ElMorfema



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1Universidad Nacional de Colombia Departamento de Lingüística Morfología Karina Mercedes Moreno Vargas David Felipe Guerrero Beltrán Patrik Söderberg Schaedel Bogotá D. C., 11 de octubre de 2013 El morfema (profundización) Forma, función y expresión en el morfema Acorde con el trabajo hasta ahora realizado en el curso de Morfología, se procede a hacer una profundización en la unidad de análisis de la morfología: el morfema. El presente trabajo tiene por objetivo ilustrar, con mayor profundidad, las características del morfema desde los siguientes aspectos: (i) relaciones y diferencias entre morfo y morfema, (ii) clases de morfos y morfemas, (iii) procesos morfológicos; y destacar el carácter universal de la morfología y el morfema en las lenguas. Para ello, se expondrán cada una de estas características con ejemplos tomados de diferentes lenguas del mundo; diversas no sólo desde un punto de vista geográfico, sino también estructural. I. Morfo y Morfema Lo primero que hay que resaltar es la diferencia que existe entre morfo, alomorfo y morfema. Los morfemas, como ya ha sido dicho en trabajos anteriores, son las unidades mínimas dotadas de significado y, por tanto, pertenecen a un nivel superior del fonológico. Los morfos y alomorfos, por su parte, son expresiones fonológicas del un morfema. Por definición, toda expresión fonológica de un morfema son morfos; los alomorfos son, entonces, dos o más morfos de un mismo morfema. Como puede verse, todo alomorfo es un morfo. Así, por ejemplo, en el turco el morfema del verbo ‘ser’ puede expresarse fonológicamente, en ciertos contextos, de la siguiente manera: (1) {-dir} ‘ser’ → /-tur/ /hos-tur/ agradable-ser ser agradable (Andersen, 1992: pág 12-13) Entre morfos y morfemas existen relaciones de distinto tipo. Puede ser una relación uno a uno entre morfo y morfema, es decir, un solo morfo para un solo morfema; puede haber distintos morfemas expresados con el mismo morfo, varios morfemas aglutinados en un solo 2 morfo o un solo morfema expresado con más de un morfo. Ejemplos de estas relaciones pueden verse, respectivamente, en las lenguas pare, árabe, náhuatl, mwiini y shambala: ● Un solo morfema para un solo morfo: (2) Pare: {-gu} → /-gu/ pierna/pie’ (Nurse & Hinnebusch, 1993) (3) Árabe: {k-...-t-...-b} → /k-...-t-...-b/ /k-a-t-a-b/ escribir escribir-1SG.PRET (yo) escribí (Watson, 2002; pág. 137) Las lenguas pare y árabe, respectivamente, tienen morfemas como {-gu (PIERNA/PIE)} y {k-...-t-...-b (ESCRIBIR)} que se expresan fonológicamente de una sola manera; es decir, con un solo morfo. ● Distintos morfemas expresados con un solo morfo: (4) Náhuatl: {2a. pers.} + {sing.} → /t-/ (4.1) /t - ewa/ {1a. pers} + {pl.} → /t-/ 2SG-partir (tú) partes (4.2) /t- ewa/ 1P.PL-partir (nosotros) partimos (Launey, 1992; pag. 19) En el náhuatl, lengua mesoamericana, los morfemas de segunda persona del singular (4.1) y primera del plural (4.2) que se afijan al verbo, pese a tener diferente contenido, son representados fonológicamente con el mismo morfo: /t/. ● Un morfema expresado con varios morfos: (5) Mwiini: {‘costila’} → /-wavu/ (5.1) /l-wavu/ (5.2) /m-bavu/ → /-bavu/ SING-costilla PL-costilla costilla costillas (Nurse & Hinnebusch, 1993) 3 En la lengua africana mwiini, el morfema {COSTILLA} puede tener dos expresiones fonológicas distintas dependiendo del morfema que se le afije. ● Varios morfemas expresados simultáneamente en un morfo: (6) Shambala: (6.1) {artc.} + {pl.} → /vi-/ /vi-kono/ ARTC.PL-brazo.roto brazos rotos (6.2) {artc.} + {sing.