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April 2, 2018 | Author: Ricardo González | Category: Woman, Truth, Homo Sapiens, Unrest, Science


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––Según los estudios históricos, ¿desde cuándo han formadopar­te las mujeres de ejércitos profesionales? ––Ya en el siglo iv a.C., en Atenas y Esparta, las mujeres parti- ciparon en las guerras griegas. En épocas posteriores, también for- maron parte de las tropas de Alejandro Magno. El historiador ruso Nikolái Karamzín escribió sobre nuestros an- tepasados: «En ciertas ocasiones, las eslavas se unían valientemente a sus padres y esposos durante las guerras. Por ejemplo, durante el ase- dio de Constantinopla en el año 626, los griegos descubrieron mu- chos cadáveres de mujeres entre los eslavos caídos en combate. Ade- más, una madre, al educar a sus hijos, siempre les preparaba para que fueran guerreros». ––¿Y en la Edad Moderna? ––La primera vez fue en Inglaterra, entre 1560 y 1650. Fue en- tonces cuando se empezaron a organizar hospitales donde servían las mujeres. ––¿Qué pasó en el siglo xx? ––A principios de siglo, en la Primera Guerra Mundial, en In- glaterra, las mujeres fueron admitidas en las Reales Fuerzas Aéreas, entonces formaron el Cuerpo Auxiliar Femenino y la Sección Fe- menina de Transporte; en total, cien mil efectivos. »En Rusia, Alemania y Francia también hubo muchas mujeres sirviendo en hospitales militares y trenes sanitarios. »Pero fue durante la Segunda Guerra Mundial cuando el mun- do presenció el auténtico fenómeno femenino. Las mujeres sirvie- 3 9 guerra no tiene rostro de mujer, La_C925752.indd 9 23/10/15 11:10 incluso las más “mas- culinas”. Dominaban todas las especialidades militares. en el alemán (quinientas mil).indd 10 23/10/15 11:10 . en la guerra. Incluso llegó a surgir cierto problema lingüístico: hasta en- tonces para las palabras “conductor de carro de combate”.) guerra no tiene rostro de mujer.. La_C925752. SVETLANA ALEXIÉVICH ron en las fuerzas armadas de varios países: en el ejército inglés (dos- cientas veinticinco mil).. puesto que nunca antes las mujeres se habían encargado de estas tareas. en el estadounidense (entre cuatrocientas mil y quinientas mil). El femenino de estas pa- labras nació allí mismo. »En el ejército soviético hubo cerca de un millón de mujeres.. “infante” o “tirador” no existía el género femenino.. (Extracto de una conversación con un historiador. mi vecinito me preguntó: «¿Qué hace la gente bajo tierra? ¿Cómo viven allí?». para mí se ha convertido en el mayor misterio de la vida. en la casa. La persona es más que la guerra (Extractos del diario de este libro) Los millones caídos en balde abrieron una senda en el vacío. el abuelo de Ucrania.. la que nunca quiso leer libros sobre guerras a pesar de que en la época de mi infancia y juventud fueran la lectura favorita. La guerra siempre estuvo presente: en la escuela. en las bodas y en los bautizos. todo se originaba en aquel mundo terrible y enig- mático. Un día. el padre de mi ma- dre. En nuestra familia. No es sorprendente: éramos hijos de la Gran Victoria. Los hijos de los vencedores. Para nosotros.. Incluso en las conversaciones de los niños.. Yo. murió en el frente y fue enterrado en suelo húngaro.. Osip Mandelshtam 1978-1985 Escribo sobre la guerra. La_C925752. la abuela 3 11 guerra no tiene rostro de mujer.. De todos mis coetáneos. en las fiestas y en los funerales. ¿Que cuál es mi primer recuer- do de la guerra? Mi angustia infantil en medio de unas palabras in- comprensibles y amenazantes. Entonces por primera vez pensé en la muerte..indd 11 23/10/15 11:10 . Y ya nunca más he dejado de pensar en ella. Nosotros también queríamos