Ladaria - Gracia y Pecado Original

March 28, 2018 | Author: tomasXti | Category: Divine Grace, Baptism, Christ (Title), Original Sin, Sin


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Perfil teológico del nuevo Secretario de Doctrina de la FeUna interesante reseña bibliográfica nos adelanta el perfil teológico del nuevo Secretario para la Congregación de la Doctrina de la Fe, P. Luis F. Ladaria, S.J.. La recensión ha sido tomada del sitio Opus Libros. No suscribimos necesariamente la opinión del crítico, pero nos parece interesante el contraste que realiza, con solvencia teológica, mesura y ecuanimidad, entre la doctrina clásica y algunos puntos doctrinales que el P. Ladaria sostiene en su manual sobre el pecado original y la gracia, editado por BAC en 1993. Tampoco tenemos una actualización de su pensamiento teológico, de modo que algunas de sus opiniones pudieran haber variado en los 15 años que lleva el libro publicado. LADARIA, Luis F. Teología del pecado original y de la gracia BAC, Serie "Sapientia Fidei" n. 1, Madrid 1993, 315 pp. I. VISIÓN DE CONJUNTO El libro es uno de los varios manuales de teología recientemente editados en España. Particularmente en torno al pecado original se echaban en falta intentos modernos de sistematización. En este sentido el trabajo es un producto pionero, que se pronuncia sobre cuestiones en torno a las cuales ha habido bastante debate teológico en las últimas décadas. En parte por esto, contiene a la vez aportaciones valiosas y aspectos discutibles, como se verá con más detalle. A. Contenido y estructura La obra une los tratados sobre el pecado original y la gracia. La intención de fondo es hacer un tratamiento unitario de estos dos grandes misterios: opción teológicamente legítima, y pedagógicamente útil. De todas maneras, tal como están redactadas, las dos partes pueden estudiarse con cierta independencia. Esto tiene sus ventajas, porque cada una de ellas probablemente merece una valoración diversa. B. Metodología El autor emplea habitualmente un procedimiento moderno, válido para la teología, y —en abstracto, como método— instructivo para el alumno: primero, análisis de los datos bíblicos; después, estudio de la historia del desarrollo del dogma: padres, teología posterior, intervenciones magisteriales; y finalmente, intento de síntesis doctrinal. II. OBSERVACIONES PARTICULARES A continuación se hacen algunas observaciones concretas, siguiendo el orden de temas del libro. Capítulo I: La cuestión de lo sobrenatural (1) El autor argumenta que el hombre fue de hecho creado por Dios para un único fin último, sobrenatural: la comunión con la Trinidad. Esta idea es valiosa; sin embargo, algunos matices Esta interpretación es igualmente discutible: cfr. Tomás y de los pensadores que lo siguieron". Tomás responsable de la división que se produjo entre la idea de la función de Cristo como Redentor y la de su función como recapitulador (cfr. 42). en su total dependencia y diversidad respecto del Creador. SAYÉS a K. Const. RAHNER. 11. no es la única dentro del campo católico. Madrid 1964. como quiera que opinan que Dios no puede crear seres intelectuales sin ordenarlos y llamarlos a la visión beatífica" (DZ 2318). RAHNER. pp. legítima. al leer el libro. Tomás de Aquino. desaparecen de la definición del hombre" (p. A. libertad = capacidad para adherirse al bien. (5) También el autor hace a Sto. p. cap. en Estructuras y método en la suma teológica de Sto. no unánimemente sostenida. pero conviene saber que hay una opción teológica detrás de este procedimiento. Hay que tener presente que el concepto rahneriano encierra en sí el peligro de desembocar en la tesis de que todo hombre es "cristiano anónimo" (cfr. la crítica de J. p. G. 7. pp. Deja de lado el esquema sobrenaturaleza/naturaleza. como consecuencia del rechazo de la hipótesis de la naturaleza pura. 12. 5. donde se valora de forma más matizada la mente de Sto. LAFONT. en la separación que se produjo históricamente entre las nociones de lo sobrenatural y lo natural. no puede nunca llegar a Dios con sus fuerzas" (p. Conc. (4) Al hablar del papel que jugó el "pensamiento de Sto. 9). pp. en Antropología del hombre caído. no elevado. p. 330-333.2 añadidos por el autor son más bien opinión teológica. Tomás tuvo tal papel en la evolución de la doctrina teológica acerca de lo sobrenatural (cfr. 50) o como un general "poder recibir la filiación divina" (cfr. (2) También. Pío XII en la Encíclica Humani Generis se limita a dar una advertencia concreta: "Otros desvirtúan el concepto de 'gratuidad' del orden sobrenatural. el autor llega a sustituir el contenido del término "naturaleza" por "condición criatural" (cfr. IV): "Esta criatura. el libro hace un juicio simplista: "La referencia a Dios y la llamada a la comunión con él. Dei Filius. En efecto. Tal postura. que K. RAHNER una categoría discutida: la del "existencial sobrenatural". cuya esencia sin embargo coincida con las dimensiones esenciales del hombre tal como lo conocemos: inteligencia = connaturalidad con la verdad. Tomás acerca de la cuestión. para algunos autores católicos es concebible y creable un modo de ser. tener presente que el autor excluye metódicamente la opción que acabamos de apuntar. y maneja el binomio criatural/supracriatural. SAYÉS. 