Andacollo, Historia y tradición religiosaANDACOLLO Su Historia y Tradición Religiosa Sergio Peña Álvarez ILUSTRE MUNICIPALIDAD DE ANDACOLLO 1 Sergio Peña Álvarez ANDACOLLO Su historia y tradición religiosa Sergio Peña Álvarez IN. Reg. Prop. Int. Nº Ilustre Municipalidad de Andacollo 2 Andacollo, Historia y tradición religiosa INDICE Presentación...........................................................................................................4 Andacollo y su pasado.......................................................................... ... 5 - 18 La evangelización del lugar....................................................................... 18 -19 La Doctrina de Andacollo......................................................................... 19 - 20 La Parroquia de Andacollo........................................................................ 20 - 22 Las Fiestas de Andacollo.................................................................................. .22 La Fiesta Grande........................................................................................ 23 - 51 La Fiesta Chica........................................................................................... 52 - 54 Manifestaciones de religiosidad Popular........................................................... 54 La manda o promesa................................................................................... 55 - 60 Las Hermandades Danzantes...................................................................... 60 - 73 Los templos de Andacollo.......................................................................... 74 - 81 Los Claretianos........................................................................................... 82 - 88 Visita de la Virgen de Andacollo a encuentro de religiosidad popular...... 92 - 94 Notas............................................................................................................ 95 - 99 3 Sergio Peña Álvarez Presentación 4 Andacollo, Historia y tradición religiosa Andacollo y su pasado La ciudad de Andacollo se encuentra ubicada en la Región de Coquimbo en el paralelo 30ª.13’ S de latitud sur. A 1031 metros sobre el nivel del mar en una meseta entre las estribaciones de la cordillera andina y de la costa. Se accede a ellas por dos puntos, el primero y el principal lo constituye la ruta pavimentada que va desde el lugarejo denominado el Peñón, en la intercesión de la ruta 43 y la ruta D 51. El segundo camino va desde Samo alto en Río Hurtado hasta Andacollo, es un camino interior, no pavimentado que pasa por acantilados y llega a la ciudad por el sector donde se encuentra actualmente la mina Carmen. Este camino era muy utilizado en el pasado en ambos sentidos cuando el valle antes citado proveía de verduras, vinos aguardientes y legumbres a las placillas mineras y porque desde los minerales llevaban los metales a los trapiches que se encontraban en Samo Alto a orillas del río Hurtado o Guamalata como también se le conocía. Este tramo pertenecía a uno de los tres caminos que conducía desde La Serena a Santiago, por una ruta interior que partía en los extramuros de ésta, por el sector denominado la Pampa, luego llegaba hasta el Peñón donde subía hasta el asiento de Andacollo, continuando por entre los cerros hasta Samo Alto, desde donde a través del valle del río Hurtado se dirigía al lugar denominado la Puntilla y desde ahí enfilaba por el valle del río Grande, pasando por Sotaquí, Monte Rey, Guatulame, San Marcos, Combarbalá y por la Cuesta del Espino se comunicaba con Illapel y desde ahí por el interior con Petorca y otros lugares hasta alcanzar la capital del reino. (1) Al entrar actualmente a la ciudad, se divisan desde las serranías las cúpulas de los dos templos con que cuenta. Convertida ésta en Santuario Mariano en donde se venera la Virgen del Rosario de Andacollo, devoción que de acuerdo a antecedentes históricos, data de fines del siglo XVII, pero según la leyenda popular se inició en las postrimerías del siglo anterior. Andacollo, según algunos autores (2)fue desde tiempos prehispánicos un mineral de oro y cobre, conocido y explotado en tiempo de los incas, pero no hay testimonios arqueológicos que respalden dicha aseveración. Sólo y desde el momento de la Conquista y primera repoblación de la ciudad de La Serena datan las primeras noticias históricas del lugar. 5 Sergio Peña Álvarez La creencia generalizada de los españoles que arribaron a América fue que la tierra era eternamente fértil y engendraba el oro y que en los riachuelos y esteros, el preciado metal brillaba en el fondo dando la apariencia de ríos auríferos. Refiriéndose al tema del delirio áureo de nuestros fundadores, Gabriel García Márquez, durante la recepción del premio Nóbel (1982) hace referencia en su discurso a que en la época colonial, se encontraban pepitas de oro en las entrañas de las gallinas que criaban los vecinos en Cartagena de Indias debido a la riqueza aurífera del lugar. También se impuso esta creencia en los lejanos confines del territorio de Chile. Así tenemos que, los antiguos vecinos de Chigualoco en el sector costero del valle del Choapa, cuentan que en las perdices cazadas en el estero del mismo nombre, famoso lavadero en tiempo de los españoles, se le encontraban en sus vientres pequeños gramitos de oro. Similar idea expresaba el Obispo Reginaldo de Lizárraga en 1594 Al referirse al descubrimiento de Andacollo quien dice “que trajeron al capitán general que andaba por esos lugares, unas perdices en cuyos buches hallaron unos gramitos de Oro”. (3) Esta fiebre del oro de los primeros conquistadores igualmente se vio reflejado en las noticias que se expresaban sobre el lugar. Al respecto el Cronista Mariño de Lobera relata: “ Hai en sus términos mui ricas minas de oro, y en especial las que llaman de Andacollo seis leguas de esta. Tiene tres leguas de circunferencia; donde hai un fino oro, como en las minas más famosas del mundo, tan subida de quilates que pasa de la ley, y por falta de agua no se saca tanto como se sacara si la hubiera, más con todo esto saca un trabajador un día con otra cosa de doce reales de valor y a veces mucho más. Tienen una propiedad maravillosa estas minas y es que aunque se saque tanto de ellas que las dejan apuradas y sin rastro de oro, con todo eso si se vuelven a ellas a l Cabo de algún tiempo como seis meses, se halla mucho de nuevo engendrado, por donde se ve claro que la tierra lo produce ordinariamente, y se cría como en otra tierra las plantas.” (4 ) También en carta al Rey fechada en 1607 el Gobernador del Reino de Alonso García Ramón expresaba “El cerro de Andacollo es uno de los ríos de oro que hay en el mundo”. (5) Estas y otras noticias hicieron que el mineral de oro y los lavaderos de Andacollo se explotaran desde los primeros tiempos coloniales. Y ese afán y ambición desmedidas provocó que la población indígena de la región fuera disminuida dramáticamente en pocos años. En efecto, el Cronista Pedro Mariño de Lobera en un periodo temprano de la conquista, “recuerda que los valles solían tener mucha gente de los naturales, que pasaban de veinte mil y han venido en tanto disminución de los trabajos que les han dado en sacar el oro y 6 Andacollo, Historia y tradición religiosa otras actividades que no han quedado dos mil. A éste respecto el Licenciado Fernando de Santillán en su visita a las minas del Norte en 1560 denuncio el deplorable estado en que se encontraban los indígenas producto del maltrato y abuso de los encomenderos con estas palabras: “E porque los naturales de la dicha ciudad de la Serena estaban muy vejados y fatigados de sus encomenderos, usándolos dellos para cargas y echándolos a las minas a todo, a sus mujeres e hijos, ocupándolos en otros servicios personales sin dejarle una hora de descanso”. (6) Para solucionar el problema de la mano de obra en la Serena y sus valles, tanto en las actividades mineras como agrícolas, se trajo indígenas de la zona de Arauco, capturados en la guerra, o bien apresados en malocas al interior del territorio araucano. Testimonios de éstos sucesos son consignados por José Toribio Medina en sus “Documentos inéditos para la historia de Chile” donde Transcribe Cartas de Conquistadores o funcionarios al Rey de España o al Virrey del Perú dando cuenta de éstos hechos así por ejemplo en el licenciado Melchor de Calderón escribía al Rey en 1577 entregando noticias de indios mapuches provenientes de Chiloé tomados en la guerra, que en número de 400 fueron desterrados a la Serena para que se ocuparan del trabajo de las minas. Igual situación refiere el vecino Gregorio Sánchez al Virrey en 1578 que algunos indios pretendieron rebelarse y algunos fueron ejecutados y otros destinados al trabajo de las minas. Un año más tarde el Conquistador Lorenzo Bernal del Mercado que junto con Pedro Cortés Monroy fueron aguerridos soldados en las campañas de Arauco, por sus conquistas territoriales y valentía en la guerra, escribía al Virrey Francisco de Toledo en 1578: “ Sé refiere a que hizo un alto en la campaña bélica y por no diferir el negocio y perder presa se hizo a un tiempo y se tomaron quinientos indios y mucha gente menuda (niños), la cual se embarcó y envió la Serena para que con el trabajo de sus personas se sustente la guerra.” (7) Otra forma de aprovisionarse de mano de obra era el desplazamiento de masa laboral desde el sector trasandino hacia la Serena en lo que se indica un traslado de indios huarpes a trabajar como mitayos en las minas de la región. El historiador Álvaro Jara en su libro “Guerra y Sociedad en Chile” da cuenta de éste proceso en el cual participaban encomenderos trasandinos que se trasladaban a vivir a Santiago y a La Serena, sacando los indígenas de sus tierras y desnaturalizándolos perpetuamente. (8) A parte del traslado de indígenas para solucionar el problema de obra de mano en los lavaderos de Andacollo, el Gobernador Alonso García de Ramón hacia 7 Sergio Peña Álvarez 1585, propuso llevar al lugar todos los negros que importaran los particulares interesados en la explotación minera. Fuentes documentales citadas por el historiador Rolando Mellafe, en su libro “La introducción de la esclavitud negra en Chile”, indican que en el laboreo de las minas del Norte Chico se empelaron esclavos negros por esa época. (9) Sin embargo, la forma más común de proporcionarse mano de obra fue a través de la institución de la encomienda, que se consolidó en Chile como tal durante el siglo XVII y significó un aprovisionamiento de obra de mano para minas y haciendas. En la región existían importantes personeros, entre los que se contaban Pedro Cortés Monroy, Diego de Rojas, Fernando de Aguirre, Jerónimo Pastene que mantenían en sus diversos valles y haciendas grupos de indígenas encomendados, algunos de los cuales estaban en el asiento minero de Andacollo como lo prueba el libro primero de Bautizos, 1668-1700 donde figuran sus nombres vinculados a los de los indios bautizados en el lugar. Así encontramos que Diego de Rojas, vecino principal de la Serena, quien había solicitado en 1632 la encomienda de indios chiles y diaguitas, estando los primeros sitos en el pueblo de Sotaquí y los segundos en el pueblo homónimo situado en el valle de Elqui (10), sin embargo entre las fechas de 1668-1678- el encomendero mantenía indios de ambos grupos en Andacollo entre los cuales encontramos varios individuos apellidados Llau- LLau que integraban el grupo de indios chiles, y uno de apellido Diaguita, apellidado así al parecer en relación con el topónimo del lugar donde pertenecía. Por su parte el capitán Pedro Cortés Monroy, encomendero de la región, también tenía indios de su encomienda ubicada en Huana en el valle del río Grande a más de cien kilómetros de distancia, sitos en las minas de Andacollo, entre cuyos apellidos anotamos indígenas de origen mapuche como Mellimaguida, Quiñe lonco, Manque, Lonco pangue y otros, como también algunos de origen quechua como Amchi y Cocha. Y algunos no identificados como Tabaco y Quelenca. (11) También otro vecino encomendero, don Fernando de Aguirre, descendiente por línea materna del refundador de la Serena, poseía indios encomendados en el valle de Elqui, algunos de los cuales los tenía trabajando en faenas mineras en Andacollo por esa fecha. (12) Otro gran propietario que trasladó indígenas de sus encomiendas de Limarí y Sotaquí , en el valle del Limarí, a Andacollo, para laborar minas de oro y cobre fue Jerónimo Pastene y Aguirre, descendiente de Juan Bautista Pastene y de Francisco de Aguirre y gran propietario agrícola y minero del sector, junto con las 8 Andacollo, Historia y tradición religiosa minas de Andacollo también explotaba minas de cobre en el Brillador y el cerro Tamaya, llevando a sus indígenas de un mineral a otro.( 13) Durante el siglo XVII la población de Andacollo trabajaba en la actividad minera. La mano de obra empleada desde sus comienzos era proporcionada por los indígenas de encomienda que a partir del siglo XVII, era llevada, por los encomenderos de algunas haciendas de los valles cercanos y los situaban en el pueblo de Churrumata bajo las órdenes de algún capataz. A este respecto queremos agregar que en el siglo XVII, las condiciones de vida de los indios que trabajaban en las minas era mucho mejor que la de aquellos que trabajaban y Vivian en las haciendas. Así lo atestiguan algunos indios encomendados. En una visita en la Estancia de Rucapini (Limarí) de Jerónimo Pastene, en 1695 al ser interrogado un indio llamado Lorenzo Rubio, refería que el minero del oro no trabajaba antes que saliera el sol, ni después de que se ponía, que no trabajaba los días de fiesta que le daban ración para su sustento, que nunca le habían quitado su jornal ni recibía maltrato, que tampoco atentan contra su familia etc, también otro indígena llamado Bernabé Corica que también era natural de la misma estancia y que trabajaba como minero del oro daba la misma opinión que el anterior. (14 ) Aunque a veces las respuestas de los indios frente a los visitadores eran coaccionadas, en este caso creemos que el testimonio es verídico, debido a algunos factores que hacían cambiar la actitud de los encomenderos, el primero era la legislación minera, que era absolutamente estricta y que protegía a los indígenas de los abusos y que había sido confeccionada hacia 1574 por el Virrey Toledo, debido casi al genocidio cometido con las etnias originarias, principalmente en la actividad de lavaderos de oro y el segundo factor era que la alta rentabilidad que producía el laboreo de las minas llevó a los asentistas a tener mayor cuidado con la mano de obra indígena, que era barata y mucho más controlable que aquella que ya estaba apareciendo de los peones de minas que estaba constituida por el elemento mestizo y mulato, Muchas veces díscolo y indisciplinado, que trabajaba por un salario. Elemento que va a ser el predominante en la explotación minera durante los siglos posteriores. Esta doble actividad de Pastene, como hacendado y minero, también fue propia de otros propietarios y agricultores del Norte Chico del siglo XVII y muchas veces su actividad agrícola estaba en función de sus necesidades mineras, su producción era consumida en las minas de la región, Fueran sus producciones de vinos y aguardientes, carne salada o charqui, higos y otros productos de la dieta de los trabajadores mineros, como también de la provisión de medios de trasporte, fueran mulas para el traslado del mineral y la crianza de caprinos y vacunos para la provisión de sebo, para el alumbrado de las minas, cuero para la confección de capachos, zapatos y otros elementos indispensable para el laboreo de las minas. 9 Sergio Peña Álvarez Y no sólo el oro concitó el interés en Andacollo, en el siglo XVII sino también el cobre, debido a que de las minas que se explotaban en el Reino de Chile estas eran las más ricas y las que demandaban menor costo en su explotación En la primera centuria del 700, visita la región el ingeniero Francés Amadeo Frezier quien señalaba refiriéndose al sector: “A nueve o diez leguas hacia el este de la ciudad se hallan los lavaderos de Andacollo, cuyo oro es de 23 quilates; se trabaja con provecho cuando no escasea el agua, los habitantes aseguran que la tierra es criadiza, es decir que el oro se forma allí continuamente, porque después de lavada, pasado 60 u 80 años, se encuentra casi tanto oro como antes” (15) Igual idea expresaba casi un siglo y medio antes Pedro Mariño de Lobera, y en el siglo XIX y XX, los habitantes de Andacollo, creían ciertamente que la Virgen criaba oro para ellos. Así lo testimonia un religioso francés residente en la localidad a fines del siglo antepasado y citado por Maximiano Salinas en “Canto a lo divino y religión popular en Chile hacia 1900”, quien al mirar la tierra calcinada y la escasa vegetación circundante preguntaba a los habitantes, como era posible subsistir en esos parajes. A lo que ellos respondían “Padre la virgen nos cría oro, la virgen nos regala el oro”(16)Estableciendo de esta manera el carácter protector y de madre que tiene la Virgen con los habitantes del lugar y con los pobres que confían sus necesidades a ella. En quien encuentran consuelo a sus desventuras y esperanza en la dura y azarosa tarea los pirquineros y cateadores que recorren sus cerros tratando de encontrar los gramos necesarios de oro para el sostén de sus familias. Sin embargo pese a la fama aurífera de Andacollo, en la segunda mitad del siglo XVIII se produjo un gran auge en la explotación de minas de cobre, debido a la alta demanda de los mercados peruano y español, debido a las incesantes guerras en la que se vio envuelta la Corona española en Europa durante casi toda el último tercio del siglo citado. Esta coyuntura económica continuó bajo parámetros distintos de explotación durante el siglo XIX, integrada a nuevos circuitos económicos y a nuevas tendencias de la economía mundial. También en el mismo siglo realizaron intentos por explotar minas de azogue en el lugar, debido a la falta de este mineral que se usaba en la amalgamación de la plata y era demandado por la Corona española. La presencia de azogue en Andacollo, era conocida desde la segunda mitad del siglo XVII, cuando el vecino de la Serena, Juan Caro de Mundaca, en el año 1667 se dirigió hasta el lugar, como lo prueba la presencia de su nombre en el libro primero de bautizo, donde figura como vecino, a cargo de un grupo de indios que trabajaban para él, sin embargo Jorge Pinto R, señala que los resultados de su operación minera se perdieron en el tiempo. Sin embargo el mismo historiador 10 Andacollo, Historia y tradición religiosa aclara que a principios del siglo XVIII, se trató de reactivar la actividad, con resultados poco alentadores. (17) Sólo en la segunda mitad del siglo citado se descubrieron los minerales de Jarilla y Majada de Cabritos.‘Pero con mala fortuna, pues los informes de los peritos Enviados por la administración no resultaron favorables, además por aquellos días, se creyó descubrir un fabuloso mineral de azogue en Punitaqui, desviando la atención de la corona y de los mineros hacia aquel lugar, empero todo resulto un fiasco debido a que las cantidades de azogue no eran las que habían informado los funcionarios a cargo del asunto y mucho de los recursos invertidos por el estado fueron a parar a los bolsillos de los mismos. Además del lugar donde estaban las minas y lavaderos de oro, se denominó como Andacollo, un amplio territorio que iba desde los extramuros de La Serena hasta Tongoy y desde la cordillera al mar. Este se dividía en seis distritos más pequeños que eran: Andacollo y sus entornos más inmediatos que comprendía el pueblo y lugares cercanos, el segundo, el tercero y el cuarto se encontraban en el valle del río Hurtado y eran Samo Alto, Higuerillas y Guamalata, En la costa se encontraban los otros dos distritos que eran Tangue y Camarones. Este territorio era coincidente con los límites de la parroquia del mismo nombre de la que hablaremos en otro lugar. Según el Censo de 1738, citado por Eduardo Cavieres en su libro “la Serena en el siglo XVIII”, la doctrina de Andacollo presentaba un paisaje de estancias ubicadas entre las serranías en donde la mayor riqueza de sus habitantes estaba representada en la posesión de algún tipo de ganado que principalmente consistía en caprinos, ovinos mulares y caballos. Sin embargo la condición de ganaderos y viticultores de los propietarios agrícolas, no se contraponía de modo alguno con la afición al trabajo de las minas y de las actividades a ella conexas, como ser el transporte de minerales, el abastecimiento de éstas. El sector de Andacollo contaba de acuerdo al censo de 1778 con una población de 464 individuos, siendo el grupo mayoritario el de los españoles con 288, siguiendo el de mulatos con 100 individuos y el de los indios con 76 personas. (18) Habitando en el asiento minero se encontraba una población de 186 personas entre mulatos y españoles, los cuales trabajaban las múltiples minas existentes en las cercanías el resto vivía en las estancias adyacentes y en algunos minerales. El poblado de Andacollo era en esa época un caserío con construcciones dispersas, articulado por la iglesia parroquial , del que da cuenta Mauricio Rugendas en un cuadro Titulado “Andacollo” del año 1837, en el que se observa el templo antiguo y la plaza, rodeada de construcciones de tejas y corredores con basa de 11 Sergio Peña Álvarez piedra, lo mismo se puede observar en el grabado de Claudio Gay contenido en el atlas histórico y geográfico de Chile. Este había adquirido fama por la devoción a la Virgen del Rosario, de cuyo santuario dieron cuenta numerosos cronistas y viajeros. Incluso en el diccionario Geográfico de la Indias Occidentales o América de Antonio de Alcedo editado. entre 1785 - 1789, describe a Andacollo como: “ Pueblo y asiento de minas de oro, en la cumbre tiene un pequeño llano. Por donde corre un arroyo. En su iglesia se venera una imagen de Nuestra Señora de Andacollo, a cuya devoción concurre no sólo la gente de la provincia sino aún de las más remotas.”(19) 1. Plaza de Andacollo 1837. Mauricio Rugendas. Reproducido Por Conin, El Segundo distrito era Samo Alto. Ubicado en el valle de Hurtado, casi 40 Km al sur del anterior, se comunicaba con éste por un camino de tropas que bordeaba los cerros, por peligrosos desfiladeros y acantilados. Contaba según el censo referido con una población de 278 los cuales 161 eran españoles, 33 mulatos, 84 indígenas, y 13 negros. (20) En el lugar se sembraban trigo y cebada y demás simientes, además se cultivan viñas pequeñas en las que se producía vinos y aguardientes para el consumo de los minerales cercanos, allí para aprovechar el agua del río Hurtado, existían cuatro trapiches de molienda habilitados donde se procesaba el mineral proveniente de las serranías aledañas. (21) 12 Andacollo, Historia y tradición religiosa El tercero lo constituía Higuerillas, donde se cultivaban legumbres y se explotaban algunas minas de cobre. Y comenzaba en el sitio denominado Tabaquero y terminaba donde actualmente se encuentra la cortina del tranque Recoleta. Allí se había fundado el convento recoleto franciscano de Nuestra Señora de Aranzazu debido a una donación de la benefactora Isabel de Fuica en 1724. Dicho convento servía como una casa de reposos de los frailes ancianos y poseía una interesante biblioteca de diversos temas, tanto eclesiásticos como profanos. Habitaban este el lugar 548 personas entre los que se contaban 290 españoles, 205 mulatos 53 indígenas. (22) Allí también se generaban productos agrícolas que se comercializaban en La Serena o en el asiento minero. El cuarto distrito de Andacollo, era Guamalata, comenzaba donde terminaba el anterior y contaba con una población de 480 individuos, entre los que se encontraban 341 españoles 35 mulatos y 104 indígenas, (23) estos últimos estaban encomendados al maestre de Campo don José Fermín Marín. Al otro lado del río se ubicaba la hacienda de Samo Bajo. Y en su rivera se encontraban algunos trapiches que aprovechaban el agua del río y algunos hornos de fundición de metales de cobre que extraían del mineral de Tamaya de Propiedad del citado encomendero. Y de otras minas que se explotaban en las cercanías. El quinto era el Tangue y se ubicaba en la costa, poseía una población de 229 habitantes, entre los que se contaban 112 españoles, 76 mulatos y 41 indígenas. (24) Existían estancias de secano en la que se criaba ganado menor y mayor. También se dedicaban a la pesca, productos que vendían en la recova de La Serena. El sexto también estaba en el litoral y se denominaba Camarones, comprendía la gran estancia de ese nombre y otras menores y llegaba casi hasta los extramuros de la Serena. Su población estaba compuesta por 378 personas, entre los que se contaban 101 españoles, 255 mulatos y 22 indígenas. (25) A comienzos del siglo XIX, la población de Andacollo era de 7000 personas, según consta en dos documentos de esa época el primero un documento eclesiástico de 1811 donde se da cuenta del estado de los curatos de la provincia de Coquimbo(26) y el segundo el censo mandado a levantar por el gobierno patriota en 1813, al jurista santiaguino Juan Egaña, para conocer la cantidad de la población nacional y poder de este modo planificar políticas del Estado nacional que emergía. (27) Si bien es cierto que durante el siglo XVIII y parte de los dos primeros decenios del XIX, el territorio de Andacollo estuvo fuertemente vinculado administrativamente y espiritualmente al curso superior medio y bajo del río Hurtado. A partir del tercer decenio del siglo mencionado, aunque los vínculos no desaparecieron totalmente, cambiaron, debido a los reacondicionamientos administrativos tanto en lo civil como en lo eclesiástico. Así podemos notar que a partir de la creación de la Provincia de Coquimbo en 1826 y de su posterior división en departamentos, Andacollo quedó adscrito al 13 Sergio Peña Álvarez Departamento de Coquimbo y su administración dependerá después de la Municipalidad del mismo nombre en 1867, hasta el año 1891 fecha en que se promulgó la ley de comuna autónoma donde se crearon nuevas comunas entre ellas la de Andacollo, a la que pertenecía un amplio territorio. Que incluía Tambillos y Pan de Azúcar. (28) En esta última subdelegación se ubicaban valiosas y extensas propiedades agrícolas, así lo demuestran sus altos avalúos y sus casas patronales, muchas de estas construidas según los estilos en boga a fines del siglo XIX, con torreones, mansardas, galerías vidriadas y parques, que aun se observan a la vera del camino que une la Serena con Andacollo y Ovalle entre las que se contaban, el fundo Cerrillos propiedad que fue durante largo tiempo de la familia Zorrilla, y donde residió en sus últimos años, el historiador Francisco Encina, Santa Helena de la familia Amenábar, El Retiro y Las Cardas de los Ripamonti, San Ramón, Huachalalume, el Recreo, Corazón de María y otros, pertenecientes a conspicuos vecinos de la Serena e incluso alguno de ellos era de propiedad eclesiástica. (29) Conjuntamente con el sector agrícola mencionado que correspondía principalmente a la subdelegación de Pan de Azúcar Existían centros mineros de gran importancia en la subdelegación de Tambillos tales como el mineral del mismo nombre, donde se explotaba cobre desde tiempos coloniales y que en la segunda mitad del siglo XIX conjuntamente con las minas de Panulcillo y Tamaya y otras menores que contribuía a que la Provincia de Coquimbo exportara el 10 % de cobre del mercado mundial. Otros minerales de la comuna de Andacollo lo constituía el sector denominado el Peñón, con sus minas de cobre Peñón. Rosario, Antuca y Clara y de Hierro San Cristóbal y San Luis. Cruz de caña y calabozo con minas de oro y cobre y las minas de Andacollo, Angostura, Guías verdes y Lavaderos de Oro. (30) 14 Andacollo, Historia y tradición religiosa 2. Transporte de minerales a través de ferrocarril. Estación de El Peñón, rumbo a Guayacán. 