descifrar el misterio de la guerra. . adonde mi padre solía ir a buscar los libros. De mujeres. la madre de mi padre. No era por casualidad.indd 12 23/10/15 11:10 . las voces de la calle contaban a gritos otra historia. de sus hijos. O recordábamos cómo habíamos combatido. el mundo real a la vez me atraía y me asustaba. A veces pienso: «Si yo fuera una persona más apegada a la vida. Era mi padre. dos marcharon con el ejército y des- aparecieron en los primeros meses de guerra. Nunca hemos vivido de otra manera. La_C925752. ¿me habría atrevido a lanzarme a este pozo negro? 12 guerra no tiene rostro de mujer. Los alemanes quemaron vivos a once de sus familiares lejanos junto a sus hijos: a unos en su casa. «Zurück!». Era nues- tro sueño. «Hitler kaput!». Siempre habíamos estado o combatiendo o preparándonos para la guerra. y en la regional. Lo tengo muy presente: la guerra la relatan las muje- res. el mundo de la guerra era el único cercano. Ahora ya sé la respuesta a la pregun- ta «¿por qué?». Hasta ahora no conozco otro mundo. y la gente de la guerra era la única gente que co- nocíamos. En la escuela nos enseñaban a amar la muerte. Escribíamos re- dacciones sobre cuánto nos gustaría entregar la vida por. Durante mucho tiempo jugar a «alemanes y rusos» fue uno de los juegos favoritos de los niños de las aldeas. Sin embargo. murió de tifus en un destaca- mento de partisanos. el tercero fue el único que regresó a casa. y nos llevará mucho tiempo aprenderlo. Lo mismo en la biblioteca del pueblo. a otros en la iglesia de la aldea. ni a otra gente. Lloran. Y en ese desconocimiento de la vida se originó la valentía. la mitad de los libros era sobre la guerra. Durante mucho tiempo fui una chica de libros.. y esa historia me resultaba muy tentadora. Gritaban en alemán: «Hände hoch!». Su canto es como el llanto. Y así fue en cada familia. ¿Aca- so existieron alguna vez? La aldea de mi infancia era femenina. No recuerdo vo- ces masculinas. Sin excepciones. No conocíamos el mundo sin guerra. En la biblioteca escolar. SVETLANA ALEXIÉVICH de Bielorrusia. debe ser que no sabemos hacerlo. No nos imaginamos cómo es vivir de otro modo. ¿De qué hablará mi libro? Un libro más sobre la guerra. Estuve buscando. en un autobús. eso lo veo enseguida. conocidas y desconocidas. he estado pensando... he sido la única oyente de unas narraciones completamente nuevas. Y me quedaba asombrada. en muchas ocasiones. de una guerra que yo desco- nozco. La forma del libro era poco convencional: la novela está construida a partir de las voces de la vida diaria.. Sin embargo. a mi mirada. De las pa- labras «masculinas». a mi oído. en una cafetería. A lo largo de dos años.. lo sabemos por la «voz masculina». siempre han sido hombres escribiendo sobre hombres. nadie le ha preguntado nada a mi abuela excepto yo. Las mujeres mientras tanto guardan silencio. sino la «masculina». ¿Para qué? Ha habido miles de guerras.. LA GUERRA NO TIENE ROSTRO DE MUJER ¿Me habrá empujado a él mi ignorancia? ¿O habrá sido el presenti- miento de que este era mi camino?». Un día abrí el libro Ya iz ógnennoi derevni (Soy de la aldea en lla- mas). Mi maestro es Alés Adamóvich. Bril y V. Durante mis viajes de periodista. Había encontrado lo que estaba buscando. Y los libros que hablan de las guerras son incontables. Todos somos prisioneros de las percepciones y sensaciones «masculinas». Y si de pronto se ponen a recordar. Leyendo. de lo que se escucha en la calle. Porque siempre intuimos nues- tro camino.. en casa. después de ver- ter algunas lágrimas en compañía de sus amigas de armas. La_C925752.. grandes y pequeñas.Todo lo que sabe- mos de la guerra. las muje- res comienzan a hablar de su guerra. 