ensayo 11

March 16, 2018 | Author: Claritza Peña | Category: Politics, Government, State (Polity), Society, University


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INSTITUTO DE ESTUDIOS HISPANOAMERICANOSENSAYOS HISTÓRICOS ANUARIO DEL INSTITUTO DE ESTUDIOS HISPANOAMERICANOS 1999 2º etapa Nº 11 Consejo de Desarrollo Científico y Humanístico Facultad de Humanidades y Educación UNIVERSIDAD CENTRAL DE VENEZUELA Caracas - 1999 1 CONTENIDO Presentación. ……………………………………….......................... Discurso del Nuevo Doctor de la Universidad de Salamanca. Pedro Cunill Grau ............................................................................. Representaciones del poder en el antiguo Régimen, el caso del Gobierno Provincial de Maracaibo 1799-1810. Ligia Berbesí de Salazar y Belín Vázquez de Ferrer ................. Alejandro de Humboldt y los círculos literarios judíos de Berlín. Cesia Hirshbein ………………………………................................. Sistema político y censura de prensa. Venezuela 1853. Carmen Gómez R. ………………………………............................. El protocolo de Urrutia y el bloqueo anglo-francés en la antesala de la guerra federal. Catalina Banko ………… .............. Un fisiólogo mexicano y su “Montaña mágica”. Ana Cecilia Rodríguez de Romo ..................................................... Augusto Pinaud: Retrato de juventud. Jesús Saturno Canelón Ordenanzas que reglamentan los cines de Caracas entre 1935 y 1945. José Miguel Acosta Fabelo …………………………........ Venezuela y la OEA: cincuenta años de debate sobre la democracia. Raquel Gamus Gallegos ………………………........ Colombia, vietnamización o proceso de paz. Elementos críticos para la interpretación de la crisis colombiana y su impacto en un contexto internacional. Javier Guerrero Barón ..................... Indice acumulado del Anuario 2º Etapa. Desde 1988 hasta 1998. Números 1 al 10…………………………………............................. Colaboradores ……………………………………………….......... Programa de financiamiento 1999 CDCH-UCV ……………......... Normas para publicar en la Revista …………………................... 7 9 19 47 63 81 97 111 123 149 171 193 201 204 205 5 UNIVERSIDAD CENTRAL DE VENEZUELA Rector: Trino Alcides Díaz Vicerrector Académico: Giusseppe Gianneto Vicerrector Administrativo: Julio Corredor Secretaria: Ocarina Castillo ºººººººººººººººººººººº FACULTAD DE HUMANIDADES Y EDUCACION Decano: Benjamín Sánchez Mujica Coordinador Académico: Piero Lo Monaco Coordinador Administrativo: Eduardo Santoro Coordinador de Postgrado: Omar Astorga Coordinadora de Extensión: Ana Beatriz Martínez ººººººººººººººººººººººººº INSTITUTO DE ESTUDIOS HISPANOAMERICANOS Antonieta Camacho Directora CONSEJO TÉCNICO Antonieta Camacho Raquel Gamus Cesia Hirshbein Germán Yépez Colmenares RESPONSABLE DEL ANUARIO Germán Yépez Colmenares COMITÉ EDITOR Germán Yépez Colmenares - Antonieta Camacho Arístides Medina Rubio Cesia Hirshbein - Raquel Gamus 3 Este Anuario se publica bajo los auspicios del Consejo de Desarrollo Científico y Humanístico de la Universidad Central de Venezuela Los gastos derivados de las actividades de arbitraje externo y traducción a los idiomas inglés, francés y portugues son aportados por el CONICIT. INVESTIGADORES ADSCRITOS AL INSTITUTO DE ESTUDIOS HISPANOAMERICANOS ACOSTA, Héctor AGUILAR, Sadia CAMACHO, Antonieta GAMUS GALLEGOS, Raquel GOMEZ, Argenis HIRSHBEIN, Cesia MEDINA RUBIO, Arístides QUINTERO MONTIEL, Inés RODRIGUEZ, Mercedes Jeannette SEGNINI, Yolanda VIAMONTE, Jesús Rafael VIVAS RAMIREZ, Fabricio YEPEZ COLMENARES, Germán Estudiantes Pasantes: BRICEÑO, Oneida GUZMAN, Neysa Publicación arbitrada propiedad del Instituto de Estudios Hispanoamericanos, Facultad de Humanidades y Educación, Universidad Central de Venezuela. Indexada en Citas Latinoamericanas en Ciencias Sociales y Humanidades (CLASE). Centro de Información Científica y Humanística de la Universidad Nacional Autónoma de México. Las colaboraciones son inéditas. Cuando se hagan reproducciones parciales de los artículos aparecidos en el Anuario se debe indicar la procedencia. Las ideas enunciadas en estas páginas son de la exclusiva responsabilidad de sus autores. Para correspondencia y canje: Revista ANUARIO, Apartado Postal 47.479 Zona Postal 1041-A Caracas. Telefax: (58 2) 693.05.02 693.08.06 Correo Electrónico: [email protected]. Copyright 1999. Ediciones de la Facultad de Humanidades y Educación Depósito Legal: 196808DF9 ISSN: 1315-0049 Diseño de Portada: Michella Baldi - Pastor de Nubes (Escultura en bronce, Jean Arp). 4 Tabla de contenido PRESENTACIÓN Al dar continuidad al proceso de mejoramiento y consolidación como revista científica y humanística especializada en el tratamiento de los temas históricos, esta publicación incorpora el idioma portugués junto al inglés y francés que anteriormente ya aparecían en la presentación de los resúmenes. Esta iniciativa busca acercarnos aún más a los investigadores y lectores lusoparlantes ubicados en importantes países como Brasil y Portugal. Asimismo continuamos aplicando los criterios de arbitraje externo “doble ciego” para evaluar y seleccionar los artículos a publicar. Para ejecutar en forma efectiva las actividades de arbitraje y traducción, hemos contado con el valioso apoyo financiero del Consejo Nacional de Investigaciones Científicas y Tecnológicas (CONICIT), quien nos suministra esta ayuda como consecuencia de nuestro reconocimiento como Revista Científica Nacional. En esta edición incorporamos un total de diez trabajos que abordan temas muy variados del proceso histórico nacional e internacional. Iniciamos nuestro número con el discurso presentado por el geógrafo e historiador Pedro Cunill Grau, jubilado de la UCV, al momento de incorporarse como “Doctor Honoris Causa” a la Universidad de Salamanca (España). Allí se desarrolla una sugerente reflexión sobre la relación académica, histórica y geográfica entre Chile, Venezuela y España. Luego tenemos el artículo de las investigadoras del Centro de Estudios Históricos de la Universidad del Zulia, Ligia Berbesí de Salazar y Belín Vázquez de Ferrer, dirigido a evaluar el poder político en los años de finales del período colonial en la Provincia de Maracaibo. El tema de la relación intelectual activa que desarrolla Alejandro de Humboldt con los círculos judíos de Berlín es la contribución de la investigadora Cesia Hisrhbein. La docente e investigadora Carmen Gómez, jubilada de la Escuela de Historia de la UCV, nos proporciona un trabajo referido a los mecanismos de censura de prensa aplicados por el poder político en el año de 1853 en Venezuela. Los acontecimientos relacionados con la crisis de gobernabilidad y el llamado “Protocolo Urrutia”, así 7 como el bloqueo anglo-francés contra Venezuela, son estudiados por la investigadora Catalina Banko.. Desde México y como parte del proceso de internacionalización de la revista ENSAYOS HISTORICOS, recibimos la contribución de la investigadora de la UNAM, Ana Cecilia Rodríguez de Romo, referida a la investigación sobre la fisiología de las alturas desarrollada en México durante la segunda mitad del siglo XIX. El investigador Jesús Saturno Canelón nos ofrece un trabajo de aproximación biográfica referida al odontólogo y diplomático venezolano Augusto Pinaud. Por su parte el Candidato a Doctor José Miguel Acosta Fabelo, participa con su trabajo relacionado con la reglamentación cinematográfica venezolana entre los años 1935 y 1945. Raquel Gamus contribuye en este número con un artículo relacionado con la participación venezolana en la OEA y el debate sobre la democracia en este organismo internacional. Finalmente contamos con el trabajo del investigador colombiano (UTPT-Tunja), Javier Guerrero Barón, quien aporta una reflexión acerca de las dificultades y peligros que acechan el proceso de búsqueda de la paz en Colombia. Esperamos que la calidad de los artículos contenidos en este número, contribuyan a enriquecer el debate académico entre los historiadores e investigadores en general y además permitan revisar y ampliar el conocimiento histórico establecido. 8 Tabla de contenido DISCURSO DEL NUEVO DOCTOR DE LA UNIVERSIDAD DE SALAMANCA, PROFESOR PEDRO CUNILL GRAU Profesor Jubilado-UCV Resumen: Quisiera iniciar estas breves palabras haciendo una particular referencia a la intensidad con que he recibido durante mi vida profesional la influencia de esta Universidad de Salamanca, quedando en lo más profundo de mi ser una honda rememoración de su significado humanístico en nuestras tierras hispanoamericanas. En el santiaguino de mi alma máter de la Universidad de Chile, continuadora de la Real Universidad de San Felipe, donde desarrollé ininterrupidamente a partir de 1954 mi formación de geógrafo e historiador y luego dicté la cátedra de geografía humana, y más tarde tarde en la Universidad Central de Venezuela, sucesora de la Real y Pontificia Universidad de Caracas, donde fui recibido fraternalmente a partir de 1976, recibí la herencia de esta institución que hoy nos honra. Ha sido básica la presencia salmantina de ambas universidades que son las más antiguas y las que por más largo tiempo se mantuvieron como las únicas instituciones académicas de carácter universitario en Chile y Venezuela. Ellas fueron fundadas siguiendo su modelo que les llegó indirectamente a través de sus primeras irradiaciones en el mar Caribe y en la fachada del Océano Pacífico. Palabras claves: Relación histórica - Relación Geográfica - España - Chile Venezuela. ******* Excmo. Sr. Rector Magnífico de la Universidad, Excmas. E Ilustrísimas Autoridades, Compañeros Claustrales, Señoras y Señores: Valorizo muy hondamente el más alto honor de mi vida académica al habérseme conferido el Doctorado Honoris Causa por esta prestigiosa y antigua Universidad de Salamanca. Reitero mi sincera y profunda gratitud a quienes 9 han confiado, en un gesto de excepcional benevolencia, en mis modestas condiciones en la docencia y la investigación. La separación física de millares de kilómetros no ha logrado impedir una fluida mancomunidad de intereses humanísticos y científicos. Un galardón de esta magnitud me compromete en perfeccionar mis futuras contribuciones geográficas y en ahondar la colaboración interuniversitaria. Quisiera iniciar estas breves palabras haciendo una particular referencia a la intensidad con que he recibido durante mi vida profesional la influencia de esta Universidad de Salamanca, quedando en lo más profundo de mi ser una honda rememoración de su significado humanístico en nuestras tierras hispanoamericanas. En el lar santiaguino de mi alma máter de la Universidad de Chile, continuadora de la Real Universidad de San Felipe, donde desarrollé ininterrumpidamente a partir de 1954 mi formación de geógrafo e historiador y luego dicté la cátedra de Geografía Humana, y más tarde en la Universidad Central de Venezuela, sucesora de la Real y Pontificia Universidad de Caracas, donde fui recibido fraternalmente a partir de 1976, recibí la herencia de esta institución que hoy nos honra. Ha sido básica la presencia salmantina en ambas universidades que son las más antiguas y las que por más largo tiempo se mantuvieron como las únicas instituciones académicas de carácter universitario en Chile y Venezuela. Ellas fueron fundadas siguiendo su modelo que les llegó indirectamente a través de sus primeras irradiaciones en el mar Caribe y en la fachada del Océano Pacífico. En el ejemplo de la Real Universidad de San Felipe sus antecedentes se transmitieron a través de la Universidad de San Marcos de Lima enraizada profundamente en el antiguo cuerpo salmantino, y en el caso de la Real y Pontificia Universidad de Caracas su fundamento derivó de la Universidad de Santo Domingo, que tenía asimismo una honda proyección salmantina. Todo ello se robusteció, según las investigaciones de la reputada historiadora Agueda María Rodríguez Cruz, por hombres nacidos y formados en esta máxima casa de estudios superiores en la Castilla profunda. Incluso el fundador de la Real y Pontificia Universidad de Caracas, el Obispo Juan José de Escalona y Calatayud, se formó en los claustros salmantinos, habiendo sido colegial del Mayor de San Bartolomé. Asimismo fue un salmantino, el obispo de la Imperial, Fray Antonio de San Miguel, el primero que en el siglo XVII planteó fundar una Universidad real en Santiago de Chile. 10 Esta compleja urdimbre universitaria salmantina-santiagueña-caraqueña ha logrado llegar soterradamente hasta el presente, manteniéndose rasgos que sobrevivieron en 1827 en los Estatutos Republicanos de la Universidad Central de Venezuela, máxima concreción del encuentro del Libertador Simón Bolívar y del Rector Magnífico Dr. José María Vargas, y a la instalación en 1843 de la Universidad de Chile por el insigne caraqueño Andrés Bello. Como en todo hecho histórico cultural en estos estatutos universitarios de los países republicanos la ruptura con el pasado universitario castellano no fue total. En ambos casos continúan vigentes hasta hoy normas específicas de raigambre salmantina. La mantención de este legado es sumamente importante al encarnar uno de los mayores florones de las universidades matrices de Chile y Venezuela, que a su vez han generado otras casas de estudios superiores en múltiples regiones de sus respectivas naciones, expresándose el vigor de su larga y rancia tradición histórica. La solera de la Universidad de Salamanca perdura en las luces sosegadas de las obras de sus humanistas y científicos que han logrado vencer los tiempos difíciles en las vidrieras de las bibliotecas nacionales de Santiago y Caracas, como si se tratara de añejos vinos del Finibusterre Austral o ambarinos rones de la Tierra de Gracia. Recuerdo con especial cariño la importancia en nuestra formación básica de sabios hombres buenos, cuyas voces inmortales reposaban en los anaqueles de la vieja biblioteca del Instituto Pedagógico de la Universidad de Chile, hasta su desmantelamiento en la década de 1970. Consultábamos en modestas ediciones, asequibles a mi condición de estudiante de menguados ingresos, los testimonios documentales del talento y de la cultura de Francisco de Victoria, de Fray Luís de León, de Antonio de Nebrija, de Miguel de Unamuno y de tantos otros. Barreras de todo tipo han sido superadas por la sapiencia de los miembros del Estudio salmantino. En los sitios más recónditos del interior de América se siguen escuchando sus enseñanzas y aprovechándose sus aportes. A este respecto ¿Cómo olvidar que mi ensayo sobre los aportes del misionero jesuita Felipe Salvador Gilij, como geógrafo dieciochesco de la cuenca del Orinoco y del Amazonas venezolano, fue posible gracias a la espléndida traducción del ilustre filólogo y Rector Magnífico donAntonio Tovar? No es del caso enumerar otros múltiples ejemplos que trascienden tiempos pretéritos y espacios lejanos. La vida me dio en suerte la experiencia de constatar en diversas latitudes americanas las pruebas monumentales de la extraordinaria proyección 11 salmantina. Fui invitado a dictar cursos, seminarios, o conferencias, en sus expresiones universitarias epigonales en México, Centroamérica, Antillas y Sudamérica. Coetáneamente se agregaron miradas espontáneas en incursiones variadas. En mi espíritu se fueron fraguando sólidos sentimientos de admiración al contemplar usos y signos de su rancia estirpe en las universidades de Santo Domingo, México, Lima, Quito, Santafé de Bogotá, Mérida y tantas otras. Raíces de este ancestral tronco salmantino han retoñado en el Nuevo Mundo, experimentándose eclosiones y renuevo en ambos sentidos. He sido tocado por la fortuna de las corrientes invisibles que se establecen entre esta alma máter y sus discípulos, acrecentadas por la larga tradición de presencia castellana en América. Ello se materializó al ser galardonado en 1994 con la Cátedra Francisco Herrera Luque en esta Universidad de Salamanca, creada en honor del gran novelista y ensayista venezolano que se formó y tituló en esta institución superior. Espero que ustedes entiendan la emoción que tuve al poder impartir cátedra en la Universidad más antigua y más prestigiosa en el ámbito hispanohablante. Plena excitación redoblada en este hijo de inmigrantes españoles, que por la situación de aislamiento relativo que tenía España en la década de 1950, tuvo que continuar sus estudios de postgrado en Francia y Canadá. Era retornar a mis orígenes paternos, era volver a una Arcadia inaccesible, a la cual mi padre jamás pudo retornar, aunque nos formó en una sostenida añoranza de la España posible. La permanencia durante un semestre en esta Universidad de Salamanca me representó un gran enriquecimiento espiritual con una convergencia de factores positivos, que han contribuido a cambios trascendentales en mis líneas de docencia e investigación. Aprendí muchísimo de colegas y alumnos con sus adelantadoras observaciones y esclarecedoras ópticas que me hacían en el curso de doctorado que impartí sobre Transformaciones territoriales y económicas en el poblamiento sudamericano y antillano: el ejemplo venezolano. Las vivaces participaciones en debates y tertulias al salir del salón de la Torre de Abrantes y de otras clases en el Departamento de Geografía me estimularon de una manera singular. De allí surgió mi interés en contribuir de una manera sostenida a estudiar y difundir el nuevo concepto de Iberoamérica, que engloba tanto lo perteneciente a los pueblos de América que antes formaron parte de los reinos de España y Portugal, como a estas mismas naciones europeas. En algunos ensayos que publiqué ulteriormente me he comprometido en redoblar esfuerzos en robustecer innovadoras formas de integración económica y cultural 12 entre la Península Ibérica y América Latina. Los inicios de la decadencia de la artificialización geográfica en el Extremo Oriente y los obstáculos en la conformación de megabloques excluyentes abren nuevos horizontes a la vigorización de la Comunidad Iberoamericana. Estoy cierto que las diversas facultades de esta Universidad, y muy particularmente su Instituto de Estudios de Iberoamérica y Portugal, seguirán contribuyendo a fortalecer este proceso integracionista, en el cual España engarza tanto su vocación americanista como su identidad europea y mediterránea. Otra veta singularmente rica se desprendió de las lecciones informales que recibí a través de innumerables conversaciones con mis colegas de la Facultad de Geografía e Historia. Es el mejor momento de reiterar mi profundo agradecimiento al Director del Departamento de Geografía, dilecto amigo y entrañable padrino, doctor don Valentín Cabrero Diéguez y a todos los profesores de esta entidad, muy especialmente al egregio maestro don Angel Cabo Alonso, como a quienes me asistieron y acompañaron a emprender diversos trabajos de reconocimiento geográfico a múltiples comarcas de Castilla y León, muy especialmente, a los doctores José Luis Alonso, Eugenio García Zarza, María Isabel Martín Jiménez, María Teresa Vicente Mosquete, y a tantos otros compañeros y compañeras que están siempre presente en mi reconocimiento. Por su extraordinaria generosidad me surgieron nuevas e innovadoras temáticas geográficas culturales y regionales. Estas experiencias humanas y paisajísticas, con aproximaciones a las vivencias del hábitat y de la naturaleza, me fueron haciendo entender signos y sentidos de la identidad de los pueblos castellanos y leoneses, muchos de los cuales se transmitieron a Hispanoamérica. Fueron complementadas por cuotidianas incursiones al maravilloso mundo de vuestra biblioteca. Gratitud a sus funcionarios que con paciencia infinita me ayudaron a introducirme en el dédalo de incunables, manuscritos raros y mapas. Estas vertientes me han permitido adelantar substancialmente mi investigación en curso sobre la conformación e identidad de los paisajes geohistóricos hispano-venezolanos. He tenido en suerte en estos avances investigativos que los aportes castellanos los pudiera comparar ulteriormente con vivencias y reconocimiento a paisajes andaluces, gracias a la gentil invitación del Dr. Juan Marchena, entonces director de la Sede Iberoamericana de La Rábida de la Universidad Internacional de Andalucía. Con desprendimiento me asistió en la organización de actividades académicas y salidas de terreno a través de todas las universidades 13 andaluzas, donde recibí el amplio apoyo de los colegas y directivos de los respectivos Departamentos de Geografía. La brevedad de este discurso me obliga a no poder dar la lista a quienes debo gratitud. Permítasenos mencionar sólo la generosidad amigable de Dominga Márquez y José Manuel Rubio de la Universidad de Sevilla; de Jesús Monteagudo de la Universidad de Huelva; de Antonio López Ontiveros de la Universidad de Córdoba; de Eduardo Araque de la Universidad de Jaén; de Andrés García Lorca de la Universidad de Almería; de María del Carmen Ocaña y Eusebio García Manrique de la Universidad de Málaga; de Juan Manuel Suárez Japón de la Universidad de Cádiz; de Francisco Villegas de la Universidad de Granada. A menudo, en mi retiro tropical, añoraba los palimpsestos, los manuscritos desvaídos y la cartografía descolorida del imaginario, que nos esperaban para una incierta y lejana ocasión en esta bellísima librería antigua de la Universidad de Salamanca. Sueño de lo imposible, que paradojalmente se cumplió por vuestra gentil invitación y singular honor. Una vez más, el derrotero de Baltasar Vellerino de Villalobos, escrito en 1592 y conservado celosamente en esta biblioteca, había servido como luz de navegantes. Con su indudable encanto posibilitó mi arribo a este faro continental de la cultura del Viejo Mundo. Luces de los paisajes castellanos y leoneses que me han encandilado, sumándose más tarde los deslumbramientos de los parajes andaluces y extremeños. Todo ello me lleva a plantear en este día memorable como futuros temas de investigación geohistórica ambiental comparada, la irrupción de los paisajes castellanos y andaluces en la geografía mediterránea chilena y en la geografía tropical venezolana. Nací en zona templada, donde paisajes peninsulares arraigaron con singular éxito en la Depresión Central de Chile y en sus prolongaciones litorales y precordilleranas andinas, imponiéndose muy tempranamente la biodiversidad introducida desde España a un alto costo ecológico. Hábitat y formas de vida, sin perder su imbricación con lo autóctono, alcanzaron indudables aproximaciones con los que se expresaban en la ancestral Castilla. Este trasiego, particularmente exitoso, no ha sido debidamente estudiado en sus proyecciones humanas y en sus dimensiones ambientales. Espero que las circunstancias me permitan desarrollarlo, con el patrocinio del Centro Eula/Chile de la Universidad de Concepción. 14 Compleja será la investigación sobre la irrupción en los territorios tropicales que hoy conforman Venezuela de los componentes vivos y reproducibles de la biodiversidad castellana, extremeña y andaluza, junto a la conformación de ambientes y paisajes culturales neopeninsulares. Podrá ser una investigación cautivante si logramos establecer, con la adecuada precisión, los intentos de introducir la tríada mediterránea en los frágiles y contrastados paisajes tropicales. En puntos focales, que se extendieron diferencialmente, prosperaron toscas y resistentes plantas y rústicos animales de origen hispano, compitiendo con especies autóctonas. Espero presentar oportunamente explicaciones de estos procesos, con su correspondiente cartografía temática en relación con específicos modo de vida urbanos y rurales en la Venezuela periférica y en sus tierras altas. Desearía concluir con unas palabras muy sentidas de homenaje a Castilla, corazón de nuestro ámbito hispanohablante. Su empuje hizo llegar, con su propio desangramiento, a sus hijos e instituciones al confín del ecúmene americano. Allí nacieron campos, pueblos y ciudades, al influjo de su biodiversidad y de su cultura. Esta pujanza histórica continúa irradiándose de diversas maneras desde esta ciudad de Salamanca, vigorizada por la tradición y el cambio del Estudio salmantino. Me siento singularmente honrado de poder contarme en adelante como uno de los miembros del Claustro de Doctores de esta Universidad. Es una experiencia deleitosa haber sentido la alegría del vítor.Al salir de este Paraninfo, espero sumirme en las letras de José Jiménez Lozano para seguir disfrutando la plena sensualidad de los paisajes humanos de su “Guía Espiritual de Castilla”. Muchas gracias 15 SPEECH DELIVERED BY PROFESSOR PEDRO CUNILL GRAU, UNIVERSITY OF SALAMANCA Pedro Cunill Grau Abstract: May I begin this address by highlighting the profound influence the University of Salamanca has had on my professional life. The memories of its humanistic essence in Latin America are still engraved on my heart. The influence of this institution I am honored to talk about today was only possible thanks to my experience at two Universities: first, the University of Chile -my alma mater in Santiago and first known as the Royal University of San Felipe- where in 1954 I started my studies on Geography and History, and later on taught Human Geography. Then, the Central University of Venezuela –which succeeded the Royal and Pontifical University of Caracas, where I was made most welcome in 1976. The essence of the University of Salamanca has been highly important for both universities, which are the oldest institutions of Chile and Venezuela, and which have a longstanding tradition, as they were for the longest period of time the only academic institutions of undergraduate and graduate studies in their respective countries. Their foundation was inspired by the University of Salamanca’s model, which indirectly arrived from Spain to the threshold of the Caribbean Sea and the Pacific Ocean. Key words: Historical relationship - Geographical relationship - Spain - Chile - Venezuela. ****** DISCOURS DE M. LE PROFESSEUR PEDRO CUNILL GRAU (UNIVERSITÉ DE SALAMANQUE) Pedro Cunill Grau Compte rendu: J’aimerais commencer par mettre en relief l’influence précieuse de l’Université de Salamanque sur ma vie professionnelle et sur le développement de l’humanisme en Amérique latine. J’ai ressenti l’influence de cette importante institution à l’Université du Chili - mon alma mater et ancienne Real Universidad de San Felipe - où j’ai fait des études ininterrompues en géographie et en histoire à partir de 1954 et où j’ai assuré la chaire de Géographie humaine. Il en va de même pour l’Université Central de Venezuela, qui a succédé à la Real et Pontificia Universidad de Caracas et où j’ai été accueilli chaleureusement à partir de 1976. Le travail de l’Université de Salamanque s’est avéré d’une valeur inestimable pour ces deux universités de l’Amérique Latine qui sont les 16 plus anciennes et qui ont été longtemps les seules institutions académiques à caractère universitaire au Chili et au Venezuela. Depuis leur fondation, ces deux universités ont suivi le modèle qui est arrivé d’Espagne aux Caraïbes et aux portes du Pacifique de manière indirecte. Mots clés: Relation historique - Relation géographique - Espagne - Chili - Venezuela. ****** DISCURSO DO NOVO DOUTOR DA UNIVERSIDADE DE SALAMANCA, PROFESSOR PEDRO CUNILL GRAU Pedro Cunill Grau Resumo: Seria uma honra para mim começar este discurso fazendo referência à Universidade de Salamanca, que tem sido uma grande influência durante toda a minha vida profissional, já que tem deixado uma profunda impressão do seu significado humanístico em nossas terras hispanoamericanas. Apartir de 1954, desenvolvi sem interrupções minha carreira de geógrafo e historiador, na Universidade do Chile, antigamente ´´Real Universidade de San Felipe´´, a qual considero minha alma máter, e, Posteriormente, desde 1976, fui professor de Geografia Humana e mais tarde na Universidade Central da Venezuela, sucessora da ´´Real e Pontifícia Universidade de Caracas´´. Foi destas duas universidades que receví a herança desta instituição que hoje nos honra. A influência da Universidade de Salamanca tem sido básica na vida de ambas as universidades anteriormente mencionadas, as mais antigas e que, nessa altura, constituiram as únicas instituições acadêmicas de caráter universitário no Chile e na Venezuela. Foram fundadas apartir do modelo da Universidade de Salamanca, que indiretamente chegou da Espanha a estas terras através do Mar Caribe e do Oceano Pacífico. Palavras chave: Relação histórica - Relação geográfica - Espanha - Chile - Venezuela. 17 Tabla de contenido REPRESENTACIONES DEL PODER EN EL ANTIGUO RÉGIMEN. EL CASO DEL GOBIERNO PROVINCIAL EN MARACAIBO.1799-1810 Ligia Berbesí de Salazar Belín Vázquez de Ferrer Resumen: El estudio se propone analizar el significado del poder en el Antiguo Régimen en el marco del gobierno provincial, a partir de las actuaciones y prácticas simbólicas de los distintos actores sociales desde sus propios códigos. En la línea de lo socio-cultural, fundada en las representaciones colectivas, el estudio del poder y las prácticas políticas, entendidas como una relación y no como un atributo de personas, explica la relación dialéctica entre gobernantes y gobernados, sobre la base de un sistema de normas sociales que facultan para gobernar y obligan a obedecer. Partiendo de estas consideraciones teóricas, se analiza el caso particular del gobernador Fernando Miyares en el gobierno provincial de Maracaibo entre 1799 y 1810. Palabras claves: Antiguo Régimen, representaciones colectivas, poder, simbólica. ****** Introducción Explicar el significado de las actuaciones y prácticas socio-culturales desde los códigos simbólicos, resulta necesario para una aproximación al análisis y comprensión de la relación cultura-sociedad. Esto se explica porque los agentes sociales perciben el mundo social, individual y colectivamente, de 19 acuerdo a las disposiciones y posiciones en el espacio social, que es la realidad misma que dirige las representaciones que poseen sobre ella. (Bourdieu, 1997:38-39). En la línea de lo socio–cultural, se asume que las prácticas políticas engloban la construcción del mundo social y explican ...la historicidad del poder y su desarrollo en el marco de sociedades concretas y de regiones específicas (Guerrero, 1992:4). Para el caso que se analiza, el ejercicio del gobierno provincial en Maracaibo en tiempos del antiguo régimen, se trata de una simbólica del poder contextualizada en el mundo cultural fundado en la imagen sacralizada del monarca y en la relación soberano-súbdito de expresiones signico-simbólicas basadas en la autoridad–obediencia/orden– subordinación, en el marco de un sistema de valores con significaciones que facultan para gobernar y obligan a obedecer. Como avance del proyecto de investigación “Gobernadores de la provincia de Maracaibo y grupos de poder local. 1770-1810”1 este estudio se propone analizar la simbólica del poder en el antiguo régimen en tiempos del gobierno provincial en Maracaibo durante el mandato del gobernador Fernando Miyares (1799-1810) e identificar la red de vínculos generados en el ejercicio de sus funciones gubernamentales. Como representante del Estado español y miembro de la burocracia que operaba a nivel local y regional, el gobernador forma parte de la trama del poder tejida alrededor de la relación dialéctica establecida entre la concepción teórica de la ley y su práctica en la administración del gobierno provincial como máximo representante del Estado monárquico. Este análisis del funcionamiento de la estructura del poder provincial en Maracaibo durante las décadas finales del régimen borbónico, nos aproxima de manera sistemática y coherente a la historia política colonial, a la vez que posibilita la comprensión de la historicidad del poder y su desarrollo en un tiempo y espacio histórico concreto. 1 Este proyecto ya concluido se inscribe en la línea de investigación “ Familias, élites, poderes y mentalidades, siglos XVIII-XIX.” El mismo dio origen al proyecto de investigación “Gobernadores de la provincia de Maracaibo y grupos de poder local. 1775-1810” financiado por el Consejo de Desarrollo Científico y Humanístico de la Universidad del Zulia. El tema propuesto constituye una versión parcial de dicho proyecto de investigación. 20 1.- Representaciones del poder en la sociedad del antiguo régimen En la sociedad estamental del Antiguo Régimen las representaciones del mundo socio-simbólico son construidas a partir del sistema de valores que se transmite por la tradición y la costumbre. En este sentido, el honor y el prestigio equivalen a posición jerárquica y conducta social virtuosa y su reconocimiento social, en íntima asociación con el poder, es atributo de dominación y autoridad entre quienes ocupan el estatuto social más elevado.(Badia,1964:95). Esta sociedad jerarquizada y segregativa, de carácter señorial y aristocrática, se le identifica como una sociabilidad tradicional, basada en vínculos de hecho determinados por el parentesco de sangre, por afinidad, políticos, el compadrazgo y la clientela que implican deberes, derechos y una solidaridad entre sus miembros, como valores sociales de herencia medieval regidos por la tradición y la costumbre y los antecedentes que unían a los actores sociales (Guerra, 1993:88). Dentro de esta sociabilidad histórica, la red de relaciones imbricadas entorno a los vínculos establecidos, se fundamentó en una comunidad de intereses que superaba rivalidades o enfrentamientos, sobre la base de prerrogativas y privilegios derivados del linaje poseído y la transmisión hereditaria del apellido. De este modo, alrededor de las lealtades y fidelidades las familias con poder de decisión, monopolizan la riqueza y las instituciones políticas locales y provinciales, integrando la elite como grupos oligárquicos en las localidades y regiones. Entre los valores sociales característicos de esta sociedad estamental, el honor, la fidelidad y la lealtad, preferentemente, contribuyeron al fortalecimiento de las relaciones afectivas y simbólicas que unían o separaban los distintos estamentos, y se integraban de una u otra manera en la organización social. Los sistemas simbólicos que rigen el comportamiento social en esta sociabilidad de tipo antiguo, atienden a conservar el orden establecido, “instruir” a todos en lo relativo al orden y subordinación de los súbditos al monarca como imagen presente y ausente que encarna el poder divino, a la identificación de quién es quién, a cómo se podía y se debía ser socialmente y a comprender los cambios en las formas de organización y ejercicio del poder, en el marco del equilibrio de tensiones que caracteriza a dicha sociedad. Este equilibrio es tan marcado ...que otorgaba derechos...más o menos iguales y no permitía a 21 ninguno de los grupos ...prevalecer sobre otro ...ofrecía a un rey legítimo, ...la oportunidad de actuar como pacificador, de asegurar la calma y la paz.... (Norbert, 1982:210). De esta manera, orden y subordinación social y política revelan significaciones implícitas en la circulación del poder.2 La subordinación como sustento de la ordenación social es el vínculo fundamental del orden y cimiento de la relación de todos los vasallos con el Rey (Leal,1990:203). En este contexto, el fenómeno social del poder, íntimamente asociado a la noción de autoridad, debe entenderse como una relación y no como un atributo de las personas; de ahí, que es reconocido como legítimo al ser aceptado por los demás y su eficacia es proporcional al prestigio (Xifra Heras,1964:78). De acuerdo con Foucault (1992:27), el poder no se otorga, ni se intercambia: se ejerce, forma redes, circula sobre la base de unas relaciones de dominación vistas y aceptadas por los demás como algo natural, justificadas abiertamente por lo sagrado. Por tanto, no es apropiado como riqueza o como bien particular, exclusivo. En tal sentido, funciona y se ejerce a través de una organización reticular y en sus mallas los individuos no sólo circulan, sino que están puestos en la condición de sufrirlo y ejercerlo. Siguiendo a Foucault, pudiera afirmarse que en la sociedad del antiguo régimen este poder se ejerce en doble sentido: como poder del rey soberano sobre sus vasallos y como poder del reino que, a su vez, está definido por la relación rey - reino y el poder que ejercen los grupos oligárquicos en el marco de la cultura dominante representada por el Estado monárquico y la iglesia católica. A partir de la segunda mitad del siglo XVIII, a pesar de la vigencia de los modelos normativos que regían las pautas de comportamiento de los actores sociales antiguos, esta concepción del poder y, junto a ella, las significaciones de las representaciones simbólicas empezaron a cambiar. Ello se explica, según Balmori, Voss y Wortman (1990:50-51), por la unión a las tradiciones familiares de la riqueza y el comercio como principales fuentes de autoridad y poder. En adelante los privilegios y el “status” serían producto de actividades mercantiles, 2 Sobre este aspecto se recomienda consultar: Leal Carole (1990) El discurso de la fidelidad. Construcción social del espacio como símbolo del poder regio. (Venezuela, siglo XVIII). Biblioteca de la Academia Nacional de la Historia. Fuentes para la historia colonial de Venezuela. Caracas. Venezuela; De Estefano, Luciana (1996). La sociedad estamental de la Baja Edad Media española a la luz de la literatura de la época. Caracas. Universidad Central de Venezuela, Facultad de Humanidades y Educación. Instituto de Filología “Andrés Bello”. 22 industriales y financieras, lo cual convertía el dinero en la principal fuente de poder. De ahí, que las probanzas de linaje, la pertenencia a órdenes nobiliarias y de caballería, los rangos militares, los estudios académicos y los cargos en la administración pública, hasta ahora controlados y dirigidos desde la posición regia comienzan a conjugarse con nuevas relaciones de poder.3 Tal forma de entender el poder, según Bernardo Ares (1993:10), ...envuelve toda la realidad político-institucional del rey y del reino, pero de distinta manera. Siguiendo el esquema de este autor, el poder soberano, basado en una teoría y praxis absolutista, encarna la realidad de la soberanía que reconoce en el rey la potestad exclusiva de dictar, derogar o enmendar las leyes; mientras que el poder legal y ejecutivo, sustentado en una teoría y praxis pactista, lo ejercen los súbditos del rey mediante los mecanismos del aparato administrativo representado en las variadas instancias del gobierno. Ambas realidades del poder se configuran dialécticamente y permiten comprender los cambios en el ejercicio del mismo, mediante ... tanto las transformaciones de las estructuras de la personalidad como de las instituciones y la organización de las prácticas culturales (Chartier,1986:62). En esta dirección, Ricardo Zorraquin (1988:347-348) señala que Rey y reino son entidades distintas y hasta contrapuestas. El reino hace referencia a los individuos organizados políticamente, quienes por consentimiento expreso o tácito, pero conservando su propia entidad, se sometían a la autoridad de un monarca a quien le otorgaban la potestad de gobernar. Por su parte, el Rey es cabeza del Reino. Es el vicario de Dios, para hacer justicia en el Reino en que es señor. Es el jefe natural, la autoridad destinada a realizar los fines religiosos, naturales y jurídicos encomendados por la naturaleza divina. La relación Reyreino se expresa en solemnes promesas, convenios y pactos entre sí. De este modo, ideas, creencias, representaciones y prácticas que los individuos significan y construyen como parte de las relaciones de poder ...forman una tupida red de mallas que se entrecruzan en una compleja estructura... (Xifra,1964:74). En sociedades como las del antiguo régimen, estas relaciones societales se apoyan en la idea de autoridad, la cual se sustenta en la creencia generalizada de que los gobernantes tienen derecho a mandar. 3 Para una consulta sobre este aspecto, véase: Vázquez de F. Belín y Nirso Varela. Bases teórico-metodológicas para identificar la élite de poder maracaibera (1770-1810). Ponencia presentada en el IV Congreso Nacional de Historia Regional y Local. Ciudad Guayana.1996. 23 Resumiendo a Xifra Heras (1964:86-87), la idea de autoridad postula la integración entre gobernantes y gobernados, configurándose una relación permanente sobre la base de un sistema de normas que facultan para gobernar y obligan a obedecer. La autoridad adquiere así una dimensión jurídica: poder no sólo consentido, sino además institucionalizado. En todo caso, ...no es la razón sino la autoridad la que hace la ley (Bobbio, 1985:121). Al respecto, Claval (1982:31-33-35) sostiene que las relaciones societales se apoyan en la autoridad colectiva como resultado de la adquisición de los mismos valores, del consentimiento de los mismos principios superiores y en la comunidad de creencias. En definitiva, el espacio en el cual la autoridad se desenvuelve está modelado por la percepción colectiva: se presenta en la mente de quienes aceptan a un mismo soberano. La legitimación de la autoridad asociada a la estructura jerarquizada estamental del antiguo régimen, es vista y aceptada por todos como algo natural. Es ahí donde la subordinación, el asentimiento de todos a un orden superior encuentra su justificación. Quienes ejercen la autoridad tratan por todos los medios de darle una base legal y, sobre todo, moral en correspondencia con el conjunto de normas y creencias reconocidas por todos. En consecuencia, la legitimidad es el efecto de la referencia a valores sociales inscritos en el marco simbólico de esta sociedad tradicional e implica ...una creencia popular en el valor social de las instituciones y en la capacidad del régimen para asegurar el mantenimiento de esa creencia...lo que equivale, a una interpretación de la realidad que recibe la adhesión libre y voluntaria de todos (Xifra,1962:79). De este modo, se entiende que la legitimidad del poder está en función de la respuesta de los individuos a los mandatos del soberano y su corte. El motivo de la obediencia, razón por la cual el mandato tiene éxito, ...es la creencia en la sacralización de la persona del soberano, sacralidad que deriva de la fuerza de lo que dura, de lo que siempre ha sido, y no hay razón para cambiarlo... (Bobbio,1994:126). Se instituye así, como principio de legitimación, la fuerza de la tradición con todo lo que ello implica. A la luz del simbolismo político-religioso4 de la época, están integrados al contexto de actitudes y creencias, los objetos y signos característicos del 4 “El campo de lo simbólico iba desde el objeto material mismo, pasaba por los ritos de la coronación y llegaba al reino real, por un lado, y por otro abarcaba la idea abstracta de monarquía.” Jacques Le Goff (1991) Lo maravilloso y cotidiano en el occidente medieval. Gedisa España. 24 poder (corona, trono, culto, ornamentos, pendones reales, ceremonial y etiqueta de la corte). Estos signos expresan las pretensiones de quienes controlan y dirigen el poder, a la vez que ...determinan posiciones y relaciones y construyen para cada clase, grupo o medio un ser percibido - constitutivo de su identidad. (Chartier, 1996:57). También en la construcción del universo simbólico del poder, los títulos nobiliarios, las órdenes de caballería, la ocupación de cargos públicos, los rangos militares, los estudios académicos, la tierra, la religión, la muerte, el matrimonio, la casa de habitación, entre otros, expresan y simbolizan un status, un rango fundado en la idea de superioridad, de orden y subordinación. Cada quien se identifica con el ...uso de unas posiciones, de unos objetos, de unos lugares en esas posiciones y con el uso de unos determinados objetos que también se ubican en esas posiciones... ( Leal, 1990:238). Estas insignias del poder representan y simbolizan las desigualdades sociales propias de la época; a su vez, son indicativos de la mayor o menor importancia que se tiene en la jerarquía de la representación del poder. Son signos indiscutibles de nobleza y poder. Este poder, entendido como hecho social basado en el sistema de valores vigentes en la sociedad, tuvo en la lealtad5 uno de sus aliados más eficaces; lo que explica la existencia histórica de la entramada red de vínculos, tejida por quienes tienen el derecho a ejercerlo y monopolizarlo. La defensa de los intereses económicos, los privilegios políticos y el reconocimiento al status social, acentúan la necesidad de la lealtad mutua. De ahí que, ... alguien ha asumido la obligación general de obedecer. Y, con ella, la de “ser fieles” y “súbditos leales”. El término de esta obligación es una persona: la persona del Rey,... (Legaz, 1976:10). De lo expuesto, se desprende que toda la organización política de la sociedad tradicional hispánica ha de entenderse teniendo en cuenta la realidad político-institucional del rey y del reino: poder soberano y poder legal y ejecutivo. Sobre la base de instrumentos jurídicos y políticos del derecho indiano, se estableció un sistema de gobierno “configurando dialécticamente ambas realidades de poder”, en el conjunto de toda la organización político- 5 La lealtad según Luis Legaz (1976:56) puede definirse como la perseverancia en el aprecio. Es un modo de ser y darse la persona en cuanto persona que cumple existencialmente su deber. 25 administrativa del gobierno monárquico.6 Como parte de esta estructura de poder, el funcionamiento del Estado monárquico español estaba determinada por: 1.- El espacio de las políticas gestadas alrededor de la estructura jurídica del gobierno con incidencia directa sobre la cuestión colonial 2.- El espacio de las instituciones y de los funcionarios que tenían jurisdicción sobre las circunscripciones político-territoriales encargadas del funcionamiento del gobierno colonial (virreinatos, gobernaciones, capitanías, etc.). 3.- Las instancias de gobierno local donde las prácticas políticas juegan un papel determinante con participación directa en la organización política del Estado, aunque distinta en el ejercicio del poder. Con base en el reconocimiento del poder legítimo fundado en la sacralización de la persona del rey, estas tres instancias de poder determinan la organización de la monarquía hispana en el marco de la sociedad estamental. Según Amado Guerrero (1992:2), este sistema de gobierno permitía a la Corona ser en todo momento árbitro de la situación y formar una burocracia profesional y política que le administrara e impidiera el disgregamiento del poder en las diferentes instancias, a la vez que construir los ejes fundamentales de la política colonial. En la dimensión local, esta relación dialéctica entre gobernantes y gobernados facilita el análisis. A este nivel se manifiesta en detalle la lucha por el poder entre los distintos grupos, orientada por intereses económicos, pero limitada a su vez por el imperio de la ley. Aún cuando la organización política funciona a partir de los poderes soberano y legal ejecutivo, los cabildos locales, representados en éste último, estaban dirigidos por las oligarquías urbanas; ello explica que el equilibrio entre ambas instancias de poder fuese un desideratum nunca alcanzado en la práctica (De Bernardo;1993:12). Situación reforzada por la interpretación particular que, de los principios doctrinales y políticas monárquicas, hicieron las oligarquías locales en defensa de sus propios intereses. No obstante, el Estado monárquico se planteó ciertos niveles de mediación, pues la ejecución de sus políticas ameritaba la presencia activa y leal de las oligarquías locales y de manera directa, aunque distinta, ellas 6 Este aspecto es tratado ampliamente por De Bernardo Ares (1993) en: La configuración del poder público en la Corona de Castilla a fines del siglo XVII. Revista Tiempo y Espacio N° 40. Centro de investigación histórica Mario Briceño Iragorry. Caracas. 26 participaban en el gobierno. Esto explica, la construcción de un sistema de lealtades y reciprocidades que beneficiaba a todos y que tuvo como base, ... de un lado fidelidad, subordinación y defensa de los interese reales y del otro expectativas de riqueza material y estatus social a partir del reconocimiento social y la legitimación institucional de las preeminencias y privilegios establecidos. (Guerrero.1992:3). En consecuencia, operó una imbricación de poderes de naturaleza diversa, aunque complementaria. Se acepta el poder del rey, a cambio de la ampliación y fortalecimiento de ciertos derechos, de privilegios predominantemente económicos. A ambos mecanismos de poder, según Francisco T. Valiente,7 representados y legitimados en la relación soberano - súbdito, los unía un mismo objetivo: organizar la sociedad a través del Estado absoluto. En este sentido, la autoridad real busca afianzarse, expandirse; de ahí el juego de lealtades e intereses de todo tipo. Se trata, entonces, de tener bajo control las relaciones, actitudes y comportamientos de los actores sociales; por tanto, en la operativización de prácticas políticas convergen el parentesco familiar, espiritual y relaciones personales y se legitiman en los órganos de decisión política local. Como parte de los mecanismos de mediación y control en el ejercicio del poder real y ejecutivo el gobernador, como máxima autoridad delegada de la Corona, constituye factor de poder, mediación y control. Es la base fundamental de todo el andamiaje administrativo colonial; en él se ve personificado el poder del Rey para cumplir y hacer cumplir las leyes y demás disposiciones reales.8 Como soporte de la autoridad real tuvo la responsabilidad de decidir sobre un universo de problemas generales de hacienda y administración y en algunos casos militares y judiciales; inclusive, velar por cuestiones tan concretas como la incorporación de las elites locales a los mecanismos de poder económico y administrativo. En estos términos, ...la función gubernativa tuvo relación directa con el manejo del orden social en cuanto intervención sobre la población en general y en un sentido administrativo en cuanto a la vigilancia e incidencia en los comportamientos de los cabildos y sus integrantes (Campuzano,1992:74). 7 8 Citado por De Bernardo Ares (1993). Información detallada sobre la importancia del gobernador como factor de poder ofrece Letizia Vaccari (1992) en: Sobre Gobernadores y Residencias en la provincia de Venezuela (siglos XVI, XVII, XVIII) Biblioteca de la Academia Nacional de la Historia. Fuentes para la historia colonial de Venezuela. Caracas. Venezuela. 27 Esta multiplicidad de funciones a cumplir por los gobernadores, expresan el intrincado laberinto de una gestión cuya tarea fundamental era la construcción de una sociedad regulada por leyes, laboriosa y creyente. Como mandatario principal dentro del aparato jurídico-administrativo, el gobernador simboliza la figura del rey y la representación soberana en la estructura de poder, entendido como una red que circula entre los hombres y no es potestad absoluta de un individuo. De una manera u otra, los gobernadores sirven a una tupida y amplia red de intereses financieros, comerciales, políticos y sociales; red de intereses que muestra los diferentes niveles de compromiso en el juego del poder encarnado en las elites locales y/o autoridades de gobierno, a nivel central, provincial o local (virreyes, gobernadores, alcaldes, etc.), en cuyas prácticas políticas interferían sus intereses privados como actores sociales con los del gobierno que representaban. Sus vinculaciones como miembros de los grupos de poder local, constituían el verdadero motor de sus “negocios”. Por consiguiente, las prácticas políticas que beneficiaban intereses monárquicos y particulares, simbolizan y expresan una compleja realidad en la cual se moviliza la figura del gobernador: de un lado, debe lealtad al monarca, desde la defensa de la autoridad emanada directamente de la península; del otro, debe lealtad a la autoridad que representa como gobernador. El gobernador, a quien se le advierte en su título de nombramiento la necesidad de dar estricto cumplimiento a sus funciones, se debate entre...aplicar tal y cual las pautas de comportamiento político, económico, cultural y humano que tenía aprendidas...y acostumbrarse rápidamente al sistema y participar de la corrupción general de la administración, en cuyo caso nunca tendría problemas. (Marchena, 1983: 14). En cualquiera de las situaciones, el gobernador forma parte de una burocracia que operaba a nivel local y regional, con figuraciones determinantes del quehacer político, militar económico, social, judicial, cultural y religioso. A pesar de actuar bajo las órdenes de autoridades superiores, la amplitud de los poderes que poseía lo convertían en el eje de la administración provincial. En la sociedad tradicional del ancien régime borbónico, este sistema de lealtades y mediaciones que caracteriza las relaciones entre los distintos grupos, explica el significado de las actuaciones y prácticas simbólicas. En este sentido, la praxis política se sustenta en el discurso legitimador, en el cual se registran y magnifican los méritos de quienes detentan privilegios como estrato dominante de la sociedad, expresando la necesidad de legitimar el monopolio del poder en la esfera de lo simbólico. 28 El cargo de gobernador, cuya naturaleza era de provisión real reservado a la persona del monarca, recaía por lo general, ...en personas que habían prestado servicios a la Corona en la administración o en el ejército ...personas beneméritas, idóneas y celosas del servicio de Dios y de la causa pública ... (Zorraquin,1988:318-356). A ello se añade que las prerrogativas privilegios derivados de su pertenencia al estamento nobiliario, les permitían dominar ciertas funciones políticas y sociales, conservar y acrecentar su posición privilegiada reconocida en el ordenamiento legal y la tradición. (Anes,1975:44). Con la imposición de las reformas borbónicas en la segunda mitad del siglo XVIII, las funciones del gobernador fueron ampliadas. Muchos recibieron facultades especiales para organizar y reglamentar las nuevas instituciones y los cambios que se iban operando.9 En opinión de Ricardo Zorraquin (1988:323), esta concentración de poder no impedía la fijación de normas adecuadas para el desempeño de cada oficio, pues se regulaba de distinta manera la actividad gubernativa, la judicial y la militar. Por lo tanto, había una distinción de funciones que no se correspondía con una idéntica separación de autoridades, la agregación de los títulos indicativos de los oficios que debía desempeñar y las facultades de cada autoridad. En el caso del gobierno provincial, los gobernadores, capitanes generales y justicias mayores eran la autoridad más alta. Durante el siglo XVIII el gobierno político y militar era casi una misma cosa, pues los jefes militares solían ser los jefes políticos y lo usual era reunir en una misma persona la figura de Gobernador Militar y Gobernador Civil. De esta manera, se pensaba en un militar como el más idóneo para adecuar las disposiciones defensivas sobre el territorio a su mando y para mantener un control, un orden, en la administración del mismo. En el plano del análisis que intentamos, estas consideraciones previas contribuyen a una aproximación sistemática y coherente de las relaciones de poder alrededor del ejercicio del gobierno provincial. Desde esta perspectiva, 9 Sobre las funciones del gobernador a partir de la segunda mitad del siglo XVIII se recomienda consultar: Ricardo Zorraquín Becú (1988) “El oficio de Gobernador en el derecho indiano.” En: Revista del Instituto de Historia del Derecho Ricardo Levene. N° 23. Buenos Aires; Letizia Vaccari (1992) Sobre Gobernadores y Residencias en la provincia de Venezuela (siglos XVI, XVII, XVIII) Biblioteca de la Academia Nacional de la Historia. Fuentes para la historia colonial de Venezuela. Caracas. Venezuela; Rodrigo Campuzano (1992) Oficio y Perfil del Gobernador de Antioquía durante el reinado de Carlos III. En: Movimientos sociales y violencia en la historia de Colombia. Universidad Industrial de Santander. Facultad de Ciencias Humanas. Departamento de Historia. Bucaramanga. Colombia. 29 nuestra atención se centra en la articulación de las redes del poder en la Maracaibo borbónica durante el mandato del gobernador Fernando Miyares (1799-1810). Se intenta una aproximación en el marco de un deber, un hacer, que forma parte de la trama de relaciones allí engendradas. II.- El Gobierno Provincial de Maracaibo en tiempos de Fernando Miyares (1799-1810) Como capital Provincial y ciudad portuaria, Maracaibo servía de mercado regional a las producciones cacaoteras de los valles cucuteños y tierras aledañas al Lago. Ello atrajo durante las últimas décadas del siglo XVIII e inicios del XIX un significativo número de comerciantes, en su mayoría vascos y catalanes, los cuales formaban una elite que logró dinamizar la vida económica de la región, controlando las instancias de poder local y/o regional.10 La diversidad de estrategias de parentesco, amistad y negocios alrededor de las lealtades y clientelas, les permitió concentrar privilegios como prominentes comerciantes, propietarios y funcionarios de alto rango en la burocracia hispana. Para afirmar su poder y prestigio, se vincularon a figuras importantes del gobierno local y provincial, logrando entrelazar intereses y asegurar poder y status social. De esta manera, el gobernador como administrador supremo de la provincia e integrante de la oligarquía criolla, forma parte del juego de intereses y lealtades construidas según las pretensiones de poder, por ello sus prácticas políticas señalan el camino a recorrer. En este contexto, se explica la actuación del gobernador Fernando Vicente Antonio Miyares, militar de carrera, veterano con décadas de servicio en América, Caballero de la Real Orden de Carlos III, concedida en 1793 en honor a sus méritos y servicios.11 Arribó en 1798 con el título de Gobernador Político y 10 Este aspecto es tratado por Belín Vázquez de Ferrer (1986) El puerto de Maracaibo. Elemento estructurante del Espacio Social Marabino (siglo XVIII). Universidad del Zulia. Cuaderno de Historia N° 14. Maracaibo. 11 Esta Real Orden fue instituida por Carlos III en 1771 en acción de gracias por el nacimiento del príncipe Carlos Clemente hijo del príncipe de Asturias. El Rey se declaró Jefe y gran maestre de la misma, y fue colocada bajo la protección de la Inmaculada Concepción. Se crearon dos clases de caballeros: grandes cruces y pensionados. Los designados debían cumplir los estatutos previstos, defender la creencia de la Inmaculada Concepción y comulgar el 8 de diciembre o el día anterior. Lohman Villena, Guillermo (1990) Los americanos en las órdenes nobiliarias. Nueva serie de cultura hispánica. N° 5, editorial Kelly, Bogotá. D. E. 30 Militar de la ciudad y provincia de Maracaibo, procedente de la ciudad de Caracas, donde residía luego de haberse desempeñado como Gobernador y Capitán General de Barinas. El General Miyares había nacido en Santiago de Cuba el 27 de enero de 1749, era hijo legítimo del Capitán de Infantería don. Fernando Miyares y Laizaga, natural de Legazpia (Guipúzcoa) y de doña Ursula Pérez y Bernal, natural de Santiago de Cuba. En 1766, siendo Cadete Abanderado de La Habana, se casó con doña Inés Mancebo, natural de Santiago de Cuba, hija legítima de don. Bernardo Mancebo y de doña Ana María Quiroga, familia prominente y distinguida de la sociedad habanera (ver árbol genealógico anexo). Con su nombramiento se mantuvo la línea de designar militares de carrera como máximos dignatarios del Rey; con ello se garantizaba el control y el orden en la administración del territorio a su mando. En tal sentido, sus lineamientos políticos fueron ejemplo de las medidas impuestas por la Corona. Al captar la complejidad que rodeaba el juego político-administrativo provincial, logró ganarse la amistad y confianza de distintos sectores, lo cual facilitó el desempeño de sus funciones como máxima autoridad política provincial. Su prolongada y progresiva carrera político-militar al servicio del gobierno monárquico refleja el grado de confianza de la Corona en este funcionario y su meritoria hoja de servicios. Entre 1766 y 1815 desempeñó distintas funciones: Cadete Segundo y Abanderado de la Habana en 1766, Teniente Coronel de los Reales Ejércitos en 1788, Coronel de Infantería en 1794, Gobernador político y militar de la provincia de Barinas en 1796, Gobernador político y militar de la Provincia de Maracaibo en 1799, Capitán de Milicias Regladas de Puerto Rico en 1799, Comandante de la Segunda Compañía del Batallón de Veteranos de Infantería de Caracas en 1799, Brigadier de Infantería en 1807, Capitán General de la provincia de Venezuela y Presidente de la Real Audiencia de Caracas en 1810.12 12 Datos extraídos de: Agustín Millares Carlo (1964) Archivo del Registro Principal de Maracaibo. Protocolos de los Antiguos Escribanos (1790-1836). Indice y Extractos. Maracaibo. Centro histórico del Zulia; Juan Besson (1945) Historia del Zulia. Tomo II. Ediciones de la gobernación del Zulia. Fondo editorial Raimundo Andueza Palacios, editorial Hnos. Belloso Rossel; Kurt Nagel Von Jess (1969) Algunas familias maracaiberas. Universidad del Zulia; Archivo de la Academia Nacional de la Historia (Caracas). Papeles de Miyares. Tomo II. ff. 5-92. 31 Su relación con la provincia de Maracaibo antes de su nombramiento como gobernador aún se desconoce; sin embargo, una vez avecindado en ella crea cierto sentimiento de pertenencia a la misma. Directa e indirectamente, se involucra en una red de relaciones cuya imbricación estuvo favorecida por el sistema de lealtades y reciprocidades características de la estructura jerárquica de la época. En este sentido, relaciones societales y familiares se conjugan, de ahí la estabilidad temporal de los vínculos, lo que origina la cohesión de los distintos grupos y la expansión y consolidación de los “negocios” familiares.13 Al parecer, en sus gestiones al servicio del gobierno monárquico, en la diversificación de las actividades familiares y en la variedad de alianzas matrimoniales en las cuales involucró a sus hijos (9 en total) está la explicación del éxito de este “apreciado gobernante”. De esta manera, poder, fortuna y estabilidad del grupo familiar logran asociarse, reforzando los lazos de amistad, de intereses, de negocios y de clientela. Estas prácticas aseguraron su condición como miembro de la elite local, integrada por grupos familiares que habían logrado concentrar riqueza y poder de decisión. Posiciones en el gobierno, bienes agrícolas y comerciales, honores y prestigio, entrelazados a distintos lazos de parentesco garantizaban y mantenían el éxito de su grupo. En este sentido, el casamiento era el principal mecanismo de fusión de estas familias en un solo grupo o red, convirtiéndose en estrategia esencial en la ampliación de sus intereses. Los cuñados, constituían a menudo los lazos fundamentales de la asociación económica y política. El poder social de la familia notable Miyares-Mancebo se fortaleció con la variedad de alianzas matrimoniales en las cuales se involucró. (ver árbol genealógico anexo). Sus cuatro hijas contrajeron nupcias con figuras prominentes del mundo político y económico. Ursula Miyares Mancebo, se casó con el Coronel Ramón Correa de Guevara (Caballero de la Orden de Santiago), oriundo de Ceuta (España), militar de carrera, sobrino del gobernador de la provincia de Venezuela, José de Guevara y Vasconcelos. Como miembro de la red Miyares–Mancebo, compartió sus actividades militares con el ejercicio 13 Este tema ha sido analizado en nuestros trabajos: Belín Vázquez de F. Y Ligia B. de Salazar. La familia Baralt Sánchez como modelo de la élite maracaibera durante las últimas décadas borbónicas; Belín Vázquez de F. y Nirso Varela. Pautas teóricometodológicas para identificar a la élite maracaibera,1770-1810 (ponencias en el IV Congreso Nacional de Historia Regional y Local. Ciudad Guayana.1996. 32 de la autoridad política ocupando, entre otros, el cargo de Gobernador, Comandante General e Intendente provisional de Maracaibo, cuando su suegro Fernando Miyares fue designado Capitán General de Guatemala. Como militar de carrera, Ramón Correa de Guevara se desempeñó como Capitán de Regimiento de Infantería de Aragón, Teniente Coronel de los Reales Ejércitos y Comandante del Cuerpo Veterano y de Milicias de Maracaibo. En 1801 se casó María de la Caridad Miyares-Mancebo con don. Miguel María del Pumar, hijo legítimo y primogénito del Sr. don. José Ignacio del Pumar, de la Orden de Carlos III y Marqués de las Riveras de Boconó y Masparro y de Micaela Calleja, familia distinguida de la sociedad barinesa, dedicada a los negocios y a la política local. En 1805 Ana María Miyares Mancebo contrajo nupcias con Joaquín de Amadeo, comerciante y factor de la Compañía de Filipinas, natural de San Sebastián (provincia de Guipúzcoa), hijo legítimo de Julián Amadeo y María Manuel Izaguirre, naturales de San Sebastián en Vizcaya. Ocupó diversos cargos en la administración pública, entre ellos: Alcalde Ordinario de Maracaibo en 1810 y Regidor Perpetuo jubilado y honorario del Ayuntamiento marabino en 1817. Francisca Josefa, la mayor de las hijas del matrimonio Miyares Mancebo, se casó con José Joaquín Vale Romero, comerciante acaudalado de la región, dedicado a la compra - venta de esclavos, mercaderías y bienes raíces. Su hijo Juan Francisco Vale incursionó en la vida política local, llegando a ser jefe político-presidente del ilustre ayuntamiento marabino. El primogénito de sus hijos, José María Miyares Mancebo, contrajo matrimonio con doña María Anselma Josefa de la Guerra, hija de don. Francisco de la Guerra, Ministro principal de la Real Hacienda electo de Barinas y tesorero sustituto de las Reales Cajas de Maracaibo. Como hijo mayor, le correspondió seguir la carrera militar de su padre y la responsabilidad de administrar sus negocios y fortuna, al ser designado albacea junto a su madre doña Inés Mancebo, en virtud de escritura otorgada por don. Fernando Miyares en la ciudad de Coro en 1812. La viudez le permitió a doña Inés Mancebo intervenir en los negocios y en la administración de los bienes familiares, compartiendo estas actividades con sus obligaciones hogareñas. De esta manera el patrimonio familiar, los negocios mercantiles y crediticios se aseguraban y acrecentaban. 33 El resto de sus hijos varones se dedicaron a los negocios y a la política local, pero fundamentalmente a la carrera militar, actividades que estaban sustentadas en la herencia, el prestigio familiar y en la dote aportada por sus distinguidas esposas al momento de contraer nupcias. Todos lograron casarse con damas pertenecientes a familias nobles o ennoblecidas, ligadas de una manera u otra por diversos lazos de parentesco, amistad y negocios. Su hijo Juan Bautista Miyares Mancebo contrajo nupcias con Pilar Pulido y del Pumar, dama distinguida de la sociedad barinesa. Como militar de carrera estuvo en la Real Armada con el grado de Teniente de Navío. Además fue Cadete de Infantería en León (España); Su hijo Bernardo Miyares Mancebo sirvió en el ejército como Comandante de Milicias de Blancos en la ciudad de Coro; allí se casó con doña Josefa María Arcaya y Talavera. Carlos Eladio Miyares Mancebo, al servicio del ejército del rey se desempeñó como Teniente Coronel del Cuerpo de Artillería. Además como arquitecto graduado, dirigió entre 1815 y 1818 las modificaciones hechas a la iglesia Matriz de Maracaibo. Contrajo Nupcias con María del Rosario Egui y Machillanda. Por su parte, Fernando Miyares Mancebo cumplió oficios al servicio monárquico como Teniente del Registro de Infantería de León (España).14 La gestión de Fernando Miyares se caracteriza por una serie de hechos relacionados con la buena marcha del gobierno a nivel local y provincial. En este sentido, los bandos de buen gobierno que se proclaman por distintos sitios públicos constituyen un discurso legitimador y socializador de la autoridad y el poder. 15 Tienen como finalidad regular aspectos necesarios para la convivencia urbana: el orden público, las medidas en contra del trato ilícito, la búsqueda de un mayor control de las actividades comerciales, el reforzamiento del sistema defensivo de la provincia, la salud pública, la tranquilidad de los vecinos, entre otros, expresan la actuación de Miyares en favor de sus gobernados y de los intereses generales de la Corona. 14 15 Los datos referidos a estos enlaces matrimoniales fueron extraídos de las fuentes citadas en la Nota N° 12. La sección Colonia del Archivo Nacional de Colombia (Bogotá) en sus distintos fondos documentales: Policía, Mejoras Materiales, Real Hacienda, Contrabandos, Contrabandos-Cartas; entre otros, ofrece valiosa información sobre la actuación del gobernador Miyares. 34 El bando que se dictó en junio de 180216 contentivo de 42 disposiciones, además de tratar cada problema de orden público con su respectiva solución, autoriza a los Alcaldes ordinarios, Caballeros, Regidores, Procurador General del Ayuntamiento y al Alcalde provincial y de la hermandad para hacer cumplir lo dispuesto en el mismo: prohibición de: portar armas de cualquier tipo, sólo lo harían los autorizados para ello; de poner tienda pública sin permiso del gobernador; de todo tipo de diversión pública, como foros, comedias, marchas y demás sin licencia del gobierno; que toda persona que con nombre de curioso asista enfermos; tirar cohetes, pólvora; el juego de dados y otros de envite y azar. Además, señala el deber que tiene todo vendedor de caldos y comestibles de tener en su local y a la vista de todos, los respectivos pesos y medidas reconocidas por el regidor o fiel ejecutor con aprobación del ciudadano gobernador; el utilizar como mercado público para la venta de vituallas y comestibles la plazuela de San Francisco. Estas disposiciones, según el propio gobernador, tenían como objetivo precisar con oportunidad todo lo que convenga para poner remedio a los vicios y excesos, para la conservación de las buenas costumbres, observancia de las leyes, concordia, paz y unión entre los vecinos, ornato y aseo del pueblo. De conformidad con lo anterior, con estos bandos se buscaba reforzar la capacidad de las autoridades para controlar ampliamente la vida cotidiana de cada localidad, puesto que los mismos reglamentan espacios, usos, actitudes, costumbres y relaciones, a la vez, que describen un determinado comportamiento y un modo de actuar. Para este gobernante la mejora y apertura de nuevos caminos y rutas17 que facilitaran el comercio entre la provincia y sus áreas de influencia era fundamental. Según el gobernador Miyares, esto traería prosperidad y tranquilidad a los vecinos en general. Las distintas “representaciones”18 de los vecinos dirigidas en tal sentido, a las máximas autoridades con el aval del ciudadano gobernador como autoridad provincial, revelan la intención de este gobernante de responder ante el Rey y sus gobernados por las competencias de gobierno que se habían encomendado. 16 17 18 Archivo Nacional de Colombia. Fondo Policía. Tomo III. ff. 819-826. Ver fuentes citadas en la Nota N° 15. La “representación”, según Leal Carole (1990:174) era un tipo de expediente utilizado para hacer una réplica, ruego o proposición apoyada en documentos que un subordinado dirigía a un superior. 35 En 1804, en el marco de lealtades que unían y separaban a los miembros del Cabildo y donde además quedaban expresados los intereses de los grupos de poder local, el gobernador Miyares recibió apoyo de estas autoridades y otros gobernantes al solicitar al Virrey gestionar la dispensa del Juicio de Residencia, como gracia concedida en beneficio público. Como instrumento de control monárquico, la Residencia permitía a la Corona el sometimiento de sus funcionarios a la rendición de cuentas. Entre los miembros del Cabildo que gestionan tal solicitud están: Andrés María de Manzanos, Zenón de Veira, Juan Hernández Caballero y Diego de Melo Por todo lo cual y principalmente por la notoriedad de la recta, fiel conducta de nuestro actual gobernador en todos los asuntos de su incumbencia =suplica a V.M.... se sirva dispensar la residencia...; gracia que espera alcanzar en beneficio público.19 Entre otras razones argumentan su celo y fidelidad como ministro de su majestad, su prudencia y rectitud, la apertura de nuevos caminos, lo cual representa una ventaja para el comercio, la administración de justicia, las disposiciones para la defensa de la provincia y celo oportuno en los intereses de la Real Hacienda. En definitiva, como fiel representante de la Corona, es merecedor de tal beneficio. De ahí, la disposición a su defensa. La “Representación y testimonio del Acta del acuerdo del Cabildo, Justicia y Regimiento de Maracaibo” observaba que por ser el gobernador Miyares uno de los más fieles y celosos ministros de su majestad; cuyo gobierno ha mostrado gran prudencia y rectitud era merecedor de tal beneficio y junto a él los demás funcionarios que le habían acompañado en su gestión. La dispensa de la residencia solicitada según el ayuntamiento marabino contribuiría a su “Real benignidad” y al beneficio de toda la provincia. En el marco del simbolismo político de la época, es de hacer notar que el gobernador Miyares, Caballero de la Orden de Carlos III, como fiel y leal funcionario real, se sentía con derechos para la solicitud y otorgamiento de tal beneficio. En la dialéctica de la lucha por el poder–poder del reino, dividido en cabildos, versus poder del rey, los juicios de residencia como pieza clave institucional de centralización político-administrativa, judicial y de dominación 19 Archivo de la Academia Nacional de la Historia. Papeles de Miyares. Tomo II. V. 57.ff. 124-136. 