Leopoldo Lugones y el amor en la hora de la espada Por José Emilio Pacheco Leopoldo Lugones, quien tal vez permaneceen la memoria de muchos por gracia de Borges, no fue solamente el poeta que llevó al modernismo a una de sus cúspides más altas, sino un hombre contradictorio y sufrido que, a pesar de haber conocido el amor tardíamente, terminó sus días en un contrahecho rictus de dolor. Octubre 1999 | Se ha puesto de moda un ejercicio no de science fiction sino de ficción académica que podemos llamar la historiografía del if, del si condicional. ¿Qué hubiera pasado si no hay Revolución Francesa o Primera Guerra Mundial o si Hitler no llega al poder? Pronto alguien imaginará cómo sería nuestro presente si, tras la victoria de Antonio José de Sucre en Ayacucho contra el virrey José de la Serna, no se produce la ruptura entre Bolívar y San Martín. El Congreso Anfictiónico de Panamá prosigue en Tacubaya, como estaba planeado. Se cumple el sueño bolivariano de la Gran Colombia, el inmenso país de lengua española, presidido desde el castillo de Chapultepec por el mariscal de Ayacucho. Salimos del siglo XX mucho peor de como entramos. Invocar aquella posibilidad suena a broma pesada. Sin embargo, al menos en un campo la promesa se cumplió. Hay una gran literatura continental y su comienzo y su base fue el modernismo. Nada más justo, pues, que el 9 de diciembre de 1924, al llegar el centenario de la victoria sudamericana sobre el ejército realista, el presidente Leguía del Perú invitara a hablar a los tres grandes poetas sobrevivientes: su compatriota José Santos Chocano, Guillermo Valencia, de Colombia, y el más célebre, Leopoldo Lugones, de Argentina. Muerto Rubén Darío, Ramón López Velarde le dio a Lugones el cetro y la corona, por encima de la admiración que le inspiraba Amado Nervo, "nuestro as de ases, el poeta máximo nuestro" (de los mexicanos). Nervo no le hizo sombra mucho tiempo: murió en 1919 y en Montevideo, enamorado de una joven que iba a ser la tía del Che Guevara. Lugones era el Borges de ese momento. Mientras Chocano leía su oda a la victoria de Sucre nadie se imaginaba que el modernismo estaba a punto de terminar allí mismo en Ayacucho, extraño lugar que en 1980 se convertiría en cuartel general de Sendero Luminoso. Lugones pronunció su discurso: "Ha sonado otra vez, para bien del mundo, la hora de la espada... Pacifismo, colectivismo, democracia, son sinónimos de la misma vacante que el destino ofrece al jefe predestinado, es decir, al hombre que manda por su derecho de mejor, con o sin ley, porque ésta, como expresión de potencia, confúndese con su voluntad." Definió el pacifismo como "culto del miedo, o una añagaza de la conquista roja." Resumió la vida en cuatro verbos de acción (mussoliniana): "amar, combatir, mandar, enseñar." Declaró "caduco" el sistema constitucional y postuló: "El ejército es la última aristocracia, vale decir la última posibilidad de organización jerárquica que nos resta entre la disolución demagógica." José Vasconcelos acababa de romper con nuestros caudillos militares Obregón y Calles y sentenció desde su revista errante La Antorcha: "Hemos perdido un poeta y hemos ganado un bufón". Chocano, paradójicamente, había sido el único poeta de la Revolución Mexicana, al punto de lograr que Pancho Villa prologara, excepción de excepciones, un cuaderno suyo. Chocano dejó escrito este mensaje para 1999: "México terrorífico y fulgurante/ que trabajar pareces con torvo empeño/ en agregar un círculo a los de Dante". Los jóvenes peruanos apoyaron con un manifiesto "Poetas y bufones", la condena lanzada por Vasconcelos. Uno de los firmantes, Edwin Elmore, abofeteó a Chocano a las puertas del diario El Comercio. El poeta de Alma América respondió a balazos y mató a Elmore. Fue a la cárcel y al salir se hundió en un torbellino que acabó con su propio asesinato en Santiago de Chile. Lugones perdió a casi todos sus amigos y admiradores. En vez de arredrarse ahondó sus puntos de vista en La Patria Fuerte y La Grande Argentina. Fue el ideólogo del golpe militar de 1930 que derrocó al gobierno legítimo de Yrigoyen y escribió los discursos del general José Félix Uriburu. A mediados de lo que llaman "la década infame" Lugones se decepcionó de los generales y se convirtió al catolicismo. En 1938 se suicidó en El Tigre, el conjunto de islas sobre el río Luján en las afueras de Buenos Aires, donde su gran amigo Darío escribió en 1894 "Divagación", el himno de los Muy joven se había casado con doña Juana González. Ignora lo que se comunica por tradición oral. Emilia Santiago Cadelago se mostraba celosa de su intimidad aun entre sus compañeras más cercanas. le resulta sorprendente encontrarse en Buenos Aires. "De todo corazón a mi dilectísima cónyuge". se hizo amiga en 1932 de una joven que. Así. y en pleno centenario de Borges. la prometida. unica sponsae. viuda del crítico. también significa "muy íntimamente". sin igual mía.modernistas al retorno del dios Eros: "Amor. Lugones se ufanaba de ser "el marido más fiel de Buenos Aires". es decir. En 1912 le consagró a su esposa El libro fiel con una inscripción latina: Tibi. La profesora Cárdenas. unicissimae. adverbio. turtura meae. al egresar del Instituto del Profesorado. Hija única de un ingeniero naval y una madre educada en un colegio de monjas. de no buscar placeres ajenos al lecho conyugal: Miguel de Unamuno y Leopoldo Lugones. sobre todo los de historia antigua. con Cuando Lugones conoció el amor: cartas y poemas inéditos a su amada. edición de María Inés Cárdenas de Monner Sans. Puede traducirse como: "Para ti. Juana González. De manera similar El libro de los paisajes (1917) dice: Conivgi dilectisimae. en fin." No emplea uxor (esposa) sino sponsa." II Entre los escritores del fin de siglo y el novecientos sólo dos se vanagloriaron de no emprender el viaje a Citerea./ amor que cante y deje sorprendida/ a la serpiente de ojos de diamante/ que está enroscada al árbol de la vida. a quien Darío dedicó dos de sus mejores textos finales. mi única novia. 1999. intime. (Intime. lingüista y dramaturgo José María Monner Sans y autora ella misma de libros como Martín Fierro en la conciencia nacional. Ellas dos volvieron a encontrarse cuando enseñaban en la Escuela Normal. mi tórtola. la "Epístola a Madame Lugones" y "Pequeño poema de carnaval". Seix Barral. la novia. . iba como oyente a algunos cursos de Filosofía y Letras. que todo diga y cante. 