1898. Fotografía Gentileza de Víctor Castex G Toda la producción cuprífera era transportada por ferrocarril desde la estación el Peñón a la fundición de Guayacán donde se procesaba y era enviado a través del mismo puerto a Europa, principalmente Inglaterra en plena segunda Revolución industrial. Años más tarde, en 1927, la municipalidad de Andacollo y su territorio fue anexada a la de Coquimbo y sólo a partir de 1938 fue restituida la comuna citada, perdiendo por aquellos años el territorio de Pan de Azúcar. Durante los años de la crisis económica (1929-1931) arribaron a la estación del Peñón de Andacollo cientos de familias provenientes de diversos cantones de la pampa salitrera con el objeto de trabajar en los lavaderos de Andacollo, que se habían reactivado dentro de un plan general impulsado por el gobierno en toda la provincia de Coquimbo y en otros lugares a fin de absorber la mano de obra cesante que regresaba del Norte Grande. Se creó para estos efectos la Jefatura de lavaderos de Oro en 1931 y se subsidió a los mineros mediante la entrega de elementos de trabajo y la habilitación de terrenos auríferos para que fueran trabajados (31) Una novela ambientada en aquellos años, escrita por el Doctor Arraño, que se llama "Andacollo tierra del oro y de la Virgen”, da cuenta de esta nueva 15 Sergio Peña Álvarez prosperidad del lugar y sus contrastes, que hicieron en un tiempo de Andacollo una especie de pequeña California, con los rasgos propios de un lugar de “frontera” donde existía bastante circulante, alcohol, mujeres e imperaba la ley del más fuerte. . 3.Calle principal de Andacollo, denominada Urmeneta, hacia 1930. Fotografía Puerta Hermanos, Archivo del santuario El folclorista Juan Uribe Echavarria, quien conoció Andacollo desde 1933, aseguraba que la vida en el lugar era una fiesta permanente, nada más opuesto señalaba que al vivir aburrido y melancólico de las calles coquimbanas y serenenses. (32) A partir de 1938 se impuso la ley seca en el pueblo lo que morigeró las costumbres y la diversión y hacia 1942 al reabrirse de nuevo algunas salitreras, mucho de los pampinos que se habían avecindado en el lugar debido a la crisis, volvieron al norte grande a trabajar en el caliche. Durante este periodo, a pesar de los problemas creados por los llegados del norte y por el ambiente generado, el trazado urbano de Andacollo experimentó un notable crecimiento, con la incorporación de poblaciones obreras fuera del perímetro tradicional, también como señala Mario Araya Valdivia en un libro mecanografiado de carácter testimonial titulado “Andacollo tierra del oro y la amistad”, se instalaron en el poblado numerosos servicios públicos, tales como el Servicio de Seguro Obligatorio en (1934), la Sociedad Abastecedora de Minería (SADEMI) en (1941), La Caja de Crédito Minero (CACREMI) institución que se dedicaba a la compra de minerales de oro, cobre manganeso y concentrados; La Caja de Ahorro que después se transformó en Banco del Estado, El Gabinete de Identificación en 1941; Correos y Telégrafos en 1938, crecieron el número de escuelas y para el 16 Andacollo, Historia y tradición religiosa resguardo del orden público se instalaron Carabineros de Chile con una tenencia en 1932 y la policía de Investigaciones. (33) Además se crearon instituciones civiles de esparcimiento y sociabilidad, tales como el centro católico y el club radical en un principio, agregándoosle luego el centro social y comercial de Andacollo que agrupó a vecinos relacionados con al actividad comercial y otros que se juntaban en as tardes a realizar actividades de entretención. Por la misma época y producto de los emigrados del Norte Grande se forman en la localidad partidos de izquierda tales como el comunista y el socialista que desplazan en importancia a los tradicionales del lugar que eran el partido liberal y conservador. Además para la defensa de sus derechos laborales, los obreros crearon numerosos sindicatos, que estaban afiliados a la confederación de trabajadores de Chile (CTCH) por medio de la federación obrera de Chile (FOCH) controlada por los comunistas. Producto de esto, el Frente Popular, agrupación política de izquierda, alcanzó gran fuerza en Andacollo en víspera de la elección de Pedro Aguirre Cerda. Quien una vez electo Presidente, subió hasta el pueblo en el marco de una visita por la antigua Provincia de Coquimbo. La bonanza del oro, también significó otros progresos para Andacollo. Tales como la instalación de servicio telefónico, la pavimentación con adoquines de parte de su calle principal que antiguamente era de tierra, y la instalación de una planta generadora de luz eléctrica. Asimismo mejoraron las construcciones de viviendas y edificios públicos y se acrecentó el comercio local aumentando el número de tiendas y negocios varios que abastecían de todos lo necesario a los habitantes de Andacollo y de los poblados cercanos. En la segunda mitad del siglo XX, se incorporó al desarrollo urbano de Andacollo otros sectores que antiguamente no estaban contemplados, como la meseta alta al oriente de la ciudad, donde se han construido entre las décadas del 1980-.90 nuevas poblaciones y conjuntos habitacionales. En este tiempo también se pavimentó la carretera de acceso a la ciudad y se instalaron dos compañías mineras de cierta importancia que significaron en algún momento trabajo para cientos de andacollinos. Actualmente, Andacollo pasa por un periodo de depresión económica que ha significado que una parte de su población emigre en busca de trabajo al norte grande. Esta situación ha motivado al Gobierno Regional y a la Municipalidad a implementar algunos polos de desarrollo en el lugar, tales como el turismo a través de la construcción de un observatorio comunal, la oferta de una importante actividad cultural, mediante la construcción de un centro para actividades, la referencia al pasado minero y religiosos a través de la construcción de algunos museos de sitio y el fomento de ferias costumbristas. Por otra parte está el apoyo a los pequeños 17 Sergio Peña Álvarez mineros y el fomento a la pequeña agricultura, que permitirá diversificar la actividad económica de la comuna. Luego de habernos referido a la historia del lugar y de sus entornos cercanos, hablaremos de la historia religiosa de Andacollo y de la manera como se implantó la fe cristiana allí y como surgieron la devoción a la virgen María, el santuario de Andacollo y la fiesta Religiosa. La Evangelización del Norte Chico La primera presencia de la iglesia en la región, se expresó a través de dos vertientes, la primera la encontramos en la actividad de las ordenes religiosas que recorrieron valles y quebradas de los valles transversales entregando el evangelio a los escasos indígenas que habitaban en ellos. Labor misional que fue ejercida por los mercedarios que se establecieron en La Serena hacia 1552, los franciscanos en 1563 y los dominicos en 1557 En tanto la otra vertiente estuvo proporcionada por el catolicismo popular del bajo pueblo español que integró las huestes conquistadoras y posteriormente aquellos que llegaron como colonizadores y se establecieron en distintos lugares. Estos transportaron a América y Chile sus devociones a la Virgen a los santos y sus prácticas religiosas. Religiosidad que había sido forjada en la península ibérica en el contexto de la ocupación árabe de España y la lucha de reconquista cristiana que constituyó una empresa popular con características de Cruzada, donde la presencia de algunas representaciones de la Virgen María tales como la del Rosario, de la Merced y del Socorro entre muchas otras tuvo una significación importante en la lucha contra los infieles. También la devoción a algunos santos de las ordenes mendicantes y otros que se habían caracterizado por sus milagros tuvieron especial interés de la soldadesca y en el pueblo creyente. La piedad popular traída a América por los conquistadores (laicos y frailes), que sin duda fueron contradictorias, contribuyó a la fuerte presencia de la Virgen María en el continente, a esto sumamos la recepción de ella por la masa indígena que en muchos casos la asimilaron a deidades femeninas locales entre ellas en el mundo andino a la Pachamama. Y que posteriormente el pueblo mestizo y pobre asimiló como propia. Este cristianismo popular, se manifestó en la profusión de fiestas religiosas, donde se mezcla lo sagrado y lo profano, en la veneración a los santos, en la práctica de mandas, en los bailes religiosos, en el canto a lo divino, y muchas 18 Andacollo, Historia y tradición religiosa otras expresiones que perduran hasta hoy día, muchas veces no aceptadas por la Iglesia institucional pero que son parte del acervo y de la fe del pueblo chileno latinoamericano. En la región la presencia de la Virgen estuvo presente desde los primeros tiempos y al parecer la primera imagen de la Virgen que según cuenta la tradición hallada entre las montañas, fue una pequeña imagen de devoción, rescatada por algún vecino de la Serena al huir del incendio perpetrado por el indígena en 1549. En cuanto a la labor de la iglesia institucional, esta fue proseguida por el clero secular, una vez que se hubo asentada la Conquista y organizado la nuevas diócesis, labor acometida en la de Santiago por el Obispo Medellín, tarea de la que a continuación hablaremos. La Doctrina de Andacollo. Hacia 1580, luego de III Concilio Límense, el Obispo Diego de Medellín considerado por algunos historiadores, como el verdadero organizador de la Iglesia Chilena, aplicando las conclusiones de aquel, se propuso de organizar toda su Diócesis que era la de Santiago y que abarcaba desde los confines con el Perú, hasta la frontera del río Maule, en doctrinas y parroquias. En el Norte Chico, norte antiguo o norte colonial, como quiera denominársele creó diversas parroquias y doctrinas. Siendo la primera de ellas la Parroquia Matriz en la ciudad de La Serena y luego doctrina en los valles rurales o en lugares o asientos mineros de esta manera hacia 1580 en este territorio, Existían Las doctrinas de Huasco y Copiapó servidas por el doctrinero Francisco de Aguirre, la de las Minas de Andacollo atendidas por Juan Jufré y Juan Gaitán de Mendoza y las de las minas del Choapa atendidas por Francisco de Araya. Cinco años más tarde en carta del Obispo Medellín al rey le informa que estaban constituidas todas las parroquias y doctrinas del Obispado de Santiago. En el sector norte de la Diócesis menciona la doctrina de Copiapó y Huasco atendida por dos mercedarios Fray Juan de Arciniega y Fray Pablo de Cárdenas respectivamente. La del Valle dela Serena, atendida por el clérigo Francisco de Aguirre, la de La minas de Andacollo por Juan Gaitán de Mendoza, la del Limarí por Francisco de Herrera y las del Choapa por el presbítero Hernando de Peñafuerte. (34) 19 Sergio Peña Álvarez La doctrina de las minas de Andacollo, abarcaba un vasto territorio que comprendía desde los extramuros de la Ciudad de Las Serena, la parte alta del Valle del Río Hurtado, el sector costero y las serranías entre los valles de Elqui y Limarí. Este territorio posteriormente pasará a formar parte de la parroquia del mismo nombre. La Parroquia de Andacollo De acuerdo a los antecedentes documentales que se conservan en el archivo parroquial se tienen noticias de la parroquia de Andacollo, sólo desde el año 1668 en que comienza el primer libro parroquial, documento clave que indica la presencia de ésta. Es nombrada en dichos documentos como parroquia del asiento de minas de Andacollo y atendía el sector comprendido entre los extramuros de la Serena, la costa y los interfluvios y serranías que quedan entre Elqui, Hurtado y Limarí A partir del último decenio del siglo XVII. Se le anexiona una parte del valle de Hurtado que era atendida por la parroquia de Higuerillas sita donde esta actualmente él tranque de Recoleta y desde ahí se atendía el valle del mimo nombre. Posteriormente se le agrega en el primer tercio del Siglo XVIII, la vice parroquia de Samo Bajo que anteriormente dependía de Sotaquí al igual que Higuerillas. Más tarde el curso inferior del río Hurtado se desprende por orden de la autoridad eclesiástica de al jurisdicción de Sotaquí, pasando a incorporarse a la parroquia de Andacollo que asoma su jurisdicción hasta la Puntilla de Guamalata, donde limitaba con la Parroquia de Sotaquí y la de Barraza (35). De este modo durante el siglo XVIII la Parroquia de Andacollo comprendía un vasto territorio de50 leguas a la redonda, en total 250 Kms. 2 y que englobaba dentro de sí diversas capillas que en algunos casos servían de Vice.parroquias, es decir lugares Donde se podía administrar el sacramento del bautismo, decir misa, celebrar los oficios divinos, administrar los santos sacramentos, tener pila bautismal, enterrar difuntos y llamar públicamente a los fieles. (36) Asimismo se encontraban algunos oratorios en distintos puntos del valle y aún del sector costero. Entre las capillas y oratorios que se encontraban dentro de su jurisdicción tenemos: La capilla de Samo Alto que hacía las veces de vice parroquia y que a partir de 1735 empieza a atender el sector alto del valle del río Hurtado. (37) La capilla semi -parroquial de Samo Bajo, la capilla del pueblo de indios de Guamalata, el convento de recoletos franciscanos de Higuerillas y la semi parroquia de Tabaquero que aparece en 1782. Los oratorios dentro del territorio de la parroquia eran: 20 Andacollo, Historia y tradición religiosa El de la cuesta de Caicedo (en el valle hurtado, próximo a Recoleta) el oratorio de la cuesta el manzano hacia 1775 que aparece a la vera del camino que unía La serena con Andacollo y para finalizar en la costa se encontraban el oratorio de Tongoy a partir de 1767 y el de totoralillo en 1775. (38) El párroco de Andacollo en la primera mitad del siglo XVIII era Don Mauricio Coello quien vivía radicado en los alrededores del pueblo de indios de Guamalata, en una finca o hacienda de su propiedad desde allí atendía los diversos sectores de su curato y la sede parroquial. Esta actitud de algunos párrocos se manifestaba en otras parroquias del Norte Chico. En la parroquia de Barraza por la misma época el cura Miguel Pizarro residía en su hacienda distante cuatro leguas de la sede parroquial y en Sotaquí el célebre Diego Monardes habitaba en su hacienda den Huana distante varias leguas de la cabecera del curato. En los tres casos mencionados fueron amonestados por el Obispo Bravo de Riveros en sus visitas pastorales por el sector norte de su diócesis entre 1736 y 1741. (39) Durante la segunda mitad del siglo, el curato, fue atendido por el padre Vicente Valdivia, que si residía en la sede parroquial y que para atender el valle y la costa era ayudada por un coadjutor y el antiguo párroco Coello que residía en Guamalata primero y en el Manzano después. También colaboraban en la realización de misas, casamientos, bautizos, defunciones, los franciscanos de Recoleta. (40) En el segundo decenio del siglo XIX, el curato de Andacollo tenía una extensión de 50 leguas, una población o matrícula de siete mil personas, setenta y un pesos seis reales de capellanías, noventa y dos fanegas de granos de primicias y era atendida al igual que el siglo anterior por un párroco y su ayudante. (41) A mediados del siglo antepasado (1855), una descripción del curato de Andacollo(42), señala sus límites parroquiales que eran: Al oriente con la cordillera de los Patos, al poniente con el puerto de Tongoy Lagunillas, por el norte con las parroquias de La Serena, Cutún y Elqui y por el sur con las parroquias de Ovalle y Sotaquí. Por esos años el número de habitantes del curato alcanzaba a las 10.000 personas. Las capillas o iglesias que allí existían eran siete entre las que se contaban: Las de Lagunillas, de Recoleta, de Samo Alto, la de Hurtado y del puerto de Tongoy, ostentando sólo el título de vice parroquias solo la de Hurtado y Guamalata, estando estas a disposición de los párrocos. Las otras cinco fueron construidas a expensas de los hacendados en el interior de los fundos donde estaban ubicadas. 21 Sergio Peña Álvarez También e indica cuales eran los oratorios habilitados para la celebración de la misa en todo el territorio parroquial entre los que se cuentan ocho edificaciones que eran: el de la Hacienda La Cortadera, el de la hacienda Serón, el de la hacienda denominada de La Cañada, la de San Pedro en el caserío de Pichasca, la de la Hacienda el Pangue, la del fundo Tabaquero y la de Samo Bajo este ultimo fundo de propiedad de Buenaventura Casanova, quien fuera durante largos años párrocos de Andacollo. Y la Hacienda Cerrillos, en las inmediaciones de la Serena. En el año 1903 dejan de pertenecer a la parroquia de Andacollo y pasa a formar parte de la parroquia de San Francisco de Recoleta(43), Un vasto sector del valle del Río Hurtado, reduciéndose de este modo el tamaño de la jurisdicción de la parroquia de Andacollo una de las más antiguas y extensas de la región de Coquimbo. Dentro del ámbito de la parroquia de Andacollo se encuentra el santuario del mismo nombre, donde se desarrolla La devoción, el culto a la virgen del Rosario y las fiestas religiosas en su honor de las que a continuación hablaremos. Las Fiestas de Andacollo Al emplear el concepto de fiesta debemos hacer algunas consideraciones generales. La fiesta es la creación de un ámbito espacio temporal extraordinario que trasciende lo cotidiano y permite la renovación de los deberes y obligaciones de todos los días. Sistema festivo donde confluye lo breve y lo duradero, lo sagrado y lo profano, lo imaginario y lo cotidiano, el juego y la realidad, lo racional y lo intuitivo lo individual y lo colectivo, la introversión, la extraversión, la autoridad y el vasallaje, el control, la catarsis, la alegría, la tragedia el arte y la vida. (44) Esta como religiosidad vivida, emoción y eclosión de sentimientos, es una forma de renovar y regenerar al hombre y al mundo, que en su dimensión religiosa intenta acercarse a las realidades trascendentes que con su limitación humana no puede captar a través de sus sentidos. (45) Desde la visión popular, aquella fiesta se presenta como la oportunidad de liberarse del peso de lo cotidiano y manifiesta su fe que le permite dar sentido a su existencia. (46) La fiesta, como imaginación simbólica que se manifiesta periódicamente sobre la habitualidad, es un fenómeno histórico; se sitúa y se 22 Andacollo, Historia y tradición religiosa desarrolla en unas determinadas dimensiones espacio temporales, pero a, la vez, se constituyen en una de las facetas que configuran el ser del hombre en cuanto a tal. Es decir también es universal. (47) Pero antaño, desde los orígenes de la historia, señala la historiadora. Isabel Cruz en su libro “La fiesta Metamorfosis de lo cotidiano “las nociones del tiempo fueron cualitativas y no abstractas y siempre estuvieron ligadas a la experiencia. (48) En las sociedades primitivas y tradicionales una celebración de ritos especiales marcaba el tránsito de una etapa a otra e instauraba la fiesta fijadas en días determinados y se repetían a lo largo de los meses y de los años era una manera de crear el tiempo, afincándose en él al repetirse las fiestas hacían retornar al pasado y retrotraerían a un tiempo imaginario del cual se hallaba recuerdo en el mito. (49) En este sentido la repetición anual de los orígenes de la fiesta grande de Andacollo se pierden en el tiempo, y el mito de origen a través de la leyenda tradicional ha dado explicación de manera convincente sobre el inicio de ésta en el periodo de tiempo donde no existe ninguna otra explicación de tipo documental (1575-1676)lo que se ha transmitido de generación en generación. Así lo testimonia a comienzos del siglo XX la declamación del chino Segura al saludar a la virgen de Andacollo, citado por Elvira Santa Cruz (Roxane) en la revista Zig -Zag en 1914: Collo fue el que la encontró Hará ya trescientos años, un día que hacía manto en la cata que tenía. Cuando vio que era una imagen Convidó a varios vecinos, con cuidado le sacaron y el baile allí comenzaron El le hizo la fiesta con baile para su celebración Y con todos los vivientes le hacían procesión...(50) De esta manera los chinos en su lenguaje sencillo fueron capaces de articular por largo tiempo esta historia y construir con sus vivencias la fiesta grande de Andacollo de la que hablaremos a continuación. 23 Sergio Peña Álvarez La Fiesta Grande de Andacollo Esta es la fiesta de más larga data en la región y sin duda la más emblemática, cuya tradición se remonta a fines del siglo XVI. Se celebra todos los años entre los días 25,26 y 27 de diciembre de cada año. Se celebra en el lugar desde hace más de tres siglos, época en que según la tradición fue encontrada la imagen por los indios. Este hecho fundacional no exento de leyenda, ha llegado a constituirse en el vínculo más fuerte entre los bailes chinos y María de Andacollo. Cuenta la leyenda popular, recogida por Manuel Concha de antiguos vecinos y pobladores andacollinos en el siglo XIX y reproducida en su libro “Tradiciones Serenenses” que: Cierta noche, un indio viejo dormía, con aquel sueño pesado del que ha trabajado sin descanso durante el día, en una de las catas de su amo, cuando notó que la mina se había iluminado súbitamente, y que la luz aumentaba en intensidad de momento en momento hasta el punto de ver don sus párpados cerrados, los más insignificantes detalles de la mina. A poco un punto más luminoso, que parecía el foco de aquella clara y dulce luz, empezó a cambiar de forma, a tomar consistencia material, a delinearse algo que parecía un objeto flotante, una cosa impalpable. Enseguida oyó clara y distante una voz vaga pero comprensible que le dijo: Existe una gran riqueza a pocos pasos de ti, busca entre los peñascos más altos en la planicie que se encuentra sobre tu cabeza ¡Anda collo – anda collo! Cesó la voz y la luz se extinguió. Al siguiente día, el indio despertó muy de mañana según su costumbre y permaneció sumamente preocupado. A la noche se volvió a renovar su visión y la misma voz le dijo- tuyas serán las riquezas.” ¡Andacollo! Inútil es decir que la repetición de este fenómeno asustó al pobre collo, sin embargo, volvió a repetirse por tercera vez, y la misma voz le dijo Anda collo Andacollo, preocupado en exceso dio cuenta a su amo de lo que había visto y oído. El español que era codicioso reunió a los indios de su confianza e hizo un prolijo examen del terreno de los alrededores, pero sin encontrar riqueza alguna, circunstancias que le valió a collo alguna decena de palos ¡ Anda y descubre esa riqueza, pero como te vengas con las manos vacías te he de cortar las orejas! El indio collo partió y a poco regresó trayendo entre sus brazos el busto de madera de un Virgen toscamente esculpida.”(51) Hemos escogido esta versión, que da cuenta de la devoción a una primera representación de la virgen María que según algunos autores la sitúan en la segunda mitad del siglo XVI (1580), año de la llegada del doctrinero Juan Gaitán de Mendoza y el inicio de las danzas hacia 1584. 24 Andacollo, Historia y tradición religiosa A este respecto queremos agregar que existe en el museo del santuario, un lugar de veneración, en el cual según la leyenda, se encontró esta primera imagen de la virgen y una serie de pintura surgida de la imaginación popular que da cuenta de las circunstancias legendarias el hallazgo. Sin embargo la actual fiesta esta asociada a una imagen comprada mediante erogación de los indios y del doctrinero Bernardino Álvarez de Tovar hacia 1676. Esta acción de devoción marcó el origen histórico de la fiesta de Andacollo En este punto es importante señalar que el número mayoritario de indígenas estaban en Andacollo en ese momento, pertenecían al pueblo de Sotaquí y estaban encomendados a Jerónimo Pastene quien los mantenía “En sus pueblos, rancherías tierras, asientos y tenederos según y como están poblados en los valles de Sotaquí, Elqui y Limarí y otras tierras que tengan o hayan poseído.”(52). En efecto, en el Archivo parroquial de Andacollo, en los libros de partida, principalmente en las primeras fojas del libro 1 de bautismo (1668-1797) encontramos un buen número de indígenas de Jerónimo Pastene tales como Diego Putavilo, Luis Estancia, Martín Panis, Bernabé Corica, éstos figuran en un listado de Los indios del encomendero citado a fines del mismo siglo en Limarí y Sotaquí. (53) Este grupo más el de otros encomenderos de la región entre los que se contaban individuos de las más variadas procedencias, era el que habitaba el lugar cuando los indios, algunos devotos y el cura, en ese mismo orden, encargaron a Lima una imagen de bulto de la Santísima Virgen del Rosario (54) 4. Imagen de la Virgen del Rosario 25 Sergio Peña Álvarez A este grupo inicial se sumaron otros que posteriormente llegaron a rendirle culto, que provenían de los pueblos indios de los valles circunvecinos (Elqui, Limarí y Hurtado). En algunos de estos pueblos, ya bastante mestizados, hacia fines del periodo colonial se formaron algunos bailes en honor a la Virgen de Andacollo, situación de la cual hablaremos más adelante. Al principio la fiesta, fue una celebración local en la cual participaban los pobladores del asiento minero, Sólo a partir de la primera mitad del siglo XVIII su ámbito de influencia se extendió a otros lugares del corregimiento de Coquimbo, desde donde acudían fieles y devotos atraídos por el carácter milagrero de la Virgen. La fiesta se extendió por un proceso de socialización en el cual los campesinos y mineros devotos llevaron la noticia a sus pares hasta generar el proceso que el obispo Alday observó en su visita al Norte. El prelado quien visitó la Parroquia de Andacollo en 1757, expresaba admirado; que la devoción de la gente, les hacía subir a pie descalzo a hombres y mujeres las cuatro leguas de la enhiesta cuesta para implorar el favor de la Virgen o para darle las gracias por el beneficio recibido. Agrega -el Obispo-“Acredita la Soberana Virgen su a gusto patrocinio y la confianza y fe que en ella tienen, con notables, frecuentes y recientes prodigios, que se cuentan dignos de quedar escritos y autentificados para la gratitud y memoria), como curaciones subitáneas de males envejecidos e incurables y aún de muertos resucitados y aún también con algún castigo si alguien hablo con menos decoro de su hermosura.”