Intelectuales, Literatura y Memoria en El Chile Postdictadura

March 27, 2018 | Author: Mauri Sabor | Category: Democracy, Chile, Latin America, Intellectual, Memory


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J avier Pinedo T aller de Letras N° 49: 123-139, 2011Intelectuales, literatura y memoria en el Chile… issn 0716-0798 Intelectuales, literatura y memoria en el Chile postdictadura. 1990-2005 Intellectuals, Literature and Memory in the Post dictatorship’s Chile. 1990-2005 Javier Pinedo [email protected] Universidad de Talca A través de un análisis general de los intelectuales chilenos, el autor revisa los distintos proyectos de producción de memoria que se intentaron en el periodo de la transición democrática o post-dictadura. Se describen distintas posiciones respecto a la historia nacional utilizando tanto textos académicos como literarios, para luego declarar que dos memorias paralelas y en pugna han coexistido y configuran el imaginario de Chile. Palabras claves: Memoria, dictadura, postdictadura, intelectuales. Through a comprehensive analysis of Chilean intellectuals, the author reviews the various memory production projects attempted in the period of democratic transition and post-dictatorship. The article describes various positions on national history using both academic and literary texts, and then declares that two parallel and conflicting memories have coexisted, shaping the imagination of Chile. Keywords: Memory, dictatorship, post-dictatorship, intellectuals. Recibido: 30 de mayo de 2011 Aprobado: 29 de agosto de 2011 123 ■ había que hacerlo con lo que justificaba su discurso y acciones políticas. que debía durar cuatro años. Y por otro lado. Esa dictadura venció y se impuso en la práctica. la transición no se dio en el vacío sino en medio de debates políticos e intelectuales en torno a la sociedad que se debía construir. ■ 124 . se logró que un primer presidente elegido democráticamente. pero no en las ideas. y que podemos organizar en dos grupos. que se opusieron al carácter que adquiría la transición. se asemeja a las demás dictaduras del continente.HH. pero imposible: que los muertos y torturados fueron necesarios para transitar del antiguo modelo estatista al nuevo liberal. Una dictadura que se veía como causa de paz social y progreso económico y que se autootorgaba el mérito de haber salvado al país del marxismo. un mes y cuatro días antes de la caída del Muro de Berlín. Como es de suponer. sindicatos). en el poder. los que apoyaron el proceso de modernización que postulaba la Concertación de Partidos por la Democracia. Una dictadura modernizadora y cruel que sometió al país a un liberalismo en una forma no conocida anteriormente. pudiera asumir el poder después de 16 años. Ambos grupos pensaban desde posiciones ideológicas no siempre homogéneas en su interior. por estar anulada por la presión de las Fuerzas Armadas. la violación sistemática de los DD. se postergó al menos hasta el 2005. Si en lo primero. Si a la izquierda no se la había podido eliminar (política ni militarmente). Si el liberalismo ponía fin a la pobreza.Taller de Letras N° 49: 123-139. con la modificación de parte de la Constitución de 1980. Pero la “Transición a la democracia” plena.. se terminaría con gobiernos como el de Salvador Allende. intelectuales. Imagen que sus partidarios (no solo militares sino civiles con figuración pública en la actualidad) han mantenido hasta el presente. con el propósito de alcanzar la utopía liberal que permitiera dejar atrás una pobreza que era la causa de la existencia de partidos de izquierda que afirmaban su existencia en la marginación de grandes sectores populares. por la ausencia de intelectuales que pudieran crear un relato creíble.HH. 2011 Contexto El contexto de la “Transición chilena a la democracia” (o postdictadura) es una época de persistencia y superación de traumas de un pasado marcado por una dictadura con un afán de “disciplina social” y reorganización de la economía como una manera de alcanzar logros modernizadores. los otros objetivos la diferencian pues se trata de la primera dictadura latinoamericana que cuenta con un grupo de economistas bien formados y que tienen la posibilidad de aplicar un modelo económico y social “neoliberal” sin oposición de la ciudadanía (partidos políticos. y entre esa fecha y marzo de 1991. A esa dictadura le puso fin un plebiscito nacional el 5 de octubre de 1989. y más allá del arribo de la democracia en el año 1991. Patricio Aylwin. Un sector de pensadores muy críticos tanto de la dictadura como a la sociedad postdictadura. cuando comenzaron los juicios contra las violaciones a los DD. Ambas comisiones fueron aportes fundamentales para rescatar la memoria del país y para desterrar el olvido. “Chile a fines del siglo XX: entre la modernidad. Universidad de Talca. Lentamente fue desapareciendo el “pobre” que se reemplazó por el marginal y el delincuente. cineastas y otros profesionales de la cultura. “Pensar en (la) transición.Javier Pinedo Intelectuales. 125 ■ . y una economía que no estuviera en las manos de los que antes. Revista Universum. durante y después de la dictadura habían manejado las ganancias del país. Intelectuales chilenos durante el proceso de transición a la democracia. 2  He tratado estos temas en Javier Pinedo. sino otros intereses. 2000. presidida por Monseñor Sergio Valech. ahora “contaminado” en parte por la dictadura y con el cual ya no es posible construir un futuro solidario. Ambas posiciones se pueden encontrar sintetizadas en las opiniones del Presidente Ricardo Lagos cuando señala que no es posible construir el futuro sin considerar el pasado. la modernización y la identidad”. Los que defienden la transición. 