3 13 guerra no tiene rostro de mujer.. Y. Guardan silencio incluso las que estuvieron en la guerra. Se adaptan al canon.. fue al leer a Dostoievski. Kolésnik. de A. Lo que presentía. De una guerra desconocida para todos nosotros. no relatan la guerra «femenina».indd 13 23/10/15 11:10 . más que hacer entrevistas y tomar notas.. Adamóvich. Solo una vez había ex- perimentado una conmoción similar. Ni a mi madre.Tan solo en casa. ¿Con qué palabras se puede transmitir lo que oigo? Yo buscaba un género que correspondiera a mi modo de ver el mundo. Es cierto. ¡Eso es! El círculo se había cerrado. De lo que yo había oído en mi infancia. Los roles no coinciden.. SVETLANA ALEXIÉVICH como en la infancia.. La guerra femenina tiene sus colores. se va pareciendo a la vida normal. surge una ilu- minación diferente. ¿Por qué. sus sentimientos? Falta de confianza. Los re- latos de las mujeres son diferentes y hablan de otras cosas. En esta guerra no hay héroes ni hazañas increíbles. Ahora esas mismas mujeres son con- tables. La_C925752. Se nos oculta un mundo ente- ro.. en sus vidas hay páginas capaces de competir con las mejores páginas de los clásicos de la literatura.. En esta guerra no solo sufren las personas. Pero ¿por qué?. Ante mis ojos veo cómo la His- toria se humaniza.. En esos relatos se entreveía el tremendo rictus de lo misterioso. Y sufren en silencio. Tiene sus propias palabras. me preguntaba a menudo. Recuer- dan y se sorprenden de ellas mismas. Al recordar parece que evocan a otras chicas. La historia de las mujeres. sus palabras. los pájaros. los árboles... auxiliares de laboratorio. Yo quiero escribir la historia de esta guerra. su iluminación y su espacio.. Las profesiones militares de las mujeres eran: instruc- tora sanitaria. tan solo hay seres humanos involucrados en una tarea inhumana.indd 14 23/10/15 11:10 . Algunas de estas mujeres son narradoras extraordinarias. Delante está todo el camino hacia arriba y hacia abajo: del ángel a la 14 guerra no tiene rostro de mujer. En lo que narran las mujeres no hay. o casi no hay. El ser humano se ve a sí mismo con claridad desde arriba —desde el cielo— y desde abajo —desde la tierra—. las mujeres no han sido capaces de defender su historia. Todos los que habitan este planeta junto a nosotros. La sorpresa. sino la tierra. lo que estamos acostumbrados a leer y a escuchar: cómo unas per- sonas matan a otras de forma heroica y finalmente vencen. después de haberse hecho un lugar en un mundo que era del todo masculino. francotiradora.. Su guerra sigue siendo desconocida. tirador de ametralladora. comandante de cañón antiaéreo. O cómo son derrotadas. guías turísticas. lo cual es aún más terrible. O qué técnica se usó y qué generales había. maestras. zapadora. Tras los primeros encuentros.. sus olores. Y al mismo tiempo. nos probamos blusas nuevas.. después de un largo día atiborrado de pa- labras. Recordar es. Ellas —¿cómo explicarlo bien?— extraen las pa- labras de su interior en vez de usar las de los rotativos o las de los li- bros. en qué sector del frente. cocineras. Siempre transcurre un tiempo (uno nunca sabe ni cuánto tiempo ni por qué) y de repente surge el esperado momento en que la persona se aleja del canon. ha- blamos sobre cortes de pelo y recetas de cocina. ¡La temperatura es demasiado alta! He comprobado que la gente senci- lla (las enfermeras.Tomamos el té. ¡Que no se escape! A menudo.. Un fragmento de su vida. Obedecen a una codificación genérica. Y entonces. a menudo son más vulnerables frente al moldeo del tiempo. para poder oír el relato de la guerra femenina y no de la masculina: cómo retrocedían. La_C925752. la gente crea. De los mitos.. Es la frase que anoto en mi libreta. Hay que atrapar ese momento. cuando el tiem- po vuelve a suceder. son el renacimiento del pasado. su vida. pero ¡qué frase!: «Fui al frente siendo tan pequeña que durante la guerra crecí un poco». Deja de recordar la guerra para recordar su juven- tud.) son las que se comportan con más sinceridad.indd 15 23/10/15 11:10 . En guardia.. Con una entrevista no basta... A veces añaden algunas líneas o reescriben. toman sus propias palabras en vez de coger prestadas las ajenas. sobre todo. igual que nuestros monumentos.. fraguado de yeso o de hormigón armado. 