310 páginas.) Para el lector extranjero la literatura argentina es nada más el conjunto de sus mejores libros. manuscritos cubiertos por las manchas de sangre y semen con que el amante subrayaba su pasión. Exigirle que se llevara a la tumba estos documentos es pedir demasiado. Emilia Cadelago fue la destinataria única de todo esto que ahora profanan nuestros ojos. Dicho todo lo anterior. III Cumplir cincuenta años estremeció a Lugones. Ella no pudo o no quiso negarlo. poemas con el prodigioso don de versificar que tuvo Lugones desde su infancia pero que nada añaden a su auténtica obra. La señora Cárdenas de Monner Sans la acompañó hasta el final y se convirtió en su albacea cuando Emilia Cadelago murió en 1981. tristeza ahondada por la sospecha de que cuanto ahora sabemos es una mínima parte de cuanto ignoramos al respecto y no sabremos nunca. Hemos abierto la ventana de un recinto en que sólo cabían dos personas y lo que descubrimos es una de las historias más tristes del mundo. Y nadie en el ambiente académico y editorial podría resistirse a publicar un hallazgo así. Su vida se justificaba sólo porque fue el gran amor de Lugones.Un día Emilia confesó que estaba enamorada de un gran poeta argentino. inspiración lo mismo de López Velarde que del Valle-Inclán de La pipa de Kif y . Al concluir el siglo uno creía haberlo visto todo en materia de destape y allanamiento de la intimidad. el mejor libro de cuentos que produjo el modernismo. Otra compañera del grupo indagó y mencionó el nombre de Lugones. y el Lunario sentimental (1909). Lejos habían quedado el anarquismo y el socialismo juveniles y las grandes obras que le aseguran su sitio en el balance final de la literatura en lengua española del siglo XX: Las fuerzas extrañas (1906). origen de la vanguardia. la incomodidad permanece. Faltaba esta sorpresa inmanejable: cartas como las que tal vez todo el mundo ha escrito pero a nadie le gustaría ver publicadas. Los datos son muy escasos pero es posible suponer que a los seis años de pasión (1926-1932) siguió para ella medio siglo de duelo y soltería. la locura de amor. El defecto de esa virtud fue la mutabilidad de sus ideas. Lugones nunca se repitió. el libre sufragio y el liberalismo. Desde 1909 no se había reimpreso este libro clave que no debe haber tirado más de quinientos ejemplares. de chaleco. Cada libro es distinto del anterior. En el último verano antes de las tinieblas. oprimido por la hostilidad política y literaria. En la suprema ofrenda "el marido más fiel de Buenos Aires". Si otro hombre de su edad hubiera ido hasta la Biblioteca del Maestro —su dirección era el modesto cargo ocupado por Lugones— para pedirle consejo sobre un enamoramiento de esta naturaleza. no es el cronológico. desafía todos los riesgos y se nutre de su misma imposibilidad. Más aislado que nunca tras el discurso de Ayacucho. Sólo augura desgracia para los amantes y para las familias tanto del viejo como de la muchacha. l'amour fou. se vuelve un adolescente enloquecido por el deseo. unge el papel con sangre y semen. el amigo de los generales. Se diría que forman sólo una parte de lo que Lugones debe de . En 1924 repudió el cristianismo. según la evidencia interna. Las respuestas de Emilia no aparecen. Son como ruinas cercadas de silencio. y creyó encontrar una nueva luz en la doctrina de Mussolini. Muy pocos de los textos tienen fecha y están dispuestos en un orden que. arrasa con todas las convenciones morales y sociales. célebre por su mesura y su recato. El respetabilísimo señor Lugones. El diálogo de amor llega a nosotros como un monólogo. el más grande poeta argentino de esos tiempos. escribe cosas que lo aniquilarían si cayeran en manos de sus enemigos y versos hechos para una sola mirada. Es casi imposible que las leamos algún día. El misterio de la poesía es que nadie quiere comprarla ni nadie quiere leerla —pero todo el mundo quiere escribirla. en 1926 recibió el don que ya no esperaba. el comunismo. leontina y cuello duro. el poeta le hubiese dicho que una relación dispar es tan sin esperanza como los amores de los niños. Una muchacha normalista de veinte años fue a pedirle el Lunario sentimental que necesitaba para una clase.quizá de toda su producción esperpéntica en novela y en drama. Pero la pasión. mi vida toda". Las formas de dirigirse a ella no acaban nunca. En el olvido disuelto. interviene los teléfonos y graba los intercambios. "Mi única vida". Recordará el talle esbelto La elegancia de su talle. "Mi tórtola de amor" (otra vez la turtura de El libro fiel). Ninguno es mejor que "La Palmera". "Mi adorado amor". Así cuando todo calle. Pese a todo. los desconocidos. este auténtico poema popular (se adapta a la música de "La Llorona" y de la "Guantanamera") suena como dirigido por anticipado a la que Lugones llamó "Aglaura" y "Clelia": Al llegar la hora esperada En que de amarla me muera Que dejen una palmera Sobre mi tumba plantada.. "Mi dulzura más que nunca adorada". mi garcita de plata. tomaríamos por asalto el recinto de lo que fue su intimidad más profunda.haberle escrito a Emilia.. Los poemas incluyen textos en inglés y francés y unas imitaciones de laAntología palatina. La novela de amor se convierte en historia de terror. "Amor de mi alma". Leopoldo Lugones (hijo). hará que declaren loco a su padre y lo encierren en un manicomio. Se presenta con los padres de Emilia y los amenaza: si no cortan de inmediato esa relación. mi gacela. La ternura llena hasta las expresiones más eróticas. comisario de policía. No se incluye aquí: apareció en el Romancero (1924). IV En 1932 el gran poeta cumple sesenta años. los salvajes. sin pensar en que setenta años después los extraños. "mi abejita de oro. Quizá la despedida se halle en estas cuartetas: . mi perfume. mi tortolita de seda. mientras llega su profesor de latín. Calladamente la espero Desde que te vi partir. Prohíbo que se dé mi nombre a ningún sitio público. El boticario le da una dosis menor a la que cobra. eufemismo para la "limpieza étnica" de las tribus: el genocidio que abrió la pampa a la inmigración. No termina aquí el espanto. El comisario Leopoldo Lugones (hijo) tiene un sitio indeleble en la historia de la tortura: fue el primero que aplicó la picana eléctrica en los interrogatorios. Nada reprocho a nadie. Calladamente te quiero. Calladamente cumplida. En camino compra arsénico en una farmacia. Su