El Origen Del Lenguaje Escrito

March 29, 2018 | Author: Pedro López | Category: Egyptian Hieroglyphs, Writing, Alphabet, Evolution, Evidence


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Ensayo sobreEl origen del Lenguaje Escrito y sus características Autor: Pedro López Eiroá                 soportedelconocimiento.blogspot.mx                origensobrehumano.blogspot.mx 1                 ciudadanosdelreinodeloscielos.blogspot.mx ¿QUIÉN INVENTÓ EL LENGUAJE? En lo insondable del pasado se encuentra el inventor de la herramienta tecnológica más importante de la historia, la cual ha dado soporte al desarrollo de la civilización como la conocemos, un código único y genial: el lenguaje. Todo comenzó con la palabra de expresión del ser humano en su facultad para hablar, sea que haya evolucionado de los gruñidos a los sonidos, o bien que haya sido diseñado desde el comienzo con esta capacidad. Existen innumerables investigaciones realizadas, para determinar con certeza cuándo y cómo el hombre cruzó el umbral para empezar a expresarse y comunicarse entre sí oralmente, logrando articular e implementar lo complejo de este tipo de lenguaje, hasta experimentar su sistematización escrita. Algunos especialistas inclusive piensan que el lenguaje establece una barrera de separación y distinción, entre el hombre y los animales: ¿es posible que sea el instrumento que lo saca de lo instintivo e irracional para llevarlo a la consciencia de lo intelectual y las funciones superiores de la mente?, ¿es quizás el ingrediente que posibilita la convivencia social y el avance cultural?, ¿es una herramienta que posibilite el conocimiento y del dominio de la naturaleza? Hoy en día se manejan dos posturas en cuanto al origen del lenguaje, aunque opuestas entre sí. Por un lado se considera la teoría de un origen divino, que tiene su soporte en lo que dice la Biblia: Dios desde el comienzo habla con Adán (Génesis 2:15-17) y le solicita que de nombre a todas las criaturas (Génesis 2:19-20); además se menciona que toda la tierra usaba una misma lengua y palabras en el comienzo (Génesis 11:1). Esta postura está a favor de: un lenguaje diseñado desde el origen, que inclusive tiene una expresión oral y escrita, que no requiere de un proceso de aprendizaje y que tampoco se desarrolla a partir de gruñidos. Por otro lado, consideremos la teoría evolucionista, en donde se propone que los seres humanos comenzaron a hablar imitando los sonidos de su entorno, tanto de los 2 animales como de la naturaleza, y presenta dos variantes. Una versión está sustentada desde el siglo XVIII por el filósofo Wilhelm Leibniz, y ha sido publicada por el lingüista italiano Alfredo Trombetti en su libro “L’Unitá d’origine del linguaggio”, en donde aparentemente se puede llegar por imitación a la creación de una lengua madre de la que se derivan las actuales (Teoría de la Monogénesis) debido a la necesidad comunicarse. del hombre de buscar Otra versión propone que las lenguas surgen en distintos lugares y con un desarrollo independiente pero de forma simultánea, lo que aparentemente pudiera explicar la diversidad actual de las mismas (Teoría de la Poligénesis). Un representante actual de esta tendencia evolucionista es el psicólogo y lingüista canadiense Steven Arthur Pinker, quien siguiendo una línea darwinista (1997) atribuye el nacimiento y el progreso del lenguaje a una estrategia de adaptación y especialización. Estas dos tendencias tienen su reflejo en el terreno de la lingüística. Encontramos así dos versiones de la postura evolutiva: una opción apoya que el lenguaje tiene un diseño provisto por la evolución (incluyendo un órgano propio del lenguaje), esta teoría racionalista es llamada INNATISTA y es impulsada por Noam Chomsky (lingüista y filósofo norteamericano) quien propone que la capacidad de pensar y hablar son actos innatos pero controlados por la genética; en donde el hombre tiene desde niño la programación cerebro la genética cual en incluye el una gramática idiomática, por lo que solo le falta aprender a adaptar esos mecanismos al léxico y a la sintaxis. La otra opción evolutiva se basa en la postura conductista impulsada por Burrhus Frederic Skinner (psicólogo y filósofo norteamericano), quien sostiene 3 que el lenguaje es un conocimiento que se aprende