Devigili Hermenéutica del Ethos final.docx

March 23, 2018 | Author: Eliasi22 | Category: Hermeneutics, Science, Truth, Subjectivity, Knowledge


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“Hermenéutica del ethos”Gamaliel Devigilli, ofm Profesor de Ética y Teología moral del Instituto Filosófico Teológico Franciscano de Petrópolis, Río de Janeiro. En Revista Eclesiastica Brasileira, núm 133, vol. 34, marzo de 1974, pp. 5-19. Responsable de la traducción: Pedro J. de Velasco SJ El fenómeno ético es universal por ser humano. El hombre vive siempre en la experiencia del ethos. Aun antes de orientarse a reflexionar e instituir un discurso lógico-racional sobre este fenómeno ya vive una determinada ética, posee una moral. Vive esta experiencia en las más ambiguas y contrastantes articulaciones. Así el hombre del mito, el hombre de ciencia, el hombre de fe, el hombre de ayer o de hoy, el hombre de las civilizaciones embrionarias o de las más desarrolladas no se puede deshacer de la vida del ethos so pena de ya no ser humano. Ahora bien, esta experiencia del ethos es siempre ambigua, opaca y diferente en las articulaciones. El hombre es un eterno contestatario de la moral y la ética. Al mismo tiempo está en una constante búsqueda de una ética más auténtica, más adecuada y más identificada con la vida. El punto crucial y decisivo de la experiencia específicamente ética es siempre el conflicto.1 Al ponerla en cuestión se siente desorientado, cual hijo pródigo fuera de la casa paterna (ethos = lugar fijo, morada, patria, casa) que ha despilfarrado el tesoro de sus argumentos. El conflicto le revela su no estar en la propia identidad. Le viene entonces una secreta nostalgia. Una añoranza cordial de la casa paterna lo convida a morar en la identidad de su propio ser, a habitar su casa, a permanecer en su ethos. En la errancia procura el abrigo y el bienestar de la casa. En la odisea busca la tierra firme en donde puede caminar sin impedimentos. En la aridez busca el humus del cual puede extraer la fuerza que lo sustente y las energías que revitalicen su vida ya languideciente. Aquí se ubica la cuestión que nos ocupa: la hermenéutica del ethos. En la expectativa secreta de poder, al fin, encontrar principios claros, normas seguras, doctrina sólida, que pongan orden en el caos ético y que orienten con mayor fuerza la vida hacia rumbos ciertos y seguros, somos sacudidos por una serie de preguntas: ¿qué es el ethos?, ¿qué es la hermenéutica del ethos?, ¿qué es el bien, qué es el mal?, ¿cuáles son los nuevos principios de la moral y la ética hoy?, ¿cómo hacer el bien en la actualidad? y así sucesivamente. La cuestión propuesta así es por demás pretenciosa. Inclusive ociosa. Pretenciosa porque pretende saber de antemano, imponer su saber antes de que la realidad hable y se revele. Ociosa porque en la misma pregunta, en el nivel que ha sido colocada, late la respuesta. De hecho la respuesta sólo puede ser dada en el nivel de la pregunta. Pero, entonces la pregunta por la ética se vuelve cada vez más angustiante. Se formulan nuevas y nerviosas preguntas. Las respuestas no sacian, así como tampoco satisfacen las diversas teorías y los diferentes sistemas éticos del pasado y del presente por más actualizados que puedan parecer. 1 Dietrich Bonhoeffer, Éthique, Labor et Fides, Ginebra, 1969, p. 9. 1 3 pues en ella late la fuerza movilizadora del propio pensar. ¿qué es el bien?. No es posible. hacer primero hermenéutica y después ética. Tractatus lógico-philosophicus. Si se pretende encaminar la hermenéutica del ethos a una cuestión esencial. La objetividad no es sino un desdoblamiento de la subjetividad. No parten del corazón del ethos. Nacional. 46. pues apenas se intercambia el “qué” por el “quién” de la pregunta.1. indebidas. Esto sucede porque no se piensa con bastante decisión en la esencia del ethos. La subjetividad y la objetividad pueden competir por hallarse en el mismo tablado. por tanto. de proyecto en proyecto sin jamás reencontrarse. Ahí reina un interés recíproco entre la ética y la hermenéutica. 3 2 .2 Ciertamente se continúa en el mismo horizonte. Justamente esa situación éticamente ambigua y contrastante trae en su seno un interés hermenéutico de gran importancia para la ética. así se evidencia mejor que la objetividad así entendida no pasa de ser producto de la subjetividad. por tanto. por tanto. que busca su ob-jeto (cfr. Pero precisamente ésta es la pregunta: si el ethos puede realmente ser reducido al mero plano de la objetividad o de la subjetividad de nuestro saber. Se trata de escrutarla más radicalmente y por eso importa reconducirla a una cuestión esencial. pero no toda interpretación llega a ser hermenéutica en el sentido esencial. En la articulación. No se trata. el hombre parece estar permanentemente errante y deambulando de teoría en teoría. errabundez y oportunidad. En otras palabras. Toda hermenéutica es una interpretación. Por eso las preguntas tampoco son esenciales. Son discordantes. Sólo lo es en la medida en que la interpretación desciende de la expresión articulada del ethos a la dinámica de la vida. Tempo Brasileiro. No pasa de un saber informativo-operativo. en una interpretación de aquello que se acostumbra llamar fenómeno ético o moral. 