hija.Calladamente la vida. Deja un recado póstumo: "No puedo concluir la historia de Roca. Pido que me sepulten en la tierra sin cajón y sin ningún signo ni nombre que me recuerde. El viernes 19 de febrero de 1938. Basta. acaso el mismo donde se reunía con Emilia. Lugones resiste otros seis años a lo que debe haber sido el infierno de la ruptura con su esposa y con el hijo al que consideró "un esbirro". Por la merma del farmacéutico. Sea como fuere. Ingiere el veneno. Lugones llega a una de las islas y alquila un cuarto en un hotelito llamado El Tropezón. Calladamente se va. que destacó como narradora en la generación de los sesenta. La hora de la espada terminó en la hora de la picana y los desaparecidos. Resiste con increíble valor todos los tormentos. Pirí Lugones. la agonía es aterradora. es secuestrada en 1974. Pronto mi hora llegará. el que logró la "conquista del desierto". - . Los discípulos de su padre la asesinan a comienzos de 1975 durante un traslado masivo. trabaja en una biografía del general Julio Argentino Roca. Y así me voy a morir. Encuentran la cama al otro extremo de la habitación y el cuerpo de Lugones doblado en dos." Se dirige a El Tigre. El único responsable soy yo de todos mis actos. a sudor y sangre salobre de la guerra........ creía en la suprema dignidad de morir combatiendo por la patria... si tenía.... ..... como quien da cuenta de los premios que no recibió porque eso carece de importancia.. decapitado por su amante en un cuartel luego de abrirse el vientre y ofrendar sus tripas al milenario Imperio de la Aurora... en fin...........” . el espartano. Si admiraba el cintarazo viril de la voz de mando...... “Lo divertido de esta edición es que enumera en la contratapa las obras anteriores de Lugones rechazadas por los editores... dos tacitas de porcelana y una primera edición de Las montañas del oro (1897) comprada en una librería de viejo.... Más coherente en nuestros días Mishima.............. para su afán de glorias y fastos militares... ¿Humildad de Lugones? Más bien soberbia. la convicción de haber nacido águila soberana y no doméstica gallina...... en modo alguno épico...... convengamos.. el olor a caballo. entonces... Sobre un viejo escritorio de persiana de estilo inglés hay una moderna notebook.. Si como Tirteo. Juan José Hernández (poema inédito)... o porque considera irrelevante el jurado que se los negó.. que suicidarse con cianuro en un recreo del Tigre fue un acto deslucido...LOS ESCRÚPULOS DE LUGONES Si para usted su cuerpo era la vaina de una espada... y en una mesa circular de tres patas......... . hay misteriosas acotaciones poéticas que me desconciertan. cuando recitaba a Carriego me sonaba falso. por ejemplo. Era fantástico oír el soneto recitado por Borges. da la impresión de haberlos escrito él mismo. Pero en conjunto la obra es agobiante por su tono ampuloso y su retórica de la muerte. A la vez. ante un auditorio de porteños atónitos. Veo que tiene una vieja edición de Las montañas del oro. En algunos de estos versos de juventud aparecen ya el mito de la luna y el tema de la novia espectral. seguiría no obstante escuchando su acento en los mejores poetas argentinos. En Las montañas del oro hay algunos versos memorables: Sueño bajo las palmeras. como las mujeres. pero llevaba la firma del hijo autorizando la edición y no la compré. con el título “Lugones: La luna doncella en su poesía erótica”. Autor de varios libros de poesía. ¿Sigue releyéndolo? ¿No le parece que su influencia en la poesía argentina tiende a desaparecer? Aunque dejara de leer a Lugones. tan incorporadas tiene las cadencias.. publicado parcialmente en Cuadernos Hispanoamericanos. los cortes de versos y el remate de las rimas lugonianas. tan grandes que cada una parece una noche. “Alma venturosa” y comienza: Al promediar la tarde de aquel día. Dicho ensayo fue reescrito para ser leído como conferencia en el Club del Progreso.Juan José Hernández habla sin inhibiciones.. que a veces bordea lo caricaturesco: Une tu frágil esqueleto al mío. que marcaba con énfasis los acentos. Haber escuchado esa conferencia me ayudó a entender de qué manera Lugones podía ser releído en la Argentina. ha escrito también numerosos artículos y ensayos. eterna y lejana. Por ejemplo. Madrid. si mal no recuerdo. casi cien años después de la aparición de sus libros más célebres./ cuando iba mi habitual adiós a darte/ fue una vaga congoja de dejarte/ lo que me hizo saber que te quería. que lo admiraba y comparaba su genio verbal con el de Quevedo. Elige los adjetivos y adverbios con una prolijidad obsesiva. Con Lugones ocurre que . o este otro que hace pensar en una escultura art nouveau: Destrenza tu cabello como un duelo sobre tu nuca artística. cuando dice que las ballenas lloran al parir. Una vez estuve a punto de comprar una edición facsímil de los años cuarenta. entre ellos “Ideología y erotismo en Lugones”. y conserva la tonada tucumana que exige forzar el oído para no perder ninguno de sus matices. o que el oso blanco duerme seis meses sin respirar y tiene la vergüenza en su lengua negra. oh reina rubia. Citando de memoria los poemas de Lugones. Borges sabía de memoria un soneto que se titula. En Borges. dos volúmenes de cuentos y una novela. con gran sentido del humor. En cambio.. ¿Cómo se relaciona el mito lunar con la inclinación amorosa del poeta por las adolescentes? Por las jovencitas de pechitos benjamines. En Lugones. sino que actúa a un nivel simbólico. de culpa y de renuncia sensual. en Manuel Castilla. por las que erigen osadamente el busto escaso. o pintones. deslumbrante. representa el intento de Lugones de desacralizar. atendiendo únicamente a ese signo. Esta es la interpretación que he desarrollado en la conferencia que di en el Club del Progreso. La luna nueva es la infantina del romance anónimo español. . Por eso no me importó saber ni averiguar la edad ni la identidad de la mujer o de las mujeres amadas por el poeta. En mi ensayo he querido dar un explicación de la poesía erótica de Lugones a través del imaginario poético.parece haber ensayado y agotado todas las posibilidades del verso en la poesía argentina. la belle dame sans merci de los trovadores franceses. El poeta acabará por identificar a la muerte con el plenilunio: Gota de la muerte/ plácida y serena. Octavio Paz ha señalado la influencia de Lunario sentimental en López Velarde. y por lo tanto prohibitiva. que