EL COSTO DE LAS ADICCIONES MODERNAS Econ. Edgard Carmen Choquehuanca
[email protected] El mundo moderno transcurre a una velocidad alarmante y algunos de nosotros hemos tenido que desarrollar todo tipo de comportamientos inusuales para hacer frente a la presión de atender necesidades modernas. ¿Vives con una ansiedad constante? ¿Pasas mucho tiempo online? ¿Estás cansado y crees que trabajas demasiado? ¿Te preocupa mucho el que dirán y si estas a la moda? Si es así, podrías estar sufriendo una adicción de la vida moderna. En el presente artículo se mencionan algunas de estas adicciones y se plantea la siguiente discusión: ¿Qué causa nuestra dependencia de estas cosas, ¿cuáles son los costos que asumimos y que sacrificamos para atenderlos? Son los aspectos que trataremos de abordar, en el presente artículo, desde la óptica de un análisis de costos sociales. Para muchos esto significa que hemos sido atrapados por adicciones modernas que incrementan nuestros niveles de estrés y ponen en peligro nuestra salud, nuestra economía y aun nuestra felicidad. Una adicción está definida como: “Fenómeno Psicológico, biológico y conductual suscitado por la búsqueda de la chispa, y de la sensación aguda, que va a transformar el placer en necesidad”.1 “La adicción es una enfermedad primaria, que afecta al cerebro, El origen de la adicción es multifactorial involucrándose factores biológicos, genéticos, psicológicos, y sociales. Los estudios demuestran que existen cambios neuroquímicos involucrados en las personas con desordenes adictivos y que además existe predisposición biogenética a desarrollar esta enfermedad.” 2 Por lo tanto se puede describir como una la alteración de la conducta y se puede considerar esto como una enfermedad ya que se adquiere cierta tolerancia a su consumo al igual que cualquier adicción tradicional como en el caso del alcohol ó las drogas. ¿Dónde empieza la enfermedad ¿ Allí donde se acaba la libertad de escoger, allí es donde se instala la adicción, que es lo contrario de la libertad, ya que la conducta se repite y se va adecuando como una necesidad básica llegando al nivel de una obligación el que se atienda. Las adicciones modernas son atendidas y estudiadas por los especialistas tanto en el ámbito médico como el económico ya que detrás de estas 1 Jean Adès, Michel Lejoyeux en su libro “Las nuevas adicciones: internet, sexo, juego, deporte, compras, trabajo, dinero” 2 www.adicciones.org “necesidades” está el libre mercado y la globalización dejando a su paso estereotipos de nuevas necesidades que conforman una gran demanda cautiva que a modo de “carnada” es aprovechada por las grandes empresas transnacionales que operan con estrategias cada vez más sofisticadas para fidelizar un mayor número de consumidores. ADICCIONES MODERNAS MÁS CONOCIDAS: Como mencione anteriormente he tratado de centrarme en aquellos hábitos perniciosos que quizás existían anteriormente pero que las exigencias de la modernidad los han configurado bajo la figura de una nuevas adicciones, pero nosotros, con el anhelo de buscar la máxima satisfacción a partir de nuestros ingresos, sutilmente las llegamos a mantener como adicciones camufladas. Estas adicciones son dependencias socialmente aceptadas y “lícitas” pero altamente nocivas para la salud mental individual y social. Por poner un ejemplo, pensemos en una persona obsesiva y adicta al trabajo (workaholic): probablemente, no solo descuidará su familia y la crianza de sus hijos, sino que generará adrenalina y estrés en cantidades industriales. Su salud se verá afectada y producirá a su alrededor un clima laboral bastante tenso porque no será fácil para los demás, sobe todo los subalternos, seguirle el ritmo. Lo paradójico es que algunas de estas nuevas adicciones son exaltadas por la cultura actual como actividades virtuosas y recomendables. Es indudable que la exacerbación del consumismo y el desarrollo de actividades altamente competitivas orientadas a obtener estatus y poder, han influenciado en la creación de necesidades cada vez más apremiantes que no conducen sino a reducir nuestros grados de libertad e incrementar nuestra tolerancia. Estas son las nuevas adicciones que azotan a la frustración y vacío existencial del hombre moderno. 