Isidore Ducasse - Conde de Lautréamont- Poesía

March 22, 2018 | Author: Rocío Egea | Category: Novels, Fallacy, Victor Hugo, Truth, Philosophical Science


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Isidore Ducasse, Conde de LautréamontLos gemidos poéticos de este siglo son sólo sofismas. Los primeros principios deben estar fuera de discusión. Acepto a Eurípides y a Sófocles, pero no acepto a Esquilo. No deis muestra de carecer. de la más elemental decencia y del mal gusto hacia el Creador. Rechazad la incredulidad: me causaréis placer. No existen dos clases de poesía; sólo hay una. Existe una convención poco tácita entre el autor y el lector, por la cual el primero se denomina enfermo, y acepta al segundo como enfermero. ¡El poeta es quien consuela a la humanidad! Los papeles están arbitrariamente invertidos. No quiero ser mancillado con el calificativo de presuntuoso. No dejaré memorias. La poesía no es la tempestad, tampoco el ciclón. Es un río majestuoso y fértil. Solamente admitiendo la noche físicamente, se le ha llegado a aceptar moralmente. ¡Oh Noches de Young!, ¡cuántas jaquecas me habéis causado! Se sueña sólo cuando se duerme. Son palabras como sueño, nada de la vida, paso por la tierra, la preposición tal vez, el trípode desordenado, quienes han infiltrado en vuestras almas esa poesía húmeda de languideces, semejante a la podredumbre. De las palabras a las ideas sólo hay un paso. Las perturbaciones, las ansiedades, las depravaciones, la muerte, las excepciones en el orden físico o moral, el espíritu de negación, los embrutecimientos, las alucinaciones servidas por la voluntad, los tormentos, la destrucción, los trastornos, las lágrimas, las insaciabilidades, los servilismos, las imaginaciones penetrantes, las novelas, lo inesperado, lo que no hay que hacer, las singularidades químicas del buitre misterioso que acecha la carroña de alguna ilusión muerta, las experiencias precoces y abortadas, las oscuridades con caparazón de chinche, la monomanía terrible del orgullo, la inoculación de los estupores profundos, las oraciones fúnebres, las envidias, las traiciones, las tiranías, las impiedades, las irritaciones, las acrimonias, los despropósitos agresivos, la demencia, el spleen, los espantos razonados, las inquietudes extrañas que el lector preferiría no sentir, las muecas, las neurosis, las hileras sangrantes por las cuales se hace pasar la lógica acorralada, las exageraciones, la ausencia de sinceridad, las burlas, las vulgaridades, lo sombrío, lo lúgubre, los partos peores que los crímenes, las pasiones, el clan de los novelistas de tribunales, las tragedias, las odas, los melodramas, los extremos presentados a perpetuidad, la razón impunemente silbada, los olores de los cobardes, las desazones, las ranas, los pulpos, los tiburones, el simún del desierto, lo sonámbulo, turbio, nocturno, somnífero, noctámbulo, viscoso, foca parlante, equívoco, tuberculoso, espasmodico, afrodisiaco, anémico, tuerto, hermafrodita, bastardo, albino, pederasta, fenómeno de acuario y mujer bar-buda, las horas borrachas de desencanto taciturno, las fantasías, las acritudes, los monstruos, los silogismos desmoralizadores, las basuras, lo que no reflexiona como el niño, la desolación, el manzanillo intelectual, los chancros perfumados, las nalgas con camelias, la culpabilidad de un escritor que rueda por la pendiente de la nada y se desprecia a sí mismo con gritos alegres, los remordimientos, las hipocresías, las perspectivas vagas que os trituran con sus engranajes imperceptibles, los serios escupitajos sobre los axiomas sagrados, los piojos y sus cosquilleos insinuantes, los prefacios insensatos, como los de Cromwell, la señorita de Maum y de más capaz. excepción hecha de las tristezas escrofulosas y de las jactancias estúpidas que descomponen. con toda la superioridad de las virtudes sobre los vicios. siendo capaz de admirar y comprender a quienes les es dado hacer lo segundo. Pisotearé con mis pies las estrofas agrias del excepticismo. Ray que velar sin descanso sobre los insomnios purulentos y las pesadillas atrabiliarias. las caducidades. Algunos