emplea con virtuosismo. la madurez y la decrepitud de la mujer. al margen de las vicisitudes personales del escritor. Las peligrosas Lolitas de Nabokov. el mito de la luna que desde Las montañas del oro. Hasta en Alejandra Pizarnik cuando escribe: Dijiste: tus pechitos benjamines. no precisa de lo real para articularse. sobre Victor Hugo: hay que tener mucho talento para hacer soportable un poco de genio. la amazona colérica y lozana del verso de Lugones. y en tantos otros excelentes poetas. a fuerza de imágenes irreve-rentes y de ironía. pasando por Los crepúsculos del jardín. El libro. La influencia de Lugones se hizo sentir también fuera del país. como es sabido. exasperante en el sentido de esa frase. Y me asusté. ¡Rimar “gorila” con “axila”! También en Luz de provincia de Mastronardi hay ecos lugonianos. en Luis Franco. alucina y gobierna su erotismo. que da origen a sentimientos de afirmación viril. pero sacralizadas por el signo Luna-doncella. Lunario sentimental me parece un libro complejo.. en todo caso. El orden de los signos. en Pedroni. el signo Lunadoncella remite a una imagen casi infantil. primera fase del ciclo lunar./ gota de la copa/ de la luna llena. creo que de Gide. ¿A qué se refiere exactamente? Los poemas amorosos de Los crepúsculos del jardín ya están bajo el influjo de la triple diosa luna y sus cambiantes fases que se identifican en forma emblemática con la doncellez. sin miedo al ridículo. Para no hablar de la rima.. le parecían igualmente innobles. El poema se cierra con la imagen de un cisne solitario que en el estanque boga hacia ellas armoniosamente. muda y distante. la muerte ya está presente. linones. De allí su rico vocabulario modisteril: cintas. Los enamorados están sentados en el banco de un parque y ella./ igual tristeza en el follaje inerte. La tétrica dignidad de catafalco del bosque es el marco adecuado para las hermanas enlutadas. taffetas. ¿Su ropa? A Lugones le encantaba ojear figurines de moda. En el poema que usted cita. canesú y demás fruslerías. Pero las manos de la amada tienen además una especie de aura escalofriante: En esa tarde y en ésta iguales miedos./ y tú a mi lado y en tus finos dedos/ una sutil insinuación de muerte. permite que él acaricie sus dedos: Nuestro amor fue un encanto de los ojos/ y un vago roce de tímidos dedos/ al insinuante halago del crepúsculo. Lugones escribe: El campo contemplaba con éxtasis impuro tu media negra. No respondían para nada a su concepción de lo femenino como enigma espiritual y foco de irradiación . la estética modernista (que es una estética del lujo y de la muerte) acompaña al mito lunar. La madurez sexual de la mujer. como diría el Arcipreste. que son casi niñas y pálidas como la luna. gasas. El título de reina de las matrices que Darío le otorga a Venus le hubiera chocado a Lugones. Decía que ojear figurines era un pasatiempo grato a los poetas. moaré. sus pechos generosos y sus caderas anchetas. El encuentro del poeta con su amada. tules. Cisnes Negros. de su nervioso zapatito blanco. y también los zapatos de las mujeres: Su trajecito parecía de colegiala/ y grandes hebillas brillaban en sus zapatos. llama Lugones a las tres chicas agobiadas por el decoro que impone la estirpe mientras pasean entre el bosque oscuro que tiene dignidad de catafalco. También para Darío el cisne era el ave de la luna.En el primer poema de Los crepúsculos del jardín. el deseo erótico no pasa por la mujer adulta. Habla de los pies de alabastro de su amada. La ropa. casi siempre una joven de aspecto lánguido y distinguido. rasos. ¿Podría hablarse de cierto fetichismo en la poesía de Lugones? Por qué no. capotas. En la mayoría de sus poemas. una fatalidad biológica que comparte con las naturales vacas. diminutos y besados. ocurre al atardecer. y su ropa perturbadoramente infantil. ruedos. El erotismo nacería del contraste entre las señales mor-tuorias de las manos y los ojos estáticos de la amada. que veía en la fecundidad de la mujer el aspecto plebeyo del amor. ligas color crema. pedrerías. ojeras voluptuosas y demás primores modernistas que pueblan los sonetos eróticos de Los crepúsculos del jardín. fríos. como código de clase y ornamento interesado de atracción sexual.mortuoria. alamares bizantinos. El verso final se desgrana como una perfecta escala musical. no excluye el erotismo. De acuerdo. gemas. para Lugones fue todo lo contrario. y se complacen en crear atmósferas decadentes y exóticas con los consabidos sahumerios. o cuando se refiere a placeres más agudos que el hielo y el acero. en vez de copiar el arte. Lugones aquí (y en otras ocasiones) . Se ha dicho que Lugones. Por primera vez Lugones incorpora la moda femenina a sus versos. una magnolia en un vaso de agua semeja un corsé de inviolado raso. en los sonetos de Los doce gozos había plagiado al uruguayo Herrera y Reissig. El final del soneto hace pensar en un afiche de la belle époque. un soneto bellísimo en versos alejandrinos de incomparable musicalidad. Lo que pasa es que ambos poetas adhieren a un mismo credo estético. Baudelaire también asocia el erotismo con la baja temperatura cuando habla de la fría majestad de la mujer estéril. en algunos casos.. copia prendas íntimas femeninas./ la huella de una caricia indiscreta/ se amorata como una violeta/ sobre el mármol reciente del crepúsculo. El libro incluye “El solterón”. Una rosa en el huerto deshace su lento moño. ¿Fríos? ¿No es erótico el final del soneto “Oceánica”. La naturaleza.. si se piensa en la época en que fue escrito el libro. Sade es helado. la publicación de Los crepúsculos del jardín significó una especie de liberación para el poeta.. Agotado el ímpetu profético y las alegorías altisonantes de Las montañas del oro. A pesar de esas coloridas efusiones. artificiosos. y los vuelven ornamentales. Es falso. la lira enlutada del poeta vuelve a oírse cuando describe una alcoba donde hasta el íntimo piano/ toma el aire de ataúd. y las flores de un almendro son iguales a los papelitos blancos que usan las mujeres para rizarse el pelo. pero creo que no trasmite emoción alguna. que la crítica ha señalado como uno de sus mejores poemas modernistas. No tiene por qué hacerlo. enaguas de surah. Pero no hay que confiarse demasiado. el soneto es bellísimo. ¿Los crepúsculos del jardín resume una estética de la represión? En todo caso. O bien cuando en otro poema de Los crepúsculos del jardín. un