Isidoro Berenstein

March 22, 2018 | Author: Oscar Fiz | Category: Psychoanalysis, Sigmund Freud, Unconscious Mind, Subjectivity, Theory


Comments



Description

Isidoro BerensteinDEVENIR OTRO CON OTRO(S) Ajenidad, presencia, interferencia PAIDOS Buenos Aires Barcelona México Berenstein, Isidoro Devenir otro con otro(s). Ajenidad, presencia, interferencia. - 1ª ed. Buenos Aires: Paidos, 2004. 232 p.; 22x14 cm. - (Psicología profunda) ISBN 950-12-4248-X 1. Psicoanálisis I. Título CDD 150. 195 Cubierta de Gustavo Macri 1ª edición, 2004 Quedan rigurosamente prohibidas, sin la autorización escrita de los titulares del copyright, bajo las sanciones establecidas en las leyes, la reproducción total o parcial de esta obra por cualquier medio o procedimiento, comprendidos la reprografía y el tratamiento informático, y la distribución de ejemplares de ella mediante alquiler o préstamo públicos. © 2004 de todas las ediciones Editorial Paidos SAICF Defensa 599, Buenos Aires E-mail: literaria@editorialpaidos. com. ar www. paidosargentina. com. ar Queda hecho el depósito que previene la Ley 11. 723 Impreso en Argentina. Printed in Argentina Impreso en Talleres Gráficos D’Aversa Vicente López 318, Quilmes, en julio de 2004 Tirada: 2000 ejemplares ISBN 950-12-4248-X ÍNDICE 7 8 9 . PRÓLOGO El prólogo de un libro se escribe después de concluirlo.decimos que la relación analítica se da en un “entre-dos”. un mapa. es como una hoja de ruta. con familias y parejas. pero no siempre con esta expresión aludimos a lo mismo. el “entre-dos” tiene lugar entre dos sujetos y éstos han de cumplir al menos dos actividades: una con base en la representación y evocación de las ausencias significativas donde la interpretación dará cuenta de la transferencia y del significado basado en el poderoso pasado infantil. La otra actividad se hará trabajando con lo que produce la relación como resultado de la presencia de ambos y se hará en base a las marcas que han de surgir. Los múltiples desarrollos del concepto de “vínculo” devinieron una manera de pensar.son. el mapa no es el territorio y para conocerlo habrá que transitarlo. específica del “entre-dos”. Para los menos -entre los cuales nos contamos-. como dice Bate. Actividad esta última exquisitamente vincular. Así. que no podría darse de otro 13 . Habiendo comenzado por las sesiones llamadas vinculares. Un prólogo le anuncia al lector el recorrido. Todos los terapeutas -o casi todos. el paciente y el terapeuta. pronto caímos en la cuenta de que las sesiones individuales también lo son ya que tienen lugar entre dos otros. Pero. de más de un sujeto. un punto de vista. se trata más bien de un epílogo ubicado al comienzo de la obra. Puede que éste sea un prólogo y también un anticipo del proyecto futuro. Para la mayoría el “entredos” resulta del despliegue del mundo objetal de uno -el pacienteen el otro -el terapeuta-. Por eso un título posible para este libro hubiese sido también Metapsicología vincular. Los dos capítulos siguientes reflejan un diálogo múltiple. No íbamos a tardar mucho tiempo en vernos envueltos en la necesidad de precisar definiciones y de caracterizar y relacionar estos conceptos con otros términos técnicos y teóricos. sino que conviven y responden a dos lógicas diferente. En ellos trato de dar no tanto las respuestas posibles sino de proponer nuevos argumentos. En lo que respecta al contenido del libro. la sociología. acuerdos y desacuerdos. En varios campos -la política. Ahora bien. Allí se concreta en un acto de los representados el voto a los representantes. componentes de un programa teóricoclínico. la historia. el propio psicoanálisis—. el capítulo 1 trata la cuestión de las prácticas analíticas. hoy día. concretamente en el acto de elección de los representantes en los Estados nacionales. aquello de lo que la representación no podía dar cuenta. esos representantes se alejan de quienes les otorgaron representación y modifican lo antes prometido de acuerdo a convenios partidarios o extra e interpartidarios. Veamos con un ejemplo sumamente sencillo lo que ocurre en un acto político. surgen índices de agotamiento de la noción de representación. debido al desencanto por la pérdida del efecto de la representación. tan cara a los siglos XIX y XX. En nuestra disciplina. consideramos aplicaciones y ampliaciones para luego enunciar sintéticamente lo que ha de constar como tópicos fundamentales del punto de vista vincular. Una vez electos. el representado ha quedado bien lejos. el arte. en los últimos tiempos. ambos haceres comparten el campo analítico y no remiten el uno al otro. Pero en cada caso habrá que analizarlo en su especificidad. Es probable que si el acto eleccionario fuera libre y no obligatorio.modo. el material clínico hizo necesario incluir el concepto de lo irrepresentable. principalmente con otros psicoanalistas de distintas orientaciones que plantearon cuestiones y preguntas. Es decir. a los partidos políticos. Y aquí el hablar del analista no da cuenta sólo del pasado infantil sino que atañe al área de interferencia creada en la situación. Comenzó a hacerse evidente la inconsistencia del concepto de representación y empezó a tener relevancia la presentación del 14 . poca gente iría a votar. pertenecientes por lo general. el refugiado. La presentación se realiza a través de la presencia y del juicio que lleva ese nombre. incluir y pensar. el desocupado. entramos al capítulo 5. a quien el yo. Desde aquí se abre el requerimiento de hablar del otro en sus dos dimensiones: la del semejante. para encontrarse finalmente con que aquella lo excede. por el pensamiento del Dos. trata de captar.otro.resulte de una combinación del pensamiento de lo Uno y del Dos. mediante la representación. extendida y de larga tradición desde el pensamiento griego. Se trata de una noción que ya sufrió un descentramiento a partir de la concepción de lo inconsciente. Algunas de las figuras del ajeno son el extranjero. Esta concepción hegemónica fue sacudida. quizá -y ello resulta aún más difícil de conceptualizar. Así. Quizá lo vincular sea inaccesible desde el pensamiento de lo Uno. La cuestión de lo semejante y lo ajeno nos pone ante los excesos del pensamiento de lo Uno. pero que no obstante fue reteniendo una posición central en relación con el mundo objetal. La cuestión del semejante no podía dejar de rozar el pensamiento religioso. conmovida. “Ajenidad” es el primer término del subtítulo. El capítulo 6 aborda los espacios psíquicos. como se verá más adelante en el texto. tan rico en consideraciones sobre el semejante como tan pobre y tan exiguo en actos y pensamientos respecto del ajeno. a cuya incontestable presencia se la hace habitar por fuera de esos límites donde habitan los semejantes. se agregan nuevos elementos. Figura como uno de los términos del subtítulo del libro. y desde lo Uno. mucho más difícil de aceptar. el afectado por las violencias propias del Estado. concepto que se liga a la noción de centro y al yo como centro. y desde el Dos. el hereje. especialmente de Occidente. Aunque hayamos tocado este tema en libros anteriores. El capítulo 4 precisamente trata de lo representable. ¡Cómo no temer una desestructuración para dar lugar a una subjetividad otra! Una consecuencia no menor del Dos es que da lugar a una práctica y a una ética diferente a la ética del Uno. aquí se ofrece otra aproximación. y la del ajeno. Ya aquí se intuye el riesgo de la inclusión de lo ajeno para una subjetividad establecida desde la práctica de lo semejante. lo irrepresentable y la presentación. el sobreviviente. que cuenta con importantes menciones en el Antiguo Testamento. Se hace más cla- 15 . pues se lo siente dotado de certeza. diferenciar y ver cómo se relacionan y aun cómo no se relacionan lo que deriva de antes y lo radicalmente nuevo. Y debo reconocer que no les faltaban razones a quienes lo hacían. de lo contrario. Se diferencia de lo transferencial. me han preguntado insistentemente. lo familiar y lo público muestran sus áreas de superposición y de diferencia. La dificultad resulta de incluir. que consiste en el despliegue del mundo interno del paciente sobre el analista y su circunstancia. pues. Podría también tratarse de las vicisitudes de la ajenidad en la sesión analítica. “¿Y si es hecho nuevo. De esta perspectiva en la educación precisamente se ocupa el capítulo 7. El capítulo 8. buscándoles una articulación que termine por incluir y encerrar la nueva formulación en la anterior. la subjetividad requiere una modificación. “Interferencias”. tratará de subsumirlas en las anteriores. Lo individual. Para dar cabida a las nuevas formulaciones. El sujeto y el otro. diferentes de aquella con la cual fue instituida. el cual trata de la transferencia como hecho nuevo y como repetición. así como las especializaciones posteriores producen una subjetividad adecuada a las instituciones para las cuales se es educado. plantea algunos mojones que señalan en la sesión psicoanalítica el sector vincular que se da entre el analista y el paciente en tanto sujetos otros. Las modalidades del pensar están profundamente enraizadas en la subjetividad y a menudo nuevas maneras de pensar pueden resultar muy atractivas. La educación. Los pasos que antecedieron al desarrollo de la interferencia fueron descritos en el último capítulo de mi libro anterior. dirá de las nuevas que constituyen sólo una variación o una actualización de las anteriores. suerte de repetición variada y a la vez renovada de una historia infantil que ha dejado sus marcas bajo la forma de las relaciones objetales. 16 . sino que forma parte de la situación psíquica. por qué llamarlo transferencia? ”.ro que la realidad exterior no entra desde el afuera perturbando una interioridad del sujeto. La subjetividad instituida por la forma de pensar previa suele presentar dificultades para dar cabida y admitir la posibilidad de producir nuevas modalidades. escolar. pero a la hora de sentirse seguro se recurre a aquello que ya está arraigado. Y la educación psicoanalítica no escapa a esta modalidad de funcionamiento. secundaria y terciaria. un producto. como suele ocurrir con lo instituido. sigo pensando lo que propuse en mi libro anterior. continuación de sus interlocutores internos y externos. El concepto de interferencia. 17 . algunas de las cuales aparecen aquí. La consecuencia es que no deja que persista lo mismo en lo mismo. Pero si se encuentran y se hace un injerto.y lo individual -a lo que se acerca-. una fruta distinta se produce”.Debo reconocer también que. lector. Retomando lo vincular como relación entre presencias. cuando el otro penetra en el yo. Las operaciones de transmisión de lo vincular suponen realizarse en un vínculo entre dos o más sujetos. siendo la interferencia una formulación primera. lo que lleva a pensar hoy día que pareciera haber estado siempre allí. y se puede leer como un relato. Claro está. este libro. En este sentido. luego devino en concepto fundante de esa relación donde se produce el devenir otro con otro(s) finalmente. El libro. el mango sigue mango y el durazno sigue durazno. “Interferencia” completa el subtítulo del libro. título de este libro que se fue instalando cada vez con más firmeza en el proceso de escribirlo-. un trabajador social peruano. deberán ir apareciendo en futuras indagaciones. propuesta por Lévinas.en la medida en que le permite cambiar sus representaciones. El concepto de transferencia está cumpliendo cien años y ha sido objeto de un formidable trabajo de pensamiento por parte del conjunto de los analistas. un libro es como una gran carta dirigida por un autor a sus lectores imaginarios. puede portar lo otro pero no es otro sujeto que tú. Acerca de la diferencia entre conversar con otro y escribirle o recibir de él una carta. Y una lectura puede modificar al lector —no todo cambio resulta de una relación vincular. como consecuencia de haber sido impregnado de un criterio de totalidad y unicidad respecto de lo que ocurre en la sesión. Manuel. esa experiencia se puede contar y teorizar. si bien en un principio era concebido como obstáculo a suprimir. pero estrictamente hablando ello no instituye una operación vincular. Podemos otorgarle una presencia intermediaria entre lo vincular -de lo que se aleja. en una ocasión dijo: “Si están juntos un mango y un durazno cada uno sigue como es. abre muchos interrogantes y sus respuestas. Esta hermosa idea oída en un seminario en Lima expresa a su manera lo que sigue a una Práctica que incluye la noción filosófica de “herida”. El mayor sufrimiento es permanecer dentro de la cárcel de la propia subjetividad: la del asistido y la del que asiste. sea un médico a un paciente. La escritura de este libro abarcó desde el 2001 hasta fines del 2003.. Dos años que marcan el punto de partida y de llegada en este libro. Ghisy Arato. Un lugar especial tiene Ignacio Lewkowicz. Si es necesario tanto esfuerzo para eliminar su presencia es que el otro viene avanzando. La época y el lugar también determinan el pensar y por tanto se transmiten en el acto de escribir. Lucrecia Calderwood. además del acto de ofrecerle lo que necesita. con quien discutimos extensamente sobre los temas de este libro. un psicoanalista en relación con quien se declara como paciente. cuando se nombra al otro como enemigo del ser. imposible de realizar si el asistente no se desmarca de su propio lugar. Olga Idone. mal que le pese al Uno y a los nombres que éste le aplique como anticipo del intento de su exterminio. hacía muy poco tiempo que había sucedido la trágica muerte de Ignacio y su esposa Cristina. Rosa Chagel. Elena Calvo. deseo agradecer a Jos que con sus comentarios y cuestionamientos me ayudaron a argumentar más y mejor. Deseo mencionar a quienes discutieron capítulos de este libro y señalaron inconsistencias que me permitieron ampliar las explicaciones siempre incompletas: a Hilda Abelleira. Y una de las violencias extremas se da a través del lenguaje. Época social de empuje del otro y por tanto recrudecimiento de lo Uno. Muchos de nosotros sentimos que nos han arrancado sus presencias. Como dijo Von Foerster: probemos sustituir el nombre “ser humano” e intentemos pensarlo como “devenir humano” y ello marcará un camino ético distinto al camino ontológico. Para concluir. aunque algunas de sus ideas fueran formuladas previamente. En el momento de corregir las pruebas -abril de 2004-. sea quien fuere quien lo haga: una ONG a una víctima de la violencia política.Una lectura difícilmente logre este efecto pues se requeriría una práctica vincular. Liliana Bracchi de Andino. Me va pareciendo que ayudar al otro sufriente. Marcelo Halfon. A Claudio 18 .. de desestimación del otro y de lo que porta como otro. Patricia Linenberg. requiere desmarcar al asistido de su lugar de tal. y nos vemos en la inesperada y súbita obligación de tratar con sus ausencias. Elba Picot y Cristina Saviotti. abril de 2004 19 . A la Editorial Paidos por el esmero. el cariño. la dedicación y el cuidado en la edición del libro. ISIDORO BERENSTEIN Buenos Aires.Spivak por facilitar la engorrosa tarea de pasar las sucesivas versiones hasta llegar a la definitiva del libro. . CAPÍTULO 1 LO VINCULAR VUELTO A PRESENTAR1 1. fundando el campo del psicoanálisis alrededor de las neurosis. Niza. “Psicoanálisis es: 1) el nombre de un procedimiento para indagar procesos anímicos no accesibles por otras vías. a los que llamamos habitualmente “pacientes individuales”. y 3) un conjunto de intelecciones que fundaron una nueva disciplina” (Freud. que remitían el origen al pasado infantil y a las modalidades de la estructura familiar. 2) un método de tratamiento de Perturbaciones neuróticas basado en esa indagación. Este capítulo está basado en el relato elaborado para el XLII Congreso Internacional de Psicoanálisis. LAS PRÁCTICAS PSICOANALÍTICAS Psicoanálisis es el nombre de una práctica clínica que comprende el tratamiento de adultos o niños. En un primer momento las especulaciones metapsicológicas derivaban de la clínica del paciente adulto y su determinación inconsciente. lo incons- 1. 21 . La teoría de la represión. 2. Las prácticas terapéuticas. 1923a). Así comenzó Freud el tratamiento de las pacientes histéricas. y también el trabajo de teorización surgido a partir de ella: la metapsicología. Después de no pocos años se encararon las psicosis. 2 Desde los años cuarenta se aplicó este conocimiento a otros tipos de encuadre: grupos. A los dos últimos se los suele llamar. un poco imprecisamente. y la psicoanalítica entre ellas. 2001. “pacientes vinculares”. familias y parejas. partieron de la necesidad de encarar problemas clínicos que la modalidad tradicional no podía resolver. aquellas que las instituyeron en el aparato psíquico y colaboraron en la construcción del mundo interno. las articulaciones insatisfactorias o las aplicaciones desmedidas. con la pulsión de muerte Freud aportó una respuesta a la causa de muchos obs- 22 . y un alivio al sufrimiento emocional en tanto se trate de resolver las modalidades de repetición. Y quizá sea necesario comenzar a cuestionar la misma teoría de la repetición. en los primeros momentos. La práctica analítica individual se caracteriza por el análisis de las representaciones y los afectos regidos por la lógica del principio del placer. a reforzar defensivamente aquellas mismas explicaciones que dejan los problemas sin resolver. Como señala Green (1990). Nuevos problemas clínicos pusieron de relieve las faltas de las formulaciones que el uso había consagrado como clásicas. A partir de allí se desplegarían nuevas cuestiones que en su momento no tenían cabida. lo cual quiere decir acotarla. Se llaman “primeras experiencias” a las que se deduce ocurrieron en el primer o los primeros años de la vida y son objeto de reconstrucción en sesión a partir del relato de las relaciones del yo con un otro ausente: los padres infantiles que se reproducen en la transferencia. derivadas de las marcas. inscripciones y registros de las primeras experiencias. progresivamente. lo cual lleva. cuando se ponen en evidencia las generalizaciones abusivas. Al día de hoy podemos decir que un análisis sistemático y conducido según las reglas no ha resuelto el sufrimiento de determinados pacientes o no los ha habilitado para tramitar nuevos padecimientos. La relación con otro analista abre una promesa de nueva significación. más tarde visible pero no aceptada y luego. Las inconsistencias son una suerte de falla. luego invisible. Hacia 1920 comenzó el análisis de niños. Durante un tiempo las inconsistencias no se habían presentado y recién sobrevinieron con la experiencia clínica. primero inexistente. evidente como solución de continuidad en las explicaciones derivadas de los conceptos base. Como éstos dejan de ser coincidentes entre sí puede creerse que el material clínico no es adecuado. lo que cuestiona la consistencia del conjunto formado por la clínica y algunas de sus formulaciones metapsicológicas.ciente y la sexualidad infantil fueron producidas desde esa práctica clínica. lo que se hace evidente en el requerimiento de un segundo o tercer análisis. Las prácticas pueden ser consideradas en general como la aplicación de una teoría dada. Aunque se puedan rastrear antecedentes. a partir de los años cuarenta. y en ellos a los inaugurados en el vínculo con el otro y a su incidencia en la producción de inconsciente así como de nuevas inscripciones. Ello llevó con el tiempo a examinar la relación con los otros y a producir nuevas formulaciones metapsicológicas. Pero se podría considerar que la creación innovadora de Freud no fue sólo la teoría de lo inconsciente sino la sesión analítica individual. lo que instituyó una novedad radical. establecida previamente. y desde la identificación del analista con el pequeño sufriente eran registrados como causa del desorden infantil. un dispositivo que relacionaba al paciente con el analista permitiendo al primero conectarse con su interioridad. de los que se decía que representaban el yo. el tratamiento analítico del vínculo familiar. como dice este autor. en la combinación entre repetición y destructividad. con más firmeza. algunas de las cuales se presentan en este libro. y al segundo tomar contacto con las determinaciones inconscientes de aquél. Se instalaron lo que primero fueron entrevistas y luego. a lo sumo. Los padres de los niños en tratamiento se hacían necesariamente presentes. quizá sea momento de formular y otorgarle carácter fundante a los acontecimientos. con lo que surge entonces la necesidad de nuevos términos pues los anteriores ya no la representan. ha destacado el papel del otro aunque desde un punto de vista un tanto diferente del que se va a desarrollar aquí. pero eran considerados más como obstáculos o. nombraba un hecho nuevo. el riesgo para la teoría de lo inconsciente son las concepciones que otorguen importancia excesiva a lo real. Como dijimos. a los sucesos. o pueden generar un campo que comienza de una manera poco precisa y se va definiendo paulatinamente. El analista estaba ubicado de 23 . como el uso del término “inconsciente” a mediados del siglo XIX. Si. los analistas fueron tratando poco a poco con los padres de los niños y de los pacientes regresivos. entre otros. aparentemente la misma. la práctica psicoanalítica inauguró una forma de pensar al establecer una nueva determinación basada en lo inconsciente. acompañantes obligados. La palabra. Laplanche (1992).táculos técnicos que desafiaban el poder del analista. La segunda posición surge ante el malestar de reconocer que ciertos hechos parecen no tener lugar en la estructura y que es difícil pensarlos desde ella. lo que asegura un cierto orden y estabilidad. como ocurre en la ciencia o en la política. reconocimiento y pertenencia: las “premisas” basadas en las teorías de lo inconsciente. Luego se expandieron las consideraciones metapsicológicas. distintos puntos de vista derivados de diferentes lecturas así como de distintos recortes conceptuales. alguno de esos puntos de vista se constituye en una visión y una versión oficial. Esta formulación tuvo su innovadora realización en el estructuralismo que impregnó el conocimiento en la segunda mitad del siglo XX. que pueden incluso surgir de las traducciones del alemán (idioma original de Freud) al castellano. En este espacio clínico surgieron los conceptos de transferencia y contratransferencia. Esto se visualizó principalmente en el 24 . aunque sería más adecuado decir “instituido”. 2. inglés. en posición de atención flotante para no interferir ni ser interferido por las ocurrencias provenientes de su propio inconsciente. EL LUGAR DEL OTRO Frente a un universo cambiante. pero la presunción es que en algún momento tendremos acceso a ellas. científicos y culturales. la transferencia y algunos otros conceptos. En esa unidad pueden encontrarse diversas concepciones psicoanalíticas. Todos nosotros parecemos movernos entre lo que suponemos establecido. con lo cual tuvimos una doble novedad: la manera de realizar la práctica (método y encuadre) y la forma de ser pensada (teoría). las identificaciones. Pero ocurre que éstas. y aquello que se presenta inopinadamente y sorprende al espíritu por venir desde afuera de un lugar determinado en la estructura. a su vez. con el tiempo y el uso pueden constituirse en nuevas versiones oficiales que desencadenarán nuevos cuestionamientos. Periódicamente.trás. tratando de quedar por fuera de la visión. y aquellos que la cuestionan desencadenan lo que llamamos “controversias”. Podemos conocerlas o no. En la primera posición todo ocupa un lugar y está regido por leyes bastante precisas. francés u otras lenguas. el complejo de Edipo. como psicoanalistas algo nos otorga unidad. Aun cuando pretende dar un lugar al objeto externo. que impregna por lo general las concepciones sobre lo individual. Solipsismo viene de solus ipse: “yo solo”. sin salida y sin relación. sea el de la ajenidad del otro. ¿cómo pensar este lugar. sino el lugar donde habrán de advenir. las relaciones con los otros dependerían exclusivamente del yo. Uno de los términos de origen griego es autos. desde dónde? (Tortorelli. Pero a su vez ¿cómo pensarlo desde una subjetividad instituida a partir de la idea de estructura. 2002). del Mayo parisino del ’68: ¿cómo y dónde ubicar el acontecimiento si se postula que no tiene un lugar establecido? Es más. Son varios los términos que hablan de la relación del yo consigo mismo. algo parecido a una reflexión. que podría referirse a lo propio. no al yo que pasa por otro sino que toma al otro desde el yo y no puede saber del otro salvo desde el yo propio. hay una resistencia a otorgarle lugar de otro.campo político. el “ismo” consiste en declararlo determinación absoluta y general. término con el que denominamos la producción de relaciones entre los sujetos. Otro término es ipse. de enorme potencia modificadora en el medio que debía hacerle lugar pasó a tener una situación estable (Moreno. un matiz solipsista en sus propias formulaciones. sin poder evitarlo y casi sin darse cuenta. Pero uno de ellos. Términos que lo contienen son autismo: vuelta sobre sí Pero sin otro. seguramente por varios motivos. Podría considerarse un pasaje por un exterior pero no por un otro. Y fue pasando por sucesivas modificaciones. Desde hace un tiempo llamamos a esta concepción “vincularidad”. inconsciente y reprimido para los propios psicoanalistas. si “dónde” no es la pregunta respecto de un lugar ya instituido. autoengendramiento: origen en sí mismo como condición para ser reconocido. A su vez el psicoanálisis mismo amortiguó su potencia inicial. es que fue aceptando. El solus ipse da la fi 25 . posición desde la cual se postula que todo se reduce a la conciencia propia. con la dificultad adicional de ser pensadas como que a la vez son determinantes del yo en su devenir sujeto. el de ayer. así. 1997). allí donde cada elemento tiene su lugar? El psicoanálisis inicial. sea el de la propiedad del sujeto. que refiere a una vuelta sobre sí mismo después de un hacer algo por fuera de ese yo. El otro y el sujeto que se llama a sí mismo “yo” se determinan entre sí y desde lo que sucede entre ambos. Aquí cabe una aclaración: en el solipsismo. gura del solipsismo. Otro término es ídem, que parecería incluir una mediación sobre el otro y sobre lo otro, de quien se toma una referencia. Vemos aquí distintas facetas del principio de identidad, en su versión de la semejanza, del semejante y su relación con lo otro y el otro, a quien considera como imagen y semejanza del yo, dadas las identificaciones y los mecanismos proyectivos. Otra modalidad muy diferente es considerar al yo como otro entre otros mediante una diferencia radical, una ajenidad a ser trabajada, como un hacer que los determina a ambos (Berenstein, 2002b). 3. APLICACIONES Y AMPLIACIONES A partir del campo inaugurado por el psicoanálisis y su doble práctica, su fundador intentó nuevas lecturas de otros campos vecinos como la antropología (Freud, 1913), la sociología (Freud, 1921), la cultura (Freud, 1915a y 1930), la historia (Freud, 1939), la religión (Freud, 1927), la biografía (Freud, 1910), la educación, la psiquiatría a través de una interpretación de la psicosis (Freud, 1911), la psicología y otros. Son las aplicaciones del psicoanálisis o análisis aplicado, aunque también de ellas se espera que surjan intelecciones que modifiquen la teoría psicoanalítica. Pero básicamente se considera como fuente de producción teórica a la práctica específica en el campo clínico, la sesión individual. La práctica teórica, no por teórica menos práctica, comprende realizar formulaciones de dos tipos: i) las derivadas del material clínico que permiten hacer una generalización, como ocurrió respecto de la histeria, la fobia o la neurosis obsesiva, entre otros cuadros psicopatológicos; ii) “las especulaciones”, como frecuentemente las llama el mismo Freud en tono de disculpa, de mayor alcance, con elementos tomados del material clínico y algunas teorías de otros campos. Son ejemplos el capítulo VII de La interpretación de los sueños, la metapsicología de 1915 o las consideraciones sobre la pulsión de muerte, en 1920. En el análisis de los pacientes adultos, como se puede observar en los historiales clínicos freudianos, hay inferencias y referencias fundantes provenientes del mundo infantil y de la estructura familiar. Una de ellas constituyó lo que luego se 26 consideró el “niño interno”, integrante a su vez de una “familia interna” cuyos roles y funciones se adscribieron al mundo objetal y al funcionamiento de partes de la personalidad. Con el transcurso del tiempo se estableció la práctica del psicoanálisis de niños y la oportunidad de investigar el mundo infantil en el propio niño, no sólo de inferirlo desde el adulto. Va de suyo que se hizo necesario diferenciar el “niño interno”, construido en la sesión del adulto o en la del niño, del niño-sujeto que está en análisis, el vinculado con el analista. Los niños, cuanto más pequeños son, menos disponen de las palabras para expresar sus emociones y ocurrencias, por lo que se hizo necesario modificar la práctica analítica. Cuando se fundan y establecen otras prácticas se generan cambios en la teoría y un ejemplo acabado y preciso fue lo ocurrido en el análisis de niños desde el uso reglado de la técnica de juego de Melanie Klein. 3 Aunque hoy es generalmente aceptado, en su momento desencadenó no pocas controversias respecto a si lo que ella hacía era análisis o no. La teoría de las posiciones, del superyó temprano y de la identificación proyectiva son ampliaciones, es decir, formulaciones originales que ensancharon el campo del psicoanálisis reformulando sus concepciones de base y manteniendo las propuestas que lo definen como tal. Desde allí modificaron la comprensión y por lo tanto la práctica del análisis individual con pacientes adultos: interpretaciones tempranas de la transferencia, incursión en funciona 3. Melanie Klein (1932, 1955) planteó la teoría original que decía que la falta relativa de asociaciones libres verbales en los niños no era necesariamente una barrera para psicoanalizarlos, porque en un encuadre analítico el uso de juguetes por el niño, en un juego no dirigido, considerado conjuntamente con su discurso espontáneo, canciones, sonidos y movimientos, puede ser tomado como un equivalente inmaduro de la asociación libre de los adultos. Por lo tanto ella comenzó a darle a sus pacientitos pequeños juguetes simples para usar en sus sesiones con ella. No impuso restricciones en lo que el niño hiciera con estos materiales, salvo que no se usaran contra la integridad física de los mismos pacientes, el analista o el cuarto y sus contenidos. Ella, desde luego, también permitió a los niños los mismos privilegios que a los pacientes adultos, en el sentido de que los niños eran alentados a decir cualquier pensamiento o sentimiento que se les ocurriera, seguros de que la confidencialidad estaba garantizada y de que no se los castigaría ni física ni moralmente. A esta carte blanche verbal y escrutinio abierto de los detalles del uso de los juguetes por el niño, añadía especial atención a sus sonidos no verbales, canciones y movimientos (Elmhirst, 1988). 27 mientos psicóticos de la mente y que técnicamente llevaron a una profundización en el conocimiento de la contratransferencia, lo que posibilitó una mayor presencia del analista. Desde hace varios años se introdujo el análisis de la pareja y la familia, que, habiendo comenzado como una aplicación del psicoanálisis, permitió investigar y tratar el vínculo familiar, trayendo una innovación y un cambio de técnica que implicó una práctica y posibilitó el desarrollo de producciones teóricas, que a su vez modifican aspectos de la comprensión del análisis individual. Así como no debemos confundir al “niño interno” con el niño en análisis, tampoco se deberá confundir el mundo de los objetos internos que constituyen una familia interna con el vínculo familiar observado y tratado como tal. Se trata de un “paciente vincular”, no sólo una agregación de familiares o una suma de ellos, sino un paciente diferente y diferenciado del paciente individual o singular. 4 En esta práctica se produce la interpretación de las producciones sintomáticas del vínculo así como de la estructura de sujeto producido por esa relación específica. Al ser otra de las ampliaciones del psicoanálisis, esta práctica generó formulaciones metapsicológicas distintas de las que produjo el análisis del paciente individual, y su inclusión llevó a modificar algunas de las postulaciones de la teoría psicoanalítica. Dado que es la situación la que determina los términos en que se ha de expresar (Campagno y Lewkowicz, 1998), el uso de términos y conceptos de otra práctica tiene un efecto de lecho de Procusto, como ocurre cuando la representación preexistente debe aprehender una nueva práctica que la excede. Quisiera enunciar entonces en este capítulo una serie de proposiciones para describir las intelecciones surgidas de la práctica vincular. En los capítulos sucesivos las retomaré y ampliaré, pero es conveniente verlas antes en conjunto. 4. En esta sesión se halla un conjunto de sujetos, dos si son pareja, o más si son familia, ligados por un vínculo enmarcado en la estructura del parentesco. Están sentados frente al terapeuta, hablan libremente en contacto con los otros y el analista escucha el discurso del conjunto para captar la estructura profunda que liga a estos sujetos determinados por el vínculo inconsciente, nombre de la estructura profunda que produce sus propias formaciones: los nombres propios, el espacio y el tiempo familiar, los reproches, los mitos familiares y otros (Berenstein, 1976; Puget y Berenstein, 1988). 28 4. LO VINCULAR Hemos usado “vínculo” en el sentido amplio de una situación inconsciente que, ligando a dos o más sujetos, los determina en base a una relación de presencia. El término y el concepto de vínculo ha sido usado previamente por varios autores, como Pichon-Riviére (1956-1957), Bion (1967) y otros. También entre nosotros hoy hay variadas versiones (véase Moreno [2002a], Moguillansky y Seiguer [1996], Pachuk, Friedler y otros [1998]). De este término deriva lo que llamaremos “lo vincular” (Berenstein y Puget, 1998). Como se verá más adelante relacionaremos y diferenciaremos dos campos: el de la relación de objeto5 y el del vínculo de (entre) sujetos. Ello supone atender al sujeto, al lugar del otro y su diferencia con el objeto interno y con la noción de objeto externo, así como tener en cuenta la realidad interna y su relación con la realidad externa, la semejanza, la diferencia y la ajenidad, la “multiplicidad del sujeto”. Proponemos considerar los siguientes puntos acerca de la vincularidad: 4. 1. Vínculo entre sujetos El sujeto resulta de la investidura6 del yo, es decir, de las zonas erógenas, del yo corporal, parcial, inicialmente fragmentado. Esa investidura se da a partir de los otros. No sabemos qué sucede con el bebé, por lo tanto sólo podemos deducirlo. Podemos suponer que el bebé quizá registre su cuerpo como completo y no como parcial, no sabe de sus funcionamientos faltantes, no puede registrar como falta lo que no tuvo. Lo que “viene luego” según la visión del observador adulto, 5. Para una consideración de la teoría psicoanalítica en términos de relación de objeto, véase Green, 1996 y 1988. También véase Moguillansky, 1999. 6. Investidura se refiere a la carga (término correspondiente al punto de vista económico en psicoanálisis) y a la cualidad con la que resulta marcado yo. También se entiende como “vestimenta” de un sujeto desde una función dada, aquello en que se convierte en tanto investido, como ocurre con la toga de un juez o el vestido cardenalicio: esa investidura en tanto ropaje lo convierte en sujeto para esa función y en esa situación, no para otra. 29 “Sólo se discierne que la identificación aspira a configurar el yo propio a semejanza del otro. siendo la totalidad para su época. no habría nada más allá. Esta identificación opera por medio de la identificación 7. En el “ser como” se basa la búsqueda de parecido. Sus modalidades son variadas pero mantienen esa característica de establecer una semejanza. 7 demandada por el otro y por el niño: “deseo que seas como yo”. 1921). un desarrollo que sólo es sabido a posteriori. tener placer. Sugiere la idea de que todos ya están allí esperando su turno para entrar en la historia. es änlich (parecido) zu gestalten (formar). tomado como ‘modelo’” (Freud. “deseo ser como tú”. y no responde para el sujeto a un devenir imposible de conocer en tanto tal. dirán la madre y el padre. en alemán. después de los romanos venía la Edad Media. Lo parcial forma parte de una totalidad. La identificación logra parecidos. También se puede ser mediante tener lo que el otro posee. Recuerdo que cuando estudiamos historia en el colegio secundario. aparecer en la escena que estaría preparada para recibirlos. en parte del período siguiente. en los manuales se enseñaba que después de los griegos venían los romanos. después la Edad Moderna y así sucesivamente. era todo el mundo conocido. 30 . una unidad a la que debería llegar. una integración. porque cada momento es una totalidad. venir. Otra posición histórica sería concebir que el mundo griego. sufrir y también conocer. Configurar. Es posible que la idea de fragmentación provenga de la observación psicoanalítica de personas con una disolución psicótica y luego atribuida al infante como partes primitivas de su personalidad. les dirá el niño. Su boca le permite comer. 2000). Recuérdese la descripción que realiza Melanie Klein (1955) de la identificación proyectiva sobre la base del libro de Julien Green Si yo fuera usted. o que después de la simbiosis viene la discriminación. Änlich es parecido y sugiere al hijo que se parece a su padre sin ser idéntico. El sujeto tiene dos mecanismos constitutivos: uno es la identificación. Es posible aplicar esta consideración a otros modelos evolutivos. no semejantes (Oelsner.presupone algo constituido. Luego se constituyó en un elemento junto a otros que advenían y lo convertían en parcial. El niño pequeño no sabe que luego de lo oral vendrá lo anal y lo genital. Lo que adviene se conoce después y nunca antes. Luego surgía la vivencia claustrofóbica ante la ansiedad por no poder salir. imposición y deseo. que establecen en el bebé marcas inconscientes que hacen a la fundación del psiquismo y empujan una forma de ser y de pertenecer. La imposición. aunque después sabrá que podrá hacerlo a su manera. Desde el psicoanálisis se presentan la identificación primaria u originaria y una identificación secundaria que sigue el camino que marca la anterior. Pero los padres no son los únicos sujetos de imposición. por ejemplo en la pareja. se dé en las primeras etapas de la vida con los otros parentales. Esto constituye una marca fundante y lleva a adoptar una serie de acciones que convierte a cada cual en sujetos de esa relación y no de otra. En un vínculo significativo de un adulto respecto de otro. conllevan una fuerte marca socio-cultural. inicialmente tanto con los padres como con los otros del medio social. La imposición por la pertenencia no reconoce al deseo como determinante. Pero si bien el bebé no propone inicialmente una identificación a los padres.inconsciente de intrusión en el cuerpo del otro. como uno. en cambio. también se producen marcas inconscientes originarias propias de la pertenencia a esa relación. se da en el parentesco y en la pertenencia social. como 31 . aunque puedan coincidir y llevar al yo a registrar ambos. de quien se desea poseer una cualidad valorada. Ellas establecen una suplementación de su yo-sujeto constituido en la infancia e instituido nuevamente como sujeto de la relación de pareja: es sujeto del vínculo. en la constitución de la pareja y la familia. Tanto la identificación como la imposición son con y desde el otro. en cambio sí impone su presencia y el requerimiento de recibir esa imposición en el vínculo con ellos. 7). es aquel por el cual los sujetos vinculados se instituyen a partir de inscribir su pertenencia a la relación y de aceptar que se es instituido por ella. que llamaremos imposición (véase el parágrafo 4. y no coincide con el narcisismo de su majestad el bebé. porque el bebé excede las imágenes identificatorias con las que los padres lo invisten. o en otros períodos como en la adolescencia. La frase sería: “Debes pertenecer a este vínculo”. El otro mecanismo. El “desear ser” (identificación) como el “deber pertenecer” (imposición). en suma. tanto el infantil como el actual. Ha de asumir: “Eres sujeto de esta relación porque perteneces a ella”. siempre es originaria. La imposición desde el otro es irrecusable y ha de realizar con ella un conjunto de acciones. además de ser persona o entidad gramatical. correspondientes a cada vínculo significativo de los varios a los que pertenece. Se es inconsciente de las marcas de la cultura. Volveremos sobre este tema en el próximo capítulo. En el vínculo entre sujetos.ocurre con los padres y los otros miembros del conjunto social a los que se pertenece. cuando se le otorga un sentido desvalorizado para calificar los dichos o sentimientos teñidos por lo personal y no sometidos al escrutinio propio de lo riguroso. Aquí se usa el término “subjetividad” en un sentido fuerte y preciso. el de los otros. No es usado en el sentido débil y convencional ni tampoco como adjetivo (“opinión subjetiva”). El otro inviste y recubre al yo. De cualquier manera remite a lo propio del sujeto en tanto se considere a éste como algo más. y en quien esos mundos se articulan o disocian (véanse capítulos 2. 3 y 6). como referido al proceso de constitución del sujeto y a todo lo atinente a él desde el punto de vista psicoanalítico. 8. Dice Lucien Fevbre (1987) que el sujeto se parece más a su época que a sus padres. 9 El mundo interno. El deseo del otro es enigmático y. El sujeto se sostiene en la pertenencia inherente al vínculo y en la identidad inherente al yo. ambos deseos no remiten a uno solo. de la familia y del mundo social son cuatro mundos distintos y ajenos. representado por el barrio. en los parágrafos 6 y 7. no espera una respuesta sino una significación. El sujeto es producido por ellos y a la vez es en quien producen subjetividad. y sobre la base de la imposición se produce un sujeto múltiple8 e indeterminado. puesto que se determina tanto en la relación con el yo-cuerpo y lo pulsional como en el vínculo con el otro y con los otros con quienes habita el espacio público. Ello lo hace sujeto social. Sobre la base de la identificación se produce un yo escindido. que tiene un plus por estar determinado desde el vínculo. otro modo de caracterizar ese lugar llamado social. Es “múltiple” el conjunto de suplementaciones del sujeto. El lugar del otro también se significa desde la relación de objeto proyectada y se reúne con la determinación proveniente del vínculo. como tal. la ciudad. e impone una marca no dependiente sino suplementaria del deseo del yo. de la época y del tipo de subjetividad que ésta determina. 32 . el credo religioso o la clase económica. ambos concurren en la construcción de la subjetividad. 9. Probablemente la diferencia sexual atenúe la diferencia en su sentido más radical. 2. 33 . Este tipo de relación los constituye a su vez como sujetos singulares y específicos de ese vínculo. Podrán ser otro con otro. que es de estructura. el fraterno. el del Hijo y el del Cuarto término. especialmente de la posibilidad de instituirse como sujeto singular. En cada pareja se iniciará un trabajo de ligadura de las diferencias. así como éste deberá investirlos. La pérdida del otro y del vínculo en la separación matrimonial. desde el punto de vista de instituir subjetividad. el de la Madre. El sujeto incipiente ocupará lugares que le marcan una pertenencia y que investirán al yo. Con los personajes del parentesco el yo compone su relación de objeto que retiene el carácter infantil de su constitución. el avuncular. el filial. pues ya no serán los mismos que antes de pertenecer a él. ii) el vínculo entre los padres y el hijo o los hijos. cuyos integrantes son dos sujetos que provienen de una estructura familiar distinta. donde la diferencia sexual es un punto de partida. el de los lugares de cada uno y el de los otros de la estructura de parentesco. Es esperable que este vínculo produzca novedad. retrospectivamente. pero nunca el que se es con este otro. haciendo más efectivo y más conflictivo el sentido de la diferencia. Éstos se determinan de a pares y por el conjunto. 1990a). algo no previsto en la estructura previa. Son lugares: el del Padre. un momento inicial llamado “encuentro” sexual y amoroso. por lo tanto de la pertenencia porque nunca se ha de tener la misma relación con una nueva pareja. quizás convenga decir que la familia reúne dos tipos de vínculo: i) el de pareja.forma parte de un duelo dotado de especificidad. 2001a). La aspiración a efectivizar el reconocimiento jurídico de parejas del mismo sexo presentará nuevas circunstancias para este tipo de vínculo. convirtiéndolos en lugares propios que limitan con los otros lugares. el cual reconoce. Modalidades de vínculo en la familia En toda familia hay varios tipos de vínculo: el matrimonial. la que resulta entre un sujeto y otro. aunque su destino futuro sea disolverse en tanto lugar (Berenstein. 1976.4. Pero. sin abolirías por el hecho de la pertenencia a ese vínculo. de los que me he ocupado anteriormente (Berenstein. El otro construye un sector semejante. “A quién se parece” es la cuestión acuciante que ocupa a la familia ante un recién nacido. sin que el objeto externo tenga que seguir estando presente”). le ofrece la posibilidad de una característica novedosa. aunque no en su totalidad. de quien es objeto.4. El bebé puede tratar de anular la diferencia y por identificación sostener que al “tener-lo” es como el pecho. le llega lo diferente: un yo (el bebé) tiene la boca.. 10 Se debería diferenciar entre objeto externo y otro. uno tiene el pecho (la madre) y el otro no (el padre). 3. Green (1988). comentando una frase de Freud de “La negación” (“. y el otro (la madre) tiene el pecho.. pues la cualidad de presencia del otro excede lo proyectado desde el yo. donde esto puede remitir a lo que no existe pero que yo he fabricado”. en el mismo acto. De inmediato. la pregunta conforma una red identificatoria que envuelve y apresa al futuro sujeto con el cerrojo del principio de semejanza. Respondido desde varios lugares. en tanto que el segundo se opone al yo como su contrario. dado que el primero se centra en el yo. la cual tiene mucho de imaginario y hace a su apariencia similar a quien le hace la oferta identificatoria. El inevitable alejamiento del sujeto materno o paterno y a su vez lo que permite aceptarlo es la constitución de la relación de objeto. Relación de objeto y ausencia del otro La fantasía inconsciente y la fantasía diurna son producciones internas y recubren la relación con el otro. El cómo que acompaña a ser es una herramienta que permite la comparación y equipara ambos términos. dice: “La teoría de la representación puede remitir a lo que existe pero no está presente. y luego es la madre o la hermana (si esta identificación persiste se constituirá en el punto disposicional de la homosexualidad masculina). Hay una equivalencia entre ésta y la ausencia de quien instituyó esa marca a partir de las experiencias fundantes. el que se asimila mediante la identificación. propone una presentación que excede la re-presentación y lo enfrenta con una ajenidad. Su significación corresponde al yo. 10. 34 . se volverá sobre sí rehusando la ajenidad. Tampoco el otro puede hacerlo.4. Presencia y ausencia La presencia es esa cualidad -suerte de evidencia del otro que incide fuertemente en mí como sujeto o. en el segundo la novedad tiene lugar por el trabajo con la presentación del otro. esa imposibilidad. Green incluye la bisexualidad masculino-femenino y la dualidad amor-odio en la relación fundamental yo-otro: “ningún yo Puede bastarse a sí mismo y ningún yo puede colmar al otro. me modifica y lo modifica. Si en el primer caso el dolor es por la no coincidencia con la representación. ya que la ajenidad no se deja transformar en ausencia y no se puede simbolizar. Permanentemente da a conocer que su inclusión imaginaria fracasa. o inicia el camino de la desilusión y la posibilidad de establecer un lugar donde antes fue herida. ningún otro Puede sustituirse al yo y ningún otro puede colmar al yo” (Green. con lo cual. Se debe diferenciar presencia de exterior 11. hemos de intentarlo hasta aceptar. 11 El sujeto y el otro no son partes de una supuesta unidad ni tampoco constituyen una sumatoria. En un sentido similar. 5. nunca del todo y a regañadientes. La ajenidad en el vínculo A pesar de la identificación algo del otro no se puede incorporar. 4. para restituir esa investidura. sino que componen una situación de dos. una de las cuales es la imposición. incide en el otroque le y me impone una marca. a ser pensada desde el Dos. y éste tiene por delante dos caminos posibles: se constituye en drenaje narcisístico. 35 . no obstante lo cual. la ajenidad es todo registro del otro que no logramos inscribir como propio. A medida que avance el análisis de la ajenidad se podrán describir otros mecanismos. y han de requerir operaciones distintas. En una relación significativa. 4. Me extenderé en ese tema en el capítulo 2. parágrafos 3 y 6. He aquí la paradoja propia y constitutiva del vínculo. Es la herida que el otro aporta al sujeto. y aun en lo semejante y lo diferente no se puede homologar: es lo “ajeno” inherente a la presencia del otro. creyendo que es posible. si es mía. 1988). Si. El recordar va en búsqueda de la identidad y la coincidencia con la imagen anterior. La presencia se opone al juicio de atribución. Presencia del otro no figura como representación en la interioridad del yo. coincide con la percepción en la realidad. Sólo conoceremos lo previamente inscripto y lo que el yo pueda representar y proyectar en el objeto a conocer. La expresión “presencia interior” sería contradictoria. requiere que el sujeto haga las operaciones necesarias para modificarse. en tanto ésta no se deja convertir en ausencia y no podrá inscribirse. o. teniendo presencia. Lo ajeno se regula por el juicio de presencia y el yo ha de decidir si el otro puede pasar a ser ausente. contamos con un tercero: el juicio de presencia (Berenstein. desaparecer como ajeno. además de estar como representación dentro del yo. El complejo del prójimo se separa en dos componentes. en tanto que el juicio es movido por las diferencias. uno de los cuales se impone por una ensambladura constante. lo ajeno al yo. además de los dos juicios establecidos por Freud en su hermoso trabajo sobre la negación.dad. diremos ahora que lo ajeno puede ser fuente de dolor si hiere el aspecto narcisista. en términos de Freud (1925a). La pregunta acerca de cómo es posible conocer lo ajeno si no se tiene registro previo presupone que sólo podemos conocer lo que está en nuestras representaciones. 2001a: 17). cuando en realidad estamos ante un complejo proceso psíquico donde interviene el juicio y la decisión de si existe conjuntamente o no como representación. Muchas preguntas presuponen la respuesta. Para eso habrá que aceptar que. parágrafo 5. y al no poderse rechazar y ubicar fuera del yo según el principio de placer-displacer (juicio de atribución). de descubrimiento y motor de los vínculos. estaría adjudicándole a la representación el carácter de ajenidad radical y específica del otro. En esta pregunta la presencia es considerada sólo como exterioridad. pero también puede ser fuente de novedad. lo que se encuentra afuera. forma elemental de percepción más ligada a la sensación. Véase el capítulo 2. Esta última se discierne a través del juicio de existencia: tomar la decisión de si. para el yo-placer originario son idénticos lo malo. La relación con lo ajeno inaugura un nuevo funcionamiento al no dejarse incorporar como perteneciente al yo. se mantie- 36 . el nieto de Freud. reaccionó tirando sus juguetes y objetos hasta hacerlos desaparecer bajo la cama o los muebles de su habitación. no coincide con el deseo del niño y no depende de la buena voluntad e intuición 37 .o”. del sector dispar. con lo cual dejaba de verlo. objeto que tiraba más allá de la cuna. Desde el comienzo mismo de su vida el niño adquiere la noción de que aquello que no logra ser traído a su presencia tirando del hilo de su deseo. desde el yo. jugando a hacer desaparecer a la madre (“fort”) y a hacerla volver (“da”)? Como se sabe. aún incipiente al servicio del yo. mientras que el otro es comprendido por un trabajo mnémico. Desde nuestra perspectiva de hoy diría que el niño. El juicio. un niño de un año y medio. mientras emitía como vocalización: “o . Lo comenté anteriormente (Berenstein. y ésa es la marca de un objeto. Y luego tirando de la cuerda lo hacía aparecer y decía “da”. que Freud entendió como “fort” = afuera. 2001b) para modelizar el vínculo. pues así se explicaría por qué las actividades “predicados” se separan del complejo . afirma que no hay oposición a su deseo. (Freud.ne reunido como una cosa del mundo. A esta descomposición de un complejo perceptivo se llama su discernimiento. Establece un más allá del principio de placer. ella contiene un juicio y halla su término cuando por último alcanza la meta. es decir.o . como se advierte. en principio no tiene ningún fin práctico. lleva a la alucinación. y no a la presencia del otro. ya que el niño vuelve y vuelve en el juego a alejar a la madre. Como se recordará. puede ser reconducido a una noticia del cuerpo propio. cuando trae al carretel mediante el hilo y el movimiento de su mano. 1950a: 377) En este contexto volvamos a considerar el juego del carretel (Freud. Freud usó este ejemplo para enunciar la compulsión de repetición.o . no es una función primaria. ante el alejamiento de su madre y una ausencia de varias horas. el pecho y la madre. ¿Qué hacía el niño cuando echaba el carretel bajo la cuna y retenía el hilo con su dedo. y parece que al juzgar se descarga la investidura del ingrediente dispar. lo cual no puede ligarse con el placer evidente en el reencuentro con ella. La presencia depende del otro. no hay ajenidad posible ni imposición de la madre. El juego completo era de desaparición y reaparición. Más tarde desarrolló un juego con un carretel atado a un hilo. sino que presupone la investidura.sujeto mediante una vía más laxa. 1920). La presencia propiamente dicha despierta perplejidad. Las experiencias previas del sujeto tienen un lugar. lo cual puede ser registrado como falta de amor. Relación entre vínculo y pulsión La mayor parte de los autores sostienen que la pulsión es el motor del vínculo con el otro. Es decir que no dependerá totalmente de lo que haga cada sujeto individualmente sino que. requerir. A esa condición la llamamos “ajenidad”. como no reconocimiento y. 4. porque lo consideran en su semejanza con el objeto de la pulsión. En un primer movimiento la pulsión tratará de revestirla y asociarla con lo ya representado. sorpresiva. ya sea porque no coincide con lo conocido o porque se lo hace coincidir con un objeto persecutorio.de su madre. y en ese movimiento tratará de investirlo como su objeto. No hay herida tan profunda para el yo como la fantasía de no tener existencia en el otro. ante el fracaso pulsional sobreviene el juicio de presencia y la inscripción. que puede orientarse hacia la curiosidad por conocer o hacia la desconfianza. se han de dar mecanismos de producción desde los dos y no sólo por acción de uno. y esa otra que no remite a algo inscripto previamente. puestos en situación con él o los otros. Es la ajenidad la que define lo que se podría llamar presencia propiamente dicha. es inédita. En mi conceptualización. Habría que distinguir dos presencias: la que se espera para resarcirse de la ausencia bajo el supuesto de hacerla coincidir. especialmente. No hay adiestramiento posible ni tampoco pulsión para evocar y atraer la presencia. no es esperable. La incertidumbre y la inevitable espera del reencuentro se invisten de ambivalencia. pero no sólo ni exclusivamente el surgimiento de la presencia dependerá en buena medida de lo que la relación pueda producir. 6. como no teniendo un lugar en la mente del otro. ordenar pero tiene vida propia. Se encuentran el deseo amoroso de volver a tener al otro y la hostilidad porque el otro demora en venir. se la puede desear. súbita. es frente a lo ajeno del otro y su presencia que en el sujeto emerge la pulsión. El sujeto del vínculo sería lo más específico 38 . del que Freud (1915b) dice que es lo más variable de la pulsión porque lo invariable está inscripto desde el pasado infantil. 1993). “Desvinculizante” se refiere a un proceso de reducción y desgaste del otro en su ajenidad para terminar siendo semejante al yo. aquello que puede reconocer y aceptar como propio. aunque éste la atrae. recurren al despojo de las cualidades de otredad para anular la ajenidad y tornar al otro semejante. En ésta el propio yo. Nuevo refiere a que el sujeto no tenía la marca previamente a su inclusión en ese vínculo. tiene carácter de obligatoriedad porque debe hacer un lugar al otro donde antes no lo había. Se trata del mecanismo constitutivo del vínculo. que establece una marca independiente del deseo de quien la recibe. la pulsión en sí misma es “desvinculizante”12 del otro como sujeto ya que. 39 . autogenera el objeto.de la relación ya que es determinado desde ese otro singular. Sería el resultado de esa operación más que aquello que la define. Al ubicar al objeto en el otro el yo tiende a borrarlo en su especificidad y pasa a ser ahora lo variable de la pulsión. a través de su presencia se opone a la investidura pulsional y subsiste a su desinvestidura. 4. En este sentido se puede decir que si las pulsiones pueden ser consideradas en su “función objetalizante” (la pulsión de vida). 7. La imposición deberá diferenciarse de la proyecciónintroyección en sus distintas variedades. Omito usar el término desvinculante” que refiere más a separación en una relación. que es el mecanismo constitutivo en la relación de objeto. Por eso podrá luego ser investido en otro vínculo. La imposición Como mencioné anteriormente. con lo que recibe del otro. Imponer es una acción instituyente. aunque último sea uno de los resultados de aquel proceso. verdaderamente el Proceso subyacente. al no tolerar que su subjetividad se modifique por pertenecer a esa relación. es el nombre de la acción de un otro sobre el yo o de éste sobre otro. y en su “función desobjetalizante” (la pulsión de muerte) (Green. La violencia deviene en acción defensiva cuando los habitantes del vínculo. y su no tolerancia da lugar a la violencia. hacer una marca que aporta un nuevo significado a cada sujeto del vínculo. iii) el beneficio secundario o la oposición a abandonar la satisfacción sustitutiva del síntoma. y que lo marca como sujeto singular de esa relación. La resistencia es a devenir otro con otro. 8. Como se recordará. OTRA RESISTENCIA Freud (1926) describió cinco resistencias. referida a la culpa inconsciente y a la necesidad de castigo. 5. Un encuentro es significativo si modifica a quienes lo producen. 40 . ya que en cada vínculo significativo puede tenerlo si se genera un sujeto.4. En la vincularidad un encuentro significativo con el otro puede o no constituirse en un origen e implicar una novedad donde había ausencia de inscripciones previas a las producidas en ese encuentro. proveniente del otro en tanto ajeno pasible de identificación y de imposición. y v) la resistencia del superyó. integrado a veces al propio yo. Acerca del origen Se habla de origen cuando es posible establecer que una serie de acontecimientos remiten a una experiencia inicial y llevan su marca. Va de suyo que lo infantil no es el único origen del sujeto. Este ha de suplementar al sujeto instituido en la infancia. ii) la resistencia de transferencia derivada de la anterior pero vigente en la situación analítica. 