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Grinberg J Malos Tratos Abusos Negligencias
Grinberg J Malos Tratos Abusos Negligencias
March 21, 2018 | Author: pilinpez | Category:
Child Abuse
,
Domestic Violence
,
Feminism
,
Ethnicity, Race & Gender
,
Psychology & Cognitive Science
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Infancia, justicia yderechos humanos Universidad Nacional de Quilmes Rector Gustavo Eduardo Lugones Vicerrector Mario E. Lozano Infancia, justicia y derechos humanos Carla Villalta (compiladora) Diana Marre Cífola, Carolina Ciordia, Claudia Fonseca, Julieta Grinberg, María Josefina Martínez, Sabina Regueiro, Adriana de Resende B. Vianna, Carla Villalta Bernal, 2010 Colección Derechos humanos Dirigida por María Sonderéguer y Baltazar Garzón Infancia, justicia y derechos humanos / compilado por Carla Villalta - 1a ed. - Bernal: Universidad Nacional de Quilmes, 2010. 320 p.; 20x14 cm. - (Derechos Humanos / María Sonderéguer) ISBN 978-987-558-192-0 1. Derechos Humanos. I. Villalta, Carla, comp. CDD 323 © Carla Villalta, 2010 © Universidad Nacional de Quilmes, 2010 Roque Sáenz Peña 352 (B1876BXD) Bernal, Pcia. de Buenos Aires http://www.unq.edu.ar http://editorial.blog.unq.edu.ar
[email protected]
ISBN 978-987-558-192-0 Queda hecho el depósito que marca la ley 11.723 . . . . . .Índice Introducción. Reflexiones en torno al tratamiento estatal de las violencias hacia los niños en la ciudad de Buenos Aires. . . . 21 De “malos tratos”. . . . . 163 Uno de los escenarios de la tragedia: el campo de la minoridad y la apropiación criminal de niños. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . Carolina Ciordia . . . . . . . 109 Entre el “superior interés del menor” y el “derecho al hijo”. . . . . . . . . . . . . . . . Carla Villalta . . . . “abusos sexuales” y “negligencias”. . . . . . . 135 La adopción y la circulación de niños. . . . Los dilemas de la adopción en España. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . La evolución reciente de políticas de adopción en Brasil. . . . . . . . . . . . . . . ¿prácticas imbricadas?. . . . 9 Derechos. . . niñas y adolescentes tutelados en el conurbano bonaerense. . . . . . . . . . . . . . . . Consideraciones acerca de procesos de guarda de niños. . . Carla Villalta . . . . 245 La producción social de la filiación y la construcción de una paternidad. . . . . . 199 Inscripciones como hijos propios en la administración pública: la consumación burocrática de la desaparición de niños. . . . . . moralidades y desigualdades. . 317 . María Josefina Martínez . . . . . . Vianna . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . Claudia Fonseca . . . . . . . . . . . . Sabina Regueiro . . . . 285 Autoras . . . . . . . . . . Julieta Grinberg . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . Diana Marre Cífola . 73 Del “tráfico de niños” a las “adopciones necesarias”. . . . Adriana de Resende B. . . . . . . . . El “maltrato infantil” es una noción ampliamente difundida y utilizada hoy en día para agrupar esta gama de comportamientos que se enumeran en la Convención de los Derechos del Niño y que. mientras el niño se encuentre bajo la custodia de los padres. retomando el concepto propuesto por Bourdelais y Fassin (2005). inexplicable e inadmisible a nuestros ojos. de un tutor o de cualquier otra persona que lo tenga a su cargo (Convención de los Derechos del Niño. “abusos sexuales” y “negligencias”. malos tratos o explotación. descuido o trato negligente. perjuicio o abuso físico o mental. Reflexiones en torno al tratamiento estatal de las violencias hacia los niños en la ciudad de Buenos Aires Julieta Grinberg* Introducción Los Estados Partes adoptarán todas las medidas legislativas. “un intolerable” es una norma y un límite históricamente construido y por ende sujeto a modificaciones * Agradezco a Carla Villalta por la invitación a escribir en este libro y por sus cuidadosos comentarios y enriquecedores aportes. más allá de su diversidad. administrativas. Siguiendo a estos autores.De “malos tratos”. incluido el abuso sexual. esos actos representan “un intolerable” propio de la sociedad contemporánea. comparten el común denominador de atentar contra el cuerpo del niño. sociales y educativas apropiadas para proteger al niño contra toda forma de violencia. Prefacio | 73 . artículo 19). Es esto justamente lo que hace del “maltrato infantil” algo horroroso. temporales. p.” (Foucault. Es en la década de 1960 cuando. Así pues. 1498. “abusados”. en la primera parte de este trabajo. ordenar. del análisis político. luego de reseñar los planteos de una serie de autores que desde las ciencias sociales han abordado la cuestión del “maltrato infantil” en Estados Unidos y en Francia. El primero de ellos es el proceso de construcción socio-histórico del “maltrato infantil” en distintos países y particularmente en la Argentina. en Estados Unidos y en el seno del ámbito médico. intervenir y administrar comportamientos familiares. Tampoco son eternos los valores y los sentimientos que los comportamientos así denominados despiertan en nosotros. del conocimiento científico. distintos autores han mostrado que la “problematización”1 del “maltrato infantil” es relativamente reciente. como categoría utilizada para describir. 1994. el “maltrato infantil”. se presentan algunas pistas de lectura sobre los procesos locales. se crea esta categoría para hacer referencia a las violencias físicas y a las negligencias hacia los niños. 74 | Alejandro Julieta Grinberg Kaufman . no ha existido desde siempre. las “violencias hacia los niños” devienen un “problema social” constituyéndose rápidamente en una cuestión prioritaria de la agenda política en varios países del mundo. ni tampoco creación por el discurso de un objeto que no existe. se propone reflexionar sobre la construcción del problema “maltrato infantil” en el contexto local: 1 “Problematización no quiere decir representación de un objeto preexistente. Este artículo se organiza en torno a dos ejes. traducción propia). A través de estas pistas. Por el contrario. “descuidados” o sospechados de serlo. etc. Es el conjunto de prácticas discursivas o no discursivas que hace entrar una cosa en el juego de lo verdadero y lo falso y lo constituye como un objeto del pensamiento (sea bajo la forma de la reflexión moral. Posteriormente el concepto se expande hasta llegar a abarcar más y nuevos tipos de comportamientos. como las violencias psicológicas y las sexuales. como veremos en este artículo. Así pues. El segundo gira en torno a los sentidos atribuidos a la categoría de “maltrato infantil” a partir de los discursos y las prácticas profesionales destinados a proteger a los niños “maltratados”. Una vez codificadas como “maltrato infantil”. “abandonados”. ¿qué prácticas y discursos se movilizan en torno a estos sentimientos y valores? Estas son algunas de las preguntas que guían nuestra reflexión en curso. una construcción social que moviliza sentimientos y valores particulares y propios de nuestra época. podemos mencionar la materialidad misma de las violencias. que además comprende ciertos enunciados de saber que aparecen como verdades absolutas y cuya aplicación tiene efectos concretos sobre las personas? En definitiva. Ahora bien. abordar el “maltrato infantil” no resulta sencillo. del campo de la salud y la educación– que participan de la protección estatal a la infancia. que provoca fundamentalmente un enorme dolor y sufrimiento en muchos niños. veremos que el “maltrato físico”. incomprensión e impotencia en la sociedad en general. para describir. intervenir y administrar un amplio abanico de comportamientos familiares percibidos como transgresiones al orden familiar. ¿Qué sentidos le atribuyen a dichas categorías los diversos actores del campo de protección a la infancia en la Ciudad de Buenos Aires? ¿Qué sentimientos y valores despiertan los comportamientos así denominados? Y finalmente. de a poco. qué disciplinas participaron de la construcción del problema. estas cuestiones fueron ganando protagonismo en el espacio público y más precisamente en la agenda política. Diversas cuestiones se ponen en juego a la hora de emprender esta tarea. “abusos sexuales” y “negligencias” Prefacio | 75 . cómo se fue conformando un campo de saber específico que incluye expertos en la materia y cómo. ¿Cómo se puede dar cuenta de estas cuestiones y al mismo tiempo evidenciar y comprender que el “maltrato infantil”. más allá de la materialidad así denominada. En la segunda parte de este artículo. administrativas. de echar luz sobre la De “malos tratos”. es también una idea difusa y cambiante. ordenar.cómo surgió la preocupación. el “abuso sexual” y la “negligencia” son categorías aplicadas a diario por los profesionales pertenecientes a diversas instituciones –judiciales. y que al mismo tiempo moviliza fuertes sentimientos de angustia. y puntualmente en los profesionales y funcionarios que se enfrentan cotidianamente con estas situaciones. En primer lugar. al mismo tiempo. se trata aquí de comenzar a reflexionar sobre cómo se ha construido históricamente nuestra concepción actual de las violencias hacia los niños y. observamos que los mismos comportamientos no han sido percibidos de la misma forma. el uso de la violencia física como forma de “corregir” los comportamientos de los niños hasta no hace mucho tiempo estaba permitido. 2005) en las sociedades contemporáneas. Sin embargo. problemas y políticas Como se sugirió en la introducción. más allá de la dimensión normativa y prescrip2 Por ejemplo. En cada sociedad “los intolerables” se organizan a partir de una escala de valores que da cuenta de una jerarquía moral. 