26. 427-429). 12-13 y 24 el autor acepta de K. 24). la diversa interpretación de J. sólo así se entienden bien las formulaciones que a primera vista suenan como negación de la capacidad del hombre para conocer a Dios de modo natural (cfr. Es discutible si Sto. 25. el autor afirma que hay que prescindir de la categoría teológica de la naturaleza pura. 25). . en La gracia de Cristo. En particular.ej. (3) En las pp. El Magisterio no ha zanjado esta cuestión. por tanto menos discutible. pp. Vaticano I. En el presente libro se emplea la categoría en sentido más genérico. Sería útil. 4. sus designios concretos sobre nosotros. Las afirmaciones siguen siendo válidas. 12-13). A. Rialp. En la parte del estudio histórico del dogma. sino "virtual". Como se ve. El autor emplea este ejemplo aislado para apoyar su tesis: "No hay que imaginar un estado de felicidad perfecta" (p. Pasemos ahora a las observaciones a secciones particulares. efectivamente. de una humanidad y un mundo sin pecado" (p. sino más bien a la mera posibilidad que Dios ofreció al hombre de conseguir la plenitud (de comunión con El) en la obediencia y el servicio (cfr. 52). se entiende mejor si es considerado como el lado abismal de un claroscuro. Ireneo (cfr. 53). en este sentido. o por cuánto tiempo fue una realidad efectiva" (p. "Elevación".. "La imagen de paraíso nos remite al fin de la historia" (p. tiene sabor paulino. 37). el autor defiende la tesis de que el paraíso no se refiere a una histórica elevación inicial de la humanidad. Elevación en general (1) El autor pone en entredicho la idea de una elevación sobrenatural que tuvo lugar de hecho en la historia humana: "Debemos eliminar también aquellas representaciones que. donde la economía de la gracia goza de mayor peso. p. cómo. a pesar de que la preponderante mayoría de los Padres han hecho una exégesis del relato de Gén 2-3 en el sentido de una elevación histórica del hombre. la Tradición y el Magisterio. Tampoco tiene sentido preguntarnos si este estado original fue de hecho. Sin embargo. "Todo ello (conjunto de elementos plenificadores del hombre) se ha proyectado en los orígenes" (p. al hacer una exégesis del relato de Gen 2-3. 51). (1) El autor hace un esfuerzo —acertado— por subrayar el cristocentrismo de la antropología. Capítulo II: Elevación sobrenatural A. En primer lugar. sino más bien a la: "posibilidad (real). que se presta a una interpretación escatológica de la figura del paraíso. equivale no a una concesión de facto de dotes sobrenaturales y preternaturales. El autor deriva esta postura a partir de una manera particular de interpretar la Biblia. se trata de una elevación. con la exaltación de los comienzos.. y es un enfoque bueno. y secundariamente de Adán. 38). Estas afirmaciones se pueden entender bien: en el sentido de que cualquier elevación intrahistórica sólo alcanza plenitud en la escatología. p. el autor se detiene a exponer sobre todo la exégesis de S. 50). 44). las mismas expresiones . considerar al hombre bajo la luz primordial de Cristo. De hecho.3 PRIMERA PARTE: PECADO ORIGINAL Las grandes tesis: Trataremos primero de exponer y valorar las tesis globales del autor. no real o actual. (2) También es válido el acento que pone la obra en la importancia de la gracia sobre el pecado: este. den la impresión de que Cristo no ha podido devolvernos todo lo que en Adán perdimos. 399). y (después de la primera desobediencia) "Adán y Eva pierden inmediatamente la gracia de la santidad original" (n. tal accesibilidad de la vida íntima de Dios. difícilmente tiene cabida la idea de un estadio pretérito de la humanidad superior a estadios posteriores. pp. 42). es ya una "elevación": "El hombre ha sido llamado desde el comienzo de su existencia a la comunión con Dios. Salamanca 1972). 41). la justicia y la santidad le han sido ofrecidas antes de toda posible decisión personal" (p. 194-195).. 42) "Toda la historia es el camino hacia la amistad plena con Dios que arranca de la llamada primera. "En la oferta inicial que Dios hace de su gracia está lo decisivo de la doctrina del estado original" (p. Pablo VI. la discusión de SAYÉS.. . DE CHARDIN. Es significativo que el Cap. sino su mera oferta por parte de Dios. 1. El Catecismo de la Iglesia Católica afirma: "Dios creó al hombre a su imagen y lo estableció en su amistad" (n. no un hecho realmente sucedido. Lo fundamental es retener que la amistad con Dios. 44). (Esta tendencia es compartida por varios autores modernos: por ejemplo. "No es especialmente importante para nosotros averiguar si el hombre aceptó en obediencia esta oferta de gracia en un primer momento o no. impregnada de una visión evolucionista globalizante. J. 41). El hombre bajo el signo de pecado. FLICK y Z. "La consideración cristológica nos puede guardar de ensalzar indebidamente la situación del hombre en los comienzos de la historia" (p. ALSZEGHY. Para el autor. RUIZ DE LA PEÑA. esp. es decir. dijo: "la quale disobbedienza non dovrà pensarsi come se non avesse fatto perdere ad Adamo la santità e giustizia in cui fu costituito" (AAS 58 (1966) 654). Gracia/santidad original (1) Como ya se ha indicado de manera más general arriba. 