El eclesiólogo Mühlen

March 28, 2018 | Author: Moises Cornejo Oropeza | Category: Anointing, Christ (Title), Holy Spirit, Soul, Trinity


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El eclesiólogo Mühlen, en su obra “El Espíritu Santo en la Iglesia”1, desarrolla la tesis de una eclesiología más pneumatológica sin quepor ello obste una eclesiología de carácter más cristológico. Por ello, presenta en el contexto de la encíclica Mystici Corporis, la fórmula una (mystica) persona en san Agustín, desde dos aspectos: a) El Cristo y la Iglesia como una quaedam persona Para Mühlen, la encíclica Mystici Corporis, indica que el divino Redentor forma con su cuerpo social una única persona mística (unam dumtaxat mysticam personam), o, como dice san Agustín, "el Cristo total". Con ello se esboza el problema de una fórmula eclesiológica fundamental. De este modo es importante preguntar qué se entiende con el término "persona" en esta formulación. San Agustín descubre que como muchas afirmaciones de los salmos no se refieren inmediatamente al Cristo como cabeza de la Iglesia, hay que aplicarlas a la Iglesia, es decir, al cuerpo del Cristo. Pero la cabeza y el cuerpo no están separados; sólo juntos, por el contrario, forman el Cristo total. Lo explica san Agustín con ayuda del salmo 21, donde Cristo habla en los salmos unas veces ex persona capitis y otras ex persona corporis (la Iglesia), que forman juntos, según san Agustín, una sola persona. Y lo explica detalladamente: “La primera expresión se aplica al Señor y a su cuerpo. En virtud de ella, sabiendo de una vez que hay que entender de una sola persona lo que se nos dice de la cabeza y del cuerpo, es decir, del Cristo y de la Iglesia, no tenemos por qué dudar cuando (el texto) pasa de la cabeza al cuerpo o del cuerpo a la cabeza; en tal caso, con todo, se trata siempre de una sola y única persona”. Sin cambiar el sujeto de la afirmación, la Escritura pasa de la "cabeza" al "cuerpo" y del "cuerpo" a la "cabeza": se trata siempre de una única e idéntica "persona". Caput y corpus no son solamente una unidad, unum, en virtud de la relación mutua establecida por la voluntad; sino que, por el misterio de la encarnación, el Señor ha concluido con la humanidad una unión corporal que se manifiesta en la unión de la carne y que se renueva día a día. Asimismo, para explicar la unidad del Cristo y de la Iglesia, inspirado en Ef 5,31, Agustín declara: Se forma, pues, de los dos, una persona única, de la cabeza y del cuerpo, del esposo y de la esposa. Se llama a sí mismo esposo en cuanto cabeza y esposa en cuanto al cuerpo, pero sólo es uno el que habla. San Agustín señala aquí al Cristo y a la Iglesia en la imagen de dos personas que se han hecho una única persona (moral) por la unión matrimonial. Para Mühlen resulta evidente que no hay que interpretar las expresiones de san Agustín en un sentido misticista. Al insistir en la unidad de la cabeza y del cuerpo, opone a ambos en el mismo sentido de san Pablo, como el esposo y la esposa. 1 H. MÜHLEN, El Espíritu Santo en la Iglesia. La Iglesia como el misterio del Espíritu Santo en Cristo y en los 2 cristianos: “una persona en muchas personas” , Secretariado Trinitario, Salamanca 1998, 35-52. en último término.4). es decir. En el cuerpo humano. cuya síntesis es necesaria si queremos enunciar el misterio de la Iglesia. La cabeza y el cuerpo forman juntos "una" persona humana. tal como. una persona "física". podríamos decir. Pero el Cristo y la Iglesia no constituyen tan sólo una persona "moral". es las dos a la vez. con seguridad. la palabra significa primero. no es sólo una unión puramente voluntaria y "moral". y por esta razón. En este contexto. lo es el Espíritu Santo para el cuerpo del Cristo que es la Iglesia. y la Iglesia como esposa y su cuerpo. En este texto san Agustín se inspira en 1Co 12. cabeza-cuerpo) en la expresión una caro. cabeza-cuerpo). como la de la cabeza con los miembros en un cuerpo físico. La relación del Cristo con la Iglesia no es puramente "moral". en el pensamiento