuanto la disponibilidad de los alimentos se ve limitada por factores ecológicos. como también por la intensidad de la actividad depredadora del propio humano. que a su vez produce una reacción de la población. o muerte del organismo. La adaptación es un proceso en el que la interacción del tiempo y el ambiente es necesaria para que las poblaciones se ajusten a los cambios ambientales. La capacidad límite o de sustentación de un ambiente dado con respecto a una población determinada se establece por el nivel más allá del cual no tendrá lugar ningún aumento importante de la misma (Campbell. En el primer caso. ya sea por la caza incontrolada de animales en los tiempos de su reproducción. 1977). sino como la perturbación del equilibrio ecológico. la enfermedad es interpretada no tanto como una condición biológica (clínica). la naturaleza. el perfil demográfico. la salud. 2006. En este sentido. la luna y los Andes. el crecimiento y desarrollo. 10. la visión sobre la salud-enfermedad y muerte en las sociedades indígenas es ecológica pues establece un vínculo estrecho con el medio ambiente.3 Salud y cosmovisión indígena En la cosmovisión indígena. desorden. sabedores. el manejo del medio ambiente. el chamán construye bienestar en general. la cantidad de plantas que se pueden recolectar. o por haberse olvidado de las prácticas rituales propiciadoras de la fertilidad. y. el consumo de ciertos peces prohibidos. que son eliminadas mediante la práctica del infanticidio (Harris y Ross. las enfermedades causadas por tres tipos de agentes patógenos: a) la venganza de los animales de presa. También controla otras actividades domésticas. 2002). De esta manera. los amoríos inoportunos con ciertas mujeres. conocedores del poder mágico y de capacidad de mediación entre los humanos y las fuerzas ocultas. y dadoras de la energía universal (Reichel-Dolmatoff. la sociedad y del individuo en particular es el chamanismo y sus portadores los chamanes.| 214 | Los chibchas: hijos del sol. Desde esta perspectiva. Orígenes de su diversidad. el chamán cumple el papel social de regulador ecológico para evitar el desequilibrio energético. dueñas de los animales y plantas. Márquez. desajuste– del cosmos. la función afectiva y la habilidad intelectual (Cohen y Crane-Kramer. La institución encargada de auscultar los males –desequilibrio. la elaboración de canoas y la apertura de trochas. los mecanismos sociales de regulación. con el fin de restablecer la salud mediante contactos reconciliadores con las fuerzas sobrenaturales. 2007. son los protagonistas del diagnóstico. c) la malevolencia de espíritus tales como los dueños de los animales y otros (Reichel-Dolmatoff. eficaz de control demográfico. y el crecimiento mismo de la población humana. 1977: 369). de tal manera que la salud física de las poblaciones es una expresión del . la recolección excesiva de determinadas plantas. por tanto. 1991: 77-78). Steckel et al. b) la antipatía de otras personas. por ende. la evaluación individual y poblacional de la adaptación se establece según varios criterios de salud-enfermedad: la nutrición. como la construcción de la maloca. Es decir. debe regular la cantidad de veneno empleado en la pesca. Las frecuentes guerras favorecen la crianza de niños en detrimento de las niñas. el número y clase de animales que se pueden atrapar. Reichel-Dolmatoff. el ciclo de los astros. 2001: 23. los animales y las plantas. y las fuerzas sobrenaturales. los humanos. Este mundo mítico es precisamente el que provee los conocimientos para superar los estados de crisis. de apreciar el aura de la gente.3. Para . el comportamiento de los animales. sino también con las otras entidades. como referente valorativo para la creación de un espacio de curación. pues son los antepasados o los héroes míticos del grupo quienes. las fuerzas de la naturaleza. y el mito como fuente de conocimientos para curar enfermedades específicas. Cada pueblo tenía un chamán mayor y varios aprendices del arte. Por esta razón. donde existían fuerzas espirituales que eran las dueñas de la vida. enseñaron a los humanos cómo cuidar su salud. al inicio de la creación. de manejar la muerte y de poseer espíritus aliados en quienes apoyarse para sus curaciones. las poblaciones indígenas construyeron un conjunto de ideas sobre el cuerpo y sus relaciones con el medio ambiente circundante y los otros integrantes del grupo social. 1977: 372. como depositario del conocimiento. la reproducción de ellos (Cayón. De ahí que el chamán. entendiendo el medio ambiente no solamente como el mundo natural. quienes eran escogidos por sus dotes especiales de ver la esencia de las cosas. encargados de custodiar el territorio de los ancestros. Durante milenios. 2006: 8-11). 2002: 264. dominio de los espíritus y de los propios antepasados. como los otros mundos coexistentes en la realidad cotidiana.1 El chamán como agente de salud Durante varios milenios los aborígenes americanos desarrollaron un profundo conocimiento acerca de las propiedades de las plantas. de observar los ciclos climáticos con el fin de organizar las labores agrícolas.Las condiciones de vida de la población prehispánica de los Andes Orientales | 215 | equilibrio ecológico. a su vez. y como canal para comunicarse con los espíritus ayudantes o para desplazarse hacia su mundo en busca de ayuda. Este conocimiento fue transmitido de generación en generación por sabedores o chamanes. y. de atravesar las diferentes capas del mundo. Vitebsky. Eliade. 10. sino también como las múltiples realidades no tangibles con las cuales interactúan los individuos. la enfermedad se puede producir no solamente por la perturbación de la relación con la realidad cotidiana. A su llegada. emplee sus saberes en las sesiones de curación para resolver los problemas de salud. de seguir el desplazamiento de los cardúmenes de peces para mejorar la pesca y de las manadas de animales de monte con el propósito de asegurar la cacería. los conquistadores encontraron que en el Nuevo Mundo los pueblos indígenas concebían una vida en otro mundo. Para reforzar el trance. yopo. bancos (dúhos). maracas y flautas en la Amazonia. usaban tabaco. templos y altares ceremoniales. No obstante. Durante su formación realiza intensos ayunos. lleva a su poseedor de las realidades de la vida cotidiana a un reino maravilloso que considera real. máscaras. resinas. comunicarse con ellas. se apoyaban en una parafernalia consistente en instrumentos musicales. tenían sabedores. la luna y los Andes. Orígenes de su diversidad.| 216 | Los chibchas: hijos del sol. siendo estas últimas muy temidas. figuras antropomorfas y zoomorfas. seleccionados por sus capacidades o por herencia. 1993: 194). y sonajeros) para llamar a los espíritus. instrumentos musicales (tambores en Siberia. vestimenta ceremonial. sometidos a rigurosos ayunos y abstinencia sexual. El yajé es el psicotrópico más difundido en el noroeste de Suramérica y es considerado un medio “para liberar el alma de su confinamiento corporal para que viaje libremente fuera del cuerpo y regrese a él a voluntad. obtener el conocimiento necesario para la supervivencia del grupo e interceder ante los eventos de enfermedad. además de pequeñas piedras especiales (tumas) que pueden ser recipientes de espíritus. 2005: 26). y en los rituales de curación sus esfuerzos son muy grandes para evacuar el mal de los enfermos. Durante las danzas emplea máscaras que son representaciones de seres híbridos. coca y otras plantas para inducir el vuelo chamánico. fotutos en los Andes. a pesar de que su alto estatus lleve a que su cabeza sea sometida a deformación y su cuerpo después de fallecido sea . hombres o mujeres. yajé. caza animales de monte para consumir después de los períodos de abstinencia. atiende a la gente según sus necesidades. o dedicados a la vida cotidiana. yopo u otros psicotrópicos (Pinzón et al. eran entrenados en este oficio desde muy pequeños. de manera que termina agotado (Figura 49). así liberada. convive e interactúa con ella y con sus poderes a través del yajé.. por ejemplo el hombre-murciélago en la Sierra Nevada de Santa Marta. sacerdotes y chamanes –llamados por los europeos brujos que se comunicaban con el demonio–. 2000: 124). en el que él permite comunicarse con sus antepasados” (Schultes y Hofmann. que denotan precisamente el poder de transformación de los chamanes (Reichel-Dolmatoff. pintura corporal. mal clima o acciones enemigas. chupar el mal y soplarlo lejos de los enfermos. cuarzos para observar las alteraciones cromáticas. El alma. De aquí que su salud pueda ser más precaria que la de una persona corriente y que desarrolle defectos del esmalte (figura 49) y otras lesiones de privación. plantas y animales cuyas propiedades ayudan al chamán a concentrar energías. el chamán no se desvincula de la sociedad. y plumas de vistosas aves. piedras de diferentes colores. pues siembra para su subsistencia y las plantas medicinales para curar a los enfermos. confinados en sus cúes. el chamán se apoya en una parafernalia que incluye un vestuario de pieles de felinos. Todo ello en el marco de una cosmovisión caracterizada como un sistema práctico de concebir y controlar el mundo para mejorarlo –diferente a la filosofía y a la religión–. En segundo lugar. pero sin . la organización social y la ideología). para los Andes Orientales no se han adelantado estudios integrales de tipo paleoepidemiológico. el análisis de la morbilidad bucodental de algunas muestras. contrariamente a los estudios de caso. es el que brinda una visión más amplia. el enfoque paleoepidemiológico en el tiempo y en el espacio. como se ha observado en la Mesa de los Santos. y a un estilo cognitivo que “buscan la radical aptitud y eficacia en la vida y en lo concreto. Infortunadamente. 2002: 593-602). base de su vitalidad o supervivencia. Gracias a la existencia de esta sólida institución del chamanismo. 2011). Santander (Figura 49). 10. En primer lugar. exceptuando la comparación entre los períodos precerámicos temprano y tardío que ha permitido apreciar el impacto de los cambios en los patrones de subsistencia en la salud de los horticultores (Gómez. reproducir las plantas útiles de la selva tropical y controlar el crecimiento demográfico para no agotar los recursos. entender que la enfermedad es un proceso que requiere comprender el contexto de la población objeto de estudio. en este caso. inhibiendo o acentuando su desarrollo. los conquistadores encontraron poblaciones sanas en sentido biológico y social.Las condiciones de vida de la población prehispánica de los Andes Orientales | 217 | momificado con el fin de destacarlo dentro del resto de la población como símbolo prestigio. En la reconstrucción de este perfil paleopatológico es importante tener en cuenta tres aspectos metodológicos.4 Los indicadores de salud A pesar de los chamanes y su terapéutica. dentales y momificados de las poblaciones del pasado. y para tal efecto se emplean múltiples indicadores de salud cuya validez se ha venido discutiendo desde hace más de dos décadas (Armelagos y Brown. el cuerpo. es decir en los restos óseos. la cultura juega un papel importante como variable medioambiental que puede afectar el proceso de la enfermedad (tecnología. conocer las principales enfermedades americanas y su tratamiento terapéutico y desarrollar actividades rituales para reforzar las tradiciones culturales. 2006: 51). Por ello. en el Nuevo Mundo existieron enfermedades y epidemias cuyo diagnóstico hay que realizar con base en la evidencia material. por encima del conocimiento universal y abstracto” (Fericgla. En tercer lugar. las sociedades del Nuevo Mundo pudieron regular el consumo de peces y animales. 2010). 2002): 1. En el ámbito mundial se ha avanzado considerablemente en los estudios comparativos. 2008). Indicadores dentales de privación (líneas de hipoplasia del esmalte. pérdida de dientes) 5. 1990a. en lo que se conoce como la “paradoja osteológica” (Wood et al. caries dentales. En general. Enfermedad articular degenerativa (EAD) (osteofitosis. Desarrollo y crecimiento 3.. Dentro de los análisis especializados se incluyen isótopos estables (carbono. oxígeno. robustez) 4. 1991. Traumatismos 8. gracias al desarrollo del proyecto “Historia de la salud y la nutrición en el hemisferio occidental”. 1992b). las discusiones metodológicas sobre las diferentes variables a observar. No obstante. periostitis) 7. Los ocho indicadores de estrés propuestos para evaluar de manera estandarizada son (Márquez y Jaén. fecundidad. tanto de los huesos largos (traumas. y las marcas óseas de actividad (MOA) en una muestra de Tibanica. Patrones demográficos (mortalidad. como del cráneo (hiperostosis porótica) y de los dientes (defectos del esmalte. elementos traza (estroncio. 1997. procesos líticos). osteoartritis).| 218 | Los chibchas: hijos del sol. Enfermedades infecciosas (tuberculosis. 1990b. periostitis. se ha discutido sobre las limitaciones de los restos óseos para inferir la salud de las poblaciones antiguas. y en la necesidad metodológica de unificar los criterios de observación y comparación de las distintas poblaciones en el tiempo y en el espacio. zinc) y fitolitos (microfósiles). cuyo enfoque teórico se basa en la perspectiva epidemiológica y ecológica que toma en cuenta la cultura. por cuanto las personas que perecen y cuyos restos analizamos. no siempre son las más débiles. super vivencia) 2. Características físicas (estatura. la luna y los Andes. probabilidad de muerte) de las poblaciones antiguas de manera estandarizada mediante el índice de salud. tratan de ofrecer una visión general sobre la nutrición y salud.. abscesos. Indicadores óseos de privación (hiperostosis porótica y criba orbitaria por deficiencia de hierro) 6. cálculo dental).. para . Orígenes de su diversidad. que se dé cuenta de las principales tendencias temporales (Polanco et al. las lesiones de la columna vertebral producidas por el modo de vida en Portalegre. nitrógeno). esperanza de vida.. esperanza de vida. Soacha (Rojas. 1992a. Igualmente sobre los indicadores demográficos (mortalidad infantil. Soacha (Rojas et al. abscesos. desgaste. 1992). Steckel et al. 8 y 53. cromosoma Y). Buikstra y williams. desgaste dental. Los atributos de este sistema son categorías de lesiones óseas y dentales que tienen el mismo peso específico. estudios paleodemográficos (tabla de vida). lo que impide la comparación de varios indicadores (estatura. Centro-Sur de Estados Unidos). la hiperostosis porótica y criba orbitaria como indicadores de anemia. Roberts y Buikstra. Tampoco se incluyeron los indicadores paleodemográficos. El índice asume el valor por los años vividos por el individuo (Márquez. hipoplasia del esmalte. polen. Steckel et al.Las condiciones de vida de la población prehispánica de los Andes Orientales | 219 | estudiar la paleodieta. osteomielitis. 2007: 8). y estudios de genética molecular (ADNmt. 2003). hiperostosis porótica. como en el Perú. caries. las excavaciones arqueológicas sistemáticas y regionales brindan un contexto de la variación funeraria. 1991. probabilidad de muerte por cohortes de edad. estudios imagenológicos para fortalecer los análisis paleopatológicos óseos y dentales. 18  Esperanza de vida al nacer. y de los paisajes y suelos de los yacimientos estratificados. procesos infecciosos). Mesoamérica. Por su lado. 19  Tamaño dental.5. 18 Posteriormente. EAD. y para cada individuo el índice oscila entre 0 (cercano a la muerte) y 100 % (muy sano). se amplió la batería de los indicadores de salud19 y se incluyeron muestras de cazadores recolectores. señalan que la agricultura surgió tras varios miles de años 17  Tomando como indicadores de salud los cambios de la estatura. como TBC. este índice presenta varios problemas. mientras que los valores inferiores. lepra y treponematosis. estatura y patrón de crecimiento. enfermedad articular degenerativa. Los datos sobre Norteamérica (Georgia. los defectos dentales. dataciones radiocarbónicas de contextos funerarios ya excavados. 2006).. reacciones periósticas. 2007. mediante estudios de suelos. hubo pocas representaciones de Suramérica y no se analizaron los cambios en larga perspectiva. la hipoplasia del esmalte. fitolitos y macrorrestos. señales de enfermedades infecciosas específicas. además de que no se incluyó ni la caries ni los problemas infecciosos como la tuberculosis que en el mundo andino tuvo un impacto significativo. traumas. pues en todos los casos un valor de 100 corresponde a una persona muy sana. De esta manera se obtuvo un rango entre 91. Suramérica (Perú. más que la treponematosis (Arriaza et al. 2002. y para algunas regiones de Suramérica se indagó por los cambios a largo plazo. osteoporosis y grado de robustez de los huesos (Cohen y Crane-Kramer. Carolina. Este índice17 permite comparar la calidad de la salud en el ámbito mundial. . los más bajos entre esclavos africanos de plantaciones y en la región maya. las enfermedades infecciosas reflejadas en periostitis. pérdida antemortem de dientes. 1995. mortalidad infantil. Steckel et al. entre ellos que varias muestras están integradas solamente por cráneos sin esqueleto poscraneal. a los más insalubres (Cohen y Crane-Kramer. donde los mayores índices se hallaron en poblaciones costeras y andinas de Suramérica y Norteamérica.. la enfermedad articular degenerativa (EAD) y los traumas. Florida. 2006. Chile) y Colombia. Sin embargo. 2002: 68-71). lo cual se debe en gran parte a la movilidad y pequeño tamaño de los grupos de cazadores recolectores. 2009: 151). La estatura no parece haberse modificado sustancialmente. 2007). cambios en los patrones de subsistencia). no cuenta con buen contexto arqueológico y sus restos están dispersos en varias colecciones alrededor del mundo (Neves y Weselowski. se produjo inicialmente un cuello de botella que redujo la diversidad genética procedente del noreste de Asia. Texcal. como en Colombia.| 220 | Los chibchas: hijos del sol. Entre tanto. perdiéndose la inmunorresistencia a los patógenos (virus. fiebre tifoidea y otras enfermedades inexistentes en América a la llegada de los europeos. bacterias) que producen la gripa. de experimentación con plantas. Orígenes de su diversidad. 2002). a diferencia de Centroamérica. 2003). Al colonizarse el Nuevo Mundo a finales del Pleistoceno.. descubierta en el siglo XIX. 2007: 98). y rastrear los cambios en la dieta y salud de los primeros pobladores en relación con las transformaciones de los patrones de subsistencia en el ámbito andino y costero. En Brasil la muestra de Lagoa Santa. Mientras que en Norteamérica se posee información sobre más de 1000 individuos datados entre 5000 y 10. compuesta básicamente por cráneos.. relacionadas ante todo con las características de los hallazgos. existen numerosas muestras con más de un centenar de individuos que permiten cubrir la evolución durante todo el Holoceno. La salud de los paleoamericanos dependió inicialmente tanto de factores biológicos (inmunorresistencia ancestral) y ecológicos (la presencia de vectores de patógenos locales). Argentina pose una pequeña colección de restos precerámicos provenientes de Arroyo Seco (Politis et al. 2002). Tlapacoya. que dejaron pocas evidencias de su presencia temprana en este continente. sarampión. 1996) y Chile (Arriaza. Esta reducción se refleja en la presencia de pocos haplogupos . viruela.000 años de antigüedad (Doran. en Perú (Pechenkina et al. con alta fragmentación y fechas inciertas. 10. Chicoloapan) (Jiménez et al. dado que en su mayoría corresponden a casos aislados.5 La salud de los cazadores recolectores La salud de los primeros pobladores del continente americano ha suscitado varias controversias. la luna y los Andes. como también de su comportamiento social (tamaño y composición de los grupos. y que hubo un incremento de los indicadores de privación (hiperostosis porótica. Balderas.. criba orbitaria. Colombia (Correal. mientras que la treponematosis se redujo en algunas partes. Chimalhuapan. defectos del esmalte) y de enfermedades infecciosas como la caries y la TBC. que este proceso fue muy desigual por toda América. en el valle de México los hallazgos son en su mayoría individuales (Peñón. Por su lado. frutas (aguacate. C. miso. begonia. las altas temperaturas sabaneras y la humedad de los bosques tropicales. ahuyama. 2007). por consiguiente. En Suramérica. el frío circunpolar. una morfología facial mongoloide atenuada (mesomorfa) y rasgos dentales que encajan en el patrón mongoloide (incisivos en pala predominantes). recolección y pesca. que caracterizan a los amerindios y los diferencian de otras poblaciones mundiales (Turner. achira. jícama... haba. yuca. los cazadores recolectores se enfrentaron a nuevas condiciones y. C. a raíz de los drásticos cambios climáticos que redujeron el hábitat de los animales de caza y alteraron las condiciones de las costas. fríjoles. especialmente tubérculos. D) (Melton et al. chugua. maíz). y en la cordillera Central hay evidencias de una temprana manipulación de plantas . leguminosas (maní. un solo tipo de cromosoma Y (Q3) (Santos et al.Las condiciones de vida de la población prehispánica de los Andes Orientales | 221 | mitocondriales predominantes (A. como también a deficiencias climáticas como la hipoxia de altura.. C. a patógenos locales. zangu). granos (quinoa. grupo sanguíneo O+ predominante. C. 1984). haciendo uso de once plantas cultivadas durante el Precerámico Medio (4000-2500 a. solamente durante el Formativo (1800 a. el sedentarismo y la producción de alimentos –posiblemente el cultivo de yuca– se desarrollaron tempranamente hacia finales del IV milenio a.) (calabaza. finalmente. C. donde la biomasa es mucho más rica que en Norteamérica.) la población costera Chinchorro dependió básicamente de la caza marina. En Chile. batata. los cambios climáticos acontecidos durante el Holoceno condujeron al incremento de la cobertura boscosa. las poblaciones empezaron a experimentar con diferentes plantas. 