El Libro Del Apocalipsis

May 25, 2018 | Author: Sergio Pérez Portilla | Category: Origen, Book Of Revelation, Books, Religion And Belief, Religious Texts


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EL LIBRO DEL APOCALIPSIS: HISTORIA DE SU INTERPRETACIÓN Ariel Álvarez Valdés Santiago del Estero (Argentina) Ningún otro libro bíblico ha provocado tantas y tan variadas interpre- taciones a través de los siglos como el Apocalipsis. Ya desde los comienzos de la historia de la Iglesia la obra de Juan de Patmos ha sido a la vez rechazada y exaltada, tenida por herética y venerada como el centro mismo de la Escritura. Y entre quienes lo han comentado ha surgido una diversidad tan amplia de pro- puestas de lecturas, que no resulta fácil trazar la historia de su interpretación. Nos proponemos en el presente trabajo ofrecer un panorama actualizado de las diferentes opciones interpretativas sugeridas a lo largo de los siglos. Lo dividi- remos en cuatro secciones, según las cuatro etapas clásicas: 1) época antigua; 2) edad media; 3) época moderna; 4) época contemporánea1. 1) La época antigua A) Siglo II: las primeras alusiones Desde un principio la obra de Juan ejerció una gran influencia literaria y teológica entre los escritores eclesiásticos, debido a la ayuda que el libro ofrecía a las comunidades cristianas durante el difícil período de persecuciones que debió enfrentar, tanto por parte de las autoridades romanas como de las judías. La fuerza combativa que el Apocalipsis brindaba, especialmente en re- lación con el poder corrupto, servía de gran aliento a los pequeños grupos des- preciados de creyentes en su enfrentamiento con las poderosas fuerzas del Im- perio, y los hacía sentirse protegidos por el Cordero degollado, vencedor de to- das las fuerzas del mal2. 1 Entre los trabajos sobre la historia de la interpretación del Apocalipsis pueden verse los de M. C. Tenney, Interpreting Revelation, Eerdmans Publishing, Grand Rapids 1957, 136-146; E. Corsini, “Appunti per una lettura teologica dell’Apocalisse”, en: L. Padovese (ed.), Atti del II Simposio di Efeso su san Giovanni Apostolo, Pontificio Ateneo Antoniano, Roma 1992, 187-205; C. R. Koester¸ “On the Verge of the Millennium: A History of the Interpretation of Revelation”, WW 15 (1995), 128-136; E. Lupieri, L’Apocalisse di Giovanni, Fondazione Valla - Arnoldo Mondadori Editore, Milano 1999, XVII-XXXI. 2 C. Doglio, “Duemila Anni di Tentativi. Storia dell’Interpretazione dell’Apocalisse”, PV (6,2000), 5. A. ÁLVAREZ Entre los primeros autores que parecen aludir a alguna parte del libro figuran Cerinto († 110) y Papías de Hierápolis († 150). También Justino († 165) e Ireneo de Lyon († 202) comentan ciertos pasajes del Apocalipsis. To- dos estos autores del siglo II siguen una línea interpretativa literal. Paralela- mente, grupos más radicales pero también de interpretación literal, inspirándose en la predicación de nuevos profetas, comenzaron a anunciar el cumplimiento inminente de los anuncios apocalípticos, mezclando pasajes del Apocalipsis con ideas fantásticas y estrambóticas. El más famoso de estos profetas fue Montano († 195)3. B) Siglo III: la interpretación alegórica Como reacción a los abusos de la interpretación literal, en el siglo III se produjo la explosión de la exégesis simbólica alejandrina, que más tarde será la línea exegética de la ortodoxia cristiana. Entre sus primeros exponentes está Clemente de Alejandría († 210), para quien el Apocalipsis sólo es comprensi- ble mediante el empleo de una interpretación alegórica. Pero sobre todo será Orígenes († 255) el que pondrá las bases definitivas para la comprensión simbólica de la obra de Juan4. Si bien Orígenes no llegó a escribir un comenta- rio completo a este libro bíblico, dejó un gran número de citas y referencias so- bre el Apocalipsis que muestran la riqueza de su exégesis 5. Dionisio de Ale- jandría († 264), su discípulo más brillante, seguirá esta línea, y será el primero en afirmar, apoyándose en bases literarias, que el autor del Apocalipsis no es el apóstol Juan. La interpretación alegórica permitió recuperar enteramente el tex- to del Apocalipsis, y dejó así abierto el camino para el surgimiento de los co- mentarios, en el siglo siguiente. Sin embargo, la exégesis alegórica no logró eliminar totalmente la in- terpretación más literal. Ésta se encuentra en autores como Tertuliano († 220), 3 Sobre Montano pueden verse las ya clásicas obras de P. de Labriolle, La crise montaniste, Leroux, Paris 1913; idem, Les sources de l'histoire du Montanisme, Collectanea Friburgensia, Fribourg - Paris 1913. También K. Aland, “Der Montanismus und die kleinasiatische Theologie”, ZNW 46 (1955), 109-116. 4 Para la interpretación bíblica de Orígenes, véase R. P. Hanson, Allegory and Event. A Study of the Sources and Significance of Origen's Interpretation of Scripture, John Knox, Richmond 1959. 5 En 1911 se encontró una obra en griego que contenía diversas frases comen- tando el Apocalipsis. En un principio fue atribuida a Orígenes (A. de Boysson, “Avons- nous un commentaire d’Origène sur l’Apocalypse?”, RB 10 [1913], 555-567), pero la crítica posterior se encargó de mostrar que, al menos en bloque, el libro no pertenecía a él. Algunas de sus frases son atribuidas a Ireneo, Clemente de Alejandría o Dídimo el ciego. Cfr. A. G. Hamman (ed.), L’Apocalypse expliquée par Césaire d’Arles. Scholies attribuées à Origène, Les Pères dans la foi III, 36, Desclée de Brouwer, Paris 1989, 164. 2 Hanson. en esta época el Apocalipsis empezó a ser usado por movimientos heréticos. TZ 29 (1973). Latinitas Chris- tianorum Primaeva. 274. 20. resaltando en sus escritos las diversas objeciones que contra él habían señalado en épocas anteriores los padres de la Iglesia9. Aug 18 (1978). y que expresa una oposición a las estructuras políticas en general. el historiador Eusebio de Cesarea († 340). la obra de Juan se convirtió en sospechosa. ferviente partidario de Constantino y de su política imperial. con la con- versión al cristianismo del emperador Constantino.1-8). “Notes on Tertullian’s Interpre- tation of Scripture”. y en Hipólito de Roma († 235). C) Siglos IV al VIII: el surgimiento de los comentarios En el año 312 se produjo el llamado “giro constantiniano”. Utrecht 1967. SecC 2 (1982). Waszink.168. “Tertullian's Principles and Methods of Exegesis”. ahora fuertes y reconocidas por el estado. lo cual era inaceptable ahora que el Emperador se había transformado en un siervo de Dios. R. Tertullian and the Bible: Language . en polémica con la Iglesia oficial. 7 In Dan 4. como reino de sacerdotes (1. Entonces las cosas cambiaron para el Apocalip- sis.7-14). Más aún.10. R. Aug 26 (1986).L. en: W. Beauchesne. H. Los cristianos pasaron a ser mayoría. quien sostiene aún la creencia literal de un re- ino milenario7. P. Cfr. Wilken (eds. 36. P. Dekker and Van De Vegt Nijmegen. Schoedel y R. Prigent y R. comprendió los peligros que encerraba una lectura indiscriminada del Apocalipsis.R. J. que se remonta a Dn 7. Pietrella. A partir de en- 6 Scorpiace XI.Imagery .Exegesis. Stehly.6). “Eusebio di Cesarea e la «svolta costantiniana»”. “Les fragments du «De Apocalypsi d' Hippolyte»”. lo que vol- vió incómodo y políticamente sospechoso al Apocalipsis en esta época fue: a) la teoría de los cuatro imperios (subyacente en Ap 6.). P. cfr. Ante estas circunstancias.646. se sentían ahora minoritarios y perseguidos8. “Il rapporto tra la concezione del millen- nio dei primi autori cristiani e l’Apocalisse di Giovanni”. puesto que critica- ba al Imperio Romano identificándolo con Satanás y anunciando su ruina. Early Christian Literature and the Christian Intellectual Tradition: In Honorem Robert M.23: PG 10. 17-31. c) su vigoroso espíritu antiromano (17. 8 Según C. 5. O'Malley. Sobre la exegesis de Tertuliano puede verse T. EL LIBRO DEL APOCALIPSIS quien llama precisamente “alegórica” a la interpretación sospechosa de herejía6. Jansen. Sobre Hipólito cfr. Paris 1979. J.Grant. 313-334. JTS 22 (1961). F. Mazzucco y E. especialmente por sectas milenaristas que. 3 .4: PL 2. b) su visión antijerárquica del cris- tianismo. Farina. y la unión del Estado Ro- mano con la religión cristiana. 313-333. 9 Sobre la teología política de Eusebio. “Tertullian and the New Testament”. Por otra parte. y trató de descalificarlo. y la literatura apocalíptica dejó de ser un estímulo para las comunidades cristianas. 191-207.6. Mazzucco. Fiesole 1994. Sobre la figura de Victorino.26: PG 20.707). Así. Paris 1997. “L’Apocalisse: testimonianze patristiche e risonanze moderne”. y a lo largo de esta época verán la luz unas 20 obras. commentaire et index par M. Curti. Quizás el hecho de que los primeros intérpretes del Apocalipsis hayan sido casi todos partidarios del milenarismo haya favo- recido la desaparición de estos primeros comentarios. Sin embargo. véase J. M.yewj vIwa. C. 4 . tra- duction. no puede ocultar un cierto aprecio por las tradiciones mile- 10 Cfr. “L’Apocalisse nella lettura dei Padri”. 165-188. 635-637. “Vittorino di Petovio”. Naldini (ed. Dulaey. en: M. La fine dei tempi. 317-344. Para la edición crítica de su In Apocalypsin.yewj vIwa. y Peri. EDB. de modo que se podía ahora espiritualizar cualquier intento de reacción contra la cristiandad es- tablecida. 9-23. 12 Según Eusebio de Cesarea (HE 4. “La valutazione dell’Apocalisse di Giovanni nella Chiesa antica”. Victorino sigue fundamental- mente la interpretación simbólica de Orígenes. 171-176. en: M. Patrología I.392).lou kai. Letture patristiche 8. 3612-3615. Paczkowski. Les Éditions Du Cerf. 11 Para este apartado puede verse J. Bologna 1996.). SC 423. 187-222. Siglo IV: la reacción contra el milenarismo El primero y más antiguo comentario a todo el libro del Apocalipsis que haya llegado hasta nosotros es el de Victorino de Pettau († 304). Irmscher. Casale Monferrato 1984. y en estas dos regiones se seguirán caminos diferentes10. 