El Arbol de La Amistad

April 4, 2018 | Author: chrystin2009 | Category: Publishing, Greenhouse Effect, Love, Nature, Biology


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Clara Omland e Isamar Omland[e ícowi Clara Omland e Isamar Omland je ' ícovn wL pe Directora editorial: Ménica Paredes Pérez Responsable de edición: Carla San Martín Pozú Acercamiento contextual: Roy Vega Jácome Diseño de carátula: Ger Orozco Rojas Ilustraciones: Ger Orozco Rojas Composición de interiores: Manuel Villanueva Altamirano y Ger Orozco Rojas Corrección de textos: Yuliana Padilla Elias y Roy Vega Jácome Primera edición: 2012 Segunda edición: 2013 Primera reimpresión: 2014 Segunda reimpresión: enero 2016 Tiraje: 1500 ejemplares Hecho el depósito legal en la Biblioteca Nacional del Perú n.. editor Av. A.pe Impresión: Editorial San Marcos. C. Lima. Lima Teléfono: 202-7035 E-mail: ventas_escolar@edicioneslexicom. Lima Teléfono: 202-7030 RUC: 20545774519 E-mail: ventas_escolar@edicioneslexicom. San Luis 2261.° 31501301600055 Prohibida la reproducción total o parcial de esta obra sin previa autorización escrita de las autoras y el editor. 2012 © Ediciones Lexicom S.com / ventas_escolar@edicioneslexicom.° 2016-00822 ISBN: 978-612-4173-69-1 Registro de proyecto editorial n.com / [email protected] www.pe www. de Aníbal Jesús Paredes Galván. Lima RUC: 10090984344 Abril 2016 . Lima. San Borja. Lima. EL ÁRBOL DE LA AMISTAD Colección Marquitos C la ra O m l a n d e I sa m a r O m la n d © Clara Omland e Isamar Omland. San Luis 2263. Av. San Juan de Lurigancho. San Borja. Mangomarca. Urb. Impreso en Perú / Printed in Perú Pedidos: Av.edicioneslexicom.edicioneslexicom. Las Lomas 1600. como cu id ar y resp etar a las plan­ tas y los anim ales que viven con nosotros en el p la­ n eta. tam bién podemos sem brar árboles y prom over cam p añ as de reciclaje.Mensaje c\los pequepos lectores Bonn. ese árbol les reco rd ará siempre lo im portante . Sem brar un árbol es m uy divertido y lo pueden h acer con su s fam iliares. Im agínense que el árbol que siem ­ bran crecerá con u sted es h a sta ser grande y fuerte. E n tren y sean parte de u n a em ocionante aventura: el am or por la n atu raleza y la conservación del am biente. acom pañándolos por siempre. Y dentro de m u ch os años. Los árboles son m uy im portantes p ara el am biente. cuando u sted es sean adultos. 13 de mayo del 2 0 1 2 Queridos niños: Los quiero invitar al jardín de El árbol de la amistad. Hay m u ch as co sas que podemos h acer p a ra ay u ­ dar a la n atu raleza. am igos y com pañeros de kinder­ garten o escuela. Pero an tes de em pezar. ¡Adelante con esa linda tarea! C hristiana Figueres Secretaria Ejecutiva de la Convención Marco de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático . E s ta linda historia. les cuento u n secreto: cad a uno de u sted es puede ser un ejemplo p ara su s padres y su s am igos.que es vivir en un entorno saludable. ilustra la im portancia de la biodiversidad y del clim a en la Tierra. en arm onía con todos los seres vivos. con su s personajes diversos y divertidos. Ustedes pue­ den ser los que enseñen a los dem ás cóm o y por qué cu id ar a la naturaleza. Ustedes pueden ser los valien­ tes guardianes de nuestro am biente. las plantas y los árboles son los pulm ones del planeta. E s ta interacción es m uy im portante porque perm ite la con tin u a renova­ ción del suelo y m antiene el equilibrio entre las dis­ tintas especies. cuando u n carnívoro de­ vora a su presa. el suelo genera n u e­ vos alim entos y m antiene el equilibrio en la llam ada cad en a alim enticia. ya que el oxí­ geno es de su m a im portancia en nuestro ciclo