La lenta ruptura con el pasado colonial- Hermes Tovar Pinzón

April 3, 2018 | Author: Ricardo Flórez | Category: Slavery, Mining, Colombia, Colonialism, Agriculture


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La Lenta Ruptura con el Pasado Colonial (1810-1850) Por: Hermes Tovar Pinzón El desarrollo económico de Colombia después de 1810 osciló entre dos modelos: el que luchaba por reconstruir los fundamentos coloniales de la economía nacional y el que aspiraba a una ruptura con múltiples trabas que se oponían al desarrollo moderno. El segundo, que habría de triunfar hacia 1850, oponía al proteccionismo el libre cambio, a la intervención del Estado en el ordenamiento de la economía la defensa de la empresa privada, y a los esfuerzos de industrialización y protección de los productos nacionales la teoría de que la agricultura y la minería para exportación deberían ser los ejes del desarrollo nacional. Los años que siguieron a 1820 mostraron los esfuerzos por reorientar la economía hacia uno u otro modelo. Los gobiernos posteriores a 1830 lograron sostener el patrón de desarrollo sobre parámetros de origen colonial. Sin embargo, a partir del primer gobierno de Tomás Cipriano de Mosquera (1845-1849) se dieron los primeros pasos tendientes a reorientar la economía colombiana sobre fundamentos liberales. Este movimiento tomó pleno vuelo durante la administración de José Hilario López (1849-1853), en medio de un conflicto social creciente, por la movilización liberal de los sectores populares y la insurrección conservadora de 1851. LA POBLACIÓN Hasta 1810 la población de la actual Colombia había sido estratificada por castas: negros, indios, libres de todos los colores y blancos. Entre los blancos y los mestizos, grupos dominantes de la sociedad colonial, existían matices que hacían muy difícil homogeneizar sus intereses. Sin embargo, el desarrollo político de finales del siglo XVIII los había llevado a establecer sistemas de alianzas, allí donde era más importante su unión en torno a la ideología de “lo criollo” que una tajante diferenciación de origen socioeconómico. La independencia reforzó estos sentimientos de cohesión y una de las primeras decisiones del Estado republicano fue la supresión de las castas, quedando únicamente libres y esclavos como categorías sociales básicas. Además, ya entrado el siglo, hubo un mayor interés por conocer, no tanto los aspectos raciales de la sociedad, sino aquellos que tenían que ver con su edad, estado civil y ocupación. Hasta 1850, los negros esclavos fueron los únicos que continuaron siendo discriminados formalmente, aunque en la práctica los indios también lo fueron. La población había venido creciendo durante los cien años anteriores a 1810 a tasas que no iban más allá del 1% para el territorio colombiano en su conjunto. No obstante, a comienzos del siglo XIX se hablaba de una superpoblación, y la miseria abrumadora creaba inquietud en los aparatos políticos del Estado. En la primera mitad del siglo XIX se realizaron cuatro censos generales, en 1825, 1835, 1843 y 1851, que muestran importantes cambios demográficos tanto en el plano de la distribución geográfica como en el volumen de la población (véase el cuadro 3.1). CUADRO 3.1 EVOLUCION DE LA POBLACION COLOMBIANA 1778-1851 Porcentajes Deptos. 1778 1825 1835 1843 1851 1778 1851 Boyacá 289.824 409.969 550.472 638.142 739.839 37% 35% Cauca 116.651 149.778 210.359 268.607 323.574 15 15 Mag/lena 169.221 117.983 239.269 254.119 273.371 22 13 Cund/marca 211.287 391.444 570.759 651.714 768.847 27 37 Totales 786.983 1.129.174 1.570.859 1.812.582 2.105.622 100 100 FUENTES: El presente cuadro se ha levantado siguiendo la división territorial establecida por la Ley 25 de junio de 1824 que creó para la actual Colombia 4 departamentos y 15 provincias así: Depto. de Boyacá, constituido por las provincias de Tunja, Pamplona, Socorro y Casanare; Depto. del Cauca, por las provincias de Popayán, Pasto, Chocó y Buenaventura; Depto. del Magdalena, por las provincias de Cartagena, Santa Marta y Riohacha, y Depto. de Cundinamarca, por las provincias de Bogotá, Antioquia, Neiva y Mariquita. El censo de 1778 se hizo siguiendo un resumen general realizado por el autor, que corrige muchos errores sobre los datos hasta ahora conocidos. Para 1825, 35, 43 y 51, cf. A.H.N., Resúmenes Censos Población 1825, 35, 43, 51 y Miguel Urrutia y Mario Arrubla (eds.), Compendio de Estadísticas Históricas de Colombia, U. Nal., Bogotá, 1970, pp. 9-30. En términos de población, las guerras de Independencia (1810-1820) y de los Supremos (1839-42) no afectaron aparentemente la tendencia general del crecimiento demográfico. Los efectos de los conflictos armados deben buscarse, más bien, en las movilizaciones, reclutamientos y desarraigos que creaban en las localidades y regiones un gran desorden coyuntural, haciendo que la estructura de la distribución de la masa global de la población se viera afectada. Cuando los conflictos no eran generalizados, sus secuelas podían dispersarse a nivel nacional, pero el impacto local era significativo y se reflejaba en la merma de la población en la zona afectada, mientras que se recuperaba en otras regiones. Las guerras, como fenómeno demográfico, no causaban solamente perjuicios físicos que dejaron un rastro de crímenes, vagancia, ruina y bandidaje. Muchas gentes huían y otras se escondían o migraban, contribuyendo a deformar los cálculos y a redistribuir los espacios habitados. En primer lugar, las levas arrancaban fuerza de trabajo de las zonas agrícolas y mineras, impidiendo el normal proceso productivo. Los reclutamientos forzosos llegaron a ser tan desastrosos e inútiles para la población que los peones, indios y aun esclavos terminaban por ocultarse cuando el rumor de que el censo o recuento estaba ligado a una posible movilización. A su vez, los ejércitos en campaña actuaban contra la población civil, que huía de sus centros de habitación e iba a buscar refugio a zonas de paz o de defensa. Los ciudadanos urbanos se marchaban a otros pueblos y los trabajadores rurales monte adentro, donde no fuera posible sufrir los efectos de la devastación. Son conocidos los desarraigos ocurridos en Cúcuta con motivo de la campaña de los españoles contra Bolívar. finalmente. los atentados contra la población civil durante la reconquista (1815-16) y los ocultamientos de la gente. Después de 1819 comenzaron a hacerse esfuerzos de reconstrucción y conservación de las . que cobijaba las provincias de Riohacha. por su cobertura. En general. El segundo hecho notable del poblamiento en la primera mitad del siglo XIX fue el desplazamiento de los polos de desarrollo colonial hacia centros más dinámicos. el departamento de Cundinamarca que. cuando se levantó el censo de la Nueva Granada. por los mecanismos de control y cuidado en la elaboración de los padrones. de acuerdo con la Ley 25 de 1824. arruinó vidas y bienes de importantes empresarios y sectores de la economía colonial durante los años que siguieron a 1810. La ilusión de una independencia que habría de adecuar las quejas de estos empresarios a sus expectativas económicas fue un acicate que movilizó sus sentimientos de solidaridad con la causa republicana. el censo de la población más importante del período colonial y 1851. al convertirse en una guerra civil. LA AGRICULTURA A fines del siglo XVIII la agricultura colombiana había vivido un período de auge y expansión. Mariquita y Antioquia. dio al traste con muchos de los anhelos de los empresarios vinculados tanto a la agricultura y a la ganadería como a otras actividades de la economía neogranadina. pasó de un 22 a un 13%. la actual República de Colombia tuvo importantes cambios en sus jurisdicciones administrativas. Sin embargo. lo que supone un crecimiento anual inferior al 1%. que no pudo ser pacífico sino violento. y a pesar de los conflictos. mientras que el del Magdalena. las cifras muestran una tendencia al crecimiento. luego en una guerra nacional contra la reconquista y. La región del Caribe fue la única que no pudo duplicar su población en el curso de 70 años. En términos generales. que se explica no sólo por el mejoramiento de los sistemas de vida. obviamente. Neiva. en una guerra de liberación. Santa Marta y Cartagena. Pero el proceso de independencia. que hacen difícil seguir con cuidado las modificaciones operadas en la estructura de la población. La independencia. Boyacá y Cauca. la expansión de otras economías coloniales había generado competencias comerciales que hicieron entrar en contradicción los intereses de los empresarios agrícolas con las políticas del sistema colonial en su conjunto. gracias al crecimiento de la demanda de los centros urbanos y mineros y de los mercados intercoloniales por la vía del contrabando. Entre 1778.1. agrupaba a las provincias de Bogotá. De tales fenómenos podemos deducir que en las últimas décadas del siglo XVIII y en la primera mitad del siglo XIX hubo cambios muy importantes en la distribución regional de la población. El fenómeno estuvo ligado a la función que estas regiones jugaron en la lucha política y militar y en la vida económica en los años posteriores a 1810. pasó de 27 a 37% del total de la población colombiana. se observa un proceso de concentración de la población en las regiones centrales de Colombia y una estabilización en el suroccidente y el oriente del país. Los otros dos departamentos. mantuvieron una proporción estable de la población. fecha en que se elaboró. en 1843. sino por la incorporación de regiones antes aisladas y. Tal como se observa en el cuadro 3. Así surgió el deseo de robar lo que siempre había parecido un sueño poseer: unas vacas. de maltratos. Hasta 1850 persistió el carácter desigual de nuestro desarrollo agrícola-ganadero. por modernizarse y por tecnificarse. en el Tolima y el Valle. Al saqueo personal se unía el saqueo oficial. es decir. que asumió un carácter de guerra civil en los primeros años de su declaratoria. reclutas y semovientes. aunque las secuelas de la guerra impidieron que en la década del veinte hubiera