13 El entramado vincular nos ilustró acerca de otra: la que se opone a inscribir una marca nueva o incorporar un cambio desde lo producido en y por un vínculo significativo. Puede verse en los padres en relación con el hijo o con cada hijo. Quizás haya que volver a definir éste como el contacto y el renovado hallazgo de novedad entre dos sujetos. aunque no sentido como tal sino a través de la enfermedad. a dejar de ser y de tener un tipo de subjetividad. iv) la resistencia del ello o de lo inconsciente vinculada a la compulsión de repetición y expresada como reacción terapéutica negativa. en los amantes en la relación amorosa. 13. Sería la primera instancia de una serie previamente inexistente. En cada vínculo tendrá una característica propia. en el analista en la relación con su paciente y viceversa. y también lo que marca una situación con algún tipo de novedad. exponiéndose a desestructurarla como un paso previo a ser otro. son las tres resistencias del yo: i) la represión contra la acción de las pulsiones. Lévinas (1971) dice que el Otro propone una alteridad/ajenidad radical cercana a lo inaccesible y. a lo que no tiene lugar establecido. Quizá estemos ante una doble condición constitutiva: lo accesible y lo inaccesible son ajenos entre sí y están reunidos. y de recrearla mediante la alucinación. permitiendo hacer lugar a lo inaccesible. no es oposición a una presencia sino a una ausencia. Allí el yo niega una ausencia. 14 para así pertenecer al ideal y que a su vez éste le pertenezca al sujeto. Como resulta claro. La resistencia a la vincularidad es la oposición a dar lugar a la presencia que remite a la ajenidad del otro. Tarea imposible por definición pues se está ante una paradoja: hacer un lugar. Nunca es el Otro como semejante ni implica una consagraron del yo.Dado que el otro inevitablemente altera el narcisismo aunque el yo se declare inaccesible. y afirma una formación imaginaria atribuida a una explicación infantil. éste se defiende con una resistencia que trabajaría en oposición a la ajenidad y a la vincularidad para tratar de restablecer la vigencia de la individualidad y la autonomía. después de lo cual el sujeto queda habilitado para la destrucción 14. Freud (1896) relata el caso de una joven que espera a su prometido y ante la noticia de que la abandonó alucina su voz. puede ser idealizado y convertido a su vez en ideal inaccesible. Sería una resistencia al papel determinante del Dos y un intento de retorno al Uno. lo imposible de tener lugar. Va de suyo que este autor establece una ética basada en la asunción de la alteridad del Otro 41 . Si no es aceptado y se afirma que todo es accesible. Algo de lo que está dentro de sí mismo y del otro queda irremisiblemente como ajenidad. Trata de oponerse y negar una ausencia inaceptable. que desmiente lo proveniente del sentido de realidad. o de varios uno que siguen siendo tales en el conjunto. en tanto éste no los modifique. distinto a un retorno a la representación previa. ésa es la representación de Dios para Religión judía. Si el propio sujeto es idealizado puede devenir hostil para los otros. la del pene en la niña. Su rechazo no es del orden de la represión con desinvestidura y posibilidad de contrainvestidura. No se trata de la Verleugnung (renegación). es a una nueva inscripción del otro. según él. y ésta deberá ser aceptada como tal. a la que escucha proveniente del jardín. esto es hacer accesible a lo inaccesible. aquello que reserva el lugar del Uno. Cabe preguntarse si la resistencia a la ajenidad del otro y al vínculo con él es un fenómeno individual y/o vincular y/o institucional y social. En los dos capítulos siguientes serán ampliados los comentarios a partir de cuestiones e interrogantes suscitados por lo expuesto hasta aquí. parágrafo 1. 42 . Este punto es discutido más ampliamente en el capítulo 3. A nivel individual se observa en las distintas formas de aniquilación o eliminación del otro como alguien con sentido. como puede ocurrir en la psicosis infantil con un tipo peculiar de padres. A nivel social se evidencia en las guerras étnicas o religiosas o en la supresión de las costumbres y los rituales que marcan la pertenencia de otros sujetos a su cultura.real o simbólica de los otros. tema difícil de abordar por ser “lo propio” considerado habitualmente como “lo dado”. Del escrutinio científico de las ideas han de surgir discusiones a partir de las evidentes inconsistencias que antes podían no notarse o incluso no se habían presentado. y por estar revestido de convicciones Profundamente enraizadas en lo inconsciente. o una forma distinta de pensar basada tanto en sus propios valores como en el hecho de pertenecer a culturas diferentes. También ocurre que los diversos lectores tienen una manera diferente de entender algunos conceptos del psicoanálisis. que en el caso del analista está determinada también por las prácticas de su formación. Un obstáculo radica en la constitución misma de la subjetividad. además de contener definiciones cada vez más precisas. Ocurre que las prácticas de las profesiones determinan tipos de subjetividad.CAPÍTULO 2 EL OTRO Y EL OBJETO EXTERNO 1. Una vez que ellas se hacen evidentes permiten otros planteos que llevan a más formulaciones y ampliaciones hasta el surgimiento de nuevas inconsistencias. Por ejemplo. la del cirujano o la del especialista médico que reúne. a la manera de una credencial. hoy 43 . pasan a constituir una jerga. El sujeto puede no saber que piensa con convicciones. además de permitir comunicarnos establecen sobreentendidos para quienes los usan y otorgan un sentimiento de homogeneidad en la pertenencia. la del médico clínico. DIFICULTADES INICIALES El uso de términos no habituales genera una oposición en la comunidad científica toda vez que los establecidos. El papel del otro comenzó a ser tratado más tardíamente. De ahí puede verse llevado a atribuir una significación individual a toda producción social o vincular emergente en la sesión. El segundo es Objekt. El objeto interno. 1 Objeto necesariamente lo es privilegiadamente del yo. puede ser disociado. Allí los otros del vínculo se constituyen en un inconveniente que lo separa de quien considera su paciente. en particular franceses. El psicoanalista tiene como obstáculo lo que es su mayor ventaja: su propia subjetividad que. en el sentido kantiano de construido. Pero no son sinónimos. así como la presentación de la realidad. más conocimientos particularizados. “objeto externo”. Los padres pueden ser un obstáculo para el analista de niños. y produjo como impedimento el ser poco sensible a la escucha de otras producciones como la social o la vincular. y para el cual la persona sufriente puede pasar a ser es un obstáculo que lo separa del órgano en el cual está especializado. en el mundo. gestada en largas horas del contacto con otro. y se lo sigue haciendo. ha contribuido a un notable desarrollo del conocimiento del yo y del mundo de la realidad psíquica. igualmente construido por el yo en el marco de su relación con el otro y en una versión más personificada. El otro puede ser considerado como objeto y como sujeto. 2. negado. durante el siglo XX. Gegenstand: sería lo que está enfrente. especialmente por analistas y filósofos europeos. fragmentado o 1. desde el amor o desde la representación que se instituye inicialmente con la vivencia de satisfacción.en día. la síntesis de sensaciones en una representación referida a una cosa en el mundo (Etcheverry. lo que está fuera. 1978). el ob-jecto. como el cónyuge del paciente para el analista individual. le ha hecho posible tener una escucha ampliada para toda producción individual. llamada “irrupción”. Al comienzo se 1(5 llamaba. a quien desearía entender “para su bien”. En alemán hay dos maneras de decir “objeto”. POSICIONES DEL OTRO El psicoanálisis. 44 . la cosa del mundo. al que desea examinar y tratar “para el bien de su paciente”. puede serlo para el trabajo con el mundo interno. se lo considere desde las pulsiones. en relación al otro. sino que deberán dar lugar a nuevas inscripciones por el solo hecho de pertenecer a una relación que tiene allí su origen y determina a ambos de una nueva manera. Y por su parte sugiere una máxima inversa: “Allí donde había ello.proyectado por un yo que también sufre las consecuencias de esos mecanismos defensivos. de la Tierra como centro del universo. en el caso de Ema. recategorizaciones. Las retranscripciones. está expuesto a la siempre sorprendente presentación. La noción de Nachtraglichkeit. habrá por siempre jamás el otro”. Pero si el sentido de la relación proviene sólo de una. dispone de la representación para reconocerlo como similar a algo que alguna vez fue. Copérnico y Freud han producido descentramientos: el primero. del yo. De allí la unidireccionalidad. y se han de dar entre ellos una serie de operaciones mentales y vinculares: se van a poner en juego las representaciones de cada uno. aunque no se vuelve a dar de la misma manera sino con alguna modificación. Con el desarrollo puberal su reproducción se despliega con efecto traumático. Ocurre que en el vínculo se vuelve a descentrar el yo. El hecho de llamar “objeto externo” al otro no lo hace menos determinado y centrado en el yo. Freud (1950a) presenta la Nachtraglichkeit en la parte Segunda del “Proyecto”. una frase ptolomeica de Freud es “Donde el ello está el yo debería advenir” (1923b). no significadas en el momento de su producción al no haber tenido un cuerpo adecuado. de après coup. refiere a una resignificación de las huellas mnémicas de impresiones infantiles sexuales. ubicándola como al resto de los planetas alrededor del sol. Puede haber retornos encubiertos. vuelve para atrás. como todo término que comienza con la partícula re. Al decir de Laplanche. 3. pero no solamente eso. no obstante. Aceptar que hay otras mentes lo aceptamos todos. se acentúa el solus ipse. el segundo movió la conciencia del centro del yo al presentar lo inconsciente. 45 . LOS TÉRMINOS QUE EMPIEZAN CON “RE” El sujeto. dice que algo vuelve a repetirse. Pero ningún descentramiento opera de una sola vez. El otro como sujeto se vincula con el yo. por lo menos así lo decimos. Se suele hablar de “lo impensable”. Considerarla como impensable contiene una fuerte desmentida: lo que ocurre es que el otro también piensa. pero algo queda definitivamente afuera. Si fuera totalmente cognoscible sería un objeto. lo ajeno. O lo que la representación aprehende deja afuera lo que no podrá representar. además de mucho tiempo de preparación y variados conocimientos. ante esto último. pero también tiene una definición positiva: se trata de un complejo proceso de juicio que ha de decidir si la cosa está en el mundo no estando su registro en la memoria. está lo posible de pensar aunque no sea cognoscible.La presentación tiene una definición negativa: aquello que marca al sujeto sustrayéndose a la representación. por lo que también la representación insiste. y a eso lo llamamos ajeno. Doble insistencia. conflicto o guerra. en la ciudad de Nueva York. No obstante. Es como si la presunción fuera que lo pensable sólo fuera para un sujeto y no para el otro con el cual está en intensa relación. La presentación del otro no debiera ser entendida como podía serlo antiguamente. pero otros pensamientos. Pero es en vano. con un alto grado de eficacia destructiva y una organización. del cual podemos decir que no es posible conocer pero sí posible pensar. Lo impensable fue una expresión muy usada después del atentado del 11 de septiembre de 2001. ajeno. como expresión de un acontecimiento cuya presencia se da ante lo que es una imposibilidad psíquica de haber producido un pensamiento que lo abarque. se trató de una acción sincronizada de varias personas. tensión. reducido a lo semejante. y eso vuelve. la sensación derivada de una cosa en la conciencia.no podrá ser aprehendida por la representación. episodio hasta ese momento imposible de suponer. inaprensible. No se agota en lo que el sujeto conoce. ante la emergencia brusca del otro. esa cualidad de otredad del otro -por así decirlo. Pero quizá debamos decir que es impensable desde el pensamiento del Uno y para lo Uno. también lo está en su posibilidad de pensar lo que el otro sujeto puede 46 . Contamos con lo posible y lo imposible de conocer pero. Si es desconsiderado respecto de la cualidad de otredad y de ajenidad. Aquello que viene del otro brinda un conjunto de impresiones novedosas y el psiquismo trata de reconocerlo mediante la representación. La prensa y los funcionarios dijeron que nunca hubieran imaginado que pudiese ocurrir en su territorio. insiste como presentación. o es el resultado de un rasgo neurótico de rivalidad con su jefe. Instituyen una subjetividad y es el sujeto quien los relaciona. Supongamos que el paciente que vive en Buenos Aires en el año 2001 trae como material la situación de pérdida de su trabajo. o si es producto de más de uno. como lo impensable. en un proceso de desplazamiento. se influencian mutuamente. Y otra: El sujeto es producido por ellos y a la vez es en quien esos mundos se superponen o disocian. el de los otros. Cada uno de ellos tiene determinaciones específicas y pueden ser adjudicadas a otro.lo. Dado que lo conocible del otro está dado por la trama representacional. Que sean considerados semejantes por el yo y crea que hay permeabilidad entre ellos y que tienen relaciones recíprocas no hace a su radical diferencia. lo cual remite a una situación de base: lo que se representa no cubre en totalidad al otro. Quiero decir que cada uno de esos mundos tienen lógicas diferentes.hacer. de la familia y del mundo social. o un equivalente masoquista expuesto como una conducta reivindicatoria desplegada en su actividad laboral. que lo afecta como a sus pacientes aunque de una manera diferente. son tres distintos entre sí y ajenos. Deberá prestar atención e interpretarlo. De esto deriva una indicación práctica: si el paciente tiene un padecimiento deberá examinarse de cuál de los mundos proviene su malestar. El otro puede no ser tenido en cuenta y su aparición entra como des-orden. esta misma muestra su límite ya que no podrá incluir lo que no se representa. ACERCA DE LOS TRES MUNDOS QUE HABITA EL SUJETO Veamos la frase: El mundo interno. sin quererlo ni saber. y sus prácticas determinan la producción del sujeto. quien defensivamente puede disociarlos. El analista también tiene una reducción en su trabajo dada la situación de alta desocupación. Pero si lo hace desde el punto de vista exclusivo de los determinantes individuales infantiles estará. El analista deberá diferenciar con su paciente si el sufrimiento deriva de perder su trabajo por una reducción de las fuentes laborales. los liga o los asocia. culpabilizando a su paciente de aquello de lo que precisamente resulta afectado por acciones de “los otros”. con una Vectación cuyo origen puede estar en su mundo familiar o en 47 . 4. no afectaron el cuerpo. También por una crisis identificatoria en relación con el padre o con la madre. Un aspecto fundamental será trabajar las marcas nuevas resultantes de estar en otra posición íntima. cuando pudieron ser imaginadas. Una consecuencia técnica para el analista es que el material del paciente referido al mundo exterior. de tono más o menos persecutorio o depresivo. paso inicial para instituirse de otra manera dada la intensidad y el poder de la desocupación como una modificación en la vida de los sujetos. de su mente y especialmente en sus cuerpos. “Pérdida de trabajo” conducirá hacia una pérdida de objeto que pasará por las singulares posibilidades de elaboración. Aunque ello pudiera ocurrir. Lo que hubiera podido “prever” pertenece a una actividad del campo de la fantasía. Que se afecte un gran número de personas y no necesite conocer su filiación facilita su desplazamiento encubridor a las figuras parentales. la restricción en su consumo y otras situaciones que. dándole cabida a esas nuevas inscripciones. cuyas vicisitudes pueden explorarse y trabajarse con el instrumento analítico. Pero allí no concluye su significación. lo son por participar en relaciones de poder y no de parentesco. es considerado en general como surgimiento de una resistencia que impide tomar contacto con el conflicto interno. familiar o social. Al sujeto se le presenta la imposibilidad de seguir asistiendo a su lugar de trabajo. dependiendo del sexo y de la resolución del complejo de Edipo. Pero el analista puede estar obstaculizado para interpretarlo si piensa que todo el universo emocional del paciente está determinado única o centralmente por las representaciones del yo. el tiempo y el espacio como sí lo hacen cuando efectivamente ocurren. y de sus vínculos familiares y sociales.el mundo social. relacionadas en parte con las pérdidas tempranas o infantiles. En éste los otros son relevantes por su pertenencia a este medio social y no por su origen familiar. Los distintos mundos psíquicos que habita el sujeto pueden ser considerados defensivamente desde el yo como semejantes cuando se evidencian como radicalmente ajenos. lo cual no funciona sino en forma encubridora respecto de esta nueva marca. no cubre todas las situaciones de relación con el mundo social. desde donde percibe la experiencia con los otros y el mundo que lo rodea. y la dificul- 48 . o por su mundo interno. el no tener ingresos. dada la im-posición de un lugar nuevo y distinto. en las cosas pequeñas o grandes. por lo que deberá hacer acciones para dar cabida a esa incidencia. equitativo se mostrará también en la ciudad. Ciertamente para llevar adelante sus planes políticos imponen la idea de que el país es una gran familia. Una consecuencia inmediata de esa dificultad es que establece entre esos mundos una semejanza.del mundo social. yendo del mundo interno a los otros y al mundo exterior. no será alabado por mí. cuando éste le pide cuentas por el castigo a su prometida. su hijo.tad para abarcarlos motiva la intolerancia y la necesidad de negarlos. que toma como orden el pensa- 49 . Quizá por eso en situaciones de crisis económica o social las personas añoran y piden lo que en estas latitudes llaman “mano dura”. pero el que viola insolentemente las leyes y piensa mandar a sus jefes. No hace falta ejemplificar: cada área geográfica y algunos países tienen el suyo. manera de referirse precisamente a la acción del régimen tiránico. Antígona (Sófocles. El que es equitativo en las cosas domésticas. 1993): Conviene que abrigues en el corazón la idea de poner la voluntad de tu padre ante todas las cosas. Así.menos expuesta a incertidumbres e inconsistencias que la libertad. ¿Por qué puede imponerse está superposición? El sujeto puede erigir en el tirano a su ideal del yo e identificarse con los otros merced a este nexo común.] la obediencia constituye la salud de todos los que son disciplinados.. Los regímenes fuertemente autoritarios propugnan que al tirano se lo considere como un padre. Es preciso obedecer a aquel a quien la ciudad ha tomado por dueño. como Freud lo describió excelentemente en 1921.. y los otros -diferenciados o no. vemos la incidencia que tienen en el yo los otros inmediatos con los que el sujeto se vincula. Ajeno significa que el o los otros inciden fuertemente en el sujeto. como la familia o la pareja. sellada a partir de la unidireccionalidad que orienta los significados. En determinadas condiciones la tiranía se ofrece ostentando mayor coherencia. justas o inicuas [. Veamos un ejemplo donde se reúnen equivocada y encubridoramente lo social y lo individual. presentándose -después de silenciar lo que no coincide con su visión de las cosas. Recordemos que Creonte le dice a Hemón. sus habitantes son los hijos y él es el padre que sabe hacer y por eso debe ser obedecido. El analista.miento hegemónico y como desorden toda suerte de oposición a un pensamiento único. y en él se basan los movimientos contra las minorías o contra los inmigrantes. las que provienen de la relación con el otro y con lo social. a través de los distintos juicios (de atribución. Interpretar el material de una imposición vincular o social como la proyección de una representación interna. es de aceptación obligada después de ser tamizada a través de opciones. o sea. existencia y presencia). modifica al yo y puede ser una fuente específica de padecimiento. al considerarla como solamente originada en la interioridad del sujeto desconoce otras determinaciones. para el psicoanalista en cambio existe eso que llamo “el riesgo de un desenvolvimiento solipsista”. si el sociólogo dijera que la única determinación es social cabría también semejante crítica. 50 . que primero son requeridos como una fuerza de trabajo necesaria y luego son acusados de llevar a la ruina al país malamente administrado -y no precisamente por ellos ni por la minoría-. La imposición. que al igual que otros. y ello abre otros capítulos a considerar. lo hace por un camino distinto y da menos certezas que la pertenencia familiar. El sentimiento de pertenencia es inestable. y es muy riesgoso para el paciente que sean interpretados a partir del significado de uno solo de esos mundos. Quizá el narcisismo tenga algo que ver con esta operación de interpretación. Aparece un requerimiento obligado de pertenencia homogéneo desde el gobernante autoritario y tomado indiscriminadamente desde el sujeto y la promesa de certidumbre y seguridad desde aquél. cuando en realidad siempre está allí como una de las fuentes de construcción de la subjetividad. significarla y decidir la acción a tomar. no para anularla sino para inscribirla. Sabemos pensarla como resistencia pero no como significado. Asimismo. La oposición viene de los otros que no comparten con el sujeto o con el conjunto dominante su lectura de la realidad. Si esos mundos son de una ajenidad radical no por ello dejan de pertenecer al sujeto. que como dije es un mecanismo estructurante del sujeto. La añoranza por los regímenes que prometen un criterio identitario retorna con intensidad en los momentos de crisis. y lo social. si no sabe cómo tratar este tipo de material puede suponer que la realidad social “ingresa” a la sesión. si asegura. Al deseo de ser amado y de ser pensado se agrega el de ser admitido en la pertenencia dominante. El vínculo toma su forma a partir de una opacidad del otro y de lo otro. descripción de un requerimiento de transparencia que se aleja de lo que se produce en una relación. después de lo cual se complejizan las relaciones y los sujetos relacionados. Las parejas refieren a esta situación caracterizándola desde la idealización de lo Uno: no tenemos ni un sí ni un no. en el conflicto que 51 . pero es de corto alcance y su fracaso obliga a reforzar la coincidencia. especialmente el de presencia. El rechazo de esa ajenidad puede llevar a odiar al otro o a los otros y. con lo cual la relación entre dos otros deja de ser tal para ser repensada desde lo Uno. La experiencia demuestra que cuando se da el trabajo psíquico con las inscripciones de ajenidad. qué forma han de darle. en su búsqueda infructuosa y en su imposibilidad.5. Es un arduo trabajo psíquico. Esa expresión muestra la incongruencia de la aspiración a un vínculo sin diferencia. tantas veces mostrada en la literatura como en el cine. siendo esta última la versión romántica del amor burgués. ENTENDER AL OTRO Deberíamos examinar si la relación con el otro incluye lo que es llamado habitualmente “entendimiento”. por extensión. en los distintos exterminios. El mutuo entendimiento resulta del deseo de coincidencia con la representación. Cabría preguntarles “¿entonces qué?”. siendo lo importante no su existencia sino lo que hacen con él. sin ajenidad y sin algún grado de conflicto. “Ni un sí ni un no” es una forma de decir “ni vínculo ni no vínculo”. Triple negación que pone en entredicho lo vincular y los juicios. Para observarlo no hay más que levantar la vista y mirar qué pasó en la Segunda Guerra Mundial. y el examen de los hechos muestra que entenderse con otro es una tarea compleja y permanente de ajuste entre lo que se representa de él y lo que el otro propone como presencia a la que debe hacerse un lugar. y que otorga la vivencia de estar en el mismo lugar el yo y el otro y con un mínimo de diferencias. en la ex Yugoslavia. el logro es de mayor complejidad. es trabajo para producir más que lo supuestamente dado. a las comunidades diferentes a la que se pertenece. La relación con el otro o con los otros en base a la empatía y al entendimiento no parece poder sostenerse. conjunto de asignaciones de significado a las palabras y frases que suponen un código compartido. a la que se agrega. Pero es bien diferente no elegirlo a exterminarlo. el superyó de ellos. se quiere decir que es una construcción por parte del yo de unos padres internos. es decir de juicio. es decir. que es a su vez una construcción de esos padres. para ligarse o desligarse del otro y para contrarrestar el deseo de aniquilarlo si lo considera un ajeno. supone que sólo se puede conocer lo que está previamente representado. Inevitablemente este proceso requiere la ausencia del otro. no coincide con la representación y. aun 3. allí donde la autonomía de cada comunidad se asoció a la idea de eliminar al ajeno. La representación. ii) Ha de iniciar una serie de acciones para tratar la presentación de la presencia del otro que es sin antecedente. Es un tema de elección. se podrá tener una idea del trabajo que propone la ajenidad. corresponde a su representación. construida y edificada por el yo. con quién se vincula el sujeto y con quién está dispuesto a devenir otro con otro. lo no semejante. la transforma en parte de sí. Cuando se dice que el superyó corresponde a la reintroyección de los padres investidos narcisísticamente. la presencia de los otros. desde que nace hasta que muere debe trabajar tanto con sus representaciones como con lo que le ofrece el juicio de presencia. Desde el punto de vista del sujeto. como luego postuló Freud. DE LA PRESENTACIÓN Y LA REPRESENTACIÓN3 La presencia del otro supone la presentación y el sujeto encuentra ante sí dos caminos: i) La incorpora en base a sus representaciones y deviene a su vez representación. Y si uno observa lo que ocurre en las instituciones y en los distintos grupos dentro de ellas. ya que no es posible representarla. lo que le permitirá simbolizarla. y eso tiene lugar desde el punto de vista del yo. No encuentra en sí un modo conocido de operar.se está dando entre israelíes y palestinos. 52 . Agradezco a la licenciada en Filosofía Alejandra Tortorelli por sus comentarios. y los grados de intolerancia entre los mismos. 6. y formará parte de una trama fantasmática realizada. Otra situación de encuentro entre dos diferentes es el encuentro amoroso. La no coincidencia lo lleva a protestar por la supuesta ruptura de ese acuerdo que se revela unilateral. tratará de hacerla coincidir con lo re-presentado y lo re-cordado. aunque después se piense que pueda recubrirse y engañosamente usarse a la segunda como determinante del primero. esa madre conocida también se le hace inaccesible. no se puede nominar de manera más específica porque deberá ser “creado” para y desde aquélla. Con su llanto. y es esa presentación lo que lo hace parcialmente ajeno. sed. porque ella le crea un obstáculo en ese camino. de acuerdo con sus identificaciones epocales. La madre tratará de estarlo y el bebé creerá en un acuerdo y una coincidencia.puede suponer ilusoriamente un reencuentro. De estas últimas identificaciones no es mucho lo que se dice hoy en día. como sujeto. Ese “hacer” de sus acciones será propio de la situación. Un trabajo emocional particularmente arduo es tramitar ese también. cómo hacen las madres de esa época. Quizá hallemos ahí la diferencia sustancial entre “vínculo” y “pulsión”. El bebé está a merced de necesidades llamadas vitales: hambre. La presentación de lo inaccesible sería el motor del vínculo y aquí se postula una diferencia importante con respecto a la idea de que el vínculo se despliega con el cumplimiento de lo representado. pronto se cuenta de que lo excede. lo inviste desde sus representaciones y desde el lugar de asistente de esas necesidades. lo que supone como acordado estar en un mismo lugar. que ésta lo envuelva en su totalidad. quien lo encontrará sistemáticamente en un lugar otro. Veamos un modelo al cual solemos recurrir. La madre tratará de hacerlo coincidir con su representación. de ese lugar y de esa cultura que es distinta de otras. dado el desamparo original del recién nacido. Elegirá cómo y con qué lo ha de realizar de acuerdo a las identificaciones con su propia madre y. lo cual lo hace inaccesible en parte. Se llama enamoramiento al intento extremo de anular lo inaccesible del otro. es decir. frío. El bebé a su vez se le presenta a la madre. aquello no pasible de repreque 53 . en una posición semejante. y el bebé le mostrará que no es posible. La madre. Otro tanto ocurre en el bebé respecto de la mamá. no menos importantes. Deberá hacer un trabajo con esa nueva presentación de la madre que no coincide. es distinto en una dirección que en otra pero nunca es en una única dirección. y coincido con él. 1979). Entre la percepción del otro y el otro hay un camino plagado de interpretaciones y lo que sorprenderá al sujeto es la presencia y lo no posible de interpretar. en la relación amorosa o en la relación analíticaes bidireccional y. Es un ilusorio momento de aparente coincidencia completa que señala la aspiración de una representabilidad absoluta sin diferencia ni ajenidad. La presentación lleva a hacer un espacio donde no lo hay. Sería un error considerar la presentación como mera percepción del otro. también en ciertas formas extremas de sadismo y de inducción al suicidio del otro de la pareja. Boshan (2001) sugiere. “Es inadmisible”.sentar. y ello formará parte del vínculo. es decir que lo representacional marca el límite de lo percibido. Como sujeto está obligado a admitir que algo del otro es inaccesible al conocimiento aunque no a ser pensado. Si ello no es tolerable. después de oír una interpretación: “No lo pensé”. como ocurre en la drogadicción y en el juego. que lo inconsciente sería la 54 . que el órgano que percibe tiene una creencia detrás. hará emerger dolor psíquico ante el contacto con lo que no siendo representable del otro condiciona el mismo vínculo. a través de la interpretación. Éste ha de “construir” un paciente así como el paciente ha de “construir” un analista. El movimiento vincular -entre la madre y el bebé. “No me hubiera imaginado”. Son expresiones frecuentes en la relación analítica. “Es impensable”. y en esto coincide con Laplanche. La presencia del otro pone un límite a su apropiación identificatoria. y a un hacer que produce un pensar. Estas frases hablan de lo irreductible que para el yo es el otro. Se llama desenamoramiento al largo proceso de admisión del otro como presencia. Dice Von Foerster (1994). Dada la investidura narcisista la no coincidencia de lo vincular. Retomando el concepto de lo ajeno. o en una sesión de pareja o familia: “Nunca lo hubiera pensado de vos”. dárselo a conocer. En la situación psicoanalítica el paciente está con el analista y éste ha de conocerlo mediante lo que se produce en la relación y. a su vez. lo cual depende del campo representacional del propio analista. algunas respuestas a esta situación en lo amoroso son: el vínculo pasional donde el otro del deseo es reducido a objeto de necesidad (Aulagnier. Es probable que lo ajeno del otro sea cubierto por representaciones inconscientes. Boshan señala acertadamente que el rechazo inconsciente por parte del analista a la ajenidad del otro. la clasificación de los vínculos familiares comprenderían: el de la pareja. no se puede representar sino sólo presentar a los efectos de inscribirse. y como está destinada al fracaso su no tolerancia lleva a reforzar ese mecanismo. en la cual están prescriptas las relaciones sexuales. Dada la prohibición del incesto. No es éste el lugar para extenderme sobre la ampliación del 55 . su paciente. los de éstos entre sí en su calidad de hermanos. y un futuro compartido. Señalé que hay dos tipos de relación que se reúnen en la familia. Pero esta afirmación tropieza con que la ajenidad del otro. como si el otro se prestara para representar lo ajeno del yo.representación de lo ajeno dentro del sujeto. lo sostengan o no. como dice el autor francés. y aquel que agregué como la relación con un representante de la familia materna. era inconsciente para el otro materno en los momentos iniciales. 7. una cotidianeidad compartida. que no permite las relaciones sexuales entre ellos. salvo a través de la palabra de otro. Allí habría una paradoja: lo inconsciente es representación de lo ajeno en el sujeto. La proyección trataría de hacerlo propio. vemos que toda clasificación responde a un ordenamiento y a una determinada perspectiva. lo lleva a desconocer el campo de imposición establecido en la sesión. En primer lugar. Es que la palabra de otro lo instituyó sin saberlo porque. los hijos como proyecto. el de los padres con los hijos. El segundo tipo de relación es aquella por la cual los padres ayudan a constituir el aparato psíquico del infante y lo marcan consciente e inconscientemente. Allí habitan otras familias de entre las cuales elegirá y será elegido/a para la constitución de una pareja. aquella que a través del encuentro amoroso constituye la pareja. los tengan o no. el proyecto es que deberán separarse en algún momento futuro e incluirse en el medio social. a su vez lo más propio y a la vez lo no posible de nombrar. por definición. 2 del capítulo 1. LOS TIPOS DE RELACIÓN FAMILIAR Retomando la clasificación propuesta en el apartado 4. Desde el punto de vista de la estructura del parentesco. Teniendo en cuenta que la familia y la pareja constituyen un tipo de paciente diferente del paciente individual. 2001). el de la madre y el de cada uno de los hijos. Otra posibilidad sería considerarla como una matriz de posiciones a ocupar por los distintos sujetos. ¿Qué lugar darle al complejo de Edipo en la estructura vincular? Siendo una estructura psíquica nos veríamos llevados a considerar la familia como una aplicación. como dije antes. LA PROPUESTA DE UN PSICOANÁLISIS DE FAMILIA Y PAREJA Retomaré brevemente este tema del que me he ocupado en las últimas décadas (Berenstein. o como una agregación de complejos de Edipo. Como queda dicho. Históricamente tuvo lugar primero el análisis individual. Algo semejante debemos decir del complejo de Edipo: no se trata de una familia sino de un conjunto de posiciones que permite al yo. Sin 56 . a una modificación técnica que a su vez condujo a una ampliación de la metapsicología. ¿Cómo lo considera el psicoanálisis? El complejo de Edipo es una estructura interna como lo es el superyó. 8. como un Edipo ampliado al conjunto. el del padre. desde el lugar del hijo. Para el psicoanálisis de familia y de pareja no es suficiente la aplicación de lo que sabemos desde la sesión individual. Pero eso nos llevaría a considerar el Edipo como una superestructura y lo aleja de su singularidad. Su incorporación tiene la especificidad dada por las singulares fantasías orales canibalísticas y la modalidad de relación con el pecho y con los otros parentales. considerado su heredero. después el análisis de niños y posteriormente el de familia y pareja. 1976. precisamente el hermano de Yocasta y tío de Edipo. A partir de ese momento conviven el superyó y el padre actual pero en distintos espacios psíquicos (véase el capítulo 6). 1990. desplazarse por ellas. la sesión familiar dio lugar. 1990a y 2001a). Este último no es el padre sino una modificación del yo a partir de la reintroyección de algunos rasgos del progenitor infantil más la investidura narcisista que el sujeto hizo de esa relación. supone además la incorporación del superyó de los padres. Remito a Berenstein (1976. que se ven llevados a cumplir con las funciones características de cada una de ellas.Edipo a partir de la figura de Creonte. embargo, no los hemos de considerar como derivados del primero. Son encuadres distintos para cernir producciones inconscientes heterogéneas. No parece una indicación pertinente que alguna de las personas que se tratan en familia o en pareja interrumpan su tratamiento vincular para analizarse individualmente, a los aspectos de resolver los conflictos vinculares. Si mejora el vínculo familiar o de pareja o llegan como conclusión a enfrentarse con una imposibilidad, se acercará el final del tratamiento vincular que tiene su propio proceso. Y si en un tratamiento vincular uno de los integrantes intenta resolver su conflicto familiar mediante el tratamiento individual, seguramente deberá ser considerado un acting out, como lo sería que un paciente individual quisiera resolver su conflicto interno, donde predominan relatos de peleas matrimoniales, yendo a tratarse con su pareja. Sería confundir el conflicto derivado de sus relaciones de objeto con el que se despliega en la relación con el otro de la pareja. El psicoanálisis y los psicoanalistas no se adentraron en el campo del tratamiento psicoanalítico de la familia y la pareja hasta la década del cincuenta, época en la que tomó impulso y ganó terreno la terapia sistémica, que desarrolló una rica teoría propia, distinta de la nuestra. Hemos de reconocer que los psicoanalistas, durante bastante tiempo, consideraron el tratamiento de pareja como dos tratamientos individuales en una misma sesión. El modelo técnico se parecía a ese tipo de clase grupal de idiomas donde el profesor estaba al frente y hablaba a cada alumno por separado. Éstas eran clases individuales en una sala de conjunto. Así sería un tratamiento de pareja si se le interpreta a cada uno su conflicto interno y edípico. Esto, que sería la base del análisis individual, son aspectos parciales en un análisis de pareja. Son útiles para saber con quién está cada miembro de la pareja y ampliar su conocimiento del otro. Qué camino han de recorrer para tomar contacto con la diferencia y con la ajenidad de ese otro, y analizar los obstáculos para instituir aquello del vínculo que no es repetición del conflicto infantil, es precisamente lo que se ha de trabajar en el tratamiento de pareja. Puede que haya que pasar por determinados momentos individuales en el tratamiento de familia y pareja. No obstante y sin proponérselo, el análisis vincular modificará algunos aspectos del mundo interno a la vez que modifica el vínculo, pero traba 57 jar sobre el mundo interno no siempre modifica el vínculo familiar. Una pareja y una familia son algo bastante diferente de una suma aritmética de los conflictos infantiles de unos y otros (Badiou, 2001). Si consideramos que Pedro trata a, y se relaciona con, su esposa Diana desde un objeto interno proyectado, como si la viese a través de una pantalla infiltrada desde la proyección o desde la identificación proyectiva, el vínculo de pareja estaría centrado en el marido. Este punto de vista no es desdeñable en tanto sea considerado como parcial. Puede llevar a pensar que Pedro se aleja de Diana cuando está deprimido, angustiado o receloso por haberse él sentido invadido por una madre infantil melancólica cuyo medio de penetración eran esos sentimientos. Esto lo llevó a establecer dentro de él un recurso que es apartarse para no invadir a su esposa y, a su manera, protegerla y que ésta tenga un espacio propio, no importa si ella lo desea o no. Es lo que Pedro deseó y no logró para sí en su vida infantil. Pero hay un desconocimiento de la alteridad de Diana cuando desea protegerla como si ella fuera él. Si luego pasamos a Diana se podrá comprender que cuando más lo necesita se siente abandonada por su pareja como le ocurrió con su padre, figura cercana pero violenta, con alternancias de cólera y arrepentimientos cargados de depresión. Por eso se sentirá dejada por Pedro y responderá con cólera y a su vez con distancia, lo cual alejará más aún a Pedro, su marido. También, y a su manera, desconoce la otredad de éste cuando le adjudica un significado paterno. Si consideramos la pareja, trataremos de analizar cómo producen esa modalidad de vínculo. Es precisamente una intolerancia al encuentro, a lo imprevisto y a lo nuevo que pudiera surgir en la acción vincular, lo que fomenta la inmersión en esas historias individuales. Por ello el hacer entre ellos se basa en una suerte de repetición y es ésta la que funciona como un impedimento para hacer algo diferente, lo que a su vez es motivo de resentimiento por no poder librarse de las historias infantiles, siendo cada cual otro del que fue mediante la pertenencia de la relación con otro. El trabajo vincular tanto podría descompletar al sujeto de la relación de objeto infantil como permitir tolerar un encuentro algo imprevisible pero productor de novedad, es decir habilitaría tanto 58 una modificación de las historias infantiles como la producción de lo que esa historias nunca podrían ofrecer. Las intervenciones individuales pueden convertirse en defensivas frente a la inmersión en el vínculo y a la ansiedad ante la posibilidad de perder los límites de la propia subjetividad. Es tarea del análisis vincular marcar y tratar las resistencias, que llevan a pensar el vínculo como la suma de Uno y Uno allí donde él Dos sería lo inicial. Desde su origen en una pareja cada uno es un poco distinto y nuevo respecto de quien era. A eso se llamó sujeto del vínculo: no se es el que se era antes, el que viene constituido. Ése puede ser el comienzo, pero los integrantes no han de permanecer así. Si una pareja no constituye nuevas marcas como corresponde a una nueva relación, sufrirán por la persistencia de la dependencia del mundo infantil y familiar, y estarán en el orden de la patología vincular. En tanto el otro sea “la madre” o “el padre” en sus distintos aspectos tropezarán con lo que debieron suprimir de la relación. Lo “suprimido” constituyó lo inconsciente de ese vínculo y está obligado a retornar. Pero esto inconsciente resulta ser un poco diferente de aquello basado en las huellas mnémicas, lo cual nos lleva a una cuestión controversial: ¿lo inconsciente es un área homogénea o es heterogénea, y en tanto tal sus producciones no requerirían diferentes encuadres para manifestarse? 9. CONCLUSIÓN PROVISORIA Despierta una fuerte reacción entre los psicoanalistas la toma de conciencia de las modalidades solipsistas en nuestras formulaciones. Desde luego, hay excepciones. Dice Green (1988): En resumidas cuentas, para sintetizar la situación, aquí encontraba su límite el solipsismo que salpicaba tanto la teoría como la práctica analítica. Mientras pensemos al yo como centro o con una determinación unidireccional de los significados a partir de la interioridad, donde los significados fundamentales provienen de los primeros años de vida, corremos el riesgo de volver hacia 59 atrás en lo que el psicoanálisis ha avanzado. El aparato mental o el mundo interno fueron pensados desde el principio de identidad y semejanza: se conoce lo que está representado. Ciertamente es difícil correrse de un principio que rige el pensamiento occidental desde hace más de dos mil años. Afirmado el ser (lo Uno) se opone al devenir, y como éste siempre es con otro, se opone al otro y a lo otro. Lo no semejante, lo ajeno, lo extraño o con otras reglas lógicas de funcionamiento, tiene una existencia conflictiva para este tipo de pensamiento. Entonces puede negarse, desmentirse o, a lo sumo, tratar de adaptar lo ajeno para darle cabida como semejanza. Cuando esas modificaciones no son suficientes, el ser humano se siente, desde la posición de ser Uno, con derecho a eliminar lo ajeno, y así confirmar que está en un mundo de semejantes. Pero lo no representado y lo no representable deberá inscribirse en el aparato psíquico porque es heterogéneo a la representación. Lo inconsciente es ajeno al yo y éste reacciona a su emergencia como si fuera extraño: lapsus, sueños y síntomas se le aparecen como no propios. El otro se le aparece como semejante en tanto lo pueda representar. Pero la presencia del otro se le ofrece como ajena, por lo tanto deberá inscribirla y luego cubrirla con la representación de palabra, para descubrir nuevamente que sigue siendo ajena. 60 como un obstáculo en una ruta. dejarlo a un costado y volver el camino a lo que era antes. a veces. buscando lo que es similar. b) cuando no es posible hacer lo anterior se ha de buscar cómo encontrar otro camino. El sujeto entonces tiene dos opciones: a) remover el obstáculo. inmigrantes. una resistencia a dejarse afectar por la novedad. a los que tratan de no darles ni hacerles un lugar. Podría ejemplificarse remitiéndonos a los ciudadanos de un país que se oponen a los extranjeros. Indica una oposición a la situación nueva y por principio de placer desencadena un movimiento emocional contrario. persistentes por años. En la hoja de ruta por lo general no está marcado. Puede considerarse a ésta como el nombre psicoanalítico de las dificultades inconscientes para instituirse en un vínculo. Si se trata de la subjetividad. ii) existe otro tipo de dificultad. aunque algunos escollos. Sería como el imprevisto que enfrenta al automovilista y que no le permite seguir su camino. coincidente con la hoja de ruta (esto ocurre principalmente con los obstáculos pequeños). que se presenta como un impedimento no previsto. Las hay de dos tipos: i) las que se basan en una experiencia anterior significativa y pregnante. A PROPÓSITO DE UNA RESISTENCIA A LO VINCULAR En el apartado 5 del capítulo 1 hemos considerado la temática de la resistencia. tienen su lugar en el mapa.CAPÍTULO 3 RELACIÓN ENTRE SUJETOS 1. cuya huella se activa ante la percepción de otro. es difícil porque no estaba previsto y no figuraba en el trayecto que venía haciendo. el recorrido de la vida en segunda 61 . las teorías se diferencian. etc. Creo que la concepción del autor se concilia más con el Freud del 62 . sea entre padres e hijos. ¿Es un trauma real? Esta concepción vincular. como ajeno. Esos padres de los que el autor habla. sea de pareja. a los fines de continuar con lo que supone es la tarea analítica. como las cinco establecidas por Freud. El analista trabaja para devolverlas a su lugar. donde la realidad es pensada como un obstáculo. b) se trabajará a partir de la relación entendida como un vínculo entre dos o más otros. como afirman algunos autores. la identificación proyectiva. es decir. la proyecciónintroyección.opción se acompaña de incertidumbre. que la madre “suficientemente buena” de Winnicott. aunque el núcleo duro de su teoría se base en la fantasía inconsciente. Allí donde el otro es registrado como un obstáculo insalvable. No es lo mismo la madre de las proyeccionesintroyecciones de Klein. 1990a). la envidia. a) es el que surge en nuestra práctica cuando el paciente incluye asociaciones referidas a dificultades provenientes de la realidad exterior o del ámbito donde se lleva a cabo la sesión. ya que es posible que hacer un nuevo recorrido genere y también dependa de una modificación en la subjetividad. Este ii. El obstáculo ii.? En este punto. a partir de lo nuevo emergente desde la ajenidad de cada cual. previa a “mis histéricas me engañan”. Pero ni siquiera M. ¿son los padres reales? Si así fuera vuelve a la teoría del trauma en Freud. Pérez Cohen (2001). no explicable por una remisión a un significado previo. comentando el trabajo del capítulo 1 dice: El autor menciona en este apartado a un tipo peculiar de padres en la psicosis infantil que presentarían esta resistencia. ¿se opone o complementa las teorías sobre la psicosis que ponen el acento en la pulsión de muerte. trabajar con el mundo interno. no lo pueden ver como otro. Una variedad de supresión del otro se da en los distintos modos de enloquecimiento en una relación. más ligada al concepto de madre real. Klein desestimó la madre real. Son aquellos que no soportan la percepción de la mismidad y alteridad del hijo. Para la dificultad de tipo i) contamos con la teoría de las resistencias. pueden darse formas de supresión del mismo como alguien con sentido en la medida en que el otro inscribe una diferencia irreductible. sustitución del trauma por la fantasía. allí donde la situación familiar produce lo que se llama “una persona con desarrollo psicótico” (Berenstein. es inconsciente de la investidura sexual del bebé. institucionales. de la experiencia de satisfacción con el pecho real. lo cual en caso de sostenerse determina el descarrilamiento de la relación. para proponer una modalidad nueva de llegar a él y que éste haga lugar a la modificación propuesta. Esta es considerada complementaria de aquél y. es reemplazada por la idealización del lugar. la cual resulta un impedimento para el advenimiento de la relación actual. bajo distintas formulaciones. por la cual. asociada por el bebé a no ser reconocido. Se trataría de una impugnación de la subjetividad instituida. en tanto se ofrece a los requerimientos. aquella que es previa a la relación.. Las teorías psicoanalíticas toman en cuenta. el desamparo del bebé.. ese estado de necesidad físico y psíquico que requiere un sujeto amparador: la madre. Allí donde la impugnación propuesta por el niño a su madre no tiene cabida. El tratar de repetir lo anterior se opone a lo presente de la relación. y ocupan ese lugar. en el mejor de los casos. que no sigue los rieles establecidos. constituyen una unidad.Proyecto.. de oposición y refutación del otro. Frecuentemente el niño da a conocer algo no apropiado de la madre en esa relación. del trauma real. Por mi parte agrego que enunciar el criterio de presencia quiere decir que tanto la madre como el hijo. y producen efectos de subjetivación en el bebé y en la madre. y lleva a cabo acciones para que sea tomado en cuenta. En las relaciones se daría lugar a dos tipos de impugnación: la impugnación subjetiva -término que tomo de un concepto propio de la historia de la subjetividad (Lewkowicz. del desamparo. que con el bebé “pulsional” con la deflexión de la pulsión de muerte. bebé o niño. 2002). No sólo para evacuar un malestar y aliviarse sino para hacer saber precisamente lo no adecuado de la relación. proyección e introyección y construcción de su objeto. por así llamarlos.que denomina el modo espontáneo. Si el bebé es adorado por ser un bebé en general y no por su singularidad o si los padres afirman que saben porque son padres. En ésta. la mamá cuenta con un aparato psíquico constituido y barrera de la represión. La inscripción de esta relación en el infans dará lugar a la relación de objeto que supone un alejamiento de esa madre amparadora. inciden fuertemente en la relación por sus respectivas acciones. y no tanto por 63 . entre subconjuntos de personas habitando el marco de sus relaciones económicas. entre masculino y femenino.) van haciendo el trabajo psíquico de confrontación para elaborar la relación entre el mundo de la fantasía y la inscripción de una presencia que no encuentra registro previo. En la diferencia cada uno propone al otro una ajenidad heterogénea y. Las nociones de presencia. Estos planteos para pensar el vínculo entre paciente y analista llevan a reformular la noción de asimetría. entre un sujeto y un sujeto otro.que ese saber resulta de devenir sujetos específicos en esa relación singular. desde allí. la social. Pero a ella se agregarán otras diferencias en el humano: la generacional. se inicia el rechazo de esa impugnación. Otro camino es la impugnación de la fantasía. 5. ajenidad e imposición desplazan la teoría del desamparo inicial de su posición central y la ubican como una de las determinaciones pero no la única. Lo vincular permite formular otra concepción acerca del origen del psiquismo. que es de vital importancia para la modificación del vínculo entre ambos. criterio que impregna nuestra concepción del proceso analítico. lugares a los cuales ambos han de advenir. lo que uno puede y el otro no. Todas ellas pueden ser pensadas desde la unidireccionalidad o desde la ajenidad. posiciones. que propone una bidireccionalidad radical a la que llamaremos vincular. pero ello no los hace simétricos sino que hace de la ajenidad 64 . Sobre la base del desnivel infans-madre. la sexual. hay una asimetría irreductible. quienes a través del juicio de presencia (capítulo 1. El bebé la propone a la madre y ésta al bebé. diferente de la basada en la noción de desamparo inicial del humano y de la de madre como objeto amparador (véase en este capítulo el parágrafo 9) y que marcan fuertemente la relación desde la asimetría. necesaria en el contacto entre los sujetos. Hasta aquí la asimetría se basa en una diferencia que organiza un sistema de jerarquías. el vínculo es concebido como unidireccional desde lo que uno tiene y al otro le falta. han de resultar del encuentro. donde el primero recibe un lugar ya marcado por las significaciones que lo esperan y a su vez tiene la aptitud de marcar el lugar materno. entre madre y bebé. mejor dicho. la del bebé y de la madre. la de la alteridad. Ambos lugares o. religiosas y políticas. parágrafo 4. Acerca de la cuestión de si los padres mencionados en el vínculo son reales y si esto implica retomar a la teoría del trauma en Freud.una relación desde lugares heterogéneos. la propuesta es pensarla desde lugares heterogéneos. se enmarcan también en una relación de poder que. instituye la situación que los determina a ambos (véase en este capítulo el parágrafo 5). no desestructura lo existente sino suplementa al conjunto representacional con una presentación que luego instituirá otra representación. y no sólo en una dirección sino en ambas. deviene analista de ese paciente y en este vínculo. Asimismo ocurre con hombres y mujeres. Una cosa es reivindicar la madre real. Nos espera aún precisar estas diferentes ajenidades. Analista y paciente han de “pertenecer” al vínculo además de tener otras pertenencias. Los sujetos en una relación proponen lo semejante y lo diferente. Va de suyo que la actitud técnica ha de ser diferente si se la piensa desde lo unidireccional o se lo hace desde lo vincular. y otra muy diferente considerar a la madre y el bebé como presencias en el vínculo. Si el paciente transfiere y el analista responde con contratransferencia. en tanto presencia. además de serlo por pertenecer a una profesión o a una institución. como se da también con lo social. lo son a través del juicio de presencia. que ocupa el proceso analítico tanto como la transferencia. ya que. A ese encuentro de ajenidades en el vínculo entre sujetos lo he llamado interferencia (capítulo 8). asociada con lo sexual. En tanto reales serán tratados mediante los juicios de existencia y atribución. añadiéndole complejidad. diré que habremos de diferenciar “padres reales” de “padrespresencia”. en lugar de ser jerárquica. El trauma es producido por un exceso de cantidad a partir de un estímulo que no encuentra al psiquismo en condiciones de tramitarlo. pues ofrecen marcas que exceden la investidura del deseo inconsciente. ésta es una respuesta y en última instancia establece que le corresponde al paciente. Pero la presencia del paciente implica al analista de otro modo que desde la transferencia porque porta una ajenidad. Presencia es novedad donde no la había. 65 . sujetos cuya ajenidad los marca como otros heterogéneos y en una posición asimétrica. La implicancia para la relación analítica es importante. Como ambos “pueden” hacer en forma heterogénea. Para ésta rige el criterio de elaboración. al presentarse también como ajeno. LA TRANSFERENCIA COMO HECHO NUEVO La noción del analista como otro. 66 . de lo ajeno? Acostumbramos hablar de elaboración de lo que continuamente se repite en la transferencia. En la concepción vincular la presencia del analista haría tope a esta repetición. propone otras dimensiones en el proceso analítico. ¿exigiría un trabajo elaborativo de lo novedoso? ¿Existe una relación entre la resistencia planteada por la ajenidad del inconsciente y la resistencia a la ajenidad del otro en el marco de un análisis? Cada mundo (interno. repetidos. el análisis. ¿consistiría en diferenciar lo que es repetición de lo novedoso. diferenciarla de las ya existentes para una posterior elaboración. Se agrega una tarea de diferenciación de lo que corresponde al mundo de la intimidad. ¿exigirían elaboraciones diferentes? Una dimensión del vínculo analítico es facilitar la repetición transferencial.2. o como actualización de una representación. de working through. “Hacer tope” significa que se constituye en obstáculo e impedimento para que el movimiento emocional de cada cual pueda pasar más allá. y. dotado de ajenidad. con su correspondiente cuota de ajenidad. requiere la inscripción. Una tarea del análisis es detectar lo que se produce como repetición de a dos. de los otros. Al presentarse el analista como ajeno. Lo novedoso. y otra es la de hacer tope y examinar los afectos que inevitablemente enfrentan el narcisismo del paciente y el del analista. si es producido por el paciente. social). de trabajo interno del paciente acompañado por el analista. al de la privacidad y al de lo público. una marca. lo cual puede ser menos notorio ya que nadie se ve claramente a sí mismo y menos aún cómo participa en su relación con otro. extensión de la relación de objeto. que consiste en ver y rever los modos habituales. de tramitar los conflictos infantiles. Si el analista por presencia hace tope a la repetición. cuando pasa a representación. de presencia. Ambos habrán de resolverlo de alguna de las maneras anteriormente mencionadas. que puede pasar desapercibido si se lo observa teniendo como fondo la teoría de la repetición. Pérez Cohen (2001) dice: La transferencia puede ser entendida como una suerte de repetición. Habrá que diferenciar esto cuidadosamente de lo novedoso. precisar y mostrar lo ajeno del otro. no por un conocer previo. la de lo inconsciente. Una tarea suplementaria es ubicar. donde además de los significados derivados de su mundo infantil. que ha de ubicarse en una posición de neutralidad. pero se puede pensar y encarar de diversas maneras y dependerá de cómo se lo piensa. cuando es contada desde el vínculo con el analista. respecto a cómo empezó la relación. O sea. avanzan en la producción del vínculo. b) otro entre-dos es el de dos sujetos que. El autor francés señala. sin omitir ni suprimir quién es cada uno. diciendo que ésta es la que crea la transferencia y que la regresión del sujeto es el resultado de adaptarse a la situación de creatividad. que no es un sector disociado sino aquello que será necesario inscribir para constatar una y otra vez que lo ajeno permanece como tal. por intentar inscribirla sin desecharla al presentarse como obstáculo. que ha de aparecer en la sesión como sueños. chistes o síntomas. piensa la transferencia como una reacción infantil pero justificable en esa situación. inscribirá los nuevos registros de la presencia de ese otro que es el analista. La tarea es distinta a la elaboración y pasa por un pensar en su posibilidad. Entonces se habla del despliegue de la transferencia del paciente sobre la persona y la circunstancia del analista. Esta tarea es suplementaria de la que se hará con esa otra ajenidad. a saber: a) un entre-dos se constituye con uno que requiere elaborar sus conflictos internos y otro que ha de permitir y colaborar en el conocimiento de aquél en base a una fuerte relación de asimetría. Esta tarea puede intentar desecharse si está asociada a la vivencia de caos o de derrumbe. Laplanche (1987) cita a Ida Macalpine en su consideración del análisis como situación analítica. poniendo en suspenso toda valoración. negativizando en todo lo posible su presencia para dar lugar al despliegue del mundo fantasmático del paciente. por su parte. la subjetividad propia. y éste que registra su variación respecto de quién era cuando comenzó el tratamiento con este paciente singular. deja de ser propia y pasa a ser una historia singular. lo cual conduce a cierta desestructuración de lo ya instituido. en sí misma facilitadora de una reacción infantil. El paciente. La propia historia. varios 67 . lapsus. para encontrarse y admitir que a partir de él cada uno será un poco diferente de lo que era.El análisis está suficientemente descrito como una actividad entre-dos. Toma de Freud el criterio de “disposición”.desdoblamientos en la transferencia: pasado-presente. La terapeuta evocó a su hijo viviendo en Barcelona y. y ello se aplica tanto a este autor como a cada uno de nosotros. Liberman (1983). 