2007: 114).. durante el Arcaico (7000-1800 a. cubio. andinos o sabaneros. cucurbitáceas (calabaza. especialmente a parásitos intestinales en las tierras bajas. jícama. maíz. ciruelas) y. achira. B. calabaza) como elementos característicos de este período (Alfonso et al. 2007: 93). yuca. entre tanto. batata. ñame. Con la expansión continental y el asentamiento en diferentes ecosistemas. Estos cambios fueron diferentes según los distintos ecosistemas costeros. teniendo un complejo sistema funerario. Mientras que en la costa Caribe colombiana la alfarería. en Perú la población creció e incrementó su complejidad social dos mil años antes de que surgiera la agricultura intensiva del maíz. bayas y frutos. 2003). fríjol. hortalizas (ají o chile).450 d. 1999).) surgen la alfarería y la agricultura (quinoa. (Oyuela. ají. C. y a la reducción de los pastizales –y por ende. fríjol. cidra). a la desaparición de la megafauna–. particularmente con tubérculos de altura (arracacha. maní. porotón). . chocho. ciruela) (Pechenkina et al. quinoa. desde inicios del Holoceno. papa) y tierras bajas (yuca. Así. lo que favoreció el desarrollo de plantas útiles para el consumo humano. ibia. a su vez. macrorrestos de tubérculos de altura). constante biológica que parece ser una respuesta a la exigencia física de movilidad permanente que implica cargar las crías y los utensilios básicos del hogar. o por efectos fisiológicos. y el reducido tamaño de los grupos y su gran movilidad. ya fuese por el control intencional de las mujeres para no liarse con una mayor carga para transportar fuera de lo requerido para cocinar. tenemos evidencias de manejo de plantas en Aguazuque (cantos rodados con bordes desgastados. C. la luna y los Andes. hacia el II milenio a. Las enfermedades infecciosas no alcanzaron a afectar a estos grupos. Por tal razón. 1991). acompañadas de crecimiento del tamaño poblacional y de las enfermedades infecciosas como la treponematosis . produciendo pérdida antemortem de piezas dentales. El modo de vida recolector cazador. Las mujeres en la mayoría de grupos cazadores-recolectores dan a luz cada tres o cuatro años. pues para ello se requiere de un número mínimo de individuos que habitualmente debe sobrepasar la cifra de 250-300 para que se pueda fijar (Burnet y White. 10.. las rodillas. Orígenes de su diversidad. inhibe la produc­ción de hormonas gonadotróficas que regulan el ciclo ovulatorio (Harris y Ross. 1996: 145-161). según el registro arqueológico. 2003). se ha encontrado un espaciamiento óptimo entre parto y parto que permita dar a luz cuando el hijo anterior sea independiente en su desplazamiento y alimentación. Estos esfuerzos físicos podrían debilitar el organismo femenino si tuviera que llevar a cuestas a sus crías además de los alimentos. La lactancia prolongada en cazadores recolectores parece ser un mecanismo fisiológico que evita la ovulación y reduce las posibilidades de otro embarazo. los brazos y la columna vertebral (Correal. en la sabana de Bogotá estos cambios se produjeron varios milenios después. 1992a. la caza exige el recorrido de grandes distancias siguien­do la pista de la presa y el silencio y la cautela conco­mitante a la fase final del apresamiento de la misma. El tipo de dieta abrasiva condujo a un fuerte desgaste dental que llegaba a exponer la cavidad pulpar. 1982). hacia el II milenio a. C. La esperanza de vida de estos grupos era elevada en virtud del reducido número de hijos que tenían. La prolactina que regula la actividad mamaria es segregada durante la lactancia y.. por el desgaste y no por caries. desde principios del Holoceno (Aceituno.| 222 | Los chibchas: hijos del sol. al produ­cir la amenorrea. produjeron un ámbito propicio para el desarrollo de enfermedades articulares (EAD) que afectaron principalmente los pies. Por otro lado.6 Horticultura y salud En Colombia. ya que las evidencias de esta última son muy raras (Polanco et al. 1992b). que los indicadores demográficos pueden estar midiendo la fecundidad (mayor número de hijos nacidos). han generado discusiones acerca de la calidad de vida.) y Mississippi (1000-1500 d. mientras que los grupos costeros padecían de parasitosis intestinal. aunque en todos los casos se comparte el incremento en las enfermedades infecciosas (especialmente de la treponematosis y tuberculosis. Tennessee y Mississippi (Danforth et al. Finalmente. 2000). en el interior las enfermedades infecciosas. montaña) y la cronología. mayor esperanza de vida al nacer (Buikstra et al.C. 2010). caries (Polanco et al. caries dental. y que posteriormente intensificaron la agricultura del maíz. que produce anemia. Igualmente. los grupos agrícolas sedentarios y con mayor producción alimentaria podían tener más hijos. y decrecimiento en el grado de robustez y en la estatura (Larsen. más que la mortalidad. en virtud de que los grupos cazadores recolectores por su movilidad tenían menos hijos. y. C. C. como en Alabama. En Norteamérica. Estos cambios en los patrones de subsistencia. en los años 2000 se ha planteado que en algunas regiones costeras esos cambios no fueron tan dramáticos. Al contrario. en la salud y en las características demográficas de las poblaciones que adoptaron la horticultura.. en los estilos de vida. 2007: 79). a 1000 d. Durante el Arcaico Medio y Tardío las poblaciones dependieron del consumo de . que dejan su impronta en el hueso). y. mayor frecuencia de hiperostosis porótica y criba orbitaria. por consiguiente. como en el norte de Chile (Alfonso et al. con la consecuente reducción de la esperanza de vida y mayor mortalidad infantil. por ende.. incluidas las bucodentales (por el mayor consumo de carbohidratos). Con la domesticación del curí se produjo un mayor contacto con estos roedores que pueden ser portadores de enfermedades infecciosas como la TBC (Idrovo. Si a mediados de los años 80 del siglo XX se consideraba que los cazadores recolectores en general disfrutaban de mejores condiciones de salud que los subsecuentes horticultores y agricultores. observamos un incremento de los defectos del esmalte. y un acentuado decrecimiento en el tamaño de los dientes y de la mandíbula (Rodríguez y Vargas. En lo que sí están de acuerdo los investigadores de la salud antigua y sus tendencias temporales. Mississippi y Alabama) ha sido objeto de amplios estudios regionales para los períodos Arcaico (5000-1500 a. es que los inicios del sedentarismo y la intensificación en el consumo de vegetales produjeron profundos cambios en la salud de las primeras poblaciones hortícolas. eran más frecuentes. con tendencias variables según la región (costa. en cuanto a la salud oral. en los que se observaba un incremento en las lesiones periósticas. 1987). interior..Las condiciones de vida de la población prehispánica de los Andes Orientales | 223 | (Correal. 2007: 129).). la región centro-sur de Estados Unidos (Tennessee.). 1997: 50-53). o que no hubo una afectación severa. C. Woodland (1500 a. 1990). 1992). ). quinoa. la costa peruana fue escenario del surgimiento de sociedades jerarquizadas muy tempranas. ardillas y conejos. yuca.C. la exostosis auditiva registrada en algunos individuos del sitio Paloma evidencia la inmersión en aguas profundas y frías.) la población dependía de los recursos marinos. los montículos se hacen más frecuentes como manifestación de la diferenciación social. los otros indicadores de privación.| 224 | Los chibchas: hijos del sol. el maíz tiene preponderancia sobre otros vegetales. Ascaris lumbricoides y Trichuris trichiura. como la detención del crecimiento y la anemia no muestran la misma tendencia. y fue centro primario de domesticación de plantas y animales. Las primeras evidencias de semillas semidomesticadas aparecen durante el Arcaico Tardío y Terminal de Tennessee. y el surgimiento de élites se aprecia también en las prácticas funerarias. la adopción de la agricultura en Alabama. achira. aumentan en frecuencia. las viviendas. respecto a la salud el único cambio perceptible es el esperado incremento de la patología oral como consecuencia de la intensificación en el consumo de carbohidratos. con el desarrollo de los sistemas de irrigación y la contaminación del agua potable. begonia. nueces. con el consecuente incremento de anemia ferropénica. la población se vio afectada por otro tipo de parásitos como Enterobius vermicularis. bayas. jícama. y fríjol hacia el final de este . y la construcción de obras monumentales y la expansión demográfica tuvieron lugar hace 4000-5000 años. Los antiguos pescadores padecían de enfermedades parasitarias por la presencia de Diphyllobothrium. el tamaño dental decrece considerablemente. Tennessee y Mississippi no afectó significativamente la salud de sus pobladores. en la fauna se acude al consumo de ciervos. como la periostitis y especialmente la tuberculosis. cucurbitáceas. entre ellas calabaza (como vasija y flotador). como se ha comprobado en estudios de coprolitos en el sitio Los Gavilanes (2900-2750 a. pero en Alabama y Mississippi lo hacen solamente durante el Woodland Temprano. la luna y los Andes. Las enfermedades infecciosas. Los estudios de elementos traza señalan que hacia el Precerámico Medio (4000-2500 a. De esta manera. los alimentos consumidos y la posesión de objetos exóticos. mejillones y ciervos. cuyo uso se intensifica en la medida en que la población se sedentariza.C. Durante 2000 años la población creció y se jerarquizó antes de depender de la agricultura intensiva del maíz. Orígenes de su diversidad. maní. este último procedente de vectores animales. En este último sitio se han identificado 11 tipos de plantas. 2007: 77). En el Mississippi Temprano. A pesar de que la transición hacia la agricultura es evidente en el registro político y económico. decreciendo el de las plantas silvestres. Los cultígenos incluían gramíneas suculentas. En el este de Tennessee. excluyendo una variedad de enfermedades infecciosas nuevas que surgieron (Danforth et al. ciruela. En Suramérica.. batata. C. mientras que para el interior se registra un desmejoramiento de la calidad de vida con la adopción de la agricultura. C. textileros).). 2003). Tabla 14). cultivando quinoa. De esta manera el indicador de anemia se redujo de 36% en el nivel de ocupación temprana a solamente 12% en el nivel tardío. norte de Chile. y en un incremento de los defectos del esmalte. Al inicio del Formativo (1950 a. 54. a 450 d. C. practicaban la momificación de los cuerpos. el surgimiento de la jerarquía social y una forma más centralizada del poder en el Perú central. maíz. La introducción del fríjol aportó a la dieta un alimento rico en hierro. C. compensando el impacto de la anemia. 2007: 92-93). Este cambio en el patrón de subsistencia propició.Las condiciones de vida de la población prehispánica de los Andes Orientales | 225 | período. agricultores. los cambios climáticos acontecidos hacia finales del III milenio a. recolectores y pescadores. En consecuencia. los pobladores Chinchorro del Período Arcaico (7000-1100 a. La sociedad se jerarquiza y se segmenta según diferentes especialistas (cazadores. Se evidencia un desmejoramiento de las condiciones de vida de los primeros agricultores del Formativo. pescadores. a su vez. la sedentarización. C. exostosis auditiva (36% de los hombres y 4. entre otros productos. ají y calabaza. espondilólisis (18%). traumas óseos (16%).9%) (Arriaza. fríjol.) el registro arqueológico muestra incremento de la densidad poblacional. produjeron un mayor acercamiento de los cazadores recolectores hacia el manejo de tubérculos de altura. .. En el valle de Azapa del desierto de Atacama. hiperostosis porótica) debido a la presencia de parásitos en los alimentos marinos. enfermedad articular degenerativa (47% de los adultos femeninos y 33% de los varones adultos) y anemia (criba orbitaria. como la sífilis venérea (Figuras 53. la frecuencia de caries es muy baja (4. C. que desembocó en la adopción del maíz como cultígeno básico a principios del I milenio a. C.. Durante el Precerámico Tardío (2500-1500 a.) eran cazadores. yuca. y entre 0-6 años en el interior del país. y durante todo el II milenio a. añadiéndose dentro del conjunto de plantas el maíz y la papa. 2007: 129). No se tiene certeza del momento exacto en que el maíz asume su papel como producto básico de la alimentación indígena (Pechenkina et al. la dependencia de los recursos marinos continúa inclusive hasta el siguiente Período Inicial (1450-950 a. Para el caso de la sabana de Bogotá. expresada en un descenso de la esperanza de vida al nacer –que se podría relacionar con un incremento de la fecundidad–. C. y adoptan la agricultura y la alfarería. fundan aldeas.). y padecían con frecuencia de periostitis (39%). cuyo pico se alcanza entre los 4-5 años de edad en la zona costera.. en la costa no se aprecia tal tendencia (Alfonso et al.3% de las mujeres). algunos grupos costeros se desplazan al interior. el incremento del tamaño poblacional y el desarrollo de enfermedades infectocontagiosas. 5 7. Herrera Tardío I milenio d.1% son adultos. C.| 226 | Los chibchas: hijos del sol. Paleo demografía 13C (tubérculos) (‰) Tuberculosis Treponematosis (%) Caries (%) Pérdida dientes antemortem (%) Abscesos Periapicales (%) Hipoplasia (%) Esperanza de vida al nacer Niños de 0-10 años (%) Lesiones dentales +8. 77. salud y demografía20 en la sabana de Bogotá.4 36.17.0 24. en el Temprano 47.7 31. sarampión. Para el Tardío. Frecuencia de indicadores de dieta.4 29.7 25.3. la luna y los Andes.7 16.8% subadultos y 4.9% son masculinos. Herrera Temprano I milenio a. las fuentes históricas tienen su sesgo por cuanto durante la Colonia los indígenas se escondían para evitar el censo.3 5. C. catarro.5 - Incremento de las enfermedades dentales por la ingesta de azúcares industriales Impacto microbiano de las enfermedades de origen europeo (viruela.8 13.6 34. Orígenes de su diversidad.5 -11. 29.6 10. Por un lado.8 25.0Presente 40.3 - - +10.0 25.5 21.7 6.0.9 - 16. en total.8 30.0 -12.4. De ellos.8 -18. Engativá M Siglo XVI Engativá F Siglo XVI Fontibón M Siglo XVII Fontibón F Siglo XVII Tunebia M Siglo XVII Guane M Siglo XVIII Decrecimiento en el consumo de carne Período Enfermedades infecciosas 15N (carne) (‰) Paleodieta De 105 individuos correspondientes al Precerámico de la sabana de Bogotá.3 +9.2% femeninos. C.8 11.311. tifo…) Sobredependencia del consumo de maíz Precerámico Temprano VIII-III milenio a.2 27.8 +8.9 Presente 5. Vistahermosa).6 Ausente 5. C.7 2.5 7. Precerámico Tardío II milenio a. .1% indeterminados.4 Ausente Ausente 0. Por otro lado.7 28. Muisca Tardío Siglos XIII-XVI d.1 17.5 17.1 16 - 0 25. 67 pertenecen al Temprano (Checua.8 23.4 49.2 - - Ausente - 21.1 -19.5 16.5 22. 40.1 12.2 - - - - - Presente 6. Tabla 14. Tequendama) y 48 al Tardío (Aguazuque. la información prehispánica se basa en el conteo de muertos (restos óseos). C.8 Ausente 14. Muisca Temprano Siglos IX-XII d.0 38. 18.5 23.1 24.9 7.5 38. C.3% 20  Los datos demográficos adolecen de varios problemas que hay que tener en cuenta. Esta tendencia se incrementa con el tiempo. por ende.1% a 10. a un mayor número de infantes y de jóvenes en estos últimos. 2011).3%. refleja los efectos de la sedentarización que aumenta la posibilidad de contagio por parásitos de tipo gastrointestinal. debido al contacto con las excretas. Ello obedece a que la oferta de productos de los horticultores es mayor. respectivamente. Soacha.1%). más que en el Precerámico Temprano (18.9% femeninos y 32. Sin embargo. La estatura ha sido un indicador muy utilizado para evaluar las diferencias en la calidad de vida entre poblaciones que comparten un mismo ancestro. se evidencia un incremento de la criba orbitaria severa y la hiperostosis porótica también severa. predominan las mujeres (48%). predominaban los varones adultos.8%) y menos que en el Tardío (34. los subadultos ocupan el 28% del total del grupo.9% y 4. aunque las mujeres agricultoras eran ligeramente más bajas (149 cm) (Gómez. J.. aunado al de los defectos del esmalte (hipoplasia) que igualmente se incrementa (de 5. C.8) y mayor proporción de proteína animal (15N de +8. Respecto a las enfermedades de privación. es decir.4 cm) y en varones (159. recolección y pesca.2%) que son muy escasos entre los cazadores recolectores.5 cm) del Precerámico no se diferencia significativamente de las deducidas para agricultores. para el caso objeto de análisis no se aprecia ninguna variación temporal. actividad esta última que suministra una ración más constante de proteína. Los análisis de isótopos estables tendientes a la reconstrucción de la paleodieta señalan que los horticultores consumían menor cantidad de plantas C3 (13C de -18. además de la caza. pues la talla en mujeres (150. particularmente las producidas por anemia ferropénica que se asocia a parasitosis. J. yacimiento datado entre los siglos XIII y XIV d. 26. 2011: 73-74).3%). Esto contrasta con el perfil demográfico de los agricultores.. .2% son adultos (Gómez. seleccionándolos mediante algún mecanismo cultural de control demográfico. pero hay mayor presencia de juveniles (6. en el que.4%) y de adultos jóvenes (23.8% subadultos. pues incluye vegetales de cultivo itinerante. el 67. por ejemplo en Portalegre. Este indicador. Sin embargo.8) que los cazadores recolectores (Tabla 14). cuadro típico de los cazadores recolectores que daban preeminencia al nacimiento de los niños. lo que demuestra la efectividad adaptativa de los agricultores en la búsqueda de recursos para una población más numerosa. en el Tardío. Este cuadro demográfico nos está indicando que durante la etapa temprana. debido a una mayor fecundidad y. de valores nulos en el Temprano a 1.. especialmente en los habitantes de abrigos rocosos como Tequendama (65% son varones). la esperanza de vida al nacer de los cazadores recolectores y horticultores era superior que la de los agricultores.Las condiciones de vida de la población prehispánica de los Andes Orientales | 227 | son de sexo masculino. como también la inflamación y reparación intramedular.4%) en comparación con los tardíos (32. La periostitis primaria con frecuencia se produce por traumas o enfermedades infecciosas (treponematosis. 2000). la luna y los Andes.6%) (Gómez. esta reacción no siempre constituye una expresión de un proceso inflamatorio. La expansión de la fíbula y el engrosamiento cortical de la tibia. osteomielitis) (Ortner y Putschar. que a la postre hacían perder los dientes. pues el tipo de dieta abrasiva (al consumir carne y raíces preparadas sobre brasas) y el uso de la boca para tensionar la cuerda de los arcos. el desgaste dental era muy intenso. presentan periostosis gomatosa y osteomielitis. 1985). prácticamente destruían los dientes. reflejan la formación de hueso perióstico nuevo (Rothschild y Rothschild. El periostio reacciona a diferentes lesiones mediante la formación de hueso nuevo. Las estrías. los hoyuelos. La treponematosis causa cuatro tipos de enfermedades: la sífilis venérea. que se caracterizan por los canales de drenaje (cloacas) y la formación perióstica. en contraste con las lesiones osteomielíticas. los nudos y las placas reflejan la enfermedad ósea de carácter inflamatorio. Orígenes de su diversidad. La periostitis como enfermedad es poco común y por lo general representa una reacción a cambios patológicos en el hueso subyacente. hasta el punto de exponer la cavidad pulpar. aunque afectaba en mayor medida a los horticultores (46.| 228 | Los chibchas: hijos del sol. 1995. el yaws o frambesia y la pinta (afecta solamente la piel).1996. 2011). perióstica en naturaleza. y está invariablemente asociada con manifestaciones de reacción perióstica en la superficie. Finalmente. especialmente la tibia y los huesos del antebrazo.7%) que a los cazadores recolectores tempranos (16%). El remodelado es tan completo que hace imposible el reconocimiento de cualquier evidencia de reacción perióstica. muy similar . Las lesiones dentales representaron el mayor padecimiento de los cazadores recolectores. la frecuencia de abscesos era muy similar (65. El yaws tardío observa dactilitis destructiva de falanges aisladas. Los huesos afectados de la extremidad inferior encajan en la categoría de huesos largos con cambios superficiales.2% en tempranos y 59. La acumulación de tejido nuevo tiende a ser irregular y no vincula todo el hueso. La pérdida antemortem de piezas dentales era muy grande. aunque la enfermedad periodontal sí era muy severa en los tempranos (65. además de los adornos como el labret (palillo que atravesaba la boca de lado a lado).1% en tardíos). La lesión sifilítica produce ocasionalmente la conocida forma de tibia en sable. que en este caso se deduce por el desarrollo de la periostitis en tibia (Figura 54) y de caries sicca en cráneo (Figuras 53). la sífilis endémica (característica de la región del Mediterráneo). lo que permitía la proliferación de infecciones que desembocaban en abscesos periapicales. Los huesos largos. J. De esta manera. el cuadro de las enfermedades infecciosas evidencia un apreciable incremento en los horticultores como consecuencia de la aparición de la treponematosis.. la fíbula y el tercio distal del fémur (excluyendo las epífisis) (Powell. cuyos representantes serán los encargados de los rituales mortuorios. tal como se presenta en las deformaciones raquíticas. como también en horticultores (Correal. 