una total readecuación de la economía. opresiones e injusticias. Atendieron las voces que los llamaban a castigar por sus propios medios a los enemigos de turno y cuando se lanzaron a defender las causas en contienda. movidas por un mayor resentimiento. aquel que practicaban los ejércitos para beneficio de sus causas. que luchó por preservar su unidad. sufrió políticas de secuestro total. Destrucción de la hacienda por la guerra La Independencia. Para lograr sus objetivos. El esfuerzo por liberar mano de obra esclava e india condujo a la consolidación de pequeños tenedores. justicia y libertad. El tabaco.estructuras económicas vigentes. unos bienes. Sin embargo. propio del siglo XVIII. era muy difícil contener los avances dejados por veinte años de lucha. embargo de bienes y saqueo de ejércitos y organizaciones paramilitares. en sus haciendas. Fue igualmente el cuartel y la base de la intendencia militar. no fue capaz de sustituir la vieja hacienda colonial. Así. los sectores dirigentes no vacilaron en invitar a las castas a solidarizarse con su causa. debemos decir que la economía rural. pues. la guerra fue envolviendo en su loca carrera a cuanto hombre. sin prever que éstas podrían ejercer su propio derecho a la retaliación. como proyección del espíritu de seguridad personal que había venido desarrollándose desde finales del siglo XVIII. Este fue el patrimonio de esos años. se lanzaron a una ofensiva de reconstrucción de los antiguos órdenes. mujer y niño fue encontrando a su paso. unos animales de carga. Los negros esclavos. las haciendas se convirtieron en un factor muy importante para el abasto de alimentos. su grito libertario expresó el afán de libertad absoluta y la necesidad de cobrar con violencia las deudas de la injusticia institucionalizada. sin que los primeros intentos de desarrollo agrícola modernos hubieran podido romper la vigencia de formas de explotación profundamente enraizadas en las estructuras regionales de origen colonial. Fue sólo en la década del treinta cuando se reordenó la economía nacional y los viejos herederos del sistema de haciendas. Los sistemas de tenencia familiar se conservaron en muchas regiones de Colombia y más bien se consolidaron con las políticas agrarias posteriores a la Independencia. . al haber sido víctimas. Así. buscar nuevas perspectivas de mercado y reorientar la economía agraria hacia aquellos productos que parecían ofrecer mejores perspectivas de desarrollo. 1. Como la guerra no se decidía en las ciudades sino en los campos. los mestizos y los libertos marcharon con los ejércitos en contienda o recibieron el apoyo para que pudieran levantar las banderas de la rebelión y la resistencia armada. que se afiliaron a banderas reivindicatorias tachonadas de promesas de igualdad. defensa y venganza. crear nuevas relaciones de trabajo. los indios. en sus grandes y medianas propiedades. que habían logrado agrietar el orden colonial en el campo. durante siglos. desató entre la sociedad instintos de revancha. antes de 1815. En la guerra civil entre Cartagena y Santa Marta. el sustento de los ejércitos en campaña y servía de base a la intendencia militar. por lo menos.En efecto. esclavos y semovientes antes que fuera tarde. fue lo que obligó a los comisionados políticos del gobierno general de las provincias unidas a nombrar.2 HACIENDAS EMBARGADAS DURANTE LA RECONQUISTA (1815-16) Propietario Hacienda Jurisdicción Año José Nicolás de La Chamicera Santa Fe 1816 Rivas . CUADRO 3. como aquélla entre Santa Fe y Tunja. al coronel José Acevedo y Gómez como subpresidente y jefe superior político de la Villa de Zipaquirá y Nemocón para que regulara el abasto de los pueblos y mantuviera el orden político y económico. los ejércitos en contienda practicaban los secuestros de los bienes de los españoles o de quienes emigraban temerosos de las posibles represalias. Una buena administración de estas unidades de producción aseguraba. Era evidente que la guerra había creado una especie de pánico que llevó a muchos individuos a vender ganados. Esta migración. con el fin de lograr que los bienes de los enemigos estuvieran a buen recaudo1. en 1814. como el abandono de importantes haciendas y empresas económicas. uno de los mecanismos más comunes empleados durante la guerra de Independencia fue el secuestro ordenado contra los enemigos de turno. tanto en las guerras civiles como en la operación de reconquista.2 HACIENDAS EMBARGADAS DURANTE LA RECONQUISTA (1815-16) CUADRO 3. Saldaña y La Mesa 1816 Caycedo Contreras . Mana Blanca Faca 1816 Luis Dionisio H. Gómez Cura Lorica 1815 José M. Corito Serrezuela 1816 González Mariano Grillo Potr. Nicolás 1815 Fco. La Peña Suratá 1816 Ignacio Amaya Hacendado Fontibón 1816 José Acevedo Hacendado Santa Fe 1816 José Madrid Hacendado Espinal 1816 Domínguez R Nicolás Manuel Honda 1816 Tanco José María Castillo Santa Fe 1816 Manuel García Santa Fe 1816 Estanislao Santa Fe 1816 Gutiérrez Serrezuela- Pantaleón Gutiérrez Techo . El Volcán 1816 Anolaima Ignacio Días H.Domingo Bastidas La Laguna Usme 1816 Casablanca Usme 1816 Josef María López Matarredonda Neiva 1816 Francisco López Buenavista Neiva 1816 Emigdio José Cayundá Anolaima 1816 Troyano Camilo Torres Comerciante Santa Fe 1816 Agustín del Valle Comerciante Barranquilla 1816 Bartolomé Comerciante Barranquilla 1816 Molinares José G. Torres Cura S.La Herrera Fontibón 1816 Zanquino Faca- Juan Agustín Torres Hda. Garzón Serrezuela 1816 Gregorio San Antonio Rumbao Minero Zaragoza 1816 Germán Minero Zaragoza 1816 Diego Lobón Minero Zaragoza 1816 Propietario Hacienda Jurisdicción Año Manuel Cobo Comerciante Zaragoza 1816 Francisco Pradilla Hda. de la Cruz Hda. Garzón Santa Fe 1816 Francisco Díaz Las Monjas Santa Fe 1816 Pedro Felipe Santa Fe 1816 Valencia Francisco García Casas Pamplona 1816 Hevia Joaquín Sarmiento Cura (Hdas. ya sea porque sus dueños tuvieron que dejar definitivamente el país o porque estaban ubicadas en aquellas regiones donde la guerra fue permanente. fueron perseguidos por ciudadanos corrientes que hacían cacerías de españoles para fusilarlos después del triunfo de agosto de 1819.) Socorro 1816 Jorge Tadeo Lozano Chinauta (Hda. Como recompensa a sus sacrificios.) FUENTE: A. dispuestos a sobrevivir con cuanto pudieran subrepticiamente vender. (Bogotá). sino que también preservó y acrecentó los bienes de quienes fueron fieles a la causa. En 1819. quienes luego les premiaron sus servicios al rey. bienes y haciendas de los criollos derrotados les fueran entregadas para paliar sus dificultades económicas (véase el cuadro 3. Los secuestros de bienes no fueron patrimonio de la reconquista sino de la primera y aún de la segunda república. en la huida. esclavos. Así.N. Morillo dispuso que las tierras. Sus bienes. La destrucción de las haciendas conllevó una ruptura del sistema de créditos y abastos y de los circuitos comerciales que tuvieron que buscar nuevas fuentes de vida.) Tibacuy 1816 S. algunas de las . Cuando Pablo Morillo invadió la Nueva Granada recibió múltiples quejas de muchos españoles que habían sido perseguidos por los patriotas antes de 1816. cerrándose el ciclo de revanchas políticas que afectaron a un gran número de propietarios. saqueadores y herederos. se les deberían restituir. Secuestros. muchas de las haciendas de los españoles regresaron a manos de los patriotas. Otros españoles o criollos que permanecieron neutrales durante los años de independencia. Sería interminable el volumen de testimonios sobre extracción de ganados.2). contribuyendo a solidificar la intendencia de los invasores. La guerra no sólo se limitó al saqueo de los factores productivos. Fortunato Jorge Tadeo Lozano Soacha 1816 (Hda. secuestrados por los gobiernos de la primera república (1810-1815). en fin. a más de que muchos de ellos. Otras lograron defenderse del conflicto o lo superaron manteniendo su vocación productiva hasta bien avanzado el siglo XIX. ya que después de 1819 muchos españoles y defensores de la causa real perdieron todo su patrimonio. cuando notaron que las tropas del rey avanzaban por los diferentes costados de nuestras cordilleras. La hacienda colonial en la primera mitad del siglo XIX Es indudable que muchas haciendas entraron en decadencia.H. cuanto pudiera ser utilizado por militares. alimentos y. 2. José Sta. procedieron a entregar víveres y alimentos. María Hacienda Fontibón 1816 Pedro Groot Bermeo Santa Fe 1816 Mariano Grillo Potr. a saber: Por cada res dos reales al año. pasó a manos de dos de las familias más ilustres de Popayán. Lo cierto del caso es que era tradición de la hacienda. en 1823. es posible que muchas de las normas establecidas en los arrendamientos de los esclavos estuvieran también en vigencia para los indios. Paralelamente. los Arboleda y los Mosquera. establecía que: “Hay que cargar a los indios el arrendamiento de las tierras conforme al cobro. aprovechando tierras públicas inexplotadas. La instrucción dada en 1842 por Mosquera refleja una gran preocupación por la organización productiva de la hacienda. Con ello los esclavos generaban sus propios alientos y. a más de pedir que se les cancelaran las cuentas. reordenación y readaptación de la hacienda colonial en la primera mitad del siglo XIX lo presenta la hacienda de Coconuco. peso menos. el Estado promovió la ocupación de tierras nuevas. no sólo en el aspecto de la agricultura sino de los ganados. En sus instrucciones de 1842 decía: “Voy a remitir de Chile una cantidad de trigo para semilla siempre que calcule que puede estar en un potrero en Popayán y al efecto debe tenerse preparado un buen terreno.” Es decir. A aquellos más pobres que siembran. después de 1767. según se constata en la instrucción de Mosquera. especialmente en la preservación de las ovejas merinas y bogotanas. Un caso que nos ayuda a ilustrar los esfuerzos de conservación. Al mismo tiempo surgía también el problema de las relaciones con los indios y los esclavos convertidos ahora en terrajeros o peones. De un lado. dar a los esclavos el día sábado “para que con él trabajen para vestirse y también el primer viernes