de san Agustín. que están basados en el término "persona". . es también ontológica. en el que el propio Verbo encarnado aparece como esposo y cabeza. El término "persona" tiene. que. la de la cabeza y los miembros de nuestro cuerpo físico. como el esposo y la esposa. un totum. en virtud de una unión física. distribuidos como en los miembros según la medida propia de cada uno. La dialéctica de san Agustín hace oscilar entre las dos figuras. en la eclesiología de san Agustín. influida por el neoplatonismo. como era común en los Padres. según la antropología de san Agustín. Dicha expresión es la suma y la plenitud de lo que cada una de las dos metáforas expresa respectivamente bajo un aspecto determinado (esposo-esposa. oye por las orejas. San Agustín. como la cabeza y el cuerpo de una persona humana. que guarda una relación analógica solamente con lo que la antropología entiende por "persona". El Espíritu Santo hace en la Iglesia entera lo que el alma hace en todos los miembros del cuerpo” (Sermo 276. un sentido absolutamente único. intenta sintetizar las dos figuras (esposo-esposa. Sin embargo. A las diversas funciones de los miembros de un cuerpo humano corresponden en la Iglesia los diversos dones de los fieles. “alma” de la Iglesia: “Lo que es el alma para el cuerpo del hombre. según san Agustín. ni puramente ontológica. etc. el alma anima a todos los miembros.Por otra parte. por así decirlo. sino que significa justamente el todo único que el Cristo forma con su Iglesia. "radica" en la cabeza o más exactamente en el espíritu humano. tal como la del esposo y la esposa. determinada por la voluntad. El esposo y la esposa llegan a ser en el matrimonio "una sola carne" en virtud de la unión de sus voluntades. pero la vida que les da es común a todos. ni una persona humana física (cabeza-cuerpo). Lo precisa y desarrolla san Agustín en el contexto de este pasaje. la unidad personal del Cristo y de la Iglesia. la relación esposoesposa y la relación cabeza-cuerpo. San Agustín llama al Espíritu Santo. tampoco forman. El alma tiene una tarea diferente para cada miembro individual. constituye un misterio.8-10. La expresión "una quaedam persona" como denominación del Cristo total no significa en modo alguno una persona puramente moral (esposo-esposa). ya desde el origen. b) Función del Espíritu Santo en la Iglesia. sus enunciados eclesiológicos. son para san Agustín sólo dos figuras. ve por los ojos. el totus Christus. la cabeza y el cuerpo son "una sola carne". salvo evidentemente la cooperación del Padre y el Hijo.7). la unción fue conferida a la humanidad de Jesús. es como obra propia del Espíritu Santo. Pero él ha derramado esta unción sobre todo su cuerpo.20). entonces. porque es el único Espíritu de ambos. la Iglesia). y el "crisma" no es un aceite visible. La función del Espíritu Santo en esta obra es a la vez vivificar y unificar. sino en el instante de la encarnación. expresa claramente la conexión que existe entre el misterio de la Trinidad y el misterio de la Iglesia. Todos (los cristianos) vienen. una función propia del Espíritu Santo: "La sociedad unificada. precisando más. no tiene dos Padres. es un único y mismo Espíritu en todos. A pesar de la diversidad de funciones que compete a cada miembro. para que el aceite haga resplandecer su rostro” (In Ps. el "Ungido". fuera de la cual no hay remisión de los pecados. así se puede intentar una interpretación progresiva de la fórmula una quaedam persona. san Agustín.Los diversos dones son distribuidos a los miembros de la Iglesia por el Espíritu Santo. no sucedió de ninguna forma en el momento de la descensión del Espíritu Santo en el bautismo del Jordán (allí. En la Sagrada Escritura. El Espíritu Santo con el que es ungido el propio Jesús viene a la Iglesia partiendo de la cabeza: "El ungüento desciende de la cabeza. Cristo en griego. a recibir su gracia. de este crisma toma su nombre: Mesías en hebreo. pero él no está dividido. el propio Espíritu Santo constituye en el seno de la Trinidad la societas entre el Padre y el