por factores externos: bien sea por imitación de los padres o por la relación con las cosas. Ahora bien, una teoría que pudiera soportar el diseño del lenguaje directamente por Dios, es la del DISEÑO INTELIGENTE, propuesta por William Dembski (filósofo y teólogo norteamericano), a través de la cual el lenguaje humano (1999: 127-132, 153173) cumple con tres variables que lo catalogan como un diseño: presenta complejidad, tiene propias y sustenta especificaciones información en su contenido que normalmente NO surge espontáneamente en el entorno. La complejidad se refiere al significado estadístico del diseño, que reduce al máximo la probabilidad de ocurrencia del mismo de forma espontánea. Las especificaciones se refieren al conocimiento que involucra el diseño, es decir, a su funcionalidad. La información por un lado es una medida de la complejidad del diseño, y por otro lado nos ubica en una secuencia significativa generada prácticamente por un agente inteligente. Si bien Dembski acepta que el lenguaje cambia con el tiempo para adaptarse a los convencionalismos de cada época, piensa que todavía no se ha logrado confirmar ningún mecanismo natural que pudiera haberlo originado. La evidencia real hasta el momento, aparentemente tiene que ver con que no hay ningún registro (histórico o fósil) que haga constar cuándo y cómo surge el lenguaje humano por lo menos en su forma oral; así como tampoco se ha encontrado ningún ejemplo homólogo en el mundo animal, que nos permita la posibilidad de un estudio comparativo. De hecho en lo que respecta al mismo, lo único verídico es que se trata de una forma de comunicación: expresiva, espontánea, vocal, natural, afectiva y gesticular. Nos permite además señalar no solo objetos y pensamientos con palabras, sino que también permite la expresión de sentimientos e intenciones. Promueve la interacción dinámica no planeada entre emisor y receptor, pero solo dura lo que tarda en emitirse (es fugaz) y no permite su corrección, aunque promueve una contínua interacción e innovación. Su objetivo no es la reflexión ni el autoanálisis. 4 Claramente es un lenguaje informal que se ve influido por el contexto y situación en que se desarrolla y tiene un número limitado de receptores. Es obvio que no requiere de mayor estructura o rigurosidad y se adquiere por convivencia en la comunidad. Es el lenguaje de mayor uso, en cuanto a la frecuencia y la práctica a nivel mundial. Me parece que es digno de mención, el saber que hay antropólogos, que tienden a considerar con base a la evidencia científica actual, que la evolución no brinda la explicación del origen del lenguaje, porque: a) Cuanto más simples son las culturas en el pasado presentan lenguajes más complejos (Kluckhohn, 1969, 148), en contraste con el curso general de la evolución cultural, mostrando que el concepto de escala evolutiva es erróneo. b) Es exclusivo del hombre (Kroeber, 1948, 41): ni el hombre ha hecho hablar ni ha podido comunicarse con los animales subhumanos, y desde luego aunque el mono o el loro pueden imitar sonidos del habla, no llegan nunca a hablar. c) Los animales aprenden el tono de la voz, pero no las palabras mismas (Munro Fox, 1952,28), es decir, no comprenden el lenguaje humano. Ahora bien, ¿será posible que encontremos alguna evidencia o pista relevante, en cuanto a su origen, en el lenguaje escrito? Las formas más antiguas de comunicación de que se tengan registro y que existen en todo el mundo, se conocen como petroglifos (del griego petro = piedra y glupheim = grabar) y pictografías, con una antigüedad que data entre 4,000 y 8,000 años a.C. Ambos surgen como una forma de expresión gráfica, mediante imágenes, aunque no son un lenguaje propiamente dicho, porque no se sistematizan dichos símbolos ni tampoco establecen reglas que permitan su uso para efectos comunicativos. Se cree que son el antecedente simbólico previo a un sistema de escritura formal, y que muchos historiadores consideran como “proto-escritura”. En este sentido los historiadores hacen una distinción específica entre la prehistoria y la historia, siendo esta última definida por la presencia de fuentes 5 escritas autóctonas, que estando presentes en la forma de textos coherentes, establecen una marca permanente de la “historicidad”. En realidad el