cuando no haya ración de carne”. Se advertía que “los negros de Coconuco quizás será conveniente cambiarlos por otros dejando solamente a Miguel por viejo”. contribuían a que el hacendado pudiera disminuir . medida que de todas formas pretendía resolver en forma marginal la demanda de los nuevos sectores de trabajadores liberados por la guerra. instruía con precisión a su administrador sobre las formas de pago dentro de la hacienda y sobre la política general que debería primar en la entrega de tierras en arrendamiento. Esta costumbre de dejar los sábados y domingos a los esclavos era una tradición del siglo XVIII y fue común en las haciendas de los jesuitas. de paso. se introdujeron algunos cambios importantes en la producción y en los sistemas de trabajo. Aunque no conocemos detalles de esta relación contractual con los indígenas de la hacienda. Igualmente se pedía que “los manumitidos que se quieran contratar los contratará particularmente en las minas y les dará algún aliciente por tener peones de mina en cambio de los esclavos cuando falten y de modo que queden utilidades”. el general Tomás Cipriano de Mosquera mostró un gran interés por la adquisición de semillas especializadas. Por cada oveja un real y tres pesos por la casa y sementeras. tanto de trigo como de maíz. que los terrajes no sólo dependían del área cultivada por los indios sino del número de ganados que tuvieran en ellas. Como en otras haciendas de origen colonial. mientras que otras tierras fueron adquiridas por modernos comerciantes deseosos de convertirlas en renovadas unidades de producción. Si no llegare debe aprovecharse con otros trigos de los mejores de la hacienda”. que durante el siglo XVIII fue propiedad de la Compañía de Jesús y. Sobre los indios.viejas familias coloniales se proyectaron sobre el siglo XIX como legítimos herederos de viejos sistemas de organización económica. Coconuco logró proyectarse hasta el siglo XX como una importante hacienda que fue capaz de adaptarse a las vicisitudes de los tiempos de agitación social y política que siguieron a 18202. Mientras Mosquera pensaba en la transición del esclavo al liberto. San Andrés y los montes de enfrente de la casa hasta el Sachaquio y los rastrojos del Vinagre y en el potrero de Usiquitra entre el Vinagre y Cauca y los rastrojos de Chiliglo. en primer lugar. . la transición al régimen republicano fue mucho más traumática. en Mompox. Por ejemplo. ¿Cuáles eran las razones por las que los hacendados restringían la producción de alimentos básicos producidos por la hacienda? Parece ser que. La historia de las haciendas de Santa Rosa del Arenal. Aunque representativo de los intentos por adaptar la estructura de la hacienda colonial a las nuevas condiciones creadas por la independencia. San Bartolomé de Honda y Barrancas. el caso de Coconuco no fue ciertamente único. la familia Barrios logró mantener la unidad de su hacienda San Juan de la Vega incorporando nuevos pastos y técnicas y luchando por definir los linderos3. y la Agua Tibia y San Bartolo. concurrían entonces a rematar lo que aún podían salvar de sus capitales5. En el Tolima. Frente a la irremediable liberación de los esclavos. sólo las que a las criadas de la casa les fuera posible cosechar. las disposiciones que restringían las áreas de cultivo y los productos que se permitía cosechar fueron delimitados así por el mismo Mosquera en 1842: “Ningún esclavo puede sembrar trigo. preocupados por su decadencia. ni hacer rocería en los montes de la hacienda que son todos los de Hispala. Dicha actitud. Aunque representativo de los intentos por adaptar la estructura de la hacienda colonial a las nuevas condiciones creadas por la independencia. la hacienda restringía la producción de maíz y papa. En algunas haciendas del Valle del Cauca ocurrió un proceso similar. aunque las grandes propiedades sufrieron un proceso de fragmentación generado por la herencia y por la necesidad de recursos líquidos de los hacendados. la familia Barrios logró mantener la unidad de su hacienda San Juan de la Vega incorporando nuevos pastos y técnicas y luchando por definir los linderos3. Los esclavos deben solamente sembrar en Cauca desde el puente para arriba hasta los límites con los indios y luego desde el Tablo hasta la orilla del Cauca donde está la cerradura del potrero. Del maíz se podía cultivar sólo el indispensable para las raciones y para los animales y. el caso de Coconuco no fue ciertamente único. su rebelión constituía una pérdida irreparable. En el Tolima. no provenía sólo de la presión que la Iglesia podía ejercer sobre los amos para que sus esclavos santificaran domingos y días festivos. Los acreedores. de las papas. ilustran tal proceso. sino que respondía a fines propiamente económicos.” No había permiso para criar sino cinco cabezas de ganado por familia y estaba prohibido efectuar operaciones de compraventa sin conocimiento del administrador. Tal vez el golpe más rudo sufrido por estas haciendas fue la actitud hostil de los esclavos después de la independencia. Como cerca de la mitad del valor de propiedades de este tipo estaba representado por esclavos. La hacienda imponía una especie de división forzosa del trabajo al obligar a los arrendatarios sembrar alimentos que a la hacienda no le interesaba producir. que también fueron de la Compañía de Jesús y luego de la familia Mier y sus herederos. los del Rincón de Sachaquio. En otros casos. todos los arrendatarios debían producir alimentos complementarios al consumo interno de la hacienda y a los mercados locales para evitar fenómenos de competencia por parte de indios y negros.los costos de manutención. en medio de una economía en estancamiento y de la competencia creciente de propiedades medianas 4. por tanto. porciones crecientes de los productos líquidos de las haciendas debieron destinarse a dichos pagos.000 y se proponía colonizar tierras baldías y adelantar con el gobierno y con los particulares toda clase de operaciones. Muchos deudores tuvieron que entregar sus bienes a los prestamistas por la imposibilidad de atender las deudas correspondientes. reconociendo la renta del capital donado para tal fin. pudieron tener acceso a algunas propiedades territoriales. hasta las reformas de mediados del siglo las fuerzas empresariales de carácter privado.El último fenómeno fue mucho más común. ya que no se restringió únicamente a las haciendas esclavistas en decadencia. refleja hasta cierto punto los objetivos de quienes buscaron asociarse con empresas extranjeras con el propósito de desarrollar cultivos de demanda en Europa. Hasta mediados del siglo. Esta compañía dispuso de un capital de $400. para generar nuevas posibilidades de desarrollo agrícola. Dentro de dichos contratos con el Estado. apoyados en los primeros ensayos de exportación y en la desorganización del monopolio estatal. Otras propiedades medianas y pequeñas adquirieron capitales a censo (hipotecas) de la Iglesia. tanto nacionales como extranjeras. En una economía en estancamiento y sujeta a periódicos conflictos armados. entre otras. 3. La frontera agraria Desde la Colonia el Estado había entregado a grandes empresarios extensiones ilimitadas de tierras baldías para su uso y colonización. En efecto. Esta imposición era de diferente naturaleza. Al mismo tiempo algunos comerciantes. Sin embargo. llevado por el criterio de que tal política abría las perspectivas de nuevos recursos económicos. Irónicamente. la ruina de tales unidades les abrió perspectivas de inversión a aquellos empresarios que buscaban orientar la explotación del suelo hacia nuevos horizontes económicos. El Estado republicano continuó con esta práctica después de 1820. que garantizaron con sus propias tierras. enriquecidos por la explotación de los nuevos circuitos comerciales abiertos con las colonias inglesas en las Antillas. Por consiguiente. como el trigo en Bogotá o la caña de azúcar en el Socorro y Guaduas6. sólo fue después de mitad de siglo cuando los nuevos artículos de exportación y la producción de ganado. Algunas haciendas de la región de Ambalema pudieron entrar en el negocio del tabaco. La economía agraria del país siguió viviendo básicamente en función de sus mercados y productos tradicionales. las posibilidades fueron muy escasas. no lograron destruir los sistemas coloniales. La ruina condujo a los prestamistas a solicitar remates que acabaron por sumir en profundas crisis a muchas haciendas. Pero éstos fueron procesos marginales que sólo incidieron en pequeños espacios de la economía nacional. La novedad en la entrega de baldíos durante el período anterior a 1850 radica en el intento de integrar la política de adjudicación de tierras con la inmigración de extranjeros a Colombia. Las grandes haciendas lo hicieron apelando a la fundación de obras pías o capellanías. azúcar y otros alimentos para el mercado interno les crearon a estos empresarios una serie de oportunidades en escala apreciable. la compañía se posesionaría . había sido costumbre en la Colonia imponer capitales a censo sobre bienes rurales o urbanos. La creación de la Compañía Nacional de Colonización de Colombia. que habían constituido la base del trabajo en las haciendas cañeras. De todos modos los esclavos nacidos después de 1821 tuvieron que esperar 18 años para obtener la libertad. forzando al Estado a moderar su postura. por medio de la cual todo hijo de esclavo nacido a partir de la promulgación de la ley sería libre. pues con ella se reconoció el derecho de los amos sobre los esclavos que. Protestando y. y que habían sido importantes en el desarrollo de la minería y en casi todo tipo de actividad económica y en los servicios. los esclavos podían ser libres por decisión de los amos. Si alguna vez en tales condiciones llegó a otorgarse la libertad. pero como consecuencia de la expansión del comercio exterior. con cuyos ingresos podían acumular el valor de su manumisión. los esclavos trabajaban en sus charcas o cascajeros de oro. Su uno supone un precio de $150 como valor medio de un esclavo a fines del siglo XVIII y principios del XIX. En la