76 | Alejandro Julieta Grinberg Kaufman .2 Pues. existe un común denominador de estas variadas transgresiones: todas ellas se inscriben sobre el cuerpo. si echamos un vistazo a lo ocurrido en décadas anteriores. En otras palabras. Consideraciones generales sobre el “maltrato infantil”: de conceptos. hacerle daño a un niño constituye hoy “un intolerable” (Bourdelais y Fassin. la propuesta invita a hacerle preguntas al “maltrato infantil”. tanto legal como moralmente. como sostienen Bourdelais y Fassin. Inadvertidos algunas veces y tolerados otras. inaceptables e inexplicables no parecen haber despertado en otras épocas ni los mismos juicios de valor ni los mismos sentimientos que provocan en nosotros. Ahora bien. Los autores señalan que la integridad corporal como lugar de inscripción de los intolerables es el resultado de un doble proceso de transformaciones en los valores y los sentimientos que ha tenido lugar a lo largo de los últimos siglos. los comportamientos que hoy denominamos como “maltrato infantil” transcienden las fronteras de nuestro espacio moral.manera en que dicha concepción se expresa a través de los discursos y las prácticas destinados a proteger a los niños. “lo intolerable” es una norma y un límite históricamente construido y por lo tanto modificable a través del tiempo. ciertos comportamientos hacia los niños que en el presente nos resultan horrorosos. Dicho de otro modo. Pero más allá de la diversidad que caracteriza a los intolerables contemporáneos. la medicalización de las violencias luego de la aparición. 2001. “Sobre la protección de los niños maltratados y moralmente abandonados”. En otros términos. Fassin y Rechtman.4 segundo. A partir de entonces. desde una perspectiva genealógica. 2007.tiva que constituye a los intolerables. p. Colorado. 1984. Estos trabajos permitirán echar luz sobre los procesos acontecidos y que acontecen en la actualidad en nuestro contexto. nuestra percepción de las violencias hacia los niños como “un intolerable” es el producto de una historia relativamente próxima. el “maltrato infantil” se construye como concepto y luego como problema social. Diversos autores (Hacking. 4 Al respecto puede consultarse el artículo de Georges Vigarello (2005). 1988. Veamos cómo distintos autores han abordado este fenómeno en Estados Unidos y en Francia. que coloca finalmente el cuerpo en el centro de la construcción de “lo intolerable” (Bourdelais y Fassin. 2005. 1999. Por otro lado. p. no existe “lo intolerable” sin “la tolerancia a lo intolerable” y es por ello que ambos deben ser abordados de forma dialéctica. “abusos sexuales” y “negligencias” Prefacio | 77 . el “síndrome del niño apaleado”. Es en 1961. 1987) sitúan la emergencia del “maltrato infantil” (child abuse) a comienzos de la década de 1960 en Denver.3 existe “una irreprensible capacidad de las sociedades a tolerar lo intolerable” (Bourdelais y Fassin. un desplazamiento de lo afectivo a lo normativo que se provoca gracias a la utilización del término en su forma sustantivada (“un intolerable”) en lugar de su forma adjetivada (“esto es intolerable”). de una nueva entidad de diagnóstico. quien. en la década de 1960 en Estados Unidos. Scheper-Hughes y Skin. gracias a los avances de la técnica de los rayos 3 “Lo intolerable” implica para estos autores dos desplazamientos conceptuales que vale la pena mencionar: por un lado. 1991. De “malos tratos”. analiza la emergencia de la ley francesa de 1889. marcada por dos fenómenos: primero. 10). 8). la judicialización de las violencias hacia los niños que tiene lugar en distintos países centrales a fines de siglo xix. Nelson. Siguiendo a estos autores. luego de la sanción de diversas leyes que reprimen por vez primera las violencias físicas hacia los niños. se opera un segundo desplazamiento de lo descriptivo a lo prescriptivo al proponer abordar la construcción de “lo intolerable” en desmedro de una descripción de “los intolerables”. en el seno del mundo médico. 2005. Este autor ha sugerido que la categoría del “maltrato infantil” tiene la particularidad de denotar un amplio abanico de 5 Este grupo de médicos proponía que el maltrato infantil podía ser diagnosticado a partir de las radiografías del esqueleto del niño.x. De acuerdo con Barbara Nelson. Y si en 1962 no existía en dicho país ni una legislación ni una política específica sobre la prevención. 78 | Alejandro Julieta Grinberg Kaufman . además de estudiar la conformación y las condiciones de posibilidad de estas transformaciones. refugios de emergencia. Estas evidencian debían ser puestas en relación con los relatos de los padres respecto de dichos episodios. Historias de “maltrato infantil” se dan a conocer y se publican en distintos diarios y revistas de amplia difusión. Estados Unidos atravesaba entonces una época caracterizada por los movimientos por los derechos civiles. grupos para padres. Los medios masivos de comunicación le otorgan una especial importancia al descubrimiento y rápidamente la problemática toma trascendencia pública. cuando un equipo de médicos liderados por Henry Kempe anuncia el descubrimiento del battered child syndrome (traducido al español como “síndrome del niño apaleado”). las cuales permitían dar cuenta de múltiples fracturas consolidadas en diferentes momentos de la vida. Ian Hacking. se transformara rápidamente en una prioridad política de la agenda norteamericana. en pocos años una serie de programas (grupos de trabajo en los hospitales. primero al resto del mundo anglosajón y luego a Europa y a otras partes del globo. en tanto problema social. programas de tratamiento para padres maltratadores) y de leyes específicas fueron elaborados a lo largo y a lo ancho del país. en la cual los valores de la equidad y la responsabilidad social dominaban el espacio público. y –como sugiere Hacking– posteriormente exportados. líneas telefónicas de denuncia.5 El nuevo síndrome es ampliamente difundido y se extiende más allá de las fronteras del mundo médico. esta coyuntura posibilitó que el “maltrato infantil”. la denuncia y el abordaje de los casos de “niños maltratados”. se ha interesado particularmente por el proceso de “fabricación” del “maltrato infantil” como categoría utilizada para describir y ordenar el mundo que nos rodea. 95). y negligencia [. 1988. en un principio es aplicado a los bebés y a niños menores de tres años.6 6 De acuerdo con Hacking (1999... hacia fines de la década de 1970. En busca de claves de lectura que permitan comprender este proceso. el movimiento de lucha contra el “maltrato infantil” en Estados Unidos provocó. p. Maleable y expansionista. ha convertido en malos algunos actos que anteriormente pasaban inadvertidos. abuso sexual. Repasemos entonces el proceso de “fabricación” señalado por este autor. que se trata de un concepto “maleable” y “expansivo”. El “síndrome del niño apaleado”. Ha señalado. quizá. además. encontramos que en Estados Unidos las violencias sexuales hacia los niños devienen parte constitutiva de la categoría en cuestión. “abusos sexuales” y “negligencias” Prefacio | 79 . sin embargo. No obstante. Por otra parte. dicho concepto ha engullido más y más tipos de malos actos. tanto Hacking como Fassin y Rechtman sostienen que en gran medida el movimiento feminista dejó su impronta en este proceso. e incluso.comportamientos llevados a cabo por diferentes tipos de personas. El maltrato infantil ofrece un vivo ejemplo de cómo construimos los conceptos (Hacking. descubierto por el equipo de Henry Kempe. 54. y la dimensión sexual –lo mismo que la psicológica– permanecía si no ausente. El campo está burdamente dividido en maltrato físico. p. realizados fundamentalmente por diferentes tipos de personas. ha sufrido alteraciones durante su cuarto siglo de existencia. una coalición entre sectores con intereses opuestos: por un lado la corriente conservadora del activismo que lucha contra el abuso de niños en el marco de su preocupación por la De “malos tratos”. en la década de 1960 el maltrato y la negligencia hacia los niños implicaban un ataque y una negligencia física. llegando a colocarse incluso en un primer plano. que ha estado en permanente transformación desde su primera aparición en la década de 1960: El problema con el maltrato infantil es que denota una gama extraordinaria de tipos de actos.] El concepto de maltrato infantil. sorprendentemente. en poco tiempo estos casos devienen solo una subclase de la categoría de “maltrato infantil”. traducción propia). Sin embargo. al menos opacada. las feministas fueron rápidamente desposeídas de la cuestión. Dussy señala que cuando en la década de 1970 el movimiento feminista norteamericano definió al incesto como abuso de poder orientado hacia los niños y las mujeres.Pues. pero con cierta diferencia temporal. El incesto apareció como problema de especialistas. aunque al igual que en Estados Unidos. Retomando a Louise Armstrong –vocera de la posición feminista estadounidense sobre el incesto–. Así pues. Siguiendo a Serre. 2006) hablan de la influencia del enfoque norteamericano y de una evolución similar de la definición de “maltrato infantil” a lo largo de las últimas décadas. evitándose así todo análisis político. que presenta el abuso de niños como una de las caras del sistema patriarcal. Con el objeto de analizar la cuestión de “decir el incesto” a nivel de la sociedad. Distintos autores (Serre. la categoría de “maltrato infantil” terminó rápidamente por absorber la noción de “abuso sexual” de niños y la de “incesto”. Pero establecen que recién a partir de la década de 1980 el maltrato infantil devino una prioridad en la agenda política. la década de 1980 es decisiva en lo que concierne a la constitución del maltrato como “problema social”. una perspectiva complementaria. su trabajo se centra en los distintos mecanismos que han contribuido a mantener el incesto en silencio. el problema de la “infancia maltratada” emergió primero en el campo médico. vaciado de toda carga política y social. que se inscribieron en condisolución de la familia norteamericana. Noiriel. en este sentido. las cuales –como hemos visto– no estaban presentes desde el comienzo. 80 | Alejandro Julieta Grinberg Kaufman . la corriente feminista radical. 