de vida. De este modo. En otras palabras. Otro aspecto im portante del jardín es que sus plantas y árboles absorben el dióxido de carbono (C 0 2) y emiten el oxígeno ( 0 2) necesario p ara que hum anos y anim ales puedan sobrevivir. . Sin ellos n u estra existencia no sería posible. A e sta interacción entre los m últi­ ples seres vivos que pueblan la Tierra se le denom ina biodiversidad. Por ejemplo. e sta se convierte en h u esos y luego en nutrientes p a ra la tierra g racias a la acción de los m icroorganism os.J\cencan?icpto copíexíaeJ Árboles y jardines: verdaderos organismos vivos El jardín es un espacio en el que conviven diversos organism os anim ales y vegetales. ab e­ ja s . poem as y frases de am or o de am istad. m u sa ra ñ a s). aves y reptiles (serpientes. horm igas. es el h áb itat n atu ral de m u ch as especies. por sí m ism o. ra ta s de cam po. lagartijas. perm iten que los abracem os como terap ia e incluso m uchos nos inspi­ ran historias. insectos (m ariquitas. pulgones. escarab ajo s). flores. cu i­ darlo y no d estru ir su espacio ni explotarlo indiscri­ m inadam ente. y por ello es n u estro deber sem brarlo. «chanchitos». Los árboles no solo producen y albergan vida. un paraíso terrenal. Im aginem os que el jard ín es u n a gran ciudad: los árboles y los arb u sto s vendrían a ser los edificios y las c a s a s en los que arm ón icam en te h ab itan los ciu d adan os del jard ín . nos dan su apoyo cuando estam os ca n ­ sados de correr y ju g ar. y el jardín. pequeños m a ­ míferos (ardillas. sino que nos perm iten resp irar y nos proveen de som bra en el verano. nos proporcionan deliciosos frutos cuando estam os ham brientos. . ran as). libélulas. E n efecto. g u san os. Los árboles son n u estros am igos y protectores. El á r ­ bol. ellos acogen a u n a infinidad de seres: m icroorganism os. sap os. La tala de arboles D esafortunadam ente e sta es u n a p ráctica m ilenaria. los seres que en él habitan huyan despavoridos y busquen refugio con la finalidad de protegerse. el personaje de n u estro relato. debido a procesos n atu rales y en gran parte a ciertas actividades h u m an as. no es raro que al talar u n árbol. Por eso. Actualm ente. y al cortarlo se pierden m uchos recu rso s. en los bosques am azónicos y tropi­ cales se tala p ara ap rovechar la m ad era y frutos de los árboles. E ste daño se podría prevenir de no ser por la am bición y capricho de person as como H ans. Recordem os que u n árbol alberga diversidad de vida. La destrucción de los bosques afecta a la n atu raleza y al mismo hom bre. o p a ra asentam iento de la población h u m an a. pues los hom bres p a ra expandir su s cultivos o vivien­ das han tenido que reem plazar árboles por cam pos agrícolas o edificaciones. . Los bruscos cambios climáticos E n estos últim os añ os. estam os sien­ do testigos de insólitos y b ru scos cam bios clim áticos. provoca d esastres n atu rales. Al tra ta rse de la retención de energía solar. E s ta energía. Se conoce como efecto invernadero al fenómeno por el cu al determ inados gases retienen parte de la energía que el suelo emite al h ab er sido calentado por la radiación solar.los cuales perjudican m uy seriam ente tanto a los ani­ m ales y las plantas como al hom bre y su s diversas actividades. perjudica las acti­ vidades económ icas y cob ra miles de vidas ca d a año. Ambos térm inos están íntim am ente ligados. Son conocidos los conceptos de calentam iento global y efecto invernadero p ara explicar este p an oram a som ­ brío. Lo . se queda en la atm ósfera y modifica sensiblem ente la co n d u cta m eteorológica del planeta. u n a con secu en cia es que la