Diario.la.Vanguardia (2014.07.02) Suplemento (Culturas)

March 29, 2018 | Author: Pedro Araujo | Category: Mexico, Catalonia, Poetry, Spain, Barcelona


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MI É R C O L E S 2 D E J U L I O D E L 2 0 1 4 628 Escrituras Octavio Paz en Barcelona El poeta mexicano llegó en 1937 a la ciudad, que pasó a ser una referencia- talismán Páginas 6 a 9 Espacios Construcción de emergencia Shigeru Ban se ha especializado en una arquitectura capaz de paliar los efectos de las grandes catástrofes Página 22 Periodismo que influye El mallorquín Miquel dels Sants Oliver hizo de su oficio un arma de transformación. Y cambió su entorno Páginas 2 a 5 Pantallas Auge del ‘biopic’ Lady Di, Gracia de Mónaco o Saint Laurent aparecen envueltos de misterio para fijar mejor su máscara Página 26 3 C u l t u r a | s L a V a n g u a r d i a M i é r c o l e s , 2 j u l i o 2 0 1 4 T E M A JORDI AMAT Los corresponsales Eugeni Xam- mar y Josep Pla dieron un puñeta- zo sobre la mesa del relato de la cultura catalana oficial. Eran los primeros días de 1924. El año ante- rior había comenzado a funcionar la Asociación de la Prensa de Bar- celona que presidía un Eugeni d'Ors crítico, ya defenestrado y muy distanciado del catalanismo institucional. A finales de 1923, aparte de la inauguración de una galería de retratos de periodistas homenajeados en la sede de la ca- lle Canuda, la Asociación impri- mió su primer anuario. Lo mejor del volumeneranlas biografías de- dicadas a periodistas y escritores de la prensa catalana. Los elegidos fueron Francesc Pi i Maragall, Jo- sep Yxart, Josep Feliu i Codina, Joan Mañé i Flaquer, Manuel Du- ran i Bas, Enric Prat de la Riba y Miquel dels Sants Oliver. La biografía de Oliver, que había muerto a principios de 1920, la es- cribió su discípulo más destacado, Agustí Calvet Gaziel. Probablemen- te, fue aquella biografía lo que in- dignó a los corresponsales de La Veu de Catalunya y La Publicitat enBerlín. Porquela breve semblan- za –que La Vanguardia reprodujo en tres entregas– defendía un ca- non ideológico del periodismo catalán con el cual Pla y Xammar no podían estar más en desacuer- do. Empezando por Jaume Bal- mes, siguiendo por Josep Maria Quadrado, Mañé, Joan Maragall y acabando con Oliver, Gaziel soste- nía que todos ellos constituían el tronco central del pe- riodismo catalán. “Todos esos varones fuerony pen- saron que debían ser cre- yentes, tradicionalistas, pa- triotas, sesudos. Todos ellos esperaron en la salvación de España dentro de la unidad actual”. Desde Berlín, usando las palabras como si fuesenuna metralleta para defender aque- llo en lo que creían, Xammar y Plan dispararon sin piedad con- tra aquel panteón. El 2 de enero de 1924, en las co- lumnas centrales de la página 5 de La Veu de Catalunya, aparecía una de las cartas al director más famo- sas de la historia de la prensa cata- lana: “Periodisme?... Permetin”. El pretexto era una reflexión de Ma- nuel de Montoliu publicada en el mismo diario. Sostenía el crítico Montoliu, adaptando un artículo de Gaziel reciente y polémico, que aquellos viejos prohombres de la cultura catalana habían sido devo- rados por el periodismo, oficio que no les había permitido desarrollar trayectorias literarias más sólidas. Los periodistas militantes Pla y Xammar aprovecharon el argu- mentopara ensayar unejerciciode revisionismo ideológico contun- dente, denunciando el nivel bajo y loprovincianodeaquellos publicis- tas (conla excepciónde Prat y Ma- ñé), para acabar cargando contra Oliver. “El periodisme tal com ell l’entengué, consistí a crear un ti- pus de diari i de periodista absen- tista, de diari i de periodista des- menjat. La seva posició fou la de l'home que mira la terra des dels núvols, troba que el que hi ha pass- at no té solta ni volta i no s'hi amoï- na. La prova del que diem és que tingué a la mà la primera gran em- presa periodística catalana i no en va saber fer res de bo”. El objetivo a batir, en realidad, era el último diario que Oliver había dirigido, La Vanguardia. Época memorable “Las aspiraciones queuna grandísi- ma parte de Cataluña, que casi la totalidad de Cataluña formula por medio de ella con una intensidad electoral jamás conocida en la his- toria de nuestro sufragio, serán fu- nestas orepulsivas para la mentali- dad de los oligarcas y usufructua- rios actuales del Estado; mas lo que no puede ponerse en duda es que se trata aquí de una verdadera corriente de opinión y no de una grotesca superchería”. Estas líneas pertenecen a unos de los primeros artículos que Miquel dels Sants Oliver publicó en La Vanguardia. Apareció el 20 de abril de 1907. Nacido en 1864, era uno de los patriarcas de la Renaixença enMa- llorca. Contaba con una experien- cia periodística considerable, una obra valiosa(literaria, histórica, po- lítica) y había sido teorizador de un regionalismo que creyó que po- dría articularse a través del políti- co por quien siempre apostó: el conservador monárquico Antonio Maura. En1904, por motivos diver- sos (frustración política y fracaso económico, como explica Joaquim Molas), se trasladó definitivamen- te a Barcelona. Su amigo Joan Maragall loayudó, consiguiéndo- le trabajo enel Ateneuy colabo- raciones enel Diariode Barcelo- na. Oliver no tardó en hacerse con el cargo de director del Brusi, pero dejó aquella vieja tribuna–igual que haría Ma- ragall– en desacuerdo con la actitud de la empresa conel movimientodeSoli- daritat Catalana. LaSolidaritat fue unmovi- miento surgido de la unión de par- tidos catalanistas, de espectroideo- lógico transversal, que, a través de la agitación popular, conciencia- ron amplios sectores sociales de la necesidad de transformar el esta- do agónico de la Restauración des- de planteamientos nacionalistas. El clímax del movimiento fueron las elecciones a las Cortes españo- las que se celebraron el 21 de abril de 1907, undía después de la apari- ción del artículo de apoyo de Oli- ver. El triunfo catalanista fue es- MIQUEL DELS SANTS OLIVER Periodismo que influye A la izquierda, retrato de Miquel dels Sants Oliver que se encuentra en el Ateneu Barcelonès, entidad de la que fue presidente. Arriba, página de ‘La Vanguardia’ del 19 de diciembre de 1923 con la sem- blanza de Oliver escrita por Gaziel Su gran apuesta política de éxito fue impulsar la alianza entre el maurismo y la Lliga El mallorquín Miquel dels Sants Oliver (1864-1920) fue periodista y ensayista, escritor en dos lenguas, director de ‘La Vanguardia’, prohombre catalanista a la vez que regeneracionista español. Una figura que cambió su entorno 150.º aniversario del nacimiento de Miquel dels Sants Oliver Su localidad natal de Campanet, en Mallorca, inició en mayo los actos del 150.º aniversario. En octubre, la Universitat de les Illes Balears, en Palma, y el Ateneu Barcelonès dedicarán sendos ciclos de conferencias a analizar su figura y su aportación intelectual > 4 C u l t u r a | s L a V a n g u a r d i a M i é r c o l e s , 2 j u l i o 2 0 1 4 T E M A CARME RIERA Aunque los tiempos desmemoriados en los que vivimos no inducen a andar en conversación con las pági- nas de los difuntos, me gusta ir a contracorriente y releer, por ejem- plo, a Miquel dels Sants Oliver (Cam- panet, Mallorca, 1864-Barcelona, 1920). Probablemente fue Oliver el intelectual mallorquín, junto con Gabriel Alomar, que mayor repercu- sión alcanzó durante las dos prime- ras décadas del siglo XX, tanto en Catalunya como en el resto de Espa- ña. Sin embargo hoy se ha converti- do en un gran desconocido, ya no del común de los mortales sino inclu- so de la mayoría de especialistas en literatura catalana. Como periodista y ensayista, utili- zó Oliver dos lenguas, el castellano y el catalán, pero escribió únicamente en catalán, en el catalán de Mallorca casi siempre, su producción literaria. Me parece que sus poemas, a menu- do de tema histórico, puesto que la historia, sobre la que también publi- có ensayos, le interesaba sobremane- ra, han perdido vigencia. En cambio la siguen manteniendo sus cuentos. Los reunidos en L'hostal de la bolla y en Flors de silenci, en especial, sirven como magnífico modelo de lengua, por la vivacidad con que plasman escenas, que van mucho más allá, a mi entender, del costumbrismo en el que a veces se le ha tratado de enca- sillar. Aunque por supuesto también son útiles para mostrarnos la Mallor- ca de finales de siglo XIX y patenti- zan usos y costumbres de aquella época, incluyen una propuesta mu- cho más moderna al tratar de captar, igual que lo hiciera Unamuno, a tra- vés de la intrahistoria, las vidas mi- núsculas de una serie de personajes, que, de otro modo, hubieran sido ninguneadas. Oliver lo observa todo con mirada benevolente, no exenta de la ironía que pincha y deja un perfume de nostalgia, en formula- ción de otro gran olvidado, esta vez de las letras castellanas. Me refiero a Gabriel Miró cuyo lema, lejos de estúpidos idealismos quijotescos, se resume en “ver el mundo según es y amarlo”. Estoy segura de que Miguel dels Sants Oliver sólo estaría de acuerdo en la primera parte de la propuesta mironiana y que hubiera modificado la segunda. Pues aunque el periodis- ta mallorquín trataba también, en efecto, de observar la realidad sin prejuicios previos ni lentes distorsio- nadas, consideraba que una vez anali- zada había que intentar cambiarla, modificando sus aspectos negativos. Así pues, ver el mundo “según es y tratar de mejorarlo” me parece que casa bien con la actitud de Oli- ver, que no fue un revolucionario puesto que jamás intentó hacer tabla rasa de lo existente e incluso se sin- tió durante una época afín a las ideas políticas del también mallor- quín Antonio Maura, pero sí fue un regeneracionista convencido. La necesidad de enmendar la situación política, social y cultural del país, primero de Mallorca, después de Catalunya y también de España, fue pectacular. Los candidatos de So- lidaritat se hicieron con 41 de los 44 escaños que se elegían en Cata- lunya (entre ellos Francesc Cam- bó, Amadeu Hurtado o Francesc Macià). El granvencedor de los co- micios fue Antonio Maura, que consiguió la mayoría absoluta para el Partido Conservador. Oliver, trasladado por unos días a Madrid, escribiría la crónica de la forma- ción del nuevo Parlamento. “Entre el espíritu que traen los diputados de Cataluña y el que representan los sostenedores del statu quo (que, por una de esas monstruosas inversiones de criterio a que asisti- mos actualmente, son los liberales históricos), se ha entablado la ver- dadera yeterna lucha entre progre- so y rutina y aun entre libertad y reacción”. El catalanismo había apostado a fondo por la modernización espa- ñola, impugnando un sistema car- comidoe impulsandouna transfor- mación del estado. Fue durante aquella legislatura que se pusieron las bases por la institucionaliza- ción de la Mancomunitat. Oliver –un catalanista regionalista– lo apoyabacomoanalista políticodes- de su tribuna en La Vanguardia. “Entró por la puerta grande en la redacción”, escribió Joan Alcover en la semblanza que le dedicó po- co después de su muerte. Así con- tribuyó a la consolidación del dia- rioenla sociedadcatalana y, enpa- ralelo, adquirió uno posición clave en el entramado mancomunitario que el líder Prat de la Riba –direc- tor de La Veu y desde hacía muy poco presidente de la Diputación– empezaba a construir. Fue uno de los fundadores del Institut d'Estu- dis Catalans (IEC), creado enjunio de aquel 1907, y desarrolló tareas de la máxima responsabilidad. Pre- sidente de la SecciónHistórico-Ar- queológica, tuvoa Agustí Calvet co- mo secretario. Pieza clave en el IEC y director del diario más influyente de la prensa catalana, su gran apuesta política –la alianza entre el mauris- mo y la Lliga– gobernaba el país. Oliver, como intelectual, como pe- riodista influyente, toca la gloria con los dedos. Aquel momento de plenitud, intuyo, empezaría a oscu- recerse en el verano de 1909 como consecuencia de la Setmana Tràgi- ca. La represión gubernamental, desmesurada, tuvo como paradig- ma el inicuo asesinato del pedago- go ácrata Francesc Ferrer i Guàr- dia. En la medida en que Prat y Cambó entendieron que Maura era el único interlocutor posible, la Lliga apoyó las medidas represi- vas. Perolarepercusióninternacio- nal del caso provocaría que Alfon- so XIII (con el aplauso de los libe- rales y la derecha ultramontana) cesara a Maura. El articulismo de Oliver empezará a entintarse de un pesimismo crepuscular. Desolación Miquel dels Sants Oliver creyó que España enterraba toda posibilidad de auténtica reforma con la caída de Maura. Veía decepcionadas las esperanzas de consolidación de un conservadurismo evolutivo, una derecha inteligente y las posibilida- des de resolver de veras las proble- máticas centrales –la cuestión reli- giosa, la territorial, la social...– que la Restauración no había hecho otra cosa que posponer. Y desde la decepción escribió la serie de artí- culos que constituyenEl caso Mau- ra, un libro de combate periodísti- co y patriótico más que notable y en el cual acabó de perfilar su voz como oráculo solitario. Como si fuera Larra o Maragall, autores de artículos que “inquietan perpe- tuamente” (la expresión es suya) porque escribieron desde una humanidad profunda. “Este pobre escritor, con toda su insignifican- cia y oscuridad, creería cometer una vileza, la mayor de las vilezas, si ahora asistiese calladamente a los hechos consumados y si, por en- cima de ellos, no levantara su voz”. En el prólogo de El caso Maura, fechado en mayo de 1914, se pre- sentaba como “un catalanista fer- Ver el mundosegún es y cambiarlo Retrato de Oliver por Ramon Casas que se conserva en el MNAC > 5 C u l t u r a | s L a V a n g u a r d i a M i é r c o l e s , 2 j u l i o 2 0 1 4 T E M A una obsesión de su quehacer. Oliver, que se consideró regionalista, y criti- có las estructuras en las que se basa- ba el Estado, trató de buscar un me- jor y mayor encaje de la periferia mediterránea y el centralismo caste- llano. Sus textos reunidos en La cues- tión regional (1899) así lo plantean. La regeneración de España, según Oliver, pasa por un pacto, basado en un mejor y mayor entendimiento del estado central con aquellas regiones cuya historia, lengua y cultura difie- ren de la castellana dominante. A la vez estas regiones deben ser cons- cientes de su legado y para ello pre- servar sin paliativos los hechos dife- renciales que su historia, su lengua y su cultura ponen de manifiesto. Pero su fervor regionalista no estaba en absoluto reñido con la consideración de que Mallorca y Catalunya podían formar parte de la nación de nacio- nes que era la España regenerada. Tal actitud explica que fuera Oliver el primer intelectual catalán en acep- tar la propuesta de Mariano de Ca- via, lanzada desde El Imparcial en 1903, a propósito de la celebración del tercer centenario quijotesco, al que se oponían otros catalanes, pues consideraban ajeno el libro cervanti- no. Oliver no sólo afirma que lo sien- te como propio sino que defiende que Catalunya rinda tributo a Cer- vantes, conmemorando en 1905 la primera edición de El Quijote, al que dedica diversos artículos y la admira- ción por Cervantes le lleva a publi- car su semblanza en 1917. Observar la realidad y tratar de allanar los caminos que puedan ayu- dar a un posible consenso, tender puentes entre dos riberas, abrir puer- tas en vez de cerrarlas va a ser una constante de la actitud intelectual de Oliver. Además, como buen regenera- cionista, trata también con sus pro- puestas de sacudir la modorra de sus conciudadanos, removiendo la con- ciencia de las clases dirigentes en cuya mano está mejorar las condicio- nes de vida de la gente y ofrece pau- tas para ello. Así, por ejemplo, desde el periódico La Almudaina, que fun- dó y dirigió su padre y del que tam- bién él fue director entre 1890 y 1905, lanzó una campaña sobre la trascendencia que para Mallorca tendría lo que denominó “industria de viajeros”, esto es, el turismo. La construcción y explotación de hote- les, el trazado de carreteras y líneas férreas y la puesta en marcha de transportes terrestres y marítimos, al crear puestos de trabajo podría aca- bar con las duras condiciones de vida de muchos mallorquines sin otro horizonte que la emigración. A la vez el hecho de dar a conocer las bellezas de Mallorca a los foráneos redundaría en beneficio de los autóc- tonos pues el contacto con el exte- rior habría de servirles de revulsivo. Considero que el deseo de mejo- rar la realidad presidió la vida y la obra de Oliver desde que empezó a abrirse camino como periodista en diferentes publicaciones mallorqui- nas hasta el final de sus días. Sin embargo, por entonces, 1920, ya ha- bía hecho mella en él una actitud más que pesimista, desengañada, ligada a su falta de salud, pues un ataque le dejó durante el último año de su vida prácticamente inmoviliza- do. A tal desgracia cabe añadir las visicitudes políticas que se inmiscu- yeron en su actividad intelectual, tanto en el Institut d’Estudis Cata- lans como en la dirección de La Van- guardia, cuya tirada había consegui- do aumentar hasta consolidar este periódico como el de mayor difusión en Catalunya. Y lo logró afianzando el interés por la cultura y atrayendo a los mejores intelectuales catalanes y castellanos hasta sus páginas. | voroso de toda la vida”, alumno de “la escuela de patriotas” que había sido el regionalismo y se quejaba de la falta de reconocimiento que el catalanismo, ufano por la ins- tauración hacía sólo un mes de la Mancomunitat, había tributado a Maura. “El triunfo material no ha de quitarnos la memoria”. El libro se cerraba con treinta páginas re- pletas de nombres de ciudadanos que se adherían al homenaje que aquella edición representaba. La posiciónde Oliver debía ser home- najeada en la medida en que iba marcando distancias respecto a la hegemonía intelectual y política de la ciudad. JoaquimMolas docu- menta que Oliver sentía que la Lli- ga, distinguiéndolo en el Instituto, quería usarlo para decantar La Vanguardia hacia sus posiciones. El 1 de julio presentaba su dimi- sión como miembro del IEC. Ha- cía sólo tres días que había estalla- do la Primera Guerra Mundial. Faltaban sólo tres meses para que Gaziel, fichado por Oliver, empe- zara a escribir la serie Diario de un estudiante en París y cambiase la historia de nuestro periodismo. Como dijo él mismo presentan- do los seis volúmenes de Hojas del sábado –antología de su obra final como publicista–, Oliver tocaba muchas teclas: desde recuerdos de Mallorca hasta filosofía social, de política a literatura (espléndidos sonsus artículos sobre la literatura quejumbrosa de la generación del 98)... Se sentía cada vez más como una voz solitaria en busca del ori- gende los males que diagnosticaba enla sociedadcontemporánea. Co- mo el Antoni Marí de El camí de Vincennes, pero dándole una inter- pretaciónopuesta, sostenía que to- do había empezado el día de octu- bre de1749enel queRousseauvisi- tó en la cárcel a Diderot. “En aquel punto y hora, allí, bajo el árbol del campo de Vincennes, se consumió idealmente la revolución. Allí que- dó herida de muerte la Paz del al- ma y la Desolación inauguró su desolado imperio”. Aestudiar y re- formular el mundo surgido de la Revolución había dedicado sus esfuerzos, teniendo España como obsesión civil a reformar. Buscandomodelos a seguir enel pasado periodístico español, sólo dio con un ejemplo. El 11 de julio de 1915 leyó la conferencia Balmes y la dignificación del periodismo en Vic. “No crec que mai s'hagi vist més honrada la premsa periodísti- ca, en cap part del món, i sense vacil·lació pot afirmar-se que mai s'hi ha vist tant a Espanya com en aquells set anys que En Balmes va consagrar-li les seves llums, adop- tant-la coma professió”. Desorien- tado con la posición de los intelec- tuales españoles ante la Gran Gue- rra, atemorizado por la revolución bolchevique (hija de las tinieblas de la conciencia insufladas por la literatura rusa) y conunsentimien- todesolado, hermanodel que senti- ría el Gaziel de la Segunda Repúbli- ca. Su apuesta había sido Maura, perdió a pesar de tener mucha ra- zón y se supo solo y desamparado, tal como lo retrató su discípulo en la vengativa Història de La Van- guardia. Pla y Xammar se preguntaron, con sarcasmo, si Oliver había sido periodista. ¿Periodismo? La res- puesta honesta es evidente. Mi- quel dels Sants Oliver: periodismo civil. | Entrada gratuïta. Capacitat limitada Dilluns Dimarts Dimecres 13, 20i 27d’agost Dijous Divendres 7 19.00 h. Conferència “Lobezno; un personaje con garra cumple 40 años”, del professor Rubén González. 