1. Adicción a internet Navegas por Internet sin rumbo y/o chateas largamente con personas que no conoces. Bastante a menudo esta adicción viene acompañada por irritabilidad y altos niveles de ansiedad si la persona permanece lejos de una pantalla de ordenador más tiempo del deseado. Lo expertos en salud reconocen que se trata de un Desorden de Adicción a Internet y dicen que está asociado a síntomas relacionados con otras obsesiones: olvidarse de comer o dormir, retraimiento, fatiga, irritabilidad y un sentimiento de aislamiento de la sociedad. Algunos psiquiatras incluso dicen que los que lo sufren podrían requerir medicación o tratamiento hospitalario, y en ciertas partes del mundo se han establecido programas de ayuda para aquellas personas que necesitan pasar infinitas horas en la web. Se cree que entre el 5% y el 10% de los usuarios de la Red son adictos. Los impulsos para revisar Facebook y twittear pueden ser más intensos que necesidades primarias como dormir o tener sexo, lo cual resulta muy particular en la cultura moderna, que constantemente muestra fracasos al dominar sus ganas de tener el celular más nuevo, comprar ropa, gastar dinero en general y hasta sus deseos sexuales. 2. Adicción al sexo Hay peores cosas a las que ser adicto, ¿verdad? Pero a pesar de los sórdidos pensamientos que cruzan tu mente en el camino al trabajo cada mañana, lo más normal es que no seas adicto al sexo, sino que tengas un apetito sexual sano. La verdadera adicción es algo completamente diferente, y mucho peor. Se piensa que una de cada veinte personas lo sufren, y no es sorprendente que la mayoría de ellos sean hombres. Los científicos creen que está relacionado con la cantidad de dopamina en el cerebro. Obsesionarse con el sexo es destructivo para las relaciones, para la salud mental y para tu carrera si no eres capaz de centrarte. El mundo moderno ha sido culpado por el aumento de la adicción al sexo por la disponibilidad gratuita de porno en internet y la sexualización de casi todo en televisión. Existe actualmente un número ascendente de centros de tratamiento para ayudar a la gente a superar algo que los psiquiatras dicen es un verdadero problema. Un negocio cada vez más rentable se asoma en el horizonte? 3. Adicción al teléfono móvil Los móviles, el azote de la era moderna. Lo que comenzó como un simple y práctico aparato para ayudarnos a estar en contacto con nuestros seres queridos ha evolucionado en un gadget multifunción del que muchas personas dependen para manejar todos los aspectos de su vida. El uso constante del móvil ya no tiene que ver con enviar mensajes de texto. Email, internet, redes sociales, aplicaciones... Todos ellos se encuentran en cualquiera de estos aparatos que parecen unidos quirúrjicamente a la mano de ciertas personas. Pero, ¿a qué precio? Un experto en salud, el doctor Chris Knippers del Betty Ford Center en California, dice que el excesivo uso del teléfono móvil se ha convertido en un verdadero problema social no muy distinto de otras adicciones, ya que actúa como un obstáculo para el contacto personal y provee una forma de escapar de la realidad. Los móviles pueden, irónicamente, conectarte con alguien que está al otro lado del mundo, pero muy a menudo lo hacen con la persona que tienes sentada frente a ti en la mesa durante la cena. Los costos de ser un usuario de redes sociales "adicto", son la pérdida de tiempo y la constante interrupción de las actividades diarias como el trabajo, que implicaría conectarte. 4. Adicción al café Hace 15 años, comprar un café en una calle de Gran Bretaña suponía tomar una bebida turbia en un vaso de tecnopor, mientras que hoy las grandes empresas de alimentos lo venden en todas partes y el mundo está loco por los lattes, los cappuccinos y los frappuccinos de mocca. En poco tiempo nos hemos convertido en adictos al café, en algunos países se estima que se está consumiendo 2,8 kilos de café por persona al año. ¿Pero cómo sabemos si somos adictos? Primero, es culpa de la cafeína, no del sabor del café, que algunos de nosotros desarrollamos una necesidad diaria de tomarlo, y los expertos en salud creen que esta dependencia es un desorden mental, así como la adicción a las drogas. Los estudios llevados a cabo en la John Hopkins School of Medicine en Baltimore, Maryland, analizaron 170 años de evidencia científica en los efectos de la cafeína y sus síntomas, concluyendo que tomarla regularmente provoca dependencia. 