primer sistema organizado de signos de que se tenga constancia se presentó en Mesopotamia a través de la cultura sumeria, en el período entre 6000 y 1000 años antes de nuestra era; y por definición este registro escrito del hombre establece el inicio de la historia como la conocemos. Las primeras inscripciones que encontramos (hacia el año 2500 a.C.) son de tipo ideográfico, es decir, dibujos simplificados que representan objetos, seres e inclusive ideas; los cuales se transformaron y estandarizaron en lo que conocemos como símbolos cuneiformes, es decir en forma de la cuña que modelaba la arcilla o roca en donde se llegaron a plasmar (del latín cuneum = cuña); y a partir de ese momento dejaron de representar un único concepto que dependía de su imagen, para pasar a establecer un concepto dependiente del contexto, lo que provocó una clara disminución de la cantidad de signos de representación necesarios en la escritura. Un aspecto adicional fue la invención del fonetismo, en donde los signos dejaron de representar conceptos, para representar sonidos de la propia lengua; aunque el uso de los jeroglíficos viene a ser el punto intermedio de transición entre la escritura ideográfica y la fonética, como el caso de la cultura egipcia. Este es un tipo de escritura verdaderamente artística realizada con dibujos que representan la realidad tal y como es: cabezas humanas, pájaros, animales diversos, plantas y flores. Según los antiguos egipcios, es el dios Thot el que habría creado la escritura y luego la habría transmitido a los hombres; este dios es el poseedor y dominador de la palabra eficaz, además de presidir la escritura de la historia; se le representa con un cuerpo humano que tiene cabeza de ibis. Es conocedor de los jeroglíficos como palabras que crean las cosas. La palabra "jeroglífico", que designa los caracteres de la escritura egipcia, significa de hecho "escritura de los dioses" (del griego hieros = sagrado, y glupheim = grabar). Los primeros documentos que llevan inscripciones jeroglíficas se 6 remontan al tercer milenio a.C. La lengua egipcia no sufrió ninguna transformación importante hasta el año 390 d.C., coincidiendo con la dominación romana. Los egipcios, a diferencia de los sumerios, concibieron un sistema gráfico para poder expresarlo todo. El sistema jeroglífico es, desde su origen, una verdadera escritura: en primer lugar porque reproduce casi totalmente la lengua hablada y en segundo lugar porque refleja toda clase de realidades abstractas y concretas. Sin embargo, los dibujos jeroglíficos exigían mucha paciencia y minuciosidad, eran un arte y no una escritura práctica. Por ese motivo desarrollaron los una egipcios escritura "cursiva" mucho más rápida y útil, la cual se denominó hierática (del griego hieros = sagrado) debido a que se usó en un principio en círculos religiosos. Presentaba los mismos caracteres que la escritura jeroglífica pero generalmente unidos entre sí. Posteriormente la escritura hierática se simplificaría aún más hacia el año 650 a.C., dando lugar a la denominada escritura demótica, la cual se convertiría en la escritura popular en Egipto. Todos estos registros antiguos del lenguaje (cuneiformes y jeroglíficos) presentaban un gran problema: había una multitud de signos distintos, debido a lo cual aprender a escribir no era tarea fácil y se convertía en una actividad exclusiva de pocos (escribas, sacerdotes o clase alta); donde la mayoría del pueblo permanecía prácticamente analfabeta. Por eso, la invención del alfabeto (palabra griega formada a partir de las primeras letras alfa y beta; como hoy pudiéramos decir “el abc”) por los fenicios hace unos 3,000 años fue una revolución: cada letra pasó a representar un sonido (el lenguaje escrito se hizo fonético), y con pocos signos se podía desarrollar todo el sistema escrito. El cambio a este sistema tenía grandes ventajas, pues sus veinte y dos 7 consonantes que lo conformaban eran: menos que los mil caracteres que se deben utilizar en chino, menos que los varios centenares de jeroglíficos egipcios y menos que los seiscientos signos cuneiformes que manejaban los escribas en Mesopotamia. Por eso, la invención del alfabeto abrió la muchas posibilidad más de que personas aprendieran a leer y escribir; adicional a su impacto histórico, pues