Ferenczi en "Sexo y psicoanálisis"

March 19, 2018 | Author: Cecilia Gallard Escalada | Category: Chicken, Psychoanalysis, Psychological Concepts, Psychology & Cognitive Science, Behavioural Sciences


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1UN PEQUEÑO HOMBRE-GALLO Sandor Ferenczi. Un antiguo paciente, que debido a ello participaba en las investigaciones psicoanalíticas, me señalo el caso de un niño susceptible de interesarnos. Se trataba de un niño que tenía entonces cinco años, el pequeño Arpad, que según el sentir unánime de sus vecinos había tenido hasta los tres años y medio un desarrollo mental y físico regular y había sido un niño completamente normal hablaba corrientemente y daba muestras de gran inteligencia en sus palabras. !ruscamente sobrevino un cambio. "urante el verano de #$#%, la familia acudi& a un balneario austríaco donde ya había estado el verano precedente, y alquil& una habitaci&n en la misma residencia. "esde la llegada, el comportamiento del niño cambi& de manera singular. Antes se interesaba por todos los sucesos que atraen la atenci&n de un niño tanto en el interior como en el e'terior de una casa pero a partir de aquel momento su inter(s se centr& en una sola cosa) el gallinero que había en el patio de la gran*a. Al amanecer acudía *unto a las aves, las contemplaba con un inter(s infatigable e imitaba sus ruidos y sus andares, llorando y gritando cuando se le obligaba a ale*arse del corral. +ncluso le*os del gallinero, no hacía más que lan,ar -i-iri-is y cacarear. Se comportaba de este modo durante horas, respondiendo a las preguntas que se le hacían mediante estos gritos animales, y su madre comen,& a temer seriamente que el niño olvidara hablar. .sta rare,a del pequeño Arpad persisti& durante todas las vacaciones. /uando la familia regres& a !udapest, (l volvi& a utili,ar el lengua*e humano, pero su conversaci&n versaba casi e'clusivamente sobre los gallos, las gallinas y los pollos, y a lo sumo sobre las ocas y los patos. Su *uego habitual, que repetía muchas veces por día, era el siguiente) hacía gallinas y gallos doblando papel de peri&dico y los ponía a la venta, despu(s cogía un ob*eto cualquiera 0en general una escobilla lisa1 a la que llama cuchillo y ponía su 2ave3 ba*o el grifo 0donde la cocinera tenía la costumbre de matar los pollos1 y cortaba el cuello de su pollo de papel. 4ostraba c&mo sangraba el gallo e imitaba perfectamente con el gesto y con la vo, su agonía. /uando se vendía pollos en el patio, el pequeño Arpad no podía estarse quieto) corría a la puerta, entraba y salía, y no ce*aba hasta que su madre no compraba uno. "eseaba claramente asistir a su deg5ello. Sin embargo, tenía mucho miedo a los pollos vivos. Sus padres le habían preguntado muchas veces por qu( tenía miedo del gallo y Arpad contaba siempre la misma historia) cierto día había entrado en el gallinero y había orinado en su interior un pollo o un cap&n de pluma*e amarillo 0a veces decía que marr&n1 le pic& el pene, e llona, la criada, le cur& la herida. A continuaci&n se le cort& el cuello al gallo, que 2revent&3. 6os padres del niño se acordaban efectivamente de este incidente que había ocurrido durante el verano primero que pasaron en el balneario, cuando Arpad tenía dos años y medio. Un día, la madre oy& al niño gritar fuertemente y supo por la criada que tenía mucho miedo de un gallo que había intentado picarle en el pene. /omo llona ya no estaba al servicio de la familia, fue imposible averiguar si Arpad result& herido en aquel momento o bien si llona le había puesto un ap&sito para tranquili,arle, tal como recordaba la madre. 