36 política contribuyeron al fortalecimiento del poder real en la medida en que controlaba entre otros aspectos, las finanzas locales, que al parecer era lo que más interesaba al poder real.20 En 1808, ante la aparición de un pasquín en la esquina de la Administración de correos en contra del gobierno e incitando a la población a levantarse en armas firmado “Los hijos de Maracaibo”, elAyuntamiento celebró un Cabildo extraordinario a petición del señor gobernador a fin de tomar los correctivos necesarios. Estaban presentes entre otros, el Capitán de Milicias dn. Felipe Quintana y dn. José Hermenegildo Rodríguez, Alcaldes Ordinarios; dn. Diego de Melo, Fiel ejecutor; dn. Francisco Miguel Roldán, Alcalde provincial; dn. Ignacio Baralt, Llano y dn. José Antonio de Almarza, Alguacil Mayor. Una vez examinado el contenido del pasquín, señalan que el mismo es mal intencionado, que es producto de espíritus díscolos y sediciosos, que debe ser digno de desprecio, que no podía significar complot alguno, por estar todos seguros de la lealtad y patriotismo de todo el vecindario en general. El Cabildo acuerda gratificar con 500 pesos a quien descubra o denuncie a su autor y ordena publicar tal medida por bando público; a su vez, apoyar irrestrictamente a su fiel autoridad político–militar. Así mismo, como miembros del Ayuntamiento se ofrecen a ser “pesquizadores” de los malvados perturbadores de la fidelidad, unión y obediencia que deben guardar a las superiores disposiciones.21 Esta actitud legitima la autoridad española en la provincia y fortalece la “dignidad” que simboliza el gobernador como figura de carácter público e institucional. De esta manera, el apoyo a la autoridad monárquica y al gobernador, simbolizado en la lealtad y fidelidad, constituye principio fundamental en el mantenimiento del orden político y social. En agosto de 1808, ante los enfrentamientos bélicos con España el gobernador Miyares, junto a los capitulares del Cabildo local, acuerdan remitir a España, todo tipo de frutos y dineros donados por comerciantes, labradores 20 21 La acción fiscalizadora de las finanzas municipales era ejercida por el Consejo de Castilla. Se trata de una intervención ordinaria, establecida directa y bilateralmente entre ambas instituciones del Estado; al Consejo de Castilla, tomaba las decisiones sobre cualquier asunto relacionado con las finanzas municipales en general y de propios en particular. Por consiguiente, no existió a nivel local ninguna autonomía financiera, porque tampoco disfrutaron de autonomía política. Al respecto Cfr. De Bernardo Ares (1993:20-21). Archivo de la Academia Nacional de la Historia. Papeles de Miyares. Tomo II. ff 146-146 vto. 37 y vecinos, a fin de atender a las urgencias de la guerra. Para llevar control sobre los colaboradores, se abrió un registro de suscripciones donde constaran los nombres de los donantes y las cantidades con las que colaborarían. Según el gobernador Miyares había llegado el momento de acreditar fidelidad a la religión, al Rey y a la patria.22 Ante la rebelión caraqueña de 1810 y la erección de una “Junta Suprema” asumiendo el mando absoluto, el Ayuntamiento de la ciudad de Coro, exhorta en comunicación escrita al gobernador Miyares a que reasuma la Capitanía General de Venezuela, Superintendencia y demás tribunales superiores que existían en Caracas y de quienes dependía este gobierno, y a conservar el mando militar y político que legítimamente ha venido ejerciendo por más de once años. Esta solicitud y la gravedad de los hechos incitan a Miyares a proponer en Mayo de 1810 a los capitulares de la ciudad de Maracaibo la formación de una “Junta Superior” para el mejor gobierno de la provincia. Esta Junta estaría integrada según el gobernador por sujetos de probidad, suficiencia y buena opinión pública, que conozca de las apelaciones y demás conforme a nuestras leyes. Así se demostraba fidelidad al Rey, obediencia al gobierno legítimo que representa su autoridad y el amor al bien público. En la sala capitular delAyuntamiento se reunieron: el Capitán de Milicias don Juan Francisco Perozo y don Joaquín Amadeo, Alcaldes ordinarios; Capitán de Milicias don Felipe Quintana, Alférez Real; don Francisco Miguel Roldán, Alcalde Mayor provincial; don Diego de Melo, Fiel ejecutor; don José Antonio Almarza, Alguacil Mayor interno; don José Ignacio Baralt, y el Síndico Procurador General, don Manuel Linares González. Además asistieron, el Gobernador y Comandante General Intendente de la provincia, don Fernando Miyares; el Capitán de Milicias, don Juan Evangelista Ramírez, Diputado Consular; don Sebastián de Esponda; don Agustín Mas y Rubí; don Andrés María Manzano, Teniente de gobernador; don Ramón Correa (yerno del gobernador Miyares), Coronel de los Reales Ejércitos y Comandante de los cuerpos veteranos y Milicias de Maracaibo; don Domingo Rus, Fiscal de Real Hacienda y los eclesiásticos, Luis Ignacio Hurtado, Canónigo doctoral de la Santa Catedral de Mérida; don Antonio María Romana, cura de San Juan de Dios y don José Hipólito Monsant, Vicario juez eclesiástico. El apoyo de estos 22 Juan Besson (1945) Historia del Zulia. Tomo II. Ediciones de la Gobernación del Zulia. Fondo editorial Domingo Andueza Palacios . Maracaibo. Venezuela. 38 capitulares a los planteamientos de Miyares es unánime; sólo que no se llamaría “Junta”, pues podría despertar en los pueblos la idea de que Maracaibo seguía el sistema iniciado en Caracas. De manera que resuelve, se considere al Ayuntamiento como Tribunal de Apelaciones y que el gobernador Miyares, reasuma su cargo de Capitán General y Superintendente. Estos mismos capitulares acuerdan otorgar poder amplio y general a don Lorenzo Román Martínez Cayón, residente en la ciudad de Cádiz, para que en nombre y representación de la provincia de Maracaibo pueda satisfacer y ratificar el juramento de fidelidad y obediencia a don Fernando VII, como legítimo Rey y Sr. Natural.23 En esta investigación interesa destacar que entre los miembros del Cabildo marabino de entonces se encuentran hombres dedicados no sólo a la política, sino que a su vez, representan importantes intereses económicos bien como comerciantes y/o propietarios de tierras, bienes e inmuebles; lo que les permite prerrogativas y privilegios, siempre en beneficio propio y de los de su entorno. En consecuencia, se les considera hombres notables, influyentes, de buena opinión pública; de ahí, el significado de su actitud pro-monárquica, en correspondencia con la del gobernador Miyares. Entre ellos: José Ignacio Baralt, Juan Evangelista Ramírez, Sebastián Esponda, Diego de Melo y Pinto. Su apoyo irrestricto al gobernador Miyares, es muestra de lealtad y fidelidad a lo que su figura representa como máxima autoridad monárquica en la provincia. Dentro del simbolismo político de la época, bien se les puede calificar de “fieles y leales servidores del Rey”. En este contexto, Fernando Vicente Antonio Miyares y Pérez, prestó juramento como Capitán General de Venezuela ante el Ayuntamiento el 23 de julio de 1810.24 Con ello tanto la Corona, como los señores capitulares en representación de los distintos grupos de poder, reconocían la fidelidad, lealtad y obediencia de un funcionario que con su gestión había logrado la aceptación de sus gobernados. Su esmero en la aplicación de las políticas y buenos servicios al Rey y a la población en general a un mismo tiempo, parece ser lo hacían merecedor de tal distinción. Ante la postura pro-monárquica del gobierno provincial de Maracaibo, la Junta Suprema de Caracas, quien reconocía a Miyares como uno de los 23 24 Archivo de la Academia Nacional de la Historia. Papeles de Miyares. Tomo II. f. 110 vto. Ibid. f. 115. 39 magistrados más probos y distinguidos de la administración colonial, resuelve enviar comunicación con fecha 22 de junio de 1810, al ciudadano gobernador, en la que lamenta la actitud asumida por él como máxima autoridad provincial. Según esta Junta, su proceder obedeció a la falta de pleno conocimiento de los sucesos de Caracas. La comunicación destaca la mala disposición de las autoridades de Coro, respecto a Caracas, a causa de haberse fijado como capital política y eclesiástica de Venezuela.25 A pesar que la Junta Suprema de Caracas, justificara la actitud de Miyares tratando de atraerlo a ella, no lo consiguió. En él, privó el honor, la lealtad y la fidelidad que simbolizan su alta magistratura y la voluntad del poder del reino, en éste caso representado en el Cabildo. En respuesta a estos hechos Miyares se dirige a los pobladores de Maracaibo para ponerlos en conocimiento de la situación; específicamente de los planes de Napoleón Bonaparte para insurrecionar las colonias hispanoamericanas. Advierte sobre su disposición de defender el legítimo gobierno y tomar las precauciones y medidas necesarias: atención a la entrada y salida de buques extranjeros, no dar posada en sus casas a persona alguna sin previo aviso al gobierno y, bajo la pena de 100 pesos de multa, premiar a quien descubra cualquier sospechoso. Señala que estas medidas fueron consultadas con el virrey de Santa Fe de Bogotá y los señores gobernadores y capitanes generales de Puerto Rico, Santo Domingo y Río Hacha.26 Otra muestra de solidaridad y aceptación de las disposiciones del gobernador Miyares en el desempeño de sus funciones como máxima autoridad político-militar, es la posición adoptada por los capitulares de Guayana en 1797 ante la presencia de los ingleses en dicha región. Públicamente agradecen a este gobernador lo referente a la expedición organizada para impedir sus pretensiones de invadir la región, señalan que a ellos les consta el aplauso que dicho señor se merece de todos los habitantes de la provincia a su mando.27 Igualmente en 1798 el cabildo de Barinas da un voto de gracia a Carlos IV, por haber encomendado el mando de la provincia a Fernando Vicente Antonio Miyares Pérez. En representación enviada al Rey, señalan que fue un acierto el nombrarlo gobernador de la provincia ...que su nombre será eterno 25 Ver fuentes citadas en la Nota 21. Besson (1945) Historia del Zulia. Tomo II 27 Ver fuentes citadas en la Nota N° 21. f.44 26 Juan 40 en la memoria de estos moradores... por el juicioso tino conque ha gobernado...con ello demuestra el don de gobierno con el cual le ha adornado la divina providencia. En esta misma representación expresan su admiración, afecto y respeto a Miyares por la actitud asumida cuando se le encomendó el auxilio de Nueva Guayana.28 A pesar de estas muestras de afecto y solidaridad, en 1812 el Capitán Domingo Monteverde, quien se desempeñaba bajo las órdenes de Fernando Miyares, desconoce su autoridad y lo despoja de su cargo. Ante ello, el gobernador emite un manifiesto público para aclarar lo intachable de su conducta como jefe militar y político de la provincia. Después de una descripción detallada de la misma concluye diciendo: ...yo he puesto de mi parte hasta los sacrificios que más cuestan a un hombre: he dejado en opinión pública mi conducta por atender sólo a las ventajas de la patria: a el gobierno corresponde satisfacer la autoridad ultrajada que emana de la suya. Yo espero que la imparcialidad y no la aparente ventaja de la recuperación de una provincia sea el juez que determine mi causa.29 Sin embargo, los desafíos de Monteverde a la autoridad de Miyares se materializan y sus intenciones de contribuir a la pacificación de Venezuela, sólo se quedan en eso. Monteverde logra despojarlo de su autoridad y se apodera de ella. De conformidad con lo señalado, puede afirmarse que la lucha del gobernador Miyares por mantener su intachable conducta como funcionario fiel y servidor a la monarquía hispánica y a los intereses locales, expresa su condición de hombre público. En tal sentido, su práctica política como miembro de la sociedad maracaibera evidencia la necesidad de establecer todo tipo de alianzas; de ahí, sus vínculos con prominentes figuras del quehacer político y económico tanto provincial como local. Las alianzas matrimoniales en las cuales involucró a sus hijos explican la naturaleza y alcance del poder, la riqueza, el honor y el prestigio logrado por uno de los más fieles representantes de la monarquía hispánica. 28 29 Ibid. ff. 114-115. Ibid. ff. 227-255. 41 Conclusiones preliminares Se aportan elementos teórico-metodológicos para analizar y comprender los hilos que mueven el poder en un tiempo y espacio histórico concreto e identificar las relaciones de poder alrededor del ejercicio del gobierno provincial de Maracaibo durante las últimas décadas borbónicas y primeros años del siglo XIX; período que se corresponde con la actuación político-militar y administrativa de don Fernando Miyares Pérez como Gobernador y Capitán General de la Provincia. Los resultados aquí expuestos sólo abren el camino para la reconstrucción de un proceso histórico en el cual las particularidades locales y regionales redescubren las expresiones y prácticas políticas de los grupos dominantes representados en las distintas instancias de poder local y/o regional. El fenómeno social del poder y las prácticas políticas en el marco de relaciones societales complejas y diversas, amerita un análisis más allá de lo jurídico-institucional, de los funcionarios y sus funciones. Es necesario penetrar en la complejidad de la estructura del poder; ello posibilita la comprensión y explicación de la historia política colonial en el terreno de un deber, un hacer y un quehacer, en el cual las representaciones y prácticas colectivas de los individuos expresan la relación dialéctica entre gobernantes y gobernados. En la sociedad estamental del Antiguo Régimen, el poder se inscribe y se legitima en la relación mando-obediencia entendida y aceptada por todos como natural, y, las nociones de honor, prestigio, autoridad, lealtad, fidelidad y privilegio están sustentadas en creencias, valores y representaciones de la cultura política que los individuos significan y construyen como parte de las relaciones de poder. En este contexto las relaciones de poder alrededor del ejercicio del gobierno provincial de Maracaibo, durante la actuación de Fernando Miyares (1799-1810) como Gobernador y Capitán General de la provincia revelan los intereses de los grupos notables, quienes con sus prácticas políticas logran dinamizar el proceso. Al parecer la función gubernativa de Miyares, respondió a la relación dialéctica entre la dualidad que representaba su figura como ejecutor de la política monárquica y como representante de los grupos de poder local. En esta conjugación de lealtades, solidaridades e intereses monárquicos y particulares estuvo quizás la clave del éxito del ejercicio de sus funciones públicas. 42 Referencias ANES ALVAREZ, GONZALO (1975) El antiguo régimen: los borbones. Madrid. Alianza Editorial Colección Historia de España. Alfaguara IV. ARCILA FARIAS, EDUARDO (1995) El siglo ilustrado en América. Reformas económicas del siglo XVIII en Nueva España. 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From a socio-cultural perspective -founded in collective representation, the study of power and political practices seen as a relationship and not as a people’s attribute- this research explains the dialectical relationship existent between those who govern and those who are governed, according to a system of social rules both empowering to govern and obliging to obey. Such theoretical considerations are the point of departure of an analysis of the particular case of governor Fernando Miyares and his participation in the provincial government of Maracaibo between 1799 and 1810. Key words: Ancient regime - Collective representations - Power - Symbolic. 45 Tabla de contenido REPRÉSENTATIONS DU POUVOIR DANS L’ANCIEN RÉGIME VÉNÉZUÉLIEN. LE CAS PARTICULIER DU GOUVERNEMENT PROVINCIAL À MARACAIBO (1799-1810) Ligia Berbesí de Salazar Belín Vázquez de Ferrer Compte rendu L’étude concerne l’analyse du pouvoir dans l’ancien régime vénézuélien et plus particulièrement, dans le gouvernement provincial. L’analyse s’appuie sur l’attitude et les actions des différents acteurs sociaux de cette époque-là. Dans le domaine socioculturel, fondé sur les représentations collectives, l’étude du pouvoir et des actions politiques, entendues comme une relation plutôt que comme un attribut des personnes, explique le rapport dialectique entre les gouvernants et les gouvernés. Ce rapport est fondé sur un système de normes sociales qui autorisent à gouverner et qui obligent à obéir. Toutes ces considérations théoriques constituent le point de départ pour l’analyse du cas particulier du gouverneur Fernando Miyares dans le gouvernement provincial de Maracaibo entre 1799 et 1810. Mots clés: Ancien régime vénézuélien - Représentations collectives - Pouvoir - Symbolique. ***** REPRESENTAÇÕES DO PODER NO ANTIGO REGIME. O CASO DO GOVERNO PROVINCIAL EM MARACAIBO (1799-1810) Ligia Berbesí de Salazar Belín Vázquez de Ferrer Resumo: O estudo a seguir analisará o significado do poder no antigo regime no contexto do governo provincial, apartir das atidões e das práticas simbólicas dos diferentes atores sociais, baseados nos seus próprios códigos. No aspecto socio-cultural, explica-se a relação dialética entre governantes e governados, apartir das representações coletivas, o estudo do poder e das práticas políticas, entendidas como uma relação, e não como um atributo das pessoas, sobre a base de um sistema de normas sociais que permitem governar e obrigam obedecer. Levando em conta essas considerações teóricas, se analisará o caso particular do governador Fernando Miyares no governo provincial de Maracaibo, entre os anos 1799 e 1810. Palavras chave: Antigo regime - Representações coletivas - Poder - Simbólica. 46 ALEJANDRO DE HUMBOLDT Y LOS CÍRCULOS LITERARIOS JUDÍOS DE BERLÍN A los 200 años de la llegada de Humboldt a Venezuela Cesia Ziona Hirshbein Resumen: En el marco de la conmemoración de los 200 años de la llegada a Venezuela de Alejandro de Humboldt, este trabajo se interesa por estudiar la relación entre este viajero alemán, hijo de la ilustración y los salones judíos de Berlín de fines del siglo XVIII y principios del XIX. Sociedad judía también Ilustrada, filósofa y cosmopolita que abrazó el culto de la razón. Alejandro de Humboldt, inclinado invariablemente al goce apolíneo, estando en Berlín (1783-1799), concurre a los salones judíos, especialmente los de Nicolai, Mendelssohn, Levy, Herz, Arnstein. Verificamos así una etapa de la historia europea, especialmente de la Alemania de la Ilustración, en la cual la contribución judía a la Aufklärung (Ilustración alemana) era consciente y llegó a penetrar en los espacios culturales no judíos con esos famosos salones literarios y con hombres de la talla del filósofo Salomón Ben Josua, llamado más tarde Maimón (por Maimónides), judío polaco que emigra a Berlín y que desde su más tierna infancia dominaba todos los arcanos del pensamiento talmúdico; de Moisés Mendelssohn, “filósofo popular”, autodidacta y dirigente del partido filosófico alemán, y a quién los extranjeros que estaban de paso en Berlín acudían a imbuirse de la sabiduría de un judío piadoso; y del doctor Markus Herz amigo y discípulo de Kant. Y es innegable que esta experiencia socio-cultural fue muy importante para la formación de la dilatada y cosmopolita visión del mundo característica de Humboldt. Palabras claves: Humboldt, judíos, filosofía, literatura, cultura. ****** 47 Proemio Toda investigación tiene su historia, y la de “Alejandro de Humboldt y los círculos literarios de Berlín” se deriva del Proyecto Humboldt 200 y la UCV, bajo los auspicios del Instituto de Estudios Hispanoamericanos y elaborado por Germán Yépez Colmenares (Coordinador Académico), Elery Cabrera (Coordinador Administrativo) y Cesia Hirshbein (Coordinadora General). El propósito central de dicho Proyecto fue el de conmemorar académicamente con investigaciones multidisciplinarias los 200 años de la llegada del viajero alemán a Venezuela. Durante más de dos años se fueron recogiendo las contribuciones de especialistas en las distintas áreas del conocimiento: el histórico, económico, social, literario, bibliográfico y naturalista; para así contribuir al esclarecimiento de una de las figuras más interesantes que visitaron la Venezuela de fines del siglo XVIII y principios del XIX, como lo fue la de Alejandro de Humboldt en compañía del botánico francés Aimée Bonpland. En nuestro caso, dirigimos la atención al estudio de la escritura tan especialmente literaria de Humboldt, además su relación con la Ilustración y el Romanticismo. En tal sentido, logramos los siguientes títulos: Género de fronteras: El viaje a las regiones equinocciales del Nuevo Continente de Alejandro de Humboldt como texto literario; La Influencia de la Ilustración y el Romanticismo en la obra americana de Alejandro de Humboldt 17691859 y Los poetas de la ciencia. Bello y Humboldt. Al mismo tiempo, de los textos investigados se dejaba entrever de un modo suficientemente sugerente, la importancia de su afinidad con los círculos literarios judíos de Berlín. De tal modo que al tratar de colmar nuestra curiosidad sobre este aspecto humboldtiano, comprobamos que por lo menos en español no había casi material, lo que nos estimuló a introducirnos en los copiosos documentos de esa época en la cual muchos de los filósofos que disputaron ideas y realidad, de los destacados hombres de letras y especialmente de las mujeres de extraordinaria y asombrosa iniciativa cultural, eran de origen israelita. El resultado es pues, este trabajo que relaciona a nuestro personaje Alejandro de Humboldt con los círculos literarios judíos de Berlín, y que al mismo tiempo que nos presenta una faceta novedosa de su personalidad, nos ayuda a entender más a fondo su grandeza espiritual. En efecto, logró Alejandro de Humboldt a fuerza de honradez intelectual, paciencia y buen sentido construir una obra 48 que ilumina la América de su tiempo, saca en cierta medida de la sombra los países visitados, y, con esa ayuda de su entendimiento y universalismo se ha colocado entre los varones ilustres de la historia, no ya puramente geográfica o naturalista, o también literaria sino general. Humboldt y los círculos literarios de Berlín Cargado de años y de gloria, luego de haber disfrutado de la protección de la mayoría de los gobernantes alemanes interesados en la cultura y escrito Las cuitas del joven Werther y el Fausto, que había de inspirar a músicos y pintores, retirado en Weimar, Johann Wolfgang Goethe dedicó sus últimos años al placer de la amistad de las más altas cumbres intelectuales de Europa. Es así como la mañana del 11 de diciembre de 1826, sorprendemos a Goethe peculiarmente jubiloso. Lo acompañaba su amigo Alejandro de Humboldt con relatos de aventuras distantes, nuevas colecciones de minerales, modalidades fascinantes de la sensualidad latinoamericana y descripciones deslumbrantes del Valle de Caracas. “Ha estado conmigo algunas horas esta mañana”, dicta Goethe a su incansable secretario Eckermann. “¡Qué hombre! A pesar de que le conozco hace mucho tiempo, me asombra cada día de nuevo. Puede decirse que no hay quien le iguale en conocimientos y en saber vivido. No he visto a nadie que abarque como él. Cualquier punto que se toque lo domina; y sobre cualquier asunto nos alimenta con tesoros espirituales. Parece una fuente con muchos caños; corre incesantemente y no necesitamos más que poner debajo una vasija. Se quedará aquí unos días, y siento que los voy a aprovechar como si fuesen años” (Eckermann, J.,1949: 150). ¡Qué época! Goethe, Schiller, Napoleón, Bolívar1 , Andrés Bello2 , los hermanos Humboldt. Y también los filósofos Emanuel Kant y Moses Mendelssohn. Es la época de la Ilustración, el Siglo de las Luces. Contorno de 1 2 Bolívar conoció a Humboldt en Europa, después de su viaje a América en 1805, en uno de los más famosos salones literarios de París... Todos sabemos que Humboldt y Andrés Bello se conocieron en Caracas. Bello en aquel entonces era un joven de 18 años, entregado desde esa edad a los estudios de latín y filosofía, a los clásicos españoles y a la abundante composición en el estilo de Anacreonte, Horacio y Virgilio. Corrían los últimos meses el año de 1799, y había llegado a la capital venezolana el Barón de Humboldt en compañía de Aimé Bonpland, con valiosas recomendaciones de la corte española para sus agentes de América. Véase: Cesia Hirshbein, Los Poetas de la Ciencia, en: Tierra Firme. Revista de historia y ciencias sociales. Caracas, julio-septiembre, 1999, año 17, vol. XVII, pp. 533-543. 49 ideas y sensaciones del ambiente intelectual en el que se desarrolló Alejandro de Humboldt, el del renacimiento de las letras europeas de fines del siglo XVIII, que con su sentimiento renovador estaba enriqueciendo la cultura, las letras, las ciencias, las producciones filosóficas e históricas del momento y que luego también pondría su impronta en suelo americano. El optimismo es el factor que está en el ambiente de la Ilustración, y hay un importante desenvolvimiento de la ciencia natural que influye tanto sobre el mundo de las ideas como sobre la concepción del orden social, y se habla de una armonía cósmica. Es asombroso ver como el temperamento de Alejandro de Humboldt era propenso a la asimilación de estas nuevas ideas y estos nuevos vientos intelectuales, a la vez que una casi coherente y titánica vocación aventurera lo seducía. De ahí que su aceptable fama de investigador, intelectual y de naturalista se hubiera quedado limitada a un pequeño círculo de eruditos que frecuentaba, si no fuera porque gracias a sus lujuriosas aventuras suramericanas se convirtió en el más famoso y controversial hombre de su época. Fueron cinco años de peligroso peregrinar por ríos, selvas, llanuras y montañas a la vez que de tecnificadas mediciones geológicas, meticulosas observaciones botánicas e interesantes contactos humanos de todas clases, sitios y condiciones en el Sur del Continente americano y en México. Recordemos que en 1799 llega a Cumaná, recorre el Orinoco y comprueba su bifurcación a base de determinaciones astronómicas, y fue el 2 de enero de 1800 cuando junto a Bonpland sube el primero a la cumbre del Avila caraqueño3 . 3 Humboldt poseía una sensibilidad profunda que le permitió captar y apreciar no sólo las bellezas naturales y aplicar sus conocimientos científicos a ella, sino también recabar información sobre las costumbres, inquietudes, oficios, tradiciones, entretenimiento, formas de ver el mundo de la gente con la que convivió. Según él, eran parte fundamental de la magnificencia de la humanidad. Las apreciaciones de Humboldt, gracias a sus relaciones y contactos con la élite de Caracas, le permitió elaborar comentarios sobre su desarrollo sociocultural, pero por supuesto bajo su óptica europea. En este sentido, Humboldt se destaca por ser hijo de la Ilustración y por ser miembro de la élite alemana que en aquella época daba especial relevancia a la cultura: letras, ciencias, arte; lo que lo capacitó para tener una percepción profunda sobre lo que vivió en Caracas y los demás sitios que visitó en América. Son a la vez un testimonio de un sabio formado en las distintas ramas del saber del más alto nivel de su época, de distintos centros culturales, ya que a través de los viajes previos, se involucró en la diplomacia europea, lo que le confiere una estimación apreciable en cuanto al conocimiento de los sucesos internacionales de Europa y su influencia en América. 50 Hazañas éstas que minuto a minuto traza en sus voluminosos y espesos diarios, los cuales por cierto no han sido totalmente transcritos. Luego, fueron 27 largos y azarosos años, de 1805 a 1834, los que se dedicó a reseñarlos en una vasta obra: Viaje a las regiones equinocciales del nuevo continente, hecho en 1799, 1800, 1801, 1802, 1803 y 1804, por Alejandro de Humboldt y Aimée Bonpland, redactado por Alejandro de Humboldt. (1805-1834); Ensayo político sobre la isla de Cuba (1826-1827); Ensayo político sobre el Reino de la Nueva España, dedicado a su majestad Carlos IV ( 1811); Cuadros de la naturaleza (1808); Examen crítico de la historia de la geografía del nuevo continente y de los progresos de la astronomía náutica entre los siglos XV y XVI (1836-1839); Vistas de las cordilleras y monumentos de los pueblos indígenas de América (1816); Cosmos, ensayo de una descripción física del mundo (1847-1859). Todos estos trabajos tan conocidos por todos ahora y que ya en su momento abrieron los ojos a los europeos sobre el Nuevo Mundo demuestran su impulso intelectual, su pasión por la belleza, su compromiso con la ciencia universal y su marcado humanitarismo. Fueron además los lentes a través de los cuales muchos hombres del siglo XIX vieron a Sur América. Por cierto la prosa humboldtiana que podríamos definir como “crónica de viajes” fue ampliamente admirada por Chateaubriand, Balzac, Flaubert y Víctor Hugo. Todo esta abundancia de laboriosidad meticulosa, de reconocimientos y de gloria acumulada tienen su origen en aquellos años juveniles dedicados amorosamente al estudio con preceptores privados a la vez que a los frecuentes viajes realizados a diversas ciudades de su país (Berlín, Jena, Dresden, Bayreuth, Gottingen, Francfort, Hamburgo) y a distintos rincones del mundo (Bélgica, Holanda, Francia, Inglaterra). En esa época primigenia, inclinado tanto al estudio como al goce apolíneo, y estando en Berlín (1783-1799), comienza a frecuentar algunos salones de la sociedad berlinesa, “los tres únicos salones de Berlín en los que, en el curso de los últimos años del siglo XVIII, se podía reencontrar a la burguesía preocupada por la cultura”. Son los salones de Mendelssohn, Herz, y Levin, “sus orígenes israelitas y sefardíes (de estas familias) les permiten (a los dos hermanos Humboldt) una amplitud de miras sobre el mundo exterior, que sin duda la aristocracia prusiana no podía y ni aun presentir”, afirma el reconocido historiador humboldtiano Charles Minguet (Minguet, Ch., 1985: 30). 51 Verificamos así una etapa de la historia europea, especialmente la de la Alemania de la Ilustración de fines del siglo XVIII y principios del XIX, en la cual la contribución judía a la Aufklärung (Ilustración alemana) era consistente y llegó a penetrar en los espacios culturales no judíos con esos famosos salones literarios y con hombres de la talla de un Moses Mendelssohn, “filósofo popular”, autodidacta a quien los extranjeros que estaban de paso en Berlín, acudían a imbuirse de la sabiduría de un judío piadoso; también del filósofo Salomón ben Josua, llamado más tarde Maimón (por Maimónides), judío polaco que emigra a Berlín y que desde su más tierna infancia dominaba todos los arcanos del pensamiento talmúdico4 y del doctor Marcus Herz amigo y discípulo de Kant; por nombrar a los más conocidos. “Los judíos de Berlín pasaron a ser los reyes de la vida financiera, intelectual y artística de la capital”, afirma León Poliakov (Poliakov, L., 1984: 190) quizás el máximo experto mundial en la historia del antisemitismo. La gente culta “israelita” formaba una clase especial y tenía una influencia mayor que la que muchos han querido admitir. Crearon salones culturales, y para asombro de todos, los intelectuales que querían labrarse un nombre en la sociedad berlinesa, debían contar con el apoyo imprescindible de un salón judío. En efecto, estos salones, frecuentados por gente cultivada fueron sobre todo una institución judía. Y Alejandro de Humboldt, junto a su hermano Guillermo, era asiduo visitante a estas importantes instituciones. Mientras que algunos memorialistas celebran esta contribución judía a la Aufklärung, ciertos biógrafos alemanes se han negado a reconocer la influencia de los medios judíos berlineses sobre Alejandro de Humboldt; o en el mejor de los casos, al referirse a ellos lo hacen en términos de franca desaprobación y condena. No es por supuesto la única vez que se formula esta observación. Diríase que es el antisemitismo, que en cualquiera de sus formas o en cualquiera de las oportunidades existenciales, a veces velado o descubierto en otras, se esparce por sobre las luces de los tiempos. Es una observación harto conocida en nuestra historia. Esta reflexión es válida, pues, a pesar de aquellos salones y aquel desarrollo cultural europeo, no se dejaba de considerar a los judíos como seres extraños y “semidemoníacos”. En el mismo año de 4 Salomón Maimón (1753-1800) La lectura de la “Guía de los descarriados” de Maimónides lo impresionó tanto que se cambió de nombre. Se volvió tan popular que su autobiografía se tradujo a varios idiomas. Goethe y Schiller, a pesar de escandalizarse de su modo de ser, lo admiraban. 52 1776, cuando los Estados Unidos de Norteamérica proclamaban la “declaración de independencia”, el gran Mendelsshon, el “Sócrates de Berlín” tenía que pagar un impuesto personal que pesaba sobre los judíos para atravesar la puerta de las ciudades. Y es que en la cuna de la Ilustración que había colocado la razón y la cultura sobre un pedestal, todavía se mantenían los ghettos inalterables en sus oscuros muros, y al traspasar sus verjas de hierro, sus habitantes se enfrentaban a la burla y el desprecio de los privilegiados que vivían “del otro lado”. Es conocida la historia, narrada por el propio Goethe, de la vez que en 1760 atravesó el ghetto de Francfort. La impresión, mezcla de terror y asco, le siguió como una sombra, hasta su vejez, así se lee en su autobiografía, Poesía y verdad: “...una sola calle encerrada entre la muralla de la ciudad y el foso. La estrechez, la suciedad, el barullo y el acento de una jerga extraña, todo junto causa una sensación muy desagradable...” Pasarán muchos años para que Goethe pudiera reconocer que “Sólo más adelante, cuando conocí a muchos hombres intelectualmente dotados y de gran finura espiritual que pertenecían a esta raza, empecé a sentir el respeto y admiración que siento por el pueblo bíblico y por el poeta que cantó el Cantar de los Cantares” (Goethe, J., 1958: 1542 y ss.). Y uno de esos hombres, tan respetado por Goethe y admirado por todos en esa época fue precisamente el citado Moses Mendelssohn (1729-86), quien además de su talento literario fue uno los pioneros en la lucha por la igualdad de los derechos de los judíos, y que abrió el camino para la liberación y emancipación de los judíos en Alemania. Mendelssohn habrá salido de la estrechez medieval del ghetto, donde al igual que sus correligionarios, había sufrido junto con su familia la humillación de los de afuera5, y en pocos años se convertía en uno de los más grandes figuras de la vida intelectual alemana; en el llamado “filósofo de Berlín”, respetado más allá de las fronteras alemanas, como lo afirma Werner Keller (Keller, W., 1969: 441) De origen humilde, hijo de un maestro de escuela judío, trabajó simultáneamente con tenacidad para 5 Mendelssohn en los paseos en la residencia de su protector, “Hacia el anochecer salgo a pasear de vez en cuando con mi mujer y mis hijos”, escribe en sus notas, “¡Papá,! Pregunta el inocente ¿por qué nos llama aquel chico de allí? ¿por qué vienen detrás nuestro tirándonos piedras? ¿qué les hemos hecho nosotros? Sí, querido papá, dice el otro, siempre nos persiguen por las calles y nos gritan: ¡judíos! ¡judíos! ¿Es esto pues tan vergonzoso para la gente, el que seamos judíos? ¿Y por qué les molesta a ellos? ¡Ay!, yo bajo los ojos y suspiro para mis adentros: ¡hombres! ¡Hombres! ¡Hasta dónde habéis llegado!”. Citado en: Werner Keller, Historia del Pueblo Judío, Barcelona, Edic. Omega, 447. 53 mejorar su precaria situación económica y adquirir una formación intelectual. Sus dotes personales y su inteligencia le atrajeron la protección de miembros influyentes de la colectividad judía y la consideración general. Notables son los vínculos que le unieron a Gotthold Ephraim Lessing (1729-81)6, el renovador de la literatura alemana y primer escritor profesional alemán en sentido estricto. Lessing había escrito una comedia titulada Los judíos y la había publicado, con lo cual había tenido que enfrentarse a una decidida oposición e indignación general. Desde aquel momento empezó una amistad entre ambos que profundizó con los años. Lessing dio a conocer a su amigo judío como escritor, le ayudó a vencer su timidez y a obtener su primer éxito literario con los Diálogos filosóficos, primer libro judío en lengua alemana. Fue también notable el hecho que Mendelsshon haya ganado el primer premio en un concurso convocado en 1763 por la Academia de Ciencias de Berlín en el cual Emanuel Kant, apenas quedó en segundo lugar. Los escritores alemanes más importantes de su tiempo, Herder, Gleim, Jacobi y Wieland buscaron su amistad. La casa de Mendelsshon se convirtió en un centro ilustrado donde se reunían los miembros más distinguidos del círculo de Lessing y de la élite de la sociedad berlinesa. Entre los sabios que frecuentaban su casa figuraba el clérigo suizo Johann Caspar Lavater, quien fue precisamente, el que le obligó a nuestro filósofo a escribir una defensa del judaísmo, asunto que había rehuido hasta ese momento. Lo tituló: Jerusalén o sobre el poder religioso y el judaísmo (1783) en cuya primera parte expone su teoría de la sociedad y en la segunda trata de mostrar que un judío puede ser un buen ciudadano ilustrado sin necesidad de abandonar sus creencias. Esta obra causó gran admiración en Kant. Educado en las letras hebraicas, estudió a Maimónides y profundizó las ideas de Spinoza, Locke, Leibniz y Wolff. En su memorable polémica con Jacobi, negó el espinocismo de Lessing, y en su escrito póstumo trató de vindicar la memoria de su amigo. Las ideas de Mendelssohn sobre la filosofía de la 6 Podríamos plantear que se estaba gestando un renacimiento de la producción cultural alemana. Este ascenso cultural alcanza su cumbre más alta y más dilatada en la generación de Goethe y Schiller, para seguir después viviendo al mismo nivel en la generación de Beethoven, Hölderlin, Hegel y otros. Para el primero de estos dos estadios podrían indicarse como representativos los nombres de Bach y Händel, y el segundo se podría caracterizar con el nombre de Lessing. Recordemos su obra Natán, el sabio, donde toma de modelo a su amigo Moses Mendelshonn, con rasgos de sabio y de benevolencia, y por supuesto que Lessing fue muy atacado por este cuadro de un judío con características positivas no usadas en la época. 54 religión se encuentran sobre todo en el Fedón (1767) donde presenta a un Sócrates acomodado al espíritu del siglo XVIII y en las Horas matinales (1785), donde toma posición frente al spinocismo y sostiene la compatibilidad del panteísmo con la moralidad y la religión. Defendió la libertad de conciencia, la tolerancia para con todos excepto para los intolerantes, y la igualdad de derechos de todos en la sociedad, sin distinciones por motivos religiosos. Los rasgos de su pensamiento, tan conformes a las demandas de su época, las excelencias de su estilo y la nobleza de su carácter, lo convirtieron en una de las personalidades más acatadas por sus contemporáneos. Antes de examinar otros nombres, quizás no esté de más recordar que con el pensamiento de la Ilustración se pudo desarrollar esa “filosofía popular” por el conocimiento de pensadores británicos como Locke, Shaftesbury, Hume y el ejemplo de los “revolucionarios franceses” Fontanelle, Diderot, Rouseeau, Voltaire. Fue un tipo de exposición filosófica que Francisco Romero llama con cierta exageración “carente de vuelo”, pero de indudable eficacia general, sin tecnicismos y atenida a planteamientos accesibles a gran número de lectores. Y como lo reconoce el propio Romero, el pensador más destacado de esa filosofía popular fue sin duda, Moses Mendelssohn. Sus amigos continuaron con gran entusiasmo la obra emprendida por él. En el año 1778 se fundó en Berlín la primera “escuela libre judía”, según los planes del escritor y reformador religioso David Friedlander (1750-1834), amigo consecuente de Mendelssohn. Ocupó una posición importante en la lucha por la igualdad cívica de los judíos alemanes y por la asimilación. En este punto, Friedlander no había deseado la conversión de los judíos, sino su elevación social, pero no comprendió los valores del judaísmo, pese a su asociación constante con Mendelssohn. En 1820 publicó estudios sobre el antisemitismo literario del siglo XIX. En 1783 los discípulos de Mendelssohn se reunieron en una “asociación de los amigos de la lengua hebrea” y fundaron la revista Hameassef, que apareció hasta el año de 1881 con la intención de propagar en hebreo las ideas de la Ilustración, y que disfrutó de un éxito extraordinario. Entre sus entusiastas colaboradores destacamos a Marcus Herz (1747-1803), médico, filósofo, nacido en Berlín donde su padre era un escribano de la Torá. A los 15 años dejó Konigsberg donde trabajaba como oficinista. Asistió a las clases en la Universidad de dicha ciudad desde 1766, pero tuvo que dejarlas por razones económicas. En 1770 regresa a Berlín donde se unió al círculo de Mendelssohn. 55 Apoyado y mantenido por David Friedlander completó sus estudios médicos en Halle. Se casó con Henriette De Lemos, procedente de una familia judía aristocrática de Hamburgo, famosa por su intelecto y belleza (de la que hablaremos más adelante). En 1777 el Dr. Herz empezó a dar conferencias en su casa, especialmente sobre la filosofía de Kant, del cual era amigo y discípulo predilecto. A estas reuniones acudían personas importantes, incluso miembros de la familia real, entre ellos el futuro Federico Guillermo II. En 1787 el Rey de Prusia le dio el título de “Profesor” con el derecho de una pensión de por vida. Marcus Herz mantuvo una importante correspondencia con Kant de gran autoridad, pues es el único documento que nos informa sobre el desarrollo del pensamiento kantiano durante los diez años de reflexión que precedieron a la Crítica de la razón pura 7. Esta correspondencia nos interesa para entender la relación entre Kant y Salomón Maimón, (por cierto existe también una prolífica comunicación epistolar entre Kant y Mendelssohn). Por su lado, el Dr. Herz explicó las ideas de Kant en su libro Consideraciones de las especulaciones del conocimiento universal. Publicó también varios ensayos sobre filosofía y el alma humana donde desarrolló el concepto de la belleza perfecta. Tradujo del inglés al alemán una defensa del judaísmo (a instancias de Mendelsshon) de Manasseh ben Israel. Fue por mucho tiempo el traductor desconocido de la así llamada “Oración del médico judío” atribuida a Maimónides, del hebreo al alemán. Estos hechos notables en Berlín estimularon la aproximación entre judíos y cristianos, encuentros e intercambio de ideas entre los hombres cultos de ambos lados. Así también algunas casas judías empezaron a brillar con la luz del entendimiento, célebres en la historia de la literatura. Mendelssohn, tal como lo vimos, fue el que había dado el primer paso para institucionalizar aquella moda de los “salones berlineses”. Más adelante, tras la muerte del “Sócrates judío”, alcanzó celebridad el salón de la fascinante Henriette Herz, (1764-1847), quien se convirtió en la figura más fulgurante de la socialité berlinesa. Hija de un médico judío portugués de Hamburgo, se casó a los 15 años con Marcus Herz, que le llevaba el doble de la edad. Bella y sobre todo Inteligente, experta en lingüística, convirtió su casa en un atractivo salón rodeada siempre por los miembros ilustrados más 7 Para entender la importancia de la relación epistolar entre Kant y Herz, véase Roberto Torretti, Kant, Buenos Aires, Editorial Charcas, 1980. 56 destacados de la sociedad contemporánea. En su casa, Theresa Dorotea Mendelssohn, hija mayor del filósofo, conoció al crítico literario Friederich von Schlegel, quien luego se convirtió en su segundo marido. Henriette perteneció al “Tugenbund”, un grupo joven dedicado al fomento de los valores morales, y que entre sus miembros más activos podemos mencionar a los hermanos Humboldt. Alejandro, por su parte, frecuentó su salón y conservó por muchos años excelentes relaciones amistosas con Henriette, hasta el punto que más tarde intercambiaron correspondencia utilizando a veces el idioma hebreo, que Henriette había enseñado a los dos hermanos Humboldt (Recordemos que Guillermo, el hermano mayor de Alejandro, fue uno de los fundadores de la moderna ciencia del lenguaje). “Las reuniones siempre tenían lugar —escribe Henriette Herz— en casa del canciller del Palacio Real, o en la del consejero en la corte Bauer... algunas veces se leían textos más o menos extensos, alternados con poesías líricas y épicas así como dramas; y hombres y mujeres se turnaban para leer. Pero en invierno, nosotros los más jóvenes bailábamos, después de haber tomado una cena ligera, y recuerdo que durante una de aquellas veladas, Alejandro de Humboldt me enseñó a bailar el minué a la Reina, por entonces nuevo, y en verano, jugábamos a toda clase de juegos de sociedad al aire libre” (Minguet, Ch., 1985: 40). Después de la muerte de su marido (1803) hasta que perdió la vista, Henriette Herz pudo mantener a su madre y hermana como profesora de idiomas, y con los esfuerzos de Alejandro de Humboldt, consiguió una pequeña pensión de Federico Guillermo IV de Prusia. Escribió sus memorias en 1850 que reflejan la vida cultural de su tiempo. Al cabo de poco tiempo se crearon también otros dos círculos cuyos nombres debían pronto ser conocidos por todos: el salón de Dorotea Mendelsshon (1763-1839), hija mayor del filósofo, tal como lo mencionáramos, quien brilló por luz propia tanto por sus dotes de escritora como por las de haberse convertido en una gran dama de la sociedad berlinesa; y luego el famoso salón de Rahel Levin (1771-1833), también conocida por su apellido de casada, Varnhagen. Hija mayor de un próspero comerciante de Berlín, criada en un medio judío ortodoxo y a la vez dotada de un extraño encanto y una inteligencia genial; Rahel, después de romper su compromiso con el Conde Karl von Frieckenstein, usó su mansión como un importante sitio de reunión social, intelectual, literario y político. Es preciso mencionar que ahí nació el culto a Goethe. Además de los hermanos Humboldt, acudían a sus inolvidables 57 reuniones, el príncipe Luis Fernando de Prusia, el diplomático Genz, y el poeta Heinrich von Kleist, los Schlegel, Schleiermacher, Fouqué. Después de su muerte, su marido publicó sus cartas: Rahel: un libro de memorias a sus amigos y empezó un culto hacia su persona. Como lo afirma Werner Keller, “Así que tres inteligentes mujeres judías (Dorotea Mendelssohn, Henriette Herz y Rahel Levin) fueron las que marcaron la pauta en la vida espiritual y literaria de la sociedad berlinesa” (Keller, W., 1969: 463). Para concluir quisiera mencionar otros salones, pero en Viena, dirigidos por dos judías de Berlín, las hermanas Fanny y Cecilia Itzig, esposas respectivamente de Nathan von Arnstein y Bernhard von Eskeles. La primera de ellas, Fanny, (1757-1818) fue co-fundadora de la Sociedad de Música de Austria; y por un tiempo Mozart estaba en su nómina. Tuvo gran influencia durante el Congreso de Viena cuyos asistentes, por lo menos los más importantes, danzaron en sus salones. Tayllerand y Mettermich la visitaron. Mantuvo siempre un sentimiento de lealtad hacia el judaísmo, y al igual que su marido, ayudó a judíos necesitados. Concurrían a sus recepciones todos los diplomáticos de Europa, nuncios y cardenales, Madame de Stael, Grielparzer, el Emperador José II, además de intelectuales entre los que se contaba con la inefable presencia de Alejandro de Humboldt. Es innegable que esta experiencia socio-cultural fue muy importante para la formación de la dilatada y cosmopolita visión del mundo característica de Alejandro de Humboldt. De igual modo, esta tendencia a la unidad que ha dado a la humanidad el aporte judío en sus contenidos y posibilidades de síntesis en todos los órdenes religioso, filosófico y social, en particular el que brota de la filosofía de Mendelssohn, adquiere una dimensión cósmica en la famosa obra Kosmos de Humboldt, en cuyas páginas demuestra también su admiración por los poetas judíos Ibn Ezra e Ibn Gabirol. Fueron además los judíos, entre otros, los que le promovieron la atención y curiosidad hacia el Continente americano, por el comercio que ellos mantenían con las Antillas. Amigo de Mendelssohn y David Friedlander, íntimo de Henriette, Dorotea y Rahel, y de otros personajes judíos, Alejandro de Humboldt mantuvo a lo largo de su vida una constante actitud y sentimientos filo-semíticos y estaba vehementemente opuesto a las doctrinas antisemitas y antiliberales. Es poco conocido el hecho que en la época del Emperador Federico Guillermo IV luchó con energía por la emancipación de los judíos. 58 Y es que Humboldt, hombre de su época, a la vez único y original, no puede reducirse a esquematismos, fórmulas generalizadoras o ataques intencionados. De seguro fue menos conservador de lo que se le retrata tradicionalmente. Y la realidad es que continuamos leyéndolo, ahora, a 200 años de su viaje al continente, que empezó ciertamente por Venezuela, por su aliento, frescura y su pensamiento tan amplio. Sus textos demuestran su impulso e interés intelectual, su pasión por la belleza y su compromiso con la ciencia universal. Referencias Bibliográficas AGUIRRE, Marta, El Romanticismo de Roasseau a Víctor Hugo. La Habana, Instituto Cubano del Libro, 1973. ANDERSON, M. S., La Europa del siglo XVIII. (1713-1789). Santiago de Chile, Fondo de Cultura Económica, 1994. ARELLANO, M., Antonio, Orígenes de la economía venezolana. 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(Selección, traducción e Introducción de Malcolm Nicolson). 60 ALEXANDER VON HUMBOLDT ANT THE JEWISH LITERARY CIRCLES OF BERLIN Cesia Ziona Hirshbein Abstract: This article is aimed at studying the relationship between Alexander Von Humboldt, son of the Enlightenment, and Berlin’s Jewish salons at the end of the XVIII century and the beginning of the XIX century, within the framework of the two hundredth anniversary of this German traveler’s arrival to Venezuela. Besides espousing the philosophical and cosmopolitan ideas of that time, as well as the principles of the Enlightenment, the Jewish society of Berlin also welcomed the cult of reasoning. While living in Berlin (1783-1799), Alexander Von Humboldt, highly interested in the Apollonian pleasures, attends these Jewish salons, namely those of Nicolai, Mendelssohn, Levy, Herz and Arnstein. Therefore, this study is focused on a stage of European history, especially in Germany, where the Jewish community played an important role at the Aufklerung (German Enlightenment). Such Jewish influence penetrated non-Jewish cultural spaces with these famous literary salons and with men of considerable importance, such as the philosopher Salomon Ben Josua, later on known as Maimon (named after Maimonides), a Polish Jew who emigrated to Berlin and who mastered, since childhood, all the arcanes of Talmudic thought; Moses Mendelssohn, a “people’s philosopher”, autodidact and leader of the German Philosophical Party, a person foreigners passing by Berlin would visit so as to be imbued with the knowledge of a merciful Jew; and finally, Doctor Markus Herz, Kant’s friend and disciple. It can not be denied that this socio-cultural experience was critical for Humboldt to build his characteristic wide and cosmopolitan vision of the world. Key words: Humboldt - Jews - Philosophy - Literature - Culture. ****** ALEXANDRE VON HUMBOLDT ET LES CERCLES LITTÉRAIRES JUIFS DE BERLIN Cesia Ziona Hirshbein Compte rendu: Cette étude, qui coïncide avec le 200e anniversaire de l’arrivée d’Alexandre VON HUMBOLDT au Venezuela, porte sur la relation entre ce voyageur allemand, fils du Siècle des lumières, et les salons littéraires juifs de Berlin de la fin du XVIIIe siècle et du début du XIXe siècle. À l’époque, Berlin comprenait une société juive cultivée, philosophe et cosmopolite qui a accueilli le Culte de la Raison. Lors de son séjour à Berlin entre 1783 et 1799, Alexander VON HUMBOLDT, séduit par un esprit apollinien, fréquente les salons juifs, particulièrement ceux de NICOLAI, 61 MENDELSSOHN, LEVY, HERZ et d’ARNSTEIN. Cette étude concerne donc une période de l’histoire européenne, le Siècle des lumières en Allemagne, dans laquelle la contribution juive à la Aufklerung (Siècle des lumières allemand) était consciente et avait envahi les espaces culturels qui n’étaient pas juifs. Tout cela a été possible grâce aux célèbres salons littéraires et aux personnages tels que le philosophe Salomon BEN JOSUA, connu par la suite sous le nom de Maymon (Maïmonide), qui fut un juif polonais immigré à Berlin et qui dès son enfance avait maitrîsé tous les arcanes de la pensée talmudique. D’autres personnages influents sont Markus HERZ, ami et disciple de Kant, et Moïse MENDELSSOHN, “philosophe populaire”, autodidacte et dirigeant du parti philosophique allemand à qui les étrangers qui passaient par Berlin rendaient visite pour s’imprégner de la sagesse d’un juif pieux. Il est évident que cette expérience socioculturelle s’est avérée très importante pour la formation de la vaste vision du monde cosmopolite d’Alexandre VON HUMBOLDT. Mots clés: Von Humboldt - Juifs - Philosophie - Littérature - Culture. ****** ALEXANDRE VON HUMBOLDT E OS CÍRCULOS LITERÁRIOS JUDEUS DO BERLIM Cesia Ziona Hirshbein Resumo: O objetivo principal deste trabalho é estudar a relação entre o viajante alemão, Alexandre Von Humboldt, filho da Ilustração e dos salões judeus do Berlim de finais do século XVIII e princípios do século XIX, no contexto da comemoração dos 200 anos da sua chegada à Venezuela. Nessa altura, a sociedade judia era ilustrada, filósofa e cosmopolita e adotou o culto à razão. Estando em Berlim (1783-1799) Alexandre Von Humboldt, cuja alma estava invarialmente inclinada ao culto Apolíneo, assiste aos salões judeus, especialmente os do Nicolai, Mendelssohn, Levy, Herz, Arnstein. Desta maneira, o trabalho compreende uma etapa da história européia, especificamente na Alemanha da Ilustração, na que a contribuição judia à Aufklerung (Ilustração alemã) era palpável e chegou a penetrar os espaços culturais não judeus com esse famosos salões literários e com homens de renome como o filósofo Salomão Ben Josua, depois chamado Maimón (pelo Maimónides), judeo polaco que emigra ao Berlim e que desde criança dominava todos os arcanos do pensamento talmúdico; do Moisés Mendelssohn, ´´filósofo popular´´, autodidacta e dirigente do partido filosófico alemão, freqüentemente visitado por estrangeiros no Berlim, que acudiam a ele procurando a sabedoria de umjudeu compassivo; e do doutor Markus Herx, amigo e discípulo do Kant. É inegável que esta experiência socio-cultural foi muito importante para a formação da ampla e cosmopolita visão do mundo, caraterística do Humboldt. Palavras chave: Humboldt - Judeus - Filosofia - Literatura - Cultura. 62 SISTEMA POLÍTICO Y CENSURA DE PRENSA. VENEZUELA 1853 Carmen Gómez Escuela de Historia-UCV Resumen: En 1853 la intensidad de los enfrentamientos entre los grupos políticos se manifestó con toda crudeza en los órganos de opinión. El periodismo adverso al régimen de José Gregorio Monagas (1851-1855) promovía abiertamente la rebelión contra el orden establecido, lo que contribuía a exacerbar los ánimos y alterar la frágil paz social. Con el fin de frenar la violencia política y contener la inminente insurrección, el Gobierno se vio compelido a dictar y ejecutar medidas represivas, —suspensión de periódicos y prisión de editores y articulistas—, contra la prensa sediciosa y sus responsables. Palabras Claves: Régimen de José Gregorio Monagas, subversión, impresos sediciosos, censura de prensa. ****** El de 1853 fue un año de zozobra política constante, en el cual el movimiento insurreccional interesó a las provincias de Caracas, Carabobo, Aragua, Cumaná y Margarita. De resultas el gobierno de José Gregorio Monagas se mantuvo alerta, con el consiguiente sobresalto e inseguridad para el complejo social venezolano. Apenas apaciguado un brote revolucionario surgía otro, sin dar tregua al régimen que se veía obligado a multiplicar sus esfuerzos para enfrentar la subversión. El aparato gubernamental en su conjunto se puso en marcha. Por su gravedad la situación imponía la toma de decisiones rápidas por parte de los entes centrales del Poder, que debían ser puestas en práctica con la mayor 63 prontitud y eficacia por las distintas dependencias del Gobierno y por las autoridades provinciales. El ambiente de descontento tuvo su acicate principal en la prensa. Por las planas de periódicos como El Bachaquero, El Cometa y El Juicio Final desfilaban los desaciertos y arbitrariedades de los personeros de la administración. Inclusive el Presidente de la República fue blanco del acoso periodístico. Dedicada con empeño a desprestigiar la gestión de José Gregorio Monagas, la prensa de oposición tenía a la mano argumentos suficientes para ir tejiendo los hilos de la rebelión. El tráfico de influencia, las negociaciones ilícitas, el fraude, el usufructo de las rentas del Estado, eran conocidos por la mayoría, y si bien eran objeto de críticas en el ánimo de la colectividad tendían a diluirse por ser en cierta forma parte de lo cotidiano. Se trataba, además, de situaciones que no eran de la exclusiva responsabilidad del gobierno de los Monagas, sino producto del resquebrajamiento moral de la sociedad, como de la incapacidad administrativa que venían afectando el funcionamiento de la República. Por lógica estos asuntos eran exagerados por los articulistas adversos al régimen, con miras a mantener viva la sensibilidad del público, en espera del momento propicio para enfrentar con las armas el orden constitucional. A su vez, el Gobierno no era indiferente a los planteamientos de la oposición y para rebatirlos utilizó como voceros a periódicos como El Rebenque, La Democracia y El Observador. El careo entre El Rebenque y El Bachaquero puso sobre el tapete importantes cuestiones reveladoras del difícil estado de la administración pública. La primera de las publicaciones citadas atribuía las acusaciones contra el régimen al mero afán de “despopularizar al gobierno para preparar el golpe”, advirtiendo que: “Llegado este caso el Gobierno queda libre para obrar sin los respetos de la Constitución y el país quedará expurgado de los revoltosos y malvados cuya existencia es el arsénico de la República”.1 El segundo de los periódicos insistía en sus denuncias agregando nuevos elementos de censura en su propósito de avivar el fuego de la conspiración. Particularmente agresivo es el contenido de El Bachaquero, Nº 8, de 5 de marzo de 1853, suerte de inventario de los presuntos actos ilícitos de los 1 Texto de El Rebenque, Nº 3 inserto en El Juicio Final, Nº 8 de 5 de marzo de 1853. 64 inmediatos colaboradores de José Gregorio Monagas, que denunció también la subordinación de los poderes públicos a la voluntad del Primer Magistrado y del “club” gobernante. La presencia de un grupo de aduladores en torno al Presidente fue asimismo objeto de acerbas críticas.2 Además, en el Editorial del Nº 11, del 30 del mismo mes, el citado periódico hizo hincapié en la angustiosa situación del país, —poder legislativo inoperante, robos y depredaciones en perjuicio de las arcas nacionales, adjudicación ilegal de bienes de la República—, que resume el siguiente párrafo: “¿Y no presenciamos por último la total ruina de las instituciones políticas, la destrucción del pacto social, el imperio de la Fuerza, la persecución de la virtud, el reinado de la arbitrariedad, del desorden y del crimen, la preponderancia de la inmoralidad, del robo y del pillaje, y lo que es peor, nuestra propia esclavitud, que no es otra sino el aniquilamiento de nuestro ser?”. En el texto en referencia también se pasó revista a las actuaciones del Jefe de Estado, como prueba de su autoritarismo y del quebrantamiento del orden legal, y a las irregularidades cometidas por personas representativas del gobierno, para concluir. “Si la voz del patriotismo, santa como el pensamiento de la nación, que la produce, fuerte en su voluntad y energía, firme como su objeto, que es la regeneración de la sociedad ¡levántese y tórnese la ignominia en dignidad, la esclavitud en libertad y la opresión en igualdad! sacrifíquese todo a la verdad, a la humanidad y a la patria… y tiemblen los traidores… y caigan los tiranos.” 3 En otro artículo, en el mismo Número del referido periódico se reiteró el llamado a la rebelión: “¡Unámonos todos, y conservemos su fulgor a la libertad, sus prerrogativas a la moral, sus fueros a la igualdad, y su divinidad, a la virtud! ¡Unámonos fraternalmente y no habrá poder humano que pueda sobreponerse a la soberana voluntad de los pueblos! Para dar más fuerza al alegato se recurre a Simón Bolívar, palanca capaz de inducir una respuesta favorable a los planes de insurrección: “Demostremos una vez más, que somos dignos hijos de Bolívar y que a nuestros pechos inflama el patriotismo. Matemos la Tiranía y mantengamos nuestra dignidad de hombres y de firmes e independientemente republicanos”… 2 El Bacahaquero, Nº 8 de 5 de marzo de 1853. 3 El Bachaquero, Nº 11 de 30 de marzo de 1853 [Subrayado original]. 65 En un tono irónico El Juicio Final propagaba diversas denuncias sobre los hechos irregulares más notorios. Valgan los siguientes ejemplos: en el Nº 2 un Aviso de venta de “obras acabadas de llegar de París” incluyó: “Obras completas del cobro, especulación y conversión de los créditos contra el Estado”, por Pedro Obregón; el Nº 4 en un Aviso para una función de teatro advertía que la misma sería: “A Beneficio de los pobres arruinados Pedro Obregón, Sancho Panza, S. Planas y J. Herrera que tantos sacrificios han hecho por esta patria de su asendrado [sic] y argentino amor”, y continuaba: “Entrada general 2 $ en sueldos corrientes: palcos cinco $ en bonos: niños 4 rs en listas de viudedad y montepío”.4 La gestión de José Gregorio Monagas fue igualmente cuestionada en otros órganos del poder. En el Congreso la presentación de la Memoria de Hacienda dio lugar a … “observaciones y cargos, que contribuyeron a aumentar el desprestigio del Gobierno, porque, en gran parte, estaban inspirados en la verdad y en la justicia”. (González Guinán, 1954, t. V.: 267. V.: 267). El rechazo al grupo gobernantes germinaba. Las manifestaciones públicas, las alianzas de parcialidades antes antagónicas, los enfrentamientos personales, eran reveladoras del turbio contexto político del país. Un factor coadyuvante de la inseguridad ciudadana en Caracas era el asalto nocturno a las casas mercantiles y de particulares, delito del cual al parecer era responsable “una numerosa cuadrilla de ladrones”, y que en medio del debate político un amigo cercano del Presidente, Pedro Obregón, atribuyó a algunos de los opositores del Gobierno incluidos “jóvenes hijos de muy buenos padres”. (González Guinán, 1954, t. V,: 259).5 Ante el difícil cuadro político el Presidente de la Cámara de Representantes, José Silverio González, en la clausura de las secciones del Congreso (30 de abril), apeló a la conciliación de la mayoría y la minoría, rechazó la conspiración contra las instituciones y el atentado contra los gobernantes (González Guinán, 1954, t. V: 281-282). El diagnóstico de la inestable situación precede al cuerpo de medidas que para conservar el orden, afianzar la paz y asegurar la libertad y el imperio de las leyes, fue transmitido 4 El Juicio Final, Nos. 2 y 4 de 5 y 21 de febrero de 1853. El redactor del periódico … “era el Dr. Francisco Delgado, quien fue desterrado de Venezuela, precisamente por la campaña que había emprendido contra el Gobierno del General José Gregorio Monagas”…(Rodríguez, 1976, t. I:.132). 5 Jueves Santo. Hoja Suelta, 24 de marzo de 1853 66 a los gobernadores por Resolución de la Secretaría de Interior y Justicia de 11 de mayo. Dichas medidas tendían a procurar y garantizar la eficiencia de la administración pública en materia judicial, orden y seguridad pública, salubridad y ornato de las poblaciones, y a evitar y sancionar la difusión de ideas subversivas, lo que suponía desde la remoción de empleados desafectos al gobierno hasta la publicación de los ordenamientos sobre atentados y sobre vagos y mal entretenidos. Para los fines de estas Notas interesa destacar los contenidos de la citada Resolución, relacionados con la campaña de descrédito fomentada por la prensa opuesta al régimen. Al respecto se argumenta que en vista de “que la elevada misión de la prensa había descendido hasta colocarse en el humillante recinto de la difamación, de la inmoralidad y del tremendo consejo de la rebelión”, se disponía: 7ª Adoptar cuantos medios permitan las leyes y sugiera el patriotismo, el celo y eficacia para evitar la propagación de las malas ideas y de todo lo que sea sedicioso, subversivo y contrario al orden, de cualquier manera que aparezca, escrito o no escrito, ordenando a la autoridad política el estricto cumplimiento de sus deberes, y excitando a la autoridad judicial para que llene los suyos y coopere a tan importante objeto”. También: “8ª. Prohibir la circulación de los pasquines, aunque sean impresos, que aconsejen la rebelión u ofendan la moral, haciendo que sufran sus autores y cómplices el rigor de las leyes”.6 El 12 de mayo el Consejo de Gobierno acordó conceder al Ejecutivo las facultades de llamar al servicio hasta 5.000 hombres de la milicia nacional, negociar por la vía de empréstito hasta la suma de 500.000 pesos en dinero, dentro y fuera de la República, y la de poder expedir órdenes por escrito de comparecencia o arresto “para los que atentaran contra la tranquilidad o seguridad interior o exterior del Estado”. (Art.º 118 de la Constitución).7 En virtud de estas Resoluciones las acciones represivas contra los órganos de opinión y sus responsables se desarrollaron aceleradamente: El 13 de mayo el Jefe Político de La Guaira, Pedro J. Bosque, remitió al gobernador de Caracas cuatro ejemplares de El Bachaquero, treinta y siete de El Rayo de la Libertad, veinte y dos de El Cometa y veinte y nueve de Las Caraqueñas. Estos periódicos habían sido incautados a J. Espíndola, … “quien vino a expenderlos en el puerto”. Desde el punto de vista de la autoridad 6 Gaceta de Venezuela, Nº 1108, Extraordinario de 11 de mayo de 1853. 7 Gaceta de Venezuela, Nº 1111, de 22 de mayo de 1853. 67 guaireña dichos impresos estaban comprendidos en la 7ª y 8ª disposiciones de la Resolución de 11 de mayo. (Interior y Justicia, t. CDLXXXIV, f. 299). El 14 se ordenó el arresto de algunos ciudadanos, entre ellos Ramón Landa, articulista de El Bachaquero, y Ramón Alcalde Piña, impresor del mismo periódico y de El Cometa: Luego de ser sometidos a los interrogatorios de rigor fueron reducidos a prisión. (t. CDLXXXV, fs. 394-397). Se dispuso además la suspensión de El Bachaquero, El Juicio Final, El Cometa y otros medios de prensa contrarios al régimen. El 17 la Secretaría de Interior y Justicia remitió al Juez de la provincia de Caracas un conjunto de impresos probatorios de la culpabilidad de Landa y Alcalde Piña. La relación anexa al oficio de la nombrada Secretaría es la siguiente: Nombres de los impresos sediciosos, sus fechas y las imprentas de donde salieron Titulo del impreso Las Caraqueñas a los Caraqueños Alerta Venezolanos Al Pueblo El Bachaquero Nº 15 El Bachaquero Nº 16 El Juicio Final Nº 12 El Cometa Nº 25 El Rayo de la Libertad* La Patria Núm. 2 La Patria (alcance) La Patria núm. 5 La Patria núm. 4 (t.CDLXXXIV, f.408). Fecha — ——Abril 30 Mayo 7 Mayo 6 Mayo 11 ——— Abril 17 Abril 15 Abril 26 Abril 19 Nombre de la imprenta Ramón Alcalde Piña Ramón Alcalde Piña Ramón Alcalde Piña Ramón Alcalde Piña Ramón Alcalde Piña Ramón Alcalde Piña Ramón Alcalde Piña Ramón Alcalde Piña Ramón Alcalde Piña Ramón Alcalde Piña Ramón Alcalde Piña Ramón Alcalde Piña El mismo día se ordenó a la Jefatura política averiguar el paradero de los Sres. Mariano Tirado, Eliseo Acosta, Vicente Hernández de Ayala, como sospechosos de conspiración (t. CDLXXXV, f. 143). El 18 el Jefe político de Caracas notificó al Gobernador que a pesar de muchas diligencias y esfuerzos no había podido obtener noticias de estas * V. Anexo Nº 6. 68 personas. Por otra parte, la orden de arresto del Dr. Eliseo Acosta derivó en un altercado entre las fuerzas policiales y el Encargado de Negocios de España, por cuanto se había refugiado en el departamento que en el hotel Saint-Amand ocupaba el Ministro español, Fernando de la Vera e Isla. (González Guinán, 1954, t. V:294). El 19 de mayo se arrestó al ciudadano alemán Adolfo Weykopt, quien por encargo de Pablo Malpica había litografiado tres escritos sediciosos. Se trataba de la canción “Vox Populi”, canto patriótico de los libres carabobeños; del pasquín “Al pueblo”, en el que se excitaba a la rebelión; y de otro pasquín con el mismo sentido8: En nombre de la libertad en estos papeles se pedía la muerte de “Monagas, Herrera, García y sus secuaces”. En el interrogatorio Weykopt [21 de mayo de 1853] manifestó desconocer el propósito de los escritos, y que el Sr. Enrique Van Lansberge9 le había expresado que no temiera, pues él asumiría la responsabilidad. Además Pablo Malpica había ofrecido pagarle 22 pesos por la canción y 45 por los pasquines, pero no había recibido el dinero. En relación con este asunto se ordenó que el gobernador de Caracas averiguase quienes se habían ocupado de repartir los impresos y sancionara a los culpables. Asimismo se ordenó arrestar a Pablo Malpica. (t. CDLXXXV, fs. 175-190).10 El 8 de julio se dispuso el arresto de Vicente Manzo, y Tomás y Heraclio Guardia. Al ser interrogado Manzo argumentó que era impresor, no hombre de revolución; en su imprenta se había editado El Juicio Final hasta el Nº 8, y no había continuado el trabajo “por no gustarme las ideas que contenía”. (t. CDXC, fs. 351-358). A las disposiciones gubernamentales represivas, se agrega el hecho de la violencia llevada a cabo por individuos a la sombra del Poder público. Así ocurrió a raíz de la publicación en El Bachaquero Nº 11 del artículo titulado “Biografía de Sancho”11, considerado por José Gregorio Monagas y los suyos 8 V. Documentos Anexos. José Gregorio Monagas, Presidente de la República; Joaquín Herrera, Vicepresidente; José Manuel García, Consejero de Gobierno. 9 Enrique Van Lansberge era hijo del Encargado de Negocios de los Países Bajos en Venezuela, en 1853 publicó la obra Venezuela Pintoresca, y en 1854 fundó el periódico caraqueño La Ilustración. 10 Pablo Malpica al ser interrogado confesó la autoría de dos artículos publicados en El Cometa y haber participado en la facción “por el deseo de mejorar la condición moral y material de la República”, Negó ser el autor de la Canción Vox Populi. 11 V. Anexo Nº 4. 69 “como un mezquino ataque a la vida privada de éste”… A la imprenta donde se editaba el periódico entraron un hijo del Presidente y varias personas más y … “se apoderaron por la fuerza según parece, de los originales. Por consecuencia de este incidente, el doctor Vicente Manso, fue agredido en la calle, y el señor Mariano Tirado, quien también era liberal, creyéndose perseguido, se ocultó, no quedándole más recurso al dueño de la imprenta, que era un señor Piña, que mudarla a otra casa”… (Rodríguez, 1976: 131-132). El control de los escritos subversivos no se limitó a la capital del país y zonas circunvecinas. En la provincia de Coro, donde había circulado un anónimo fechado el 10 de marzo, titulado “Los negros, zambos y mulatos de Coro a los negros, zambos y mulatos de toda la República”, el gobernador Carlos Navarro (17 de mayo) tomó medidas para averiguar el origen de la hoja suelta y la difusión que había tenido. El 19 de mayo informó a la Secretaría de Interior y Justicia que: “no ha circulado en esta capital [Coro] ni en ningún otro cantón de la provincia según informes de personas fidedignas” (t. CDLXXXV, fs. 168-174).12 El Ejecutivo al conocer el impreso en cuestión había lamentado … “el estado de desmoralización á que ha llegado en el país el uso de la imprenta, convertida (…) en instrumento de desahogo de los instintos más perjudiciales y de las más desordenadas pasiones”… El pasquín13 tenía un alcance incalculable por excitar la lucha de los hombres de color contra el Gobierno. Para evitar las consecuencias de un escrito, … “en el que con un estilo altamente alarmante se exitan [sic] las clases y se les anima y convida a tomar las armas”, se dispuso también la publicación por Bando en el territorio de Coro, de la Nota del Encargado de negocios de España … “en la que se desmienten completamente los falsos conceptos [sobre exportación a Puerto Rico de esclavos comprados en Coro] que contiene el impreso”… (t. CDLXXXV, f. 172). El afán del Gobierno por conocer detalles de los planes conspirativos, de cuya existencia ilustraban la prensa oposición, las hojas sueltas, los rumores y la ansiedad del público, fundamenta otra Resolución, de 11 de mayo, disponiendo tomar declaraciones a todas las personas que conocieran algunos 12 Las medidas comprendieron la comprobación de los tipos de imprenta y la comparecencia del impresor de la ciudad y de las autoridades. 13 Circuló también en Villa de Cura, población de la provincia de Caracas. V. Anexo Nº 5. 70 hechos al respecto …para formar juicio sobre las cosas y proceder después como sea de justicia y en consonancia con los altos deberes que tiene el Gobierno, de conservar la paz y dar garantías a todos los ciudadanos”. Desde el 11 de mayo hasta el 8 de junio declararon, entre otros, Nonato Rodríguez, Rafael Acevedo, Francisco Linares Alcántara, Segundo Rodríguez y Hermenegildo Meleán. Señalaron como comprometidos en la conspiración a Ramón Landa, Ramón Alcalde Piña, Rómulo Guardia, Mariano Tirado, Tomás Martín y Heraclio de la Guardia, Francisco Soto, Vicente Hernández de Ayala. Pablo Malpica, por citar algunos. Las reuniones con fines subversivos se celebran en las posadas de Delfino en la esquina de Mercaderes, de Pérez en la esquina de Llaguno, y en la de un tal Casano. El Sr. Segundo Bolívar informó que en las viviendas de Martín Tovar y Galindo y de Carlos Machado se reunía gente armada; también en la hacienda Montalvan propiedad de Machado; la del Conde, propiedad del Sr. Solórzano, y en la estancia Anauco, de William Ackers. Las parroquias Candelaria, Santa Rosalía y San Juan eran centro de reuniones sospechosas, según varios informantes. En palabras de Nonato Rodríguez: … “públicamente se dice que los Generales Santiago Mariño y Carlos Castelli son los que deben ponerse á la cabeza del movimiento y que el Gobierno no durará más que tres días”… (t. CDLXXXIV, f. 87 vto.). Sobre lo mismo declaró Rafael Acevedo, agregando que Juan Llamozas, yerno de Páez, había gastado 40.000 pesos de los bienes de su suegro en menos de año y medio, en busca de prosélitos y formando partido contra el Gobierno: Alertaba sobre el “atentado contra el personal de la Administración.” (f. 91). El plan de los conspiradores consistía en atacar la cárcel, ocurrir a San Pablo, ejecutar al Presidente, Vicepresidente, y demás altos funcionarios. Los subversivos contaban con armamento, tenían los fusiles de la Sociedad Carbonaria, y la colaboración de unos 500 hombres de Maiquetía y La Guaira. El 3 de junio, en interrogatorio llevado a cabo en la Secretaría del Interior, Santiago Mariño reconoció que tenía relaciones de cortesía con varios de los presuntos conspiradores, y que con Carlos Castelli eran estrechas dada su condición de Jefe del Estado Mayor. Admitió que había sido vitoreado por los facciosos en diferentes puntos de Aragua, desconocía la razón pero suponía que lo hicieron para ganar seguidores amparados en la simpatía que aún tenía en los pueblos. 71 Sobre el particular Rafael Acevedo había expresado que Mariño se reunía en la posada del Delfino, donde se hospedaba en Caracas, con Francisco Antonio Amós, Vicente Hernández de Ayala, y con un francés llamado Boullet. Para el gobernador de Carabobo los jefes de la revuelta eran Mariño en Aragua, Castelli en los Valles del Tuy y Justo Briceño en Carabobo. (t. CDLXXXV, fs. 4-8). Otras medidas para enfrentar la lucha insurreccional fueron el Bando del gobernador de Caracas, Manuel María Echeandía, de 23 de junio, donde se dispuso considerar como conspiradores a los que propagaran noticias falsas, alarmistas y subversivas (t. CDXC, f. 57); la vigilancia de los puertos para impedir el aprovisionamiento de los rebeldes, la averiguación de los extranjeros que participasen en la revuelta, etc. La diligencia del régimen era tardía. Desde el mes de mayo la insurrección era incontenible. Primero fue el estallido en el centro, luego en el oriente. El Ejecutivo se apresuró a organizar la defensa del orden constitucional, logrando a fin de cuentas someter a los facciosos. Finalizaba el mes de julio. 72 Anexo Nº 1 “Vox Populi” (Canto patriótico de los fibres Carabobeños) A las armas volad ciudadanos Y con sangre los campos regad Inmolemos los viles tiranos En las aras de la libertad Noble pueblo que en lid sanguinoza Humillaste la hueste de España Al traidor que tus glorias empaña Arrancad el ruin corazón A la lid, al combate marchemos! A cambiar de la patria la suerte Preferible es mil veces la muerte A entre hierros vivir con baldón Coro: A las armas… En su orgullo te mira el tirano Como débil y manso cordero Porque tarda en tu mano el acero? Tanto ultraje pudieras sufrir? Los puñales blandid vengadores Y que el déspota vil palidezca Que su raza maldita perezca Y acallad de la patria el gemir! Contemplad a la patria angustiada Por el llanto nublada la vista Maldición al infame egoísta Que desoiga tu triste clamor Al combate ¡marchemos unidos Niños, viejos, el rico, el mendigo, y reciba con digno castigo El que roba del pueblo el sudor! A las armas… Si es morir de los libres el sino Moriremos serenas las frentes Alcancemos la prez de valientes Nuestra tumba el laurel cubrirá. Otros mil volarán denodados A vengar nuestra muerte gloriosa Y en fin en picota horrorosa El infame traidor morirá! A las armas &ª. Es copia. Planas. [rúbrica]” Interior y Justicia, 1853, t. CDLXXXV, f.182. Anexo Nº 2 “Al pueblo” “Soportaréis venezolanos que la negra sombra de la anarquía cubra la antorcha esplendente de la libertad? Sufriréis que los tiranos hoyen [sic] los fueros sagrados que nuestros padres a fuerza de sacrificios nos han legado? No ¡Exterminad a los malvados!! Aguzad vuestro puñales para que los clavéis en los pechos de los viles y traidores. Afilad vuestra espadas para que echéis por tierra la cabeza de Monagas, Herrera, García y sus secuaces. A vuestra disposición está las balas, el puñal únicos medios de salvar la libertad. Es copia. Planas. [rúbrica]” Interior y Justicia, 1853, t. CDLXXXV, f.181. 