3 15 guerra no tiene rostro de mujer.. a veces son varios días. por muy extraño que parezca. hacen falta muchas. lavanderas. un acto creativo. Al re- latar.. hechos y lágrimas. Están infectados por el co- nocimiento indirecto. Cuatro o cinco ca- setes. la aniquila... el dolor derrite cualquier nota de falsedad. Los senti- mientos y el lenguaje de las personas cultas.. cómo ata- caban. Miramos fotos de los nietos. aunque en la grabadora haya decenas de metros de cinta. Así trabaja un retratista insistente. en tu memoria tan solo queda una frase. redacta. y se vuelve hacia su interior. Paso largas jornadas en una casa o en un piso desconocidos. LA GUERRA NO TIENE ROSTRO DE MUJER bestia. Los recuerdos no son un relato apasionado o impasible de la realidad desaparecida. A menudo se ha de recorrer un largo camino. avanzar con rodeos. Entonces tengo que estar alerta. Y solo a partir de sus propios sufrimientos y vivencias. De cualquier manera. Para nosotros. En común. De responder a la pregunta: ¿para qué ha sido todo esto? Observar el mundo con una mirada un poco de despedida. una mujer que había sido piloto de aviación me 16 guerra no tiene rostro de mujer.. El sufrimiento justifica nuestra vida. un poco triste. el dolor es un arte. Sabemos sufrir y contar nuestros sufrimientos. Con tranquilidad y equi- tativamente. el ser humano comprende que la vida se ha quedado atrás y que ha llegado el momento de resignar- se y de prepararse para marchar. He de reconocer que las mujeres se enfrentan a este camino con valor. Casi desde otro lado. Me abren su mundo con cautela.. como disculpándose: «Acabada la guerra me casé enseguida. Sobre la marcha. SVETLANA ALEXIÉVICH ¿Qué tengo a mi favor? A mi favor tengo el hecho de que esta- mos acostumbrados a vivir juntos.indd 16 23/10/15 11:10 . Somos gente de con- cilio. Lo compartimos todo: la felicidad. Que el misterio de la muerte está por encima de todo.. Y com- prende que la visión del ser humano es imposible sin la noción de la muerte. «hija».. uno siente el de- seo de no solo contar lo suyo. ¿Cómo me reciben? Me llaman «niña». En la sombra de lo cotidia- no. La guerra es una vivencia demasiado íntima.. y a muchas de ellas las veo escuchando su alma. Mi mamá me pedía: “¡No hables! No confieses”. las lágrimas. sino de llegar al misterio de la vida.». En una ocasión. E igual de infinita que la vida humana.. después de cuarenta años. «nena». Las tengo delante. Ya no necesita engañar ni engañarse. pero me entristece haber es- tado allí. Había cumplido mi deber ante la Patria. El hecho de haber conocido aquello. Lamento tener que contártelo. Recuerdan tras una vida entera.. supongo que si hubiera sido de su generación se comportarían diferente. Con los años. Tú eres tan joven. Me oculté tras la sombra de mi marido. dura y torpe. Escuchan el sonido de su alma. de los pañales. Al mirar atrás.. Sin la alegría y admiración que acompañan el encuen- tro de vejez y juventud.. La_C925752. Es una pena desaparecer sin más. Lo verifican con palabras. Es un detalle muy importante: los que re- cuerdan entonces eran jóvenes y ahora son viejos.. . esta­ ba morada.. Cada vez me convierto más en una gran oreja. al