622 y 6. La hermenéutica del ethos realmente se procesa en el propio itinerario del pensamiento que se va articulando en los varios niveles significativos. Para el sentido común hermenéutica quiere decir interpretación. São Paulo. Hermenéutica del pensar ético ¿Qué sucede entonces? Movido por la cuestión ética. Río de Janeiro. de abolir o eliminar la pregunta. De acuerdo con los varios niveles y grados de profundidad. 1968. Las articulaciones objetivas y las articulaciones subjetivas del ethos sólo están en oposición como dos extremos del mismo nivel. No son consonantes con la realidad y la verdad del ethos. Ambas son momentos de un mismo horizonte. Lo mismo sucede cuando se piensa pasar del plano objetivo al plano personal o personalista. el participio latino objectum = poner enfrente). ¿qué es el mal? – se articula un pensar ob-jetivo. Sobre o Humanismo. la 2 Martín Heidegger.521. ella late en una ambigüedad que es provocación y desafío. no se puede esperar que primero se articule un saber claro y organizado sobre la hermenéutica para después aplicarlo en la dilucidación del ethos. sino de la subjetividad de quien pregunta. p. ¿qué es el ethos?. No conduce a nada y nada resuelve. Tal procedimiento supone un pensar objetivante no esencial. Ludwig Wittgenstein. Es importante percibir que en el “qué” de tales preguntas –por ejemplo. proposiciones núms. La hermenéutica del ethos consiste. No es algo que pre-existe al hombre. En esta perspectiva. o sea. Pero precisamente estos son los presupuestos que discute y cuestiona el pensamiento radical. en su sentido originario. En el discurso bien armado. de obscuro.. La hermenéutica del ethos fácilmente se reduce a una interpretación en el nivel del saber lógico-discursivo. morada. 4 5 Carneiro Leäo. El ethos no es algo. Poder e Autoridade no Cristianismo. ella pretendería dilucidar. existencial del ethos. Siendo así. carácter. supone que la razón y el discurso son la cosa más clara del mundo. objetiva. 6 Ibidem. 115. pp. es la racionalidad. estas palabras no deben sonar a representación externa. a las proposiciones. “Esta manera de entender la hermenéutica parte de presupuestos indiscutidos. Y el lenguaje es la casa del ser. Haría la lectura hermenéutica de las varias articulaciones éticas en la medida en que interpretase. REB 1973. Está en referencia con el misterio del lenguaje. 33-34. la palabra hermenéutica viene de “ho hermeneus”. sociológica. Cuanto más lógica y racional fuera la interpretación.6 La hermenéutica del ethos no intenta identificar la experiencia ética con una representación lógica y clara de la razón y el discurso de la lengua. En su sentido fundamental ethos nos recuerda. p. 24. o sea.5 “En caso de que el hombre deba encontrar el camino a la proximidad del ser. el modo en que el hombre mora en su ser. en las diferentes articulaciones del ethos. late siempre un sentido profundamente cordial y misterioso que emerge como identidad del lenguaje del ethos. que lo originario y lo decisivo es la discursividad. Ethos significa costumbre.4 En todas las lenguas éticas. Al final. de misterioso. E. sociológica. No es una substancia. explicar e interpretar racionalmente el ethos. Por otro. Todo se agotaría en una interpretación lógicoracional de la realidad ética. p.interpretación del ethos se vuelve también hermenéutica psicoanalítica. Lo originario y decisivo no es lo inteligible y lo racional sino lo inefable y lo misterioso. Por un lado. 3 . Con todo. la cuestión de la ética moderna se resolvería en la medida en que se redujera al plano racional y discursivo de nuestro saber. comportamiento. tendrá que aprender primero a existir en lo inefable”. ilustrase y explicase lo que en ellas hubiese de ambiguo. Toma su forma a partir de la libertad como el modo propio de ser del espíritu humano. referente a Hermes. científica. mítica. patria. Heidegger. Evoca el modo-de-ser hombre a partir de lo propio originario. Y la realidad esencial del ethos simplemente equivaldría a las coordenadas lógicas. ella se consumaría o plenificaría en proporción directa a su discursividad y su racionalidad. en el pensamiento lógico bien estructurado encontraríamos por fin la explicación decisiva y fundamental de la realidad ética. más auténtica y fundamental sería la hermenéutica. Por lo mismo que. casa. En su habitación mora el hombre”.. como trayéndolo al corazón. sentencias y articulaciones de la razón discursiva. Sobre o Humanismo. M. el mensajero de los dioses. En este cuestionamiento se elabora la identidad y la diferencia entre lengua y lenguaje”. la frase dice: “el hombre mora en cuanto existe en la proximidad del Dios”. 