} → /wa-/ /wa-kono/ {‘brazo roto’} ARTC.SING-brazo.roto brazo roto (Nurse & Hinnebusch, 1993) En la lengua africana shambala, los morfemas de género y de número que son afijados a las raíces se expresan simultáneamente con un solo morfo. Puede ocurrir también que no haya correspondencia entre el morfema y el morfo. Esto se debe a que, en algunos casos, los morfemas no se expresan fonológicamente por medio de un morfo, sino que están implícitos en el contexto lingüístico de la palabra; en este caso, se dice que dicho morfema se expresa con el morfo cero (-ø). De igual manera, existen casos en los cuales hay dentro de las palabras morfos que carecen de significado y su función es únicamente la de permitir la unión de dos morfemas acorde al sistema fonológico de la lengua a la que estos pertenezcan. Se presentan a continuación dos ejemplos del Náhuatl y el Portugués, respectivamente, que ilustran esta falta de correspondencia entre morfos y morfemas. (7) Náhuatl: (7.1) {1a. pers. Sing.} → /n-/ /n- ewa/ 1SG-partir (yo) parto (7.2) {3a. pers. Sing.} → /ø-/ /ø- ewa/ 3SG-partir (él) parte (Launey, 1992; pag. 19) Puede verse cómo la conjugación en tercera persona del singular no se marca morfológicamente (6.1), a diferencia de lo que sucede con la de primera persona (6.2) (8) Portugués: /kũpr-i-mẽt-u-ø/ cumplir-VT- SUFN-VT-SING 4 Cumplimiento (Villalva, 1998) La aparición de los morfos /i/ y /u/ permiten la unión de morfemas dentro de una palabra pero carecen de significado. II. Clases de morfos y morfemas Teniendo claras las nociones de morfo y morfema, y las relaciones que hay entre ellos, el siguiente tema a tratar es el de cómo estos se clasifican. Hay cuatro criterios para clasificar todo el conjunto de morfemas en las lenguas: Según su contenido, según su libertad o dependencia, según su posición dentro de la palabra y según su función en la palabra y/u oración. Desde el punto de vista del contenido, pueden diferenciarse dos clases de morfemas: los léxicos y los gramaticales. Los morfemas léxicos son aquellos que juegan un papel indispensable en la formación de lexemas o, siendo más rigurosos, son los que permiten la vinculación de las palabras gramaticales con sus respectivos lexemas; puesto que, como su nombre indica, aportan el contenido léxico a la palabra gramatical. Los morfemas gramaticales, por su parte, indican a qué categoría gramatical pertenecen las palabras, pues son los que marcan en ellas (las palabras gramaticales) los valores de las categorías gramaticales a las que pertenecen; como número, género, persona, modo, etc. Con esto no se altera el contenido léxico de dichas palabras. Permiten, además, a consecuencia de esto, la concordancia de las palabras gramaticales dentro de la oración (Matthews, 1980). ● Morfemas léxicos: (9) Pare: (9.1). /-devu/ (9.2) /-kwi/ pelo.de.la.barba pedazo.de.leña (Nurse & Hinnebusch, 1993) En la lengua pare los morfemas {-devu} (9.1) o {-kwi} (9.2) aportan contenido léxico. ● Morfemas gramaticales: (10) Maore: (10.1) {hum} + {sg} → /mu-/ /mu-rima/ HUM.SG.-africano africano/a (10.2) {hum.} + {pl.} → /wa-/ 5 /wa-rima/ HUM.PL-africano africano/as (Nurse & Hinnebusch, 1993) En el maore, morfemas como {wa-} o {mu-} indican simultáneamente el número y género de la palabra de la que hacen parte. En esta lengua, así como en otras lenguas africanas, puede haber más de trece géneros distintos; siendo uno de ellos el género humano. Casualmente, ni femenino ni masculino forman parte de este conjunto de géneros en el maore. Desde el punto de vista de la libertad, los morfemas pueden clasificarse en libres, ligados y clíticos. Los morfemas libres son aquellos que pueden constituir por sí mismos una palabra; es decir, no necesitan unirse a otros morfemas para formar palabras. En el caso de los morfemas ligados ocurre todo lo