lado del Reichstag. Y es más hábil que el bien. cortéjame.».. lo demás ha palidecido. No puedo.. Estoy escuchando. En los aparta- mentos de la ciudad.. He de ampliar mi visión: escribir la verdad sobre la vida y la muerte en ge- neral. Y durante esos tres años no me sentí mujer. «Leo» la voz. parece más trivial. Cuando el hombre es motivado por algo más grande que la Historia. Empiezo a entender la soledad 3 17 guerra no tiene rostro de mujer.. Textos. que escucha a otra persona. Es atractivo.indd 17 23/10/15 11:10 . Mírame. LA GUERRA NO TIENE ROSTRO DE MUJER negó la entrevista.. me casaré contigo”. en la calle.. Quise pegarle.. dime pa­ la­bras bonitas. Por poco le pego. Los textos están en todas partes.Tenía quemaduras en una de las mejillas.. La comprendí. Fue en Berlín. Partir de la pregunta de Dostoievski: ¿cuánto de humano hay en un ser humano y cómo proteger al ser humano que hay dentro de ti? Indudablemente el mal es tentador. La memoria retiene solo aquellos instantes supremos. »Perdóname.. Un mundo grandioso y rapaz. ¡Mira cómo estoy! Primero. ¡Lo necesito! ¡Lo estoy esperando tanto!. ¡De darle una bofetada! ¿Matrimonio? ¿En ese momento? ¿En me- dio de todo aquello me habla de matrimonio? Entre el hollín negro y los ladrillos quemados. Sentí ganas de llorar.. no limitarme a la verdad sobre la guerra.. Yo era guapa. El ser humano es más grande que la guerra. casi no sentía los deseos de una mujer... o una media página. He- mos tenido suerte..... vi que lo entendió todo.. yo ya le decía: “Sí. Textos. del futuro libro.... La_C925752. No quie- ro recordar. Y sin darme cuenta de que lo estaba haciendo. Me rehundo en el infinito mundo de la guerra. bien abierta. Por teléfono me explicó: «No puedo. Me dijo: “La guerra se ha acabado.. que las lágrimas chorreaban por esas mejillas.. haz que me sienta como una mujer: regálame flores. Por las cicatrices recientes. De gritar. en el tren... en las casas del campo.. Cásate conmigo”.. Pasé tres años en la guerra.. Mi organismo quedó muerto. Cuan- do mi marido me propuso matrimonio. No tuve menstrua- ciones. Aunque para mí esto también es una página. Estamos vivos. pero se siente impotente. Sin que la falsedad de los sentimientos la enturbie. lo que sentimos más cercano. De aquellos días. Cómo se despedía a los guerreros. Entre la realidad y nosotros están nues- tros sentimientos. a los que ha conocido. Si intenta explicar algo con palabras. Por decir algo. sino a los jóvenes sencillos. La_C925752. Me doy cuenta de que trato con versiones. La Historia a través de las voces de testigos humildes y participan­ tes sencillos. cerca de la muer- te.Todo su ser. eso es lo que me interesa. No a los héroes y a los comandantes. en último lugar. se tambalean junto a nosotros. Los docu- mentos son seres vivos. Siempre se encuentra en un espacio diferente. Es imposible afrontar la realidad de lleno. son actores y creadores. Qué palabras decían el último día y la última noche a sus amados.. otra. y los demás quieren en- tender. de que 18 guerra no tiene rostro de mujer. En este preciso instante. cara a cara.. Mi objetivo es conseguir la verdad de aquellos años. Pierde el don de la palabra. y. Cómo esperaban que volvieran de la guerra. los demás. testigos. Algo nuevo y necesario justo ahora. cambian. Lo que ha vivido en esos años. Inmediatamente después de la guerra. ¿qué es lo que más me gustaría saber sobre la Grecia antigua? ¿Y de la histo- ria de Esparta? Me gustaría leer de qué hablaba la gente en sus casas. la persona cuenta una guerra determinada. Y hasta su felicidad o su desgracia. ¿Qué estamos bus- cando? No buscamos las hazañas y los actos heroicos. ¿Conversa- mos a solas o hay alguien más? ¿La familia? ¿Los