tem p eratu ra de la Tierra se eleva: se tra ta del conocido calentam iento global. del insoportable calor que reina en m u ch as ciudades entre los m eses de enero y m arzo. de las olas de frío que azotan los Andes del Perú. que norm alm ente debe ser liberada. E s com ún que se hable de fenómenos am ­ bientales regionales. etc. como el Niño y la Niña. La inestabilidad clim atológica c a u s a enferm eda­ des. pues el primero es con secu en cia d irecta del segundo. De hecho. nos llevaremos u n a tristísim a sorp resa: m u ch os de ellos ya no m u estran la b lan cu ra m onum ental y perfecta que poseían. es decir.m ás grave de este fenómeno no solo es que el calor se vuelve intolerable en ciertas regiones y por ello c a u s a insolación. solo por citar al­ gunos ejemplos en el Perú. cá n ce r de piel y enferm edades de la vista. escasez de agu a dulce. tam bién se n u tren n u e stra m ente y . ciertam ente graves en la actualidad. lo serán aú n m ás p ara las generaciones fu turas: inundaciones. sino am plias m an ch as m arron es. Si echam os u n vistazo a la cad en a de glaciares de A ncash. Arequipa o H uancayo. en él d e sca n sa nuestro cuerpo. año tra s año. enorm e caos. pérdida de la biodiversidad. y las secu elas. desplazam ientos forzados y conflictos socioam bientales. este derreti­ miento es co n secu en cia del calentam iento global. y com param os su estado actu al con el de h ace veinte años. sino que las altas tem p eratu ras van derritiendo. enferm edades. los diversos glaciares que son la principal fuente de ag u a dulce en el m undo. El cuidado del ambiente Nuestro planeta es n u e stra ca s a . Ya sea plantando árboles. Individuo y m undo. El relato que presentam os a continuación. alm a y paisaje. cuerpo y árbol term inan siendo u n bloque único e indivisible: el pla­ n eta que debemos am ar y resp etar como a nosotros m ism os. evitando arro jar b a su ra a las c a ­ lles o llamando la atención sobre los b ru scos cam bios clim áticos. E n su s páginas aprenderem os que nuestro am biente es herm oso y que cuidándolo no solo m ejoram os n u es­ tro espacio y calidad de vida. es seguro que habrán consecuencias irremediables. todos tenem os u n deber p ara con el hogar que nos h a acogido y nos h a dado todo p a ra sobrevivir: la Tierra. Desde el colegio debemos enseñarles a n u estros niños la im portancia y el valor de la sensibilización am biental.nuestro espíritu. E l árbol de la amistad. Tanto los padres de familia como los edu­ cadores deben inculcarles a su s hijos y alum nos el am or por el suelo en el que viven. limpiando el m ar de los residuos inorgánicos. incide en este tem a de vital im portancia. . sino que tam bién mejo­ ram os como personas. Si no hacem os lo posible por conservar­ lo. Dispuesto. Estado de ánimo de desorientación y perple­ jidad. Desconcierto. Asentarse. Enfrascarse. arrojar algo. Aserrín. . Entablar. Desolador. Capa de aire que rodea la Tierra. Difundir o esparcir. Atmósfera. Caos. Clamar. Contextura. desorden. Quejarse pidiendo favor o ayuda. Conjunto de partículas que se desprenden de la madera cuando se sierra. Con ánimo favorable para hacer algo. sin exceso. Vivienda. Meterse en una pelea o disputa. Castañetear. conversación. Establecerse en un lugar. Dar comienzo a una amistad. Confusión. desprender. Sonar los dientes al chocarse los de arriba con los de abajo. Moderado.Aposento. Manera de estar físicamente constituida una persona. posada. Discreto. ||Soltar. Que causa mucha pena y aflicción. etc. ba­ talla. Despedir. hospedaje. Duda. vacilación. Tensión mental provocada por el excesivo trabajo o por cualquier otra actividad. Incertidumbre. ajeno. Que