Lect. Asoc. 1 a Quiénes Llamamos Viejos

March 24, 2018 | Author: Diego Avale | Category: Old Age, Psyche (Psychology), Adults, Homo Sapiens, Psychology & Cognitive Science


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Envejecimiento Normal y Patológico 1Módulo 3 Del libro: Zarebski, G. (2005) Hacia un Buen Envejecer, Bs. As. Edit. Universidad Maimónides. Lectura Asociada ¿A QUIÉNES LLAMAMOS “VIEJOS”? Es una pregunta propia de nuestro tiempo. Que hoy en día se plantee co mo inquietud social la cuestión de có mo denomina mos a las “personas añosas” en casi toda ocasión en que se aborda el te ma en los medios de comunicación, me remite a señalar, en principio, dos reflexiones. En primer lugar, el carácter reciente, contemporáneo, de este cuestionamiento tanto a nivel popular co mo a nivel acadé mico. En la bibliografía especializada anterior a las dos o tres últimas décadas no aparece como un interrogante en especial. Incluso en los relatos de la vida cotidiana o en la literatura anterior a este período, no se menciona tampoco como una cuestión polémica. La deno minación habitual era, por lo general, “anciano”* . Y no había lugar a demasiadas disquisiciones. ¿Por qué antes era más sencillo? Quizás tenga que ver con el hecho de que se consideraba que, más allá de deter minada edad -los cuarenta o cincuenta a principios de siglo- la persona (si llegaba) pasaba a formar parte de otra categoría, con otras expectativas, otros ideales. Pasaba a retiro, en múltiples sentidos. La categorización era más rígida a partir de la edad, ya sea por las limitaciones sociales que acarreaba o las de orden biológico que implicaba. * Ver , por ej empl o, la inv es tigación que r ealiza en nues tr o medi o la Lic. Julieta Odonne: “Los medios de comunicación soci al y la imagen de la v ej ez ”, Rev . Medicina de la T erc er a Edad, 1- 83, Bs. As . Este es uno de los motivos por los cuales hoy en día esto se plantea co mo cuestión: ¿có mo se los deno mina? ¿cómo habría que lla marlos? En segundo lugar y como consecuencia de lo hasta aquí planteado. se le adjudicaba co mo funda mental virtud su acervo de experiencia o bien. alguien en quien se destacaba su limitación física o mental. sea porque la vida terminaba más temprana o abruptamente. en el sentido de que todo “anciano” acataba con mayor so meti miento lo que la sociedad esperaba de él. sino que cada estructura psíquica particular lo tiene. al teorizar. además. fueran perdiendo el . por ocupar una posición de reposo. De ahí que comience a hacer campaña a fin de imponer ese tér mino por todos los medios posibles “en un intento explícito de que la población en general. La categoría de anciano era indicativa. gente mayor. De ahí: senescente. dan lugar a grandes masas de población envejecida. de que todos serían eufemis mos para evadir el fondo de la cuestión: se teme a la vejez y por eso se evita la denominación “viejo”. Hoy en día. no sólo que cada cultura tiene su propio tipo de envejeci miento. proponen sus propias denominaciones y aportan sus fundamentaciones desde diversas ópticas. senilidad para vejez patológica. de que había menos chance de hacer valer los envejecimientos diferenciales. Haciéndose eco de esta controversia. menor represión cultural y mayor diferenciación aceptada de minorías y subgrupos. Ahora sí es notable. Salvarezza (1988) hace una interesante reseña de los puntos de vista de diversos estudiosos del tema. Las „vejeces‟ se diversifican. adultos mayores. y los profesionales en especial. siguiendo a M. Llega a la conclusión. Strejilevich (1990). Los límites se hacen más difusos. viejos-jóvenes. con mayor despliegue de diferenciaciones individuales y grupales. o por una cuestión cultural que condicionaba que se dejaran ver menos las diferencias particulares. viejos-viejos. para vejez normal. señalo el hecho de que el tema de la vejez es actualmente objeto de estudio de múltiples disciplinas que. Mejores condiciones sanitarias y asistenciales (donde las hay).Esa deno minación indicaba ya sea el respeto hacia quien. Es por eso que ya no nos sirve nombrar a una categoría. todo esto ca mbió. L. que atraviesan en general un envejecimiento nor mal. son los hombres y las mujeres competentes y vigorosos.. que la palabra „viejo‟ parecía ser muy abarcativa y poco significativa. a su propia vejez. sociales y biológicas del envejecimiento. si intentamos así llamarlos. sacrificar mo mentáneamente la evidencia clínica. sean los más prejuiciosos en relación a