68 . interviniendo en la relación como sostén de elementos que desencadenen esa respuesta afectiva. En esta concepción el paciente ha de ofrecer algo predeterminado a desplegar ante el analista quien proporciona algún rasgo facilitador. La manera de pensar de cada análisis es diferente según cómo se conciba al vínculo. y remarca que el otro es otro que yo porque es otro que sí mismo. ÉTICA DEL UNO Y DEL DOS Veamos brevemente la siguiente situación clínica y la discusión a la que dio lugar. la situación analítica y los elementos lingüísticos. las teorías del analista inciden fuertemente en su ubicación en el proceso analítico. 3. siempre dispuesta a hacer una unidad de dos experiencias diferentes: la actual y la histórica. 1983: 84) Efectivamente. Por lo que: “la alteridad externa reenvía a la alteridad interna” (véase Berenstein. en su definición operacional de transferencia. que lleva al paciente a reaccionar de manera peculiar ante estímulos traumáticos y a responder a algún rasgo del analista que se preste para adjudicarle el significado dado desde la disposición. Reunión clínica en el Departamento de Familia de la Asociación Argentina de Psicología y Psicoterapia de Grupo. considera que una disposición se desencadena frente a situacionesestímulo dadas por el encuadre. ocupada 1. 1 Una paciente. 2001a). La inscripción de una nueva marca consiste en incluir una cualidad de la situación actual no registrada si el sujeto la acepta. Esto también ocurre en tanto la manera como el analista concibe el método psicoanalítico se presta para que se le adjudique alguna de dichas cualidades que se transforman en estímulos. inadaptadoadaptado. hablando bastante libremente. asoció con una amiga que vivía en Barcelona. pero ello no lo conduce a una experiencia infantil salvo por una falsa conexión. (Liberman. De otra manera el analista estaría gobernando la sesión. requiere el acompañamiento. ya que no le fue fácil prestar atención al material. O puede empezar en uno pero requiere del otro para continuar. Si la paciente hablando de Barcelona inició una acción. y no de aquello que libera de la propia prisión de lo preconcebido. ¿Cuál sería el compromiso ético derivado de esta situación? Sería diferenciar qué es de uno y qué es de otro y hacerle lugar a lo que sí es de uno y de otro. Puede haber sorpresa ante la irrupción del propio inconsciente. desentendiéndose de que para hacerlo requiere del paciente para que la inicie. 69 . para comprender lo que estaba ocurriendo entre ambas. aparentemente. La sorpresa ante el propio inconsciente se debe no sólo al retorno de lo reprimido que toma desprevenido al yo. Eso que es descrito como un obstáculo para el pensamiento fue justamente lo novedoso de esa situación. La pregunta tradicional es ¿qué hace uno con esto? Sugiero que la pregunta debería ser ¿qué hacemos dos con esto? Uno solo no podrá hacer ese pensar que se da en el entre-dos. que podemos atribuir a una representación previa. a la que podemos caracterizar como una desubicación resultado precisamente de estar vinculados. como ocurre cuando hay una invasión de la vida personal de un analista evocada por la ocurrencia del paciente. Si emerge un imprevisto. La restricción propiamente dicha sería la subordinación a interpretaciones ya establecidas por el uso. Se presentó un obstáculo para el desplazamiento de los significados y.con esta ocurrencia. sino a que fue promovido desde la acción de otro. no quita sino que en realidad agrega libertad a la situación. durante unos minutos no pudo atender lo que la paciente decía. el estar y hacer del analista. La persistencia en lo que es de uno aleja lo del otro y su incipiente y posible relación. que tiene un efecto paralizante y detiene la posibilidad de pensar. que al aportar “su” Barcelona determinará que la de la paciente no siga siendo la misma. Desde lo vincular podemos decir que la idea de quedar privada de libertad no toma en cuenta que la mayor restricción a la libertad viene de las ideas previas a todo encuentro con el otro. Aquí se puede hablar de un impedimento en la atención flotante. Ese no poder dejar de lado la ocurrencia personal supuestamente quitó libertad. Entonces se abriría la posibilidad de la diferencia o de la existencia de dos. Nuevos procedimientos inauguran otras lógicas y otras éticas. la de la paciente o la de la analista. y así convencerse de que una (la del paciente) es verdadera. No se trata de que la analista está obstaculizada para pensar porque se le aparece su Barcelona. La que corresponde al deseo inconsciente hace que pensemos con la lógica de que esa ocurrencia pertenece a la contratransferencia y. Se inaugura otra lógica al considerar que hay una 70 . y por lo tanto desvincularlos. Si el psicoanalista calla su Barcelona. y en consecuencia al paciente. ambas forman parte de la situación. sería reducir esa producción vincular a uno. desde el punto de vista vincular sería una especie de falla ética no hacer aparecer la diferencia y la colaboración entre los dos. no significan lo mismo y son dos ciudades que nombran ajenidades distintas. en realidad nombra a dos sujetos y produce una acción entre ambos. El psicoanalista puede pensar que su Barcelona tiene algún grado de falsedad. la del paciente y la del analista. corresponde a la transferencia. Otro camino es poner en escena que si son dos. debe iniciarse un trabajo clínico para enterarse de que eso que se nombraba igual. Subsumirlas en una sola. y el hecho de interés es que el nombre tiene significaciones distintas. Se supone que el psicoanalista no debe hacer aparecer sus ocurrencias para no influir en el paciente. La cuestión requiere otra formulación si el psicoanalista interviene para que dos colaboren en el pensamiento de uno o si se ubica como algo ocurrido en el entre-dos. en tanto tal. Se estaría a punto de descubrir que ahí donde antes llamaban algo de la misma manera. Se pierde esa oportunidad en nombre de que es uno quien la tiene que desplegar. pero el efecto resultante es torcer el sentido preciso de una producción entre dos. bajo un imperativo ético tal que el paciente despliegue lo que tiene que decir (y es lo correcto desde una perspectiva). Diría: el paciente es uno y el analista se debe a él. en esta situación clínica se trata de dos ciudades. sino que se abre un camino donde el mismo término vale distinto a un lado y al otro de la relación. Cada nombre se refiere a varios nombrados.¿Cómo puede analizarse este impedimento? Hay un malentendido inicial que consistiría en pensar que una ciudad o una persona son únicas a partir del nombre y lo es desde uno. Entre dos sujetos la diferencia brinda la alegría de la pertenencia al conjunto. El del Uno radica en la frustración respecto del cumplimiento del deseo con aquellos objetos que se oponen a ello. lo cual lleva a su vez a la producción de uno y de otro como algo diferente a lo que podía darse en el punto de partida. lo cual puede malentenderse como ser diferente en un conjunto. “Actuarás de modo que se despliegue el deseo del paciente”. y una asimetría en tanto. Otras son las acciones. para lo cual habrá una operación previa: clasificarlo como enemigo. cuyo impedimento trae como sufrimiento el aislamiento. de los que se espera que realicen la acción específica. La atención flotante puede ser usada para observar qué de curioso tiene el discurso del paciente. El yo reaccionará con envidia. y en lo vincular la ética consistiría en que aparezca la ajenidad. En la primera se trata de que el uno se manifieste. llámese deseo inconsciente o autonomía del yo. La lógica no sería sólo un modo de comprender sino también un modo de acción. A la lógica del Dos corresponde una ética del Dos. competencia u hostilidad respecto de quien cree que posee el objeto ansiado. y el placer sustituto en el hallazgo de los que representarán a los objetos de satisfacción. se establece un conocimiento de uno y otro con un criterio de tolerancia de la diferencia. En lo vincular el sufrimiento estaría dado por la im 71 . la lógica y la ética basadas en la del Dos. la ética del Uno es la autodefensa. pone en vigencia el “no matarás” en tanto sea parte del uno y lo pone en suspenso cuando legitima la posibilidad de matar al otro. rivalidad. Considerándolo desde otro punto de vista. una lógica y una ética basada en el yo como uno desde la concepción del Uno. A la lógica del Uno corresponde una ética del Uno. Ésta es una acción. pero también para registrar qué diferencia se produce en el “entre-dos”. algo más que transferencia. en la producción de diferencia entre un sujeto y otro. que es el despliegue de uno. y se podría considerar que ética comprende las reglas del modo de acción. que se puede caracterizar como estar solo entre otros.simetría en tanto se considera a dos sujetos. habiendo una diferencia irrenunciable. o “actuarás de modo que se produzca la diferencia de la ajenidad entre dos o varios”. La ilusión supone hallar alivio en la realización del deseo. Estas consideraciones dan distintas ideas acerca del sufrimiento. No estar ni a favor ni en contra es estar con el otro en tanto posibilidad de admitir diferencia y ajenidad. entre distintas instancias del aparato psíquico: inconsciente y conciencia o. Todos los analistas decimos de la sesión analítica: “somos dos”. cuando los hombres entran en acción y emplean medios de violencia para lograr objetivos en contra del enemigo. Solamente entre otros se puede ser único y diferente. Estar a favor es estar con esa persona en el mismo lugar. mas no aislado. en la segunda tópica. Pero algunos dicen “somos dos e intervengo para devolver lo que te corresponde”. Arendt sostiene que habría una diferencia entre la persona que está con otra y la que está a favor o en contra de otra. la posición analítica estará caracterizada como una presencia que no cuenta como tal sino como receptor de una ausencia. En la primera el conflicto se 72 . La producción de diferencias se realiza en la pluralidad. es decir. lleva a que el otro no exista.posibilidad de hacerle lugar a lo ajeno que rescate al sujeto del aislamiento. y es allí donde se da la posibilidad de ser único y diferente entre iguales. 4. o entre distintas identificaciones derivadas del conflicto edípico. etc. lo cual supone un modo de expresar y trabajar en una relación entre dos presencias. En ese caso el discurso se convierte en mera charla porque es un medio para alcanzar el fin: engañar al enemigo o a los efectos de propaganda (Arendt. lleva a la identificación. donde es posible la producción de diferencia. 1958). como conflicto entre las pulsiones. Se pierde la contigüidad cuando las personas sólo están a favor o en contra de los demás. entre superyó y yo. estar en contra. NOCIÓN DE CONFLICTO VINCULAR El conflicto psíquico ha sido pensado de diversas maneras a lo largo del desarrollo de la teoría psicoanalítica: como oposición entre el yo consciente y las representaciones penosas que aquél no admite. entre la sexualidad y el yo que promueve la defensa. por ejemplo durante la guerra. El conflicto vincular plantea una novedad en la clínica y por lo tanto en la metapsicología. Otros decimos “somos dos y ambos intervenimos en hacer esta relación”. Dicho en términos coloquiales. en una mesa. excede lo proyectado. las sesiones de pareja o de familia y. que fue separado en una parte masculina y una femenina que desde entonces se buscan para completarse. o la idea de la media naranja o las medias 73 . La otra novedad es metapsicológica y resulta del conflicto que se da entre la obstinada presencia del otro y su investidura por las representaciones del sujeto. en casos extremos. El conflicto vincular puede generar posibilidad de daño al reducir una relación de ajenidad a una relación con lo semejante. de aceptar su ausencia o. además del conflicto derivado del mundo interno. mutilado o destruido. crear condiciones en la realidad para que se concrete esta fantasía de desaparición. Esta novedad llevó a una modificación en el encuadre clínico. fuera de las relaciones familiares. como ocurre en forma extrema en el crimen. y también puede producir complejidad en la relación si es trabajada en el contexto correspondiente. lo cual produce una desubicación respecto del propio juicio atributivo. una relación con la otredad a una relación con la mismidad. en el tratamiento de grupo. criterio usado al mostrar la relación entre partes como complementarias según la creencia en una supuesta unidad original. el conflicto se suscita ante la posibilidad del otro de decir que “no” a las atribuciones del sujeto (imposible en caso de un objeto ausente). Esto nos permite postular una no unificación. ACERCA DE ALGUNOS TÉRMINOS USADOS HASTA AHORA EN ESTE TRABAJO El término suplemento o suplementario describe una pieza agregada que nunca formará parte de aquello que sostiene o completa. Allí una presencia persecutoria deviene ausencia. Una cuña de madera. aunque siga subsistiendo en el mundo interno ya que la persecución proviene de un objeto dañado. 5. debajo de la pata un tanto más corta que las otras no forma parte de la mesa ni lo hará nunca.establece entre dos sujetos por una relación de presencia. con su fuerte incidencia proyectiva. El sujeto se mueve entre la impotencia de anular o ser anulado por el otro y la omnipotencia de hacerlo desaparecer en su fantasía o desaparecer en la fantasía del otro. El otro se opone. La idea del andrógino. usada para modelizar la unidad de las parejas enamoradas. “Cuando me despierto por la mañana deberías saber que no hay que hablarme". La concepción de la contratransferencia como respuesta a la transferencia del paciente considera dos aspectos complementarios. y precisamente por esto lo modifica. a partir de ese momento y lugar comienza algo diferente. debieran ser uno. La complementariedad restituye una fantasía de unidad perdida. El silencio te retrae. para dar lugar al surgimiento de aquello que se agrega. sino que se reúnen en la diversidad. Se halla determinada por lo inconsciente del paciente frente al cual el del analista resuena y. Agrega: “Te va mal con los hijos porque les hablas todo el tiempo desde que se levantan”. está en el camino de la búsqueda de complementariedad. al otro. determinante de la fijación. pensada como una duplicación de uno y cuyo modelo sería el de una fotocopia. y a tus hijas les hizo bien que les hablaras. para entender. son claros ejemplos de complementariedad. no conforman una complementariedad ni constituyen una unidad. A partir de allí se instala.medallas. Debieras hablar más para aliviarte a la mañana”. en realidad inexistente y creada posteriormente en la fantasía desiderativa como unidad totalizadora. le restituye. en el sentido de que no forman una unidad. no que completa. La relación paciente-analista se aleja de la complementariedad que supone una posibilidad ideal de entendimiento. y produce una serie de derivados que remiten a ella en su sentido. dice él. Responde la mujer: “Es que hay que hablar para entenderse. agregan y dependen de la relación con ese otro específico donde se determinan. Se puede decir que instituye inconsciente al establecer esa separación por la cual se liga una pulsión a 74 . Significa marcar o fundar. Las distintas modalidades en que el vínculo se establece entre los sujetos son suplementarias. La represión primaria. le devuelve lo que es de aquél “retornándolo” a una unidad. en tanto tal. a través de la contrainvestidura sugiere la idea de inscripción de una marca que establece una representación. Las marcas que se producen en la vida de pareja suplementan las infantiles. Pasemos ahora a otro término. instituir. La concepción de dos. En el análisis de las parejas matrimoniales se asiste a un largo período del proceso terapéutico en el que sostienen que. y una vez realizado. a nombrar las prácticas establecidas. es decir que deberán hacerse inconscientes para no obstaculizar la relación. La relación amorosa se instituye y retiene un momento en que se le adjudica un origen. con un fuerte componente de costumbre establecida tanto por la pertenencia al marco social como por lo establecido a partir de la pareja. Constituir refiere a lo ya ligado e investido que se ha de cumplir o hacer según lo determinado. con un sentido fuerte de costumbre. y a los efectos de la formación cada una de las Asociaciones tiene un instituto. que se ha de seguir y a la cual se recurrirá en momentos de crisis. De denominar un acto de origen pasó. y ello expone al sujeto a una vuelta siempre temible de la ajenidad en el vínculo. habrá una constitución. El carácter de la persona es el conjunto de las marcas constituidas durante la evolución psíquica y hay cierto consenso con respecto a que no es fácil de modificar. Si lo que instituye tiene capacidad de inducir cierta desestructuración de la subjetividad. Lo que hemos descripto ocurre con la ajenidad de cada otro. local primero y luego internacional. por lo general escrita. y constituye una institución cuando la pareja decide que se regirá por un conjunto de prácticas a llevar a cabo de cierta manera. En un momento determinado requirió que se sustantivara fundando la institución llamada Asociación Psicoanalítica. Lo constituido se opon- 75 . 1976). después de la primera infancia y entrada en la latencia? Se producirán nuevas marcas de inscripción como parte de lo instituyente en lo vincular. lo instituido se organiza en la mente como institución oponiéndose al nuevo acto instituyen. y a partir de la contrainvestidura se retira la representación de palabra de lo que queda inscripto como representación de cosa. con el tiempo. Después de ser retirada se le negó reconocimiento por lo cual lo ajeno aparece como lo desconocido en una relación.una representación. al que registra como una amenaza institucional. De instituir deriva institución como un sustantivo de acción o proceso (Williams. De institución deriva instituto como organización de enseñanza o educación. ¿Es posible concebir que la represión primaria siga estableciéndose después del naufragio del complejo de Edipo. El psicoanálisis tuvo su origen y su momento instituyente a partir de Freud y sus escritos de fin de siglo XIX y buena parte del siglo XX.te. es decir. No remiten una a la otra. A nadie se le ocurriría que no debiera haber sexualidad porque hay perversiones.dría a la emergencia de lo desligado y lo nuevo. De las relaciones de poder. con su especificidad y particularidad como base de la constitución del sujeto y fuente de sufrimientos específicos. circunscriben dos universos distintos aunque puedan superponerse. Lo que se suele llamar “reducir el poder” de los sujetos dominantes. Son instituyentes del sujeto tanto en la relación con el otro como con lo social. ALGO MÁS SOBRE LAS RELACIONES DE PODER Examinar psicoanalíticamente las relaciones de poder choca con un obstáculo como cuando las examinamos socialmente: el juicio adverso que surge en el espíritu ante el exceso. puede ser necesario pero deja inconsciente e inalterada tanto la estructura de la relación como sus propias representacio- 76 . El psicoanálisis ha sentado las bases de una nueva concepción de la sexualidad y empujado su enorme desarrollo en estos cien años. mediante cambios de superficie en los lugares o mediante modificaciones cuantitativas (que más personas compartan el poder o que los de otro grupo político lo hagan). verdadera amenaza a lo ya ligado. lo propio ocurre con las relaciones de poder respecto de su exceso. Decir que se considera una relación pone el acento en una producción tanto de los lugares de poder como de quienes ocupan manifiestamente los lugares de ejercer el poder y de recibir esa acción. Considerar el poder como una relación indica que excede la determinación individual de los sujetos y está más allá de su historia. deberemos ocuparnos de aquí en más aunque algunos autores ya hayan iniciado ese camino. El exceso de poder es a las relaciones de poder como la perversión a la sexualidad. Los sucesos del pasado individual de las personas que se dice que ejercieron un poder omnímodo o tiránico no son condición suficiente para explicar su exceso: por ejemplo si fueron personas golpeadas o maltratadas en la infancia o si evolucionaron con resentimiento hacia alguna de las figuras parentales con las que se identificaron o si proyectaron ese odio en las víctimas de su accionar autoritario. 6. En los vínculos con los otros circulan sexualidad y relaciones de poder. con la que se dio una relación sexual. inscriptos en forma de disposiciones corporales muy poderosas. para triunfar. La seducción que parecen ejercer quienes ocupan posiciones de poder -el empresario. que no han de modificar sino perpetuar esas relaciones bajo un nuevo nombre. El otro era el ámbito de las relaciones privadas. Bill Clinton (1996-2000) y una joven pasante que trabajaba en la Casa Blanca. los principios según los cuales se ve y se divide el mundo natural y el mundo social.nes. donde se manejaron con lo propio de las relaciones de poder en su dimensión política. Si se modifica. etc. oral. Una relación de poder no se suprime porque se elimine a un grupo político y otro ocupe su lugar. conflicto entre el poder judicial y el presidente. y que. al parecer. Los hechos en el país del norte fueron bien claros porque se ubicaron en dos ámbitos: uno. denuncias. y quiénes reciben su acción. el jefe respecto de su secretaria o sus subalternos (como ejemplo público. donde a través de los lugares se 77 . (Berenstein. que sostiene y se sostiene en esas relaciones donde circula poder y posiciona a los agentes según quiénes lo ejercen por un lado. pedidos de renuncia. es por cambiar sus modos de representación. Las llamadas buenas intenciones no son más que formaciones de compromiso. encuestas de popularidad con vistas a las elecciones futuras. Que sean de orden inconsciente significa que su modificación está más allá de las buenas intenciones de quienes proponen recursos para corregirlas. ] lo más importante es que una revolución simbólica. por el otro. el caso Clinton)-2 no hace sino mostrar que se trata de una conjun- 2... permanecen inaccesibles al influjo de la conciencia y de la argumentación racional. Es decir que se dirimían relaciones entre subconjuntos públicos: partidos políticos. con elementos de seducción de una imagen parental a la de una hija. el del gobierno. el director. la situación incluía datos como descenso de popularidad de éste último. 2000b). debe transformar las interpretaciones del mundo. es decir. porque quienes lo hacen están modelados y determinados por esas mismas relaciones. Se trata de una situación que tuvo mucha repercusión mediática y periodística alrededor de la actividad sexual clandestina entre el entonces presidente de los Estados Unidos. Se le explica lo que señala Bourdieu (2002): [. sintomáticas si se quiere. erosión como figura pública. etc. conflictos entre los partidos gobernantes. El pasaje de lo consciente a lo inconsciente tiene lugar con el examen de las prácticas instituyentes de la subjetividad. Las relaciones de poder tienen otros elementos: la relación. lo que se denomina el Dos. Esta situación puso en evidencia la fuerza del mundo público en lo privado y la privatización del espacio público representado en un sector apartado de la Casa Blanca. fin. objeto y perentoriedad. en las diferencias generacionales y familiares.. Bourdieu (1994) señala: “una historia social del proceso de institucionalización estatal de la familia pondría de manifiesto que la oposición tradicional entre lo público o lo privado oculta hasta qué punto lo público está presente en lo privado. ambos inscriptos en las representaciones sociales e individuales. la teoría sexual y una teoría de las relaciones de poder. las cuatro características de la pulsión señaladas por Freud en 1915. Otros analistas propusieron adscribirlo a la pulsión de apoderamiento. pero también una esposa deseosa de realizar su propia carrera política. La pregunta acerca de cuál sería la fuente de las relaciones de poder no está bien formulada. seguramente éste ha de remitir a una formación de la sexualidad.ción de dos elementos de distinto orden: sexualidad y poder. Las relaciones de poder son producidas simbólicamente en una y otra subjetividad e instituidas desde la relación. Se diferencia. es decir desde ese orden donde trabajan juntos los otros con nosotros. Es probable que ninguno de los dos supiera que sus cuerpos y sus mentes cumplían inconscientemente con un orden de dominación masculina. llamada por otros “pulsión de dominio” caracterizada por Freud como no sexual. a lo sumo podrá incluirse como un derivado de aquélla. posición e inscripción de nuevas marcas. Convencionalmente se llama “modificar las relaciones de poder” a cambios generalmente cuantitativos más que a un cambio profundo desde la relación. donde tuvo lugar el encuentro sexual. encubría las relaciones de poder entre dominador y dominado. aparecerá la relación matrimonial con un marido del que se conocían las infidelidades. en psicoanálisis. La teoría psicoanalítica todavía no tiene formulaciones para las relaciones de poder. ” 78 . en los cuerpos. La primera tiene como elemento fuerte el deseo inconsciente y su base pulsional y una muy clara caracterización de su fuente. aunque era parte del argumento. Aunque pueda pensarse en el deseo de poder. porque interroga por una base somá- volvían a introducir esas relaciones de poder entre una autoridad presidencial y uno de los niveles más bajos de la administración pública. Pero lo sexual.. situación. como el control del cuerpo de la madre o de la escena primaria en sus distintas variantes. entendiendo además que ese tope no es marginal. Y más adelante: ¿Por qué es más inherente la ajenidad a la presencia del otro que a su ausencia? Interrogante de suma importancia en el análisis en general y no sólo desde la perspectiva vincular. allí donde hay exclusivo deseo de uno. Dice Leivi (2001): Plantear la ajenidad del otro en el vínculo -y agregaría por extensión. que es una de sus varias determinaciones pero no la única ni exclusiva. Coincido con su comentario acerca de que: [.. todo eso creo que es un aporte y una perspectiva muy importante.tica desde la noción de fuente. pues ésta incluye. un límite. No habría tal cosa como un deseo de ser violentado o torturado. no sólo para el análisis vincular sino para el análisis a secas. también la ajenidad del propio sujeto.justamente desconoce ese margen de ajenidad. culpabiliza a la víctima y confunde los términos acerca de quién es el ofensor y quién el violentado. por lo general. sino central. a todos los discursos posibles. modifica y va más allá de la pulsión. pertinente para el ámbito de lo sexual pero no para la relación entre dos o más. en tanto concibe una dimensión del otro y del sujeto no abarcable identificatoriamente ni discursivamente. ’ 7. tan frecuente entre nosotros. MÁS ACERCA DE LA AJENIDAD Vale la pena incluir y ampliar la cuestión de la ajenidad en la teoría general del psicoanálisis.en tanto marca un tope. Esa afirmación. Propone Leivi tres 79 . no deben considerarse relaciones de poder porque el otro no tiene lugar de sujeto sino crudamente de objeto. a todas las identificaciones posibles. entendidos como dos aspectos equivalentes y complementarios cuya sumatoria brindaría una totalización del campo en cuestión -concepción esencialmente identificatoria del trabajo analítico. Los casos extremos de violencia de uno sobre otro.. ] concebir el trabajo del análisis en el puro plano de la transferencia y la contratransferencia. exacerbada en las separaciones de fin de semana o por vacaciones. En estos alejamientos. modos de pasaje de ausencia a presencia y de puesta en contacto de una presencia con otra. el yo cubre el lugar del ausente con el despliegue de la fantasía. o cuando ante su tardanza lo espera con las impresiones persistentes de la sesión anterior. o más aún las de las vacaciones de invierno o de verano. la determinada por la muerte del otro. una ausencia debida a una separación como puede ser el caso de un divorcio. También denomina el elemento con que 80 . lo que conlleva una espera de retorno. o aquellas más prolongadas del fin de semana. de la modalidad de separación y de reconocer las imposibilidades que llevaron a ese desenlace. o las ocasionadas por viajes u otras circunstancias similares. Eso ocurre con el paciente cuando se va de la sesión y supone continuar antes de venir a la siguiente. con nudos. También las separaciones entre paciente y analista después de cada sesión. La ansiedad de separación hace que sea imaginarizada como una continuidad posible de sostener mediante una desmentida de la ausencia. cuya marca es la ausencia seguida de nueva presencia. En las del primer tipo podemos incluir las separaciones cotidianas de los cónyuges que se van a la mañana a sus respectivos lugares de trabajo o de actividad y vuelven a encontrarse por la noche. En la separación por divorcio de la pareja parecería que el trabajo de elaboración de la pérdida es dependiente de varios factores: del tipo de relación previa. La vivencia contratransferencial de continuidad con el clima de la sesión anterior. da una pauta de la dificultad de contacto con la no continuidad. finalmente. Lo que se llama “reencuentro” actualiza lo ajeno en la presencia del otro y obliga a una actividad de hacerse conocer nuevamente: son las respuestas a las tradicionales preguntas: “¿dónde estuviste?” o “¿cómo te fue?”. 3 de la hostilidad frente a lo que es vivido como fra- 3. Lazo es un término estrechamente relacionado a vínculo. y también con el analista entre sesiones cuando evoca a su paciente. en el sentido de una atadura duradera. sin la impugnación o el tope que ofrece la aparición del otro.modalidades de ausencia como ejemplos característicos: el alejamiento del otro por un tiempo medianamente corto. donde la promesa es de no volver y. Deberá tenerse en cuenta que el desanudamiento de una pareja produce una pérdida sustancial en el sujeto del vínculo: para esa situación dejan de ser y de estar sujetos. por ejemplo. de las pérdidas tempranas y su modalidad de elaboración. el trabajo de la fantasía está limitado por la presencia probable del otro. de menor conflictividad aunque de mayor ambivalencia. del tipo de relación de objeto actualizada con esa separación. Atar. También de mayor posibilidad de idealización por desaparición de ese obstáculo que es la presencia del otro. lo que posibilita las distintas versiones que adquiere esa fantasía. En aquellas situaciones donde la muerte del otro deja esa marca de nunca más. las fantasías persecutorias o de culpabilización del otro por la pérdida del vínculo hallan su camino facilitado ante la no presencia del otro. En el mundo interno ese que era otro reforzará su existencia como objeto y ocupará persistente un lugar. aquello que se desata o desanuda. enlazar y vincular se aproximan a sujetar y en consecuencia a sujeto. El nunca más abre una dimensión de ausencia definitiva que permite al yo revestir al que no está y hacer las evocaciones y reminiscencias. Su virulencia y efecto desestructurante está ligado a un impedimento simbólico. o de no ser existente para el otro. 81 . menos anfractuoso. En las dos primeras modalidades de ausencia (alejamiento corto y divorcio). el ya no poder devenir sujeto en esa situación vincular. y que a partir de allí no será posible cumplir con esa tarea requerida por el Dos y queda en el campo de lo Uno. En la separación matrimonial el otro se hace presente al tener que acordar. el trabajo de la fantasía parece ser más nítido. De lazo derivan enlace y desenlace. y será evocado en determinadas circunstancias. No obstante. Ello marca la evidencia de que el divorcio es posible en lo jurídico y la separación en lo vincular. deseada o evitada. aceptada o rechazada pero inevitable. conectarse con los recuerdos y se realiza. La no respuesta del otro puede producir la vivencia de estar con un ausente.caso del proyecto conjunto y de lo que puede desencadenarse a partir del mismo sin haber sido posible preverlo. respecto a los hijos o a lo económico. debido al fracaso de la experiencia vincular difícilmente admisible por el sujeto. Klauber sostiene que la tarea analítica no depende sólo del análisis de la transferencia sino de la “satisfactoria interac82 . La relación con el otro separado es de otro tipo. con la posibilidad de que se haga presente. en cambio. 1968). LA AJENIDAD (DEL ANALISTA) Y LA PERSONA REAL De tanto en tanto surgieron importantes trabajos sobre la persona del analista (Little. aunque su contenido se relacione con recriminarle al otro por no estar. es sumamente complejo por la tarea de desasimiento vincular y por la relación con él desde otro lugar a partir de los nuevos encuentros. Hay una garantía de que el otro no ofrecerá tope. El proceso de desvinculación con el riesgo de la aparición del otro. que hace recaer la culpa y las acusaciones en el otro devenido objeto. La ausencia definitiva del otro. 8. La economía de los reproches consiste en intentar producir un exceso de presencia. que no la suprimen sino que la tornan invisible. en el contexto de una crítica a la función del analista como espejo. Es posible que los reproches continúen por años o siempre. lo que en definitiva produce una vivencia de pérdida. aprisionado en la subjetividad previa. 1957. y puede generarse un acuerdo en inmovilizarla en el mundo social así como en el mundo familiar. resta una nueva inscripción e incluye la no posibilidad de modificarse en esa relación. no es sólo discontinuidad sino otro tipo de continuidad con algo anterior que se alteró. algo así como establecer un pacto de no ajenidad a la manera de los pactos de no agresión.darles esa forma peculiar que recibe desde el deseo inconsciente. Sí cuenta con la posibilidad de ampliarla a partir de la transformación de las inscripciones previas pero no de modificarla por la vía de la suplementación. en realidad se lo acusa por la no coincidencia. ¿Habrá momentos de mayor y menor tolerancia a la ajenidad? Quizá la estabilidad del medio social o familiar crea las condiciones de mayor tolerancia. Klauber. trae una falta de nueva marca que deja huérfano al sujeto. El sujeto reprochado no puede no responder a ellos y de ese modo muestra su presencia. mostrar las motivaciones irracionales originadas en su infancia. deberán ser analizadas exhaustivamente (y de hecho son analizadas por el paciente). El análisis de la rivalidad y agresión en función del complejo de Edipo carecerá. El autor sugiere discutir los pormenores de las críticas del hijo para. Esas quejas respecto de ese padre infantil ausente. también estará pasando por alto una realidad psíquica básica de toda relación analítica (Klauber. sus procesos de valuación variarán notablemente de acuerdo a su personalidad y cultura.ción entre personalidades”. Klauber (1968) describe a un paciente considerando la rigidez y actitud irrazonable del padre. Aunque el analista realiza la interpretación y la construcción del sentido. el además pertenece a otro espacio igualmente relevante de análisis si se quiere alcanzar el nivel de inscripción del vínculo con el padre y la posibilidad del hijo de pensarlo. y en gran medida inmodificables. Una teoría de la técnica que pase por alto la enorme influencia de los sistemas de valores del paciente y el analista en la transacción psicoanalítica. a los cuales se les deberá habilitar un lugar que no es el lugar ya dis- 83 . también son individuos con sistemas de valores altamente integrados. dice. se acerca a lo que aquí se llama presencia. con sistemas de valores integrados e inmodificables pero basados éstos en una actitud consciente. Aunque Winnicott y Little hablaron del analista como una persona capaz de brindarle una respuesta emocional genuina. además de las quejas justificadas. Salvo que para nuestra perspectiva. así como del valor de lo que los colegas de esa época llamaban la “persona del analista” que. de todo poder de convicción para el paciente. Se ha de introducir un padre “otro” respecto de un hijo “otro”. Analista y paciente no son solamente analista y paciente. Esta descripción de fines de la década del sesenta desde otro esquema de referencia se ocupa de lo que planteamos acerca de la naturaleza vincular de la relación analítica. En un ejemplo. paciente y analista son considerados como individuos. 1968: 166). sin ser coincidente. y la actitud de uno hacia el otro expresa no sólo la transferencia y la contratransferencia sino puntos de vista egosintónicos y firmemente basados en la reflexión. es decir objeto de un mundo interno y de las emociones ligadas a esa situación. puesto desde la constelación infantil. Ése es el lugar de la transferencia. por lo general no son incluidos en las presentaciones clínicas por no ser considerados “datos” a los que se les podría dar otro sentido. Esos juicios de valor en general circulan en forma implícita en las interpretaciones donde. sus criterios de salud y enfermedad o sus opiniones políticas. Es aún una zona difícil el análisis de la condición social y económica. bajo forma de preguntas o sugerencias encubiertas. y examinar las consecuencias de la no inclusión del sentimiento de pertenencia. resultó apto para transmitirse generacionalmente como punto ciego de analista en analista. Si este sentimiento de pertenencia no fue analizado. Cabe preguntarnos qué ocurrió con el análisis del analista. de las convicciones religiosas o políticas del paciente y cómo aparecen en el mismo analista. Desde luego. Los temas actuales de mayor conmoción social. en su conducta fuera del análisis. por ser considerado como “lo dado”. 175). interrogante que no debiera hacernos temer. Aunque es algo razonable intuir qué y cómo 84 . en relación con la presencia tanto del analista como del paciente. así como por las circunstancias de su vida familiar. la austeridad o el lujo. todos estos elementos pueden funcionar como soportes de la transferencia y analizarse. según se observa en el arreglo de su consultorio y los objetos que le pertenecen y que el paciente registra. sea social o institucional. como podría ser en algunos países la violencia ligada a problemas económicos o desocupación y en otros a problemas con las minorías. “Otro” respecto del despliegue pulsional incluido en la comprensión acorde con la variedad emocional del complejo de Edipo. el analista se ofrece como ideal. Dice Klauber acerca del caso mencionado: Pero esto envuelve una serie de complejos juicios de valor sobre la situación real. En las interpretaciones se infiltra la posición respecto de la separación matrimonial de su paciente. tanto con respecto al paciente. Pero se deberá enfatizar en su diferencia respecto de las figuras ausentes que se presentifican en un analista que se presta para ello. Este camino del análisis no puede producirse sino al analizar esa ajenidad en el lugar de la interferencia (capítulo 8). como a un tercero (el padre) (pág. En las teorías psicoanalíticas hay un hiato entre los hechos significativos del pasado y los hechos subjetivos nuevos. con un origen temprano e infantil. con la innegable sexualidad que atraviesa la relación. En los poco más de cien años de psicoanálisis hemos tomado contacto con logros y también con fracasos en la teoría. LOS MÁRGENES (O BORDES) DEL SUJETO Lo que sigue ha de ser más impreciso. aun con las formulaciones disponibles hoy día. 85 . No obstante. y los conflictos derivados han de llevar por el camino de la elaboración a transformar “una miseria histérica en infortunio ordinario” (Freud. lo cual incluye el pasado y el azar de las marcas provenientes de lo actual. Esta concepción lleva a pensar en un sujeto constituido de una vez. La certeza de esta formulación está basada en la convicción de ser única. La mayoría de los psicoanalistas toma lo infantil como determinación y toda determinación es única. aceptará las marcas que el adulto produce. Las teorías vigentes hasta este momento se muestran demoradas respecto de lo producido en el ahora. 1893).organizan la subjetividad. son cuestiones que suelen permanecer fuera del análisis. Se toma como criterio único un comienzo basado en el desamparo originario: aportando el recién nacido su indefensión. los cuales fueron fuente de sucesivas formulaciones que llevaron a su ampliación. Lo cual no es poca cosa. determinadas patologías no son fácilmente accesibles. Habremos de decir que el sujeto humano es indeterminado y se determina en la situación y en una relación con el otro o con los otros. No se es consciente de la propia historia individual ni tampoco de la determinación epocal en la medida en que se forma parte de la situación social actual. Optar por una de esas formas resulta de una escisión subjetiva y a su vez la produce pues ambas son portadoras de sentido. 9. inconsciente de ellas. de otra manera se está ante lo indeterminado. Surge una discordancia cuando se aspira a explicar el sentido de vivir una situación: o se la explica como determinada por lo ocurrido actualmente (relacionado con la presencia) o como determinada en una época pasada (consecuencia de una ausencia). en las cuales el lugar del otro tiene un sitio preponderante. especialmente si son de orden psíquico. Por eso. corresponden a la intuición de una brecha. Como psicoanalistas nos interesa la perspectiva de la indeterminación porque ha de ampliar el abanico de determinaciones en el cruce de esos tres espacios (véase el capítulo 6). A veces para ampliarlo y otras veces para desecharlo o repetir sus formulaciones con otras palabras. Al igual que las personas. puede haber sido puesto en evidencia a partir de las nuevas maneras de plantearlo. LA IMPOSICIÓN Y SU RELACIÓN CON LA VIOLENCIA PRIMARIA DE PIERA AULAGNIER Toda conceptualización es producida en un lugar y un tiempo y trata de decir algo distinto a la producción anterior.Ambas determinaciones son pertinentes pero no en el mismo momento ni para los mismos sectores de la situación vivida. y lo que las homogeneiza es que son diferentes en tanto forman parte del conjunto que las agrupa. hemos dicho que el sujeto está producido por esos mundos y a la vez es donde ellos se reúnen. Esta autora avanzó en varias dimensiones. Pero también pueden haberse tornado evidentes inconsistencias. El sujeto singular se instituye con representaciones de su historia temprana e infantil. las ideas científicas también son singulares. puede resultar difícil notar nítidamente las semejanzas o diferencias entre los distintos conceptos en un campo de experiencia común. aunque un análisis comparativo me extendería más de lo que me propongo aquí. respecto de esos tres espacios. los intentos de describir nuevos hechos. hallándose marcado por las relaciones de poder. Sin embargo. que antes no se notaban. Tomaré sólo la noción de imposición para reflexionar acerca de la semejanza o diferencia respecto de las formulaciones acerca de la violencia primaria de Piera Aulagnier. Y. un espacio vacante que. estando presente desde antes sin haberse notado. Entre sus ideas 86 . 10. en el vínculo sexual con el otro y en relación con el espacio público. y los “bordes” del sujeto necesariamente se verán ampliados por la presentación de aquello no previsto ni previsible. La voz materna está sujeta al sistema de parentesco.fuertes y fecundas figuran las de violencia primaria y secundaria. con el objeto y sus características de extraterritorialidad. A su vez la violencia secundaria opera contra el Yo. Se trata de una acción impuesta desde un exterior. con el trabajo de representación de lo que ocurre entre cuerpo y psique materna. de la oferta que precede a la demanda en la relación entre la madre. hecho emocional sustantivo dado en una relación. del poderfuncionamiento de la psique referido al hacer con el exceso de información con el que se confronta. Si violencia describe la violación del espacio del yo es posible suponer que Piera Aulagnier tomó este concepto del marco social. de algo que debiendo estar entero o íntegro se penetra. se está expuesto a unificar materialidades heterogéneas para convertirla en homogeneidad. la primera instituye y la segunda destituye. es predecesora de la violencia secundaria considerada entonces un exce87 . 1975) se relaciona con el estado de encuentro entre psique y mundo. instituida desde la represión. Como se sabe. Su operación consiste en una resta de lo que se supone íntegro. de espacio separado. considerándola primaria. la violencia primaria (Castoriadis-Aulagnier. todo lo que indique que es “un poco más de lo mismo”. y el infans que aún no lo está. el monto. En tanto la primera violencia hace al yo. no observable. Siguiendo el modelo freudiano invirtió los términos y estableció que violencia primaria. Aquí surge un primer interrogante: ¿cómo puede ser que una violencia que instituye también destituya? Si se dijera que es la cantidad. 34). Se trata de una acción caracterizada como necesaria y cuyo agente es el otro y remite a la representabilidad y el poder de los objetos frente a los límites de autonomía de la representación. y avanza un paso más allá de considerarla como adjetivo de agresión. a manera de violación de un espacio por alguien o algo con leyes heterogéneas al yo (pág. la ruptura de alguna costumbre o dignidad. a la estructura lingüística y a los afectos de otra escena. Hay una relación entre violencia y violación. dicho en otras palabras. sea entre diferentes yoes o entre el discurso social y el yo a favor de mantener lo que aquél ha instituido. quiebra o rompe. la segunda se ejerce contra el yo o. de lo que llama violencia secundaria (donde la violación del yo efectivamente puede ser un observable) y desde allí lo aplicó a la relación madre-infans. el exceso. Si definimos el vínculo como aquello que al ligar produce sentido e innovación en dos o más otros dada su condición de presencia.so (pág. lo observable clínicamente sería lo primario de lo primario. A raíz de observaciones en los tratamientos individuales. Freud usó el término Ur. pues en ésta habría violación. difícil seguir sosteniendo el criterio de violación. que se deduce a partir de aquél. el infans es tratado en grado extremo como una ausencia. Ése es el camino de los conceptos psicoanalíticos que tienen un secundario del cual se supone un primario. de pareja y familia. un trabajo tiene lugar con las representaciones -y allí la madre es determinante de la relación. así como de situaciones sociales. Como hemos sostenido. mejor dicho. Si hay violación del espacio del infans. Si entre madre e infans hay violación de la primera sobre el segundo es porque la concepción implícita es de un psiquismo con cierre. Difícil imaginar un Dos (con mayúscula) instituyente donde hay violencia-violación. de allí la idea de irrupción de uno en el otro con respecto al cual está en un afuera llamado extraterritorial. me pregunté si el vínculo entre los sujetos y su persistencia es compatible con la violencia-violación. como pura carne. Aunque depende de cómo consideremos a la madre y al infans.y otro trabajo es con las marcas que se dan y reciben desde una lógica de la presencia. convertido en ausencia de sentido. para la represión y el narcisismo así como también para la escena primaria. Según Etcheverry (1978). despojado de presencia desde la violencia-violación de una madre omnipotente y omnisapiente. como ocurre con el narcisismo y la represión. Lo digo así para oponer esta concepción a otra. resta y unidireccionalidad. para referirse a lo filogenético que se reencuentra en la ontogenia. si producen una relación donde ambos se determinan y hacen gala de presencia. entonces surge una inconsistencia en el concepto de violencia. que en alemán significa “primordial”. Lo secundario. ya que ésta se presenta como eminentemente antivincular. donde la madre y el infans se determinan en esa relación (aunque nunca del todo) por las marcas que el vínculo produce en ambos. su presencia es transfor- 88 . aun primaria. dando lugar a una subjetividad no centrada en el yo sino en devenir otro con otro. Son dos (con minúscula) como número. 34). pero no como producción sino como reducción de subjetividad. En la psicosis. decidieron escapar y para ello debían matar a los oficiales nazis que eran alrededor de 16. 14 de Octubre de 1943. y entonces citaron a los oficiales con un intervalo corto de tiempo para probarse unos uniformes. Algunos de los judíos eran sastres. Lo que se ve está fuertemente sostenido por las creencias y. 16 hs que en ese campo de exterminio un grupo de 60 judíos. Foucault (1976) distingue violencia de relaciones de poder. En ese caso están dirigidas a las acciones del otro pero no al otro como sujeto. un mecanismo instituyente. como dije anteriormente. en los que creemos. Foucault habla de violencia cuando el objetivo es anular o quizá suprimir al sujeto y no sólo a sus acciones. Entre los sujetos hay relaciones de poder y en tanto tales. hacerse de hachas.mada en ausencia y carecerá de la posibilidad de ofrecer marcas a la madre. Las llama relaciones porque se trata de acciones que un sujeto puede llevar a cabo para impedir que otro cumpla con las suyas. cuando además están fuertemente impuestas y sosteni- 89 . expropiar o reapropiar. El bebé es aceptado en tanto totalmente revestido de representaciones maternas. Pero esa vez lo hizo con tal maestría que de un solo golpe aniquiló al oficial que le había tocado. En este sentido la mamá instituye a y se instituye desde ese otro que es el in. 2001). sobrevivientes de 1200 que habían sido eliminados. no hace falta que ellas sean ciertas para creer. Esa acción requirió planificación y estrategias para llevar a cabo la acción y. como dice Bauman (1999).fans. es la imposición. por ejemplo. uno de nuestros conceptos. que nunca había empuñado un hacha. a propósito de lo cual traeré a colación un episodio ocurrido durante la Segunda Guerra Mundial narrado por Lanzmann (Schapire. Diferencia sustancial. un objeto de su sexualidad. tienen la capacidad de instituir unas marcas en el otro. Como dije anteriormente. y consisten en imponer una marca desde una relación entre dos sujetos con presencia. Hay lugar para la pregunta de qué es eso que se puede apropiar. Lanzmann se refiere a ese acto como inaugural y lo llama reapropiación de la violencia. de la que los nazis los habrían expropiado. es que la madre tiene una acción unidireccional dada la característica de desamparo del recién nacido. Cuenta en un filme llamado Sobibor. como si la hubiese manejado desde toda la vida. que hoy vive en Israel. Cuenta uno de aquellos sobrevivientes. Dicho en términos más cercanos a la clínica. y por lo tanto observar. que tienen por consecuencia que el sujeto pierda su cualidad de tal. La empresa que comunica a un empleado su cesantía establece unilateralmente que la palabra de éste quedó cesante. Como un ejemplo de la época actual basta mencionar los secuestrados: el sujeto capturado pasa a ser una mercancía en la negociación entre los secuestradores y la familia a la cual pertenecía. ya que la instituye como una madre. como cuando se dice que se prescindieron de 500 lugares y ya no se habla de personas ni se las trata como tales.das por el medio social que nos otorga pertenencia. Si una crisis muestra la normalidad es que ésta no resulta visible. y como ocurre con la mayoría de nuestros colegas. porque no considero que con la constitución del aparato psíquico y la represión se operó un cierre y que desde ese momento sólo cabe representarse la realidad desde las representaciones infantiles. En la vida social. Aquí habría una diferencia con respecto a Piera Aulagnier. en las relaciones de poder entre los sujetos. En un mundo de relaciones entre nazis y judíos donde el poder se distribuía . Para ello deberíamos aceptar que el espacio público instituye subjetividad como también lo hace la relación con la madre y la familia. se está pensando en espacios con cierre. Por eso es que deberíamos hablar de violencias y no de una sola violencia primaria cuyo exceso es la base de la secundaria. Pero no es nuestra única marca ni la originaria. las relaciones dejan de ser tales y pasan a ser actos de violencia. pero no remiten una a la otra como derivadas. mencionados como números de una planilla. más precisamente en la vida pública. No es una marca menor. Volvamos a la situación extrema de Sobibor. La percepción de la impotencia motora y psíquica del recién nacido no permite pensar. De otra manera no se pensaría que irrumpe lo que forma parte de la situación clínica. un secuestrado y un trabajador privado de su trabajo. salvo que lo hace de otra manera. cuando se dice que la acción de la realidad irrumpe en la sesión y perturba el trabajo analítico. cuando uno de ellos o un grupo monopoliza esas relaciones y despoja a los otros de su capacidad de hacer marca. que el bebé marca a la mamá tanto como ésta a aquél. Otro ejemplo: los desempleados de una empresa. Pero atención: no es lo mismo el judío de Sobibor. por lo tanto perdió su humanidad en esa relación. funda una nueva subjetividad. Es difícil establecer por qué: ¿por sadismo? Pero allí no está la habitual relación con masoquismo. No recupera algo anterior. para lo cual no es suficiente pensar en identificación con el agresor o con el perseguidor. Uno inició el camino del Uno (con mayúscula). Para recuperar su palabra deberá hacer algo. Lo que nos sitúa ante la pregunta: ¿por qué mata el nazi? Desde ya que no por supervivencia. Una relación laboral dejó de ser tal. solo o con otros. inicia el camino hacia la autoconservación. si es posible. Se le dice y no se espera que responda porque a partir de allí su palabra carece de sentido. por lo que difícilmente hay relación de poder y vínculo. Del otro lado -el empleador.aunque no en forma paritaria. de la posibilidad de hacer una marca y de tener una palabra. ¿Por el placer de apropiarse de la identidad del otro? ¿Por sostener una pertenencia? ¿Por apetencia económica? Oficial nazi-preso judío son dos personas despersonalizadas. con quien lo despojó. la empresa. y luego de tener un nombre cuando éste fue reemplazado por un número. el gerente de personal. y de la marca que como trabajador le hace sostener su subjetividad y su palabra. En ese acto deviene sujeto. de aniquilación del otro. por lo tanto la palabra del otro pasa a ser única. Para concluir. Cuando una persona es privada de su trabajo también se la priva de su palabra. pero no el que era antes sino otro. toma por su cuenta la opción de matar para vivir y a eso podemos llamarlo supervivencia. correlato del desamparo. No es un sujeto que cuenta en una relación dialogal. del judío a manos del nazi. y encontramos allí su lógica y su justificación. En Sobibor el judío toma la violencia en sus manos porque el otro no se la va a dar. Despojado de su lugar y de su palabra.no está la autoconservación sino la ganancia. único medio para lograr instituir un lugar en el espacio público. y desde allí encontrar una relación otra. pero mucho más importante aún es que deviene otro de sí mismo. los primeros fueron expropiando a los segundos de su subjetividad y por lo tanto de su lugar en la relación de poder. El preso judío deviene otro respecto del oficial nazi al que mata. En esto sigue el recorrido de varios 91 . diré que Piera Aulagnier da una versión propia y muy ilustrativa de la inicial vivencia de satisfacción. Quizá una tarea de investigación debería establecer la significación psicoanalítica de esa ganancia. adquiere carácter de otro. Si es considerado como único es a consecuencia de un pensamiento que instala al yo en el centro de la vida psíquica. con su aparato psíquico constituido y establecida la barrera de la represión. al volver al yo después de intentar incluir al otro. Desde allí el otro se entenderá como una extensión proyectiva que lo despoja de su ajenidad.. observacional o clínico. Claro está que la amplía y enriquece. marca uno de los comienzos de la subjetividad. pero las concepciones que la marcan desde una asimetría irreducible llevan insensiblemente a pensar la relación centrada en ella como Uno. Claro que la madre es otro.autores aunque aportando su nota original. 92 . Desde allí podremos volver sobre el vínculo infans-madre/padre y considerarlos desde el Dos y no sólo desde un uno constituido y otro uno por constituirse. en uno. y el infans que ha de desarrollarlo en contacto con aquélla.. Pero éste es uno entre varios mecanismos de relación entre sujetos. La relación entre la madre. Tomar el nacimiento como momento originario marca un punto de partida importante pero restringido respecto de otros orígenes de la subjetividad. al que se le atribuye un estado primario que es necesario suponer como punto de partida y que le daría sentido en tanto se postula como origen. pero pareciera que se produce lo que en términos de Laplanche (1992) es un retorno de lo ptolomeico en lo copernicano del descubrimiento freudiano. En la metapsicología esta modalidad de remisión a un yo se asocia a las nociones de lo llamado secundario. Posiblemente sólo las asimetrías recíprocas nos den una posibilidad diferente de incursionar en este campo. Así ocurre con la formulación de la violencia secundaria que requiere de la primaria para asegurarse su eficacia. Esto a su vez se relaciona en psicoanálisis con el tema del origen. Tanto en este capítulo como en otros se verá que varios de los términos usados se anteceden de una negación. Consideraciones acerca de la repetición y el acontecimiento psíquico. aquello posible de ser acogido por la representación.CAPÍTULO 4 LO REPRESENTABLE. Este capítulo está basado en “Lo representable. lo no representado. 93 . podemos considerar como “nuevo” lo producido actualmente. lo sin representación anterior. sea por el término no como por la partícula i o im: lo no ocurrido previamente. Berenstein. lo que no existía previamente. como si reflejase el privilegio de los términos en positivo y como si aquellas situaciones emocionales y estructuras de pensamiento que no coinciden con ellos sólo pudieran ser caracterizadas por el opuesto de las accio- 1. INTRODUCCIÓN Lo representable. en el ámbito de la representación. con la cuestión de si lo existente en el psiquismo. tiene un origen único en los primeros años de la vida o es posible admitir distintos momentos en su inscripción. LO IRREPRESENTABLE Y LA PRESENTACIÓN1 1.intervienen en la constitución de la subjetividad. lo irrepresentado. Nuestra lengua parece carecer de términos propios para esta categoría de conceptos. lo impensable. También lo hace la inscripción de aquello que no lo tenía. lo irrepresentable y la presentación”. y aquello que ocupando un lugar en el psiquismo no lo es -lo irrepresentable. 1998-1999. que Freud usa al hablar de representación de cosa y representación de palabra (Sachvorstellung o Ding. quien no podría manejarse con los usos y costumbres de los tribunales.vorstellung y Wortvorstellung): es un término compuesto por vor equivalente a anticipar. apto para el reconocimiento de cualidad. La mente incluye lo positivo y lo negativo y quizá esta última opere en momentos previos a la institución de la palabra y del lenguaje hablado. El otro término es Repräsentanz o Repräsentant. aquello que se hace representar en el psiquismo. y la del afecto. para hablar del representante de la pulsión usó Triebrepräsentanz o Triebrepräs tant. más ligado al derecho. denomina al letrado. una incompletud. que. con un uso sensiblemente distinto. al que representa a un cliente. 