LIBRETTI, I. (2018). Presentación de la segunda edición del libro Marx, Lenin y Althusser.Posición Política y Práctica Teórica (Barcelona, Editorial TEGE. ISBN 978-956-393-130-3). Contacto:
[email protected] Ponencia Antes de entrar de lleno en mi presentación, quiero agradecerle a Marcelo Rodríguez Arriagada por su participación en el lanzamiento oficial de la segunda edición de Marx, Lenin y Althusser. Posición Política y Práctica Teórica. Para mí es un lujo contar con un expositor de tal envergadura. También aprovecho de saludar a la Facultad de Artes de la Universidad de Chile por otorgarnos este auditorio para realizar nuestra actividad. Sin su venia, todo hubiera sido aún más complicado. Finalmente, le agradezco al público asistente por su interés en este trabajo. Me siento sumamente contento por su presencia. En especial, teniendo en cuenta todos los inconvenientes que atravesamos. Nos trataron de sabotear desde todas partes. El incidente que acaban de observar por el uso de la sala Adolfo Couve con los encargados del Doctorado de Filosofía y Estética, aun cuando nosotros agendamos esta actividad con más de un mes de anticipación, lo ilustra a la perfección. Tanta molestia suscitó el lanzamiento de este libro, que incluso algunos “renovados” se sirvieron de la visita de Chantal Mouffe a Chile para organizar una actividad extraoficial de último momento encabezada por ella, el mismo día y a la misma hora que la nuestra. Es sabido que los postmarxistas no toleran referencia alguna a Lenin. Este círculo es muy pequeño, y desde la irrupción de Freud sabemos que las coincidencias y los accidentes no existen realmente. Sin embargo, tales impedimentos solamente son parte de las complicaciones regulares que toda empresa revolucionaria debe atravesar cuando se propone contribuir al triunfo histórico del proletariado. Por lo tanto, desistir no es una opción. Como buen marxista-leninista, suscribo abiertamente con el sentido práctico norteamericano del cual Stalin nos ilustró tempranamente en los Fundamentos del Leninismo: El sentido práctico norteamericano es la fuerza indomable que no conoce ni admite barreras, que destruye con su tenacidad práctica toda clase de obstáculos, que siempre 1 LIBRETTI, I. (2018). Presentación de la segunda edición del libro Marx, Lenin y Althusser. Posición Política y Práctica Teórica (Barcelona, Editorial TEGE. ISBN 978-956-393-130-3). Contacto:
[email protected] lleva a término la obra una vez empezada, aunque sea poco importante, y sin la cual no es concebible una labor constructiva seria1. Desde Lenin sabemos que hay lucha de clases en la teoría. Por esa razón, no es de sorprender que el lanzamiento de un libro que ofrece una interpretación proletaria de Althusser despierte tanto recelo entre sus tergiversadores. De una manera u otra, dicha actitud grafica sus primeros efectos en la escena marxiana contemporánea. A la par, da cuenta del intento desesperado por callar lo que realmente constituye el núcleo teórico-político auténtico de la intervención althusseriana: la actualización del marxismo-leninismo sin dogmatismo ni revisionismo. Althusser no ha sido verdaderamente refutado, sino solamente denostado. La crítica tardía de Thompson a sus escritos principales –aproximadamente con quince años de desfase– fue la última muestra de veleidad pública que tuvo algo de impacto académico. De allí en adelante, el silencio oficial. La socialdemocracia internacional se propuso como tarea filosófica dar por superada la intervención de Althusser, sin la necesidad de superarla realmente. La Renovación Socialista chilena iniciada desde mediados de los ochenta lo ejemplifica vivamente. Acerca de la tendencia histórica hacia el silenciamiento oficial de Althusser, Zizek señaló una cuestión sumamente pertinente en El Sublime Objeto de la Ideología: Hay algo enigmático en el repentino eclipse de la escuela althusseriana y es que éste no se puede explicar en función de una derrota teórica. Es más bien como si hubiera habido en la teoría de Althusser un núcleo traumático que había que olvidar, <<reprimir>> rápidamente. Es un caso eficaz de amnesia teórica2. 1 STALIN, J. “Sobre los Fundamentos del Leninismo”. En: J. Stalin. Cuestiones del Leninismo. Moscú: Ediciones en Lenguas Extranjeras, 1941, p. 97. 2 ZIZEK, S. El Sublime Objeto de la Ideología. Buenos Aires: Siglo XXI Editores, S.A. de C.V., 2009, p. 23. 2 LIBRETTI, I. (2018). Presentación de la segunda edición del libro Marx, Lenin y Althusser. Posición Política y Práctica Teórica (Barcelona, Editorial TEGE. ISBN 978-956-393-130-3). Contacto:
[email protected] La novísima lectura de Althusser, caracterizada por la retroproyección de las tesis acerca del materialismo del encuentro sobre sus trabajos teoricistas –sin pasar por los de autocrítica y rectificación–, es la nueva versión del silenciamiento oficial que intenta darlo por superado, anulando así las proyecciones de presente y futuro del marxismo-leninismo en la actualidad. Hoy en día, Althusser es prevalentemente leído con la luz artificial de Derrida. Se lo asume como un autor más de la corriente antidialéctica que cifró sus esperanzas filosóficas en la senda abierta por Heidegger a comienzos del siglo XX. No está demás señalar que dichas interpretaciones solo plantean la cuestión de la política en tanto categoría filosófica. O sea, sin ningún grado de asimilación partidaria ni popular. Al contrario de la generación althusseriana, la nuestra es una de filósofos con obras pero sin Partido. Evidentemente, tal giro procura despojar el trabajo de Althusser de su potencial verdaderamente revolucionario, desligándola así de su axiomática de origen: el marxismo-leninismo. Los postmarxistas revivieron su nombre para anularlo preventivamente. Conscientes o no de ello, sus trabajos son serviles a los intereses estratégicos de la clase dominante. Esta última no está dispuesta a reconocerle teórico alguno al proletariado, procurando así consumar su derrota política a través de su bancarrota teórica. Como dijera Althusser, “los marxistas saben que ninguna táctica es posible si no descansa en una estrategia y ninguna estrategia si no descansa en una teoría”3. Sin teoría propia, el proletariado no podrá constituirse nuevamente como sujeto en –y no “de”– la Historia. La burguesía se sirve de la academia para rechazar el vínculo de Althusser con la posición política proletaria, arrojando así la sal sobre la tierra quemada. Siendo Althusser el último gran exponente del marxismo-leninismo en Occidente, su obra es fundamental para cualquier intento abocado a desarrollar la que Stalin llamara la “teoría de la revolución proletaria”4 en las condiciones históricas del presente. 3ALTHUSSER, L. La Revolución Teórica de Marx. México D.F.: Siglo XXI Editores S.A., 1968, p. 201. 4STALIN, J. “Sobre los Fundamentos del Leninismo”. En: J. Stalin. Cuestiones del Leninismo. Moscú: Ediciones en Lenguas Extranjeras, 1941, p. 23. 3 LIBRETTI, I. (2018). Presentación de la segunda edición del libro Marx, Lenin y Althusser. Posición Política y Práctica Teórica (Barcelona, Editorial TEGE. ISBN 978-956-393-130-3). Contacto:
[email protected] Entremos de lleno en el libro. Marcelo Rodríguez Arriagada ya dijo bastante, por lo cual procuraré no repetir lo expuesto. Marx, Lenin y Althusser. Posición Política y Práctica Teórica fue el producto final de un proceso de lectura, discusión y crítica de la obra del filósofo comunista Louis Althusser que sintetizó un trabajo que duró alrededor de seis años. Aunque la escrituración del libro fue mediamente rápida –solo tardé dos meses y medio en hacerlo–, el estudio fue prolongado. Aquel lo realicé en paralelo a la lectura de los clásicos del marxismo y de los filósofos contemporáneos en boga. Aunque su nombre es actualmente cita obligada, para cuando comencé a estudiarlo eran otros los franceses de moda (Foucault, Debord, Rancière y Derrida). Muy probablemente, fui de las últimas generaciones de lectores de Althusser que emprendió su encuentro con el filósofo en la pesadumbre de su silenciamiento oficial. Quizás eso me sirvió para evadir las tretas del “materialismo del encuentro” que Matheron y Navarro le impusieron a su novísima interpretación; interpretación que, como todo lo que atenta contra el marxismo-leninismo, es promovida por las academias y círculos reaccionarios. Hoy en día, hasta los hijos de Laclau declaran filiación hacia Althusser. Cosa bastante rara –por decir lo menos–, teniendo en consideración que la asimilación del autor siempre estuvo ligada a los esfuerzos por nutrir la axiomática marxista-leninista de conceptos y categorías idóneos para superar tanto al dogmatismo como al revisionismo. De una manera u otra, dicha heterodoxia filosófico-política remite a los efectos conceptuales del aparato digital sobre las modalidades contemporáneas de intelección teórica. Despojar la