Introducción a la Teoría de los DiseñosEnfoca tu mirada al exterior, hacia lo primero que veas, ya sea de manera cuidadosa o no, ¿puedes encontrar diseño en donde tus ojos se posan, en ese alrededor lleno de color, lleno de figuras, lleno de publicidad? Es muy fácil dar con él, porque estamos rodeados de diseño; podemos encontrarlo en cualquier lugar ya que está al alcance de todos; y no sólo en lo que tú veas como realidad inmediata sino también en espacios de desarrollo y educativo: en una página web, en un libro, o en una revista cualquiera que revises; el diseño está en todas partes, pero allí radica la dificultad de atrapar su noción o englobar todo aquello que nos rodea para encontrar las palabras precisas que le abarquen en su totalidad, ¿cómo definir al diseño? En pocas palabras, un buen diseño es la mejor expresión visual de la esencia de «algo», ya sea esto un mensaje o un producto. Para hacerlo fiel y eficazmente, el diseñador debe buscar la mejor forma posible para que ese «algo» sea conformado, fabricado, distribuido, usado y relacionado con su ambiente. Su creación no debe ser sólo estética sino también funcional, mientras refleja o guía el gusto de su época.1 Así como Wucius Wong afirma, el diseño no sólo trata de hermosear banalmente o maquillar ese “algo”, sino más bien poder expresar la idea base que ha tenido el motivo de su creación, que como diseño debe transmitir un mensaje y sólo buscar el embellecimiento vacío de los objetos; aunque claro, aquello no significa que el diseño debe carecer de su frivolidad, sino servirse de lo superficial para la exigencia estética, siendo aquello un punto a su favor. El producto final debe ser un objeto que evoque claramente los valores estéticos, ya sea lo bello (primordialmente y en términos de arte), lo feo, lo grotesco, en relación con el mensaje que se quiere transmitir, y claro, volver de éste objeto algo funcional que refleje ante todo las necesidades de un cliente que es el sujeto principal para la creación del objeto en pos de transmitir “algo”. El diseño surge a partir de la necesidad de llevar el arte a la vida cotidiana pero su trabajo no termina en un mero medio de transporte, sino en tratar de acoplar el trabajo industrial masivo con el estético (como lo dice Juan Acha), insertándolo en la base material de la sociedad. Haciendo un pequeño preámbulo, no hay una fecha exacta que muestre el nacimiento del diseño gráfico, sin embargo algunos de los movimientos precursores fueron el de Arts and Crafs, Art Noveau, Art Deco, Racionalismo, constructivismo, el movimiento De Stijl, todos ellos siendo bases iniciales de lo que sería la primera escuela enfocada en el diseño, La Bauhaus y su contra ponente en Rusia, La Vkutemas. Estos movimientos 1 plantearon las bases del diseño de hoy en día planteando normas y estructuras que pretendían definir el diseño de su época y que debido a su importancia, trataré cada uno de una forma breve para establecer una base de lo que podría considerarse una definición más afín de diseño en la actualidad. El movimiento de Arts and Crafts hace referencia a la reforma de las industrias artísticas, basada en la recuperación del ideal del artesano, una idea romántica de recuperar la espiritualidad en oposición al desarrollo que percibía en finales del siglo XIX. Su objetivo era encontrar una fórmula que resolviera el dilema entre ética y estética que se planteaba en el diseño de objetos de la vida cotidiana. Buscaban una alternativa basada en la producción artesanal y el modelo de vida de los gremios artesanales, para así crear un diseño con calidad artística consciente y no basada en la mera funcionalidad material. Este rasgo de recuperación será tomado en cuenta en la idea que se desarrollará en líneas posteriores. El movimiento de Art Noveau, era un arte libre, propio de la modernidad. Se inspiraba en la sinuosidad, asimetría y líneas fluidas de la vegetación, en ese rellenar casi barroco y en el uso continuo de la naturaleza plasmada en ramas artísticas. Buscaba deshacerse de las distinciones entre artes mayores y menores, en contraposición al Art Deco que presentaba la vegetación con elementos geométricos, además de mostrar la figura humana en acciones cotidianas. El Art Nouveau usaba la abstracción, la geometría ornamental; un arte encaminado