13 PL 5. Aug 29 (1989). texte critique. C. Nardi. C. algunas de ellas anónimas. tou/ diabo. Storia e escatologia. Naldini (ed. Quasten. cfr Victorin de Poetovio. ÁLVAREZ tonces se observa en Oriente y en Occidente una doble actitud en relación con el Apocalipsis.nnou. SBFLA 46 (1996). A. Introduction. La interpretación alegórica de los alejandrinos había provisto de un arma poderosa para la deshistorización de sus visiones antiromanas. C. por la cual él siente predilec- ción. “La lettura cristologica dell’Apocalisse nella Chiesa prenicena”. Sur l’Apocalypse et outres écrits. conser- vado gracias a la recensión de San Jerónimo13. que afirma que Hipólito († 235) había dejado un comentario al Apocalipsis. en: DPAC II. th/j vApokalu. ya Melitón de Sardes († 180) había escrito una obra titulada Peri. B. La Bibbia nei Padri della Chiesa. Corsani.nnou (“Sobre el Diablo y el Apocalipsis de Juan”). th/j vApokalu.). BAC Maior 206. a) En Occidente El libro gozó de amplia estima. 129. Posiblemente eran dos libros: Peri. Madrid 1960. desgraciadamente también perdido. y tuvo gran aceptación entre los auto- res11. de la que no tenemos fragmentos ni dato alguno sobre su contenido.lou. Bologna 2000. L’Apocalisse e l’apocalitica del Nuevo Testamento. Más seguro es el testimonio de San Jerónimo (De viris illustri- bus 61: PL 23. a partir del siglo IV aparecen los primeros comentarios al Apo- calipsis12. tou/ diabo. G. Analisi. 9-13. Steinhauser. 16 La última vez que se lo menciona es en un Catálogo del siglo IX del monas- terio de St Gallen. storia della ricerca. M. Bonner. Por eso. Principios de crítica literaria y textual para su reconstrucción”.). Frankfurt . EL LIBRO DEL APOCALIPSIS naristas de los asiáticos. También puede verse A. M. Abadía de Montserrat. cambia y em- plea la interpretación literal. que al igual que el de Victorino desarrollaba una interpretación espiri- 14 G. Montisserati 1953. El comentario de Victorino se encuentra. Lo Bue. varias secciones de los capítulos 20-21 las comenta según el método alegórico. capítulos 1-19. más arcaica. Max Cohen. a mitad de camino entre las dos posturas interpretativas: la asiática. RET 55 (1995). Supplementi della Rivista Biblica 31. 48. 54- 55. B. E. Además. Becker. F. “La Biblia de Alcuino y el perdido comentario al Apocalipsis de Ticonio”. en R. Pincherle. 391-397. European University Studies 23. interpretazione. aplica una exégesis de tipo espiritual. del obispo donatista Ticonio († 390)15. y la simbólica. Los críticos durante décadas se han dedicado a la tarea de reconstruirlo y recuperarlo a partir de las citas de autores posteriores. I settenari nella struttura dell'Apocalisse. The Turin Fragments of Tyconius’ Commentary on Revelation. SP 10 (1970). EDB. en la primera parte del Apocalipsis. Diaz (ed. de todos los comentarios escritos en la antigüedad cris- tiana. para lograr la unidad de las dife- rentes visiones sin caer en el historicismo. Ubach. Romero Pose. Biguzzi. Catalogi Bibliothecarum Antiquarum. 15 El estudio más amplio y completo sobre el Apocalipsis perdido de Ticonio es el de K. Según Casiodoro († 580). Miscellanea Bíblica B. Aún así. desgraciadamente perdido 16. G. el más importante y el que más ha influido en la literatura posterior es la Expositio in Apocalypsin. Cfr. 387-411. pues. Pero más tarde Beda († 735) lo conocerá expuesto en tres libros. 357-365. The Apocalypse Commentary of Tyconius. 17 Entre éstos sobresale I. Peter Lang. Cambridge 1963. y lo han logrado en gran parte17. 5 . estaba dividido en cinco libros. promovida por Orígenes. Sin embargo. Cambridge UP. Bonnae 1885. según la cual el Apocalipsis no narraría una serie continua de eventos fu- turos. Text and Studies IV. sino que repite siempre los mismos sucesos bajo formas diferentes14. donde se menciona el reino de los mil años y sus derivaciones. Bologna 1996. SSR 2 (1978). incorpora la teoría de la “recapitula- ción”. “El perdido comentario de Ticonio al Apocalipsis. Toda la tradi- ción exegética latina a partir del siglo IV y hasta el siglo XIII depende de este comentario al Apocalipsis.Bern - New York 1987. “Toward a Text of Tyconius”. El comentario de Ticonio. Gómez. “Alla ricerca di Ticonio”. A History of its Reception and Influence. Pero al llegar a los capítulos 20-21. A. Bori.2417-2452. RBen 45 (1933). Beda. The Apocalypse in the Middle Ages. erróneamente atribuidas por la Patrología Latina a San Agustín22. Tyconius: the Book of Rules. en: R. Leoni (eds. “Il Liber Regularum di Ticonio. y fue sistemáticamente utilizado por la literatura cristiana posterior. Harvey. Tilley. 109-118. “Tyconius and Augustine on the Apocalypse”. Testi ermeneutici A 5. McGinn (eds.). 22 PL 35. Bologna 1997. C. At- lanta 1989. 20-37. Notre Dame 1988. Emmerson y B. P. P. S. “Le Regole per l'interpretazione della Scrittura da Ticonio ad Agostino”. si bien elimina aquellas partes que le resultan sospechosas de donatismo 23. P. Leoni y D. véase G. Itaca 1993. Ticonio. 43-61. Casiodoro. “Ticonio y su comentario al Apocalipsis”. 21 Cfr. S. Pero fue sobre todo Agustín el que le dio per- durabilidad al comentario de Ticonio. ÁLVAREZ tual del Apocalipsis18. Apringio de Beja. E. M. además. 133-151. los autores antiguos que siguen a Ticonio son nueve. 20 Cfr. B. “La ricezione delle Regole di Ticonio. pues su confesada admiración por éste lo llevó a asumir muchas de sus ideas.). De hecho influyó en los comentarios posteriores de Jeróni- mo. Poco después escribe 18 Cfr. “Approaching the Apocalypse: Augustine. En italiano: L. Tyconius and John’s Re- velation”. A. Fredriksen. Babcock (ed. especialmente su lectura eclesiológica del Apocalipsis20. Sobre la paternidad de Cesáreo de Arlés de estas homilías. AugSt 30 (1999). Aug 40 (1995). tenemos las 19 homilías sobre el Apocalipsis de Cesáreo de Arlés († 542). K. Su in- terpretación se basa ampliamente en la obra de Ticonio. Ticonio escribió. Césaire sur l’Apocalypse”. Ambrosio Autperto y Alcuino 19. The Apocalypse commentary of Tyconius. W. Cornell UP. Entre ellos. Gaeta. son unos quince. una de las más importantes guías her- menéuticas de la exégesis cristiana: el Liber Regularum. 19 Según Steinhauser. The Rules of Tyconius: Its Purpose and Inner Logic. G. Primasio. Scholars’ Press. En cambio para Romero Pose. Gaeta. Sette regole per la Scrittura. Morín. Para la influencia posterior de esta obra. 125-142. Edizioni Dehoniane. 2. cfr. G. 23 Para la edición crítica de Cesáreo. Caesarii Arela- 6 . “Agustín: ¿interpretó mal a Ticonio?”. ASE 4 (1987). “Ticonio y su comentario”. Epifania della Parola. Beato de Liébana. Notre Dame UP. Bright. 297- 302. da Agostino a Erasmo”. Cesáreo. da Agostino a Erasmo”. Siglo VI: los comentarios pre-medievales En el siglo VI aparecerán varios comentarios al Apocalipsis.). 103-124. cfr. ASE 5 (1988). G. Morin (ed). “Le commentaire homilétique de S. Allí expone las siete reglas que sirven como hilo conductor para descubrir lo que para él dice el Apocalipsis21. ASE 5 (1988). pasó a la historia como el más completo de todos los comentarios latinos antiguos. 41. Romero Pose. P. Salm 32 (1985). 45-48. Maredsous. el mal uso que del Apocalipsis hacían las sectas. Gryson. La obra sólo tuvo influencia en el área local. Introducción. cuando no denigrándolo. 1405-1418. el cual sigue a Victori- no (Jerónimo) y Ticonio (Agustín) 26. Cfr. L’Apocalisse. sectaria. Su obra constituye el más antiguo comentario de un autor hispano al Apocalipsis. Commentarius in Apocalypsin25. quien lo uso ampliamente en su comentario. así como su sospechosa actitud antiimperial. Brepols 1985. la interpretación considerada correcta del libro de Juan en este período es la alegórica. PL 70. Estella 1991. EL LIBRO DEL APOCALIPSIS Apringio de Beja († 555) el Tractatus in Apocalypsin24. Únicamente se conserva su interpretación sobre los cinco primeros y los cinco últimos capítu- los (Ap 1. y el hecho de que más tarde Eusebio lo colocara entre los libros sospe- chosos hizo que muchos terminaran ignorándolo. judai- zante y sospechosa de herejía28.7 y Ap 18. Jarrow Lecture. W. y los mil años se interpretan espiritualmente como el tiempo que transcurre entre la encarnación de Cristo y su parusía gloriosa29. Cesáreo de Arlés. hizo que su lectura entrara en crisis. Ed. Verbo Divino. b) En Oriente En Oriente. 793-936. Bonner.7-22. carnal. texto latino y traducción. 26 Su libro fue conocido en el occidente sobre todo gracias a Beda. XXI. La mejor edición crítica de la obra de Primasio es A. 29 Un estudio sobre la relación entre los comentarios de Victorino. “Les commentaires patristiques latins de l’Apocalypse” I. 7.). 28 Cfr. se convierte en sinónimo de lectura ignorante. Así se entiende el silencio de los Padres griegos sobre él. Primasius episcopus Hadrumentinus. El es- fuerzo de Orígenes y de Dionisio por instaurar el sentido espiritual no fue sufi- ciente. 305-337. milenarista. Johannis II. 25 PL 68. Sólo tenemos tres comentarios al Apocalipsis en Oriente. Primasio y Casiodoro puede verse en R. Turn- hout. Saint Bede in the Tradition of West- ern Apocalypse Commentary. Ticonio. Commentarius in Apocalypsin. Adams (ed). Del Campo Hernández (ed. 7 . Más tarde ve la luz la obra de Primasio de Adrumeto († 561).20). La interpretación literal.1-5. y aparece citada únicamente por Beda. RTL 28 (1997). Para Occidente. G. 24 En español tenemos la edición de A. Expositio de Apocalypsi S. en cambio. De menor importancia es el brevísimo comentario de Casiodoro († 580). tensi Opera Omnia. Comenta- rio al Apocalipsis de Apringio de Beja. El Apocalipsis se explica como un mensaje a las iglesias contemporáneas. Maredsous 1942. 27 Complexiones Apocalypsis Ioannis. quien al igual que sus contemporáneos sigue una interpretación alegórica del Apocalipsis27. Jarrow 1966. Apringio. Lupieri. ni tampoco el Ecumenio obispo de Trica en Tesalia (como dice Swete.). 