CURSOPENSAMIENTO CIENTÍFICO DR. CARLOS GERSHENSON ENSAYO El pensamiento científico en la vida diaria PRESENTA: BLANCA LILIA CUAUTLE GALLEGOS MARZO, 2014 El presente ensayo es producto de las reflexiones realizadas a lo largo del curso y pretende mostrar cómo se puede pensar científicamente en las situaciones de la vida diaria, especialmente en las que se refieren a las redes sociales. El texto está organizado de la siguiente manera, primero explico lo que la ciencia significa para mí, luego cómo se puede aplicar en la vida diaria, posteriormente como la apliqué en mi vida dando un ejemplo particular y finalmente las conclusiones a las que llegué después de tomar este curso. La ciencia Desde que el hombre se empezó a preguntar el porqué de las cosas surgió la ciencia. Ésta puede definirse como una actividad, un “esfuerzo colectivo” 1 por entender los fenómenos de este mundo, los objetos y seres que nos rodean, así como lo que vivimos día a día. La ciencia se basa en métodos como medios para verificar aquellas ideas o hipótesis que pretenden explicar el fenómeno o hecho estudiado. Además se apoya en la observación y en la experimentación para dar como cierta una teoría. Factores que influyen para que una teoría o hipótesis sea considerada como verídica son el contexto, el lenguaje, la cultura y la sociedad en general. Un ejemplo muy claro es cuando se contrastan las ideas de oriente y occidente, ya que éstas son diferentes porque han sido mediadas por la cultura y la sociedad. Cabe señalar que la ciencia no debe ser ajena a nuestra vida diaria puesto que frecuentemente al hablar de ciencia o científicos las ideas que vienen a la mente son las de un personaje con bata blanca en un laboratorio. Si bien así es en 1 Klauss Jafe. (2007). ¿Qué es la Ciencia? Una visión interdisciplinaria. p. 50 muchos casos, éste sólo es un estereotipo y cada uno puede ser investigador si se lo propone. A través de la observación y experimentación en cosas cotidianas y asuntos personales se puede decidir qué y cómo hacerlo, incluso encontrar el por qué. Sin embargo, además de esta actitud científica pienso que hay elementos importantes al asumir una postura científica. En primer lugar se debe tener una base de conocimientos, ya que no basta con observar si no lo puedo relacionar con alguna explicación científica. Acabar con la ignorancia es algo que le corresponde a cada uno, leyendo, estudiando, buscando en la red, etc. Otro elemento sería el pensar de forma reflexiva, puesto que tendemos a actuar sin pensar, o bien observar (mirar) y dar por hecho sin pensar. Este elemento es indispensable en la toma de decisiones. Un elemento más es el cuestionamiento, el preguntar si realmente lo que pensamos, concluimos o hicimos es la verdad. Es frecuente ver cómo la gente toma como verdadero lo que pensadores “famosos” han dicho o lo que los medios de comunicación presentan. Por ello, una actitud dubitativa ayuda a no creer en lo que nos dicen, sino a formar nuestra propia verdad. La ciencia y su aplicación en la vida diaria Cuando se hace una revisión de la historia de la ciencia se puede ver con claridad como ésta ha transcurrido por distintas etapas dependiendo de la cultura, la sociedad y el contexto. No siempre los avances científicos se han propagado libremente entre la gente ni han sido valorados como debieran. Poco a poco la ciencia se hecho un lugar en el mundo y hoy cuesta imaginar un mundo sin avances científicos o sin ciencia. Además, casi todas las actividades que se realizan tienen que ver con ella como la salud, la educación, la tecnología, incluso las relaciones sociales. Asimismo, es posible conocer qué hacen los científicos y cómo impacta en la vida lo que ellos hacen, descubren o crean. La era de la tecnología ha permitido estar informados sobre las explicaciones, teorías, descubrimientos, etc. que los científicos elaboran. En otras palabras, la ciencia está al alcance de todos a través de libros, revistas, periódicos e internet. Esto es muy importante puesto que además de beneficiarnos con sus aportes en áreas como la salud y la tecnología, se puede saber el quién, cómo y por qué, lo cual trae mayor certeza sobre su aplicación. No obstante, el tener al