caracteres excesivamente inteligentes. y capaz de presentarse . las asfixias. para someterlas a una elevada moralidad. antes tendría que tachar de un plumazo todo lo que ha escrito hasta ahora. después de haber recogido a su paso las flores que encubren el opio de los tristes aniquilamientos. un poco pantera. Desprecio y execro el orgullo y las voluptuosidades infames de una ironía. cuando su arpa se quebró bajo los muros de Missolonghi. si sólo hubiera escrito novelas. conservadores de lo justo. que desplaza la exactitud del pensamiento. dotado como él de similares dosis de una inteligencia excepcional. ¡ Naturalmente! Los mejores autores de novelas y de dramas desnaturalizarían a la larga la famosa idea del bien. al que hace lo primero. de Fenimore Cooper. silos cuerpos docentes. El gusto es la cualidad fundamental que resume a todas las demás cualidades. no querría haber escrito novelas parecidas a las de Balzac y Alejandro Dumas». para que. Villemain es treinticúatro veces más inteligente que Eugene Sue y Frédéric Soulié. es otra cosa. imperioso y resuelto. No sabe lo que es la moral. sea más inteligente que Alejando Dumas y Balzac. sorprendido en la trampa de las tinieblas. Es suficiente que un profesor de segundo curso se diga: «Aunque me dieran todos los tesoros del universo. El juicio. por eso sólo. El ajenjo. si hubiera encontrado en su tiempo a otro poeta. es hora de reaccionar ya contra lo que nos lastima y nos doblega tan soberanamente. No nos interesa nada. Reunid un jurado de hombres competentes: sostengo que un buen alumno de segundo es más fuerte que él en no importa qué. Las obras maestras de la lengua francesa son los discursos de distribución en los liceos y los discursos académicos. Si la pronunciara. construido con arte grosero por el egoísmo y el amor propio. Su prefacio al Diccionario de la Academia verá la muerte de las novelas de Walter Scott. por eso sólo. En su propio nombre.Dumas hijo. La novela es un género falso. sobrepasa. y a su pesar. la instrucción de la juventud es la más bella expresión del deber. fatídicamente las condena. dramas y cartas. más inteligente que Victor Hugo. sino nocivo. Aunque superior a los genios corrientes. Es el nec plus ultra de la inteligencia. los ahogos. Describir las pasiones no es nada. Si: quiero proclamar lo bello en una lira de oro. una vez introducido en la eflorescencia de su energía. Es suficiente que un alumno de tercero se haya convencido de que no hay que cantar las deformidades físicas e intelectuales. sin oscilar un segundo en las incertidumbres irrisorias de una piedad mal situada. en su frente. un poco buitre. Ésta no transige. convertida en rémora. de todas las novelas posibles e imaginables. y una buena apreciación de las obras de Voltaire (profundizad en la palabra apreciación) es preferible a las obras mismas. para que. El que se abstenga de hacer lo primero. no hay por qué invalidarlos con palinodias de dudoso gusto. porque describe las pasiones por sí mismas: la conclusión moral está ausente. incluso en la sucia cuestión de las cortesanas. las rabias ante esos osarios inmundos que hacen que enrojezca al nombrarlos. no mantuvieran a las generaciones jóvenes y viejas en el camino de la honestidad y el trabajo.¡Ay de los golosos! Apenas había entrado en la edad madura el aristócrata inglés. Describirías. En efecto. A él sólo se debe que el genio sea la salud suprema y el equilibrio de todas las facultades. que no creo sabroso. a la poesía cenagosa de este siglo. basta con nacer un poco chacal. Alejandro Dumas hijo jamás pronunciará un discurso de distribución de premios en un liceo. Vuestro espíritu es arrastrado continuamente fuera de sus casillas y. las impotencias. que no tiene razón de ser. mató moralmente al autor de Rolla. comenzando por sus absurdos prefacios. como Corneille. se han arrojado a ciegas en los brazos del mal. si es preciso. vengo a renegar. las blasfemias. sea más fuerte. como un procurador general. con voluntad indómita y férrea tenacidad. del horrible pasado de la llorona humanidad. incluso al hojear los libros y cuadernos de su época. Sufrir es una