Dialnet-ElModeloBigFiveDePersonalidadYConductaDelictiva-4396452

March 17, 2018 | Author: Lizeth JM | Category: Behavior, Self-Improvement, Emotions, Felony, Theory


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I N T E R NAT I O NAL J O U R NAL O F P SYC H O LO G I CAL R E S EAR C HR E V I E W A R T I C L E El modelo “Big Five” de personalidad y conducta delictiva Model "Big Five" personality and criminal behavior David Sánchez-Teruel, a, Mª Auxiliadora Robles-Bello a a Profesor, Departamento de Psicología-Área de Psicología Social, Facultad de Humanidades y Ciencias de la Educación, España. ABSTRACT It reflect on the theoretical issues that currently versa Personality Psychology in general and antisocial or criminal behavior in particular. It discusses how the model can be used personality "Big Five" applied to the field of crime, and shows the variables that the literature presented as more predictive, through one of the most widely used assessment instruments at present. It currently advises finding, meeting points between the various existing theories, for that personality does not become a field of study restricted exclusively to researchers and scholars. It discuss the most important results in the application of the "Big Five" personality of the offender, and posess some limitations, as future research for practitioners and researchers. RESUMEN Se reflejan las cuestiones teóricas sobre las que versa actualmente la Psicología de la Personalidad en general, y de la conducta antisocial o delictiva en particular. Se analiza cómo puede ser utilizado el modelo de personalidad “Big Five” aplicado al ámbito de la delincuencia, y se muestran las variables que la literatura especializada plantea como más predictivas, a través de uno de los instrumentos de evaluación más utilizados en el momento actual. Se aconseja encontrar actualmente, puntos de encuentro entre las diversas teorías existentes, para que la personalidad no se convierta en un campo de estudio restringido, exclusivamente, a investigadores y académicos. Se discuten los resultados más destacados en la aplicación del modelo “Big Five” en la personalidad del delincuente, y se plantean algunas limitaciones, como líneas futuras de investigación para profesionales e investigadores. Key Words: Personality, delinquency, Big Five, psychopathy. Palabras Clave: Personalidad, delincuencia, Big Five, psicopatía Recibido/Received Febrero 8 de 2013 Revisado/Revised: Mayo 1 de 2013 Aceptado/Accepted Mayo 28 de 2013 1. INTRODUCCIÓN El estudio de la personalidad y de la conducta antisocial es un tema abordado tanto por juristas (Carrasco-Gómez, 1993), como por psiquiatras, criminólogos (Carrasco-Gómez y Maza, 2005; Chargoy, 1996), psicólogos sociales (Megargee, 1966) e investigadores de rasgos o  factores de personalidad (Eysenck, 1996; Eysenck & Gudjonsson, 1989). Es un tema de interés clásico (Eysenck, 1967) y también muy actual (Ortiz-Tallo, Fierro, Blanca, Cardenal y Sánchez, 2006) porque violencia y delincuencia no parece estar disminuyendo en la sociedad, cada vez más preocupada por la prevención, evitación y reducción David Sánchez-Teruel, Profesor, Departamento de Psicología-Área de Psicología Social, Facultad de Humanidades y Ciencias de la Educación, España, [email protected] | ISSN printed 2011-2084 | ISSN electronic 2011-2079 | 102 la investigación biopsicosocial sobre diferencias individuales y delincuencia (Bonilla y Fernández-Guinea. inestabilidad emocional. piromanía. Se han empleado muchos términos para referirse a las conductas antisociales tales como conductas impulsivas.j. Así mismo. las medidas de rasgo han mostrado evidencia de validez convergente y discriminante a través de los instrumentos de evaluación y de observadores (Bandura y Walters. que sea de interés el realizar una revisión teórica sobre qué modelos de la personalidad obtienen de un mayor apoyo por la comunidad científica cuando se trata de asociarla a conductas antisociales o delictivas. respuesta psicogalvánica reducida y factores psicológicos o rasgos de personalidad (Redondo & Pueyo. 1991. baja empatía. rasgos narcisistas. El termino trastorno de conducta queda reservado para la conducta antisocial clínicamente significativa y que sobrepasa claramente el ámbito del normal funcionamiento. tendencia al riesgo. Cobos y Peñaherrera. Estudios longitudinales (Luengo. 