396). No se ve cómo esta postura se pueda compaginar con las afirmaciones de los concilios de Cartago.4 pueden conducir a la impresión de que el estado inicial de elevación fue sólo una promesa. que hablan de una "pérdida" de la santidad y justicia (cfr. ¿Habrá aquí una influencia de las teorías de T. Santander 1991. 41). tal vocación del hombre a lo sobrenatural. II de la Primera Parte lleve como título: "La oferta original de la gracia: el 'estado original' y el paraíso". según las cuales existe un proceso unitario cósmico que culmina en Cristo?: bajo tal perspectiva. II Orange. si su primer acto libre fue o no el pecado. 188-9. en su discurso a los participantes del Simposio sobre el pecado original (11-VII-1966). en Antropología del hombre caído." (p. "No tenemos ninguna base para pensar que haya existido en algún momento sin estar llamado a la comunión con Dios" (p. y Trento. 43). "El paraíso fue un comienzo que el pecado frustró definitivamente" (p. El don de Dios.. M. La primera palabra de Dios sobre el hombre es el ofrecimiento de su amor y de su gracia" (p. el autor defiende no la concesión real de una santidad original. 405. a) Inmortalidad (1) El autor se esfuerza por subrayar la mutua relación entre dos realidades humanas: la muerte física y el pecado (que es la muerte del alma). b) Integridad (1) En la p. RAHNER de la concupiscencia. nota 30). en cuanto es la muerte humana. 46-7).5 El autor acierta al señalar que la vocación en sí es aspecto inseparable —fundamental— de la elevación sobrenatural de nuestros primeros padres. El Catecismo ha seguido utilizando el término en este sentido.. POZO de esta postura teológica. y afirma un agraciamiento realmente concedido por Dios a los hombres en los albores de la historia 2. Dones preternaturales El autor intenta una reformulación de los "dones preternaturales". los nn. como también las consecuencias de la desobediencia de nuestros primeros padres: la entrada de la muerte. (2) Hoy día dentro del campo católico se barajan tres interpretaciones del don de inmortalidad: (a) como posse non mori (postura clásica). porque quita a la concupiscencia el carácter negativo que le asignan la tradición y el Magisterio. la concupiscencia siempre ha connotado una negatividad. 46) que los documentos magisteriales emplean una exégesis más literal del relato genesíaco. Sin embargo interpretar la inmortalidad simplemente como muerte-sin-tragedia. y hablan de una inmortalidad en sentido literal. Afirma: "Naturalmente. queda en entredicho el sentido de la denominación clásica de dones "preternaturales". (c) como un estar abocado a morir. sostenida por autores anteriores. Capítulo III: El pecado original . Es válido el subrayar cierto carácter contra naturam de la muerte tal como los hombres la experimentamos actualmente. negativo: cfr. 51. En efecto. análoga a la que hace con la "elevación" y "santidad original". significa también la armonía del hombre consigo mismo y con la naturaleza. dador de Vida... la gracia. p.. De esta manera describe profundamente el designio único de Dios. en El Credo del Pueblo de Dios. es discutible: cfr. Aunque el autor reconoce (cfr. 138. de la que somos conscientes y que experimentamos como una agresión a nuestro ser más íntimo" (pp. Así. En este sentido mantiene su valor la enseñanza tradicional" (p. en cuanto que supone debilidad en el hombre para obrar el bien y atracción arduamente superable hacia el mal.. la crítica que hace C. pero sin las notas trágicas o desgarradoras que la muerte actualmente reviste. tanto en sentido físico como moral: en sentido global. p. (b) (variante de la primera) como un estar destinado a una transformación gloriosa directamente después de la vida terrena. interpretación que ha sido criticada por su "neutralidad". Pero ¿afirmar esto es suficiente? La enseñanza cristiana —como hemos visto arriba— va más allá. como una dimensión de la separación del ser humano de la Fuente de la Vida. Más bien hay que poner de relieve cómo la armonía en las relaciones con Dios. en la línea de pensamiento en que nos movemos. 49 el autor adopta una interpretación teológica de K. la muerte física aparece ligada al pecado. él mismo se decanta por la tercera posibilidad: "Nuestra muerte corporal es fruto del pecado.. 2515. 1264. como consecuencia de la ruptura de la comunicación de amor y de bien que de hecho se ha producido en la historia" (p. Pecado original originado Observaciones generales: (1) Esta parte es correcta en su conjunto. caída). la de "privación" (cfr. En rigor. . Las categorías de la solidaridad y de la capitalidad. ALSZEGHY. emplea una categoría preferida del Magisterio. sin embargo. 