simple pellizco le sugiere imágenes luctuosas: Sobre tu hombro pulcro.. y “León cautivo”. con esa mujer de rodillas frente al mar y la ola que se aguza entre sus muslos como una daga? La frialdad. como quería Oscar Wilde. El plenilunio ilumina el ambiente. en castellano. ¿Se trata de la necesidad de rimar “praderas” con “caderas” o es un voluntario anticlímax? Lugones cultiva los anticlímax. puede también emplearse usando el femenino. y para lograr ese fin convierte al mar en un toro ardoroso que brama alrededor de la cintura de la bañista. la frase tus rodillas exangües sobre el plinto ¿no remite a un acto realizado y concluido? A un acto sobre todo metaforizado. pertenecen al universo femenino. que no sé qué significa. Más que en las rodillas exangües sobre el plinto. Como helenista. dijéramos en cambio “frutos de la mar”. al final se oye el mugido de una vaca. como la noche y la luna. Estaría bien si en vez de mariscos. y que en francés mar y madre se pronuncian de la misma manera. y al mismo tiempo se oye en el fondo a la mucama que está batiendo huevos en la cocina. En el soneto “Delectación amorosa”. plintos y jardines eran jactanciosas y chocantes. donde aparece de manera velada y confidencial su conflictiva inclinación erótica hacia las jovencitas. Usted ha dicho que a menudo. el encuentro amoroso de los amantes (como es habitual en Lugones) está presidido por una luna enorme y un cielo poblado de murciélagos. . un reloj antiguo y muebles oscuros. ¿no? Salvo en la frase la mar en coche. a manera de chinesco biombo. El detalle crea un anticlímax favorable al desarrollo narrativo del poema. en los poemas de amor de Lugones. El reloj da la hora. Sentada al piano está una clara doncella. Un virginal ruedo blanco adorna su vestido. la escena ocurre como de costumbre al atardecer. En la sala hay un piano que tiene dignidad de ataúd. Mar. Borges opinaba que esas escenas eróticas en bancos. es femenino.supedita el contenido a la forma. Pero entre nosotros suena bastante raro. la consumación erótica ocurre metafóricamente en el último terceto: Y a nuestros pies un río de jacinto/ corría sin rumor hacia la muerte. Tiene razón. En el soneto anterior titulado “El éxtasis”. Según Pitágoras. Es delgada y sensitiva. el obstáculo quizá insalvable para los traductores del Cimetière marin de Valéry radica en la contundente masculinidad de la palabra mar en nuestro idioma. además de incómodas. lo acuoso y salado. fina y sensible como flor de peral. Se me ocurre ahora que la dificultad. En ese soneto. el acto sexual no se consuma. en griego. no podía ignorar que el mar. luego de una descripción embelesada que celebra las amplias caderas de una mujer. En su poema “Luna de los amores”. ./ y zumbando se pierde el picaflor. Sí. es inútil que alimente un dulce engaño. Lugones. con humor (luna colombina. Cuando no está alunado. se oye decir a la madre: Pero si aquí nadie viene fuera de usted. con sencillez. Y también en una carta a Darío: Mi alma vive en flameantes sobresaltos de lucha. y su corazón se preña de lágrimas oscuras. Imposible pedirle a Lugones semejante sobriedad. sí. Borges dice en un poema que son inútiles y vanas las imágenes con que los poetas de todos los tiempos han pretendido representarla. Lugones se complace en imaginar que la jovencita lo ama en secreto. un maizal. Indescifrable y cotidiana.. En Lugones la luna es tema literario. es profesor de inglés de una chiquilina. les insinúa que quizás su alumna tenga el mal de luna. O cómo describe en la “Oda a los ganados y las mieses” el inicio de una tormenta: Viene ya el agua eléctrica y sonora. el de las Odas seculares./ hinchada en un sombrío azul de breva./ al sesgo de su centella verde. O cómo dice. su poesía cobra resonancias épicas. Sin la anestesia lunar y crepuscular. Después agrega: No. Detrás de la palabra luna se esconde toda la pasión y el infortunio del poeta. y a la vez amigo de sus padres que están muy preocupados por el aire enfermizo y el comportamiento extravagante de su hija. se trate de una tormenta de verano. Borges decía que en ese libro Lugones agota los modos de nombrar o figurar la luna. el mundo está tan claro que da miedo). Hay otro Lugones. el vuelo de un pájaro. Para tranquilizarlos. o enamorado que es lo mismo. Escuche cómo registra el vuelo de un picaflor: Cruza el cielo de la tarde. Poemas solariegos y Romances de Río Seco. un gallinero. doña Custodia: Embellecía un rubio aseado y grave/ sus pacíficas trenzas de señora. es decir que está enamorada. pero también mitología íntima y signo no verbal que lo alucina. que se nombra a sí mismo. una forma de tomarse el pelo en medio de esa atmósfera espiritual. Lugones muestra una notable capacidad de observación de lo real. Lugones la nombró obsesivamente: con galantería (pálida abadesa de una neutra abadía). que con la lluvia el campo se emociona. con pavor (escarcha y luna. El poema forma parte de Lunario sentimental. patrióticas: Llevo en mí la patria entera.¿Una ironía? Es como una ironía. o una libélula.. que parecería estar a salvo del hechizo lunar. La sexualidad de los animales no lo perturba y puede observarla con objetividad: Huele el toro a su vaca lentamente. Con una técnica que anticipa los Poemas solariegos. En las Odas seculares hay una tierna evocación de su madre. escribe. cara de estearina). el mejor modo de nombrar la luna sería simplemente la palabra luna. se expresó a través de la imaginería heroica de su poesía. Lugones pasa por ser un helenista apasionado que tradujo fragmentos de la Ilíada. Con esa intención consiguió reorganizar la orden militar de los samurais. Su héroe preferido fue Aquiles. destruidos después de la derrota japonesa en la última Guerra Mundial. en tanto representa el arquetipo de las virtudes guerreras de la antigua aristocracia griega. En su poema “Lugones” que se reproduce aquí. Patroclo. Lugones (que había adherido al fascismo y proclamado la hora de la espada) se suicidó en un recreo del Tigre. Mishima. Lugones no se da por enterado de que el motivo por el que su admirado Aquiles vuelve al combate es porque los troyanos matan a su amante y compañero de armas.pues mi cuerpo es la vaina de una espada. ambicionaba la restauración del Mikado en todo su antiguo ceremonial y su boato. no hubo ningún disparo: se suicidó bebiendo cianuro. En su ensayo “El ejército en la Ilíada”. por su parte. para decirlo de algún