1  Se trata de uno de los fenómenos más complejos de las últimas décadas. en 2003. pero que tampoco bastaba con quedarse en él3. en cambio. Año 15. Novela y contingencia histórica en Chile”. para la cual un proceso de “reconciliación” social resultaba inevitable2. sino hacerla pública para poder modificarla. Universidad de Talca. En algunos casos los críticos plantean que el ser nacional (su identidad más profunda) resulta incompatible con los códigos y valores de la modernidad. Era necesario testimoniar la violencia ejercida contra unas cien mil personas torturadas. primer semestre 1997. En este rechazo coinciden los pensadores con novelistas. causante de la falta de densidad ciudadana. A muchos de los que pensaban de este modo les resultaba difícil integrarse en esta sociedad. Nº 12. literatura y memoria en el Chile… Los primeros se sentían decepcionados pues esperaban más participación social y más juicios a los militares (incluido Pinochet). Revista Universum. Intelectuales muy cercanos a la política contingente que esperaban un gobierno que diera menos dinero para armas. que complementaría el trabajo realizado por la “Comisión Nacional de Verdad y Reconciliación”. Santiago. además de las críticas a la dictadura. 3  “No hay mañana sin ayer”. y menos mercado. lo que reforzó cierta marginalidad voluntaria1. declaró Lagos al presentar la “Comisión Nacional sobre Prisión Política y Tortura”. “Ni identidad ni modernidad. 1997. permitiendo el acceso al consumo y la tecnología de la población. menos competitividad social. que había dejado constancia de los muertos y desaparecidos. postularon que no se podía detener la construcción del futuro y era necesario levantar un proyecto de país que asumiera ciertos rasgos de la modernidad. Pensaban que la larga dictadura militar (basada en la Doctrina de la Seguridad Nacional y el “terrorismo de Estado”) había sacado a la luz lo peor del país y esa realidad no había que ocultarla. más conciencia ecológica y más educación para levantar ciudadanos conscientes. Revista Mapocho. la vulgaridad de la televisión estatal y privada. que pudieran salvar una identidad nacional que veían amenazada por los avances de un proyecto modernizador al que culpaban de la degradación social. en las que se va olvidando al (heroico) obrero de los años 60. 1990-1999”. pues no tiene sólo las cadenas que perder. sensibilidad. desarrollada en la cultura de la hacienda y que peligraba perderse por la imposición de la competencia y el individualismo. Santiago. p. pero no sólo de los humillados por el gobierno militar. por lo que el rol del intelectual era mantener esa memoria para evitar los avances de la destructiva modernidad. por otro lado. no sometida a una perspectiva ideológica. opuestos a la ilustración. En Nelly Richard. 5  Jorge Guzmán. Jorge Guzmán. Diferencias latinoamericanas. ni católico. Darío Oses. 116. Leandro Urbina. por ejemplo. producto de una cultura masculina y sus derivados (razón. 4  Una bibliografía exhaustiva en Leonidas Morales. que la modernización (no la modernidad) impuesta por el gobierno militar negaba su identidad profunda. Bernardo Subercaseaux. Políticas y estéticas de la memoria. sino de todos aquellos aculturados a lo largo de 500 años de dominio externo. 2007. “Cartas de petición durante la dictadura militar chilena (1973-1989). Germán Marín. desde una profunda crítica al proyecto neoliberal. presente desde el inicio mismo del país.Taller de Letras N° 49: 123-139. quien. Editorial Cuarto Propio. Morandé propone la recuperación de la religiosidad popular. Manuel A. sino de una colectiva. 1984. no popular. el capitalismo y el marxismo. Y. Una memoria diferente pero complementaria a la planteada en la literatura y el cine de la postdictadura Es la tesis de Pedro Morandé. además. Garretón. Santiago. En este sentido. y del modelo social tradicional. señala que América Latina no tuvo ilustración. fuerza. Es una memoria histórica de “long durée”. aunque un mestizaje que se niega a sí mismo en su afán de “blanquearse”5. voluntad). cálculo. Cuarto Propio. 2011 Memoria y crítica a la transición Estos críticos (Tomás Moulian. novelistas como José Donoso. torturas y reformas económicas neoliberales. que corresponden a variantes del pensamiento burgués. afirma que América Latina es distinta al mundo desarrollado. reforma luterana. Universidad Católica de Chile. Michael J. Ver. particularmente del marianismo latinoamericano. Cultura y modernización en América Latina. laicismo. Poli Délano. e insiste en el mestizaje como rasgo singular. Jorge Guzmán. Lazzara. por lo que las reformas económicas neoliberales sólo se podían imponer por decreto y la fuerza6. que se manifiesta en las tradiciones populares. ■ 126 . p. Antonio Ostornol. Diamela Eltit4 establecieron una estrecha relación entre campo de concentración. mientras Latinoamérica se organiza a partir de lo materno y sus rasgos particulares: sentimientos. Pedro Morandé. Tampoco una memoria individual. Santiago. Prismas de la memoria: narración y trauma en la transición chilena. ni desarrollo científico. sino cultural y vivencial. un sector de intelectuales católicos defendieron una identidad (una memoria) campesina. 183. Santiago. 2000. pensamiento racional. Por otro lado. Gonzalo Contreras. Instituto de Sociología. la memoria es percibida como un mecanismo para conservar la identidad colectiva. CEH. José Bengoa. ternura. 6  Pedro Morandé. 1984. Alfredo Jocelyn-Holt. más de barrio. A la llegada de la democracia. desde un rol “cohesionador” de los diversos sectores sociales10. Rehue. postula el mestizaje como el eje fundamental del país7. una ciudad. Ensayo histórico sobre la noción de Estado en Chile en los siglos XIX y XX. se corría el riesgo de perder la existencia misma del Estado. 8  Cristián Parker. Aunque Mario Góngora nunca denunció la violación de los DD. se aunaban en la oposición a una transición que no hacía lo suficiente para sanar el violento pasado histórico. Religión popular y modernidad capitalista. el que fundó la Nación. primera edición. ya que fue éste. un país mestizo”. FCE. pues la Concertación mantuvo la privatización de la previsión social. Sur. pero muy lejos de un proyecto más colectivista como el que ellos esperaban. Sus reparos apuntan a rechazar la actitud blanda. sino que. construyó una sociedad amnésica. La comunidad perdida. aunque se aproximan desde otras posiciones al tema de la memoria. Estas visiones “desencantadas”. de las universidades y del sistema de salud. Bengoa recupera el Chile de los años 50 y 60. más comunitaria. México. pues. 16/2/1997. una educación. 