contrario: necesitan unirse a otros morfemas para formar palabras y, por tanto, no pueden formar palabras solos en ningún contexto. Los clíticos, por su parte, presentan comportamientos de los morfemas libres y ligados simultáneamente: pueden producirse y escribirse como palabras; pero, por insuficiencia fonológica, deben ligarse a otros morfemas para formar palabras; es decir, no pueden aparecer aislados. Los ejemplos presentados a continuación, tomados de las lenguas piapoco, maore y finlandés, evidencian las diferencias entre estos tipos de morfemas. ● Morfemas Libres: (11) Piapoco (11.1) /e:ri/ (11.2) /ne:ri/ (11.3) /ma:nu/ sol venado güío sol venado güío (Reinoso, 2002; pág 86) Puede observarse cómo en la lengua amazónica piapoco existen morfemas como {e:ri} (11.1), {ne:ri} (11.2) y {ma:nu} (11.3), que constituyen una palabra por sí mismos. ● Morfemas Ligados: (12) Maore: */hono/ antebrazo *antebraz (12.1) /mu-hono/ (12.2) /mi-hono/ ARTC.SG-antebrazo ARTC.-antebrazo antebrazo antebrazos 6 (Nurse & Hinnebusch, 1993) En el maore todas las raíces de sustantivos requieren necesariamente de un prefijo de número y género para poder formar una palabra. No es posible que una de estas raíces constituya una palabra por sí misma. ● Clíticos: (13) Finlandés Clítico: /=kin/ autoissasikin /auto-i-ssa-si=kin/ carro-PL-dentro.de-POS.1SG-también también dentro de tus carros (Nyman & Patja, 2008; pág. 14) La palabra finlandesa autoissasikin significa “también dentro de tus carros”. Empieza con la raíz /auto-/ y añade después los sufijos uno tras otro. En este caso, el morfema {-kin} actúa como clítico, puesto que por insuficiencia fonológica no puede expresarse separado de la palabra autoissasi. Otra manera de clasificar los morfemas es según su posición en la palabra respecto a una unidad llamada base, que generalmente consta de un morfema léxico llamado raíz; ambas serán explicadas más adelante. Esta clasificación distingue entre afijos y suprafijos. Los afijos se expresan a través de segmentos fonológicos que se adieren a la base. Los suprafijos, por su parte, se expresan dentro de la palabra fonológica como rasgos suprasegmentales, como lo son el acento o el tono, afectando así la palabra gramatical. Entre los afijos existen los siguientes tipos: prefijos, que se ubican antres de la raíz; sufijos, que se ubican después de la raíz; infijos, que dividen la raíz y se ubican dentro de ella; interfijos, que se ubican entre dos morfemas cualquiera, sin dividirlos, dentro de la palabra; y los circunfijos, que son, por decirlo de algún modo, una mezcla entre prefijo y sufijo, ya que se ubican antes y después de la raíz simultáneamente. A continuación, se presentan diferentes ejemplos de lenguas aborígenes americanas y del sudeste asiático que ilustran la manera en la que estos morfemas se ubican en la palabra. ● Prefijos: (14) Piapoco: /pi-balá/ 2SG-pescar (tú) pescas (Reinoso, 2002; pág. 70) 7 ● Sufijos: (15) Piapoco: /uni-á/ agua-Deriv. lluvia (Reinoso, 2002; pág 86) . En el piapoco, el morfema de segunda persona del singular {pi-} se ubica dentro de la palabra antes de la base {balá} para formar la palabra pibalá (14) y el morfema derivacional {-a} se ubica después de la base {uni} para formar la palabra uniá (15). ● Infijos: (16) Tagalo: -Infijo: {IMP. 2SG} → -um- -Raíces: {‘romper’} → basag {‘buscar’} → hanap (16.1) b-um-asag (16.2) h-um-anap romper-IND.2SG buscar-IND.2SG ¡rompe! ¡busca! (Yule, 2008; pág. 84) La lengua tagalo, de origen asiático, presenta un curioso caso de infijo. En ésta, el morfema del modo imperativo {-um-} se expresa dentro de la raíz después de la primera consonante. ● Interfijos: (17) Piapoco: /ma-balá-kái-iri/ PRIVAT-pescar-FREC-MASC Persona que nunca pesca (Reinoso, 2002; pág. 70) En este ejemplo del piapoco, el morfema frecuentivo {-kai-} aparece en relación sintagmática con la raíz {bala} y el sufijo de género masculino {-iri}. 