El jardinero de losRolling Stones Luis Alberto Bravo ESTA NOVELA OBTUVO LA BECA DE CREACIÓN DEL FONCA PARA EL PROGRAMA DE RESIDENCIAS ARTÍSTICAS PARA CREADORES DE IBEROAMÉRICA Y DE HAITÍ (MÉXICO, 2014) FUE TUTOR DE LA OBRA DURANTE LA RESIDENCIA LA ESCRITORA ARGENTINA-MEXICANA SANDRA LORENZANO PREMIO NACIONAL DE LITERATURA MIGUEL RIOFRÍO 2015, ORGANIZADO POR LA CASA DE LA CULTURA DE LOJA. SIENDO EL JURADO LOS ESCRITORES: LUCRECIA MALDONADO, HANS BEHR MARTÍNEZ y LUIS SALVADOR JARAMILLO B A E H E C S A N H D O U O N R E A L E L L O J S R A O R L D L (U n a I I N N novela G E S R T O O D N r o c k) Nota: Pertenece a la ficción todo aquello que no se pueda comprobar con registros externos a este libro E E S Aquel que no haya muerto joven, merece morir Emil Cioran Me gusta la idea de gente desconocida perdida en el mundo. De niña creía que... si nadie de tu familia o amigos sabía de tu muerte… era como si no estuvieras realmente muerto. La gente inventará lo mejor y lo peor de ti. Céline, Before sunrise Para Alisson y Alexandre, quienes se alimentan de nubes y de arco iris Prefacio En mayo de 2008 volví a Frog Hollow. La hiedra de las paredes había desaparecido totalmente. Los arbustos ya no eran tan altos, es decir, ya no eran; solo dos maceteros escoltaban la escalerilla de piedra. Y el buzón de correo había perdido los colores rasta; hace mucho tiempo que lo habían reemplazado por otro tan serio como la pintura de acero sólido que lo cubría. Para mi sorpresa, el letrero ovalado de color negro permanecía en el mismo lugar. Saqué mi polaroid y le hice una foto (en realidad, éste fue el último documento que agregué a Orina en el arco iris). Por un momento, olvidé todas las motivaciones que me habían llevado hasta ahí. Terminé admirando el paisaje. No había nubes. El sol aparecía y desaparecía entre las hojas de los árboles. Treinta grados, como mínimo, me daban en el rostro. Un coche pasó. ¡El tipo, al volante de aquel Mercedes-Benz, me pareció que era el actor Stanley Tucci! Durante varios minutos estuve perdido y maravillado en mis meditaciones: no lograba convencerme de la última vez que había estado ahí. «Vaya», pensé en voz alta. «Si fue cuando tenía catorce años». Eran los mismos árboles, salvo sus hojas. El follaje no era tan denso como en aquellos años, pero podía admirarlos y ellos seguramente me recordaban. Al final de cuentas, qué eran treinta años para aquellos árboles tan viejos. Primera Parte PARTE DEL AMOR QUE VIVIMOS MUERE E n 1979, Scott Cantrell, de 17 años de edad se pegó un tiro en la cabeza con una pistola propiedad de Keith Richards. La investigación policial concluyó que Anita Pallenberg no se encontraba en la misma habitación, al momento del disparo, tampoco en el mismo piso de la casa. Sin embargo, esta conclusión nunca fue aceptada por la familia Cantrell; para quienes la posibilidad de que Scott hubiera sido asesinado siempre se mantuvo latente. Las investigaciones no oficiales acusaron manipulación en el escenario de los hechos; además del posible encubrimiento a un asesino. Ante la oscuridad del caso, se acumularon las teorías. Desde la creencia que la muerte de Scott se debió a una negligencia propia —al querer emular la escena de una película—, hasta hipótesis más excéntricas que aseguraban que el disparo estuvo precedido por una sesión de magia negra. — Scott podía estar deprimido o enojado con alguien, pero a los diez minutos ya se le pasaba —comenta su hermano Jim, de 24 años—. — ¿Qué crees que pasó? — No estoy seguro. Scott no era un ángel, pero sinceramente no creo que él hubiera jalado el gatillo. — ¿Crees que su relación con Anita, influyó para mal? — Absolutamente, estoy convencido de eso. Esa mujer no fue una buena influencia para él. Violeta, la madre de Scott se había suicidado, varios meses atrás, en septiembre. Al momento de morir tenía 47 años, y hacía seis que luchaba con los dolores de espalda y la presión arterial alta. En vísperas de la quinta operación, no pudo sobrellevarlo más. Fue al garaje y se envenenó con monóxido de carbono. Dejó una nota: «No puedo soportar el dolor por más tiempo. Adiós». Alguien advirtió del humo y llamó a los bomberos: «Algo sucede en una casa de mi vecindad, y no creo que estén asando barbacoa…». No había nadie, aparte de Violeta, en la casa aquel día. «Cuando la encontraron, los ojos de la pobre mujer lucían como el de los pescados en el Billingsgate Market, cualquiera podía reflejarse en ellos», comentó la señora Sutcliff. Durante unos veinte minutos ventilaron el lugar. Poco a poco la nevera, las herramientas y la Ford F100 del ‟62 pudieron visualizarse entre aquel cúmulo gris. Pero de esos veinte minutos, solamente un tercio de aquel tiempo bastó para declararla oficialmente muerta. De los cinco bomberos, únicamente dos de ellos utilizaron sus respectivas máscaras de oxígeno. Una vez normalizado el caos, el vecino que había realizado la llamada se animó a probar la puerta automática (por simple curiosidad) y comprobó que funcionaba correctamente. *** La cifra de suicidios reales, de aquel septiembre de 1978, fue cinco veces menor a la que facilitaron los medios escritos, exagerada en 206 casos (más 19 casos de tentativa de suicidio). Dos meses después, en noviembre, se había incrementado notablemente como reflejo del suicidio colectivo acontecido en Jonestown (Guyana). Para inicios del siguiente año, decreció un 4 %. Keith Richard alquiló a mediados de 1977 una finca en la aldea South Salem, en NY (Condado de Westchester) a donde se fue a vivir con su novia italoalemana Anita Pallenberg. La mansión de clásico estilo colonial tenía doce habitaciones.* Pero debido a su natural nomadismo, Keith no estaba tan seguro de quedarse ahí por mucho tiempo. Y solamente cuando Anita dejó de ver fantasmas de indios merodeando el lugar, se decidió a comprar la mansión. — La casa había sido bautizada con el nombre de Frog Hollow — comenta Isabel—, qué gracioso, pero así la llamaban. Yo estaba ahí por Charles, mi novio, en esa época. El 8 de octubre de 1978, Isabel Montecinos, una actriz española los visitó con su novio Charles Delahaye, un guitarrista francés, amigo de Keith. Y a quien los Stones, pero muy especialmente Keith, solían invitar a tocar (cada vez que viajaban hacia lugares exóticos) o a participar en proyectos musicales que duraban apenas un verano. De aquel día en Frog Hollow, Isabel recuerda, entre otras cosas, haber quedado impresionada por el jaguar plata del rockero y la enorme foto de Keith retratado por Annie Leibovitz. — ¿Foto? — Sí. Aquella en la que sale con un pañuelo negro en pose y actitud Lawrence de Arabia —Isabel guarda silencio unos segundos, se mira la mano izquierda, luego se acomoda en el sillón —Charles me había dicho que Keith le debía un favor. No quiso contarme nada más. Aquel viernes 20 de julio de 1979, tiene para Isabel la asociación con otro hecho trágico: la muerte de Charles. Ocurrido solamente un mes después, * Se creía que Frog Hollow era del siglo XVIII. Varios años atrás, en junio de 1971, Keith, Anita y Marlon se habían ido a vivir a la Costa Azul, al sur de Francia. Nellcôte, la casa que estaba sobre la colina frente a la bahía de Villefranche era del siglo XIX, tenía 16 habitaciones y techos de 6 metros de alto. Aquella primavera, los Richards, la acondicionaron para la grabación del disco Exile on Main St. en un accidente en el circuito de Mugello-Italia. «Estaba haciendo prácticas en un coche de Fórmula 2… Ese año, 1979, ocurrieron muchas cosas terribles… llegué a pensar que todos los que estuvimos aquel día en aquella casa, iríamos