2004. En Francia se observa un proceso similar al ocurrido en Estados Unidos. por el otro. Dicho de otro modo. la protección de los “niños maltratados” puede remitirse a leyes específicas sancionadas a fines del siglo xix –a partir de las cuales se limitaba el poder de la patria potestad en nombre de la protección de la infancia–. 2001. el incesto terminó transformándose en una patología propia del campo médico. Dorothée Dussy (2006) aporta. particularmente gracias a las investigaciones de la “pediatría social”. en Francia. al comprender a las mujeres y los niños en su lucha contra las violencias sexuales propias de la sociedad patriarcal. el psicoanálisis. “el maltrato” se liberó de la definición estrictamente pediátrica y devino un objeto de estudio en otros campos del saber médico.tinuidad con los trabajos llevados a cabo en el mundo anglosajón. por el otro. en la década de 1980. Más allá de las diferencias disciplinarias. según Serre. la creación de diversas formaciones para profesionales y la aparición de expertos en “maltrato infantil”. Serre subraya el fuerte consenso político generado en Francia De “malos tratos”. Luego. si por un lado la coyuntura internacional marcada por la sanción de la Convención de los Derechos del Niño facilitó este proceso. que fue transformado en un objeto de saber específico. Se vislumbra en consecuencia la constitución de un nuevo dominio de saber y de intervención que puede rastrearse a través de la producción de publicaciones. en poco tiempo una serie de circulares administrativas. Entre comienzos de la década de 1980 y fines de la década de 1990. “abusos sexuales” y “negligencias” Prefacio | 81 . Ahora bien. inspirada en los trabajos anglosajones. particularmente por el equipo de Kempe. las ciencias de la educación y la historia. el “maltrato por omisión” y las “negligencias”. Así. como la psiquiatría en general y la psiquiatría infantil en particular. una ley específica e innumerables programas aparecieron en escena. la autora sostiene que en un primer momento. Ahora bien. Y como había ocurrido en el país anglosajón dos décadas antes. que engloba las violencias físicas y psicológicas. las negligencias y el abuso sexual. Como resultado de estos procesos –nos dice la autora– se produjo una autonomización del “maltrato”. campañas nacionales de sensibilización. la perspectiva pediátrica denunció los “malos tratos físicos”. informes de estado. Paralelamente a esta expansión en lo que concierne a las disciplinas que se interesan por el maltrato. el Estado francés desplegó múltiples y diversas iniciativas con el fin de dar respuesta al problema del “maltrato infantil”. y más tarde en ciencias humanas como la psicología. la perspectiva psicológica retomó esta definición. tiende a imponerse una definición común. subrayando la importancia de “las carencias afectivas” y poniendo más tarde el acento sobre el “maltrato psicológico”. se provocó también una expansión de la noción misma –algo similar a lo señalado por Hacking respecto de lo ocurrido en Estados Unidos. como plantea la autora. es su gran maleabilidad y su capacidad de integrar otras preocupaciones sociales del momento. la “crisis de los valores”. Se desarrollaron acciones de Estado de forma prioritaria con el fin de combatir un mal devenido ahora en un nuevo problema social y así. Estos procesos se inscribieron en una coyuntura internacional propicia y más tarde o más temprano adquirieron un contorno particular en distintos contextos locales. Así. expandiéndose hasta llegar a englobar nuevos tipos de comportamientos. se sancionaron leyes y se crearon programas específicos destinados a la prevención del “maltrato infantil” y a la protección de los “niños maltratados”. como la “crisis de la familia”. se fue construyendo en torno a la nueva noción.7 Además. que quedan por tanto asociadas en un mismo haz significante. y con él un grupo de nuevos expertos. más tarde. tanto en Francia como en Estados Unidos. como resultado de los aportes de distintas disciplinas. A través del análisis de estos procesos se puede comprender cómo la noción de “maltrato infantil” ha sido producida durante las últimas décadas y cómo se ha trasformado. independientemente de los cambios políticos. 82 | Alejandro Julieta Grinberg Kaufman . sino también a partir de la continuidad de las acciones estatales. la “crisis económica y social”. La problematización local del “maltrato infantil”: algunas pistas de lectura En la Argentina –y más particularmente en la Ciudad de Buenos Aires– el proceso mediante el cual el “maltrato infantil” se construyó 7 Dicho consenso se observa no solo a través del voto unánime en 1989 de una ley relativa al “maltrato infantil”. si algo caracteriza al maltrato infantil y debe ser tomado en cuenta a la hora de analizar su emergencia como problema. pero también de las intersecciones con las luchas feministas más radicalizadas.en torno a la lucha contra el “maltrato infantil”. si en un primer momento el saber médico la usaba para hacer referencia a las violencias físicas. la noción se fue expandiendo y reconfigurando hasta llegar hoy a abarcar una realidad cada vez más difusa. Un campo de saber. un problema y un campo de saber específico parece haberse desarrollado –al igual que en Francia– con cierto retraso respecto de Estados Unidos. el transcurso de la década de 1990. Ya en la década de 1960 se comenzó a hacer uso de esta noción en el ámbito hospitalario. que hacia fines de la década de 1960. quien también estaba ligada a la sala xvii y ya había comenzado a recorrer sus primeros pasos en la famosa “Escuela para padres” –mientras desarrollaba su actividad en los consultorios externos– diseña. fue en el ámbito clínico donde el “maltrato infantil” comenzó a ser advertido y denunciado. recién entre fines la década de 1980 y.8 Estas distintas manifestaciones denotan que la preocupación estaba corporizándose en el contexto local. de las agresiones sexuales por entonces no se tenían noticias. y que dichos trabajos habrían ayudado a dar forma a aquello que en el contexto local se venía advirtiendo. Por otra parte. Los profesionales entrevistados también acuerdan en afirmar 8 Véase <http://www. De “malos tratos”. que hasta entonces pasaban inadvertidas a los ojos de los médicos. Es allí donde comenzaron a advertirse y a estudiarse las violencias físicas. “abusos sexuales” y “negligencias” Prefacio | 83 . esta psicoanalista viajó a Estados Unidos y tomó contacto con los trabajos del equipo de Kempe. al igual que en otros países. en la sala xvii.com/violencia/42-violencia/94-los-malos-tratos-y-las-violencias-contra-ninas-y-ninos-sintesis>. resulta interesante mencionar que la psicoanalista Eva Giberti. sobre todo. es posible plantear que. Distintos expertos y funcionarios judiciales de larga trayectoria –entrevistados durante el desarrollo de este trabajo de campo– consideran a la médica psicoanalista Diana Goldberg como la pionera en el trabajo con estos temas en el seno del Hospital de Niños Ricardo Gutiérrez. Estas noticias llegarán más tarde. Si bien hasta el momento no se han realizado indagaciones sobre las formas que adquirió este proceso en nuestro contexto.evagiberti. en 1962. dirigida por el doctor Florencio Escardó. una encuesta destinada a relevar información acerca de los castigos a los cuales eran sometidos los niños. pero lo que entonces inquietaba a los médicos –fundamentalmente a aquellos ligados a la pediatría– eran los “malos tratos físicos” hacia los niños y las “negligencias” en su cuidado. Relatan algunos profesionales allegados a Goldberg.como una categoría. Poco a poco.que hacia fines de la década de 1970 comenzaron a organizarse en el Hospital Gutiérrez los primeros ateneos dedicados a discutir y comprender la problemática de los malos tratos físicos hacia los niños. que se liga tanto al objetivo de otorgar a los “niños víctimas de delitos” un tratamiento distinto de aquel que recibían los “autores de delitos”. algunos funcionarios judiciales fueron sumándose a la causa. 12 En el artículo 236 del mismo código se establecía que ante las situaciones descritas.9 perteneciente al ámbito penal. hacia los juzgados civiles.12 conduciendo la mayoría de los casos.10 Este proceso. 11 La protección de persona del cpccn (artículo 234) establece que podrá decretarse la guarda: “[…] 2º) de menores que sean maltratados por sus padres. o inducidos por ellos a actos ilícitos o deshonestos o expuestos a graves riesgo físicos o molares. tutores. Como consecuencia de esta alianza. en efecto. cualquier persona podrá solicitar intervención judicial ante el defensor 84 | Alejandro Julieta Grinberg Kaufman .903 de Patronato de Menores. 10 Estos juzgados no tenían por aquel entonces competencia exclusiva en asuntos de familia. Se fue forjando paulatinamente una alianza entre profesionales de la salud y algunos defensores de menores e incapaces. curadores o guardadores. quien estaría facultado para actuar de oficio frente al juez que corresponda. tiene lugar a través de la implementación de la figura jurídica “protección de persona” del Código de Procedimiento Civil. a principios de la década de 1980 la protección de los “niños maltratados” comenzó lentamente a ser transferida desde la justicia de menores. como a una intención de despenalizar los conflictos familiares –por considerar que la justicia penal no es capaz de resolverlos–. al ámbito de la justicia civil. 3º) de menores o incapaces abandonados o sin representantes legales o cuando éstos estuviesen impedidos de ejercer sus funciones”. 