1996. No se han hallado evidencias de su presencia en cazadores recolectores. en menor medida el fémur y otros huesos largos.1% de los cráneos y el 21. entre ellas la sífilis venérea por el contacto estrecho entre la gente. permitiendo una mayor densidad y crecimiento poblacional. M. algo que no se aprecia durante el Precerámico Temprano (Gómez. 458-23. con el advenimiento de la horticultura se diversifica el patrón de subsistencia gracias al cual la población incorpora mayor cantidad de productos tanto animales como vegetales en su dieta alimentaria. Según los diagramas de Steinbock. La fíbula rara vez se ve afectada por las deformaciones. 159). A pesar de ello. la población sobrepasa este momento de presión ambiental gracias al desarrollo del chamanismo. J. 1995. Otra lesión frecuente es el encorvamiento de la tibia que produce la llamada pierna en bumerang. acompañado de adelgazamiento de la cortical anterior. de reducir los padecimientos de la sociedad. por lo visto. En fin. 2005: 111).. Lesiones compatibles con treponematosis se han reportado en todas las regiones de América prehispánica (Rothschild y Rothschild.Las condiciones de vida de la población prehispánica de los Andes Orientales | 229 | a la sífilis terciaria. siendo respetados y reverenciados. 1996) y en el Herrera Temprano de la sabana de Bogotá (Rodríguez. El yaws afecta con mayor incidencia la tibia. 1991). y ocasionalmente se encorvan también el radio y la ulna (Ortner y Putschar. similar a la tibia en sable de la sífilis congénita. la diferencia entre la sífilis y el yaws reside en que en la primera. 2000). J. con la consecuente proliferación de enfermedades infectocontagiosas como la treponematosis.1% de las tibias de Aguazuque están afectados con rasgos compatibles con treponematosis severa.. y Cifuentes. 10. que produce un engrosamiento y concavidad de la cortical posterior. se puede observar que el 11. adulto masculino de Aguazuque (Figura 32) (Correal. 1990: 146-148. En lo que respecta a la sabana de Bogotá.7 La intensificación de la agricultura y la salud La adopción e intensificación de la agricultura –del maíz para el caso de América– ha sido interpretada como un proceso que afectó considerablemente las condiciones de vida de las sociedades que se sedentarizaron y tuvieron un acelerado incremento po- . 1985: 180). las áreas más afectadas son la tibia y la bóveda craneal. V. L.. como se aprecia en el enterramiento del individuo No. y. 2011). curí domesticado. mortalidad . Un aspecto que se ha discutido desde Norteamérica –donde la diversidad de biomasa vegetal es menor que en el sur– es la falta de proteína y la presencia de fitatos en el maíz que impiden su absorción. tanto cárnicos (animales de monte. alterando sus patrones alimentarios. o se remojaba en cal. defectos del esmalte. los cazadores enfrentaban un medio más hostil. maíz. generando deficiencias nutricionales en las sociedades sobredependientes de este cereal. Sin embargo. se descascaraba con lejía de ceniza. Por otro lado. demografía (esperanza de vida. frutas) es mucho más amplia en Centro-Suramérica. caries). Orígenes de su diversidad. proponiendo que. 1989). tubérculos. moluscos) como vegetales (quinoa. se preparaba junto con otros alimentos. 2000: 29). criba orbitaria. sirviendo de compensación al crecimiento poblacional antes que a un progreso tecnológico. y por consiguiente estaban más expuestos a episodios de hambre.| 230 | Los chibchas: hijos del sol. 1992. lo que habría incidido en una menor tasa de reproducción (Cohen y Armelagos. disfrutaban de mejores condiciones nutricionales. raíces. No obstante. blacional. amarantáceas. finalmente. especialmente desde que se realizó en 1982 un seminario sobre la paleopatología y los orígenes de la agricultura en el que se retomó la vieja idea de Gordon Childe sobre el supuesto “enriquecimiento y ampliación de la dieta alimenticia. la luna y los Andes. Se suponía que los cazadores. especialmente por el mejoramiento de las herramientas” con el desarrollo del Neolítico. 1985: 1-3). la disponibilidad de recursos alimentarios. padecen de mayores problemas de salud. verduras. leguminosas. en tanto que consumían más carne que los agricultores. entre ellos carne. hemorragias y diarrea crónica (Larsen. la ampliación del control sobre la naturaleza. pero esta vez abordando el cuerpo humano como evidencia material (Cohen y Armelagos. la salud. El análisis de los principales indicadores de salud (hiperostosis porótica. hortalizas. pérdida de sangre. aves. pescado. rizomas) o C4 (maíz y otros) no es sinónimo de sobredependencia. En los reportes de varias regiones americanas se propusieron distintas hipótesis. Además. Esta problemática ha sido foco de atención de los bioarqueólogos. al contrario. el maíz se cultivaba con fríjol y ahuyama. 1985: 1). Keegan. Allí mismo la presencia de isótopos estables tipo C4 se relaciona exclusivamente con el maíz (Katzenberg. también se oyeron voces que argumentaban otras posiciones. dieta hipercalórica y subdesarrollo biológico. con lo que se subsanaban las deficiencias de hierro. Entre estas están las que insisten en que la agricultura fue necesaria como estrategia económica ante la alta densidad poblacional o ante la reducción de los recursos de animales de monte. y produciendo anemia ferropénica. la estructura demográfica y su organización social. como los agricultores están más expuestos al riesgo parasitario y a las inclemencias del clima. gusanos. por lo que una mayor presencia de plantas C3 (tubérculos. lo que absorbía minerales. Finalmente. Además. La dieta de los recolectores cazadores de esta región hasta el II milenio a. 2002). A pesar de estas tendencias. llega al máximo entre los tres y seis meses. la frecuencia y calidad de la lactancia puede disminuir. quizá por la inclusión de animales domésticos (curí) y de pescado (Tabla 14). dadas las condiciones de sedentarismo y la posibili­dad de almace­namien­to de los alimentos. caries. 2007).Las condiciones de vida de la población prehispánica de los Andes Orientales | 231 | infantil.. hiperostosis porótica). Por añadidura. cabe subrayar que estudios llevados a cabo en poblaciones prehispánicas indican que la mayoría de lesiones del esmalte dental. Igualmente. se forman entre los 2 y los 4 años cuando sobreviene el destete (Ubelaker. tanto negativas (Alfonso et al. 1992). y que están asocia­das a estrés fisiológico. 1985. 2007. C. fecundidad) y paleodieta (elementos traza. 2007. Pechenkina et al. también de caries y pérdida de dientes. 1988.. Al contrario. se observa un incremento de algunas enfermedades infecciosas como la TBC (Boada. Hutchinson et al. El intervalo entre un nacimiento y otro en poblaciones con una dieta rica en car­bohi­ dratos no se extiende más allá de los 18 meses. Buikstra et al. fue básicamente vegetariana. casi en un 80%. isótopos estables) de grupos que adoptaron la agricultura. según el ecosistema estudiado (Danforth et al. la leche materna es deficiente en hierro.. 1990. Para la sabana de Bogotá se aprecia un incremento de las enfermedades infecciosas (treponematosis. con el surgimiento de la agricultura se incrementa el consumo de proteína animal. Desde la perspectiva demográfica. hay que acotar que las mujeres de las poblaciones agríco­las dan a luz con mayor frecuencia. y un descenso de la esperanza de vida y aumento de la mortalidad infantil.. señala diferentes tendencias. e inciertas. se aprecia un notable . Igualmente. TBC) y parasitarias (criba orbitaria. en un ambiente de intensificación en el consumo de cereales (plantas C4) y crecimiento demográfico. especialmente de raíces de altura. 2006) (Figura 55). 1987).. la reducción de proteína animal en la dieta alimentaria de estas sociedades reduce el efecto inhibidor del ciclo ovulatorio producido por el amamantamiento prolongado. y su utilización por un tiempo superior a este período puede conducir a estados de anemia si no es complementada con otros alimentos. si las madres no están bien alimentadas y deben laborar arduamen­te en faenas agrícolas. C. como la hipoplasia. Cohen y Armelagos. Los Andes Orientales de Colombia son buen ejemplo de la amplia y nutritiva variedad de recursos alimentarios y del manejo milenario de plantas que condujo a la domesticación de algunas raíces. como positivas (Benfer. sin que ello hubiera disminuido la calidad de su salud (Cárdenas. que posiblemente fue la mayor causa de morbi-mortalidad infantil en las poblaciones chibchas. Rodríguez. mucho antes de la adopción del maíz hacia el I milenio a. 2007). valores superiores a los reportados para el Herrera Temprano (Boada. como la quinoa. C. la luna y los Andes.9% y 7. (Boada. Para el período Muisca Temprano las cifras para caries. vinculándose mayor cantidad de vegetales en la dieta..3%. respectivamente. Rodríguez. aunque en promedio de 12.| 232 | Los chibchas: hijos del sol. respectivamente). en algunos individuos puede alcanzar el 68.2%.8%.0%. Las primeras poblaciones agrícolas se vieron afectadas por una mayor ocurrencia de caries. y de caries el 28. sintiéndose la gente atraída por la versatilidad culinaria de este grano. en el período Herrera Tardío.3% y 38. fríjol. C. J.5%.3% de caries en Funza. Ya para el período Muisca Tardío las frecuencias descienden a 14.5%. mutes. se creó un nuevo medio bacteriano propicio para las enfermedades infecciosas y bucodentales cuyos principales vectores fueron los animales domésticos para el caso de la TBC –posiblemente el curí. respectivamente (Polanco et al. 2006. una vez desarrollada la agricultura de cereales y a la par la domesticación de animales. Hacia el III-II milenio a. 1990. 11. se produjeron drásticos cambios en el patrón de subsistencia. arepas.3% y 4. desde el siglo XIII d. 1995). el crecimiento demográfico por la posibilidad de generar excedentes agrícolas propició la propagación de enfermedades infecciosas . se habrían generado condiciones adecuadas para la sedentarización y el crecimiento poblacional. antes mejorándola con mayor consumo de proteína. sin menoscabo de la calidad dietaria. 13.8%. lo que incidió a su vez en la estructura demográfica y en la salud. durante este período el maíz se convirtió en el principal proveedor de calorías. 2006) (Tabla 14). decreció la caries. bollos y hervidos. pérdidas antemortem y lesiones periapicales alcanzan la cifra de 21. 17. pérdida de dientes y lesiones periapicales varían entre indicadores elevados en El Venado (38. Este cuadro estaría señalando que gracias al conocimiento sobre el comportamiento de los vegetales los horticultores pudieron adoptar el maíz como alimento calórico básico..1%. 1992.7% y 6. El mayor consumo de carbohidratos coadyuva a la aparición de caries. V. 1991. A su vez. Al parecer. la frecuencia de caries es de 14% (Tabla 14). que afectaban también a los niños. Orígenes de su diversidad.6%. Sin embargo. Una vez estabilizada la agricultura e incorporados nuevos productos que permitían no sobredepender del maíz. en Portalegre. Samacá. cucurbitáceas y otras. contra un registro de apenas 7. en comparación con cazadores recolectores. y con los propios agroalfareros tardíos. las frecuencias de caries. posiblemente sífilis venérea. particularmente en el período Muisca Tardío. Surgen enfermedades infecciosas. útil para preparar mazamorras. como la treponematosis. incremento del tamaño poblacional. En El Venado. 2007: 112) (Tabla 14). Langebaek. es decir. La pérdida de piezas dentales obedece más a procesos infecciosos relacionados con la caries que al desgaste. y que producían tullimientos y dolores. como se puede colegir por los indicadores demográficos de Engativá y Fontibón de los siglos XVI-XVII (González. las curaban con plantas medicinales. Empero. en Tovar. 1988) y de la provincia de Guane en 1734 (Lucena. que son muy bajos. como la abstinencia sexual después del parto. criba orbitaria e hiperostosis porótica. Castigan severamente los pecados públicos. como cuaresma. afectando la esperanza de vida al nacer y la mortalidad infantil. La población infantil indígena era a su vez la más susceptible a las epidemias de enfermedades infecciosas traídas por los españoles. 1987: 149). Otra enfermedad infecciosa de transmisión venérea eran las bubas (treponematosis). También acudían a esta práctica durante varios meses al año como parte de la cuaresma. Esto obedecía a que por la tradición católica se prohibían los sacrificios infantiles. los muiscas tenían varias prácticas culturales que limitaban el crecimiento demográfico descontrolado. en los cuales no pueden tocar a mujer ni comer sal. matar y sodo­mía. 2008).]. como los defectos del esmalte. Sin embargo. pues “era ley inviolable no llegar el marido a la mujer hasta muchos días después de haber parido” (Simón.. al igual que la mortalidad infantil para los primeros 10 años de edad. por lo que nacían muchos niños que constituían entre el 28-38% de la cohorte entre 0-10 años de edad del total de la población.4 a 25.. que afectaban particularmente a los inclinados a tener muchas mujeres. y hay como una especie de monasterios donde muchas mozas y mozos se encierran algunos años. hurtar.. entre ellas la zarzaparrilla. P. y también reposando en tierra caliente donde había aguas termales como las de la provincia de Tocaima (Gaspar de Puerto Alegre.Las condiciones de vida de la población prehispánica de los Andes Orientales | 233 | como la tuberculosis. La conquista española trajo consigo la disminución de la población nativa por causa de las enfermedades. pues no consienten putos [. de la región de Tunebia en el siglo XVII (Pradilla. Refiriéndose al muisca. 1974). indican que la parasitosis tuvo poca ocurrencia en la población durante todos los períodos de su desarrollo. D. Fran­cisco López de Gómara (1985: 120) escribía: Tienen dieta dos meses al año. que se convirtió en la principal causa de mortalidad infantil.4 años) está midiendo la fecundidad del grupo y no la mortalidad. III: 399). La esperanza de vida al nacer decrece con relación a los cazadores recolectores. como la ocurrida en el año de 1559 cuando surgió una pestilencia de viruela y sarampión tan . especialmente de la población femenina (Tabla 14). por lo que la esperanza de vida al nacer (16. Los indicadores de privación. 1571. 1981. C. y se fortalece mediante la organización de fiestas y el prestigio de bienes esotéricos (Boada. y sus implicaciones para la salud de las gentes. J. la siembra y cosecha de las parcelas de los caciques por sus súbditos. 2007: 224). se puede plantear que no existía una alta jerarquización social en el consumo de alimentos. la construcción del cercado del cacique y los preparativos de las fiestas y guerras (Groot. impactante que murieron muchos indígenas. C. la momificación de sus cuerpos al morir y el entierro en sitios secretos (Simón. 10. los adornos orfebres. V. siendo más marcadas las diferencias sociales. C. y que declina en el Muisca Tardío (siglos XIII-XVI d. Existía. Orígenes de su diversidad. la luna y los Andes. especialmente de la provincia de Vélez. en cuanto a salud. En el Herrera Temprano a finales del I milenio a.. Igualmente. el estatus es adscrito como norma social establecida. aunque no se ha llevado a cabo un estudio integral.. 1992. 2008: 120). Durante este último período se observan cambios significativos en la jerarquización social. C. Tovar. . al siglo XIII d.). 1981). 2005:118). la que se repitió en 1570 (Relación de 1560. 1987: 86.| 234 | Los chibchas: hijos del sol. Para el Herrera Tardío a principios del I milenio d. los caciques tienen como privilegio el control de los cotos de caza del venado. no se observa una marcada diferenciación en cuanto a la salud en relación con el rango. A juzgar por la presencia de momias afectadas por tuberculosis (Correal y Flórez. 1998) y defectos del esmalte. A pesar de esta jerarquización.. C. la obtención de presentes (tributos) como sal y artículos manufacturados. Romero. y Cifuentes.). las características funerarias son muy similares a las del Precerámico Tardío. los dos períodos se diferencian por el incremento de caries. La élite se distingue por el control de recursos. tendencia que se mantiene hasta el Muisca Temprano (finales del I milenio d.8 Variación social de la salud Los estudios arqueológicos apuntan a mostrar las principales tendencias de cambio sociopolítico durante los diferentes períodos. los servicios personales. La diferenciación social es de tipo horizontal y se centra en la obtención de bienes exóticos. el acceso a materiales exóticos provenientes de los Llanos Orientales. con la diferencia de que en el ajuar la cerámica importada del valle del Magdalena juega un papel importante. que permita contextualizar las condiciones de salud en el ámbito del cambio social y ambiental. las reverencias proferidas por la servidumbre. y que todo el mundo padecía de las mismas enfermedades. el uso de mantas pintadas. durante este período continúa el incremento de la ocurrencia de caries. como la cerámica (Rodríguez. 159). y si allí no les daban lo que pedían. las mujeres hilaban continuamente. barrían. en Patiño. Tal actividad exige de cierto grado de centralización del poder para administrar la mano de obra necesaria. 1983: 65). y regresarse una vez recogida la cosecha a las partes altas donde vivían (Relación de Popayán y del Nuevo Reino 1559-1560. I: 286). defectos del esmalte y menor esperanza de vida. algunos hombres se encargaban de transportar esos pesados panes de sal hasta Tocaima (distante 14 leguas de Bogotá) o Ibagué. Una vez cocida. 2008: 93-95). Igualmente.9 Variación ocupacional de la salud Las poblaciones chibchas realizaban distintas labores que se diferenciaban según el sexo. cargaban el agua. siendo una de las causas de su reducción. 10. y la siembra y recolección de la cosecha. a donde bajaban en temporadas para cultivar frutos propios de esa altitud.Las condiciones de vida de la población prehispánica de los Andes Orientales | 235 | en cambio. una mayor diferenciación sexual. lo mascaban para elaborar la chicha. las mujeres recogían el agua salada para hervirla en vasijas de barro llamadas gachas o moyas. en Patiño. En las labores agrícolas había que atender el sistema de canales de riego. Con la llegada de los españoles. sembraban en tierra caliente. la limpieza permanente de los canales y la fertilización de los camellones. los indígenas sufrieron mucho con este excesivo trabajo. el empleo del policultivo. posición social y ubicación ecológica. pues las mujeres eran el sector más afectado por un bajo consumo de proteína. y permanecían dos días y medio y tres noches revolviendo permanentemente el aguasal hasta que quedaba reducida a un pan que llegaba a pesar entre 2 y 3 arrobas. y el esfuerzo de varias decenas de personas que tienen que enterrarse en el lodo frío para su limpieza con cestos de fibra. pues tenían que llegar . Esta red requería de constante mantenimiento para sostener la productividad. 1983: 65). lo que debió haber afectado las extremidades y columna de los participantes. edad. con mayores frecuencias de criba orbitaria. 1980. Lo mismo se hacía con las mantas de algodón que fabricaban en grandes cantidades. y atendían las casas y la granjería (intercambio) (Zamora. Los hombres salían a los arcabucos cercanos para acarrear leña para los hornos (Groot. En los oficios domésticos. hacían arepas. molían el maíz. En una semana se hacía solamente una hornada y cada india cocía cuatro panes de sal. como la rotación de los suelos. seguían hasta las minas de Mariquita para canjearlos (Relación de Popayán y del Nuevo Reino 1559-1560. En la producción de sal. y a cambio traían oro. planteando que la población se incorporaba tempranamente a exigentes labores físicas. el individuo Sog. J. 40-45 años). Orígenes de su diversidad. y que ambos sexos soportaban por igual los rigores del ejercicio físico (Rojas et al. Soacha. El análisis de la columna vertebral de 83 individuos de Portalegre. 50-55 años) (Figura 50) y T-25 (hombre. 25-30 años).) concluye que el 83% de los individuos y el 32% de los segmentos vertebrales están afectados por problemas osteoarticulares (osteofitosis. En su máxima expresión. La inmersión en profundas y frías aguas del mar. 2008). en búsqueda de leña y animales de monte (Rojas. y el deslizamiento de este último hacia adelante. inclusive hasta la Gobernación de Popayán. donde se amplía el estudio a todos los segmentos del cuerpo. cambios en la superficie articular y eburnación). lagunas y ríos puede producir una anomalía de compensación en el oído denominada torus auditivo consistente en la formación de una protuberacia ósea que tapona el oído externo. 2010). así como de las raíces nerviosas. la espondilolistesis puede provocar una compresión en cola de caballo.. espondilolistesis (Figura 50) (Etxeberria et al. La realización de ejercicios de fuerza sobre la columna vertebral puede ocasionar la fractura del arco neural y una posterior degeneración de la articulación en la transición lumbosacra. posiblemente desde cerca de los 15 años de edad. con claros signos de adaptación por pseudoartrosis a nivel del istmo entre las apófisis articulares. 2006).mon. con cambios artrósicos degenerativos. la luna y los Andes. posiblemente por andar descalzos por caminos destapados y por las montañas de los alrededores. en los individuos T-18 (mujer.760028 (hombre maduro) presenta fractura del arco neural de L5. El suizo Ernst Röthlisberger (1993: 199) comentaba a finales del siglo XIX que la carga de leña podía tener unos 20 pies de largo y dos metros de diámetro.| 236 | Los chibchas: hijos del sol. Un caso con estas . Soacha.. sin diferencias por sexo. Rodríguez. lo que arrojó la cifra de 175 libras. siendo las extremidades inferiores las más afectadas. la separación completa a nivel del istmo situado entre el arco neural y el cuerpo se denomina espondilólisis. Tales defectos se han localizado en Portalegre. T-112 (mujer. V. ya que la degeneración del disco vertebral es completa y la inestabilidad del conjunto posibilita una movilidad exagerada de la articulación. la cual soportaban los indígenas durante horas enteras sin dar señales de cansancio. A conclusiones similares se ha llegado mediante el análisis de 60 individuos de Tibanica. 