muriendo uno por uno», comenta. Luego de segundos difíciles en los que parecía iba a llorar, Isabel volvió a recuperar algo de gracia cuando recordó el shock que le significó conocer la infidelidad de Anita Pallenberg. — Recuerdo que Scott estaba de visita. Mi impresión fue que era mucho mayor. Por lo alto que era no parecía alguien que tuviera dieciséis años. Yo iba a cumplir quince. Y de algún modo me sentía intimidada por él. Scott… él… no sé, me pareció que tenía una actitud machista. Lo recuerdo sentado en el sofá, en silencio, pasando las páginas de una revista mientras bebía un vaso grande de leche. No tenía ninguna cualidad. Y la única razón por la que veía en su dirección era por la sensacional portada de la revista. — ¿Quiénes más estaban ahí? — En la habitación de al lado, Marlon, el hijo de Anita y Keith, veía televisión y hacía dibujos con lápices de colores. Keith dormía en su habitación, tenía menos de 24 horas de haber llegado de Los Ángeles. Y la razón por la que había vuelto había sido únicamente para grabar el especial de Saturday Night Live con los Stones *. La madre de Keith y la pequeña Angela también estaban de visita, pero eran un tanto esquivas, nunca se detenían en la sala y pasaban de la habitación de arriba hacia el jardín y viceversa. Cada tanto, la sirvienta venía a limpiar la alfombra persa y advertía a Anita de la presencia de intrusos en la puerta (que solicitaban ver a Keith alegando ser de una revista que quería entrevistarlo) Todos, salvo unos adolescentes que vendían dulces de puerta en puerta, fueron mandados a volar. En algún momento, Marlon se le acercó a Scott y hablaron mucho. Me dio la impresión que eran * 7 de octubre de 1978 muy amigos. Ahora que sé quién es Scott, pienso que me hubiera gustado cruzar unas palabras con él. Pero, en aquel tiempo, yo no tenía ni idea de que estuviera involucrado con Anita. Aquel día, en la sala, nunca se me pasó aquello por la cabeza. * Cuando Isabel y Charles visitaron a los Richards, aquella mañana del 8 de octubre de 1978, Scott y Anita aún no empezaban su idilio. Aquello ocurriría tres semanas después. Aquel día de 1978, fue la única ocasión en que Isabel estuvo en Frog Hollow. La agenda de Anita Pallenberg, antes ocupada con visitas al taller de Andy Warhol o al departamento de William Burroughs… entre agosto y noviembre de 1979, fueron, en cambio, de audiencias y declaraciones. Pero poco a poco, los argumentos de la defensa se impusieron. Y finalmente la versión oficial de los acontecimientos, de la pasada noche del 20 de julio, resolvieron que Pallenberg no tuvo culpa. ANITA PALLENBERG (su versión en el juicio): Estaba ordenando la habitación, cuando escuche un “clic” y a continuación, un disparo. Pensé «por favor, por favor, por favor que no sea Marlon». Subí y descubrí a Scott sangrando. Se había disparado en la parte posterior de la cabeza, justo detrás de la oreja derecha. La bala le había salido muy cerca de la frente. Pero incluso así, Scott podía hablar. Gritaba en realidad. Tuve mucho miedo. Yo también gritaba. Él me pedía ayuda. Me acerqué y lo primero que hice fue quitarle el arma, grave error, y la coloqué en la cómoda. Lo incorporé para que pudiera respirar. Yo gritaba cada vez más fuerte, creyendo ilusamente que así llegaría más rápido la ayuda. Sobre los acontecimientos posteriores a la ayuda, hay dos versiones. La primera asegura que cuando la policía llegó al exclusivo suburbio neoyorkino, encontraron a Scott muerto en la cama de Anita Pallenberg. Una persona, quien prefirió el anonimato, declaró a un medio: «Se encontró también el arma, una Smith & Wesson, calibre 38 que Keith había comprado en Florida, durante la última gira del grupo en el „78» *. Pero en cambio, la familia Cantrell sostiene que el joven jardinero se encontraba vivo cuando la ayuda llegó. «Mi hermano estaba vivo cuando las autoridades llegaron a la casa. Toda la escena fue manipulada por los EMTs **, la familia de Anita y la policía», explica Patricia, una de sus hermanas, quien también cree que voluntarios de la zona conformaron el equipo de rescate. El padre de Scott, un excombatiente de la guerra de Corea, menciona la existencia de un registro donde se puede * Se refiere a la Rolling Stones US Tour 1978, gira que siguió al lanzamiento del álbum Some Girls de ese mismo año. Empezó el 10 de junio de 1978 y finalizó el 26 de julio de 1978. ** Técnico de emergencia médica. A menudo son empleados en las ambulancias médicas, pero también en el cuerpo de bomberos y en el departamento de policía. comprobar que Scott llegó con vida al Hospital Northern Westchester, a las 12:15 a.m.; y que murió dos horas más tarde del disparo. El registro al que se refiere el padre de Scott se trataría del informe que en su momento presentó el detective Douglas Lamanna, quien fue la persona que respondió a la llamada de auxilio aquel día viernes 20 de julio de 1979, a las 10:35 p.m. No obstante, al estar el caso cerrado, el contenido de aquel documento solamente servía para la charla del domingo, frente a la TV apagada. Encendida no tenía sentido. Nadie quería ver partidos de béisbol sin Scott y estaban hartos del tema del momento: Jimmy Carter y la crisis de rehenes en Irán. Patricia agrega con rencor: «Llegué a Nueva York desde Maine, doce horas después de la muerte de Scott. Fui a la residencia de Keith Richards, quería ver el escenario de los hechos. Jeff Sessler y Mackenzie Phillips me recibieron en la puerta, pero no me dejaron entrar. ¡Cuando todo lo que yo quería saber era cómo había sucedido! Además, quería recuperar las cosas de él. (Se interrumpe para respirar). Lo menos que pudieron haber hecho era contarme cómo había sido la última noche de mi hermano. En cambio, estaré toda la vida agradecida con aquel anónimo periodista, quien luego de haber asistido a la residencia de los Richards, me hizo llegar las botas y una chaqueta de cuero que pertenecieron a Scott. Ambas cosas olían a él». En las declaraciones que hizo el detective Douglas Lamanna acerca del escenario que vio al llegar a Frog Hollow, menciona que encontró a Scott Cantrell «respirando, pero inconsciente». Contradice a Pallenberg respecto al viaje que hizo la bala por el cráneo del joven: «La bala fatal entró por la sien derecha para salir por atrás de la cabeza, luego rebotó en el techo y finalmente aterrizó en el suelo». Además, describe el vestuario de Scott, aquel día: 1) Una camisa café 2) Un blue jean (con cerillos en uno de los bolsillos) 3) Descalzo (encima de la cama). Una primera inspección del dormitorio, donde había ocurrido la tragedia, se llevó a cabo: elementos decorativos (rotos), antigüedades en el suelo, noticias periodísticas pegadas en una de las paredes, olor de sábanas manchadas, una silla que sostenía una esquina de la cama, y varias botellas abiertas de Jack Daniel‟s junto a latas vacías de ginger ale (de la marca Canada Dry); se cree que la mezcla de ambas bebidas era lo que habían estado bebiendo Scott y Anita. Todo esto bajo una atmósfera de penumbra y misticismo. Larry Sessler, el otro hijo de Fred Sessler, dijo que con el estruendo una de las esquinas de la cama de roble había colapsado, así que había colocado él mismo una silla. Pero Lamanna tiene sus dudas. El ambiente de penumbra de la habitación y el carácter autodestructivo de Anita le llevan a creer que la silla ya había estado cumpliendo dicha función desde mucho tiempo antes. Durante la recreación de los hechos, uno de los detectives encendió el televisor, quería comprobar si funcionaba… en efecto… funcionaba. El anuncio de un comercial de detergente apareció en aquel momento. Curiosamente la versión de Douglas Lamanna se contradice con unas declaraciones que brindó a GLOBE; y que fueron recogidas en un artículo de Charles Lachman que repasa los acontecimientos de la noche del viernes 20 de julio de 1979: 1) Luego de que Anita se levantara de la cama para ordenar la habitación… 2) Escuchó un disparo. 