8 ● Circunfijos: (18) Indonés: (18.1) ke-bisa-an (18.2) ke-hujan-an (18.3) ke-lihatan-an VBL-capacidad VBL-lluvia VBL.-ver ser capaz estar atrapado en la lluvia ser visible (Andersen, 1992; pág: 53) En el indonés, una lengua de oceanía, hay un morfema derivativo que se manifiesta con el prefijo {ke-} y el sufijo {-an} simultáneamente. ● Suprafijos: (19) Otomí: ya yá 3PL 3PL.POS. los (las) sus ma ga xukwabi ya „ye ma bötsi ‘le voy a lavar las manos a mi niño’ ma ga xukwabi yá „ye ma bötsi ‘le voy a lavar sus manos a mi niño’ (Palancar, 2004; pág 185) (20) Chatino: (20.1) /kṹ/ (20.2 ) /kú/ (20-3) /kù/ comer.1.ACT. comer.2.ACT comer.3.ACT (yo) como (tú) comes (él) come (20.4) /t / (20.5 ) /tá/ (20.6) /ntà/ dar.1.ACT dar.1.ACT dar.1.ACT (yo) doy (tú) das (él) está dando (Pickett & Elson, 2001; pág. 5) Tanto en el otomí como en el chatino, ambas lenguas mesoamericanas, hay morfemas que se expresan fonológicamente como un rasgo suprasegmental de acento. En el primer caso (19), éste aporta un rasgo de posesión en los determinantes; y en el segundo (20), indica la persona y el tiempo de un verbo flexionado. 9 Otra manera de clasificar los morfemas, como ya se mencionó, es a través de la función que los morfemas cumplen. Dependiendo de esta función, pueden distinguirse como: morfemas derivacionales, que alteran el significado referencial (lexema) de la palabra y pueden, por tanto, modificar las palabras gramaticales cambiando su significado directamente, su clase sintáctica o su subclase semántica; morfemas flexionales, que, en vez de alterar el significado de la palabra, alteran su forma para que ésta pueda ocupar una posición sintáctica; raíces, unidades irreductibles que aportan el significado léxico y siempre están presentes en distintas manifestaciones de un mismo lexema; bases, que son unidades a las cuales se les puede agregar morfemas derivacionales o flexionales; y temas, que son las partes de las palabras que hay antes de que se añada un morfema flexional. Algo curioso ocurre con los morfemas derivativos. Estos, según ciertos autores, están contenidos en el conjunto de los morfemas léxicos; y, según otros, están contonedos en el de los gramaticales. Debido a que estos van a ser incluídos en el presente trabajo dentro de los morfemas que juegan un papel en los procesos morfológicos gramaticales -que serán explicados más adelante-, se procederá a considerarlos dentro de éste como morfemas gramaticales, pese a que esto pueda causar hasta cierto punto una incongruencia en las definiciones ya expuestas. Los morfemas flexivos y derivativos están estrechamente ligados a los afijos; las raíces, bases y temas no cumplen la función de derivar o flexionar otros morfemas, al menos en las lenguas analizadas en el presente trabajo. Pueden observarse diferentes tipos de morfemas derivacionales y algunos ejemplos de morfemas flexionales en los siguientes ejemplos, tomados de las lenguas piapoco y yuhup makú. ● Morfemas derivacionales (21) Piapoco: (21.1) mazakeeri (21.2) kazakeeri /ma-θaka:-íɽi/ /ka-θaka:-íɽi/ PRIV-suciedad-MASC ASOC-suciedad-MASC limpio sucio (Reinoso, 2002; pág. 146) · (22) Yuhup Makú: {‘noche’} → /cəbⁿ/ /ih-cəbⁿ/ {Nom. Prop.