2.7 El pensamiento esencial de la hermenéutica. Por eso es ob-jetivo. Hermenéutica del discurso ético Por ser interno. Una de las diferencias del devenir histórico del ethos es la diferencia de nuestro tiempo. sino lo inefable y lo misterioso. Heidegger comenta: “Generalmente se acostumbra traducir: “la individualidad es el demonio del hombre”. pues. en una imagen. La modulación igualitaria de saber = poder de la estructuración técnico-científica de nuestro mundo constituye una diferencia en que se da el ethos como total silencio y recogimiento. Habla siempre sobre algo que le es puesto delante de sí. Con todo. es como surge el ethos y se da en un lenguaje inobjetivable. como consumación y plenificación de su discursividad racional. se mantiene en su proximidad. Porque ethos significa estadía (Aufebthalt). La estadía del hombre retiene el adviento de aquello a lo que el hombre pertenece en su Esencia. desafío y oportunidad del pensar esencial. El ethos no está fuera de las articulaciones modernas. Esto es a lo que Heráclito llama daimon o Dios. la productividad. de lo útil y de lo no útil. lugar de morada. transitivo. envolvente y cordialmente existencial. Presupone un sujeto y un objeto. sorprender al ethos en su nacimiento originario. El pensamiento discursivo se configura por un movimiento extrínseco. el ethos no es reductible a la discursividad racional. El pensamiento radical de la hermenéutica intenta. Radicalizando el pensamiento científico hasta el agotamiento de sus posibilidades. Es la apertura de la estadía la que hace aparecer lo que le adviene convenientemente a la Esencia del hombre y. de ciencia y de poder. tratará de decir que lo originario y decisivo del ethos no es lo inteligible y lo racional. 4 . etcétera. de lo placentero o no placentero. Sobre o Humanismo. Por un destino histórico el ethos se fue articulando en términos de saber. la operatividad. sí. Evoca el espacio abierto donde mora el hombre. que se da aquende o allende la articulación racional o aracional. Su verdad es la certeza objetiva. lo a-lógico contra lo lógico. Esa traducción piensa de manera moderna. no de una manera griega. Pero sería precipitado concluir de ahí que se deba levantar la bandera de lo irracional contra lo racional. la seguridad.Heráclito dijo que “ethos es una especie de demonio en el hombre”: “ethos anthropo daimon”. del deber y del no deber. aunque de manera diferente. lógica o a-lógica. no es reductible a la objetivación de su discursividad lógico-racional o científica. Late en la articulación de la modernidad cuya característica es el accionamiento del poder de la subjetividad. exteriorizado. 85. Fragmento 119. de lo valioso y de lo no valioso. Entonces. inefable. p. en un concepto. Cf. Intenta auscultar al ethos aquende o allende el conocimiento del bien y del mal. Intentar una hermenéutica del ethos a partir de las diferencias de las lenguas éticas de antaño y de hoy se impone como tarea. Porque es en la diferencia de las lenguas éticas donde late la identidad del lenguaje del ethos. representando en un modelo. así adviniendo. Heidegger. como si lo misterioso no latiera también en lo lógico y lo racional. la eficiencia. En este nivel se equiparan perfectamente saber = poder. En este aborde que se hace a partir de 7 Heráclito. el ethos se articula entonces en tantas éticas (o morales) cuantos fueren los objetos y los objetivos de su aborde. REB 1973. de un valor. 106. la ética moderna revela un procedimiento típicamente científico. de un deber. cómo se hace adviento y se torna evento. porque el día en que lo hace. só se admite o que assim se valoriza.la igualdad del saber y del poder. con su objeto y método propios. inmediatamente se vuelve conciente del carácter sin-razón o a-lógico del mito. del objeto. la verdad del ethos también equivale a uniformidad. de los principios y de la verdad del ethos. Hasta la posibilidad y la fuerza de empeño le es dada. Por ese mismo hecho. No sin razón el primitivo hace la experiencia de ethos en una forma mítica.8 En la ética occidental y en la articulación de la ética cristiana moderna se observa la misma virulencia absorbente e igualitaria. No es un pensar espiritual. de una utilidad. sociológico. 5 .. Es la conquista de un don. teológico. cit. psicológico. al conformismo. mesmo quando valoriza positivamente. universal. es decir cuando llega al conocimiento (ciencia) del bien y del mal. La cuestión crucial consiste en pasar de una hermenéutica meramente científica a una hermenéutica existencial del ethos. Si bien el ethos no es reductible a la formalidad de ciencia o de discurso lógico. se lhe rouba a dignidade. 