1981. han recuperado la memoria de lo que alguna vez fue una sociedad democrática. la identidad y la modernidad. por parte de los partidos democráticos en el gobierno. por ausencia de densidad democrática en la ciudadanía. literatura y memoria en el Chile… En esta misma línea. La imposición de la modernización fue tan violenta (tanto como las violaciones a los DD. Aunque con una sociedad más civil y de mayor participación democrática. Santiago. la dictadura no sólo torturó físicamente. en su opinión.Javier Pinedo Intelectuales.HH. 1996. Santiago. Para Bengoa. Nostalgia por el pasado perdido y reemplazado por un presente degradado. Historia del pueblo de Dios en Chile. otorgando cada vez más espacios a la ciudadanía. a partir de la Independencia. La Época. frente a las reformas económicas que han educado a los chilenos para percibirse como blancos. La Unión. 1993. ciertos valores que se perdieron para siempre. sino de toda conciencia histórica. frente a los poderes fácticos que se mantenían 7  Maximiliano Salinas. 1991. Canto a lo divino y espiritualidad del oprimido en Chile. 1987. Santiago. Un sentimiento que muchos ciudadanos hicieron suyo9. e igual de negativo. 127 ■ . Maximiliano Salinas. ya que esperaban mayores diferencias con el gobierno militar. más familiar. Otros. una forma de vida. Pero un malestar producto del rechazo también al tiempo presente. estos intelectuales críticos sufrieron una decepción. por vulgar. Otra lógica en América Latina. “Chile. Cristián Parker8 analiza a su vez la cultura de los ‘pobres’ (sociales o étnicos) como seres castigados por la modernización antigua o reciente. anterior a la modernización (y la dictadura).HH) que hasta un prestigioso historiador conservador como Mario Góngora planteó un negativo balance del neoliberalismo impuesto por los militares. como José Bengoa. por poco democrático. sometiendo al país a un eterno presente falsamente moderno. 10  Mario Góngora. Ensayos sobre identidad y cultura: los desafíos de la modernización en Chile. no sólo de lo que sucedió durante ese periodo. Santiago. 9  José Bengoa. 11  Tomás 12  Este Moulian. José Donoso. un valioso cronista de la vida en la calle de aquellos años. Gonzalo Contreras. escepticismo está presente desde el inicio del golpe militar y en los años siguientes en las obras de Jorge Edwards. en mi opinión. Antonio Skármeta. con un “travestismo” político. sino también en las opuestas que se observaron como causantes de sociedades totalitarias e incluso de la racionalidad y del lenguaje utilizado para alcanzarlas. y fue expresado tempranamente en el ensayo Escépticos del sentido (1984) de Eduardo Devés. libros y artículos recogieron las diversas opiniones de un sector de nuestra intelectualidad que percibía el derrumbe de las estructuras de una modernidad que se creía tan sólida. sino la propia transición y el tiempo presente. Flacso. Tuvo su manifestación más evidente en torno al debate de la postmodernidad que fue relativamente intenso en Chile. Si un proyecto político ha sido derrotado en Chile de los últimos 20 años del siglo XX. en fin de cuentas. a pesar de la reducción de la pobreza. Martín Hopenhayn. se subsume en la llamada “cultura del malestar”.Taller de Letras N° 49: 123-139. que quiere cambiar todo para no cambiar nada. Resulta imposible mencionar todas las publicaciones sobre el tema.HH. y al poco espacio para la cultura. lo que hizo que muchos suscribieran la idea de que la democracia no había otorgado las respuestas que se esperaban. el tema de la memoria y de las violaciones a los DD. Darío Oses. Este clima intelectual influyó en la ciudadanía con una progresiva desconfianza en las utopías sociales liberales. Una transición. escribe. que habitualmente incorpora artículos sobre el tema. 1987 (se incluyen trabajos de los principales teóricos: Pablo Oyarzún. Santiago. Lom-Arcis.HH. Poli Délano. Adriana Valdés. Chile actual. Nelly Richard dirigió la desaparecida Revista de Crítica Cultural. y en cuyas obras se puede encontrar un escepticismo doble muy propio de la época: frente a los procesos de modernización. por último. De esta manera. como en otros países de América Latina: múltiples congresos. entre las cuales las de Nelly Richard. como a la propia identidad nacional. Antonio Ostornol. entre otros). coincidiendo con ciertos aspectos del pensamiento postmoderno. Critican la excesiva economización de la sociedad y la pérdida del nivel político que se diluye progresivamente. Es el caso de Pedro Lemebel. Un intelectual que desconfía del mercado como solucionador de las demandas sociales. Escena de avanzada y sociedad. 1997. ■ 128 . Y. el crecimiento del salario real ha quedado debajo del incremento de la productividad. Leandro Urbina.. por la falta de equidad en la distribución de los ingresos y la mala calidad (política y cultural) en que vive el país. planificada por Pinochet11. Arte en Chile desde 1973. ha sido. aunque desde la propia subjetividad de un ser social marginal y marginado por razones personales y sociales. 2011 en diversos “enclaves autoritarios”. la vida en una ciudad colapsada. el rechazo a la norteamericanización de las costumbres.. el de la construcción de proyectos sociales de futuro12. aunque fuera periférica. Germán Marín. y otros. Anatomía de un mito. Tomás Moulian opina que se trata de una democracia levantada sobre la base del olvido de las violaciones a los DD. Sus crónicas complementan este diagnóstico de frustración. en el que. en la que no sólo se critica la dictadura. la deconstrucción de los sentidos. En todo el país existen sólo 100 librerías donde comprar. exitismo mediocre. el mal servicio de salud. Costa Rica y Uruguay encabezan la lista de la preferencia por la democracia con un 77% y Chile está en un 11 lugar. A esto se suman la contaminación ambiental. una sociedad con escaso pluralismo informativo y elevada apatía ciudadana. literatura y memoria en el Chile… Algunos argumentos de los críticos han sido corroborados por las estadísticas: el 43% de la población carece del hábito de la lectura. mayo 2004). y después de doce años la “Encuesta Mori” (realizada en agosto 2002) muestra a Chile como el país que menos valoriza la democracia en América Latina. y que comprar la “píldora del día después” resulta más difícil que en otros países de América Latina. sin embargo. 129 ■ . a pesar de los logros. uno de los índices más bajos de Iberoamérica. que excluye a minorías organizadas. aunque la opción “Gobierno autoritario” también bajó de un 19% (1999-2000) a un 14% (2002). Y ante la pregunta. una cada 150. entre otros males. que no evita. que se autodenominan “renovados”. a pesar de que se calculan en 140. Sólo un 19% dice la “Democracia es lo más importante”. más bajo incluso que Argentina (65%) donde la clase política ha sido más castigada por la ciudadanía. 