14 19.00 h. Presentació del llibre “Aprender a canalizar”, d’Alicia Sánchez Montalbán. Presentarà l’acte el cantant Víctor Polo. 21 i 28 18.00 h. A ritme de tango “Barcelona, Gardel, Buenos Aires”, a càrrec de mestres ballarins. 1 19.00 h. Presentació del llibre “Aferrada a la vida”, de Giovanna Valls Galfetti, a càrrec del doctor Bonaventura Clotet i de la traductora Ma. Eugenia Frutos. 8 19.00 h. Conferència “¿Podrá la ciencia mantenernos jóvenes hasta el final?”, de la doctora Amalia Lafuente. 15 19.00 h. Presentació del llibre “Tu i jo, living style”, de Marcel Pujol Borràs. Acte amb la música en directe del grup Estúpida Erikah i del cantant i compositor Lluís Bòria. 22 18.30 h. Tarda de ioga “Yogalan”, a càrrec de l’ambaixadora Xuan Lan Trinh. Inscripcions prèvies a www.lolewomen.com. 2 19.00 h. Presentació del llibre “Recordar el olvido”, de Rosa Montiel, a càrrec de l’escriptora Rosa Regàs. 9 19.00 h. Master class de blues “Els inicis del blues”, a càrrec de la professora Núria Benach i del guitarrista Amadeu Casas. 16 19.00 h. Xerrada “Desayuno completo”, a càrrec de nutricionistes de Danone. 23 19.00 h. Conferència “La Força de George Lucas: una història d’Esperança i Superació”, a càrrec de David Mingall. 18.30 h. Tarda de ioga “Hatha Ioga”, a càrrec de l’ambaixadora Eleonora Trani. Inscripcions prèvies a www.lolewomen.com. 3 19.00 h. Presentació del llibre “Vivir sin tóxicos”, de l’especialista en salut ambiental Elisabet Silvestre. 10 19.00 h. Cafè Filosòfic i Filomania “La ciencia y las creencias” moderat per Humbert Ruiz, filòsof de l’AFPC, Associació de Filosofia Pràctica de Catalunya. 17 09.30 h. Inici de l’exposició “Dones de Manhattan” de Purificación Taboada. Es podrà visitar fins al 8 d’agost. 19.00 h. Presentació del llibre “Contes naïf”, de Maria Rosa Soto, a càrrec de l’historiador i escriptor Jordi Planas Casals. 4 19.00 h. Presentació del llibre “El corazón del bambú”, del guionista cinematogràfic Pablo Tobías, a càrrec de l’escriptora Maite Kirch i de l’actor Manu Fullola. 11 18.30 h. Tarda de ioga “Ioga amb Gracia”, amb l’ambaixadora Juliette Allard. Inscripcions prèvies a www.lolewomen.com. 18 19.00 h. Presentació del llibre “Risa improvisada”, d’Álvaro Torrens Abril. Presentarà l’acte l’escriptora i prologuista Angelique Pfitzner. juliol Oliver no sólo no se opone a la celebración del centenario del ‘Quijote’, sino que la siente como propia 6 C u l t u r a | s L a V a n g u a r d i a M i é r c o l e s , 2 j u l i o 2 0 1 4 E S C R I T U R A S ALFONSO ALEGRE HEITZMANN Hay pocos momentos tanemocio- nantes en una biografía como aquellos que ya no guarda la me- moria de nadie y que, de pronto, nos sorprenden. El 18 de julio de 1937, se reseñaba en este periódi- counmitinantifascista internacio- nal de apoyo a la causa republica- na, en un centro cultural barcelo- nés. He aquí, súbita, la imagen: “El poeta mexicano Octavio Paz dio lectura a un poema escrito en los momentos más críticos de nuestra lucha cuando los voceros fascistas engañabana todoel mun- do diciendo que las tropas llama- das nacionalistas habían entrado en Madrid. Dicho poema, admira- blemente versificado, se titula: ‘No pasarán’”. En distintas ocasiones, Octavio Paz declaró su profunda vincula- ción con Barcelona y la cultura catalana. Hay, sin embargo, un amplio paréntesis en su vida en el que esa relación se rompe. Se trata de los años que van desde el final de la Guerra Civil hasta mediados de los años sesenta. Sin duda la causa de ese vacío se deba al hechode que Paz, que vivió el dra- ma de la Guerra Civil como pro- pio, se sintió siempre unido al exi- lioque sufrierontantos intelectua- les españoles transterrados y que, acogidos en 1939 por el Gobierno mexicano de Lázaro Cárdenas, ayudaron a abrir una nueva etapa enla historia de la cultura mexica- na. Octavio Paz había llegado a Barcelona el 2 de julio de 1937, pa- ra asistir al II CongresoInternacio- nal de Escritores en Defensa de la Culturaque se ibaa celebrar enVa- lencia. La emoción del documento citado se convierte en admiración cuando sabemos que ese poema se había publicado casi un año antes en México, cuando Paz contaba tan sólo veintidós años, en un pe- queño folleto con un epígrafe de Éli Faure que reza: “España es la realidad y la conciencia del mun- do”. La edición, de 3.500 ejempla- res, “fue cedida al Frente Popular Español en prenda de simpatía y adhesión para el pueblo de Espa- ña, en la lucha desigual y heroica que actualmente sostiene”. En Valencia, Paz asiste al con- gresocomounode los representan- tes de México. Allí conoce a gran parte de los intelectuales que se agrupaba en torno a la revista Ho- ra de España, en la que colabo- raron, entre otros, Antonio Ma- chado, José Moreno Villa, Rafael Alberti, José Bergamín, Luis Cer- nuda, Carles Riba, Antonio Sán- chez Barbudo, Emilio Prados, Ma- nuel Altolaguirre, Juan Gil-Albert, RamónGaya, María Zambranoy el propio Paz. Reciénllegado a México, y reco- giendo el testigo de la revista espa- ñola, Paz dirige Taller (1938-1941), cuyo consejo de redacción estaba compuesto por mexicanos y espa- ñoles, algo que se repite en otras revistas tan relevantes en la cultu- ra mexicana de esos mismos años como, Romance, Letras de México, El hijo pródigo o Cuadernos ameri- canos. Por otra parte, la obra de poetas catalanes tanimportantes comoJo- sep Carner, Agustí Bartra, o Ra- mon Xirau no se entendería sin te- ner en cuenta su estrecha vincula- ción con México y su cultura. Paz apreció siempre a Carner, que pu- blicó en México en 1940 una de sus obras fundamentales Nabí. Bar- tra ya había publicado durante la Guerra Civil, pero es en México donde crece verdaderamente co- mo poeta y traductor, y donde fun- da su revista literaria Lletres. Caso distinto, y en muchos sentidos ex- cepcional, es el de RamonXirau, fi- gura clave de la literatura mexica- na contemporánea que ha escrito toda su obra poética en catalán, y cuya amistad y relación intelectual con Paz fue larga y fecunda. Otro de los artífices esenciales de la cul- tura mexicana contemporánea, y cuya relación con Paz encuentra pocos paralelos, es el pintor me- xicano Vicente Rojo. Nacido en Barcelona en 1932, es uno de los artistas plásticos que participó más activamente en las aventuras editoriales y poéticas de Octavio Paz. De esa colaboración nacieron: Discos visuales (México, 1968), y E s c r i t u r a s RecuperaciónEl granpoeta mexicano(1914-1998) llegóa la Barcelona enguerra de 1937. Acabaría siendopara él una auténtica ciudad-talismán OctavioPaz y Catalunya “La Vanguardia” reseña en julio de 1937 su participación en un mitín antifascista internacional LAS NOVEDADES El centenario del nacimiento de Octavio Paz viene acompañado por la reciente reedición de la Obra Poética del premio Nobel (Galaxia Gutenberg), la antología ‘El fuego de cada día’ (Seix Barral), la publicación de conferencias inéditas ‘Itinerario poético’ (Siruela), además de ‘Una introducción a Octavio Paz’ de Alberto Ruy Sánchez, ‘Octavio Paz en la deriva de la modernidad’ de Jacques Lafaye y ‘Octavio Paz cuenta de sí’ de Julio Hubard (los tres en Fondo de Cultura Económica). Galaxia Gutenberg/Círculo de Lectores ha publicado sus Obras Completas en ocho tomos EXPOSICIÓN Escritura indeleble del incendio. Octa- vio Paz y Catalunya se abrirá en en el Consulado general de México en Barcelona. En ella se mostrarán cartas inéditas, libros singulares y otros objetos procedentes de diversos archivos que dan cuenta de la intensa relación que Octavio Paz mantuvo con artistas como Tàpies, Miró o Brossa, escritores como Castellet, Gimferrer, Palau i Fabre y editores como Hans Meinke y Nicanor Vélez. Los comisarios son Aurelio Major (coordinador del programa del centenario de Paz en España) y Berenice Pardo. PATROCINADO POR 7 C u l t u r a | s L a V a n g u a r d i a M i é r c o l e s , 2 j u l i o 2 0 1 4 E S C R I T U R A S Brillan como monedas las hojas del otoño en el penúltimo peldaño de la escalera que lleva al mar de polvo o de ceniza. Llegan de un cielo muy lejano, encendidas por la pasión de eternidad, las palabras de Octavio Paz esculpidas ahora en mi corazón: abre la mano, coge esta riqueza, corta los frutos, come la vida, tiéndete al pie del árbol, bebe el agua. Y el agua está podrida. El tiempo está vacío. Los recuerdos se extinguen en la cueva. Arrastra el viento las sombras de la vida. Gime el silencio en la laguna. Sí: el cielo es otro abismo más alto. Los peldaños se pierden en la bruma. Las hojas del otoño, como monedas o palabras, permanecen ajenas al dolor, reposan en la luz. Sí: ver duele. Y la ausencia duele. La mano del poeta que encendía palabras en la noche para recobrar la ignorancia buscan temblorosas la llave que brilla ciegamente en un mar de ceniza. Ya nada queda, sólo andrajos y comida y sopor bajo el mediodía impío como cacique de oro. Brillan las palabras como día estériles en la escalera del tiempo y sí, el viento del mar delira en voz alta por las azoteas. J.A. MASOLIVER RÓDENAS Marcel Duchamp o el castillo de la pureza (México, 1968). En 1969 se edita en Barcelona la antología poética La centena (1935-1968), el segundolibrode Oc- tavio Paz publicado en España; el primero, editado en Valencia, ha- bía aparecido en 1937, con el título de Bajo tuclara sombray otros poe- mas sobre España. Pero el “reen- cuentro” paulatinodel poeta mexi- cano con nuestro país se había ini- ciado en 1961. Ese año, Paz –que había conocido a Carlos Barral a través de Max Aub– acude a Ma- llorca para formar parte del jurado del Prix International des Édi- teurs, invitado por el editor cata- lán. En Mallorca, Paz también tuvo la oportunidad de conocer a Jaime Gil de Biedma y a Jaime Sa- linas y entablar una amistad dura- dera con ellos. En cierta ocasión Paz afirmó que cada vez que los españoles hanrecibido las revoluciones poé- ticas de Europa ha sidonodirecta- mente sino a través de América: “Primero tuvo que ir RubénDarío a contarles lo que pasaba en el mundo. Ydespués Vicente Huido- bro”. En el congreso de Mallorca, se da cuenta de que está asistien- do de nuevo a un proceso similar. APaz le decepciona el poco cono- cimiento que los escritores espa- ñoles tenían de la literatura hispa- noamericana, y así se locomenta a Jaime García Terrés, en carta fe- chada en París el 23 de mayo de 1961: “Encontré que en España (hasta donde pude darme cuenta) ignorancasi totalmente la literatu- ra hispanoamericana”. Al mismo tiempo, se alegra de que los úni- cos tres nombres hispánicos teni- dos en cuenta para el premio fue- sen americanos: Borges, Carpen- tier y Rulfo. “Para mí, la importan- cia de todo esto reside en que los españoles quizás empezarána des- cubrir la existencia de la literatu- ra hispanoamericana”. Estas pala- bras resultan premonitorias pues, al cabo de poco tiempo, estallaría en Barcelona el boomde la novela hispanoamericana. Hay otromomento de esa estan- cia en Mallorca especialmente revelador. Me refiero al contacto que Paz establece con Cristóbal Serra, unescritor singular y excén- trico respecto a la cultura española del momento. Sobre él escribe, en 1961, el texto“Unermitaño: Cristó- bal Serra”. El encuentro tuvo ade- más una consecuencia inesperada y fundamental en su relación con la literatura catalana. Serra fue el primero en hablarle a Octavio Paz dePereGimferrer, que entonces te- nía veintiún años y acababa de pu- La última vez que hablé por teléfono con Octavio Paz lo encontré muy abatido. Me riñó porque no iba a visitarle en mis viajes a México y me dijo que había dejado de escribir. Apenas despedirme de él pensé que debía escribir un poema de homenaje en el que trazara su ciclo vital, del poeta hedonista y la conciencia del paso del tiem- po. Hice un recorrido por toda su poesía y elegí los versos que mejor podían reflejar su trayectoria humana y poética y los fui tejiendo en un poema que escribí para que lo leyera y apreciara la deuda que tenía con él. Pero no pudo ser. El poema apare- ció al día siguiente de su muerte en La jornada de México y más tarde en el núme- ro de homenaje de la revista –su revista– Vuelta. Con él se cierra mi Poesía reunida y tuve ocasión de leerlo en uno de los actos organizados en Madrid con motivo del centenario de su nacimiento. J.A.M.R. Carner, Bartra, Xirau, Vicente Rojo o Gimferrer son nombres claves en su trayectoria intelecctual Palabras fundidas El poeta vino a Barcelona en 1992 para asistir al Congreso de Literatura Iberoamericana. En la foto, en un acto de la fundación Van der Rohe J. VALLS / EFE > 8 C u l t u r a | s L a V a n g u a r d i a M i é r c o l e s , 2 j u l i o 2 0 1 4 E S C R I T U R A S Revisiónde una obra Unautor enrotación De poeta a granprosista JUAN MALPARTIDA OctavioPaz (1914-1998) logróreali- zar a lo largo de una laboriosa vida una obra unitaria dentro de la plu- ralidad. Poeta, crítico (literario y plástico), biógrafo, traductor, pen- sador, politólogo… su producción podría parecer dispersa si además tenemos en cuenta que le interesa- ron el budismo, la antropología y la ciencia, especialmente la física y la biología. Pero esta pluralidades- tuvo marcada por una pasión regi- da por la analogía, por la idea del mundo como correspondencia. Paz fue, por unlado, unpitagórico: hayproporcióny númeroenel uni- verso. En cierto sentido, fue plató- nico, no porque creyera enel mun- do de las Ideas sino porque aceptó, de manera muy libre, la noción de la cadena del ser: unmundode ma- yores omenos intensidades enrela- ción a la presencia. No presencia del Ser, como en su maestro Hei- degger, sino de la vastedad de lo otro. Heidegger rectificado por Machado. Para Paz la poesía fue la casa de la presencia. Poeta por en- cima de todo, y de los más altos, Paz, heredero de la Ilustración y al tiempo del romanticismo, contem- poráneo tardío del surrealismo, creyó que la poesía debía encarnar en la Historia. Por un lado, fue un defensor hasta sus últimos días de la crítica, en el sentido que le dio Kant: demoledora de los dogmatis- mos de la metafísica; por el otro, de la crítica de la crítica, que se tor- na afirmación. Desde muy joven quiso mirar la realidad de frente, lo que une y el hueco, el ser y la nada, la comunión y la soledad (Juan de la Cruz y Quevedo, Ma- llarmé y Breton). La poesía es ima- geny ritmo y estos no son, pensaba Paz, sino analogías del ritmo uni- versal. La poesía, más allá de sus contenidos, dice siempre sí a una realidad heterogénea. Todo poe- ma, signifique esto o lo otro es un actode contemplacióndeuna reali- dad no verbal que, gracias al poe- ma, logramos percibir, por un ins- tante, en su plenitud vacía. Paz no sólo ha sido uno de los mayores poetas del siglo XX, sino uno de sus mejores prosistas. Obras como El arco y la lira, Con- junciones y Disyunciones, Sor Jua- na Inés de la Cruz o las trampas de la fe o La llama doble, además de pertenecer a lo mejor de nuestra crítica literaria y de la reflexión in- telectual, forman parte de algo que las trasciende y que, por momen- blicar Arde el mar. Encarta de 17 de abril de 1966, Paz escribe: “Gra- cias por haberme hablado de Gim- ferrer. Leí su libro y me encantó. Un verdadero poeta. sus mejores poemas revelan una nueva actitud de arte en la poesía. Escribí a Gim- ferrer para agradecerle el envío de un pequeño pero viviente libro”. La relación epistolar y de amistad que entonces se inicia entre Paz y Gimferrer durará hasta la muerte del poeta mexicano y es de excep- cional relevancia. A partir de en- tonces, el acercamiento de Octavio Paz a la cultura catalana y a la ciu- dad de Barcelona fue siempre en aumento; a lo largo de su vida y en las distintas visitas a la CiudadCon- dal ahondará vínculos de amistad y colaboración con Antoni Tàpies, Joan Brossa, Josep Palau i Fabre y Josep Maria Castellet; así como con otros escritores y artistas más jóvenes como Andrés Sánchez Ro- bayna o Frederic Amat. Por otro lado, el vínculo editorial que du- rante esos años se crea entre Paz y Barcelona, con la publicación de algunas de sus obras en Seix Ba- rral, culminará con la edición de sus obras completas al cuidado del escritor colombianoy catalánNica- nor Vélez en Galaxia Gutenberg. En una carta a Pere Gimferrer, fechada en julio de 1974, al re- greso de un viaje a nuestra ciudad, Octavio y Marie-José Paz escri- ben unas líneas que bien pueden servir de colofón: “Barcelona se ha convertido en una suerte de ciudad-talismán: cada vez que nos sentimos tristes o desesperados pensamos que tal vez podríamos escapar hacia Barcelona”. | La carta adjunta y manuscrita sirve de precedente al libro de artista que Tàpies y Paz hicieron juntos (Galería Maeght, 1978) FUNDACIÓ TÀPIES Lectura del poeta en el paraninfo de la Universidad de Barcelona en el año 1982 FOTO: GUILLERMINA PUIG / ARCHIVO La poesía es imagen y ritmo y estos son, pensaba el mexicano, analogías del ritmo universal > A Paz le decepciona el poco conocimiento que los escritores españoles tenían de la literatura hispanoamericana 9 C u l t u r a | s L a V a n g u a r d i a M i é r c o l e s , 2 j u l i o 2 0 1 4 E S C R I T U R A S tos, nos hace frotarnos los ojos: la belleza. Pocos han escrito y pensa- docontal aciertode imágenes y ca- pacidad sintética. Un pensador ve- loz, que reúne, con cien brazos y cien ojos, realidades múltiples en una rotación de disyunciones y conjunciones bajo el signo de la lu- cidez. Paznacióenmediode la Revolu- ción mexicana, estuvo en nuestro país, con su primera mujer, Elena Garro, en1937, apoyandoa la Repú- blica. Pasó los últimos años de la Segunda Guerra Mundial en Esta- dos Unidos, y nada más terminar esta, se instaló en París, donde en- tró en contacto (a veces asistido por lo que podríamos denominar afinidades conflictivas), con los existencialistas, surrealistas y el nuevo pensamiento antropológico. DialogóconSartre, pero Paz ya ha- bía estudiadoa Husserl y a Heideg- ger y su existencialismo le pareció un solipsismo. Además, vio pronto que Sartre no amaba la poesía ni, en realidad, la literatura, siendo él, afirma Paz, sobre todo un literato. Estuvo cerca de Camus, con quien tuvo amistad y complicidad, y, es- pecialmente, de Breton, ese mago analogista. Antropólogos, como Marcel Mauss, o ensayistas como Bataille, Raymond Aron, Castoria- dis, Cioran y Kostas Papaioanou, alimentaron sus inquietudes. Dos estancias, a comienzos de los cincuenta, en India y Japón, le abrieron las puertas a Oriente. Pe- ro es a partir de 1962, cuando se instaló en Delhi (allí conoce a su mujer, Marie-José) como embaja- dor de su país, cuando fructifica su diálogo de occidental mexicano