} → /ih-/ NOM.PROP-noche Noche (Ospina, 2002; págs. 90-91) 10 En la lengua piapoco, puede verse que el morfema {ka-} cambia la clase sintáctica de la base {θaka:}, haciéndola pasar de la clase de los sustantivos a la de los adjetivos (21.2) y también cómo el morfema {ma-}, además de cambiar la clase sintáctica de la base, también altera su significado referencial (21.1). En el yuhup makú, una lengua amazónica, el morfema {ih-} cambia la subclase semántica de la base {cəbⁿ}, haciéndola pasar de la clase de los nombres impropios, a la de los nombres propios. ● Morfemas flexionales: (23) Piapoco: (23.1) /pi-baɽá-ka-ni/ (23.2) /nu-ya/ 2SG-pescar-REAL-3SG.MASC. 1.SG.-permanecer lo pescas/pescó permanezco (Reinoso, 2002; pág. 151, 154) En estos casos, los morfemas {pi-}, {-ka-} y {nu-} del piapoco indican, entre otros, aspectos de persona, número y género de las bases {baɽá} y {ya}. Conviene observar que terminológicamente es más adecuado decir que los afijos, flexionales o derivacionales, están subordinados a las bases y no a las raíces; puesto que puede ocurrir que una base esté compuesta por raíces y afijos sin dejar por eso de ser base. Es decir, puede ocurrir que un afijo se anexe a una base que no conste solamente de raíces, como puede verse en el ejemplo presentado a continuación, tomado de la lengua náhuatl. ● Raíz, Base y tema: (24) Náhuatl: (24.1) Raíz: mexìca mexicano mexican (24.2) Base: mexìca-tl mexicano-ABS.SG mexicano(a) (24.3) Tema: ni-mexìcatl 1.SG-mexicano-ABS.SG. yo soy mexicano(a) (Launey, 1992; pag. 25) En el náhuatl, la gran mayoría de los nombres, como mexìca (24.1), requieren de un sufijo absoluto - representado ortográficamente como tl para los casos del singular- para poder formar una palabra. Y ya habiendo formado la palabra, puede flexionarse por medio de un prefijo para marcar lo que en español sería el verbo copulativo “ser”. Así, pues, mexìca, es simultáneamente raíz y base; mas no tema. 11 Mientras que mexicatl, pese a que no es raíz, sí es simultáneamente base y tema. III. Procesos Morfológicos: Teniendo en cuenta que dentro de la morfología hay una constante interacción entre unos y otros morfemas, es indispensable, al momento de abordar el lenguaje desde este nivel de análisis, reconocer y distinguir qué tipo de procesos (o procedimientos) se llevan a cabo como resultado de esta interacción. Hay dos tipos de procesos morfológicos: los gramaticales y los no gramaticales. Los procesos gramaticales están estrechamente ligados a interrelaciones entre morfemas léxicos y gramaticales, mientras que los procesos no gramaticales se dan estrictamente entre morfemas léxicos. Los procesos gramaticales son: la afijación, en la cual se agrega un afijo de cualquier tipo a una base; la suprafijación, en la que se marca suprasegmentalmente un suprafijo en una base; la elisión, en la que, debido a una flexión o derivación, alguno (o algunos) de los morfemas, al ser representado, pierde uno o varios elementos de la palabra fonológica; la reduplicación, en la cual un morfema se expresa utilizando elementos del mismo tipo de la palabra fonológica de una raíz y afijándose a ella; cambio interno, en el cual el morfema, al ser expresado, reemplaza alguno de los elementos que componen el que podría denominarse como ‘morfo estándar’ debido a un condicionamiento que puede ser de tipo fonológico o morfológico; y la supleción, en la cual la representación del morfema no tiene ninguna relación formal con el ‘morfo estándar’. Los ejemplos (13-20) ilustran claramente los procesos de afijación y suprafijación. No obstante, se presenta a continuación un ejemplo de afijación bastante curioso, propio de las lenguas semíticas, y otro ejemplo de suprafijación que se da en la lengua náhuatl para que quede aún más claro este proceso. ● Afijación: ○ Transfijos: (25)Árabe: {‘encontra’} → /w-...-j-...-d/ {pas.} → /-u-...-i-/ {3.pers.fem.sing.