73 Anexo Nº 3 “La hora de redención se acerca ciudadanos! Que el cráneo de los malvados nos sirva para libar su sangre. Muera Monagas, Herrera, García y sus satélites Viva la libertad Pueblo a las armas a combatir el Gobierno traidor e infame que os vende en playas extranjeras como viles esclavos. A las armas! A las armas!!” Es copia. Planas [rúbrica] Interior y Justicia, t. CDLXXXV,f. 180. Anexo Nº 4 “Bibliografía de Sancho” Toda historia principia por la infancia de los juegos de la primera edad, por la decencia del útero materno, por la educación, por los hechos gloriosos, por los románticos amores, en fin por algo del comensamiento (según A. E. L.) que toda biografía debe tener; pero la que tratamos de bosquejar principia por un famoso amanc… con dos herm. A los juegos de la infancia no podemos consagrarles ni una línea, estos pasaron en el fango de un corral vecerreando, y jalando el pezón, costumbre que no ha perdido nuestro héroe… A la decencia del útero materno, que dicha tanta le cupo, trasladamos al hábil conocedor de engendros Jerónimo Pompa… A educación, toda digna de sus antepasados… A sus gloriosos hechos en campaña, en excursiones rapiñeras, sin haber podido mandar mas que una docena de hombres… A los románticos amores, este es nuestro comensamiento, ¿Y que tal? Mi ex-Tesorero Barbosa, el de los mil y un cuento. Toque la sinfonía Don Esteban y sirva lo espuesto de introducción. What ho! Sinfonía, Where are you? He, Sinfonía donde estas? SANCHO-CAPITULO I Amanc… con su desenlace- Robos en la campaña del 18-Sumario formado por B…siendo gobernador del Guárico —Otro que existe en la Corte Suprema— Su elevación al puesto que ocupa —Misterios de la figura Carbonaria pasada— Víctimas destinadas al sacrificio— Robos en el puesto que ocupa— Planes. En la ciudad de Barcelona residencia del famoso Sancho que actualmente es el Gobernador de la Ínsula Barataria (Continuará en el próximo Núm.). El Bachaquero. Caracas, 30 de marzo de 1853, Nº 11. Hemeroteca Nacional. 74 Anexo Nº 5 “Los negros, zambos y mulatos de Coro a los negros, zambos y mulatos de toda la República”. ¡La campanada de la ejecución ya sonó!! Se cumplió el pronóstico de la prensa. El crimen está ya consumado!!! El Jeneral José Gregorio Monagas traidor á la causa de la libertad, á esa causa que en su juventud sostuvo en los campos de batalla, ha cometido por medio de su digno socio i agente Pedro Obregón, el atentado más escandaloso que han presenciado los siglos, el crimen más atroz que puede imajinarse. ¡La campana de la ejecución ya sonó!!!… Sediento de plata i oro el Jeneral José Gregorio Monagas é insuficientes ya las aduanas para su réproba avaricia, mandó a su socio i agente Pedro Obregón á esta provincia á comprar criados y jóvenes manumisos para trasladarlos á una Colonia española y venderlos allí como esclavos!!! ¡Se cumplió el pronóstico de la prensa! Cumpliendo Obregón las instrucciones del Jeneral José Gregorio Monagas, sacó á estos infelices de su patria por la aduana de la Vela de una manera clandestina, y trasladad a Puerto-Rico, de hombres libres pasaron a ser abyectos esclavos; i arrojados en las haciendas de crueles señores, jimen hoy al compaz del látigo, del hambre i de la desnudez. ¡El crimen está ya consumado!!!… ¡Jeneral Monagas: traidor Presidente! Si la avaricia es el vicio de la ancianidad en vos, malvado, su desarrollo ha sido prematuro ¿No os basta el millón de pesos recibidos por vuestro socio Obregón? ¿Quereis mas dinero? Descorristeis, traidor el velo, i os habéis presentado á la contemplación del mundo con toda tu ferocidad, i con todas tus flaquezas. Antes de ascender al poder robasteis á Mier y Teran sus caballos y sus reses; al ascender al poder robasteis las rentas públicas; i al terminar vuestro período de pillaje, vendéis á infelices jóvenes que á vuestro ojos no tienen mas mancha, ni mas crimen que el ser hijos de esclavas. ¡Negros, zambos i mulatos de la República! La causa es común, las ventas siguen, las negociaciones se proyectan, i el que sea de vuestra raza, á la Habana ó Puerto-Rico va á purgar la humildad de su cuna, ese pecado original á los ojos del criminal i avaro Monagas. A las armas, compañeros! Venganza é indignación contra el fiero José Gregorio Monagas i su socio i ajente Pedro Obregón. Coro, Marzo 10 de 1853” Interior y Justicia, 1853, t. CDLXXXI, f. 336. 75 Anexo N° 6 ELRAYO DE LALIBERTAD Y oro y sangre y poder! Esas sus leyes, esa es la libertad De que se llaman, inclitos vengadores (Olmedo). Oro sí, mucho oro, hasta llenar sus arcas, hasta nadar en él. Qué importa que sea el sudor del pueblo?. Los siervos, los esclavos miserables no sudan para sus amos?. Que tan poco que sean esos pequeños contingentes con que todos los hombres de provecho y honrados contribuyen penosamente para el sostenimiento y lustre de la República, arrancándoselos de la boca á sus tiernos hijos y ahorrándolos sobre propias vigilias y necesidades? Que, todo no pertenece á los dueños y señores? Por qué no han de tener ellos también con que celebrar en opíparos festines la cobardía y la vergüenza de los venezolanos? Por qué no han de ostentar á los ojos del pueblo robado, espoleado, hambriento, palacios con lujosísimos muebles, con todas las costosas futilezas; pero cómodas de los sybaritas? Por qué no han de tener magníficos trenes, soberbios caballos bien enjaezados con que salpicar al ciudadano pacífico que á pie y modesto se dirige á sus negocios? Por qué no han de llevar sobre la frente, en todo lo que les rodea, la satisfacción y el orgullo de haber sido los escogidos de la hermosa y feliz Venezuela para ocupar sus altos puestos? No: no, callad, dejad que las supremas autoridades de la Nación se muestren por doquier con todas las exterioridades que las hagan aparecer como los mandatarios de un pueblo libre, feliz, rico, perfectamente bien gobernado y seguro para en lo delante de su completa estabilidad! Quejaros, desagradecidos, porque Obregon es el amigo íntimo de Monagas, y le sostiene con el mismo dinero que este ha mandado dar, comprando á miserables traidores que venden la causa del pueblo en manos del tirano? Que queréis que haga con un amigo leal y desinteresado, con el que puede contar a todas horas y á cada momento, queréis que haga lo que vosotros, lo que tú, pueblo, que siempre recompensas tan mal? Qué, con Herrera, Planas, Acevedo, el padre Romero y esa otra turba de palaciegos y parásitos que le han dicho “Señor, vos os habéis metido por un infernal camino de abismos y peligros en que tan solo la osada impudencia de hombres sin fe, sin principios, sin moral, sin conciencia como nosotros puede salvaros; entregadnos las rentas nacionales, el tesoro del Estado, los poderes públicos, la dignidad nacional, dadnos carta-blanca y nosotros os buscaremos en las provincias hombres que se nos parezcan y que no hagan en ellas otra cosa que rodearse de un círculo de servidores leales y adictos sometidos completamente á nuestra voluntad, con los cuales podemos prolongar nuestra dominación por largos años sobre este buen pueblo de Venezuela bastante desmoralizado y débil para sufrir nuestro yugo sin quejarse”. Cómo despreciar semejante apoyo?. Y por eso ellos tienen oro, mucho oro, todo el oro que la rica y fértil Venezuela ha producido en sus pingues aduanas, en su abundantes rentas durante algunos años. Por eso, ellos insultan al labrador industrioso, al obrero diligente, al comerciante activo, al cumplido empleado y hasta el miserable y envilecido soldado con que cuenta, mostrándole al lado de su fatigas y penalidades, muchas veces infructuosas para procurarse pan, fortunas inmensas salidas de en medio de horribles deudas ó quiebras fraudulentas. 76 El tesoro está exausto, la República adeudada en mas de seis millones, la bancarrota cierta; pero Herrera, Planas, los sostenedores del Gobierno, los cuatro reptiles echados á los piés de su Señor mantienen lujosos palacios donde van á descansar de las faenas tan penosas del trabajo tan árido, de gobernar bien este país. El pueblo tiene hambre, el pueblo gime, la Constitución se despedaza, la ley es la fuerza; pero ellos, todos ellos, tienen oro, mucho oro, mucho oro… Y hacen bien, porque un pueblo que no sabe lo que debe hacer con los que lo roban y lo traicionan, con los que lo insultan y desprecian hasta tratarlo como esclavo, merece su suerte y hallar hombres que en nada se detengan y á todo se atrevan. Y, sangre… si: sangre… mucha sangre si á este pueblo débil y humillado se le ocurre imaginarse que puede alzar la voz a favor de sus garantías y derechos. Correrá a torrentes¡ No están ahí los beduinos de Oriente por un lado, los genízaros reclutados en todas las cárceles y presidios, por otro, aguzando sus lanzas y puñales para asestarlos al seno de la Patria? Esos hombres no le dicen al pueblo en cada una de sus armas. “Obedeced y temblad”. Esos suizos del demócrata Presidente de la República no revelan á todos la horrible matanza por donde tiene el pueblo que pasar para llegar al altar de sus sacrosantos derechos, de sus incontrastables garantías. No está demasiado claro que el Bárbaro se hartará con nuestra sangre y que solo le falta un pretesto?…Sí, ellos defenderán su presa, su propiedad, rompiendo nuestros pechos con sus lanzas, vertiendo la sangre de la Patria al abrir las venas de sus hijos. Qué importa que la Libertad perezca, que el pueblo sea víctima y esclavo si ellos tienen oro y mando y pueden saborear á su placer la sangre de los amigos de la República? Pueblo, Venezolanos, vamos á ofrecérsela toda junta, no esperemos que vengan á buscarla á nuestros hogares y se lleven también la de nuestras mujeres, hijas y hermanas… que la nuestra sola es bastante á ahogar su sed, á desbaratar sus ominosos planes. Pero… moriremos como víctimas expiatorias que se ofrecen voluntariamente al sacrificio ó como perecen los pueblos libres en la reconquista de sus derechos desconocidos y usurpados por un bárbaro? Nos dejaremos inmolar ó alzaremos la voz tremenda, el grito vengador é irresistible, atronador é inmenso, La vox populi ante la cual todos los tronos, todas la tiranías, las usurpaciones todas se han desboronado y convertido en polvo y nada? Sucumbiremos como libres ó nos entregaremos, las manos ligadas, como esclavos? Pueblo, habla, tus tribunos te esperan —ven, que nosotros te guiaremos, el estandarte de los libres en la mano, los primeros en morir, los últimos en procurar la recompensa, Pueblo, nosotros no queremos nada tuyo, ni tus destinos, ni tus rentas, ni tus glorias, ni tus honores. Hemos aceptado el apostolado de la Libertad convencidos de que mas bien conduce al Calvario que al Altar. Nosotros queremos guiarte, conducirte á su templo y legarte con nuestra sangre derramada en sus gradas, las prerrogativas sublimes con que ella colma á sus hijos defensores…? Y sabes por que? porque la esclavitud nos pesa como un remordimiento, porque la vida es una carga incómoda cuando el hombre no puede emplearla noble y dignamente en el pleno goce de todos sus derechos y atributos. Si, ven con nosotros, presencia el sacrificio, préstanos el apoyo de tu fuerza y de tu voluntad y deja que nosotros le entreguemos nuestra sangre y le arranquemos para tí todo lo que te han robado. 77 Pueblo, ven á recojer el fruto de nuestra sangre, de toda nuestra sangre en que nosotros los ahogaremos en beneficio tuyo. Oro y poder… para tener Diputaciones provinciales impelidas á la arbitrariedad, al horrible crímen de lesa patría, dominados con el poder, comprados con el oro y luego mandados á juzgar, cuando la arbitrariedad y el crímen [ilegible] por un Congreso también dominado por el poder comprado con el oro. Poder, oro, para comprar Cortes de Justicia con que expropiar al ciudadano libre, al buen republicano. Oro y poder con que establecer en cada provincia una pequeña sin Constitución, sin leyes por medio de lo que se obliga al pueblo á ser traidor al pueblo. Poder y oro para mantener esbirros miserables, presidiarios escapados, asesinos y ladrones con que amenazar á los buenos, con que castigar á los que tenga valor para presentar el pecho y gritar ¡Viva la Nación! abajo la tiranía!. Y oro y sangre y poder: esas son sus leyes, esa es la libertad, de que se llaman vengadores! Pueblo, hasta cuándo roerás en vergonzoso silencio tus humillantes cadenas? Donde está tu ardor por la libertad, tu amor á los principios, tus infinitos esfuerzos?… duermes, cuando debieras velar, el fusil al hombro, el morral á la espalda? Tú no sabes que tus enemigos no tienen mas fuerza que tu propia indolencia, tu sueño criminal? Vamos, despierta y verás como á tu esforzado bostezo tiemblan y se esconden tus cobardes tiranos. Alza la frente y deja que lean en ella la voluntad de una Nación que no se deja robar impunemente sus caudales, sus libertades. El pueblo no es dueño y Señor? Quién puede resistir cuando él habla? te has olvidado de que eres soberano y permites que te roben tu corona para oprimirte, vejarte y tiranizarte? Tú no sabes que tu voz es la voz de la tempestad, el trueno horrísono ante el cual todo tiembla y calla, la voz del Señor irresistible, inmensa, á la que todo cede y obedece?. Ven, pues, y habla por nosotros y con nosotros, que la tiranía caiga ante tu voluntad omnipotente!. Caracas. Imprenta de Ramón Alcalde Piña. 1853. División de Libros raros y Manuscritos. Instituto Autónomo Biblioteca Nacional Caracas. FUENTES Bibliográficas Gómez Rodríguez, Carmen, Pedro Obregón: Política, corrupción y riqueza. Venezuela Siglo XIX (Colección Medio Siglo de la Contraloría General de la República). Caracas, 1992. González Guinán, Francisco, Historia Contemporánea de Venezuela, t.V. Caracas, Ediciones de la Presidencia de la República de Venezuela, 1954. Rodríguez, José Santiago, Contribución al estudio de la guerra federal en Venezuela, t. I. Caracas, O. C. I., 1976. Documentales: Sección Interior y Justicia. 1853 Archivo General de la Nación. Caracas. 78 Hemerográficas: Periódicos: El Bachaquero 1853. El Cometa. 1853 El Juicio Final. 1853. El Rayo de la libertad, 1853. Gaceta de Venezuela. 1853. Jueves Santo. Hoja Suelta, 24 de marzo de 1853. ****** POLITICAL SYSTEM AND CENSORSHIP OF PRESS. VENEZUELA (1853) Carmén Gómez Abstract: In 1853, the intensity of confrontations between political groups was severely manifested through opinion bodies. Journalists adverse to José Gregorio Monagas’ regime (1851-1855) openly fostered rebellion against the established order, what contributed to exacerbate the situation and alter the fragile social order. With the aim of cracking down on political violence and stopping the imminent insurrection, the Government had no other choice than taking coercive measures –suspension of newspapers and imprisonment of editors and journalists- against the seditious press and its leaders. Key words: José Gregorio Monagas’ regime - Subversion - Seditious press - Censorship of press. ***** LE SYSTÈME POLITIQUE ET LA CENSURE DE PRESSE AU VENEZUELA EN 1853 Carmén Gómez Compte rendu: En 1853, la presse rendait compte crûment des affrontements entre les groupes politiques de l’époque. Le journalisme opposé au régime de José Gregorio Monagas (1851-1855) favorisait ouvertement la révolte contre l’ordre établi, ce qui encourageait l’exacerbation du peuple et mettait en danger la fragile paix sociale. Afin de freiner la violence politique et d’éviter l’imminente insurrection, le Gouvernement a été obligé d’entreprendre des politiques répressives contre la presse séditieuse et contre leurs responsables. 79 L’interdiction de circulation de journaux et l’incarcération de plusieurs éditeurs et journalistes en témoignent. Mots clés: Régime de José Gregorio Monagas - Subversion - Documents séditieux - Censure de presse. ***** SISTEMA POLÍTICO E CENSURA DE IMPRENSA. VENEZUELA -1853 Carmen Gómez Resumo: Em 1853, a intensidade dos enfrentamentos entre os grupos políticos, manifestou-se com uma grande força nos órgãos de opinião. O jornalismo contrário ao regime do José Gregorio Monagas (1851-1855) promovia abertamente a rebelião contra o poder estabelecido, exaltando os ânimos e alterando a frágil paz social. Com o objeto de deter a violênica política e conter a iminente insurreção, o Governo foi forçado a tomar e exercer medidas repressivas, -suspensão de jornais e prisão para editores e jornalistas, contra a imprensa sediciosa e seus responsáveis. Palavras chave: Regime do José Gregorio Monagas - Subversão - Impressos sediciosos - Censura de imprensa. ***** 80 Tabla de contenido EL PROTOCOLO URRUTIA Y EL BLOQUEO ANGLO-FRANCÉS EN LA ANTESALA DE LA GUERRA FEDERAL Catalina Banko Resumen: La firma del “Protocolo Urrutia” (1858) entre el gobierno venezolano y los representantes de varias naciones extranjeras en apoyo a José Tadeo Monagas significó el comienzo de graves conflictos diplomáticos. Estos hechos desembocaron en el bloqueo anglo-francés para exigir la liberación de Monagas y otros ex funcionarios, vinculados por intereses económicos con los representantes extranjeros. Este incidente se produjo paralelamente a los preparativos del movimiento revolucionario federalista, cuyos líderes habrían contado al parecer con la simpatía y el apoyo de los diplomáticos extranjeros. Estos problemas abren interrogantes en torno a la verdadera orientación de las alianzas políticas en la antesala de la Guerra Federal. Palabras claves: Protocolo Urrutia - bloqueo extranjero - intereses económicos - diplomacia federalismo. ****** La “Revolución de Marzo” de 1858 El gobierno de José Tadeo Monagas comenzó a debilitarse progresivamente en el transcurso del año 1857 como consecuencia de los embates de la oposición frente a las medidas centralistas adoptadas por el Presidente de la República. En ese mismo año fue aprobada una reforma constitucional que consagró el continuismo del Caudillo Oriental, al suprimir la cláusula que prohibía la reelección inmediata del Presidente, además de ampliar la duración de dicho cargo de cuatro a seis años (Mariñas Otero, L., 1965: 266-267). 81 En cuanto a las autonomías provinciales dicha reforma era un retroceso con respecto al Código de 1830. En este último se había establecido que los gobernadores serían nombrados por el Poder Ejecutivo con base a una terna presentada por las diputaciones provinciales. En cambio, mediante la Constitución de 1857 los organismos legislativos de las provincias fueron eliminados y los gobernadores serían designados directamente por el Presidente (Ibídem: 271). De esta manera llegó a su punto culminante la tendencia autocrática de los Monagas (García PONCE, A., 1987: 1.543). Como agravante, al concluir el año 1857 la economía venezolana estaba sufriendo los efectos de una honda crisis mundial que provocó la caída de los precios de los productos exportables y la ruina de muchos hacendados, mientras las transacciones de las casas comerciales quedaron casi paralizadas (El Foro: 01.01.1858). En breve tiempo el malestar económico y el político se conjugaron para acelerar el proceso de descomposición del régimen autocrático, lo que a su vez contribuyó a la consolidación del movimiento opositor. La revolución estalló en Valencia el 5 de marzo. Inmediatamente fue proclamada la nulidad del Código de 1857, por considerar que fue sancionado por un Congreso que carecía de facultades legales para ello, de acuerdo a lo establecido en la Constitución de 1830. Según el manifiesto revolucionario, el pacto social estaba disuelto por la violación que del mismo cometió Monagas y, por tanto, el “pueblo” tenía el derecho de reasumir la soberanía y derribar la “tiranía” que dominó en Venezuela durante una década. Monagas, enfrentado a un movimiento revolucionario de grandes proporciones, optó por presentar su renuncia y evitar derramamientos de sangre. El día 19 de marzo el General Julián Castro entró a la ciudad de Caracas y asumió la Presidencia de la República, integrando su gabinete con Manuel Felipe de Tovar en Interior y Justicia, Fermín Toro en Hacienda, Wenceslao Urrutia en Relaciones Exteriores y Ramón Soto en Guerra y Marina. El triunfo de la Revolución de Marzo fue el resultado de la alianza de oligarcas y liberales que acordaron derribar a Monagas y restablecer la legalidad en la vida política nacional, dejando a un lado, al menos en un primer momento, las diferencias que los habían enfrentado durante casi dos décadas. Sin embargo, la tan proclamada “fusión” desaparecería bien pronto al comenzar a definirse el predominio de la antigua “oligarquía” en el gobierno presidido por Julián Castro. 82 El nuevo régimen recibió rápidamente el apoyo de conocidos comerciantes: Guillermo Espino, Marcos Santana, Calixto León, Roberto Basalo e Isaac J. Pardo, entre otros, crearon una comisión especial con el objetivo de recaudar fondos para el denominado “Empréstito Patriótico” destinado a colaborar con Julián Castro (El Diario de Avisos: 24.03.1858). El caso de Isaac J. Pardo merece especial consideración, ya que nos sorprende la rapidez con que se adaptó a la nueva situación, después de haber desempeñado un relevante papel económico en el gobierno anterior. Por otra parte, de acuerdo a las afirmaciones del viajero húngaro Pal Rosti, dicho comerciante “dio 10.000 dólares (sic) para alentar una revolución, y al mismo tiempo 10.000 a Monagas para sofocarla, hizo traer de Europa todo un barco cargado de armas y, sin embargo, fue el primero en denunciar —secretamente— su arribo a Monagas”, lo cual revela el ambiguo comportamiento de Isaac Pardo con relación al gobierno y a la oposición (Rosti, P.,1968: 37). José Tadeo Monagas, tras su renuncia, se acogió al amparo de varias naciones extranjeras y recibió asilo en el consulado de Francia. También Jacinto Gutiérrez, ex Secretario de Hacienda, y Juan Giuseppi, yerno de Monagas, se refugiaron en el mismo consulado pero, después de tumultuosas manifestaciones “populares”, ambos decidieron abandonar la legación francesa y entregarse a las autoridades. Inmediatamente comenzaron a difundirse denuncias relativas a actos de corrupción cometidos por miembros de la familia Monagas y del círculo de sus allegados. Según esta versión, los Monagas, Jacinto Gutiérrez y Juan Giuseppi se habrían enriquecido gracias al saqueo del tesoro público (El Diario de Avisos: 24.03.1858). Al respecto, es importante destacar que Juan Giuseppi, nacido en Trinidad, había actuado junto a Modesto Urbaneja en calidad de comisionado en Londres para llegar a un arreglo con los tenedores de vales venezolanos, además de formar parte de la Compañía de Accionistas, fundada durante la segunda Presidencia de José Tadeo Monagas. Precisamente, Isaac J. Pardo y Juan Giuseppi ejercieron altos cargos directivos en esa entidad bancaria, mientras Modesto Urbaneja era uno de sus principales accionistas. Estos datos nos indican el entrelazamiento de intereses económicos que se había tejido en torno al gobierno de José Tadeo Monagas. De acuerdo a la versión de El Diario de Avisos, la fortuna de Juan Giuseppi, una parte de la cual pertenecía a su suegro, había sido remitida al 83 Banco de Londres, a otros “bancos de plazas de primer orden”, a Trinidad y otra porción, calificada como una especie de “caja de reserva”, fue colocada “bajo la salvaguardia del Sr. Ministro inglés”, la misma que estaba depositada en el Consulado de Francia. A todo ello se agregaban “contratos fraudulentos, letras y órdenes” contra “todas las aduanas a favor de sociedades anónimas o personas que corrían con negocios de la misma familia; emisiones de billetes de todas clases, hechas con el propósito de arruinar más y más a la nación” (Ibídem). La información anterior revela solamente una parte de los actos de corrupción cometidos durante el gobierno de los Monagas, a lo que se debe agregar los beneficios obtenidos durante ese período gracias a la Ley de Tierras Baldías, sancionada en 1848, que favoreció la consolidación del sistema latifundista. Las presiones diplomáticas y el Protocolo “Urrutia” Habían transcurrido pocos días desde el derrocamiento de Monagas, cuando varios cónsules extranjeros comenzaron a exigir que al ex presidente le fuera concedido un salvoconducto para su salida del país. Para evitar un conflicto, el gobierno decidió suscribir un compromiso con los representantes diplomáticos para garantizar la integridad física del Caudillo Oriental. El día 26 de marzo de 1858 se celebró una reunión con la presencia de Wenceslao Urrutia, Secretario de Relaciones Exteriores, y los encargados de negocios y cónsules de los Estados Unidos, Gran Bretaña, Francia, Brasil, España y los Países Bajos. En esta ocasión Urrutia planteó que era base “imprescindible de la negociación, que el general Monagas se pusiera a la disposición del nuevo gobierno” (Cortés, Santos Rodulfo, 1971: 582). Resulta curioso que Inglaterra se preocupara por la protección de José Tadeo Monagas, cuando en 1849 había sostenido con éste un serio conflicto por la reforma de la Ley de Espera. En tales circunstancias, la potencia europea amenazó con bloquear las costas venezolanas, en el caso de no hacerse efectivo el pago de indemnizaciones para los súbditos británicos afectados por la mencionada ley. Por otro lado, en 1856 el Cónsul de los Países Bajos había solicitado la destitución y enjuiciamiento de varios funcionarios de Coro, entre los que sobresalía el Comandante de Armas Juan Crisóstomo Falcón, quienes presuntamente habrían estado involucrados en los ataques perpetrados en 1855 84 contra los comerciantes judíos residentes en dicha ciudad. Holanda llegó a exigir en aquella ocasión la entrega de la Isla de Aves, sin justificación alguna, y amenazó con el bloqueo del puerto de La Guaira para amedrentar a las autoridades venezolanas. Finalmente Monagas firmó un avenimiento en torno a las demandas holandesas, aunque al mismo tiempo sostuvo firmemente la soberanía venezolana sobre la Isla de Aves. De modo que la protección dispensada por Inglaterra y los Países Bajos a José Tadeo Monagas en 1858 resulta sorprendente, si tomamos en cuenta los graves incidentes promovidos por estas naciones en el transcurso de sus dos períodos presidenciales. Después de una serie de discusiones, el gobierno venezolano y los representantes de los Estados Unidos, Inglaterra, Francia, los Países Bajos, España y Brasil acordaron firmar el 26 de marzo de 1858 un convenio con la finalidad de preservar la “seguridad de la persona del general Monagas”. De acuerdo a lo establecido en el documento, Monagas sería puesto a disposición del gobierno, pero bajo el compromiso de que no sería sometido a juicio, “ni en manera alguna vejado, sino que antes bien se le tratará con todo decoro y miramiento”. El ex presidente fue trasladado a una casa particular bajo la custodia de una guardia especial para evitar cualquier agresión. Sin embargo, Urrutia no especificó el tiempo que duraría dicha detención, aunque prometió que sería breve y que posteriormente Monagas recibiría pasaporte y salvoconducto para salir del país y dirigirse al “punto del extranjero que elija, mientras que el nuevo Gobierno lo estime necesario a la tranquilidad del país” (Idem). Entre los firmantes del denominado “Protocolo Urrutia” se encontraban: Richard Bingham, Encargado de Negocios de Gran Bretaña, Charles Eames, Ministro Residente de los Estados Unidos y Leoncio Lévraud, Encargado de Negocios de Francia. La negociación con las naciones extranjeras se convirtió en motivo de conflicto en el propio seno del Poder Ejecutivo, cuando los secretarios Toro y Tovar tuvieron conocimiento del contenido del “Protocolo Urrutia”, en cuyas discusiones no habían participado. Ambos funcionarios se mostraron indignados por los términos del documento y decidieron dimitir a sus respectivos cargos. Urrutia, por su parte, también presentó la renuncia a su cartera, la cual fue aceptada, mientras que las de Toro y Tovar fueron rechazadas. A juicio de Luis Level de Goda, este hecho tuvo gran relevancia ya que desde este momento quedó definida la política gubernamental: “Castro se había entregado en cuerpo y alma a la oligarquía y comenzó a romperse la fusión de los partidos” (Level de Goda, L., 1976: 93). 85 Las afirmaciones de Luis Level de Goda tenían serios fundamentos, ya que poco tiempo después el gobierno de Julián Castro comenzó a perseguir a los miembros del Partido Liberal, tal como ocurrió con Juan Crisóstomo Falcón y Ezequiel Zamora, entre otros. A consecuencia de ello, ambos iniciaron la organización de un plan revolucionario. El primero fue designado Jefe Supremo del movimiento que adoptó la bandera del federalismo como eje de su programa político. Inmediatamente Falcón y Zamora tomaron el camino del exilio en las Antillas, donde comenzaron los preparativos bélicos. Amenazas de los diplomáticos extranjeros Ante la tardanza del gobierno en dar cumplimiento a lo estipulado en el “Protocolo Urrutia”, el día 9 de julio los Encargados de Negocios de Gran Bretaña y Francia suspendieron intempestivamente las relaciones diplomáticas con Venezuela y exigieron la libertad de José Tadeo Monagas, Jacinto Gutiérrez y Juan Giuseppi, bajo la amenaza de adoptar medidas más drásticas aún si no se lograba una pronta satisfacción a sus requerimientos (El Foro: 24.08.1858). Lo significativo de esta última comunicación radica en que la liberación de Gutiérrez y Giuseppi no estaba contemplada en el “Protocolo Urrutia” y, por tanto, no formaba parte de ningún compromiso diplomático anterior. En cuanto a José Tadeo Monagas, éste fue trasladado desde la legación francesa a una casa particular, según lo acordado en el convenio. Sin embargo, con respecto a su salida del país no se había especificado el tiempo preciso para otorgar la autorización, pero ello no justificaba de ninguna manera la agresiva conducta de los representantes extranjeros. Como puede apreciarse, el documento firmado por Bingham y Lévraud significaba una intromisión en los asuntos internos de la República. Inexplicablemente, Venezuela se hallaba envuelta nuevamente en un conflicto de carácter internacional y sus autoridades eran presionadas para satisfacer exigencias que correspondían al ámbito de la política nacional y nada tenían que ver con problemas de orden diplomático. Pocos días después, Bingham y Lévraud enviaron otra amenazadora comunicación, manifestando que esperaban una rápida y amistosa solución al conflicto antes de la llegada a La Guaira de las escuadras de sus países para respaldar las reclamaciones mencionadas (Ibídem). Resulta sorprendente que la libertad de los personajes mencionados se hubiera convertido en un motivo 86 para adoptar acciones violentas contra Venezuela, modalidad que aunque era una práctica constante en aquel entonces, generalmente respondía a motivaciones de carácter económico. El 30 de julio Mauricio Berrisbeitia, Secretario de Relaciones Exteriores en reemplazo de Wenceslao Urrutia, se dirigió desde Valencia a los Encargados de Negocios de Gran Bretaña y Francia afirmando que la “anticipación con que llamaron fuerzas anglo-francesas a La Guaira” y la suspensión de las relaciones con el gobierno sin aguardar una respuesta a los cargos presentados, había dificultado la posibilidad de llegar a un justo avenimiento, además de constituir todo ello una clara intervención “en los asuntos domésticos de Venezuela” (Ibídem). Con respecto a Jacinto Gutiérrez y Juan Giuseppi, el Secretario de Relaciones Exteriores informó que ambos debían comparecer ante los tribunales venezolanos y, en consecuencia, el Poder Ejecutivo no podía sustraer a los acusados del ámbito del poder judicial, “que según la Constitución y leyes declaradas vigentes, forma una rama independiente de la soberanía” (Ibídem). Es necesario destacar que, en medio de tan graves circunstancias, el gobierno estaba intentando resguardar la soberanía nacional, al no admitir la intervención extranjera en asuntos domésticos ni satisfacer demandas totalmente injustificadas. Durante ese agitado día, 30 de julio, el Secretario de Relaciones Exteriores envió una carta a los representantes de España, Estados Unidos, Brasil y los Países Bajos, aclarando que no existía justificación alguna para “la intervención anglofrancesa en el asunto de la libertad del General Monagas, (...) ni la añadidura de nuevas y extraordinarias demandas que sin embargo de presentarse ahora por primera vez, vienen ya en forma de intimación y acompañadas de la amenaza de que serán apoyadas por las fuerzas navales que han de llegar muy en breve al puerto de La Guaira”. A pesar de la evidente injusticia de tales reclamaciones, el gobierno propuso que el problema fuera sometido al “fallo arbitral de una o más potencias neutras en la contienda” con la finalidad de conservar vínculos de amistad con las naciones extranjeras (Ibídem). La respuesta de Bingham y Lévraud no se hizo esperar. El 4 de agosto ambos enviaron una nota al Ministro de Relaciones Exteriores manifestando su oposición al arbitraje propuesto para dirimir el conflicto: “Así, después de cuatro meses de esfuerzos para obtener un resultado que concilie la justicia, la humanidad, los intereses comunes, se invita a los infrascritos a someter las 87 ofensas hechas al honor de sus pabellones, a árbitros que no han sido testigos de los actos que los constituyen y comprueban”. En consecuencia, insistieron en las demandas presentadas el 9 de julio y en especial las vinculadas con la libertad de Monagas, Gutiérrez y Giuseppi, y dieron al gobierno un plazo de 24 horas para responder a tales reclamaciones (Ibídem). Mientras se cruzaban las mencionadas comunicaciones, el asunto ya había sido discutido por los miembros de la Convención Constituyente reunida en Valencia. Algunos diputados liberales presentaron un proyecto solicitando la salida del país de los hermanos Monagas y la proclamación de una amplia amnistía para los acusados por “delitos políticos”. Dicho proyecto fue rechazado por la Convención el 12 de julio y el día 15 se difundió la noticia sobre la muerte de José Gregorio Monagas en el Castillo de Maracaibo, hecho que contribuyó a agudizar las tensiones políticas (Level de Goda, L.: 103). En cuanto a los entretelones de este curioso incidente, resulta de gran interés una carta firmada por un “antiguo tenedor de vales”, quien cuestionaba la conducta seguida por los diplomáticos británico y francés. En dicha correspondencia se pretendía dar a conocer “los actos más extraordinarios y más increíbles” de Bingham. Este último había celebrado en 1854 un convenio con Monagas para formalizar el arreglo del pago de la deuda pendiente, resultando de ello que los tenedores de vales perdieron cerca de las dos terceras partes del capital e intereses. El autor de la nota informaba que durante diez años los acreedores no habían recibido sus dividendos, de una deuda que ya montaba a 5.000.000 de libras. Sin embargo, era muy distinta la posición oficial de Gran Bretaña, ya que a través del ministro Lord Palmerston se prestó debida atención al problema, a diferencia de la cuestionada conducta de Bingham en Venezuela (El Foro: 23.07.1858). En el texto mencionado se indicaba que ese mismo diplomático inglés, en unión con el de Francia, decidió asumir en 1858 la defensa de Monagas, llegando al extremo de amenazar con el empleo de la fuerza a “una nación joven y pequeña, cuando ejercía su soberanía para despedazar la pesada mano del despotismo y la práctica general del deshonor y de corrupción”. También se denunciaba que una “caja o cajas de dinero robado a los bolsillos de los tenedores de vales en diez años que no pagaron los dividendos fueron transportados y protegidos” por los ministros extranjeros (Ibídem). Esta última acusación era sumamente grave porque involucraba a diplomáticos, cuyos intereses personales habrían estado presuntamente vinculados con funcionarios 88 del gobierno de José Tadeo Monagas. Las opiniones del escritor anónimo coinciden con las denuncias publicadas en El Diario de Avisos del 24 de marzo, a las que hicimos referencia anteriormente. Poco después, la Convención de Valencia se ocupó nuevamente de este grave conflicto en su sesión del 5 de agosto y decidió autorizar al Jefe de Estado para que cumpliera con su promesa de liberar al General Monagas, cuando hubieran “desaparecido de nuestros puertos los buques de guerra ingleses y franceses”, dando a “la cuestión internacional la dirección más conforme al decoro e independencia nacional” (El Foro: 24.08.1858). El bloqueo anglo-francés Ante la gravedad de la situación, Berrisbeitia se dirigió a los Encargados de Negocios de Gran Bretaña y Francia, manifestando que la promesa del 26 de marzo con relación a la libertad del General Monagas nada tenía que ver con la demanda planteada en los casos de Jacinto Gutiérrez y Juan Giuseppi. El ex Secretario de Hacienda debía responder ante los tribunales competentes por la administración de su despacho, mientras Giuseppi sería enjuiciado por “varios crímenes infamantes cometidos para servir de mediador de las dilapidaciones del tesoro público”. En cuanto a la salida del país de Monagas, el titular de la cartera de Relaciones Exteriores informó acerca de la decisión adoptada por la Convención para que se cumpliera con la promesa del 26 de marzo, siempre y cuando se hubieran retirado de los puertos los buques de guerra ingleses y franceses, ya que tal medida no podría ejecutarse bajo el imperio de la fuerza (Ibídem). Al parecer la respuesta oficial no satisfizo a Bingham y Lévraud, quienes el 11 de agosto se trasladaron precipitadamente a La Guaira, donde estaban anclados los barcos pertenecientes a las escuadras británica y francesa. Inmediatamente comenzaron las hostilidades, resultando apresadas cuatro goletas y un bergantín nacionales (El Foro: 13.08.1858). Una vez más, las potencias extranjeras estaban recurriendo a la vieja práctica de utilizar la violencia contra las naciones débiles. En El Foro se afirmaba que Bingham y Lévraud “no representan únicamente a la Inglaterra y la Francia, sino, que bajo falsos pretextos diplomáticos, hacen servir el poder de esas naciones, a la ignominiosa causa de los Monagas” (Ibídem). A juicio de José Santiago Rodríguez, los funcionarios 89 extranjeros estaban actuando por su cuenta, sin contar con el apoyo de sus respectivos gobiernos, opinión que coincide con las anteriores aseveraciones (Rodríguez, J. S., 1976: 155). Lo cierto es que algunos personajes, como es el caso de Giuseppi, tenían estrechas vinculaciones económicas con los ingleses, y lo mismo se decía del ex secretario Jacinto Gutiérrez. Algunos de los aspectos señalados nos permiten inferir que este bloqueo, que por primera vez no se realizó en los últimos años como medio de presión para satisfacer reclamaciones económicas, estaba vinculado a los intereses particulares de Bingham y Lévraud en connivencia con algunos representantes del monaguismo. Una apreciación semejante fue planteada en el periódico El Foro, en cuyas columnas se señalaba que las demandas extranjeras ya no se limitaban al salvoconducto para Monagas, sino que pretendían evitar que se sustanciara el “juicio criminal” que se estaba siguiendo contra Juan Giuseppi y Jacinto Gutiérrez (El Foro: 13.08.1858). En consecuencia, la insistencia en exigir la libertad de estos últimos reafirma la idea de que los diplomáticos estaban defendiendo ciertos negocios vinculados al gobierno de Monagas que podrían ser calificados de “turbios”. Al día siguiente de haberse iniciado el bloqueo extranjero contra Venezuela se reunieron los súbditos británicos residentes en Caracas. El acto fue presidido por Thomas Nevett y Thomas Mawdsley, ambos comerciantes de reconocida trayectoria en el país. Los concurrentes explicaron que no habían considerado prudente involucrarse en el conflicto mientras se efectuaban las negociaciones. Pero, una vez abiertas las hostilidades optaron por expresar su rechazo a tal medida y solicitar a Gran Bretaña que se limitara a exigir a Venezuela solamente “condiciones compatibles con sus leyes, y no aquellas que admitidas los forzarían a violarlas, sustrayendo por ejemplo personas sometidas a un juicio criminal”. Es evidente la alusión a Juan Giuseppi sobre quien pesaba una demanda por enriquecimiento ilícito (Ibídem). Las consecuencias del bloqueo fueron sumamente negativas para el comercio de la región central. Durante las hostilidades, quedaron paralizadas las transacciones mercantiles en La Guaira y Puerto Cabello, lo que ocasionó grandes pérdidas a comerciantes y hacendados. El conflicto internacional se solucionó finalmente el 27 de agosto mediante un convenio firmado por Mauricio Berrisbeitia, Carlos Soublette, Jefe de Operaciones de la Provincia de Caracas, y Federico Orme, funcionario diplomático de Gran Bretaña (El Foro: 31.08.1858). 90 En el acuerdo se estipulaba el cumplimiento del “Protocolo Urrutia” en lo concerniente a José Tadeo Monagas. Jacinto Gutiérrez sería restituido a la Legación de Francia, hasta tanto fuera solicitada su comparecencia ante las autoridades venezolanas para responder a las acusaciones presentadas en su contra. Con respecto a Juan Giuseppi se estableció que si los cargos existentes contra él “no permitiesen ponerlo en libertad, se seguirá su juicio por los tribunales competentes en el menor término posible”. A partir de la vigencia del convenio cesarían las hostilidades, las fuerzas navales serían retiradas de las costas venezolanas y se restablecería la “buena inteligencia entre las tres Naciones” (Ibídem). Monagas obtuvo autorización para salir del país el día 31 de agosto, concluyendo así este conflicto en el que estuvieron involucrados representantes de potencias extranjeras y varios miembros del gobierno depuesto. En breve tiempo, también Jacinto Gutiérrez fue embarcado para el extranjero. Entre tanto, Giuseppi continuó preso hasta marzo de 1859, y como consecuencia de las presiones del Encargado de Negocios de Gran Bretaña fue puesto en libertad (Arcaya, P. M., 1964: 242-243). Esta afirmación ratifica la estrecha relación existente entre el representante inglés y el yerno de Monagas, quien fue absuelto a pesar de las múltiples acusaciones por actos de peculado que se habían presentado en su contra. El intrincado camino hacia la Guerra Federal El bloqueo anglo-francés se desarrolló paralelamente a los preparativos de la Guerra Federal en algunas islas del Caribe. La coyuntura fue aprovechada por la oposición liberal para asestar un golpe contra el gobierno mientras los extranjeros estaban bloqueando costas venezolanas. Sin embargo, los revolucionarios fueron descubiertos, siendo apresados y deportados muchos de sus promotores. Este era el caso de Antonio Guzmán Blanco, quien fue detenido en los sucesos de la asonada conocida como “Galipanada”. Es significativo que en setiembre de 1858 se haya celebrado en la isla de Martinica una reunión entre José Tadeo Monagas y Juan Crisóstomo Falcón, jefe del movimiento revolucionario, con el fin de establecer algunos acuerdos para la obtención de recursos. Resulta llamativo que dicha entrevista se realizara en territorio perteneciente a una de las naciones que había bloqueado costas venezolanas. Precisamente Pedro Manuel Arcaya destacó la extraña circunstancia 91 de que el general Falcón se hubiera refugiado en una posesión francesa de las Antillas, ya que aparentemente los revolucionarios contaban con las simpatías de Lévraud y Bingham, quienes además habían apoyado a Monagas tras su derrocamiento (Arcaya, P. M., 1964: 241-242). Al respecto es importante recordar que Monagas había impuesto durante su segunda presidencia un régimen centralista absolutamente contrario a los postulados del movimiento federal que se estaba organizando en las Antillas, comportándose sin embargo como aliado de los revolucionarios, a quienes suministraba auxilios económicos. Claro está, es necesario destacar también que tanto Falcón como Ezequiel Zamora fueron leales en todo momento al gobierno de Monagas, a pesar de las tendencias centralistas del ex presidente. Por tanto, resulta bastante complejo dilucidar el sentido profundo de las alianzas y compromisos políticos que condujeron a la Guerra Federal. Lo que parece más evidente es que los integrantes del movimiento revolucionario respondían a intereses bastante heterogéneos. Las desavenencias entre los principales jefes fueron claras desde el estallido de la guerra en febrero de 1859. La iniciativa fue tomada en Coro por Ezequiel Zamora quien se convirtió en la figura clave de la causa federal. Mientras tanto Falcón quedó al margen de la dirección de la contienda hasta el mes de julio tras su desembarco en Morón. A partir de este momento, se acentuaron las rivalidades entre ambas figuras en torno a la conducción de la guerra. El panorama se hace más confuso aún si tomamos en cuenta la conducta de José Tadeo Monagas, quien en nombre de un “auténtico federalismo” volvió a tomar el poder tras el triunfo de la denominada “Revolución Azul” en 1868, desplazando así a algunos de sus antiguos aliados políticos. Muchas interrogantes surgen de esta intrincada trama política, principalmente en cuanto al papel desempeñado por los representantes extranjeros, la aparente “protección” o “neutralidad” de ciertas naciones con relación a los revolucionarios venezolanos y la verdadera orientación de las alianzas y compromisos que sirvieron de base de sustentación al movimiento que protagonizó la Guerra Federal. REFERENCIAS I. Fuentes hemerográficas El Comercio. La Guaira, 1859. Diario de Avisos. Caracas, 1858-1859. 92 El Federalista. Caracas, 1858. El Foro. Caracas, 1858. El Grillo. Caracas. 1858. II. Fuentes bibliográficas ALVARADO, Lisandro, Historia de la Revolución Federal en Venezuela. Caracas, Ministerio de Educación, 1956. (Obras Completas, vol. 5). ARCAYA, Pedro Manuel, Historia de las reclamaciones contra Venezuela. Caracas, Pensamiento Vivo, 1964. BANKO, Catalina, Las luchas federalistas en Venezuela. Caracas, Monte AvilaCELARG, 1996. BRITO FIGUEROA, Federico, Tiempo de Ezequiel Zamora. 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VILLANUEVA, Laureano, Ezequiel Zamora. Barquisimeto, Editorial Nueva Segovia, 1955. ****** THE “URRUTIA PROTOCOL” AND THE ENGLISH AND FRENCH BLOCKADE AT THE DAWN OF THE FEDERAL WAR Catalina Banko Abstract: The signature of the “Urrutia Protocol” (1858) between the Venezuelan government and representatives of other nations supporting José Tadeo Monagas set the stage for serious diplomatic conflicts. As a result of such conflicts an English and French blockade was imposed so as to demand the release of Monagas and other former officials, who shared economic interests with the international representatives. Such event and the preparations for the federalist revolutionary movement took place simultaneously; its leaders apparently having the sympathies and support of international diplomats. These problems question the real orientation of political alliances at the dawn of the Federal War. Key words: Urrutia Protocol - Foreign blockade - Economic interests - Diplomacy - Federalism. ***** LE “PROTOCOLE URRUTIA” ET LE BLOCAGE ANGLO-FRANÇAIS À L’AUBE DE LA GUERRE FÉDÉRALE Catalina Banko Compte rendu: Le “Protocole Urrutia” (1858), établi entre le gouvernement vénézuélien et les représentants de plusieurs pays étrangers en vue de soutenir José Tadeo Monagas, a engendré de sérieux conflits diplomatiques, tels que le blocage anglo-français. Par le biais du blocage, les Anglais et les Français exigeaient la libération de Monagas et d’autres anciens fonctionnaires liés aux représentants étrangers par des intérêts économiques. Cet événement est survenu parallèlement à la préparation du mouvement révolutionnaire fédéraliste, dont les dirigeants avaient le soutien des diplomates étrangers. De ces problèmes il ressort des questions sur la véritable orientation des alliances politiques à l’aube de la Guerre Fédérale. 94 Mots clés: “Protocole Urrutia” - Blocage étranger - Intérêts économiques - Diplomatie Fédéralisme. ***** O “PROTOCOLO URRUTIA” E O BLOQUEIO ANGLO-FRANCÊS NOS PREPARATIVOS DA GUERRA FEDERAL Catalina Banko Resumo: A assinatura do ´´Protocolo Urrutia´´ (1858) entre o governo venezuelano e os representantes de várias nações estrangeiras, como apóio a José Tadeo Monagas, foi o começo de profundos conflitos diplomáticos. Estes factos resultaram no bloqueio anglofrancês, para exigir a liberação de Monagas e de outros ex–funcionários, vinculados por interesses econômicos aos representantes estrangeiros. Este incidente foi paralelo aos preparativos do movimento revolucionário federalista, cujos líderes aparentemente tinham contado com a simpatia e o apóio dos diplomatas estrangeiros. Estes problemas fazem surgir interrogantes sobre a verdadeira orientação das alianzas políticas nos preparativosda Guerra Federal. Palavras chave: Protocolo Urrutia - Bloqueio estrangeiro - Interesses econômicos - Diplomacia Federalismo. ***** 95 Tabla de contenido UN FISIÓLOGO MEXICANO Y SU “MONTAÑA MÁGICA”* Ana Cecilia Rodríguez de Romo Resumen Este trabajo se refiere a la investigación en fisiología de las alturas, que se realizó en México durante la segunda mitad del siglo XIX. El médico mexicano Daniel Vergara Lope desarrolló una intensa labor experimental para probar que los pobladores del altiplano mexicano no eran inferiores por respirar un aire con menor cantidad de oxígeno. En su investigación fueron determinantes el profundo sentimiento nacionalista de esa época y el concepto de ciencia que tenía el Presidente Porfirio Díaz. El trabajo del investigador mexicano puede ser tomado como modelo de la manera como los factores personales, sociales y políticos, determinan el desarrollo científico de un país. Palabras clave: México, fisiología de las alturas, investigación científica, siglo XIX, Daniel Vergara Lope. ****** Introducción ¿Existe una tradición científica en los países en vías de desarrollo?, si en esas naciones se hace ciencia, ¿es también ciencia de “tercer mundo”?. De una forma u otra, estas preguntas flotan en la mente de esos países, influyendo indirectamente en la autoestima de su pueblo. Por otro lado, independientemente del nivel de desarrollo de un país, su labor científica muestra la interdependencia del factor humano y el social, es * Esta investigación ha sido apoyada por la Dirección General de Asuntos del Personal Académico DGAPA-IN402996,UNAM. Resultados parciales de esta investigación se presentaron en el I Congreso Internacional de Historia de la Medicina Hispanoamericana, Valencia, Venezuela, 14-16 octubre 1998. 97 decir, el trabajo de las comunidades científicas, refleja el momento histórico que les tocó vivir. Aunque en los últimos tiempos la disputa entre internalistas y externalistas ha ocupado a los historiadores de la ciencia, es claro que ambas posturas son mutuamente complementarias. Volver los ojos al pasado mexicano y asomarse a la vida del fisiólogo Daniel Vergara Lope y su esfuerzo por entender la fisiología humana en la altura, pueden brindar posibles respuestas a las interrogantes con las que inicia este ensayo y además demostrar que los científicos dependen de su contexto de modo importante. La vida Al evocar la figura del médico mexicano, es difícil decidir cual aspecto resaltar. Su obra científica en Fisiología de las Alturas, su papel importante en la creación de instituciones de enseñanza e investigación en fisiología, las cartas de sus últimos años que tan vívidamente muestran su romántica visión de la docencia y la ciencia fisiológica; o solamente su vida personal, que por lo trágica y azarosa, bien pudiera ser tomada como argumento de telenovela. Aquí mostraré una visión integral de Daniel Vergara Lope a través de su vida y de su obra. En una primera parte se abordará muy brevemente su vida y después se hará un somero relato de su labor en la Fisiología de las Alturas. La investigación acerca de su desempeño científico y profesional es relativamente sencilla, ya que publicó abundantemente y en las mejores revistas de su época. Su vida personal es difícil de delinear porque nunca menciona aspectos familiares o particulares. Lo que se apunta aquí son inferencias producto de la lectura de algunas fuentes documentales y de escasos testimonios familiares. Me parece que aunque aparentaban éxito, tanto su vida profesional como personal fueron desafortunadas, tantas circunstancias fortuitas desagradables le sucedieron, que no puede menos que cuestionarse si en realidad existe la mala suerte. Daniel Vergara Lope nació en 1865 en la provincia de Hidalgo y murió en la ciudad de México en 1938. Es significativo decir que su abuelo fue licenciado, su padre ingeniero y él mismo médico; una familia de profesionales a mediados de siglo pasado no era usual. 98 Siendo estudiante de medicina, pasaba por la plaza principal de la capital cuando había una manifestación contra el dictador Porfirio Díaz, el joven Vergara Lope fue encarcelado y expulsado de la Universidad, lo que le causó perder medio año y tener que dirigirse personalmente al Presidente Díaz para poder ser readmitido en la Escuela de Medicina. No se distinguió por ser adulador, conciliador y oportunista, a pesar de su inteligencia y dedicación obsesiva al laboratorio, no pasó de ayudante y demostrador y nunca se insertó de manera firme en la élite político-científica del Porfiriato. Después de 30 años al frente del Instituto Médico Nacional, principal centro científico del país al finalizar el siglo XIX, su director murió. El nuevo dirigente colocó como jefe de la Tercera Sección de Fisiología a una persona que sin ser inepta, no tenía la experiencia de Daniel Vergara Lope en la experimentación fisiológica. La situación se hizo crítica cuando tuvo que realizar sin el justo crédito, el trabajo que el nuevo jefe no sabía hacer. Vergara Lope protestó ante el entonces Secretario de Educación Pública y Bellas Artes. El responsable fue removido de su cargo y Daniel Vergara Lope colocado como jefe de la Tercera Sección de Fisiología. La protesta fue una clara cruz en su expediente. Desgraciadamente poco después el Instituto desaparecería por orden del presidente en turno. En una ocasión atendió como médico a una nuera del usurpador Victoriano Huerta, éste en recompensa, lo hizo diputado sin imaginar que le causaba un problema. Cuando en 1915 el usurpador cayó, Daniel Vergara Lope fue despedido de la Escuela de Medicina y proscrito socialmente. Tuvo que abandonar la ciudad de México y cambiar su domicilio a Cuernavaca, a 100 kilómetros de la capital, donde volvió los ojos a la clínica. El gran científico, finalmente también era hombre. Ya viejo y con buena posición económica, perdió a su esposa por una joven paciente con quien después formalizó su relación. Desafortunadamente ésta murió y la familia de ella lo despojó de sus bienes y también de su razón. Viejo, enfermo del cuerpo y la mente, sin dinero, regresó a la ciudad de México, donde al cuidado de familiares falleció en 1938 a la edad de 73 años. La obra, antecedentes En relación al aspecto científico-profesional, entre 1890 y 1930, Daniel Vergara Lope publicó tres libros y 40 trabajos que se refieren a diversos temas, 99 todos relacionados con la Fisiología de las Alturas. De ellos, quizá los más importantes son los siguientes libros; 1) su tesis para graduarse de médico que publicó en 1890, 2) un libro que apareció en 1893 y 3) otra obra monumental de 800 páginas publicada en 1899 y que en 1895 ganó la medalla Hodgkins del concurso sobre Fisiología de las Alturas, organizado por el Instituto Smithsoniano de Washington. Para entender la investigación en Fisiología de las Alturas al finalizar el siglo XIX, es necesario tener una idea general del momento histórico que México vivía entonces. El siglo XIX fue de particular importancia en la construcción de un país independiente y moderno. La Independencia de España se consumó en 1821 y para la década de 1870 las invasiones francesa y norteamericana ya habían pasado. A pesar de casi cuatro siglos de existir, México era todavía muy joven como nación y su identidad no era clara en lo político, en lo social e incluso ni en lo biológico. La mayoría de la población era indígena, había una proporción importante de mestizos y la minoría eran extranjeros, sobre todo europeos. En 1880 Porfirio Díaz subió a la presidencia, gobierno que se prolongó hasta 1910 cuando fue derrocado con la Revolución Mexicana. Con la dictadura de Porfirio Díaz el país desarrolló los problemas típicos de los regímenes totalitarios, pero también hubo un período de paz que permitió el florecimiento de las ciencias y las artes, actividades muy difíciles de realizar en un continuo estado de guerra. Porfirio Díaz era admirador de la cultura francesa y estaba convencido de dos ideas: la utilidad de la ciencia y la necesidad de crear una identidad nacional. Así que apoyó a la ciencia creyendo firmemente en el Positivismo francés; el abordaje de la fisiología de las altitudes satisfacía los dos puntos de su proyecto de nación. De acuerdo al Presidente Díaz, los países que hacían ciencia eran desarrollados y el conocimiento de la fisiología del cuerpo mexicano participaría en la construcción de una identidad médica para México. La élite médica tuvo un peso muy importante en el Porfiriato. Los principales grupos científicos-políticos con poder en el país estaban fundamentalmente constituidos por médicos, pero los médicos de entonces tenían una posición ambigua hacia la medicina experimental, por un lado pensaban que el arte médico no podía ser sometido a las reglas del método científico, pero por otro, estaban convencidos de que la experimentación era la única manera de 100 conocer las funciones básicas del organismo y así de modo indirecto, validar la aplicación social de la medicina. Con estas ideas en mente, es necesario señalar que el proyecto de nación del Presidente Díaz, daba un gran peso al concepto de higiene nacional entendida en el sentido de lo moral. Bajo esta perspectiva, la investigación en fisiología experimental, sólo tenía sentido dentro del proyecto político que identificó con la ciencia, los conceptos de identidad nacional y progreso. Ante una nación desordenada por la enfermedad y la conflictiva racial, el saber médico ofrecía la solución. En el contexto imperialista de la ciencia francesa, el médico Denis Jourdanet fue a México con la Comisión Científica Franco-Mexicana. Los objetivos de la Comisión eran múltiples, uno de ellos era conocer de que manera la altitud y la diversidad geográfica, afectaban anatómica y fisiológicamente a los individuos. Los resultados de esas investigaciones enriquecieron la colección de la Sociedad Antropológica de París y además, un año antes de la intervención francesa, Jourdanet publicó Les altitudes de la Amerique Tropicale (1861). En el estilo del relato del viajero, el francés expone sus impresiones sobre la influencia de la altitud en la vida de los habitantes del Anáhuac. Una de las conclusiones más importantes del libro era la teoría de la Anoxihemia Barométrica. Para la época y el momento mexicano, la teoría del francés Jourdanet resultaba sumamente desestabilizante. Denis Jourdanet decía que debido a la baja presión (585 mm de Hg) y elevada altura, (2277 m), sus habitantes respiraban un aire enrarecido con menor concentración de oxígeno, lo que era causa de anemia cerebral. Su hipótesis establecía que a menor presión atmosférica, mayor predisposición patológica de los individuos que respiraban esos aires empobrecidos, así, las consecuencias más importantes de esa relación entre presión y patología eran higiénicas. Textualmente Jourdanet afirma: La sangre, empobrecida de oxígeno, no estimula más que imperfectamente el sistema nervioso, cuyas funciones se ejercitan sin energía, causando apatía física y el abatimiento moral de las altitudes. El carácter se agría o ablanda, el pensamiento es un trabajo, el juicio es el resultado de una apreciación injusta (Vergara Lope 1890: 18-19). Por lo tanto, se requería poner especial atención a la influencia en la medicina, de habitar en las alturas. Especialmente se necesitaba analizar como se afectaba el carácter y en general, las posibilidades de civilización y evolución moral. 101 Pero según el médico francés, no todos padecían la altura del mismo modo; los indios eran los que más sufrían la anoxihemia a nivel intelectual y desarrollaban mejor el trabajo físico, los mestizos estaban perdidos en los dos sentidos y los españoles conservaban la máxima capacidad intelectual. Por otro lado, había quien pensaba, que en los habitantes de las altitudes existía un fenómeno llamado de “aclimatación”, que permitía compensar el déficit de oxígeno captado en la respiración. Aquí hay que apuntar que la ciencia actual permite saber que existe un complejo fenómeno de adaptación que permite la vida normal a grandes alturas. En conclusión, a mediados del siglo pasado, la Fisiología de las Alturas vivía dos posturas irreconciliables. O bien se consideraba que se trataba de una respiración defectuosa que conducía al envilecimiento de las razas autóctonas, o bien se aceptaba un fenómeno de “aclimatación” que podía compensar el déficit de oxígeno. La solución que se le diera a estas posturas médicas en conflicto, afectaría lo que se pensara sobre la higiene y la civilización en las regiones altas del mundo. Primeros pasos Así las cosas, desde estudiante de medicina, el joven Daniel Vergara Lope intuyó la importancia de resolver este reto. Frente al ideal de normalidad europeo a nivel del mar y concentración estándar de oxígeno, había que oponer la normalidad mexicana a gran altura y oxígeno bajo. El problema no podía tener una solución fisiológica cualquiera, de ello dependía la normalidad de la sociedad de las alturas. Desde el principio, su investigación buscó encontrar la razón más convincente para refutar la teoría de Jourdanet y la respuesta a las preguntas de la fisiología respiratoria de su tiempo. Según Vergara Lope, si se guiaba por la objetividad científica, era posible terminar con las interpretaciones erróneas de la fisiología francesa, que carecían de rigor científico y estaban plagadas de prejuicios sobre la fisiología de las alturas. Lo primero que encontró Daniel Vergara Lope, fue que Jourdanet no se había ocupado seriamente de medir a los mexicanos y había usado las medidas francesas como si fueran las universales. Durante muchos años, el fisiólogo mexicano se dedicó a medir la amplitud del tórax de los mexicanos, la talla, el 102 peso, la capacidad respiratoria y cardíaca, el volumen de aire y del oxígeno inspirado, la frecuencia cardíaca, la frecuencia respiratoria, la tensión arterial, los glóbulos rojos, los fenómenos químicos de los gases. Todas estas eran variables medidas, y por lo tanto, sujetas a investigación científica. En uno de sus libros, el mexicano escribió: ¿Buscó Jourdanet la amplitud del tórax en los mexicanos? ¿midió que cantidad de aire penetra en cada inspiración? Creo que no, por nada se que haya hecho una sola experiencia neumatométrica. ¿Observó la cifra que representaba la frecuencia por minuto de los movimientos respiratorios y circulatorios? Si hubiera observado en este sentido, no dijera tal cosa (Vergara Lope, 1890: 22-23). Daniel Vergara Lope aceptó que existiera anemia en México, pero no por anoxihemia barométrica. La anemia podía ser de múltiples causas, principalmente tuberculosis, paludismo y mala higiene. Esta última según él, se debía a la aglomeración en la ciudad, mala alimentación, pobres salarios y alcoholismo. Era cierto que la anemia entre los indios podía ser mayor, pero no por la altura, sino por las pobres condiciones de vida que no les permitían alimentarse adecuadamente. Respecto a la tuberculosis, Vergara Lope dice que si bien es causa de anemia, la altura la contrarresta en lugar de fomentarla. La Ley de la Compensación En conclusión, la teoría de la anoxihemia era falsa y esa falsedad se podía resumir en lo que él llamó la Ley de la Compensación. Para fines prácticos, la ley se simplifica diciendo que a mayor altura y por lo tanto a menor presión, el número de respiraciones aumenta en dos o tres por minuto. La rarefacción de las alturas, quedaría compensada con un aumento del número de respiraciones proporcional a la altura. El aumento de la profundidad no era obligado, pero podía darse en determinadas circunstancias. De este modo, era posible recuperar la cantidad de oxígeno en que tanto insistía el médico francés. La rarefacción del aire en las alturas, quedaría compensada con un aumento proporcional de respiraciones y pulsaciones. La herencia y la aclimatación temprana, junto con el trabajo físico despertaban ese proceso. Para el doctor Vergara Lope había una regla fisiológica; un órgano se desarrolla en proporción directa al trabajo físico que se le impone, la teoría de la anoxihemia de las alturas era totalmente incorrecta, él lo había probado por la experimentación, 103 único medio de negar la degeneración o la patología por efecto de la altitud. De acuerdo a sus estudios, existía un sujeto mexicano que no estaba condenado por su situación geográfica o climatológica, según él, la fisiología experimental había aportado conclusiones precisas. Apunta Vergara Lope que los europeos que llegan a México, pueden experimentar transitoriamente fatiga respiratoria, sequedad de boca y garganta, laxitud, cefalea, lipotimias, y anorexia, sin embargo, pronto vuelven a la normalidad y el clima les parece benigno, grato y a veces están mejor que en sus países de origen. Según Vergara, los fenómenos fisiológicos se rigen por el principio universal de la compensación entre los excesos y las carencias. De este modo se mantiene el equilibrio. Él pensaba que la diferencia entre lo patológico y lo normal era cuestión de grado y no se trataba de diferentes estados de la naturaleza. Por eso, los organismos siempre buscaban el punto medio que elimine lo que sobre y restituya lo que falta. Esta idea no es nueva, de hecho este principio de equilibrio bajo diferentes abordajes, explicó el binomio saludenfermedad durante muchos siglos. La fisiología de los fenómenos era un trabajo de proporcionalidad. De acuerdo al fisiólogo mexicano, ese era el caso de la respiración. El sistema respiratorio sufría modificaciones a causa de la altitud, pero estas modificaciones siempre eran proporcionales a la conservación del equilibrio funcional lo que además se detectaba con los aparatos. El mismo decía que una de las modificaciones que había visto en el trazo del plastimógrafo, lo impulsaba a creer que todo tiene su compensación, demostrando cada vez más que la sabia naturaleza busca la estabilidad y el equilibrio. Para conocer ese principio biológico de geometría o equilibrio innato, había que medirlo. Razón por la que Daniel Vergara Lope usó una gran variedad de instrumentos en su investigación, variedad que a veces se antoja fantasiosa: ortodiógrafo, toracógrafo, cirtómetro, hemodomógrafo. Algunas eran adaptaciones suyas de la versión francesa como el caso del cardiógrafo, otras eran de su propia invención como el toracómetro. A veces Vergara advertía que a la hora de hacer las mediciones de un mismo parámetro, se obtenían diferentes resultados, de paciente a paciente. Este problema, que él llamó de la variabilidad de los fenómenos biológicos, no era un impedimento para la investigación, pues estaba consciente de que en 104 medicina, cada individuo es único. Solamente se necesitaba demostrar que también había otras variaciones destinadas a preservar el equilibrio funcional de las razas. De hecho, la variación perdía su valor ya que las diferencias eran poblacionales y no individuales. Esto se verificaba con los promedios, lo que ofrecía la posibilidad de hacer estándares comparables. La fisiología requería encontrar un criterio que justificara esas diferencias funcionales y Vergara Lope concluyó que ese criterio podía ser matemático, que mejor que los números para definir al hombre promedio mexicano que estaba buscando. Su obra está llena de proporciones, gráficas y demostraciones aritméticas. En un principio, el experimentalista mexicano se dedicó más a la fisiología experimental, después se abocó a la antropometría. El objetivo y el método siempre fueron los mismos: validar la raza mexicana desde el punto de vista científico y usando el método experimental. Sus ideas antropométricas también tuvieron una interpretación científica. Así los promedios fisiológicos se traducían también en modificaciones anatómicas; por ejemplo, había una mayor amplitud de las medidas del pecho a expensas del crecimiento del esternón y la clavícula, con objeto de aumentar la capacidad respiratoria y por lo tanto la capacidad vital. Estas variaciones antropométricas que ya Jourdanet había señalado, también estaban sometidas a la Ley de la Proporcionalidad. A nivel anatómico, los mexicanos tenían medidas casi iguales a las de los franceses, pero ni el francés era superior al mexicano, ni el indio al mestizo como había dicho Jourdanet. Todos estaban sujetos a las mismas leyes. Así pues, la antropometría también daba una respuesta complementaria apoyando su Ley de la Compensación. La poliglobulia Hasta aquí me he referido a los estudios fisiológicos y antropológicos que hizo Daniel Vergara Lope para probar la falsedad de la teoría de la anoxihemia. Un aspecto que no desarrolló inmediatamente y que también formaba parte de su fenómeno de compensación, fue lo que llamó la “poliglobulia de las alturas”, en un principio dijo que otra respuesta a la altura era la mayor formación de glóbulos rojos para transportar más oxígeno. Después afirmaría que la poliglobulia no se debía a un aumento en la producción de glóbulos rojos, sino a la disminución de agua en la sangre lo que la hacia más 105 espesa. La poliglobulia a su vez, era causa de aumento de hemoglobina y por lo tanto de la capacidad respiratoria de la sangre . Teórica, experimental y estadísticamente, el doctor Daniel Vergada Lope, había demostrado la normalidad de los mexicanos, además, la ciencia le permitía afirmar con todo el orgullo del mestizo mexicano, que el Valle de México no solamente no era mórbido, sino que era una especie de Montaña Mágica, excelente para la curación de males respiratorios, las tuberculosis principalmente. Según Vergara Lope, la luz y la temperatura del Altiplano afectaban al bacilo tuberculoso. La teoría de la anoxihemia ya se había probado falsa, ahora había que afirmar la bondad de las altitudes. Nuestros hermosísimos crepúsculos, con sus mil y mil brillantes tintas, la irradiación extraordinaria de la luz que derrama a torrentes llenándolo todo con una claridad deslumbradora cuando el sol ocupa la mitad de su carrera. El brillo límpido de la luna y demás astros de nuestras noches claras. La capa atmosférica que atraviesan los rayos luminosos del sol es poco densa, generalmente poco cargada de polvos y vapores, ofreciendo por tanto, un grado de transparencia excepcional respecto a todos aquellos puntos donde se han hecho estudios de climatología (Vergara Lope, 1893: 64). ¡Qué lejos estaba el orgulloso mexicano de imaginar en lo que se convertiría el Valle de México! Ultimas reflexiones a manera de conclusión Los trabajos de Daniel Vergara en la Fisiología de las Alturas en México, no solamente son importantes desde el punto de vista del avance médico o las implicaciones sociales, hay que ubicarlos en el contexto del sistema político mexicano a finales del siglo pasado. La ciencia médica del Porfiriato tenía un fuerte tinte moral y político, y aunque entonces Vergara Lope demostró que el mexicano no era anormal por vivir en un medio geográfico diferente, sólo tenía sentido si eran vista a través de una mirada higiénica y moral. Ante todo había que responder si había patología propiamente mexicana y si las enfermedades en México tenían un curso diferente a las reportadas en Europa. Era necesario encontrar la medida normal del mexicano y así poder establecer criterios propios de curación de toda la nación, curación que no era sólo física, también higiénica en el sentido de lo moral. 