colonia. Más aún.000 fanegadas de tierras baldías de buena fertilidad. ya porque compraran su libertad. a pesar de haber luchado por la independencia y asumido posturas libertarias. Una situación tal era casi imposible. tuvieron que aceptar su viejo status o sufrir las consecuencias de su insubordinación. dirigiendo las juntas de manumisión. se vieron envueltos en la guerra de Independencia por disposición de sus amos o por decisión personal. al término de dicho período o al morir el amo. Será después de 1850 cuando los procesos de adjudicación de tierras baldías habrán de acentuarse en Colombia. para ofrecerlas a los extranjeros que desearan poblarlas7. no encontraron las condiciones para su consolidación. en un acto más político que humanitario. no cumplieron lo convenido. Al igual que otras empresas que surgieron como producto de las expectativas de altas rentas y ganancias que podían ofrecer las inversiones en Colombia. los dueños de esclavos entrabaron el proyecto de libertad. Las reacciones de los amos no se hicieron esperar. Los ejércitos americanos y españoles proclamaron su libertad. como ocurrió con otras solicitudes para ocupar tierras en diferentes regiones del territorio nacional (véase el cuadro 3. En ocasiones los amos o sus herederos no aceptaban estas reglas de juego y entonces los esclavos los demandaban por incumplimiento.3). Normalmente los amos habían practicado desde la colonia el sistema de manumitir esclavos por decisión personal. la legislación sobre libertad de vientres contradictoriamente restableció la esclavitud. Los esclavos en ocasiones se comprometían durante 10 o 15 años a servirles ilimitadamente a sus amos a cambio de su libertad. fue gracias a un hecho excepcional. el Congreso de Cúcuta (1821) dictó la ley de manumisión de esclavos o libertad de partos.de 500. que aseguró mercados a algunos de los productos tropicales del país. Esta compañía. cacaoteras y ganaderas de las llanuras ardientes de Colombia. pero en escala reducida. serían necesarios cinco años completos de concierto para poder pagar la manumisión. Una vez concluida la Independencia. ya porque hubieran nacido después de 1821. 4. pues los esclavos constituían buena parte de su riqueza. La manumisión Los esclavos. sobre todo. por otra parte. La ley reconoció así la propiedad que había cuestionado la guerra. buscando con ello ganar una importante fuerza para su causa. A partir de entonces. Los amos reclamaron el costo de la alimentación de tales libertos y debían . cuando los esclavos que tenían edad de ser manumitidos creyeron que había llegado el momento de su liberación. Algunas haciendas lograron retener como arrendatarios a sus antiguos esclavos y a sus hijos. Este proceso fue particularmente exitoso en las antiguas regiones mineras del Chocó y la Costa Pacífica. según lo ilustra. adjudicación y libre enajenación de los Resguardos de indígenas. Muy pocos esclavos se manumitieron en los primeros años de la ley.recibir. vendieron al Estado sus cuadrillas. En 1820 se ordenó la restitución de las tierras que les habían usurpado y en 1821 se reafirmó la vieja prohibición de emplearlos sin pagarles un salario y se determinó que se conservaría el oficio de Protector de Naturales. autorizar a éstos para disponer de sus propiedades del . el pago parcial de sus gastos. Sin embargo. El principio fue reafirmado en 1832. La decisión general del Estado. a la inestabilidad creada por las guerras y por la resistencia de los antiguos esclavos a pagarlas. Los esclavos serían avaluados y se pagaría a los amos con bonos de deuda pública. En estos casos. y al final. pero ahora sujetas. Esta fue promulgada finalmente el 21 de mayo de 1851 y puesta en vigencia a partir del 1º de enero de 1852. es decir. aunque con una producción mucho más modesta que la característica de esta región del país a comienzos del siglo XIX. además. el gobierno restituyó las juntas y se encaminó a promover la liberación definitiva de los negros. hasta los 25 años. en 1839. Sin embargo. sin embargo. cuando se autorizó a las Cámaras de Provincia para “arreglar la medida. 5. Algunos negros buscaron establecerse sobre una base totalmente independiente en las zonas de frontera cercanas a los viejos núcleos esclavistas. en servicios. Tal prohibición fue prolongada a veinte años en 1843. la evolución de la hacienda Coconuco. pudiendo. antes de la ley de aprendizaje. que significaron un retroceso en el proceso de manumisión. aunque algunos liberales. que en forma compulsiva los obligó a firmar un contrato de trabajo con sus amos por siete años más. 3. entre otras. algunas de las primeras medidas de la República estuvieron dirigidas a proteger a los indígenas. aunque se prohibió entonces la venta de las parcelas adjudicadas durante los diez años posteriores a la entrega. y aun algunos libertos. se vio sustituida por una minería independiente relativamente extensa.000 entre 1833 y 1845). las rentas que pudieron establecer los propietarios en las condiciones sociales creadas por la liberación fueron apenas una fracción de las que producían las haciendas en su época de auge. en consecuencia. Por eso los esclavos manumitidos fueron tan pocos que se convirtieron. se vieron frente a una gran guerra (1839-42) y a una nueva ley “de aprendizaje”. Sin embargo. consolidando así una tendencia que se venía vislumbrando desde hacía varias décadas. El proceso alcanzó su clímax en 1850. limitaba la manumisión a la posibilidad de disponer de recursos monetarios recolectados por las juntas encargadas de realizarla. por su escasez. cuyas edades fueron alteradas para tal propósito. La disolución de los resguardos Siguiendo la tradición colonial. donde la minería esclavista. en decadencia definitiva. en 1852. la misma ley que ordenó estas últimas medidas determinó que las tierras de resguardo se repartieran en pleno dominio y propiedad privada a los indígenas. en un símbolo de las buenas intenciones de los padres de la patria. repartimiento. Es decir. ya envejecidas. luego de las disposiciones de 1842-48. un mecanismo mediante el cual se disimuló la prolongación de la esclavitud. como José Manuel Restrepo. hablaban de miles (más precisamente. los esclavistas evitaron una manumisión sin indemnización. al repartimiento de las tierras y. las Cámaras adoptaron normas que tendían a la extinción de los resguardos. La gran minería El efecto principal de las guerras de la Independencia fue el golpe propiciado a la minería esclavista del Chocó y el Pacífico. Además. social y monetaria que se erigía sobre el buen funcionamiento de las minas. en contra de lo que se ha argumentado a menudo. Todo ello generó una gran escasez de oro y una notable disminución en la actividad de las casas de moneda. los patriotas se vieron obligados a emitir monedas de cobre durante la guerra para tratar de subsanar la crisis. Algunos pueden haberse incorporado a las filas de los trabajadores asalariados rurales. Además. aunque ciertamente no en cantidades significativas. el efecto inmediato de la disolución de los resguardos no parece haber sido la generación de latifundios. la reactivación de la producción comprometió no sólo los esfuerzos de grandes empresas nacionales y extranjeras. la producción del metal debió reducirse sustancialmente. La reorganización de la minería no fue una tarea fácil. 1. Por otra parte. en un 40% entre 1801- . Pese a las ideas liberales. particularmente en el caso de las minas de veta. En la altiplanicie cundiboyacense el proceso de disolución se cumplió cabalmente pero. éstos se opusieron en muchos casos. que consideraban la existencia de la propiedad colectiva como contraria a la búsqueda del provecho individual y al beneficio de los propios indios. Antioquia terminó desplazando al Pacífico como principal productor del metal. LA MINERÍA La guerra de Independencia afectó la producción de oro. en las inmediaciones de los viejos centros mineros.mismo modo y por los propios títulos que los demás granadinos”. que esparcieron a lo largo de las nuevas fronteras agrarias. en muchas regiones se desarrolló por el contrario un sistema de propiedad en el que predominaba el minifundio. en algunos pocos casos se ha documentado la pérdida de propiedad de las tierras por parte de los indios y su conversión en arrendatarios de las haciendas vecinas. De una parte. de otra. que todavía representaba a fines de la Colonia poco más del 60% de la producción de oro en el actual territorio colombiano. Aunque en estas regiones del país se desarrolló una pequeña producción independiente relativamente amplia. Además. la gran minería desapareció por algún tiempo y sólo se recobró con la entrada de grandes empresas extranjeras y el dragado moderno en las últimas décadas del siglo XIX y comienzos del XX. el uso de tecnologías que hicieran rentable su explotación. Haciendo uso de dicha autorización. Sin embargo. muchos resguardos han logrado sobrevivir hasta nuestros días. en regiones como el Cauca y Nariño. ni que los indígenas involucrados fueran muchos. Sobre estas bases. fiscal. sino también a medianos y pequeños productores. como consecuencia del sistema de venganza y retaliaciones prevalecientes en aquellos años. Como resultado de tales fenómenos. no es probable que las tierras de los resguardos disueltos constituyeran una parte importante de la propiedad rural. agravando de hecho la escasez del circulante. las expectativas de inestabilidad política hicieron que muchos mineros atesoraran el metal. exigió una inversión considerable de capitales y. desarticulando toda la estructura económica. Algunos empresarios se vieron precisados a vender sus cuadrillas y otros tuvieron que huir de los centros productivos. La fuga de los esclavos o su incorporación a los ejércitos contribuyó al abandono de los centros mineros. debieron transferir a nuestros inversionistas las minas que. sin embargo. Pese a los capitales invertidos y a las innovaciones técnicas. ello sólo fue posible gracias a un desplazamiento de los centros de producción del metal hacia el Tolima. A diferencia del patrón típico en el Tolima