6o notable en esta historia es que el efecto psíquico de este suceso sobre el niño apareciera tras un período de latencia de un año entero con ocasi&n de la segunda permanencia en la gran*a, sin que ocurriera nada en el intervalo que pudiera e'plicar a la familia del niño la súbita reaparici&n de su temor a las aves y su inter(s por (stas. Sin embargo, no me detuvieron estas dificultades y plante( a la familia del niño una cuesti&n suficientemente *ustificada en la e'periencia psicoanalítica, a saber) si durante este período habían amena,ado al niño 7como sucede a menudo7 con cortarle el pene a causa de los tocamientos voluptuosos que practicaba sobre sus &rganos genitales. 6a respuesta, dada de mala gana, fue que efectivamente al niño le gustaba ahora 0a los cinco años1 *ugar con su pene, que se le castigaba a menudo, y que no era imposible que alguien le hubiera amena,ado alguna ve, con la castraci&n, 2en broma3) era e'acto que Arpad tenía esta mala costumbre desde hacía 2mucho tiempo3 pero no podían decirme nada sobre si la tenía ya durante el año de latencia. 8uede verse a continuaci&n c&mo Arpad no había escapado posteriormente a esta amena,a puede incluso mantenerse como verosímil la hip&tesis según la cual la amena,a sufrida en el intervalo fue la que provoc& un estado emocional tan intenso cuando revivi& la escena de su primera e'periencia terrorífica en la que, de forma similar, había sido amena,ada la integridad de su pene. 9aturalmente no puede e'cluirse otra posibilidad, a saber) que el primer susto fue e'cesivamente ar durante horas alrededor del cadáver de los animales. un gallo vivo desplumado .31. sino s&lo una cresta. sino que eran ambivalentes . al ver que sus prohibiciones no producían ningún efecto. "esgraciadamente ha sido imposible reconstruir me*or tales circunstancias y en consecuencia debemos contentarnos con la probabilidad de esta relaci&n causal. "e*ando aparte estos rasgos de su carácter. con los cuales se dedicaba a toda clase de *uegos imaginarios. .anahorias 0a las que calificaba de pollos1. dos gallitos y una gallinita. para comprar un pavo. 8ero estaba cansado y prefiri& volver a *ugar con sus cosas.os con un cuchillo. daba muestra indiscutibles de verdaderos síntomas neur&ticos era miedoso.n el e'amen personal del niño no revel& nada sorprendente ni anormal. . observarlo durante mucho tiempo. por ser vecina y conocida de la familia. presa de una intensa e'citaci&n.3.3 = despu(s) 2>en. como he dicho antes. cacareando y piando sin cesar. entre los muchos adornos que había me lo tra*o y me pregunt&) 2:4e lo das. arro*& con rabia su muñeca irrompible 0una gallina1 en la sart(n porque no conseguía desgarrarla. despertaba a toda la familia 7un verdadero cantamañanas7 con un vigoroso canto. ven. =a he mencionado su *uego típico) la imitaci&n del deg5ello de los pollos debo añadir ahora que en sus 2sueños con aves3 veía por lo general pollos y gallos 2destripados3. .. pero acudi& enseguida a retirarla.n cierta ocasi&n se empeñ& en arro*ar al suelo un *arr&n decorado con gallos. ?epentinamente fue a la habitaci&n vecina. tuvieron que acomodarse por último a sus manías y consintieron en comprarle *uguetes que representaban diversos pá*aros de un material irrompible. Si alguien le preguntaba mostrándole el gallo degollado) 2:@uisieras que reviviera. <enía sentido musical. sus afectos hacia las aves no se componían simplemente de odio y crueldad. "e esta forma puede verse en qu( direcci&n trataba de sublimar su pu*ante inter(s patol&gico por estos animales. pero dibu*aba e'clusivamente pá*aros con grandes picos. . 