(55) A éste público devoto y fiel también lo acompañaba como hasta la actualidad numerosos comerciantes que según el historiador Jorge Pinto sobrepasaban la centena. El mismo autor, señala en su Libro “La Serena Colonial” que éstos e preparaban con bastante anticipación las mercaderías entre las que se contaban charqui, dulces mistelas, velas y cuanta cosa se podía vender. Pinto Rodríguez nos refiere que a la fiesta de 1782 los mercaderes que acudían a la fiesta sobrepasaban la centena y que por lo regular les iba bastante bien con sus negocios. Poniendo como ejemplo los casos de Nicolás Pozo Bodeguero de la Serena quién llevó 230 pesos en efectos, logrando vender casi la totalidad, Manuel Mundaca llevó 160 pesos en mercaderías, vendiendo alrededor de 140 y Pedro Nolasco Ortiz reunió 40 pesos de los 60 que había invertido(56). La presencia de los comerciantes va ser una constante en dicha fiesta religiosa por más de dos siglos y se manifiesta hasta el presente. A comienzos del siglo XIX, la devoción a la virgen de Andacollo estaba consolidada. Testimonio de ello lo entrega un viajero francés que visitó el 26 Andacollo, Historia y tradición religiosa lugar a comienzos del citado siglo. Julián Mellet se refería de este modo a la fiesta de Andacollo: “ Todo los años este templo es visitado por prodigioso número de personas que vienen en peregrinación hasta de más de cuarenta leguas”. Los peregrinos alojan en la casa que la cofradía del rosario ha hecho construir y amueblar con este objeto. La fiesta local dura quince días y se pasan parte en oraciones, parte en diversiones públicas, la alegría llega entonces a su colmo y se queman fuegos artificiales, a que son muy inclinados los habitantes.”(57) Otro documento, esta vez un cuadro, que figura en el atlas histórico de Claudio Gay da cuenta de la Fiesta de Andacollo del año 1836. En el se pueden observar el amplio espacio frente al templo parroquial, por donde transita la procesión, compuesta de personajes de distintos grupos sociales y profesiones u oficios, también se observa encabezando la procesión un pequeño grupo de bailarines chinos ejecutando sus característicos pasos con sus flautas, abanderado y tambor, seguido por los turbantes con sus característicos sombreros cónicos, guitarras panderetas y silbatos, un religioso portando una cruz acompañado de un par de acólitos, y un grupo de niños, le siguen individuos llevando velones de cera, luego otro clérigo sosteniendo entre sus manos un estandarte, flanqueado por dos niños revestidos y un conjunto de campesinos y labriegos portando un estandarte, al parecer miembros de la cofradía de la Virgen del Rosario. En segundo plano se divisan un conjunto de mujeres de pueblo, un grupo de clérigos, nuevamente mujeres con mantillas, un baile de chinos danzando a un costado de la imagen llevada en procesión, seguido luego de algunas devotas saliendo de la iglesia. También se divisa dos caballeros burgueses vestidos a la moda de Luis Felipe y cinco corrillos de mineros que miran la procesión. Al fondo en un costado de la iglesia y en los corredores un gentío observa sin perder detalle la ceremonia. En este grabado observamos un orden procesional similar al que se realiza en la actualidad donde los bailes chinos encabezan la procesión y custodian el anda de la Virgen. Sin embargo la descripción más perspicaz para el siglo XIX nos la entrega Ignacio Domeyko quien sube a Andacollo en compañía de dos vecinos de la Serena en la Navidad de 1843. “En Andacollo- se halla la imagen milagrosa de la Santísima Virgen, a la que visitan todos los años, el 2 día de Navidad, para pedir su indulgencia los mineros e incluso los señores ricos, pero sobre todo la pobre gente laboriosa de los alrededores y de más lejos.”(58) Este comentario del sabio polaco, resalta una característica que se ha dado en Andacollo en la larga duración, que es el carácter popular de la fiesta, aunque no 27 Sergio Peña Álvarez excluye a otras personas que participan de este espíritu que prima en Andacollo, como se puede observar en diversos relatos de viajeros y visitantes posteriores. Continúa el relato describiendo su ascensión al centro minero y santuario popular: “Por el camino nos topamos con muchos mineros todos con su vistosa indumentaria, cada uno con el martillo y la tabaquera(una vaina donde se guarda la mecha, la pólvora etc. un delantal amarillo detrás, un cinturón azul o negro, un abigarrado poncho, un gorrito rojo y ojotas amarillas, en una palabra cada un tal como va al trabajo”. (59) Esta vestimenta se observa en la iconografía de la primera mitad del siglo XIX existente sobre el Norte Chico. Prosigue Domeyko relatando el carácter de la romería y señalando el ingente esfuerzo que hacían promeseros y devotos en su ascensión hasta el santuario mariano. “Los promeseros es decir los que se ofrecieron para la romería. Se detienen los jinetes se apean de los caballos y mulas y asnos; todos a pie con las cabezas descubiertas al sol, más uno unos descalzos o de rodillas, todos van ascendiendo el cerro, rezando el rosario y deteniéndose en cada una de las cruces y altarcillos El camino o más bien el sendero apisonado por los pies de los peregrinos, sube muy abrupto a lo largo de media milla y termina en la cima del cerro desnudo, donde se yergue una cruz más grande junto a la última estación(60). Una vez instalado en el pueblo, el visitante polaco, describe el ambiente de fiesta que allí imperaba y como se mezclaban varios elementos “Apenas la mitad del pueblo cabía en la larga iglesia ampliamente iluminada, la otra mitad estaba arrodillada en la acera. Al murmullo de los orantes juntábase desde la iglesia, los cuantos religiosos con acompañamiento de órgano, y desde una próxima plaza de mercado, los tañidos de arpa, arias amorosas y el taconeo de los danzantes, había también puestos de venta, altarcillos y en la casa del mayordomo arañas iluminadas y preparativos para el baile”(61). Enseguida, continua relatando los pormenores de la fiesta, con un gran sentido de observación describe las actividades. “Desde las aldeas y chozas más lejanas iban descalzas los indios, es decir los restos de nativos que conservaron hasta ahora, de la época precolombina, el color, los rasgos de la cara, muchas costumbres y hasta el carácter aunque olvidaron la lengua.”(62). Seguramente se refería a los habitantes de los antiguos pueblos de indios de la región (Guamalata- Sotaquí- Guana –Diaguitas y otros) que sólo en 1823 el gobierno había ordenado disolver y rematar sus tierras. Y prosigue Domeyko, en muchas casas en el pueblo se cosían trajes vistosos para turbanteros y danzantes. En este punto se nota la presencia de la comunidad lugareña en los preparativos de los bailes. 28 Andacollo, Historia y tradición religiosa “Volvamos- nos invita el sabio- a la misa de indulgencias a las nueve e redoblan las campanas en son de bendición y todo el pueblo se inclinó profundamente; al fondo de la iglesia se veía la imagen de la Santísima Virgen, inmensa miles de cirios y nubes ascendentes, de abundante incienso. Apenas se acabaron los cantos y las campanillas rituales y se apagaron las velas, comenzaron a disparar en la plaza mayor, uno tras otros cohetes, que al estallar con silbidos y estrépito en el cielo anunciaban el inminente comienzo de los fuegos artificiales. Agrega certero: “La condición infaltable de toda gran fiesta en este país es el uso de fuegos artificiales”(63). En efecto, en casi todas las fiestas patronales del siglo XIX y aún de mediados del siglo XX, tal como se puede apreciar a través de crónicas periodísticas, actas de los cabildos municipales, y otros documentos, ellas terminaban con voladores de luces, petardos y camaretas. Describe nuestro observador, dos modalidades barrocas de fuegos artificiales, los toros de fuego y una torre con dos grandes buques erizados de cañones, que simularon una batalla marítima, en medio del griterío y desenfreno general. “La misma noche tuvo lugar otros fuegos de artificios, pero esta vez representando la lucha entre el bien y el mal, San Miguel de resplandeciente armadura contra Satanás tenebroso vomitando llamas luchando frente a la iglesia, cayendo bolas de fuego en el alborotado populacho con lo que aumentaba la alegría y confusión. Hasta que por fin- continúa Domeyko- junto a una esbelta palmera en el centro de la plaza, aparece la Virgen Santísima con un sol en la cabeza y un molino de fuego girando en ambas manos. El demonio huyó y tras él corrió un grupo de muchachos y desgarró en pedazos de papel en medio de alegres risas de la concurrencia”. “A eso de las 10 de la noche continuó el espectáculo pirotécnico y desde la torre sale volando un inmenso dragón, hacia la plaza, donde se estrelló con una inmensa pirámide llena de fuegos de artificio, que en el acto se transformó en una columna de fuego e ilumino las cumbres de las rocas y la inmensa cordillera.. Más tarde el pueblo comenzó a dispersarse”. (64) Prosigue – Ignacio Domeyko desde su privilegiada situación de observador participante - indicando que la mayor parte del populacho sobre todo las mujeres se fueron a descansar para estar preparados para la misa matutina, los mineros menos escrupulosos y más despabilados, fueron a las chinganas y la gente más culta al baile en casa del mayordomo al que también fue invitada mi persona.”.Aquí establece la diferencia entre el mundo burgués al que pertenecía elite ilustrada de la Serena y Coquimbo entre las que se contaba Gregorio Cordobés y otros, y el bajo pueblo minero, que seguía sus propios comportamientos de sociabilidad y en permanente jolgorio y distensión veneraban a la Virgen su patrona, pero también se divertían alegremente bailando y bebiendo, rasgo que proviene de tiempos coloniales y va a perdurar como una constante durante el desarrollo de estas fiestas religiosas. 29 Sergio Peña Álvarez “ Al día siguiente al despuntar el alba, la iglesia comenzó a llenarse de mujeres piadosas, las más pobres, las ancianas las invalidadas estaban ya al pie de la imagen milagrosa de la Santísima Virgen.” Hasta las nueve hubo paz- señala el sabio polaco-(65) Luego pasa a describir a la gente que iba llegando a la iglesia, entre mujeres con mantos, caballeros citadinos y los bailes religiosos de los que hace una magnifica caracterización, de la cual hablaremos y comentaremos en otro capítulos de este trabajo. Cuando tratemos de las hermandades danzantes y su relación con la promesa o manda. “ A las 13 en punto, indica nuestro observador, resonaron las campanas y en ese mismo instante varias decenas de cohetes de gran calibre estallaron en el aire sobre las torres era la señal para la salida de la procesión. Iniciaron la marcha los graves caballeros y las damas, delante avanzaban en filas blancas de los turbantes con guitarras y matracas y con las cintas multicolores tremolando al viento, delante de éstos daban vuelta y brincaban rondas de indios con sus tamborcitos y pitos y al centro de cada ronda un viejo cacique con sus canas recogidas en trenzas y con un gallardete marcaba el compás a tierra se alzaba miraba a los ojos del rostro milagroso, se santiguaba, juntaba las manos para rezar, lloraba y sudaba copiosamente, con el acompañamiento no menos fervorosos de sus compañeros”. Aquí se puede observar el carácter catártico de un baile y la alteración de los estados de conciencia que produce en ellos la danza ritual, como han observado, algunos investigadores. (66) Prosigue Domeyko: “Tras la imagen milagrosa de la virgen iba el clero, el señor mayordomo con la dueña, inmediatamente tras estos debajo de un inmenso baldaquín llevado por seis ciudadanos iba el sacerdote con el Santísimo Sacramento”. (67) “Por sobre todo la multitud de seis mil personas las coronas de diamantes de la reina de los cielos y su infante divino, no cesaban las campanadas, el eco de los morterazos y cohetes que disparaban en torno, resonaba en la cordillera sin que ello estorbara los cánticos y la piedad de los que se hallaban cerca de la imagen milagrosa.”(68) En gran orden, aunque no hubo quien la dirigiera ni tampoco maestros de ceremonias, recorrió la procesión la extensa plaza bajo el ardoroso sol y con igual orden y concierto regresó a la iglesia. Y cuando más tarde a eso de la una del mediodía los señores y el clero comenzaron a retirarse, los turbantes y los indios se quedaron frente a la iglesia en espera del párroco y del mayordomo, para exponerle su deseo de rendir el debido homenaje a la santísima virgen, según la costumbre heredada de tiempos remotos. 30 Andacollo, Historia y tradición religiosa El sabio mineralogista luego pasa a describir los bailes y su participación dentro del templo así como sus atuendos e instrumentos, los que se observan también en la lámina de Gay titulada “la fiesta de Andacollo” y que corresponde a una observación visual contemporánea Finalmente, luego del sermón y de la procesión final, con no mucho agrado del cura ni del mayordomo, y aprovechando un descuido de éstos los bailes volvieron a la iglesia y se despidieron bailando fervorosamente aún a pesar de la prohibición. Con esta observación relativa al carácter y a la autonomía de los bailes chinos, que es una constante que se repite con diversas variantes a lo largo del tiempo en la historia de la fiesta de Andacollo, Domeyko termina su descripción. 5. Procesión de la Virgen de Andacollo. Claudio Gay Otros aspectos de la fiesta de Andacollo lo de a conocer un viajero español de mediados del siglo XIX. ,Citado por Maximiliano Salinas en su libro “Canto a lo Divino y religión popular en Chile hacia 1900”, quien señala: “ Otros muchos y caprichosos disfraces daban cierta variedad a los traes en estas mascarada bastantes profanas que iban en la procesión en que lo burlesco se mezclaba como había sucedido en la Edad Media a las cosas más 31 Sergio Peña Álvarez sagradas, se prolongaban durante tres días enteros y no es fácil contar todas las pasquinadas y gracias a lo que se entregaban los calaveras del país: todo esto ha cesado desde la época del general Aldunate. No sólo se ha prohibido las antiguas mascaradas, sino que se ha obligado a los que acompaña la procesión vayan de manera decente. Todo esto ha cesado desde la época del general Aldunate. No solo se ha prohibido las antiguas mascaradas, sino que se ha obligado a que acompañan la procesión a que vayan con compostura y vestidos decentemente.”(69) Esto indica que en el periodo colonial y aún en los primeros treinta años del siglo XIX, tal como lo indica el Dr. Galleguillos, por informaciones de sus mayores, en la fiesta y en particular en la procesión, se evidenciaban elementos carnavalescos y la participación de los catimbaos que según descripción del mencionado médico, se vestían con burdas pieles de carnero, y hasta en la cara se colocaban las tiras de pellejos, de manera que parecían demonios en persona. Pero a partir de 1836 tal como lo indica el grabado de Gay antes mencionado, no se observan estos individuos en la procesión, sino sólo chinos y turbantes. Sucesos como la Revolución de 1851 y 1859 mermaron el peregrinaje a Andacollo, pero no impidieron el desarrollo de la fiesta, aun en el caso de la prohibición de parte de la intendencia de la Provincia de Coquimbo de fines de 1859, que pesó sobre los bailes religiosos el día 25 de diciembre, que fue levantada mediante la presión que ejercieron los bailes de chinos y danzantes sobre el subdelegado y finalmente pudieron bailar frente a la Virgen el día 26 y la celebración popular se desarrolló sin mayor inconveniente. En la década de 1860, merced al sonado milagro de la tullida Galleguillos que se expandió como reguero de pólvora por la provincia de Coquimbo y alrededores, aumentó explosivamente el número de fieles, promeseros y peregrinos. Entre los devotos y curiosos asistía por aquellos años el Pbro. santiaguino Juan Ramón Ramírez quien profundamente impresionado por la devoción, comenzó a indagar y a buscar materiales para la confección de la historia de la Virgen de Andacollo, que publicaría en parte a comienzos de la década siguiente. Asimismo, el malestar monetario que hacia 1863 azotaba a la provincia de Coquimbo restó en su momento solemnidad y brillo a la fiesta, debido a que los devotos empobrecidos realizaron menos erogaciones y mandas en dinero a la Virgen de Andacollo. El articulista quien nos refiere esta circunstancia -agrega – que, los únicos beneficiados fueron los ladrones, quienes pusieron en juego su actividad en algunas tiendas de comercio donde tomaron varias mercaderías, el dinero que encontraron a mano, aún la caja de la cofradía, sufrió un intento de robo que no fructificó, pues fueron sorprendidos, pero no capturados(70 ) Otro acontecimiento que contribuyó a mermar en un momento la afluencia de peregrinos a la fiesta tuvo relación con el horror y la conmoción que 32 Andacollo, Historia y tradición religiosa causó en la opinión pública, el incendio del templo de la Compañía en diciembre de 1863. Al respecto un cronista del diario “el Correo de la Serena”, en un artículo del 22 de diciembre de 1863, señalaba que: “Este año es probable que la fiesta no tenga la solemnidad que en años anteriores, no se nota movimiento alguno. Los ánimos no están muy bien dispuestos para fiestas” -sugería además- Que sería muy útil y conveniente que la policía estuviera con el ojo bien abierto durante la función de la Virgen. Recuérdese lo que ayer no más pasó en el templo de la Compañía. Mucho cuidado con las luces del templo no sea que nos venga otra hoguera en el momento menos pensado”(71) No obstante pese a los temores, poco a poco la confianza fue restableciéndose y en los años posteriores llegaron miles de peregrinos y bailes religiosos como también numerosa centena de comerciantes, así tenemos que hacia 1870, se habían instalado en el lugar 150 cocinerías y 200 chinganas, según informaciones de un periódico de La Serena (72) Y aún ni la peste como el cólera que azotó el país y a la región en 1886, impidieron la celebración, pues los mineros protestaron ante algunos intentos de la autoridad civil de suspender dicha festividad religiosa. A fines del siglo XIX, otro observadores no entregan una visión de la fiesta de Andacollo uno de ellos fue el francés Eugenio Choutteau en su informe sobre la Provincia de Coquimbo en el año 1887: “Es esta la fiesta más popular de la Provincia de Coquimbo El Dieciocho de septiembre no es sino un pálido reflejo del entusiasmo que se apodera de las masas cuando llega el 24 de diciembre. De todos los puntos de la provincia i fuera de ella i hasta de la republica Argentina, acuden presurosos los devotos de la virgen de Andacollo. Los trenes en las estaciones están atestados de gente i en todos los caminos se ven individuos a pié. A caballo, en mulas, en burros que se dirigen a este famosísimo santuario”(73). . “La gran fiesta se celebra el día 26 de Diciembre de cada año. Muchos días antes se hacen preparativos en los minerales. Los días domingo hacen los mineros ejercicios coreográficos, con el objeto de no equivocarse en las danzas.”(74) “ Acuden comerciantes ambulantes de toda la provincia i hasta de Valparaíso. Este rasgo se repite durantes todas las fiestas religiosas tradicionales del país”(75) . “ Las Fiestas duran generalmente cuatro días, desde el 23 hasta el 26 de diciembre, que es el día de la gran procesión. Es imposible dar una idea ni siquiera aproximada del loco entusiasmo que se apodera entonces de los devotos. Veinte mil personas van, vienen, se codean, se atropellan, gritan, venden sus mercaderías, tropiezan unas con otras, con un bullicio ensordecedor. Vistos desde la 33 Sergio Peña Álvarez Torre, de la iglesia es un verdadero hormiguero de seres humanos que uno no puede mirar sin mirarse.”(76) Diez años, más tarde otro visitante. Esta vez un antiguo andacollino, el Dr. Francisco Galleguillos, alejado por más de treinta años de su tierra, en un libro titulado “Un viaje por La Serena Andacollo y Ovalle” publicado en 1896 entrega sus impresiones de la fiesta de Andacollo en el fin de siglo. “Los días 24, 25 y 26 de diciembre, los andacollinos hacen la guardia hasta el amanecer, ocupados como se hallan con tantas visitas, funcionando las ventas a todas horas de frutas, cocinerías dulces, pasteles, helados, confites, bollos, empanadas y todo género de golosinas que se hacen poca para surtir a tanto pasajero. Infinitas tiendas de ropa van desde la Serena y otros puntos, los mercaderes de santos se estacionan en cualquier parte y los comerciantes ambulantes con útiles para niños se atropellan formando una algazara de gritos.”(77). “ Mesas de bolos, pequeñas ruletas, dulcamaras con sus famosos jabones, cortaplumas, tintas para desmanchar y hasta las tres cartitas o el monito de dos cabezas funcionan con gran alboroto”(78) “Continúa el relato refiriéndose a los pillos y ladrones que pululaban y aún lo hacen en las fiestas religiosas, cazando incautos y escamoteando relojes portamonedas, cartera y cualquier objeto de valor”(79) Por esa época a la fiesta de Andacollo se llegaba desde la Serena y Coquimbo en trenes que estaban a disposición de los pasajeros entre los días 21 al 25 de diciembre. Éstos realizaban dos viajes diarios, el primero de ellos partía desde Coquimbo muy temprano donde se embarcaban pasajeros provenientes de otros puntos del país, que llegaban hasta el puerto, en los barcos de cabotaje que recorría el litoral chileno. El tren se dirigía a la Serena a buscar fieles y promeseros y luego se devolvía a Coquimbo, donde recién alrededor de las nueve de la mañana partía hasta la estación del Peñón o Andacollo y Las Cardas. Más tarde al mediodía otro tren realizando el mismo recorrido llegaba al Peñón con otro grupo de fieles y peregrinos. Desde allí los viajeros seguían viaje a pie, a caballo o en carruajes de alquiler hasta el pueblo de Andacollo. Los trenes por su parte llevaban carros de coche para caballos para transportar directamente sin intermediarios, a los pasajeros que habían sacado boleto directo hasta el pueblo de Andacollo. El equipaje era llevado en carretas que esperaban la llegada del tren. La vuelta se realizaba entre los días 26 al 29, saliendo desde la estación de Andacollo o el peñón, dos trenes diarios el primero a las 1.45 y el segundo a las 34 Andacollo, Historia y tradición religiosa 2.45 que llegaban a Coquimbo entre las tres y las cuatro de la tarde y a La Serena a las 3.45 y 4 .45. (80). Éstos itinerarios se mantuvieron durante toda la segunda mitad del siglo diecinueve y parte del XX, como se puede observar a través de los avisos que colocaba ferrocarriles del Estado en los periódicos locales en la víspera de la fiesta de Andacollo. Movimiento similar lo comienzan a realizar a partir de 1889, peregrinos que se dirigían en tren desde la estación de Puntilla hasta Andacollo provenientes de la ciudad de Ovalle y de diversos lugares del interior del valle del Limarí A partir de 1913 con la completación del trazado del ferrocarril longitudinal que unía el territorio nacional desde Iquique por el norte hasta Puerto Mont. Por el sur y cuya línea pasaba por las inmediaciones de Andacollo, los romeros viajaban directamente en este medio desde sus lugares de origen hasta el Santuario. Desde ahí se movilizaban a pie, en coches de tracción animal y posteriormente avanzado el siglo en micros denominadas góndolas, que esperaban a los pasajeros en la estación del Peñón. Los precios fijados por ferrocarriles eran rigurosamente respetados, no así aquellos que cobraban los cocheros que esperaban a los pasajeros, en la estación del Peñón que especulaban considerablemente con ellos provocando la molestia de los viajeros tal como lo podemos leer en una crónica de la estrella de Andacollo del año 1907: “Prefiero - dice un viajero- no hacer ninguna observación sobre las condiciones de transporte de pasajeros hasta l a estación del Peñón por el Ferrocarril de Coquimbo, durante fiesta. Pero eso sí, recibimos- es decir yo i mi bolsillo- una impresión muy fuerte y bastante desagradable por los precios más exorbitantes de los asientos de coches desde el Peñón hasta Andacollo.” (81) Esta especulación también continuó durante gran parte del siglo veinte y el actual, debido a que los precios del transporte y de los productos en el lugar suben considerablemente los días de la fiesta como se puede apreciar a través de los avisos de los periódicos y de las quejas formuladas a la prensa por peregrinos y viajeros. El acceso por ferrocarril hasta la estación del Peñón, perduró en forma regular hasta fines de la década de 1970, cuando se suprimió la red norte de ferrocarriles del Estado durante el régimen militar por considerársele antieconómica. 35 Sergio Peña Álvarez 6. Estación Andacollo, 1898. Fotografía gentileza Víctor Castex G Además de dicha forma de transporte, otros grupos, se movilizaban por caminos interiores a pie o a caballo, provenientes del valle de Elqui Samo Alto, Hurtado y otras aldeas y poblados del Norte Chico. Un peregrino de edad que visitaba Andacollo en la década de los ochenta del siglo XX recuerda: “ La primera vez que subí, iba en arguenas, en n animal mular, ese es mi primer viaje que recuerdo a Andacollo. Salimos una tarde y llegamos de amanecida. Era una noche de luna fría. Después ya de más grandecito lo llevaban a uno a caballo por delante y los más creciditos al anca. Cuando mi mamá no pudo de a caballo íbamos en coche de tres tiros.”