2. Este último término se usó en psicoanálisis ligado al de pulsión. para darle un nuevo sentido al acto de pensamiento. En cambio. El dominio de la representación hace que sólo lo relacionado con ella pueda ser atravesado por la palabra. que se halla en distintos conjuntos asociativos y no se captará en totalidad. usado en la filosofía alemana de su época. ACERCA DE LA REPRESENTACIÓN El psiquismo no reconoce cantidades. Vorstellung. como si fuera una estación intermedia de una positividad incompleta. lo figurable. para formular la teoría de la memoria inconsciente. quien conociéndolo le asigna la defensa de sus intereses.nes positivas. y los otros estados mentales que ella no cubre se refieren como negatividad. El primero lo acerca más a una forma específica de registro y de memoria de lo que llama “la cosa”. Se dice que es el representante de otro sujeto. a lo psíquico inconsciente. preliminar. Freud utilizó dos términos: Vorstellung. en tanto que a “Vorstellung” se lo articuló con huella mnémica. aquello del semejante que no puede pasar por la identificación. sólo cualidades a través de una doble representación: la de la imagen. ubicar antes. Quizá sea consecuencia de un pensamiento basado en la semejanza y reñido con lo ajeno el hecho de que éste carezca de términos propios y se lo nombre como una falta. lo que se vincula a su relación con la representación. y stellung: posición o situación. En el segundo lo somáti- 94 . Gomel (1999) enfatiza que la Vorstellung se refiere a la inscripción de un objeto pulsional y a través de ella encuentra la representación. vuelve a hacer presente en imagen a partir de signos inscriptos de la cosa asociados a la actividad corporal ligada a ella. Se puede aplicar esta definición a lo vincular en el sentido de cómo se inscribe y elabora la ubicación y la pertenencia inconsciente de los sujetos del conjunto. es decir. lo cual supone la ausencia del otro que junto con el yo produjo las marcas. suerte de creación más aproximada o alejada de la realidad social y/o vincular.co adquiere capacidad para representarse después de tener un registro como inscripción. Un obstáculo con el que nos en 95 . Green (1993) distingue entre el representante psíquico de la pulsión. No podría hacerlo de otra manera. Ése es el lugar de la impugnación de la fantasía. 1998: 58). Reina cierta ambigüedad entre lo encontrado y lo reencontrado o entre lo que se presenta y lo que la representación representa. persiste como inscripción luego re-trabajada y elaborada. cuando se pone en juego el juicio de existencia y el juicio de atribución (Freud. de hacer figurable aquello originalmente representado a la manera de una fantasía. representación es la imagen instituida de sí mismo realizada por un conjunto social (Campano y Lewkowicz. Porque del otro habrá que considerar también lo que aún no ha sido representado. parágrafo 1). En el campo de la práctica histórica. que se le presenta y trata de tener una inscripción. aunque perdido como experiencia. “delegación no figurable”. Se hace posible reencontrarlo porque se trata de un objeto perdido que la representación conserva como una suerte de inscripción asociada a una investidura y tratará de hacer presente en ciertas circunstancias. Mediante una cadena asociativa tratará de evocar. y la representación de objeto o de cosa como aquélla derivada de la percepción. y considera la conjunción de ambas como la Vorstellung-Repräsentanz. correspondiente a aquellas excitaciones del interior del cuerpo que llegan al psiquismo. 1925a). cuyo trabajo de representación las presupone y hace al psiquismo inconsciente. Estas inscripciones inconscientes tienen una fuerte referencia a la historia del sujeto y al pasado infantil. porque la experiencia inicial es pasada. La representación es resultado del registro ocurrido en ese pasado y. propia del juicio de presencia (capítulo 3. dicho en otros términos. donde la representación de la pulsión no cubre pero puede ofrecerse para hacerlo encubridora y sustitutivamente. En dicha hegemonía se sostiene que lo producido en el “entre-dos”. y la emergencia de una situación distinta. constituyen un conjunto. porque la forma anterior de hacerlo no lo abarca. la relación. Por resultar un existente no inscripto e irrepresentable tiende a volver a ocupar su lugar en el vínculo y obliga a un trabajo de renovada exclusión porque le acompaña el sentimiento de que su emergencia puede desestructurar el vínculo y al propio sujeto. 96 . en cuyo caso produce la vivencia de no tener lugar en el espacio mental. social en este caso. Es menester establecer la oscilación individual/vincular o sujeto del inconsciente? sujeto del vínculo ya que la inscripción del vínculo con el otro y la producción del sujeto del vínculo requieren la presencia. Otro irrepresentable es lo que llamaremos más allá del principio de realidad. No es sólo un contenido más a pensar junto con otros.como exceso que barre con las posibilidades de representación o de establecer signos de esa experiencia. que está a la espera de inscripción y despierta incertidumbre en el sujeto por no saber ni cómo ni dónde ubicarla. Sería el territorio del más allá del principio de placer.frentamos quienes nos ocupamos psicoanalíticamente de los vínculos -que. aquello del otro no cubierto por la representación o que excede al objeto proyectado. Pero también lleva a nuevas producciones simbólicas que generan una ampliación de la relación.es la hegemonía de lo individual. aquello inabordable de cada cual. Pensado desde el mundo interno como la ubicación de la relación de objeto proyectada en la relación con el otro. que no puede ser aprehendida con las categorías anteriores. Lo no representado o lo excedente corresponde a lo que en este libro llamamos lo ajeno. lo que se suele llamar imperfectamente trauma social. Deberemos establecer una diferencia significativa entre el trauma -social en este caso. requiere una modificación en el pensar. implica un complejo corrimiento y encubrimiento de “lo conjunto” por “lo individual”. como la familia y la pareja matrimonial. resulta de la prolongación proyectiva de la representación individual. Otro proviene del propio cuerpo. el mundo social y cultural no posible de representar y que cuando se presenta aparece como incerteza. Esta ajenidad ofrece uno de los diversos irrepresentables. o. un poco más apartado en el tiempo y en el espacio. con relación al cual el segundo sería una carencia. algo provisorio a la espera de ser representable. Por mi parte digo que lo irrepresentable es la condición de un campo mental distinto. y porque estas concepciones siguieron arrastrando hacia el plano simbólico la marca de lo biológico. Huellas asociadas a las experiencias tempranas e infantiles que. Green (1977) caracteriza como alucinación negativa la “representación de la ausencia de representación”. como precondición de la teoría de la representación. principalmente la madre. que supone otro origen. 1950b): triple registro que liga asociadamente la imagen del objeto que produjo la satisfacción. ACERCA DE UNA OPOSICIÓN QUE PUEDE NO SER TAL Planteados los dos términos. al primero. emerge en el espíritu la idea de que ambos remiten a uno solo. son primero la madre y luego el padre. el pecho materno. Apartado porque. en tanto lo conocido se apoya en la representación. es decir. el bebé no está en contacto corporal con él como lo está con la madre. corresponderían a una situación única. 3. A la representación se la asocia a la continuidad psíquica desde la experiencia con ese otro privilegiado. siendo en cambio susceptible de ser pensado desde aquello que se constituye como ausencia de representación. “lo representable” y “lo irrepresentable”. el modo bajo el cual se da la realidad psíquica. la de aquella excitación que por exceso o por defecto produjo la fijación. en todas las concepciones psicoanalíticas. desde el punto de vista perceptivo. una falta. y abre el camino para pensar lo no conocido. Quizá haya que distinguir lo irrepresentable de lo no posible de representar y por lo tanto de conocer.La falta de una conceptualización para lo irrepresentable llevó a suponer que todo podía ser representado y abarcado por las inscripciones de los primeros años a través de la relación con los objetos privilegiados que. y su inscripción inicial bajo el modelo de la vivencia de satisfacción (Freud. El psicoanálisis se edificó sobre la representación. los propios movimientos musculares reflejos de 97 . aunque sean variadas. en primer lugar las huellas de la memoria y la representación inconsciente derivada de ellas. “horror”. 1980). Tiendo a pensarlo de la primera manera. Su lugar es el de la locura y la muerte que pueden llevar a estar sumergida en una experiencia insoportable. La producción de imágenes puede estar interrumpida. pérdida de límites y posible aparición de fenómenos mentales aniquilantes (Puget. La evocación del objeto desencadena la memoria de los otros dos. la tortura generalizada y la matanza de opositores políticos o religiosos. y los encuentros con los otros serían conocidos desde allí y remitirán en su significado a una búsqueda de ese origen fantaseado. “catástrofe” o “vacío”. Se trataría de una zona en la cual el Yo podría suponer que existe siempre un algo más asociado a una vivencia de horror y catástrofe no imaginado ni imaginable aún. del desecho. Veamos como describe Puget lo impensable y lo impensado desde la caída de la representación: “Lo impensable es del orden del vacío. Se refiere a ciertas percepciones que pueden despertar emociones intolerables y no encuentran traducciones en palabras. de efracción. sin una barrera de censura que la separase. La representación está estrechamente ligada a la represión originaria que constituye lo inconsciente sobre una materia que era en un principio tanto consciente como inconsciente. Entiendo que pensarlo como un mecanismo habitual supone un encubrimiento basado en la generalización y en el rehusamiento de la responsabilidad. como 98 .sencadenados por aquél y el registro de placer. Lo irrepresentable fue pensado como efecto de una interrupción. Tanto lo irrepresentable como lo impensable tomó forma y se actualizó en las situaciones de catástrofe social. 1991: 46). Se puede pensar estas formas extremas de suprimir al otro como una producción humana específica o como un exceso de un mecanismo humano habitual. al vacío. Quedan en su estado original ligadas a lo concreto. en general asociado a una explosión corporal y mental. y por eso pensado como efecto traumático. como los genocidios. a la pérdida de límites y a la repetición. Lo impensable está referido aquí al exceso que desestructura lo mental-representacional. del agujero. de ahí los términos “interrupción”. de la herida” (Kaës. He ahí el origen. efecto de un exceso respecto de lo representable. de ruptura en un orden dado. El trabajo con lo irrepresentable consistiría en maniobrar con una paradoja. Si un sujeto y una familia musulmana comparten la comunidad. con lo cual dejaría de ser irrepresentable. lo que promueve esa acción por la cual un sujeto o varios deciden borrar a los diferentes de la superficie de la Tierra para que florezca sólo lo semejante. por lo tanto susceptible de ser eliminado porque de otra manera me puede eliminar a mí. despojándolo de ajenidad. allí donde esta ubicación está adscripta a “enemigo”.cuando se dice “todos somos culpables” o “todos somos responsables”. Toda concepción de lo único en el lugar de lo diverso sustrae una cuota no poco importante de significatividad. entonces la ajenidad está acotada a aspectos no compartibles. que es otro término usado para estas circunstancias. Es una paradoja constitutiva de la subjetividad. La idea de un exceso secundario respecto de uno primario constitutivo del humano incluye frecuentemente un intento de unicidad y cierta banalización de la violencia. Quizá el mal. Aparece como un mundo de percepciones internas-externas. Se puede decir que si en su momento una de las fórmulas de Freud para la tarea psicoanalítica fue la de hacer cons- 99 . imponiendo un mundo de representaciones sin presentación. El exterminio de unos vecinos a manos de otros vecinos nos acerca a lo que podría ser una caracterización del mal. para encontrarse que lo ajeno sigue siendo irrepresentable. la región y el pueblo con personas serbias. y los diferencian su pertenencia religiosa o su dialecto. donde lo irrepresentable es a su vez motor y estímulo del vínculo y del sujeto. podemos también referirlo a aquello novedoso que siendo inicialmente tanto consciente como inconsciente debe ser inscripto para ser representable. asimilable. es decir. pues cuando se realiza la correspondiente inscripción inconsciente pasará a la representación (véase parágrafo 5 en este mismo capítulo). resulte de esta sustracción. cuando sólo lo son algunas personas singulares e identificables. También su intolerancia puede ser fuente de sufrimiento e intento de anulación del otro por la vía de hacerlo totalmente representable. una no ausencia y una no presencia. Una forma extrema de aniquilación de lo ajeno y de la subjetividad del otro y de los otros es la eliminación de los sujetos registrados como ajenos. Aunque lo irrepresentable a veces reconoce esta génesis. ciente lo inconsciente. (Puget. su carácter de novedad y la concepción de una producción de subjetividad propia de la situación actual. Habría inscripciones que se tornan actuales. 100 . precondición para inscribirse como representación. dado que el conocimiento sólo puede darse con lo previamente representado. con fenómenos perceptivos que ocupan la mente mucho más allá del tiempo en que fueron percibidos. Es una presencia que no deja marca y no admite re-presentarse. tornar inconsciente lo consciente. y que no remitirían a las existentes. por eso es posible que nada se pueda decir de lo ajeno que no esté destinado a ser representado. En esto se basa la tarea de inscripción propia del análisis. 1991: 46-47) Lo irrepresentable se reitera sin posibilidad de ser reprimido y sin que pueda ser puesto en palabras para hacerse parcialmente decible o constituir formaciones de compromiso. lo cual es válido para la representación inconsciente y su relación con el deseo después de instalada la represión. Esta reverberación perceptiva debería diferenciarse de la repetición ligada a los hechos infantiles. Ocupan un lugar en la memoria. Lo irrepresentable tiene un régimen ligado al pensar y no al conocer. Están a la espera de un cuerpo o a la espera de un objeto dador de significación. inconscientes. Cuando lo irrepresentable se mantiene y produce síntoma. Hay ciertas percepciones o ideas alojadas en el aparato psíquico que sólo pueden adquirir una significación y ser transformadas en el pensamiento cuando lo permita el contexto. Todo vínculo con otro retiene un fuerte carácter de irrepresentable aunque la poética haya pugnado por darle nombres y ponerle palabras. En el psiquismo se produce una presencia casi permanente que no se deja pasar a ausencia. adquiere la forma persistente de imágenes. Para esta tarea el sujeto no encontraría referencia en su pasado infantil. agregaríamos que el trabajo con lo irrepresentable es hacerlo inscribible. un analista capaz de transformar en decible o hablable los contenidos de esta zona. salvo que encubridoramente lo superponga a lo que fue representado. debido a la falta de posibilidad de inscripción. en tanto ésta sea significativa. El cuestionamiento de aquello que se representa como un objeto encuentra otro punto de vista en Von Foerster (1994). el sujeto no ve. como modalidad defensiva. con la segunda se jerarquiza el criterio de eficacia como principio de verdad y se privilegia el aspecto técnico por sobre otros. para no alterar la permanencia de la llamada “forma de ser” del sujeto. son sin inscripción o están a la espera de ella y no existen bajo el imperio de la representación. condición a la que llama ceguera de segundo orden. c. A propósito de la práctica historiadora. supone una identidad del sujeto aunque sostenga la escisión del yo. cuya característica es la discontinuidad respecto del origen infantil. El ámbito de la representación se relaciona con la centralidad del yo y el objeto girando en su órbita. No hay lugar para el suceder salvo como repetición del pasado. Esta defensa frente al devenir se sostiene en la afirmación de que todo remite a un solo origen. la decisión antigua de privilegiar la permanencia sobre el devenir. y con la tercera se piensa la permanencia de lo social bajo el principio de razón suficiente y la idea hegeliana de que lo que es resulta del despliegue de lo que está en potencia.Sugiero llamar “irrepresentable” a una serie de hechos mentales vinculados al devenir. la decisión moderna de investir la física como ideal de cientificidad. el sujeto no ve que no ve. la de ponerlos bajo una continuidad que otorgue identidad al hecho discontinuo. la decisión contemporánea de asumir la unidad del ser y el devenir bajo la forma de progreso. Con la primera se resalta lo consistente del ser por sobre el devenir alterador. El propio yo habría desarrollado. quien en un interesante trabajo muestra que al no advertir el punto ciego. dicen Campagno y Lewkowicz (1998) que tres decisiones apuntan a la unificación de problemas distintos y son: a. Hablamos frecuentemente del punto ciego para indicar lo que. Las imágenes que reciben los ojos a través 101 . del cual sería una derivación más próxima o más alejada y que se despliega cuando el yo progresa. no obstante estar ante la vista. b. con la posibilidad de conocer y el concepto de integración como superación de la diferencia realidad interna/realidad exterior. no se nota una falta. allí no hay conos ni bastoncitos y la zona del mundo exterior que vaya a dar a esta área no será vista. Consiste en afirmar que nadie se conoce mejor que uno mismo. lo co 102 . que la única manera de vernos a nosotros mismos y compensar un tanto la ceguera es a través de los ojos de los demás. es decir. De ahí que la adjudicación de sentido pueda llevar a entender que no se entiende. Ya para ese entonces se vive en un reino oscuro que parece hiperclaro en su consistencia. Éstas son variaciones acerca del malentendido inevitable de considerar al otro como un semejante y desearlo por esa propiedad. o a no entender que no se entiende. Mucho más serio es no registrar que no se oye porque se afirma conocer aquello que no se oye que no se oye. El ver está tan sincronizado con el oír que las palabras escuchadas son inmediatamente asimiladas a los gestos vistos en el otro. Los nuestros velan la inconsistencia y lo ilusorio de la unidad así como la inconsistencia del criterio identitario.del cristalino llegan a la retina. integración y unidad. El narcisismo consistirá en repudiar los ojos y los oídos de los otros y suponer que los del propio sujeto son suficientes o superiores. una en el nivel perceptivo y otra en un nivel meta que llevaría a no darse cuenta de la primera. A esto se agrega una complicación. Habría una doble ceguera de distinto nivel. Lo sorprendente es que el campo visual obtenido con cada ojo no tiene solución de continuidad. surcado de malentendidos y persecución acerca de las secretas intenciones de los otros. con el punto ciego. El insight psicoanalítico es la posibilidad de verse con los ojos del analista que a su vez deberá poder verse con los ojos de su paciente. Mucho aprenderíamos si admitiéramos vernos como nos ven los otros o escucharnos como nos escuchan. que las capta mediante los conos y bastoncitos. no ve que no ve y no oye que no oye. aceptarlo y hasta amarlo en tanto la visión que él nos ofrece nos da a conocer algo ajeno acerca de nosotros mismos. o a no reconocer que no se reconocen los distintos sentidos de las cosas. Desde esta perspectiva la visión o la escucha del otro se constituyen en heridas narcisistas. las terminaciones de las células visuales. desestimando. El punto ciego es aquella parte de la retina donde se origina e inicia su recorrido el nervio óptico. y coincido totalmente con él. Dice Von Foerster. pero uno puede llegar a no oír sus palabras. como debería ocurrir con lo no visto. En lo que a nosotros concierne. pues si se representa ya es evocación. basado en lo novedoso de toda relación con el otro y que excede las dimensiones existentes. fijándose mediante la serie de operaciones mentales consideradas como mecanismos de defensa. debemos saber que la sesión analítica individual. a través de la elección de objeto. Es completado por aquello que no puede realizar (Freud. no se representa. el lugar privilegiado para el mundo representacional y sus vicisitudes. esto es. Cuando el devenir se hace representable se convertirá en ser y marcará el camino al tener acorde con el ser. como esa dimensión del sujeto correspondiente al devenir. 1921). Postular lo irrepresentable como fuente de novedad implica una ampliación y también una restricción en la relación con el otro.nocido se encuentra por lo que está representado. que protegen la construcción de la semejanza y el manejo de la diferencia entre ausencia del otro y presencia del objeto interno. de los vínculos. deberá hacer un lugar al pensamiento de lo irrepresentable. y su singularidad es remitir a lo del otro no representable. Si lo representable inaugura y establece el ser y el tener y el mundo interno. podríamos decir que las resitencias al análisis basadas en la represión se asocian con los obstáculos en la relación y reconocen una fuente vincular. La bisagra entre ambos campos la configura el hacer. referido a las acciones posibles. Resulta de un re-encuentro. además de la que mora en la interioridad. Si lo inconsciente no es visto por el yo. dado que lo irrepresentado no ha de ser re-encontrado. 1923b) y que introduce esta tercera dimensión: el hacer. que constituye lo que se querría ser y. lo que en realidad quiere decir que es re-conocido. Por otro camino von Forester sugiere sustituir ser por devenir y pensarlo como devenir humano en lugar de ser humano. presencia del otro y ausencia del objeto interno. aquello que se desearía tener (Freud. Es en este último movimiento que se ubica lo irrepresentable. La novedad se presenta. el paso por el complejo de Edipo organiza la identificación. Esta dimensión del análisis incluye no sólo la revisión del pasado sino qué y cómo ha de hacer el sujeto con lo que se le . lo irrepresentable problematiza al sujeto porque le trae el devenir y el mundo de los otros. sino que se le presenta al sujeto en relación al otro. Dado el papel de lo representable en la constitución del sujeto. Lo nuevo corresponde a una cualidad. con la interferencia (capítulo 7). Lo que se presenta ofrece un carácter de ajenidad. a algo no inscripto hasta ese momento y por lo tanto recién presentado al psiquismo. por lo tanto investidura del yo. 4. a menudo consideradas centrales. como se tradujo el término alemán. Cuando sea representación será de una ausencia. Bahnung deja trazas. huellas. Pero no es algo que inunda sino que se abre camino donde no lo hay. es concebido bajo la idea de cantidad de excitación no susceptible de ligar con los medios psíquicos habituales para esa persona. Puede darse tanto si éste está acostado o sentado frente a frente. La memoria de una diferencia entre marcas se opone a la diferencia entre lo inscripto y lo 104 . La intolerancia al devenir instala el repetir tanto en el paciente como en el analista. Freud (1950a) usó el término Bahnung (abrirse paso) para describir esa suerte de forzamiento sobre algo que no tiene marca. pasarán a estar ubicadas en otro lugar. La presencia del analista o del paciente no se refiere sólo a lo que se registra mediante la visión o los otros sentidos. aquello que nos sorprende por la falta de registro previo y por no poder ser significado. Nada hay establecido previamente al Bahnung y a partir de ahí se establece esa facilitación. sino a aquella cualidad por la cual la función de representar es excedida. El equívoco frecuente de tomar lo nuevo como equivalente a traumático. lo que supone a veces la magnitud de una estimulación excesiva o una insuficiencia del aparato psíquico.presenta. no arrasa con las inscripciones previas. aunque ésta se oponga a nuevas inscripciones. ACERCA DE LA PRESENTACIÓN Y EL ACONTECIMIENTO La presentación caracteriza la puesta en contacto con la novedad. Con presentación nos estamos refiriendo no sólo a la percepción ligada a la conciencia en el sentido lato de lo sensorial. Las que eran dominantes. o no queda cubierta o no es posible tramitarla. y es la diferencia entre ellas lo que da la memoria. no se pierden las anteriores sino que éstas se reubican en otro orden. con aquello que antes se mencionó como obstáculo que ha de existir junto a la transferencia. reordenadas por la nueva situación. Decir que esos elementos estaban desde antes es incompleto. 2001a). el orden simbólico nuevo los hace diferentes y por lo tanto su significación también lo es. A partir de Badiou (1988) y Lewkowicz (1996. que se da en un campo donde es posible que ocurra y a la vez no es posible aprehenderlo hasta después de producido (Berenstein. Paradoja de la memoria y por tanto de la vida psíquica. Lo inscripto anteriormente y sus componentes serán ordenados por un término nuevo. la repetición está ahí como posibilidad en esa primera vez cuando había resistencia al Bahnung.novedoso que busca inscripción. 105 . que los ubica en un conjunto que previamente no había. caracterizada con términos en negativo por dos motivos: I) por que es preciso re-acomodar y desechar una serie de nociones previas que funcionan como obstáculo del nuevo surgimiento o que tienden a cubrirlo de su anterior significación. No había un lugar esperándolo. Podemos decir que la relación y la diferencia entre acontecimiento y repetición es del orden de una complejidad que abarca toda la existencia desde el origen. una subjetividad e intersubjetividad. de una latencia o de algo que está en potencia. un vínculo. Lo que se opone a acontecimiento es repetición. Se caracteriza como acontecimiento la emergencia de un hecho nuevo del cual se puede decir que no tiene lugar ni representación previa. y cuando se le hace un lugar cambia la significación que había hasta ese momento. Aquello que modifica no es un desarrollo de lo que está predispuesto. formas que adquieren otra respecto de la anterior. no de complementación como si se tratara de un faltante en una totalidad sino de suplementación de un agregado que no formaba parte de lo que fue hasta ese momento una unidad. Lo nuevo puede ser una época. II) porque tiene valor fundante como soporte de una modificación por sí y no sólo como lo contrario de positivo. 1997) se da en llamar “acontecimiento” a aquello que no cabiendo en la representación deberá hacer una operación agregada. Nuevo se refiere a una no inscripción previa. Al decir de Derrida (2001). aunque podamos decir que nunca una repetición es idéntica a otra y la acompaña una diferencia. que puede superponerse a lo inaccesible-accesible. Cuando en un caso hay un veredicto que no hubo antes. al cual remitirán los sujetos del vínculo como su punto de partida y en tanto experiencias posteriores tengan su marca. Se hace referencia necesaria y desde allí ha de perdurar. En la historia de la escritura se dice que ésta fue primero un recurso estatal para registrar la contabilidad de los reinos. El Estado garantizaba que lo inscripto tuviera valor de escritura sobre la base de hacerla persistente a través de la perdurable placa de arcilla o en el papel. como resultado de un trabajo psíquico. sitúa un comienzo y éste puede o no constituir un origen. Lo que vuelve a presentarse ahora en imagen. El sujeto humano tiene un origen temprano e infantil que sigue al nacimiento biológico y supone un estado de desamparo. se dice que “sienta jurisprudencia”. LOS REGISTROS QUE ESTÁN EN LA BASE DE LA SUBJETIVIDAD El sujeto humano deviene en un vínculo con otro. Lo nuevo del otro para el yo se ofrece a través de una presentación. se produce como ley y puede ligarse a un poder que lo hace persistir. También puede considerarse como origen esa experiencia con otro cuando se altera y establece otra subjetividad "respecto de la que tenía. No es un ser que está hecho ni está determinado sólo por la potencialidad a desplegar. No todo comienzo lo hace. de novedad. es la representación. 1996). Recién cuando es inscripto como una escritura. Llamaremos origen del vínculo con otro a ese tiempo donde hubo una experiencia de ajenidad. En la relación en la que se desenvuelve suceden situaciones que retienen algún carácter reconocible y ligadas a las dadas anteriormente y otras novedosas. nueva señal donde antes no la había. La experiencia de presentación en lo que es específicamente el otro deja una marca. sustituyendo a la capacidad mnemotécnica de la clase gobernante (Robinson. En cada presentaciónrepresentación. manera de ofrecerse que espera registrarse en su carácter de novedad e inasible por -y fuera de.5. 106 . pero sí decimos que lo es cuando se da algo no registrado previamente. Tiene otro origen cuando establece su pareja y puede tenerlo cuando tiene sus propios hijos. Tomemos un ejemplo del derecho. Aunque puede ser casualmente producida. si perdura y ejerce efecto funciona y opera ya como una inscripción.la representación. El mismo traductor señala la equivalencia con dos términos en español: retranscripción (Freud. previa a su diferencia sexual: una que recae en el sujeto y otra en la elección sexual del objeto. Green mismo afirma que estos dos movimientos en Freud son “sin renunciar a la referencia única de la vida pulsional” (ibíd.: 103). 2001) comenta que LéviStrauss muestra cómo la escritura surge en un grupo de indios que no conoce sus reglas. También agrega que Rousseau condena la escritura porque sería una destrucción de la “plenitud de la presencia”. 1887- 1904). del 6 de diciembre de 1896.Roudinesco (Derrida y Roudinesco. Cartas a Wilhelm Fliess. En la carta 52 de Freud a Fliess. que pone fin a un estado natural fundado en la palabra plena. Tanto si es individual como vincular o social. es un hecho destinado a ejercer efectos en el sujeto. 2. Quizá Green (1993: 103) lo diga certeramente cuando señala que para Freud hablar de investiduras no pulsionales era inconcebible. Si ocurre lo primero. Aun siendo vincular será necesario distinguir entre lo pulsional como base de lo interno y trabajo con lo ausente. y así poder desarrollar hasta sus máximas consecuencias el de la representación inconsciente. La marca puede desaparecer o persistir. nada se sabrá de lo ocurrido. 2 Pero aquí surge una cuestión importante. El jefe utiliza unos trazos dibujados en un papel como un recurso para hacer creer a su tribu que él tiene el poder de comunicarse con los blancos. 1896) e inscripción (Freud. las marcas devienen inscripciones y persisten como una base lejana a la que se atribuye el origen de experiencias actuales. 107 . aunque podamos recurrir al análisis minucioso de Psicología de las masas en cuyo capítulo VII sobre “Identificación” Freud habla de los dos modos de ligadura del niño con sus padres. Dice además que LéviStrauss deduce que la escritura es el instrumento de la colonización. de una violencia. aparece la palabra Umschrift. y lo vincular como base de la relación con el otro o con lo social como trabajo con la/s presencia/s. Son dos conceptos diferentes: retranscripción es una versión de una marca original anterior e inscripción corresponde a una nueva marca. Parece un movimiento lógico en quien estaba creando la teoría del inconsciente que se viese llevado a reducir lo más posible el papel del otro. Si acontece lo segundo. La presencia del otro pone en movimiento la pulsión. La presencia del otro sistemáticamente elude y excede la representación. La simbolización consiste en hallar un término que sustituya a otro ausente. Con lo que falta. Estas vicisitudes de las marcas ya constituidas deberían.: 89). Como señala Green (ibíd. La primera recrea lo que del otro puede figurar como objeto creado desde las investiduras propuestas por el propio yo. Es en la relación donde se obtiene la fuerza propia para la constitución de las marcas e inscripciones vinculares. que ha de determinar a su vez la posición de lo pulsional. Las huellas no son fijas ni inertes. con lo que está ausente. la pulsión es una base para pensar el mundo interno. 1998). Aunque no habrá marca e inscripción por fuera de un vínculo entre sujetos. Es del orden de lo subjetivo recurrir a ambos para anticipar el nuevo encuentro con el otro. Es una suerte de metáfora. EI camino de la 108 . aquello que no podrá representar. como cuando el poeta dispone del término perla para sustituir al de dientes cuando quiere describir la belleza y la blancura de una boca. en el mundo interno y en el mundo intersubjetivo. enriquecerse o deformarse en exceso (ibíd. el trabajo de lo negativo requiere la suspensión de la presencia así como la intervención de la contrainvestidura. Desde la marca y la inscripción se abren dos caminos: el de la representación inconsciente y el de la simbolización. el trabajo psíquico ha de ser doble: singular y vincular (Puget. y lo hace desde eso del otro que nunca se podrá inscribir. pueden modificarse. para encontrarse siempre con la paradoja fundante de la subjetividad: el que se espera nunca coincide con lo inscripto ya que ofrece sistemáticamente algo nuevo. dado “entre” los sujetos. como dije en el capítulo 1. que tenderá a sustituir la presencia por una ausencia.Por mi parte. y el vínculo lo es para el mundo intersubjetivo. especie de recuerdo duradero de una experiencia fundante que en otra época modificó al yo. No obstante el sujeto insiste. pues no hay inscripción ni memoria. Este trabajo consiste en preparar al yo para lo que puede resultar imposible y así evitarlo. La simbolización contiene una ausencia de aquello que hizo marca y sustitución por otro término que lo reemplaza.: 86). poder diferenciarse de las marcas nuevas. Se asegura así la ausencia del otro y especialmente se erige como defensa ante la ajenidad del otro. no obstante. el psiquismo recurre a lo que quedó marcado. “ese-otro-que-puede-asegurar-la-satisfacción”. Menciona una doble alteridad: en el yo y en relación con lo que no es del yo. señala la necesariedad de remarcar la alteridad en una discontinuidad fundamental con la conciencia. a lo propiamente intersubjetivo. lo cual hace que no se ubique en relación de exterioridad respecto del yo. habrá que diferenciarla de la ajenidad del otro. no obstante el esclarecimiento recae en lo que liga al sujeto con el otro. no complementarias sino suplementarias. basada en la consideración del otro como semejante y principalmente como soporte de lo ajeno. El anverso sería el yo con lo inconsciente como alteridad. Todo lo que diluya esta diferencia recluye la ajenidad a la sola relación con lo inconsciente y no da lugar al vínculo. 109 . como fue dicho. en tanto se entienda exterioridad como presencia y ésta como inaccesible al sujeto aun cuando esté siempre.simbolización se transita necesariamente en ausencia del otro y mediante el término que sustituye logra la conversión en objeto del mundo interno. a la vez que postula dos polaridades: intrapsíquica e intersubjetiva. que funcionan con dos lógicas diferentes. y el reverso sería el otro habitado por la misma heterogeneidad constitutiva. por lo cual mantiene un riesgo latente de hegemonía del yo. al tratar la heterogeneidad entre la pulsión como exigencia del cuerpo y el objeto. El primero (Green. 1993: 68). Puesto que lo inconsciente consta como una ajenidad que podemos llamar interna. 70). b) como relación entre lo interno y lo interpersonal. y su puesta en relación como trabajo de lo negativo (pág. En cambio. Si la interrogación parte del yo y supone una respuesta proveniente del otro. como si el vínculo resultara de la suma de uno más uno. A este tema se han referido de distinta manera Green y Laplanche. Una diferencia importante en las consecuencias teóricas y técnicas es el énfasis en la exterioridad del otro. La primera alternativa resulta de una concepción individual que contiene la contingencia de devenir solipsista. Las alternativas para pensar la relación con el otro son: a) como despliegue de la relación de objeto cuyo significado se irradia a los habitantes del mundo vincular o el mundo externo. y la segunda va en camino de una concepción intersubjetiva y su riesgo es pensarla en forma sumatoria. Esto requiere una precisión. lo intrasubjetivo está caracterizado por la ausencia del otro. ] el descentramiento. 24). la falsa vía* adoptada por Freud frente a su propio descubrimiento. el analista está en relación de exterioridad y de presencia. Su consecuencia es señalada por el autor francés: Así el movimiento mismo del psicoanálisis consistiría en negar la ajenidad del inconsciente. por la psiquiatría y. Se refiere al temprano cambio en Freud de la formulación del episodio sexual infantil real por la fantasía de seducción.Considerándolo en la relación transferencial. por el propio psicoanálisis. la oscilación de Freud entre esas dos posiciones: la referida al otro en (*) En lo que sigue figuran en itálica los términos textuales de Laplanche traducidos al castellano. pero no sólo como contratransferencia que incluiría lo que corresponde al paciente sino por aquello que los liga como sujeto y otro. Luego un poco más adelante: Sería interminable mostrar que la domesticación del inconsciente no cesa de producirse en el pensamiento freudiano. sino por la otra persona (der Andere). es aquí doble: la otra-co. a la vez en la teoría y en la práctica de la cura. a conocerte” (pág. Estoy de acuerdo con lo que Laplanche describe. en su alteridad radical. el inconsciente. 30). Laplanche (1992) describe minuciosamente lo que llama el extravío. proponiendo su reducción. Doble extrañeza. 22). La ajenidad (de lo inconsciente) se ve reducida por un lado. y la teoría inicial de la seducción que lo pone sobre la huella del niño y ese otro que es el adulto en su extranjería (pág. mucho más radicalmente. por el otro..sa (das Andere) que es lo inconsciente no se sostiene. y he aquí como termina esta larga prosopopeya del psicoanálisis dirigida al yo: “Entra en ti mismo. y esto a propósito de cada uno de los aspectos de ajenidad que distinguimos antes (pág. dice Green: de sí mismo a sí mismo y de sí mismo frente al otro en una relación de deseo o de conocimiento. en suma por la seducción (pág. en primer lugar.. en realidad. 25). en tus profundidades y aprende. 110 . [. la concepción solipsista de base se apoya en el uso excesivo de la proyección. 174). Es consonante en él con la idea de que el otro: [. el otro en tanto presencia. para señalar que el otro es primero con relación al sujeto (pág. es reenviado nuevamente al interior del sujeto como alteridad interna. Parece lógico porque lo que estaría en la base de la transferencia. sería la: [. Finalmente el aspecto original de su formulación. En el marco de una crítica a la noción de neutralidad del analista. Más adelante agrega: Pero hay que ir más lejos. Este autor. pueden ser muchas y nos alejarían del objeto específico de este trabajo. 183). En ese lugar que es la transferencia se trata de la apertura al otro como radicalmen- 111 . con su teoría de la seducción generalizada que reabre en la transferencia. de una relación originaria. recuerdo. que habita la interioridad de la subjetividad.. No quisiera abundar en las citas. recupera para el psicoanálisis la situación originaria por la cual un adulto ofrece un enigma a un niño. El fuerte lugar del otro se da en tanto sea una apertura y no re-apertura. 181)... La alteridad externa reenvía a la alteridad interna (pág. tan difícil de pensar como la prioridad del otro en la constitución del sujeto sexual (pág.. hacia algo difícil de pensar. 181). Pero no dejaré de señalar cómo se reintroduce en la original formulación de Laplanche la misma vía por él cuestionada. “su alma y su motor”. la seducción originaria y el enigma que el otro propone al yo. ] es otro de yo porque es otro de sí mismo. donde el otro es primero con relación al sujeto (pág.tanto huella. ] reapertura de una relación. Dice: Es la conservación de la dimensión de la alteridad interior lo que permite la instauración de la alteridad en la transferencia (pág. y por otra parte. 182). Si es re-apertura debe remitir necesariamente a un momento mítico inicial. que remite todo (o casi todo) a la relación con el paciente y al interior del mismo. No se está en un solo lugar en el mundo sino en lugares subjetivos varios. el heliocentrismo dará como resultado que la misma noción de centro quedará cuestionada. c) el inconsciente tendría un solo momento originario y se debería remitir a él. esposa o esposo. del cual otra estrella ocupará el centro y así sucesivamente. Premisas éstas que angostan el campo del psicoanálisis a partir de la noción de un solo origen y un centro: el yo. Es desechada o no pudo ser pensada hasta ahora la producción de inconsciente entre dos sujetos con aparato psíquico constituido. Como lo señala admirablemente Laplanche (1992). es distinta de la formulación de Green pero semejante en cuanto a la búsqueda de unicidad entre la alteridad externa e interna. El sujeto está en distintos lugares. al considerar un mundo de distancias infinitas y distintas dimensiones. Como señalé antes. y el niño con el suyo en vías de hacerlo. Es inherente al centro ser único. La pregunta respecto de lo nuevo se ha de formular en cada lugar: trabajando. El tránsito por este camino que parece sin salida puede deberse a varios obstáculos: a) el psicoanálisis como práctica. pero este sistema formará parte de otro. Copérnico descubrió que el Sol estaba en el centro del universo y no la Tierra. en distintas tramas vinculares. Los lugares psíquicos están afectados por este término excedentario. Como se sabe. como ciudadano. se jerarquiza devenir sujeto en cada relación con cada otro significativo. amenaza con borrar la identidad. toda manifestación re incluye cierta repetición aunque surja alguna diferencia. madre o padre o hijo. Como vemos. como método. como un nuevo nombre. los otros encuadres son desestimados y considerados fuera de la cura. El Sol ocupará el centro del sistema solar. como alteridad. cada nueva inscripción.te ajeno. comprende para la mayor parte de los psicoanalistas sólo la sesión bipersonal. Es decir. en tanto se considera a ésta únicamente como la desplegada con el paciente individual. y si no lo es cae la noción misma de centro. como paciente. 112 . con su inconsciente ya constituido. Se pertenece a diversas configuraciones vinculares y no es posible converger en una sola. no todo remite a la alteridad interna. Así. etc. planeta que gira a su alrededor. ligados en una experiencia significativa. b) es considerada experiencia originaria la relación siempre asimétrica entre la madre (o un adulto). Es importante ampliar la distinción entre objeto. después de mucho tiempo. self. difícil de sostener desde un otro con quien se está en relación. el vínculo del sujeto con el otro altera a ambos y a su vez afecta al vínculo mismo. en el uso de las nociones de yo. Desde nuestra perspectiva. LA ALTERACIÓN DEL SUJETO Y DEL OTRO La necesidad de volver a la noción de otro en psicoanálisis está determinada por las inconsistencias surgidas. y otro. pudiendo estos aspectos establecer un límite a esa alteración. mínimo de dos -pero puede ser de más como en el caso de la familia o el conjunto social-. lo cual es modulado desde la relación y desde la conexión con lo histórico personal y con lo histórico del vínculo. Es poco lo que se dice de un integrante del conjunto en un documento de identidad. que deberá tener otras características que meramente la de ser “externo” . no prevista en la serie de los registros previos. lo que repele es que si le hace un lugar y se relaciona con él tendrá que modificarse y modificar el sentimiento de mismidad. sujeto y su relación de y con el objeto. acota el vasto reino de la identidad y la hace menos idéntica a sí misma poniendo en descubierto su inconsistencia. Después de todo. La pertenencia a un conjunto. Si un ciudadano rechaza a un extranjero y lo discrimina como no incluido en su pertenencia. alteración deriva de alter: el otro entre dos. aunque se use como denominación objeto externo. Es que el vínculo con otro introduce una modificación no anticipable.CAPÍTULO 5 ACERCA DE LA OTREDAD Y LA AJENIDAD 1. El deseo metafísico no aspira al retorno. la que. Sería esencialmente nostalgia. como si me hubiesen faltado. El deseo es absoluto. familia o grupo. añoranza. puesto que es deseo de un país en el que no nacimos. es decir. si el ser que desea es mortal y lo deseado. dotada de una carga pulsional y una inscripción representacional. su alteridad se reabsorbe en mi identidad de pensante o de poseedor. satisfacerme. como a veces yo mismo a mí mismo. ningún cambio de clima y de El término de este movimiento —la otra parte o lo otro— es llamado ambiente podrían satisfacer el deseo que aspira hacia él. La invisibilidad no indica una ausencia de relación. Alejamiento que es radical sólo si el deseo no es la posibilidad de anticipar lo deseable. Ello nos llevó después de un tiempo a la necesidad de elaborar otra metapsicología. MODALIDADES DE UN PENSAMIENTO ACERCA DEL OTRO En psicoanálisis lo concerniente al “otro” se presenta en nuestra práctica como analizar e interpretar lo que ocurre en el entre-dos de la relación paciente-terapeuta si es una sesión individual. como se va hacia la muerte. 57. hacia una alteridad absoluta. El análisis habitual del deseo no podría dar razón de su singular pretensión. Por ello mismo. como el paisaje que contemplo. El deseo metafísico no reposa en ningún parentesco previo. puedo “nutrirme” y. invisible. incorporará y se modificará desde lo proveniente del otro. 2. Un filósofo infaltable para la consideración del otro es Lévinas (1971. el deseo señalaría un ser indigente e incompleto o despojado de su grandeza pasada. se encontraría la necesidad. págs. ese “otro”. Pero de este modo no sospecharía aun lo que es verdaderamente otro. si no lo piensa previamente. Coincidiría con la conciencia de lo perdido. o como el país en que habito. implica relaciones con lo que no está dado. si va hacia él a la aventura. que no ha sido nuestra patria y al que no iremos nunca. En el fondo del deseo comúnmente interpretado. ese “yo”. imposible de anticipar.al yo y a su interioridad. de lo cual no hay idea. Lo Otro metafísicamente deseado no es “otro” como el pan que como. o entre otros más si es una relación de pareja. De esas realidades. en gran medida. hacia lo absolutamente otro. 60): otro en un sentido eminente. El deseo metafísico tiende a lo totalmente otro. De un país completamente extraño. Ningún viaje. distinta de la basada en 114 . La idea extendida y habitual de la constancia en las elecciones de pareja. Puede decirse que durante el tratamiento cada paciente va siendo cada vez más autónomo. quizá debiéramos volver a hablar de la transferencia. Como ese otro con el cual hago borde también me determina más allá de mí mismo. Desde los otros que somos los participantes de la sesión. familiar. una vez instalados en la relación. Retomando lo planteado al final del capítulo anterior. al sujeto o al otro. aun en la individual. con lo cual la elección del paciente notablemente recaerá sobre otro sujeto más diferenciado y estructurará otro tipo de vínculo más discriminado. Pero también deberíamos comenzar a hablar de imposición. es una fuente de real sufrimiento comprender que cada cual ha de construir un vínculo específico y ha de dar lugar a un sujeto singular. y que aparentemente se confirmaría por la semejanza con las segundas o terceras parejas. va en camino de la mismidad. se ubique en él a la Tierra o al Sol.el concepto de pulsión o de objeto. una forma de pensar se establece y se sostiene en la existencia de un centro. “más sí mismo”. Pero aún hay algo más. Cuando la elección del otro es pensada como determinación exclusiva del yo. resulta desmentida. En realidad. encontramos que mismidad y otredad no son cualidades que han de tener un origen individual sino que se determinan cada vez en situación. En la situación terapéutica el centro lo ocupará el paciente o el analista. las modalidades de la interpretación y otros conceptos referidos a la teoría de la técnica. tal vez sea preciso decir que a este concepto se lo puede pensar desde la mismidad del yo y desde la otredad. distinto-de lo que era en las parejas anteriores y de lo que era aun antes de esa pareja. producen un vínculo que a su vez los produce como sujetos diferentes. y desde el hacer con otro que indica la pertenencia a una situación terapéutica. pero también y fundamentalmente porque paciente y analista. social u otra. la neutralidad. centramiento y hegemonía del Uno. al resolver y elaborar sus dependencias infantiles. desde el ser que es expresión de la identidad del yo. 115 . de pareja. la cual tiene como centralidad al yo. Como somos varios los que hablamos de otro. La elección de un analista y luego de otro por parte de un paciente genera una situación novedosa porque le permite desplegar aspectos diferentes de su mundo objetal. interferencia y relaciones de poder. En una de ellas se buscará interpretar más y mejor. Asimismo ha de cuidar el surgimiento de imposición (véase capítulo 8) y trabajarlo. ni el rechazo sólo como resistencia a ponerse en contacto con un contenido inconsciente. es una oportunidad para paciente y analista de “hacer” con la diferencia. de trabajarla. aquello que no siempre se refleja en “el decir” de la interpretación. como una relación entre dos sujetos.Ello despierta un sentimiento de perplejidad ante esa mismidad (yoidad) que se muestra aparente y que no se sostiene como se suponía. a lo heterogéneo en el vínculo. Conspira contra esta actividad vincular que el paciente se aferre a sus convicciones y que el analista lo haga a su narcisismo herido. tal como la venimos desarrollando. para que el paciente se modifique sin que el analista se formule un cambio de posición subjetiva. Otra actitud técnica consistirá en hacer emerger la otredad y podemos llamar a esto “el hacer”. Tiene carácter de herida para la creencia en la identidad y semejanza del ser. se hace evidente para ambos. Pienso que estas formulaciones pueden ser suscriptas por muchos de nosotros aunque percibo que podemos tener dos actitudes técnicas distintas. veamos un ejemplo: la cuestión técnica suscitada por la tan habitual aceptación o rechazo de una interpretación del analista por parte del paciente. una diferencia en el “entre-dos”. como por otra parte lo señalara Freud hace ya mucho tiempo. Es un punto de partida para un trabajo de a dos. el cual sutilmente se puede encubrir con formulaciones acerca de la resistencia del paciente y de su no aceptación de un funcionamiento perturbador de su propia mente. Una no aceptación de la interpretación es la forma en que se muestra. mejorar “el decir”. No debiera ser tomada la aceptación sólo como concordancia con el analista. lo cual nos obliga a trabajar más sobre las diferencias. No debiera ser usado como criterio de validez. Para pensar la sesión individual en términos de vincularidad. Algunas veces “el decir” se infiltra en el saber establecido que es usado inconscientemente para suturar la herida narcisista y sostener la creencia en la identidad y semejanza de ser consigo 116 . Desde ya puede ocurrir eso también. marcar y trabajar la diferencia y la necesidad engañosa de borrarla para afirmar una homogeneidad. La otredad ha de traer el hacer pero el hacer ha de dar forma a la otredad. cercano. El mundo intersubjetivo. Aquí diremos que resulta de una tarea a realizar “entre-dos”. plantea lo original de cada relación que da origen y sentido a cada uno de los sujetos vinculados. lo es en un punto y en un tiempo entre dos que provienen de direcciones diferentes y toman contacto uno con el otro. donde se reúnen la modalidad corporal derivada del género y la pertenencia a un mundo interno. tiene otra lógica y otra ética. al que se debería tratar con benevolencia dado algún tipo de semejanza con quien se ubica en la posición de sujeto. no deriva ni es precedido por el mundo individual. próximo. Esa forma de pensarlo. en esa modalidad singular de devenir sujeto. que a lo sumo es otro mundo. en tanto relación. de los que se dice equivocadamente que son los mismos para todos. La cuestión de la diferencia de cada hijo respecto de los padres. elementos que nuestros pacientes desafían. Lo semejante se asocia a la idea de encuentro. así. El pensamiento de lo semejante describe una de las características del sujeto y puede erigirse en una formación defensiva respecto de esta ajenidad porque recubre la estructuración vincular y su marca de diferencia bajo la forma de una identidad. así como nosotros lo somos para ellos. a poco que los consideremos como otros de nosotros. desde el yo soberano que determina la forma de ser y actuar del otro. superponiéndose o completándose. corresponde al mundo de lo intersubjetivo y tiene una fuerte incidencia en la constitución de la subjetividad. Lo intersubjetivo ha sido pensado. Los distintos significados de encuentro incluyen la 117 . 3. desemboca en otras conclusiones. Si es coincidencia. La presencia del otro con relación a mí -sea yo considerado como sujeto o como otro entre otros-. El otro excede al prójimo y debería incluir aquello que no lo es y se caracteriza como ajeno. cada hijo y cada padre producen y son producidos a la vez por la relación. que a su vez se puede pensar como coincidencia o como obstáculo. Para su examen pormenorizado habrá que remitirse a ellas. EL OTRO Habitualmente el otro se considera superpuesto a prójimo.mismo. a una familia. a una clase social y a una época. aceptado y criticado desde distintas corrientes. con los cuales se tiene una relación de otra especificidad.idea de choque o competencia. que produce las “almas gemelas”. una subjetividad que antes no tenían. o de otra manera El Banco nos perjudicó a todos. otras veces La gente sufre por la incertidumbre política. entre otras. que deberán tomar una forma distinta en cada vínculo. Pero cada situación social. aunque cada uno lo sea en forma singular. desencadena. circularon en Buenos Aires después de la crisis política de diciembre de 2001 y enero de 2002. El encuentro establece una sorpresa y una diferencia inicial a partir de la cual se da esa inclusión en el Dos que otorga un nuevo origen a ambos. Otras veces el sujeto denomina a los demás todos cuando se siente formando parte de él indiscriminadamente. Y en parte pareciera ser así. Entonces se oye decir: La gente fue a protestar a la Plaza de Mayo. En el amor. ante la intolerancia a lo no semejante. Probablemente el otro se haya convertido en una cuestión para el ser humano a partir de lo otro que la muerte propone como imposibilidad. Si el sujeto sostiene la semejanza a toda costa y a todo costo se acerca peligrosamente al odio. De este mecanismo he tratado en capítulos anteriores y diré algo más en el capítulo 8. cada país tiene las suyas. la creencia en la semejanza. investida de sexualidad. El choque o competencia se produce con las formas subjetivas previas. Cuando el vínculo sujeto-otro se expande y abarca al conjunto social. 118 . somos todos responsables. se llama enamoramiento y borra la vivencia de obstáculo. como ocurre en la relación de pareja o entre padres o hijos. conviene diferenciarla de la pertenencia al conjunto que se instituye por imposición aun en el conjunto de dos. suele caracterizarse como nosotros-los otros. Quizá sería necesario hacer una distinción entre los otros del parentesco -con un carácter específico en sus vínculos. por fuera.y los otros del conjunto social. la fantasía de suprimirlo. a veces concretada en la realidad. con el cual deberán hacer una nueva construcción. si se supone que cada sujeto en el desplegar del recorrido de su vida se encuentra con otro que le significa inicialmente un obstáculo. A veces el sujeto se instala excéntricamente. Aunque puede pensarse que el mecanismo predominante es la identificación. Estas frases. como si fuera un tercero respecto del conjunto. entonces se refiere a los otros sociales como la gente. de profundas raíces infantiles. de la cual se dice que su elaboración es uno de los criterios de acceso a la adultez. con lo cual 2) no se lo encuentra como un retorno y por ello agregaría que no le va la partícula re (de retorno). como ponerse en el lugar del otro y sentir como él. el de otras personas” (Freud. su poder sobre mi existir es misterioso. a partir de la excentricidad del sujeto y del otro. el existir del existente se aliena. precisamente con eso habrá de hacerse una relación. refractario a toda luz. La relación con el otro ha tenido un importante desarrollo en el concepto de Einfühlung y de identificación. Estos mecanismos se basan en la creencia de una comunidad entre los sujetos a través de la semejanza. “. el proceso que la psicología llama ‘empatía’ [Einfühlung] y que desempeña la parte principal en nuestra comprensión del yo ajeno.. y el otro no fue perdido porque no fue tenido. 1921: 102). caracteriza la relación que hemos llamado vínculo. 1. Son dos que sienten como uno y en ello. el deseo es de lo perdido. esa cualidad del otro. en la identificación. La idea de otredad. Tres características podremos remarcar entonces: 1) el deseo no puede dar cuenta del otro como puede hacerlo de su objeto. y 3) con eso de lo que no hay idea ni se puede representar del otro como semejante. en el enamoramiento.. 119 . Einfühlung1 es traducido habitualmente al español como empatía. no ya desconocido sino incognoscible. se apoya la idea romántica del amor. la relación con otro es una relación con un Misterio. tan plena de encanto como de desencanto y desilusión. con más complejidad. Pero esto es precisamente lo que nos indica que lo otro no es de ningún modo otro-yo.. En verdad lo Otro que así se anuncia no posee ese existir como el sujeto lo posee. La relación con otro no es una relación idílica y armoniosa de comunión ni una empatía mediante la cual podamos ponernos en su lugar: le reconocemos como semejante a nosotros y al mismo tiempo exterior. como puede darse en la imitación y. otro-sí-mismo que participase conmigo de una existencia común. que habilita la fantasía de que los significados se trasladan de uno a otro.Veamos nuevamente Lévinas (1979: 116): En la muerte. objeto. Con lo cual el requerimiento al otro conlleva una nota de ambivalencia. 