8uedo incluso transcribir literalmente algunas de sus frases características) 2@uisiera tener. Sin embargo. . 6os .3 2A/laroA. cortándolos en pequeños tro.as y grit&) 2Ahora voy a arrancar los o*os ciegos de este pollo destripado.3 .aba y acariciaba al animal muerto. pero no cantaba más que canciones en las que se hablaba de gallinas.en. como le había visto hacer a la cocinera. con el que dibu*& rápidamente 0no sin arte1 un gallo. Arpad era un hombrecito alegre. 4uy a menudo abra.l momento en que se degollaba a un pollo era para (l una fiesta.3 6e di papel y lápi. 2alimentaba3 a su oca de madera con maí. Al alba.n cierta ocasi&n *ugaba en la cocina con un pollo que la cocinea acababa de matar. di*o un día bruscamente. . de dan. la limpi& y la acarici&. todo ello con gran habilidad. pudo apreciar por mí mismo que Arpad poseía una gran vivacidad de espíritu y que no carecía de dones pero era cierto que su actividad mental y sus talentos se hallaban centrados fundamentalmente sobre los ob*etos emplumados del corral. /acareaba y lan. pero que pudiera andar. Un día. 6a investigaci&n psicoanalítica directa no era posible y tuve que limitarme a anotar las frases y los comportamientos significativos del niño para la dama que se interesaba en el caso y que podía. cogi& del ca*&n del armario unas tena. 6as frases y acciones de Arpad anotadas por mi corresponsal muestran en su mayoría un placer poco común en fantasear sobre crueles torturas aplicadas a las aves. @ue no tuviese ni alas.a de castraci&n anterior y que la emoci&n. fue precisamente un pequeño gallo salva*e en bronce el que atra*o su atenci&n. de pollos y de otros volátiles. y tambi(n) 2!a*o la ventana hay dos pollitos. puede atribuirse al crecimiento de la libido ocurrido en el intervalo. . Sus padres. o bien. Sin embargo. A menudo *ugaba con man.aba -i-iri-is de manera magistral. lloraba y *amás pedía perd&n. ven mi pollito3. ni cola.ntonces le pedí que me contara el asunto del gallo.3 Sabía tambi(n dibu*ar. soñaba mucho 0naturalmente con aves1 y tenía a menudo un sueño agitado 02:8avor nocturnus. lo degollaría yo mismo en el acto3.anas y .n general. 6e gustaba sobre todo esta canci&n popular) 2"ebería ir a "ebrec. pero muy insolente si se le pegaba o se le reñía. al volver a ver el gallinero. ?ara ve.ra capa.2 grande a consecuencia de una amena.n cuanto entr& en mi despacho. 3 0. pero que son recha. Una mañana pregunt& a la vecina) 2"ime. <ras estas declaraciones hechas por el niño sin ninguna presi&n. es al mismo tiempo odiado a causa de las restricciones se'uales que impone. Ctro día di*o repentinamente) 2@uisiera comer mamá guisada 0por analogía por el pollo guisado1 mamá puesta a coser en una cacerola. /uando sea mayor me convertir( en gallina. . /uando sea muy grande ser( un cochero. la puesta de los huevos y la eclosi&n de la pollada.ado. era preciso darle e'plicaciones sobre el se'o de cada ave degollada :se trataba de un gallo. A9oB.3 0Druño y dan. lo que le contrari& mucho. = despu(s) 2@ue me corten un pie y que lo echen al fuego. Se qued& helado y di*o) . de una gallina o de un cap&n.3 0?espuesta) 28orque se hacen vie*os y se fatigan31. 6os &rganos se'uales de las aves le interesaban vivamente. la pondr( sobre tu vientre y me la comer( entera.nseguida se interpretarían los deseos de desplumar y de cegar al animal como símbolo de intenciones castradoras y se consideraría el con*unto de los síntomas como una reacci&n frente a la angustia que inspira al enfermo la idea de su propia castraci&n. luego soy un pollito. .ados y s&lo se manifiestan de esta forma desviada y desfigurada. 