(82) Esta imagen también la captó el cineasta Jorge di Lauro quien en un filme documental sobre Andacollo en l958, muestra campesinos a caballo con niños al anca que suben por el camino de tierra hasta el poblado minero, conviviendo con las góndolas y camiones que también trepaban dificultosamente por éste. En cuanto al desplazamiento de peregrinos de otros puntos del territorio nacional hacia el santuario, estos durante la primera mitad del siglo XX llegaban en barcos, provenientes del sur 36 Andacollo, Historia y tradición religiosa del país como también del Norte Grande al puerto de Coquimbo y se transportaban en ferrocarril hasta la estación el Andacollo como lo hemos señalado anteriormente y de allí en coches de alquiler o a pie o a caballo hasta el poblado, y luego avanzado el siglo XX en vehículos motorizados, por el camino carretero que hacia la segunda mitad del siglo anterior trazará el ingeniero Antonio Alfonso, siguiendo prácticamente la huella colonial. El mencionado itinerario se continuó durante todo el siglo pasado y se acrecentó a mediados de éste, con la construcción entre 1946-1958 de la carretera panamericana que articuló vertebralmente al país y permitió el desplazamiento de vehículos motorizados de un punto a otro del territorio. Otro hecho que contribuyó a esto, fue que a partir de la cuarta mitad del siglo XX, comenzó hacerse más masivo el transporte de pasajeros, lo que obligó a normar de parte de la municipalidad de Andacollo y de las autoridades los controles carreteros y los itinerarios de subida y bajada desde Andacollo, Que era ampliamente difundida en la radio y en los periódicos regionales. 7. Vehículos en la fiesta de Andacollo 1930.Puerta Hermanos. Archivo del Santuario Los primeros vehículos de transporte masivo fueron los camiones alrededor de la década de 1930, posteriormente aparecieron los camiones mixtos que eran máquinas que tenían una cabina amplia donde cabían varios pasajeros y una carrocería donde se transportaba todo tipo de mercaderías y aún de animales, también los campesinos y gente de sectores de bajos recursos se movilizaban hacia el santuario en góndolas, como se les llamaba a corpulentas micros que salían desde el lugar denominado el empalme en Coquimbo, de la estación de ferrocarriles de la 37 Sergio Peña Álvarez Serena o la Alameda de Ovalle. Más adelante, se marchaba directamente desde los distintos pueblos del Norte Chico. En micros que hacían viajes especiales con peregrinos, fieles y visitantes a Andacollo Esta forma de locomoción masiva de pasajeros prevaleció hasta la década de los noventa del siglo pasado fecha en que se produjo un aumento explosivo en el parque automotor de esta manera el tráfico de vehículos particulares aumentó considerablemente transportando a fieles y peregrinos de distintos lugares de la región. En cuanto a la presencia de devotos argentinos. Desde San Juan utilizando los pasos cordilleranos arribaban decenas de grupos familiares a lomo de mula, con vituallas y provisiones para varios días, algunos permanecían en la zona hasta la fiesta de Sotaquí, como afirma el Padre Félix Cepeda, en La crónica de dicha parroquia, escrita en 1886, y luego regresaban a su tierra por los pasos interiores, generándose de esta manera un circuito religioso. Resulta interesante señalar que estos contactos entre ambas bandas de la cordillera. datan de tiempos prehispánicos, sin embargo los contactos históricos y devocionales por la virgen de Andacollo que en San Juan y en la región de Cuyo esta fuertemente arraigada, datan de principios del siglo XIX, al respecto la historiadora Argentina, María Cristina Hevilla en una comunicación para la revista electrónica de Geografía y Ciencias Sociales “Sripta Nova” de tesis doctoral” titulada “Fiesta, migración y frontera” de Universidad de Barcelona da cuenta de la devoción a la Virgen de Andacollo. Según la historiadora la fiesta de Andacollo fue trasladada culturalmente desde Chile hasta San Juan por arrieros mineros y viajeros a través de la cordillera. (83) Reproducida en localidades trasandinas, algunas bastante alejadas, como el caso del pueblo de Andacollo en Neuquén, fundado por mineros andacollinos a fines del siglo XIX, cuando colonizaron el lugar a través de la explotación de lavaderos de oro, iniciándose una gran devoción a la Virgen de Andacollo. Esta devoción generaba una afluencia de romeros argentinos a la fiesta grande de Andacollo. Una crónica de la revista “Estrella de Andacollo” de diciembre de 1905, da cuenta del siguiente modo del itinerario de una familia argentina al lugar: “Lo más culminante en esta quincena ha sido la visita a este Santuario de Andacollo de una devota familia argentina¡ cuánto sufrieron por amor a la virgen de Andacollo - agrega el cronista-Partieron de Calingasta del río Castaño en el departamento de san Juan y pasaron la cordillera por San Agustín ó sea por el puerto de Hurtado, era tanto la nieve que tuvieron que apearse y andar á pie, pues los caballos se hundían cuando hubieron vencido este obstáculo, otro no menor se les ofreció al paso, era la creciente de los ríos¡ Ocho veces cruzaron el río Hurtado, siempre a nado por haber arrastrado los puentes la impetuosa corriente: En uno de estos pasos el agua les arrebato un caballo y dos mulas cargadas con las camas y 38 Andacollo, Historia y tradición religiosa el ajuar! Desde este momento ya no solamente durmieron al raso, sino también en el duro suelo, ocho días les costó su viaje.”(84) Esta ruta era una de las más seguidas a pesar de los peligros de los deshielos que siempre estaban presentes debido a la época del año en que se hacía la peregrinación, pues conectaba directamente a Andacollo a través del Valle de Hurtado y de caminos interiores, con los.pasos cordilleranos citados. Familias enteras en grupos organizados arribaban todos los años desde la república Argentina, a venerar a la virgen Chilenita como cariñosamente le llamaban. Así encontramos en la revista Estrella de Andacollo numerosos testimonios de devotos argentinos entre (1905 y 1973) agradeciendo por los favores concedidos y en el diario el Día de La Serena, detectamos la presencia de grupos de a lo menos 150 personas que todos los años desde 1921 capitaneados por Pedro Lucero, vecino de San Juan, acudían al lugar. Y cuando éste por edad y fuerzas no pudo asistir, su hijo Juan Carlos Lucero continuó con la tradición. (85) También el folclorista Juan Uribe Echavarria percibe la presencia de romeros argentinos. A pesar de las difíciles condiciones políticas en Chile en la navidad de 1973. ( 86) 8. Fieles y peregrinos en plaza de Andacollo. 1920. Foto E, Lorz. Cmf. Archivo del Santuario. 39 Sergio Peña Álvarez Durante el siglo XX, por alguno de los medios de locomoción antes indicados, llegaron hasta el santuario, periodistas, documentalistas, investigadores de la religiosidad popular, folkloristas y antropólogos que acudieron a Andacollo por diversas motivaciones nos dan cuenta del desarrollo de la fiesta en los últimos cien años. Sin pretender ser exhaustivos revisaremos algunos testimonios. A comienzos del citado siglo, una crónica del periódico “El Chileno” de la Serena, nos informa de la asistencia de miles de romeros y personas que asistían a la fiesta de Andacollo, a dar las gracias por los favores recibidos – Unos por verse libre de los tremendos sucesos de agosto último - Terremoto de Valparaíso 1906Otros por salvarse de las epidemias del norte. El articulista con un marcado sesgo ideológico conservador que denotaba el clima de belicosidad que existía entre católicos y elementos laicos vinculados principalmente a la masonería, expresaba: “¡ Ojalá hubiesen asistido a Andacollo esos desgraciados impíos que dicen se amortigua la fe chilena y hubiesen visto más de cincuenta mil personas, postradas devotamente ante la bella imagen de la virgen de Andacollo (87) . Ni siquiera el año de la coronación hubo tan numerosa asistencia de gente al santuario. Partía el corazón de ternura -agrega el articulista- ver llegar a pie a multitud de señoritas aristocráticas desde cuatro a cinco horas desmontaban sus caballos para llegar a pie al santuario, entrando de rodillas hasta la baranda dl presbiterio todas a dejar sus mandas de vela. Flores y plata y hubo una distinguida señora de Santiago que mandó todas sus alhajas!(88) Años más tarde, casi en las vísperas del centenario Nacional, otro ilustre viajero llega hasta las alturas de Andacollo, quien maravillado por lo que ve y por el interés antropológico que le suscitan las danzas y bailes. Realizó la siguiente descripción de la fiesta: “Andacollo, en estos días parece un hormiguero, la gente cuenta por miles, las calles e llenan de ventas ambulantes, cada casita se convierte en hotel y sus dueños hacen la cosecha. “Era tal la afluencia de gente, que las casa del pueblo transformadas en albergues temporales y aún la casa de la cofradía no daba abasto para atenderla, de tal modo que una parte de los visitantes de acuerdo a lo expresado por Latcham dormía al aire libre en la falda de los cerros bajos que rodean la población”(89) 40 Andacollo, Historia y tradición religiosa 9. Multitud frente a la Iglesia de Andacollo hacia 1934.Puerta hermanos. Archivo del santuario. Esta apreciación hecha por Latcham se corrobora con noticias de prensa del año 1906, año en que el pueblo estuvo a punto de ser asaltado por una cuadrilla de bandidos, para robar en las casas el dinero a los habitantes que les quedaba por concepto de atención de peregrinos calculado en más de 1000.000 pesos de la época. Una gran cantidad de dinero si consideramos que los habitantes del pueblo a la fecha no pasaban de 1000 habitantes. Este aspecto de la fiesta visto por el antropólogo ingles coincide con lo observado por todos lo que en algún momento visitaron detenidamente Andacollo, desde la lejana estadía de Domeyko en el lugar. Agrega- Latcham El mismo día de la fiesta es cuando naturalmente se ve más movimiento y agitación a las 10 de la mañana se celebra una solemne misa y algún sacerdote pronuncia un sermón alusivo a la festividad y sin mucho esfuerzo arranca lágrimas y sollozos del auditorio. En este punto se puede agregar que se produce en los asistentes una especie de catarsis colectiva en su interrelación con la imagen de la virgen y su presencia. Después de la misa, la virgen se coloca en la puerta mayor del templo a donde acuden las danzas a bailar con una devoción y constancia admirable. Entre tanto lo que han hecho mandas o promesas a la virgen, las cumplen, visitan la cofradía, depositan óbolos y consiguen las medallas, estampas escapularios y otra reliquia de la fiesta”. (90) 41 Sergio Peña Álvarez En este punto, el observador relata algunos aspectos centrales de la religiosidad popular en las fiestas religiosas y en particular donde existen santuarios de la importancia de Andacollo, manifestada en, los bailes religiosos que acuden a expresar sus promesas a la virgen y también a las manifestaciones individuales de pago de mandas y promesas. “ La procesión- indicaba Latcham- se desarrolla por los costados de la plaza volviendo al punto de partida”(91), este itinerario se repitió siempre como una constante, desde la época en que se masifica la devoción u el culto a la Virgen de Andacollo, desde del siglo XVIII en adelante. Y como se puede apreciar en el grabado de claudio Gay y en diversas fotografías de comienzos y de mediados del siglo XX 10. Procesión de la virgen de Andacollo 1918. Archivo del Santuario. Posteriormente en la segunda mitad del siglo pasado, se cambió el itinerario, ampliándose por calle Urmeneta hasta Condell, para dar la vuelta por la costanera , subir hasta la plaza Videla y entrar al templo grande donde se realiza la misa final y se despiden los peregrinos. En la procesión- continua Latcham- los danzantes, forman doble fila alrededor de la plaza, abriendo carrera para la procesión, tocando sus instrumentos 42 Andacollo, Historia y tradición religiosa de música, cantando y bailando con redoblada fuerza. Durante el tiempo que dura la procesión, los fieles disparan centenares de cohetes o tronadores, las campanas de ambos templos repican agregando de bullicio de miles de espectadores. “ A medida que la procesión avanza, los abanderados de las danzas se agazapan delante de la virgen para batir sus banderas y trozos recitan a la vez medida que va retrocediendo. Algunos danzantes con banderolas y tamboriles, recorren el centro de la procesión agitando los unos o haciendo sonar los otros al compás de brincos y saltos”. “Demora más o menos una hora la procesión durante todo este tiempo y del que numero de bailes según los años oscila entre unos mil o dos mil”. (92) Este rasgo, advertido por Latcham, sigue estando presente en la actualidad. Aunque a los bailes tradicionales que él observa (chinos, turbantes y danzantes) se le agregaron en los últimos 90 años, otros grupos llamados de instrumentos grueso, Contando la procesión final con gran número de bailes que no cesan con sus danzas saltos y música. Al terminar la procesión, la Virgen se vuelve a colocar en la entrada del templo, a donde sigue acudiendo gente devota a repetir sus alabanzas hasta avanzada la noche.- Este aspecto- ya no se observa, pues actualmente luego de la procesión la Virgen queda al interior del templo. Durante la década del 30 una novela costumbrista titulada “Andacollo tierra del oro y de la Virgen” relata la llegada de un grupo de pampinos al trabajo de los lavaderos, justo en el momento en que en el lugar se celebraba la fiesta grande señalando el ambiente que allí se vivía al pasar por la larga feria que se instalaba en el pueblo: “Un olor a cuerpo a fritangas a comida hirviendo, a frutas maduras o por pasarse degeneraba frente a algunas puertas en una ráfaga entre ácida y vinagre o francamente hedionda a alcohol. Una vaharada aquí, de orines allá, de aguas servidas, elevase con el calorzazo de algunos callejones, Agréguese el polvillo denso que levantaba aquel tráfago y las moscas que, en vano espantaban y volvían a espantar las venteras y se verá que esa atmósfera era también como para irla cortando con el cuerpo. (93) ¿Era eso una calle o una feria? El comercio establecido lo hacía tanto mejor. No había una puerta o ventana sin aprovechar: Rasgos todavía frescos en los muros, por fuera de las batientes, indicaban la premura con que habíanse improvisado ciertos locales. Pizarrillas y cartones colgaban por todas partes ofreciendo esto y lo otro. Sólo algunas tiendas, zapaterías y almacenes en grande, donde abundaban las conservas, exhiban un nombre pintado a brocha gorda en el frontis. Bajo él pendían cotonas, pantalones de mezclilla, ristras de ollas o sartenes 43 Sergio Peña Álvarez o de zapatos de fútbol u otros calzados de mala clase. Cosas de batalla para ese pueblo urgente que bullía al lado de fuera.”(94) “ A Rosario y al abuelo- dos de los protagonistas de origen sureño- se les vino al recuerdo la Fiesta de Santa Rosa de Pelequén, a la que ambos habían asistido a pagar una manda el año anterior para que la abuelita, que ya no distinguía la punta de los dedos, recuperara la vista sin necesidad de esa operación que había dicho el doctor. La apretura, el batifondo, las tolderías ese vaho a comida y los mercachifles con sus altos de baratijas eran los mismos. Allá también se caminaba sobre papeles, cáscaras y otros desperdicios. Hasta los borrachos nada tenían que envidiarse en autenticidad. Tanto los que zigzagueaban por ahí a topones con medio mundo como los botados en el suelo, al igual que aquellos sobre los cuales tenía casi saltar el señor Obispo de Rancagua en la Procesión final.”(95) También José Luis Arraño hace referencia a las innumerables prostitutas que acudían a la fiesta religiosa atraídas por la numerosa concurrencia masculina.. Este ambiente profano, se confundía con el aspecto ritual y cultual de las antiguas fiestas religiosas. “Nuestra Veinte años más tarde a mediados del siglo XX una crónica de la revista Señora de Andacollo”, mostraba otra faceta de la fiesta: “Precede a esta fiesta una novena que comienza el día 17, durante la cual va creciendo gradualmente la animación en las calles y en la del pueblo, por los viajeros que van aportando en multitud de vehículos, Muchos de los visitantes encuentran modesto pero cómodo hospedaje en las dependencias del santuario, otros alojan en pensiones particulares no pocos pasan varias noches al raso o bajo carpas que ellos mismos instalan en la propiedad amurallada que hay detrás de la iglesia grande. (96) “ A media tarde- señala el articulista- del día 23 la imagen de la virgen ataviada por sus mayordomos con todas sus galas, escoltada y festejada por las comparsas del mismo Andacollo y otros varios de fuera más madrugadores, con el gran cacique a la cabeza, rodeada de gran multitud en procesión presidida siempre por unos o varios prelados que han podido llegar para la fecha es trasladada sobre trono de plata, bajo arco de lo mismo adornado de flores.”(97)En este punto podemos indicar que él anda procesional es la misma que se utiliza desde hace un siglo, a la iglesia nueva donde continúan desde esa noche los cultos de la novena por hacerse ya incapaz la iglesia chica para tanta gente. “A la media noche entre los días 24 y 25 se celebra ante un lindo portal de Belén, solemne misa del gallo con una numerosísima asistencia, mientras los 44 Andacollo, Historia y tradición religiosa confesionarios destinados y otros improvisados se ven sitiados por compactas filas de penitentes.”(98) En este sentido queremos destacar o recalcar que el momento de la fiesta era a veces la única oportunidad anual que tenían los fieles de confesarse, debido a la dispersión geográfica de los caseríos rurales y a los inconvenientes caminos y huellas. “El día 25 a media mañana alguno de los prelados celebra solemnísima misa pontifica de navidad con un lleno completo de la iglesia y al terminar sale la virgen a la puerta del santuario <a presidir por más de dos horas. Las danzas, los cantos los discursos con que la festejan sus humildes y cariñosos chinitos. (99) Continua el articulista.“El día 26 a la fiesta ha alcanzado su cenit. A las 10 horas AM solemnísimo pontifical celebrado por el Arzobispo de la Serena. Abarrotada las naves y galerías de público en una compostura admirable. (100) Con relación al uso de las galerías del templo grande. Ellas fueron utilizadas desde que se inauguró éste en 1893 hasta mediados del siglo XX. Así lo atestiguan algunos visitantes en este periodo entre ellos la escritora chilena Elvira santa Cruz (Roxane) quien visitó Andacollo en 1914. “ Todos los días que la virgen permanece presente en la iglesia grande y a todas horas en el recinto del templo millares de devotos alumbrando pacientemente, mejor amorosamente a la virgen, quemando en su honor toneladas de cera, pero el momento apoteósico es el de la gran procesión que se hace a la imagen alrededor de la plaza escoltada por el clero, más el arrullo indescriptible de una extraña sinfonía de miles de instrumentos musicales primitivos que llegan a anegar los potentes resoplidos de las bandas de músicos y aún el revuelo de las campanas. “Cubren la carretera, compañías de danzantes en número entre dos y tres mil, en perfecto orden de distribución los cuales bailan sin descanso manteniéndose en la misma colocación por espacio de una hora casi entera que suele durar el paseo triunfal, es algo indescriptible y de una magnificencia extraña pero imponente.” “De vuelta por fin, al interior del templo los vítores enardecedores, los cantos el agitar de pañuelos de aquella marejada humana y colocadas la imagen otra vez en su lugar sosegado poco a poco la tempestad de entusiasmo religioso, se clausuran con grandes solemnidades.”(101) Por aquellos mismos años (1958), llegaba a Andacollo, un equipo de filmación del noticiario cinematográfico “Emelco” dirigido por Jorge Di Lauro, a 45 Sergio Peña Álvarez registrar la fiesta de Andacollo constituyéndose en todo un acontecimiento para el pueblo ver deambular por distintos sectores a los técnicos y camarógrafos tratando de no perderse detalle de la fiesta de diciembre. (102) Este registro daría posteriormente lugar a una película documental titulado "Andacollo”, cuyo relato estuvo a cargo de Nieves Yankovic y se constituye en uno de los testimonios visuales y sonoros más importantes del siglo XX con relación a la citada celebración religiosa. 11. Procesión de la Virgen de Andacollo, década de 1950. Foto Eugenio Lorenzo. Cmf. Archivo del Santuario. En esta época también aparecen en el santuario como gran novedad algunos bailes de instrumento grueso provenientes del norte grande. (103) vinculado al proceso de migración y emigración desde la zona hasta el norte grande en el apogeo de las salitreras y viceversa, durante la decadencia de éstas. Veinte años más tarde en la navidad de 1973 arribaba a Andacollo, el folklorista Juan Uribe Echavarria quien en su libro “La Virgen de Andacollo y el Niño Dios de Sotaquí”nos cuenta: “ El día 24, la gente paga mandas entra la a iglesia de rodillas, cumpliendo lejanas promesas y recorre los mil puestos de la calle Urmeneta, Repletos de mercaderías allí se exhiben en cantidades incalculables, santos de yeso, espejos alcancías, frutas perfumes. Rosarios, grasa de la virgen, cerámicas rosarios horóscopos y medallas etc. Ese día - continua Uribe – es el día grande de los comerciantes, charlatanes, propagandistas y rifadores. Hay plata fresca y las gentes que vienen de 46 Andacollo, Historia y tradición religiosa los campamentos mineros de Chepiquilla, El Llanto, Centinela, y Negritos, repasa la lisita interminable de los encargos y antojos.”(104) “ Desde temprano, las cofradías bailan en las calles de Andacollo. Es el último entrenamiento antes de la presentación que se iniciaron en el día anterior después de las misas. Los acompaña un público pequeño y selecto de viejos entendidos y beatas madrugadoras.” Similar apreciación y un cuadro parecido era el que presentara Domeyko 130 años antes. “A las diez de la mañana los chinos comandados por sus cabezas de baile, con la pichinga y sus ayudantes al frente después de recorrer saltando toda la calle Urmeneta, dan vuelta a la plaza y se dirigen a la iglesia nueva para oír la misa solemne”. (105) La plaza y las calles vecinas se ven repletas de un público impresionante que ha subido a Andacollo el último día- se refiere al día 26- para asistir a la famosa procesión. En el hermosos y amplio templo- prosigue Juan Uribe- No cabe un alfiler. El humo de las velas amarillas y verdes, que cada pro mesero deja consumir en sus manos hace el aire irrespirable” En el parque de la iglesia domina el furor fotográfico. Los dueños de telones alegóricos que representan rodeos, navidades, el 18 de septiembre, San Sebastián de Yumbel, La Virgen de Andacollo y la Virgen del carmen, hacen su agosto con los bailarines y promeseros. (106) 12. Niños en fiesta de Andacollo 1963 47 Sergio Peña Álvarez En este punto, queremos destacar que esta actividad, cada vez va retrocediendo, pudiendo apreciar uno o dos fotógrafos de este tipo en Andacollo últimamente, debido a la aparición masiva de las maquinas fotográficas y al cambio en el gusto de los niños. Continua Juan Uribe: “ La misa mayor esta por concluir. Los danzarines chinos han copado la nave central de la iglesia. El pichinga levanta su bandera y los cabeza de baile avanzan en dirección a las andas de la patrona de Andacollo que es llevada hasta la puerta”. (107) Aquí se inicia la presentación de bailes religioso que dura toda la tarde hasta el momento de la procesión. Luego pasa a describir la procesión tal vez el momento más importante de la fiesta: “ A las 6 de la tarde, después de la presentación del ultimo baile se hace presente el cacique Félix Araya con sus caporales o cabezas de turbantes, danzantes y chinos. Vienen a buscar a la virgen. Primero la retiran hasta el altar donde esperan los obispos de la Serena y Valdivia y una cantidad de acólitos y capellanes, Se organiza la comitiva con las autoridades eclesiásticas y los caciques en primer plano, delante de las andas de la virgen. Detrás de ésta llevan a san José y San Isidro Labrador con un gran despliegue de estandartes y palios de lujo entre los que sobresalen lo que han donado las colectividades chinas de Iquique y de otros puntos del Norte Grande.” “A la entrada de las tres naves de la iglesia, bailan mezclados con frenesí creciente, danzantes turbantes y chinos. Cuando la Virgen y su comitiva subían las gradas del templo se produce una enorme exclamación de júbilo, la banda de la parroquia ejecuta el Himno Nacional y la canción de Yungay. En la plaza y calles vecinas se han congregado más de veinte mil fieles. Los cerros negrean de curiosos y promeseros. Desde la Torre de a basílica echaban a volar blancas palomas.” “ Al concierto increíble y descomunal de las flautas, tambores, pitos y guitarra que ejecutan unos dos mil bailarines hay que agregar el estampido de cohetes y los cantos de las niñas de la acción católica” “La plaza Videla se estremece con los saltos, agachadas, avances y retrocesos de los chinos que son los que llevan la palma en la exhibición coreográfica”. 48 Andacollo, Historia y tradición religiosa A pesar de que los carabineros y los correctores provistos de largos sables, mantienen libre el camino de la procesión, Esta es lentísima, La a primera parada se hace frente a la iglesia vieja y la última antes de entrar la virgen a la iglesia nueva. Este es el momento cumbre del desfile, Como en las semanas santas andaluzas los que llevan las andas hacen bailar a la Virgen balanceándola hacia delante y a los lados. Desde frente a la plaza ya está a punto de cruzar el dintel, cuando vuelve a avanzar frente al público que vitorea, sacudiendo los pañuelos en ademán de despedida. “Estas escenas de una emoción indescriptible, duran varios minutos. Por último, la Virgen desaparece entre clamores suplicantes y enternecidos cantos, pero los danzantes siguen hasta al anochecer compitiendo en alardes coreográficos. (108) “ Terminan las danzas y comienza el concierto infernal de las bocinas de los camiones y autobuses que salen de la quebrada y de l aparte alta de la población. Suman más de doscientos, y la policía se ve en duros trajines para mantener el orden de los turnos de bajada.”