La investigación científica. Su estrategia y su filosofía.De la razón a la experimentación: Acercamiento epistemológico a la definición de ciencia y sus características. El conocimiento ordinario se ocupa usualmente de lograr resultados capaces de ser aplicados en forma inmediata; con ello no es suficientemente verdadero, con lo cual no puede ser suficientemente eficaz. Cuando se dispone de un conocimiento adecuado de las cosas es posible manipularlas con éxito. RESUMEN En el trabajo que a continuación se presenta se rescatan las ideas principales de Mario Bunge respecto de lo que es la ciencia y las principales características de la ciencia fáctica, ambas expuestas y desarrolladas en su texto: La investigación científica. Su estrategia y su filosofía. Palabras clave: ciencia, investigación científica, conocimiento, ciencia formal, ciencia fáctica. ABSTRACT The following paper presents Mario Bunge's main ideas with respect to the definition of science and the main features of factual science, both expressed and elaborated in his text: Scientific Research. Its strategy and philosophy. Key words: Science, scientific research, knowledge, formal science, factual science. Luis Fernando Gutiérrez Champion Politólogo con estudios en la Universidad de Guadalajara y LaTrobe University, Australia. Mtro. en Comunicación de la Ciencia y la Cultura, ITESO. 2 A menudo ni siquiera quienes nos estamos preparando como investigadores científicos en un nivel de posgrado podemos definir o explicar con precisión lo que es la ciencia. Por esa razón resulta no sólo pertinente sino urgente que nos adentremos en un texto como el de Bunge, lectura obligada para todo aquél que sea o se esté preparando como científico. El hombre se distingue de todas las demás especies en el planeta por su curiosidad científica y su poder intelectual para tratar de entender el mundo y de utilizar sus recursos tanto para saciar su curiosidad, como para mejorar y facilitar su paso por este planeta. Lo que se presenta a continuación es una breve reseña sobre la definición de Bunge sobre lo que es la ciencia, así como las principales características de la ciencia fáctica. Bunge expone que existen dos tipos de ciencia, la formal y la fáctica. La lógica y la matemática no procuran el conocimiento objetivo, en el sentido de que no son racionales, sistemáticos ni verificables. Éstos tipos de ciencia no nos dan informaciones acerca de la realidad sino que se ocupan de los hechos. Asimismo, no se les da objetos de estudio sino que construyen sus propios objetos, y solo existen en la mente humana. Las ciencias formales demuestran o prueban y las fácticas verifican (confirman o refutan) a partir de diferentes hipótesis. A éstas últimas se les conoce como ciencias formales y sus objetos no son cosas ni procesos sino formas en las que, como argumenta el autor, se puede verter un surtido ilimitado de contenidos, tanto fácticos como empíricos. De esta forma, podemos establecer correspondencias entre esas formas (u objetos formales) por una parte y cosas y procesos pertenecientes a cualquier nivel de la realidad por la otra. Así es como la física, la química, la fisiología, la psicología, la economía y demás ciencias recurren a la matemática, empleándola como herramienta para realizar la más precisa reconstrucción de las complejas relaciones que se encuentran entre los hechos y entre los diversos aspectos de los hechos. La lógica formal se emplea por medio de los pensamientos. Los humanos hacemos interpretaciones asignando significado fáctico o empírico a los objetos formales. De esa manera, la lógica y la matemática se conectan con la realidad por medio de puentes como el lenguaje científico. Los enunciados de las ciencias formales consisten en relaciones entre signos y los enunciados de las ciencias fácticas se refieren a entes extra-científicos como sucesos y procesos. También se pueden distinguir por el método por el cual se ponen a prueba. Por un lado, las ciencias formales utilizan la lógica y no necesitan de la experiencia para demostrar rigurosamente sus teoremas. Por otro, las ciencias fácticas no se bastan de la lógica formal sino que requieren de la observación y experimentación para comprobar sus hipótesis. Únicamente después de que haya pasado las pruebas de verificación empírica podrá considerarse que un enunciado es adecuado a su objeto, o sea que es verdadero. Sin embargo, aunque son verificables, sus resultados no son irrefutables hasta que otro experimento pruebe lo contrario. El autor expone que los rasgos esenciales del tipo de conocimiento que alcanzan las ciencias de la naturaleza y de la sociedad son la racionalidad y la objetividad. Por conocimiento racional se entiende que está constituido por conceptos, juicios y raciocinios y no por sensaciones, imágenes, pautas de conducta, etc., lo que significa que se trabaja con ideas. Por su parte, esas ideas pueden combinarse con algún conjunto de reglas lógicas con el fin de producir nuevas ideas. Esas ideas no se amontonan caóticamente o 3 en forma cronológica sino que se organizan en sistemas de ideas - en conjuntos ordenados de proposiciones, lo que se conoce como teorías. Por su parte, el conocimiento científico de la realidad es objetivo y concuerda aproximadamente con su objeto: busca alcanzar la verdad fáctica. Verifica la adaptación de las ideas a los hechos recurriendo a la observación y el experimento. Ambos rasgos de la ciencia