obra de Althusser del marxismo-leninismo equivale a suprimir su referente. Dicha operación es propia de una época donde los algoritmos proyectan representaciones visuales a partir de criterios puramente operativos. La novísima interpretación de Althusser responde a la lógica de las superficies virtuales: el triunfo de lo aparente en desmedro de la profundidad. Como resulta evidente, nuestro libro fue publicado en medio de una situación teórica donde la obra de Althusser nuevamente es leída, cumpliendo un rol 4 LIBRETTI, I. (2018). Presentación de la segunda edición del libro Marx, Lenin y Althusser. Posición Política y Práctica Teórica (Barcelona, Editorial TEGE. ISBN 978-956-393-130-3). Contacto:
[email protected] fundamental en las discusiones marxianas actuales. Su fantasma ronda la escena filosófica internacional contemporánea, siendo sus escritos teoricistas y rectificadores (1961-1976) cita obligada para los autores consagrados que lo abordan (Zizek, Badiou, etcétera.). Como observara acertadamente Rancière –mente brillante que se desvió de la senda marxista-leninista por efecto de una mala interpretación de la Revolución Cultural China–, la intervención teórico-política creadora de Althusser se desplegó entre La Revolución Teórica de Marx y Para una Crítica de la Práctica Teórica. Respuesta a John Lewis5. Sin embargo, cabe hacer una precisión. El impacto filosófico y político de Althusser no se debió exclusivamente a la calidad de sus escritos –de una rigurosidad incuestionable–, sino a su participación orgánica en ambas escenas. En el caso de la primera, a través de la Escuela Normal Superior. En el caso de la segunda, mediante el Partido Comunista de Francia. Es importante destacar esta última referencia, pues ilustra cómo la constancia militante es la única manera de llegar hasta los cuadros revolucionarios y las masas populares. El impacto del filósofo en América Latina lo demuestra. Sin trinchera propia, la práctica teórica es como una nave a la deriva: se la lleva la marea o se hunde por efecto de sus propios errores. Los escritos inéditos que Matheron le atribuyó al propio Althusser, redactados durante su internación en el sanatorio mental de Soysi-sur-Seine, lo ejemplifican vivamente. Después del PCF, el filósofo solo se dedicó a golpear su cabeza perturbada contra los muros atomistas que sus propios estudiantes construyeron luego de abandonar la idea de Revolución. Para cuando dichos fragmentos fueron redactados, Althusser ya no era parte del movimiento comunista internacional al menos desde hacía cuatro años. Después de la debacle que significó el XXII Congreso del PCF en 1976, el filósofo se quedó sin el sostén programático de sus combates al interior del Partido: la dictadura del proletariado. La renuncia programática definitiva del Partido a ella le quitó toda proyección en la organización. Fue su última derrota. En ese entonces, el eurocomunismo carcomía las entrañas de los principales Partidos 5RANCIÈRE, J. “Prólogo a la Nueva Edición”. En: J. Ranciere. La Lección de Althusser. Santiago de Chile: LOM Ediciones, 2013, p. 10. 5 LIBRETTI, I. (2018). Presentación de la segunda edición del libro Marx, Lenin y Althusser. Posición Política y Práctica Teórica (Barcelona, Editorial TEGE. ISBN 978-956-393-130-3). Contacto:
[email protected] Comunistas de Europa (PCF, PCE y PCI), derechizando aún más la política reformista emanada del revisionismo soviético. Para peor, ese mismo año murió Mao Tse-tung, iniciándose en China un proceso similar al que atravesó la URSS luego de Stalin. La correlación de fuerzas a nivel internacional era totalmente desfavorable para la empresa de Althusser. Después de los fracasos de 1976, resultaba totalmente previsible un giro errático en la obra del filósofo. Sus acercamientos al operaísmo italiano, la conferencia ante la UEC de la que salieron sus Seis Iniciativas Comunistas y sus artículos publicados en Le Monde –recopilados en Lo que No Puede Durar en el Partido Comunista–, fueron el preludio del silencio teórico-político que advenía. Se iniciaba así su ruptura definitiva con el Partido. Lo anterior, con grandes consecuencias teóricas. Es importante destacar que sus artículos de 1978 no aparecieron en la prensa comunista como sus trabajos anteriores, sino en la prensa liberal. Eso explica el tenor de sus críticas y el sentido de cada exposición. De allí en adelante, Althusser no realizó más publicaciones. Una vez