2011). 1994). Redondo y Pueyo. parece existir una gran complejidad para establecer predicciones de conducta delictiva basadas exclusivamente en rasgos individuales de carácter (Bartol. 2010).. Eysenck & Gudjonsson. muestran una impresionante estabilidad en una amplia cantidad de rasgos a través de la vida adulta. Esta diversidad de acepciones terminológicas. tampoco ayuda a esclarecer esta situación las alusiones psicopatológicas y de la personalidad que con más frecuencia aparecen recogidas en la doctrina jurisprudencial para explicar la relación de rasgos de personalidad con la delincuencia cometida (González-Guerrero. Luengo..res. tienden a aparecer asociadas. mentiras. Eysenck contempla como rasgos de la personalidad del delincuente. Finalmente. baja empatía. homicidios. trastornos o problemas de conducta y delincuencia (Bonilla y FernándezGuinea. 2011) incluyen una amplia gama de actividad tales como vandalismo. aunque diferentes. Eysenck. 1967. Sánchez-Teruel. absentismo. 2007. frialdad emocional. baja activación del Sistema Nervioso Autónomo. 2003). incesante búsqueda de sensaciones. suspicacia. Así. Romero. 1997). dificultad para establecer vínculos afectivos. Pero parece ser que las predicciones únicamente se cumplen para la dimensión de psicoticismo (Gomá-i-Freixanet. 2007. 6(1) | PP. De hecho. 1994). una elevada extraversión. hurtos.109 | 103 . 2006. infringen reglas y expectativas sociales y muchas de ellas igualmente reflejan acciones contra el entorno. La conducta antisocial se refiere a cualquier conducta que inflige reglas sociales y/o sea una acción contra los demás. 2011): alta impulsividad. egocentrismo. neuroticismo y alto psicoticismo. Esta dificultad en su conceptualización hace necesario un análisis pormenorizado de estos términos. explosiones de ira ante estímulos estresantes. Todas estas conductas. Blanca & Cardenal. Las conductas antisociales (Coy y Torrente. 1997). 2.REVIEW ARTICLE INTERNATIONAL JOURNAL OF PSYCHOLOGICAL RESEARCH El modelo “Big Five” de las conductas delictivas y violentas (SánchezTeruel. baja resistencia a la frustración. etc. | Sánchez-Teruel y Robles-Bello (2013) | int. acoso. baja actividad del lóbulo frontal. Muñoz y Amores. Algunos autores (Redondo y Pueyo. 1996) para explicar las diferencias individuales y el delito..psychol. Sánchez-Teruel et al. incluyendo a personas y propiedades (Kazdin y Buela-Casal. CONDUCTA ANTISOCIAL Y TEORIAS DE LA PERSONALIDAD En las últimas dos décadas ha existido un gran progreso en el estudio de rasgos y diferencias individuales (Luengo. 102 . 2006) ha puesto de relieve la asociación de la conducta antisocial con factores bioquímicos como lesiones craneales. De ahí. Gómez-Fraguela y Sobral. 2010) refieren la teoría de la personalidad de Eysenck (Eysenck. Por otro lado. 1989. incluyendo autoinformes y puntuaciones de conducta. 2007) como alta impulsividad. Ortiz-Tallo. alta extraversión y locus de control externo. violaciones. El estatus conceptual del rasgo se ha clarificado y nadie duda de la validez descriptiva de los rasgos para reflejar regularidades empíricas de la conducta en los seres humanos (Ozer & Reise. 1997. 2002). no vienen más a que a dificultar el estudio de la personalidad y la conducta antisocial. la delincuencia se refiere a la designación legal basada normalmente en el contacto oficial con la justicia. propensión a la búsqueda de sensaciones. acciones agresivas. 1997. 2002.. Hendriks et al. Extraversión versus introversión (E). EVALUACIÓN DE LA PERSONALIDAD ANTISOCIAL A TRAVES DEL MODELO DE LOS 5 GRANDES • Posteriormente. 1997). 2006). un trabajo efectuado en EEUU por Vaughn. 2002). 2011) y en el de la evaluación psicológica (Fernández-Ballesteros. 1996) sobre el número adecuado y la identificación de las dimensiones de personalidad. 2001. 