303-426. 31 Así se desprende del comentario de Ecumenio a Ap 1. Finalmente. 33 PG 106. Hace una interpretación muy diferente a la de Ecumenio. 42. donde dice que la revelación le fue dada a Juan unos 500 años antes. CXCVIII). 3 vol. SacEr 36 (1996). Die- kamp. I settenari. de Groote (ed. Monaci. The Apocalypse. ÁLVAREZ El más antiguo que nos ha llegado es el del filósofo y orador Ecume- nio. Oecumenii commenta- rius in Apocalypsin. M. Louvain 1999. En su obra sigue de cerca a Andrés de Cesarea. Schmid. “I Commenti di Ecumenio e di Andrea di Cesarea: due letture divergenti dell’Apocalisse”. Monaci.luyin vIwa. La más reciente edición crítica es la de M. hacia el 925 compuso su comentario Aretas de Cesarea († 944)36. y Doglio. 5). Se trata de una exégesis muy diferente a la desarrollada en Occidente. hacia el 610. Traditio Exegetica Graeca 8. “Der grie- chische Text der Apokalypse-Kommentare”. 34 Cfr. con el cual polemiza en numerosos puntos34. es decir.neia e. J. Münchner theeologische Studien. el moral o psíquico y el espiritual o alegórico35. 239-250. Schmid. A. y se muestra inclinado hacia la interpretación alegórica. “Duemila Anni”. Storiche e Filologiche. 67-105. entre otras cosas. hace una interpretación de tipo alegórico distinguiendo en el libro de Juan tres niveles distintos de sentido: el carnal o literal. Escribió su obra alrededor del año 60031. Este co- mentario no tuvo demasiado influjo en los autores posteriores32.n vApo- ka. 215-458. 36 PG 106. II Classe di Scienze Morali. Su tendencia. “Die Quaestio Oecumeniana”. quien afirma. 8 . pues. que Ecumenio no era el Ecumenio seguidor del monofi- sita Severo de Antioquia (como sostienen Biguzzi. cfr. en Capadocia († 620) 33. Su discrepancia se nota sobre todo en el hecho de que para Andrés las profecías del Apocalipsis no se refieren al pasado. en la línea de Orígenes y Ticonio. Es- cribió poco después de Ecumenio. sino sólo al presente y al futuro. A. 499-786. Peeters.nnou tuvo tanto éxito que se convirtió en el comentario clásico bi- zantino y en el modelo exegético del Apocalipsis de la tradición griega. München 1955-1956. Pero sobre todo hace hincapié en que las profecías de Juan no sólo se- ñalan al futuro.2. BZ 19 (1931). Studien zur Geschichte der griechischen Apokalypse-Textes. sino también al pasado. como decía Ecu- menio. su predecesor en la 30 El comentario de Ecumenio fue descubierto en Mesina en 1901 por F. El segundo es el de Andrés de Cesarea. de Groote. 32 Cfr. en: Atti dell' Accademia delle Scienze di Torino 114 (1980). Cfr. que vivió en el siglo VII30. 35 Para el estudio de la obra de Andrés de Cesarea. Por lo demás. está mucho más orientada hacia lo escatológico. J. siguiendo los pasos de Orígenes.ij th. en: Memorie dell'Accademia delle Scienze di Torino 5 (1981). a toda la historia de la Iglesia. A. y su vErme.1-24. “Il problema della datazione dei Commenti all'Apocalisse di Ecumenio e di Andrea di Cesarea”. Según Emmerson. 41 Cfr. “Bede and the Irish Exe- getical Tradition on the Apocalypse”. Kelly. número monográfico a cargo de S. el monje benedictino Beda (672-735) escribe hacia el 710 su Explanatio Apocalypsis40.). Giles (ed. “L’ermeneutica di Andrea e Areta di Cesarea: il triplice senso biblico nei loro Commenti all'Apocalisse”. Hay que esperar hasta el siglo XII para encontrar el primer comentario de un autor sirio. Studi in memoria di Mons. “Der griechische Text”. nota 31). Dionisio Bar Salibi († 1171).). VH 8 (1. J. Romero Pose. 393-406. 40 PL 93. 337-452. Venerabilis Bedae opera quae supersun tomnia XII. 43-44.). emplea el principio de Orígenes del triple nivel de sentido. Londini 1844. el más amplio de los escri- 37 C. “Scholarship has not fully appreci- ated the full extent of the influence of the Apocalypse on medieval culture” (pg. por influjo de otras necesi- dades exegéticas. A) Siglos VIII al XI: los últimos alegoristas En el Medioevo. ya que durante este tiempo la Iglesia tomó de él muchas de sus enseñanzas. Y al igual que éste. 129-206. El tema determinante para él es la predicación del mensaje cristiano. intenta explicar el sentido de los tormentosos acontecimientos que le tocó vivir. y la misión entre los no creyentes. 169-198. J. Nardi. Podemos dividirla en dos grandes momentos. 38 Así lo afirma Schmid. especialmente de Ticonio41. Mazzinghi (eds. 254. Pasó a ser la fuente del arte y del sentir cristiano39. retomando la antigua interpretación de Hipólito. En Italia. 9 . el cual. aunque con algunas innovaciones. escribe su gigantesco comentario hacia el 767. Ambrosio Autperto (740-784). “Ticonio”. F. Valerio Mannucci. obispo de Amida. Cfr. monje benedictino de Ca- pua. 294. RBen 92 (1982). A. “Ecco l'uomo”. 2) La edad media Fue la época de oro del Apocalipsis. y el siglo VIII ve surgir cuatro importantes obras. EL LIBRO DEL APOCALIPSIS sede episcopal. el Apocalipsis atrae de nuevo la atención de los co- mentaristas. Apocalypse in the Middle Ages. compilando y fundiendo diversas interpreta- ciones que conocía de autores anteriores.1997). El de Aretas es el último comentario que conocemos de la tradición bizantina38. Tarocchi y L. 39 Para este período véase el ya citado libro de Emmerson y McGinn (eds. En Inglaterra. Ambos autores representan un raro ejemplo de uso de la tri- partición origeniana37. 43 Cfr. Bovo. González Echegaray (ed. al dividir las edades del mundo en seis períodos. Espositionis in Apocalypsin Libri X. “Les commentaires patristiques latins de l’Apocalypse” II. 22- 25 de noviembre de 1976) I. Turnhout. Romero Pose (ed. 48 Perdida la obra original. en: A. Weber (ed). “Le fonti del Commento di Ambrogio Autperto sull’Apocalisse”. porque en su libro comenza- ron a incluirse junto a los textos ilustraciones o miniaturas cuya temática y técnica fueron fundamentales para la evolución de la pintura y escultura espa- ñolas48. Gil Fernández. Beato de Liébana: Obras completas. de quienes toma literalmente sus citas al estilo de una Catena in Apocalypsin46. Estudio Teoló- gico San Ildefonso. Studia Anselmiana 27-28. Su exé- gesis. Basado en otros libros de Santos Padres. pero sobre todo a Primasio. de numerosos pre- decesores. Brepols 1975. Díaz y Díaz. 484-502. Miscellanea biblica et orientalia R. En España. C. Roma (1951). P. que del autor del Comentario han tomado el nombre de “Beatos”. abad de Liébana. 46 Un estudio sobre el comentario de Beda y Beato puede verse en R. para explicarlo a los monjes45. cfr. Ambrosius Autpertus. Sancti Beati a Liebana Commentarius in Apocalypsin I-II. Scriptores Graeci et latini consilio Academiae Lynceorum editi. Sin embargo. en Canta- bria. “Spiritualità di Ambrogio Autperto”. edición bilingüe. Beato no se muestra muy original en su exégesis. Leonardi. Beato de Liébana (735-798). 216. lo cual pone de manifiesto la gran biblioteca que debía de poseer. de los siglos IX al XIII. Véase también J. escribió en el año 776 su Commentarius in Apocalypsin en 12 tomos. Titulado Expositionis in Apocalypsin42. “Los terrores del año 800”. 372-403.). Romae 1985. Beato murió dos años antes de esa fecha. StMed 9 (1968). RTL 28 (1997). Joyas bibliográficas. Véa- 10 . 44 C. 45 La edición generalmente citada del comentario de Beato es la de E. 1-131. de quien se muestra deudor y admirador43. de manera incipiente ya presenta una interpreta- ción historicista del libro. en: Actas del Simposio para el estudio de los códices del Comentario al Apocalipsis de Beato de Lié- bana (Madrid. sólo se han conservado 25 códices ilustrados. el último de los cuales finalizaría en el año 800 con la segunda venida de Jesucris- to47. S. Para el texto que sigue Beato. en: Actas del Simposio para el estudio de los códices del Comentario al Apocalipsis de Beato de Liebana (Madrid. ÁLVAREZ tos en la antigüedad. así que no pudo comprobar lo errado de su predicción. 22-25 de noviembre de 1976) I.). Joyas bibliográficas. Beato ha pasado además a la historia del arte. 42 La edición crítica de la obra de Ambrosio Autperto puede verse en R. como él mismo confiesa. “La tradición del texto de los Comentarios al Apocalipsis”. Athanasio Miller completis LXX annis oblata. sigue a Ticonio. A. Madrid 1995. M. 215- 247. BAC Mayor 47. Madrid 1978. es de orden espiritual. Opera. Madrid 1978. Metzinger (ed. como todas las de este tiempo. y busca acomodar las visiones de Juan con los demás datos de la teología44. 47 J.). Depende. Gryson. el Apocalipsis adquirió gran actualidad por su temática de enfrentamiento entre la Iglesia y el poder político. PL 117. explicando el texto de Juan como una defensa del papado contra las pretensiones imperiales53. Studia Patriótica 36: Paper Presented at the Thirteenth Internacional Conference on Patristic Studies Held in Oxford 1999. Die Offenbarung des Johannes. Wiles. como las de Haimo de Halberstadt († 853)51. M. New York . And Then the End Will Come. sigue interpretándose el Apocalipsis con el método alegórico. o la del autor desconocido que firmó su comentario. PL 165. Yarza Luaces.841-1058.12. Jerónimo. En el período de la lucha por las investiduras y de la reforma grego- riana. Bede and Al- cuin: Introductionship. Estudios críticos posteriores lo ubican en el siglo XII. 605-736. con el seudónimo de Berengaudo (s. W. se J. Calwer Verlag. en la Patrología Latina 17. Expositionem Apocalypsis Admonitio. Medieval History and Culture. poco interesadas en la historia y más centradas en la vida de la Iglesia. Lumsden. F. Dependency and Individuality”. Yarnold y P. en M. Beato de Liébana. Manuscritos Iluminados. y Bruno de Asti († 1123). a éste último a veces literalmente50. Primasio. Peeters. A partir de aquí el Apocalipsis conocerá más bien obras de compila- ción. iniciada ya en el siglo IV. 54 Para las consecuencias históricas en la Edad Media de la interpretación del Apocalipsis por parte de Victorino. Ambosio Autperto. EL LIBRO DEL APOCALIPSIS Antes de que termine el siglo tenemos a Alcuino de York (735-804). Cfr. Calwer Theolgosiche Monographien 9. 