modo. Veía en el amor cortés de los trovadores del medioevo un ideal de pureza al que era preciso volver para oponerlo a la bajeza sensual de nuestro tiempo. como Borges. ¿Sabe cómo define Lugones el sable granadero? Barra de luz viril. no encajaba con su imagen de intelectual belicista. se identifica con los caudillos de las montoneras en La guerra gaucha y declara con sorna de compadrito criollo: Planta el culo de la taba/ la existencia de un varón. Devuelto al mundo de los hombres. Hace casi sesenta años. que Lugones abusaba del diccionario? . que así llamaba Lugones a la pistola con la que iba siempre armado. La mayoría de la gente supone todavía que se pegó un tiro con “la nena”. Lugones llegó a decir que el ejército era la última aristocracia. Una forma de muerte que. Bueno. ¿Usted cree. y él debe vengarlo aun sabiendo que el precio será su propia muerte. solidaria con su ideología política que sin duda fue retrógrada. Pero no. no al menos en forma manifiesta. desangrado y finalmente decapitado por otro samurai. que era su joven amante. ¿Una pasión volcada al género masculino. la última posibilidad de organización jerárquica en el país. sin embargo parecía ignorar que el ideal de la cultura aristocrática y guerrera de los griegos admitía y prestigiaba el amor homosexual. El escritor japonés se mató de acuerdo con el ritual de esa orden. elitista y represiva. Además del suicidio ¿encuentra en ellos algo más en común? Ambos fueron nostálgicos del pasado y empedernidos militaristas. tal vez? No. usted menciona su suicidio en 1938 y lo asocia con el de Mishima. Pero si la hubo. idéntica a la muchacha del soneto “La coqueta” de Los crepúsculos del jardín. A mí me parece un libro medio kitsch. Como lo he dicho antes. O no lo puede decir. que no hay motivos para presumir autobiográfico”. Donde se siente más el esfuerzo por disimular. torturadas de diamantes y languideces felinas. Melindres y rulos en tirabuzón. pararrayos celestes. por aquello del poeta como visionario con una misión trascendente. La novia espectral de Lugones cedió temporariamente su lugar a un pérfido mamífero rosa. por crear una especie de máscara de su verdad. que estaban en . Llevado por su manía castiza y restauradora.. o esas otras.. Bajo los fluidos bucles en que flota/ su rubia cabeza de fina beldad/ recluye en el ámbito de la ancha capota/ con mimo adorable su puerilidad. No parece estar muy convencido. con su publicación en 1905 Lugones abandona el tono de poeta visionario. típica del romanticismo. con manos de abatida aristocracia. influyeron en su poesía el espiritismo y la teosofía. Bernardo Canal Feijóo escribió un ensayo donde sostiene que en el erotismo de Lugones hay “una inminencia de incesto afanosamente soslayada. divina. la Novia de América del cine mudo norteamericano. al acentuar la levedad y el aire infantil de la mujer. que eran las preferidas del poeta. En un dossier de “Diario de Poesía”. justiciera. estilo Mary Pickford. Eso la vuelve por momentos ilegible. es en la poesía amorosa.En La guerra gaucha sobre todo. La moda de la época. que le vino de perillas a la inclinación erótica de Lugones. creó un tipo de belleza femenina. Los crepúsculos del jardín responde a la estética del modernismo. Charlie Feiling escribió que Los crepúsculos del jardín es casi un libro pornográfico. y por eso cuando leyó Las montañas del oro llamó a Lugones Almafuerte de alta temperatura.. Es que vale la pena recordar que a la par de las corrientes literarias de la época. de aspecto aniñado.. La mujer-niña sustituyó a la luna doncella. que lo seduce con sus gestos y su aspecto aniñado. resucitaba palabras que son correctas pero que nadie usa. ¿Hay un doble discurso en Lugones? Máscaras más bien. disfraces que ocultan y por lo tanto revelan o insinúan en su poesía amorosa una zona vedada que el poeta no puede expresar. con tantas mujeres ojerosas y enjoyadas. pues le permitió expresarla dentro de lo socialmente aceptable. O no lo quiere decir. Darío pensaba que los poetas eran torres de Dios. la mujer-niña (la femme enfant). Hay algo que está insinuando. pero nunca lo tiene claro. Otros tiempos. basada en los valores de fuerza y soberanía. qué dos cosas más parecidas. Borges se refiere en un poema a la deseable dignidad de estar muerto. ¿La muerte es un tópico de escritores de derecha? No necesariamente. Esto es evidente si comparamos la imaginería heroica de los dos poetas. el coronel Lorenzo Lugones: Formó parte del primer ejército de la patria. cansó su espada. en el momento en que su deseo claudica heroicamente y ella (casi una niña) se desvanece en azules lejanías.../ vivir es lo difícil. un cabecita negra medio achinado. tigres solares y espadas regeneradoras. aunque parecería estar demasiado presente o latente en esa ideología. no aspira a perpetuarse en celebraciones y arengas patrióticas. y que debió enfrentarse con el racismo y la frivolidad de los porteños. y estalla de pronto en el grito “¡Viva la muerte!” de un mutilado general franquista. Tonterías. orgulloso y respondón. que en su poesía amorosa aspira a la aniquilación junto a su amante virginal. exclama Lugones. De sus antepasados criollos sólo rescata a un oscuro militar. Se muestra sobria y precisa al evocar algunos nombres de su sangre: Mis antepasados fueron militares y estancieros. su prurito épico y su lira galante. ¿no es así? por Alejandro Margulis ./ otro. ¿Coincide con David Viñas en que “Lugones fue un hidalgo provinciano que bajó a Buenos Aires a hacer carrera”? No. La de Lugones. se nos antoja hoy una antigualla retórica. o reúne con el nombre “Novios de la Muerte” a una banda de asesinos de pelo cortado al rape./ falleció en la pobreza. Amar y morir. Era criollo Lugones. Tenía un inmenso talento poético y una infatigable curiosidad intelectual. Yo diría que fue un provinciano pobre. La imaginería heroica de Borges se aparta de la fanfarria lugoniana. herencia que fue pulida y sabiamente atenuada por su talento de escritor. Nunca dijo que descendía de estancieros ni se jactó de que su bisabuelo fuese primo de Rosas. heredó la elocuencia de su maestro. con sus cóndores asesinos. como discípulo y admirador de Lugones. pero con dignidad.boga a fines del siglo pasado. en el Paraguay. y uno se pregunta qué dignidad otorga la muerte./ uno peleó contra los godos. Borges. Prefiero esta simple reflexión de Cernuda: Morir parece fácil. o