13  La ley de censura. Los intelectuales críticos denuncian innegables aspectos negativos de nuestra transición. sube de un 22% (1999-2000) a un 30%. impuesta por el gobierno militar. aunque sonaba mal a los intelectuales más radicales. Un país que. después de más de una década del fin de la dictadura la democracia no ha ganado ni se ha revitalizado en la conciencia ciudadana y los encuestados continúan poniendo el énfasis en su propia situación personal. el 52.000 habitantes. racismo encubierto. la violencia intrafamiliar. Bigas Luna y otros. la tardía ley de divorcio (el último país del mundo. que un 53% de los niños nazcan fuera del matrimonio. Los críticos mencionan la ley de censura13. mientras el año 1999-2000 era un 57%. un 59% afirma que el “Desarrollo es lo más importante”.Javier Pinedo Intelectuales. apoyaron la transición desde lo que Patricio Aylwin calificó como “Democracia en la medida de lo posible”. Y ante la pregunta “¿Con cuál de las siguientes frases está más de acuerdo: “Democracia es preferible”?. con indiferencia de las circunstancias políticas y sociales del país. en cambio. que era una solución política para ese momento. y un 17% que “Ambas por igual”.000 los abortos ilegales al año. “Da lo mismo”. “Si tuviera que elegir. fue derogada recién en 2003 y prohibía exhibir películas como “La última tentación de Cristo” y otras de Almodóvar. el año 2002 un 50% dice sí. posee una importante cantidad de su población que se mantiene de espaldas al mundo moderno. es decir. ¿qué diría que es más importante?. el aumento en el consumo de drogas. Memoria y nostalgia por el futuro Otro grupo de intelectuales. y un sistema político binominal. Es decir.2% de los hogares cuenta con menos de 20 libros y el 25% no posee ninguno. “La trayectoria latinoamericana a la modernidad”. 16  Eduardo Devés. Historia de Chile. 1997. LOM. Año 12. después de haberse opuesto al sistema “burgués” durante los 60. s/f. como Luis Maira. rechaza la idea de una identidad refractaria a recibir los beneficios de los procesos de modernización desarrollados en los últimos años en el mundo. Bienvenidos a la modernidad. estudiantes del conocimiento en América Latina y el Caribe. y también reclama por la responsabilidad de los intelectuales que han construido una cultura más del lamento que de propuestas originales y creativas. 2005. 28 de diciembre del 2007. ahora proponían abrirse al mundo. de infraestructura y educación de los últimos años14. Son postsesentistas y aún antisesentistas. Brunner ha publicado múltiples trabajos sobre el tema que mencionarlos nos llevarían muy lejos. Genaro Arriagada. los argumentos de los partidarios consideran tres aspectos fundamentales: que la transición debió enfrentar una dictadura modernizadora 14  El reconocimiento a la transición también vino del prestigioso historiador inglés Simon Collier. pues toda América Latina aporta el 1% de las publicaciones científicas del mundo. 2007. que destacó “la lucidez de Aylwin. “Modernidad e Identidad en América Latina”. Revista Universum. 2011 Algunos de ellos. Edgardo Boeninger. rechazando una identidad nacional como un idílico refugio en el que el país se podía salvar de los ataques de la modernidad. aunque reconoce ciertas particularidades de América Latina. Jorge Larraín. José Joaquín Brunner. y Devés denuncia que continuamos perdiendo valiosas oportunidades de alcanzar el progreso económico. lo mismo que un país como Holanda.J. Simon Collier. 17  Jorge Larraín. si se consideran las “multiple modernities” establecidas por S.Taller de Letras N° 49: 123-139. Jorge Larraín. ¿América Latina moderna?. Cartografías de la modernidad. quienes ayudaron a la transición con sus escritos (y sus cargos) en los que reconocen los avances económicos. 1994. 1997. pero no reaccionarios. Brunner. reprochar las propuestas utópicas y las soluciones hacia adentro. editorial Grafitti. base del mejoramiento social. Santiago. Ver mi reseña al libro en el Diario La Nación. En síntesis. Eisenstadt17. En una línea similar. 1996. sociales. Estudios sobre la cultura del autoritarismo. Cartas a la intelectualidad. lo que para él es un error. ■ 130 . Otro caso casi único en América Latina. Modernidad. en lo social. Dolmen. J. su talento negociador. Cambridge University Press. 1808-1994. 15  José Joaquín Brunner. económico y televisivo. con 16 millones de habitantes. Santiago. Se trata de un grupo de intelectuales o políticos-intelectuales. Barcelona. postulando que hasta el presente tanto los que han celebrado como los que se han opuesto al fenómeno de la modernidad la han considerado como “un fenómeno eminentemente europeo” y por tanto sólo puede existir en esta región en conflicto con nuestra verdadera identidad. N. que consiguió lo que se llamó el ‘reencuentro’ de Chile con su historia”. Eugenio Tironi. Jorge Larraín. y en los que hay más nostalgia por el futuro que por lo que pudo haber sucedido en el pasado. José Joaquín Brunner15 y más tarde Eduardo Devés16 señalan que mientras Chile y América Latina no posean las condiciones que les permitan producir ciencia y tecnología no lograrán desarrollo. su paciencia. Razón e identidad en América Latina. Santiago. Santiago. Recomiendo revisar la biblioteca Flacso. 