64). 51 no contiene una enseñanza acerca del pecado original en los niños: "No se trata de buscar en este texto (Ps 51. aplicadas a Cristo en primer lugar y luego a Adán. en la gracia y en el pecado. sólo a partir de ahí podemos reflexionar válidamente sobre lo que el relato significa.. (si nos fijásemos sólo en el criterio subjetivo: "lo que para nosotros significa". 394-6. Pecado original originante (1) El autor desea evitar una interpretación excesivamente literalista del relato de la caída. pp. 398-405. 115). sino de entender lo que para nosotros significa" (p. 7) la doctrina del pecado original de los niños" (p. es necesario primero dilucidar si algunos hechos realmente tuvieron lugar (elevación. la formulación de esta actitud metodológica —en sí válida— no es muy feliz: "No se trata primariamente de averiguar lo que pasó. Esta opinión no es compartida por todos: cfr. "La 'mediación' de la gracia de Cristo. que el hombre hubiera podido recibir por el hecho de venir al mundo. Algunas observaciones a la sección sobre el pecado original originado: (1) El autor sostiene que el Ps. FLICK — Z. Catecismo de la Iglesia Católica. (3) En la p. nos faltaría una base sólida para la reflexión teológica) B. Los comienzos de la salvación. 404-405). (2) Otro aspecto valioso a retener es que el autor expone más profundamente (pp. La exposición que se ofrece en el libro —un tanto complicada— puede ser complementada o contrastada con la de M.. que encerrara el riesgo de perder de vista enseñanzas más esenciales. M. ha fallado" (p. El autor ofrece la siguiente definición del pecado original: "privación de la gracia querida por Dios. Los comienzos de la salvación. ALSZEGHY.. 76 dice el autor: "La gracia que Jesús ofrece está a disposición de todos. en el relato del Génesis. FLICK — Z. como tampoco la fuerza del pecado ejerce su poder al margen de la ratificación personal de cada uno". que lo consideran como texto que habla efectivamente de un pecado original hereditario. 56).108-111) el pecado original al enfocarlo desde la perspectiva de la solidaridad de los hombres en Cristo.6 A. permiten profundizar teológicamente en el misterio de la comunión de los hombres.. pero no hay un "automatismo" de la salvación. pp. 113). Como se puede ver. (2) Hay muchas interpretaciones de las expresiones de Rom 5. ALSZEGHY. "(. en la p.. 136. Es cierto. El Credo del Pueblo de Dios.. 162-173. (5) Es cierto que hoy día la exégesis católica y los documentos del Magisterio expresan la doctrina de la elevación y del pecado original con términos menos literalistas. pp. p.. La relación entre el dogma del pecado original y el monogenismo/poligenismo es una cuestión aún no definitivamente resuelta (de hecho el Catecismo de la Iglesia Católica ni siquiera trata este punto). 399. algunas expresiones del autor pueden llevar a una actitud demasiado historicista: "(.. pero tal vez convenga tener presente que el concilio..) representaciones. en la nota 166 hace notar que el consenso es "casi total" entre los autores católicos). Este "presuponer". (6) La cuestión del poligenismo.) distinguir (los aspectos esenciales del dogma) de lo que son representaciones o formulaciones contingentes del mismo. Esta apreciación no es exacta: cfr.. 107). sin embargo. C. en AAS 58 (1966) 654. también necesariamente (?) el primero). las indicaciones de Pío XII en Humani generis (Dz 2328). p. Sin embargo. podemos hacer una valoración de ciertas ideas —sobre todo metodológicas— expresadas por el autor. Antropología del hombre caído. 98. la vertiente magisterial de esta cuestión. SAYÉS. M... 99-100 se dice: "No hay que considerar que esta lectura e interpretación (que hace el canon 2 del concilio de Trento) de Rom 5. A la luz de las mínimas indicaciones que proporcionan la Escritura y el Magisterio. El alumno debe saber que la opinión expresada por el autor no es la única razonable. donde la teoría del poligenismo ha recibido una valoración más bien negativa: cfr. presuponen la perspectiva monogenista. FLICK — Z. así como los Padres y concilios anteriores.. POZO. 117. Los comienzos de la salvación. Dice. en primer lugar: "No se requiere tampoco el monogenismo para la explicación del pecado original" (p. A. debidas a contingencias históricas. de hecho caen bajo el poder del pecado.7 La frase es ambigua para el caso de los niños: éstos. al heredar el pecado original. Para tener una visión más completa de la actitud del teólogo ante los textos de los Padres y especialmente del Magisterio. que el concilio de Trento no quiso definir el monogenismo. y el discurso de Pablo VI a los participantes en el Simposio sobre el pecado original (11-VII-1966).. conviene leerse la sección I (El problema hermenéutico) del Capítulo V de J. ya antes de cualquier acto personal (tal vez el defecto de razonamiento aquí esté en querer establecer un paralelismo perfecto entre el misterio del pecado y el de la gracia: si el segundo requiere un sí. El autor no menciona. y que —a pesar del dato estadístico— el Magisterio se inclina —si bien prudentemente y no definitivamente— hacia una postura contraria. (4) En las pp. Es verdad que la opinión expresada por el autor es compartida por muchos teólogos hoy." (p. 12 sea definitivamente sancionada por el concilio". ¿no deberá también tener un peso a la hora de hacer una exégesis de los textos del concilio? . Afirma el autor. nota 131." (p. 106). . no se difumina necesariamente el posible papel de un Adán singular en la historia.) Otra afirmación del autor: "La teología se ha dado cuenta de que muchas de estas cuestiones (entre ellas los problemas del poligenismo o monogenismo) tienen un interés secundario para el dogma." (p. Pablo en su carta a los Romanos piensa en términos unipersonales cuando habla de Cristo y de Adán. que pueda existir cierto nexo entre esta cuestión y el dogma del pecado original. sin embargo. Tal interpretación es gratuita. pp. Afirma también el autor: "La humanidad no constituye en último término una unidad ante Dios porque todos descendamos de unos mismos antepasados.8 También dice el autor: "Esta solidaridad no se basa. 139-140. y que para su paralelismo Cristo/Adán es clave este hecho: "por un solo hombre entró el pecado en el mundo". Herder. .. por valiosas que en sí mismas puedan ser. Toda solidaridad en Adán. 263). Los misterios del cristianismo.. un Adán") es frecuente en muchos autores modernos (cfr. en efecto.. aunque el tema vuelve a aparecer en el tratado de la gracia. Barcelona 1964. a pesar del estado (no definitivo) de la cuestión. (2) el Magisterio ha estimado oportuno. por tanto. p. Ninguna de estas razones. Esto es cierto en el sentido de que es totalmente gratuita la adopción filial (y por tanto la fraternidad sobrenatural).. Esta se fundamenta sólo en la paternidad divina" (p. RONDET). y solamente de éste recibe su sentido" (pp. cabe preguntarse: ¿No se empobrece la noción de fraternidad sobrenatural. Para una breve valoración de la solidez teológica de la hipótesis de poligenismo. POZO. en el estado actual de los estudios teológicos. porque el pensamiento del autor tiene cierta unidad. y parece ajena a la mente de S. principalmente en el hecho de que todos nosotros tengamos un antepasado común. puede fundar la fraternidad entre los hombres. 126 del libro. I. 117-118). pero no un Adán") lo que es un paralelismo simétrico en Romanos ("un Cristo. las intervenciones ya citadas de Pío XII y de Pablo VI). cfr. Ofrece a la vez interesantes enfoques. si se le quita una fundamentación natural (en la descendencia humana)? ¿No sería más acorde con la economía sobrenatural que se erigiese la comunión fraterna sobre una ligazón natural entre generaciones humanas? (En cualquier caso se debe afirmar que. Está claro que S. Esta expresión es correcta: sin embargo no lleva automáticamente a una conclusión "exclusivista": es decir. El Credo del Pueblo de Dios.. un segundo plano en la doctrina cristiana. que cita a H. pero que convienen ser matizados. depende de Cristo. no está claro que la solidaridad en el pecado no pudiera estar fundamentada en una solidaridad en la naturaleza transmitida por un protoparente. Pablo.ej. 238 ss. Esto no quita... (7) Bautismo Tratamos del bautismo aquí. Cfr. 56). Sin embargo. dar algunas indicaciones que apuntan hacia un nexo entre el pecado original y la cuestión poligenista (cfr. La cuestión monogenismo/poligenismo ocupa. La tendencia a interpretar unilateralmente ("un Cristo. dado que: (1) tanto los Padres como los documentos magisteriales hablan del pecado original en términos monogenistas. la nota 180 de la p. la argumentación antigua pero buena de Scheeben. pp. al poner el acento en la capitalidad de Cristo. en la p. FLICK — Z. p. más fuerte que el pecado. además. y por tanto indican una práctica y fe que arrancan desde los comienzos del cristianismo. 1 ss. criticable. — El problema del limbo: Sobre esta cuestión no se ha pronunciado definitivamente la Iglesia. pp. pp. 78. El autor propone la teoría de la salvación final de todos los niños muertos sin el bautismo: "Si al niño le afecta. A. El autor basa su opinión teológica en la voluntad salvífica universal de Dios (cfr. III: cfr. cuyos rituales más antiguos (desde el principio del s. y en la eficacia universal de la redención de Cristo (cfr. 393-4. Historia de los Dogmas. su estudio de la doctrina de la patrística pre-agustiniana (cfr. la privación de la mediación de la gracia querida por Dios. A. 4-5 de la Instrucción de la SCDF sobre el bautismo de los niños (20-X-1980). olvida algunos pasajes del AT y NT que son posibles indicaciones de una fe bíblica antigua acerca del pecado en los niños. le afecta también la mediación de la gracia redentora de Cristo. directamente de los niños ni de su situación de pecado anterior a su opción personal" (p. y de la vida litúrgica de la Iglesia. y todavía con formulaciones que "no permiten reconocer una doctrina definida sobre la cuestión" (cfr. SAYÉS. como una "cuestión aparecida históricamente más tarde" (cfr. Madrid 1974. 32. 