con la ladera Este. En los siguien- tes diez años, Paz se convierte en un espacio dinamizador. Asistido por una cultura literaria inmensa y un saber sintético de la filosofía, ajeno a pedanterías universitarias o narcisistas, Paz se adentra en el budismo (y lee el hinduismo desde la crítica budista), mira a Occiden- te desde la ladera oriental (Mallar- mé, Marcel Duchamp, el estructu- ralismo de Levi-Strauss) y escribe un puñado de libros de reflexión y poemas que lo convierten en uno de los grandes interlocutores y creadores de su tiempo. Por esa época entra en contacto con Espa- ña de nuevo, vía Barcelona: Pere Gimferrer, Carlos Barral, Jaime Gil de Biedma y otros. Posterior- mente, ya en la democracia, Paz amplía su relación a Madrid. Se sentía bien en España, entre otras cosas porque toda sufamilia mater- na era española (de Cádiz), aun- que, afirmaba, no era un país que lehiciera pensar. EnEspaña fuead- mirado y a veces denostado por parte de garbanceros un poco cas- posos. Su obra, lentamente, fue pe- netrando en el mundo de los más jóvenes, y sin duda son ellos los que reinventarána Paz, unescritor cuya riqueza, como dijo Marc Fu- maroli recientemente, todavía es- tá, en gran parte, por descubrir. | JuanArnauLejos de ofrecer verdades y sistemas rígidos, la verdadera naturaleza del pensamientoapunta a lomóvil y tambiénal juego. Hemos de volver a una reflexiónque tenga la ligereza de los viajes Filosofía enmovimiento IVAN PINTOR IRANZO “Los filósofos no son personajes consagrados a la búsqueda de ver- dades eternas. La filosofía es una disciplina muy modesta. ¿Cómo se enfrenta el filósofo al problema de la libertad, por ejemplo? No se tra- ta de preguntarse si somos libres o no, si existe dios o no, sino que aquello que la filosofía busca es una pregunta de otro orden: ¿Qué significa ser libre? Esoes loque ha- ce la filosofía, determinar cuál es el horizonte implícito de entendi- miento”. En una de sus más cele- bradas intervenciones, miles de ve- ces compartida enYouTube, el filó- sofo Slavoj Zizek formula, desde supropia cama y conactitudburlo- na, la cuestión fundamental que su pensamiento comparte con el Ma- nual de filosofíaportátil de JuanAr- nau (Valencia, 1968): la filosofía, como la vida, no tiene ningún otro propósito que el de ser vivida. Lejos de ofrecer verdades y siste- mas inamovibles, la verdadera na- turaleza de la filosofía es el movi- miento, cada uno de los rincones del día a día. Si, como ha señalado Italo Calvino, escribir es sustraer peso a la vida, hacerla más liviana para poder narrarla, Arnauha con- seguido convertir la historia de la filosofía occidental enunespléndi- do relato de viajes, desde el pensa- miento salvaje de Lévi-Strauss en el sigloXXhasta las colinas de Éfe- so enAsia Menor. Conungesto ar- queológico que acaba por hacer contemporáneos a Nietzsche, He- gel y Novalis conEmpédocles, Pla- tóny Aristóteles enunmismo ban- quete, Arnau sortea además con rigor cualquier tentaciónde oscuri- dad erudita. La erudición, esa “forma apara- tosa de nopensar” a la que se refe- ría Macedonio Fernández, se ve atajada enManual de filosofía por- tátil por secuencias que, con una cadencia cinematográfica, llevan a Wittgenstein desde las trinche- ras en las que redactó el Tractatus hasta la costa de Galway, donde disfrutaba amaestrando aves; a Nietzsche desde el sol de Sorren- to hasta el estallido final de su de- mencia abrazado a un caballo en Turín, y a Sócrates hasta el um- bral de la pena capital. Fue la acu- sación de desoír a los dioses de Atenas y corromper a la juventud con sus ideas lo que le puso frente al vaso de cicuta. Acaso la vida póstuma de todo pensador consiste en corromper, en transmitir su visión del mundo, en hacerse, como quería Nietz- sche, intempestivo a su tiempo y contemporáneoa sufuturo. La pre- gunta que atraviesa Manual de filo- sofía portátil no es tanto qué pien- sa nuestra época sobre Nietzsche sino la contraria: ¿qué pensaría Nietzsche acerca de nosotros? ¿Contra qué se revelaría? Si en la apertura de Ecce homo proclama- ba “coneste libroempieza mi cam- paña contra la moral” para romper contra un presente que juzgaba en las peores manos, es necesario ad- vertir que, a lo largo de la historia, los grandes nombres del pensa- miento han orientado todas sus reflexiones hacia un objetivo cru- cial: el futuro. Con nuestra fe en el futuro se- cuestrada por la crisis contemporá- nea, volver a las fuentes del pen- samiento con la ligereza del cami- nante debería servir para dar forma al porvenir a partir de una crítica del presente. Que la filosofía no es sólo una diagnosis sino el soporte antropológico de todas las demás disciplinas y de nuestro horizonte social, del futuro, es algo que con- viene recordar en un momento en que las humanidades son desterra- das de la educación y en la uni- versidad se ven, cada vez más, sometidas al usar y tirar del paper académico y la burocracia. El Manual de filosofía portátil de Arnau constituye una invita- ción al viaje bajo un signo que, en literatura, insistió en subrayar Vila-Matas ensuHistoria abrevia- da de la literatura portátil: la leve- dad. Aquello que mejor puede caracterizar la idea de una filoso- fía portátil no es sólo la ligereza del pensar, sino también la ironía y el juego. Si, como ha señalado Slavoj Zizek con respecto al cine, las imágenes no nos danloque de- seamos sino que nos enseñan có- mo desear, el alcance y el vuelo del pensar, su diligencia y su jue- godebendarnos, también, lamedi- da de la existencia, la posibilidad de rescatar nuestro futuro. | Juan Arnau JORDI ROVIRALTA Juan Arnau Manual de filosofía portátil EDICIONES ATALANTA 576 PÁGINAS 27,50 EUROS 1 0 C u l t u r a | s L a V a n g u a r d i a M i é r c o l e s , 2 j u l i o 2 0 1 4 E S C R I T U R A S JULIÀ GUILLAMON Unadona meravellosa de JoanJor- di Miralles (Huesca, 1977) tiene unode los inicios de novela más in- tensos que he leído en catalán des- de hace tiempo. Una cosa lleva a la otra, el tiempo pasa arreando. Neus vive la juventud a toda má- quina hasta que, con la niña ya ma- yor y un trabajo fijo en el hospital de Bellvitge –departamento de en- fermedades neurológicas–, surge un problema que trastoca la convi- vencia familiar: la hija se enrolla con un tipo de cuarenta y cuatro años –ella tiene veinte– y, de un día para otro, desaparece. La novela arrastra al lector enre- molino, siguiendo a Neus, la enfer- mera que, como sucedía ya con el fisioterapeuta de una de las ante- riores novelas de Miralles, L’altís- sim(2010), mantiene escrupulosa- mente los protocolos de su oficio, tabla salvadoradel naufragioperso- nal. Ante el joven que ha sufrido unaccidente y que se encuentra en la UCI sin actividad cerebral, ante el enfermo con un tumor frontal que sufre unbrote de violencia, an- te el antiguo compañero enfermo de sida, que sufre alteraciones de lenguaje y transtornos de visión, Neus mantiene una actitud ejem- plar. Miralles que es fisioterapeuta ha descrito a una enfermera ejem- plo de lo que en los años ochenta se llamó el rol autónomo de la en- fermería: una profesional conscien- te que desarrolla la capacidad de incidir positivamente en la salud delos enfermos. De esta manerare- salta todavía más la brutalidad de las relaciones que se establecen fuera del trabajo: violencia, someti- miento, sexo urgente y sucio. Has- ta el momento en que el mundo preservado y el mundo peligroso se cruzan y Neus da un paso más hacia el abismo. El franctirador de Albert Pijuan, quecomentamos hace unpar dese- manas, y Unadona meravellosafor- ma un duo de novelas teatrales y centroeuropeas que llevan la mar- ca de las filípicas de Bernhard y del cine de Haneke, se interrogan sobre el mal y lo sagrado, la devas- tación y la expiación. Uno, en un bloque de pisos de Polonia en los Novela Miralles dibuja el personaje de una enfermera encrisis personal y familiar y retrata un mundoenel que el dolor ya noune a las personas Una mujer pierde el camino Narrativa Undesconocidoamericano, LairdHunt, sorprende conuna arriesgada novela histórica enla que se describe el esclavismoenla América sureña a través de la tragedia de una mujer blanca y dos esclavas. Unauténticohallazgoliterario De Indiana a Kentucky ROBERT SALADRIGAS Encuentro perfectamente razona- ble, incluso legítimo, que de forma excepcional un editor adjunte con su libro una nota que viene a decir lo siguiente: “(Se trata) de una no- vela valiente y arriesgada que sin duda necesitará el apoyode la críti- ca”. Un texto así, personalizado y conciso, sin rodeos ni incienso, no suele ser corriente. Me fijo en que el diseño de la portada es austero, la ilustración bastante conceptual. Leo el título, La benévola (Kind one, 2013), de alguien llamado LairdHunt, sólome consta que na- cido en 1968 aunque no he conse- guido averiguar dónde, autor de cinco novelas y un libro de cuen- tos, que trabajó untiempo enel ga- binete de prensa de Naciones Uni- das en Nueva York y ahora se ocu- pa del programa de escritura crea- tiva –hoy parece inevitable– en la Universidad de Denver. Eso es to- do. ¿Y para qué más? En cuanto a la novela, acabo de leerla y entiendo que constituya unhallazgoliterarioy necesite apo- yos. Para empezar escapa a cual- quier idea de convencionalidad, tantoenestructura narrativa como en el manejo de la prosa imaginis- ta, sin temor a las abstracciones, que se concreta en una “retórica compleja, prolija, lírica y moder- na”, es decir, en el estilo que la crítica norteamericana de los años veinte solía atribuir a William Faulkner. ¡Diablos! De manera que en el trasfondo de la historia que escribe Laird Hunt en La benévola aparece recortada la sombra de Faulkner? Tal vez sí. No me atrevo a plantearlo. El espectro del autor de Thomas Stutpen o Quentin Compson es omnisciente dentro y fuera de Yoknapatawpha, enel del- Laird Hunt La benévola Traducción de Isabel Ferrer y Carlos Milla BLACKIE BOOKS 200 PÁGINAS 18 EUROS Joan Jordi Miralles Una dona meravellosa LABREU 332 PÁGINAS 16 EUROS Imagen de una exesclava llamada Mary Randall en Beaumont (Texas) en 1937 GETTY 1 1 C u l t u r a | s L a V a n g u a r d i a M i é r c o l e s , 2 j u l i o 2 0 1 4 E S C R I T U R A S años ochenta; el otro, en Gavà Mar, ahora mismo, presentan un mundoendescomposición. La mu- jer que ofrece acompañamiento no tiene quien la acompañe; la madre que quiere respaldar a su hija no encuentra quien la respalde. La vi- da ha dejado de ser una experien- cia sentida: Neus y su hija Estefa- nía se ven desde fuera, espectado- ras de supropio derrumbe. Uno de los aspectos más interesantes del li- bro es la relación con la pornogra- fía, que se ha convertido enunmo- delode actuaciónpara los persona- jes, las dos mujeres y los hombres quese cruzanensucamino. La des- cripciónentercera persona, las no- tas de dietario sobre las relaciones sexuales extremas, respondena es- ta objetivización, que es una mane- ra de querer controlarlotodocuan- do ya nada está bajo control. Tras el inicio fulgurante, el rit- mo de Una dona meravellosa se ra- lentiza. La mecánica urgente se frena un poco y las actuaciones de Neus empiezan a funcionar de acuerdo a otra ley: la omisión de la responsabilidad. En la red de Cer- canías, que es, juntamente con el supermercado y la autovía, uno de los escenarios simbólicos de la novela, esta omisión de la respon- sabilidad se convierte en espectá- culo objetivo en la figura de los agresores de un revisor y de un sui- cida. El tren que une Barcelona y Gavà es el metrónomo de la pérdi- da del compromiso con lo realidad. Una dona meravellosa es un li- bro hiriente sobre la pérdida de las ilusiones y la incapacidadde modi- ficar las cosas. Describe el granfin- gimiento y la soledad de dos muje- res y ofrece un retrato desolador de la sociedad, que otorga al acci- dente y a lo imprevisto el papel de reactivo que saca a la luz la verdar- dera naturaleza de la vida. Sin re- crearse ni amanerarse en la triste- za, intentando mantener el interés del lector –como dice John Irving enel epígrafofinal–para que la ten- siónse convierta enemoción. Mira- lles lo consigue durante muchísi- mas páginas. | L a t i d o s “En el Marruecos actual la libertad de prensa es cada vez más amplia. Se discute y se critica a fondo la vida política. Solo hay tres temas que permanecen tabúes: la figura del rey, el islam y la integridad terri- torial, es decir, el tema del Sáhara”. Lo explicó en Barcelona hace unas semanas Tahar Ben Jelloun, en el transcurso de una conferencia en el Instituto Eu- ropeo del Mediterráneo. La frase de Ben Jelloun tuvo el efecto de recordar a un auditorio ya concien- ciado un hecho: que de la controvertida presencia española en África queda en Marruecos, entre otras, una huella viva –prohibido hablar del Frente Polisa- rio– como consecuencia del acelerado proceso des- colonizador que tuvo lugar en las postrimerías del franquismo, y que tantos flecos ha dejado. Entre quienes conocen bien el tema destaca el periodista Pablo-Ignacio de Dalmases. Descendiente del diplomático austriacista del mismo nombre –co- fundador de la Academia dels desconfiats barcelone- sa–, vivió profesionalmente la última época del Sáha- ra español, donde dirigió las delegaciones de RNE y TVE y el diario La realidad de El Aaiún. Entre sus obras figuran Huracán sobre el Sáhara –sobre el vergonzante abandono español de 1975–, o La escla- vitud en el Sáhara Occidental. Dalmases se doctoró el año pasado con una tesis sobre El Sáhara Occidental en la bibliografía del dis- curso colonial, dirigida por Joan B. Culla y Larosi Haidar. De ese estudio surge su libro El desierto imaginado (editorial Carena). Si la zona del Marrue- cos español generó una abundante literatura sobre nuestra variedad de colonialismo –de Ernesto Gimé- nez Caballero a Ramón J. Sender–, y ha reverdecido recientemente con éxitos como El tiempo entre cos- turas o la última novela de Martínez de Pisón, los territorios del Sáhara, Ifni y el Draa gozaron de me- nos suerte literaria. No hubo un P.C. Wren que hi- ciera su Beau Geste sobre esta área, pero sí una fic- ción acotada, que ha explotado sobre todo en los dos últimos decenios. Los militares con vocación literaria como Mariano Fernández Aceytuno (Siro- co, 2001) comparten cartel con narradores que hicie- ron la mili allí (Ramón Mayrata, El imperio desierto, 2008), y con Alberto Vázquez Figueroa, quien reci- be un buen palo por sus licencias en El mar de jade. Dalmases se refiere también a la generación de auto- res saharianos en castellano, formados en Cuba y unidos por la experiencia de segregación, que a par- tir del 2000 se revelan en antologías como Bubisher (con nombres como Ali Salem Iselmu o Zhara Hasn- aui), Um draga o Gritando lo que se siente. El periodista catalán señala un error repetido en muchos textos: citar tigres entre la fauna sahariana, donde nunca han existido. La culpa, escribe, la tuvo Bonelli, primer comisario regio de Río de Oro, quien en su descripción del Sáhara de 1887 los incluyó, junto con los leones, gatos monteses, víboras y gace- las, entre el “excelente ganado” de la zona. Novelas del desierto español SERGIO VILA-SANJUÁN ta del Misisipi y más allá de sus tierras ribereñas. Peroloque cuen- ta Hunt a través del coro de voces heridas sucede enel sur estadouni- dense, entre el estado de Indiana donde nace y crece la mujer prime- rollamada Ginny, luegoGinny Lan- caster al casarse conel brutal escla- vista Linus Lancaster e instalarse en su granja de cerdos de Ken- tucky, y por fin Repelús Sue cuan- do regresa a sus orígenes para en- vejecer y aovillarse en la hacienda del apacible Lucious Wilson. Ahí en la crudeza, la perversión y la cresta lírica del relato del sur profundo que transmite Laird Hunt, protagonizado por esclavis- tas blandos y esclavos de color, amos despiadados que azotan a sus jóvenes mozos hasta morir o llevan la degradación y el dolor de esposas, hijas, amantes y criadas a límites de ciega desesperación que bordea la locura, este es, por des- contado, el ámbito natural de la literatura de Faulkner pero detrás de él me parece intuir signos de otros mundos también comple- tamente sureños: de Erskine Cald- well, quizá de Eudora Welty, Car- son McCullers o, también, quizás, de Louise Erdrich, las tres últimas mujeres porque la tripleta central de la tragedia desplegada por Hunt son mujeres –Ginny, Cleone, Zinnia– de una sensibilidad espe- cial para encarnar, cada una a su manera, el tema que vertebra el relato: la venganza ejecutada por quienes se reconocen víctimas y verdugos, al fin todos derrotados. Cuando se empieza a leer la pri- mera de las cinco secciones en que está distribuida funcionalmente la novela, de inmediato se cae en la cuenta de que Laird Hunt no admi- teque se pase por altouna sola pala- bra. Exige que se esté atento, muy pendiente de lo que se lee, mucho más de lo que reclaman las prosas de Flannery O’Connor –y sus desór- denes ocultos– o de Carson McCu- llers –y sus distorsiones– pero las mentes de ambas, como la de Hunt, soncapaces de entretejer lofantásti- co y lo real, la poesía y lo grotesco, el infierno de la pérdida y la expre- siónde la debilidad, el mal desnudo y el sufrimiento vivido como un pa- so decisivo hacia el encuentro de la verdad redentora. Eso es parte de lo que traslucen esas hablas y sus ecos que cruzan de principio a fin uno de los textos narrativos más hermosos, realistas, metafóricos, inquietantes y subversivos de la úl- tima novela –¿histórica?