3 5. Adicción a la belleza y al ejercicio. La presión para estar guapos, delgados y tener una figura escultural cae sobre los hombros de muchos hombres, y hay evidencia científica de que el ejercicio se puede convertir en adictivo físicamente para algunas personas que se empeñan en practicar deporte hasta el límite. Un estudio publicado por el Journal Behavioural Neuroscience descubrió similitudes entre el ejercicio excesivo y el comportamiento asociado con el abuso de drogas. Otra investigación, llevada a cabo por la Universidad de Wisconsin, halló que cuando el ejercicio era negado a ciertos animales, los escáneres revelevan actividad en áreas del cerebro normalmente relacionadas las drogas. En el caso de las mujeres es normal que siempre designen presupuesto para artículos de belleza y cuidado personal, algunas mujeres incluso le dan tanta importancia como si fuera una necesidad básica, que para satisfacerla llegan al endeudamiento sin tener los ingresos suficientes. 3 http://ellos.es.msn.com/punto-de-mira/%c2%bfsufres-una-adicci%c3%b3n-moderna 6. Adicción a la televisión Comes siempre con la TV o la radio prendida. Para muchos de nosotros es casi la primera cosa que hacemos cuando llegamos a casa después de un duro día de trabajo: tirarnos en el sofá y mirar la caja tonta. La televisión se ha convertido en una parte tan fundamental de la vida que alguien que no tenga una en casa es considerado un rarito. Pero ver demasiado la televisión puede ser malo para tu salud, así como un gasto de tiempo monumental. Puede que compartas los síntomas de los adictos a las drogas y el alcohol, incluyendo no ser capaz de dejar de ver la televisión, utilizarla para reducir el estrés y enfadarte cuando no puedes conseguir tu 'dosis' y tener que pasarte horas haciendo zapping de un canal a otro entre series y realities. Ojo acá podría también hablar de los jóvenes y su adicción a escuchar música con audífonos. 7. Adicción al trabajo Los japoneses utilizan la palabra 'Karoshi', que significa 'muerte por trabajo', y aunque pueda sonar exagerado, hay fuertes evidencias de que la adicción al trabajo es una forma genuina de trastorno obsesivo compulsivo y que forzarte demasiado puede afectar seriamente a tu salud, incluso puede empujarte a una muerte temprana. Según la revista 'Occupational and Environmental Medicine', trabajar 12 horas al día o más incrementa el riesgo de una seria enfermedad en un 37%. En el Reino Unido, los trabajadores a tiempo completo son los que más horas acumulan en toda Europa (43,6 comparado con la media europea de 40,3), mientras que el número de gente que trabaja 48 horas a la semana se ha doblado desde 1998. Pero, ¿cuál es la diferencia entre trabajar duro y ser un adicto? Los expertos dicen que todo depende de encontrar un equilibrio. Si trabajas duro pero sacas tiempo para divertirte y desconectas con facilidad en vacaciones, genial. Pero si estás constantemente pensando en el trabajo mientras estás con tu familia en la playa, puedes tener un problema. anorexia cuyos efectos nocivos ya están plenamente identificados, al ser enfermedades que tienen en común la obsesión por la comida 9. Adicción a las compras Con internet, las aplicaciones de pago y otras numerosas formas de comprar bienes y servicios, gastar dinero nunca ha sido tan fácil. Y aunque los estereotipos dictan que las mujeres son más proclives a sufrir adicción a las compras, ahora afecta a uno de cada veinte adultos, muchos de ellos hombres. De hecho, un estudio llevado a cabo por 'Psychiatric Times' halló que el porcentaje de hombres y mujeres que sufren esta adicción es casi igual (5,5% frente a 6% respectivamente, aunque los hombres tienen más tendencia a gastar dinero en gadgets y bienes electrónicos). No se trata sólo del placer asociado con comprar cosas que nos gustan. Los que lo sufren utilizan las compras como una forma de escapar del estrés y la ansiedad de la vida diaria. Sea como sea, este gasto compulsivo puede dañarte no sólo mentalmente sino fiscalmente, llevándote por igual a la depresión y a la bancarrota. 