78: “Trata-se de se comprender de uma vez por todas que. Antes al contrario. Es preciso auscultar el lenguaje del ethos: A partir de dónde se da. El discurso se torna empeño y conquista. El móvil de esta estructuración es la fuerza de la igualdad que en la modernidad se impone como la única integración humana posible. el pensar radical no es una invitación a cruzar los brazos. de una felicidad. como objeto de uma avaliaçäo do homem… Toda valorizaçäo. Poder e Autoridade…. sin embargo no está fuera del lenguaje. la disposición y el vaciamiento de sí mismo para poder acoger el para sí en la convivencia del ethos en su total gratuidad.9 No se ejerce tampoco un pensar esencial. op. al aislacionismo individualista. de una ley. Don porque se percibe en un envío y a merced de lo que ya no es suyo. é uma subjetivaçäo… Dizer-se que Deus é “o valor supremo”. de un interés. cuando tratan del concepto. p. no conquista el ethos como si fuese un producto de su subjetividad. Y no faltan tales abordes en la ética moderna: aborde biológico. Se permanece en un pensar objetivante y científico sobre el ethos. Y esto se agrava y se degrada cuando se pretende dar un sentido trascendental o sobrenatural a tales objetivos y valores. Para ello importa profundizar radicalizando el pensar discursivo hasta su agotamiento como consumación y plenitud de sus posibilidades. misteriosa. Es letra y no es espíritu. Articulada en disciplina o ciencia. p. a universalidad unidimensional. Por cierto. en una escalada absorbente y niveladora de todas las diferencias. Es logos. Es un pensar entitativo. O que quer dizer: ao se avaliar uma coisa como valor. No pide razones. De modo que. etc. necesaria. Procediendo así. Aparece claro en los discursos éticos. como del ethos.. 8 9 Carneiro Leäo. no se sale del horizonte del saber de la subjetividad. La discursividad objetivante del ethos se evidencia en las estructuraciones éticas alrededor de un fin. absoluta. Conquista. é uma degradaçäo da Esencia de Deus”. Precisamente por estar expuesto al horizonte del saber científico. La verdad del ethos es buscada ávidamente en términos de integración de lo humano como siendo una. no es ethos. histórico. ao caracterizar algo como um valor. sí. Heidegger.. los transplantes. Pero el saber solamente consigue ver lo que proyecta y domina. Control de la conciencia. la guerra. el reglamento de una conveniencia o el resultado de un silogismo11. Deja de ser ethos. Formaçäo permanente? REB 1972. seguridad. control de la ley. op. Para el hombre racional. para lo lícito y lo ilícito. subrepticiamente se va creando un proceso de control interno y externo. Bajo el mando del saber como poder se desencadena la escalada de dominación universal. etcétera. cit. Es el poder que instala la verdad ética como objetiva. la violencia. 792-793 6 . Todo es reducido caprichosamente a la malla del saber y del poder de la subjetividad. y cuando las encuentra. Él sigue la moral sin pedir razones. Todavía más. la expresión de la racionalidad. más se agrava la cuestión. aun cuando divinizado. Viene a ser conclusión de un raciocinio. la renovación y el progreso de la ética consisten básicamente en la multiplicación de los datos informativos y operativos. El punto de referencia para lo cierto y lo falso. Pretende auto asegurarse igualando la pujanza de la vida en sus múltiples concreciones originales a la uniformidad de su proyecto y a la igualdad de su unidimensionalidad12. no tanto en su apariencia. universal. la mentira. Se vuelve ciencia. No soporta las diferencias. en la teoría. Se vuelve lógica o dialéctica. En este aborde el ethos se configura como producto o articulación del saber y del poder. pp. para el bien y el mal es el modelo objetivo. eficiente. control del sistema. de principio en principio. al aborto. de control. la modernidad está envuelta en este remolino en busca de argumentos “pro” o “contra” en relación a los nacimientos. en el principio. de certeza. Se constata apenas la morfología mítico-misteriosa de la moral. la moral termina. 3. En el horizonte del saber y del poder. no se sustenta por sí misma. Se permanece en la representación y se piensa que la identidad del ethos está en la representación. apela a la razón en la tentativa de salvarse. temiendo que el hombre coma del fruto del árbol de la vida y conozca el misterio de la existencia10. Deja de ser apodíctica y de vigorizarse a partir de sí. una lógica. cierta. Se pasa de un modelo a otro. sino en su ser más profundo. Bajo la acción del saber y del poder. p. sin embargo. el mito del paraíso no cuenta para nada. eso juzga. Se convierte en logos. la moral entra en crisis. Pues cuando la moral. Se siente expulsado del paraíso y el ángel armado con una espada dorada guarda la entrada del paraíso. control de la institución. H. Con esto. Eso sabe.pierde su inocencia originaria. Cuando las pide. El ethos en la expresión del saber y del poder Cuanto más se estimula este aborde. vende su primogenitura. 3. impidiendo el acceso. al divorcio. Aquí no se pretende proponer una teoría cualquiera. segura. 