(109) En la actualidad casi en la madrugada del día 25 de diciembre cientos de peregrinos y visitantes se dirigen al santuario de Andacollo en diversos medios de locomoción privados o públicos. Asisten desde distintos puntos de la región, del país y aún del extranjero, los fieles y devotos de la Chinita de Andacollo. Decenas de promeseros desfilan por entremedio de las quebradas arribando a pie, desde La Serena, Ovalle, Coquimbo o Tongoy, ofreciendo un sacrificio personal por los favores o gracias recibidas caminando toda la noche para llegar en la mañana o al mediodía al santuario.. Las calles principales están atiborradas de puestos comerciales que expenden los más variados productos manufacturados, entre los que se cuentan los rubros de zapatería, menaje doméstico, ferretería, lencería, paquetería, música envasada, librería, perfumería, ropa hecha etc. Asimismo conviven con otros donde se venden productos artesanales, tales como aperos de huaso, chalecos y ponchos traídos de países cercanos etc. Además de éstos se instalan en la feria comercial otros tendales donde ofrecen frutas de la estación, comida al paso tales como anticuchos, empanadas churros y papas fritas. Por otra parte, los vendedores ambulantes, vocean sus mercancías a viva voz, confundiéndose con los ecos de la celebración religiosa y de la procesión, en tanto la música de rancheras, que colocan los comerciantes y los 49 Sergio Peña Álvarez vendedores de discos se mezcla con el bullicio de la gente que recorre el pueblo y con los vítores y vivas al paso dela Virgen durante su recorrido por las calles de Andacollo. En la plaza y frente a los atrios de los templos, centenares de personas observan los ensayos de los bailes religiosos, mientras otros se internan por calle Urmeneta para recorrer la feria comercial, en la que algunos aprovechan de comprar los regalos rezagados de navidad. Desde las seis de la madrugada, los sacerdotes ofician misas en el templo parroquial y a las 11 horas se celebra como de costumbre la misa solemne de navidad, generalmente presidía por el Arzobispo de La Serena y con la presencia de los sacerdotes de la Diócesis. En tanto siguen llegando a Andacollo, colectivos y todo tipo de vehículos particulares repletos de gente, algunos se dirigen al templo chico con el objeto de oír misa, otros lo hacen a la basílica. Éstos últimos generalmente son promeseros que van a pagar mandas de rodillas y le llevan velas a la Virgen, otros se quedaba deambulando por la plaza o por las calles de la ciudad, visitando principalmente la feria, el museo religioso aun costado del templo parroquial, que contiene, variados objetos que los devotos a través de diversas épocas le obsequian a la virgen. Observando los bailes religiosos o merendando en el parque, alimentos que llevan para la ocasión; o bien degustando en la decena de restaurantes improvisado s en casas particulares que aparecen como callampas para atender a los visitantes con típicos platos de la cocina popular chilena, como cazuelas, hervidos, asados, pasteles de choclo y otros. Al anochecer y desde las 22 horas se realiza una solemne vigilia, en espera del 26 de diciembre que es el día culmine de la fiesta. Durante toda la jornada se efectúan misas en el templo parroquial, mientras que en las afueras de éste los bailes religiosos se suceden uno tras otro en espera del turno de tributo al a la Virgen., que queda a disposición de éstos, luego de la misa mayor o pontifical celebrada por el Arzobispo de la Serena. Durante toda la tarde continúan llegando fieles, promeseros continúan llegando fieles, promeseros, peregrinos, visitantes, turistas y también uno que otro documentalista, algunos investigadores y periodistas de los medios escritos y visuales, tanto nacionales como regionales, que acuden cada año a registrar el acontecimiento Un tronar de tambores, ulular de flautas, sonidos de matracas, anuncian el inicio de la procesión, presidida por el Arzobispo de la Serena, acompañado por 50 Andacollo, Historia y tradición religiosa sacerdotes de la Arquidiócesis, los bailes religiosos y los chinos de Andacollo que escoltan a la Virgen, entonando cánticos sagrados y oraciones. Esta avanza lentamente por las tres primeras cuadras de calle Urmeneta hacia el sur devolviéndose hacia el norte por otra calle paralela hasta llegar al templo grande. Al paso de la virgen centenares de personas agitan pañuelos en señal de saludo, como también la muchedumbre que espera delante de la iglesia su llegada y la acompaña al interior de ésta. Luego de la misa final los bailes religiosos se despiden de la Virgen emotivamente, retrocediendo al salir del templo, mientras el alférez es de los bailes chinos y de los danzantes prometen a la virgen en forma muy emotiva que a veces arranca lágrima de los concurrentes, regresar al año siguiente. A la hora del crepúsculo, hileras de vehículos comienzan a descender por la carretera principal, mientras que otros lo hacen por caminos aledaños que conectan el lugar con el Valle del río Hurtado y poblados cercanos. El día 27 los chinos de Andacollo y otros grupos de bailes que permanecen hasta ese día trasladan la virgen en una pequeña procesión de carácter intimista desee la basílica hasta el templo parroquial donde permanecerá durante casi todo el año hasta la fiesta de octubre donde es sacada por primera vez y luego hasta la fiesta agrande donde por segunda vez es trasladada para que los fieles puedan venerarle y rendirle homenaje. (110) 12. Fiesta grande de Andacollo 51 Sergio Peña Álvarez La Fiesta Chica Aunque la fiesta del 26 de diciembre es la que da origen a la peregrinación, santuario y es la más conocida. Se celebra en el lugar otra celebración en honor a la Virgen y es la que corresponde a la fiesta del pueblo o fiesta chica como se le llama y se celebra el primer domingo de octubre que corresponde según el calendario litúrgico y la tradición de la iglesia universal a la fiesta de Nuestra Señora del Rosario o Salterio, llamada sí debido a que consta de ciento cincuenta ave marías, que corresponden al salterio de los ciento cincuenta salmos de David. Esta devoción según algunos autores es tan antigua como la iglesia porque empezó con ella y fue el primer breviario y las primeras horas canónicas. Sin embargo, el primer predicador del Rosario de Nuestra Señora, fue Santo Domingo de Guzmán pues él enseñó el método de meditar los misterios de la fe, repartidos en tres clases tal como conoce hoy en día. También contribuyó a aumentar la devoción del pueblo español por la Virgen del Rosario, su intercesión a favor de los cristianos en la batalla de Lepanto contra los turcos en 1571. Gran importancia tuvo en el reino de Chile la devoción a la santísima Virgen del Rosario, prueba de ello lo constituyó la puesta bajo su advocación de 54 capillas en todo el territorio (111) En nuestra región la orden dominica estuvo presente desde los primeros tiempos de la conquista con un convento en la Serena en 1557, desde donde salieron religiosos por valles, quebradas e interfluvios a enseñar el rezo del rosario e inculcar el amor a la Santísima Virgen. Por otra parte la devoción a la Virgen de Andacollo fue capital para la promoción y culto de la advocación en nuestra región.. En este punto debemos señalar, que, la mayoría de las imágenes que se veneran en los pueblos donde se tiene por patrona a la Virgen del Rosario corresponde a la estampa que se socializa después de 1827, cuando el mayordomo de la cofradía, Pbro. José Agustín de La Sierra, posteriormente primer Obispo de la Serena, viste la imagen con los ropajes que hoy conocemos. La popularidad de la advocación del Rosario y en particular la de Andacollo, no sólo se puede encontrar en las numerosas capillas que se erigieron en su honor en casi toda la región y aún en lugares más lejanos de Chile como la capital, el Norte Grande, el puerto de Valparaíso sino además en otras manifestaciones de religiosidad que implica devoción, uno de ella tiene relación con la presencia del icono de la Virgen de Andacollo en los altares familiares domésticos, 52 Andacollo, Historia y tradición religiosa mediante estampas impresas o imágenes de yeso de la “chinita” como las llaman sus fieles y también por la presencia iconográfica en tumbas de cementerios de la región, a este respecto queremos anotar un caso singular y dice relación con la forma de construcción de tumbas en el pueblo de Cerillos de Tamaya, situado al pie Del célebre cerro del mismo nombre, que son réplicas en diversos materiales de la basílica y de la iglesia chica de Andacollo con sus respetivas imágenes entre ellas la de la Virgen del Rosario. Esta fiesta al igual que la grande comienza con una novena en homenaje a la Virgen en el templo parroquial contando con una gran cantidad de fieles. Es predicada por los padres del Corazón de María quienes están encargados del santuario. Antiguamente, en la primera mitad del siglo XX, acudían misioneros de los conventos de Ovalle y la Serena, hoy desaparecidos. El penúltimo día la imagen es sacada en procesión a las seis de la tarde en medio del entusiasmo indescriptible de miles de fieles que entonaba hermosos y tradicionales cánticos sagrados, responden las oraciones, irrumpen pletóricos en vivas, vítores y aclamaciones a la Virgen. Parte importante de la procesión la constituyen los bailes religiosos de la Serena y Ovalle y de poblados cercanos. Luego de la procesión esta es depositada en el templo grande de Andacollo a donde acuden los peregrinos a expresar diversos tipos de mandas y promesas y los chinos realizan sus presentaciones ante la Virgen. Al día siguiente a las 6:30 de la mañana se inician las misas en la iglesia grande de Andacollo conocida desde muchos años atrás casi del momento de su construcción como la basílica, teniendo en cuenta para dicha denominación su planta de arquitectura pero sólo fue instituida canónicamente el año 1988. Uno de los actos centrales lo constituye la misa solemne o pontifical que es oficiada por el Arzobispo de la Serena o a su Coadjutor a las 10 de la mañana con gran afluencia de fieles y promeseros. Luego de esta continúan durante toda la tarde los actos de veneración a la santísima virgen y el pago de mandas por la promesa cumplidas por ella. Durante el día sigue llegando en forma incesante gente de todos los pueblos de la región. Muchos de ellos aparte de ir a la iglesia, también recorren la feria comercial que se instala para la ocasión en las calles de Andacollo que en los últimos años ha crecido considerablemente en numero de comerciantes que arriban al lugar. A las cuatro de la tarde, sale el anda de la Virgen para iniciar la procesión que comienza por calle Urmeneta siguiendo el mismo itinerario que en la fiesta grande, acompañada de los bailes chinos, danzantes, turbantes y los de instrumento grueso, que danzan en forma admirable. Luego de concluida la 53 Sergio Peña Álvarez procesión, la imagen es depositada en el altar mayor del templo chico, donde permanecerá todo el año. Finalmente se celebra una última misa, donde se despiden los fieles y bailes religiosos, estos últimos por medio de sus alféreces que pronuncian sentidas coplas, mientras el resto le acompaña con redoble de tambores y el sonido de sus instrumentos. Al atardecer hileras de vehículos descienden la cuesta de Andacollo rumbo al Peñón, donde tomaran rumbos diferentes hacia los pueblos y ciudades de la región. (112) En las dos fiestas indicadas se expresan hondas muestras de religiosidad popular a las que nos referiremos a continuación. Manifestaciones de religiosidad popular en las Fiestas de Andacollo “Por religión del pueblo, religiosidad popular o piedad popular. Entendemos el conjunto de hondas creencias selladas por Dios, de las actitudes básicas y las expresiones que las manifiestan”. (113) Dicha religiosidad es una verdadera cultura en el sentido antropológico del término, y así se transmite, sobre todo en el proceso de socialización. Como todo sistema religioso supone un conjunto de creencias, ritos y de forma de organizaciones peculiares. Los ritos más característicos son las fiestas patronales, el culto de los santuarios, la devoción las imágenes y demás símbolos religiosos. Las formas de organización más típicas son las cofradías y las mayordomías en sus distintas modalidades. (114) Finalmente dicha religiosidad se divide en distintas sub.-culturas, según sea el marco socio-económico del grupo que la vive. Andacollo se constituye en un santuario popular, marcado por la leyenda del hallazgo, la fama milagrosa de la Virgen que se transmitió a lo largo del tiempo de generación en generación. Esto generó una afluencia de peregrinos que de año en año llegan al lugar a expresar sus promesas y a pagar sus mandas. 54 Andacollo, Historia y tradición religiosa La manda o Promesa De año en año desde tiempos coloniales, acuden a Andacollo, numerosos católicos provenientes de diversos lugares del país con objeto de rendirle homenaje a la Santísima Virgen, venerarle y agradecerle por los favores concedidos, como también a pedirle protección y consuelo. Estas mandas y promesas se expresan de diferente manera según sea la idiosincrasia de la persona o grupos que la cumplen. Algunos recorren largos kilómetros a pie hasta el lugar, atravesando cerros y quebradas; otros avanzan de rodillas varias cuadras hasta entrar al templo portando velas encendidas. También hay quienes acuden con cierta periodicidad al Santuario; hacen erogaciones en dinero o se sacrifican bailando incansablemente bajo el sol. Los peregrinos aprovechan la oportunidad que les ofrece la fiesta anual, para reencontrarse con Dios aunque sea una vez al año y recibir los sacramentos de la confesión y la comunión. Asimismo el santuario, con ocasión de la fiesta se convierte en un excelente punto de encuentro entre las personas. Así se ubican amigos, compadres, parientes, que por razones de trabajo residen en distintos lugares del territorio nacional, pero que movidos por la común devoción a la Virgen de Andacollo convergen durante la fiesta de diciembre al lugar La gente religiosa acude a esta fiesta con el claro propósito de ver a la “Chinita” como cariñosamente le llaman, con el objeto de agradecerle y pedirle protección durante el año en las diversas actividades que desempeñan. Es necesario señalar que entre los romeros que asisten anualmente a Andacollo, se encuentran personas de diversos grupos sociales, pero predomina el bajo pueblo en sus variantes campesinas, minera, y estratos de reciente incorporación a la vida urbana. Todos ellos acuden al lugar motivados por el anhelo de venerar a la Virgen del Rosario. Una de las formas con que diversos grupos sociales en sus diferentes estratos manifiestan su fe, es a través de la manda o promesa, que se expresa de las más variadas maneras. Algunas de las cuales hemos señalado anteriormente. Esta surge de una petición asociada a la resolución de problemas concretos de la más diversa índole Así tenemos peticiones de salud, otras relacionadas con problemas de la agricultura, ( protección al ganado, a las cosechas, lluvias abundantes) o a otros inconvenientes propios de la vida doméstica. Es importante señalar que se acude a la 55 Sergio Peña Álvarez divinidad cuando se han agotado o creído agotar todos los medios humanos de solución a los problemas. 13.Fotografía de promesera portando velas la Fiesta de Andacollo. Foto De Alejandra Vega. 56 Andacollo, Historia y tradición religiosa La interrelación que se da entre el mandante y la divinidad es de contrato, pues el promesante invoca a Dios, a la Virgen María y a los santos y pide la concesión de un favor. Él a cambio ofrece sacrificio personal u otras modalidades de retribución. Como se parecía hay en esta práctica mucho de comercio y utilitarismo, pero también una confianza ciega en los poderes divinos y sobre naturales. Debemos agregar que en este tipo de religiosidad de religiosidad hay diferentes grado de compromiso que depende de la fe de cada persona, de la magnitud de la petición y de la manera como se expresa, así tenemos mandas de tipo personal, cuando una persona se dirige al lugar portando velas encendidas, flores u otros objetos y Mandas colectivas, como son las de los bailes chinos, donde es generalmente un núcleo familiar el que impulsa una hermandad danzante en honor a la Virgen. También tenemos mandas que obligan a un sacrificio mayor como las que efectúan las personas que recorren algunos kilómetros a pie descalzos hasta el santuario y otras que importan menos sacrificio personal como las pequeñas donaciones en dinero. Refiriéndose al tema Juan Van Kessel en su libro “Los bailes religiosos de Tarapacá y Antofagasta” dice que la manda surge en una situación de desgracia o crisis. Dicha manda será más costosa si la aflicción del promesero es muy grande. (115) Mediante este contacto, el mandante trata de escapar o salvarse, pagando el sacrificio a que él se obliga libremente. El cumplimiento de la promesa una vez contraído el compromiso debe realizarse y procede cuando la deidad ha solucionado la crisis satisfactoriamente. En lo que respecta a Andacollo en las crónicas de la Revista la Estrella de Andacollo y en otros escritos se encuentran numerosas relaciones de testimonios de personas favorecidas por la Virgen de Andacollo allí se puede se puede observar el doble carácter de la manda, es decir de petición y oferta. Las súplicas a la Virgen del Rosario tienen que ver con cosas concretas, con dolores y aflicciones que aquejan a la gente sean estos relativos a la salud (enfermedades o accidentes), referentes a la agricultura (lluvias, protección del ganado y a las cosechas) o a otros problemas domésticos. en la mayoría de los casos que ahí se relatan hay de por medio una petición y una promesa que se concreta a través del pago de una manda en diferentes modalidades Con relación a las peticiones de salud, son cientos de miles los testimonios de agradecimiento a la virgen de Andacollo, prueba de esto lo expresan los testimonios entregados por los fieles y devotos a la revista del Santuario llamada estrella de Andacollo que entre 1905 y 1973, publicó dichos testimonios. Herminia herrera, escribía a la estrella de Andacollo hacia 1906 entregando su testimonio: “ habiendo sufrido por más de quince años la terrible enfermedad de la epilepsia sin poder encontrar mejoría alguna en los auxilios de la ciencia médica, invoqué a Nuestra Señora de Andacollo, confiando sería oída mi 57 Sergio Peña Álvarez invocación. Y desde que ofrecí venir a santuario, pagar mi manda y confesarme no se me repitió ningún ataque y hoy me siento completamente sana. (116) “ Agapito Pastén por la misma fecha, estando un domingo cortando leña, se clavó una espina en el ojo izquierdo y no pudo extraérsela hasta que hizo una manda a la Santísima Virgen de Andacollo. Por lo que agradecido ha venido a cumplirla y queda más desengañado de que es muy perjudicial hasta para el cuerpo el trabajar los domingos sin causa.” (117) Otro caso, que hemos seleccionado en torno a las peticiones de salud, lo entrega como testimonio Orfilia Jorquera residente en Arica quien estuvo enferma muy grave de bronconeumonía, en septiembre de 1929, pidió a la Virgen que la salvara y quedó completamente buena. Ha venido al santuario a cumplir su promesa (118) También la protección frente al peligro este presente en las peticiones a la Virgen de Andacollo. Un caso curioso lo refiere una crónica escrita en la revista del Santuario y nos cuenta que: “ En el año 1884 volvían de Andacollo los esposo Calixto Peralta y doña Carmen Álvarez, ya era la noche muy entrada y al hallarse frente a la hacienda de dona Isabel Varela en Cerrillos les salieron cuatro ladrones con ademanes de asaltarlos para robarles. Don Calixto pidió protección inmediatamente a la Virgen de Andacollo, prometiéndole si lo libraba de aquellos malvados ir de rodillas desde el alojamiento donde estuviera hasta la iglesia en la próxima fiesta de diciembre. Los ladrones sin más arrancaron pronunciando sólo palabras soeces. Al año siguiente, cumplió el caballero la promesa”(119) Referente al amparo frente a los hechos de la naturaleza encontramos en el “libro de prodigios” del santuario el siguiente testimonio de fines del siglo XIX que relata los siguientes. “ El invierno del año 1880 fue bastante lluvioso y en un copioso y torrencial aguacero, el río Limarí que pasa junto a la ciudad de Ovalle, creció de una manera sorprendente, causando muchos perjuicios y algunas desgracias personales. José María Castillo, perteneciente al curato de Barraza, vivía en las inmediaciones del río, en la época de la gran avenida, de la noche a la mañana, las aguas arrastraron su habitación y cuanto tenía y como las aguas lo habían aislado completamente, Castillo y toda su familia estaban expuestos a perecer ahogados. Entonces comenzaron a pedirle Nuestra señora de Andacollo que de alguna manera los librara. Por fortuna alcanzaron a subirse a un árbol que estaba cerca, pero el sauce era débil y estaba amenazado de ser llevado por la impetuosa corriente. Aquí redoblaron sus súplicas a la Virgen a la cual hicieron la promesa de llevarle ese año cuatro pesos. Hecha ésta, comenzaron a amontonarse arenas en rededor del 58 Andacollo, Historia y tradición religiosa sauce afirmándolo y se afirmó tanto que pudieron permanecer en él hasta que encontraron medios de salvación, En diciembre de 1880 cumplió su promesa”. (120) Con relación al mismo tema, en la revista "la Estrella de Andacollo" del año 1906 se encuentran los testimonios de las profesoras Juana V de Argomedo, Ana María Araya, María Aurora Argomedo, residentes en Valparaíso, que en pago de promesa, llegaron hasta Andacollo a agradecerle a la virgen por haberlas salvado del terremoto que afectó ese año a dicho puerto. (121) Respecto a las peticiones relacionadas con agricultura tenemos aquellas orientadas a la protección de los ganados y las cosechas. Con relación a las primeras en la Revista Estrella de Andacollo. Se relata la experiencia de Crescencia Araya, criancera residente en Combarbalá quien vio atacada por una peste su pequeña majada de cabras que era el único sustento de ella y de sus pequeños hijos. En este gravísimo apuro se encomendó como tenía costumbre a su protectora la Virgen de Andacollo, cesando inmediatamente la peste y la Señora Crescencia con sus hijos acudió al santuario a dar las gracias y a cumplir su promesa. (122) También se encuentra en el libro de registro de “prodigios de la Virgen de Andacollo”, que se conserva el santuario una curiosa promesa hecha con gran fe por una campesina de la región que dice: “ Ángela Cortés natural de Canela de Mincha, residente en la hacienda el Totoral, es una mujer de fe ardorosa y sencilla y en todas sus acciones se encomienda a la Virgen de Andacollo y dice que la virgen la protege visiblemente. Dicha mujer refiere que en el año 1878 una vaca que poseía dio luz a un ternero, el que se extravió siendo muy chico. No pudiendo encontrarlo a pesar de todas las diligencias que hizo. Entonces prometió a la Virgen que, si aparecía lo criaría en medias con Nuestra Señora De Andacollo. En efecto el ternero apareció a los tres días- agrega – que en año malo lo tuvo en pastos en la hacienda de Quiles y que ahí entro a un pantano donde quedó pegado sin que los vaqueros lo pudieran sacar. Ya lo iba a degollar para poder salvar el cuero, pero al fin lo dejaron vivo, En la noche, la Virgen lo sacó del pantano” agrega con mucho candor y convicción Ángela Cortes- El ternero creció y llegó a ser un buey A fines de 1883, lo vendió en Ovalle en sesenta pesos y como lo había criado a medias con la virgen ese mismo año vino a Andacollo y entró a la caja donde se pagan las mandas los treinta pesos que le correspondían a nuestra señora del Rosario.”(123) Otra forma de expresar el pago de una manda era a través de regalos u ofrendas que la gente llevaba y lleva al santuario. Y que se guardan en el museo que exhibe los obsequios que le han hecho a la virgen fieles y devotos agradecidos, entre ellos se cuentan, muletas, bastones ortopédicos, mechones de cabellos y otros que testimonian el agradecimiento por el favor concedido. 59 Sergio Peña Álvarez Asimismo con finalidad de agradecer y de dejar testimonio los fieles y peregrinos llevan al santuario ex votos que son plaquitas de metal o de mármol que se colocan en el patio lateral del templo a la entrada del museo y del camarín de la virgen. Estos exvotos, antiguamente también se expresaban en pinturas o telas donde se manifestaba el favor concedido, a este respecto, nos cuenta Juan Ramón Ramírez y luego lo repite Principio Albas que unos de los favores más comentados de la Virgen de Andacollo fue la curación de un criado negro al servicio de una señora de la Serena, hacia 1780, suceso que fue plasmado en una pintura en las puertas del templo. Existe en el museo del Santuario, una vitrina que contiene cientos de exvotos, confeccionados en plata y oro o en ambos y que representan corazones, manos, pies ojos, individuos orantes, riñones y otros órganos, seguramente aquellos curados por petición a la virgen. Estos exvotos coloniales que datan del último tercio del siglo XVIII, fueron expuestos por Benjamín Vicuña Mackenna cuando se realizó la exposición del coloniaje en Santiago en 1873. En lo que se refiere a las mandas o promesas colectivas éstas generalmente se expresan a través de grupos organizados los cuales con sacrificio personal homenajean a la divinidad a través de la danza. Lo que conocemos como el nombre de hermandades danzantes, de los que hablaremos a continuación. Los bailes Religiosos o Hermandades Danzantes Los bailes representan de manera bastante significativa la religiosidad popular. Los pueblos siempre han danzado a través de la historia con el objeto de rendir culto a sus dioses, Esto lo apreciamos en el antiguo Testamento, a través de las danzas israelitas ante el Arca de la Alianza y en otras culturas del viejo Mundo. En América el baile ritual era practicado por los antiguos pobladores del continente. Tanto en las culturas más avanzadas como en aquellas más rudimentarias o primitivas. , De tal modo que durante la conquista española consideró la danza como un elemento de evangelización. Esta arraigó rápidamente en las masas indígenas y posteriormente quedó inserta en el pueblo latinoamericano. A través de la danza el cuerpo adquiere una gran fuerza expresiva, constituyéndose e baile en una forma de liberación de las energías contenidas, el cual en el contexto de las fiestas sagradas se transforma en ofrenda religiosa, éste es una forma de culto externo se baila con Dios y para Dios, Los movimientos del cuerpo, los sonidos, las canciones, incluso el estado d trance son esfuerzos con los 60 Andacollo, Historia y tradición religiosa cuales se busca acceder al mundo de lo sobrenatural donde se encuentra con Dios, la Virgen y los santos para rendirle pública ofrenda, (124) En lo que concierne a nuestra realidad, en la mayoría de las fiestas religiosas a de Chile, especialmente en la zona norte del País, existen cofradías o hermandades danzantes en honor a la Virgen María, el Niño Dios o algún Santo Patrono. Estas agrupaciones se forman para cumplir alguna manda o promesa, hecha por el jefe del baile y los participantes de la hermandad religiosa. Se expresa mediante el sacrificio personal a través de la danza, bailando incansablemente ante la divinidad y repitiendo estas durante cada año en la fecha de la fiesta. Un testimonio encontrado en la revista Nuestra Señora de Andacollo nos ejemplifica esto: “En 1859 venía desde el Huasco para la Serena, Matías Ramos en compañía de un hermano suyo, por medio de un desierto, cuando fue atacado por una terrible lipiria de calambres y agudísimos dolores que lo puso al borde del sepulcro y sin recurso humano alguno. En tan tristísimo lance se acordó de la Santísima Virgen de Andacollo y le prometió fundar un baile de danza, una vez que hubiera llegado con Vida a la Serena, dirigir por toda su vida ese baile y después dejárselo a sus hijos, Con sólo esta promesa y sin aplicar ningún remedio mejoró completamente. Sirvió al principio en otro baile y después fundó el de su promesa que dirigió hasta su muerte”(125) Existen en la realidad del Norte Chico a la que pertenece Andacollo, tres tipos de bailes tradicionales que son El de Chinos, Danzantes y turbantes. Los chinos son agrupaciones formadas por una familia que tienen origen en una promesa o manda y que su forma de cumplir con el favor concedido es a través de los bailes o la danza ceremonial que ellos ejecutan en forma incesante durante la fiesta religiosa, sean esta las que se ejecutan en los Santuarios de la Región o bien en las pequeñas fiestas patronales de su sector, sea este urbano o rural. Estos bailes se manifiestan en todo el norte chico y en la región de Aconcagua y las cercanías de Santiago, sus orígenes se pierden en el tiempo y algunos autores lo remontan al pasado prehispánico. (126) En este aspecto, creemos que en ellos hay elementos de distintas vertientes (indígenas y del catolicismo popular español) y que su origen es producto del sincretismo cultural y de la convivencia de distintas etnias en la realidad de los pueblos de indios, asientos de minas y encomiendas de esta zona geográfica descrita anteriormente. Aunque para la región no existe mucha información sobre estos bailes en la época colonial. Si los tenemos para los inicios de la vida republicana. 