53 Expositio in Apocalypsim. Parvis (eds. original e interesante. y que continúa en este período. y en él sigue sobre todo a Beda y a Ambrosio Autperto. Jahrhundert. Stuttgart 1985. Joannis libri septem. cfr. Moleiro Editor. Barce- lona 1998. 28-34. pues. PL 100. 50 Cfr. es que las visio- nes de Juan describen a los apóstoles y doctores cristianos que difunden con su palabra y su predicación los misterios de la fe. Su comentario llega sólo hasta Ap 12. W. Th. E. Beato de Liébana y Haimo de Halberstadt. 49 Commentarium in Apocalypsin. Mackay.London 2001. XII)52. 137. en la línea de la salvación ya realizada y ofrecida al hombre en la Iglesia. en pleno conflicto. ha sido publicado errónea- mente entre las obras de san Ambrosio. Kretschmar. Leuven 2001.937-1220. Early Latin Christian Interpretations of the Opening of Seven Seals. para la salvación de los justos y la perdición de los pecadores54. obispo de Segni.J. Ticonio. notable erudito del renacimiento carolingio49. donde se recoge las miniaturas más importantes de los códices. escribió un comentario en 1080. 11 . G. 1085-1156. D. En esta primera parte del Medioevo.). Garland. 52 Su libro. 51 Expositionis in Apocalypsin B. La idea que domina la exégesis del Apocalip- sis. Die Geschichte ihrer Auslegung im 1. “Apocalypse Comments by Primasius. en el que deberá enfrentarse con el Dragón (Ap 16-19). del Padre. 5) la Iglesia de Roma. del Espí- ritu. Viella. de la orden del Cister.). E. 56 B. Columbia UP. Ingresó en la Orden del Cister. las cuales se caracterizan por un “orden” o modo de vida religioso.). La primera edad. en total. con Joaquín de Fiore (1135-1202)55. Enchiridion super Apocalypsim. Partiendo de esta concepción de la historia. ÁLVAREZ B) Siglos XII al XVI: el modelo historicista a) Joaquín de Fiore Pero en el siglo XII surge en Italia una nueva forma de interpretar el Apocalipsis. Grundmann. de 42 generaciones cada una. perseguido por los emperadores (Ap 4-7). perseguidos por los musulmanes (Ap 12-14). Así. 130. McGinn. Apocalyptic Traditions in the Middle Ages. V. toda la historia humana se desarrolla en tres fa- ses o etapas. donde fundó con algunos de sus discípulos un monasterio bajo la regla más rigurosa del Cister. También en K. Joaquín le dio una nueva y original interpretación a las cifras tradiciona- les de Dn 7. Gioacchino da Fiore: introduzione all’Apocalisse. Opere di Gioacchino da Fiore: testi e strumenti 8. Joaquín sos- 55 Joaquín nació en Célico. 59 Estas ocho partes son: 1) el “orden” de los apóstoles. Roma 1995. Mediante la técnica de la “recapitulación”. combatido por los herejes (Ap 8-11). Pontifical Institute of Mediaeval Stud- ies. Viella. 2) el “orden” de los mártires. aldea de Calabria. en: Emmerson y McGinn (eds. comenzaría precisamente en el año 1260. Gioacchino da Fiore. 42 generaciones hacen 1260 años. Su congregación se extendió luego por casi toda Italia. Toronto-Ontario 1986. terminó con el AT. hostigada por los emperadores alemanes (Ap 15). Cfr.6. con una novedad y una fuerza tal que sólo se explican por el hecho de que él mismo se creía un iluminado56. y la tercera. K. New York 1998. 1260 años por etapa57. Joaquín de Fiore escribió en 1195 su Expositio in Apocalypsim58. Joachim of Fiore.25 y de Ap 11. en el que Sa- tanás será derrotado (Ap 20). “Joachim of Fiore: Patterns of History in the Apocalypse”. 3) el “orden” de los doctores. del Hijo. Burger (ed.2. Para su biografía cfr. A cada una de ellas le corresponde una época de la historia de la Iglesia. A. Vita e opere. 8) la consumación definitiva (Ap 21-22). with Notes and Introduction. H. Daniel. R. Apocalypse in the Middle Ages. 6) el tiempo de Joaquín de Fiore. 80. empezó con la venida de Jesucristo y estaría por terminar en su época. 7) el reino de Cristo. la segunda. Visions of the End. Roma 1997. y por un perseguidor de turno59. Según él. donde divide el libro de Juan en ocho partes. pero considerando que ésta se había relajado en la disciplina original de San Bernardo. 58 La obra puede verse en E. 4) el “or- den” de los monjes. se retiró a las montañas de Calabria y se instaló en Fiore. que enfrenta el ataque de los judíos (Ap 1-3). 12 . usó el Apocalipsis para exponer sus propias ideas. 57 Dando a cada generación la duración de 30 años. 12. Este monje calabrés. Selge (ed). Opere di Gioacchino da Fiore: testi e strumenti 6. 13 . Esto lo convirtió en el hermeneuta más famoso del Medioevo. 95-104. Oxford 1987. Según su especial concepción de la historia. Rodolfi. 108: “No other apocalyptic author was as concerned as Joachim with the ordering of history”. presente y futura. el flo- rense considera que está viviendo los últimos tiempos. Reeves y W. EUNSA. Pamplona 1979. puesto que por primera vez se leía en este libro la historia del mundo. Cfr. b) El joaquinismo Siguiendo esta misma línea. MR 8 (1997). debía ser reemplazada por otra del Espíritu. y debido a la terminante actitud de San Agustín de rechazar toda lectura literal. las cruzadas. McGinn. Como Joaquín afirmaba que la era del Hijo. Macmillan. E. New York 1985. Como afirma B. I. Joachim of Fiore in the History of Western Thought. The Calabrian Abbot. Joaquín de Fiore y Santo Tomás de Aquino. Las ideas de Joaquín de Fiore significaron una revolución en la inter- pretación del Apocalipsis. de modo que los eventos históricos (el Islam. 62 Las ideas teológicas de Joaquín de Fiore fueron criticadas por Tomás de Aquino. es decir del Evangelio. Saranyana. Pero Joaquín rompió con esta tradición. elaboró una teología de la historia. En 1215 el IV Concilio de Letrán condenó su doctrina trinitaria. Reinhardt. y su teoría tuvo una repercusión inmensa 62. y buscando en las imágenes y símbolos apocalípticos los diversos períodos de la Iglesia. haciendo así pasar la exégesis del plano de la eclesiología apologética y edificante de sus predecesores. después de su muerte circuló la noticia de que éste había intentado reemplazar las Escrituras y el Evangelio con un Evangelio Eterno que él mismo había compuesto. pasada. EL LIBRO DEL APOCALIPSIS tiene que muchos de los elementos de una época se repiten en la otra. Oxford UP. Gould. The Calabrian Abbot. idea que perduró en diversos círculos esotéricos. M. al plano concreto de la historia61. AHIg 11 (2002). Historia doc- trinal de una polémica. y en 1263 el Concilio de Arlés condenó en bloque toda su producción teológica. 61 Según McGinn. el franciscano Nicolás de Lira (1270- 1340) compuso en 1329 su gran comentario bíblico Postillae Perpetuae in Uni- 60 A. J. “Joaquín de Fiore y el IV Concilio Lateranen- se”. antes de la llegada del reino de Cristo y de la era de prosperidad y paz anunciada en el capítulo 20 del Apocalipsis60. “Regno millenario e fine del mondo nell’ «Enchiridion super Apocalypsim» di Gioacchino da Fiore”. 1-24. Antes de él. Cfr. Saladino) se encuentran alu- didos en diferentes lugares. 154: “Probably no single part of the long commentary shows Joachim’s break with 700 years of Latin exegetical tradition more decisively than his treatement of the Apocalypse’s description of the thousand-year reign of Christ and the saints upon earth”. Cfr. los comentaristas habían evitado cualquier intento de hacer del Apocalipsis un libro de anuncios proféticos. tanto de la historia pasada como de la futura. Joachim of Fiore and the myth of the Eternal Evangel in the nineteenth century. La gran repercusión de las ideas joaquinitas ha sido estudiada por Henri de Lubac en su obra enciclopédica La postérité espirituelle de Joachim de Flore. Véase también M. Opere di Gioacchino da Fiore: testi e strumenti 7. Reve- lation. 357. Paris 1978 (vol I). Fichte. que terminaron por descubrir en el Apo- calipsis el anuncio de cuantos hechos históricos quisieran ver66. durante la tensión antieclesial de los siglos XIII al XV. 65 La visión optimista de la historia de Joaquín de Fiore con el anuncio de la llegada. Izquierdo (ed. Brill.). Tabet. Pamplona 1993. A. De todos modos. “El misterio de la Revelación divina en la Biblia según Nicolás de Lira”. Leiden 2000. Traditio 36 (1980). 19. Hegel. 1981 (vol II). Con su obra. Kalamazoo 1997. y a partir de este momento se volvió habitual inter- pretar el Apocalipsis como una profecía de las diversas etapas de la historia de la Iglesia. Krey. Storia e figure dell’Apocalisse fra ‘500 e ‘600. 569-578. de Zaballa Beascoechea. Medieval Institute Publications. Osborne. D. era previsible que semejante principio hermenéutico ex- citara la fantasía de muchos exegetas. with an introd. Nicolás de Lira consagró co- mo legítima esta exégesis. Marx.). 14 . en: C. G. ÁLVAREZ versam S. Nicholas of Lyra’s Apoca- lypse Commentary. 64 Cfr. Krey y S. En esta línea interpretativa se 63 Para el estudio de esta obra véase Ph. de una época de es- plendor y prosperidad. 105-112. L. 67 Cfr. 66 Para las principales debilidades del modelo historicista. Eunsa. AHIg 11 (2002). 269-316. Potestà. Eds Lethielleux. Sin embargo. Rusconi (ed. A. Pero el franciscano abandonó la teoría de la recapitulación y sostuvo que las imáge- nes del Apocalipsis presentaban una secuencia continuada de la historia de la Iglesia desde el siglo I en adelante. and notes. Scripturam empleando idéntica exégesis que Joaquín de Fiore63. Reeves. transl. cfr. en orden cronológico y sin repeticiones64. Algunos no se contentaron con historizar el Apocalipsis. después de la etapa del anticristo que se pensaba inminente. influyó en innumerables pensadores posteriores como Lessing. L. Bloch e incluso Hitler. Dios en la Palabra y en la Histo- ria. Viella. 