debilidad. Esto es lo que nunca se ha dicho. los Cain. que guardan la sangre de sus víctimas en las pagodas sagradas del Indostán. y que se encontraba cómoda entre las últimas consecuencias de uno de los dos problemas menos oscuros que interesan a los corazones no solitarios: el bien. de irreconcilabilidades y de ambiciones. No hubiera debido recorrer los dominios satánicos. Serían choques de pasiones. con un látigo de cuerdas de escorpiones. el mal. los Manfred. sea en otro.como su rival. verdaderos alienados. Ejercicio escabroso. sin segunda intención. pero que sin embargo revelaban las imponentes manifestaciones de un alma que no pertenecía al común de los hombres. alejaos de mi presencia. al regresar a mi casa. Y no es sino aquel que lo supere quien pueda haberlo inventado. en los cuales no percibía antes. todavía menos resistencia y valor. los Dioses Malignos vomitados por la imaginación primitiva de los pueblos bárbaros -toda la serie escandalosa de los diablos de cartón. A cualquiera no le es dado abordar los extremos. el epíteto que los vuelva a su lugar. los Don Juan. envuelta en tu manto de ilusiones. ni siquiera aproximadamente. te arrojé de mi morada. de los Papavoine. la inteligencia maravillosa que de-nota a cada instante. los Prometeo. que se contiene. asustada siempre. ante obras escritas por una mano pérfida. Con mi voz y mi solemnidad de los grandes días. de los Byron. truhanes de tres al cuarto. los Ahrimán. que merecerían poblar Bicetre.. el sapo y el cocodrilo. aunque engañosa. Esto éxplica por qué -aunque se elogie. de títulos tan diversos. a través de los aullidos de un orgullo que no se deja leer. sombríos mistificadores. Sería un amontonamiento de bestias apocalípticas que no ignoran lo que hacen. los Yago. de los Victor Noir y de las Charlotte Corday será mantenida a distancia de mi severa mirada.se hacen en silencio numerosas reservas sobre las aplicaciones y el empleo injustificables que de ella se ha hecho a sabiendas. los Titanes de la mitología fulminados por los Júpiter. La rebelión feroz de los Troppmann. uno de los cuatro o cinco faros de la humanidad. gimnasia especiosa. Imagináoslos. habría sido el primero en confesar la inutilidad de sus esfuerzos para producir maldiciones disparatadas. a ningún crítico se le ocurrió poner de relieve el riguroso silogismo que precede. los tiburones y los cachalotes macrocéfalos. tomo la fusta de la indignación y de la concentración que sopesa. las penas que. los manitúes maniqueos. los aparto con un gesto. ¡oh moribundos de las marismas perversas!. de las que se ha quitado una teja. ¿A quién creen engañar aquí?. los Lara. y cuyos escollos y bajos fondos nadie puede. Por favor. El hecho es que no existió nadie que lo combatiera con ventaja. hijos míos. gloriosa esperanza. en alguna parte. de donde la paloma. Serían torrentes de sangre en esas regiones caóticas llenas de hidras y de minotauros. el secreto de la solución frívola. pregunto con una lentitud que se intetpone. serían el oprobio. por un instante. Si deseas que esté persuadido de que has olvidado. A esos grandes criminales. es demostrar. cuando uno puede impedirlo y hacer algo mejor. Sus cabezas cretinoides. al primer golpe. Tan llenos estaban de estupor y de inquietud. él. Hay escritores denigrados. crean fantasmas gigantescos que descienden en lugar de subir. las arpías a la manera de Colomba. ¡Cosa extraña!. pues. te llamo de nuevo en mis desiertos hogares. Ven a sentarte junto a mí. de los Napoleón 1. la serpiente. y que el bien exclusivo sólo es declarado digno de apropiarse de nuestra estima por la voz de la totalidad de los mundos. bajo el indicio de los arrepentimientos. Como un muelle que se desecha. sobre el trípode razonable de los apaciguamientos. huye a todo vuelo. la hiel de los planetas que hábitarían. los Fausto. como su previsto domador. los Werther. y espero a esos monstruos a pie firme. Sería una sucesión ininterrumpida de combates que no hubiera soñado los dogos. embadurnados de sesos. Autómatas fantásticos: señalaos con el dedo uno a otro. divinidades consideradas como anormales del antiguo egipto. Si existiesen. te