se convierte en compasivo serafín. Lugones ocupó el mefistofélico espacio del monje negro o del intelectual estatal. ¿Quién puede haber creído en las virtudes poéticas de un hombre que desde el primero al último libro considera que “flor” y “amor” riman legítimamente? ¿Quién pudo soportar ristras infinitas de versos dedicados a los valores de “la pampa argentina” cifrados en sus vacas. lo hace) entregar algo de sí en la escritura. . parece que puede (y de hecho. después de la vanguardia y de los años sesenta. que sonaba nuevamente para Latinoamérica. el tedio o la impavidez. El que aparece en este libro es un escritor que. en el que alentaba al poder militar a “salvar” nuestra región. que fue el papa canonizador del Martín Fierro como nuestra obra nacional. tal como nos habían “liberado” un siglo antes. fue lo que murió primero. sus trenes y su pasto? ¿Quién creyó en los argumentos pueriles que usa para glorificar al Martín Fierro (comparado con La Ilíada o con La Divina Comedia) sin sospechar de los intereses xenófobos que lo mueven? Lugones siempre fue excesivo. Lugones había actuado políticamente como el ideólogo de la militarización de la cultura latinoamericana. finalmente devolvérselo. Todos conocemos esa historia que mezcla literatura. Intimidad de un poeta Precisamente porque contradice ese saber común y escolar. Borges se encargó de arrebatarle ese lugar en el Panteón de las Letras para. En 1926. A partir de ese pronunciamiento. En Cuando Lugones conoció el amor se puede identificar a un Lugones completamente desconocido hasta ahora. hacia el Centenario. pero nunca eficaz. quedaron en un estado de arcaísmo tal que casi es imposible leer una frase de quien fuera el vate nacional sin ceder a la risa. Estado y poder de un modo que sigue teniendo consecuencias en el presente. incómodo hasta para los mismos grupos de acción golpista para los que trabajaba. Llamó a ese ciclo redentor “la hora de la espada”. La literatura de Lugones. Cuando Lugones conoció el amor presenta una cara de Lugones jamás antes imaginada. que su poder para dictaminar acerca de las propiedades de nuestra literatura era. algo sincero. paradójicamente. Sus poemas y su prosa. absoluto. contrariamente a su producción anterior. Todos saben que Lugones comenzó su carrera como joven militante de izquierda.Por Ariel Schetini Hay libros que tienen la fuerza necesaria para transformar la configuración oficial de un personaje. invitado por el gobierno del Perú. Lugones pronunció su ya célebre “Discurso de Ayacucho”. Para los lectores modernos la figura de Lugones es casi inexplicable porque nos separa de él un abismo estético. Pero al margen de su obra literaria. una de las pocas rimas existentes en la lengua inglesa para la palabra “love”. se convierte en Dama Melancolía. Emilia. y como la camisa viaja y nunca vuelve de la lavandería. María Inés Cárdenas de Monner Sans dibuja un perfil del escritor completamente nuevo. al mismo tiempo. el Borges de los poemas amorosos. A partir de allí comienza un vínculo amoroso que arrastra al escritor a zonas desconocidas de su literatura. Pero. Entre esos nombres Lugones prueba la escritura de versos juguetones. Leodia o Clelia de Amoiga o Camelia o Lila. Ella. Entonces crea una poesía lúdica y perversa que lo acerca más a la sublimación de Lewis Carroll que a los cisnes de calesita que Lugones echaba a nadar en los estanques de las aguas servidas por Rubén Darío: Leopoldo Lugones se disfraza sucesivamente de Osolón de Ploguel o Ugopoleón del Sol o “tu novio Leopoldo”. inventa. que buscaba la última publicación del escritor ya en decadencia (la voracidad de los alumnos de Filosofía y Letras para leer como novedad lo que acaba de pasar de moda no es nueva ni ha cesado). y nos permite verificar hasta qué punto el primer Borges desechó. en el mismo movimiento. el relato de este amor entre el hombre ya maduro y la joven. De hecho. para defender su amor y la reputación de ambos./ tampoco se sabía/ diz que en la torre mora/ Dama Melancolía”. Aglaura. simultáneamente. También hay poemas amatorios en los que el código y la fórmula se imponen sobre la expresión de sí. no se diferencia de algunos versos de Lugones: “Del otro que era él mismo. se enamora de una alumna de la Facultad de Filosofía y Letras. la historia de estas amigas que establecen un pacto de publicación de la correspondencia íntima del propio Lugones. dice . Lugones. En el mismo momento en que el escritor prepara el “Discurso de Ayacucho”. tanto como una de las más prohibidas por vulgar. amiga de toda la vida de la autora. el discurso de la sentimentalidad y la estética del modernismo. A partir de allí aparecen una serie de historias que se disparan en diversas direcciones. especialmente los posteriores a “El Hacedor”. Las figuras principales de este libro se conocieron por el fervor bibliográfico de la alumna.En la “Introducción” –donde justifica la publicación de estos textos inéditos–. “El hombre feliz no existe.” Es el tema de uno de sus poemas en el cual la dicha queda garantizada por el anonimato. hombre casado y con hijos. Pero esa obligación de transformar el nombre del autor coloca a Lugones en problemas de identidad y especulaciones en los que a veces resuena Borges. Por un lado. formas anagramáticas de los nombres de los amantes que le permitan decir aquello que la situación civil les impide. pero su camisa sí. atestiguado por cartas y poemas. El espíritu irredento del autor latinoamericano es notablemente traducido sin pudor a otras lenguas: los únicos dos poemas en inglés de los que consta este libro incurren en la rima “love/ glove/ dove” que es. todos tenemos asegurado un día de felicidad. Si toda relación epistolar puede servir para confirmar a los correspondientes que las actitudes. al mismo tiempo. Cuando habla de “derramarse en perlas”. tanto como una fiera. Es verdad que las cartas se conservaban en la época como el único espacio social donde la intimidad y el secreto permitían (bajo normas estrictas) salirse de las ataduras para dar rienda suelta a la expresividad del yo . Como si todo el juego consistiera en volver literal la poesía de Góngora y Quevedo. Lugones se refiere a que se masturba en la oficina de redacción del diario desde donde escribe para firmar con su propio semen. se corta un dedo para enviar su propia sangre. una pantera. Al mismo tiempo. en todos los casos. las cartas de Lugones