10. Adicción a la Comida. Ya no es sólo una excusa para tener sobrepeso, los médicos aceptan que las personas se pueden volver adictas a la comida, y a comer ciertos tipos de comida en particular. De hecho, eliminar estas comidas perjudiciales de su dieta puede ser tan difícil como dejar de fumar. Comer compulsivamente es un mal moderno. La abundancia de comida barata significa que casi todos podemos ponernos las botas mientras aguantemos. Cómo está hecha la comida tampoco ayuda. El cuerpo ansía grasas, azúcar y sal, aunque no tenga necesidad física de ello, y eso es lo que lleva a la adicción. El ex comisionado de la Administración para la Comida y las Drogas de Estados Unidos, David Kessler, ha dicho que estas comidas alteran la química de nuestro cerebro y que "para millones de personas, la comida moderna es sencillamente imposible de resistir". Esta adicción está estrechamente relacionada a desordenes como la bulimia y la 11. Adicción a la soledad. Los adictos a la soledad son felices encerrados en su mundo, en sus pensamientos, en sus interrogantes, en sus silencios, en sus penares... Son adictos y como todo adicto, necesitan de su soledad para seguir y sentirse vivos... Creo que todos tenemos en algún momento esta necesidad, el tema es cuando la transformamos en una forma de vida... el problema se incia cuando esto se vuelve una costumbre, una adicción que encuentra espacio en un mundo sórdido lleno de bulla y de cambios de luces estridentes donde todos se sienten dueños de su propia verdad y cuando no encuentran su espacio se reprimen. Un adicto es quien ama la soledad o vive en ella. Se alimenta de ese sentimiento de estar solo, unido con frecuencia a situaciones como el desamor. Durante los estados de soledad la incomunicación es absoluta y va en contra del hombre como ser social, cuya función más básica es comunicarse con los demás. En las comunidades tradicionales la soledad es un fenómeno poco frecuente, basado la mayor parte de las veces en motivos externos (enfermedades, sentimientos de culpa). Frente a ello, en las actuales sociedades industriales aparece el fenómeno del aislamiento del individuo, serio problema que requiere tratamiento psicológico, ya que la incomunicación puede provocar algunas enfermedades, como la depresión. Una de las causas más frecuentes es la debilidad relacional (véase Trastornos de relación), es decir, la incapacidad para establecer relaciones personales. Asimismo la soledad, involuntaria o aparentemente elegida, es un trastorno psicosocial (hastío del mundo) que indica el inicio de determinadas etapas vitales, como la pubertad o la vejez. 12. Adicción al sufrimiento Aunque parezca difícil de creer, muchas personas son adictas al sufrimiento. Es decir, eligen al sufrimiento como forma de vida y lo hacen un hábito al que no pueden controlar. Lo han experimentado desde la infancia o por muchos años y están tan acostumbradas que a veces no se dan cuenta que tienen alternativas diferentes en sus vidas. Cuando aparecen oportunidades de felicidad, hacen cosas consciente o inconscientemente para boicotearse, para que las cosas no salgan bien. Viven resignadas, convencidas que el sufrimiento es la única forma de vivir sus vidas y lo eligen en vez de elegir paz interior y bienestar general cuando aparece la oportunidad. Los adictos al sufrimiento son aquellas personas que no gozan la vida sino que sufren la vida. Y no sólo la sufren sino buscan que otros sufran con ellos. Son personas que han confundido el valor personal con el sobrevalorase a sí mismos, lo que son y lo que valen, no han entendido qué es su "Yo" interno. Pero lo que creen que valen son máscaras y corazas que se han impuesto a ellos mismos. Hay que entender que no valemos por nuestro dinero ni por lo simpático o agradable que seamos. Eso es el reflejo que damos a los demás. No somos agradables o inteligentes porque todos lo digan. Quizás tú conozcas a alguien con estas características. Un familiar, un amigo, un vecino, o un colega. Quizás te estés dando cuenta que tú también eres adicto al sufrimiento y no te habías dado cuenta hasta ahora. CUAL ES EL VERDADERO “COSTO” Dejando de lado las adicciones tradicionales como el alcohol, tabaco, drogas, etc. El verdadero costo que asume quien tiene el hábito pernicioso de consumir de manera compulsiva: 1. En primer lugar implicara destinar parte de tu ingreso a consumir y dependiendo de la gravedad a desatender otras necesidades básicas. Acá existe de manera intrínseca un alto costo para la salud y su posterior tratamiento. Así ¿de que valdría acumular riquezas si después las tendrás que usar para recuperar tu salud? Actualmente aún no existe una "droga mágica" para tratar la adicción, si ha habido una gran avance en la investigación y desarrollo de medicamentos que son coadyuvantes farmacológicos de utilidad en el proceso de tratamiento de algunos casos. La mayoría de estas adicciones, en su etapa de mayor tolerancia implican tratamientos con medicamentos y atenciones de especialistas. Cada persona es un ser diferente y tiene necesidades distintas. Por esto cada tratamiento debe ser planeado tomando en cuenta estas diferencias y los recursos disponibles para cada caso. El concepto de autoayuda y la espiritualidad es fundamental para una evolución sostenida de la recuperación. 