y en Cauca Medio. Hacia 1826. con la asesoría de algunos técnicos extranjeros. los esfuerzos iniciales de estas compañías no fueron exitosas. En 1836 y 1845 la mina empleaba 250 trabajadores y utilizaba ocho molinos de pisones. con innovaciones técnicas. Antioquia. los principales esfuerzos estuvieron a cargo de empresas extranjeras. Hasta 1836. En las dos primeras regiones. particularmente. un proceso ampliamente conocido en Perú y México desde siglos anteriores. por lo . En 1825 la casa Goldschmidt tomó en arrendamiento varias minas de oro y plata en Marmato y Supía. Para su explotación contrataron a Tyrell Moore. la información disponible nos muestra que en la década de los cuarenta se produjo una nueva racha de descubrimientos y registros que ampliaron las perspectivas de la minería. Graham y Powels. Supía y Quiebralomo. los principales esfuerzos estuvieron a cargo de empresas extranjeras.100. el Cauca medio y. Algunas de estas empresas. por diversas razones. Sin embargo. En la misma región de Santa Rosa. por cuenta de la Asociación Colombiana de Minas. El mismo año llegó al Cauca Medio Juan B. Aunque la producción nacional logró recuperarse parcialmente en las primeras décadas de la República. En las dos primeras regiones. volvieron a ser altamente rentables. que sustituyó los molinos primitivos hasta entonces para triturar las rocas. En la región de Mariquita se repitieron los fracasos de Juan José D’Elhuyar en las últimas décadas del siglo XVIII (véase el capítulo anterior). En efecto. quien trajo a Antioquia el molino de pisones que ya se venía utilizando en Marmato. de acuerdo tanto con los registros de las casas de moneda como de los estimativos de Vicente Restrepo. que vieron en la minería de oro su principal oportunidad de inversión en la naciente república. En efecto. Mariano Toro explotó entre 1836 y 1846 una de las minas más grandes de la región. introdujo definitivamente los molinos de arrastre para amalgamar los metales preciosos con mercurio. Pese a tales avances los resultados económicos de esta compañía tampoco fueron satisfactorios. en 1824 la mina del Zancudo fue adquirida por José María Restrepo. que permitió reducir las pérdidas en el procesamiento de un 80 a un 25%. los esfuerzos iniciales de estas compañías no fueron exitosas. sin éxito. Boussingault. los esfuerzos más importantes de organización de una nueva minería empresarial en Antioquia corrieron por cuenta de capitalistas de la región que contaron. fabricado casi en su totalidad con madera. la firma había invertido allí más de $1. Pese a los capitales invertidos y a las innovaciones técnicas. Además. aprovechando en este último caso el gran impulso que había tomado la explotación del metal desde el siglo anterior. que vieron en la minería de oro su principal oportunidad de inversión en la naciente república. quien compró. La innovación más importante de Bous-singault fue la instalación de un molino simple de pisones. Francisco Montoya y otros capitalistas formaron la Sociedad de Minas de Antioquia para explotar tres minas de veta en Santa Rosa. varias minas en Marmato. por cuenta de la Asociación Colombiana de Minas.1810 y 1811-1820. en 1824 el gobierno de Colombia arrendó las minas de Santa Ana y la Manta en esta región del país a la casa inglesa Herring.000. propias de la segunda mitad del siglo XIX. Junto al auge minero que vivió Antioquia desde los años veinte. seis en Cáceres. y la de don Juan José Mora Berrío. debemos anotar que la tendencia a una distribución de la propiedad minera entre grandes. la del general Juan María Gómez y socios. Más del 25% de los propietarios conformaba. el concejo mu-nicipal del cantón del Nordeste encontraba útil dividir las minas altas de aluvión en aventadero. El mismo consejo sostenía: “En todo caso. Es decir. en una especie de retorno a regiones que habían sido importantes en los siglos anteriores. como algunas ocasiones cesan los trabajos en una mina por la escasez de recursos de su dueño. En tal dirección apuntaban los informes de la época de los cónsules de Río Negro. sobresabanas y criadero. medianos y pequeños tenedores.menos en Antioquia. que registró dos minas de Anorí y una entre Yarumal y Campamento. los demás mineros poseían una o dos minas máximo. El consejo de Nordeste consideraba. Estos discutían básicamente la necesidad de clasificar las minas de aluvión. 2a. en los cinco pueblos citados se registró la tercera parte de las nuevas minas. era necesaria una rápida legislación debido a los complejos problemas que había de por medio. La dirección y el espacio de la frontera minera se desplazó así hacia las zonas bajas del Cauca y del nordeste antioqueño. También se planteaba la necesidad de definir en términos legales las consideraciones que podían colocar a una mina en estado de abandono por parte de un propietario o una sociedad. nos repite el esfuerzo realizado por los antioqueños de actuar sobre necesidades sociales más amplias de lo ocurrido en otras regiones. los alegatos también proliferaron. Si observamos los registros de minas. Con respecto a la tipología de las minas. Antioquia. seis en San Andrés y seis en Cañasgordas. En lo referente a la política de aguas. señalar sus límites y hacer claridad en torno al uso de las aguas por parte de los propietarios. En las bajas el abandono debe ser igual o exceder del término de 6 a años9. Sobre los aspectos tendientes a dilucidar el abandono de una mina. de cuyas propias . diez fueron registradas en Anorí. lo que será bastante para ponerse a cubierto su derecho de un nuevo registrador”10. mientras que clasificaba las minas de aluvión bajas en tongas y sacas. Con la excepción de José María Barrientos. vemos que en el espacio de diez años (1841-50) fueron registradas 106 minas. En las minas altas será necesario que el desamparo sea por lo menos de un período de dos a tres años. la mayoría de ellas de aluvión. para que hubiera consenso de que una mina estaba abandonada. la base de una sociedad de frontera. Recordemos que durante la Colonia no hubo una legislación importante sobre aguas para la Nueva Granada. Finalmente. A la vez se aclaraba si el abandono era voluntario o de fuerza mayor. que debían tenerse presentes estas reglas: “1a. dueños de tres minas en San Andrés. De las 106 minas. debe quedarle entonces a éste el derecho de levantar una información que acredite que no la desampara porque la desecha sino porque le faltan medios para llevar adelante los trabajos. por lo demás. a pesar de su voluntad. poseedor de tres minas en Yolombó. Nordeste y Medellín. ocho en Remedios. surgió cierto interés del Estado por introducir reformas a las disposiciones vigentes sobre registro y explotación de minas. lo que forzó a los legisladores del siglo pasado a buscar algunos antecedentes legales en los acuerdos de minería que regían para la Nueva España con el fin de adecuarlos a la realidad granadina8. Cada municipio hizo su propia tipología a la luz de sus experiencias y se regularon los criterios sobre límites y extensión. y que tan luego como se halle en posibilidad volverá a emprenderlos. La legislación debería buscar que “Todo minero esté obligado a pagar al propietario de tierras lo menos un dos por ciento de los oros que respectivamente extrajera por vía de indemnización. al menos en el Cauca. El informe antes citado trataba de probar la irracionalidad de la pequeña minería. sino que en torno a la expansión de la minería de aluvión se arremolinaron centenares de familias que trabajaban cascajeros y dependían de ingresos muy pequeños. en términos de no producir sino abrojos y malezas”11.” La evolución de la minería de oro en Mompox ilustra otro tipo de desarrollos. defendiendo de paso las grandes explotaciones. La pequeña minería Hemos visto antes que el auge minero en Colombia no comprometió sólo a los grandes empresarios nacionales y extranjeros. descrita por un funcionario. muestra los grandes traumas que causaban en las regiones en su desorbitante esfuerzo por generar un ingreso: “Las dehesas más fecundas para siembras y ganados quedan convertidas en escombros y precipicios por todos lados. Tolima y Cauca. defendiendo de paso las grandes explotaciones. Aunque se trataba de un fenómeno corriente. crecieron con el siglo XVIII. pero es muy poco lo que aún conocemos sobre su actividad económica y social. denominados mazamorreros a fines de la Colonia. no eran propietarios de suelos y su presencia era vista como factor de destrucción ecológica. Por donde quieran que corran estos viles y mazamorras. Entre 1801-05 el . Por un informe de 1832 sabemos que. La conclusión lógica era pedir al gobierno un reglamento que sirviera al gran empresario de código para sojuzgar a los precarios individuos movilizadores de la frontera del oro. al igual que en el Chocó. Su actividad. por convenio o por sentencia. se infecundizan los prados y bosques. Su producción fue muy importante en Antioquia. en ésta como en otras regiones productoras se había agudizado bastante como consecuencia de las guerras de independencia y de la supresión de la casa de fundición en aquella ciudad. labranzas y posesiones ajenas. (..condiciones de vida aún sabemos poco. constituyéndose de hecho en un problema social para la zona y para aquellos grandes señores cuyas minas limitaban con las de estos modestos trabajadores. Las dificultades de encontrar oportunidades diferentes hacían que el sector creciera junto a las grandes minas. 2.. El informe antes citado trataba de probar la irracionalidad de la pequeña minería. La conclusión lógica era pedir al gobierno un reglamento que sirviera al gran empresario de código para sojuzgar a los precarios individuos movilizadores de la frontera del oro. Estos mineros. se cargan de tanto quijo y arena. con la libertad y manumisión de esclavos su número se acrecentó en las zonas mineras. que se inutilizan a absolutamente para todos los usos más necesarios a la vida de los hombres y de sus rebaños principalmente en las estaciones secas.” Proponía además que “Todo minero satisfaga inmediatamente y por separado los perjuicios y daños que ocasionare en cercos.) Las aguas de fuentes y ríos como destinadas exclusivamente a las labores. ¿Quiénes eran estos mineros? ¿Qué recursos de capital poseían? ¿Cómo se vinculaban a los mercados? ¿Qué los indujo a vincularse a la minería del oro? He aquí estos y otros interrogantes para la futura investigación histórica. asociados al contrabando del metal. 