1999a. hay cuatro dimensiones temperamentales o disposiciones innatas de respuesta a estímulos que son persistentes a lo largo del tiempo.. Las cuatro dimensiones temperamentales del modelo de Cloninger son: • • • Búsqueda de novedad (activación conductual) Evitación del daño (inhibición conductual) Dependencia de la recompensa (extinción y habituación de respuestas conductuales aprendidas) Persistencia Pero quizás el hallazgo más importante entre los psicólogos de la personalidad en los últimos años (Marcus. Apertura a la experiencia. Diferentes instrumentos de evaluación están asociados con el Modelo de los Cinco Grandes que ha generado una gran cantidad de medidas de evaluación (Del Barrio et al. 2012. En España. El modelo de las «Cinco Grandes» asume que los rasgos de personalidad presentan una estructura jerárquica en seis facetas por cada uno de los cinco grandes dominios (Hendriks. 2003.. Costa & McCrae.109 | 104 . la monoamina. Este modelo se presenta como una perfecta conjunción entre lo biológico y lo adquirido.. 2006. que merece ser nombrada. Valero i Ventura & Punti i Vidal. existe una perspectiva integradora sobre personalidad y delito. 1999b. una traducción y adaptación del cuestionario de personalidad para evaluar los cinco grandes del cuestionario elaborado en Italia por Caprara. 1990. 1990. y otras tres dimensiones caracterológicas o de personalidad que reflejan diferencias individuales y que surgen de la interacción no lineal del temperamento y las experiencias vitales. Wright y Howard (2007) profundiza en el estudio del autocontrol y su relación con la violencia y concluyen que es un constructo que se solapa con otros como la impulsividad y la neurodesinhibición como conceptos implicados en la disminución de la capacidad de autogobierno de los individuos.Q.j. evitación del daño y dependencia de la recompensa) estaban asociadas respectivamente con un neuromodulador. Beaver. Extraversión. 3. Carrasco y Holgado. existe el Big Five Questionnaire (B. 2006. y que además. adultos.. 102 . 2002) y han sido replicados transculturalmente en más de veinte países. Cloninger (2007) planteo que las tres primeras dimensiones del temperamento (búsqueda de novedad. Así. Romero et al.res. en particular. Delisi. Wiggins. el modelo de los cinco grandes factores entró con fuerza en el campo de la personalidad (Sánchez-Teruel.psychol. Amabilidad y Responsabilidad. Salgado.) Cuestionario de Personalidad. Luengo. Hofstee & De Raad. 1999a. Por otro lado. se han aislado en diferentes muestras con niños.. 2002) se centra en la consistencia de los hallazgos en el análisis taxonómico de la personalidad. Romero et al. Amabilidad versus oposicionismo (A) y Responsabilidad. existe un fuerte acuerdo en plantear que la mayor parte de las diferencias individuales en personalidad pueden comprenderse en términos de cinco dimensiones básicas: Neuroticismo versus estabilidad emocional (N). Después de muchos años de debates (Digman. Desde ese momento.F. 2007). la serotonina con la evitación del daño y la noradrenalina con la dependencia de la recompensa. estudiantes. 2004). Fulton & Edens. McCrae. profesionales (Del Barrio. 6(1) | PP. 1999b): Neuroticismo.REVIEW ARTICLE INTERNATIONAL JOURNAL OF PSYCHOLOGICAL RESEARCH El modelo “Big Five” Grande Pérez. Otros teóricos Gottfredson y Hirschi (1990) plantearon la denominada Teoría general de la delincuencia donde se contempla un bajo autocontrol como rasgo que explicaría gran parte de las diferencias individuales en la conducta antisocial. Ortíz-Tallo et al. Apertura a la experiencia (O). la adrenalina con la búsqueda de sensaciones. incluida España (Hendriks et al. el Modelo de los Siete Factores de Cloninger (2000. Siguiendo lo propuesto por Cloninger (2000). Barbaranelli y Borgogni (1993) y ha sido | Sánchez-Teruel y Robles-Bello (2013) | int. personas violentas y psicópatas) o como síntomas asociados a algún trastorno (como en el caso de trastornos de personalidad). 1990. 1993. como los modelos circulares de rasgos interpersonales (Hofstee. etc. propia de un comportamiento de tipo perseverante. 1987. Redondo y Pueyo. muchos estudios (Echeburúa y De Corral. el MMPI (Minnesota Multiphasic Personality Inventory) Inventario Multifásico de Personalidad de Minnesotta y el MCMI (Millon Clinical Multiaxial Inventory) Inventario Clínico Multiaxial de Millon. 2012.REVIEW ARTICLE INTERNATIONAL JOURNAL OF PSYCHOLOGICAL RESEARCH El modelo “Big Five” publicado y adaptado al español por TEA. escrupuloso y responsable.) podrían ejercer un papel modulador para llevar a cabo los delitos. Garrosa-Hernández & Gálvez-Herrer. Araragi. Apertura mental. Sin embargo. 