El Humor Gráfico en El Perú

March 17, 2018 | Author: Fiorella León | Category: Caricature, Humour, Comics, Peru, Gargantua And Pantagruel


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El humor gráfico en el Perú: inicio, desarrollo y consolidación de lacaricatura Introducción Partamos de una diferencia elemental entre humor, humorista y humorismo. El humorista desarrolla humor como actividad estética, social y política. El humor, en cambio, es un proceso socio cultural y, su aprehensión como objeto de estudio, no siempre está a cargo de los propios humoristas. No obstante esto, ambos elementos –humor y humorista– forman parte de aquella racionalidad. Este es el horizonte que proponemos para abordar la historia del humor gráfico, como una forma de contextualizar la lógica del humor contemporáneo en el Perú y sus avances en materia de autonomía discursiva. Primero, nos ocuparemos –con brevedad– del proceso de surgimiento del humor gráfico, luego, de la etapa en que los caminos, entre caricatura e historieta, se bifurcan y, finalmente, de su prolongado recorrido en busca de una autonomía discursiva. Proponemos seis cortes históricos en este largo recorrido, marcado por la dinámica política peruana. Ensayando sus inicios: el temprano despertar En un ensayo anterior (Infante, 2010), dijimos que el humor no comienza ni finaliza con la elaboración del chiste, de la comicidad o del golpe de caricatura. El humor trasciende estos productos simbólicos y se extiende hasta provocar la risa. Sin esta última, simplemente, no hay humor. Pero ¿cuándo aparece realmente el humor? ¿Cuándo se escribe su carta de nacimiento? Sea a través de la comicidad o del chiste, el humor aparece en el instante en que la sociedad y las personas, libres del cuidado de su conservación, empiezan a tratarse a sí mismas como obras de arte, a establecer esa conexión entre la vida y el arte, entre esos vastos confines de las relaciones sociales y la cultura. De este modo, tres componentes de la vida se unen: hombre y sociedad, sociedad y cultura. Para José Antonino la “representación de personas y animales deformados hacia una vertiente cómica, es tan vieja como la civilización misma” (1990: 10). Esta tendencia por deformar conscientemente sujetos y objetos deriva de la necesidad de invertir aquello que se considera normal, de presentar “el mundo al revés”, como diría Leander Petzoldt al referirse a la fiesta carnavalesca, escenario próximo a todo desborde lúdico. Era “una especie de válvula de escape que debía abrirse de vez en cuando para el pueblo y el clero bajo” (1993:160). El humor es uno de los pocos artefactos humanos, cuya invención sigue siendo un continuo despertar. La caricatura –una de sus más célebres manifestaciones– tampoco festeja natalicio alguno. La vieron en la antigua Grecia, cuando pintores de esa época reproducían imágenes cómicas de “tipo burlesco” o con Aristófanes, considerado la cumbre creativa de la comedia (Calvo, 2001). Estuvo en Roma a través de la máscara de teatro como signo distintivo del bufón (Antonino, 1990: 12), en Egipto, con alegorías empleando animales y representando una crítica al orden social. Se la vio en todo lugar, en toda cultura y civilización. No fue entonces el período clásico de Grecia antigua en donde surgió la primera expresión de humor a través de la comedia, menos por medio de la caricatura. Y aunque no existe suficiente información al respecto, es claro que la risa, como efecto de la caricaturización de la vida, acompañó al humor en toda su humana existencia. El humor, en consecuencia, aparece como resultado de la necesidad de oponer lo serio – entendido como la expresión de la cultura hegemónica– con lo “no serio”, expresado en respuesta a la lógica dominante. El humor surge de la necesidad de confrontar y relacionar dialécticamente al hombre con los otros hombres. Otro es el humor como concepto que aparece en los umbrales de la modernidad. Aunque, para Scarpit, la doctrina humoral, bien podría constituirse en el antecedente primario del estudio del humor. Desde Hipócrates en sus famosos tratados, pasando por Galeno, el humor ya se relacionaba con el “papel de las cesiones orgánicas y de los desórdenes funcionales en los desequilibrios temperamentales” (Scarpit, 1962: 14). La palabra Humor estuvo de moda a fines del siglo XVI, hasta que su uso lo convirtió en un esnobismo. Fue un siglo de interesantes y prematuras reflexiones, este fue el caso de Don Quijote de la Mancha, obra cumbre de Cervantes, que suministró los insumos para intensas críticas (Close, 2007), acerca de esta micro categoría social. Leonardo Da Vinci hizo lo propio en plena periodo de renacimiento (Peláez, 2002). Pero nuestro interés por describir históricamente su desarrollo, no camina por un vacío reconocimiento cronológico. La idea, más bien, va asociada a la necesidad de encontrar los momentos de conflicto y los espacios de desequilibrio en donde se dinamiza el humor especialmente gráfico. Al fin y al cabo, el humor –cualquiera sean sus operadores– se entiende como un elemento sustantivo del poder simbólico. La caricatura: De Europa a América Pantagruel y Gargantúa, inmortal obra de François Rabelais (1494–1553) –donde se mezclan sátira política y social con sabiduría pedagógica–, representa los antecedentes más cercanos de la caricatura contemporánea. Otro trabajo, ya lo dijimos es, sin duda, el Quijote de la Mancha de Miguel de Cervantes Saavedra (1547–1616), cuyo interés por introducir el sinsentido al imaginario de los lectores, iba acompañado de una fuerte crítica al sistema feudal. En Alemania, se recuerda a El Aventurero Simplicissimus de Jans Von Grimmelshausen, novela picaresca que mostró la realidad social y económica alemana del siglo XVII (Carmona, 2000: 47). Similar experiencia se registró en gran parte de Europa. En Inglaterra, por ejemplo, destacó Jonathan Swift (1667–1745), cuya orientación a la sátira social de su época fue el aspecto relevante de los distintos trabajos de humor del autor anglo irlandés. Un siglo después, la conciencia de su estudio y de su práctica debió retraerse. Tal vez sea porque el humor perdió aquella energía desplegada durante los espacios de tensión vividos en los momentos previos a la instalación del nuevo sistema social. Tuvo que pasar mucho tiempo para que las nuevas relaciones sociales comenzaran a erosionar la hegemonía del poder burgués y volvieran a robustecer el humor, pero de forma más desarrollada y mejor elaborada. La excentricidad comenzó a ser calculada. Se avizoraba su poder, mientras el humor migraba de su tradicional elaboración oral o gestual, al espacio de lo masivo a través del discurso fijado (la imprenta), así surgió el humor gráfico. Es cierto que muchos autores ya reconocían el origen de la caricatura en los dibujos de cronistas como Felipe Guamán Poma de Ayala; sin embargo, la caricatura, como forma elaborada –por medio de la lámina o tira cómica– y como concepto, reclama sus antecedentes a la escuela de arte de la familia Carracci, allá por los comienzos del siglo XV en Bolonia, Italia. Mientras que la caricatura política, propiamente dicha, habría de emereger en Inglaterra a mediados del siglo XVIII. Su primer representante fue William Hogarth, aunque Javier Docampo (2013:2) le atribuye la autoría de la primera caricatura profesional a Piere Leone Ghezzi (1674-1755). Luego vendrían otros dibujantes y pintores satíricos. Francisco de Goya en España, por ejemplo, produjo Los Caprichos, casi al final del siglo XVIII. Pero, es el trabajo de Honoré Daumier en 1830, el que destacó con extraordinaria singularidad. Sus dibujos de corte satírico aparecieron en las revistas de caricatura del periodista francés Charles Philipon. Daumier fue colaborador de Le Caricature, una revista que introdujo mordaces críticas del rey Luis Felipe I de Orleans durante todo el período de crisis de la revolución de 1848, por cuya razón la revista fue clausurada hasta en 26 oportunidades. Sus afanes por restablecer la monarquía y las posteriores alianzas buscando grandeza personal bajo una figura autoritaria, le llevó al rey Luis Felipe I a ser asociado caricaturescamente conGargantúa, el personaje de Rabelais. Junto a Daumier –la figura más notable de la caricatura francesa y universal del siglo XIX– alcanzaron notoriedad los caricaturistas Gustav Doré y Guillaume Sulpice Chevalier. A esta mientras que la historieta. No tuvo nada extravagante ni experimental. Louis– François Charon. Le siguieron David Claypoole y Joseph Kepler. más tarde. Thomson y Hewison (1986:109) señalan. Amadé de Noé. En España. Jean–Baptiste Isabey. J.L. sino por la configuración del discurso humorístico asociado al poder. entre muchos otros. En México. Y es que la caricatura está asociada al humor. En la actualidad. la revista Simplicissimus – nombre de la novela de Grimmelshausen– donde Heinrich Kely y Eduardo Thöny tuvieron una notable actuación como dibujantes de humor. su corte era antimonárquico y anticlerical. 