3) Al volverse, vio a Scott sangrando. Dice la nota periodística: «Se volvió a Scotty. La sangre brotaba de su cabeza, justo debajo de la oreja izquierda, donde había puesto el cañón de una Smith & Wesson calibre 38». 4) Acto seguido, Anita toma el arma y lo coloca en unos de los cajones (creyendo que de esa manera existiría menos peligro para ambos). También se recogen las declaraciones del factótum de Richards, su primo Jeffrey Sessler: «Ella, Anita, vino corriendo por las escaleras. Estaba histérica. Gritaba lo que había sucedido.» Además, Sessler menciona que Cantrell llevaba viviendo poco más de un mes en Frog Hollow y que había sido invitado por la misma Anita Pallenberg. CHARLES LACHMAN: ¿Estaba Anita enamorada de Scotty, un chico veinte años más joven que ella? JEFF SESSLER: Claro que no. CHARLES LACHMAN: ¿Está seguro? JEFF SESSLER: Absolutamente. CHARLES LACHMAN: ¿Qué actitud tenía Scott, antes del disparo? JEFF SESSLER: Lo vi sonriente. No había en él señales de tristeza. CHARLES LACHMAN: Robert Cantrell, el padre de Scott ha dicho: «¿Por qué un chico guapo de 17 años está viviendo en una casa con una mujer de 35 años de edad, mientras su marido está de viaje? Es obvio». JEFF SESSLER: Él… él le había hecho pequeños trabajos para ella en la casa. CHARLES LACHMAN: ¿Qué clase de trabajos? JEFF SESSLER: Limpiar el granero, por ejemplo. Y fijar varias ventanas. CHARLES LACHMAN: ¿Qué cree que Anita sentía por él? JEFF SESSLER: Anita sentía lástima por el chico. Nada más. Dicho artículo periodístico es uno de los pocos que se atreve a mencionar sobre las declaraciones que en su momento hizo el portavoz policial, acerca de la ubicación de todos los habitantes de la mansión, aquel día, al momento del disparo: «La señorita Pallenberg se encontraba en el dormitorio principal con él (Scott)… Keith Richards no estaba en la casa en ese momento (…) Jeffrey Sessler se encontraba abajo en la casa cuidando a Marlon». Y finalmente, la conclusión de Lamanna: «Definitivamente fue un suicidio». Nota: Charles Lachman actualmente es un escritor y productor ejecutivo. Sus temas e intereses periodísticos siempre se han enfocado en la persona ordinaria que de un momento a otro se ve envuelta en una circunstancia extraordinaria. Su característica natural era conseguir la primera nota y entrevista del suceso. Es muy probable que se trate del “anónimo periodista” que rescató las botas y la chaqueta de cuero de Scott. Entre sus libros publicados contan: Footsteps in the Snow (2014), The Last Lincolns: The Rise & Fall of a Great American Family (2008), A Secret Life: The Lies and Scandals of President Grover Cleveland (2011), entre otros. JEFF SESSLER: ¡Hey, detective! Bajaré a comprar cigarrillos. ¿Quiere uno? CHARLES LACHMAN: No, gracias. PISTAS 1) Se ha especulado que el arma mortal que acabó con la vida de Scott Cantrell era la misma que había desaparecido de la oficina del sheriff de Fort Lauderdale (Florida). Y que fue reportada como robada el 25 de mayo de 1978. 2) Al poco tiempo, aquella arma la compró Keith Richards, desconociendo su origen. 3) La noche del viernes 20 de julio de 1979, Keith Richards se encontraba ausente de su casa en South Salem. Tenía un tiempo viviendo en París con su novia, la modelo sueca Lil “Wenglass” Green *. Se había reunido con los demás miembros del grupo para la grabación del Emotional Rescue. La grabación se la llevaba a cabo en el EMI-Pathé Marconi Studios. ** 4) En la vida privada del guitarrista, Anita Pallenberg ya ocupaba una segunda fila. De amante-novia-concubina a madre de sus hijos, había vuelto a ser algo de lo primero. Pero una foto borrosa, claro está. Nunca se casaron. * Su verdadero nombre es Lil Wergilis, pero solía hacerse llamar Lil “Wenglass” o su nombre de casada Lil Green. ** El autor Pierre Mikhailoff, en su libro Noir Désir, Bertrand Cantat: un destin rock. Ed. Alfeo, 2009, sostiene que la canción All about you (el último track del álbum Emotional Rescue) era una clara alegoría a las consecuencias de la infidelidad de Anita Pallenberg, que desembocó en la ruptura definitiva de la pareja. Dicho tema fue grabado entre enero y febrero de 1979. Además de Scott Cantrell (17 años) y Anita Pallenberg (35 años), las otras personas que se encontraban en Frog Hollow la noche del 20 de julio de 1979, eran: Jeffrey (“Jeff”) Adam Sessler Richards (25 años), Mackenzie Phillips (19 años) y Marlon Richards (9 años). La pareja Richards-Pallenberg, había procreado a tres niños: 1) Marlon, * 2) la pequeña Dandelion, luego llamada Angela (7 años, quien pasó su infancia con su abuela Doris) 3) y Tara ** (quien nació en 1976 y falleció 10 semanas después de nacido). Minutos antes del disparo (efectuado entre las 22:16 p.m y las 22:35 p.m, de esa noche), Jeff Sessler había subido a la habitación con bocadillos. Fue así que pudo ver a Scott Cantrell, acostado en la cama matrimonial de los Richards: viendo en la televisión algo relacionado al alunizaje. *** — Ellos estaban bebiendo vino y riendo. (…) Él estaba acostado bajo las sábanas, pero vestido…— declararía Jeff, con énfasis en pero vestido. Y que al agente… tal pronunciación la relacionó con el tono que utilizaría un atleta olímpico para señalar que le ganaron una competencia de manera pírrica. **** * Marlon Leon Sundeep Richards (Londres, 10 de agosto de 1969). Se dice que fue él la inspiración primera para el tema “Wild horses” (1971). Presuntamente a Richards le pesaba desprenderse de su pequeño, así que elaboró algo similar a una canción de cuna, pero la incursión de Jagger le dio un toque de ensayo nostálgico al fondo de una furgoneta hippie. ** Llamaron al pequeño Tara, en honor de Tara Browne, amigo de Keith. Browne había fallecido el 18 de diciembre de 1966. El pequeño Tara murió en Suiza, el 6 de junio de 1976. Keith se encontraba en París (lo acompañaba Marlon), en la gira europea de aquel año. Después de este hecho, enviaron a Angela a vivir con su abuela. *** El dato sobre el programa que transmitía la TV, al momento del disparo, no sería tan exacto. Existiría otra versión. En las declaraciones que Anita Pallenberg brindó, en los momentos de los interrogatorios, menciona que ella y Scott se encontraban en la cama viendo un capítulo de la serie The Odd Couple (La extraña pareja). Declaración recogida en el libro Rolling Stones: Off the Record, del escritor Mark Paytress; en el capítulo WEDNESDAY, 20 JULY 1979. Aunque no fue miércoles sino viernes el día en el que ocurrió el hecho que acabó con la vida de Scott Cantrell. **** En los informes que brindó Anita Pallenberg a la policía, mencionó que Scott se encontraba acostado en la cama sobre las sábanas, cuando ella se había puesto a ordenar la habitación. Confiesa que previamente habían discutido, pero que ya se habían empezado a calmar los ánimos entre ambos. (Teenager Dies in Keith Richards' New York Home, Chet Flippo, 6 de septiembre 1979 edición de septiembre de 1979 de la revista Rolling Stone) Existen discrepancias sobre los lugares exactos de cada uno en el momento del disparo. Por ejemplo, nadie se pone de acuerdo sobre el lugar donde se encontraba el pequeño Marlon. Los familiares de Scott lo ubican en la misma habitación donde se produjo