como pueblo comerciante los fenicios expandieron los beneficios de esta innovación del lenguaje a toda su zona de influencia en la región del mediterráneo. Desafortunadamente su escritura se realizaba en papiro, pergamino y tablillas de arcilla, por lo que el actual testimonio de su escritura es escaso; ya que salvo la piedra, los demás materiales no han perdurado con el tiempo. Lo que hoy conocemos de esta lengua proviene de las inscripciones arcaicas de la antigua ciudad de Biblos (siglos XIII a XI a.C.). Se trata de un sistema en realidad simple, pero que potenció la difusión del conocimiento y la cultura; comparativamente con otros sistemas de escritura del pasado que solo eran empleados por unos cuantos, rompiendo así con una tradición de siglos: la exclusividad de la escritura y desde luego de la cultura. Posteriormente entre los años 1100 al 800 a.C., los griegos adoptaron el alfabeto fenicio; no porque antes fueran iletrados, sino por razones comerciales; y es aquí donde llega a su clímax la tecnología del lenguaje escrito. Los fenicios solo escribían las consonantes, y los griegos adaptaron algunos signos de los mismos fenicios, para establecer la forma de escribir las vocales; conformando de esta forma un sistema verdaderamente completo de escritura. Parece menor en importancia, pero sin 8 duda es un aporte fundamental a la lengua escrita que históricamente y hasta ese momento solo estaba conformada por consonantes. Después este alfabeto fue adoptado por los etruscos en Italia (habitantes de Etruria, la actual Toscana, del 800 al 300 a. C.) para a su vez transmitirlo a los romanos; sirviendo de esta forma su cultura como puente entre el mundo griego y el mundo romano. El poder romano creciente en la zona, hizo a los etruscos fusionarse cultural y religiosamente con Roma sin necesidad de guerras, pero perdiendo los registros de su pasado y hasta de su lengua. De manera gradual el lenguaje se hizo más común, convirtiéndose además en un instrumento portador del pensamiento, del conocimiento y de la cultura. Nuestro alfabeto está basado en esta versión latina de los romanos, pues el español es una lengua derivada del mismo. Hoy en día la mayoría del planeta (excepto China y Japón) utiliza sistemas alfabéticos en su expresión por escrito, y se tienen más de 7000 diferentes lenguajes, lo que hace del hombre la especie más complicada sobre la tierra en cuanto a su sistema de comunicación. Podemos reconocer a través de este breve recorrido, que el lenguaje escrito es: muy preciso, otorga una identidad al ser humano, es más difícil de expresar que en su forma oral por tratarse de un sistema complejo y codificado, se manifiesta por signos gráficos, se adquiere por aprendizaje y se mantiene por la práctica, es duradero a través del tiempo y del espacio, utiliza un vocabulario más amplio, permite la reflexión y el autoanálisis (da tiempo a pensar y podemos revisar ideas de otros), permite un número limitado de receptores del mensaje de forma indirecta y mediata, es autónomo y libre de contextos , tiene reglas de construcción y organización, favorece el ordenamiento de las ideas, maneja secuencias relacionadas que le dan cohesión, permite una intención comunicativa, tiene un sentido de interpretación, no permite una corrección inmediata, es planeado y organizado. 9 Sin embargo, no hemos logrado encontrar evidencias de una relación entre el desarrollo del lenguaje oral y escrito, pareciera como si se tratase de dos procesos en cierta medida autónomos en cuanto a su origen histórico que evita su confusión y los mantiene independientes (aunque interactivos); tampoco hemos encontrado ninguna prueba de que los petroglifos sean un antecedente del lenguaje escrito, excepto por algunas opiniones. Tradicionalmente se considera que el lenguaje oral precede al escrito, así como los petroglifos y pictografías parecieran ser un eslabón entre el lenguaje oral y el surgimiento del lenguaje escrito; y suena lógico, pero no tiene un sustento más que especulativo. Es cierto que hoy en día se complementan en nuestra comunicación actual, en donde usamos el alfabeto, pero también imágenes que le dan una mayor expresión al lenguaje. Hasta este punto, nuestra aventura en esta investigación, todavía no nos proporciona ningún nombre de