Hugo Gola

May 12, 2018 | Author: Javier Gervasoni | Category: Poetry, Life, Sun, Light, Love


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Hugo Gola (1927-2015) A la pregunta, ¿qué es la poesía para usted?, Hugo Gola responde: Varias cosas al mismo tiempo, pero antes que nada un modo de estar en el mundo, una forma de vivir mi propia vida. Sin ese vínculo no puedo imaginar cómo habría sido mi existencia. En algún tiempo me dio ánimo, en períodos oscuros me sostuvo contra la desesperanza. Por ella pude relativizar tanto lo bueno como lo malo e incorporar estos extremos al equilibrio inestable de mi vida cotidiana. Cuando me siento lejos de esta experiencia, cosa que a veces sucede, todo pierde intensidad y atracción. Y la poesía es, además, una de las formas más sutiles y complejas de conocimiento. Consciente del valor de la poesía, Hugo Gola dedicó gran parte de su vida, no sólo a escribir poemas, sino a compartir ese conocimiento y ese amor que a él le fueron dados. Se dedicó a esparcir las semillas de la poesía, a propagar su energía, su alegría interna y su visión del mundo. Incluso aquellos que no conocieron personalmente a Hugo Gola se nutren hoy de esa energía que irradia de sus poemas, de los libros que publicó y de las revistas Poesía y poética (1990-1999) y El poeta y su trabajo (2000-2010) que editó. Quede esta muestra de sus poemas como homenaje y profundo agradecimiento. Hilos cambiantes. Antología de poemas de Hugo Gola (de Jugar con fuego) Y además mi corazón tiene la culpa porque nació tan tibio y sorprendido y yo también un poco y este cielo y estás mañanas libres y estas calles por donde el aire estalla y este gran infierno de los hombres tiene la culpa Pero sobre todo mi corazón que no me deja mi corazón que me derrama y me pierde La culpa es mía la traigo desde lejos pero qué puede hacer sino vivir así y andar a cada rato con un dolor y un sueño custodiándome Qué puedo hacer si el corazón me vino enorme y tiembla por cada soplo liviano qué puedo hacer sino abrazarlo o cuanto más echarlo al aire …. Aquí yo y el tiempo y todo lo demás y tu corazón alto y presente sediento todavía Apresúrate que crezco hasta estallar Oh qué dulzura la de este cielo herido la de esta nube arrastrando como quien dice el ala sobre mi cabeza Quiero aquí todavía no Levanta corazón tu puntería no te derrames Me moriré de puro amor vacío me quedaré una tarde en mi terraza abierta con las manos sin frutas de puro puro corazón que soy ……. ¿Ves esa niebla que anda como desprendiéndose del río, la ves ahora, casi rozando el suelo, acariciante y huidiza sobre los pajonales secos, amarilleados por la escarcha de un otoño desmedido? Son nubes, nubes que han bajado, cansadas de tanto movimiento puro, sin apoyo, deseosas de sentir la solidez tozuda de la tierra, su beso opaco. ……. De cuanta inclinación estamos hechos de cuántos hilos decaídos y sin embargo somos otra sustancia una piedra quizás o una legumbre un alambre sonoro pero no un hueco Quiero abrazar lentamente el aire palparlo reconocer su agudo crecimiento quiero beber la espuma toda la espuma de los soles y la tempestad y todo ese viento azul que asume la mañana y tocar mis piernas recorrer su lento límite pero sabiéndolas simples y útiles e inacabables como cualquier estrella o mucho más Estamos tan ciegos estamos hechos con una inclinación y una plegaria y sin embargo somos tan enhiestos como la hierba tan hondos como el agua la piedra o el canto del océano que nunca acaba ni declina Estallamos de pronto y sin saberlo cuando la tarde doblega su rostro y temblamos como si el sol muriera para siempre como si acabara detrás de esa cortina liviana que el teje el horizonte Somos más que la hierba y la plegaria unidas somos más que el cielo infinitamente vacío y desgarrado y sin embargo tenemos siempre el llanto atado aquí mientras la aves renuevan su susurro y los amaneceres arrastran otra música La tierra no ganó lo que pensaba se hizo más triste con nuestra pobre luz y comenzó a inclinarse más allá de la pregunta y a destilar las últimas gotas del sueño a triturar los goces supremos del aire y la estación Mas no alcanzó a saber por qué la muerte y el silencio doblan la felpa tierna de nuestras rodillas