4º Congresso internazionale di studi gioachimiti. Ph. Nicholas of Lyra: The Senses of Scripture. sino que lo politizaron y lo aplicaron a diversos ámbitos de la reflexión65. D. “Linee di ricerca e questioni aperte riguardo a Gioacchino da Fiore e alla sua eredità storica e dottrinale”. Roma 1997. Smith. Uno de los más claros y mejores escritos sobre el pensamiento y la influencia de Joaquín de Fiore es el artículo de M. “The Originality and Influence of Joa- chim of Fiore”. desde su comienzo hasta el fin de los tiempos. el gran logro de esta interpretación fue sobre todo el haber conseguido reinser- tar el texto de Juan en la historia contemporánea. Véase también R. Así. el Apocalipsis se usó para atacar los errores de la Iglesia y denigrar al papado67. “La discusión conceptual sobre el milena- rismo y mesianismo en Latinoamérica”. AHIg 10 (2001). Schelling. Potestà. “Protocoll der Commission zu Anagni”. University of Pennsylvania Press. Pedro de Juan Olivi (1248-1298) con su Postilla super Apoca- lypsim70. Véase también B. Atti del Convegno Internazionale promosso da «Biblia» 26-27-28 settembre 1986. de tono netamente político y antirromano. EL LIBRO DEL APOCALIPSIS inscriben Gerardo del Borgo de San Dionisio (1234-1290)68. 99-142. de modo que las visiones de Juan fueron leí- das en clave anticatólica. en: L'attesta dell'età nuova nella spiritualità della fine del medioevo. L'anarchia cristiana di fra Dolcino e Margherita. en 1534 escribió un breve comentario. como Infierno 19. Leone e Griffa. Barblan (ed. Newport. 69 R. Algunos extractos han so- brevivido. 68 Este franciscano siciliano escribió en 1254 la obra Liber Introductorius in Evangelium Aeternum. “La vraie église d'après les lettres d'Angelo Clareno”. 70 Cfr. Angelo Clareno dai poveri eremiti ai Fraticelli.64-105. BJRL 80 (1997). Durante la época de la Reforma esta interpretación degeneró en polé- micas contra la Iglesia de Roma. Fra Dolcino. Armour. Roma 2002. Jaca Book. Buratti. Todi 1962. Nascita.). que quiso limpiar la orden de los “espirituales”. 143-160. Tiellemedia Editore. condenada por la Iglesia y destruida. ArchLitKgMA 1 (1885). Töpfer. “Eine Handschrift des Evangelium aeternum des Gerardino von Borgo San Donnino”. Purgatorio 29. Pispisa. 145-149. A Reading of the Apocalypse commentary.106-111. Gioac- chino da Fiore e i cronisti medievali. idem. 75 Cfr. Pollone (Biella) 2002.). que al principio re- chazaba el libro del Apocalipsis. vita e morte di una eresia medievale. G. G. Damiata. 15 . Mornese. Editrice Sicania. L. 156-163. Philadelphia 1993. y al dominico Savonarola (1452-1498). Se podría incluir además a Dante Alighieri74. Firenze 1988. 72 Cfr. Burr. 433-442. Olschki. Derive Approdi. P. Nuovi Studi Storichi 8. 71 Un comentario al Arbor vitae crucifixae puede verse en M. Messina 1988. Aspettando l'Apocalisse in fervore e furore con Ubertino da Casale (Arbor vitae crucifixae). Storico per il Medio Evo. “Revelation 13 and the Papal Antichrist in Eighteenth- Century England: A Study in New Testament Eisegesis”. 32. Orioli (ed. Milan 1983. Eresia dolciniana e resistenza montanara. ArchLitKgMA 1 (1885). 16-19 ottobre 1960. y destituido del cargo por San Bue- naventura. en el que identificaba a las dos bestias de Ap 13 con el Imperio (en ese entonces gobernado por Carlos V) y el Papa75. K. en: G. 49-98. Olivi’s peaceable kingdom. Ist. L. “L’Apocalisse nel canto XXIX del Purgatorio”. von Auw. E. Convegni del Centro di studi sulla spiritualità medievale III. 74 Por algunas secciones de la Divina Commedia. Angel Clareno (1267-1337)72 y Juan de Parma73. G. y han sido editados en H. 73 General de la OFM entre 1247 y 1257. Fra Dolcino (1270-1307)69.109-160. Dante e la Bibbia. Roma 1990. Roma 2000. El mismo Lutero (1483-1546). Ubertino de Casale (1259-1320) con el Arbor vitae crucifixae Jesu Christi71. Denifle. ZG 8 (1960). D. “Das Evangelium aeternum und die Commis- sion zu Anagni”. C. Cfr. and William Whiston in England. Zondervan. A partir de allí se narran las calamidades inme- diatamente anteriores al anticristo. la lectura historicista del Apocalipsis no es muy popular entre los estudiosos. y en muchos sectores se perdió el interés que había por las profecías. Bruce comenta: “No important con- tribution to exegesis of Revelation was made by (historicists).1995).8. whether J. F. de modo que no pudo desarrollar ulteriormente su óptica. (1537-1591)”. The book itself has suffered in its reputation from the extravagances of some of its interpret- ers. 77 F. J. 35-48. Sin embargo sigue siendo empleada por sectas y movi- mientos religiosos con tendencias fanáticas y fundamentalistas. Revelation. Sólo profeti- zaban los eventos del fin del mundo. Salamanca 1591. F. In sacra beati Iohannis Aposstoli et Evangelistae Apocalypsim Commentarii. Laós 2 (2. Ribera. 3) La época moderna A) La interpretación futurista Con el despertar del espíritu humanista científico y crítico del renaci- miento decayó la espiritualidad de la época medieval. cfr. 16 . 76 Sobre la interpretación historicista F. Salerno. Bruce. que creen que el Apocalipsis con sus visiones predice los sucesos cronológicos que desembo- carán en la aparición de un nuevo paraíso en la tierra76. Ribera murió al año siguiente de pu- blicado su libro. y uno de los primeros comentarios propiamente modernos al Apocalipsis. un nuevo sistema interpretativo que acentuaba la óptica escatológi- ca. Bengel in Germany or Joseph Mede. ÁLVAREZ Actualmente. publicado en Salamanca en 1591. autor del voluminoso Commentarii in Apocalypsin. Surgió entonces a fines del siglo XVI. el libro de Juan se refiere a los primeros tiempos de la Iglesia sólo hasta Ap 6. who have treated it as if it were a table of mathematical conundrums or a divinely inspired Old Moore’s Almanack”. Según este sistema. Y desde el capítulo 11 se describen las per- secuciones que sufrirá la Iglesia en los últimos tiempos77. y sería una época inmediatamente anterior a la segunda venida de Cristo. los tres años y medio de tribulaciones de las que habla el Apocalipsis no deben tomarse simbólicamente (para evitar las arbitrarias fantasías) sino literalmente. “Chiesa e storia del Commmento all’Apocalisse di Francisco de Ribera S. las visiones del Apocalipsis se refieren a los aconteci- mientos finales de la historia. A. Esta exégesis fue inaugurada por el jesuita español Francisco Ribera (1537-1591). como reacción a las excesivas fantasías exegéticas del método historicista precedente. Grand Rapids 1986. A. 333. Según él. F. Un estudio sobre el comentario de Ribera puede verse en A. Según Ribera. 1595. Sir Isaac Newton. The International Bible Commentary. sin decir nada de la fase intermedia. Cfr. Osculati. Salerno. C. como Roberto Bellarmino (1542 . El libro del Apocalipsis apuntaría a esta última dispensa- ción o era escatológica81. y fue seguida por otros auto- res. Scofield en su Scofield Reference Bible. y hoy goza de enorme popu- laridad. Nep- tune 1896. cfr. la historia del mundo se divide en varias eras o “dispensaciones”80. B) La interpretación preterista En el siglo XVI. EL LIBRO DEL APOCALIPSIS Esta visión de la obra de Juan tuvo éxito. Rightly Dividing the Word of Truth. 79 En su comentario al Apocalipsis de 1625. en la que trasladaba estas profecías hacia el futuro. Darby a partir de 1830. Laós 4 (1997). Grand Rapids . Rusconi (ed. 35-55. Según el dispensacionalismo. Es la lectura llamada de la historia contemporánea.Cambridge 1999. los símbolos del Apocalipsis señalan principalmen- te a los sucesos de la época del autor. y el famoso jesuita belga Cornelio a Lápide (1567-1637)79. y po- pularizada por C. A. 17 . K. The Book of Revelation. en: R.). 7) Desde la Segunda Venida hasta el Reino Eterno. Scofield. sobre la lectura jesuítica del Ap en esa época. sin embargo a partir del siglo XX logró gran acepta- ción entre los movimientos pentecostales fundamentalista. Benito Pereyra (1535-1610). Loizeaux Brothers. 80 Éstas son: 1) De Adán hasta la caída. 5) Desde Sinaí hasta la cruz. Storia e figure. como reacción al método de la historia universal difundido por Joaquín de Fiore. “«Hic Romae»: Cornelio a Lapide commentatore dell’Apocalisse al Collegio Romano”. pero no consideran de un modo tan estricto las visiones como secuencia cronológica de los sucesos futuros82. 9-11. Adversus Huius temporis haereticos. Cfr. Modernamente. se encuentra en numerosos movimientos religiosos que sostienen igualmente que el Apocalip- sis describe las pruebas que deben atravesar los cristianos en los últimos tiem- pos. Brás Viegas (1554-1599). 315-329. The Paternoster Press. Según ésta. 6) Desde la cruz hasta la segunda Venida. hacen referencia a las dificulta- 78 En su obra publicada entre 1581 y 1593. 46-47.Michigan . publicada en 1909. surgió un segundo modo de leer el Apocalipsis. 3) Desde el diluvio hasta Abraham. “Chiesa e storia nel Commento all’Apocalisse di Gregorio Ferrari (1580- 1659)”. 2) Desde la caída hasta Noe. Beale. R. es decir. la interpretación futurista se dividió en dos corrientes principales. I. La segunda. N.1621 )78. 4) Desde Abraham hasta Sinaí. y paralelamente a la interpretación futurista. difundida sobre todo por J. 82 Véase G. menos literal y más seria. La primera. se encuentra en la corriente evangélica llamada “dis- pensacionalismo”. 81 Aunque el dispensacionalismo fue rechazado por la mayoría de las iglesias americanas a fines del siglo XIX. NIGTC. y titulada De Controversiis Chris- tianae Fidei. Moffatt. que sostiene que el Apocalipsis alude a los sucesos de los años 30 al 70 como un acontecimiento 83 Para el significado del preterismo. el juicio final. cfr. The End Times Controversy. Actualmente la corriente preterista se encuentra dividida en tres ramas principales: a) el preterismo liberal87. famoso corrector de la Vulgata84. y P. la parusía de Jesucristo. T. Grand Rapids 1999 (18871). A Parallel Commentary. Schaff (1819-1893). Grotius (1583- 1645). Sin embargo hubo también muchas exageraciones y desviaciones. Terry (1840-1914). Esta nueva dirección interpretati- va se difundirá ampliamente en Francia durante los siglos XVII y XVIII. A. Al igual que el sistema futurista. Ap 20 la persecución del anticristo Nerón. llega a negar la resurrección de los muertos. ÁLVAREZ des que debían enfrentar en el siglo I las nacientes comunidades cristianas en relación con el judaísmo y el Imperio Romano83. The Parousia: A Critical Inquiry into the New Testament Doctrine of Our Lord's Second Coming. c) el preterismo evangélico actual. S. Ap 12-19 la derrota del mundo pagano y la conversión del imperio romano al cristianismo. como simples profecías ex eventu. ArTeGr 58 (1989). que en su obsesión de aplicar todo el Apocalipsis a los acontecimientos anteriores al año 70. 