2002). 2003: 211). Desde 1973 hasta la actualidad. antes que de la caricatura de lámina o viñeta. Charles Travies. George Grosz fue otro caricaturista que logró celebridad en el humor gráfico alemán. En América. de un status distinto en el espacio de los periódicos. Jean Pigal. Jean Jacques “Sempé”. la historia de la caricatura no es tan rica y extensa como en Europa. Serafín Rojo. Eugene Lami. Jean Gérard “Grandville”. con Gedeón (Llera. pero fue muy competente. . 2004:109). entre tanto. Andrè Gosset (Peláez. Enrique Herreros. Paul Gavarni. más adelante comenzará a circular Strekosa. apareció fugazmente Iskra. La Stampa. la historia de la caricatura reconoce como uno de los primeros trabajos al de Thomas Nast. muchos periódicos italianos han disputado su colaboración en el dibujo de humor. Antonio Garmendia. caricaturistas de la talla de Giorgio Forattini gozan. la caricatura destacó. además de prestigio. sin embargo. José María Pérez (Peridis). donde publicaba sus caricaturas en primera plana. Salió de este último a raíz de una caricatura considerada de contenido antisemita. no siempre se halla condicionada por la idea de hacer reír. luego serían: Paese Sera. Manuel Summers.generación pertenecen George Busson du Maurier. Aunque dos siglos antes. Emilio Dáneo Palacios (Dátile). José Luis Martín Mena. Forain. que el estilo de la caricatura rusa era bastante anticuado. Primero fue en el semanario Panorama. Hacia la primera mitad del siglo pasado destacó en Alemania. que debió cerrar pronto a causa de la censura. Máximo San Juan y otros. Los cómics de aventura o narrativos tienen como objetivo el entretenimiento antes que la risa. así lo demostraban los dibujos caricaturescos de Eduardo Sojo “Demócrito” (Pérez. Desde esta perspectiva. Louis–Léopold Boilly. José María González Castrillo (Chumy Chúmez). Antonio Fraguas (Forges). La historiografía existente establece cierta hegemonía en la memoria acerca de la historieta o cómic –no siempre de humor–. Miguel Gila. el humor gráfico ya había cobrado notoridad con el Duende crítico de Madrid (1735) y. Pero en nuestro caso el interés no va por estos últimos. La República. un norteamericano que a principios del siglo XIX alcanzó fama por sus soberbios trazos. En el caso de El Motín. En el resto de Europa sobresalieron Antonio Mingote. En Rusia. entre otras publicaciones. en tanto forma expresiva. con El Motín. la caricatura –antes que la historieta– ya había cumplido un notable papel en la vida política mexicana al haber combatido arduamente la dictadura de Porfirio Díaz. entre otros. Juan Acevedo asegura que es muy difícil hablar de este artefacto cultural en el continente. Con relación a la historieta. 2007:205). José Clemente Orozco. el mundo del humorismo gráfico reconoce el significativo progreso de la producción mexicana. Tomás Gutiérrez. Dos décadas más tarde se publicó el semanario Bullebulle. este último hizo . un periódico de corte crítico literario. Frémez y Rafael Fornés. también. una de las escasas elaboraciones mejor posicionadas fue. de gran influencia en la segunda mitad del siglo XIX (Santillana.mientras tanto. Mientras. destacaron con mucha notoriedad. 2004). elemento que apareció antes que la caricatura en América Latina. hecha según las demandas del mercado europeo” (Dialogos de la Comunicación. Sesenta años antes. las tiras cómicas más sobresalientes fueron Sabino ySalomón por su innegable actuación en la revolución cubana. En élpublicaron sus caricaturas René de la Nuez. José Luis Posada. La Tertulia. 2010:74). Diego Rivera. En 1861. fue “la levadura de la agitación y el descontento” (1955: xxvi). Hacia finales de siglo surgieron importantes humoristas gráficos: José Guadalupe Posada. Pero si hablamos de identidad política. Eduardo del Río. producción que reemplazó a la anterior debido a la censura a la que fue sometida por su alta dosis de crítica política (Maldonado. Allí también se publicaron El loquito (1957) y Don Cizaño (1959). Aunque Manuel González asegura que hubo poco protagonismo individual de la caricatura durante el “Porfiriato”. hacia 1826 apareció la caricatura política denominada “Tiranía” en Iris. la historieta argentina. A principios del siglo veinte sobresaldría el brasileño Milloȏr Fernández (1923). después vino El Ahuizote en 1867. el argentino Óscar Conti (Oski) y el uruguayo Hermenegildo Sábat (1933). Pero no sólo destacaron las elaboraciones de Rius. donde Gabriel Vicente Gahona (Picheta) desplegará su picardía haciendo caricatura social y política. Su crítica frente a la realidad social estuvo acompañada de mucho humor. se convirtió en una de las producciones argentinas más conocidas y exitosas del mundo. a nivel de Europa. no sólo a nivel del continente sino. se fundó La Orquesta. creador de Los Supermachos (1965) y de Los agachados. 2010). sin duda. Aún así. Mefistófoles. pues existe una identidad fragmentada por múltiples factores. Acevedo indica que se trata de una elaboración “europea hecha por argentinos. la primera publicación especializada en caricaturas de México. Chago Armada. los dibujos de Eduardo del Río (Rius). El Pitirre (1960–1961) se convirtió en un semanario que reunió a un sector importante del humor gráfico de vanguardia en Cuba (Negrín. inmortal creación de Joaquín Salvador Lavado (Quino). Eduardo Muñoz. Rius fue autor de más de 50 “libroscómics”. Mafalda (1964). en los 60. no obstante –señala él mismo–. entre otras (Gantús. 1989: 110). Allí. Además de la historieta argentina. la dinámica del humor gráfico fue igualmente interesante. Durante la instalación del régimen republicano se publicaron en los periódicos algunas caricaturas de corte político. pero todas estas representaciones eran vistas bajo una sola mirada: la del protagonista.de la representación peyorativa un recurso utilizado contra la burguesía cubana opuesta al cambio social. En el diario La Unión. coleccionista e investigador chileno. quien pretendía condensar y reproducir el sentimiento de sus receptores. El animal tenía el rostro del general chileno Bernardo O’Higgins. El humor gráfico chileno por entonces no fue el único medio bajo influencia norteamericana. pues se suponía que “los interpretaba tan bien”. Se presume que fue el español Gaspar Rico y Angulo. dejó el sello de su odio irascible contra San Martín. 2004: 3). ambos autores desnudaron al mítico Pato Donald. Ariel Dorfman y Armand Mattelart reflexionan críticamente sobre el comportamiento del cómic de los 70 en Chile. Siendo español y de una reconocida tradición al servicio de la Corona. en donde José de San Martín fue presentado en medio de una muchedumbre. Rico no debería ser parte de la historia de la caricatura peruana. La autoría de esta caricatura se encuentra aún en debate. Ascensión Martínez y Alberto Barillas. Periquita. entre otros. ¿Caricatura o historieta? Los inicios en el Perú La aparición de la caricatura en el Perú se remonta a los umbrales del siglo XIX. la tristeza. se publicaron historietas como Dick Tracy. por ejemplo. por ejemplo. La respuesta parecía ser obvia. aquella estampa de 1820. Daniel el travieso. Cristian Díaz (2002). Juan sin miedo. Pulgarcito. En su clásico libroPara leer al pato Donald. Decían que su actuación se organizaba en el mundo cotidiano (el dinero. El personaje se convirtió en un referente de la radicalización política del dibujo de humor (Negrín. Este tipo de cartones sintomáticamente fue disminuyendo hacia 1973. asegura que el predominio de la historieta en su país estuvo definido por una fuerte influencia norteamericana. el amor) en donde habría de resolverse la vida concreta de los hombres. Se preguntaban si el Pato Donald podría serpoder y representación colectiva al mismo tiempo. entre muchos otros. Otros países del continente siguieron la misma corriente. Terry y los piratas. “El Invariable”. citados por Concepción Reverte (2009). que sería un crimen “arrebatar” al niño el derecho de consumir los mensajes de Disney (1974: 16). En Chile. la alegría. Los sesenta se convirtieron en un período de mucha producción. ebrio y montado en un asno. un dibujante.Su análisis advertían las formas en que se estructuraba el poder. “El anciano”. consideran a Gaspar Rico y a José . el que. Winnie Winkle. bajo una serie de seudónimos como “El Invisible”. Algo –o mucho– tuvo que ver el golpe de Estado de Pinochet para el retorno de la historieta surrealista. el hambre. Los Picapiedras. Se recuerda. Sin embargo. las pasiones. . Entre 1821 y 1825. con la cual se trabajó varias caricaturas o dibujos en los periódicos de inicios del siglo XIX. como efecto del proceso sociopolítico de entonces. ambos enemigo declarados. es que la cargada atmósfera dominante. terminaría refugiándose en el Real Felipe con el último contingente de tropas al mando de José Ramón Rodil. Esta conclusión la sugiere Ramón Mujica en el prólogo del libro de Estabridis. fue. 61) vino desde El Nuevo Depositario (1821) yLa Nueva Depositaria (1825). la resistencia de Rodil ya era “considerada un acto quijotesco”. memoria del sitio del Callao(Reverte. Superada las tensiones con España. miembros de la segunda generación del periodismo peruano del siglo XIX. que requería el uso de la xilografía. El Nuevo Depostario se caracterizó por cierto tipo de comicidad verbal y de algunas ilustraciones satíricas. allá por los siglos XVI y XVII. publicada por Marcelo Cabello en 1826. fecha en la cual Rodil se retiró definitivamente del Perú luego de dos años de combate y negociación. Pero la respuesta al uso desenfrenado de la ácida ironía de Gaspar Rico (Reverte. luego. inspiró a más de un dibujante a emplear la caricatura como arma de combate entre los patriotas y los seguidores de la Corona. Ricardo Estabridis (2002) asegura que una lámina similar donde apareció Rodil. estampas y comentarios en defensa de las ideas realistas. La prensa grande de ese entonces enfrentaba el dilema de la conmoción industrial. Hacia el final de sus días. sigue pendiente. la primera caricatura peruana. se pasó al daguerrotipo. 