iniciada su fase de ruptura militante, el filósofo se calló. Cabe señalar que sus trabajos relativos a la crisis del marxismo no fueron preparados para publicación. Lo que hoy conocemos sobre ellos –Marx Dentro de sus Límites– fue un producto directo de la pluma de Matheron. Eso no quiere decir que carezcan de valor, sino que lo tienen en proporción a la problemática teórica de Althusser; esta última, fundada en su período teoricista y rectificada durante su período de autocrítica. Tanto los trabajos sobre la crisis del marxismo como lo del materialismo aleatorio deben ser leídos de la misma forma que Althusser leyó a Marx y sus escritos de juventud; o sea, sintomáticamente. Dicho gesto es fundamental para romper con la malversación movimentista que autores como Negri pregonan a los cuatro vientos. Como resulta evidente, la tesis principal de Marx, Lenin y Althusser. Posición Política y Práctica Teórica es que la obra de Althusser respondió a la continuación y desarrollo de la axiomática marxista-leninista en las condiciones históricas de su época, cimentando las bases para su desarrollo posterior. Dicha tesis resulta 6 LIBRETTI, I. (2018). Presentación de la segunda edición del libro Marx, Lenin y Althusser. Posición Política y Práctica Teórica (Barcelona, Editorial TEGE. ISBN 978-956-393-130-3). Contacto:
[email protected] enunciable pues, siguiendo al autor, el marxismo es una ciencia. Como tal, puede sobrevivir a su tiempo siempre y cuando se desarrolle científicamente. Tal desarrollo corresponde a su capacidad de asimilar las transformaciones epocales sin resultar anulado en el intento. Por supuesto, debemos entender la ciencia como un campo de investigación abierto; una fuente de conocimiento dotada de apotegmas y autocrítica inmanente en permanente transformación. Es indispensable romper, primero, con la imagen positivista del laboratorio aséptico (la autoridad de la bata) y segundo, con la matematización de los fenómenos sociales (el reino de las “ciencias sociales”). Ambas corrientes responden a los efectos de la ideología tecnocrática sobre la representación de las prácticas teóricas. Es menester subrayar que la intervención teórica fundamental de Althusser fue posible gracias a una toma de posición política de clase proletaria. Dicho compromiso orgánico –pues incluyó su afiliación al PCF– le permitió desplazarse desde las posiciones pequeñoburguesas propias del oficio filosófico, su lugar en la división del trabajo, hacia posiciones propiamente revolucionarias. La práctica teórica althusseriana respondió a la asunción de la lucha de clase proletaria como trinchera propia. Althusser vivió algo similar a lo que vivieron Marx y Engels desde 1845, luego de liquidar su conciencia filosófica anterior6. Como el propio autor dijera, “Marx y Engels no habrían podido concebir su teoría si no la hubieran edificado sobre posiciones teóricas de clase, efecto de su pertenencia efectiva al movimiento obrero”7. Como podemos ver, la relación entre política y teoría en Althusser resulta indisociable. Por eso el libro tiene por subtítulo “posición política y práctica teórica”. Me gustaría detenerme un momento en el contenido del libro. Además de las referencias directas al filósofo comunista francés, Marx, Lenin y Althusser. Posición Política y Práctica Teórica aborda el conjunto de la tradición marxista-leninista, 6 MARX, C. “Prólogo a la Contribución de la Critica de la Economía Política”. En: C. Marx y F. Engels. Obras Escogidas en Dos Tomos. Moscú: Ediciones en Lenguas Extranjeras, tomo I, 1955, p. 374. 7 ALTHUSSER, L. Iniciación a la Filosofía para los No Filósofos. Buenos Aires: Editorial Paidós SAICF, 2015, p. 157. 7 LIBRETTI, I. (2018). Presentación de la segunda edición del libro Marx, Lenin y Althusser. Posición Política y Práctica Teórica (Barcelona, Editorial TEGE. ISBN 978-956-393-130-3). Contacto:
[email protected] demostrando que todas y cada una de las intervenciones del autor estuvieron ligadas a sus fundamentos. Dada la situación histórica, eso resulta indispensable. La nuestra es una época marcada a fuego por los fracasos que propició el revisionismo moderno en Asia y Europa del Este. Tales derrotas opacaron la validez científica de la teoría marxista, iniciándose así un período marcado por su falsificación y desconocimiento. Incluso algunos militantes de organizaciones ligadas históricamente al movimiento comunista no conocen la teoría marxista-leninista, supliendo su ignorancia con recurso a caricaturas heterodoxas propias del liberalismo. Hoy en día, el marxismo- leninismo vive un período de eclipse donde la ignorancia popular y el oportunismo pequeñoburgués se unen para combatir cualquier contraofensiva proletaria. El libro responde a ello con recurso a los clásicos y al último de sus exponentes: Althusser. La obra de Althusser resulta ininteligible sin un conocimiento acabado de la axiomática marxista-leninista. Buena parte de las querellas contra el autor –desde las dogmatistas hasta las academicistas– lo atacan sin siquiera comprender los fundamentos mismos de la teoría marxista. Por esa razón, el libro se despliega a través de una doble exposición. Por una parte, los clásicos del marxismo propiamente dichos (Marx, Engels, Lenin, Stalin y Mao). Por otra, los aportes de Althusser a su desarrollo. Esa es la razón por la cual Marx, Lenin y Althusser. Posición Política y Práctica Teórica se divide en cuatro secciones. La primera consiste en una nota previa y la introducción, donde trazo el panorama histórico general que animó la elaboración del libro. La segunda se compone de los capítulos uno y dos titulados La Ciencia de la Historia y Marx y el marxismo respectivamente, abocados a presentar qué es el marxismo propiamente dicho siguiendo la línea de Althusser. La tercera sección corresponde al capítulo tres llamado Lenin, la teoría y la política, donde me refiero al legado teórico-político de Lenin que Althusser heredó y desarrollo durante su fase de autocrítica y rectificación. Finalmente, tenemos una cuarta sección que coincide con el capítulo cuatro llamado La lucha de clases en la ideología, dedicado a la exposición de los aportes de Althusser sobre el problema de la ideología, siguiendo las premisas 8 LIBRETTI, I. (2018). Presentación de la segunda edición del libro Marx, Lenin y Althusser. Posición Política y Práctica Teórica (Barcelona, Editorial TEGE. ISBN 978-956-393-130-3). Contacto:
[email protected] materialistas marxianas e incorporando elementos del psicoanálisis lacaniano sin caer en híbridos que atenten contra la problemática específica de cada cual (como sucedió con el freudomarxismo). Visto panorámicamente, la organización del libro es adecuada a su título: una sección dedicada a Marx, otra a Lenin y una final para Althusser; todas ellas, unidas por una misma posición política proletaria convertida en práctica teórica partidaria. No es coincidencia que el autor haya optado por centrar sus esfuerzos teóricos en intervenir desde perspectivas marxista-leninistas en las disputas comunistas del período, en lugar de limitarse a desarrollar su carrera como filósofo académico de gran prestigio. Su manejo de la historia de la filosofía y sus conocimientos de los clásicos en la materia le hubiera permitido mantenerse ajeno a las controversias que tantos agravios le acarrearon. Pudo haber seguido la senda de eminencias como Lacan o Deleuze y nunca haber metido las manos en el lodo. Sin embargo, su trinchera fue la del proletariado. La filiación de Althusser hacia el marxismo-leninismo es incuestionable. Solamente una lectura revisionista –propia de una correlación de fuerzas desfavorable para el campo revolucionario– podría elucubrar interpretaciones ajenas a dicha axiomática. Como podemos notar, la estructura misma del texto responde a una de sus tesis fundamentales. Así como Marx nos otorgó la base científica de la teoría marxista a través del análisis del modo capitalista de producción, y Lenin su forma específica de práctica política mediante la figura del Partido de vanguardia, Althusser nos legó los elementos necesarios para elaborar una teoría materialista marxiana de la ideología. Por lo tanto, su obra es indispensable para fortalecer al eslabón más débil de la cadena marxista-leninista: la ideología. Aquella es la deuda teórica por antonomasia de la tradición revolucionaria. Con el surgimiento del aparato digital, tal deuda resulta aún más sensible, pues la Ideología de Estado encontró nuevo medios para fortalecer la reproducción de las relaciones de producción capitalistas. Esto último, a través de la clausura del imaginario revolucionario y su reemplazo por la heterodoxia digital. 9 LIBRETTI, I. (2018). Presentación de la segunda edición del libro Marx, Lenin y Althusser. Posición Política y Práctica Teórica (Barcelona, Editorial TEGE. ISBN 978-956-393-130-3). Contacto:
[email protected] Contra ello, Althusser nos otorga valiosos recursos, partiendo por la consideración de la ideología como instancia dotada de existencia material a través de las prácticas de los individuos interpelados como sujetos de clase8. Cabe de cajón subrayar el gesto de continuación sin seguidismo que la intervención teórico-política de Althusser constituye para la tradición marxista-leninista en las condiciones históricas del presente. Su obra es indispensable para cualquier estrategia proletaria actual. Es sumamente importante destacar los esfuerzos de Althusser por unir la posición política proletaria y su práctica teórica correspondiente a través de la fundación de una posición teórica de clase. Como hicieran Marx, Lenin y sus continuadores, Althusser veló por dotar al proletariado de una teoría propia que le permitiera proyectarse históricamente sin necesidad de recurrir a ideologías ajenas al comunismo. Eso no implicaba que el autor rechazara las alianzas con otras clases sociales. Al contrario: siempre saludó la sensatez de estrategias tales como los Frentes Populares de los años treinta y cuarenta. Simplemente se trataba de los esfuerzos por edificar una posición teórica propia desde la cual realizar el análisis concreto de cada situación concreta, para luego tomar partido según correspondiera sin caer en ningún tipo de oportunismo. En su artículo titulado Sobre la Evolución del Joven Marx, Althusser señaló: No basta con adoptar una posición política proletaria. Es necesario que esta posición política sea elaborada en posición teórica (filosófica) para lo que, visible desde el punto de vista del proletariado, sea concebido y pensado en sus causas y en sus mecanismos. Sin este desplazamiento, la ciencia de la Historia resulta impensable e imposible9. 8 ALTHUSSER, L. “Ideología y Aparatos Ideológicos de Estado (Notas para una Investigación)”. En: L. Althusser. Sobre la Reproducción. Madrid: Akal S.A., 2015, p. 297. 9 ALTHUSSER, L. “Sobre la Evolución del Joven Marx”. En: L. Althusser. Elementos de Autocrítica. Barcelona: Laia S.A., 1975, p 85. 10 LIBRETTI, I. (2018). Presentación de la segunda edición del libro Marx, Lenin y Althusser. Posición Política y Práctica Teórica (Barcelona, Editorial TEGE. ISBN 978-956-393-130-3). Contacto:
[email protected] El tono doctrinario de esta última declaración ilustra a la perfección lo que venimos diciendo desde el comienzo: Althusser trabajó incansablemente para que la lucha comunista no se enfrascara en las consignas socialdemocratizadoras que ponían al socialismo como la fase terminal de la Historia. Tales corrientes degeneraron en caricaturas contrarrevolucionarias como el eurocomunismo y el Socialismo del Siglo XXI. Su defensa a rajatabla de la dictadura del proletariado respondió a la necesidad de elaborar un proyecto de clase propio que no dependiera del consenso ideológico burgués. Sin dictadura del proletariado, la noción misma de comunismo desaparece, pues ya no existe horizonte particular hacia el cual transitar. La obra de Althusser procuró responder al problema de la fusión entre el movimiento obrero y la teoría marxista en una sola posición teórica adecuada a los intereses políticos del proletario. Este último, constituido como posición de clase y no como movimiento obrerista espontáneo (estrategia propia del trotskismo y del historicismo). Sin posición política de clase no hay práctica teórica de clase. Pero sin práctica teórica de clase, no hay movimiento revolucionario posible. Ya lo decía Lenin en ¿Qué Hacer?, “sin teoría revolucionaria no puede haber movimiento revolucionario”10. Althusser no hizo más que tomar los axiomas y desarrollarlos en las condiciones históricas del presente. Cerraré mi exposición enunciando una verdad evidente: no existen lecturas inocentes. Cada una responde a una toma de posición política previa. Althusser fue el último exponente de la axiomática marxista-leninista en Occidente que aportó a su desarrollo en lugar de limitarse a repetirla, falsearla o denostarla. En su obra se juegan conflictos de clase vitales que ilustran a la perfección su definición de la filosofía: “la filosofía es, en última instancia, lucha de clases en la teoría”11. Gracias. Abril de 2018. 10LENIN, V.I. ¿Qué Hacer? Buenos Aires: Editorial Claridad, S.A., 1946, p. 33. 11ALTHUSSER, L. Para una Crítica de la Práctica Teórica. Respuesta a John Lewis. Buenos Aires: Siglo XXI Editores, S.A., 1974, p. 15. 11