1997. Soacha (siglo XIII d. C. habitualmente se relaciona con pescadores de perlas y de mamíferos marinos. y que un bogotano hizo pesar el haz que transportaba una indiecita de 14 años.. en la colección Eliécer Silva Celis del Museo Arqueológico de Sogamoso. En T-18 se aprecia discopatía crónica en L5-S1. labiación del contorno de los cuerpos vertebrales. que es la más cercana. ni haber menester boticas”. 1980. 6300246 del Museo Arqueológico de Sogamoso (Figura 51). quizá la principal causa de morbimortalidad infantil. que les produjeron innumerables muertes. además que afectaba sus manos y rodillas por la posición en cuclillas. sin llamar médico.10 ¿Vivían los chibchas mejor o peor que sus antepasados recolectores cazadores? De acuerdo con el cuadro paleopatológico y paleodemográfico de los chibchas se puede concluir que la salud de los indígenas era buena. I: 152). El único remedio fue el bautizo ante el Dios blanco que les debía proteger ante esta nueva realidad. 10. por el mejoramiento de la tecnología de apropiación de los alimentos. I: 137). por sumergirse en alguna laguna de agua fría. Comparativamente con sus antepasados recolectores cazadores. El procesamiento de los alimentos en manos y metates de piedra prácticamente conducía a que se “comieran los dientes” por las partículas silíceas de esos instrumentos. pues la esperanza de vida al nacer estaba entre los 20 y los 30 años de edad. El hacinamiento producido por el rigor del clima. cubriéndolos de horrorosas costras que se caían con toda la carne (Zamora. No obstante. los chibchas tenían numerosas plantas medicinales y chamanes que conocían sus propiedades con que “sanan los pobres. y una mayor mortalidad infantil. propiciaba la diseminación de enfermedades contagiosas como la tuberculosis. si el éxito adaptativo de una población se mide por el éxito reproductivo (Morán. especialmente durante la época de lluvias.Las condiciones de vida de la población prehispánica de los Andes Orientales | 237 | características fue hallado en el individuo No. Sufrían de enfermedades causadas por el transporte de cargas pesadas sobre sus hombros por largos y tortuosos trechos. A pesar de los achaques. los chibchas obtuvieron mayores logros. algo inimaginable para los europeos (Zamora. . y que se criaban sanos. no tuvieron cura para las viruelas traídas por los conquistadores. pesca e intercambio comercial. posiblemente la de Tota. con diversificación de las fuentes nutricionales mediante la agricultura. Indudablemente que la sedentarización y el incremento poblacional ocasionaron un aumento de la parasitosis y de las enfermedades infecciosas como la TBC. y por el desarrollo de estrategias económicas para obtener productos de varios pisos térmicos. 1993: 18). que se adhieren a la superficie oclusal. 1980. aunque no llegaban a viejos. calenturas y dolencias por diferentes enfermedades. y con que curaban hasta las bubas y preservaban del cáncer. pues varias de estas comunidades se enfrentaban entre sí durante las borracheras. invocando sus favores con cantos al sol y la luna. A juzgar por lo que dicen los cronistas. quimbayas. Hunza. patangoras. Entre los muzos. practicaban la guerra de tierra arrasada con los vencidos. la conser­vación de los cuerpos de los grandes seño­res para incenti­var el valor de los guerreros y los sacrifi­cios humanos antes y después de los combates. con más enfermedades osteoarticulares de la columna vertebral. lo que permitió alimentar más bocas. Estas peleas han sido consideradas mecanismo de catarsis para evitar grandes conflictos entre sí. 1986). colimas y muzos que los habían desplazado de territorios ancestrales a punta de lanza. quemando sus poblados. II: 84). panches. En consecuencia. colimas. como lo señala Fernández de Oviedo (1959: 126). Los muiscas mantenían permanentes conflictos bélicos internos entre las distintas confederaciones de Bacatá. pues inclusive hasta en los bailes no soltaban los arcos y flechas. Los permanentes conflictos intertribales condicionaron importantes aspectos de la cultura y organización social prehis­pánica. . como la construcción de empalizadas a manera de fortale­zas. generando traumas craneoencefálicos (Berrizbeitia. la intensificación de la agricultura demandó mayor carga laboral. Sugamuxi y Duitama. ultrajando a los jefes. los muiscas justificaban las confrontaciones bélicas ante sus dioses. especialmente con los panches. No todo era pacífico entre los chibchas. la luna y los Andes. las mujeres corrían a halagarlos y a esconderles las armas para que no se mataran. exterminando a los varones. cuando esto sucedía. apresando a los niños para sacrificarlos al sol –pues el sol consumía esa sangre– y cautivando a las mujeres. expresando una gran crueldad según el pensar de los europeos. tal como se ha reportado para muiscas. y como gente sin juicio ni razón se matan los unos a los otros…” (Aguado. entre los patangoras se describe que “después que se emborrachan como gente privada de juicio. 1956.| 238 | Los chibchas: hijos del sol. golpeándose en la cabeza fuertemente con sus propias armas. Orígenes de su diversidad. Así. y guerras externas con sus vecinos caribes que los circundaban por el oeste y el sur. pero a cambio se obtuvo una mayor y más variable fuente nutricional. que a su vez produjeron mayor impacto de las enfermedades infecciosas y mayores conflictos bélicos por la competencia política. muzos y otros grupos prehispánicos. 1992) (Figura 52). la adecuación de depósitos de armas y víveres. por ejemplo. se jactan de las ofensas que los unos contra los otros han hecho. y luego toman las armas en las manos. y recientemente entre los yanomama del Brasil (Harris. así de homicidios como de adulterios. el fortalecimiento de un poder central militar y político. la contra­tación de guerreros especiales a manera de mercenarios (guechas). Bucaramanga). Santander (Casa de Bolívar. Defectos del esmalte en momia de la Mesa de los Santos. Figura 50. | 239 | .Las condiciones de vida de la población prehispánica de los Andes Orientales Figura 49. Portalegre T-112. Espondilolistesis en transición lumbosacra. | 240 | Los chibchas: hijos del sol, la luna y los Andes. Orígenes de su diversidad. Figura 51. Torus auditivo en individuo 6300246 de Sogamoso. Figura 52. Cráneos deformados procedentes de Cácota, Santander, afectados por traumas frontales. Las condiciones de vida de la población prehispánica de los Andes Orientales | 241 | Figura 53. Caries sicca en frontal por treponematosis de Aguazuque (Correal, 1990). Figura 54. Tibias en sable de Madrid, Cundinamarca (arriba), y Silos, Santander (abajo), afectadas por periostitis. | 242 | Los chibchas: hijos del sol, la luna y los Andes. Orígenes de su diversidad. Figura 55. Vértebras afectadas por procesos infecciosos, con lesiones compatibles con tuberculosis, Portalegre, Soacha (Rodríguez, J.V., 2006). | 243 | Esplendor. ocaso y renacimientos del Sol de los chibchas Capítulo 11 Esplendor, ocaso y renacimiento del Sol de los chibchas Cesen cristianos, cesen las matanzas Que sangrientos estáis hasta los codos. Dejad algunos que hagan labranzas De que comáis y comamos todos. Juan de Castellanos 11.1 El esplendor de los usachíes, hijos del Sol y de la Luna C uando en 1536 el licenciado Gonzalo Jiménez de Quesada zarpó de Santa Marta con 900 soldados y un centenar de caballos en busca de gloria y riqueza en tierra firme, ascendiendo por las orillas del río Grande de la Magdalena, no se imaginaba las sorpresas que iba a recibir sobre nuevos pueblos y costumbres, muy diferentes a las caribeñas. En La Tora, hoy Barrancabermeja, se dio cuenta de que no podía continuar por las orillas del río Magdalena, por lo que envió una comisión en busca de una ruta apropiada, la cual fue encontrada por el valle del río Opón, donde se hallaba el camino de la sal en panes que provenía de tierras ricas. Después de trece meses de penurias, graves calenturas y llagas causadas por los duros caminos del valle del Opón, que dejaron tan solo 166 hombres y 60 caballos sobrevivientes, al avistar en enero de 1537 las fértiles y apacibles tierras de los muexcas (deformado quedó muiscas) del valle de Chipatá (Santander), se alegró del paisaje andino de clima agradable, con su gente laboriosa vestida con vistosas mantas de algodón, cultivadora de numerosas labranzas, constructora de cercados para viviendas con humeantes chimeneas y depósitos de alimentos. Su alma y cuerpo volvieron a la vida en tan fértil tierra, que recibió el nombre de Nuevo Reino de Granada, en honor a su terruño español. | 244 | Los chibchas: hijos del sol, la luna y los Andes. Orígenes de su diversidad. Estos habitantes de tierras desconocidas pensaban de manera diferente a los europeos, pues consideraban que el Sol y la Luna se juntaban como marido y mujer dando origen a todas las cosas. Veneraban al astro solar en santuarios dedicados para tal efecto en Sogamoso y en la Sierra Nevada del Cocuy, y a la luna en Chía, o también en los adoratorios que tenían en sus propias casas. Tenían ídolos de oro o de madera en cuyos huecos vientres depositaban esmeraldas. El oro para ellos tenía un significado más ritual que material, pues su brillo con los destellos del sol en las cúpulas de los templos era sinónimo de vida, renovación, buenas cosechas e hijos saludables para criar. Los sacerdotes (xeques, ogques, jeques) destinados a conservar el culto ocupaban un lugar importante en la jerarquía de mando, y eran muy respetados por las autoridades políticas locales (sihipkuas, zipa, zaque, usaques, capitanes); su preparación exigía de un riguroso entrenamiento desde la infancia, a base de ayunos y abstinencias. Los propios españoles recibieron el nombre de usachíes, hijos del Sol (Sue) y de la Luna (Sia) (Ghisletti, 1954), pues los indígenas consideraban que hombre y caballo eran una misma deidad, que además había sido enviada para castigarlos por sus faltas. A la luna la veneraban como mujer y compañera del sol; igualmente, a las montañas, lagunas, fuentes de agua, ríos, cuevas y a plantas donde realizaban sus ofrendas. Todas estas prácticas se las había enseñado el predicador Neuterequeteua, llamado también Bochica o Xue. Más de diez milenios antes –a finales del Pleistoceno–, los primeros conquistadores del territorio colombiano reunidos en grupos de recolectores cazadores se remontaron por el valle del río Magdalena en busca de animales de caza, plantas y peces. Ya sea por el valle del río Sogamoso-Chicamocha o por el propio Opón ascendieron por el norte al altiplano Cundiboyacense; otros lo harían por el sur por el valle del río Bogotá, donde convergieron con los anteriores. Ambos grupos hallaron nuevas perspectivas de vida, y a partir de este momento se iniciaron las diferencias somáticas, culturales y lingüísticas entre los chibchas septentrionales y meridionales. Para inicios del Holoceno, el curí, que abundaba por la sabana de Bogotá, ya se encontraba en pleno proceso de domesticación, y los numerosos tubérculos de altura del altiplano constituían una buena parte de la ración alimentaria. Entre los milenios III y II a. C. surgen condiciones ambientales más cálidas y secas que propician la propagación de plantas, mismas que fueron aprovechadas por los primeros horticultores de tubérculos de altura (entre ellos la arracacha), quienes innovaron artefactos de molienda para su procesamiento. Estos cambios ambientales y culturales incidieron en el aspecto físico de los pobladores del altipla- Villa de Leyva. tan requeridos en los sistemas agrícolas (Infiernito. ellos eran los que preparaban y enterraban los cuerpos de la comunidad durante los rituales funerarios. templetes. pero al mismo tiempo eran temidos por sus poderes. Es lo que se conoce como el inicio de la neolitización. Durante este período los chamanes juegan un papel importante en la celebración de los rituales del ciclo vital.. ya de tipo agrícola y alfarero. y erige sistemas de observación del cosmos con el fin de regular los ciclos agrícolas. que se plasmó en la reducción del tamaño del aparato masticatorio (especialmente de dientes y mandíbula). en otras partes se tallaron monolitos y se colocaron de manera alineada con los solsticios y equinoccios para registrar los acontecimientos cósmicos. existieron igualmente en el “Infiernito” y alrededores pero que fueron destruidos también antes de la conquista. es decir. aprovechaban el brillo del oro para asegurar la energía cósmica y las cumbres elevadas para realizar sacrificios que asegurasen el desenfado del sol procreador de todas las cosas. En fin. en el transcurso de más de diez milenios los chibchas y sus ancestros (protochibchas) modificaron los paisajes de los Andes Orientales. jeques) de las sociedades agrícolas. etc. Boyacá). como torres. la sedentarización. la población del periodo Herrera. representan la sistematización y la expresión objetiva de los conocimientos astronómicos que los sabios sacerdotes chibchas habían acumulado durante milenios de pacientes observaciones. mambeaban hayo (coca) en poporos como cualquier mama de la Sierra Nevada de Santa Marta.Esplendor. que custodiaban templos dedicados al astro solar. la domesticación de plantas y animales. conduciendo a su gracilización. ocaso y renacimientos del Sol de los chibchas | 245 | no. acomoda los suelos mediante canales y camellones para asegurar el proceso de irrigación y para regular las aguas durante las inundaciones. especialmente de las ceremonias de enterramiento. Cundinamarca). explota las minas de sal. Como bien lo señaló el sabio Eliécer Silva Celis: La erección de estos centros astronómico-religiosos como también la de otros monumentos de piedra tallada de igual función que. domesticaron . y la supervivencia de la sociedad. Los chamanes de los recolectores cazadores dieron paso a los sacerdotes (ogques. altares. con una velocidad tal que no se ha reportado semejante en el ámbito mundial. portales. C. adopta el maíz como principal producto vegetal en virtud de la gran productividad de este grano. (Silva. Algunos observatorios fueron excavados representando los diferentes mundos del universo (Madrid. cálculos y deducciones de varios eventos y fenómenos celestiales. Hacia el I milenio a. 2005: 292-293). la nucleación en aldeas y el inicio de la estratificación social. maní). de utensilios metálicos para explotar de manera más efectiva la tierra. quinoa. No estaban exentos de enfermedades infecciosas como la tuberculosis. su máxima divinidad. generando un masivo desplazamiento hacia partes más altas donde las aguas de escorrentía las pudiesen lavar. Si el éxito adaptativo de una población se mide por el éxito reproductivo. según la mitología. Las mayores deficiencias del entorno chibcha de los Andes Orientales fueron la carencia de animales de carga para transportar los productos y humanos. y de manejo de la piedra para asegurar la construcción de grandes obras arquitectónicas. especialmente durante el I milenio a. entonces los chibchas lograron adaptarse de manera dinámica al entorno. inundaciones. la gente tenía que transportar todos sus productos sobre sus espaldas atravesando largos y tortuosos caminos. Por estas razones. fluviales y lacustres. Una vez cubiertas estas cenizas por acumulaciones coluviales. cuyo conocimiento reposaba en los mohanes. y traumatismos en la región lumbar (espondilólisis). Bochica con su varita dorada dio paso por las peñas de Tequendama a las aguas acumuladas en la sabana de Bogotá por las inundaciones del río del mismo nombre. estas sociedades andinas no fueron ajenas a los embates de los desajustes climáticos (sequías. elevaron terrenos para los cultivos. Orígenes de su diversidad. llevando hasta 2-3 arrobas de peso. sismos. plantas y animales. Sin embargo. C. eólicas. por ende. Bajo estas condiciones padecían de enfermedad articular degenerativa (EAD). que manejaban una eficiente nutrición en cuanto a proteínas (carne. y erigieron templos dedicados al astro solar. los suelos alcanzaron una mayor fertilidad y. Otro evento dramático sucedió entre los siglos V-VII d. descubrieron y explotaron las minas de sal y esmeraldas. quienes a su vez se encargaban de los rituales encaminados a asegurar la bondad de los dioses.| 246 | Los chibchas: hijos del sol. cuando posiblemente grandes erupciones volcánicas provenientes de la cordillera Central depositaron enormes cantidades de ceniza. amarantáceas. chitarero y otras que conocieron los conquistadores españoles cuando arribaron en 1537 al altiplano Cundiboyacense. construyeron canales de riego. pudiendo sustentar una mayor población. que quizás era la que producía el mayor índice de morbimortalidad . guane. cuando. C. tubérculos de altura y yuca). Hacia mediados del siglo XIII d. pescado. de la rueda que revolucionara los sistemas de transporte en el Viejo Mundo. lache. asegurando la supervivencia durante milenios. especialmente de los pies y la columna vertebral. erupciones volcánicas). sucedió otro evento natural de menor escala que acompañó el renacimiento de las sociedades muisca. la luna y los Andes. alimentos reguladores (frutas y verduras) y energéticos (maíz. fríjol. La clave de este resultado estriba en la cosmovisión andina que contribuyó a organizar la naturaleza y la sociedad. C. una mayor productividad agrícola. Guanentá. la tosferina. las hambrunas. Butaregua y Macaregua. Santander. Por esta razón. el cálculo dental y los abscesos periapicales. etc. lleván­dose consigo a millares de indefensos aborígenes –desde el punto de vista inmunoló­gico– frente a la viruela. el resto se quedaba produciendo alimentos para los mineros. condujo a la esclavización hacia 1571 de guanes. y acabando con tradiciones agríco­las milenarias. fueron enfermedades habituales que padecían todos los adultos sin distinción de estatus social. la muerte. Los indígenas de las cuadrillas iban atados con cabuyas para que no escapasen. la desolación y los trabajos pesa­dos. especialmente para las Jornadas de Pore. las vigilias y grandes esfuerzos físicos realizados por los chamanes y sacerdotes durante su período de preparación. convirtiendo la “comida de indios” en alimentos poco deseables. Lubiragá y otras parcialidades. Chanchón. surtieron efecto en su salud. El bienes­tar nativo se eclipsó por 500 años. Los guanes eran concentrados en cercanías del río de Oro provenientes de Butaregua. Los prolongados ayunos. y junto con ellos de las enfermeda­des. Cada cacique tenía que transferir cuadrillas de indios al distrito minero del río del Oro y hacia las empresas agropecuarias que se establecieron una vez fueron aplastadas las insurreciones de los caciques Chanchón. 1996: 27). sustentadas en la laboriosidad e ingenio aborigen. afectándolos por las enfermedades de privación (anemia ferropénica) y haciéndolos susceptibles a las infecciosas (tuberculosis). 11. El pueblo guane fue el más afectado por la esclavitud minera debido a su proximidad a las minas de oro.Esplendor. La caries. El afán de los españoles por explotar las minas de este metal precioso en la provincia de Río de Oro. Chima.2 El ocaso de los hijos del Sol El epítome de esta obra americana se cierra con la llegada de los conquistadores españoles. Camacota. Chuagüete. Chimitá. Una tercera parte de los indios tributarios iban acompañados de sus mujeres e hijos para reasentarse en rancherías del distrito minero. ocaso y renacimientos del Sol de los chibchas | 247 | infantil. el saram­pión. La captación de las madres indígenas para las labores domésticas. siendo prácticamente exterminado por su desplazamiento. el empleo de los varones en las labranzas. es posible encontrar cuerpos momificados afectados por defectos del esmalte y tuberculosis de la columna vertebral. yaws). el desgaste dental producido por los metates y manos de moler de piedra. chitareros y algunos laches.. que fueron suplantadas por cultí­genos poco adaptados a nuestro suelo. minas y en el transporte de mercancías por agua . Carahota. como también de la treponematosis (sífilis venérea. de donde muy pocos regresaron (Guerrero y Martínez. con mañas que para ello tenían con los caciques y principales [. por estar esto ya introducido en esta costumbre generalmente. los indígenas eran tratados como esclavos. mas. y conminándoseles a pagar tributos mediante tasación.. 1975..| 248 | Los chibchas: hijos del sol. Hernán Pérez de Quesada sacó en 1540.. en la parte que quiere trae sus ganados y toma y elige lo mejor de sus tierras para poner en ellas sus granjerías. y se les compraba y vendía como tales. base de la economía doméstica indígena. millares de indígenas del Nuevo Reino de Granada en su incursión hacia los Llanos Orientales en busca del Dorado. Orígenes de su diversidad. No obstante.] los encomenderos procuraban sacar más de lo que los indios de su voluntad les querían dar. que los exterminaron casi completamente (Aguado.. y para principios del siglo XIX solo quedaban 1824 indígenas en Butaregua. impidiendo la reproducción y provocando la casi extinción de los guanes. Así. VI: 267-268) Los malos tratos iniciales durante la conquista arrasaron gran cantidad de poblaciones indígenas que fueron arrancadas de sus tierras de origen para transportar los alimentos y vituallas que las huestes españolas utilizaron en las incursiones a nuevos territorios en busca del Dorado. cuando se prohibió. (Friede.]” (Aguado. Guanentá y Moncora. Juan de Avendaño se quejaba ante el Consejo. donde pagaron con su vida (Ardila. donde sufrieron penosas calamidades entre escarpadas montañas y fragosos ríos. I. a partir de allí se les liberó. I: 379-386). la luna y los Andes. además de la introducción de la ganadería que reemplazó las antiguas labranzas nativas. muchos de los sobrevivientes fueron llevados a la filas de la Guerra de Independencia. “[. El núcleo familiar. Otro factor que influyó considerablemente en la reducción demográfica de los indígenas fue el impacto micro­biano. 