10 11 Gen. de teoría en teoría. La moral recula gradualmente a medida que avanza la ciencia. 22-24 Bonhoeffer. lo que entra en su campo. 217 12 Harada. No pasa de ser una fábula. la eutanasia. como mito. Lo mismo pasa con el hombre civilizado en relación a la moral y a la ética. Se vuelve una probabilidad. única. de eficacia operacional. El desafío que el mundo moderno nos impone es la lectura hermenéutica del ethos hoy. Tal vez se pueda recobrar. Jamás se agota en sus articulaciones. que todo el poderío de la razón. “El ethos humano no posee conocimiento. toda la virulencia de la dominación del saber y del poder en su radicalidad vive gracias a algo que se escapa al poder y saber objetivantes. En todo el saber humano hay una cara objetiva que se traduce en la formulación del conocimiento del bien y del mal. 217 Heráclito Fragmento 78 7 . Tanto en la articulación mítica como en la de la fe o la de la ciencia es posible hacer una lectura hermenéutica del ethos. beber. Se siente a merced del misterio y de la gratuidad de la vida. El ethos se da siempre como totalidad en las diferencias del tiempo. el ethos se da como mito. dormir. como en un gesto. intuiremos. Su sustancia es el espíritu y libertad. si auscultamos bien el fenómeno de la discursividad científica del ethos. Por estar en la identidad de lo originalmente humano. simple. ya no sería divino. No se quiere decir con esto que para que haya ethos es preciso primero hacer un discurso científico o racional sobre él. Οείον δέ έχειν”. a partir del surgimiento original. Ya no sería ethos. en cambio. Sería desconocer la existencia histórica. p. Son uno solo que. No se elabora un discurso o una ciencia del ethos para instalar al hombre en la representación del discurso. Si se puede tomar la ética como tema de discurso en un determinado tiempo y lugar es porque el hombre es una criatura viva y mortal dentro de un mundo limitado y frágil mucho antes que un estudioso del ethos13. Sería errónea la expectativa de pretender articular otra lengua en la que el ethos se daría más puro. Tiene la modulación de la libertad. Todas las lenguas éticas viven a merced de la lengua insaciable e inagotable del ethos. Fundamentalmente es el sentido misterioso e inobjetivable de la vida el que posibilita todos los discursos y les da vigor. Por esto el ethos jamás es objetivable. Inmediatamente el poder de conquista y dominación se percibe como capturado. como fe.cit. en cuanto que todo tiempo y toda cultura es también tiempo y cultura del ethos. Ambos están como en un movimiento que ya no es objetivable. aquí. el divino lo tiene”. ya no sería humano. Si atendemos bien al proceso. Esto se da en medida en que se dé el total despojamiento del saber y del poder de la subjetividad. El discurso sólo intenta encaminar al hombre al corazón de la vida. Es el modo de ser del espíritu humano. A partir del espíritu todo se torna en modulación del misterio como radical gratuidad e inefabilidad. de las culturas. en la cual para todo hay su debido tiempo: para comer. 13 14 Bonhoeffer. como ciencia. op. o que en algunas se diera el ethos y en otras no. El texto parece sugerir dos manifestaciones diferentes una divina y otra humana. así como reflexionar y tomar decisiones éticas. En ellas el ethos se da y se revela en el recogimiento y pudor de su intimidad cordial. o que en todo momento se tenga que juzgar y decidir entre el bien y el mal. Nunca se reduce a la igualdad y uniformidad objetivantes. No son dos conocimientos cronológicamente sucesivos. hacia su identidad. La ciencia es el habla del ethos hoy. más original. a diferencia del pasado. conquistado en un movimiento inverso. como si hubiese la posibilidad de articulaciones privilegiadas para el ethos. se vuelve uno. un sentido más profundo del texto heraclitiano14: “ηθος γαρ ανωπειον μέν ούκ εχειν γνώμας. Hermenéutica del actuar ético En el sentido común la ética y la moral dicen una referencia inmediata a la praxis. 16 Nietzsche F. Esa restitución consiste en que. Incluso cuando se habla de conocimiento de la ética se piensa en un conocimiento práctico. En su habitación mora el hombre” 8 . Por no ser objetivable. No llega a ser obra. se da como adviento y evento de esencialización de lo humano. es diferente del hacer funcional y de la actividad meramente operativa. inefable y gratuito en toda la actividad humana. donde late la vida en su originalidad fontanal. F. es el Ser. en el pensamiento. Presenta la misma modulación del saber y del poder de la subjetividad. Auf-heben significa levantar. un leve gesto nos invita a caminar hacia el corazón de la vida. 19: Das Wissen um Gut un Bosse scheint das Ziel aller ethischen Besinnung zu sein. como el fruto. 