1999. o culturales (Nelly Richard y muchos novelistas). y ante lo cual los intelectuales no podían permanecer ajenos. que consideraba sentimientos tan delicados como el sufrimiento.Javier Pinedo Intelectuales. conservadoras (Mario Góngora). Finalmente. y la mayoría. recuperaron el programa de la Unidad Popular (tal vez Moulian y algún otro). Y otro es la memoria como un registro de escenas de dolor sucedidas durante el dominio del dictador absoluto: la memoria como la facultad de pensar desde los recuerdos propios para reconstruir el pasado reciente (mi pasado) desde una historia individual. es decir. sí lamentó la muerte de Salvador Allende y las violaciones a los DD. cambios sociales y económicos que para muchos chilenos resultaba atractiva pues abría el futuro. en cambio. el perdón. como expresión de la identidad nacional. Maximiliano Salinas). sociales (Tomás Moulian.HH. dolor y muerte. Me parece a mí que ambas opciones se explican por un hecho fundamental y que habitualmente se olvida y es que Chile. que se dieron a conocer más detalladamente. fueron los dos países que tuvieron una izquierda en el poder con gobiernos de orientación socialista (evidentemente más Cuba que Chile). junto con Cuba. Aunque. Gabriel Salazar). resulta cierto que se pudo haber avanzado más en la profundización de los cambios políticos y sociales para establecer una clara diferenciación entre la democracia y dictadura. no se podía perder la oportunidad de avanzar. y la necesidad de justicia. que fue el reproche principal de los críticos.. y que en el caso de Chile ese experimento concluyó en un drama que se tradujo en miedo. Muy pocos intelectuales. como experiencia o como recuerdo. 131 ■ . identitarias (Jorge Guzmán. Este ha sido un recurso más utilizado por novelistas (o artistas en general) que intelectuales. pues un aspecto fundamental que impactó el contexto de la transición fue el dolor (no mediatizado por el arte) que sufrieron las víctimas de las violaciones a los DD. visto desde el presente. exponiendo un espacio personal tan profundo como privado. Y la izquierda ahora en el poder debía dar pruebas claras de su capacidad para administrar el Estado. incluso de este grupo. aceptando incluso el proyecto neoliberal vigente para aumentar la democracia y el desarrollo económico. la culpa. lo cual podría haber congelado el avance iniciado durante la dictadura y la idealización de ésta por una ciudadanía no siempre capaz de reconocer matices políticos y culturales. no dejándole todo el espacio de la modernización a los sectores autoritarios. la pregunta de fondo era qué proyecto de país se debe poner en práctica cuando la centroizquierda llega al poder. Brunner parece decirnos que después del dolor de la dictadura.HH. Señalaron también la necesidad de vencer el escepticismo presente en muchos escritos de los años 80 y 90. la autocompasión. Funciones de la memoria El uso que hacen los intelectuales y escritores de la memoria durante la transición chilena se puede agrupar en dos tipos: uno es la memoria de largo plazo que analiza el rol de Chile en la historia. literatura y memoria en el Chile… con avances en tecnología. en los que se marcaban las dificultades de incorporar a Chile al proyecto moderno por razones religiosas (Pedro Morandé). una vez concluida “formalmente” la dictadura en 1991. por lo que muchos temían volver a repetir ese acontecimiento. Se trata de un Chile desgarrado.Taller de Letras N° 49: 123-139. Esa pista de hockey sobre hielo del tamaño de la provincia de Atacama en donde los jugadores nunca veían a un jugador contrario y muy de vez en cuando a un jugador de su mismo equipo”20. o en las consecuencias del exilio (Leandro Urbina. terror. Aunque los escritores no denuncian una circunstancia política particular. el de los años 70 y 80. editorial Anagrama. de las nociones básicas de bien y mal. envolviéndolo de mentiras. “Esas palabras chilenas (se refiere a “quiltro”). en las obras de Hernán Valdés. con dos premios Nobel de Literatura. sin embargo. mientras los ensayistas intentan explicar el impacto de esta dictadura en la situación económica y social del país. en México. ■ 132 . o además de eso. Lumen. y que lo cubrió con el más extendido manto de impunidad aplaudida por cientos de ciudadanos. 2001. Un estudio sobre la banalidad del mal. sacerdotes. Luz Arce y todos aquellos que lo sufrieron18. y los recuerdos de Amalfitano son sus ideas y es en base a ellos que construye el mundo. el torturador apura el mayor castigo posible. Y tan banales al mismo tiempo19. obreros. Barcelona. p. Alejandra Merino. profesionales. fin de la justicia y la prensa libre. 2666. odio patológico. con el máximo padecimiento y el máximo sin sentido histórico. Carlos Cerda. Así. así como en el cine de Pablo Perelman. Y que recuerda. José Donoso. sino más bien las consecuencias individuales de esa situación política. y en otros novelistas ya mencionados. Carmen Castillo y Patricio Guzmán. 18  El campo de concentración reúne la paradoja que siendo un espacio infinito y sin tiempo. Barcelona. un país democrático y confiado en sí mismo. personajes con lenguaje e historias igualmente perturbados porque no comprenden de qué forma el país se transformó en un máquina alimentada por el odio y la crueldad psicopática. Amalfitano. Germán Marín). en Eichmann en Jerusalén. pues sabe que ese espacio no durará. como el de Manuel Contreras o el mismo Pinochet. pero que marcó a una ciudadanía que pensaba pertenecer a un país culto y lector. El campo de concentración se grafica. que pudo haber sido retórica. que se expresa a través de una literatura que denuncia un momento político y cultural marcado por confusiones y violencias. Esas trizaduras en la psique. Una dictadura que azotó por igual a intelectuales. 19  Es la idea con que Hannah Arendt describe la maldad nazi. Los novelistas reproducen el fin de una imagen de Chile. al mismo tiempo. y por eso mismo. en el caso chileno. un novelista como Bolaño nos cuenta la historia de un caso específico: un profesor de filosofía chileno. con universidades estables y reconocidas. 2004. periodistas y campesinos. Una imagen que la dictadura puso fin. 2011 Leer los textos de los heridos por la dictadura militar produce la sensación de estar ante una situación nacional enloquecida. un lugar fuera de la historia para el que lo padece. en personajes perturbados y confundidos que viven en una ciudad perturbada y confundida. impuesta por personajes descritos con rostros animales. 258. que sin saber cómo ha llegado a vivir en las afueras de ciudad Santa Teresa. y no sólo de pertenecientes a las clases altas. 20  Roberto Bolaño. a lo sucedido y su tratamiento posterior a través de textos escritos. Tal vez deberíamos hablar del funcionamiento de la memoria en tiempos normales y en épocas de crisis. 