2009: 61). demuestran que la búsqueda por hallar otras láminas que conduzcan al origen de la caricatura política en el Perú. Gaspar Rico condujo las páginas de El Depositario.Juaquín de Larriva. más tarde. No olvidemos que la presencia española se prolongó hasta 1826. Sin embargo. Un año antes. arreciaron nuevos conflictos entre caudillos militares y criollos y. la existencia de aquella muestra xilográfica que caricaturizaba a José de San Martín. de lo que sí estamos seguros. impresa mucho antes que la de Rodil por Marcelo Cabello o en El Nuevo Depositario de José de Larriva. se convirtió en fiel consejero y seguidor del Virrey La Serna. ambos. donde advierte la existencia de expresiones anónimas similares. su intransigencia quedó grabada en una estampa satírica de 1825. luego de su retorno de España. dirigidos en momentos distintos por José Joaquín De Larriva. escribiendo y publicando –por poco tiempo– ideas progresistas y. en la edición N° 4 de El Nuevo Depositario –donde Gaspar Rico aparece montado en un burro–. la etapa previa a la fotografía. la primera expresión de la caricatura política peruana y no aquél grabado que intentó poner en rídiculo a José de San Martín. Es posible que la caricatura publicada el 30 de octubre de 1824. tal como lo recuerdan Vicente Rodríguez y Guillermo Lohmann en José Ramón Rodil. p. Del grabado. más bien. sea como dice Juan Gargurevich (2006). No obstante estos datos. Según Reverte. entre peruanos y chilenos. año de su muerte (Villegas. Allí. en 1840. en esencia. de la exageración y detalles simbólicos (Valero. la dictadura de Agustín Gamarra avivó una confrontación bañada de frío desdén y castigadora ironía. Hacia medidados del siglo XIX.Sin embargo. Echenique. Raúl Porras Barrenechea (1970) señala que entre 1830 y 1834. apareció otra figura algo anónima para la caricatura decimonónica: Francisco Fierro o Pancho Fierro. según Tauro del Pino (1841:336) fue. Dicha contienda terminó provocando la denominación caricaturesca del gamarrano¸en alusión al gobernante militar. fue Un viaje. el espejo deformador y caricaturista de la sociedad criolla. 2005: 353). poemas y artículos humorísticos. Felipe Pardo y Aliaga condujo el periódico El espejo de mi tierra. publicó una serie de cuentos. pueda explicar el ligero reflujo del humor gráfico y la fuerte presencia de un tipo de literatura satírica en el Perú (Tauzin-Castellano. tal vez. 2012. Luna. En el impreso. mamando leche de una vaca que simbolizaba el Estado (Seminario. aferrado a una bandera inglesa y. condujo El Murciélago (1850). donde el “Niño Goyito”. Sus artículos satíricos volverían a reanimar nuevamente la confrontación con Soffia. en cambio. de “chistosas injurias y motes burlescos” entre Bernardo Soffía y Felipe Pardo. 2009). Pardo. junto a Manuel A. un hombre mulato que por entonces no gozaba de las consideraciones de la sociedad criolla. entre El penitente y El Conciliador. en otra. 2005). un periódico de corrosivas caricaturas políticas contra el régimen del Mariscal. este último. arremetería contra Castilla. la frivolidad de Castilla y su adicción por el poder (Seminario. Pero su acuarela ya era de dominio público desde la década del 30 hasta 1879. ambos personajes aparecerían envueltos en escándalos políticos y de corrupción. Atanasio Fuentes. 2012:27). En 1844. 2011:42).2012: 25). Una antología de caricaturas se publicó en 1866 en su obra Aletazos del Murciélago. personaje central de su obra más importante. En el mismo periodo. Esto. . Sin embargo. Fuentes denunció las malas prácticas electorales del 55. cuyo blanco fue Castilla y Echenique. el otro caricaturista crítico de Castilla. dos figuras notables emergieron en la caricatura peruana: Manuel Atanasio Fuentes Delgado y León Williez. un impreso que. 2000: 150. respectivamente. enfrascándose en la llamada “guerra de los papeles”. Segura. Mientras a Castilla se le exhibió bajo una conducta que reflejaba ambigüedad ideológica y política tras su conversión de conservador a liberal. aparecería a través de la caricatura. Años más tarde. norteamericano de nacimiento que dirigió Los Adefesios. era representado en una viñeta. no fue una figura anecdótica en la caricatura de entonces. Uno de estos. Pero. el uso de esta técnica en la prensa –comenta Gargurevich– aún requería de cierto desarrollo tecnológico. un álbum litográfico de caricaturas. fue un excelente pintor costumbrista de la cultura popular que “en una primera época trabajo la caricatura de personajes del momento político peruano” (Rodríguez. Seminario. a través del impreso La Guardia Nacional. le atribuye a Don Quijote la condición de medio opositor al régimen de Pardo. cuyos periodistas se dedicaron a atacar a Pardo y a sus colaboradores. No es el caso. 2009: 273) –solía decir la frase que rodeaba al nombre del periódico–. responsable del material satírico. vendría La Saeta (1969). un “Fandango semanal político-economico. se dispuso prisión para el editor del periódico y para el . bajo el título de “sección blancos” (Monsalve. puso en riesgo la vida del presidente de la República. Señala que. volvió a imprimirse La Campana. crítico-burlesco y de trueno” (Tauzin-Castellano. A la semana de la publicación. entre otras publicaciones. La República. salió La Zamacueca política. gracias a ciertos cambios. El Gallinazo. El Cascabel. comenzó a circular La Mascarada. que ni verdades calla ni mentiras consciente”. según la versión oficial de entonces. Hacia febrero de 1873. un lema que aparece en su portada. Joaquín Rigal fue el humorista que elaboró el extraordinario dibujo de humor que. La caricatura resurgió con más brillo en la siguiente década. El Brujo. muchas de ellas con alegorías destinadas a ridiculizar al dictador (Pérez. En 1859. a manos de un oficial del Ejército. que favorecieron el giro del humor gráfico hacia un horizonte más auspicioso. que lanzaron agravios contra el fundador del Partido Civil. saldría La Campana (1967). Carmen Mc Evoy (2007). pero Mario Lucioni (2001:258) recuerda a Don Quijote. En 1874. Pardo sufrió un atentado en una escena asombrosamente similar a la representada en la caricatura de Rigal. La Linterna del diablo. 2009:237). un bisemanario que publicó 52 ediciones. El Cencerro. el uso de este recurso expresivo siguió la lógica de un pragmatismo moderado. fundamentalmente en la política peruana. tras colaborar en años anteriores con El Liberal. a través de la sátira y de la caricatura. Sin embargo. La Bala Roja. “periódico nacional y caliente. no se detuvo. a diferencia de la primera mitad del siglo XIX. que se declaró enemigo de Pardo. El Diario. Su contenido fue de corte social –trivial diríamos– antes que político. junto a éste. un diario limeño que. con mucho sarcasmo y picardía expuso el tema de la discriminación racial. La Serpiente. influida por los procesos sociales y políticos en el mundo. un semanario efímero de caricaturas que circuló en 1873 y que abrió otra etapa en el desarrollo del humor gráfico.El personalismo de Castilla y su fijación por el poder volverían a gastarle más caricaturas. donde Palma reprodujo un tipo de humor social. Allí trabajó como redactor principal Ricardo Palma. 