a las masas, pero arte al fin que apoyando a la idea de fusión también conforma la base de una definición de diseño en la actualidad. A diferencia de las anteriores, se presenta una época denominada racionalismo 1 Wong, Wucius, Fundamentos del diseño,GG Diseño, 1995. que buscaba la ruptura con el pasado, usando una geometría perfecta para hacer una representación de la realidad. La función y sobriedad de esta técnica, llevaban a la elegancia, lo que muchas veces se hace en estos tiempos a diferencia de que el modelo en el cual se basan ha sufrido cambios como la delgadez y el enfoque de belleza hacia otros elementos. No muy lejos del realismo se encuentra el constructivismo que evocaba a los talleres superiores, artísticos y técnicos de Rusia enfocados mayoritariamente en la producción industrial, siendo así quela producción dependía de la idea de representar la realidad en su forma más exacta, dándole al diseño la característica de precisión en su hacer. De Stijl fue un movimiento que buscaba un orden armónico universal. Se estructuraba a base de una armonía de líneas y masas coloreadas de distinta proporción, las cuáles formaban ángulos de noventa grados. Había una organización de ritmos asimétricos con un sentido equilibrado, siendo diferente del realismo para otorgar más interés en el color y en las figuras angulares; de donde se podría rescatar el que no siempre un diseño para ser armónico debe caracterizarse por la proporción idéntica al objeto que quiere representar. La Bauhaus fue la primera escuela de diseño, sentó las bases normativas y patrones del diseño industrial y gráfico, se esforzó por unir arte e industria, convencida de que el desarrollo de las máquinas ofrecía excelentes oportunidades al artista que podía expresar sus ideas teniendo la tecnología a mano, para desenvolverse con más facilidad, siendo así que las ideas más brillantes justificaban la producción en masa, el trabajo en equipo, hombre con máquina para distribuir a la inmensa colectividad el diseño. Esta escuela introdujo muchas ideas innovadoras en el diseño gráfico y en otras áreas de la creatividad, su influencia aún se detecta en muchas prácticas tipográficas en uso contemporáneo. Pero aquí se manifiesta la primera ruptura de diseño con el arte, el decorativismo se fue reemplazando por el rellenar puramente funcional. La escuela de Vkutemas, fundada sólo dos años después en Rusia, estaba enfocada en un carácter de comunicación Post Guerra, buscaba la fusión entre la función y la estética, en un carácter utilitario al servicio de la revolución, y como primer elemento de necesidad comunicativa, lo estético fue desplazándose para dar prioridad al diseño industrial. Tras el preámbulo de la efímera incursión al diseño visto, estudiado y desarrollado en distintas épocas que partían de siglos anteriores, distintos movimientos con diferentes objetivos son los que han llevado al diseño a lo que es hoy en día; influido por la etapa en la que esté, las distintas vanguardias fueron creando tipos de expresiones gráficas, reflejando los valores y los ideales de cada época debiéndose el mismo a factores bélicos, artísticos, que van en contra de épocas anteriores, modernistas y de desarrollo como los de la industria, tras varios siglos y llegando hasta nuestros días se formula nuevamente las cuestiones, ¿cómo es el diseño hoy en día? ¿Y cómo se caracteriza el sujeto que crea los diseños de nuestro entorno? Hoy en día vivimos en una sociedad posmoderna, superficial y cuyo desarrollo pervive en la tecnología y en el híper-consumo; la búsqueda de una identidad y el sentido de pertenencia crean una necesidad de mayor cultura visual, si es que se puede llamar cultura, y el diseño, a partir de varias herramientas trata de cubrir esta necesidad; sin embargo, ¿esto es bueno? ¿Satisfacer y aumentar un consumo y personalización? Tratar de caracterizar al sujeto que diseña sometido al consumo hace muy complejo que pueda expresar el arte en su hacer, a sabiendas de que debe permanecer en constante construcción del mismo, viendo a su obra inacabada así como un pintor que nunca considera a su pintura culminada agregándole de por vida pequeños detalles a la misma; del mismo modo es como un diseñador va construyendo y modificando su diseño para el contento de la sociedad y entregándose a la moda para que aquello en lo que trabaja sea considerado. Antes de definir con más precisión el diseño en estos tiempos y tras hablar del sujeto que crea en ese medio de consumismo, hablemos de sociedad posmoderna, haciendo énfasis a una definición pertinente de Lipovetski: La sociedad posmoderna es aquella en que reina la indiferencia de masa, donde domina el sentimiento de reiteración y estancamiento, en que la autonomía privada no se discute, donde lo nuevo se acoge como lo antiguo, donde se banaliza 2 la innovación, en la que el futuro no se asimila ya a un proceso ineluctable. 