2. En segundo lugar serán el descuido de tu entorno familiar y social ya que se produce una especie de aislamiento, llegando hasta los niveles laborales y de rendimiento académico para el caso de los estudiantes.4 3. En tercer se generara un costo agregado de carácter social; que tendrá que ser asumido por el estado ya que todo lo que se inicia como problemática personal se busca atenderla en el ámbito familiar, pero cuando desborda el ámbito familiar se convierte en un problema social que debe ser atendido con nuestros impuestos bajo el molde de un programa social. Un claro ejemplo de ello es la legalización del consumo de las drogas, la píldora del día siguiente para atender las secuelas de la promiscuidad. Todo ello dependiendo de la capacidad de gasto del estado ya que si no hay presupuesto suficiente se convertirá en un alto costo social que servirá como noticia de moda e insumo para los análisis economismos del riesgo país como es el caso de la delincuencia e inseguridad ciudadana. 4. Finalmente, está el costo del tiempo perdido. Ya que si bien es cierto el tiempo no es un recurso que se registra en los asientos contables, cada vez más se reconoce que el tiempo es un activo que debe ser considerado al momento de tomar elecciones importantes, así a nivel empresarial por ejemplo la estrategia de “Just an time” y a nivel personal, particularmente considero que el tiempo no es oro como se sostiene, el tiempo en realidad es vida ya que el oro lo puedes comprar pero el tiempo perdido nunca lo puedes recuperar. COMO SE SUPERARAN LAS ADICCIONES 1. Para superar las adicciones, el primer paso, como en toda adicción, consiste en que la persona lo reconozca y quiera hacer algo al respecto. Si la persona no quiere o no puede aceptar que en realidad está eligiendo el sufrimiento como forma de vida, es muy difícil que sea posible una 4 Miguel Ángel Núñez, Telarañas de seducción en las redes de la pornografía, 2007 transformación. La cotidiana elección termina por hacerla transparente (por camuflarla), como el agua para el pez. Así, la persona que ha integrado un vicio pernicioso como parte rutinaria de su vida, ya no la ve, ya no elige, este sentir ha pasado a ser su “agua”, el medio ambiente natural en el que vive y se desplaza Lo experimentan pero no lo ven como una elección. 2. Y si bien es verdad que hay muchas cosas que no podemos cambiar, hay cosas que sí. Hay variables que no están bajo nuestro control. El pasado no lo podemos cambiar, que cierta gente actúe de determinada manera o tenga ciertas creencias quizás no pueda cambiarse, pero nuestras elecciones son nuestras. Una cosa es sufrir como resultado de una pérdida reciente y otra cosa es vivir sufriendo por años. Dentro de todo lo que nos pasa siempre hay un umbral de elección. 3. Una vez que la persona acepta que es adicta, que puede elegir vivir de una manera diferente y está dispuesta a tomar acción, el segundo paso es buscar ayuda. Puede ser de un amigo, un profesional, grupos de apoyo en agencias, talleres, libros de autoayuda, lecturas del Internet. Lugares donde pueda recibir orientación y clarificar qué le llevó a elegir ese vicio y en conjunto desarrollen estrategias apropiadas para dejarlo atrás. APRECIACIÓN FINAL Lo que se busca con el presente artículo no es dejar de consumir los productos y servicios antes señalados ya que sería como excluirse de un mundo donde para ser competitivo requiere que asumas parte de esos hábitos. Lo que se busca es que cada persona tenga la responsabilidad y madurez para adquirir nuevos hábitos a partir de objetivos previamente definidos; ya que la carencia de ellos en nuestras vidas implicara, a la postre, adquirir hábitos ajenos como nuestros objetivos que en realidad serán adicciones camufladas. Así mismos considero que existe un costo mayor a largo plazo, que serán las secuelas de lo que la gente padecerá frente a un escenario donde compiten las grandes transnacionales por mantener cautivo a un mayor margen de mercados y el otro bando una masa desordenada de consumidores que aletargados por el consumismo salvaje no escatiman en sacrificar su juventud, su salud y hasta su dignidad por mantener un nivel ingresos que le permita “seguir consumiendo”.