fáctica están íntimamente soldados. Posteriormente el autor hace un inventario de las principales características de la ciencia fáctica. El primero es que el conocimiento científico es fáctico puesto que parte siempre de los hechos, los respeta y siempre vuelve a ellos. Los enunciados fácticos confirmados se llaman datos empíricos y se obtienen con la ayuda de teorías. Los datos numéricos y métricos se disponen en tablas, para después incorporarse a teorías y de esa forma convertirse en herramientas para la inteligencia y la aplicación. "Ningún científico aprehende su objeto tal como es, sino tal como queda modificado por sus propias operaciones" - p. 11. El segundo, dice, es que el conocimiento científico trasciende los hechos. Los descarta o produce nuevos que explica mediante hipótesis que posteriormente comprueba, descarta o descubre mediante la experimentación. Los científicos exprimen la realidad para ir más allá de las apariencias y producir así nuevos hechos. El conocimiento también racionaliza la experiencia en vez de limitarse a describirla. Tercero, la ciencia es analítica. El científico trata de entender toda situación total en términos de sus componentes, e intenta descubrir los elementos que explican su integración. En la investigación científica se separan/descomponen todas las partes/componentes para estudiarlas individualmente y, de esa forma, explicarlas en su conjunto, una vez que se haga su síntesis. Cuarto, el autor expone que la investigación científica es especializada. Se tienen diversos enfoques analíticos y por tanto se han formado diversos campos interdisciplinarios, cada uno con una especialización específica. Posteriormente el autor argumenta que dicho conocimiento también es claro y preciso ya que, aunque sus problemas son distintos, sus resultados siempre son claros. El conocimiento ordinario es vago e inexacto, mientras que el científico, aunque nunca está libre del error, es preciso, busca descripciones exactas, es organizado y posee una técnica para encontrar errores y sacar provecho de ellos. Sexto, el conocimiento es comunicable, lo que quiere decir que el conocimiento que se produce siempre debe de ser público. Bunge argumenta que la política del secreto y de la producción de conocimiento que se mantiene oculta o secreta son el principal factor de estancamiento en la cultura. El conocimiento debe ser compartido con rigurosa precisión para que los datos empíricos y las hipótesis puedan ser verificados, confirmados y/o refutados por investigaciones posteriores. Séptimo, el conocimiento científico es verificable, lo que significa que debe comprobarse por la experiencia. La comprobación de toda hipótesis requiere de la experiencia, para lo cual el científico utiliza técnicas de verificación empírica. Octavo, la investigación es metódica, lo que significa que los científicos utilizan rigurosas Mario Bunge es un físico, filósofo, epistemólogo y humanista argentino nacido el 21 de septiembre de 1919. 4 metodologías y proceden conforme a reglas y técnicas que han resultado eficaces en el pasado y que son perfeccionadas continuamente. Noveno, el conocimiento también es sistemático. Como expone el autor, la ciencia no es un conjunto de informaciones inconexas sino un sistema de ideas conectadas lógicamente entre sí. Décimo, el conocimiento científico es general puesto que ubica hechos singulares en pautas generales. El científico trabaja con hechos singulares en la medida que forman parte de clases o casos generales e intenta descubrir lo que comparten todos los singulares. Siguiendo al autor, el conocimiento también es legal puesto que busca leyes de la naturaleza y de la cultura y las aplica. En la medida en que es legal, es esencialista, lo que implica que intenta legar a la raíz de las cosas. Hay muchos tipos de leyes, aún dentro de una misma ciencia, y ninguna es mejor o más importante que otra. Estas leyes no son más que hipótesis confirmadas, por tanto no se encuentran por mera observación sino porque ya fueron comprobadas mediante hipótesis. Finalmente, el autor expone que la ciencia también es explicativa, abierta y útil. Primero, es explicativa porque intenta explicar los hechos en términos de leyes y estas explicaciones no son finales sino perfectibles. También es abierta porque no reconoce barreras que limiten el conocimiento. Todo conocimiento científico que se produce es refutable y nunca final. El conocimiento siempre está sujeto a ser verificado, corregido, transformado o refutado. También es útil porque busca la verdad y porque nos da herramientas para el bien y para el mal. Cuando se dispone de un conocimiento adecuado de las cosas es posible manipularlas con éxito. El científico siempre busca que el conocimiento que produce pueda ser aplicado y supuestamente empleado en beneficio de la humanidad. En conclusión, el texto de Bunge es una herramienta fundamental para que todo científico tenga nociones epistémicas y filosóficas claras sobre lo que está haciendo y las formas en que está produciendo conocimiento científico. Es fundamental que como investigadores científicos tengamos estas herramientas para que tengamos una base sólida sobre la cual fundamentemos nuestro trabajo y lo podamos llevar a cabo con profesionalismo y rigurosidad científica. Bibliografía: BUNGE, Mario (1992) La investigación científica. Su estrategia y su filosofía. Editorial Ariel, Colección Convivium, Barcelona, España, pp. 6-23, 26-45.