No es el momento aún Todo vendrá sin embargo con las nuevas legumbre con los vinos sabrosos de un verano sin término Todo vendrá cuando los músculos ensanchen el área de su luz y las voces alcancen la nueva esfera que ya planea detrás del horizonte más allá de las estrellas y de los surcos sangrantes de estos días (de Siete poemas) VII Shiki soku ze ku Ku soku ze shiki Los fenómenos no son diferentes de ku ku no es diferente de los fenómenos Hannya Shingyo La mañana tocó el párpado abrió abrupta el ojo semidormido la mañana forcejeó con su fuerza de luz penetró debajo del párpado y se incrustó abrupta bajo la telaraña de sombras dormida todavía shiki fenómeno de luz de la mañana incrustóse debajo de la telaraña extendida del párpado bajo la sombra tenue de la telaraña juego de la luz abrupta y de la sombra obstinada la mañana y la noche encontrándose bajo la bóveda incierta de un ojo bajo el sol oscuro todavía dormido shiki soku ze ku golpe tamborileo tenuemente toque despierta deshollina los restos de la noche tendidos bajo párpados de sombra ku soku ze shiki nada es distinto no son diferentes de ku los fenómenos ni ku es distinto de los fenómenos luz golpea tenuemente sobre sombra sombra y luz intercambian tenuísimos golpes golpísimos tenues cambian de máscara una asume a otra sumiéndose una en otra en la espiral reversible del ascenso arduo del abrupto descenso La mañana es ku y ku es la mañana claridad de sombra párpados de luz giran persiguiéndose en el aire dentro y fuera piel caparazón cáscara todas vuelven del revés su sustancia dan un vuelco desenrollan el cuerpo huidizo de la espiral traspasar la máscara desovillar el hilo anudado volver a tejer la telaraña de la sombra minuciosamente con el hilo de luz del manto oscuro sacar las hebras una a una y pasarlas por la incierta mañana que nace (de Filtraciones) El sauce sacude su follaje la palmera sube alta por encima del níspero entreveo un cielo borroso detrás de las hojas pálido y seco asciende el día del verano temprano desde mi balcón oigo el rumor del viento y de los pájaros ¿es éste el silbido del zorzal? a los sesenta todavía te confundes ……. No más acopios inútiles ni enseres ni baratijas ni repisas sólo paredes blancas un pantalón una camisa una campera de cuero un pan para cada día una mínima cuota de carne poca verdura alguna fruta qué más? tardes vacías para subir al cielo solitario Recién ahora empieza la gimnasia ……. Las golondrinas vuelven antes se van para volver a su a su rutina de golondrinas volver rutina mas si uno se va si uno uno volver no sé no sé ellas nunca se van pero uno se va y volver no sé no sé no es golondrina uno no sé qué es uno para volver no sé qué es ……. Ni ave de verano ni murciélago ciego ni escorpión ni trompo ni salida la garza que sube solitaria el insecto que se arrastra o vuela la danza sólo la danza que arrasa voraz y toca vibra enciende se deshace ¿es ésa la sustancia? del brazo del ojo de la flecha que perfora cuerpo y aire que enlaza sube recupera la blanda flecha rígida diurna que sigue y sigue hasta cruzar el blanco no es así no debe serlo ni vos siquiera ni el distante ni nadie nadie oscuro un poco más atrás del sótano en la ciénaga en el nudo de la entraña detrás del nudo más hondo donde nadie alcance donde ya no haya clave ni llave ni litigio que se cierren las puertas las ventanas las rendijas que se tape la luz y todo caiga a un pantano de sílabas a una mezcla terca final escurridiza es dependencia el ave el murciélago el intento si borra que se borre todo si se niega que se niegue que no quede cruz ni sol ni símbolo ni barro ni plegaria que caiga al fin la luz la flecha el blanco que no quede rastro ni rostro ni salida ni para el yo ni para el tú ni para el vos ni el todavía que te enceguezca el blanco que arda la zarza que el cielo se escurra y precipite ….… 1 Caminó. Largo. Largo. Calles oscuras. Con polvo En la mañana. También en tardes. Pasos medidos o perdidos Caminata sin ir. Borrar. Borrar. Siempre el mismo. Camino. A veces, otro. A veces también hasta el río o hasta el lugar de los muertos. En el calor. En la mañana, en la tarde. Bajo el sol y el polvo. Insoportable la tarde de verano. Y el viento. El viento. Sólo andar. Sólo. Hasta el río. Sin mirar. O mirando. Mirando. El mirar a veces ayuda. El mirar lo ya visto. Acompaña el andar. Poco que ver. Lo mismo siempre. A veces con viento. A veces sin. O con lluvia, o sin. Y si sin, el polvo. El polvo que inunda el andar. Que crece y sube y estalla en el aire. El polvo que cae y detiene el andar. 