2:8uede de*arse ciego a alguien con fuego o con agua.3 animales de su libro de dibu*os tuvieron por el contrario peor suerte) los cort& en tro. le gustaba decir a un muchacho algo mayor que (l) 2<e voy a cortar la del medio3.3. el psicoanalista dudaría en interpretar este amor y este odio e'cesivo hacia las aves como una transferencia de afectos inconscientes que se refieren de hecho a seres humanos.l chofer que conducía el autom&vil parecía impresionarle aún más que su padre. 8ara que no fuera posible dudar que designaba a su propia familia mediante las palabras gallo. podían contemplarlos entonces a gusto los 2animales caritativos3 le mostraban sin dificultad todo lo que podía ver.a y la comería así3 0y acompañaba sus palabras con gestos como sí comiera algo con un cuchillo y un tenedor1. di*o otra ve. 0pensaba) dar un mal paso sufrir una caída. 6a labor del recha. en último t(rmino. se manifestaba en sus palabras e incluso se presentaba a veces abiertamente con una franque. 6a actitud ambivalente llevaría al analista a sospechar que en el psiquismo del enfermo se equilibran mutuamente los sentimientos contradictorios y. = cuando cre. la interpretaci&n psicoanalítica se enunciaría así) el gallo significa el padre en este con*unto de síntomas0#1. Su crueldad se manifestaba a menudo contra los seres humanos y con mucha frecuencia estaba orientada hacia la . 2@uisiera ser quemado3. Si estos síntomas surgieran en un enfermo mental adulto.a. sobre todo la actividad se'ual incesante de gallos y gallinas. a una amena.ca aún más ser( un gallo. pregunt& a una vecina un día. A menudo estaba preocupado por la idea de la ceguera. se vio obligado a satisfacer su curiosidad despertada de este modo contemplando incansablemente a los animales. no era vie*a y sin embargo muri&. tenía actitudes de arrepentimiento. :por qu( me hace siempre caer.ntonces.&.3 2@uisiera abrirme la cabe. en el trasero3. gritaba. el recha. llegaría a suponer que esta ambivalencia se refiere al padre. un día declar& bruscamente) 2A4i padre es el galloB3. 06as condiciones de la habitaci&n de sus padres eran tales que el pequeño Arpad pudo sin duda ninguna enterarse de estas cosas en su casa. probablemente a parientes pr&'imos.o al gallo debe atribuirse. @uisiera cortarme la boca para no tenerla más. :por qu( muere la gente.a de castraci&n recibida por haber practicado el onanismo. podemos comprender un poco me*or la intensidad de su emoci&n cuando contemplaba incansablemente la actividad del corral.o no había tenido tiempo de disimular completamente el significado real de sus e'travagancias el fen&meno primitivo. si hay un dios. := por qu( es preciso que muera la gente.1 /omo consecuencia. "ebemos tambi(n a Arpad la confirmaci&n de nuestra hip&tesis según la cual su temor enfermi.a.3.. y en otra ocasi&n) 2Ahora yo soy pequeño. <ras tales deseos caníbales.a y una brutalidad sorprendente. el cual. 2AEumB :. mi abuela era vie*a. será mamá confitada y yo la podr( comer. <odos los secretos de su propia familia.3 "espu(s se intereso por los ángeles y por las almas y se le di*o que no eran más que cuentos. Un día se precipit& sobre la cama de una niña gritando) 2<e voy a cortar la cabe.os y naturalmente no pudo resucitarlos.ona genital de los adultos) 2<e voy a dar un golpe en la ca.n el caso del pequeño Arpad podemos ahorrarnos el traba*o de interpretaci&n.1.carria 0AsicB1. gallina y pollo. sobre los que no obtenía en casa ninguna informaci&n. debido a numerosas e'periencias psicoanalíticas. en las que de manera masoquista deseaba ser cruelmente castigado.n resumidas cuentas. caer ba*o1.1 26e cortaría la cabe.3. aun siendo respetado y amado. AohB. con más claridad. . (S ndor Ferenczi.o Ho$!re Ga&&o/. >er Freud) 2Análisis de una fobia en un niño de cinco años3 0/inco psicoanálisis1 y 24archenstoffe in <raumen3 0Des.