000. 5. que habían decaído como consecuencia de la competencia extranjera y como resultado de la ruptura de viejos circuitos comerciales. con lo cual se evitaría la competencia y la posible ruina de los nuevos empresarios. 2. tendencia que se mantuvo en los años siguientes. 3. lo que indujo al gobernador de la provincia a manifestar hacia 1830 que el Estado había dejado de recibir en los últimos diez años más de $80. A lo anterior se unió la escasez de capital líquido entre la mayoría de los comerciantes de Mompox. La medida revitalizaría el comercio y haría bajar “el precio de los cambios” que afectaba fundamentalmente al consumidor de artículos extranjeros: “En una palabra. 4. impulsar las mejoras en las vías de comunicación. 6. sino todo el que se producía en Simití y Cauca. saldrá más oro de la tierra y vendría más plata del océano. Crear condiciones socioeconómicas que permitieran a los colombianos recuperar el control de los mercados internos. como condiciones necesarias para superarlos: 1. Estimular la agricultura de origen colonial como el cacao. Impulsar el cultivo del tabaco como producto básico de exportación. La ausencia de una casa de fundición y la ley de 1828 que ordenó fundir los oros en otras casas de fundición. teniendo cuidado de estimular el auge de sectores que no estuvieran desarrollados en otras regiones.126 castellanos dos tomines de oro (40. Con esto ganaría el país. Fomentar la agricultura. al igual que su exportación en barras. La visión de los consulados13 La reactivación de la economía y el comercio colombianos después de 1830 fue una de las preocupaciones del Estado y de los sectores que se habían visto comprometidos con la guerra.derecho de quintos produjo 18. lo que había creado una escasez de circulante monetario entre los comerciantes nacionales. dejando un cambio ventajoso a la balanza del país. los consulados del comercio de las más importantes ciudades colombianas expusieron sus ideas acerca de los principales problemas que afectaban la economía colombiana hacia 1830. por lo menos quedaba la posibilidad de recuperar la economía regional. Debido a las pocas relaciones comerciales existentes entre las provincias de Mompox y Antioquia.743 pesos 6 reales). Como alternativa proponía la libre circulación del oro en polvo. Para lograrlo era necesario suprimir el estanco y permitir el libre cultivo. que tampoco se enviaba a Medellín. tan importantes para la disminución del costo final de las mercancías y los productos de todo género y para la . puso a Mompox a depender de Medellín. Consolidar la paz y la unión como condiciones mínimas para un progreso económico.” A pesar de que era imposible evitar el contrabando. tal determinación estimuló el comercio ilegal de oro y mercancías en la primera de estas provincias. que estaban siendo controlados por los extranjeros. donde se hallaba la casa más cercana. el trigo y el algodón. A grandes rasgos proponían. Finalmente. LOS PROBLEMAS DEL COMERCIO 1. El mismo gobernador observaba que todo ello se había traducido en desaliento para muchos empresarios y mineros de la región12. pues se estaban perdiendo no sólo los oros de Mompox. Interrogados sobre estos temas. que se exportaba.ampliación del espacio mercantil. con detrimento y ruina del empresariado nacional: “Un pueblo debe tener a la mira no depender de otro en lo que es indispensable para subsistir”. Ahora. sino la navegación por el río Magdalena. sentenciaba el comercio de Bogotá. sectoriales y regionales. resulta erróneo. Se argumentaba que el trigo cultivado en Ocaña había sido reemplazado por el de Estados Unidos. según se deduce de los informes de los cónsules de comercio. La destrucción de viejos mercados. El modelo buscaba “sustituir” importaciones agrícolas. que venía mezclado con “harinas de habas. La queja se veía corroborada por hechos tan concretos como la competencia provocada por la introducción de harinas extranjeras. dando al traste con los mercados. abastecer los mercados nacionales y acceder luego al comercio internacional. redes y flujos antes citados. reflejado ante todo en la defensa de algunos sectores agrícolas afectados por la competencia extranjera. Este era un viejo modelo colonial. Durante estos años surge. no sólo por las secuelas que dejaba sobre la economía sino por la dependencia que se estaba creando con respecto a los mercados extranjeros. pues durante todo el siglo XVIII la lucha para evitar que se trajeran harinas inglesas había desatado polémicas sin fin. como el de las harinas de trigo entre Ocaña y Mompox. en plena república. ante un país compuesto por viejos y nuevos intereses. una protesta “nacionalista” que expresa un abierto rechazo al libre comercio. garbanzos y otros granos”. basado en el librecambio. Todos los problemas expuestos por la clase comercial y empresarial de los años treinta indican con claridad el vértice de sus preocupaciones. Proteccionismo y librecambio Acorde con los conceptos prevalecientes. las primeras décadas de la república fomentaron un proteccionismo moderado. especialmente las provenientes de Estados Unidos. Al Estado le correspondería hacer un esfuerzo para satisfacer las demandas que en forma realista buscaban conciliar los variados intereses empresariales. Entre estas mejoras figuraban no sólo los caminos interprovinciales. Pensar que las economías latinoamericanas de la primera mitad del siglo XIX no tenían opciones o modelos diferentes al que se impuso a mediados del siglo. si pudiéramos decirlo así. sustituida y castigada por los tabacos de Virginia. 2. eran atribuidos a concepciones librecambistas que habían permitido la irrupción de productos desde el extranjero. La disputa en torno a la comercialización del trigo estaba muy enraizada en la conciencia de los criollos. que se oponía al del nuevo empresario interesado en buscar las ventajas del comercio internacional. con el fin de desarrollar mercados de consumo interno más sólidos y crear excedentes susceptibles de ser exportados. no eran los ingleses sino otras potencias. La preocupación fundamental que parece surgir de los informes era la de lograr una gran transformación y un fortalecimiento de la agricultura en las zonas tradicionales de producción mediante la habilitación de nuevas regiones. y el del algodón de Girón. al igual que la competencia a la industria tabacalera. He aquí dos modelos de desarrollo económico sobre los cuales debatían entre sí los empresarios e inversionistas. pero también en la promoción de los primeros ensayos de industrialización. La evolución de los aranceles no es fácil de seguir durante estos años debido a la complejidad . la relación entre los recaudos arancelarios y el valor de las importaciones) fue de un 22% durante la década del treinta y aumentó a 27% en la primera mitad de la década del cuarenta. En 1846. que hasta entonces habían permanecido libres de todo derecho. Fuera de los derechos de importación propiamente dichos. al contrabando inducido por los elevados niveles arancelarios. Por tal motivo. la ley determinaba una larga lista de precios oficiales de bienes de importación. El arancel ad valorem promedio (es decir. tonelaje. ciertamente inferiores a los que prevalecían a fines de la Colonia (35 a 40%). Durante la mayor parte del período se conservó el sistema español de aforo por arancel. lazareto y consulares. los gravámenes establecidos en 1821 fueron moderados (de un 20% en promedio sobre los valores oficiales). Tal reforma fue la culminación de la fase proteccionista. sobre los cuales se cobraba una tasa determinada. Los impuestos de importación a las telas ordinarias de algodón y lana. de la cual carecemos enteramente. Debido. desde fines de 1834 se redujeron de nuevo los gravámenes. Curiosamente. La magnitud de los derechos arancelarios existentes hasta la reforma de 1847 no parece haber sido exagerada. Para ese entonces el gravamen conjunto de importación y alcabala más común para las telas se había elevado al 29% sobre los valores oficiales existentes. Sin embargo.de las normas correspondientes. pero también existían otros de menor cuantía (los derechos de consulado. A partir de 1828 se inició un movimiento proteccionista que tuvo su momento culminante en 1833. Como no había ninguna intención de ajustar los valores oficiales a las fluctuaciones frecuentes de los precios de las mercancías. la disminución fue algo menor (20 a 30%). se elevaron considerablemente los derechos de importación de los bienes agrícolas. los gravámenes más elevados recaían sobre los alimentos importados. sería necesario disponer de una considerable cantidad de información sobre los precios de los bienes importados. se mantuvieron o crearon otros gravámenes que tenían la misma base. algunos trabajos existentes permiten reconstruir parcialmente la evolución de los aranceles14. la reforma gravó las importaciones de herramientas. hasta llegar a mediados del año siguiente a un 22%. el efecto fiscal de los derechos de importación estipulados por el Congreso de Cúcuta consistió en un aumento de los ingresos de la naciente república. el . ya que los principios liberales se reflejaron en 1847 en una simplificación del régimen arancelario y en una reducción drástica de los gravámenes existentes. el sistema equivalía a un derecho específico de tantos centavos por vara de tela o por kilogramo de arroz. sin embargo. De acuerdo con este sistema. estos últimos diferentes a los primeros). contra sólo 20% en 1821. antes de las reformas liberales. a los alimentos y al hierro se redujeron a la mitad o menos de los niveles anteriores. No obstante. como la mayoría de los gravámenes se cobraban antes en la metrópoli. Hasta 1847 el azúcar fue de prohibida importación. En 