1986: 106-118). se resintió con la separación de las mujeres de sus hogares para que prestaran su servicio doméstico en casa de los encomenderos. y muchas veces quita al padre la hija y al marido la mujer para su servicio (y) diciendo que son para amas de sus hijos y hacer edificios donde los consumen y matan sin escrúpulo alguno en aquello que no pueden hacer. y tierra “como bestias de carga”. En 1573. pues consideraba injusto que el encomendero: […]no tan solamente tiene los tributos que quiere y como quiere. que produjo grandes desastres epidemiológicos . produjeron la desestabilización de las unidades domésticas. Chuagüete. A mediados del siglo XVIII los pocos sobrevivientes guanes fueron reducidos al pueblo de Guane. 1956. asignándoseles a encomenderos. donde solían morir por los trabajos pesados.. 1956. I: 400). Coratá. según comentaba fray Pedro Aguado. en perjuicio de los miserables indios. Desde 1504 hasta 1542. 1997: 63). 2006: 180). ante las que presen­taban una gran deficiencia inmunológica. La sequía de 1568-1569 agudizó las enfermedades. viruela. 1984: 206). A Tunja arribó en 1559 la pestilencia de viruela y sarampión. difteria. pues no había quien les curase ni les cocinase (Todorov. Otros se refugiaron en la Iglesia Católica buscando el favor divino de los españo­les. han concluido que las hambrunas desatadas por la quema y destrucción de los cultivos como parte de la guerra de tierra arrasada introducida por los españoles para doblegar la resistencia nativa y el choque microbiano consti­tuyeron los principales factores de reducción del tamaño pobla­cional (Sotomayor. En 1558 la viruela llegó al interior del Nuevo Reino de Granada. y prácticamente cada año desde 1617 hasta 1693. los que lograban sobrevivir se morían de hambre. aunque la epidemia general ocurrió entre 1617 y 1621. En la Relación del Nuevo Reino se señalaba de una manera patética este cuadro. tres décadas después de haber desaparecido la viruela se inició el tabardillo o calentura pútrida entre los habitantes de la sabana de Bogotá. antes que conti­nuar en estado de postración. cuando murieron muchos indios. y siempre se advierte que van en disminución” (Patiño. la ira divina caía con toda su fuerza sobre los indígenas con una crueldad implaca­ble que intrigaba incluso a los propios misioneros cristianos (McNeill. con motivo de la cual perecieron millares de indígenas. comentaba que los indígenas morían como “chinches a montones”. la constante fue registrada entre 1692 y 1695. de la que murieron muchos de sus habitantes. . ocaso y renacimientos del Sol de los chibchas | 249 | desatados por la gripe. que. produjeron un impacto psicoló­gico tan profundo y terrorífico. Tunja y Pamplona (Restrepo. El franciscano Motoli­nía. Esta pestilencia reapareció en 1588. que los indíge­nas en su confu­sión ante la impotencia de sus dioses y médicos nativos en curarles. preferían dejarse morir por las enfermedades y el hambre. 1992). que llegaron con “destemplanza en la cabeza”. además del efecto físico. 1989: 147). y al ver la inmunidad de los españo­les. “[…] y ahora un año murieron muchos de un sarampión. Las epidemias desatadas inmedia­tamente después de la llegada de los españoles fueron tan devas­tadoras y desmoralizantes. especialmente en el distrito de Vélez por la viruela. ante el signo de desagrado. En 1651 fue tal la mortandad que todos los días amanecía gente muerta en las iglesias de los conventos (Porras. rubéola y otras enfermedades no conocidas por sus organismos. 1983: 111). refiriéndose a las diez plagas enviadas por dios como castigo de la tierra mejicana. Mientras que el dios cristiano favorecía a los blancos. La fiebre maligna llamada la “peste de Santos Gil” arrasó durante dos años a Santafé. La mayoría de investiga­ciones médicas e históricas sobre las causas de la reducción demográfica de las comunidades indígenas. sarampión. así como en 1623.Esplendor. y especialmente en 1559. las más adecuadas militarmente para la expulsión de los conquis­tadores. facilitó la conquista de esos vastos territorios por parte de un reducido puñado de aventureros españoles. Tolima. En 1546 llegó al territorio de la Nueva Granada una gran pestilencia que azotó especialmente la región andina. se calcula que en el siglo XVI21 desaparece cerca del 90% de la población nativa de la Nueva Granada (Melguizo. sin que los españoles hubiesen sido afectados. que ha de ser provecho a los vivos [. según relata Herrera en las Décadas. cuya epidemia se inició en la ciudad de Mariquita. 1991: 63). Pedro Pizarro confesaba sincera­mente que “si este Huayna Capac hubiera estado vivo cuando los españoles entramos a su tierra.. Las pugnas internas entre los poderes nativos dieron el punto final al proceso de conquista y posterior colonización del territorio americano. y de Atahualpa y Huayna Capac en el Perú. en inmediaciones del río Coello. La muerte de Moctezuma y Cuit­láhuac en México. las enfermedades afecta­ron profundamente las estructuras de poder al eliminar a sus gober­nantes y romper los eslabones de mando que constituían el centro nervioso de las sociedades estatales. sino también por el proceso de mestizaje que se inició tempranamente debido a la escasez de mujeres españolas. porque era muy amado por todos sus vasallos” (Crosby. Hacia 1590. Durante la epidemia de 1558 se dice que murieron de viruela más de 15.]” (Patiño. En 1588 una negra proveniente de Guinea trajo la viruela. Orígenes de su diversidad. 1983: 73)... en las huestes del Capitán Bocanegra se desató otra epidemia de viruela que acabó con toda la gente de servicio. extendiéndose por el Nuevo Reino de Granada y produ­ciendo la extinción de la tercera parte de la gente. nos habría resultado imposible vencerlo. cuyos cadáveres fueron enterrados en fosas comunes que contenían hasta 100 o 200 cuerpos. 1992: 31-36). Para incentivar a los españoles en el cuidado de los indígenas enfermos. no solamente al impacto de las enfermedades y epidemias de origen europeo. según la Relación de Popayán y el Nuevo Reino de 1559-1560. Fuera de reducir numéricamente a los nativos. la Audiencia mandó por edicto público que los que quedasen vivos debían servir durante ciertos años a los españoles que les hubiesen curado y salvado la vida. .| 250 | Los chibchas: hijos del sol. Evidentemente.000 indígenas del Nuevo Reino. se desató una pestilencia de viruela y sarampión que acabó con muchos indígenas: “[. Durante el levantamiento de la población nativa del valle del Magdalena en 1557. sin que muriera ningún español. En 1617 se extendió una epidemia de sarampión que arrasó con casi la quinta parte de los naturales del Nuevo Reino.] dicen haber sido mucha la cantidad de los muertos. Era tal la indefensión 21  La reducción de la población nativa obedeció. lo que generó una aguda crisis interna. la luna y los Andes.. la conquista de México y Perú no se hubiera producido si la viruela no hubiera estallado en el momento que lo hizo. . I: 429). el resquebraja­miento de las instituciones religiosas. madera para bohíos. contribuyó al aniquilamiento de la población autóctona. indios bizarros y valentones que las huestes españolas no pudie­ron conquistar en el transcurso de muchos años. ocaso y renacimientos del Sol de los chibchas | 251 | de los indígenas. políticas y militares nativas. y otros aprovechamientos para las casas de los encomenderos. donde “[. los mestizos que heredaron tal inmunorresistencia de los españoles. 1956.. Desde 1537-1538.] desbaratados y muertos los indios. pues su medicina tradicional no posee curativos contra ella y genera graves problemas socioculturales. trigo. hasta 1564.. Los excesivos tributos remataron el duro cuadro de explotación y enfermedades que redujeron considerablemente la población nativa. es decir. el hambre y las enfermedades. 1999: 349). leña. “[. maíz. los indígenas estaban obligados a tributar en oro.. cuando se produjo la conquista y poblamiento del Nuevo Reino. De esta manera. I: 512. mantas. es la primera causa de su descenso demográfico.Esplendor. la política de guerra de tierra arrasada llevada a cabo por los españoles para doblegar la resistencia de algunas bravías regiones indígenas. condujo a que hacia finales del siglo XVII gran parte de la población indígena se hubiera extin­guido. estancias y boga de río. I: 473). como le sucedió a la población nativa de cercanías de Mérida. entre quienes el 67.] cesando desde en adelante la obligación que en los indios se imponía de cargar y traer a cuestas. además de servicios personales. la expropiación de sus tierras. .5% de las muertes obedecen a la gripe (Cabrera et al. Esta situación se refleja patéticamente en el caso de los pijaos o pinaos.. donde estuvieron seis días talando las comidas y árboles [. tal como sucede actualmente con los nukak de la Amazonia. Es probable que la gripe haya tenido una altísima incidencia en la morbimortalidad de la población aborigen como producto del contacto con los europeos.. El temor a las consecuencias de la gripe es muy grande. a imitación de acémilas y bestias a casas de sus encomenderos. fami­liares. las cosas dichas” (Aguado. estos últimos fueron conmutados por tributos reales. hasta que en el siglo XVII tuvieron que invertir grandes sumas de dinero y de soldados para su pacificación. Solamente sobrevi­vieron los individuos cuyos organismos desarro­llaron inmunidad genética a las enfermedades europeas y resisten­cia física y moral al hambre.]” (Aguado. Paralelamente al choque microbiano. 1981. cuando se prohibió. y el descalabro psicológico ante la indefen­sión de sus curanderos y dioses. que solicitaban el bautismo de la Iglesia Católica al ver que ni sus curanderos ni sus dioses podían aliviarles (Simón. 1956. los españoles se alojaron en sus propias casas. Los propios españoles reconocían que los indígenas que se sublevaran no se iban a escapar de sus “carniceras y crueles manos”. VI: 370).. la esclavización en los distritos mineros. a la miseria y a la humi­ llación. esmeraldas. 1975. y Cifuentes. bien como para el oficio que los usan. a pesar del descalabro demográfico. se ordena y manda que los dichos indios no puedan tener ni tengan santuarios ni ofrecimientos. como se pudo registrar en el sitio de Madrid 2-41 (Figura 35). como los tunjos: Y porque una de las cosas principales y de más importancia que hay para la conversión de los naturales a nuestra Santa Fe es desarraigarles de sus entendimientos los ritos y ceremonias e idolatrías en que están ciegos y engañados del demonio. J. Sin embargo. considerados: […] la pestilencia contra nuestra santa fe católica y los que atajan la corriente de la conversión de estos naturales. como cuernos de bóvidos (Figura 37). en pleno siglo XVI. VI: 118) Tan grande era el temor a este poder religioso que se oponía a la conquista. ceremonias.| 252 | Los chibchas: hijos del sol.. donde se ofrendaron objetos hispánicos. ellos contradicen y desenseñan de noche en lugares ocultos y retirados. y para que cesen. aunque con diferencia en diferentes provincias. Para lo cual tienen sus instrumentos. ya eran angus­tiosos en el propio siglo XVI. 1981. donde de ordinario hablan con el demonio. conocidos inclusive desde tiempos del período Herrera. (Simón. no las pinten con malas figuras ni en las demoras se reciban. la luna y los Andes. antes ricas y pródigas. dados y restos de caballo. V. Orígenes de su diversidad. Así. ni en las tiendas no se vendan. ordenaron y mandaron que los indios no traigan mantas pintadas con figuras de tunjo o demonios. los quemen y no les permitan tenerlos. que su extirpación constituyó una estrategia muy importante en el proceso de adopción de la nueva lengua. ídolos y el uso de mantas con decoración de representaciones “diabólicas”. los chibchas continuaron practicando sus rituales. (Friede. con el fin de poder convertir a los indígenas del Nuevo Reino de Granada a la nueva religión de los conquistadores. Los frailes advertían sobre el poder de los mohanes. El despoblamiento y el empobrecimiento de las tierras nativas. porque todo cuanto los sacerdotes enseñan de día. unos años después de la conquista. avisen a la justicia para que en todo caso se ejecute […] Y porque del todo se extirpe la idolatría. VI: 459-460) . y si pareciere que es cosa grave y que se seguirá escándalo de hacerlo ellos por sus personas. religión e identidad hispánicas por parte de los curas doctrineros. se les manda a los encomenderos y encarga a religiosos y sacerdotes. y se les aperciba que de hoy demás. 2005: 113). en los mismos lugares consagrados por sus ancestros. como parte del proceso de incorporación de nuevos rasgos culturales (Rodríguez. se dispuso en 1575 la prohibición de santuarios. ni ídolos. El maíz tiene el beneficio adicional de producir alimento con rapidez –la mayoría de sus millares de variedades pueden ser cosechada en menos de 120 días–. ocaso y renacimientos del Sol de los chibchas | 253 | A pesar de estas prohibiciones. la polenta italiana. Crece en alturas superiores a los 3000 msnm. entre ellas el maíz. Esta planta es oriunda de la región andina. río Chucurí. todos ellos tienen como base este ingrediente. considerada el alimento más nutritivo. su adaptación a climas secos difíciles para el arroz y en áreas demasiado húmedas para el trigo. los plásticos biodegradables. proporcionando carbohi­dratos. Los seres humanos. de fácil producción por su adaptabilidad a distintos suelos. 2005: 308). el tabaco y las plantas medicinales. el maíz representó la mayor aportación americana a la especie humana. pues actual­mente se le cultiva en la mayoría de países de Europa. las palomitas de maíz que se consumen en los cinemas.Esplendor. algunos pueblos continuaron celebrando secretamente sus rituales aún a finales del siglo XVIII.3 El renacimiento de los hijos del Sol Si bien es cierto que los europeos conquistaron las nuevas tierras imponiendo una nueva lengua y un nuevo sistema social y político. como sucedió en Cuchuyata. “al calor de borracheras y pecados carnales” (Silva. los animales y la industria consumen más de 200 millones de toneladas al año. no exige terrenos especiales y se desa­rrolla inclusive en suelos abandonados. y del cual se pueden elaborar gran variedad de platillos. Más que el oro. Las tortillas (arepas). los ajíes. América conquistó a todo el mundo gracias al proceso de globalización que surtió hasta el más lejano de los rincones con sus plantas útiles y cultivadas. 11. y los aceites y concentrados para animales. 1991: 172). lo que lo convierte en el cereal más difundido del planeta. azúcares y grasas en una temporada corta de crecimien­to. Santander. le brindan una gran ventaja respecto a estos cereales del Viejo Mundo. la plata y las esmeraldas que se llevaron los conquistadores y que despilfarraron en sus guerras. el tomate. y su centro de domesticación parece ubicarse en los Andes Centrales. la mamaliga turca. Otra maravilla americana es la quinoa (Quenopodium quinoa). barato y fácilmente asimilable por el organismo. los fríjoles. África y Asia. la maicena de la repostería. donde los guanes realizaban “ritos y prácticas orgiásticas” en torno a un ídolo de barro rojo. búlgara o rumana. Su alto rendimiento por unidad de terreno –en promedio el doble que el del trigo–. En estado silvestre se localiza en zonas comprendidas entre los 2600 . es el grano que transforma con mayor eficacia la luz solar (Crosby. la guanábana (Annona muricata). una vez se fueron conociendo sus propiedades alimenti­cias y su facilidad para crecer en climas fríos europeos. la ilama (Annona diversifolia). salicifolia). las cerecitas (Prunus serotina o P. pomme de terre. la luna y los Andes. la piña (Ananas sativus o A. su producción estaba relegada al consumo de la población nativa. Orígenes de su diversidad. la curuba (Passiflora mollisima). Gonzalo Fernández de Oviedo. amenazada por el hambre y la pobreza. a partir del siglo XVI fue adquiriendo prestigio. proteí­nas (hasta 24. Contiene un alto valor de hierro (hasta 10. Existe una gran variedad: amarillos. o sea manzana de tierra. la guatilla (Sechium edule). especialmente después de su trasplante a Europa. matahambres y chatos. minerales y vitaminas del complejo B (ICBF. John Foster recomendaba a los campesinos británicos que siguiesen el ejemplo de los irlandeses (Blond. pequeños. por franceses. la badea (Passiflora quadrangularis). Por su parecido con el arroz. judiguelgos. a partir del siglo XVIII.). el zapote (Matisia cordata). la granadilla (Passiflora ligula­ris). los primeros españoles la denominaban “arrocillo americano” o “trigo de los incas” (Estrella.9 mg en la variedad caraota). grandes. la soncoya (Annona purpurea). locución deformada por los ingleses a potatoes. jaspeados. El “glotón de América”. la mora (Rubus glaucus). Sin embargo. el lulo (Solanum quitoense). 1989). En el siglo XVII Irlanda. negros. calcio (hasta 243 mg en el fríjol blanco). riboflavina y niacina. Dentro de las frutas más conocidas tenemos: la guayaba (Psidium guajava). blancos. conocido como la “carne de los pobres” por sus cualidades nutricionales muy apreciadas. La papa (Solanum tuberosum) salvó a Europa de la hambruna producida por la “pequeña edad de hielo”. En su texto de 1664 titulado La prosperidad de Inglaterra aumentada por el cultivo de las patatas. tiamina. las guamas (Inga spp. comosus). patata por españoles. el aguacate (Persea americana). 1990: 93). el balú o chachafruto .4 g en la variedad mungo). se le denominó de distintas maneras: tartufoli por italianos. y 3700 msnm. el anón (Annona squamosa). Tiene una alta concentración de lisina. krumpir o pera de tierra por serbios. quedó maravillado en el siglo XVI por la variedad. kartoffel por alemanes y rusos. adoptó la papa a pesar de la desaprobación europea. 1988). y especialmente desde mediados del siglo XIX. por su parecido con la trufa. y brinda un buen aporte de carbohidratos. la chirimoya (Annona cherimolia). es la mayor aportación en leguminosas. En el Viejo Mundo. se constituyó en la base alimentaria de la revolución industrial. la papa se consideró “comida de indios” y por tanto fue despreciada por los españoles. Durante la época inicial de la Colonia. El fríjol (Phaseolus vulgaris). aromas y dulzura de las frutas americanas que actualmente se exportan como productos exóticos. colorados.| 254 | Los chibchas: hijos del sol. la papaya (Carica papaya). Las plantas medicinales maravillaron igualmente a los europeos. o para chupar los males (Estrella. los asenta­mientos disper­sos y poco densos. guisado.). cardo santo (para el dolor de muela y llagas). palitaria (para el dolor de pulmones). servía para la elaboración de tejidos resistentes y frescos). las chupas (Gustavia sp. El desmesurado crecimiento demográfico exige productos alimenticios de alto valor nutricional. sancochos y la diversidad de bocados. y el control del tamaño de la familia y de la pobla­ción en general a través de medios anticon­ceptivos natura­les –mediante hierbas y la lactancia prolon­gada. hierba de leche fresca (para purgarse). la elaboración de panes con harinas de quinoa. el cachipay y chontaduro (Guilielma gasipaes). yuca y otras raíces–. También tenía uso ceremonial como ofrenda al sol y a la luna. las leguminosas. pero complementando la dieta de la cría con productos proteíni­cos. 1990: 322-323). que es el animal más antiguo domesticado en América y quizá en el mundo. raíz de la montaña (para la disentería). Acanthocereus pitajaya). se ofrece el rescate de técnicas agrícolas ecológicas –el policul­tivo. igualmente servía para diagnosticar enfermedades frotando el cuerpo del enfermo con el curí. los abonos naturales y la rotación de tierras–. chulco (purifica la sangre y preserva del cáncer). lechuguilla (para las hemorroides). mazamorras. sueldaconsuelda (reprime los flujos de sangre). pimpinela (purifica las llagas). por qué no. Cavia porcellus).600 U. algodón (abundante en tierra caliente. y. hierba de bubas. viravira (para los riñones). ajiacos. recuperar los camellones y canales . Como alternativa. cobaya. con bajo coste de producción en cuanto a insumos agrícolas (pesticidas. el tomate de árbol (Cyphomandra betacea). la guayaba es apreciada por su gran contenido de ácido ascórbico (240 mg). y zarzaparrilla (purifica la sangre y sirve para las bubas) (Zamora. maíz. el amaranto. abonos. de producción limpia (ecológica). quinoa (quita el frío y calenturas). asado con papa y ají. maquinaria). ante todo. Y. la pitahaya (Hylocereus undatus. Se le suele consumir con el cuero. el rescate del curí como fuente económica y productiva de proteínas. pelándolo solamente como si fuera lechón.) y valores significativos de fósforo. I: 134-150). curibana (expele frialdades).I. ocaso y renacimientos del Sol de los chibchas | 255 | (Erythrina edulis). tenemos el curí (cuy. para aplacar la ira de los dioses. 