el disparo. Pero no tienen pruebas concretas de aquello. La versión oficial sostiene que el hijo del músico se encontraba, junto a Jeff Sessler viendo la televisión en el piso de abajo. Varios años después, Marlon, con pinta de sir inglés arruinado por un boxeador, recordaría a quien un día lo cuidó cuando era niño. — Un día Scott me mostró una pistola y me dijo que iba a matar a Keith. No estoy seguro si era la misma arma fuego que encontraron en la habitación. En todo caso, me preocupó mucho. En aquel momento no podía entender por qué me decía aquello. Ahora eso me molesta. Hasta cierto punto es un alivio que haya sido él quien se pegó el tiro. —¿Cómo recuerdas a Scott? — Era un muchacho muy desagradable. Tenía diecisiete años y no hacía más que decirme que iba a dispararle a Keith. —¿Por qué crees que se disparó? —Fue pura mala suerte. No creo que tuviera intención de pegarse un tiro, era solo un idiota de diecisiete años, drogado, enfadado y jugando con una pistola. * Marlon Richards apoya la teoría de la ruleta rusa. «Estoy seguro que la influencia vino de la película El cazador **. Hay una escena… bueno… hay varias escenas del juego de la ruleta rusa en aquella película, pero en una de ellas, Christopher Walken irrumpe en la sala y con sangre fría gatilla en su cabeza. La bala no sale. Y al seguir vivo se llena con un aura de poder. En segundos, el tipo alcanza un estatus superior ante los demás. Se vuelve un semidiós, o casi. Alguien digno de admirar. Y fue eso, sin duda, lo que le inspiró a Scott. Ya sabes, * Life, Keith Richards, página 388. ** The Deer Hunter, dirigida por Michael Cimino. Fue conocida en Hispanoamérica con el título El cazador. hay chicos que se lanzan por la ventana porque así lo hizo Spiderman. Son muy susceptibles a la ficción. Pero claro, no todos en la vida son como el tipo que gatilla en su cabeza: un, dos, tres… y la bala nunca sale». Anita, como se ha mencionado anteriormente, al momento del disparo se encontraba “ordenando la habitación”… cuando escuchó un pum, tan simple como el estallido de un petardo. La defensa se preocupó en mencionar que al momento del disparo: ella se encontraba en otra habitación de la casa, en otro piso. Por último, el escenario lo completaban Sessler y Phillips, quienes, unos minutos antes del disparo habían traído comida; en el momento fatal se encontraban preparando sándwiches y servían bebidas que iban a llevar al dormitorio (lo que en apariencia se iba a convertir en una juerga nocturna: prolongación de la marihuana y el vino blanco que habían consumido durante toda la tarde de aquel día). En sus declaraciones, Jeff Sessler negó que Scott se hubiera tratado del jardinero oficial de la mansión: «Él estaba ahí estrictamente por negocios, sí, pero de ningún modo tenía oficio de jardinero. Scott a Anita le daba lástima, ésa es la absoluta verdad. Así que ella le estaba dando al muchacho la oportunidad de que pudiera ganarse unos cuantos dólares. (…) Por eso limpió el granero y se ocupó de colocar cuatro ventanas. Aunque al final, todos somos jardineros cuando meamos». Dos meses antes de estas declaraciones, en la rama de un árbol, Jeff había grabado con una pequeña navaja, las iniciales “J. S.”, con fecha “mayo de 1979”. En los diarios de Andy Warhol que fueron editados en un libro por su secretaria Pat Hackett, se menciona en tres ocasiones a Anita Pallenberg. Dos de las cuales hacen referencia a la muerte de Scott. En el registro de Warhol existen errores cronológicos y de escenarios. Para cuando muere Scott, Warhol se encontraba en París. No obstante, él, Warhol señala los acontecimientos de South Salem en una fecha (19 de julio de 1979) cuando todavía los hechos no habían ocurrido. Y se equivoca en el registro del lugar. «Jueves, 19 de julio, París 1979, p. 227: ... Llegaron Mick (Jagger) y Jerry (Hall). Mick lleva barba. Jerry se había puesto un collar de perlas que él le había regalado. Mick está grabando un disco. Estuvieron hablando sobre el novio adolescente de Anita Pallenberg que se había suicidado en la cama de su habitación...» * Y una página más adelante… Warhol, quien ya estaba en Londres, vuelve a mencionar a Pallenberg a propósito de una pelea al teléfono entre Jagger (París) y Bianca (Londres). «Sábado, 21 de julio, Londres 1979 Bianca tuvo que ponerse todos sus Halston** mientras él estaba en Londres. Estaba disgustada porque Mick la había llamado y se habían peleado por Jade. Le dijo que él podía tener más hijos y ella no, y ella se ofendió y dijo que sí podía. Utilizan a Jade como si fuera una propiedad y se hacen daño el uno al otro. Quería que Jade estuviera con él el día de su cumpleaños, pero Bianca no quería dejarla ir, dijo que era mala publicidad a causa del suicidio del novio de Anita Pallenberg.» * En otras traducciones se confunde la edad, ya no es diecisiete sino setenta (seguramente luego de confundir seventeen con seventy). También se confunde información, al mencionar que los hechos ocurrieron en la cama de un hotel. ** Por Halston, Warhol se refiere a indumentarias de Roy Halston. Como pasa siempre, cada vez que se intenta registrar la realidad… se contamina con ficción irremediablemente. Y casi seguro la memoria de Warhol no era implacable. La realidad oficial es un producto de las impresiciones. Y acá, tal parece que la confusión que generaron algunos datos —y los volvió ambiguos— se debieron estrictamente a errores en la edición y la traducción. ANDY WARHOL: Pat… PAT HACKETT: ¿Sí? Dime, Andy. ANDY WARHOL: ¿Tienes hermanos? PAT HACKETT: No. ¿Y tú? ANDY WARHOL: No importa. Aquel día viernes 20 de julio de 1979, cuando 1) la bala atraviesa el cráneo de Scott Cantrell 2) para salir por la parte superior de su cabeza, 3) alcanzar el techo, rebotar, 4) y finalmente estrellarse en el suelo del dormitorio matrimonial de los Richards, en París eran las 4 de la madrugada del sábado 21 de julio de ese año. Y el reloj marcaría las 6 de la madrugada, del sábado 21 de julio de 1979, cuando declaraban oficialmente muerto a Scott en el hospital. ¿Dónde estuvo realmente Andy Warhol cuando los hechos en South Salem ocurrieron? ¿En París o en Londres? Aquel día de 1979, cuando llegó la ambulancia, ya habían pasado diecisiete minutos desde que la bala calibre 38 había traspasado el cráneo del chico. Mil novecientas setenta y nueve palabras, a partir de aquí, Scott Cantrell habrá muerto. El ruido de la sirena en el trayecto al Hospital Northern Westchester espantó a uno que otro zorrillo en la carretera y demás animales del bosque. Dentro de la ambulancia iban 5 personas: el chofer, dos asistentes, un médico y Jeff Sessler. Mackenzie Phillips los seguía en un BMW; a la velocidad con la que hay que seguir a una ambulancia y aun así, con la prudencia de no adelantar. Un vecino de la zona, no salía del asombro, le había dicho a uno de los médicos que aun herido de gravedad, Scott continuaba hablando («en realidad gritaba», corrigió luego Anita). En el trayecto al hospital, en un intento desesperado, Scott Cantrell agarró fuertemente la mano de Jeff Sessler. El médico, al ver que Sessler intentaba liberarse, le pidió que colaborara. Ante lo cual, Sessler no tuvo más opción que ceder ante el sentido de compasión y humanidad. El chico nunca le había resultado de su agrado. Quería mucho a Keith, pero no podía enfrentar a Anita, así que todo aquel tiempo se había hecho de la vista gorda. Si él estaba allí, en ese momento en la ambulancia, y ella no, era para que la señora Richards no se relacionara más con el asunto. Inútil, por supuesto. En ese momento, ella debía estar