106 En relación a la posición de Daniel Vergara Lope frente a su propia ciencia, hay que decir que el fisiólogo mexicano mitificó su propia labor experimental, fue víctima de sus propias investigaciones y siempre estuvo convencido de su verdad. Hasta el final defendió sus ideas, ya no consideradas tan válidas en su propio tiempo. El número aumentado de respiraciones, la poliglobulia, los baños de aire enrarecido y las inyecciones de oxígeno, después probadas falsas, no eran la respuesta realmente científica, pero como todos los mitos, tuvieron algo de verdad, al grado que cimentaron la fisiología mexicana. Las creaciones científicas de Daniel Vergara Lope terminaron por atraparlo y acabó obsesionado con aquello que su época y su tiempo le exigían, una fisiología que reivindicara científicamente a la raza mexicana y a su Montaña Mágica. La obra de Daniel Vergara Lope claramente resume la modernización de la medicina mexicana: al mismo tiempo que integró la fisiología al uso de instrumentos, de las matemáticas, de los laboratorios no sólo de investigación también de enseñanza, desvirtuó en su favor la falsa teoría de la anoxihemia, para afirmar la normalidad del mexicano de las alturas, su perfil antropométrico y racial. ¿Existe una ciencia latino-americana y además es periférica? La compleja respuesta está en el análisis profundo de nuestra historia, antropología, idiosincrasia e incluso economía. En el caso que me ocupa, el fisiólogo mexicano hizo ciencia en el más estricto marco metodológico y su investigación fue original porque se adecuó a la circunstancia social y científica del México de finales del siglo XIX, pero quizá en su propio país estuvo la causa de su anonimato personal y científico. A mi modo de ver, los países con tradición científica arraigada, tiene una forma “científica” de concebir al mundo, lo que se traduce en apoyo político, económico y de la misma sociedad para entender y hacer a la ciencia. En el México Porfiriano, la ciencia era una moda, un escalón para alcanzar un estatus. Ni el gobierno y mucho menos el pueblo, tenía una genuina inclinación científica. El sistema apoyó aquellas líneas de investigación que de modo inmediato satisfacían su proyecto de nación, no había un plan científico a largo plazo. Además, desde entonces la continuidad ha dependido más de la amistad que de la capacidad. Con los cambios políticos, desaparecieron los laboratorios de fisiología y se fue así el esfuerzo institucional y personal de años. Aunque el doctor Daniel Vergara Lope era muy capaz profesionalmente, no tenía la 107 personalidad que a veces se requiere para tener puestos de poder y hacerse la vida más fácil. La ciencia en los países en vías de desarrollo no puede ser calificada con la misma escala que la ciencia de “primer mundo”, más que periférica, debía ser considerada paralela. Las circunstancias son diferentes. La Fisiología de las Alturas de Daniel Vergara Lope es parte importante de la historia y las ciencias mexicanas, es la pequeña verdad del mito de la “Montaña Mágica”. Bibliografía Archivo General de la Nación, Fondo Instrucción Pública y Bellas Artes, Instituto Médico Nacional. HERRERA ALFONSO, L. y VERGARA LOPE, Daniel (1899). La vie sur les Hauts Plateaux. Influence de la Pression Barometrique sur la Constitution et le Devélopemment des Etres Organisés. México, Imprimerie Y. Escalante. JOURDANEt, Denis (1861). Les Altitudes de l’Amerique Tropicale comparée au niveau des mers au point de vue de la constitution médicale. Paris, Bailliere et. RODRÍGUEZ DE ROMO, A. C (1997). “Fisiología Mexicana en el Siglo XIX: la investigación”. Asclepio. (1998) 49,133-145. RODRÍGUEZ DE ROMO, A. C. y Cházaro García L. (1998) Daniel Vergara Lope: ciencia y adversidad en la Montaña Mágica, premio “Vidas para Leerlas”, FONCA, CONACULTA. VERGARA LOPE, Daniel (1890). Refutación Teórica y Experimental de la Teoría de la Anoxihemia del Doctor Jourdanet. México, Oficina Tipográfica, de la Secretaría de Fomento. VERGARA LOPE, Daniel (1893). La Anoxihemia Barométrica. Medios Fisiológicos y Mesológicos que ayudan al hombre a contrarrestar la acción de la atmósfera rarificada de las altitudes. México, Oficina Tipográfica de la Secretaría de Fomento. ****** A MEXICAN PHYSIOLOGIST AND HIS “MAGIC MOUNTAIN” Ana Cecilia Rodríguez de Romo Abstract: The present article deals with the research on physiology of heights, carried out in Mexico during the second half of the XIX century. The Mexican physician Daniel Vergara Lope developed an intense experimental work so as to prove that the low 108 oxygen air breathed by the inhabitants of the Mexican plateaux did not made them inferior. The deep nationalism of that time and President Porfirio Diaz’s concept of science were of the essence for his research. The work of this Mexican researcher can be taken as an example of the important role of personal, social and political factors in the scientific development of a country. Key words: Mexico - Physiology of Heights - Scientific research - XIX Century - Daniel Vergara Lope. ***** UN PHYSIOLOGISTE MEXICAIN ET SA “MONTAGNE MAGIQUE” Ana Cecilia Rodríguez de Romo Compte rendu: L’étude porte sur la recherche en physiologie des habitants des hautes régions, faite au Mexique durant la deuxième moitié du XIXe siècle. Le médecin mexicain Daniel Vergara Lope a entrepris de nombreuses recherches afin de prouver que les habitants des hauts plateaux mexicains n’étaient pas inférieurs à cause de l’air à moindre teneur d’oxygène qu’ils y respiraient. Deux facteurs ont été considérés d’une valeur inestimable pour cette recherche: le grand sentiment nationaliste de l’époque et le concept de science qu’avait le Président Porfirio Díaz. Le travail du chercheur mexicain témoigne de l’influence des facteurs personnels, sociaux et politiques sur le développement scientifique d’un pays. Mots clés: Mexique - Physiologie des habitants des hautes régions - Recherche scientifique XIXe siècle - Daniel Vergara Lope. ***** UM FISIÓLOGO MEXICANO E SUA “MONTANHA MÁGICA” Ana Cecilia Rodríguez de Romo Resumo: A presente obra faz referência às pesquisas em fisiologia das alturas, realizadas no México durante a segunda metade do século XIX. O doutor mexicano Daniel Vergara Lope desenvolveu um intenso trabalho experimental para demonstrar que os povoadores do planalto mexicano não eram inferiores por respirar ar com menores quantidades de oxigênio. O profundo sentimento nacionalista dessa época e o conceito de ciência do 109 Presidente Porfírio Díaz, foram fatores determinantes na sua investigação. O trabalho do Dr. Vergara Lope pode ser tomado como exemplo para provar como os fatores pessoais, os sociais e os políticos, determinam o desenvolvimento científico de um país. Palavras chave: México - Fisiologia das alturas - Investigação científica - Século XIX - Daniel Vergara Lope. ***** 110 Tabla de contenido AUGUSTO PINAUD. RETRATO DE JUVENTUD Jesús Saturno Canelón Facultad de Odontología, UCV Resumen: El dentista Augusto Pinaud nació en Guasipati (Estado Bolívar) en 1874, y murió en Caracas en 1961. Durante su juventud, ayudó a su padre, quien se desempeñaba como Cónsul de Venezuela en Demerara, Guayana Británica. Después de su regreso a Venezuela, se distinguió como filántropo: desde 1918 fue directivo de la institución benéfica La Gota de Leche, y en 1928 fue uno de los refundadores de la Cruz Roja Venezolana, en la que también ocupó posiciones directivas. La presente indagación parte de un curriculum vitae comentado impreso en una publicación de la Cruz Roja posterior a su muerte, en el cual se destacan sus numerosas actividades filantrópicas (1918-1961) pero se minimizan datos sobre sus cuatro décadas previas y, en particular, sobre su pasantía por el consulado venezolano en Demerara, para la cual nos fue muy útil el extraordinario archivo de nuestra Cancillería. Palabras claves: Venezuela - Cruz Roja - Augusto Pinaud - Dentista. ****** El vocablo latino curriculum vitae significa curso de la vida. Un diccionario lo describe como “Conjunto de datos relativos al estado civil, la situación y el historial profesional de un candidato”, y una vieja enciclopedia le asigna el sinónimo de biografía, sin dudas, bastante exagerado. En efecto, visto desde los actuales territorios de Clío, el solo ajuar de ropa planchada constituido por la suma de credenciales y otros logros, y la paralela omisión de datos menos relevantes o inconvenientes que suelen caracterizar a un curriculum vitae, difícilmente encajaría en el género histórico 111 de la biografía, la cual –según Leon Halkin– debe estudiar, junto al individuo, a su época y su medio. Según él, “la biografía es el relato de un personaje que lleva los vestidos de su tiempo, y que se destaca sobre un fondo que es su tiempo mismo” (Halkin, L., 1968: 67-69). Aunque breve, creo que esa comparación entre ambos conceptos me da suficiente soporte para entrar en la materia del presente trabajo, el cual realiza un viaje desde lo que alguna vez debió ser el curriculum vitae de un hombre bueno, hasta el primer esbozo de su biografía, esbozo que luego debí adecuar a los límites espaciales de un portentoso diccionario. A finales de 1993 recibí el encargo de escribir, en una cuartilla, la biografía del odontólogo Augusto Pinaud, para la segunda edición del Diccionario de Historia de Venezuela, la hermosa iniciativa de la Fundación Polar. En la década de 1950 yo había escuchado elogiosos conceptos sobre la bonhomía y laboriosidad del doctor Pinaud, de boca de varios compañeros de mi promoción que trabajaban con él en el Servicio Odontológico de la Cruz Roja. Fue uno de ellos –el Dr. Jesús Romero Guzmán– quien me proporcionó la primera bibliografía sobre el personaje, proveniente de dicha institución. Antes de recibir ese material, lo único que yo había averiguado era la fecha del grado de Augusto (1902) y la existencia de otro Pinaud dentista: su padre Ernesto, graduado en 1884 (Febres-Cordero, F., 1967: Tomo I). Munido de tan escasos datos comencé a estudiar la información de la Cruz Roja. 2 Algo que pensé me facilitaría el trabajo fue una nota con el título de “Augusto Pinaud” que, a manera de curriculum vitae comentado, había sido publicada en 1963, dos años después de su muerte (1863.1963. Orientaciones sobre la Cruz Roja Venezolana, 1963). Sin embargo, la cosa no resultó tan sencilla. En efecto, aunque no fuera esa la intención de su autor, dicho texto parece dividir la vida de nuestro biografiado en dos etapas netamente diferenciadas por su metodología: mientras la primera apenas anota una fecha y navega en la imprecisión, la segunda inscribe nueve referencias temporales y abunda en datos concretos. En todo caso, según dicha nota, los dos períodos socialmente importantes de la vida de Augusto Pinaud serían: uno desarrollado en Demerara 112 (Guayana Británica) durante un lapso no precisado, y el otro en Caracas, entre 1918 y 1961, año de su muerte. Es este último el que mejor nos muestra el rasgo que marcó su vida: una honda sensibilidad social expresada en actividades a favor de los sectores más necesitados. Dentro de ese período, la nota registra datos precisos al respecto, así como sus bien ganados reconocimientos dentro de dos instituciones benéficas: la Gota de Leche y la Cruz Roja nacional e internacional. Allí se citan hechos como su búsqueda de recursos para enfrentar los estragos de la “gripe española” y la participación como miembro de la Junta Administradora de la Gota de Leche, en 1918; su condición de componente del equipo reorganizador de la Cruz Roja y portador de auxilios para los damnificados del terremoto de Cumaná, en 1928, y sus designaciones como Consejero Vitalicio de la Cruz Roja Venezolana en 1935, Presidente de la misma en 1937-38 y Director de la Cruz Roja Juvenil desde 1937, además de varios galardones latinoamericanos y nacionales en 1944, 1947 y 1952, así como designaciones con su nombre a una biblioteca en Upata, al ala derecha del Hospital “Carlos J. Bello” y a promociones de enfermeras e higienistas dentales. Vemos así como la acuciosidad que iluminó el recuento de quehaceres y logros de la segunda etapa, no alumbra el relato de la primera. En ésta hay notables vacíos y aparentes transposiciones que debí indagar a través de otras fuentes. 3 Para explicar mejor la necesidad de esa búsqueda, copio de seguidas la breve descripción de la primera etapa contenida en la nota antes citada: Este ilustre venezolano nació en Guasipati, Estado Bolívar, el año 1874. Estudió Odontología en la Universidad Central de Venezuela y, después de graduado, ejerció esta profesión en Caracas y en Demerara (Guayana Británica) adonde lo llevó su designación como Adjunto al Consulado de Venezuela. Sus servicios diplomáticos fueron reconocidos por el Gobierno al concederle el Busto del Libertador en Cuarta Clase, por el minucioso examen de los archivos de la Colonia que aportó valiosos datos para la demarcación de los límites entre Venezuela y la Guayana Inglesa (Diccionario Biográfico de Venezuela, 1953). Obsérvese que, al contrario del detallado recuento de fechas de la segunda etapa, en ésta, la única que aparece es la del nacimiento, en 1874. Desde entonces hasta 1918, se omiten las de su graduación, de su nombramiento 113 diplomático, del lapso en ejercicio de ese cargo, de su condecoración y su regreso a Venezuela. Salvo el año del grado (1902) que conseguí previamente, había que buscar en otras fuentes para llenar esos vacíos y lograr que el personaje “aterrizara” en la época y medio de su juventud. El Diccionario Biográfico de Venezuela de 1953 apenas añadió el cargo de Secretario de Gobierno de Nueva Esparta, en 1937, y su breve pasantía como Presidente (Encargado) en dicho Estado. Además, precisó la fecha de su nacimiento (9 de octubre de 1874) y de sus funciones en la Gota de Leche (1917-1924), así como los nombres de sus padres (Ernesto Pinaud y Eleuteria Lezama de Pinaud) y de sus hijos: Federico y Margarita. Mejor suerte tuve en el Archivo de la Cancillería. Allí conseguí materiales muy importantes en dos legajos titulados Orden Busto del Libertador. (Años 1891-93) y Gran Bretaña. Correspondencia con los cónsules de Venezuela en Demerara (1890-1910). Con ellos pude percibir como la biografía juvenil de Augusto acompañó fielmente a la madurez de su padre, y no solo en el campo profesional. 4 Del primer legajo obtuve la fecha de su condecoración: había sido el 19 de abril de 1893 (Archivo M.R.E., I.G.G.B., Vol. XVIII, fs. 247-286). En el segundo pude leer 24 informes manuscritos; veinte firmados por Ernesto Pinaud (Cónsul a partir del quinto) y cuatro por su hijo (Archivo M.R.E., Gran Bretaña, C.C.V.D., Tomo XXII, 1890-1910: Vol. 63). El primero data del 18 de mayo de 1893, es decir, un mes después de la condecoración de Augusto. Las fechas anotadas hasta aquí (del nacimiento, la condecoración y el primer informe) me permitieron llegar a tres conclusiones tentativas: 1) Que la condecoración fue obtenida antes de asumir el cargo de Adjunto al Consulado, 2) Que nuestro biografiado debió llegar a Demerara mucho antes de abril de 1893 para poder realizar el estudio que le ganó ese reconocimiento, y 3) Que otro mérito de Augusto Pinaud (también omitido en el curriculum vitae) había sido recibir dicha distinción a los 18 años de edad. La primera de esas conclusiones se afirmó gracias a una visita posterior al Archivo de la Cancillería, cuando fue posible precisar que su designación como Adjunto al Consulado se produjo en agosto de 1896 (Archivo M.R.E., 114 I.G.G.B.: Vol. 19, fs. 1-24), más de tres años después de obtenida la Orden “Busto del Libertador”. El cargo de su padre databa de septiembre de 1893 (Archivo M.R.E., I.G.G.B.: Vol. 18, fs. 247-286). La cronología de esos acontecimientos y el texto de las cartas (en especial las cuatro primeras, que aún no tenían el membrete del consulado) alimentan la conjetura de que aquella distinción fuera por labores de inteligencia en favor de su país (entre ellas el estudio de los archivos de la Colonia) hecho que si bien multiplica los méritos de Pinaud, no permite comprender las razones de su ocultamiento, medio siglo después, tras el eufemismo de “servicios diplomáticos”, así como con la omisión de la fecha de la condecoración. Aquí es oportuno hablar brevemente de la delicada situación fronteriza existente cuando la familia Pinaud estuvo en Demerara. Desde 1870 Inglaterra venía aumentando su penetración en el territorio venezolano al oeste del río Esequibo. Los británicos hacían caso omiso a la propuesta de arbitraje hecha por Venezuela, y para 1886 ya pretendían apoderarse del rico territorio aurífero del Yuruari hasta las cercanías de Upata, es decir, de la sexta parte del país (Salcedo-Bastardo, 1970: 496). De esas penetraciones en la década del 1890, y de las posibles medidas para controlarlas hablaban con frecuencia las cartas de los Pinaud que analizaremos brevemente a continuación. Después, en 1899, se produjo el tramposo laudo arbitral de París promovido por los Estados Unidos, que favoreció a Inglaterra y arrebató más de 140.000 Km. cuadrados a Venezuela. 5 Vayamos, pues, a las cartas. La primera (del 18 de mayo de 1893, firmada por Ernesto Pinaud) comienza con un ingenuo pero sugestivo encabezamiento escrito a mano –Ajencia Confidencial de los EE.UU. de Venezuela en Demerara (sic)– que da fuerza a la conjetura sobre labores de inteligencia antes señalada. Aunque sin entrar en detalles, allí se denuncia el mal comportamiento del Cónsul venezolano Krogh y del señor F. Garcira (Inspector del río Cuyuní y sus afluentes), se informa sobre la cantidad de oro llegada de la zona en disputa, y de la fundación de una compañía para explotar una mina de cuarzo en el río Demerara. En la segunda comunicación (9 de junio de 1893) se renueva la crítica a F. Garcira (Encargado del Consulado) por haberse ido a Ciudad Bolívar dejando la oficina en manos del “portugués bebedor” dueño de una taberna 115 ubicada en la misma casa donde la representación consular funcionaba. Envía periódicos y nuevos datos sobre la llegada quincenal de oro. En general, casi todas las restantes comunicaciones, antes y durante el consulado de Ernesto Pinaud, mezclaban informaciones clasificables como de Inteligencia con otras propias de dicho cargo (comercio exterior, fundación de empresa mineras, extracción quincenal y anual de oro, etc.). Citaremos solo algunos ejemplos del primer rubro, indicando la fecha de la comunicación respectiva: * 7 de agosto de 1893 - Se plantea la conveniencia de establecer una estación venezolana en el río Acarabisi, cuya margen derecha ya está tomada por los ingleses. Transmite, además, noticias llegadas de Nueva York, sobre la formación de un Comité Revolucionario donde figuran los señores Monagas, Sarría y Duarte Level, con posibles ramificaciones en Trinidad y Curazao. * 22 de agosto de 1893 - Informa del abastecimiento de víveres y fuerzas llevado a la estación inglesa del Yuruari. * 4 de noviembre de 1893 - Habla del movimiento de personal policial inglés hacia el Cuyuní y de la apertura de un nuevo distrito minero en su margen derecha . * 5 de diciembre de 1893 - Reseña el movimiento de venezolanos en la región: F. Garcira, General Daniel Briceño y Juan Signarini . * 8 de febrero de 1894 - Informa de una nueva penetración inglesa en territorio venezolano. Las actividades de Ernesto y Augusto Pinaud en la Guayana Británica abarcan los períodos presidenciales de Joaquín Crespo (1892-94 y 1894-98) e Ignacio Andrade (1898-99), el cual fue derrocado por Cipriano Castro en octubre de este último año (León, O. E., 1983: 75-76). 6 Acerca de la formación profesional de Augusto, todo nos conduce a inferir que –como era frecuente entonces– durante ese extenso período en la Guayana Británica, aprendió y practicó la dentistería al lado de su padre. No pudo ser de otra manera, ya que la primera escuela dental venezolana, creada en junio de 1897 e instalada en la UCV en noviembre de 1898, no llegó a funcionar por falta de recursos y de reglamentación oficial. Para resolver provisionalmente ese problema, en diciembre de 1900 el Ministro de Instrucción 116 Pública autorizó al Consejo de Médicos de la República para verificar los exámenes correspondientes (Febres-Cordero, F., 1967: Tomo I). A esa resolución debió acogerse Augusto en 1902, cuando ya había regresado a su país. También por esa época (1895-1910) la economía venezolana se vio afectada por una crisis ligada a la depreciación de sus principales rubros de exportación: cacao, café y ganado en pie (Salcedo-Bastardo, 1970: 478). Algunas de otras catorce cartas halladas en el “Índice General de Gran Bretaña” revelan los efectos de esa coyuntura en el Consulado de Demerara: * En 1897, el Banco de Venezuela de Ciudad Bolívar retiene algunos sueldos de ambos funcionarios; * En marzo de 1898, Ernesto Pinaud, enfermo en Caracas, pide al Ministerio de Relaciones Exteriores que autorice a su hijo para que ocupe su cargo, mientras él se recupera. * Dos meses después, dicho despacho elimina el cargo deAdjunto al Consulado por reajuste presupuestario, y en julio Augusto recibe un sueldo reducido en 20%. * El 11 de abril de 1899, ya en Caracas, el ex-Adjunto reclama al Ministerio sus sueldos atrasados y el viático de su regreso. Ocho meses más tarde, el 16 de diciembre de 1899, Raimundo Andueza Palacio, Ministro de Relaciones Exteriores en el recién instalado gobierno de Cipriano Castro, le informa a Ernesto Pinaud, de nuevo en Demerara, que “el gobierno anterior, en atención al mal estado del tesoro público” suspendió el sueldo de los funcionarios consulares “lo que no obsta para que la administración actual se ocupe de regularizarlos hasta donde fuere posible”. Sin embargo, ese mismo diciembre fue nombrado un nuevo Cónsul: el señor Juan Arcia. Cinco meses después, desde Caracas, Ernesto Pinaud reclamaba sus sueldos atrasados, exigencia que planteó una vez más en junio de 1901. La última carta de Augusto Pinaud contenida en el “Índice de Gran Bretaña”, está fechada en Caracas el 20 de junio de 1904 y dirigida al Ministro; allí expone las razones para que el Despacho cancele los sueldos atrasados de su ya desaparecido progenitor: “Durante varios años mi finado padre se desempeñó en Demerara en una época especialmente laboriosa (...) por ventilarse entonces el asunto de los límites con la Guayana Británica, lo que motivó grandes investigaciones en los archivos de la Colonia, como también constantes y minuciosos informes sobre la usurpación llevada a efecto por las autoridades inglesas” (Archivo, M.R.E., I.G.G.B: Vol. 19, f. 24). 117 7 A medida que avanzo hacia el final de este relato, de nuevo asoman las dudas que me acompañaron desde mi primera visita al Archivo de la Cancillería. Es evidente que el autor de la nota sobre Pinaud publicada en 1963, debió basarse en un currículum vitae más o menos reciente. Entonces, ¿por qué quien redactó con notable rigurosidad la cronología de sus actuaciones a partir de 1918, no hizo lo mismo con el lapso 1892 -1902? Esta pregunta reapareció con más fuerza cuando leí una información titulada “El Dr. Augusto Pinaud en Upata” (Cruz Roja Juvenil Venezolana, 1953: N° 16), donde se comentaba su viaje al Estado Bolívar el 8 de mayo de 1953, en funciones de Director de la Cruz Roja Juvenil. Allí visitó, entre otras instituciones locales, el Comedor Popular, el Centro Comunal, la Unidad Sanitaria, la Biblioteca “Augusto Pinaud” y la Cruz Roja upatense, donde, por cierto, fue recibido por su Director, Dr. José Luis Canelón, desaparecido Individuo de Número de esta Sociedad. Al día siguiente, Pinaud aprovechó para visitar Guasipati, su pueblo natal, del cual dijo estar ausente desde hacía sesenta y cinco años. Es decir, que había partido (hacia Caracas, imagino) en 1888, a los catorce de edad. Cuatro años más tarde iba a estar en Demerara estudiando los archivos de la colonia británica, donde permanecería hasta 1898... ¿Podría haber olvidado todos los detalles de aquel período por efectos de la edad? Digamos que el olvido es una hipótesis para responder a mis dudas. Otra sería la omisión intencional –propia de todo curriculum vitae– de algunos hechos considerados inconvenientes, mediante una descripción muy vaga de la etapa. En este caso se trataría de evadir las citas de fechas claramente contradictorias referidas a los binomios condecoración (1893)-ingreso al cuerpo consular (1896) y práctica profesional en Demerara (antes de 1899)graduación (1902). Vista desde nuestros días, tal actitud puede parecer ingenua. Sin embargo, mirada con los ojos de un anciano que hace medio siglo era reconocido por su bondad y rectitud, quizá resulte comprensible. En efecto, a su juicio, las labores de espionaje y el ejercicio empírico de la odontología bien pudieron ser percibidos como actividades que no armonizaban con más de media vida plena de virtudes. Aquí vale la pena que volvamos a la comparación anotada al comienzo, entre el uso de la “ropa planchada” para el curriculum vitae y la definición de 118 Halkin sobre la biografía como “relato de un personaje que lleva los vestidos de su tiempo, y que se destaca sobre un fondo que es su tiempo mismo”. Hipótesis aparte, debemos convenir en que hay un notable contraste entre el Augusto Pinaud apacible de la madurez y este recuperado aunque incompleto retrato de sus años mozos, cuando escrutaba archivos y vigilaba los movimientos y artimañas del enemigo que terminaría por usurpar lugares y riquezas de la Guayana donde había nacido. Sin embargo, ambas imágenes tienen un área de contacto, un punto en común: el amor a su país. El juvenil amor a la patria agredida por la trapacería imperial, y el sereno amor senil a los pequeños hijos de la tierra que ya lo esperaba. Describámoslo con palabras del doctor Pedro J. Alvarez: Un hombre así no podía actuar sino al lado de los niños. Era en el ambiente de la juventud donde Augusto Pinaud podía encontrar campo propicio para echar a andar el generoso empeño que lo animaba.(...) Su risa se hacía entonces mas fresca, sus ojos brillaban con mejores luces y sus músculos adquirían esa fortaleza que solo puede lograrse cuando se va por buena ruta y se goza hasta con las más sencillas nimiedades. No en balde, la principal distinción que otorga la Cruz Roja Venezolana lleva el nombre de Augusto Pinaud. Referencias bibliográficas HALKIN, León. Iniciación a la crítica histórica, Caracas, Ediciones Biblioteca Universidad Central de Venezuela, 1968. FEBRES-CORDERO, Foción. Historia de la Facultad de Odontología de la U.C.V. Caracas, Tipografía Vargas, Tomo I, 1967. “Augusto Pinaud”, 1863-1963. Orientaciones sobre la Cruz Roja Juvenil Venezolana, Caracas, Montaña Gráfica, s/f. Diccionario Biográfico de Venezuela, 1953. M.R.E., Archivo, 1890-1910. SALCEDO BASTARDO, J. L. Historia Fundamental de Venezuela, Caracas, Ediciones OBE, UCV, 1970. LEÓN, O. E. Agenda Histórica de Venezuela, Caracas, Edit. Alfadil, 1983. Cruz Roja Juvenil Venezolana, Caracas, N° 16, Marzo-junio 1953. 119 AUGUSTO PINAUD. A PORTRAIT OF HIS YOUTH Jesús Saturno Canelón Abstract: Augusto Pinaud, dentist, was born in Guasipati (Bolivar State) in 1874, and died in Caracas in 1961. In his youth, he helped his father, who worked as the Consul of Venezuela in Demerara, Guyana. After his return to Venezuela, he excelled in his work as a philanthropist: from 1918 he directed the welfare foundation La Gota de Leche, and in 1928 became one of the founders of the Venezuelan Red Cross, where he participated in the board of directors. The present research is based on a “commented curriculum vitae” which appeared on a Red Cross journal after his death. Such work highlights his several philanthropic activities (1918-1961) but offers few information about the four previous decades, particularly, his work at the Venezuelan Consulate in Demerara. Finally, the extraordinary archives of our Ministry of Foreign Affairs was of great help for our research. Key words: Venezuela - Red Cross - Augusto Pinaud - Dentist. ***** AUGUSTO PINAUD. Portrait de jeunesse Jesús Saturno Canelón Compte rendu: Le dentiste Augusto PINAUD naquit à Guasipati (État Bolívar) en 1874 et mourut à Caracas en 1961. Pendant sa jeunesse, il aida son père qui était Consul de Venezuela à Demerara, en Guyane Britannique. Après son retour au Venezuela, il s’est distingua en philanthropie. En effet, depuis 1918 il fut dirigeant de l’institut de bienfaisance La Gota de Leche et en 1928, il devint l’un de nouveaux fondateurs de la Croix Rouge vénézuélienne dont il fut dirigeant aussi. L’étude est fondée sur un “curriculum vitae commenté” paru après sa mort dans une publication de la Croix Rouge. Le CV contenait les nombreuses activités philanthropiques qu’il avait entreprises depuis 1918 jusqu’en 1961 mais il manque des renseignements sur ses travaux des quatre décennies précedentes, et plus particulièrement sur son stage dans le Consulat vénézuélien à Demerara. Les magnifiques archives du Ministère des Affaires Étrangères du Venezuela se sont avérées très utiles pour cette étude. Mots clés: Venezuela - Croix Rouge - Augusto Pinaud - Dentiste. 120 ****** AUGUSTO PINAUD – RETRATO DE JUVENTUDE Jesús Saturno Canelón Resumo: O dentista Augusto Pinaud nasceu em Guasipati (Estado Bolívar) em 1874, e morreu em Caracas em 1961. Durante sua juventude ajudou ao seu pai, que era o Cônsul da Venezuela em Demerara, Guiana Britânica. Após sua volta à Venezuela, Pinaud se destacou como filantropo: apartir de 1918 foi diretor da instituição benéfica chamada ´´La Gota de Leche´´, e em 1928 foi um dos que impulsionou a Cruz Vermelha Venezuelana, onde igualmente desempenhou posições diretivas. O presente estudo parte de um curriculum vitae comentado impresso em uma publicação da Cruz Vermelha, que apareceu depois do falecimento do Pinaud. Este trabalho destaca suas inúmeras atividades filantrópicas (1918-1961), mas minimiza outros dados sobre as suas quatro décadas prévias, particularmente, sua época no Consulado venezuelano em Demerara. Os extraordinários arquivos da nossa Chancelaria foram muito úteis para a realização deste trabalho. Palavras chave: Venezuela - Cruz Vermelha - Augusto Pinaud - Dentista. 121 Tabla de contenido ORDENANZAS QUE REGLAMENTAN LOS CINES DE CARACAS ENTRE 1935 Y 1945 José Miguel Acosta Fabelo Cursante Doctorado de Historia-UCV Resumen: Cuatro ordenanzas decretadas por el Concejo Municipal del Distrito Federal entre 1935 y 1945, vienen a derogar o a imponer nuevas regulaciones a las actividades del negocio del cine en Caracas, particularmente en la exhibición fílmica: Impuesto al valor de billetes y Patente de Industria y Comercio, ambas de 1936. Ordenanza sobre Espectáculos Cinematográficos y de Teatros en 1940-1941 y Normativa de Arquitectura y Urbanismo en 1942. Aunque sobrentendidos los defectos que implica su naturaleza burocrática y política estos documentos gubernamentales son elocuentes e inéditos índices de acontecimientos y circunstancias históricas que de una u otra forma afectan al cine que se exhibió en nuestra ciudad. A través del estudio de estos mandatos nos inmiscuimos en el ininterrumpido desarrollo del “cine espectáculo” acompañado por su correspondiente expansión como valor de uso cotidiano y, relacionamos su estructura cultural e histórica con el organismo político y social en el que se inscribe. Palabras claves: Caracas, postgomecismo, ordenanza, cultural, cine, negocio. ****** Circunscrito al tema del cine en Venezuela durante el postgomecismo estudiaremos toda iniciativa o acción cultural (Martín, G., 1992:15) interna o foránea, pública y privada, que en el período escogido incide en cada una de las instancias del proceso cinematográfico: producción, distribución y exhibición. Esto, para procurar entender la evolución del espectáculo del siglo en nuestro país e intentar explicar las causas que hacen fracasar el primero, entre tantos, de los intentos del cine nacional por alcanzar su industrialización. En esta oportunidad, ubicándonos en el ámbito del negocio del cine en Caracas nos ocuparemos de un aspecto de la exhibición fílmica que tiene que ver con las regulaciones que el Concejo Municipal del Distrito Federal impone 123 a los empresarios cinematográficos en el período. Acción cultural oficial según sus agentes y valores, y pública en acuerdo con su fuente de financiamiento, que se expresa a través de las leyes que se establecen en las Ordenanzas Municipales. Caracas constituye el centro dinámico de la vida activa del país; sin embargo su desarrollo quedó parcialmente paralizado en el período 1915-1935, cuando Maracay se convirtió en la capital política y militar. A partir de 1936, el centro del poder se traslada de nuevo al Palacio de Miraflores y se inicia una intensa actividad política de variado tinte ideológico que produce un sinfín de enfrentamientos. La Constitución sancionada ese año, consagra un obsoleto sistema electoral de tercer grado para escoger al Presidente de la República, delegando la elección de los diputados y senadores al Congreso Nacional a las Asambleas Legislativas y a los Concejos Municipales. Los sufragios para escoger a estos últimos son directos, pero según una formula anacrónica y reaccionaria que sólo permite votar a los varones mayores de veintiún años que sepan leer y escribir. Sin embargo, la misma carta constitucional introduce importantes modificaciones con respecto a las anteriores; entre esas reformas, merecen citarse el aumento del situado constitucional a favor de los Estados, las normas relativas a la legislación laboral y la autonomía fiscal y administrativa de los municipios. A nuestros efectos, cuatro tipos de reglamentos municipales han sido considerados: Impuesto al valor de billetes de espectáculos, Patentes de Industria y Comercio, Ordenanza sobre espectáculos cinematográficos y Normas de Arquitectura y Urbanismo. Documentos gubernamentales, que aunque sobreentendidos los defectos que implica su naturaleza burocrática y política, son elocuentes e inéditos índices de acontecimientos y circunstancias históricas que de una u otra forma afectan al cine que se exhibió en nuestra ciudad. De los mandatos mencionados, dos de ellos, el del Impuesto al billete en 1936 y la Ordenanza sobre espectáculos cinematográficos en 1940 ocasionaron disputas entre concejales, el gobernador, y los comerciantes conectados al negocio de la exhibición; enfrentamientos que se reflejan en la prensa del momento. No obstante el repositorio de documentos que fundamenta esta investigación se limita a la Biblioteca Municipal del Distrito Federal, y dentro de ella las Memorias del Gobernador (MG) y las Gacetas Municipales (GM) de los años comprometidos en el lapso. 124 El trabajo se localiza en el Distrito Federal; constituido por el departamento Libertador, formado por Caracas y el departamento Vargas. Las capitales de estos departamentos fueron siempre Caracas y La Guaira. La delimitación temporal se vincula con los cambios políticos ocurridos en la etapa comprendida entre el final de la dictadura del Gral. Juan Vicente Gómez y el golpe cívico militar de 1945. Incluye el intervalo los gobiernos de “apertura democrática” encabezados por los generales Eleazar López Contreras (19361941) e Isaías Medina Angarita (1941-1945). Germán Carrera Damas (1979) incluye este período dentro de la etapa de transición: 1928-1936-1945, que conduce a Venezuela hacia su contemporaneidad. I. Aumentos, dimes y diretes Las transformaciones en el Ayuntamiento capitalino comienzan desde los primeros días de 1936 con la revisión de las ordenanzas y decretos, para armonizar con los auténticos derechos y las más justas aspiraciones del pueblo (GM, 4928). La Inspectoría de Espectáculos Públicos se organiza y al nuevo funcionario jefe se le asigna un salario de Bs. 700, los noveles fiscales ganarán Bs. 400 mensuales. En los últimos meses de ese año ocurre la pelea a que hace alusión el encabezado. Se produce entre el concejal Julio Consalvi y los empresarios de los cines caraqueños. Su origen es la nueva Ley que grava los boletos de espectáculos públicos. Esta Ley se establece en la llamada Ordenanza sobre Impuesto al valor de billetes de Espectáculos Cinematográficos y de Teatros, aprobada en octubre de 1936 (GM, 5041). Destaquemos cinco artículos: Art.1º. Se crea un impuesto del 10% sobre el valor de los billetes de entrada a toda clase de espectáculos público en el Distrito Federal...” Art. 2º. Se exceptúan del pago de este impuesto (...) b) Los billetes de espectáculos cuyo valor no exceda de Bs. 0,50; Art. 3º. (...), se considerarán espectáculos públicos (...) todos aquellos cuyos billetes de admisión tengan precio...” Art. 4º. Este impuesto lo pagará directamente el espectador al adquirir el respectivo billete...” Art. 14º. Como el presente Impuesto será pagado por los espectadores, las empresas de espectáculos públicos del Distrito Federal, continuarán pagando (...) los impuestos señalados en la Ordenanza vigente...” Una semana después, El Universal del 29 de octubre, informa que Luis H. Muro (cine Principal y Rialto), Mariano Rivera (Ayacucho), Jesús Garmendia (Dorado y Candelaria), J. J. Pesquera (San José) y el agente de la Metro Golwyn 125 Mayer, firma que controla las salas Continental y Caracas, habían asistido a una sesión del Cabildo, en representación de los empresarios de cines de Caracas, para introducir una exposición en la que demostraban que era prácticamente imposible cobrar el Impuesto tal como dice la Ordenanza, pues para ello se requiere una cantidad de centavos imposibles de obtener y un número de taquilleros que no cabrían en los vestíbulos de los teatros. El pliego de peticiones, que supuestamente facilitaría el cobro del impuesto, no pudo ser considerado pues para el momento la Ordenanza había sido aprobada. Ante la negativa por parte del Concejo, los representantes de los cines de estreno: Ayacucho, Caracas, Coliseo, Continental, Principal y Rialto, suscriben un aviso en los periódicos La Esfera y El Heraldo del 29 de octubre, anunciando un aumento del precio de los boletos; estas son sus razones: ... en vista de los múltiples inconvenientes que representaría para el público el pago de impuesto sobre espectáculos en la forma establecida por la Ordenanza municipal que entra en vigencia el 1º de noviembre próximo, han convenido en poner a la entrada de Palco, Preferencia, Patio, Orquesta y Balcón un recargo de 0,25 sobre el precio que aparece en los respectivos programas, a partir del domingo 1º de noviembre... El Universal del mismo día publica un escrito referido al nuevo gravamen, donde el articulista se muestra de acuerdo en todas sus partes con la disposición del Concejo Municipal, y dice estar de acuerdo porque: ya lo dijo el ciudadano Ministro de Hacienda en su charla radial en días pasados: Venezuela necesita de la cooperación económica de todos sus habitantes. También apunta el columnista, que el teatro venezolano debería ser excluido de dicha disposición. Una comunicación de la gobernación, aparecida en El Universal del día 30 de octubre, aclara que el aumento de 0,25 decidido por varios empresarios no modificará en nada el gravamen del 10%. Pero no todos los concernidos estuvieron tan de acuerdo con la medida adoptada por los comerciantes como el gobernador Gral. Elbano Mibelli. Desde El Universal, del 4 de noviembre, el concejal Julio Consalvi, Secretario General del Ejecutivo del Estado Aragua hasta 1929, acusa a los empresarios de “especuladores” y de alterar el mandato municipal; ...Los empresarios de Cines han tomado como pretexto la reciente Ordenanza (...) para subir veinticinco céntimos de bolívar a cada una de las entradas ordinarias alegando el infantil recurso de que lo hecho es para evitar complicadas operaciones de cambio, cuando en realidad 126 es para especular con el referido impuesto (...) Este convenio de los aludidos empresarios modifica y altera el propósito y espíritu de la referida Ordenanza, la cual deja a salvo del impuesto al pueblo que concurre a espectáculos cuyo valor no excede de cincuenta céntimos y usurpa una función que solo corresponde al Gobernador”...1 La respuesta de los empresarios al “populachero” edil, el día siguiente y por el mismo medio señala: El Concejal Consalvi hace resaltar el hecho que nosotros hemos aprovechado el impuesto en cuestión, para cobrarlo a las entradas cuyo valor es de Bs. 0,50 (...) Es muy de la época actual, el afán de muchos de querer obtener popularidad, apareciendo como defensores de los intereses del pueblo. (...) pero tenemos que protestar públicamente pues es completamente falso que nosotros cobremos un impuesto de 0,25 a las entradas cuyo valor es de 0,50 o menos. Más beneficio para los intereses del pueblo hubiera sido que el Concejal Consalvi hubiera demostrado mayor celo al discutir la Ordenanza, a fin de que, la exoneración del impuesto hubiera alcanzado hasta las entradas de Bs. 1,00, pues a nadie se escapa que son muy pocos los espectáculos que, por su costo, permita entradas populares de Bs. 0,50 (...) Por los demás, creemos que los Empresarios de Espectáculo Público no hayamos perdido el derecho de fijar los precios de las entradas que juzguemos más conveniente. Una última carta, el 6 de noviembre, dirige Consalvi a los sensibles empresarios; en tono quizá un poco despectivo apunta: ... Ustedes tienen sin duda, el liberrimo derecho de fijar los precios; pero independientemente del impuesto, y no como medida subsidiaria de la Ordenanza. No entro a discutir con ustedes sobre números. Los comerciantes nos llevan ventajas a los abogados en la sórdida economía del centavo (...) no soy un oficioso defensor de la colectividad (...) no gusto de la popularidad; pero menos gusto de ciertas chivaterías muy nuestras que ponen a la clara luz del sol una partida de cosas oscuras que debieran permanecer en la sombra. De las “chivaterías”2 o tracalerías que pone en evidencia cosas oscuras aún nada sabemos. Lo que podemos afirmar es que el gravamen asignado al público representa para el Municipio un ingreso que supera, con creces, los estipendios cancelados por los empresarios a través de lo pautado por la 1 2 En todos los casos el énfasis en las citas textuales será nuestro. Acción y efecto de chivatear: engañar mediante picardía, engaño, artimaña o tracalerías. Diccionario de Venezolanismos, Caracas, Academia Venezolana de la Lengua, UCV, Fundación Edmundo e Hilde Schnoegass, 1993, p. 354. 127 ordenanza de Patente de Industria y Comercio. La tendencia en aumento de la cifra del 10% sobre el total bruto obtenido por entradas a los espectáculos en los años 1936-1945 se muestra en la Tabla No.1 (anexos); su incremento es resultado de la afluencia cada vez mayor a los nuevos cines. Carlos Augusto León (1950:39) informa que en el Distrito Federal, del total de ingresos recaudados por concepto de entradas a espectáculos durante 1945, al cine le corresponde el 79%. II. Licencia de comercio, funciones, publicidad y precios La Patente de Industria y Comercio es un Impuesto Municipal que como su nombre lo indica grava las actividades industriales y comerciales; en el Distrito Federal durante el intervalo que nos ocupa (1935-1945) la tasa a pagar por el empresario de los salones cinematográficos no se modifica y, sin sufrir alteraciones la cantidad indicada se remonta a una Ordenanza de 1927 (GM, 3664). Dentro del clasificador de las actividades económicas, la Ordenanza sancionada en 1936 (GM. Extraordinaria) ubica al cine bajo la categoría de diversiones: Cinematógrafo así: Cines 1ª Clase Bs. 20 cada día de función Cines 2ª Clase Bs. 10 cada día de función. Cines 3ª Clase Bs. 5 cada día de función. Avisos en los telones de los teatros o proyectadas en los cines pagarán Bs. 12 anuales. Los establecimientos clasificados en la 1ª Clase son las salas de estreno (Tabla No.2, anexos); los de 2ª, presentan las películas en su segundo pase (reestreno) y los últimos son los locales de parroquia o de barrio; los cines de 3ª exhiben las cintas en su tercer o cuarto pase. Para 1935, los llamados Teatros están ubicados en el centro de la ciudad; sus administradores, los verdaderos artífices del negocio de la exhibición, anuncian sus filmes con extenso despliegue de anuncios y gacetillas de prensa. Estos recintos, arrendados y organizados en circuito y que por lo general controlan salas de 1ª y de 2ª, tienen mayor aforo y precios más elevados en razón de lo novedoso de sus programas, lujo y comodidad. Los comerciantes de los establecimientos “menores” o de tercera, normalmente sus propietarios, al contar con una concurrencia local cautiva publican su oferta en pequeños avisos que salen al pie de cartelera de los periódicos o se limitan a colocar su programa cada día en el frente del cine. La especificación del número de estreno de películas por sala aparece en las Memorias del Gobernador sólo hasta 1939; pero la misma fuente indica 128 650 filmes permisádos en 1940 y 495 exhibidos en 1941. Desde el 1º de enero hasta el 31 de noviembre de 1942, se realizan 23.000 funciones de espectáculos públicos a los que asisten casi tres millones y medio de espectadores. Este número continúa aumentando en los próximos años; el Anuario Estadístico de Venezuela señala para 1944 y 1945 más de treinta mil funciones cinematográficas en Caracas y sus parroquias foráneas. Para todo el país, tomando en consideración las ciudades con más de 5.000 habitantes, Carlos Augusto León (1950:35) reporta 87 mil representaciones cinematográficas durante 1945. La propaganda comercial colocada en los telones de los teatros o proyectada en sus pantallas, como hemos visto en la Patente de 1936, sólo paga Bs. 12 por año. El Informe del Inspector de Avisos y Casas de Empeño del Distrito Federal (MG,1936) anota el número de avisos en los cines de la capital para ese año: 16 en los teatros Principal - Rialto, 14 en los salones Caracas - Continental, 10 en el Ayacucho, 10 en el Coliseo y 6 en el cine San Juan; anarquía que atenta contra el público y que será normada por la Ordenanza de 1940. También avisos, pero relativos a la promoción de los programas de las salas, se hallan ubicados en las calles de Caracas, el informe reporta: 15 carteles para cada uno de los cines Caracas, Continental y Nuevo Circo; 10 para los locales Bolívar, Ayacucho, San Juan y Coliseo y 8 para el Principal y el cine Rialto. Todos dentro del perímetro de la ciudad y seguramente ubicados en lugares de gran afluencia. Sin duda, el cine es el espectáculo público más barato; quizá y como hemos visto esto se deba a que su impuesto, a diferencia de todas las otras actividades económicas de la diversión, se calcula por día y no por función. Una velada normal, el miércoles 25 de febrero de 1942 extraída de El Universal, en el teatro Ayacucho se organiza en dos partes. En la primera se proyecta un noticiario; luego un cortometraje, en esta ocasión un musical en colores de la serie de Walt Disney “Las aventuras del Pato Donald” y los trailers. Después del intermedio se exhibe la película de largometraje Sospecha (A. Hitchcock, 1941). Ese día en las tres funciones se presenta el mismo programa y su precio oscila entre Bs. 2,50 y 0,50. Un “medio” (0,25) cuesta el tranvía o el autobús que cubre la distancia más larga de la ciudad. Por lo general, el número de tandas por día de semana excluyendo sábados y domingos es de tres: Vespertina (5,15 pm) Intermedia (7,15) y Noche (9,15); el sábado se agrega una función Matinee a las 3,15 y los domingos o 129 días de fiesta se añaden dos más: Matinal (9,15 am) y Vermouth (11,15 am); total 25 representaciones por semana. Insistimos en decir que el precio de las entradas no sería tan bajo si el gravamen se calculara por función y no por día. El monto del boleto varía según la sala, película, tiempo en cartelera del filme, día y hora de la función. En la Tabla No.3 (anexos), tomando en cuenta el precio más elevado y fijando una media para el valor de las entradas y capacidad de los locales de parroquia, establecemos un aproximado para 1940. III. Trifulca en dos episodios, corruptos y censura Durante el mes de agosto de 1940, en las sesiones del Ayuntamiento de Caracas, los ediles allí reunidos proponen y discuten cada uno de los artículos de lo que será la nueva Ordenanza sobre Espectáculos Cinematográficos y de Teatros (OECT). El proyecto se le envía al gobernador Elbano Mibelli para su visto bueno, pero éste formula ciertas observaciones que van a ser estudiadas por la Comisión Permanente Revisora de Ordenanzas Municipales. En vista de las sugerencias del general Mibelli y del informe de la Comisión, algunos artículos van a ser reconsiderados: se ratifica el art. 17, se modifican los números 21 y 22 y obviamente se elimina el 34. Estos apuntaban inicialmente (GM, 5633.GM, 5636). Art. 17. Las funciones serán continuas o no continuas. (...) El Concejo designará los cines, teatros y locales en los cuales serán obligatorias las funciones continuas. Art. 21 (...) Asimismo quedan obligadas las empresas a proyectar hasta tres avisos de carácter educativo (...) cuando les sean enviados por la Inspectoría General de Espectáculos Públicos. Fuera de estos avisos ningún otro podrá ser proyectado a menos que se trate de anuncios relativos a las actividades de la propia empresa,. Art. 22. En cada función (...) se exhibirán dos número cortos cuya duración mínima será fijada por la Inspectoría General de Espectáculos Públicos Art. 34. Las empresas cinematográficas y de teatros quedan obligadas a someter a la aprobación del Concejo Municipal las tarifas de precio de los espectáculos que presenten. La Ordenanza sancionada en septiembre (GM, 5652) deroga el Reglamento de Teatros y Espectáculos Públicos de 1916 (GM, 1810). Con respecto al proyecto presentado, los artículos 21 y 22 se modifican en la forma siguiente: 130 Art. 21. Las empresas, fuera de tres avisos relativos a sus propias actividades, no podrán proyectar en cada función más de cuatro avisos de carácter comercial (...) En ningún caso podrá exceder de diez segundos la proyección de cada aviso. Art. 22. En cada función no continua o en cada tanda de las funciones continuas se exhibirá un número corto cuya duración mínima será fijada por la Inspectoría de Espectáculos Públicos. 1. Del primer episodio Durante las sesiones del mes de octubre de 1940 se manifiesta de manera explícita el enfrentamiento entre los comerciantes y los ediles. En la sesión del día 22, se decide prorrogar la discusión del art. 17 para más adelante, y se niega una demanda de prórroga solicitada por el “Sindicato de Revendedores de Entradas de Espectáculos Públicos” para seguir con el ejercicio de sus actividades por seis meses más. La nueva OECT en su art.35, sencillamente, elimina el oficio de revendedor de entradas al señalar: Queda terminantemente prohibida la venta o reventa de entradas (...) a un precio mayor que el fijado por la empresa, (...) En lugar visible y en letras no menores de cinco centímetros, la empresa fijará el texto de la presente disposición. También fijará en letras legibles el precio de las localidades. El periódico El Universal publicó un artículo en julio de 1936 titulado “Qué hacemos con los revendedores de entradas” que detalla parte de los inconvenientes que la nueva normativa pretende solucionar: ...Los revendedores de entradas a las puertas de los cines (...) nos molestan y repugnan (...) Quiero hacer patente los molestos que son estos “industriales” que se agolpan en las taquillas de los espectáculos los días de gran estreno impidiendo el acceso a los concurrentes (...) No es justo –y para eso hay leyes en otros países– que las mejores localidades estén en manos de los revendedores horas antes de comenzar el espectáculo (...) Los mejores asientos los tienen los revendedores y cobran lo que les viene en gana por ellos, sin tasa ni medida que lo impida... Aún en la sesión del Concejo del 22 de octubre de 1940 encontramos, además de la petición negada a los revendedores de entradas, una solicitud de los representantes de las agencias publicitarias: Sidaco, Boyacá y Unidad, que gestionan un plazo, hasta el 31 de diciembre, para seguir utilizando el anterior sistema de propaganda comercial en los salones cinematográficos; prórroga que les fue negada. Podemos suponer que en el “anterior sistema”, 131 antes de iniciarse la función y quizá en el intermedio, las agencias de publicidad en acuerdo con el empresario del cine proyectaban el número de “vidrios publicitarios para cines” que ellos determinaran; recordemos los 10 avisos comerciales que en 1936 proyectaba el teatro Ayacucho al irrisorio precio de Bs. 12 por año y por producto. Este hábito va a ser modificado por el art. 21 de la OECT que limita su número a cuatro. Aparentemente, la normativa era más sencilla de promulgar que de hacer cumplir, pues en cada una de las sesiones del Cuerpo, los cabildantes exigen al gobernador haga acatar las disposiciones de la nueva Ordenanza; particularmente en lo referente a la proyección de “Avisos Comerciales” y a la reventa de entradas. Inconformes con el reglamento sancionado, los miembros del “Sindicato de Revendedores de Boletos para Espectáculos Públicos”: José María Cartaya, Justo Palma, Torcuato Rodríguez, Isidoro Peña, Jesús Alberto Barrios y Domingo Hernández, además de varios empresarios de los cines de 3ª categoría: Hipólito Agrisano (cine El Recreo), Aquiles Leandro Moreno (cine Sucre), Jesús Garmendia (cine El Dorado), Pablo Moser (cine Río), E. Delgado Casanova y Arturo Sánchez, dirigen a través del doctor Guillermo Tell Peña, apoderado de los citados, un escrito a la Corte Federal y de Casación solicitando la nulidad de la Ordenanza. Demanda que pelea Guillermo López Gallego, Síndico Procurador Municipal del DF, en tanto que representante del Poder Municipal. La Gaceta Oficial de febrero de 1941 (número 20.141), describe la petición de los postulantes quienes piden que se declare la supresión radical del art. 35 de la nueva Ordenanza, en conformidad con los artículos 34, 41, 42 y 123 de la Constitución de los Estados Unidos de Venezuela de 1936; de los referidos artículos citemos aquello pertinente al caso que nos ocupa: Art. 34. “... las Ordenanzas Municipales, ni Reglamento alguno podrán menoscabar ni dañar los derechos garantizados a los ciudadanos. Las que esto hicieren serán nulas y así lo declarará la Corte Federal de Casación. Art. 41. La definición de atribuciones y facultades señala los límites de los Poderes Públicos; todo lo que extralimite dicha definición constituye una usurpación de atribuciones. Art. 42. Toda autoridad usurpada es ineficaz y sus actos son nulos...” Art. 123. Son atribuciones de la Corte Federal y de Casación: (...) 9ª. Declarar la nulidad de las Leyes Nacionales, de los Estados o Municipales, cuando colidan con la Constitución de la República. La nulidad se limitará al párrafo, artículo o artículos en que aparezca la 132 colisión, salvo que éstos sean de tal importancia, que por su conexión con los demás, que, a juicio de la Corte, su nulidad acarreare la de toda la ley... En el documento referido, Guillermo Tell Peña enfrenta la cuestión de la falta de competencia que el Poder Municipal tiene para dictar tal mandato, haciendo constar que la Ordenanza es inconstitucional porque entre las atribuciones enumeradas en los ordinales 1º, 2º y 3º del artículo 18 de la Constitución Nacional no figura la intromisión de ese Cuerpo en materia de cinematógrafo y teatro, ni de Espectáculos Públicos de ninguna especie, por lo tanto: ... Cae el Concejo Municipal del Distrito Federal y cae ese acto írrito de Ordenanza sobre Espectáculos, Cines y Teatros, bajo la sanción que establecen los artículos 41 y 42 de la Constitución Nacional que fulmina con nulidad radical los actos de toda autoridad usurpada. Por su parte, la Corte observa que es de capital importancia para la solución del problema que envuelve la solicitud de nulidad total hecha por los postulantes, determinar el carácter jurídico de los llamados “servicios públicos” municipales y el grado y modo de intervenir el Municipio en esta actividad. Señala, que la Constitución Nacional en el inciso 1º del artículo 18, da una enumeración de los “servicios públicos” que competen a la Municipalidad y que entre los servicios enunciados no figuran ni el género Espectáculos Públicos, ni sus especies teatros o cines. Para concluir señalando –luego de un largo discurso– que las actividades de cine y teatro, no pueden ser regidas por la Municipalidad. La Corte dicta su fallo en febrero de 1941: ... Dilucidados así los hechos relativos a la nulidad de la “Ordenanza sobre Espectáculos Cinematográficos y de Teatros”, de 9 de agosto de 1940, alegados por las partes, la Corte, administrando justicia en nombre de la República y por autoridad de la Ley, declara la nulidad absoluta de la expresada Ordenanza. Aunque incapacitado para juzgar el caso, es preciso indicar que la represión legal a través de la Corte Federal es utilizada por el general López Contreras como parte de la trama de mil regulaciones concebidas para represar el futuro; Elías Pino (1988:90) señala que el Presidente, entierra el tortol y resucita los códigos. Desplaza a los esbirros, mientras emplea leguleyos. 2. Del segundo episodio Cinco meses después de la nulidad decretada por la Corte, otro proyecto suscrito por los concejales Guillermo López Gallego y Rafael Heredia es 133 sancionado en julio; ahora bajo la potestad del gobernador Luis Geronimo Pietri y del presidente Isaías Medina Angarita. Aunque muy parecida a la anterior Ordenanza, ésta resta atribuciones al gobernador en la elección de las Juntas Clasificadoras. El nuevo documento, sin duda más democrático, se distingue como Ordenanza sobre Policía de los Espectáculos Cinematográficos y de Teatros (GM, 5774). Estableciendo comparaciones entre ambos documentos (OECT, 1940 y OPECT, 1941), además de las mencionadas, encontramos diversas modificaciones. Entre los añadidos destaca la palabra Policía3, que en este caso suponemos se refiere al conjunto de los reglamentos que mantienen el orden público de un Estado y no solamente al cuerpo de policía; sin duda una artimaña jurídica de los concejales de izquierda para imponer su normativa. El art. 3, también incorporado, señala que la clasificación de espectáculo se hará sin perjuicio de las atribuciones conferidas al gobernador por los incisos 14 y 15 del artículo 13 de la Ley Orgánica del Distrito Federal. Estos apartados atribuyen al funcionario la potestad de dar o negar permiso para presentar espectáculos públicos y la de velar por su orden. Una rectificación significativa, a menos en lo ideológico, la encontramos en el Capítulo II de las ordenanzas; la de 1940 rotula su encabezado: “De la Censura...” y en la de 1941 aparece la inscripción “De la Clasificación de los Espectáculos Públicos”; esta modificación fue propuesta por el edil Manuel Martínez, del frente de izquierda. El ejecutivo, en coherencia con sus principios, no presta atención a este cambio y continuará utilizando el apelativo censura en lo sucesivo. Conjeturamos, que los concejales se dieron cuenta que la aplicación de censuras en nuestro país es ilegal; el art. 32 de la Constitución Nacional y sus incisos 5º y 6º garantizan la libertad personal y de pensamiento: manifestado de palabra, por escrito o por medio de la imprenta, u otros medios de publicidad. Cuando se dictó la Constitución de 1936 el cine no se incluye entre los medios de expresión, sin embargo si se interpreta rectamente el texto, y este parece ser el caso de los concejales de la izquierda unida, el cinematógrafo debe considerarse contenido en el cuerpo legal. Por lo general, al gobierno de López Contreras no parece importarle que la legislación respetase los principios de libertad porque siempre 3 Del griego politeia, gobierno de una polis. 134 aparecieron vías indirectas por medio de las cuales era sofocada; prueba de ello es el inciso sexto del artículo 32 de la Constitución de 1936, que establecía la imposibilidad de manifestarse libremente y que además pretendía apoyarse en una ley especial contra los delitos de subversión, denominada “Ley para garantizar el orden público”. El Presidente Medina le suprime al inciso la parte dos, donde se considera como traidores a la Patria a comunistas y anarquistas, y a sus ideas contrarias a la independencia y paz de la Nación. Le suprime también la parte tres, que facultaba al Ejecutivo para expulsarlos del territorio nacional. Pero se le incorpora una parte final en la que se establece que no se permite ninguna propaganda encaminada a subvertir el orden político y social. Las rectificaciones o anulaciones más significativas, en la práctica, hechas a la Ordenanza sobre Espectáculos Cinematográficos y de Teatro, incluyen la supresión o modificación de los cuatro polémicos artículos discutidos el 1940: números 17, 21, 22 y 35. El art. 17, que regulaba las funciones continuas o no continuas; el 21 que prohibía la proyección de más de cuatro avisos comerciales y el 22, que obligaba a exhibir un filme de cortometraje, son eliminados del documento sancionado en 1941. El art. 36 (que deroga el art.35) y que fue la causa que justificó la demanda de nulidad de la ordenanza de 1940, se modifica y señala ahora, que los boletos para los espectáculos pueden ser ofrecidos en la taquilla del teatro o en las Agencias legalmente establecidas, pero insiste, que en ningún caso se podrá cobrar un precio mayor que el fijado públicamente por la empresa. Determinación que prolongará la pelea entre comerciantes y ediles aún por varios años. 3. De los corruptos Una nueva disputa ahora entre el gobernador Luis Gerónimo Pietri y los ediles caraqueños sucede en los primeros meses de 1942. En repetidas ocasiones, y así se aprecia en las sesiones del Cuerpo, el concejal Manuel Martínez denuncia las irregularidades que en el ejercicio de sus funciones comete Raúl Carrasquel, Inspector de Espectáculos Públicos; instando al gobernador a que tome medidas encaminadas a evitarlas. Sin recibir respuesta del gobernante, los concejales insisten y solicitan información precisa y detallada del resultado de las averiguaciones practicadas con motivo de la denuncia establecida. Nada aparece documentado respecto a la encuesta solicitada; por su parte los ediles habían designado una Comisión, que durante el mes de 135 febrero, se dirigió a la oficina de Administración de Rentas Municipales con la finalidad de revisar las cuentas de liquidación del impuesto del 10%. Observando ésta, que en diversas planillas aparece el funcionario pagando el impuesto correspondiente a diversos espectáculos. Señala la Comisión que en la Administración de Rentas se les informó que el hecho de que el comisionado aparezca pagando impuestos sobre las entradas se explica (GM, 5875): ... porque las empresas respectivas le suministraban a ese funcionario determinado número de entradas. (...) tales entradas muchas veces no se entregan al expresado funcionario para que las utilice sino que este recibe su valor en efectivo... La Comisión concluye proponiendo que se informe sobre los resultados de la pesquisa al Gobernador, y al Síndico Procurador para que éste decida si existen causas reales para llevar el caso a los Tribunales de Justicia. Si se le da curso a la acusación por corrupción aún no lo sabemos. 4. De los de censores Estas juntas, vienen a sustituir la creada por el general Julio Hidalgo en 1925 (GM, 3136), modificada en 1930 (GM, 4040) por Rafael M. Velasco, ambos gobernadores del Distrito Federal. La última, estaba conformada por el Prefecto del Departamento Libertador, el Inspector de Teatros y Espectáculos y por un miembro del Concejo Municipal. Según su juicio la terna autorizaba o no la película que merecía ser proyectada, capricho que va a ser corregido por la OPECT de 1941 que juzgará exclusivamente sobre la moralidad del espectáculo y permitirá las películas convenientes o no para los menores. Lo que para ellos es inmoral no se especifica en ningún lado; un equipo censor semejante al nuestro, pero en Inglaterra y en 1944, dividen en tres sus preocupaciones que suponemos no deben ser muy diferentes a la de nuestros árbitros (Manuels. 1969:231): 1: Religiosas: La figura materializada de Cristo. El tratamiento irreverente de prácticas y ritos religiosos. El tratamiento irreverente de la Biblia y las alusiones bíblicas. 2 Políticas: Todo lo que pueda herir las susceptibilidades extranjeras. Todo lo que pueda fomentar la inquietud y el descontento. 3: Sociales: Desnudez, blasfemar, orgía indecente, desprecio por el Estado, conductas lascivas, vestimentas lascivas, ebriedad indecorosa, parto y sus dolores, enfermedad venérea, relaciones sexuales entre blancos y gente de color, instigación al crimen, exhibición de hábitos por las drogas, escenas prolongadas de brutalidad, 136 crueldad con chicos y animales, seducción sin freno, noche de bodas sin freno, prostitución, incesto... (Manuels, 1969:231). La Ordenanza de 1941 en su art. 4º indica que los espectáculos en el Distrito Federal deben clasificarse así: Clase “A”, de libre exhibición. Clase “B” no apta para menores de 18 años. Dentro de los espectáculos clasificados en la letra “A”, las Juntas de Clasificación determinaran expresamente, a los efectos del Artículo 30 de esta Ordenanza, aquellos que sean apropiados especialmente para niños menores de 14 años. Aunque en ninguna parte dice cual es la película adecuada para los niños, dos artículos hacen referencia de su permanencia en las exhibiciones, el primero (art.30) prohibe la entrada de menores de catorce años a las funciones que no hayan sido clasificadas aptas para ellos, o cuando se realice después de las siete post-meridiem; el segundo (art. 24) obliga a las empresas cinematográficas a incluir, al menos una vez por semana, veladas apropiadas para la chiquillería. La pesquisa en prensa nos autoriza a indicar que este último artículo casi nunca se cumple. Para los efectos de clasificación en la segunda quincena del mes de diciembre de cada año, el Concejo Municipal, el Gobernador y el Consejo Venezolano del Niño remitirá al Inspector General de Espectáculos Públicos sendas listas de tres individuos que constituirán las Juntas de Clasificación. Los organismos y funcionarios que hayan formulado las listas designarán también a las personas que han de formar la Junta Superior. Estos conjuntos sesionarán con la totalidad de sus miembros y sus decisiones serán tomadas por mayoría de votos; cada miembro percibirá Bs. 10 por reunión a la que asista. Setecientas películas en 1944 y 777 en 1945 clasificarán dichos grupos. Varios nombres hemos hallado en las gacetas componiendo los conjuntos que conformarán las juntas. En 1940 la terna propuesta por el Concejo para la Junta de Censura (GM, 5667) incluye a Juan Oropeza, Enrique B. Nuñez y Carlos Augusto León y en la superior se menciona al bachiller Enrique Tejera París. En enero de 1941, se postula a José Puigbó, Eduardo Ponce Escobar y Ramón Amundaray; en la superior se ratifica a Tejera y se incluye a Prudencio Amitesarove. Una resolución del 11 de marzo de 1941(GM, 5726) firmada por el gobernador Alfonso Mejía muestra cómo quedó definitivamente conformada la Junta de Censura de 1941: 137 Por disposición del Presidente de los Estados Unidos de Venezuela (...), se crea una Junta de Censura de Espectáculos Públicos, integrada por tres Miembros; y se nombran para desempeñar dichos cargos a los ciudadanos Presbítero Juan Francisco Hernández, Dr. José Puigbó y José Genaro Carrasquel... Por último, en julio de 1941(GM, 5786), para la Junta Superior de Clasificación se postula a Enrique Tejera P., Guillermo López G. y Miguel Otero Silva. VI. Arquitectura, expansión de la ciudad y de la exhibición A partir de la muerte del general Juan Vicente Gómez en diciembre de 1935, de la penetración del cine hispanoamericano que se incrementa en 1938 y del desarrollo de la ciudad, que aumenta de 203.324 habitantes en 1935 a 318.370 en 1945, nuevos capitales se interesaron en el negocio del cine caraqueño. De los quince locales activos en 1935 se pasa a 30 en 1940. La profusión de nuevos locales de espectáculos durante estos años obliga al Municipio a actualizar la normativa vigente sobre arquitectura, para poder controlar la construcción de los diversos establecimientos. La Ordenanza sobre Arquitectura, urbanismo y construcciones en general de 1942 (GM, 5935) va a dispensar la de Arquitectura Civil promulgada en 1930 (GM, 4092), esta última en su Sección XI: Teatros y Cines, apuntan en 21 disposiciones y las características que dichos establecimientos debían cumplir para dar servicio al público. En la Ley de 1942, a los teatros y cines se añade los templos y otros sitios de reunión. Muchos de los artículos señalados en la primera Ordenanza se repiten en la segunda, donde se incluyen algunos nuevos y a los antiguos se les otorga un carácter más “científico”. Ejemplo de esto es la ampliación del apartado 68 de 1930, referido a los dos pasillos abiertos que deben existir en los cines que dan acceso la vía publica y que los separan de los edificios adyacentes; callejones que no pueden medir menos de 2,80 metros para locales ubicados a mitad de cuadra. En 1942 esta disposición se ajusta a las diversas construcciones: 2,80 metros para locales con capacidad mayor de 1000 espectadores. 2,00 metros (...) con capacidad comprendida entre 500 y 1000. 1,80 (...) menor a 500 espectadores. Estas regulaciones son pensadas para la prevención de desastres, principalmente incendios, dado el alto grado de combustión que caracterizaba 138 el soporte de celuloide (nitrato de celulosa) de las cintas cinematográficas hasta que hacia 1950 fue sustituido por acetato de celulosa. La nueva Ordenanza nos permitiría retratar, según sus 77 artículos, uno de los cines que conocimos antes del fenómeno de los multiplex; pero sólo describiremos a través de tres de ellos (199, 201 y 202) el lugar más peligroso del local: la cabina de proyección. Zona donde se han originado los numerosos incendios registrados por la historia del cine y lugar de trabajo del operario; labor que en un domingo normal alcanza las 18 horas de reclusión en una superficie de alrededor de cinco metros cuadrados que comparte con dos grandes proyectores de 35 mm, una mesa de rebobinado-pegado y una caja para depositar, al menos, 15 rollos de películas. Dos filmes más o menos recientes rinden homenaje a estos asalariados: Cinema Paradiso (G. Tornattore, 1988) y Splendor (E. Scola, 1989) Desde los años treinta Caracas se viene expandiendo hacia el Este, su desarrollo se acelera a partir de 1936. Los recintos cinematográficos ubicados en el casco y en los contornos de la ciudad se modernizan; en 1939 Manuel Fonseca funda la C. A. Teatro Avila. Enrique Maury registra la sociedad que administrará a partir de 1941el teatro Hollywood, M. Peña reconstruye el teatro Capitol y Vicente Vallenillla, dueño del Ayacucho, restaura su viejo local e inaugura en 1940 una obra maestra en su especie: el teatro Boyacá con 2000 localidades. En los aledaños de la ciudad se establece el teatro América, precursor de los confortables y modernos salones que comienzan a surgir en los suburbios. Un aviso en El Universal del 1º de septiembre de 1940, publicado en ocasión de la apertura del teatro Boyacá, la obra maestra de la arquitectura moderna, nos da indicios del desplazamiento del Centro de la capital hacia la zona del Este: La situación del teatro no podría ser mejor, está justamente en el centro de Caracas. Aunque parezca increíble, es una tangible verdad. Caracas de hoy, con sus modernas y suntuosas urbanizaciones, no es la Caracas de corto perímetro, en el que aparecían como centros vitales las calles que hoy son propiamente de comercio. La Caracas de hoy, tiene como centro la Urbanización de San Agustín, colindante con el Parque Carabobo. En 1945 existen más de cuarenta salas en el Distrito Federal, el 70% corresponde a los locales de barrios, recintos que deben su boga a las películas hispanoamericanas dada la afinidad lingüística, cultural e histórica que compartimos. Once millones de caraqueños van ese año al cinematógrafo; 139 para todo el país, Alfredo Roffé (1997:248) reporta en el mismo año una concurrencia de 24 millones de personas. Cantidad que en una población de poco más de 4 millones de habitantes significa casi seis idas al cine por persona en el año. Por último citaremos una crónica de El Universal, aparecida el primero de septiembre de 1942, quizá un poco frívola pero muy “piti-yanqui” señala la importancia del cine como el entretenimiento público preferido de los caraqueños y además ofrece ciertos datos sobre lo que en diversiones consumen: ...¿ Que haríamos en ésta, a pesar de todo melancólica capital a las 5 p.m. especialmente los días feriados si se acabaran completamente las películas americanas, de las que nos llegan 400 por año? (...) Caracas gasta en espectáculos seis millones largos de bolívares por año. Y de contado. Es que el cine es el espectáculo más completo.(...) Que se acabe la leche en polvo, la harina de trigo yanqui, hasta los cauchos y las tripas, pero que no llegue nunca un aleve aeroplano nipón a destruir a Hollywood. Algunas conclusiones Forzosamente provisionales, en esta ocasión las conclusiones relacionan la estructura cultural e histórica de uno de los ámbitos del cine en Venezuela durante el postgomecismo, con el organismo político y social en el que se inscribe. Tres acercamientos hemos intentado. 1. Modernidad El acontecer de la Segunda Guerra Mundial tal vez no haya sido totalmente ajeno a la difusa pero firme sensación de modernización en marcha a la cual la conclusión del período gomecista había preparado el terreno. El revuelo del “mundo exterior” repercute en lo ideológico, y en lo económico se manifiesta en la aceleración del proceso de desarrollo. La aspiración a la democracia y a la idea de su posibilidad se intensifica en el período; los procesos de crecimiento urbano y de industrialización se entienden como síntomas del ingreso del país a una modernidad vista como alcance, o incorporación, al sistema capitalista mundial. A lo largo del lapso estudiado quedó demostrado que el cine como producto industrial, el “cine espectáculo”, experimenta un desarrollo 140 cuantitativo ininterrumpido, acompañado por una correspondiente expansión como valor de uso cotidiano, que responde a la necesidad popular de entretenimiento a través de la oferta cinematográfica. 2. Libertades ciudadanas El proceso cívico del resurgimiento de las libertades públicas, en el que insiste el presidente López Contreras, parece manifestarse en la controversia que en 1936 sostienen en la prensa el concejal Julio Consalvi y los empresarios de los cines de Caracas, la cual sugiere la apertura de ciertas libertades ciudadanas y el abandono de los anteriores y tradicionales cánones de caudillaje. Un año antes la autocensura y la censura, impuestas por la férrea política del dictador, habrían imposibilitado a los comerciantes enfrentar al alto funcionario del régimen gomero. 3. Espectáculo cotidiano Los pleitos descritos entre el gobernador Mibelli y los ediles caraqueños durante 1940 y 1942 nada tienen de novedoso en el contexto que los engloban, ya que como apunta Sanín (1982:61), las fricciones entre el Concejo Municipal y el Gobernador son en el momento una demostración corriente. Éstos se iniciaron desde 1937 cuando en el país se celebran elecciones directas para integrar esos Cuerpos. En el Distrito Federal, las izquierdas integradas en el grupo llamado Acción Municipal presentan sus candidatos y ganan ampliamente. Desde entonces, señala Sanin, comenzó una lucha entre el Gobernador Mibelli y el Concejo Municipal, que se convierte en el reducto legal de la oposición al régimen de López. Al año siguiente de nuevo el frente de izquierda con la “plancha popular antigomecista” gana los comicios en Caracas; es sólo a partir de los años cuarenta que el gobierno se organiza y comienzan a triunfar en todos los municipios. El golpe cívico militar del 18 de octubre de 1945 acabará con estos enfrentamientos y muchos de los opositores que mencionaremos, algunos “ventiocheros”, habrían de regir la vida política del país a partir de ese momento. El 20 de octubre, un decreto de la Junta Revolucionaria de Gobierno disuelve los Concejos y crea Juntas Municipales de cinco miembros con facultades de fiscalización y consulta. Hasta diciembre de 1947 el encargado por el Distrito Federal será Gonzalo Barrios. 141 Pero antes, en el período 1939-1943, la presidencia del Concejo Municipal del Distrito Federal va a ser compartida por una nueva generación de políticos de izquierda; partiendo del 19 de abril de 1939 son estos: Germán Suárez Flamerich, Martín Vega, Rómulo Gallegos, Humberto García Arocha y José Antonio Marturet; todos en un mismo bando. En el otro está, desde 1936 hasta mayo de 1941, el general Elbano Mibelli y durante 1942 Luis Gerónimo Pietri. En las dos partes de nuestra contienda particular, se encaran o como bien dice Battaglinni (1993:73), al referirse a los acontecimientos y proyectos políticos del momento, se opone el Bloque social dominante y el Bloque social popular. En el Ayuntamiento capitalino la primera sección estaría compuesta por el gobernador que en este caso apoya a los comerciantes cinematográficos, y en el otro extremo encontramos a los representantes del pueblo, o al menos de aquellos varones mayores de 21 años que supieran leer y escribir. El relato de las modificaciones que sufren los artículos 21, 22 y 35 desde el proyecto presentado en agosto de 1940 hasta lo estipulado en la normativa de 1941 ilustra una pequeña parte del proceso enunciado. El bosquejo de la Ordenanza sobre espectáculos cinematográficos y de teatros presentado bajo el mandato del médico doctor Martín Vegas, utópicamente y según el art. 21, aspira a eliminar toda publicidad proyectada en los cines; en acuerdo con las observaciones de Mibelli, la Ordenanza sancionada en 1940 modifica lo antes dicho y permite exhibir cuatro avisos publicitarios. Por último, y luego del fallo de anulación de la corte, la reglamentación de 1941 suprime cualquier restricción en este sentido. Guardando estrecha relación con esto, dado el número de funciones diarias y la extensión del espectáculo, y siguiendo el mismo ínterin, el art. 22 pasa de la obligación de exhibir un filme de corto metraje en cada función a ordenar dos en el mandato del escritor Gallegos. En la Ordenanza sancionada en 1941 la exigencia de proyectar películas cortas queda eliminada. El relato deja en evidencia que la Ordenanza, luego de ser rectificada por anulación de los dos artículos citados favorece al comerciante cinematográfico en detrimento del espectador.A casi sesenta años y con algunas variables esta polémica continúa. El otro artículo que causó controversias (art.35) y que se refiere a los “repugnantes industriales” revendedores de entradas, como los llama el articulista de El Universal en 1936, no se modifica. Por algunos años ellos continuarán discutiendo sus supuestos derechos. Perogrullada: la soga se revienta por lo más delgado. 