84 En su libro Enarrationes in Acta Apost. J. J. de parte de los que trataron de ver en cada escena del Apocalipsis alusiones a detalles históri- cos del siglo I86. S. y Ap 21-22 el triunfo de la Iglesia Católica Romana. los estudiosos de la crítica literaria del siglo XIX se basaron en este sistema para intentar reconstruir el trasfondo histórico de la obra joánica. The Exposi- tor’s Greek Testament. Lightfoot (1601-1675). Hodder and Stoughton. 248. “Luis de Alcázar. seguido por Alfonso Salmerón (1515-1585). Y en Alemania. Hammond (1605-1660). et in Apocalypsin. Ap 1-11 describe el rechazo de los judíos y la destrucción de Jerusalén por los romanos. John the Divine. Presentación. Pero su gran sistematizador y propulsor fue el jesuita español Luis de Alcázar (1554-1613) en su monumental obra Vestigatio arcani sensus in Apocalypsi. Ice. b) el preterismo extremo 88. Russell. 18 . 87 Por ejemplo. el sistema pre- terista de Alcázar buscaba eliminar la aplicación del Apocalipsis al tiempo intermedio de la Iglesia y a las polémicas antipapales. M. El iniciador de este sistema fue el dominico belga Johan Henten (1499-1566). Le Clerc (1657-1736). “What Is Preterism?”.). H. Contre- ras. Thomas Nelson Publishers. en: La- Haye y Ice (eds. es- tudio y comentarios”. Revelation: Four Views. London 1910. J. que refiere las visiones del Apocalipsis a los acontecimientos del año 70 y a la destrucción de Jerusalén. 86 Siguieron también la visión preterista estudiosos como H. y la resu- rrección corporal de Jesús. 85 Según Alcázar. Louvain 1845. 17-35. Baker. Gregg. S. J. editada en Amberes en 161285. Vestigatio arconi sensus in Apocalypsi (1614). Nashville 1997. Véase el estudio sobre Alcázar de F. The Revelation of St. 88 Por ejemplo. 51-168. Comienza a perfilarse la exégesis científica como indagación de la razón. T. 91 Cfr. las imágenes y las concepciones. L’Apocalisse. En el siglo XIX. aparecen los pri- meros intentos de estudiar el libro dentro del judaísmo de su tiempo90. Abauzit (1770). Hardouin (1741). G. London 1896. Juan Marcos. 4) La época contemporánea A) El nacimiento de la exégesis científica A partir del siglo XVIII se desarrolla una transformación exegética. EL LIBRO DEL APOCALIPSIS redentor único. Cfr. W. reunidos por un redactor posterior. F. The End Times Controversy. The Antichrist Legend. con métodos pro- pios e independientes de la fe. y de distintos autores (Cerinto. Bousset91. En este sentido sobresalen los estudios de W. A. 93 Sus obras en esta línea son numerosas. J. H. L’Apocalypse de Jean.). precedida y acompañada por una verdadera revolución teológica. F. H. y empezó a vérsela como un tejido de varios apocalipsis de épocas diver- sas. Por ejemplo. Gunkel es considerado el fundador de la crítica de las formas. Antes que él. Wetstein (1752). 37-66. Hutchinson and Co. quien había encon- 89 Para una historia del preterismo. G. des Neuen Testaments Siegel. Véase por ejemplo H. Lupieri. literaria y de la historia de las religiones aportó numerosos elementos para una mejor comprensión del texto joánico. los estudios sobre el Apocalipsis vienen insertados en el ámbito de la literatura apocalíptica judía. J. J. cuyo estudio sobre el mito del anticristo marcó una época en la exégesis. A comienzos del siglo XX. en: LaHaye y Ice (eds. Paris 1923. y F. FRLANT 1. el auge de la crítica histórica. Zum religionsgeschichtlichen Verständnis des Neuen Testaments. J. 90 Así por ejemplo J. El más insigne re- presentante de esta corriente de estudios fue R. Gunkel. Nourry. Se cuestionó la unidad literaria de la obra. “The History of Preterism”. A Chapter in Christian and Jewish Folklore. al hacernos pasar de un culto basado en el Templo a un culto basado en el espíritu. Göttingen 1903. Después que él. cfr. Loisy92. 92 A. Bousset. A su vez. 19 . Harenberg (1759). de la cual el libro de Juan tomaría el lenguaje. Riga 1779. Hartwig (1780). los hechos del año 70 son un anuncio de lo que sucederá en la segunda ve- nida de Jesús89. Loisy. Herder en su comentario Das Buch von der Zukunft des Herrn. Juan el Presbítero). y H. Ice. que debían ser estudiados por separado con su propia historia. XXIV. puesto que allí Dios amplió la redención universal. Gunkel93. las contribuciones de la escuela de la historia de las religiones permitieron situar la obra en el contexto de la cultura religiosa de Grecia y del oriente antiguo. En el campo del Apocalipsis. Charles. M. Por otra parte. Gabalda. Das Neue Testament 9. La struttura letteraria dell'Apocalisse. 94 R. Naperville 1972. 99 U. 325-329.-É. Vanni. 98 M. en: J. 101 Cfr. ÁLVAREZ trado en la categoría de la “apocalíptica”. cfr. 507-527. Genève 19655 (19401). los elementos aportados por la escuela de la historia de las religiones. Lam- 20 . (The International Critical Commentary). Vanni99. Wikenhauser97. B. Wikenhauser. H. RB 56 (1949). Brescia 19802 (19711) 100 Para un análisis de los estudios del Apocalipsis en el último cuarto del siglo XX. P. A. A Critical and Exegetical Commentary on the Revelation of St. Mazzucco. C. Brütsch. No se niega su vinculación. y en parte a sustituir. The Rediscovery of Apocalyptic: A Polemical Work on a Ne- glected Area of Biblical Studies and Its Damaging Effects on Theology and Phiilosophy. Jean”. Estas contribuciones venían a enriquecer. “L’apocalittica e il problema del male”. 97 A. Otros autores como E. Die Offenbarung Johannes. 102 Cfr. L’Apocalypse. “«L’Apocalypse» ou «les apocalypses» de S. U. nuevos materiales para utilizar y confrontar con la obra de Juan. Morcelliana. Allo. más que sus analogías102.94. “A proposito di alcuni studi recenti sull’Apocalisse”. la cual se caracteriza justamente por su proyección de eventos del futuro. RivB 31 (1983). Hasta ese momento se tenía como dato indiscutible que el libro hacía referencia a sucesos que debían cumplirse en el futuro. que privilegiaba el contexto cultural griego y oriental. U. Charles. 95 E. La Clarté de l’Apocalypse. K. como consecuencia de haberse estudiado durante décadas el Apocalipsis en estrecha relación con la li- teratura apocalíptica judía. L-LV. se tiende a subrayar las diferencias entre Apocalipsis y apocalíptica. Regensburg 19593 (19471). B. Koch. pero se nota que tal semejanza es más formal que conceptual. 213-225. Vanni. Pero en las últimas décadas del siglo XX. C. y por su lenguaje amenazador y catastrófico. Brütsch96. Boismard98. Pustet. A. Sacchi. se produce un reajuste del Apocalipsis en relación con los demás escritos apo- calípticos. Allo95. État de la question”. Boismard. B) La creciente actualización de las visiones A partir de la década de los 70 comienza un cambio en la interpreta- ción del Apocalipsis100.-É. Saint Jean. SBT 22. con la se- gunda venida de Jesús al final de los tiempos. John I. Paris 19333. “L’Apocalypse johannique. recientemente descubierta e identifi- cada como un conjunto homogéneo de escritos. junto con las crecientes dudas sobre la “apocalíp- tica” como categoría de pensamiento y como grupo de escritos homogéneos101. Esto. PV 25 (1980). dieron realce y prestigio a los estudios del Apocalipsis en el siglo XX. Edinburgh 1920. 96 C. Allenson. sino con las demás corrientes neotestamentarias. Apocalisse. 15. que suscitó gran interés tanto en Italia como fuera de ella. 31-44. El Apocalipsis.). Mazzucco. no sólo con los párrafos apocalípticos. Apocalisse prima e dopo. L. Mohr . Int 38 (1984). “Gesù e l’apocalittica. 477-496. o refe- rentes al fin del mundo. 229-241. Como consecuencia de este acercamiento a la profecía. Paris 1980. S. Keck. Véase por ejemplo E. Fusco. Apocalypticism in the Mediterranean World and the Near East. Tübingen 1983. HTR 80 (1987). considerada ahora como clave para interpretar su contenido y su lenguaje103. “Revela- tion 20 and Pauline Eschatology. Para terminar con el miedo. P. D. y a englobar su mensaje en una perspectiva cronológica omni- comprensiva y más general.” JETS 23 (1980). C) El modelo pascual a) E. y a abandonar la idea de que el libro de Juan mencione sucesos exclusivamente futuros. Se reconoce que la victoria de Jesucristo y la salvación realizada por Él en la historia son parte del mensaje central. 104 Cfr. 203. Torino 19824. Corsini inauguró un nuevo modelo interpretativo. “Et le ciel s’ouvrit”. 21 . LA 50 (2000) 115-141. “Apokalyptik und die eigene Art der Johannesapokalypse”. Prigent. En un comentario al Apocalipsis publicado en 1980. 18. Hoy en día. brecht (ed). Les Éditions Du Cerf. De todos modos. P. 207. EvT 39 (1979). “La memoria simbolica del Gesù Terreno nel libro dell’Apocalisse. 103-106. V. Corsini. 27-28. 287-306. Kloppenborg. SEI. “Paul and Apocalyp- tic Theology”. Paulinas. Segalla. el patrólogo italiano E. “Alcuni studi recenti”. 103 También se produjo un acercamiento del Apocalipsis con el NT. L'Apocalypse. Para la apocalíptica y los Evangelios. en especial con la profecía bíblica. Corsini. De Groote. 