2006) también concluyen que determinados aspectos motivacionales (drogas. 6(1) | PP. con características tales como capacidad para afrontar los efectos negativos de la ansiedad. Este cuestionario con 132 elementos de respuesta múltiple (tipo Likert) identifica las cinco dimensiones fundamentales de la personalidad humana: • Energía. al ser la persona quien decide o no decide realizar esta conducta. preocupación de tipo altruista y de apoyo emocional a los demás. 1999. cognitivos o emocionales o una interacción entre ambos que podrían entenderse como características de personalidad (en el caso de manipuladores.psychol. 1990) en sus diferentes versiones (II y III). encuentran que los sujetos con comportamientos antisociales presentan altas puntuaciones en el polo negativo de afabilidad. • • • • • El gran interés y la cantidad de investigación que ha generado el modelo de los Cinco Grandes están en la capacidad de asimilar otras representaciones y sistemas de clasificación de personalidad anteriores. donde algunas de sus dimensiones psicológicas son claves.res. Incorpora una escala tipo “L” para medir la deseabilidad social extraversión y paranoia y la conducta antisocial está correlacionada con el factor de afabilidad. otras investigaciones (Mora. Barbaranelli y Borgogni (1993) en sus investigaciones sobre los «cinco grandes factores de la personalidad». 102 .j. de la irritabilidad o de la frustración. ansiedad y esquizofrenia se relacionan preferentemente con neuroticismo. tesón y estabilidad emocional y altas puntuaciones positivas en extraversión. sobre todo de tipo intelectual ante nuevas ideas. de amplia repercusión en el campo clínico (Pedrero. Linehan. de la depresión. De Raad & Goldberg. Gonzaga y Castillo. En el contexto clínico. Waider. valores. (2006) refieren que es mucho más útil otros instrumentos de medición más específica como el Inventario Clínico Multiaxial de Millon-Millon Clinical Multiaxial Inventory (MCMI) (Millon.109 | 105 . 2005) han demostrado la utilidad del Modelo de los Cinco Grandes para ser aplicados en diversos contextos. Afabilidad. alcohol.. DISCUSIÓN En la actualidad. 2011. 2007) que la conducta antisocial parece tener un origen multifactorial (biológico. 2003). Van den Hove & Gutknecht. En el contexto psicosocial. psicológico o social) o epigenético basado en complejos sistemas de interacción. parece ser que existen diversos factores de carácter biopsicosocial que interaccionan para producir determinados comportamientos violentos o delictivos. se plantea (Lesch. McCrae & Jhon. rasgo de amplio espectro. 1992). Los resultados demuestran que el trastorno limite de la personalidad.. Pelechano. 1992) en los que se examinan los factores y escalas del NEOPI (Inventario de Personalidad NEO-Revisado) con las escalas clínicas de los dos instrumentos más ampliamente utilizados en este ámbito. En esta línea. Estos autores (OrtizTallo et al. inherente a una visión confiada y entusiasta de múltiples aspectos de la vida. Así mismo. principalmente de tipo interpersonal. también existen voces que promulgan la incapacidad de este modelo para valorar de forma adecuada la personalidad del delincuente. Finalmente. integrando modelos más recientes. Moreno-Jiménez. y en particular de la conducta antisocial. Caprara. 2008) plantean que existen diversos déficits motivacionales. Tesón. dinero.. se han realizado estudios (Costa & McCrae. Estabilidad emocional. sentimientos e intereses. Ortiz-Tallo et al. En este sentido. la manía con | Sánchez-Teruel y Robles-Bello (2013) | int. Hofstee & De Raad. los rasgos de personalidad más destacados en la conducta del delincuente. Kohavi & Pfleger. siguiendo el método del juicio clínico estructurado (Carver & Connor-Smith. 102 . ninguno de ellos ha sabido explicar. que uno de los aspectos que ha producido mayor número de investigaciones de tipo empírico. 2012. Algunas de las limitaciones de este estudio vienen determinadas porque existe una importante tendencia. Vaughn et al. 2003. como perspectivas futuras. CONCLUSIONES Muchos estudios (Bonilla y FernándezGuinea. Romero y GómezFraguela. Romero et al. psicológicas y sociales para predecir patrones de conducta epigenéticos en las personas que se alejan de la normalidad social y se acercan a la conducta antisocial. 