– norte- americana. Algo, al menos para mí, inesperado. Por supuesto deslum- brante, nada sencillo, que en efecto necesita recibir apoyos, sobre todo por parte del buen lector que no se conforma con lo previsible. | La pornografía se ha convertido en un modelo de actuación para hombres y mujeres desarraigados La enfermera inicia una rotunda transformación entregándose a una actividad sexual hasta el momento desconocida GETTY IMAGES Soldados de infantería, Sáhara español, en los años cincuenta ‘La benévola’ escapa a cualquier idea de convencionalidad, tanto en estructura narrativa como en el manejo de la prosa imaginista 1 2 C u l t u r a | s L a V a n g u a r d i a M i é r c o l e s , 2 j u l i o 2 0 1 4 E S C R I T U R A S Dory Sontheimer Las siete cajas CIRCE 309 PÁGINAS 19 EUROS ADA CASTELLS La profesora Isabel Hernández empieza el prólo- go de la traducción de El gólem con una afirma- ción contundente: “Si hay un autor del que pue- da decirse que biografía y obra están estrecha- mente relacionadas entre sí hasta el extremo de llegar a confundirse una con otra por momentos, esees Gustav Meyrink”. Yclaro, parece que Mey- rink (1868-1932) se lo andaba buscando porque después de un intento de suicidio en medio de una crisis de juventud se adentró en las ciencias ocultas y ya no salió nunca más de ellas. Resulta que cuandoestaba a puntode dispararse una pis- tola en el cráneo, alguien con dotes de la oportu- nidadle metióunlibritopor la ranura de la puer- ta con el título Sobre la vida después de la muerte. El propósito de volarse el cerebro quedó aparca- do, el futuro escritor hojeó el libro y se dejó atra- par por unnuevo mundo que podía salvarlo de la frivolidad y el esnobismo en que había caído. Exactamente fue una conversión. La otra gracia del destino para convertir Me- yrink en el autor de El gólemfue que, entre logia, encuentro secreto, espiritismo y toda la pesca, el hombre fue acusado de usar sus poderes para ha- cer estafas y chanchullos. La justicia lo absolvió, pero Praga lo mantuvo en el ostracismo. ¿Qué mejor para la formación de un escritor que caer enel aislamien- to y tener que escribir para con- solarse la pena y vencer la rabia? Si, encima, para ganarse la vida, tiene que traducir a Dickens, ¿qué más se puede pedir? Pues eso, de todo ello salió esta nove- la, la primera que hizo y la que le comportó más éxito. El texto parte de una leyenda judía que nos habla de un per- sonaje modelado por el hombre que toma vida cuando un rabino consigue descifrar una palabra oculta en la cábala. Meyrick retocó la versión original de la historia, peronoimporta, él que- ría hablar del aislamiento, de la parte oculta de nuestra per- sonalidad, de Praga y su gueto judío más te- nebroso, y también de hechos de actualidad de su tiempo. Estamos en un nuevo mundo que comienza a raíz de la revolución industrial, lleno de transformaciones, donde todo parece removerse. En este contexto, tan parecido al nuestro, penetrar en lo oculto es casi una exi- gencia. Y todo esto, junto con la nueva reivin- dicación psicológica del yo, favorece la creación de estos personajes del fantástico, mitos que todavía alimentan el fantasy actual y que nos ayudan a contarnos el mundo real, si es que este existe. Hernández explica que en los últimos años de su vida el escritor ya no discernía entre realidady ficción. La cuestiónno es si la vida ins- piró su obra, sino si la obra inspiró su vida. Es aquí donde está la magia, aquella magia oculta y perdurable de la literatura. | Gustav Meyrink El gólem Edición y traducción de Isabel Hernández EDICIONES CÁTEDRA 360 PÁGINAS 15,70 EUROS Clásicos al día Espléndida novela poética que parte de unmito judíopara describir looculto La fuerza de crear TestimonioUna barcelonesa descubre enla casa familiar que sus padres, alemanes y católicos, eranjudíos huidodel nazismo. Una historia real Secretos enel altillo Gustav Meyrink fotografiado en torno a 1930 GETTY IMAGES CARINA FARRERAS Para que la verdad fuera conocida después de muertos. Quizás esa fue la voluntadde los padres deDo- ry Sontheimer (Barcelona, 1946) al sellar en siete cajas toda la docu- mentación que revelaba un pasado ocultoa sus hijos. Dory y suherma- nonacieronycrecieronenBarcelo- na en el seno de una familia católi- ca de origen alemán sin apenas la- zos familiares. Cuando la autora preguntaba, de niña, por qué no te- nían más familia, sus padres res- pondían que todos habían muerto en la guerra. A los 18 años le susu- rraron que antes eran judíos (“me- nos mal –pensóella–noeramos na- zis”). La vida siguió hasta que su madre fallece en otoño del 2002, después de que antes lo hiciera su padre. La ahora escritora, pero por entonces farmacéutica, debe des- hacer la casa familiar. Allí, en un altillo encuentra las cajas llenas de documentos y cartas antiguas que narran por sí mismas una historia dramática, la de una familia de ju- díos a los que se les despoja de to- do en progresiva asfixia, desde sus bienes materiales a sus derechos, desde su libertad a su propia vida. Quizás los padres Sontheimer quisieron, con la ocultación de la verdad, proteger a sus hijos, o evi- tarles el rencor. Pero quizás tam- bién albergaran la esperanza de que un día les fuera restituida su auténtica identidad y fuera restau- rado el hilo que los unía a sus ancestros, roto por el nazismo, uniendo las vidas de sus familias en una historia única. No sabemos su voluntad pero lo cierto es que el relato, construidocontodos los do- cumentos hallados, acaba de salir a la luz bajo el título de las Las siete cajas, una conmovedora obra testi- monial –ficcionada– escrita sin re- sentimiento. En el libro, las vidas de los protagonistas están contex- tualizadas con la historia de la primera mitad de siglo XX. Esta combinación de vida privada y acontecimientos históricos junto a unestilodescriptivoperosutilmen- te emotivo, recuerda el buen hacer de Stefan Zweig en sus biografías. En los años treinta, las familias alemanas Sontheimer (de Nurem- berg) y Heilbruner (de Friburgo) enviaron, comomuchas familias ju- días centroeuropeas, a sus hijos, Kurt y Rosl a Barcelona, para ale- jarlos de la ola antisemita que vi- vían con la ascensión al poder del Dory Sontheimer se educó como católica con el apellido Sont XAVIER GÓMEZ 1 3 C u l t u r a | s L a V a n g u a r d i a M i é r c o l e s , 2 j u l i o 2 0 1 4 E S C R I T U R A S J.A. MASOLIVER RÓDENAS Hay que celebrar la publicación por editoriales de líneas estéticas muy distintas de tres obras inéditas de Javier Tomeo (Quicena, Huesca, 1932-Barcelona, 2013), unode los na- rradores más singulares de nuestra literatura. Único por los temas, por los siempre escasos personajes que los protagonizan, por la recupera- ción del cuento o de la fábula, por la calidad escénica casi beckettiana y por una prosa ajena a toda voluntad de estilo. Son novelas y cuentos regi- dos por un nuevo sentido de la lógi- ca, que se mueven en el terreno de lo descabellado, y por una intuitiva sen- sibilidad cultural en un escritor sin una visible formación literaria y que sin embargo identificamos plena- mente conKafka, el teatro del absur- do, Goya o Buñuel. El hombre bicolor es una novela que prácticamente se mueve en un escenario único. Hermógenes W., Inspector de Segunda Categoría del Cuerpo Especial de Recaudadores, viaja a Borunbug, enel reinode Bur- gundia, y se sorprende al ver que sus habitantes, conocedores de su llegada, han abandonado la ciudad. Los ciudadanos se hanllevadoinclu- sosus animales domésticos. El casti- llodel Conde de Breeworst está des- habitado desde hace años. La única presencia viva es la de un perro –al que Hermógenes ha decidido lla- mar Marte– que no se deja ver. Yes a través de sus ladridos que vamos conociendo la ciudad: el barrio de los vinateros, el de los alfareros, el de los artesanos, el hospital o el ce- menterio. Le gustaría tenerloa sula- do “para hacernos compañía y con- solarnos mutuamente” de la sole- dad, tanpresente entoda la obra del escritor aragonés. Otras presencias vivas son, naturalmente, los cuer- vos. Pero la única compañía real es la de su difunta tía Rosmunda, que le acogió en su mansión de Rapaldi- nova cuando a los diez años perdió a sus padres. Una mujer extravagan- te, que se afeitaba la barba todas las mañanas y con un caniche sobre el hombro derecho al que acabó por comérselo acuciada por el hambre. Viva enel recuerdo. Porque la única persona con la que puede conversar (los famosos monólogos/diálogos de Tomeo) es con su otro yo. “Ha- blar con mi otro yo –que viene a ser otra persona, sindejar deser yomis- mo–es lo mejor que podemos hacer cuando nos sentimos solos”. Si El hombre bicolor nos acerca a El proceso de Kafka y a esta presen- cia del castillo como expresión de lo inalcanzable, en Constructores de monstruos nos adentramos en unmundo cercano al de Frankens- tein. De nuevo nos movemos enun terreno extraño, que recuerda a la mítica Transilvania. En el prólogo, Tomeoseñala tres rasgos dominan- tes en toda su obra: “Hay espacios narrativos muy similares a los escé- nicos”, “mis novelas carecen de verdadero argumento” y “mis per- sonajes son criaturas desmadra- das, esperpénticas, hipertrofia- das”. Lo son en esta novela, donde asistimos a los preparativos para la creación de un monstruo. El mar- kgrave de Ulmdg pone a disposi- ción de su sobrino Raimonius von Bernstein un laboratorio en el cas- tillo de Furnstein y le da un plazo de tres meses para que le constru- ya un monstruo. Adiferencia de El hombre bicolor, aquí hay una verda- dera intriga que se une a un proce- so de creación que “será, en cierto modo, como construir una cate- dral”. En este delirante proceso nos acompañanlos cuervos, una le- chuza o una cortina hecha de es- queletos que parecen cobrar vida. En El fin de los dinosaurios se recogen todos los microrrelatos en una versión preparada por el autor antes de su muerte. Su editor, Juan Casamayor, ha decidido incluir to- dos los textos, un criterio que, sin ningún afán polémico, no compar- to. Uno de los peligros del microrre- lato, es que tantas veces se limita a una simple anécdota ingeniosa. Hay aquí textos excelentes junto a otros muy débiles. No hubiese estado de más, pues, una depuración, aunque es cierto que podría verse afectada esta visión tan amplia del universo narrativode Tomeo, consus anima- les, ogros o vampiros, sus castillos, sus trenes, sus campanas o sus colo- res. Oesta exhibición de un conoci- miento “enciclopédico” que viene, precisamente, de su familiaridad con las enciclopedias y de la pasión de Tomeo por los aspectos más curiosos de la naturaleza. Al prólo- go de Casamayor se añaden, a modo de epílogo, el oportunísimo ensayo de Ismael Grasa y el diccionario de temas recopilado por Daniel Gas- cón basado en entrevistas con el autor, muy útil y susceptible de ser ampliado considerablemente. Tomeo se consideraba un visio- nario: “En este mundo veo cosas que nadie más puede ver”. Cosas que, curiosamente, pertenecen a nuestra vida cotidiana. | Narrativa Tres magníficas obras inéditas de Javier Tomeorepletas de ambientes misteriosos ypersonajes esperpénticos. Undescubrimiento Visionario de locotidiano Javier Tomeo El hombre bicolor ANAGRAMA 120 PÁGINAS 12,90 EUROS Constructores de monstruos Ilustraciones del autor ALPHA DECAY 120 PÁGINAS 14,90 EUROS El fin de los dinosaurios PÁGINAS DE ESPUMA 192 PÁGINAS 17 EUROS Una imagen del desaparecido Javier Tomeo QUIM LLENAS / GETTY “Mis personajes son criaturas desmadradas, esperpénticas, hipertrofiadas”, escribió Partido Nacionalsocialista Obrero Alemán. La joven pareja se cono- cióenMataróa través de la herma- na de Kurt, se enamoró y se casó por el rito judío en1936 sinque sus padres pudiera asistir a la boda, desposeída ya del derecho de via- jar. Fijaron su residencia en un pi- so de la calle Muntaner. Tres años después, a puertas de la II Guerra Mundial, con el em- peoramiento de la situación de los judíos en Europa y la entrada de las tropas franquistas en Barcelo- na, donde actuaba la Gestapo, deci- dieron protegerse. Adquirieron la coraza católica gracias al párroco de la iglesia de Santa Maria de la Bonanova en 1939 que los bautizó, casó y cambió sus nombres por los de Conrado y Rosa Sont. Al hogar llegaron decenas de cartas y docu- mentos que dan cuenta de las con- diciones de vida –y muerte– de sus familias, así como de la forzada diáspora de los supervivientes. Cursos de escritura Dory Sontheimer se matriculó en la Escuela de Escritura del Ateneu para contar una historia con todo este material. Precisamente por la abundancia epistolar y la ausencia de artificios literarios, Las siete ca- jas trae a la memoria el clásico so- bre este tema de la escritora Kathe- rine Kressmann Taylor, Paradero desconocido. Dory añade a la histo- ria los encuentros posteriores con los supervivientes de la familia de sus padres pues a todos los buscó y, en lo posible, visitó. La vida de la autora ha dado un gironotable desde el año2002. Ca- be preguntarse después de todo lo vivido, ¿cómo se siente, qué identi- dad tiene, quién es en definitiva Dory? Al menos tenemos una res- puesta: una eficaz narradora. | 1 4 C u l t u r a | s L a V a n g u a r d i a M i é r c o l e s , 2 j u l i o 2 0 1 4 E S C R I T U R A S KIKO AMAT Jonathan Ames, novelista y creador de la serie Bored to death, tardó casi diez años enpublicar susegunda no- vela. Los diez años fueron, presumi- blemente, el tiempo que necesitó el pelirrojo neoyorquino para zafarse del mal fario y desazónde sudebut, I pass like the night. Tambiénpara des- tilar loque acabaríansiendolos moti- vos clásicos Ames: la amistad entre caballeros en apuros y la identidad sexual confusa, ambos contados con humor melancólico y sobriedad na- rrativa. El acompañante habla de un te- ma clásico: la chocante pareja mas- culina. Tipo caótico y amoral se ve obligado a convivir con tipo inma- culado y canónico. Aquí, Louis Ives es un exprofesor algo carroza, congustopor los blazers ylas nove- las de Scott Fitzgerald, pulcro y al- gososomán, cuyoúnico hobby fue- ra de la ley es unindomable fetiche por la ropa de mujer y los tran- sexuales. Cuando lo despiden del colegiodonde daba clases (por pro- barse el sostén de una compañe- ra), Louis termina en casa de Hen- ry Harrison, decano exactor y dra- maturgode boquilla, gentlemanmi- sógino sin un céntimo y bohemio excéntrico, que le enseñará a colar- se enla ópera, acompañar ensocie- dad a momias millonarias y vivir con una mano delante y otra de- trás en el New York burgués. Este es unlibro añejo, pese a ha- ber sido escrito en 1998: empieza citando a Cole Porter y continúa en férrea línea recta (sin flash- backs dignos de mención, sin tru- cos literarios modernos) a través de la trama. No hay grandes golpes de efecto ni conclusiones vitales. Es una novela picaresca, llena del humor autoflagelatorio de Ames, fundada en la tensión y la atrac- ción Louis-Henry. Una atracción mentor-alumno o, más aún, entre hombres que se agradan al modo heterosexual. Louis y Henry seme- ten en apuros wodehousianos (su siguiente novela, ¡Despierte, señor!, sublimaría la influencia Wode- house), se distancian y acercan cí- clicamente, mientras cada unobus- ca distracciones por su cuenta: Louis encamándose con travestís y dudando de sus gustos sexuales (aunque no parece que quepa duda sobre cuáles son), Henry pe- gando la gorra en la alta sociedad, bailando Cole Porter en solitario y lavando sus camisas en la ducha. Don Quijote y Sancho Panza en gabardinas blancas. El gran Gatsby y La extraña pareja, sólo que con varias decenas de queens en la mezcla. 375 páginas que pasan co- mo un suspiro, como una sonrisa. Pam, y ya lo has terminado. | LILIAN NEUMAN María Ruiz es una joven policía en quien creer, cuando la realidad in- dica que no hay que creerle a nada ni nadie. Ni a ese jovenenamorado desuesposa embarazada (ysinem- bargo metido en turbios líos), ni a esos escenarios e indicios casi in- discutibles, pero que los forenses (Hernández y Fernández) anali- zan con detenimiento para encon- trarse con contradicciones sor- prendentes. La convaleciente –des- pués de un grave enfrentamiento en Verano en rojo (RBA)–, María Ruiz invita a seguir adelante, pese a todos los males que la rodean: la crisis del periodismo que aquí se trata –y con fundamento; la autora es periodista de importante trayec- toria–, el desempleo unido a la transformación digital. Y pese a que algunos señores que juegan al golf con altos cargos piensen en un “plan futuro” para optimizar rendimientos. Traduci- do, en una gran multinacional se prescindede unas veinte mil perso- nas, solventes, con experiencia, “pero caras”, y más adelante se ta- pa el parche con jóvenes que bien pueden cobrar unos trescientos euros, más adelante unos seiscien- tos, y contentos tienen que estar. Con las debidas licencias de la ficción, el modelo real se puede encontrar en diversos lugares. Y hubo uno en el que se centró esta autora, el casoFrance Télécom, cu- yos métodos pasaron por traslados absurdos y otras medidas que pro- vocaron una oleada de suicidios. Esta trama está muy bien arma- da. Berna González Harbour pare- ce hacer malabares y sostiene va- rios asuntos a la vez, los intercam- bia y ninguno se le cae. Despierta intriga no sólo sobre los hechos, también sobre personajes: ¿puede alguien suicidarse cuando un día antes se ha gastado una fortuna en el coche de sus sueños? ¿En qué chanchullos está metido el viejo amigo del periodista investigador –personaje clave en el entorno de María Ruiz, por sus métodos y su forma de ser–, y qué contiene ese pendrive que una mujer tremenda reclama con vehemencia peligro- sa? Al mismo tiempo, está el se- cuestro de una niña. González Harbour tiene una in- tensa forma de establecer lazos afectivos entre sus personajes, y conel lector. Tal vez porque María fue psicóloga del cuerpo policial. Aquí hay drama a vida o muerte, y también algo que, por qué no, pue- de llamarse personalidad. | GREGORIO LURI Rémi Brague (París, 1947) es uno de los filósofos más relevantes de la actualidad. Ejerce como profe- sor de filosofía musulmana en la Universidad de la Sorbona, de his- toria del cristianismo europeo en la Ludwig-Maximiliän Universität de Munich, donde ocupa la cáte- dra Romano Guardini, y dirige el centro de investigación Tradición del Pensamiento Clásico de la Sorbona. Domina el griego, el la- tín, el árabe, el hebreo y varias len- guas modernas, entre ellas el es- pañol. Pero sus intereses filosófi- cos desbordan su posición aca- démica. Es unfinolector de Baude- laire, Nietzsche, Heidegger o Leo Strauss. Entre sus obras podemos resal- tar Europe la voie romaine, editado en catalán por Barcelonesa Edici- ons (Europa, la via romana, 1992) y en castellano por Gredos (Europa la vía romana, 1995); La sagesse du monde (Lasabiduríadel mundo, En- cuentro, 2008); La Loi de Dieu (La ley de Dios, Encuentro, 2011); Au Moyen du Moyen-Age (En medio de la Edad Media, Encuentro, 2013); Le propre de l’home (2013) y Les Ancres dans le ciel (2013). Esta última obra amplía un seminario que impartió en la Fundació Joan Maragall y publicado por Cruïlla con el título de La infraestructura metafísica (2010). La cuestión central que recorre toda la obra de Brague la podemos formular así: ¿Por qué nos resulta tandifícil, a nosotros, que somos la primera generación que cree ha- ber sobrevivido a sus dioses, ser ni- hilistas a tiempo completo? Una vezmuertoDios debierahaber des- aparecidoel miedo, pero sospecha- mos que el diablo aún sigue vivo y notamos que la fe siempre tiene hambre. Ya no creemos en el hom- bre, pero nos asusta el antihuma- nismo; no nos entendemos como herederos de la Ilustración, pero sospechamos que la antiilustra- ciónpuede ser unaforma de barba- rie; no queremos ser santos, pero no podemos vivir sin considerar- nos portadores de valor. Como no podemos ser buenos por convic- ción, intentamos serlo por defecto, abrazados a nuestra última virtud, la tolerancia, que es una virtud que nos impide matar… pero que no nos garantiza el anhelo de vivir. No hay manera de celebrar la muerte de Dios, porque nohayma- nera de librarnos de la sujecióna la ley. Cuando creemos librarnos de leyes superiores, nos descubrimos encadenados a leyes inferiores. Rémi Brague, siguiendo en su proyecto a Leo Strauss, busca las claves de la comprensión de lo que nos pasa remontándose más allá del moderno proyecto ilustrado, hasta la ilustración medieval. Por eso no es estrictamente hablando unmedievalista. Loque a él le inte- resa es el presente y, más en con- creto, el presente de una Europa dispépsica que está viendodesapa- recer a los cristianos…aunque bas- tante menos rápidamente que a los europeos. Quienes conozcan a Brague, no necesitarán argumentos para leer En medio de la Edad Media. Quie- nes quieran conocerlo encontra- rán en esta obra –incluyendo la magnífica entrevista inicial–, una magnífica vía de acceso al pensa- miento de un católico sin comple- jos, que posee “ungustoinmodera- do por la provocación”. | Policiaco Plan futuro Pensamiento Católicosincomplejos Berna González Harbour Margen de error RBA 317 PÁGINAS 18,99 EUROS Rémi Brague En medio de la Edad Media Traducción de Antonio Lastra ENCUENTRO 358 PÁGINAS 24 EUROS Narrativa La extraña pareja Jonathan Ames El acompañante Traducción de Azahara Martín PRINCIPAL DE LOS LIBROS 375 PÁGINAS 21,50 EUROS Rémi Brague ENCUENTRO 1 5 C u l t u r a | s L a V a n g u a r d i a M i é r c o l e s , 2 j u l i o 2 0 1 4 E S C R I T U R A S JOSÉ ENRIQUE RUIZ-DOMÈNEC Llegar a Bratislava (en eslovaco: Prešporok) desde Viena es un pa- seo hasta el punto que en los viejos tiempos se decía que era como acu- dir a uno de sus barrios. Por viejos tiempos se entiende la