4. El otro aparece en las posiciones de modelo. un pueblo. como padres. que. auxiliar o enemigo. como el linaje. ya que por sí solo no es fácil renunciar a seguir siendo amado por los padres infantiles. de los otros del conjunto. el vínculo amoroso los aleja de aquello que traen consigo como conflicto infantil. Einfühlung es un movimiento de acercamiento a uno y sería lo opuesto de encuentro. subjetivación del yo del niño propia de la semejanza. LAS DISTINTAS POSICIONES DEL OTRO Freud (1921) distinguió a los otros únicos o individualizables. maestros. una institución o una masa. movidos por sus pulsiones sexuales y agresivas y por la mutua imposición suponen buscar y hallar un lugar común. El otro funciona como modelo cuando a través de la identificación recorre el camino de cómo ser. se le torna hostil. y a ésta auxiliar 120 . La primera ligazón es con el sujeto y la que le sigue es con el objeto. no sólo por lo que encuentran sino por lo que producen. de aquellas tareas que no se podrían hacer solo. Habiéndose acercado quizá por algún tipo de repetición. héroe o traidor.Sugiero otra manera de pensar el amor: una acción basada en lo sexual y en relaciones de poder de dos que sienten como dos. esa zona de contacto cercano al choque de dos sujetos que irremisiblemente son dos. El otro también se instala como auxiliar o ayudante cuando tiene que acercar al pequeño a su madre. El amor ha de ser considerado como un trabajo a realizar. hermanos. en el cual el obstáculo que cada cual es para el otro obliga a hacer algo nuevo. Una fuente profunda de resentimiento hacia el otro del vínculo es no sentirse ayudado para desligarse de las ataduras con los objetos primarios. el que. teniendo que hacer algo distinto de aquello que hacen cuando son uno. o la persona amada. Previamente el niño había tomado al padre como ideal. luego de la investidura de la madre como objeto y el asomo de la terceridad. y Freud (1921) la describe como el tipo de relación con el padre y con los padres antes de establecerse la diferencia sexual. Hay una relación entre el otro paterno tomado como modelo y ligarse al padre tomado como sujeto. Podemos agregar: opositor. también las relaciones familiares inciden en la estructura de la sociedad. sea con alimento. conservado en el espacio dotado de la capacidad para producir frío. A la inversa. El otro puede ubicarse como opositor cuando se erige en obstáculo al cumplimiento del ideal en el camino de la identificación. a los que se sentía imposibilitada de decir que no aun cuando se declarara agotada. Pero aun así 121 . Volviendo a las posiciones del otro. la madre le reprochaba al padre su falta de participación en lo que para ella era una ardua tarea: separar a las hijas y alejarse un tanto de ellas ante el propio requerimiento de servirlas casi permanentemente. Para ello no encontraba ayuda en su pareja. luego se interpone impidiendo el acceso a la madre.la ante sus propios deseos de ocupar en exceso la cabeza de los hijos. es una cualidad desplazable de un lado a otro de esa línea que nos separa de los otros. Acusaban a la hija de “ser esclava” de la heladera. Mantenían la relación satisfaciendo las demandas cercanas a la conservación y lejos del calor afectivo y conflictivo del vínculo. Quizá debamos revisar el criterio que considera a la familia como un modelo para pensar el conjunto social. religiosos y étnicos propios. El padre que se ofreció como modelo para el hijo varón. convirtiendo esa relación con los hijos en una esclavitud requerida y admitida en tanto no cuente con la ayuda del padre para interrumpir ese circuito narcisístico y tanático. enemigo es quien pasa a estar ubicado en un lugar opuesto a los deseos del yo o a los valores ideológicos. También el otro paterno la ayudará a frenarse ante el placer de ser demandada y responder como una persona única e inigualable. los amigos de hoy pueden ser enemigos mañana y viceversa. donde se alojaba ese objeto apetecible representado por la comida y los dulces. ya que éste incide fuertemente y en forma específica en la familia para imponer la modalidad epocal en sus relaciones.mica. actividades o paseos. dando lugar al despliegue de agresión. La figura del opositor cobra relevancia en los sistemas políticos. En una sesión con una pareja de padres de una niña bulí. oponiéndose a sus deseos. donde no debiera ser considerada exclusivamente como sustitución de la figura paterna sino como resultado del juego de fuerzas de unas relaciones de poder que inciden también en la estructura de la familia. entre los cuales el héroe media. “semidiós”. después de haber sido hombres idealizados. aplicado a los personajes de sus poemas. Función principal de los héroes fue la de servir de intermediarios entre los hombres y la divinidad. la naturaleza y la cultura. noble o príncipe. creándose así una cualidad excepcional. en general de tipo mítico. La función del héroe y la del relato mítico de sus aventuras y obras es la de actuar como término tercero. Como tal contiene en su estructura los elementos de una realidad. que tienden a hacerla desaparecer. 122 . lo cual llevaría a su sacrificio o muerte. los héroes no perdían ninguna de sus cualidades primeras. muchos de ellos guerreros. No deja de ser curioso que no haya heroínas en la mitología. mayor aún si se quiere. forma de expresar el compromiso entre lo profano y lo sagrado o. Quizá una condición del héroe sea su posibilidad de funcionar como alguien presente y seguir luego ejerciendo una influencia. mediador entre los términos contradictorios insolubles en lo inconsciente de una estructura social.sería más adecuado pensar que cada familia tiene su propia lógica y modos de organización. cumplen la función de controlar la desmesura en el contacto con el poder. y esto se observa exacerbadamente en los regímenes autoritarios. y verlas semejantes depende más de nuestra ignorancia que de una observación fidedigna. El otro también puede ser investido como héroe. se convertían en sombras impalpables. se convertían en intermediarios entre los hombres y los dioses del Olimpo. Es de la naturaleza del héroe su pasaje de sujeto vivo a muerto como un paso previo a su ungimiento como tal (Berenstein. La cualidad de héroe pareciera haber sido predominantemente un atributo asociado a lo masculino. La oposición en los sistemas democráticos está representada por aquellos partidos y representantes que sin ser mayoría y no teniendo en sus manos el gobierno. como objeto ausente. “jefe militar épico”. Ausente como persona y por eso mismo presente como relato. al morir. al modo de un ofrecimiento inconsciente de una familia a una comunidad. Los gobiernos no aceptan de buen grado la presencia de la oposición política. 1980) y a erigirse en representante de la pertenencia de los valores ideales de una comunidad. Héroe proviene del griego herós. 2 2. reordenados ahora para dar coherencia a términos a los que la contradicción hacía aparecer como opuestos sin salida. y deberá afrontar tareas nada sencillas. Homero lo usa en sentido de señor. En tanto los hombres. Parece haber determinados momentos históricos en la vida de una comunidad en los que fue necesaria la presencia de un héroe y se creó su función a través de una serie de investiduras. en otros términos. la del objeto ausente-presente. Los héroes. Podían interceder por los mortales ante los dioses. En la mente de los pueblos y de las personas podrían ligarse causalmente ambas condiciones: o el muerto era investido como héroe por sus cualidades o para ser héroe era menester pasar. EL PRÓJIMO3 El prójimo es esa dimensión del otro que ofrece la posibilidad de asimilarlo.El otro como traidor es aquel que se opone tanto al héroe en el cumplimiento de su misión como impide el cumplimiento de un ideal o de las creencias del conjunto social al cual pertenece. Para un pormenorizado y excelente examen sobre el prójimo. en hebreo el término correspondiente a héroe es guibor. Pero a su vez ello provoca y fuerza una relación donde el trabajo de vincularse se inicia precisamente a partir del desencuentro. 3. lo similar. 5. Hay ejemplos tempranos de la elevación a la categoría de héroe de personajes muertos. Se les adjudica retrospectivamente el fracaso del héroe o del líder carismático o la posibilidad de disolución del sistema social. entonces. y de allí deriva el tér- Efectivamente. que encuentra rasgos que permiten sentirse y hallarse parecidos. establecer una semejanza. y no se deja llevar fácilmente a ocupar las posiciones deseadas. intervenían en los asuntos humanos. como los dioses. es decir. Su papel en la tradición helenista está ligado al culto de los muertos. lo cual comporta un exceso de significación que obstaculiza su conocimiento o puede llevar a su anulación. cuya raíz es semejante a guever. véase Vegh (2001). alterándose a su vez. y leitgaber. El héroe recibe. cualidades sobrehumanas y poderes especiales. El héroe es una categoría ligada a la veneración de los antepasados. Aunque se supuso que los héroes. Se relaciona con la apariencia. y es a partir de ahí que está la posibilidad de alterar a ambos. por la condición de muerto. desde las diferentes posiciones mencionadas. “varón”. Un problema no menor para el sujeto es que el otro excede sus deseos y su proyección. inevitablemente. puede ser revestido por la proyección del yo en distintas variedades y registrado a través de ellas. su esfera de acción era más localizada. El otro. Estas distintas caracterizaciones muestran la complejidad derivada de las posiciones del yo y del otro. 123 . “sobrepasar una dificultad”. La consideración de aquello del otro que el sujeto puede o no asimilar nos lleva a la cuestión del prójimo y el ajeno. Freud (1930: 106) desmenuza este proverbio con su agudeza habitual: ha de amarlo. También si es familiar o amigo de nuestra comunidad. Es decir. y el riesgo permanente al que se ve expuesta la cultura que ha de recurrir a identificaciones y vínculos amorosos de meta inhibida para ponerle límite. dice. si ese amor es valioso para el propio sujeto. si no se parece a mí o si sus ideales me son ajenos. si es un ideal o se me aparece como teniendo mayores cualidades que yo en relación con ese ideal. proclamar y creer en este proverbio no se acompaña del “hacer” que caracterizó las sangrientas guerras políticas y religiosas que buscaron la sumisión y frecuentemente la aniquilación del otro. La historia de la humanidad permite constatar que el “decir”. Otra perspectiva resulta si enfocamos las relaciones de poder y su alteración bajo la forma del exceso de poder. citado en el Antiguo y Nuevo Testamento: “Amarás al prójimo como a ti mismo”. a mi criterio. el motivo originario de la alteración de los vínculos sociales. en la hostilidad primaria. Freud habla de la pulsión agresiva que. Freud produce. si no le encuentro valores. desde el privilegio de lo sexual. aquello por lo que lo amo se pondría en suspenso con un extraño. cuestión sumamente delicada en las relaciones humanas. Como se recordará. El criterio de merecimiento pone al yo.mino semblante. si el otro lo merece y puedo amarlo como a mí mismo. a derivados del complejo de Edipo. en referencia al rostro como el lugar privilegiado donde se lo busca y donde se cree posible encontrar. Para justificar tamaña intolerancia el sujeto debió ubicar al otro en la posición subjetiva de no prójimo o de enemigo. en la posición de jurado que ha de juzgar y absolver o castigar. Si pensamos al sujeto. o a otro en quien lo delegue. al cual el criterio marxista consideraba determinante. remite la diferencia entre quienes tienen y quienes no. Su formulación de la pulsión agresiva como una base de las relaciones interpersonales tiene coherencia. otras veces se despliega per se. y lo es cualquiera que no reúna las condiciones expuestas. Freud (1930) tomó y analizó el proverbio tan conocido. dos deslizamientos: toma a la familia como modelo de la cultura y. y se nota en su crítica a las consecuencias del papel de la propiedad privada. Se sobreentiende que puedo decidir no amarlo si no lo merece. aunque a veces se vale de una provocación para desencadenarse. Ve ahí. en la pulsión agresiva. la fa 124 . No se podría seguir siendo el mismo después de hacerle un lugar a la inscripción de esa novedad aportada por el otro. las conclusiones pueden ser bastante distintas.milia y la cultura como tres mundos heterogéneos (véase el capítulo 6). La identificación sólo puede tramitar las pequeñas diferencias. identidad y semejanza. que los seres humanos son semejantes en el hecho de que cada cual es diferente de otro. ya que éste supone tramitarla por identificación y requiere un arduo trabajo para hacer lugar a la imposición. lenguas o costumbres diferentes no debieran empañar la idea de que todos somos seres humanos. Incluir la ajenidad del otro obliga a modificar la propia subjetividad erigida en ideal así como la del conjunto social al cual se pertenece. donde la partícula a señala para o hacia. cuando adquiere la forma de una ajenidad resulta difícil y trabajosa de ser inscripta en el yo. distintas confesiones religiosas o costumbres. El sentimiento de pertenencia también es instituyente del sujeto a partir de la cultura que le impone sus marcas. Pequeños desde un pensamiento de la semejanza donde las peculiaridades de su inclusión en etnias. Un punto de vista resulta de considerar. considera lo humano a la medida del propio sujeto. véase Berenstein. con idas y vueltas. Desde la pertenencia se observa que lo disímil y la ajenidad establecen una no pequeña diferencia. regidos por lógicas diferentes. basado en la idea de la exaltación de lo que considera pequeños detalles en la diferencia de las personas. mar 125 . La humanidad se debate en este enorme trabajo. de la que inextricablemente forma parte y a la que la familia misma pertenece y transmite inconscientemente. 1990b). privilegiado con la modernidad. aquellos que portan una ajenidad evidente. Otro punto de vista. Veamos por ejemplo cómo continúa Freud en el análisis de lo que llama el narcisismo de las pequeñas diferencias (respecto de este punto. los de diferente color de piel. como lo hace Hannah Arendt (1958). en el sentido de una modalidad de escritura y de direccionalidad. Esta es la base donde se apoyan los prejuicios hacia los extraños. Anotar. Más aún. y éstas se producen con aquellos a quienes se considera prójimos y no con los otros ajenos. con relaciones de suplementariedad y no de complementariedad y que requieren herramientas conceptuales diferentes. o sea todos aquellos que sin saberlo cuestionan la idea de totalidad. lentamente va logrando anotar esa ajenidad. La semejanza puede ser de variada naturaleza y la imagen es una de ellas. pues. como semejanza nuestra [. parecido a él. Dios al ser humano a imagen suya. el signo con el que quedará registrado. alrededor de la exclusión y la siempre indecisa posibilidad de aceptar la ajenidad. “un individuo experimentado advierte el estado del niño” (1950: 362). Podríamos agregar que un individuo experimentado parece ser aquel que.. etc. que mueve y orienta permanentemente al sujeto en esa dirección. Pero esta formulación de la creación de lo semejante puede ser encubridora de una vivencia profunda de diferencia. el pasaje de politeísmo a monoteísmo. El sujeto humano estableció la creencia. haya acentuado ambivalentemente esa posibilidad de unificación del psiquismo. Así. los padres pueden creer que sienten como el bebé pero también registrar que no son él. excluyendo la igualdad. Quizá el pasaje de muchos dioses cotidianos y familiares a un solo Dios. Lo hace cuando es producida por la acción específica. a imagen de Dios lo creó. Es un paso no menor. una de ellas como original y la otra como una suerte de copia.) no modifican la recepción de los estímulos endógenos. 11) dice que la descarga así como la alteración interior (expresión de las emociones. berreo. transmitió y luego dijo que Dios creó al hombre y lo hizo a su imagen. sólo posible por un auxilio ajeno. puede tener la posibilidad de establecer esa ajenidad radical. a su semejanza.ca un camino que orienta la nota. mediante la identificación entre los creyentes. Veamos la conocida frase del Génesis 1. 26 y 27: Y dijo Dios: “Hagamos al ser humano a nuestra imagen. Cuando trabaja la vivencia de satisfacción (pág. la que halló en la naturaleza y en los otros seres animales y humanos. macho y hembra los creó. siendo un semejante. inaccesible. Quizá convenga volver una vez más al “Proyecto” de Freud (1950a). y establecer una posición desde la cual habrá una zona irremisible de no conocimiento del otro que llevará a pensar e 126 . De allí pudo haber producido a Dios a imagen de una humanidad con una alteridad radical. ] Creó. Dos personas son semejantes si la imagen de una remite a la otra. la notación. Aclara la Biblia de Jerusalén (1975) que semejanza atenúa el sentido de imagen.. imaginar la posibilidad de relación. Se puede conectar con lo que dice en “El problema de la cualidad”: La conciencia nos da lo que se llama cualidades, sensaciones que son algo otro [anders sind] dentro de una gran diversidad, y cuya alteridad [Anders] es distinguida según nexos con el mundo exterior. En esta alteridad existen series, semejanzas, etc..., cantidades no las hay aquí en verdad (pág. 352). Las series y las semejanzas son modalidades de esa alteridad. El individuo experimentado es el que puede mantenerse como Anderer frente al que considera Anderer, no otra cosa son el niño y la madre o el padre. El otro ha de realizar una acción en el mundo exterior y el infante ha de hacerlo en su interioridad, que es exterioridad para el otro que habita en ese espacio que no es el cuerpo del bebé. En esa alteridad ha de existir ajenidad y presencia, junto con series y semejanzas. Dos exterioridades irremisibles una a la otra y que inician el camino de la identificación para reducir esa alteridad. La experiencia indica que esa reducción es imposible a pesar de los ingentes esfuerzos de las partes vinculadas, y eso lo saben bien madres e hijos que transitan a su manera el camino de la diferencia y la ajenidad, aunque el discurso sea el de los parecidos y las semejanzas; estableciéndose “ese divorcio completo entre vivir y decir, ese enfrentamiento que ellos mismos ignoraban”, como dice Todorov (1989: 11). Una vez instituido el sujeto, la tarea es diferenciar el objeto deseado del objeto real. A partir de ahí se presentan distintas posibilidades de conexión y diferencia entre la percepción del objeto y el objeto deseado. Se realiza a través del juicio, esa función primordial que deberá determinar del otro la existencia y la atribución -como señala Freud (1925)- y la presencia (Berenstein, 2001a), tres caminos fundamentales en el establecimiento del lugar del otro y del sujeto. Freud en el “Proyecto” caracteriza como prójimo al objeto que brinda una percepción donde se muestra parecido a sí mismo, al sujeto, pasando la semejanza por el propio cuerpo. Entonces ese complejo del prójimo se separa en dos componentes: uno se mantiene reunido como una cosa del mundo -mundo al cual se buscará remitir a alguna noticia del propio cuerpo—; el otro componente de la diferencia podrá serlo a partir de un trabajo psíquico. Una actividad del objeto puede producir 127 dolor en el yo y se caracterizará como objeto hostil, y otra puede producir placer y se acercará al objeto deseado. Eso ajeno e inconstante a todo recuerdo y a toda representación, no siempre presentará dolor o placer, sino que muchas veces produce asombro y extrañeza, que serían componentes de la perplejidad. Suponerlo capaz de producir dolor es posterior a una conexión, muchas veces falsa conexión/transferencia con el objeto hostil. Es que desde la semejanza toda percepción de lo distinto puede ser registrada como hostil. Desde la alteridad puede provenir lo hostil que promueve la defensa y la repetición, pero también lo novedoso, aquello que puede modificar al sujeto en una situación, allí donde sus prácticas lleven a instituirlo de otra manera. Después de todo la semejanza es lo que aparentemente aprende a hacer el aparato psíquico en nuestra cultura, ya desde los griegos, después de haber desconocido que ese mecanismo incluye las distintas maneras de suprimir lo ajeno del otro. 6. EL AJENO Ha sido y aún es presentado bajo la figura del desconocido, el forastero, el inmigrante, el extranjero, 4 el hereje, el refugiado. Las relaciones con él se dan entre la hostilidad y la hospitalidad, la primera más espontánea, ubicua, persistente y siempre actual aunque variada a través de los tiempos, y la segunda proveniente de regulaciones y prescripciones sociales que instan a controlar, nunca lográndolo del todo, la desconfianza ancestral hacia quien, por su sola presencia, por su carácter de otro, produce una herida en la propia certeza. Desde la historia más remota la tendencia es a considerar al ajeno como a un potencial enemigo, a quien se hace habitar por fuera de los límites de la Ley. Luego las prescripciones tratan de negar y transformar imperfectamente los impulsos hostiles y 4. El término inglés alien, aunque recoge los significados de extranjero, de no semejante, de residente no naturalizado, perteneciente a otra raza, adquirió para ese idioma un sentido más persecutorio, hostil y conflictivo. En las décadas del ochenta y noventa, el cine norteamericano produjo una serie de películas con ese nombre, para contar las vicisitudes precisamente con un ser extraterrestre. 128 agresivos que surgen frente al extraño. Dice el Antiguo Testamento: 5 [... ] que hace justicia al huérfano y a la viuda, y ama al forastero, a quien da pan y vestido [...] Amad al forastero, porque forasteros fuisteis vosotros en el país de Egipto (Deuteronomio 10: 18 y 19). Cuando un forastero resida junto a ti, en vuestra tierra, no le molestéis. Al forastero que reside junto a vosotros, le miraréis como a uno de vuestro pueblo y lo amaréis como a ti mismo: pues forasteros fuisteis vosotros en la tierra de Egipto (Levítico 19: 33 y 34). En el Antiguo Testamento se distinguen tres tipos de extranjeros (Haag y otros, 1978): el que es extraño a la estirpe y al pueblo (hebr. Zar), el que es forastero, es decir de permanencia transitoria (nokrï) y el que se establece en el país (gër y en otras partes tosab). El primero, de inmediato es considerado un enemigo, el segundo no tiene derechos y ha de ser tratado según la caridad, y el tercero puede ser recibido por la comunidad. La figura del que se estableció en el país incorporándose al pueblo mediante la identificación pasaba a ser prosélito, el que se acerca. El pagano era convertido al judaísmo mediante la circuncisión y la observancia de la ley. Pero, según el Deuteronomio (2 a 9), está establecido que algunos grupos tendrán una exclusión absoluta del pueblo de Yahveh, a saber: los que tengan los testículos aplastados o el pene mutilado; el bastardo (hebr. mamzer: desconocido, en tanto descendiente de matrimonio entre israelita y extranjero), que no será admitido ni en la décima generación, así como tampoco el amonita y el moabita por el mismo tiempo. En cambio esta prohibición no tiene lugar con el idumeo, porque es un hermano, ni con el egipcio, por reciprocidad al haber sido su forastero. Hay una estricta clasificación donde alguien ha de quedar radicalmente afuera, en tanto otros extraños, mediante la identificación, podrán ser considerados semejantes o prójimos, lo que a su vez permite la puesta en juego del precepto 5. A este precepto bíblico nos referimos anteriormente a propósito del prójimo. 129 del amor al prójimo como está indicado en Levítico 19: 33. El amor no parece ser extenso ni indiscriminado sino que comprende hasta ese borde dado por la identificación. El vecino, quien está del otro lado del borde, a quien determino y me determina por la vecindad, puede ser considerado semejante y posibilita la convivencia. Pero puede transformarse en ajeno. Entonces deja de ser tolerado y deberá ser ubicado en otra zona alejada del límite, porque se requiere no verlo y que no nos vea, llegando al caso extremo de eliminarlo en tanto enemigo. Con el dogma de la muerte de Jesús por parte de los judíos, coincidente con el establecimiento de la Iglesia como institución, cerca del 400 d. C., se ubicó a éstos en la terrible situación de perseguidos, forzando las marcas agregadas a la ajenidad y ubicándolos como extraños para descargar todo el peso del prejuicio, esta vez desde una religión que se había forjado diferente con respecto a aquella de donde había partido. Después, para aquellos que no seguían la línea devenida oficial dentro de la Iglesia apareció ese otro ajeno llamado “hereje”. La herejía durante la Edad Media se manifestaba en forma de crítica y protesta al cristianismo. Herejía quiere decir “elección” (Bonnassie, 1981), personal o colectiva, que puede llevar a disentir respecto de los valores y conceptos establecidos oficialmente y aceptados por una mayoría. Hereje significaba que el individuo pertenecía a una doctrina o escuela en la época helenística, una dirección dentro de la ortodoxia. En el cristianismo pasó a caracterizar a quien sostenía una doctrina considerada errónea, que por lo tanto debía desenvolverse por fuera de la Iglesia. Para Aristóteles el mundo comprendía a los griegos y a los no griegos o bárbaros, los esclavos naturales. Alejandro, educado por él, estableció los casamientos interraciales y el común servicio en el ejército, con lo que realiza un pasaje de la polis a la cosmópolis. Esta idea de ampliación puede haber sido retomada por Pablo para establecer una religión que incluyera gentiles, es decir, una religión no exclusiva de los judíos, comunidad de donde él provenía por origen, ni exclusiva de los griegos, de donde él provenía por educación. Lo perturbador del hereje es que cuestiona los fundamentos que con el tiempo adquirieron la forma de dogma. Se suele oponer herejía a ortodoxia, el seguimiento fiel de lo oficialmente estable- 130 aunque la ley 131 . cuya expresión política se daría con la máxima: “Francia para los franceses”. A los efectos de considerar a ese ajeno que es el extranjero. fuera de un límite pero dentro del país que los requiere para cubrir sus necesidades laborales. que no parece elección cuando está suscripta a la mayoría. con predominio de la raza blanca. representada en la asistencia médica gratuita o en la protección social. analiza por qué eligió a Pablo como modo de examinar la conexión entre sujeto y verdad. que se expande hacia el semejante y se altera fuertemente con la presencia del no semejante. las ideas de superioridad racial o por color de piel. Los no nacionales en muchos países están por fuera de esa ley. tanto franceses en Francia como españoles en España o argentinos en la Argentina. En la base de este tratamiento al ajeno hallamos el sentimiento identitario. y actualmente las ideas acerca del inmigrante. agudizado luego. Alain Badiou (1997). Se pregunta cómo responder a la pregunta sobre qué es un francés si no es por las medidas discriminatorias y persecutorias que surgen desde lo estatal hacia lo considerado no francés. parecidos en mi criterio. cuestionada por el hereje. especialmente en relación con los derechos. otra para los extranjeros integrados o integrables y finalmente para los extranjeros no integrados. Frente a los intentos de establecer algún tipo de semejanza en la pertenencia. con no poca intensidad y con el tono epocal de cada momento histórico. que elige y que al hacerlo cuestiona la elección de los otros.cido. a quien se le adjudica el despojar de los puestos de trabajo a los ciudadanos nativos. Describe una tendencia que considera notable. y se puede extender a todo el conjunto de lo que son o fueron los Estados nacionales previamente a la globalización. el prejuicio y la dura discriminación con el ajeno o el extranjero. por los sentimientos locales ligados a la idea de Estado. en la época de los Estados nacionales. vuelve. a las dos últimas categorías de extranjeros según el Antiguo Testamento. Sostiene que el Estado estaría obligado a admitir una región de la ley para los franceses. La intolerancia religiosa. lo que supuso la ajenidad y desvalorización de la negra o amarilla. muestran la ubicación de las minorías como extraños. La ortodoxia opera con la búsqueda de identificación. La ley rige y protege a los nacionales. turcos en Alemania. Según Agamben (2001). Es contradictorio llamar refugiado a quien no tiene refugio pues fue privado de él. inglés. 132 . Frente a lo que el ajeno suscita.merece ser considerado como la figura central de nuestra historia política. magrebíes en España. no tiene derecho a su identidad nacional y sin embargo no pertenece o no acepta una nueva. etc..no los ampara. en cuanto quebranta la vieja trinidad Estado-nación-territorio. argentino.” Agrega que la serie campos de internación-campos de concentración-campos de exterminio. fueron y son lugares de control y desaparición de refugiados. El ajeno no permite una unidad identitaria. Dice el filósofo italiano: “. etc. ya que no incluye a los extranjeros. el refugiado -esta figura aparentemente marginal. y la hospitalidad. estableciéndose así una especie de clandestinidad estatal. y es esto lo que el extranjero por su sola presencia niega. el de lo instituido. bolivianos o peruanos en la Argentina. Se desentiende del conjunto al dejar afuera uno de los subconjuntos. Aparecieron al final de la Primera Guerra Mundial cuando fueron desplazadas millones de personas. Cada país tiene los suyos. y no fueron los últimos. Lo suplementario propone al sujeto una tarea inacabable de inscripción. al espíritu humano se le presenta el problema de resolver entre la hostilidad.. años después de las leyes raciales en Alemania y en la España posterior a la Guerra Civil surgieron nuevas masas de desplazados. Sean árabes en Francia. Es que el principio identitario parece ser muy riguroso para definir el ser. quien es francés. A lo nacional se atribuye una verdad que en tanto tal es tomada como universal. que la representación personal o nacional no abarca. Como señala Agamben. que conduce al rechazo y la eliminación. son tomados como el ajeno que resulta recluido dentro del territorio y por fuera de los límites de la ley que regula al conjunto identitario. que lleva a alojarlo. especialmente vigente desde el siglo XX. Bélgica en 1922 y Austria en 1933. Hubo leyes estatales que privaron de nacionalidad a sus propios ciudadanos: como fue el caso de Francia en 1915. y su presencia impone una marca que nunca tendrá la posibilidad de constituir una unidad complementaria. a quienes considera como un no conjunto. El refugiado es otra figura de la ajenidad. Allí la representación fracasa. se consideró al sujeto como parte de Dios. con quien el cogito afianzó y consolidó la noción de yo. SOLIPSISMO En filosofía. durante la vigencia del pensamiento cristiano-feudal. se instituyó una subjetividad centrada en el yo. característico de la sesión. es considerada mayoritariamente una respuesta inconsciente a la transferencia inconsciente del paciente y. lo que ocurrirá si el sujeto se ha de vincular con ese desconocido. puede observarse que desde los primeros siglos de esta era hasta el siglo XI. siendo éste causa del efecto de pensar. Si tenemos en cuenta un brevísimo recorrido histórico. solus ipse. Y en psicoanálisis se lo usa para describir la remisión de lo ocurrido en la práctica del entre-dos. se dice que le corresponde a él. Desde ya que el “sólo yo” del paciente tiene relaciones con objetos internos y muchas relaciones con objetos llamados externos en referencia a los que habitan en el mundo exterior. El pensamiento burgués alcanzó su expresión más nítida en Descartes. se altera la estabilidad del sujeto. del cual Goethe diría que era un micromundo. el ajeno obliga a cuestionarlas a quienes se oponen al movimiento de devenir de otra manera. 7. dada por las vicisitudes de la interioridad del sujeto. solipsismo es la formulación que reduce lo existente al “sólo yo”. Es que su presencia cuestiona la propia subjetividad y las representaciones sobre las que se sustenta. tomando 133 . Pero su misma denominación de “objeto” remite a un pensamiento de determinación única. en tanto aparato psíquico estructurado a partir del mundo infantil o mundo interno y de su constitución temprana de las relaciones objetales. una nueva organización del espacio.Cabría preguntarse el porqué de esa casi permanente desconfianza hacia el ajeno. Con Freud se estableció la pérdida de la unidad del yo. por lo tanto. referido como “yo” en sus relaciones de objeto. que en cambio los semejantes confirman y no cuestionan. En cuanto a la contratransferencia. En el siglo XI. por lo cual una noción como yo era impensable para esa época. interno y externo. A través de esa relación se afecta. que sería la modalidad que incluye al analista. como consecuencia de la formación de los burgos. casi exclusivamente al “sólo yo” del paciente. que en realidad reservan al sujeto esa ubicación hegemónica. Invocar este peculiar pensamiento en psicoanálisis despierta resistencia. con cada otro significativo y con la pertenencia social. desde el punto de vista de la práctica. que va desde una interioridad con cierre a una exterioridad. la relación con el analista.la relación con los otros del parentesco. o que supone que ésta entra a un espacio con clausura. se requieren otras formulaciones para la polaridad interno-externo. El solipsismo se discute en relación con lo que se llama el acceso al mundo exterior y sus múltiples vueltas. que implican la remisión y reducción a la interioridad del yo. estableciendo no una sino múltiples determinaciones subjetivas.como fundamento su escisión a partir del descentramiento que lo inconsciente introducía respecto de la conciencia. y una contradictoria subjetividad fuertemente anclada en la centralidad del yo. Todo lo que establezca un centro y una determinación. lo que se considera retornos. produjo un nuevo y más radical descentramiento. la relación con el otro. Dado que se trata de una conjunción. pero su debate filosófico se aleja de nuestros fines. Un ejemplo de relación es la transferencia misma y. como la basada en la cinta de Moebius. El solipsismo ha tenido sus propios críticos. al quedar establecido que no se trataba de una única determinación quedó cuestionado el principio de determinación. Es necesario tomar conciencia de la disparidad entre un discurso que habla de tomar en cuenta el mundo de los otros. o nunca perdió del todo. Laplanche (1992) hace la misma crítica cuando resalta el re- 134 . Recuerda ese otro espacio del pensamiento religioso en el cual la interioridad se da como el acceso a Dios. La misma manera de enunciar esa relación al hablar del acceso al. no dependientes unas de otras: lo pulsional. No obstante eso. o del. tiende a las formulaciones solipsistas. La teoría del vínculo. el yo modificado recuperó. mundo exterior. que lo registran como un ataque a una teoría que jerarquizó -cómo no reconocerlo. irritación y molestia en algunos colegas. especialmente los padres y hermanos y con los otros sociales. marca ese movimiento con una direccionalidad. Efectivamente existen otras concepciones. Así. en forma manifiesta o encubierta. su centralidad y hegemonía como determinante de sus acciones. como venimos exponiéndola. pero en el retorno a la centralidad del paciente se minimiza lo que tiene de relación subjetivante. Volvemos a recurrir a Lévinas (1979): 135 . cuyo mecanismo predilecto es la puesta a distancia y refugio en la posición observadora y no participante. usa generalizaciones para aplicar y explicar al mundo que lo rodea. d) las formaciones narcisistas donde la investidura libidinal del otro lleva a incorporarlo. verdadera revolución copernicana. No tiene que ver con producciones psicopatológicas o variados mecanismos psíquicos tales como: a) el pensamiento autorreferencial o aquel basado en convicciones (Berenstein. Se expresa de muchas maneras. El yo es ciego a su propio centramiento y éste sólo se hace visible en la relación con el otro. en su decir. con sede en el yo. cubierto y confundido con las cualidades ubicadas desde el propio yo. tienen sus avances y retrocesos. a la manera de una formación delirante privada. pasaje que quizá no puede realizarse de una vez y para siempre sino que. Esto nos pone ante la cuestión de si al psicoanálisis le es posible detectar en su seno sus propias producciones solipsistas. es propia de la teoría. Esta modalidad de pensamiento solipsista. al decir de Liberman (1983). 1986). como otros movimientos emocionales e intelectuales. creencias que. después de la pérdida del objeto.torno de lo ptolomeico en las propias formulaciones psicoanalíticas de Freud. o ellas deberán ser señaladas por fuera de la propia disciplina. Recuérdese que el narcisismo secundario es pensado como el retorno de esas investiduras al yo. c) la identificación proyectiva: en base a la fantasía de ubicar partes activas de la personalidad en el objeto y la posibilidad de confundirse con él. También habría que agregar que lo vincular se constituye como otra de las heridas narcisísticas de la humanidad. que ha impregnado el psicoanálisis en el curso de su desarrollo. El solipsismo es a la intersubjetividad lo que Ptolomeo es a Copérnico. desde donde se impone la referencia al yo. tratando cada vez de ir un poco más allá. El solipsismo es una manera de pensar el mundo en la cual los hechos en los que el sujeto participa son pensados desde una determinación proveniente de sí mismo. o podrán emerger a partir de un descentramiento como el producido desde las formulaciones intersubjetivas con sus producciones clínicas y teóricas. b) formaciones esquizoides de la personalidad. y ha despertado una oposición enérgica. manifiestas a veces pero más aún cubiertas por formulaciones aparentemente relacionales. pero no hace desaparecer el solipsismo porque su elemento. 136 . Por ello. Siempre queda un plus insondable.Al englobar el todo en su universalidad. La posibilidad de convertir la objetividad en subjetividad es el tema mismo del idealismo. Cuando los otros son considerados objetos. sino en razón de la universalidad del conocimiento. la razón se encuentra ella misma en soledad. Todo objeto puede ser dicho en términos de conciencia. Ser “puesto a la luz” significa ser iluminado y poseído o poseíble. la razón no encuentra jamás otra razón con quien hablar. por lo tanto conocible y no excluido de la razón. La objetividad de la luz es la propia subjetividad. puesto a la luz. Este plus. El solipsismo no es una aberración ni un sofisma: es la estructura misma de la razón. y es ante eso y ante lo difícil que es amarlo que emerge en lo emocional y en lo intelectual la actitud solipsista en la relación con el otro y en el conocimiento. es decir. no habría posibilidad de otro. es decir. La intencionalidad de la conciencia permite distinguir al yo de las cosas. amado. pero es incapaz de encontrarnos un interlocutor. la luz. Quizá suceda así cuando el sujeto se enfrenta con la siguiente situación descripta por Bochensky (1965: 170) al referirse a Max Scheler: El amor genuino (como el odio genuino) tiene que ver siempre con el valor. pero es siempre amor de una persona. Para la concepción solipsista todo es luz y no habría resto. La objetividad del saber racional no elimina en absoluto el carácter solitario de la razón. el sujeto se hace dueño solitario del mundo exterior. Se endereza hacia la persona como realidad a través del valor de persona. de lo ilimitado de la luz y de la imposibilidad de que quede algo fuera de ella. nos hace dueños del mundo exterior. que es una filosofía de la razón. y desde esa posición dialoga con ellos. no de un valor en cuanto tal. del yo. Y no a causa del carácter “subjetivo” de las sensaciones que combina. El análisis del “amor por una persona” muestra que la suma de valores de una persona amada no puede cubrir ni con mucho nuestro amor por ella. Scheler llega a afirmar que no es posible amar el bien. constituye el verdadero objeto del amor. la persona concreta del Considero que ese plus es lo que llamamos ajenidad. Su pertenencia a ella le da. Muchos 1. nacido desvalido. 2. como dice J. Spitz (1960) decía que el hombre es un animal altricial. que. Aun así. una modificación en su naturaleza. ocurrida en algún momento de su evolución. Nace inmaduro y requiere cuidado y alimentación por algún tiempo después de nacer. (Moreno. “Si llamamos ‘U’ a lo humano de lo humano (aquello presente en el hombre que jamás logrará el mono) y ‘A’ a lo animal presente en nosotros. la misma existencia de A y de U no es sino efecto de haber concebido su diferencia. sostienen la cabe 137 . A ello se agrega el lugar fundante del mundo infantil y las experiencias tempranas de amparo con los objetos parentales que dejan sus inscripciones representacionales2 así como la pertenencia a un mundo social. entre esa A y esa U deben existir complejas interacciones no representables por esa simple ecuación. podríamos decir que el humano (‘H’) surge de la suma de A y de U (H=A+U). 2002a). puede ser válido pensar que en el humano confluyen su animalidad y cierta otra cosa”. lo que le daría una posición diferenciada en la serie animal. LOS OTROS Y EL MUNDO SOCIAL La mayor parte de los autores del campo psicoanalítico y de otras disciplinas consideran al sujeto humano determinado por lo que lleva dentro de sí. Moreno.CAPÍTULO 6 LOS ESPACIOS PSÍQUICOS 1. Por supuesto. como el ternero. 1 La teoría psicoanalítica ha hecho un corrimiento de lo instintivo (lo animal) a lo pulsional ligado a la representación (lo humano) y al objeto. En cambio. EL SUJETO. después de tres meses comienza a percibir visualmente y responde con una sonrisa al rostro sonriente del adulto. lo humano de lo animal. es decir. es más. son precociales aquellos animales que. o como un obstáculo a dejar de lado para seguir el propio camino. La creencia en la unicidad del sujeto lleva a considerar que las variadas situaciones por las que atraviesa son despliegue de la que. allí se observará a un sujeto enajenado. Ello modela su subjetividad. el sujeto y el mundo social. así como por el mundo público al cual pertenece. están cubiertos de plumón o vello. mediante la función del juicio. pero también por la relación con los otros significativos actuales además de los pasados. las comprende a todas. original y pasada. En los historiales clínicos psicoanalíticos hay frecuentes referencias a la “irrupción” de la realidad. y son capaces de andar. Allí se destruyen otras pertenencias. lleva a dos tareas: inscribir su pertenencia y. optar por la manera de pertenecer.lo pensamos como determinado por lo pulsional y lo infantil. que se constituye en un obstáculo resistencial a despejar para acceder al mundo interno. ante la amenaza de su diversificación. siendo única. En el otro extremo se supondría que la situación está determinada únicamente por los conflictos internos. La relación entre el sujeto y los otros. La realidad externa será vivida como algo existente por fuera. y crece la convicción de que en la pertenencia social no hay ajenidad y ésta sólo se adquiere alejándose de ella. a quien los otros ven como extraño por la significación personal que le otorga al mundo que lo rodea. afecta la relación con los otros y altera el mundo que lo rodea. sin una determinación única. Recientemente apareció en los periódicos la noticia de que un padre de la comunidad kurda que vivía en Suecia había za libremente desde el comienzo de la vida y su orientación visual está presente desde el nacimiento. que no requerirá modificar ni observar el modo de su pertenencia. 138 . Si lo social fuera considerado la única determinación. con lo cual no le quedaría más recurso que cumplir ciegamente sus requisitos. y su incidencia se registrará como irrupción. Es decir. el sujeto se sentiría dependiente de su medio por completo. con su resultado de entrega y adherencia a la comunidad. determinándose en cada situación. lo que anularía toda forma de ajenidad y por lo tanto de diferencia. La noticia periodística continuaba relatando que el primer ministro sueco había calificado de trágico que una joven capaz. se llaman arreglados. Al parecer. Es frecuente que no se entiendan. ésta habría dicho en un juicio anterior que el único medio que tenía la familia para recuperar su honor era matarla. Demasiado frecuentemente pasamos por alto que nuestra civilizada elección tiene restricciones familiares. El carácter conflictivo de la relación familiar había ocasionado el sentimiento de pérdida. 139 . el marco social y familiar lo orienta hacia la humillación. Asimismo. o en realidad no se acepten. pero como estaba acompañado de vergüenza. Sin embargo. pero no de la joven. aquella que se sostiene en las relaciones con los otros de la comunidad. basándose en que conoce las peculiaridades de cada contrayente y de cada familia y entonces aproxima lo que a su criterio puede combinar mejor. Podría ser considerado un sentimiento personal del padre o de otros miembros.matado a su hija por la deshonra familiar irreparable debida a que ésta había formado una pareja con un joven sueco. de pertenencia social y económica. que llevan a realizar una elección libre mucho más restringida de lo que estamos dispuestos a aceptar. Cada joven tiene la posibilidad de aceptar o no la elección. Comentario clásico de quien supone que hay una sola manera de vivir la vida. no viendo que desde su pertenencia social la vida de los otros depende de la propia. tener una existencia ausente. estamos ante lo que era un conflicto interno y también familiar. la de quien habla. y se las mida y critique desde las propias como si las otras fueran bárbaras y primitivas. El padre dijo que resultó humillado ante todo el mundo. costumbres diferentes y ajenas. Perdida puede tener varios significados pero básicamente tiene el de haberse o haberla extraviado. guapa y valiente fuera asesinada sólo porque quería vivir su vida. En lo que respecta a la joven kurda. y no encontró otra forma que matarla ya que era una perdida. la joven habría sido amenazada por el padre y el hermano ante su negativa de volver al país natal para cumplir con un matrimonio de los que. podría caracterizarse como falta de libertad de elección a los matrimonios entre jóvenes religiosos ortodoxos judíos arreglados a partir de las sugerencias del rabino de la comunidad. no poder hallarse ni hallarla ya como alguien con sentido. especialmente ligado a la subjetividad social. capaz de tener una presencia. un tanto despectivamente. La pertenencia a su comunidad y la subjetividad construida en base a la misma lleva a que la herida parezca irreparable. tenemos que hacerle conocer lo antes posible nuestros valores”. 140 . apresado en una situación edípica vinculada a su historia personal. de la cual él es un brazo ejecutor. No es necesario que sea explícito. Podríamos decir que el padre de la joven eliminó lo que resultaba una ajenidad intolerable. para que el padre se haga cargo de ese mandato. Desde un punto de vista psicoanalítico la situación anímica del padre podría ser explicada por un conflicto interno mal elaborado por el que no acepta desprenderse de su hija. refugiados o inmigrantes de países con crisis económicas. para la familia y para la comunidad. y seguramente no lo es. de ese perseguidor instalado en la hija o en su pareja a quien le adjudica el despojo y el sufrimiento. en muchas ocasiones no son aceptados como extranjeros con sus valores. Los países deberían invertir la ecuación y conocer los valores de los otros. Aunque se les preste un servicio enorme al recibírselos como perseguidos políticos. por lo que ningún argumento derivado de la cultura. de los inmigrantes. Desde el punto de vista individual no debería desecharse esta lectura. los extranjeros que fueron admitidos como tales. de la que sólo se puede desprender mediante el crimen y el alejamiento definitivo. La vida y la muerte no son valores absolutos y su significación depende del conjunto social al cual se pertenece y del contexto de época. para él. y que suponga poder restaurarla eliminando a quien puede llevar a tamaño peligro. en su fantasía. La ministra encargada de la integración en Suecia sostuvo que los derechos humanos también regían para la mujer. Lo que desde el punto de vista jurídico es considerado como el crimen del padre está dictado desde lo inconsciente de la comunidad. la religión o la tradición podía quitarle a una persona el derecho a vivir su vida. lo que no requiere ser preguntado ni para sí ni para los otros. Sus palabras fueron: “Cuando una familia llega a Suecia. razón por la cual cree que es lo dado. Incluso sin poder penetrar en su mundo interno podemos suponer una relación de objeto persecutoria. sino que son instados a renunciar a ellos. no pudiendo permitir el devenir la situación en otra.Cada cual es ciego ante su pertenencia social. en una trama identificatoria que lo lleva a posicionarse como un padre posesivo y dominante. social. El sujeto tanto depende de su pertenencia como puede no ver esa dependencia. la marca de esa pertenencia familiar o social no es única. Además está su historia personal pero ésta ha de ser incluida como un componente de la pertenencia (Lewkowicz. mujer. y también puede ser médico. hijo. resulta de las prácticas y acciones pertinentes. Hay pertenencias compartidas y otras que no son posibles de compartir. La pertenencia configura un espacio y un tiempo de fuerte incidencia familiar y epocal. Ante el ajeno vivido como enemigo (véase el capítulo 4) las comunidades tienen como recurso la posibilidad de eliminarlo frente a la imposibilidad de darle un lugar. haciéndolo cada cual de modo específico aunque formando parte del conjunto. árabe o americano aunque cada uno de ellos también es hombre. En el sujeto. Un sujeto es kurdo. económica o epocal. o padre. Claro está que hay opciones acerca del modo de cumplir estos mandatos. El hecho de pertenecer a un conjunto en una situación. la magnitud y la forma del desenlace conllevan una marca individual y familiar.Ciertamente. política. Comenté anteriormente el concepto freudiano de narcisismo de las pequeñas diferencias para señalar que la investidura narcisista de la subjetividad social y epocal lleva a que las diferencias entre las comunidades sean grandes y no pequeñas y puedan convertirse en una ajenidad no tolerada ni tolerable. • Llamaremos pertenencia a un sentimiento así como a un componente en cada sujeto que es realizado junto con otros mediante acciones y prácticas a través de las cuales se subjetivan. marido o esposa. empleado en actividad o desocupado. histórica. 2000). y para acompañar esta actitud el pensamiento genera convicciones. judío. y su elección de profundas raíces inconscientes en los tres mundos arriba mencionados le hace decidir cómo incluirse en dicha familia o sociedad. hay variaciones en la modalidad de tramitar la ajenidad de los otros. obrero. Desde el momento en que cada sujeto y cada comunidad tiene posibilidad de elegir. religiosa. 141 . sea familiar. diferenciados. No está formalizado si el término inconsciente denomina lo mismo en los tres espacios o si son distintas estructuras. con lo cual éste dejará de serlo. A veces despierta persecución y desconfianza. ajeno. ésta contiene sus formas anteriores pero en una nueva dimensión. En el vínculo entre dos otros. Nuevo sentido equivale a nueva subjetividad.2. No obstante. Cargados con energía pulsional esas representaciones y afectos pugnan por ganar el acceso a la conciencia. lo que se les presenta como ajeno.son distintos. sólo pueden hacerlo a través de un camino sustitutivo. En el mundo interno el inconsciente está conformado por representaciones y afectos a los que el sujeto nunca tuvo acceso o. aquello que consideran incompatible para la relación. Pareciera ser condición del establecimiento del vínculo que se trate de sujetos singulares. que habiendo sido retirados de la conciencia. siempre pertinente a la situación de relación con el otro o con los otros. El sujeto ha de habitar una paradoja que produce un trabajo: la de representarse lo ajeno del otro. desubicación. Decir nuevamente es una redundancia. En el trabajo de subjetivación. pues si se instituye una marca es a partir de que previamente no la había. es decir. Cada uno produce un inconsciente. como dije más arriba. Se diría que es otro para los otros y otro para sí mismo. a veces atracción y desafío. 142 . suspender o dejar afuera. en un momento originario. Este trabajo los hace devenir sujetos de ese vínculo. mundo sociocultural y mundo interno. cuando lo ajeno surge. se puede producir un nuevo sentido desde que lo vincular genera su propio inconsciente. que a su vez es producido por ellos (véase la figura 1) . y se reúnen en el sujeto. produce perplejidad. Deberá haber una actividad permanente de exclusión de aquello que sí parece amenazar al vínculo con la desestructuración. despojados de su posibilidad de retorno. LO INCONSCIENTE DE CADA ESPACIO Los tres espacios —mundo vincular. lo inconsciente se instituye con lo que ambos sujetos debieron suprimir. y que lo sean a partir de instituirse nuevamente desde la relación y haber decidido trabajar lo ajeno. para encontrarse con que el otro ofrece siempre algo no representable. b) los sentimientos de incertidumbre ante la amenaza de disolución del conjunto.En lo social. lo inconsciente se instituye a partir de lo que debe suprimirse o excluirse de aquello que determina la pertenencia de los sujetos y que éstos no deberán percibir desde la conciencia. social en este caso: las creencias y certezas dotadas de convicción y que en tanto tales se requiere desde el mismo marco social no cuestionarlas a pesar de que atañen a 143 . de información. de capitales. Serían: a) las reglas de circulación de los sujetos que caracteriza hoy día lo que se llama el flujo de población. producen el equivalente a formaciones del inconsciente. a) y b). Ambos. El hombre engañado fuertemente considera tan obvios sus engaños que mal puede dar crédito a la buena fe de quienes no los comparten” (Laing. circula para el conjunto como un sistema de conocimientos que aunque resultado de una suposición. otras. Las creencias se relacionan con la fe. Estrictamente hablando no habría creencias individuales. no cree necesario verificar. 6). Se constituyen en una base para el sentimiento de lo obvio. Pero si se examina detenidamente se observará que son compartidas con el resto. Expresadas a veces bajo la forma de las convicciones y delirios privados. permite formar parte de un conjunto. Estando la percepción del sujeto restringida a los órganos de los sentidos. sostener o refrendar lo que Hitler y los nacionalsocialistas sostenían acerca de los judíos que eran un riesgo para la raza aria. se encuentra circunscripta a una porción limitada del mundo. y al ser compartido. a la posición que ocupan en él y al tipo de subjetividad que surge desde allí. desde su provisoriedad evolucionaron hacia el estatuto de creencia. su tendencia es a fijarse. independientemente de si cierta o falsa. donde cada sujeto estuviera con otros. Algunas tienen esas características desde su origen. Tienen capacidad de agrupar a un conjunto humano dado.quienes habitan el conjunto. Las creencias anidan en el sujeto así como en el conjunto. Se relaciona con los prejuicios. algo que antecede e impide el juicio. como el de atribución y el de presencia.hubiera sido difícil si no se estaba firmemente apoyado por un conjunto socioestatal. que fueron en su momento verdades demostradas. tanto el de existencia. Firme refugio frente a la incertidumbre. Creer en las brujas. aunque sostenida individualmente. y precisamente por esta restricción el sujeto debe creer lo que 144 . culturales y epocales. 1968: pág. “Lo obvio puede ser peligroso. son aserciones elaboradas a partir de una premisa. Tienen profundas raíces sociales. aquello que el conjunto decide que “es así” y por lo tanto no requiere ser examinado. y es por ello que no requieren ser entendidas o comprobadas para ser sentidas como ciertas y seguras. que el sujeto aplica a su conexión con los otros. enfrentado a otro con creencias diferentes pero igualmente obvias. que dan precisamente sentido a lo que percibe. Lo obvio es una creencia que. salvo por la elección retórica usada en el relato y el tipo de relación que cada uno establezca con ella. nuestros vecinos.otros -sometidos a la misma limitación. 145 . La primera es que al percibir un tono auditivo. Así. Pero con el tiempo y su enorme desarrollo el psicoanálisis mismo se vio afectado por la acción de sus propias creencias. autoridades. Los estudios de Von Foerster (1994)3 establecen que creer facilita ver. Es tan atemorizante y amenazante el desconocimiento y la incertidumbre. se establece un vasto sistema de creencias. la suposición de que ver permite dar certeza a lo percibido se opone a la que sostiene que es desde el significado que se posibilita la percepción. tomadas desde el núcleo de la cóclea hasta la corteza cerebral. controlando lo que ve. sosteniendo la pertenencia a ese vasto sistema de transmisión social apoyado en lo obvio. nuestro presidente o la autoridad religiosa. dado que facilitan. y ver es un acto perceptivo complejo que depende de los órganos de los sentidos. Von Foerster sostiene que hay dos cosas importantes.dicen que perciben. si bien permitieron al comienzo conocer un mundo nuevo. profesores. no oyó la primera y empezó a oírla bien avanzada la experiencia. maestros. Se trata de experimentos sobre la agudeza auditiva de los gatos. Siendo la creencia básicamente de naturaleza inconsciente. y en el segundo funcionan como un estorbo. otras percepciones. que las creencias encuentran un campo emocional propicio para establecerse. que supone la confiabilidad de algunas voces y no de otras. tanto como impiden. movería una palanca para abrir una tapa y sacar pescado. Creer es una compleja operación central. no se halla signo en los registros de que el gato lo escuche. supervisores. desestimando e invirtiendo la idea popular de ver para creer. Su genialidad le hizo intuir que de otra manera el analista se basaría en lo que otros ven y creen. Después de describir las variaciones registradas con microelectrodos. Si lo escuchara. En el primer caso ayudan a conocer. donde interviene la corteza. Quizá por esta razón Freud estableció que cada analista debiera analizarse para “creer en la existencia del inconsciente”. En el experimento. y al hacerlo pasar por su propia experiencia. que. El gato empieza a oír el tono cuando comprende lo que significa. analistas. También este autor cita trabajos de neuroanatomía y neurofisiología que demuestran la existencia de fibras centrífugas provenientes de la corteza y que se dirigen a la retina. No verificamos permanentemente lo que nos dicen nuestros padres. al instituirse luego se opusieron a seguir el incierto camino instituyente. aunque hubo una señal acústica. También generó su propio siste- 3. ma de transmisión social e institucional. De todos modos no pareciera posible que un conjunto social se sostenga sin creencias. Pero afortunadamente el mismo conjunto de tanto en tanto los impugna. La creencia es un firme obstáculo para el registro de presencia, y remite fácilmente a lo ya inscripto, facilitando los re: re conocer, repensar, representar, repetir, reformular. Aunque se acepte y tolere más fácilmente la existencia de creencias dentro del pensamiento religioso por estar más cerca de la fe, también el pensamiento científico es apto para infiltrarse de creencias y, de ese modo, oponerse a entender los sucesos de nuevas maneras, las cuales con el tiempo y el uso formarán a su vez creencias. Éstas son compartidas a partir de la existencia de un vasto sistema de imposición por el cual el sujeto se asegura vivir con la aceptación del conjunto social o epocal. La pertenencia al conjunto social, económico, religioso o científico supone esa imposición, y la identificación se pone en funcionamiento para elaborar lo impuesto, aquello a lo que no se puede decir que no. Si pertenezco a una comunidad no he de desechar recibir de ella cierta imposición, aunque pueda a mi vez darle alguna forma singular. Si bien los tres mundos que hemos descripto se encuentran separados, el sujeto los relaciona, y eso sugiere una superposición. Veamos algo más de las determinaciones de los espacios, ahora con relación al cuerpo. En el mundo individual tenemos un cuerpo que consideramos privado, no compartido con los otros familiares ni con los otros sociales. Altamente singular, no pasible de ser puesto en palabras y afectado por el funcionamiento de las que son las zonas erógenas, desarrolla una vida alrededor de los orificios y sus funciones, que se fueron privatizando desde el contacto irrestricto de los padres con esas entradas. Siendo representativas de entradas al mundo interno, sólo se pueden trasponer, con permiso o autorización, por poco tiempo, y el ingreso sin consentimiento es del orden de la violación (Meltzer, 1990). En la relación con el otro el cuerpo erógeno vincular está subjetivado a partir de las marcas propias de la relación. El cuerpo vincular es esa dimensión dotada de intimidad, con acceso privilegiado para un otro dotado de especificidad. Los cuerpos son modelados en y por la relación. La vida de pareja hace un cuerpo específico de esa y no de otra relación. La se 146 xualidad de la pareja es única en cada relación, lo humano se establece con la significación otorgada por el vínculo con otro. Cada par de sujetos tiene su sexualidad que resulta irrepetible en otra relación, dada la singularidad de cada vínculo, necesariamente único y diferente de cualquier otro. Desde ellos se ubica lo deseado y lo evitado. La sexualidad en el yo pasó por las zonas erógenas, esas regiones del cuerpo caracterizadas por sus orificios que conectan al yo con la madre, el padre y el ambiente familiar. Una versión atractiva es la de Meltzer -como figura en la pág. 144-, que las considera representativas de puertas de entrada al mundo interno. Cuando el yo se unifica, el narcisismo reúne las zonas erógenas de funcionamiento autoerótico, de pulsiones parciales, bajo el comando y predominio de lo genital. Si se considera la sexualidad como actividad vincular, se observará que no es única, como lo muestra la experiencia tanto clínica como social. Considerar la relación sexual con otra persona que no sea el cónyuge como relación “extramatrimonial”, supone un criterio de unicidad, de relación con una única persona, y encubre la especificidad de cada relación con otro así como que el mismo yo es otro en otra relación. Nada de esto tiene que ver con la promiscuidad y la indiscriminación, que tienen otra caracterización individual y vincular. En cada relación con otro el sujeto deviene otro. La conformación del cuerpo vincular tiene un criterio temporal que hemos llamado cotidianidad (Puget y Berenstein, 1989) y que hemos diferenciado de la habitualidad propia de la pareja de amantes y de la frecuentación característica de la relación de amigos. La cotidianidad se observa en esas actividades familiares de dos o más, como dormir, comer, mirar televisión, ir al cine. Las personas que estuvieron vinculadas y ya no lo están evitan comer si están solas o presentan dificultades específicas en el dormir. La semejanza que, se dice, presentan los integrantes de una pareja con el paso del tiempo, se basa en un mecanismo identificatorio, y el parecido es resultado de dos cuerpos modelados como tales desde el vínculo. De esta manera se asegura la ilusión de haber superado la insistente ajenidad del otro. El medio cultural y epocal genera a su vez un cuerpo. Esto se aprecia bien en los modelos de las pinturas del siglo XVII que se diferencian respecto de los del siglo XX. El cuerpo es 147 modelado por la época y se halla “sometido” a sus mandatos, según los criterios de belleza y salud que determinan tanto la exterioridad como la interioridad de ese cuerpo. Así como se puede decir que las piernas del soldado espartano que sostenían la formación de guerra, esa máquina hoplita, pertenecían más a la ciudad-Estado que al ciudadano, las formas del cuerpo pertenecen más al movimiento de la época que al sujeto individual. Su forma y su modo de funcionamiento, de vestir y de mostrarlo, están fuertemente marcados por esa pertenencia. Podría decirse que los padres y sus representaciones inconscientes marcaron las modalidades de mostrar el cuerpo, establecidas luego como disposición en el niño. Pese al criterio desvalorizado con que nos referimos a la “moda”, ésta muestra la fuerza de la imposición social y, aunque existen marcas de clase social, las abarca a todas ellas. Es difícil de analizar si paciente y analista están impuestos por el mismo criterio epocal, lo cual facilita que se instituya como “lo dado”. Causa una extraña impresión la presencia de un adolescente vestido con traje y corbata, siguiendo las buenas costumbres de una familia tradicional, en un conjunto que porta remeras y jeans. Cada sujeto establece inconscientemente la relación entre las tres dimensiones del cuerpo. Por un lado asiste a una entrega desmedida a las imposiciones de la época a través de la moda, que instituye un sujeto aceptado y sin cuestionamientos; por el otro, a una hiperdiscriminación, en la cual el aislamiento da lugar a un extraño en el conjunto social y familiar. Cada dimensión tiene sus conflictos, y diferenciarlos permite agregar otras dimensiones y no reducirlos a lo infantil ni derivarlos exclusivamente de los puntos de fijación en las primeras etapas. 