1842 se elevó en dos puntos el derecho de importación y en 1844 se emprendió una reforma mucho más radical del arancel. Aunque los gravámenes sobre las telas no parecen haber variado mucho. De acuerdo con dichos estudios. En el caso de las telas finas. De acuerdo con los conceptos prevalecientes. El más importante de ellos era la alcabala o impuesto a las ventas. A comienzos de la década del cuarenta se inició un nuevo proceso proteccionista. Para conocer con exactitud el efecto real de los gravámenes durante aquellos años. y en 1844 se reemplazaron en su totalidad los gravámenes existentes por impuestos de esta naturaleza. ya desde principios de la década del treinta habían comenzado a introducirse algunos derechos claramente específicos. Simultáneamente se desarrolló una política de privilegios y estímulos a todo tipo de industrias modernas que quisieran organizarse en el país. Francia y Estados Unidos. Los privilegios establecían un monopolio temporal. sin duda. la producción del metal llegó a $2. a la calidad o disponibilidad de mano de obra calificada y materias primas. Inglaterra y.000). se conservaron en las primeras décadas de la República. para garantizar el pago del quinto y los derechos de amonedación. Siguiendo el patrón de fines de la Colonia. para utilizar el término colonial— y se adquirían bienes europeos. sustituyeron a España como principales socios comerciales. vidrios. Sin embargo. en 1828 se estableció un impuesto del 6% a la “exportación presunta” de oro. con primas especiales y con la exención de impuestos para la maquinaria y herramientas necesarias. Las regulaciones coloniales según las cuales sólo se permitía exportar oro y plata amonedados. mucho más importante que el efecto de los aranceles era entonces la “protección natural” ofrecida por el atraso en el sistema de transportes. que incluyó fábricas de loza fina. es evidente. por los registros de las Casas de Moneda. papel. tejidos. Para tratar de cobrar indirectamente los derechos de quinto. sombreros y una ferrería (la de Pacho. gran parte de la actividad comercial se realizó con Jamaica y otras colonias inglesas en las Antillas. Toda la producción no amonedada. salía del país ilegalmente. que se cobraba sobre las importaciones. Sin embargo. en menor medida.000 anuales en los años cuarenta. paños. Esta política era complementada con préstamos nacionales a las nuevas fábricas. y en el de las telas finas de la misma fibra en torno a 40%. los gravámenes eran elevados. sin embargo.540. la harina el 63% y la manteca de cerdo el 70% de sus precios en puertos norteamericanos. El comercio exterior Después de 1820 el gobierno de Colombia inició un proceso de apertura de su comercio exterior con aquellos países que veían en las nuevas repúblicas perspectivas de nuevos mercados. pero que se inició en firme sólo en 1838). el comercio directo con los países europeos sólo se generalizó a mediados de siglo. Las fábricas enfrentaron disponibilidades de todo tipo.arroz pagaba el 173%. lograron sobrevivir y continuaron como pioneras de la industrialización colombiana en las décadas posteriores. un nivel todavía inferior al de la primera década del siglo ($3. no a la fabricación de un bien particular. para algunos bienes claves en las concepciones proteccionistas. Dicho tributo . De acuerdo con los estimativos de Vicente Restrepo. sin embargo. que aumentaba considerablemente el precio de un bien traído al interior del país. en la década del treinta tuvo lugar un pequeño ensayo de industrialización en Bogotá y sus cercanías. los gravámenes típicos duplicaban los de fines de los años veinte ya que la baja en los precios internacionales de los textiles no había sido acompañada de una merma en los derechos correspondientes. Sin embargo. Con base en tales privilegios. sino a la técnica utilizada. que cerca de un tercio de la producción no cumplía esa norma legal. establecida desde 1827. a la guerra de los Supremos y a las maniobras financieras y posterior quiebra de Judas Tadeo Landínez a comienzos de 1842. los gravámenes oscilaban en torno a 80%. en particular textiles ingleses. Algunas de ellas. en ambos casos. 3. En el caso de las telas ordinarias del algodón. Como puede apreciarse. Allí se llevaba oro y algunas mercancías —“frutos”. Hasta entonces. asociados al tamaño del mercado. Las concepciones proteccionistas no se limitaron al manejo del arancel. el oro siguió representando las tres cuartas partes de las exportaciones.060. después de una recuperación en las primeras décadas de la República. en 1846. lo anterior indica que. Las nuevas demandas creadas por la Independencia tenían tres orígenes diferentes. que no solamente debía garantizar el triunfo republicano sino que tuvo que hacer frente a la resistencia irregular que sobrevivió después de 1820.000 en 1841-45). Al lado de estos bienes surgieron. aun antes de la bonanza exportadora de mediados del siglo. Aunque la exportación de frutos creció un poco en relación con los niveles más altos de la Colonia (de $785. se elevaron a un ritmo relativamente aceptable (un 3% anual). las compras reales de estos bienes. Más tarde. Los resultados de tales esfuerzos no fueron muy favorables. no pudo sostenerse ante la baja dramática de los precios internacionales generada por la expansión del cultivo en Estados Unidos. se autorizó la exportación de oro sin amonedar. a mediados del siglo. A esto se unieron . LAS FINANZAS PÚBLICAS Uno de los aspectos más controvertidos durante la constitución y desarrollo del Estado republicano fue el relativo a las rentas.000 en 1835-39 y $894. La Nueva Granada tuvo también que financiar los ejércitos que se enviaron al sur de América para luchar por la independencia del Ecuador y el Perú. al tiempo que aumentaban considerablemente las necesidades de gasto. Los resultados de tales esfuerzos no fueron muy favorables. De esta manera. Aunque todavía sobrevivía en la década del treinta. además. el algodón. antes de mediados de siglo.000 anuales en 1802-1804 a $849. que comenzó a exportarse desde la década del treinta como resultado del interés conjunto del gobierno y los comerciantes (véase la sección siguiente). desapareció poco después de los registros de exportación. en la primera mitad del siglo XIX se vivió un estancamiento e incluso un retroceso del comercio de exportación. sujeta a un derecho único del 6%. El valor de las importaciones se mantuvo también relativamente inalterado. En cualquier caso. que representaban entonces tres cuartas partes de las importaciones colombianas. la apertura al comercio exterior fue muy limitada. El principal “fruto” exportado en los primeros años del siglo. En cambio. se había eclipsado casi totalmente a comienzos de la República. El desorden introducido por la guerra y las medidas adoptadas en los primeros años de la República habían creado traumas en la estructura tributaria. nuevos productos. La quina. las exportaciones por habitante habían disminuido en más de un 40% en relación con los niveles de fines de la Colonia. que introdujo el sistema decimal y reguló la confusa circulación interna. Sin embargo. El proceso de expansión de exportaciones de origen agrícola y ganadero iniciado a fines de la Colonia quiso reconstruirse después de la guerra. como parte de la reforma monetaria emprendida por la administración Mosquera. la expansión no alcanzó a compensar la caída en la producción y exportación de oro. Todos los gravámenes al oro fueron posteriormente derogados como parte de las reformas liberales de mediados de siglo. Entre ellos se destaca el tabaco. que también tuvo un corto período de auge a fines de la Colonia. El proceso de expansión de exportaciones de origen agrícola y ganadero iniciado a fines de la Colonia quiso reconstruirse después de la guerra.fue eliminado en 1833. Como la población aumentó en un 80% aproximadamente. El primero de ellos era la aparición de un ejército nacional. gracias a la caída dramática de los precios de los textiles en el comercio internacional. la exportación de cueros y palos de tinte siguió incrementándose. La supresión de algunos impuestos y la desorganización de la administración fiscal abrió un boquete considerable en los recursos del Estado. Durante los años de la primera república. el impuesto sobre las ventas de víveres o sisa y la venta de cargos públicos15. el Congreso de Cúcuta abolió algunas rentas menores que eran consideradas particularmente opresivas. el impuesto a los mazamorreros y el monopolio de aguardiente. los gastos del ejército y la marina alcanzaron el 62%.8 millones con el exterior y $19. el interés del gobierno y de los comerciantes en desarrollar nuevas fuentes de exportación y las propias necesidades fiscales del Estado. en un permanente círculo vicioso. para las operaciones de propiedad raíz). los diezmos y el quinto también se preservaron. Es importante anotar que. y a las emisiones de moneda de baja ley. los primeros gobiernos y congresos republicanos adoptaron una actitud más cautelosa. que comenzó a recorrer el mundo estableciendo embajadas. Sin embargo. Ello equivalía a más de veinte veces los ingresos públicos de aquellos años. éste no era más que un espejismo. Se estima que. A los gastos de los empleados civiles se unían los de la burocracia internacional. generaron faltantes cuantiosos. que se cubrieron apelando a los saldos de las cajas reales. que sumaba $31. aún en 1826-27. con una tasa reducida. por razones estrictamente rentísticas. cerca de las tres cuartas partes de los egresos del Estado se destinaron a atender gastos militares y. En 1821. consulados y legaciones diplomáticas. unidas a la desorganización general de la administración fiscal. Por último. Teniendo en cuenta la población del país. Además. las guerras civiles y las amenazas de reconquista.los levantamientos. pese a la oposición que existía contra el primero. impulsaron diversos mecanismos mediante los . se mantuvieron los monopolios estatales sobre el tabaco y la sal. La imposibilidad de pagar semejante deuda se convirtió desde entonces en una amenaza constante. al ser