alcance esos conocimientos compromete a pensar de manera científica y considerar que no es tarea única de los científicos, sino una actividad que le corresponde a cada uno. Así, las actividades de observación, experimentación, pensamiento crítico, confrontación de ideas y toma de decisiones que se ven implícitas en la investigación científica, también pueden ser empleadas por quienes estén interesados en resolver cuestiones de su vida de la manera más acertada. Esto no significa que cada vez que se deba tomar una decisión tengamos que pasar forzosamente por un método científico, sino más bien que consideremos el bagaje de conocimientos que la ciencia nos aporta y con base en ellos podamos tomar decisiones que más nos convengan. Entonces cada uno es un científico latente si emplea su pensamiento para comparar, verificar y decidir entre una variedad de posibilidades. A continuación un ejemplo en donde es posible pensar de manera científica: Cuando se van adquirir las compras de la semana, se elige entre comprar alimentos o productos naturales o transgénicos. Primero es necesario saber que un transgénico es un alimento que ha sido modificado genéticamente para agregarle propiedades que lo hacen “mejor” entre los que son naturales. No obstante, ese cambio genético puede producir alteraciones en la salud a largo plazo, además ecológicamente su producción está afectando a muchas especies. Así, la pregunta sería ¿por qué tipo de alimento optar? Si lo que se busca es frescura, brillo y duración quizá los transgénicos sean la mejor opción, pero si nos interesa alimentarnos sanamente y que los alimentos estén en buen estado, seguramente optaremos por comprar alimentos naturales. Es así como los conocimientos aportados por la ciencia y el uso que les damos contribuyen a elegir entre dos o más opciones siempre con el fin de traer beneficios en la vida. En este tipo de decisiones no sólo vemos implicado el conocimiento científico sino también cuestiones de ética y economía. Cabe señalar que en el ejemplo anterior no se concentró únicamente en los alimentos transgénicos como tal, sino también en aquellas relaciones que se generan en la economía, en la salud y en el medio ambiente. Así, la complejidad se hace presente lo que implica una forma holística de tratar las situaciones, no como una parte sino como un todo. Ciencia y redes sociales Edgar Morín menciona que “es necesario aprender a navegar en un océano de incertidumbres a través de archipiélagos de certeza”. Esta idea junto con las aportadas durante el curso, me han permitido concluir que ante los conocimientos e informaciones generadas día tras día, es necesario tener criterios claros sobre cuáles son verdaderas y cuáles no. En otras palabras se debe poner en práctica el pensamiento científico con el fin de verificar cierta información y a su vez formar una verdad individual que nos permita comprender lo que sucede. Un caso que ha merecido atención es el de las redes sociales. Éstas funcionan como el cerebro, donde una neurona central genera información, ésta es transmitida a través de la sinapsis hacia otras neuronas que a su vez la transmiten a otras, así la información se va propagando hasta formar una gran red de información. En la sociedad no es la excepción. Como menciona Nicholas Cristakis, las personas reciben influencia de sus amistades y conocidos: sentimientos, enfermedades, ideas y en general información es transmitida. Las redes sociales no siempre se dan de forma física sino que también de forma virtual en medios como Twiter o Facebook, y es a través de ellas que nos informamos y recibimos constantemente datos, noticias, imágenes, entre otros objetos que contienen información. Las redes sociales no son un problema, más bien lo que ellas proporcionan. El ejemplo de Cristakis ilustra esta situación, ya que a través de sus estudios demuestra como las enfermedades, se van transmitiendo. Una persona se enferma y a su vez enferma a otros, los contagia. No siempre con la misma enfermedad, pero lo cierto es que hay un impacto en la vida de las personas que lo rodean. Algo similar sucede en las redes virtuales: una noticia es generada por un usuario y en segundos sus contactos lo saben y a su vez