empacando algunas cosas o ya estaría escapando de su casa rumbo a otro lugar donde poder pensar. ¿Cómo se lo contaría todo a Keith? ¿Debería contarle? ¿Cómo? Si por ella fuera, nunca lo haría. Por eso ya debía estar viajando a la casa de una de sus amigas, aterrada, llorando su desconsuelo; y por supuesto se habría llevado consigo a Marlon. «¿Por qué lloras mami?». «¿Es por Scott, verdad?». «Cariño nunca quise que vieras eso. Por favor, deja de pensar en eso. Borra de tu mente aquella escena, por favor». «Tengo mucho miedo mami». Todo eso pasaba en el pensamiento de Jeff, contrario a lo que ocurría realmente: Anita Pallenberg con la ropa manchada de sangre pasó alrededor de siete horas en la sede de la policía de Lewisboro. Al llegar al Hospital —y mientras trasladaban a Scott a emergencias—, Jeff se las arregló para desaparecer del grupo de médicos. Corrió al estacionamiento a encontrarse con su novia. Pero al llegar, todo era muy confuso (debido al humo que salía de varios de los coches estacionados). «Parece como si estuvieran enfurecidos», pensó Jeff. De pronto, las luces de un BMW se encendieron. Era Mackenzie Phillips. La policía tuvo que salir a discernir pistas de entre todas aquellas versiones. En la escena de los hechos, además del arma mortal (Smith & Wesson, calibre 38) se encontraron otras armas de fuego; que en su mayoría carecían de permiso, e incluso una había sido denunciada como robada. Fueron más acusaciones para Anita Pallenberg, quien en la corte se jactó de que no hubieran encontrado drogas en la casa. Entonces la acusación atacó. Mencionó que en las investigaciones del médico forense habían encontrado un pequeño rastro de alcohol detectado en la sangre de Cantrell *. «¿Desde cuándo ingerir alcohol es ilegal?», dio réplica la defensa. Ahora bien, el historial de Anita y Keith luego de su lío en Canadá (febrero del ‟77) no harían las cosas demasiado fáciles. En un toque de honestidad, Pallenberg admitió que en su casa solían fumar marihuana ocasionalmente, ella y sus invitados; titubeó al mencionar el número de rituales alucinógenos en los que intervino Scott. Pero negaba cualquier otra asociación con sustancias prohibidas. Esto encontraría asidero en palabras de Jim, el hermano de Cantrell: «A Scott no le interesaba la fama ni el dinero. Sus necesidades giraban en torno a los cigarrillos, la comida, la marihuana y el alcohol». Y pone en ridículo los argumentos de las investigaciones acerca del nivel de alcohol que encontraron en su hermano: «La policía me ha dicho que Scott tenía tanto alcohol en su sangre… que era algo increíble. No estoy seguro acerca de su relación con Anita. Mi hermano era un chico muy confuso y ella… bueno… se supone que es una mujer madura y además es madre. Entonces, ella más que todo, debería haber evitado que se emborrachara, pues lo correcto era no permitir que alguien, en este caso mi hermano que era menor de edad bebiera hasta emborracharse. Hay pruebas que confirman que ambos habían estado bebiendo todo el día. Además, está el hecho de que ella le haya permitido jugar con un arma cargada. Bien, no tengo pruebas para acusarla de haber apretado el gatillo, pero pienso que tiene la culpa de lo sucedido». * En los registros de la policía se leía lo siguiente: “El joven presentaba una herida mortal en la sien”, y dos líneas más abajo se mencionaba el nivel de alcohol en la sangre que le fue detectado “0,06”. Es decir: Bajo. Al inicio de la película Over the Edge, de 1979, se presenta la siguiente estadística: «En 1978, 110.000 chicos menores de 18 años fueron arrestados por vandalismo en los Estados Unidos». La película que fue dirigida por Jonathan Kaplan se basaba en datos reales 1) que habían sido recogidos de un artículo de 1973; 2) el ensayo, había sido publicado en el San Francisco Examiner, 3) se titulaba "Mousepacks: Kids on a Crime Spree", 4) lo firmaban Bruce Koon y James A. Finefrock. Para el papel principal, los productores escogieron al joven Matt Dillon, por aquel entonces un desconocido adolescente de 14 años, oriundo de una pequeña localidad llamada Mamaroneck, ubicada en el Condado de Westchester (esto es, 39 kilómetros de South Salem y 33 kilómetros de Norwalk). Matt Dillon y Scott Cantrell eran contemporáneos. CHARLES DELAHAYE: ¿Y las guitarras de Keith? ANITA PALLENBERG: Están en el establo. Basándose en los recuerdos de aquel día en casa de los Richards, Isabel Montecinos, menciona el curioso hecho de que viera a Scott descansando en un lugar de la sala, muy cerca de donde se exhibía una escopeta colgada en la pared. «Seguramente era de Keith», agrega. Pero la actriz asegura no haber visto otras armas de fuego. — ¿Qué hacía Scott en casa de los Richards? — Una chica rubia, quien era novia de Jeff Sessler, me contó que la madre de Scott se había suicidado hace poco tiempo. Scott estaba deprimido y no quería vivir con su padre. Debido a eso, Anita le tenía lástima y quería ayudarlo. En cuanto a la ex actriz, Montecinos la recuerda a intervalos, risueña e indignada. «Se quejaba de la intermitente presencia de Keith por la casa», dice, «Charles me había comentado en secreto que luego de la gira de Some Girls, Keith se había quedado a vivir con Ron Wood en Los Ángeles». — ¿Se podría decir que usted entendía o… estaba de parte de Anita? — ¿Cómo no estarlo?… Nadie es feliz con un hombre así. Alguien que desaparece semanas, meses enteros… y cuando por fin se encuentra en casa se la pasa durmiendo o borracho… Si en aquel momento lo habíamos encontrado en Nueva York, había sido por la presentación en el Saturday Night Live, de la noche anterior. Solamente por eso. La relación con Anita estaba prácticamente acabada. La noche del 20 de julio de 1979, en una de las oficinas del Lewisboro Police Department, mientras su madre brindaba declaraciones… el pequeño Marlon jugaba con un muñeco de Superman; que se había traído de la casa, antes de abandonarlo. Llevaba varios minutos ignorando a un adolescente pelirrojo que estaba arrestado en la oficina adjunta; éste, cada vez que encontraba la mirada de Marlon, gesticulaba y fruncía la nariz. El mensaje era el siguiente: teee voooiiy aaa maaaa-táar. Marlon creía que el pelo de aquel chico y la capa de Superman, combinaban a la perfección con la sangre de Scott que había llegado hasta las paredes. Al día siguiente, Larry Sessler, quien se encargaba de ordenar el caos en Frog Hollow, lo pondría en un avión rumbo a París. Como un gato en la balaustrada o como la cabeza del animal disecado que suele estar sobre la chimenea… los jardineros siempre son los primeros en escuchar el disparo desde el exterior de una casa. Son cómplices o testigos silenciosos. Los jodidos jardineros se pasan la puta vida cruzando el césped: yendo de aquí para allá con la basta de los pantalones húmedos de rocío y tierra. O transportando mierda en los zapatos con restos de margaritas. ¡No deberías dejarlos entrar a tu sala! A veces, les cuesta hablar de la última vez en que vieron la luz de una habitación encendida. Otras ocasiones, son las explicaciones objetivas a las “inexplicables sombras” que se pasean por delante de una ventana.