} → /-ad/ /w-u-j-i-d-at/ encontrar-PAS-3SG.FEM (ella) fue encontrada (Watson, 2002;; pág. 127) Como puede observarse, en la lengua árabe hay raíces como la expuesta en (24) que constan solamente de consonantes, y muchas de sus flexiones se dan afijando vocales y consonantes dentro de ésta. Así, pues, estos afijos que se incorporan en la raíz y la fraccionan son llamados transfijos. 12 ● Suprafijación: (26) Náhuatl: (26.1) cihuatl (26.2) cihuâ /siwa-λ/ /siwâ/ mujer-ABS.SG mujer-ABS.PL mujer mujeres En este caso, puede observarse cómo el sufijo absoluto plural se incorpora en la base /siwa-/ por medio de un rasgo suprasegmental. Los procesos de elisión, reduplicación y de cambios internos pueden observarse en los ejemplos siguientes, tomados de las lengua aymara, ilocano, palan koryak, portugués y francés. ● Elisión o Supresión: (27) Aymara: (27.1) churtwa ch‟iyar uta /ɮʰur-t-wa/ /ɮʰijaɾ uta/ dar-1→3Pers.Sim.-Or. ‘NEGRO’-’CASA’ yo doy/di casa negra En el aymara, una lengua originaria de los andes, puede verse cómo ciertas vocales de los morfemas {ta} y {ɮʰijaɾa} se pierden al ser expresados dentro de una palabra o sintagma. ● Reduplicación: (28) Ilocano: (28.1) ul-úlo (28.2) bi-bíag PL-cabeza PL-vida cabezas vidas (yule, 2008; pág 81-82) (28) Palan koryak: (29.1) wiru-wir (29.2) jiŋe-jiŋ foca-PL niebla-PL focas nieblas (Watson, 2002; pág. 125) En el ilocano y palan koryak, ambas lenguas asiáticas, se observa cómo los morfemas de plural, respectivamente, se manifiestan con segmentos del mismo tipo de la base que están afijando. ● Cambios internos: -Alternancias vocálicas y consonánticas: 13 (29)Portugués: (29.1) pudeste *podeste /pud-ɛʃtə/ */pod-ɛʃtə/ poder-2.SG.PRET.PERF.IND (tú) pudiste *(tú) podiste (29.2) posso *podo /pɔs-o/ */pɔd-o/ poder-1.SG.PRES.IND (yo) puedo *(yo) podo (29.3) feito *fazado /fɛjt-o/ */fɐz-adu/ hacer’-PART hecho *hacido (Cunha & Cintra, 1999; págs. 305, 307) El portugués, debido a su cercanía lingüística con el español, presenta casos de alternancias muy parecidos a los que suceden en el español. ● Supleción: (30) Francés: (30.1) œil yeux /œj/ → /jø(z)/ ojo.SG ojo-.PL ojo ojos (30.2) savoir savons sais /sav-uar/ /sav-ɔ / → /sɛ/ saber-INF saber-1PLPRES.IND saber-.1SG.PRES.IND saber sabemos sé (Bonami & Boyé, 2001; pág. 3, 6) Así como en /sɐber/ en el portugués y /saber/ en el español, en francés el verbo /savuar/ es irregular, y presenta la supleción al ser conjugado en primera persona. También puede verse el cambio drástico en la expresión gramatical del lexema „OJO‟ en francés al pasar del singular al plural. Por otra parte, están los procesos no gramaticales. Entre estos se distinguen particularmente 14 la composición, en la cual dos raíces se unen para constituir una sola base; y la incorporación nominal, en la cual una raíz nominal se agrega a una raíz verbal para derivar una nueva raíz verbal. -Composición Sueco es el idioma oficial de suecia, y también está hablado por una minoridad en Finlandia. En sueco la composición es un fenómeno bastante común, y para juntar las raíces se suele usar interfijos. Hay seis interfijos diferentes en sueco para hacer composiciones: /s/, /e/, /a/, /u/, /o/ y elición, muchas veces usando la elisión junto con los otros interfijos. Se presentan, entonces, ciertos casos de esta lengua que ilustran esta propiedad. ● Composición (31.1) Interfijo: elisión flicka, namn /flɪk-a/ /namn/ niña nombre flicknamn /flɪk-namn/ niña-nombre Nombre femenino (31.2) Interfijo: /s/ rätt, fall /rɛt/ /fal/ jurídico caso rättsfall /rɛt-s-fal/ jurìcido-VT-caso caso jurídico (31.3) Interfijo: /e/ flicka, barn /flɪk-a/ /ba:rn/ niña niño flickebarn 15 /flɪk-e-ba:rn/ niña-VT-niño niño femenino (31.4) Interfijo: /a/ gäst, bud /jɛst/ /bʉːd/ invitado oferta gästabud /jɛst-a-bʉːd/ invitado-VT-oferta banquete (31.5) Interfijo: /u/ gata, belysning /ga:ta/ /bely:sniŋ/ calle alumbrado gatubelysning /ga:tʉː/ /bely:sniŋ/ calle-VT-alumbrado alumbrado público (31.6) Interfijo: /o/ människa kärlek /mɛniɧa/ /ɕɛ:rle:k/ humano amor människokärlek /mɛniɧa-ʊ-ɕɛ:rle:k/ humano-VT-amor filantropía (Nyman & Patja, 2008; pág. 12) -Incorporación nominal: Como ya se mencionó anteriormente, la incorporación nominal es el proceso en el cual se 16 construye una base verbal nueva por medio de la unión de una raíz nominal y una raíz verbal. En la lengua nanti, originaria de los andes, solo hay incorporación nominal en casos de palabras que representen vida de alguna manera (personas, animales etc.) y también palabras que representan partes de lo que tiene vida (mano, pierna etc.). ● Construcción de incorporación nominal, con el objeto incorporado: (32.1) Nokatsabakotakeri. /no-katsa-bako-t-ak-i-ri/ 1SG-agarrar.con.la.mano-mano-CE-AP-SRVI-3SG le agarré su mano (con mi mano) (32.2) Nokatsatakero irako. /no-katsa-t-ak-i-ro/ /ir-ako/ 1SG-agarrar.con.la.mano-CE-AP-SRVI-3SG 3Pers.’MANO’ le agarré su mano (con mi mano) (Michael, pág. 2-3) Conclusión: Nosotros podemos concluir que, dadas las implicaciones complejas en que se manifiestan los procesos morfológicos, fue necesaria una investigación exhaustiva para poder comprender los comportamientos de algunas lenguas, como en el caso de las africanas o las mesoamericanas. Los casos en los cuales hay dentro de las palabras morfos que carecen de significado muestra que no es necesario tener un significado para cumplir una función dentro de este nivel de análisis; ésta es la de permitir la unión de dos morfemas acorde al sistema fonológico de la lengua a la que estos pertenezcan. Es importante mencionar que el proceso investigativo llevado a cabo en tal cantidad de lenguas originarias de todos los continentes, con estructuras tan diferentes entre sí en la mayoría de los casos, refleja la universalidad de la morfología como nivel de análisis. Por medio de ejemplos se pudo distinguir los diferentes niveles de análisis y, por tanto, la estrecha cercanía de la morfología con la fonología y la sintaxis. Pese a que la morfología esté intrínseca en cada lengua, es posible notar que ciertos fenómenos morfológicos sólo se dan en cierto tipo de lenguas y en otros no; lo cual, a su vez, dificulta la manera de concebir la estructura morfológica de cada una; pues cada una construye sus palabras de una manera diferente y eso se ve reflejado en la manera particular en que los diferentes autores hacen sus análisis. 17 Bibliografía: -Andersen, S. (1992). A-Morphus Morphology; 1. The Study of Word Structure __ 3. Is Morphology Really About Morphemes?. EEUU: Cambridge University Press. -Bonami, O.; Boyé, G. (2001). Supplétion et classes flexionnelles dans la conjugaison du français. Équipe de Recherche en Syntaxe et Sémantique (ERSS). [en línea] http://w3.erss.univ-tlse2.fr/textes/pagespersos/boye/BoBo03-Langages-Suppletion.pdf (Consulta: 22 de octubre de 2013). -Cunha, C; Cintra, L. (1999). Breve Gramática do Português Contemporâneo; Capítulo 13 Verbo. 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Convenciones: 1→3 pers de primera a tercera persona. abs. absoluto act. actor ap. aspecto perfectivo artc. artefacto asoc. asociativo ce. consonante epentético deriv. derivacional fem. femenino frec. frecuentativo hum. humano imp. modo imperativo ind. indicativo (modo) or. sufijo oracional part. participio pas. pasivo pers. persona pres. presente pret. pretérito perf. perfecto priv. privativo pl. plural pos. posesivo prog. progresivo srvi sufijo de modo real, clase de verbo: irreflexivo Sim. tiempo simple sing. singular SufN sufijo nominal
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