1980. En cuanto a los animales. las costum­bres de mesa –los cuchu­cos.Esplendor. el maní. calcio y niacina. y los nísperos (Manikara zapotilla). las guascas y la propia coca–. Fray Alonso de Zamora describió a finales del siglo XVII las propiedades de numerosas de ellas y otras de uso industrial que hoy día continúan llenando nuestras boticas: añil (para teñir de azul). pues varias de ellas curaban las enfermedades para las que la medicina del Viejo Mundo era muy rudimentaria. la recuperación de alimentos nativos de alto valor nutricional –la quinoa. borraja. Las chupas resaltan por su alto contenido de vitamina A (32. nacos. las enseñanzas que escuchó de sus mayores y las más hermosas leyendas y mitos que forman parte de sus creencias. hervidos. el que se transmite por línea materna. en el suelo que pisamos. están en nosotros. Posiblemente los rusos saborean papa descendiente de alguna de las variedades que S. paciencia y cocina. buñuelos y medicamentos. . el indio más anciano relata en voz baja. Orígenes de su diversidad. casi a hurtadillas. hoy día el asiento de millones de nuevos hijos del sol. la Luna del Sugamuxi Eliécer Silva Celis: Después. C y D) en Cundinamarca. astro que por su mermada actividad cíclica ha provocado entre 2010 y 2011 el fenómeno climático de La Niña que ha vuelto a inundar Mosquera. los chibchas no se extinguieron. la luna y los Andes.| 256 | Los chibchas: hijos del sol. la ropa que vestimos y el oro con que nos adornamos. cuando afuera Chía baña el paisaje con su luz de plata y el frío viento de la serranía se adentra sigiloso por las hendijas de la puerta. Podemos afirmar con toda certeza que los habitantes de esta región son hijos de una madre chibcha y un padre español conquistado con encantos. Chía. Bosa y Fontibón. frutas y otras plantas americanas que contribuyeron a mejorar su culinaria. recomendando a todos los presentes que los transmitan a sus descendientes en lugares distantes y ocultos en donde no sean deformados por gentes extrañas a su raza y religión. Cajicá. M. mazamorras. en las arepas. Quizá la mayor huella de los ancestros chibchas se halla en el cuerpo del mestizo. Bukasov transplantó en ese país en los años 1930 desde Colombia. bumangués. Funza. cucuteño u otro: casi el 80% del ADN mitocondrial. natillas. fríjol. a orillas del río Bogotá y las terrazas trazadas vigorosamente por el piedemonte de los cerros hace más de dos mil años por los laboriosos chibchas. maíz. Los africanos. cuando hace más de dos mil años rompió las peñas de Tequendama para darle paso a las aguas que inundaban la sabana de Bogotá. es decir. pimentones. el aire que respiramos. es de origen indígena (haplogrupos A. sancochos. Soacha. el mismo que sobrevivió tanto a las enfermedades europeas como a las americanas. Como escribiera la lírica pluma de doña Lilia Montaña (1970: 25-26). europeos y asiáticos también se deleitan con los preparados de papa. Boyacá y Santanderes. En fin. llámese bogotano. durante las plácidas noches de verano. B. tunjano. el sol de los chibchas seguirá brillando por los rincones del mundo de manera resplandeciente y majestuosa como la varita dorada de Bochica. Araújo. 113-129. eds. Castro. B. Rio de Janeiro: Vieira&Lent. J. 146. M. pp. J. Recopilación historial. A. Gonçalves y L. eds. “Cultural Development in Colombia”. Angulo V. A. Bogotá: Biblioteca de la Presidencia de la República. Rodrigues. Cultura Chinchorro: Las momias más antiguas del mundo. 4 vols. Standen y M. En: Construyendo el pasado: Cincuenta años de arqueología en Antioquia. Aufderheide y T.. no. Medellín: Universidad de Antioquia. H. “Pre-Columbian Tuberculosis in Northern Chile: Molecular and Skeletal Evidence”. F. 1984. American Journal of Physical Anthropology 98: 37-45. B. Cambridge: Cambridge University Press. pp. “Migrações pré-históricas e paleoparasitologia”. I. Steckel y J. The Body of Evidence”. Meggers y C. V. V. Crane-Kramer.. Santiago de Chile: Editorial Universitaria. Bogotá: FIAN. 157-183. 2006. G. 2007. R. S. 2002. ed. 161-170. Holcomb. “De la arqueología temprana de los bosques premontanos de la Cordillera Central colombiana”. C. En: The Backbone of History: Health and Nutrition in the Western Hemisphere. Rose. Arriaza B. “The Body as Evidence. Ardila. Armelagos. C.. H. C. orgs. A. 2003. P. 9000-1000 BP”. Silva y C. “The Adoption of Agriculture among Northern Chile Populations in Azapa Valley. El pueblo de los Guanes: Raíz gloriosa de Santander. Chía: Un sitio precerámico en la Sabana de Bogotá. pp. Arriaza. 1995. Aguado. 1986. Salo. Gainsville: University Press of Florida. N. . F. T. pp. M. J. En: Ancient Health: Skeletal Indicators of Agricultural and Economic Intensification. 1963. Alfonso.. eds. Botero.Bibliografía | 257 | Bibliografía Aceituno. [1581] 1956. P. Smithsonian Miscellaneous Collections v. 2003. G. M. Cohen y G. Ardila. G. W. 1. Bogotá: Instituto Colombiano de Cultura. En: Nossa origen: O povoamente das Américas visões multidisciplinares. 593-602. Washington: Smithsonian Institution. Ferreira. En: Aboriginal Cultural Development in Latin America: An Interpretative Review. P. Banco de la República. Brown. y P. Evans. 1989. y G. K. 1983. A. M. ed. Blond G. 208-243. 50-57. Santiago de Chile: Editorial Universitaria. M. Enciso y M. Becerra. Rothhammer. Bianchi. Beals. C. J. A. Cundinamar­ca)”. Rodríguez. G. Therrien. V. V. University of Pittsburgh Memoirs in Latin American Archaeology No. Newsweek. G. ed. Carnese. Revista Colombiana de Antropología 29: 81-117. Berrizbeitia. april 26. 105-110. 21-58. Antiquity. Binford. Boada. Boletín de Arqueología 3(1): 3-24. En: Prehistorias sudamericanas: Nuevas perspectivas. “Climate and the Evolution of Brachycefalization”. Orígenes de su diversidad. Meggers. L. “Variabilidad mortuoria y organización social prehispánica en el sur de la sabana de Bogotá”. 1989. “Marcas culturales en cráneos Yukpa”. V. 2007. Boada. V. Bernal. Patrones de asentamiento regional y sistemas de agricultura intensiva en Cota y Suba. S. En: Sociedades complejas en la Sabana de Bogotá siglos VIII al XVI d. J. E. B. A. pp. O. “La muerte en la Colombia prehispánica”. En: Los chibchas: Adaptación y diversidad en los Andes Orientales de Colombia.. 1994. “The First Americans”. 1988. En: An Archaeology Perspective. Am. Arte y alfarería muisca: Ancestros prehispánicos de Bogotá. “Investigaciones arqueológicas en el antiguo cacicazgo de Bogotá (Funza. The Evolution of Social Hierarchy in a Muisca Chiefdom of the Northern Andes of Colombia. “Las patologías óseas en la población de Marín”. F. pp. ed. 111-164. “Etnohistoria de Subachoque. J. Murr. Boletín de Arqueología 5(3): 31-51. B. Dodd. 2000. Bogotá: Diseño Editorial. 2001. F. Sabana de Bogotá (Colombia). Bednarick. “Mortuary Practices: Their Study and their Potential. 2006. J. Physical Anthrop. L. 2010. pp. C. 1972. 17. A. M. M. Banco de la República. Bermúdez. C. 63: 101-110. ed. comps. . Smith y S. Inédito. Boada. Becerra. F. siglos XVI-XVII”. New York: Seminar Press. “Sociedades tempranas en el altiplano Cundiboyacense: Síntesis investigativa. la luna y los Andes. Barcelona: Cultura Histórica. Bogotá: Universidad Nacional de Colombia/ Colciencias. Human Genetics 54: 27-33. M. Begley. 62(4): 425-437. L. Boada. Becerra. Bogotá: FIAN. 1994. 1990. L. M. A. J. Am.| 258 | Los chibchas: hijos del sol. Bogotá: ICANH. pp. Bravi y N. 1992. L. J. y A. Pittsburgh: University of Pittsburgh Department of Anthropology. Historia pintoresca de la alimentación. R... Binford. 1992. Bailliet. R. “On the Pleistocene Settlement of South America”. “Founder Mitocondrial Haplotypes in Amerindian Populations”. pp. Broadbent. New York: Wiley-Liss. Am. S. 1989. Archaeological Survey Report No. J. 2001. Hallazgos aislados y monumentos de piedra. 1994. Buikstra. Washington: Smithsonian Institution Press. pp. 63 (2). Serie Latinoamer. Buitrago. L. 1970. L. “Estudio bioantropológico de la Colección Eliécer Silva Celis. 1991. Smith y K. A. S. Universidad Nacional de Colombia. D. “Reconocimiento arqueológico de la laguna de La Herrera”. “Análisis morfológico dental de dos poblaciones afrocolombianas comparadas con otras poblaciones del mundo”. M. et al. 1986. M. Standards for Data Collection from Human Skeletal Remains. 44. 1964. 2003. C. F. Buikstra. I. S. Fayetteville [Arkansas]: Arkansas Archaeological Survey Press. S. Zarante. A. Buikstra. E. En: Los chibchas: Adaptación y diversidad en los Andes Orientales de Colombia. S. 1991. L. Bogotá: Universidad de los Andes. Revista Colombiana de Antropología 15: 171-213. 1988. “Rates of Hominid Dental Reduction in the Late and Post-Pleistocene”. Brace. Antropología No. M. J. 33-57. 69: 180. En: Human Paleopathology: Current Syntheses and Future. ed. Ubelaker. 1987. pp. “Tuberculosis in the Americas: Current Perspectives”. En: Colombia prehis­pánica: Regiones arqueológicas. S. 1969. Revista de Estudiantes Arqueología [Universidad Nacional de Colombia] 5: 3-36.. No. Physical Anthrop. . y O. J. y D. pp. E. Turrialba [Costa Rica]: Centro Agronómico Tropi­cal de Investigación y Enseñanza. 4. Brace. Demography. Univ. Museo Arqueológico de Sogamoso. W. Boyacá”. Bogotá: Instituto Colombiano de Antropología. y S. C. Las plantas cultivadas en México. Carbondale: Southern Illinois University. Rodríguez.Bibliografía | 259 | Botiva. Los chibchas: Organización socio-política. A. Y. M. J. Brace.. Williams. eds. 1981. La arqueología del territorio chibcha: II. 77-115. “Pérdida y rescate del patrimonio arqueológico nacional”. H. “What Big Teeth You Had Grandma!” En: Advances in Dental Anthropology. V. Buitrago. Hunt. “Modern Human Origins: Narrow Focus or Broad Spectrum?” Am. Broadbent. “La altiplanicie Cundiboyacense”. 217-236. L. Bogotá: Universidad Nacional de Colombia/ Colciencias. G. 5. Kelley y C. “Diet. Guatemala y Colombia. M. L. ed. 161-172. and the Develop­ment of Horticulture”. A. 67-85. pp. Center for Archaeological Investigations Ocassional Paper 7. J. J. Botiva. C. pp. Rodríguez. Physical Anthrop. Bogotá: Facultad de Sociología. Broadbent. Keegan. Odontológica [Pontifica Universidad Javeriana] 23(52): 21-32. E. Larsen. Bravo. 1984. En: Emergent Horticultu­ral Economies of the Eastern Woodlands. Bukasov. B. 1998. Colombia”. Barcelona: Salvat. R. 1997. White. Cano. pp. Pereira: Universidad Tecnológica de Pereira. Castillo. F. C. Bogotá: FIAN. 1999. y L. de Cambios ambientales en perspectiva histórica. N. Cardale. M. Tesis de Magíster en Genética Humana. A. Biblioteca Científica Salvat No. Banco de la República. G. Universidad Nacional de Colombia. Los antiguos pobladores del Valle Medio del río Porce. 1989. Cárdenas. borracheras y obsequias en el cercado de Ubaque: A propósito del proceso seguido al cacique de Ubaque por idólatra”. 15. M. 2002. J. Boletín del Museo del Oro 24: 3-33. 68-91. 3. Datos sobre la alimentación prehispánica en la sabana de Bogotá.. .. C. Bogotá. En: Ecorregión del Eje Cafetero. 2002. 2010. G. Genes. Cúcuta: Imprenta Departamental. Bogotá: Universidad de los Andes. L. Calle. “Los primeros habitantes de las cuencas medias de los ríos Otún y Consota”. Bogotá: Gerardo Rivas Moreno. M. En: Colombia prehis­pánica: Regiones arqueológicas. 69-75. Bogotá: Ed. Medellín: Empresas Públicas de Medellín/Universidad de Antioquia. Los nukak: Nómadas de la Amazonia colombiana. Maguaré 5: 99-125. Cardale. W. J. M. Boletín del Museo del Oro 49: 13-48. 1. y D. Orígenes de su diversidad. la luna y los Andes. Las salinas de Zipaquirá: Su explotación indígena. L. C. I. Colombia. Cayón. L. Estudios Antropológicos No. Casilimas. “La montaña santandereana”. Castellanos. 1961. 1989. 5. 2001. “Reconstruyendo el pasado en Calima: Resultados recientes”. Historia de las enfermedades infecciosas. L. M. 2004. 1982. “Juntas. Cabrera. Barcelona: Crítica. En las aguas de Yuruparí: Cosmología y chamanismo Makuna. Cardale. Burnet. 1987. Casas. Ecología humana. 1981. Informes Arqueológicos del Instituto Colombiano de Antropología e Historia No. pp. Bogotá: Instituto Colombiano de Antropología.| 260 | Los chibchas: hijos del sol. de. Elegías de varones ilustres de Indias. Rodríguez. pueblos y lenguas. Vol. Cavalli-Sforza. Cadavid. Facultad de Medicina. 1985. Inédito. “Análisis de DNA mitocondrial y cromosoma Y en una muestra de restos óseos ancestrales provenientes de la comunidad guane de Santander. 1997. “En busca de los primeros agricultores del altiplano cundiboyacense”. Bogotá: ICANH. Bray y L. Campbell. Herrera. Universidad Nacional. Franky y D. Mahecha. Madrid: Alianza Editorial. Arqueología de Mutiscua. R y Weiss K. M. A. El sol del poder: Simbología y política entre los muiscas del norte de los Andes. G. N. Boletín de Arqueología 4(2): 33-40. “Las Acacias: Un cementerio muisca en la Sabana de Bogotá. Ancient Health: Skeletal Indicators of Agricultural and Economic Intensification. M. ed. Constela U. Chungará: Revista de Antropología Chilena 33: 13-20. H. Características culturales y aspectos de antropolo­gía física”. Cifuentes. “La familia Chibcha”. Amer. Christensen. M. M. J. 1990. comp. Boletín del Museo del Oro 38-39: 13-55. 1985. Estudios de Antropología Biológica 9: 295-311. Standen. Bogotá: Instituto Caro y Cuervo. A. Espoueys y V. Correa. Cieza de León. 1998. Revista Chilena de Antropología 15: 9-20. F. Proyecto de rescate arqueológico de la avenida Villavicencio (Barrio Candelaria la Nueva). Constela U. “Genetic Variation of the Mitocon­drial DNA Genome in American Indians is at Mutation-Drift Equili­brium”.Bibliografía | 261 | Chakraborty. eds. Physical Anthrop. Moreno. Correal. O. J. M. 1991. 1987. La crónica del Perú (capítulos XXIV-XXXII). N. G. y L. 86: 497-506. Santander”. Cohen. Rodríguez. Ethnia. A. Pedro. Varela. A. 2000. . J. “Investigaciones arqueológicas en la costa Atlántica y valle del Magdalena”. Víctor Manuel Patiño. En: Estado actual de la clasificación de las lenguas indígenas de Colombia. Correal. L. 1999. M. 1974. y R. 1985. Bogotá: Universidad Nacional de Colombia.. F. 2001. Maguaré 13: 5-26. Cocilovo. 2007. “Sobre el estudio diacrónico de las lenguas chibchenses y su contribución al conocimiento del pasado de sus hablantes”. En: “Ojeada sobre los pueblos indígenas de la fosa central del Cauca y su zona de influencia en la época de la conquista”. Gainsville: University Press of Florida. “Reseña de un sitio arqueológico en la Mesa de los Santos. 1995. Caldasia 11(55). Correa. 1976. 2004. Informe Inédito. Cocilovo. G... “Clasificación social entre los hablantes de la lengua chibcha”. F. 1993. A. Armelagos. “El proceso microevolutivo de la población nativa antigua de Arica”. 4: 3-16. Paleopathology at the Origins of Agriculture. y G. 75-125. Cespedesia [Cali] 51-52: 13-37. A. J. “La microevolución odontométrica en Oaxaca”. Guidón. A. y G. Cifuentes. pp. “La variación geográfica y el proceso de microdiferenciación de las poblaciones aborígenes de Patagonia Austral y de Tierra del Fuego”. Instituto Colombiano de Antropología. Crane-Kramer. A. Cohen. New York: Academic Press. “Estudio de las momias guanes de la Mesa de los Santos. 1985. R. “Excavaciones arqueológicas en Mosquera”. (Santander. la luna y los Andes. 1987. megaterio y presencia del hombre en el valle del Magdalena (Colombia) entre 6000 y 5000 A. Wrobel y S.. Danforth.. 2005. “Evidencias arqueológicas y megafauna extinta en un salado del tardiglacial superior”. Correal. Correal. Bogotá: FIAN. 145-161. En: Ancient Health: . G.| 262 | Los chibchas: hijos del sol. 1979. Investigaciones arqueológicas en abrigos rocosos de Nemocón y Sueva. “Algunas enfermedades precolombinas: Apuntes sobre paleopatología”. Arqueo­logía: Revista de Estudiantes de Antropología [Universidad Nacional] 3: 13-17. Crosby. Flórez. Correal. 1993. “Supervivencia de mastodonte. Orígenes de su diversidad. Glassman. Van der Hammen. Jacobi. 2003. Gutiérrez. Correal. Bogotá: Instituto Colombiano de Antropología/Colcultura. Investigaciones arqueológi­cas en los abrigos rocosos del Tequendama: 12. Correal. Colombia”. K. C. Correal. 1983. G. Bogotá: FIAN. 1972. Th. G. 1991. I. Correal. Van der Hammen. D. “Preceramic Sequences in the El Abra Rock-shelters. G. G. En: Bioantropología de la Sabana de Bogotá. C. J. A. Correal. comps. Cundinamarca. Hurt. y Th. G. “Patrones mortuorios en cazadores recolectores del Pleistoceno y Holoceno en Colombia”. Correal. Evidencias culturales y megafauna pleistocénica en Colombia.. 2007. Science 175: 1106-1108. Boletín de Arqueología 8(1): 3-12. México: Universidad Nacional Autónoma de México.. Chungará: Revista de Antropología Chilena 33(1). Banco de la República. Boletín de Arqueología 20. Correal. Enciso. Correal.” Revista Academia Colombiana de Ciencias 27(103): 159-164. Bogotá: FIAN. Pinto.000 años de historia del hombre y su medio ambiente en la Altiplanicie de Bogotá. G. Van der Hammen y W. Calderón y D. M. M. 2001. Therrien. G. Correal. G. Correal. Bogotá: Biblioteca Banco Popular. Banco de la Repú­blica. G. Bogotá: FIAN. Correal. “Health and the Transition to Horticulture in the South-Central United States”. G. Revista Academia Colombiana de Ciencias 70: 283-289. G. Banco de la República. El intercambio y transoceánico: Consecuencias biológicas y culturales a partir de 1492. 1977. Banco de la República. y M. 1981. G. 1990. y Th. G. W. G. 1992. P. 1996.27. pp. K. B. Investigaciones arqueológicas en el Municipio de Zipacón.P. Aguazuque: Evidencias de cazadores. recolecto­res y plantadores en la altiplanicie de la Cordillera Orien­tal. “Apuntes sobre paleopatología precolombina”. Villada. Revista Universidad Nacional 1(1): 14. siglos VIII al XVI d. J. “Nuevas evidencias culturales pleistocénicas y megafauna en Colombia”. E. Colombia)”. pp. 1992. J. V. Estrella. transcrip. M. En: La selva humanizada: Ecología alterna­tiva en el trópico húmedo colombiano. pp. 1998. Lo sagrado y lo profano. “Espondilolisis y espondilolistesis: Inestabilidad de la transición lumbosacra. C. L. Crane-Kramer. Gainesville: University Press of Florida. 2003. Dufour. M. Etxeberria. Eliade. M. pp. Niños para los dioses y el tiempo: El sacrificio de infantes en el mundo mesoamericano.. “La antropología y la cuestión de la naturaleza”. octubre 2-5 de 1997. N. Correa. Cohen y G. B. H. Madrid: Editorial Debate. La búsqueda del equilibrio: Los Uwa y la defensa de su territorio . Casilimas y E. Diamond. M. Descola. Rodríguez. C. G. y J. pp. Quito: Abya-Yala. Therrien. F. Cohen y G. [1563-1564] 2001. 3-51. En: Ancient Health: Skeletal Indicators of Agricultural and Economic Intensification. Díaz. “Estudios sobre ADN mitocondrial sugieren un linaje predominante en la cordillera Oriental de Colombia y un vínculo suramericano para los arcaicos de Puerto Rico”. eds. Díaz Barriga. 155-171. M. M. 2007. El proceso contra el cacique de Ubaque en 1563. a propósito de dos casos en la población de Soacha (Colombia)”. México: Libros de la Araucaria. pp. P. B. Armas. G. ed. Madrid: Fondo de Cultura Económica. M. Universidad Nacional de Colombia/Colciencias/ICANH. 1996. Campo y J. E. Ulloa. El chamanismo y las técnicas arcaicas del éxtasis. 2002. gérmenes y acero: La sociedad humana y sus destinos. Bogotá. D. C. Enciso. A. 2001. eds. eds. M. 65-79. 41-58. Física 27: 13-32. M. Bogotá: ICANH/ECOE Eds. Martínez. Falchetti. Española Antrop. F. 2007. “Uso de la selva tropical por los indígenas Tukano del Vaupés”. C. 3a ed. San Fernando. “A Brief Contiental View from Windover”. Cádiz. Londoño. Crane-Kramer. Bogotá: Instituto Colombiano de Antropología. “Fauna asociada a tres asentamientos muiscas del sur de la Sabana de Bogotá. siglos VIII al XVI d. E. Eliade. N. Boletín del Museo del Oro 49: 49-101. España. 1990. Barcelona: Editorial Labor. Delgado. M. I. Rev. 1990. cops.” En: Bioantropología de la Sabana de Bogotá. 1997. A. siglos VIII-XIV d. 2009. 43-58. M. En: Repensando la naturaleza: Encuentros y desencuentros disciplinarios en torno a lo ambiental. Palacio y A. El pan de América: Etnohistoria de los alimentos aborígenes en el Ecuador. M. Gainesville: University Press of Florida. Universitas Médica 51(3): 241-272. IV Congreso Nacional de Paleopatología. “Variación dental no-métrica y el tráfico de esclavos por el Atlántico: la ascendencia biológica y los orígenes geográficos de una población afro-colombiana”. Enciso y M.Bibliografía | 263 | Skeletal Indicators of Agricultural and Economic Intensification. 2010. Doran. C. Gómez. vol. Gill. Friede. Fernández de Oviedo. 2008. A. 2006. Bogotá: Instituto Caro y Cuervo. J. J. 2011. Gamboa. Biblioteca “Ezequiel Uricoechea” 18. 5 vols. Madrid: Real Academia de Historia. México: Fondo de Cultura Económica. M. Biblioteca de Historia Nacional. “La arqueología molecular aplicada a la solución de problemas prehistóricos: Análisis de ADN mitocondrial en momias y restos óseos prehispánicos”. vol. la antropología y la historia. R. Las grandes sequías mayas: Agua. 1973. Cuadernos de Antropología 1: 39-65. Estudios interdisciplinarios sobre la conquista y la colonia de América 4. A. 1979. Ocupaciones tempranas de bosques tropicales de montaña. El cacicazgo muisca en los años posteriores a la Conquista: Del sihipkua al cacique colonial. G. “Organización social y política muisca: Pueblos de Fontibón y Engativá (1550-1650)”. D. Carrera de Antropología. P. Plazas. M. 233-256. J. Tesis de Grado. Bogotá. J. Fernández. L. J. “El territorio de los muiscas a la llegada de los españoles”. comp. Bogotá: Academia Colombiana de Historia. 1959. A. González. Los chamanismos a revisión: De la vía del éxtasis a Internet. J. A. Inédito. la luna y los Andes. Bogotá: La Carreta. Bogotá: Instituto Colombiano de Cultura Hispánica. Bogotá: Banco Popular. 1974. Bogotá: ICANH. 1997. Universidad Nacional de Colombia. Friede. 2000. “Salud. Historia general y natural de la Indias. Orígenes de su diversidad. Gonzáles. 2006. 2008. México: Fondo de Cultura Económica. Gnecco. Fericgla. Bogotá: Schering-Plough. Sumario de la natural historia de las Indias. Gamboa. B. 1. 1537-1575. pp. [1688] 1973. Gómez. estrés y adaptación en poblaciones precerámicas de la Sabana de Bogotá”. Noticia historial de las conquistas del Nuevo Reino de Granada. sagrado en tiempos coloniales. 