2014:274). La Butifarram El Liso. La producción gráfica durante la década del 60. Años más tarde. actuaron en armonía La Banderilla. Inmediatamente después. No opina lo mismo Raúl Rivera (2006:19) quien asegura que Don Quijote estuvo orientado a ensalzar la gestión del presidente Manuel Pardo y arremeter despiadadamente contra los opositores del mandatario. en cambio. Luego. en relidad. en 1888. sufriendo los efectos de una crisis derivada de la guerra. persiste el error de mezclarlas en el sentido de una sola elaboración. Uno de los dibujantes sobresalientes de este trabajo fue Zenón Ramírez quien. Es bueno precisar que la historieta no es de uso exclusivo de crónicas . una cosa –como ya dijimos líneas arriba– son las historietas. La Guerra con Chile retrajo notoriamente el estado de la caricatura. no siempre aparecen en espacios distintos. Por versión de Porras Barrenechea. la caricatura política resaltaba la figura del héroe de la Breña en perjuicio de Miguel Iglesias. El humor gráfico volvería. publicación que habría de desaparecer en 1905. en 1878. En este contexto comenzaría a circular El Perú Ilustrado. en un lugar donde. Carla Sagástegui atribuye a El Perú Ilustrado un importante aporte en la tradición del dibujo humorístico. sin embargo. quien luego se haría cargo de sus propias publicaciones. la prensa no logró cuajar una forma de resistencia a través de este elemento expresivo. a arreciar con algo de fuerza durante el periodo de reconstrucción nacional. alemanas y estadounidenses. si bien mantuvo cierta dinámica en el país sureño. Sin embargo. Fue fundado por Peter Bacigalupi y circuló entre 1887 y 1892. se sabe que uno de los pocos impresos de caricaturas que respondía desde ese espacio a la brutalidad de los invasores. era El Murciélago. sumergiéndose en los líos domésticos de la política peruana. Unos años más tarde. de agosto de 1884. Los dibujos principales estuvieron a cargo de Evaristo San Cristóbal. En El Diablo Predicador. no se distinguió por las caricaturas que secundaron sus primeras ediciones. Y. El período de la posguerra se caracterizó por un estado de incertidumbre en la caricatura.caricaturista. El país se encontraba devastado. 2003:11). De allí que. otra son las caricaturas. No era para menos. editó el Álbum humorístico. A los seis meses de iniciada su circulación. en el Perú. como un arma de doble filo para el discurso progresista de finales del siglo XIX–. a veces comparten un mismo escenario. casualmente. A diferencia de Lucioni y de Tauzin-Castellano. un boletín familiar inspirado en publicaciones españolas. aunque solo describe “una pequeña secuencia de viñetas que llevaban al pie las atribuladas reflexiones de un pollito [presentado bajo el título de: ‘Parece que esa gente se olvida de mí…’] acerca de la vida” (Sagástegui. 2012: 26). las caricaturas políticas quedaron confinadas y fueron reemplazadas por ilustraciones e imágenes que reflejaban el deseo de sus lectores por mezclarse con algo más cercano de la realidad de entonces. Pardo sería asesinado en las puertas del Senado. Ambas. El Perú Ilustrado –considerado por Tauzin-Castellano (2003). sufriría una traición. según la caricatura. Pero la ausencia del humor gráfico era elocuente. Cáceres fue presentado como la esperanza de la reconstrucción del país (Ayala. un semanario conducido por Estanislao Bravo. un periódico semanal de literatura. caricaturizó a Clorinda Matto de Turner con una viñeta titulada “Aves sin Nido”. quien falleció luego de emitidas las primeras ediciones. en su edición de mayo de 1895. La otra víctima de la represión gubernamental y militar fue Emilio Sequi.gráficas no humorísticas o “narrativas”. Emplea. llamada Ño Bracamonte. Esta es la razón que nos lleva a prescindir de ocuparnos con mayor cuidado de las historietas. señala Sotomayor. 2013:129). era denostar el papel de la mujer en la política. trazos caricaturescos en función de sus propios fines. Señala que “La caricatura central tiene siempre una solución de continuidad con el diálogo de dos personajes. La larga relación de impresos incluye a una revista que llevó el nombre de La Caricatura. en alusión a una de sus creaciones literarias. Pero el siglo de las caricaturas decimonónicas no ha concluido. el fundador de una publicación italiana y cuya imprenta fue también destruida. Además de tener la fama de buen dibujante. obteniendo como respuesta un constante hostigamiento que muy pronto lo obligaría a cerrar el periódico. un periodo de definiciones Hacia finales del siglo XIX. A menudo. la historieta y la caricatura –esta última principalmente de corte político– comenzaron a gozar de un estilo propio que los llevaría a definir fronteras e identidades. Don Timoteo y Doña Encarnación. toma a Cáceres o a Morales Bermúdez como blancos de su crítica. Evaristo San Cristóbal publicó su propio quincenario llamado El Perú artístico. con algo de frecuencia. pero sobre vivió. que se puso del lado de las filas pierolistas (Sotomayor. Ese mismo año apareció El leguito Fray José (1893–1895). precisa Lucioni. gozaba del prestigio de ser un intelectual que le sirvió para sacar otras revistas. quien decidió enfrentarse a Remigio Morales Bermúdez. un género del que hablaremos inevitablemente más adelante. Oscar Luna (2005) señala que El Chispazo representó la segunda época de La Saeta. En 1893. En 1891 apareció en escena El Chispazo. . ‘Reportage’. Los detractores de Piérola intentaron asesinarlo en más de una ocasión. El nuevo siglo. Se enfrentó a otra revista que defendía la causa cacerista. El Leguito Fray José. Era conocido por su arraigo en la caricatura de muchos países en donde permaneció con su familia por algún tiempo. que le confiere una tonalidad humorística” (2009: 275). política y costumbres a cargo de Juan de Arona. Isabelle Tauzin-Castellanos dedica un capítulo especial de su estudio sobre la prensa satírica de finales del siglo XIX a La Caricatura. dirigida brevemente por el español Luis Moncayo. El título de este diálogo es un anglicismo. La idea. García Cabral. Los cambios alcanzaron. Es la etapa de despegue de la caricatura que. a partir del 14 de junio de 1904. entre los que figuraba Málaga Grenet. El estilo tenía un sello alemán. Málaga Grenet fue el alma de Actualidades y lo será. . duró apenas 3 años o un poco más. El fotoperiodismo logra imponerse en la prensa. también alteraron su sentido crítico y aquella obstinación por la política que caracterizó a la prensa del siglo anterior. el que se mezcló con su personalidad. inició con este nuevo estilo de hacer caricatura. la caricatura. en el retrato y en la historieta política. caracterizada por el manejo de la concreción lineal y los contrastes de blanco y negro. asegura Juan David (2002). Según Oscar Luna (2005) –que realizó una tesis acerca de la obra de Málaga Grenet–. modernismo. un estilo que tuvo una fuerte influencia en los mejores dibujantes de América Latina. Pero es. como director artístico. Se trataba de una época en donde la imprenta llegó a experimentar un giro en la calidad de su producción. que se heredó de la escuela de Munich y de la tradición de Busch y Oberlander. mientras Sagástegui se refiere a este momento como art nouveau francés o. acentuados con las sombras y los medios tonos de la tinta. en la ilustración. también expuso sus virtudes en el arte costumbrista. imprimió seis caricaturas con la firma de Pedro Challe. Las ilustraciones comenzarían a obtener cierta importancia. Málaga Grenet. “el arte superior”. simplemente. el Grabado de Medio Tono (Gargurevich. luego aparecieron versos satíricos de Leonidas Yerovi y la caricatura de Julio Málaga Grenet. Alonso y otros. una variedad de géneros que la época supo reclamar a todo artista. ciertamente. la expresión más sorprendente de sus atributos. 1904 fue el inicio del período Clásico. Según Raúl Rivera. Consagrado al dibujo de humor. un joven arequipeño y talentoso dibujante. sin duda. como diría él mismo. los primeros trabajos del humorista fueron publicados por el semanario Actualidades en 1903. La primicia la puso el semanario Actualidades que. Julio Málaga Grenet. suministrándole una dosis de alta expresión artística y humor corrosivo. de otro de los impresos más famosos de la historia humorística: Monos y Monadas. no solo al estilo humorístico o al refinamiento de su presentación. Lucioni la llamó Belle epoque. Era un artista del dibujo y la línea –precisa Oscar Luna– que concentró la técnica del trazo en la cabeza y en los rasgos fisonómicos de los personajes que caricaturizaba. 2006: 141) ya no es más el sistema de registro de ilustraciones que domina en los periódicos de la época.El nuevo siglo ingresa con una novedad que conmociona al mundo de la caricatura. tan ausentes en el imaginario de la autoritaria aristocracia civilista (Velásquez. también fue autor de los “Judíos”. 2009: 280). 1981: 120). Su aporte se orientó a la narrativa en los dibujos. Cine. Según Raúl Rivera. ni de Valdelomar. inauguró el humor político en Monos y Monadas (1906–1907).En efecto. Monos y Monadas significó para la historia del humor gráfico. logrando retratarse como un chimpacé con un sombrero de jipijapa. 1981:119). De sus páginas surgieron prominentes caricaturistas. hacia finales de 1905 –junto a Leonidas Yerovi–. Hacia 1907. destacó. 2005: 120-122). En este escenario apareció otra figura notable del periodismo y de la literatura: Abraham Valdelomar. 