* Un jardinero es tan insignificante, que el mismo asesino pasará de él. Ni lo mirará. Simplemente se alejará. El jardinero tampoco levantará la cabeza, aunque todo el tiempo ha sabido qué ha ocurrido ahí adentro. * Docenas de hojas secas se retiran con el viento de la tarde. Las palmeras se mueven como si estuvieran respondiendo una pregunta: «no». Ernest G. Richards, el abuelo de Keith, y a quien solían llamar tío Ernie, fue jardinero durante 35 años. * Más adelante el caso de Jack Dyer. En la sala de urgencias, los médicos intentaban salvarle la vida a Scott. La bala había dejado poco margen para el talento y la maniobra. — ¿Basquetbolista? — No lo sé. Creo que sí. — ¿Cómo sucedió? — Parece que estuvo jugando a la ruleta rusa… o eso es lo que dijo el tipo que lo acompañaba. — Maldito loco. — Creo que quiere decirnos algo. ¿Lo escuchas? — A… a… nita. T…ammo… — No entiendo lo que intenta decirnos. ¿Has visto esa película en la que Christopher Walken se vuela los sesos? — ¿El cazador? — Ajá. — Por supuesto, la vi. (una pausa) No. ¿En serio? Pobre idiota. (Risas) ¿Qué hiciste muchacho? No creo que salgas de esta, eh. Vietnam ya se acabó, hombre. Esto es NY no Saigón. ¡Sostenlo! — Y a que no adivinas de dónde lo hemos traído… — ¿Más sorpresas? Por Dios, eres terrible chico. El médico A miró hacia la puerta de entrada. Una enfermera acababa de salir. Y otro colega llenaba un registro. El médico B esperaba con la mirada. El médico A miró a la enfermera que los asistía; y volvió a mirar al médico B. El médico B entendió. — Señorita. Descanse. Este paciente es un caso perdido. El médico B siguió con la mirada a la enfermera, hasta que la mujer se alejó completamente del quirófano. Una vez solos… el médico B adoptó un tono de voz, frecuente en bribonadas de amigos cuando se confían cosas del tipo: “¡y-la-videsnuda-en-el-bañooooo!”. — I can’t get no satisfaction…. ♫♪ — ¿Satisfaction? — (Continuó silbando) ♫♪ — Ok, ok. La canción de los Stones. ¿Pero qué…? (Pausa) ¿Acaso… Jagger o uno de los otros fue quien le disparó? — No. No. Se trata del otro. — ¿Keith Richards? — Sí. Pero él no tiene nada que ver… o no estaba ahí por lo menos —el médico B volvió a interrumpirse, estuvo a punto de retirarse el cubreboca, pero mejor optó por bajar el tono de voz—. El caso es que este im-bé-cil que ahora tiene un maldito hoyo en la cabeza, y que está intentando decirnos algo… se disparó en la casa de Keith. En-su-ca-ma. — ¿Qué? — Tal como lo oyes. Delante de la mujer de Richards. ¿Puedes creerlo? — Oh por Dios. (Risas). ¿Qué hacía allí? ¿Cómo entró? — No has entendido nada. ¡Era el jardinero! ¿Entiendes? Un miserable jardinero. Y éste imbécil estaba en la cama de Keith, con la mujer de Keith. ¿Ok? — Ooooh. Un jardinero loco por el sexo. (Risas). Ya lo dije chico, eres un bribón. Tienes que estar loco para utilizar esta talla en regar plantas. — La semana pasada había sido su cumpleaños. Y creo que estaba enamorado de Anita. — Oh. Para querer hay que tener vocación de jardinero. Eh… Pero no te fue tan mal, por lo que veo. — Murió. — Lamentablemente de esta no vas a salir. Aun así, lo disfrutaste. Já. ¿Qué tal? ¿Cómo es Anita en cuatro? — ¡Que murió! Ya debe estarse asando. Se nos acaba de ir. — ¡Oh! Estos nuevos románticos. Era cuestión de tiempo. ¡Nos veremos en el infierno pequeño Buffalo Bill! — Murió feliz. — De cualquier modo iba a acabar con una bala en la cabeza. Cinco, diez o veinte años después. Este tipo es de la clase de imbéciles a quienes les da por asaltar un banco. ¡Bang! ¡bang! ¿Vas a pedir comida china? — No lo sé. Cinthya quiere que la vaya a recoger a esa reunión en casa de su hermana. — Bien. I can’t get no satisfaction… ♫♪♪ Robert Scott Cantrell nació el 7 de julio de 1962. Por aquellos días, al otro lado del Océano Atlántico, un tipo que se hacía llamar Brian Jones tomaba del título de una canción de Muddy Waters… el nombre para bautizar al grupo de rock que se convertiría en el más famoso de la historia. * Las vidas de Scott Cantrell (en USA) y la de Brian Jones (en Inglaterra) no tenían ningún vínculo. Ni nada en común. Ni siquiera se llegarían a conocer en vida. Eso sí, en épocas y en zonas geográficas distintas llegarían a amar a la misma mujer. * La canción se llamaba Rollin’ Stone. — No creo que otra ave vuelva a depositar sus huevos en un nido que cayó… —era Anita Pallenberg, quien olía a lavanda pues había estado ordenando su cajón de ropa interior, y ahora se acercaba con una jarra de refresco—. Scott había escalado el único árbol de higo que había en el jardín; y del cual la rama más fuerte se destacaba de las otras por tener la forma de un tenedor. Al oír a su empleadora, Scott interrumpió su descenso. No necesitó la escalera para subir hasta ahí. En el verano, a lo mejor, habría necesitado abrir varias de las ramas con las manos, para observarla mejor. Pero acá, el escenario era distinto, no demoró en comentar: — Al único que engaño es a mí mismo... ¡Quién sabe! Pero me gusta pensar que atraso un poco la estación. Los vientos tendrán que hacer el doble de su trabajo para derribar el nido. ¿No cree? Marlon Sundeep Richards estudiaba en el Lewisboro Elementary School. Cinco días a la semana, una furgoneta amarilla lo recogía y lo llevaba a dicha institución. Y de la misma manera lo traía de vuelta y lo dejaba en la puerta de su casa. El chofer de la furgoneta era Jim Cantrell. ¡Pero atención, no sería ésta la manera en que se conocieron su hermano y el pequeño Marlon! Resulta que en el mismo barrio en el que vivía la madre de Scott… residía la niñera, a quien Anita y Keith, encargaban al pequeño Marlon diariamente, durante un tiempo. Ahora sí, de esta manera fue cómo se conocieron Scott y Marlon. Aunque con ocho años de diferencia, ambos chicos se volvieron muy amigos. Jugaban o solían ir de pesca. Scott cuidaba del pequeño. Y de esta manera, en palabras de la hermana de Scott: «Aquel fue su primer contacto con Anita». De pronto, el rostro de aquel chico, así como su despeinada cabellera y jeans descoloridos, se volvieron familiares en la puerta de los Richards. Al enterarse Anita de la muerte de la madre de Scott, se compadeció de él brindándole trabajo en la mansión. De pronto, los servicios de aquel huérfano empezaron a tener honorarios: a) $27, cuando acompañaba a Marlon a una piscina privada con los alumnos del Lewisboro (no era conveniente que el niño fuera solo; una vez una niña más grande le había jalado del pelo y Marlon había respondido mordiéndole el brazo) b) $15, cuando acompañaba a Anita a hacer las compras o realizaba algún mandado. c) $e quedaba a cenar cuando ayudaba en las tareas de Marlon. Y así, la presencia de Scott se volvió habitual, los fines de semanas, en Frog Hollow. Pero cuando Marlon no se encontraba en casa o cuando había tan poco que hacer sino sentarse frente al televisor… cierto eufemismo fue la forma de justificar la presencia de un extraño en la finca: jardinero a tiempo parcial. El año 1977 fue uno de los peores inviernos que azotó al país. Todos los girasoles murieron. La hiedra había empezado a cubrir los muros y a invadir una zona de la casa. Cantidades de hojas habían besado el césped, hace mucho tiempo. Y una lluvia tras otra se había encargado de oscurecerlas. Por su parte, decenas de roedores habían hecho agujeros en los árboles del jardín. Lejos de reconocer que la fealdad de la fachada de Frog Hollow se debía a asuntos del medioambiente, los Richards decidieron despedir a Tony, el jardinero. Durante un tiempo nadie regó el césped ni las magnolias que Paula, la madre de Anita, le había enviado de sus viajes por Centroamérica. Por ello, abrir nuevamente la llave del agua a las tres de la tarde y desplazarse con la manguera por el jardín, determinaron la función de Scott: persona encargada del mantenimiento de la finca. De esta manera cualquier objeción quedaba anulada frente a la aprobación de Anita; evidente en su generosidad de asistir con líquidos y bocadillos al fiel trabajador. — No creo que otra ave vuelva a depositar sus