1975. “El medicamento indígena”. Fernández de Piedrahita.E. 1999. vida y muerte. M. En: El medicamento en la historia de Colombia. Aproximación al sistema fonético-fonológico de la lengua muisca. Barcelona: Editorial Kairós. . Tesis de Maestría en Antropología. y C. C. pp.| 264 | Los chibchas: hijos del sol. En: Los muiscas en los siglos XVI y XVII: Miradas desde la arqueología. Los chibchas bajo la dominación española. Fuentes documentales para la historia del Nuevo Reino de Granada desde la instalación de la Real Audiencia en Santafé. Universidad Nacional de Colombia. CLX. Biblioteca de Autores Españoles. Popayán: Universidad del Cauca. 2010. Falchetti. Inédito. Bogotá: Universidad de los Andes. J. 12-53. Fernández de Oviedo. Bogotá. G. eds. Groot. Current Anthropology 34(3): 281-288. Y. L. A. M. H. Guhl. E. La provincia de Guanentá: Orígenes de sus poblamientos urbanos. Sal y poder en el altiplano de Bogotá. A. Graulich. “On the Interpretation of Health from Skele­tal Remains”. Greenberg. “The Peopling of America: Craniofacial Shape Variation on a Continental Scale and its Interpretation from an Interdisciplinary View”. and Genetic Evidence”. Greenberg. Goodman. Martin. Colección de Historia Regional. M. Bucaramanga: Universidad Industrial de Santander. Hernández y H. M. L. eds. J. 1537-1640.Bibliografía | 265 | González.G. Bonnichsen y D. R. S. R. Steckel y J. H. “El sacrificio humano en Mesoamérica”. 1975. M. H. Den­tal. Cambridge: Cambridge University Press. M. H. A. Nature 425: 62-65. 2008. 2003. Am. M.. municipio de Nemocón”. Groot. Sardi. Zegura. L. Santos y S. 2000. J. “Reconstructing Health Profiles from Skeletal Remains”. R. Standford: Stanford University Press. Martínez. “Craniometric Variation and the Settlement of the Americas: Testing Hipothesis by Means of R-Matrix and Matrix Correlation Analyses”. 1993. C. 1989. R. 1992. “Craniometric evidence for Palaeoamerican survival in Baja California”. Bortolini. Banco de la República. A. R. 1987.. Rose. J. México: Fondo de Cultura Económica. En: The Backbone of History: Health and Nutrition in the Western Hemisphere. J. H. C. 2003. y A. Physical Anthrop. Hernández. Luis. A. 116: 154-165. “The Pacific Coast Route of Initial Entry: An Overview”. 11-60. R. A. 1994. Physical Anthrop. M. Pucciarelli. En: Method and Theory for Investigating the Peopling of the Americas. Banco de la República. González. Languages in the Americas. 2008. Goodman. F. Guerrero. M. M. M. FIAN. C G. M. Am. y D. Cornvallis [Oregon]: Oregon State University. “The Settle­ment of the Americas: A Comparison of the Linguistic. Turner II y S. Biblioteca Básica Colombiana . 2002. El sacrificio humano entre los mexicas. Checua: Una secuencia cultural entre 8500 y 3000 años antes del presente. González. Arqueología Mexicana 11(63): 16-23. Van der Molen. Bogotá: FIAN. H. Pp. 1996. 1986. Current Anthropology 17:477-497. 2001.. Gruhn. “Vida. Bonatto. González. A. Colombia: Bosquejo de su geografía tropical. Informe de Investigación. A. subsistencia y muerte: Pobladores tempranos del valle medio y alto del río Checua. R. Dahinten. Bogotá: Universidad Nacional de Colombia. A. Pucciarelli.249-256. 137: 175-187. Rosales y S. González. Steele. pp. A. Groot. de. Evolutionary Anthropology 5(4): 116-134. comp.. 1973. Colombia (cultura chibcha)”. Haydenblit. Arqueología de rescate. Tokyo: Science Council of Japan. T. Barcelona: Biblioteca Salvat. pp. Colombia. Funza III. H. 40-63. G. Am. Valle de Leyva. Bogotá: Universidad de los Andes. De los chibchas a la Colonia y a la Repúbli­ca: Del clan a la encomienda y al latifundio en Colombia. Caníbales y reyes: Los orígenes de la cultura. “Investigaciones arqueológicas en la Sabana de Bogotá. Harris. VII”. R. J. Physical Anthrop. Revista de Indias 7: 10-18. Anthrop. Congr. Proc. Haury. Hanihara. la antropología y la historia. Bogotá: Biblioteca de Autores Colombianos volumen I. Ross. y N. Hammer. Estudios interdisciplinarios sobre la conquista y la colonia de América 4. 1980. 1953. Zegura. Harris. vol. En: Proyectos de investigación realizados entre 1972-1984 (Resúmenes). Cubillos. F. H. Gamboa. Cranial Variation in Man: A Study by Multivariante Analysis of Patterns of Difference Among Recent Human Population. Nweeia. M. 1978. J. Hernández. Physical Anthrop. J. 1991. Ostler. W. “Tooth Size of Ticuna Indians. Physical Anthrop. Banco de la República. 91(2): 173-187. E. Social Science Bulletin [University of Arizona] 22: 1-102. B. pp. K. Bogotá: FIAN. 1985. Bogotá: Instituto Colombiano de Cultura. “The Role of the Y Chromosome in Human Evolutionary Studies”. 1. 2008. 1954. y M.| 266 | Los chibchas: hijos del sol. 2005. W. Am. “Dental variation Among Four Prehispanic Mexican Populations”. “Population Prehistory of East Asia and the Pacific as viewed from Craniofacial Morphology: The Basic Populations in East Asia. y J. García. Bogotá-Caracas: Ed. 5 y 11. 1993. Hernández de Alba. M. 1996. 1968. Cambridge: Harvard University. Colombia: A Critical Appraisal of Native Concepts of House for Studies of Complex Societies”. J. E. G. Hanihara. 100: 225-246. Harris. 298-300. Orígenes de su diversidad. En: Los muiscas en los siglos XVI y XVII: Miradas desde la arqueología. V. Interna­cionales. J. “Mongoloid Dental Complex in the Permanent Dentition”. VIIIth Int. “El Templo de Goranchacha”. sexo y fecundidad: La regulación demográfica en las sociedades preindustriales y en desarrollo. Gutiérrez. S. F. y S. Anthropological Archaeology 24: 148-178. y L. T. Henderson. Ghisletti. Am. 1937. 1996. L. “Muisca Settlement Organization and Chiefly Authority at Suta. W. with Phenetic Comparisons to Other Amerindians”. Muerte. la luna y los Andes. Madrid: Alianza. “Alimentando la casa. Henderson. y E. Los mwiskas una gran civilización precolombina. Sci. 1986. Howells. . Ethnol. 53: 81-91. bailando el asentamiento: Explorando la construcción del liderazgo político en las sociedades muisca”. A. M. “Possible Migration Routes into South America Deduced from Mithocondrial DNA Studies in Colombian Amerindian Populations”. “Collateral Relatives of American Indians Among the Bronze Age Populations of Siberia?” Amer. 102: 455-467. P. C. A. Estudio general de suelos y zonificación de tierras del Departamento de Boyacá. L. Papers of the Peabody Museum of Archaeology and Ethnology. Keyeux. Teaford. Lalueza. Revista de la Facultad de Medicina [Universidad Nacional de Colombia] 45(1): 50-53. 109(2): 193-204. 2007. New York: Wiley-Liss. M.. 1999. Hrdlička.W. “Characteristics High. Ijzereef. 2002. Palaeocology 25: 163-177. New York: Alan R. Keegan. Cambridge: Cambridge University Press. Anthrop. C. 52-64 ICBF. V. W. G.and Low-Frequency Dental Traits in Sub-Saharian African Populations”. 1923. Gainesville: University Press of Florida. 2002. A. “Advances in Stable Isotope Analysis of Prehistoric Bones”. Katzenberg. 1997. IGAC. Phys. 3 vols. 2002. C. D. Am. Cohen y G. Jiménez. Physical Anthrop. IGAC. Carter. G. En: Reconstruction of Life from the Skeleton. J. J. W. M. L.Bibliografía | 267 | Howells. CraneKramer. Kozintsev. 1997. “Tuberculosis prehispánica en muiscas de la sabana de Bogotá”. Estudio general de suelos y zonificación de tierras del Departamento de Cundinamarca. 1989. “El país de los teguas”. Palaeogeography. Smithsonian Institution Annual Report. pp. Comudella y D. G. 1989. 105-119. El hombre temprano en México. A.. Palaeoclimatology. En: Skeletal Biology of Past Peoples: Research Methods. pp. E. “Stable Isotope Analysis of Prehistoric Diet”. 1978. L. Washington: Smithsonian Institution. pp. Moiseyev. Irish. En: Ancient Health Skeletal Indicators of Agriculture and Economic Intensification. Bogotá: IGAC. J. “Lack of Founding . G. Bogotá: Ministerio de Salud. Hutchinson. M. et al. Repertorio Boyacense 342: 125-156. J. Galvez y D. México: Museo Nacional de Antropología. Recomendaciones de consumo diario de calorías y nutrientes para la población colombiana. J. “Faunal Remains from the El Abra Rock Shelters (Colombia)”. 1992. Kieser. Bogotá: IGAC. Norr y M. N. 223-236. G. Huertas. Human Biology 74(2): 211-33. 1988. Gromov y V. A.. Prats. Cambridge: Harvard University. 1997. Rodas. J. Idrovo. N. M.. Pérez. 1999. 1990. A. A. Liss. D. 2005. Craniometric Analysis in the Dispersion of Modern Homo. Human Adult Odontometrics. A. Turbon. E. “Outer Coast Foregers and Innner Coast Farmers in Late Prehistoric North Carolina”. Origin and Antiquity of the American Indian. F. eds. C. Hutchinson. Am. Su. G. Pittsburgh: University of Pittsburg Department of Anthropology. A. Bogotá: Banco de la República. Langebaek. C. Bogotá: Universidad de los Andes. eds. la luna y los Andes. Underhill y D. Starikovskaya. 1982. Sukernik. T. B. Wallace. S. Santa. Larsen. Gnecco y C. L. Human Genetics 70: 192-206. Calafell y J. Larsen... pp. B. N. A. H. Barcelona: Paidós. Bogotá: ICANH. Bertranpetit. J. T. Lell. pp. M. J. Gainesville: University Press of Florida. Crane-Kramer. M. poblamiento e integración étnica entre los muiscas del siglo XVI. C. En: Contra la tiranía tipológica en arqueología: Una visión desde Suramérica. 2003. Tristes trópicos. S. C. 2001. 1987. I. 2007. Lalueza. 121: 97-108. C. H. la arqueología. H. D. . C. Langebaek. Bioarchaeology of Spanish Florida: The Impact of Colonialism. Am. 20-51. Gilbert. Bernal. H. “Health and Lifestyle in Georgia and Florida: Agriculture Origins and Intensification in Regional Perspective”. Martínez. T. C. Langebaek. C. 1996. Norr. Y. 1995. “De las palabras. Langebaek. Informe sobre el estudio de prácticas mortuorias en Tibanica: Primeros pasos para una interpretación. Rojas y T.. Schoeninger y L. Bogotá: Ediciones Uniandes/ Universidad de Antioquia. “The Dual Origin and Siberian Affinities of Native American Y Chromosomes”. M. H. Jin. Noticias de caciques muy mayores.215-256. Langebaek. 2009. Langebaek. J. C. 9. Bogotá: CESO Universidad de los Andes. C. C. American Mitocondrial DNA Lineages in Extinct Aborigenes from Tierra del FuegoPatagonia”. C. Lévi-Strauss. Orígenes de su diversidad. Larsen. Mercados. El pensamiento salvaje. México: Fondo de Cultura Económica. Physical Anthrop. P. Arqueología regional en el territorio muisca: Estudio de los valles de Fúquene y Susa. R. 2000. Cambridge: Cambridge University Press. F. Bioarchaeology: Interpreting Behavior from the Human Skeleton. Skeletal Indicators of Agricultural and Economic Intensification. 1988. C. J.| 268 | Los chibchas: hijos del sol. Schurrr. 2001. Gainesville: Florida Museum of Natural History. Langebaek. Universty of Pittsburgh Memoirs in Latin American Archaeology No. 2. P. Lévi-Strauss. J. “Mitocondrial DNA from Pre-Columbian Ciboneys from Cuba and the Prehistoric Colonization of the Caribbean”. M. Human Molecular Genetics 6: 41-46. ed. Arqueología regional en el Valle de Leiva: Procesos de ocupación humana en una región de los Andes orientales de Colombia. 2006. C. C.. M. Cohen y G. H. H.. M. eds. Informes Arqueológicos del Instituto Colombianos de Antropología e Historia No. En: Ancient Health. 2002. S. los documentos y la etnología en el estudio de la sociedad muisca”. las cosas y los recursos: El Infiernito. R. Boletín Cultural y Bibliográfico 25(16): 23-33. México: Alianza Editorial. y Smith D. J. 2007. Biblioteca de Historia. Smith. C. Lucena. 2004. diversidad biótica. R. E. 1 de Cambios ambientales en perspectiva histórica. 54-67. López. Londoño. G. Lleras. 1989. Little. En: La alta montaña de la Serranía de Perijá. III Congreso de Antropología en Colombia. C. E. J. eds.Bibliografía | 269 | Lévi-Strauss. Artic Anthro­pology 16(1)­: 2-15. M. Vol. J. MacNeish. “Palogordo: La prehistoria de Santander en los Andes Orientales”. En: Memorias del Seminario Pasado y Presente del Río Grande de la Magdalena. “Adaptation. y Vargas A. Eshleman. En: Ecorregión del Eje Cafetero. Vol. pp. Revista Colombiana de Antropología 16: 89-193. N. ed. 1974. 2007. 1979. F. 12. Pereira: Universidad Tecnológica de Pereira. 275-328. Mito y significado. Londoño. 5 de Colombia. Cousin y H. M. 1996. 1995. López de Gomara. vol. „Distribution of Four Founding mtDNA Haplogroups Among Native North Americans”. S. “Etnohistoria y ocupaciones en la vertiente occidental de la Serranía de Perijá”. 1989. “Relación de una conquista prehispánica muisca y nuevas noticias sobre el Zaque de Tunja”. E. Popayán.. pp. Lleras. M. “Diferentes oleadas de poblamiento en la prehistoria tardía de los Andes Orientales”. En: Biological Anthropology: The State of the Science. Oregon: International Institute for Human Evolutionary Research. “Apuntes para etnohistoria Guane: La exogamia”. D. L. Boletín del Museo del Oro 32-33: 3-19. “Earliest Man in the New World and its Implications for SovietAmerican Archaeology”. G. “Apuntes sobre los trabajos arqueológicos recientes en el valle del río Magdalena”. Banco de la República. 1987. S.. Physical Aanthropology 101(3): 307-323. 1990. Journal of . and Multidisciplinary Research”. J. Lleras. C. López. “La conquista del cacicazgo de Bogotá”. Londoño. Adaptability. “Entorno natural y generación de paisajes culturales en el piedemonte de la cordillera Central andina en escala de larga duración”. “Haplogroup M discovered in prehistoric North America”. R. 1992. Lorenz. Ibagué: Fundación del río Magdalena. R. Boaz y L. Am. Wolfe. López. B. 1 de Historia General de las Indias. Bogotá: FIAN. 1991. G. 1995. E. A. 149-167. Rangel. pp. S. J. pp. Boletín del Museo del Oro 26: 65-129. Cybulski. Hispania Victrix. 1985. O. E. Malhi. “Guerras y fronteras: Los límites territoriales del dominio prehispánico de Tunja”. Kemp. R. Boletín del Museo del Oro 38-39: 3-11. Barcelona: Ediciones Orbis. 11-119. Vol. Harry. F. Bogotá: Instituto de Ciencias Naturales. 1988. Arqueología del Alto Valle de Tenza. En: El vuelo de la serpiente: Desarrollo sostenible en la América prehispánica. Montaña. L.. 1994. Restrepo. E. “Exploraciones arqueológicas en el municipio de Tocaima”. Inédito. 27-57. Martínez R. 1994. M. McKeown. Estudios de Antropología Biológica 8: 47-63. A. Physical Anthrop. pp. Floridablanca: Historia de su poblamiento y erección parroquial. 2006. M. Márquez y O. Revista del Rosario 32: 9-76. 1995. Bogotá: Siglo del Hombre. pp. eds. 1992. la luna y los Andes. Quiazúa. Montaña. “Biological Relationship between Central and South American Chibchan Speaking Populations: Evidence from mtDNA”. J. Devor.. Martínez. “Una propuesta metodológica para el estudio de la salud y la nutrición de poblaciones antiguas”. Hernández. 2006. eds.. Bernal y M. 2007. Crawford. 1937. 80-91. R. Plagas y pueblos. A. G. México: Conaculta/INAH. Martínez G. L. M. 1984. “La investigación sobre la salud y nutrición en poblaciones antiguas de México”. N. 2000. L. Orígenes de su diversidad. 20-65. “Teotihuacan y tenochtitlan: Agricultura y guerra. E. 132: 753-770. pp. 1992. Universidad Nacional de Colombia. Salud y sociedad en el México prehispánico y colonial. 1990. Trabajo de Grado. L. Los orígenes de las enfermedades humanas. I. Matos. P. México: Conaculta/INAH. Jaén. J. Revista Universidad de Antioquia 61(­229): 31-36. Márquez. Gómez. E. ed. y N. eds. 2007. pp.| 270 | Los chibchas: hijos del sol. “Breve y preliminar historia del pueblo Guane”. y M. M. E. J. “Datos para la antropología colombiana”. 5-13. Briceño. Bucaramanga: Museo de Arte Moderno de Bucaramanga/Fondo Mixto para la Promoción de la Cultura y las Artes de Santander. La fiesta del Huan. J. Carrera de Antropología. Bucaramanga: Alcaldía Municipal de Floridablanca/ Casa de la Cultura Piedra del Sol. McNeill. “Las grandes epidemias del Descubrimiento y la Conquista de América”. Manrique. H. Melton.. Archaeological Science 34(4): 642-648. P. T. En: Memoria del pueblo Guane. Gainesville: University Press of Florida. L. Mendoza S. L. Amer. Bogotá. A. T. Hernández. L. A. Melguizo. Barcelona: Crítica. Tunja: Universidad Pedagógica y Tecnológica de Colombia. En: Ancient Health: Skeletal Indicators of Agricultural and Economic Intensification. “El doctor Eliécer Silva Celis: Su vida y sus trascendentales aportes . P. En: Salud y sociedad en el México prehispánico y colonial. y R. A. Storey. Crane-Kramer. Cohen y G. Márquez. W. Acevedo y A. 1992. Márquez. Madrid: Siglo XXI. H. 1997. y O. “From Early Village to Regional Center en Mesoamerica”. Márquez. Universidad Industrial de Santander. Rothhammer. W. Neves. y Cadavid. y H. P. Physical Anthrop. and Comparative Cranial Morphology”. Moraga. H. Inédito. México: Fondo de Cultura Económica. Bogotá: FIAN. Neves. C. 1991. “Early Holocene Human Skeletal Remains from Sumidoro Cave. V. Tunja: Academia de Historia de Boyacá. G. 1992. F. W. L. J. A. Neves. M. Pabón.. Cambridge: Cambridge University Press. “Economy. Geological and Chronological Context. Santoro. 1993. W. J. L. Informe de investigación inédito. Traces on Tropical Tools: A Functional Study of Chert Artefacts from Preceramic Sites in Colombia. M. “Microevolution in Prehistoric Andean Populations: Chronological mtDNA Variation in the Desert Valleys of Northern Chile”. Carvallo y F. Lagoa Santa. J. Ciencia e Cultura [Revista da Sociedade Brasileira para o Progresso da Ciencia] 41(6): 556-575. “Componentes craneofuncionales y microdiferenciación de las poblaciones prehistóricas del litoral centro-sur de Brasil”. Banco de la República. A. A. 376-402. Neves. Beethoven. C. 9. Human Evolution 52: 16-30. Hubbe y L. y V. Cocilovo. J. G. E. W. M. 127(2): 170-81. 2005. “Morphological Affinities of the first Americans: An Exploratory Analysis Based on early South American Human Remains”. Standen. Nutrition. J. pp. . Steckel y J. 2005. 2002. 1989. A. Neves. Morales. “Aproximación etnohistórica de la etnia chitarera: Pobladores de sierras nevadas”.Bibliografía | 271 | al desarrollo de la ciencia de la antropología en Colombia”. 2002. “¿Cómo explicar la diversidad humana?” Mundo Científico 160: 717-723.. Weselowski. 1989. 2007. 1992. Amer. W. M. H. En: The Backbone of History: Health and Nutrition in the Western Hemisphere. 1984. La ecología humana de los pueblos de la Amazonia. Moreno. Repertorio Boyacense 330: 9-92. “Extra-continental Biological Relationships of early South American Human Remains: A multivariate analysis”. Investigaciones etnohistóricas y arqueológicas en el área Guane. Ciencia e Cultura [Revista da Sociedade Brasileira para o Progresso da Ciencia] 41(11): 1071-1085. R. Brazil: History of Discoveries. y S. A. and Disease in Prehistoric Coastal Brazil: A Case Study from the State of Santa Catarina”. Moore. Archaeological Studies Leiden University No. Publicado también en Estudios sobre la cultura Chibcha. Bucaramanga. Morán. y J. A. Human Evolution 21: 261-273. Pucciarelli. “Pautas de asentamiento prehispánicas en el momento de la conquista española en Santander”. J. Nieuwenhuis. Rose. eds. 1995. Moreno. C. C. Niño. Revista de Antropología y Arqueología 9(1-2): 181-184. A. 1 de Historia extensa de Colombia. 1990. Putschar. Bogotá: Banco de la República. E. Farnum. Smithsonian Contributions to Anthropology 28. “Potreoalto: Informe preliminar sobre un sitio temprano en la Sabana de Bogotá”. Martínez. F. Colombia. 131: 218-235. Bogotá: Universidad de los Andes. S. Oyuela. F. S. 1990. 1997. 2007. A. M. J. E. Bucaramanga. Crane-Kramer.. 1985. Boletín del Museo del Oro 26: 13-41. 2007. Pérez. Tesis de Grado. P. A. Boletín del Museo del Oro 27: 98-119. Ortiz. Cohen y G. 1965. eds. 1983. 1985. A. Pérez. y M. Las cuatro estaciones: Mitología y estructura social entre los U’wa. E. 1995. J. Inédito. Ortner. 2003. Cespedesia [Cali] 45-46. A.| 272 | Los chibchas: hijos del sol. 1995. la luna y los Andes. Bogotá: Ediciones Lerner. Bogotá: FIAN. 1992. 2007. Tomo III. Osborn. Pechenkina.Benfer y J. Lenguas y dialectos indígenas en Colombia. provenientes de la Sabana de Bogotá y sus implicaciones arqueológicas”. “Los chitareros: Pobladores prehispánicos de sierras nevadas”. y M. “Inventario y levantamiento arqueológico de estructuras en piedra en la Cordillera Oriental colombiana. Colección Bibliográfica. “Skeletal Biology of the Central Peruvian Coast”. Pechenkina. 4. supl. J C. Sedentism. Instituto Colombiano . Patiño. Ooyoriyasa: Cosmología e interpretación onírica entre los ette del norte de Colombia. pp. vol. A. Osborn. Pabón. V. A. N. J. Vradenburg. Orígenes de su diversidad. y A. y W. Boletín del Museo del Oro 26: 3-11. Pérez. Amer. Orrantía. “Dimensions of Health and Social Structure in the Early Intermediate Period Cemetery at Villa El Salvador. Pittsburg: University of Pittsburg. Osborn. J. Washington: Smiths­onian Institution Press. Bucaramanga para niños: Historia de una ciudad no fundada. “Comer y ser comido: Los animales en la tradición oral U’wa (Tunebo)”. “El cacicazgo de Guatavita”. Departamento de Boyacá”. F. ed. El vuelo de las tijeretas. “Resultados de un estudio petrológico de cerámicas del período Herrera. P. M. D. 92-112. “Relaciones Geográficas de la Nueva Granada (siglos XVI a XIX)”. Delgado. J. Identification of Patho­logical Conditions in Human Skeletal Remains. Universidad Industrial de Santander. Physical Anthrop. Gainesville: University Press of Florida. G. M. Food Production and Pottery Origins in the Tropics: The Case of San Jacinto 1. Banco de la República. Peru”. 1997. Cardale 1990. M. Carrera de Historia. En: Ancient Health: Skeletal Indicators of Agricultural and Economic Intensification. M. Paepe de P. Bucaramanga: Gobernación de Santander.. R. Repertorio Boyacense 342: 157-187. 2001. V. Rodríguez. Pinzón. Saunders. New York: Wiley-Liss.. Suárez y G. “Metric Analysis of Skeletal Remains: Methods and Applications”. “Morbilidad oral en cráneos prehispánicos de Checua. V. B. Perzigian. physical Anthrop. Polanco. Acevedo y O. Los muiscas antes de la Conquista. Garay. Fondo de Becas de Investigación. 