la vejez? Esto está indicando una contradicción que merece un análisis. en cuanto al recorte que se realiza desde la teoría en lo que se considera nuestro objeto de estudio. según B.. ... mentales o sociales y que requieren servicios sociales y de salud para su soporte y restableci miento”. “.” para seguir insistiendo en el uso de esta deno minación. encontramos habitualmente su rechazo a esta denominación. es válido siempre y cuando se respeten los tér minos en que ella plantea esta distinción. “.. En la práctica. Loable e mpresa que funcionó sólo parcialmente. Es interesante esta referencia porque es otra categorización que se viene imponiendo en el ambiente gerontológico y de la cual también convendría señalar su limitación....”. Ahí no hay demasiado conflicto: hablamos del viejo co mo hablamos de la vejez.. Pero esto funciona sólo en tanto postura teórica.. A pesar de su planteo..por rechazo al envejecimiento? ¿Es sólo por la carga peyorativa que tiene esta palabra a nivel social? Si estas fueran las explicaciones ¿có mo se entiende que precisamente los grupos más activos y más numerosos. Su campaña fue exitosa en cuanto al uso que hace mos del tér mino en los círculos gerontológicos.”.. mientras que los “viejos-jóvenes”. para referirnos al ser humano atravesado por las cuestiones psicológicas. Es hora de preguntarnos: ¿es necesariamente .. basada no en la edad en sí mis ma sino en características sociales y de salud.como se tiende a interpretar . veamos en qué se contradicen estos intentos de i mponer deno minaciones generales. En primer lugar.. Hablar de “viejos-jóvenes” y de “viejos-viejos” co mo esta autora propone.. Neugarten (1982).Con el correr del tiempo nos di mos cuenta. en su gran mayoría. a pesar de lo cual decide “..”.miedo a la vejez. a través de perderle el miedo a la palabra que la designa”.. Salvarezza agrega más adelante: “. Aunque en este trabajo llega a la conclusión de que deberíamos lla mar “viejos” sólo a los viejos más viejos. en el trabajo cotidiano con “los viejos”. “Viejos-viejos son los que sufren las consecuencias de las mayores pérdidas físicas.. en la cual resultaría difícil ponerse de acuerdo. ¿no se justificaría el miedo a llegar a ser viejo? ¿No se contradice esto con el intento de combatir el prejuicio que asi mila vejez a enfermedad? Entonces. basándose en otros autores que se refieren al período de declinación biológica acelerada.A pesar de la aclaración que realiza la autora. Desde la óptica psicogerontológica. no sie mpre necesaria mente sucede del mismo modo. ree mplaza el término “anciano” que ellos utilizan por el término “viejo” porque insiste en que hay que perderle el miedo. nos vemos sorprendidos por la frecuencia de ciertas respuestas de valoración francamente negativa. “vida carente de objetivos”. . al proponer traducir estos términos por ”adulto mayor” y “viejo”. lo cual nos obliga a no generalizar y a escuchar caso por caso. En realidad la vejez es un objeto de estudio co mplejo que merece como tal un abordaje interdisciplinario. Salvarezza confir ma este deslizamiento hacia una distinción por la edad. ¿la gran mayoría de adultos mayores no tienen que reconocerse como viejos? Esto es sólo una muestra del tipo de contradicciones que se plantean cuando se trata de imponer una denominación desde la teoría. lo cual estadísticamente es válido. término medio. se cae habitualmente en la utilización de esta categorización de acuerdo a la edad. Sin embargo. Pero entonces. si ser viejo es sinónimo de la vejez más deteriorada. con el escucharlos como sujetos? En nuestras investigaciones. que tiene lugar alrededor de los ochenta años. como todos sabemos. cuando preguntamos a los entrevistados cuándo considerarían que una persona es vieja y cómo la caracterizarían. pues de lo contrario se convierte en la práctica en una generalización prejuiciosa que no tiene en cuenta que. En tér minos generales. Pareciera que los gerontólogos estuviéra mos ante una cuestión muy compleja. pues las características de los viejos-viejos se corresponden con los mayores de ochenta y cinco años (la vejez más vulnerable). entonces ¿por qué no escuchamos a “los viejos”? ¿Por qué no combina mos el tomarlos como objeto de estudio. “entregarse”. la contestación habitual apunta a la idea de “sentirse viejo”. Pero esto es así sólo a nivel estadístico. Un ser humano.pude adoptar un distinto enfoque. En el orden social: uno mis mo o los demás. . como persona. más allá de la edad que tenga. Quizás