huevos en un nido que cayó. — Al único que engaño es a mí mismo.... ¡Quién sabe! Los días de aquel otoño del ‟78, el paisaje cotidiano de Frog Hollow, además de la casa y las plantas en el jardín… fue Scott desplazándose por ahí en pantalón carpintero, ya sea barriendo con una escoba las hojas secas o desenredando la manguera (habían dos, una verde y una amarilla). A menudo Anita llegaba con una jarra de refresco o se interesaba en lo que hacía el nuevo jardinero. Los modales de Scott se reducían a agarrar la jarra con los dedos menos sucios de tierra. Una tarde, Anita vio cómo Scott se empeñaba por restituir un nido en un árbol de higo. Muy simpática y con un tono de ironía le dijo que no creía que la dueña de aquel nido volvería a confiar en el equilibrio de su obsoleta creación. Scott con un tono alegre —también en su voz— dio replica al decir que al único que engañaba era a él mismo; agregó además que le gustaba imaginar que en su acto se encontraba implícito un toque de magia natural: atrasar un poco la estación. SCOTT: Pero me gusta pensar que atraso un poco la estación. Los vientos tendrán que hacer el doble de su trabajo para derribar el nido. ¿No cree? Múnich, 14 de septiembre de 1965. Durante la gira de la banda por Alemania y Austria, se produce el primer encuentro entre Brian Jones y Anita Pallenberg; para esa época, Uschi Obermaier era todavía una adolescente y desconocida modelo. La gira había empezado tres días antes y culminaba el 17 de septiembre. Él era el coprotagonista de un filme sobre vampiros filmado por Barbet Schroeder o Paul Morrissey. Y ella era una extra de una pésima película sobre los swinging sixties, con producción italo-alemana. Dos meses después, mientras los Stones descansaban en Miami, Anita Pallenberg en Europa, hace sus maletas, trepa a un avión, y cruza el charco. ¿Su objetivo? Reunirse con Brian Jones; y no volverá a separarse de él. Pasarán juntos la Navidad de ese año, en las Islas Vírgenes (Caribe). De pronto, él se había convertido en el destacado actor secundario de una película de Elia Kazan. Y ella era la actriz revelación descubierta por Fassbinder. Anita Pallenberg era como si nevara una hora después de haber llovido. Tenía la cara de una película alemana doblada al italiano. Entre hada y spaghetti western. Entre Charles Manson y Palacio de Versalles. Así era Anita. Como un albino en la paleta de Arnold Böcklin. Como el sol de las 4 de la tarde y un asesinato. LA HISTORIA DE BRIAN Y ANITA Para inicios de 1966, la pareja ya vivía en el departamento que Brian tenía, desde hace un año, en el 15 de Courtfield Road, piso 1, en South Kensington. Setenta años atrás, habría sido vecino de J.M. Barrie. El autor de Peter Pan vivió en el 133 Gloucester Road entre 1895 y 1900. * Quien sí fue vecino de Jones fue el escritor cubano Guillermo Cabrera Infante, se había mudado junto con su familia a la entrada del 53 de Gloucester Road, en 1967. ** Eran visitantes regulares de la pareja, el guitarrista Jimmy Page (en aquella época integrante de The Yardbirds) y el aspirante a director de cine Donald Cammell (dos años después filmaría Performance, la película en la que actuarían Anita Pallenberg y Mick Jagger). Ambos (Page y Cammell) serían testigos de la desenfrenada vida de los novios en South Kensington. Brian era aficionado al zen y al paganismo y Anita a la magia negra. Pero compartían el gusto por las drogas, el sexo, y las fiestas. El departamento estaba amueblado con piezas y tapices marroquíes (detalles que se acumularían con el viaje a Tánger, que haría la pareja, aquel * Cabe recalcar que Peter Pan recién apareció (aunque como personaje secundario) en el libro El pequeño pájaro blanco publicado el año 1901. ** Anteriormente había vivido una temporada en un sótano de Trebovir Road. La más clara relación creativa que tuvo con sus vecinos fue cuando escribió el guión de la película Wonderwall, estrenada en 1968 y dirigida por Joe Massot. De una historia original de Gerard Brach, el escritor cubano firmó sus créditos con su clásico pseudónimo G. Caín. La música con fuerte tradición hindú estuvo compuesta por George Harrison. Suki Potier y Anita Pallenberg hacen breves apariciones en la fiesta hippie que se realiza en el departamento de Penny Lane (interpretada por Jane Birkin). Hasta cierto punto la película es una metáfora de la vida de Cabrera Infante en el Londres de los swinging sixties. Él es el científico Collins entre libros y pasillos espía el movimiento de excéntricos que visten ropas multicolores. año „66), obras de arte, joyas, libros de ocultismo y demás antigüedades. Fue varias veces el escenario donde se llevaron a cabo sesiones de espiritismo (en torno a una tabla de ouija) y proyectos de orgías. A la pareja también le obsesionaba la ufología. Por lo cual regularmente salían en el coche a buscar OVNIS en las noches sin luna. De algún modo, ella se convirtió en su geisha. Y él era para ella el sujeto a quien había que adular. ¿Pero cómo es que Anita abandona a Brian? En diciembre de 1966, Tara Browne y Suki Potier, una pareja de novios que pertenecían al jet set londinense, estrellan su coche contra un camión estacionado en la intersección de Redcliffe Square y Redcliffe Gardens en South Kensington. Muy cerca de ahí, sus amigos Brian y Anita no lo saben. Muere Tara. Suki logra sobrevivir; aunque su destino de morir en un coche solamente se aplazaría un buen puñado de años y se trasladaría a dos mil kilómetros de ahí. En 1981, mientras se trasladaba junto a su esposo a Cascais (Portugal), muere luego de que el Bentley en el que viajaban sufriera un aparatoso accidente. Robert Ho, el esposo de Suki, también murió. Por esta época, e inicios de 1967, Brian se dedica a la grabación de la banda sonora de la película de Volker Schlöndorff, A degree of murder, en la cual actúa su novia Anita. Entre finales de febrero y las dos primeras semanas de marzo de 1967, Anita y Keith empiezan a llevarse muy bien. Un Bentley azul a un lado de la carretera (en algún lugar de España) y sudor en la parte trasera del coche. El olor de naranjos en Valencia. * Marrakech, 1967. Drogas. La compañía de Robert Fraser, William S. Burroughs, Brion Gysin y Bill Willis. Más drogas. Y la cámara de Michael Cooper captándolo todo. Miradas cómplices entre Anita y Keith. Huídas a Tánger. El * En Life, el libro de memorias de Keith Richards, él confunde relativamente las fechas. Menciona que emprenden el viaje a Marruecos a inicios de marzo (pág. 200), pero al alcanzar España, él cree estar en el mes de febrero (pág. 203). hachís proporcionado por el bueno de Ahmed. Y una noche, Brian lleva a dos putas a la habitación del hotel. Anita abandona finalmente a Brian, a finales de marzo de 1967, y se marcha a vivir al departamento de Keith en St John's Wood, noroeste de Londres. El departamento en South Kensington, luego de un año y medio (poco menos) vuelve a albergar a un solo habitante. [Afuera, todo sigue igual: mods y rockers entran y salen del Sombrero Club. En South Kensington ocurrirían un buen porcentaje de las uniones y rupturas más escandalosas de la historia amorosa del rock & roll. Cerca de ahí, años después, Eric Clapton invitaría a Pattie Boyd a escuchar una grabación.] A mediados de abril, Keith y Anita coinciden en Roma. En esa ciudad, ella está filmando Barbarella (filme de Roger Vadim; quien para 1971, sería padrino de Mick en su boda con Bianca). Paralelamente, Brian empieza a salir con Linda Keith, la ex-novia de Keith. Y se la lleva de vacaciones. Aun así, no puede olvidar a Anita. No se resigna. Así que a finales