23 ss. cfr. Como ya hemos visto arriba.. aunque sea por caminos que sólo Él conoce" (p. J. por tanto. Hipólito. Tradición apostólica) mencionan el bautismo de los niños in remissionem peccatorum. Debemos pensar en una posibilidad de salvación de los niños muertos sin el bautismo.. hablan de un universal pecado congénito. p. II. 1545-9). (En relación con la interpretación de Tertuliano. 51. de hecho. SAYÉS en su Antropología del hombre caído. M. En el plano pastoral encierra el peligro de una minusvaloración del empeño secular de la Iglesia por ofrecer a todos los hombres la salvación a través del sacramento del bautismo. 122). 97: "(Tertuliano) confiesa que lo que los niños piden por el bautismo es el perdón de los pecados"). sería interesante contrastarla con este comentario de J. 79-86) da la impresión de que la doctrina de un pecado heredado por los niños y necesitado de purificación apareció gradualmente en la historia: fue en los tiempos de Tertuliano cuando se planteó explícitamente. tomados en conjunto. en Los comienzos de la salvación. que Job 14. Rom 8. IV/2: Bautismo y Confirmación. 82). 4 s). En primer lugar. El autor hace una referencia genérica acerca del tema del pecado original en los niños. También prescinde casi totalmente del testimonio de documentos epigráficos del s. La presentación que hace el autor del desarrollo doctrinal del bautismo es. 107 se encuentra una afirmación parecida). de modo muy real. 1 Tim 2. en la parte bíblica de Antropología del hombre caído: sostiene igualmente que diversos pasajes del AT y del NT. como ya se ha dicho.). (Para una más completa exposición de la doctrina en la antigüedad. cfr. también B.. p. que GS 22 cita). Este modo de presentar la historia de la fe acerca del pecado y bautismo de los niños no es exacta.9 — Bautismo de niños: Dice el autor: "(En la enseñanza bíblica en general) no se nos habla. opinan de forma distinta con respecto al Ps. NEUNHEUSER. pp.. 107). en AAS 72 (1980) 1137-1156 (traducción castellana en Ecclesia 13-X-1980. podría tener un valor probativo semejante: cfr. pp. Consideran. los nn. . BAC. ALSZEGHY. 13: "Mediante su doctrina y su praxis. El autor interpreta las advertencias de la SCDF en el siguiente sentido: "Las formulaciones son prudentes. Como se ve.. pero en ningún modo restrictivas" (p. llanamente. nota 169).. -24 habla de "grados" de disposición de los sujetos. señalando la importancia —en el caso de los adultos— de las disposiciones subjetivas: la acción transformadora de Dios también cuenta con la buena disposición del sujeto para producir efectivamente una transformación de su vida a partir del momento bautismal. Siguiendo este principio. el autor pretende añadir un matiz a la doctrina tradicional del efecto ex opere operato del bautismo. no se remite el reato del pecado original. c. también en la p. La tesis.... o también si afirma que no se destruye todo aquello que tiene verdadera y propia razón de pecado"). Sencillamente no sabemos con seguridad qué pasa.. 121).. que anatematiza. ¿se es o no se es limpiado de toda mancha de pecado después del bautismo? Parece más acertado —menos ambiguo— hablar de justificación o purificación bautismal en sentido unívoco y absoluto. condenado.) queda radicalmente frustrado.10 Para valorar adecuadamente esta propuesta —sin rechazarla necesariamente— es importante tener en cuenta el documento de la SCDF sobre el bautismo de los niños citado arriba.. "si alguno dice que.. por la gracia. el niño no bautizado o es salvado. se ha de emplear con mesura).. 122. el Decreto sobre el pecado original. 129. la Iglesia ha enseñado que no conoce otro medio que el bautismo para asegurar a los niños la entrada en la bienaventuranza eterna. no lleva necesariamente a esta única conclusión: "(. y por eso la Iglesia en su praxis va a por lo más seguro. en particular el n. tal como lo hace Trento (cfr. según el autor. en modo de eliminar en el justificado todo resquicio de 'pecado'" (p. de modo análogo la gracia ha de "ratificarse" con un acto voluntario del adulto. (En el fondo. la Iglesia no puede hacer más que confiarlos a la misericordia de Dios". Por tanto. A tal afirmación se le podría objetar que la exclusión de la comunión intratrinitaria. o es. Respecto a los niños muertos sin haber recibido el bautismo. La postura del autor se comprende a la luz de una de sus tesis básicas: la única vocación del hombre es la sobrenatural. sin que pueda venir en su ayuda una 'felicidad natural' supletoria" (p. 5 (Dz 792). si bien implica una no-plenificación. dando urgencia pastoral al bautismo de los niños. si bien tiene sentido. queda radicalmente frustrado" (p. "quien no alcanza la comunión con Dios en Cristo. de la "intensidad de la respuesta" del justificado. SEGUNDA PARTE: GRACIA . que se confiere en el bautismo. 