105 Cfr. M. Page. P. EL LIBRO DEL APOCALIPSIS Este distanciamiento del Apocalipsis con la literatura apocalíptica pro- dujo un mayor acercamiento con el AT. Madrid 1987.Sie- beck. BZ 46 (2002). “Symbolic Eschatology and the Apocalypticism of Q”. Es en este contexto en el que aparece un nuevo modelo interpretativo del Apocalipsis. comenzó a rechazarse el carácter “misterioso” y “catastrófico” del Apocalipsis 104. Prévost. aunque el cumplimiento definitivo y su plena manifestación aún se es- peran para el final de los tiempos105. Corsini y el modelo pascual preparatorio En 1980. Apocalypse de saint Jean. “Die paulinische Theo- logie als Form apokalyptischer Theologie”. 221-222. J. I problemi e il metodo”. alejada de la rígida dimensión temporal futurista. Hell- holm (ed. a reducir las alusio- nes al futuro. cfr. G. Lire la Bible 51. von der Osten-Sacken. E. 65-82. y con diferentes matices. Para la apocalíptica y San Pablo. se nota una tendencia a aplicar las visiones del Apocalipsis cada vez más a una escatología realizada. los estudiosos siguen considerando algunas pocas secciones como referidas al futuro. sostiene que las visiones de Juan relativas a Cristo no se refieren a su segunda venida sino a su primera venida. RSB 8 (1995). S. cfr. J. 37-69. Incluso un exegeta de la talla de X. y que por consiguiente la hipótesis de Corsini ofrece indudables ventajas sobre todas las otras que se han propuesto hasta ahora. en el cual afirma animosamente que ningún nexo une indisolublemente al Apocalipsis con el final de los tiempos. A. nosotros la de- 106 Corsini. lo hacía desde el misterio pascual. 41-42. lo cual demuestra el poco in- terés que despertó en ese ambiente. 22 . Si los primeros cristianos. Así. mientras que la aparición de la interpretación es- catológica . ÁLVAREZ de modo que el libro relata únicamente los sucesos referentes a la venida histó- rica de Jesús. como patrólogo. L’Apocalypse maintenant. 9-14. que es más complejo. Según cuenta el propio Corsini107. ni desde la óptica del combate final entre las fuerzas del mal y la Iglesia. La primera recensión de un autor alemán que pude en- contrar fue seis años posterior a la publicación del libro. cuando leían el Apocalipsis.y la desaparición de la exégesis pascual . le dio todo su apoyo haciendo traducir el libro para su colección de estudios bíblicos que dirige en la Editorial Seuil. y comprobó que esta manera de interpretar el Apocalipsis era co- rriente en los primeros siglos. IV). A esta lectura. y evocada por I.se remonta a Eusebio de Cesarea (s. quedó en evidencia que Orígenes. cuando leía el Apocalipsis. como para adjudicarlo al mismo autor?108 La nueva interpretación suscitó diferentes reacciones entre los estudio- sos. le llamó la aten- ción ver que el Alejandrino se remitiera regularmente al Apocalipsis para inter- pretar el Cuarto Evangelio como algo completamente normal. 107 En una conferencia pronunciada en Roma el 20 mayo 1981. 34-39. Apocalisse. al afirmar que el creyente recibe la vida eterna ya en esta vida. dice Corsini. cuando nosotros haríamos precisamente al revés: utilizaríamos el Cuarto Evangelio para explicar el Apocalipsis. María en el misterio de la Alianza. Puede verse esta versión francesa en E. Corsini estudió. cuando se encontraba realizando la traducción del comentario de Orígenes al evangelio de Juan. La constatación fue que los teólogos italianos y franceses en líneas generales fueron más bien receptivos con la nueva opinión. ¿lo habrían encontrado compatible con el pensamiento del evangelio de Juan. En cambio los biblistas ingleses se mostraron más escépticos. Y los alema- nes directamente la ignoraron. 285. BAC. en especial a su muerte y su resurrección106. Esto explicaría porqué fue posible atribuir en la antigüedad el libro del Apocalipsis al mismo autor del Cuarto Evangelio. Madrid 1993. hubieran interpretado que este libro postergaba el triunfo de Jesús para un futuro más o menos lejano. de la Potterie. y que no hay que esperar para ello una segunda venida de Cris- to. algunas favorables y otras más escépticas 109. esta obra se revela en sí antiapocalíptica. y no desde la escatología. Corsini. En efecto. 108 Corsini. León Dufour la acogió favorablemente. 109 En los años siguientes a la publicación del libro de Corsini pude leer 24 re- censiones. y escribió incluso el prólogo. la extraña forma de proceder de Orígenes. Du Seuil. Paris 1984. Apocalisse. quizás por no ser biblista. sin embargo se lo ve fluctuar permanentemente entre la realización y la 23 . y al igual que éste con- sidera el Apocalipsis no ya como una mirada hacia el fin de los tiempos. EL LIBRO DEL APOCALIPSIS nominamos “modelo pascual preparatorio”. Commentaire nouveau. el reinado de Salomón. además de que a lo largo de las 560 páginas del libro no hay absolutamente ninguna nota. sostenía que varias visiones del Apocalipsis se refie- ren a etapas del AT (al pecado original. que no ofrece prueba alguna de las cosas que afirma. Delachaux et Niestlé. etc. aun cuando no había tenido tiempo de leer la obra de Corsini. Casi veinte años después publicó una edición totalmente renovada y aumentada. Paris 1995. Téqui. Prigent sugería que todas las escenas del libro hacen alusión a los efectos benéficos ya producidos por la muerte y resurrección de Jesús. en el que cree encontrar la clave principal para entender todo el libro de Juan112. L’Apocalypse de Saint Jean. El modelo de Corsini tuvo un entusiasta partidario en M. L’Apocalypse de Saint Jean. a diferencia de la de Corsini. puede denominarse “modelo pascual consecutivo”. la esclavitud de Egipto. Prigent su comentario al Apoca- lipsis113. a la vez que enriquecido con el aporte de la patrística. Por lo tanto su interpretación. y casi no tiene bibliografía. carece de un análisis exegético que justifique su postura. La pri- mera es que. Genève 2000. 8. la peregrina- ción en el desierto. curiosamente en la misma línea interpretativa que el patrólogo italiano. 111 M. publicó P. 112 Goémine. Prigent y el modelo pascual consecutivo Al año siguiente. 114 Aunque Prigent destaca en varios pasajes el aspecto de realización de la nueva Jerusalén. que preparan y des- embocan en la venida de Cristo110. L’Apocalypse. gracias a la victoria de Jesucris- to sobre la muerte. Commentaire du Nouveau Testment 14. pues para él lo que narra el Apocalipsis son las maravillas que podemos disfrutar desde ahora. historique et théologique. Labor et Fides. sino como una recapitulación de toda la historia bíblica hasta llegar al misterio pas- cual de Jesucristo. Goémine111. Goémine explota al máximo este nuevo filón. Prigent. puesto que según ella gran parte de las visiones del libro aparece referido a las etapas del AT. Su comentario se sitúa en la misma línea del de Corsini. por lo demás. en 1981. Prigent. lo que le dio enorme solvencia al nuevo enfoque interpretativo114. Pero mientras Corsini. 110 A la obra de Corsini se le ha hecho fundamentalmente dos críticas. como ya dijimos. L’Évangile de Jésus-Christ selon l’Apocalypse de saint Jean. La segunda. estaba muy bien fundamentado bíblicamente. 113 P. a diferencia del de Corsini. Goémine. Paris 1981. siempre en la misma línea: P. El comentario de Prigent.) a modo de preparación para la venida de Cristo. b) P. ésotérisme et apoca- lypse. Biblebashyam 27 (2001). y permitió superar los defectos y las lagunas dejadas por Cor- sini. Afirma que el Apocalipsis de Juan no puede entenderse como anticipación profética de unos tiempos que vendrán cuando el mundo acabe. Prigent. en una importante alternativa frente a las líneas de lectu- ra tradicionales. Paris 2002. 5) Conclusión Después de haber presentado la historia de la interpretación del Apo- calipsis. Les secrets de l’Apocalypse. como visión interna de una vida ya culminada en Cristo118. El libro de Juan. A. 44-75. el modelo pascual se convirtió. ÁLVAREZ En 2002. sino como experiencia mística de revelación. Les secrets. “Revela- 24 . podemos encontrar algunos intentos en este sentido. creemos que es posible clasificar las opiniones y posturas allí encon- tradas en diversos sistemas o modelos120. 118 Prigent. pues. Prigent pone de relieve las similitudes con la perspectiva de la profecía de Qumrán. “A Spiral-Theological Literary Structure (An Overall Structure to the Book of Revelation)”. F. no debe interpretarse como libro de historia. Mollat. que no habla de algo que sucederá más adelante (en un futuro temporal). 257- 270. para quien el Apocalipsis es una interpretación de la primera venida de Jesús. con la cual ha llegado el fin de los tiempos116. por eso no esperan la gran novedad como algo futuro. Johnson. 25-27. Apocalisse. si bien su segunda venida está entrelazada con la primera. Les secrets. En esta misma línea. 93. B. Prigent publicó Les secrets de l’Apocalypse115. Maniparampil. Mystique. permitiendo superar los modelos habituales que habían llevado a los exegetas a un callejón sin salida119. en el que acentúa y profundiza estas ideas. A. o como promesa de un futuro de ma- nifestación final de Dios. Brescia 1967. 121-131. sino que es una expresión del misterio escondido en la Pascua de Jesús. 119 Aunque no tuvo muchos seguidores. en la historia de la interpre- tación del Apocalipsis. Feuillet. La obra de Prigent significó un gran aporte a la nueva corriente inter- pretativa pascual. Casi todos los manuales suelen agru- espera futura. 115 P. D. “Differenti metodi nell’interpretazione dell’Apocalisse”. A. 120 Sobre los sistemas interpretativos. como el trabajo de J. Les Éditions Du Cerf. cf. BeO 18 (1976). De este modo. “Les diverses méthodes d’interprétation de l’Apocalypse et les commentaires récentes”. Marconcini. 9-36. sino que viven desde ahora (aunque amenazados por la persecución) la presencia salvadora de Dios117. 37-62. 116 Prigent. 