se produce de manera natural. La ley del más fuerte. Olor muy suave y delicioso. Estado pasajero de excitación nerviosa producido a consecuencia de una situación poco común. . Parar. Invasión de especies.Espontáneo. Se refiere a una situación en la que se impone el in­ dividuo más resistente. Extraño. Es la ocupación de especies en hábi­ tats que no corresponden a su origen. sin inter­ vención de nadie. Histeria. hacer que algo no aumente. Frenar. Conocida también como la ley de la selva. Sujeto o cosa que no funciona bien con re­ lación a otra. Foráneo. Fragancia. Incompatible. Estrés. unión de voluntades. Sentimiento negativo que se manifiesta cuan­ do alguien no logra realizar lo que se había propuesto. Amistad íntima. Persona o cosa que incomoda a los demás. Hermandad. Estorbo. Frustración. Desplazamiento geográfico de personas o ani­ males. Pequeño insecto de cuerpo semiesférico. Morador. firme. Cortar un árbol por su base. Protesta. Echar en cara. Formal. Anunciar o prever algo. Ideal y desinteresado. Cantar los pájaros. Trinar. con forma de huevo). Platónico. Querer ser o conseguir algo.Mariquita. Hombre respecto de otro. . Presagiar. Segrega un líquido azucarado. cuyo caparazón es generalmente de color rojo con puntos ne­ gros. Prójimo. Migración. Pulgón. Insecto de color negro. Conformarse con las adversidades. de cuerpo ovoide (es decir. bronceado o verdoso. considerados bajo el concepto de la solidaridad humana. Resignarse. Que habita un lugar. Solemne. Muestra de inconformidad o descontento. Talar. Reprochar. Pretender. acompañado de circunstancias importantes. . exclamaban. desde muy tempranito. T se escuchaba el trinar de los pajari- tosy las ardillas se despertaban con la salida del sol. El viento. se encargaba de acariciar a todos por igual. odos los días. y un agradecido árbol corres­ pondía abanicando sus hojitas. «¡Qué agradable descanso!». . gran compañero. fue testigo de muchísimas generacio­ nes. Solía decir que este le robaba toda la luz a sus florcitas. un amante de estas. conocía las costumbres de todos los seres que en él vivieron y también las de aquellos que se hospedaron temporalmente. Hans casi a diario estaba muy malhumorado. razón por la cual demoraban en crecer y despedir aquellas frescas fragancias que sabían alegrarle la vida. pero aquella tarde su furia no conocía límites. Pensó entonces que la mejor manera de tran­ quilizarse sería acabando con el problema que . a lo largo de sus trescientos años de vida. pero desapasionado de los árboles. Quién no le había escuchado maldecir y reprochar al pobre árbol. A su alrededor se apreciaba el hermoso jardín de coloridas flores que cuidaba Hans. Este árbol. .. se animaba repitiendo una y otra vez—: ¡Un poco de paciencia y fuerza para terminar con este estorbo! ¡Uff! Mientras tanto. ay. ay! —Hans se agarraba la cabe­ za y no se daba por vencido. por el contrario. arrsh... el desconcierto se ofa a viva voz: —¡Qué locura es esta! —¿Qué está pasando? —¿Por qué tanto ruido? —¿De dónde viene tantísimo aserrín? 21 .lo atormentaba en primavera: la sombra del árbol.! ¡Qué duro y pesado es este árbol. —¡Arr. . . pero la 24 . Ella continuó preguntando—: ¿Acaso ya está muerto? Hans no daba ninguna respuesta ni hacía comentario alguno. una tarea inútil porque ni bien retiraban el polvo otra vez te­ nían el cuerpo cubierto por los finos residuos del árbol. prosiguió con el ruido ensordecedor de la sierra eléc­ trica. Las mariquitas sacudían sus alitas para desempolvarse. Fue entonces que intervino Ara. que aún permanecía de pie. —¿Por qué quieres derribar el árbol? —quien intervenía era Linda. El alboroto y los gritos crecieron