142 FUENTES Primarias Impresas Anuario Estadístico de Venezuela, Ministerio de Fomento, 1938-1945. Gaceta Municipal del Distrito Federal (GM). GM, No. 1810, 24 de febrero de 1916. GM, No. 3136, 16 de agosto de 1925. GM, No. 3664, 29 de diciembre de 1927. GM, No. 4040, 24 de mayo de 1930. GM, No. 4092, 18 de septiembre de 1930. GM, No. 4928, 28 de enero de 1936. GM, Extraordinario, 23 de junio de 1936. GM, No. 5041, 22 de octubre de 1936. GM, No. 5633, 8 de agosto de 1940. GM, No. 5636, 15 de agosto de 1940. GM, No. 5652, 21 de septiembre de 1940. GM, No. 5667, 26 de octubre de 1940. GM, No. 5726, 13 de marzo de 1941. GM, No. 5774, 5 de mayo de 1941. GM, No. 5786, 18 de julio de 1941. GM, No. 5875, 24 de febrero de 1942. GM, No. 5935, 16 de mayo de 1942. Gaceta Oficial de los Estados Unidos de Venezuela, No. 20.141, febrero de 1941. Memoria del Gobernador del Distrito Federal (MG), 1935- 1945. Secundarias citadas BATTAGLINI, O. (1993). Legitimación del poder y lucha política en Venezuela 1935-1945, Caracas, Universidad Central de Venezuela. CARRERA DAMAS, G. (1979). Historia contemporánea de Venezuela: bases metodológicas (2ª edi.), Caracas, Ediciones Biblioteca Universidad Central de Venezuela. LEON, C. A. (1950). La muerte de Hollywood, Caracas, Ávila Gráfica SA. MANUELS, R. (1969). Film (1ª edi. 1944), Buenos Aires, Ediciones Universitarias. MARTÍN, G. (1992). Metódica y melódica de la animación cultural, Caracas, Alfadil Ediciones. ROFFÉ, A. (1997). “Políticas y espectáculos cinematográficos en Venezuela” en Panorama histórico del cine en Venezuela (T. Hernández Coor.), Caracas, Fundación Cinemateca Nacional. SANÍN. (1982) López Contreras, de la tiranía a la libertad (2ª edi.), Caracas, Editorial Ateneo de Caracas. 143 ANEXOS Tablas Tabla No. 14: Impuesto Municipal, 1º de noviembre de 1936 diciembre de 1945. Año 1936 1937 1938 1939 1940 1941 1942 1943 1944 1945 10 % (Bs.) 71.233 375.364 396.847 484.455 563.716 543.471 614.293 728.106 1.025.346 1.311.560 Tabla No. 2: Número de películas estrenadas por sala y por año (1935-1939)5 SALAS Avila Ayacucho Capitol Caracas Coliseo Continental Dorado Metropolitano Pimentel Principal Rialto San Juan TOTAL 1935 103 1 150 152 83 489 1936 87 43 27 70 16 2 137 129 3 515 1937 90 37 43 106 3 152 140 574 1938 100 30 40 20 180 25 170 150 715 1939 83 80 60 16 25 125 27 120 98 634 144 Tabla No. 3: Salas de Caracas, capacidad y valor de los boletos Salas Avila Capitol Principal Boyaca Ayacucho Continental Caracas6 Coliseo Rialto Cines parroquiales Capacidad (sentados) 800 700 900 2000 800 900 1200 800 500 300 Valor entradas (Bs) 3,25 2,50 2,25 2,25 1,25 REGULATIONS APPLIED TO CARACAS’MOVIE THEATERS BETWEEN 1935 AND 1945 José Miguel Acosta Fabelo Abstract: Four regulations enacted by the Town Council of the Federal District between 1935 and 1945 abrogated some rules and imposed some other on the activities of movie theaters business in Caracas, particularly regarding films exhibition: tax on movie theater tickets, and Patent of Industry and Commerce, both enacted in 1936; Regulation on Movie Theaters and Theaters, in 1940-1941; and Regulation on Architecture and City Planning, in 1942. Despite the tacitly known deficiencies resulting from the bureaucratic and political nature of these documents, they clearly reflect the historical events which somehow played an important role in the selection of the movies shown in our city. The study of such regulations makes it possible to analyze the constant development of the film industry and the way it finally became a day–to–day activity; as well as to establish a link between the cultural and historical structure of the film industry and the political and social body regulating it. 145 Key words: Caracas - Postgomecismo - Regulation - Cultural - Movie Theater - Business. ***** RÉGLEMENTATIONS SUR LES CINÉMAS DE CARACAS ENTRE 1935 ET 1945 José Miguel Acosta Fabelo Compte rendu: Quatre ordonnances décidées par le Conseil Municipal du Distrito Federal entre 1935 et 1945 abrogent des anciennes régulations et en imposent de nouvelles aux cinémas de Caracas et plus particulièrement à la projection de films. Ces ordonnances sont l’Impôt sur le prix des tickets et le Brevet d’Industrie et de Commerce (1936), l’Ordonnance sur les spectacles cinématographiques et sur les théâtres (1940-1941) et la Réglementation sur l’ architecture et l’urbanisme (1942). Bien que les défauts qui relèvent de la nature bureaucratique et politique de ces réglementations soient évidents, ces documents gouvernementaux constituent des indices éloquents et inédits d’événements et de circonstances historiques qui ont touché le cinéma à Caracas. L’étude de ces quatre réglementations favorise l’analyse du développement continu du “cinéma spectacle” et de son expansion aux activités quotidiennes, et permet aussi d’établir un rapport entre sa structure culturelle et historique et l’organisme politique et social que le cinéma, lui-même, représente. Mots clés: Caracas - Postgomecismo - Réglementation - Culturel - Cinéma. ***** REGULAMENTAÇÕES DOS CINEMAS DE CARACAS ENTRE OS ANOS 1935 E 1945 José Miguel Acosta Fabelo Resumo: Quatro regulamentações decretadas pelo Conselho Municipal do Distrito Federal entre os anos 1935 e 1945, eliminam ou impoem novas normas às atividades relacionadas com os cinemas em Caracas, particularmente, na exibição fílmica: o Imposto ao valor sobre ingressos e a Patente da Indústria e do Comércio, ambas de 1936, Regulamentação sobre Espetáculos Cinematográficos e de Teatros em 1940 – 1941 e Normas de 146 Arquitetura e Urbanismo em 1942. Embora existissem defeitos de natureza burocrática e política, estes documentos governamentais são guias eloqüentes e inéditas de acontecimentos e circunstâncias históricas que de uma ou outra maneira afetaram o cinema daqueles dias. Através do estudo de estas regulamentações, entramos em contato com o constante desenvolvimento do “cinema espetáculo”, além de sua correspondente expansão como atividade cotidiana, e relacionamos sua estrutura cultural e histórica com o organismo político e social que o abrange. Palavras chave: Caracas - Era post-gomecista - Regulamentação - Cultural - Cinema - Atividade comercial. ***** 147 Tabla de contenido VENEZUELA Y LA OEA: CINCUENTA AÑOS DE DEBATE SOBRE LA DEMOCRACIA Raquel Gamus Gallegos Introducción La paz, seguridad y solidaridad continental —como objetivos esenciales contenidos en la declaración de principios de la Carta de la Organización de Estados Americanos (OEA)— constituyeron la prioridad de la Organización por más de cuarenta años, en coincidencia con los intereses de la política exterior de los Estados Unidos, orientada a frenar el peligro del comunismo. Los antecedentes más relevantes de esta orientación los encontramos en diversas resoluciones relacionadas con la solidaridad americana, la asistencia recíproca y la defensa del hemisferio, aprobadas en diferentes Conferencias efectuadas por la entonces Unión Panamericana durante los años de la segunda guerra mundial, que condujeron progresivamente hacia la firma del Tratado Interamericano de Asistencia Recíproca en 1947.1 La inclusión del artículo 5 de la declaración de principios, en el cual se reconoce a la democracia representativa como el sistema político deseable para el Continente, respondió en parte al clima democrático que se vivía como consecuencia de la derrota del nazi-fascismo y en parte a la presión de los pocos países que en ese momento no se encontraban bajo regímenes dictatoriales, destacando la activa posición de Venezuela que para el momento de la creación de la Organización se encontraba gobernada por el partido Acción Democrática. 1 Ver; Connell-Smith, G.:139-190; Gamus R.: 2000: 998-1012. 149 El régimen militar que ejerció el poder luego del derrocamiento de presidente Gallegos en 1948, detuvo las gestiones oficiales venezolanas a favor de la democracia continental, retomado por los gobiernos del llamado período democrático que se inicia en 1958, que con distinto énfasis inscribieron su política exterior en la defensa de este régimen político.. El destacado papel de Venezuela en este sentido, con frecuencia constituyó un esfuerzo aislado hasta mediados de la década de los 80 cuando el compromiso con la democracia comenzó a ser asumido institucionalmente por la OEA ; concretándose en la década de los noventa con la creación de la Unidad de la Promoción de la Democracia, la aprobación de la resolución 1080 en Santiago de Chile y el Protocolo de Washington en 1992, resoluciones todas dirigidas a sancionar a los regímenes de corte autoritario. En este sentido, el interés principal de este trabajo es el análisis de las convergencias y divergencias de las actuaciones venezolana y de la OEA en lo que respecta a la defensa de la democracia ; desde la fundación del órgano interamericano en 1948, hasta la celebración de los 50 años de esta organización multilateral interamericana en 1998; año que coincide con el triunfo electoral en Venezuela de un gobierno que propone la sustitución del modelo político de democracia representativa que rigió durante los 40 años anteriores. La creación de la OEA y la posición de Venezuela a favor de la democracia. La Organización de Estados Americanos nació en la IX Conferencia Interamericana realizada en Bogotá entre el 30 de marzo y el 2 de mayo de 1948; al ambiente de Guerra Fría que predominaba en el mundo, se agregaba el clima de tensión que se vivía en Colombia debido al asesinato del líder liberal Jorge Eliézer Gaitán en momentos de celebración de la Conferencia. El gobierno de Rómulo Gallegos, dio continuidad a la posición de condena a las dictaduras y a favor de la democracia representativa, que había constituido la prioridad de la política exterior de los gobiernos de Acción Democrática desde el acceso al poder en 1945 de la Junta Revolucionaria de Gobierno presidida por Betancourt; quien desde sus primeros días en el poder, se confrontó con los regímenes dictatoriales del Continente y especialmente con el dominicano Rafael Leonidas Trujillo. Una de las expresiones mas relevantes de esta política fue la posición asumida en la IX Conferencia 150 Interamericana por la delegación venezolana presidida por Rómulo Betancourt, principal exponente de esta corriente. Entre las resoluciones aprobadas en la IX Conferencia destacan: la Carta de la OEA, el Pacto de Bogotá (Tratado Americano de Soluciones Pacificas); la Declaración Americana de los Deberes y Derechos del Hombre (primer documento de este tipo a nivel mundial), la declaración sobre la “Preservación de la democracia en América” y la creación de la Comisión Interamericana de los territorios dependientes para atender el tema de las colonias y territorios ocupados en América. Los propósitos esenciales que se desprenden del articulado de la Carta, coincidentes con el contenido de la Declaración de Principios, están orientados principalmente hacia el afianzamiento de la paz y la seguridad en el Continente, en un ambiente de solidaridad basado en la democracia, la justicia social y el respeto de los derechos del hombre; la solución pacífica de las controversias surgidas entre los Estados Miembros; la promoción del desarrollo económico, 2 social y cultural, por medio de la acción cooperativa. La prioridad anticomunista que se desprendía del conflicto bipolar en el cual estaban inmersos los Estados Unidos, es recogida en la resolución sobre la “Preservación y Defensa de la Democracia en América”; que declara: Que por su naturaleza antidemocrática y por su tendencia intervencionista, la acción política del comunismo internacional o de cualquier totalitarismo es incompatible con la concepción de la libertad americana, la cual descansa en dos postulados incontestables: la dignidad del hombre como persona y la soberanía de la nación como Estado (OEA, 1957: 210). En las diversas intervenciones de Rómulo Betancourt durante la conferencia, al expresar la posición oficial venezolana de respaldo a la orientación hemisférica anticomunista de la naciente organización, enfatizó en la extensión de la condena contra todos los totalitarismos; resaltando la necesidad de defensa de la democracia representativa contra las llamadas dictaduras de derecha, tema sobre cuya introducción en la Carta de la OEA, ejerció gran influencia el político venezolano. 2 Ver Carta de la Organización de Estados Americanos, Declaración de Principios, capítulo II, art. 5. 151 En este sentido, en su intervención del 6 de abril, luego de hacer hincapié en la contradicción entre los regímenes dictatoriales y los principios de la OEA, al reiterar sus objeciones al comunismo, afirmó: La evidencia del peligro extracontinental no podría conducirnos al error de olvidar estas lacerantes realidades americanas. Mientras no haya sinceridad democrática y efectividad del régimen representativo de gobierno en todos los países del Continente, el sistema panamericano carecerá de la total adhesión colectiva. Democratizado el Continente, sí podrá contraponerse eficazmente un modo de vida americano, armonioso y libre, a la brutal concepción del Estado -Policía que hoy se enseñorea en extensa porción de Europa... (Ver Ibid:182-183). La dictadura militar y el énfasis en la No Intervención El derrocamiento del gobierno de Gallegos en noviembre de 1948, paralizó los esfuerzos venezolanos en defensa de la democracia; a pesar de la declaración a favor de este sistema político recogida en la Carta de la OEA, las dictaduras latinoamericanas —que constituían una significativa mayoría— encontraban apoyo en el gobierno norteamericano que las consideraba más seguras e incondicionales para sus planes de dominación económica y de combate al comunismo. El régimen militar que gobernó Venezuela entre 1948 y 1958 —al contrario que sus predecesores— asumió como adversarios a los gobiernos democráticos y como aliados a los regímenes dictatoriales; a la vez que dio un giro a la política exterior, al priorizar la aplicación del principio de “No Intervención”. La X Conferencia Interamericana realizada en Caracas en 1954, es el evento de mayor trascendencia de la OEA en la década de los cincuenta. Los países asistentes a la Conferencia —gobernados en su gran mayoría por regímenes dictatoriales— 3 adoptaron dos resoluciones fundamentales vinculadas con la democracia y el anticomunismo: “La Declaración de Caracas”, en la cual se condenó a los totalitarismos y se reafirmó la adhesión a la Democracia Representativa y la “Declaración de Solidaridad para la Preservación de la Integridad Política de los Estados Americanos contra la Intervención del 3 Costa Rica, que era uno de los pocos países que contaba con un gobierno democrático, no asistió a la Conferencia por sus diferencias con el trato de la situación de Guatemala. 152 Comunismo Internacional”, claramente orientada contra Guatemala, en la cual se expresó la determinación de los Estados Americanos de tomar las medidas necesarias contra la intervención del comunismo internacional en la Región. Las resoluciones de la Conferencia dieron pie al derrocamiento del Presidente Jacobo Arbenz por medio de una acción promovida por los Estados Unidos y apoyada por los gobiernos de varios países vecinos, entre los cuales se ha acusado a Venezuela. La defensa de la democracia: una activa y solitaria actuación El auge democrático imperante a fines de la década de los 50, como consecuencia del derrocamiento de las dictaduras en Venezuela, Colombia y Cuba, contribuyó a importantes cambios políticos en el continente especialmente manifestados en la confrontación de las nacientes democracias con las dictaduras tradicionales; contexto en el cual se reanudaron las viejas rencillas entre Rómulo Betancourt y Rafael Leonidas Trujillo, expresadas en distintos actos que desembocaron en acusaciones de ambos gobiernos en el seno de la OEA. Entre el 12 y el 18 de agosto de 1959 se realizó en Santiago de Chile la V Reunión de Consulta de Ministros de Relaciones Exteriores, propuesta al Consejo de la OEA por los gobiernos de Brasil, Chile, EE.UU. y Perú, para considerar la situación de tensión política existente en El Caribe; fue la primera reunión de consulta convocada para conocer de un asunto que afectaba directamente a los Estados latinoamericanos.4 Venezuela y Cuba tuvieron una activa participación en la Conferencia; concretamente la delegación venezolana presentó dos proyectos de resolución: uno sobre el “ejercicio efectivo de la democracia representativa” y el otro sobre el “ respeto de los derechos humanos”; los resultados no respondieron a las expectativas de lograr la exclusión del régimen de Trujillo del Sistema Interamericano. Entre las 17 resoluciones aprobadas, se encuentran la creación de la Comisión Interamericana de Derechos Humanos y la Declaración de Santiago de Chile a favor de la democracia que afirma: Que la existencia de regímenes antidemocráticos constituye una violación de los principios en que se funda la Organización de los 4 Para mas detalles sobre las relaciones entre ambos países ver Julio Portillo: 1991. 153 Estados Americanos y un peligro para la convivencia solidaria y pacífica en el Hemisferio (MRE, 1960: 72-77). El 6 de febrero de 1960, Venezuela dirigió una nota al Presidente del Consejo de la OEA, a fin de solicitar la convocatoria de una reunión urgente con el objeto de denunciar las violaciones de los derechos humanos por parte del Gobierno de la República Dominicana. La sesión se celebró el 8 de febrero y el punto fue transferido a la comisión interamericana de paz; el gobierno dominicano se negó a que su país fuera visitado por la comisión, motivo por el cual —sobre la base de las denuncias presentadas por Venezuela, a las cuales se sumaron testimonios de exiliados dominicanos— la comisión concluyó que la intensificación de la tensión en el Caribe tenía origen en la violación de los Derechos Humanos en la República Dominicana. Se emitió una nota de condena dirigida al Presidente del Consejo de la OEA; resolución sin precedentes en la historia del sistema interamericano. El duro golpe que representó para el gobierno de la República Dominicana dicha resolución intensificó los conflictos entre ambos países, que culminaron en el atentado contra el Presidente Betancourt en los Próceres en junio de 1960. Venezuela solicitó la convocatoria de la VI Reunión de consulta de Ministros de Relaciones, invocando el artículo 6 del Tratado Interamericano de Asistencia Recíproca, que se efectuó en San José de Costa Rica del 16 al 21 de agosto de 1960. En el informe presentado por la comisión designada por el Consejo de la Organización se confirmaba la participación de altos funcionarios del gobierno de República Dominicana en el atentado contra la vida del Presidente venezolano. Luego de un intenso debate, se condenó enérgicamente la participación del Gobierno de la República Dominicana y se decidió la aplicación de las medidas contempladas en los Artículos 6 y 8 del TIAR, que implicaban la ruptura de relaciones diplomáticas y la interrupción parcial de relaciones económicas (comenzando por la suspensión inmediata del comercio de armas e implementos de guerra de toda clase) de todos los Estados Miembros con la República Dominicana. La resolución fue una victoria diplomática de Venezuela, pues era la primera vez que se aplicaban sanciones a un Estado, cuyo gobierno contaba además con el respaldo norteamericano. Los años de calma vividos en República Dominicana, luego de la instauración del régimen democrático que siguió al asesinato de Rafael Leonidas 154 Trujillo en 1961, fueron interrumpidos en septiembre de 1963 con el derrocamiento el Presidente electo Juan Bosch, motivo por el cual, basado en la Doctrina Betancourt, el gobierno venezolano rompió relaciones diplomáticas y solicitó una reunión de consulta de la OEA. Aún cuando varios países rompieron relaciones, no prosperó la convocatoria de la reunión. En abril de 1965, un grupo del ejército dominicano dirigido por Francisco Caamaño, tomó la decisión de retornar al poder al depuesto presidente Juan Bosch, lo que motivó la invasión norteamericana encubierta con el pretexto de prevenir otra posible Cuba y de salvaguardar la integridad de los ciudadanos norteamericanos. La X Reunión de Consulta de Ministros de Relaciones Exteriores; se instaló en Washington, el 1 de mayo de 1965. Luego de una larga discusión, se aprobó la conversión de las fuerzas norteamericanas de invasión a República Dominicana, en fuerzas interamericanas. A pesar de la activa posición que había asumido el gobierno de Raúl Leoni en contra de la intervención estadounidense, la posición de la delegación venezolana en la Reunión se limitó a la abstención. La definición del régimen cubano como Marxista-leninista a comienzos de la década de los sesenta incorporó un nuevo elemento de conflicto regional, al obtener presencia en el Continente el principal factor de riesgo relacionado con la seguridad hemisférica. La oposición al régimen cubano, que constituyó desde ese momento la prioridad de la política regional de los EE.UU., se incorporó progresivamente como preocupación de los países latinoamericanos; ocupando un importante espacio en la agenda de la OEA. La VII Reunión de Consulta de Ministros de Relaciones Exteriores, realizada el 22 de agosto de 1960, constituyó la primera de una cadena de reuniones relacionadas con Cuba. La solicitud de convocatoria fue formulada por Perú en cumplimiento de los artículos 39 y 40 de la Carta de la OEA para “Considerar las exigencias de la Solidaridad Continental, la defensa del sistema regional y de los principios democráticos americanos ante las amenazas que puedan afectarlos”. El objeto primordial de Estados Unidos en la VII reunión de aplicar sanciones contra Cuba no se logró ; en su lugar, se adoptó la “Declaración de San José de Costa Rica”, mediante la cual se condenaba la intervención o amenaza de intervención de una potencia extracontinental en asuntos de las 155 Repúblicas Americanas, reafirmándose los principios relativos a la solidaridad interamericana. El Canciller venezolano Ignacio Luis Arcaya, en desacuerdo con el respaldo su gobierno a esta resolución, renunció al cargo, siendo sustituido por Marcos Falcón Briceño, miembro del partido de gobierno. Fue en la VIII Reunión de Consulta realizada en Punta del Este, Uruguay entre el 22 y el 31 de enero de 1962, convocada a solicitud del gobierno de Colombia, de conformidad con el art. 6 del TIAR, en la cual –además de adoptarse varias resoluciones relacionadas con la ofensiva del comunismo internacional– se aprobó la resolución VI (copatrocinada por Venezuela), de excluir a Cuba de su participación en la OEA, debido a la incompatibilidad tanto del marxismo-leninismo, como del gobierno cubano identificado con dicha doctrina, con el Sistema Interamericano. Las denuncias del gobierno de Venezuela contra el régimen cubano por intervención en sus asuntos internos, dieron origen a la convocatoria de las IX y XII Reuniones de consulta de Ministros de Relaciones Exteriores realizadas en Washington, D.C. en julio de 1964 y septiembre de 1967 respectivamente. El informe de las comisiones investigadoras designadas por el Consejo Permanente, confirmó en ambos casos las denuncias venezolanas, decidiendo condenar enérgicamente al gobierno de Castro por sus actos de agresión e intervención contra la inviolabilidad territorial, la soberanía y la independencia política de Venezuela y otros Estados. De acuerdo a los artículos 6 y 8 del TIAR, se aprobó la interrupción de relaciones diplomáticas y consulares, del intercambio comercial directo e indirecto —exceptuando medicinas y alimentos— así como transporte marítimo. Las amenazas a las cuales se había visto sometido el naciente régimen democrático, debido a los intentos de desestabilización provenientes de la izquierda y de la derecha, que habían encontrado apoyo en el régimen cubano y dominicano respectivamente; fueron factores determinantes en la coincidencia de los objetivos de defensa nacional y de defensa regional de Venezuela durante los años sesenta. La disposición de defender el orden democrático tanto nacional como continental, se incluyó en la Constitución de 1961 en cuyo preámbulo se expresa:...Sustentar el orden democrático como único e irrenunciable medio de asegurar los derechos y la dignidad de los ciudadanos, y favorecer pacíficamente su extensión a todos los pueblos de la tierra; 156 Adicionalmente se formuló la llamada doctrina Betancourt que constituyó en la prioridad de la política exterior de los gobiernos de Betancourt y Leoni (1959-1969), que propone...aislar diplomáticamente mediante la negativa colectiva de reconocimiento, a los gobiernos surgidos de hechos de fuerza en países donde funcione un régimen nacido de la libre consulta electoral. (MRE,1960: Introducción, p. I). Los lineamientos de la doctrina, basados en la declaración a favor de la democracia inscrita en la carta de la OEA, se trató de implantar sin éxito en la Organización Interamericana, escenario en el cual Venezuela fue con frecuencia protagonista durante esta década. El 30 de marzo del 62, se produjo la primera aplicación de la doctrina Betancourt debido al derrocamiento del gobierno argentino de Arturo Frondizi por medio de un golpe de Estado.5 En julio del mismo año se desconoció el gobierno surgido como consecuencia del derrocamiento de Manuel Prato en Perú. El gobierno venezolano fue el primero en anunciar el no reconocimiento. El año de auge de la doctrina fue 1963, debido a la gran cantidad de golpes de Estado que se produjeron en el continente: en abril Venezuela desconoce el gobierno que derroca a Manuel Idígoras en Guatemala; en mayo se suspendieron relaciones con Haití debido a la decisión de Duvalier de continuar en el poder. En junio rompe relaciones con el nuevo gobierno militar instalado en Ecuador Como antes señaláramos, en septiembre se rompieron relaciones con República Dominicana por el derrocamiento del gobierno de Bosch y en octubre con Honduras debido al golpe contra Ramón Villeda; adicionalmente, el gobierno venezolano solicitó sin éxito la convocatoria de una reunión de consulta. En abril de 1964, se rompieron relaciones con Brasil debido a la destitución del gobierno de Joao Goulart por parte del Congreso de ese país. El pluralismo ideológico y el fin del aislamiento político A comienzos de la década de los setenta el poderío estadounidense se vio seriamente afectado como producto de la crisis energética, la derrota en 5 Para mas detalles sobre la Doctrina Betancourt, su aplicación y aceptación en el Continente, ver: Romero, María Teresa: 1988) 157 Vietnam y la crisis del modelo económico de Breton Woods; factores que influyeron en un desplazamiento provisional de problema Este-Oeste por la visión Norte-Sur; que se esfumó progresivamente a partir de 1977, luego del fracaso del diálogo de París, así como de la recuperación de las economías industrializadas. La consolidación interna del régimen democrático venezolano, la desaparición de las amenazas externas a las que se había visto sometido, unido a las circunstancia internacionales a las que hiciéramos referencia, fueron factores que influyeron en la nueva orientación de la política exterior de los gobiernos de Rafael Caldera (1969-1974) y Carlos Andrés Pérez (1974-1979), los cuales concentraron sus esfuerzos en la modificación del orden económico internacional y sustituyeron los planteamientos de la Doctrina Betancourt por los del Pluralismo Ideológico, suspendiendo el énfasis de las gestiones a favor de la democracia motorizadas durante la década anterior en el órgano regional. En los años setenta, ocurrieron fenómenos políticos novedosos en Latinoamérica; uno de ellos fue el acceso a la presidencia por vía electoral del régimen socialista de Salvador Allende en Chile; su derrocamiento y asesinato en septiembre de 1973, unido a la derrota de los movimientos guerrilleros en otros países de la sub-región, dio origen a una cruenta ola dictatorial implantada incluso en países tradicionalmente democráticos como Chile y Uruguay; dando paso a nuevas formas de autoritarismo ejercidas por militares altamente profesionalizados, con proyectos nacionalistas. Paralelamente, en Centroamérica se mantenían dictaduras de corte tradicional, que sufrieron un duro golpe luego de que en 1979 en Nicaragua las fuerzas del sandinismo derrotaran a Anastasio Somoza y pusieran en practica un modelo político autónomo, que aceleró el conflicto político de la sub-región. El giro otorgado a la política exterior venezolana durante estos años se expresó en diferentes situaciones: - Por una parte, en la escasa actividad de condena a los regímenes dictatoriales en el órgano regional, a pesar de la proliferación de las dictaduras y de que la violación de los derechos humanos había alcanzado niveles antes desconocidos; aún así, la suspensión del liderazgo a favor de la democracia no implicó renunciar a su defensa; de esta manera, cuando en 1973 se propuso en la OEA eliminar del artículo 5o de la Carta toda referencia a la democracia representativa y sustituirla por el pluralismo ideológico, la representación 158 venezolana se opuso, por considerar que el principio continuaba vigente a pesar de las dificultades de su aplicación (Calvani, A., 1979: 473). - Por otra parte, en el cambio de actitud en relación con el régimen cubano, debido a lo cual se formuló en forma conjunta con Colombia y Costa Rica, la solicitud de convocar la XV Reunión de Consulta de Ministros de Relaciones Exteriores, para estudiar la conveniencia de dejar sin efecto lo dispuesto en la Resolución I de la Novena Reunión de Consulta realizada en 1964, relacionado con las sanciones aplicadas a Cuba. La reunión se realizó en Quito, Ecuador, entre el 8 y el 12 de noviembre de 1974. En la votación el proyecto de resolución, no obtuvo mayoría de los dos tercios requerida por el TIAR para su aprobación. En la XVI Reunión de Consulta de Ministros de Relaciones Exteriores realizada en San José de Costa Rica el 29 de julio de 1975, se resolvió dejar en libertad a los Estados Partes, para conducir sus relaciones con la República de Cuba al nivel y en la forma que cada Estado estimase conveniente. La revolución nicaragüense fue el otro tema de carácter político que ocupó la atención de la Organización hacia fines de la década, dando origen a la convocatoria de las XVII y XVIII Reuniones de Consulta; la primera de ellas realizada en septiembre de 1978 y junio 1979, recomendó apoyar la instalación de un gobierno democrático y el respeto de los derechos humanos en Nicaragua; en la segunda etapa de la reunión, se resolvió instar a los Estados miembros a realizar las gestiones necesarias para facilitar una solución duradera y pacífica al problema nicaragüense, y a proporcionar asistencia humanitaria; Venezuela —cuya política exterior estuvo altamente involucrada en el conflicto nicaragüense— mantuvo una participación muy activa en todas sus sesiones. Las coincidencias a favor de la democracia El colapso del populismo político y del desarrollismo económico, evidenciados durante década de los ochenta; dio pie al reconocimiento del modelo económico de orientación neoliberal como el adecuado para el continente y a la consideración de las democracias como el sistema político compatible; iniciándose a mediados de la década de los ochenta el impulso de la llamada redemocratización en los países del Cono Sur. La atención política continental estaba puesta fundamentalmente en el conflicto centroamericano, cuya extensión y profundización se veía favorecida 159 dentro por la ubicación dentro de la confrontación Este-Oeste que le otorgaba la administración norteamericana de Ronald Reagan. Como una alternativa mediadora, surgió el Grupo de Contadora en el cual participó Venezuela desde sus inicios en 1983. La política exterior de los tres gobiernos venezolanos de esta década, el socialcristiano Luis Herrera Campins (1979-1984) y los socialdemócratas Jaime Lusinchi (1984-1989) y Carlos Andrés Pérez (1989-1993), por diferentes razones y con distinto énfasis, operó un retorno a la defensa de la democracia.. En los años ochenta, la OEA volvió a constituir importante foro político. En La XV sesión regular de la Asamblea General, realizada en Cartagena de Indias entre el 5 y el 9 de diciembre de 1985, se aprobó el Protocolo de enmiendas —que entró en vigor en noviembre de 1988—,que incorporó la ampliación de las competencias políticas de la Organización; y el fortalecimiento del rol político del Secretario General, al establecer la potestad de llevar a la atención de la Asamblea General o al Consejo Permanente cualquier asunto que, a su juicio, pudiera amenazar la paz y la seguridad del Hemisferio o el desarrollo de los Estados Miembros; dándose así inicio al proceso que le otorgó a la OEA un importante papel en el apoyo a la democracia. El conflicto de las Islas Malvinas en abril de 1982, marcó un hito en lo que respecta a la vigencia de la defensa colectiva, debido a la actitud asumida por el gobierno de los Estados Unidos, considerada como una violación del principio de solidaridad americana. Este acontecimiento influyó en el giro de la política exterior del gobierno de Luis Herrera Campins, que había adoptado una decidida ubicación de defensa de la posición argentina, influyendo incluso en un cambio de posición en torno a la crisis centroamericana, que hasta ese momento había sido coincidente con la óptica norteamericana de confrontación Este-Oeste. La expresión mas evidente de este cambio fue la integración del Grupo Contadora que se proponía la mediación para una salida democrática y pacífica en la sub-región. Durante el gobierno de Jaime Lusinchi se continuó y profundizó la participación de Venezuela en el Grupo Contadora, constituyendo la actuación mas destacada de Venezuela en el ámbito interamericano, gestiones que fueron respaldadas por la OEA. Durante esta década, la OEA debió enfrentar dos conflictos relacionados con intervenciones militares en otros Estados. El primero de ellos estuvo 160 relacionado con la controvertida situación política generada en Grenada luego del derrocamiento y asesinato del Premier Maurice Bishop, que desencadenó el desembarco el 25 de octubre de 1983, de fuerzas combinadas de Estados Unidos y los países del Caribe Oriental (Jamaica, Barbados, Las Granadinas, St. Vincent, Sta. Lucia y Dominica). El día 26, el Consejo Permanente realizó una sesión extraordinaria para considerar la situación de Grenada, en la cual la mayoría de los países latinoamericanos —con diferente énfasis— condenaron la intervención. En apego a la posición tradicionalmente sostenida por Venezuela de respeto a los principios básicos de no-intervención, de autodeterminación de los pueblos y de respeto integral a los derechos humanos, la delegación ante la OEA emitió una declaración ambigua —influida por la oposición ideológica con el régimen depuesto— en la cual solicitaba el cese de toda intervención extranjera en Grenada y la preservación del Caribe como zona de paz, ajena a la confrontación de las grandes potencias. Otro importante conflicto regional se originó con el agravamiento de la tensión existente entre el gobierno norteamericano y el Jefe de Estado panameño Manuel Antonio Noriega, luego del desconocimiento del resultado de las elecciones convocadas en Panamá para mayo de 1989; con lo cual cobró fuerza el peligro de intervención. Panamá fue expulsada del Grupo de los ocho a la vez que el gobierno de Lusinchi había propuesto la aplicación de sanciones colectivas en el órgano interamericano que no prosperaron. En la XVIII sesión regular de la organización interamericana realizada en San Salvador en noviembre de 1988, se dio un importante impulso a la democracia, cuando los Estados miembros expresaron su consenso hacia este sistema político y recomendaron al Secretario General organizar y enviar misiones de observación electoral a los países que lo solicitaran. Las dificultades internas en que se había visto envuelto el gobierno de Carlos Andrés Pérez, especialmente manifestadas en las revueltas del 27 de febrero; influyeron en una política exterior hacia la región latinoamericana que –en contraste con el pluralismo de su primer período de gobierno (19741979)– enfatizó la defensa de la democracia. En concordancia con esta orientación, Venezuela solicitó la convocatoria de la XXI reunión de consulta de Ministros de Relaciones Exteriores para tratar del tema panameño, que se inició en Washington el 17 de mayo de 1989. 161 La reunión se abocó a intensas negociaciones que dieron lugar a la conocida “Resolución I”, titulada “La grave crisis panameña en su contexto internacional” en la cual se señalaron acciones de avenimiento para un acuerdo nacional que asegurase los mecanismos democráticos de la transferencia del poder, en respeto de la voluntad soberana del pueblo panameño. La reunión no condujo a ninguna solución pacifica y El 20 de diciembre de 1989, tropas de EE.UU. invadieron a la República de Panamá y apresaron a Noriega, violando la Embajada de Nicaragua en Panamá. En la segunda sesión realizada entre el 20 y el 22 de diciembre de 1989 y el 1 de febrero de 1990, Venezuela estuvo entre los países que condenaron la intervención, pero a la vez responsabilizaba a los países latinoamericanos, por no haber actuado enérgicamente contra Noriega. La posición venezolana ponía como condición al reconocimiento del gobierno panameño el retiro de las tropas y la búsqueda por parte de las propias autoridades panameñas de una salida legítima. En el discurso pronunciado en abril de 1990 en el Consejo Permanente de la OEA, el presidente Pérez propuso la necesidad de revitalizar la OEA (PÉREZ, C. 1990:5), cuyo papel se veía seriamente cuestionado después de Las Malvinas, la invasión estadounidense a Panamá, la expansión de la democracia y la aparición de diversos organismos de cooperación y concertación tales como el Grupo de Río, el SELA y Contadora entre otros; aspectos estos que modificaban las circunstancias que dieron origen a la OEA especialmente orientada a la seguridad colectiva dentro del marco de la contención. La caída del muro de Berlín con la consecuente desaparición del bloque socialista, unido a la derrota del sandinismo en las elecciones de Nicaragua, se reflejó en la desaparición de los temores de revolución en el Continente; este contexto favoreció la inserción en la globalización económica y la democracia política; fenómenos que contribuyeron a generar un clima de consenso en el órgano regional. La agenda de la OEA en los 90 priorizó la promoción, fortalecimiento y consolidación de la democracia; atendiendo con gran interés aspectos que podríamos catalogar como de gran importancia para la gobernabilidad democrática, tales como la lucha contra la corrupción; la promoción, defensa y preservación de los derechos humanos y la estrategia antidrogas en el hemisferio. 162 Para dar cumplimiento al objetivo de consolidación de la democracia auspiciado por la OEA, a solicitud de la Asamblea General realizada en La Asunción en junio de 1990, se creó la Unidad de Promoción de la Democracia (UPD); cuya función principal es la de prestar apoyo y colaboración a los Estados miembros para el fortalecimiento de las instituciones democráticas a largo plazo, con miras a constituir un brazo operativo en la supervisión de los procesos electorales de los países de la Región. La supervisión electoral ha sido puesta en práctica en 1990; Suriname:1991, Perú:1992-1993; Guatemala: 1995-1996; siendo la participación mas reciente la de las elecciones de Guyana en 1997; Venezuela: 1998.6 Un paso relevante dentro de este objetivo, fue la aprobación de la Resolución 1080, o Compromiso de Santiago, aprobada en la quinta sesión plenaria de la XXI asamblea General de la OEA el 5 de junio de 1991 —cuya propuesta original provino de los Presidentes andinos: Bolivia, Perú, Ecuador, Colombia y Venezuela y cuya Resolución dice: Instruir al Secretario General de la OEA que solicite la convocatoria inmediata del Consejo Permanente en caso de que se produzcan hechos que ocasionen una interrupción abrupta o irregular del proceso político institucional democrático o del legítimo ejercicio del poder por un gobierno democráticamente electo en cualquiera de los Estados miembros de la Organización para, en el marco de la Carta, examinar la situación, decidir y convocar una reunión ad hoc de ministros de relaciones exteriores, o un periodo extraordinario de sesiones de la Asamblea General, todo ello dentro de un plazo de 10 días (OEA, AG/ Res.1080 (XXI-091): 4). El compromiso contraído por los Estados miembros de la Organización para la defensa de la democracia —similar al que plateaba la doctrina Betancourt— implica el aislamiento político, diplomático, financiero y comercial para aquellos gobiernos que intenten interrumpir los procesos democráticos. La resolución 1080, ha sido aplicada en septiembre de 1991 (Haití). Perú (abril de 1992) y Guatemala (mayo de 1993) Paraguay (1996). Impulsado por los peligros que asaltaban a su gobierno, el Presidente venezolano Carlos Andrés Pérez, asumió una activa posición continental de defensa de la democracia haitiana y en contra del nuevo gobierno peruano de Fujimori, con el cual interrumpió relaciones diplomáticas. 6 No incluimos intervenciones más recientes, pues el análisis llega sólo hasta el año 1998. 163 El Protocolo de Washington aprobado en 1990 y ratificado en septiembre de 1997, constituyó un paso firme en la defensa de la democracia, al establecer la posibilidad de suspender la participación dentro de la OEA a un gobierno surgido de la ruptura del orden democrático. Luego de la elección de Rafael Caldera a la presidencia en 1993, Venezuela recobró su estabilidad interna; el nuevo gobierno enfatizó en la lucha contra la corrupción como objetivo de preservación de la democracia, desplegando una gran actividad en torno a este tema, que se convertirá en prioridad de la política exterior regional. El tema de la corrupción como flagelo que afecta a las democracias del continente, fue abordado por primera vez como problema regional en 1994 en la Cumbre de las Américas realizada en Miami; el Presidente Caldera propuso formalmente la adopción de un instrumento jurídico en contra de la corrupción; que dio como resultado, la inclusión en el Plan de Acción de la cumbre de Miami que contiene una serie de medidas de actuación de los gobiernos en la OEA, con la debida consideración de los tratados y leyes nacionales, un enfoque hemisférico sobre los actos de corrupción en los sectores público y privado. La declaración de Montrouis “Una nueva visión de la OEA” aprobada en la XXV Asamblea General realizada en Haití en diciembre de 1995, recogió expresamente lo acordado en la Cumbre de Miami en cuanto a la prioridad de la preservación y fortalecimiento de instituciones y procedimientos democráticos en la agenda hemisférica. En febrero de 1995 Venezuela presentó un texto para la adopción de una Convención Interamericana contra la Corrupción, que incorporó las observaciones de los Estados miembros, y fue elevado a la consideración de la Asamblea General en 1995, que adoptó entre sus resoluciones la convocatoria en la conferencia especializada de la OEA para tales fines, celebrada en Caracas entre el 27 y 29 de marzo de 1996, con asistencia del Presidente Rafael caldera y el Secretario General de la OEA; la Convención Interamericana contra la Corrupción adoptada, fue suscrita por 21 países. Posteriormente, la Asamblea General celebrada en Lima en 1997 aprobó el Programa Interamericano de Cooperación par combatir la Corrupción. La preservación y fortalecimiento de la democracia, la constitución de un pacto para el desarrollo y la prosperidad a través de la integración económica y el libre comercio, la erradicación de la pobreza y la discriminación; así como 164 la conservación del medio ambiente fueron los temas que resumieron las prioridades de la Agenda regional de los 90, incluidos en la Declaración de Principios y Plan de Acción aprobada en la Cumbre de Miami en 1994, en La declaración de Montrouis denominada “Una nueva visión de la OEA” aprobada en la XXV Asamblea General realizada en Haití en diciembre de 1995. Globalización y comercio; educación, derechos humanos en la era democrática y el futuro de la democracia en América; perfilan las prioridades de la agenda hemisférica para los últimos años de la década y comienzos del nuevo milenio de acuerdo a las resoluciones y acuerdos de la Cumbre Presidencial de Santiago de Chile celebrada en mayo de 1998, con el fin de conmemorar el cincuenta aniversario de la OEA. Reflexiones finales El activo papel jugado por Venezuela a favor de la democracia representativa en el ámbito interamericano desde la fundación de la OEA en 1948, ha obedecido tanto a razones de carácter doctrinario, como de defensa del régimen interno. En las variaciones operadas por el protagonismo venezolano en esta materia, influyeron cambios relacionados con el sistema político interno, así como con el entorno continental. La actividad venezolana durante el denominado trienio a favor del sistema político democrático –especialmente evidenciado en la participación en la fundación de la OEA– por razones que consideramos fundamentalmente doctrinarias, se vio interrumpido con el derrocamiento del régimen de Gallegos. A pesar del enfrentamiento con las democracias del continente, el régimen militar que gobernó a Venezuela durante entre 1948 y 1958, mantuvo un apego formal a las declaración de principios relacionada con el ejercicio de la democracia en el continente, en forma acorde con la actuación norteamericana y del órgano regional en general. Los resultados de la X Conferencia Interamericana realizada en Caracas en 1956 constituyen el ejemplo mas elocuente de este comportamiento. Los inicios del denominado período democrático que se instaura luego del derrocamiento de la dictadura de Pérez Jiménez en 1958; estuvieron llenos de escollos de orden interno y externo, con lo cual la actuación protagónica de Venezuela a favor de la democracia representativa continental, encontró –además de las razones doctrinarias– especial motivación en la defensa de su régimen interno. 165 Las frecuentes solicitudes de actuación del órgano interamericano hechas por Venezuela en la década de los sesenta en contra de Cuba y República Dominicana, por atentar contra su seguridad interna, estuvieron sustentados en el Tratado Interamericano de Asistencia Recíproca; Quedando reservadas las reiteradas denuncias relacionadas con la Doctrina Betancourt, a condenar el derrocamiento de los regímenes legítimamente constituidos, de acuerdo con los principios de la OEA, denuncias que no obtuvieron el apoyo esperado. El carácter defensivo de la actividad de Venezuela en el seno de la OEA a favor de la democracia, quedó evidenciado con los gobiernos de Rafael Caldera y Carlos Andrés Pérez (1969-1979); cuando, a pesar de que la mayoría de los gobiernos del continente eran dictatoriales, se formuló y puso en práctica el pluralismo ideológico, debido a la disminución de los riesgos internos y externos que acosaban la estabilidad del régimen. La disminución de la actuación de Venezuela a favor de la democracia, influyó de manera decisiva en el bajo nivel político de la organización durante esta década. El apego doctrinario al régimen democrático se mantuvo, tal como se desprende de la negativa del gobierno de Rafael Caldera a eliminar del artículo 5o de la Carta toda referencia a la democracia representativa Los gobiernos venezolanos de la década de los ochenta y comienzos de los noventa, por distintas circunstancias y razones recurrieron a la defensa democrática; brevemente mencionemos la consideración de “neobetancourismo” de los gobiernos de Luis Herrera Campins y Jaime Lusinchi, por razones mas apegadas a lo doctrinario en el primer caso y de intentos de rescate del prestigio de la democracia venezolana en el segundo. A fines de la década de los ochenta y comienzos de los noventa distintos factores políticos y económicos confluyeron en que la defensa de la democracia representativa se tornara prioritaria en el seno de la OEA. Las dificultades en las cuales se había envuelto el segundo gobierno de Carlos Andrés Pérez le imprimieron un activo sello defensivo a su política exterior regional, en contraste con el pluralismo de su primer gobierno y en coincidencia con la nueva conducta del órgano regional. La democracia venezolana recuperó su estabilidad luego del acceso de Rafael Caldera a la presidencia en 1993; los problemas de gobernabilidad generados por los niveles alcanzados por la corrupción en Venezuela, afectaban a las democracias del continente en general; motivo por el cual el gobierno de 166 Caldera consideró pertinente ejercer un liderazgo regional centrado en la lucha anti-corrupción, como factor de preservación de la democracia continental. La falta de respuesta que las crisis económicas y sociales que en distinto grado viven los países americanos, a pesar de su definición como prioridad del nuevo milenio, ha venido atentando contra el modelo político democráticorepresentativo, dificultadas evidenciadas especialmente en la sub-región andina. Referencias Bibliográficas CARDOZO de Da Silva, E. (1996): “La OEA y la domesticación de la democracia”. Venezuela Analítica. Revista Electrónica Bilingüe. Caracas, No. 10. CARDOZO de Da Silva, E., ROMERO, M.T. (1990): “Venezuela: Dificultades y contradicciones”. Anuario de políticas exteriores latinoamericanas 1989-1990. Caracas, Nueva Sociedad-Prospel, pp. 61-78 CARDOZO de Da Silva, E., ROMERO, M.T.(1991): “Política exterior de Venezuela en 1990: dinamismo y contradicciones en un contexto cambiante”. Anuario de políticas exteriores latinoamericanas 1990-1991. Caracas, Nueva SociedadProspel, pp. 58-73 CONNEL-SMITH, G. (1977): Los Estados Unidos y la América Latina. México, Fondo de Cultura Económica. GAMUS Gallego, R. (1990): “Política exterior en tiempos de bonanza y en tiempos de crisis” Política Internacional. Caracas, No. 19, pp.15-19. GAMUS, R. (2000): “Venezuela y la Organización de Estados Americanos”. Venezuela y... los países hemisféricos, ibéricos e hispanohablantes. Caracas, Instituto de Altos Estudios de Américas Latina. Universidad Simón Bolívar, pp.998-1038. PÉREZ, C. A. (1990): “La necesidad de revitalizar la O.E.A.”(Discurso pronunciado ante el Consejo Permanente de la OEA). Política Internacional. Caracas No. 18, pp.1-5. PERINA, R. (1993): “El papel de la OEA en la promoción de la democracia”. Integración Solidaria: Reconstitución de los Sistemas Políticos Latinoamericanos II. Caracas. Instituto de Altos Estudios de América Latina. PORTILLO, J. (1991): Venezuela-República Dominicana (Relaciones Diplomáticas 1844- 1984). Caracas, Exlibris. ROMERO, M. T. 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Textos certificados de las Declaraciones y Resoluciones. VENEZUELA, Ministerio de Relaciones Exteriores(1948-1997) Libros Amarillos. ****** VENEZUELA AND THE OAS: 50 YEARS OF TALKS ON DEMOCRACY Raquel Gamus Gallegos Abstract: The main aim of this work is to analyze the facts conditioning Venezuela’s performance regarding representative democracy within the Continent, and compare it with the positions officially adopted within the Organization of American States. The analysis embraces the period going from the foundation of this Inter American Multilateral Organization, in 1948, to the celebration of its 50th anniversary in 1998. It was that same year when Venezuela’s elected government proposed the substitution of its political model based on representative democracy, which had been in force over the last 40 years. Key words: Venezuela - OAS - The United States of America - Representative democracy - Dictatorship. ****** 168 LE VENEZUELA ET L’OEA: CINQUANTE ANS DE DÉBAT SUR LA DÉMOCRATIE Raquel Gamus Gallegos Compte rendu: L’étude concerne l’analyse des causes et des différents facteurs qui ont influencé l’attitude du Venezuela face à la démocratie représentative continentale. L’analyse s’appuie sur des comparaisons entre les actions du Venezuela et les décisions entreprises au sein de l’Organisation des États américains. Le travail comprend la période entre la fondation de l’organisation multilatérale interaméricaine en 1948 et la célébration de son 50e anniversaire en 1998. Ce dernier événement coïncide avec le triomphe électoral au Venezuela d’un gouvernement qui propose la substitution du modèle politique de démocratie représentative qui avait été en vigueur pendant les 40 ans précédents. Mots clés: Venezuela - OEA - États-Unis - Démocratie représentative - Dictature. ***** A VENEZUELA E A OEA: CINQÜENTA ANOS DE DEBATE SOBRE A DEMOCRACIA Raquel Gamus Gallegos Resumo: O objetivo principal deste trabalho é a análise das causas e das variações que condicionaram o desempenho da Venezuela no que respeita à democracia representativa continental, comparativamente com as posições oficialmente adotadas no seio da Organização de Estados Americanos. A análise abrange o período compreendido entre a fundação dessa organização multilateral interamericana em 1948 e a comemoração dos seus 50 anos em 1998; ano do triunfo eleitoral na Venezuela de um governo que propõe a sustituição do modelo político de democracia representativa que governou o país durante os 40 anos anteriores. Palavras chave: Venezuela - OEA - Estados Unidos - Democracia representativa - Ditadura. ***** 169 Tabla de contenido COLOMBIA, VIETNAMIZACIÓN O PROCESO DE PAZ. ELEMENTOS CRÍTICOS PARA LA INTERPRETACIÓN DE LA CRISIS COLOMBIANA Y SU IMPACTO EN UN CONTEXTO INTERNACIONAL Javier Guerrero Barón Presentación Contra el deseo y la buena voluntad de muchos, es posible –y así lo indican las tendencias coyunturales de los últimos meses–* que Colombia esté transitando por el borde de una situación de guerra civil generalizada o de profundización del conflicto armado antes que de acercamiento a un proceso de paz real y duradero. Si imaginamos un escenario futuro en el que por primera vez confluyen crisis política, crisis económica, crisis militar y crisis de relaciones internacionales, podremos suponer que son elementos que se suman y retroalimentan la dinámica del conflicto armado y su impacto en la vida nacional, lo cual hace poco previsible la existencia de condiciones mínimas para una negociación política. No queremos con estas palabras ni ser “ave de mal agüero” ni empañar los vehementes anhelos de paz que importantes sectores de la sociedad colombiana y de la comunidad internacional vienen manifestando en estos tiempos, pero el análisis de las dinámicas del conflicto nos indican que son pocas las posibilidades de revertir esta tendencia si el problema de la paz se sigue tratando como hasta hoy se hace: con buenas intenciones y sin principio de realidad. Sin embargo, ello no es una ley inexorable y no es imposible modificar las circunstancias que rodean el proceso, sobre todo si la nación * Este artículo se recibió a mediados del año 1998, sin embargo su pertinencia y sugerente enfoque justifican su incorporación en este número del año 1999. 171 colombiana logra consensos alrededor de algunos puntos fundamentales. Y aunque somos optimistas a largo plazo, en el corto pensamos que en Colombia los peores momentos están por venir, si se conservan las tendencias del conflicto crónico que vive el país desde 1948 y continúa la degradación de esta guerra sui-generis, agravadas por los vientos de intervención internacional, como hasta hoy se ha venido planteando. Una visión crítica, contra el sentido común ingenuo y las conveniencias maquilladas de la coyuntura política, ayudaría a entender este proceso. Una estrategia nacional contra la expansión de la guerra es urgente. No obstante, es difícil una propuesta creativa, pues el tema se convirtió en un campo de batalla verbal y del ejercicio de la retórica, en la que se habla de paz para hacer la guerra o se habla de la guerra o de la paz, para decir lugares comunes. Hay que reconocer que las demandas de paz por parte de la sociedad colombiana han aumentado, pero lo que aún no esta claro es cuanto estamos dispuestos a pagar por ella y si pueden seguir actuando sectores con el poder suficiente para entorpecer cualquier negociación, como hasta hoy ha sucedido. En este ensayo queremos hacer explícitos algunos elementos críticos que nos permitan comprender las tendencias de la difícil coyuntura nacional. Esbozamos primero diez premisas que sustentan dos hipótesis centrales sobre las nuevas condiciones para una salida política negociada al estado de guerra civil. Diez premisas Primera: Sobre los contenidos del conflicto: Hay consenso en que los grandes desequilibrios sociales crean una dinámica que tiende a legitimar proyectos revolucionarios y alternativas violentas. En términos generales, “el qué” del conflicto colombiano, la substancia que lo origina se hunde en los grandes desequilibrios sociales que ameritan las transformaciones estructurales que reivindican quienes se alzaron contra el establecimiento. Es lo que se ha llamado persistentemente “causas objetivas de la violencia”. Si la sociedad colombiana no acepta esta realidad no será posible la paz. Ello significa que la necesidad de una profunda transformación es socialmente legítima. Es un país donde ni siquiera pudo llevarse a cabo una reforma agraria, ni una reforma urbana que aminore el déficit de vivienda, ni 172 existe una efectiva legislación antimonopolios, para no hablar de mecanismos mínimos de redistribución de la riqueza. Afortunadamente, así lo reconocen inclusive los sectores más radicales en la defensa del orden y del Estado. Es decir, que en este campo actualmente sería fácil llegar a un consenso, lo cual hace algunos años era improbable. En otras palabras, nadie puede desconocer las condiciones explosivas de pobreza, desempleo y marginalidad en que viven amplios sectores de la población, entendiendo que muchas de esas condiciones son agravadas por la guerra misma, lo cual es parte del círculo vicioso. A ello se suman los efectos sociales del impacto de los ajustes económicos estructurales de carácter mundial que ocasionan los procesos de apertura y globalización con sus secuelas de privatizaciones, introducción de nuevas tecnologías, terminación de los contratos laborales indefinidos y suplantación por contratos temporales, formación de grandes consorcios monopólicos dominados por el capital financiero internacional, debilitamiento sin precedentes de las organizaciones sindicales y replanteamiento de las relaciones trabajo capital, etc. Segunda: Si hay acercamiento en aceptar las “causas objetivas” de la crisis, debe haber un esfuerzo de acercamiento en las soluciones Los actores revolucionarios justifican su accionar por la condiciones socio-económicas (la pobreza de la mayoría, monopolio de la riqueza, etc), y por las condiciones políticas (déficit de democracia, justicia, desigualdad política, oligopolio del poder). En este último plano se ha avanzado bastante en las formas jurídicas del régimen político (Constitución de 1991), se podría pensar igualmente en acercamientos en el régimen económico y social, (reforma agraria, legislación laboral, legislación antimonopolios, inversión social, atención primaria a sectores vulnerables, etc). Aunque toca directamente con los intereses del capital, sus representantes se han dado cuenta de la profundidad de la crisis nacional y están dispuestos a negociar. En los empresarios hay consenso que “la paz es rentable” y que el tono creciente de la guerra está afectando por primera vez estructuralmente los indicadores macro-económicos como el gasto público y la capacidad del Estado de estabilizar la economía, para no hablar de los flujos de capital y de inversión. Es decir el consenso debe avanzar de las causas a las soluciones que es donde hay grandes abismos. 173 Tercera: Sobre los medios y caminos para solucionar el conflicto hay grandes discensos: Colombia no ha renunciado a la violencia Este es el otro gran componente del conflicto: “el cómo”, los medios para lograr la superación del antagonismo. Es en el campo de los medios para la solución del conflicto donde existe un gran discenso. Aunque es obvio, a veces perdemos la perspectiva de que Colombia vive un enfrentamiento de proyectos de país, de grandes imaginarios de cómo solucionar los problemas, de modelos de desarrollo y de concepciones del Estado y de su papel. Distinguimos tres grandes posturas en una sociedad que desde el siglo dieciocho intenta caminos de construcción de una modernidad -sin lograr un acuerdo sobre la modernidad posible ni deseable- que la inserte en el contexto mundial. De un lado unos sectores que buscan soluciones mediante salidas y propuestas revolucionarias, que lucharon y luchan por una sociedad más equitativa, menos injusta y con posibilidades de ciudadanía real para todos los colombianos. De alguna forma, una posible vía hacia la modernidad por el camino de grandes reformas estructurales impuestas desde la acción revolucionaria a partir de un triunfo político o político militar. Otro sector, o mejor, campo de matices, que aceptan esta necesidad pero consideran que los problemas pueden ser solucionados mediante reformas y procesos democráticos. Vale decir que los sectores decididamente democráticos no son los más fuertes en la política colombiana. La mayoría de ellos le han apostado a conformarse con construir una democracia formal, legalista, sin preocuparse por llenar de realidades esas formas, sin luchar por grandes transformaciones a los obstáculos del ejercicio real de una modernidad democrática o por sectores que tácticamente han jugado a la democracia, no como filosofía del Estado y de la política sino como técnica política o como ritual electoral, o porque muchos de los llamados sectores democráticos han “combinado las formas de lucha”: unas veces la democracia y otras el autoritarismo donde la violencia no está descartada como medio para realizar sus fines. Históricamente está lejos de existir en la política colombiana un real proyecto de “modernidad democrática”, como tal. Y un intransigente sector que cree que la sociedad puede mantenerse sin transformaciones en el plano de las relaciones sociales. Cree en la modernidad como progreso tecnológico, pero conservando los privilegios del 174 capital y de la propiedad, de lo estatuido, sin redistribución de la riqueza y sin transformaciones en el plano de lo político. Son los sustentadores del modelo histórico de dominación bipartidista y se consideran los “jefes naturales” del país. Su estructura de poder desde finales de los años setenta en algunas regiones compitió, en otras se alió, con poderes locales emergentes como los pequeños y grandes capos del narcotráfico, igualmente autoritario y conservador y, en muchos casos, funcional a sus intereses. Son partidarios de grandes avances en la tecnificación de la producción (reingeniería y tailorismo en la industria pero sin tener que concertar con sindicatos, mecanización del campo pero en lo posible manteniendo relaciones de aparcería, participación y democracia restringidas, prescripción de las reivindicaciones sociales, etc.). De alguna forma son el reflejo del modernismo reaccionario o el proyecto de modernidad selectiva de las derechas, unas veces moderadas y otras radicales, que se enfrentaron y se enfrentan en el escenario mundial. Sin embargo, en Colombia, en los tres campos, en mayor o menor grado, existen sectores importantes de la sociedad que no han renunciado a la violencia como instrumento para alcanzar sus objetivos políticos. En su conjunto, la sociedad colombiana no ha renunciado radical y explícitamente a la violencia, como si lo han logrado sociedades como la española, que optó –con excepción de un minúsculo sector político, cada vez más aislado, decir radicalmente que ese sector político no representa a nadie distinto que a unos cuantos activistas fuera de todo contexto de realismo político– sin vacilación alguna, por construir una modernidad democrática, con todas sus implicaciones. Esta ambigüedad de la sociedad y del Estado ha llevado a especialistas a afirmar que la violencia es funcional a la democracia colombiana. Cuarta: Si bien los actores de Violencia no representan a los Colombianos, sí hablan por ellos y la Sociedad deja que hablen por ella. Tiene estrecha relación con la anterior. En otras palabras: es evidente que la violencia no representa a la amplia mayoría de los colombianos. Que 15 ó 20 mil guerrilleros, 5 mil paramilitares, las ruedas sueltas dentro de organismos estatales, y las organizaciones delincuenciales estructuradas alrededor de las mafias del narcotráfico o de las esmeraldas o del contrabando, o de otros negocios ilícitos no son representativos de 37 millones de colombianos. Pero 175 los 37 millones de colombianos, no se han expresado de manera rotunda como expresión de una voluntad nacional que pide cuentas al Estado por sus actos por fuera de la ley y por sus frecuentes y sospechosas omisiones y sistemáticas impunidades y a los actores del conflicto por sus actos y métodos violentos. Ni siquiera, para poner un ejemplo, el desastre ecológico que significan millones de barriles de petróleo vertidos a los ríos, quebradas y cuerpos de agua en más de 200 atentados a un oleoducto han movilizado a la sociedad colombiana ni ha significado nada en términos de legitimidad a la organización que los ha realizado. Tal vez por eso, en su desespero, los encargados estatales del problema han optado por el camino fangoso de sindicar, con pruebas sospechosamente falsas, a los sindicalistas de la petrolera estatal de lo que hace la guerrilla, confundiendo métodos, actores y resultados, por el dudoso camino de la utilización de los desacreditados organismos de justicia como arma política antisindical, mientras los atentados siguen y la indolencia pública también, ahora no solo frente al desastre ecológico, sino frente a los métodos ampulosos del Estado para solucionar el problema. Tal vez por eso mismo cada masacre es más escandalosa que la anterior y los mandatarios, las autoridades de policía y los cada vez más deliberantes voceros militares pueden dar las respuestas retóricas y casi insultantemente rituales frente a ellas, sin que tengan que entregar cuentas a nadie. Eso en el campo político. Pero la violencia no se reduce a la política. Es mucho más extendida en el plano de lo social. Es mucho más costosa en términos de vidas humanas la violencia que se ejerce por la delincuencia pequeña y medianamente organizada y las de la vida cotidiana. Y las tasas de violencias urbanas son aterradoras y las de algunos conflictos regionales asociados a bonanzas locales. Se podría añadir que no matan únicamente los delincuentes o los actores de la guerra. A ello debe sumarse el del ciudadano común y corriente que mata por ira, por venganza, por celos, por deudas, por honor o en “cuestión de tragos”, para poner algunos ejemplos. Es decir, ni en la lucha política, ni en la vida corriente hemos podido renunciar a la violencia y esta se reproduce en muchos espacios. La amenaza anónima se ha convertido, por ejemplo, en una forma de violencia para obtener los más variados resultados, desde método de lucha sindical, hasta método disuasivo contra la acción colectiva de organizaciones populares, sino como método de integrar la selección nacional de fútbol. 176 Volviendo al plano de lo político, nada indica que las fuerzas revolucionarias crean que existan condiciones de una salida democrática. Las fuerzas revolucionarias, aunque existen matices, siguen creyendo en que la guerra es el camino más expedito para la realización de sus metas políticas y no hay indicio alguno de que esta posición haya sido modificada. Aunque existe un discurso cauteloso que indica la posibilidad de explorar salidas negociadas, (más el ELN, que las FARC, aunque en ambas agrupaciones sus acciones hacen ver a sus declaraciones de paz con una gran apariencia retórica), el tono y nivel de las exigencias plantean por ahora imposibles. Del otro lado, dentro y fuera del Estado, las fuerzas de la intransigencia, como hasta ahora ha sucedido desde 1984 cuando se inició el primer ciclo de acuerdos, no están dispuestas a otro camino que la solución militar del conflicto. Algunos sectores que se podrían caracterizar como democráticos, se han aferrado ciegamente a la defensa de una supuesta legitimidad del Estado y en su apoyo han estado dispuestas inclusive a implementar aparatos de guerra como las organizaciones de seguridad privada «CONVIVIR», lo cual a su vez demuestra que aun están dispuestos a continuar y profundizar en el camino de la guerra. Si bien es cierto, la dinámica de la guerra ha llevado a sectores de la sociedad a la adopción de mecanismos de defensa de sus intereses más inmediatos mediante mecanismos privados, debilitando y deslegitimando a su vez al mismo Estado. Esta es otra de las paradojas: Sectores de la sociedad que han adoptado una defensa radical de establecimiento han contribuido, y de que manera, en su deslegitimación. Esto demuestra que los amplios sectores que reclaman la paz aun no tienen la audiencia, el poder ni la representación necesarios para hacer viable su decisión y al interior de las fuerzas que tienen las armas. No es clara la unidad de criterio por una salida negociada. En resumen, todos estos son claros indicadores de que la sociedad colombiana no ha logrado un consenso alrededor de la renuncia a la violencia. Muchos sectores por una u otra razón la utilizan o creen en ella como solución de los conflictos. Y el rechazo a los actos de violencia no tiene la resonancia suficientes para representar la voluntad nacional. Al contrario, el lenguaje predominante es la indiferencia. Y los agentes de la guerra pueden asumir, como en efecto han asumido la representación de la sociedad colombiana. (ver nuevamente la nota 2). 177 Quinta: Sobre las actitudes de los actores hay un abismo: No se puede construir un proceso de paz con gestos de guerra. El otro gran componente del conflicto es la actitud de los actores, que puede facilitar o alejar la solución. Allí hay que reconocer que es donde se encuentra uno de los grandes obstáculos a la transformación de los conflictos colombianos. Si solamente observáramos el lenguaje que se utiliza para caracterizar al adversario, entenderemos que él mismo se convierte en fuente de la agudización y profundización del abismo actitudinal. Si nos atenemos a plano de los simbólico, no hay ningún gesto que indique que alguno de los actores esté en actitud de buscar acercamientos para una eventual negociación. Solo el gobierno, hace frecuentes llamados a la paz, sin entregar nada, como esperando ingenuamente una rendición incondicional, en tanto que se endurecen las políticas militares. No basta, pero el mundo de lo simbólico, del lenguaje de los gestos, puede contribuir a acercar o alejar las posibilidades de una negociación. Pero más que en el plano de lo simbólico, el plano de las acciones es que determina sus posibilidades reales. Por el contrario, las frecuentes ofensivas violentas, la apelación a evidentes violaciones al derecho internacional humanitario como el secuestro, la permanente declaratoria de “objetivo militar” a funcionarios civiles, a los mismos procesos electorales, los “retenes” en que se pone en alto riesgo innecesariamente la vida de los viajeros, la utilización de minas antipersonales, de carros-bomba y otros mecanismos de terror indiscriminado, el “ajusticiamiento” de civiles sin formula de juicio, la sensación de la existencia de poderes que deciden sobre la vida y la muerte no solo de los hombres bajo su mando sino de los ciudadanos, hacen que los actores armados en su pretensión de involucrar a toda la población en la guerra, antes que allanar el camino hacia una salida negociada, la dificultan y la alejan. La apariencia del rumbo del conflicto y la carencia total de gestos conciliatorios hablan de una actitud de “guerra total”. Queda la sensación de que en el interior de las guerrillas hay la creencia de que la crisis generalizada del Estado, de las fuerzas armadas y el silencio de la sociedad, es legitimidad de su causa y que ellos creen que su triunfo está cerca. Y es apenas lógico. Esto hace que ningún ejército que se sienta ganador, este dispuesto a negociar si tiene la certeza de un –virtual o real– triunfo militar. 