época del imperio austrohúngaro, la época del emperador Francisco José, de la que a veces se habla con añoran- za. Pero de eso ha pasado casi un siglo. En 1919, Bratislava entró a formar parte de Checoslovaquia, unpaís creadoenel laboratoriopo- lítico del Tratado de Versalles; la unión de dos países diferentes: Chequia es Bohemia, Europa cen- tral, la tradición husita, y su capital Praga es una ciudad entre el gótico tardío y el barroco; Eslovaquia es el mundo eslavo, aunque coloniza- da por húngaros, al menos en sus núcleos urbanos, país de frontera durante siglos y aúnlo es porque al este linda con Ucrania. He venido para debatir sobre Europa. El papel que, desde 1526, tras la batalla de Mohács, desempeñaba la frontera del Reino de Hungría con el imperio Otomano, en la pri- mera mitad del siglo XX es asu- mido por los experimentos de la política en Alemania y Rusia. Bra- tislava alcanza su grado narrativo en los experimentos del totalita- rismo quizás porque en su Ciudad Vieja de la que se conserva una puerta de entrada característica de la arquitectura de los siglos XIV y XV encontramos marcando el rit- mo del tiempo, el museo de los re- lojes, en el bello edificio rococó del Buen Pastor. Muchos retos en po- cos años. Anoto estas impresiones en una cafetería con la vista puesta sobre el poderoso castillo manda- do erigir por el emperador Segis- mundo, de la casa de Luxemburgo, aunque completamente remozado en nuestro tiempo como icono de la recuperación eslovaca de la his- toria; un motivo para hablar de Se- gismundo, al cabo, el hombre que le concedió a la ciudad el título de “real” y el derecho a utilizar su es- cudo de armas. Me recuerdo hace algún tiem- po, ante a la puerta de bronce de la Basílica de San Pedro en Roma, contemplandola escena de la coro- nación del emperador Segismun- do por el papa Eugenio IVejecuta- da por Filarete en 1447; y me viene a la memoria el interés que desper- tó en mi este campeón de la causa católica frente a los husitas de Pra- ga, este hombre opuesto a los Wit- telsbach y los Habsburgo que al fi- nal seríanlas familias quese queda- ría con el poder en Mitteleuropa, este emperador sin suerte. Queda el Hrad, el castillo, y la evocación que hizo de él Vladimir Minác en 1968 para recuperar esa parte del pasado cuando la ciudad era hún- gara y lo eslovacoquedaba circuns- crito a las devrenice, las cabañas con vigas de madera de los montes Tatras. La historia está habitada aquí por sombras que alguna vez fue- ron personajes que creyeron en las causas, como el poeta Ladislav No- vomesky, pero también en los se- cretos de esta ciudadque convirtie- ron en hipóstasis para entender el flujo de la vida de raíces eslavas que crecía a medida que se resque- brajaba el imperio austrohúngaro: secretos como saber que la lengua habita en el alma del pueblo, resis- tiendo a la incomprensión y perse- cución, nítida en la brillantez de una frondosa literatura; secretos como la resistencia en los días en que, como parte de Checoslova- quia, la ciudad soportó la presión de dos totalitarismos, el del Reich y el de la URSS, que amenazaron conacabar consus señas de identi- dad. Todoquedócongeladoduran- te el régimen comunista, más pre- ocupado de los intelectuales de Praga que se defendían de la inso- portable levedad del ser, Kundera dixit, que de los de Bratislava, dedi- cados a saber que harían con su país una vez acaba la noche. Ese día llegó, inesperadamente, pero llegó. Ahora, el mundo anterior a 1989 se ve como si nunca hubiera existi- do; un tiempo en blanco y negro que se recuerda como una película neorrealista. Quedan, eso sí, las huellas de las decisiones políticas de la década de 1990, cuandose pu- so fin ese invento de Versalles lla- mado Checoslovaquia: en 1993, el Parlamento en Bratislava aprobó la división del país en dos; Eslova- quia alcanzaba así la independen- cia. Pero lo hacía con la vista pues- ta en la Unión Europea. No quería vivir aislada, en un mundo cada vez más complejo y competitivo. Tardaron once años en ser acepta- dos en el club: años difíciles donde se cuestionó el acierto o no de la separación con Chequia; pero al cabo el horizonte de Europa les daba ánimo para seguir. Su funda- mento empírico, el mercado mun- dial que se le abría en el momento de ingresar en la UE, era la salida sinretornode la Bornierheit, la es- trechez local. En el 2004 por fin entraron. Fueron años de prueba, difíciles. Para Bratislava, la UE fue su reafirmación. Se confirmaron los valores eslavos tradicionales al tiempo que se mitigaron las ansias de convertirlos en causa política. Aquí todos quieren ser europeos. Rapsodia enazul conmuchas estre- llas. Ypor ese motivo se ha conver- tido en el epicentro de intereses económicos, movimientos cultura- les y pasión por conocer. Ya no hay fronteras, ni pasaportes, ni aisla- miento; se ha producido con Na- turwüchsigkeit, naturalidad, el in- greso en lo global si menoscabo de lo local. Aquí se ve claro que la mutación de la historia de Europa a finales del siglo XXno fue una acción abs- tracta de unos intelectuales que querían evitar las fronteras, sino una acción de intereses económi- cos, comerciales y culturales, ho- mologable a la que se produjo en el imperio austrohúngaro, razónsufi- ciente para que en la ciudad retor- ne el espíritu cosmopolita de aque- llos días que tanto gustaban al con- de Harry Kessler como anotaba en sus cuidadosos diarios. | Estampas europeas Aquí se ve claro que la mutación de la historia de Europa a finales del siglo XXno fue una idea abstracta de unos intelectuales, sino una acción de intereses económicos, comerciales y culturales concretos El espejode Bratislava Vista sobre el río Danubio del castillo de Bratislava que alberga actualmente el Parlamento eslovaco y el teatro de música de la ciudad GETTY IMAGES Para Eslovaquia, la UE fue su confirmación: con su pertenencia se afianzaron los valores eslavos calmándose las ansias de convertirlos en causa política 1 6 C u l t u r a | s L a V a n g u a r d i a M i é r c o l e s , 2 j u l i o 2 0 1 4 D O C U M E N T A L C i c l o d e o c h o p r o p u e s t a s r e a l i z a d a s e s p e c i a l m e n t e p a r a e l D O C U M E N T A L a p a r t i r d e l o s f o t o l i b r o s p r e s e n t a d o s e n l a e x p o s i c i ó n d e l a F u n d a c i ó n F o t o C o l e c t a n i a . U n a m u e s t r a d e c ó m o e n l o s ú l t i m o s a ñ o s e l f o t o l i b r o s e h a c o n v e r t i d o e n l a m e j o r h e r r a m i e n t a d e d i f u s i ó n p a r a l a n u e v a g e n e r a c i ó n d e f o t ó g r a f o s d e n u e s t r o p a í s . A s u v e z , h a a b i e r t o u n c a m p o d e e x p e r i m e n t a c i ó n d e l e n g u a j e s y p r o c e s o s d e t r a b a j o q u e h a n r e c i b i d o l o s m á s a l t o s r e c o n o c i m i e n t o s i n t e r n a c i o n a l e s . ( h a s t a e l 3 0 d e j u l i o ) . w w w . c o l e c t a n i a . e s Antonio M. Xoubanova (Madrid, 1977) estudia Fotografía en la Escuela de Arte núm.10 de Madrid. Al terminar, forma el colectivo BlankPaper. Ha recibido becas como FotoPres’07 de la Fundació La Caixa o la beca del Ministerio de Cultura en el Colegio de España en París y ha sido nominado para el premio Henri Cartier- Bresson, entre otros. En el 2013 publica su libro ‘Casa de campo’ con MACK y expone este mismo proyecto en París en la Brachfeld Gallery y en CityScapes, comisariada por Horacio Fernández, junto a fotógrafos como Joel Sternfeld, Jane Campion, Txema Salvans y Guy Tillim en el CentroCentro de Madrid. Ese mismo año expuso en ‘Contexto Crítico. Fotografía española del siglo XXI’ y en Le Bal de París junto a Ricardo Cases, Aleix Plademunt y Óscar Monzón en la exposición titulada ‘Regard sur la nouvelle scene photographique espagnole’. Actualmente expone dicho proyecto en el Centro de Fotografía Contemporánea de Bilbao y en Foto Colectània de Barcelona. D o c u m e n t a l : A n t o n i o M . X o u b a n o v a 6 F O T O L I B R O S . A H O R A Y A Q U Í PATROCINADO POR Casa de campo es una fábula fotográfica firmemente enraizada en la realidad del parque público más grande de Madrid. poco común. De forma involuntaria, Xoubanova fue transformando esa realidad en una ficción narrativa. Diseñado como 1 7 C u l t u r a | s L a V a n g u a r d i a M i é r c o l e s , 2 j u l i o 2 0 1 4 D O C U M E N T A L Madrid. Entre el 2008 y el 2012, Antonio M. Xoubanova recorrió las rutas de este bosque urbano examinando a las personas, animales y objetos que encontraba como si estuviera en un lugar como un antiguo cuento de hadas, el libro se compone de cinco capítulos que hablan del amor, la muerte, los acontecimientos fugaces, los símbolos y la desorientación respectivamente 1 8 C u l t u r a | s L a V a n g u a r d i a M i é r c o l e s , 2 j u l i o 2 0 1 4 E X P U E S T O ROSSEND CASANOVA La Fundación Gala-Salvador Dalí dedica su exposición anual en el Castillode Púbol, la última residen- cia del genio ampurdanés, al que fue su amigo y colaborador en la creación del Teatro-Museo de Figueres, Antoni Pitxot. Nacido en una familia de artistas figuerenses, la producción artística de Pitxot (1934) parte de una pincelada realista de raíz expresionista. Formado en el taller del grabador Juan Núñez Fernández en San Sebastián, en 1964 volvió para instalarse definitivamente a Cada- qués, donde cerró una etapa y abrió otra, sumergiéndose de lleno en el surrealismo. Apartir de entonces empieza un procesocreativocomplejo: partien- do de la idea de que el paisaje de Cadaqués se puede encontrar en una piedra, busca en la playa guijarros y restos cerámicos de formas redondeadas y agrestes que el mar abandona tras del temporal, y con ellos se sirve para hacer unas maquetas cuyos paisa- jes y figuras seránel puntode parti- da de su pintura. Esta es la geografía y la materia de su trabajo, pero también será el escenario donde forjará una fuerte amistad con Dalí. Fue tanta la complicidad entre ambos que cuando Gala necesitó hablar con alguien sobre Dalí, no dudó de que tenía que ser con él. “Un sábado de agosto de 1980”, explica el propio Pitxot, “Gala vino a visitarme en el taller de Cadaqués; llegó con el espectacular Cadillac para hablar- me de una cosa que la preocupaba: Dalí envejecía”. Enaquella conver- sación en el estudio, convertido en el confesionario de los miedos y los temores de aquella mujer elegante y culta –y que antes no había prestado demasiada aten- ción a su obra–, observó cómo quedó sorprendida por el montón de piedras que configuraban la base para construir sus cuadros. Allí, de pie, se sostenía un maniquí con huesos de alambre y muscula- tura de piedras y baldosas gastadas por el efecto del mar, Mnemósine, la musa inerte de Pitxot. Y Gala, que la reconoció quizás como quién reconoce un igual, no dudó en decirle: “Si alguna vez haces una exposición, esta pieza la tienes que enseñar, es la que mejor permite comprender tu proceso creativo”. Aquella sentencia crítica quedó fijada en la mente de Pitxot y la pieza puede verse ahora en la exposición Entorno al escenario, en Púbol, en el castillo de la misma E x p u e s t o Antoni Pitxot La memoria y el tiempo FUNDACIÓ VILA CASAS MUSEO CAN FRAMIS BARCELONA Comisaria: Glòria Bosch Roc Boronat, 116-126 Tel. 93-320-87-36 www.fundaciovilacasas. com Hasta el 20 de julio Antoni Pitxot. Entorno del escena- rio CASTILLO GALA DALÍ PÚBOL, LA PERA GIRONA Plaça Gala Dalí, s/n Tel. 972-488-655 www.salvador-dali.org Hasta el 6 de enero del 2015 RecorridoDos exposiciones, enBarcelona y en Púbol, recogenel procesocreativodel pintor nacido enFigueres y granamigode Salvador Dalí Pitxot: la insistencia de la piedra ‘Escenari’, 2013, pintura que se muestra en la exposi- ción de Can Framis 1 9 C u l t u r a | s L a V a n g u a r d i a M i é r c o l e s , 2 j u l i o 2 0 1 4 E X P U E S T O Gala. El círculo, felizmente, se cierra (¡y en su casa!). Catorce pinturas de entre los años 1999 y 2013 rodean Mnemósi- ne (c. 1975), representada envarios cuadros marcados por el paisaje mediterráneo y rocoso de Cada- qués, que Pitxot dibuja y pinta has- ta cautivar, como Versus escenario (2009), donde un liquen anaranja- do se convierte en un astro solar que emerge en el horizonte, crean- do una atmósfera propia de la tie- rra ampurdanesa. Gran formato Coincide con esta una segunda exposición que presenta la Funda- ción Vila Casas en el museo Can Framis. El espacio barcelonés muestra con La memoria y el tiem- po unconjuntode treinta piezas de gran formato, nuevamente con el paisaje fuerte y potente del Cap de Creus, construidas con el elemen- to primigenio de su trabajo, las rocas de Cadaqués. Pero atención, no nos equivocáramos: “en mi pintura no hay repetición”, avisa Pitxot, “sino insistencia”. Vivir en plena naturaleza, con- templar diariamente el espectácu- lo de la luz, la erosión de las rocas bañadas por el mar o las figuras que dibuja la tramontana en el cielo ha hecho que, como bien dice Daniel Giralt-Miracle en la presentación del catálogo, Pitxot haya convertido “las piedras en las protagonistas de sus cuadros, unas piedras que él mismo escoge en la playa, se las lleva al estudio, las palpa, las estudia y observa las formas antes de construir las fi- guras que su imaginación ge- nera”. Su cosmos recrea unas esce- nografías de paisajes antropomor- fos, animales, astros y figuras, alude la mitología, evoca cuadros históricos o plasma el gran espec- táculo de la naturaleza. Y aunque hay quienve enél el mundomanie- rista de Arcimboldo o las figuras fantásticas de El Bosco, Antonio Pitxot no hace como estos, sino que a partir de su reflexión ofrece una visión onírica del paisaje ampurdanés. Un vídeo explica su proceso creativo entre obras de la primera época hasta la actualidad, como Escenari (2013), síntesis y concre- ciónde una trayectoria vital y artís- tica. Pitxot hace arte con aquello que el mar abandonó. | Antoni Pitxot foto- grafiado en su estudio de Cada- qués por Pedro Madueño el pasa- do mes de mayo ‘Versus escena- rio’, 2009, obra que puede verse en la exposición en el castillo de Púbol 2 0 C u l t u r a | s L a V a n g u a r d i a M i é r c o l e s , 2 j u l i o 2 0 1 4 E X P U E S T O 01 Jan Švankmajer: foto- grama de ‘Alice’, 1987 CORTESÍA DE ATHANOR LTD. FILM PRODUCTION COMPANY 02 Ladislas Sta- rewitch: ‘La voix du Rossignol’, 1923 © COLLECTION MARTIN- STAREWITCH 03 Quay Brothers: fotograma de ‘Street of Crocodi- les’, 1986 © KONICK STUDIOS 04 Ladislas Sta- rewitch: ‘Fleur de fougère’, 1949 © COLLECTION MARTIN- STAREWITCH Metamorfosis El CCCBreúne la obra de tres artistas de lofantástico, creadores de mundos propios que haninfluidosobre varias generaciones El prodigio de la anomalía Metamorfosis: Visiones fantásticas de Starewitch, Švankmajer y los hermanos Quay CCCB BARCELONA Comisaria: Carolina López Montalegre, 5 Tel.93-306-41-00 www.cccb.org Hasta el 7 de septiem- bre MERY CUESTA Metamorfosis: Visiones fantásticas de Starewitch, Švankmajer y los her- manos Quay es una exposición que, desde fuera del edificio del CCCB, puede presentar tintes sub- culturales; si a Ud. no le interesa la animación, no es o no tiene niños, no es gótico ni fande TimBurton… quizás piense que no hay nada que le una a esta exposición. Sinembar- go, hay tres razones por las que la obra de estos autores reunida es de interés transversal para todos los espíritus: primero, porque son ar- tistas singulares, apasionados y de influencia referencial en los siglos XX y XXI; segundo, porque la muestra es un pozo profundo y re- bosante de elementos de la Cultu- ra popular (o sea, de la materia que nos construye y pone a andar en el mundo antes de que empecemos a hacer elecciones culturales pro- pias); tercero, porque las obras de Starewitch, Švankmajer y los Quay son, por encima detodo, manifesta- ciones de una sensibilidad que es parte de la propia condiciónhuma- na: la atracción por la oscuridad y la anomalía. Metamorfosis ofrece un recorri- do bien diferenciado y completo por la obra y –nunca mejor dicho– milagros de Starewitch, Švank- majer y los hermanos Quay. De- cimos milagros porque no hay técnica más adecuada que el stop motion para obrar el prodigio de dar vida a los objetos. El ruso Sta- rewitch (1882-1965) es maestro in- discutible de la animación de mu- ñecos, antropólogo y entomólogo aficionado. Su excepcional pione- rismo consiste en haber sido artífi- ce del traslado de los ambientes, narrativas y figuras de los cuentos y fábulas tradicionales a la imagen en movimiento con la llegada del cine. “La fantasía febril de un niño enfermo”, en sus propias palabras, es una definición magnífica de su trabajo. El checo Švankmajer (1934) dispone como tela de araña un universo donde caemos como moscas. Surrealista, escatológico y humorístico, es un artista que en- carna loque yoentiendopor unar- tista de los grandes: tiene un uni- verso singular, es trabajador, tiene estética propia y comunica (todo aquello que les falta al 95% de los artistas conceptuales de bienal de hoy). Los gemelos estadouniden- ses Quay (1947) han sido objeto re- cientemente de una antología en el MoMAde Nueva York. Compañe- ros de caminode los anteriores, los Quay sonmás siniestros, más fanta- terroríficos. Sus visiones obran el prodigioalquímicode revelar la be- lleza en lo monstruoso. Sirvan es- tas tres breves semblanzas comosi- nopsis gravadas en la placa de las tres puertas que Uds. deberán abrir visitando Metamorfosis. Me llegan comentarios sobre la exposición. Algunos apuntansufal- ta de iluminación en las salas. De- cía Oscar Wilde que los soñadores son capaces de encontrar su cami- no sólo con el débil resplandor de la luna. El estilo escenográfico ca- racterístico del CCCB está muy acentuado en este caso, sin embar- go contribuye oportunamente a transformar la exposición en una experiencia. TambiéntildanMeta- morfosis de inabarcable, arracima- da como una apabullante Wunder- kammer. Decíamos que el recorri- do era completista, esto es, que tie- ne pretensiones de abarcar una comprensión de la obra completa de cada autor. Aglomeración y completismo son los modos carac- terísticos de lo bizarro, entendien- do este término como aquella sen- sibilidad que valora lo insólito y lo excepcional. Por decantarse por el lado extraño de la vida y los obje- tos, Metamorfosis tiene como con- junto un halo insano. Hay rastros enella de pasiones que hansido til- dadas de ello: Buñuel, el Goya del disparate, el coleccionismo obsesi- vo, el tatuaje… De estos irresisti- bles ingredientes se erige Meta- morfosis. Personalmente, aún sin saber qué depara la programación cultural hasta diciembre, para mí es ya la exposición del año. | 01 02 03 04 Starewitch ha sido pionero en trasladar los ambientes y figuras de los cuentos a la imagen en movimiento El checo Švankmajer dispone como tela de araña un universo surrealista donde caemos como moscas 2 1 C u l t u r a | s L a V a n g u a r d i a M i é r c o l e s , 2 j u l i o 2 0 1 4 E X P U E S T O NOÈLIA HERNÁNDEZ No me cabe duda de la buena vo- luntad y la ambición que han con- vertido este proyecto en la reali- dad de una exposición, así como del cuidado de sus organizadores en no caer en los tópicos a los que se presta. 25%. Catalonia at Venice es una muestra que no ha estado exenta de riesgo, ni de dudas, por- que uno de sus ejes articuladores es el alto porcentaje de desempleo en nuestro país. Un asunto estig- matizador y difícil de tratar en un espacio expositivo, aunque (afor- tunadamente) aquí no adopta el papel protagonista sino el de un personaje más en una narración que toca muchos otros temas. 