9 En función de la Ley 10. Y que más allá de las primeras reticencias. los hospitales no denunciarían más ante las comisarías los casos de malos tratos sino que pasarían a hacerlo ante el defensor de menores e incapaces.11 A partir de entonces. el tema fue instalándose en el ámbito clínico. los juzgados de menores estaban facultados para intervenir tanto en casos de “menores autores de delitos” como en casos en que los niños fueran “víctimas de delitos” y estuviesen “moral o materialmente abandonados” o en “peligro moral”. Ahora bien. que reforma nuestro Código Civil y establece limitaciones al “poder de corrección” de los padres sobre los hijos. Por otro lado.Una serie de transformaciones legales ocurridas en el período comprendido entre comienzos de la década de 1980 y el año 2005 dan cuenta de cambios en la política de tratamiento de las violencias hacia los niños.417 de Protección contra la Violencia Familiar. al que se facultó para intervenir en los casos de violencia hacia los niños.061) sea sancionada a nivel nacional. en 1994 se sanciona la Ley 24. Esta situación jurídica dominará el escenario hasta finales del año 2005. De “malos tratos”. y al mismo tiempo introduciendo nuevos procedimientos para tratar a las “niños víctimas de violencia”. mediante la sanción de una normativa de carácter local destinada a proteger los derechos de la infancia (Ley 114). A partir de entonces comenzó a darse una superposición jurisdiccional que ha tenido efectos diversos sobre el tratamiento institucional de las violencias hacia los niños.264. en el año 1985 se sanciona la Ley 23. la cual establece la autoridad del juez civil con competencia en asuntos de familia para intervenir en caso de “lesiones o maltrato físico o psíquico” al interior de la familia. castigos. cuando finalmente una nueva ley de protección de los derechos de la infancia y la adolescencia (Ley 26. aunque esta ley prescribe el modo de intervenir cuando los “damnificados” sean niños. En el año 1998. dicha situación jurídica ha presentado sus particularidades. “abusos sexuales” y “negligencias” Prefacio | 85 . se creó el Consejo de los Derechos de Niños. Por un lado. Ahora bien. advirtiendo que debe ejercerse con moderación y que quedan “excluidos los malos tratos. quien sería el encargado de dar intervención al juez que correspondiera. derogando la figura de la protección de persona13 y la Ley de Patronato de Menores. es preciso mencionar que en lo que respecta a la Ciudad de Buenos Aires –donde se llevó a cabo el trabajo de campo–. es preciso mencionar que en la práctica fue restringida al tratamiento de las situaciones de violencia hacia la mujer. o actos que menoscaben física o psíquicamente a los menores”. Niñas y Adolescentes (cdnna). 13 Esta figura no será derogada en su totalidad sino que se reserva a otras situaciones que no tienen que ver con la protección de los “menores víctimas”. Si bien con la citada normativa se de menores e incapaces. 14 La ley de 2005 vino a reconfigurar nuevamente las relaciones en el interior del campo de la protección a la infancia de nuestra ciudad. pertenecientes a dicho organismo. se trata más bien de dos registros ideales de prácticas y discursos: por un lado. 2006). Sin duda. al establecerse el cdnna como “órgano de aplicación local” de la nueva ley y al legitimar en consecuencia las defensorías zonales. el tratamiento de las violencias hacia los niños ha sido objeto de fuertes disputas de poder entre las diversas instituciones –judiciales y administrativas. sucedáneos en el tiempo. Desde nuestra perspectiva. en la ciudad de Buenos Aires.estableció un nuevo circuito para el tratamiento de estas situaciones –a través del Consejo y sus defensorías zonales–. Así pues. en tanto bocas de consulta y denuncia de situaciones de vulneración de derechos de los niños. sino también porque conciben la intervención del Estado de modos diferentes (Grinberg. las situaciones de violencia en las que los niños resultaban “víctimas” podían ser denunciadas tanto en el nuevo organismo como en las defensorías de menores del Ministerio Público. De este modo. por el otro. Este último ha sido construido en oposición al primero y sus críticas se centran en: el intervencionismo de la institución judicial. construidas en contextos históricos distintos. Por otro lado. el registro tutelar y. encaminadas en consecuencia a la justicia civil (Grinberg. 2004 y 2006). nacionales y locales– y entre los distintos sectores y actores concretos. el de los derechos del niño. por el contrario. ambos registros mencionados son fruto de configuraciones políticas y morales diferentes. 86 | Alejandro Julieta Grinberg Kaufman . sino que. el de la “situación irregular”). en la práctica este circuito no reemplazó a los preexistentes. 2008). que no solo se enfrentan porque las jurisdicciones se superponen. vino a sumarse a ellos. su acción selectiva sobre los sectores populares y la internación de niños en instituciones como intervención dominante. al circunscribir la intervención de la justicia civil a 14 Estos modos de concebir la intervención del Estado no pueden reducirse a dos modelos cerrados. construidos de una vez y para siempre. Una crítica sobre esta concepción dicotómica puede encontrarse en Villalta (2007). Por un lado. un acercamiento a las prácticas y los discursos de los actores que encarnan día a día la política de protección a la infancia sugiere que los discursos y las prácticas se entremezclan dando como resultado una realidad compleja e imposible de ser aprehendida en términos dicotómicos (Grinberg. ni a dos paradigmas de intervención polarizados e irreconciliables (aquel de la “protección integral” y su opuesto. Sin embargo. 15 Antes de finalizar este apartado. Asimismo. así como los llamados comités de Maltrato Infantil. bajo la responsabilidad de la doctora Goldberg. Del mismo modo. 39). La implementación de ambas instancias estuvo a cargo de profesionales cercanos a la doctora Goldberg. el Ministerio Público continúa siendo una boca de inicio de casos a través de los defensores de menores e incapaces. Adolescencia y Familia). una serie de servicios –programas.16 En relación con lo segundo. y los Centros de Asistencia al Maltrato Infantil. centros de atención. líneas telefónicas– destinados a la atención de las “víctimas del maltrato infantil” fueron creados en distintos niveles de la administración pública municipal y nacional. es interesante mencionar que. el Consejo.aquellos casos en los que el poder administrativo local. se trata de la primera Unidad de Violencia Familiar. y por el otro. que consisten en la separación del niño de su familia (art. que incluye expertos en la materia. 16 Como ejemplo de ello podemos mencionar dos instancias propias de la Dirección General de la Mujer del Gobierno de la Ciudad: la línea ”Te ayudo”. en la práctica. el maltrato infan15 Estas medidas. en la década de 1990. Aun así. ya más avanzada la década de 1990. haya considerado primero la necesidad de separar a los niños de sus familias a través de las medidas excepcionales de protección de derechos. es preciso remarcar que los cambios en el tratamiento de las violencias hacia los niños se han manifestado también en otros ámbitos que trascienden el jurídicoadministrativo. en la constitución de un campo de saber y de intervención específico. De “malos tratos”. el primer espacio destinado a la atención y al tratamiento del problema del “maltrato infantil”. puesta en funcionamiento en el año 1994. en el ámbito del Consejo Nacional del Menor (hoy Secretaría Nacional de Niñez. 35) no hayan tenido éxito. es decir. fueron replicados. en varios hospitales porteños. a partir de la implementación paulatina de programas. recién con la llegada de la democracia se creó en el Hospital de Niños Pedro Elizalde. que implican la movilización de recursos y programas sociales tendientes a “preservar y fortalecer” los vínculos familiares (art. 33). Por un lado. Estos espacios. Respecto de lo primero. “abusos sexuales” y “negligencias” Prefacio | 87 . se crea la Línea 102 destinada a la recepción de denuncias sobre maltrato. solo pueden ser solicitadas por el órgano administrativo cuando las medidas de protección especial (art. con alcance en la Capital Federal y en diversas provincias. servicios y dispositivos de atención en distintos niveles de la administración pública. y se demandó una mayor y mejor intervención estatal. Asimismo. donde se dictan diversas materias destinadas al abordaje del “maltrato infantil”. ha estado en permanente transformay posteriormente. se diseñaron y crearon programas. Esto es. Las trasformaciones en estos diversos planos. un programa destinado al “tratamiento del maltrato infantil” que actualmente lleva por nombre “Programa de Capacitación y Tratamiento de la Violencia”. asignados a la dirección de programas y espacios de formación académica. aunque por el momento sean tan solo pistas que en un futuro deberán ser estudiadas en profundidad. son ilustrativas de cómo en el contexto local y en los últimos años fue emergiendo y se fue transformando la definición de “maltrato infantil”. el trabajo social y la psicología.til devino objeto de interés de nuevas disciplinas. Espacios como este se replican en instituciones privadas.17 Por último. dichas pistas permiten pensar cómo emergió una nueva categoría de problemas relacionados con la infancia y cómo. hacia finales de la década. y cómo esta cuestión fue construida por diferentes actores en un “problema” en torno al cual se movilizaron recursos. discursos y prácticas profesionales en torno al “maltrato infantil” Los trabajos antes citados nos muestran que el “maltrato infantil”. la constitución de un campo de saber puede vislumbrarse a través de un crecimiento de las publicaciones especializadas en torno al “maltrato infantil”. encontramos el derecho. entre las cuales. 88 | Alejandro Julieta Grinberg Kaufman . 