178 Sexta: Sobre la reconstrucción Nacional: ¿Cuanto estamos dispuestos a pagar? Reconstruir el proyecto nacional implica acercar la imagen futura de los diversos proyectos de nación que se encuentran en conflicto: establecer cuanto están dispuestos a sacrificar las fuerzas políticas en este acercamiento de proyectos y cuanto están dispuestos a pagar los dueños del establecimiento, en primer término, y en segundo, toda la sociedad colombiana, por esa paz tan anhelada. Es entender, en otros términos que esa paz es rentable pero la inversión inicial es costosa para las partes y más para quienes defienden el orden instituido que es el que se encuentra amenazado. Desde el punto de vista de los proyectos revolucionarios, poco tienen que perder. (Aunque no existe un gran capital político que defender, a no ser la tradición revolucionaria que representan de muchas décadas acumuladas y un proyecto militar que se expresa en el control de unos territorios sobre los que no tienen clara la legitimidad de su dominación sobre la población por cuanto hasta ahora solamente se ha manifestado como dominación armada . Está por demostrar cual es el respaldo real y espontáneo que tendría el proyecto una vez cese dicha dominación armada, lo cual sería en si mismo su “capital político”). Desde esta lógica se podría pensar que la salida militar para ellos es, por lo menos en apariencia, más rentable, máxime cuando las experiencias de los grupos desmovilizados ha sido poco exitosas en el campo político. Por tanto, como en cualquier transacción –desde todos los ángulos del conflicto– respondernos la pregunta de cuanto estamos dispuestos a pagar por la paz es fundamental para saber cuan lejos o cerca estamos de la posibilidad real de cualquier negociación. Y hasta ahora, nadie se ha hecho esta pregunta. Séptima: Existen sectores “estructuralmente intransigentes” con capacidad de impedir la salida política. La duración del conflicto hace que en los dos polos de la contradicción, existan sectores “estructuralmente intransigentes”, bien sea porque la guerra es funcional a sus intereses o porque su actitud radical es inmodificable. Todos ellos son actualmente y en el futuro el mayor obstáculo a cualquier salida política. Todos ellos tienen capacidad de entorpecer en materia grave un eventual proceso de paz, como hasta hoy lo han logrado con éxito absoluto e impunidad 179 total. Es lo que los expertos llaman “la inercia de la guerra”. Si estos sectores no son derrotados políticamente, o por lo menos neutralizados, es improbable que prospere una solución política negociada y se siga imponiendo la vía militar. No obstante, estos sectores intransigentes, unos indudablemente dentro de organismos estatales, seguirán cometiendo asesinatos selectivos y adelantando periódicas campañas de terror para impedir la negociación, mientras que las guerrillas seguirán secuestrando, saboteando las elecciones, amenazando alcaldes y funcionarios, controlando territorios y realizando acciones militares que demuestren su fortaleza y ratifiquen la mala racha de las fuerzas armadas para posicionarse ante una eventual negociación, o lo que es peor, con el convencimiento de un triunfo cercano. Octava: La debilidad del Ejército es coyuntural, hay empate estratégico. De otra parte, todo indica que esta evidente debilidad táctica del ejército es coyuntural. Es producto más de 15 años de “guerra delegada” en los que la iniciativa estuvo en manos de fuerzas privadas de grupos paramilitares. Si se examina detenidamente la prensa, son pocas las acciones ofensivas del Ejército en este lapso. Pronto, la emergencia será suplida con “cambios estratégicos”, legislación antiterrorista, adecuaciones procesales y “reingeniería militar” que implicarán mejor tecnología, apoyos satelitales, equipos, reestructuración de los organismos de inteligencia, asesoría y ayuda norteamericana, es decir, incremento en gasto militar y se iniciará un nuevo ciclo resarcimiento militar de las fuerzas armadas que confirme este tipo de empate estratégico o círculo viciosos de la muerte. Novena: La fortaleza táctica de las guerrillas aleja las posibilidades de una negociación. Entre tanto, en lo inmediato, la ilusión de ir ganando la guerra hará que la posición de las fuerzas insurgentes se endurezca y aleje las posibilidades de un proceso de negociación, si no existe al interior de las organizaciones armadas, como hasta el momento no ha existido, un líder o un sector con capacidad de hacer un análisis político más allá de lo militar, que muestre que el avance militar de los últimos años no ha significado la legitimación nacional de un proyecto revolucionario y que a pesar de las ofensivas tácticas (y en contra de 180 la opinión de los estrategas norteamericanos), y si se miran las cosas con algo de realismo, está lejos consolidarse un escenario de triunfo militar, así se mantenga el dominio sobre amplias zonas y sobre áreas estratégicas como las de producción del crudo petrolífero, pero y aunque suene duro, de alguna, forma relativamente marginales para la vida medular de la mayoría de la población y de la economía. Décima: Dos Escenarios Posibles: en lo militar:“modelo de contención” o “guerra total” O en lo político una solución realista pero lejana: reconocer la revolución inconclusa colombiana. Primero en lo militar:“modelo de contención” o “guerra total”: Así las cosas, hipotéticamente, la guerra podría continuar muchos años más, en dos escenarios futuros posibles: el primero, simplemente agudizando la situación social del país, manteniendo o empeorando los niveles de pobreza, profundizando la crisis política, con un régimen en precarias condiciones de legitimidad, en crisis permanente, como por cincuenta años hasta hoy, con un crecimiento de las violencias difusas y un deterioro de todos los indicadores de la calidad de vida de los colombianos, es decir continuando en un modelo de “contención” clásico de guerra limitada o, en un segundo escenario, con una guerra total a unos elevados costos humanos y sin que esté claro que tipo de proyecto revolucionario surgiría de un eventual triunfo militar y más bien, el cierre continuado de una salida política negociada y la imposición de un régimen cada vez más autoritario, con procedimientos especiales de orden público en lo judicial y policial (no es descartable que pronto se le otorguen funciones de instrucción criminal a las fuerzas armadas por ejemplo, y que se cree una jurisdicción especial antiterrorista, como en el Perú). O en aras de la discusión podríamos apostarle y darle la razón a las fuerzas revolucionarias y al Pentágono y decir que al paso que van dentro de algunos años van a triunfar. Y quedaría un país arruinado o insignificante en el contexto mundial, como Laos o Camboya y donde ni siquiera se puede hacer una revolución y sostener el triunfo político por muchos años, como en Nicaragua, luego de una devastadora guerra donde habremos perdido la poca dignidad que nos queda. Segundo: O en lo Político una solución realista pero lejana: reconocer la Revolución inconclusa colombiana: 181 Otra alternativa es aceptar por parte de la sociedad, el Estado y las fuerzas revolucionarias que en Colombia hubo, como en muchas naciones, una revolución inconclusa que no logró consolidar un triunfo por la vía militar. (podríamos reconocer que hubo lo que teóricamente se ha denominado “situación revolucionaria” crónica sin “resultado revolucionario” apoyándonos en Charles Tilly) pero de la cual se puede derivar hacia un polo democráticopopular, que mediante estrategias políticas obtenga muchas de las transformaciones (no todas) que no se alcanzaron mediante el triunfo militar, para transformarlas en un programa democrático pensando en un plan de “reconstrucción nacional”, en manos de una Junta de Reconstrucción Nacional, como si se hubiera alcanzado el fin de la guerra. Hagamos de cuenta que alguien ganó, que la guerra terminó y que hay que reconstruir el país con un programa democrático negociado entre los sobrevivientes y que entre los triunfadores hay una disidencia del bando derrotado que se alió con los ganadores que está en capacidad de imponer condiciones al programa de reconstrucción nacional. ¿Para que esperar el triunfo militar, si sabemos que así terminan las guerras y que con todos sus costos humanos, terminan en una concertación de fuerzas y de esfuerzos? Así fue la Revolución Nicaragüense y así han sido y serán las revoluciones inconclusas de América Latina y del tercer mundo. Muy seguramente muchos sectores al interior de las fuerzas insurgentes piensen que se puede conseguir más por esta vía que con un triunfo militar, pero la estructura misma de sus organizaciones no les permitiría expresar este tipo de planteamientos. Quienes asuman esta posición en ambos bandos serían calificados inmediatamente como claudicantes y entreguistas. (Y los sectores extremos se identificarían como fuerzas de la intolerancia de derecha y de izquierda y tal vez se produzcan purgas dentro de las guerrillas, los paramilitares y las fuerzas armadas y en la cúpula secreta de la extrema derecha que ha manejado los hilos de la guerra sucia), o tal vez exista en el país la madurez suficiente para buscar este tipo de salidas a la guerra. Pero esto último sería demasiado optimista para las premisas anteriores, aunque no es imposible como horizonte político. Dos hipótesis Sobre la reflexión anterior surgen dos hipótesis de trabajo para la comprensión del momento actual. Primera: la guerra civil colombiana se ha transformado en un problema internacional que hace que le sea aplicado el 182 concepto de soberanía limitada a la solución de su conflicto interno. Segunda: Colombia esta en el umbral del punto de no retorno de la posibilidad de ejercicio de su soberanía, para lograr una solución política negociada a su conflicto interno. PRIMERA HIPÓTESIS: LA GUERRA CIVIL COLOMBIANA SE HA TRANSFORMADO EN UN PROBLEMA INTERNACIONAL QUE HACE QUE LE SEA APLICADO EL CONCEPTO DE SOBERANÍA LIMITADA A LA SOLUCIÓN DE SU CONFLICTO INTERNO. Lo nuevo de la situación actual es que la guerra crónica colombiana, que era indiferente a los propios colombianos y al mundo, se está convirtiendo crecientemente en un problema internacional. Somos el problema más agudo de la región. El margen de “soberanía” es cada vez menor. Ello se evidencia en los siguientes aspectos de la coyuntura internacional: Colombia, y esa es la gran diferencia del concierto de países de América Latina, no ha encontrado recientemente un punto de inflexión, un punto de ruptura con el pasado, en la construcción de una modernidad democrática que aclimate un mínimo de condiciones para su convivencia como nación en el concierto de los pueblos del mundo. Es una sociedad que acumula sus conflictos del pasado sin capacidad para resolverlos. En el contexto de América Latina, después de los procesos de paz en Centroamérica –sin idealizarlos y colocándolos en medio de sus obvias dificultades– y de la caída de las grandes dictaduras del continente, ante el desconcierto general, el conflicto armado colombiano se mantiene como una remembranza de la “guerra fría”, con sus símbolos y su lenguaje intactos, sin que, casi una década después del derrumbe del muro, las partes hayan explorado nuevos caminos distintos a persistir en una guerra que la mayoría de los observadores internacionales consideran “arcaica”. Hay consenso entre los analistas de que por primera vez nuestro problema interno es visto como amenaza internacional, no solamente por los Estados Unidos y las potencias europeas, sino por nuestros vecinos y amigos. Colombia ha recibido en los eufemísticos círculos diplomáticos el calificativo de “la Bosnia de Suramérica”, o la “llaga abierta de América Latina”. Los efectos de la guerra impactan a las naciones vecinas. En el caso venezolano existe una estrategia de desestabilización de las relaciones por parte del ELN, 183 además de importantes daños ecológicos en los cuerpos de agua de las vertientes comunes ocasionadas por los vertimientos de crudos de los insensatamente repetidos atentados al oleoducto Cañolimón-Coveñas. La frontera panameña, además de sitio de llegada de refugiados, sufre frecuentes invasiones de los grupos paramilitares y los efectos del secular tráfico de armas y drogas, lo cual causa serios problemas a las relaciones binacionales. Perú y Bolivia adelantan programas de erradicación de los sembrados de coca y saben que los narcotraficantes colombianos están en capacidad de comprar la pasta básica que produzca para ser refinada, lo cual estimula el cultivo y les impide mostrar mejores resultados. Los capitales mafiosos ante la persecución, se han desplazado a Brasil, Argentina y en menor cuantía a Chile y Centroamérica y México. El “modelo” colombiano de financiación de las guerrillas con recursos de estas actividades podría ocasionarles, (como parece estar sucediendo en Perú), el resurgimiento de los grupos armados revolucionarios y todos ellos nos ven con desconfianza pues temen que por su cercanía puedan recibir un tratamiento similar al que ha recibido Colombia y antes que solidarizarse, prefieren sumarse a la “diplomacia de bisturí” de los Estados Unidos, que pretende “extirpar el tumor”. El fenómeno de los desplazados ya nos es un problema interno, sino que se empieza a ser visto con preocupación por la comunidad mundial. El exilio de personas amenazadas y de familias enteras que dejan el país por motivos económicos o políticos o por problemas de seguridad, son cada vez mayores. Aún entre naciones amigas, Colombia empieza a ser percibida internacionalmente como una sociedad con indicadores permanentes y estructurales de violencia que hacen que sea caracterizada como una sociedad “no viable” en términos de nación moderna, pues su inercia autodestructiva la coloca en los límites del cuadro de honor del “retroceso de la civilización y el retorno a la barbarie” y –dentro de esta lógica– estaría en el grupo de países que no lograron adaptarse a los cambios de la pos-guerra fría y requieren de intervenciones tutelares que la enrumben nuevamente por el camino de la democracia, dentro de la nueva perspectiva mundial de la “seguridad democrática” diseñada y liderada por Estados Unidos. Los niveles de violencia en el campo laboral y el asesinato crónico de líderes sindicales es calificado por expertos de la Unión Europea como un “dumping” social, en el sentido de que los empresarios del mundo tienen que 184 negociar pliegos de peticiones y huelgas, mientras que, con impunidad total, los sindicalistas en Colombia son asesinados, lo cual, además de ser un aberrante problema de derechos humanos, significa –según su decir– una “ventaja comparativa” de los precios de sus productos creada por el clima de violencia. Las políticas antidrogas de Estados Unidos, (a través del caso Samper y la tesis de las “narco-guerrillas), han ganado la batalla propagandística de presentarnos como una “narco-democracia” que se aproxima peligrosamente a lo que el Departamento de Estado ha denominado como “estados-bandido”, aquellos que no se acogen a las políticas y normas mundiales (generalmente dictadas por ellos en el contexto del escenario de un mundo monopolar liderado por ellos), para los cuales la comunidad internacional se ha reservado el derecho de “meter en cintura”, pues afectan intereses fundamentales de la misma comunidad mundial. Con esta estrategia se ha logrado convencer al mundo diplomático que existe un nuevo enemigo mundial que es el “narcotráfico” y a su vez “territorializar” ese enemigo mundial en los países productores y simbolizarlo en un caso límite: Colombia. Las potencias han impuesto el concepto de “soberanía limitada” a los temas de narcotráfico, derechos humanos, derecho internacional humanitario y Colombia es un país crítico en estos tres campos y por lo tanto acreedor de intervención internacional. Esta intervención por primera vez se esgrime como una solución y ya se discuten hipótesis concretas de intervención. El temor de un modelo de contención estilo Vietnam, hace pensar en modelos multinacionales, estilo Bosnia. Las tensiones geopolíticas de la región se agudizarán a medida que se vence el plazo de entrega del Canal de Panamá a los panameños en diciembre de 1999 en virtud de tratado “Torrijos-Carter” y los Estado Unidos ejercerán un mayor control sobre la región para prevenir cualquier situación desfavorable a sus intereses estratégicos y el argumento será que mientras exista un factor de desestabilización regional, (Colombia), no habrá condiciones para la entrega. Ya hay consenso (interno y externo) de que Colombia debe ser intervenida. Todavía no lo hay de cómo realizar la intervención. Estados Unidos –y ese por ahora es buen signo de que primero se va a intentar el apoyo a una salida política negociada– ha anunciado su ingreso al grupo de países amigos del Proceso de Paz. La pregunta sería, ¿Qué sucederá si no hay proceso de paz? 185 Esto nos conduce a una segunda Hipótesis en el plano de nuestra guerra interna.. SEGUNDAHIPÓTESIS: COLOMBIAESTAENELUMBRALDELPUNTODENORETORNODE LAPOSIBILIDADDEEJERCICIODESUSOBERANÍAMEDIAN-TEUNA SOLUCIÓNPOLÍTICANEGOCIADAASUCONFLICTOINTERNO Hace algunos años, Daniel Pecaut planteó que Colombia se encontraba cerca al “punto de no retorno”. En ese momento se hacía evidente la presencia de narcotraficantes financiando grupos paramilitares y una actitud cómplice del Estado y se avisoraban a futuro serios problemas institucionales. Decía entonces : Mes tras mes la situación se agrava en Colombia. La tregua y el diálogo están prácticamente interrumpidos. Por una parte, el terror ejercido con total impunidad por una extrema derecha de contornos imprecisos, por el otro la voluntad expresada por la guerrilla de pasar a una etapa de lucha por el poder, tienden a producir una acentuada polarización. La autoridad del gobierno es demasiado incierta como para frenar este proceso. Colombia podría convertirse fácilmente en el escenario de una confrontación social y política mayor. Hoy la predicción se ha realizado. Nunca antes había confluido crisis política, crisis económica, (los expertos del FMI en mayo de 1998 hablan de la necesidad de un ajuste fiscal y económico con todo lo que ello ha implicado a países como Venezuela o México. El presidente Samper en vez de regañarlos insultantemente como lo hizo de manera ingenua y populista, debería convencerlos de que al problema del gasto público de Colombia, un país al borde del colapso y en guerra, no se le puede dar el mismo tratamiento macroeconómico que a Costa Rica o Suiza), crisis social, (niveles cercanos al 15% de desempleo permanente y crecimiento en varios puntos de los indicadores de población sumida en estado de pobreza absoluta, millón y medio de desplazados por la violencia, etc.), crisis militar y crisis de relaciones internacionales que muy seguramente pronto afectarán los factores de gobernabilidad interna de los próximos gobiernos. Es decir, Colombia está viendo peligrar su estabilidad democrática y su capacidad de ejercer su precaria soberanía, mediante una solución política negociada. Cada mes que pasa vemos que se agota más esa posibilidad. 186 Y ese agotamiento de las posibilidades está dada por los siguientes indicadores: La creciente fragmentación de los poderes, tanto del Estado como de los para-estados, como de las fuerzas insurgentes y de la llamada “sociedad civil”, muestran que ofensivas de guerra total fácilmente pueden transformarse en guerras civiles regionales que lejos de convertirse en una única “guerra revolucionaria” tienden a transformarse en “guerras multipolares” (ya varios frentes del ELN han declarado objetivo militar a frentes del EPL, ha habido enfrentamientos armados entre ELN y FARC en Arauca y Cubará por disentimientos en el caso de los indígenas U´wa y la petrolera Oxy), con una gran capacidad destructiva, pero sin posibilidades de consolidar proyecto alguno por parte de los bandos contendientes, en cambio, imposibilitando una salida negociada que fundamente las bases de una reforma democrática. Es decir, ni reforma ni revolución, en cambio fortalecimiento de un “estatu quo” precariamente legitimado pero con capacidad de recomponerse a sus crisis, como ha sucedido por más de 50 años. En la nueva fase de la globalización, el conflicto colombiano es percibido como un caso “crónico e irresoluble” por los mismos colombianos y por la comunidad internacional. Nunca antes la sociedad colombiana había aceptado tan fácilmente y sin debate una hipótesis de intervención. Una sociedad que se había negado sistemáticamente a una “mediación internacional”, no solamente la acepta sino que a nivel interno ya se habla de una “fuerza internacional de paz”. Es decir, o los colombianos no se han dado cuenta de lo que esto significa o ya empieza a ver un consenso de intervención militar internacional. Si bien se ha calificado la situación militar colombiana como un “empate negativo” (Eduardo Pizarro), es decir aquella situación donde ni el Estado colombiano puede derrotar a las guerrillas ni estas pueden alcanzar el triunfo de una revolución, si se puede desarrollar una guerra prolongada que tiende a degradarse y a socavar la unidad nacional. En un escenario futuro, la prolongación de la guerra podría significar desintegración de la unidad nacional y desmembramientos territoriales por la existencia de soberanías múltiples. (Por ejemplo, el bloque sur de las FARC ya se plantea una estrategia territorial de “defensa de una frontera” que puede convertirse, al igual que en otros territorios, como Arauca y Casanare, en el desmembramiento territorial. La “nueva república independiente” que se nos quiere presentar como el control territorial de la zona que “produce el 80% de la producción mundial de cocaína”, 187 gobernada por una “narco-guerrilla” ante la cual el Estado Colombiano ha sido incapaz “y será derrotado en cinco años”). Todo enmarca en la legitimación acelerada de un escenario de intervención. Cada mes que pasa el margen de maniobra de la sociedad colombiana, del gobierno y de las mismas guerrillas será más limitado frente a un eventual proceso de negociación. Tal vez sea la presencia militar extranjera la que obligue a unos y a otros a un cese de hostilidades lo cual podría conducir a una “vietnamización” de Colombia. Sin embargo y eso sería lo deseable, contra todas las predicciones, y contra toda la lógica negativa de la actual coyuntura, si Colombia encuentra caminos de solución e inicia pronto de manera seria una negociación, si aprende de los errores del pasado y de las experiencias de otros países, podría lograr un excelente apoyo de toda la comunidad internacional, incluidos los Estados Unidos, en términos de acompañamiento y mediación. De lo contrario nos veremos abocados al camino de la intervención con todos los significados e incertidumbres del concepto. Notas: 1. Incluido el proyecto militar de la extrema derecha que se expresa en las Autodefensas Unidas de Colombia. Su discurso contra el abandono del Estado es tan radical como el de las guerrillas. Comisión de Conciliación Nacional, CICR, Cambio 16. La Paz Sobre la Mesa. Revista Cambio 16, Separata, Mayo de 1998. 2. Aun en los sectores que se reclaman democráticos, se juega al uso de mecanismos violentos como solución o parte de la solución. Por ello no es extraño que líderes nacionales, regionales y locales de partidos que se reclaman democráticos, en las últimas dos décadas le apostaron al paramilitarismo, y dan como aceptables con su silencio y sus prácticas, mecanismos de presión contra movimientos y activistas adversarios o de organizaciones civiles o aceptan parcialmente la defensa de los derechos ciudadanos y los mecanismos del derecho internacional, sin que exista una radical renuncia a la violencia. Varios Parlamentarios destacados, por ejemplo, se sabe están involucrados en masacres ligadas al control electoral de sus huestes. Del otro lado, sin querer justificar la masacre, la nefasta “combinación de todas las formas de lucha”, según sus exmilitantes y fundadores, junto con la intolerancia de la derecha radical, mató a la Unión Patriótica, pues se le dio tratamiento militar a un movimiento político que no supo deslindar campos de la organización militar de la FARC. 3. Por ejemplo, un tímido amague de violencia oficial, en la conformación de un comando terrorista de Estado contra ETA, el caso GAL, a pesar de la postura generalizada anti ETA, fue el hecho que más pesó en la caída del PSOE y de su máximo líder Felipe González, sin lugar a pragmatismos y a soluciones por los atajos. Se rechaza con la misma fuerza al terrorismo de ETA y sus atentados como el terrorismo de estado para combatirlo. 4. Daniel Pecaut. Orden y Violencia. Bogotá, Siglo XXI-Cerec, 1987, vol. 2, p. 576. 188 5. A excepción del inorgánico “mandato por la paz” de octubre de 1997 que expresó cerca de 10 millones de votos en las elecciones legislativas y locales y de la “sensibilidad” nacional que se expresa como “opinión pública” conmovida después de cada magnicidio o masacre rutinaria o en los entierros de los defensores de los derechos humanos o de los hombres públicos de diferente talante. Cuando estaba terminado este artículo se dio la movilización del 19 de mayo de 1998, por la vida, contra la violencia y la impunidad. Es la primera manifestación masiva y contundente pero aun insuficiente para contrarrestar la dinámica violenta de la coyuntura. Aunque es un signo esperanzador, hay que ver si es el comienzo de una expresión permanente de la sociedad civil que logra hacerse oír por los actores armados o si es un nuevo brote de protesta inorgánica. 6. Cuando escribíamos estas notas fue asesinado Eduardo Umaña Mendoza, abogado defensor de los sindicalistas de la Unión sindical Obrera a que hacemos referencia, quien en entrevistas había denunciado los métodos empleados por las agencias estatales en este caso; además apoderado de los familiares de los desaparecidos del Palacio de Justicia en 1985, defensor de presos políticos y de los derechos humanos. 7. Días después cayo asesinado el general Fernando Landazabal, destacado vocero de la derecha militar, y se sucedieron numerosas masacres, la más grande el 17 de mayo de 1998 en Barrancabermeja, pueblo petrolero fortín de la Unión Sindical Obrera, donde grupos paramilitares, con camiones asesinaron varias personas y se llevaron cerca de medio centenar que al momento del cierre no habían aparecido. Consternación y declaraciones retóricas por doquier, que nadie cree. 8. La violencia invade no solamente a las economías ilegales. Muchas transacciones comerciales se han invadido de variadas formas violentas de cobros bajo amenaza o chantaje moral. Por ejemplo hace pocos años se había institucionalizado el cobro de cuentas mediante coacción psicológica y escarnio público al deudor por empresas legales. 9. El escándalo del mundial de fútbol de Estados Unidos y de la integración de la selección de Fracia´98 son las amenazas al director técnico por el desacuerdo en la selección de los jugadores convocados. 10. La existencia de un candidato presidencial, en la campaña a la presidencia de 1998-2002, general activo pocos meses antes de la campaña, como comandante general, que en su programa plantea la escueta salida militar luego de las experiencias dolorosas de las Delicias, Patascoy, el Caguan y el documento de inteligencia del Pentágono que anuncia una derrota militar en 5 años, y que esta opción haya alcanzado en algunos momentos de la campaña cerca del 20% en las encuestas, es un claro indicador, de que a pesar que parece ingenua, aún un amplio sector social se identifica con ella. El exgeneral puede exponer todos los días sus tesis, fracasadas en el campo de batalla, sin que nadie confronte con la realidad ese discurso, lo cual indica que la llamada “opinión pública” aun no tiene claro el problema frente a las opciones violentas del tratamiento del conflicto, sea cual sea su origen. 11. Pero no todo es negativo en la política de EE.UU. Al parecer el Departamento de Estado, que tiene medios para saberlo, ha decidido intentar neutralizarlos haciendo listas y cancelando visas a militares violadores de Derechos Humanos. Al acusar directamente a una unidad militar, la Brigada XX de inteligencia, presiona una reestructuración del Ejército, porque al parecer, lo ve como uno de los principales obstáculos para un proceso de negociación. El rechazo a estas medidas fue respondido con una perentoria advertencia: “los militares no pueden jugar con fuego”. El Tiempo, domingo 17 de mayo de 1998, p. 6 A. 12. Creencia recientemente reforzada por documentos de inteligencia del Pentágono, ante la evidente ineptitud –coyuntural– de las fuerzas armadas. Los mismos teóricos que luego de la derrota militar de Vietnam al más poderoso ejército de la historia de la humanidad declararon que esas guerras son imposibles de ganar, le exigen al desarticulado, cansado, deslegitimado y debilitado ejército criollo una victoria militar imposible. 189 13. La única acción ofensiva destacable es la realizada en la toma de la Uribe, Meta, aquella que impidió un proceso de negociación paralelo a la Asamblea Nacional Constituyente, en diciembre de 1990. 14. No ha logrado construir una cultura que atenúe desde el plano de los valores el compulsivo “tánatos” de la “naturaleza humana”, a la cual no escapamos como sociedad, para fundar una cultura diferente a “una cultura de los procedimientos violentos como procedimientos triunfantes y, sobre todo, legítimos”. CRUZ Kronfly, F. “El Intelectual en la nueva Babel Colombiana. En: VIVIESCAS, F y GIRALDO, F. Colombia: el Despertar de la Modernidad. Bogotá, Foro Nacional Por Colombia, 1991. P.389. 15. PECAUT, Daniel. Crónica de Dos Décadas de política Colombiana. Bogotá, Siglo XXI, 1988. p. 407. El artículo fue traducido como “Mas allá del Punto de Imposible Retorno?” ****** COLOMBIA: VIETNAMIZATION OR PEACE PROCESS. CRITICAL ELEMENTS FOR THE INTERPRETATION OF THE COLOMBIAN CRISIS AND ITS IMPACTAT THE INTERNATIONAL LEVEL Javier Guerrero Barón Abstract: Despite the hope and good will of many people, it could be said –as it is reasserted by recent trends- that Colombia is closer to a generalized civil war or a serious armed conflict than to a real and lasting peace process. If the political/economic and the military/foreign affairs crises take place simultaneously, the minimal conditions for a political negotiation are unlikely to be met in the foreseeable future, for it can be assumed that in such a situation, the armed conflict would be strengthened and its impact at the national level would be much higher. Key words: Colombia - Violence - Armed groups - Peace - Difficulty. ***** LA COLOMBIE: CONFLIT VIETNAMIEN OU PROCESSUS DE PAIX? ÉLÉMENTS IMPORTANTS POUR L’INTERPRÉTATION DE LA CRISE COLOMBIENNE ET SON IMPACT SUR LE CONTEXTE INTERNATIONAL Javier Guerrero Barón Compte rendu: Contre le désir et la bonne volonté de beaucoup de personnes, il est possible –d’après les tendances conjoncturelles récentes– que la Colombie soit plus proche d’une guerre 190 civile généralisée ou d’un renforcement du conflit armé que d’un processus de paix réel et durable. Si l’on imagine un avenir dans lequel les crises politique, économique, militaire et des relations internationales se rejoignent toutes pour la première fois, il est peu probable qu’il existe les conditions minimales pour arriver à une négociation politique car ces crises favorisent le conflit armé et son impact sur la vie nationale. Mots clés: Colombie - Violence - Groupes armés - Paix - Difficultés. ***** A COLÔMBIA, VIETNAMIZAÇÃO OU PROCESSO DE PAZ. ELEMENTOS CRÍTICOS PARA A INTERPRETAÇÃO DA CRISE COLOMBIANA E SEU IMPACTO EM UM CONTEXTO INTERNACIONAL Javier Guerrero Barón Resumo: Em contra do desejo e da boa vontade de muitos, as recentes tendências parecem sugerir que a Colômbia esteja vivendo uma situação de guerra civil generalizada ou de aprofundamento do conflito armado, em lugar de um processo de paz real y duradouro. Se as crises políticas, econômicas, militares e de relações internacionais ocorressem simultaneamente, seria pouco provável que se dessem as condições mínimas para uma negociação política no futuro, a dinâmica do conflito armado poderia ser reforçada e seu impacto na vida nacional poderia ser muito alto. Palavras chave: Colômbia - Violência - Grupos armados - Paz - Dificuldade. ***** 191 Tabla de contenido INSTITUTO DE ESTUDIOS HISPANOAMERICANOS PUBLICACIONES ÍNDICE ACUMULADO DEL ANUARIO 2ª ETAPA. DESDE 1988 HASTA 1998. Nº DEL 1 AL 10 1.- ACOSTA PRIETO, Héctor - “El establecimiento del divorcio en Venezuela y la Iglesia Católica”. 2ª Etapa Nº 1. 1988-1988, p.p. 71-94. - “El decreto 321: continuidad y cierre del conflicto Iglesia-Estado en Venezuela”. 2ª Etapa, Nº 2, 1990, p.p. 109-134. - “El Gobierno Provisional de Juan Bautista Pérez 1929-1931: ¿Anticlerical?”. 2ª Etapa, Nº3, 1991, p.p. 119-138. - “Algunos comentarios sobre los conceptos de modernización y contemporaneidad en la Venezuela actual”. 2ª Etapa, Nº5. 1993, p.p. 139-158. 2.- ACUÑA, Enrique - “Alejandro de Humboldt y su relación con la élite criolla de la ciudad de Caracas 1799-1800”. 2ª Etapa, N° 10, 1998, p.p. 29-41. 3.- AGUIAR FAGUNDEZ, Mike - “Alejandro de Humboldt y la fiebre amarilla en el Puerto de La Guaira 1799 -1802”. 2ª Etapa, N° 10, 1998, p.p. 9-28. 4.- AGUILAR LINARES, Sadia - “La República Arabe Saharani Democrática y los objetivos de política exterior de Venezuela”. 2ª Etapa, Nº1. 1988-1989, p.p. 141-150. - “Germen de la industria petrolera, venezolana y la nueva estructuración social (19221943)”. 2ª Etapa, Nº 4. 1992, p.p. 115-132. - “Juan Antonio Sotillo: Del olvido a la Luz”. 2ª Etapa, Nº 5. 1993, p.p. 97-112. - “Una Sombra Perenne: La deuda externa venezolana”. 2ª Etapa, Nº 6. 1994, p.p. 95112. - “La modernidad y los estudios históricos en Venezuela (La creación de la cátedra de Historia Universal)”. 2ª Etapa, N° 10, 1998, p.p. 173-189. 193 5.- AGUILAR LINARES, Sadia y Calzadilla, Pedro; Dávila, Dora; Rodríguez Jeannette - “La imigración italiana y el plebiscito de 1957”. 2ª Etapa, Nº2. 1990, p.p. 153-176. 6.- ARCILA FARIAS, Eduardo - “La situación de España en la segunda mitad del siglo XVII”. 2ª Etapa, Nº 3. 1991, p.p. 11-22. 7.- CABRERA, Elery - “La politización de las fuerzas armadas venezolanas”. Nº 7. 1995. - “Las fuerzas armadas del siglo XX (un esquema tentativo de periodización). Nº 8, p.p. 27-42. - “De la dispersión a la concentración: el movimiento sindical 1945-1948”. 2ª Etapa, Nº 9. 1997, p.p.179-200. 8.- CALZADILLA, Pedro Enrique - “La Guerra hispano-cubano-estadounidense de 1898 en Venezuela”. 2ª Etapa, Nº 3. 1991, p.p 93-118. 9.- CAMACHO, Antonieta - “Acercamiento al estudio de los estereotipos sobre la mano de obra: Opinión pública (Siglo XIX)”. 2ª Etapa, Nº 9, p.p. 69-88. - “El Costo de ejercer la “Tiranía Activa”. La decadencia de la propiedad territorial en la Microregión de Guacara. Siglo XIX”. 2ª Etapa, N° 10, 1998, p.p. 73-90. 10.- CORDERO VELÁSQUEZ, América - “Cruz Carrillo, un estratega revolucionario”. 2ª Etapa, Nº 1. 1988-1989, p.p. 45-58. - “Secuestro y confiscación de bienes durante el primer quinquenio (1810-1815) del Período Independentista”. 2ª Etapa, Nº 3. 1991, p.p 33-42. - “Los oficiantes del Benemérito”. 2ª Etapa, Nº 4. 1992, p.p. 107-114. - “Vivencia americanista de Antonio José de Sucre”. 2ª Etapa, Nº 6. 1994, p.p 33-44. 11.- DÁVILA, Dora - “La Revista Nacional de Cultura (1938-1945): Un medio para otros fines”. 2ª Etapa, Nº 1. 1988-1989, p.p. 95-102. - “Medicina, higiene y sociedad en Caracas a fines del siglo XIX”. 2ª Etapa Nº 2. 1990, p.p. 47-64. - “El Convento de las Monjas Concepciones y el Gasto Anual en “Culto Divino e Iglesia”, (1852)”. 2ª Etapa, Nº 3. 1991, p.p 43-58. - “Tomás Lander en las ideas de una nueva nación (o el tránsito de colonia a República”. 2ª Etapa, Nº 4. 1992, p.p. 37-66. 194 12.- DELGADO, Luis - “Ilustración y Funcionamiento Burocrático en la Venezuela de Finales del Siglo XVIII”. 2ª Etapa, Nª 9, 1997, p.p. 9-20. 13.- DE LIMA, Blanca - “La crisis del café coriano y la firma Isaac A. Senior e hijo (1896-1900)”. 2ª Etapa, N° 10, 1998, p.p. 127-146. 14.- DE LISIO, Antonio - “El antrpo/geo/cro/centrismo como dilema en los estudios ambientales”. 15.- GAMUS GALLEGO, Raquel - “El contenido de la Política exterior del gobierno de Carlos Andrés Pérez (19741979). Expectativas para su nuevo quinquenio”. 2ª Etapa, Nº 1. 1988-1989, p.p 125-140. - “Elementos para el estudio de la política exterior de la dictadura y de la democracia (Pérez Jiménez y Rómulo Betancourt. 1952-1964)”. 2ª Etapa, Nº 2. 1990, p.p 135152. - “El Control del Legislativo sobre el ejecutivo en política exterior en la Constitución de 1961”. 2ª Etapa, Nº 3. 1991, p.p. 165-186. - “La política exterior de Venezuela hacia Centroamérica: de CAP a CAP”. 2ª Etapa, Nº 4. 1992, p.p. 149-166. - “La política exterior de Pérez Jiménez hacia los estados Unidos: entre la autonomía y la dependencia”. 2ª Etapa, Nº 6. 1994, p.p. 133-154. - “El alineamiento hemisférico de Venezuela 1941-1958”. Nº 7. 1995. - “La globalización de la democracia en América Latina. Los esfuerzos de Venezuela”. 2ª Etapa, Nº 9. 1997, p.p. 219-236. 16.- GÓMEZ PEREZ, Argenis - “La Gaceta de Caracas y sus Colaboradores”. 2ª Etapa, Nº 3. 1991, p.p. 23-32. - “De Antonio Muñoz Tébar y un informe olvidado”. 2ª Etapa, Nº 5. 1993, p.p 79-96. - “Venturas y desventuras de Vicente Salias”. Nº 7. 1995. - “Vicente Salias como periodista (1813-1814)”. 2ª Etapa, Nº 9. 1997, p.p. 21-41. -“ El Dr. Díaz y el Arzobispo Coll y Prat”. 2ª Etapa, Nº 10. 1998, p.p. 63- 72. 17.- GÓMEZ, Carmen -“La disputa por la capitalidad de la Provincia de Venezuela”. 2ª Etapa, Nº 10. 1998, p.p. 45- 62. 18.- HERNANDEZ GONZALEZ, Manuel - “ Identidad y papel Social de los Canarios en la Venezuela del siglo XVIII”. 2ª Etapa, Nº 5. 1993, p.p. 27-46. 195 19.- HERRERA, Bernardino - “Las Primeras elecciones universales, directas y secretas de varones en Venezuela, 1858-1860”. 2ª Etapa, Nº 9. 1997, p.p. 89-120. 20.- HIRSHBEIN, Cesia - “Rufino Blanco-Fombona y la unidad hispanoamericana”. 2ª Etapa, Nº 1. 1988-1989, p.p 9-24. - “La América Española de Rufino Blanco-Fombona”. 2ª Etapa, Nº 2. 1990, p.p. 6578. - “Identidad y unidad de nuestra América”. 2ª Etapa, Nº 3. 1991, p.p. 187-206. - “Vida y arte de un americano: los “Diarios” de Rufino Blanco-Fombona”. 2ª Etapa, Nº4. 1992, p.p. 83-106. - “Rufino Blanco-Fombona y la proyección americanista de su pensamiento en Europa. Rufino Blanco-Fombona y Bolívar”. 2ª Etapa, Nº 6. 1994, p.p.79-94. - “Positivismo y modernismo en Venezuela, la expresión americana”. Nº 7. 1995. - Teoría y práctica de las eras imaginarias de Lezama Lima. Nº 8.1996, p.p.55-68. -“La actividad cultural en Mariano Picón Salas”. 2ª Etapa, Nº 9. 1997, p.p. 201-218. -“ El ensayo en Hispanoamérica: Rufino Blanco Fombona, ensayista”. 2ª Etapa, Nº 10, 1998, p.p. 249- 264. 21.- LUQUE, Guillermo - “Estado y educación en la Venezuela del Siglo XX: una síntesis para la reflexión y la polémica. Nº 8, p.p. 9-26. 22.- MADRIZ, María Fernanda - “El Golpe de 17 de Octubre de 1945”. 2ª Etapa, Nº 10, 1998, p.p. 217-247. 23.- MÉNDEZ, Nelson - “Angel Cappelletti y su enfoque de la Historia Social del Anarquismo en América Latina”. 2ª Etapa, Nº 9. 1997, (Comentarios Bibliográficos), p.p. 237-247. 24.- MEDINA, Medófilo - “La crisis política de Colombia 1994-1996. Nº 8, p.p. 97-108. 25. - MORET, Rosalba - “Conflictos laborales durante el régimen gomencista (1908-1935)”. 2ª Etapa, Nº 5. 1993, p.p. 47-70. 26.- NAVAS BLANCO, Alberto - “Elementos Sociales Activos en el Sistema Electoral del Cantón Caracas en 1854”. 2ª Etapa, Nº 3. 1991, p.p. 59-64. - “Las elecciones presidenciales en Venezuela del siglo XIX. Nº 7. 1995. 196 27.- NIEVES, Fulvia - “Aproximación Histórica-Regional de la Costa Centro-Occidental de Venezuela: un enfoque arqueológico”. 2º Etapa, Nº 5. 1993, p.p. 15-26. 28.- NWEIHED, Kaldone - “El pensamiento político del General Nogales Méndez (1877-1937)”. 2ª Etapa, Nº 6. 1994, p.p. 11-32. 29.- OCHOA, Rigel - “El problema de la alimentación en Venezuela en la primera mitad del siglo XX”. 2ª Etapa, Nº 9, 1997, p.p. 163-178. 30.- PINZÓN, Víctor y RODRÍGUEZ, Jeannette - “La aplicación del D.D.T. en la lucha antimalárica en Venezuela (1945-1948)”. 2ª Etapa, Nº 5, 1993, p.p. 159-178. 31.- QUINTERO, Inés - “La centralización política del régimen restaurado”. 2ª Etapa, Nº 1. 1988-1989, p.p. 59-70. - “Documentos para la historia (Las compilaciones documentales del siglo XIX y su incidencia en la historiografía venezolana)”. 2ª Etapa, Nº 2. 1990, p.p 9-24. - “El debate federal en la edificación de la República (1830-1863)”. 2ª Etapa, Nº 6. - “La mujer y su historia”. 2ª Etapa, Nº 7, 1995, p.p. 43-56. 32.- RODRÍGUEZ, Luis Cipriano - “El anticomunismo en Venezuela. Una historia de medio siglo (1939-1989)”. 2ª Etapa, Nº 1. 1988-1989, p.p. 103-124. - “Venezuela, 1936: cinco corrientes anticomunistas”. 2ª Etapa, N 2. 1990, p.p. 79-98. - “¿Ha muerto el anticomunismo?”. 2ª Etapa, Nº 3. 1991, p.p. 207-230. - “El Chilam Balam y la invasión presentida”. 2ª Etapa, Nº 4. 1992, p.p. 11-18. - “América Latina: deuda externa e implicaciones socio-políticas (El Caso Venezuela, 1973-1993)”. 2ª Etapa, Nº 6. 1994, p.p. 155-172. - “Venezuela 95: historia actual y perspectiva histórica. Nº 8, p.p. 69-96. 33.- RODRÍGUEZ, Jeannette - “Las reclamaciones extranjeras contra Venezuela por contiendas civiles (1830-1858)”. 2ª Etapa, Nº 6. 1994, p.p. 45-56. - “Negociación y conflicto en las relaciones diplomáticas entre Venezuela y España 1860-1861. 2ª Etapa, Nº 7. 1995. - “Elecciones Presidenciales en la República de Venezuela (1868)”. 2ª Etapa, Nº 9, 1997, p.p. 121-138. - “El correo en Venezuela 1870- 1899 (Una visión geohistórica). 2ª Etapa, Nº 10, 1998, p.p. 111-125. 197 34.- RUIZ CHATAING, David -“Grupos de presión en Venezuela a partir de 1936, según los testimonios existentes en los archivos de Rufino Blanco Fombona, Luis Beltrán Prieto Figueroa y Lucila Palacios”. 2ª Etapa, Nº 10, 1998, p.p. 191-126. 35.- SALAZAR, Temístocles - Ejército, tabaco, café y población en el Táchira 1920-1830”. 2ª Etapa, Nº 9, 1997, p.p. 43-68. 36.- SÁNCHEZ, Gonzalo - “De las armas a la política (Consideraciones a propósito del libro “Para reconstruir los sueños. Una historia del EPL”. De Alvaro Villarraga S. Y Nelson Plazas N.)”. 2ª Etapa, Nº 6. 1994, p.p. 173-182. 37.- SEGNINI, Yolanda - “Legado de la Legación británica en Venezuela. 1936-1945”. 2ª Etapa, Nº 2. 1990, p.p. 97-108. - “El Ateneo de Caracas en el Quinquenio de la Transición 1936-1941”. 2ª Etapa, Nº 3. 1991, p.p. 139-164. - “El Ateneo de Caracas durante el Medinismo (1941-1945)”. 2ª Etapa, Nº 4. 1992, p.p. 133-148. - “Venezuela en el National Archives de Washington”. 2ª Etapa, Nº 5. 1993, p.p. 113122. 38.- TROCONIS DE VERACOECHEA, Ermila - “Audiencia y Sociedad”. 2ª Etapa, Nº 1. 1988-1989, p.p. 25-44. - “Aspectos de la esclavitud negra en Venezuela y el Caribe (1750-1854)”. 2ª Etapa, Nº 4. 1992, p.p. 19-36. - “El despertar de la Mujer del siglo XX”. 2ª Etapa, Nº 5. 1993, p.p. 71-78. 39.- VIVAS, Fabricio - “La administración fiscal durante el gobierno de los Welser 1529-1538”. Nº 7. 1995. - “Eduardo Arcila Farias: Su contribución historiográfica”. 2ª Etapa, Nº 10, 1998, p.p. 147-171. 40.- YEPEZ COLMENARES, Germán - “La epidemia de cólera morbus o asiático de 1854 a 1857 y sus efectos sobre la sociedad venezolana”. 2ª Etapa, Nº 1, 1988-1989, p.p. 151-180. - “La salud pública en el septenio guzmancista 1870-1877”. 2ª Etapa, Nº 2, 1990, p.p. 25-46. - “Epidemias, Legislación Sanitaria e Invasión de Langostas en la Venezuela del Quinquenio Guzmancista. 1879-1884, 2ª Etapa, Nº 3, 1991, p.p. 65-92. 198 - “Antecedentes de la lucha para controlar y erradicar la malaria en Venezuela”. 2ª Etapa, Nº 4, 1992, p.p. 67-82. - “Proceso de modernización del Estado, Gobierno y Sociedad en Venezuela a finales del siglo XIX. 1870-1899”. 2ª Etapa, Nº 5, 1993, p.p. 123-138. - “La lucha para controlar y erradicar la malaria en Venezuela entre los años 1936 y 1948”. 2ª Etapa, Nº 6, 1994, p.p. 113-132. - “Alimentación, nutrición y salud en la ciudad de Caracas en el septenio guzmancista.” Nº 7, 1995, p.p. 75-90 - “La participación de la Fundación Rockefeller y el Departamento de Estado Norteamericano en la lucha contra el paludismo en Venezuela entre 1936 y 1948”. 2º Etapa, Nº 8, 1996, p.p. 43-54. - “Aseo urbano, olor y miasmas en la ciudad de Caracas 1870-1877”. 2º Etapa, Nº 9, 1997, p.p. 139-162. - “El proceso de modernización liberal y la reafirmación del Estado laico en Venezuela (1870 -1877)”. 2ª Etapa, Nº 10, 1998, p.p. 91-110. 199 Tabla de contenido COLABORADORES Pedro Cunill Grau Geógrafo. Doctor en Geografía Histórica. Profesor Titular Jubilado de la Universidad Central de Venezuela. Doctor Honoris Causa por la Universidad de Salamanca. Autor de una amplia obra relacionada con la geografía y la geohistoria de América y Venezuela. Profesor invitado de diversas universidades latinoamericanas y europeos. Ex-Director de la Escuela de Geografía de la UCV y Ex-Coordinador Académico de la Facultad de Humanidades y Educación en la UCV. Ligia Berbesí de Salazar Profesora Asociado a Dedicación Exclusiva de LUZ. Investigadora del Centro de Estudios Históricos. Magister en Historia de Venezuela. Candidata a Doctor en Humanidades. Belín Vásquez de Ferrer Profesora Titular de LUZ. Doctora en Historia. Investigadora del Centro de Estudios Históricos. Cesia Hirshbein Licenciada en Letras egresada de la UCAB. Maestría en Letras, Mención Literatura Contemporánea Latinoamericana por la Universidad Simón Bolívar. Ex-Directora del Instituto de Estudios Hispanoamericanos-UCV. Investigadora adscrita al IEH-UCV. Ha publicado varios libros: 1) Cuadernos del anochecer; 2) Hemerografía venezolana 1890-1930; 3) Historia y literatura en Lisandro Alvarado; 4) Las eras imaginarias de Lezama Lima; 5) Prólogo al libro El Conquistador español del siglo XVI, de Rufino Blanco Fombona; 6) Colaboró en el Diccionario de Literatura Venezolana, de Monte Avila Editores y es coautora del libro Antonio Gramsci en América Latina. Culminó la investigación sobre el pensamiento americanistas de Rufino Blanco Fombona. Ha iniciado la investigación “El ensayo en Venezuela”, con apoyo del CDCH-UCV. 201 Responsable del Proyecto de grupo denominado “Los 200 años de la expedición científica de Alejandro de Humboldt y la Universidad Central de Venezuela”. Ha participado en variados eventos nacionales e internacionales, presentando trabajos relacionados con la historia de la Cultura. Profesora Visitante en la Universidad de Jerusalem (Israel) y el Instituto de Estudios Latinoamericanos de Londres. Carmen Gómez Licenciada en Historia egresada de la UCV. Profesora Asociada Jubilada de la Escuela de Historia de la UCV. Docente de Técnicas de Investigación Documental, Historia de la Historiografía de Venezuela e Historia de Venezuela siglo XIX en la Escuela de Historia de la UCV. Autora de varios trabajos referidos a la historia de Venezuela siglo XIX Catalina Banko Historiadora. Doctora en Historia. Profesora de la Escuela de Economía de la Universidad Central de Venezuela. Autora de una amplia obra relacionada con la Historia de Venezuela. Ana Cecilia Rodríguez de Romo Médico cirujano, UNAM (Mèxico); Maestra y Doctora en Historia de la Ciencia, Sorbona, Universidad de París. Postdoctorado en Historia de la Medicina en el Instituto de Historia de la Medicina, Universidad Johns Hopkins (EE.UU.). Miembro del Sistema Nacional de Investigadores y de la Academia Nacional de Medicina. Ex-presidenta de la Sociedad Mexicana de Historia y Filosofìa de la Medicina. Autora de 40 artículos y 3 libros. Campo de interés: Historia de las ciencias médicas básicas y el descubrimiento científico en medicina en México, siglos XIX y XX. Actualmente se desempeña como Investigadora en el Departamento de Historia y Filosofía de la Medicina, Facultad de Medicina, Universidad Nacional Autónoma de México. Jesús Saturno Canelón Doctor en Odontología (U.C.V., 1949), Postgraduado en Periodismo Científico (U.C.V., 1963), Profesor Titular de la U.C.V.(1980). Actualmente es Jefe de la Cátedra Introducción al Estudio de la Odontología, fundador-coordinador del Curso Historia Social de la Odontología y Miembro Correspondiente de la Sociedad de Historia de la Medicina (junio de 1997). Ha publicado: Enseñanza Odontológica y subdesarrollo. Venezuela: 1853-1940 (1975 / 1982), Odontología y Sociedad (Venezuela, siglo XIX) (1981) y Barberos y sucesores. Medio milenio de Odontología en Iberoamérica (1996). 202 José Miguel Acosta Fabelo Biólogo egresado de la Universidad Central de Venezuela. Graduado en la especialidad de montaje en el Conservatoire du Cinéma Français de París. Profesor Agregado de la Mención Cine de la Escuela de Artes, UCV. Jefe de la Cátedra de Historia del Cine en dicha Mención y candidato a Doctor en Historia UCV. Asesor del Centro de Investigación y Documentación de la Fundación Cinemateca Nacional. Participó en los textos colectivos Panorama Histórico del cine en Venezuela y Filmografía venezolana 1897-1938; es autor del libro La década del cine oficial: 1927-1938. Raquel Gamus Gallegos Antropóloga egresada de la UCV. Investigadora del Instituto de Estudios Hispanoamericanos. Terminó en la Universidad de París VII el curso de Postgrado Sociología del Desarrollo. En la Universidad Simón Bolívar obtuvo el título de Magíster en Ciencias Políticas y cursa actualmente el Doctorado en Ciencias Políticas de la U.C.V. Ha publicado: Una fugaz convergencia: CAP y la I. S. En Centroamérica y La cocina de Alegre; además es coautora de Los Hombres del Benemérito, de El Caribe, objeto de investigación, así como de los volúmenes de las Primeras y Segundas Jornadas de Investigación Históricas. Asidua colaboradora de revistas especializadas entre ellas “Tierra Firme” y “Política Internacional” y participante en distintas jornadas y congresos de investigación. Coordinadora del proyecto “La Política exterior de Venezuela en le siglo XX” financiado por el C.D.C.H. del cual falta concluir la III etapa. Participó en el Proyecto: “Venezuela: una reflexión Histórica (1498-1998)”. Javier Guerrero Barón Sociólogo. Magister en Historia en la Universidad Nacional de Colombia. Profesor de la Universidad Pedagógica y Tecnológica de Tunja. Ex-Decano. Investigador dedicado al estudio de los temas de la Paz y la violencia en Colombia. 203 INSTITUTO DE ESTUDIOS HISPANOAMERICANOS NORMAS PARA LA PRESENTACIÓN DE ORIGINALES EN LA REVISTA ENSAYOS HISTÓRICOS (ANUARIO DEL I.E.H.) _________ El Comité Editor de la Revista ENSAYOS HISTÓRICOS (Anuario del I.E.H.) ha establecido una serie de normas y criterios para la publicación de los trabajos que damos a conocer a nuestros colaboradores. 1.- Las colaboraciones deberán ser presentadas en un (1) original y una (1) copia escrita a doble espacio, en papel tamaño carta con una extensión comprendida entre quince (15) y veinte (20) cuartillas de 25 renglones o líneas. Debe venir acompañada de un diskette de 3.5 H.D., escrito en Word 6.0 con letra tipo Time New Roman Nº 12. 2.- Las citas se regirán por el sistema autor, fecha y página tal como se observa en el ejemplo siguiente: 2.1.- Cita bibliográfica: (Arcila Farías, E., 1973 : Vol. I, 60) 2.3.- Cita hemerográfica: (Uslar Pietri, A., 1991 : A/5) 2.4.- Cita Documental: (AGN-Venezuela, S. R del T., Tomo XXXVIII, 1800 : f 26) 2.5.- Epistolar: (Castro, J. B. y Otros, 1900, diciembre 29) 2.6.- Si hubiese que citar otros libros o artículos del mismo autor o autores publicados a lo largo del mismo año, se añadirán al número de la fecha, las letras minúsculas a,b,c….., etc. 3.- Al final del artículo deben colocarse las referencias de las fuentes fundamentales utilizadas para su elaboración, así como todas las que han sido citadas en el desarrollo del trabajo. 4.- Las referencias bibliográficas finales del artículo deben organizarse colocando el apellido en mayúsculas e iniciales de cada coautor. Entre paréntesis el año de la publicación. Luego el título del trabajo subrayado y en mayúscula la letra inicial de las palabras que no son elemento de enlace. Después de punto y seguido la ciudad en la cual fue editado, y después de la coma el nombre de la editorial, ejemplo: ARCILA FARIAS, E. (1973) Economía Colonial de Venezuela. Caracas, Italgráfica, Vol. 2. 5.- En las referencias finales de artículos hemerográficos deben colocarse el apellido en mayúsculas y las iniciales del nombre del autor o los coautores. Entre paréntesis el año 205 delapublicación.Luegoentrecomillaseltítulodelartículo.Despuésdepuntoyseguido el título de la revista o periódico subrayado. Separado por punto y seguido se coloca el lugar donde se edita, después de coma el número, nuevamente coma y finalmente el número de las páginas donde se encuentra el artículo citado, ejemplo: ÁLVAREZ, R., HUERTAS, R. y PESET, J.L. (1993) "Enfermedad mental y sociedad en la Europa de la segunda mitad del siglo XIX". ASCLEPIO. Madrid, Vol. XLV, Nº 2, pp. 41-60. 6.- Los artículos o ensayos que se publiquen en el Anuario versarán sobre un determinado tema dentro de la variedad de estudios históricos y suponen un aporte, bien sea por la novedad del tema tratado o, si se trata de alguno conocido, por los nuevos elementos que proporcione a su investigación. 7.- Las colaboraciones serán enviadas al Comité Editor, el cual procederá a distribuirlo entre los árbitros seleccionados, para que sean sometidos al proceso de evaluación crítica. De los resultados del arbitraje depende la definitiva publicación del artículo. 8.- El sistema de arbitraje utilizado en la revista es externo al Instituto y se hace aplicando el criterio denominado "doble ciego", es decir, que los autores no saben quien los arbitra y éstos últimos no conocen la identidad del autor. 9.- La dirección para enviar los trabajos y realizar canjes es la siguiente: Germán Yépez Colmenares. Responsable de la Revista ENSAYOS HISTORICOS. Instituto de Estudios Hispanoamericanos. Apartado Postal 47. 479 Z.P. 1041-A Caracas. Telefax (02) 693.08.06-693.05.02. Correo electrónico: yepezg @ camelot. rect. ucv. ve 10.-Los artículos o ensayos presentados a la revista para su publicación, serán de preferencia inéditos. El Comité Editor se reserva el derecho de incluir trabajos ya publicados anteriormente. 11.- Los artículos, una vez sometidos a procedimientos de arbitraje, se enviarán al autor para su revisión, devolviéndolo al Comité Editor en un lapso no mayor de quince (15) días. 12.- Las pruebas de imprenta no serán enviadas a los autores para su corrección final. Dichas correcciones se harán por parte del Comité Editor. 13.- Cada trabajo deberá venir acompañado de un resumen en español, con un mínimo de cien (100) palabras y un máximo de doscientos cincuenta (250). Junto al resumen se incorporarán seis (6) palabras claves que identifiquen el tema del artículo. 14.- Cada autor debe incorporar en una hoja aparte, una ficha profesional o curriculum abreviado, lugar actual de trabajo y grado académico, además de la dirección, teléfono, fax y correo electrónico. 15.- Los puntos de vista expuestos por los autores no corresponden necesariamente con los de los editores de la revista. El Comité Editor Esta publicación se terminó de imprimir en el mes de octubre del año 2000 en los Talleres de Formas Laser, C.A. Caracas - Venezuela ORDENANZAS QUE REGLAMENTAN LOS CINES DE CARACAS ENTRE 1935 Y 1945 José Miguel Acosta Fabelo Cursante Doctorado de Historia-UCV Resumen: Cuatro ordenanzas decretadas por el Concejo Municipal del Distrito Federal entre 1935 y 1945, vienen a derogar o a imponer nuevas regulaciones a las actividades del negocio del cine en Caracas, particularmente en la exhibición fílmica: Impuesto al valor de billetes y Patente de Industria y Comercio, ambas de 1936. Ordenanza sobre Espectáculos Cinematográficos y de Teatros en 1940-1941 y Normativa de Arquitectura y Urbanismo en 1942. Aunque sobrentendidos los defectos que implica su naturaleza burocrática y política estos documentos gubernamentales son elocuentes e inéditos índices de acontecimientos y circunstancias históricas que de una u otra forma afectan al cine que se exhibió en nuestra ciudad. A través del estudio de estos mandatos nos inmiscuimos en el ininterrumpido desarrollo del “cine espectáculo” acompañado por su correspondiente expansión como valor de uso cotidiano y, relacionamos su estructura cultural e histórica con el organismo político y social en el que se inscribe. Palabras claves: Caracas, postgomecismo, ordenanza, cultural, cine, negocio. ****** Circunscrito al tema del cine en Venezuela durante el postgomecismo estudiaremos toda iniciativa o acción cultural (Martín, G., 1992:15) interna o foránea, pública y privada, que en el período escogido incide en cada una de las instancias del proceso cinematográfico: producción, distribución y exhibición. Esto, para procurar entender la evolución del espectáculo del siglo en nuestro país e intentar explicar las causas que hacen fracasar el primero, entre tantos, de los intentos del cine nacional por alcanzar su industrialización. En esta oportunidad, ubicándonos en el ámbito del negocio del cine en Caracas nos ocuparemos de un aspecto de la exhibición fílmica que tiene que ver con las regulaciones que el Concejo Municipal del Distrito Federal impone 123 a los empresarios cinematográficos en el período. Acción cultural oficial según sus agentes y valores, y pública en acuerdo con su fuente de financiamiento, que se expresa a través de las leyes que se establecen en las Ordenanzas Municipales. Caracas constituye el centro dinámico de la vida activa del país; sin embargo su desarrollo quedó parcialmente paralizado en el período 1915-1935, cuando Maracay se convirtió en la capital política y militar. A partir de 1936, el centro del poder se traslada de nuevo al Palacio de Miraflores y se inicia una intensa actividad política de variado tinte ideológico que produce un sinfín de enfrentamientos. La Constitución sancionada ese año, consagra un obsoleto sistema electoral de tercer grado para escoger al Presidente de la República, delegando la elección de los diputados y senadores al Congreso Nacional a las Asambleas Legislativas y a los Concejos Municipales. Los sufragios para escoger a estos últimos son directos, pero según una formula anacrónica y reaccionaria que sólo permite votar a los varones mayores de veintiún años que sepan leer y escribir. Sin embargo, la misma carta constitucional introduce importantes modificaciones con respecto a las anteriores; entre esas reformas, merecen citarse el aumento del situado constitucional a favor de los Estados, las normas relativas a la legislación laboral y la autonomía fiscal y administrativa de los municipios. A nuestros efectos, cuatro tipos de reglamentos municipales han sido considerados: Impuesto al valor de billetes de espectáculos, Patentes de Industria y Comercio, Ordenanza sobre espectáculos cinematográficos y Normas de Arquitectura y Urbanismo. Documentos gubernamentales, que aunque sobreentendidos los defectos que implica su naturaleza burocrática y política, son elocuentes e inéditos índices de acontecimientos y circunstancias históricas que de una u otra forma afectan al cine que se exhibió en nuestra ciudad. De los mandatos mencionados, dos de ellos, el del Impuesto al billete en 1936 y la Ordenanza sobre espectáculos cinematográficos en 1940 ocasionaron disputas entre concejales, el gobernador, y los comerciantes conectados al negocio de la exhibición; enfrentamientos que se reflejan en la prensa del momento. No obstante el repositorio de documentos que fundamenta esta investigación se limita a la Biblioteca Municipal del Distrito Federal, y dentro de ella las Memorias del Gobernador (MG) y las Gacetas Municipales (GM) de los años comprometidos en el lapso. 124 El trabajo se localiza en el Distrito Federal; constituido por el departamento Libertador, formado por Caracas y el departamento Vargas. Las capitales de estos departamentos fueron siempre Caracas y La Guaira. La delimitación temporal se vincula con los cambios políticos ocurridos en la etapa comprendida entre el final de la dictadura del Gral. Juan Vicente Gómez y el golpe cívico militar de 1945. Incluye el intervalo los gobiernos de “apertura democrática” encabezados por los generales Eleazar López Contreras (19361941) e Isaías Medina Angarita (1941-1945). Germán Carrera Damas (1979) incluye este período dentro de la etapa de transición: 1928-1936-1945, que conduce a Venezuela hacia su contemporaneidad. I. Aumentos, dimes y diretes Las transformaciones en el Ayuntamiento capitalino comienzan desde los primeros días de 1936 con la revisión de las ordenanzas y decretos, para armonizar con los auténticos derechos y las más justas aspiraciones del pueblo (GM, 4928). La Inspectoría de Espectáculos Públicos se organiza y al nuevo funcionario jefe se le asigna un salario de Bs. 700, los noveles fiscales ganarán Bs. 400 mensuales. En los últimos meses de ese año ocurre la pelea a que hace alusión el encabezado. Se produce entre el concejal Julio Consalvi y los empresarios de los cines caraqueños. Su origen es la nueva Ley que grava los boletos de espectáculos públicos. Esta Ley se establece en la llamada Ordenanza sobre Impuesto al valor de billetes de Espectáculos Cinematográficos y de Teatros, aprobada en octubre de 1936 (GM, 5041). Destaquemos cinco artículos: Art.1º. Se crea un impuesto del 10% sobre el valor de los billetes de entrada a toda clase de espectáculos público en el Distrito Federal...” Art. 2º. Se exceptúan del pago de este impuesto (...) b) Los billetes de espectáculos cuyo valor no exceda de Bs. 0,50; Art. 3º. (...), se considerarán espectáculos públicos (...) todos aquellos cuyos billetes de admisión tengan precio...” Art. 4º. Este impuesto lo pagará directamente el espectador al adquirir el respectivo billete...” Art. 14º. Como el presente Impuesto será pagado por los espectadores, las empresas de espectáculos públicos del Distrito Federal, continuarán pagando (...) los impuestos señalados en la Ordenanza vigente...” Una semana después, El Universal del 29 de octubre, informa que Luis H. Muro (cine Principal y Rialto), Mariano Rivera (Ayacucho), Jesús Garmendia (Dorado y Candelaria), J. J. Pesquera (San José) y el agente de la Metro Golwyn 125 Mayer, firma que controla las salas Continental y Caracas, habían asistido a una sesión del Cabildo, en representación de los empresarios de cines de Caracas, para introducir una exposición en la que demostraban que era prácticamente imposible cobrar el Impuesto tal como dice la Ordenanza, pues para ello se requiere una cantidad de centavos imposibles de obtener y un número de taquilleros que no cabrían en los vestíbulos de los teatros. El pliego de peticiones, que supuestamente facilitaría el cobro del impuesto, no pudo ser considerado pues para el momento la Ordenanza había sido aprobada. Ante la negativa por parte del Concejo, los representantes de los cines de estreno: Ayacucho, Caracas, Coliseo, Continental, Principal y Rialto, suscriben un aviso en los periódicos La Esfera y El Heraldo del 29 de octubre, anunciando un aumento del precio de los boletos; estas son sus razones: ... en vista de los múltiples inconvenientes que representaría para el público el pago de impuesto sobre espectáculos en la forma establecida por la Ordenanza municipal que entra en vigencia el 1º de noviembre próximo, han convenido en poner a la entrada de Palco, Preferencia, Patio, Orquesta y Balcón un recargo de 0,25 sobre el precio que aparece en los respectivos programas, a partir del domingo 1º de noviembre... El Universal del mismo día publica un escrito referido al nuevo gravamen, donde el articulista se muestra de acuerdo en todas sus partes con la disposición del Concejo Municipal, y dice estar de acuerdo porque: ya lo dijo el ciudadano Ministro de Hacienda en su charla radial en días pasados: Venezuela necesita de la cooperación económica de todos sus habitantes. También apunta el columnista, que el teatro venezolano debería ser excluido de dicha disposición. Una comunicación de la gobernación, aparecida en El Universal del día 30 de octubre, aclara que el aumento de 0,25 decidido por varios empresarios no modificará en nada el gravamen del 10%. Pero no todos los concernidos estuvieron tan de acuerdo con la medida adoptada por los comerciantes como el gobernador Gral. Elbano Mibelli. Desde El Universal, del 4 de noviembre, el concejal Julio Consalvi, Secretario General del Ejecutivo del Estado Aragua hasta 1929, acusa a los empresarios de “especuladores” y de alterar el mandato municipal; ...Los empresarios de Cines han tomado como pretexto la reciente Ordenanza (...) para subir veinticinco céntimos de bolívar a cada una de las entradas ordinarias alegando el infantil recurso de que lo hecho es para evitar complicadas operaciones de cambio, cuando en realidad 126 es para especular con el referido impuesto (...) Este convenio de los aludidos empresarios modifica y altera el propósito y espíritu de la referida Ordenanza, la cual deja a salvo del impuesto al pueblo que concurre a espectáculos cuyo valor no excede de cincuenta céntimos y usurpa una función que solo corresponde al Gobernador”...1 La respuesta de los empresarios al “populachero” edil, el día siguiente y por el mismo medio señala: El Concejal Consalvi hace resaltar el hecho que nosotros hemos aprovechado el impuesto en cuestión, para cobrarlo a las entradas cuyo valor es de Bs. 0,50 (...) Es muy de la época actual, el afán de muchos de querer obtener popularidad, apareciendo como defensores de los intereses del pueblo. (...) pero tenemos que protestar públicamente pues es completamente falso que nosotros cobremos un impuesto de 0,25 a las entradas cuyo valor es de 0,50 o menos. Más beneficio para los intereses del pueblo hubiera sido que el Concejal Consalvi hubiera demostrado mayor celo al discutir la Ordenanza, a fin de que, la exoneración del impuesto hubiera alcanzado hasta las entradas de Bs. 1,00, pues a nadie se escapa que son muy pocos los espectáculos que, por su costo, permita entradas populares de Bs. 0,50 (...) Por los demás, creemos que los Empresarios de Espectáculo Público no hayamos perdido el derecho de fijar los precios de las entradas que juzguemos más conveniente. Una última carta, el 6 de noviembre, dirige Consalvi a los sensibles empresarios; en tono quizá un poco despectivo apunta: ... Ustedes tienen sin duda, el liberrimo derecho de fijar los precios; pero independientemente del impuesto, y no como medida subsidiaria de la Ordenanza. No entro a discutir con ustedes sobre números. Los comerciantes nos llevan ventajas a los abogados en la sórdida economía del centavo (...) no soy un oficioso defensor de la colectividad (...) no gusto de la popularidad; pero menos gusto de ciertas chivaterías muy nuestras que ponen a la clara luz del sol una partida de cosas oscuras que debieran permanecer en la sombra. De las “chivaterías”2 o tracalerías que pone en evidencia cosas oscuras aún nada sabemos. Lo que podemos afirmar es que el gravamen asignado al público representa para el Municipio un ingreso que supera, con creces, los estipendios cancelados por los empresarios a través de lo pautado por la 1 2 En todos los casos el énfasis en las citas textuales será nuestro. Acción y efecto de chivatear: engañar mediante picardía, engaño, artimaña o tracalerías. Diccionario de Venezolanismos, Caracas, Academia Venezolana de la Lengua, UCV, Fundación Edmundo e Hilde Schnoegass, 1993, p. 354. 127 ordenanza de Patente de Industria y Comercio. La tendencia en aumento de la cifra del 10% sobre el total bruto obtenido por entradas a los espectáculos en los años 1936-1945 se muestra en la Tabla No.1 (anexos); su incremento es resultado de la afluencia cada vez mayor a los nuevos cines. Carlos Augusto León (1950:39) informa que en el Distrito Federal, del total de ingresos recaudados por concepto de entradas a espectáculos durante 1945, al cine le corresponde el 79%. II. Licencia de comercio, funciones, publicidad y precios La Patente de Industria y Comercio es un Impuesto Municipal que como su nombre lo indica grava las actividades industriales y comerciales; en el Distrito Federal durante el intervalo que nos ocupa (1935-1945) la tasa a pagar por el empresario de los salones cinematográficos no se modifica y, sin sufrir alteraciones la cantidad indicada se remonta a una Ordenanza de 1927 (GM, 3664). Dentro del clasificador de las actividades económicas, la Ordenanza sancionada en 1936 (GM. Extraordinaria) ubica al cine bajo la categoría de diversiones: Cinematógrafo así: Cines 1ª Clase Bs. 20 cada día de función Cines 2ª Clase Bs. 10 cada día de función. Cines 3ª Clase Bs. 5 cada día de función. Avisos en los telones de los teatros o proyectadas en los cines pagarán Bs. 12 anuales. Los establecimientos clasificados en la 1ª Clase son las salas de estreno (Tabla No.2, anexos); los de 2ª, presentan las películas en su segundo pase (reestreno) y los últimos son los locales de parroquia o de barrio; los cines de 3ª exhiben las cintas en su tercer o cuarto pase. Para 1935, los llamados Teatros están ubicados en el centro de la ciudad; sus administradores, los verdaderos artífices del negocio de la exhibición, anuncian sus filmes con extenso despliegue de anuncios y gacetillas de prensa. Estos recintos, arrendados y organizados en circuito y que por lo general controlan salas de 1ª y de 2ª, tienen mayor aforo y precios más elevados en razón de lo novedoso de sus programas, lujo y comodidad. Los comerciantes de los establecimientos “menores” o de tercera, normalmente sus propietarios, al contar con una concurrencia local cautiva publican su oferta en pequeños avisos que salen al pie de cartelera de los periódicos o se limitan a colocar su programa cada día en el frente del cine. La especificación del número de estreno de películas por sala aparece en las Memorias del Gobernador sólo hasta 1939; pero la misma fuente indica 128 650 filmes permisádos en 1940 y 495 exhibidos en 1941. Desde el 1º de enero hasta el 31 de noviembre de 1942, se realizan 23.000 funciones de espectáculos públicos a los que asisten casi tres millones y medio de espectadores. Este número continúa aumentando en los próximos años; el Anuario Estadístico de Venezuela señala para 1944 y 1945 más de treinta mil funciones cinematográficas en Caracas y sus parroquias foráneas. Para todo el país, tomando en consideración las ciudades con más de 5.000 habitantes, Carlos Augusto León (1950:35) reporta 87 mil representaciones cinematográficas durante 1945. La propaganda comercial colocada en los telones de los teatros o proyectada en sus pantallas, como hemos visto en la Patente de 1936, sólo paga Bs. 12 por año. El Informe del Inspector de Avisos y Casas de Empeño del Distrito Federal (MG,1936) anota el número de avisos en los cines de la capital para ese año: 16 en los teatros Principal - Rialto, 14 en los salones Caracas - Continental, 10 en el Ayacucho, 10 en el Coliseo y 6 en el cine San Juan; anarquía que atenta contra el público y que será normada por la Ordenanza de 1940. También avisos, pero relativos a la promoción de los programas de las salas, se hallan ubicados en las calles de Caracas, el informe reporta: 15 carteles para cada uno de los cines Caracas, Continental y Nuevo Circo; 10 para los locales Bolívar, Ayacucho, San Juan y Coliseo y 8 para el Principal y el cine Rialto. Todos dentro del perímetro de la ciudad y seguramente ubicados en lugares de gran afluencia. Sin duda, el cine es el espectáculo público más barato; quizá y como hemos visto esto se deba a que su impuesto, a diferencia de todas las otras actividades económicas de la diversión, se calcula por día y no por función. Una velada normal, el miércoles 25 de febrero de 1942 extraída de El Universal, en el teatro Ayacucho se organiza en dos partes. En la primera se proyecta un noticiario; luego un cortometraje, en esta ocasión un musical en colores de la serie de Walt Disney “Las aventuras del Pato Donald” y los trailers. Después del intermedio se exhibe la película de largometraje Sospecha (A. Hitchcock, 1941). Ese día en las tres funciones se presenta el mismo programa y su precio oscila entre Bs. 2,50 y 0,50. Un “medio” (0,25) cuesta el tranvía o el autobús que cubre la distancia más larga de la ciudad. Por lo general, el número de tandas por día de semana excluyendo sábados y domingos es de tres: Vespertina (5,15 pm) Intermedia (7,15) y Noche (9,15); el sábado se agrega una función Matinee a las 3,15 y los domingos o 129 días de fiesta se añaden dos más: Matinal (9,15 am) y Vermouth (11,15 am); total 25 representaciones por semana. Insistimos en decir que el precio de las entradas no sería tan bajo si el gravamen se calculara por función y no por día. El monto del boleto varía según la sala, película, tiempo en cartelera del filme, día y hora de la función. En la Tabla No.3 (anexos), tomando en cuenta el precio más elevado y fijando una media para el valor de las entradas y capacidad de los locales de parroquia, establecemos un aproximado para 1940. III. Trifulca en dos episodios, corruptos y censura Durante el mes de agosto de 1940, en las sesiones del Ayuntamiento de Caracas, los ediles allí reunidos proponen y discuten cada uno de los artículos de lo que será la nueva Ordenanza sobre Espectáculos Cinematográficos y de Teatros (OECT). El proyecto se le envía al gobernador Elbano Mibelli para su visto bueno, pero éste formula ciertas observaciones que van a ser estudiadas por la Comisión Permanente Revisora de Ordenanzas Municipales. En vista de las sugerencias del general Mibelli y del informe de la Comisión, algunos artículos van a ser reconsiderados: se ratifica el art. 17, se modifican los números 21 y 22 y obviamente se elimina el 34. Estos apuntaban inicialmente (GM, 5633.GM, 5636). Art. 17. Las funciones serán continuas o no continuas. (...) El Concejo designará los cines, teatros y locales en los cuales serán obligatorias las funciones continuas. Art. 21 (...) Asimismo quedan obligadas las empresas a proyectar hasta tres avisos de carácter educativo (...) cuando les sean enviados por la Inspectoría General de Espectáculos Públicos. Fuera de estos avisos ningún otro podrá ser proyectado a menos que se trate de anuncios relativos a las actividades de la propia empresa,. Art. 22. En cada función (...) se exhibirán dos número cortos cuya duración mínima será fijada por la Inspectoría General de Espectáculos Públicos Art. 34. Las empresas cinematográficas y de teatros quedan obligadas a someter a la aprobación del Concejo Municipal las tarifas de precio de los espectáculos que presenten. La Ordenanza sancionada en septiembre (GM, 5652) deroga el Reglamento de Teatros y Espectáculos Públicos de 1916 (GM, 1810). Con respecto al proyecto presentado, los artículos 21 y 22 se modifican en la forma siguiente: 130 Art. 21. Las empresas, fuera de tres avisos relativos a sus propias actividades, no podrán proyectar en cada función más de cuatro avisos de carácter comercial (...) En ningún caso podrá exceder de diez segundos la proyección de cada aviso. Art. 22. En cada función no continua o en cada tanda de las funciones continuas se exhibirá un número corto cuya duración mínima será fijada por la Inspectoría de Espectáculos Públicos. 1. Del primer episodio Durante las sesiones del mes de octubre de 1940 se manifiesta de manera explícita el enfrentamiento entre los comerciantes y los ediles. En la sesión del día 22, se decide prorrogar la discusión del art. 17 para más adelante, y se niega una demanda de prórroga solicitada por el “Sindicato de Revendedores de Entradas de Espectáculos Públicos” para seguir con el ejercicio de sus actividades por seis meses más. La nueva OECT en su art.35, sencillamente, elimina el oficio de revendedor de entradas al señalar: Queda terminantemente prohibida la venta o reventa de entradas (...) a un precio mayor que el fijado por la empresa, (...) En lugar visible y en letras no menores de cinco centímetros, la empresa fijará el texto de la presente disposición. También fijará en letras legibles el precio de las localidades. El periódico El Universal publicó un artículo en julio de 1936 titulado “Qué hacemos con los revendedores de entradas” que detalla parte de los inconvenientes que la nueva normativa pretende solucionar: ...Los revendedores de entradas a las puertas de los cines (...) nos molestan y repugnan (...) Quiero hacer patente los molestos que son estos “industriales” que se agolpan en las taquillas de los espectáculos los días de gran estreno impidiendo el acceso a los concurrentes (...) No es justo –y para eso hay leyes en otros países– que las mejores localidades estén en manos de los revendedores horas antes de comenzar el espectáculo (...) Los mejores asientos los tienen los revendedores y cobran lo que les viene en gana por ellos, sin tasa ni medida que lo impida... Aún en la sesión del Concejo del 22 de octubre de 1940 encontramos, además de la petición negada a los revendedores de entradas, una solicitud de los representantes de las agencias publicitarias: Sidaco, Boyacá y Unidad, que gestionan un plazo, hasta el 31 de diciembre, para seguir utilizando el anterior sistema de propaganda comercial en los salones cinematográficos; prórroga que les fue negada. Podemos suponer que en el “anterior sistema”, 131 antes de iniciarse la función y quizá en el intermedio, las agencias de publicidad en acuerdo con el empresario del cine proyectaban el número de “vidrios publicitarios para cines” que ellos determinaran; recordemos los 10 avisos comerciales que en 1936 proyectaba el teatro Ayacucho al irrisorio precio de Bs. 12 por año y por producto. Este hábito va a ser modificado por el art. 21 de la OECT que limita su número a cuatro. Aparentemente, la normativa era más sencilla de promulgar que de hacer cumplir, pues en cada una de las sesiones del Cuerpo, los cabildantes exigen al gobernador haga acatar las disposiciones de la nueva Ordenanza; particularmente en lo referente a la proyección de “Avisos Comerciales” y a la reventa de entradas. Inconformes con el reglamento sancionado, los miembros del “Sindicato de Revendedores de Boletos para Espectáculos Públicos”: José María Cartaya, Justo Palma, Torcuato Rodríguez, Isidoro Peña, Jesús Alberto Barrios y Domingo Hernández, además de varios empresarios de los cines de 3ª categoría: Hipólito Agrisano (cine El Recreo), Aquiles Leandro Moreno (cine Sucre), Jesús Garmendia (cine El Dorado), Pablo Moser (cine Río), E. Delgado Casanova y Arturo Sánchez, dirigen a través del doctor Guillermo Tell Peña, apoderado de los citados, un escrito a la Corte Federal y de Casación solicitando la nulidad de la Ordenanza. Demanda que pelea Guillermo López Gallego, Síndico Procurador Municipal del DF, en tanto que representante del Poder Municipal. La Gaceta Oficial de febrero de 1941 (número 20.141), describe la petición de los postulantes quienes piden que se declare la supresión radical del art. 35 de la nueva Ordenanza, en conformidad con los artículos 34, 41, 42 y 123 de la Constitución de los Estados Unidos de Venezuela de 1936; de los referidos artículos citemos aquello pertinente al caso que nos ocupa: Art. 34. “... las Ordenanzas Municipales, ni Reglamento alguno podrán menoscabar ni dañar los derechos garantizados a los ciudadanos. Las que esto hicieren serán nulas y así lo declarará la Corte Federal de Casación. Art. 41. La definición de atribuciones y facultades señala los límites de los Poderes Públicos; todo lo que extralimite dicha definición constituye una usurpación de atribuciones. Art. 42. Toda autoridad usurpada es ineficaz y sus actos son nulos...” Art. 123. Son atribuciones de la Corte Federal y de Casación: (...) 