2012). la idea era descubrir su mayor debilidad por el poder. El papel de Yerovi.fue toda una revelación. en cambio. mordaz y sutilmente agresivo. Otra de sus caricaturas fue “Borriqueras”. por ejemplo. Tauzin-Castellano añade que el talentoso caricaturista decidió romper con la tradición de lanzar el golpe desde la cómoda ubicación de dibujante. No con el brillo de Málaga Grenet. allí presentó a Leguía bajo la figura de un equino. Su narrativa tuvo un tono burlesco. caricatura orientada a satirizar a los diarios La Prensa y El Liberal. Pedro Challe. pues utilizaba todo cuanto el magma social y político pudo permitirle. gozaba de una originalidad verbal. el nacimiento de la prensa satírica nacional del siglo XX. Su participación en Aplausos y Silvidos. un escritor que se proclamó admirador de la caricatura de Málaga Grenet. como director literario de Monos y Monadas. en respuesta a su comportamiento oficioso frente al régimen de entonces. cuando estos animales servían para representar lo grotesco exótico (Tauzin-Castellano. El aporte de Valdelomar consistió en amalgamar caricatura y literautura. logrando aguzar su visión crítica hacia la política (Castillo. “logró representar todos los matices del mestizaje racial peruano. el escritor satírico creó un espacio dentro de Monos y Monadas al que llamó “Metemsicosis”. de allí que postulaba por medio de su humor y amarga ironía la construcción de otra modernidad que tuviera como protagonista a los sectores populares. Su discurso poético y satírico evidenciaba cierta resistencia a un tipo de modernidad europea. El título se relacionaba con la tradición de las monadas. una forma de aludir a la jocosidad antes que al disparate. Gil Blas y Monos y Monadas y el Fígaro. “Valdelomar contribuyó en el mejoramiento estético de la tradicional e intrascendente caricatura política” (Pinto. Hizo lo propio con Nicolás de Piérola en “Penitencia” (Pinto. Yerovi. que se remonta a las animalizaciones del Renacimiento italiano. El traslado al mundo físico de su imaginación lo llevó a construir el personaje que encarnaría en muchas ocasiones. una sección dedicada a ridiculizar a los diputados de entonces. giraba en torno a ordenar y organizar ese ambiente humorístico que debía servir de soporte a la caricatura. allí donde los otros sólo veían . ¡Lléveme Ud. Pedro Challe fue otra figura represetativa del humorismo peruano. publicarían distintas caricaturas. Cusqueño de nacimiento. a raíz de un concurso nacional convocado por la revista Variedades. Gamarra sería conocido más por su proximidad a la pintura. lugar donde cosechó inobjetables reconocimientos. cerrando las páginas de la revista. Chumbeque. Yerovi. Antes de terminar el año. El impreso ya no era el mismo. La Sanguijuela. aún cuando contaba con Valdelomar. Luego vendría Fray K. fino humor y maestría en el trazo (González. Bezón. también. debido a una mordaz caricatura de su principal humorista que condenó al impreso a la censura. 260). Mundial y otros impresos más. aunque pudo más con las historietas. 285). Fray Simplón (1909–1910). un semanario satírico publicado bajo la dirección de Florentino Alcorta. ¿Esta usted bien?. González Gamarra obtuvo el primer lugar. por ejemplo. El ritmo de la caricatura había descendido cualitativamente. La desaparición de Monos y Monadas dejó un enorme vacío que fue cubierto por la prensa satírica de tendencia anticlerical. En 1907. gozaba de una destreza extraordinaria.blancos o negros” (Lucioni. En esta etapa aparecieron medios como Don Giusseppe de Glicerio Tassara y Alfredo Baldassari. En 1912 creó la primera serie de viñetas llamada Cinema. En Fray K. Sudamericana. pero que duró poco. Bezón (1907– 1910) de Francisco Loayza. apareció otra promesa en la caricatura nacional. El fraile tonsurado y barrigudo tiene entre manos un libro en el que se descubren los centros de interés del periódico: la política y la religión” (Tauzin-Castellanos. Un año más tarde Excelsior. A su retorno de aquel país. en aquel concurso. decidió marcharse a Argentina. Prisma. Monos y Monadas había dejado de circular. se publicó “Historia del Perú en guesa” (guesa significa “en broma”). Simultáneamente iniciaron sus actividades: Figuritas (1912) y El Mosquito. El Fígaro cerró pronto. se llamaba Francisco González Gamarra. Sus trabajos fueron publicados por la revista entre 1910 y 1915 reproduciendo humorísticamente la vida política peruana.!. entre otras revistas. un conjunto de caricaturas producido por Juan Marcoz Sarrín en la misma perspectiva de Challe. 2004: 187). antes que al humor gráfico. No era para menos. En 1916. este último. En 1910. luego vendría Rigoletto. p. Dejando la política: el giro inevitable .aVariedades. El Mono. la nueva figura del humor gráfico peruano. Málaga firmó un contrato con una editorial argentina. un semanario opositor al gobierno de entonces. con el inicio de la Primera Guerra Mundial. Dos años después salió a la venta Fray Garrote y. aparecieron las caricaturas: “La Guerra en Solfa” de Pedro Challe y Don Lunes de Julio Málaga. arte y humanismo. Challe asumió la dirección artística del Gedeón. Sin embargo. Málaga Grenet se incorporó a El Fígaro y. a la música y a las reflexiones sobre estética. “[e]l humor asoma desde la portada con la imagen de un franciscano cabezón. la ausencia del maestro fue concluyente. luego. p. una historieta dirigida al segmento infantil. Felipe Pardo. La Revista Semanal. se formaron las secuencias de cuadros bajo un corte surrealista presentados en coloridas tiras cómicas. 146. dirigida por Andrés Aramburú. de Pedro Challe. La dinámica del humor gráfico se inclinó hacia la historieta subrrealista y de entretenimiento. El auge industrial favoreció este proyecto. la desparición de la caricatura política. Sus trabajos se exhibieron en la revista Variedades. Jorge Vinatea Reinoso publicó “Travesuras de Serrucho y Volatín”. La influencia norteamericana desplazó a la francesa. donde Devéscovi llegaría a combinar la tradición precolombina y el arte vanguardista (Villegas. En su lugar. Carlos Romero. Los estilos y géneros característicos del dibujo norteamericano –los pulp fiction y el comic book– se extendieron rápidamente. Dos años más tarde. pero no logró mantener el ritmo. un elemento gráfico de apoyo al lenguaje de la caricatura. quien. en la revista La Caricatura. p. Ricardo Palma. un periódico de series familiares. La segunda década del siglo XX tuvo otra dinámica en el campo del dibujo de humor. 2013). este último elogiado por César Vallejo durante una exposición de pintura realizada en París en 1928. Juan Devéscovi y muchos otros. Abraham Valdelomar. 1922 es considerado el año del despegue de la historieta peruana. Pero. Poco tiempo después. el “globo” fue una particularidad que lo caracterizó y. eran consideradas personas cultas e ilustradas. González Gamarra. Villegas. allá por el año de 1918. donde publicaría caricaturas y otras ilustraciones (Luna. publicó los trazos de Julio Málaga. El cambio provocó. 2009: 80). una tira cómica que criticaba el racismo limeño y la frivolidad capitalina (Sotelo. cuando aparecieron agencias de distribución del cómic en los Estados Unidos. Así se inició otra etapa. es su arraigo intelectual. su fama se elevó con “Travesuras de Serrucho y Volatín”. Cfr. Alfonso Lazarte y Juan Devéscovi. Ese mismo año. no le disminuyó la fuerza expresiva. puso su talento al servicio de la historieta.Hacia 1922. pasaría a formar parte de la revista Mundial. El formato más utilizado fue la serie familiar e infantil (Sotelo. Este recurso apareció primigeniamente en 1893. Gustavo Lama creó “El Comisario Ted Micky”. 81). Su dominio sobre la pintura o el dibujo estaba atado a cierta . prácticamente. el humor gráfico se vio favorecido por la aparición de los “globos”. si no es de todos. En 1927. Algo que merece advertirse en el derrotero de la mayoría de caricaturistas. Francisco Fierro. En efecto. Vinatea era un reconocido dibujante que se inició en este campo del arte a través de la caricatura. p. le seguirían “Mataperradas de Gordete y Calambrito”. otra historieta de corte social donde participaban personajes infantiles. Bajo esta influencia. En el periodo clásico. sin embargo. 2013:154). en 1922. sensible a los cambios de la época. entre otros. apareció “Camotillo alias Cámara Lenta”. el racismo. En 1939. el siempre esfuerzo conservador de la iglesia.Nalla”. instrumentalmente. ocupada solitariamente de la actualidad política. cuya estructura parecía una crónica periodística (Lucioni. 2002). el centralismo asfixiante. cuya producción. estuvo condicionado por el índice de lectoría. Aquel año se publicaron otras revistas como: Cholito. las migraciones. 2009). En este breve período sólo encontramos a contados humoristas. como la caricatura. de la estética o del arte. de la filosofía. sino. uno de ellos fue Raúl Vizcarra en la revista Run–Run (Crisóstomo. Devéscovi. Estaban también “La familia Max–Oleatones” y “La familia Mazoletonez” (1927) de Julio Málaga. Su contenido se orientó a mostrar los conflictos raciales en el Perú (Lucioni. y por espacio de varios años. Este fue el caso de “Aventuras de Agapito K. Esto explicaba la circulación y el alto consumo de tiras cómicas extranjeras de corte surrealista. Ciertamente. A partir de 1936. que se notará hacia finales del siglo XX (Infante. El chasqui y Abuelito. continuaría Carlos Romero (Crisóstomo. social que se posicionó por dos décadas más. la hegemonía del poder a cargo de la clase dominante peruana. 