17 En la década de 1990 se creó la carrera de especialización en violencia familiar de la Facultad de Psicología de la Universidad de Buenos Aires. esta categoría fue dotada de distintos sentidos por los agentes que de una u otra forma se encuentran facultados para desarrollar medidas de protección de la infancia “maltratada”. De representaciones. ordenar e intervenir sobre el mundo que nos rodea. se observa la existencia de una serie de expertos y referentes en la materia. en el transcurso de este proceso. en tanto categoría utilizada para describir. además de la medicina. un pequeño niño que apenas comienza a caminar.18 Observemos los valores. De “malos tratos”. “las negligencias” y “el abuso sexual”. y cómo.061 de octubre de 2005. Es la primera vez 18 Resulta interesante recordar que por aquel entonces el trabajo cotidiano en las defensorías era diferente de lo que resultó ser luego de la sanción de la Ley 26. Centrémonos a continuación en algunas situaciones etnográficas. y en un juzgado de familia. expedientes judiciales y administrativos). charlas informales. entre julio de 2005 y enero de 2009. En este apartado abordamos los discursos y las prácticas que los actores –profesionales de diversas disciplinas y pertenecientes a distintas instituciones del campo de la protección a la infancia de la ciudad de Buenos Aires– despliegan en torno a las mencionadas categorías. una madre con su hijo. cuando el cdnna devino “órgano de aplicación local” de la nueva ley. en la aplicación concreta. Tomemos en primer lugar una observación realizada en una defensoría zonal de niñas. esta categoría es dotada de distintos sentidos por los profesionales y agentes intervinientes. esta noción abarca comportamientos heterogéneos. escenas observadas. recopilados en distintos momentos y espacios del trabajo de campo desarrollado. Momentos y espacios diferentes en los que se pudo observar cómo las formulaciones sobre el maltrato infantil son traducidas en la práctica. Estas reflexiones preliminares se apoyan en materiales diversos (extractos de entrevistas. se ha modificado su complejidad al tiempo que se ha recargado el trabajo que implica el tratamiento de cada uno de ellos por parte de la institución. Hoy en día. Al respecto puede consultarse Grinberg (2008).ción desde su aparición en la década de 1960. Aunque la cantidad de casos atendidos no ha aumentado sustancialmente. “abusos sexuales” y “negligencias” Prefacio | 89 . niños y adolescentes durante el año 2005. Niñas y Adolescentes del Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires (cdnna). Sobre el “maltrato físico” y las “negligencias”… En la sala de espera. espera ser atendida. en distintas defensorías zonales del Consejo de los Derechos de Niños. entre los cuales encontramos “el maltrato físico”. los discursos y las prácticas que la situación moviliza en los profesionales intervinientes. los sentimientos. dos profesionales. el niño tiene quemaduras de cigarrillo en la espalda!20 Está justo por marcar el número cuando el responsable21 de la 19 Con el fin de preservar el anonimato de los interlocutores etnográficos. sus nombres han sido cambiados y sus perfiles profesionales han sido omitidos. es preciso tener presente que las defensorías zonales se componen en su mayoría de abogados. te vas a hacer mal” y se molesta respecto de la actitud de esta madre que parece no prestar atención a su hijo.que son convocados por la defensoría zonal de niños y adolescentes. 21 El masculino es genérico y tiene por fin preservar el anonimato de la persona responsable de la institución. Lucrecia R. Su apariencia. tranquila. irrumpe en la sala donde se encuentra el equipo de profesionales. El niño está agitado y toca todo. la mano ahí no. Un poco más tarde. 20 Es importante mencionar que los profesionales no examinan a los niños en la institución. Dirigiéndose a sus compañeros. Son la madre y el hermano de Laura. Finalmente. la segunda de ellas. la remera se le levantó y así la profesional observó las marcas. una niña que días atrás fue derivada por un hospital de la zona luego de un incidente en el cual se dijo que su padre la había quemado con comida en la cara. su madre espera sentada.19 lo toma inmediatamente diciéndole “no. psicólogos y trabajadores sociales que acostumbran tratar los casos en equipos conformados por dos –idealmente tres– profesionales pertenecientes a distintas disciplinas. Una profesional. Natalia E. Hasta que la situación se esclarezca. y Julieta P.. Con el fin de dilucidar lo ocurrido y también porque Laura tiene un hermanito que está actualmente con los padres. la niña ha quedado a cargo de su abuela. el llamado de los profesionales. 90 | Alejandro Julieta Grinberg Kaufman .. sonríe simpáticamente y apoya su mano sobre la bisagra de la puerta. mientras tanto. pero al alzar al pequeño. con un tono desesperado les dice: —¡Hay que llamar al same. sus ropas y sus cabellos desordenados brotan como signos de una precariedad imposible de ocultar. la institución citó a la familia para evaluar lo ocurrido. la hacen pasar a una oficina con el fin de entrevistarla y saber más sobre lo ocurrido con la niña. fuertemente conmocionada. El pequeño se asoma a la oficina de estos últimos. Así pues. A partir de estos antecedentes. —Este chico está completamente abandonado —dice Julieta P. Así lo hace. La explicación de la abuela tranquiliza a los profesionales que. Un abanico de cuestiones se despliega a partir de la situación relatada y la imagen del “efecto bola de nieve” puede servir para ilustrar lo ocurrido. el niño goza de buena salud y no hay signos que permitan presumir la existencia de “malos tratos físicos”. con gran angustia. si su marido es violento y ella también lo es. La situación sensibiliza. la conjunción de la agitación del niño y la calma de la madre no De “malos tratos”. aún no descartan que el niño pueda ser objeto de “negligencia” por parte de sus padres. ¿por qué estás tan segura de que se trata de quemaduras? —y con un tono calmo propone primero llamar a la abuela de los niños. Se acuerda con la madre que debe dirigirse inmediatamente al hospital donde la esperan para revisar al niño. sin embargo. si ella calla y al hacerlo avala los actos de aquel. Los profesionales buscan detectar si aquello sucedido con su hija Laura es un hecho aislado o una práctica cotidiana en la familia. 20 de julio de 2005). Esta madre es convocada por la institución para ser evaluada en su “rol maternal”. A excepción de este problema. La madre y el niño finalmente parten. La situación se tensa aun más. tal vez aun más porque se trata de un niño muy pequeño. El trabajo con esta familia apenas comienza… (Notas de campo. sin embargo. debe volver por la tarde con el resultado de los estudios. porque los profesionales no descartan todavía la existencia de “negligencias” por parte de los padres. conmueve y angustia a los profesionales. En el teléfono. o si por el contrario ella también es víctima. naturalmente el pequeño llora. En el hospital se le ha prescrito un tratamiento para la alergia. “abusos sexuales” y “negligencias” Prefacio | 91 . la abuela confirma esta hipótesis y explica que el niño tiene una alergia y que entonces debe recibir un tratamiento especial. El responsable de la defensoría duda.institución le dice: —Esperá. todos los profesionales miran la espalda del niño y aunque lo intentan hacer de forma delicada. Para ese entonces. de que se trate de marcas de cigarrillo y se inclina más bien por un problema de piel. pero deben regresar en pocos días para continuar con el seguimiento por parte de la defensoría zonal. conservó la calma y relativizó la existencia de “malos tratos”. Pues a los ojos de ellos (e incluso a nuestros ojos). la otra profesional que intervino. 92 | Alejandro Julieta Grinberg Kaufman . como fue expresado por una de los profesionales. Julieta P. huele mal y su piel está cubierta de cicatrices. se desprende entonces que no está recibiendo ni la atención ni los cuidados necesarios. el niño está sucio. pareciera que al menos se trata de un caso de descuido. reparó no solo en el cuerpo sino también en las conductas del niño y de la madre. en definitiva. las marcas encontradas sobre el cuerpo del niño parecen venir a confirmar las sospechas de los profesionales producidas por la situación ocurrida con Laura y reforzadas por la observación de los comportamientos de esta madre “desconectada” y su hijo “excitado”. que no intervenía directamente en el caso y que en ese sentido guardaba cierta distancia respecto de la escena. el responsable. Pero si finalmente no se trata de una situación de “maltrato físico” y si el niño no ha sido quemado con cigarrillos. resultó particularmente impactada por la apariencia física del niño.22 En tanto prueba observable del “maltrato físico” y las “negligencias”. su estado de “abandono”. de “abandono”. el pequeño cuerpo se aleja sin duda de una representación hegemónica de la niñez. que las reacciones de los profesionales frente a la misma situación pueden ser distintas. Natalia E. “abandonado”. Así pues. a las que indirectamente comparó con las que ella desarrollaría como madre 22 En la entrevista. “descuidado”. por el contrario. Por su parte. Para los profesionales. la vestimenta y.pasarán inadvertidos a los ojos de los profesionales. la cual se acerca más a los valores propios de las clases medias y altas en torno a la higiene. Resulta interesante observar. confirma esta visión de las cosas cuando evoca el caso como un ejemplo de “negligencia” de parte de los padres. Vemos depositarse sobre él una serie de valores estéticos y juicios morales: sucio. el cuerpo del niño deviene central en este proceso de clasificación de los comportamientos familiares. de negligencia o. el cuidado y la presentación del propio cuerpo. de descuido. Natalia E. De pronto. sin embargo.. con mal olor y cicatrices. podrán ser percibidos como indicios de un “desorden familiar”. que vuelva. Tener presente que se trata de un “valor supremo” permite otorgar inteligibilidad a las reacciones de los profesionales. Pero si vos vas a un lugar recorriendo la ciudad porque te llaman. En este sentido. De allí que la De “malos tratos”. Por un lado. qué sé yo. Por eso sí me pareció bien mandarla al hospital. supongo que vos tratás de cuidar. 2005).]