21  Oscar Terán. Remito a un artículo de Oscar Terán21. La literatura que surgió de este contexto político representa a estos personajes destrozados. En los primeros lo testimonial de la vida corriente es utilizado junto con la imaginación reforzándose ambos en la construcción de una imagen creíble de la vida. un tren. un soldado armado. pero al mismo tiempo este olvido. En las otras. un uniforme. Maldición en tanto no nos abandona. donde suscribe la necesidad de una “memoria activa” que evite el olvido. Ponencia leída en el I Congreso Internacional de Filosofía de la Historia. Barcelona. una opinión. sucederá”. Dos tipos de memoria El tema de la memoria y su ajuste. pero también filológicas y de análisis textual. profundamente unidas como en pocas otras situaciones humanas. Lo anterior nos permite creer que es diferente pensar desde la memoria que desde los conceptos. siguiendo a Renan. una valla de alambres y púas. las circunstancias mismas obligan a reducir el aporte imaginativo a un mínimo. Terán menciona a Tzvetan Todorov. 22  Tzvetan Todorov. es un asunto complejo y sutil que abarca cuestiones de filosofía de la historia (el sentido de la historia). adquieren significados diferentes. le parece básico para la aglutinación social que constituye una nación. En este contexto. porque las circunstancias lo son. “Pensar la memoria”. el temor a la maldición bíblica: “Lo que ha sucedido. pues la memoria funciona como un instrumento que se utiliza individualmente para construir una determinada historia y a evitar repeticiones nefastas en el futuro. Gracia en tanto rescata de la muerte para incorporar lo pasado a la vida. 2000. que traspasa la pregunta por la función de la memoria al ámbito jurídico: “La memoria debe ser sometida a la justicia. una maleta. Los textos surgidos desde la memoria de los tiempos en crisis funcionan como una densa aglutinación de cuestiones políticas. 25 al 27 de octubre de 2000. Citado por Oscar Terán. literarias y psicológicas. Me refiero a que la memoria impacta la conciencia humana en tiempos de grandes crisis de una manera diferente. dos hombres en un auto. Los Abusos de la memoria. Buenos Aires. que es el verdadero objetivo social”22. p. que se debe conservar antes que llegue el olvido de la muerte. el olvido es la rúbrica de la muerte”. 133 ■ . En estos casos. y hace suya la opinión de Günther Grass: “La memoria es ambigua porque es a la vez un don y una maldición. Nietzsche y Borges. Terán concluye aceptando la “ambigüedad de la memoria”. un chiste. Paidós. o no. por el contrario.Javier Pinedo Intelectuales. como una marca dramática en el ser humano. literatura y memoria en el Chile… La dictadura enlodó al país y lo transformó en una víctima desgarrada que incluía igualmente a los victimarios. convenciéndolo que todo lo que hasta ayer era normal. una mirada. 1. para permitir que se exprese la aplastante presencia de una realidad brutal. morales. pues impactan de una manera diferente y también lo serán los recuerdos y para siempre. Este tipo de memoria nos dice que la propia convivencia con la dictadura reorganizó de otro modo muchos aspectos de la sociedad chilena: la Iglesia creó nuevas instituciones (la Vicaría de la Solidaridad). como Viktor Klemperer23. fueron necesarias para salvar el país. como Villa Grimaldi.Taller de Letras N° 49: 123-139. los ciudadanos aprendimos. ese miedo. silencios y resignificaciones (en las clases de literatura española El Quijote se leía de una manera inédita). 2006. Quiero dar testimonio hasta el final: diarios 1942-1945. la culpa (qué hice para llegar hasta aquí). para poder sobrevivir durante dieciséis años “anormales”. Tampoco se han realizado grandes reflexiones o seminarios sobre estos temas. transformándose en el habitante de una vida dominada por un miedo profundo e irracional. y muy al final del gobierno de Bachelet se inauguró la casa de torturas de calle Londres y el Museo de la Memoria. sino las tergiversadas interpretaciones historiográficas que se construyan para el futuro y que se llegue a establecer (veladamente) que las violaciones a los DD. pues todo se volvió “anormal”. y no ha habido aquí colectivos como las Madres de Mayo.HH. Barcelona. y los que existen están casi todos en Santiago. No celebramos el día de la Democracia o el de los Detenidos Desaparecidos. que nunca lo será completo. Minúscula. la anulación del yo. El tema no es el olvido. y reservar el tema de la memoria a grupos con escaso acceso a los medios informativos o políticos. 2003. no hay otra manera de decirlo que desde una memoria y unos sentimientos que encierran imágenes básicas que no requieren explicación: cuerpos heridos. Consecuencias de la opción intelectual de defender la modernización a pesar de los críticos. los partidos políticos modificaron sus conductas públicas. necesidad de no olvidar y más tarde la obligación de levantar memoriales a las víctimas. 2011 pues el que habla es un sujeto que se encuentra en el centro de una (auto) mirada que le permite percibir la extrañeza del mundo (una maldad focalizada). Y toda esa extrañeza. que mientras Chile ha tenido un evidente proceso de modernización mayor que el de otros países que sufrieron dictaduras como Argentina y Uruguay. La lengua del III Reich. Es decir. sobre el que basa su poder el dictador. a través de la experiencia de la impotencia. ese dolor. Los límites de la memoria Si en tiempos normales podemos perder la ilusión de que los relatos testimoniales y autobiográficos digan la verdad. ni una organización social más crítica contra del sistema. Barcelona. y hasta los propios uniformados cambiaron. temas que parecen haber quedado reservados a la literatura y el arte. ■ 134 . el país no se ha destacado por la creación de memoriales a las víctimas. Y aun cuando desde la recuperación de la democracia el año 1991 se iniciaron procesos para aclarar los crímenes de la dictadura. un lenguaje nuevo de señas. y continuamos leyendo por 23  Viktor Klemperer. Galaxia Gutenberg. nuestro nivel de desarrollo democrático ha sido inferior. Era la aplicación concreta del realismo radical. Jorge Narváez organizó en el Instituto Chileno Francés de Cultura un seminario sobre literatura-testimonio y el rol de la memoria en la literatura. de Jack Kerouac (1957). y más tarde nos propuso escribir un libro sobre el tema. cuando en el prólogo de Rojo y negro define la novela como un espejo que se pasea por un camino. crónicas). nos decía la veracidad sobre el mundo real. sin interferencia del autor. 