25%es unproyectointerdiscipli- nario y coral en clave de proximi- dad, que representó a Catalunya en la 55.ª edición de la Bienal de Venecia. Es el resultadode la impli- cación de tres creadores del mun- do de la imagen y ocho personas en paro que reclaman su lugar en la sociedad. A pesar de tener un perfil muydiferente y de la autono- mía creativa de los autores, se ha cumplido la voluntad museográfi- ca de conseguir una continuidad natural entre todas las partes de la muestra. Un sentido de colabora- ción preside el proyecto, junto al mensaje de que en el arte todo el mundo tiene algo que decir y que este ha deservir para generar deba- te y servir de escenario donde pre- sentar problemas sociales. Todo empezó con una idea de Francesc Torres que pone sobre la mesa el papel del arte en una crisis sistémica como la actual. Se invita- ron a ocho personas en paro para que escogieran en el Macba una pieza del fondo de la colección, que se expondría en la muestra. A destacar la colaboración del mu- seo, facilitando que personas aje- nas al mundo del arte entraran en sus almacenes, seleccionaran una pieza y esta fuera transportada, a Venecia y a la Virreina, aceptando las reglas de un juego que permite que cualquiera de nosotros inter- venga enlos mecanismos de visibi- lización del fondo de su colección. La visita al Macba fue gravada por la cineasta Mercedes Álvarez y sus imágenes forman parte de la muestra, así como unas fotografías de Francesc Torres que documen- tan la vida diaria de los participan- tes y unos objetos personales con valor sentimental que dialogan con las obras escogidas del museo. Los participantes se integran en el proyectocomosujetos activos y co- autores, presentando sus opinio- nes sobre la pieza escogida. Esta pluralidad de elementos produce el despliegue argumental de un re- lato visual que nos confronta a un cruce de mundos; el de unos ciuda- danos que vivenuna situacióneco- nómicadesfavorable y el de lacrea- ciónartística, enunprocesocreati- vo en que comisariado, a cargo de Jordi Balló, y autoría se hanido di- fuminando rápidamente. El relato abarca, al menos, tres niveles de lectura: el de las piezas escogidas de la colección Macba –de Esther Ferrer, Federico Guz- mán, Hans Haacke, Carlos Pazos, Perejaume, Jorge Oteiza, Allan Se- kula, Jaume Xifra–; el de los obje- tos escogidos por los ocho partici- pantes y el de las imágenes y filma- ciones que muestran el proceso y dan un sentido global al proyecto. Lejos de querer establecer analo- gías entre estos elementos o inver- tir sus categorías, presentándolos de manera similar en el mismo marco expositivo, la muestra trata de visibilizar los gestos y emocio- nes que acompañaron cada elec- ción, desarrollandoel capital estéti- co que hubo en cada momento. 25% posee también un valor do- cumental; registra una realidad social negativa que cambia la per- cepción de algunas personas y su conciencia de sentirse fuera del sis- tema, con una necesidad de expre- sarse. Sus ocho historias poseen unvalor simbólicoy políticoy acer- can arte y sociedad. | Noèlia Asensi ante la obra de Federico Guzmán, fotograma © MERCEDES ÁLVAREZ, 2013 Kheraba ante la obra de Carlos Pazos, fotograma © MERCEDES ÁLVAREZ, 2013 25%. Catalonia at Venice VIRREINA CENTRE DE LA IMATGE BARCELONA Un proyecto comisariado por Jordi Balló a partir de una idea de Francesc Torres. Con Francesc Torres y Mercedes Álvarez. Con la participación de: Noèlia Asensi, Mamadou Kheraba, Aura Jobita, Pedro González, Joan Andreu, Alejandro Roldán, Gessamí Sánchez y Cyntia Terrade La Rambla, 99 Tel. 93-316-10-00 lavirreina.bcn.cat Hasta el 27 de julio 25%. Catalonia at Venice Ochohistorias y miradas 2 2 C u l t u r a | s L a V a n g u a r d i a M i é r c o l e s , 2 j u l i o 2 0 1 4 E S P A C I O S E s p a c i o s MARTA RODRÍGUEZ BOSCH El nuevo edificio de oficinas para el grupo de prensa Tamedia –edi- tor del principal diario de Suiza, Tages-Anzeiger– proyectado por Shigeru Ban (Tokio, 1957) en Zu- rich, es un lujo arquitectónico y una excelente noticia. Para los pe- riodistas que trabajan allí y quie- nes lo visitan. Brilla ensuconjuntopor los ma- teriales empleados, las soluciones constructivas y una llamativa sim- plicidad: toda la estructura es de madera 100%, incluidas las piezas de conexión entre pilares y vigas. Sin un solo refuerzo de acero. Una capota transparentede vidriorevis- te la estructura y la deja a la vista desde el exterior, procurando gran luminosidad natural. También ex- celentes vistas de la ciudad en sen- tido inverso. El tejado mansarda se alinea con la arquitectura típica del barrio de Aussersihl, donde se levanta. Resuelto con lamas, se ve aligerado y suma más luz. Destaca el suelo de la planta baja y acceso realizado con 100.000 piedras de río procedentes de Ticino, el can- tón suizo de habla italiana y pro- fundos valles inmersoenlos Alpes. Los cantos rodados, precortados y colocados uno a uno en el suelo, tras el rellenado concementoy pu- lido, conformanunespectacular te- rrazo de bienvenida. Y remachan que estamos en los márgenes del Sihl, uno de los dos ríos que surcan Zurich y estructuran su urbanis- mo. Entre el mobiliario, piezas del propio Shigeru Ban, manufactura- das consus emblemáticos tubos de cartón. Y las icónicas butacas de Le Corbusier de estructura tubu- lar, recordando que el genio de la arquitectura del siglo XX era sui- zo, aunque apenas trabajó allí. Tamedia ha escogido a Shigeru Ban –explican desde el departa- mento de comunicación del gru- po– “por su manera de construir edificios extraordinarios conmate- riales ordinarios, como los tubos de cartón o la madera. Como gru- pode prensa, la creatividady unlu- gar inspirador de trabajo tienen gran valor para nosotros”. La nue- va sede quiere ser una contribu- ción sostenible y duradera a la ar- quitectura de la ciudad de Zurich. Un proyecto que subraya algunos de los ideales de la sociedad suiza: compromisoecológicode larga tra- yectoria, excelencia técnica, sobrie- dad en las formas. El ‘material nacional’ La madera se erige casi como el material nacional de la Confedera- ciónHelvética: abundante, renova- ble, cuyo uso contribuye, también durante las fases de construcción, a reducir las emisiones de CO 2 . La innovadora estructura constata la sabiduríade la tradición, ahora aus- piciada por la tecnología y los avan- ces en seguridad. Esa estructura a la vista tanto desde el exterior co- mo en el interior es prácticamente una declaración de principios. Una doble fachada encarada al ríoSihl actúa comocámara de pro- tección climática y sistema de ven- tilación natural. Además permite dejar abierto el gran hall y espa- cios de reunión hacia el río, venta- ja que en la fría Centroeuropa sa- ben disfrutar cuando la climatolo- gía lo permite. El edificio no emite CO 2 , se precia de no emplear ener- gía nuclear ni combustibles fósiles, y su sistema de calefacción y refri- geración es mediante geotermia. Representa bienel espírituaustero suizo. Porque aunque estamos en una de las ciudades más caras del mundo, la discreción también es un valor. Shigeru Ban es un arquitecto con una trayectoria muy vinculada a la actualidad del mundo, a catás- trofes naturales u ocasionadas por el hombre: terremotos, tsunamis, huracanes, guerras; en Haití, Ko- be, Fukushima, Ruanda, Filipinas, con su arquitectura de emergencias ha paliado algunas de las miserias que deja tras de sí el desastre. Sus estructuras contubos de cartónre- ciclado, papel, tela, cajas de cerve- za, dan cobijo de modo temporal en áreas devastadas. Desde que en 1986 empezó a experimentar con buenos resultados sobre la resisten- cia estructural de los tubos de car- tón, las ventajas se han confirma- do. Se puede construir una casa provisional en menos de siete ho- ras, con un material totalmente re- ciclable y trabajar con ciudadanos locales, además de voluntarios y es- tudiantes de diseño. VAN (Volun- tary Architects Network) es el nombre de la ONG que Shigeru Banimpulsa desde 1995, para coor- dinar mejor toda esa labor. Viviendas insólitas Paralelamente ha desarrollado obras para clientes privados, siem- pre con distintivo innovador: Cen- tro Pompidou en Metz, Francia; Nomadic Museum de gira por el mundo, o las insólitas viviendas unifamiliares Curtain Wall y Na- ked en Japón. Proyectos con bue- nas dosis de experimentación, es- tructuras evidenciadas y mate- riales locales o de bajo coste. La revista Time ya lo designó en su día como uno de los innovadores claves del siglo XXI en el campo de la arquitectura y el diseño. Galardonado con el premio Pritzker de arquitectura 2014, cu- yojuradodestacósulabor humani- tariadesde el mundodela arquitec- tura como un caso raro. El atípico arquitecto japonés recogió el pre- mio el pasado 13 de junio en el Rijksmuseum de Amsterdam. | Arquitectura Autor de las nuevas oficinas para el grupode prensa Tamedia, y reciénpremioPritzker 2014, el trabajode ShigeruBandestaca tambiénpor sus construcciones para situaciones de emergencia Comunicar conel edificio Edificio del grupo de prensa Tamedia, en Zurich, proyectado por el arquitecto japonés Shigeru Ban, a la derecha, en fase de construcción FOTOS: DIDIER BOY DE LA TOUR Y BLUMER-LEHMANN El suelo de la planta baja se ha realizado con piedras de río FOTO: RETO OESCHGER 2 3 C u l t u r a | s L a V a n g u a r d i a M i é r c o l e s , 2 j u l i o 2 0 1 4 E S P A C I O S U N P R O Y E C T O D E L I S B E T H S A L A S C a d a s e m a n a e s t e e s p a c i o o f r e c e l a f o t o g r a f í a d e u n d e t a l l e v i n c u l a d o a u n a u t o r l i t e r a r i o y u n e x t r a c t o d e s u o b r a . A l l e c t o r l e t o c a a d i v i n a r d e q u i é n s e t r a t a . P a r a a y u d a r l e s , o f r e c e m o s u n e x t r a c t o d e u n a d e s u s o b r a s . L a s o l u c i ó n , l a p r ó x i m a s e m a n a . A t e n c i ó n , l a f o t o g r a f í a h a y q u e m i r a r l a e n h o r i z o n t a l . M i s t e r i o s o l i t e r a t o S o l u c i ó n a l a s e m a n a a n t e r i o r : Y o l a n d a P a n t i n ( C a r a c a s , 1 9 5 4 ) , p o e t i s a , a u t o r a d e ‘ P a í s ’ . L a f o t o g r a f í a m u e s t r a a n o t a c i o n e s s o b r e e l l i b r o d e l a p o é t i c a c o m p l e t a d e C é s a r V a l l e j o , p o r E d i c i o n e s B ú s q u e d a , e n B u e n o s A i r e s . L a c i t a h a s i d o e x t r a í d a d e ‘ C a s a o l o b o ’ , 1 9 8 1 , d e “ P a í s ( p o e s í a r e - u n i d a , 1 9 8 1 - 2 0 1 1 ) ” , P r e - T e x t o s , p á g i n a 5 8 . “ [ . . . ] q u é m á s d a , t ú m e n e c e s i t a s y y o , p o r a l g u n a r a z ó n , t a m b i é n t e n e c e s i t o a t i , p o r l o m e n o s a s í h e d e s c u b i e r t o a l g u n a s v e r d a d e s d e m i v i d a , t ú , q u e n o m e c o n o c e s , l l e g a s y t e c o n v i e r - t e s e n e l c e n t r o d e t a n t a s c o s a s ” . Todo el armazón es de madera, incluidas piezas de conexión entre vigas y jácenas FOTO: BLUMMER-LEHMANN En la estructura se han empleado 2.000 m 3 de madera de abeto procedente de Austria, de árboles crecidos en bosques entre 1.000 y 1.500 metros de altura Los cristales y las lamas permiten la entrada de la luz FOTO: DIDIER BOY DE LA TOUR 2 4 C u l t u r a | s L a V a n g u a r d i a M i é r c o l e s , 2 j u l i o 2 0 1 4 E N D I R E C T O Lana Del Rey Ultraviolence POLYDOR / UNIVERSAL Timber Timbre Hot dreams ARTS & CRAFTS E n d i r e c t o RAMON SÚRIO Lana Del Rey y Timber Timbre presentan sus nuevos discos en el Vida Festival de Vilanova. La can- tante neoyorquina y el grupocana- diense juegan en ligas diferentes, pero ambos desprenden un morbo similar con sus brumosas cancio- nes, llenas de spleen existencial y de un tono decadente que les pro- porciona un encanto magnético. El personaje creado por la can- tante y compositora Lizzy Grant no milita en ninguna categoría ni estilo. Lana Del Rey es la única re- presentante de su liga, un ser ator- mentado y ambiguo cuya persona- lidadturbia se acentúa con sunue- vo Ultraviolence, incidiendo en su aspecto más desesperadamente romántico. Cierto que no hay nin- guna canción del calibre de Video games, pero todo el disco es un concentradode baladas quela con- vierten en una voluble mujer fatal. Solemne y misteriosa, como surgi- da de un sueño, la tristeza sobre- vuela en la mayor parte de un nue- vo temario cuya pretensión de autenticidad viene avalada por la producción de Dan Auerbach. Se- gúncuenta la protagonista, ya tenía el disco grabado pero un encuentro con el guitarrista de The Black Keys hizo que se lo replanteara to- do y volviera a empezar de nuevo. En las pausadas, suntuosas, at- mosféricas y ensoñadoras cancio- nes campa la melancolía de muje- res con problemas con hombres que las maltratany, aúnasí, nopue- den resistirse a su encanto. Según sus propias palabras, es un álbum sexy e inusual, de guitarras infla- madas que despuntan sobre lujo- sos muros de sonido, como en Pretty when you cry. En otras oca- siones, caso de Money power glory, el despliegue de guitarras sirve pa- ra canalizar un sonido a medio ca- mino del trip-hop y Mazzy Star. En este conjunto de aflicciones destaca el contraste que supone Brooklyn baby, un homenaje a Lou Reed, con quien soñaba colaborar, cuya expresiva letra habla de beat- niks, anfetaminas, marihuana y co- lecciones de discos de jazz; al mis- mo tiempo que lanza pullas a los que la juzgan “like a picture book, bythe colors” y aprovechapara cla- mar que es libre. Una libertad que la lleva a jugar con el masoquismo en la letra de Ultraviolence –título inspirado por La naranja mecáni- ca–, una mezcla de amor y abusos en la que repite “he hit me and it felt like a kiss”. Golpes que pare- cen besos y una ambigüedad que la hace mostrarse sumisa ante un hombremaduroenel vídeodeSha- des of cool, encuya letra la protago- nista sereconoce una detantas mu- jeres de un amante promiscuo. Es la imagen que vende en sus vídeos y enel mediometraje Tropi- co, una película de 27 minutos es- trenada el pasado diciembre. El guión, escrito por ella, trata el te- ma bíblico de Eva, con impersona- tors de John Wayne y Elvis Pres- ley en una historia de redención, de intermedio sórdido y explícito, que acaba en renacida cristiandad tras recitar a AllenGinsberg. Todo en imágenes que parecen de pelí- cula antigua, de una época que tie- ne mitificada, la que va de los años 50a los 60de los EE.UU. Como las películas caseras de 8 mmque ser- vían para ilustrar su espectáculo de la gira de Born to die, que se pu- dover enel Sónar 2012. Así, suado- rado Frank Sinatra, el de The wee small hours, es el que parece inspi- rar la balada Old money, antes de acabar el disco con una versión de The other woman de Nina Simone, reproduciendo con temperamen- to el drama original. Crooner gótico Lana Del Rey incluyó una versión de Blue velvet en su maxi Paradise, una balada de Bobby Vinton que en la película de David Lynch ad- quirió una nueva dimensión. La misma enla que se mueve el grupo canadiense Timber Timbre, cuyo líder, Taylor Kirk, es un cantante, compositor y multiinstrumentista que parece un cruce entre Love- craft y Roy Orbison. Sumúsica fan- tasmagórica, y al mismo tiempo adictiva, la resume a la perfección el vídeo de Demon host. Es uno de los temas de su notable cuarto ál- bum, Creep on creepin' on (2011), ya destacado en Cultura/s (467) cinco meses antes de que Timber Timbre debutara en el KGB como telonero de Akron/Family. En el disco hay otros temas sobresalien- tes de folk gótico, cuyos títulos no dejan lugar a dudas sobre el mun- do sombrío, de portadas en blanco y negro, que puebla su imaginario: Badritual, Black water, Swampma- gic u Obelisk. Todo tiempos lentos, reptantes, llenos de miasmas dele- Vida Festival Lana del Rey yTimber Timbre destacanenel nuevofestival de Vilanova i la Geltrú Oscuroencanto 2 5 C u l t u r a | s L a V a n g u a r d i a M i é r c o l e s , 2 j u l i o 2 0 1 4 E N D I R E C T O Grec / ‘Krum’ Pesimismointeligente EDUARD MOLNER Él llega del extranjero donde se- gún su propia opinión, ha perdido el tiempo miserablemente. Ahora está encasa y revisa la vida que de- jó cuando se marchó. Todo está a punto para volver a estropearlo. Él es Krum y sabe que puede tener a Truda, la antigua novia, cuando quiera, aunque no la ama. “Nosoportoque me mirenmien- tras como ni que depositen espe- ranzas en mí”, dice Kruma su ma- dre. Él no le ha llevado nada a su madre, ningún detalle, ningún re- cuerdo. Pero tampoco ningún pro- yecto. Se marchó vacío y ha vuelto más vacíotodavía, al país del vacío. Lo único que hay en el vacío es inercia: nadie tiene ilusiónpara na- da eneste territorio de la atonía to- tal, pero todo el mundo sigue ha- ciendo aquello que cree que se es- pera de uno. Todo el mundo sigue la corriente invisible de una vida sin sentido. Se percibe la exagera- ción dramática, pero de una reali- dadnodemasiadodiferente. El tea- tro es deformación, máscara, para alcanzar una verdad. En Krum se puede contemplar la absurdidad de unos personajes rematadamente infelices que nosa- ben porque hacen lo que hacen, qué sentido tiene sus vidas. Ya pe- sar de todo buscan la protección de la convención. Tener unas vi- das convencionales les dará cobijo contra la nada absoluta, justificará su existencia. No pueden tampoco buscar el consuelo de la medicina, no hay cura para sus males, como dice el doctor Shibeuguen, perso- naje de una frialdad escalofriante. En la raíz de esta propuesta hay un pesimismo desaforado, sin tra- ba, implacable. Es un pesimismo de raíz judía centroeuropea. Pola- co, ucraniano, bielorruso o checo, da igual. Es el pesimismointeligen- te que empapa las propuestas de Kristof Warlikovski oKrystianLu- pa (nojudíos, pero hijos de una tra- dicióncultural judía). Krum, subti- tulada “obra con dos entierros y dos bodas”, contiene algunas esce- nas que recuerdan la crudeza del absurdo vital de Tadeusz Kantor –La clase muerta–, comolas proce- siones fúnebres tras los cadáveres de Tugatí, el hipocondriaco que consigue morir, o la madre de Krum, muerta por saturación de pena. El mismo Tugatí es una espe- cie de Woody Allen de Hanna y sus hermanas, unpersonaje asusta- do por la propia salud, hasta extre- mos neuróticos. Alguiencondema- siado miedo para entender que la salud empieza seguramente por la actitud. Tugatí es un enfermo que somatitza, pero Krum es enfermo de una manera más profunda. Su llaga no es física, está en el alma. Tugatí exterioriza su sufrimien- toenforma de demanda: quiere cu- ración, necesita el confort de los que le rodean. Peronotodoel mun- do quiere dar. De Tugatí huyen los novios que se casan y quienes van a la circuncisión (el equivalente a un bautizo de la tradición católi- ca), huye todo el que quiere iniciar una nueva vida, porque el instinto les avisa de que hay que apartarse dealguienque, dehecho, ha decidi- do morir. Sin embargo, Krum no es transparente: es el hombre que aplaza decisiones. Por eso la deses- peración de la mujer que lo ama, Hemos hablado de la relación de los hipocondriacos de Krum conel granhipocondriaco cinema- tográfico, Allen, a raíz de Hannah y sus hermanas. Pero, de hecho, la obra de Allen es un homenaje a Chéjov –Las tres hermanas– y en Krumhallamos también una situa- ción chejoviana, la del amor equi- vocado. Todo el mundo ama a quien no debe amar, como en la pieza de Chéjov. Pero a diferencia de Chéjov, Krumparece querer en- contrar sentido a lo que podríamos llamar vidas resignadas. Loque po- dría parecer resignación chejovia- na, o sea negativa, conformismo y espera de la muerte, aquí