23-24 “Desde hace mucho que ya no se piensa con suficiente decisión la esencia del hacer. No es ethos. Al contrario. Sélo se conoce el hacer como la producción de un efecto.Generalmente la ética tematiza este conocimiento actuando cada vez más este tipo de conocer objetivante. Muenchen 1966. El pensamiento con-suma la referencia del Ser a la Esencia del hombrfe. Como toda obra y como todo fruto difiere. de mayor o 15 Bonhoeffer. Jenseits von Gut un Bosse. p. No puede ser producido por la subjetividad del poder. la obra. Se da en el momento oportuno. Nietzsche desarrolla la misma idea en su obra: Más allá del Bien y del Mal16. al actuar y la acción. En verdad una hermenéutica fundamental del ethos revela que el ethos originario está aquende o allende el conocimiento objetivo del bien y del mal. Ese devenir o evento de la acción en su esencia es la expresión de lo humano. 4. Es importante aquí también una hermenéutica esencial del actuar ético. el Ser se vuelve lenguaje. Ahora bien. es producto de la subjetividad. el ethos no se equipara con las coordenadas del saber y del poder del mundo científico. Bonhoeffer señaló que la meta de la ética cristiana consiste en abolir (auf-heben) este conocimiento15. Se dispone al vigor naciente del actuar a partir del cual se da la esencialización de la acción humana como ethos. sólo puede ser consumado lo que ya es. Por eso. se concretiza como obra del espíritu. dejar aparecer desde abajo. se vuelve fruto. En toda la actividad humana hay un momento (no cronológico) de articulación objetiva. cuya efectividad se avala por su utilidad. está en con-sumar. El pensamiento sólo la restituye al Ser. Ethik Kaiser Verlag. substrayéndose por entero al control del saber y del poder y a la certeza objetivante. Deja una secreta nostalgia de la casa paterna. El don tiene su kairós. lo que es. Llevarla a esa plenitud. El lenguaje es la casa del Ser. que sólo se aprecia como producto de un efecto y cuya efectividad se avala por su utilidad 17. Leipzig 1886 17 Heidegger po. producere. en este nivel. diesses Wissen aufzuheben. antes que nada. Pp. el actuar ético. susceptible de operatividad y de funcionalidad. Por eso. en sentido propio. Cit. En el horizonte de la modernidad el actuar ético queda restringido a la objetividad de una actividad funcional-operativa.. como algo que le fue entregado por el propio Ser. No la produce ni la efectúa. sin embargo. La hermenéutica radical del actuar ético se prepara para acoger y no para producir lo que se da de misterioso. a la plenitud de su esencia. Allí el ethos tiene fuerza en un silencio total. Die christliche Ethik hat ihre erste Aufgabe darin. La Esencia del hacer. Consumar quiere decir: conducir una cosa al summum . como obra. como plenificación de su posibilidad. objetivada. El ethos de la actividad humana es tan misterioso e inefable que sólo puede degustarse a los pies del Señor. en una expresión. Abrimos espacio para permanecer en la convivencia con la vida y celebramos la gratuidad de toda la obra humana. es idéntica a la que sucede cuando se está delante de un cuadro. en un gesto. todo comportamiento. ¿para qué?. En este encantamiento y convivencia con el arte. a partir del espíritu. se da como ethos. limitado. En el pensar radical. Vozes. Es el con-crecer a partir de lo originario. Os Escritos de Säo Francisco de Assis. no tienen sentido las preguntas que nos distraen y nos desvían de él. la mayor obra del ser humano es el amor. cap.menor eficiencia. Pero su ser más profundo se retrae a la manipulación objetiva. Por esquema se subentiende aquí la canalización del vigor fontal del ethos. VII 2 Cor 3. todo acto no quedan como letra muerta. sino que. A partir del vigor original. es evento. Y la hermenéutica. en un comportamiento concretos. éste nos ad-viene. expresa un comportamiento como diferencia de la identidad radical del ethos. Es a partir de la libertad que el ethos se esencializa y se da en una “forma vitae”. 18 Lc 10 38-42 Cftb. Tomás Merton. ed. nos dispone para la acogida de este mensaje. en verdad también la vida según el espíritu es divina en relación a la humana… Pues el hombre no vive así en cuanto hombre. nos toma. ed. Açäo de Náo-Açäo. El cuadro es sólo la articulación concreta del arte que nos hace sintonizar y contagiarnos con el mundo inefable y encantado del arte. Por eso San Pablo invita al cristiano a vivir en acción de gracias18. sino en cuanto existe algo divino en él”20. como son: ¿por qué?. 106-107 Aristóteles Etica Nicomaquea. Se vuelve un modo de ser. ¿cuál es la eficiencia?. Por eso es siempre concreto. como mensaje del augur divino. que es la modulación bíblica del modo de ser de Marta y María 19. todo gesto. Lb X. En una palabra: se da en un esquema. 6 Cf. seguridad y utilidad. Tb. en el afán de Marta en nuestro actuar cotidiano. 