. Por otro lado. estaba más tranquilo y estaba mejor. a veces impulsivas o apresuradas. Así. […] Igual creo que son nenes para seguirlos. Y esta mamá no hizo nada. luego de este episodio expresaba en una charla: A mí realmente me preocupó lo del hermanito de Laura […] La mamá me sacó. cuando volvió el nene estaba más tranquilo. existen otros elementos que resultan importantes a la hora analizar dichas prácticas.en una situación similar. como para estar atentos […] Estas diferentes reacciones nos conducen a reflexionar sobre los esquemas perceptivos a partir de los cuales los profesionales ordenan y clasifican el universo de relaciones familiares.. están preocupados y te citan porque tu marido le quemó la cara a tu hija [.. ¿eh?. de hecho el nene durmió la siesta.. Ahora bien. Pero bueno. el nene puede estar descontrolado porque no durmió la siesta. me sacó su tranquilidad […] El chico trepaba a las paredes y la mamá sentada sin hacer nada. con la necesidad de actuar con rapidez para que esas conductas que se sospecha que están existiendo cesen lo antes posible. es importante recordar el valor que para la sociedad occidental contemporánea tiene la integridad física y lo intolerable que resulta constatar que ha sido infringida (Bourdelais y Fassin.. “abusos sexuales” y “negligencias” Prefacio | 93 . Estos esquemas están informados tanto por las experiencias personales concernientes a la maternidad o paternidad como por las trayectorias profesionales y la inserción institucional de cada uno de los agentes. de mirar a tu hijo aunque sea para que no se mande cagadas. […] Está bien. es preciso mencionar la movilización interna. que haga el control. los agentes intervinientes se enfrentan con la “urgencia”. el enojo y la incomprensión que la sospecha o la constatación de las violencias y negligencias sobre el cuerpo del niño provoca. la angustia. pero por más que un psicólogo me quiera explicar. el término “abuso sexual” es complejo y al respecto conviene precisar algunas cuestiones. por un lado.23 en nuestro tra23 En abril de 1999 se sancionó la Ley 25. el más intolerable de los intolerables… Hay cosas que no se van a entender nunca.087. El “abuso sexual”. Encarnación misma del horror. profesional de una defensoría zonal del cdnna). Esta ley reforma el Título iii de dicho Código derogando los “delitos contra la honestidad” y reconceptualizando las violencias sexuales como “delitos 94 | Alejandro Julieta Grinberg Kaufman .evocación a los “malos tratos” no solo genera angustia y moviliza diferentes sentimientos. que modifica nuestro Código Penal. En la sociedad occidental contemporánea. Peligros que serán aun mayores si el “abuso sexual” aparece en escena como una posibilidad. estamos frente a una figura del derecho penal. Aunque para el derecho penal el “abuso sexual” y la “violación” o el “acceso carnal” son dos tipos penales diferentes. Pues si bien. constituyéndose claramente en uno de los más “intolerables” de “los intolerables”. el abuso sexual o la violación de los padres biológicos. Entre las violencias hacia los niños. pruebas y acciones tendientes a anticipar los peligros a los que pueden estar sometidos esos niños. la familia continúa siendo el lugar por excelencia de protección y cuidado de los niños. sino también habilita distintas indagaciones. Ahora bien. sobre todo si estos comportamientos tienen lugar en el interior mismo de la familia. eso como que nunca lo voy a entender (Roxana F. no encontramos justificación posible a tales aberraciones. por otro lado nos encontramos también frente a una categoría que forma parte de aquello que podríamos llamar el sentido común profesional.. Es sobre esto último que centraremos nuestro análisis. los atentados sexuales se nos presentan como lo peor. Pues más allá de las innumerables críticas vertidas sobre su forma patriarcal. estos comportamientos transcienden los límites de lo moralmente aceptable. para nuestra sociedad. amenaza. que en una definición amplia de abuso contra la integridad sexual” (véase Chejter. tiene pesadillas nocturnas. el chico antes y después del abuso no es el mismo [.bajo de campo hemos observado que algunos profesionales incluyen todos ellos dentro de una única categoría: el “abuso sexual”. Así. encopresis. Es decir..] hay indicadores [. En cuanto entrás a investigar qué le pasa en dos o tres áreas... tiene cosas raras que pueden deberse a otra cosa. De “malos tratos”. El siguiente extracto de entrevista con una especialista en “maltrato infantil” es ilustrativo respecto de la imprecisión que caracteriza al término. estableciendo que se sancionará penalmente “a aquel que abusare de persona de uno u otro sexo cuando esta fuera menor de trece años o cuando mediare violencia. dado que a veces no deja huellas en el cuerpo.. están metidos para adentro [. Se definen nuevos tipos de agresiones sexuales de acuerdo con el daño provocado: el “abuso deshonesto” es reemplazado por el “abuso sexual”. se estará frente a un abuso “sexual calificado” y las penas se agravarán. no al abuso. el delito más grave lo constituye la violación.. el cuerpo habla.. de autoridad o de poder o aprovechándose de que la víctima por cualquier causa no haya podido consentir libremente la acción”. 1999).. una de las cosas más factibles que se ve es si hay algún abuso o que está viendo algo inconveniente en la casa. “por su duración o circunstancias de su realización” el delito configurase un “sometimiento sexual gravemente ultrajante para la víctima”. [. no lo podés tocar porque salta.]. 119).. yo te corregiría. empiezan a retraerse. pero algo le está pasando. están tristes. con problemas de aprendizaje...] El cuerpo habla por otros lados. la experta responde: No. En todos estos casos. un niño abusado puede ser tanto el que ha sido víctima de una violación o un manoseo. ¿Vos lo que me querés decir es [qué ocurre] cuando no hubo lesión física? [. el “acceso carnal por cualquier vía” (art.] Empiezan con problemas de eneuresis. Cuando. A la pregunta sobre las dificultades para detectar una situación de “abuso sexual”. “abusos sexuales” y “negligencias” Prefacio | 95 . Por último.] tiene temores. en el uso corriente de esta categoría. abuso coactivo o intimidatorio de una relación de dependencia. como aquel que ha presenciado o visto algo inconveniente. es decir. las penas aumentan si las víctimas son menores de edad y si el autor del delito es un familiar o un responsable del cuidado de los niños (véase también el artículo 120 de esta ley). Por lo tanto empezás a investigar qué pasa. 96 | Alejandro Julieta Grinberg Kaufman . otros prefieren manejarse con una definición más estrecha. Así pues. No es tan difícil. Alberto S. en definitiva. 24 Respecto de este punto conviene aclarar que existen diversas posturas. incluyendo dentro de la categoría “lo que el niño vio o presenció”. Uno de los profesionales.también entra: que los padres estén teniendo relaciones con ellos mirando o que hagan exhibicionismo. Mientras algunos profesionales y expertos conciben el “abuso sexual” de manera amplia. la defensoría citó a los abuelos para conversar con ellos sobre lo ocurrido y tomar alguna medida tendiente a proteger a Lila y dilucidar lo ocurrido. para eso tenés especialistas en abuso sexual. se indigna frente a la respuesta del abuelo que a sus ojos no parece comprender la gravedad de los hechos. Como se trata de una familia muy numerosa y tres generaciones comparten un mismo techo. implicar un contacto sexual entre un niño y un adulto. la categoría de “abuso sexual” parecería abarcar una amplia y variada gama de situaciones diferentes que pueden o no darse al interior de la familia. El abuelo toma la palabra y explica que ellos no creen que Mario le haya hecho algo a Lila y que esta ha desmentido lo dicho.. Con un tono fuerte y amenazante le dice que “el abuso es un delito” y que “los chicos dicen la verdad”.]. Los abuelos se hacen presentes y exponen su versión de los hechos frente a los profesionales de la defensoría. su hijo Mario no puede seguir conviviendo bajo el mismo techo que Lila. algo que lo está perturbando [. que pueden o no haberse dado durante un tiempo prolongado y que pueden o no. o que vean películas inadecuadas. el hermano de Mabel y tío de la niña..24 Ilustremos lo antedicho a partir de un ejemplo etnográfico observado en las defensorías de niños y adolescentes en el año 2005: Mabel se ha acercado a la defensoría zonal preocupada por algunos hechos que le habría contado su pequeña hija Lila de 4 años.. Les advierte que hasta tanto no se sepa lo que sucedió realmente. El relato de la joven madre llevó a los profesionales de la institución a sospechar una situación de abuso sexual de parte de Mario. ya que ella misma una vez encontró a su hijo y a su novia teniendo relaciones sexuales con la puerta abierta. ¿qué piensa usted de lo sucedido?”. más allá de la intencionalidad del adulto. Alberto le explica que “eso no es bueno” y se enoja con la señora por permitir que estas cosas sucedan en su casa. y el abuelo de la niña no logran ponerse de acuerdo. el hecho de englobar comportamientos tan diferentes bajo la misma categoría? Veamos a continuación algunas de las explicaciones más frecuentes que los profesionales de diversas instituciones –judiciales De “malos tratos”. que conociéndolo a su hijo le cuesta creerlo. Por otra parte. Cada uno de ellos. deberá demostrar su inocencia. que “no se le ocurren esas palabras” y que “si eso no pasó. La conversación va llegando a su fin. “abusos sexuales” y “negligencias” Prefacio | 97 . La señora piensa. algo vio”. de acuerdo con la acusación que sobre él caiga. en tanto puede incluir algo que un niño vio o presenció. Esta situación etnográfica permite ilustrar la elasticidad que caracteriza a la categoría de abuso sexual y la amplia gama de comportamientos que abarca. insiste en que una nena de cuatro años “no miente con algo así”. le pregunta. al menos de no haberlo evitado. Los adultos con los que convive el niño aparecen a priori como culpables. que puede tratarse de algo que la niña vio. si no de haber cometido el abuso. Llegados a este punto podemos dejar planteada la siguiente pregunta: ¿qué efectos concretos provoca. entonces. tanto en el tratamiento de las situaciones como en los individuos destinatarios de la categoría en cuestión. Alberto le explica a la señora que nadie está tratando de acusar a Mario pero sin embargo es preciso “investigar lo que pasó y entonces comenzar a sanar” (Notas de campo del 23 de agosto de 2005). la situación descrita también ilustra cómo las situaciones de abuso habilitan a indagar en la intimidad familiar.La conversación continúa pero Alberto S. La mujer explica que no sabe qué pensar. pero al mismo tiempo no descree de los dichos de su nieta. que la situación le duele mucho. Natalia E. “Señora. El profesional se molesta cada vez más y decide hacerlo salir de la entrevista para continuar entonces discutiendo con la abuela. cuando se trata de niños. Nos gustaría sugerir que estas explicaciones no solo permiten dar sentido a “lo intolerable” sino también administrarlo. y al mismo tiempo comprender. Ahora bien. Para los profesionales. estos comportamientos que nos resultan a primera vista injustificables. porque este enunciado se ajusta a las creencias del siglo xx sobre la experiencia infantil como estructurante de la personalidad adulta. asociado a este a priori. El “maltrato infantil” y algunas de sus explicaciones más frecuentes Ian Hacking (1999.y administrativas– que participan de la protección a la infancia despliegan frente al “maltrato infantil”. En nuestras observaciones. 