61 Sergio Peña Álvarez Una descripción de Ignacio Domeyko, realizada en la navidad de 1844, nos da cuenta como estaba conformado un baile chino en la primera mitad del siglo XIX: “Cada grupo esta compuesto de no más de cinco de cinco os seis indios, entre éstos uno anciano sin duda descendiente de algún cacique, y sus hijos o nietos. Hijos o nietos. El de más edad lleva el gallardete, otro sostiene con una mano el tamborcito y lo golpea con la otra, otro sopla el pito es decir el hueso de la pata del cóndor ahuecado y con un agujero lateral. Estos indios vienen a brincar en honor a Dios.”(127) Aquí en esta parte del relato Domeyko hace un contrapunto entre la fisonomía y estampa de los chinos con relación a los turbantes que son los dos grupos que él identifica bailando frente a la Virgen de Andacollo. Y los caracteriza de la siguiente manera: “Estos grupitos de los antiguos dueños-hace tres siglos- de esta tierra serpenteaban sin orden y sin prisa entre el pueblo y los turbantes, se acercaban a la iglesia y se alejaban de ella, le hacían reverencias y se asomaban al interior por si descubrían allí a su –como la llaman cariñosamente –Santa Chinita –preciso es saber que la palabra china o chinita es el término despectivo que emplean las orgullosas damas para calificar a las muchacha indias”. (128) Produciendo con esto, un cambio en el sentido de la expresión al sacralizarla y dignificarla mediante el empleo cariñoso del epíteto o para referirse a la Virgen María. , Consiguiendo con este hecho revertir en el espacio y tiempo sagrado de Andacollo, un término que era utilizado en otros ambientes en forma despectiva y peyorativa. Domeyko hace referencia a indios cuando se refiere a uno de los bailes de Andacollo, en tanto que al otro lo identifica como turbantes, y esta referencia étnica del observador nos remite directamente a la vinculación de la formación y origen de muchos bailes chinos asociados directamente a la realidad de los pueblos de indios del antiguo Corregimiento de Coquimbo. Así tenemos que en Sotaquí hacia fines del siglo XVIII, surge un baile de chinos en honor a la virgen de Andacollo, fundado por Cayetano Gómez Manque, que posteriormente cambiará de denominación pasando a llamarse baile de chinos del niño Dios de Sotaquí. (129) Igualmente asociado a esta realidad estuvo el baile de chinos de Guamalata 62 Andacollo, Historia y tradición religiosa 15. Fragmento Fiesta de Andacollo. Atlas de Claudio Gay Fundado hacia 1817 y vinculado a la familia Monterrey quienes formaban parte de este pueblo y así aparecen en un listado confeccionado en 1789 con ocasión de la visita de Ambrosio Higgins al norte, en vista a la abolición de las encomiendas y la reducción de éstos a pueblos según los conceptos ilustrados (130) y posteriormente en otro en el año 1823 cuando el Estado de Chile disuelve los pueblos y remata sus tierras. (131)Este grupo de indígenas también estaba vinculado con el mineral de Tamaya, donde su encomendero José Fermín Marín explotaba minas de Cobre. A este respecto y con relación a los nexos de este tipo, podemos agregar que en Tambillos durante el período colonial hubo indígenas encomendados que fueron llevados al sector de Andacollo desde el valle del Limarí , a trabajar las minas de cobre y oro. Otro elemento de vinculación lo constituye la denominación de cacique que ostentaba el dueño del baile, término foráneo que permanece hasta hoy. Fue introducido a estos lugares por el español durante la Conquista y correspondió al intento inicial de reducir a los indios a pueblos. El indígena que estuvo a cargo de éstos recibió el título de cacique que era entregado por el rey siendo este hereditario, pero sujeto a confirmación real. (132) Empero fue en la época dorada de la minería en el Norte Chico que proliferaron los bailes como forma de expresión de la religiosidad popular, en todo 63 Sergio Peña Álvarez este territorio, los cuales se juntaban en Andacollo para la fiesta grande a rendirle homenaje a la Virgen del Rosario. En cuanto a su composición numérica, como en lo relativo a su atuendo o indumentaria. Podemos observar lo siguiente. Con relación al primer punto, constatamos que el número de integrantes de un baile en el primer tercio del siglo XIX y probablemente en los siglos precedentes era de sólo siete individuos como lo indica Domeyko en “Mis Viajes”(1844)y como se puede apreciar en el grabado del atlas de Gay, “titulado Navidad en Andacollo” en 1836. Posteriormente en la segunda mitad del siglo citado y a fines de éste aumenta el número de los integrantes de grupos o comparsas, siendo los conjuntos integrados por 30, 50, o hasta 100 personas, principalmente en aquellos lugares donde existían faenas mineras importantes con gran número de trabajadores como el caso de Panulcillo, Tamaya, Tambillos. Arqueros, la Higuera y otros. Así lo notamos en la fiesta de Andacollo del año 1905 donde acudieron 27 bailes Chinos de todo el entorno de la antigua Provincia de Coquimbo. Congregando a 1400 bailarines. (133) Siendo los más numerosos los de Andacollo, que presidía Laureano Barrera, quienes según la tradición eran considerados descendientes del indio collo, y los menos numerosos el baile de Tambillos que era dirigido por José Reinoso compuesto de 22 individuos. Con relación a su vestimenta o atuendo el traje original de los chinos consistía en una camisa sin cuello de color blanco, un bonete verde o rojo, una faja de lana roja, un culero, pantalones verdosos hasta media pierna, un poncho ocre o azulino con guardas rectas y de calzado ojotas y medias azules o rojas le puede notar en el Atlas del mismo autor, El cuadro titulado la Plaza de Andacollo de Mauricio Rugendas, un grabado del libro Chile Ilustrado y un muñeco de25 cts. que se custodia en el museo histórico regional de la Serena. Probablemente haya sido éste el traje de los antiguos indígenas mitayos que posteriormente adoptaron mestizos, mulatos y otros, que se transformaron en peones de minas, en la época de apogeo de ésta actividad en la región en el siglo XIX Este traje fue vestido por los mineros, durante casi todo el siglo antepasado, así podemos apreciar que en el cuadro la fiesta de Andacollo de Claudio Gay en 1836 el traje de los bailarines chinos no difiere del de otros individuos que observan la procesión. A fines del mismo el traje minero tradicional del norte chico cambia, debido a la ropa manufacturada. Quedando sólo como vestimenta o traje ritual o ceremonial utilizado por los bailes chinos sólo para las fiestas religiosas e incluso para ser enterrados con este cuando el bailarín fallecía siendo miembro del grupo danzante. 64 Andacollo, Historia y tradición religiosa A comienzos del siglo XX, el traje de los bailarines chinos cambia en cuanto a colorido y aparte del blanco inicial, se emplean otros colores para su confección tales como el azul ,el morado, el verde, el ocre, el rosado y el amarillo producto de la oferta de telas industrializadas que llegaba a los campamentos mineros a través de los faltes o comerciantes ambulantes, que recorrían la región. 14. Chinos y turbantes en Andacollo 1901. Coronación de La Virgen, Gentileza de Erasmo Pizarro, Librería Chile Ilustrado. Santiago, Estos detalles se pueden observar en dos obras sobre la fiesta referida del pintor Pedro Subercaseaux, una de ellas “procesión en Andacollo” pintado en la década del 20 y otra “chinos y danzantes en Andacollo”, de la misma época, donde se nota la variedad de coloridos, similar al de los chinos actuales. 65 Sergio Peña Álvarez Además del cambio mencionado, se refinan en cuanto a su ornamentación que se hace más compleja, así tenemos que las camisas de los chinos se han bordado profusamente sus pecheras con hilos de seda y oro con motivos de flores, guirnaldas y alamares. Así también sus pantalones se alargan hasta la pantorrilla y se decoran con bordados y flecos. 15. Procesión en Andacollo. Fray Pedro Subercaseaux. Otro elemento que sufre modificaciones es el bonete que también es decorado profusamente, en tanto que la faja aumenta en tamaño y es ceñida con cordones con borlas doradas; igualmente el culero que de ser un elemento práctico, propio de la faena, que cubría sólo las asentaderas, pasa a ser un elemento decorativo, rodeando casi toda la cintura y alargándose en la parte posterior y es adornado con lentejuelas, policromías y espejos como lo indica el Dr. Galleguillos en su libro “Un viaje por La Serena, Andacollo y Ovalle” editado en 1896, o como se puede apreciar en fotografías de 1901, tomadas con ocasión de la coronación de la Virgen 66 Andacollo, Historia y tradición religiosa 16. Laureano Barrera, Cacique general de los Chinos de Andacollo y ayudante. En 1901. Fotografía Nacional de Francisco Álvarez La Serena. Archivo del Santuario. Con relación a la organización funcional de los bailes que asistían a Andacollo, ponemos como ejemplo el del Baile Tamayino N2 de Francisco Lizardi Monterrey, famoso cacique de los mineros de Tamaya, quien disputara la sucesión al cargo del cacique barrera en 1912 a la muerte de éste. El baile estaba compuesto por un abanderado, cargo que desempeñaba el propio Lizardi, quien además hacía de Alférez, es decir quien versificaba a la Virgen expresando sus promesas y las contingencias de la sociedad que les rodeaba y les solicitaba las gracias y favores. Un tamborero y 18 flauteros que además 67 Sergio Peña Álvarez ejecutaban pasos de danza. Esta composición o formación también en fotografías de bailes chinos de distintas épocas. la podemos observar 17.Baile Chino en plaza de la Iglesia de Andacollo. 1920 foto Codd. La Serena- Archivo del Santuario. 18. Chinos frente a la iglesia 1970.Archivo del Santuario. 68 Andacollo, Historia y tradición religiosa En cuanto a la composición social de los bailes chinos, aunque inicialmente eran trabajadores o peones de minas, con el transcurso del tiempo se integraron a éstos, individuos provenientes de otros sectores productivos aunque siempre de estratos socio económicos medios bajos. Tal como se evidencia en un listado del baile chino Tamayino Nº 2 de comienzos del siglo XX entre los que se encontraban, pequeños comerciantes, empleados, albañiles, mecánicos y otros. (134) Referente a la tradición musical de los chinos en el uso de sus instrumentos musicales el antropólogo y chino, Claudio Mercado en un artículo denominado “permanencia y cambio en Fiestas rituales del Chile central "aparecido en la Revista Valles Nº 1 del Museo de la Ligua, indica que otros antecedentes de las actuales flautas chinas de la zona de Aconcagua- que no difieren mayormente de las de Andacollo- son la pifilkas de la actual zona mapuche, instrumento que presenta las mismas características internas del tubo actual y que fueron construidas de piedra y madera en un periodo contemporáneo a las flautas Aconcagua, instrumento que se mantiene en uso entre los mapuches, siendo muy importante en el ámbito ritual. (135) Creemos que la presencia de dichos instrumentos en la tradición de los chinos de Andacollo, se encuentra en dos hechos el primero de ellos en la presencia en la zona de un ayllu de indios Chiles, trasladados de la zona de Santiago a trabajar en las minas de Combarbalá, en el horizonte inca español y posteriormente reducidos en el pueblo de Sotaquí durante los primeros años del siglo XVII y luego trasladados a las haciendas y minas de sus encomenderos. (136)A este respecto encontramos integrantes de este grupo en Andacollo hacia 1676 año clave en la tradición religiosa de Andacollo y la segunda tiene relación con la presencia de indígenas de la zona de Arauco capturados en la guerra y mediante el servicio personal llevados a trabajar en el lugar, como lo prueba la documentación de la época. (137) En cuanto a la presencia de tambores, el mismo autor señala que los tambores arqueológicos encontrados en el Norte chico de Chile son iguales a los actuales tambores de chino, no sólo por su tamaño, forma, disposición de asa y palillo único para percutir, sino, incluso, en detalle como la cubierta sobre sus ataduras. (138) La manera como se combinan ambos elementos en este tipo de danza puede tal vez explicarse en la convivencia de individuos de las distintas etnias en la vida cotidiana y en la práctica de la supervivencia de sus creencias en el mundo de las encomiendas y las minas. Otro grupo de baile propio del Norte Chico que surge en la época colonial, fue el de Turbantes, que también conoció Domeyko quien los describió de la siguiente manera: “Su atavío es como sigue jubón, pantalón y zapatos blancos, van ceñidos con un enorme echarpe de seda azul o rojo y tocado con un alto bonete cónico con cartón pergeñado con catón dorado o plateado. De la aguda punta del bonete parte un hato de cintas de diversos colores, blancas, escarlatas, celestes y verdes que bajan por 69 Sergio Peña Álvarez los hombros casi hasta las rodillas, se agitan al viento y casi tapan a toda a toda la figura. Además de estas cintas, parte de debajo del bonete un pañuelo, generalmente blanca, de muselina de color claro de seda que esconde una parte del rostro y con el cual contrastan a veces de un modo harto pintoresco el cutis cobrizo y los negros ojos del joven danzante.”(139) 19. Baile de Turbantes en la Fiesta de Andacollo. Atlas Claudio Gay. Posteriormente pasa a describir su coreografía y forma de danza, absolutamente distinta a la de los chinos y más parecida a danzas españolas o criollas de la misma época. “ Los turbantes así ataviados se organizan en filas, cada fila, compuesta de más o menos veinte promeseros, tienen al frente un capitán y dos sub.capitanes. Una vez que han aprendido de como deben marchar, brincando uno tras otro, al ritmo de cascabeles y guitarras, se dirigen a la verbena y allí, tras los últimos ensayos, se preparan en la plaza esperando la primera llamada a misa, Mientras esperan la procesión, desfilan en varias direcciones, cada fila por separado: En esta verbena hubo más de una docena de ellas. Durante la marcha, más bien durante el baile, cada uno de los turbantes sostiene con una mano una pandereta como las que usan las bailarinas españolas, y con la otra un pañuelo blanco.” “Sólo el capitán, comúnmente hombre de bastante edad, acompañado a veces de un nieto o bisnieto vestido igual que los demás. Danza con el sable y tras él los dos sub.-capitanes también lo hacen con los sables alzados (éstos son como facones o grandes cuchillos sin vainas.) En cada fila hay un turbante con guitarra y todos van por parejas, serios enhiestos, brincando al compás sin grandes vaivenes ni pretensiones de tal modo que si se le miran los ojos y no los pies, más parecen rezar 70 Andacollo, Historia y tradición religiosa que danzar. Al pasar frente a la iglesia la fila se detiene a una seña del capitán, dando media vuelta cada mitad conducida por un sub. - capitán y volviéndose al mismo lugar colocándose unos frente a otros.” “Aquí baila primero el viejo capitán con el sable haciendo reverencia a la iglesia; después de él los dos sub. Capitanes con los sables levantados uno frente al otro girando en torno a sí mismo y rindiendo con la espada los honores a la iglesia. A la vez que sus subordinados les acompañan sacudiendo los cascabeles, rasgueando la guitarra y brincando. Luego desfila toda la fila tal como había venido y su lugar lo ocupa otra.”(140) La procedencia de éstos baile, al decir de Domeyko, es de origen distinto a la de los chinos o servidores. Si no más bien esta anclada en una realidad de tipo urbana, vinculada a grupos artesanales de Coquimbo y a gente aún de la clase acomodada de la provincia. Entre los bailes de turbantes el sabio Polaco describe tres agrupaciones de éste. El primero organizado en Coquimbo por un piadoso artesano, el segundo de El Molle en el Valle de Elqui y el tercero, compuesto exclusivamente de labradores y campesinos de lugares alejados de la región. Esto contradice la idea expresada por muchos autores con relación a un baile único organizado a instancias del obispo y que los grupos no eran exclusivamente urbanos. , Sin embargo nunca fueron más de tres, como lo podemos apreciar en otros documentos de fines del siglo XIX, de comienzos y mediados del siglo XX y por observaciones propias a fines del mismo siglo y comienzos del presente. El tercer grupo de bailarines tradicionales y propios del Norte Chico, lo constituyen los Danzantes, que según varios autores aparecen en 1798 en la hacienda de Cutún en las cercanías de La Serena. , Que por aquella época pertenecía al vecino serenense Francisco de Rojas (141) y no a la Marquesa de Guana como se ha venido repitiendo erróneamente por varios investigadores cuando se refieren al lugar donde apareció este baile. Los danzantes vestían con traje blanco, una banda terciada de color azul o celeste y el morrión o bonete del mismo tono, en lugar de cucurucho o bonete llevaban un morrión cilíndrico, adornado con lentejuelas monedas, medallas y cruces, como también de perlas falsas, lentejuelas y mostacillas Bailaban en parejas y mientras lo hacían tocaban sus instrumentos y cantaban. El Padre Félix Cepeda, en la crónica parroquial de Sotaquí, antes citada, al referirse al baile de ellos decía que era mucho más animado que el de los otros grupos demostrando gran ligereza de pies. Agregaba el sacerdote que generalmente cantaban unos versos y después salían con banderas a danzar de un modo admirable. (142) En efecto, en un documento que se encuentra en el archivo parroquial de Sotaquí, nos da cuenta de la estructura funcional del Baile de Danzante 71 Sergio Peña Álvarez tamayino Nº 2 que permitía los desplazamientos y coreografías arriba indicadas. Esta agrupación acudía constantemente a la fiesta de Andacollo, como lo demuestran algunas listas aparecidas en la revista del santuario con el orden y la denominación de cada grupo. (143) Este baile estaba compuesto por un primer abanderado o alférez que era el dueño del baile, tres abanderados secundarios, una porta estandarte, dos abanderados de sombra, un acordeonista, dos guitarrista, dos piteros y nueve danzantes. Una fotografía de 1901, tomada con ocasión de la coronación de la Virgen, nos muestra un grupo de danzantes, al lado de un grupo de Chinos, allí se puede apreciar su indumentaria e instrumentos musicales, esta apreciación visual corrobra el documento escrito citado anteriormente. Y permite establecer las diferencias de atuendos entre estas agrupaciones de bailes religiosos, que con algunas variantes, principalmente en el traje de los chinos es la que conservan hasta el día de hoy. En cuanto a su composición social estos pertenecían a los estratos más bajas de la sociedad perteneciendo a ellos individuos provenientes del proletariado urbano y de grupos de campesinos y pequeños agricultores. 20. Danzantes frente al atrio del templo grande. Archivo del Santuario Aunque los bailes ya mencionados corresponden a los tradicionales del Norte Chico y los chinos alcanzan hasta la zona de Aconcagua y los alrededores de Santiago, no es menos cierto que otros grupos formados bajo otras denominaciones y 72 Andacollo, Historia y tradición religiosa modalidades de danzas aparecieron posteriormente y se integraron a la devoción y culto de la Virgen de Andacollo. Estos bailes de instrumento grueso como se les denomina entre los que se cuentan chunchos, llameros, cuyacas, pieles rojas, mapuches, apaches, árabes, gitanos, también tienen como finalidad expresar gratitud a la virgen a través de la danza y cumplir e este modo alguna promesa. A este respecto nos cuenta la señora Isabel Pérez, presidenta zonal de los Bailes de Andacollo y jefa del baile chuncho Andacollino: “Yo formé este baile en el Norte Grande, en la ciudad de Chuquicamata donde residía, en el año 1969 a raíz de una promesa que le hice a la Santísima Virgen de Andacollo, en gratitud de haberme alentado a una de mis hijas que tenía en aquel entonces cuatro años y estaba desahuciada.”(144) Ella nos comenta que los integrantes de su baile en un comienzo fueron andacollinos residentes en Chuquicamata que acudían todos los años a Andacollo, nos recalca que para entrar en el baile debe haber una promesa y en el caso de menores estos deben ser respaldados por sus padres quienes ofrece a su hijo como bailarín. Estos bailes de instrumento grueso como el que ella fundó y preside, no tienen alférez ni es requisito tenerlo como en el caso de los chinos, pero si alguno del grupo quiere recitar sus décimas a la virgen del Rosario, puede hacerlo sin ningún problema. Los bailes de instrumento o percusión gruesa tienen su origen en la fiesta de la Tirana en la región de Tarapacá. Sus vestimentas son muy variadas y corresponden a disfraces mucho de ellos tomado de películas sobre el oeste norteamericano. Los bailarines llevan en sus manos lanzas, hachas, pañuelos, pandereta, banderines, etc., utilizados para dar más colorido y vistosidad a la danza. Estos se han popularizado principalmente en las áreas urbanas de la región de Coquimbo y en muchos casos están asociados a personas que estuvieron vinculadas a la actividad minera del cobre o del salitre, en aquellos lugares. Actualmente funcionan en Andacollo siete bailes religiosos, que preside la señora Isabel Pérez ya mencionada, esto indica que actualmente hay una apertura a que otros integrantes de estos grupos de bailes que ya no son los chinos tradicionales, n los danzantes ni turbantes, puedan presidir esta agrupación local de los bailes de Andacollo, donde los chinos no tranzan es en la mantención del cacicazgo de la fiesta que lo considera una herencia tradicional que lo remonta a los orígenes del culto a la Virgen del Rosario. Los bailes actuales que existen en Andacollo son siete entre los que se cuentan el de Chinos Nº 1 o Barrera, el Chino N 8 el de Danza Nº 3, de Danza Nº 13 y tres de instrumento grueso entre los que se cuentan Chuncho andacollino, hijos de Andacollo y Juan Pablo I. Estos participan en todas las fiestas patronales del ámbito de la parroquia y algunos acuden fuera de ella a las fiestas de l Niño Dios de 73 Sergio Peña Álvarez Sotaquí, de la Virgen del Rosario de Guayacán en Coquimbo y aún de la Virgen de la Piedra en Combarbalá . Parte importante en el desarrollo de las actividades religiosas y como escenarios de la fiesta los constituyen los dos templos que existen en el santuario. Los Templos de Andacollo Andacollo es la única ciudad de Chile que cuenta con dos templos principales frente a su plaza de armas, notable hecho que la da una fisonomía propia y un singular encanto. 