5. Con razón y con delicada precisión se condensó la experiencia del hacer humano en la formulación benedictina del “Ora et labora”. El ethos se da siempre en una articulación. A via de Chuang-tzu. o de la carne. el espíritu en relación al hombre es algo divino. Cefepal 2.21 18 19 1 Tes. Petrópolis 1970 p. La experiencia del ethos. Col. 142 20 21 9 . ¿qué seguridad? No sin razón. se transforman en espíritu y vida. sólo realizamos la conquista de nuestro propio despojo. liberados del poder de la subjetividad. sino que traduce algo como la savia y vigor del espíritu. Emerge como obra. en una actitud. 1969. pp. ni un estilo sociológico de vida. en un acto. nos captura y nos invade. Estamos siempre en un empeño. Refleja una actitud fundamental. es histórico. Vozes. ¿cuál es la utilidad?. ya evocado por Aristóteles “si pues. toda articulación. El ethos se da siempre en un cocrecimiento finito. La “forma vitae” no significa un comportamiento o forma externa. Pues el ethos es la casa del amor humano. en la hermenéutica del actuar ético. Se modula en la dinámica de la vida. En la medida en que se está disponible o dispuesto al arte. en un esquema. El ethos se da y se revela en un permanente devenir histórico de libertad. vivir a merced del ora. vigente en todo el actuar humano. ¿qué certeza?. para conformar al hombre a la formalidad del modelo. una obligatoriedad. absoluta. coaccionando en nombre de Dios a las conciencias a conformarse a las normas so pena de herejía. si es oída en su radicalidad y no sólo en cuanto proyecto del saber y del poder. Lo normativo se impone por sí mismo. es piedra de tropiezo. conduce al despojo. ¿Y cómo es la voluntad divina? Ya la pregunta misma es irritante. se concretan como espíritu y vida. a partir de la libertad. Sin embargo. se orienta a superar el proyecto sea objetivo o subjetivo de la normatividad. en el modelo el hombre es reconducido a la cordialidad de la vida. La normatividad ética. no pasa de proyecto en proyecto. En todo caso. buscando la voluntad divina en un permanente “no se haga mi voluntad sino la tuya. sea humana o divina debe ser superada. Vivimos una historia en que todo el pensar y todo el operar se procesan en términos de saber y de poder. objetivos o subjetivos. se instaura una mayor decadencia. Entonces el modelo. sea expresión de una costumbre. Sin embargo. la ley. se fue equiparando al binomio norma objetiva y norma subjetiva. Hay siempre un extrañamiento en la experiencia de la normatividad ética. El pensamiento ético no se ancla en la objetividad o la subjetividad de la norma. La búsqueda de lo normativo tiene un móvil radical y esencial que es previo a la voluntad de saber y de poder.5. de excomunión y de condenación. No se articulan modelos normativos. Es provocación. al vacío. de una conciencia. a partir del espíritu. de una ley. Ahí. quier de ley natural o de ley divina. Es fácil decir: “hacer la voluntad divina”. Se instala subrepticiamente un nazismo larvado en este tipo de normatividad.” Suena mal a los oídos modernos hacer la voluntad de alguien. Este malestar es hermenéuticamente interesante. impertinente. por cuanto nos sugiere que la voluntad de subjetividad. Es que la pregunta ya sabe demasiado para hablar de lo inefable. Son sólo dos polos en un mismo nivel. que es fundamentalmente poder de la subjetividad. presa de las redes del saber y del poder de la subjetividad moderna. La normatividad ética resuena en un horizonte 10 . cualquier pregunta en relación a cosas esenciales tiene la gracia de tornarse en momento movilizador del pensar. La norma ética pretende ser objetiva. la articulación. de lo divino. una normatividad. quier objetivo quier subjetivo. Hermenéutica de la normatividad del ethos Toda moral y toda ética en su sentido ordinario implica un “deber ser”. cuando se pretende imprimir un carácter trascendental o divino a semejante normatividad. cierta y segura. de objetividad y de subjetividad. aunque esa voluntad sea divina. a vivir a partir del corazón. si se asume. a la nada de lo que dicha pregunta propone o sugiere. Cuando la voluntad divina se reduce a términos de objetividad o subjetividad se entra en un errar y en un desvío estructuralmente nazista. El móvil decisivo y fundamental de la normatividad ética no es el modelo articulado. con la llegada de la modernidad. A partir de este horizonte no hay diferencia de nivel entre las articulaciones objetivas y subjetivas de la normatividad. la normatividad se configura por un control cada vez más amplio y universal. Es cruz que. Se impone como algo distinto a la subjetividad. Así. universal. pero es difícil caminar como Cristo. Es preciso. mutilar la inspiración en modelos académicos previamente establecidos. esto acontece cuando se coloca la identidad de la verdad. Para ser original y fiel a la fuerza de la inspiración no puede ser arbitrario. la inquietud y el cansancio. Ad-viene. la libertad. Un discurso que está en el ámbito de competencia de nuestro saber y nuestro poder. Es pura energía. En este caso. auscultar a partir de dónde se da la normatividad ética. Se instala. la vida. la gratuidad. Así también en el ethos. en términos de objetividad o de subjetividad. Ahora. sólo tendría como verdad la composición química de las tintas y el color no existiría. El artista es atrapado y conducido por el vigor de la inspiración. en cambio. por ejemplo. El propio Misterio de Cristo. una fantasía. el arte. ¿sería igualmente irreal. de la realidad. Quiere certeza. Es vigor nato. seguridad. Merodea en busca de apoyo. Si es a partir del poder o del saber de la subjetividad. Su normatividad resuena en otro horizonte. no es desmedida. por escapar al control del entendimiento. si así fuese. imaginario? 