tiene una posibilidad. El personaje de Takh- tikh, el hombre que espera, pacien- te, que abdica de su orgullo hasta la humillación, da toda una lección enKrumsobre “la felicidadpeque- ña”, o sea la felicidad en los peque- ños detalles de la vida diaria, tam- biénenlas obligaciones. El viaje de Krum parece así un viaje a la vida adulta. Un trayecto donde se aban- dona el blanco o negro para enten- der la complejidad de la vida que siempre es una gama de grises. Pe- ro en ese trayecto, las palabras de los otros no son decisivas. Krum consigue hallar sentidos a la exis- tencia desde el propio sufrimiento. Por eso la marcha fúnebre tras el cadáver de alguien que había sido amado no es aquí el viaje a un no lugar, una procesión sin destino, una despedida gratuita. Es un cho- que que duele pero abre los ojos. Krumestá fraccionada en 34 es- cenas. Muy cortas, que obligan a una puesta en escena concebida desde el dinamismo. Es también exigente con el intérprete porque cada escena tiene sus actitudes, hay que abordarla desde un lugar diferente, y cuando el actor se ha instalado la escena se acaba. Car- me Portaceli dirige ungrupode ac- tores de primer nivel. Krumde Ha- noch Levin (Tel Aviv, 1943-1999), unode los grande dramaturgos he- breos del siglo XX, será una de las apuestas de la próxima temporada 2014-2015 del Teatre Lliure. | téreos y guitarras resonantes. La repercusión internacional les llevó al FIBdel 2012 y el pasado diciem- bre a Sevilla y Madrid. En el Vida, será la ocasión ideal de calibrar cómo suenan en direc- to sus nuevas canciones de Hot dreams, servidas con la habitual e intransferible voz de crooner ma- cabro de Kirk. Es el mejor valor de un grupo en el que también desta- ca su guitarrista Simon Trottier, junto al que actuará en formación de cuarteto. Otro colaborador es Colin Stetson, cuyo saxo se mues- tra extrañamente aterciopelado en Hot dreams, una balada crepuscu- lar que es su intento más logrado de acercarse al pop mainstream. Otra tentativa fue Homage, undue- to con Feist grabado para un ál- bum colectivo de los artistas de su selloArts &Crafts. PeroKirk pare- ce sentirse más cómodo al margen de los focos, explorando el lado más weirdo de Norteamérica. Aun- que en Grand Canyon, otro de los grandes temas nuevos escritos du- rante su estancia en Laurel Ca- nyon, el barriobohemiode Los An- geles que inspiró la contracultura, seacerca a unsolemnesonidoame- ricana. No en vano su obra rezuma esa nostalgia de la que habla en Beat the drum slowly, con los ras- tros de una edadde oro que se des- vanece enlas cenizas del celuloide. Es una música que ciertamente tie- ne cualidad cinematográfica, por ellono extraña que aparezca ense- ries como Breaking bad. | Hanoch Levin Krum MERCAT DE LES FLORS BARCELONA Traducción: Sergi Belbel, Roser Lluch. Dirección: Carme Portaceli. Escenografía: Paco Azorín. Del 3 al 5 de julio. grec.bcn.cat En las fotografías, a la izquierda, Lana del Rey en una imagen promocio- nal: a la derecha, los canadienses Timber Timbre durante un concier- to en el Reino Unido en el 2011 FOTO A. SHEPPARD/GETTY Fotografía promocional del espectáculo ‘Krum’ que se presenta en el Festival Grec de Barcelona En la raíz de esta propuesta de Hanoch Levin hay un pesimismo desaforado, sin traba, implacable Vida Festival VILANOVA I LA GELTRÚ Del 3 al 6 de julio. Información comple- ta sobre todos los conciertos y activida- des en www.vidafes- tival.com 2 6 C u l t u r a | s L a V a n g u a r d i a M i é r c o l e s , 2 j u l i o 2 0 1 4 P A N T A L L A S Juliette Binoche venía de encarnar a Camille Claudel en el filme dirigido por Bruno Du- mont. En aquella película, Binoche era un rostro cansado, raído, no sólo por la edad sino por las circunstancias. Interpretaba a una men- te brillante en un centro psiquiátrico. Era el cuerpo de una actriz rodeado de pacientes reales. En Sils Maria, la última película de Olivier Assayas, la máscara del personaje interpretado por Binoche se resquebraja para dejar entre- ver a la propia actriz. Ella encarna a una estre- lla que vuelve a trabajar en una obra en la que participó décadas atrás, aunque en esta oca- sión su papel es otro: el de una mujer madura, manipulada por una chica joven. Los espejos se multiplican: entre la ficción y la vida real y entre los personajes de la película. Assayas introduce pequeños elementos de las circuns- tancias de la propia Binoche, como su edad o sus incursiones en blockbusters hollywoodien- ses (la podemos ver dos minutos en Godzilla). Lo mismo sucede con la actriz que la acompa- ña, Kristen Stewart. La vida irrumpe en la ficción para abrir paso así a un hermoso retra- to del proceso interpretativo. En su bello y breve texto sobre Greta Gar- bo, Roland Barthes hacía hincapié en el rostro de la actriz, que siempre fue joven. Ahondaba en su papel en la película de Rouben Mamoulian, La reina Cristina: “Se trata sin duda de un admirable rostro-objeto. En La reina..., película que se ha vuelto a ver durante estos años en París, el maquillaje tiene el espe- sor níveo de una máscara, no es un rostro pin- tado, sino un rostro enyesado, defendido por la superficie del color y no por sus líneas; en esa nieve a la vez frágil y compacta, los ojos solos, negros como una pulpa caprichosa y para nada expresivos, son dos cardenales un tanto temblorosos”. En Mamoulian siempre hubo dualidad, de ahí que esta se apoderara de la actriz, que en aquel filme fue la Reina Cristina pero también la eterna Garbo. A partir de la premisa de la confrontación de la actriz con la edad, los directores de Sils Maria y de The congress, el filme de anima- ción e imagen real protagonizado por Robin Wright, se plantean cómo plasmar el proceso creativo, cómo filmar el ensayo, la búsqueda de la expresión, del gesto. La belleza de la película Sils Maria radica en su intimidad, en su capacidad de dejar que la vida entre de puntillas en la ficción, pero también de entrar en una zona reservada, la de la actriz y su ta- lento creador. V.K. P a n t a l l a s VIOLETA KOVACSICS La cámara se mueve por un set de rodaje, donde la iluminación y un chroma sonalgunos de los elemen- tos dispuestos para contribuir a la magia del cine, a la creación de unaficción. La cámara busca, persi- gue, primero sin éxito. Quiere des- velar el rostro de la estrella que ha- bita ese set, una mujer rubia, de porte grácil. Cuando por fin lo lo- gra, nos lo revela con una cierta sorpresa. La actriz está sentada frentea unespejo, desmaquillándo- se, removiendolos restos dela más- cara que lleva en la película, en los momentos de interpretación. El rostro es el de la actriz Nicole Kid- man, que encarna a Grace Kelly en un biopic, Grace de Mónaco, que expone con una óptica reacciona- ria el proceso de adaptación de la actriz americana al país monegas- coy sudefensa de éste comoparaí- so fiscal. Diana, el biopic sobre Lady Di protagonizado por la actriz Naomi Watts, comienza de manera simi- lar: escondiendo el rostro de su personaje principal y de la actriz que lo interpreta. La pirueta técni- ca resulta curiosa: ¿Qué es lo que nos quierenexplicitar estas pelícu- las ocultando, luego buscando y finalmente revelando un rostro? Los personajes los conocemos, pues ambas películas llevan sus nombres (Diana, Grace). Las actri- ces, también. Lo quela cámara pre- tende envolver de misterio para a la postre mostrar no es más que una máscara. El juego del escondi- te no hace más que señalar, que decir: mira, observa estas transfor- maciones. El gusto por los biopics pone en evidencia tanto una cierta aficióna la nostalgia como el culto a la per- sonalidad. La mirada complacien- te lleva a celebrar la recreación de los espacios (el Belleville de Edith Piaf en La vie en rose, del mismo director que Grace de Mónaco, Oli- vier Dahan) y el ejerciciode míme- sis por parte de los actores. Lo que se debate es el parecido: “Kidman, a pesar del sublime trabajo del departamento de peluquería”, es- cribía el crítico Jonathan Romney, “no se parece en ningún instante a Grace Kelly (aunque el trabajo de fotografía de Éric Gautuer conspi- ra por momentos para hacernos olvidar la diferencia). No está mal, exactamente, pero tampoco está bien: tan sólo parece inerte, como ha parecido desde hace ya mucho tiempo, y su abanico de expresio- nes ha quedado reducido a unos pocos, tanpronunciados comoarti- ficiales”. En el biopic, los rostros y los cuerpos se solapan: el de la estrella y el de la persona a la que encarna. Al final, la cuestión está en discer- nir si se trata de una película sobre una figura histórica o sobre la pro- pia actriz. En este sentido, y lejos del biopic, resulta mucho más inte- resante un filme como The con- gress, en el que la animación se mezcla con la imagen real, y en la que Robin Wright no sólo desplie- ga un sinfín de registros, sino que se expone narrativamente, encar- nando a una actriz con su mismo nombre, que decide aceptar su edad ya madura y rendirse a un úl- timocontrato. Las máscaras se con- funden en una bellísima película sobre las mitologías del tiempo y de la interpretación. Grace de Mónaco inauguró el pasado festival de Cannes, donde se pudieronver otras películas bio- gráficas. Saint Laurent, el retrato La intimidad de la actriz ‘Biopics’ De la princesa Grace Kellyal modistoYves Saint Laurent, de Diana de Gales al pintor William Turner; vidas yretratos, relatados enel cine Baile de biografías y de máscaras Arriba a la dere- cha, una imagen de la actriz Juliette Binoche, dirigida por el director francés Olivier Assayas en ‘Sils Maria’ 2 7 C u l t u r a | s L a V a n g u a r d i a M i é r c o l e s , 2 j u l i o 2 0 1 4 P A N T A L L A S del famosodiseñador francés a ma- nos de Bertrand Bonello, comien- za de nuevo con el protagonista de espaldas. Está en el mostrador de un hotel, mintiendo sobre su nom- bre para luego confesarse con un periodista. En este caso, la oculta- ción del rostro tiene una función meramente narrativa: esconderlo conel finde mostrarlomás adelan- te, cuando se recupera ese mismo momento para señalar que se trata de una época de decadencia para el personaje. La figura de Saint Laurent parece comerse al cineas- ta, que sin embargo logra mante- ner ciertas señas de identidad. Lo mismo ocurre con Mr. Turner, la película de Mike Leigh sobre el pintor William Turner, en la que más allá de la interpretación de Ti- mothy Spall se construye un retra- to a partir de algunas de las obse- siones del director: una fotografía cuidada y la crítica social. El caso de Foxcatcher resulta curioso. El actor Steve Carell retrata con mimetismo y con buenas dosis de maquillaje al magnate y sponsor de lucha John du Pont; el director, Bennett Miller, prosigue con la línea mostrada en Moneyball: el gusto por una narración diáfana y clásica, en torno a figuras periféri- cas e impuras del mundode depor- te. En cierta manera concilia los tres frentes, los tres ejes en torno a la que puede girar el filme biográfi- co: el cineasta, el intérprete y la persona en la que se basa. Estos tres títulos parecen ir a contracorriente, instalándose en la decadencia cuando habitualmente el biopic aspira a normativizar la vida de los demás. Por eso a menu- do los trazos de las películas bio- gráficas son gruesos, simples. Grace de Mónaco muestra el paso de la protagonista de actriz a princesa, guiada siempre por los mandatos o “sugerencias” de los hombres, de su marido, de un cura, del profesor de normas socia- les que le enseña a ser princesa, la dirige enloque enla propia pelícu- la llaman el rol de su vida. Aprove- cha más de una vez el recurso de crear un cierto misterio en torno a sus personajes y actores. Lo hace con Hitchcock, que se presenta en el Principado para ofrecerle a Ke- lly un papel en Marnie, la ladrona. Precisamente, aquella película co- menzaba ocultando el rostro de la protagonista, interpretada final- mente por Tippi Hedren. La pirue- ta de Hitchcock sí que tenía razón de ser. De hecho, su filme arranca- ba de manera brillante, con unjue- go de máscaras tan cercano al sus- pense como a la reflexión sobre la figura de la actriz. | El gusto por los ‘biopics’ evidencia tanto una afición a la nostalgia como el culto a la personalidad De arriba abajo, imágenes de los biopics:‘Saint Lau- rent’, con el joven actor Gaspard Ulliel; Nicole Kid- man en ‘Grace de Mónaco’ y el actor Steve Carell en ‘Foxcatcher’ 2 8 C u l t u r a | s L a V a n g u a r d i a M i é r c o l e s , 2 j u l i o 2 0 1 4 P A N T A L L A S JORGE CARRIÓN ¿Qué ocurre cuando se resuelve la tensión sexual no resuelta? Esa es la pregunta que se ha planteado The goodwife ensuexcelente quin- ta temporada. Desde el capítulopi- lototeníamos ante nosotros el con- sabidotriángulo amoroso: una mu- jer de mediana edad, Alicia Flo- rrick, engañada por su marido, se reencontraba con un compañero de la facultad de Derecho. Entre ellos surgía un deseo incompatible conel matrimonio; pero por suerte Alicia ya noestaba exactamente ca- sada con Peter, tras el escándalo de las putas y su ingreso en pri- sión. Las primeras temporadas fue- ron distanciándolos hasta que llegó el sexo con Will. Pero el amor armónico no es narrativo: en uncapítulo antológico, tras privile- giar el placer erótico en detrimen- to de la dedicación materna, un susto con su hija hace que Alicia decida dar por terminado su ro- mance. Justamente, a partir de ese momento, la ficción se vuelve más interesante. Porque la separación va a ser todavía más radical: Alicia fundará su propio bufete y Will se convertirá ensuadversario. Enton- ces, enel fragor del litigioenel juz- gado, ambos irán recordando mo- mentos íntimos. Incluso jugarán, con palabras o con prendas de ro- pa evocadoras, a confundir al otro en medio del juicio para ganarlo. Lo que ocurre cuando se resuelve la tensión sexual no resuelta, por tanto, es que persiste, metamorfo- seada, con más matices, igualmen- te inmanejable. Entonces (spoiler), muere Will. Clímax de la temporada. Subidón dentro y fuera de las paredes de la ficción. Porque el asesinato de un personaje protagonista más de cien capítulos después sólo puede significar un terremoto emocional en el mundo imaginado y en nues- tras redes sociales. Es muy signifi- cativoque noocurra a final de tem- porada. Que para ese momento se decida insinuar un giro aún más brutal que la muerte (otro spoiler): Alicia se presenta para fiscal gene- ral. ¿La protagonista va a cambiar de profesión? ¿Dejará la abogacía por la política? De producirse, será uncambiológico: a finales dela pri- mera temporada apareció el mag- nético Eli Gold, jefe de campaña, consejero de Peter, y en ese mo- mento la típica serie de abogados y juicios comenzó a ser invadida por otra serie, progresivamente su- perpuesta, degéneropolítico. Cam- pañas, nominaciones, ascensos, intrigas, corrupción. En la cuarta temporada ya teníamos los dos gé- neros al mismo nivel de importan- cia dramática, gracias a varios per- sonajes puente, como los hijos de los Florrick. El probable salto de Alicia a uncargopúblico de altoni- vel, de hecho, sería la resolución de otra tensión hasta ahora no re- suelta, igualmente erótica pero sin intercambio de fluidos. Porque lo que ha ocurrido en la serie es que la buena esposa se ha convertido en un animal político. El deseo ha- cia Will era explícito y consciente; el de ganar unas elecciones estaba implícito y enterrado en el sub- consciente. Al fin aflora. Retromanía La decisión de interrumpir la rela- ción con Will fue ideológicamente problemática: ¿Una mujer separa- da con dos hijos adolescentes no puede conciliar trabajo, familia y vida sexual? La serie responde a esa pregunta con un no ambiguo. Porque la conciliaciónno es efecti- va en términos dramáticos, pero sí posible en el mundo real. Pero en el mundoreal las mujeres noosten- tan el poder en las mismas cuotas que ocurre en The good wife. Parti- cularmente en esta temporada, cuando Diane asume el liderazgo de su firma y Alicia ostenta mayor importancia que su socio, Cary. En términos micropolíticos, el modo en que Kalinda domina a Cary apunta en la misma dirección. La serie es pionera de una constela- ción de ficciones televisivas inme- diatamente posteriores, manieris- tas, en que las mujeres asumen de un modo u otro el poder: desde Scandal hasta Orange is the new black. Pedagogía del futuro. ¿Qué ocurre tras la desaparición de Will? Un fenómeno que recorre todas las series: la retromanía, la adicción al propio pasado del re- lato. Flashbacks emocionantes y emocionales. Duelo y pensamien- to mágico. Rebobinar, recordar de dónde venimos: esas muchas ho- ras que hemos compartido, la den- sidadde unmundo al que ya perte- necemos. Entonces Cary Agos, que durante alguna temporada andó perdido en otros lares, recupera el rol inicial, cuandoera el jovenanta- gonista de Alicia en la carrera de ambos por entrar como socios jú- nior en el despacho de Diane y Will. La serie regresa a supunto de partida. De nuevo se reivindica a este personaje hecho a sí mismo, sin apellido ilustre, sin contactos familiares, en contraposición a la esposa de la figura pública. Todo ha cambiado, Cary es ahora un lí- der, Alicia es ahora una mujer que acumula experiencia y derrotas, pero Will ha dejado un espacio masculino vacío que varios hom- bres se disputan y Cary es quien está mejor posicionado para ocu- parlo. Entonces The goodwife vuel- ve a cambiar las reglas del juego. Es el único modo de que una serie pueda seguir creciendo. La quinta temporada ha terminado sin sig- nos de agotamiento. Crecimiento exponencial: el rasgo más impor- tante del mejor folletín, de la me- jor serialidad. | La típica historia de abogados y juicios comenzó a ser invadida por otra trama, progresivamente superpuesta, de género político Dos imágenes de la serie televisiva ‘The good wife’,el thriler político y judicial producido por los hermanos Ridley y Tony Scott Serie TV ‘The goodwife’ se reinventa 2 9 C u l t u r a | s L a V a n g u a r d i a M i é r c o l e s , 2 j u l i o 2 0 1 4 R E G I S T R O S Obras maestras religiosas R e g i s t r o s Tycho Awake GOSHTLY INTERNATIONAL Electrónica Las mutacio- nes sonoras del univer- so del diseñador gráfi- co y productor Scott Hansen, alias Tycho, recuerdan, en muchos sentidos, a las del fran- cés Anthony González y sus M83. A saber, el paso de una electróni- ca de bedroom produ- cer a otra más ambicio- sa de estudio e instru- mentación clásica, ha- cia un concepto de banda. Su propuesta descansa ahora en un formato reducido de batería, bajo y teclados, con el que presenta la gira de este nuevo ál- bum. Donde antes ha- bía IDM, electrónica y ambient, culminado en su anterior y celebrado Dive (2011), ahora hay un pop instrumental de reminiscencias al shoegaze más nítido (si eso es posible). Un trabajo en sintonía con el alemán Ulrich Schnauss, igualmente influenciado por ese shoegaze de los noven- ta, con idéntico sonido cristalino e impecable producción. LUIS COSTA Ben Vaughn Texas road trip MUNSTER Rock / tex-mex Vaughn es un músico y productor influenciado por lo vintage, sean coches Rambler o clásicos del rock. Ahí están para demostrarlo sus colabo- raciones con Alex Chil- ton, Alan Vega o Char- lie Fathers. Otra de sus grandes influencias fue el tex-mex de Sir Dou- glas Quintet. En este legendario grupo texa- no, pionero del sonido americana, militaba Augie Meyers, héroe al que ha ido a buscar a Austin para que le ayu- de a dar solera y auten- ticidad a su viaje musi- cal a esa rica fuente mestiza del sur de EE.UU. que es Texas. Todo generosidad, Meyers se convierte en coprotagonista aportan- do órgano Vox, acor- deón y piano