2005a). por su parte. Hacia 1930. Era el período de apogeo de la historieta surrealista y. que gozaban de una tradición y de un público más numeroso. ibíd). Los flujos y reflujos de la política se extendieron al humor gráfico definiendo sus altibajos y los chispasos en busca de una autonomía discursiva. 2001:263). El otro aspecto era la falta de solidez de un público cautivo a diferencia de la realidad norteamericana o argentina. no dejó de verse. Si bien. Le siguió El hombre de la Calle. una realidad social que descubría profundos abismos despojaba a la política de su habitual protagonismo. apareció “La familia Calatayú” de Víctor Mendívil. una historieta de lenguaje chispeante. fue autor de “Aventuras de Don Porfirio Cordero” (Crisóstomo. no se ocupó de . llevó a una prolongada censura provocando nuevamente un reflujo en la caricatura. otra publicación humorística que comenzó a circular en 1931. por momentos. El autoritarismo del régimen de Leguía parecía estar ausente en el dibujo de humor. La historieta peruana debía competir con los cómics extranjeros que llegaban al Perú en mayor volumen y a menor costo. una serie de corte social dirigida a un público adulto y. 2010). todas. El consumo de una producción humorística propia y que reflejara los rigores de la vida social peruana. una historieta de Lazarte caracterizada por la crítica social y reflejada en la viveza criolla de su personaje principal.capacidad reflexiva que se exponía a través de la liteartura. Pero la historieta. dirigidas a un público infantil. comenzaban a reclamar un espacio en la agenda pública. Casi al mismo tiempo en que apareció “Pachochín”. este personaje sería sustituido por “Falseti”. A la censura estatal se sumó una escasez de papel. otros autores como Carla Sagástegui consideran que desde 1947. Quien. la libertad de prensa.política en sentido estricto. la caricatura comenzó a perfeccionarse. En 1940. otra revista que presentó “Las aventuras de Pichiruchi” de Arístides Vallejo. el indiecito estudiante” de Demetrio Peralta. A diferencia de Lucioni. hizo lo propio “Vida y milagro de Anacleto Barriga” de Alfonso La Torre.29). Su vigencia se prolongó hasta 1942. “Chabique” y “Hombre Sombra”) y. con exponentes como Víctor Echegaray. por entonces. Carla Sagástegui (2003) llama a este período comprendido entre 1930 y 1940: el momento del “Ensayo”. aunque de contenido surrealista. Mientras que Carlos Crisóstomo (2005a) considera que los años cuarenta constituyeron la “verdadera época de oro de la historieta peruana”. publicado por El Comercio. Demetrio Peralta. nuevamente. Fue. desde 1931. una suerte de despegue del humor gráfico. Esto interrumpe aquel proceso en donde se venía construyendo cierta autonomía discursiva en la caricatura. p. Un año después. de emisión diaria. otro de los efectos de la crisis internacional generada por la Segunda Guerra Mundial. prácticamente. sus dibujos satirizaban la falsa prosperidad y las costumbres de la época. Lucioni se refiere a su administración como una “dictablanda”. no ayudó mucho al retorno de la caricatura política. Prado encontró las formas para restringir la libertad de expresión. pues. donde personajes como “Pachochín” de Carlos Roose. más bien. se puso en marcha un proyecto de reforma liberal que apuntó a consolidar los derechos civiles y. Surgió una fase de “Profesionalización”. publicados por La Tribuna. Eduardo Calvo. una revista especializada que produjo al personaje “Pachochín” y “Pedrito. Ricardo Marrufo (autor de “Peyoyo”. una práctica que reprodujeron varios gobiernos. . salió a la venta Palomilla. Un año después habría de publicarse Clímax. si bien sirvió a abrir nuevamente el espacio del humor gráfico. dotado de un estilo realista (Reynoso. sin mayor humor. Este contexto. la primera tira cómica de alcance nacional (Sagástegui. con historias policiales. Pedro Challe con la “Familia Pajarete”. especialmente. reflejaron nuevos estilos de trazo y dibujo. Pero “Pachochín” propiamente no era una caricatura. dando paso a un momento prolongado de instrumentalización de aquel elemento expresivo. Con la elección de José Luis Bustamante y Rivero como presidente del Perú en 1945. y La Rayo de Pedro Challe. Durante el siguiente quinquenio –de 1940 a 1945–. especialmente. desaparecieron. las publicaciones de corte social y político. 2013). gobernaba el país era Manuel Prado y Ugarteche. respectivamente. “Yasar del Amazonas” de Vera Castillo. una figura obsesionada por el sexo (Sotelo. aparecieron tiras cómicas en semanarios como Tacu tacu. llamado “Piropo”. Cáceres.Carreta. “Cántate algo” de Jorge Salazar. publicado en el diario Última Hora y considerado el precursos del humor absurdo en la historieta peruana (Sotelo. dirigida por Monseñor Durand. por entonces. una historieta interesada –según Lucioni– en presentar además de cierta mecánica visual. Así ocurrió con Última Hora que cambió en 1952 a todos sus personajes. “Chepar”. “Boquellanta” acogió un significado especial debido a que el personaje. La revista Avanzada llegó a tirar en promedio 25 mil ejemplares por edición (Lucioni. 2005). “Manyute” fue otro de los dibujos de mayor vigencia. de Rubén Osorio (“El Padre La Fuente”). en un intento por perennizar la caricatura local. Todos los historiadores del dibujo de humor coinciden en que fue. Uno de los dibujantes que mejor representó esta tendencia fue Ricardo Fujita. Ese mismo año se publicó el trabajo de Alejandro Valle. pronto. 2002: 210. el “Doctor Phistaco” y “Manyute”. eran objeto los afroperuanos. 194. la caricatura volvió a aparecer. Selecciones de Pachochín. Durante la década del 50. El personaje .En 1949. Más tarde. la “Cadena de oro” (1953–1956) de Rubén Osorio. un niño negro. Al año siguiente. una publicación educativa y de uso obligatorio en los colegios católicos. el misterio de la elipsis y la lógica de la secuencia. “Serrucho” de David Málaga. 212). dos personajes de la caricatura infantil. p. de Alfredo Aisaona (“Hualpa”) y de Javier Flores (“El Capitán Alas”) (Sotelo. Loquibambia y Pedrín Chispa. Junto a la revista de la Iglesia Católica. una publicación que más tarde daría vida a “Chépar” y “Manyute”. 2005b). Allí aparecieron las historietas de Juan Osorio y Hernán Bartra (“Coco. 2009). cuyo estilo dominado por el “cómic book”. Vicuñín y Tacachito”). en esta época. aunque con poca fuerza. salió a escena Canillita. Bartra habría de crear personajes como “Don Vinagrio”. “Chabuca” de Luis Baltazar. Crisóstomo. Al poco tiempo surgieron nuevos actores como “Sampietri” (1950–1991) de Julio Fairlie. junto a Osorio. Finalmente. p. introdujo en su discurso el quehacer político del país. En 1953 y por espacio de 15 años. “Boquellanta” de Hernán Bartra. Canillita fue otra de las publicaciones que más larga vida tuvo en la historia del cómic peruano. en 1950. “Chépar” a diferencia de “Manyute” no sólo fue una figura del imaginario dominante. cuando se desplazó a los personajes extranjeros para dar cabida a figuras peruanas. producidas por Carlos Osorio y Hernán Bartra. 86). De esta forma. concentró los prejuicios raciales de los que. el Perú registró alrededor de 600 títulos de historietas peruanas (Lucioni. p. Patita (“Un lunático en Marte”). la influencia norteamericana fue relegada por la fuerte presencia del cómic chileno. llegó a combinar humor con erotismo. mientras revistas argentinas y mexicanas competían con notable ventaja. circuló Avanzada (1953-1968). en 1995. sumergido en una serie de aventuras.peru21. el corte surrealista prosiguió. Sin embargo. 35). Sus autores fueron el dúo Osito-Monky (Hernán Bartra y Juan Osorio) y orientaron su humor hacia un público adulto. por lo . 91). bajo la pluma de Carlos Castellanos con “el Regreso del Supercholo” (Sotelo. p. Así fue el proceso que siguió el humor gráfico durante aquel largo período. 209). para volver en los ochenta a través del mismo periódico y. Luego. una figura de rasgos andinos. En los años 66–67 apareció la revista con el título de “Historias Gráficas” (Crisóstomo.blog. “El rey y Nazario” fue una viñeta publicada en Pueblo a cargo de Paquín. en 1962.pe" /> Imagen 1.pe Luego de ingresar a la producción humorística. Víctor Honigman. en donde la caricatura y el corte realista de los trazos desaparecieron casi por completo o. de origen austriaco. Estuvo orientada a presentar al presidente Prado “como si fuera un rey solitario. “Loreto” o “Tangama” en el formato de tira cómica (Sagástegui.blog. www.apareció en distintas publicaciones impresas desde 1962 hasta la década del 90 del siglo XX. p. fue el “Supercholo”. quien nació en 1957 con El Comercio. Su creador. logró mantenerlo en vida hasta 1966. De allí que los superhéroes norteamericanos fueron sustituidos por personajes peruanos como “Juan Santos”. hombre del pueblo con cara de intelectual y pelo parado que intenta servir de conciencia a su majestad” (Lucioni. www.peru21. p. 2005a). El Comercio dio vida a “Juan Tiburón”. sólo acompañado por el flaco Nazario. treinta años después. En 1969. llamada “Confidencias de un senderista”. el taller “Estudio Cuatro”. con Carlos Tovar (Carlín). como ilustradores. a una legitimación de lo choloen el país. su distribución fue gratuita y en zonas afectadas por la guerra interna. 