causé en otro . peligrosos bufones. grotesco petimetre. los marinos que se parecen al Corsario. reunidos en sociedad con substancias que fueran sus semejantes. Pero no se me impondrán más. los Iridion. los hechiceros y las potencias demoniacas de la Edad Media. sondear. la vergúenza. Exhalar los sufrimientos de un esplendor no equilibrado. como hoy. los Rodin. a pesar de su inteligencia probada. Con la certeza de vencerlos. los Calígula. Pasa. bajo una plástica realidad. los Mefistófeles. prohibidos en Francia. ¡Oh caballitos de presidio! ¡Pompas de jabón! ¡Muñecos de tripa! ¡Cordones usados! Que se aproximen los Konrad. más que de reflexiva admiración. Caso patológico de un egoísmo formidable. sea en un sentido. fabricantes al por mayor de acertijos prohibidos. Sí. hacer que predomine el trasero humano en los razonamientos. sin máquina neumática. Extirpad el mal de raíz. a través de los demás poetas que se han revolcado en el fango impuro. con amargura. Indecisiones a ultranza. hace en todas partes el vacío universal. es pueril. La pendiente es fatal. lo que diseca los misterios que nos rodean. dejadme tranquilo con los buscadores. patentados sin. la esperanza aún se alza a cien codos más arriba. Una Carroña. No porque el autor espere que el lector sobreentienda que perdonará a sus héroes. abajo. que me desmayo!-. Rocambole. Sabed que el alma se compone de una veintena de fácultades. Es lo mejor que podéis hacer. nutriéndose con un propósito decidido de sus fantasmagorías. ya no espera. Por tanto. o si no. de los Chateaubriand y de las nodrizas con bragas de niño de pecho Obermann. que no quedan más que algunas gotas de sangre en las arterias de nuestras tísicas épocas. una vez que uno se arroja por ella. soy yo quien ordena quemar. dadme la palabra! Uno se vuelve malo. En una palabra. conduce imperturbablemente al literato a la abrogación en masa de las leyes divinas y sociales. y a la perversidad teórica y práctica. con un poco de azúcar amarilla. lo han vuelto tísico. La desesperación. como Alfredo de Musset. Hugo. la duda es el comienzo de la desesperación. La poesía que discute las verdades necesarias es menos bella que la que no las discute. y los ojos toman el tinte de los condenados a muerte. hasta el sueño de Jean-Paul. Para que os convenzáis de ello. con amor. el suicidio de Dolores de Veitemilla. En nombre de esas mismas virtudes que Frank ha desconocido. Constato. perras ridículas. pretenciosos. incomparable. rutilante. El verdadero dolor es incompatible con la esperanza. pueden llevar tenazmente una o dos de sus facultades mucho más lejos que las facultades correspondientes de las inteligencias de primera clase. que mienten desvergozadamente a los sustantivos que desfiguran: son perseguidos por la lubricidad. Es seguro que se llaga a la maldad. en una lucha melancólica entre el bien y el mal. ¡Larvas absorbentes en su letargo insoportable! Vamos. y el inmortal cáncer. buenas gentes. Rolla o Las Noches. oh saltimbanquis de los malestares incurables. la desesperación es el comienzo cruel de los diferentes grados de la maldad. No estimuléis el culto de adjetivos tales como indescriptible. lágrimas que no llegan del corazón. colosal. inenarrable. las virtudes ofendidas y sus imperecederas reparaciones. presumidos! Lo que sufre. la Comedia Infernal del polaco. espléndidos de melancolía a sus ojos. sobre una badila enrojecida al fuego. Leed delante de una muchacha. Desde los lloriqueos odiosos y especiales. los ojos sanguinarios de Zorrilla. talento mal empleado. Jocelyn. el pato de la duda con labios de vermut. No retiraré lo que adelanto. ¡No hagáis como esos exploradores sin pudor. que encuentran cosas desconocidas en sus espíritus y en sus cuerpos! La melancolía y la tristeza son ya el comienzo de la duda. nosotros queremos soportarlo. ¡Habladme de esos mendigos que llevan un~sombrero estupendo junto a sus sórdidos harapos! He aquí un medio de constatar la inferioridad de Musset frente a los dos poetas. Estamos en presencia del descarrilamiento de una locomotora fatigada. Los Locos de Cobb. sino porque se traiciona a sí mismo y se apoya