amigos? ¿Qué ami- gos? Los amigos del frente son una cosa. la persona tal como fue en el pasado narrado y yo. anónimos.. pero pasadas unas décadas es evidente que todo cam- bia. porque la vida del narrador se cuela entre sus recuerdos. Como mínimo somos tres los que participamos en la conversación: el que habla.. Es como regresar de otro plane- ta o de otro universo. Quiere contar. lo que quisiera transformar en literatura. Rodeado de un mundo invisible. El que regresa posee un conocimiento que los demás no tienen y que solo es posible conseguir allí. lo que ha leído. sino lo senci- llo y humano. Pero los narradores no solo son testigos. son una fuente de la que siempre se puede extraer algo más. Cómo se marchaban a la guerra. SVETLANA ALEXIÉVICH del ser humano que vuelve de allí. lo que ha visto. la sensación es catastrófica. Sí.indd 18 23/10/15 11:10 . Una conversación cualquiera está repleta de materia prima. Su carácter único e inescrutable. Construyo los templos de nuestros sentimientos. sino la historia de los senti- mientos. Pero ¡los ladrillos y el templo son cosas distintas! Yo lo veo di- ferente. LA GUERRA NO TIENE ROSTRO DE MUJER cada uno me ofrece la suya.... Entre la multitud. De mi libro no me gustaría que dijeran: «Sus personajes son reales. No escribo sobre la guerra. Digamos. Soy historiadora del alma.indd 19 23/10/15 11:10 . sino el suceso de los sentimientos. 3 19 guerra no tiene rostro de mujer. transformarse en todo esto. en el vivo reflejo del pasado.. La vibración de la eternidad. los recuerdos no son historia y tampoco son literatura». Son los ladrillos. fuera. en la calidez de la voz humana. Los originales. estudio a la perso- na concreta que ha vivido en una época concreta y ha participado en unos acontecimientos concretos. sino sobre el ser humano en la gue- rra. Sueños. De todo lo que ha existido pero puede escabullirse. que están por todas partes. Por un lado. Juntos escribimos el libro del tiempo. No escribo la historia de la guerra. ¿Y la historia? Está allí. sino también la que está en nuestro interior. Cada uno cuenta a gritos su propia verdad. dos o tres. Para mí. quiero discernir en esa persona al ser humano eterno. Es justo ahí. Lo que más me intere- sa no es el suceso en sí. De cómo se mezclan y entrecruzan nace el reflejo de un tiempo y de las personas que lo habitan. La pesadilla de los matices. y eso es todo». donde se ocultan la alegría original y la invenci- ble tragedia de la existencia. Una vez más. los sentimientos son la realidad. Me dicen: «Bueno.. Es preciso oírlo todo y diluirse en todo. Que no es más que historia. Simplemente historia. De nuestros deseos. Su caos y su pasión. anterior a cualquier tratamiento. Uno posee media página. Me interesa no solamente la realidad que nos rodea. por otro lado. Simplemente son la vida. En su estado puro. Creo que en cada uno de nosotros hay un pedacito de historia. otro. Lo que en él hay de inmutable. de los desengaños. llena de polvo y sin el reto- que limpiador de la mano del artista. el alma de los sucesos.. La_C925752. Que hiciera vomitar a los generales.. En cuanto a la in- tensidad de los sentimientos. Nosotros. Quiero que entre en el mundo con el corazón tierno. ¿Cómo le explico a una criatura de seis años lo que estoy hacien- do? Hace poco me preguntó: «¿Qué es una guerra?». Y vuelvo a oír el argumento «masculino»: «Tú no has participado en ninguna guerra». ¿Cómo se podrán transmitir los sentimientos de en- tonces? Es por la mañana y suena el teléfono: «No nos conocemos. la llamo desde la estación de ferrocarril. ¿Y los niños qué? Después de la guerra mis padres lograron explicármelo a mí. Para nosotros ya es el asesinato. No de militar. nada más. no de