a unas canciones que rockan- rolean con brío y tam- bién saben moverse de manera perezosa. Siem- pre arropadas por esos juguetones y caracterís- ticos fraseos de tecla- do, de sabor verbene- ro, fronterizo e incluso psicodélico en Heavy machinery. RAMON SÚRIO Laurel Aitken The Singles Collection 1959-1962 NOT BAD RECORDS / RESISTENCIA Jamaicana Sigue con fortuna la serie de ree- diciones en torno a la música popular jamai- cana. Ahora le toca al legendario Laurel Ait- ken (1927-2005), de quien este doble CD recoge los singles que grabó para distintos sellos en sus primeros años de carrera cuan- do transitaba entre géneros como el calyp- so, mento y ska. Como Chris Blackwell –al que dio las primeras canciones que publicó Island (Little Sheila / Boogie in my bones)–, Aitken tuvo el acierto de irse a Londres tem- pranamente; allí se estableció y realizó registros para la otra gran compañía inci- piente, Blue Beat. Se incluyen hitos como Bartender o Weary changes, que produjo el capo de Treasure Isle, Duke Reid. Músi- co y época fundamenta- les. RAFA MARTÍNEZ Jeri Southern The Complete Decca Years, 1951-1957 FRESH SOUND Jazz/Melódico Los años 50 fueron el momento de gloria de las vocalis- tas que se movían en- tre lo melódico y el jazz: Jo Stafford, Julie London, June Christy, Doris Day, Rosemary Clooney (tía de Geor- ge, por cierto), Barbara Lea, Peggy Lee… Y Jeri Southern, una de las grandes cultivado- ras de lo que se llama- ron torch songs, cancio- nes de amores imposi- bles y desamores, que bordaba gracias a su voz grave, áspera inclu- so, y a su entonación nunca enfática. Este estupendo estuche con 5 CD y amplio cuader- nillo recoge sus graba- ciones para Decca, es decir, la primera parte de su carrera. Aunque para mí su cumbre son un par de grabaciones posteriores –Jeri Southern meets Cole Porter y Coffee, cigaret- tes & memories–, este pack reúne siete discos en los que hay sobra- das muestras de su modo sutil, sofisticado y contenido de abordar las canciones sentimen- tales. MAURICIO BACH Adolpho Arrietta ANDRÉS HISPANO Nueva edición antológica de In- termedio recuperando a un olvida- do de nuestro cine independiente, Adolpho Arrietta (1942), exiliado tras su primera película hacia Francia (y después Italia) donde fue apreciado y estimulado a se- guir trabajando. Arrietta es un poeta singular de la imagen, com- parado con otros de la talla de Jean Cocteau o figuras del under- ground como Jack Smith. Los alia- dos de Arrietta son también sobre- salientes. Jean Marais aparece en dos de sus películas y entre sus admiradores figuran Marguerite Duras, Enrique Vila-Matas o Jonas Mekas. Su cinematografía comen- zó con El crimen de la pirindola (1966), en la que no sólo ya está articulada su particular escritura cinematográfica, minimalista, surreal e intimista, sino que apare- cen elementos que tendrán conti- nuidad como la interpretación de Javier Grandes, presente en la ma- yoría de sus películas. Esta edición reúne la totalidad de sus trabajos, aunque de algu- nos existan varias versiones, ya que el inquieto Arrietta (además de cambiar constantemente su firma, Adolfo, Adolfo G., Arrieta, Adelpho…) ha vuelto varias veces sobre su trabajo reeditándolo, especialmente cuando el sello Re-Voir le publicó en Francia su pack DVD y le puso ante su traba- jo en una mesa digital. Las versio- nes incluidas en este pack son estas de Re-Voir (detalle sobre estas transformaciones en alberte- pagan.eu/a-toupeira/adolfo-arrie- ta/). En total, el pack suma trece piezas, de las que cuatro son lar- gometrajes y otros cuatro suman más de media hora de duración. Lejos de haber perdido la pasión por el cine, Arrietta ha seguido trabajando con los nuevos me- dios, habiendo presentado en el 2007 (en La Casa Encendida de Madrid) uno de sus mejores traba- jos, Vacanza Permanente (2006). En un extraordinario libreto ilustrado de 64 páginas se inclu- yen textos de Jean-Claude Biette, Vila-Matas, Marguerite Duras, Pierre Léon, Pablo García Canga, Serge Bozon y Jonas Mekas. Excelente ocasión para disfrutar de obras excepcionales grabadas hace unos años por intérpretes relevantes comoPhilippe Jarous- ky, Marie-Nicole Lemieux, Sara Mingardo y Rinaldo Alessandri- ni. Tres Stabat Mater contempo- ráneos aunque muy personales, de Scarlatti, Pergo- lesi y Vivaldi, más su Nisi Dominus. Eran tiempos aquellos, comienzos del XVIII, en que casi compe- tían –en el caso de Venecia con claridad– la iglesia y el teatro en cuanto a oferta musical. Las manifes- taciones musicales enlas iglesias eranmuy relevan- tes y atractivas y se disputaban intérpretes y com- positores. La secuencia de los maravillosos Stabat Mater que incluye estos dos CDempieza con el de Scarlatti, que había costumbre de dar cada semana en la iglesia San Luigi di Palazzo en Nápoles, que un par de décadas más tarde decidió encargar uno nuevo, más moderno, a Pergolesi, escrito poco an- tes de su muerte en 1736. Obra maestra que se di- fundiónotoriamente entoda Europa. Tambiéndes- de joven, la fama como compositor de obra religio- sa llegó a Vivaldi, que trabajaba en La Pietà en Ve- necia. Para ellos compuso el Nisi Dominus, y poco antes su Stabat Mater encargado y estrenado en Brescia en1712. Armonía y sus efectos plenos junto a la devoción, la vida y la muerte. JORGE DE PERSIA CD DVD Stabat Mater / Nisi Dominus Vivaldi, Pergolesi, Scarlatti NAÏVE Clásica 3 0 C u l t u r a | s L a V a n g u a r d i a M i é r c o l e s , 2 j u l i o 2 0 1 4 R E C I C L A J E DJUna biografía del periodista Héctor Castells sobre el legendarioAleixVergés, ‘Sideral’, dj e icono carismáticode la escena nocturna de principios de los noventa; el insaciable músicomurióa los 32años, dejandosuestela enlas noches electrónicas del Nitsa yla cultura de clubes barceloneses La ingravidez del disc-jockey R e c i c l a j e PERE GUIXÀ Aprincipios de los años 90, a la ju- ventud le dio por adelgazar. Unos iban a la discoteca con pistolas de juguete y las Kickers, y las Adidas gazelle y los polos ceñidos con ra- yas horizontales finas eran recu- rrentes, así como beber sólo agua (lo mejor para la pastilla). Las revistas de tendencias, ya gratuitas, asomaron por doquier, así como tiendas de discos, festiva- les y discográficas. El éxtasis, dro- ga de comunión, llegaba a mansal- va desde Ibiza, de Valencia, de los estertores de la Ruta del Bakalao, donde no se había comerciado del todo bien con los nuevos hábitos juveniles. La cultura de club, que desde entonces ha arrollado en Barcelona, tuvo su génesis en un pequeñísimo local de la plaza Joan Llongueras: el Nitsa. Este local abrió para programar pop, pero sea por casualidad, o por el éxito de algunas sesiones muy li- bres, la discoteca viróhacia la músi- ca electrónica. Yempezó a ser visi- tada por figuras internacionales y a ser un lugar moderno de cita obli- gada, el cual en un santiamén tuvo que trasladarse a un local mayor. Lo mejor de Sideral. Estrella fu- gada, biografía sobre Aleix Vergés, DJSideral (1973-2006), escrita por Héctor Castells, es cómo refleja la noche barcelonesa postolímpica –hasta un límite de detalle excep- cional–y especialmente loque ani- daba en el Nitsa fundacional, don- de Vergés empezó a pinchar en 1994. Fue alguiensingular de aque- lla escena incipiente, que ensuem- briónreunióa unpúblicoheterogé- neo, desde indie-kids a vanguardis- tas del techno, de makineros del Barsalles y el Ocho a estupendos psiconautas. Como suele suceder, nadie sabía bien lo que se cocía. Espigado, lánguido, rubio, ané- mico, hipercool, masai sueco, hom- bre de goma (como lo llamó Javier Tomeo), Aleix Vergés cifró todos los excesos evasivos de una época y estuvo siempre en boca de todos, siendotanensalzadocomo vilipen- diado, y sinque hubiese aúnel bati- burrillode las redes sociales. Se di- jo que no sabía pinchar, pero nadie le niega el olfato en su plato Akiya- ma, ni su apertura de miras, ni su pasión. Vergés fue uncuriosomúsicoin- saciable y alguien que ni conocía los límites ni supo crecer, y que vi- vió escindido entre el jovenAleix y el personaje Sideral. Llegó a pin- char regularmente en Irlanda y en media Europa y fue clave en todas las saturnales de aquellos años. Empezó su carrera con el gran dis- co de pop electrónico de Peanut Pie y luego publicó sus tres discos de selector, y ya póstumamente el disco de pop Canciones siderales, con los temas que iba a grabar en Zarautz antes de la parada cardio- respiratoria que se lo llevó. Como se sabe, se puede hacer una biografía de muchos modos y ninguno a priori incorrecto. Aquí se opta por lolírico, conla semánti- ca difusa que esto puede generar; por literaturizar demasiado, aun- que el fraseo sea a menudo brillan- te; por tratar de ser exhaustivo, y a veces la biografía es iterativa; por reducir la distancia con la persona analizada, y despuntan demasia- dos guiños crípticos, sólopara ami- gos. El mito Sideral hubiese desta- cado también con una biografía contenida. Pero lo cierto es que se lee de un tirón. Yes así, ya lodije, por el mag- netismo del biografiado, pero so- bre todo por el dibujo de la noche barcelonesa electrónica de princi- pios de los 90, una época por el mo- mento muy denostada, demasiado ingrávida. Peroalgo parecidosuce- día con los 80 y ahora es una déca- da fetén. Vergés, Dj Sideral, tanto por sutrabajocomo músico, así co- mo por su incalculable carisma, es una figura de aquellos años. | Héctor Castells Sideral. Estrella fugada Contra Ediciones 568 págs. 21 euros Aleix Vergés, alias ‘Sideral’, pinchan- do música. El dj se convirtió en símbo- lo de la moderni- dad barcelonesa en los años 90 FOTO: ADRIANA VERGÉS Espigado, lánguido, ‘hipercool’ y hombre de goma, Vergés cifró todos los excesos evasivos de una época 3 1 C u l t u r a | s L a V a n g u a r d i a M i é r c o l e s , 2 j u l i o 2 0 1 4 R A N K I N G S Los libros más vendidos Establecimientos consultados: Badalona Saltamartí Barcelona Casa del Llibre, La Central, El Corte Inglés, Fnac, Laie, +Bernat, Excellence Figueres Masdevall Girona Empúries, Llibreria 22 Lleida Punt de Llibre Sabadell La Llar del Llibre Vilafranca Odissea 1 L’analfabeta que va salvar un país 1/12 Jonas Jonasson, La Campana. Una niña suda- fricana se cría en un gueto y acaba aprendien- do y dominando la física nuclear 2 La mirada dels àngels 2/5 Camilla Lackberg, Ara Llibres. Elba se instala en una granja sobre la que pende una historia familiar siniestra 3 Un estiu a l’Empordà 7/2 Màrius Carol, Columna. Un periodista descu- bre que su tio ha tenido una misteriosa rela- ción con Romy Schneider 4 Els escarxofats 4/6 Michele Serra, La Campana. Unpadre se queja de un hijo adolescente comodón, y trata de comprender a la generación del chico 5 L’altra 3/20 Marta Rojals, RBA La Magrana. Anna y su pa- reja Manel capean como pueden la crisis en una Barcelona en continuo cambio 6 Desig de xocolata 6/12 Care Santos, Planeta. La historia de tres muje- res unidas en el tiempo por su pasión por el chocolate 7 Ànima N/– Wadji Mouawad, Periscopi. Wahhch Debch descubre a su mujer violada y asesinada y se lanza a la caza del asesino 8 El joc dels miralls 8/2 Andrea Camilleri, Edicions 62. Montalbanoin- vestiga un caso de tráfico de drogas mientras no puede evitar caer en brazos de una joven 9 Eufòria 9/15 Xavier Bosch, Proa. Dani Santana investiga los chanchullos y la corrupciónenel sector farma- céutico 10 Cap als mars de la llibertat 5/3 Sarah Lark, Ediciones B. Michel es desterrado de Irlanda a Australia (como convicto) y no puede ir al Nuevo Mundo con su pareja 1 Las tres bodas de Manolita 1/13 Almudena Grandes, Tusquets. Con sólo 18 años, Manolita sustenta a sufamilia, en unMa- drid recién salido de la Guerra Civil 2 La analfabeta que era un genio en los... 2/13 Jonas Jonasson, Salamandra. Una niña sudafri- cana se cría en un gueto y acaba aprendiendo y dominando la física nuclear 3 Bajo la misma estrella 4/12 John Green, Nube de Tinta. Hazel sobrelleva mejor su cáncer de pulmón cuando conoce a Augustus a quien le falta una pierna 4 Nos vemos allá arriba 6/5 Pierre Lemaitre, Salamandra. Tres excomba- tientes vuelven de la Gran Guerra decididos a que no se les olvide ni ningunee 5 La mirada de los ángeles 3/7 Camilla Lackberg, Maeva. Ebba se instala en una granja sobre la que pende una historia fa- miliar siniestra 6 Catalanes todos 10/4 Javier Pérez Andújar, Tusquets. Avatares de la burguesía barcelonesa del franquismo, recrea- dos en clave vodevilesca 7 Hacia los mares de la libertad 7/5 Sarah Lark, Ediciones B. Michel es desterrado de Irlanda a Australia (como convicto) y no puede ir al Nuevo Mundo con su pareja 8 Los cuerpos extraños 8/2 Lorenzo Silva, Destino. Bevilacqua y Chamo- rro investigan el asesinato de una alcaldesa le- vantina 9 La ira de los ángeles N/– John Connolly, Tusquets. Un avión accidenta- do en los bosques de Maine oculta secretos de alto voltaje 10 Mañana a las seis N/– Raquel Sánchez, Planeta. Lucia renuncia a la vida burguesa y convencional para vivir al lími- te sus pasiones R a n k i n g s AL FONDO ALADERECHA Noficcióncastellano 1 La gran desmemoria 1/10 Pilar Urbano, Planeta. ¿Estuvo al tanto de la operaciónArmada el rey JuanCarlos? La polé- mica periodista da su versión 2 Las gafas de la felicidad 2/9 Rafael Santandreu, Grijalbo. Método de psico- logía cognitiva para ser más felices y disfrutar de la vida plenamente 3 Diez veces siete 6/2 Maruja Torres, Planeta. De cómo una niña del Raval abandonada por su padre, se convierte en una famosa reportera 4 La gran mentira de la economía 7/2 Gonzalo Bernardos, Destino. Sobre cómo unos ganan cantidades inusitadas y muchos tienen serios problemas para llevar una vida digna 5 Los 88 peldaños del éxito 8/2 Anxo Pérez, Alienta. 88 consejos para llegar a lo más alto sin desfallecer ante las dificultades y los imponderables 6 Yo fui a EGB 3/23 Javier Icaz / Jorge Díaz, Plaza y Janés. Evoca- ción nostálgica de la EGB de antes, la de las chapas, los pitufos y los gusanos de seda 7 Sobrevivir al dolor N/– Grela Bravo, Plataforma. Guía para sobrellevar el dolor crónico, plantarle cara, ycontrarrestar- le con otras actividades 8 Juan Carlos de España N/– Laurence Debray, Alianza. Biografía francesa y ultimísima del monarca, al que se retrata como una figura sin afán de poder 9 Reinas malditas 4/9 Cristina Morató, Plaza & Janés. La agitada vi- da de seis soberanas, desde Sissi hasta Maria Antonieta o Eugenia de Montijo 10 La intocable 9/2 Eduardo Inda y Esteban Urreiztieta, La Esfera de los Libros. Según los autores, Urdangarin transformó a Cristina en altiva y codiciosa Ficcióncatalán 1 Si Beethoven pogués escoltar-me 1/11 Ramon Gener, Ara Llibres. El presentador de ‘Òpera en texans’ se explaya sobre su afición a la música y lo que ha obtenido de ella 2 Les ulleres de la felicitat 2/11 Rafael Santandreu, Rosa del Vents. Método de psicología cognitiva para ser más felices y dis- frutar de la vida plenamente 3 Modernet de merda. El manual 3/11 Fanbooks. Crítica cariñosa de untuitero anóni- mo a la tribu urbana y muy heterogénea de los ‘hipsters’ 4 És a les nostres mans 6/2 Teresa Forcades, El Dau. La mediática monja hace una crítica ética del capitalismo, en con- versación con Eulàlia Tort 5 Aposta per la salut! 8/2 Manel Esteller, Pòrtic. El conocido oncólogo defiende que para adelantar en la curación del cáncer, hay que invertir más 6 Aferrada a la vida N/– Giovanna Valls, La Magrana. La hija del pintor Xavier Valls explica cómo ha vencido su adic- ción a las drogas 7 Tranquils i atents com una granota N/– Eline Snele, Kairós. Técnicas de terapia para eliminar en los niños el estrés, las inquietud y la dispersión 8 Un dia qualsevol N/– Tatiana Sisquella, Columna. Cuatro meses des- pués de su muerte, aparecen cien artículos que la popular periodista publicó en el ‘Ara’ 9 Els set pecats capitals de la justícia 4/12 Santiago Vidal, Ara Llibres. El autor, magistra- do con larga experiencia, explica qué cosas no funcionan en la justicia actual 10 Marc Màrquez 10/3 Emilio Pérez de Rozas, Edicions 62. La meteó- rica carrera de un corredor vencedor en las tres modalidades de moto C u lt u r a | s . E d it a : L a V a n g u a r d ia E d ic io n e s , S . L . Im p r im e : C R E - A , Im p r e s io n e s d e C a t a lu n y a , S L . D e p ó s it o le g a l: B - 6 3 8 9 - 1 9 5 8 Silencio Noficcióncatalán Semana anterior/Semana en lista N: Libro nuevo en la lista Ficcióncastellano POR PERICO PASTOR Supongamos que no supiera nada de Susana So- lano, me digo al entrar en la Fundació Suñol un miércoles lluvioso. Naturalmente que si que sé, que recuerdo cuando irrumpió en el panorama de este país y del mundo a me- diados de los ochenta –la impresión de sus primeras esculturas. Pero prefiero prescin- dir de ello, llegar apenas media hora antes del cierre, y no desplegar siquiera el papel que amablemente me ofrecen al entrar. Tí- tulo de la exposición, Vol Rasant. Al salir del ascensor me recibe Lo visible (2009-2010) escultura en aluminio y magne- sio: tres láminas recortadas en forma de nube, plegadas y entresujetas con tornillos APL A270, con la tuerca por el interior, adheridas a la pared. Habitan el espacio como modestas nubes perezosas. Al otro extremo de la sala, frente a ellas La parella dos perso- najes bajitos, entre R2D2 de Star wars y tótems africanos, parecen contem- plar a su vecino con escepticismo. Peroel reto es, precisamente, escri- bir de Solano sin compararla ni clasifi- carla, enfrentarse a Scène 1 zambu- lléndose en la foto del niño en la piscina vista a través de la severa reji- lla que es uno de los medios preferi- dos de la artista. Pasar a la sala siguiente y sentir la sabia juxtapo- sición de Àfrica (1993-94), con sus rectángulos de hierro y pvc pardo co- mo un recuerdo de las fronteras a tiralíneas de un continente que Sola- no conoce bien, y Oromo III (2002) hermosa piragua de hierro y mim- bre que también habla de África, pero de otro modo. En el espacio siguiente, Bura IV (2004-5) una enorme mano, so- lemne, de tres dedos, de hierro y ratán trenzados convive con Don José (1998), una pieza de forjado de hierro y lazos de pvc prendidos en su cuadrícula. Me pregunto qué es lo que hace de este enorme bigote simé- trico y de su título un objeto tan diverti- do, tan… impertinente. Kapokier, una mansa nube, de malla y pinzas, reposa en un otra sala. En la terraza, tendidas bajo la lluvia, bri- llanLo oculto (2009-2010) respuesta en ace- ro inoxidable, plegado como un papel, a los pliegues de Lo visible de la entrada, y Baalbek (2008), enorme tubería. Siempre que pienso en el trabajo de Solano me vienen las palabras de la moral más que de la estética: humilde, sencilla, veraz, honrada, rigu- rosa, pero también es cierto que este rigor vis- te una enorme sensualidad, que la severi- dad del acero y el forjado, cuando juega con el mimbre, el ratán, o los colores sombríos del pvc, lo nuevo, sea que la artista que en los noventa zanjaba, dividía y cortaba, ahora trenza, en- vuelve, pliega, trata el espacio con más mano izquierda. Serán los años, pe- ro qué exposición tan buena, y tan oportuna. P o r t a d a : D e t a lle d e la c u b ie r t a d e l lib r o ‘ S id e r a l’ , d e H é c t o r C a s t e ll, e d it o r ia l C o n t r a ( R e c ic la je , p á g in a 3 0 ) C o p y r ig h t L e ila M é n d e z El baloncesto es más que canastas y partidos. Son las personas que comparten el esfuerzo, que se emocionan con una nueva jugada y que encuentran en este deporte la energía para continuar. Y ES QUE EL MUNDO ESTÁ LLENO DE BASKET LOVERS. #BasketLover BasketLover.es
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