2 Como bien habíamos mencionado, los puntos auge donde el desarrollo del diseño se manifiesta han marcado historia otorgándole a su noción elementos importantes como el colorido, la representación de la realidad y la fusión de arte con industria, además de la colectividad en la que comienza a desenvolverse el papel del diseñado, pero que en la modernidad, el individuo posmoderno es egoísta, se encuentra sumergido en su individualidad pero que esta idea de hacerlo todo par sí lo encaja en la colectividad de seres que creen ser únicos y aislados pero que se agrupan por esa característica, ser todos individuales; abigarrado por la información lo rodea, por ese desenvolverse en medio del ruido y sin espacio personal haciendo que la colectividad lo enfrasque en una burbuja de desinformación, de ignorancia al no querer saber de tanto, en dónde su indiferencia y superficialidad (que se da por no querer indagar a detalle o con profundidad sobre lo que le rodea) controlan sus acciones; no cree en nada y su manera de pensar es susceptible al cambio, provocado en su mayoría por las modas, el pensamiento de la masa y su entorno social. Al tener este vacío en su interior, busca llenarlo cubriendo sus necesidades básicas, creyendo que así podrá alcanzar un buen nivel de vida y el conocimiento pleno del vivir bien; sin embargo, las necesidades creadas van más allá de cubrir lo básico, son necesidades artificiales, las cuáles llenará con el consumismo vacío que sin sentido de adquirir lo que está último a la moda para perder la noción de lo esencial, del arte que considera como algo inútil en ese desarrollo. El consumismo que va carcomiendo la consciencia del hombre posmoderno se muestra a través de la publicidad masiva y una oferta múltiple de productos innecesarios, atrofiándolo por todas partes y es aquí donde interviene un término ambivalente al cual se somete el individuo pero de manera negativa: la moda. El sentido de pertenencia la atrae, y es ahí en dónde el diseño interviene. ¿Qué 2 Lipovetski, Gilles La era del vacío, ensayo sobre el individualismo contemporáneo, Anagrama, 2003, p. 9 sucede cuando el mensaje que el diseño debe transmitir no tiene otro enfoque más que hacer caer al individuo en ese vacío que es el consumismo extremo de la moda que cada día va mostrando un nuevo rostro? Siendo así que este rostro va cambiando cada día dejando al anterior en el olvido, porque este desarrollo implica dinamismo, haciendo efímero a lo esencial que se convierte en el “último grito de la moda”. Los medios de comunicación surgen para informar, dar labor social y publicitar, sin embargo, también para vender y manipular a la masa, a través de la seducción, definida por Lipovetski como la «Destrucción cool de lo social». Crea una «sobremultiplicación de elecciones», que hace aún más atractiva la adquisición de nuevas necesidades que cubran nuestra estética aspiracional, mejor entendida como lo que deseamos obtener. Productos al que el diseñador se encarga de promover mediante la imagen, en esa sociedad donde la estética es “para un momento” antes de que pase de moda y una nueva “desechable” surja. Lo que hoy le importa al individuo posmoderno es su propia existencia, su bienestar propio, se convierte en ese Narciso que deja de ser un ser mitológico y se convierte así en un ser contemporáneo que encuentra su propio fin en no mirar más que su propio reflejo, uno superficial. Tenemos una adicción por la búsqueda de la salud, la higiene y el mantenimiento del cuerpo. Es cierto que hay que mantener el cuerpo en buen estado, pero los medios de comunicación se han tomado de este asunto para crear una campaña global, sobre un estereotipo en el que la belleza física