tanto que todo el vecindario corrió a mirar. una ingenua niña. Se manifestaban los insectos y todos los moradores del árbol. por el contrario. Era el ruido que hacía el tronco del árbol al quebrarse. no! ¡No puede ser! —exclamaron im­ presionados los animalitos. Fue el momento más oportuno para la intervención de Ara: I 25 . Sin embargo. los de la sierra y el tronco quebrándose. ambos ruidos. quizá como un acto de protesta o de frustra­ ción. El árbol aún no se desplomaba y la sierra se había roto. Repentinamente se escuchó «crash». —¡Oh. pobre papagaya también fue desatendida. todo aquel espectáculo no consiguió detener al hombre. tras lo cual tuvo un repentino ataque de histeria y reaccionó sacándose las coloridas plumas. cedieron paso al silencio. Al poco rato. . ■ . Este drama la estremecía porque había visto cómo muchos de sus ami­ gos huían en busca de refugio. sino que también se asemejan a gran­ des edificios con innumerables pisos y habita­ ciones en los cuales cada rinconcito alberga una infinidad de vidas con diferentes costum­ bres. desde luego. Y. Ara también sabía por experiencia propia que en el Amazonas se ta­ lan árboles a diario. Ara le explicó que los árboles son el hogar de muchas criaturas. —¡Niña. hay muchas vidas que salvar! —era el pedido solidario de la avecilla. manos a la obra. no hay tiem­ po que perder. Ella afirmaba con certe­ za que los árboles no solamente dan frutos y sombra. Una migración 28 . —¿Vidas? ¿Salvarlas? —preguntó Linda. . que pretendía disputarse el turno con un escarabajo más grande que ella. luego las damas y los adultos heridos —propusieron Linda y Ara. De pronto. los ancianitos y los seres vulnerables muchas veces no sobrevivían. —¡Qué triste! Esta desgracia nos afecta a todos los que somos parte del planeta Tierra —fueron los comentarios expresados clara­ mente a través del viento. se escuchó una advertencia: —¡Sálvese quien pueda! ¡Salgan por el ca­ mino despejado! Los que tengan dificultad serán trasladados ordenadamente a otro árbol. Prime­ ro los niños y los ancianos. —¡Me parece muy bien! —aprobaba una mariquita.en la que los bebés. . . en fin. aparte de temerosos. en estas circunstancias resultaba difícil poder elegir. que vivía platónicamente ena­ morado de ella—. como por ejem­ plo que no les gustara el nuevo vecindario o que las costumbres en el árbol foráneo fueran incompatibles con las de ellos. Ellos sabían que no había otra opción: bien se quedaban sin techo y morían desam­ parados. estaban muy confundidos por aquella mudanza obli­ gada. —No me preocupa llegar después —le dijo el escarabajo. eran entendibles sus espontáneas preocupaciones. no me preocupa llegar más tar­ de. . Pues claro. Los insectos. bien salvaban sus vidas mudándose a otro árbol. Lo importante es que nos sigamos viendo. Mientras compartamos el mismo árbol. él estaba tan viejecito que apenas podía sostener sus antenas y la tos no lo dejaba hablar bien. Efectivamente. ¡tienes que venir! ¿Acaso no comprendes que nuestro hogar desaparecerá? Al mismo tiempo. —Yo no iré a ningún lado —declaraba un gusanito de seda—. en el árbol del jardín de Linda otro conflicto se manifestaba. 