muestran algo más que al hombre de Estado dominado por una pasión. una leona o un ser con saberes demoníacos ocultos. una tórtola de seda o una princesa. cuando habla del perfume de las prendas de la amada. este libro rescata la correspondencia que el escritor mantuvo con su amante.Lugones hablando de sus alter-egos y de la protagonista de sus pesares. cuando habla del amor que lo desangra. los modos del trato y las formas se conservan aún en la ausencia física de éstos. Fluidos del alma Junto a los poemas. Y allí está la zona más interesante del libro. La intención no es la de convencer mediante argumentos. a la vez. clausurado en sus límites meramente retóricos. se pone en marcha todo el lenguaje de la sublimación que puede hacer de la amada una abejita. En sus cartas. sino la de provocar adhesión o ciega hipnosis mediante la proliferación de apelativos amorosos. y es allí donde la ternura o el encantamiento amoroso se internan en las leyes del verso clásico para provocar algo inaudito en la voz del autor. el autor de La guerra gaucha lleva a cabo todas las estrategias del amor cortés: la mujer amada es elevada hasta inasibles alturas y puesta. Algunos de los poemas son pequeños epigramas de una oración que describen un estado de ánimo o una situación en unas pocas palabras lacónicas. en el lugar del ángel beatífico mientras. se refiere al olor de la ropa interior que Emilia le ha regalado. se la denuncia por actuar como el demonio perturbador del sosiego viril y –mezclando la demanda obsesiva y la ansiedad infinita– se la cubre de halagos. En el poema “Pronombre personal” define la forma de la palabra sin necesidad de acudir a la grandilocuencia: “Aquel con que te expreso/ la belleza que ignoran los sabios:/ El que toma en los labios/ la forma del beso”. Aun así. la literalidad de la metáfora deja entrever claramente que en la mayoría de los casos la espiritualización del mensaje está en relación inmediata con alguna parte o actividad del cuerpo que los modales del momento no permiten nombrar. Bondage Es verdad que el lenguaje epistolar amoroso latinoamericano de la época exigía el desborde. el origen del accionar delirante o irracional de las fuerzas represivas en este país y que tiene la forma de una moraleja gaucha. Después de varios años de iniciado el romance. Menos de cinco años después. Lugones enamorado recorre en su epistolario una zona notable de sus preferencias eróticas. Así. construyen un Lugones que no tiene nada que envidiar al Sacher-Masoch de La Venus de las pieles. era el oficial de policía que los investigaba). como es célebre. Pero más allá de las manchas de semen o sangre con las que decora el éxtasis y clarifica su letra manuscrita. el importador de la picana eléctrica (invento suizo). En sus cartas detalla las reglas del masoquista como si se tratara de otro “discípulo” de la Wanda dominante que disciplinaba al Doctor Masoch: “con el corazón roto por tu más injusto rigor.desaforado sin poner en mayores riesgos las apariencias urbanas y las figuraciones sociales. aunque él sigue mandando cartas y buscando a su amada infructuosamente. además es posible conjeturar que la figura de Lugones cerró un círculo completo. En esa conversación se la intima a que abandone a Lugones bajo pena de que el escritor sea declarado insano por su propio hijo. Lugones se suicidó en el Tigre. director de la policía en ese momento y. este libro diseña un personaje que explica un modo específico de la sensibilidad finisecular. la virtud pública esconde un repertorio de “perversiones ocultas” que una vez develadas permiten leer la ingenuidad de un hombre que hacía de la virilidad un culto “social” y un modo de funcionamiento. Obediente. Lugones encontró este género secreto para dar acaso lo más honesto y desgarrado de su producción. Emilia se separa de Lugones. o la constante ansiedad y el suspense dedicados a los encuentros e incluso la retórica paranoica del secreto que aparece cuando los teléfonos son intervenidos por la policía o su correspondencia violada (Polo Lugones. soy yo quien te pide perdón sin tener de qué. un día Emilia llega a su casa y encuentra a sus padres reunidos con Polo Lugones. Los pies de la amada como el lugar del placer del humillado que no deja de citar en cada carta. aunque sea vagamente. el hijo de su amante. su propio hijo. el suicidio en el nombre de su vanidad herida. En el nombre del hijo El fin de la relación de Lugones con Emilia tiene como corolario un episodio del autoritarismo criollo que ilumina. De acuerdo con su código. Este libro permite fantasear que su historia es la del hombre que pudo . Como dato maravilloso. Con un lenguaje místico digno de los ejercicios espirituales y el temerario alarde de quien exhibe que puede acceder a los rincones más ocultos de la lengua. besándote los piecitos” o “Tú que eres princesa. las relaciones de todos los tipos quedan investidas de los atributos del amo/esclavo. Si el fin de este amor esclarece. mandas como tal”. de algún modo. ese poema ve ahora la luz: Peligré y la muerte Por mis ojos vi. en este caso. Gracias a este libro indiscreto. Riesgo y ventura Fueron para ti.. esta épica domina la correspondencia de los amantes.. que se presentaba proclamándose “el hombre más fiel del mundo” y que dedicó un libro a esa “virtud” (El libro fiel).com. Después de unos días de enfermedad de Lugones (que podemos suponer una consuetudinaria gripe) el autor escribe a su amada uno de los poemas más bellos de toda su obra. http://www. que buscaban en el más trivial de los hechos cotidianos razones para convertirlo en una hazaña. Si cayera un día Como no caí Mi último suspiro Será para ti. alimentan ese imaginario.ar/1999/suple/libros/99-07/99-07-18/nota. De un modo o de otro.pagina12.htm . La violación de las normas sociales y el secreto develado. a engendrar.ocupar todos los lugares sociales. Lugones. De hecho. Con espada y firme brazo combatí (. es inevitable pensar que no fue sino una víctima de un Estado de vigilancia y represión que él mismo ayudó. Para los lectores de una trama amorosa truncada –como fue la de Emilia Cadelago y Leopoldo Lugones–. es difícil no reconocer grandilocuentes gestos heroicos en las más mínimas actitudes de los amantes.). literalmente. termina acorralado por las mismas cárceles sociales que contribuyó a erigir. y que patrocinó.
Report "Leopoldo Lugones y El Amor en La Hora de La Espada"