sobre el bien para hacer pasar la descripción del mal. Las inteligencias de segunda clase. el Cuervo de Alían. el amante mórbido de la Venus hotentote. Desconfiad de la pendiente. música. de los Jean-Jacques Rousseau.garantía de un punto de referencia. los dolores inverosímiles que este siglo ha creado para sí mismo. trae contigo entonces. leed laConfesión de un hijo del siglo. Es una pesadilla que sostiene la pluma. Quiero que mi poesía puede ser leída por una muchacha de catorce años. Por muy grande que sea ese dolor. pérdida de tiempo: nada será tan fácil de comprobar. Cantar a Adamastor. ¡Vamos.tiempo. Lamartine. cortejo sublime -¡sostenedme. que pintó antaño. los retratos de . lo repito. en su querer monótono y repugnante. que derramando. ¡Abajo las patas. Si se recuerda la verdad de donde han surgido todas las demás. Balzac. la bondad absoluta de Dios y su ignorancia absoluta del mal. Toda literatura que discute los axiomas eternos está condenada a no vivir más que de sí misma. comenzaron con las edades. Parece bello. Las verdades inmuntables y necesarias. del orden que se manifiesta en el universo. Gracias a los afeminados. ¡Desengañaos. Leconte y la Huelga de los Herreros. Son cosas que no se debería tocar. con el pretexto de novedad. alza y baja las manos. de las instituciones sociales. mientras que la pieza así retocada tendría derecho a no llamarse falsa. y que no es el dolor mismo. sobre todo el naufragio final. de Victor Hugo. Féval. Dad de lado a los escritorzuelos funestos: Sand. pero esas bellezas no pertenecen a la muerte. Du Terrail. sin fin determinado. Si esta historia fuese contada como una simple biografía. desde el aborto del gran Voltaire. o el relato de Terámenes de Eurípides. este episodio que rezuma oscuridad desde la primera a la última página. Si se corrigieran los sofismas en el sentido de las verdades correspondientes a esos sofismas. y considerado. Alejandro Dumas. Si sois agradecidos. Desde Racine. forzosamente. Leedle laOración para todos. La poesía personal realizó su tiempo de truhanerías relativas y de contorsiones contingentes. que dan gloria a las naciones. Flaubert. que no es la muerte. de la belleza corporal. El resto estaría fuera de la verdad con trazas de falso. los sofismas se hundirán por si mismos. Guardarlo para vosotros mismos. como no a venido. Me revolcaba por la alfombra y daba patadas a mi caballo de madera. Pero la inmortalidad del alma es también tan vieja como los cimientos del mundo. La clase de electricidad no es la misma. bajo pretexto de humildad o de orgullo. Ha retrocedido. me producía rechinar de dientes. La muchacha se sobresalta. No lloréis en público. bruscamente interrumpida desde el nacimiento del filósofo malogrado de Ferney. No se atreven a atacar a Dios y atacan a la inmortalidad del alma. Ella ríe a carcajadas y pide más. No es el medio. del matrimonio. Musset. Es injusta. Antaño. los ojos lanzarán fulgores verdosos. La descripción del dolor es un contrasentido. ¿Qué otra creencia la reemplazará. La desgracia se vuelve augusta por la voluntad impenetrable de Dios.Gwynplaine y Dea. frunce las cejas. No trasmitáis a los que os leen más que la experiencia que se desprende del dolor. ¿Gracias a quién? A las Grandes Cabezas Blandas de nuestra época. entre las que hay muchas muy malas. de la sabiduría de Dios. Hay que saber arrancar bellezas literarias hasta en el seno de la muerte. no la atacaría. Los efectos son diametralmente opuestos. no hay que decírselo al lector. como un hombre que se ahoga. traducido en versos franceses por Racine padre. Los novissima verba hacen sonreír considerablemente a los muchachos sin pañuelo de cuarto. Tomemos de nuevo el hilo indestructible de la poesía impersonal. sólo sería verdad la corrección. discutir las causas finales y falsear las consecuencias estables y conocidas. sublime. la poesía no ha progresado un milímetro. porque no hay nada más necio! Reanudemos la cadena regular con los tiempos pasados. de la grandeza de la vida. Pablo y Virginia ofende a nuestras más profundas aspiraciones a la felicidad. Se hundirá al mismo tiempo la literatura poco