121). Pero. aquí el autor vuelve a emplear la tesis de que debe de haber un estricto paralelismo entre el misterio del pecado y el de la gracia: el pecado original se "ratifica" personalmente al cometerse pecados personales. — Bautismo de adultos: El autor expresa una idea interesante pero ambigua: "Nos podemos preguntar si en todo caso la aceptación de la gracia y la cooperación a la misma ha de ser completa. de "puntos oscuros" que quedan en el bautizado). ej. p. nueva creación. cfr. divinización. Observaciones a secciones particulares Preliminares . Ofrece una luz para entender mejor categorías bíblicas que son básicas para el tratado de la gracia..ej. Ramírez. Permite recuperar aspectos importantes del misterio que en tratados más antiguo quedaban en un segundo plano. La opción hecha por el autor parece acertada. 110 de la I-II de la Suma Teológica. Introducción a la q.. (2) El autor entiende la "justicia" y la "gracia" como términos primariamente aplicados a Dios. 715-716). Esta interpretación parece suficientemente legitimada por los resultados de la exégesis bíblica. y la inhabitación como consecuencia (cfr. se entienden bien las siguientes afirmaciones del autor: "No es una realidad creada la causante de nuestra plenificación. luego. el cuadro en la p.11 Observaciones generales Las grandes tesis: (1) El tratado distingue entre gracia increada —Dios trino que establece su morada en el hombre — y gracia creada —efecto transformador/divinizador de la presencia divina en el hombre—.. 1956. que tiene sus efectos de salvación en el hombre" (p. el favor de Dios manifestado en Cristo.. justificación. esp. p.. es decir. el antiguo tratado sobre el organismo sobrenatural (cfr. infusión de virtudes y dones). 714). sino Dios mismo presente en nosotros en su Espíritu Santo que nos une a Jesús para que por Él podamos tener acceso al Padre" (p.ej. Por supuesto la reorganización ha hecho que quedasen en segundo plano temas a los que otros tratados daban más espacio. Tal estructuración puede calificarse de novedosa. 183). 1956. Ramírez. incluso más bíblica. Más prominentemente. 262. 110 de la I-II de la Suma Teológica. BAC Madrid. (3) En base a las dos ideas de arriba. donde se refiere a Jesucristo mismo como gracia. tres dimensiones del misterio: justificación. aunque contrasta con posturas más antiguas. que solían considerar primero la gracia santificante (creada). filiación divina. pp. y sólo derivadamente o secundariamente al hombre. esp. Introducción a la q. se llega a la siguiente definición de la gracia. don primario de Dios a los hombres). Estructura del tratado: (1) El autor estructura el tratado sobre la gracia en cuatro apartados: Noción de la gracia. que puede servir como punto de referencia para otras afirmaciones del autor: "(. S. Está idea es legítima y acertada. 12 y. y además válida e interesante. 46-148. p. partiendo de un estudio bíblico-histórico. S. BAC Madrid. sostiene que lo que prima ontológicamente es la gracia increada: es ésta la que fundamenta la gracia creada y los otros efectos (filiación divina. también pp. Dentro de la perspectiva que acabamos de describir..) la 'gracia'. Capítulo IV: La noción de gracia (1) La parte bíblica esta particularmente bien hecha (2) Hace el autor en la p. si bien es aceptable (hace eco de un texto de LG 16). aunque quizá requiera más investigación antes de ser definitiva: asigna a Pelagio la tendencia. se corre el riesgo del reduccionismo o de una simplificación: en el presente caso. idea muy importante. sino también — dentro de esta personalidad— la fuerte relacionalidad de la nueva criatura. bajo cuya luz habría que ver más bien un progresivo enriquecimiento de matices y sentidos (no eliminación: acumulación). Capítulo VI: La gracia como filiación La gracia es presentada como participación en la filiación del hijo. y —en consecuencia— lo importante que es la tarea misionera de la Iglesia. el autor interpreta la "fe" en Trento como asentimiento intelectual: por tanto. Recalca así no sólo la personalidad. pero no aduce suficientes pruebas para justificar esta conclusión. J. A. 123) hace una valoración más benigna de la postura de S. 162 una observación interesante. y por eso subrayó fuertemente el carácter no-seguro de la salvación. (2) En la p. pp.12 (1) En la p. p. SAYÉS interpreta más matizadamente a Trento en este punto: cfr. la de plantearse una exclusión. La gracia de Cristo. El autor subraya que el cristiano "agraciado" pasa por una configuración o identificación con la Segunda Persona. como una categoría que incluye poco la dimensión de entrega existencial total en el amor y en la esperanza. al hablar de escritos del período postexílico. SAYÉS (Antropología del hombre caído. Cabe hacer aquí una observación metodológica: al insistir en cierta evolución de la doctrina bíblica. 159 y 245. J. 136 la exposición de la posibilidad del encuentro de los hombres con Dios y su gracia fuera de la Iglesia. 214. en textos bíblicos posteriores. aunque cabe hacer las siguientes observaciones (1) En la p. Agustín. se corre el riesgo de minusvalorar el Bautismo y la pertenencia a la Iglesia como medios de salvación. . Si se pierde este matiz. el autor dice que "la justicia ya no es la noción integral que abarca toda la relación con Dios". A. Este modo de enfocar los textos bíblicos no respeta perfectamente el principio de la analogía bíblica. 