2010). pero de publicación esporádica. En la primera. conformado por Rolando Eyzaguirre. Pero. Juan Acevedo y Salvador Velarde. en 1975. Pero. Carlos Roose. el golpe de Estado del general Juan Velasco Alvarado habría de modificar aquella dinámica. César Oré. surgieron historietas como “Teodosio” (1974–1980) de Luis Baldoceda y “Selva misteriosa” (1970) de Javier Flores Del Águila. No obstante. 2005b:214). algunos autores como Carlos Crisóstomo (2005b) advierten cierta inercia en el horizonte de la caricatura.menos. colaboradores de Villanueva. Rafael León (1999: 192) sostiene que hubo dificultades para hallar una punta humorística al tema de Sendero Luminoso. el relativo aislamiento que promovió el régimen terminó acentuando el localismo en el gusto y en el consumo de la industria cultural de los sectores populares (Ibíd. No estaba en el poder. el régimen velasquista se profesaba de izquierda. Luis Baldoceda publicaría a inicios de los ochenta otra historieta con una fuerte dosis de sentido caricaturesco. Allí apareció la revista Collera. En esta misma década. pues no observaron mayores cambios en su proceso a pesar del nuevo escenario político. editado por el Ministerio de Marina. no fueron aspectos dominantes de la elaboración humorística. pero era un poder que no era posible corroerlo. Un . Además. Carlos Crisóstomo y Juan Velásquez. Pedro Villanueva editó Fantazine y Patita. En este contexto. aunque dejó abierta la posibilidad de impulsar un manejo distinto del dibujo de humor a favor del proceso de alfabetización en el interior del país. 213). decía León. publicarían Chingolo. Lo cierto es que el humor gráfico volvió a registrar un repliegue en aquel proceso de construcción de una autonomía para volverse utilitaria y funcional. Mario Lucioni (2005b) piensa que el contexto de dictadura aceleró los procesos sociales de mestización de la capital que llevarán. los trazos retrataban parte de la realidad campesina. Era el retorno de la caricatura. Más tarde. Siguió el ritmo de toda dictadura con sus flujos y reflujos (Infante. En los años siguientes salieron otras revistas de historietas. recuerda haberse abierto al mundo de la caricatura en 1978 a través de Monos y Monadas. p. Tovar. El uso instrumental de esta forma de expresión floreció con especial esmero. volvió a la escena pública Monos y Monadas introduciendo un mejor estilo mediante “un humor tradicional basado en la burla fisonómica y en los golpes bajos” (Lucioni. dio vida a Jarano y. Siguió mostrándose esquiva frente a la realidad política. mezclando humor y aventura. conocido como “Crose”. El retorno de la caricatura A diferencia de las anteriores dictaduras –impulsadas por corrientes conservadoras–. gracias a la invitación de Antonio Cisneros y de Lorenzo Flores. como también hicimos allí publicaciones humorísticas con el tema de la revolución y todo con dibujos. cuando se formó Monos y Monadas. “Me ayudó eso –dice Carlos Tovar– a aprender más el diseño gráfico y.blo gspot. estos últimos.com El blanco de sus dibujos de humor fue el general Morales Bermúdez. www. En ¡Basta ya.monosymonadas. Carlín!.poco antes. publicada en 1982. una antología de sus mejores trabajos de aquella época. Carlín había compartido el dibujo con Jesús Ruiz Durand. www. tomaron contacto conmigo” (Infante. creo que a raíz de eso. figura central de la caricatura política. autores de la parafernalia gráfica del velasquismo. José Bracamonte. 2008:400). Emilio Hernández y Carlos González.blogspot.monosymonadas.com" /> Imagen 2. Tovar ridiculizaría la opulenta vida militar y la confrontaría con la crisis económica . en el Sistema Nacional de Comunicación Sociales (SINAMOS). 2010). llegó a subrayar los sobresaltos de Morales Bermúdez frente a la generalización de las protestas de 1978. en 1979. El personaje –unas veces el dictador. cuando decidió apartarse de la revista de Yerovi. Woody Allen. en sus dibujos. “Pobre diablo”. . Haya de la Torre. Albert Eistein. Travolta. de todos sus trazos. Pero. fundó El Idiota. Carlos Tovar hizo gala de su arte al retratar grotescamente a personajes como Pablo Neruda. encabezado por Tovar. los geniecillos dominicales”. Luis Freire. Lorenzo Osores). Pelé. como “Samuel y Cervantes. “Oratemán”. “El Cuy” fue uno de los personajes más conocidos y queridos que se publicó en El Diario de Marka. publicado en 1989. entre otros. entre muchos otros. Tovar siguió en Monos y Monadas hasta 1984. aunque dos años antes. De la misma generación de Tovar. el “Cuy” (1977). su posición no fue secundada por los humoristas de entonces. Si bien. otras los oficiales y soldados– sirvió para construir diversas figuras vinculadas a la corrupción y al autoritarismo (Cfr. José Stalin. Al año siguiente. Carlín logró ingresar al espacio del conflicto por el poder sumándose a la búsqueda del equilibrio y reequilibrio político (Infante. Tovar. Maradona. Sin embargo. “Guachimán”. Luis Alberto Sánchez. Hizo lo propio con el gobernante de facto. Así ocurrió cuando. José Carlos Mariátegui. En Técnica del dibujo y de la Caricatura. Desde sus comienzos. con un financiamiento propio. retomó el camino de la política para hablar de las desavenencias y de las contradicciones de la izquierda peruana. el mismo equipo deMonos y Monandas (Rafael León. Pedro Larco. Carlín recorrió el espacio social y cultural. de quien llegó a destacar su demagogia y otras expresiones lívidas de su explosivo comportamiento.y social del país. Este último creó historietas en base a caricaturas que combinaron humor y aventuras. Chirinos Soto. sus trazos no sólo fueron elementos de la política. ya se leía en el diario La Calle. Acevedo. fue Juan Acevedo. 1982:23-29). Jesucristo. devino en una característica propia que se refleja. Pero. Última Hora y el Diario de Marka.com" /> Imagen 3. me pelease con ellos muy pronto porque había una resistencia en los medios para publicar un tipo de humor distinto al que estaban acostumbrados” (Infante.com Algo solitario. “Yo no buscaba sólo la risa –dice Acevedo–. desde que comencé buscaba una reflexión también y eso significó que yo rebotase muchas veces en varios medios. mostrando una mayor madurez en el arte de hacer historietas.librosperu. Acevedo se orientó a construir una identidad política desde el dibujo de humor elaborando historietas. pero alcanzó notoriedad a mediados de los 70 publicando humor social en las revistasCaretas y Oiga. antes que caricaturas.librosperu. 2008: 421). Correo. y en los diarios Expreso. para entonces. esa era su prioridad. Su interés por dejar un mensaje de alto contenido social. en sus trabajos actuales. www.www. inclusive. Él mismo se considera un especialista de la historieta antes que de la caricatura. Así lo demostró en “Túpac Amaru” y “Paco Yunque” donde expuso un estilo mejor acabado. . Acevedo se inició en el humor gráfico en 1969. www.wordpress. www.mildemonioscultural. fue el personaje representativo del discurso contestatario que se configuró en los años 70 y 80. sin embargo. Acevedo asegura que la respuesta vino de El Diario. donde Acevedo comparaba la conducta violenta de los subversivos con la de los militares (Pichihua. otro personaje con el que habló de la problemática social y política generada por la guerra interna. wordpress. de . un pequeño roedor que se presentaba como alternativa latinoamericana al ratón Mickey –figura característica de la cultura e ideología americana–(Cáceres. 1989:114). 2005. Juan Acevedo creó “Luchín González”. en “Luchín González” y el “Cuy”. publicadas en La Razón. Además de los trabajos de Acevedo. 2010). despertó cierto interés y el desafío de algunos dibujantes y humoristas. En 1989.com El “Cuy”.mildemonioscultural. El conflicto armado interno no tuvo el volumen ni la calidad de la caricatura de otras épocas. Felafacs. que fustigaba las tiras cómicas del “Cuy”.com" /> Imagen 4. el vocero de Sendero Luminoso. El propio Crisóstomo. dijo que sus comienzos fueron en la revista Oiga. director dePerú 21. Alonso Núñez. Alonso Núñez y Jorge Pérez. Humberto Costa. Boom de Julio Polar. en el suplemento de la revista Sí. desarrolló una producción interesante. allí creó el personaje “Don Burguesini y su mayordomo”. Julio Polar. en 1988. Portales inició en Chesu y siguió en “La calle está dura” de El Trome. entre ellos. 