Poética que se apoyó sobre ellos. Es querer considerar a toda costa sólo un lado de las cosas. Baudelaire. No tenemos derecho a interrogar al Creador sobre lo que sea. ¡Oh qué maniáticos chillones sois! No reneguéis de la inmortalidad del alma. del amor a la familia. Los que quieren introducir la anarquía en la literatura. De Hugo sólo quedarán las poesía sobre los niños. si es que debe ser reemplazada? No siempre será una negación. la poesía es la geometría por excelencia. Hay que hacer ver todo por la parte bella. Pero el hombre no debe crear la desgracia en sus libros. caen en un contrasentido. La muerte no es en ese caso más que la causa ocasional. . es el fin. Cambia en seguida de carácter. que la creó. y que la duda en vano se esfuerza por pertubar. por consiguiente nulo. el Espectro Chiflado. en un principio. la espantosa catástrofe que le sucedió a un labriego. pronosticar la clase de enfermedad. . de vuestras frases. la Cigúeña Lacrimógena. tal como Musset mismo las ha compuesto.vela salir a su profesor de segundo. el Hipopótamo de las Junglas Infernales. Arregláoslas. George Sand. y no se volverá a ver. Misckiéwickz. además. Sainte-Beuve. Anne Radcliffe. dan en sus clases a traducir en verso griego dos sangrantes episodios. que pasó en una enfermería. Leconte. el Incomparable Especiero. Le recomendé que guardara cuidadoso silencio y de que no hablara de ello a nadie. El primero es la repugnante comparación del pelícano. y le aseguré que todo pasaría. el Suicidado por Llorar. Las nociones de la simple razón están de tal manera oscurecidas en la hora presente. la Fúnebre Estaca Verde. En este siglo está en mayoría. Me contó. que sus noches eran turbadas por sueños persistentes. y todo pasó. El segundo. que lo primero que hacen los profesores de cuarto. el MohicanoMelancólico. sosteniendo su corazón en una mano y en la otra uná hoja de papel en donde se descifraba. el Tigre que Ruge. el Suicidado por Reír. Goethe. el labriego salía de la casa y entablaba con los pelicanos un atroz combate. En efecto. Edgar Poe. Lamartine. jamas el fondo de vuestras ideas. sobre todo a su profesor de segundo.Chateaubriand. y Byron. Con el cuerpo ennegrecido por las quemaduras. Todo el agua del mar no bastaría para lavar una mancha de sangre intelectual. Théophile Gautier. Victor Hugo. Eso sólo se ha visto una vez. Respiramos la violación del deber por los poros. hicieron perder la suya a hombres como Pascal y Byron? Un alumno me contó que su profesor de segundo daba todos los días en su clase a traducir dos carroñas en verso hebreo. Le aconsejé a su madre que se lo llevara algunos días a su casa. el Cautivo del Diablo. No fue fácil. La duda ha existido en todo tiempo como minoría. me preocupé de ir todos los días durante algunas horas. a falta de haber sido comprendidos. Como no nos conocíamos. es revelarles por medio de la práctica el nombre de Alfredo de Musset. aunque ingenuamente. el Compadre de las Tinieblas. con rasgos de azufre. Se comían a la mujer del labriego y a sus hijos. ¡Os pido demasiado! Los profesores de tercero. Esas llagas de la naturaleza animal y humana hicieron que estuviera enfermo durante un mes. el Hombre con Faldas. la comparación del pelícano y la del labriego. el Hermafrodita Circunciso. Sénacour. Maturin. cuando enseñan a escribir versos latinos a sus alumnos. A continuación se iban volando hacia una choza en llamas. Es preciso que la crítica ataque la forma. ¿Para qué mirar el mal? ¿No está en minoría? ¿Por qué hacer inclinar la cabeza de un alumno sobre asuntos que. el Imitador de Satán. Todo se precipitaba luego sobre la choza. Creía ver a un ejército de pelícanos que se abatían sobre su pecho y lo desgarraban. Musset. me hizo llamar por su madre. De la elevada masa de escombros -eso nunca fallaba. el Socialista Arisco. JeanJacques Rousseau. el Mameluco de los Sueños de Alcohol. jóvenes poetas con la boca humedecida de leche materna. que se derrumbaba. el Petimetre Sin Camisa Intelectual. Los sentimientos son la forma de razonamiento más incompleta que se pueda imaginar. Lermontoff.
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