135 ■ . reportajes. frente a la mentira oficial absoluta. testimonios. por la profunda carga emocional y moral que encierran y transmiten. Jorge Narváez me invitó a participar del volumen que se llamaría algo así como “Literatura testimonio”. En esta perspectiva. siguiendo el esquema de Philippe Lejeune24 en tiempos de crisis. es necesario que el autor realice con sus lectores un pacto. en cambio. compartida por muchos estudiosos de la época. la única quizás a la que la víctima se puede aferrar (la transmita por escrito o no). Dos anécdotas. pues por entonces yo comenzaba a estudiar a un escritor chileno del siglo XIX. La verdad absoluta. Y por eso exige una compensación igualmente real. que él va a contar su vida en detalle. Je est un autre. Eran años de confrontación. Ya sabíamos. Kerouak la escribió sin numerar las páginas. También estética. autobiografías. ni corregir el estilo. Era lo que se decía. Le Pacte autobiographique (1975). Vicente 24  Philippe Lejeune elaboró el concepto de “pacto autobiográfico”: “Para que haya una autobiografía. Su tesis. literatura y memoria en el Chile… el pacto de verdad que establecemos con el narrador. También influía. y nada más que su vida”. escrita en 48 horas y de un tirón en una máquina de escribir a la que se había instalado un rollo de papel continuo. en sus diversas expresiones (biografías. descrito por Stendhal. la novela On the road. Si en tiempos normales podemos desconfiar de la exactitud de los recuerdos. Frente a esta mistificación. el género testimonial. que la había iniciado con su Biografía de un cimarrón (1968). que nos movíamos entre mentiras instaladas firmemente en las conciencias por los medios de comunicación de masas. L’autobiographie de la littérature aux médias (1980). Había una decidida opción por usar la literatura (cierto tipo de literatura) como prueba que lograba desenmascarar y mostrar el mundo auténtico injustamente oculto por la propaganda oficial. cuya técnica consistió en sentar a un viejo esclavo de más de cien años frente a una máquina registradora que grabó todo lo que dijo. Acepté.Javier Pinedo Intelectuales. A finales de los años 80 del siglo pasado. para comprobar que ese mal que la hirió fue real. y en las antípodas de Barnet. era que la novelística (burguesa) adulteraba la realidad ocultando “ideológicamente” (palabra sagrada por entonces) la injusta realidad a través de una imaginación cómplice. por los trabajos de Armand Mattelard y Ariel Dorfman. Pura vida verdadera. Y era una apuesta por la llamada “novela testimonio” creada por el escritor cubano Miguel Barnet. un contrato. en tiempos de crisis no. la memoria es una tabla de salvación. San Martín. autor justamente de una de las más preciosas y completas autobiografías de la literatura latinoamericana.Taller de Letras N° 49: 123-139. que oculta ciertas escenas y enfatiza otras. Era recién 198825. Nos rebelamos contra esa afirmación. cualquiera sea su género. Pues el relato se mantiene en un espacio de verdad particular. Sin embargo. También eran reales los lugares que describe. por el de La invención de la memoria. Son los misterios de la obra escrita. Se lo expliqué a Jorge Narváez y decidió modificar el título del libro. dándonos la impresión de verosimilitud que agradecemos reconociendo el engaño y aceptándolo como verdad. 25  Jorge Narváez. Con anterioridad. el lector se entrega voluntariamente ante algo tan humano como certificar que lo que se cuenta es la pura verdad. no obstante. Y. como nos contó Ricardo Piglia. sin embargo. Santiago de Chile. Por supuesto. Pehuén. como San Francisco de California. nos entrega solamente una disquisición individual de lo sucedido. si esa memoria no es la verdad. Roland Barthes nos había dicho que todo en un texto escrito. El texto tiene su origen en un Seminario sobre el tema organizado en el Instituto Chileno Francés de Cultura. el de la creencia en lo que pasó. permanecía una imaginación que construía situaciones (y no siempre de manera involuntaria). en junio de 2006. postulando que en América Latina sí había hechos históricos. Pero. entre muchos otros). La invención de la memoria. o mezclaba ciertos detalles en beneficio propio. Era evidente que lo que su memoria podía retener eran las circunstancias más generales y las grandes situaciones a las que había asistido. en octubre y noviembre de 1987. al analizar el texto que menciono. Santiago. el matemático español Antonio de Gorbeag y Leandro Fernández de Moratín. pues sí reconocemos que la literatura funciona como una exageración creíble. casi como un fantasma por la noche. Y. comprendí que Pérez Rosales reproducía diálogos. por encima o por debajo de esas grandes verdades. París y Madrid. Es el pacto que hemos suscrito al iniciar la lectura del libro. Recuerdos del pasado (1886). Y algunos monstruosos y evidentes. 1988. Mendoza. tampoco es la mentira. sin considerar a un narrador que recorta. no hay hechos sino interpretaciones. pero no esos detalles que constituían justamente lo más gracioso de su obra. Y. los personajes mencionados eran históricos y reales (O’Higgins. sin embargo. y no nos importa si efectivamente un campesino de una olvidada estación en el sur de Argentina vio o no vio ese largo y oscuro tren cargado de ataúdes que corría silencioso. continuamos leyendo textos testimoniales (en sentido amplio) como pruebas históricas. acomoda lo que cuenta al lector. ■ 136 . 2011 Pérez Rosales. hacia un lugar desconocido para recoger los cuerpos de los jóvenes soldados muertos en las Malvinas. pues al fin de cuentas. el rey Luis Felipe de Francia. concluía Barthes. escenas y minuciosas descripciones que resultaban imposibles que pudiera recordar. “El concepto de Dios después de Auschwitz”. Valencia 2000.Javier Pinedo Intelectuales. Herder. donde muchas personas que no estuvieron detenidas por la dictadura de Pinochet sintieron como propio el dolor de los que sí lo estuvieron. Algo similar sucedía en Chile. impregnada por las violaciones a los DD. Una memoria personal es algo que se nutre de verdades. o tal vez del jefe de la estación de un abandonado pueblo del sur de Buenos Aires. cargando los espacios de la muerte colectiva. la expresión violaciones a los DD. En este caso. Porque en el fondo todos hemos sido testigos”. el temor al olvido y la negación del doloroso pasado. Por oposición a Barthes.HH. no alcanza para denunciar algo que es consustancial al