quién haya sido el inventor del lenguaje escrito, y mucho menos de quienes lo hayan perfeccionado; aunque sin duda cumple con su función de promover la comunicación por medio de sus signos de forma exclusiva entre los humanos, pues no hay evidencia alguna de este tipo de comunicación entre los animales. Al contrario a parecer la idea evolutiva de crecer en complejidad, la lengua escrita se ha simplificado hasta llegar a su mínima expresión en cuanto a la pequeña cantidad de signos que emplea, pero alcanzando su máxima expresión comunicativa; comparativamente con los cientos de jeroglíficos o signos cuneiformes que requería para su expresión en el pasado. Esta simplificación ha concretado el lenguaje como lo conocemos hoy, permitiéndole al hombre escribir sin límites todo lo que quiere; es impresionante como en el español sólo con 25 fonemas somos capaces de abstraer la realidad tal y como la vemos con la ventaja adicional de poder transmitirla a los demás. Sin duda es clara la intervención del hombre en lo que podemos llamar la “optimización” de su lenguaje escrito a través de la historia, pero si nos atenemos a los registros, parece que el 10 lenguaje escrito surge como un sistema completo desde su inicio (tiene una historia muy corta de pocos miles de años) y no tenemos evidencias de lenguajes incompletos, salvo que así se consideran por lo general a los petroglifos o pictografías antiguas. Es claro que el alfabeto actual no lo ha conformado la evolución, y tampoco parece que haya sido creado como tal, entonces, ¿de dónde viene esta idea?; ¿acaso nos llega como una herencia o recuerdo del remoto pasado en donde el hombre aparentemente se expresaba abiertamente con su creador? También es claro que el lenguaje escrito inicial u original de la humanidad que estamos tratando de alcanzar, tiene evidencia de haber surgido como un lenguaje completo desde el primer momento, ¿es este el que quizá tenga un diseño u origen divino? Sin duda, el lenguaje escrito ha sido una herramienta útil y eficaz para conservar la lengua, pero también ha permitido preservar el conocimiento y promover el progreso de la civilización; llevando la razón y la comunicación a límites inimaginables en el pasado, acrecentando además la interacción del hombre. Es una herramienta presente en las civilizaciones más avanzadas de la historia, y es claro que desde su “universalización” provocada por su simplificación y movilidad en el tiempo de los fenicios y romanos, ha funcionado como una catapulta para la civilización: nos ha llevado lejos y en poco tiempo. Sin un lenguaje escrito seguramente: no contaríamos con las matemáticas o la ingeniería, no tendríamos ningún método científico, no existirían los libros ni el Internet, desconoceríamos la historia; en suma y sin ánimo de ofender, seríamos un animal incapaz de progresar. El lenguaje escrito es un instrumento tan complejo, que todavía no ha podido ser reproducido artificialmente mediante computadoras para llegar a la tan ansiada y vaticinada “inteligencia artificial”, que permita tener robots e instrumentos (celulares, computadoras, etc.) que usen nuestro lenguaje con desenvoltura. Estarás de acuerdo en que un programa procesador de palabras nos puede ayudar con las herramientas gramaticales (sintaxis, ortografía) y el formato, pero no puede por sí mismo crear escritos con las letras; mucho menos reflexionar o razonar. ¿Te imaginas tu computadora dándote recomendaciones y sugerencias en tus escritos?, ¿comprendiendo lo que escribes y completando tus ideas? Hasta ahora un mero sueño de película. La singularidad del lenguaje humano dentro del reino animal y del universo conocido, complica su estudio, pues no existen referentes comparativos. ¿Es posible que el lenguaje tenga un origen divino, como mencionan los egipcios o la Biblia?, pues no por tratarse de referentes espirituales dejan de ser una realidad; o bien, ¿será que el lenguaje surgió en un proceso al azar de prueba y error hasta quedar conformado? Han fracasado los esfuerzos de arqueólogos, filósofos, psicólogos, antropólogos y 11 lingüistas en cuanto a la búsqueda de estas respuestas; que siguen generando inquietud, fascinación y controversia. Se trata de un enigma que sigue latente. Con todo, podemos decir que la palabra escrita, es la “tecnología