de junio, Brian envía a su amigo, el príncipe Stash (hijo del pintor Balthus) a Roma para que logre persuadirla y regrese con él (aunque hay otras versiones que fue el mismo Brian quien viajó personalmente). Para julio de 1967, Brian Jones y la modelo Suki Potier, son novios oficiales. El resto de ese año serán arrestos, clínicas y comparecencias ante la corte. En la otra cara de la moneda, Anita y Keith hicieron maletas rumbo a Marruecos a pasar la Navidad, en compañía de Christopher Gibbs y Robert Fraser (quien acababa de salir de la cárcel). Mil novecientos sesenta y ocho, fue un año de mudanzas en la vida de Brian Jones. De Courtfield Road pasó a un departamento en la calle Chesham (en Belgravia) y luego a un piso en la Royal Avenue House (junto a Kings Road). Finalmente, en noviembre de 1968, el músico toma una decisión y compra Cotchford Farm, una casa de campo del siglo XV cerca del bosque de Ashdown, en East Sussex, a una hora de Londres. En el pasado, la mansión había pertenecido a A.A. Milne, el autor de Winnie the Pooh (quien la había adquirido en 1925). Durante esta época la felicidad de Jones se volvió un sol. Había vuelto a ser aquel dios pagano y autosuficiente que, cuando no se encontraba bebiendo o fornicando, pasaba los días admirando portadas de long plays. En diciembre de ese mismo año, se mostró ante el público abrazando a sus compañeros Keith y Mick; y en medio de ellos, él besando a su nueva adquisición: Suki Potier.* La ex novia del fallecido Tara Browne, era la razón de que llevara su sonrisa, a todos lados, como una moto reluciente. El edificio de la calle Courtfield en South Kensington sería demolido en 1971. Y en su lugar se construyó un hotel que se mantiene en la actualidad. * Suki acompañó a Brian Jones, a los viajes que realizó a Marruecos entre abril y julio de 1968. Brian Jones era como un día soleado sobre la nieve. Como el avión blanco que huye de una tribu en el Trópico de Cáncer. Entre elfo y dios pagano; oro y ojeras en un mismo rostro. Entre Jay Gatsby y Neal Cassady. Entre Islandia y túnica marroquí. Así era Brian Jones. Como la noche de una playa nudista en un país helado. Cotchford Farm (Sussex), casa de Brian Jones, la noche del 2 de julio de 1969, Janet Lawson, amiga íntima de Jones, lo encuentra sumergido en el fondo de la piscina. Pide auxilio, al tiempo que se lanza al agua a rescatarlo (aunque no sabía nadar), pero con la ayuda del recientemente despedido Frank… logran colocar el cuerpo en el césped. Una vez ahí, Janet lo intenta reanimar con respiración artificial. Mientras Anna, la novia de Brian corre en busca de ayuda. Cuando la policía llega, encuentra a Jones todavía con pulso. Pero horas más tarde, en la madrugada del 3 de julio, se hace oficial que el ex miembro de la banda Rolling Stones, aquel cuya cabellera rubia parecía esconder a un gnomo, había muerto a los veintisiete años de edad. * Aquel día miércoles, los aldeanos pop que se encontraban en Cotchford Farm, acompañando a Jones, eran: 1) su asistente Frank Thorogood, 2) su amiga Janet Lawson —había sido contratada por Tom Keylock, encargado de recoger los pañales y la mierda de los miembros de la banda— 3) y su novia desde hace unos pocos meses, la bailarina sueca Anna Wohlin. Para el jueves, los radios londinenses anunciaban: «3: 30 a. m. Última hora. Brian Jones, el fundador de los Rolling Stones ha muerto». Tom Keylock fue una de las primeras personas en llegar a Cotchford Farm, luego de conocer la noticia. Dos semanas atrás, lo había ido a visitar. Y había encontrado a Brian nadando muy feliz en la piscina bajo el aire de Ashdown. Era el primer día de verano. Varias décadas después, Janet Lawson también moriría en julio. * Críticos de esta versión, apuntan sin poder comprobarlo que Jones fue asesinado. El escritor y fundador del Club de Fans de Brian Jones, Trevor Hobley, y el médium Tony Stockwell, creen que el asesinato, o la cadena de hechos empezaron en el interior de la casa. Stockwell sospecha, además, que el músico podría haber sido herido en la zona derecha del abdomen. El cinco de julio de ese mismo año, los Rolling Stones brindan un concierto gratuito en el Hyde Park de Londres; y aprovechan el acto para dar un homenaje a su antiguo compañero. Jagger sube de blanco y bajo el brazo derecho lleva un libro grueso de pasta azul. Habla del fallecido Brian y anuncia que va a leer un texto; ante las interrupciones del público, el cantante hace callar a varios. Lee dos estrofas de Adonaïs, la elegía que compuso Percy B. Shelley para John Keats. Murió Adonais y por su muerte lloro. Llorad por Adonais, aunque las lágrimas no deshagan la escarcha que les cubre. Y tú, su hora fatal, la que, entre todas, fuiste elegida para nuestro daño, despierta a tus oscuras compañeras, muéstrales tu tristeza y di: conmigo murió Adonais, y en tanto que el futuro a olvidar al pasado no se atreva, perdurarán su fama y su destino como una luz y un eco eternamente. El gesto y la emulación tendría un dato interesante: en la realidad, ni Percy B. Shelley fue tan amigo de John Keats ni Mick Jagger fue tan amigo de Brian Jones. Muchos fans ya se habían congregado en el parque, un día anterior al concierto, con velas en homenaje al ex integrante de la banda. Además, dos mil mariposas blancas habían sido enviadas desde el extranjero por los fans, para que fueran soltadas durante el recital. Cuando abrieron la caja que contenía a los insectos, descubrieron que muchas de ellas se habían asfixiado. Las cámaras de Michael Cooper y Tony Sánchez (los fotógrafos oficiales de la banda para cubrir aquel día el concierto) titubearon por un momento si capturar o no esas escenas. Uno de los Hells Angels, encargados ese día de custodiar la seguridad en los escenarios (y proteger los equipos), pensó: «Las mariposas muertas eran papeles que no servían». Creyó que era una buena frase. Intentó memorizarla. Por las dudas quiso anotarlo. Se acercó a unas muchachas que tejían y fabricaban burbujas (para contrarrestar los tiempos muertos) y les pidió algo con qué anotar. «Las mariposas muertas eran papeles que no servían», se lo anotó en el brazo, con tinta negra. Momentos previos al concierto, un camarógrafo empezó a grabar escenas del sol apareciéndose entre las hojas de los árboles. Una hora más tarde y más allá, varios jóvenes, en una actitud digna de barones rampantes, empezaron a trepar los árboles del Hyde Park, para ver mejor el concierto. Decenas de mariposas revoloteaban, alrededor del pedestal del micrófono y de las guitarras. Aquel 5 de julio de 1969, a menos de ochocientos metros del concierto y alrededor de la estatua de Peter Pan, la comunidad gay se había reunido para exigir sus derechos; al tiempo que enarbolaban banderitas con colores del arco iris. Cientos de mariposas blancas murieron en julio de 1969. * * "Stone Alone", la autobiografía de Bill Wyman, apareció en 1991. El libro culmina precisamente con un repaso de los acontecimientos del legendario “Stones in the Park”. Cuatro días después de la muerte de Brian Jones, Scott Cantrell cumplió siete años de edad. Ambos morirían en el mes de julio. Brian Jones fue enterrado el 10 de julio de 1969 en Cheltenham (Gloucestershire), su pueblo natal. Diez días después el hombre llegaría a la luna. Diez años después de la llegada del hombre a la luna, moriría Scott Cantrell. Cuando Scott Cantrell muere, se cumplían exactamente diez años y diecisiete días de la muerte de Brian Jones. Scott Cantrell murió a los diecisiete años de edad.
Report "El Jardinero de Los Rolling Stones (Luis Alberto Bravo) - Fragmento"