33 . Tampoco podía caminar ágilmente como su dinámica nieta. quien tra­ taba de convencerlo: —Abuelo. pues los seres que vivían en el manzano protestaban por la invasión que estaban experimentando. Ya no soy el mismo joven aventurero que se nutría de los nuevos acon­ tecimientos. . . . Seguro te revuelcas en cualquier lu­ gar polvoriento. —¡No me insultes! Tampoco tienes dere­ cho a juzgarme por mi apariencia —le replicó la ofendida mariquita. que le reprochaba: —¿Con qué derecho crees que vas a ocu­ par mi camita limpia si traes el cuerpo lleno de polvo? Solo Dios sabe que malos hábitos tienes. —Solo juzgo lo que veo —contestó la rival. que se oponía a que invadieran su territorio.No pasó mucho tiempo cuando la mariquita se enfrascó en una fuerte lucha con otra de simi­ lar contextura. que prefería taparse los ojitos abul­ tados. estos invasores están sucios! —repetía desde su escondite un gusano de manzano. sin molestar ni ejercer violen­ cia alguna. subieron rápidamente a lo más alto del árbol. Las ardillas. empezaron a castañetear las muelas. Y es que nadie allí había presenciado el momento en el que estas criaturas fueron em­ polvadas por el aserrín que se desprendía del árbol cuando la sierra lo cortaba. avergonzadas ante las quejas y reproches por la masiva invasión. Las hor­ migas eran menos complicadas. . mami. muy nerviosas. pues a su ma­ nera y en solemne marcha grupal ingresaban discretamente. pero allí el estrés no les fue ajeno y. Su único objetivo era encontrar un espacio donde asentarse. —¡Oh. . . En cambio. Los que recién lle­ gaban buscaban refugio para protegerse de la fuerte lluvia que se avecinaba. ¡Vaya caos que se vivía en el jardín! . consideradas sus depredado­ ras. los más grandes aseguraban su espacio con el uso de la fuerza física. los pequeños clamaban compasión. los pobrecitos gritaron desesperadamente e incluso algunos huyeron de sus aposentos para no ser devorados. los débiles se resignaban a caer al suelo. presos del páni­ co. En este ambiente reinaba la ley del más fuerte. a quie­ nes les preocupaba la defensa de su espacio. los demás insectos se trenza­ ron en una lucha mortal. Algo así ocurrió con los pulgones verdes. Y como era de esperarse. y también les aterraba la masiva presencia de las mariquitas. calma! ¡Aprendan a hacer el bien! ¡Protejan la vida con respeto. . los que ya lo poseían protegían seriamente su espacio. tuvo la acertada actitud de suplicar en voz alta: —¡Calma. Lo cierto es que todas las demanc-Jf justi­ ficadas no tomaban en cuenta la capacidad del sobrepoblado árbol. una abejita de nombre Melífera. y los que recién llega­ ban buscaban un pequeño refugio. que solía visitar las flores del manzano. Por fin. tolerancia y soli­ daridad! ¿Es que nunca practicaron la enseñan­ za de «Amar al prójimo como a uno mismo»? ¿Por qué tanto conflicto? —Y se respondía a sí misma. De hecho. rogando a todos que se ayudaran. allí había mucho prójimo necesi­ tado de techo. . . generosamente. y de manera sorprendente los ánimos se cal­ maron. El asunto funcionó. Pero al ver que la disputa por un espacio no terminaba. Este. para procurar albergar a las pequeñas criaturas desamparadas y así lograr una atmósfera pa­ cífica. fue entonces que este hospitalario árbol trató con todas sus fuerzas de estirar sus ramitas lo más que pudo. En armonía continuaron los trabajos de mudanza. no atinaba a quejar­ se y más bien lloraba de impotencia al no poder abrazar a todos sus habitantes con la misma intensidad. A Melífera se le ocurrió la genial ¡dea de crear este ambiente de paz y puso en marcha su plan: a los más nerviosos los preparó para enrumbar a otros árboles. 