ser humano. nos dijo Piglia. que sería lo peor para las víctimas: lo sucedido nunca existió. como el no poder ser secuestrado por miembros de organizaciones estatales. Homo Sacer III. largo tren no anunciado. que a su vez la había escuchado de otro amigo. violentado o incluso hecho desaparecer. que carga cientos de ataúdes vacíos que van a retirar los cuerpos de los jóvenes muertos en las Malvinas. y que permiten establecer cierta relación entre el nazismo y las dictaduras latinoamericanas de los años 70 y 80. Sugiero la lectura de Hans Jonas. aislado. a través de una toma de conciencia radical y completa del ayer. y el dolor que encierra ese instante que con la rapidez de los sentimientos recorre Argentina y al poco tiempo eran cientos los trenes vistos. En esta perspectiva es interesante considerar las reflexiones de Giorgio Agamben sobre el campo de concentración como el lugar en que la vida es tratada como “materia sin forma humana”27. Entonces se veía claro que no importaba si ese tren había existido o no. 27  Giorgio Agamben. 1998. en Pensar sobre Dios y otros ensayos. ese hombre perdido en la noche de la pampa. Porque finalmente la memoria personal y colectiva es algo complejo que se transmite por el aire y por la piel. a través de gestos y silencios. para dar paso a lo “Real horroroso” y sus consecuencias. Lo que queda de Auschwitz. 137 ■ . Propios y ajenos. como las marcas de heridas corporales y emocionales. el tema de la memoria adquirió un uso nuevo. que establezca que no se puede permitir un desarrollo 26  Tal vez. “Al fin de cuentas. Barcelona. que se despierta por la noche y ve pasar un largo. literatura y memoria en el Chile… Piglia se demoraba en describir una escena que le había contado un amigo. de ese largo tren negro. El archivo y el testigo. creencias y sentimientos. no tiene sentido la comprobación. Y algunas escribieron esas escenas como si hubieran sido testigos de las aflicciones. a través de un sentimiento colectivo. pues lo que importa es la imagen de ese tren. Así. de un campesino. o se insertó en horizonte de análisis diferente y hay una larga producción de obras en Chile sobre este tema que terminó por poner fin a la visión de la literatura latinoamericana como el dominio de lo “Real maravilloso”. ya no recordaba bien decía. el sustento de una verdad histórica. pues la escena circulaba por una Argentina cansada de muertos y dictaduras. todos somos ese jefe de estación que observa atónito el paso nocturno. Pre-Textos.HH26. pues en uno y otro caso el tema consiste en producir una escritura que evite el olvido de lo que sucedió. tantos como cada uno de los dolores de cada uno de los muertos y de sus familias. aquí sí había. Taller de Letras N° 49: 123-139. para asegurar el privilegio del dolor. Un instante de silencio en el paredón. también hay diferencias entre la dictadura chilena y lo sucedido en la Europa de los campos de concentración. en sus creencias. en el que el torturador y la víctima son iguales. Es decir. Barcelona. Por otro lado. Chile ingresa a la OCDE. 2011 económico alcanzado a través de la negación de las condiciones básicas del ser humano. Jorge Semprún o Imre Kertez. pero no el modelo de sociedad posterior. 1999. Pero. Otros autores que han trabajado el tema de la memoria (y del temor al olvido) son Primo Levi y Jorge Semprún. viajes de excursión y otros. con anterioridad y después. Semprún y Agamben denuncien el holocausto. aunque el dolor haya sido similar. el 27 de febrero de 2010. en sus novelas sobre el campo de concentración29. por la pregunta de la sociedad que se está construyendo. los denunciantes del holocausto lo hacen como una expresión monstruosa de un momento de la historia y de una sociedad que. además de la dictadura. pues aquí no hubo choques “raciales”. insisto. ni se considera per se como superior a la de la dictadura. Los chilenos. En el caso de los chilenos. El tema de la identidad y su relación con la modernidad se ha ido debilitando de los debates en la actualidad. (El holocausto como cultura). Por esta razón. ha denominado “El holocausto como cultura”28. sino individuos separados por razones sociales e ideológicas. Esto marca una diferencia que impactó la conciencia de intelectuales y artistas que inician una reflexión. es probable que Levi. creo yo. una víctima. Incluso aquellos que vivían en el exilio. No es el caso de Chile. y no me refiero a lo que Imre Kertész. Sin embargo. religión. un violento terremoto sacude la tierra y la sociedad chilena mostrando una vulnerabilidad social que pocos 28  Imre Kertész. ■ 138 . 29  Para ellos. el tema de la memoria no ha tenido la fuerza y la presencia de Primo Levi. se considera normal y desde la cual juzgan esa monstruosidad. como para Jorge Semprún. ni es evidente que se la deba mantener tal cual. para designar el cúmulo de libros. desde el que se escribe. Herder. y la competencia por saber quién sufrió más. “Escribir fue volver a la vida”. la sociedad de la postdictadura no está exenta de culpa. en cambio. en diciembre de 2009. películas. dos meses más tarde. Como en el caso chileno. nacionalidad. critican la política y los gobiernos que surgieron de ella. aunque las posiciones de los que aplaudieron y los que criticaron reaparecen en dos hechos que han marcado el Bicentenario: por un lado. un exclusivo club de 33 naciones reconocidas como las más transparentes y democráticas. La importante narrativa de Levi como la de Semprún tienen un enemigo común (el totalitarismo nazi) y hablan desde una comunidad radicalmente diferente a los nazis. pues junto con la denuncia los chilenos debieron invertir mucha de su energía en analizar y construir la sociedad de la postdictadura. que en su opinión han terminado por comercializar el tema. lo que le daría la razón a los que aplaudieron la transición. pero que nos permitió preguntarnos si cien años después del Centenario se puede hablar de dos Chiles. literatura y memoria en el Chile… pensaban que existía. y de dos memorias que mantienen una existencia paralela. Habrá que estar atento a las respuestas.Javier Pinedo Intelectuales. 139 ■ . lo que confirmaría los argumentos de los críticos. Un terrible terremoto que no sabemos si fue el último del siglo XX o el primero del siglo XXI.
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