1994. M. H. H. J. Revista Colombiana de Antropología 30: 183-236.. Banco de la República. eds... 1990a. 1766 (Rodentia. y P. Polanco. Pérez de Barradas. Correal. “Procesos de interacción en el área septentrional del altiplano Cundiboyacense y oriente de Santander”. ed. B. Pérez de Barradas. Bernardino de Sahagún/Consejo Sup. Pérez. Revista Federación . Pérez. Pinto. Madrid: Inst. Zúñiga y O. J. R. Katzenberg y S. Galindo. En: Biological Anthropology of the Human Skeleton. Pinto. “A la búsqueda de nuevas dimensiones de los procesos de conocimiento de la salud y la enfermedad”. J. 44: 113-122. 2005. 1951. 1955. Vol. Cient. Torres. M. F. Pinto. Huertas. P. 375-415. Herazo y J. Rodríguez. Cundina­marca. “The Dentition of the Indian Knoll Skeletal Population: Odontometric and Cusp Number”. Bucaramanga: Alcaldía Municipal de Floridablanca/Casa de la Cultura Piedra del Sol. R. “Morbilidad oral en cráneos prehispánicos de Aguazuque (Colombia)”. 1999. Bogotá: Universidad Nacional de Colombia/Colciencias. 2000. J. 1992b. Nemocón”. En: Los chibchas: Adaptación y diversidad en los Andes Orientales de Colombia. A. H. I parte”. A. C. Les indiens de l’Eldorado : Etude historique et ethnographique des Muiscas de Colombie. Pérez. 2006. B. Inédito. Bogotá: Academia Colombiana de Ciencias Exactas Físicas y Naturales. 1993. P. M. F. pp. Herazo y G. Arte rupestre guane en la Mesa de los Santos. Groot.Bibliografía | 273 | de Cultura. Revista Academia Colombiana de Ciencias Exactas 18(70): 291-300. 1992a. H. M. A. J. Bogotá: FIAN. Pinto. A. E. Colección Jorge Alvarez Lleras 21. F. París: Payot. Arqueología en el suroccidente de la Sierra Nevada del Cocuy o Chita (Departamento de Boyacá). 1976. 2003. “Inspección arqueológica en territorio Tegua”. Herazo y A. Bogotá: FIAN. Polanco. M.. 1. A. Am.. Caviidae) en Colombia: Revisión del registro arqueológico colombiano. 49-110. pp. “Morbilidad oral en esquele­tos de una comunidad indígena prehispánica: Soacha. Inv. G. un sitio a cielo abierto de cazadores-recolectores en la Sabana de Bogotá (Colombia). H. Banco de la República. P. Estudio sistemático del género Cavia Pallas. Revista Nuovodent 500. Pietrusewsky. Antropología Física Latinoamericana [México] 2: 7-22. H. Odontológica Colom­biana 43(173)­: 11-22. B. Anthrop. Prates y S. Yearbook Phys. 1999. Arqueología Mexicana 9(52): 36-41. M. 2006. 42: 153-158. 1992. E. 173-180. Ozolins y H. Tunja: Academia Boyacense de Historia. “Morbilidad oral en esquele­tos de una comunidad indígena prehispánica: Soacha. M. Rodríguez. L. 1993. A. Cundina­marca. Buenos Aires: Eudeba.| 274 | Los chibchas: hijos del sol. “Dental Evidence for the Peopling of the New World: Some Methodological Consideration”. Herazo y J. G. Revista Universitas Odontológica [Ponti­ficia Universidad Javeriana] 18: 123-128. 1990b. J. y E. Porras.. V. Pradilla. Ortner y A. El poblamiento de América: Arqueología y bioantropología de los primeros americanos. “Arqueología del Cercado Grande de los Santuarios”. F. II parte. Pompa y Padilla. Neves. En: Human Paleopathology: Current Syntheses and Future Options. G. A. L. Polanco. Orígenes de su diversidad. Powell. B. Politis. eds. Pucciarelli.. E. G. Repertorio Boyacense 72(321): 22-51.298. 2009. Washington: Smithsonian Institution Press. G. pp. H. J. Neves. “Afinidades biológicas extracontinentales de los dos esqueletos más antiguos de América: Implicaciones para el poblamiento del Nuevo Mundo”. Rodríguez. Tunja. Boletín del Museo del Oro 32-33:21-147. A. V. 1991. V. Pradilla... W. Polanco. “Los más antiguos americanos”. “Descripción y variabilidad en las prácticas funerarias del Cercado Grande de los Santuarios. 165-206. Powell. Ortiz. pp. J. ed. Bogotá: Universidad Nacional de Colombia/Colciencias. 1992. 1990. F. Serrano. Pope.. “Morbilidad oral en una comunidad de cráneos prehispáni­cos. Corónica colonial de Tunja y su provincia. Villate y F. D. 1991. Powell. 1999. 2001. Boyacá”. Boyacá”. . “Craniofacial Evidence for the Origin of Modern Humans in China”. Serie Antropología Física. Aufderheide. Powell. Anthrop. y W. Human Biology 65(5): 799-819. “Un caso de encomienda Tuneba. Pérez. la luna y los Andes. Tunja. C. H. “Craniofacial Morphology of the First Americans: Pattern and Process in the Peopling of the New World. J. I. 1988. 2001. A. H. 35: 243. 1635-1664”. Pompa y Padilla. Pradilla. J. Rodríguez. Yearbook Phys. México: INAH. “Endemic Treponematosis and Tuberculosis in the Prehistoric Southeastern United States: Biological Costs of Chronic Endemic Disease”. J. Herazo y J. H.. Revista Federación Odontológica Colombiana 44(174): 41-45. En: Los chibchas: Adaptación y diversidad en los Andes Orientales de Colombia. Antropología dental: Aplicación en poblaciones prehispánicas. Bogotá: Procultura. “Cosmología como análisis ecológico: Una perspectiva desde la selva pluvial”. K. 1997. “Apuntes arqueológicos de Soacha”. Biblioteca Básica Colombiana. Gaspar. Reichel-Dolmatoff. Tovar. Sotomayor. “Subregionalización del altiplano cundiboyacense: Reflexiones metodológicas”. 1985. 1956. Orfebrería y chamanismo. Bogotá: Instituto Colombiano de Cultura. Bogotá: FIAN. y M. Complutum 15: 225-247. Machado. Bogotá: Instituto Colombiano de Antropología. 355-375. Reichel-Dolmatoff. J. S. Neusa: 9. Paris: Gallimard. Bogotá: Schering-Plough. Revista Instituto Etnológico 1: 15-25. Zago. Bogotá: Banco de la República/ Villegas Editores. Buikstra. pp. Roberts. Les origenes de l´homme Américain. Reichel-Dolmatoff y A. 2003. Restrepo. “Heterogeneity of Mitochondrial DNA Haplotypes in Pre-Columbian Natives of the Amazon Region”. L. pp. A. Dussan de Reichel-Dolmatoff. “Migraciones y variación craneofacial humana en América”. En: No hay caciques ni señores.Bibliografía | 275 | Preuss. transcrip. V. 1989. Santos. Revista Instituto Colombiano Antropología 5: 111-333. E. C. E. Bogotá: Biblioteca Banco Popular. Rivet. G. y A. [1571] 1987. Arqueología de Colombia: Un texto introductorio. Por G. 2004. Reichel-Dolmatoff. Dussan de Reichel-Dolmatoff. 1986. S. Bogotá: Litografía Arco/Fundación Segunda Expedición Botánica. En: El medicamento en la historia de Colombia. Colombia. A. 1993. Visita a los indígenas Kagaba de la Sierra Nevada de Santa Marta: Observaciones. Rivera. Ribeiro dos Santos. C.. H. H. Relación del Nuevo Reino de Granada. 1943. 1977. Am. Physical Anthrop. The Bioarchaeology of Tuberculosis: A Global View . 1957. Barcelona: Sendai Ediciones. Guapindaia y M. A. 101: 29-37. y J. Banco de la República. Ramírez. 1996. G. M. Th. L. Pucciarelli. “Momil: Excavaciones en el Sinú”. En: Estudios antropológicos. 54-81. P.000 años de presencia humana en el páramo. G. “Enfermedades y medicinas: Tres conceptos terapéuticos en el Nuevo Reino de Granada 1550-1680”. E. Reichel-Dolmatoff. Los chibchas antes de la conquista española. G. Los Kogi: Una tribu de la Sierra Nevada de Santa Marta. 2005. K. Reichel-Dolmatoff. Restrepo. Puerto Alegre. 1972. Revista Colombiana de Antropología 26: 173-201. G. G. 1991. V. Reichel-Dolmatoff. M. recopilación de textos y estudios lingüísticos. Rodríguez. V. V. C. Cifuentes. 1999. V. Cundinamarca”. ed. V. V. Rodríguez. A. J. Rodríguez. Maguaré 5: 9-40. “Un yacimiento formativo ritual en el entorno de la antigua laguna de La Herrera. 1938. V. “Programa de monitoreo y rescate arqueológico sitio San Lorenzo Bajo. J. Roderíguez. J. Bogotá: Consorcio Montecz Conequipos. 1999. Rodríguez. J. J. de Colombia] 5: 42-46. Implicaciones para el poblamiento americano”. Rodríguez Freyle. Hernández. Rodríguez. Bogotá: Universidad Nacional de Colombia/Colciencias. Bogotá: Universidad Nacional de Colombia. Gainsville: University Press of Florida. Aldana y M. “La diversidad poblacional de Colombia en el tiempo y el espacio: Estudio craneométrico”. “Los guanes”. V. 2004. 2001. Físicas y Naturales 31(120): 321-346. 2005. Bogotá: Universidad Nacional de Colombia. J. 1992. Rodríguez. rituales y condiciones de vida prehispánicas en el Valle del Cauca. on a Reemerging Disease. Rochereau. Bogotá: Fundación de Investigaciones Arqueológicas Nacionales Banco de la República. pp. Revista de la Academia Colombiana de Ciencias Exactas. Pueblos. V. “Acerca de la supuesta debilidad mental y física de los muiscas como posible causa de su conquista y posterior extinción”. adaptación y etnogénesis. Rodríguez. La antropología forense en la identificación humana. 1978. y A. F. Físicas y Naturales 2(6): 279-282. Rodríguez. “Contribución a la antropología colombiana: El origen de los indios tunebos”. Los chibchas: pobladores antiguos de los Andes Orientales de Colombia. 1988. El carnero. Orígenes de su diversidad. Bogotá: Círculo de Lectores. Bogotá: Universidad Nacional de Colombia. J. 2005. Maguaré 19: 103-131. Arqueología [Revista de Estudiantes de Antropología. J. H. Informe inédito. Nal. 2006. V.| 276 | Los chibchas: hijos del sol. Duitama: Gasoducto ramales a Boyacá y Santander”. En: Temas históricos [Medellín] 6: 1-39. J. “Características físicas de la población prehispánica de la Cordillera Oriental: Implicaciones etnoge­néti­cas”. H. “Craneometría de la población prehispánica de los Andes Orientales de Colombia: Diversidad. En: Los chibchas: Adaptación y diversidad en los Andes Orientales de Colombia. Adaptaciones bioculturales. Rodríguez. Madrid. la luna y los Andes. J.. Rodríguez. Maguaré 8: 7-45. Rodríguez. 250-310. V. V. 2007. J. Rodríguez. Rodríguez. J. 2010. 1987. Cifuentes. Las enfermedades en las condiciones de vida de la población prehispánica de Colombia. Prospección arqueológica . Revista de la Academia Colombiana de Ciencias Exactas. U. “Algunos aspectos metodológicos bioantropológicos relacionados con el poblamiento de América”. V. J. 1985. 2011. y C. Inédito. 1995. Altitudinal. Physical Anthrop. 4: 221-247. F. Rothschild. Bogotá: Colcultura. Cocilovo y S. C. Hernández y F. Bejel. El Dorado. A. Am. J. Current Anthropology 37: 555-561. “Marcadores óseos de estrés y respuestas adaptativas: Análisis biocultural de los restos óseos del complejo funerario muisca de Tibanica (Soacha)”. Physical Anthrop. Clinical Infectious Diseases 20:1402-8. Aldana. 135: 416-430. [1582]. C. 2008. V. B. “Paleoepidemiology of Vertebral Degenerative Disease in a Pre-Columbian Muisca Series from Colombia”. Delgado. M. Amer. J.. Vargas. Rothhammer. Rothschild. Patiño. W.. J. Ardagna y O. “Occurrence and transitions among the treponematoses in North America”. Rothschild.. Romano. Rothschild. J.. Rojas.Bibliografía | 277 | sobre el trazado del poliducto Mansilla-Tocancipá. Ruiz. “Relación de la región de los indios muzos y colimas. 1998. J. M. 1983. Silva. “Craniometrical Variation among South American Prehistoric Populations: Climatic. F. Bogotá: ITANSUCA Proyectos de Ingeniería. Universidad de los Andes. “Arqueología preventiva sobre el trazado del POZ Norte de Bogotá”. “Mal de Pott en momia de la colección del museo arqueológico Marqués de San Jorge” Maguaré 13:99-115 Rothhammer. and Geographic Contributions”. B. A. transcrip. C. M. Tesis de Maestría. 2010. 2003. Y. Rodríguez. Chungará: Revista de Antropología Chilena 32(2):1-11. Viajeros por Colombia. A. 1996. Dutour. L. M. y C. y B. Rothschild. “Evolución y tamaño dental en poblaciones humanas de Colombia”. Chronological.. 2000. 1984. J. A. Cespedesia 45-46. Biblioteca V Centenario. Rodríguez. E. Patiño de Haro y J. V. supl. Romero. M. Boletín de Arqueología 18: 3-51. F. Chungará: Revista de Antropología Chilena 13: 99-108. 1993. 82: 9-17. and Venereal Syphilis. 1990. México: Universidad Nacional Autónoma de México. Quevedo. C. 2010. “San Carlos: Documentando trayectorias evolutivas de la organización social de unidades domésticas en un cacicazgo de la sabana de Bogotá (Funza)”. Revista Academia Colombiana de Ciencias 34(133): 423-439. Rothschild. Röthlisberger. y C. M. Rojas. Ruz. “El poblamiento temprano de Sudamérica”. “Treponemal Disease in the New World”. . Bogotá. A. ordenada hacer por el gobernador Juan Suárez Céspedes”. 1991. Bogotá: IDU/Universidad Nacional de Colombia. V. Costumbres funerarias de los antiguos mayas. Cifuentes. M. Treponemal Disease reviseted: Skeletal Discriminators for Yaws. Revista de Arqueología del siglo XXI 254: 18-23. Mitchell. Santos. M. 1986. Merriwether. Amer..H. A. Wallace. 1990. D. Suggesting they Derived from Four Primary Maternal Lineages”. Instituto Etnológico Nacional. y A. y I. J. Valle de Leyva: La consolidación del poder social. Pontificia Universidad Javeriana. Schanfield. la luna y los Andes. Boletín Arqueoló­gico [Bogotá] 1(6): .R. Osipova. S. Human Genetics 46: 613-623. J. A. M. 1989. “Secuenciación de ADN mitocondrial a partir de fragmentos óseos prehispánicos hallados en el sector de Candelaria la Nueva en Bogotá”. Medellín: Universidad de Antioquia. S. Schurr. Bogotá: Presidencia de la República. Tyler-Smith. E. Silva. Cali: Instituto Vallecaucano de Investigaciones Científicas. Arqueología cuantitativa. “Investigaciones arqueológicas en el bajo Valle de Tenza”. Leonard. Informe inédito. S. Vargas. “The Central Siberian Origin for Native American Y Chromosomes”. 2003. “Arqueología de Antioquia: Balance y síntesis regional”. Weiss y D. N. 1955. C.. Plantas de los dioses: Orígenes del uso de los alucinógenos. M. Ballinger. 71-123. W. 2007. A. Salge. “Arqueología chibcha: Investigaciones en Soacha. “Sobre antropología chibcha”. Universidad Nacional de Colombia. F. ed. R. S. K. C.. Universidad de los Andes. Panamá”. “Análisis de DNA mitocondrial de una muestra de restos óseos ancestrales del período Herrera”. 1943. W. Bogotá. Sáenz. Schultes. Barcelona: Crítica. México: Fondo de Cultura Económica. y H. 2003. C. G. C. Schoch.| 278 | Los chibchas: hijos del sol.. Medio ambiente y asentamientos humanos prehispánicos en el Calima Medio. 1945. “Amerindian Mitochondrial DNA Have Rare Asian Mutations at High Frequencies. T. 2007. Sanoja. pp. Hodge. Silva C. W. Banco de la República. W. A. Bogotá. Arqueología de la Mesa de los Santos. “La región geohistórica del noroeste de Venezuela y el poblamiento antiguo de la cuenca del lago Maracaibo”. Tesis de Maestría. Schottelius. R. 1992. Festejos muiscas en El Infiernito. Boletín de Antropología Universidad de Antioquia 17(34): 185-208. Orígenes de su diversidad. R. Santos. 1999. J. D. J. Am. 2002. Tesis de Maestría en Biología. E. Dirección de Información y Propaganda. 2000. Y-Y Gan. H. Crawford y R. Shennan. Inédito. FIAN. Sánchez. Hofmann. 2007. Otero. Lawrence. Botero. Bogotá: CESO. “El final de la Edad del Bronce”. Pena. Pandya. Silva C. Human Genetics 64: 619-628. G. M. Salgado. Knowler. L. J. M. E. En: Construyendo el pasado: Cincuenta años de arqueología en Antioquia. También en: Hojas de Cultura Popular Colombiana 60: 1-8. Rose. Schurr. G. Estudios sobre la cultura chibcha. D. C. Am. E.. [1625]1981. Williams. Starikovskaya. R. 1989. J. J. Inédito. A.. 1992. Vullo y D. S. Rose. Human Genetics 53: 563-590. eds. H. Knowler. Brown.. M. A. M. Steckel y J. Silva C. Torroni. M. Ohio State University. J. C. J. Human Genetics 63: 1473-1491.. Silva C. Kogelnik y D. 1947. Schurr. C.. M. F. E. T. Bogotá: Croydon. 1993. E. Boletín Arqueológico [Bogotá] 2(2): 46-60. The People of America. E. . D. 2006. Noticias historiales de las conquistas de Tierra Firme en las Indias Occidentales. C. R. R. Am. H. E. C. P. “The Global History of Health Project Data Collection Codebook”. 1973. Schurr. Y. Stewart. Maguaré 5: 167-182. Bogotá: Biblioteca Banco Popular. 2005. S. H. C. R. N. G. K. “mtDNA Diversity in Chukchi and Siberian Eskimos: Implications for the Genetic History of Ancient Beringia and the Peopling of the New World”. D. “Sobre arqueología y antropología chibcha”.. Silva C. I. C. 1981. C-C Yang. Wallace.. Tunja: Universidad Pedagógica y Tecnológica de Colombia. Troup. La conquista de América: El problema del otro. Torroni. “Investigaciones arqueológicas en Villa de Leiva”. En: Villa de Leiva: Huella de los siglos. 49-57. “A Health Index from Skeletal Remains”. Silva C. P. Smith. Tunja: Academia Boyacense de Historia. G. Revista Universidad Nacional 8: 233-253. M. S. G. Larsen. “Las ruinas de los observatorios astronómicos precolombinos muiscas”. En: The Backbone of History: Health and Nutrition in the Western Hemisphere. E. Arqueología y prehistoria de Colombia. L. T. D. Walker. México: Siglo XXI Editores. Szathmary. “Asian Affinities and Continental Radiation of the Four Founding Native American mtDNA”. E. 1986. Silva C. W. Steckel. C. 1992. Weiss y D. Wallace. A.. Steckel. 61-93. 1998. pp. Sciulli y J. Silva C. Sukernik. T.. “Native American Mitochondrial DNA Analysis Indicate that the Amerind and Na-Dene Populations were Founded by two Independent Migrations. T. Todorov. A. Sotomayor. 1968. A. Neel. “Culto a la fecundidad: Los falos muiscas de Villa de Leiva”. pp. Boletín del Museo del Oro 4: 1-18. Schanfield. “Cráneos de Chiscas”.. W. M.Bibliografía | 279 | 531-552. Silva C.. Wallace. E. Simón. Genetics 130: 153-162. 2002. B. H. G. 1987. Lawrence. C. W. Larsen. 1946. P. Arqueomedicina de Colombia prehispánica. Cambridge: Cambridge University Press.. M. Sciulli y P. London: Weidenfeld & Nicolson. Cabell. Bogotá: Cafam/ Comisión V Centenario. V. En: In the Wake of Contact: Biological Responses to Conquest. Turner. 19: 573-596. G. Bogotá. “Cranes d´indienes de la Colombie : L´élement Papoua en Amérique”. “Dental Evidence for the Peopling of the Americas”. D. Tesis Doctoral. D. Bogotá: Corporación Araracuara/Fondo FEN/Fondo Promoción de la Cultura. H. T. “Análisis de ADN mitocondrial en una muestra de restos humanos prehispánicos encontrados en Jericó. Vargas. C. Turner.. La formación social chibcha. Geogr. Colección de Historia de la Biblioteca Nacional. 1992. “Advances in the Dental Search for Native American Origins”. 1972. Uricoechea. T. XVI. Acta Anthropogenetica 8(1. Boletín Geológico 11(1-3): 189-266. “De la vitalidad de nuestros hermanos mayores de la nevada”. Rep. A. Res. Aoki y T. 1993. 1994. 2010. G. Ubelaker. siglo XVI. 1993. Facultad de Odontología. Nat. T. Argentina. la luna y los Andes. H. Journal of Paleopathology [Monographic Publication] 2: 207-217. K. T. “Enamel Hypoplasia in Ancient Ecuador”. Van der Hammen. J. Universidad El Bosque. Correal. Tovar. Turner. “Microevolution of East Asian and European Populations: A Dental Perspective”. C. ecología y vegetación. “Southwest Indian Teeth”. D. Colombia”. y G. L´Anthropologie 34(5): 354-386. Tovar. “Encomenderos and Indians in the Formation of Colonial Society . Tokyo: Hokusen-Sha Pub. G. s. C. 1963. National Geographic Research & Exploration 9(1): 32-53. En: The Evolution and Dispersal of Modern Humans in Asia. Kimura. Co. 415-438. “Isótopos estables y dieta del hombre prehistórico en la Sabana de Bogotá”. 1998. Villamarín. R. A. Tesis de Grado en Biología. Verneau. 2010. 1984. M. “The Biological Impact of European Contact in Ecuador”. Turner. C. 1924. “Historia de clima y vegetación del Pleistoceno Superior y del Holoceno de la Sabana de Bogotá”. Akazawa. Van der Hammen. C. “Morfología y odontometría dental de poblaciones de Colombia”. Bogotá: Cooperativa de Profesores de la Universidad Nacional de Colombia. 1987. 1970. 1992. Van der Hammen.| 280 | Los chibchas: hijos del sol. Van Klinken. New York: Wiley-Liss. Orígenes de su diversidad. Tovar. Barcelona: Sendai Ediciones. 1992. Bogotá: Colcultura. Boletín de Arqueología 5(2): 3-10. No hay caciques ni señores: Relaciones y visitas a los naturales de América. Ubelaker.2): 23-78. H. Relaciones y visitas a los Andes. H. G. 1985. Uribe. Boyacá. Universidad de Buenos Aires. J. Soc. eds. G. pp 147-160. H. 1990. Revista de Antropología y Arqueología [Universidad de los Andes] 10(2): 9-92. pp. C. Historia. Madrid: Alianza Editorial. Vanderbilt Institute of Mesoamerican Archaeology 2. Willey. 2004.Bibliografía | 281 | in the Sabana de Bogotá. y N. I. Wright. Wood. Wachtel. M. R. W. Wallace. Weiss. 1992. 1989. “Bioarqueología y el colapso maya: Nuevas perspectivas desde la región del Río de la Pasión. A. Bogotá: Instituto Colombiano de Cultura Hispánica. “High-Resolution SNPs and Microsatellite Haplotypes Point to a Single. Amer. Hammer. Los chamanes: El viaje del alma. A. [1701]1980. Villate. Zoubov. C. Knowler. 1952. F. México”. Vinalesa. Nashville: Vanderbilt University Press. Molecular Biology and Evolution 21(1): 164-175. La medicina en la cultura muisca. Doctoral Dissertation. Vitebsky. Indios arhuacos de la Sierra Nevada de Santa Marta. Tunja prehispánica. 1997.. “Dramatic Founder Effects in Amerindian Mithocondrial DNA”. Garrison y W. 1986. E. M. “A biometric study of the “flatness” of the facial skeleton in man”. L. Zubiría. 1976. 2001. 68: 149-155. Milner. Zhivotovsky y M. Éxtasis y curación.. 2006. Harpending y K. Morant. L. 1537 to 1740”. and Status among the Pasion Maya: A Reappraisal of the Collapse. L. Köln: Taschen. G. M. Wright. Health.. A. Historia de la Provincia de San Antonino del Nuevo Reyno de Granada. R. G. L. 2006. “The Osteological Paradox: Problems of Inferring Prehistoric Health from Skeletal Samples”. J. H. Karafet. T. Physical Anthrop. T. K. 1934. y G. Recent Entry of Native American Y Chromosomes into the Americas”. La odontología en la antropología contemporánea. J. Moscú: Nauka (en ruso). Current Anthropology 33(4): ­343-7. C. N. Ann Arbor: University Microfilm International. Brandeis University. D. Fuerzas y poderes mágicos. 1. A. P. 1985. New Jersey: Prentice Hall. Woo. Zamora. Biometrika 26(1-2): 196-250. L. Jaldeeva. North and Middle America. An Introduction to American Archaeology. Vol. Zegura. Los vencidos: Los indios del Perú frente a la conquista española (15301570). Diet. Bogotá: Universidad Nacional de Colombia. 1966. S. José de. Colombia. Estudios de Antropología Biológica 8: 13-30. Bogotá: Editorial Iqueima. G. . Tunja: Universidad Pedagógica y Tecnológica de Colombia/Colciencias. E. C. R.
Copyright © 2024 DOKUMEN.SITE Inc.