44 . aunque no podía ocultar su miedo e incertidumbre al imaginar lo que les podía su­ ceder a sus huéspedes. hojas verdes y flores. El árbol luchó y luchó por mantenerse firme. Todo parecía presagiar que el problema estaba resuelto. esa misma noche un viento huracanado sacudió enérgicamente al manzano. Inevitablemente ocu­ rrió lo que se temía: un gran número de mora­ dores terminaron cayendo fatalmente al suelo. empeorando la situación. pues al ventarrón se le sumó una fuerte granizada. Desafortunadamente. Aquel cuadro parecía un combate de nunca acabar. quien ofrecía amistosa­ mente un refugio cálido entre sus ramas. . La mayoría estaba a salvo en el árbol de manzano. in­ cluso ignorando el cansancio de la noche y el sobrepeso. . . Por ello. Linda com­ prendió la importancia de los árboles y el va­ lor de la solidaridad. Pero como de todo suceso doloroso siem­ pre se aprende algo muy valioso. La furia del huracán se había marchado lle­ vándose consigo muchas vidas. silencioso. El desenlace inesperado causó mucho dolor a quienes per­ dieron a sus seres queridos. ella aprendió mucho y deseaba compartirlo con los demás. Aquel amanecer fue diferente. La escena era muy desoladora para Linda y Ara. ambas hicieron lo que pudieron para ayudar a los necesitados de hogar. para afianzar los lazos de herman­ dad. Ara y Linda pidieron a los niños unirse en un acto simbólico: una acción que consistió en 48 . Sin duda. que a su vez fomentara una cultura sostenible en la Tierra. país y conti­ nente. que parecía estar dispuesto a frenar sus cam­ bios bruscos con la finalidad de entablar una relación armoniosa con todos.sembrar árboles en cada ciudad. creando así una verdadera ola verde de amistad. —¡Maravillosa acción! ¡Amo los árboles! —repetía a todos los vientos el señor Clima. 49 . . . ¿Qué opinas de esto? ¿Qué pequeños animales has visto en los árboles de tu jardín o parque local? . Cuando la sierra eléctrica de Hans se rompe.1. Ara le explica a Linda que el árbol alberga muchos huéspedes a los que deben salvar. ¿Por qué motivo Hans quería derribar el viejo árbol de sujardín? ¿Te parece una buena solución? Explica. 2. . ¿cómo fueron recibidos por los habitantes de este? Describe algunas de sus actitudes.Cuando los animales que vivían en el viejo árbol migran al manzano del jardín de Linda. la abejita Melífera llama a la calma con la siguiente frase: «¿Es que nunca practicaron la enseñanza de “Amar al prójimo como a uno mismo”? ¿Por qué tanto conflicto?». e incluso trataba de alargar sus ramas para acoger a más animales. El manzano.4. ¿Qué opinas de estas palabras? ¿Practicas tú este dicho? 5. ¿Qué opinas de este comportamiento? ¿Qué valor simboliza el manzano y cómo lo practicas tú? . aunque superpoblado. En medio de las diversas peleas entre los viejos y los nuevos habitantes del árbol de la casa de Linda. no dejó de proteger a sus numerosos huéspedes. ¿De qué forma la proteges? Escribe una pequeña composición explicándolo. porque gracias a ella existimos.Este relato resalta la importancia de respetar a la naturaleza. . Puedes acompañarlo con un dibujo.7. Crea un eslogan que despierte en las personas un compromiso de amor y respeto a la naturaleza. . Cortar un árbol por su base. El árbol es el . Tipo de árbol al que se mudan los animales. © 2. Herramienta que utiliza Hans © para cortar el árbol. Nombre de la niña en cuyo jardín estaba el manzano. 7. Produce el derretimiento de los glaciares. . 8. de muchas especies. Nombre del personaje que pide a los animales que se ayuden unos a otros. Resuelve el siguiente crucigrama colocando las respuestas en los recuadros. 8. Horizontal 5. 4. Vertical 1. 6. Insectos que se mudaban al manzano sin molestar a nadie. 3. Escribe un poema o narración breve acerca del ambiente.9. Resalta la hermosura del planeta en el que vivimos y qué debemos hacer para conservarlo. . ........................................... 7 Acercamiento co n te x tu a l ...........Mensaje a los pequeños lectores....................... 52 .............................................................. 15 A ctivid ad es.................................. 9 Vocabulario..
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