hombre. le ex­plico que no se puede arrancar una flor tal cual. ¿Cómo respon­ derle?.. Al menos para mí lo es. ¿Está lejos de su casa? Quiero contarle mi guerra. ¡Ostras! Tenía planes para ir con mi hija al parque. He ve- nido de Crimea. Esta lógica «de mujeres» deja atónitos a mis amigos (a diferen- cia de mis amigas). A montar en el tiovi­ vo. los adul- tos. Fundir el habla de la calle y de la literatura.. pero yo ya no soy capaz de hacer lo mismo con mi hija. por las buenas.indd 20 23/10/15 11:10 . tengo una visión neutral..». Enton- ces ¿cómo explicarle la guerra a un ser pequeño? ¿Cómo explicarle la muerte? ¿Cómo responder por qué unas personas matan a otras? Matan incluso a niños tan pequeños como ella. formamos una especie de complot. Que pa- reciera de locos. no perderse. de la percepción del dolor. En óptica existe el concepto de luminosidad: es la capacidad del objetivo de fijar mejor o peor la imagen captada.. que lograra que la sola idea de la guerra diera asco.. SVETLANA ALEXIÉVICH Y al mismo tiempo. La_C925752. Que da pena aplastar a una mosca o quitarle un ala a una libélula.. la memoria 20 guerra no tiene rostro de mujer. Cada vez la guerra nos gusta menos.. Pero tal vez es lo mejor: no co- nozco la pasión del odio. La dificultad adicional es que hablamos del pasado con el lenguaje de hoy. No encuentro las palabras. nos cuesta más justificarla. No estaría mal escribir un libro sobre la guerra que provocara náuseas. Permiten con desgana que las mujeres entren en su mundo.. de los intereses. Y aún más insoportable es tener que matar. tendrán que disparar.». La lleva dentro durante un largo tiempo. La regala... Sus recuerdos son distintos. se ena- moraban.. hablen de lo que hablen. En el centro siempre está la insufrible idea de la muerte. me cortaron la trenza y no me dejaron más que un flequillo». ¿Copiado de algún libro? Solo se puede copiar de la vida. colores. tiene un detallado universo exis- tencial: «Nos dieron los macutos y los usamos para cosernos unas fal- ditas». lo he comprobado: eso no se pue- de inventar. Nos acercamos al lugar desde donde lo habían hecho: la arena amarilla bien pisoteada. su forma de recordar es distinta. He comprendido que para una mujer matar es mucho más difícil. En más de una ocasión me lo han advertido (sobre todo escritores hombres): «Las mujeres inventan». la cuida. Sin embargo. «En la oficina de reclutamiento. siempre tienen presente la misma idea: la guerra es ante todo un asesinato y.indd 21 23/10/15 11:10 . de mayores. en su territorio.. Y otra cosa: a los hombres desde que son niños se les dice que tal vez. nadie quiere morir. solo la vida real tiene tanta fantasía. Los hombres se ocultan detrás de la Historia. Los hombres.. entré por una puerta llevando un vestido y salí por otra llevando un pantalón y una camisa militar. 3 21 guerra no tiene rostro de mujer.. Por último.. además. mientras que las mujeres están a expensas de los sen- timientos. también está la vida cotidiana: cantaban.. detrás de los hechos. La_C925752. Diría incluso que la guerra femenina es más terrible que la masculina. Son capaces de ver aquello que para los hombres está oculto.. Las mujeres. Repi- to: su guerra tiene olores. se colocaban los bigudíes. la gue- rra los seduce con su acción. Nadie les enseña eso a las mujeres. un duro trabajo.. con el enfrentamiento de las ideas. porque la mujer da la vida.... LA GUERRA NO TIENE ROSTRO DE MUJER bélica de las mujeres posee una «luminosidad» extraordinaria. sobre ella había un zapato de niño. Ellas no contaban con que tendrían que hacer ese tra- bajo. «Los alemanes acribillaron a tiros toda la aldea y después se largaron.
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