6. No soporta las diferencias. No significa arbitrariedad. etéreo. inútil. Tiene una modulación diferente del saber y del poder.diferente del pensar objetivante. la poesía. La normatividad del ethos. Late en la radical gratuidad. El ethos no es desmedido. por no ser objetivable. Todo parece irreal. No tiene certeza. la experiencia ética que se da en lo cotidiano de la vida nos sugiere que pasa algo semejante a la inspiración artística. el amor serían una irrealidad. ya lo hacemos a partir de la medida de nuestro saber. Es “virtud”. La normatividad originaria del ethos. Ethos como morar en la identidad del ser humano Estamos moviéndonos en un discurso en torno al ethos. La fuerza típica de la inspiración artística representa un modo de ser diferente del conocimiento y del esfuerzo del artista. tiene siempre un corazón inquieto buscando reposo. como tampoco puede. Entra en una errabundez. deja como primera impresión el vacío. pues al afirmar esto. Sin embargo. Se presenta con tamaña apariencia de realidad y de verdad que. y se da en la justa medida. Todo esfuerzo de reflexión está siempre posibilitado por el pathos y la 11 . sin más. En tanto. la inquietud y el cansancio. Pero esta búsqueda de reposo y de fundamentos lleva continuamente la errabundez y el desvío de la objetivación. El pensar objetivante tiene la ficción de los espejismos del desierto. ¿Y quién decidió que sólo es verdadero y real lo que entra en la representación o en el proyecto del saber? Es más. del vigor del espíritu y de la fuerza de libertad. La fuerza original de la inspiración emerge como obra. la pintura. es verdad. se la percibe dislocada siempre hacia el frente. la inseguridad. entonces el vigor originario del ethos se desvía y desvirtúa. se actualiza y se concretiza a partir de la medida del corazón. la incertidumbre. en la representación objetiva del saber. No tiene poder. No tiene saber. sin embargo. Cuanto más se activa la escalada de la objetivación más crecen la insatisfacción. no tiene seguridad. por sustraerse al control del saber y el poder. se sitúa allende o aquende la objetividad o la subjetividad de nuestro saber. por ser inefable. Tiene el modo de ser de la modulación del espíritu. Pero el discurso intenta desencadenar una reflexión para sugerirnos y hacernos percibir que la competencia de nuestro discurso está a merced del ethos inobjetivable e inagotable. cuando se cree alcanzarla. fantasioso. se concretiza. El habla de la poesía como lengua tiene por misión evocar el lenguaje y el reino de la poesía. La originalidad es un don. Quien está en la identidad. La reflexión tiene la modesta pretensión de reencontrarnos en nuestra identidad. está en la vida del espíritu. La vida es como la poesía. 12 . Lo importante es estar en la vida del ethos y no sólo en la representación. en la justa medida. se da en una articulación. En toda articulación palpita la poesía para quien se coloca en el mundo de la poesía. el ethos es vida. está en el corazón de la vida. Quien está en la vida del ethos quiere la articulación como quien está en el arte quiere el cuadro. Una es don y la otra es competencia. Lo mismo sucede con el ethos. en la vida de la libertad. para no perdernos en el mundo de las representaciones. no la de conducir a la articulación de la lengua.fuerza del propio ethos. El cuadro. La técnica es la competencia sin producto. es morar en la identidad y en la jovialidad de la vida. Está en el ethos de la vida. toma una forma-de-vida más o menos armoniosa de acuerdo con la resonancia de la identidad del ethos. Es a partir de la fuerza originaria como el artista se torna artista original y no mero copiador o reproductor técnico de arte. Está en el don de la vida en su radical gratuidad. como la articulación del ethos. tendrá tal vez la posibilidad de poder conmemorar esto inefable en la cordialidad y en la convivencia diaria de todas las cosas. Más que ciencia. Permanecer en el rigor de la inspiración originaria del ethos es ser un artista del ethos. El misterio del lenguaje poético es el que posibilita y mueve el habla de todas las lenguas poéticas. En la medida en que el empeño se dispone a dejarse contagiar por el ethos. Una es obra y la otra es producción.
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