21.Fotografía de la Plaza de Andacollo a comienzos del siglo XX. Fotografía de E. Lorenzo. Cmf. En Archivo Mayor Claretiano. Gentileza de Jacinto Semir, El primero de ellos data de la época colonial y según la tradición fue levantada donde se produjo el hallazgo de la imagen de la virgen. Fue construido entre 1776 y 1789, según el sacerdote claretiano Principio Albas, por orden del obispo Alday, y terminada a expensa de la donación generosa de recursos de parte de un afortunado minero llamado Isidoro Callejas quien encontró una veta de plata que 74 Andacollo, Historia y tradición religiosa le produjo una gran riqueza y como era devoto de la virgen aportó terminación del templo. (145) para la Dos cuadros del primer tercio del siglo XIX dan cuenta como era el edificio en aquella época. El primero de Mauricio Rugendas. Pintor bávaro que se transformó en un verdadero etnógrafo a través de sus pinturas por Chile y otros lugares del América (Perú, México y Brasil). Nos muestra la fisonomía del templo de Andacollo, presidiendo su plaza, donde se encuentran habitantes del asiento minero, entre ellos algunos apires, mujeres saliendo de la iglesia, arrieros y hasta el infaltable perro. Con relación a la arquitectura de éste podemos observar un templo de compacta estructura, separado de edificaciones contiguas donde se aprecia su longitud, que según algunos autores era de 40 varas de largo, su techo de teja y su frontis en forma triangular flanqueado por dos torres, proporcionadas a su estructura. Que terminan en cúpulas de media cebolla pintadas en azul, que contrastan con el blanco de la iglesia pintada a la cal y con el ocre del paisaje circundante. Se pueden distinguir también los contrafuertes que afianzan la estructura central del Templo. Parecido es el grabado que figura en el atlas de Claudio Gay, pero con la diferencia es que este ultimo estiliza un poco más las torres y las alarga. En cuanto a la decoración, en su volumen externo, el historiador Gabriel Guarda en su libro “El Arquitecto de la Moneda Joaquín Toesca 1752-1799, una imagen del Imperio Español en América” señala que las iglesias exhibieron fachadas ataviadas con repertorios usados por el barroco en otros lugares del continente, aunque igualmente sin la fuerza que en Lima, el Cuzco o Potosí, constituyendo siempre las portadas el motivo de mayor interés. Mientras San Francisco o Santo Domingo de La Serena, La Compañía en la misma ciudad, la Iglesia Menor de Andacollo ilustran en escala menor las sutiles diferencias del barroco local. (146) Esta fisonomía externa sufrió transformaciones cuando en 1855, se le cambian los tambores superiores de las torres y se fortificaron sus murallas, posteriormente al cuerpo de la iglesia se le adosó una construcción que era la conventual y que subsiste hasta hoy día. Asimismo la fachada del templo sufre transformaciones, pues se recubrió la piedra de la fachada con un estuco de cemento a principios del siglo XX, cambiando la luminosidad de la piedra caliza encalada, por el color gris del material antes citado. Las torres y la fachada sufrieron daños es4rutruales durante le terremoto de octubre de 1997 y el templo esta dentro de una lista de iglesias patrimoniales del norte chico que esperan por su restauración 75 Sergio Peña Álvarez 22.Frontis de la Iglesia de Andacollo en la primera década del siglo XX. Foto Cood. La Serena. La descripción arquitectónica más antigua del interior del templo se encuentra en el archivo parroquial en un inventario de 1822 que indica: La iglesia tiene cincuenta varas de largo y siete y media de ancho con cincuenta y ocho tijerales y bien entablada y enladrillada. Tres puertas grandes, una principal y dos laterales Cuatro ventanas de madera con sus piezas de fiero. Un púlpito nuevo y aseado un coro bien adecuado con dos órganos y tres altares nuevos, el mayor, el de San José y el del Carmen. (147) Ésta es corroborada, mediante una antigua fotografía publicada en la revista “Estrella de Andacollo” en el año 1905 donde podemos ver el interior de la antigua iglesia. El cielo de artesón con una carpintería de par y nudillo, propia del estilo mudéjar, trasplantado de la región de Andalucía, que nos remite a la manera como se construían los templos en el reino de Chile y en la región del norte chico durante el siglo XVIII, detalle que podemos encontrar en la iglesia de Mincha, en la sacristía del convento del San Francisco de la Serena, en el cielo de la Iglesia de Barraza, y en la capilla de la estancia de Limarí. En los muros se observa una decoración marmórea muy en boga en la segunda mitad del siglo XIX, que consistía en recubrir las paredes con sucesivas capas de yeso para luego pintarlas con un decorado imitación mármol. las ventanas rectangulares, dos altares laterales y dos puertas a los costados Su única nave sufrió reformas entre los años 1925- 1926, cuando, se abrió una capilla al lado del evangelio, comunicada con un arco con el presbiterio. En 76 Andacollo, Historia y tradición religiosa el cuerpo central de la iglesia, se sustituyeron las ventanas rectangulares, por otras en forma de arco, que fueron adornadas con artísticos vitrales, El cielo fue recubierto siguiendo el mismo orden del antiguo, se sustituyó la pintura de las murallas por pilastras estriadas coronadas de capiteles de orden corintio y cornisas del mismo estilo. Se eliminaron las puertas laterales, donde se construyeron dos pequeñas capillitas circulares donde se colocaron los altares que estaban en el cuerpo de la Iglesia, generando de esta manera mayor amplitud en la nave central. El piso de esta también sufrió transformaciones, pues se sustituyó el antiguo de madera por otro de elegante y fino mosaico. (148) 23 Foto postal. Interior del templo antiguo de Andacollo 1929. Archivo del autor. Años más tarde, en 1933, se construyó en la parte posterior, detrás del altar mayor , contigua al antiguo camarín de la Virgen, edificado en 1903, una capilla denominada del indio, pues según la tradición había sido el espacio que ocupaba la diminuta capilla donde se veneró a la imagen primitiva hallada por el indio collo, según el Padre Principio Albas se confirmó aquella ya que al excavar loa cimientos para la nueva capilla que se proyectaba, se encontraron cimientos antiguos y gran número de huesos de cadáveres que testimoniaban que aquel fue un recinto sagrado de aquellos tiempos en que las iglesia eran sepulcros de los fieles. (149) El propio Principio Albas en su historia de Andacollo cita al padre Blas Hernández quien mandó a edificar dicha capilla quien entrega detalles de ésta: 77 Sergio Peña Álvarez “En la edificación de esta capillita, se ha guardado en lo posible el imitar la sencillez de la primitiva; Sus dimensiones son doce metros de largo, contando la gran escalera del nuevo camarín, que también s cual ha servido para las distribuciones solemnes, así de esta capilla como del vecino camarín; tiene además, siete metros de ancho por otro tanto de alto. El techo se ha formado al estilo de las antiguas capillas con entablado encima de los tijerales.”(15O) En este lugar funciona desde hace muchos años atrás, parte de una sala de recuerdos de la Virgen, donde se exhiben los más variados objetos que la gente han llevado producto de su devoción, sean como pago a alguna manda o favor recibido o como testimonio de su profunda fe y aprecio a la Virgen. Contigua a la capilla se encuentra el camarín de la virgen, que es la sala donde antiguamente se le cambiaba los trajes y se le adornaba para la procesión, en la actualidad es una capilla que fue construida con gran lujo por los claretianos a partir de 1903 y modificada substancialmente en el año 1938, donde se le alhajó con pinturas murales y sus paredes se recubrieron con mármol negro extraídos de canteras del valle del Elqui. En este camarín escuchó misa el Presidente Patricio Aylwin en 1993, cuando visitó el santuario y luego el Presiente Eduardo Frei. Y es uno de los lugares más visitados por los peregrinos, visitantes y gente que acude al lugar. Las transformaciones del templo chico han culminado recientemente en la década del 90 del siglo pasado con la habilitación de dos salas de recuerdos gráficos de la fiesta de Andacollo y la habilitación de una biblioteca mariana, ampliamente consultada por investigadores, periodistas y documentalistas. Es en éste recinto sagrado, donde la imagen de la Virgen del Rosario pasa la mayor parte del año, sacándosele de allí en dos ocasiones, durante la fiesta Chica o del pueblo y durante la fiesta Grande. Y sólo una vez fuera de Andacollo en el año 1987, a Peñuelas con ocasión de la visita del Santo Padre a Chile. De la cual en otro lugar hablaremos y de lo que esto significó par los andacollinos. El segundo de los templos, que existe en la ciudad es el denominado templo grande al referirse a sus colosales proporciones, o nuevo tomando en cuenta la fecha en fue construido (1863-1893) . Si bien ambos templos tienen relación en cuanto a la calidad de su construcción con la devoción a la Virgen, pues no se explica como en un lugar apartado del corregimiento de Coquimbo se hubiera edificado una Iglesia que nada tenía que envidiarle a las mejores construidas en la Serena en dicha época, es sin embargo el segundo quien da cuenta ya de la magnitud de la fiesta y la devoción a la Virgen de Andacollo en la medianía del siglo XIX. 78 Andacollo, Historia y tradición religiosa El Templo Nuevo El año 1873 el obispo de la Serena, José Manuel Orrego Pizarro, ordena por decreto eclesiástico la erección de un nuevo templo en honor a la virgen del Rosario de Andacollo, en el costado norte de la plaza. 24. Templo grande de Andacollo. Foto postal 1920. Archivo del Santuario. Los planos fueron confeccionados por el arquitecto italiano, radicado en Chile, Eusebio Celli,, quien además diseñó otros grandes edificios en el país entre los que se cuenta el Palacio Errázuriz en la Alameda de Santiago. La construcción estuvo a cargo del señor Roberto Parker quien también se ocupó por la misma fecha de construir el templo parroquial de Sotaquí donde se venera al Niño Dios y que también es otro de los Santuarios de la Región de Coquimbo. Como contraparte eclesiástica en la vigilancia de la construcción, el obispado puso al Pbro. David Díaz y al mayordomo de la cofradía de Andacollo. Se empleó cemento romano para la consolidación de la base, teniendo ocho metros de profundidad los cimientos, y para la armazón del edificio se utilizaron enormes vigas de pino de oregón traídas a lomo de mula desde el puerto de 79 Sergio Peña Álvarez Coquimbo, a donde llegaban provenientes desde norte América. Todo el exterior fue recubierto de hojalata posteriormente pintada. (151) Delante del templo se encuentra el enorme atrio donde los bailes religiosos homenajean a la virgen y detrás de éste una planicie cercada, que cuenta con algunos árboles donde se hospedan los peregrinos. Mide setenta metros de largo por treinta de ancho, con tres naves, crucero y cúpula, más dos estrechas bandas laterales que hacen el efecto de otras dos naves, todo de estilo romano Bizantino. Sobre las bandas laterales recorren interiormente todo el perímetro de los muros una serie de galerías flotantes y por fuera rodea el edificio un majestuosos pórtico con escalinata, todo pavimentado con grandes losas graníticas. La altura de la bóveda central alcanza exteriormente los cuarenta y cinco metros. Sobre la entrada de las naves laterales se elevan dos torres gemelas que con las otras dos torres y cúpulas de la iglesia antigua ofrecen un soberbio golpe de vista al peregrino. (152) + 25. fotografía interior del templo grande. 1910. Archivo del Santuario. En este templo se realizan las principales celebraciones durante la fiesta de diciembre, que son término de la novena, las misas de los días 25.26 y 27 Y la misa pontifical realizada el Obispo de la Serena y concelebrada de por los sacerdotes de la diócesisEs a este lugar al que acuden en gran cantidad los peregrinos durante la fiesta, donde tienen gran relevancia las principales manifestaciones de religiosidad popular tales como el pago de mandas o promesas de las más variadas especies, 80 Andacollo, Historia y tradición religiosa siendo tal vez la más practicada el arrastre de rodillas portando velas, entonando cánticos sagrados y rezando desde la entrada del templo hasta el sitial donde esta colocada provisoriamente la Virgen. También es aquí en el atrio del templo donde los bailes religiosos en forma alternada manifiestan su amor y gratitud por la Virgen, mediante el baile desenfrenado durante todos esos días hasta el momento en que es sacada en procesión, Aquí también los alféreces de los bailes entonaban sentidos versos de salutación y despedida de la virgen. El entorno inmediato del templo, esta plantado con árboles frondosos que proporcionan sombra y frescor a los peregrinos, en un ambiente árido escaso de vegetación y donde el sol del verano calienta incesantemente, Este fue plantado por los claretianos a comienzos de siglo XX en los primeros años de su arribo a Andacollo. 26. Panorámica de Andacollo. 1916. Fotografía de Eugenio Lorenzo (E. Lorz) cmf. Archivo del Santuario. 81 Sergio Peña Álvarez Los Claretianos 27. San Antonio María Claret Asociados a la historia del Santuario de Andacollo en los últimos cien años se encuentra la congregación de los misioneros del Corazón de María. Congregación española que había sido fundada en 1850 por el Obispo Antonio María Claret, que habían llegado a Chile en 1870 y se instalaron en la Diócesis de la Serena, siendo Obispo de ésta Monseñor José Manuel Orrego Pizarro, el 19 de noviembre de 1873, con el objeto de cooperarle en su tarea pastoral, la jurisdicción que él administraba era muy extensa y comprendía desde el Paposo por el Norte, hasta el valle del Choapa(153) Eran 14.000 Kms2. Con una geografía accidentada, malos caminos, dispersión de población,, y solo 18 parroquias de atendidas por un clero de regular formación y tres comunidades de religiosos que sobrevivan en conventos viejos, nos referimos a los franciscanos, dominicos y agustinos, éstos últimos circunscribían su acción pastoral a la Serena. (154) Los claretianos van a dar un verdadero impulso a las tareas apostólicas en la Diócesis. Ellos recorren cada uno de sus curatos llevando la palabra de Dios, imponiendo los sacramentos, el catecismo permanente e instaurando devociones 82 Andacollo, Historia y tradición religiosa propias que van arraigar muy pronto en el pueblo, tales como la de San Judas Tadeo y la del Corazón de María.(155) En muchas de estas correrías apostólicas se van a encontrar con obstáculos e intransigencias, especialmente después de la Guerra Civil de 1891, pues algunos párrocos adictos al nuevo gobierno, lo miraban con recelo, por haber sido leales colaboradores del obispo Fontecilla, tildado de balmacedista y otorgado asistencia espiritual a las tropas del gobierno depuesto en La Serena y Ovalle respectivamente. (156) A lo cual debemos sumarle la actitud de un sector emergente vinculado al aparato del Estado, a las profesiones liberales y a la masonería, quienes se burlaban de todo lo que fuera sagrado u oliera a religión. Por ejemplo un célebre anticlerical, el médico Juan Serapio Lois, que hacía clases en el Liceo de Copiapó, remedando a los curas, les preguntaba a sus alumnos en tono de chanza: ¿Cuáles son los enemigos del hombre? A lo que el niño debía contestarle”Tres; el mundo, la carne y los frailes”(157) También debieron competir con un obstinado predicador metodista, el ex jesuita valenciano, Juan Canut de Bon quien recorría los valles del Norte Chico, buscando adeptos y disputándole terreno palmo a palmo a los padres misioneros. Poco a poco, los claretianos fueron ganando espacio y abriendo casa misionales en la Diócesis. Luego de fundada la primera en 1873, en al Serena, se le sumó la de Andacollo en 1900, Coquimbo en 1903 y finalmente Ovalle en 1907.(158) Uno de los agentes principales en esta labor religiosa fue el notable misionero, Mariano Avellana Lasierra, declarado venerable por el Papa Juan Pablo II en 1989. Este sacerdote recorrió aldeas, caseríos,, campamentos mineros, caletas, haciendas, pueblo y ciudades: En estas últimas cárceles y hospitales, llevando consuelo al afligido, aliento al presidiario y esperanza al enfermo. (159) Dentro de los lugares visitados en su apostolado estuvo Andacollo donde misionó entre1888 y 1893 al igual que otros misioneros claretianos que predicaban por esos lugares y además asistían en vísperas de navidad a la fiesta de Andacollo entre los años 1873-1900 y ayudaban al párroco en el desarrollo de la novena y en la administración de bautismos, confesiones y comuniones y aún de matrimonios cando estos se producían. Esta presencia misionera en la Diócesis y en la parroquia de Andacollo que como hemos visto era mucho más extensa que al presente hizo pensar al Obispo Fontecilla, en ellos para secundar al párroco de Andacollo y colaborar como capellanes del Santuario de la Virgen del Rosario. De tal modo que en visita a Roma en 1899 con ocasión del Concilio Plenario americano, le pidió al superior General de los claretianos la colaboración para poner un grupo de religiosos de la Congregación en Andacollo, para los fines anteriormente dicho. Luego de algunos problemas iniciales, la superioridad de la congregación accedió a la petición del 83 Sergio Peña Álvarez prelado y el 14 de marzo de 1900 arribaban al santuario un grupo de seis misioneros claretianos. (160) La primeras labor de éstos fue construir una casa conventual, que se realizó en el costado sur de la iglesia, con amplios patios interiores, rodeadas de corredores, con el objeto de estar preparado para la coronación canónica de la Virgen y poder recibir dignamente a los Obispos invitados y al numeroso clero que se esperaba para la ocasión, sin embargo debido al atraso de la confección de la corona, éste acontecimiento debió postergarse un año. En efecto el 26 de Diciembre del año 1901 se celebraba la Coronación canónica de la Virgen de Andacollo y al lugar arribaban cerca de 50.000 peregrinos, y se congregaban chinos, danzantes y turbantes, como también religiosos de varias congregaciones y órdenes de la Diócesis. Principio Albas, historiador del Santuario, nos cuenta que al lugar subieron dominicos, franciscanos, jesuitas, agustinos, salesianos, asuncionistas, como además se puede apreciar en una vieja fotografía de esa época que se incluye en este trabajo. 28 obispos y clero invitados a la coronación de la Virgen de Andacollo 1901. Fotografía Nacional. Francisco Álvarez. La Serena. Museo Parroquial de Barraza. IV región de Chile. 84 Andacollo, Historia y tradición religiosa Al respecto queremos agregar que con ocasión de ese acontecimiento, se tomaron fotografías de varios aspectos de la fiesta entre ellas de los bailes religiosos, y de sus dirigentes, en ella se pueden apreciar al cacique Laureano Barrera, vestido de gala para la ocasión y diversos grupos y compañías danzantes. Asimismo de los peregrinos y visitantes que acudían al lugar. Estas fotografías y otras que tomaron algunos claretianos, entre los que destacó el hermano Eugenio Lorenzo (E. Lorz), interesados en el carácter popular del santuario, muchas de ellas publicadas en la Revista la Estrella de Andacollo, y en otras publicaciones claretianas, son en la actualidad un verdadero testimonio, antropológico e histórico de la fiesta de Andacollo durante el siglo XX 29 Clero y Chinos en Andacollo con ocasión de la coronación de la Virgen en 1901. Fotografía Nacional de Francisco Álvarez. La Serena. Archivo del Santuario. Pasados los ecos de la celebración el obispo, les encomendó en 1903, que además del santuario se hicieran cargo de la atención de la parroquia que ese mismo año perdía parte de su territorio jurisdiccional inserto en el valle del río Hurtado, al crearse la parroquia de San Francisco de Recoleta. Empero el territorio que conservaron era bastante grade y muy distantes los caseríos y villorrios entre sí, no obstante desplegaron una laboriosa tarea, pues el número de sacerdotes del lugar no 85 Sergio Peña Álvarez bajaba de tres que se repartían las labores pastorales con la valiosa cooperación de los hermanos seglares, misionando de acuerdo a su carisma apostólico por los confines más remotos de la parroquia. Para poder realizar misas e impartir los sacramentos, crearon algunos oratorios en lugares donde no los había o estaban deteriorados, así edificaron uno bajo la advocación de san Antonio en Maitencillo en 1905 y en 1907 se habilita otro en el lugar denominado Corral Quemado. (161) Dos años más tarde en 1909 construyeron un oratorio parroquial en el mineral de Tambillos, la segunda población en importancia de la parroquia, por su cantidad de habitantes. Además levantaron una capilla en Caldera en 1911 y al anexionarse la estancia del Peñón a al parroquia de Andacollo crearon una capilla en las afueras del poblado, que luego por diversos problemas de seguridad del inmueble, fue trasladado al interior del pueblo. (162) En la década de 1931 con el aumento de la población de Andacollo producto de la afluencia de obreros y familias pampinas, abrieron una capilla en Churrumata. Asimismo continuaron con las labores de atención del santuario, para este efecto, fueron paulatinamente adquiriendo inmuebles y propiedades cercanas al templo parroquial, destinadas a la atención de los peregrinos a l santuario, como además para lasa actividades propias de la cofradía de la virgen de Andacollo. También se encargaron de ampliar los espacios al interior del templo como de su ornamentación y modernización. Los cordimarianos, además de preocuparse de las labores propias de la Parroquia y de la celebración de la fiesta, se encargaron de promover actividades artísticas y culturales en el poblado, tales como la instalación de un teatro, la creación de una centro católico de Andacollo y de una importante labor de propaganda del santuario mariano, para ello idearon a la revista “La Estrella de Andacollo” revista apologetica y de propaganda de la congregación y duró hasta 1911, cuando cambió de carácter y pasó a transformarse a partir de esa fecha en revista general de la congregación con el nombre de Inmaculado Corazón de María. Continuadora de la revista Estrella de Andacollo fue otra publicación denominada Nuestra Señora de Andacollo que comenzó el 1 de septiembre de 1928 (163) En ella se publicaron además de artículos referente a las fiestas y otros de actualidad, necrologías de benefactores y amigos de la congregación, romerías, poemas religiosos y principalmente testimonios de devotos y peregrinos de la virgen de Andacollo, Todo esto acompañado de fotografías, dibujos y viñetas. 86 Andacollo, Historia y tradición religiosa Otro elemento propagandístico de gran importancia, que fue una característica de la congregación fue a partir de 1935 con la creación de los talleres o litografías Claret, la representación de múltiples imágenes o estampas religiosas con santos de las más diversas advocaciones. Desde El Santuario de Andacollo mandaban hacer a Santiago, cientos de miles estampas con la imagen de la Virgen de Andacollo, que se entregaban en la oficina parroquial, como recuerdo a los peregrinos, luego del pago de sus mandas, dichas imágenes se constituían en preciados tesoros del pueblo devoto que en sus viviendas modestas, principalmente en los dormitorios, las colocaban, formando de esta manera verdaderos altares domésticos y multiplicando de esta manera la devoción a la virgen del rosario y popularizando su santuario. Allí además s e imprimían los novenarios que acompañaban la meditación de los fieles y peregrinos durante la novena que precedía ambas fiestas. Además de la acción pastoral y la preocupación por la cultura, también intervinieron activamente y con gran dedicación en la actividad de promoción social y humana de los habitantes de Andacollo, principalmente en aquellos años de crisis económica, Fuera en la época de la gran depresión a cuando abrió un poder comprador de oro para nivelar los precios con relación a aquellos compradores inescrupulosos que se instalaron para la ocasión en el pueblo y fomentó la organización cooperativa de los pequeños mineros, o posteriormente en otros periodos de crisis cíclica que vive el lugar. Así tenemos que en la década del 80, se creó una fundación llamada “antacari” destinada a fomentar una artesanía propia. Idea que fue replicada a posteriormente por intermedio de la fundación Emaus en el taller del mismo nombre donde el ex minero José Véliz actual artesano, fabrica imágenes de la Virgen del Rosario y de otras advocaciones tales como la del padre Pío recientemente elevado a los altares y compite de igual a igual con santeros venidos de otras partes y aún desde el Perú. En estos ciento dos años de presencia de los cordimarianos den Andacollo, han dejado una huella profunda y sembrado una semilla espiritual que ha dejado sus frutos Así tenemos que en el año 1974 se ordenaron sacerdotes los andacollinos Haroldo Zepeda Urquieta, posteriormente rector del santuario y Eduardo Huerta y catorce años más tarde, en 1988, Fernando Vega Cortés y Claudio Vicencio Velásquez que trabajan en otras casas misionales de la congregación. (164) A los cordimarianos les tocó organizar y presidir en el santuario algunos grandes acontecimientos religiosos entre ellos las Coronación de la Virgen de Andacollo en 1901, la fiesta de Consagración del templo grande como basílica menor en 1998, el centenario de la instalación de la congregación en Andacollo en 87 Sergio Peña Álvarez 2000 y la segunda coronación en el año 2001. pero sin duda la labor más significativa fue la preparación de la comunidad católica y la dirección del peregrinaje religioso de los andacollinos al encuentro de religiosidad popular con El santo Padre en Peñuelas en abril de 1987. Visita de la Virgen de Andacollo a encuentro de Religiosidad Popular Con ocasión de la visita del Santo Padre a la región en el año 1987, se congregaron en la Serena, en el recinto de Peñuelas tres mil quinientos cultores de religiosidad popular venidos de distintos lugares del país, que quisieron testimoniar su afecto al Santo Padre. La víspera de la llegada de su Santidad, anunciaba un periódico local se realizará una vigilia que se iniciará con el arribo de la Virgen de Andacollo cuya imagen presidirá la ceremonia con el Supremo Pontífice. De este modo el día cuatro de abril de 1987, a las 10 horas arribaba la procesión acompañada de los mineros de Andacollo. Previa visita de la Virgen a Peñuelas se realizó una gran misión preparatoria, que dividió la parroquia de Andacollo en varios sectores entre los que se consideraron: Matadero, Casuto, Barrio Martínez, Las Catanas, Barrio Central, Bellavista, Población de Curque, Churrumata y Chepiquilla. Entre los misioneros participaron ocho laicos de la ciudad de Arica, siete de Santiago y el resto de las parroquias de La Serena y Coquimbo. La Virgen de Andacollo en toda su majestuosidad presidió el encuentro en el cual la comunidad católica de dos regiones se encontraba con el vicario de Cristo en el recinto del hipódromo de Peñuelas “ Cerca de un millar de personas se han inscrito en la Municipalidad de Andacollo para participar en la caravana que acompañará el sábado cuatro a la virgen de Andacollo a su encuentro con el Papa, el sábado 4 de abril” indicaba el diario el Día de la Serena en una crónica especial sobre el suceso. Indicando además que era este él en el primer Viaje de la Virgen del Rosario fuera de su residencia habitual en el Santuario.” (165) En la organización civil del peregrinaje le cupo un papel destacado, a la Ilustre Municipalidad e Andacollo, encabezada en aquel tiempo por la Señora Marcelina Cortés Gallardo, entidad que realizó toda una campaña de motivación mediante carteles y pasacalles, como además proyecciones de videos y audiciones especiales en la plaza Videla Asimismo el departamento de Educación dio las 88 Andacollo, Historia y tradición religiosa facilidades del caso para que los alumnos de todos los establecimientos municipalizados tanto urbanos como rurales, para que asistieran a la Iglesia m parroquial a recibir charlas entregadas por sacerdotes y seminaristas acerca del significado de la visita del santo Padre. (166) En tanto los profesores de las escuelas municipalizadas eligieron el primero de abril como el día de la paz y el amor y cada establecimiento ofreció onces a los ancianos y minusválidos. Y llevaron obsequios y mensajes de los alumnos a los enfermos del Hospital local. También la Ilustre Municipalidad adquirió un Minibús que sirvió para trasladar la imagen de la Virgen de Andacollo al encuentro de religiosidad Popular, este vehículo fue empleado posteriormente en el traslado de la imagen de la virgen hasta el encuentro de religiosidad con el Papa Juan Pablo II. Por otro lado los bailes religiosos de la localidad el tradicional chino Nº 8 y el baile de Chinos N 29 más otro con el nombre de Juan Pablo II, bajaron hasta la costa en cantidad de 180 personas con el fin de bailar incansablemente en la vigilia durante toda la noche ante la imagen de su Chinita. (167) El Papa fue recibido por las autoridades y la jerarquía eclesiástica en el aeropuerto de la Florida de La ciudad de La Serena. El domingo 5 de abril de 1987. Posteriormente inició un recorrido por la ciudad, en un vehículo descubierto preparado para la ocasión, para dirigirse a Peñuelas. En la calles de la ciudad, miles de personas observaban su paso saludándolo con pañuelos y vivas efusivamente. Al llegar a Peñuelas, relata Monseñor Bernardino Piñera. Testigo de la visita “El colorido de la muchedumbre, el estruendo de los bailes religiosos, el entusiasmo frenético de la muchedumbre lo impresionaron vivamente, continua el Prelado “Yo que lo había acompañado en Punta Arenas, en Puerto Montt, en Concepción y en Temuco puedo atestiguar que el encuentro de la Serena fue el más alegre el más bullicioso, el más entusiasta.. Aquí era todo color, sonido, algazara”(168) El tema del encuentro de Peñuelas fue “María y la Religiosidad Popular, razón por la cual estaba presidiendo la imagen de la Virgen de Andacollo y otra que se veneran en los diversos pueblos de la región. Al llegar al recinto del hipódromo, el Santo Padre recorrió las calles del recinto, saludado y bendiciendo a los enfermos subiendo luego al estrado que hacía las veces de un gran altar al aire libre. Posteriormente recibió el saludo de un chino danzante en décimas, dándole las gracias a Dios por su visita. Posteriormente termina su versificación cuando el Santo padre inició una oración a la Virgen de Andacollo. 