2011) en las conductas delictivas. 2007) y de la falta de empatía (Mora. También. Pelechano. 1990. Muñoz & Amores. en la Teoría General de la Delincuencia (Gottfredson & Hirschi. 2008). 2011. en este tipo de sujetos. 2008. Sobral. se recomienda encontrar puntos de encuentro entre académicos y teóricos de la personalidad para crear marcos conceptuales | Sánchez-Teruel y Robles-Bello (2013) | int. dentro del ámbito clínico. Las causas de esta dificultad han sido: por un lado debidas a la heterogeneidad de teorías y constructos que sustentan dicha conducta. a la deseabilidad social (Manzanero. 2012) sugieren la modulación de una baja afabilidad. plantear nuevas técnicas de valoración de la personalidad del delincuente. Pelechano. Los resultados de algunas investigaciones anteriores (Caprara et al. Parece ser que. tesón y estabilidad emocional en la delincuencia. 2006. 2010). 2006. 2002) o español (Pedrero. lo que haga que una persona llegue a implicarse en conductas delictivas y violentas. en el Modelo de los Siete Factores de Cloninger (2000.j... 1990). 2012) en el estudio del binomio personalidaddelincuencia y no son exclusivas de un tipo único de modelo de personalidad o trastorno psicopatológico. González-Guerrero. y por otro debidas a los procedimientos utilizados por la literatura científica previa para la evaluación de este comportamiento. y que podrían ser de interés para futuras investigaciones.. produciendo falsos positivos o falsos negativos. dentro de las variables psicológicas los rasgos de personalidad han contribuido de forma clara al desarrollo de modelos teóricos y conceptuales que han propiciado abundante investigación sobre la delincuencia. Pero. Sin embargo. en su totalidad. tesón y estabilidad emocional. 2010). modelando el patrón de personalidad esta actuación. Así. Trull. Luengo. Romero y Casas. 6(1) | PP. y basándose en guías meta-analíticas de valoración del riesgo (García-Pablos de Molina. Por otro lado. Gonzaga y Castillo. podría producir la modificación de los resultados de algunas investigaciones. las propuestas sobre la psicopatía y la personalidad del delincuente (Lynam. En particular. 2007). 2011. 2003.res. Hendriks. Estos resultados son concordantes con otras corrientes de trabajo donde se refleja la importancia del déficit en autocontrol (Gottfredson & Hirschi. 1999a.psychol. de origen internacional (Hendriks et al. Pozueco. Hofstee & De Raad. teórico o de revisión. 1999b). referidas al tipo y gravedad del delito. Pruebas evidentes de este hecho se muestran en la Teoría de la Personalidad de Eysenck (1967). pero todavía existen determinadas lagunas. John. 1996) no se sabe mucho sobre la modulación de los factores de personalidad del modelo Big Five en la delincuencia. 5. sería conveniente. 1993. exceptuando algunos estudios (Heaven. 2012. 1994) parecen corroborar las tendencias sobre el poder predictivo de la afabilidad. 2002) pronosticaban la necesidad de plantear una mayor investigación que pudiese analizar. 2003.REVIEW ARTICLE INTERNATIONAL JOURNAL OF PSYCHOLOGICAL RESEARCH El modelo “Big Five” De ahí.. No tener en cuenta este hecho.109 | 106 . Bonilla y Fernández-Guinea. McCrae. Es probable que sea la mayor o menor presencia de tales características de personalidad en el delincuente. Parece ser entonces que las características de personalidad son consonantes con lo reportado por abundante investigación multidisciplinar (Barlett & Anderson. 2007) y en el modelo de las «Cinco Grandes» (Hendriks. la interacción de variables biológicas. de forma integral. en la actualidad ya se dispone de algunas de estas guías (Ver Pueyo y Redondo. 2002) haya sido el análisis de la personalidad en la conducta antisocial bajo el Modelo de los 5 Grandes. A. Psychology. F. Barbaranelli. doi:10. L. Concepto. J. H. J. Revista Latinoamericana de Psicología. Personality and selfreported delinquency: Analysis of the «Big Five» personality dimensions. Madrid: Pirámide. J. doi: 10.1016/j. A General Theory of Crime. Ch. G. J.S. Goma-I-Freixanet. H. The biological basis of personality. 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