es incluso más importante que las tradiciones, una Venus de Milo con la figura casi circular considerada la más hermosa en tiempos míticos, ahora es vista como alguien deforme, incitando así a la nueva manera de percibir la belleza posmoderna que se rige a estereotipos de delgadez extrema y en el enseñar de la piel con intención vulgar. Los mass media se encargan de ello, difundiéndolo a través de medios impresos y audiovisuales, los cuáles, a partir de una serie de códigos empleados en el diseño (tales son los colores, las fotografías y la diagramación del mensaje), dan una apariencia más atractiva que facilita a la masa aceptar esta ideología. «Vivimos para nosotros mismos, sin preocuparnos por nuestras tradiciones y nuestra posteridad: el sentido histórico ha sido olvidado de la misma manera que los valores y las instituciones sociales.» 3 Debido al desinterés y la superficialidad de la sociedad posmoderna hemos dejado de lado las tradiciones en las que hemos crecido. La globalización ha llegado a un punto en que sólo lo nuevo y lo de «moda» interesan, ¿qué hay de las tradiciones, del rescate al diseño nacionalista que no tenga sólo el fin de fomentar un consumismo excesivo? Una búsqueda de diseño alternativo que tenga un fin informativo, cultural, que deje un buen aprendizaje de una manera clara y que esté a disposición de la sociedad es lo que hace falta. No nos podemos deslindar de una sociedad rellena y colapsada, sin embargo ayudar en la fomentación de nuestra cultura para no caer en un narcisismo colectivo en dónde el pasado desaparece poco a poco y sólo el presente importa en lo más efímero de su ser. Dejar de vivir en la «era del plástico» (como llama Enrique Rojas a la sociedad posmoderna), para recuperar fragmentos del pasado que aportarían a la fusión y recuperación del arte para combinarlos en armonía; trabajar en el diseño que no sea necesariamente de índole grecorromana, sino que rescate lo esencial, lo profundo, que permita a un diseño subsistir por su calidad, por la mano de obra del diseñador. «Sea cual fuere el camino que tomen los artistas —al igual que los diseñadores— han de decidir si trabajan a favor en contra del sistema social imperante en contradicción antagónica o pasajera»4. Está en manos del hacedor incrustarse en una forma de diseño alternativo enfocado no sólo a embellecer lo que hace, sino como artista hacer algo en pro del bienestar de la sociedad, quitándole así las actitudes egoístas e irresponsables. Que la haga alejarse de ese vacío y pueda adquirir una consciencia con su entorno. Llegando de esta manera a culminar la reflexión sobre lo que sería diseño, podemos llegar a establecer que diseño es el construir arte a disposición no sólo de unos pocos, sino de la sociedad, para concientizar a la misma de que al ser una expresión visual de la esencia de un determinado elemento, se ha trabajo el mismo con detalles propios de un artista 3 3 Lipovetski, Gilles La era del vacío, ensayo sobre el individualismo contemporáneo, Anagrama, 2003, p.51 4 Acha Juan, Introducción a la teoría de los diseños, Trillas, 2009 para su contemplación que trata de evocarse hacia algo y que es el punto de equilibrio por excelencia entre el arte, lo esencial, lo subjetivo con lo objetivo, material y comercial, porque no olvidemos que lo que se diseña es para algo que su construcción o elaboración tiene una finalidad y en donde la estética debe imperar es en la manera en la que se ha construido el mencionado y que a pesar de que sea difícil el sobrellevar un diseño bien hecho con recursos artísticos en una sociedad evocada a lo superfluo, no es imposible que el diseño considerado quizá, como una rama más del arte, pueda desenvolverse en su esplendor de a poco y adaptándose a la posmodernidad considerarse en la nueva forma de expresión artística; una que aporte al desarrollo económico, exprese la intención de su realización y mantenga lo esencial que es la forma meticulosa de construcción. Bibliografía Lipovetski, Gilles La era del vacío, ensayo sobre el individualismo contemporáneo, Anagrama, 2003, Acha Juan, Introducción a la teoría de los diseños, Trillas, 2009 Rojas, Enrique, El hombre light, una vida sin valores, Booklet, 2000 Campi, Isabel, La idea y la materia, El diseño de producto en sus orígenes, GG Desingn, 2007