2 El andar a veces rodea el río o el lugar de los muertos que pensó su lugar. Los pasos gastan parte del tiempo. Hasta el río ida y vuelta. En horas de sol. La caída del sol. Entonces recoge sus pasos. Se repliega. El camino mil veces hecho. Mil. Diez mil. Sin sorpresas. Repasar lo sabido. Mientras. Mientras. Repasar lo visto. Lo mismo visto. Lo mismo oído. Del camino. De los ojos. Circular. En círculo. De la casa al río y vuelta. Ya sin mirar. Sin ver. Un aire amarillo arrasa el rostro. Y todavía caminar. En la tarde no. En la noche. En la mañana. Para iniciar. O despuntar. Más solo. Ya sin. Cumplido y vacío. Repasar lo sabido. Todo en suspenso. Cabeza desnuda. El calor. El sol. Qué hacer? 3 El polvo blanco blanquísimo. Casi arena muy fina casi polvo. Pero quieto. Las suelas ardiendo. Esos perros. Ya ni miran. Semi-dormidos. No ladran. No miran. No duermen. El círculo otra vez. Buscando. ¿Qué? Como si hubiera. O mientras. Mientras tanto. Qué más se puede? El viento cruje ¿o es el polvo? ¿o es la noche que cruje? ¿o es el cielo? que no había visto ni mirado. Nada fue allí. Nada hubo. Nada allí pudo ser. Se creía. Pero no. Nada fue. Tiempo vacío. Pasos cir- culares. Una vez hasta el río y vuelta. Hasta las tumbas y vuelta. Rodeado de zumbidos y polvo y viento. Del propio silencio. Lleno de pasos. Del andar. De la ida y la vuelta. 4 Del mirar vacío. Del andar vacío. Sin palabras. ¿A quién? Al polvo? Al viento? Al río? A las tumbas? Retirado. Recogido. Pertrechado. Aguarda. Para que nada hiciera mella. Pero todo lo hacía. Los pasos. Recorrer. El polvo un día. Otro día. Y el calor. Mientras. Mientras. Todo era mientras. Lo supo. Lo quiso. El río, las tumbas, el camino. Nunca nadie. Nada allí pudo. Ser. ¿Para qué, ya? Se cierra el círculo cuando la noche cae. (de Ramas sueltas) Desde mi ventana veo las ramas oscuras del jacarandá el viento del atardecer apenas las mueve tan distinto del otro distante y quieto florido siempre erguido en la fosa apacible de la memoria ……. Ella afirma o interroga en su enigmático lenguaje “es el recuerdo, sobre todo, asunto de ramitas, hojas, hierbas, piedra” (H.D.) y seguramente alude a la llama viva de su propia memoria pero ¿qué es el recuerdo para otros? qué es para vos el recuerdo? también hay ramitas y hojas y hierbas en algún fulgurante momento pero no están sueltas, separadas, únicas y ardiendo para siempre, ellas son parte de un río que corre en la llanura vuelan sobre la costa abrupta y dejan de ser cosas sueltas y vibrantes se integran a un movimiento arrastradas y pierden su comienzo se ocultan y aparecen vuelven una vez y otra y otra hay hierbas aquí y allá ……. Como antes llega ahora esa ráfaga no es un milagro lo que llega una sílaba que suene basta un ruido mínimo la sombra que cruza la ventana el cielo vacío de septiembre la hoja que cae una luz que se apaga y todo brota de nuevo sube estalla desborda como antes ……. El momento final será el del fin? te aferras a este pedacito de luz a esta hora repleta de objetos libros lámparas o vacío si miras mejor uno viene de qué sombra y a qué sombra inútil va va viene va? poco poco se sabe por qué tanto entonces una nada -menos que una nada- perderla qué te da o no es la pérdida de aquello que no es? qué es entonces propongo pasar sin prisa la línea cruzarla como se cruza un puente por última vez y llegar liviano a la otra orilla tal vez silbando y nada más. (de Retomas) flores rojas sobre un fondo verde y atrás lejos un cielo bajo con manchas negras el cuerpo se abre de gozo se expande y fluye en un ritmo liviano y lento esa dicha flor árbol cielo súbitamente se hunden en un charco de suburbio la fiesta se borra poco a poco ……. retornas saltas hacia atrás lo que pasó se desvanece aquello que pasó la lluvia el barro las palabras ínfimos brillos semiapagados apenas crestas que huyen atrás las pocas semillas la humedad el hilo del agua aquí ni eso el sol se