3. TRES ACTIVIDADES O HACERES DEL SUJETO Para desarrollar este apartado tomaré conceptos de Hannah Arendt, una pensadora que abarcó con sus reflexiones casi todo el siglo XX. Ella describe la vita activa: “las condiciones básicas de la vida del hombre en la Tierra”, y sus tres actividades fundamentales: labor, trabajo y acción. Llama labor a “lo correspondiente al proceso biológico del cuerpo humano”, ligado a las necesidades vitales. Su condición humana 148 es la vida misma y el esfuerzo de mantenerla es su sentido. Cuenta con la reiteración del conocimiento de esas necesidades y cómo satisfacerlas para la supervivencia. Trabajo “es la actividad que corresponde a lo no natural de la exigencia del hombre, que no está inmerso en el constantemente repetido ciclo vital de la especie, ni cuya mortalidad queda compensada por dicho ciclo”. Su condición humana es la mundanidad, la creación de un mundo de objetos durables y que se independizan de quien los produjo, estando destinados a sobrevivirlo. Acción “es la actividad que se da entre los hombres sin la mediación de cosas o materia, y corresponde a la condición humana de la pluralidad”. Por esta última condición “todos somos lo mismo, es decir, humanos, y por lo tanto nadie es igual a cualquier otro que haya vivido, viva o vivirá”. Son sus características la igualdad y la distinción, mejor dicho, la diferencia (Arendt, 1958: 22). El corrimiento del ser al hacer, de la identidad a la actividad, lleva a la condición humana a alejarse de lo que se considera como la naturaleza humana. Aquella, la condición, se produce en cada origen, con lo nuevo de cada sujeto, y supone el irrepetible trayecto que inicia a través de su acción y de la relación con las palabras, pues sin ellas sería violencia. La acción es con otros, pues sería imposible hacer solo. El hacer es el conjunto de prácticas que produce relaciones u objetos y a la vez se produce a sí mismo, caracterizando una situación de subjetividad. Aunque estas actividades formen parte de un conjunto, lo que Hannah Arendt llama labor apunta a lo producido en las actividades corporales y es el prototipo de lo individual. En cambio lo que llama trabajo se da con otros como condición necesaria, ya que no podría darse por fuera de un vínculo. Y la condición de la acción requiere del mundo de los otros, allí donde la necesidad no ocupe ni usurpe la actividad. Se despliega como un hacer entre y con otros, en el espacio público. Bien podríamos pensar que lo que se llama vida privada fue y persiste como resultado de la privación de la vida en el medio público, y la más privada de todas es la que se da en relación con lo corporal, allí donde el propio cuerpo o partes de él son tomadas por el sujeto para relacionarse como si fuera otro, lo que describe la perspectiva de la actividad autoerótica. Pero esta ilusión niega la existencia de lo auténticamen- 149 Luego el papel de la familia. aunque luego dicha concepción fue sacudida fuertemente por las postulaciones que jerarquizaban el papel del otro al acentuarse su posición en el descentramiento del sujeto. donde la vida interna o privada trató de ser preservada de una suerte de invasión o irrupción de la vida pública (Lewkowicz. dada su impotencia motora y psíquica para realizar las operaciones correspondientes a la satisfacción de sus 150 . fue exaltado en la modernidad. se requiere al otro como presencia y luego como soporte de una ausencia que tendrá como base la representación. Fueron investidos por un proceso de idealización del precepto que dice que nadie se conoce mejor que uno mismo. En el vínculo más próximo a lo corporal. Si consideramos los dos modos de concebir la relación del bebé y del niño con los padres. caracteriza a ese espacio privado que en Esparta era considerado opuesto a la acción del Estado y en Atenas era jerarquizado por considerárselo favorecedor. y otro durante la vida moderna. Un modo es el que tiene como base la noción de que el cachorro humano nace en estado de desamparo originario (Hil. La contemplación del otro y de sí mismo como actividad amorosa y vincular. También la vida con otro en esa dimensión llamada íntima es retirada de la vida pública. donde la vida privada e íntima era expropiada de la vida pública. en la pareja y en los padres respecto del hijo o los hijos. 2002).te otro. probablemente derivados de lo que fuera la vida contemplativa cristiana medieval.flosigkeit). cuando se necesita al semejante al comienzo de la vida para suplir las necesidades y a los efectos de la comunicación. Así se destituyó el papel hegemónico del autoconocimiento. y altamente valorados durante el siglo XIX y XX son los correlatos del examen interior en el espacio individual. La introspección así como el insight. encontraremos que hay básicamente tres modelos de esa relación. en el recorrido de la vida pública a la privada se habrían transitado dos caminos: uno. De esta manera. Con lo cual pudo comenzar a postularse que en determinadas circunstancias el otro lo conoce a uno mejor que uno mismo. como en la antigüedad griega. aunque de otra manera. también se constituye a sí mismo en ese hacer operando sobre el que lo obliga a hacer (Lewkowicz. en base a su disposición y a los conflictos resueltos y no resueltos. deberá obedecer y. establece una subjetividad en cada uno de los pertenecientes a ese vínculo. y ese hacer lo hace a sí mismo y a la vez lo hace hacer al otro. cumple con su lugar en una relación de dominio. Otro modo de pensar esta relación consiste en establecer que todo humano es portador de una capacidad innata de hacer. y entonces el pasaje a exceso de poder adopta forma de obligatoriedad de hacer algo determinado por una de las partes. madre o padre. al y con el otro. que no tiene ese saber. con su sello de reiteración. Puede pensarse que toda madre sabe por ser una madre y tener esa identidad más que por su tarea con ese bebé singular. Si la madre impone y exige que su bebé haga lo que le solicita como ella lo determina. La madre. Así se . y de hacer hacer al otro. y exige que lo haga de la única manera que él propone. forjándose mutuamente en esa relación. Pero esta relación puede tergiversarse. porque no puede aceptar que el bebé lo haga a su manera y exige que cumpla con lo impuesto. La relación de poder de la que puede decirse que consiste en afectar mediante las propias acciones las acciones del otro. obligado a hacer. y cuya modulación dependerá de las acciones maternas. que a una acción única entre dos que marca un origen. Por ocupar un lugar en el parentesco se le da el nombre de “madre” o “padre”.necesidades básicas. El bebé nace con disposiciones genéticas dentro de las cuales pueden figurar diferentes emociones primarias. mediante el cual el vínculo está atravesado por relaciones de poder. Éste es el sentido de hacer hacer. pero nadie sería una madre o un padre singular antes del encuentro con ese bebé específico. que en relación al bebé sería lo que le lleva a hacer una determinada madre. De esta manera el trabajo de dos se acerca más al concepto de labor de Arendt. al hacerlo. estará implantando un exceso. Lo propio podría decirse del bebé si no tolera que la madre satisfaga su pedido y lo haga a su manera. Si los padres suponen tener un saber absoluto y adquieren un exceso de poder sobre el bebé. y este otro. A eso hemos llamado imposición (véanse los capítulos 1 y 2). Pero el que nace hace. de poder hacer. éste. cumple las acciones específicas para satisfacer esas necesidades. 2001). que es la relación de poder que cumplen tanto los padres como el bebé. que supondría en la madre un saber dado por la experiencia de otros. llegado un momento de su vida. donde circulan nociones relacionadas con el instinto maternal. Se establece una diferencia bastante radical si tratan y se esfuerzan en cumplir con una idea previa (un saber instituido) acerca de cómo ha de ser la relación. que se impone al carácter de sujetos singulares. porque ocupa el lugar de tal. cuidar o limpiar. el pequeño acentúa las escisiones de su yo. Sabe que cuenta con una madre y un padre porque ocupan esos lugares en la estructura. La noción de un bebé que es a la vez sujeto incipiente -pero sujeto de todos modos un poco diferente al bebé como un objeto materno. donde se disponen lugares para cada uno. Para sobrellevar estas modalidades dispares del vínculo. La estructura familiar otorga un lugar fuertemente marcado desde lo social. aumenta su dependencia. Pasemos ahora a considerar tres modelos de relación madrepadre-hijo: 1) El más cercano a lo biológico. Aquí el hijo pasará 152 .haría peligrar la estabilidad emocional de este tipo de madre. para preservar a esta madre. lo cual a la vez que la satisface también exalta su hostilidad ante los continuos e incrementados requerimientos del niño. es interesante destacar que la complacencia con el niño obediente es lo que se observa externamente en aquellas formas tempranas y larvadas de autismo infantil. en el segundo el modo está por instituirse y se instituyen precisamente modos y también sujetos. y que no admite que se pueda crear para esa situación. El hijo es querido más por ser hijo. 2) El más cercano a la estructura del parentesco. En esta concepción. El hijo. claramente establecidos. deberá alejarse de la familia. Cabe esperar distintas combinaciones de estas dos modalidades.generan relaciones tiránicas. devienen todos y cada uno en el vínculo. a lo corporal (labor). En el primer modo algo está constituido y el vínculo lo cumple. y desde allí su lugar es dejarlos hacer. En este tipo de relación el hijo corre el riesgo de ser concebido como un conjunto de órganos a alimentar. y esta meta permitirá su mejor desarrollo. o si cada uno de los sujetos se entrega a hacer algo que se instituye en ese momento para esa relación. que por ser considerado un sujeto. la propia madre o las madres en general. La noción de obediencia prevalecería. el hijo. Esto se relaciona con privilegiar el pensamiento por sobre la acción. quizá relacionada con la separación entre individuum y mundo. y se perdió el pensamiento producido en la situación. según la caracterización de Piera Aulagnier (1979). Cambiará de lugar. tanto padres como hijos aceptan que se hacen en el vínculo. Se puede admitir ser padres de una manera diferente a los propios padres. claro que en otra familia. También la vida íntima puede degradarse al considerar al otro como un objeto al servicio del yo. lo que . mas no de estructura. Corresponde a la crisis de la noción de representación después de la modernidad. allí donde se es otro con otros. el mecanismo privilegiado es el de la identificación. La separación de lo que debiera ser la conjunción entre pensamiento y acción tiene una larga historia. tolerando la ansiedad que trae lo indeterminado. 3) En el tercer modelo de relación. La idealización y la persecución latente respecto de las figuras parentales caracterizan este modelo de relación. de ese hacer en el conjunto. En esta modalidad de relación cobra relevancia la pertenencia.a ocupar otro lugar en la estructura. además de lo individual. El legado transgeneracional dispone que los padres sean semejantes a sus propios padres. evidente en el espacio individual y en el público. y aceptar al hijo como diferente de lo que ellos fueron en su momento o de cómo lo están pensando actualmente. pues la subjetividad depende. lo cual a su vez indica que los hijos sean como aquéllos lo fueron. Con la centralidad del yo se relegó al segundo y se omitió la importancia de formar parte de un conjunto. Si ahora nos desplazamos del espacio familiar al espacio público veremos que éste tiene como actividad la observación y la acción. y es la situación familiar la que determina la modalidad con la que cada uno ha de hacerse sujeto. y su descrédito creciente desde el siglo pasado se asocia entre otras cosas con el alejamiento entre los representantes políticos y los representados. Se suprimió el conocimiento que la acción podía producir. donde el sujeto se ubica con relación al otro o lo ubica como objeto de necesidad y no de deseo. De eso se trata la política. que pueden incluirse como actividad en el tratamiento de los asuntos comunitarios. En este tipo de relación. como ocurre en el vínculo de tipo adictivo o pasional. que así se perpetúa. Si el apremio de la vida está cumplido. Si. así como la esclavitud. El hacer con otros reconoce varias situaciones grupales: si está al servicio del cuidado de la vida y la supervivencia de la especie. Los otros aparecen en la familia y en lo social que luego se oponen por sus prácticas diferentes. Con el tiempo vinieron cambios y otras maneras de pensar estas relaciones. que designaba un tipo de relación con lo que es suyo. necesaria para intervenir en la polis. como posesivo. Quizá en estas condiciones sea necesario que los otros sean iguales en su singular diferencia. el totalitarismo borraría las dife 154 . Aparentemente no requiere de los otros. al emperador o al presidente de un Estado como “padre” de la nación supone cierto autoritarismo pues se desconoce al pueblo como un conjunto de iguales y diferentes. el conjunto es del tipo de la familia. Así también las expresiones que denominan al rey. pues los necesita en el nivel vital y elemental de la autoconservación para paliar el apremio de la vida. Por ejemplo. En la antigüedad se consideraba el trabajo por necesidad. el afecto recíproco entre padres e hijos por un lado. El espacio individual tiene su modelo en lo biológico y lo corporal. especial—. el espacio público está ocupado por sujetos iguales en tanto tales pero diferentes unos de otros en tanto subjetividad. lo llamado “idiosincrásico” término que deriva del griego “idios”: propio. para cada uno su pariente. y entre hermanos por otro. No obstante se puede decir que ninguna actividad podría ser realizada por un individuo solo. el sujeto puede disponer de su libertad para dedicarse a otras actividades. Si la philía reconocía a los iguales. lo que se considera propio. lo koinón (la comunidad) se dirigía a los diferentes.lo lleva a no poder prescindir de él por la inminencia de algún tipo de muerte. La familia por lo general no acepta que pueda haber grandes diferencias entre sus miembros. para los griegos (Vernant y Vidal-Naquet. como antitéticos de la libertad. philía caracterizaba algo de la identidad entre los miembros de la familia más restringida. como luego vemos. y se los toma como niños que deben ser guiados. que suponía una relación con otros. se caracterizaba como philía. 1972). salvo cuando el humano es pequeño. Esta philía se oponía a éros. aquello que lo distingue de los demás. y a veces la homogeneidad se produce por la acción del poder despótico y autoritario de quien ocupe el lugar de jefe de familia. La relación se bifurca ya que comprende las acciones de vincularse y no vincularse. las calles. al antes del 155 . Desvincularse requiere otras acciones. las esquinas y los lugares de reunión pública pasan a considerarse como amenazantes para el régimen. las amenazas o el exterminio para declarar luego que son todos iguales. no sólo entre los países. También presenta un rostro familiar. una vez producida no hay vuelta atrás. conocido también como privado. de las otras familias. en general inexpresable en el discurso. y su imagen idealizada ha desmentido su significado inicial de “privación” respecto de lo público. Acción y discurso son reemplazados por violencia. Cada uno será espejo del otro si se privilegia una identidad homogénea y cerrada (Lewkowicz. Cuando la diferencia es abolida desaparece esa dimensión pública del espacio común. no es volver a lo anterior.rencias. El mundo individual. Entonces es posible la desaparición de personas consideradas peligrosas por su ajenidad. y que a su vez me extranjeriza respecto de los otros. o de “cáncer a extirpar” para referirse a un grupo disidente. 4. al igual que ese otro que habita por fuera de la familia. que se acompaña de frases hechas y lemas. para mí y para mi familia. ese extranjero como diría Derrida (1997). Las plazas. sino entre las personas y las familias (Berenstein. cuando lo que es requerido es la homogeneidad. BORDES Y FRONTERAS DE LOS MUNDOS DEL SUJETO El otro que está junto y separado de otro para cada integrante en la familia delimita un borde. 2001a). sería lo más elevado de la polis. según Hannah Arendt. por lo tanto los sujetos se ven privados de recursos para constituirse como otro con otros. Hay una relación estrecha con la noción de frontera. Para los efectos de la acción de vincularse. se inicia el camino hacia la represión de la acción y el discurso. a los que podemos considerar como un lenguaje hecho de antipalabras. como se nota en las metáforas usadas frecuentemente por los gobiernos autoritarios cuando hablan de “enfermedad social” para describir la acción de los opositores. una suerte de límite. que. 2001). Igualmente cuando se considera al país como un cuerpo. procuraría abolirías mediante la propaganda. yo vivía sin rostro. Permanece absoluto en la relación” (pág. de lo propio. La destrucción del otro implica derribar la frontera y hace desaparecer su rostro. del criterio solipsista del dominio del Uno. Aunque haya experiencias previas. en las duchas. no lo alinea en el Mismo. Desde allí somos sujetos otros. Podría haber conseguido un espejo. una vez por semana. En el vincularse se establece una nueva subjetividad. 209). También lo obliga al otro a inscribirla. reseguía el perfil de las cejas. lo cual no es sin consecuencia. En el desvincularse se dibuja un borde donde la aniquilación del otro es una posibilidad. como el registro previo no es suficiente.vínculo eso es imposible. “El hecho de que el rostro mantiene por el discurso una relación conmigo. Veía mi cuerpo. no la hay para este vínculo nuevo. a veces. Lo vincular desborda lo Uno y. su delgadez creciente. Ningún rostro sobre ese cuerpo irrisorio. por lo que tratará de “matarlo con la indiferencia” y dejará de tocarlo y de mirarle el rostro. nos requiere para construir una experiencia de vínculo. sin que esa acción vuelva sobre el propio sujeto. obliga a un hacer y en ese hacer se construye una subjetividad. Es la base del resentimiento. Además de proyectarle mis fantasías y ser proyectado por y desde el otro. Es ni más ni menos que una ruptura de la identidad y. un nuevo origen. Al no poder devenir sujeto. Nuevamente Lévinas: 156 . del Mismo. transforma el amor en odio. Con la mano. las mejillas hundidas. 208). sin duda. Esa frontera que nos separa nos obliga a inscribir una presencia. La proyección tiene un tope en el rostro del otro. Dice Lévinas: “El rostro está presente en su negación a ser contenido” (1971: 207). en la medida que es espejo y lo necesito para ser. No hay espejos en Buchenwald. pero como también es opacidad máxima me demanda hacer. También expresa que el otro es infinitamente extranjero y su rostro rompe con nuestro mundo en común siendo el lugar de la diferencia absoluta (pág. rompe la experiencia vincular y subjetiva. si se quiere. los pómulos prominentes. Escribe Semprún (1995): Desde hacía dos años. Existe otro tipo de exclusión. También se pueden suprimir fuentes de trabajo. Estas tres modalidades de supresión tienen en común que afectan a personas a las que se desaloja de su contexto social y familiar habitual. 212). Es una acción sobre las fronteras. Cuando se hace desaparecer a ese vecino ajeno que mora del otro lado del borde. que impuso un exceso de violencia en la 157 . El Otro es el único ser al que yo puedo querer matar (pág. económicas. religiosas. Hay diversos modos de supresión: con personas individuales. no es un extranjero sino un marginado. el gran Uno impuso silencio. inevitablemente ambos somos determinados aunque de una manera distinta. cuando se las agrupa como opositores al gobierno dictatorial. No se les pregunta ni se las escucha. personas que son despojadas de su palabra. ideológicas y políticas actúan como barreras. tienen fronteras. su palabra dejó de tener sentido en forma unidireccional. y cada sujeto. las diferencias sociales. En tanto psicoanalistas deberíamos tomar en cuenta la determinación que viene de la relación con los otros y considerarla un suplemento de la determinación de las vivencias infantiles y familiares. y suplementaria. sino que paraliza el poder mismo de poder. a aquel que sobrepasa infinitamente mis poderes y que por eso no se opone a ellos. Caracterizar cada una de ellas y cómo inciden en la subjetividad es una tarea que nos espera. lo cual deja afuera de sus lugares a una enorme cantidad de trabajadores. de la familia. Aunque no son la misma forma de supresión si cumplen con el desalojo de las personas de sus lugares sociales. El sujeto que perdió su trabajo pierde la frontera con el que lo tiene. laborales. el seguro de desempleo cubre en parte la falta económica. Los integrantes de un conjunto social. o con comunidades enteras donde las personas son convertidas en un número por el solo hecho de pertenecer a esa comunidad. y al estar yo del otro lado.Yo sólo puedo querer matar a un ente absolutamente independiente. y ello lo envía a un espacio interior donde habita desprovisto de la cualidad de sujeto que tenía. pero no la pérdida de subjetividad producida por la privación del vínculo laboral y por lo tanto social. En los países donde lo hay. Comienza a haber ejemplos de patología severa en la segunda o tercera generación de familiares de las personas afectadas por la represión política de la década del setenta. No hay vecinos de los campos. ese exceso invade el cuerpo. pero si sólo separan y no unen. la autoridad terrible concreta la experiencia de desvinculación. En estas circunstancias. También esto puede ser tramitado en el espacio íntimo. El campo de concentración con-centra. a los que podrá acusar un tanto injustamente -por lo tanto con incremento de la culpa.de no haberlo protegido. por lo cual parece no haber quién esté del otro lado.aniquilación de los disidentes poniéndolos fuera del borde de los integrantes del conjunto social. Siendo vecinos. donde el sujeto está unido a sus objetos internos. Pero a ellos deberá en parte la posibilidad de supervivencia. algo de lo fundante se rompe. Y es sumamente importante que algunos sujetos internados los suplanten como puedan con los otros internados. Si la frontera y el vínculo descentran y alejan de la concentración es porque se pone al Dos como origen. En éste conviven semejantes y ajenos cuya característica es la presencia. en una especie de privatización del espacio público. rompiendo ese movimiento instituyente que diferencia. sin ser la misma para todos. Es una incógnita cómo tramitaban la visión del humo de los crematorios y los olores quienes vivían en las inmediaciones de los campos de concentración. Están allí las distintas fronteras. incorporan lo ocurrido y tratarán de tramitarlo en el espacio privado. Allí se produce un exceso que intenta compensar la falta social que no puede sortear la tramitación emocional. El campo de concentración nunca está en la frontera. la alteración vincular resultó de haber transformado el crimen pú- 158 . de la familia. allí donde el sujeto está vinculado con los otros parientes. lo saca del Uno. Al ser apartadas las personas y reunidas dentro de él. no funcionaban como tales. los determina como parte del conjunto. se produce una lesión. y volver a éste produce la destrucción de la experiencia subjetiva. separa y une en una pertenencia social que. salvo los que se vuelvan a crear dentro del mismo. pone en el centro y reúne en un punto o en una zona a los ajenos. y la violencia opera para suprimirlos en tanto tales. y ellos mismos no vinculados por anulación de la frontera entre sus casas y el campo. Y puesto que la frontera dejó de existir. desubjetivados de su vecindad y asumidos como no-testigos silenciosos y silenciados. Los sujetos internados que en tanto tales son despojados de su posibilidad de circular en el espacio público. como vemos en las consultas y el tratamiento de las parejas y familias afectadas por grandes acontecimientos tales como una guerra. como ocurre en la enfermedad corporal como una respuesta posible al trauma social. como apartar. y privación. usando esa metáfora médica tan comúnmente aplicada a lo social. También tenemos privatizar. etc. como esa acción de apartar en pos de la constitución de los espacios. Es inherente al espacio público que haya una representación del conjunto. es ese cuerpo que se enferma -lo que médicamente se llama enfermedad de autoagresión o autoinmune en otros casos-. Este último sentido estaría ligado al surgimiento del retrete en la segunda mitad del siglo XIII. especialmente por los regímenes autoritarios. a una pareja o a una familia como no pertenecientes o como extranjeros. y ser empujado lejos de la frontera y privado de un lugar. nunca del todo propio a menos que sea quitado de la frontera con los otros. No es lo mismo enfrentar a un vecino de otro país devenido enemigo que ser marcado como tal. el Holocausto o la represión en nuestro país. donde la medicina o la cirugía proveen imágenes a la hora de justificar el aniquilamiento de comunidades de personas cuya peculiaridad es la de ser ajenos. otros que uno. Los dos significados de este término son: privar. pasó a ser. luego de que una protección y solidaridad (inmunidad) social fue retirada y no respetada. grupo laboral. al declarar a un sujeto. familia. Si ésta se desliza a una versión única es fácil que sea considerada por 159 . Si privado resulta de un proceso de privatización. el privado y el íntimo entre ellos. nombre y cuerpo. Pero el despojo también puede hacerse íntimo. pero diferente para cada cual o para cada agrupación. Claro que hay que diferenciar los escenarios donde transcurrieron y siguen ocurriendo estas tragedias. quizá haya que diferenciar privacidad de privatización. que habiendo comenzado como un cuarto pequeño destinado a que alguien pudiera retirarse. al ponerlos más allá de la frontera. subjetividad. como despojar de algo que uno tenía. es decir.r blico en conflicto privado. por decreto. y privar. con el agregado de las instalaciones sanitarias. El propio cuerpo. alejados de ella. tan cercano al sentido primero de despojo y apropiación de un bien común. ese lugar apartado donde se eliminan las deposiciones corporales. Se los saca y se los convierte en aquello que “enferma”. en el mismo país. institución. por ejemplo en la represión política. sus habitantes como “lo dado”. en el sentido de lo que está a la vista de muchos. lo que le da al espacio de la sesión el marco para la inclusión posible de lo más íntimo y también de lo más excluido del espacio público. poseído privadamente en él”. es la relación entre lo “común a todos nosotros y lo diferenciado de nuestro lugar. Lo producido por el mundo pulsional pertenece a la intimidad y a lo no compartido. predominante en el mundo íntimo. los cines. En las sesiones de pacientes en análisis. teatros. habitan. El mundo público se expande más allá del sujeto en dos direcciones: hacia otros sujetos que ocupan el espacio público4 y hacia otros en el tiempo. 4. y aun cuando trata de ser puesto en palabras aleja al otro de esa intimidad. 160 . Los hijos suceden al sujeto en el espacio vincular y familiar pero esto no es suficiente para abarcar el espacio público. suerte de expansión y de trascendencia. Representaciones del espacio público son las plazas donde la gente se reúne para expresar su apoyo o manifestar su descontento. tal como se hace con la significación infantil. según Hannah Arendt. estadios. una de las dificultades del terapeuta para considerar material clínico a los significantes de este espacio es producto de la vivencia de que lo público pareciera instalarse como “lo dado”. los antecesores y los sucesores. Lo difícil y artesanal de la tarea psicoanalítica se produce fuera de la mirada de los otros. pero ello no quita que sea posible diferenciarlo de los espacios íntimo y vincular. no sólo como fenómeno de superficie. Una segunda característica de lo público. Devolverle la singularidad permite crear ese desnivel propicio para el análisis. Un índice importante en la evolución de un paciente son las referencias acerca de cómo lo ven los otros (la apariencia) y qué dice el paciente de lo que los otros dicen. Los que habitan junto al sujeto forman una comunidad. aunque no de la misma manera. también las calles. El espacio público se caracteriza por la apariencia. etcétera. paciente y analista. Desconocer esa zona inconsciente de pertenencia al espacio público lleva a eludirla en el análisis. Éste a su vez ha de aparecer por referencias a un mundo donde ambos. están unidos y separados al mismo tiempo y no fundidos en una unidad indistinguible. Las acciones se realizan mediante un hacer que puede generar novedad. con exaltación e idealización de su propio mundo de representaciones. aunque parece un exceso de interioridad. Si lo hiciéramos. han sido desposeídos de ver y oír a los demás. (1958: 67) Es una manera de describir lo que en el capítulo anterior consideré como solipsismo. La problemática de un paciente con su jefe en el trabajo. (1958: 89) 161 . con quien tiene una posición de aceptación pasiva o de continua rebeldía. El fin del mundo común ha llegado cuando se ve sólo bajo un aspecto y se le permite presentarse únicamente bajo una perspectiva. como puede ocurrir cuando el sujeto desarrolla ciertas formas de corrupción que invaden el mundo de los vínculos o el mundo público del conjunto de los seres humanos. Con respecto al riesgo de ver a la sociedad como un todo quisiera hacer propias las palabras de G. El límite con esa ajenidad del otro lleva a ver el mundo desde lugares diferentes. puede estar relacionada con el padre del mundo infantil.cuya presencia es imposible en una sesión psicoanalítica bi o multipersonal. El solipsismo es eso que.. tiene un carácter distinto y hasta opuesto. perspectiva única centrada en el yo. que no deja de ser singular si la misma experiencia se multiplica innumerables veces. Myrdal citadas por Hannah Arendt: [. afectándolos aun sin conocerlos.. entendiéndolos como si fueran objetos de un mundo concebido desde el yo y la ganancia que desea y espera obtener. aunque aparece como las voces de los otros acerca de uno. estaríamos intentando abstraer el hecho esencial de que la actividad social es el resultado de varios individuos. y que la determinan tanto como lo hace el mundo infantil. ] la afirmación de que la sociedad ha de concebirse como un solo súbdito es precisamente lo que no puede concebirse. de ser vistos y oídos por ellos. lo cual equivale a hacer consciente las diversas subjetividades. Allí donde esto se homogeneiza y se hegemoniza. es decir. ocurre lo que señala Hannah Arendt: Los hombres se han convertido en completamente privados. o en la manera en que uno piensa y siente o es afectado y afecta los elementos del mundo público. pero no exclusivamente. Todos están encerrados en la subjetividad de su propia experiencia singular. Como analistas deberemos saber interpretar ese mundo común y público que hace a la subjetividad. Esta particularidad recuerda lo que Hannah Arendt dice de la bondad que “acoge una tendencia a no ser vista ni oída” (pág. El mundo íntimo se deprecia si es cerrado y se jerarquiza cuando convive con el mundo privado y el público. suerte de negatividad tanto para los otros como para el propio sujeto. Delimitan claramente una relación entre un sujeto y alguien ubicado en objeto receptor. y darle una visión en positivo. que no tendría motivación para modificarlo. Cualquier intento de mostrarla. como si el parentesco fuera una garantía de probidad y de conocimiento de las complejidades de la función. en el mejor de los casos. Un ejemplo habitual de pasaje del mundo familiar al público es el nombramiento de familiares en una función pública. y pasa a ser útil como caridad organizada o como acto solidario.y el del necesitado. La corrupción social se explica por ese uso inmoderado que hacen del mundo público las necesidades del mundo privado y familiar. conduce al fracaso. La perversión implica un traslado de aspectos parciales del mundo íntimo -el de las pulsiones y representaciones inconscientes-. no es conocida por el propio sujeto ya que la encarna sin saberlo. 79). Esas propuestas tienden a resguardar los intereses personales y familiares. vive sin unificarlos pero sin confundirlos. corrompiendo a la vez tanto el espacio público como el familiar. el de la relación con los otros del vínculo. mundos que se conectan a través del sujeto. En la beneficencia hay una relación unidireccional -donde se cronifican los lugares del benefactor. al mundo privado. quien a su vez es generado por cada uno de ellos y quien. LO ÍNTIMO Y LO PÚBLICO El mundo de la intimidad retiene una característica: la tendencia a no ser captado por los sentidos ni por los órganos sensoriales. ha de ser inferido o interpretado. Así se ve degradado lo específicamente intersubjetivo que supone una modificación de ambos sujetos. como ocurre en el exhibicionismo 5. que deseándolo no tendría posibilidad de hacerlo. especialmente. 162 . pierde su carácter. Por lo tanto nunca es aprehendido ni posible de conocerse. En cada uno de estos ámbitos se presenta una ajenidad. 5 La bondad es una característica humana dotada de un carácter de negatividad porque puede no ser conocida por el otro pero. Cuando se hace pública y conocida la bondad.5. Cada una de las tendencias tiene su opuesto: el voyeurismo ha de desear mirar lo ajeno del otro que se sabe inaccesible. al producir al sujeto desde la situación. cercano a alguna forma de repetición. permanentemente está expuesto a sorprender al sujeto al presentarse y no lograr representarse. De ahí su persistencia y aparición multiforme y diferenciada. pero es de la mayor importancia no confundir su no visibilidad con su inexistencia. en tanto en el espacio vincular se es indeterminado por estar sujeto a una relación con otro específico. el espacio público donde el hombre es otro entre otros y se produce como tal es un espacio de indeterminación. El espacio público. Si lo íntimo es lo que el sujeto debe realizar por estar determinado desde la biología en el nivel de la necesidad y desde lo psíquico por el deseo. cumple con lo representacional. el masoquismo ha de mostrar en su entrega pasiva que no presenta ajenidad alguna. ni puede recordarse. 163 . Su consecuencia es la exposición de lo que debiera reservarse a la intimidad y por lo tanto su transformación. del cual podría formar parte si se reconociera como un igual diferente a los otros. La hostilidad que suscita lo ajeno puede deberse a que no deja registro. lo cual lleva a que el sujeto sea determinado en cada situación. no deja huella. o al afán de dominio si el intento es apoderarse de lo ajeno de los otros. y al sadismo si el intento es dominar lo ajeno del otro. en el pasaje al mundo público.si se expone lo ajeno íntimo. y por esa vía introduce novedad. lo hace impredecible. y en el espacio público el hecho de convertirse en parte de la masa borra la propia subjetividad en el conjunto. En el nivel de la intimidad el hacer es reproductivo. ■ ■ . La subjetividad instituida por la forma de pensar previa tiene dificultades para darle cabida a una nueva y producir otras modalidades de pensar diferentes. Lo instituyente habitualmente implica un riesgo para lo ya establecido y curiosamente se olvida que todo instituido tuvo un momento instituyente. NOTAS INICIALES SOBRE EL REQUERIMIENTO DE EDUCAR Los desarrollos científicos. implican habitualmente un apartamiento de las formas tradicionales de pensar y por ello tropiezan con obstáculos para tener un lugar junto a las formas de pensar previamente instituidas. Siguiendo este camino planteamos que para creer en lo vincular había que pasar por la experiencia de tomar contacto con este tipo de producción (Berenstein y Puget. Este trabajo fue publicado originalmente en el Israel Psychoanalytic Journal (Berenstein. para creer en él y producir una manera de pensar propia y diferente de formas de pensar previas. Es que la subjetividad requiere una modificación para darle cabida a las nuevas formulaciones y no sentirse tentada a subsumirlas en las anteriores. 1.CAPÍTULO 7 RECONSIDERACIÓN DE LA EDUCACIÓN PSICOANALÍTICA1 1. defensivamente dirá que lo nuevo es sólo una variación. ya que ahí podían surgir trabas dadas a conocer como resistencias. 165 . 1998). 2003). Así lo intuyó Freud respecto del psicoanálisis cuando planteó que un analista debía tomar contacto con su propio inconsciente. además de sorprender por su novedad. o buscará esforzadamente una articulación con las formas anteriores. Se agrega además que la formación de los otros.El tema que aquí abordo. será para nosotros deformación. tomado como un rasgo de belleza. A lo instituido por nosotros se le da el valor de “natural” y a eso mismo hecho por los otros lo valoramos como “antinatural”. que es como el hombre occidental denomina a aquellos otros empleados por comunidades consideradas ajenas o no asimilables. de esa vieja costumbre china de “producir” los pies pequeños en sus mujeres. su ideología y formas de representar y pertenecer a otros. es decir. la que no se deberá cuestionar porque es supuestamente compartida por esa entidad del conjunto que se ha de llamar “todos”. ya que se trata de la relación entre el mundo cultural y social y el sujeto. los ajenos. GENERALIDADES SOBRE LA EDUCACIÓN La educación puede ser considerada una de las metodologías que una sociedad emplea para instituir en sus integrantes un determinado tipo de subjetividad. y la subjetividad formada o instituida. Cuando alguno de los sujetos del conjunto trata de modificarlo ocurre un movimiento represivo directo o encubierto. Pueden parecemos procedimientos “primitivos”. se involucra con sus concepciones acerca del sujeto. o la costumbre en otras comunidades de achicar la cabeza y en otras alargar el cuello mediante anillos que se van agregando progresivamente. Éste sería el caso. los extranjeros. 2. explícitas o implícitas. las tradiciones. aquel sobre el cual recae la tarea educativa. y esta característica a la vez establece una inconsistencia: aquello que desde nuestro marco social es formación. plantea desde otra perspectiva lo que fue desarrollado en el capítulo 6. el campo económico. sobre lo social. la educación. Pero convendría pensar que nuestros métodos educativos son equivalentes en tanto operan en la misma dirección: formar al sujeto social y que además éste lo considere “natural”. político o religioso. y desde luego quien esto escribe. entre ellos a los sucesores. La educación opera con un conjunto de instrumentos de formación de la personalidad. será adscrita a “lo dado”. para nosotros. 166 t . Debería hacer la salvedad de que todo autor que se ocupa de este tema. para producir los sujetos requeridos por y para esa sociedad y quienes luego podrán transmitir sus valores. “Natural” es una marca de la cultura. El des-existente surgiría dentro del contexto de una crisis económica. 1979). Puget (2001) describe la figura del desempleado (descartable) llamándolo des- existente. 3. aunque moren y trabajen en el mismo país y suplan sus incongruencias laborales. Con respecto al desconocimiento de los supuestos en los que la educación se apoya. Cada sociedad reconoce como propios a sus miembros educados y éstos son admitidos como pertenecientes a ella en tanto cumplan por lo menos dos condiciones: transmitir sus valores y silenciar sus inconsistencias. no sólo de la ciencia.por el marco social. 2 La educación es aplicada a los niños o jóvenes aún “no formados” y se dice que habría de aprovecharse su plasticidad para lograr los fines que cada sociedad propone. Se realiza a través de sus representantes sociales. sino también de la vida cotidiana” (Bate.son. a partir de la problemática de la pérdida súbita de pertenencia social en la red laboral. cuando se implantó lo que sería educación para todos. y a los cuales considera como no pertenecientes a éste o como existentes en el margen. cómo era la educación en 2. de aquí en más deberíamos encontrar un recurso para poder acceder a las profundidades de la subjetividad producida por acción de la educación en la constitución de la identidad y la pertenencia social. algo así como en un extra-muro. expresión que cobra relevancia desde la institución de los estados nacionales. Bateson dice: “Esta falta está parejamente distribuida en todos los niveles de la educación. en ambos sexos y tanto entre los especialistas en humanidades como entre los científicos. Hagamos un muy breve recorrido histórico desde la antigüedad.Así como el psicoanálisis hasta ahora permite acceder a las capas profundas de la mente de un individuo. los “educadores”. 167 . Por eso se toman las medidas educacionales como naturales o dadas en sí. 3 Están en una posición similar a la de los extranjeros que el Estado declara no pertenecientes por no formar parte de la ciudadanía. Considera como “no educados” a aquellos sujetos que portan las inconsistencias producidas -aunque no aceptadas ni reconocidas. En todo aquel que es objeto de educación se opera un desconocimiento de los presupuestos en los que ella se apoya. La educación se propone formar sujetos acorde al modelo de “buen ciudadano”. Es la falta de conocimiento de los presupuestos. económicas y sociales. Se lo define como alguien que queda bruscamente en el afuera social. retirándole luego la función educadora que quedaba a cargo de las instituciones del Estado. útil a la ciudad y al pueblo entero. Esparta fue una comunidad de la Hélade que se constituyó como un estado guerrero desde el siglo VIII al VI a. No hubiera podido instituirse esta innovación sin una modificación subjetiva. El individuo estaba al servicio de la comunidad y por ello acepta- 168 t . tuvo su apogeo desde el siglo VI al IV a. 1948: 19). C. Comencemos por la agogé. donde el corrimiento del escudo hizo que en lugar de cubrir a un solo soldado también lo hiciera parcialmente con el soldado vecino y el de éste a su vez con el que le seguía: fue la característica de la formación hoplita. Es un bien comunitario. Hay que imaginar algo un tanto difícil hoy día desde otra subjetividad: concebir que las piernas le pertenecían menos al individuo que al Estado. 1995). según dice Marrou. y luego un llamativo y rápido decrecimiento demográfico que ha sido objeto de estudios minuciosos (Lewkowicz. y no un cambio individual sino del conjunto de los espartanos. lo cual a su vez tenía que ver con una acentuación del estado guerrero. ya no sólo de cada uno sino de toda la columna.Esparta. pasando por la Edad Media hasta la creación de las universidades europeas. en el campo de batalla. los encuentros singulares entre los soldados por la formación en dos líneas de infantería. lo que debía llevarse a cabo desde temprano dejando a la familia el papel de la crianza hasta los 7 años. Atenas y Roma. consagrándose al Estado. Se constituyó un tipo de educación basado en la pertenencia del sujeto a la polis. Este cambio que se inició como recurso técnico llevó a modificar y mejorar la educación militar. Ésta se sostenía firmemente en las piernas. apartando de su corazón toda idea de fuga (Marrou. se mantenga firme en primera línea. Se había formado así una sólida máquina de escudos que avanzaba inconteniblemente. C. el modelo educativo espartano. La ciudad-Estado dio lugar a una innovación o. a una verdadera revolución técnico-militar consistente en sustituir. Para “estar bien plantado sobre sus dos piernas” en la formación hoplita se requería tanto una educación consecuente como un fuerte entrenamiento. bien plantado sobre sus dos piernas.. que cada cual. a un hombre sentirse como tal no sólo por su sexo sino por el lugar que ocupa y las funciones que le son transmitidas y lo definen como hombre. aquel rasgo que permite a un ciudadano reconocerse en otro ciudadano del mismo marco social. La educación era el instrumento social de transmisión y formación de subjetividad. es que después de un momento de esplendor y por efecto de la guerra comenzó la declinación demográfica de los espartanos. La relación homosexual era lo privilegiado a los efectos de la educación y la identificación con un guerrero espartano. Había un método de selección inicial de individuos a cargo del consejo de ancianos que decidía si un recién nacido varón era apto para ser un futuro guerrero espartano. La familia no era considerada un lugar de educación sino de crianza y para el mundo antiguo eran términos claramente separados. en la Hélade. Tampoco la educación comprendía sólo la instrucción como se estableció mucho después con el papel asignado a la escuela. como ocurría con Sócrates o con Aristóteles. el lanzamiento de la jabalina. como quien ayuda a crecer a otro más joven. el adiestramiento en las armas. La persona de edad mayor. el erasta.i ba el orden establecido. A su vez la mujer había sido desinvestida como objeto de deseo y sólo lo era como reproductora. es decir. y si era una niña para ser una buena futura productora de ciudadanos espartanos. de persona a persona. en el período que va del siglo VIII al IV. 169 . la areté. Más cerca de lo que hoy se entiende como “género”. Para implementarlo Esparta se valía de la agogé: el mecanismo educativo de producción de individuos por y para ese Estado. Una mujer podía deambular desnuda por Esparta a partir de cierta época histórica sin que llamara la atención. “la paideia se realiza en la paiderasteia” (Marrou. La base de la educación era la actividad física. De este término deriva la segunda parte del término “pedagogía”. de hombre mayor a adolescente. y para nosotros. Después de los primeros siete años el niño pasaba a vivir en una institución educativa teniendo como mentor un guerrero adulto. Para la educación antigua. Lo interesante para los historiadores. estaba a cargo del aspecto educativo basado en alcanzar un valor ideal. 1948: 36). la esgrima. La educación era individual. en un compañerismo de guerreros que luego evolucionó hacia un compañerismo en el conocimiento. El cambio político modificó la estructura de la comunidad ateniense: de una república gobernada por una aristocracia pasó al demos. el adiestrador de jóvenes en los deportes en un campo llamado palaistra. Se asistió a un corrimiento del ideal de belleza principalmente física. hacia la mitad del siglo V a. encuentra acaso más allá de su Yo pero a través de su Yo y sin declinar jamás su individualidad. que enseñaba las letras y pasó luego a ser el didáskalos. Una es que los propios espartanos atribuyeron la declinación demográfica a los efectos de un terremoto en el año 464 a. y luego. el maestro. La traduc- 170 . por lo tanto a caballo. el grammatistes. El centro de la educación de la paideia pasaba por la persona.. Luego pasó a difundirse el atletismo. modo de preparación de las unidades guerreras de conjunto. el citarista o profesor de música. la educación tuvo como marco la primera escuela que tenía tres tipos de profesores: el paidotribes. Algunos autores hasta dudan de que se hubiera producido.. Otro modelo educativo de la antigüedad fue la paideia ateniense. La primera formaba y educaba a sus integrantes para el combate individual. C.la oligantropía. hacia la formación del carácter a través del conocimiento de la vida política. Dice Marrou en la obra mencionada: “. lo cual provocaba más caída demográfica y dejaba a aquellas instituciones otrora prestigiosas y eficaces en lugares más y más rigurosos y feroces. del cual las distintas versiones decían a medida que pasaba el tiempo que había causado más y más muertes.. aunque al principio de menos categoría. con lo cual se jerarquizó el entrenamiento y la educación en términos más populares. Y por otra parte no podían concebir que el decrecimiento demográfico estuviera ligado precisamente a las instituciones que habían creado y llevado a su momento de gloria. de los asuntos de la ciudad y de los ciudadanos. y como no podían pensarlo exacerbaban su funcionamiento a medida que se acentuaban los efectos negativos. la realización de su propio ser”. por la autonomía y ya no por ser un sujeto colectivo como podía ser en Esparta. C. Están bien lejos de las “piernas del hoplita” que eran piernas del conjunto y no una pertenencia individual. erótica y deportiva. y alejadas de una real eficacia social. y de allí el privilegio de la equitación en la enseñanza. Aquí se torna relevante reflexionar acerca de dos situaciones. Cuando pasó a primer plano el demos. era necesario tener tiempo no ocupado por la necesidad más ligada a lo corporal o por la actividad ligada al lucro. 1958). los 15 o 16 años. siendo altamente jerarquizada y compleja en Atenas. La preposición con indica unidireccionalidad de la relación así como el medio que sirve para hacer alguna cosa. como se ve claramente cuando es “con la naturaleza” o “con Dios”. se buscaba y deseaba un sujeto que fuera parte del conjunto. En los tres permanece reprimido el entre. Durante su historia el hombre trató al otro hombre como a un semejante y fue mucho lo que se modificaron a partir 171 . Con la naturaleza y con Dios no fue pensada como entre sino con. cada cual incide en el otro desde su unidad. que era un cuerpo soberano. Cada uno debía decidir y eso requería una subjetividad diferente a la instituida para formar parte de un todo como la del espartano. Es un poco distinto a lo que se entiende como ocio hoy día. no actividad política dedicada a la comunidad. Me recuerda el término latino ocium (del griego skole que significa habla). El ciudadano ateniense recibía una educación durante sus primeros años hasta la efebía. Los atenienses se reunían cada 9 días y decidían la ley en asamblea (Lewkowicz. Lo que es “relación”.ción de paideia al latín es humanitas. Comerciar no era tiempo dedicado a la comunidad. y luego se le presentó el insoluble problema de la relación con los otros hombres. Con el espartano que estaba bajo tutela toda su vida ciudadana. 1998). de semejanza como dice la Biblia. tan poderosos que se imponen en su desmesura a la criatura humana y ante los cuales ésta hace o debe hacer algo. Negocio deriva del término negativo que indica no ocio. un estado intermedio. una relación. tan ardua de aprehender. en medio. ese hacer con otros que era la actividad política de la polis y para la cual. A la relación primera del hombre con la naturaleza se agregó luego la relación con Dios. Vivir en una polis justa es lo que se decide en un hacer conjunto. quizá no haya resultado siempre problemático para el hombre. esa zona donde ambos se modifican desde lo que producen. y luego se lo dejaba librado a sus propios recursos dado que se había jerarquizado la autonomía. entre todos (Arendt. desde que nacía hasta los 35 años. La relación con otros hombres es igualmente de uno a uno. en ese entonces Esparta. Por último. que estableció su propio modo de educación. La subjetividad del joven romano se sostenía en la devoción a la familia y a Roma. En la Edad Media lo que hoy llamamos educación se daba a través de los gremios y de los oficios. Vespasiano (9-79 d.de sus relaciones. Con el advenimiento de la mentalidad burguesa. EDUCACIÓN Y ENSEÑANZA Cabe marcar una distinción bastante precisa entre educación y enseñanza. de los burgos devenidos ciudades y de su notable fermento intelectual. reverenciaran a los dioses. con escuelas seculares primero y luego con escuelas adscritas a la Iglesia. a menudo superpuestas. El Medioevo siguió a una turbulenta época política y religiosa coincidente con el advenimiento del Cristianismo. histología o clínica para ser médico. y tenía un fuerte componente comunitario y familiar. Recordemos que estaba la comunidad de los sastres y de los ebanistas. las matemáticas o las reglas del lenguaje a los niños en edad escolar en nuestra época. Asimismo Diocleciano (245-313 d. 3. y así sucesivamente. de los productores del calzado y de los pintores. La madre era responsable por la formación de las hijas en lo que respecta a la modestia. Se enseña y aprende anatomía. Filosofía y retórica eran las herramientas de un ciudadano romano bien educado.) fue el primero en subsidiar la educación y con ello comenzó a controlársela. también se crearon las que fueron las prestigiosas universidades europeas. El padre aseguraba que sus hijos fueran sanos en mente y cuerpo.) estableció un pago para el aprendizaje de varias materias. El sujeto era instituido como tal en el taller de los artesanos y a su vez en el arte o el oficio que entonces se transmitía de padres a hijos. en Roma la educación estaba a cargo de los padres. conocieran cómo servir al país en tiempos de guerra. Esta última se refiere a la transmisión y aprendizaje de conocimientos: la retórica en la época romana. la virtud y las tareas de la casa. como parte del expandido criterio escolástico. pero lo ajeno de ese hombre semejante le presentó un problema de difícil solución. C. C. Su eliminación era un camino más sencillo y directo aunque el surgimiento de culpa y remordimiento podía ser luego un obstáculo. 172 . esa curiosidad se expande hacia la relación con los otros sociales y no familiares. no explícito y transmitido junto con los conocimientos.otras materias para ser agrónomo. ya que suponen una educación que daría lugar a una subjetividad no conveniente para el régimen. En el yo puede darse una exaltación de lo homogéneo y semejante y ello conlleva la idealización del mundo propio. más allá. Más tarde. Lo saben demasiado bien los regímenes políticos que prohíben determinados conocimientos en las escuelas. Lo que es homogéneo al yo le permite a éste sentir la pertenencia al conjunto del cual forma parte. Se acentúa el contacto con las situaciones que originan inscripciones inconscientes de clase social. ligadas a lo económico. así como a la moda imperante. en el momento de la represión de las ansiedades relacionadas con el epílogo del complejo de Edipo y el encubrimiento del misterio de la diferencia sexual. con el requerimiento de una marca para evidenciar esta pertenencia. etc. Coincide con el condicionamiento de una curiosidad desbordante y el descubrimiento de la investigación como un método para aproximarse e indagar el objeto de conocimiento. los hermanos. más competitivo pero más conocido y menos temible que el mundo de los del otro sexo. en tanto lo heterogéneo es enseñado como una amenaza proveniente de ese espacio que rodea al conjunto y de la que habrá que protegerse. que pasa a ser vivida como contraria a la 173 . Pero el componente educativo. no a indagar. los seminarios de los institutos psicoanalíticos. Los cursos de psicoanálisis. tiene un profundo efecto inconsciente. donde se tiende forzadamente a aceptar. su propio cuerpo y el de los otros. la bondad de los propios valores y no los del descubrimiento de la diferencia y la ajenidad. Por otra parte. entendido como formación del sujeto. al cual el niño establece en relación inmediata con la madre y mediata con el padre y. También lo saben las instituciones a cargo de la enseñanza. La educación escolar tiene lugar en el período del surgimiento del superyó tardío. tienen a su cargo los saberes instituidos y posibles de estudiar y discutir. a la religión. mecánico. Allí tienen vigencia las teorías sexuales infantiles y su posterior represión. el pasaje de la infancia a la latencia es un período tradicionalmente usado en la educación escolar. El control de esas ansiedades hace que el niño se oriente hacia el juego con los compañeros del mismo sexo. que la preparaba” (Freud. etnia o religión. generó poco a poco una subjetividad donde se privilegió el yo y su investidura como una unidad que puede separarse de su pertenencia del conjunto. Según Freud. y que obtienen su significado a partir del yo. Freud (1930) señaló dos errores en la educación: ocultarle al joven el papel de la sexualidad y no prepararlo para la agresión cuyo objeto está destinado a ser. Dos expresiones privilegian esta posición. la bíblica: “Ama a tu prójimo como a ti mismo” y: “Nadie se conoce mejor que uno mismo” o “conócete a ti mismo” (véase el capítulo 6). por las represiones. Esto también es transmitido desde la educación. por las diferencias sociales. La educación en Occidente después del siglo XI y en especial en los últimos quinientos años. odiar o conocer. La educación está pensada frecuentemente como uno de los instrumentos de la represión de las pulsiones y aquí se asociaría a la influencia familiar y en especial paterna. sea de sexo. así como por las creencias religiosas. la tarea pedagógica ha de dominar la pulsión sexual hasta hacer coincidir la voluntad individual con el mandato social. 