lo transmiten, generando una cadena de información y que como coloquialmente se diría ésta “da la vuelta al mundo”. Hasta aquí no parece haber problema puesto que gracias a esto la información se actualiza a cada momento. El problema surge cuando la información es errónea o falsa y quienes la reciben la toman como verdadera, a su vez la transmiten mediante sus vínculos a otros usuarios y sucesivamente crean una gran red de información. Ante esta noticia las respuestas no se hacen esperar y la población empieza a demostrar su opinión, basada claramente en una noticia falsa. Muestra de esto es un artículo de opinión denominado “Navegaciones” publicado en el diario “La Jornada”, el 20 de febrero de 2014 2 , donde el autor Pedro Miguel acusa a los medios de ser tan escandalosos y hasta cierto punto amarillistas y mentirosos, respecto al movimiento de protesta en Venezuela, cuando la realidad no es así. Su argumento se basa en una serie de detalles respecto a las fotografías publicadas en medios y distribuidas vía Twitter o Facebook, que son presentadas como muestras de la violencia usada por parte del Estado en Venezuela, y que no precisamente pertenecen a los hechos, sino que han sido tomadas en otros lugares del mundo y en situaciones distintas. Ante esto surgieron los siguientes cuestionamientos: ¿Qué tanto estoy preparada para recibir estas noticias, criticarlas y dar opiniones al respecto, sin dejarme llevar por la emoción? ¿Cómo tener un criterio claro si los medios o fuentes que me informan lo hacen con base en mentiras? ¿Cómo saber qué ocurre cuándo no recibo información verídica? En fin, esta serie de cuestionamientos ante tal situación me hicieron darme cuenta de que no podía dar una opinión sin antes haber consultado otras fuentes o haber verificado la información. Así que a partir de este momento pensé que sería mejor informarme más y luego tomar una postura. En el momento no pude opinar sino solo mantenerme al margen de los hechos, conforme fueron ocurriendo me daba cuenta de que la información 2 http://www.jornada.unam.mx/2014/02/20/opinion/042o1soc tomaba distintas tendencias, unas más amarillistas que otras. Finalmente, leí la información proporcionada por un venezolano en un foro de este mismo curso, lo cual me permitió comprender la situación. De esta manera, retomé lo que dice Morín, porque necesitamos saber dudar de aquello que nos presentan como noticia o información científica para poder formar una verdad que quizá en el momento contribuya a tomar decisiones, posturas u expresar opiniones, sabiendo que en cualquier momento ésta situación puede cambiar. En el caso del conflicto en Venezuela por ejemplo, no pude opinar basándome simplemente en lo que decían y se publicaba en las redes sociales sino que antes tuve que consultar otras fuentes y tuve que leer lo que expresaban las fuentes de primera mano. Conclusiones Gracias a este curso me di cuenta de la importancia que tiene pensar de manera científica en situaciones de la vida diaria, ante las noticias que se presentan y especialmente las que se transmiten a través de las redes sociales. Además, me ayudó a tratar de ver las cosas de una forma holística puesto que el reduccionismo ya no parece vigente en estos tiempos, donde la información cambia y depende de las relaciones que se establecen entre varios factores. Poseer conocimiento no basta si éste no es aplicado, y estar informados tampoco contribuye en nada mientras no podamos discernir entre si lo que es verdadero o falso. Finalmente puedo decir que en un mundo tan complejo, el pensar de manera científica es indispensable para tomar decisiones y es una habilidad que tenemos que desarrollar continuamente para poder vivir y convivir. Referencias Klauss Jafe. (2007) ¿Qué es la Ciencia? Una visión interdisciplinaria. Recuperado en: http://depa.fquim.unam.mx/amyd/archivero/QueeslaCiencia_20615.pdf “La influencia oculta de las redes sociales”. Recuperado en: http://www.ted.com/talks/lang/es/nicholas_christakis_the_hidden_influence_of_soci al_networks.html “Navegaciones” Recuperado en: http://www.jornada.unam.mx/2014/02/20/opinion/042o1soc Siete saberes de Edgar Morín, Recuperado en: http://www.youtube.com/watch?v=lOVySRdGyV0