& por animarle. el amor. . Ahora podemos comprender me*or su odio ine'tinguible contra el gallo que pretendi& hacer a su pene aquello de que había sido amena. .3 "ecía que le interesaban los *udíos ancianos porque venían de 2la casa de dios3 0del templo1.n gran número de análisis y de sueños de neur&ticos. la que viene a e'presarse. 8idi& a su madre que hiciera entrar a aquellos mendigos en casa.ado por el profesor Freud en sus recientes obras. Siguiendo a Freud podemos admitir que el culto y el sacrificio de animales son manifestaciones despla.4 2A9oB A9o es ciertoB Eay ángeles.& en los últimos tiempos a interesarse por los temas religiosos.a y decía) 2Ee ahí un gallo mendigo. que los niños manifiestan por los animales.Schr. se descubre tras una forma animal la figura del padre. y) 2:/uánto tiempo se puede vivir.3 8retendía convertirse en un 2gallo de pueblo3. 8ero Arpad respondi& indignado 2A9o es ciertoB A<odos los niños noB A4i 8apá nunca lo ha hechoB3.3.ado por los 2mayores3 lo mismo que la gran estima en que tenía a este animal se'uado que osaba hacer todo lo que a (l le hubiera llenado de un miedo horrible tambi(n podemos comprender los crueles castigos que se imponía 0debido a su onanismo y a sus fantasías sádicas1.-e.*). comen.ada durante mucho tiempo no fue en vano.. asegurándole que no se le haría ningún mal y que además todos los niños hacían lo mismo.s la misma ambivalencia que se manifiesta respecto al padre en el totemismo de los primitivos actuales. (l se ocultaba y lo observaba a distancia cuando se había ale*ado.7 . Arpad ba*aba la cabe. E"%a"a-#a&%e( S. t&tem y tabú1 09. con tu hermana y con mis tres primas y además con la cocinera no. 8ara concluir.A.l caso del *oven Arpad 0que publiqu( en el primer número de la revista Geitschrift fur ar. NOTA: #.+++. 8ero si uno de ellos venía. que es posterior a la aparici&n de <&tem y tabú y a la redacci&n del artículo alemán traducido aquí1. Se supo que aquella misma mañana la criada había levantado bruscamente la ropa de la cama y vi(ndole tocarse el pene le había amena. 6a vecina se esfor. Freud califica al pequeño Arpad de caso raro de totemismo positivo 0Freud. me*or con mamá que con la cocinera. en los síntomas de los obsesos y en el considerable inter(s.t. pero más tarde es la intenci&n opuesta.l impulso primitivo tiene por ob*eto despla. . Ed.) . . /omo para completar el cuadro. Madrid( 01234. O!ra" #o$%&e'a"( P"icoan &i"i" To$o ))( ca%. "el <. Un día di*o a la vecina con la mayor seriedad) 24e casar( contigo.clado con el temor.tliche psychoanalyse1 ha sido utili.ado con cortárselo.3 A continuaci&n pregunt& espantado) 2:8or qu( mueren los niños. =o he visto uno que llevaba los niños al cielo. +Un Pe. S&lo consigui& calmarse con dificultades.1. que demuestra que su observaci&n de las actividades de las aves reali.ar al padre odiado. 6os vie*os *udíos barbudos le inspiraban un gran respeto me.sta nota constituye un párrafo suplementario en el artículo húngaro. tanto positivo como negativo.3.adas de afectos ambivalentes 0respeto y temor1. añadiremos una última aclaraci&n de Arpad.
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