9ª. Declarar la nulidad de las Leyes Nacionales, de los Estados o Municipales, cuando colidan con la Constitución de la República. La nulidad se limitará al párrafo, artículo o artículos en que aparezca la 132 colisión, salvo que éstos sean de tal importancia, que por su conexión con los demás, que, a juicio de la Corte, su nulidad acarreare la de toda la ley... En el documento referido, Guillermo Tell Peña enfrenta la cuestión de la falta de competencia que el Poder Municipal tiene para dictar tal mandato, haciendo constar que la Ordenanza es inconstitucional porque entre las atribuciones enumeradas en los ordinales 1º, 2º y 3º del artículo 18 de la Constitución Nacional no figura la intromisión de ese Cuerpo en materia de cinematógrafo y teatro, ni de Espectáculos Públicos de ninguna especie, por lo tanto: ... Cae el Concejo Municipal del Distrito Federal y cae ese acto írrito de Ordenanza sobre Espectáculos, Cines y Teatros, bajo la sanción que establecen los artículos 41 y 42 de la Constitución Nacional que fulmina con nulidad radical los actos de toda autoridad usurpada. Por su parte, la Corte observa que es de capital importancia para la solución del problema que envuelve la solicitud de nulidad total hecha por los postulantes, determinar el carácter jurídico de los llamados “servicios públicos” municipales y el grado y modo de intervenir el Municipio en esta actividad. Señala, que la Constitución Nacional en el inciso 1º del artículo 18, da una enumeración de los “servicios públicos” que competen a la Municipalidad y que entre los servicios enunciados no figuran ni el género Espectáculos Públicos, ni sus especies teatros o cines. Para concluir señalando –luego de un largo discurso– que las actividades de cine y teatro, no pueden ser regidas por la Municipalidad. La Corte dicta su fallo en febrero de 1941: ... Dilucidados así los hechos relativos a la nulidad de la “Ordenanza sobre Espectáculos Cinematográficos y de Teatros”, de 9 de agosto de 1940, alegados por las partes, la Corte, administrando justicia en nombre de la República y por autoridad de la Ley, declara la nulidad absoluta de la expresada Ordenanza. Aunque incapacitado para juzgar el caso, es preciso indicar que la represión legal a través de la Corte Federal es utilizada por el general López Contreras como parte de la trama de mil regulaciones concebidas para represar el futuro; Elías Pino (1988:90) señala que el Presidente, entierra el tortol y resucita los códigos. Desplaza a los esbirros, mientras emplea leguleyos. 2. Del segundo episodio Cinco meses después de la nulidad decretada por la Corte, otro proyecto suscrito por los concejales Guillermo López Gallego y Rafael Heredia es 133 sancionado en julio; ahora bajo la potestad del gobernador Luis Geronimo Pietri y del presidente Isaías Medina Angarita. Aunque muy parecida a la anterior Ordenanza, ésta resta atribuciones al gobernador en la elección de las Juntas Clasificadoras. El nuevo documento, sin duda más democrático, se distingue como Ordenanza sobre Policía de los Espectáculos Cinematográficos y de Teatros (GM, 5774). Estableciendo comparaciones entre ambos documentos (OECT, 1940 y OPECT, 1941), además de las mencionadas, encontramos diversas modificaciones. Entre los añadidos destaca la palabra Policía3, que en este caso suponemos se refiere al conjunto de los reglamentos que mantienen el orden público de un Estado y no solamente al cuerpo de policía; sin duda una artimaña jurídica de los concejales de izquierda para imponer su normativa. El art. 3, también incorporado, señala que la clasificación de espectáculo se hará sin perjuicio de las atribuciones conferidas al gobernador por los incisos 14 y 15 del artículo 13 de la Ley Orgánica del Distrito Federal. Estos apartados atribuyen al funcionario la potestad de dar o negar permiso para presentar espectáculos públicos y la de velar por su orden. Una rectificación significativa, a menos en lo ideológico, la encontramos en el Capítulo II de las ordenanzas; la de 1940 rotula su encabezado: “De la Censura...” y en la de 1941 aparece la inscripción “De la Clasificación de los Espectáculos Públicos”; esta modificación fue propuesta por el edil Manuel Martínez, del frente de izquierda. El ejecutivo, en coherencia con sus principios, no presta atención a este cambio y continuará utilizando el apelativo censura en lo sucesivo. Conjeturamos, que los concejales se dieron cuenta que la aplicación de censuras en nuestro país es ilegal; el art. 32 de la Constitución Nacional y sus incisos 5º y 6º garantizan la libertad personal y de pensamiento: manifestado de palabra, por escrito o por medio de la imprenta, u otros medios de publicidad. Cuando se dictó la Constitución de 1936 el cine no se incluye entre los medios de expresión, sin embargo si se interpreta rectamente el texto, y este parece ser el caso de los concejales de la izquierda unida, el cinematógrafo debe considerarse contenido en el cuerpo legal. Por lo general, al gobierno de López Contreras no parece importarle que la legislación respetase los principios de libertad porque siempre 3 Del griego politeia, gobierno de una polis. 134 aparecieron vías indirectas por medio de las cuales era sofocada; prueba de ello es el inciso sexto del artículo 32 de la Constitución de 1936, que establecía la imposibilidad de manifestarse libremente y que además pretendía apoyarse en una ley especial contra los delitos de subversión, denominada “Ley para garantizar el orden público”. El Presidente Medina le suprime al inciso la parte dos, donde se considera como traidores a la Patria a comunistas y anarquistas, y a sus ideas contrarias a la independencia y paz de la Nación. Le suprime también la parte tres, que facultaba al Ejecutivo para expulsarlos del territorio nacional. Pero se le incorpora una parte final en la que se establece que no se permite ninguna propaganda encaminada a subvertir el orden político y social. Las rectificaciones o anulaciones más significativas, en la práctica, hechas a la Ordenanza sobre Espectáculos Cinematográficos y de Teatro, incluyen la supresión o modificación de los cuatro polémicos artículos discutidos el 1940: números 17, 21, 22 y 35. El art. 17, que regulaba las funciones continuas o no continuas; el 21 que prohibía la proyección de más de cuatro avisos comerciales y el 22, que obligaba a exhibir un filme de cortometraje, son eliminados del documento sancionado en 1941. El art. 36 (que deroga el art.35) y que fue la causa que justificó la demanda de nulidad de la ordenanza de 1940, se modifica y señala ahora, que los boletos para los espectáculos pueden ser ofrecidos en la taquilla del teatro o en las Agencias legalmente establecidas, pero insiste, que en ningún caso se podrá cobrar un precio mayor que el fijado públicamente por la empresa. Determinación que prolongará la pelea entre comerciantes y ediles aún por varios años. 3. De los corruptos Una nueva disputa ahora entre el gobernador Luis Gerónimo Pietri y los ediles caraqueños sucede en los primeros meses de 1942. En repetidas ocasiones, y así se aprecia en las sesiones del Cuerpo, el concejal Manuel Martínez denuncia las irregularidades que en el ejercicio de sus funciones comete Raúl Carrasquel, Inspector de Espectáculos Públicos; instando al gobernador a que tome medidas encaminadas a evitarlas. Sin recibir respuesta del gobernante, los concejales insisten y solicitan información precisa y detallada del resultado de las averiguaciones practicadas con motivo de la denuncia establecida. Nada aparece documentado respecto a la encuesta solicitada; por su parte los ediles habían designado una Comisión, que durante el mes de 135 febrero, se dirigió a la oficina de Administración de Rentas Municipales con la finalidad de revisar las cuentas de liquidación del impuesto del 10%. Observando ésta, que en diversas planillas aparece el funcionario pagando el impuesto correspondiente a diversos espectáculos. Señala la Comisión que en la Administración de Rentas se les informó que el hecho de que el comisionado aparezca pagando impuestos sobre las entradas se explica (GM, 5875): ... porque las empresas respectivas le suministraban a ese funcionario determinado número de entradas. (...) tales entradas muchas veces no se entregan al expresado funcionario para que las utilice sino que este recibe su valor en efectivo... La Comisión concluye proponiendo que se informe sobre los resultados de la pesquisa al Gobernador, y al Síndico Procurador para que éste decida si existen causas reales para llevar el caso a los Tribunales de Justicia. Si se le da curso a la acusación por corrupción aún no lo sabemos. 4. De los de censores Estas juntas, vienen a sustituir la creada por el general Julio Hidalgo en 1925 (GM, 3136), modificada en 1930 (GM, 4040) por Rafael M. Velasco, ambos gobernadores del Distrito Federal. La última, estaba conformada por el Prefecto del Departamento Libertador, el Inspector de Teatros y Espectáculos y por un miembro del Concejo Municipal. Según su juicio la terna autorizaba o no la película que merecía ser proyectada, capricho que va a ser corregido por la OPECT de 1941 que juzgará exclusivamente sobre la moralidad del espectáculo y permitirá las películas convenientes o no para los menores. Lo que para ellos es inmoral no se especifica en ningún lado; un equipo censor semejante al nuestro, pero en Inglaterra y en 1944, dividen en tres sus preocupaciones que suponemos no deben ser muy diferentes a la de nuestros árbitros (Manuels. 1969:231): 1: Religiosas: La figura materializada de Cristo. El tratamiento irreverente de prácticas y ritos religiosos. El tratamiento irreverente de la Biblia y las alusiones bíblicas. 2 Políticas: Todo lo que pueda herir las susceptibilidades extranjeras. Todo lo que pueda fomentar la inquietud y el descontento. 3: Sociales: Desnudez, blasfemar, orgía indecente, desprecio por el Estado, conductas lascivas, vestimentas lascivas, ebriedad indecorosa, parto y sus dolores, enfermedad venérea, relaciones sexuales entre blancos y gente de color, instigación al crimen, exhibición de hábitos por las drogas, escenas prolongadas de brutalidad, 136 crueldad con chicos y animales, seducción sin freno, noche de bodas sin freno, prostitución, incesto... (Manuels, 1969:231). La Ordenanza de 1941 en su art. 4º indica que los espectáculos en el Distrito Federal deben clasificarse así: Clase “A”, de libre exhibición. Clase “B” no apta para menores de 18 años. Dentro de los espectáculos clasificados en la letra “A”, las Juntas de Clasificación determinaran expresamente, a los efectos del Artículo 30 de esta Ordenanza, aquellos que sean apropiados especialmente para niños menores de 14 años. Aunque en ninguna parte dice cual es la película adecuada para los niños, dos artículos hacen referencia de su permanencia en las exhibiciones, el primero (art.30) prohibe la entrada de menores de catorce años a las funciones que no hayan sido clasificadas aptas para ellos, o cuando se realice después de las siete post-meridiem; el segundo (art. 24) obliga a las empresas cinematográficas a incluir, al menos una vez por semana, veladas apropiadas para la chiquillería. La pesquisa en prensa nos autoriza a indicar que este último artículo casi nunca se cumple. Para los efectos de clasificación en la segunda quincena del mes de diciembre de cada año, el Concejo Municipal, el Gobernador y el Consejo Venezolano del Niño remitirá al Inspector General de Espectáculos Públicos sendas listas de tres individuos que constituirán las Juntas de Clasificación. Los organismos y funcionarios que hayan formulado las listas designarán también a las personas que han de formar la Junta Superior. Estos conjuntos sesionarán con la totalidad de sus miembros y sus decisiones serán tomadas por mayoría de votos; cada miembro percibirá Bs. 10 por reunión a la que asista. Setecientas películas en 1944 y 777 en 1945 clasificarán dichos grupos. Varios nombres hemos hallado en las gacetas componiendo los conjuntos que conformarán las juntas. En 1940 la terna propuesta por el Concejo para la Junta de Censura (GM, 5667) incluye a Juan Oropeza, Enrique B. Nuñez y Carlos Augusto León y en la superior se menciona al bachiller Enrique Tejera París. En enero de 1941, se postula a José Puigbó, Eduardo Ponce Escobar y Ramón Amundaray; en la superior se ratifica a Tejera y se incluye a Prudencio Amitesarove. Una resolución del 11 de marzo de 1941(GM, 5726) firmada por el gobernador Alfonso Mejía muestra cómo quedó definitivamente conformada la Junta de Censura de 1941: 137 Por disposición del Presidente de los Estados Unidos de Venezuela (...), se crea una Junta de Censura de Espectáculos Públicos, integrada por tres Miembros; y se nombran para desempeñar dichos cargos a los ciudadanos Presbítero Juan Francisco Hernández, Dr. José Puigbó y José Genaro Carrasquel... Por último, en julio de 1941(GM, 5786), para la Junta Superior de Clasificación se postula a Enrique Tejera P., Guillermo López G. y Miguel Otero Silva. VI. Arquitectura, expansión de la ciudad y de la exhibición A partir de la muerte del general Juan Vicente Gómez en diciembre de 1935, de la penetración del cine hispanoamericano que se incrementa en 1938 y del desarrollo de la ciudad, que aumenta de 203.324 habitantes en 1935 a 318.370 en 1945, nuevos capitales se interesaron en el negocio del cine caraqueño. De los quince locales activos en 1935 se pasa a 30 en 1940. La profusión de nuevos locales de espectáculos durante estos años obliga al Municipio a actualizar la normativa vigente sobre arquitectura, para poder controlar la construcción de los diversos establecimientos. La Ordenanza sobre Arquitectura, urbanismo y construcciones en general de 1942 (GM, 5935) va a dispensar la de Arquitectura Civil promulgada en 1930 (GM, 4092), esta última en su Sección XI: Teatros y Cines, apuntan en 21 disposiciones y las características que dichos establecimientos debían cumplir para dar servicio al público. En la Ley de 1942, a los teatros y cines se añade los templos y otros sitios de reunión. Muchos de los artículos señalados en la primera Ordenanza se repiten en la segunda, donde se incluyen algunos nuevos y a los antiguos se les otorga un carácter más “científico”. Ejemplo de esto es la ampliación del apartado 68 de 1930, referido a los dos pasillos abiertos que deben existir en los cines que dan acceso la vía publica y que los separan de los edificios adyacentes; callejones que no pueden medir menos de 2,80 metros para locales ubicados a mitad de cuadra. En 1942 esta disposición se ajusta a las diversas construcciones: 2,80 metros para locales con capacidad mayor de 1000 espectadores. 2,00 metros (...) con capacidad comprendida entre 500 y 1000. 1,80 (...) menor a 500 espectadores. Estas regulaciones son pensadas para la prevención de desastres, principalmente incendios, dado el alto grado de combustión que caracterizaba 138 el soporte de celuloide (nitrato de celulosa) de las cintas cinematográficas hasta que hacia 1950 fue sustituido por acetato de celulosa. La nueva Ordenanza nos permitiría retratar, según sus 77 artículos, uno de los cines que conocimos antes del fenómeno de los multiplex; pero sólo describiremos a través de tres de ellos (199, 201 y 202) el lugar más peligroso del local: la cabina de proyección. Zona donde se han originado los numerosos incendios registrados por la historia del cine y lugar de trabajo del operario; labor que en un domingo normal alcanza las 18 horas de reclusión en una superficie de alrededor de cinco metros cuadrados que comparte con dos grandes proyectores de 35 mm, una mesa de rebobinado-pegado y una caja para depositar, al menos, 15 rollos de películas. Dos filmes más o menos recientes rinden homenaje a estos asalariados: Cinema Paradiso (G. Tornattore, 1988) y Splendor (E. Scola, 1989) Desde los años treinta Caracas se viene expandiendo hacia el Este, su desarrollo se acelera a partir de 1936. Los recintos cinematográficos ubicados en el casco y en los contornos de la ciudad se modernizan; en 1939 Manuel Fonseca funda la C. A. Teatro Avila. Enrique Maury registra la sociedad que administrará a partir de 1941el teatro Hollywood, M. Peña reconstruye el teatro Capitol y Vicente Vallenillla, dueño del Ayacucho, restaura su viejo local e inaugura en 1940 una obra maestra en su especie: el teatro Boyacá con 2000 localidades. En los aledaños de la ciudad se establece el teatro América, precursor de los confortables y modernos salones que comienzan a surgir en los suburbios. Un aviso en El Universal del 1º de septiembre de 1940, publicado en ocasión de la apertura del teatro Boyacá, la obra maestra de la arquitectura moderna, nos da indicios del desplazamiento del Centro de la capital hacia la zona del Este: La situación del teatro no podría ser mejor, está justamente en el centro de Caracas. Aunque parezca increíble, es una tangible verdad. Caracas de hoy, con sus modernas y suntuosas urbanizaciones, no es la Caracas de corto perímetro, en el que aparecían como centros vitales las calles que hoy son propiamente de comercio. La Caracas de hoy, tiene como centro la Urbanización de San Agustín, colindante con el Parque Carabobo. En 1945 existen más de cuarenta salas en el Distrito Federal, el 70% corresponde a los locales de barrios, recintos que deben su boga a las películas hispanoamericanas dada la afinidad lingüística, cultural e histórica que compartimos. Once millones de caraqueños van ese año al cinematógrafo; 139 para todo el país, Alfredo Roffé (1997:248) reporta en el mismo año una concurrencia de 24 millones de personas. Cantidad que en una población de poco más de 4 millones de habitantes significa casi seis idas al cine por persona en el año. Por último citaremos una crónica de El Universal, aparecida el primero de septiembre de 1942, quizá un poco frívola pero muy “piti-yanqui” señala la importancia del cine como el entretenimiento público preferido de los caraqueños y además ofrece ciertos datos sobre lo que en diversiones consumen: ...¿ Que haríamos en ésta, a pesar de todo melancólica capital a las 5 p.m. especialmente los días feriados si se acabaran completamente las películas americanas, de las que nos llegan 400 por año? (...) Caracas gasta en espectáculos seis millones largos de bolívares por año. Y de contado. Es que el cine es el espectáculo más completo.(...) Que se acabe la leche en polvo, la harina de trigo yanqui, hasta los cauchos y las tripas, pero que no llegue nunca un aleve aeroplano nipón a destruir a Hollywood. Algunas conclusiones Forzosamente provisionales, en esta ocasión las conclusiones relacionan la estructura cultural e histórica de uno de los ámbitos del cine en Venezuela durante el postgomecismo, con el organismo político y social en el que se inscribe. Tres acercamientos hemos intentado. 1. Modernidad El acontecer de la Segunda Guerra Mundial tal vez no haya sido totalmente ajeno a la difusa pero firme sensación de modernización en marcha a la cual la conclusión del período gomecista había preparado el terreno. El revuelo del “mundo exterior” repercute en lo ideológico, y en lo económico se manifiesta en la aceleración del proceso de desarrollo. La aspiración a la democracia y a la idea de su posibilidad se intensifica en el período; los procesos de crecimiento urbano y de industrialización se entienden como síntomas del ingreso del país a una modernidad vista como alcance, o incorporación, al sistema capitalista mundial. A lo largo del lapso estudiado quedó demostrado que el cine como producto industrial, el “cine espectáculo”, experimenta un desarrollo 140 cuantitativo ininterrumpido, acompañado por una correspondiente expansión como valor de uso cotidiano, que responde a la necesidad popular de entretenimiento a través de la oferta cinematográfica. 2. Libertades ciudadanas El proceso cívico del resurgimiento de las libertades públicas, en el que insiste el presidente López Contreras, parece manifestarse en la controversia que en 1936 sostienen en la prensa el concejal Julio Consalvi y los empresarios de los cines de Caracas, la cual sugiere la apertura de ciertas libertades ciudadanas y el abandono de los anteriores y tradicionales cánones de caudillaje. Un año antes la autocensura y la censura, impuestas por la férrea política del dictador, habrían imposibilitado a los comerciantes enfrentar al alto funcionario del régimen gomero. 3. Espectáculo cotidiano Los pleitos descritos entre el gobernador Mibelli y los ediles caraqueños durante 1940 y 1942 nada tienen de novedoso en el contexto que los engloban, ya que como apunta Sanín (1982:61), las fricciones entre el Concejo Municipal y el Gobernador son en el momento una demostración corriente. Éstos se iniciaron desde 1937 cuando en el país se celebran elecciones directas para integrar esos Cuerpos. En el Distrito Federal, las izquierdas integradas en el grupo llamado Acción Municipal presentan sus candidatos y ganan ampliamente. Desde entonces, señala Sanin, comenzó una lucha entre el Gobernador Mibelli y el Concejo Municipal, que se convierte en el reducto legal de la oposición al régimen de López. Al año siguiente de nuevo el frente de izquierda con la “plancha popular antigomecista” gana los comicios en Caracas; es sólo a partir de los años cuarenta que el gobierno se organiza y comienzan a triunfar en todos los municipios. El golpe cívico militar del 18 de octubre de 1945 acabará con estos enfrentamientos y muchos de los opositores que mencionaremos, algunos “ventiocheros”, habrían de regir la vida política del país a partir de ese momento. El 20 de octubre, un decreto de la Junta Revolucionaria de Gobierno disuelve los Concejos y crea Juntas Municipales de cinco miembros con facultades de fiscalización y consulta. Hasta diciembre de 1947 el encargado por el Distrito Federal será Gonzalo Barrios. 141 Pero antes, en el período 1939-1943, la presidencia del Concejo Municipal del Distrito Federal va a ser compartida por una nueva generación de políticos de izquierda; partiendo del 19 de abril de 1939 son estos: Germán Suárez Flamerich, Martín Vega, Rómulo Gallegos, Humberto García Arocha y José Antonio Marturet; todos en un mismo bando. En el otro está, desde 1936 hasta mayo de 1941, el general Elbano Mibelli y durante 1942 Luis Gerónimo Pietri. En las dos partes de nuestra contienda particular, se encaran o como bien dice Battaglinni (1993:73), al referirse a los acontecimientos y proyectos políticos del momento, se opone el Bloque social dominante y el Bloque social popular. En el Ayuntamiento capitalino la primera sección estaría compuesta por el gobernador que en este caso apoya a los comerciantes cinematográficos, y en el otro extremo encontramos a los representantes del pueblo, o al menos de aquellos varones mayores de 21 años que supieran leer y escribir. El relato de las modificaciones que sufren los artículos 21, 22 y 35 desde el proyecto presentado en agosto de 1940 hasta lo estipulado en la normativa de 1941 ilustra una pequeña parte del proceso enunciado. El bosquejo de la Ordenanza sobre espectáculos cinematográficos y de teatros presentado bajo el mandato del médico doctor Martín Vegas, utópicamente y según el art. 21, aspira a eliminar toda publicidad proyectada en los cines; en acuerdo con las observaciones de Mibelli, la Ordenanza sancionada en 1940 modifica lo antes dicho y permite exhibir cuatro avisos publicitarios. Por último, y luego del fallo de anulación de la corte, la reglamentación de 1941 suprime cualquier restricción en este sentido. Guardando estrecha relación con esto, dado el número de funciones diarias y la extensión del espectáculo, y siguiendo el mismo ínterin, el art. 22 pasa de la obligación de exhibir un filme de corto metraje en cada función a ordenar dos en el mandato del escritor Gallegos. En la Ordenanza sancionada en 1941 la exigencia de proyectar películas cortas queda eliminada. El relato deja en evidencia que la Ordenanza, luego de ser rectificada por anulación de los dos artículos citados favorece al comerciante cinematográfico en detrimento del espectador.A casi sesenta años y con algunas variables esta polémica continúa. El otro artículo que causó controversias (art.35) y que se refiere a los “repugnantes industriales” revendedores de entradas, como los llama el articulista de El Universal en 1936, no se modifica. Por algunos años ellos continuarán discutiendo sus supuestos derechos. Perogrullada: la soga se revienta por lo más delgado. 142 FUENTES Primarias Impresas Anuario Estadístico de Venezuela, Ministerio de Fomento, 1938-1945. Gaceta Municipal del Distrito Federal (GM). GM, No. 1810, 24 de febrero de 1916. GM, No. 3136, 16 de agosto de 1925. GM, No. 3664, 29 de diciembre de 1927. GM, No. 4040, 24 de mayo de 1930. GM, No. 4092, 18 de septiembre de 1930. GM, No. 4928, 28 de enero de 1936. GM, Extraordinario, 23 de junio de 1936. GM, No. 5041, 22 de octubre de 1936. GM, No. 5633, 8 de agosto de 1940. GM, No. 5636, 15 de agosto de 1940. GM, No. 5652, 21 de septiembre de 1940. GM, No. 5667, 26 de octubre de 1940. GM, No. 5726, 13 de marzo de 1941. GM, No. 5774, 5 de mayo de 1941. GM, No. 5786, 18 de julio de 1941. GM, No. 5875, 24 de febrero de 1942. GM, No. 5935, 16 de mayo de 1942. Gaceta Oficial de los Estados Unidos de Venezuela, No. 20.141, febrero de 1941. Memoria del Gobernador del Distrito Federal (MG), 1935- 1945. Secundarias citadas BATTAGLINI, O. (1993). Legitimación del poder y lucha política en Venezuela 1935-1945, Caracas, Universidad Central de Venezuela. CARRERA DAMAS, G. (1979). Historia contemporánea de Venezuela: bases metodológicas (2ª edi.), Caracas, Ediciones Biblioteca Universidad Central de Venezuela. LEON, C. A. (1950). La muerte de Hollywood, Caracas, Ávila Gráfica SA. MANUELS, R. (1969). Film (1ª edi. 1944), Buenos Aires, Ediciones Universitarias. MARTÍN, G. (1992). Metódica y melódica de la animación cultural, Caracas, Alfadil Ediciones. ROFFÉ, A. (1997). “Políticas y espectáculos cinematográficos en Venezuela” en Panorama histórico del cine en Venezuela (T. Hernández Coor.), Caracas, Fundación Cinemateca Nacional. SANÍN. (1982) López Contreras, de la tiranía a la libertad (2ª edi.), Caracas, Editorial Ateneo de Caracas. 143 ANEXOS Tablas Tabla No. 14: Impuesto Municipal, 1º de noviembre de 1936 diciembre de 1945. Año 1936 1937 1938 1939 1940 1941 1942 1943 1944 1945 10 % (Bs.) 71.233 375.364 396.847 484.455 563.716 543.471 614.293 728.106 1.025.346 1.311.560 Tabla No. 2: Número de películas estrenadas por sala y por año (1935-1939)5 SALAS Avila Ayacucho Capitol Caracas Coliseo Continental Dorado Metropolitano Pimentel Principal Rialto San Juan TOTAL 1935 103 1 150 152 83 489 1936 87 43 27 70 16 2 137 129 3 515 1937 90 37 43 106 3 152 140 574 1938 100 30 40 20 180 25 170 150 715 1939 83 80 60 16 25 125 27 120 98 634 144 Tabla No. 3: Salas de Caracas, capacidad y valor de los boletos Salas Avila Capitol Principal Boyaca Ayacucho Continental Caracas6 Coliseo Rialto Cines parroquiales Capacidad (sentados) 800 700 900 2000 800 900 1200 800 500 300 Valor entradas (Bs) 3,25 2,50 2,25 2,25 1,25 REGULATIONS APPLIED TO CARACAS’MOVIE THEATERS BETWEEN 1935 AND 1945 José Miguel Acosta Fabelo Abstract: Four regulations enacted by the Town Council of the Federal District between 1935 and 1945 abrogated some rules and imposed some other on the activities of movie theaters business in Caracas, particularly regarding films exhibition: tax on movie theater tickets, and Patent of Industry and Commerce, both enacted in 1936; Regulation on Movie Theaters and Theaters, in 1940-1941; and Regulation on Architecture and City Planning, in 1942. Despite the tacitly known deficiencies resulting from the bureaucratic and political nature of these documents, they clearly reflect the historical events which somehow played an important role in the selection of the movies shown in our city. The study of such regulations makes it possible to analyze the constant development of the film industry and the way it finally became a day–to–day activity; as well as to establish a link between the cultural and historical structure of the film industry and the political and social body regulating it. 145 Key words: Caracas - Postgomecismo - Regulation - Cultural - Movie Theater - Business. ***** RÉGLEMENTATIONS SUR LES CINÉMAS DE CARACAS ENTRE 1935 ET 1945 José Miguel Acosta Fabelo Compte rendu: Quatre ordonnances décidées par le Conseil Municipal du Distrito Federal entre 1935 et 1945 abrogent des anciennes régulations et en imposent de nouvelles aux cinémas de Caracas et plus particulièrement à la projection de films. Ces ordonnances sont l’Impôt sur le prix des tickets et le Brevet d’Industrie et de Commerce (1936), l’Ordonnance sur les spectacles cinématographiques et sur les théâtres (1940-1941) et la Réglementation sur l’ architecture et l’urbanisme (1942). Bien que les défauts qui relèvent de la nature bureaucratique et politique de ces réglementations soient évidents, ces documents gouvernementaux constituent des indices éloquents et inédits d’événements et de circonstances historiques qui ont touché le cinéma à Caracas. L’étude de ces quatre réglementations favorise l’analyse du développement continu du “cinéma spectacle” et de son expansion aux activités quotidiennes, et permet aussi d’établir un rapport entre sa structure culturelle et historique et l’organisme politique et social que le cinéma, lui-même, représente. Mots clés: Caracas - Postgomecismo - Réglementation - Culturel - Cinéma. ***** REGULAMENTAÇÕES DOS CINEMAS DE CARACAS ENTRE OS ANOS 1935 E 1945 José Miguel Acosta Fabelo Resumo: Quatro regulamentações decretadas pelo Conselho Municipal do Distrito Federal entre os anos 1935 e 1945, eliminam ou impoem novas normas às atividades relacionadas com os cinemas em Caracas, particularmente, na exibição fílmica: o Imposto ao valor sobre ingressos e a Patente da Indústria e do Comércio, ambas de 1936, Regulamentação sobre Espetáculos Cinematográficos e de Teatros em 1940 – 1941 e Normas de 146 Arquitetura e Urbanismo em 1942. Embora existissem defeitos de natureza burocrática e política, estes documentos governamentais são guias eloqüentes e inéditas de acontecimentos e circunstâncias históricas que de uma ou outra maneira afetaram o cinema daqueles dias. Através do estudo de estas regulamentações, entramos em contato com o constante desenvolvimento do “cinema espetáculo”, além de sua correspondente expansão como atividade cotidiana, e relacionamos sua estrutura cultural e histórica com o organismo político e social que o abrange. Palavras chave: Caracas - Era post-gomecista - Regulamentação - Cultural - Cinema - Atividade comercial. ***** 147 VENEZUELA Y LA OEA: CINCUENTA AÑOS DE DEBATE SOBRE LA DEMOCRACIA Raquel Gamus Gallegos Introducción La paz, seguridad y solidaridad continental —como objetivos esenciales contenidos en la declaración de principios de la Carta de la Organización de Estados Americanos (OEA)— constituyeron la prioridad de la Organización por más de cuarenta años, en coincidencia con los intereses de la política exterior de los Estados Unidos, orientada a frenar el peligro del comunismo. Los antecedentes más relevantes de esta orientación los encontramos en diversas resoluciones relacionadas con la solidaridad americana, la asistencia recíproca y la defensa del hemisferio, aprobadas en diferentes Conferencias efectuadas por la entonces Unión Panamericana durante los años de la segunda guerra mundial, que condujeron progresivamente hacia la firma del Tratado Interamericano de Asistencia Recíproca en 1947.1 La inclusión del artículo 5 de la declaración de principios, en el cual se reconoce a la democracia representativa como el sistema político deseable para el Continente, respondió en parte al clima democrático que se vivía como consecuencia de la derrota del nazi-fascismo y en parte a la presión de los pocos países que en ese momento no se encontraban bajo regímenes dictatoriales, destacando la activa posición de Venezuela que para el momento de la creación de la Organización se encontraba gobernada por el partido Acción Democrática. 1 Ver; Connell-Smith, G.:139-190; Gamus R.: 2000: 998-1012. 149 El régimen militar que ejerció el poder luego del derrocamiento de presidente Gallegos en 1948, detuvo las gestiones oficiales venezolanas a favor de la democracia continental, retomado por los gobiernos del llamado período democrático que se inicia en 1958, que con distinto énfasis inscribieron su política exterior en la defensa de este régimen político.. El destacado papel de Venezuela en este sentido, con frecuencia constituyó un esfuerzo aislado hasta mediados de la década de los 80 cuando el compromiso con la democracia comenzó a ser asumido institucionalmente por la OEA ; concretándose en la década de los noventa con la creación de la Unidad de la Promoción de la Democracia, la aprobación de la resolución 1080 en Santiago de Chile y el Protocolo de Washington en 1992, resoluciones todas dirigidas a sancionar a los regímenes de corte autoritario. En este sentido, el interés principal de este trabajo es el análisis de las convergencias y divergencias de las actuaciones venezolana y de la OEA en lo que respecta a la defensa de la democracia ; desde la fundación del órgano interamericano en 1948, hasta la celebración de los 50 años de esta organización multilateral interamericana en 1998; año que coincide con el triunfo electoral en Venezuela de un gobierno que propone la sustitución del modelo político de democracia representativa que rigió durante los 40 años anteriores. La creación de la OEA y la posición de Venezuela a favor de la democracia. La Organización de Estados Americanos nació en la IX Conferencia Interamericana realizada en Bogotá entre el 30 de marzo y el 2 de mayo de 1948; al ambiente de Guerra Fría que predominaba en el mundo, se agregaba el clima de tensión que se vivía en Colombia debido al asesinato del líder liberal Jorge Eliézer Gaitán en momentos de celebración de la Conferencia. El gobierno de Rómulo Gallegos, dio continuidad a la posición de condena a las dictaduras y a favor de la democracia representativa, que había constituido la prioridad de la política exterior de los gobiernos de Acción Democrática desde el acceso al poder en 1945 de la Junta Revolucionaria de Gobierno presidida por Betancourt; quien desde sus primeros días en el poder, se confrontó con los regímenes dictatoriales del Continente y especialmente con el dominicano Rafael Leonidas Trujillo. Una de las expresiones mas relevantes de esta política fue la posición asumida en la IX Conferencia 150 Interamericana por la delegación venezolana presidida por Rómulo Betancourt, principal exponente de esta corriente. Entre las resoluciones aprobadas en la IX Conferencia destacan: la Carta de la OEA, el Pacto de Bogotá (Tratado Americano de Soluciones Pacificas); la Declaración Americana de los Deberes y Derechos del Hombre (primer documento de este tipo a nivel mundial), la declaración sobre la “Preservación de la democracia en América” y la creación de la Comisión Interamericana de los territorios dependientes para atender el tema de las colonias y territorios ocupados en América. Los propósitos esenciales que se desprenden del articulado de la Carta, coincidentes con el contenido de la Declaración de Principios, están orientados principalmente hacia el afianzamiento de la paz y la seguridad en el Continente, en un ambiente de solidaridad basado en la democracia, la justicia social y el respeto de los derechos del hombre; la solución pacífica de las controversias surgidas entre los Estados Miembros; la promoción del desarrollo económico, 2 social y cultural, por medio de la acción cooperativa. La prioridad anticomunista que se desprendía del conflicto bipolar en el cual estaban inmersos los Estados Unidos, es recogida en la resolución sobre la “Preservación y Defensa de la Democracia en América”; que declara: Que por su naturaleza antidemocrática y por su tendencia intervencionista, la acción política del comunismo internacional o de cualquier totalitarismo es incompatible con la concepción de la libertad americana, la cual descansa en dos postulados incontestables: la dignidad del hombre como persona y la soberanía de la nación como Estado (OEA, 1957: 210). En las diversas intervenciones de Rómulo Betancourt durante la conferencia, al expresar la posición oficial venezolana de respaldo a la orientación hemisférica anticomunista de la naciente organización, enfatizó en la extensión de la condena contra todos los totalitarismos; resaltando la necesidad de defensa de la democracia representativa contra las llamadas dictaduras de derecha, tema sobre cuya introducción en la Carta de la OEA, ejerció gran influencia el político venezolano. 2 Ver Carta de la Organización de Estados Americanos, Declaración de Principios, capítulo II, art. 5. 151 En este sentido, en su intervención del 6 de abril, luego de hacer hincapié en la contradicción entre los regímenes dictatoriales y los principios de la OEA, al reiterar sus objeciones al comunismo, afirmó: La evidencia del peligro extracontinental no podría conducirnos al error de olvidar estas lacerantes realidades americanas. Mientras no haya sinceridad democrática y efectividad del régimen representativo de gobierno en todos los países del Continente, el sistema panamericano carecerá de la total adhesión colectiva. Democratizado el Continente, sí podrá contraponerse eficazmente un modo de vida americano, armonioso y libre, a la brutal concepción del Estado -Policía que hoy se enseñorea en extensa porción de Europa... (Ver Ibid:182-183). La dictadura militar y el énfasis en la No Intervención El derrocamiento del gobierno de Gallegos en noviembre de 1948, paralizó los esfuerzos venezolanos en defensa de la democracia; a pesar de la declaración a favor de este sistema político recogida en la Carta de la OEA, las dictaduras latinoamericanas —que constituían una significativa mayoría— encontraban apoyo en el gobierno norteamericano que las consideraba más seguras e incondicionales para sus planes de dominación económica y de combate al comunismo. El régimen militar que gobernó Venezuela entre 1948 y 1958 —al contrario que sus predecesores— asumió como adversarios a los gobiernos democráticos y como aliados a los regímenes dictatoriales; a la vez que dio un giro a la política exterior, al priorizar la aplicación del principio de “No Intervención”. La X Conferencia Interamericana realizada en Caracas en 1954, es el evento de mayor trascendencia de la OEA en la década de los cincuenta. Los países asistentes a la Conferencia —gobernados en su gran mayoría por regímenes dictatoriales— 3 adoptaron dos resoluciones fundamentales vinculadas con la democracia y el anticomunismo: “La Declaración de Caracas”, en la cual se condenó a los totalitarismos y se reafirmó la adhesión a la Democracia Representativa y la “Declaración de Solidaridad para la Preservación de la Integridad Política de los Estados Americanos contra la Intervención del 3 Costa Rica, que era uno de los pocos países que contaba con un gobierno democrático, no asistió a la Conferencia por sus diferencias con el trato de la situación de Guatemala. 152 Comunismo Internacional”, claramente orientada contra Guatemala, en la cual se expresó la determinación de los Estados Americanos de tomar las medidas necesarias contra la intervención del comunismo internacional en la Región. Las resoluciones de la Conferencia dieron pie al derrocamiento del Presidente Jacobo Arbenz por medio de una acción promovida por los Estados Unidos y apoyada por los gobiernos de varios países vecinos, entre los cuales se ha acusado a Venezuela. La defensa de la democracia: una activa y solitaria actuación El auge democrático imperante a fines de la década de los 50, como consecuencia del derrocamiento de las dictaduras en Venezuela, Colombia y Cuba, contribuyó a importantes cambios políticos en el continente especialmente manifestados en la confrontación de las nacientes democracias con las dictaduras tradicionales; contexto en el cual se reanudaron las viejas rencillas entre Rómulo Betancourt y Rafael Leonidas Trujillo, expresadas en distintos actos que desembocaron en acusaciones de ambos gobiernos en el seno de la OEA. Entre el 12 y el 18 de agosto de 1959 se realizó en Santiago de Chile la V Reunión de Consulta de Ministros de Relaciones Exteriores, propuesta al Consejo de la OEA por los gobiernos de Brasil, Chile, EE.UU. y Perú, para considerar la situación de tensión política existente en El Caribe; fue la primera reunión de consulta convocada para conocer de un asunto que afectaba directamente a los Estados latinoamericanos.4 Venezuela y Cuba tuvieron una activa participación en la Conferencia; concretamente la delegación venezolana presentó dos proyectos de resolución: uno sobre el “ejercicio efectivo de la democracia representativa” y el otro sobre el “ respeto de los derechos humanos”; los resultados no respondieron a las expectativas de lograr la exclusión del régimen de Trujillo del Sistema Interamericano. Entre las 17 resoluciones aprobadas, se encuentran la creación de la Comisión Interamericana de Derechos Humanos y la Declaración de Santiago de Chile a favor de la democracia que afirma: Que la existencia de regímenes antidemocráticos constituye una violación de los principios en que se funda la Organización de los 4 Para mas detalles sobre las relaciones entre ambos países ver Julio Portillo: 1991. 153 Estados Americanos y un peligro para la convivencia solidaria y pacífica en el Hemisferio (MRE, 1960: 72-77). El 6 de febrero de 1960, Venezuela dirigió una nota al Presidente del Consejo de la OEA, a fin de solicitar la convocatoria de una reunión urgente con el objeto de denunciar las violaciones de los derechos humanos por parte del Gobierno de la República Dominicana. La sesión se celebró el 8 de febrero y el punto fue transferido a la comisión interamericana de paz; el gobierno dominicano se negó a que su país fuera visitado por la comisión, motivo por el cual —sobre la base de las denuncias presentadas por Venezuela, a las cuales se sumaron testimonios de exiliados dominicanos— la comisión concluyó que la intensificación de la tensión en el Caribe tenía origen en la violación de los Derechos Humanos en la República Dominicana. Se emitió una nota de condena dirigida al Presidente del Consejo de la OEA; resolución sin precedentes en la historia del sistema interamericano. El duro golpe que representó para el gobierno de la República Dominicana dicha resolución intensificó los conflictos entre ambos países, que culminaron en el atentado contra el Presidente Betancourt en los Próceres en junio de 1960. Venezuela solicitó la convocatoria de la VI Reunión de consulta de Ministros de Relaciones, invocando el artículo 6 del Tratado Interamericano de Asistencia Recíproca, que se efectuó en San José de Costa Rica del 16 al 21 de agosto de 1960. En el informe presentado por la comisión designada por el Consejo de la Organización se confirmaba la participación de altos funcionarios del gobierno de República Dominicana en el atentado contra la vida del Presidente venezolano. Luego de un intenso debate, se condenó enérgicamente la participación del Gobierno de la República Dominicana y se decidió la aplicación de las medidas contempladas en los Artículos 6 y 8 del TIAR, que implicaban la ruptura de relaciones diplomáticas y la interrupción parcial de relaciones económicas (comenzando por la suspensión inmediata del comercio de armas e implementos de guerra de toda clase) de todos los Estados Miembros con la República Dominicana. La resolución fue una victoria diplomática de Venezuela, pues era la primera vez que se aplicaban sanciones a un Estado, cuyo gobierno contaba además con el respaldo norteamericano. Los años de calma vividos en República Dominicana, luego de la instauración del régimen democrático que siguió al asesinato de Rafael Leonidas 154 Trujillo en 1961, fueron interrumpidos en septiembre de 1963 con el derrocamiento el Presidente electo Juan Bosch, motivo por el cual, basado en la Doctrina Betancourt, el gobierno venezolano rompió relaciones diplomáticas y solicitó una reunión de consulta de la OEA. Aún cuando varios países rompieron relaciones, no prosperó la convocatoria de la reunión. En abril de 1965, un grupo del ejército dominicano dirigido por Francisco Caamaño, tomó la decisión de retornar al poder al depuesto presidente Juan Bosch, lo que motivó la invasión norteamericana encubierta con el pretexto de prevenir otra posible Cuba y de salvaguardar la integridad de los ciudadanos norteamericanos. La X Reunión de Consulta de Ministros de Relaciones Exteriores; se instaló en Washington, el 1 de mayo de 1965. Luego de una larga discusión, se aprobó la conversión de las fuerzas norteamericanas de invasión a República Dominicana, en fuerzas interamericanas. A pesar de la activa posición que había asumido el gobierno de Raúl Leoni en contra de la intervención estadounidense, la posición de la delegación venezolana en la Reunión se limitó a la abstención. La definición del régimen cubano como Marxista-leninista a comienzos de la década de los sesenta incorporó un nuevo elemento de conflicto regional, al obtener presencia en el Continente el principal factor de riesgo relacionado con la seguridad hemisférica. La oposición al régimen cubano, que constituyó desde ese momento la prioridad de la política regional de los EE.UU., se incorporó progresivamente como preocupación de los países latinoamericanos; ocupando un importante espacio en la agenda de la OEA. La VII Reunión de Consulta de Ministros de Relaciones Exteriores, realizada el 22 de agosto de 1960, constituyó la primera de una cadena de reuniones relacionadas con Cuba. La solicitud de convocatoria fue formulada por Perú en cumplimiento de los artículos 39 y 40 de la Carta de la OEA para “Considerar las exigencias de la Solidaridad Continental, la defensa del sistema regional y de los principios democráticos americanos ante las amenazas que puedan afectarlos”. El objeto primordial de Estados Unidos en la VII reunión de aplicar sanciones contra Cuba no se logró ; en su lugar, se adoptó la “Declaración de San José de Costa Rica”, mediante la cual se condenaba la intervención o amenaza de intervención de una potencia extracontinental en asuntos de las 155 Repúblicas Americanas, reafirmándose los principios relativos a la solidaridad interamericana. El Canciller venezolano Ignacio Luis Arcaya, en desacuerdo con el respaldo su gobierno a esta resolución, renunció al cargo, siendo sustituido por Marcos Falcón Briceño, miembro del partido de gobierno. Fue en la VIII Reunión de Consulta realizada en Punta del Este, Uruguay entre el 22 y el 31 de enero de 1962, convocada a solicitud del gobierno de Colombia, de conformidad con el art. 6 del TIAR, en la cual –además de adoptarse varias resoluciones relacionadas con la ofensiva del comunismo internacional– se aprobó la resolución VI (copatrocinada por Venezuela), de excluir a Cuba de su participación en la OEA, debido a la incompatibilidad tanto del marxismo-leninismo, como del gobierno cubano identificado con dicha doctrina, con el Sistema Interamericano. Las denuncias del gobierno de Venezuela contra el régimen cubano por intervención en sus asuntos internos, dieron origen a la convocatoria de las IX y XII Reuniones de consulta de Ministros de Relaciones Exteriores realizadas en Washington, D.C. en julio de 1964 y septiembre de 1967 respectivamente. El informe de las comisiones investigadoras designadas por el Consejo Permanente, confirmó en ambos casos las denuncias venezolanas, decidiendo condenar enérgicamente al gobierno de Castro por sus actos de agresión e intervención contra la inviolabilidad territorial, la soberanía y la independencia política de Venezuela y otros Estados. De acuerdo a los artículos 6 y 8 del TIAR, se aprobó la interrupción de relaciones diplomáticas y consulares, del intercambio comercial directo e indirecto —exceptuando medicinas y alimentos— así como transporte marítimo. Las amenazas a las cuales se había visto sometido el naciente régimen democrático, debido a los intentos de desestabilización provenientes de la izquierda y de la derecha, que habían encontrado apoyo en el régimen cubano y dominicano respectivamente; fueron factores determinantes en la coincidencia de los objetivos de defensa nacional y de defensa regional de Venezuela durante los años sesenta. La disposición de defender el orden democrático tanto nacional como continental, se incluyó en la Constitución de 1961 en cuyo preámbulo se expresa:...Sustentar el orden democrático como único e irrenunciable medio de asegurar los derechos y la dignidad de los ciudadanos, y favorecer pacíficamente su extensión a todos los pueblos de la tierra; 156 Adicionalmente se formuló la llamada doctrina Betancourt que constituyó en la prioridad de la política exterior de los gobiernos de Betancourt y Leoni (1959-1969), que propone...aislar diplomáticamente mediante la negativa colectiva de reconocimiento, a los gobiernos surgidos de hechos de fuerza en países donde funcione un régimen nacido de la libre consulta electoral. (MRE,1960: Introducción, p. I). Los lineamientos de la doctrina, basados en la declaración a favor de la democracia inscrita en la carta de la OEA, se trató de implantar sin éxito en la Organización Interamericana, escenario en el cual Venezuela fue con frecuencia protagonista durante esta década. El 30 de marzo del 62, se produjo la primera aplicación de la doctrina Betancourt debido al derrocamiento del gobierno argentino de Arturo Frondizi por medio de un golpe de Estado.5 En julio del mismo año se desconoció el gobierno surgido como consecuencia del derrocamiento de Manuel Prato en Perú. El gobierno venezolano fue el primero en anunciar el no reconocimiento. El año de auge de la doctrina fue 1963, debido a la gran cantidad de golpes de Estado que se produjeron en el continente: en abril Venezuela desconoce el gobierno que derroca a Manuel Idígoras en Guatemala; en mayo se suspendieron relaciones con Haití debido a la decisión de Duvalier de continuar en el poder. En junio rompe relaciones con el nuevo gobierno militar instalado en Ecuador Como antes señaláramos, en septiembre se rompieron relaciones con República Dominicana por el derrocamiento del gobierno de Bosch y en octubre con Honduras debido al golpe contra Ramón Villeda; adicionalmente, el gobierno venezolano solicitó sin éxito la convocatoria de una reunión de consulta. En abril de 1964, se rompieron relaciones con Brasil debido a la destitución del gobierno de Joao Goulart por parte del Congreso de ese país. El pluralismo ideológico y el fin del aislamiento político A comienzos de la década de los setenta el poderío estadounidense se vio seriamente afectado como producto de la crisis energética, la derrota en 5 Para mas detalles sobre la Doctrina Betancourt, su aplicación y aceptación en el Continente, ver: Romero, María Teresa: 1988) 157 Vietnam y la crisis del modelo económico de Breton Woods; factores que influyeron en un desplazamiento provisional de problema Este-Oeste por la visión Norte-Sur; que se esfumó progresivamente a partir de 1977, luego del fracaso del diálogo de París, así como de la recuperación de las economías industrializadas. La consolidación interna del régimen democrático venezolano, la desaparición de las amenazas externas a las que se había visto sometido, unido a las circunstancia internacionales a las que hiciéramos referencia, fueron factores que influyeron en la nueva orientación de la política exterior de los gobiernos de Rafael Caldera (1969-1974) y Carlos Andrés Pérez (1974-1979), los cuales concentraron sus esfuerzos en la modificación del orden económico internacional y sustituyeron los planteamientos de la Doctrina Betancourt por los del Pluralismo Ideológico, suspendiendo el énfasis de las gestiones a favor de la democracia motorizadas durante la década anterior en el órgano regional. En los años setenta, ocurrieron fenómenos políticos novedosos en Latinoamérica; uno de ellos fue el acceso a la presidencia por vía electoral del régimen socialista de Salvador Allende en Chile; su derrocamiento y asesinato en septiembre de 1973, unido a la derrota de los movimientos guerrilleros en otros países de la sub-región, dio origen a una cruenta ola dictatorial implantada incluso en países tradicionalmente democráticos como Chile y Uruguay; dando paso a nuevas formas de autoritarismo ejercidas por militares altamente profesionalizados, con proyectos nacionalistas. Paralelamente, en Centroamérica se mantenían dictaduras de corte tradicional, que sufrieron un duro golpe luego de que en 1979 en Nicaragua las fuerzas del sandinismo derrotaran a Anastasio Somoza y pusieran en practica un modelo político autónomo, que aceleró el conflicto político de la sub-región. El giro otorgado a la política exterior venezolana durante estos años se expresó en diferentes situaciones: - Por una parte, en la escasa actividad de condena a los regímenes dictatoriales en el órgano regional, a pesar de la proliferación de las dictaduras y de que la violación de los derechos humanos había alcanzado niveles antes desconocidos; aún así, la suspensión del liderazgo a favor de la democracia no implicó renunciar a su defensa; de esta manera, cuando en 1973 se propuso en la OEA eliminar del artículo 5o de la Carta toda referencia a la democracia representativa y sustituirla por el pluralismo ideológico, la representación 158 venezolana se opuso, por considerar que el principio continuaba vigente a pesar de las dificultades de su aplicación (Calvani, A., 1979: 473). - Por otra parte, en el cambio de actitud en relación con el régimen cubano, debido a lo cual se formuló en forma conjunta con Colombia y Costa Rica, la solicitud de convocar la XV Reunión de Consulta de Ministros de Relaciones Exteriores, para estudiar la conveniencia de dejar sin efecto lo dispuesto en la Resolución I de la Novena Reunión de Consulta realizada en 1964, relacionado con las sanciones aplicadas a Cuba. La reunión se realizó en Quito, Ecuador, entre el 8 y el 12 de noviembre de 1974. En la votación el proyecto de resolución, no obtuvo mayoría de los dos tercios requerida por el TIAR para su aprobación. En la XVI Reunión de Consulta de Ministros de Relaciones Exteriores realizada en San José de Costa Rica el 29 de julio de 1975, se resolvió dejar en libertad a los Estados Partes, para conducir sus relaciones con la República de Cuba al nivel y en la forma que cada Estado estimase conveniente. La revolución nicaragüense fue el otro tema de carácter político que ocupó la atención de la Organización hacia fines de la década, dando origen a la convocatoria de las XVII y XVIII Reuniones de Consulta; la primera de ellas realizada en septiembre de 1978 y junio 1979, recomendó apoyar la instalación de un gobierno democrático y el respeto de los derechos humanos en Nicaragua; en la segunda etapa de la reunión, se resolvió instar a los Estados miembros a realizar las gestiones necesarias para facilitar una solución duradera y pacífica al problema nicaragüense, y a proporcionar asistencia humanitaria; Venezuela —cuya política exterior estuvo altamente involucrada en el conflicto nicaragüense— mantuvo una participación muy activa en todas sus sesiones. Las coincidencias a favor de la democracia El colapso del populismo político y del desarrollismo económico, evidenciados durante década de los ochenta; dio pie al reconocimiento del modelo económico de orientación neoliberal como el adecuado para el continente y a la consideración de las democracias como el sistema político compatible; iniciándose a mediados de la década de los ochenta el impulso de la llamada redemocratización en los países del Cono Sur. La atención política continental estaba puesta fundamentalmente en el conflicto centroamericano, cuya extensión y profundización se veía favorecida 159 dentro por la ubicación dentro de la confrontación Este-Oeste que le otorgaba la administración norteamericana de Ronald Reagan. Como una alternativa mediadora, surgió el Grupo de Contadora en el cual participó Venezuela desde sus inicios en 1983. La política exterior de los tres gobiernos venezolanos de esta década, el socialcristiano Luis Herrera Campins (1979-1984) y los socialdemócratas Jaime Lusinchi (1984-1989) y Carlos Andrés Pérez (1989-1993), por diferentes razones y con distinto énfasis, operó un retorno a la defensa de la democracia.. En los años ochenta, la OEA volvió a constituir importante foro político. En La XV sesión regular de la Asamblea General, realizada en Cartagena de Indias entre el 5 y el 9 de diciembre de 1985, se aprobó el Protocolo de enmiendas —que entró en vigor en noviembre de 1988—,que incorporó la ampliación de las competencias políticas de la Organización; y el fortalecimiento del rol político del Secretario General, al establecer la potestad de llevar a la atención de la Asamblea General o al Consejo Permanente cualquier asunto que, a su juicio, pudiera amenazar la paz y la seguridad del Hemisferio o el desarrollo de los Estados Miembros; dándose así inicio al proceso que le otorgó a la OEA un importante papel en el apoyo a la democracia. El conflicto de las Islas Malvinas en abril de 1982, marcó un hito en lo que respecta a la vigencia de la defensa colectiva, debido a la actitud asumida por el gobierno de los Estados Unidos, considerada como una violación del principio de solidaridad americana. Este acontecimiento influyó en el giro de la política exterior del gobierno de Luis Herrera Campins, que había adoptado una decidida ubicación de defensa de la posición argentina, influyendo incluso en un cambio de posición en torno a la crisis centroamericana, que hasta ese momento había sido coincidente con la óptica norteamericana de confrontación Este-Oeste. La expresión mas evidente de este cambio fue la integración del Grupo Contadora que se proponía la mediación para una salida democrática y pacífica en la sub-región. Durante el gobierno de Jaime Lusinchi se continuó y profundizó la participación de Venezuela en el Grupo Contadora, constituyendo la actuación mas destacada de Venezuela en el ámbito interamericano, gestiones que fueron respaldadas por la OEA. Durante esta década, la OEA debió enfrentar dos conflictos relacionados con intervenciones militares en otros Estados. El primero de ellos estuvo 160 relacionado con la controvertida situación política generada en Grenada luego del derrocamiento y asesinato del Premier Maurice Bishop, que desencadenó el desembarco el 25 de octubre de 1983, de fuerzas combinadas de Estados Unidos y los países del Caribe Oriental (Jamaica, Barbados, Las Granadinas, St. Vincent, Sta. Lucia y Dominica). El día 26, el Consejo Permanente realizó una sesión extraordinaria para considerar la situación de Grenada, en la cual la mayoría de los países latinoamericanos —con diferente énfasis— condenaron la intervención. En apego a la posición tradicionalmente sostenida por Venezuela de respeto a los principios básicos de no-intervención, de autodeterminación de los pueblos y de respeto integral a los derechos humanos, la delegación ante la OEA emitió una declaración ambigua —influida por la oposición ideológica con el régimen depuesto— en la cual solicitaba el cese de toda intervención extranjera en Grenada y la preservación del Caribe como zona de paz, ajena a la confrontación de las grandes potencias. Otro importante conflicto regional se originó con el agravamiento de la tensión existente entre el gobierno norteamericano y el Jefe de Estado panameño Manuel Antonio Noriega, luego del desconocimiento del resultado de las elecciones convocadas en Panamá para mayo de 1989; con lo cual cobró fuerza el peligro de intervención. Panamá fue expulsada del Grupo de los ocho a la vez que el gobierno de Lusinchi había propuesto la aplicación de sanciones colectivas en el órgano interamericano que no prosperaron. En la XVIII sesión regular de la organización interamericana realizada en San Salvador en noviembre de 1988, se dio un importante impulso a la democracia, cuando los Estados miembros expresaron su consenso hacia este sistema político y recomendaron al Secretario General organizar y enviar misiones de observación electoral a los países que lo solicitaran. Las dificultades internas en que se había visto envuelto el gobierno de Carlos Andrés Pérez, especialmente manifestadas en las revueltas del 27 de febrero; influyeron en una política exterior hacia la región latinoamericana que –en contraste con el pluralismo de su primer período de gobierno (19741979)– enfatizó la defensa de la democracia. En concordancia con esta orientación, Venezuela solicitó la convocatoria de la XXI reunión de consulta de Ministros de Relaciones Exteriores para tratar del tema panameño, que se inició en Washington el 17 de mayo de 1989. 161 La reunión se abocó a intensas negociaciones que dieron lugar a la conocida “Resolución I”, titulada “La grave crisis panameña en su contexto internacional” en la cual se señalaron acciones de avenimiento para un acuerdo nacional que asegurase los mecanismos democráticos de la transferencia del poder, en respeto de la voluntad soberana del pueblo panameño. La reunión no condujo a ninguna solución pacifica y El 20 de diciembre de 1989, tropas de EE.UU. invadieron a la República de Panamá y apresaron a Noriega, violando la Embajada de Nicaragua en Panamá. En la segunda sesión realizada entre el 20 y el 22 de diciembre de 1989 y el 1 de febrero de 1990, Venezuela estuvo entre los países que condenaron la intervención, pero a la vez responsabilizaba a los países latinoamericanos, por no haber actuado enérgicamente contra Noriega. La posición venezolana ponía como condición al reconocimiento del gobierno panameño el retiro de las tropas y la búsqueda por parte de las propias autoridades panameñas de una salida legítima. En el discurso pronunciado en abril de 1990 en el Consejo Permanente de la OEA, el presidente Pérez propuso la necesidad de revitalizar la OEA (PÉREZ, C. 1990:5), cuyo papel se veía seriamente cuestionado después de Las Malvinas, la invasión estadounidense a Panamá, la expansión de la democracia y la aparición de diversos organismos de cooperación y concertación tales como el Grupo de Río, el SELA y Contadora entre otros; aspectos estos que modificaban las circunstancias que dieron origen a la OEA especialmente orientada a la seguridad colectiva dentro del marco de la contención. La caída del muro de Berlín con la consecuente desaparición del bloque socialista, unido a la derrota del sandinismo en las elecciones de Nicaragua, se reflejó en la desaparición de los temores de revolución en el Continente; este contexto favoreció la inserción en la globalización económica y la democracia política; fenómenos que contribuyeron a generar un clima de consenso en el órgano regional. La agenda de la OEA en los 90 priorizó la promoción, fortalecimiento y consolidación de la democracia; atendiendo con gran interés aspectos que podríamos catalogar como de gran importancia para la gobernabilidad democrática, tales como la lucha contra la corrupción; la promoción, defensa y preservación de los derechos humanos y la estrategia antidrogas en el hemisferio. 162 Para dar cumplimiento al objetivo de consolidación de la democracia auspiciado por la OEA, a solicitud de la Asamblea General realizada en La Asunción en junio de 1990, se creó la Unidad de Promoción de la Democracia (UPD); cuya función principal es la de prestar apoyo y colaboración a los Estados miembros para el fortalecimiento de las instituciones democráticas a largo plazo, con miras a constituir un brazo operativo en la supervisión de los procesos electorales de los países de la Región. La supervisión electoral ha sido puesta en práctica en 1990; Suriname:1991, Perú:1992-1993; Guatemala: 1995-1996; siendo la participación mas reciente la de las elecciones de Guyana en 1997; Venezuela: 1998.6 Un paso relevante dentro de este objetivo, fue la aprobación de la Resolución 1080, o Compromiso de Santiago, aprobada en la quinta sesión plenaria de la XXI asamblea General de la OEA el 5 de junio de 1991 —cuya propuesta original provino de los Presidentes andinos: Bolivia, Perú, Ecuador, Colombia y Venezuela y cuya Resolución dice: Instruir al Secretario General de la OEA que solicite la convocatoria inmediata del Consejo Permanente en caso de que se produzcan hechos que ocasionen una interrupción abrupta o irregular del proceso político institucional democrático o del legítimo ejercicio del poder por un gobierno democráticamente electo en cualquiera de los Estados miembros de la Organización para, en el marco de la Carta, examinar la situación, decidir y convocar una reunión ad hoc de ministros de relaciones exteriores, o un periodo extraordinario de sesiones de la Asamblea General, todo ello dentro de un plazo de 10 días (OEA, AG/ Res.1080 (XXI-091): 4). El compromiso contraído por los Estados miembros de la Organización para la defensa de la democracia —similar al que plateaba la doctrina Betancourt— implica el aislamiento político, diplomático, financiero y comercial para aquellos gobiernos que intenten interrumpir los procesos democráticos. La resolución 1080, ha sido aplicada en septiembre de 1991 (Haití). Perú (abril de 1992) y Guatemala (mayo de 1993) Paraguay (1996). Impulsado por los peligros que asaltaban a su gobierno, el Presidente venezolano Carlos Andrés Pérez, asumió una activa posición continental de defensa de la democracia haitiana y en contra del nuevo gobierno peruano de Fujimori, con el cual interrumpió relaciones diplomáticas. 6 No incluimos intervenciones más recientes, pues el análisis llega sólo hasta el año 1998. 163 El Protocolo de Washington aprobado en 1990 y ratificado en septiembre de 1997, constituyó un paso firme en la defensa de la democracia, al establecer la posibilidad de suspender la participación dentro de la OEA a un gobierno surgido de la ruptura del orden democrático. Luego de la elección de Rafael Caldera a la presidencia en 1993, Venezuela recobró su estabilidad interna; el nuevo gobierno enfatizó en la lucha contra la corrupción como objetivo de preservación de la democracia, desplegando una gran actividad en torno a este tema, que se convertirá en prioridad de la política exterior regional. El tema de la corrupción como flagelo que afecta a las democracias del continente, fue abordado por primera vez como problema regional en 1994 en la Cumbre de las Américas realizada en Miami; el Presidente Caldera propuso formalmente la adopción de un instrumento jurídico en contra de la corrupción; que dio como resultado, la inclusión en el Plan de Acción de la cumbre de Miami que contiene una serie de medidas de actuación de los gobiernos en la OEA, con la debida consideración de los tratados y leyes nacionales, un enfoque hemisférico sobre los actos de corrupción en los sectores público y privado. La declaración de Montrouis “Una nueva visión de la OEA” aprobada en la XXV Asamblea General realizada en Haití en diciembre de 1995, recogió expresamente lo acordado en la Cumbre de Miami en cuanto a la prioridad de la preservación y fortalecimiento de instituciones y procedimientos democráticos en la agenda hemisférica. En febrero de 1995 Venezuela presentó un texto para la adopción de una Convención Interamericana contra la Corrupción, que incorporó las observaciones de los Estados miembros, y fue elevado a la consideración de la Asamblea General en 1995, que adoptó entre sus resoluciones la convocatoria en la conferencia especializada de la OEA para tales fines, celebrada en Caracas entre el 27 y 29 de marzo de 1996, con asistencia del Presidente Rafael caldera y el Secretario General de la OEA; la Convención Interamericana contra la Corrupción adoptada, fue suscrita por 21 países. Posteriormente, la Asamblea General celebrada en Lima en 1997 aprobó el Programa Interamericano de Cooperación par combatir la Corrupción. La preservación y fortalecimiento de la democracia, la constitución de un pacto para el desarrollo y la prosperidad a través de la integración económica y el libre comercio, la erradicación de la pobreza y la discriminación; así como 164 la conservación del medio ambiente fueron los temas que resumieron las prioridades de la Agenda regional de los 90, incluidos en la Declaración de Principios y Plan de Acción aprobada en la Cumbre de Miami en 1994, en La declaración de Montrouis denominada “Una nueva visión de la OEA” aprobada en la XXV Asamblea General realizada en Haití en diciembre de 1995. Globalización y comercio; educación, derechos humanos en la era democrática y el futuro de la democracia en América; perfilan las prioridades de la agenda hemisférica para los últimos años de la década y comienzos del nuevo milenio de acuerdo a las resoluciones y acuerdos de la Cumbre Presidencial de Santiago de Chile celebrada en mayo de 1998, con el fin de conmemorar el cincuenta aniversario de la OEA. Reflexiones finales El activo papel jugado por Venezuela a favor de la democracia representativa en el ámbito interamericano desde la fundación de la OEA en 1948, ha obedecido tanto a razones de carácter doctrinario, como de defensa del régimen interno. En las variaciones operadas por el protagonismo venezolano en esta materia, influyeron cambios relacionados con el sistema político interno, así como con el entorno continental. La actividad venezolana durante el denominado trienio a favor del sistema político democrático –especialmente evidenciado en la participación en la fundación de la OEA– por razones que consideramos fundamentalmente doctrinarias, se vio interrumpido con el derrocamiento del régimen de Gallegos. A pesar del enfrentamiento con las democracias del continente, el régimen militar que gobernó a Venezuela durante entre 1948 y 1958, mantuvo un apego formal a las declaración de principios relacionada con el ejercicio de la democracia en el continente, en forma acorde con la actuación norteamericana y del órgano regional en general. Los resultados de la X Conferencia Interamericana realizada en Caracas en 1956 constituyen el ejemplo mas elocuente de este comportamiento. Los inicios del denominado período democrático que se instaura luego del derrocamiento de la dictadura de Pérez Jiménez en 1958; estuvieron llenos de escollos de orden interno y externo, con lo cual la actuación protagónica de Venezuela a favor de la democracia representativa continental, encontró –además de las razones doctrinarias– especial motivación en la defensa de su régimen interno. 165 Las frecuentes solicitudes de actuación del órgano interamericano hechas por Venezuela en la década de los sesenta en contra de Cuba y República Dominicana, por atentar contra su seguridad interna, estuvieron sustentados en el Tratado Interamericano de Asistencia Recíproca; Quedando reservadas las reiteradas denuncias relacionadas con la Doctrina Betancourt, a condenar el derrocamiento de los regímenes legítimamente constituidos, de acuerdo con los principios de la OEA, denuncias que no obtuvieron el apoyo esperado. El carácter defensivo de la actividad de Venezuela en el seno de la OEA a favor de la democracia, quedó evidenciado con los gobiernos de Rafael Caldera y Carlos Andrés Pérez (1969-1979); cuando, a pesar de que la mayoría de los gobiernos del continente eran dictatoriales, se formuló y puso en práctica el pluralismo ideológico, debido a la disminución de los riesgos internos y externos que acosaban la estabilidad del régimen. La disminución de la actuación de Venezuela a favor de la democracia, influyó de manera decisiva en el bajo nivel político de la organización durante esta década. El apego doctrinario al régimen democrático se mantuvo, tal como se desprende de la negativa del gobierno de Rafael Caldera a eliminar del artículo 5o de la Carta toda referencia a la democracia representativa Los gobiernos venezolanos de la década de los ochenta y comienzos de los noventa, por distintas circunstancias y razones recurrieron a la defensa democrática; brevemente mencionemos la consideración de “neobetancourismo” de los gobiernos de Luis Herrera Campins y Jaime Lusinchi, por razones mas apegadas a lo doctrinario en el primer caso y de intentos de rescate del prestigio de la democracia venezolana en el segundo. A fines de la década de los ochenta y comienzos de los noventa distintos factores políticos y económicos confluyeron en que la defensa de la democracia representativa se tornara prioritaria en el seno de la OEA. Las dificultades en las cuales se había envuelto el segundo gobierno de Carlos Andrés Pérez le imprimieron un activo sello defensivo a su política exterior regional, en contraste con el pluralismo de su primer gobierno y en coincidencia con la nueva conducta del órgano regional. La democracia venezolana recuperó su estabilidad luego del acceso de Rafael Caldera a la presidencia en 1993; los problemas de gobernabilidad generados por los niveles alcanzados por la corrupción en Venezuela, afectaban a las democracias del continente en general; motivo por el cual el gobierno de 166 Caldera consideró pertinente ejercer un liderazgo regional centrado en la lucha anti-corrupción, como factor de preservación de la democracia continental. La falta de respuesta que las crisis económicas y sociales que en distinto grado viven los países americanos, a pesar de su definición como prioridad del nuevo milenio, ha venido atentando contra el modelo político democráticorepresentativo, dificultadas evidenciadas especialmente en la sub-región andina. Referencias Bibliográficas CARDOZO de Da Silva, E. (1996): “La OEA y la domesticación de la democracia”. Venezuela Analítica. Revista Electrónica Bilingüe. Caracas, No. 10. CARDOZO de Da Silva, E., ROMERO, M.T. (1990): “Venezuela: Dificultades y contradicciones”. Anuario de políticas exteriores latinoamericanas 1989-1990. Caracas, Nueva Sociedad-Prospel, pp. 61-78 CARDOZO de Da Silva, E., ROMERO, M.T.(1991): “Política exterior de Venezuela en 1990: dinamismo y contradicciones en un contexto cambiante”. Anuario de políticas exteriores latinoamericanas 1990-1991. Caracas, Nueva SociedadProspel, pp. 58-73 CONNEL-SMITH, G. (1977): Los Estados Unidos y la América Latina. 