2001) ha propuesto que una serie de creencias acompañan nuestra concepción actual de “maltrato infantil”. el tratamiento de los adultos apunta a corregir los comportamientos y a erradicar la violencia como forma de relación social en el interior de la familia. El tratamiento psicológico se constituye así en una estrategia desplegada para “conducir las conductas” (Foucault. 237) tanto de los adultos (responsables directos 98 | Alejandro Julieta Grinberg Kaufman . 1994. completamente “intolerables”. y muchas veces. porque su inversión (un padre “maltratador” ha sido “maltratado” en su infancia) permite en alguna medida explicar. dicho tratamiento se indica también con el objetivo de modelar los comportamientos del niño. nos hemos encontrado con la figura del tratamiento psicológico como una instancia necesaria y fundamental para “cortar con la violencia”. ha tenido –según este autor– un impacto particular por dos razones: en primer lugar. p. por el otro. que funciona como a priori según el cual el “niño víctima” de malos tratos deviene un padre maltratador. en segundo lugar. en palabras de Fassin y Bourdelais. si bien por un lado se propone –como pudimos ver en el ejemplo etnográfico sobre la sospecha de abuso sexual– con el fin de “sanar” el sufrimiento de la situación experimentada. La creencia en una suerte de “transmisión hereditaria”. previniendo que en un futuro reproduzca lo aprendido en el seno familiar. En una discusión con la misma profesional respecto de un expediente judicial en el que se describía a una madre que golpeaba a sus hijos y que luego se había ido de la casa dejándolos con su padre.. En este caso. pobre [. al “abuso” se lo dota de un potencial explicativo que. Así. el pasaje de la “niña abusada” no es hacia la “madre abusadora”. [.. posibilita también ejercitar la empatía y la compasión: De “malos tratos”. como podemos observar en el relato de otra profesional. Veamos a continuación cómo opera el a priori de la “transmisión hereditaria” como explicación de los comportamientos violentos en el seno familiar. “abusos sexuales” y “negligencias” Prefacio | 99 . que se refiere a niños que vivencian situaciones de violencia entre los padres –lo que para muchos profesionales constituye también “un tipo de maltrato infantil”– es ilustrativo de lo antedicho: Es que los niños son las víctimas [. la profesional liga la “incapacidad de maternar” de esta mujer con una posible “situación de abuso” vivida en su infancia: La madre estaba completamente loca. sino hacia la “madre abandónica”.. El siguiente extracto de una entrevista realizada a una asistente social del ámbito de la justicia de familia.. Observamos aquí que para esta profesional las violencias sexuales vividas en la infancia explican los comportamientos de una madre que no es capaz de desarrollarse en el rol social asignado. porque vos sabés que el niño arma su identidad con sus padres. ¿Por qué? Primero. una situación de abuso [.] no tenía capacidad de maternaje.] las víctimas secundarias de una situación de violencia...] yo creo que hubo algo raro con su padre.] La tipa era verdaderamente promiscua [. Ella no era capaz de maternar..].. obviamente él va a reproducir esa escena a corto plazo..o indirectos de las violencias) como de aquellos niños considerados “víctimas”.. y en donde sufren seguramente el triple de lo que sufre aquel que recibe el golpe. Si el niño es un varón que ve que su padre vive abofeteando a su madre y su madre permite esta situación. con la madre volviéndola loca y un adolescente que está enamorado ahora con lo cual se tiene que pelear con su mamá mucho más.] tuvo un episodio psiquiátrico. ella está enferma. Con ella suelen combinarse otros motivos. ¡quién no! De este modo. estaba sola. No tiene un padre con el cual apoyarse ante esto. y toda esta situación que nos resulta compleja a nosotros en nuestras casas [..] y se banca el embate de la adolescencia. Esta mamá [. [. pienso que es una jodida que lo único que quiere es maltratar al hijo.. “la transmisión hereditaria” no es la única explicación posible frente al fenómeno de las violencias hacia los chicos. una madre que podría ser percibida como una “mala madre” deviene una mujer que hace todos sus esfuerzos por ser una “buena madre”. Estos dos ejemplos muestran cómo el a priori de la “transmisión hereditaria” es utilizado para explicar los comportamientos de los adultos hacia sus hijos.. en el seno de la justicia de familia. bueno. [. para evitar que este círculo siga.. Sin embargo. al momento de intentar dar sentido a las violencias físicas en la familia: En general si uno habla con las madres y padres violentos [.] Esta mamá sufrió en su primera infancia todas estas situaciones de abuso [.] Lo que ella vivió fue un espanto.[…] esta mamá es una mamá que tuvo muchas dificultades en toda su vida y en toda su historia. bueno.... Creo que. mi marido que está ahí. que en realidad no lo quiere.... que esta historia se repita [. se comprenden comportamientos que a los ojos de otro resultarían inexplicables e injustificables.]. Todo esto sola no es fácil.]. Y así. En mi casa yo tengo dos adolescentes.] ellos sufrieron violencia de chicos.. Creo que también tiene mucho que ver el tema de las adicciones [..] y creo que también muchas 100 | Alejandro Julieta Grinberg Kaufman .. a través de ciertos procesos de identificación entre la profesional y la madre en cuestión.] ella ha logrado mucho por su experiencia como hija.... lo importante es cortar a través de un tratamiento terapéutico. como los “problemas económicos”.] El otro día estaba descompensada y sí. [... ella realmente está haciendo un esfuerzo muy grande. y si yo no presto atención a esto. [.. las condiciones precarias de vida o “el problema de las drogas”.. “la falta de conocimiento” también puede ser evocada como una explicación complementaria a la de la “transmisión hereditaria”: Y los casos de maltrato.]. “abusos sexuales” y “negligencias” Prefacio | 101 . profesional de una defensoría zonal del cdnna). O sea.. De “malos tratos”. claro. profesional de una defensoría zonal).. el maltrato para ellos está naturalizado [. En realidad lo que pasa con la población boliviana..]. porque en su país de origen esto es cultural. profesional de una defensoría zonal). por ejemplo tenemos mucha población boliviana... como que es mucho mas fácil sacarse que si uno tiene las condiciones mínimas (Julieta P. porque después el chico es violento [. el valor explicativo resida en la “cultura”. como podemos ver. no lo ven como violencia. como una forma de corrección hacia los chicos... en su país la puesta de límites sí va por ahí pegando o ejerciendo un poco más de violencia que en Argentina. todo esto los frena (Silvia F..] criado en violencia después va a ser un chico violento y. bueno. Entonces por ahí estos tipos de poblaciones no logran comprender que eso acá es delito. Por ejemplo.. cuando se les dice que no [. no tiene qué darle de comer a los hijos. pasan por la falta de conocimiento. es que ellos tienen una cultura distinta a la nuestra. sin decir que por la situación económica yo justifico la violencia. paraguaya [.veces esta situación. en esos casos. o sea.. Pero por qué. no tiene trabajo.. que uno si se los explica sí lo entienden. lo ven como una forma de poner un límite. esta forma de corregir a los golpes viene de la cultura misma (Laura M. pero muchas veces creo que si uno no tiene dónde vivir. al pegar con un cinto. pero ellos al maltratar. que también puede ser con la peruana. que esa no es la forma de poner límites y que esto después es un boomerang. a veces. “Falta de conocimiento” y “violencia naturalizada” que. es atribuida fundamentalmente a una población en particular: a inmigrantes pobres de países limítrofes. pero cuando se les habla. En otros casos.] y los bolivianos. De allí que para muchos profesionales. .. porque es parte de su “cultura”. es constatada día a día en la práctica... El tema es que es muy difícil cambiar la cultura. Pero.] si no le pego no lo quiero (Roxana F. Observamos aquí una operación de “barbarización” del otro extranjero que.. o [. además. la “cultura boliviana” aparece esencializada y presentada como un bloque homogéneo. en Bolivia es común que el abuelo por ahí abuse [del chico]. creen que pegar es querer [. dentro del cual no parece haber espacio para la diversidad: “los bolivianos son. esta concepción de la cultura es básicamente etnocéntrica. la idea es “no podés” [. a veces es bajar línea.]. ‘11’ son bolivianos” y explicaba que esto se debe a “cuestiones culturales”.Es un tema [. además. Esta creencia de que la violencia entre los bolivianos está ampliamente difundida y naturalizada.] Entonces hay que bajar línea. 