89 Sergio Peña Álvarez Al respecto Monseñor Piñera nos cuenta: “Recuerdo un detalle que me emocionó. Cuando el Santo padre estaba arrodillado delante de la imagen venerable de Nuestra Señora del Rosario de Andacollo-que por primera vez dejaba el cerro donde tienen su sede para bajar al encuentro del santo padre-, lo vimos rezar en voz baja. Yo alcancé por estar arrodillado muy cerca de él, a escuchar algo de lo de lo que le decía y pude darme cuenta que le hablaba tiernamente en el idioma polaco, el idioma de su infancia, el lenguaje de su oración más íntima”(169) . A continuación, el Arzobispo Bernardino Piñera, lo recibe con un discurso refiriéndose a la religiosidad popular y a la importancia de la fe, vivida, bailada y cantada. Luego en el acto o penitencial la comunidad serenense y regional pidió por sus pecados. Más adelante en la mitad de la celebración, el Papa en su homilía se refirió a la piedad popular como conducente e a la piedad litúrgica e indicó que ello significa participar en la vida común de la iglesia. Las peticiones estuvieron a cargo de una religiosa de Illapel, un sacerdote de la serena, un minero de Choapa, un chino danzante de Coquimbo y un cuasimodista de la zona central. 30. Encuentro de Religiosidad Popular. Peñuelas 1987 Entre los regalos que los trabajadores mineros y agricultores de la región, hermanados por una común historia de devoción a la Chinita de la Montaña, hicieron a su Santidad se encontraban un anillo de oro confeccionado en Andacollo con la imagen de la Virgen y una cruz pectoral de combarbalita gris. En tanto que los mineros de la III región, le entregaron una réplica en cobre de una típica lámpara minera, que usaban antaño en sus faenas y una escultura abstracta en cobre fundido. 90 Andacollo, Historia y tradición religiosa Además de estos presentes obsequiados por los mineros. Los bailes religiosos de la Arquidiócesis de La Serena entregaron al Santo Padre por intermedio de su asesora, la hermana Blanca Florida, un álbum de fotografías de los diferentes grupos danzantes del Norte Chico. A su vez los cantores a lo divino que habían sido invitados a la ceremonia, entregaron al Papa una recopilación de décimas sobre los evangelios realizado por el Padre Miguel Jordá, y la asociación de cuasimodistas regaló al Pontífice, un conjunto de cuasimodistas a caballo hecho con greda cocida y pintado con esmalte de colores, obra de una locera de Talagante. (170) Igualmente se le entregó un libro con la historia de Andacollo escrita por el párroco del Santuario de aquel entonces Padre David Gómez. En una original edición con tapas talladas en guayacán, un cuadro del pintor illapelino Luis Lázaro, una replica en miniatura de un bote usado por los pescadores de Coquimbo en sus labores diarias y un rosario confeccionado por las religiosas carmelitas como símbolo de todas las oraciones rezadas en Chile desde que se anunció la visita de Juan Pablo Segundo. (171) Al finalizar el encuentro el Pontífice agradeció con una oración del padre nuestro y una bendición final. Al terminó de la celebración todos los bailes religiosos, levantaron e hicieron sonar sus instrumentos, bailando incesantemente tanto la multitud cantaba el himno oficial de la visita Padre Bueno Santo Dios Hoy invocamos tu nombre... Al atardecer cientos de buses, camiones, automóviles particulares y colectivos se desplazaron, transportando a los católicos participantes del evento a las distintas ciudades, villorrios y caseríos de la región En tanto que los peregrinos de Andacollo a través del Peñón regresaban a la ciudad minera. En este peregrinaje fuera del santuario, la Municipalidad de Andacollo cumplió un importante rol de coordinación, como igualmente lo hace de año en año durante las fiestas religiosas de lo que hablaremos a continuación 91 Sergio Peña Álvarez Labor de la Municipalidad de Andacollo durante la fiesta Religiosa. Aunque las fiestas de Andacollo, son un evento de carácter religioso, estas se desarrollan en un espacio geográfico administrativo que es la comuna de Andacollo, regido por la Municipalidad de ese nombre, entidad que fue fundada el 22 de diciembre de 1891 y que actualmente preside la Sra. Marcelina Cortés Gallardo. La entidad edilicia se ocupa del ordenamiento civil y de la logística general durante el desarrollo de la fiesta religiosa. Para cumplir este cometido se organiza una comisión especial encargada de supervisar los variados aspectos de la fiesta y de cautelar que se cumplan las normativas y ordenanzas civiles, el orden público y el apoyo a la actividad religiosa . En el primer punto es labor fundamental de ellos aplicar en coordinación con carabineros de Chile. La estricta aplicación de la ley seca impuesta en el lugar a partir de 1974. Esta que rige para la fiesta grande comienza el sábado a las doce de la noche y dura hasta el domingo a las seis de la tarde. Además esta comisión municipal coordina da la logística de apoyo al personal de carabineros en cuanto a la atención de éstos en cuanto a su alojamiento y alimentación, a este respecto es útil recordar que al Andacollo con ocasión de cada una de las fiestas suben más de 100 carabineros, provenientes desde La Serena, Coquimbo y la escuela de fronteras de Ovalle a resguardar el orden público y a colaborar con la Municipalidad en el control de las calles y la seguridad de los habitantes y visitantes del lugar. También es la Municipalidad quien concede los permisos para la instalación de puestos comerciales en las calles de la ciudad fijadas para ello, que son la calle Urmeneta desde Condell hasta Lynch y la calle costanera entre los mismos puntos. Aparte de estos puestos que se instalan en el núcleo central, hay otros que lo hacen en las primeras cuadras de Urmeneta, antes de llegar a la plaza y lo mismo ocurre en la calle que bordea el estero que cruza la ciudad. 92 Andacollo, Historia y tradición religiosa Estos puestos se instalan en medio de la calle, en lugares previamente marcados, quedando frente a los locales comerciales establecidos y dejando las veredas para la circulación de los visitantes y eventuales compradores. Entre otras funciones se encarga de cobrar permiso a los cientos de vendedores ambulantes que llegan al lugar atraídos por la multitud que se congrega con ocasión de ambas fiestas religiosas. Para hacerlo designa inspectores que recorren las calles de la ciudad, durante dos días, en la fiesta de octubre y cuatro días en la fiesta de diciembre, interrelacionándose con los comerciantes, en una labor a veces no exenta de problemas. Generalmente los comerciantes reservan sus puestos con antelación, a veces de varios meses y los que acuden en octubre lo hacen para diciembre, generalmente en los mismos sitios en que se han ubicado tradicionalmente Solo los ambulantes se instalan en cualquier sitio o se trasladan por las calles. La luz eléctrica de los puestos corre a cargo de la Municipalidad. sólo los ambulantes se instalan en lugares no predeterminados En el caso de loa artesanos de Andacollo que funcionan durante todo el año en la plaza Videla, para la oportunidad se reubican dentro de la feria comercial, con el fin de dejar libres los espacios para que funcionen normalmente los actos religiosos. Y se ubiquen los bailes. La Municipalidad organiza además una feria costumbrista en el gimnasio municipal, donde le da la oportunidad a pequeños microempresarios rurales y urbanos que puedan exponer allí sus productos típicos como quesos de cabra, pequeña artesanía minera, frutas de la estación, repostería y también comidas típicas a módicos precios Otras acciones que realiza la corporación edilicia están relacionados con el aseo y manutención de las calles antes, durante y después de la fiesta religiosa. Para hacerlo utiliza sus camiones aljibes para mojar las calles y evitar el polvo de las calles y proporcionar también cierto frescor al lugar en los caldos meses de primavera y verano que es cuando tienen lugar las fiestas religiosas. Además se colocan tambores de basura en las calles para que comerciantes, peregrinos y visitantes, echen allí sus desperdicios y elementos de desecho. Además preocupada de los visitantes y peregrinos, en convenio con Essco colocan dispensadores de agua potable en un costado del templo grande y con relación a las comunicaciones se coloca en el kiosco de la plaza que durante el año opera como información turística, funcionarios municipales encargados de transmitir información de utilidad pública, igual labor desarrolla la radio del municipio, informando acerca de niños extraviados, objetos perdidos etc. 93 Sergio Peña Álvarez Con relación a otros servicios prestados podemos señalar que se preocupa de colocar señaléticas en diversos lugares de peligro, cerrar las calles con vallas papales para evitar accidentes y de ofrecer algunos lugares de su dominio para que allí se puedan ubicar viajeros y peregrinos que acuden al lugar, entre ellos se puede mencionar el parque municipal el Oasis y el parque frente al servicentro donde se ubican los peregrinos que llegan con anterioridad.. En esta contingencia participa todo el personal municipal a cargo de un coordinador general que lo ha sido en estos últimos años el Sr. René Olivares, encargado del departamento de cultura de la Municipalidad. (172) 32. Frontis de la Ilustre Municipalidad de Andacollo. 31. frontis de la Ilustre. Municipalidad de Andacollo. 94 Andacollo, Historia y tradición religiosa Notas 1. - Jorge Pinto Rodríguez. “La Serena Colonial, una ciudad y sus valles hace dos siglos”. Ediciones Universitarias de Valparaíso, 1983. Pág. 23. 2. - Juan Ramón Ramírez, Ricardo Latcham. Principio Albas y otros. 3. -René Peri Fargestrom: Tongoy La Costa de Los Piratas. Libros Platero.Arte. Imprenta de Carabineros. Santiago de Chile, Pág. 101 4. - Pedro Marino de Lobera. “Crónica del Reyno de Chile.” En colección de historiadores de Chile y documentos relativos a la Historia Nacional. T. VI Imprenta El ferrocarril, Santiago 1865. p.78 5. - Cit Por Francisco Solano Astaburuaga . En Diccionario Geográfico de Chile. Nueva York. 1867. Pág 13. 6. - Álvaro Jara “Relación de lo que el licenciado Fernando de Santillán proveyó para el buen gobierno, pacificación y defensa de Chile” 4 de junio de 1559. “: en Fuentes para la historia del trabajo en el Reino de Chile. Tomo I. Págs. 13 y 14. 7. - Víctor Hugo Pizarro “ Lorenzo Bernal de Mercado. El Cid de los Andes”. Autoedición. Imprenta Orinoco. Madrid. España. Noviembre de 2001.Pág 285. Cita original (Archivo General de Indias Sevilla. Chile .18) 8.- Álvaro Jara: “Guerra y Sociedad en Chile”. Editorial Universitaria. Santiago de Chile 1987. Tercera edición. P. 263 9. - Jorge Pinto : Op. cit.Pág 106 y Rolando Mellafe. La introducción de la esclavitud negra en Chile. Tráfico y rutas. Universidad de Chile Santiago 1959.Pág. 152. 10. -Marisol Palma “Para una imagen de Sotaquí (1640-1660)” Pág. en Revista“El Limarí y sus valles”. Vol. 1 año Nº 1. 1999. Museo del Limarí. 11. - Primer Libro de Bautismos. Parroquia de Andacollo Año 1668- 1797. 12 ídem. 13. - Peña Álvarez Sergio: La Parroquia de San Antonio del Mar Barraza(1680 –1824) Imprenta Sud americana. La Serena. 1994. Pág. 61. 14. - Flavia Torrealba: “Entre el señorío y la adaptación social” seminario de título par optar al grado de Licenciado en Educación con mención en Historia y Geografía. Universidad de l Serena. 1991Pág 15. - citado por Eugenio Choutteau. En Informe de la provincia de Coquimbo 1887 16. - citado por Maximiliano Salinas en “Canto a lo divino y religión popular en Chile. Ediciones rehue Santiago 1991. Pág. 236. 17. - Jorge Pinto R. Op.cit. Pág 107. 18. - Cuadro resumen del Padrón de La Serena. Fernando Balbontín de La Torre. Fondo vario. Vol. 450. 19. -Antonio Alcedo: “Diccionario Geográfico histórico de las Indias occidentales ó América.” 1786. Tomo I. Pág 94. 20. - Cuadro resumen del padrón de la Serena 1778. 21. - Vicente Carvallo y Goyeneche: “Segunda parte de la descripción histórico Geográfica del Reino de Chile.” Colección de historiadores de Chile y documentos relativos a la historia nacional. Tomo X. Santiago 1876. imprenta y librería del Mercurio. Pág. 71. 22. - Cuadro resumen del padrón de La Serena 1778 23. -Doc cit publicado por Sergio Peña A y Fabián Araya en. Documentos para el estudio de la Historia Local y Regional”. Imprenta Imograf. Coquimbo 2000. Págs.64-65 24. - Doc cit- pág 64-65 25. - Doc cit. Pág 64-65 95 Sergio Peña Álvarez 26. - Capellanías y demás beneficios que reciben los curas de la Provincia de Coquimbo.1811. Capitanía General, Vol. 1042, foj.124-125. Archivo Nacional de Chile. 27. - Juan Egaña, Censo de 1813. 28. - División Comunal de la República de Chile. Imprenta Universo Santiago. 1907. Pág... 29. - Enrique Espinosa”Geografía de Chile Santiago. 1897. Pág10 30. - Op. cit. Pág.11. 31. -Universidad de La Serena”Colosos del Norte Verde. 1981 Pág 65. 32. -Juan Uribe Echavarria.”La Virgen de Andacollo y el Niño Dios de Sotaquí”. Ediciones Universitarias de Valparaíso. 1974. Pág. 29 33. -Mario Araya Valdivia”Andacollo tierra del oro y la amistad” mecanografiado 34. -La provincia Eclesiástica Chilena. Erección de sus obispados y división en Parroquias. Publicación de la sociedad d bibliográfica de Santiago. Friburgo Alemania 1895 Pág 156 35. -José Jesús de la Cámara. Cmf. : “Nuestra Señora de Andacollo y las doctrinas del Río Limarí” en Revista La estrella de Andacollo sep-octubre de 1954´. Nº 305-306- pág25 36. - Auto de creación de la Parroquia San Vicente Ferrer. Año 1678. copia en Archivo parroquial Iglesia San Vicente Ferrer de Ovalle 37. - Libro I de bautismo 1668-1797. fs 96 v. Archivo Parroquial de Andacollo. 38. - Libro I de bautismo 1668- 1797. fs 249. A.P. A 39. - Visita pastoral de Juan Bravo de Riveros año 1741 Libro 1º de defunciones Parroquia de Barraza. Año 1119-1801. fjs 30v. El Cura Monardes de Manuel García Macuada. Ed Jover 1885. Visita del Obispo Bravo a la parroquia de Andacollo cit por Jorge pinto en La Serena colonial. Pág 76 40. - Libro I de bautismo 1668- 1797. fs 260. 41. - capellanías y censos que perciben los curas de La provincia de Coquimbo. Capitanía General Vol. 1042. Fs.124-125 42. - Libro tercero.”Cartas del Obispado.1825-1873. Doc. Nº 3, junio 22 de 1855. Descripción del curato de Andacollo. sin foliar 43. - Boletín Eclesiástico. Obispado de La Serena. Talleres Tipográficos el Chileno. La Serena 1907. Pág. 464. 44. -Isabel Cruz de Amenábar”: La fiesta Metamorfosis de lo cotidiano” Ediciones Universidad Católica de Chille Santiago 1995.Pág.13. 45. - María Loreto Browne Decombes. “Fiestas del Corpus y Semana Santa en Chile en el siglo XIX. Tesis de Licenciatura en Historia. Pontificia Universidad Católica de Chile año 2000. Pág.15 46. - Op. Cit. Pág.16. 47. - Isabel Cruz. Op cit.Pág.17. 48. - Op. cit. Pág. 27. 49. - Op. cit. Pág. 27. 50. - Citado por Hilda López en “La chinita de la Montaña”. Editorial el Cacto Santiago de Chile 1996. Pág. 66. 51. -Manuel Concha: tradiciones serenenses” Rafael Jover. Santiago 1883. Pág.157. 52. - Marisol Palma: “Para una imagen de Sotaquí(1640-1660) Revista el Limarí y sus valles. Museo del Limarí. Ovalle 1999. Pág. 48. 53. - Numeración de los indios del General don Jerónimo Pastene y Aguirre que se asientan en el Pueblo de Sotaquí y Limarí y en otras estancias. N. S . vol.18 fs. 95-96 año 1698. AN. 54. - Doc. Cit. Por Principio Albas en Historia de Nuestra Señora del Rosario de Andacollo. Publicada en 1943 y reeditada por Comunicaciones claretianas el año 2000. 55. -Hernán Cortés Olivares “Relación de la primera vista que hizo el señor Obispo don Manuel Alday a la zona norte de su obispado año 1757. Universidad de Chile. Sede La Serena. Depto. de Ciencias sociales. 1980. Pág. 46. 56. - Pinto Rodríguez, Op cit.Pág 111. 57. - Julián Mellet Viajes por el interior de la América meridional. Anexo en el libro identidad Perdida de Gonzalo Ampuero. Proyecto fondart 1999. Pág 122. 96 Andacollo, Historia y tradición religiosa 58. - Ignacio Domeyko “Mis Viajes”. Editorial Universitaria. Santiago de Chile 1977 Pág 547.. 59. - Op. Cit. Pág.548. 60. -Op. cit. Pág. 548. 61. - Op. Cit. Pág 550. 62. - Op. Cit. Pág. 551. 63. - Op. Cit. Pág-553. 64. -Op. cit. Págs. 553-554. 65. - Op. Cit. Pág 555. 66. - Claudio Mercado y Luis Galdames. “De todo el Universo entero” Museo Chileno de Arte precolombino. Lom Ediciones. Santiago de Chile, 1997. Pág.42. 67.-Domeyko op cit. Pág 561 68. - Op cit Pág 561. 69. -Op. Cit. Pág Maximiliano Salinas “ Canto a lo divino y religión Popular en Chile. Ediciones Rehue. 1991.Pág 239. 70. -“El Correo de La Serena” 29 de diciembre de 1863. año X. Nº 197. 71. -“El correo de la Serena.” 22 de diciembre de 1863 año X Nº 196. 72. - “La reforma de La Serena.” 31 del 12 de 1870. 74. - Eugenio Choutteau: “Informe sobre la Provincia de Coquimbo presentado al Supremo Gobierno” Imprenta Nacional, Santiago de Chile 1887. Pág 30. 75. - Op. Cit. Pág 31. 76. - Op. Cit. Pág 31. 77. - Francisco Galleguillos “ Un Viaje por La Serena. Andacollo y Ovalle. 1896. Pág 78. 78. - Op. Cit: Pág 78. 79. - Op cit. Pág 79. 80. - “El Correo de La Serena.” 23 de diciembre de 1862. Nº 445. 81. - “ La Estrella de Andacollo.” Año II. Sábado. Julio de 1907. Pág 610. 82. - Citado por Jaime Alaniz en tierra y Pueblo que camina. Borrador original mimeografiado. Pág 29 83. - María cristina Hevilla.”Fiesta, Migración y frontera.” En Scripta Nova” Revista Electrónica de Ciencias Sociales Universidad de Barcelona Nº 94 (106), 1 de agosto de 2001. Pág 2. 84. - “La Estrella de Andacollo”. Año 1I. Enero de 1906 85. - “Diario el Día. La Serena”. Año XX. 28 de diciembre de 1963.Pág 7. 87. - “El Chileno de la Serena 4 de enero de 1906. Reproducido en la Estrella de Andacollo. Sábado enero de 1906. Pág. 51. 88. - Doc cit. Pág 51 89. - Ricardo Latcham: “. La Fiesta de Andacollo i sus danzas “ Tomo I revista de Folklore Chileno. Imprenta Cervantes. Santiago de Chile 1910. Pág 205. 90. - Op. cit. Pág 206. 91. - Op. cit. Pág. 209. 92. - Op. cit Pág.210. 93. - José Luis Arraño: “Andacollo tierra del oro y de la Virgen.” ED del Pacífico. Santiago de Chile. 1966. Pág 20. 94. - Op. Cit. Pág 21. 95. - Op. Cit. Pág 21. 96. - “Nuestra Señora del Rosario de Andacollo”. Año XVII Nov. –Dic. Nº 307- 308. 1954. Pág. 10 97. -Op. cit. Pág 10. 98- Op. cit. Pág. 11. 99. -Op. cit. Pág 11. 100. -Op. Cit. Pág 12. 101. - Op. Cit pág 12. 102. -“ Diario el Día de La Serena,” jueves 25 de diciembre de 1958. año XV Nº 5326.Pág 7. 103. -“ Diario el día de La Serena.” de La Serena.26 de diciembre de 1956 año XIII Nº 4597. pág 5 97 Sergio Peña Álvarez 104. - Juan Uribe Echavarria. “La Virgen de Andacollo y el Niño Dios de Sotaquí” Ediciones Universitarias de Valparaíso 1974. Pág 30 105. - Op. cit. Pág 95. 106. - Op cit. Pág 96. 107. - Op cit. Pág 96. 108. -Op. Cit. Pág 107. 109. - Op cit. Pág 108. 110. - Observación del autor durante las fiestas de 1993- 1994- 1995- 1996- 2001. 111. -Gabriel Guarda. OSB: “Iglesias dedicadas a la Santísima Virgen en Chile. 1541-1826. En Anuario de la Historia de La iglesia en Chile, Vol. 1 Nº 1 1983. Seminario Pontificio mayor. Santiago de Chile. Pág 99. 112. - Observación del autor en fiesta chica oct de 2002. 113. - Documento de Puebla”Tercera Conferencia General del Episcopado Latinoamericano, Capítulo Sub. Capítulo 3, punto 3,1. Nº 444, Pág. 161. 114. - Manuel Marzal “interpretación de la religiosidad Popular” en Religiosidad y Fe en América Latina. Santiago 1973. Pág. 78. 115. - Citado por Sergio Peña A. en “El Niño Dios de Sotaquí” editorial Caburga. La Serena. 1996. Pág 56. 116. - “ La Estrella de Andacollo” enero de 1906. Pág. 42. 117. - Op. Cit. Pág. 42. 118. -“ Nuestra señora de Andacollo”. Año IV, N º 37septiembre de 1931. Pág. 216 119. -“ Nuestra señora de Andacollo” año VIII. 1935. Nº 83. Págs. 211 -212 120. - “ Libro de Los sucesos prodigiosos de Nuestra Señora de Andacollo. 1860. Tomo I. Pág 55. 121. - “La Estrella de Andacollo” 1907. 122. - Revista Nuestra Señora de Andacollo año X. Nº 109. Diciembre de 1937. Pág 280. 123. - Libro de los sucesos prodigiosos. Andacollo Tomo I. Pág 40. 124. – María Loreto Browne: Op. cit. Pág 20. 125. - Nuestra señora de Andacollo Nº 30 año VIII junio de 1935. Pág 140. 126. -José Pérez de Arce. Claudio mercado. 127. - Ignacio Domeyko. Mis viajes. Pág.558. 128. -Op. Cit. Pág 559. 129. - Sergio Peña Álvarez: “El Niño Dios de Sotaquí. Historia de una tradición religiosa del valle del Limarí”. Editorial Caburga. La Serena. 1996. Pág 62. 130. - “Expediente sobre poner en ejecución en el pueblo de Guamalata el edicto de 7 de febrero de este año, relativo a la libertad de los indios de esta encomienda y la restitución de sus tierras.” Vol. 555. fs.3,3v. C G. AN. 131. - “Lista de los individuos indígenas que poseen tierras en el pueblo de Guamalata y con quienes deslindan.”Vol. 67. fs 478 y 478 v. 132. - Carlos Aldunate S. “El cacicazgo en el Reino de Chile”. Pág 179. 133. - “La Estrella de Andacollo” año 1906. 134. -“Nómina de integrantes del baile chino Tamayino Nº 2 de francisco Lizardi.” 1903 135. - Claudio Mercado: “Permanencia y cambio en fiestas rituales del Chile central.” En “revista Valles” Museo de La Ligua Nº 1 1995. Pág 14. 136. - Marisol Palma: Ver en Articulo” Memoria de un tiempo lejano en Revista valles del Museo de la Ligua Nº3. 1997. Págs. 45-66 y en artículo “Para una imagen de Sotaquí (1640- 1660) ” en revista “El Limarí y sus valles”. Museo del Limarí. Ovalle-Chile. 1999. Pág 43-56. 137. - ver en guerra y sociedad. Encomenderos y estancieros y otros autores. 138. -Claudio Mercado, Op cit. Pág 15. 139. -Domeyko. Op cit. 557. 140. - Op. Cit. Pág. 558. 141. - Gabriel Guarda. OSB: “Capillas del valle de Elqui”. Universidad Católica Santiago 1986. Pág 26 98 Andacollo, Historia y tradición religiosa 142. - Félix Cepeda Álvarez. CMF: “Crónica Parroquial de Sotaquí” 1886. manuscrita. Págs. 10 y 11.. 143. - Nómina de Danzantes del baile de danza Tamayino Nº 2 de Ruperto Barraza 1903. 144. - Entrevista con Isabel Pérez. Andacollo 6-10 –2002. 145. - Principio Albas, Op cit. Pág 53. 146. - Gabriel Guarda. OSB: “El arquitecto de la Moneda, Joaquín Toesca 1752-1799. Una imagen del imperio español en América. Ediciones de la Universidad Católica. Santiago 1997. Pág 157. 147. -“Inventario de la Iglesia de Andacollo. 28 de febrero de 1822”. Libro · de Cartas del Obispado 1825-1873. Doc Nº 3. 148. - Principio Albas. Op cit. Pág 55. 149. -Op. Cit. Pág 56. 150. - OP. Cit Pág 57. 151. -Op. Cit. Pág 58. 152. - Revista “Nuestra señora de Andacollo” Nº 37. año IV septiembre 1 de 1931. 153. - Sergio Peña Álvarez. Et. Al; Cuatro Estudios sobre la Historia de Ovalle. Ilustre Municipalidad de Ovalle. 1993. Pág 34 154. - Agustín Cabré Ruffautt. CMF. “Mariano o la fuerza de Dios” Publicación de misioneros claretianos. Santiago 1991. Pág 72. 155. - Sergio Peña A: Op cit. Pág 34. 156. - Agustín Cabré R cmf. : Mariano o la fuerza de Dios.Pag 24. 157. - Gonzalo vial Correa Historia de Chile. Editorial Portada Santiago de Chile. 1981. Tomo. Pág 1163. 158. - Sergio Peña A : Op. Cit. Pág 35. 159. - A Cabré: ver libro “Mariano o la Fuerza de Dios” Publicación de Misioneros claretianos. Stgo. 1991 160. - Principio Albas. Op. Cit. Pág. 276. 161. - Op. Cit. Pág 285. 162. - Op. Cit. Pág 283. 163. -Agustín Cabré R. cmf. : Reseña leída en Andacollo con ocasión de celebrarse los 100 años de la congregación en la ciudad. Doc. Mimeografiado, Copia en Archivo del arzobispado. De La Serena. 164. - Nibaldo Escalante T. “100 años de la Iglesia grande de Andacollo. Imprenta La pirámide diciembre de 1993. Pág. 18. 165. - Diario “El Día”. Jueves 2 de abril de 1987.Pág 10. 166. - Diario el Día. Jueves 2 de abril de 1987. Pág 10. 167. - Diario el día Jueves 2 de abril de 1987. Pág 10. 168. -Ilustre Municipalidad de La Serena “Juan Pablo II pasó por La Serena” Talleres de Alguero.Ltda.. Santiago 1988. Pág 25.. 169. - Op. Cit. Pág 27. 170. - Diario El día. Lunes 6 de abril de 1987. Pág 10. 171. - EL día de La Serena. Lunes 6 de abril de 1987. Pág 10. 172. - Información proporcionada por el señor Hernán Urquieta. Encargado de la oficina de desarrollo económico local. I. Municipalidad de Andacollo. 99 Sergio Peña Álvarez 100