dividida la deuda de la Gran Colombia. Después de la reorganización del sistema rentístico que emprendieron las autoridades españolas durante la Reconquista. que ocultaba la postergación de los pagos de la deuda pública y los gastos irrisorios en nuevos proyectos de desarrollo económico. pese a que eran considerados como verdaderos frenos al desarrollo de la agricultura y la minería nacional. su proporción volvió a hacerse importante en los años que precedieron a la guerra de los Supremos (1829-42). La segunda demanda provenía de la nueva burocracia estatal. cuando la hacienda nacional tuvo que disponer de un 44% del presupuesto para guerra y marina. la alcabala para ventas internas (aunque se mantuvo. la guerra de independencia y las necesidades generales durante los primeros años de la vida republicana dejaron como legado una deuda externa e interna considerable. correspondió a nuestro país un 50% del total. los gastos públicos por habitante. una vez deducidos los costos de recaudación de las rentas. y se sustituyó el del aguardiente por un gravamen diferente. entre ellas nuevamente el tributo de indios y el impuesto a los mazamorreros. Aunque posteriormente dichas erogaciones se redujeron. en Cartagena. Esta es una señal inequívoca de la absoluta indigencia en que se debatía la sociedad republicana en sus primeros años.9 millones internamente. en 1825- 26. Dichas medidas. oscilaban en los años treinta en torno a $1 y tendieron a disminuir en la siguiente década. pese a que la contabilidad mostró un superávit en algunos años. al uso del papel moneda. ya que los intereses no pagados se convertían en nuevo capital. a la expropiación de los bienes de los realistas. Aunque la renta del tabaco fue reorganizada con bastante éxito en la década del treinta. varias juntas de gobierno habían procedido a eliminar algunas de las rentas más odiadas. En 1839. entre ellas el tributo de indios. Este nuevo gravamen. estableciendo al mismo tiempo un impuesto de exportación. Además el gobierno contrató algunos empréstitos cuya garantía se estipuló en tabaco. La Reconquista consideró. la mayor dispersión de su producción en todo el territorio nacional y la decisión de varias juntas revolucionarias de eliminarlo durante la primera república. El Congreso de Cúcuta decretó igualmente la libertad de producción de aguardiente. la minería y la manufactura (incluidos los terrenos). este último decidió realizar subastas periódicas de tabaco entre algunas firmas interesadas en venderlo en el mercado internacional. El primero de ellos fue una forma de conciliar los intereses de los comerciantes y del monopolio. tenía dos modalidades. que era peligroso en este caso revivir el monopolio y optó por imponer un gravamen de $2 por cántara de aguardiente producido. Debido a la falta de recursos. creado en 1821 en el Congreso de Cúcuta. De esta manera. Su producido resultó ser apenas una ínfima porción de lo estimado inicialmente. El gravamen funcionó en forma muy deficiente en ausencia de un catastro que sirviera para determinar. después de . cuando la administración de Tomás Cipriano de Mosquera decidió entregar al sector privado las factorías de Ambalema. en particular durante la guerra de los Supremos. pero creó un gravamen sobre la destilación y sobre la patente de venta al detal de dicho licor. En 1848 el Congreso —en contra de la opinión del Ejecutivo— decretó la libertad del cultivo.000. Para los ingresos de capital. Este hecho obligó al gobierno a contratar las siembras con aquellos hacendados que tuvieran acceso al crédito. pues equivalía al 5% de los capitales invertidos en la agricultura. Por eso. del 2% para ingresos de entre $150 y $1. las medidas de libertad fueron más tempranas. Fue suspendido temporalmente en 1823 y. no tuvo dificultad para arrendar ninguna de ellas. nuevamente se le sustituyó en 1834 por un sistema de patentes. además. La producción y exportación de tabaco se incrementó rápidamente bajo el nuevo sistema. permitiendo que éstos se iniciaran en el cultivo. el gobierno se vio también obligado en diversas ocasiones. el estanco se encontraba sin fondos. Palmira y Girón y crear algunas destinadas exclusivamente a la exportación. En el caso del aguardiente. Aunque en 1828 fue restablecido el monopolio. a la hora de hacer los pagos a los cosecheros. En el caso de los salarios. el valor de las propiedades. A mediados de la década del cuarenta era creciente el interés de los comerciantes y de algunos hacendados en el negocio del tabaco. Por tal motivo. El ensayo más interesante en el terreno fiscal en los primeros años de la república fue el establecimiento de un impuesto a la renta. algunos de ellos estaban todavía vigentes al momento de la abolición del monopolio. sobre una base que era en la práctica una renta presuntiva. La oposición a los nuevos tributos fue rápida y efectiva y en mayo de 1850 la producción y comercio del tabaco quedaron completamente libres de todo gravamen. Después de un primer ensayo de exportación por cuenta del gobierno. A ello contribuyó. sin duda. a utilizar los fondos de caja del estanco para pagar sus gastos ordinarios.cuales los intereses privados penetraron en el negocio e hicieron finalmente inatajable su privatización. y al 6% de los invertidos en el comercio. Al año siguiente se redujo este gravamen pero se creó un impuesto a las siembras de la hoja. la presión para abolir el monopolio se hizo frontal. y de 3% para rentas superiores. que hasta entonces se reservaba a los pequeños propietarios. se trataba de un gravamen levemente progresivo: nulo para rentas inferiores a $150 anuales. el gravamen era de un 10%. siquiera imperfectamente. Historia de la revolución de Colombia. Tesis Doctoral. 1971. Bogotá. en Anuario Colombiano de Historia Social y de la Cultura. Historiografía y bibliografía de la emancipación del Nuevo Reino de Granada. 1974. La independencia. Guerra y economía en las haciendas. en Boletín de Historia y Antigüedades. según veremos en el capítulo siguiente de este libro. “Guerras de opinión y represión en Colombia durante la independencia. Commerce and Enterprise in Central Colombia.una tentativa de mejorarlo. 1983. Bibliografía de referencia La literatura histórica para los años de 1810 y 1850 es masiva pero orientada a resaltar acontecimientos políticos y vidas de héroes. Universidad de California.. quedó abolido definitivamente en 1826. Bogotá. Frank Stafford. The Colombian tobacco industry. Brundgart. No. . véanse John P. Bogotá.. El mejor estudio sobre la independencia sigue siendo el de José Manuel Restrepo. y Germán Colmenares et al. se discuten en Luis Ospina Vásquez. Tithe production and patterns of economic change in Central Colombia. Bogotá. from government monopoly to free trade. ensayos de historia. La minería y agricultura en la primera mitad del siglo XIX no han sido objeto de atención detallada. Los aportes en los campos de la economía y de la sociedad han sido menos sistemáticos. Zamira Díaz de Zuluaga. “La abolición de la esclavitud en la Nueva Granada.. hay referencias para la agricultura en las obras de José Escorcia antes citada y en M. 1764-1822. Berkeley. Hermes Tovar P. Popayán 1780-1830. Los aspectos relativos al comercio. 1951. 1983. en particular. Sierra. Tesis doctoral. Luis F. Papeletas bibliográficas para el estudio de la historia de Colombia. José Escorcia. Industria y protección en Colombia. Tesis Doctoral. Bogotá. Sobre la minería pueden consultarse Vicente Restrepo. 1955. Universidad de Texas. hay referencias para la agricultura en las obras de José Escorcia antes citada y en M. 1986. en Anuario Colombiano de la Historia Social y de la Cultura. 1821-1870. 1810-1930. 1778-1876. Cali. un esbozo preliminar”. 1983. 1980. y Jorge Castellanos. véanse Antonio Galvis N. Sobre el tabaco. 1979. No. separata del Boletín Cultural Bibliográfico. Tesis Doctoral. Medellín. La abolición de la esclavitud en Popayán. 1974. que debe ser complementado con David Bushnell. “Los cosecheros de Ambalema. julio-septiembre 1980. El tabaco en la economía colombiana del siglo XIX. pero se han convertido en una preocupación incipiente de los investigadores llegados a la vida universitaria. 1810-1820”. Bogotá. Brundgart. La minería y agricultura en la primera mitad del siglo XIX no han sido objeto de atención detallada. 1764-1822. 1832-1852. Desarrollo político. Bogotá. Sin embargo. Sólo revivió como renta provincial a mediados del siglo.. Universidad de Texas. social y económico 1800-1854. 1977. 9. y Roger Brew. Entre las colecciones de documentos para la época merecen consultarse. la industrialización y las finanzas públicas. Sobre la manumisión en Colombia. 1955. y René de la Pedraja. Tithe production and patterns of economic change in Central Colombia. 1969. y Javier Ocampo López. Sergio Elías Ortiz et al. El desarrollo económico de Antioquia desde la independencia hasta 1920. Tunja. 1961. Estudio sobre las minas de oro y plata de Colombia. Bogotá 1942-1950. Sin embargo. 11. El régimen de Santander en la Gran Colombia. 1820-1832”. Harrison. 1966. C. y The ideal of the practical: Colombia’s struggle to form a technical elite. 1965. 8. No. en Ocampo y Santiago Montenegro. The first Mosquera Administration in New Granada. en Anuario Colombiano de Historia Social y de la Cultura. 1845-1849. y J. 1976. Los problemas de mitad de siglo han sido tratados especialmente en Indalecio Liévano Aguirre. protección e industrialización. y José Antonio Ocampo. Muchos trabajos sobre el siglo XIX parten esencialmente de 1850 y los que no lo hacen introducen algunas reflexiones marginales sobre la primera mitad del siglo pasado. 1958. León Helguera. Tesis Doctoral. Universidad de North Carolina. 4. Austin. convirtiéndolo en un apéndice de otros problemas. 1976. Rafael Núñez. “Las sociedades democráticas de artesanos y la coyuntura política y social colombiana de 1848”. . Bogotá 1984.Universidad de Columbia. Crisis mundial. Bogotá. 1944. Jaime Jaramillo Uribe. “Libre-cambio y proteccionismo en el siglo XIX”.
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