102 | Alejandro Julieta Grinberg Kaufman . sin duda... de 10 casos de abuso.] es complicado trabajar con ellos [bolivianos. En estas explicaciones. como tal.].] los padres. profesional de una defensoría zonal del cdnna). [. Uno no puede pretender que esa persona cambie todo ese modelo tan enraizado en su ser.. Así. pues la cultura del otro aparece como “menos civilizada” que la nuestra y por tanto se debe ejercer una acción correctora.. actúa así tendiendo un manto de sospecha sobre ellos. Estas diversas explicaciones mencionadas permiten a los profesionales dar sentido a los comportamientos familiares frente a los cuales ellos se enfrentan cotidianamente. cuando hay un maltrato directo. o sea.”. que viene de generaciones. Se trata de una creencia elaborada a partir de un saber práctico que.. un profesional de una defensoría de niños me decía: “acá... uno no puede estar haciendo un proceso de cambio cultural que es muy largo. paraguayos y peruanos]. la mayoría de los casos que se atienden son de extranjeros [.. Pero. El tema del maltrato es cultural. El mismo profesional precisaba en la entrevista: Por ejemplo. se comprende mejor a la luz de los múltiples prejuicios y discriminaciones de las cuales son objeto estas poblaciones en nuestro país... frente a una sospecha de una situación de “abuso sexual” de un padre a su hija pequeña. La “desjudicialización de la pobreza” es hoy en día uno de los pilares constitutivos del “frente discursivo” de los derechos del niño (Fonseca y Cardarello. por ejemplo. De “malos tratos”. esta idea que ha acompañado a las defensorías zonales del Consejo de los Derechos de Niñas. en tanto pueden ser interpretados como “factores de riesgo” o como indicios para develar qué es lo que ha ocurrido con ese niño. Hay que ser muy fino en distinguir si esta situación de riesgo que está atravesando un chico se debe a la situación de marginado o se debe a la falta de compromiso paterno. ya que resultan ampliamente útiles y tranquilizadores. Así pues. Niños y Adolescentes desde su creación parece ser hoy compartida hoy por amplios sectores. 2005).] si se advierte que esto no es una situación de marginación. el principio según el cual la falta de recursos materiales de los padres no habilita la separación del niño de su familia.. debiendo en estos casos el Estado brindar su apoyo y garantizar que ningún niño sea separado de sus padres por “motivos de pobreza” como ocurrió en el pasado– ha tenido un impacto fundamental sobre el tratamiento de estas situaciones. las explicaciones encontradas en torno a estos comportamientos familiares merecen un comentario aparte. sobre todo frente a situaciones que se presentan confusas. sino que además es una situación de desamparo. Porque la solución es totalmente distinta [.. la nacionalidad de la familia. En cuanto a las “negligencias”.]. Así.]. sino que proviene de la negligencia de los padres [. Esto es muy importante distinguirlo porque se puede caer en el peligro de castigar al pobre.. pero no material. “abusos sexuales” y “negligencias” Prefacio | 103 . Un juez de familia nos explicaba en la entrevista que: Es distinto el que tiene la posibilidad y no lo hace que el que no tiene la posibilidad [.. el consumo de alcohol por parte del padre o el haber sido víctima de abuso en la infancia podrán constituirse como datos significativos a tener en cuenta..estos enunciados permiten intervenir sobre ellos. Como bien sabemos.. para algunos profesionales. la “desjudicialización de la pobreza” –esto es. miembro de un servicio de atención al “maltrato infantil”. cuando los profesionales se ven confrontados con una realidad social extremadamente compleja y un Estado que no responde movilizando los recursos necesarios que permitirían revertir. intencionadas o no. hay una actitud deliberada [.]. y yo acuerdo con que no se puede penalizar la pobreza. Esto mismo puede advertirse en la entrevista realizada a un profesional de la salud.. estas situaciones son polémicas y existen diferencias sobre cómo intervenir frente a ellas. pareciera ser que existen dos tipos de explicaciones posibles a los comportamientos negligentes. 104 | Alejandro Julieta Grinberg Kaufman . O bien son el producto de las conductas directas. pues de la separación entre ambas dependerá el tipo de intervención a realizar. de parte de los padres... si no todas.Se desprende entonces la idea de que es preciso no confundir las negligencias que son producto de la falta de recursos materiales de aquellas que resultan de actos deliberados de parte de los padres. si la situación de negligencia está planteada y el sustento básico existe. y en este caso la “trasmisión hereditaria” puede llegar a tener su asidero. Especialmente.]. quien. Luego habrá que ver si el medio tiene o no el sustento básico para que la situación de negligencia se corrija. Ahora bien. y si no está el sustento básico el Estado se tendrá que hacer responsable de que esto exista.. Entonces. sin embargo. como se desprende de este último extracto de una entrevista. o bien los comportamientos negligentes encuentran su fundamento en los condicionamientos socio-económicos de las familias. considera que la tendencia de no “penalizar la pobreza” lleva a veces a no intervenir: Todo esto está muy teñido de la intención de no penalizar la pobreza. al menos algunas de las situaciones que llegan a las instancias del sistema de protección a la infancia. pero definir una situación de negligencia no es penalizar la pobreza [. Ahora. Pero para eso se requiere un diagnóstico. “descuidados”. “desprotectores” o “abandónicos” de los padres. “abusos sexuales” y “negligencias” Prefacio | 105 . En la primera parte. Asimismo. es la clave que permite comprender los sentimientos de horror e indignación que se generan en los profesionales tanto a partir de la sospecha como de la evidencia de estos comportamientos. a partir de las cuales los profesionales ordenan. advertimos. injustificables y muchas veces “intolerables”. “el alcohol y la droga” y la “situación económica”. En la segunda parte del trabajo. que pueden incluso combinarse de diversos modos. tanto legal como moral. en Francia y también gradualmente en la Argentina. es decir. esto es. En cuanto a las prácticas y los discursos. frente a la duda y la confusión. pueden llegar a funcionar como pruebas. clasifican y administran los comportamientos familiares. sin embargo. “Lo intolerable”. el límite transgredido. el objetivo fue explorar los sentimientos. son construcciones sociales cargadas de valoraciones morales. la importancia de analizarlos a luz de la trayectoria familiar. discursos y prácticas que se erigen sobre el “maltrato infantil”. la propuesta de este artículo fue la de comenzar a hacerle preguntas al “maltrato infantil”. mostramos que esta categoría emerge en un contexto particular y que con el tiempo se va transformando.Consideraciones finales Como ya ha sido mencionado. tales como la “transmisión hereditaria”. “la falta de conocimiento”. dimos cuenta de cómo el “maltrato infantil” se convirtió en las últimas décadas en un problema social y una cuestión de agenda política en Estados Unidos. hasta abarcar nuevos tipos de comportamientos. “la cultura”. intentamos tomar distancia de la materialidad así denominada y mostrar que las categorías de “maltrato físico”. pero también como justificación de las intervenciones y la gestión de dichos comportamientos. Estos enunciados evocan factores explicativos diversos. la pertenencia institucional y profesional. Asimismo. valores. “negligencia” y “abuso sexual”. En este sentido. las teorías e ideologías a De “malos tratos”. Los profesionales movilizan estos factores explicativos para dar sentido a comportamientos que les resultan inexplicables. hemos observado la existencia de ciertas ideas y explicaciones ampliamente difundidas que parecen formar parte del sentido común de los profesionales y que muchas veces frente a las sospechas. cecym y Centro Municipal de la Mujer de Vicente López. La indignación y el horror que produce el “maltrato infantil” contrastan con la invisibilización de situaciones de precariedad extrema producto de la “violencia estructural” originada en las desigualdades económico-sociales. Así pues. Études d’anthropologie et d’histoire sur les frontières de l’espace moral. su pertenencia de clase. Les constructions de l’intolérable. el de los consumidores de paco. otras formas de violencias quedan opacadas. Por último. La Découverte. entre otros. Por ello. tales como el deterioro de los “chicos en situación de calle”. y D. este análisis nos lleva a reflexionar sobre los valores y sentimientos que el “maltrato infantil” despierta en nosotros como sociedad. P. (1999). París. Fassin (2005). y D. Buenos Aires. 106 | Alejandro Julieta Grinberg Kaufman . y todas aquellas variables que permitan inscribirlos en el espacio social y comprender los esquemas perceptivos a través de los cuales dan sentido al mundo sobre el cual intervienen. P. Bibliografía Bourdelais.las que adscriben los profesionales. Chejter. “Les frontières de l’espace moral”. 7-15. pp. la prostitución infantil. S. una pista para futuras indagaciones podrá consistir en el análisis dialéctico de “lo tolerable”/“lo intolerable” y de “lo intolerable”/“la tolerancia a lo intolerable”. resignación e invisibilización de otros problemas sociales. Reforma del Código Penal en lo relativo a los hoy llamados Delitos contra la integridad sexual de las personas. dado que contrastan de manera sorprendente con la aceptación. Ley 25. pues estos cruces permitirán avanzar en la comprensión de nuestra concepción actual de violencias hacia los niños y en el tratamiento que de estas últimas hacemos en tanto sociedad. en Bourdelais. consideramos que mientras el maltrato infantil gana terreno en el espacio público y los profesionales afinan sus métodos para diagnosticarlo y tratarlo.). Fassin (eds.087. pp. Universidad de Buenos Aires. Buenos Aires. V. y R. Pita (eds. N° 1.Dussy. École des Hautes Études en Sciences Sociales. iv. Cuadernos de Antropología Social. Gallimard. en L’âme réécrite. C. Chicago. pp. D. 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