1916-1917: 285).propia pertenencia. si en lugar de esperar la tormenta de la pubertad se intervenía ya en la vida sexual de los niños. Lo cito: “La experiencia tiene que haber mostrado a los educadores que la tarea de guiar la voluntad sexual de la nueva generación sólo podía cumplirse si se empezaba a influir sobre ella desde muy temprano. 174 . Así el niño pasa a ser monótono y a tener un atormentador sentimiento de aburrimiento. color de piel. Con alguna frecuencia convierte al niño en la latencia en alguien adiestrado en exaltar la semejanza y rechazar la diferencia. lo que a su vez fomenta el aburrimiento y la obsesividad del pequeño. Esto suele ser sincrónico con la educación recibida y transmitida también por la familia. considerados objetos a los que se dice amar. Ese movimiento iniciado en el siglo XI alcanzó su mayor densidad en el siglo XVI y su teórico fue Descartes. Desde ahí es pensado el mundo de los otros. ella misma afectada por la educación. como lo constatan las quejas de no saber qué hacer y la desesperación de padres y educadores que proponen tareas para hacerle ocupar el tiempo más que para aprender algo útil a la necesidad de momento vital y epocal. no sólo a través de la enseñanza del conocimiento como lo dividido sino. generando una subjetividad apropiada a esa educación. de lo que se trata es de acotar la centralidad y la hegemonía del yo a la hora de dar lugar al sujeto otro. a partir del descubrimiento de lo inconsciente y de un mundo interno que determina al yo. considerado más bien objeto del yo. de un conocimiento separado de otro. donde el yo es a su vez nuevamente descentrado a favor de una relación donde pasa a devenir otro con otro. Pero el concepto de objeto. El conocimiento psicoanalítico transmite la idea de significación inconsciente de los actos del sujeto y la estructuración de un mundo interno poblado de relaciones de objeto. Para ello no sólo se requerirían otros conocimientos sino estar apoyados en una acción educativa que dé lugar a una subjetividad otra 175 . de la subjetividad producida en la situación de vincularidad. Acompañando este movimiento de ruptura de todo lo que conecta. se ha implementado un enorme esfuerzo en relacionar lo que por otra parte nuestra educación ha transmitido sistemáticamente como separado. Aunque estos mecanismos explican en parte la relación con los otros. Ello se acompañó de un desarrollo de la noción de pulsión. ha establecido su radical escisión. No obstante en los últimos años se ha producido un movimiento en el pensamiento tendiente a observar y jerarquizar la significación de lo vincular. Bateson (1979) dice: “Rompan ustedes la pauta \pattern] que conecta los diversos rubros de la enseñanza. De esa manera se ha exacerbado el lugar del sujeto desligado del otro. de una especialidad separada de otra. como era lógico. importante para caracterizar lo humano y contraparte de la noción de instinto. se opone otra que llamamos vincular. Tampoco la educación ha superado ni mejorado la perspectiva reinante de un sujeto separado de otro. A esta concepción. el psicoanálisis. como el de pulsión. en la que lo individual puede evolucionar a solipsismo. y destruirán forzosamente con ello toda calidad”.Hacia fines del siglo XIX y plenamente en el siglo XX. sostienen implícitamente la centralidad del sujeto que da lugar al otro como punto donde ubicar el objeto a través de los mecanismos de proyección e introyección. que sería lo común a la especie animal. Desde ese momento no se pudo sostener más la concepción de un yo completo e indiviso. Y es a este tipo de subjetividad a la que lo individual instituido se opone. Los comienzos de la vida de 176 . en sus modos de relacionarse así como sobre el vínculo familiar mismo. Una subjetividad instituida desde la centralidad de lo individual puede recibir y transmitir conocimientos vinculares. Ocurre que las que figuran en a) son ubicadas fácilmente en el comienzo de la vida psíquica.desde lo vincular. 4. producidas en y por el conjunto social. y también cronológico. y opera por positividad o por negatividad. a la hora del hacer terapéutico ha de retornar sobre el punto de vista que su subjetividad mejor sostiene: el individual. y aquellas otras. pero si no ha pasado por una experiencia vincular analítica. sin remitir a las anteriores. Las primeras tienen un fuerte acento lógico. b) aquellas derivadas de cada experiencia nueva y significativa que. podemos decir que habría varios orígenes y no uno solo. en la restitución del sujeto. junto con las de gobernar y analizar. MODOS DE OPERAR DE LA EDUCACIÓN La educación cumple un papel decisivo en la producción del sujeto en la relación con el otro así como en la del sujeto social. Las primeras experiencias sociales pueden atravesar la experiencia con los padres y también provenir directamente del conjunto social. en su cuerpo. Por lo tanto. e instituyen el origen del sentimiento de pertenencia. basadas en las marcas del yo dejadas por la asistencia ajena materna que instituyó una vivencia de satisfacción (Freud. constituyen un origen. Podemos describir dos tipos de inscripción: a) aquellas que se consideran como primeras. Son todas ellas inscripciones originarias. con los padres en el marco del complejo de Edipo. Que pueda haber transferencia de unas a otras no debiera hacernos perder de vista su origen diferente y el hecho de que dan lugar a distintos tipos de conflictos y sufrimientos. 1950a). Interviene a través de los educadores que en su relación con los educandos tienen capacidad de marcar y dejar inscripciones en su subjetividad. Quizá radique en esta inconsistencia la conocida afirmación de Freud acerca de que educar es una de las profesiones imposibles. también primeras inscripciones. La posibilidad de considerar el tratamiento psicoanalítico como un método de levantamiento de represiones que generan sufrimiento en el sujeto llevó a pensar que podía considerarse un tipo de post-educación. aquellas que la cultura establece como necesarias e incuestionables. si se trata de la sexualidad infantil. referido a lo anal excrementicio: no tocar y no eliminar sino de acuerdo a ciertas reglas y lugares permitidos que aseguren su desaparición de la vista y el olfato. Pero. 177 . siendo la sugestión en sí un importante mecanismo de la educación. Si esto constituye un factor externo. lo cual permite el desplazamiento sobre otras figuras. el no está referido al componente incestuoso. dado el componente sugestivo existente en la cura analítica. La educación transmite el mandato social acerca de cómo ser y cómo pertenecer a su comunidad. no pegar al otro salvo justa causa. etc. a cargo precisamente de iniciar al niño en los conocimientos y encuadrarlo en el marco educativo. b) respecto de lo familiar: aunque el tabú del incesto y la amenaza de castración lleve a orientar la futura elección de pareja hacia otras familias. persiste cierta desestimación bajo la forma de un sentimiento ambivalente en relación a ellas. como modelo de relación con el otro ajeno. 1916-17). la educación también opera por negatividad al establecer diversos "no": a) respecto de lo corporal: no a un acceso irrestricto al cuerpo de la madre o al propio cuerpo. recompensas y castigos. Freud (1916-17) ya había señalado que la educación ejerce una compulsión externa que porta las exigencias del medio cultural. siendo ésta la que la comunidad decide como tal. que influye sobre las pulsiones egoístas o agresivas para mudarlas en pulsiones sociales. y aunque desde el punto de vista individual reconocen algún significado en ese origen primero no se explican totalmente por una remisión a la vida infantil. un factor interno sería la necesidad de amar y ser amado. respecto a la agresión. protegiendo las instituciones estatales. de los cuales el más severo es la amenaza de no pertenecer (Freud. entre ellas la de los maestros. La educación funciona también con premios de amor. como dijimos. experiencia inédita pues nada semejante le ocurrió antes al sujeto.pareja. ofrece marcas nuevas que exceden a las anteriores. c) respecto de las marcas sociales: la no aceptación y no tolerancia del otro como ajeno. producen un tipo de sujeto que reconocerá a otros como pertenecientes a la misma institución y sostiene el sentimiento de pertenencia que separa a propios de ajenos. y ante la dificultad que esto supone surge el malestar en la relación con la familia del amado. Las acciones y los mandatos parentales marcan inconscientemente lo que será el deseo. escuelas. por el que está sostenido y sobre el cual el sujeto marca su pertenencia. universitarios o terciarios de especialización. modelan mente y cuerpo. las zonas erógenas y las representaciones del cuerpo. de otra comunidad. aplicada a la selección de los contenidos como a las actitudes aplicadas al conjunto. como de sujetos apropiados para ese medio social. Tres son las pertenencias recíprocas del sujeto: 1) al cuerpo. como pudo ocurrir en Esparta a los efectos de constituir la formación guerrera hoplita. 5. como ocurre en el 178 . que tienen similares modelos corporales. También opera en la educación a través del control y la individualización de los sujetos. Éste también estará sostenido por los otros. La disciplina. Foucault (1976) incluye la educación cuando trata de las tecnologías del poder. tanto de bienes y productos. Describe dos tecnologías: la disciplina y la regulación de la población. de otra clase social o de otra religión. como se percibe muy bien en los medios educacionales. consideradas como una molestia o un riesgo dado el cuestionamiento que suponen para la propia pertenencia. La primera se desarrolla preferentemente en lo que Freud consideró una de las “masas artificiales”: el ejército. El concepto de tecnología remite al desarrollo de prácticas de producción.puesto que además de amar al otro para instituirse en la pareja amorosa se deberán abandonar las propias adhesiones infantiles. institutos secundarios. EDUCACIÓN Y PERTENENCIA La educación produce como efecto que los sujetos puedan reconocerse entre ellos como pertenecientes al medio que los produce. a la que se menosprecia dado que frecuentemente tiene otros valores y otras modalidades de funcionamiento. y se hace de ellas un contenido hegemónico. Como el marco social no es homogéneo. a veces groseramente contrarias a la ética social. que le pertenece también a la familia. 3) al marco social. lo cual no tiene que ver con el escrutinio de los valores o conductas familiares. de las relaciones con los primeras personas significativas: los padres.ejército actual mediante la práctica de la disciplina física que modela el cuerpo y la subjetividad para aceptar la “obediencia debida” o. la pertenencia de clase socioeconómica condiciona el cuerpo. Ello hace que no se pueda aceptar una crítica a la propia familia sin sentirse simultáneamente atacado. los vínculos. habitantes de otro país dentro del país. También puede confundir al sociólogo o al político suponer que dichas representaciones son derivadas de los condicionamientos sociales. La familia también es sostenida. que también le pertenece a cada sujeto según su lugar de parentesco. Cada pertenencia tiene sus representaciones y sus significados pueden ser transferidos de una a la otra. Esto lleva a que desde una clase social se registre a los de otra como extranjeros. Lamentablemente los jardines de infantes y los colegios no son solamente heterogéneos en lo que respecta a los contenidos educativos. sino con el hecho de que esta familia también está sostenida por el sujeto. desconsiderando aquellos singulares que conforman a cada sujeto. así como el lenguaje y la relación social. sostiene y sin proponérselo transmite el mandato social. como se da ampliamente en nuestro tiempo. y deseoso de que el conocimiento psicoanalítico se difundiese pero cons- 179 . 6. Se estaría frente a un error si se pensara que todas derivan de las representaciones infantiles. no sólo al sujeto. 2) a la propia familia. a quien a su vez sostiene en los lugares de parentesco y le da su propia forma. Si se mira en detalle se observará que la educación colabora fuertemente en la constitución de las tres pertenencias. sino que son muy distintos en cuanto a las posibilidades de acceder al conocimiento. a través de la moda respecto de la forma del cuerpo admitida o al menos premiada por la aceptación social. INTERÉS TEMPRANO DEL PSICOANÁLISIS POR LA EDUCACIÓN Después de haber concebido lo inconsciente. El psicoanálisis también podía aplicarse a otros métodos de conocimiento. Allí menciona nuevamente. Esta propuesta pasaría con el tiempo a formar parte de la educación psicoanalítica junto con el análisis de casos clínicos y el estudio de material teórico. Intuyó genialmente que un conocimiento nuevo requiere una subjetividad nueva.. se publicó en Viena el libro de August Eichhorn Verwahrloste Jugend. un conocimiento a acumular junto con otros. es decir. También son tres las funciones de los analistas. Suponía un riesgo transmitirlo desde una subjetividad que no le hubiera dado cabida a lo inconsciente. del cual Freud escribió el prólogo. gobernar y curar. cuya traducción en español sería Juventud descarriada. De otra manera la transmisión sería convencional. en 1913. Establece dos advertencias. que se da en los seminarios. lo cual incluye una forma de educación. Muy tempranamente.ciente de los riesgos de tal emprendimiento. las tres profesiones imposibles: educar. Luego. y la segunda es que no debiera confundirse trabajo pedagógico con influjo psicoanalítico. en julio de 1925 y también con prólogo de Freud. pero aquí “curar” deja su lugar a “analizar”. Al tomar contacto con el propio inconsciente la subjetividad cedería en su oposición a este nuevo conocimiento. En él trata del interés y de las enormes expectativas suscitadas en la educación a partir del “nuevo niño” estudiado y descripto por el psicoanálisis. Oskar Pfister trató de aplicarlo a la tarea con educadores y pastores en Die Psychanalytische Methode. También aclara la diferencia entre la educación de alguien inacabado como un niño y la tarea analítica con un neurótico adulto equiparable a una post-educación. junto con educar y gobernar. Se refiere ahora a dar por anticipado la insuficiencia del resultado de cada una de esas actividades. esa otra que se da a través de la supervisión y el estudio de los textos o análisis de casos clínicos. debía tener su propia vivencia de lo inconsciente. más adelante. Las tres profesiones imposibles son vueltas a mencionar por Freud en 1937. Luego se agrega 180 . una es que a los educadores les vendría bien analizarse. ya que allí residen las resistencias y por lo tanto sería sólo un buen profesor de psicoanálisis pero nunca un analista. no sin humor. en las instituciones psicoanalíticas: analizar a futuros analistas. Freud se dio cuenta de que un analista debía pasar por la propia experiencia del psicoanálisis. . como una disposición heredada. Freud dedicó muchos comentarios a la educación a lo largo de su obra. Atribuimos a la cultura y a la educación elevada una gran in. imprimiéndole un cuño algo más ordenado y profundo (ibíd. pág. Claro que ambas pueden asociarse para cumplir su rol. Freud parece ser ambivalente al considerar el rol de la educación. una modalidad de gobernar (Berenstein. y llegado el caso puede producirse sin ninguna ayuda de la educación. y suponemos que bajo esas condiciones sobreviene en la organización psíquica una alteración.fluencia sobre el despliegue de la represión. 1987). rara vez vuelve a alguien histérico. y sin duda alguna ella contribuye en mucho. a una señal de la educación y de la influencia externa (nota agregada en 1915) (Freud. en cambio. En el niño civilizado se tiene la impresión de que el establecimiento de esos diques es obra de la educación. pero desestimadas aho- 181 . como espontáneamente. es decir. Por otra parte. De un lado la inhibición de la pulsión sexual pareciera estar condicionada orgánica y hereditariamente.rá cumplir funciones administrativas y de dirección en las instituciones analíticas. Pero en realidad este desarrollo es de condicionamiento orgánico. aunque sea agotador. 1888: 59). en estos poderes que ponen un dique al desarrollo sexual -asco. fijado hereditariamente. sí puede hacerse este reproche a la educación que se imparte en los mejores estamentos de la sociedad y que procura un refinamiento de la sensación y la sensibilidad (Freud. y por otra parte la educación se opone a aquellas condiciones. Ya en sus inicios decía: Un trabajo intelectual serio.es preciso ver también un sedimento histórico de las inhibiciones externas que la pulsión sexual experimentó en la psicogénesis de la humanidad. que hasta puede ser congénita. En el desarrollo del individuo se observa que emergen en su momento. vergüenza y moral. Por obra de este trabajo represivo de la cultura se pierden posibilidades de goce primarias. Esta última se atiene por entero a la esfera de competencia que se le ha asignado cuando se limita a marchar tras lo prefijado orgánicamente. a consecuencia de la cual lo que antes se sentía agradable aparece desagradable y es desautorizado con todas las fuerzas psíquicas. 161). 1905: 147). contrarrestado sólo por la elección posible del modo de pertenecer de cada sujeto. Pero dos años más tarde podemos leer: Si ustedes quieren.. consiste en que bajo el influjo de la educación y de los reclamos sociales se alcanza. y limitado -acaso para toda la vida. y así hallamos que el chiste tendencioso ofrece un medio para deshacer ésta. págs 95-96). en particular porque poco tiempo después la educación erige la inhibición religiosa del pensamiento (ibíd. por eso tiene tan hondas raíces y es tan duradera la sublevación contra la compulsión del pensamiento y la realidad objetiva (ibíd. una sofocación de las pulsiones perversas... pág. pág. pero una sofocación tal que sería mejor calificarla de fracasada (ibíd. la psique del ser humano tolera muy mal cualquier renuncia.el libre quehacer de la inteligencia. el apetito de saber permanece desde entonces inhibido. La imposición de la pertenencia al conjunto a través de las instituciones se levanta como un nuevo dique al pensamiento. Por otra parte el psicoanálisis podía ofrecer mucho a la modulación de las restricciones que la educación y la pedagogía imponían en las escuelas. 1910: 44). Pues bien. 121). 171). Lo que Freud dice es importante. sí.. si ésta ayuda a suprimirlos e impone corrientes dominantes de pensamiento. mucho más coactivas son las limitaciones que deben implantarse en la educación para el pensar recto y para separar lo verdadero de lo falso en la realidad objetiva. con mucho. pág. hoy podemos agregar también a 182 . para recuperar lo perdido (ibíd. Ahora bien. el más interesante. La educación trae una supresión de las pulsiones perversas que está destinada al fracaso. 74). pueden caracterizar el tratamiento psicoanalítico sólo como una educación retomada para superar restos infantiles (Freud.ra en nuestro interior por la censura. Pero he ahí un nuevo tipo de conflicto a tramitar entre el pensamiento singular y el sostenido por el conjunto. Cabe preguntarse si es posible “superar restos infantiles” mediante una educación. La investigación puede compartir el destino de la sexualidad. El segundo caso es. se hace creer a los jóvenes que todos los demás cumplen los preceptos éticos.las distintas escuelas de pensamiento. 183 . pero hay que tener en cuenta que no son así”. En lugar de ello. Es evidente aquí que no se hace un buen uso de los reclamos éticos. luego enemigos. Yerra. además. Freud dice: Que se oculte al joven el papel que la sexualidad cumplirá en su vida no es el único reproche que puede dirigirse a la educación de hoy. vale decir. Los lacanianos no le van a la zaga y no dudan en creer que los que pertenecen a la Asociación Psicoanalítica Internacional se desviaron de las enseñanzas de Freud. por no prepararlo para la agresión cuyo objeto está destinado a ser. Cuando lanza a los jóvenes en medio de la vida con una orientación psicológica tan incorrecta. La severidad de estos no sufriría gran daño si la educación dijera: “Así deberían ser los seres humanos para devenir dichosos y hacer dichosos a los demás. los extranjeros. Quizá sea ésta una de las consecuencias de una dificultad del psicoanálisis. el no tener una formulación capaz de abarcar el mundo exterior. 1991) abrieron la posibilidad de hacer un examen científico de las ideas. son virtuosos. Pero las saludables controversias (King y Steiner. Y esas confrontaciones trajeron algunas consecuencias políticas y organizativas en la institución inglesa. En esto se funda la exigencia de que ellos lo sean también (Freud. Cada una de éstas levanta algunas restricciones y propone otras en lo que respecta a revisar las propias bases. 1930: 130). Algunos psicoanalistas consideran que sus colegas lacanianos distorsionan lo que ellos piensan que debiera ser el psicoanálisis. También ocurre con las escuelas psicoanalíticas. los no educados en los lineamientos de cada escuela son primero ajenos y extraños. Es que la necesidad de pertenencia establecida por la educación correspondiente muestra que los otros. En la década del cuarenta las nuevas formulaciones de Melanie Klein fueron consideradas por algunos psicoanalistas como no psicoanalíticas e intentaron que sus autores dejaran de pertenecer a la institución psicoanalítica. salvo la aplicación un tanto rudimentaria de las ricas teorías de la mente obtenidas de lo observado en los tratamientos individuales. la educación se comporta como si dotara a los miembros de una expedición al polo de ropas de verano y mapas de los lagos de Italia septentrional. averiguaremos algo más todavía acerca del significado si nos volvemos a estas fuentes suyas. “la orientación psicológica tan incorrecta” que mencionaba Freud en ese escrito sigue vigente. No importa cómo se haya arreglado en ellos su yo con su superyó. Freud pensó razonablemente que una solución para la educación de los psicoanalistas era un análisis periódico. Como él mismo [el superyó] se remonta al influjo de los padres. es sumamente complejo. en la educación del niño se muestran rigurosos y exigentes. que en su tiempo les impusieron a ellos esas gravosas limitaciones. entre el saber y la subjetividad que lo sostiene. educadores y similares. los padres y las autoridades análogas a ellos obedecen en la educación del niño a los preceptos de su propio superyó. Los educadores transmiten los elementos de la tradición junto con los conocimientos. La siguiente cita nos lo muestra. 1933: 62). deberemos admitir que nuestra educación general no nos ayuda a reconocer. deviene portador de la tradición. de todas las valoraciones perdurables que se han reproducido por este camino a lo largo de las generaciones (Freud. se llena con el mismo contenido. el superyó de los niños no se edifica en verdad según el modelo de los progenitores. El papel de los educadores.Quien mira el mundo que nos rodea ha de ver que en estos tiempos donde nuevas guerras están anunciadas. En éstas existe la creencia generalizada de que todos los miembros comparten similares intenciones. pero no sólo respecto de la sexualidad sino de las relaciones de poder que regulan el mundo humano. En otras palabras. El sujeto es educado para ignorar activamente las inconsistencias del medio social y de las instituciones a las cuales pertenece. están contentos de poder identificarse ahora plenamente con sus propios padres. Dado que dicha inconsistencia es difícil de tramitar se intentará sostenerla y transmitirla sin modificar la subjetividad. Han olvidado las dificultades de su propia infancia. estableciendo una inconsistencia. como dije antes. motivaciones y aspiraciones al poder. La educación psicoanalítica ha dado un paso en esa dirección pero no es suficiente. entre los cuales los psicoanalistas debemos incluirnos. sino según el superyó de ellos. Por regla general. como sí lo ha hecho con la semejanza y la diferencia. aceptar y vincularnos con la ajenidad de los otros. Esta indicación tropieza con el hecho de que el psicoanálisis no 184 . Así. ¿Habremos de instituir una educación distinta para lo vincular? Pareciera que transitar una experiencia terapéutica vincular sería uno más de los caminos para desestructurar una subjetividad basada en lo individual. De este modo en algunos sectores de la enseñanza. Un principio educativo por excelencia de nuestra cultura consiste en transmitir la escisión como principio básico: que los elementos de la naturaleza están separados y se transmiten aisladamente. Cuenta Romero (1987). Quizá la tarea sea contar con ellas y no desestimarlas ni reprimirlas. de las relaciones de poder.puede abarcar sus propias inconsistencias. 7. pero ese movimiento no es simultáneo. y permitir una basada en la relación con y desde el otro. en ellas. al analizar la relación entre realidad e irrealidad en la mentalidad cristia185 . mas no en la educación. Así. Si unas formas de pensar producen hechos acordes con las mismas.es una doctrina basada en el hecho de que toda conciencia se reduce a la conciencia propia. hechos nuevos han de requerir nuevas formas de pensar e interpretarlos. por ejemplo respecto de su educación. Pareciera que una forma de funcionamiento de nuestra mentalidad se presenta bajo una discordancia entre la aparición de hechos nuevos y el que sean explicados y formulados con interpretaciones derivadas de hechos previos no siempre aplicables a los nuevos. Pero si se convirtiera en requerimiento obligado para otorgar una pertenencia constituiría a su vez un nuevo impedimento. como unidades en sí mismas. de sus instituciones y. a veces pasa mucho tiempo entre los primeros y las segundas. al cegarse a las nuevas inconsistencias. han de hacer un esfuerzo no menor para relacionar lo que ahora parece estar separado. mi “yo solo” (solus ipse). en lo Uno. salvo que se los mutile para acondicionarlos a aquéllas. Pero esta insistencia actual en las “relaciones” está aún anclada en una subjetividad basada en el solus ipse. EDUCACIÓN PARA EL SOLIPSISMO O PARA LA RELACIÓN CON EL OTRO El solipsismo -como ya fue dicho en capítulos previos. la escisión como mecanismo primitivo de la mente coincide con el principio educativo basado en la separación. en tanto el odio separa y desvincula. este hecho nuevo anticipaba lo que luego sería el método científico. 2001a). como si fuera a ubicar contenidos produ- 186 . Podríamos decir que el conjunto o “el vínculo” de los ojos está antes que cada ojo por separado. sin embargo.nofeudal. No se suma la información proveniente de un ojo a la proveniente del otro ojo. pasa por ver personas separadas e individuales y no ver aquello por lo cual están vinculadas. se estableció una nueva relación entre las nubes y las lluvias. Con el advenimiento de lo que sería el pensamiento burgués y la observación de la naturaleza. Como se sabe. cada ojo recibe una imagen de los objetos exteriores (Berenstein. Sin embargo se ve el mundo como una imagen indivisa y a los objetos en el mundo se los ve ubicados en profundidad. El psicoanálisis ha tenido un papel fundante en restituir aquello que relaciona dos o más percepciones conscientes aparentemente separadas y lo hizo a través de la significación inconsciente. y se ocupó. desde otra perspectiva. pero la educación impuso que sí. Algo de la idea solipsista persiste en la descripción de que la relación resulta de un yo que proyecta en el analista o introyecta una experiencia modificada desde él. La percepción. que está fuertemente condicionada por la educación y por las creencias que ella transmite. durante un tiempo se siguió explicando que la lluvia obedecía a la acción de los ángeles. Lo que relaciona a los hechos discontinuos y también lo que vincula a un sujeto con otro y a éstos con los demás es inconsciente. Más tarde se desplegó la concepción de las relaciones de objeto. Anteriormente utilicé como ejemplo la visión binocular. La transferencia surgió como paradigma de la relación entre paciente y analista. que la situación era equivalente al ejemplo siguiente: las nubes formaban parte de la realidad sensible y los ángeles que estaban en ellas no. Para la época. como lo que liga. pero fue y es concebida a partir del despliegue del mundo interno del primero. del amor. y su visión se torna individual y no de conjunto cuando hay una lesión en el quiasma óptico o en alguna otra zona del recorrido del nervio óptico o del cerebro. Entonces la interpretación de la lluvia era que sobrevenía por acción divina: cuando era escasa se imploraba con los ruegos y cuando era excesiva se trataba de un castigo divino. Luego analizó la ligadura y desligadura de la pulsión y su objeto. Esta ha de ser una operación deductiva. El término “vínculo” fue introducido en la Argentina por Pichón Riviere en la década del cincuenta y ello inauguró una corriente de pensamiento dentro del psicoanálisis argentino. Es en este sentido que hemos propuesto el “vínculo” como su elemento de base. Vínculo y pulsión están en una relación de excedencia. esta condición hace que el mundo vincular sea una entidad específica diferente y suplementaria del mundo individual. tienen otras lógicas. También lo están el otro y el sujeto. Con ello comenzaba lo que luego se constituyó en un encuadre específico: tratar a la familia como una totalidad. también apoyada fuertemente en la pulsión y en las relaciones objetales. una era seguir utilizando la que se había inaugurado en los escritos de Freud de 1915. Y si se mira detenidamente. Si la concepción es vincular se ha de postular que el aparato psíquico tiene capacidad de aceptar inscripciones nuevas a partir de la rela 187 . que evolucionaba hacia un mundo emocional. Fue simultáneo con su propuesta de tratar psicoanalíticamente a la familia de los pacientes como un conjunto. Se abrían dos alternativas. el objeto de la relación objetal.cidos en un interior. y el motor y la energía está en la relación y no en alguna supuesta fuente interna. Pero una metapsicología donde tanto el sujeto como el otro tengan un lugar fundante requiere una modificación. Esta fue luego modificada por Klein y su teoría de las posiciones. acerca de la realidad psíquica que reconoce la pulsión como concepto base del aparato psíquico. Y esto propone otra alternativa. La relación entre dos sujetos altera a ambos y no a uno solo. y trasladados al interior de otro yo para luego volver al primero. Podría concebirse que vincularidad e individualidad son dos operaciones simultáneas o sucesivas y que no necesariamente remiten una a la otra. que a lo sumo forma parte pero no está en un orden exclusivo de determinación. De allí la necesidad de considerar el papel fundante de la “presencia” del otro en el mundo vincular y diferenciarla de su “ausencia”. Una vez transitado suficientemente el camino técnico y clínico aparecería la necesidad de una metapsicología propia. Una educación pertinente genera una subjetividad apropiada a este punto de vista individual. de manera tal que la “relación” es algo que se establece después de constituida. entonces representada por un personaje en el mundo interno. el de un yo. familiares o amistosas son invadidas por la desilusión al ser los otros distintos al yo. De esta manera. 188 . Las relaciones entre los sujetos ponen en juego lo semejante. que rebasa la representabilidad aportando una ajenidad decisiva para el vínculo. parciales o totales. Pero surge un inconveniente a menudo insalvable ante la presencia del analista que como un ajeno propone una relación otra para la cual el paciente no tiene una matriz infantil. En este caso también deberá trabajar. Los otros y el propio sujeto como otro de otros son investidos por las representaciones pero éstas dejan afuera lo que caracterizamos como la presencia del sujeto. la ajenidad del otro. Esto es lo que llamo “interferencia” en el campo de la sesión psicoanalítica.ción con el otro. además de que ésta resignifica las marcas infantiles. diferenciados o bajo la forma de un indiscriminado objeto combinado. En estos casos la diferencia es tomada como una lesión para la relación. es decir que el sujeto tiene disponibilidad para aceptar nuevas marcas. lo cual supone una educación pertinente. y de ello tratará el próximo capítulo. sin negar que las inconsistencias forman parte de nuestro universo y son las puertas para acceder a nuevos mundos. Pero estas formulaciones requieren a su vez una modificación subjetiva que “encarne” los virajes conceptuales. esto se dará también en la relación analítica a partir de la transferencia de los objetos parentales buenos o malos. se armonizará o no la significación que viene de lo infantil con la posibilidad de incorporar nuevas experiencias intersubjetivas que exceden la investidura otorgada por las experiencias tempranas. Desde luego. En algunos pacientes esta conjunción resulta difícil de lograr. además de las diferencias. entonces las relaciones de pareja. lo diferente y lo ajeno. Se empezará a decir que es psicoanalista y pertenece al psicoanálisis quien analiza sobre la base de la transferencia. y apareció con un sentido un poco diferente en La interpretación de los sueños. Se había originado como concepto con el nombre de “falso enlace” en el historial de Emmy von N. de intensidades o de energía. Examinando las relaciones entre los restos diurnos y el cumplimiento del deseo inconsciente. 189 . no buscado pero igualmente producido. Freud llama transferencia (Übertragung) al proceso por el cual la representación inconsciente. 1905a). Es se refiere al 1. o la considera central. 1 Su conocimiento y también su uso se fueron expandiendo y generalizando en la sesión. pero como herramienta técnica se empezó a usar a partir de aquel historial: transferencia a un objeto contemporáneo de sentimientos inconscientes originados en la relación con un objeto infantil. modificando y fue ganando especificidad según la escuela que lo considerara. adquirió una enorme importancia clínica. (Freud. sólo puede exteriorizar su efecto ligándose a una representación inofensiva merced a la transferencia de intensidad. En este contexto este criterio fue bastante usado como traslado de cantidades. siendo incapaz de ingresar en el preconsciente. LA TRANSFERENCIA COMO TOTALIDAD Y UNICIDAD La transferencia tuvo su presentación inaugural en el psicoanálisis en el epílogo del caso Dora (Freud. 1893). se transformó en una marca de pertenencia.CAPÍTULO 8 INTERFERENCIAS 1. se fue precisando. hasta hacerse casi sinónimo de todo lo que ocurre entre el paciente y su analista. Como valor agregado. En estos casi cien años tuvo una formidable evolución. devino en emblema representativo de lo instituido. siendo un concepto y una herramienta técnica. un escollo para la consecución del tratamiento en el camino del recordar. Las resistencias eran puestas en juego por la fijeza de los recuerdos infantiles que. consistente en mostrar semejanzas ante cada emergencia de otredad en el paciente y el analista. modo exquisito de repetición del conflicto infantil que al actualizarse en el aquí y ahora ofrecía la posibilidad de desenvolver la cura. Pero quizá esto. pero como todo centro debiera ser descentrado para dar lugar a otros universos posibles en el campo de la relación terapéutica.a condicionar el campo analítico con las interpretaciones -que entonces producirá cierto tipo de material que cumple con los requerimientos transferenciales-. se la considera el nudo fundamental de la operación analítica. abría un amplio abanico de identificaciones originadas en la relación con los objetos parentales. al ser evocados. Se expresa en los materiales clínicos como “todo esto se refiere inconscientemente a su relación conmigo y en ésta se despliegan sus situaciones tempranas”. ante lo vincular entendido como un trabajo sobre las diferencias y la ajenidad. no es usado aquí 190 . ofreciéndose a la relación. y tiene una potencia proporcional a su inercia para permitir que otros aspectos emerjan y tengan su lugar en la sesión. Podríamos decir que con cierta frecuencia nuestros pacientes asocian con nuestras ideas preferidas del momento.ser. El analista. despertaban afectos y efectos actuales. forme parte de una defensa. pensadas como complementarias. Pero también se produjo un corrimiento: de estar el analista en situación de atención flotante -para ser tocado por indicios propios de lo inconsciente producido en la relación analítica. Hoy la transferencia es un concepto establecido e instituido en el psicoanálisis en el área de la relación analítica. 2 configuran una pieza concebida como 2. Este término. La transferencia y luego la contratransferencia. a una identidad derivada de una pertenencia otorgada ahora por lo que. el terapeuta. La transferencia se consideró inicialmente como un obstáculo ante la emergencia de lo reprimido. que podría ser considerado un error técnico. así como más adelante “concordante”. atribuidos por lo tanto a aquel con quien el paciente se relacionaba en ese momento. Ubicada la transferencia como una operación central. etcétera). En el ámbito de la economía se habla de transferencia de capitales. 2001a). que está a la espera de ser recorrido por y entre paciente y analista. la envidia. Si en la primera línea lo que se privilegia es la falta. 1986. 1953). Trans es un término que indica un pasaje a través de zonas o lugares.única para el desenvolvimiento del proceso analítico. la ausencia y la representación. es decir. la rivalidad. la hostilidad. La transferencia (Übertragung) comprende un desplazamiento de una zona a otra. 191 . de fondos o de bienes. como se ve muy bien en la transferencia psicoanalítica. y es un término usado en otros campos. el superyó con el superyó. Desde aquí en más denominaré a esta última instancia interferencia. los celos. y complementaria cuando lo hace con los objetos internos del mismo (Etchegoyen. en la segunda es la presencia y su presentación. desde donde se observará cada personaje del relato del paciente como representación de los personajes edípicos en su calidad de objetos parciales o totales (el criterio será la elaboración de los afectos de la serie amor-odio y la modulación de los sentimientos vinculados a este último como la vergüenza. Dos líneas de pensamiento tienen lugar: a) la transferencia como despliegue del mundo infantil y de las relaciones de objeto. Racker. Una paciente estaba atravesando una separación matrimonial como epílogo de un largo conflicto que la llevó a una lenta y progresiva separación afectiva. consiste en llevar algo más allá en una dirección. aquello que va a producir inscripciones. y al ser consideradas como dos partes de una totalidad supone abarcar el territorio de la relación. etcétera). En lo social. productor de un hecho nuevo y vincular (Berenstein. b) la transferencia como el lugar de emergencia de lo que antes no había ni hubiera podido haber. se refiere al traslado de personas de un lugar a otro o de un país a otro. fero proviene de un verbo latino que significa lo que conduce y hacia donde se conduce. como ocurre con refugiados o con prisioneros de guerra. entendida psicoanalíticamente desde sus tempranas situaciones edípicas y la tendencia a la en el sentido en el que Racker lo usó para clasificar la contratransferencia: concordante cuando el analista identifica partes de su aparato mental con las equivalentes del paciente (el yo con el yo. y también indica cierta direccionalidad: hacia otro lado. Éste era un sujeto que le proponía otras opciones. con el que estableció otra pareja. sostenía. o sea. y con ésta a su vez se generaba una nueva subjetividad. que llevó a elaborar un fracaso temprano reproducido en su vida adulta en la relación de pareja. entonces lo explicaba como una suerte de prolongación afortunada de la anterior. por otra parte largamente analizados y muchos de ellos resueltos. Debíamos darnos la posibilidad de pensar que no fuera por evolución de la anterior sino del surgimiento de una situación azarosa. Se oponía a darse cuenta de que sin una modificación en su subjetividad no hubiera podido establecer una nueva pareja. si las pérdidas o faltas forman parte del mismo conjunto que el encuentro o agregado de cualidades de una presencia previamente no existente. donde se instituyó una experiencia distinta a la anterior. Pasado un tiempo conoció a otro hombre. y de parte del analista darle cabida a la novedad. conllevaba el riesgo de crear las condiciones para reproducir un desenlace similar. lo que incluía escuchar y ser escuchado como deviniendo una persona diferente. Esto es. La paciente. El analista debe estar atento a la discordancia entre un hacer desde lo novedoso de la situación y un pensamiento explicativo que atribuye su causa y motivo a sucesos anteriores. dicho en otros términos. El arduo trabajo psíquico se daba entre lo que era reproducción de las condiciones anteriores y lo que era producción de una nueva situación a partir de una relación distinta. Como no coincidía con la situación efectivamente vivida. O.repetición. lo que no hubiera podido darse con la pareja previa. Una suerte de oposición surgía en la paciente ante las interpretaciones que señalaban estas singularidades de cada una de las relaciones y que se observaban también en la relación terapéutica. se ubicaba y pensaba su relación actual como una suerte de repetición mejorada del vínculo matrimonial anterior y como una reedición de sus problemas infantiles. un pensamiento derivado de un hacer anterior y no actual. para las cuales el hacer correspondiente la producía a su vez como un sujeto un poco diferente. plantear si la producción vincular puede tener otra lógica y no sólo un cam- 192 . frente a las nuevas dificultades. que requería de la paciente la aceptación de que con una persona diferente ella misma lo era. El paso siguiente fue plantearnos si la pérdida por la separación era homogénea al encuentro con otro sujeto. que tiene la idea y el empuje necesario para ponerla en práctica pero no puede hacer nada sin el dinero. porque no se trata de lo perdido sino de un hallazgo inédito sentido como aquello que obstaculiza la subjetividad instituida. En la Interpretación de los sueños. Pensar la transferencia o las transferencias desde lo Uno lleva a totalizar el concepto y a incluir en él todo lo que sucede en la situación llamada “sesión analítica”. la base en la que se apoya la cadena de montaje. para lo cual Freud toma la conocida figura de la asociación entre el empresario (el pensamiento onírico). Lleva a decir que no hay psicoanálisis por fuera de la transferencia. No se trata de ampliar los bordes del campo de la transferencia para darle cabida a más de lo que ocurre en la sesión. Hasta ahí nada interfiere en ese trabajo. y la eficacia depende de su cumplimiento sin irregularidades.bio de signo de la previa destitución vincular. destitución y producción no son complementarias. por lo que requiere de un capitalista (el deseo inconsciente) que aporta lo necesario. la mención de la transferencia está precedida por la articulación entre el resto diurno y el deseo inconsciente. En un modelo de trabajo como el de una cadena de montaje en una fábrica cada uno tiene claramente delimitado su quehacer. halla algo de lo que perdió —en realidad reencuentra— y la persona del analista es el soporte del objeto perdido y presente en el mundo emocional. lo que se ha hecho exhaustivamente. sino comenzar a dejar un lugar para que se muestren qué otras situaciones lo habitan. Este modelo también se aplica a la sesión psicoanalítica. si muestran sus reclamos y fuerzan su entrada en el campo laboral. generan una interferencia. o de varios si uno no alcanza para costear el gasto. así como en el historial de Dora. En el encuentro con el analista. ya que al no ser tenidos en cuenta. una colaboración entre lo que aporta y hace el paciente y lo distinto que hace y aporta el analista. En la lógica de la interferencia se produce una cualidad que no es pasible de ser pensada desde un reencuentro. trataron de suprimir 193 . Este movimiento articulado se ve interferido por las protestas de los obreros. en la lógica de la transferencia. Uno le transfiere al otro su parte para incrementar el producto de ese trabajo. La historia ha mostrado que los regímenes gobernantes en nuestra era. los imperios del siglo XIX o los estados del siglo XX. En este sentido. no completa sino que descompleta e introduce otro trabajo a realizar. El segundo se opone al criterio de unicidad y de totalización. De la misma manera. en una relación son más que uno y otro investido desde el Uno. GENEALOGÍA DE LA INTERFERENCIA En un comienzo la noción de “interferencia” estaba investida de un sentido negativo como lo que se inmiscuye. no incluyéndolas necesariamente en la transferencia sino reconociendo tanto lo producido por la ciudadanía transferencial como por los otros “habitantes” de la sesión en su carácter inicial de extranjeros. Quisiera mencionar nuevamente una reflexión de Badiou (1997) a partir del famoso lema: “Francia para los franceses”. 2. es decir. convirtiendo las dos categorías en una. Los dos. He aquí dos criterios radicalmente diferentes. En referencia a nuestra tarea como analistas. La considera una figura de totalización y dice que no se resuelve otorgándole la ciudadanía a los no franceses y convirtiéndolos en tales para tener derechos. la interferencia no complementa la transferencia. el paciente. sería lo obstaculizante surgido en el análisis de la transferencia. en el proceso psicoanalítico debiéramos dar la ciudadanía psicoanalítica a todas las producciones de la sesión. a su origen. tiene el efecto de un exceso y no de una falta. lo cual sería una manera de restar a uno de ellos. Ahora bien. y su significación le pertenece por entero al paciente. y la segunda porque involucrándolo y viniendo desde la mente del terapeuta debe ser reconducida a su fuente. interpone y estorba. franceses y extranjeros. hasta ahora el recurso técnico fue tratar de suprimir las interferencias del campo de la transferencia. En nuestro trabajo psicoanalítico. Para este cri- 194 . La transferencia y la contratransferencia completan un campo que totaliza lo que ocurre en la sesión. entromete.violentamente esas interferencias para restaurar aquel orden perdido. Lo que emerge de inmediato es la idea de retirar el obstáculo del campo en el que se produjo. la primera porque partiendo de él se despliega sobre la persona del analista. Se trataría de que puedan tener derechos como inmigrantes y el reconocimiento en su carácter de extranjeridad. poder continuar con lo esencial del tratamiento psicoanalítico: el análisis de la transferencia. En el epílogo del caso Dora. donde debiera habitar el obstáculo. Interferencia se asocia de inmediato con obstáculo. iii) invasión de la realidad social: irrupción 195 . era lo esencial del trabajo analítico. quitaría o privaría al campo analítico de lo que idealmente debería fluir sin impedimentos. al principio consideraba como interferencias aquellos impedimentos por hechos que provenían de lo que el paciente y yo mismo considerábamos la realidad exterior. de ahí la razonable advertencia de Freud de lograr su detección lo antes posible. posiblemente reenviarla a ese supuesto “afuera”. la enfermedad repentina de un hijo. llamada luego realidad social y que llamo ahora “espacio público”. lo que impide u obstaculiza su desarrollo o su despliegue. los cortes de calles. Habría varios tipos de interferencias: i) la de los obstáculos presentados en la vida personal o familiar. Actualmente la interferencia en la sesión lo es respecto de la transferencia. etc. “Resolverla” tendría hasta ahora el sentido de sacarla del campo analítico. la imposibilidad del paciente de venir a su sesión por una emergencia imprevista en su trabajo.. Era algo que impedía lo que antes. lo que conllevaba la idea de disolverlo como presentación de una resistencia y entonces permitir que la tarea se desenvuelva según lo establecido o lo que es equivalente. “La mamá de ella interfiere en nuestras vidas”. en aquella época se pensó que el surgimiento de transferencias interfería en la producción de nuevo material mnémico. Por mi parte. ii) incursión de la realidad social: los tradicionales obstáculos para la llegada del paciente a su hora de sesión por impedimentos que considera externos a ésta y no relacionados con él. Algunas frases del lenguaje común lo muestran: “El ruido interfiere en la emisión de esa radio”.terio. o al menos se espera que no lo haga. algo que surge en un trayecto y lo impide o se introduce en una relación entre dos para perturbarla. afectándola cuando no debiera hacerlo. en Buenos Aires. “El Estado interfiere en la vida privada de los ciudadanos”. tales como. etcétera. algo surgido a último momento. el surgimiento de interferencia restaría. a mi criterio. “Hay interferencias que impiden la recepción de la señal para este programa de televisión”. o tropezar con manifestaciones de protesta. el encuentro con alguien muy o poco significativo al salir de su casa para su sesión. estas interferencias son de dos tipos: a) involucran al analista en tanto habitante. y el analista corre un riesgo personal al estar anotado en la libreta de direcciones de aquél. Podía ser por la participación del paciente en situaciones de riesgo político en épocas de represión extrema (Jiménez. 1989). Cada analista podrá agregar sus propios ejemplos. 196 . en una situación social que lo incluye aunque de modo distinto a su paciente. siéndolo. Por ejemplo. como el estado de sitio. Puede ocurrir que respecto a esta afectación ambos sujetos hagan cada uno una formulación de tipo solipsista. ya que no parecen poseer significación propia sino impedir el acceso a lo que se supone son las investiduras de personajes internos. Entre las situaciones de tipo i) y las extremas de tipo iii) hay aún una extensa gama donde el analista no corre riesgo de vida. Volviendo a pensar en lo expresado en esa época. si el paciente tuviera una actividad militante clandestina en un país cuyas leyes regulares se han puesto en suspenso bajo un estado de excepción. Pero. lo que se logró después con algunos conceptos nuevos. lo cual no suprime lo que tiene de afectación vincular sino que. 1987). la declaran individual. en principio.llamé hace muchos años “análisis imposible”. y por lo tanto a ellos deberían remitir. y del cual decía que era el grado extremo de un análisis restringido en tanto la posibilidad de significar del analista en conjunción con su paciente (Berenstein. Sin embargo. y b) aquellas que involucrando sólo al paciente recaen sobre el analista como sujeto social. por lo tanto a las maneras de accionar y pensar desde los valores y las creencias de cada uno de sus habitantes.de la realidad política como ocurrió en otros países latinoamericanos y en el nuestro en la década del setenta. su persona no está a salvo en su actividad profesional. Es probable que un criterio ético se interponga en la relación y ha de decidirse si es posible o no continuar el tratamiento. Si se examina minuciosamente se verá que algunas de estas interferencias afectan al paciente y al analista y otras particularmente al paciente. no son consideradas pasibles de ser trabajadas en tanto tales sino después de reenviarlas a la transferencia. lo que yo mismo para contraponerlo al análisis posible. aunque ambas atañen al vínculo. diré que lo que hacía imposible el análisis era la ausencia conceptual de formulaciones que dieran lugar a algo más que la transferencia en el campo de la sesión. alterando la relación entre ambos. . la ajenidad. En relación con la interferencia diría hoy lo que Freud dijo muy al comienzo de su obra acerca de la transferencia en el epílogo del historial de Dora: Cuando uno se adentra en la teoría analítica llega a la intelección de que la transferencia es algo necesario. Ahora bien.Después de un tiempo entrevimos un sentido distinto a la interferencia como lo producido específicamente entre el paciente y el analista por acción del encuentro-desencuentro dependiente de cada vínculo y de cada subjetividad. e interferencia como lo producido en el trabajo hecho por el paciente y el analista en tanto presencias subjetivas ajenas. solía pensarse en la necesidad de re-análisis del analista. Convencionalmente se ubica la realidad social como exterior al ámbito del consultorio. del paciente y del analista para mayor precisión. Ante aquellas interferencias producidas por la presencia subjetiva del analista. que habitan como exterioridad a la transferencia en el interior de la sesión. la más difícil. y al ser consideradas perturbaciones contratransferenciales. Únicamente a la transferencia es preciso colegirla casi por cuenta propia basados en mínimos puntos de apoyo y evitando 197 . esta parte del trabajo es. pasando por alto que esa exterioridad también forma parte de la sesión. con mucho. la imposición y lo vincular como lo producido en el entre-dos otros. y que es preciso combatir a esta última creación de la enfermedad como se hace con todas las anteriores. puede registrarse interferencia como presencia de la realidad social e interferencia como presencia subjetiva de otro. Aquí se superponen “consultorio” con sesión. Para la interferencia producida desde la pertenencia a un mismo conjunto social. Podríamos decir que en la sesión hay transferencia en tanto transcurso en su interioridad. Para esta conceptualización desarrollé una teoría de la presencia y en ella del juicio de presencia. y lo hace con una fuerza proporcional a su exclusión.. es probable que deba pensarse en un lugar posible sobre la base de reducir la transferencia en su carácter central y único de la sesión. Así. Ello da más complejidad a la geografía de la sesión psicoanalítica. Al menos uno se convence en la práctica de que no hay medio alguno para evitarla. Al no ser así considerada deja la impresión de que “ingresa” a la misma. “herir. entrometerse”. como el aumento. es la vía regia a lo específico del vínculo entre paciente y analista (no sólo de la mente del paciente ubicada en el analista). que debemos suprimirlas en lugar de comprender su emergencia. en efecto. golpear”. disminución o neutralización del movimiento ondulatorio. se lo usa desde 1899. como lo que se opone o impide el acceso al cumplimiento de un deseo. de la existencia de las transferencias. del calor o de la luz. puede resultarle indistinto. Pero no se puede eludirla. en ese territorio que se extiende. Parece tomado del inglés interference. la interferencia. comprende y abarca a esas dos o más entidades. “interponerse”. los sujetos. etimológicamente (Corominas. “estorbarse”. el hecho de que multiplique el trabajo del médico creando un nuevo género de productos psíquicos patológicos. del sonido. (Freud. 3. además. Del choque entre las ondas. en efecto. en tanto acción de dos subjetividades que no remiten una a la otra. de por si nada cómodo. como es de uso en física. 198 . que la cura analítica es dañina para el enfermo. es usada para producir todos los impedimentos que vuelven inasequible el material a la cura. Se las considera convencionalmente como un obstáculo que debe ser removido para facilitar la solidez de una relación.incurrir en arbitrariedades. para nosotros. tener que vencer la moción respectiva del enfermo en conexión con su persona o con alguna cosa. 1905a: 102) Así como la transferencia pasó de obstáculo a vía regia en la sesión. Las dos cosas serían erróneas. resultan ciertas condiciones. sea del agua. tomado a su vez del francés “golpearse o herirse uno a otro”. Se tenderá a considerar una seria desventaja del procedimiento. hoy un obstáculo. Sería lo que no se espera pero ocurre 3. Interferencia. “acción de inmiscuirse. El trabajo del médico no es multiplicado por la transferencia. Sucede en el “entre-dos”. y. derivado del término que remite a golpearse mutuamente. SURGIMIENTO DE LAS INTERFERENCIAS Estamos habituados a tratar con las interferencias3 en toda relación entre dos y también a pensar. sólo después de resolverla puede obtenerse en el enfermo la sensación de convencimiento en cuanto a la corrección de los nexos construidos. Y aun se querrá inferir. 1973). En este sentido es un término reciente. se refiere a la “acción recíproca de dos radiaciones”. como dije antes. derivado de férir. de circunstancia: en medio de “la turbulencia”.. 7. 1. 2001). en el pensar de la diferencia se vuelve clave justamente por no ser algo presente. Ambos términos. algo del orden de la identidad.en esa zona indecidible que habitualmente llamamos “el medio” cada vez que queremos referirnos al “entre” y. y su destino dependerá de lo que hagan con ella a partir de lo producido en esa zona. no sólo relaciona lo ya constituido. entre otras cosas. lo que desde la Edad Media hasta Husserl se pensó como un término de “significación incompleta”. Como se verá. trataremos de introducir la noción de que el “entre-dos” instituye y da origen. cuyo vacío semántico viene a significar ‘nada presente’. a partir de la presencia de ambos. Lo que para el Medioevo era un término incompleto cuya función era anudar dos presencias previas. es decir.. 3. tanto inter como entre. t De todas estas categorías es evidente que la de reciprocidad es la que En una sesión psicoanalítica la interferencia es parte de lo que ocurre entre paciente y analista. ínter alia. ”. determina lo que tiene lugar en la situación y a quienes habitan en ella. 5. En el diccionario de latín se ve que inter se organiza según las categorías aristotélicas. de lugar: en medio de. de categoría: “entre sus conciudadanos”. Pero también lo que envuelve o rodea a los términos: sean personas animales u objetos. 4. “Entre” arrastra el sentido arcaico de ligar dos entidades ya constituidas y de origen identitario que se van a relacionar. b) estando la transferencia instituida. ‘nada en sí mismo’. de reciprocidad: como “entre nosotros”. 2. Entonces se presentan las siguientes opciones: a) considerar como interferencia lo que impide el despliegue transferencial. 6. En este caso la conclusión es que habrá de removérsela para permitir dicho despliegue. “Medio” tiene entre sus muchos sentidos el de mitad o lo que es equidistante de los extremos. por ejemplo. podríamos agregar. Las interpretaciones explicativas pueden no modificarla. de tiempo: durante. mientras. están tomados por la lógica aristotélica y remiten a la relación entre dos identidades preconstituidas. de selección: “entre los Marcelos y la rama patricia de los Claudios”. y finalmente expresiones varias tipo: Inter omnia: ante todo. lo que ocurra en la se 199 . refiere más específicamente a la relación (Tortorelli. de semejanza o de oposición: “no hay ninguna diferencia entre. “Entre” es un sincategorema. c) la interferencia es otro hecho de la sesión. cuando el paciente hace referencia a un material que ubica como proveniente del exterior (por ejemplo. paciente y analista. aquella que es producto de las marcas infantiles y aquella que es producto de las experiencias actuales. No toda convivencia requiere ser articulada. productor de hechos en tanto quienes los pensamos podamos. inaugura otra zona en la relación analítica por lo que deberá establecer un campo técnico y conceptual diferente al ya instituido. el analista trata de significarlo según las representaciones inconscientes de aquél. 