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Textos certificados de las Declaraciones y Resoluciones. VENEZUELA, Ministerio de Relaciones Exteriores(1948-1997) Libros Amarillos. ****** VENEZUELA AND THE OAS: 50 YEARS OF TALKS ON DEMOCRACY Raquel Gamus Gallegos Abstract: The main aim of this work is to analyze the facts conditioning Venezuela’s performance regarding representative democracy within the Continent, and compare it with the positions officially adopted within the Organization of American States. The analysis embraces the period going from the foundation of this Inter American Multilateral Organization, in 1948, to the celebration of its 50th anniversary in 1998. It was that same year when Venezuela’s elected government proposed the substitution of its political model based on representative democracy, which had been in force over the last 40 years. Key words: Venezuela - OAS - The United States of America - Representative democracy - Dictatorship. ****** 168 LE VENEZUELA ET L’OEA: CINQUANTE ANS DE DÉBAT SUR LA DÉMOCRATIE Raquel Gamus Gallegos Compte rendu: L’étude concerne l’analyse des causes et des différents facteurs qui ont influencé l’attitude du Venezuela face à la démocratie représentative continentale. L’analyse s’appuie sur des comparaisons entre les actions du Venezuela et les décisions entreprises au sein de l’Organisation des États américains. Le travail comprend la période entre la fondation de l’organisation multilatérale interaméricaine en 1948 et la célébration de son 50e anniversaire en 1998. Ce dernier événement coïncide avec le triomphe électoral au Venezuela d’un gouvernement qui propose la substitution du modèle politique de démocratie représentative qui avait été en vigueur pendant les 40 ans précédents. Mots clés: Venezuela - OEA - États-Unis - Démocratie représentative - Dictature. ***** A VENEZUELA E A OEA: CINQÜENTA ANOS DE DEBATE SOBRE A DEMOCRACIA Raquel Gamus Gallegos Resumo: O objetivo principal deste trabalho é a análise das causas e das variações que condicionaram o desempenho da Venezuela no que respeita à democracia representativa continental, comparativamente com as posições oficialmente adotadas no seio da Organização de Estados Americanos. A análise abrange o período compreendido entre a fundação dessa organização multilateral interamericana em 1948 e a comemoração dos seus 50 anos em 1998; ano do triunfo eleitoral na Venezuela de um governo que propõe a sustituição do modelo político de democracia representativa que governou o país durante os 40 anos anteriores. Palavras chave: Venezuela - OEA - Estados Unidos - Democracia representativa - Ditadura. ***** 169 COLOMBIA, VIETNAMIZACIÓN O PROCESO DE PAZ. ELEMENTOS CRÍTICOS PARA LA INTERPRETACIÓN DE LA CRISIS COLOMBIANA Y SU IMPACTO EN UN CONTEXTO INTERNACIONAL Javier Guerrero Barón Presentación Contra el deseo y la buena voluntad de muchos, es posible –y así lo indican las tendencias coyunturales de los últimos meses–* que Colombia esté transitando por el borde de una situación de guerra civil generalizada o de profundización del conflicto armado antes que de acercamiento a un proceso de paz real y duradero. Si imaginamos un escenario futuro en el que por primera vez confluyen crisis política, crisis económica, crisis militar y crisis de relaciones internacionales, podremos suponer que son elementos que se suman y retroalimentan la dinámica del conflicto armado y su impacto en la vida nacional, lo cual hace poco previsible la existencia de condiciones mínimas para una negociación política. No queremos con estas palabras ni ser “ave de mal agüero” ni empañar los vehementes anhelos de paz que importantes sectores de la sociedad colombiana y de la comunidad internacional vienen manifestando en estos tiempos, pero el análisis de las dinámicas del conflicto nos indican que son pocas las posibilidades de revertir esta tendencia si el problema de la paz se sigue tratando como hasta hoy se hace: con buenas intenciones y sin principio de realidad. Sin embargo, ello no es una ley inexorable y no es imposible modificar las circunstancias que rodean el proceso, sobre todo si la nación * Este artículo se recibió a mediados del año 1998, sin embargo su pertinencia y sugerente enfoque justifican su incorporación en este número del año 1999. 171 colombiana logra consensos alrededor de algunos puntos fundamentales. Y aunque somos optimistas a largo plazo, en el corto pensamos que en Colombia los peores momentos están por venir, si se conservan las tendencias del conflicto crónico que vive el país desde 1948 y continúa la degradación de esta guerra sui-generis, agravadas por los vientos de intervención internacional, como hasta hoy se ha venido planteando. Una visión crítica, contra el sentido común ingenuo y las conveniencias maquilladas de la coyuntura política, ayudaría a entender este proceso. Una estrategia nacional contra la expansión de la guerra es urgente. No obstante, es difícil una propuesta creativa, pues el tema se convirtió en un campo de batalla verbal y del ejercicio de la retórica, en la que se habla de paz para hacer la guerra o se habla de la guerra o de la paz, para decir lugares comunes. Hay que reconocer que las demandas de paz por parte de la sociedad colombiana han aumentado, pero lo que aún no esta claro es cuanto estamos dispuestos a pagar por ella y si pueden seguir actuando sectores con el poder suficiente para entorpecer cualquier negociación, como hasta hoy ha sucedido. En este ensayo queremos hacer explícitos algunos elementos críticos que nos permitan comprender las tendencias de la difícil coyuntura nacional. Esbozamos primero diez premisas que sustentan dos hipótesis centrales sobre las nuevas condiciones para una salida política negociada al estado de guerra civil. Diez premisas Primera: Sobre los contenidos del conflicto: Hay consenso en que los grandes desequilibrios sociales crean una dinámica que tiende a legitimar proyectos revolucionarios y alternativas violentas. En términos generales, “el qué” del conflicto colombiano, la substancia que lo origina se hunde en los grandes desequilibrios sociales que ameritan las transformaciones estructurales que reivindican quienes se alzaron contra el establecimiento. Es lo que se ha llamado persistentemente “causas objetivas de la violencia”. Si la sociedad colombiana no acepta esta realidad no será posible la paz. Ello significa que la necesidad de una profunda transformación es socialmente legítima. Es un país donde ni siquiera pudo llevarse a cabo una reforma agraria, ni una reforma urbana que aminore el déficit de vivienda, ni 172 existe una efectiva legislación antimonopolios, para no hablar de mecanismos mínimos de redistribución de la riqueza. Afortunadamente, así lo reconocen inclusive los sectores más radicales en la defensa del orden y del Estado. Es decir, que en este campo actualmente sería fácil llegar a un consenso, lo cual hace algunos años era improbable. En otras palabras, nadie puede desconocer las condiciones explosivas de pobreza, desempleo y marginalidad en que viven amplios sectores de la población, entendiendo que muchas de esas condiciones son agravadas por la guerra misma, lo cual es parte del círculo vicioso. A ello se suman los efectos sociales del impacto de los ajustes económicos estructurales de carácter mundial que ocasionan los procesos de apertura y globalización con sus secuelas de privatizaciones, introducción de nuevas tecnologías, terminación de los contratos laborales indefinidos y suplantación por contratos temporales, formación de grandes consorcios monopólicos dominados por el capital financiero internacional, debilitamiento sin precedentes de las organizaciones sindicales y replanteamiento de las relaciones trabajo capital, etc. Segunda: Si hay acercamiento en aceptar las “causas objetivas” de la crisis, debe haber un esfuerzo de acercamiento en las soluciones Los actores revolucionarios justifican su accionar por la condiciones socio-económicas (la pobreza de la mayoría, monopolio de la riqueza, etc), y por las condiciones políticas (déficit de democracia, justicia, desigualdad política, oligopolio del poder). En este último plano se ha avanzado bastante en las formas jurídicas del régimen político (Constitución de 1991), se podría pensar igualmente en acercamientos en el régimen económico y social, (reforma agraria, legislación laboral, legislación antimonopolios, inversión social, atención primaria a sectores vulnerables, etc). Aunque toca directamente con los intereses del capital, sus representantes se han dado cuenta de la profundidad de la crisis nacional y están dispuestos a negociar. En los empresarios hay consenso que “la paz es rentable” y que el tono creciente de la guerra está afectando por primera vez estructuralmente los indicadores macro-económicos como el gasto público y la capacidad del Estado de estabilizar la economía, para no hablar de los flujos de capital y de inversión. Es decir el consenso debe avanzar de las causas a las soluciones que es donde hay grandes abismos. 173 Tercera: Sobre los medios y caminos para solucionar el conflicto hay grandes discensos: Colombia no ha renunciado a la violencia Este es el otro gran componente del conflicto: “el cómo”, los medios para lograr la superación del antagonismo. Es en el campo de los medios para la solución del conflicto donde existe un gran discenso. Aunque es obvio, a veces perdemos la perspectiva de que Colombia vive un enfrentamiento de proyectos de país, de grandes imaginarios de cómo solucionar los problemas, de modelos de desarrollo y de concepciones del Estado y de su papel. Distinguimos tres grandes posturas en una sociedad que desde el siglo dieciocho intenta caminos de construcción de una modernidad -sin lograr un acuerdo sobre la modernidad posible ni deseable- que la inserte en el contexto mundial. De un lado unos sectores que buscan soluciones mediante salidas y propuestas revolucionarias, que lucharon y luchan por una sociedad más equitativa, menos injusta y con posibilidades de ciudadanía real para todos los colombianos. De alguna forma, una posible vía hacia la modernidad por el camino de grandes reformas estructurales impuestas desde la acción revolucionaria a partir de un triunfo político o político militar. Otro sector, o mejor, campo de matices, que aceptan esta necesidad pero consideran que los problemas pueden ser solucionados mediante reformas y procesos democráticos. Vale decir que los sectores decididamente democráticos no son los más fuertes en la política colombiana. La mayoría de ellos le han apostado a conformarse con construir una democracia formal, legalista, sin preocuparse por llenar de realidades esas formas, sin luchar por grandes transformaciones a los obstáculos del ejercicio real de una modernidad democrática o por sectores que tácticamente han jugado a la democracia, no como filosofía del Estado y de la política sino como técnica política o como ritual electoral, o porque muchos de los llamados sectores democráticos han “combinado las formas de lucha”: unas veces la democracia y otras el autoritarismo donde la violencia no está descartada como medio para realizar sus fines. Históricamente está lejos de existir en la política colombiana un real proyecto de “modernidad democrática”, como tal. Y un intransigente sector que cree que la sociedad puede mantenerse sin transformaciones en el plano de las relaciones sociales. Cree en la modernidad como progreso tecnológico, pero conservando los privilegios del 174 capital y de la propiedad, de lo estatuido, sin redistribución de la riqueza y sin transformaciones en el plano de lo político. Son los sustentadores del modelo histórico de dominación bipartidista y se consideran los “jefes naturales” del país. Su estructura de poder desde finales de los años setenta en algunas regiones compitió, en otras se alió, con poderes locales emergentes como los pequeños y grandes capos del narcotráfico, igualmente autoritario y conservador y, en muchos casos, funcional a sus intereses. Son partidarios de grandes avances en la tecnificación de la producción (reingeniería y tailorismo en la industria pero sin tener que concertar con sindicatos, mecanización del campo pero en lo posible manteniendo relaciones de aparcería, participación y democracia restringidas, prescripción de las reivindicaciones sociales, etc.). De alguna forma son el reflejo del modernismo reaccionario o el proyecto de modernidad selectiva de las derechas, unas veces moderadas y otras radicales, que se enfrentaron y se enfrentan en el escenario mundial. Sin embargo, en Colombia, en los tres campos, en mayor o menor grado, existen sectores importantes de la sociedad que no han renunciado a la violencia como instrumento para alcanzar sus objetivos políticos. En su conjunto, la sociedad colombiana no ha renunciado radical y explícitamente a la violencia, como si lo han logrado sociedades como la española, que optó –con excepción de un minúsculo sector político, cada vez más aislado, decir radicalmente que ese sector político no representa a nadie distinto que a unos cuantos activistas fuera de todo contexto de realismo político– sin vacilación alguna, por construir una modernidad democrática, con todas sus implicaciones. Esta ambigüedad de la sociedad y del Estado ha llevado a especialistas a afirmar que la violencia es funcional a la democracia colombiana. Cuarta: Si bien los actores de Violencia no representan a los Colombianos, sí hablan por ellos y la Sociedad deja que hablen por ella. Tiene estrecha relación con la anterior. En otras palabras: es evidente que la violencia no representa a la amplia mayoría de los colombianos. Que 15 ó 20 mil guerrilleros, 5 mil paramilitares, las ruedas sueltas dentro de organismos estatales, y las organizaciones delincuenciales estructuradas alrededor de las mafias del narcotráfico o de las esmeraldas o del contrabando, o de otros negocios ilícitos no son representativos de 37 millones de colombianos. Pero 175 los 37 millones de colombianos, no se han expresado de manera rotunda como expresión de una voluntad nacional que pide cuentas al Estado por sus actos por fuera de la ley y por sus frecuentes y sospechosas omisiones y sistemáticas impunidades y a los actores del conflicto por sus actos y métodos violentos. Ni siquiera, para poner un ejemplo, el desastre ecológico que significan millones de barriles de petróleo vertidos a los ríos, quebradas y cuerpos de agua en más de 200 atentados a un oleoducto han movilizado a la sociedad colombiana ni ha significado nada en términos de legitimidad a la organización que los ha realizado. Tal vez por eso, en su desespero, los encargados estatales del problema han optado por el camino fangoso de sindicar, con pruebas sospechosamente falsas, a los sindicalistas de la petrolera estatal de lo que hace la guerrilla, confundiendo métodos, actores y resultados, por el dudoso camino de la utilización de los desacreditados organismos de justicia como arma política antisindical, mientras los atentados siguen y la indolencia pública también, ahora no solo frente al desastre ecológico, sino frente a los métodos ampulosos del Estado para solucionar el problema. Tal vez por eso mismo cada masacre es más escandalosa que la anterior y los mandatarios, las autoridades de policía y los cada vez más deliberantes voceros militares pueden dar las respuestas retóricas y casi insultantemente rituales frente a ellas, sin que tengan que entregar cuentas a nadie. Eso en el campo político. Pero la violencia no se reduce a la política. Es mucho más extendida en el plano de lo social. Es mucho más costosa en términos de vidas humanas la violencia que se ejerce por la delincuencia pequeña y medianamente organizada y las de la vida cotidiana. Y las tasas de violencias urbanas son aterradoras y las de algunos conflictos regionales asociados a bonanzas locales. Se podría añadir que no matan únicamente los delincuentes o los actores de la guerra. A ello debe sumarse el del ciudadano común y corriente que mata por ira, por venganza, por celos, por deudas, por honor o en “cuestión de tragos”, para poner algunos ejemplos. Es decir, ni en la lucha política, ni en la vida corriente hemos podido renunciar a la violencia y esta se reproduce en muchos espacios. La amenaza anónima se ha convertido, por ejemplo, en una forma de violencia para obtener los más variados resultados, desde método de lucha sindical, hasta método disuasivo contra la acción colectiva de organizaciones populares, sino como método de integrar la selección nacional de fútbol. 176 Volviendo al plano de lo político, nada indica que las fuerzas revolucionarias crean que existan condiciones de una salida democrática. Las fuerzas revolucionarias, aunque existen matices, siguen creyendo en que la guerra es el camino más expedito para la realización de sus metas políticas y no hay indicio alguno de que esta posición haya sido modificada. Aunque existe un discurso cauteloso que indica la posibilidad de explorar salidas negociadas, (más el ELN, que las FARC, aunque en ambas agrupaciones sus acciones hacen ver a sus declaraciones de paz con una gran apariencia retórica), el tono y nivel de las exigencias plantean por ahora imposibles. Del otro lado, dentro y fuera del Estado, las fuerzas de la intransigencia, como hasta ahora ha sucedido desde 1984 cuando se inició el primer ciclo de acuerdos, no están dispuestas a otro camino que la solución militar del conflicto. Algunos sectores que se podrían caracterizar como democráticos, se han aferrado ciegamente a la defensa de una supuesta legitimidad del Estado y en su apoyo han estado dispuestas inclusive a implementar aparatos de guerra como las organizaciones de seguridad privada «CONVIVIR», lo cual a su vez demuestra que aun están dispuestos a continuar y profundizar en el camino de la guerra. Si bien es cierto, la dinámica de la guerra ha llevado a sectores de la sociedad a la adopción de mecanismos de defensa de sus intereses más inmediatos mediante mecanismos privados, debilitando y deslegitimando a su vez al mismo Estado. Esta es otra de las paradojas: Sectores de la sociedad que han adoptado una defensa radical de establecimiento han contribuido, y de que manera, en su deslegitimación. Esto demuestra que los amplios sectores que reclaman la paz aun no tienen la audiencia, el poder ni la representación necesarios para hacer viable su decisión y al interior de las fuerzas que tienen las armas. No es clara la unidad de criterio por una salida negociada. En resumen, todos estos son claros indicadores de que la sociedad colombiana no ha logrado un consenso alrededor de la renuncia a la violencia. Muchos sectores por una u otra razón la utilizan o creen en ella como solución de los conflictos. Y el rechazo a los actos de violencia no tiene la resonancia suficientes para representar la voluntad nacional. Al contrario, el lenguaje predominante es la indiferencia. Y los agentes de la guerra pueden asumir, como en efecto han asumido la representación de la sociedad colombiana. (ver nuevamente la nota 2). 177 Quinta: Sobre las actitudes de los actores hay un abismo: No se puede construir un proceso de paz con gestos de guerra. El otro gran componente del conflicto es la actitud de los actores, que puede facilitar o alejar la solución. Allí hay que reconocer que es donde se encuentra uno de los grandes obstáculos a la transformación de los conflictos colombianos. Si solamente observáramos el lenguaje que se utiliza para caracterizar al adversario, entenderemos que él mismo se convierte en fuente de la agudización y profundización del abismo actitudinal. Si nos atenemos a plano de los simbólico, no hay ningún gesto que indique que alguno de los actores esté en actitud de buscar acercamientos para una eventual negociación. Solo el gobierno, hace frecuentes llamados a la paz, sin entregar nada, como esperando ingenuamente una rendición incondicional, en tanto que se endurecen las políticas militares. No basta, pero el mundo de lo simbólico, del lenguaje de los gestos, puede contribuir a acercar o alejar las posibilidades de una negociación. Pero más que en el plano de lo simbólico, el plano de las acciones es que determina sus posibilidades reales. Por el contrario, las frecuentes ofensivas violentas, la apelación a evidentes violaciones al derecho internacional humanitario como el secuestro, la permanente declaratoria de “objetivo militar” a funcionarios civiles, a los mismos procesos electorales, los “retenes” en que se pone en alto riesgo innecesariamente la vida de los viajeros, la utilización de minas antipersonales, de carros-bomba y otros mecanismos de terror indiscriminado, el “ajusticiamiento” de civiles sin formula de juicio, la sensación de la existencia de poderes que deciden sobre la vida y la muerte no solo de los hombres bajo su mando sino de los ciudadanos, hacen que los actores armados en su pretensión de involucrar a toda la población en la guerra, antes que allanar el camino hacia una salida negociada, la dificultan y la alejan. La apariencia del rumbo del conflicto y la carencia total de gestos conciliatorios hablan de una actitud de “guerra total”. Queda la sensación de que en el interior de las guerrillas hay la creencia de que la crisis generalizada del Estado, de las fuerzas armadas y el silencio de la sociedad, es legitimidad de su causa y que ellos creen que su triunfo está cerca. Y es apenas lógico. Esto hace que ningún ejército que se sienta ganador, este dispuesto a negociar si tiene la certeza de un –virtual o real– triunfo militar. 178 Sexta: Sobre la reconstrucción Nacional: ¿Cuanto estamos dispuestos a pagar? Reconstruir el proyecto nacional implica acercar la imagen futura de los diversos proyectos de nación que se encuentran en conflicto: establecer cuanto están dispuestos a sacrificar las fuerzas políticas en este acercamiento de proyectos y cuanto están dispuestos a pagar los dueños del establecimiento, en primer término, y en segundo, toda la sociedad colombiana, por esa paz tan anhelada. Es entender, en otros términos que esa paz es rentable pero la inversión inicial es costosa para las partes y más para quienes defienden el orden instituido que es el que se encuentra amenazado. Desde el punto de vista de los proyectos revolucionarios, poco tienen que perder. (Aunque no existe un gran capital político que defender, a no ser la tradición revolucionaria que representan de muchas décadas acumuladas y un proyecto militar que se expresa en el control de unos territorios sobre los que no tienen clara la legitimidad de su dominación sobre la población por cuanto hasta ahora solamente se ha manifestado como dominación armada . Está por demostrar cual es el respaldo real y espontáneo que tendría el proyecto una vez cese dicha dominación armada, lo cual sería en si mismo su “capital político”). Desde esta lógica se podría pensar que la salida militar para ellos es, por lo menos en apariencia, más rentable, máxime cuando las experiencias de los grupos desmovilizados ha sido poco exitosas en el campo político. Por tanto, como en cualquier transacción –desde todos los ángulos del conflicto– respondernos la pregunta de cuanto estamos dispuestos a pagar por la paz es fundamental para saber cuan lejos o cerca estamos de la posibilidad real de cualquier negociación. Y hasta ahora, nadie se ha hecho esta pregunta. Séptima: Existen sectores “estructuralmente intransigentes” con capacidad de impedir la salida política. La duración del conflicto hace que en los dos polos de la contradicción, existan sectores “estructuralmente intransigentes”, bien sea porque la guerra es funcional a sus intereses o porque su actitud radical es inmodificable. Todos ellos son actualmente y en el futuro el mayor obstáculo a cualquier salida política. Todos ellos tienen capacidad de entorpecer en materia grave un eventual proceso de paz, como hasta hoy lo han logrado con éxito absoluto e impunidad 179 total. Es lo que los expertos llaman “la inercia de la guerra”. Si estos sectores no son derrotados políticamente, o por lo menos neutralizados, es improbable que prospere una solución política negociada y se siga imponiendo la vía militar. No obstante, estos sectores intransigentes, unos indudablemente dentro de organismos estatales, seguirán cometiendo asesinatos selectivos y adelantando periódicas campañas de terror para impedir la negociación, mientras que las guerrillas seguirán secuestrando, saboteando las elecciones, amenazando alcaldes y funcionarios, controlando territorios y realizando acciones militares que demuestren su fortaleza y ratifiquen la mala racha de las fuerzas armadas para posicionarse ante una eventual negociación, o lo que es peor, con el convencimiento de un triunfo cercano. Octava: La debilidad del Ejército es coyuntural, hay empate estratégico. De otra parte, todo indica que esta evidente debilidad táctica del ejército es coyuntural. Es producto más de 15 años de “guerra delegada” en los que la iniciativa estuvo en manos de fuerzas privadas de grupos paramilitares. Si se examina detenidamente la prensa, son pocas las acciones ofensivas del Ejército en este lapso. Pronto, la emergencia será suplida con “cambios estratégicos”, legislación antiterrorista, adecuaciones procesales y “reingeniería militar” que implicarán mejor tecnología, apoyos satelitales, equipos, reestructuración de los organismos de inteligencia, asesoría y ayuda norteamericana, es decir, incremento en gasto militar y se iniciará un nuevo ciclo resarcimiento militar de las fuerzas armadas que confirme este tipo de empate estratégico o círculo viciosos de la muerte. Novena: La fortaleza táctica de las guerrillas aleja las posibilidades de una negociación. Entre tanto, en lo inmediato, la ilusión de ir ganando la guerra hará que la posición de las fuerzas insurgentes se endurezca y aleje las posibilidades de un proceso de negociación, si no existe al interior de las organizaciones armadas, como hasta el momento no ha existido, un líder o un sector con capacidad de hacer un análisis político más allá de lo militar, que muestre que el avance militar de los últimos años no ha significado la legitimación nacional de un proyecto revolucionario y que a pesar de las ofensivas tácticas (y en contra de 180 la opinión de los estrategas norteamericanos), y si se miran las cosas con algo de realismo, está lejos consolidarse un escenario de triunfo militar, así se mantenga el dominio sobre amplias zonas y sobre áreas estratégicas como las de producción del crudo petrolífero, pero y aunque suene duro, de alguna, forma relativamente marginales para la vida medular de la mayoría de la población y de la economía. Décima: Dos Escenarios Posibles: en lo militar:“modelo de contención” o “guerra total” O en lo político una solución realista pero lejana: reconocer la revolución inconclusa colombiana. Primero en lo militar:“modelo de contención” o “guerra total”: Así las cosas, hipotéticamente, la guerra podría continuar muchos años más, en dos escenarios futuros posibles: el primero, simplemente agudizando la situación social del país, manteniendo o empeorando los niveles de pobreza, profundizando la crisis política, con un régimen en precarias condiciones de legitimidad, en crisis permanente, como por cincuenta años hasta hoy, con un crecimiento de las violencias difusas y un deterioro de todos los indicadores de la calidad de vida de los colombianos, es decir continuando en un modelo de “contención” clásico de guerra limitada o, en un segundo escenario, con una guerra total a unos elevados costos humanos y sin que esté claro que tipo de proyecto revolucionario surgiría de un eventual triunfo militar y más bien, el cierre continuado de una salida política negociada y la imposición de un régimen cada vez más autoritario, con procedimientos especiales de orden público en lo judicial y policial (no es descartable que pronto se le otorguen funciones de instrucción criminal a las fuerzas armadas por ejemplo, y que se cree una jurisdicción especial antiterrorista, como en el Perú). O en aras de la discusión podríamos apostarle y darle la razón a las fuerzas revolucionarias y al Pentágono y decir que al paso que van dentro de algunos años van a triunfar. Y quedaría un país arruinado o insignificante en el contexto mundial, como Laos o Camboya y donde ni siquiera se puede hacer una revolución y sostener el triunfo político por muchos años, como en Nicaragua, luego de una devastadora guerra donde habremos perdido la poca dignidad que nos queda. Segundo: O en lo Político una solución realista pero lejana: reconocer la Revolución inconclusa colombiana: 181 Otra alternativa es aceptar por parte de la sociedad, el Estado y las fuerzas revolucionarias que en Colombia hubo, como en muchas naciones, una revolución inconclusa que no logró consolidar un triunfo por la vía militar. (podríamos reconocer que hubo lo que teóricamente se ha denominado “situación revolucionaria” crónica sin “resultado revolucionario” apoyándonos en Charles Tilly) pero de la cual se puede derivar hacia un polo democráticopopular, que mediante estrategias políticas obtenga muchas de las transformaciones (no todas) que no se alcanzaron mediante el triunfo militar, para transformarlas en un programa democrático pensando en un plan de “reconstrucción nacional”, en manos de una Junta de Reconstrucción Nacional, como si se hubiera alcanzado el fin de la guerra. Hagamos de cuenta que alguien ganó, que la guerra terminó y que hay que reconstruir el país con un programa democrático negociado entre los sobrevivientes y que entre los triunfadores hay una disidencia del bando derrotado que se alió con los ganadores que está en capacidad de imponer condiciones al programa de reconstrucción nacional. ¿Para que esperar el triunfo militar, si sabemos que así terminan las guerras y que con todos sus costos humanos, terminan en una concertación de fuerzas y de esfuerzos? Así fue la Revolución Nicaragüense y así han sido y serán las revoluciones inconclusas de América Latina y del tercer mundo. Muy seguramente muchos sectores al interior de las fuerzas insurgentes piensen que se puede conseguir más por esta vía que con un triunfo militar, pero la estructura misma de sus organizaciones no les permitiría expresar este tipo de planteamientos. Quienes asuman esta posición en ambos bandos serían calificados inmediatamente como claudicantes y entreguistas. (Y los sectores extremos se identificarían como fuerzas de la intolerancia de derecha y de izquierda y tal vez se produzcan purgas dentro de las guerrillas, los paramilitares y las fuerzas armadas y en la cúpula secreta de la extrema derecha que ha manejado los hilos de la guerra sucia), o tal vez exista en el país la madurez suficiente para buscar este tipo de salidas a la guerra. Pero esto último sería demasiado optimista para las premisas anteriores, aunque no es imposible como horizonte político. Dos hipótesis Sobre la reflexión anterior surgen dos hipótesis de trabajo para la comprensión del momento actual. Primera: la guerra civil colombiana se ha transformado en un problema internacional que hace que le sea aplicado el 182 concepto de soberanía limitada a la solución de su conflicto interno. Segunda: Colombia esta en el umbral del punto de no retorno de la posibilidad de ejercicio de su soberanía, para lograr una solución política negociada a su conflicto interno. PRIMERA HIPÓTESIS: LA GUERRA CIVIL COLOMBIANA SE HA TRANSFORMADO EN UN PROBLEMA INTERNACIONAL QUE HACE QUE LE SEA APLICADO EL CONCEPTO DE SOBERANÍA LIMITADA A LA SOLUCIÓN DE SU CONFLICTO INTERNO. Lo nuevo de la situación actual es que la guerra crónica colombiana, que era indiferente a los propios colombianos y al mundo, se está convirtiendo crecientemente en un problema internacional. Somos el problema más agudo de la región. El margen de “soberanía” es cada vez menor. Ello se evidencia en los siguientes aspectos de la coyuntura internacional: Colombia, y esa es la gran diferencia del concierto de países de América Latina, no ha encontrado recientemente un punto de inflexión, un punto de ruptura con el pasado, en la construcción de una modernidad democrática que aclimate un mínimo de condiciones para su convivencia como nación en el concierto de los pueblos del mundo. Es una sociedad que acumula sus conflictos del pasado sin capacidad para resolverlos. En el contexto de América Latina, después de los procesos de paz en Centroamérica –sin idealizarlos y colocándolos en medio de sus obvias dificultades– y de la caída de las grandes dictaduras del continente, ante el desconcierto general, el conflicto armado colombiano se mantiene como una remembranza de la “guerra fría”, con sus símbolos y su lenguaje intactos, sin que, casi una década después del derrumbe del muro, las partes hayan explorado nuevos caminos distintos a persistir en una guerra que la mayoría de los observadores internacionales consideran “arcaica”. Hay consenso entre los analistas de que por primera vez nuestro problema interno es visto como amenaza internacional, no solamente por los Estados Unidos y las potencias europeas, sino por nuestros vecinos y amigos. Colombia ha recibido en los eufemísticos círculos diplomáticos el calificativo de “la Bosnia de Suramérica”, o la “llaga abierta de América Latina”. Los efectos de la guerra impactan a las naciones vecinas. En el caso venezolano existe una estrategia de desestabilización de las relaciones por parte del ELN, 183 además de importantes daños ecológicos en los cuerpos de agua de las vertientes comunes ocasionadas por los vertimientos de crudos de los insensatamente repetidos atentados al oleoducto Cañolimón-Coveñas. La frontera panameña, además de sitio de llegada de refugiados, sufre frecuentes invasiones de los grupos paramilitares y los efectos del secular tráfico de armas y drogas, lo cual causa serios problemas a las relaciones binacionales. Perú y Bolivia adelantan programas de erradicación de los sembrados de coca y saben que los narcotraficantes colombianos están en capacidad de comprar la pasta básica que produzca para ser refinada, lo cual estimula el cultivo y les impide mostrar mejores resultados. Los capitales mafiosos ante la persecución, se han desplazado a Brasil, Argentina y en menor cuantía a Chile y Centroamérica y México. El “modelo” colombiano de financiación de las guerrillas con recursos de estas actividades podría ocasionarles, (como parece estar sucediendo en Perú), el resurgimiento de los grupos armados revolucionarios y todos ellos nos ven con desconfianza pues temen que por su cercanía puedan recibir un tratamiento similar al que ha recibido Colombia y antes que solidarizarse, prefieren sumarse a la “diplomacia de bisturí” de los Estados Unidos, que pretende “extirpar el tumor”. El fenómeno de los desplazados ya nos es un problema interno, sino que se empieza a ser visto con preocupación por la comunidad mundial. El exilio de personas amenazadas y de familias enteras que dejan el país por motivos económicos o políticos o por problemas de seguridad, son cada vez mayores. Aún entre naciones amigas, Colombia empieza a ser percibida internacionalmente como una sociedad con indicadores permanentes y estructurales de violencia que hacen que sea caracterizada como una sociedad “no viable” en términos de nación moderna, pues su inercia autodestructiva la coloca en los límites del cuadro de honor del “retroceso de la civilización y el retorno a la barbarie” y –dentro de esta lógica– estaría en el grupo de países que no lograron adaptarse a los cambios de la pos-guerra fría y requieren de intervenciones tutelares que la enrumben nuevamente por el camino de la democracia, dentro de la nueva perspectiva mundial de la “seguridad democrática” diseñada y liderada por Estados Unidos. Los niveles de violencia en el campo laboral y el asesinato crónico de líderes sindicales es calificado por expertos de la Unión Europea como un “dumping” social, en el sentido de que los empresarios del mundo tienen que 184 negociar pliegos de peticiones y huelgas, mientras que, con impunidad total, los sindicalistas en Colombia son asesinados, lo cual, además de ser un aberrante problema de derechos humanos, significa –según su decir– una “ventaja comparativa” de los precios de sus productos creada por el clima de violencia. Las políticas antidrogas de Estados Unidos, (a través del caso Samper y la tesis de las “narco-guerrillas), han ganado la batalla propagandística de presentarnos como una “narco-democracia” que se aproxima peligrosamente a lo que el Departamento de Estado ha denominado como “estados-bandido”, aquellos que no se acogen a las políticas y normas mundiales (generalmente dictadas por ellos en el contexto del escenario de un mundo monopolar liderado por ellos), para los cuales la comunidad internacional se ha reservado el derecho de “meter en cintura”, pues afectan intereses fundamentales de la misma comunidad mundial. Con esta estrategia se ha logrado convencer al mundo diplomático que existe un nuevo enemigo mundial que es el “narcotráfico” y a su vez “territorializar” ese enemigo mundial en los países productores y simbolizarlo en un caso límite: Colombia. Las potencias han impuesto el concepto de “soberanía limitada” a los temas de narcotráfico, derechos humanos, derecho internacional humanitario y Colombia es un país crítico en estos tres campos y por lo tanto acreedor de intervención internacional. Esta intervención por primera vez se esgrime como una solución y ya se discuten hipótesis concretas de intervención. El temor de un modelo de contención estilo Vietnam, hace pensar en modelos multinacionales, estilo Bosnia. Las tensiones geopolíticas de la región se agudizarán a medida que se vence el plazo de entrega del Canal de Panamá a los panameños en diciembre de 1999 en virtud de tratado “Torrijos-Carter” y los Estado Unidos ejercerán un mayor control sobre la región para prevenir cualquier situación desfavorable a sus intereses estratégicos y el argumento será que mientras exista un factor de desestabilización regional, (Colombia), no habrá condiciones para la entrega. Ya hay consenso (interno y externo) de que Colombia debe ser intervenida. Todavía no lo hay de cómo realizar la intervención. Estados Unidos –y ese por ahora es buen signo de que primero se va a intentar el apoyo a una salida política negociada– ha anunciado su ingreso al grupo de países amigos del Proceso de Paz. La pregunta sería, ¿Qué sucederá si no hay proceso de paz? 185 Esto nos conduce a una segunda Hipótesis en el plano de nuestra guerra interna.. SEGUNDAHIPÓTESIS: COLOMBIAESTAENELUMBRALDELPUNTODENORETORNODE LAPOSIBILIDADDEEJERCICIODESUSOBERANÍAMEDIAN-TEUNA SOLUCIÓNPOLÍTICANEGOCIADAASUCONFLICTOINTERNO Hace algunos años, Daniel Pecaut planteó que Colombia se encontraba cerca al “punto de no retorno”. En ese momento se hacía evidente la presencia de narcotraficantes financiando grupos paramilitares y una actitud cómplice del Estado y se avisoraban a futuro serios problemas institucionales. Decía entonces : Mes tras mes la situación se agrava en Colombia. La tregua y el diálogo están prácticamente interrumpidos. Por una parte, el terror ejercido con total impunidad por una extrema derecha de contornos imprecisos, por el otro la voluntad expresada por la guerrilla de pasar a una etapa de lucha por el poder, tienden a producir una acentuada polarización. La autoridad del gobierno es demasiado incierta como para frenar este proceso. Colombia podría convertirse fácilmente en el escenario de una confrontación social y política mayor. Hoy la predicción se ha realizado. Nunca antes había confluido crisis política, crisis económica, (los expertos del FMI en mayo de 1998 hablan de la necesidad de un ajuste fiscal y económico con todo lo que ello ha implicado a países como Venezuela o México. El presidente Samper en vez de regañarlos insultantemente como lo hizo de manera ingenua y populista, debería convencerlos de que al problema del gasto público de Colombia, un país al borde del colapso y en guerra, no se le puede dar el mismo tratamiento macroeconómico que a Costa Rica o Suiza), crisis social, (niveles cercanos al 15% de desempleo permanente y crecimiento en varios puntos de los indicadores de población sumida en estado de pobreza absoluta, millón y medio de desplazados por la violencia, etc.), crisis militar y crisis de relaciones internacionales que muy seguramente pronto afectarán los factores de gobernabilidad interna de los próximos gobiernos. Es decir, Colombia está viendo peligrar su estabilidad democrática y su capacidad de ejercer su precaria soberanía, mediante una solución política negociada. Cada mes que pasa vemos que se agota más esa posibilidad. 186 Y ese agotamiento de las posibilidades está dada por los siguientes indicadores: La creciente fragmentación de los poderes, tanto del Estado como de los para-estados, como de las fuerzas insurgentes y de la llamada “sociedad civil”, muestran que ofensivas de guerra total fácilmente pueden transformarse en guerras civiles regionales que lejos de convertirse en una única “guerra revolucionaria” tienden a transformarse en “guerras multipolares” (ya varios frentes del ELN han declarado objetivo militar a frentes del EPL, ha habido enfrentamientos armados entre ELN y FARC en Arauca y Cubará por disentimientos en el caso de los indígenas U´wa y la petrolera Oxy), con una gran capacidad destructiva, pero sin posibilidades de consolidar proyecto alguno por parte de los bandos contendientes, en cambio, imposibilitando una salida negociada que fundamente las bases de una reforma democrática. Es decir, ni reforma ni revolución, en cambio fortalecimiento de un “estatu quo” precariamente legitimado pero con capacidad de recomponerse a sus crisis, como ha sucedido por más de 50 años. En la nueva fase de la globalización, el conflicto colombiano es percibido como un caso “crónico e irresoluble” por los mismos colombianos y por la comunidad internacional. Nunca antes la sociedad colombiana había aceptado tan fácilmente y sin debate una hipótesis de intervención. Una sociedad que se había negado sistemáticamente a una “mediación internacional”, no solamente la acepta sino que a nivel interno ya se habla de una “fuerza internacional de paz”. Es decir, o los colombianos no se han dado cuenta de lo que esto significa o ya empieza a ver un consenso de intervención militar internacional. Si bien se ha calificado la situación militar colombiana como un “empate negativo” (Eduardo Pizarro), es decir aquella situación donde ni el Estado colombiano puede derrotar a las guerrillas ni estas pueden alcanzar el triunfo de una revolución, si se puede desarrollar una guerra prolongada que tiende a degradarse y a socavar la unidad nacional. En un escenario futuro, la prolongación de la guerra podría significar desintegración de la unidad nacional y desmembramientos territoriales por la existencia de soberanías múltiples. (Por ejemplo, el bloque sur de las FARC ya se plantea una estrategia territorial de “defensa de una frontera” que puede convertirse, al igual que en otros territorios, como Arauca y Casanare, en el desmembramiento territorial. La “nueva república independiente” que se nos quiere presentar como el control territorial de la zona que “produce el 80% de la producción mundial de cocaína”, 187 gobernada por una “narco-guerrilla” ante la cual el Estado Colombiano ha sido incapaz “y será derrotado en cinco años”). Todo enmarca en la legitimación acelerada de un escenario de intervención. Cada mes que pasa el margen de maniobra de la sociedad colombiana, del gobierno y de las mismas guerrillas será más limitado frente a un eventual proceso de negociación. Tal vez sea la presencia militar extranjera la que obligue a unos y a otros a un cese de hostilidades lo cual podría conducir a una “vietnamización” de Colombia. Sin embargo y eso sería lo deseable, contra todas las predicciones, y contra toda la lógica negativa de la actual coyuntura, si Colombia encuentra caminos de solución e inicia pronto de manera seria una negociación, si aprende de los errores del pasado y de las experiencias de otros países, podría lograr un excelente apoyo de toda la comunidad internacional, incluidos los Estados Unidos, en términos de acompañamiento y mediación. De lo contrario nos veremos abocados al camino de la intervención con todos los significados e incertidumbres del concepto. Notas: 1. Incluido el proyecto militar de la extrema derecha que se expresa en las Autodefensas Unidas de Colombia. Su discurso contra el abandono del Estado es tan radical como el de las guerrillas. Comisión de Conciliación Nacional, CICR, Cambio 16. La Paz Sobre la Mesa. Revista Cambio 16, Separata, Mayo de 1998. 2. Aun en los sectores que se reclaman democráticos, se juega al uso de mecanismos violentos como solución o parte de la solución. Por ello no es extraño que líderes nacionales, regionales y locales de partidos que se reclaman democráticos, en las últimas dos décadas le apostaron al paramilitarismo, y dan como aceptables con su silencio y sus prácticas, mecanismos de presión contra movimientos y activistas adversarios o de organizaciones civiles o aceptan parcialmente la defensa de los derechos ciudadanos y los mecanismos del derecho internacional, sin que exista una radical renuncia a la violencia. Varios Parlamentarios destacados, por ejemplo, se sabe están involucrados en masacres ligadas al control electoral de sus huestes. Del otro lado, sin querer justificar la masacre, la nefasta “combinación de todas las formas de lucha”, según sus exmilitantes y fundadores, junto con la intolerancia de la derecha radical, mató a la Unión Patriótica, pues se le dio tratamiento militar a un movimiento político que no supo deslindar campos de la organización militar de la FARC. 3. Por ejemplo, un tímido amague de violencia oficial, en la conformación de un comando terrorista de Estado contra ETA, el caso GAL, a pesar de la postura generalizada anti ETA, fue el hecho que más pesó en la caída del PSOE y de su máximo líder Felipe González, sin lugar a pragmatismos y a soluciones por los atajos. Se rechaza con la misma fuerza al terrorismo de ETA y sus atentados como el terrorismo de estado para combatirlo. 4. Daniel Pecaut. Orden y Violencia. Bogotá, Siglo XXI-Cerec, 1987, vol. 2, p. 576. 188 5. A excepción del inorgánico “mandato por la paz” de octubre de 1997 que expresó cerca de 10 millones de votos en las elecciones legislativas y locales y de la “sensibilidad” nacional que se expresa como “opinión pública” conmovida después de cada magnicidio o masacre rutinaria o en los entierros de los defensores de los derechos humanos o de los hombres públicos de diferente talante. Cuando estaba terminado este artículo se dio la movilización del 19 de mayo de 1998, por la vida, contra la violencia y la impunidad. Es la primera manifestación masiva y contundente pero aun insuficiente para contrarrestar la dinámica violenta de la coyuntura. Aunque es un signo esperanzador, hay que ver si es el comienzo de una expresión permanente de la sociedad civil que logra hacerse oír por los actores armados o si es un nuevo brote de protesta inorgánica. 6. Cuando escribíamos estas notas fue asesinado Eduardo Umaña Mendoza, abogado defensor de los sindicalistas de la Unión sindical Obrera a que hacemos referencia, quien en entrevistas había denunciado los métodos empleados por las agencias estatales en este caso; además apoderado de los familiares de los desaparecidos del Palacio de Justicia en 1985, defensor de presos políticos y de los derechos humanos. 7. Días después cayo asesinado el general Fernando Landazabal, destacado vocero de la derecha militar, y se sucedieron numerosas masacres, la más grande el 17 de mayo de 1998 en Barrancabermeja, pueblo petrolero fortín de la Unión Sindical Obrera, donde grupos paramilitares, con camiones asesinaron varias personas y se llevaron cerca de medio centenar que al momento del cierre no habían aparecido. Consternación y declaraciones retóricas por doquier, que nadie cree. 8. La violencia invade no solamente a las economías ilegales. Muchas transacciones comerciales se han invadido de variadas formas violentas de cobros bajo amenaza o chantaje moral. Por ejemplo hace pocos años se había institucionalizado el cobro de cuentas mediante coacción psicológica y escarnio público al deudor por empresas legales. 9. El escándalo del mundial de fútbol de Estados Unidos y de la integración de la selección de Fracia´98 son las amenazas al director técnico por el desacuerdo en la selección de los jugadores convocados. 10. La existencia de un candidato presidencial, en la campaña a la presidencia de 1998-2002, general activo pocos meses antes de la campaña, como comandante general, que en su programa plantea la escueta salida militar luego de las experiencias dolorosas de las Delicias, Patascoy, el Caguan y el documento de inteligencia del Pentágono que anuncia una derrota militar en 5 años, y que esta opción haya alcanzado en algunos momentos de la campaña cerca del 20% en las encuestas, es un claro indicador, de que a pesar que parece ingenua, aún un amplio sector social se identifica con ella. El exgeneral puede exponer todos los días sus tesis, fracasadas en el campo de batalla, sin que nadie confronte con la realidad ese discurso, lo cual indica que la llamada “opinión pública” aun no tiene claro el problema frente a las opciones violentas del tratamiento del conflicto, sea cual sea su origen. 11. Pero no todo es negativo en la política de EE.UU. Al parecer el Departamento de Estado, que tiene medios para saberlo, ha decidido intentar neutralizarlos haciendo listas y cancelando visas a militares violadores de Derechos Humanos. Al acusar directamente a una unidad militar, la Brigada XX de inteligencia, presiona una reestructuración del Ejército, porque al parecer, lo ve como uno de los principales obstáculos para un proceso de negociación. El rechazo a estas medidas fue respondido con una perentoria advertencia: “los militares no pueden jugar con fuego”. El Tiempo, domingo 17 de mayo de 1998, p. 6 A. 12. Creencia recientemente reforzada por documentos de inteligencia del Pentágono, ante la evidente ineptitud –coyuntural– de las fuerzas armadas. Los mismos teóricos que luego de la derrota militar de Vietnam al más poderoso ejército de la historia de la humanidad declararon que esas guerras son imposibles de ganar, le exigen al desarticulado, cansado, deslegitimado y debilitado ejército criollo una victoria militar imposible. 189 13. La única acción ofensiva destacable es la realizada en la toma de la Uribe, Meta, aquella que impidió un proceso de negociación paralelo a la Asamblea Nacional Constituyente, en diciembre de 1990. 14. No ha logrado construir una cultura que atenúe desde el plano de los valores el compulsivo “tánatos” de la “naturaleza humana”, a la cual no escapamos como sociedad, para fundar una cultura diferente a “una cultura de los procedimientos violentos como procedimientos triunfantes y, sobre todo, legítimos”. CRUZ Kronfly, F. “El Intelectual en la nueva Babel Colombiana. En: VIVIESCAS, F y GIRALDO, F. Colombia: el Despertar de la Modernidad. Bogotá, Foro Nacional Por Colombia, 1991. P.389. 15. PECAUT, Daniel. Crónica de Dos Décadas de política Colombiana. Bogotá, Siglo XXI, 1988. p. 407. El artículo fue traducido como “Mas allá del Punto de Imposible Retorno?” ****** COLOMBIA: VIETNAMIZATION OR PEACE PROCESS. CRITICAL ELEMENTS FOR THE INTERPRETATION OF THE COLOMBIAN CRISIS AND ITS IMPACTAT THE INTERNATIONAL LEVEL Javier Guerrero Barón Abstract: Despite the hope and good will of many people, it could be said –as it is reasserted by recent trends- that Colombia is closer to a generalized civil war or a serious armed conflict than to a real and lasting peace process. If the political/economic and the military/foreign affairs crises take place simultaneously, the minimal conditions for a political negotiation are unlikely to be met in the foreseeable future, for it can be assumed that in such a situation, the armed conflict would be strengthened and its impact at the national level would be much higher. Key words: Colombia - Violence - Armed groups - Peace - Difficulty. ***** LA COLOMBIE: CONFLIT VIETNAMIEN OU PROCESSUS DE PAIX? ÉLÉMENTS IMPORTANTS POUR L’INTERPRÉTATION DE LA CRISE COLOMBIENNE ET SON IMPACT SUR LE CONTEXTE INTERNATIONAL Javier Guerrero Barón Compte rendu: Contre le désir et la bonne volonté de beaucoup de personnes, il est possible –d’après les tendances conjoncturelles récentes– que la Colombie soit plus proche d’une guerre 190 civile généralisée ou d’un renforcement du conflit armé que d’un processus de paix réel et durable. Si l’on imagine un avenir dans lequel les crises politique, économique, militaire et des relations internationales se rejoignent toutes pour la première fois, il est peu probable qu’il existe les conditions minimales pour arriver à une négociation politique car ces crises favorisent le conflit armé et son impact sur la vie nationale. Mots clés: Colombie - Violence - Groupes armés - Paix - Difficultés. ***** A COLÔMBIA, VIETNAMIZAÇÃO OU PROCESSO DE PAZ. ELEMENTOS CRÍTICOS PARA A INTERPRETAÇÃO DA CRISE COLOMBIANA E SEU IMPACTO EM UM CONTEXTO INTERNACIONAL Javier Guerrero Barón Resumo: Em contra do desejo e da boa vontade de muitos, as recentes tendências parecem sugerir que a Colômbia esteja vivendo uma situação de guerra civil generalizada ou de aprofundamento do conflito armado, em lugar de um processo de paz real y duradouro. Se as crises políticas, econômicas, militares e de relações internacionais ocorressem simultaneamente, seria pouco provável que se dessem as condições mínimas para uma negociação política no futuro, a dinâmica do conflito armado poderia ser reforçada e seu impacto na vida nacional poderia ser muito alto. Palavras chave: Colômbia - Violência - Grupos armados - Paz - Dificuldade. ***** 191 INSTITUTO DE ESTUDIOS HISPANOAMERICANOS PUBLICACIONES ÍNDICE ACUMULADO DEL ANUARIO 2ª ETAPA. DESDE 1988 HASTA 1998. Nº DEL 1 AL 10 1.- ACOSTA PRIETO, Héctor - “El establecimiento del divorcio en Venezuela y la Iglesia Católica”. 2ª Etapa Nº 1. 1988-1988, p.p. 71-94. - “El decreto 321: continuidad y cierre del conflicto Iglesia-Estado en Venezuela”. 2ª Etapa, Nº 2, 1990, p.p. 109-134. - “El Gobierno Provisional de Juan Bautista Pérez 1929-1931: ¿Anticlerical?”. 2ª Etapa, Nº3, 1991, p.p. 119-138. - “Algunos comentarios sobre los conceptos de modernización y contemporaneidad en la Venezuela actual”. 2ª Etapa, Nº5. 1993, p.p. 139-158. 2.- ACUÑA, Enrique - “Alejandro de Humboldt y su relación con la élite criolla de la ciudad de Caracas 1799-1800”. 2ª Etapa, N° 10, 1998, p.p. 29-41. 3.- AGUIAR FAGUNDEZ, Mike - “Alejandro de Humboldt y la fiebre amarilla en el Puerto de La Guaira 1799 -1802”. 2ª Etapa, N° 10, 1998, p.p. 9-28. 4.- AGUILAR LINARES, Sadia - “La República Arabe Saharani Democrática y los objetivos de política exterior de Venezuela”. 2ª Etapa, Nº1. 1988-1989, p.p. 141-150. - “Germen de la industria petrolera, venezolana y la nueva estructuración social (19221943)”. 2ª Etapa, Nº 4. 1992, p.p. 115-132. - “Juan Antonio Sotillo: Del olvido a la Luz”. 2ª Etapa, Nº 5. 1993, p.p. 97-112. - “Una Sombra Perenne: La deuda externa venezolana”. 2ª Etapa, Nº 6. 1994, p.p. 95112. - “La modernidad y los estudios históricos en Venezuela (La creación de la cátedra de Historia Universal)”. 2ª Etapa, N° 10, 1998, p.p. 173-189. 193 5.- AGUILAR LINARES, Sadia y Calzadilla, Pedro; Dávila, Dora; Rodríguez Jeannette - “La imigración italiana y el plebiscito de 1957”. 2ª Etapa, Nº2. 1990, p.p. 153-176. 6.- ARCILA FARIAS, Eduardo - “La situación de España en la segunda mitad del siglo XVII”. 2ª Etapa, Nº 3. 1991, p.p. 11-22. 7.- CABRERA, Elery - “La politización de las fuerzas armadas venezolanas”. Nº 7. 1995. - “Las fuerzas armadas del siglo XX (un esquema tentativo de periodización). Nº 8, p.p. 27-42. - “De la dispersión a la concentración: el movimiento sindical 1945-1948”. 2ª Etapa, Nº 9. 1997, p.p.179-200. 8.- CALZADILLA, Pedro Enrique - “La Guerra hispano-cubano-estadounidense de 1898 en Venezuela”. 2ª Etapa, Nº 3. 1991, p.p 93-118. 9.- CAMACHO, Antonieta - “Acercamiento al estudio de los estereotipos sobre la mano de obra: Opinión pública (Siglo XIX)”. 2ª Etapa, Nº 9, p.p. 69-88. - “El Costo de ejercer la “Tiranía Activa”. La decadencia de la propiedad territorial en la Microregión de Guacara. Siglo XIX”. 2ª Etapa, N° 10, 1998, p.p. 73-90. 10.- CORDERO VELÁSQUEZ, América - “Cruz Carrillo, un estratega revolucionario”. 2ª Etapa, Nº 1. 1988-1989, p.p. 45-58. - “Secuestro y confiscación de bienes durante el primer quinquenio (1810-1815) del Período Independentista”. 2ª Etapa, Nº 3. 1991, p.p 33-42. - “Los oficiantes del Benemérito”. 2ª Etapa, Nº 4. 1992, p.p. 107-114. - “Vivencia americanista de Antonio José de Sucre”. 2ª Etapa, Nº 6. 1994, p.p 33-44. 11.- DÁVILA, Dora - “La Revista Nacional de Cultura (1938-1945): Un medio para otros fines”. 2ª Etapa, Nº 1. 1988-1989, p.p. 95-102. - “Medicina, higiene y sociedad en Caracas a fines del siglo XIX”. 2ª Etapa Nº 2. 1990, p.p. 47-64. - “El Convento de las Monjas Concepciones y el Gasto Anual en “Culto Divino e Iglesia”, (1852)”. 2ª Etapa, Nº 3. 1991, p.p 43-58. - “Tomás Lander en las ideas de una nueva nación (o el tránsito de colonia a República”. 2ª Etapa, Nº 4. 1992, p.p. 37-66. 194 12.- DELGADO, Luis - “Ilustración y Funcionamiento Burocrático en la Venezuela de Finales del Siglo XVIII”. 2ª Etapa, Nª 9, 1997, p.p. 9-20. 13.- DE LIMA, Blanca - “La crisis del café coriano y la firma Isaac A. Senior e hijo (1896-1900)”. 2ª Etapa, N° 10, 1998, p.p. 127-146. 14.- DE LISIO, Antonio - “El antrpo/geo/cro/centrismo como dilema en los estudios ambientales”. 15.- GAMUS GALLEGO, Raquel - “El contenido de la Política exterior del gobierno de Carlos Andrés Pérez (19741979). Expectativas para su nuevo quinquenio”. 2ª Etapa, Nº 1. 1988-1989, p.p 125-140. - “Elementos para el estudio de la política exterior de la dictadura y de la democracia (Pérez Jiménez y Rómulo Betancourt. 1952-1964)”. 2ª Etapa, Nº 2. 1990, p.p 135152. - “El Control del Legislativo sobre el ejecutivo en política exterior en la Constitución de 1961”. 2ª Etapa, Nº 3. 1991, p.p. 165-186. - “La política exterior de Venezuela hacia Centroamérica: de CAP a CAP”. 2ª Etapa, Nº 4. 1992, p.p. 149-166. - “La política exterior de Pérez Jiménez hacia los estados Unidos: entre la autonomía y la dependencia”. 2ª Etapa, Nº 6. 1994, p.p. 133-154. - “El alineamiento hemisférico de Venezuela 1941-1958”. Nº 7. 1995. - “La globalización de la democracia en América Latina. Los esfuerzos de Venezuela”. 2ª Etapa, Nº 9. 1997, p.p. 219-236. 16.- GÓMEZ PEREZ, Argenis - “La Gaceta de Caracas y sus Colaboradores”. 2ª Etapa, Nº 3. 1991, p.p. 23-32. - “De Antonio Muñoz Tébar y un informe olvidado”. 2ª Etapa, Nº 5. 1993, p.p 79-96. - “Venturas y desventuras de Vicente Salias”. Nº 7. 1995. - “Vicente Salias como periodista (1813-1814)”. 2ª Etapa, Nº 9. 1997, p.p. 21-41. -“ El Dr. Díaz y el Arzobispo Coll y Prat”. 2ª Etapa, Nº 10. 1998, p.p. 63- 72. 17.- GÓMEZ, Carmen -“La disputa por la capitalidad de la Provincia de Venezuela”. 2ª Etapa, Nº 10. 1998, p.p. 45- 62. 18.- HERNANDEZ GONZALEZ, Manuel - “ Identidad y papel Social de los Canarios en la Venezuela del siglo XVIII”. 2ª Etapa, Nº 5. 1993, p.p. 27-46. 195 19.- HERRERA, Bernardino - “Las Primeras elecciones universales, directas y secretas de varones en Venezuela, 1858-1860”. 2ª Etapa, Nº 9. 1997, p.p. 89-120. 20.- HIRSHBEIN, Cesia - “Rufino Blanco-Fombona y la unidad hispanoamericana”. 2ª Etapa, Nº 1. 1988-1989, p.p 9-24. - “La América Española de Rufino Blanco-Fombona”. 2ª Etapa, Nº 2. 1990, p.p. 6578. - “Identidad y unidad de nuestra América”. 2ª Etapa, Nº 3. 1991, p.p. 187-206. - “Vida y arte de un americano: los “Diarios” de Rufino Blanco-Fombona”. 2ª Etapa, Nº4. 1992, p.p. 83-106. - “Rufino Blanco-Fombona y la proyección americanista de su pensamiento en Europa. Rufino Blanco-Fombona y Bolívar”. 2ª Etapa, Nº 6. 1994, p.p.79-94. - “Positivismo y modernismo en Venezuela, la expresión americana”. Nº 7. 1995. - Teoría y práctica de las eras imaginarias de Lezama Lima. Nº 8.1996, p.p.55-68. -“La actividad cultural en Mariano Picón Salas”. 2ª Etapa, Nº 9. 1997, p.p. 201-218. -“ El ensayo en Hispanoamérica: Rufino Blanco Fombona, ensayista”. 2ª Etapa, Nº 10, 1998, p.p. 249- 264. 21.- LUQUE, Guillermo - “Estado y educación en la Venezuela del Siglo XX: una síntesis para la reflexión y la polémica. Nº 8, p.p. 9-26. 22.- MADRIZ, María Fernanda - “El Golpe de 17 de Octubre de 1945”. 2ª Etapa, Nº 10, 1998, p.p. 217-247. 23.- MÉNDEZ, Nelson - “Angel Cappelletti y su enfoque de la Historia Social del Anarquismo en América Latina”. 2ª Etapa, Nº 9. 1997, (Comentarios Bibliográficos), p.p. 237-247. 24.- MEDINA, Medófilo - “La crisis política de Colombia 1994-1996. Nº 8, p.p. 97-108. 25. - MORET, Rosalba - “Conflictos laborales durante el régimen gomencista (1908-1935)”. 2ª Etapa, Nº 5. 1993, p.p. 47-70. 26.- NAVAS BLANCO, Alberto - “Elementos Sociales Activos en el Sistema Electoral del Cantón Caracas en 1854”. 2ª Etapa, Nº 3. 1991, p.p. 59-64. - “Las elecciones presidenciales en Venezuela del siglo XIX. Nº 7. 1995. 196 27.- NIEVES, Fulvia - “Aproximación Histórica-Regional de la Costa Centro-Occidental de Venezuela: un enfoque arqueológico”. 2º Etapa, Nº 5. 1993, p.p. 15-26. 28.- NWEIHED, Kaldone - “El pensamiento político del General Nogales Méndez (1877-1937)”. 2ª Etapa, Nº 6. 1994, p.p. 11-32. 29.- OCHOA, Rigel - “El problema de la alimentación en Venezuela en la primera mitad del siglo XX”. 2ª Etapa, Nº 9, 1997, p.p. 163-178. 30.- PINZÓN, Víctor y RODRÍGUEZ, Jeannette - “La aplicación del D.D.T. en la lucha antimalárica en Venezuela (1945-1948)”. 2ª Etapa, Nº 5, 1993, p.p. 159-178. 31.- QUINTERO, Inés - “La centralización política del régimen restaurado”. 2ª Etapa, Nº 1. 1988-1989, p.p. 59-70. - “Documentos para la historia (Las compilaciones documentales del siglo XIX y su incidencia en la historiografía venezolana)”. 2ª Etapa, Nº 2. 1990, p.p 9-24. - “El debate federal en la edificación de la República (1830-1863)”. 2ª Etapa, Nº 6. - “La mujer y su historia”. 2ª Etapa, Nº 7, 1995, p.p. 43-56. 32.- RODRÍGUEZ, Luis Cipriano - “El anticomunismo en Venezuela. Una historia de medio siglo (1939-1989)”. 2ª Etapa, Nº 1. 1988-1989, p.p. 103-124. - “Venezuela, 1936: cinco corrientes anticomunistas”. 2ª Etapa, N 2. 1990, p.p. 79-98. - “¿Ha muerto el anticomunismo?”. 2ª Etapa, Nº 3. 1991, p.p. 207-230. - “El Chilam Balam y la invasión presentida”. 2ª Etapa, Nº 4. 1992, p.p. 11-18. - “América Latina: deuda externa e implicaciones socio-políticas (El Caso Venezuela, 1973-1993)”. 2ª Etapa, Nº 6. 1994, p.p. 155-172. - “Venezuela 95: historia actual y perspectiva histórica. Nº 8, p.p. 69-96. 33.- RODRÍGUEZ, Jeannette - “Las reclamaciones extranjeras contra Venezuela por contiendas civiles (1830-1858)”. 2ª Etapa, Nº 6. 1994, p.p. 45-56. - “Negociación y conflicto en las relaciones diplomáticas entre Venezuela y España 1860-1861. 2ª Etapa, Nº 7. 1995. - “Elecciones Presidenciales en la República de Venezuela (1868)”. 2ª Etapa, Nº 9, 1997, p.p. 121-138. - “El correo en Venezuela 1870- 1899 (Una visión geohistórica). 2ª Etapa, Nº 10, 1998, p.p. 111-125. 197 34.- RUIZ CHATAING, David -“Grupos de presión en Venezuela a partir de 1936, según los testimonios existentes en los archivos de Rufino Blanco Fombona, Luis Beltrán Prieto Figueroa y Lucila Palacios”. 2ª Etapa, Nº 10, 1998, p.p. 191-126. 35.- SALAZAR, Temístocles - Ejército, tabaco, café y población en el Táchira 1920-1830”. 2ª Etapa, Nº 9, 1997, p.p. 43-68. 36.- SÁNCHEZ, Gonzalo - “De las armas a la política (Consideraciones a propósito del libro “Para reconstruir los sueños. Una historia del EPL”. De Alvaro Villarraga S. Y Nelson Plazas N.)”. 2ª Etapa, Nº 6. 1994, p.p. 173-182. 37.- SEGNINI, Yolanda - “Legado de la Legación británica en Venezuela. 1936-1945”. 2ª Etapa, Nº 2. 1990, p.p. 97-108. - “El Ateneo de Caracas en el Quinquenio de la Transición 1936-1941”. 2ª Etapa, Nº 3. 1991, p.p. 139-164. - “El Ateneo de Caracas durante el Medinismo (1941-1945)”. 2ª Etapa, Nº 4. 1992, p.p. 133-148. - “Venezuela en el National Archives de Washington”. 2ª Etapa, Nº 5. 1993, p.p. 113122. 38.- TROCONIS DE VERACOECHEA, Ermila - “Audiencia y Sociedad”. 2ª Etapa, Nº 1. 1988-1989, p.p. 25-44. - “Aspectos de la esclavitud negra en Venezuela y el Caribe (1750-1854)”. 2ª Etapa, Nº 4. 1992, p.p. 19-36. - “El despertar de la Mujer del siglo XX”. 2ª Etapa, Nº 5. 1993, p.p. 71-78. 39.- VIVAS, Fabricio - “La administración fiscal durante el gobierno de los Welser 1529-1538”. Nº 7. 1995. - “Eduardo Arcila Farias: Su contribución historiográfica”. 2ª Etapa, Nº 10, 1998, p.p. 147-171. 40.- YEPEZ COLMENARES, Germán - “La epidemia de cólera morbus o asiático de 1854 a 1857 y sus efectos sobre la sociedad venezolana”. 2ª Etapa, Nº 1, 1988-1989, p.p. 151-180. - “La salud pública en el septenio guzmancista 1870-1877”. 2ª Etapa, Nº 2, 1990, p.p. 25-46. - “Epidemias, Legislación Sanitaria e Invasión de Langostas en la Venezuela del Quinquenio Guzmancista. 1879-1884, 2ª Etapa, Nº 3, 1991, p.p. 65-92. 198 - “Antecedentes de la lucha para controlar y erradicar la malaria en Venezuela”. 2ª Etapa, Nº 4, 1992, p.p. 67-82. - “Proceso de modernización del Estado, Gobierno y Sociedad en Venezuela a finales del siglo XIX. 1870-1899”. 2ª Etapa, Nº 5, 1993, p.p. 123-138. - “La lucha para controlar y erradicar la malaria en Venezuela entre los años 1936 y 1948”. 2ª Etapa, Nº 6, 1994, p.p. 113-132. - “Alimentación, nutrición y salud en la ciudad de Caracas en el septenio guzmancista.” Nº 7, 1995, p.p. 75-90 - “La participación de la Fundación Rockefeller y el Departamento de Estado Norteamericano en la lucha contra el paludismo en Venezuela entre 1936 y 1948”. 2º Etapa, Nº 8, 1996, p.p. 43-54. - “Aseo urbano, olor y miasmas en la ciudad de Caracas 1870-1877”. 2º Etapa, Nº 9, 1997, p.p. 139-162. - “El proceso de modernización liberal y la reafirmación del Estado laico en Venezuela (1870 -1877)”. 2ª Etapa, Nº 10, 1998, p.p. 91-110. 199 COLABORADORES Pedro Cunill Grau Geógrafo. Doctor en Geografía Histórica. Profesor Titular Jubilado de la Universidad Central de Venezuela. Doctor Honoris Causa por la Universidad de Salamanca. Autor de una amplia obra relacionada con la geografía y la geohistoria de América y Venezuela. Profesor invitado de diversas universidades latinoamericanas y europeos. Ex-Director de la Escuela de Geografía de la UCV y Ex-Coordinador Académico de la Facultad de Humanidades y Educación en la UCV. Ligia Berbesí de Salazar Profesora Asociado a Dedicación Exclusiva de LUZ. Investigadora del Centro de Estudios Históricos. Magister en Historia de Venezuela. Candidata a Doctor en Humanidades. Belín Vásquez de Ferrer Profesora Titular de LUZ. Doctora en Historia. Investigadora del Centro de Estudios Históricos. Cesia Hirshbein Licenciada en Letras egresada de la UCAB. Maestría en Letras, Mención Literatura Contemporánea Latinoamericana por la Universidad Simón Bolívar. Ex-Directora del Instituto de Estudios Hispanoamericanos-UCV. Investigadora adscrita al IEH-UCV. Ha publicado varios libros: 1) Cuadernos del anochecer; 2) Hemerografía venezolana 1890-1930; 3) Historia y literatura en Lisandro Alvarado; 4) Las eras imaginarias de Lezama Lima; 5) Prólogo al libro El Conquistador español del siglo XVI, de Rufino Blanco Fombona; 6) Colaboró en el Diccionario de Literatura Venezolana, de Monte Avila Editores y es coautora del libro Antonio Gramsci en América Latina. Culminó la investigación sobre el pensamiento americanistas de Rufino Blanco Fombona. Ha iniciado la investigación “El ensayo en Venezuela”, con apoyo del CDCH-UCV. 201 Responsable del Proyecto de grupo denominado “Los 200 años de la expedición científica de Alejandro de Humboldt y la Universidad Central de Venezuela”. Ha participado en variados eventos nacionales e internacionales, presentando trabajos relacionados con la historia de la Cultura. Profesora Visitante en la Universidad de Jerusalem (Israel) y el Instituto de Estudios Latinoamericanos de Londres. Carmen Gómez Licenciada en Historia egresada de la UCV. Profesora Asociada Jubilada de la Escuela de Historia de la UCV. Docente de Técnicas de Investigación Documental, Historia de la Historiografía de Venezuela e Historia de Venezuela siglo XIX en la Escuela de Historia de la UCV. Autora de varios trabajos referidos a la historia de Venezuela siglo XIX Catalina Banko Historiadora. Doctora en Historia. Profesora de la Escuela de Economía de la Universidad Central de Venezuela. Autora de una amplia obra relacionada con la Historia de Venezuela. Ana Cecilia Rodríguez de Romo Médico cirujano, UNAM (Mèxico); Maestra y Doctora en Historia de la Ciencia, Sorbona, Universidad de París. Postdoctorado en Historia de la Medicina en el Instituto de Historia de la Medicina, Universidad Johns Hopkins (EE.UU.). Miembro del Sistema Nacional de Investigadores y de la Academia Nacional de Medicina. Ex-presidenta de la Sociedad Mexicana de Historia y Filosofìa de la Medicina. Autora de 40 artículos y 3 libros. Campo de interés: Historia de las ciencias médicas básicas y el descubrimiento científico en medicina en México, siglos XIX y XX. Actualmente se desempeña como Investigadora en el Departamento de Historia y Filosofía de la Medicina, Facultad de Medicina, Universidad Nacional Autónoma de México. Jesús Saturno Canelón Doctor en Odontología (U.C.V., 1949), Postgraduado en Periodismo Científico (U.C.V., 1963), Profesor Titular de la U.C.V.(1980). Actualmente es Jefe de la Cátedra Introducción al Estudio de la Odontología, fundador-coordinador del Curso Historia Social de la Odontología y Miembro Correspondiente de la Sociedad de Historia de la Medicina (junio de 1997). Ha publicado: Enseñanza Odontológica y subdesarrollo. Venezuela: 1853-1940 (1975 / 1982), Odontología y Sociedad (Venezuela, siglo XIX) (1981) y Barberos y sucesores. Medio milenio de Odontología en Iberoamérica (1996). 202 José Miguel Acosta Fabelo Biólogo egresado de la Universidad Central de Venezuela. Graduado en la especialidad de montaje en el Conservatoire du Cinéma Français de París. Profesor Agregado de la Mención Cine de la Escuela de Artes, UCV. Jefe de la Cátedra de Historia del Cine en dicha Mención y candidato a Doctor en Historia UCV. Asesor del Centro de Investigación y Documentación de la Fundación Cinemateca Nacional. Participó en los textos colectivos Panorama Histórico del cine en Venezuela y Filmografía venezolana 1897-1938; es autor del libro La década del cine oficial: 1927-1938. Raquel Gamus Gallegos Antropóloga egresada de la UCV. Investigadora del Instituto de Estudios Hispanoamericanos. Terminó en la Universidad de París VII el curso de Postgrado Sociología del Desarrollo. En la Universidad Simón Bolívar obtuvo el título de Magíster en Ciencias Políticas y cursa actualmente el Doctorado en Ciencias Políticas de la U.C.V. Ha publicado: Una fugaz convergencia: CAP y la I. S. En Centroamérica y La cocina de Alegre; además es coautora de Los Hombres del Benemérito, de El Caribe, objeto de investigación, así como de los volúmenes de las Primeras y Segundas Jornadas de Investigación Históricas. Asidua colaboradora de revistas especializadas entre ellas “Tierra Firme” y “Política Internacional” y participante en distintas jornadas y congresos de investigación. Coordinadora del proyecto “La Política exterior de Venezuela en le siglo XX” financiado por el C.D.C.H. del cual falta concluir la III etapa. Participó en el Proyecto: “Venezuela: una reflexión Histórica (1498-1998)”. Javier Guerrero Barón Sociólogo. Magister en Historia en la Universidad Nacional de Colombia. Profesor de la Universidad Pedagógica y Tecnológica de Tunja. Ex-Decano. Investigador dedicado al estudio de los temas de la Paz y la violencia en Colombia. 203 Tabla de contenido INSTITUTO DE ESTUDIOS HISPANOAMERICANOS NORMAS PARA LA PRESENTACIÓN DE ORIGINALES EN LA REVISTA ENSAYOS HISTÓRICOS (ANUARIO DEL I.E.H.) _________ El Comité Editor de la Revista ENSAYOS HISTÓRICOS (Anuario del I.E.H.) ha establecido una serie de normas y criterios para la publicación de los trabajos que damos a conocer a nuestros colaboradores. 1.- Las colaboraciones deberán ser presentadas en un (1) original y una (1) copia escrita a doble espacio, en papel tamaño carta con una extensión comprendida entre quince (15) y veinte (20) cuartillas de 25 renglones o líneas. Debe venir acompañada de un diskette de 3.5 H.D., escrito en Word 6.0 con letra tipo Time New Roman Nº 12. 2.- Las citas se regirán por el sistema autor, fecha y página tal como se observa en el ejemplo siguiente: 2.1.- Cita bibliográfica: (Arcila Farías, E., 1973 : Vol. I, 60) 2.3.- Cita hemerográfica: (Uslar Pietri, A., 1991 : A/5) 2.4.- Cita Documental: (AGN-Venezuela, S. R del T., Tomo XXXVIII, 1800 : f 26) 2.5.- Epistolar: (Castro, J. B. y Otros, 1900, diciembre 29) 2.6.- Si hubiese que citar otros libros o artículos del mismo autor o autores publicados a lo largo del mismo año, se añadirán al número de la fecha, las letras minúsculas a,b,c….., etc. 3.- Al final del artículo deben colocarse las referencias de las fuentes fundamentales utilizadas para su elaboración, así como todas las que han sido citadas en el desarrollo del trabajo. 4.- Las referencias bibliográficas finales del artículo deben organizarse colocando el apellido en mayúsculas e iniciales de cada coautor. Entre paréntesis el año de la publicación. Luego el título del trabajo subrayado y en mayúscula la letra inicial de las palabras que no son elemento de enlace. Después de punto y seguido la ciudad en la cual fue editado, y después de la coma el nombre de la editorial, ejemplo: ARCILA FARIAS, E. (1973) Economía Colonial de Venezuela. Caracas, Italgráfica, Vol. 2. 5.- En las referencias finales de artículos hemerográficos deben colocarse el apellido en mayúsculas y las iniciales del nombre del autor o los coautores. Entre paréntesis el año 205 delapublicación.Luegoentrecomillaseltítulodelartículo.Despuésdepuntoyseguido el título de la revista o periódico subrayado. Separado por punto y seguido se coloca el lugar donde se edita, después de coma el número, nuevamente coma y finalmente el número de las páginas donde se encuentra el artículo citado, ejemplo: ÁLVAREZ, R., HUERTAS, R. y PESET, J.L. (1993) "Enfermedad mental y sociedad en la Europa de la segunda mitad del siglo XIX". ASCLEPIO. Madrid, Vol. XLV, Nº 2, pp. 41-60. 6.- Los artículos o ensayos que se publiquen en el Anuario versarán sobre un determinado tema dentro de la variedad de estudios históricos y suponen un aporte, bien sea por la novedad del tema tratado o, si se trata de alguno conocido, por los nuevos elementos que proporcione a su investigación. 7.- Las colaboraciones serán enviadas al Comité Editor, el cual procederá a distribuirlo entre los árbitros seleccionados, para que sean sometidos al proceso de evaluación crítica. De los resultados del arbitraje depende la definitiva publicación del artículo. 8.- El sistema de arbitraje utilizado en la revista es externo al Instituto y se hace aplicando el criterio denominado "doble ciego", es decir, que los autores no saben quien los arbitra y éstos últimos no conocen la identidad del autor. 9.- La dirección para enviar los trabajos y realizar canjes es la siguiente: Germán Yépez Colmenares. Responsable de la Revista ENSAYOS HISTORICOS. Instituto de Estudios Hispanoamericanos. Apartado Postal 47. 479 Z.P. 1041-A Caracas. Telefax (02) 693.08.06-693.05.02. Correo electrónico: yepezg @ camelot. rect. ucv. ve 10.-Los artículos o ensayos presentados a la revista para su publicación, serán de preferencia inéditos. El Comité Editor se reserva el derecho de incluir trabajos ya publicados anteriormente. 11.- Los artículos, una vez sometidos a procedimientos de arbitraje, se enviarán al autor para su revisión, devolviéndolo al Comité Editor en un lapso no mayor de quince (15) días. 12.- Las pruebas de imprenta no serán enviadas a los autores para su corrección final. Dichas correcciones se harán por parte del Comité Editor. 13.- Cada trabajo deberá venir acompañado de un resumen en español, con un mínimo de cien (100) palabras y un máximo de doscientos cincuenta (250). Junto al resumen se incorporarán seis (6) palabras claves que identifiquen el tema del artículo. 14.- Cada autor debe incorporar en una hoja aparte, una ficha profesional o curriculum abreviado, lugar actual de trabajo y grado académico, además de la dirección, teléfono, fax y correo electrónico. 15.- Los puntos de vista expuestos por los autores no corresponden necesariamente con los de los editores de la revista. El Comité Editor Esta publicación se terminó de imprimir en el mes de octubre del año 2000 en los Talleres de Formas Laser, C.A. Caracas - Venezuela
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