sea esto lo que fundamente que en el marco de las “Primeras Jornadas sobre el Plan Nacional de Ancianidad (“El Plan de los Mayores 1996 2000”). en el sentido de que parecería confirmar el prejuicio generalizado de asimilar vejez a patología y de que se rechazaría la condición de viejo. Nos está diciendo. Se puede hablar de “viejo” en el ser humano en referencia a los aspectos biológicos y a los aspectos sociales. a poco de reflexionar y de contrastar estas respuestas con otras de esos mismos sujetos de sentido contrario . En lo biológico: los órganos.. debemos re mitirnos a la dimensión psíquica de la vejez.. el organismo envejece y se deteriora. los adultos mayores en su totalidad”.. a cualquier edad que sea. Hay marcas biológicas y marcas sociales de la vejez. Pero. por hacerla sinóni mo de todo lo negativo. una de las conclusiones a las que arriba la Comisión de Mayores plantea: “En cuanto a los destinatarios de estas políticas. rescatando lo que ya planteaba en 1994 (Zarebski G.Mi primera interpretación fue la que se suele hacer en estos casos. nos consideran viejos para determinada actividad. 199 4) y que me parece puede aportar una interpretación distinta a esta cuestión.pues por otro lado manifestaban una buena disposición a la vejez . no me recorte. Es un ser humano. no consiste sólo en un cuerpo o en un rol social o familiar. en su ma. a quienes preferimos llamar „adultos mayores‟ por su sola condición de Seres Hu manos y el respeto que merecen como tal. Para poder entender por qué “los viejos” rechazan que se los defina así (aunque no rechacen el ser viejos). determinado ambiente. son natural mente los ancianos. es mucho más que eso. véame como un ser humano antes que nada. las funciones. Pero cuando uno no acepta que se lo defina como “viejo” es muy probable que nos esté diciendo que él.. cuando nos dirigimos a él como “viejo”: no se dirija en mí a mi aspecto o a mi ubicación social. La cuestión radica entonces. por mantener despierto a ese niño que se lleva adentro. Reconoce mos nuestra condición temporal cuando nos detene mos a evaluar. desde su percepción interior.que consiste en ir metabolizando esas marcas. a medir. Está hablando “desde adentro de sí”. Cuando una persona mayor afirma que se considera joven no está hablando desde su cuerpo o desde las categorías sociales. lo cual no se contradice. un niño más sabio cada vez. salvo en algunos casos. Estas consideraciones confirman los resultados de la investigación realizada por E. A través de las marcas en su cuerpo y desde su ubicación social. la gran cantidad de respuestas de los que se consideraban “jóvenes”. en que sea un ca mino fácil de recorrer ida y vuelta y no un camino vedado. Lo que sí se da a nivel psíquico es precisamente la realización de este trabajo -el trabajo psíquico del envejecer. a comparar. uno se olvidaría de la finitud. en lo que hace a sus funda mentos. Poder aceptar que uno se siente joven. Tal es así que tuvieron que agregar esta categoría. que es a lo que quizás se dirige la mirada del investigador o del teórico. Lo crucial para un buen envejecer. Mientras vivi mos. al mis mo tiempo que se lucha por sostener las esencias propias. consiste en poder sobrellevar la discordancia entre lo que se es y lo que se parece. Precisamente. Si no fuera por esa discordancia. una persona vieja. desde el psiquismo inconciente. Resultó sorprendente. es la de sentirse una persona mayor y la menos frecuente. según ella. la vejez no existe. Cotidianamente podemos comprobar que la única deno minación que no . en su esencia. el ser humano reconoce que envejece. Muchinik (1984). pero que el cuerpo envejece. la respuesta mayoritaria en esta última investigación. en el interjuego entre el núcleo atemporal y el registro de la temporalidad.Lo biológico y lo social actúan como receptores de la temporalidad. es atemporal. con su reconoci miento de tener muchos años. Pero en su núcleo. no nos permitimos decirle a nadie “abuelo”. por no estar dispuesto a cambiar y a seguir luchando. Siempre que uno se siente viejo (cualquiera sea la edad que se tenga) se refiere a “estar entregado”. Desde el punto de vista psíquico. Porque. Lo que los mayores defienden es que se acepte la discordancia entre que se saben viejos pero no se definen como viejos. de “adultos mayores”. Y no es necesariamente porque se piense que todos los viejos están así. a partir de la aceptación de ser llamado “viejo”. Lo que rechazan es que se los ubique en una categoría