2001b). Algunos de nosotros hemos recorrido un camino similar al que suele seguirse cuando surge algo distinto a lo establecido: ante la interferencia que resultaba de una producción nueva y daba lugar a ella. y por lo tanto mantenerlos a la espera de un nuevo e incierto sentido. Sugiero llamarlo interferencia para denominar este suceder entre dos sujetos. ese humo en el hall de entrada del edificio donde está el consultorio). no articularlos. Luego surgió la idea de transferencia como instancia bifronte: por una parte seguíamos considerándola como expresión de una variada repetición y por otra parte decíamos que también daba lugar al hecho nuevo producido en la relación analítica (Berenstein.sión se engloba y adquiere sentido desde allí. Por lo general. Me sugirieron muchas veces. no convertirlos en parte de lo anterior. cambiar el nombre de la segunda. y las distintas formas de subjetividad. En ello se encuentra la riqueza del análisis en tanto no se subsuma una en la otra. Pero la insistencia de la irrupción exterior obliga al analista después 200 . que ofrecen aspectos no pasibles de identificar. tratamos primero de ampliar lo ya existente para darle cabida. Su inclusión en la transferencia lo anula como fenómeno con sentido propio y lo ubica como una suerte de repetición infantil o temprana actualizada en la relación psicoanalítica. algo así como extender los límites de la transferencia para hacer lugar a eso nuevo como parte del mismo territorio. persisten juntas sin el requerimiento de formar entre ellas una unidad. Puede haber un acuerdo inconsciente entre paciente y analista a los efectos de dejar afuera la interferencia como si no perteneciese al vínculo. al menos por un tiempo. Entonces la interferencia en tanto obstáculo sería parte de la transferencia y la resolución sería que deje de ser impedimento. adecuadamente. b) la contratransferencia: la respuesta inconsciente del analista a la transferencia del paciente. maneras de pensar. El analista parece necesitar asegurar a su paciente. hay un exterior que ahora él también percibe. 201 . valores. Se trataría precisamente de un exterior fundado en un requerimiento interior. recogida a través de ocurrencias o sentimientos surgidos en la mente del analista.de un tiempo a decir que sí. resulta de no poder ser incluido salvo como irrupción de un orden establecido por el encuadre. El interrogante sería: ¿qué es lo excluido del dispositivo psicoanalítico que impide tomar ese material como tal? En la sesión tendríamos entonces: a) la transferencia: consistente en el despliegue del mundo interno del paciente sobre el analista y su entorno. Resulta útil diferenciar los fenómenos de transferencia de los de interferencia. que en última instancia pertenecen al paciente. pasan a ser. Señala y avala la interferencia en la sesión como exterior. desviado o empujado fuera de la sesión y perteneciente a un espacio sin carta de ciudadanía: la realidad externa. Con lo cual el analista se ubica como garante de lo que debe ser considerado realidad. efectivamente. y a sí mismo. y ésta quedaría unida indisolublemente a exterioridad y expulsada ahora de los límites de la sesión. por acción del vínculo. Lo llamado hasta ahora irrupción sería un retomo desde lo exterior. pero ahora desvinculado de lo que fue y es. que no es una alucinación de aquél sino percepción de una realidad. aparentemente perturbador para ese interior tan interior (de la sesión. eso que se produce en la conjunción de dos ajenidades y. y c) las interferencias: lo ocurrido y producido entre ese paciente y ese analista en tanto sujetos singulares que. cuya herramienta es la imposición. lo cual apunta a la exclusión de un área del dispositivo analítico. Tortorelli (2001) señala que ese exterior tan exterior. a diferencia de la identificación que sobreviene en la transferencia. el de recuperar esa exclusión interna. del mundo interno). correspondiente a un afuera de la sesión que desde adentro no parece concebible ni significable. sujetos otros. con deseos propios. El hecho de que ambos -paciente y analista. como ser: i) desencadenamiento de agresión. se le agrega un complejo trabajo de juicio para establecerla. Interferencia es aquel campo donde el vínculo del analista con el paciente y de éste con aquél no se reduce a sus representaciones sino que las excede y brinda un efecto de no coincidencia y de sorpresa. lo cual puede despertar una gama de sentimientos. lo quieran o no sus protagonistas. tristeza (depresión) o alegría (vivencia de encuentro). en el paciente. no tomar 202 . es lo que he llamado presencia en varias oportunidades. con esa u otras sesiones con ese analista. La tensión se daría entre ambas dimensiones del analista: como ausencia y como presencia. allí donde la figura del analista es tomada como producto-creación de su mente y cuyo despliegue conocemos como transferencia. precisamente. implica una relación y una inquietud ante la no coincidencia. órganos de los sentidos. con las teorías o registros previos del analista con ese u otros pacientes y. TRANSFERENCIA E INTERFERENCIA Mi existencia como analista es excedida. y he discutido anteriormente acerca de sus alcances. apartarlo. La vivencia es de interferencia y sería la vía regia de acceso a la relación entre ambos. Eso nos pasa de continuo y puede ser fuente de malestar. Un problema se suscita cuando resulta muy amplia la disparidad entre el registro de presencia y su conocimiento (no reconocimiento) por parte del paciente y del analista. dimensión no tan explorada pero presente en los llamados.4. contrapuesta y no coincidente con la concepción que el paciente tiene de mí. Muchas dificultades resultan de la problemática aceptación de esta interferencia que tiene lugar en la relación. Ésta puede ser revestida emocionalmente de alarma (persecución). por lo que se aleja de la sensorialidad para acercarse a un arduo trabajo del sentido. en tanto no coincide con las representaciones derivadas de sus propias experiencias personales. con deseos de algún tipo de eliminación del otro. Se refiere a un campo de experiencia diferente y diferenciable de aquel en que el paciente se me representa. Aunque el término “presencia” sugiere fuertemente una experiencia perceptiva. índice preciso para no suprimir lo que está emergiendo como algo no instituido en la instancia del análisis y su encuadre. borramiento de límites (confusión).estén en un vínculo de presencia. lo en cuenta. una de las eventualidades clínicas es un impasse. deseo de entrometerse dentro de otra pareja pero principalmente de acceder a ese campo de ajenidad imposible. ii) sumisión. Son los dos primeros sentimientos los que dan en el paciente una potencia paranoide y en el analista intensas ansiedades contratransferenciales que lo pueden llevar a alejarse afectivamente. en el reconocimiento de sí mismo frente a las proyecciones del paciente y la coincidencia en sa 203 . aceptando que no podrá perderse lo que nunca se tuvo. como modo de convertir a los dos en uno. En aquellas parejas donde uno de sus integrantes tuvo una relación sexual con otro surge el deseo imperioso y compulsivo de saber hasta los mínimos detalles. la reacción terapéutica negativa o abandono del tratamiento. Según mi criterio. Vengo sugiriendo que esa tarea debería incluir la aceptación de que cada sujeto tiene un ámbito ajeno que no se asimila. La primera podrá tramitarse mediante una elaboración de las situaciones tempranas o infantiles de pérdida ligadas a la terceridad. atribución y presencia. Es el otro como presencia lo que permite diferenciar realidad interna y externa y tomar contacto con sus diversas lógicas y con la ampliación de los juicios: existencia. también existe la posibilidad de trabajar este impasse. Los celos posesivos surgen ante el sufrimiento de que el partenaire es otro con otro y ese conocimiento ha de ser inaccesible. o incluso con fantasías de suprimirlo. lo cual lleva a otro conocimiento que el previo a ese hacer. iii) alegría porque la actividad de dos los modifica y los libra del encierro en la propia subjetividad. La curiosidad infantil puesta en juego en el voyeurismo y exhibicionismo es distinta de la curiosidad frente a lo ajeno del otro. Si el analista se ofrece y el paciente lo acepta. Como analistas nos movemos con mayor facilidad en el campo de la concordancia. Lo ajeno es fuente de curiosidad irrestricta aunque puede sufrir una inhibición y coartarse si surgen impulsos destructivos por intolerancia al hecho de que lo ajeno del otro podrá inscribirse pero nunca poseerse. responsabilizarlo por el desencuentro. que otorga nuevas marcas y produce un hacer del que no hay antecedente. Ese sector ajeno no es conocido y los saberes previos no se le aplican. La segunda podrá inscribirse como algo no existente previamente. con la concomitante modificación y crecimiento del campo de la relación y de la subjetividad de ambos. En las formaciones emocionales donde predomina la concordancia. donde encuentran su lugar el analista y el paciente en tanto que otros. Pero esta concepción. está en un extremo de una línea supuesta de relación con el otro. Claro está que allí es donde más deberán esforzarse para que ambas realidades. la del terapeuta y la del paciente. la imagen transferencial que el paciente tiene de su analista coincide con como éste siente que es moldeado por aquél. aunque no afectada de tanta virulencia. las ansiedades persecutorias intensas que surjan en el paciente pueden llevar al analista a momentos de falta casi total de ocurrencias. Si hay temor a ello en la situación analítica no sería solamente del paciente sino también del analista. la vinculación está en el extremo opuesto. precisamente donde no son coincidentes. Hay interferencia allí donde no es posible la concordancia. Donde hay concordancia no habría necesidad de vínculo si éste resulta de un trabajo a realizar en cada momento. donde no la hay. como es mencionado más arriba. El paciente y/o el analista pueden pensar en términos de coincidencia cuando. Pero en situaciones de no coincidencia. que es cuando el analista dice que los sentimientos despertados en la relación le pertenecen al paciente y a él deberían retornar. temores diferentes pero igualmente activos. Si el crimen. puedan trabajarse desde. Algunas personalidades con alteraciones psicopatológicas severas pueden recurrir al crimen como una forma extrema de eliminar esa ajenidad que es sentida como un serio riesgo para el sujeto. por ejemplo. y es precisamente allí. 204 . también puede ocupar la mente. precisamente allí donde no la hay.ber que se está siendo moldeado como figura de transferencia. allí donde lo privilegiado es la unicidad de la relación centrada en el yo. Otro tanto ocurre en situaciones sociales extremas cuando los opositores son vividos como una ajenidad incompatible para el régimen político imperante. la vivencia es de unidad. entendida como habitar el reino del Uno. llevado por el sentimiento de que su propia realidad psíquica puede ser aniquilada. La verdadera tarea vincular empezaría allí. lo que trae de la mano lo ajeno y el vínculo. A veces su contratransferencia se complementa con la transferencia de ese momento. desde donde todo intento de presencia del otro ajeno es vivido como ataque. Pero la concordancia completa es imposible. la diferencia. en el entredos. miento.La presencia tiene por ahora dos sentidos -quizás en el futuro encontremos más. 1979). sólo su mente.que pueden escindirse o asociarse. o como ocurre otras veces donde se necesita de la presencia de un objeto crudamente físico. El otro es requerido desde una cualidad de continuidad y permanencia y es imposible prescindir de él. . se da cuando ofrece una nueva percepción. como ocurre en el juego o la droga (Aulagnier. parecen más tolerantes a la admisión del mundo social. En este caso la idea de la existencia de otras mentes tendría lugar sobre la base de la del sujeto. La presencia del otro contraría (sin quererlo y sin saberlo) la posición idealista del sujeto que declara que sólo existe lo que se puede representar. y se requiere su retiro para evitar su omnipresencia y el deseo de eliminarlo. entonces va en camino de convertirse en acostumbra. que lleva al juicio de presencia y anuncia la relación con un sujeto otro. es decir. hasta tanto no sea elaborada. aunque 205 . en cambio. La dificultad de aceptar la mente de otra persona con una cualidad tan real como la nuestra se basa en la dificultad de representarla. tal como se da en algunas relaciones pasionales. La presencia inicia un recorrido donde habrá siempre una necesidad de cubrir la ausencia.donde se requiere casi permanentemente a una persona. Ésta brinda una presencia subjetiva en la cual el otro ha de incidir en el vínculo con el sujeto. Si la presencia es de alguien o algo que reemplaza a una ausencia. otro de sí mismo y otro del objeto primario. Aquí se registra a los objetos primarios en el mundo interno como contenidos en su expansión e invasión de otros aspectos de la vida mental y de relación. y desde allí es que puede significarlas y aceptarlas. Se requiere incluir al otro como tal para contar con su presencia y no llegar a la alucinación como caso extremo. Aceptar otra mente tan real como la nuestra pero ajena es inherente a la interferencia que produce su presentación. y que ahora es un existente únicamente en el mundo interno. ese conjunto de otros no semejantes a la familia. y la persistencia del vínculo dependerá de un balance entre una presencia que reclama su ausencia y una ausencia que llama a la presencia. que contribuye a dar vida a ambos sujetos ya que se amplía el conjunto de vínculos posibles. El otro sentido de la presencia. En esta otra situación se puede admitir que la presencia ha de ser discontinua. por intolerancia a que ésta sea aceptada en el mundo externo. Su mayor dificultad se notaba cuando los otros le proponían hacer algo no contemplado por ella. o cuando lo consideraba no conveniente para sí aunque fuera conveniente para el otro. los otros le respondían como si fuera una madre egoísta. de reconocimiento y que la vieran como alguien de valor. no siendo dependiente de si se está allí permanentemente o si es visible. es decir. medido por los sujetos. Cuando la analista le 206 . por otro lado. adjetivo cuyo uso lleva a pensar que el sustantivo forma parte de ella. Según su versión. ambas pertenecientes a una clase socioeconómica semejante. amantes y compañeros. sólo que no debería faltar en el espacio intersubjetivo más allá de cierto tiempo. eso sería imposible. bastante semejante a un delirio personal. Pero lo diferente y alarmante era su tono de convicción. parecía degradarse y rebajarse.para hacerlo no necesariamente debe estar siempre allí. origen de sinsabores laborales que fueron incidiendo fuertemente en su vida. esposo. Se trataba de amor en sus distintas formas. Incidencia que ha de modificar la propia subjetividad por obra del vínculo que establecen. la crueldad de la realidad social. si la analista lo incluía y lo sostenía. el maltrato de los gobernantes. Se trata de una paciente que en su relación con los otros -hijos. cuyo contenido en tanto estrechamente ligado a esas creencias impedía ver su participación en eso que le ocurría. ex marido. perder su cualidad de adquisición previamente deseada. para que se uniera a ella y desoyera lo que en su relato traía como dicho por los otros. de su bondad o su cuidado hacia ellos. una vez logrado. con su innegable registro de existir sólo si está bajo el imperio del mundo sensorial. como traído por ella. Se diferencia de la llamada presencia física. en un distrito próximo. Otra fuente de dificultades era la realidad social. respondía con una teoría general sobre la maldad de la gente. una esposa desamorada y agresiva. Realidades estas que en su descripción podrían ser compartidas por la analista al vivir en la misma ciudad.deseaba obtener lo que. Esa búsqueda era seguida de reproches acerca de la incomprensión de los otros respecto de su persona. No obstante. En sesión presionaba a la analista para que las interpretaciones la premiaran o avalaran. una amante aprovechada o una amiga más interesada en las ventajas materiales de esa amistad que en la relación humana. Para mostrar distintos aspectos de lo que estamos tematizando presentaré una descripción clínica. como si fuera alguien de clase acomodada que sólo tiene en cuenta a los de su clase y no recorre ni ve los barrios pobres de la ciudad. Hablar.interpretaba. Ante la disparidad de los dichos de la analista la paciente podía decir que no era entendida o conceder que quizá no se había expresado claramente. aunque había registrado. y ser otra si es que respondía a un sujeto otro. Se le interpretó que parecía haber una relación entre el hecho de haber hablado con su ex-marido y que éste apareciera ahora casi normal. prefiere pensar que el analista desconoce la realidad económica y social del país. y que no era tomada en cuenta. Y comenzó una larga y cronológica exposición sobre hechos cotidianos para mostrar la maldad del marido en función de sus reclamos económicos exacerbados por la difícil situación del país. Había un lugar para las ideas de ella o para las ideas de la terapeuta pero no para lo que se produjera con ellas y entre ellas. Como otras tantas veces en que se hace este tipo de descripciones. “Parecía casi normal”. lo que le hacía sentirlo como siempre lo había descripto. como irracional o loco. Como ocurre con otros pacientes. subrayó. dicho y mostrado lo diferente que eran. y callar sus ocurrencias interpretativas o exponerse a la amenaza de ver rota la relación. contó que había hablado mucho con él y extrañamente había aceptado arreglar varias situaciones pendientes. a diferencia de la sesión anterior en la que había planteado su desaliento frente a su propia imposibilidad de hablar con él. A este señalamiento reaccionó con irritación. la analista no pudo dejar de tener la penosa impresión de que la paciente sentía que no se la entendía. En momentos de irritación comentaba que su marido parecía semejante al anterior. la analista debía responder como si fuera un objeto complaciente en cuanto registraba que debía complacerla. Aunque surgían ideas nuevas no podían ser conocidas como tales sino como una variación de las anteriores. en ese caso su pareja. aunque pensara lo contrario. A una sesión (y después de haber tratado exhaustivamente sus dificultades para tener un trato más directo con su ex-marido). ciertamente controlada aunque no exenta de ironía. De manera similar. Es que si lo aceptaba debía darse cuenta e incluir el cambio. y por lo tanto que ese marido tuviera presencia para ella. 207 . parecía tener un efecto diferente que si lo trataba como a un ausente. la paciente respondía diciendo que eran ideas suyas y no propias. verdaderos pedidos de ayuda. y que fue la palabra del Señor (en el sentido de Dios) la que convenció al ex-marido. Podía serle complicado registrar la relación entre lo que ella hacía ahora.el ex-marido parecía ser diferente. o en otros momentos eran sus actuaciones. Ahora había aprendido que los intereses aventajaban por varios cuerpos (término turfístico) a las palabras. había surgido un primitivo sentimiento de injusticia frente a lo que era un punto de vista dispar por parte del exmarido. A veces ese 208 . o sea un saber algo enigmático y arbitrario. Si no podía incluirse ni incluir a ese otro en los acuerdos o desacuerdos.La analista le dijo que podía serle difícil captar que como ella había hablado -lo que en la sesión anterior había dicho que no podía hacer. Lo habían visto en análisis desde la posición de testigo edípico de una pareja formada por una madre que hacía sus propias cosas y no oía a su hija y un padre que hacía lo suyo y no era escuchado por la madre. Habían visto y analizado las vicisitudes de su conflicto edípico y sus posicionamientos identificatorios. sólo Dios podía saber cómo cambiaban los otros. ¿Cómo transmitir lo que se da durante largos años de análisis entre un paciente y un analista? Muchas sesiones habían transcurrido tratando la imposibilidad de hablar y su continua postergación a lo largo de los años. En los primeros tiempos de la separación. Situación que también parecía darse ahí mismo en la sesión. y la incidencia que esto tenía en los otros. las que no eran oídas desde su identificación paterna. hablar. pero era el señor de la empresa quien había explicado largamente las ventajas de vender la casa donde habían vivido. Podía ser ella misma esa madre que no tenía oídos para los reclamos del marido basados en un verdadero maltrato por parte de su pareja. y que el acuerdo o desacuerdo logrado fueran producciones no sólo de los otros o de ella sino de ambos. La paciente dijo con tono irónico que podía ser que no entendiera sobre los actos del habla pero que era una cuestión de intereses. eso la exponía a creer que las modificaciones del otro eran obra de un Señor. inermidad y dependencia así como de odio ante algo superior a ella y a lo cual no podía sino entregarse. presencia que interfería en su discurso y su composición de lugar. y la vivencia de maltrato cuando se ponían en juego los intereses de cada uno. lo cual la ponía en una situación de desamparo. en cambio. hay una superposición de una figura transferencial y también un conocimiento (no “reconocimiento) de esa presencia.padre estaba ubicado como el partenaire de turno. Fue un largo y pormenorizado trabajo que llevó a una moderación de sus sentimientos paranoides frente a las características nuevas. puesto que en este caso proviene de la presencia subjetiva del analista. El trabajo analítico que siguió fue una fina y larga discriminación entre su ex marido y su pareja actual. lo cual daba lugar a otra paciente. para lo cual el trabajo consistiría en hacer lugar a nuevas inscripciones. Pero otra motivación provendría de un rechazo basado en la intolerancia a lo que sería ajenidad de la analista. A su vez frente a esta última elección amorosa parecía desconcertada ante modalidades para las que no tenía experiencia. sorprendida. de su pareja actual. ante la cual ella misma. parecía otra. Pero se dio algo interesante e inesperado. y después de un período de persecución amainaba su temor y daba lugar a otras modalidades nuevas de relación. En el sentido que aquí se le da. Poco a poco uno de ellos dejó de ser “el de turno” y empezó a mostrar otro tipo de presencia más consistente y distinta de la de sus partenaires previos así como de sus objetos edípicos. Aquí se interrumpirá esta viñeta clínica. “darle cabida” resulta del juicio de presencia referido a aquello que estando en el otro no tiene representaciones en el yo. Atribuía a éste características de aquél borrando lo que se le aparecían como aspectos nuevos o no conocidos por ella hasta ese momento. También en las sesiones parecía haber dado lugar a otras intervenciones de la analista. Comenzó a quejarse de que esas modalidades interferían con su vida y creía que debía desecharlas. de esa ajenidad que se le opone y a 209 . En esta paciente dos podrían ser las motivaciones del rechazo a las interpretaciones: una de ellas puede ser entendida como el despliegue en la sesión de una transferencia paterna o materna. derivaciones de su conflicto infantil o temprano. lo que llevaría a fundar nuevas marcas inconscientes. que. Si el paciente en respuesta a una interpretación dice: “Eso se le ocurrió a usted y no a mí”. para ella. si se aplica al primer tipo de interpretación es en el marco de la transferencia. Este último aspecto no es del orden de lo elaborable. ese otro a quien la paciente no podía hacer un lugar para “darle cabida” como alguien diferente a los imagos parentales. pero decimos que es una figura transferencial. En todos ellos la obligación es hacer en conjunto. No es resultado de lo que el paciente hace sino que lo piensa esa persona que estando con él en el interior del vínculo. El análisis de la interferencia no debiera verse como una falla del criterio de neutralidad y abstinencia sino como el modo de presentarse de lo vincular en el análisis mediante la imposición. cuando es posible imaginarla por ser prece- 210 . se origina en él y no sólo por obra de la contratransferencia que al ser evocada por la transferencia igualmente le pertenecería al paciente. que se instala bajo la forma de un “deber hacer” con la imposición P una vez instalada. IMPOSICIÓN DE LA REALIDAD Las interferencias se relacionan estrechamente con la imposición. mostrar la presencia subjetiva. Es que viniendo del analista como otro se instala en la relación. cuando se presenta material clínico en las supervisiones o presentaciones de trabajos. En mi experiencia. para la cual la realidad externa. Cuando se dice “la realidad se impone” se suele describir indistintamente tres situaciones que voy a caracterizar con letras específicas: i) imposición P (presencia). iii) imposición A (ausencia). Ese deber hacer es obligado por el otro o los otros y son diferentes si se trata de un sujeto. estando tan incluida como la realidad interna aunque con distinta lógica. El paciente describe exactamente lo que ocurrió: se le ocurrió al analista y no al paciente. Ese límite parece superponerse con el de la sesión. ii) imposición H (hacer). se observa que los analistas hacemos eso. excede la investidura transferencial. y que le pertenece al paciente. una comunidad o el estado. de la sesión. donde circulan los significados.la que se opone. 5. por lo tanto corresponde que retorne a él en la interpretación. la que ofrece una presencia incontestable para la cual el sujeto no tiene representación. a la que se liga frecuentemente con la realidad externa. es considerada habitualmente un impedimento u obstáculo resistencial en el acceso al significado inconsciente. el mundo interno. Llamar externa a la realidad forma parte de una concepción que delimita un afuera visible y encubridor o ilusorio de un adentro no perceptible. y éste lo registra como un obstáculo. reúne los elementos de cómo se la considera habitualmente: desde un afuera y sin pedir permiso el paciente trae algo ajeno a lo habitual de su relación con el analista. La madre o el padre respecto del bebé y éste respecto de aquellos imponen inicialmente una imposición P. Un significante se hace presente en el consultorio y perturba la tarea analítica respecto de lo que es esperado. En cada una de ellas adquiere cualidades diferentes. Quisiera poner dos ejemplos acerca de modos de considerar la imposición de la realidad exterior. No era percibido aún por el analista que analizaba persistentemente las significaciones infantiles y especialmente transferenciales de los dichos de su paciente. El criterio para llamar “obstáculo” a este suceso es una presuposición de que el curso de la sesión ha de seguir según un trayecto bastante lineal. una ausencia aunque luego se constate que esa presencia nunca coincide totalmente con lo ausente. y el analista. ese impedimento es tratado como una resistencia. Ante la insistencia del paciente el analista siguió interpretando hasta que él mismo percibió el humo. 2000a).dida por una falta. Lo es y no debiéramos desestimar que es el modo de presentarse lo imprevisto. Aunque considero este ejemplo una rudimentaria descripción de realidad exterior. donde la asociación libre del paciente y la atención flotante del analista marcan la dirección de acceso al significado inconsciente. Otro tanto ocurre en la relación de pareja y también en la relación con la realidad social. Cuando sabemos y decimos que es imposible. Un colega refiriéndose a su paciente comentó que en una sesión éste dijo que percibía olor a humo proveniente de la sala de espera. y también enfrentan la obligación a hacer (H) con esa imposición que es matizada con la imposición A. lo sigue trabajando como obstáculo a conectarse con 211 . pero el criterio de imposición permite ampliar la comprensión de estas relaciones y complejiza la relación analítica. Si no hubiera habido humo desde ya que no estaría en lo cierto. y se habría planteado que el paciente estaría cerca de la psicosis (Berenstein. por intolerancia o por no conocer el fenómeno de la presencia. Dijo haber “reconocido” la realidad exterior porque efectivamente algo se estaba quemando en la antesala. Entonces suspendió la sesión y aceptó que el paciente tenía razón. 212 . Fue como aquí. durante el Proceso. les aseguro que sí fue posible hacerlo. 4. Y no sólo para pacientes pudientes. pero estoy seguro de que un factor importante fue la sensación de compromiso mutuo en una situación límite de la vida. Un cochelas ventanas de los consultorios. ustedes no hacían análisis. La Coordinadora de Derechos Humanos fue muy activa en facilitar la participación de terapeutas a las víctimas tanto de atentados como de migraciones forzadas. y el analista va en camino de erigirse en juez que decide que esa presencia existe sólo a partir de cuando él mismo la percibe. era imposible hacerlo. Para otro aporte de la imposición social citaré textualmente la siguiente descripción que tenía lugar en la década del ochenta en Perú (Rey de Castro. porteño por añadidura (eso lo puedo decir aquí sin romper anonimato alguno) me espetó: la respuesta es muy fácil. y éste se erige en garante de la coincidencia (“el paciente tenía razón”). 2001): ¿Pero qué decir de estos criterios teóricos. En realidad desconoce que es el modo en que el paciente trae su conexión con una presencia. Sin embargo. Un colega psicoanalista. si no imposible. Desde allí la realidad pasa a ser la misma para el paciente y analista.la representación de una ausencia. Había tal intrusión de la realidad que con frecuencia era difícil. Esto ocurre más frecuentemente en el transcurso de las sesiones sin fuego y sin interrupción formal. La itálica es mía. con frecuencia haciendo añicos peligro físico real4 tanto para pacientes como para analistas. pero allí el análisis se interrumpe. y ello resta trabajo analítico. ¿Por qué fue posible? La respuesta es acaso más complicada. políticas y culturales? ¿Cómo hablar de salud mental en medio de lo que fue prácticamente una guerra civil con Sendero Luminoso de 1980 hasta 1992? Ésta fue una etapa de bomba podía estallar en cualquier parte. Esto es obviar diferencias evidentes y lo podemos discutir luego. El análisis fue uno de los pocos espacios de cordura en que era factible el diálogo y constituyó uno de los pocos lugares de elaboración de lo que sucedía. El análisis se interrumpe cuando no acepta la imposición P (la presencia incontestable) por no tener lugar la imposición H (el hacer entre dos con lo aportado por uno de ellos). cuando pasan a ser aplicados a nuestras realidades sociales. la exploración de lo intrapsíquico y lo intersubjetivo. Las condiciones en las cuales la tarea de analizar es imposible sigue las generales de la ley para toda actividad. De esa realidad no podría decirse que no debe entrar porque allí está. bajo el supuesto de que la otra realidad no lo es. que debe llevarse a cabo en ciertas condiciones mínimas sin las cuales no se puede ejercer. en el Perú de esa época. tiene una presencia similar a la realidad psíquica y la realidad vincular. superando los deseos del paciente de contar con la ayuda del terapeuta (y 213 . de la ajenidad de lo inconsciente. El compromiso mutuo puede ahora caracterizarse como dar lugar a las presencias y a la imposición de ambas. en tanto sujetos diferentes dentro de una comunidad que los abarcaba. como una perturbación que debe quitarse para continuar con el trabajo considerado específico: el análisis de las fantasías o del deseo inconsciente. La regla sería algo así como retornar al exterior lo que no debiera ingresar a la sesión porque impide el contacto con lo específico del sujeto. Cuando Rey de Castro dice que el análisis era uno de los pocos lugares de elaboración de lo que sucedía. Ambos estaban tomados por lo que sucedía en la ciudad. De hecho. Deberíamos asumir que la teoría psicoanalítica clásica y habitual de la transferencia se ocupó de la realidad interna. lo es si no es posible trabajarla en la sesión por no tener formulaciones metapsicológicas pertinentes. para la cual y según el punto de vista del colega mencionado en la segunda cita sería imposible hacer análisis. así como a la presencia de la realidad. parece referirse no sólo a lo que sucede con la conflictiva del paciente sino además lo que les ocurría al paciente y al analista en su calidad de peruanos. Además deberemos considerar el modelo de tópica psíquica y el lugar adjudicado en ella a la realidad exterior. y el “compromiso” posiblemente pasara por no silenciar lo sucedido sino agregarlo al análisis. es caracterizada como intrusiva en la medida que atraviesa el cierre de ese espacio. y eso enmarcaba ese “compromiso mutuo en una situación límite de la vida”. Ciertamente no se habrá de hablar convencionalmente de ella con el paciente. para desde allí significarla. Si de todos modos lo hace superando los cuidados de paciente y analista. La consecuencia técnica es considerarla como lo no perteneciente a la sesión. como no lo hacemos con otras asociaciones. pero sí deberemos intentar darle cabida para analizarla. Pero le hace obstáculo este tipo de ajenidad diferente y ajena a su vez. Nos involucra a muchos de nosotros. cada cual retorna a su lugar siendo más sí mismo. Si cada uno se confirma en su identidad en ese acto. no obstante realizar la ayuda que desea y efectivamente cumple. son con cierta frecuencia los que han colaborado. La noción de víctima debiera ser vuelta a considerar. en crear las necesidades terribles de aquellos afligidos por la falta de derechos y que resultan establecidos como “víctimas”. no hacía falta más que leer el discurso oficial de quien estaba invadiendo Irak. Resulta notable que aquellos que intervienen en nombre de la civilización para auxiliar a los necesitados. y ésta sólo es posible en relación a otros hombres. Pero si no hay modificación subjetiva como resultado de la relación. la tarea que se deriva de la interferencia es la de establecer una marca de esa experiencia (imposición P). a través de nombrarla y sostenerla (imposición H) como no susceptible de ser revestida defensivamente por una representación ya existente. sin quererlo. No es posible modificarse si el otro no lo hace. esa interferencia que transcurre junto con la transferencia pero diferenciada de ella. en el momento de la elaboración de este manuscrito. ni modificar subjetivamente al otro si uno no lo hace. Voy a concluir este capítulo y el libro con una consideración acerca de la tarea de asistir a otra(s) persona(s). que recibirá la ayuda y junto con ésta. el asistente seguirá subjetivado como tal y también la víctima. Badiou (1993) fundamenta una fuerte crítica a la ética que caracteriza al hombre como una víctima desde categorías abstractas como el Hombre o el Derecho. Lo que hace del hombre un inmortal no es su categoría animal sino la subjetivación.sus propios deseos) para negar lo que proviene de ese afuera alarmante que es interior a la sesión. Es el verdugo quien ubica a la víctima como subhumana. Lo que funciona como “asistencia” a las víctimas forma parte de una relación entre asistente y víctima. ha 214 . No podrá dársele cabida al análisis de situaciones de violencia social hasta tanto no se pueda producir una modificación conceptual en nuestra teoría acerca de la realidad social. sabiéndolo o no. Veamos qué ocurre con quien ocupa la posición de “víctima”. No siendo posible elaborar lo que no está inscripto. Quizá eso explique el persistente sentimiento de malestar del primero. se la inmoviliza en ese lugar. a fines de marzo de 2003. Como un ejemplo entre muchos otros. Sólido es con relieve. chistes o síntomas. se opone una ética “de lo incalculable. Tienen carácter de solidez. que conocemos como formación. Se debería afirmar una idea positiva de Bien como posterior al acontecimiento y fidelidad al mismo y desde allí identificar las imágenes del Mal. luego. 1999). Si el contacto con los otros es pensado no desde la complementariedad sino desde el choque que todo encuentro suscita. el tiempo es un pasado que. a la vez que arrojaban miles de misiles y toneladas de bombas sobre Bagdag. También es estructura. es la Bildung establecida ya y. Formar sería bilden. inscripciones fijadas en una suerte de memoria formada. por oposición a plano.blando de la tarea humanitaria de reconstrucción de la ciudad y el país. lo que sólidamente queda instalado. sólido. dice Alain Miller (1998). En esta concepción. la regresión lleva a organizaciones ya superadas pero persistentes: las fijaciones. lo imprevisible de la dirección que han de tomar ha de cambiar el criterio que hace de la posesión. La ética de hoy día se aplica teniendo como referencia el espectáculo del Mal. y su función es impedir ese espectáculo (Badiou. En estas formaciones. El síntoma en tanto formación es resistente. de ser posible transmitida. haciéndose presente. Freud (1916-1917) usa el término Bildung. retiene firmemente esa ubicación de momento ya transcurrido. lapsus. tal como dice Badiou en su crítica. los sueños. Pero no sólo eso. El carácter inmutable se basa en la creencia de que todo tiempo pasado fue mejor aunque estas formaciones se puedan considerar como una nueva modalidad de satisfacción pulsional. Veamos brevemente el concepto de formaciones del inconsciente. organismo. ahora fuertemente marcada desde lo mediático. A una ética basada en la conservación de lo que se tiene y se ha adquirido en el plano tanto individual como social. La idea de espectáculo posiblemente se relacione con la subjetividad de época. la conservación y la persistencia algo sólido. El hecho de tomar como base el reconocimiento del Mal y desde allí organizar una idea del Bien constituye la verdadera fuente del Mal mismo. persistente en tiempo y espacio aunque el no tiempo cronológico sea el tiempo de esas 215 . organización. una Bildung que en tanto tal puede estar establecida. vinculado a lo acontecimental. el producto. el verbo. de lo no poseído”. la acción de la cual lo que resulta. frecuentemente como un no visible despojo de otros. pero como son soluciones de compromiso algo de lo actual se entrevera con lo acrónico y persiste. aunque acepten no atender a aquellos que no se ciñen a sistemas basados en la inclusión de algunos y la exclusión de otros. según Britton (1992). Retomando al filósofo francés. Es conocido que algunas empresas se refieren a los desocupados como número de “plazas” o “puestos”. como lo hacen en sus discusiones científicas o sanitarias. En la guerra informática también cuentan los números y no cada sujeto que constituye un mundo que deja de existir. o personas muertas en acciones de guerra. la relación con otro destotaliza una subjetividad y la otra. como oímos frecuentemente que pueden pedir algunos de nuestros pacientes. sean pacientes en el orden médico.formaciones. Otro tanto ocurre con el concepto de “víctimas”. podría ser trabajado desde la intolerancia a la pérdida y también desde esa dificultad específica de hacerle lugar a ese otro. El contacto con lo ajeno en un vínculo es del orden del choque. por el contrario. declara un vacío. Esa presencia marca nuestras vidas de una manera diferente y excede la investidura también existente de los objetos internos proyectados o introyectados. y no como personas ni como familias que quedan desprovistas de medios de subsistencia. Toda acción propiamente humana se basa en la singularidad y en la modificación de la subjetividad de los habitantes del conjunto. La noción del ser y su carácter identitario tendrían ese carácter de persistencia que sugiere lo sólido. y no individualizados en lo singular. aceptados como número (número de asociados o afiliados pertenecientes al servicio social). no totaliza. La aceptación de las otras personas. Estos requerimientos de presencia continua se asocian al rechazo de la ajenidad de ese 216 . con mentes tan reales como las nuestras. Melanie Klein considera como objeto total esa representación del otro con una mente propia. éste propone como ejemplo el de los médicos que consideran “éticamente” a los pacientes en general. empleados o trabajadores en el orden laboral. En esta otra dimensión adquiere lugar el movimiento imprevisible de la fluidez. con una vida que nos marca sin posibilidad de conocer acerca de ella. algo incierto porque desde ahí no podrá predecirse la dirección futura del vínculo. El requerimiento de presencia continua. puede crear dificultades para la perspectiva narcisista y es desde allí que resulta amenazante. y complica el ya arduo trabajo vincular. Desestimar al otro afectado y mediante la identificación con el semejante mantener subyacente la distancia afectiva con el otro ajeno. cada una con su especificidad. Ése es el lugar de una escisión ubicua entre lo semejante y lo ajeno. al vínculo analítico así como a la vida social. No surgirá por elaboración de una falta anterior que no hubo. Deberíamos pensar el porqué de la intolerancia a que los otros puedan conocer de nosotros más que nosotros mismos. que merece tener un lugar. Deberíamos incluir en esta descripción al paciente y al analista. Me gustaría agregar que en nuestro psiquismo las primeras inscripciones se instituyen suplementariamente con lo que los otros nos muestran de ellos mismos y lo de nosotros que no podemos ver. y siempre lo semejante lleva a desestimar el trabajo de vínculo.otro que no puede ser inscripta. sino por darle cabida a ambos sujetos en cada vínculo. donde se privilegia la visión que se tiene de los otros y la que éstos tienen del sujeto. a lo nuevo que sí hay. El otro sostiene al sujeto más allá y más acá de su función de contener el objeto interno proyectado. 217 . Es esta imposibilidad que puede ser tomada equivocadamente como falta la que promueve esos reclamos que nunca se podrán satisfacer y que tanto dolor y enojo provocan en el sujeto. se une inexorablemente a afectar al propio yo y sobreinvestir esa otra fuente de sostén (además de la de los objetos internos) que es la propia pertenencia social. Esto se aplica a la relación amorosa. . París. en Reflexiones sobre nuestro tiempo. La fundación del universalismo. (2001): “EI amor como escena de la diferencia”. Anthropos. en Abraham. 219 . Alienación. Fondo de Cultura Económica. Buenos Aires. y otros. n° xxrv. Conferencias en Brasil. Arendt. htm. Editions du Seuil. (1993): “Ensayo sobre la conciencia del Mal”. Badiou. 1998. (1997): San Pablo. Aulagnier.BIBLIOGRAFÍA Agamben. Buenos Aires. 2000. (1999): En busca de la política. Buenos Aires. amor. la política y la experiencia de lo inhumano. T. Ediciones Nueva Visión. 1999. Madrid. Bauman. Buenos Aires. http: //www. Ediciones del cifrado. 1998. Z. Buenos Aires. Piera (1979): Los destinos del placer. Batallas éticas. 1995. Alain (1988) L’ étre et V événement. Psicoanálisis de las Configuraciones Vinculares. George (1979): Espíritu y Naturaleza. Hannah (1958): La condición humana. (1999): “Ética y psiquiatría”. 27 de agosto de 2001. Amorrortu editores. Buenos Aires. com/07_01/Masalla_derechos. pasión. Interrogantes acerca de la ética. Bateson. Paidos. n° 136. Buenos Aires. webislam. Ediciones Petrel. Revista de la Asociación Argentina de Psicología y Psicoterapia de Grupos. Giorgio (2001): “Más allá de los derechos del hombre. Ficha."1 Berenstein. D. Isidoro (1976): Familia y enfermedad mental. (2000a): “Entre lo íntimo y lo público”. Paidos. Primeras Jornadas rosarinas de integración teórico. en Waisbrot. Buenos Aires. 1990. Paidos. 1987. n° 6. ). Barcelona. Buenos Aires. número especial internacional. The Analytic Press. Actas del Congreso Latinoamericano de Psicoanálisis “Psicoanálisis y Cultura: entre el diván y la comunidad”. lo irrepresentable y la presentación (Consideraciones acerca de la repetición y el acontecimiento psíquico)”. Paidos. Federación Psicoanalítica de América Latina. (1986): “Acerca de las convicciones”. de Carlos Moguillansky. Paidos. Exploring from a psychoanalytic point of view the impeachment of President Clinton”. Buenos Aires. N. (1990a): Psicoanalizar una familia. XXIII. Paidos. vol. (1980): Psicoanálisis de la estructura familiar: del destino a la significación. n° 68: 21. (2001b): EI sujeto y el otro. 10. Buenos Aires. Clínica psicoanalítica ante las catástrofes sociales. Psicoanálisis. De la ausencia a la presencia. en Actas del VIII Simposium y Congreso Interno de ApdeBA. (2002a): “Los ‘haceres’ y los espacios psíquicos”. Hillsdale. (2000b): “Sexuality and power need different psychoanalytic theories. Argentina. Dirección de Publicaciones de la Universidad Nacional de Rosario. y otros (comp. (1987): “Terminable and interminable analysis. Psychoanalytic Dialogues. (1998-99): “Lo representable.clínica en psicoanálisis. (2001a): “EI vínculo y el otro”. International Journal Psycho-Analysis. vol. en EI narcisismo en /y la transferencia. 220 . n° 1. Revista de la Asociación Psicoanalítica de Buenos Aires. Buenos Aires. (1990b): Paneles sobre el tema: “EI narcisismo en/y la transferencia”. Buenos Aires. n° 2. Revista de Psicoanálisis. fifty years on”. J. (2002b): “Comentario introductorio a la discusión del texto: ‘EI lugar de lo propio (impropio) en la práctica analítica’”. ApdeBA. Bulletin ofthe British Psychoanalytical Society.rence phenomena”. Derrida. Breviarios del Fondo de Cultura Económica. Del espejo a la esfinge”. 1997. Ficha. Derrida. y Roudinesco. J. William Heine. 2000. (1998): La historia sin objeto. Jacques (2001): La escritura y la diferencia. 1973. Madrid. Derrida. Amorrortu editores. (1967): Second Thoughts. n° 200. Buenos Aires. vol. suplemento del diario Página/12. vol.: La hospitalidad. 2001. (1984): “Narciso y Edipo en el proceso psicoanalítico. Las/12. J. Jacques y Dufourmantelle. Britton. Biblia de Jerusalén (1975). Corominas. singularidades. 1994. y Siquier. Israel Psychoanalytic Journal. Bilbao. (1992): “Fundamentalism and idolatry as transfe.. Buenos Aires. Pierre (2002): “Una suave violencia”. n° 2.clee de Brouwer. (1973): Breve diccionario etimológico de la lengua castellana. . Campagno M. Berenstein. (2001): Y mañana qué. P.. Ateneo de la Asociación Psicoanalítica de Buenos Aires. Bochensky. Editorial Gredos. Buenos Aires. 221 . E.. R. Bion W. Piera (1975): La violencia de la interpretación. Crítica. Londres. Cornelius (1998): “Fragmento de una exposición oral del 22 de marzo de 1997”. 1984. 1. M.(2003): “Psychoanalytic education revisited”. Berenstein. México. Bourdieu. (1981): Vocabulario básico de la historia medieval. 2001. 28. Castoriadis-Aulagnier.mann Medical Books Limited. Buenos Aires. J. situaciones. Madrid. y Lewkowicz I. J. 1998. Isidoro y Puget. Isidoro. (1965): La filosofía actual. 2003. Página/12. Bonnassie. Edición de los autores. Buenos Aires. Clínica y técnica psicoanalítica. t. año 2. Puget. Fondo de Cultura Económica. Editorial Española Des. XLi. Barcelona. I. 8 de febrero de 2002 Boshan (2001): “Comentarios a ‘EI sujeto y el otro’”. Castoriadis. año 4. Buenos Aires. 2001. Paidos. A. 2003. 1. Del pictograma al enunciado. Prácticas. Ediciones de la Flor.. 14 de mayo de 1998. Buenos Aires. n° 4. Anthopos. 2002. I. Revista de Psicoanálisis. (1998): Lo vincular. (1910): Un recuerdo infantil de Leonardo da Vinci. págs. IX. (1908): “La moral sexual ‘cultural’ y la nerviosidad moderna”. en Sigmund Freud.vario del Fondo de Cultura Económica. págs. Buenos Aires. (1900-1901): La interpretación de los sueños. 59-127. págs. (1905b): Tres ensayos de teoría sexual. Amorrortu editores. págs. Amorrortu editores. William Benton. en Sigmund Freud. en Sigmund Freud. 1982. Etchegoyen. VII. Amorrortu editores. 163-181. 1979. Buenos Aires. IV. Ferrater Mora. José). en Sigmund Freud. Amorrortu editores. Publisher. VII. (1996): Hermenéutica del sujeto. con Breuer. Buenos Aires. Obras Completas. Obras Completas. 1979. Lucien (1987): Combates por la historia. Buenos Aires. 7107. 1979. 1987. Londres. en Sigmund Freud. (1965): Diccionario de filosofía. Buenos Aires. Obras Completas. Etcheverry. 163-218. Buenos Aires. págs. págs. Freud. t. Obras Completas. t. Foucault. Obras Completas. 1979. Almagesto. (1905a): “Fragmento de análisis de un caso de histeria”. Horacio (1986): Los fundamentos de la técnica psicoanalítica. Buenos Aires. Fevbre. II. Obras Completas. 1979. Amorrortu editores. t. Amorrortu editores. Obras Completas. 345-611. José (1978): “Sobre la versión castellana”. Sudamericana. 1965. t. I. en Sigmund Freud. 117-222. Sigmund (1888): “Histeria”. Buenos Aires. Buenos Aires. Michel (1976): Las redes del poder. en Sigmund Freud. t. 1979. págs. 1981. J. V. Amorrortu editores. t. Buenos Aires. 17-343 y t. t. 23-309. Bre. (1893): Estudios sobre la histeria (en col. México. Buenos Aires. Obras Completas. XI. (1911): “Puntualizaciones psicoanalíticas sobre 222 \ . Amorrortu editores. Editorial Altamira. 1979. t. 45-65. págs. (1896): “Nuevas puntualizaciones sobre las neuropsicosis de defensa”. Amorrortu editores. III. Obras Completas. págs. Buenos Aires. en Sigmund Freud.1 Encyclopaedia Britannica (1963). Amorrortu editores. Buenos Aires. en Sigmund Freud. Temas de actualidad”. --------------. 241-255. Buenos Aires. págs.(1915b): “Pulsiones y destinos de pulsión”. Buenos Aires.(1925a): “La negación”.(1915a): “De guerra y muerte. en Sigmund Freud. t. 223 . en Sigmund Freud. t. ----------------(1920): Más allá del principio de placer.(1925b): “Prólogo a August Aichhorn”. 1979. 1979. Obras Completas. Buenos Aires. ---------------. Buenos Aires. t. 1979. en Sigmund Freud. ---------------. --------------.un caso de paranoia (Dementia paranoides) descrito autobiográficamente”. págs. en Sigmund Freud. Buenos Aires.(1913): Tótem y tabú. págs. Amorrortu editores. XIII. Obras Completas. Buenos Aires. Obras Completas. 1979. en Sigmund Freud. XVIII. en Sigmund Freud. 229-254. XVI. 113-134. t. en Sigmund Freud. t. en Sigmund Freud. XIV. 1979. t. XVIII.(1923a): “Dos artículos de enciclopedia: ‘Psicoanálisis’ y ‘Teoría de la libido’”. Obras Completas. Obras Completas. t. 1976. Obras Completas. Obras Completas. t. 296-298. t.(1923b): EI yo y el ello. págs. Obras Completas. Buenos Aires. ---------------. 1979. 129135. en Sigmund Freud.(1917 [1915]): “Duelo y melancolía”. págs. Obras Completas. Buenos Aires. págs. 11-76. XIV. Obras Completas. 1979. Amorrortu editores. Amorrortu editores. ---------------. 223-421. --------------. págs. Amorrortu editores.(1917 [1916]): “Una dificultad del psicoanálisis”. 7-62. Obras Completas.(1916-1917): Conferencias de introducción al psicoanálisis (Parte III). 1979. págs. Buenos Aires. XVII. XIX. 1979. en Sigmund Freud. Obras Completas. 253-257. 67136. en Sigmund Freud. Amorrortu editores. 277-303. 7-162. Amorrortu editores. ---------------. XIX. págs. Amorrortu editores. XIX. págs. XIV. XII. 1979. Obras Completas. XVIII. t. Amorrortu editores. 1979. Buenos Aires. t. págs. Amorrortu editores. ----------------(1921): Psicología de las masas y análisis del yo. págs. Buenos Aires. Amorrortu editores. Buenos Aires. Buenos Aires. 13-66. Amorrortu editores. Amorrortu editores. t. ---------------. t. Amorrortu editores. en Sigmund Freud. págs. en Sigmund Freud. 1980. --------------. (1996): La metapsicología revisitada. en Sigmund Freud. págs. S. Buenos Aires. XXIII. 224 . XXIII. Buenos Aires. Amorrortu editores. XXIII. Carta 52”. Obras Completas. Amorrortu editores. págs. (1993): EI trabajo de lo negativo. relato clínico. Buenos Aires. 83-163. (1939): Moisés y la religión monoteísta. 5-168. XXI. 1993. Eudeba. Buenos Aires. Green. síntoma y angustia. Sigmund Freud. 339-436. Obras Completas. XXI. Amorrortu editores. XXIII. 1979. págs. Obras Completas. XX. en Sigmund Freud. t. Buenos Aires. Obras Completas. (1988): “La pulsión y el objeto en Green André”. en Sigmund Freud. Gomel. Amorrortu editores. Buenos Aires. 1979. 6-55. 1995. 219-254. (1937): “Análisis terminable e interminable”. 1995. (1930): EI malestar en la cultura. (1990): La nueva clínica psicoanalítica y la teoría de Freud. André (1977): “La alucinación negativa”. t. págs. Buenos Aires. inédito. 7-132. 1979. en EI trabajo de lo negativo. La metapsicología revisitada. Amorrortu editores. (1927): “EI porvenir de una ilusión”. 1994. Amorrortu editores. Aspectos fundamentales de la locura privada. 1996. Obras Completas. Buenos Aires. t. (1950b): “Fragmentos de la correspondencia con Fliess. págs. Obras Completas. Buenos Aires. t. t. Buenos Aires.1 (1926): Inhibición. XXII. Buenos Aires. Amorrortu editores. en Sigmund Freud. Amorrortu editores. (1999): “Ya estamos acostumbrados”. en Sigmund Freud. t. Obras Completas. 7-132. 1982. Buenos Aires. t. en Sigmund Freud. págs. Buenos Aires. (1933): Nuevas conferencias de introducción al psicoanálisis. 65-140. 1979. 1979. 1979. (1950a): “Proyecto de Psicología”. Buenos Aires. 1982. Amorrortu editores. Amorrortu editores. Obras Completas. Eudeba. págs. págs. Buenos Aires. (1887-1904): Cartas a Wilhelm Fliess. Amorrortu editores. 1999. Amorrortu editores. en Sigmund Freud. t. págs. Buenos Aires. México.za. J. H. Isaacs Elmhirst. Buenos Aires. Amorrortu editores. Bailliére & Tindall. en Gorosti. Ateneo de la Asociación Psicoanalítica de Buenos Aires. 309-45. Ediciones de la Flor. 1963. 1988. Buenos Aires. (1978): Diccionario de la Biblia. A. (2000): Pan y afectos. Laplanche Jean (1987): Nuevos fundamentos para el psicoanálisis. Facultad de Psicología. C. Las transformaciones de las familias. 493-504. Ficha. 1987. (ed. Montevideo. 6). Siglo XXI Editores. Buenos Aires. vol. Jelin. (1988): “The Kleinian setting for child analysis”. Buenos Aires. Emmanuel (1971): Totalidad e infinito. (2001): “Comentarios a ‘EI sujeto y el otro’”. “EI tiempo y el otro” (cap. The International Review of PsychoAnalysis. Paidos. ). Teatro 5. 1998. Klein. Ediciones Sígueme. en Cooper. (1992): “La revolución copernicana inacabada” (cap. R. P. vol. 1). Barcelona. y de Ausejo S. Editorial Herder. Buenos Aires. 2001 King. New Direc. 225 . “De la transferencia: su provocación por el analista” (cap. Cambridge. D. Amorrortu editores.tions in Psycho-Analysis. (2001): “Comentarios a ‘EI sujeto y el otro’”.Gorostiza. Larroca Ghan. Universidad de la República. La seducción originaria. y Steiner. Tavistock/Routledge. (1991): The Freud-Klein Controversies 194145. 1991. Haag. J. Melanie (1955): “On identification”. S. 1996. 8). en Melanie Klein.. University Press. Ficha. Ateneo de la Asociación Psicoanalítica de Buenos Aires. Londres y Nueva York. inédito. Kleiman.. J. S. Fondo de Cultura Económica. págs. Van den Born. Ensayo sobre la exterioridad. Salamanca. E. en La prioridad del otro en psicoanálisis. Leivi. (1989): “Some reflections on the practice of psychoanalysis in Chile today”. ). Carlos (1997): “A propósito del tiempo”. Laing (1968): “Lo obvio”. 15. Paula Heimann y Roger Money-Kyrle (eds. México. 16. (2001): “Espacio y entorno”. Londres. 1970. M. La dialéctica de la liberación. The International Review of Psycho-Analysis. P. 2001 Lévinas. Klauber. Jiménez. (1968): Dificultades en el encuentro analítico. Henri-Iréneé (1948): Historia de la educación en la antigüedad. (1983): Lingüística. XXIV Simposio y Congreso Interno de la Asociación Psicoanalítica de Buenos Aires. 226 . D. 2000. Editorial Biblos. Meltzer. Clínica familiar psicoanalítica. M. (1997): Comunicación personal. (2000): Comunicación personal. Buenos Aires. y Seiguer. Spatia. R. y Harris Williams. Paidos. (1997): “EI psicoanálisis. La inconsistencia. D. (2000): “Comentarios a ‘EI sujeto y el otro”’. Apuntes para una historia conceptual. I. 1990. Toward Basic Unity. (2000): “¿Hay lugar para lo indeterminado en psicoanálisis? ”. ).rence Psychosis. ICBA/Paidós. (2002): “EI lugar de lo propio (impropio) en la práctica analítica”. 1965. (2002b): Comunicación personal. Buenos Aires. Nocetti. (2001): Comunicación personal. J. 2001. Buenos Aires. Ficha. Buenos Aires. Miller. A. 2002. Barcelona. Buenos Aires. 1986. Paidos. t. Moguillansky. J. Buenos Aires. Ficha. Ediciones Kargieman. Oelsner. Moreno. Margaret (1957): Transference Neurosis and Transfe. la crianza. Marrou. (1990): La aprehensión de la belleza. Buenos Aires. Buenos Aires. Buenos Aires. Free Association BooksMaresfield Library. en Berenstein. Eudeba. C. Lewkowicz. los vínculos. (1995): Comunicación personal. Liberman. Moguillansky.(1979): EI tiempo y el otro. R. Ateneo de la Asociación Psicoanalítica de Buenos Aires. J. I. (1996): La vida emocional de la familia. (1999): Vínculo y relación de objeto. G. (1998): Comunicación personal. Libros del Zorzal. ApdeBa. (1998): Lectura del Seminario 5 de Jacques Lacan. Argentina. Little. Buenos Aires. Peter y la Reina Roja”. (2002): Familia y psicoanálisis en la Argentinji. C. (2002a): Ser humano. 1993. (1996): Comunicación personal. interacción comunicativa y proceso psicoanalítico. I. (comp. Editorial Lugar. Polemos. Londres. Buenos Aires. A. Rey de Castro.. R. en Estudios sobre la técnica psicoanalítica. Amorrortu editores. (1989): Psicoanálisis de la pareja matrimonial. Eduardo (1996): “Tácticas de control”. Semprún. (1953): “Los significados y los usos de la contratransferencia”. Página/12. Pérez Cohén. Buenos Aires. Friedler. en Los afectos en el psicoanálisis. G. Ateneo de ApdeBA. Buenos Aires. H. Buenos Aires. Buenos Aires. y col. Barcelona. (2001): “Rebelión en la granja”. Schapire.. Alianza editorial. y otros (1998): Diccionario de psicoanálisis de las configuraciones vinculares. C. I. (1998): “Afectos singulares y afectos vinculares”. A. R. L. (1991): “Violencia social y psicoanálisis. Buenos Aires. A. J. junio del 2001. Nueva Visión. XX Simposio y Congreso Interno de la Asociación Psicoanalítica de Buenos Aires. Rosolato. Barcelona. De lo ajeno estructurante a lo ajeno-ajenizante”. Lo negativo.quets Editores. 1985.. Tus. Página/12. Kaés. 1960. (2001): “EI psicoanálisis frente al siglo XXI: Una visión desde el Perú”. 1996. Ediciones Del Candil. 1991. Romero. 13 de septiembre de 1996. (1987): Estudio de la mentalidad burguesa. Buenos Aires. Paidos. en A. (1995): La escritura o la vida. Testimonio mudo del des-existente”. J. Puget. Robinson. Buenos Aires. en Puget. Argentina. Premisas y controversias. (2001): “Comentario al trabajo de Isidoro Berenstein ‘EI vínculo y el otro’”. Conferencia Interregional de la API. Puget. Missenard y otros. Buenos Aires. Violencia de Estado y psicoanálisis. 26 de abril 2001. 227 . en Página/12. (1956-57): Teoría del vínculo. Paidos. Buenos Aires. J. A. J. hoy. (1989): “Lo negativo y su léxico”. Editorial Destino. Buenos Aires.Pachuk. 1993. J. y Berenstein. Figuras y modalidades. Pavlovsky. 11 de noviembre de 2001. (1996): Historia de la escritura. (2001): “Sujetos destituidos en la sociedad actual. Centro Editor de América latina. Pichon-Riviére. Racker. suplemento Radar. J. Actas del Congreso de Salud Mental: “Sexualidad y realidad social: desafíos al psicoanálisis en el siglo XXI”. Buenos Aires. J. T. Buenos Aires. Área de Fertilización Asistida y Adopción. (2002): “Lo arribante. APdeBA. Buenos Aires. 228 . (2001): EI prójimo. Hormé. (ed. Von Foerster. Ediciones y Distribuciones Alba. cultura y subjetividad. México. (1976): Palabras claves. Un vocabulario de la cultura y la sociedad. Madrid. Williams. Vegh. en Schnitman D. Vemant. Buenos Aires. Madrid. 1991. Buenos Aires.Sófocles (1993): Tragedias completas. I. H. Paidos. Sobre la génesis de la comunicación humana. (1994): ‘Visión y conocimiento: disfunciones de segundo orden”. (1989): Nosotros y los otros. y Vidal-Naquet. Taurus. P. ) Nuevos paradigmas. 2000. Nueva Visión. 1994. Spitz. Tortorelli. -P. R. Lo por-venir”. (1972): Mito y tragedia en la Grecia Antigua I. R. Enlaces y desenlaces del goce. Todorov. 1987. (1960): No y sí. F. Paidos. Siglo veintiuno editores. A.
Copyright © 2024 DOKUMEN.SITE Inc.