117 Prigent. y abrió un nuevo panorama. “Principi d’interpretazione dell’ Apocalisse”. en la experiencia de los fie- les de la comunidad. los cristianos interpretan la pascua de Jesús como irrupción del tiempo definitivo de Dios. sino de aquello que está su- cediendo ahora (en forma de revelación escondida). en: Associazione Biblica Italiana. AdC 71 (1961). Les secrets. E. Revelation. Según este sistema. M. Grand Rapids 1981. las escenas del libro tienen sólo un valor teológico. “Apocalipsis de San Juan”. Ladd. porque expresan el constante drama. b) la recapitulación no es un sistema de interpretación sino un procedimiento literario. no todo el libro. Texto y comentario por profesores de la Compañía de Jesús.). 576-584. 408-413. de la lucha entre el bien y el mal. D) el preterista. BAC. es decir. entre la Iglesia y los poderes de este mundo. 2) el recapitulativo. B) el historicista. C) el futu- rista. como cuando se refiere a la ciudad de Roma (17.10) 123. consiste en interpretar las imágenes y visiones del Apocalipsis de una manera simbólica. Nosotros. así como sus puntos débiles y criticables. Pate (ed. 25 . E) el pascual. 4) el escatológico. c) el análisis literario tampoco es un sistema de interpretación sino un paso previo de crítica literaria para de- terminar las fuentes y documentos empleados por el autor o los autores. The Expositors Bible Commentary 12. L'Apocalypse. 7) el de las religiones comparadas. quien enumera siete modelos: 1) el milenarista. 672-673. Madrid 1962. Four views on the book of Revelation. 44-49. 6) el del análisis literario. 273. Grand Rapids 1993. Bartina. C. en: La Sagrada Escritura. que durará tanto como el mundo. sin relación con acontecimientos históricos determinados. aplicable a la Iglesia de todos los lugares y de todos los tiempos. o de la teología de la historia. o como dice Allo. 3) el de la historia universal de la iglesia. 121 Véase por ejemplo Beale. Pero sobre esta cla- sificación conviene notar que: a) el milenarismo es sólo un modo de interpretar el capí- tulo 20. Grand Rapids 1998. B) El modelo historicista tion”. según la historia que hemos expuesto.9). Según este sistema. el Apocalipsis contiene más que nada una teología de la historia. 122 Allo. A) El modelo simbólico Llamado también espiritual. Una de las críticas más significativas que se le señala a este sistema es que no tiene en cuenta las numerosas alusiones a la historia que el autor del li- bro ciertamente hace. Eerdmans. Nuevo Testamento III. Una excepción la constituye S. o idealista. espiri- tual. 123 G. A continuación expondremos las características de estos modelos. sino con mayor o menor acentuación de elementos en uno u otro. pues. Zondervan. creemos que se pueden clasificar en cinco: A) el simbólico. Zondervan. 5) el de la historia contemporánea del autor. A Theology of the New Testament. Estos modelos no se encuentran en estado puro entre los autores. una filosofía de la histo- ria religiosa válida para todos los tiempos122. EL LIBRO DEL APOCALIPSIS parlos en cuatro121. que puede aplicarse a diversos sistemas. o al emperador reinante (17. hasta la venida triunfal de Jesucristo. o de la historia final (end- geschichtlich). Gran Rap- ids 1979. aún faltan cumplirse en un futuro cercano. Afirma que el Apocalipsis describe los últimos acontecimientos de la historia inmediatamente anteriores al juicio universal y a la consumación final. los grandes acontecimientos de la historia desde el comienzo de la Iglesia hasta el fin del mundo. 126 A pesar de las diferencias. La principal observación que se le hace a este sistema es que se presta para que cada intérprete descubra en los símbolos del libro lo que le plazca. Actualmente casi nadie lo sigue. Para este mo- delo interpretativo. Ribera en el siglo XVI. Beato de Liébana. como notan los críticos. Se trata. o de la histo- ria del mundo (weltgeschichtlich). 49. C) El modelo futurista Se lo llama también modelo escatológico. y los católicos contra los enemigos de turno de la Iglesia. inicia de manera inci- piente este modelo en el siglo VIII. al que estaba dirigido124. pero su gran exponente será Joaquín de Fio- re. Hailey. Baker. priva de toda ac- 124 H. y la exégesis científica lo considera ignominioso125. algunas de las visiones del libro ya se han cumplido. un libro así habría tenido escaso interés para los lectores del siglo I. inaugurada por F. Esta forma de interpretación. y algunas. Y la creencia popular está marcada por esta interpretación. Por eso hoy en día hablar del Apocalip- sis para muchos equivale a hablar del fin del mundo. del sistema más cómodo de todos puesto que deja los pasajes más obscuros librados al porvenir. Además. lo que Juan detalla en su obra es ante todo el fin del mundo. en forma enigmática. 26 . 125 Con razón Allo (L'Apocalypse. las últimas. en su famoso Commentarius. fue compartida y desarrollada por numerosos autores después de él126. a la que hay que añadir el preconcepto del elemento catastrófico. sostiene que en los símbolos del Apocalipsis se encuentran anunciados. Revelation: An Introduction and Commentary. Según este sistema. ÁLVAREZ Conocido también como modelo de la historia universal. como vimos que de hecho ocurrió con el protestantismo que lo empleó contra el papado y la Iglesia Católica. 232) declara que esta forma de leer el Apo- calipsis constituye el método más opuesto que existe al espíritu de Juan. muchos comentaristas modernos sostienen que gran parte del Apocalipsis anuncia sobre todo el final de los tiempos y la segunda venida de Cristo. otras se están cumpliendo en el presente. A. de manera que las calamidades y castigos que allí vienen descritos de- ben entenderse como las señales precursoras propias de esta época terminal de la historia. ni tampoco los acontecimientos futuros. 129 Recientemente han defendido esta interpretación las obras de C. propone ver en el Apocalipsis una descripción de los sucesos políti- cos contemporáneos al autor. y lo relega como manual de los futuros supervivientes de la gran tribulación final127. 128 Johnson. pues. el ene- migo que trata de aniquilar a la Iglesia es el Imperio Romano. del que no se cansa de revelar sus múltiples facetas. ni política. Vuurbaak. y la transformación operada en el cosmos gracias a ella. este mode- lo sostiene que en el Apocalipsis no debe buscarse la clave de la historia mili- tar. Chilton. Sólo desde el capítulo 21 en adelante se aplica a la etapa última de la Iglesia y a la segunda venida de Jesu- cristo. ni social del mundo. pues. 409. el libro relata el surgimiento de la Iglesia. Groningen 1971. narrados de una manera simbólica. 27 . Este sistema tiene el mérito de respetar el contexto histórico original del libro. EL LIBRO DEL APOCALIPSIS tualidad al Apocalipsis. Además. Openbaring van Jezus Christus. Sin embargo. concre- tamente su muerte y resurrección. y el esfuerzo del judaísmo por aniquilarla. E) El modelo pascual Expuesto por primera vez sistemáticamente por E. Corsini. Según una. y las visiones se refieren a los acontecimientos históricos que tienen que ver con alguno de esos dos sucesos 128. “Apocalipsis”. sea la caída de Jerusalén en el año 70. van der Waal. Luis de Alcázar fue el gran propulsor de este sistema en el siglo XVII. “Revelation”. D) El modelo preterista Denominado también modelo de la historia contemporánea (zeitges- chichtlich). sea el hundimiento del Imperio Romano. 581. Las diversas visiones del libro no describen la cronología del fi- nal de los tiempos sino que son variaciones del mismo y único tema. El Apocalipsis anunciaría. Days of Vengeance. la mirada de fe de un creyente que descubre lo 127 Bartina. Inleiding en Vertaling. El modelo preterista tiene dos líneas principales. se presta a muchos excesos cuando se trata de identifi- car cada visión del libro con acontecimientos concretos del siglo I. lo cual limita en gran parte su credibilidad. Según la otra. El Apocalipsis es. Su tema único y central es la historia de la venida de Jesucristo al mundo. tiene la debilidad de aplicar las descripciones del Apocalipsis sólo a los hechos históricos antiguos que conocemos gracias a otras fuentes. y partir de él se extendió a numerosos autores y comentaristas129. En este modelo. la Iglesia aparece como un grupo débil. la línea de Corsini nos parece menos probable. Es la visión de la escatología realizada. A. que ya vive la gloria de las bendiciones eternas. No se trata de una revelación estructurada en el famoso esquema “ya pero no todavía”. un ouvrage important”. El cristia- no no goza ahora sólo de primicias. Según nuestra opinión. 18. sino que puede vivir hoy en plenitud las consecuencias de la salvación operadas con el misterio pascual de Jesucristo. Apocalisse. Por lo tanto creemos que el modelo propuesto por Prigent es el que más pers- pectivas abre para una interpretación del Apocalipsis. “Sur L’Apocalypse de Jean. Una. que llamamos “modelo pascual preparatorio”. explica una parte de las visiones del Apocalip- sis como alusiones a distintas etapas del AT preparatorias a la venida de Cristo. P. concepto teológico difícilmente presente en la mentalidad de Juan. ScEs 37 (1985). Es la línea seguida por Corsini130. 130 Corsini. e incluso por momentos forzada132. L’Apocalisse. vacilante. Michaud. 132 Como por ejemplo cuando sugiere (página 48) que el episodio de los dos testigos de Ap 11 alude a la humanidad envuelta en pecado original. 231-246. La otra. el “no todavía” ya está todo en el presente. 28 . que denominamos “modelo pascual consecutivo”. 131 Prigent. Frente a los ojos de los demás. Este modelo puede subdividirse en dos corrientes. Para los ojos de la fe. Sin embargo. ÁLVAREZ que ocurrió ya en la historia. Es la postura de Prigent131. 749-750. sin importancia ni futuro. se trata de un pueblo vencedor. el modelo pascual es el sistema interpretativo más convincente de cuantos se han propuesto hasta el presente. explica todas las visiones del Apocalipsis como descripción de las consecuencias producidas en el mundo por la victoria de Jesucristo sobre la muerte. Una extensa y ponderada crítica a Corsi- ni puede verse en J.
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