161 nota 88. de sentidos presentes en libros anteriores. de considerar la gracia preferentemente bajo el aspecto de adiutorium (3) Predestinación En la p. que es una Relación (= ser Hijo). que luego se generalizó. carece de un matiz que prudentemente pone LG 16 (in fine): lo arduo que es en la práctica hallar la verdad y seguirla. al recordar que sus textos están situados en un contexto polémico con los pelagianos: el Obispo de Hipona tuvo que combatir la excesiva actitud confiada de éstos en relación a la salvación. el autor afirma que con la doctrina de Agustín "se limita la voluntad salvífica de Dios". Capítulo V: La gracia como justificación El tratamiento bíblico es correcto. 188. con cierto éxito. distinta de la clásica (2) Las virtudes Aunque se trata más bien de una cuestión terminológica. convendrá contrastar algunos aspectos con obras de otros autores. ILLANES. una exposición de la gracia actual y del mérito. Valor científico (1) La mayoría de las veces. Las aportaciones nuevas enriquecen la exposición de la doctrina. III. muchas de ellas recientes: esto hace que la obra tenga gran actualidad. y pronunciamientos del Magisterio contiene en ocasiones interpretaciones discutibles.ej. L. (Por estos motivos. a pesar de que conoce bien las discusiones acerca de temas concretos: ofrece interpretaciones de la . no del todo consciente. operativos estables = virtudes). Este modo de hablar puede ser consecuencia. pero algunas de las ideas recogidas son discutibles. 290-295). 44-53. También la exposición sistemática ofrece a veces puntos luminosos y oscuros. e incorpora posturas discutidas de diversos autores sin demasiada crítica. de replantear el concepto de naturaleza: se relega a un segundo plano la analogía clásica entre la gracia y la naturaleza (= principio específico de operaciones). No parece acertada esta valoración histórica: el proceso reductivo del ideal cristiano arranca mucho antes. (3) En ocasiones el autor emplea una metodología de teología positiva no del todo equilibrada. el estudio del dato bíblico es acertado. El estudio histórico de Padres. y da al lector más formado una idea de las tendencias de obras recientes: pero se limita a hacer una exposición de las obras y no una valoración). CONCLUSIONES A. 295). las que se señalan en el apartado IV). (Es significativo el ensayo bibliográfico con que comienza el libro. El autor emprende. Rialp. p. Mérito. teólogos. (Con esto no excluye necesariamente la idea de la virtud como hábito operativo infundido por Dios con la gracia). al haber condenado este concilio la idea protestante de que se puede conocer con certeza el propio estado de gracia: "A partir de este momento la teología católica fue cada vez más reacia a admitir la experiencia de Dios y de la gracia en el común de los cristianos" (p. Es más exactamente descrito junto con sus causas históricas en J. Mundo y santidad.13 Capítulo VII: La gracia como recreación (1) Gracia actual. es bueno tener presente que el autor utiliza frecuentemente el término "actitud" al hablar de las virtudes sobrenaturales (pp. Madrid 1984. (3) La experiencia de la gracia El autor valora con cierta negatividad el influjo del concilio de Trento. que veía por tanto al justificado como un organismo sobrenatural con hábitos infusos (entitativo = gracia. El autor tiene cierta tendencia al eclecticismo. Esta sección es útil como resumen del panorama actual. pp. acerca de las obras recientes sobre el pecado original y la gracia. (2) El libro contiene abundantes referencias bibliográficas. difícilmente se puede compaginar con la doctrina católica el poner en tela de juicio la historicidad del estado de santidad original. contiene elementos discutibles importantes: sobre todo. utiliza términos y expresiones ambiguas.14 Escritura. de los Padres. Desde el punto de vista de ofrecer a alumnos de teología formulaciones claras de la doctrina. pero la parte primera (sobre el pecado original). quizá no sea el libro de más fácil manejo. la santidad original y el don de la inmortalidad). (La obra cita el Catecismo de la Iglesia Católica un total de tres veces). RUIZ DE LA PEÑA. Convendría en tales casos saber que existe una gama más amplia de opciones teológicas A pesar de haber sido publicado aproximadamente un año después del Catecismo de la Iglesia católica. También. Valor doctrinal >El tratado sobre la gracia es generalmente aceptable. aunque representa un empeño teológico serio. A. los de J. B. en ocasiones. el libro refleja poco las formulaciones del Catecismo en algunos aspectos importantes (en particular. ej. en apoyo de una postura teológica determinada. pretende resolver en una determinada dirección cuestiones teológicas que aún no han sido perfectamente aclaradas. como p. v(4) La exposición. SAYÉS y J. dista mucho de la claridad didáctica de otros manuales recientes en castellano. en algunos casos. y del Magisterio de manera parcial. .
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