2012). publicado en una tira cómica. Luego. – publicación que continúa en circulación bajo el control de Perú 21– junto al conocido Eduardo Rodríguez. realmente existieron pocas ilustraciones con este tipo de temáticas. En esta etapa. Entre el 80 y 90. bautizó un espacio de fino humor llamado “Heduardo en su tinta”.“Heduardo con hacha” (Infante. llegó a utilizar la historieta. y. Luis Rossell y Álvaro Portales trabajaron en El Otorongo (2007). Mario Molina. En el caso de Eduardo Rodríguez. . bajo el título: “Melgar y los muertos que Cayara”.En Caretas. Alfredo Marcos. Destacaron. crimen que se le atribuye a las Fuerzas del Orden. Acevedo y Alfredo Marcos. Piero Quijano. por ejemplo.Baldoceda en “Confesiones de un senderista”. se creó una caricatura llamada “Gonzalito”. en lo que consideraba una de sus formas de propaganda. dirigido por Luis Felipe Angell (Sofocleto) y en Chesu. Julio Granados. Rubén Sáez. En Monos y Monadas (1984). 2008: 410-420). La primera etapa de este impreso salió en 1980. líder de Sendero Luminoso. Ibid). que desarrolla una representación negativa-metafórica (Sotelo. publicó una serie de viñetas en un espacio denominado “Diálogos infames”. La propia organización subversiva. Pepe San Martín. de la mano de Javier Flores. terminó censurado a fines de 2008 por Fritz Du Bois. Jesús Cossío. Omar Zevallos. La Crónica y Equis. la popular revista Viñeta de Antonio Torres y “La Pícara Monaliza” de Julio Carrión (Crisóstomo. 2008). Carlos Castellanos. Mario Lucioni. Chingolo y Zuácate. allá por 1993. EL Chiste de Carlos Crisóstomo y Aldo Fuentes. se publicaron al menos 30 títulos (Cfr. Javier Prado. Después de Patita. en Gestión se llamaría “Heduardicidios”. pasó a Última Hora. en Correo. Miguel Ángel Mesías. donde hizo historietas. El uso de la historieta no le restó su sentido caricaturesco. ibid). La larga lista de caricaturistas se completa con Nicolás Yerovi (hijo). veterano caricaturista. Conrado Cairo. En una entrevista que nos concediera en el 2007 (Infante. publicó caricaturas en el diarioDon Sofo (1980–1983). seudónimo con el que se le conocía a Abimael Guzmán. Etiqueta Negra de Sergio Carrasco. siguió el mismo derrotero de Tovar. Julio Polar. luego de haber publicado una viñeta alusiva al ex presidente García. Julio Carrión (Karry). figura también la revista ¿Tiene Dientes? (1992) de Luis Rossell y Miguel Det. primero con La República. la censura llegó contra él en el 2007. p. Por ejemplo. Ese mismo año. 2008: 336). “Yo era un ilustrador –dice Quijano–. yo los leía y. Luego vendrían: “El enano erótico”. sería una metáfora de la vida cotidiana. de Piero Quijano y Carlos Tovar. En el caso de Piero Quijano. El Chato (1998). Colaboró también en El Otorongo. con El Mundo. las viñetas correspondían a historietas de corte erótico (Infante. al igual que muchos caricaturistas. pero. cuando el régimen aprista interrumpió la exposición de una muestra de pinturas donde Quijano presentaba a un campesino. Rodríguez haría caricatura acompañado de Alfredo Marcos y. 2010:250-258). Fue una época marcada por un agudo conflicto por el poder que devino en una crisis política. era uno de ellos. social y moral. un tipo de periodismo que creó su propio estilo en caricaturas. respectivamente. De todos ellos. el texto no los hacía. Aja y el El Chino. en cambio. los dos primeros trabajos fueron los más conocidos y exitosos. Me daban textos. Pero “las figuras expuestas por la caricatura oficialista no tuvieron la fuerza de afirmación. “El hombre que no podía irse” y “Las viejas pitucas”. que buscaba un espacio dentro de los temas que me daban. en El Mundo me daban texto.Durante gran parte del régimen fujimorista. rubricada por “Filo”. luego. y seguirán siendo parte de los diarios La República y El Popular. repetición y contagio que requiere una idea para hacerse dominante en el imaginario social” (Ibid. apareció el diario El Tío(1998) que produjo “Mano Virgen”. La viñeta que creó fue “Chatocaturas”. o sea tenía que ceñirme a eso” (Infante. 216)–. más tarde. Su desempeño en el humor gráfico vino. “Los Calatos” fue una caricatura que combinó política con el drama social del Perú de los ochenta. y que engendró la llamada “prensa chicha”. un autor anónimo. 255). más o menos al estilo de la batalla de Iwo Jima. otra lámina sin autoría ni seudónimo. sometido a las bayonetas del Ejército. Hizo del doble sentido y de la ironía sus principales recursos en el contenido de la caricatura. . En el caso de La Yuca. ellos respetaban mi manera de ver con toda libertad. p. Marcos fue creador de “El país de las maravillas” –“una especie de cruce entre las series familiares y la caricatura política” (Lucioni. un periódico de tiraje y cobertura limitada en el país. “Los achorao’s”. La Chuchi. Carlos Alberto Villegas (2004) subraya la condición de este elemento en la construcción caricaturesca. “Rata–plán”. Y es que. . A menudo. “Karne Kruda” y otras. Álvaro Contreras con “Vida de alcantarilla”. autores de “Bumm”. Roger Galván y el desaparecido Julio Polar. con los “Niños de la calle”. También están Wilmer Fashé. Caricatura de Piero Quijano Otros humoristas fueron Rubén Sáez en “Vida mundana”.Imagen 5. humoristas. no todos los dibujantes. “El personaje caricatográfico es una narración gráfica de un protagonista ficcional [o real] altamente empático que se resuelve en una viñeta. las limitaciones del trabajo –para algunos simplemente se trata de una cuestión de estilos– llegaron a mostrarse por medio de la falta de capacidad para construir un personaje caricatográfico.”(Ibíd. caricaturistas e historietistas aludidos. Esta fue una cualidad que definió la fuerza expresiva y la calidad del trabajo alcanzado por los humoristas o dibujantes. 2004: 38). 2008). “La soledad no es una conjuntivitis”. Raúl Kimura. La nueva década vino acompañada de un aporte interesante: la capacidad de construir un “personaje caricatográfico” en base a un discurso con más autonomía (Infante. lograron desarrollar aquella cualidad. Carlos Tovar. Alfredo Marcos. Salvador Velarde. Javier Prado. Francisco González Gamarra. Raúl Vizcarra. El contexto histórico social contribuye en este propósito. Francisco Fierro y Ricardo Palma. Miguel Ángel. sino porque la prensa fue arrinconana por la masificación de medios electrónicos. Manuel Atanasio Fuentes. Rubén Sáez. después vendrían Bernardo Soffía. Eduardo Calvo y Ricardo Marrufo. Jesús Cosío. Miguel Det. Víctor Echegaray. Julio Granados. Jorge Pérez. Mario Molina. Pedro Challe. es signada por su desarrollo. Alonso Núñez. La tercera etapa. Cierran este periodo Carlos Roose. Leonidas Yerovi. la figura de “algo” o “alguien”. . Jorge Vinatea. Luis Baltazar. Julio Málaga. José Juaquín de Larriva y Marcelo Cabello. Carlos Crisóstomo. Juan Devéscovi. Julio Carrión. Carlos Castellanos. Pepe San Martín. A manera de conclusiones Los inicios de la caricatura política se definen por el sostenido proceso de instrumentalización del humor gráfico durante gran parte del periodo decimonónico. Las tres últimas décadas han significado una dinámica distinta en la caricatura. La segunda etapa. Vera Castillo y Víctor Castellanos. Eduardo Rodríguez. La búsqueda de autonomía en el discurso humorístico se encuentra en su apogeo. La caricatura pugna por definir identidades con la historieta. No sólo por la concurrencia de un nuevo ciclo en el fenómeno caricaturesco. A partir del nuevo milenio. Lorenzo Osores. El periodo de inicio terminará con Joaquín Rigal y Evaristo San Cristóbal. el periodo de consolidación. Julio Polar. entre otros. Julio Fairlie. Demetrio Peralta. Ricardo Fujita. Luis Rossell. Felipe Pardo. Humberto Costa. Conrado Cairo. Javier Flores. Víctor Mendívil. Alfonso La Torre. La aparición de un tipo de caricatura instrumental a través de la prensa “chicha” no duró mucho. David Málaga. Luis Freire. Pedro Larco. Carlos Osorio y Hernán Bartra.elemento que habría favorecido a construir en el imaginario social. a la que consideramos. León Williez. Antonio Torres. Jorge Salazar. Omar Zevallos. Abraham Valdelomar. la caricatura comenzó a salir del dominio de los medios gráficos impresos para ingresar con cierta fuerza a los espacios virtuales pasando a convertirse en esclavos del diseño gráfico. Álvaro Portales. Piero Quijano. Carlos Romero. En esta fase encontramos a Gaspar Rico. se abre con la incursión al mundo de las caricaturistas de Juan Acevedo. Mario Lucioni. Alfonso Lazarte. surgen extraordinarios dibujantes y humoristas como Julio Málaga Grenet. Poder. 37-54.pdf?sequence=1.librosperuanos. tensión y caricatura. José (1990). E-mail: carlosrodrigoinfante@hotmail. Lima: Tesis de Maestría en Estudios Culturales de la PUCP. Canto Grande y las Dos Colinas. Año 2. Enrique (2005) “El Cuy entrañable y el perro sin gracia”. Lima: Instituto Mijail Bajtín. 2000. 45-54. Del exterminio de los pueblos al exterminio de comunistas en el penal Castro Castro-mayo 1992 (2007). titulada: Poder y humor gráfico durante el periodo de crisis del régimen de Alberto Fujimori. 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