Hijo. . pues el Espíritu Santo es él mismo. Jesús es llamado Cristo. que la unidad de la Iglesia constituya también una obra quasi propia del Espíritu Santo. Agustín dice en primer lugar: “El Cristo fue ungido. Jesús representa a su cuerpo. distribuye dicha función a cada uno según quiere. sepultado y sube al cielo resucitado. Para poder dar una descripción más exacta de esta función unificadora. pues. Ungido (unctus) en latín. no tiene dos hijos. ¿En qué momento recibió Jesús la unción del Espíritu Santo? Para san Agustín. En san Agustín sólo se encuentran alusiones respecto a este tema. sino el donum gratiae o el propio Espíritu Santo. interesa considerar con más precisión la relación del Espíritu Santo con Jesús como el Cristo. "Ungido". es un mismo Espíritu el que. Nuestra cabeza es el Cristo. En la Iglesia se da una relación idéntica. Pero el Espíritu Santo lo es en el mismo sentido para el Padre y el Hijo. por supuesto. cooperando en ella. 64. cabeza de la Iglesia. ha ungido seguidamente a su cuerpo. Crucificado. el Padre y el Hijo. y colma a todos de una misma vida divina: "Vivimos todos de un mismo Espíritu" (In Ps. Pero él. por así decirlo. 132). que procede a la vez de uno y otro. en cierto modo la sociedad del Padre y del Hijo. por cuanto las operaciones ad extra de las personas divinas son indivisas. es el único (Espíritu) de ambos" (Sermo 71. Es más comprensible. por cuanto ha sido ungido con el crisma. 103). que es la Iglesia de Dios. Así como la diferencia de funciones que corresponde a cada miembro individual del cuerpo humano no impide que sea una única alma la que los vivifica a todos. la Iglesia. Dicha función unificadora es. Con este texto. El Padre no es considerado como Padre en el mismo sentido por el Hijo y el Espíritu Santo. Y el Hijo no es considerado como Hijo en el mismo sentido por el Padre y el Espíritu Santo. Y el Espíritu Santo desciende de la cabeza" (In Ps. en sí indiviso. Efectivamente.Refiriéndose a la doctrina del Cristo total. sino "el Cristo". no sólo cristianos. no es. es decir. por lo tanto. citada por la encíclica Mystici Corporis. Los cristianos. de ungidos. unción en la que participamos en calidad de Cristos. nos fuerza a atenernos con más rigor a la doctrina del Espíritu Santo o de la unción de Jesús con el Espíritu Santo. formada por la cabeza y los miembros. y según la cual el Cristo y la Iglesia son. con todo. Somos "Cristo". que no se puede comprender verdaderamente la doctrina de san Agustín sobre el Cristo total a no ser partiendo de la función del Espíritu Santo en la Iglesia. constitutiva de una persona como es la del Verbo y su naturaleza humana. por así decirlo. estas afirmaciones: en ningún caso podríamos ser asumidos en la unión hipostática del Verbo con su naturaleza humana. porque todos estamos ungidos. porque sólo la cabeza y el cuerpo reunidos. se trata de una unidad realizada más bien por el Espíritu Santo que es idénticamente el mismo en el Cristo y en nosotros. son "el Cristo". por lo tanto. y que. El análisis más preciso de los textos nos hace ver que la formulación de san Agustín. entonces. una sola persona (mística) y el Cristo total. Aparece claro. el Espíritu enviado por el Cristo. en ningún caso la gracia "creada" podría ser numéricamente una y la misma en el Cristo y en nosotros. por esto. poseen la gracia que procede de la cabeza. se debería prestar una mayor atención a las expresiones bíblicas sobre la unción de Jesús con el Espíritu Santo. Según Agustín. La unidad de la una quaedam persona. somos. constituyen el Cristo total. La unción significa aquí la gracia producida espiritualmente por el Espíritu Santo que nos perfecciona con vistas a la vida eterna. no habría que interpretar mal. san Agustín resalta expresamente la distancia de majestad entre el Cristo y nosotros y nos coloca uno frente al otro como esposo y esposa. una unidad hipostática. san Agustín dice en muchas ocasiones que no somos solamente cristianos sino el mismo Cristo. . efectivamente.
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