precipita y cae al vacío caen también las cruces los ríos las miradas ……. un trazo un trozo un tono un toque un punto que vibra una línea que vuela una mancha de sombra un círculo puro aquí o en el cielo quizá sean el augurio la clave el indicio secreto para la vida o para esta tarde ……. no es tan probable que reviva la flor arrancada y puesta de nuevo sobre el tallo una vez que la vida se corta ya no vuelve así es ella frágil tenue intratable (de Resonancias renuentes) 3 los hombres las palabras el ganado fueron ganando ese espacio silvestre palabras primarias llegadas de todos los suburbios sirvieron al principio para intercambiar desdichas para resistir las embestidas de la extensión y el desamparo no es posible olvidar ese comienzo está enredado en las vueltas y revueltas de la sangre en los primeros sobresaltos del corazón también en los relatos primordiales aquellas búsquedas eran tropiezos sucesivos repletos de horror y de coraje así se fue gestando aquel sonido de la palabra bárbara un incipiente perfil que luego forjó la diferencia 4 es más difícil penetrar que describir alcanzar el nudo la semilla la claridad sutil que se resiste las palabras huyen se esconden o se prestan fácilmente a repetir lo visible construir afinidades extraer la médula revelar los tonos secretos es otro cuento 6 no quisiera que arraigue una ocurrencia que suele repetirse la de la belleza nacida del milagro detrás de la palabra elegida hay montañas océanos de dudas la incertidumbre es la constante idas y vueltas desolación sin fondo cada término que llega hasta el final cada sonido aéreo que se agrega no vienen del milagro llegan después de infinitas filtraciones de forcejeos y tropiezos no de un soplo extraterrestre aunque a veces traigan el brío de un relámpago y se impongan imprevisiblemente con la certeza de una iluminación “milagro” es el residuo palpitante la presa que respira y queda en pie subterránea búsqueda de lo real de sus hilos cambiantes en la movediza materia del entorno 8 te gustaría saber algo más sobre la muerte lo que sabés no basta los días se suman el hilo suspendido en el aire se agita y desvanece muestra su palpable finitud el enigma sigue muchos de los que se han ido van borrando suavemente ninguna señal nos llega nunca también se apagaron los fresnos los olmos las altas casuarinas las hojas primero luego las ramas y los tallos igualmente cayeron esos mínimos seres emplumados que se esconden en la fronda del ligustro lo que respira todo lo que respira se desliza hacia un foso sin fondo deserta de su especie y de toda compañía mas se podría igualmente aludir a la piedra a esa piedra roja blanca afilada que no cambia bajo los pies o a esas nubes veloces e informes que viajan sin destino y se deshacen luego para volver a iniciar su travesía se unen se dispersan se cargan rocas cielos nubes el tránsito de la muerte imágenes del retorno de la pérdida total y del retorno del fin y del comienzo vida y muerte son acaso sólo rostros de una misma realidad? fases sucesivas de una permanencia? la muerte el origen de la vida la vida el umbral de la muerte? “en el principio está su fin en su fin está su principio”? 14 el desierto cercano ahoga tu tributo aunque la arena movediza aguarde tu planta y el paso esté obstruido hay que seguir el lago sulfúrico puede ahogar tu impulso arrebatar tu marcha y postrarte no dejes que el murmullo sea absorbido por las piedras devorado por el fuego o triturado por los cuchillos del desierto a pesar de la refriega persisten todavía el brío original la obstinación silente la osadía 18 miró el cuadro con ojo experto y como respuesta dijo: “su brazo derecho demasiado largo” el autor allí presente contestó en seguida “no es un brazo es una pintura” ¿quién lo contó? ya no me acuerdo si el cuerpo se construye siguiendo leyes la pintura dicta las suyas líneas suben bajan manchas crecen o se esfuman colores que se exaltan o se apagan el pintor busca perdido sueña inventa compone espacios llevado por el sol por un dios que lo guía avanza con un ojo que no ve con un tacto que no toca forja su danza multicolor atrapa el timbre del sonido del trance viene la medida esa es la única realidad
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