de las tecnologías” que ha permitido todos los desarrollos sucesivos de la humanidad, hasta los más descabellados alojados en lo profundo de la imaginación del hombre. A pesar de los múltiples esfuerzos e investigaciones, todavía no se sabe como surgió esta facultad del hombre de comunicarse con sus semejantes: ni de forma oral ni de forma escrita, y por tanto seguimos en el terreno de la especulación. Finalmente, nos damos cuenta de la importancia que el lenguaje escrito ha tenido en la civilización humana como la conocemos; y aunque el hombre ha perfeccionado este instrumento a través de la historia, con las evidencias actuales no alcanzamos a arrancar la verdad que nos aclare definitivamente si se trata de un invento humano o divino. No hay otro ser vivo conocido que presente un desarrollo del lenguaje tan complejo y fascinante como el del hombre; sin duda nos sigue haciendo meditar en la idea de su posible diseño desde un comienzo, acaso ¿pudiera provenir de la inteligencia del hombre o de la inteligencia divina?; en lo personal pienso que el hombre le ha impartido dinámica y mejoras, pero que sin duda parece que surge en la historia en una forma completamente desarrollado, lo cual nos pone a pensar en la idea de un inventor diferente del hombre, que se lo ha regalado para su uso. Y aunque por el momento el Internet y lo digital no inventan un nuevo lenguaje, si le dan una nueva presentación y alcance; posibilitan la comunicación y traducción instantánea de lo escrito, además de permitir el acceso al acervo de conocimiento de la humanidad de forma global. Se trata de un nuevo medio que se suma al lenguaje oral y escrito, que además contiene e interactúa con muchas variedades de lenguaje, dándole una nueva fase de expansión. ¿Será posible que de aquí surjan los símbolos, su sistematización y significado que le den vida a una nueva etapa del lenguaje escrito diferente de lo que conocemos hoy, tal y como ocurrió cuando el lenguaje pasó de cuneiforme a silábico? Con todo, el pasado tiene la clave oculta de este desarrollo formidable del lenguaje escrito, que por el momento nos esconde los detalles y nos evade con sus pistas; nos deja tan solo con la posibilidad de su uso y la riqueza de su expresión. Una herencia que no tuvieron la mayoría de los habitantes en las culturas del pasado y que ahora se ha democratizado, pues definitivamente: no lee y no escribe el que no quiere. 12 BIBLIOGRAFÍA Y LECTURAS RECOMENDADAS: Cohen, Sandro. (2004). Redacción sin dolor. México: Planeta. Chomsky, Noam. (1991). Lenguaje, Sociedad y Cognición. Editorial Trillas: México. De la Fuente, Miguel Ángel. (2010). Redacción y ortografía en la era de Internet: Evaluación de los Trabajos Académicos Estudiantiles. TABANQUE Revista Pedagógica (23), 221-242. Recuperado el 8 de Enero de 2013 de: http://dialnet.unirioja.es/descarga/articulo/3829855.pdf Dembski, W.A. y Behe, M. (1999). Intelligent Design: The Bridge between Science and Theology. InterVarsity Press: Illinois. Fox, M. (1952). The personality of animals. Pelican Books: Londres. Kluckhohn, C. (1969). Mirror for man. McGraw Hill: New York. Kroeber, A.L. (1948). Anthropology. Harcourt-Brace: New York. Mosterín, J. (2002). Teoría de la escritura. Icaria Editorial: Barcelona. Disponible en libros de Google y consultado en Enero de 2013: http://books.google.com.mx/books?hl=es&lr=&id=nAbBFoMJ5wC&oi=fnd&pg=PA11&dq=escritura+cuneiforme&ots=YobgyrEx1c&sig=OFKpLS 0VQg8CAv8yapbh_cfWRtU#v=onepage&q=escritura%20cuneiforme&f=false Pinker, S. (1997), Language as a psychological adaptation. En Bock, G.R. y Cardew, G. (eds.), Characterizing Human Psychological Adaptation. Ciba Foundation Symposium 208. Wiley, Chichester, U.K. Quiroga, L y Miranda, William. (2008). Lengua oral y escrita. Monografías. Recuperado el 9 de Enero de 2013 de: http://www.monografias.com/trabajos-pdf/lengua-oral-escrita/lengua-oral-escrita.pdf Senner, W. (2001). Los orígenes de la escritura. Siglo XXI Editores: México. Disponible en libros de Google y consultado en Enero de 2013: http://books.google.com.mx/books? hl=es&lr=&id=WBj_BlmNTS8C&oi=fnd&pg=PA7&dq=escritura+cuneiforme&ots=dmUn 9p4UGt&sig=bL_xC9Mud3AcBKnp6GwCTUjqYG4#v=onepage&q=escritura %20cuneiforme&f=false 13
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