distinta a la de “adultos”. si nos referimos a la condición de abuelidad. aunque se sepan mayores. . a los “abuelos”. la vivencia de sentirse viejo. El resultado de esta combinatoria nunca será una definición absoluta: serlo o no serlo. de “gente grande”. es absolutamente relativa a cada uno y sus circunstancias: en qué mo mento vital. sino también por la connotación que posee a nivel vivencial el sentirse viejo. por ejemplo. Los profesionales nos desubicamos cuando hablamos desde la teoría rígida.ofrece conflicto es la que se refiere a su condición de “mayores”. Se puede ser viejo para algunas cosas pero no para otras. Hasta se da al caso de que expresemos el prejuicio a la inversa. en relación con qué o para qué. no siempre por el contenido despectivo que se le pueda dar social mente a la palabra. No es siempre por prejuicio. Dependerá del contexto y los fines con que se utilice: nos referiremos a los “jubilados” si nos re mitimos a su condición previsional. ser viejos en edad. lo que se aparenta y lo que se es. “sin ilusiones”. Rechazan que se los defina como viejos. Se puede serlo sin sentirlo y sentirlo sin serlo. Esto confir ma que no niegan tener muchos años. de estar viejo. Esta es la particularidad de la vejez en el ser humano porque es la particularidad del ser humano: la discordancia entre lo que se siente. ¿qué es lo que psicológicamente se entiende por ser viejo? Perder la capacidad de curiosidad y de aso mbro. “sin áni mo”. de “gente mayor”. la cuestión fracasa si se pretende que se pierda el miedo a la vejez. porque no se sienten viejos. cuando. Por eso. En realidad. Por eso me co mplace comprobar que. Esto a menudo existe más en un hombre de cincuenta años. Sigo pensando que los profesionales tenemos mucho que aprender de la sabiduría del hombre co mún que “sabe” envejecer. el envejecer. Debemos. Los años arrugan la piel. Nadie envejece por haber vivido un número determinado de años. Una campaña de prevención hacia un envejecer normal deberá poner énfasis en la posibilidad de que se acepte el paso del tie mpo. por más vueltas que les demos a las cosas -vueltas válidas y necesarias teórica y clínicamente. que la llamen “señora Pepa”. Sólo se envejece cuando se abandonan los ideales. sólo si se logra esto último. Aceptar el ciclo vital y la finitud... tan viejo co mo su temor. Juventud significa el predominio del valor sobre la timidez en el carácter. Porque al señor Juan le gusta que lo llamen “señor Juan”. Tan joven como su esperanza.La cuestión es más sencilla de lo que parece. pero sólo el abandono del entusiasmo arruga el al ma. tan viejo co mo su duda. Más que partir de una “verdad revelada” debe mos ocuparnos de entenderlo. aprendiendo y disponiéndose a cambiar. de descifrar sus fórmulas. asi mismo. se consigue lo pri mero.. rescatar el saber de los poetas y de las grandes obras de la literatura en referencia al tema. Del apetito de la aventura. que en uno de veinte.arribo por fin a lo que fue mi punto de partida: La juventud no es una época de la vida.. al mismo tie mpo que se mantiene un espíritu joven. tan viejo co mo su desesperación. Y a la señora Pepa. para poder ayudar a quienes carecen de esa sabiduría “natural”. Uno es tan joven co mo su fe. es un estado de ánimo. sobre el a mor al ocio. poder sobrellevar los achaques y adaptarse a ellos activamente. de traducirlas a los mecanismos psíquicos. Tan joven como la confianza en sí mis mo. . 1984. 1994. entonces uno es viejo. Bs. La vejez ¿es una caída?.: “Psychological aspects of aging and illness”. Salvarezza L. As. As.. 1982.En el sitio central del corazón. Zarebski G. Pero cuando el corazón se cubre con las nieves del egoísmo y el hielo del pesimis mo..: Psicogeriatría. Ed. Teoría y clínica. etc. Strejilevich M. Bs. aunque tenga veinte años. Academy of Psychosomatic Medicine. se torna viejo. Paidós. Ed. alegría. Mientras tenga flores. Bs. Neugarten B. 1990. Ed. “Obstáculos para el desarrollo de la asistencia psicogeriátrica en América Latina”. Hacia una nueva imagen de la vejez. En ese caso. cualquiera es joven. Chicago.. As. 1919. . se lla ma “amor”. de Belgrano. hay un árbol siempre floreciente. Dios tenga piedad de esa al ma. grandeza. Ed. Frank Crane REFERENCIAS B IBLIOGRÁFICAS Muchinik E. 1988. esperanza. el corazón es joven. en: Temas de Psicogeriatría. Si muere. As. Bs. Mientras se reciban mensajes de belleza. Tekné. Simposio Clinical Issues in Geriatric Psychiatry.
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